Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola

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EJERCICIOS

F.SPIRITUA LF.S

DB

S. IGNACIO DE LOYOLA,

En su texto original.

MAD&JD, JJllPJlDTA DB 'D. 111. DK 8VUOS.


1831.
ANNOTAGIONES
Para tomar tdguna inte:tenci't&
en. los Exercicios espíritu s qwc

ae siguen,

·Y para ayudane asi ~l que los .ha de dar,


como el que loa ha de recebll'.

La primera annGtacion es : 'l°e


por este nombre Bxercicios espiri-
tuales se entiende todo modo de
examinar la consciencia , de medi-
tar , de contemplar , de orar vo-
cal y mental , y de otras espiritoa-
les operaciones , segun que · ade-
lante se dirá : porque asi como el
pasear , caminar• , y correr son
exercicios corporales, por la mesma
m~nera todo modo de pr.e parar, y
disponer el ánima para quitar de sí
todas las afecciones desordenadas, v,
despues de quitadas, para hús~, "1
hallar la voluntad DiTio. en la dil-
1 ZUBCICIOA
posicion de su vida, para la salad del
ánima , se llaman E xercicios espi-
rit~ales.
La segunda .es : que la persona
que da á otro modo y órden para
meditar ó contemplar , debe nar-
rar fielmente la histo1·ia de la tal
contemplacion ó meditacion , dis-
curriendo solan1ente por los pun-
tos , con breve ó sninmaria de-
f
claracion : porque la ersona que
contempla , tomando e fundamen-
to verdadero de la historia , dis-
curriendo ,Jí raciocinando pór sí
mismo, y h ando alguna cosa que
haga un poco mas declarar ó sen-
• . . .
tir la ·historia , quier por la racio-
cmac1on p1·opr1a, quier sea en quan-
to el entendi1niento es ilucidado
por Ja virtud Divina , es de mu
gusto , y fruto espiritual , que si
el que da los Ex~rciclos hubiese
mucho declarado y ampliado el
sentido de la historia : porque no
el mocho saber Larta y satisfaze
al ánima , mas el sentir y gu&-
·tv de las cosas internameute.
La tel'Cera : como en t~dos los
ESPIRITUALES. 3
·Exercicios siguientes espirituales
usamos de los actos del entendimien-
to discurriendo , y de los de la vo·
Juntad arectando ' advirtamos' qtie
en los actos de la voluntad , quan-
do hablamos 'Vocalmente , ó men-
talmente con Dios nuestro Señor,
ó con sos Santos, se requiere de
nuestra parte mayor reverencia, que
qnando usamos del entendimiento
entendiendo.
l"a ~narta : dado que para los
Exercicios siguientes se toman qoa-
tro semanas , por corresponder a
quatro partes en que se dividen
los Exercicios: es á saber, á la pri-
mera , que es la consideracion y
eontemplacion de- los pecados ; la
segunda , es la vida de Christo
Nuestro Señor, basta el=dia de Ra-
mos im!lusive ; la tercera , la Pa-
slon de Christo Nuestro Señor;
Ja quarta la Resurreccion y As-
cension , poniendo tres rnodos de
orar : tamen no se entienda que
·~da semana tenga de necesidad
siete ó ocho dias en sí ; popque,
~omo acaece que en la primera se·
.f. EXBl\ClCIO& .
mana unos son mas tJrdos p--.
hallar lo que buscan, es á. saber,
contricion , dolor , lágrimas por
sus pecados : asimismo como unos
sean Alas diligentes que otros , y
mas agitados ó probados de di-
versos espíritu; requiérese algnms
veces acortar la· semana , y otru
veces alargarla , 'Y asi en todas las
otras semanas sigu . ientes, b~do
.las cosas segun 1- ·materia subjec-
ta : pero poco mq ó menos se •~·
harán en 30 dias.
La ci.uinta : al que recibe los
Exercic1os mocho aprovecha entrar
en ellos c.on grande ánimo , y li-
beralidad con su Criador , y Se-
ñor, ofreciéndole todo su querer,
y libertad , ¡>ara que su Divina
Magestad, as1 de su persona, co-
mo de todo lo que tiene , se sir-
