Investigaciòn Relato Instrospectivo Laboral

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 296

RELATO RETROSPECTIVO DE LA

INCORPORACIÓN AL MUNDO
LABORAL

Tesis Doctoral

Departamento de Sociología IV
Facultad de Ciencias de la Información
Universidad Complutense de Madrid

Por: Margarita Rodríguez Villén


Director: Francisco Bernete
1
Para quienes han compartido y
comparten mi historia de vida

2
Índice

CAPÍTULO I: PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS DE LA TESIS...................................7

I.1. PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN .................................................................................................... 7

I.2. EL RECURSO A LAS HISTORIAS DE VIDA ................................................................................................... 9

I.3. OBJETIVOS DE LA TESIS......................................................................................................................... 12

I.3.1. Objetivo genérico ...................................................................................................... 12

I.3.2. Objetivos particulares ............................................................................................... 13

I.4. RESUMEN DE CONTENIDOS .................................................................................................................... 16

CAPÍTULO II: LA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN EL ÁMBITO


LABORAL: EL CASO DE ESPAÑA.......................................................21

II.1. PERSPECTIVAS ECONÓMICAS Y ANTROPOLÓGICAS DE LA DESIGUALDAD LABORAL ............................... 24

II.2. EL TRABAJO DE LA MUJER EN ESPAÑA: ANTECEDENTES HISTÓRICOS .................................................... 31

II.2.1. El siglo XX en España: participación de la mujer en el mundo laboral ................... 32

II.2.2. La legislación laboral en España: evolución en cuestión de género ........................ 34

II.3. LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA .................................................................................................................... 39

II.3.1. Protagonismo relativo de la mujer en la transición.................................................. 40

II.3.2. La reincorporación al trabajo y las nuevas profesiones ........................................... 46

II.3.3. La figura de la mujer en el trabajo del siglo XX ....................................................... 49

II.4. EL ESCENARIO ECONÓMICO DE 1980 Y SUS ANTECEDENTES .................................................................. 50

CAPÍTULO III: LA EMPRESA: TELEFÓNICA...............................................................62

III.1. TELEFÓNICA: BREVE HISTORIA DE LA COMPAÑÍA TELEFÓNICA NACIONAL DE ESPAÑA ........................ 65

3
III.1.1. Las fuentes informativas............................................................................................ 65

III.1.2. Antecedentes y trayectoria de la empresa ................................................................. 66

III.2. LAS MUJERES EN LA TRAYECTORIA EMPRESARIAL DE TELEFÓNICA....................................................... 73

III.3. LOS CONVENIOS COLECTIVOS DE TELEFÓNICA ..................................................................................... 79

CAPÍTULO IV: LAS HISTORIAS DE VIDA COMO HERRAMIENTA


METODOLÓGICA ...................................................................................89

IV.1. LAS HISTORIAS DE VIDA COMO HERRAMIENTA METODOLÓGICA ............................................................ 90

IV.1.1. Las historias de vida en el contexto de los métodos biográficos............................... 90

IV.1.2. Las historias de vida y la historia del tiempo pasado ............................................... 92

IV.1.3. Las historias de vida y la variable género (en Historia y Sociología) ...................... 99

IV.1.4. Las historias de vida y el mundo laboral ................................................................ 105

IV.1.5. Las historias de vida y las etapas de cambio .......................................................... 112

IV.1.6. La imagen del yo en las historias de vida ............................................................... 114

IV.2. FASES EN LA APLICACIÓN DE LOS RELATOS DE VIDA EN LA PRESENTE INVESTIGACIÓN ....................... 119

IV.2.1. Selección y acercamiento a las informantes............................................................ 119

IV.2.2. Características del material analizado ................................................................... 122

IV.2.3. El análisis de las relaciones lógicas entre datos..................................................... 124

IV.2.4. Organización del análisis en bloques y codificación .............................................. 126

CAPÍTULO V: CATEGORÍAS PARA EL ANÁLISIS: IDENTIDAD LABORAL E


IDENTIDAD DE GÉNERO ....................................................................128

V.1. LAS IDENTIDADES SOCIALES DE LAS NUEVAS TRABAJADORAS DE TELEFÓNICA .................................. 130

V.1.1. El conflicto de la identidad laboral y la identidad de género ................................. 133

V.1.2. El conflicto de pertenencia de las obreras: aparición del subgrupo laboral de género
135

4
V.2. LA DISCRIMINACIÓN, EL PREJUICIO Y LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO EN LA CLASIFICACIÓN DE
TRABAJO MASCULINO Y TRABAJO FEMENINO....................................................................................... 137

V.3. LA IMPORTANCIA DE LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO EN LA ELECCIÓN PROFESIONAL DE LAS MUJERES141

V.4. SOCIALIZACIÓN Y EDUCACIÓN EN LA EVOLUCIÓN DE LA IDENTIDAD SOCIAL Y EL CONFLICTO DE


GÉNERO ............................................................................................................................................... 145

V.4.1. El lenguaje y el conflicto de género ........................................................................ 150

V.4.2. Las representaciones lingüísticas de trabajo y género en las narraciones de las


obreras de Telefónica .......................................................................................................................... 151

CAPÍTULO VI: ANÁLISIS DE LOS TESTIMONIOS DE LAS INFORMANTES......154

VI.1. RASGOS SOCIODEMOGRÁFICOS ........................................................................................................... 156

VI.2. APROXIMACIÓN A LA EMPRESA (Y AL MUNDO LABORAL).................................................................... 166

VI.3. IMAGEN DE SÍ MISMA Y DE SU FAMILIA ANTES DE SU EXPERIENCIA LABORAL ..................................... 181

VI.4. ELEMENTOS IDENTIFICATIVOS DEL CURSO PREPARATORIO (EL CURSILLO): RESIDENCIA,


CONVIVENCIA Y VALORACIONES ......................................................................................................... 185

VI.5. ELEMENTOS IDENTIFICATIVOS DEL PRIMER DESTINO ........................................................................... 195

VI.6. CONTEXTO SOCIAL DEL PRIMER DESTINO ............................................................................................ 201

VI.7. VALORACIONES DE SU EXPERIENCIA EN EL PRIMER DESTINO .............................................................. 216

VI.8. CAMBIOS LABORALES ......................................................................................................................... 233

VI.9. VALORACIÓN ACTUAL DE SU EXPERIENCIA LABORAL EN TELEFÓNICA ............................................... 238

VI.10. REPERCUSIONES DE LA EXPERIENCIA LABORAL EN SU VIDA Y AUTOIMAGEN ACTUAL ......................... 245

CAPÍTULO VII: RESULTADOS MÁS RELEVANTES Y CONCLUSIONES.........256

VII.1. RESULTADOS MÁS RELEVANTES DEL ANÁLISIS.................................................................................... 256

VII.1.1. El perfil de la aspirante y los motivos de su elección laboral................................. 256

VII.1.2. El conflicto y sus consecuencias.............................................................................. 259

5
VII.2. CONCLUSIONES ................................................................................................................................... 267

VII.2.1. La existencia del subgrupo laboral de género. Su dependencia del tiempo y el


espacio 268

VII.2.2. El camino del ajuste entre experiencia y visión de la realidad ............................... 271

VII.2.3. Características generales de los relatos ................................................................. 275

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................278

ANEXOS ……………………………………………………………………………296

6
CAPÍTULO I: Presentación y
objetivos de la tesis

I.1. Presentación de la investigación

La incorporación progresiva de la mujer al mundo del trabajo no


doméstico y las trasformaciones de su rol laboral, modifican el panorama
de la sociedad en muchos aspectos. El paso de la mujer, de una presencia
exclusiva en el hogar, a entornos de trabajo remunerado, afecta a las
situaciones económicas, no sólo en ámbitos familiares, sino también en el
conjunto de la sociedad. España ha conocido esa evolución a lo largo de
todo el Siglo XX

En 1979 Telefónica, siguiendo el espíritu de la entonces reciente


Constitución de 1978, convocó oposiciones con el ánimo de no discriminar
a los candidatos en razón de su sexo. Como consecuencia de tal
convocatoria, accedieron a Telefónica en los años 1979 y 1980 las
primeras mujeres dedicadas a la instalación y el mantenimiento de líneas
y teléfonos, con categoría de obreras no cualificadas. La presente Tesis
Doctoral se ocupa de analizar el modo en que ellas mismas narran su
experiencia socio-laboral veinte años después de su incorporación, tomando

7
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

como objeto sus propios testimonios. Creemos que sus historias


trascienden la experiencia individual y se convierten en la mirada de un
colectivo sobre ese momento histórico de la sociedad española.

Ciertamente, desde perspectivas históricas, políticas, sociológicas,


económicas y psicológicas pueden abordarse cuestiones como las que son
objeto de esta investigación. Por ejemplo, ¿cuáles serían los motivos por
los que aquellas mujeres quisieron incorporarse a un mundo que les era
ajeno?, ¿serían la situación política aperturista y un entorno social
progresista factores que impulsaran su decisión?, ¿coexistirían razones
macro-económicas y la necesidad de mano de obra como factores
determinantes para la incorporación de la mujer a determinadas
profesiones, más que la convicción de que debían de ser tratadas como
iguales respecto al trabajo?, ¿la decisión de ejercer un trabajo duro y en la
calle es propia de un perfil de mujer más arriesgada que otras o con una
determinada cultura?

Entre las posibles formas de conocer la evolución de la realidad


laboral de la mujer, hemos optado, en este caso, por un acercamiento a su
propia experiencia subjetiva. Las historias de vida de un colectivo de
mujeres, que compartieron la experiencia de haber sido las primeras en
acceder a un puesto de trabajo hasta entonces propio de varones1,
proporcionan una visión particular, no sólo de su acceso y peripecias
individuales y grupales, sino también de otros fenómenos sociales (como
los prejuicios, los estereotipos o las incertidumbres respecto a la
capacidad de ellas y el comportamiento de quienes se ven obligados a ser
sus jefes o compañeros de trabajo). Estas historias permiten un
acercamiento, a través de la comunicación, al proceso que

1 Uno de los escollos que encuentran las mujeres en determinadas ocasiones, cuando
pretenden incorporarse a un puesto de trabajo, es la clasificación de tareas según
género, es decir la consideración legal o axiológica de que una actividad elegida por
ellas está reservada a los hombres.

8
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

experimentaron. En este caso con un telón de fondo general, el de la


discriminación laboral en un momento histórico determinado; y otro
específico de la empresa y la profesión, pues eligieron un oficio que, hasta
ese momento había estado vetado para ellas.

I.2. El recurso a las historias de vida

Como se ha expuesto en el punto precedente, en esta Tesis se


analizan testimonios de un grupo de mujeres que narran una evolución
laboral y personal, desde su particular perspectiva y con un tema central:
su acceso a un mundo laboral que les era extraño.

Las investigaciones cualitativas y, en particular, las que se apoyan en


relatos de vida, suponen un acercamiento a la evolución de determinados
grupos sociales. Referirse a un marco teórico, en este tipo de
investigaciones, supone encontrar fuentes de información que servirán
para trazar una dirección inicial, pero que no puede, ni debe, ser un
molde estricto en el que encuadrar los resultados. Martínez Miguélez
propone (2006) usar el término “modelo teórico-referencial” cuando no se
pretende adoptar un determinado mundo conceptual. El marco teórico-
referencial está constituido por las fuentes de información que servirán
para contrastar las conclusiones. Por ello, hemos revisado otras
investigaciones basadas en narraciones de mujeres y, con más detalle, las
que tienen el acceso al mundo del trabajo como telón de fondo de las
mismas. Se han contemplado, así mismo, estudios acerca de la evolución
de las identidades en relación con los cambios sociales y, más

9
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

ampliamente, los referidos al imaginario colectivo acerca de la mujer y el


trabajo en diferentes culturas. 2

Para este análisis, pudimos disponer de una serie de historias de vida


recogidas en relatos escritos y entrevistas en las que, con diferente nivel
de detalle, las protagonistas hacen un recorrido por su trayectoria vital.
Las informantes eligieron las entrevistas cuando no se consideraron
capaces de abordar por sí mismas la elaboración de un relato escrito. En
tales casos, evitamos aplicar un cuestionario cerrado y en cada entrevista
adoptamos una actitud de escucha atenta, canalizando los recuerdos para
que fueran apareciendo las grandes cuestiones que habían emergido en
los relatos de sus compañeras

La serie de historias de vida procede de un grupo de mujeres


pertenecientes a la primera y segunda promoción de obreras de una
categoría laboral de Telefónica, denominada Celador-Empalmador. A
partir de sus testimonios se descubre cómo viven las decisiones relativas a
su elección profesional, en un momento de la historia de España y en un
determinado entorno laboral. Los relatos muestran su valoración de aquel
paso, así como su evolución personal y su realidad actual.

El hecho de que la referencia central del relato de las informantes, el


acceso a un trabajo considerado de varones, tenga lugar veinte años antes
de la producción de sus testimonios orales y escritos, permite comprobar
si son diferentes algunas de sus concepciones culturales; entre ellas, las
asociadas al rol de la mujer y a su presencia en determinados ámbitos.

Las narraciones de las colaboradoras en esta investigación


constituyen una visión retrospectiva de un suceso central (su
incorporación y experiencia en un colectivo laboral) contado desde el

2 Citamos uno de los compendios consultados, que ha servido de puntero a otros textos:
Borderías, Carrasco, Alemany (comp.). (1994) Las mujeres y el trabajo, rupturas
conceptuales, Barcelona: Economía Crítica.

10
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

presente y contextualizado por su historia y trayectoria personal. Esta


distancia en el tiempo y, en ocasiones, el alejamiento del hábitat y del
grupo social que recuerdan, entraña dimensiones distintas a la
comprensión y a la reconstrucción de los sucesos y de la propia identidad,
implícitas en los relatos de vida. El tiempo pasado en las evocaciones que
se hacen en las historias de vida analizadas supone, además, una
reconstrucción mitificada de la experiencia y de la propia identidad
(Santamarina y Marinas, 1994).

Estando ligados los aspectos de identidad laboral y de género, los


testimonios nos aportan los hechos pasados, tal como los recuerdan, y
sus valoraciones desde el presente, reconstruyendo en el momento de su
elaboración la conciencia de grupo que supuestamente tuvieron en el
pasado.

Como en cualquier análisis de textos, en este caso tenemos que


considerar el contexto histórico en el que se produjeron los hechos
narrados, para una mejor comprensión del discurso, y para tomar en
consideración distintos aspectos en el análisis de los textos. Al respecto,
se desarrollan diferentes temas en los primeros capítulos que servirán
para contextualizar, valorar y analizar los relatos de vida.

Los factores más importantes que se han tenido en cuenta para elegir
las historias de vida como opción metodológica son los siguientes:

• Resultan especialmente apropiadas para estudios longitudinales de


determinados grupos sociales.

• Una visión diacrónica de los sucesos que se narran, como en el caso


presente, permite recoger la evolución de las relaciones sociales de
los protagonistas y el modo en que se expresa esa evolución.

• La cultura femenina aparece tradicionalmente ligada a lo cotidiano;


ésta es una razón esgrimida por diferentes autores para resaltar lo
apropiado de los relatos personales al estudiar fenómenos como el

11
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

investigado en esta ocasión: su entrada en un universo laboral


predominantemente masculino y su rememoración en el presente.

• También para aquellos casos en que los conflictos de roles son


objeto de estudio, es pertinente utilizar la perspectiva biográfica3.

Diferentes autores han subrayado el paralelismo en el relato de lo


que denominan “lo público” y “lo privado” 4 y la importancia de estudiar
ambos contenidos que componen la descripción de la realidad social.
Posiblemente sea en el caso de las historias de las mujeres donde más
justificada esté la visión conjunta de ambos aspectos, dada la posición
social de la mujer a lo largo de la Historia.

I.3. Objetivos de la Tesis

Según lo expuesto en los epígrafes anteriores, podemos obtener


abundante información del análisis de las narraciones del grupo de
mujeres que colaboran en esta investigación. Definiremos los aspectos que
nos parecen más importantes desde la perspectiva de la comunicación
social.

I.3.1. Objetivo genérico

Analizar el relato de los cambios experimentados en la vida de estas


mujeres como consecuencia de haberse incorporado veinte años antes
como obreras no cualificadas a una profesión considerada de varones.

3 BERTAUX, D. (1993 b: 159).

4 MARINAS, J. M.; SANTAMARINA, C. (1993).

12
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

Cabía esperar de estos relatos la razón que explicara por qué,


rompiendo la norma, determinados grupos de mujeres accedieron a un
trabajo reservado a los hombres5 e incluso encontrar un discurso de
“heroínas”, militantes de partidos de izquierdas o feministas activas. Sin
embargo aparece información más compleja, referida por ejemplo, a los
momentos traumáticos que vivieron en aquellos días, y a la evolución de sus
relaciones sociales.

En la lectura de los textos y en la escucha de las entrevistas


realizadas, se puede diferenciar un antes y un después de la experiencia
laboral que aquí se recoge. Los sentimientos de identidad de grupo, de
pertenencia a determinados colectivos, cambiaron, tras una etapa que
podríamos llamar de ruptura y que las obreras en muchos casos recuerdan
con dolor y en otros incluso identifican con un período depresivo.

I.3.2. Objetivos particulares

a) Nos propusimos conocer las descripciones que hacen de sí mismas


las participantes en la investigación; las coincidencias y diferencias
que revelan en aspectos tales como la edad, su nivel académico, su
conciencia política y de género, así como la relación con la empresa
a la que acceden. Tenía interés recoger tales diferencias en tanto
que podían, además, guardar alguna relación con otras
características del discurso de las informantes. Entre ellas, si antes
de incorporarse a este trabajo tenían conciencia de estar rompiendo
moldes o alejarse de la norma; o si lo habían hecho posteriormente.

5 El trabajo consistía en la instalación y mantenimiento de líneas telefónicas en postes y


en cámaras o registros, conectando (empalmando) los cables y dando servicio a los
terminales en los domicilios de los abonados. Todas las tareas implícitas en este
proceso estaban perfectamente diferenciadas para los Celadores y los Empalmadores.

13
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

Consideramos interesante también conocer su nivel de


concienciación política y de género, circunstancias que pudieron influir
en su decisión; lo que significó para ellas la transición política y su
posible sentimiento de pertenencia a un colectivo diferenciado de
mujer trabajadora.

El análisis pone de manifiesto que hay dos grupos diferenciados


de mujeres que colaboran en esta investigación. Uno de ellos, el más
numeroso, está constituido por las de menor edad en el momento de
acceder al trabajo y con entorno familiar cercano a Telefónica. El
resto, más heterogéneo, pertenece a un estrato social cercano al
anterior. Ambos colectivos, en general, poseen una formación superior
a la requerida y, salvo algunas referencias, no se consideraban
especialmente reivindicativas en el momento de su elección
profesional.

b) Pretendimos, asímismo, profundizar en las motivaciones con las que


justifican su elección de un trabajo vetado a las mujeres hasta ese
momento. Algunos de los motivos que estimamos fueron: las
influencias de sus entornos sociales (familia, grupos de iguales),
una forma de manifestación de rebeldía y los derivados de la
necesidad de emancipación y autogestión tanto a nivel social como
económico. Sobre este último aspecto, queríamos examinar la
evolución de sus objetivos y ambiciones en el ámbito laboral.

Aparecen destacadas dos clases de motivaciones en su elección


laboral: la necesidad de un empleo seguro y la influencia de la
familia. La empresa era considerada como garante de empleo y
progreso personal y cuando, además, la familia pertenecía al colectivo
de Telefónica, esta idea estaba más arraigada. Las jóvenes que no
conocían el entorno empresarial aluden a motivaciones personales
diversas, pero siempre fundamentadas en la solvencia económica que
pretendían. Aunque citan en algún caso la influencia positiva de los

14
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

grupos de iguales ante su decisión, es más recordado el rechazo de la


mayoría de su entorno.

c) En las narraciones de su experiencia de obreras, examinamos tanto


los aspectos relacionados con el ejercicio de su profesión, como
otros de índole personal. Se pretendió conocer no sólo su opinión en
aspectos tales como la dificultad de las tareas y su capacidad para
realizarlas, sino también su percepción de circunstancias y
situaciones discriminatorias. Así mismo, examinar sus referencias
respecto a su alejamiento de algunos grupos sociales y su
integración en otros, pudiendo llegar incluso a una sustitución de
los grupos primarios por la empresa, al relacionarse únicamente con
personas de este entorno.

En los testimonios recogidos se enumeran múltiples dificultades


pero son la incomprensión, la falta de apoyo y el sentimiento de
exclusión los temas que sobresalen en sus recuerdos.

El alejamiento físico de los grupos de iguales de procedencia,


favorece la creación de lazos de amistad desde el curso preparatorio,
previo al acceso a su puesto de trabajo, especialmente con las
compañeras que se encuentran en sus mismas circunstancias.

d) Uno de los aportes que estimamos más importantes de esta


investigación era el análisis de las valoraciones acerca de las
distintas experiencias que rememoran en sus narraciones. A tal fin,
no sólo se pretendió recuperar algunos de los sentimientos de
aquellos momentos, sino también mostrar algunas consecuencias
que las participantes en la investigación consideraban como huellas
de su paso por la categoría de obreras.

A lo largo de sus manifestaciones se encuentran valoraciones


complejas, que evolucionan en paralelo al repaso de su vida. Incluso,
en ocasiones, encontramos calificaciones discordantes. Las
referencias al presente son escasas y no muestran un especial orgullo

15
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

ni arrepentimiento por su experiencia laboral. La repercusión más


relevante de su elección laboral y de las experiencias vividas, es su
conflicto interno y con el entorno.

I.4. Resumen de contenidos

Hasta aquí se ha dado cuenta del propósito y la relevancia de la


investigación. Los capítulos que siguen a esta introducción conforman la
estructura que presentamos en la Figura I.1.

Figura I.1: Estructura de la investigación

Introducción Capítulo I Presentación y objetivos de la Tesis.

La participación de la mujer en el ámbito laboral: el


Capítulo II
caso de España.
Contextualización
Capítulo III La empresa: Telefónica.

Metodología Capítulo IV Las historias de vida como herramienta metodológica.

Categorías para el análisis: identidad laboral e


Capítulo V
identidad de género.
Análisis y Resultados
Capítulo VI Análisis de los relatos y las entrevistas.

Capítulo VII Resultados más relevantes del análisis.

La descripción de las circunstancias en que se produce el núcleo de


los hechos narrados ocupa dos capítulos. En el primero de ellos (Capítulo
II) se describe la evolución de la participación de la mujer en el trabajo
remunerado, proceso clave para contextualizar la investigación. Se
contemplan distintos aspectos de tal evolución, hasta llegar al momento
de cambio reflejado en el período que constituye el núcleo central de los
relatos: la transición política española.

Cuando se repasa la trayectoria laboral de la mujer fuera del entorno


del hogar a lo largo de la historia, se encuentran diferentes valoraciones
16
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

según la cultura en la que se inserte el grupo estudiado. Las diferentes


sociedades y etapas históricas modifican el concepto de trabajo masculino
/ trabajo femenino, aunque la prioridad asociada a la tarea reproductora
de la mujer es prácticamente una constante en todas ellas.

En este capítulo segundo se expone la desigualdad laboral de la


mujer desde las perspectivas de la historia y la economía. Su presencia en
la producción se ha condicionado a la situación económica en cada etapa
y país.

Parte de la contextualización de la experiencia referida debe dedicarse


a la empresa en la que se desarrolló, toda vez que conocer la tradición, el
prestigio, la evolución y la cultura de Telefónica ayuda a interpretar las
vivencias narradas y sus valoraciones. En el Capítulo III se repasa la
Historia de Telefónica y la imagen que ha dado desde sus fuentes de
comunicación, así como las relaciones de los diferentes actores sociales en
la empresa.

Uno de los aspectos que se destacan en ese tercer capítulo es la


importancia de la participación de las mujeres en las labores de la
empresa. Algunas profesiones se han convertido en paradigma de lo
femenino, como la de telefonista.

Todos los cambios de la empresa tuvieron un reflejo inmediato en la


situación de la mujer en la misma, como sucedió con la desaparición de
las viejas centrales de manejo manual, que afectó a gran parte del
colectivo de telefonistas. Se recuerda, no obstante, que el papel de la
mujer en Telefónica ha estado delimitado a estratos inferiores en la escala
jerárquica y tradicionalmente estuvo vetado su acceso a determinadas
tareas.

En los epígrafes que componen el Capítulo IV se pretende mostrar la


pertinencia de la elección de las historias de vida en una investigación
cualitativa como la presente y los elementos concretos en los que se apoyó
el análisis de los textos.

17
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

Además de los aspectos teóricos y descriptivos, se repasan otras


investigaciones basadas en historias de vida, en concreto aquellas que se
caracterizan por tres elementos coincidentes con el análisis que
abordamos en esta Tesis: las protagonistas son mujeres, se refieren en sus
testimonios a una experiencia laboral y esta experiencia se desarrolló en
una etapa de cambios de distinta índole (social, económica, política…). Al
revisar distintas teorías y análisis de relatos de vida y, en especial, de los
producidos por mujeres y relativos a ámbitos del trabajo, podemos
compararlos con las descripciones de la presente investigación.

Damos a conocer en esta fase de la investigación, tanto los criterios


seguidos para la selección de las informantes, como aspectos concretos de
las entrevistas y los textos analizados y las peculiaridades de la
codificación y el análisis posterior.

Como uno de los aspectos más importantes de la experiencia laboral


que rememoran las mujeres en las narraciones que aquí se analizan, es su
irrupción en un mundo considerado exclusivo de varones, acometemos en
el Capítulo V los rasgos que han marcado la barrera entre profesiones
consideradas de uno u otro género y revisamos algunos conceptos
imprescindibles para analizar los relatos.

La experiencia en el ejercicio de cualquier profesión implica la


asunción de determinados roles que, como en el caso que nos ocupa, se
enfrenta con estereotipos, como los de género, que pueden ser la base de
conflictos sociales y personales (o identitarios) y se proyectan en las
actividades laborales de los individuos, a pesar de que se propicien
cambios sociales que faciliten el acceso de la mujer a determinadas
profesiones.

Este capítulo ayuda a comprender, no sólo el conflicto personal que


manifiestan en sus relatos, sino las posibles causas que las animaron a su
elección y la necesidad de refuerzos, en especial de las compañeras con
las que compartieron sus experiencias.

18
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

Dado que las presentes narraciones y las entrevistas abiertas son


eminentemente autobiográficas, consideramos importante valorar, no sólo
aquellos datos que eventualmente pudieran comprobarse, sino las
percepciones, los sentimientos, la autoimagen y las visiones de la realidad
tal como son descritas por ellas en el presente.

El análisis de los textos se presenta siguiendo un orden cronológico


en el Capítulo VI. Desde el conjunto de rasgos sociodemográficos que
perfilan en sus relatos, pasando por la imagen de sí mismas y de su
familia en el momento de su acceso al puesto de obreras no cualificadas y
su experiencia en distintas etapas (el curso preparatorio, el ejercicio de la
profesión, el cambio de tareas…), hasta las valoraciones de todos estos
sucesos y de las repercusiones en su evolución y su vida presente.

La investigación muestra los rasgos narrativos comunes, las


divergencias en función de determinadas variables, la estructura y la
evolución de su discurso. Además de su esquema narrativo, consideramos
importante analizar: la profusión de sus respuestas, la dificultad para
abordar algunos temas, la ausencia, o la dificultad para recordar
determinados episodios, las emociones, los silencios y las aparentes
contradicciones de sus discursos.

Finalmente, en el Capítulo VII se destacan los puntos más


significativos derivados del capítulo anterior, mostrando las relaciones
entre determinadas variables predefinidas en los relatos.

Además de dar respuesta a las cuestiones marcadas al inicio de la


investigación, la determinación del perfil o perfiles de las informantes y la
relación de sus grupos primarios con su elección laboral, se hace especial
mención a uno de los hallazgos de este trabajo: el conflicto personal que
han experimentado y aún padecen las informantes. Tal conflicto y las
consecuencias del mismo, se infieren de sus narraciones, tanto en las
descripciones de sus relaciones personales como de las diferentes
valoraciones de su entorno e, incluso, en las descripciones de sí mismas

19
CAPÍTULO I: Presentación y objetivos de la tesis

en el presente. Abundan los indicadores del desencanto con la experiencia


que tuvieron, vista desde el momento de su rememoración.

Sus referencias a la complicidad y al apoyo del colectivo de mujeres


con las que compartieron su experiencia, nos lleva a definir lo que
denominamos un subgrupo laboral de género. Las camaradas, al inicio
de su formación profesional (cursillo) y en su trabajo de obreras, son
recordadas como su mayor refuerzo, especialmente a nivel personal.

20
CAPÍTULO II: La participación de la
mujer en el ámbito laboral: el caso
de España

Los textos de las informantes están referidos principalmente a su


incorporación al mundo laboral, la cual se produce en unas coordenadas
espaciotemporales determinadas, poco después de la aprobación de la
actual Constitución española.

La asignación de tareas siguiendo criterios de género, tanto en el


mundo de la empresa como en el escenario doméstico, es una realidad
histórica; analizada en diferentes culturas, se observan modificaciones en
el tiempo y en el espacio. Para el caso que nos ocupa, repasaremos el
protagonismo de la mujer occidental en el ámbito del trabajo remunerado
y, más extensamente, su situación en las últimas décadas del siglo XX
español, hasta el período que constituye el núcleo central de los relatos: la
transición política española.

Distintas teorías tratan de explicar la presencia o ausencia de la


mujer en determinados ámbitos, así como la discriminación de que ha
sido objeto a lo largo de la historia en el mundo laboral. En el primer
epígrafe de este capítulo se traen a colación algunos de los argumentos

21
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

con los que se ha explicado su participación y/o exclusión del mercado de


trabajo. La ausencia de las mujeres en el mundo del trabajo fuera del
hogar, como es sabido, es paralela a su dedicación a las tareas domésticas
y el cuidado de sus familiares.

En muchas ocasiones, el horizonte profesional de las trabajadoras se


ha visto restringido tanto por la imposibilidad de acceder a determinadas
faenas (“segregación horizontal”), como por la dificultad para ascender en
su empresa (“segregación vertical”). La presencia de la mujer como mano
de obra secundaria, entre otras razones, lleva a la identificación de
“trabajo femenino” como poco valorado y, recíprocamente, baja la
consideración de las tareas que se feminizan.

La bibliografía relativa al trabajo remunerado de la mujer, empieza a


ser importante a partir del siglo XIX. Ello se debe a que con la revolución
industrial la mujer comienza a convertirse en “visible”, aunque haya
trabajado siempre para contribuir a la economía familiar. Las mujeres
pasan del servicio en el hogar, o de colaborar en los talleres artesanos, a
ser empleadas en las fabricas y en esa evolución se sitúan en el punto de
mira de sociólogos, economistas e historiadores, entre otros estudiosos de
los fenómenos sociales.

El siglo XIX marca el comienzo de su competencia con los varones y


de los debates acerca de la moralidad de su trabajo. Desde entonces se
han sucedido leyes que pretenden proteger a las mujeres, en el ejercicio de
su tarea; y a la familia, ante las nuevas situaciones sociales que se van
presentando

Si consideramos el caso de España, la legislación laboral


proteccionista de principios del siglo XX se justificó por la difícil situación
de los niños y mujeres en este ámbito. El comienzo de la centuria está
marcado por la pobreza y la precariedad, los gobiernos se suceden y se
viven etapas de restricción de las libertades: en todas las etapas de crisis

22
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

el colectivo más afectado es el de las mujeres, especialmente si pertenecen


a las clases humildes.

El fin de la guerra civil supone un retroceso en muchos aspectos,


entre otros la pérdida de algunos derechos adquiridos por las mujeres,
que son relegadas al ámbito familiar.

Superada la etapa de la dictadura de Franco, la democracia da los


primeros pasos para acabar con la discriminación de género. La transición
política española, etapa en la que se sitúan los relatos de las
colaboradoras en esta Tesis, es un momento de cambio en el que se
reconocen derechos y se promulgan leyes basadas en la entonces reciente
Constitución, siendo mayor la representación política de las mujeres. En
el tercer epígrafe de este capítulo se enumeran las reivindicaciones, los
derechos y leyes a favor de las mujeres en la etapa de la transición, así
como la mayor representación política de las mujeres.

En el aspecto laboral, se favorece la vuelta de las mujeres a los


trabajos que habían abandonado al casarse, compensando la tendencia de
las décadas anteriores. Así mismo, se abre la posibilidad de acceder a
profesiones reservadas a los varones, dando lugar a situaciones que, por
lo novedosas y en algún caso conflictivas, han sido tema de estudio. Nos
ha parecido, sin embargo, que apenas se ha recordado la contribución y
las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse, en su día, las obreras
de Telefónica, ni siquiera en homenajes ni exposiciones retrospectivas.

En otro orden de cosas, si bien es cierto que el contexto político es


muy importante en la consideración laboral de la mujer en la segunda
mitad del siglo XX en España, no lo es menos la situación económica del
país en cada etapa de su historia reciente. El reconocimiento de algunos
derechos y las leyes redactadas obedecen, en muchas ocasiones, a
necesidades de mercado más que a la fuerza de las reivindicaciones; y la
desigualdad laboral de la mujer está definida, en parte, por las situaciones
de crisis económica. .

23
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

En los últimos epígrafes de este capítulo, con el fin de ayudar a


interpretar la visión del panorama social que aparece en las narraciones
de las obreras de Telefónica al comenzar su andadura profesional,
consideramos la situación económica y legal en los años previos y durante
la etapa de la transición en España.

En tal recorrido, advertiremos que algunos argumentos (necesidad de


las mujeres o sus familias, o demanda de mano de obra barata) tienen
una importancia posiblemente mayor que el reconocimiento por la
sociedad del derecho de la mujer a cualquier trabajo o la lucha de los
colectivos de mujeres para conseguir la equidad en aspectos laborales.

II.1. Perspectivas económicas y antropológicas de la


desigualdad laboral

Cuando se repasa la participación de las mujeres en el mundo laboral


a través de la historia, se encuentran claras diferencias según la cultura
en la que se inserte el grupo estudiado. Si bien en cada sociedad y en cada
etapa histórica se manejan unos conceptos diferentes de trabajo
masculino y trabajo femenino, existe una constante: la tarea reproductora
de la mujer se considera prioritaria prácticamente en todas ellas. Son
muchos los autores que han estudiado este fenómeno desde diferentes
perspectivas.

El primer argumento a favor de la igualdad de sexos en el trabajo,


según Cecilia Castaño (1999) es de J. S. Mill que en 1869 (The Subjection
of Women), defiende la capacidad de las mujeres para realizar todas las
funciones consideradas propias de los varones y reconoce que la
discriminación tiene como fin la necesidad de mantener su subordinación
en el hogar y en tareas domésticas.

24
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Algunas autoras feministas6 (basándose en el pensamiento marxista)


analizan la participación de la mujer en la economía desde una
perspectiva que destaca la problemática del género y enriquecen sus
interpretaciones con las aportaciones de la sociología, la historia o la
antropología. Son tesis compartidas por la mayoría de estos estudios el
que la división sexual del trabajo, abarata los costes de producción,
gracias al trabajo doméstico realizado por las mujeres y, además, las
mujeres constituyen una reserva flexible de mano de obra.

“Insisten (las economistas feministas) en la interdependencia de las


esferas de la producción –mercado- y de la reproducción social –ámbito
doméstico- y se centran en el análisis de cómo afectan las crisis y las
transformaciones estructurales de carácter económico a las mujeres”.7

Para valorar el trabajo doméstico, generalmente realizado por las


mujeres, los economistas neoclásicos, como Becker, consideran a la
familia como una pequeña empresa que produce bienes a partir de tiempo
e inputs de mercado8. La familia es una unidad de consumo y una unidad
de producción. “La utilidad familiar” necesita de productos de mercado y
de tiempo de trabajo de no mercado que ha sido tradicionalmente
desarrollado por las mujeres. Las mujeres, según estos economistas,
estarían mejor dotadas para las tareas del hogar y a la vez tienen sueldos
menores, en general, a los de los varones. La vinculación de ambos
fenómenos habría favorecido una especialización de funciones.

En cualquier caso, es la madre la mujer del entorno familiar que


tradicionalmente ha supeditado su trabajo remunerado a la dedicación a
los hijos, a veces durante toda una etapa de su vida. De aquí la necesidad
de analizar la participación económica y laboral de la mujer desde la

6 Entre otras, cita Cecilia Castaño (1999: 25) a Humphries, Rubery, Beechey y Picchio.

7 CASTAÑO, C. (1999: 25).

8 Becker (1987) citado por CASTAÑO, C. (1999:27).

25
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

perspectiva de su estado civil o familiar. Así, pueden observarse


diferencias en las decisiones que toman las mujeres según las ataduras
familiares en ese momento, como se reflejan en los relatos de las
protagonistas de esta investigación.

Aunque está fuera del propósito de este trabajo el hacer un repaso


exhaustivo sobre este tema, sí conviene recordar algunos de los
planteamientos recogidos por Cristina Borderías.9 Por ejemplo, el concepto
de “la doble presencia” (concepto que usaron por primera vez Marina
Bianchi y Laura Balbo en Italia)10 y la necesidad de estudiar al mismo
tiempo las capacidades reproductora y productora de la mujer, (Kergoat,
Combes y Haicault).

La importancia del trabajo doméstico en la economía lleva a modificar


las clasificaciones de trabajo productivo e improductivo, creando las
categorías denominadas “trabajo básico y no básico” (Sraffa,1960)11. El
trabajo doméstico se define como trabajo básico, al contribuir a la
reproducción de la fuerza del trabajo.

El concepto estereotipado de trabajo masculino o femenino determina


en parte los porcentajes de ocupación en uno y otro sexo, como se
justificará en otro capítulo de esta tesis (capítulo V).

La segregación ocupacional por género, esto es, “las formas en que


las mujeres se distribuyen en distintas categorías laborales en

9 BORDERÍAS, CARRASCO, ALEMANY (1994).

10 Este concepto va más allá de la doble jornada: la combinación del trabajo doméstico
familiar y el empleo que ejercen muchas mujeres, sincronizando intereses y dedicación.

11 BORDERÍAS, CARRASCO, ALEMANY (1994: 30)

26
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

comparación con los hombres”12 fue, y es, un fenómeno que se observa


incluso en situaciones en las que se ha legislado y potenciado la no
discriminación de la mujer en el ámbito laboral. Conviene recordar aquí
que la segregación laboral es de dos tipos: horizontal y vertical. La
segregación vertical se manifiesta en la existencia de cargos y mandos
mayoritariamente masculinos, mientras que la horizontal se hace patente
en la diferenciación en las tareas a realizar. En cualquier caso, en ambas
formas de segregación, los colectivos en los que se concentra la mano de
obra femenina son, en general, los peor retribuidos.

Tales diferencias de salarios, son justificadas por las teorías del


dualismo y la segmentación (años 60 del siglo XX). El mercado de trabajo,
según esta visión, se encuentra dividido en tres grupos. En el mercado
primario, de empleos fijos, bien pagados y posible promoción, se incluyen
tanto los puestos directivos y técnicos de alto nivel (mercado primario
superior), como otros que conforman el denominado primario
secundario. Frente a tales empleos se encuentran los que, por el
contrario, son mal pagados, sin futuro ni garantías de pervivir ni de
progresar. Estos constituyen el denominado mercado secundario. Unos y
otros son necesarios en la vida de la empresa, que requiere empleados
cualificados y estables, pero también mano de obra temporal y barata. Las
mujeres se han visto relegadas al grupo secundario, según esta teoría, por
estar, en general, menos cualificadas, peor formadas y dedicar más tiempo
de su vida laboral a las tareas del hogar.

Sin embargo, la existencia de profesiones “femeninas” cualificadas,


pero menos consideradas social y económicamente que otras actividades
masculinizadas, precisan de otras argumentaciones que no contribuyan a
una discriminación laboral de la mujer que se retroalimente, al

12 CASTAÑO, C. (1999: 31)

27
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

identificarla con tareas de unas determinadas características, lo que


motiva su demanda en esos puestos y no en otros.

Muchos son los argumentos que justifican la segregación laboral de


género: la escasa dedicación de la mujer, sus exiguos incentivos, los
prejuicios de empresarios y trabajadores, la interdependencia de actividad
doméstica y laboral...

En el caso de Telefónica, la segregación laboral que diferencia las


tareas en función del género, como se verá posteriormente en el capítulo
III de esta Tesis, es de los dos tipos citados. Las mujeres tradicionalmente
han realizado tareas distintas de las ejecutadas por los varones
(telefonistas frente a instaladores) y han sido empleadas de nivel bajo y
medio en la escala jerárquica de la empresa, mientras que los cargos
directivos son ocupados, generalmente, por varones. Según recuerda
Castaño, observa Hakim (1979),13 en el siglo XX disminuye la segregación
horizontal y aumenta la vertical. Es decir: a la mujer no se le impide
realizar determinados tipos de trabajo masculinos, pero no encuentra
facilidades de acceso a los puestos de mando.

Hartmann (1976) recapitula diferentes teorías antropológicas acerca


de esta división laboral de los sexos, como la de Sherry Ortner, que asocia
el poco valor que se da al trabajo femenino porque “lo femenino es a lo
masculino como la naturaleza es a la cultura”14 y esto supone devaluarlo.
Cita también la categorización de Rosaldo (lo público y lo privado asociado
a lo masculino y femenino respectivamente) y la concepción de Lévy-
Strauss acerca de la subordinación de las mujeres durante el proceso de
creación de la sociedad.

13 Citado en CASTAÑO, C. (1999:23-42)

14 HARTMANN, H. (1994: 259).

28
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

A lo largo de la historia, las modificaciones del concepto de trabajo


“no femenino” se fundamentan en razones económicas de los que
sustentan el poder y no tanto de los logros de las propias mujeres.
Ejemplo claro de esta afirmación es la implantación en los países
anglosajones, en el siglo XIX, de las fábricas textiles en zonas rurales,
“aprovechando el trabajo de niños y mujeres” y evitando el control de los
gremios que se situaban en las grandes ciudades. Cuando el progreso
modifica determinados tipos de trabajo (como en el caso citado) las
mujeres son las primeras víctimas del desempleo. Tal vez esta situación es
la que hace que se aprueben en muchos países leyes proteccionistas. Así
ocurrió por ejemplo en Estados Unidos, prescribiendo en 1908 el máximo
de horas para las mujeres; y en España, como se recoge posteriormente en
este capítulo (II.2.2 “La legislación laboral en España: evolución en
cuestión de género”). Reproducimos los argumentos de la ley de Oregón en
el siguiente texto:

“Los dos sexos difieren en la estructura del cuerpo, en la capacidad de


trabajo prolongado, particularmente el que se hace de pie, en la
influencia de su buena salud sobre la futura condición de la raza, en la
confianza en sí mismos, que permite defender sus derechos y en la
capacidad de librar la lucha por la subsistencia. Esta diferencia justifica
una diferencia en la legislación y apoya todo lo que tiende a compensar
a la mujer por algunas de las cargas que soporta” 15.

Similares fueron las leyes protectoras en las minas en países como


Gran Bretaña (1842), tratando de evitar las lamentables situaciones que
han quedado reflejadas en la historia y la literatura de la época.

La evolución de las tecnologías propició el paso de las mujeres a


trabajos que les estaban vetados, a pesar de la concepción de
determinadas tareas consideradas masculinas, como se cita en el capítulo

15 Ibid. Pg. 287

29
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

III al recordar la automatización del servicio de telefonía y el excedente de


telefonistas.

Marina Bianchi reconoce que la feminización de algunas profesiones


se debe a la pérdida de prestigio y de ingresos. Así mismo, las que
tradicionalmente se han asociado a cualidades femeninas, aún exigiendo
especialización, son situadas en el nivel más bajo de la escala social. 16

Entre los análisis que abordan la relación entre género y trabajo, hay
que destacar el de Verónica Beechey.17 La autora examina los siguientes
aspectos:

o Bases de la separación entre la esfera pública y privada y sus


consecuencias.

o Causas de la segregación de puestos de trabajo y su


continuidad en diferentes sociedades.

o Cultura del lugar de trabajo y su contribución en el


mantenimiento de las desigualdades.

o Vinculación entre los cambios en la organización del trabajo y


la definición sexual de los puestos de trabajo y sus
representaciones.

o Articulaciones de las divisiones de género con las de raza, etnia


y clase.

La conclusión más notable de su análisis es que “los análisis del


trabajo no pueden separarse del análisis de sus representaciones”.
Precisamente así es como se ha enfocado la presente investigación,

16 BIANCHI, M. (1994: 499).

17 BEECHEY (1994: 446).

30
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

pretendiendo dar cuenta de este vínculo a través de los relatos


autobiográficos de un grupo específico de trabajadoras.

II.2. El trabajo de la mujer en España: Antecedentes históricos

En este epígrafe nos referimos a la evolución de las reivindicaciones


laborales de las mujeres en etapas anteriores a los años en los que se
centra la presente investigación, aunque con el hándicap de que la
documentación fechada antes de la última mitad del siglo XX, referente a
la presencia de la mujer en el mercado del trabajo en España, es escasa y
no existen textos que se acerquen al tema desde su propia experiencia.

Gracias a la aparición en este país del Instituto de la Mujer18, se


impulsan los estudios de empleo con porcentajes de ocupación
desagregados por género. La Encuesta de Condiciones de vida y Trabajo
(Ministerio de Economía y Hacienda, 1985), la Encuesta de Discriminación
Salarial (Instituto de la Mujer, 1988), la Encuesta de Estructura,
Conciencia y Biografía de Clase (INE, Comunidad de Madrid e Instituto de
la Mujer, 1991) son de fechas relativamente cercanas, posteriores en
cualquier caso a los años 79/80.

Para examinar etapas anteriores a la historia reciente, algunas


investigaciones se han basado en revistas y periódicos de otras épocas,
como historia viva del momento que se pretende estudiar. Estas fuentes
secundarias son consideradas en la presente investigación.

18 El Instituto de la Mujer se creó como organismo autónomo por Ley 16/1983, de 24 de


octubre; se reestructuró en mayo de 1997.

31
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

II.2.1. El siglo XX en España: participación de la mujer en el


mundo laboral

Las reivindicaciones laborales de las mujeres en España no son un


fenómeno exclusivo de la segunda mitad del siglo XX. Su exigencia de
derechos y reformas sociales, entre los años 1913 a 1921, se ponía de
manifiesto con la participación de 254.000 mujeres en distintas huelgas,
tal como recoge Begoña San José (1986) en su obra Democracia e igualdad
de derechos laborales de la mujer.

Fernanda Romeu (1970) analiza la historia socioeconómica de


España en el primer tercio del siglo XX. A partir de diversas publicaciones
de la época, estudia el nivel de vida de los trabajadores, ocupando un
lugar importante la consideración de la mujer y su aportación laboral en
aquellos años. Constata, entre otras cosas, que la mujer no aparece
incluida cuando se habla de el trabajador; como ejemplo, en la noticia de
un diario de la época, El Heraldo:

“en Sevilla, el día 11 (febrero 1915) se reúnen grupos de obreros y


mujeres para protestar por la subida del pan” 19.

Sin embargo, sí que trabajaban las mujeres. Las múltiples referencias


a la mujer en el texto de F. Romeu, son fiel reflejo de la precariedad, tanto
de su labor como de la de los niños, que justificaron, como más adelante
se comenta, el que las leyes proteccionistas, para ambos grupos, se
consideraran en su momento un avance importante. En la historia
reciente allí recogida, se identificaba el trabajo de la mujer y los niños
como un mal que era necesario evitar. Vicens Vives describe así la
situación en 1900:

19 ROMEU, F. (1970: 125)

32
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

“No comer carne más que en las fiestas señaladas, ayudarse con el
trabajo de la mujer y de los hijos, malvivir en un rincón de un piso
realquilado”20

Las mujeres aparecen reivindicando mejoras en procesos


relacionados con el ámbito familiar y su abastecimiento: en julio de 1898
se manifestaron ante una de las cocinas económicas de Barcelona,
rehusando limosnas y pidiendo trabajo. Están presentes también en otras
ciudades, reclamando por las calles la bajada del precio del pan.

No se daba importancia a la desigualdad de sueldos, que en todos los


ejemplos que se citan eran muy inferiores para las mujeres y no
precisamente por tener la duración de la jornada.

“Una hilandera recibe 0,10 pesetas por trabajar desde el amanecer


hasta las 10 u 11 de la noche, una costurera 0,15 pesetas, una tejedora
0,25 pesetas, un leñador 0,50. En 1909 (...) en el valle de Langreo (...)
los mineros transportistas de 3.50 a 4 pesetas, las mujeres de 1,50 a
1,75 y los niños de 1,25 a 1,50 (...) La jornada laboral era de 10 a 11
horas (...) y para las mujeres que ocupaban los lavaderos se prolongaba
la jornada algunas veces hasta las 12 horas de la noche, cobrando sólo
medio día.”21

Los ingresos necesarios para la supervivencia precisaban del sueldo


de varios miembros de la familia, pero el de las mujeres era prácticamente
la mitad del salario que cobraban los varones y el de los niños, aún
menor. En el campo, las diferencias se incrementaban por el hecho de que
el número de jornales destinados a las mujeres era inferior al de los
hombres y, en casos de extrema necesidad, eran las niñas las que
abandonaban la escuela para pedir limosna.

20 Citado en ROMEU (1970:50)

21 Ibíd.pg. 51-57

33
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

A partir de la primera guerra mundial, el salario era escaso incluso


para la manutención de la familia y el trabajo de la mujer en las
numerosas clases bajas de España era considerado un mal necesario.

“(el escaso salario) traerá aparejado que, tanto la mujer como los
chiquillos, tengan que dedicarse a los trabajos que salieran, de
cualquier tipo que fuese. Las familias quedaban separadas; la
enseñanza de los hijos en las escuelas quedaba anulada y olvidada.”22.

En el campo, según se recoge en un diario de 1925, los estipendios


inferiores de las mujeres las hacían preferentes ante los empleadores:

“Los propietarios de aquí (Valencia, Sevilla), suplantan a los obreros con


obreras que cobran un jornal más bajo y realizan el mismo trabajo.” 23

II.2.2. La legislación laboral en España: evolución en cuestión de


género

Las primeras legislaciones reguladoras sobre este particular eran de


tipo proteccionista. Tales prescripciones se justificaba por las condiciones
de trabajo de la mujer en la primera parte del sigo XX, según se ha
recogido en el epígrafe anterior. Dado que la mujer “inevitablemente” tenía
que ocuparse de la familia y el hogar, se trataba de mejorar sus
condiciones cuando precisaba ganar un salario fuera del hogar.

Diferentes leyes han tratado, en distintas épocas y países de evitar


determinados trabajos de las mujeres. Así, en 1779 y 1784 (despotismo
ilustrado borbónico) se publican en España dos reales células en las que
se restringe el trabajo de la mujer. El representante de la minoría
ilustrada española, Jovellanos, respondió a estas normas cuestionando en

22 Ibíd.. pg. 121.

23 Citado en ROMEU (1970: 170).

34
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

su Informe sobre el Libre Ejercicio de las Artes la supuesta debilidad


femenina.

“Hay mujeres que aran, cavan, siembran y rozan. Mujeres panaderas,


lavanderas y tejedoras (...) no hay oficios que ofendan al sexo débil y,
por tanto, deben ser derogadas las disposiciones legales que impiden la
incorporación de la mujer al libre ejercicio de ellos.”24

La escasa formación de las mujeres es sin duda uno de los problemas


que impidieron históricamente su acceso al mercado del trabajo. Cuando
la Constitución de 1812 proclama la instrucción universal, uniforme,
pública, gratuita y libre, está refiriéndose sólo a los varones.

En 1870 el 91% de las mujeres son analfabetas. La restauración


monárquica de 1874 empeora esta situación y, al margen de las
estructuras docentes, se crea la Institución Libre de Enseñanza, en la que
colaboró Concepción Arenal25, cuyos escritos reivindican la igualdad de
hombres y mujeres. Labra, rector de la Institución durante treinta años,
en su conferencia “La mujer y la legislación castellana” reclama el voto
para las mujeres y reformas del Código Civil que incluyan la igualdad
jurídica de los cónyuges.

Las leyes posteriores a 1880 implantan la coeducación en las


escuelas y permiten el acceso de la mujer a todas las profesiones liberales.
En 1889 se celebra en París el Congreso Internacional de Obras e
Instituciones Femeninas y allí el español Rafael Torres Campos presenta

24 SAN JOSÉ SERRÁN, B. (1986: 18).

25 (1820-1893) Periodista y abogada. Una de las iniciadoras del feminismo en España;


entre sus libros destacan Beneficencia, filantropía y caridad (1861), Estudios
penitenciarios (1877) y La mujer del porvenir (1884). Fiel a sus ideas, inspiradas en los
principios de libertad, justicia y caridad, sus escritos reivindican la igualdad femenina;
fue nombrada Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres , secretaria general de la
Cruz Roja...

35
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

la ponencia “Las profesiones de la mujer”, a favor de las teorías de S. Mill


denunciando la división del trabajo basada en el sexo.

Pero, mientras que en determinados trabajos, las mujeres luchan por


la igualdad, en tareas más duras es el propio colectivo de mujeres el que
precisa de normas proteccionistas. Así, la Conferencia de Berlín de 1890
estudia la prohibición del trabajo nocturno y subterráneo de la mujer,
caracterizado por la falta de higiene y largas jornadas de trabajo. En
España, en 1897, el Reglamento de Policía Minera prohíbe el trabajo de
las mujeres en el interior de las minas. Reciben el mismo tratamiento los
niños y las mujeres.

Entre las reivindicaciones planteadas por las mujeres a principios del


siglo XX, pueden mencionarse la jornada de nueve horas y el
cumplimiento de la ley de 1900 sobre el trabajo de las mujeres y los niños.
Diversas huelgas, como la del ramo textil, mayoritariamente compuesto
por mujeres, llevan a la prohibición total del trabajo nocturno de las
mujeres, contemplada en una ley previa en 1912, que impedía el trabajo
industrial de las mujeres entre las nueve de la noche y las cinco de la
mañana.

La igualdad, en lo que a los derechos laborales se refiere, evoluciona


en la primera mitad del siglo XX en nuestro país, aunque muy lentamente.
En 1929 se decreta el seguro obligatorio de maternidad, pero no se
implanta hasta 1931, en la República. Coinciden muchos autores en que
el fin de la República supuso un paso atrás en las conquistas de las
mujeres.

En el mundo rural, las mujeres -en concreto las casadas- son las que
soportan jornadas más duras, pero para el Derecho Agrario español, y así
aparece en los censos de la época, solamente son colaboradoras en la
empresa familiar.

36
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

En los años treinta del siglo XX, la mujer española ya había


comenzado a incorporarse al sector secundario y en los años sesenta,
cuando nace la mayoría de las informantes de esta Tesis, es ya muy
importante su presencia en este sector laboral. España era en ese
momento la décima potencia industrial del mundo 26
.

La dictadura, que se instauró en España tras la guerra civil, propició


con todo tipo de leyes y vetos, el que las mujeres se quedaran en casa,
cuidando el hogar y la prole. Para ello restableció normas proteccionistas
que la República había abolido con anterioridad a la guerra civil. Así, el
Fuero del Trabajo de 1938, reflejo de los principios de la dictadura
franquista, propone “Liberar a la mujer casada del trabajo del taller y de la
fábrica” 27 al tiempo que establecía excedencias forzosas por matrimonio,
que no fueron anuladas hasta 1962 por la Ley de Derechos Políticos y
Laborales de la Mujer. Las únicas referencias al trabajo de la mujer que
aparecen en el Fuero del Trabajo de 1938 pretendían supuestamente
salvaguardarlas, limitando su trabajo.

La Sección Femenina del Movimiento, creada en 1937, era el


organismo del Régimen encargado de velar por las mujeres y, como recogía
NODO28 en sus documentales, a tal fin se realizaban cursos de cocina,

26 VANACLOCHA, Mª M. (1999: 272).

27 SAN JOSÉ SERRÁN, B. (1986: 45)

28 Sucesor de los Noticieros de la guerra civil española, el NO-DO, (Noticiarios y


Documentales), se creó por acuerdo de la Vicesecretaría de Educación Popular ( 29 de
septiembre de 1942/ resolución del 17 de diciembre del mismo año, B.O.E. 22-12-
1942), "con el fin de mantener, con impulso propio y directriz adecuada, la información
cinematográfica nacional". La primera proyección se realizó el 4 de enero de 1943.
Durante su existencia mantuvo la exclusividad en cuanto a los reportajes exhibidos en
salas cinematográficas. Su proyección fue obligatoria en pase previo a la película hasta
enero de 1976, pero sobrevivió hasta 1981, aunque ya con carácter voluntario.
(http://es.wikipedia.org/wiki/NODO)

37
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

baile, economía del hogar, granjas escuela, artesanado... Las medidas


eran todas tendentes a fomentar la perpetuación de la figura de la mujer
en la familia y evitar el abandono del mundo rural que, ya en los años
sesenta, comenzaba a ser casi una huida.

En otro orden de cosas, la mujer no tenía derechos políticos. El voto,


en las escasas ocasiones en que se podía hacer uso de este derecho,
estaba reservado al cabeza de familia; tampoco poseía derechos civiles,
pues no gozaba de potestad para firmar contratos ni actos jurídicos. Las
penas por aborto, por el uso de anticonceptivos e incluso por el delito de
adulterio que existían durante la dictadura de Franco, son inconcebibles
en el momento actual en España.

Unos años antes de la época denominada del desarrollo en España


(1964 a 1975) se produjo una ligera apertura. La Ley 56/1961 de 22 de
Julio sobre Derechos Políticos, Profesionales y del Trabajo de la Mujer,
permite el trabajo de las mujeres casadas con autorización del marido,
pero sigue vetando tal derecho para las profesiones que supongan portar
armas, así como para las carreras judicial y fiscal, que son sinónimo de
“profesiones contrarias al sentido de delicadeza consustancial en la mujer
y (pueden) romper la tradicional estructura social española”.

