El Fruto Del Espíritu - Mansedumbre (Bosquejo)

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Tema: El fruto del Espíritu Mansedumbre (Humildad)

Textos Bíblico: Gálatas 5:22-23

Gálatas 5:22-23, RVA60 Gálatas 5:22-23, NVI


22 Mas el fruto del Espíritu es 22 En cambio, el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, amor, alegría, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, 23 amabilidad, bondad, fidelidad, 23
mansedumbre, templanza; humildad y dominio propio. No hay
contra tales cosas no hay ley que condene estas cosas.
ley.

Introducción

Llegamos a la penúltima de las características del fruto del Espíritu en la vida de los
creyentes, de los hijos de Dios.
Recordemos que estas últimas tres características tienen que ver con uno mismo, es
decir que estas reflejan la obra del Espíritu Santo con uno mismo.

La cultura dominante venera la potencia y el poder.


Muchas veces, la potencia se manifiesta a través de la fuerza bruta y la violencia. Por
ejemplo, las llamadas «películas de acción» (uno de los géneros más populares entre los
jóvenes) generalmente presentan a sus héroes como vigilantes armados cuyo objetivo
es ejercer la justicia por medio de la violencia. La popularidad de muchos videojuegos o
juegos para computadora parece estar directamente relacionada a la cantidad de
muertos que produce.
Cada vez más, observamos cómo los deportes requieren un alto componente
intimidatorio además de la habilidad necesaria para el juego. Vemos cómo las figuras
deportivas sistemáticamente se enfrentan entre ellas y se niegan a retirarse porque no
quieren ser consideradas débiles.

Nos enseñan de varias maneras desde nuestra infancia que «sólo los duros sobreviven».
Por lo tanto, si deseamos «prosperar» en el mundo las personas, tenemos que ser
autoritarias, ambiciosas y auto-promocionarnos.

En medio de una cultura dominante que fomenta la agresividad y la auto-promoción,


también suena «natural » estimular a las personas a aprovechar y explotar para
beneficio propio cualquier tipo de posición de poder a la que tuvieran acceso. Si quiere
lograr algo, nos dicen, si quiere impactar a la gente, tiene que estar en una posición de
poder; de lo contrario, está condenado a ser inútil e, incluso, a fracasar. De manera que
las personas que quieran dejar su marca en el mundo deberán resignarse a hacerlo
usando los métodos del mundo, que por lo general son el poder y la coacción.

Desarrollo

1. ¿Qué es la Mansedumbre-Humildad?

Quiero que pensemos un poco en cuál es la primera idea que viene a su mente cuando
escucha la palabra “mansedumbre” ¿Tal vez “suavidad”, “sumiso”, o tal vez “debilidad”.

Hablando generalmente, la gente asocia “mansedumbre” con “debilidad”. Incluso una de


las definiciones que el Diccionario Merriam-Webster ofrece para la palabra “manso” es
“deficiente en espíritu y valentía”.
Ya que se la asocia con la cobardía y la falta de carácter y motivación, la mansedumbre
ha llegado a ser una virtud poco deseada, incluso en el cristianismo.

 Prautes es la palabra griega que se traduce “mansedumbre” en Gálatas


5:23. Hace referencia principalmente a la actitud humilde, modesta y sumisa
ante Dios. “Es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos sus tratos
con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos”. A diferencia
del punto de vista común, la mansedumbre no tiene que ver nada con la
debilidad, sino “es resultado de poder”.

 El griego clásico nos ayuda a entender adicionalmente el significado de esta


palabra. Se usaba praus (adjetivo “manso”) para hacer referencia a “una brisa
o voz suave”.4 Por ende, la mansedumbre es la característica de aquellas
personas que tienen acciones “refrescantes” y palabras “dulces”. Por medio de
sus acciones benignas, los mansos “refrescan” al espíritu cansado, y por medio
de sus palabras apacibles, “endulzan” al espíritu enfurecido.

 Praus también se usaba para hacer referencia a “una bestia que ha sido
domesticada. El caballo que anteriormente era salvaje pero que ha llegado a ser
obediente al freno y la brida es praus”.5 Este uso descarta cualquier relación
entre la mansedumbre y la debilidad. Se domestica a un animal salvaje con el
fin de producir control, no debilidad. El caballo no llega a perder su fuerza
debido al proceso de domesticación; su fuerza todavía es “intimidante”, “el
soplido de su nariz es formidable”, y “con ímpetu y furor escarba la tierra” (Job
39:19-24). En cambio, ha llegado a ser “manso”, es decir, ha llegado a
aprender a controlar su fuerza de una manera útil.

 En la Biblia, ser manso no significa ser débil. El manso tiene una gran fuerza
interior que le permite poner su voluntad y sus reacciones bajo el control de
Dios con total confianza. No se deja llevar por sus emociones ni reacciona sin
control ante una situación. Más bien vive bajo el dominio del Espíritu
Santo permitiéndole que le muestre lo que debe hablar o hacer ante un suceso
o una persona en específico.

 Diccionario de Oxford la define como: La cualidad de ser callado, gentil y


siempre dispuesto a hacer lo que otras personas quieren sin expresar su propia
opinión.