va cooforme á su santísima vo-
luntad.
La.sexta : el qne da los Exer·
cicios ' ':(Dando Siente que al que
se exercita no le . vienen algunas
m?ciones espirituales en ~u áoim• ,
u1 como co11SQlaciones , ó deso·
•&PIUTtJALES. l:$
laeiones, ni es agitado de 'Varios
espíritus, mucho le debe interrogar
cerca los Exercicios , si los háze á
1us tiempos destinados , y cómo.
Asimismo de las adiciones si
con diligencia las haze , pidiendo
particularmente de cada cosa des·
tas habla de comolacion , y deso-
lacion.
La séptima: el que da los Exer-
cici~ , si ve · al que los rescihe
que está desolado y tentado , no
se haya con él doro ni desabrido,
mas blando, y suave; dándole áni-
mo 'Y tuerzas para adelante ' r
deseuhriéndole las astucias del ene-
migo de natlll'a humana , y hacién·
dole preyarar , y disponer p81'a la
consolac1on ventura.
La octava : el que da los Excr·
cicios , .segun la necesidad. que
1intiere en el que los recibe cer-
ca de las desolaciones y astucias
del enemigo , y asi de las conso-
laciones , podrá platicarle las ·re-
glas de la primera y segunda se-
mana , que son para conoscer va·
rios espíritus.
0 EXERCICIDS
La nona es: de advertir,- quan-
do el que se exercita anda en los
. ..
Exercicios de la primera semana,
.
s1 es persona que en cosas esp1r1-
tnales no. baya sido versado ; y si
es tentado grosera y abiertamen-
te, asi co1,10 mostrando impedimen-
tos pJll'a ir adelante en serl-icio
de Dios Nuestro Señor ,como son
trabajos. , vergüenza , y temor por
la laonra del n1undo , etc. el que
da los Exercicios no le platique
las reglas de varios espíritus de
la segunda semana , porque quaii-
to le aprovecharán las de la pri-
mera semana , le daiíarán las de
li ·segunda , por ser materia mas
sutil y mas subida que podrá en-
tender.
La decima : qnando el que da
los Exercicios siente al que los
recibe qite es batido y tentado
dehaxo de especie de bien , en-
tonces es proprio de platicarle so-
bre las reglas de la segunda sema-
na ya dicha , porque romunmen·
t~ el enemigo de natura humana
tienta mas debaxo de especie de
BSPIRITUALES. "J
bien , quando la persona se excr-
cita en la vida ilu1ninatiTa , q1tc
corresponde á los Exercicio§ de la
segunda semana, y oo tanto en ltt
vida purgativa , que corresponde á
los E xercicios de la primera 8en1anu.
La ondéciina : al que toma Exer-
cicios ~n la ¡>t;imera semana apro-
Techa que no S'epa cosa al¡;una
de lo que La de liaccr en la se-
gunda semana , 1nns c1ue ansi tra-
baje en la primera para alcanzar
la cosa que busca , como si en la
segunda ninguna esperase hallar.
La duodécima : el qne da los
Exercicios, al qne los recibe ha de
advertir mucho , que como en ca-
da uno de los cinco Exercicios ó
cont.e mplaciones que se harán ca-
da dia ha de esta.. por una hora,
asi procure siempre que el áni-
mo quede harto en pensar que La
fttado una entera hora en el Exer-
cicio, y antes mas que 1nenos, por-
que el enemigo no po~o suele pro-
curar de hacer acortar la hora de
la tal contemplacion , ineditacion,_
ó oracion.
8 BDl\CICJOI
La décimatucia : asimismo ea
de adve~, que como en el tiempo
de la coosolacion es facil y leve
estar en la contemplacion la ho-
ra entera ; asi en . el tiempo de la
desolacion es muy dificil cumplirla:
por tanto la persona que se exer-
cita por hacer eonlra la desolacion,
y vencer las tentaciones, debe siem-
pre estar alguna cosa mas de la ho-
.ra cumplida , porque no solo se
aveze á resistir at adversario, mas
aun á derrocalle.
La décimacuarta: el que los da,
si.ve al que los recibe que. ~da
consolado' r con mucho hervor,