El desarrollismo supuso un incremento de la población activa


femenina. El avance económico precisaba de la incorporación de la mujer
y propició el principio del fin de determinados convencionalismos,
reconociéndose oficialmente la figura de la madre trabajadora. Ejemplo de
tal evolución es la Orden de 12 de febrero de 1974, por la que el Gobierno
empieza a crear guarderías infantiles, que en un primer momento
dependen del Ministerio de Gobernación y luego del Ministerio de Trabajo.

38
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

II.3. La transición española

Para contextualizar las narraciones objeto de análisis de esta Tesis,


es necesario recordar la situación política de España en el momento en
que se desarrollan los hechos que se describen en las mismas, así como
las circunstancias económicas y las leyes relativas al trabajo de la mujer.
Sin pretender un análisis en profundidad, servirá para marcar las
coordenadas de aquellos años (79/80) a partir de determinados textos de
referencia. Las decisiones individuales, como por ejemplo la elección de
una profesión, dependen en gran medida de las opciones que se
presentan, marcadas por el entorno social y económico y por la
permisividad de las leyes imperantes.

Aunque la etapa de cambio político vino precedida por el asesinato de


Carrero Blanco, presidente del gobierno, en Diciembre de 1973, suele
llamarse “transición política española” al periodo comprendido desde la
muerte del dictador Francisco Franco hasta el asentamiento de la
democracia en España.

Si bien en el año 1978, con la aprobación de la Constitución, se da


por finalizado este proceso, el intento de golpe de estado en 1981 (23 de
Febrero) y la unión de todas las fuerzas democráticas en contra de este
paso atrás, marca ese año como el del asentamiento de un poder
democrático.

Para otros observadores, este fin coincide con el nombramiento de un


presidente Socialista en 1982 por mayoría absoluta, por ser la muestra
clara de que el pueblo ha elegido sin miedos a un partido que se podría
denominar “vencido” en la guerra civil, aunque sus representantes en
aquellos momentos eran rostros jóvenes y que no participaron en la
contienda.

39
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

II.3.1. Protagonismo relativo de la mujer en la transición.

Un amplio repaso a la situación de la mujer en España de 1973 a


1982, desde la perspectiva de un colectivo de mujeres que vivieron aquella
etapa, se recoge en el libro Españolas en la transición29. Dicho texto ha
servido de base para elaborar el resumen que sigue.

El año 1975 es una fecha inevitable si se desea marcar un comienzo


en la transición política española. La muerte de Franco en Noviembre es la
referencia del principio del cambio, aunque en realidad ya había
comenzado, debido a factores económicos y al entorno cultural y social
que habían hecho salir a España de su aislamiento, forzado en algunos
aspectos y voluntario en otros.

Precisamente el año 1975 fue declarado por las Naciones Unidas


“Año Internacional de la Mujer”. España participa en diversas actividades
en estas fechas. A nivel gubernamental, sin duda por la presión europea y
desde ámbitos no oficiales, animando a diversas movilizaciones de las
mujeres en España:

o Protestas por la carestía de la vida (suspensión gubernativa de


asociaciones como las de amas de casa)

o Petición de regulación laboral a las Cortes (empleadas de hogar)

o Petición de modificaciones del Código Civil para conseguir


libertades democráticas: poner término a la subordinación de
la mujer al varón, acceso al empleo, profesiones, la regulación
del servicio doméstico, pensiones, acceso a cargos públicos...

29 SALAS, M. (1999).

40
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

(setenta asociaciones de mujeres firmaron un programa en este


sentido)

o Celebración de las primeras Jornadas por la Liberación de la


Mujer en Diciembre de 1975.

En 1976 se aprueba la Ley de la Reforma Laboral y la actividad


sindical comienza a salir de una obligada clandestinidad; en paralelo se
propicia la creación de las Secretarías de la Mujer en los Sindicatos
(Secretarías de CCOO en Barcelona, Madrid y Valencia ). En abril de 1976
nace la Ley de Relaciones Laborales que regula aspectos tan importantes
como los permisos para atender a los hijos.

La tensa situación laboral, entre otros elementos, acelera la


aprobación de la Ley de la Reforma Política, sometida a referéndum en
Diciembre de 1976 y en Junio del año 1977 se celebran las primeras
elecciones democráticas después más de cuarenta años. En un escenario
de violencia30, con asesinatos por grupos de ultraderecha y de los GRAPO
(Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), tienen lugar en
febrero de ese mismo año, en Madrid, las jornadas de la Mujer
Trabajadora. Las reivindicaciones de los grupos feministas y de las
asociaciones de mujeres trabajadoras, no sólo pretenden unos derechos
laborales, sino que se unen en la petición de libertades que incluyen, por
ejemplo, la legalización de los anticonceptivos. En ese momento, cuatro de
cada cinco mujeres dejaban el empleo al tener el primer hijo y se observa
una reducción en los índices de natalidad.

Como ha sucedido en otros momentos de la historia de España, se


valora el poder de la mujeres como votantes y se las convoca

30 Entre los asesinatos de los denominados “siete días de Enero” se cuentan los de cinco
abogados laboralistas en su despacho de Madrid.

41
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

expresamente a mítines como el que se realizó en la Plaza de Toros de


Vista Alegre, en Madrid, en vísperas de las elecciones de Junio de 1977.
En las candidaturas de los diferentes partidos políticos, no suelen ocupar
los primeros lugares. De hecho, a pesar del porcentaje en militancia y en
participación política, de 598 parlamentarios elegidos, sólo 27 son
mujeres, es decir el 4,5%.31

Es importante recordar que, al tiempo que nace una representación


democrática, se desmantelan diferentes órganos representativos del
franquismo, como el Movimiento Nacional y la Sección Femenina. Estos
entes, útiles para comunicar y formar en “el espíritu nacional” a varias
generaciones de la posguerra, desaparecen en 1977. Los locales de la
Sección Femenina, son pedidos por diversas asociaciones feministas para
realizar su labor. Los años 76 y 77 son también para los Sindicatos UGT y
CCOO el comienzo de una actividad orientada a las mujeres, para lo que
se crean las mencionadas Secretarías de la Mujer.

El Gobierno perteneciente al partido ganador en las urnas (Unión de


Centro Democrático), con Suárez como presidente, creó la Subdirección
General de la Condición Femenina (que más tarde, con el primer Gobierno
del PSOE sería denominado Instituto de la Mujer), haciendo una llamada
a las asociaciones de mujeres, para que contribuyeran con sus propuestas
en la elaboración de la Constitución.

En el año 1978 se aprobó en Referéndum la Constitución Española.


La representación de las mujeres en las denominadas Cortes
Constituyentes no era muy abundante -21 diputadas y 6 senadoras- y en
la comisión de redacción de la Constitución no participó ninguna de ellas.

31 SARASÚA, C. (2001).

42
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

En esta Constitución una serie de artículos proclaman la igualdad legal de


las mujeres, base de una posterior reforma legal:

o Artículo 14: proclama que “los españoles son iguales ante la ley
(...) sin discriminación por sexo (...) o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social”.

o Artículo 23: aprueba el sufragio universal. Este derecho,


perdido en 1939, había sido conseguido por Clara Campoamor
47 años antes, en las Cortes de la 2ª República.

o Artículo 32: promulga la plena igualdad jurídica del hombre y


la mujer al casarse. Favorecerá la posterior ley del divorcio.

o Artículo 35: prohíbe la discriminación por razón de sexo en el


trabajo.

o Artículo 39: declara a todos los hijos y madres iguales ante la


ley, eliminando la figura del hijo ilegítimo.

Sin duda son importantes la derogación de los delitos de adulterio y


amancebamiento del Código penal, así como la despenalización del uso de
los anticonceptivos, que permitió regularizar una situación cada vez más
extendida entre un sector de mujeres de la época.

En los dos años previos a la convocatoria a la que se presentan las


protagonistas de esta Tesis, los eventos más significativos en España que
anuncian cambios en los derechos del asalariado son:

o 1977: legalización de las centrales sindicales y reconocimiento


del derecho de huelga.

o 1978: primeras elecciones sindicales libres. Promulgación de la


Constitución.

43
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

El año 1978 fue de una gran actividad en la lucha de las mujeres por
sus derechos y algunos de los logros que pueden mencionarse son los
siguientes:

o El Ministerio de Trabajo presenta el primer borrador de


Ordenanza del Servicio Doméstico.

o El Ministerio de Cultura convoca las primeras jornadas sobre la


Condición Femenina.

o La Constitución afirma el principio de igualdad entre hombres


y mujeres y en el artículo 35, citado anteriormente, se
desarrolla el de no discriminación en el trabajo, anulando las
leyes anteriores.

En 1979 se celebraron las Elecciones Generales. Aumentó el número


de mujeres en las listas electorales respecto a las elecciones de dos años
antes, (de 1,6% de 1977 al 16,5% de 1979) pero la proporción de mujeres
en el conjunto de parlamentarios elegidos bajó del 6 al 5,7 %. No obstante
su presencia en otros ámbitos, como en el sindical, fue significativa:

o Marzo: CCOO celebra las I Jornadas sobre Proteccionismo y


Discriminación de la Mujer Trabajadora.

o Mayo: entrega al presidente del Congreso de Diputados de un


documento firmado por representaciones de diferentes
sindicatos y partidos y la subdirección de la Condición
Femenina.

También fue decisiva la presión de las mujeres en la redacción del


Estatuto de los Trabajadores, que se aprueba en marzo de 1980. La

44
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

génesis de dicho debate fue más larga que la de la propia Constitución 32

pues comenzó en junio de 1979. El esperado estatuto, declaró como


derecho básico la no discriminación por sexo o estado civil, pero fue muy
criticada la aparición del contrato a tiempo parcial, así como la omisión en
dicho acuerdo de referencias a las empleadas del servicio doméstico.

La huelga de mujeres de Induyco (empresa textil del grupo de El


Corte Inglés) en 1980 y las de artes gráficas, son las más importantes
protagonizadas por las obreras en esta época de la transición política
española.

Asimismo, 1980 fue el año en que se celebró en Copenhague la


Conferencia Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer. La
Subdirección General de la Mujer, dependiente del Ministerio de Cultura,
convoca a diversas asociaciones de mujeres, con las que trabajan. Una
delegación de los grupos creados en aquella conferencia, que realizaba un
seguimiento en el empleo, salud y educación de las mujeres en España,
entrega un documento en la Embajada de Suiza solicitando el
reagrupamiento familiar de nuestros inmigrantes, previo al referéndum
que se iba a realizar en ese país.

La Ley Básica de Empleo33 que se aprueba en 1980 para proteger a


los parados, cuyo número había aumentado en los años anteriores,
discrimina también a las mujeres, al considerar su trabajo como salario
de apoyo y ayudar sólo a los parados con cargas familiares. Además, como
recuerda San José (1986), el establecimiento del subsidio de paro en

32 SAN JOSÉ SERRÁN, B. (1986: 114).

33 La Ley Básica de Empleo (51/ 1980) estuvo vigente desde hasta el año 2004
(http://noticias.juridicas.com/base_datos/Derogadas/r0-l51-1980.html).

45
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

función de las ”cargas familiares”, supone una clara discriminación


contraria al Convenio de la OIT, que establece la Constitución española.

El Tribunal Constitucional se creó en 1980 y en 1983 dictó su


primera sentencia relativa a discriminación laboral por razón de sexo
(curiosamente reclamado por un varón). Otras resoluciones de la etapa
inicial están también relacionadas con el mundo del trabajo.

o A favor de la no discriminación de un varón por la Seguridad


Social de Zaragoza, al que no se le aplicaban las limitaciones
del trabajo nocturno.

o A favor de la reincorporación de las excedentes forzosas por


matrimonio

o Por el reconocimiento de la discriminación indirecta y la


necesidad de la “acción positiva”.

II.3.2. La reincorporación al trabajo y las nuevas profesiones

Amparándose en el derecho a no ser discriminadas, comenzaron las


reincorporaciones al mundo laboral de algunas mujeres que habían sido
obligadas en décadas anteriores a dejar su trabajo al casarse. Telefónica
(en un largo proceso que finaliza en 1983) y diversos bancos e
instituciones públicas comenzaron lentamente a acatar este derecho.

El Tribunal Central del Trabajo era el organismo que velaba por el


cumplimiento de estas leyes. Sin embargo, los datos proporcionados por
un estudio de las resoluciones de dicho tribunal, muestran que en 1982 la

46
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

gran mayoría de las demandas que hacen las mujeres a Magistratura de


Trabajo se refieren a pensiones de viudedad y no como asalariadas.34

En 1979 habían comenzado a trabajar mujeres como policías


municipales en Madrid y Barcelona, siguiendo el precedente del
Ayuntamiento de Córdoba, en el que ya ingresaron mujeres en el Cuerpo
de la Policía Municipal en 1970.

La igualdad de oportunidades para acceder a trabajos considerados


masculinos, apareció ya en la Ley de Relaciones Laborales de 8 de abril de
1976, que mencionaba la igualdad laboral entre hombres y mujeres
(artículos 10 y 11); los convenios de las empresas redactados en base a
este texto, sólo consiguieron favorecer a los varones, facilitando que ellos
pudieran ocupar puestos considerados “de mujeres”. Es más: en 1976 de
115 convenios, 15 son discriminatorios y en 1977 de 107 revisados, 13
carecen de medidas positivas para las mujeres.35

En el caso de los convenios colectivos de Telefónica36, hubo varias


alusiones a una hipotética igualdad, pero hasta la primera convocatoria
para celador-empalmador de 1979 no se encuentra un texto de la empresa
en que defina claramente la no discriminación. La opción para hombres y
mujeres se explicita cuando detalla que los aspirantes deben haber
realizado el Servicio Militar en el caso de los varones. 37
No plantea
condición equivalente para las opositoras y es importante esta omisión
porque, hasta unos años antes, para acceder a cualquier trabajo, e

34 SAN JOSÉ SERRÁN, B. (1986:149).

35 SALAS, M. (1999).

36 Los Convenios Colectivos de Telefónica son analizados con más detalle en el apartado
(III.3).

37 TELEFÓNICA. Convocatoria nº 769 para cubrir plazas de celador y empalmador de


entrada (15-2-79).

47
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

incluso para matricularse en la Universidad, las mujeres necesitaban


justificar la realización del llamado Servicio Social, organizado por la
Sección Femenina y que era de obligado cumplimiento para las jóvenes,
salvo las que tuvieran cargas familiares o se dedicaran al mundo del
espectáculo.

La prohibición del trabajo nocturno de la mujer en la industria así


como de los denominados penosos e insalubres, pretendían la protección a
la mujer y se impusieron en leyes anteriores (1927 y 1957). El real decreto
que deroga estas prohibiciones es de 1983. La existencia de dichas leyes
en el momento en que entran las primeras promociones de mujeres en
Telefónica como celador y empalmador (1979), supone una gran
contradicción, pues coexisten con una Constitución que promulga la no
discriminación por razón de sexo.

Estas situaciones son motivo de conflicto entre los mandos


intermedios de Telefónica y las propias mujeres, como describen ellas
mismas en sus relatos. Hay que recordar aquí la importancia de las fechas
en que comenzaron a trabajar como obreras en Telefónica las mujeres que
cuentan su historia en esta Tesis: en 1979 y 1980 (cuando se redacta el
marco global regulatorio) se incorporan el primer y segundo grupo
respectivamente.

En RENFE (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles) en 1980 y en


las minas de HUNOSA en 1986 las mujeres tuvieron que luchar e incluso
acudir a los tribunales para conseguir acceder a un trabajo, a pesar de
que, en algún caso, ya habían aprobado las pruebas de acceso.

Para finalizar con esta visión general de la mujer y su incorporación


al mundo del trabajo en ese momento histórico, sería muy importante
contar con los trabajos basados en testimonios de las protagonistas en

48
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

aquella etapa. Sin embargo, en concreto de los años 1979 y 1980, apenas
existen38.

II.3.3. La figura de la mujer en el trabajo del siglo XX

En una exposición celebrada por la Comunidad de Madrid en


Octubre de 2001, se rindió homenaje a las profesionales españolas del
siglo veinte39; no hubo ninguna referencia al trabajo de las obreras de
Telefónica. Aparecían, sin embargo, representantes de otros colectivos de
mujeres que también fueron pioneras por acceder a puestos de trabajo
considerados masculinos:

o Mineras: prohibido el trabajo de las mujeres en este ámbito


desde 1927, en 1985 aprueban un grupo de mujeres la
convocatoria de ayudantes de mineros. En 1992 el Tribunal
Constitucional anula la norma proteccionista y permite el
acceso de las mujeres a la mina en 1996.

o Primera mujer comandante de vuelo en IBERIA.

o Mujeres en el Ejército. En 1990 entra en Marina la primera.

o Conductoras de autobús en la EMT, desde 1997.

o Pescadoras en Valencia: desde 1999, tras varias sentencias


favorables, incluso del Tribunal Supremo.

38 La institución que hubiese podido recoger y recopilar textos similares, el Instituto de la


Mujer, comienza su andadura en 1983, después de la incorporación al puesto de
Telefónica que aquí se estudia.

39 100 mujeres del siglo XX que abrieron camino a la igualdad en el siglo XXI. Octubre
2001, Casa del Reloj, Madrid

49
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Desde 1980 hasta nuestros días pueden citarse algunas mejoras en


la situación legal de la mujer en España; así, la reforma del Código Civil
en 1981 sobre filiación patria potestad y régimen económico del
matrimonio, pautas para nulidad, separación y divorcio, o la
despenalización del aborto en tres supuestos (1985).

Sin embargo, como se deduce de los datos recogidos en la exposición


de mujer y trabajo del Consejo de la Mujer de la Comunidad de Madrid,
España era, en el año 2000, el país de la Unión Europea más atrasado en
cuanto a trabajo femenino: sólo el 37% de las españolas estaban
empleadas, frente a la media europea del 52%.

II.4. El escenario económico de 1980 y sus antecedentes

Para analizar la situación laboral de la mujer, muchos son los


autores que coinciden en la necesidad de considerar los procesos
económicos como factores determinantes en su incorporación al trabajo
fuera del hogar. Repasaremos, pues, la situación económica en las fechas
que se citan en este estudio, así como en los años previos, a fin de
encontrar la razón de ser, tanto de las legislaciones y normas coetáneas,
como de las decisiones tomadas por las protagonistas de esta Tesis.

José Luis Leal analiza el momento al que se remontan las


narraciones de las colaboradoras en esta Tesis (últimos años setenta). Los
aspectos económicos y políticos de esa etapa en España se estudian en
paralelo y de forma conjunta, determinados incluso por aspectos globales,
de origen externo a nuestro país.

50
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

“De 1977 a 1980, la política económica española tuvo que hacer frente
a una serie de problemas heredados del régimen anterior y a los nuevos
que planteó la segunda oleada de aumentos del precio del petróleo.”40

En España, Franco ha muerto en 1975 pero la transición política,


tras la ausencia del dictador, va a ser paralela a determinadas
modificaciones en materia de política económica tendentes a fomentar la
liberalización y una subida de los precios que, precisamente en 1979,
alcanza un pico máximo. El paro heredado de 1978 se trató de paliar con
una política que aplazara la entrada de los jóvenes en el mundo laboral,
mejorando su nivel de formación. Este fenómeno se refleja en la evolución
del desempleo, ligeramente a la baja, en los años 79 y 80. La ocupación de
mujeres y hombres en ambos años se muestra en la Figura II.1

40 LEAL, J. L. (1982: 183).

51
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Figura II.1: Datos de ocupación y actividad en España segregados por


sexos

Año 1979

12.000

10.000

8.000
OCUPADOS
6.000 PARADOS

4.000 INACTIVOS

2.000

0
Varones 1979 Mujeres1979

OCUPADOS 8.437 3.401


PARADOS 826 409
INACTIVOS 3.074 10.020

Año 1980

12.000
10.000
8.000 OCUPADOS
6.000 PARADOS
4.000 INACTIVOS
2.000
0
Varones1980 Mujeres1980

OCUPADOS 8.171 3.264


PARADOS 1.087 538
INACTIVOS 3.308 10.191

Fuente: elaboración propia a partir de datos del INE (Instituto Nacional de Estadística)

Además de varias razones económicas de carácter internacional,


como la subida del petróleo que siguió a la crisis de Irán en aquellos años,
son importantes también, según Leal, el cambio en las actitudes sociales,

52
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

como por ejemplo “la creciente incorporación de la mujer a la vida activa


(que) está modificando en profundidad las características del mercado de
trabajo41.

Resumiendo el escenario descrito por Leal, las mujeres que se


incorporan a partir de 1979 a Telefónica en trabajos reservados a los
hombres hasta ese momento, lo hacen en un país con las siguientes
peculiaridades:

o Economía inflacionista y deflacionista con pocas perspectivas


de crecimiento.

o Cambio de gobierno en Abril de 1979.

o Situación internacional poco favorecedora para la emigración.

o En elaboración el borrador del Estatuto de los Trabajadores


(marco genérico regulador).

o Evolución hacia un sistema de libre mercado.

o Incremento de las tendencias de la incorporación de la mujer al


mercado de trabajo.

o Aplazamiento del primer empleo al aumentar los años de


formación.

o Continuación de la caída de la población activa en la


agricultura.

Históricamente, el aumento del número de mujeres obreras se ha


producido cuando las condiciones sociales lo exigían. El ejercicio de
determinadas tareas duras, para las que se requería muy bajo nivel

41 Ibíd. pg. 64.

53
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

cultural, convertían al trabajo en la familia y el hogar, en la panacea y


aspiración lógica de las mujeres. En nuestro país, como en tantos otros
del entorno cultural y geográfico, se incrementan las posibilidades de
formación de la mujer y comienzan las posibilidades de acceso a otras
tareas más cualificadas.

Tradicionalmente, el análisis de la actividad femenina muestra


diferencias notables según el grupo laboral al que pertenezcan las mujeres
y no es similar en todos los sectores.

En la década de los sesenta, en la que nacieron la mayor parte de


nuestras informantes, se produjo un importante éxodo del campo a la
ciudad, asociado a un transvase de mano de obra del sector primario al
secundario y terciario. La generación de los padres de las protagonistas de
esta Tesis procedían en su mayoría del mundo rural y cambiaron la
tradición laboral de sus mayores por un trabajo poco cualificado en
Telefónica y así lo citan en sus narraciones.

Otro de los aspectos económicos que aparecen referenciados en


muchos de los relatos de las informantes es el paro que se asocia a la
transición política, incluso se apunta a etapas anteriores o posteriores a la
de su incorporación al mundo laboral, núcleo de sus recuerdos.

Para conocer la coyuntura económica a la que aluden, acudimos a la


obra de Luís Garrido42, que analizó la evolución laboral de la mujer en
España a lo largo de 25 años43, entre los que se incluye también el período
que se menciona en esta Tesis.

42 GARRIDO, L. J. (1992).

43 Las gráficas de ocupación de las mujeres según su cohorte y en distintas épocas de su


vida (fig. II.2 y fig. II.3) permiten comparar la evolución de distintos colectivos.

54
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

La clasificación de dicho intervalo temporal, desde el punto de vista


económico es la siguiente:

o El desarrollo (1964-1975)

o La crisis (1976-1984)

o La recuperación (1985-1990)

Garrido, como otros autores, considera que el año 1964, marca el


principio de la recuperación desde la guerra civil española. Nuestras
informantes han nacido unos años antes de la época llamada del
desarrollo, pero es en la crisis de los años setenta cuando comienzan su
andadura profesional.

Es importante, además, recordar que las posibilidades de formación


son mayores, sin duda, que las que tuvieron cohortes anteriores. La
situación laboral de las madres de las protagonistas de esta Tesis y de sus
hermanas mayores, determina en gran parte la decisión de generaciones
posteriores. Las narraciones analizadas muestran una clara decisión de
no emular el precedente de sus madres, y los ánimos de sus progenitoras
para que no se dedicasen en exclusiva a la familia.

Como recuerda Luís Garrido, las mujeres que estaban en edad de


trabajar en la etapa de recuperación (caso de las madres de nuestras
protagonistas) se dedicaban a la crianza de las cohortes más numerosas
de la historia de España (Figura II.2 y Figura II.3) y su incorporación al
trabajo fue escasa y en condiciones precarias.

“Las mujeres del desarrollo tardaron en incorporarse a la ola de


crecimiento y cuando se reincorporaron fue en forma de fuerza de
trabajo secundaria, en los peores puestos y sin representar
competencia alguna para la mitad masculina. Y lo hicieron
descualificadas por una ausencia de formación inicial y por una larga

55
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

quiebra de la trayectoria laboral en un período en el que esto era aún


más grave de lo habitual, ya que los cambios del sistema productivo
eran tales que la productividad crecía casi el 10% anual.” 44

La experiencia de sus madres pudo ser una de las causas que


indujeron a nuestras protagonistas a buscar trabajo, a no seguir los pasos
de las cohortes inmediatamente anteriores y explica, en gran parte, su
decisión de aceptar un empleo por duro que fuera.

Las mujeres que se habían incorporado en la época del desarrollo al


mundo laboral fuera del hogar, de escasa formación y en precario, fueron
las primeras en ser despedidas en la época de la crisis. Según recuerda
Cecilia Castaño45 existen diferentes teorías acerca de cómo las crisis
afectan al trabajo de la mujer:

o La amortiguación: Las mujeres son mano de obra flexible


contratada en periodos de auge y despedidas en las recesiones.

o La segregación ocupacional por género: La demanda del


trabajo femenino depende de la demanda en sectores
dominados por mujeres y está más relacionada con el cambio
estructural que con los factores cíclicos.

o La sustitución: Cuando la recesión se hace más intensa, las


empresas tratan de reducir costes con trabajadores más
baratos, como las mujeres.

“La hipótesis amortiguadora y la de sustitución se refieren a los flujos de


mercado de trabajo, mientras que la de la segregación se refiere a
cambios estructurales a largo plazo” 46

44 GARRIDO, L. J. (1992: 31).

45 CASTAÑO (1999: 23-42).

46 Ibíd. pg. 35.

56
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Las cohortes de mujeres que acceden al mundo laboral en la crisis de


los años 70 y 80 lo hacen, en general, con una mayor preparación
académica. Las informantes en esta investigación comienzan su andadura
profesional con la mínima edad permitida en el puesto de trabajo al que
optan (17 ó 18 años). No obstante, en la mayoría de los casos, ya han
finalizado los estudios de Bachillerato. Un empleo como el que se ofrecía
en la convocatoria de Telefónica para celador-empalmador, era una
alternativa interesante frente a las escasas opciones laborales de que
disponían los jóvenes en aquellos años de crisis económica, especialmente
las mujeres.

Dice Garrido respecto a la situación laboral en la España de aquella


época :

“La crisis produce unos efectos muy semejante en los varones y las
mujeres, jóvenes y viejos. Ambos pierden una parte sustancial de la
ocupación (...) cuanto más joven o anciano es el grupo de edad, mayor
es la pérdida de ocupación en ese grupo.”47

En la época de la crisis se constata un acercamiento en las cifras de


hombres y mujeres jóvenes que trabajan. Los datos de empleo de 1979
muestran incluso que entre los grupos de 15-19 años y 20-24
prácticamente hay en España una mujer por cada hombre que trabaja. Es
decir, las jóvenes no se resignan a su tradicional estatus de reserva
laboral y siguen tratando de entrar en la población ocupada, negándose a
dejarlo al casarse o al nacer sus hijos.

“Mientras que la crisis supone una reducción de la ocupación de las


mayores que se anula durante la recuperación, las jóvenes mantienen
su ocupación, e incluso la incrementan, durante la fase más dura de la
crisis.” 48

47 Ibíd. pg. 91

48 Ibíd. pg. 185.

57
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Sin embargo las mujeres sufren más que los hombres las
consecuencias de la recesión económica: despidos por absentismo, al
incluir como tal los permisos por maternidad; las negaciones del derecho
al permiso por lactancia; preferencia por las mujeres en las regulaciones
de empleo, etc.

Uno de los conceptos considerados actualmente en muchos países a


la hora de elaborar estadísticas sobre población activa y que caracterizaba
los datos laborales de los años 79 y 80, es el de “trabajador desanimado”.
Se denomina así a las personas que, aún estando en edad de trabajar y
habiendo estado ocupadas o en paro durante un tiempo, dejan de
aparecen en la lista de demandantes de empleo, perdidas las esperanzas
de encontrarlo. Acerca de este fenómeno indica Begoña San José:

“En 1980 se estima que 513.000 son los parados desanimados,


incluidos en la población inactiva. De ellos 474.000 son mujeres” 49

Constituye una de las peculiaridades que deben considerarse al


estudiar las desigualdades de género en el trabajo, pues las mujeres optan
por dedicarse a la familia y desisten, al menos durante un tiempo, de la
permanencia en el mundo laboral.

Además del desánimo, en la época que estudiamos se produjo otro


fenómeno, resaltado también por San José y que denomina la resistencia:

“(durante la crisis) aunque continúa el descenso de puestos de trabajo


(ocupación), los cuatrocientos mil puestos de trabajo femeninos
perdidos de 1977 a 1983 no se traducen, a partir de finales de 1981 en
abandono del mercado de trabajo, sino en paro (...) el balance global de
casi diez años de recesión es que se ha perdido medio millón de
puestos de trabajo femeninos.”50

49 SAN JOSÉ SERRÁN, B. (1986: 54).

50 Ibíd. pg. 67

58
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Según se deduce del texto citado, en los años 1979 y 1980, cuando
comienzan a acceder las mujeres a las tareas de Construcción y
Mantenimiento de Telefónica, el efecto del desánimo es apreciable en las
menores de veinticinco años y las mayores de 45, mientras que las
mujeres de edad intermedia son las que muestran mayor resistencia.

El paro y las dificultades para acceder al empleo, afectaron


particularmente a las mujeres que participan en esta investigación. El
conocimiento de la situación económica en España es uno de los factores
determinantes de su elección laboral; a pesar de que su nivel de estudios
les permitía empleos más cualificados, eligieron un trabajo duro, pero fijo, y
en una empresa que les ofrecía garantías de futuro.

El empleo de las mujeres en el sector terciario había despuntado en


los años setenta y es al final de esta década y primer año de la siguiente,
cuando se convocan las oposiciones de las obreras de Telefónica. Pero a
diferencia de la mayoría de puestos relacionados con el sector Servicios, el
de celador-empalmador era un trabajo de la Compañía Telefónica Nacional
de España más cercano a las tareas de la industria y de la construcción,
permitido únicamente a los varones hasta 1979.

59
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Figura II.2: Evolución de ocupación de distintas cohortes de mujeres en


España

PORCENTAJE DE OCUPADAS POR EDAD (1964-1989)

60

50
100*Mujeres OCUPADAS/ Total de m ujeres.

40 1964
1969
1974
30
1979
1984
20
1989

10

0
9

9
-1

-2

-2

-3

-3

-4

-4

-5

-5

-6

-6
15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de


"Las dos biografías de la mujer en España” GARRIDO, Luis J. (1992)

60
CAPÍTULO II: La participación de la mujer en el
ámbito laboral en el caso de España

Figura II.3: Evolución de paro de distintas cohortes de mujeres en España

PARO ABSOLUTO DE LAS M UJERES POR PERIODOS (1964-1989)

30

25
100*Paradas/ Población total del grupo

1964
20
1969
1974
15
1979
10 1984
1989
5

0
9

9
-1

-2

-2

-3

-3

-4

-4

-5

-5

-6

-6
15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de


"Las dos biografías de la mujer en España” GARRIDO, Luis J. (1992)

61
CAPÍTULO III: La empresa: Telefónica

Los relatos de vida de las informantes en esta Tesis giran alrededor


de un tema central: su adscripción a una categoría laboral de Telefónica.
En el presente capítulo se describen determinados aspectos de esta
empresa de comunicaciones, con el fin de contextualizar sus narraciones.

El repaso a la historia de la que fue durante mucho tiempo la única


empresa de telefonía en España, permitirá comprender algunas de las
evocaciones que serán objeto de análisis, como la tradición y la cultura de
la Compañía y el orgullo de pertenencia compartido por muchos de sus
empleados. La historia y la evolución de Telefónica es, en muchos
aspectos, el reflejo de la evolución de toda una sociedad.

Las fuentes elegidas para repasar la historia de la que se llamó


Compañía Telefónica Nacional de España (C.T.N.E.) se refieren a sus
antecedentes, a los cambios de la empresa y a las normas que marcaron
sus relaciones laborales. Permiten descubrir aspectos sociales e incluso
“un ideario” común transmitido por varias generaciones de empleados.

La imagen de Telefónica que predominaba al finalizar los años 70 y


compartida por las participantes en esta investigación, era característica

62
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

de los servicios de telecomunicaciones, identificados desde su nacimiento


con el progreso y la innovación en el siglo XX. No es extraño que, a una
compañía que resulta de la fusión de varias empresas del sector, se le
reconozcan tales cualidades. Telefónica ha sido, a lo largo de la historia de
España, un indicador de su evolución política y económica; incluso la sede
principal, lujoso edificio en la zona centro de Madrid, trataba de transmitir
tal imagen.

Parece lógico preguntarse cuál ha sido la presencia de las mujeres en


el transcurso de la historia de una compañía tan importante, su
representatividad en el total del colectivo de empleados, sus trayectorias
profesionales.

Las citas extraídas de diferentes anales y textos conmemorativos de


la empresa, muestran que las relaciones de la dirección con las empleadas
han estado tradicionalmente impregnadas de paternalismo, mostrando su
reconocimiento ante sus cualidades “innatas” pero sin contemplar, en
principio, el ascenso de las obreras más que a determinados niveles
jerárquicos.

El interés por la aportación de las mujeres en el entorno de la


compañía, ha motivado anteriormente el acercamiento y el estudio desde
la perspectiva de sus protagonistas. La investigación de Cristina Borderías
publicada en 1993 (“Entre líneas, trabajo e identidad femenina en la
España contemporánea”), a través de las entrevistas en profundidad a un
grupo de trabajadoras, descubre la tradición y la historia de las empleadas
desde 1924 a 1980, por lo que es importante su conocimiento para
contextualizar las narraciones de esta Tesis.

Los trabajos de operadora, de telefonista, fueron durante mucho


tiempo paradigma de profesiones “femeninas”. La admisión de algunas
mujeres en tareas muy diferentes, provocó extrañeza y rechazo no sólo en

63
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

diversos colectivos de la empresa, sino en todo el entorno social de las


informantes de la presente investigación.

Parte del desconcierto manifestado por las obreras que comienzan su


andadura profesional en los años 1979 y 1980, es la constatación de que
no existía una normativa laboral acorde a la situación real que se
presentaba.

Los Convenios Colectivos de Telefónica, que supuestamente mejoran


el marco genérico definido en el Estatuto de los Trabajadores,
evolucionaron a lo largo del tiempo, como se describe en este capítulo,
pero no consiguieron evitar determinadas situaciones de conflicto.

La empresa ha sido durante décadas un referente de las


reivindicaciones obreras. Desde el nacimiento de Telefónica, los
trabajadores se organizaron en asociaciones y firmaban convenios con la
dirección, incluso en etapas de tensión y en ausencia de libertades
básicas. Los acuerdos entre la representación sindical y la empresa
trataban de evitar, entre otras cosas, las posibles repercusiones sociales
debidas a la implementación de nuevas tecnologías.

Sin embargo, se observa que los textos que recogen las inquietudes
de los trabajadores contenían determinados aspectos discriminatorios
que, con el paso del tiempo, han evolucionado hacia una mejora en la
situación de las mujeres, eliminando algunos puntos restrictivos.

64
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

III.1. Telefónica: breve historia de la Compañía Telefónica


Nacional de España

III.1.1. Las fuentes informativas

Traemos a colación ciertos elementos de la historia de Telefónica y su


importancia en el desarrollo del país, con el fin de acercar al lector a una
cultura empresarial compartida por gran parte de nuestras informantes,
tanto por la relación de sus familiares con la compañía, como por su
propia integración en la misma.

Para este repaso histórico se han elegido diferentes textos


significativos, fundamentalmente:

1. Un número extraordinario del periódico, ya desaparecido,


publicado por la empresa (Hilo Directo) que en su edición de
1994, conmemoraba los 70 años de vida de la compañía51.

2. El libro publicado en 1974 por Cabezas Candeli, sociólogo


perteneciente a la plantilla de la empresa y titulado “Cien
años de teléfono en España”.

El primero de ellos se dirigía a los empleados y era “la crónica de un


compromiso permanente con la sociedad española”, según explica en su
editorial Cándido Velásquez, Presidente de la Compañía en 1994.52

El segundo texto repasa concienzudamente la historia de Telefónica y


sus antecedentes. Incluye abundantes referencias al trabajo de las

51 MARTÍNEZ, A. (1994).

52 Precisamente ese año comienza la privatización total de la empresa.

65
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

mujeres en el entorno empresarial, en un momento en que, en España, su


presencia se circunscribía al hogar, a las tareas del campo y a la fábrica.

Si bien es cierto que ambos documentos tratan de transmitir el lado


amable de las relaciones de Telefónica con sus empleados, con los clientes
y con el Estado, como servicio público, el acercamiento a la empresa que
ambos documentos nos proporcionan, es más útil para esta investigación
que otras obras, cuya finalidad es referir la evolución tecnológica de la
que, durante mucho tiempo, fue la única empresa de comunicaciones de
España.

III.1.2. Antecedentes y trayectoria de la empresa

El teléfono se extendió con gran rapidez en el último cuarto del siglo


XIX: la primera comunicación telefónica realizada por Bell fue en 187653,
las primeras demostraciones de telefonía en España se hicieron en 1878,
con la asistencia del rey Alfonso XII, y la primera instalación telefónica en
nuestro país se construyó en 1880, en una finca particular ubicada en el
término municipal de Fregenal de la Sierra, Badajoz.

La telefonía apareció como servicio público en Madrid en 1885.


Diferentes empresas se reparten las concesiones de las comunicaciones en
España, por un período de tiempo determinado, siendo la más importante
la Compañía Peninsular de Teléfonos.

En 1917 el director de Telégrafos (una de las entidades que ejercían


de proveedoras de servicios de telefonía) José Francos Rodríguez, elabora

53 Hasta el año 2002 se consideró que el inventor del teléfono fue el escocés-
norteamericano Alexander Graham Bell; en ese año, el Congreso de Estados Unidos
reconoció que el teléfono fue concebido por un desconocido inmigrante italiano llamado
Antonio Meucci , que presentó su invento en Nueva York en 1860, 16 años antes de la
patente de Bell.

66
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

un proyecto a nivel nacional en el que se incluyen las centrales urbanas,


líneas y normativas con un criterio unificador. En este proyecto se
menciona la necesidad de que el gestor de toda esta infraestructura fuera
un organismo autónomo, dependiente del Ministerio de Fomento. Propone
la creación del Instituto Nacional de Telefonía, con un Consejo de
Administración en el que se encontraran representantes del Gobierno, el
Ejército y Telégrafos. Este proyecto sirvió años más tarde como referencia
para la creación de una empresa de telefonía única y centralizada.

Durante el reinado de Alfonso XIII y bajo la presidencia del General


Primo de Rivera, se propicia la creación en 1924, de la que se bautizó
como Compañía Telefónica Nacional de España, poniendo fin a las
diferentes concesiones que hasta ese momento se extendían por la
geografía del país. El 8 de Marzo de 1924 se firma un contrato con el
Estado español. El monarca Alfonso XIII inaugura la primera central
automática, aunque no es hasta 1929 cuando se inaugura la sede de la
Compañía en Madrid.

Telefónica ofrece empleo a las mujeres en determinadas actividades,


prácticamente desde su aparición. Esta posibilidad es un hito histórico en
el acceso al trabajo de las mujeres en España. El haber sido
tradicionalmente mano de obra de las escalas más bajas propicia, sin
embargo, que todos los cambios producidos en la empresa tengan
repercusiones en la situación de la mujer en la misma.

“Pronto empezaron a desaparecer las viejas centrales con cuadros


telefónicos manuales, manejados por las clásicas telefonistas –señoritas
manipuladoras de palabras- que hoy pueden considerarse (...)
verdaderas piezas de museo.” 54

54 CABEZAS, J. A. (1974: 45).

67
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

Cabezas utiliza diversas fuentes para redactar su historia de


Telefónica, en especial la Revista Telefónica Española, nacida en 1925 y
precursora de otras publicaciones posteriores editadas por Telefónica. El
autor, al referirse al factor humano, incluye loas dirigidas a sus
empleadas que son una muestra, en sí mismas, de la imagen de la mujer
y de su participación en mundo laboral.

“Trabajadores, técnicos y operadoras que ocupan posiciones en los


cuadros –hadas de telefonía, mágicas conductoras de palabras y
emociones – hasta los que cavan zanjas urbanas para enterrar cables
acorazados de plomo o los que plantan postes telefónicos (...) en la
abrupta geografía española”55

Es fácil comprender el desconcierto de determinados colectivos


cuando, años más tarde, tuvieron que asumir que las hadas también
podían cavar zanjas o plantar postes. La concepción romántica de las
trabajadoras, no las hace inmunes a las consecuencias de las evoluciones
tecnológicas. La automatización de la telefonía en Madrid provoca la
desaparición de una de las tareas desempeñadas por mujeres.

“Madrid se despide en gran parte de las abnegadas señoritas de las


posiciones o cuadros manuales, con panel numerado, clavijas
hábilmente manipuladas, lucecitas de colores y auriculares en forma de
metálicas diademas, ajustados sobre las melenas cortadas, según la
moda de los años veinte. Ellas habían sido durante veinte años las
conductoras de las palabras telefónicas a través de la geografía
española y más allá de nuestras fronteras. Desde sus posiciones de
Información, Reclamaciones, Servicio Interurbano, Quejas, Extranjero,
etc., habían ayudado diligentes a los abonados y habían soportado, en
los momentos en que las instalaciones no daban más de sí las prisas,
los apuros, las intemperancias. Habían escuchado, discretas e
impasibles, conversaciones entre abonados, sobre negocios, desgracias
familiares, simples sucesos, conspiraciones políticas, románticas
conversaciones de enamorados, pecados personales o sociales que
sólo ellas, las señoritas telefonistas conocían.”56

55 Ibíd. pg. 60.

56 Ibíd. pg. 69.

68
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

Estandarte de la empresa fue su edificio central, finalizado en 1929


en la Gran Vía de la capital de España, en el tramo que se denominaba
avenida de Pi y Margall57. Era el primer edificio de 14 plantas que se
levantaba en la capital. Símbolo de sociedad moderna, no sólo por la
empresa que albergaba, sino por las tendencias arquitectónicas de la
época, en el estilo de la Generación del 25, contemporánea de las
vanguardias norteamericanas. 58

La tradición sindical de esta empresa despunta ya desde sus


comienzos. Así se muestra en los primeros números de la revista antes
citada, en los que aparece la Asociación General de Empleados y Obreros
de la Compañía Telefónica Nacional de España. En 1929 entra en vigor el
primer Convenio de los trabajadores. Durante décadas esta empresa ha
protagonizado luchas por el empleo y una fuerte actividad sindical,
incluso en los años en que las libertades de expresión estaban limitadas.

La República sustituye en 1931 a la Monarquía y propicia la


modificación de los componentes del consejo de dirección de la Compañía.
Se pretende, entre otras cosas, mejorar el conflicto laboral existente; se
elabora en 1932 un nuevo Contrato colectivo de Trabajo.

Durante los tensos momentos vividos en la España de 1934, algunos


edificios de Telefónica son amenazados y, en general, las comunicaciones
sufren serias alteraciones. Es el prólogo de la guerra civil española (1936-
1939), que supone un paréntesis en el desarrollo de Telefónica.

57 El segundo tramo de la Gran Vía, que originariamente tenía el nombre de avenida de Pi


y Margall, fue construido pocos años antes de la finalización del edificio de Telefónica.
Se pretendía que La Gran Vía, zona de ocio y de negocio, fuera la imagen de un Madrid
moderno y cosmopolita.

58 Ignacio Cárdenas, arquitecto de la compañía en 1927 lo definía como “Imponente,


fuerte y majestuoso y muy español y madrileño, edificio que será el cerebro y el corazón
de la vasta organización en que trabajamos.”

69
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

Entre las nuevas políticas empresariales que florecen con la llegada


de la dictadura de Franco, destacan las de talante proteccionista y
nacionalista. Como ejemplo, se puede citar la creación, en 1944, de la
Institución Telefónica de Previsión y que sustituía a la extinguida
Institución Benéfica.

En 1945, seis años después del fin de la guerra civil española, se


nacionaliza la C.N.T.E. El Gobierno adquiere las acciones de la ITT
(International Telephone and Telegraph Corporation), accionista mayoritario
de la Empresa. El segundo contrato con el Estado se firma en 1946.

En 1954 ya se han instalado en España un millón de teléfonos.


Telefónica suministra un servicio público y se pretende La universalización
del servicio telefónico, es decir, que todos los pueblos de España tuvieran
posibilidad de estar comunicados mediante los cables de telefonía.

Las diferentes etapas de la economía española en la segunda mitad


del siglo XX (el desarrollo, la crisis y la recuperación), descritas en otro
punto de esta Tesis (II.4.), tienen fiel reflejo en la historia de la empresa.
Los Planes de Desarrollo, comenzados por el Gobierno en los sesenta,
potencian la Empresa con una emisión de más de 2 millones de acciones y
el ahorro de muchos españoles se asocia a estas participaciones, que
popularmente se denominaron “las matildes” debida a la publicidad que
se elaboró entonces. Otra ampliación de capital en 1963 emite casi un
millón y medio de nuevas acciones.

El número de teléfonos en ese ejercicio (1963) crece en un 23 %,


llegando a alcanzar un total de 2.268.153 terminales telefónicos. En 1965,

70
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

la empresa cuenta con 32.000 empleados, 3 millones de aparatos y


20.000 millones de pesetas de capital.59

Esta situación produce repercusiones sociales inmediatas. El


crecimiento de Telefónica favorece la aparición de las denominadas
Direcciones Regionales, una forma de descentralización de determinados
aspectos de la gestión.

La empresa vivía momentos de progreso y evolución y en este marco


laboral desarrollaban su trabajo los progenitores de nuestras
protagonistas, transmisores de su cultura Telefónica. Además, en 1969, las
categorías laborales mayoritarias en la empresa son la de celador-
empalmador y la de telefonista. Muchos empleados varones de aquella
época eran empleados jóvenes, algunos de ellos incorporados por medio
del Ejército, pues realizaban el Servicio Militar Obligatorio, “ la mili”, en
Telefónica.

Se consigue, sin duda bajo el control de las fuerzas sindicales, que la


evolución y las mejoras técnicas no alteren sustancialmente la seguridad
en el empleo. Para ello, al tiempo que se implementan nuevas tecnologías,
se desarrollan cambios en la estructura de la empresa.

El compromiso social de la compañía y la necesidad de importantes


inversiones, son dos razones que explican el retraso hasta 1970 del Plan
General de Automatización. Este plan supuso, entre otras muchas cosas,
la progresiva desaparición de las telefonistas y, en un primer momento, la
de aquellas que en los núcleos rurales hacían ese trabajo y que, además,
mantenían los locutorios.

59 DE LA CALLE, V. (1980) .
.

71
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

Desde entonces la evolución de las Telecomunicaciones ha seguido


un ritmo exponencial. La aparición de la primera red para transmitir datos
en 1971 y la creación de las infraestructuras necesarias, implican un
incremento en determinada mano de obra de baja cualificación. De una
plantilla total de 53.138 empleados, el 64 por ciento pertenecen a
Conservación y Tráfico.60

En 1991 se firma un nuevo contrato con el Estado. Desde 1993 se


han sucedido diferentes acciones para privatizar totalmente la compañía.
Una de las facultades del Gobierno, que era la de nombrar a su
presidente, ha pasado a ser desde hace años una decisión de la junta de
accionistas.

Cuando se redacta este trabajo (2005) existen en España varias


empresas de telecomunicaciones y leyes tendentes a garantizar la libre
competencia en el sector. Telefónica es hoy un grupo de empresas que
compiten entre ellas; ha adquirido y se ha fusionado con empresas
similares en todo el mundo y la que podríamos denominar la “heredera”,
de la C.T.N.E. es la denominada Telefónica de España, reducto en el que
se conservan los representantes sindicales, convenio, estructura similar a
la de la antigua organización pero inmersa en un proceso de segregación
imparable (líneas de negocio, empresas filiales, externalizaciones). Las
mujeres entrevistadas se encuentran en esta empresa del grupo.

La trayectoria de las mujeres en Telefónica, así como su importancia


en la misma se analiza en el punto siguiente. No obstante, sirva como
introducción la siguiente cita, que da una idea de lo que significaban las
mujeres para sus directivos:

60 Los celadores y empalmadores pertenecían a las áreas de Instalaciones y a


Conservación. Las telefonistas eran la categoría mayoritaria en Tráfico.

72
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

“Otro aspecto importante-poco reconocido-que ha tenido un impacto


fundamental en el cambio social de España, ha sido la presencia
masiva del sexo femenino, desde su fundación en 1924, en Telefónica
de España, adelantando así varias décadas la entrada de la mujer en
trabajos no manufactureros. El teléfono barrió así las barreras mentales
que impedían la entrada de las mujeres en el campo de los trabajos
administrativos y operacionales, en los que tenían muy escasa
presencia en las décadas iniciales. Miles de mujeres han sido
empleadas de Telefónica (...) mujeres que supieron aportar, con su
formación, su cálida voz, su espíritu de servicio, su instinto femenino y
su sensibilidad – y muchas veces con su sacrificio personal- todos los
ingredientes necesarios para dulcificar ese primer contacto directo con
el abonado (...) han llegado a imprimir “carácter” al que con toda
propiedad podríamos llamar “carácter telefónico”.61

III.2. Las mujeres en la trayectoria empresarial de Telefónica

En los epígrafes precedentes hemos repasado la historia de Telefónica


y algunas referencias acerca de sus empleadas.

Un análisis desde la perspectiva histórica del papel de la mujer en


esta empresa, lo realizó Cristina Borderías62 (1993). A través de entrevistas
en profundidad a las trabajadoras de distintas categorías laborales,
profundizó en los prejuicios, problemas y, en general, la situación y
consideración de las mujeres en la Compañía Telefónica desde el año 1924
a 1980. El acceso de nuestras informantes al trabajo de celador-
empalmador ocurrió en los años 1979 y 1980, por lo que el texto de
Borderías puede servir como antecedente a la investigación actual.

La situación legal de la mujer en la época de la dictadura en España


(ya comentada en puntos anteriores de este capítulo) no es históricamente
el único escollo que tenían que librar las trabajadoras. Como se puede

61 Luis Terol, expresidente de CTC, Chile. Artículo de 1994 publicado en Toda una vida,
1924, 1994., Madrid:Telefónica,Hilo Directo, número extraordinaro Abril 1994.

62 BORDERÍAS, C. (1993).

73
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

deducir de los testimonios recogidos por Borderías, la sociedad anterior a


la dictadura también mostraba bastantes reparos al acceso de la mujer al
mundo del trabajo.

Como ejemplo, pueden citarse experiencias de un organismo del


sector de las comunicaciones. En 1884 el servicio de Telégrafos redactó un
nuevo reglamento que permitía el acceso como auxiliares temporeros a
mujeres solteras o viudas, aunque en condiciones inferiores y distantes a
la de los varones. La medida –que recuerda situaciones que narran las
informantes de esta Tesis- motivó dos reacciones bien distintas de los
hombres de la compañía: algunos se oponían radicalmente y otros
reivindicaban para las mujeres de sus familias esos puestos.

El ingreso de la mujer en muchas empresas ha estado restringido,


impidiéndosele el ejercicio de determinados trabajos, considerados
masculinos, o su acceso a escalas de nivel superior; su presencia en
puestos de nivel inferior o medio, reforzaba la jerarquía masculina. En
palabras de Cecilia Castaño (1997) existe, pues, una discriminación de
tipo horizontal (para acceder a los mismos trabajos) y otra de tipo vertical
(para ascender en la estructura empresarial). En esta línea se redactó el
Reglamento del trabajo de la CTNE (Compañía Telefónica Nacional de
España) que en el año 1940 (Art.21, p.12) decía que las vacantes de jefe se
cubrirán en todo caso mediante concurso oposición entre el personal
masculino.

Como ya se ha recogido en el apartado II.2.2. el gobierno de la


dictadura impuso que las mujeres abandonaran su trabajo al casarse. En
1945 se estableció en la CTNE la excedencia forzosa por matrimonio, lo
que convirtió a la empresa en un colectivo de mujeres solteras, que
dedicaban su vida al trabajo casi como si de una vocación religiosa se
tratara. Sin embargo, esta expulsión con la que se penalizaba el
matrimonio, supuestamente para favorecer a la institución familiar, no se

74
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

aplicaba en el caso de lo centros telefónicos rurales y familiares. En estos


locutorios, en muchas ocasiones a nombre del varón y cabeza de familia,
las mujeres trabajaban sin horario, sin garantías ni derechos laborales.
Telefónica se benefició de esta situación desde el año 1940 al 1972, año
en el que comenzó la automatización de la red telefónica.

Precisamente este proceso modernizador que evoluciona


exponencialmente hasta 1980, fue una de las razones para legislar a favor
de un movimiento de las mujeres hacia otros sectores de la empresa,
permitiendo su acceso, por ejemplo, a la categoría de celador-empalmador.

Es importante también el hecho de que a partir de 1980 comienzan


los recursos de reingreso de las excedencias forzosas63. Generalmente se
fallaba a favor de las mujeres, pero se condicionaba su entrada a las
vacantes en la misma categoría que abandonaron, algo casi imposible en
categorías laborales prácticamente en extinción. Este hecho influyó
también en la necesidad de dar alternativas a las mujeres que querían
reincorporarse a la Compañía, aunque la dureza del trabajo y la carencia
de una mentalidad abierta, hicieron que este reclamo tuviera mejor
acogida entre las mujeres jóvenes, que no eran excedentes.

La compañía había comenzado en los años veinte la inclusión de


mujeres en puestos de atención al público y es en los años cuarenta
cuando se define que el Servicio de Unidades estará ocupado por mujeres,
salvo en el caso de las Jefaturas. Este Servicio, encargado de mantener las
relaciones entre la Compañía y sus abonados, fue el primero en el que se

63 El Fuero del Trabajo de 1938, establecía excedencias forzosas por matrimonio, que no
fueron anuladas hasta 1962 por la Ley de Derechos Políticos y Laborales de la Mujer.
En la CTNE esta anulación se recoge en el Reglamento de Régimen Interior de 1963; sin
embargo, hasta casi veinte años más tarde no se comenzaron a plantear recursos de
reingreso tras el fallo de Magistratura de Trabajo.

75
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

admitieron mujeres jefas en 1947, ya que el reglamento de trabajo de ese


año incluyó en la prohibición de mujeres con ese cargo el párrafo con
excepción de aquellos casos en que todos sus subordinados sean mujeres.

El trabajo de la mujer en la CTNE era, más allá de 1970, una


muestra de división laboral por sexos. Las mujeres sólo podían ser
telefonistas, o bien del servicio de unidades o del grupo administrativo,
este último también apto para varones, pero con funciones distintas. En
otros países debía de estar ocurriendo algo semejante. Por ejemplo,
también en las empresas telefónicas de Estados Unidos existían, en 1971,
diferencias de trabajos en función del sexo, estando vetadas para ellas las
tareas realizadas en el exterior y las asociadas a mandos de nivel medio y
alto.64

La apertura que en Telefónica supuso la incorporación de la mujer a


funciones reservadas a varones, vino acompañada de la posibilidad dada a
los hombres para acceder a determinados cargos (jefes de grupos de
mujeres) lo que reforzó la imagen jerárquica masculina. Recuerda
Borderías que en esa misma etapa se favoreció también el acceso de los
hombres a trabajos femeninos (como el de Representantes del Servicio de
Abonados), pero en este caso fueron promocionados rápidamente.

Como se muestra en el epígrafe siguiente (III.3 Los Convenios


Colectivos de Telefónica), un factor importante para que la empresa
permitiera que las mujeres pudieran realizar “tareas de hombres” fue la
necesidad de recolocar el excedente de mano de obra femenina,
fundamentalmente de tráfico (telefonistas) así como de las que pedían en
aquel momento su reingreso en la Compañía -tras una excedencia forzosa

64 BORDERÍAS, C. (1993: 104)

76
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

por matrimonio-. Esta realidad tuvo más peso que la negociación sindical
en la decisión de permitir el acceso a las mujeres en puestos exclusivos de
varones. Prueba de ello es que la fecha de la primera convocatoria de
celador empalmador en la que se aceptan mujeres es 1979, muy posterior
a los textos del Convenio Colectivo de 1970, donde ya se incluían varios
puntos a favor de la no discriminación.

Las facilidades dadas a empleadas de categorías en extinción para


acceder a otras labores de Telefónica, no tuvieron el resultado deseado.
Así se puso de manifiesto en las entrevistas realizadas por Borderías a las
mujeres de tráfico que podían suscribir, en situación preferente, las
oposiciones de celador-empalmador. El descenso en el estatus social, la
dureza del trabajo y la necesidad de formarse en matemáticas y
electricidad son algunas de las causas alegadas en este rechazo.65

También en las entrevistas realizadas por Cristina Borderías, las


primeras mujeres celadoras y empalmadoras denuncian las trabas por
parte de los mandos de Telefónica, los capataces, y la resistencia de
muchos de sus compañeros, al menos en las etapas iniciales de su
trabajo. No sólo por lo que consideran una intromisión en su mundo, sino,
como recuerdan muchas de nuestras informantes, porque la formación de
los varones que ocupaban estos puestos era muy inferior a la de las
mujeres que accedían a su profesión y se sentían humillados.

Para ilustrar la escasa presencia de la mujer en determinados


colectivos de Telefónica en la etapa a la que nos referimos, recogemos en
gráficos algunos de los datos que ilustran la investigación de Cristina
Borderías:

65 Ibíd.. pg. 109

77
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

En la Figura III.1. se muestra el escaso porcentaje de mujeres de la


categoría de celador empalmador (0,27%) frente a otras tradicionalmente
consideradas femeninas en la empresa, como las de telefonista (47,47%) y
administrativo (46,13%).