2. Modelos de Mansedumbre

Es importante notar que la Biblia solamente llama MANSO a Moisés y al SEÑOR JESÚS.ii

a. La Mansedumbre-Humildad de Cristo

En nuestro Señor Jesús encontramos el mayor ejemplo de mansedumbre y la invitación


a aprender de Él:
Mateo 11:29 Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas”

Su entrada “triunfal” a Jerusalén se caracterizó por Su mansedumbre


Mateo 21:5 Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna, sobre un pollino, hijo de animal de carga

Debido a la excelencia de Su mansedumbre, Jesús pudo tener una vida carente de toda
actitud arrogante y orgullosa, pudo someter obedientemente Su destino a la voluntad
del Padre y pudo resistir el oprobio cruel e inhumano (Hebreos 12:2). Pedro lo expresó
de esta manera:

(1 Pedro 2:21-23). Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis
sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le
maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino
encomendaba la causa al que juzga justamente.
La vida de Jesús es prueba adicional que la mansedumbre no se relaciona con la
debilidad. Jesús, el Hijo de Dios, tuvo, y tiene, poder ilimitado. Durante Su ministerio
terrenal, demostró Su poder sobre la enfermedad (al sanar ciegos, paralíticos etc.), la
naturaleza (vientos y mar le obedecen), la muerte (Lázaro) e incluso el reino espiritual
(Mateo 8:16). Ciertamente, Él es el hombre más fuerte y poderoso, pero una de Sus
cualidades principales es la mansedumbre. Por tanto, en vez de ser una característica de
los débiles, la mansedumbre es la virtud de los fuertes.

b. El ejemplo de Moisés

El Antiguo Testamento destaca a Moisés como un hombre “muy manso, más que todos
los hombres que había sobre la tierra” (Números 12:3). Y aquel varón Moisés era muy
manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra

Esta es una descripción exacta de la tercera parte de la vida de este líder judío. Pero sin
duda, Moisés también tuvo que aprender la mansedumbre.

Noten que Moisés no era MANSO o HUMILDE de nacimiento, ya que sabemos muy bien
que en un momento de ira, Moisés mató a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos
(Éxodo 2:11).

Éxodo 3:4-6 nos relata el encuentro que tuvo Moisés con el Señor en la zarza…

Solamente cuando Moisés hubo recibido la “domesticación” necesaria para producir


mansedumbre, Dios pudo usarle para dirigir a un “pueblo rebelde y contradictor”.
Así podemos notar que esa es la Obra que el Espíritu Santo hizo en Moisés, y hace en
todo creyente que se SOMETE a la Voluntad de DIOS

Otros ejemplos (Pedro, Esteban) Pedro aprendió a obedecer firmemente los


mandamientos del Señor (Hechos 4:19), aceptar sumisamente la voluntad de Dios
(Hechos 11:17) y recibir humildemente la corrección (Gálatas 2:11-21).

3. Viviendo en Mansedumbre

Así como los siervos de Dios en la antigüedad, el cristiano debe aprender y desarrollar la
mansedumbre. Así como un animal salvaje puede ser útil para su amo después de haber
sido domesticado, el cristiano puede llegar a ser de gran utilidad espiritual si se somete
a la “domesticación, trato” divino.

a. Considerando a los demás como superiores/actuando con amor

El mundo secular y nuestra propia naturaleza nos enseñan a buscar a ser mejor que
otros. La realidad de hoy en día es que la mayoría tienden a buscar ser mejores que los
demás y pensar que son mejores que los demás para sus propios intereses. Nuestro
sistema educativo y social nos empuja a esto.

La Mansedumbre o Humildad no da lugar a la altivez.

Filipenses 2:3-4 NVI. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad
consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. 4 Cada uno debe velar no
sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.

La mansedumbre nos permite estar tranquilos y atentos para poder ayudar a la otra
persona de la manera correcta conforme a lo que el Espíritu obra en nosotros, y así
mismo, actuar en el momento oportuno para que nuestras acciones tengan el mejor
resultado posible. Cuando actuamos con mansedumbre cedemos por amor hacia los
demás, actuamos en beneficio de otros porque la mansedumbre es lo opuesto a los
arranques de ira, la impulsividad y el trato áspero y tosco hacia las demás personas.

b. Implica vivir en gratitud

La gratitud a Dios nos impulsa a ser genuinamente humildes. La gratitud a Dios nos
protege de caer en orgullo y nos recuerda que somos totalmente dependientes de Él.

Lucas 18:9-14 (Parábola del fariseo y el publicano)

El creyente que posee mansedumbre sabe que en sí mismo no merece defensa y que
únicamente es por los méritos de Cristo Jesús que ha venido a ser parte de la familia de
Dios.

Conclusión

Algunas personas dicen, que ser humilde, es no tener, ni vestir cosas ostentosas

Pero tal como hemos aprendido esta noche, mansedumbre es la 8 característica que el
Espíritu Santo produce en la vida de los creyentes

Los cristianos somos llamados a ser el pueblo de Dios en el mundo. El propósito que
tiene Dios al llamarnos a llevar una vida formada por el Espíritu no es exhibir nuestro
estilo de vida para que nos presten atención, que nos ganemos la admiración de otras
personas o que los convenzamos de que somos «mejores» personas.
Al contrario, Dios nos llama a ser el cuerpo de Cristo para que seamos luz de las
naciones y que les hagamos ver algo del carácter de Dios.

Actuemos con mansedumbre, aún en contra de nuestra propia comodidad. Ante la


angustia y la aflicción, ante la tensión que surge muchas veces en el hogar con el
cónyuge o los hijos, los padres u otras personas, la fricción que se vive muchas veces
en el lugar de trabajo, o en el centro de estudios; aún frente a nuestros enemigos, que
la mansedumbre tape nuestra boca y aprisione nuestros pensamientos para que seamos
capaces de responder sin enojo ni resentimiento, que la mansedumbre sea una virtud
que madura junto con las demás virtudes, porque entonces serán una realidad en
nuestras vidas las palabras de nuestro dulce Salvador: “aprended de mí” (Mt. 11.29),
así seremos imitadores y nos pareceremos cada día más a nuestro amado Maestro,
Señor y Salvador Jesucristo.

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