debe prevenir que no haga pro-
~esa ni voto alguno inconsidera-
do y precipitado : y quanto mas
le conociere de ligera condicion,
tanto mas le debe prevenir '1 ad-
monü- ; porque , dado que JUSta-
mente pueda mover uno á otro '
tomar religion , en la qoal. se en-
tiende hazer voto de obediencia,
pobreza·, y castidad ; y dado que la
buena obra que 8e hace con voto
e& mas . meritoria que la que ee ha-
B~.Pla1TIJ.&LB8. 9
ee sin él. , mucho debe de mirar Ja
propria eondicion y subjeeto , '1
quanta ayuda ó estorbo podrá ha-
llar· en cumplir la cosa que quisie-
se prometer.
La décimaquiota : el que da los
Exercicios, no debe mover al que los
recibe mas á pobreza , ni á prome-
sa , que á sus contrarios , ni á un
estado ó modo de vivir , que á otro:
porque , dado que fuera de los
Exercicios lícita, y meritoriamente
podamos mover á todas .personas
que prohahiliter tengan sobjecto pa-
ra elegir continencia,_ virginidad~
religion , y tada manera de perfec-
cion Evangélica; tamen en .Jos tales
Exercicios espirituales mas conve-
niente, y mucliomejor es, buscando
la Divina voluntad , que el mismo
Criador y Señor se communiqne á
la su ánima deyota, abrasándola en
su. amor y alabanza , y dispo·
niéndola por Ja via que rnejor po-
drá servirle adelante : de manera
que el que los da no se decante , ni
ae incline á la ona · parte ni á la
otra ; mas estando en medio , como
f0 'EllllCICIOS
un peso , d~xe inmediate obrar al
Criatlor con la criatura, y á la cria-
tura con su Criador y Señor.
La décimasexta : para lo qual es
á saber , para que el Criador y
Señor obre mas ciertamente en la
su criatura , si por ventura la tal
ánima está afectada ' y inclinada a
una cosa desordenadamente ; moy
conveniente es n1overse poniendo
todas· sus fuerzas para venir al con-
t1·ario de lo que está nial afectada :
asi con•o !!i está afectada para bus-
car y Laber un oficio ó beneficio,
no por el honor y c-loria de Dios
Nuestro Señor, ni por la salud espi-
ritual de las ánimas , mas por sos
proprios.provechos y intereses tem-
porales , debe afectarse al contra-
rio, instando en oraciones, y otros
Exercicios espirituales , y pidiendo
á Dios Nuestro Señor el contrario,
es á saber, que ni quiere el tal oficio
ó beneficio, ni otra cosa alguna, si
su Divina .Uagestad, ordenando s11&
deseos, no le mudare su afeccion
primera : de manera que la causa de
·desear ó tener ll:Da cosa ó otra,
B8PIRITUA.LB8. ti
sea solo servicio , honra , y gloria
de la su Divina Magestad.
La décimaséptima: mucho apro-
vecha , el que da los Exercieios no
queriendo pedir ni saber los pro-
prios pensamientos ni pecados del
que los recibe, ser informado fiel-
mente de las varias agitaciones y
.pensamientos que los varios espíri-
tus le traen ; porque , segun el ma-
yor ó menor provecho , le puede
dar algunos espiritules Exercicios,
convenientes y conformes á la· ne-
cesidad .d e la tal ánima ui agi·
tada.
La décimaoctava : segun la dis·
posicion de las personas que quie-
ren tomar Exercacios espirituales, es
á saber, segun que tienen edad, le-
tras , ó ingenio , se han de aplicar
los tales Exercicios, porque no se
deo á quien es rudo ó de poca
complesion cosas que 110 pueda
descansadamente llevar , y aprove·
chane con ellas : asimismo , segUD
que se quisieren disponer, se debe
de dar á cada uno, porque mu se
pueda ªJUdar l aprovechar : por
19 EDl\CICtotl
tanto, al que se quiere ayudar pin
se instruir , y pará llegar huta cier-
to grado de contentar á su áni-
ma , se puede dar el examen i-r-
ticolar , y despues el e~eo gene·