Figura III.1: Trabajadoras en Telefónica por categorías

DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DEL PERSONAL FEMENINO


POR CATEGORÍAS:1980

46,13
TELEFONISTAS
ADMINST.
SUBALTERNAS
TIT.YTEC.
2,43 CELAD.EMPAL.

0,92 CAP.INFORM.

0,27 OTRAS CAT.


2,71 JEFATURAS
0,01
0,02

47,47

Fuente: elaboración propia con los datos procedentes de BORDERÍAS, C. (1993)

En la Figura III.2. se muestra la distribución de empleo en Telefónica


por departamentos en los años 1979 y 1980. Precisamente las áreas de
Conservación y Mantenimiento, en las que desarrollaban su actividad
fundamentalmente los celadores y empalmadores, eran las que contaban
con más empleados. La inferencia es la siguiente: las obreras eran un
número poco representativo en un colectivo muy numeroso ocupado por
varones.

78
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

Figura III.2 . Personal en Telefónica según departamentos, años 79/80

DISTRIBUCIÓN DEL PERSONAL EN ACTIVO POR DEPARTAM ENTOS

30000 (1979-1980)

25000
Nº PERSONAS EN ACTIVO

20000

15000

10000

5000

0
A L

O
CI

IC

S
ER

AF

NE

.
ST
M

TR

IN

S
CO

CI

O
E

TR
UC

Y.

O
TR

RO
NS

.P
CO

G
IN

DEPARTAMENTOS
1979
CONSERVACIÓ CONSTRUCCIO ING. PROY. E
COMERCIAL TRAFICO INTERVENCIÓN OTROS
N NES INST. 1980
1979 4747 8028 25161 7432 1614 1181 9269
1980 4878 7838 25850 7260 1651 1206 9201

Fuente: elaboración propia con los datos procedentes de BORDERÍAS, C. (1993)

III.3. Los Convenios Colectivos de Telefónica

En los relatos y en las conversaciones mantenidas con las


informantes y otras personas que participaron en aquel momento en la
elaboración de los Convenios Colectivos (cargos directivos de la empresa y
representantes sindicales) se afirma que estos convenios fueron la puerta
que permitió el acceso de las mujeres a determinados trabajos de

79
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

Telefónica. Sin embargo, también insisten las protagonistas, echaron en


falta detalles que definieran el nuevo marco laboral.

Hemos analizado los Convenios Colectivos de Telefónica del periodo


comprendido entre 1963 y 1980. En la redacción de convenios de años
sucesivos no se reelaboran todas las cláusulas, sino que se hace
referencia a los puntos existentes y se marcan las modificaciones
pertinentes. Los distintos apartados son reflejo de la sociedad en cada
momento y la evolución de sus contenidos muestra, en parte, el diferente
papel de la mujer en cada época. En los convenios de Telefónica,
tradicionalmente considerada de gran actividad sindical y en la que un
gran número de sus empleados eran mujeres66, se encuentran cláusulas o
textos discriminatorios.

En muchos casos el lenguaje empresarial olvida a las mujeres. Así en


el año 1966 se dice:

“El personal destinado en Canarias que utilice sus vacaciones para ver
a sus padres, esposa hijos o hermanos residentes en la Península
tendrá derecho a seis días más”67

Se da por hecho que no hay mujeres en esos destinos o que no van a


ver a sus esposos.

Otro de los temas importantes en la historia de la mujer en Telefónica


es el de las excedencias de las empleadas cuando contraían matrimonio.
Obligadas en una época y voluntarias en otras, implicaron posteriormente
políticas de la empresa con el fin de reincorporar a estas mujeres. Esta es
la redacción de 1966 al respecto:

66 El personal femenino en Telefónica en 1933 era el 39,8% del total de trabajadores de la


empresa y en 1950 el 47,4 %. En 1980 la cifra se reduce al 29,4%.(BORDERÍAS:1993)

67 (1984) Convenios Colectivos 1963-1983, Madrid: Telefónica, Dpto. Relaciones Laborales


y Sindicales. Pg. 18 , Art. 96, 1996.

80
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

“Podrá solicitar la excedencia voluntaria el personal femenino que


contraiga matrimonio, quedando en esta situación en tanto no se
constituya en cabeza de familia. Cuando esto ocurra podrá solicitar su
reingreso en el plazo de treinta días y tendrá derecho a ocupar la
primera vacante de su categoría. Este personal femenino percibirá en
concepto de dote la cantidad equivalente a tantas mensualidades del
último sueldo que perciba como años de servicio haya prestado, con el
límite máximo de doce mensualidades. La Compañía podrá extender la
posibilidad de esta excedencia a otros casos semejantes a los de
matrimonio, consignándolos en el Reglamento de Régimen Interior, así
como las condiciones en que haya de concederla ” 68

En un país en el que no existía el divorcio, volver a ser cabeza de


familia significaba quedarse viuda. Por otra parte, con los sueldos que las
mujeres aportaban a la economía familiar era habitual que aceptaran una
dote que las excluía del mundo laboral. Las opciones a las que podían
acogerse las mujeres que se casaban, eran las siguientes:

• Continuar trabajando en la Empresa

• Rescisión de contrato con indemnización

• Excedencia de uno a cinco años

• Excedencia voluntaria según el artículo 105.

Además de poder pasar de la situación primera y tercera a la


excedencia voluntaria, se aclara:

“El personal femenino en situación de excedencia voluntaria ilimitada


que se constituya en cabeza de familia, podrá solicitar su reingreso,
cualquiera que sea su edad, si hubiera ingresado en la Empresa con
anterioridad al 1 de Julio de 1945; en los restantes casos, siempre que
no haya cumplido los cincuenta y cinco años.” 69

68 Ibid. pg. 16 Art. 105, 1996.

69 Ibid. pg. 19 Art. 125, 1996

81
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

Como vemos, tampoco todas las viudas tenían fácil la reincorporación


a su anterior empresa. Con posterioridad (año 1969), se detallan los
trabajos a los que pueden acceder mujeres y varones.

“Las viudas con hijos, huérfanos, viudas sin hijos e hijos de empleados y
por el orden expresado, tendrán preferencia absoluta para el ingreso en
la Compañía, en cualquiera de las categorías de Auxiliar administrativo,
Telefonista de segunda, Mecánico de entrada, Celador de entrada,
Empalmador de entrada, Peón especializado, Peón de oficios varios,
Peón de almacén, subalterno de entrada, Subalterna de entrada y
Repartidor o Botones (masculino o femenino)” 70

Los requisitos para el retorno a Telefónica de las mujeres que habían


abandonado la empresa al contraer matrimonio, se modifican a través de
los años.

“El personal femenino que se constituye en cabeza de familia tendrá un


plazo de tres meses para pedir su reingreso.” 71

“Cuando esto ocurra (se constituyan en cabeza de familia) podrá


solicitar su reingreso en el plazo de treinta días y tendrá derecho a
ocupar la primera vacante de su categoría.” 72

Aunque se indica que tienen derecho a la primera vacante en su


localidad de residencia, el plazo marcado obliga a tomar una rápida
decisión o a la pérdida de su anterior puesto de trabajo. Este punto se
rectifica de nuevo en 1972 ampliando el plazo de acceso a 90 días y a seis
meses en 1974. También ese año se concede excedencia voluntaria “por
alumbramiento” de uno a tres años. Esto supone el reconocimiento de
mujeres embarazadas en la empresa y a ciertas garantías de empleo para
ellas, al poderse incorporar en su antigua residencia cuando hubiera
plazas.

70 Ibid. pg. 35 Art. 40, 1969.

71 Ibid. pg. 37 Art. 107, 1969.

72 Ibid. pg. 53 Art. 105, 1970

82
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

La que luego se denominó discriminación positiva, si existía para


alguien, era para los varones por ser, en general, cabeza de familia:

“Todo empleado que apruebe un curso de capacitación para el acceso a


otro Grupo a categoría de mando, representación o cargo, si fuese
cabeza de familia, tendrá preferencia para la elección de las vacantes
que existieran en su residencia.”73

También en el caso de ciertas ayudas se concedía prioridad a los


trabajadores. Así sucedía en el denominado Plus de Ayuda Escolar.

“Las empleadas con hijos comprendidos en esas edades deberán


justificar documentalmente que sus esposos no tienen derecho a
percepción alguna por este o similar concepto en las Empresas donde
presten sus servicios.” 74

Posteriormente mejoró esta situación, al reservar este derecho al


cónyuge que ejerce la patria potestad, si ambos son empleados de la
Compañía, como recoge la cláusula 10 de 1974. Pequeña concesión, si se
considera la estructura familiar más común en aquel momento en
España.

La apertura a las mujeres para determinados trabajos en 1979,


coincide con la desaparición de algunas categorías laborales, como se
recoge en el Convenio Colectivo de ese año.

“Se declaran a extinguir las categorías de Repartidor, Botones,


Cobradores, Ayudante Técnico Jefe, Ayudante de Tráfico Jefe,
Operador de Cables y Telegrafistas, manteniéndose a título personal a
los empleados que actualmente ostentan tales categorías”75

Muchas aspirantes que en otros momentos de la historia de la


empresa accedían a puestos de menor categoría pretendiendo

73 Ibid. pg. 18 Art. 49, 1966

74 Ibid. pg. 46. Sección II. Cláusula 12, 1970.

75 Ibid. pg. 128. Cláusula 12, 1979.

83
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

posteriormente mejorar su situación, dirigen sus preferencias a las nuevas


profesiones a las que pueden optar, como las de Celador, Empalmador y
Mecánico.

En muchos de los relatos, las colaboradoras en esta Tesis se quejan


de su dificultad para adaptarse al nuevo uniforme y que las zonas de aseo
y descanso, que en cada categoría estaban pensadas para el sexo
mayoritario de ese grupo laboral, no reunía determinadas condiciones. La
Compañía facilitaba prendas de trabajo adecuados a cada caso. Así,
existía un mono de trabajo para los obreros de la calle y un pantalón con
chaquetilla para aquellos que atendían al público. Se optó en algunos
casos por distribuir a las jóvenes este atuendo, en lugar del mono. Esta
prenda, considerada más apropiada, no favorecía demasiado el ejercicio de
su trabajo.

Respecto a las zonas de descanso, habían sido definidas en la


cláusula 20 del convenio de 1966 “existirán (en los edificios telefónicos)
habitaciones necesarias dedicadas exclusivamente a armarios roperos y
salas de descanso para el personal de Tráfico y de Equipos”. Es decir: las
telefonistas tenían su propio vestuario y un espacio para los descansos
marcados en su convenio. La zona reservada a los varones (mecánicos,
celadores y empalmadores que trabajaban en Equipos) les permitía
cambiarse de ropa y asearse al llegar de las tareas en la calle. El acceso de
las mujeres a los puestos de Mecánico, Empalmador o Celador supuso un
conflicto, al no haber previsto la empresa la nueva situación.

El primer artículo contenido en los Convenios Colectivos de


Telefónica que se podría calificar como no discriminatorio, data de 1969.
En realidad, teniendo en cuenta que los grupos laborales estaban
claramente definidos por sexos, en él se permitía que las mujeres
mandaran a mujeres y sólo podían llegar al nivel de jefe. Los siguientes

84
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

párrafos muestran la evolución en la redacción del artículo 53 en años


sucesivos.

“Podrán ascender a la categoría de Jefe todos los empleados que


reúnan las condiciones exigidas sin discriminación de sexo” 76

“El personal femenino no tendrá más limitaciones para el acceso a


cualquiera de los grupos profesionales que las que establezcan las
disposiciones laborales vigentes” 77

Las normas laborales vigentes limitaban las tareas a las que podían
acceder las mujeres y existían normas sobre nocturnidad, peso máximo
que podían cargar, etc. Y como muestra, ese mismo año, cuando se
definen las posibilidades de acceso de los botones (categoría inferior en la
empresa en ese momento ocupado por hombres y mujeres) a otras
superiores, mediante un curso, se aclara:

“Esta capacitación variará según se desee ser Celador, Empalmador


o Mecánico si se trata de personal masculino y Telefonista en el caso de
ser femenino.” 78

El texto más explícito que posibilitaba el acceso a determinados


puestos, sin excluir en función del género de los aspirantes, data de 1979.
Estaba dirigido a los trabajadores de la empresa, pero al basarse en su
contenido la redacción de algunas convocatorias de oposición (como las de
celador-empalmador) favoreció también que el denominado “personal
ajeno” ingresara en determinadas categorías.

“Todo el personal de plantilla podrá acceder a cualquier categoría o


grupo laboral, siempre y cuando reúnan los requisitos necesarios,

76 Ibid. pg. 36. Art. 53, 1969.

77 Ibid. pg. 50 Art. 53, 1970.

78 Ibid. pg. 56 Art. 77, 1970.

85
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

eliminándose en las bases de la convocatorias cualquier discriminación


por razón de sexo.” 79

La razón de esta apertura se encuentra en la situación del mercado y


de la empresa, más que en una política no discriminatoria. En efecto: el
excedente de telefonistas empezaba a ser un problema que iba en
aumento y que había que resolver.

“La Dirección de la Empresa se compromete a estudiar y aplicar


soluciones que permitan acoplar a los excedentes del personal de
Tráfico derivados de la automatización en otros puestos de trabajo,
mediante capacitación adecuada”80

En el Convenio de 1980, posiblemente tras analizar la escasa demanda


por parte de este grupo de acceder a puestos como los de Mecánico,
Celador o Empalmador, se proponen excedencias voluntarias con
indemnización al personal (femenino) excedente de tráfico. Si deseaban
volver nunca podía ser antes de cuatro años y tras reintegrar la parte
proporcional del pago que se les había realizado.81

Es importante recordar que el acceso a las categorías determinaba la


línea de promoción; es decir los ascensos a los que podían optar con
facilidades los empleados y empleadas. Los Celadores y Empalmadores
tenían como grado de ascenso “natural” las categorías de Capataz y
Encargado de Brigada, como se recoge en el texto de 1980, cláusula 5. Por
ese motivo las mujeres que querían cambiar de grupo laboral opositaban a
ellos. Era teóricamente más fácil el ascenso en la misma línea, por contar
con más puntuación.

Si se había producido un traslado por razón de trabajo, la vuelta al


lugar de origen se hace más complicada con este convenio, al hacerse

79 Ibid. pg. 129 Cláusula 15, 1979.

80 Ibid. pg. 130 Anexo 5. Telefonistas.

81 Ibid. pg. 143 Cláusula 6, 1980.

86
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

obligatorio un periodo de dos años tras el acceso en la Empresa, antes de


pedir traslado (1980, Cláusula 12). Esta situación es más difícil para las
mujeres, al tener más problemas para acceder a las Comisiones de
Servicio, situaciones especiales y de privilegio.

“Se elegirá entre los voluntarios a los que tengan mayores cargas
familiares, mayor antigüedad en la categoría, mayor antigüedad en la
empresa o mayor edad, por este orden”82

En los relatos analizados en esta Tesis, las hijas de empleados se


refieren a las residencias, albergues, la Playa de Madrid... lugares de
esparcimiento que proporciona la empresa a sus trabajadores. También en
los Convenios Colectivos se recogía el interés de Telefónica en favorecer la
existencia de los mismos.

“La Empresa, con la colaboración de su personal, estudiará las


iniciativas pertinentes para impulsar el desarrollo de las actividades que
viene realizando la Agrupación Cultural Deportiva Telefónica, a fin de
ampliar en la medida de lo posible, con instalaciones propias y de
adecuada capacidad, los servicios que constituyen el objetivo de dicha
Entidad.”83

Esta política paternalista estaba impregnada también de los aires


políticos del momento, incluso existían acuerdos entre Telefónica y
Falange para que se diera acceso preferente a los campamentos de la OJE
y de la Sección Femenina a los hijos e hijas de empleados -dos de las
entrevistadas nos hablaban de su estancia en dichos campamentos- . A la
hora de elegir sus vacaciones, el personal fijo con ocho y trece años en la
empresa tenía derecho a 15 y 21 días respectivamente. Los jóvenes por
tanto lo tenían difícil, pero había una excepción:

82 Ibid. pg. 146 Cláusula 9, 1980

83 Ibid. pg. 21Sección III Acción social, cláusula 22, 1966.

87
CAPÍTULO III: La empresa Telefónica

“Personal menor de 21 años de edad que asista a los Campamentos de


Frente de Juventudes 21 días”84

Se favorece la utilización de estos centros entre los jóvenes empleados


de Telefónica, como queda reflejado en textos de convenios posteriores.

“El calendario de vacaciones se redactará con holgura suficiente para


que puedan atenderse las solicitudes de fechas que formule el Frente
de Juventudes para el personal joven que asista a campamentos de
verano”85

84 Ibid. pg. 75 Art. 96, 1969.

85 Ibid. pg. 76 Art. 104, 1972.

88
CAPÍTULO IV: Las historias de vida
como herramienta metodológica

En otros capítulos de esta obra se fijan los objetivos de la


investigación y se describen las coordenadas de tiempo y espacio a las que
se remontan las narraciones de las informantes. Dedicaremos la primera
parte del presente capítulo, a examinar aspectos teóricos de las historias
de vida, exponiendo la pertinencia y posibilidades que tal herramienta
metodológica ofrece en el caso que nos ocupa. En la segunda parte
detallaremos las etapas y las peculiaridades concretas de este trabajo.

Los métodos autobiográficos han resultado ser un instrumento muy


valioso para las investigaciones de disciplinas como la Historia, la
Psicología Social, o la Sociología, entre otras. En ocasiones, constituyen el
núcleo metodológico de tales investigaciones, permitiendo descubrir
aspectos distintos, incluso divergentes, de los revelados por otras fuentes
de información.

Muchas de las investigaciones basadas en historias de vida,


pretenden recoger la experiencia de colectivos sociales que no han sido
conocidas hasta ese momento. Repasaremos aquellas que cuentan con
tres elementos coincidentes con el material que analizamos: las

89
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

protagonistas son mujeres, se refieren en sus testimonios a una


experiencia laboral que se desarrolló en una etapa de cambios de distinta
índole (social, económica, política…).

Anotaremos también algunos conceptos que facilitarán la


interpretación de los testimonios, su contenido y su estructura; incluso
las lagunas de información de algunos relatos, o la resistencia al recuerdo
descubierta en algunas de las entrevistas.

Para completar el capítulo metodológico, se describen los criterios


seguidos para la selección de informantes, así como el tratamiento de la
información recopilada.

IV.1. Las historias de vida como herramienta metodológica

IV.1.1. Las historias de vida en el contexto de los métodos


biográficos

El denominado genéricamente método biográfico es una de las


herramientas utilizadas por diferentes disciplinas para recoger
información sobre un determinado objeto de estudio, desde la perspectiva
de una persona o grupo de personas implicadas y protagonistas en los
fenómenos que se desean describir y analizar.

Se trata en realidad, como dice Aceves (1998), de un “paquete técnico


de investigación” 86 pues puede comprender un conjunto diverso de
técnicas de recogida de información: relatos escritos, entrevistas en
profundidad, encuestas, grupos de discusión, escritos y documentos
primarios que complementen las narraciones personales, así como

86 ACEVES (1998: 207-276).

90
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

diferentes técnicas de reproducción y análisis de contenido del producto


comunicativo recogido.

Encuadrados tradicionalmente como técnicas cualitativas,


encontramos variadas clasificaciones de los métodos biográficos, según
autores de distintas escuelas y ámbitos de investigación. La categorización
que a continuación reproducimos fue propuesta por Pujadas (1992 : 14)

Documentos personales: Cualquier registro no motivado o


incentivado por el investigador, pero que posea un valor afectivo y/o
simbólico para el sujeto analizado. Incluye las categorías siguientes:
autobiografías, diarios personales, correspondencia, registros
iconográficos (fotografías, vídeos..) y objetos personales.

Registros biográficos obtenidos por encuesta:

• Historias de vida (de relato único, de relatos cruzados y de


relatos paralelos)

• Relatos de vida, que son sometidos a tratamientos analíticos


cualitativos o cuantitativos.

• Biogramas.

En el último subgrupo aparecen los términos relato de vida (life story


/ récit de vie ) narración de su protagonista y historia de vida (life history
/ histoire de vie), que supone la inclusión de otros documentos e
informaciones que complementan la reconstrucción del relato de vida.

Tal como matiza Moreno (2004), en los relatos de vida no se cuenta


toda una vida, sino parte o episodios de ella - a veces referidos a un

91
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

aspecto o tema de la vida del sujeto- narrados a un interlocutor, escritos u


orales. 87

La presente investigación recoge las narraciones personales de un


grupo de mujeres de un determinado colectivo, tanto por escrito como
desde entrevistas en profundidad. No se trata pues de un estudio de caso
único, sino de un conjunto de relatos paralelos que posibilitará el estudio
de la unidad social a la que pertenecen las protagonistas y,
particularmente, determinados aspectos de ese colectivo.

Siguiendo la clasificación de Pujadas (1992:82) se trata de un


conjunto de relatos de vida paralelos, procedente de un grupo de
individuos con rasgos comunes y pertenecientes a una minoría.

La Historia Oral, la Sociología, la Antropología, la Psicología Social y


la Comunicación Social utilizan las autobiografías como herramienta
metodológica. En los apartados siguientes, se repasan investigaciones de
varias de estas disciplinas en contextos similares al del presente estudio.

IV.1.2. Las historias de vida y la historia del tiempo pasado

El presente del pasado es la memoria (S. Agustín)88

Una de las posibles formas de acercarse a una realidad social y a un


momento histórico, es a través de las referencias de sus protagonistas. En
esta Tesis, los relatos autobiográficos proporcionan un testimonio de una
experiencia singular narrada por quienes protagonizaron un
acontecimiento singular: el primer acceso, por oposición, de un grupo de

87 MORENO, A. (2004).

88 San Agustín. Confesiones. Libro XI, 27, 34. BAC. Madrid, 2000

92
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

mujeres a un trabajo de calle en la CTNE (Compañía Telefónica Nacional


de España).

En los siguientes apartados se presentan los argumentos que


justifican la pertinencia de recurrir a estos testimonios para todos
aquellos que se ocupen de reconstruir la historia de la incorporación de
las mujeres españolas a un ámbito laboral tradicionalmente reservado a
los varones.

Determinados procesos científicos exploratorios precisan estudiar el


pasado y basan sus desarrollos epistemológicos en sucesos de los que
quedan solamente indicios o huellas. Una de estas huellas, de las que
habla Marc Bloch y que cita Paul Ricoeur (1999), está constituida por los
informes de testigos. A partir de estos testimonios podemos reconstruir los
fenómenos históricos -podemos ampliar el razonamiento al estudio de
fenómenos sociológicos del pasado- . La tradicional reticencia ante las
falsificaciones, la falta de veracidad, los plagios, son desestimadas por
Ricoeur que valora determinados aspectos muy positivos de esta fuente de
información.

“La similitud entre huella y testimonio será mucho mayor en la


medida en que se pueda asignar al fenómeno histórico un carácter
psíquico, en el sentido amplio de aquello que ha sido vivido por hombres y
mujeres lo suficientemente parecidos a nosotros como para que podamos
proponernos comprenderles”89.

89
RICOEUR, P. (1999: 42-43)

93
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

En otro punto del mismo texto destaca el autor la necesidad de los


relatos cotidianos, de las pequeñas experiencias, como elementos
imprescindibles en la reconstrucción del pasado; escribe Ricoeur:

“No es posible hacer Historia sin hacer historia”90

Otro de los defensores a ultranza del método biográfico, Paul


Thompson repasa argumentos definitivos para utilizar esta metodología en
su obra La voz del pasado (1988). Efectivamente, mostrar la necesidad de
escuchar a los protagonistas frente a los documentos escritos que se
pueden recopilar puede, como dice el autor, resultar incómodo, pero son
precisamente las divergencias entre ambos documentos, escritos y orales,
y su estudio, los que enriquecen una investigación. Recuerda la
apreciación del filósofo romántico alemán Wilhelm Dilthey :

“La autobiografía es la forma suprema y la más instructiva en la que se


nos presenta la interpretación de la vida. En ella se halla proyectado
hacia el exterior el fenómeno del discurrir de una vida, constituyendo la
base para la comprensión de lo que aquella produjo dentro de un
determinado entorno”91

Las historias de vida son productos comunicativos que permiten


descubrir las relaciones que establecen los individuos en sus diferentes
entornos sociales y útiles por tanto desde las perspectivas analíticas de la
Psicología Social y desde la Sociología.

La pertenencia a un grupo es objeto de análisis de la Psicología


Social. Existe una doble implicación en los análisis que esta disciplina
realiza en productos comunicativos como las historias de vida: el estudio

90
RICOEUR, P. (1999: 52).
91
THOMPSON, P. (1988).

94
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

de los grupos sociales permite profundizar en los fenómenos


comunicativos y los productos comunicativos son indispensables en el
estudio de los colectivos, como manifestaciones de la visión del mundo y
de sí mismos que manejan sus autores. A este respecto, señala Parsons:

“Los estudios de la organización social, si son debidamente utilizados


por el psicólogo social proporcionan la información indispensable sobre
su propio objeto, es decir, la comunicación y, en particular, sobre su
contenido y los canales a través de los que se producen”92

Entre las fuentes que pueden servir de base para abordar un estudio
desde la perspectiva de la Psicología Social ocupan un lugar importante
las de tipo autobiográfico. El reconocimiento de los testimonios de los
protagonistas ha sido argumentado por Harré y Secord, tal como se
resumen en el texto que sigue:

“Es necesario penetrar en el mundo del lenguaje y del significado, de las


normas y de los valores que orientan la acción y la interacción humana
para dar razón de las mismas. Y para ello es menester preguntar a los
propios actores por su razón, es decir, por el sentido que ellos atribuyen
a sus propias acciones”93.

Frente al uso que se da en otras disciplinas, en los relatos de vida la


Sociología reconoce un factor diferenciador que es importante resaltar,
pues los consideran la expresión de la identidad social, tal como cita
Nicole Gagnon:

“Sea cual fuere el modo de aproximación utilizado, el relato de vida (...)


debe ser considerado como la expresión de la identidad social del
informador”.94

92
Citado por TORREGROSA J. y CRESPO E. (1984: 36).

93 Ibíd. Pg.51

94 GAGNON, N. (1993 : 193).

95
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Daniel Bertaux insiste en la relevancia de la aproximación al relato de


los protagonistas, pues es un acercamiento a la realidad social y marca su
validez frente a otras formas de recopilación de información:

“La meta de la investigación no ha de ser producir resultados científicos


que añaden piedras al monumento mítico de la Sociología como ciencia
sino, en un nivel más humilde, adquirir conocimiento acerca de
determinados procesos sociales.” 95 .

Añadiremos a todos los argumentos a favor de los relatos de vida, un


factor muy importante a considerar en concreto en esta investigación; y es
que no sólo vamos a estudiar un fenómeno sociológico ocurrido en un
momento histórico, sino que pretendemos analizar un proceso y un
fenómeno de comunicación; no sólo queremos reconstruir, sino ver la
forma en que las protagonistas han vivido, y viven, su inserción en un
entorno laboral y social que les era ajeno y la mejor forma, o quizás la
única para ello, es analizar su propio testimonio. El relato justifica, da un
sentido a sus acciones y a veces, el mismo hecho de narrar, obliga a
analizar al tiempo que se recuerda. Supone replantearse decisiones y
sucesos que hasta ese momento han permanecido en el pasado, en
algunas ocasiones sin voluntad de rememorarlos, por lo que tuvieron de
dolorosos.

En este caso no es aplicable el popular proverbio “cuando el sabio


señala la luna, el tonto mira al dedo” porque aquí se trata de analizar
cómo ven y representan su propia realidad las protagonistas, lo que nos
obliga a mirar con atención y desde todos los ángulos el dedo que señala.

Bertaux describe ampliamente la pertinencia de los relatos de vida


como técnica de exploración social. Después de recordarnos la concepción

95
BERTAUX, D. (1993 a: 23).

96
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

positivista de la investigación científica y los pasos de tal proceso


(hipótesis, diseño de la investigación, elección de la población, la muestra,
la recopilación de datos, la codificación, el análisis de los datos, la
validación de la hipótesis, el informe final y la publicación) señala la
necesidad de incluir un último apartado: la lectura, como acercamiento a
los fenómenos descritos.

“Recoger historias de vida proporciona un sentido a la narración (...) A


través de las historias de vida la gente es capaz de comunicarse con
otros por mediación de la Sociología (...) debemos descubrir las formas
del discurso a través de las cuales los elementos de conocimiento de
los procesos sociohistóricos podrán encontrar su camino en las culturas
vividas y, a partir de ahí, llegar a la vida pública y convertirse finalmente
en conocimiento común.”96

La importancia de los relatos autobiográficos en Sociología deriva,


fundamentalmente, de que transmiten la representación que tienen los
individuos de su propio entorno social:

“Su estatuto (de la Sociología) radica en que tiene que ver con
instituciones, culturas, formas de vida social, relaciones sociales, en
otras palabras con la textura real de la vida social tal como la gente la
vive”97

Bertaux, recoge y analiza diferentes estudios que usan las biografías


como método para la recogida de información y como base para un posible
estudio sociológico.

“Tratar al hombre común ya no como un objeto que observar o que


medir, sino como un informador y, por definición como un informador
mejor informado que el sociólogo que le pregunta”98.

96 Ibíd. pg. 34

97 Ibíd. pg. 22

98 BERTAUX, D. (1993 b : 169)

97
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Entre todos ellos podemos reconocer casos similares al que aquí


abordamos. Son los clasificados como relatos de vida recogidos en un
medio homogéneo, es decir organizado por el mismo conjunto de
relaciones socioestructurales.

También Martín Kholi 99


asegura que el análisis de los relatos va más
allá de la comprensión hermenéutica de las vidas individuales, ya que
facilita la comprensión de realidades históricas o sociales, incluso la
comprensión del presente, y la construcción de autoimágenes
estructurales. Recuerda las afirmaciones de Döber y de Goffman: la
autobiografía permite estudiar la identidad personal frente a la identidad
social, “que se refiere primariamente a los procesos cognitivos internos” y
que no es estática, pues se reestructura según el individuo se encuentra
en diferentes situaciones que se ven modificadas en el tiempo.

Nicole Gagnon nos sugiere tres métodos de aproximación a los relatos


autobiográficos, cada uno según el modo de percepción de la sociedad
global:

“la movilidad, la categorización social y la conciencia histórica, de modo


que el contenido del relato puede analizarse desde una perspectiva
sociológica de los lugares, los grupos y la historicidad” 100.

Esta clasificación aparece en el análisis de las narraciones de las


mujeres informantes en esta Tesis. Es importante matizar, no obstante,
que los relatos objeto de estudio son realizados tras la solicitud de la
investigadora y con un objetivo determinado. Esto implica diferencias
notables en la forma de expresión y en su posterior análisis, si los

99 KHOLI, M. (1993).

100 GAGNON, N. (1993:191).

98
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

comparamos con los relatos propiamente autobiográficos, expresados de


manera espontánea y no “bajo demanda”.

IV.1.3. Las historias de vida y la variable género (en Historia y


Sociología)

La diferencia entre hombres y mujeres, respecto a la lógica social de


sus vidas, aparece tanto en las historias de vida como en la manera en
que las cuentan. (Isabel Bertaux-Wiame)101

La tradición de los relatos orales no comienza precisamente con


historias de mujeres. Como recuerda Thompson, los primeros y escasos
testimonios autobiográficos de mujeres provienen del siglo XVII, incluidos
en las denominadas experiencias espirituales, las autobiografías más
difundidas en aquel momento.102

Un repaso a diferentes etapas de la memoria histórica le lleva a


afirmar que la Historia, para ser completa, debe utilizar los relatos orales
y, apoyándose en la opinión de distintos autores, preferentemente los
relatos de mujeres. La historia de las mujeres encuentra en su propio
relato la fuente enriquecedora de los hechos históricos. Recoge Paul
Thompson la frase de Jules Michelet, historiador contemporáneo de la
revolución francesa que afirma en su obra Le Peuple de 1846.

”Mis indagaciones entre documentos vivientes, me enseñaron muchas


cosas que no están en las estadísticas (...) la mujer es en estos hogares
(de familias pobres) la economía, el orden y la previsión” 103.

101 BERTAUX-WIAME, (1993: 267-282).

102 THOMPSON, P. (1988:45).

103 Ibíd. pg.55

99
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

En otras citas recuerda Paul Thomson la importancia que han dado


ciertos historiadores a la voz de las mujeres para obtener una visión de la
cultura. Así, las historias de vidas de mujeres publicadas por Ruth Landes
en 1938 sobre los indios cazadores de Canadá titulado The Ojibwa
Woman; o las citas del sociólogo italiano Franco Ferrarotti, después de la
segunda guerra mundial, cuando estudia, entre otros colectivos, a las
mujeres del Piamonte y Turín a través de sus relatos. Nuto Revelli
presenta los testimonios de las mujeres campesinas de las montañas.104

Bertaux atribuye a las historias de vida su valor como una forma de


acercamiento a la realidad narrada por los colectivos que históricamente
no han tenido el poder en sus manos.

“Vivimos en sociedades en donde todos lo procesos sociales implican


alguna forma de dominación (de los ricos sobre los pobres, de los
poderosos sobre los que no tiene poder, de los varones sobre las
mujeres, de los adultos sobre los más jóvenes, del norte sobre el sur) y
que nuestra búsqueda de la verdad se transforma inmediatamente en
una lucha contra la falsedad de las ideologías que acompañan la
dominación social (el “orden social”) y que la disfrazan de necesidades
técnicas o naturales (el “orden de las cosas”)105

En esta investigación recurrimos a un grupo que emerge, no sólo


como perteneciente a un género que podríamos llamar no dominante, sino
también como perteneciente a un estatus socioeconómico de obreros no
cualificados.

El hecho de que la memoria tradicionalmente se convierta en


herramienta rebelde, en contra de los grupos de poder puede, en palabras

104En cuanto a la historia rural, Thompson señala la función que cumplieron las mujeres como
fuente de información, por ejemplo en la obra Fen women, de Mary Chamberlain en el siglo XIX,
una sociedad en que los hombres eran los amos Ibíd. pg. 103

105 BERTAUX, D. (1993 a :23).

100
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

de Paul Ricoeur, verse neutralizada por una posible manipulación


ideológica.

“El poder de la memoria (...) está abocado a enfrentarse en


determinadas circunstancias, al poder establecido ideológicamente, que
puede llegar a prescribir y limitar el espacio posible del recuerdo.”106

A pesar de este peligro, es importante considerar la importancia de


los testimonios orales de los protagonistas pertenecientes a grupos no
dominantes, frente a otras fuentes de información.

Como ya se citó anteriormente, también en el ámbito de la Historia


encontramos muchos ejemplos de relatos específicos de las mujeres.
Aunque la metodología presenta criterios diferentes, existen aspectos,
como la recogida de datos, que son de utilidad en el ámbito de la
comunicación social. Podríamos decir que la historia oral es la proyección
en la disciplina histórica de las historias de vida.

Los contenidos de revistas como la denominada ORAL HISTORY, que


cuenta con números especiales dedicados a la historia familiar y a las
mujeres, son indicativos del reconocimiento que merecen a esta revista los
relatos autobiográficos de las mujeres.

Otro aspecto importante de las historias de vida, según Paul


Thompson, es que son la herramienta más adecuada para analizar los
cambios sociales en las clases medias.107 Compara este autor diferentes
estudios sobre las mujeres trabajadoras y recuerda, en el caso de las
obreras de Yorkshire elaborado por Joanna Bornat, cómo la conciencia de
las mismas estaba subordinada en la casa y en la fábrica. Reclama las

106 RICOEUR, P. (1999: 106).

107 THOMPSON, P. (1993: 65-80).

101
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

historias de vida como la única forma de considerar adecuadamente los


cambios sociales, generalmente contemplados desde la perspectiva
masculina. Reconocer la estructura sexista del poder social o la
interdependencia que en el mundo femenino tienen la economía y la
familia - explica - deben servir para un análisis de estudios sociológicos o
relatos históricos realizados en general desde la perspectiva masculina,
que sustenta al poder establecido.

La proximidad de la cultura femenina tradicionalmente ligada a lo


cotidiano es la razón esgrimida por otros autores para resaltar lo
apropiado de los relatos personales. Michel Maffesoli remite a Lukacs y su
ética de los instantes.

“La vida no consiste más que en instantes y cada instante está lleno de
la fuerza de toda la vida”.108

El conflicto entre roles es uno de los objetos teóricos de estudio en los


que se ha utilizado la perspectiva biográfica, como nos recuerda Daniel
Bertaux, y la aplicación en el caso que nos ocupa parece más que
evidente. Incluso el hecho de utilizar los propios relatos escritos de las
protagonistas como primer elemento de análisis, tal como hemos realizado
en esta ocasión, es denominada por este autor como

“la forma óptima del relato de vida, porque la escritura lleva a la


construcción de una conciencia reflexiva en el narrador.”109

Diferentes investigadores han subrayado el paralelismo en el relato


de lo que denominan lo público y lo privado y la importancia de estudiar

108 MAFFESOLI, M. (1993:114).

109 BERTAUX, D. (1993 b :159).

102
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

ambos componentes como elementos clave para describir la realidad


social. Posiblemente sea en el caso de las historias de las mujeres donde
más justificada esté la visión conjunta de ambos aspectos, dada la
posición social de la mujer a lo largo de la Historia. La implicación de lo
privado en lo público y viceversa y la trascendencia de recoger y aunar
ambas realidades es recordada por Glen Elder:

“Sucesos particulares, como una mayor educación o empleo (tales


como el aumento de educación y empleo entre las mujeres) (...) lleva a
variaciones del curso vital dentro de las sucesivas generaciones”.110

La posición social de la mujer ha evolucionado a lo largo de la


historia. Del mismo modo, se pueden observar aspectos diferenciadores
entre relatos de mujeres en distintos contextos históricos y culturales.
Podrían realizarse estudios comparativos de género, siguiendo la evolución
de distintas cohortes y comparando entre ellas. En la presente
investigación las mujeres son de edades muy cercanas y, si bien su
respuesta inicial ante la novedosa experiencia laboral muestra matices
según su edad en aquel momento, no existen diferencias sustanciales a
posteriori a la hora de describir algunas situaciones dolorosas y
conflictivas relacionadas con su acceso a la categoría de obreras.

Son varias las observaciones acerca de aspectos dispares entre los


relatos de vida producidos por hombres o por mujeres. A estas últimas les
resulta, en general, más fácil relatar aspectos personales de su vida de un
modo fluido y paralelo. Isabelle Bertaux-Wiame analiza las diferentes
formas de narrar que encontró entre los varones y las mujeres
informantes, hasta el punto de afirmar:

110 ELDER, G. (1993: 201).

103
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

“La diferencia entre hombres y mujeres, respecto a la lógica social de


sus vidas, aparece tanto en las historias de vida como en la manera en
que las cuentan (...) pocos hombres hablan espontáneamente sobre su
vida familiar (...) se presentan a sí mismos como sujetos de sus propias
vidas (...) las mujeres no insistirán sobre lo que han hecho, sino más
bien sobre qué relaciones existían entre ellas y las personas próximas a
ellas” 111

Las valoraciones que en esta ocasión hizo Bertaux-Wiame son fáciles


de trasladar al caso que se desarrolla en la presente investigación. Se pide
a las mujeres que cuenten su vida y, en la secuencia de su trayectoria
laboral y personal aparecen los otros, las historias de los otros, aún
sabiendo que son ellas las protagonistas de la investigación. La razón que
da lugar a estas diferencias, según lo anterior, es la siguiente:

“Si los hombres y las mujeres cuentan sus historia de manera distinta,
más que debido a posiciones sexuales diferentes se debe a posiciones
sociales diferentes”112

En este sentido Noëlle Bissereta e Isabelle Bertaux-Wiame en los


relatos femeninos recogidos por ellas, advirtieron, por ejemplo, que
muchas de las mujeres no emplean el yo en sus relatos de vida y este
hecho puede ser trascendente y precisa de un análisis.

El punto de vista de las narraciones de las mujeres, con su


preferencia por el “nosotros” frente al “yo”, implica algo más que una
forma de expresión: ellas conservan la memoria familiar y, a partir de sus
relatos, pudo explicar Bertaux-Wiame las razones de diferentes
movimientos migratorios de después de la guerra: las mujeres cambiaban
de lugar huyendo de las revueltas y los hombres las seguían buscando
esposa.

111 BERTAUX-WIAME, (1993: 273-274).

112 Ibíd. pg. 278

104
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

IV.1.4. Las historias de vida y el mundo laboral

En la preparación de la presente Tesis, la búsqueda bibliográfica ha


dado lugar al descubrimiento de un rastro de referencias, en el que unas
obras invocan a otras. Muchos de los textos encontrados que utilizan las
técnicas autobiográficas, se refieren al mundo del trabajo y, algunos de
ellos, con muchos puntos comunes a esta investigación. Las
autobiografías de trabajadores permiten conocer determinados aspectos
de la historia del trabajo, como la evolución de ciertas organizaciones y las
relaciones derivadas de la propia experiencia laboral.

“(...) la exploración de una reorganización técnica determinada puede


arrojar luz sobre sus conexiones con otros procesos de cambio social
de mayor magnitud” 113

Paul Thompson (1988) recuerda la labor de la memoria oral en


relación con la historia del trabajo, incluso menciona estudios sobre
trabajadores de las empresas telefónicas de Francia y España.

Hasta el pasado siglo era poco frecuente encontrar estudios basados


en relatos de mujeres que profundizaran en determinados aspectos de sus
experiencias laborales. Los existentes conformaban más un retrato de
época que un análisis en profundidad de los textos recogidos. Paul
Thompson estima que la escasa aportación de las técnicas orales a la
historia laboral de las mujeres, está motivada por la falta de
documentación acerca de tareas ligadas al hogar o en cualquier caso a
trabajos temporales y no regulados, tradicionalmente ejercidos por las
mujeres. 114

113 THOMPSON, P. (1988:95).


114
Ibíd. Pg. 111

105
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Un claro exponente de la experiencia laboral desde los relatos de sus


protagonistas, es el trabajo de Daniel Bertaux e Isabelle Bertaux-Wiame
acerca de los panaderos en Francia. Este trabajo es referencia obligada en
todas las investigaciones que recojan relatos de vida para estudiar el
mundo laboral. Los autores acreditan el uso de esta metodología para
describir a todo un grupo social, justificando la representatividad del
trabajo en los siguientes términos:

“Varias historias de vida tomadas del mismo conjunto de relaciones


socioestructurales, se apoyan unas a otras y construyen, todas juntas,
un cuerpo sólido de evidencias.”115

Respecto a la validez de la muestra, aún tratándose de un pequeño


número de entrevistados, como ocurrió en la investigación del oficio de
panadero, los autores identifican el fenómeno denominado saturación,
base de sus supuestos sociológicos: un número máximo de representantes
pueden ser elegidos de tal modo que, a partir de este número, no se
obtiene información adicional.

“Una historia de vida es sólo una historia de vida. Treinta historias de


vida de hombres o mujeres seleccionados del conjunto de la estructura
social, son sólo treinta historias de vida (...) pero que han vivido sus
vidas en el mismo y único sector de la producción (...). Tomadas en
conjunto, cuentan una historia diferente en un nivel diferente: la historia
de ese sector de producción” 116

La relación laboral de los panaderos afecta directamente al resto de


su vida; su origen limita y marca su futuro laboral y, al tiempo, el
desarrollo de su trabajo parece determinar su vida. En el caso de las
mujeres de Telefónica consultadas, se encuentra una conexión similar. El
total de sus relaciones sociales parecen predeterminadas y, analizando los

115
BERTAUX, D.; BERTAUX-WIAME (1993:249).
116
Ibíd. Pg. 249.

106
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

elementos que en todas las historias aparecen recurrentemente, podemos


descubrir también el proceso de saturación. Cuanto más cerrado es el
grupo y cuanto más acotadas sus relaciones sociales, antes se alcanzaba
la saturación. En el caso de los panaderos se encontró que con quince
historias ya se obtenía.

Cómo cuentan las mujeres su experiencia laboral

Un aspecto común en los textos consultados sobre las historias de


vida es que coinciden en observar determinados aspectos diferentes en la
forma de relatar su historia laboral, dependiendo de que el interlocutor
sea varón o mujer. En el caso de estas últimas, existe un paralelismo
entre el relato de la vida personal y la laboral, tal vez como reflejo del
modo en que viven las mujeres su propia vida. Este rasgo ha sido
aprovechado por los sociólogos, pues en estos relatos se muestran muy
claramente las relaciones e implicaciones sociales que se pretende
analizar.

Otro problema identificado al tratar de entrevistar a mujeres, que es


motivo de comentario de muchos autores, es el hecho de que las mujeres
consideran poco importante lo que cuentan, esto es, su propia vida. Esta
falta de aprecio dificulta las entrevistas, sobre todo el inicio de las
mismas, como ocurrió en la Tesis que aquí se presenta. Es fácil por ello
que pongan su narración en boca de otros, como dice Cristina Borderías.

“Las mujeres tienden a contar sus vidas a través de otros, pero esta
forma de construir los relatos es, no sólo una muestra de su específica
situación y experiencia social. En la confrontación permanente entre las
propias prácticas y sus repercusiones en las vidas concretas de los que
las rodean (…) buscan la medida precisa de su papel como sujetos de
cambio social. A través de esos otros (…) se recuperan, como en un
laberinto de espejos, imágenes distintas, complementarias y

107
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

antagónicas de una identidad fragmentada por las contradicciones de


las múltiples dicotomías sociales”. 117

Esta observación fue constatada por nosotros mismos al recibir uno


de los relatos escrito en tercera persona, con el nombre de la protagonista
cambiado, descubriendo detalles ocultos bajo una máscara.

A continuación pasaremos a analizar dos ejemplos de investigaciones


basadas en relatos de vida que tienen a las mujeres y, en concreto, a las
mujeres y el trabajo como protagonistas. Ambos textos tienen otros
puntos comunes con la presente Tesis: la coincidencia de la época a la que
se remontan y el mismo país (España). Se han elegido estas referencias
frente a trabajos llevados a cabo en otros contextos, como el realizado en
EEUU por Molly Martín118 pues, si bien se encuentran elementos comunes
con los trabajos que a continuación comentamos, son notables las
diferencias culturales y el propósito del trabajo de prospección.

Entre líneas (Cristina Borderías)


Cristina Borderías analiza el trabajo de la mujer en Telefónica
(llamada entonces Compañía Telefónica Nacional de España) desde su
aparición hasta el año 1980, prácticamente la fecha a la que se remontan
los relatos de nuestra investigación.

Sin entrar en las características de la empresa en ese momento, tema


que se desarrolla en el capítulo III, conviene aquí repasar ciertos aspectos
comunes en el análisis de los relatos de sus informantes, que conducen a
algunas conclusiones paralelas a las de esta Tesis.

117 BORDERÍAS, C. (1993:11).


118
M ARTIN, Molly (ed.) (1990) Mujeres con mono azul: historias de lucha y de éxito en el trabajo,
Madrid: Comunidad de Madrid. Dirección General de la Mujer.

108
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Coincide el análisis de los relatos recopilados en nuestra


investigación con los de Cristina Borderías, en la influencia del oficio del
padre en la elección laboral de sus hijas, a veces a su pesar. También
compararemos en el capítulo de análisis (cap. VI) la preferencia de los
mayores para que sus hijos varones continúen estudiando mientras que
animan a las hijas a iniciarse antes en la vida laboral. Las razones de la
corta evolución laboral de las protagonistas dentro de la empresa, son
detalladas y explicadas desde los relatos por causas muy diferentes de las
que se podrían encontrar en ese mismo entorno laboral si se tratara de
varones.

Observa Borderías que la atención a la familia condiciona incluso la


elección de turnos en las jornadas de trabajo y las relaciones personales
son determinantes a la hora de pedir un cambio de trabajo o destino en
Telefónica.

Las mujeres policía (Manuel Martín)


Este estudio realizado por Manuel Martín Fernández versa sobre un
colectivo de mujeres que aparecen como intrusas en un mundo reservado
a los varones, como en el caso que analiza la presente Tesis. Las
protagonistas son las primeras en acceder a un puesto de policía
municipal. Otro aspecto común a reseñar es el año de este acceso, 1978,
muy cercano al de la oposición de nuestras protagonistas en el trabajo de
celador-empalmador.

No obstante, los relatos -completados con un grupo de discusión- se


recogieron entre 1983 y 1987, por lo cual el sentido épico de las
narraciones no es tan manifiesto como en el caso de los relatos de las
protagonistas de Telefónica, que cuentan su vida veinte años después de
integrarse en ese puesto y, en la mayoría de los casos, alejadas de esas
tareas desde poco tiempo después de acceder a él.

109
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Es importante la justificación que hace Martín Fernández de su


investigación, desde la perspectiva sociológica:

“El análisis del proceso de feminización en la profesión policial es clave


para estudiar todos los problemas de incorporación de la mujer en el
mundo del trabajo profesional contemporáneo, precisamente por el
carácter altamente masculino –e incluso viril- de la profesión de policía
(...) Las primeras mujeres policía responden a las expectativas de la
organización creando un nuevo rol.”119

En el caso de nuestra investigación no se desea mostrar la evolución


de una determinada profesión; se pretende un mayor acercamiento al
propio relato de las mujeres, a la imagen de sí mismas y de su evolución
personal en paralelo a su evolución en el mundo del trabajo.

El texto de M. Martín analiza estereotipos de género como el de la


temerosidad, asociada a la mujer. Interpreta las narraciones de las
protagonistas policías mostrando en paralelo un estudio de Jeffrey A.
Gray, “La psicología del miedo”, donde se afirma que el macho es más
sensible al estrés y es más miedoso y concluye que es un comportamiento
aprendido, incluso una fantasía masculina.

En los testimonios de las mujeres se hayan reconocimientos de su


inferioridad a la hora de realizar ciertos trabajos, alusiones que también
encontramos en algunas de las narraciones de las mujeres de Telefónica.
Así dice una de las policías:

“Hay tareas que no puede hacer una mujer por mucho que hablen de
igualdad.”120

Otras posturas similares a las de las mujeres de Telefónica se recogen


en frases que recuerdan que es, en la mayoría de los casos, la necesidad

119 MARTÍN FERNANDEZ, M. (1994:15)

120 Ibíd. Pág. 70.

110
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

de trabajar y no reivindicaciones feministas la motivación para realizar


esta tarea.

“No creo que ninguna de nosotras tenga alma de mártir. Es muy


fastidiado estar siempre en la calle” 121

La familia, en ambas investigaciones, es una prioridad para las


mujeres, tanto la familia de origen como la que ellas han formado. Varias
de nuestras entrevistadas comparten el sentir expresado por una de las
policías:

“Prefiero pasar una tarde con mi hijo que estudiando” 122

También, como en los relatos de las obreras de Telefónica, las policías


desean causar una buena opinión en sus hijos: que estén orgullosos de
ellas.

La valoración del papel jugado por la organización que las contrató,


Telefónica en el caso de esta Tesis y la Administración para las mujeres
policía, coincide en frases como:

“Éramos figuras decorativas. Servíamos para dar una imagen de


cambio, de apertura y de progresismo.”123

Algunas de las mujeres, en su testimonio, coinciden también en


hablar de su juventud, a la que achacan algunas de sus decisiones
equivocadas y lamentan la elección del trabajo frente a la posible
ampliación de sus estudios.

“Yo tenía 19 años y era un poco tontita” 124

121 Ibíd. Pág. 70

122 Ibíd. Pg. 121


123
Ibíd. Pg. 111

111
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

IV.1.5. Las historias de vida y las etapas de cambio

Giner (1971) define cambio social como “la diferencia observada entre
el estado anterior y el posterior en una zona de la realidad social” y
clasifica los cambios sociales en tres grandes categorías:

• Cambios producidos en el terreno ecológico y biológico.

• Cambios explícitamente queridos e impuestos voluntariamente


por uno o varios grupos sociales.

• Cambios que son efecto inconsciente del funcionamiento de la


sociedad y su cultura.

La aparición de la mujer en determinados ámbitos, como en los


entornos laborales reservados a los varones, podría considerarse como
una evolución de su capacidad física, el producto de la decisión de un
grupo empresarial o una metamorfosis de la sociedad. En los relatos, las
protagonistas repasan a su modo algunos de estos aspectos como
impulsores de sus decisiones individuales, aunque la conclusión final sea
reconocer que el supuesto cambio social no fue tal.

El uso de técnicas biográficas no sólo implica la recopilación de


información procedente de un determinado estrato o grupo, sino que
parece indicado especialmente en momentos de cambio social o, en
general, en lo que podríamos denominar “puntos de inflexión” en una
determinada trayectoria histórico/social. La Antropología proporciona
ejemplos de la aplicación de las historias de vida en esas situaciones.

En esta disciplina, es la fase de registro de la información la que más


se ha desarrollado. La creación de archivos orales, según reconoce

124
Ibíd.. pg.101

112
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

François Morin125, sirve para registrar saberes que tienden a desaparecer


y aunque, desde otros planteamientos epistemológicos, se critica este
almacenamiento sin un proceso de análisis muy complejo, hay que
reconocer el valor que se da al material biográfico como revelador de
conflictos, interacciones y retos sociales y políticos en los momentos de
cambio.

En otro punto de esta tesis (cap. II) se analiza el momento de cambio


político y económico en que se desarrollaron los sucesos principales que
se recogen en los relatos de las mujeres protagonistas. Glen Elder cita las
teoría de Davis para explicar que la nostalgia es más fácil que aparezca en
momentos de transición drástica. El trauma de una ruptura histórica y
personal puede crear un recuerdo compartido y alentar un sentimiento de
continuidad individual, rechazando lo negativo, regenerando la estima de
formas anteriores del yo y estableciendo puntos de comparación

“Al elaborar un pasado compartido y valorado, la nostalgia suaviza la


ruptura de un cambio drástico y facilita recuerdos comunes que hacen
adherirse a los miembros de una generación.“126

Este aspecto es destacable en los relatos de las informantes de este


trabajo de investigación, protagonistas en el momento de su acceso a
Telefónica y que en la actualidad pasan por momentos de ruptura en su
vida personal y en su trabajo.

Respecto a la importancia que puede tener el uso de las historias de


vida o las biografías en esos momentos de cambio, así como el análisis en
una etapa posterior, afirma Cristina Santamarina:

125
MORIN, F (1993: 81-108).
126
ELDER, G. (1993: 214).

113
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Las historias de vida y las biografías parecen tener en este momento


una importancia nueva. Precisamente porque hay una revisión en
profundidad de nuestros saberes sociales, no sólo sociológicos, ante el
conjunto de fenómenos de ruptura de códigos culturales e ideológicos,
de los sistemas de referencia convencionales.127

IV.1.6. La imagen del yo en las historias de vida

Hay tres sujetos diferentes que debemos tomar en cuenta respecto al


carácter subjetivo de las historias de vida: los informantes, el investigador
y el lector de las propias historias, que siempre descubrirá facetas
distintas de las que el propio investigador pretende mostrar. Esta última
es una experiencia que reconocen la mayoría de los que como lectores o
estudiosos, se acercan a las autobiografías.

Según Agnes Hankiss los informantes llevan a cabo una


“recomposición mitológica”; la reconstrucción que cada uno de ellos hace
de su vida, siempre de acuerdo a un principio de reconstrucción
coherente, como dice el autor, construyendo su propia ontología. Esa
elaboración o reelaboración tiene características comunes en el caso que
nos ocupa.

“La memoria humana selecciona, enfatiza, recompone y da un nuevo


color a todo lo que ha ocurrido en realidad (...) proporcionando un
significado simbólico hasta el punto de convertirlos (los sucesos) más
bien en mitos”128

Existe un proceso psicológico que hace que el que relata incorpore su


pasado y su propia historia en la estrategia o el guión de su vida presente.

127
SANTAMARINA, C.; MARINAS, J.M. (1994: 260).
128
HANKISS, A. (1993: 251).

114
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Hankiss hace una clasificación de las diferentes formas en que se


incorpora al presente la realidad pasada, dependiendo del éxito o fracaso
social de su situación actual, así como de la edad del informante. Es
importante recordar estas apreciaciones a la hora de ver el paralelismo
entre los relatos recogidos, en los que deberemos tener en cuenta la edad
de las informantes, así como su situación dentro de la empresa y en otros
entornos.

La lectura de las historias de las mujeres que han colaborado en este


trabajo produce, en una primera toma de contacto con las mismas, la
sensación de encontrarse ante un relato épico. Esta apreciación ya ha sido
resaltada por investigadores que han trabajado con historias de vida y ha
sido motivo de diversos análisis en profundidad. Incluso parece
interesante aplicar un análisis estructural de los relatos de un modo
similar a la utilizada por Vladimir Propp129. A partir del análisis de Propp,
Claude Bremond130 concluye que es posible utilizar el esquema que aquel
propone en cualquier narración y no sólo en un contexto mitológico. Los
átomos narrativos componen la descripción de los comportamientos
humanos.

Como recuerda Propp citando a Goethe El estudio de las formas es el


estudio de las transformaciones. Aún contemplando diferencias propias
entre un relato autobiográfico y los cuentos populares, podemos aplicar
esta máxima en el análisis de los testimonios recogidos. De la descripción
de las autoras, de los recuerdos, de su forma de narrarlos, extraemos
información sobre la evolución de las costumbres y de las protagonistas.
Su relato tiene diferentes matices dependiendo de su trayectoria personal
desde su acceso a la empresa hasta el momento en que lo cuentan.

129
PROPP, V.(1981).
130
En Le mesage narratif Citado Ibíd. por MÉLETINSKI

115
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Asimismo, lo que se recuerda y lo que se olvida también parece estar


relacionado, por ejemplo, con la existencia de una presión social para
considerar digno o no el hecho de mostrar determinados aspectos de su
experiencia.

Lo que se cuenta y lo que no se cuenta; la memoria y el olvido

La reconstrucción de un suceso pasado y el reconocimiento de la


identidad de un determinado grupo a partir de sus relatos autobiográficos,
requiere tomar en cuenta lo que se narra y lo que no se cuenta, siendo
ambos aspectos importantes en el análisis. De hecho, las entrevistas que
se realizaron posteriormente a la recopilación de relatos escritos por las
protagonistas, tuvieron como motivo rescatar aquellos matices y aspectos
de una realidad que, en muchas ocasiones, sólo habían sido insinuados.

La memoria, según Paul Ricoeur “es un fenómeno social, colectivo y


público”.131 Este autor detalla la relación entre la memoria y la
construcción de la identidad personal o colectiva, que se trata también en
esta Tesis. Respecto a la relación entre memoria individual y colectiva,
subraya Ricoeur:

“Nuestros recuerdos se encuentran inscritos en relatos colectivos que, a


su vez son reforzados mediante conmemoraciones y celebraciones
públicas de los acontecimientos destacados” 132.

En los textos y, sobre todo en las entrevistas mantenidas con algunas


de las mujeres que accedieron a la profesión de celador-empalmador,
aparece su necesidad de explicar sus particulares puntos de convergencia
y divergencia con el resto del grupo. No obstante, hasta la cena y reunión

131
RICOEUR, P. (1999:13).
132
Ibíd.. Pg. 17.

116
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

que se produjo por el hecho de cumplirse el 20º aniversario de su estancia


en la escuela de Aranjuez, la mayoría del colectivo que ingresó en 1980 no
había mantenido una relación ni tan siquiera un contacto esporádico con
el resto, por lo que este suceso sirvió para que muchas de ellas
“reconstruyeran” su propia historia, de acuerdo o en oposición a los temas
que se trataron en común.

Según Ricoeur, la forma de recordar y de olvidar lo pasado y el


presente, no responde sólo al tiempo que media entre el momento en que
se desarrollaron los hechos y el de su narración. También se cuentan los
acontecimientos de modo distinto, según corresponda o no a la
representación de algo que se ha cumplido, que ya no es.

Volver al pasado, imprescindible incluso en ocasiones como cuando


es preciso hacer terapia, es casi imposible cuando el fenómeno es doloroso
o ha marcado especialmente. En esta retrospección, la situación de las
protagonistas, la edad, el alejamiento del hogar y la sensación de rechazo
al ser consideradas como intrusas o como sujetos auto-excluidos de la
norma, hacen que se revivan momentos de lucha y de dolor que, en
muchos casos, imposibilita el recuerdo. Sin embargo, mujeres que han
ascendido en la escala laboral en la que comenzaron en la empresa,
muestran actitudes intransigentes, similares a otras que ellas critican.

También cabe diferenciar en los relatos los recuerdos que se hacen


desde la melancolía o desde el duelo. Basándose en la teoría del
Psicoanálisis, varios autores distinguen este particular en las historias de
vida. Melancolía equivale a añoranza, duelo es síntoma de aceptación de la
situación y estas dos versiones de la presentación del pasado doloroso las
encontramos en los testimonios de nuestras informantes.

Algunos aspectos que les han dejado huella dolorosa serán los que
más fácilmente se olviden. Repitiendo las palabras de Ricoeur

117
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

“Detrás del problema del olvido se encuentra el miedo”133

Sin embargo, hay que considerar que la necesidad, en algunos casos,


de no olvidar está en relación directa con la constitución de la identidad
colectiva y personal. Recuerda Ricoeur134 la máxima de la Toráh judía
Prohibido olvidar, que se aplica históricamente como forma de mantener la
identidad de un determinado grupo. En los relatos de estas mujeres
encontramos con frecuencia esta necesidad de no olvidar,

Las relaciones entre memoria e identidad son tratadas, entre otros


autores por Marc Augé.135 Su afirmación “dime qué olvidas y te diré quién
eres”, ofrece una visión diferente a la hora de analizar la particularidad de
posibles recuerdos no compartidos.

En el caso de las mujeres a las que pedimos que recuerden, sucedió


que a lo largo de las diferentes llamadas solicitando colaboradoras para
este trabajo, una de ellas se ofreció con emoción a contribuir con su
historia. Pasados unos meses sin noticias, una nueva llamada por
teléfono, me hizo pensar que había confundido, a pesar de mi ficha, a la
interlocutora: no recordaba ni siquiera nuestra conversación anterior. “Mi
vida ha cambiado mucho desde entonces”, me dijo. Al parecer el cambio
había consistido en un ascenso desde nuestra anterior conversación. Este
detalle me resultó interesante ya que daba cuenta de cómo alguien desea
olvidar sus orígenes en un momento de su vida y ello supone un factor a
contemplar a la hora de realizar posteriores entrevistas.

En esta misma línea, otra observación interesante de Augé es que, no


sólo nos encontramos en los relatos autobiográficos con quién soy, sino

133
Ibíd. Pg. 103
134
Ibíd.. Pg. 40
135
AUGÉ, M.(1998).

118
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

con qué soy. Esta afirmación será interesante considerarla a la hora de


comparar los relatos, la ficha y la evolución de cada una de las
informantes.

Otro aspecto que debemos citar aquí en relación con la memoria y el


olvido es la posibilidad de descubrir en las narraciones autobiográficas
recuerdos encubridores (Freud, 1972). Así, puede ocurrir que narraciones
prolíficas en impresiones cotidianas, lo sean en detrimento de las
descripciones de sucesos que, lógicamente, debieron de ser impactantes
para sus protagonistas. Freud explica esta transacción ante la existencia
de fenómenos traumáticos que provocan en los sujetos el rechazo de un
determinado recuerdo, desplazando la memoria a otros sucesos,
aparentemente sin importancia, relacionados con el recuerdo reprimido136.

IV.2. Fases en la aplicación de los relatos de vida en la presente


investigación

IV.2.1. Selección y acercamiento a las informantes

Para realizar la presente investigación se ha requerido la colaboración


de las primeras mujeres que opositaron a la categoría laboral de celador-
empalmador en los años 1979 y 1980. Se ha considerado que en ambos
colectivos se manifestarían situaciones y narraciones muy similares, al ser
su contexto social y temporal muy próximo. Algunos matices
diferenciadores que se han observado, se describen en el capítulo de
Análisis (Capítulo VI).

136 FREUD, S. (1972: 330-341).

119
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

La difusión de la noticia de la investigación siguió la evolución que


Norman K. Denzin denomina “bola de nieve”137. El mensaje se difunde
entre las personas cercanas y se remite a la investigadora a otros posibles
informadores, de modo que va creciendo el número de sujetos que,
conociendo el tema, se ofrecen para participar en la investigación. Hay que
tener en cuenta que la bola de nieve crece en la misma dirección que las
redes sociales existentes en el momento de abordar la investigación y ésta
es una de las causas de que casi todas las informantes sean aún
trabajadoras de la empresa.

Se ha conseguido que participen como informantes para esta


investigación, aproximadamente el 25% de las mujeres que accedieron a la
categoría laboral de celador-empalmador en los años 1979 y 1980. Con
esta proporción ya se observan suficientes reiteraciones en los contenidos
como para entender que los principales elementos de sus historias están
recogidos en el corpus que se analiza.

Tras la demanda, se obtuvieron exactamente 23 testimonios. Los


textos escritos fueron 16 y las entrevistas realizadas, 7. Dichas entrevistas
fueron grabadas con el consentimiento de las participantes y se
acompañaron con anotaciones de cuantos aspectos se consideraron
importantes para el análisis: lenguaje no verbal, omisiones y retrocesos en
el discurso, dudas...En algunas ocasiones, antes y después de la
grabación, se mantuvieron diálogos que también se recogieron en resumen
elaborado inmediatamente.

Las primeras comunicaciones con las mujeres que se ofrecieron y


fueron seleccionadas, por reunir los requisitos precisos, tuvieron lugar
telefónica o personalmente, según la disponibilidad de las trabajadoras y

137Este término aparece en distintos textos referentes a las historias de vida. Por ejemplo
en Valles, 1999.

120
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

la cercanía a su lugar de trabajo o residencia. Las colaboradoras fueron


informadas del tema de la Tesis y se les garantizó la privacidad de su
testimonio. Se les explicó que, si bien el tema central de la investigación
era su elección laboral, se les pedía un relato completo de su vida, ya por
escrito, ya en conversación privada.

Como resultado de estas aproximaciones informales a las


protagonistas se tomaron abundantes notas que fueron luego
contrastadas y ratificadas con las informantes y completaron la
información analizada.

Se solicitó a las participantes, así mismo, cuanta información


consideraran de interés para ilustrar y completar la investigación y
aportaron fotos, reseñas de prensa y revistas, entrevistas de radio y una
grabación de Nodo.

Uno de los aspectos peculiares en el primer acercamiento a las


protagonistas es que se han utilizado medios de comunicación de la
propia empresa, plataformas de relación entre los empleados y que
resultan cómodos y familiares para ellos. 138

138 Las herramientas que han servido para difundir la noticia de que se acometía la
presente investigación, tanto a personas conocidas por la autora de esta Tesis, como a
todo el colectivo de trabajadores son:

o Correo de empleados Lotus Notes (Telefónica).En primera instancia se hizo


un llamamiento personal, mediante el envío de e-mails a las compañeras
conocidas y que habían pertenecido al colectivo objeto de estudio, pidiendo su
colaboración y exponiendo brevemente el tema de investigación. Las mujeres
requeridas transmitieron sus dudas y sus simpatías por esta vía. Cuando las
participantes enviaron sus narraciones, este fue el método más utilizado.

o La Intranet de Telefónica (Clasificados y Noticias de Infobuzón). Cada día,


el departamento de prensa de Telefónica elabora un resumen de prensa
denominado Infobuzón, referido a temas de la empresa y del mundo de las
telecomunicaciones en general. Además de incorporarlo a la que se denomina
“La Intranet”, red interna de Telefónica, distribuye tal resumen a todas las
direcciones de los empleados. Uno de los apartados de Infobuzón son los
Clasificados, anuncios que los empleados envían, acerca de temas privados:

121
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

En resumen, las informantes:

o Conocieron la elaboración del presente trabajo por la propia


investigadora o por los medios de comunicación de la empresa.

o Participaron voluntariamente.

o Salvo una de las informantes, el resto pertenece a la empresa en el


momento de su colaboración en la investigación.

IV.2.2. Características del material analizado

El corpus o material de análisis en este caso lo constituyen los


relatos de vida (los escritos y las entrevistas realizadas) de las
protagonistas, es decir, se trata de fuentes primarias.

Las características más importantes que hay que resaltar, antes de


abordar otros aspectos de la metodología de análisis son las siguientes:

compraventa, alquiler, aficiones... En el apartado “varios” se publicó un


requerimiento para la presente investigación. Posteriormente, las Noticias de
Infobuzón se hicieron eco de la investigación que se estaba llevando a cabo y
solicitaron que las mujeres que respondían a determinado perfil se pusieran
en contacto con la autora.

o TeleVip (publicación mensual de Telefónica) Posteriormente se recogió y


amplió la noticia de La Intranet en uno de los artículos que dedica a las
actividades personales y aficiones de sus trabajadores. Esta publicación se
distribuye a todos los empleados y se almacena también en formato pdf en la
Intranet de Telefónica.

o Red Ibercom (voz). Las respuestas a los requerimientos realizados, así como
parte de las informaciones aportadas, lo fueron por vía telefónica. En muchas
ocasiones utilizando las redes de voz de que dispone la empresa, con llamadas
a extensión. De las presentaciones y de las conversaciones que se
mantuvieron, se tomaron notas que completaron las restantes informaciones
que se obtuvieron con posterioridad.

o Correo Interno. La posibilidad de enviar y recibir, mediante valija interna,


comunicados de los compañeros, fue una de las opciones aprovechadas para
remitir los relatos o ponerse en contacto con la investigadora,
fundamentalmente si no se disponía de otras herramientas de comunicación.

122
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

a) Los relatos fueron estructurados libremente por cada una de


las informantes, al ser el requerimiento un relato de su vida
y conociendo que el tema a investigar era su acceso a
Telefónica como obreras.

b) Las entrevistas, también iniciadas con una consulta genérica,


fueron semidirigidas, con el fin de que las consultadas
hicieran referencia a los ítems más comunes aparecidos en
los relatos. En ocasiones, para no interrumpir su narración,
al finalizar, se hicieron algunas preguntas acerca de ciertos
temas del cuestionario elaborado (Anexo 2) que no habían
sido tratados.

c) Cuando se consideró necesario, también se completaron los


relatos escritos con algunas conversaciones posteriores, con
el fin de eliminar lagunas informativas sobre cuestiones
importantes.

d) Habiendo asegurado la obtención de información sobre los


ítems más comunes, hemos podido describir e interpretar
conjuntamente los datos de las entrevistas y de los relatos,
sin perjuicio de que, cuando se estime necesario, se aclare su
procedencia.

e) Normalmente en los relatos y entrevistas se sigue un orden


cronológico (a veces con saltos atrás). Este es el orden que se
sigue también en la descripción y en el análisis posterior. Es
decir, el análisis conserva la estructura temporal de los
relatos.

Los contenidos informativos se han agrupado en tres grandes


bloques, como se detalla en el epígrafe IV.2.4.

123
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

IV.2.3. El análisis de las relaciones lógicas entre datos

Los relatos escritos y las entrevistas contienen información relevante


y constituyen por sí mismos un producto comunicativo, con una
determinada estructura. Interesa analizar tanto el fondo como la forma de
estas narraciones autobiográficas que transmiten una visión personal de
las experiencias de sus autoras.

La organización de los datos en variables y categorías comenzó a


efectuarse cuando se obtuvo el primero de los testimonios, con una
finalidad doble:

• Tener una guía clara para la exposición del análisis que se


presenta en el capítulo siguiente, destacando los elementos
constantes y los variantes en las narraciones.

• Dejar abierta la posibilidad de poder efectuar un análisis de las


relaciones lógicas entre los componentes narrativos de estos
relatos con independencia del número de testimonios que
finalmente se consiguieran obtener.

El análisis de las relaciones lógicas es una de las técnicas que


pueden usarse para poner de manifiesto unos contenidos latentes a partir
de los contenidos o representaciones manifiestas. En esta investigación se
ha utilizado cuando, comprobando las relaciones entre las presencias (o
ausencias) de unas categorías y las presencias (o ausencias) de otras, se
obtenía una pauta significativa en la construcción de los relatos que no
hubiera sido descubierta de otro modo.

Se distinguen en nuestro análisis cuatro posibles relaciones de


dependencia entre los elementos de una misma unidad de análisis, según
los describe M. Martín Serrano (1978), a partir de las definiciones de
Hjelmslev (1968:37)

124
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

Figura IV.1: Tipos de relaciones entre categorías

Clase de función Signo Definición

Determinación Dependencia unilateral en que la presencia de uno de los


términos supone la del otro, pero no a la inversa.

Interdependencia Siempre que aparece uno de los elementos aparece


también el otro en la misma unidad de análisis.

Constelación Dependencia más laxa: los dos términos están en relación


recíproca, pero la presencia de uno no supone la del otro.

Exclusión La presencia de uno supone necesariamente la no


presencia del otro.

Fuente: “Métodos de análisis de contenido”, Departamento de Comunicación Fac. Ciencias de la Información


UCM. Procede de un trabajo empírico sobre la televisión del mismo autor: L’ ordre du monde à travers la TV,
Presses Universitaires, Lille, 1974

Observando qué clases de relaciones existen entre determinados


componentes de los relatos, se podrán obtener unas estructuras comunes
en las narraciones. Concretamente, se encontrarán estas configuraciones
en el análisis de:

• “Sentimientos en el transcurso de su experiencia laboral”.

• “Sentimientos en el transcurso de su experiencia laboral” frente


a “Valoración actual de la experiencia laboral de celador-
empalmador “.

• “Autoimagen en el momento de su ingreso” frente a


“Autoimagen en el momento actual”.

Creemos que, en todos los casos mencionados se ha ganado en rigor


y se ha obtenido un conocimiento más completo de la composición
narrativa que proporcionan nuestras informantes.

125
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

IV.2.4. Organización del análisis en bloques y codificación

La organización de la información para su posterior explotación y


análisis se ha hecho a partir de un diseño adaptado a los contenidos de
los relatos, siguiendo el esquema temporal que se presenta en la figura
siguiente:

Figura IV.2: Esquema general de los relatos

-C-
-B-
-A-
Después de la
Incorporación al puesto
Antes del acceso experiencia en la
de trabajo
categoría.

Abandono de la familia
Nuevas familias
Familia (lejanía y/o
(propias)
enfrentamiento)

Grupo escolar Abandono/ Finalización


de los estudios para Empleadas de
incorporarse al mundo Telefónica
laboral

Obreras
Incorporación/ Cambio
Grupo laboral (concienciación de
de trabajo
grupo diferente)

Destinos lejanos al Integración en la


Ciudad/Vecindario
lugar de origen nueva ciudad

Abandono por lejanía,


Grupos de actividades Actividades de ocio
falta de tiempo y
ocio. diferentes
cambio de intereses

Conciencia política /de Vivencia de la situación


Conciencia
género política y social

Los datos aparecidos en los testimonios de las informantes se


agruparon en categorías o ítems informativos. Tales categorías, a su vez,
fueron organizándose en las variables que presentamos en el Anexo nº 1.
Lo hacemos distinguiendo seis bloques de elementos informativos,

126
CAPÍTULO IV: Las historias de vida como
herramienta metodológica

resultado de combinar tres etapas y dos tipos de datos: los descriptivos y


los valorativos. Estos seis bloques son los siguientes:

Figura IV.3: Agrupación de categorías en bloques informativos

DATOS DATOS
ETAPA CONTENIDO
DESCRIPTIVOS VALORATIVOS

A1.- A2.-
Información previa a su acceso a la
A CIRCUNSTANCIAS MOTIVACIONES
profesión de celador empalmador
PREVIAS EXPLICITAS

B1.- B2.-
Narración del curso preparatorio y la EL CURSO Y EL SIGNIFICADO DEL
B experiencia laboral como celador ACCESO AL CURSO Y DE LA
empalmador PUESTO DE EXPERIENCIA
TRABAJO LABORAL

C1.- C2.-

Cambios percibidos por ellas posteriormente CAMBIOS HASTA EL VALORACIÓN DE


C MOMENTO LA TRAYECTORIA
y su situación actual.
(SITUACIÓN LABORAL Y
ACTUAL) PERSONAL

En el Anexo 1 se presenta la tabla de variables de cada uno de los


seis bloques y en el Anexo 2 se presenta el guión de las entrevistas.

127
CAPÍTULO V: Categorías para el
análisis: identidad laboral e
identidad de género

El análisis de los relatos de vida de las primeras mujeres que


ingresaron en Telefónica en profesiones que les estaban vetadas hasta
entonces, permite contemplar, desde su propio punto de vista, la
evolución personal que experimentaron, marcada por su elección laboral.

Sus narraciones, en gran parte intimistas, tiene muchos puntos en


común. Las trayectorias personales y laborales son prácticamente
paralelas y, fundamentalmente, llama la atención el impacto que en todas
ellas supuso su experiencia como obreras de Telefónica.

Para comprender por qué sentían que su elección laboral constituyó


también una “intromisión”, es preciso reconocer la categorización socio-
histórica de determinados roles como “masculinos” o “femeninos” y la
persistencia de tal categorización con el paso del tiempo. Después de dar
de cuenta de conceptos como trabajo masculino y trabajo femenino,
estaremos en condiciones de interpretar las posibles situaciones
conflictivas a las que las protagonistas se enfrentaron por el hecho de su

128
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

adscripción a un grupo laboral identificado culturalmente como exclusivo


de varones. Estas consideraciones permitirán explicar, desde la
perspectiva de ambos sentimientos de identidad (de género y de grupo
laboral), la evolución de su discurso.

Si tenemos en cuenta que el comienzo de su andadura laboral


coincidió, en la mayor parte de los casos estudiados, con el abandono del
hogar y en una edad temprana, circunstancias que justifican la búsqueda
de nuevas identidades, entenderemos mejor que en las condiciones
conflictivas experimentadas por las narradoras, precisen de refuerzos que,
en parte, pudieron encontrar en las compañeras que compartían su
trabajo, conformando lo que denominamos subgrupo laboral de género.

Si la identidad del individuo se define por los grupos a los que


pertenece, asumiendo en ellos determinados roles, la pertenencia
simultánea a varios grupos puede implicar un conflicto personal. Creemos
ver reflejado este conflicto interno en los testimonios autobiográficos que
se estudian, como consecuencia de que sus autoras desempeñaban
funciones laborales que no estaban socialmente identificadas con su
condición de mujeres.

La pervivencia de concepciones estereotipadas como las que aquí


tratamos, relativas al trabajo de la mujer, sólo pueden entenderse desde la
propia finalidad del estereotipo, que da seguridad al individuo ante
situaciones de cambio en su entorno, retroalimentando los prejuicios que
le han sido transmitidos.

Cabe preguntarse, tras estas consideraciones, cuáles son las razones


que movieron a un colectivo como el del grupo de mujeres que colaboran
en esta investigación, a elegir una profesión alejada de la norma, del
estereotipo laboral. Repasaremos distintas teorías que han tratado de
dilucidar por qué las mujeres, a pesar de estar inmersas en una cultura
que las relega para desempeñar ciertas profesiones, optan por ellas.

129
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

No podemos obviar el peso que en tales opciones laborales tienen


determinados estereotipos de género, que se transmiten por generaciones,
gracias a la educación y a la tradición. Las protagonistas de esta Tesis
muestran en sus narraciones el peso de su educación, su disyuntiva y las
consecuencias personales derivadas del ejercicio de su profesión,
tensiones que perviven hoy en día como los estereotipos.

El análisis de los relatos de las informantes, como producto


comunicativo, permitirá estudiar una posible representación común de tal
colectivo. A través de la comunicación se ponen de manifiesto distintas
concepciones estereotipadas de los roles laborales y las mujeres se hacen
eco, en efecto, de las diferencias que en su momento observaron en las
expresiones de sus compañeros varones, así como otros aspectos
simbólicos que hacen referencia a las representaciones de género y
trabajo.

V.1. Las Identidades sociales de las nuevas trabajadoras de


Telefónica

El individuo, según Eric Fromm (1971), evoluciona desde su arraigo


en el grupo familiar o el clan primitivo al que pertenece, hacia una toma
de conciencia de sí mismo como persona diferente, como sujeto de sus
acciones. Pero el alejamiento de los grupos primarios provoca en el ser
humano la necesidad de identificarse con otros colectivos en los que se
integra y, como ser social, su concepto de identidad se manifiesta en “yo
soy nosotros”.

”La nación, la religión, la clase y la ocupación sirven para proporcionar


un sentimiento de identidad. Soy estadounidense, soy protestante, soy
un hombre de negocios, son las fórmulas que ayudan al individuo a
tener un sentimiento de identidad después de haber desaparecido la

130
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

primitiva identidad del clan y antes de haber adquirido un sentimiento de


identidad verdaderamente individual.” 139

Se deduce, partiendo de esta concepción del individuo, que la


identidad de los sujetos no es inamovible, sino que puede cambiar al
tiempo que se integran, por unas u otras razones, a distintos grupos. Por
otra parte, el ser humano vive simultáneamente en distintas
agrupaciones, compartiendo experiencias y sentimientos. En ocasiones,
aún habiendo desaparecido el factor que determinaba la cohabitación, se
forman agrupaciones que tratan de perpetuar algunos de los rasgos
identitarios, (tal es el caso de antiguos compañeros de estudios o de
trabajo).

Las múltiples facetas que componen la identidad del individúo son, a


menudo, difíciles de asumir. El sentido de pertenencia a determinados
grupos, dice Fromm, conforma al individuo y supone un apoyo psicológico
en situaciones personales conflictivas.

“El uno mismo no es otra cosa que los muchos papeles que
representamos en la relaciones con los demás, papeles que tienen la
función de ganar la aprobación y evitar la ansiedad resultante de la
desaprobación”. 140

Analizaremos posteriormente, si las protagonistas de estas


narraciones consideran que el rol de obreras que adoptaron en su
momento, modificó los rasgos definitorios de su status, es decir, si creen
que su imagen en el entorno social evolucionó como consecuencia de la
adopción de un nuevo rol.

139 FROMM, E. (1971: 59)

140 Ibíd. pg. 123.

131
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

Por ello traemos a colación la diferencia entre lo que más arriba


hemos llamado los papeles representados (los roles) y el status, tal como
los define Giner (1971):

Rol: conjunto coherente de actividades normativamente efectuadas por


un sujeto. No existe un único rol para cada individuo.

Status: conjunto de derechos y deberes que un individuo posee en el


marco de su sociedad.

Afirma Giner que “el status representa el aspecto estático de las


relaciones sociales, la imagen social, mientras que el rol puede entenderse
como el aspecto dinámico de estas posiciones” (1971: 63).

En cada grupo en el que vive inmerso el ser humano, participa


desarrollando una serie de actividades o roles que, en ocasiones, estima
divergentes, incluso los objetivos teóricos que caracterizan a tales
asociaciones. Puede vislumbrar que el conjunto de roles que asume como
propios, provocan conflicto de intereses en su propio desarrollo personal,
y, sin embargo, no puede prescindir de esos roles.

Esta situación conflictiva se ve agravada si alguno de los roles


desempeñados por el “ser social” no corresponde a su status, tal como se
concibe desde la concepción cultural en que vive inmerso, es decir no
corresponde a su imagen social.

Por el hecho de pertenecer a uno u otro género, cada cultura y época


asigna a los individuos determinados derechos y deberes. Podríamos
afirmar que existe un “status de género” que pone freno a las tentativas de
asimilación de ciertos roles –incluso profesionales- considerados
exclusivos del género opuesto.

No obstante, si se acepta que el género es una construcción social y


cultural que va más allá de las propias categorías sexuales y se basa en
las diferencias que se perciben entre los hombres y las mujeres mediadas

132
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

por relaciones de poder (Inostroza, 2002), se aceptará también que los


conceptos de “lo femenino” y “lo masculino” pueden cambiar, pero tan
lentamente que, se justifica la denominación de status dada con
anterioridad.

El proceso mental que clasifica y diferencia determinados rasgos, nos


lleva a asociarlos en ocasiones tal y como describe Freud en la siguiente
cita:

“Para diferenciar en la vida psíquica lo masculino de lo femenino


recurrimos a una equivalencia empírica y convencional, precaria a todas
luces. Llamamos masculino a todo lo fuerte y activo; femenino, a cuanto
es débil y pasivo.” 141

V.1.1. El conflicto de la identidad laboral y la identidad de


género

A pesar de que Freud calificó de convencional la asignación de


determinadas cualidades a uno u otro género, el mismo autor se refiere a
la elección de determinadas profesiones por las mujeres, como
trasgresiones, como síntoma del alejamiento de la normalidad:

“Si la niña persiste en su primer deseo de convertirse en un varón,


terminará en caso extremo como homosexual manifiesta, y en todo caso
expresará en su conducta ulterior rasgos claramente masculinos,
eligiendo una profesión varonil o algo por el estilo.”142

Una visión del trabajo desde esta perspectiva puede ser la causa de
que la identidad de género, asumida por las mujeres, entre en conflicto
con una determinada identidad socio-profesional; esta última se
manifiesta a través de unos rasgos culturales que se establecen a partir
del desarrollo directo de una actividad o proceso productivo (Téllez, 2002).

141 FREUD, S. (1985: 154).

142 Ibíd. pg. 161.

133
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

En diferentes épocas se han considerado algunas labores como


femeninas o masculinas143, codificaciones que se transmiten de generación
en generación. Podríamos decir que el trabajo femenino se convierte en
una imagen social, más cercana al concepto de status que citábamos en el
punto anterior (Giner, 1971) pues, aunque no es inamovible, pervive
perpetuando determinados estereotipos que difícilmente se modifican.

La dificultad de acceder a determinadas profesiones impide a las


mujeres asumir la identidad de un colectivo laboral en el que son minoría
y propicia el que padezcan determinadas consecuencias. En palabras de
Fromm:

“Ser diferente, encontrarse en una minoría son los peligros que


amenazan su sensación de seguridad y de ahí el ansia de ilimitada
conformidad (...) el anhelo de conformidad produce a su vez una
sensación de inseguridad que actúa constantemente, aunque de
manera oculta. Cualquier desviación del patrón o modelo, toda crítica
suscita miedo e inseguridad; uno depende siempre de la aprobación de
los demás.”144

Cuando la inserción laboral tiene lugar en la juventud y se pretende


que la independencia económica coincida con la emancipación familiar,
estas dificultades suponen un problema añadido, dada la necesidad de
sustituir al grupo familiar que acaban de abandonar.

143 Las razones de estas concepciones iniciales, como se ha justificado ampliamente en el


epígrafe II.1. (Perspectivas económicas y antropológicas de la desigualdad laboral),
responden a diferentes necesidades productivas y reproductivas de las sociedades a lo
largo de la historia.

144 FROMM, E. (1971: 167).

134
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

V.1.2. El conflicto de pertenencia de las obreras: aparición


del subgrupo laboral de género

Las causas de la situación conflictiva de las mujeres que colaboran


en esta investigación están descritas, en parte, en los párrafos
precedentes.

El hecho de acceder a una empresa reconocida y valorada


socialmente, podría propiciar el orgullo de pertenencia a la misma y más
aún en unos grupos laborales que poseen una tradición y profesionalidad
compartida. Así podría sustituirse, según lo expuesto, el sentimiento de
identidad primitivo, pues su inserción laboral se realiza simultáneamente
a un alejamiento físico de la familia y, además, en el paso a la vida adulta.

Nuestras informantes, sin embargo, se incorporan a una actividad


que les era ajena, tradicionalmente asociada a cualidades y habilidades de
varones, lo que dificulta su integración entre los compañeros de la misma
categoría laboral.

En las evocaciones que realizan las participantes en esta


investigación aparecen, junto al alejamiento del clan familiar, su inserción
en el mundo del trabajo en una tarea en la que, en muchas ocasiones, no
tienen una aprobación de los demás, precisamente por alejarse de la
imagen ideal de mujer que en ese momento predomina.

El sentimiento de desaprobación genera inseguridad; es una de las


consecuencias sufridas por mujeres que realizan trabajos que, no sólo en
el momento que rememoran, sino incluso hoy en día, son considerados
como “no femeninos”. Tal inseguridad debilita la autoestima y la confianza
en sí mismas. La búsqueda de gratificaciones amorosas que suavicen esta
situación puede explicar las características de algunas relaciones
personales narradas por las mujeres protagonistas en esta Tesis.
Igualmente, la amistad con otras compañeras de su mismo trabajo, es

135
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

reconocida por ellas como la fuerza que las mantuvo en sus puestos de
trabajo en los primeros momentos.

Uno de los aspectos más interesantes que han emergido, a partir de


los relatos de las protagonistas de esta Tesis, es la posible existencia de
un sentimiento de identidad común, que las hace tomar conciencia de que
comparten unos roles determinados por su profesión, con rasgos comunes
entre ellas y diferenciadores de sus compañeros varones.

Como se deduce del trabajo de Inostroza (2002), centrado en


colectivos de trabajadoras del textil, cuando se pretende la integración en
un determinado grupo laboral, asumiendo la identidad del mismo, hay
que contemplar distintitos factores:

• Dimensiones espacio-temporales. La convivencia refuerza al


grupo que comparte experiencias laborales en un mismo
contexto. Se forman, incluso, pequeños núcleos de
reproducción de espacios de intimidad.

• Colaboración intergrupal que proporciona seguridad en la


acción individual. La solidaridad del colectivo frente a los otros
permite, al tiempo que se refuerza a los componentes,
cohesionar al grupo.

• Refuerzo de diversos agentes sociales. La empresa, los


sindicatos, los medios de comunicación pueden servir de
catalizador, al valorar positivamente el hacer del colectivo.

La convivencia de las mujeres protagonistas de la presente


investigación con otras obreras en sus mismas circunstancias, en el
mismo lugar, en la misma etapa y en una brigada o cuadrilla, (según el
destino o puesto de trabajo), puede motivar la aparición de lo que
denominaremos un subgrupo laboral de género. La identificación con sus

136
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

compañeras supondría un refuerzo personal, necesario en la situación de


conflicto en la que se encuentran, consiguiendo paliar la dificultad de
asumir la identidad de un grupo laboral identificado como masculino. En
la conformación de tal subgrupo no se sintieron reforzadas por otros
agentes sociales, salvo algunas apariciones en los medios y la
participación puntual en algunos foros sindicales.

Por el contrario, las protagonistas de esta investigación se enfrentan


a la herencia de una concepción estereotipada del trabajo y de la mujer,
con la que conviven mientras ejercen la profesión de celador-empalmador.
Sin embargo, optan por una profesión que posteriormente, las llevará a la
necesidad de reforzar su identidad de género, al tiempo que su valía
profesional. Contemplaremos a continuación algunas teorías que ayudan
a entender las situaciones que vivieron, así como las consecuencias que
tuvieron para ellas.

V.2. La discriminación, el prejuicio y los estereotipos de


género en la clasificación de trabajo masculino y trabajo
femenino

El trabajo es una actividad de los seres humanos y, como tal, ha sido


y es proyección de algunos estereotipos de género. El trabajo no sólo
produce bienes materiales o servicios, sino que es una fuente de ideas y
representaciones en torno a cada actividad (Téllez, 2001). Uno de los
resultados de tal construcción es la categorización de trabajos masculinos
y trabajos femeninos, discriminando e imposibilitando el acceso a mujeres
y a hombres a tareas que, en una determinada cultura, no se consideran

137
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

apropiadas. El estereotipo145 y la discriminación de género presupone que


determinadas actividades precisan de habilidades propias o innatas de
uno u otro sexo y, tal concepción de la realidad se manifiesta en una
categorización social que no se comparte por todas las culturas y que no
es única ni inamovible, pero que se transmite durante generaciones,
retroalimentando y estructurando la organización laboral.

Las representaciones del trabajo se modifican fundamentalmente


cuando, en una determinada sociedad, se producen cambios en las
condiciones económicas, materiales y políticas que llevan a un
replanteamiento de las categorías sociales asociadas al trabajo y al
género146. Pervive, sin embargo, la identificación de trabajo productivo y
reproductivo con trabajo masculino y femenino, respectivamente,
valorando más el primer tipo de actividad frente al segundo. Muchas
personas consideran prioritario el salario que sustenta a la familia y
entienden que la colaboración económica de la mujer es una ayuda que no
debe de alejarla de su presencia en el ámbito doméstico.

Existe, además, una depreciación del trabajo de las mujeres que se


caracteriza por identificar las supuestas habilidades femeninas como
cualidades innatas, que no han precisado aprendizaje y que, además, son
incompatibles con la adquisición de otras destrezas. En base a estas
supuestas cualidades biológicas, han existido y existen profesiones que
justifican la utilización exclusiva de mano de obra femenina. Tales
funciones, aun siendo especializadas, se consideran “no cualificadas” al

145Término introducido en 1922 por W. Lippman, en su obra “Opinión pública”


www.definicion.org/estereotipo www.psicopedagogia.com.

146Este aspecto ya ha sido recogido en otros puntos de esta Tesis, especialmente en el


Capítulo II, por lo que no insistiremos en las situaciones que propician tales cambios.

138
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

estar relacionadas con sus cualidades y con el adiestramiento en el ámbito


privado y natural de la familia. Téllez (2001:10)147.

Coinciden en estas conclusiones investigaciones acerca de espacios


laborales ocupados fundamentalmente por las mujeres, (maquiladoras de
México, trabajadoras textiles de la provincia de Concepción en Chile,
bordadoras de mantones de Manila del Aljarafe sevillano, mantecaeras de
Estepa, colectivos de enfermeras...) si bien es cierto que se observan
matices diferenciadores por referirse a países y culturas no muy cercanos
entre sí.

Esta categorización lleva incluso, en algunas ocasiones, a modificar la


concepción de una determinada profesión que, por distintas razones, pasa
de ser mayoritariamente ocupada por varones a convertirse en reducto de
las mujeres. Los valores que identificaban a tal ocupación se sustituyen
por otros, sin que se hayan producido en realidad cambios sustanciales en
la actividad. Así, por ejemplo, en el caso de las comunicaciones, las tareas
de telefonista pasaron de considerarse eminentemente técnicas, cuando
eran ejercidas por varones, a propias de las habilidades y destrezas
femeninas. Tales redefiniciones culturales suelen ir asociadas a una
minusvalorización de dichas profesiones.

Sin embargo, aunque calificar como femenino un determinado


trabajo lleve implícito en la gran mayoría de los casos su depreciación
social, el hecho de pertenecer a un colectivo sociolaboral exclusivo de
mujeres, refuerza a las componentes del grupo, algo que no sucede
cuando se ha accedido a un colectivo laboral mayoritario y
tradicionalmente exclusivo del género masculino.

147 Según Anastasia Téllez algunos aspectos que caracterizan y discriminan


negativamente el trabajo femenino en nuestra cultura son: naturalización,
descualificación, opcionalidad, eventualidad y minusvalorización.

139
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

No hay que olvidar que las mujeres viven inmersas en una


determinada cultura y no sólo sufren la discriminación producto de los
estereotipos de género de su sociedad, sino que ellas asumen y participan,
en mayor o menor medida, de tales construcciones, por lo que elegir una
profesión que se considera “de hombres” supone luchar contra las
presiones de su entorno social y de la propia concepción de sí mismas. En
el epígrafe siguiente (5.3.) examinaremos el dilema de la opción profesional
desde esta perspectiva.

Si bien es cierto que las leyes aperturistas de los años a los que se
remontan sus experiencias laborales, promulgaban la igualdad entre
hombres y mujeres y permitían su acceso a un trabajo como el que
eligieron nuestras informantes, la realidad que percibieron estaba
impregnada de hostilidad, de rechazo, características que definen la
segregación o discriminación social.

Como resultado de tal discriminación, la posibilidad de actuar de los


individuos se ve mermada. Con independencia de cuales sean sus
disposiciones o habilidades individuales, muchas personas consideran, a
priori, que por el hecho de pertenecer a un determinado grupo sus
componentes tienen determinadas características, cualidades y carencias.
Las actitudes que implican evaluación positiva o negativa es lo que
llamamos prejuicio (Munné, 1989). A su vez, estos juicios creídos o
creencias, se basan o encuentran justificación en los estereotipos
(Albrech, Thomas y Chadwick, 1980). 148

Estereotipo es un conjunto de creencias acerca de las características


de las personas de un colectivo determinado que es generalizado a casi
todos los miembros del grupo. Hace referencia a la imagen mental

148 Citado en Munné (1989: 317)

140
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

simplificada, sobre un grupo de personas, objetos o cosas no


necesariamente fundamentada en la experiencia.

Estas construcciones compartidas de la realidad sirven a los


individuos que conforman un grupo para diferenciarse de otros colectivos,
justificar su posición frente a los otros, o incluso legitimar determinadas
acciones sociales. La seguridad que proporciona al individuo tal
categorización de la realidad, tiene como consecuencia inmediata dos
aspectos a los que volveremos más tarde y que tienen especial importancia
en el caso de los estereotipos de género:

o La retroalimentación de las categorizaciones preexistentes.

o La estabilidad de los estereotipos, manteniéndose en el espacio y en


el tiempo

Los estereotipos de género proyectan las diferencias sexuales a la


identificación de determinados roles, rasgos, o atributos, como
característicos y distintivos de hombres o de mujeres; y en un doble
sentido, pues el ejercicio de actividades consideradas “inapropiadas” lleva
a dudar, en algunos casos de discriminación extrema, de la identidad
sexual del trabajador/a.

V.3. La importancia de los estereotipos de género en la


elección profesional de las mujeres

En esta investigación, con las narraciones y entrevistas de un grupo


de mujeres, se contempla la elección de una actividad laboral en un
momento de sus vidas y las repercusiones que a corto y largo plazo ha
producido esta decisión.

141
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

Optar a una profesión determinada debería de ser la conclusión de


un proceso de análisis en el que el sujeto sopesara las ventajas y los
inconvenientes de un trabajo a realizar, durante un periodo más o menos
largo de su vida. Esta lógica lleva a plantearse cuáles son los factores que
determinan que algunas tareas, incluso estudios específicos, hayan sido
minoritarios en lo que a representación femenina se refiere.

No sólo las normas o leyes restrictivas que históricamente han


impedido la participación de la mujer en determinados ámbitos podrían
explicar esta situación. Es preciso contemplar el fenómeno desde una
perspectiva psicosocial más amplia, como proponen Carmen Elejabeitia y
Mercedes López-Sáez al analizar las trayectorias profesionales de mujeres
con estudios y profesiones tradicionalmente masculinos (Elejabeitia y
López-Sáez, 2003). Algunos factores psicológicos considerados por
ambas autoras son: el autoconcepto, las expectativas o los valores; los
factores sociales que no se pueden obviar son, entre otros: la
socialización diferenciada de género masculino y femenino, estereotipos
sobre características y roles de hombres y mujeres dominantes en una
cultura, las normas culturales, etc.

Uno de los elementos que determinan la orientación de las mujeres y


de los hombres hacia determinadas ocupaciones, es la representación
social de lo femenino y lo masculino. El concepto de género hace
referencia a aspectos psicológicos y sociales y, como afirman Elejabeitia y
López-Sáez, expone lo que es considerado masculino o femenino en una
determinada sociedad y en un periodo temporal concreto, mientras que el
sexo es una categorización basada en la biología.

Diversas teorías de expectativa-valor han venido a explicar desde una


perspectiva psicosocial, las actitudes de una acción determinada (en este
caso la elección de una carrera profesional). Las recogidas por Elejabeitia
y López-Sáez (2003) son las siguientes:

142
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

o Teoría de la acción razonada (Fishbein y Ajzen, 1975)149: las


conductas humanas van precedidas de un proceso deliberativo en el
que influyen las consecuencias que se prevean y el valor que se dé a
dichas consecuencias. Esta teoría considera muy importante “la
norma social subjetiva”, esto es: la presión que recibe el sujeto de
sus entornos sociales más próximos.

o Teoría de la acción planificada (Fishbein y Ajzen, 1988)150: la


intención de una determinada conducta depende, además de las
actitudes y de la norma subjetiva, de que la persona se considere
capaz de llevarla a cabo y de las barreras que considere que lo
impidan.

o Modelo de elección de logro (Eccles, 1984): la intención o el deseo de


realizar una acción vienen marcados por las expectativas de éxito y
por los valores centrales de la persona. Este modelo relaciona los
factores externos a la persona (estructuras sociales y culturales) con
factores internos o psicológicos (expectativas, autoconcepto,
identidad y valores).

o Eccles considera que uno de los factores culturales más importantes


a la hora de elegir una determinada profesión es el estereotipo de
género. En concreto, la influencia no será tanto de la realidad
misma, sino de la interpretación que el sujeto hace de esa realidad.
Del modelo de Eccles y colaboradores, se deduce que los
estereotipos culturales influyen en el individuo, en su percepción del
mundo y de sí mismo.

149 Citado en ELAJABEITIA Y LÓPEZ, 2003

150Citado en ELAJABEITIA Y LÓPEZ, 2003

143
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

Entre los estereotipos que establecen la dicotomía “masculino-


femenino” Elejabeitia y López-Sáez han centrado su estudio en los roles y
rasgos de personalidad en España, en 1994. Uno de los resultados de su
trabajo y que califican de “inesperado” es el siguiente:

“No encontramos diferencias en la intensidad de la estereotipia de


rasgos de personalidad cuando comparamos a las personas jóvenes
con los mayores, a los hombres con las mujeres, ni tampoco en los
diferentes grupos clasificados por hábitat. No parece (...) que el
contenido de los estereotipos de características de personalidad se
haya modificado por la experiencia de los sujetos en relación con los
cambios sociales .” 151

Algunos aspectos examinados en el trabajo de Elejabeitia y López-


Sáez, pueden trascender al que abordamos en esta Tesis:

o Queda en evidencia el hecho de que las creencias estereotipadas en


aspectos diferenciales entre hombres y mujeres, no se ven afectadas
por los cambios objetivos producidos, al seguir justificando
desigualdades en roles profesionales.

o Prejuicios y estereotipos van de la mano, como se refleja en las


narraciones y respuestas de las participantes en la investigación de
esta Tesis. La identidad de género implica la aceptación de unas
determinadas conductas. Cuando se alejan de las prescripciones de
género se producen determinadas consecuencias personales,
fundamentalmente debidas al rechazo y a la crítica social.

o El autoconcepto, conjunto de creencias y de sentimientos que cada


persona tiene sobre sí misma, se adquiere en la interacción con los
demás. Por ello los grupos primarios son cruciales para la
adquisición de una identidad personal, máxime si se tiene en cuenta

151 López-Sáez y Morales, citado en ELAJABEITIA Y LÓPEZ (2003: 181).

144
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

que también en el seno de los grupos primarios se transmiten


estereotipos.

V.4. Socialización y educación en la evolución de la identidad


social y el conflicto de género

Si bien es cierto que la estereotipia de género es consecuencia y


reflejo de la distribución de roles en la sociedad (Eagly y Steffen,1984)152,
se comprueba, sin embargo, como se deduce de los trabajos de Elejabeitia
y López-Sáez citados en el punto anterior, que la evolución de los
estereotipos es mucho más lenta que otros procesos sociales.

La estabilidad de los estereotipos, a la que ya nos referimos


anteriormente, implica, no sólo que se espera que los otros actúen de
modo que confirmen nuestras expectativas, sino que se “tiende a actuar
respondiendo a las perspectivas o expectativas que creemos que otros
tienen de nosotros” (Munné, 1989).

Esta situación de desfase supone que algunas mujeres que, en un


determinado momento de sus vidas han elegido un rol que la mayor parte
de su entorno social no consideraba apropiado, pueden verse inmersas en
un conflicto al enfrentarse al estereotipo dominante y que las obliga a una
reafirmación en su identidad personal. Se produce esta paradoja en el
caso de las informantes de esta investigación: al recordar una decisión
basada en una situación permisiva y en la necesidad de realizar una tarea
para la que se sienten capaces, se refieren insistentemente al rechazo
social sufrido y a situaciones personales difíciles.

152 Ref. en López Sáez (1995:63)

145
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

El origen de esta situación puede remontarse a la etapa de su


educación y socialización o incluso antes. La construcción de género,
según García Aguilar (2002) comienza ya antes del nacimiento de los
individuos y se desarrolla en tres etapas denominadas: asignación de
género, conformación de la identidad de género y adquisición del papel de
género.

La “asignación de género”, es el conjunto de conductas y cualidades


atribuidos a un sujeto en función de su sexo. Posteriormente, al niño o
niña (de los dos a cuatro años) se le refuerza en los patrones de género
establecidos culturalmente. Es lo que se denomina “conformación de la
identidad de género”.

En la socialización tiene lugar, según García, la “adquisición del


papel de género”: los individuos aprenden los roles de género, lo que son y
deben hacer.

Gloria Poal Marcet (1993) describe la socialización discriminatoria


hacia las mujeres. En concreto, analiza la sufrida por las mujeres nacidas
en España antes de 1976. Los aspectos que más nos interesan de esta
teoría de la socialización diferencial mujer-varón pueden resumirse como
sigue:

o La sociedad adoctrina a las personas según su sexo. Aunque es más


notable en la infancia, el proceso perdura toda la vida.

o La socialización supone la interiorización de mensajes distintos que


llevan a acciones distintas.

o La socialización diferencial se autojustifica, retroalimentándose.

o La socialización diferencial resulta empobrecedora y genera


insatisfacciones diversas.

146
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

o Un factor clave en el proceso de socialización es la transmisión de


roles.

Los mensajes socializadores que menciona Poal (1993: 115) son


sutiles y orientados a la vertiente afectiva, transmitiéndose de forma no
siempre consciente de generación en generación.

El resultado de esta tensión produce en las mujeres, según Poal, dos


efectos: la autorrenuncia y la dependencia de los demás. Esta
dependencia, se refleja en sentimientos de inadecuación, necesidad de
aprobación, tendencia al conformismo, delegación en otros de las
decisiones personales y autolimitación de sus opciones y potencialidades.
Estos rasgos aparecen en los relatos de las participantes en nuestra
investigación, que recuerdan como un oasis las relaciones que las
reforzaron en aquella etapa. Como muestra, recordamos uno de los
relatos.

“Fue una buena acogida (en el puesto de trabajo) incluso había un


compañero que era como un padre (…) le recuerdo dándome consejos
(…). Al estar fuera de casa te encuentras mal, estás sola, era muy duro
(…) me sentí protegida o respaldada, como quieras decir, por los
compañeros”153

La experiencia laboral es el marco en el que se manifiesta una


generalizada falta de autoestima. El círculo vicioso entre autoestima y
autolimitación también es descrito por Poal:

Una baja autoestima (...) disminuye la capacidad de tomar decisiones y


de actuar y nos hace vulnerables a las críticas, aumentando así nuestra
necesidad de aprobación y dependencia de los demás. Esto aumenta
nuestra inseguridad lo que, a su vez, disminuye la autoestima y
aumenta la necesidad de dependencia y aprobación.154

153 Testimonio 13D.

154 Poal Marcet (1993: 141)

147
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

El conflicto expresado por las informantes puede comprenderse,


además, desde otra perspectiva: la edad en la que la mayoría de ellas
iniciaron su experiencia laboral. Este aspecto también es contemplado por
Poal, que considera la transición de la infancia a la vida adulta, crucial
para el desarrollo de la persona. En esta etapa, señala, se adquiere una
identidad personal y social, se internalizan pautas de cultura y valores, se
desarrollan conductas adaptativas y una consciencia moral más
autónoma. La decisión de su futuro laboral va unida a una cierta
autonomía personal y al perfeccionamiento de habilidades técnicas,
comunicativas y sociales.

Todas estas repercusiones individuales son facetas del cambio social.


Como ya se comentó al principio de este apartado, no se producen los
cambios psicosociales (actitudinales, comportamentales) al mismo tiempo
que los macrosociales (legales, políticos empresariales, institucionales...)
pero se influyen mutuamente. Ambos niveles de cambio son contemplados
en esta Tesis como contexto de producción de los relatos y queda en
evidencia que, precisamente en un momento en el que se propician
nuevos modelos de roles masculinos y femeninos y se reconocen nuevos
derechos para las mujeres, existen concepciones de género que se
conservan prácticamente inalteradas.

Los procesos de enculturización de los individuos contribuyen a la


pervivencia de los estereotipos de género.

A partir de la obra de Lacan, Paul Thompson (1988) subraya la


importancia de un “simbolismo cultural inconsciente de género", imbuido
en los mensajes que el niño recibe.

La identidad sexual se adquiere simultáneamente al acceso al


lenguaje (la etapa de conformación de identidad de género descrita en el
epígrafe anterior). Este simbolismo no es equilibrado pues, como resume
Thompson:

148
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

“La masculinidad y la feminidad se imponen a la psique del niño mucho


antes de que las diferencias del sexo tengan algún significado
inmediato, mediante un simbolismo cultural inconsciente del género del
que el lenguaje está imbuido (...) la niña aprende que es una hembra al
acceder a una cultura en la que se halla privilegiada la masculinidad, del
mismo modo que en el lenguaje mismo las formas masculinas tienen
prioridad por regla general.”155

Justifica esta situación de partida, la necesidad de que cualquier


política en pro de la igualdad de oportunidades, considere el peso de la
cultura. La educación tiene diferentes recursos que refuerzan las
simbologías de género durante el periodo de socialización. Un ejemplo bien
ilustrativo es el citado por Thompson:

“En las culturas que poseen escritura ideográfica (la niña) habrá de
asimilar la lección por segunda vez al aprender a escribir: una niña
china descubrirá que el carácter del hombre procede de los símbolos
del campo y fuerza, mientras que el de mujer proviene del de telar o del
de útero.” 156

La comunicación entre los elementos de un grupo, según Wund,157 se


manifiesta fundamentalmente en tres productos culturales: el lenguaje,
los mitos y las costumbres. El grupo de mujeres que colabora en esta
Tesis elabora unas narraciones que traducen y transmiten la experiencia
de su inserción simbólica.

La cultura de un determinado grupo, afirma Martín Serrano, se pone


de manifiesto cuando se comprende el funcionamiento de los sistemas
semiológicos en los que se expresa:

155 THOMPSON, P.(1988: 176)

156 Ibíd. pg. 177.

157Citado por Martín Mora (2002) en "La teoría de las representaciones sociales de Serge
Moscovici"

149
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

”Los signos cumplen un carácter mediador entre la representación del


mundo y las relaciones sociales”158.

V.4.1. El lenguaje y el conflicto de género

Acerca de los conflictos de género en las construcciones discursivas,


de las diferencias lingüísticas y su relación con las diferencias sociales de
género observa Cristina Santamarina:

”(las diferencias lingüísticas) resultan fácilmente identificables,


constituyen marcas de identificación y delimitación social que los
hablantes utilizan para adscribirse a un grupo o bien para identificar y
casi siempre evaluar a sus interlocutores”159.

En la lengua común, según Santamarina, se reproducen las


imágenes estereotipadas de género, y se manifiestan en:

o diferencias en las formas de tratamiento

o existencia de duales aparentes y asociaciones estereotipadas

o vacíos lexicales para referirse a cualidades que representan


problemas si el referente es una mujer

o insultos y refranes

o vocablos androcéntricos (tacos, léxicos sobre sexualidad, oficios,


profesiones)

Este tipo de distinciones se extienden, pues, a diversos ámbitos y son


parte de los frenos que imposibilitan cambios en la identidad laboral de
las mujeres, al contribuir a perpetuar los estereotipos y las

158 MARTÍN SERRANO (1978: 190)

159 SANTAMARINA (2004: 2)

150
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

categorizaciones sociales. Los discursos masculinos y femeninos se


articulan sobre la disposición simbólica de espacios y manifiestan cierta
resistencia a asumir o conferir al otro género el papel de agente,
reforzando la solidaridad grupal. Este último aspecto, continúa
Santamarina, se manifiesta especialmente en el “nosotros” de los
discursos analizados procedentes de los colectivos de varones, que, sin
embargo, no visualizan de forma homogénea a las mujeres.

En el estudio de Santamarina se evidencia también que las mujeres


han transformado sus maneras de expresarse como consecuencia de los
nuevos roles que va asumiendo. Expresan, sin embargo, una vivencia
cargada de estrés, angustia y frustración. Se manifiestan alejadas de los
rasgos de debilidad y dependencia que las definían en épocas recientes,
pero siguen considerando que la madre es la “encarnación de la esencia
femenina”. Es el suyo un discurso ambivalente y que refleja el miedo de su
búsqueda de nuevas formas de identidad que cuestionan la totalidad del
orden simbólico.

“En la búsqueda de nuevas formas de identidad, las mujeres


desencadenan un doble temor masculino: el de la inconsistencia de la
realidad –de siempre legitimada y construida sobre discursos
legitimadores- y también el de la ineficacia de estas ancestrales formas
de poder”160

V.4.2. Las representaciones lingüísticas de trabajo y género


en las narraciones de las obreras de Telefónica

Las participantes en la presente investigación se encuentran


inmersas en una cultura determinada y sus relatos nos transmiten su
representación de lo masculino y lo femenino, especialmente en los
aspectos relacionados con la diferente atribución de trabajos por género.

160 SANTAMARINA (2004: 14)

151
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

Entre los aspectos simbólicos que aportan los relatos de las informantes,
consideramos los siguientes.

o Evolución y modificación de las identificaciones “trabajo-género”.

Algunas de las asociaciones entre los distintos géneros y las


distintas ocupaciones, desaparecen cuando ya el proceso de
integración de la mujer en algunas tareas se hace habitual. La
modificación del imaginario colectivo en estos aspectos, incluso del
grupo de protagonistas, es más lenta que la transformación
organizativa del sistema productivo.

o El lenguaje como símbolo de las diferencias de género en la vida


laboral.

Cuando las mujeres cuentan sus experiencias laborales al


integrarse en un grupo tradicionalmente masculino, manifiestan su
dificultad de acercamiento al colectivo de varones. Entre las
diferencias que señalan se cuentan la utilización de un lenguaje y
una forma de expresión que les son ajenas.

o La indumentaria, el uniforme.

El uniforme proporcionado por la empresa es un símbolo reconocido


socialmente como de género masculino (y, por ello, con el que no se
identifican) pero a la vez como símbolo propio del grupo laboral en el
que están integrándose.

o Autoafirmación de género y validez profesional.

Las mujeres, al narrar su experiencia en el ejercicio de una profesión


considerada de varones, justifican su pertenencia a tal colectivo
resaltando los aspectos del trabajo para los que consideran que están
especialmente dotadas. Entre otras cualidades citan la habilidad, la

152
CAPÍTULO V: Categorías para el análisis: identidad
laboral e identidad de género

precisión, la destreza manual, la paciencia...161 Su discurso valida la


profesionalidad del colectivo de mujeres con el que comparten la
experiencia laboral. La identidad sociolaboral de la que hemos hablado
anteriormente (V.1.2.) se refiere de modo diferenciado a las compañeras,
en lo que hemos denominado un subgrupo laboral de género, cuyas
características analizaremos en otro punto de esta Tesis (VII.2.1.)162.

161 Estas cualidades son citadas por TÉLLEZ, A. (2002) en colectivos que realizan
“trabajos de mujeres”.

162 La existencia del subgrupo laboral de género. Su dependencia del tiempo y el espacio.

153
CAPÍTULO VI: Análisis de los
testimonios de las informantes

En los apartados que siguen se repasan sistemáticamente los relatos


autobiográficos y las entrevistas, material que utilizamos como fuentes
para hacer la investigación empírica. El análisis se ha organizado
siguiendo el orden temporal, tal como las protagonistas suelen relatar su
vida y su experiencia. Cuando rompen esta estructura cronológica e
intercalan recuerdos de tiempos anteriores lo hacen en ocasiones para
justificar la situación que en ese momento describen. Tanto en los relatos
como en las entrevistas se respira un tono épico y de emoción al narrar lo
que podríamos denominar el núcleo central de la historia: su acceso y las
primeras experiencias en un entorno de trabajo duro y ajeno a la
experiencia de las mujeres. Esta emoción se manifiesta en descripciones
más largas y minuciosas, con mucho más detalle y elementos que hacen
más compleja la categorización de esos fragmentos. En estos fragmentos
“fecundos” es donde con más frecuencia encontramos afirmaciones que
parecen contradictorias, utilizando simultáneamente calificativos
negativos y valoraciones muy positivas para determinados aspectos de su
experiencia.

154
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Partiendo de una situación inicial, previa al acceso al trabajo que


describen, relatan una ruptura en la rutina cotidiana para incorporarse a
esta nueva tarea y pasan revista a los diferentes entornos y grupos
sociales en los que se desarrolla su vida. Los primeros cambios en su
esquema vital se producen en algún caso cuando comienzan la formación
específica que imparte la propia compañía (el cursillo) y se completa
cuando empiezan a ejercer su nueva profesión, generalmente lejos de su
hogar.

La narración de su evolución personal y laboral es un entramado de


elementos descriptivos y valoraciones que se ha organizado en bloques y
cronológicamente, tal como aparece en el cuadro que sigue.

Figura VI.1: Bloques de información de los relatos

CONTENIDO DE LA INFORMACIÓN DE CADA


ETAPA
ETAPA

1. Rasgos sociodemográficos.
A. Circunstancias previas y motivaciones 2. Aproximación a la empresa y al mundo laboral.
explicitas
3. Imagen de sí misma y de su familia antes de su
experiencia laboral.

4. Elementos identificativos del curso preparatorio.

B. El curso y el acceso al puesto de 5. Elementos identificativos del primer destino.


trabajo; significado del curso y de la 6. Contexto social del primer destino.
experiencia laboral
7. Valoraciones de su experiencia en el primer
destino.

8. Cambios laborales.
C. Cambios en los últimos años 9. Valoración actual de su experiencia laboral en
(situación actual): valoración de la Telefónica.
trayectoria laboral y personal
10. Repercusiones de la experiencia laboral en su
vida y autoimagen actual.

155
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

A continuación se ofrece un análisis de la información


correspondiente a cada una de las etapas en distintos apartados y se
ilustra con expresiones literales de las protagonistas.

En las citas se ha omitido el nombre de las informantes,


sustituyéndose por un número, si proceden de un relato escrito, o número
seguido de letra si la fuente es una entrevista.

VI.1. Rasgos sociodemográficos

Entre las jóvenes que decidieron en aquel momento presentar su


candidatura a la oposición que la Compañía Telefónica de España convocó
en 1979 y 1980 para celador-empalmador, contamos para este trabajo con
la colaboración de un grupo con determinados elementos comunes: suelen
ser jóvenes de 17 ó 18 años, hijas de empleados de Telefónica, estudiantes
de COU, que viven con los padres.... Junto a las aspirantes que responden
a este prototipo, se encuentran las mujeres que ya conviven con su esposo
o pareja y sin lazos familiares en la empresa. Este segundo conjunto
minoritario aporta información que difiere en determinados aspectos de la
que proporciona el grupo mayoritario, enriqueciendo el discurso común y
permitiendo marcar diferencias en aspectos tan importantes como las
motivaciones descritas para acceder a este puesto, el conocimiento previo
y el acercamiento a la empresa.

El nivel de estudios alcanzado es también diferente: las de más edad


contaban con titulaciones diversas: desde el bachiller elemental a los
estudios universitarios, mientras que las más jóvenes, hijas de empleados
de Telefónica, cursaban COU casi en su totalidad. En este último caso, las
ocupaciones de los padres y otros miembros de la familia sirvieron como
referencias en su elección laboral.

156
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

La figura de la madre como ama de casa se repite en casi todos los


relatos y, aunque en el momento actual evocan a aquellas mujeres con
cariño, no son, ni han sido su modelo a seguir en aspectos profesionales.

Los grupos de iguales, los compañeros con los que nuestras


colaboradoras compartían proyectos y aventuras, no fueron determinantes
en su elección laboral. Posteriormente muchas de ellas, fundamental-
mente las más jóvenes, han compartido o comparten su vida con colegas
de la compañía.

Figura VI.2: Rasgos del prototipo de informante

Se relaciona principalmente con amigos del Tiene 17 ó 18 años de


colegio y otros hijos de empleados edad

Ha cursado estudios de
Tiene familiares empleados en Telefónica COU

Se encuentra soltera
Su madre es ama de casa

Su padre es empleado de
Telefónica

Edad en el momento de acceso a la Oposición

Las convocatorias a oposiciones de 1979 y 1980 para celador-


empalmador exigían como edad mínima para presentarse 17 años “para el
personal exento de servicio militar” (ver en Anexo 4 la reproducción de la
convocatoria) . En ese momento, en España, la obligatoriedad de servir en
el ejército era exclusiva de los varones y esta exigencia retrasaba su
acceso al mundo laboral. Sólo en algunos casos les era posible liberarse de

157
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

esta obligación, por ejemplo si eran hijos de viuda y única fuente de


ingresos de su hogar.

Muchas mujeres pudieron presentar su solicitud con sólo 17 años en


las primeras convocatorias mixtas de esta categoría laboral de Telefónica.
De hecho, la mayor parte de las informantes para este estudio se
presentan a la oposición con 17 ó 18 años de edad.

Como también se recoge en las bases de la oposición, los aspirantes


eran preclasificados en dos grandes grupos: el denominado “Grupo
Principal” para individuos que ya estaban empleados en Telefónica y el
“Grupo Subsidiario”.

Entre nuestras informantes, las jóvenes de menor edad son hijas de


empleados que acceden a la oposición en el subgrupo de hijos y huérfanos
de empleado, del Grupo Subsidiario. Tradicionalmente, este colectivo
había gozado de condiciones preferentes de acceso a la Compañía
Telefónica, aunque no se recogía expresamente en el texto de la
convocatoria. El número de aspirantes es inversamente proporcional a la
edad que tenían en ese momento. Así, en el momento de la oposición, tras
las de menor edad (17/18 años) se haya un grupo numeroso con edades
comprendidas entre 19 y 21 años, seguidas de las trabajadoras que, en
ese mismo momento, tenían entre 22 y 25 años. Sólo una de las
informantes accede a las pruebas con 26 años.

Presentan su solicitud con las garantías del “Grupo Principal” sólo


dos mujeres, procedentes de otras categorías en la empresa y ambas con
más de 22 años. La posible razón del cambio en estos dos últimos casos
no era la aspiración a una mejora económica (la categoría laboral de este
trabajo no cualificado era una de las más bajas en la escala retributiva).
Como se verá posteriormente, aducen razones personales, como la de
conseguir un traslado para acercarse al destino de su compañero o ante la

158
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

presión de la Empresa, que trataba de recolocar a excedentes femeninas


de profesiones que tendían a desaparecer por los cambios tecnológicos.

Estudios finalizados o en curso al realizar la Oposición

Según se ha visto en el Capítulo II, al repasar la bibliografía que


estudia la evolución laboral de la mujer 163 la situación de paro de las
jóvenes en los años de la crisis favoreció que la cohorte de jóvenes
españolas en ese momento retrasara el acceso a su primer empleo,
prolongando el periodo de formación. Las candidatas a este trabajo son un
claro exponente de esta realidad, al superar mayoritariamente el nivel de
estudios requerido.

La titulación precisa para opositar era Graduado Escolar o Bachiller


Elemental para los no empleados en Telefónica. Las más jóvenes (17 y 18
años), habían finalizando el bachiller, incluso eran estudiantes de COU o
ya habían concluido dicho Curso de Orientación Universitaria, intentando
su acceso a la Universidad con el examen preceptivo (Selectividad). En
este grupo algunas simultanean sus estudios con la preparación para su
acceso a Telefónica en Academias especializadas.

“En este curso iba varios días a la semana a una academia que
preparaba estas oposiciones y seguía con los estudios de COU” (7)

El plan de futuro de muchas de ellas era incorporarse al mundo


laboral desde este puesto de trabajo pero continuar posteriormente unos
estudios superiores, lo que en muy contadas ocasiones pudieron
conseguir.

163 GARRIDO, J. L. (1992)

159
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

En los grupos de edad superiores (19/21 y 22/25 años) encontramos


estudiantes de carreras universitarias y licenciadas que solicitan el acceso
a este puesto para evitar su situación de paro o de inseguridad laboral.

“Venía de estudiar Sicología, en aquel tiempo denominada Filosofía y


Ciencias de la Educación” (22)

La minoría la constituyen las que sólo habían realizado estudios de


Bachiller. De hecho, las únicas que tienen este nivel son las que ya
trabajaban en la empresa en ese momento. A ellas no se les requería
titulación alguna, al pertenecer al denominado en la convocatoria “Grupo
Principal”. Estas mujeres habían accedido a la Empresa como
“Mensajeras”, la figura femenina de Botones en Telefónica, incluso con 14
años, edad en la que habían suspendido sus estudios.

“Hice hasta cuarto de Bachiller, luego fue cuando me presenté a


Telefónica que entonces entrábamos de mensajeras” (16F)

Estado civil

El colectivo está constituido en su mayor parte por jóvenes de 17/18


años, por lo que es natural en su entorno cultural que abunden las
mujeres solteras y dependiendo de los padres.

“Somos dos hermanas, vivíamos con mis padres, los últimos años ya se
vino mi abuela” (10A)

Como se comenta más adelante, coinciden en otros rasgos, como ser


hijas de empleados de Telefónica. Además, se deduce de sus relatos que
estas menores no sólo conviven con su familia de origen, sino que éste es
su grupo de referencia en muchos aspectos, incluso en la orientación
hacia este trabajo.

Apenas encontramos mujeres que en ese momento ya comparten su


vida con su pareja o están casadas: son las de más edad y su entorno
laboral y personal es distinto del de sus compañeras más jóvenes.

160
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

“Yo ya vivía con él (mi marido)” (16F)

Las diferencias entre este grupo y el colectivo mayoritario vienen


marcadas principalmente por su trayectoria previa al ingreso en este
trabajo como obreras no cualificadas. Así sucede con su acercamiento al
mundo laboral, el conocimiento de la oposición o las razones que aducen
para su acceso al puesto.

Profesiones de los padres cuando se presentan a la oposición

Como ya se ha mencionado, las hijas de empleados de Telefónica


constituyen el colectivo más numeroso. Las ocupaciones que ejercían sus
progenitores correspondían a puestos similares a los que ellas acceden,
aunque en algún caso ya habían conseguido un ascenso como capataz, en
la misma línea laboral.

“Mi padre en ese momento era capataz, había sido celador” (13D)

Empleados en otras labores, como la agricultura, son los menos


frecuentes.

Las colaboradoras de esta investigación perciben y valoran


positivamente que han mejorado respecto a sus progenitores en lo que a
formación se refiere, pero aceptan con naturalidad la situación económica
familiar.

En cualquier caso, los padres ejercen profesiones no cualificadas y


las aspirantes a este trabajo pertenecen a un nivel socioeconómico similar,
donde lo más habitual es que sean los padres los únicos que proveen de
ingresos a la familia.

Profesiones de las madres cuando se presentan a la oposición

El modelo materno que comparten las narradoras es el de ama de


casa. En este sentido, los relatos reflejan una sociedad española

161
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

concordante con datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) de


ocupación de las mujeres casadas de esa edad y clase social164.

Las mujeres, en los relatos y las entrevistas, encuentran normal esa


situación:

“mi madre no trabajaba, claro, entonces no trabajaban las mamás”


(11B)

En algún caso, su madre había desarrollado tareas remuneradas


fuera del hogar, pero siempre supeditadas a lo que consideraban sus
obligaciones familiares.

"mi madre empezó a trabajar cuando me dejó en el colegio..reuniones a


domicilio y vendía por catálogo" (10A)

La inquietud de sus madres ante lo que socialmente se consideraba


correcto, se manifiesta en una preocupación por que sus hijas llegaran a
su misma situación sociolaboral. El interés en que ellas encontraran un
trabajo que las hiciera autosuficientes económicamente, a pesar de los
reparos ante una profesión dura, se lo transmiten a sus hijas
animándolas a continuar. En algunos casos con la esperanza de que este
acceso se convierta en la puerta para pasar a otras tareas “más
femeninas”.

A lo largo de sus escritos veremos que la figura de la madre


representa el apoyo y la comprensión para ellas, sobre todo en el caso de
las menores, donde estas manifestaciones se traducen incluso en el
traslado al primer destino de sus hijas para ayudar en aspectos materiales
y de organización en el hogar.

164 GARRIDO J. L. (1992)

162
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Otros vínculos con la empresa a través de la familia y la pareja

Las sagas familiares eran frecuentes en Telefónica y son muchas las


jóvenes que son hijas de empleado y, además, otros miembros de su
familia (hermanos, tíos...) pertenecen al colectivo laboral de la empresa.

"Mi padre era empleado de la empresa, los padres de mis amigas, mis
tíos, incluso tenía un tío-abuelo que era jubilado de Telefónica” (4)

Las que antes de ingresar en Telefónica cuentan con una pareja


estable, refieren en general que las profesiones de su compañero o esposo
eran ajenas a esta empresa.

Uno de los relatos proviene de una empleada casada con un celador.


Sin embargo, la profesión de su pareja no aparece como modelo en el
aspecto laboral, pues cuando aspira a la categoría del compañero, no se
tiene otro fin que el de conseguir un destino cercano y reunir a la familia.

"había sacado (mi marido) la convocatoria del año anterior" (16F)

En el curso preparatorio, tras aprobar la oposición o en el primer


destino, son muchas las que se unen a compañeros, empleados. En
algunos casos estas parejas perviven y el resto de su historia es un
trazado paralelo de su vida laboral, personal y familiar.

En la Figura VI.3. se refleja la relación entre diferentes aspectos


descriptivos de las jóvenes que participan como informantes en esta
investigación. La clasificación se ha hecho respetando las denominaciones
que se citan en la convocatoria de la oposición: Grupo principal
(empleados en Telefónica que optaban a estas plazas) y Grupo subsidiario.
Este último, como se indicó con anterioridad, se subdividía en dos
conjuntos diferenciados: hijos o huérfanos de empleados y personal ajeno.

Como puede observarse, los extremos en el nivel de estudios


alcanzados corresponden a las mujeres que acceden con una edad

163
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

superior. Las que ya estaban ligadas a Telefónica, casadas o con una


pareja con la que ya conviven, cuentan con Bachiller Elemental. Frente a
ellas, todas las universitarias se encuentran entre las que, sin ninguna
vinculación con la empresa, ni personal ni laboral, pretenden ingresar en
la compañía.

En el denominado Grupo Subsidiario están todas las que cursaban o


completaron el nivel académico anterior a la entrada en la Universidad
(Curso de Orientación Universitaria) y las mujeres más jóvenes.

Figura VI.3. : Rasgos sociodemográficos de las informantes según


pertenencia a grupo de aspirantes a la oposición

Grupo Principal Grupo Subsidiario (1y2)


Empleadas
1.Hijos o huérfanos
2. Personal ajeno
de empleados

22-25 años

26 años 19-21 años

17-18 años

Bachiller elemental Bachiller superior

COU
Antecedentes familiares en
la empresa Universidad

casadas
solteras

Grupo habitual de relación y ocio (antes de entrar en la empresa)

En la narración que hacen de su vida en torno a la experiencia


laboral que analizamos, las informantes mencionan amigos con los que se
relacionaban en su tiempo libre. Los grupos de referencia más citados son
los constituidos por compañeros de su entorno académico, bien del

164
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Instituto, bien de la Universidad, según sea el nivel de estudios en el que


se encuentran al opositar a Telefónica. Pero no son menos las menciones
de las mujeres con tradición familiar en esta empresa, a su cercanía y
amistad con otros hijos de empleados de Telefónica. La existencia de estos
grupos de amigos creados en el entorno laboral de sus padres se justifica
por varias razones:

• Los empleados, en su carrera profesional, sufrían traslados por


la geografía española. Acompañados de su familia, sus hijos
mantenían fuertes lazos con sus hermanos y progenitores y con
los grupos de relación de estos, fundamentalmente compañeros
del padre y sus respectivas proles.

• En esta empresa, en la que se favorecía con diversas ayudas


sociales, era muy frecuente la vida en barrios formados por
Cooperativas promovidas y constituidas por Telefónica. El
entorno es, en esos casos, mayoritariamente de hijos de
empleados de la misma. Así eran, simultáneamente, vecinos y
compañeros de juegos comunes a varios hermanos de la misma
generación.

“Vivía en Mirasierra, en un barrio de Madrid donde todos eran de


Telefónica” (4)

• El club de ocio denominado Playa de Madrid, es propiedad de


la empresa a la que acudían, y aún acuden, las familias de
empleados de la capital. Es un centro social y de deportes en el
que se desarrolla gran parte del ocio en la infancia de los hijos
de empleados. Allí juegan y comen con las familias de los
compañeros de sus padres.

165
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

• En verano existen residencias en diferentes puntos del país,


campamentos infantiles, viajes y apartamentos, todos ellos
subvencionados o pagados totalmente por la empresa.

“fuimos mi hermana y yo al campamento (...) fletaron un autobús sólo


para los diez niños de Telefónica (...) hemos ido coincidiendo con
muchos hijos de empleados y luego de mayores nos hemos seguido
viendo” (10A)

Así pues, el entorno de nuestras protagonistas, cuando son hijas de


empleados, marca notablemente las características y los componentes de
sus grupos de amigos.

Si en el momento de tomar la decisión de incorporarse al trabajo de


obreras en Telefónica ya vivían en pareja, las informantes suelen citar en
sus relatos a los amigos de la pareja. En esos casos eran los allegados a
ambos los que compartían los momentos de asueto y los planes de futuro.

“amigos los de mi marido, en general” (18G)

VI.2. Aproximación a la empresa (y al mundo laboral)

En este apartado se repasan los elementos narrativos que recuerdan


su primera aproximación al mundo del trabajo.

Cuanto más jóvenes eran las informantes, menor era su experiencia


laboral previa al acceso a esta profesión. La edad, sin embargo, no es
óbice para haber probado suerte en otras oposiciones de Telefónica. La
imagen de la empresa en las mujeres con lazos familiares en la compañía
en la que iban a prestar sus servicios como obreras no cualificadas, era
posiblemente menos idealizada que la del resto de opositoras. No obstante,
siempre la identificaban con un futuro seguro y estable. La noticia de la
oportunidad que se brindaba para poder ser las primeras mujeres que
accedieran a “celador –empalmador” llegaba de la familia o de sus iguales;

166
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

este último caso, cuando las mujeres no tenían familiares trabajando en la


Compañía.

De forma paralela desfilan en sus evocaciones las actitudes,


generalmente desaprobatorias, de sus familias y amigos ante la decisión
de incorporarse a la categoría de celador-empalmador. No obstante, su
tesón preparándose para las pruebas de acceso, cuenta con el refuerzo y
la ayuda material de su entorno.

Las características mencionadas se representan de forma


esquemática más abajo: a la izquierda los rasgos más comunes y a la
derecha los rasgos menos comunes.

Figura VI.4: Retrato según su acercamiento al mundo laboral

Se examinó de otras cosas en No hizo oposiciones en


Telefónica Telefónica
Trabajaron en tareas
No trabajó antes ocasionales u otras de
Telefónica
Querían alejarse de su entorno
Buscaban seguridad y futuro. / quedarse en el país / estar
con su pareja
Califican a la empresa de
Consideraban a la empresa
militarizada / moderna / no
protectora y bien estructurada
sabían nada de ella
Conocen la oposición por la Se enteran de la oposición por
familia compañeros
Desánimos del padre ante su Indiferencia del padre ante su
opción laboral opción laboral
Examen práctico: ayuda familiar Sin preparación previa

Otras oposiciones realizadas para acceder a la empresa

Las pruebas de acceso a Celador-Empalmador, a las que se alude


posteriormente, no son las únicas que prepararon la mayoría de nuestras
informantes.

167
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"Primero me presenté a Operador Técnico (...) en segundo lugar me


presenté a la convocatoria de Mecánico..." (3)

Su interés en acceder al mercado laboral y en especial a esta


empresa, las motiva para presentarse a diversas convocatorias, algo que
era posible por su nivel de estudios.

“Mi hermana se preparaba en una academia que daba gente de


Telefónica (...) se iba a presentar a mecánico y a operador. Yo estaba
haciendo COU..me fue pasando mi hermana los ejercicios de
electricidad que hacía en la academia y nos presentamos a las dos (...)
también había echado las de mensajera (...) ese año no las saqué .”
(10A)

La opción de trabajar como obreras en las categorías más bajas vino


en parte provocada por el resultado negativo obtenido en pruebas de nivel
superior.

“Nos presentamos (...) me acuerdo que era mayo, diciendo que


habíamos aprobado pero no la de mecánico ni la de operador (...) luego
venían otras pruebas.” (10A)

No había pues, salvo en uno de los casos, una preferencia por este
trabajo y cuando se conocía y existía oportunidad, se probaba suerte en
otras categorías.

Algunas de más edad que ya eran empleadas de Telefónica, habían


realizado en su momento las pruebas pertinentes al puesto que ocupaban.
El nivel de exigencia para cambiar de tarea fue menor que el requerido a
las mujeres que pretendían acceder a esta plaza como su primer empleo,
incluso en algún caso sin examen previo.

“Yo estaba trabajando en el departamento de Tráfico (información) y


salió una propuesta para todas las personas que de forma voluntaria
quisieran pasarse a celador previa formación de la Compañía” (14)

Las mujeres que no habían realizado ninguna otra oposición de


acceso a Telefónica no son del colectivo formado por hijas de empleados:

168
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

conocen la convocatoria por entornos ajenos a la Empresa y prueban


suerte.

“En el último curso de carrera una compañera llegó a clase con una
solicitud de Telefónica (…) no estaba muy segura de querer hacerlo ya
que yo tenía trabajo.”(5)

Trabajos desempeñados anteriores al ingreso en ese trabajo

Otro de los factores comunes al colectivo de mujeres que aportan sus


relatos de vida para esta investigación, es que la mayoría de ellas no había
realizado trabajo alguno antes de presentarse a la oposición.

"Para una chica que hasta entonces sólo había tocado los libros, pensar
en coger pico y pala y cavar un hoyo resultaba de lo más extraño y
sobre todo irrealizable” (1)

Esta situación responde a un fenómeno común en aquellos


momentos, ya descrito en otros textos: la evolución del trabajo de la mujer
en España y, concretamente, en la época de la crisis económica. Han
dedicado su tiempo al estudio. De hecho acaban de dejar el Instituto;
algunas, la Universidad. Las posibilidades encontradas para compartir
estudio y trabajo posteriormente fueron mínimas.

Las de más edad en el momento de su incorporación a este colectivo,


son las que cuentan con alguna experiencia laboral.

"yo estuve trabajando en una cosa de seguros antes de casarme" (18G)

Cambiaron en ocasiones una trayectoria trazada anteriormente y


que, incluso, había determinado su formación.

“me había dicho un familiar que si estudiaba esa carrera me daría


trabajo (...) me contrató como ayudante en un laboratorio" (5)

El colectivo minoritario denominado en la oposición “Grupo Principal”


pertenecía ya a la misma empresa: Telefónica. Desarrollaban trabajos que,
precisamente en nuestro país, se habían convertido en paradigma de

169
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

“trabajo femenino”. Por ejemplo, las Telefonistas fueron modelo de mujer


independiente durante décadas y las Mensajeras o Subalternas
(equivalente a Ordenanza o Botones) eran mujeres muy jóvenes, con
tradición familiar en la compañía, como se recoge en los trabajos que
repasan la evolución de la empresa.165 Así rememoran dos de ellas el
puesto que ocupaban en la empresa cuando decidieron cambiar de
categoría. Tráfico era el departamento en el que se encontraban las
telefonistas de información a los abonados.

"En el año 79 yo estaba trabajando en el departamento de tráfico (14)

“yo era subalterna"(16F)

Razón del cambio/ingreso en la nueva tarea

Los motivos enunciados que sirven para justificar su acceso a la


profesión de celador-empalmador son los temas centrales de los relatos,
consecuencia de la situación de partida de cada una de las informantes y
origen de su evolución posterior. Como ya se ha citado en otros puntos de
este trabajo, las diferentes situaciones individuales marcan sin duda la
decisión de acceder a este puesto. En los relatos se explica la razón o
razones determinantes sin eludir aspectos personales y se esgrimen
diversas causas diseminadas a lo largo de las entrevistas o relatos
escritos.

La búsqueda de seguridad en el empleo, el trabajo seguro y el futuro


laboral con garantía son las razones que más se repiten.

“Había acabado el COU y tenía ganas de tener un trabajo estable pues


una piensa que para seguir estudiando siempre está a tiempo y cuando
me enteré no dudé en tramitar la solicitud, fuese el trabajo que fuese
(...) eran malos tiempos y había pocas ofertas de trabajo” (19)

165 CABEZAS, J. A. (1974).

170
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Telefónica era para la mayoría de ellas la empresa que más se


ajustaba en aquel momento a su esquema de trabajo estable.

"Se me ofrecía un futuro: trabajo fijo nada menos que en Telefónica"( 1)

Los aspectos materiales justifican su elección en aquel momento, los


textos están plagados de argumentos realistas: había que entrar en la
empresa y ésta era la opción que se presentó en aquel momento. El duro
trabajo elegido era la puerta para un posible futuro profesional y
reconocen que tal vez la única abierta.

"yo lo utilicé como una forma de entrar en la empresa" (18G)

"había empezado a subir una montaña que no sabía hasta qué punto
llegaría" (4)

“no es una elección, digamos que las cosas te vienen un poco dadas
(...) pruebas (...) sigues y (...) no es una cosa tan clara como una
elección. Las elecciones las haces a lo mejor cuando tienes más años o
más madurez pero entonces yo creo que te dejas llevar un poco. “(11B).

Para este colectivo los conceptos de independencia económica y


libertad van de la mano y ello las anima a lanzarse a su aventura
profesional. En el caso de las jóvenes que viven en el hogar familiar,
alejarse del mismo implica a veces la ocasión menos traumática para
comenzar a vivir con su compañero sentimental.

"por un lado la idea de conseguir un trabajo y por tanto la independencia


económica me llenaba de alegría (trabajaba con un familiar)" (5)

"Todo nuestro afán era independizarnos, ganar nuestro dinero y vivir


nuestra vida" (11B)

"Veía ante mí una puerta para vivir mi vida con más libertad y eso me
colmaba de confianza" (21)

Pero uno de los aspectos de su argumentación que aparece


comúnmente entre las más jóvenes hijas de empleados, es que, aún
expresando su deseo de emanciparse económicamente y ser independiente

171
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

de su familia de origen, es este entorno el que determina sus pasos. En


algunos casos dejan patente la aceptación de este futuro casi marcado por
la tradición familiar, mientras que una de ellas muestra su determinación
al elegir su camino profesional.

"el hecho de terminar en Telefónica te viene un poco por la familia"


(13D)

"no fue una cosa muy voluntaria, fue una cosa ocasional o de suerte (...)
que mi hermana accedía a ella" (10A).

“mi hermano (…) le vi animado a él y me animé yo (15E).

"yo tenía dos opciones: ser como mi padre (celador) o como mi madre,
opté por lo primero a pesar de ser mujer" (8)

Los aspectos épicos apenas aparecen en este apartado y se


acompañan de argumentos que podríamos denominar como “morales” o
“sentimentales” de modo que en algunos párrafos muestran un espíritu
valiente y en otros la intención de reunirse con su pareja, por ejemplo.
Para muestra, diferentes puntos del mismo texto:

"fundamentalmente por eso, porque yo creía en eso, que la mujer podía


desempeñar un papel como el del hombre (...)

"lo que me forzó (a buscar otra categoría) fue que él había sacado la
convocatoria anterior y se había ido al País Vasco. Mi intención era irme
con él (...) hacer el curso y si no había plazas (allí), renuncio" (16F)

Se deduce de sus manifestaciones que la respuesta a los propósitos


de la empresa, dirigir a las mujeres empleadas de la Compañía y
excedentes en determinadas categorías hacia otros trabajos, no obtuvo el
éxito deseado, a pesar de las facilidades que se dieron para ello.

"salió una propuesta para todas las personas de mi grupo que de una
forma voluntaria quisieran pasarse a celador (...) directamente a la
escuela" (14)

172
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

La mayoría repite con fidelidad una serie de argumentos que son


compartidos en ese momento por gran parte de la sociedad española.
Llama la atención las frecuentes referencias al hecho de que ésta fue la
opción laboral que consiguió, dejando claro que la elección, en la mayoría
de los casos, era trabajar y no una actividad concreta como tendencia
vocacional.

Las manifestaciones que aparecen en segundo lugar, responden a un


discurso común de las hijas de empleados que tienen entre 17 y 21 años y
reconocen motivos relacionados con la persuasión o presión del entorno
familiar.

Algunas mujeres de 22 a 25 años enuncian causas relacionadas con


su vida familiar y de pareja; las que han tenido otro trabajo han elegido
esta opción, o bien tras comparar la oferta con su experiencia anterior, o
bien porque su actividad en aquel momento tocaba a su fin. Razones
trascendentes que las impulsaran a su elección, como contribuir al
cambio de la situación laboral de la mujer en España, se citan por parte
de las mujeres sin un perfil diferenciado (son de distinto nivel académico,
edad y estado civil) y siempre complementando un amplio repertorio
dentro de su relato.

No renunciaban a continuar formándose las que ya habían pasado


por la Universidad o habían estudiado COU o Bachiller mientras que,
curiosamente, no es algo que se planteen las que habían abandonado con
anterioridad su escolarización.

173
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Figura VI.5: Razones más citadas (arriba) y las siguientes en aparición (abajo) que
justifican su iniciación en este trabajo y su vinculación con rasgos
sociodemográficos de las informantes.

Seguridad en el
17-25 años empleo Bachiller
COU
Soltera
Indiferencia, fue lo Casada o en pareja
Sin experiencia que aprobó
laboral en Telefónica Su madre trabajó
temporalmente
Su madre era ama
de casa
Mejora económica
Estudios universitarios

17-21 años
COU
Soltera
Realizó otras Corta experiencia
oposiciones a laboral
Telefónica Tradición familiar (no en Telefónica)
Sin experiencia
laboral Presión de los
Su padre era padres
empleado de
Telefónica
Su madre era ama
de casa o tenía
empleo temporal

Imagen de la empresa antes de ingresar

Antes de comenzar su experiencia laboral, conceptos como empresa


madre, buena empresa, bien estructurada, definían a Telefónica, según
narran las entonces aspirantes a la categoría de Celador/Empalmador.

La idea de gran empresa se asociaba en aquel momento a


determinadas cualidades y una de ellas era la relación paternalista que

174
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

mantenía con sus empleados. Esta valoración era especialmente notable


en los ambientes familiares con tradición en Telefónica.

“Una ilusión tremenda por trabajar en Telefónica, aquella Compañía que


era madre de todos sus empleados.” (3)

Múltiples recuerdos infantiles agradables, los regalos de reyes, los


momentos de fiesta que transcurrían en ambientes
“telefónicos”...refuerzan esta imagen que se transmite de padres a hijos.

"empresa a la que tengo mucho cariño (…) recuerdo cuando nos daban
los juguetes el día de Reyes." (20)

Las hijas de los trabajadores habían recibido también de sus mayores


la convicción de que Telefónica era sinónimo de solidez y seguridad en el
empleo y se convertía por tanto en una buena alternativa en esos
momentos de inseguridad y paro imperante.

"me parecía una buena empresa y tenías un campo amplio que luego
no he utilizado demasiado." (18G)

Todo esto derivaba de la certeza de que trabajar en “la Compañía” era


una opción positiva a la hora de plantearse un futuro profesional, incluso
cuando se procedía de entornos sociales que no tenían nada que ver con el
de la empresa.

“Entonces cuando se hablaba de Telefónica siempre imaginabas una


empresa moderna y puntera en tecnología” (19).

La cruz de la moneda de esta imagen previa de “la casa” como se


llamaba cariñosamente a la empresa entre el personal de la misma, era su
disciplina. Algunas de las narraciones reconocen las particularidades de la
que era entonces la única compañía de comunicaciones de España.
Durante el ejercicio de su profesión veremos que la dureza del trabajo y de
las relaciones jerárquicas marcan los recuerdos narrados de aquella
etapa.

175
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"Todavía éramos militares, había peligro de que te juzgaran por


sedición" (16F)

No falta, sin embargo, quien reconozca que se lanzó a esta aventura


profesional sin tener conocimiento alguno de sus futuros patrones. El
nombre de la empresa es el único valor conocido para probar suerte y
orientarse hacia ella en la búsqueda de empleo.

"no tenía ni idea de cómo era la empresa a la que opositaba, ni tampoco


el trabajo que iba a realizar" (5)

Posteriormente compararemos esta imagen de la empresa con la


formada tras su experiencia laboral.

Noticia de la oposición

El conocimiento de la existencia de la convocatoria para esta


oposición, les llegó a las actuales trabajadoras de Telefónica desde
diversas fuentes de información. Esta diferencia constituye otro de los
rasgos que distinguen a los dos grupos ya citados: las menores hijas de
empleados y “el personal ajeno”.

En el primer colectivo, jóvenes de 17/18 años, el origen de la noticia


es algún familiar. La cercanía de las jóvenes al entorno empresarial de
Telefónica, hace que sean las primeras receptoras de rumores sobre el
particular. No obstante, en algún caso el padre ha comentado esta
posibilidad de acceso a Telefónica junto con otras que simultáneamente
aparecían, pero ha desestimado al mismo tiempo la opción que considera
poco adecuada para una mujer.

La insistencia y los comentarios de diversos componentes de su


familia, refuerzan el efecto de esta información y anima el hecho de que
incluso un hermano o hermana, prueben su suerte preparándose para el
acceso a este puesto.

176
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

“Mi padre le dijo a mi hermana hay unas oposiciones de Telefónica,


están entrando mujeres de mecánico y operador (...) como mi hermana
y yo nos llevamos muy bien, pues yo también voy a echarla (...) yo ya
había echado de mensajera (…) Entonces nos habíamos apuntado a
tres: mecánico y operador que eran fuertes y la de celador/empalmador
(...) le oíamos decir a mi padre: esa no, porque esa es para trabajar en
la calle” (10A)

En algunas ocasiones, la noticia es el mismo documento previo a la


oposición, asumido como razonable cuando proviene de un familiar.

"Mi hermana me trajo la solicitud y yo simplemente la firmé.."(1)

Las jóvenes que pertenecen al grupo de aspirantes sin parientes en


este gremio, saben que pueden optar a plazas de Celador/ Empalmador en
Telefónica por noticias en diferentes medios de comunicación y anuncios
de la empresa .

"vi el anuncio, creo que en el periódico y puse atención.” (18G)

En algunos casos llegan a las pruebas tras conocerlas gracias a


compañeros de estudio o trabajo.

“Una compañera llegó un día a clase con una solicitud de Telefónica,


con la intención de que la cursáramos todos (...) yo no estaba muy
segura de querer hacerlo (...) pero ellos mismos me la rellenaron y la
mandaron.” (5).

Actitudes de la familia y los amigos respecto al ingreso en ese trabajo

En los textos y en las entrevistas surgen con frecuencia las


respuestas de su entorno ante la decisión tomada. Sentirse arropadas,
comprendidas, animadas o verse disuadidas, incomprendidas, incluso
objeto de burlas, tiene para ellas tanta importancia que emerge en los
recuerdos de las diferente etapas de su vida.

La actitud de sus progenitores es la primera referencia para tomar


decisiones. Los padres, desde su experiencia en este ámbito laboral,
inducen o desaniman a las jóvenes en igual medida. En las narraciones se

177
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

repiten frases que aluden a esta doble postura: conformidad y desacuerdo


en la primera etapa de su nueva andadura laboral y el apoyo prestado
para conseguir el fin propuesto.

"mi padre encantado me enseñó a coger pico y todo (...)" (16F)

Ellas se ven inmersas en una paradoja: los padres estaban


preocupados por el futuro económico de sus hijas, son incluso los
comunicadores de la opción laboral que ellos conocen. En realidad,
inclinaban a sus hijas hacia la elección de su empresa, pero preferían que
hubieran aprobado el ingreso a una profesión menos dura, también en
Telefónica.

"mi padre me recomendó seguir con lo de Telefónica y dejar la carrera


para más adelante" (7)

“A esa oposición no (os presentéis) porque esa es para trabajar en la


calle. Esa es que están las chicas allí en el curso subidas en el poste
pasando frío y calor todo el día.” (10A)

Finalmente, los padres, expertos en ese trabajo, ayudaron a sus hijas


en la preparación física previa al examen.

“Mi padre me dijo que si decidía presentarme (que por él no) me


enseñaría a cavar y allá que nos fuimos con el pico y la pala a un
descampado (…) para que yo aprendiera que el juego con el pico no se
hace con los riñones toda una lección”.(3).

“Mi padre me acompañó (a la prueba práctica) que estaba tanto o más


asustado que yo (...) mi padre lloraba en un rincón y yo me sentía como
una “super-woman” (1)

Las opiniones de las madres se citan separadamente. También ellas


aprueban la idea o la desaprueban al igual que sus esposos, pues
muestran ciertos recelos ante este futuro laboral para sus hijas pero, a la
vez, les animan a no seguir el modelo que ellas representan: amas de
casa.

"siempre decía (mi madre) lo primero trabajar, luego casarte” (15E)

178
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

El respeto a su decisión sin presiones, la opinión sin más o la


indiferencia son las reacciones que menos se presentan y provienen de
familias ajenas a la Empresa.

"mis padres querían de mí una maestra" (23)

Los amigos de aquel entonces mostraron una actitud poco positiva al


conocer su decisión y, salvo cuando son también hijos de empleados que
se preparan con ellas, no comparten sus inquietudes sino que incluso las
desaniman a seguir.

Las pocas ocasiones que citan la actitud de la pareja es para mostrar


su acatamiento o su indiferencia ante la profesión escogida.

"él decía (a mis padres) déjala, si se estrella recogeremos lo que quede"


(13D)

Preparación para la prueba

Para poder acceder a alguna de las plazas que se ofertaba en la


convocatoria era preciso superar un examen y posteriormente realizar un
curso preparatorio denominado coloquialmente el cursillo.

El examen estaba constituido por una prueba teórica, una práctica,


varios test psicotécnicos y una revisión médica.

Los familiares, que generalmente han pasado por ese trabajo, ayudan
a las jóvenes a preparar la prueba práctica, “el hoyo” que se cita en los
relatos. En muchos casos ese familiar es el padre; a pesar de que el
cabeza de familia no ve muy claro el trabajo de sus hijas en este puesto,
como se ha indicado anteriormente. Son ellos los que, en casi todos los
casos, las acompañan y preparan con el pico y la pala. Este hecho es
evocado con afecto.

"Fui un día a practicar con mi padre en el terreno de una amiga." (1)

179
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"Ahí estuvo mi padre, al que tanto le debo (…) me enseñó a utilizar el


pico y la pala" (4)

El nivel de estudios de la mayoría de las opositoras hizo que se


sintieran sobre-cualificadas para desarrollar los temas teóricos; no
obstante acudieron a academias especializadas para preparar la prueba.
Estos centros de formación, regentados por empleados y con profesores
que también pertenecían al colectivo de Telefónica suponían una garantía
para la superación de la prueba teórica, gracias a su experiencia en
evaluaciones anteriores y al conocimiento de la propia estructura de la
empresa.

"Estuve seis meses preparándome el examen en una Academia de


Madrid (...)" (3)

La ayuda de los amigos aparece también en sus narraciones. Los


prolegómenos que constituyen la puesta en forma para la dura prueba
física constituyen una aventura compartida con otros hijos de empleados.

"con unos amigos de mis padres cuya hija había aprobado (...) dijeron
les dejamos el pico y la pala para que vayan probando a cavar" (10A)

Se pasa revista en los testimonios a las formas en que prepararon el


temario de la oposición, por sí mismas o con la ayuda de la pareja.

”me preparé el temario en casa, con la ayuda de mi marido.” (18G)

Apenas es significativo el caso de las informantes que dicen no haber


tenido ninguna preparación para el examen práctico ni para el teórico y
corresponde a las que probaron suerte sin vínculos con la empresa, sin
conocerla, ni saber de qué trataba la prueba.

"no tenía ni idea de lo que había aprobado ni lo que tenía que hacer (...)
(tras el examen teórico), pero te prometo que me di cuenta cuando me
encontré delante del hoyo" (5)

180
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

VI.3. Imagen de sí misma y de su familia antes de su


experiencia laboral

Las informantes ofrecen en sus relatos un repertorio de rasgos con el


que se identifican a sí mismas o a su familia de origen, antes de
incorporarse a las pruebas de acceso.

Las descripciones del entorno familiar del que proceden, los


calificativos positivos o negativos del ambiente en el que han crecido,
reflejan su integración o disconformidad con las normas de ese grupo
primario. La aceptación del nivel social y la estructura en que han vivido
hasta entonces o la necesidad de escapar de su círculo doméstico, surgen
paralelos a la percepción de su propia obediencia o rebeldía.

En todos estos aspectos los relatos coinciden en un cierto tono épico.


Los lazos familiares se evocan con cariño y la definición de sí mismas es
una lista de cualidades. Sin embargo, apenas algunos relatos señalan
aspectos de su carácter que signifique una ruptura con lo instituido. Ser
feminista o de izquierdas son aspectos citados en muy contadas ocasiones
frente a su fortaleza, su valor o, incluso, su inocencia.

La experiencia académica, sus preferencias y la habilidad para


superar óptimamente los cursos realizados dejan clara, casi de forma
generalizada, la ausencia de frustraciones por el abandono de los
estudios. Mejor trabajar que estudiar, es el mensaje de fondo.

181
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Figura VI.6: Imagen de ellas mismas y de la familia de origen: rasgos


coincidentes (arriba) y menos citados (abajo)

Rasgos más comunes


Fuerte enérgica/lanzada…

Poco interés por los estudios, pero buenos resultados


Familia de clase no acomodada
Rasgos menos comunes
Feminista/Trabajadora/Hábil

No le gustaba estudiar

Familia progresista

Autoimagen en ese momento

La mirada atrás que se refleja en las narraciones, dibuja imágenes de


protagonistas a medio camino entre la recomposición mitológica del yo,
según la terminología de Hankiss166, y la benevolencia al valorar sus
decisiones en aquel momento. La mayoría coincide al evocar su
personalidad con adjetivos muy positivos. No hay en esta apreciación
diferencias según la edad, es decir, que las más jóvenes no son más
entusiastas que sus compañeras más maduras. Se presentan a sí mismas
en aquel momento con calificativos como: fuerte, enérgica, lanzada,
valiente, decidida.

"Qué fuerza, qué vitalidad y qué convencimiento de poder comerme el


mundo (...)" (4)

Entre los elementos que componen esa imagen retrospectiva se


incluyen, en algún caso, su compromiso social y su cercanía a los
movimientos de izquierdas, incluso con rotundidad.

166 HANKISS, H. (1993).

182
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"fui siempre bastante independiente, con sensibilidad social y también


osada" (21)

"(yo) era totalmente de izquierdas" (13D)

Pero las múltiples y abundantes autocomplacencias se acompañan


del reconocimiento de su falta de experiencia.

"Llena de ilusiones, de esperanza, de rebeldía (...) ninguna experiencia


y mi entusiasmo no me resolvía los problemas" (23)

Madura, independiente, ilusionada: es amplio el repertorio de


atributos al hablar de sí mismas en aquel momento. Apenas se
encuentran juicios severos: en todo caso, la consideración de que no
sabían muy bien lo que querían.

"No pensaba qué quería hacer en el futuro" (1)

Aunque a priori podríamos acudir a sus testimonios buscando


perspectivas de género, sólo una de ellas se define a sí misma como
feminista.

Del mismo modo apenas se refieren a las cualidades que pudieran


favorecer el ejercicio de su profesión. Únicamente una de las mujeres
considera que era hábil y trabajadora.

Actitudes y capacidad para el estudio

A pesar del alto concepto de sí mismas que se desprende de sus


descripciones, tal como vimos en el punto anterior, no se hace extensiva
esta buena imagen a su valía y capacidad para el estudio. La idea más
compartida es que tenían poco interés en su formación cuando se
presentaron a la oposición, aunque los resultados obtenidos no eran
malos.

"En esa época no es que me gustara mucho estudiar pero se me daba


bien" (11B)

183
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"No se me daba mal (...) Pero es que yo no tenía una ilusión por ser
nada" (15E)

Ciertamente no enaltecen sus éxitos académicos, a pesar de que


cuentan en casi todos los casos con un nivel de estudios que han
superado sin muchos problemas. La humildad que muestran es, en parte,
una forma de justificar su elección, tal como posiblemente argumentaron
en aquel momento.

"estudiaba porque no tenía más remedio (...) no quería estudiar ninguna


carrera universitaria" (13D)

"yo le decía (a su padre) que no iba a poder con el trabajo y el estudio


puesto que era de esas estudiantes normalitas." (7)

"a mí la teoría nunca me ha gustado, me gustaba la práctica" (10A)

Alguna de las informantes incluso se atribuye con más claridad una


cierta incapacidad para los estudios. En todo caso, ninguna de ellas se
recuerda a sí misma como amante de la vida académica. Aunque, como
veremos más adelante, en ocasiones lamentaron no haber progresado en
su formación.

Rasgos de la familia de origen

Al citar determinados aspectos del grupo familiar al que pertenecían,


están completando un autorretrato en la etapa de su vida en la que
acometieron este reto personal y profesional.

La definición de su familia de origen, tanto en los relatos como en las


entrevistas, abunda en referencias al nivel económico de la misma,
calificándola de “no acomodada” o “familia de trabajadores”. Reconociendo
su pertenencia a un entorno con unas determinadas características,
completan la definición de si mismas .

"era una familia no demasiado acomodada" (18G)

184
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"familia normal, un barrio normal (...) no teníamos nada, lo justo: el


balón y la muñeca (...)" (15E)

Otro aspecto que mencionan es el relativo al espíritu conservador de


sus padres, a los que califican de clásicos y tradicionales. Seguramente
esta valoración la hacen desde su experiencia de la relación paterno filial
vivida. Este es el reflejo común de una determinada clase social en aquel
momento y en entornos tan diversos como los que ocupaban obreros de
Telefónica o trabajadores de otros colectivos laborales.

“soy hija de agricultor...soy la mayor de tres hermanos y, por supuesto


cuando acabé el bachiller no quiso que saliera de casa para estudiar”
(5)

La cohesión familiar, sobre todo cuando se recuerda a los hermanos y


hermanas, es uno de los rasgos evocados con cariño y emoción.

"somos dos hermanas siempre hemos estado muy unidas...me sentía


muy arropada por mi hermana" (10A)

Sólo una de las informantes identifica el espíritu progresista de su


entorno familiar como uno de los mecanismos impulsores hacia su
trayectoria profesional, sin miedos ni cortapisas.

"Nací en el seno de una familia progresista" (21)

VI.4. Elementos identificativos del curso preparatorio (el


cursillo): residencia, convivencia y valoraciones

Las mujeres que colaboran en este trabajo de investigación, dedican


una parte importante de sus remembranzas a hablar del periodo
preparatorio al ejercicio de las tareas de celador-empalmador y que suelen
llamar el cursillo. Durante unos meses, tras aprobar la oposición, era
preciso superar dicho curso, que impartía Telefónica. Asistían a clases
teóricas y prácticas que se consideraban imprescindibles para desarrollar

185
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

la actividad elegida y compartían las jornadas en talleres donde se


enseñaba el oficio y se ejercitaban físicamente de cara a su futuro trabajo
(subir a los postes, cargar con pesadas escaleras...). Los meses
transcurridos adiestrándose para su profesión son repasados
inevitablemente en los relatos y entrevistas. Evocan el impacto que
produjo en ellas su inmersión en un mundo que les era ajeno.

Aparecen profusas referencias también al trámite previo al curso: la


oposición. En concreto, la prueba práctica, la realización de un hoyo de
grandes dimensiones, que ponía a prueba su resistencia física. Muchas
saben que esa tarea en concreto se hace con máquinas en el día a día,
pero están orgullosas de haber superado este escollo.

En este apartado hay pocas diferencias narrativas entre los grupos de


aspirantes del año 1979 y 1980, salvo las referencias que las del segundo
curso hacen de ciertas determinaciones tomadas por algunos profesores
de las escuelas de Telefónica, tras la experiencia del periodo anterior. En
concreto, las primeras opositoras pudieron elegir entre la especialidad de
celador y la de empalmador, mientras que en algunas escuelas,
suprimieron este privilegio en la segunda etapa, clasificando a los
trabajadores por su sexo: a ellas sólo se les permitía prepararse para
empalmadores, a ellos para celadores.

Sí se aprecian descripciones distintas según la escuela de Telefónica


a la que asistieron, de las varias que impartieron el curso preparatorio.
Diferente nivel de exigencia y, en algunos casos, con trato preferente hacia
las jóvenes aspirantes. Algunas opositoras del denominado “Grupo
Principal”, que ya trabajaban en la empresa, reconocen haber pasado por
un periodo preparatorio que fue simple trámite, lejos de la dureza que
describen sus compañeras de oposición.

Las tareas y la disciplina vigente en la etapa de formación están


controladas por los profesores (monitores) de Telefónica. La relación de

186
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

estos individuos con las primeras mujeres que trataban de ejercer como
celadores o empalmadores es referida por las mujeres con angustia; el
poder ejercido por algunos de estos representantes de la empresa ha
dejado marcas en muchas de ellas.

En sus evocaciones de aquellos meses, además de las alusiones al


impacto que les produjo la rudeza y el rigor de las normas, comparten
espacio fragmentos llenos de nostalgia. Es la añoranza del ambiente
creado entre los compañeros, solidarios ante la presión externa, de un
grupo formado mayoritariamente por jóvenes con un itinerario personal
cercano.

En esta etapa de sus vidas descubren las afinidades con sus


compañeras, compartiendo sus dolores y frustraciones. Se apoyan entre
ellas y surgen amistades que trataron de conservar y, en algunos casos,
aun perviven. Como ya se ha indicado anteriormente, la compañía y la
camaradería en esa etapa de aprendizaje neutralizó en gran medida las
presiones experimentadas en la escuela de Telefónica. Si además, para
asistir al curso, las jóvenes habían tenido que alejarse de su entorno
familiar, buscaron en la convivencia obligada con otros compañeros el
sustituto de ese grupo primario.

La adscripción a una determinada escuela de Telefónica venía


determinada por la cercanía al lugar de examen, coincidente en general
con su residencia personal. Las informantes del medio rural, debían
acudir a realizar el curso al lugar designado. Las más jóvenes, cuando se
ven obligadas a dejar su hábitat, sufren carencias más notables por su
impericia en muchos aspectos. Las pocas que se alejan de su entorno en
aquel momento y han de vivir fuera de su casa, lo hacen en lugares
elegidos por sus mayores, donde consideran que estarán más protegidas.

Como se relata más adelante, este abandono del hogar será lo más
común cuando posteriormente elijan su plaza de empleadas. Las

187
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

experiencias recogidas en este apartado son el avance de las vivencias que


la gran mayoría de ellas narran en su primer destino laboral.

Promoción y grupo con el que realizaron el cursillo previo

Como ya se citó en el anterior epígrafe, las empleadas de la compañía


que elegían dedicarse a las tareas de Celador/Empalmador pasaban
directamente a este curso preparatorio sin haber superado examen
alguno.

La convivencia desarrollada en este periodo creó lazos de amistad que


se citan posteriormente e incluso formó parejas que en algunos casos
fueron duraderas.

El primer grupo de mujeres que opositó para esta especialidad lo hizo


en 1979. Inmediatamente después, en 1980, se presentaron un numeroso
grupo de mujeres, ya con la experiencia reciente de sus predecesoras.
Entre las informantes para esta investigación, también hay más presencia
de quienes se presentaron en 1980 que de las aspirantes en 1979.

Las escuelas se repartían por todo el territorio español, siguiendo la


estructura provincial de la empresa en aquel momento (Direcciones
Provinciales). Entre las posibles localidades en las que era factible realizar
este curso preparatorio, a cada empleado se le asignaba la que le
correspondía según el lugar donde presentó la solicitud y realizó la prueba
de acceso. La promoción más numerosamente representada pertenece a la
ciudad donde se hicieron los cursos más nutridos de obreras: Aranjuez
(Madrid). Algunas trabajadoras recuerdan la dureza de esas largas
jornadas de dedicación exclusiva. El taller, de barracones, situado en un
polígono industrial en la zona sur... incluso en ocasiones lo califican de
“campo de concentración”.

"Nos recogía un autocar en Plaza Castilla todas las mañanas para ir a


Aranjuez" (3)

188
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Varias informantes evocan su preparación en Barcelona, Valencia,


Sevilla y Bilbao. De las que realizaron el curso en Bilbao sólo contamos
con una representante.

El sentimiento de identidad creado entonces entre las mujeres que se


forman juntas se puede apreciar en su discurso, diferenciándose los
grupos según el lugar de España donde se encontraba la escuela de
Telefónica a la que asistieron y el año de acceso. Las anécdotas y
experiencias más profusas de las recogidas en este trabajo, provienen de
las jóvenes que hicieron el curso en Aranjuez, pueblo cercano a Madrid,
en 1980.

Elección y especialidad laboral desarrollada (celador o empalmador)

Celador y Empalmador eran dos especialidades de la misma categoría


laboral y se accedía a ellas por pruebas comunes. En el curso preparatorio
se bifurcaban ambas trayectorias laborales, dada la diferente preparación
física que se exigía para cada caso. La primera de ellas era considerada
más dura y, como cuentan las protagonistas, en algún caso los profesores
las presionaron para que derivaran a esta opción, a su pesar, e incluso a
lo largo del periodo de aprendizaje.

"Yo con otras dos chicas más (...) decidimos ir para celadoras. Vaya
error el nuestro, a la semana nos dicen (...) empalmadoras o a la calle
(...) lógicamente nos cambiamos a empalmadoras" (4)

Esta “orientación” no correspondía en realidad a una discriminación


positiva a favor de las mujeres. La experiencia del primer curso del 79, en
el que se formaron parejas entre los aspirantes, produjo situaciones para
las que no se encontraban preparados los monitores; esto les indujo a
evitar la coeducación resolutivamente en la promoción siguiente: todas las
mujeres se prepararían para Empalmador y los varones para Celador.

189
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

En general las jóvenes no habían mostrado una gran preferencia por


una u otra especialidad y tampoco se quejaban por haber sido obligadas a
escoger la que supuestamente era menos fuerte (la de Empalmador). En
uno de los relatos, sin embargo, aparece la frustración por no haber
podido dedicarse a la profesión de su padre (Celador) por impedirlo los
profesores. Así lo resume una alumna que asistió a la escuela de Aranjuez
en 1980:

“Veintiuna mujeres acabamos el curso. La convocatoria era para


Celadores y Empalmadores. Todas superamos las pruebas (...) pero en
el curso que duró cuatro meses se nos impuso la separación por sexos,
a los hombres los formaron para ser celadores y a las mujeres
empalmadoras. Un hombre que quiso ser empalmador fue expulsado
del curso” (8)

Valoración de la experiencia del examen práctico

El examen práctico fue para muchas de ellas la inmersión en lo que


iba a ser su trabajo en la siguiente etapa de su vida. El mes en que se
realiza el examen, el clima de muchos de los lugares donde se llevó a cabo
y la precariedad de medios, se suman a la dificultad de realizar un hoyo
de características similares a una tumba.

Las hijas de empleados o las que ya pertenecían a Telefónica


ejerciendo otras labores, conocían en qué consistía la prueba, incluso
habían practicado para “dar la talla”. Pero tanto ellas como el resto de
aspirantes no dejaron de impresionarse por lo que califican
mayoritariamente como experiencia dura y dolorosa. Incluso mujeres que
se habían curtido en las tareas del campo recuerdan el momento como
sigue:

"el calor era insoportable, la tierra estaba dura y levantaba un polvorín


que envolvía (...)" (5)

Otro sentimiento compartido es la extrañeza. La situación les era


ajena a pesar de que ya era previsible a partir del texto de la propia

190
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

convocatoria. Jóvenes, estudiantes...nunca se habían encontrado en una


situación similar y lo manifiestan. Esta reacción es aún más significativa
cuando no pertenecen al entorno de la empresa.

"no creía que fuera en serio" (22)

"La prueba práctica de la convocatoria sorprendió" (17)

No hay en ningún caso buenos recuerdos del examen. Si dicen que el


ejercicio práctico fue inolvidable o que las pruebas médicas eran para
hombres, como ocurre en algún caso, no se hace como valoración positiva.

"inolvidable, me costó mucho hacer el hoyo, un par de ampollas y


bastantes sudores (...) análisis y prueba de dinamometría con valores
calculados para hombres (...) era necesario pesar más de 54 Kg (3)

Hay, sin embargo, otro elemento a considerar tras la lectura del


relato de esta etapa de su vida: surge un sentimiento de valoración
positiva de sí mismas. Superar la prueba las hace sentirse “superwoman”,
como dice una de ellas.

Otras evocaciones agradables que aparecen, son el ambiente solidario


vivido y el compañerismo de otros aspirantes, desconocidos hasta ese
momento.

Valoración de los profesores

Los monitores presentes en aquella prueba y en el curso posterior


son la clara representación del poder en el mundo laboral al que se
incorporan: un mundo de varones en una empresa con estructura
militarista y en un trabajo duro que no disimulan su rechazo ante las
nuevas alumnas.

“todavía veo la cara del monitor con aquellas carcajadas” (10A)

191
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Los profesores eran empleados y, la mayoría, de la misma categoría


laboral a la que ellas aspiraban y que temporal o permanentemente
ejercían tareas docentes en las escuelas de Telefónica. Alguna, incluso,
estima que los profesores ejercitaban su capacidad de persuasión para
que abandonaran.

“nos lo hicieron pasar mal (...) disuadirnos en nuestro empeño de


conseguir esos puestos de trabajo desempeñados sólo por hombres (8)

“no querían mezclas ni que hiciéramos parejitas. Aún a pesar suyo yo,
por ejemplo, me casé con un celador y no fui la única” (3).

La relación que mantienen con ellos les merece muy baja


consideración. Cuando recuerdan a los profesores, engloban todas las
descalificaciones en un adjetivo con el que parecen disculpar la actitud
ante ellas y su escaso nivel cultural y pedagógico: eran mayores.
Reconocen, no obstante, su habilidad en la profesión.

"eran personas que rondaban los 50, con bastante poca preparación
tanto en cuanto a cultura general como pedagógica (...) sí, en lo que era
material se defendían" (7)

Más escasas son las valoraciones benevolentes, como las que


reconocen que eran amables, paternalistas o que ayudaban a su
inserción. Las dos únicas apreciaciones positivas son de hijas de
empleados. El padre de una de ellas ejercía de profesor en la escuela en
ese momento, en otro curso. Su hija, además de citar la amabilidad de los
profesores repasa y coincide con casi todos los calificativos negativos que
enuncian el resto de compañeras. Sólo una de las informantes que
continúa hoy en las tareas de empalmador, considera completamente
efectivas las respuestas de los profesores.

En algunos relatos se insinúa que muchos profesores tenían un trato


deferente hacia las alumnas que eran hijas de empleados y, en alguna
ocasión, se pone esta afirmación, no reconocida, en boca de otros.

192
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

“me daba un poco de vergüenza que pensaran que podía tener ciertos
favoritismos... (mi padre) estuvo allí de profesor” (13D)

Calificación del curso

Para ser aceptadas en los puestos de obreras a los que aspiraban era
preciso aprobar una serie de materias y bajo una disciplina y ambiente
que casi la totalidad de las informantes califica de duro y recuerdan con
pesar. Las descripciones más crudas y más extensas de esta etapa
provienen de las alumnas de la escuela de Aranjuez.

“Era un campo de concentración...nos trataban bastante mal. (10A)

Las pruebas sólo podían ser realizadas si tenían una buena


preparación física y el horario equivalente a una jornada laboral. Así,
comparan esta etapa con la de los jóvenes varones durante el servicio
militar obligatorio.

"Recuerdo aquellos meses como una pesadilla. Fue casi como hacer la
mili" (1)

Cuando a esto se añadían determinadas circunstancias familiares,


las situaciones resultan aún más penosas.

"muy duro porque yo ya tenía el niño, hablé con la guardería (...)


físicamente agotada, estaba sola" (16F)

Pero sus quejas no sólo son debidas al cansancio experimentado por


tanta actividad. Entre los calificativos que les merecen sus experiencias de
estos meses no faltan las percepciones de un ambiente competitivo.

"Fue difícil, lo más la competitividad a la que nos vimos sometidas" (4)

Denuncian actitudes poco dadas a favorecer su integración en este


entorno laboral; incluso aseguran haber sufrido más reparos que sus
condiscípulos varones.

193
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"El curso era duro, eliminatorio y las mujeres debíamos pasar por
pruebas que a algunos hombres no les llegaba" (17)

Hay que señalar que en este caso, como en otros puntos de este
análisis, se encuentran afirmaciones que parecen contradictorias. Así,
prácticamente la mitad de los relatos acompañan estas imágenes
dolorosas con el reconocimiento de la importancia que tuvo como
preparación para la etapa posterior.

“El duro curso nos había preparado de manera adecuada” (21)

Incluso evocan simultáneamente momentos felices, gracias a los


compañeros y compañeras con los que compartieron aquellos días.

"Aquello lo recuerdo como un ambiente estupendo de compañeras y


con una presión tremenda por parte del profesorado y dirección de la
Escuela...se respiraba un ambiente de disciplina, represión y presión
sobretodo a las féminas" (7)

Sólo cuatro de nuestras informantes hablan bien de esta experiencia,


sin compartir esta valoración con calificativos negativos. Una de ellas,
acostumbrada al trabajo en el campo dice:

“Del curso en general tengo buenos recuerdos...sentía respeto por los


postes pero cuando hablaba con los demás compañeros les pasaba lo
mismo (5)

Sentimientos en el primer alejamiento del hogar (curso)

Los pocos distanciamientos producidos en este momento justifican


las escasas referencias al respecto. Pero los casos en que se produce, se
valoran. Hablan de libertad pero al mismo tiempo de dolor y tristeza. A lo
largo del relato muestran la cara y la cruz del que fue en muchos casos su
primer extrañamiento.

“En Septiembre tenía que empezar un cursillo (...) tenía que irme a
Valencia, yo que nunca había salido sola de casa (...) mis padres me
dijeron que sería muy duro (...) Recuerdo aquellos meses como una
pesadilla (...) cuando elegí Barcelona (el primer destino) ya me había

194
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

acostumbrado a estar lejos de casa (...) tenía allí a mi hermana (...)


supuso el final de mi emancipación. (1)

Lugares de residencia que mencionan durante el cursillo

El domicilio que recuerdan de aquella etapa era en todos los casos un


lugar de paso. Los pocos meses que dura la preparación en la escuela no
favorecía el asentamiento en lo que pudiera considerarse un hogar.

En algunas provincias, Telefónica dispone de residencias para


empleados y en estos casos era la opción más fácil y económica y la
preferida por los padres que trabajaban en la empresa.

La familia se preocupa por asesorar y buscar a su hija el lugar más


adecuado en la elección de su vivienda temporal. Las instalan en
residencias o en pensiones, pero estas estancias se abandonan en algún
caso para ocupar un lugar ya elegido por ellas mismas.

"mis padres hablaron con las Teresianas para ver si existía alguna
Residencia en Sevilla donde yo pudiera quedarme mientras hacía el
curso...la residencia estaba orientada para estudiantes y los horarios
nuestros no coincidían con los demás...decidí irme a la pensión donde
estaban muchos de los compañeros del curso. Se lo comenté a mis
padres y por primera vez no pusieron ninguna objeción" (5)

"Mi padre me buscó una pensión y allí comenzaron mis primeros pinitos
de mujer emancipada" (1)

VI.5. Elementos identificativos del primer destino

Si durante la realización del curso preparatorio sólo algunas de las


mujeres que componen la muestra de esta investigación experimentaron el
alejamiento de su hogar, la elección de su puesto de trabajo significa para
la mayoría de ellas salir de su mundo.

Las vacantes existentes determinan sus elecciones. Las localidades


más habitadas son las más carentes de mano de obra para desplegar las

195
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

redes de telefonía y es a ellas a las que destinan a la mayoría de los


nuevos empleados de la empresa.

Los obreros que habían obtenido mejores notas en el curso


preparatorio podían elegir plazas más cercanas al lugar deseado, en
general su lugar de residencia en aquel momento. Las obreras recuerdan
que buscaron la cercanía con sus amistades formadas en el curso
preparatorio, sobre todo la de otras mujeres. Estas decisiones marcan
caminos comunes, distanciamientos y, en cierta medida, el futuro
profesional y personal de muchas de ellas.

Conceden mucha importancia a los sentimientos derivados de la


convivencia en sus nuevos hogares, a veces lugares de paso. La libertad,
la soledad, la lejanía y todo un universo paralelo a la propia experiencia
laboral, fuera cual fuera el tiempo en el que desarrollaron las faenas de
celador o empalmador.

Alejamiento de su entorno habitual

La plaza elegida, una vez superado el curso preparatorio, las alejó de


su hogar. Para la mayoría de ellas es la primera salida de su entorno, de
su familia y al describirlo muestran emoción mezclada con otros
recuerdos.

"me fui con 17 años (...) yo lo recuerdo mal, porque además nos fuimos
unos días antes de Navidad" (11B)

Las ciudades en crecimiento tenían más necesidad de crear


infraestructuras y era donde se creaban más puestos de Celador y
Empalmador. La elección de plaza viene determinada por la nota media
obtenida durante el curso y por la decisión de ir con el grupo de amigos en
el que se integraron durante el curso. Ambas circunstancias las obligan a
apartarse de su residencia.

196
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Sólo una de ellas, ya casada en ese momento, pudo pedir plaza cerca
de su vivienda habitual que era uno de los objetivos que se había marcado
en su acceso a este trabajo: no alejarse de su esposo.

Las grandes ciudades y las que tenían más necesidad de crear


infraestructuras eran las que precisaban más obreros de este tipo, siendo
éstos los destinos más nombrados: Barcelona, Madrid, Bilbao, Vigo,
Valencia.

Tres de los destinos que se mencionan fueron zonas menos pobladas


y la decisión, que vino determinada por la cercanía a su compañero, las
mantiene alejadas del grupo de compañeras y de su cobijo, algo que aún
hoy lamentan, como veremos más adelante.

Razones para elegir la ciudad de destino

La selección de plazas se hacía por orden, según calificaciones y en


un acto comunitario. Conectadas por teléfono todas las escuelas, iba
cantando cada alumno el nombre de la plaza elegida, según era requerido.
Cuando se había formado un grupo de amigos se preferían lugares con
más plazas, que les garantizara conservar su compañía. En concreto, la
amistad con alguna amiga del cursillo fue el factor que más tuvieron en
cuenta estas mujeres para elegir su primer destino.

“pues acabamos y aprobamos (mi hermana y yo). Ya sabíamos que


plazas no iba a haber en Madrid y nosotras, como íbamos en lote, pues
vamos a ver dónde ir porque en el País Vasco bueno no nos hacía
mucha gracia (...) sabíamos que había muchas plazas en Valencia (...)
dentro del curso habíamos hecho amistad con diferentes chicas y una
de ellas, que era hija de los amigos de mis padres (...) dijimos bueno
pues donde sea vamos las tres juntas (10A)

Residir cerca de su familia es el segundo motivo esgrimido, sobre todo


cuando las mujeres ya mantenían una relación estable o habían creado su
propia familia, pero echaban de menos la compañía de sus camaradas
femeninas.

197
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

“yo me fui sola a Mondragón porque mi compañero estaba allí (...)


estaba menos arropada que las otras chicas porque fueron juntas”
(16F).

En ocasiones se unían otros argumentos, como el seleccionar un


puesto con un determinado tipo de trabajo.

[habla en tercera persona]”sus padres desde Orense la aconsejaban


que se acercara a ellos (...) por otra parte, estaba el trabajo de
Conservación que se suponía que no era tan duro.” (2).

La decisión siempre se conjuga en plural y generalmente en


femenino.

“salimos ocho chicas para Barcelona” (7).

Se han creado lazos en este corto lapso de tiempo que desean


conservar y que las hace sentirse más seguras.

"En la Navidad del año 1980 pedimos plaza, habíamos formado un


grupo de amigos (del cursillo) y queríamos ir juntos" (5)

En la segunda promoción se valoró también la existencia de otras


mujeres que ya ejercían esta profesión desde el año anterior.

"once de nosotras nos fuimos a Barcelona donde ya había otra


promoción de empalmadoras del año 79 (pensamos que ellas ya
habrían roto el hielo).”(3)

Algún relato manifiesta propósitos distintos de los mencionados


como, por ejemplo, el alejamiento de alguien o de algún lugar.

"solicité plaza en Palma de Mallorca por ver si poniendo el Mediterráneo


por medio mi novio me olvidaba (...). También me entraron más ganas
de dejar Sevilla, bastante atrasada y machista entonces" (21)

Cómo vivió la estancia en su primer destino

Para las más jóvenes, salvo las que ya habían pasado por esta
experiencia durante el curso preparatorio, ésta es la primera oportunidad
de vivir una vida independiente.
198
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Sin embargo, mientras que las primeras hablaban de libertad, entre


las que abandonan el hogar en este su primer destino, el sentimiento más
citado es la soledad. Este relato en tercera persona evoca así su partida:

“Esta ciudad, que era absolutamente desconocida para ella sería el


escenario de su primera independencia familiar. Con la bolsa de viaje
abandonó el tren (...). Sólo tres chicas más tenían ese destino pero no
viajaban en ese tren...nunca olvidará la auténtica sensación de soledad
en aquella habitación pequeña fría y amarillenta que vigiló el desvelo de
su primera noche en la nueva ciudad” (2)

Se expresan así tanto las que recuerdan con melancolía a sus padres,
a sus hermanos menores, a sus amigos y los lugares de su infancia como
las que, a pesar de compartir su vida con su pareja, añoran al grupo
creado en la escuela de Telefónica y se lamentan de haber perdido el
contacto con sus compañeras, no haberse visto apoyadas por un grupo de
mujeres con las que compartir aquellos momentos.

"pobrecita mi hermana era muchísimo más pequeña...sufrió mucho...se


quedó ella allí solita” (11B)

"que me fui sola (...) que eso también fue más negativo porque las del
curso fueron dos o tres a cada sitio, entonces ya unas con otras te
arropas te apoyas compartes toda esa vivencia que es nueva y sin
embargo al encontrarte sola fue para mí muy fuerte eso, el no poder
comunicar lo que estaba pasando, lo que estaba sintiendo" (16F)

Otras referencias hablan de aventura, indiferencia o valoran el


ambiente de la ciudad en la que pasan su primer destino. En ocasiones
todas estas emociones se mezclan en el mismo párrafo.

"aparecí en Mallorca, era todo una mezcla de confusión, miedo, alegría”


(5).

"no recuerdo haber tenido ninguna inquietud de pensar que me tenía


que ir de Madrid"(13D)

199
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Tiempo que estuvo realizando los trabajos propios de la especialidad


(trabajos en la calle o en la central)

No todas las mujeres que consiguieron superar los diferentes escollos


que se pusieron en su camino, ejercieron después de obreras durante el
mismo tiempo. Diversas circunstancias que luego se repasan hacen que
haya marcadas diferencias entre ellas en este aspecto.

Los cambios de acoplamiento, es decir la opción a cambiar de lugar


de residencia o grupo de trabajo dentro de la misma categoría laboral, se
producían una vez al año.

Otra de las posibilidades que se les ofrecía era acceder a otro trabajo
por una oposición de las varias que convocaba Telefónica. Aunque no era
normal que se les asignaran otras labores, como las de oficinas, sin
cambiar su categoría laboral, se hizo así excepcionalmente con el fin de
salvar situaciones para las que los mandos y la empresa no encontraban
solución.

De la clasificación que hemos realizado a partir de lo que nos cuentan


estas trabajadoras, el período transcurrido en las tareas de celador y
empalmador que más frecuentemente encontramos es, aproximadamente,
un año. Pero también hay un grupo numeroso que las ejerció durante un
periodo superior (de uno a tres años). Algunas de nuestras informantes
cubren escasamente los cinco meses en el ejercicio de esta labor, incluso
las hay que, apenas después del curso preparatorio y la toma de posesión
de su plaza, dejan este trabajo. Lejos de falsos discursos heroicos,
manifiestan su reacción ante tal eventualidad.

"menos mal que estuve sólo mes y medio en este destino porque si no,
acabo fatal" (7)

Aunque fuera un corto ejercicio, algunas de ellas dejan claro en algún


caso que no tuvieron trato de favor.

200
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"Estuve trabajando de empalmadora aproximadamente 10 meses, todo


el tiempo en la calle" (4)

Dos de estas trabajadoras siguen, en 2005, en la misma categoría


laboral: una, con las mismas tareas y sin ningún cargo; la otra, como
mando intermedio. Ambas manifiestan en distintos puntos de la
exposición su interés, su capacidad y su orgullo por mantenerse en este
trabajo.

"llevo 21 años. Voy a ser la primera que me voy a jubilar en activo de


celadora" (15E)

“en los 13 años que llevo de EGPE (capataz) he llevado a mucha gente
a mi cargo, incluso a antiguos compañeros y nunca me he sentido
rechazada como jefa por ser mujer; ha habido cosillas (...) pero se
fueron solucionando sin mayor problema (8)

El hecho de que hayan permanecido ejerciendo esta profesión, es


independiente de sus antecedentes familiares, pues si bien es cierto que
ambas son hijas de empleados, también pertenecen a sagas de Telefónica
las que estuvieron menos de cinco meses. Así pues, las hijas de empleados
están mayoritariamente entre las que pasaron el mínimo tiempo y el
máximo según esta clasificación. De esta manera, cumplen algunas el
objetivo familiar de entrar en la empresa por la única puerta disponible y,
otras, su deseo de realizar una tarea que les gustaba, en algún caso,
emulando a su padre. Las jóvenes que no eran hijas de empleados
estuvieron un periodo de tiempo medio, más de cinco meses y hasta tres
años.

VI.6. Contexto social del primer destino

Para la mayoría de las informantes, el inicio de su andadura


profesional supone el abandono de su hábitat y la necesidad de insertarse
en diferentes grupos. Nuevas comunidades con nuevas costumbres, un

201
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

nuevo espacio para residir y un entorno laboral que, además de


resultarles ajeno, implica adaptación a los compañeros de las brigadas,
formadas tradicionalmente sólo por varones.

Por si todo esto fuera poco, la sociedad española, que emerge de un


pasado de represión y en cuya evolución ellas están inmersas, no ha
modificado, en general, determinados prejuicios y las obreras sufren las
manifestaciones de extrañeza y de rechazo de varios colectivos, tanto de
los representantes de las fuerzas del orden, como de la gente de la calle.

El nuevo hogar, escogido según los medios económicos que les


proporciona su empleo, es siempre compartido, tanto por la imposibilidad
de disponer de una vivienda independiente, como por su deseo de convivir
con el grupo de afines creado en el curso preparatorio, fundamentalmente
otras alumnas que habían pedido la misma ciudad de destino.

La experiencia laboral implica la aproximación a otros jóvenes con los


que se crean nuevos vínculos, así como el refuerzo de la relación con sus
compañeros de vivienda, que en ocasiones lo son también de trabajo. Es,
también, la constatación de la necesidad de cambio, tanto por parte de la
empresa que permanece ajena a las necesidades cotidianas de un nuevo
colectivo, como por parte de las mujeres que pertenecen a categorías
laborales “tradicionales” en Telefónica y que no las consideran, de
entrada, compañeras.

El tiempo libre, que solemos emplear en informarnos, recrearnos e


interactuar con otros en actividades distintas de aquellas que
desarrollamos para ganarnos la vida, se convierte en este caso en una
extensión de su vida laboral y del hogar, por lo que no cumple su misión
de integrar en ámbitos distintos a las jóvenes informantes. Sí supone la
consolidación hasta nuestros días de determinadas amistades y el
alejamiento de los que en la etapa de vida familiar eran sus pares.

202
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

En este contexto, marcado por la necesidad de adaptación y la


quiebra con su etapa anterior, no parecen encontrar mucho respaldo en
sus familias de origen, que siguen viviendo esta etapa con la esperanza de
que se trate de una ocupación temporal.

Lugares de residencia que mencionan durante su primer destino

Del mismo modo que las informantes que se alejaron de su grupo


familiar al realizar el curso preparatorio hablan del lugar en que se
desarrollaba su vida fuera del entorno de la escuela de Telefónica, cuando
la mayoría de ellas fueron a ocupar plaza en una ciudad distinta a la
suya, se refieren a su nueva residencia.

La evolución que siguen en la elección de su morada es la siguiente:


pasan de vivir en grupos más numerosos a lugares con personas más
afines. En una primera etapa se alojan en pensión, hotel o son acogidas
por conocidos o familiares.

"tenía un primo casado allí, también celador y nos ofreció su casa para
aterrizar a todas" (7)

Sugieren que su situación mejora al pasar del hospedaje al piso


compartido con otros compañeros o compañeras del grupo creado durante
el cursillo preparatorio.

"De la pensión de mala muerte pasó a alquiler comunitario" (2)

"compartíamos piso en Barcelona 3 compañeras y una hermana de una


de ellas" (13D)

El más citado de todos sus hogares es el que comparten con su


pareja, bien desde el principio, bien porque conocen a alguien en esa
etapa con quien pasan a convivir. Sin embargo la decisión de residir con
su compañero lleva aparejados diferentes problemas que no lo hacen fácil,

203
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

como el tener que asumir más responsabilidades. La consecuencia más


comentada en esas ocasiones es el alejamiento de otros amigos.

“Enseguida nos buscamos un piso (...) pero nos fuimos en malas


condiciones y a lo mejor me desvinculé demasiado del grupo...entonces
para mí no era divertido estar fuera de casa (...) era un suplicio, tenía
que hacer la comida (...) esa etapa loca de los diez y ocho hasta los
veintitantos yo no la he vivido.” (11B)

Apenas alguna sigue en ese momento conviviendo con su familia de


origen pues, como se dijo más arriba, éste es para casi todas el momento
de su emancipación familiar. Cuando su primera salida del entorno
familiar fue al realizar el cursillo de formación, temen perder la
independencia conseguida.

"En Barcelona tenía a mi hermana y me vino bien por una parte y mal
por la otra. Bien porque ya tenía el alojamiento solucionado y por
tranquilidad de mis padres y mal porque supuso el final de mi
emancipación y eso lo iba a llevar bastante mal" (1)

Relaciones personales durante el cursillo y el primer destino

Al recordar ambas etapas de su vida, el curso y los primeros


momentos del ejercicio de este trabajo, aprecian muy positivamente las
relaciones personales que florecieron entonces. El compañerismo generado
en su entorno laboral y en el lugar de residencia, compartido
generalmente con colegas de profesión, produce incluso emoción en el día
de hoy.

“Gracias a mis compañeros de los cuales aún hoy mantengo un grato


recuerdo porque a nivel personal se portaron muy bien y procuraban
que ni cargase con peso ni subiera a escaleras o postes” (3)

Hablan de compañerismo, sin personalizar, pero las referencias más


abundantes tratan de la relación especial con algún amigo o amiga que
sirve de apoyo en momentos difíciles.

“Cuando acabé (el hoyo) un compañero que se estaba examinando


igual que yo me preguntó ¿quieres que te lleve a algún sitio? ...muchas

204
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

veces me he preguntado por qué me fié de él, me dio confianza.


Después aprobamos los dos y se convirtió en un buen amigo” (5)

"Con las chicas del cursillo muy bien, con esa compañera que te
digo...me llevaba demasiado bien; yo era muy susceptible y ella me
ayudó en momentos de baja forma...había como una amenaza."(18G)

En otras de estas narraciones se hace mención también a sus


círculos de amigas: pequeñas pandillas de mujeres que se formaron, en
general durante el curso preparatorio, que decidieron conjuntamente su
lugar de destino y que perviven y se refuerzan durante, al menos, esa
etapa.

“Me sentía capaz de afrontar las duras pruebas del cursillo y así se lo
transmitía a las seis compañeras empalmadoras (...) todas las chicas
pedimos el mismo destino para estar próximas y ayudarnos (...). El
conocer más chicas del cursillo de Madrid y de otras provincias nos
ayudó a reafirmar nuestra capacidad laboral” (21)

Otros testimonios acerca de su grupo de amigos y de la relación que


deriva en la constitución de una pareja también se cita en los relatos, casi
siempre con el telón de fondo de su empresa: Telefónica.

"También había mucha gente de fuera que vivía en pisos (...) en uno de
esos pisos conocí al que luego sería mi marido, también compañero y
celador, para más señas" (1)

Continuidad de esas relaciones

Cabría pensar que estas amistades sucumbirían al superar su etapa


de adaptación en un mundo que les era ajeno. Sin embargo, incluso
cuando abandonaron aquellas categorías, que luego se denominaron
OAPE (Operador Auxiliar de Planta Externa) el empalmador y OASP
(Operador Auxiliar servicio Postventa) el celador, mantuvieron algunos de
los contactos anteriores.

“éramos todos muy jóvenes y nos relacionábamos después del trabajo y


con algunos, aún después de tantos años, seguimos la amistad aunque
cada uno ya se ha trasladado a otras provincias” (20)

205
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Estos lazos han sido muy importantes a la hora de ampliar el número


de contactos y obtener testimonios para esta investigación. Existe todo un
entramado de relaciones entre nuestras informantes. Los comentarios y
los entusiasmos se han transmitido entre amigas de aquella etapa que
conservan su relación y el resultado más eficaz incluso que los anuncios
publicados en los medios de comunicación de la empresa.

El grupo de Aranjuez de 1980 celebró una cena en el vigésimo


aniversario de su estancia en la escuela. La red de contactos se amplió y,
antes y después de este evento, mantuvieron una larga “correspondencia”
electrónica.

En sus exposiciones comentan la preexistencia de alguna de estas


relaciones especiales, muy valoradas. Incluso en los encuentros
ocasionales con antiguos amigos se mantiene la relación de afecto.

Tenía una buenísima relación con un compañero (...) tenía novia y


salíamos con otros compañeros casados (...) hace poco vino aquí a una
reunión, me conoció y muy bien" (18G)

Las referencias a las relaciones finalizadas aluden a los vínculos


desaparecidos con su pareja de aquella etapa.

Cambio en las relaciones con los amigos de etapa anterior

Al tiempo que emprendían nuevas amistades en su entorno laboral,


otras relaciones anteriores se desvanecían. La incomprensión ante su
interés por desarrollar una tarea considerada por muchos poco idónea,
fue el principio del alejamiento de sus amigos de la etapa anterior (del
barrio, del instituto, etc.)

La separación real, al trasladarse a otra ciudad contribuye también a


que muchas de ellas rompan lazos anteriores, incluso con sus novios o
pretendientes.

206
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

“Cuando me fui de Madrid (...) llevábamos seis meses saliendo (...) no


era romper, luego íbamos a volver pero yo sabía que era insostenible.
No puede ser el estar separados guardando una ausencia cuando hay
tantas cosas nuevas por hacer y por ver. Él se lo empezó a tomar muy
mal (...) le dije: a mí no me agobias ni tú ni nadie y lo dejamos (¿y los
amigos?) casi todos siguieron estudiando con lo cual, se hacen nuevos
amigos, se meten a otras historias (...) conservas los que realmente
son. Cuando volví, tres años después, yo había cambiado mucho pero
mis amigos del colegio y del jardín también (...) nunca volvió a ser como
antes” (10A)

La evolución de las relaciones anteriores al ingreso en esta profesión


no es un tema muy tratado en sus relatos y entrevistas. Sólo alguna
considera este hecho y en respuesta a una pregunta explícita al respecto.
Las causas que descubren en este análisis son, además del
distanciamiento debido a su partida, los diferentes caminos seguidos en la
vida. Mientras ellas se esmeraban en buscar una estabilidad en el empleo,
sus amigas continuaban con su formación o se dedicaban al hogar.

En general reconocen que el comienzo en esta profesión supuso el


alejamiento de los amigos de su etapa anterior. Sólo una, por el contrario,
afirma que no se produjo ningún cambio, pero es realmente un caso
especial al tratarse de una mujer que continuó viviendo con su esposo y
en la misma ciudad.

La aparición en los medios públicos y su valoración

Para esta investigación se han recopilado y se reproducen diferentes


productos comunicativos5 que se ocupan de las primeras mujeres
celadoras o empalmadoras. Se conoció la existencia de todos ellos a partir
de sus testimonios. Hablan de su aparición en medios públicos sin ser
preguntadas sobre el particular, con cierto orgullo.

5 Algunos de ellos se reproducen en el Anexo 5

207
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

“en esa época fue la entrevista que te decía (...) tuve sensación de ser
pionera (...) el jefe dijo que había interés en que se vaya a un programa
de radio” (13D)

“el día que me dijeron que acababa de aprobar (para otro puesto) me
habían hecho una entrevista por la radio (...) estaba sobreexcitada”
(10A)

Fueron entrevistadas, fotografiadas, filmadas o recuerdan a alguna


compañera que fue protagonista en alguna de estas “hazañas” y muestran
desencanto por el tratamiento que se hizo del tema, en cierto modo algo
frívolo.

"pertenecíamos al colectivo con mayor siniestralidad laboral de la


compañía pero eso no era un tema que interesara a la prensa" (8)

Como en tantos puntos de la crónica sus argumentos muestran la


cara y la cruz de una realidad.

"Un día llegó por la central no sé cual redactor de la revista Diez


Minutos. Claro, confundieron algunas cosas como nuestros nombres y
alguna metedura de pata que otra, pero puedo decir que fui protagonista
por un día" (1)

Describen su aparición en prensa, televisión e incluso en el noticiario


NODO. Una de las entrevistadas afirma que su aparición en la gran
pantalla fue el principio de otra historia.

"le he conocido (a mi marido) en Telefónica, pero él me ha conocido a


mí en el cine que me hicieron un reportaje (...) era un NODO (...) dijo a
ésta la voy a conocer yo" (15E)

El evento de la cena conmemorativa de las jóvenes del curso de


Aranjuez de 1980, fue recogido en el periódico de la empresa (TeleVip)
junto con una foto de ellas en aquel momento. El tratamiento que se dio a
este aniversario dio lugar a discrepancias. Se generó un intercambio de
correos entre ellas y con la periodista que redactó la noticia. El mensaje
previo a la nota de prensa fue elaborado por una de las participantes en
esta investigación. En las conversaciones mantenidas con ella a lo largo de

208
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

este estudio, manifiesta que se sintió muy defraudada, al considerar que


no se había reivindicado suficientemente la importancia de este trabajo,
que aún es el suyo y que Telefónica hoy prácticamente ha externalizado:

“Esto lo escribí cuando leí el borrador de la periodista (...) no me sentí


apoyada por las demás (...) espero que tú saques más partido de lo que
te mando” (8)

Repercusiones de la situación socio-política en su trabajo

El momento que se vivía en España, con una Constitución reciente


(1978), pero sin haber desarrollado aún diversas leyes ni normas
adaptadas a sus artículos, sobre todo en temas laborales, es obligado
telón de fondo de sus historias.

"Era la segunda convocatoria en la que dejaban presentarse mujeres


después de firmar la Constitución en la que se proclamaba la igualdad
entre los sexos" (3)

Lo que alguna de ellas denomina anécdotas, constituyen en todos los


casos el núcleo de sus narraciones. Por ejemplo, la difícil situación creada
por el incremento de los atentados terroristas y el malestar y prevención
de los militares, aparece en sus relatos formando parte de sus vivencias
personales. Muchas de ellas creen que era fundamentalmente el tipo de
trabajo y sus condiciones lo que les hacía pasar situaciones de miedo y de
peligro. Así refiere una de las protagonistas la noche del 23 F. (1981)

"la noche del Golpe de Estado nos tocó trabajar (...) frente a una
comisaría (...) con tanques paseando por las calles y soldados
metralleta en mano (...) en fin que si se llegan a poner nerviosos los
soldaditos, viéndonos entrar en el agujero nos hubieran podido dar un
buen susto"(9)

"En otra ocasión me vi rodeada por 5 CETME y una metralleta en un


patio de viviendas de militares, aquella madrugada explosionó un
artefacto (...) me tuvieron detenida hasta que vino el capataz y
respondió por mí."(8).

209
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Se comenta con frecuencia el posible peligro que podía suponer un


destino en el País Vasco

"a lo mejor mi madre se alegró de que yo entrara en Telefónica porque


me veía a mí de policía y no le gustaba y además fue cuando todo lo del
País Vasco y todos los mandaban para allá"(15E).

Las referencias en sus testimonios relacionando el momento político


con temas de género (“afectaba más a las mujeres” o “era un orgullo
contribuir al cambio social”) son escasas.

"ahora ves una chica y no te llama la atención pero entonces


reaccionaba todo el mundo cuando nos veía" (11B)

"contribuir al cambio en un momento en que era esa la idea clave


alrededor de la que giraba la sociedad española en su conjunto" (23)

Su reacción incluso las enfrenta a ciertos grupos de mujeres, al


mantener una postura distinta en determinadas situaciones.

"Otra experiencia menos grata fue la de la Secretaría de la mujer (...)


una acampada frente a un cuartel donde iban a ser admitidas mujeres
por primera vez (...) yo lo entendía como una barrera para las mujeres"
(21)

Problemas derivados de la falta de normativa

También en el aspecto legal notan de facto el desfase entre el


ambiente igualitario que empieza a respirarse en el país, los enunciados
del texto constitucional que proclama determinados derechos y la
adaptación a situaciones cotidianas como las que se les presentan a estas
mujeres.

Su admisión en un mundo laboral reservado a los hombres, produce


en las jóvenes situaciones molestas o incómodas pues carecen de normas
en el convenio colectivo de la compañía y esto se traduce en problemas
cotidianos en múltiples situaciones.

210
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Podrían parecer cuestiones nimias: en un ambiente hostil,


sintiéndose extrañas en su trabajo, fuera de su ciudad, alejadas de sus
núcleos familiares y grupos de amigos, rememorar temas como la carencia
de un vestuario, o de aseos apropiados, pues los que había estaban
destinados sólo a los varones. Pero verse privadas de un lugar para
ponerse el mono de trabajo o en el que asearse después de la jornada, les
resultaba indicativo de su condición de excluidas.

Las características del trabajo determinaba la obligatoriedad de


locales para que los obreros pudieran cambiarse y, al finalizar la jornada,
darse una ducha. Las mujeres iban en muchas ocasiones con el uniforme
hasta su domicilio. Ni la dirección de la empresa ni la representación
sindical habían previsto estas circunstancias, como reconoce con disgusto
una afiliada sindicalista.

“Desde el primer momento no tenías un sitio donde cambiarte, era el


primer problema. Cómo te tapaban la boca como a tus compañeros:
bueno, que luego nos vamos un poquito antes y os cambiáis en casa. Si
exigimos lo que por normativa te correspondía que era un sitio para
ducharse y cambiarse... (16F)

Incluso en las Centrales Telefónicas donde sólo había equipos de


comunicación, atendidos por personal masculino, no existían servicios
para mujeres. Situaciones incómodas producen en las jóvenes la
sensación de no pertenecer al grupo en el que acaban de incorporarse.

“Me tenía que poner el mono encima de mi ropa, con lo cual tenía que ir
con pantalón siempre y con zapato bajo siempre, no tenías taquilla para
dejar tu ropa (...) siempre grande, tallas grandes, chaquetones
enormes...” (16G)

También es valorado otro problema, padecido por varias de las


narradoras: no haber previsto el trabajo de las embarazadas. Se
improvisaron soluciones ante la falta de instrucciones al respecto y sólo
cuando ya parecía peligroso que siguieran subiéndose a postes o
exponiéndose a infecciones en cámaras de registro.

211
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"Lo más duro fue que me quedé embarazada y no había nada legislado
en ese sentido. Así que el capataz decía que tenía que seguir haciendo
el mismo trabajo aún con el peligro que ello representaba (...) Hasta el
octavo mes no me dieron un cambio de acoplamiento transitorio a una
central para llevar órdenes de servicio (altas y bajas de teléfonos)". (3)

En términos similares expresan su consideración sobre lo incómodo e


inapropiado del uniforme obligatorio, a veces sin tallas a su medida. En
complicidad con la entrevistadora describen con detalle lo complejo de,
aquí sí, seguir la norma del uso del mono reglamentario, dada la ausencia
de lugares propios, como ya se ha expuesto.

"Tampoco el uniforme era el apropiado para una mujer, ya que de nada


le servía la bragueta y era preciso desnudarse de cada vez (...) ¡qué
frío! (2)

Este problema se resolvió en algunos destinos con la imposición para


ellas de un uniforme de chaqueta y pantalón, que correspondía a otra
categoría laboral (mecánico). Aunque tal vez más ajustado a determinadas
necesidades, no resultaba práctico en las faenas cotidianas.

Propuestas de la familia pasado un tiempo de su incorporación

Cabría esperar que, demostrada su capacidad para desarrollar esta


actividad, se modificaran las actitudes de su entorno familiar. Sin
embargo ellas no aprecian apenas cambios y lamentan que sigan sin
producirse.

Las pocas referencias a este respecto coinciden. Como ya se comentó


anteriormente, cuando los padres animaron o aceptaron que sus hijas
accedieran a este puesto lo plantearon como una situación transitoria y
los casos en que, pasados meses o un año, aún seguían en ella, era visto
con desagrado y preocupación por las familias. También es así en el caso
de la mujer que sigue aún en las mismas faenas.

"mi madre se ha pasado años diciéndome que vaya a oficinas" (15E)

212
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Reacciones de los amigos de entonces

El rechazo familiar no se vio compensado por el reconocimiento de


sus amigos. Con la excepción de aquellos que, además, eran compañeros
de trabajo, los amigos contemplaban con incomprensión y asombro este
ejercicio laboral, según dicen las implicadas.

"cuando le decías a alguien a qué te estabas metiendo, la gente te


miraba un poco raro porque no entendía muy bien el tipo de trabajo y
que te fueras de casa" (13D)

Otros calificativos para describir las reacciones en sus ambientes son


la indiferencia o el desacuerdo ante su elección laboral. En ningún caso se
sintieron apoyadas o admiradas por un entorno cercano, por lo que viven
ese trabajo en una cierta clandestinidad, como se describe a continuación.

“Es que depende de cómo lo digas (...) yo dije que había entrado (en
Telefónica) así a mi círculo pero tampoco decía mira es que es esto, tal
(...) mucha gente equivocaba este trabajo con los celadores de los
hospitales y a veces sí, con la gente de más confianza (...) les
sorprendía un poco lo que era (...) todo depende de cómo lo cuentes”
(18G)

Interacción con la gente de la calle

Una consecuencia de su trabajo en el mantenimiento y la


construcción de las líneas telefónicas es un contacto continuo con las
personas ajenas a la empresa. Las faenas en la calle las recuerdan con
desagrado, pues ni de los clientes ni de los viandantes que observan su
trabajo, encuentran aprobación. Las censuras son manifestadas tanto en
actitudes desconfiadas, como en imprecaciones o incluso en
conversaciones a terceros en su presencia.

“La gente te para por la calle, tienes que explicar tu historia una y otra
vez y hasta soportar insultos de algún que otro obrero que te dice dónde
vamos a parar, que no hay derecho que los hombres estén en el paro
mientras que tú les quitas su trabajo (...) otro día por los alrededores de
la cárcel modelo tuve que presentar mi carné al guardia correspondiente
(...) los presos me veían (...) se pusieron a silbar y gritar” (1)

213
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Muy afectadas casi todas ellas por los comentarios negativos de las
personas que observan su trabajo en la calle, abundan las anécdotas,
como la de ponerla como contraejemplo ante un niño.

“Recuerdo un día sacando a cubos la porquería de una cámara que me


vio una madre con su hijo y le dijo: mira hijo lo que te espera si no
estudias” (3)

La curiosidad, la desconfianza, el escepticismo, resultaban además


un problema para llevar a buen fin el desarrollo de su tarea. Escollos
difíciles de salvar y que hacían perder tiempo como nos describen en
varios relatos.

"Cuando teníamos que pedir la llave del terrado (...) el presidente


dudaba si dártela, porque no sabía que Telefónica tenía mujeres
trabajando en esas categorías" (3)

Mencionan expresamente los desaires cuando provienen de otras


mujeres, parece que duelen más sus molestas reacciones.

"también me he peleado con algunas mujeres porque han creído que yo


no podía quitar la avería" (15E).

"Un día recuerdo que estaba en lo alto de una escalera y una señora
pasó por debajo y me dijo que le estaba quitando el puesto de trabajo a
un hombre, que cogiera un trabajo de mujer" (20)

Pero no sólo les trae recuerdos dolorosos esta interacción con la gente
de la calle. Si bien es verdad que casi todas ellas tienen un resentimiento
hacia muchas de aquellas observaciones espontáneas, la mitad de estos
testimonios recuerdan también elogios y alabanzas en algún momento.

"los ciudadanos te insultaban unas veces y te elogiaban otras" (8)

"a la gente sí que la sorprendía cuando nos veía en lo alto de una


escalera (...) alguna que otra persona hacía algún comentario, pero yo
personalmente notaba el apoyo y en ese momento me di cuenta que
mereció la pena el esfuerzo" (4)

214
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Actitudes en las compañeras de otras categorías en la empresa

Las manifestaciones de las mujeres de Telefónica pertenecientes a


otros grupos laborales, es un asunto apuntado también por algunas de
estas obreras. No muestran envidia por la diferencia de tareas respecto a
compañeras que desarrollan trabajos en centralitas telefónicas, en
oficinas, etc. pero se sienten molestas por el rechazo sentido en algunos
encuentros fortuitos o habituales. Así ocurría cuando tenían que
compartir dependencias en los edificios de la empresa.

"si ibas a los lavabos de señoras de las oficinas comerciales las mismas
compañeras de telefónica nos miraban como bichos raros y según ellas
les ensuciábamos sus aposentos." (3)

Los recuerdos acerca de las críticas que recibían de las telefonistas,


administrativas o de otras categorías laborales y el asombro motivado por
su indumentaria, superan a los recuerdos de apoyo sentidos en aquella
etapa o a las muestras de compasión.

"(las compañeras de comercial) con las que compartíamos vestuario


para ponernos el mono de trabajo decían pobrecitas ¿tenéis que ir así
por la calle?" (6)

“Las señoritas del Servicio de Abonados se sorprendían cuando


coincidíamos en alguna central. Se alarmaban de que pudiéramos pasar
ocho horas trabajando con un hombre en una cámara, lanzando
mensajes vejatorios hacia nosotras” (17)

Alguna valoración positiva de otras profesionales de Telefónica que


realizaban tareas “más femeninas” se centran en la libertad, aspecto este
más valorado que el esfuerzo o la suciedad implícitos a sus faenas.

"mi compañera de piso era administrativo, decía estoy agobiada y tú vas


a tu bola" (13D)

Incluso una de ellas dice haberse sentido apoyada por alguna


compañera telefonista. Esta evocación la hace la única mujer del grupo
que se ha definido como feminista.

215
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"Cuando me fui del 1002 (avisos de averías) las compañeras


(telefonistas) siempre me animaron, todavía hoy se acuerdan y te
aplauden” (16F)

VI.7. Valoraciones de su experiencia en el primer destino

Un amplio abanico de calificativos ilustran las descripciones acerca


de esta etapa. Si bien es cierto que su experiencia en la escuela ya produjo
en ellas un impacto, consecuencia de los cambios sentidos en algunos
aspectos, es en el desarrollo de su profesión unido a otros condicionantes
ya citados (el alejamiento de su entorno, el paso de la vida de estudiantes
a la de trabajadoras...) el tema más desarrollado.

El trato recibido por la jerarquía directa en la empresa, los capataces,


es repasado en sus relatos y analizado desde la distancia y la madurez.
Siempre como telón de fondo, las reacciones que consideran
discriminatorias pero contempladas con cierta indulgencia.

Más positiva es la evocación de la convivencia con sus compañeros


varones, con los que compartían tanto aventuras y experiencias en el
trabajo, como los agradables momentos de descanso en las jornadas
laborales. Pasan revista las informantes a la cordialidad con la que
respondían al trato de los compañeros y dedican un espacio destacado a
las relaciones con el resto de las mujeres recién ingresadas, también, en
su categoría laboral.

El conjunto de experiencias de esta etapa produce, entre otras


modificaciones de su imaginario, una representación bien diferente de la
empresa, en relación con la que tenían anteriormente. Siempre concluyen
que la realidad produce en ellas desencanto, pues Telefónica no supo
responder a sus expectativas iniciales.

216
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Una común y amplia mirada a su interior se traduce en una


descripción pormenorizada de las emociones, frustraciones y alegrías
durante sus primeros pasos en una profesión considerada de varones en
aquel momento. Sin duda hay que conceder a este tema la importancia
que ellas mismas le dan en sus relatos, pues muestran los aspectos que
verdaderamente consideran importantes, sus reacciones de entonces y las
posibles razones de la evolución de su personalidad.

Relación con los jefes (durante el desarrollo de la actividad)

Ya habían experimentado las reacciones del colectivo que había


tutelado su formación en el cursillo preparatorio. Muy similar es la
cultura de empresa transmitida ahora por sus jefes.

"Lo veían como algo impuesto desde arriba y que no iba a tener
ninguna continuidad la dedicación de las chicas en esta profesión" (7)

La apreciación de la mayoría es que mostraban su desagrado por


tener mujeres a su cargo; casi el mismo número de ellas califica el trato de
sus superiores simplemente como correcto.

"siempre mantuve un trato correcto con el capataz, pero nunca fue


hombre de mi devoción" (5)

El impacto del primer día de trabajo se recuerda con el desconcierto


de ambas partes.

"me imagino que a él (el capataz) no le haría ninguna gracia que le


mandaran a una mujer y menos que me presentara con falda y tacones,
pero la imagen era de pena" (5)

También reconocen trato preferente y paternalista, pero con


connotaciones positivas y negativas, según el caso.

"el capataz a mí me mandaba trabajos más finos" (18G)

217
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"se dieron dos casos típicos el que quería hacer de padre y el que
quería hacer otra cosa (...) entonces cuando veían que no tragabas ya
no estaban a tu favor sino en contra" (16F)

Aparecen la comprensión y el acercamiento hacia su capataz. Es


significativo el comentario realizado por una de las mujeres que sigue,
muy orgullosa, de celadora.

"el capataz veía que no me echaba atrás (...) a lo mejor cuando me han
conocido mejor me han aceptado" (15E)

Una de ellas califica de amistad la relación con alguno de sus


superiores en aquel momento.

La valoración de sus mandos intermedios, en cualquier caso, es


mucho mejor que la que se cita en su momento de los profesores en el
cursillo, a los que calificaban muy severamente.

Reacción de los compañeros (durante la actividad)

Ese nuevo mundo en el que se veían inmersas era un mundo de


varones, como venimos reiterando. Compartir el trabajo con los empleados
que venían ejerciendo esta profesión desde hace tiempo, supone una
experiencia distinta de la experimentada durante el curso preparatorio; en
esa ocasión ellos y ellas eran inexpertos en un nuevo escenario y se
solidarizaban ante las situaciones difíciles. Esta sensación se conserva al
adscribirse a algún grupo o brigada.

"Estuvimos en una Brigada en la cual la mayoría eran jóvenes de uno o


dos cursos anteriores al nuestro, lo que ayudó, porque la mentalidad era
bastante abierta en ese sentido" (4)

Entre las reseñas que hacen referencia a sus camaradas, se distingue


una preferencia manifiesta hacia los de menor edad. Rememoran las
actitudes de estos compañeros ante ellas y su forma de conducirse: el
trato y la convivencia era mucho mejor cuando los compañeros eran

218
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

jóvenes. Esta apreciación se une a la del sentimiento de camaradería,


también evocado y que trascendía a sus ratos de ocio.

"En mi brigada había muy buen ambiente, el capataz era encantador y


había gente joven y algún que otro carca, pero estábamos bastante
unidos. A veces quedábamos para bailar y nos relacionábamos más o
menos" (1)

Pero frente a este aspecto positivo, abundan los calificativos de


machistas. Ilustran esta valoración con anécdotas sobre su actitud ante
ellas mismas y otras mujeres.

"No se nos recibió con los brazos abiertos. Más bien encontrábamos
recelos (...) algún cometario poco afortunado e incluso grosero,
incluidas las bromas fáciles. (23)

El ambiente grosero se encuentra explícita e implícitamente en varias


de sus exposiciones.

"olor de Varon Dandy mezclado de sudor mañanero, carajillos en bares


recién fregados, humaredas envolviendo el poco aire respirable de la
furgoneta". (2)

Aunque no se asocian exclusivamente a los más maduros y expertos


compañeros de trabajo, reconocen que determinadas situaciones eran
frecuentes entre los compañeros de más edad.

"los compañeros mayores de la brigada (...) era vergonzoso porque iban


piropeando en plan salvaje a toda chica que nos encontrábamos.” (3)

También se recogen algunas reacciones positivas como el respeto,


actitud agradable, proteccionistas e incluso orgullo ante sus nuevas
compañeras.

"nuestros compañeros estaban orgullosos de llevar mujeres en la


brigada y de trabajar con nosotras codo a codo (...) ellos se ocupaban
de poner a cada uno en su sitio, aunque nosotras sabíamos
sobradamente defendernos solas" (8)

219
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

En algún caso aislado advierten sorpresa o timidez en las reacciones


sus compañeros varones, incluso miedo ante los juicios de terceras
personas. La nueva situación plantea problemas de convivencia que hasta
aquel momento no eran conocidos.

"Le adjudicaron el mejor de los compañeros que recuerda...(la


protagonista habla en tercera persona). Pero un día el humor de su
compañero había cambiado. Estaba raro con ella ..fue sincero: muy
enojada (su esposa) sugirió al capataz que su señor esposo no debía
tener por compañero de trabajo a la nueva chica..(2)

Reacción hacia los compañeros (durante la actividad)

Repasan ampliamente el comportamiento de sus camaradas pero


¿qué sentimientos manifestaban hacia ellos en aquel momento?
¿modificaban su comportamiento por una posible presión?. Ante la
necesidad de integrarse en un grupo mayoritariamente masculino, la
mitad de las informantes describen sus reacciones, tal vez inconscientes
en aquel momento, tendentes siempre a superar la sensación de rechazo
que experimentan, aceptando incluso situaciones que no les parecen
apropiadas.

La siguiente cita es una muestra de los ejemplos encontrados:

“Tú tienes empeño de aprender y hacerlo lo mejor posible, pero también


tienes que seguir ciertas reglas de tu compañero y a veces te ves en
algún que otro dilema...se pone a llover, debes volver a la Central, pero
tu compañero dice que se queda en el bar (...) no puedes ir de listilla y
poner en evidencia a tu compañero veterano” (1)

Corresponden con amistad al aprecio de sus compañeros y recuerdan


con cariño los grupos con los que comparten los momentos de descanso y
su tiempo libre fuera del horario laboral. Incluso algunas comienzan
relaciones de pareja entre estos nuevos amigos.

"recuerdo con alegría los almuerzos que hacíamos, implicándonos en


su preparación, también se organizaban grandes partidas de cartas en
bares, a las cuales decidí incorporarme" (17)

220
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Una angustiosa necesidad de demostrar continuamente su valía


frente a los varones, unido a un sentimiento de competitividad frente a un
colectivo con amplia experiencia, son ideas repetidas en sus relatos.

“Cuando el capataz preguntó quiénes van de parejas nadie quería ir con


nosotras...hicimos dos parejas entre nosotras (...) al cabo de un año en
que nos esforzamos al máximo por rendir como los compañeros más
expertos, ya que había que ir rápidos (...) cumplir con baremos de
tiempos, tomándonos el bocadillo en la cámara y saliendo del “agujero”
lo indispensable.” (9)

En sus exposiciones comparten protagonismo la experiencia de sus


compañeros y la voluntad de integración de ellas mismas. Reconocen la
pericia laboral de aquellos y señalan las amistades nacidas en ese
momento, incluso la formación de parejas con sus colegas.

El compañerismo y sus relaciones afectivas no excluyen la atribución


a los compañeros varones de determinadas actitudes negativas, como la
existencia de un ambiente que consideran excesivamente competitivo.

Reacción con las compañeras de la misma categoría

En la lectura de estos textos y de las entrevistas mantenidas se


evidencia el sentimiento de identidad de los grupos de mujeres que
ejercían esta profesión, enfrentado a la insolidaridad manifestada hacia
ellas por otras compañeras de la empresa, como se vio anteriormente.
Esto se hace evidente cuando refieren las anécdotas y sentimientos en
plural, “nosotras”, lo que hacen con frecuencia. También se dice
expresamente que la compañía con otras mujeres fue determinante para
pedir un destino determinado.

No obstante, una vez integradas en su colectivo de trabajo no todas


magnifican su alianza con el grupo de camaradas femeninas, con las que
ya compartieron penas y alegrías en el curso preparatorio. Las citas a este

221
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

respecto califican esta relación como de gran amistad y ayuda o valoran el


compañerismo manifestado entre las mujeres.

"el hecho de llegar con Lola a la brigada pues...si tenemos que llorar
lloraremos juntas" (13D)

“Nos pusieron de dos en dos (...) nos pusieron a las dos juntas (...) esto
ya era un ventaja en las brigadas...“ (10A)

Las circunstancias rompen a veces los estrechos lazos creados en la


etapa anterior. Parece que, cuanto menor es la presión, menos recurren al
apoyo de sus amigas.

“El destino en Barcelona nos pareció mejor. Todas las chicas lo


pedimos para estar más próximas y así ayudarnos...hubo quien tuvo
que ir a la provincia...seguíamos en contacto al principio pero pasado un
tiempo el buen acoplamiento de cada una nos alejó” (21)

Se encuentran a veces solas, no ya en las brigadas donde ejercen su


trabajo, sino en todo su entorno laboral, compuesto por varones. Dos de
ellas echan de menos no haber escogido un destino donde pudieran
compartir sus fatigas con otras mujeres o incluso, fuera del entorno
laboral, vivienda o ratos de ocio. Precisamente son las dos que ya tenían
compañero sentimental en ese momento y habían elegido un destino
determinado para continuar su vida en común.

“luego también que fui sola, que eso también fue más negativo porque
con las del curso fueron dos o tres a cada sitio, entonces ya unas con
otras te arropas, te apoyas, compartes toda esa vivencia que es nueva y
sin embargo al encontrarte sola fue para mí muy fuerte (...) el no poder
comunicar lo que me estaba pasando, lo que estaba sintiendo” (16F)

La valoración concreta de sus compañeras en el transcurso de la


experiencia laboral se hace al ser consultadas directamente o, en contadas
ocasiones en los relatos escritos.

En la Figura VI.9 se comparan los comentarios que hacen de las


compañeras de la especialidad, con las expresiones recogidas

222
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

anteriormente en referencia a las mujeres de otras categorías laborales


dentro de la empresa. La convivencia y el día a día pasado con el resto de
mujeres de su misma categoría laboral, hace que aparezca todo un
abanico de situaciones, incluso en algún caso hablan de mala relación con
las compañeras. Puede observarse también que ante ambos grupos de
empleadas no comparten calificativos extremos, es decir no aparecen la
amistad de unas y las críticas de las otras desde el mismo relato,
conservando los puntos de vista positivos en ambas relaciones. Cuando no
aparecen referencias a otras celadoras o empalmadoras, vuelven la vista a
las compañeras que ejercían otras profesiones, pero con las que
compartían espacios comunes y de las que recibían, en general, críticas e
incomprensión.

Figura VI.7 Simultaneidad en los relatos de las referencias a relaciones con


las compañeras (izquierda) y con otras mujeres de la
empresa (derecha).

Cómo se sentían tratadas Cómo se sentían tratadas por


por otras compañeras de la compañeras de otras categorías
misma categoría
(celador-empalmador)

Gran amistad y
ayuda Las valoraban positivamente

Las criticaban.
Hacían comentarios negativos

No había
compañeras Se asombraban ante su
indumentaria

Las apoyaban

Compañerismo No hay referencias a cómo


son tratadas por empleadas
Mala relación de otras categorías

223
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Abundan las referencias al rechazo de las “otras” mujeres y


recuerdan con cariño a sus camaradas.

Valoración de la empresa, (modificaciones de la idea inicial)

Un tiempo desarrollando esta actividad las hace sentir malestar y


desencanto. Uno de los temas sobre los que expresan esta sensación es la
organización de su empresa.

“Durante el curso había tenido la idea de que en Telefónica todo estaba


perfectamente estructurado y sin embargo el primer día me dio la
impresión de que aquello era todo lo contrario” (5)

Como se recogía en otro punto, una de las razones de peso a la hora


de su elección laboral fue la creencia de que éste era el primer paso para
procurarse un futuro profesional seguro, en una empresa modelo y con
muchas oportunidades. Ahora sin embargo se encuentran con una realidad
bien distinta, incluso los representantes de los trabajadores no responden
a sus necesidades ni a sus expectativas.

"(fue) toda una experiencia en Telefónica que se había visto obligada a


aceptar mujeres sin solucionar problemas añadidos a ello." (3)

"no fui la única que viví ese desconcierto (...) también la Empresa, los
Sindicatos (...) un tiempo en que estaba todo por definir." (23)

Tanto las que provienen de clanes de Telefónica, como las que


desconocían por completo este entorno, afirman que en aquellos
momentos la empresa y sus representantes no sabían qué hacer con ellas,
no supieron llevar una situación novedosa que produjo conflictos en
diferentes aspectos. Algunas incluso endurecen los calificativos: una
desorganización, una farsa.

"llegó un momento en que no sabían que hacer con nosotras" (14)

La evolución negativa desde su idea inicial de la empresa y la que


posteriormente nació tras su experiencia laboral se resume en la Figura

224
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

VI.8. Los comentarios se han diferenciado según la procedencia de las


obreras: hijas o no de empleados. Estas últimas conocen de Telefónica las
facetas que pueden deducirse de los medios de comunicación o, en todo
caso, reconocen que ignoran muchos aspectos de esta empresa.

Figura VI.8: Modificaciones de sus comentarios acerca de la empresa antes


y después de su experiencia laboral

Antes de ejercer la profesión


Empresa moderna
Tecnología punta
Bien estructurada
No sabía nada Estructura Buena empresa
de ella militar Con posibilidades Empresa madre de
sus empleados. Que
trata con afecto a sus
empleados

Todo fue una farsa No fueron capaces de asimilar el tema


Desorganización No supieron ver qué hacer con las nuevas
obreras

Actualmente (2001)

La gama de colores representa la gradación entre valoraciones más positivas (azul) y más negativas (naranja)
Líneas continuas: comentarios hijas de empleados de telefónica
Líneas discontinuas: los padres no pertenecían a la empresa
Sin línea: procedente de ambos colectivos

Las ideas previas más positivas son expresadas por las hijas de
empleados. Los mejores calificativos iniciales de la empresa siempre
devienen en comentarios más negativos, pero algo exculpatorios. Hay que
resaltar, no obstante, que la consideración de estructura militar es
exclusiva de las jóvenes hijas de empleados, que asumen esta realidad
antes de incorporarse a su nueva profesión. Esta imagen menos idealizada

225
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

en su origen evoluciona, coincidiendo en descalificar en mayor o menor


medida a la empresa.

Las mujeres que en principio desconocían este entorno laboral por


ser personal ajeno y no venir de familias de tradición telefónica, tampoco
exponen modificaciones positivas de su idea inicial. En todos los casos
tienden a reconocer los defectos de la empresa y de este proceso de
inserción laboral de las mujeres.

Tras su recorrido profesional son comunes en ambos colectivos las


descalificaciones abiertas. La experiencia de lo que se denominó por parte
de la empresa, “no discriminación por razón de sexo” es criticada por las
mujeres a lo largo de sus relatos.

Si bien originalmente hay distintas definiciones según que las


informantes procedan o no de ambientes familiares de Telefónica, el
desencanto y sus expresiones no responden a este criterio.

Sentimientos en el transcurso de la experiencia laboral

El impacto que produjo su experiencia laboral produce gran


profusión de calificativos, no sólo para describir la actitud de su entorno,
sino sus percepciones y sentimientos en aquel momento, tal como los
recuerdan ahora.

Al ordenar los muchos epítetos referentes a sus sensaciones en esa


etapa vemos que, aunque tal vez ambiguo, el hecho de ser observadas es
lo más mencionado. Hablan de lo que dicen los otros, se sienten molestas,
en el punto de mira. En más de la mitad de los relatos se habla de este
particular.

El siguiente párrafo es una muestra de la huella que deja en ellas.

“Lo peor era lo externo, es decir el resto de la gente. Como ya te he


dicho, la zona era de muchas pequeñas empresas y cuando entrabas a

226
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

desayunar a un bar vestida con tu mono y tus botas (...) todo el mundo
se callaba de golpe y se giraba con todo descaro para mirarte. En esos
momentos tenías que tragar saliva y actuar con la mayor naturalidad,
como si no existieran, pero lo cierto es que no te encontrabas muy a
gusto, hasta que poco a poco se iban acostumbrando a verme por el
barrio y alguno incluso me felicitaba por ser capaz de realizar un trabajo
así.” (19).

Esa naturalidad denota a veces un triunfo, un control de la situación


que se considera un escollo superado tan importante como otros aspectos
propios del ejercicio de su trabajo.

“A mí nunca me ha importado (lo que decía la gente por la calle), nunca


he querido ser yo una señorita así (...) generalmente me callaba, otras
veces decía bueno cada uno dice lo que le parece a mí me gusta esto
por qué no lo voy a hacer, ni me alteraba ni me afectaba" (18G)

Se encuentra en la exposición de algunas informantes un muestrario


de impresiones negativas: experiencia horrible, miedo, suciedad,
desconocimiento de la operativa laboral, víctima de discriminación...

“Teníamos turnos de mañana, tarde y noche y estábamos en la calle


todo el día (...) trabajábamos en parejas y era un trabajo duro (...)
teníamos que limpiar la cámara antes de trabajar en ella...sacar cubos
de porquería. (3)

“Pertenecíamos al colectivo con mayor siniestralidad laboral de la


Compañía (...) las cosas no eran fáciles para nadie pero para las chicas
era mucho más complicado” (8)

Pero, como vimos en la primera cita de este apartado, no faltan en los


relatos ciertas valoraciones positivas. Comparten incluso protagonismo
con los recuerdos tristes, de modo que, por ejemplo, comparan su tarea
con la de otros puestos ocupados por mujeres en Telefónica y concluyen
que en su caso disfrutaban de más respeto y libertad.

"recuerdo la diferencia de trato que existía entre los celadores y las


mujeres del 002; aquello era otra cosa totalmente distinta, vi a mujeres
como carros llorar como Magdalenas porque la Vigilanta les regañaba
por las cosas más peregrinas (llevar la falda larga, hablar con la de al
lado, etc.) (5)

227
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Afirmaciones como el orgullo sentido en ese momento o la valentía


mostrada por las que se incorporaron a este trabajo se citan en parte de
los relatos.

"Yo personalmente me sentía muy orgullosa de mi trabajo” (8)

"para mí personalmente fue una experiencia muy buena. Me gustaba el


trabajo y me encontraba a gusto en la calle, lejos de oficinas y de los
papeleos" (9).

Algunas dicen haberse sentido cómodas o comentan que fue bonito o


una buena experiencia, pero también en ellas (salvo en uno de los casos)
se comparte esta percepción con otros sentimientos más negativos, como
el de soportar ser “vigilada”. Incluso una de ellas reconoce, a pesar de su
buen recuerdo, haber pasado miedo.

Otras pinceladas positivas: algunas lo califican de trabajo gratificante


y que permitió el conocimiento y el respeto de ciertos grupos marginales,
como las meretrices de la calle.

La descripción de su experiencia al comenzar su andadura laboral y


los sentimientos en aquel momento son los temas más ampliamente
desarrollados por las informantes y constituyen siempre el núcleo central
de sus narraciones.

La relación entre estas valoraciones se muestra en el Figura VI.9. En


la tabla se cruzan las diferentes afirmaciones que las mujeres hacen
recordando las emociones experimentadas en aquel momento de sus
vidas, con objeto de detectar la clase de relaciones que existen entre cada
una de las categorías de la variable y todas las restantes, según se
anunció el Capítulo IV (véase figura IV.1. “Tipos de relaciones entre
categorías”).

228
Figura VI.9: : Relaciones que mantienen entre sí las categorías de la variable “Sentimientos en el transcurso de su

229
Bonito / buena experiencia /
Valientes (nos defendíamos
categorías de mujeres en
Una experiencia horrible/

Me siento orgullosa por


Desconocimiento de la

Interés (en aprender el


Sentirse discriminada

Respeto a los grupos

Libre (más que otras

Maduró gracias a él
Sentirse observada

solas) / con humor


no me gustó nada

operativa laboral

estar en ella

Gratificante
Telefónica)
marginales
Suciedad

Soledad

trabajo)

a gusto
Dureza
Miedo
Una experiencia horrible/ no me gustó
nada
Miedo

Dureza

Suciedad

Soledad

Desconocimiento de la operativa laboral

Sentirse discriminada

Sentirse observada

Interés (en aprender el trabajo)

Respeto a los grupos marginales

Libre (más que otras categorías de


mujeres en Telefónica)
Maduró gracias a él
Valientes (nos defendíamos solas) / con
humor
Me siento orgullosa por estar en ella

Bonito / buena experiencia / a gusto


Gratificante
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

En las relaciones entre las diferentes categorías de la variable


“Sentimientos en el transcurso de su experiencia laboral” podemos
resaltar, por ejemplo, que la importancia dada por su entorno, los
comentarios y las actitudes de los otros, que hemos agrupado bajo la
categoría “Sentirse observada” , siempre lleva asociada otras muchas
afirmaciones y, a su vez, mantiene interdependencia con otras más.

La Figura VI.10 muestra el repertorio de sentimientos cuya aparición


en los relatos depende de que también aparezca sentirse observada:
interés en aprender, gratificante, respeto a determinados grupos
marginales, sentirse libres, el desconocimiento del trabajo, la suciedad y el
miedo.

Figura VI.10: : Relaciones de la categoría “Sentirse observada"

Experiencia horrible

Interés en aprender
Maduró gracias a este
trabajo Gratificante
Valientes Respeto a determinados
Sentirse grupos marginales
Orgullo por este trabajo
observada Sentirse libres
Bonito, buena
experiencia El desconocimiento del
trabajo
Se sintió discriminada
La suciedad
Soledad
El miedo
Dureza

La categoría sentirse observada, que es el elemento narrativo más


encontrado, está en relación también con el resto de valoraciones,
exceptuando la más negativa de todas: fue una experiencia horrible, no me
gustó nada. Cierto es que esta visión tan sombría no se acompaña con
ningún otro atributo.
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Entre las referencias a su experiencia laboral como Celador o


Empalmador, la valoración más optimista es la que califica esta tarea
como gratificante. Se encuentra en relatos en los que se utilizan otros
adjetivos con los que las informadoras manifiestan su conformidad con la
que fue su profesión durante una etapa de su vida: buena experiencia; o
que las hizo sentirse libres. Incluso algunas de estas mujeres que han
mostrado su malestar por estar en el punto de mira de la gente de la calle,
de sus compañeros o superiores, consideran que fue gratificante la
experiencia.

Coincide la categoría que hemos nombrado como gratificante con


términos que, al menos en sus enunciados, podríamos considerar
distantes, como su desconocimiento de la operativa laboral o el miedo
sentido en aquellos momentos de su incorporación a una nueva profesión.

Figura VI.11: Relaciones de la categoría "Gratificante"

El respeto a grupos marginales


El desconocimiento de la operativa laboral
El miedo

Buena experiencia
Sentirse libre Gratificante
Sentirse observada

Orgullo por este trabajo


Valientes
Maduró gracias a la experiencia
Interés en aprender el trabajo
Se sintió discriminada
Soledad
Suciedad
Dureza
Una experiencia horrible

231
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Las consideraciones acerca de la dureza del trabajo, que aparecen en


varios de estos relatos de vida, se comparten con diferentes recuerdos (ver
Figura VI.12). Sólo se excluyen con aspectos tales como: el
desconocimiento de la operativa laboral, el respeto a grupos marginales, y
se alejan también de las afirmaciones más positivas: trabajo bonito y
gratificante.

Figura VI.12: Relaciones de la categoría “Dureza del trabajo

Soledad
Suciedad
Sentirse discriminada
Sentirse observada
Interés en aprender el Dureza del
trabajo trabajo
Libre (más que otras Desconocimiento de
categorías) operativa
Maduró gracias al trabajo Respeto a grupos
marginales
Valientes/ con humor
Bonito/ Buena experiencia
Orgullo por este trabajo
Gratificante

La suciedad es mencionada también por algunas de las que hablan


de la dureza de la profesión que eligieron en aquel momento de sus vidas.

232
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Calificaciones, valoración sobre la indumentaria.

Uno de los aspectos que recuerdan y mencionan en distintos puntos


es el del uniforme de trabajo. Parece el símbolo o la representación de todo
aquel escenario que les resultaba tan ajeno.

El mono de trabajo es una prenda alejada de la concepción femenina


imperante en ese momento y por tanto una manera de llamar la atención
fundamentalmente en los primeros tiempos de su presencia en el “tajo”,
como ya se ha comentado.

Según se ha indicado en epígrafes anteriores, no se había hecho


provisión de tallas más pequeñas. Estos y otros detalles propician que su
valoración acerca de aquella indumentaria, hasta ese momento no
utilizada por ellas, no sea nada favorable. El comentario más frecuente es
que era inapropiada; en un caso, aunque no le agradaba, la consideraba
necesaria. También la califican como extraña. Para las que procedían de
otras categorías laborales de Telefónica, supuso toda una transformación.

"cuando nos vimos con aquellas pintas, acostumbradas a estar


sentaditas con las uñas pintadas, era un gran cambio"(14)

Curiosamente, en la siguiente etapa de su vida laboral, lamentarán el


cambio de aspecto exterior e identificarán su antiguo uniforme con la
libertad perdida.

VI.8. Cambios laborales

El siguiente punto que, cronológicamente, refieren las integrantes de


este grupo de trabajo, es su cese en las labores de celador o empalmador.

La evolución en su carrera profesional es un tema citado por muchas


de ellas. Dedican parte de su discurso a aclarar las posibles dudas
respecto a la imagen de fracaso que pudiera crearse por el rápido

233
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

abandono de muchas de ellas. Demuestran que su cambio de trabajo


supone, en líneas generales, una mejora laboral. Coinciden en el
sentimiento de fortuna las mujeres que siguen en la misma línea de
trabajo, manifestado en este caso por su orgullo al no ceder ante las
presiones para abandonar lo que consideran su vocación.

La causa del cambio de tareas no es única. En los relatos se


enuncian una serie de razones que difieren, fundamentalmente, por
proceder de una disposición de las trabajadoras, o de su consentimiento
ante las decisiones o las presiones de otros. El escenario y las
circunstancias que se presentan a lo largo de esta investigación hacen
comprensible el hecho de que ambas reacciones (voluntad propia,
acatamiento) aparezcan con límites desdibujados. Así, las jóvenes que
estaban embarazadas, a veces recibían indicaciones de sus capataces para
dejar los trabajos más duros y, en otros casos, era un derecho
reivindicado por las propias obreras, puesto que no se había redactado
normativa al respecto. Los procesos de promoción establecidos (las
oposiciones) permitieron a las jóvenes que lo desearon, acceder
definitivamente a otras categorías laborales más cualificadas.

El cambio supuso una nueva situación, con diferentes implicaciones


personales. La imagen que repiten de aquella primera etapa en su nuevo
empleo, es su mirada nostálgica hacia las tareas abandonadas. Reconocen
el progreso experimentado, pero asociado a un sentimiento de desarraigo,
a pesar del esfuerzo anterior por integrarse en los grupos y las rutinas que
superan.

Actividades a las que pasó posteriormente

Como la mayoría de ellas reconoce, su meta era ocupar una plaza en


Telefónica y este trabajo era la oportunidad para pasar posteriormente a
otros puestos más cualificados y mejor retribuidos. Por eso no es extraña

234
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

la trayectoria que siguieron mayoritariamente: prácticamente todas


pasaron a trabajos de oficina o actividades de informática, ya fuera por
aprobar una oposición o recolocadas por iniciativa de sus superiores en
determinadas circunstancias que luego se detallan.

(Habla en tercera persona) "pasó a una oficina de otra sección para


realizar trabajos de mesa, más apropiados para ella" (2).

Pocas continuaron en la misma línea laboral. Varias continuaron


largo tiempo haciendo tareas de inspección, pero sin llevar a cabo las
faenas más duras. Encontramos, no obstante, mujeres que lucharon por
continuar en esta profesión. Así sucede con una de ellas que ascendió a
capataz.

“hace quince años había aprobado el examen teórico de Encargado de


Grupo de Redes (Capataz)" (5)

Sólo una sigue hoy en el mismo trabajo en la calle, en la misma


categoría laboral inicial: celador. Esta mujer dice sentirse muy satisfecha
con su trabajo y no haber querido pasar a otras tareas a pesar de las
presiones recibidas. Afirma que será la primera mujer que se jubile en este
puesto.

Razón para cambiar a otro trabajo

Cuando se repasa la trayectoria laboral de estas mujeres, cabría


interpretar que su abandono constituye la demostración de un doble
fracaso: el de una sociedad que no supo abordar el tema adecuadamente y
el de las mujeres que no fueron capaces de continuar en su puesto. Así lo
insinúan algunas de ellas en distintos correos recibidos y cabe inferirlo
también de entrevistas mantenidas con personas que ocuparon puestos
de responsabilidad o eran profesores de las escuelas de Telefónica en
aquel momento. Y, sin embargo, pocos de los argumentos que
encontramos en estos relatos apoyan este punto de vista.

235
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Ciertamente, reconocen más de la mitad de ellas que el cambio de


trabajo fue una decisión propia. Pero entre los motivos enunciados, el
principal es promocionar en la empresa. Instalarse en un puesto mejor
considerado a todos los niveles era su mayor interés. Como ya se ha
citado anteriormente, la categoría de “celador/empalmador” era una de las
más bajas de la escala laboral y, sin duda, la más dura.

"lo vimos siempre desde el principio muy claro que eso era el sitio de
entrada" (10A)

En algún caso consiguen un ascenso en la misma especialidad de la


compañía.

"durante tres años había sido celador, conocí a compañeros que tenían
las mismas ilusiones que yo y decidimos prepararnos las oposiciones de
Ingeniero Técnico (...) salieron éstas (capataz) y decidí presentarme" (5)

La mejora laboral era en muchos casos una meta a la que llegaron


con esfuerzo y tiempo.

"Estuve tres años hasta que aprobé para administrativo, se acabó el


aguantar las inclemencias del tiempo (frío o calor) o el peligro de las
alturas" (3)

Alejarse o acercarse a algún entorno o a alguien, y una próxima


maternidad son otros dos motivos señalados para cambiar de actividad.
En distintos relatos refuerzan sus argumentos con “ya estaba previsto”
que envuelve de naturalidad su decisión.

"me avisó mi padre de que había una oposición de Ayudante


Informático y que me presentara para volver a Madrid" (7)

"A los 6 meses de estar trabajando me quedé embarazada le


comuniqué al capataz (...) yo veía una cierta incompatibilidad entre el
trabajo en grupo de celador con el de madre" (18G)

Varias de las consultadas niegan que en ese momento primara su


opinión; por el contrario, los que decidieron el paso a otras tareas fueron
sus jefes por sí mismos o siguiendo las directrices de la empresa.

236
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

(en tercera persona): “(el capataz) le propuso que, debido a los últimos
acontecimientos, sería conveniente acoplarla en una oficina.“ (2)

Sensaciones en el momento del cambio al nuevo puesto de trabajo


(negativas y positivas)

Por deseado, no fue menos lamentado el paso a otra actividad.


Aunque consideran que el nuevo trabajo era más descansado, el
sentimiento de libertad perdida les hace intentar la vuelta a su anterior
puesto.

"Allí, viendo que no me gustaba nada, pedí cambio de acoplamiento


para irme otra vez a trabajar a la calle (...)" (9)

Incluso renuncian a las discutibles ventajas que su ascenso a jefe les


proporcionaba, como trabajar en oficinas.

"Yo no estaba dispuesta a aceptar que me encerraran, era celador,


quería seguir siendo celador pero en la calle (...)" (5)

Rememoran aspectos negativos de su cambio, la nostalgia de su


aventura laboral anterior. Además, algunas de las sensaciones que citan,
muestran que prácticamente no había diferencias en determinados puntos
de su nueva actividad: desconfianza, acoso, sentirse infravalorada o la
necesidad de hacer méritos, por ejemplo.

"me puso a hacer tareas altamente cualificadas: hacer llamadas...a


base de molestarle me puso a trabajar de operador (...). En general
siempre tenía que esforzarme más para conseguir lo que a los
operadores masculinos se les suponía sin más." (6)

"en esta categoría tampoco estaban acostumbrados a que hubiera


mujeres y existía un trato irónico por parte de los compañeros y de
represión por parte de los jefes" (7)

Algunos valores positivos que citan son, por ejemplo, el cambio de


indumentaria o la realización de un trabajo más descansado.

"ya no era estar en la calle y ya no era llevar mono" (10A)

237
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

No obstante, adaptadas ya a su anterior uniforme, en un principio les


resultó difícil el cambio de atuendo, como se sincera una de las
informantes.

"Al incorporarme en Madrid de administrativo pasé todo un año sin


quitarme los pantalones y las botas (...) luego ya fui de nuevo mujer:
faldas, uñas pintadas, maquillaje". (3)

VI.9. Valoración actual de su experiencia laboral en Telefónica

Casi la totalidad de las informantes ocupa ahora otras categorías


laborales en Telefónica. Los testimonios se han recogido después de veinte
años de su acceso como obreras en la empresa y su mirada retrospectiva,
independientemente de cada evolución laboral y personal, se materializa
en narraciones que presentan sus propias historias con un esquema
común a los personajes de los relatos míticos (Propp, 1981), como se
explicita en el capítulo siguiente.

La valoración que hacen hoy de su experiencia laboral contiene gran


cantidad de epítetos. La comparación de los mismos con los que definían
su estado de ánimo en los primeros momentos de ejercer la profesión,
resulta revelador de su cambio personal, al menos en determinados
aspectos. Enunciados como ayer decía, hoy digo, dan lugar a discursos
diferenciados, que muestran su evolución personal y que son el producto
de una reflexión impulsada por su colaboración en esta investigación.

Aparecen puntos de vista coincidentes al valorar que su decisión para


ejercer tareas duras y que les estaban vetadas hasta ese momento, fue
trascendente, tanto para ellas como para otras cohortes de mujeres. Sin
embargo, en el repaso de la situación de las condiciones sociolaborales de
éstas, concluyen que no vislumbran un panorama muy esperanzador.

238
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Incluso las obreras que continúan ejerciendo de celador, consideran


que no ha mejorado el reconocimiento social de su trabajo y citan
manifestaciones de su entorno que dan muestra de ello.

La constancia de que continúa habiendo segregación laboral por


género, produce varias formas de rechazo, tanto hacia una sociedad que
discrimina como hacia otras mujeres que no son capaces de conseguir
otras metas.

Valoración actual de la experiencia laboral de celador-empalmador

A lo largo de los escritos redactados por ellas mismas, como en las


las entrevistas mantenidas con las primeras mujeres que ocuparon un
puesto de celador o empalmador, hay múltiples recuerdos y descripciones
de sus peripecias y de cómo fueron vividas por ellas en aquel momento.
Pero es importante saber cómo valoran hoy en día aquella experiencia. El
balance que hacen desde su presente, más maduro y posiblemente más
escéptico. En muchos casos es notable la diferencia entre lo que sentían
entonces y lo que opinan ahora. Entre las múltiples valoraciones,
predominan los calificativos benevolentes consigo mismas, mostrando
aspectos positivos de su decisión y de su paso por este trabajo,
considerándolo de una cierta trascendencia.

“Es el trabajo que más me ha gustado (...) ha sido una experiencia


positiva.” (20).

"fue una época positiva y receptiva por parte de la sociedad (el hecho
de) que nosotras empezáramos a integrarnos en grupos de trabajo
masculino" (16F)

"la experiencia de una pionera en el trabajo hasta entonces sólo y


exclusivamente de hombres (...)" (4)

Sus reflexiones se centran en la importancia del paso dado que,


aunque duro, lo consideran enriquecedor para ellas mismas y para la
sociedad, en general.

239
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"fuimos protagonistas en la modernización de Telefónica y de España y


dimos un gran impulso y ejemplo en la defensa de los derechos a la
igualdad de oportunidades (...) y a la no discriminación por sexo (...). Me
siento muy orgullosa de mis orígenes y he aprendido a vivir en armonía,
lejos de mi ciudad natal y de mi familia de Madrid" (8)

Efectivamente, se sienten orgullosas, pioneras y creen importante su


aportación social para eliminar la discriminación de género. Consideran
que fueron unos años de juventud y entusiasmo, que se trató de una
experiencia enriquecedora, que eran libres...

"el trabajo más bonito de todos los que me ha tocado realizar en la


Empresa y también el más independiente. Fue sólo un año, pero clave
en mi vida (...) lleno de obstáculos que salvar, contradicciones que
asumir, tópicos que romper, complejos que dejar atrás." (23)

Como en tantas ocasiones a lo largo de este análisis, la mitad de los


testimonios que se refieren a su actual punto de vista muestran
simultáneamente aspectos negativos y positivos, en un amplio espectro de
impresiones. Incluso llegan a calificarlo como un trabajo duro, agotador.

"Yo lo recuerdo como un suplicio (...) yo era muy joven, era la primera
vez que salía de casa (...)" (11B)

Alguna de las informantes reconoce que esa experiencia no


transcurrió como esperaba. Incluso a una de ellas le produce cierta
vergüenza recordar aquellos momentos.

Si comparamos sentimientos recordados en el transcurso de su


experiencia laboral y la valoración en el momento de relatar su vida a
instancias de esta investigación, observamos cierta evolución. De forma
resumida se muestran los cruces de ambas variables en la figura VI.13.

Determinados aspectos atribuidos a su experiencia anterior,


correspondientes a las columnas del cuadro, no coinciden en un mismo
relato con valoraciones hechas en el presente. Para que sea más clara esta
disyunción, se muestran en gris las columnas de categorías que, nunca

240
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

son mencionadas entre los sentimientos experimentados durante su


ejercicio laboral.

Los extremos negativos y positivos del pasado se convierten en


enjuiciamientos menos intensos. Además desaparecen enunciados de las
informantes que, en sus recuerdos, identificaban su experiencia con miedo,
desconocimiento de la operativa laboral, respeto a grupos sociales
marginales, o calificaban el ejercicio de la profesión como gratificante.

La narración épica tiende a reducir los calificativos desde el ayer al


análisis del presente, pero la imagen de sí mismas hoy es claramente la de
protagonistas de una particular epopeya.

En sus recuerdos de aquellos momentos citan con frecuencia cómo


despertaban la curiosidad en su entorno. Esta categoría, que hemos
denominado sentirse observada, está relacionada con todas las
valoraciones que hacen a posteriori. La constancia de que no fueron
reconocidas por determinados colectivos en los grupos laborales en los
que, por otra parte, quisieron integrarse, no impide el reconocimiento de sí
mismas y la trascendencia de su vivencia desde el análisis presente.

Los juicios positivos son más abundantes en su valoración actual:


coinciden en sentirse orgullosas de su experiencia, tanto cuando afirmaron
anteriormente que aquella fue una experiencia horrible, como cuando ya
entonces sostenían que era una profesión que les parecía dura o que
supuso momentos de soledad en su vida.

Acorde con una expresión tan rotunda como que fue el mejor trabajo
de su vida, es la exclusión de referencias negativas en el pasado como:
horrible, miedo, dureza, suciedad, desconocimiento del trabajo...

La libertad es uno de los rasgos que asocian a la etapa en la que


desarrollaron las diferentes tareas de celador y empalmador. Este término
se conserva en sus valoraciones desde la perspectiva presente y algunas

241
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

de las mujeres que decían asociarlo entonces a esta profesión, lo


mantienen hoy. Esta evocación determina en parte la conclusión de que
no pasaron por otra experiencia laboral tan interesante.

242
Figura VI.13: Relaciones entre las categorías de la variable “Sentimientos en el transcurso de su experiencia laboral“ y
“Valoración actual de la experiencia laboral de celador-empalmador”
Sentimientos

Bonito /Buena experiencia /


Valientes (nos defendíamos

243
durante su

Una experiencia horrible /

categorías de mujeres en

maduró gracias al trabajo


experiencia/

Me sentía orgullosa por


interés (en aprender el
desconocimiento de la

sentirse discriminada

Libre (más que otras


respeto a los grupos

estar en este puesto


sentirse observada

solas) / con humor


No me gustó nada

operativa laboral

Gratificante
Telefónica)
marginales
suciedad

soledad

trabajo)

A gusto
dureza
miedo
Valoración actual
Dolor / agudeza /
agotamiento
Vergüenza
No fue cómodo
No fue como esperaba
Libertad
Irrepetibles, ricos en
experiencias
Clave en la vida
Orgullo
Experiencia
enriquecedora
Socialmente positiva
(género)
Pioneras
Años de juventud y
entusiasmo
Volvería a hacerlo si
tuviera que elegir
El mejor trabajo / Le
encanta
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Cosas que continúan igual (para las que siguen en el puesto) y valoración
de la situación laboral actual de las mujeres

Pese a lo que cabía esperar del tono épico que se anota en el punto
anterior, las conclusiones acerca de la validez de su esfuerzo son muy
pesimistas. La situación laboral de la mujer hoy en día y los prejuicios
existentes, dicen, apenas han cambiado desde aquellos momentos en los
que ellas padecieron diversos lances, en su aventura laboral.

En un par de relatos se habla de la situación de las compañeras que


siguen realizando las tareas de celador y empalmador. Una de ellas, que
aún está ejerciendo la profesión, da su testimonio desde la experiencia
diaria. A veces el buen humor es el recurso ante argumentos escuchados
durante años.

“Hace poco me dice un hombre mayor, qué haces ahí (...) le estás
quitando el trabajo a los hombres (...) digo: eso es lo que yo quisiera,
encontrar un hombre pa que se case conmigo y me quite de trabajar (...)
me dio una rabia.” (15E)

Las reacciones de gente de la calle y la oposición de ciertos elementos


de poder en la empresa se mantienen tanto en el fondo como en las
formas de expresión.

Las reflexiones genéricas acerca del trabajo de las mujeres no surgen


espontáneamente. Como cuando se refieren a las compañeras que
continúan de celador, sus conclusiones son desesperanzadas y no creen
que se hayan conseguido grandes avances. Incluso se cuestionan lo que
en algún momento pensaron que constituía una conquista, conscientes de
la discriminación existente, aún, en determinados puestos de poder.

"Veo a las mujeres barrenderas, las que arreglan los jardines, qué bien,
una mujer taxista (...) Había que preguntarles a ellas (...) ninguna mujer
es jefa ¿es que ninguna es lista?”. (11B)
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Apoyan la decisión de las mujeres, no obstante, para seguir luchando


ante las adversidades que encuentran en diferentes aspectos de su vida
laboral. Incluso despiden su narración con frases como la siguiente:

"Desde aquí animo a todos los jóvenes con inquietudes tanto a mujeres
como a hombres." (4)

Algún testimonio es más intransigente. Así, una obrera que sigue en


el mismo puesto, hace responsables a las propias mujeres de su situación.
“Ellas” no luchan bastante a pesar de que, considera, hay muchas más
posibilidades hoy en día para las mujeres, incluso pueden ser militares,
su ilusión.

“En esa época no era como ahora, que ves el anuncio de las Fuerzas
Armadas, a mí me da una envidia (...) si no conseguimos lo que
queremos es porque nosotras no queremos (...) la que no lo hace es
porque no quiere". (15E)

VI.10. Repercusiones de la experiencia laboral en su vida y


autoimagen actual

Este apartado recoge las alusiones al presente, descrito como punto


de llegada desde el que fue, en muchos casos y en muchos aspectos, el
inicio de su andadura.

No son párrafos extensos, pasan en ocasiones de puntillas por este


asunto, que podría ser el epílogo de su historia. En las entrevistas, en las
que en otros aspectos fluye la información sin que sea preciso inquirir, es
preciso recapacitar con las informantes sobre estos temas y las respuestas
son evasivas, a veces resignadas.

No manifiestan que haya sido la suya una decisión completamente


errada, aunque repasan aspectos del presente que derivan de un pasado
laboral que les abrió caminos nuevos pero les cerró otros, casi

245
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

inevitablemente. Sus estudios, su carrera profesional y su vida afectiva


son ponderados y comparten protagonismo en sus narraciones.

Se percibe su dificultad para verbalizar el reconocimiento de la


influencia de su pasado laboral en su vida actual. La falta de
comunicación en estos aspectos es una constante también en las
relaciones con los grupos con los que se relacionan, como ellas mismas
reconocen.

Al tratar de hacer su autorretrato en la actualidad, se apartan de


calificaciones como las que las describían en su juventud. Se describen en
función de lo que hacen, mostrando una imagen de sí mismas en lo
cotidiano, sin más proyectos, en general, que los que sus
responsabilidades y el ocio imponen día a día.

La mirada continua hacia sus hijos, les lleva a la reflexión acerca de


la conveniencia de que sus menores secundaran su trayectoria
profesional.

Repercusiones de esta experiencia laboral en su vida

Ciertamente, hasta el momento de requerir su testimonio para este


trabajo, nunca han encontrado apoyo ni reconocimiento por lo que, al
menos, supuso una decisión valiente. Tal vez nunca antes se les haya
pedido que recapaciten sobre la trascendencia que su pasado laboral tiene
en su presente y fluyen las lamentaciones. Puestas en la balanza las
declaraciones de diferentes valores positivos y negativos son estos últimos
los de más peso.

Lo que aparece con más frecuencia en sus relatos son las alusiones a
la interrupción de su formación: manifiestan que hubieran seguido
estudiando, pero su pronta incorporación al mundo laboral y en concreto
en este puesto, hizo harto difícil compaginar ambas tareas.

246
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"En la vida hay que equivocarse (...) la carrera me la jugué cuando


empecé a trabajar." (23)

El segundo aspecto considerado, y que recuerdan con cariño, es que


gracias a este trabajo conocieron a su pareja. Algunas opinan, incluso,
que “deben todo” a su decisión de incorporarse a esta profesión, frente a
las que simplemente reconocen que fue parte de su evolución, o que
hubieran elegido otra actividad.

Aparecen lamentos por su elección de una categoría laboral en un


área de la empresa que no ofrecía facilidades para mejorar.

"Luego ya ves que no tenías muchas posibilidades para ascender, para


hacerte tu hueco, para hacerte respetar" (16F).

La mujer que continúa ejerciendo como celador, siente también no


haber sido más tenaz para conseguir su profesión ideal pero, gracias a su
concepto del destino, no deja resquicio para las lamentaciones.

“sería esto, o militar, que me gusta mucho (...) a lo mejor dejé lo de


policía porque no me creía lo que estaba haciendo (...) el destino me ha
llevado, como yo creo tanto en el destino (...) lo que sea tiene que ser"
(15E)

A continuación se resume este apartado en la Figura VI.14. Lo que


podría haber sido, lo que han dejado de lado como consecuencia de su
elección laboral, se presenta en color verde y en azul los aspectos positivos
enumerados en el texto.

Como puede observarse, comparten diversos puntos de vista, positivos


y negativos, salvo cuando lamentan no haber podido ocupar puestos de
relevancia en su profesión. Emparejan calificaciones que se pueden
considerar antitéticas, como que lo inevitable sea lo más importante de su
vida.

Su evolución personal compensa sus deseos incumplidos de seguir


unos estudios o desarrollar otras actividades laborales.

247
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Figura VI.14: Repercusiones en su vida: relaciones entre lo que hubiera


hecho de no haber aprobado la oposición y lo que ha
conseguido por aprobarla

Lo que ha
conseguido Completaría
estudios
Otra
profesión
Lo debe
todo a esa
decisión

Conocer
al esposo Promocionaria
en la empresa

Evolución de
su Lo que hubiera
personalidad Es el hecho
destino

Actitudes de compañeros/hijos/amigos (actuales) hacia esa ocupación en la


empresa

El paso del tiempo podría haber servido para que, alejados los
complejos, estas mujeres se sintieran orgullosas de su trayectoria laboral
y del esfuerzo que supuso el inicio de su carrera. Sin embargo, no es un
tema de conversación, apenas surge en sus charlas. Únicamente han
repasado sus orígenes al colaborar con su relato en este trabajo y, en el
caso de las alumnas de Aranjuez de 1980, en la cena que celebraron en el
vigésimo aniversario de su paso por la escuela de Telefónica.

248
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Los amigos y familiares que comparten su vida cotidiana en el


presente, no conocen su experiencia, o muestran incredulidad cuando
ellas han referido detalles de lo que en muchos casos fue su acceso a la
empresa. Algunas dicen que detectan un gesto burlesco cuando, en
contadas ocasiones, ha surgido este tema en sus tertulias y sólo una
califica de normal la actitud y la reacción de su familia.

“Siguen tomándoselo a cachondeo. Les llama la atención pero como


una anécdota” (10A)

Cómo se identifican en el momento actual

Menos luchadoras: así se ven en su realidad actual. A veces parecen


justificarse, siempre marcan la diferencia “yo hoy ya no...”. La edad, el
cansancio, son sus argumentos para el cambio experimentado.

“Estoy colaborando en el área de mujer de mi ayuntamiento pero, a


nuestra edad, la política se vive de otra manera" (16F)

Insisten, algunas de las informantes, en que su familia es lo más


importante y también en que su tiempo lo ocupan en diversas actividades
de ocio.

"yo ya me siento mayor, quiero disfrutar todo lo que tengo, nada que me
comprometa (...) ahora disfruto con mi hijo pequeño" (11B)

"a cierta edad no apetece estar en la ciudad, a mí lo que más me


apetece es el monte" (22)

Sin embargo se deduce de su relato que sus percepciones del entorno


y sus actitudes están marcadas por las dificultades de determinados
momentos de sus vidas. Así, encontramos referencias, a veces semiocultas
entre otras imágenes, de su sensibilidad ante determinadas situaciones
sexistas. Lo que sigue es la descripción de una secretaria de dirección
acerca de su trabajo actual.

249
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

"no me gusta ser secretaria florero, aunque respeto todas las posturas"
(18G).

Una parte de ellas reconoce estar en alguna asociación (cultural, de


ocio, de mujeres) y otras muestran su desencanto cuando dicen que no
tienen ningún interés por luchar.

"empiezo a aprender a relajarme y disfrutar. Es con la gente más


cercana con la que intento ganar batallas, es poco pero creo que así,
paso a paso se hace camino.”(6)

Volvemos a utilizar de nuevo el análisis de las relaciones lógicas en la


Figura VI.15., que resume la imagen de sí mismas en el pasado y hoy en
día, cruzando las diferentes categorías de las variables relativas a la
definición de su personalidad167.

Las descripciones que hacen de sí mismas en el presente, se


presentan en el ángulo superior izquierdo (categorías sobre fondo verde).
Las observaciones más relevantes al cruzar los diferentes aspectos con los
que se auto-definen son las siguientes:

• Las definiciones presentes son más similares entre sí que las


autoimágenes de su pasado.

• Casi todas las valoraciones actuales de sí mismas se comparten


en los relatos.

• Algunas de las informantes declaran su pertenencia a un grupo


o asociación.

• Sin embargo este indicador de colaboración se excluye con su


manifiesto reconocimiento de desinterés por luchar.

167Se sigue el esquema de M. Martín Serrano (1978), a partir de las definiciones de


Hjelmslev.

250
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Figura VI.15: Relaciones entre las variables “Autoimagen en el momento de


su ingreso” y “En el momento actual”

Fuerte/Enérgica/Lanzada/Valiente/Decidida
Integrada en algún grupo o asociación

De izquierdas/Con sensibilidad social

Apariencia de progre/Rebelde/Osada
No acepta determinadas situaciones

Interesada en actividades de ocio.

Indecisa: No sabía lo que quería

Ilusionada, esperanzada
Ocupada con la familia

Madura/Independiente
Sin interés por luchar

Trabajadora/Hábil

Sin experiencia
Disciplinada

Feminista
Integrada en algún grupo o asociación

No acepta determinadas situaciones

Ocupada con la familia

Interesada en actividades de ocio.

Sin interés por luchar

Madura/Independiente

Disciplinada

De izquierdas/Con sensibilidad social

Feminista

Apariencia de progre/Rebelde/Osada

Trabajadora/Hábil
Fuerte/Enérgica/Lanzada/Valiente/Decidid
a

Indecisa: No sabía lo que quería

Sin experiencia

Ilusionada, esperanzada

Comparar las categorías de la variable “autoimagen en el momento de


acceder como obreras en Telefónica”, con las de su “identificación en el
momento actual”, permite estudiar la evolución de sus relatos en este
aspecto.

251
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Además de ser mucho más prolíficas las calificaciones que dedica a la


imagen de su pasado, el discurso tiende a una definición uniforme en el
momento actual, que muestra un cierto desencanto, producto de su
trayectoria laboral.

Algunos rasgos recogidos en los relatos se diluyen con el paso del


tiempo, pero muestran un perfil reconocible. Así, cuando en el pasado
afirman que son disciplinadas, incluso se recuerdan como fuertes,
valientes, decididas, no manifiestan en el presente su desinterés por
luchar. 168

ANTES DESPUÉS

(Fuerte/ Valiente/ Decidida)


À¿ Sin interés por luchar

®
(Disciplinada )
À¿ Sin interés por luchar

La importancia que dan a su familia en el momento actual no se


excluye con ninguna otra categoría del presente ni del pasado. Aspectos
que en el retrato del ayer no se presentaban simultáneamente en ningún
relato, dan lugar hoy a descripciones similares en cuanto a priorizar el
cuidado de sus hijos. No coincidían, por ejemplo, las informantes que se
definían como feministas en el pasado y las que resaltaban su capacidad y
habilidad para el trabajo, pero unas y otras dejan claro que su ocupación
hoy es la familia.

168
Representamos las categorías del presente en color verde

252
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

ANTES DESPUÉS

Feminista Æ Ocupada con la familia


º
»
Trabajadora / Hábil Æ Ocupada con la familia

En general se rebaja el tono épico de las narraciones. Las


calificaciones, los epítetos con los que se definían, dan paso a descripciones
de sus quehaceres presentes, sin más.

Una de las afirmaciones coincidentes y que dan idea de su


sensibilidad actual, es el hecho de que toman conciencia y rechazan
determinadas situaciones discriminatorias, fundamentalmente en el
trabajo diario. Mujeres que en su pasado hacían hincapié en aspectos
diferentes, coinciden hoy en esa valoración actual.

ANTES DESPUÉS

Madura Æ No acepta determinadas situaciones

º
»

Trabajadora /Hábil Æ No acepta determinadas situaciones

Alguna que se definió a sí misma en el pasado como feminista, hoy no


llega al extremo de reconocer un desinterés por luchar, pero repite
argumentos comunes: su pertenencia a asociaciones, ocupada con la
familia, ocupada en actividades de ocio. Sí mencionan actitudes de
rechazo a la discriminación laboral en razón del género, tal vez porque es
algo asumido desde antiguo como natural.

253
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

Qué piensa contar a sus hijos de esa etapa

El escepticismo que perciben en su entorno, justifica en parte un


cierto mutismo para compartir son sus hijos determinados aspectos de su
experiencia laboral.

Los hijos podrían ser receptores de sus relatos, de sus vivencias, el


espejo en el que mostrar su experiencia con orgullo; sin embargo sólo
algunas de ellas les hablan de su valentía. Incluso, esperan a que sus
descendientes alcancen la madurez para descubrirse ante ellos.

"Espero contárselo a mis hijos cuando sean algo mayores (...) en


definitiva (su madre) fue pionera junto con otras muchas chicas que se
atrevieron a meterse en un mundo reservado a los hombres y espero
que se sientan orgullosos." (1)

Las anécdotas es lo único que han transmitido en alguna ocasión,


compartiendo con ellos la alegría de ciertos momentos.

"Ahora me río cuando cuento las anécdotas (...) a mis hijos también"
(11B)

Un caso excepcional es el de una de las informantes, pues al haber


compartido con su hijo aquellos momentos, no necesita narrar su
experiencia, que recuerdan con naturalidad.

"El mayor ha estado conmigo en una cámara(...) lo ven bastante


normal" (16F)

Qué aconsejaría a sus hijos/as (o a otros jóvenes) respecto a un trabajo


como ese

Al término de los relatos y las entrevistas surge la duda: ¿creen que


la decisión que tomaron en un momento de sus vidas puede servir de
ejemplo a sus hijos y, en general, a los jóvenes cercanos?.

Si sirve o no su experiencia ante la posibilidad de que alguien más


joven pueda acceder a este puesto de trabajo, es un tema que sólo tratan

254
CAPÍTULO VI: Análisis de los relatos y entrevistas

algunas de ellas. La opinión general, en resumen, es la siguiente: en


condiciones similares les aconsejarían optar a un empleo similar. Incluso
sopesan las dificultades que existen hoy en día en el mercado laboral.

"mejor que esos trabajos de hoy, que duran tres meses" (13D)

No valoran en sus juicios el sexo de los aspirantes, pero consideran


que es un trabajo duro que no recomiendan ni a sus hijos ni a sus
amigas.

"pues hija, respetarles lo que decidieran hacer (...) yo les hubiera dado
mi experiencia, pero apoyarles... Sinceramente para animar, no, si soy
honrada y quiero a mis amigas, animarlas a esto no" (16F)

Ninguna afirma rotundamente que estaría orgullosa de que sus


menores emularan sus inicios laborales. Reconocen que respetarían una
decisión similar (“¡cómo no!”) pero no animarían a dar semejante paso. En
cualquier caso, preferirían que estudiaran y completaran su formación.

La obrera que sigue en este puesto no ha tenido reparos en que su


hijo realice estas tareas, pero como trabajador temporal, pues no desea
que renuncie a un puesto mejor.

"al mayor quería apuntarle yo a un Contrata, en verano. Quiero que siga


estudiando (...) que estudie una carrera" (15E)

255
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

VII.1. Resultados más relevantes del análisis

VII.1.1. El perfil de la aspirante y los motivos de su elección


laboral

a) Las representantes de este grupo responden a determinadas


características propias de las mujeres de su cohorte en España y de su
grupo social, en la etapa de crisis económica, correspondiente al
período 1976-1984 (GARRIDO, L. J. 1992). Intentan conseguir un
empleo, que es para ellas sinónimo de independencia y libertad e
identifican profesión y sueldo con el acceso a la vida adulta.

Cabe distinguir dos grupos entre las participantes en esta


investigación:

1. Un grupo relativamente más homogéneo, en el que la mayoría


de las mujeres están ligadas a la empresa por lazos familiares,
pues su padre, hermanos o miembros de la familia extensa,
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

también eran trabajadores de la Compañía Telefónica; son las


de menor edad en el momento en que acceden a la categoría de
celador-empalmador y suspenden o aplazan sus estudios
superiores; su nivel académico es superior al requerido, sin que
por ello se sientan “sobrecualificadas” para el trabajo que van a
realizar.

2. Otro grupo de informantes con perfiles diversos, formado por


mujeres de similar estatus que las anteriores, pero distintas en
su formación y en su experiencia laboral. Su edad es, en
general, mayor que la del colectivo antes citado y en algún caso
tienen cargas familiares.

b) No suelen incluir en sus testimonios elementos relacionados con


reivindicaciones feministas ni de ruptura con lo establecido. Sí son
conscientes del esfuerzo que supuso poder ejercer como obreras y tal
experiencia ha marcado su concepción de las relaciones laborales y
de género, aunque no se identifican, en general, con ideologías
concretas.

A pesar de las diferencias expuestas en el capítulo de análisis, no


encontramos en todo el colectivo (basándonos en la descripción que
hacen de sí mismas) rasgos que las definan como mujeres
reivindicativas, o que se plantearan este trabajo como un acto de
rebeldía. Su principal motivación fue el interés por acceder a un
trabajo seguro, aunque poco cualificado, especialmente en un
momento de crisis económica como la que se vivía en ese momento en
España. El prestigio de la empresa convocante les garantizaba la
estabilidad del empleo. De hecho, la afirmación ampliamente repetida
de que esta profesión no fue elegida, sino la única en la cual
consiguieron superar las pruebas, entre varias opciones laborales de
la compañía, refleja el sentido práctico que marcó su inicio laboral.

257
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

c) La influencia de los grupos primarios en su opción laboral es más


relevante que otras influencias.

Hay cierto seguimiento de la figura laboral del padre en la mayor


parte de los casos y se evita seguir la de la madre, normalmente
dedicada al hogar. Sin embargo, la influencia de la familia en su
elección laboral no es muy reconocida por las participantes entre las
causas que explicitan en sus relatos.

Cuando las jóvenes pertenecen a familias de trabajadores de la


empresa, afirman haber escuchado a menudo las bondades de una
posible perspectiva laboral en Telefónica. La figura paterna es el
modelo, especialmente para las más jóvenes, que son en general,
hijas de empleados de Telefónica. Las madres refuerzan las decisiones
de las hijas, consciente o inconscientemente, ya sea por su
insistencia en que no las emulen, o por que son percibidas como la
antítesis de lo que ellas pretenden.

Sólo las que tenían más edad en el momento de su acceso,


apuntan otras razones de su elección laboral (relaciones amorosas,
aventura...) y se muestran más conscientes de la trascendencia de su
decisión.

Ni el nivel académico de las entonces opositoras, ni sus grupos de


iguales -compañeros de estudios, amigos del barrio- tienen relevancia a
la hora de su elección laboral (salvo en el caso de que estos grupos
estén relacionados con la empresa, como en el caso de las hijas de
compañeros de los padres, que refuerzan su decisión).

258
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

VII.1.2. El conflicto y sus consecuencias

a) La elección y la experiencia laboral

El aspecto, a nuestro entender, más importante que resulta del


análisis de sus testimonios, es el conflicto –interno y con el entorno- que
reflejan sus relatos de vida como resultado de su elección y de su
experiencia laboral, aún cuando no ha sido mencionado explícitamente
por las informantes.

Como se recogió en el epígrafe V.3 (La importancia de los estereotipos


en la elección profesional de las mujeres) en la elección de una profesión
que no está reconocida socialmente como propia de mujeres, cuando los
estereotipos de rol chocan con el ejercicio de la misma, (Eccles, 1984)169
intervienen factores de dos tipos:

• factores externos a la persona (estructuras sociales y culturales)

• factores internos o psicológicos (expectativas, autoconcepto,


identidad y valores)

Cuando su decisión se aleja de las prescripciones de género


(Elejabeitia y López, 2003) se producen determinadas consecuencias
personales, fundamentalmente debidas al rechazo y a la crítica social. De
hecho, se da más relevancia en los relatos al rechazo sentido por los otros,
que a la propia dureza o dificultad para realizar su trabajo. La oposición
de su entorno familiar y de amigos, de la empresa y sus representantes,
de los compañeros en el ejercicio de su profesión, dificultan su
integración.

169 Citado en ELEJABEITIA Y LÓPEZ, 2003

259
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

El conflicto aparece cuando los estereotipos en un momento y en una


sociedad determinada, se oponen a la elección, en este caso laboral, de los
sujetos. Si se acepta que el autoconcepto, las identidades y valores de la
persona están impregnados de las ideas y pautas de funcionamiento
dominantes en la sociedad en que se vive, se entiende que el conflicto se
gesta también en el interior del propio sujeto.

Este debate, en el caso que analizamos, aparece en los relatos


cuando se hace referencia a distintas etapas: en el momento de su toma
de decisión, durante el ejercicio de la profesión y cuando narran su visión
del mundo actual. Son varios los aspectos extraídos de los relatos y
entrevistas, que ilustran esta situación personal sometida a presiones
opuestas:

o Apoyo y, a la vez, disuasión familiar.

Por una parte las apoyan y refuerzan en la búsqueda de empleo


y seguridad, pero insisten en lo poco adecuado que es un trabajo
que consideran masculino y que sólo admiten como puerta a una
carrera profesional.

o Discurso político pro igualdad de género y pervivencia de roles


diferenciados.

En un momento en que los mensajes de igualdad y derechos


parecen impregnar la vida social, las valoraciones de sus iguales y,
en general, de los grupos sociales en los que viven, por el contrario,
reflejan la pervivencia de prejuicios contra la igualdad de género que
chocan con tales discursos. La transición política y la crisis

260
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

económica son factores que hubieran podido influir positivamente


en su decisión, pero las concepciones sociales de trabajo y mujer
son un freno a su elección.

El contraste entre sus narraciones y la supuesta igualdad de


oportunidades de aquel momento, así como la constatación de la
inmovilidad de sus propios esquemas de ayer a hoy, ratifican una
afirmación recogida anteriormente: la modificación del imaginario
colectivo en lo que respecta a los roles laborales asociados al género,
es más lenta que la transformación organizativa del sistema
productivo y la propia realidad social (Elejabeitia y López,2003;
Inostroza,2002).

o Dificultad personal de integración laboral.

En un colectivo en el que predominan los varones y, en algunos


aspectos les resulta hostil, es difícil para ellas compaginar el rol
laboral con el rol que asocian a su género.

o Divergencia entre leyes y normas.

A pesar de existir una Constitución que permite y valida su


elección, no existen normas que resuelvan los problemas específicos
que se van encontrando en el ejercicio de su profesión.

o Migración social.

La coincidencia de su acceso a la profesión con el alejamiento


del hogar y la tutela familiar, en la mayoría de los casos en el final

261
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

de su adolescencia, es una ruptura que suscita conflictos


personales, compensados en parte por su integración en nuevos
grupos sociales. Estos colectivos, dadas las circunstancias, están
ligados al ejercicio de su trabajo, por lo que sus relaciones estarán
también marcadas por los mismos problemas.

o Contradicciones entre las valoraciones en algunos puntos de su


narración.

En su discurso se encuentran percepciones de sí mismas y de


su experiencia laboral aparentemente incompatibles, exhibiendo su
dilema personal. Así se recoge en el capítulo de análisis, cuando se
comprueba la coexistencia de categorías que podrían considerarse
excluyentes y, sin embargo, aparecen en el mismo relato, (por
ejemplo cuando se refieren a sus sentimientos en el ejercicio de la
profesión, sus relaciones con los compañeros varones...)

b) Nuevas necesidades y refuerzos de su autoestima

Como ya se expuso en el Capítulo V (epígrafe V.1: Las Identidades


sociales de las nuevas trabajadoras de Telefónica) una de las primeras
consecuencias de las situaciones de conflicto que viven los individuos es
la necesidad de aprobación (Fromm, 1971). En el análisis de los
testimonios hemos encontrado indicadores de que éste es, efectivamente,
uno de los aspectos más relevantes de su experiencia. Entre ellos, los
siguientes:

• La importancia dada a la curiosidad despertada en su entorno.

262
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

La sensación de “sentirse observadas”, que casi todas ellas


manifiestan, así como las aprobaciones o reprobaciones de grupos
que aparentemente no deberían tener relevancia, como las personas
que se encuentran por la calle, muestran el impacto que estas
manifestaciones le causaron en su momento.

• La necesidad de aprobación y valoración de su trabajo por parte


de la empresa, compañeros y jefes.

Parte de sus remembranzas se refieren al reconocimiento de su


trabajo bien hecho, tanto por parte de los monitores y jefes como
por alguno de sus compañeros. Ante los comentarios negativos
exponen sus personales juicios de valor, que neutralizan las
críticas. Se quejan también del poco apoyo por parte de las altas
jerarquías de Telefónica.

• Las menciones a las relaciones afectivas.

Las evocaciones de su experiencia laboral van unidas a las


referencias a los grupos de amigos y amigas, así como a las
relaciones afectivas que aparecieron o finalizaron en paralelo a su
trayectoria profesional. Todo lo cual refuerza la tesis de que los
relatos de mujeres suelen ofrecer en paralelo una descripción de su
vida laboral y personal. (Bertaux-Wiame, 1993).

• El apoyo de las obreras.

263
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

Se refieren explícitamente al apoyo recibido por las compañeras


que compartieron con ellas el curso y el trabajo posterior. La
identidad de género sirve de refuerzo en esa situación laboral
conflictiva.

• La aparición en los medios de comunicación.

Esta es una presencia que valoran y recuerdan, al ser el


símbolo de un reconocimiento social que, por otra parte, no
percibían en otros espacios.

c) Indicadores de desencanto

Hemos encontrado indicadores de que el desencanto es,


efectivamente, una de las consecuencias de su experiencia laboral. Son los
siguientes:

• Los testimonios dan escasa relevancia a su presente.

Apenas hay referencias que surjan espontáneamente sobre su


vida en el momento actual, su situación laboral o su evolución
personal. Es aún más difícil obtener información acerca de sus
sentimientos presentes, que en general derivan a una
infravaloración de las posibles repercusiones de su experiencia.

• La evolución de la imagen de sí mismas.

Cuando se refieren a sí mismas en el pasado ponen el énfasis


en sus cualidades personales, mientras que cuando se refieren a

264
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

ellas en el presente se describen más bien como desinteresadas y


alejadas de cierto protagonismo reivindicativo, presentándose como
mujeres ocupadas en sus quehaceres cotidianos, que dan prioridad
a la familia y a la vida “tranquila”.

• La evolución negativa de su imagen de la empresa.

La experiencia laboral no confirma la imagen positiva sobre la


empresa que era el común denominador antes de su entrada en
Telefónica. En la actualidad su percepción siempre es peor que la
que tenían en aquel momento (casi todas ellas continúan trabajando
en la empresa.)

• La valoración actual de su experiencia es positiva, pero no la


consideran recomendable para sus amigas o sus hijas.

A pesar de enumerar, desde el presente, más aspectos positivos


que negativos de su trabajo de obreras, no parece que sea tan
interesante como para considerar la posibilidad de recomendar o
inducir a las mujeres cercanas a la elección de tal opción laboral.

• El escepticismo respecto a una posible evolución en el


reconocimiento del trabajo de la mujer.

La imagen que manejan respecto a los logros en la valoración


del trabajo de la mujer no es muy positiva. Reflejan la pervivencia de
determinadas concepciones en relación con el trabajo de la mujer

265
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

que ya se citaron en el capítulo V y que se deben a la naturaleza de


los estereotipos.

• La valoración nula de las repercusiones sociales y personales de


su incursión laboral.

Aunque posiblemente la colaboración en esta investigación


haya servido de refuerzo, en general, no consideran relevante esa
experiencia laboral.

266
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

VII.2. Conclusiones

Conocidos los resultados más relevantes del análisis, cabe extraer


unas conclusiones más generales en tres planos distintos, como se indica
a continuación:

1) En el plano de las identificaciones sociales, el análisis revela la


existencia de un subgrupo laboral de género, caracterizado por
una fuerte dependencia del tiempo y el espacio que marcan la
convivencia de las protagonistas.

2) En el plano de las relaciones entre pensamiento y acción, el


análisis pone de manifiesto el camino (a veces, tortuoso) que lleva
al ajuste entre experiencia y la visión de la realidad; entendiendo
por ajuste, en este caso, la necesaria reducción de la disonancia
cognitiva que van produciendo en las informantes los pasos
dados con la experiencia laboral que cuentan.

3) En el plano de las características narrativas de los relatos,


nuestra investigación muestra, a la vez, semejanzas con otros
relatos de mujeres y peculiaridades específicas de los testimonios
analizados.

267
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

VII.2.1. La existencia del subgrupo laboral de género. Su


dependencia del tiempo y el espacio

En las situaciones de conflicto vividas, tanto en el curso previo como


en el puesto de trabajo, valoran y recuerdan el apoyo de las compañeras
con las que compartían espacio y lugar. Es decir, sólo con las que estaban
en su mismo grupo, brigada, ciudad... Es lo que hemos denominado el
subgrupo laboral de género. No existía tal apoyo de todo el colectivo de
mujeres de la profesión.

La convivencia con otras mujeres que tienen sus mismos problemas,


les permite crear un pequeño grupo identitario, que las refuerza frente al
colectivo mayoritario de varones y en el que, en general, no se sienten
aceptadas. Compartiendo con otras mujeres determinados roles laborales,
se produce también su integración laboral. Sin embargo, una vez perdida
la “utilidad” de los lazos que existían con las compañeras, tal subgrupo
desaparece. En la actualidad no existen sentimientos de identidad con
el grupo de mujeres que ingresaron en la misma convocatoria, como cabía
esperar en un grupo aislado de su entorno en muchos aspectos170.

Observamos, no obstante, que los relatos de las mujeres que


participan en esta investigación muestran claras similitudes. Si
consideramos que la memoria común es, en sí misma, según Téllez (2002)
un marcador de identidad social, las percepciones de las informantes

170 No se han mantenido ritos que consolidaran los grupos (reuniones, correos...) aunque
han conservado amistades individuales, con algunas de sus compañeras, que han
reforzado su posición en determinados aspectos laborales y personales. Los eventos
conmemorativos de los últimos tiempos, incluso la colaboración en la presente Tesis,
aún produciendo dolor por la necesidad de recordar episodios duros, han hecho subir
su autoestima.

268
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

acerca de su vida pasada y la cercanía de sus valoraciones, permitirían


definir un grupo constituido por todas ellas.

Las dimensiones espacio-temporales son muy importantes en la


construcción de referentes simbólicos, desde donde se validan prácticas
sociales que devienen en una identidad colectiva (Inostroza, 2002). Un
horizonte histórico común, mediado por trayectorias laborales y
residenciales comunes, refuerza las identidades.

Las coincidencias pueden justificarse al existir un marco de


referencia similar en las informantes; en este caso, fundamentalmente, el
proceder de familias ligadas a la empresa a la que se incorporan como
obreras; y pertenecer a una cohorte común, de perfiles culturales y
económicos muy cercanos. En este contexto es muy importante la
influencia de la familia en la construcción de la identidad profesional y de
género, aunque manteniendo un doble discurso de difícil asimilación para
las participantes en esta investigación.

Su decisión de acceder a la profesión de celador-empalmador de


Telefónica, que ha surgido en cierto momento y formación social, se debe
a determinadas motivaciones, como la búsqueda de un trabajo seguro;
pero los aspectos relacionados con su inserción laboral permiten deducir
que han existido decisiones que trascienden de pequeñas razones
personales. Giner (1971:59) diferencia entre motivación y orientación: “la
motivación es solamente individual, pero la orientación puede ser
individual o grupal y siempre tiene lugar dentro de un marco de
referencia”.

Los rasgos y recuerdos comunes no son suficientes para que un


colectivo se considere un grupo, marcador de identidad de sus
componentes. Según la definición de Giner:

269
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

“son grupos en tanto en cuanto sus miembros pertenecen a ellos con un


cierto grado de conciencia de las mismas y, por ende, actúan de un
modo que revela la existencia grupal”.171

El grupo de trabajadoras de esta investigación, como ya se ha


indicado anteriormente, tiene conciencia de sus diferencias respecto al
resto de obreros varones de su categoría laboral. Durante el curso
preparatorio las mujeres comparten problemas y se manifiestan, en
general, como un subgrupo entre los alumnos de su centro de preparación
profesional. Esta identidad se ve reforzada no sólo por participar en unos
determinados quehaceres en un entorno que les resulta hostil, sino por
compartir un espacio y un tiempo. Cuando el tiempo y espacio común
desaparecen, el grupo tiende a desaparecer como tal (Téllez, 2002).

En efecto, los grupos constituidos en las escuelas de Telefónica se


dispersan al acceder cada una de las obreras a los destinos que les
corresponden. Si en las ciudades en las que realizan su trabajo existen
mujeres, puede surgir un nuevo subgrupo con el que se identifican, pero
raramente conservan su sentimiento de pertenencia al grupo de
compañeras de la etapa anterior. Se confirma, pues, lo indicado por Tajfel
(1983), en el sentido de que el grupo es una entidad cognoscitiva que tiene
sentido para el sujeto en un periodo determinado.

Con el paso del tiempo, la mayoría de las informantes cambian a


otras categorías laborales y desaparece el sentimiento de identidad del que
hemos denominado subgrupo laboral de género. Esta situación se puso de
manifiesto en las celebraciones conmemorativas a las que eventualmente
acudieron. Las valoraciones de las mujeres que siguen ejerciendo la
profesión difieren de las de quienes ya no la ejercen en que las primeras,
en general, han asumido el discurso del grupo al que aún pertenecen.

171 GINER, S. (1971: 54)

270
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

VII.2.2. El camino del ajuste entre experiencia y visión de la


realidad

Podemos decir que las mujeres que accedieron a la categoría laboral


de celador-empalmador lo hicieron como un grupo inferior en el colectivo
de su categoría. Tal calificación está justificada tanto por su
representación numérica como por considerarse, según los estereotipos
dominantes, menos cualificadas para ejercer una profesión “masculina”
aunque mejor valorada socialmente que otras de similar nivel incluso en
la misma empresa, por ejemplo la de mensajera (como se denominaba a
las mujeres que trabajaban como botones) .

Según Tajfel (1983), cuando un individuo perteneciente a un colectivo


considerado inferior trata de acceder a uno superior, tiene dos opciones:
asimilar la cultura del dominante o reinterpretar las características del
grupo, de modo que ya no se reconozca como inferior.

Ambas acciones aparecen reflejadas en los testimonios que


analizamos en esta investigación. Cuando las mujeres se remontan a su
experiencia en el pasado, muestran su interés en ser reconocidas por el
colectivo de varones e insisten en que determinadas habilidades de la
profesión corresponden, como se expuso anteriormente, a roles femeninos.
Estas cualidades compensan las carencias que reconocen, como su menor
fuerza física.

Cuando la asimilación en el grupo dominante es imposible, afirma


Tajfel, el individuo abandona el grupo buscando, si es posible, la afiliación
a otros grupos. No hacerlo supone entrar en conflicto con valores
importantes que son parte de su identidad. “Si las condiciones adecuadas
para la preservación de la identidad social positiva no son ofrecidas por

271
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

un grupo, el individuo lo abandonará psicológicamente, objetivamente o


de ambas formas” (Tajfel, 1983: 196)

En los recuerdos de las protagonistas de esta investigación abundan


las referencias al conflicto personal vivido mientras trataron de ser
“admitidas” en el grupo de varones, asumiendo actitudes alejadas de las
que consideraban como propias de su género.

Las pocas que continúan en la profesión han sido asimiladas,


justificando la exclusión del resto de compañeras que no han sido
capaces, según dicen, de integrarse en el grupo “dominante”.

En la mayoría de las mujeres que pasaron a otras categorías


laborales de la empresa, se observa un discurso cambiante, en un proceso
de reinterpretación del pasado (Tajfel, 1983). Tal mecanismo tiende a
justificar su situación personal actual y el abandono y la renuncia al
grupo considerado superior, resaltando las ventajas de su elección.
Tomando como base el razonamiento de este autor, presentamos un
esquema resumen de las posibles evoluciones del discurso en el caso de
nuestras informantes, según su trayectoria personal y laboral.

En el grafo VII.1. se parte del supuesto de que el inicio de la


experiencia laboral que se narra equivale al acceso a un grupo superior,
pues si bien es cierto que correspondía a la categoría de obrero no
cualificado, se precisaban cualidades (fuerza y destreza) consideradas
exclusivas de los varones y, según vimos, más valoradas.

La realidad laboral de las mujeres pudo satisfacer o no sus


expectativas. Esta premisa era prioritaria frente al conflicto que supuso su
integración laboral. Cuando su expectativa laboral estaba cubierta y una
vez superado un posible conflicto de identidad laboral, suelen transmitir
las valoraciones de sus compañeros y jefes varones, incluso haciendo

272
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

responsables a las otras mujeres de su posible situación de inferioridad en


lo que a oportunidades laborales se refiere.

A lo largo del ejercicio de su labor profesional, la existencia del


subgrupo de género reforzó y sirvió de apoyo en los momentos en que se
sintieron discriminadas, tanto para las que esperaban el paso a otra
situación laboral como para las que persistieron en su empeño de
integrarse completamente en el colectivo de celadores empalmadores.

En cualquier caso, precisaban modificar cierta marginación que


padecían y mientras lograban sus objetivos laborales, reinterpretaban su
realidad.

La migración hacia otra categoría laboral, como sucedió en la mayoría


de los casos estudiados, no vino acompañada siempre por el abandono
psicológico de su grupo laboral. Cuando sí se produjo la ruptura, se
perdieron los contactos con el grupo en general y con el subgrupo de
compañeras en particular.

Los recuerdos manifestados sin dolor y los lazos afectivos que se


conservan con los y/o las camaradas, son el símbolo de que han
reinterpretado su posible frustración.

273
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

Figura VII.1: Evolución del discurso de las obreras según trayectoria personal y
laboral

Acceso a grupo superior según estereotipo


(Celador-Empalmador)

NO ¿Satisface sus
expectativas?

SI

¿Supone
conflicto de NO Asimilación del
identidades? discurso del grupo
(laboral/género) dominante

SI

Integración (o permanencia) en subgrupo


(refuerzo)

Eventualidad
¿Puede NO Reinterpreta Trata de cambiar la
cambiar su ción de su situación. Acepta
situación? realidad (temporalmente).

Abandono del grupo superior físicamente


(y/o psicológicamente)

¿Abandono
psicológico NO Modifica valoraciones.
del grupo Reinterpreta positivamente al subgrupo
laboral?

SI

Ruptura con los individuos


del grupo superior y del subgrupo.
Conserva lazos de unión con elementos del
Rechazo al recuerdo
subgrupo del grupo y/o del subgrupo

Evolución
Nueva visión de la realidad. Nuevas
identidades

274
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

VII.2.3. Características generales de los relatos

Hemos encontrado ciertas semejanzas con lo que, según Bertaux-


Wiame (1993) serían peculiaridades que diferencian los relatos de mujeres
respecto de los relatos de varones. Entre ellas, las siguientes:

o paralelismo en las descripciones de la vida laboral y personal.

o poca consideración de sí mismas, baja autoestima.

o referencia a sí mismas en relación con los otros.

Además de esas peculiaridades, nuestro análisis permite observar


otras características propias de estos relatos:

a) Prioridad a temas cotidianos frente a otros más trascendentes


desde el punto de vista de la vida pública.

b) Las referencias al pasado se narran con tintes épicos,


especialmente en la imagen de sí mismas, mientras que la vida
actual se esconde bajo unos cuantos enunciados de lo cotidiano,
evitando en lo posible profundizar acerca de su autoimagen. El
presente es narrado más escuetamente; en algunas ocasiones ni
tan siquiera se menciona.

c) Existen aspectos del pasado que no relatan espontáneamente y


muestran reticencia a recordar. La dificultad puede ser causada,
entre otras razones, por la existencia de aspectos traumáticos o
dolorosos (Ricoeur, 1999) o porque los sucesos no hayan cumplido
las expectativas de las narradoras (Augé, 1998).

d) Desde el punto de vista de las estructuras de las narraciones


puede observarse cierta semejanza entre una parte de las
funciones que V. Propp encuentra en los cuentos maravillosos y

275
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

una parte de las trayectorias relatadas por nuestras informantes.


Concretamente, las acciones que constituyen la parte central de
los cuentos, hasta cierto punto es posible hallarlas también en las
narraciones que hemos analizado. No así las primeras y las
últimas. (Véase en la tabla que se muestra en el Anexo 3 el
paralelismo que cabría establecer en lo que respecta a las
funciones IX – XXVI).

Las primeras acciones no aparecen porque en los cuentos se


relata una agresión externa que el colectivo sufre como tal
colectivo y cuya reparación encomienda a uno de sus miembros
convirtiéndole, por salir airoso, en héroe. Nuestras “heroínas” no
fueron llamadas para reparar una fechoría o una carencia grupal,
sino que aprovecharon la oportunidad que se les brindaba para
cubrir unas necesidades personales de tener trabajo o/y de
emanciparse.

Las últimas “funciones” de los cuentos de hadas, tampoco se


encuentran en los relatos de las celadoras: en esta clase de
cuentos, la acción heroica aparece premiada con el reconocimiento
de la comunidad, el desenmascaramiento y castigo de los
agresores y una nueva posición otorgada por sus méritos a los
héroes. Las obreras de Telefónica en contadas ocasiones fueron
felicitadas por sus logros. Aparecieron en algunos medios de
comunicación, pero no recibieron un reconocimiento por parte de
la empresa, ni de su entorno; incluso las que han seguido en el
ejercicio de su profesión deben demostrar aún su capacidad
laboral.

En el final de sus testimonios aparecen notas acerca de las


familias que han creado y la nueva vida de las protagonistas.
Concluyen sus historias de vida con referencias, exclusivamente, a

276
CAPÍTULO VII: Resultados más
relevantes y conclusiones

sus hijos, la dedicación a la familia y al ocio gratificante, pero el


tono de estas alusiones apenas se asemeja al “se casaron y fueron
felices” de los cuentos de hadas.

277
Bibliografía
ACEVES LOZANO, Jorge E.: "Bibliografía comentada de historia oral e historias
de vida. Métodos y técnicas", en Estudios sobre las culturas
contemporáneas, vol III, Nº 8-9 1990, pp. 235-254.

ACEVES LOZANO, Jorge E.:"La historia oral y de vida: del recurso técnico a la
experiencia de investigación" en Galindo L.J, Técnicas de investigación en
sociedad, cultura y comunicación. Méjico, Pearson Educación, 1998 pp. 207-
276.

ADORNO, T.W. (1970): Crítica, Cultura y Sociedad, Barcelona: Ed. Ariel, S.A.

AGUILAR PAZ, Mirna Rubi.: "Mujeres y Maquiladoras en Yucatán: una discusión


inacabada", en Luis A. Ramírez (ed.), Género y Cambio social en Yucatán,
Mérida, Méjico, Ed. Universidad Autónoma de Yucatán, Tratados y
Memorias de Investigación UCS 2, 1995, pp. 151-165.
www.uady.mx/sitios/sociales/coleccion/libros/L1995_03/articulo_07.html.

ALBERT, Lídia (coord.) (2000): Guía práctica de la reminiscencia, Barcelona:


Fundación La Caixa, Barcelona: Fundación La Caixa

ALCAIDE, Soledad: "La administración se feminiza", en El País, Domingo 20


Enero 2002.

ANDRES, Elías (dir., guión); YRIZAR, Íñigo (coord.) (2000): El camino de la


libertad , (la Transición, 1975-2000) en vídeo, TVE S.A..

APPEL, Michael: "La entrevista autobiográfica narrativa: Fundamentos teóricos y


la praxis del análisis mostrada a partir del estudio de caso sobre el cambio
cultural de Otomíes en México", en Forum Qualitative Social Reseach,
Volume 6, nº 2, Art. 16, Mayo 2005. http://www.qualitative-
research.net/fqs-texte/2-05/05-2-16-s.htm.

ARIAS FERNÁNDEZ, Mª Antonia (2002): "Sociedad y lenguaje: el espacio de


diálogo entre las técnicas de investigación social y sociolingüística" en
Estudios de Sociolingüistica , 3 (1), Departamento de Sociología Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, Santiago de Compostela. [email protected],
pp. 1-18.

ARJONA GARRIDO, Ángeles; CHECA OLMOS, Juan Carlos.: "Las historias de


vida como método de acercamiento a la realidad social" en Gazeta de
Antropología, nº 14, 1998. www.ugr.es/~pwlac/G14_10JuanCarlos_Checa-
Angeles_Arjona.html.

AUGÉ, Marc (1998): Las formas del olvido, Barcelona: Editorial Gedisa.

AYESTARÁN, Sabino: "Liderazgo, género y creación de conocimiento", en Revista


de Psicología General y Aplicada, vol.57, nº 2, abril de 2004, pp.209-223.
Bibliografía

BACA LAGOS, Vicente (1994): Las representaciones de los hombres y las mujeres
en la televisión, Madrid:Tesis Doctoral, UCM, Ciencias de la Información,
Sociología IV.

BADENAS, Lluis: "Paso a paso, puesto a puesto...Las primeras mujeres celadoras


de la compañía Telefónica", en Diez Minutos, 18/10/1980, p.115.

BADINTER, Elisabeth (1993): La identidad masculina, Madrid, Alianza Editorial,


S.

BAER MIESES, Alejandro (2005): El testimonio audiovisual: Imagen y memoria del


Holocausto, Madrid, CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), Colección
Monografías, nº 219.

BALBO, Laura: "La doble presencia", en Borderías, C. et al (comp.), Las mujeres y


el trabajo, rupturas conceptuales, Barcelona, Icaria, Economía Crítica (11),
1994, pp.503-514.

BARBERA HEREDIA, Ester; BAU MARTI, Elvira; SARRIO CATALA, Mª Teresa;


RAMOS LÓPEZ, Mª Amparo: "Mujeres directivas: revisión temática" en
Actas II Congreso Iberoamericano de Psicología. Diferencias de género en el
trabajo, 1998.
http://copsa.cop.es/congresoiberoa/base/trabajo/orgt8.htm.

BARRIO, José (1980): Historia de la Filosofía, Barcelona: Ediciones Vicens Vives.

BEECHEY, Verónica: "Género y trabajo replanteamiento de la definición de


trabajo", en Borderías, C. et al (comp.), Las mujeres y el trabajo, rupturas
conceptuales, Barcelona, Icaria, Economía Crítica (11), 1994, pp.425-450.

BERNETE, Francisco (1990): "Los estereotipos de la Comunidad Iberoamericana :


La representación de los personajes en los libros de texto de Historia",
Madrid: Tesis Doctoral. Universidad Complutense. Facultad de Ciencias de
la Información.

BERNETE, Francisco: "Mexicanos y españoles en los libros de historia", en


Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Revista de investigación y
análisis Vol. VI, nº 16-17, 1994, Universidad de Colima y Centro
Universitario de Investigaciones Sociales.

BERNETE, Francisco (1996): Informe "Juventud en Asturias", Asturias: Servicio


de publicaciones del Principado de Asturias, Ref. 11.

BERNSTEIN, Duglas A.; NIETZEL, Michael T. (1982): Introducción a la psicología


clínica, México: Mc. Graw-Hill.

BERTAUX, Daniel: "De la perspectiva de la historia de vida a la transformación


de la práctica sociológica", en Marinas, J. M. et al.(eds.), La Historia Oral:
Métodos y Experiencias, Madrid, Debate, 1993 a, pp.19-34.

279
Bibliografía

BERTAUX, Daniel: "La perspectiva biográfica: validez metodológica y


potencialidades", en Marinas, J. M. et al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y
Experiencias, Madrid, Debate, 1993 b, pp.149-172.

BERTAUX, Daniel; BERTAUX-WIAME, Isabelle : "Historias de vida del oficio de


panadero" , en Marinas, J. M. et al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y
Experiencias, Madrid, Debate, 1993, pp.231-250.

BERTAUX-WIAME, Isabelle : "La perspectiva de la historia de vida en el estudio


de las migraciones interiores", en Marinas, J. M. et al.(eds.), La Historia
Oral: Métodos y Experiencias, Madrid, Debate, 1993, pp.267-282.

BETTELHEIM, Bruno (1995): Psicoanálisis de los cuentos de hadas, Barcelona:


Crítica, Grijalbo Mondadori.

BETTIO, Francesca: "Segregación y debilidad. Hipótesis alternativas en el análisis


del mercado de trabajo", en Borderías, C. et al (comp.), Las mujeres y el
trabajo, rupturas conceptuales, Barcelona, Icaria, Economía Crítica (11),
1994, pp.371-392.

BIANCHI, Marina: "Más allá del doble trabajo", en Borderías, C. et al (comp.), Las
mujeres y el trabajo, rupturas conceptuales, Barcelona, Icaria, Economía
Crítica (11), 1994, pp.491-502.

BLANCO, A. (ed.) (1994): Teoría y Psicología de las organizaciones. , Madrid: MAP.

BONET, Joana;CABALLÉ, Anna (2000): Mi vida es mía ,Barcelona: Plaza y Janés.

BORDERÍAS, Cristina (1993): Entre líneas, Trabajo e identidad femenina en la


España contemporánea. La Compañía Telefónica 1924-1980, Barcelona:
ICARIA.

BORDERÍAS, Cristina; ALEMANY, Carme: "Las mujeres y el trabajo:


aproximaciones históricas, sociológicas y económicas", en Borderías, C. et
al (comp.), Las mujeres y el trabajo, rupturas conceptuales, Barcelona,
Icaria, Economía Crítica (11), 1994, pp.11-92.

BORDERÍAS, Cristina; CARRASCO, Cristina; ALEMANY, Carme (comp.) (1994):


Las mujeres y el trabajo, rupturas conceptuales , Barcelona: Icaria,
Economía Crítica (11).

BOURDIEU, Pierre: "La ilusión biográfica", en Actes de la recherche en sciences


sociales, nº 62-63, 1983, pp. 69-72.

(Traducción en http://www.ciesas-golfo.edu.mx/Boletin/pierrebourdieu3.htm).

BOURDIEU, Pierre (2000): La dominación masculina Barcelona: Ed. Anagrama y


en http:/www2.udg.mx/laventana.

280
Bibliografía

BRIZ, Carmen (2003): "En busca de la igualdad, 25 años de Constitución


Española en la vida de las mujeres" en Trabajadora, nº 10, diciembre 2003,
pp. 16-20.

BROTÓNS, Paloma (coord.) (1987): Elementos para una educación no sexista.Guía


didáctica de la Coeducación, Valencia: Feminario de Alicante, Cuadernos
didácticos.

CABEZAS CANDELI, Juan Antonio (1974): Cien años de teléfono en España -


Crónica de un proceso técnico-, Madrid: Espasa Calpe, S. A..

CAFFAREL, C; BERNETE, F.; BACA V. (eds.) (1991): Comunicación y movimientos


sociales, Ciudad Real: Primer encuentro de Almagro, Ciudad Real.

CÁNOVAS TOMÁS, Miguel Angel: "Trabajo e ideología de género: un análisis


antropológico de la enfermería en Murcia", en Enfermería Global, nº 5,
Noviembre 2004, http://www.um.es/eglobal/5/05c03.html.

CANTERAS MURILLO, Andrés (Abril 1999): Exposición sobre Historias de Vida,


Madrid: Curso de Doctorado Dpt. Sociología IV.

CÁRDENAS CASTILLO, Cristina: "De cuentos de Hadas y Procesos de


Investigación", en http://educación.jalisco-gob-
mx/consulta/educar/08/8cristin.html.

CARRETERO DÍAZ, Miguel Ángel (1995): Hacia una reforma cualitativa de la


formación laboral desde una perspectiva sociocurricular, Madrid: Tesis,
Universidad Complutense, Facultad de Educación.

CASAS, José Ignacio (1987): La participación laboral de la mujer en España


Madrid: Ed. Instituto de la Mujer, serie Estudios (9), Ministerio de Cultura.

CASTAÑO, Cecilia; PALACIOS, Santiago (eds.) (1996): Salud, dinero y amor,


Madrid: Alianza Editorial.

CASTAÑO, Cecilia: "Economía y género", en Política y Sociedad, 32, 1999, pp. 23-
42.

CASTAÑO, Cecilia (dir.) (1998): La mujer en la siderometalurgia: empleo, situación


profesional y oportunidades de formación, Madrid: Informe, Facultad
Sociología, Universidad Complutense de Madrid.

CASTAÑO, Cecilia y otros (1997): Tecnologías de la Información y empleo en las


mujeres, Madrid: Investigación Instituto de la Mujer, Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, Plan Nacional I+D.

CASTAÑO, Cecilia; IGLESIAS, Carlos; MAÑAS, Elena; SANCHEZ-HERRERO,


Mario.

(1997): Diferencia o discriminación. La situación de las mujeres españolas en el


mercado de trabajo y el impacto de las tecnologías de la información, Madrid:

281
Bibliografía

Proyecto de investigación Dep. Economía Aplicada. Fac. Ciencias Políticas y


Sociología. U.C.M..

CATANI, Mauricio: "La historia de vida social como intercambio oral ritualizado",
en Marinas, J.M. et al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y Experiencias,
Madrid, Debate, 1993, pp.257-266.

COMBES, Danièle; HAICAULT, Monique: "Producción y reproducción, relaciones


sociales de sexo y de clase", en Borderías, C. et al (comp.), Las mujeres y el
trabajo, rupturas conceptuales, Barcelona, Icaria, Economía Crítica (11),
1994, pp.533-553.

COMTE, Auguste (1980): Discurso sobre el espíritu positivo, Madrid: Alianza


Editorial, Col. Libro de bolsillo.

COMTE, Auguste (2000): Plan de los trabajos científicos necesarios para


reorganizar la sociedad , Madrid: Ed. Tecnos, Clásicos del pensamiento nº
144.

COVARRUBIAS, Karla (1998): En el nombre precioso de Cristo Jesús...! La


Conversión Religiosa en la construcción de Identidades, Madrid: Tesis,
Universidad Complutense, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología.

COVARRUBIAS, Karla: "Familia y comunicación" , en Razón y Palabra, Generación McLuhan,


julio 1997, http://cem.itesn.mx/dacs/publicaciones/logos/mcluhan.

CRIADO, Mª Jesús: " Los testimonios personales en el campo de la migración:


sentido y práctica", en OFRIM/ Suplementos, junio 2001, pp. 13-36.

CUADRA, (de la) Bonifacio: "Veinte años de amparo a los ciudadanos", en El País,
Domingo 9 de julio 2000, p.27.

DAVIS, Flora (1976): La comunicación no verbal, Madrid: Alianza Editorial.

DE LA CALLE, Vicente y vocales (coor.) (1980): Memoria 1979 de la Institución


telefónica de previsión, Madrid, C.T.N.E., Institución telefónica de previsión.

DEL OLMO, Luis: ENTREVISTA EN PROTAGONISTAS a un grupo de


empalmadoras, febrero 1981.

DELGADO, Juan Manuel; GUTIERREZ, Juan (eds.) (1994): Métodos y técnicas


cualitativas de investigación en Ciencias Sociales, Madrid: Ed.Síntesis
Psicología.

DPTO. DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (1978): Métodos de Análisis de


Contenido, Madrid: Facultad de Ciencias de la Información, Dpto. de
Información y Comunicación, nº 426.

DUBY, Georges; PERROT, Michelle (dir.) (1993): Historia de las mujeres en


Occidente, Madrid: Ed. Santillana, S.A..

282
Bibliografía

DUPLÁA, Christina (1996): La voz testimonial en Montserrat Roig, Barcelona:


Icaria editorial, s.a., Antrazyt.

DURÁN, Paloma; VENTURA, Asunción (coord.) (2001): Legislación civil y mercantil


en materia de ugualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, Madrid:
Instituto de la Mujer; Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

ECO, Umberto (1997): Cómo se hace una Tesis, Barcelona: Editorial Gedisa.

ELDER, Glen: "Historia y trayectoria vital" , en Marinas, J.M. et al.(eds.), La


Historia Oral: Métodos y Experiencias, Madrid, Debate, 1993, pp. 199-230.

ELEJABEITIA TAVERA, Carmen; LÓPEZ SÁEZ, Mercedes (2003): Trayectorias


personales y profesionales de mujeres con estudios tradicionalmente
masculinos, Madrid: Instituto de la Mujer. Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales.

ENGELS, Federico (1972): El origen de la familia, la propiedad privada y el


Estado, Madrid: Editorial Ayuso.

FLAMENT, Claude (1977): Redes de comunicación y estructuras de grupo, Buenos


Aires: Ediciones Nueva Visión, Colección Fichas.

FRAISSE, Geneviève; PERROT, Michelle (dir.) (1993): El siglo XIX. Actividades y


reivindicaciones, Madrid: Ed. Alianza. El trabajo de la mujer. Tomo 8.

FREUD, Sigmund (1970): Psicología de las masas, Madrid: Editorial Alianza, El


Libro de Bolsillo.

FREUD, Sigmund (1985): Compendio del Psicoanálisis, Madrid: Eitorial Tecnos.

FREUD, Sigmund: " Los recuerdos encubridores", en Sigmund Freud, Obras


Completas, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1972, Tomo I, pp.330-341.

FREUD, Sigmund: "Lecciones introductorias al psicoanálisis" en Sigmund Freud,


Obras Completas, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1972, Tomo VI,
pp.2123-2412.

FREUD, Sigmund: "Recuerdo, repetición y elaboración" en Sigmund Freud,


Obras Completas, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1972, Tomo V,
pp.1683-1688.

FREUD, Sigmund: "Psicopatología: olvido de impresiones y propósitos" en


Sigmund Freud, Obras Completas, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva,
1972, Tomo III, pp.840-857.

FROMM, Erich (1971): Psicoanálisis de la sociedad contemporánea, Méjico: Fondo


de Cultura Económica.

FROMM, Erich (1979): ¿Tener o Ser?, Méjico: Fondo de Cultura Económica.

283
Bibliografía

GAGNON, Nicole: "Sobre el análisis de los relatos de vida", en Marinas, J.M. et


al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y Experiencias, Madrid, Debate, 1993,
pp. 35-46.

GAGNON, Nicole: "Datos autobiográficos y praxis cultural", en Marinas, J.M. et


al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y Experiencias, Madrid, Debate, 1993,
pp. 185-198.

GAITÁN, J.A.; PIÑUEL, J.L. (1998): Técnicas de Investigación en Comunicacón


Social. Elaboración y registro de datos , Madrid: Editorial Síntesis, S.A.,
Ciencias de la Información.

GALINDO CÁCERES, Luis Jesús (coor.) (1998): Técnicas de investigación en


sociedad, cultura y comunicación, Méjico: Pearson Educación.

GARCÍA AGUILAR, María del Carmen "La crisis de identidad de los géneros" en
Identidad femenina, Foro Mundial de Salud Reproductiva, CIDHAL, lecturas
2002. www.laneta.apc.org/cidhal/lectura/identidad/texto8.htm.

GARCÍA RUBIO, Irene (2004): "Mujeres y trabajo en las series de ficción. Cambio
social y narraciones televisivas", en Actas Congreso II Ibérico, Covilhà.

GARCÍA SANZ, Benjamín (1997): Mujeres y empleo (1976-1996), Madrid: Instituto


de la Mujer, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

GARMENDÍA LARRAÑAGA, Maialen (1998): ¿Por qué ven la televisión las


mujeres? Televisión y vida cotidiana, Bilbao: Universidad del País Vasco,
UPV.

GARRETA, Nuria; CAREAGA, Pilar (eds.) (1987): Modelos masculino y femenino en


los textos de EGB, Madrid: Ministerio de Cultura, Instituto de la mujer,
Serie Estudios (14).

GARRIDO, Luis J. (1992): Las dos biiografías de la mujer en España, Madrid:


Ministerio de Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer (33).

GINER, Salvador (1971): Sociología , Barcelona: Ediciones Península, Nueva


colección Ibérica (26).

GOMÁ, Lala (realización): "Anarquistas" , France: Point du Jour, OVIDEO TV, La


Sept Art, 1996, rep. en La Noche Temática, TVE. Vídeo.

GONZÁLEZ DE LENA, Francisco: "La normativa laboral sobre el trabajo de la


mujer. Evolución en la década de los ochenta", en Revista de Economía y
Sociología del trabajo, nº 13,14 septiembre-diciembre 91.

GONZÁLEZ RÍO, Mª José; SAN MIGUEL DEL HOYO, Begoña: "El metodo
biográfico en el estudio de las desigualdades sociales", en Revista
Internacional de Sociología , nº 33, 2002, pp. 115-132.

284
Bibliografía

GONZÁLEZ SETIEN, Paloma; PÉREZ FRAGA, Cristina; otras (1992): El trabajo de


las mujeres a través de la historia, Madrid: Ministerio de asuntos sociales,
Instituto de la mujer.

GUTIERREZ, Ricardo "La demanda por las nubes"(foto), en El País, 10 de


Octubre 1987.

HABERMAS, Jürgen (1988): La lógica de las ciencias sociales , Madrid: Editorial


Tecnos.

HALBWACHS, Maurice: "Fragmentos de La Memoria Colectiva", en Atenea Digital


nº2, Otoño 2002 en http://blues.uab.es/athenea/num2/Halbwachs.pdf.

HALBWACHS, Maurice: "La Mémoire Collective et le Temps", en Cahiers


Internationaux de Sociologie, vol. II, 1947, pp. 3- 30. (Tr. Vicente Huici
Urmeneta, 1998 en http://www.uned.es/ca-
bergara/ppropias/vhuici/mc.htm)

HANKISS, Agnes: "Ontologías del yo: la recomposición mitológica de la propia


historia de vida", en Marinas, J.M. et al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y
Experiencias, Madrid, Debate, 1993, pp. 251-256.

HARTMANN, Heidi: "Capitalismo, patriarcado y segregación de los empleos por


sexos" , en Borderías, C. et al (comp.), Las mujeres y el trabajo, rupturas
conceptuales, Barcelona, Icaria, Economía Crítica (11), 1994, pp.253-294.

HERRERA, Concepción: "Abrieron zanjas, rompieron moldes" en televip, nº 34,


marzo 2002, p. 20.

HERRERA, Concepción: "Las chicas de Aranjuez" , en televip nº 20, diciembre


2000, p. 20.

HERRERA, Concepción: "Una promoción histórica" , en televip nº 62 , diciembre


2004, p. 21.

HJELMSLEV, Louis (1968) : Prolégomènes à une théorie du langage, Paris: Les


Editions de Minuit.

HOFMANN, Werner: (1964) Historia de las ideas sociales de los siglos XIX Y XX ,
Méjico: Manuales UTEHA (Unión tipográfica editorial hispano americana).

HUMPHRIES, Jane: "La legislación protectora, el estado capitalista y los hombres


de la clase obrera: el caso de la ley de regulación de minas de 1842" , en
Borderías, C. et al (comp.), Las mujeres y el trabajo, rupturas conceptuales,
Barcelona, Icaria, Economía Crítica (11), 1994, pp.295-344.

IBÁÑEZ, Jesús (1986): Más allá de la Sociología el grupo de discusión: teoría y


crítica, Madrid: Siglo XXI.

INOSTROZA, Gina: "Reflexiones sobre la construcción de memorias individuales:


el caso de mujeres trabajadoras textiles de la provincia de Concepción"

285
Bibliografía

(consultado 2004 en)


www.uchile.cl/facultades/filosofia/publicaciones/cyber/cyber19/ginostroz
a.html

INSTITUTO DE LA MUJER (1999): Desarrollo de la carrera profesional para


mujeres. Función directiva yliderazgo, Madrid: Instituto de la mujer.

ÍÑIGUEZ, Lupicinio (2004): Curso de investigación cualitativa: fundamentos,


técnicas y métodos http://antalya.uab.es/Iniguez.

ISTANCE, David (resp. OCDE) (1987): La educación de lo femenino, Barcelona:


Aliorna S.A., Teoría y práctica.

JENNINGS, Bryant; ZILLMANN, Dolf (comp.) (1996): Los efectos de los medios de
comunicación: investigaciones y teorías, Barcelona: Ed. Paidos.

KAËS, René (1977): El aparato psíquico grupal, Barcelona :Ed. Granica, Colección
Psicoteca Mayor.

KATZ, Elihu; LAZARSFELD, Paul (1979): La influencia personal, el individuo en el


proceso de comunicación de masas, Barcelona: Ed. Hispano Europea.

KERGOAT, Danièle: "Por una sociología de las relaciones sociales. Del análisis
crítico de las categorías dominantes a una nueva conceptualización", en
Borderías, C. et al (comp.), Las mujeres y el trabajo, rupturas conceptuales,
Barcelona, Icaria, Economía Crítica (11), 1994, pp.515-532.

KHOLI, Martín: "Biografía: relato, texto, método" , en Marinas, J.M. et al.(eds.),


La Historia Oral: Métodos y Experiencias, Madrid, Debate, 1993, pp. 173-
184.

KRIPPENDORFF, Klaus (1990): Metodología de análisis de contenido: teoría y


práctica, Barcelona: Ed. Paidos.

KRUEGER, Richard A. (1991): El grupo de discusión, Madrid: Ed. Pirámide.

LA PARRA CASADO, Daniel: "Desigualdades de género durante la transición a la


vida adulta. Estudio exploratorio" en Papers 61, 2000, pp.113-124.
www.bib.uab.es/pub/papers/02102862n61p113.pdf.

LEAL, José Luis (1982): Una política económica para España: lo necesario y lo
posible durante la transición, Barcelona: Ed. Planeta.

LEJEUNE, Philippe (1994): El pacto autobiográfico y otros estudios, Madrid:


Meganzul-Endymion.

LEWIS, Oscar (1982): Los hijos de Sánchez, Méjico D.F.: Ed. Grijalbo, S. A.

LÓPEZ SÁEZ (1995): La elección de una carrera típicamente femenina o


masculina. Desde una perspectiva psicosocial: la influencia del género,

286
Bibliografía

Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia, Secretaría General Técnica


Centro de Publicaciones.

LOYOLA, María: "La Telefónica tiene mozas de escalera" en El Periódico de


Cataluña, 21 Junio 1980.

MARTIN, Molly (ed.) (1990): Mujeres con mono azul: historias de lucha y de éxito
en el trabajo, Madrid: Comunidad de Madrid. Dirección General de la
Mujer.

MAFFESOLI, Michel: "El ritual y la vida cotidiana como fundamento de las


historias de vida", en Marinas, J.M. et al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y
Experiencias, Madrid, Debate, 1993, pp. 109-120.

MAILLARD, Mª Luisa (1990): Asociación Española de Mujeres Universitarias


(1920-1990), Madrid: A.E.M.U. Instituto de la Mujer.

MALGESINI, Graciela (comp.) (1998): Cruzando fronteras. Migraciones en el


sistema mundial, Barcelona: Icaria, Economía Crítica (14).

MANRIQUE, Juliana: "Empresa y vida familiar: ¿armonia o conflicto?. Lo que


pasa en las familias afecta a las empresas", en Nueva Empresa, nº 258,
2001, p. 72.

MARINAS, José Miguel; SANTAMARINA, Cristina (eds.) (1993): La Historia Oral:


Métodos y Experiencias, Madrid: Ed.Debate.

MÁRQUEZ, Francisca: "Trayectoria de vida y trabajo en sujetos pobres", en


Revista Proposiciones, nº 32, 2001.
http://www.sitiosur.cl/publicacionesDetalle.asp?pid=363&xpid=1032.

MARTÍN FERNANDEZ, Manuel (1994): Mujeres policía , Madrid: Centro de


Investigaciones Sociológicas, Siglo XXI de España.

MARTÍN SERRANO, M; SIGUÁN, M.(coord.) (1991): Comunicación y lenguaje,


Madrid: Tratado de Psicología General, Tomo VI, Alhambra Universidad.

MARTÍN SERRANO, Manuel (1997): Sociología del conocimiento y Sociología de la


cultura, Madrid: Curso de Doctorado 97/98.

MARTÍN SERRANO, Manuel (1998): Sociología del conocimiento y Sociología de la


cultura, Madrid: Curso de Doctorado 98/99.

MARTÍN SERRANO, Manuel; VELARDE HERMIDA, Olivia (2001): Informe


Juventud en España 2000, Madrid: Instituto de la Juventud. Consejería
Técnica de Planificación y Evaluación. Servicio de Documentación y
Estudios.

MARTÍN SERRANO, Manuel (1978): La mediación social, Madrid: Akal Editor.

287
Bibliografía

MARTÍN SERRANO, Manuel: "La epistemología de la comunicación a los cuarenta


años de su nacimiento" en TELOS, Cuadernos de Comunicación, tecnología y
Sociedad, nº 22, junio, agosto 1990.

MARTÍN SERRANO, Manuel; PIÑUEL, José Luis y otros (1982): Teoría de la


Comunicación. I Epistemología y Análisis de la Referencia, Madrid:
Cuadernos de la Comunicación, vol. VIII.

MARTÍN SERRANO, M.; MARTÍN SERRANO, E.; BACA LAGOS, V.(1995): Las
mujeres y la publicidad: nosotras y vosotros según nos ve la televisión,
Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales, Instituto de la mujer, nº 42.

MARTÍN SERRANO, Manuel: "La gesta y la parábola en la comunicación pública";


en Actas del Congreso de Zacatecas, Primer Congreso Internacional de la Lengua
Española, Zacatecas del 7 al 11 de abril de 1997.
http://cvc.cervantes.es/obref/congresos/zacatecas/prensa/ponencias/serr
ano.htm#los%20estímulos.

MARTINDALE, Don (1971): La teoría sociológica. Naturaleza y Escuelas, Madrid:


Aguilar, Tolle. Lege.

MARTÍNEZ, Alberto (dir.) (1994): Toda una vida, 1924, 1994, Madrid: Telefónica,
Hilo Directo, número extraordinario Abril 1994.

MARTÍNEZ COLL, Juan: "Breve historia del pensamiento económico", en La


Economía de Mercado, virtudes e inconvenientes, 2001.
www.eumed.net/cursecon/1c/pensamiento-economico.htm.

MARTÍNEZ GONZÁLEZ, M.C.; IÑIGUEZ RUEDA, L.: "Análisis del discurso sobre
la identidad" en varios autores, 1er Encontro Luso-Espanhol de psicología
social. Tomar, Portugal, 1987.
http://antalya.uab.es/liniguez/Materiales/discursoidentidad.pdf.

MARTÍNEZ MARTÍNEZ, C.; VERA J.J.; PATERNA C.; ALCÁZAR A.R.:


Antecedentes del conflcito interrol y su relación con el autoesquema de
género", en Anales de Psicología, vol. 18, nº 2, diciembre 2002, pp. 305-317,
www.um.es/analesps/v18/v18_2/08-18_2.pdf.

MARTÍNEZ MIGUÉLEZ, Miguel: "Enfoques Metodológicos en las Ciencias


Sociales", en Avepso, 1995, 18,1, pp. 39-47.
http://prof.usb.ve/miguelm/enfoquesmet.html.

MARTÍNEZ MIGUÉLEZ, Miguel: "Como hacer un Buen Proyecto de Tesis con


Metodología Cualitativa", en Heterotropía, 1996, 2, pp. 63-73.
http://prof.usb.ve/miguelm/proyectotesis.html.

MARTÍNEZ MIGUÉLEZ, Miguel: "El Marco Teórico-Referencial en las


investigaciones de las Ciencias Humanas", en Heterotropía, 1997, nº7,
pp.75-85. http://prof.usb.ve/miguelm/marcoteorico.html.

288
Bibliografía

MARTÍNEZ MIGUÉLEZ, Miguel: "La Etnometodología y el Interaccionismo


Simbólico. Sus aspectos metodológicos específicos", en Heterotropía, 2002
(2), nº 21, pp. 9-21. http://prof.usb.ve/miguelm/laetnometodologia.html.

MARTÍNEZ PÉREZ, M.D.; OSCA SEGOVIA, A.: "El éxito profesional desde una
perspectiva de género: propuesta de un modelo", en Revista de Psicología
General y Aplicada, vol.57, nº 2, abril de 2004, pp.193-208.

MARUANI, Margaret: "La cualificación, una construcción social sexuada", en


Revista de Economía y Sociología del trabajo, nº 21-22, septiembre-
diciembre 93.

MARUANI, Margaret:"La construcción social de las diferencias de sexo en el


mercado de trabajo", en Revista de Economía y Sociología del trabajo, nº 13-
14, septiembre-diciembre 91.

MASSOLO, Alejandra: "Testimono autobiográfico femenino: un camino de


conocimiento de las mujeres y los movimientos urbanos de México" , en
Movimientos, 1992, http://club.telepolis.com/movimientos/art/mas.htm.

MCLEAN, Melba (coor.), BENEDICTO, Elena y varias (1999): Historias de vida de


mujeres mayangna, Nicaragua: OED, terra nuova.

MIDDLETON, Chris: "El destino común de los famulae: las divisiones de género
en la historia del trabajo asalariado", en Borderías, C. et al (comp.), Las
mujeres y el trabajo, rupturas conceptuales, Barcelona, Icaria, Economía
Crítica (11), 1994, pp.209-252.

MILKMAN, Ruth: "Las trabajadoras y el movimiento obrero en tiempos difíciles:


comparación entra las décadas de 1930 y 1980", en Borderías, C. et al
(comp.), Las mujeres y el trabajo, rupturas conceptuales, Barcelona, Icaria,
Economía Crítica (11), 1994, pp.345-370.

MINISTERIO DE TRABAJO (1938): Fuero del trabajo.


http://www.fuenterrebollo.com/Franco/fuero-trabajo.html.

MINISTERIO DE CULTURA (1987): Plan para la igualdad de oportunidades de las


mujeres 1988-1990, Madrid: Ministerio de Cultura, Instituto de la mujer.

MINISTERIO DE CULTURA (1988): Manual de acción: cómo llevar a la práctica la


igualdad entre los sexos, Madrid: Ministerio de Cultura, Instituto de la
Mujer, Serie Documentos, nº 1.

MIRIZIO, Annalisa; PORTA PERALES, Miquel: "Hombre/ Mujer: sí/no somos


iguales", en Lateral, nº 66, Junio 2000, p.6.

MONTERO, Rosa: "1,000 años de la mujer", en El País Semanal, 2.000, pp. 45-
80.

289
Bibliografía

MORA, Martín: "La teoría de las representaciones sociales de Serge Moscovici",


en Athenea Digital, nº 2 otoño 2002.
http://blues.uab.es/athenea/num2/Mora.pdf.

MORÁN, J.; SASTRE, L.; CURÁN, C.; VICENTE, A. EGEA, I.: (1981) Un mundo sin
distancias, el progreso de las telecomunicaciones, Barcelona: Salvat,
Colección temas clave nº 42, pp. 1, 3.

MORALES, J. F; CUADRADO, I.: "Teoría de congruencia de rol del prejuicio hacia


líderes femeninos", en Revista de Psicología General y Aplicada, vol.57, nº 2,
abril de 2004, pp.134-146.

MORALES, J. F; HUICI, C. (eds.) (2003): Psicología social, Madrid: UNED, Mc.


Graw Hill.

MORATALLA, Elena (2001): Intimidad de cristal , Madrid: Colección de poesía


Tintaviva.

MORENO, Alejandro (2004): "Historias de vida" e investigación, Caracas: Centro


Inv. Populares, CIP; http://prof.usb.ve/miguelm/historiasdevida.html.

MORIN, Françoise: "Prácticas antropológicas e historias de vida" , en Marinas,


J.M. et al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y Experiencias, Madrid, Debate,
1993, pp. 81-108.

MORENO, J. L. (1970): Fundamentos de la Sociometría, Ed. Argentina.

MÜLLER, Marina; KLIGMAN, Cecilia: "Estudio de imágenes laborales en mujeres


profesionales", en Psicología y Psicopedagogía, año III, Marzo 2002. Fac. de
Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador.
http://www.salvador.edu.ar/psic/ua1-9pub03-9-03.htm.

MUNNE I MATALMALA, Frederic: "Prejuicios, estereotipos y grupos sociales", en


Mayor y Pinillos (eds.), Tratado de Psicología General: Tomo 7, Creencias,
actitudes y valores, Madrid, Ed. Alhambra, 1989, pp. 315-363.

MUÑOZ, Blanca: "Sociología de la cultura de masas", (consultado en 2004)


http://www.cholonautas.esu.pe, Universidad Carlos III, Madrid.

MUÑOZ, Blanca (1989): Cultura y Comunicación. Introducción a las teorías


contemporáneas, Barcelona: Barcanova.

NASH, Mary: "Identidad cultural de género, discurso de la domesticidad y la


definición del trabajo de las mujeres en la España del siglo XIX" en Fraisse
y Perrot, El trabajo de las mujeres. El siglo XIX. Actividades y
reivindicaciones, Madrid, Ed. Santillana, 1993, pp. 279-290.

OYARZUN DE LA IGLESIA, Javier (1994): "Sinopsis de la historia del


pensamiento del pensamiento sobre economía internacional" cap. 3 Proyecto
Docente en la FCCEE de la UCM , Madrid: www.ucm.es/BUCM/cee/doc/3-
112.htm - 97k.

290
Bibliografía

PEÑA-CASANOVA, Jordi: "Reminiscencia", en Intervención coginitva en la


enfermedad de Alzheimer, Fundación La Caixa, 1999.

PEÑA-CASANOVA, Jordi.(1999): El libro de la memoria (historia de vida),


Barcelona: Fundación La Caixa.

PEÑA-MARÍN, Cristina; Frabetti, Carlo (1990): La mujer en la publicidad, Madrid:


Instituto de la Mujer, Ministerio de Asuntos Sociales.

PÉREZ GIL, LILA: "Luces y sombras en el camino a la igualdad" en El País 2 de


Octubre 2001.

PIAGET, Jean (1971): Psicología y Epistemología , Barcelona: Editorial Ariel.

PICÓ, Joseph (1998): Teoría y empiria en el análisis sociológico: Paul F. Lazarsfeld


y sus críticos, Valencia: Universidad de Valencia, Departamento de
Sociología, Paper 54.

PIÑUEL RAIGADA, José Luis (1997): Teoría de la comunicación y gestión de las


organizaciones, Madrid: Ed. Síntesis.

PIÑUEL, J.L. MARTÍN SERRANO, M. LOZANO, J. y otros (1978): Métodos de


Análisis de Contenido, Madrid: U.C.M. Facultad de Ciencias de la
Información.

PIÑUEL, José Luis; GAITÁN, Juan Antonio (1995): Metodología General.


Conocimiento científico e investigación en la comunicación social, Madrid:
Editorial Síntesis, S.A.

POAL MARCET, Gloria. (1993): Entrar, quedarse, avanzar. Aspectos psicosociales


de la relación mujer-mundo laboral, Madrid: Siglo XXI de España Editores,
S.A.

PONCE, Lourdes; PÉREZ, Isabel; CABRERIZO, Raquel (eds.) (1996): Recull dúna
història feminista a Telefònica 1976/1996, Barcelona: Línia Oberta,
Secretaría de la Dona de CCOO de Telefónica.

PORTEVIN, Catherine: "Existir para la mirada masculina (entrevista a Pierre


Bourdieu)" en Letras Mayo 2000.
http://www.jornada.unam.mx/2000/may00/000504/ls-bourdieu.html.

PRECIADO, Nativel (1996): El sentir de las mujeres, Madrid: Punto de Encuentro,


Colección Temas de hoy.

PROPP, Vladimir (1981): Morfología del cuento, Madrid: Ed. Fundamentos.

PUJADAS, Juan J. (1992): El método biográfico: El uso de las historias de vida en


ciencias sociales, Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS),
Colección Cuadernos Metodológicos nº 5.

QUEREJETA, Elías (ed)(1976): El Desencanto, Madrid: ed. Elías Querejeta.

291
Bibliografía

QUEREJETA, Elías (director) (1976): El Desencanto, Nacionalidad española, Ed


Gran Vía para El País, Manga films, exp. 52450. Vídeo.

QUIVY, RaymondD; CAMPENHOUDT, Luc Van (1998): Manual de investigación


en Ciencias Sociales, México: Editorial Limusa S.A., Grupo Noriega.

RICOEUR, Paul (1999): La lectura del tiempo pasado: memoria y olvido, Madrid:
Ediciones Universidad Autónoma de Madrid, Colección Punto Cero.

RODRIGO ALSINA, Miquel (1989): Los modelos de la comunicación, Madrid: Ed.


Tecnos.

RODRÍGUEZ VILLÉN, Margarita (2004): "El trabajo y el conflicto de género en la


sociedad española durante la transición política: la percepción de un grupo
minoritario de mujeres a través de sus relatos", en Actas Congreso II Ibérico,
Covilhà.

ROIG, Mercedes (1989): A través de la prensa. La mujer en la historia, Francia,


Italia, España, s. XVIII-XX, Madrid: Instituto de la Mujer. Ministerio de
Asuntos Sociales.

ROIG, Montserrat (1980): ¿Tiempo de mujer?, Ed. Plaza & Janés, S.A..

ROMA, Pepa: "¿Hacia dónde van las españolas?", en El País Domingo, 11 de


marzo de 2001, pp.1-3.

ROMEU ALFARO, Fernanda (1970): Las clases trabajadoras en España (1898-


1930), Madrid: Taurus Ediciones, S.A..

RUBIALES TORREJÓN, Amparo: "Evolución de la situación de la mujer en


España" Conferencia en Sevilla, 31 de octubre 2003.
http://www.ciudadanas.org/MUJERES/Amparo_Rubiales/textoCONFERE
NCIA.pdf.

RUIZ OLABUÉNAGA, José Ignacio (2003): Metodología de la investigación


cualitativa, Bilbao: universidad de Deusto.

SABINO, Carlos (1994): Cómo hacer una Tesis, Caracas: Ed. Panapo.

SÁEZ NAVARRO, C.; GARCÍA IZQUIERDO, M.: "Algunas cuestiones acerca de las
minorías étnicas y las organizaciones", en Anales de Psicología, nº 10,1994
pp.51-61.www.um.es/analesps/v10/v10_1/07-10_1.pdf.

SALAS, Mary y varias (Asociación mujeres en la transición democrática) (1999):


Españolas en la Transición. De excluidas a protagonistas (1973-1982),
Madrid: Editorial Biblioteca Nueva.

292
Bibliografía

SAN JOSÉ SERRÁN, Begoña (1986): Democracia e igualdad de derechos laborales


de la mujer, Madrid: Instituto de la Mujer, Ministerio de Cultura, Serie
Estudios nº 4.

SAN ROMAN, Sonsoles (dir.) (2001): La maestra en el proceso de cambio social de


la transición democrática: espacios generacionales, Madrid: Instituto de la
Mujer, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

SANAHUJA, Sonia; SILVA, Ana: "El estudio del Discurso: Metodología


Multidisciplinaria" en II Coloquio Nacional de Investigadores en Estudios del
Discurso, http://www.sai.com.ar/KUCORIA/discurso.html.

SÁNCHEZ CARRIÓN, Javier: "Análisis estructural del telefilm" , en Revista


Española de Investigaciones Sociológicas, vol. 3, 1978, pp.95-110.

SANTAMARINA, Cristina: "Conflictos de géneros y construcciones discursivas"


en, CIMOP, Madrid, , 2004. http://www.cimop.com/pdf/cimop4.pdf.

SANTAMARINA, Cristina; MARINAS, José Miguel: "Historias de vida e historia


oral", en Delgado J.M. Y Gutierrez J. (eds.), Métodos y técnicas cualitativas
de investigación en Ciencias Sociales, Madrid, Ed. Síntesis, 1994, pp.257-
285.

SAPERAS, Eric (1987): Los efectos cognitivos de la comunicación de masas,


Barcelona: Ed. Ariel S.A.

SARASÚA, Carmen (Com.) (2001): 100 mujeres del siglo XX que abrieron camino a
la igualdad en el siglo XXI, Madrid: Catálogo exposición, Consejo de la
Mujer, Comunidad de Madrid.

SCOTT, Joan W.: "La mujer trabajadora en el siglo XIX" en Fraisse y Perrot, El
trabajo de las mujeres. El siglo XIX. Actividades y reivindicaciones, Madrid,
Ed. Santillana, 1993, pp. 100-129.

SHAW, Marvin.E. (1980): Dinámica de grupo. Psicología de la conducta de los


pequeños grupos, Barcelona: Herder.

SIMON, Pierre; LUCIEN, Albert (1979): Las relaciones interpersonales: manual del
animador, Barcelona: Herder.

SIMON, Pierre; LUCIEN, Albert (1979): Las relaciones interpersonales: ejercicios


prácticos y fundamentos teóricos, Barcelona: Herder.

SUÁREZ LLOBREGAT, Anna (2003): Desempleo femenino, discriminación positiva


y rol de género: el desencuentro entre política y experiencia, Universidad
Autónoma de Barcelona. Departamente de Psicología de la salut i de
psicología social. Tesis Doctoral.
http://www.tdx.cesca.es/TESIS_UAB/AVAILABLE/TDX-1122104-
170902/asl1de1.pdf.

293
Bibliografía

SULLEROT, Evelyne (1970): Historia y Sociología del trabajo femenino, Barcelona:


Ediciones península, Colección historia, ciencia, sociedad. (58).

TAJFEL, Henry: "Psicología social y proceso social" , en Torregrosa, J.R. Y


Sarabia, B., Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona,
Hispano Europea, 1983, pp. 177-216.

TELEFÓNICA: convocatoria nº 769 para cubrir plazas de celador y empalmador


de entrada (15-2-79) TELEFÓNICA.

TELEFÓNICA (1984): Convenios Colectivos 1963-1983, Madrid: Telefónica, Dpto.


Relaciones Laborales y Sindicales.

TELEFÓNICA (Grupo de trabajo) (1996): Informe elaborado por el grupo de trabajo


para la igualdad de oportunidades, Madrid: Informe interno, Telefónica.

TÉLLEZ INFANTES, Anastasia (dir.): "Identidad socioprofesional, cultura del


trabajo y género: un estudio antropológico en el sur de españa", en Ciudad
Virtual de Antropología y Arqueología. Recursos de investigación. El portal de
Antropología en español,. 2002,
www.naya.org.ar/congreso2002/ponencias/anastasia_telles.htm.

TÉLLEZ INFANTES, Anastasia: "Trabajo y representaciones ideológicas de


género. Propuesta para un posicionamiento analítico desde la antropología
cultural" en Gazeta de Antropología, nº 17, 2001.
www.ugr.es/~pwlac/G17_17Anastasia_Tellez_Infantes.html.

THOMAS, William I; ZNANIECKI, Florian (2004): El campesino polaco en Europa y


en América , Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas y Boletín Oficial
del Estado.

THOMPSON, Paul: "Historias de vida en el análisis del cambio social", en


Marinas, J.M. et al.(eds.), La Historia Oral: Métodos y Experiencias, Madrid,
Debate, 1993, pp. 65-80.

THOMPSON, Paul (1988): La voz del pasado, la historia oral, Valencia: Ed. Alfons
el Magnànim, Institució valenciana d´estudis i investigació.

TIZÓN, Álvaro: "La `baby bell´ española" en El País Negocios, Año III, nº 102,
sábado 10 Octubre de 1987.

TORREGROSA, José R.; CRESPO, Eduardo (comp.) (1984): Estudios básicos de


psicología social , Barcelona: Ed. Hora S.A., Centro de Investigaciones
Sociológicas.

URSE, Juan Carlos: "Trabajo (asalariado), empleo y desocupación" en Revista


Herramienta nº 4, Invierno de 1997, Buenos Aires.
www.herramienta.com.ar/varios/4/4-5.html.

294
Bibliografía

VANACLOCHA, Mª Mar: "Las mujeres en el mundo laboral" en varios autores,


Españolas en la Transición. De excluidas a protagonistas, (1973-1982),
Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1999.

VALLES MARTÍNEZ, Miguel (1989): Abrirse camino en la vida, proyectos vitales de


los jóvenes madrileños, Madrid: Universidad Complutense, Fac. de Ciencias
Políticas y Sociales, Dep. de población y ecología humana. Colección Tesis
Doctorales nº 12/89.

VALLES MARTÍNEZ, Miguel (1999): Técnicas cualitativas de investigación social,


Madrid: Editorial Síntesis, Síntesis Sociología.

VALLES MARTÍNEZ, Miguel (2002): Entrevistas cualitativas, Madrid: Centro de


Investigaciones Sociológicas (CIS), Colección Cuadernos Metodológicos nº
32.

NODO (1981): Mujeres valientes (reportaje sobre nuevas profesiones de las


mujeres, las obreras de Telefónica y otras).

ORTIZ DE SOLÓRZANO (dir.); Mercedes; MARTÍNEZ, Ana y otros (guión):


"Mujeres del 36" en La Noche Temática, TVE, 1999. Vídeo.

VISA, Lluis: "Una fábrica catalana..trabajadoras.", en EL País, Mujeres, domingo


9 de julio 2000, p.32.

WEBER, Max (1972): Ensayos de sociología contemporánea, Barcelona: Ediciones


Martínez Roca, S.A.

WELLMAN, Barry (1998): El análisis estructural: del método y la metodología a la


teoría y la sustancia , Perú: Dep. Diencias Sociales Univ. Católica de Perú,
Debates en Sociología nº 22.

VVAA "Glosario de Términos Básicos sobre Género". Cursos de la Coordinación


General de la Comisión Nacional de la Mujer, Méjico, Instituto Nacional de
las Mujeres,
http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100122.pdf.

295

También podría gustarte