ni : jonta111ente por media hora á la
mañana el modo de orar sobre
los mandamientos , pecados morta·
les , etc. comeodándole tambien la
confesioo de sus pecados de ocho
en ocho días , y se puede tomar el
Sacramento de lo en 13 , y si se
.
afecta mejor de 8 en 8 : esta mane·
.
ra es mas fropr1a para personas mas
rudas ó s111 letras , declal'ándoles
cada ·mandamiento , · y asi de los
pecados mortales , preceptos de la
Iglesia , cinco sentidos, y obras de
misericordia. Asimismo si el que
da los Exercicios viere al que los
recibe ser de poco subjecto , ó de
poca capacidad natural de quien no
:s e espera mucho froto , mas conve·
Diente es darle algunos destos Exer·
eicios leves hasta que se con6ese
de sus pecados , y despues , dándole
algunos exámenes de comciencia, 1
.órdea de eoafeNJ' mu ' mnudo
JUIPll\ITtJALBl!I. 13
c¡ne solia , para se conservar en lo
que ha ganado , no proceder ade-
lante en materias de eleecion, ni en
otros algunos Exercicios, que estm
tuera de la primera semana, mayor-
mente quantlo en otros se puede
haeer mayor provecho faltando tiem-
po para todo. .
La décimanona: al que estu-viere
embarazado en cosas públicas, ó ne-
JOCios convenientes, quier letrado ó
mgenioso ' tomando una hora r
media para se exercitar platicá.odo-
le para que es el hombre criado,- se
le puede dar asimismo por espa-
eio de media hora el examen parti-
cular, y despues el mismo general
y modo de confesar , y tomar el
Sacramento, haziendo tres días ca·.
da mañana, por espacio de una ho-
ra , la meditacio0;. del primero , se-
gundo , y tercero r:cado : despuea
otros tres días á a misma hora la
meditacion del proceso de lo8 pe-
cados : despue·s por otros tres dias i
la misma hora haga de las penu
qne conesponden. ' los pecados-;
dúidole en todu tre& meditacionee
f .t EXBl\CICIOS
las diez adiciones , Uevando el mis-
mo discurso por los misterios de
Christo Nuestro Señor , que ade-
lante , y á la larlfa en los mismos
Exercicios se declara.
La vjgésima : al que es mas des-
embarazado , y que en todo lo po-
sible desea ªI?rovecbar, dénsele to-
doslosExerc1cios espirituales por la
misma órdeu que proceden; en los
fJUalcs por via ordenada , tanto 1nas
se aprovechará, quanto mas se apar-
tare de todos amigos y conocidos,
y de toda solieitnd terrena ; a~i
co1no mudándose de la casa donde
moraba, y too1ando otra casa ó cá-
anara para laahitar en ella , quanto
uaas secretamente pudiere.: de ma-
nera que en su mano sea ir cada dia
á Misa , y á Vísperas sin temor
que sus conocidos le hagan impedi·
mento ; del qual apartamiento se si·
ffUen tres provechos principales.en-
tre otros muclaos , el primero es,
que en apat1arse,bomhre de muchos
amigos y conocidos , y á sí mismo
de muchos negocios no bien orde-
nados por servir y alabar ' Dios
B8PUllT1JALE8. f~
Nuestro Señor, no poco merece de-
lante de su Divina Magestad. El se-
gundo, estando ansi apartado no te-
niendo el entendimiento partido en
mochas eosas, m11S 1,oniendo todo el
cuidado en sola una , es á saber, en
servir á su Criador, y aprovechar á
su propria ánima , usa de sus po·
tencias naturales mas libremente
para buscar con diligencia lo que.
tanto desea. El tercero , quanto
mas nuestra · 4nima se halla sola
y apartada , se hace mu apta para
se acercar y llegar ' · so Criador J
Señor: y quanto mas asi se allega,
mu se dispone P8'ª reacehir gra-
cias , y dones de .Ja su divim 'J
suma bondad.

PRIMERA SEMANA.
Exercicios espirituales para vm-
qer á s{ mismo, '!J ordenar BU mfla~
•in determinarse por afecei.on al-
guna 'l"e desordenada sea.
Para que ui el quf' da loe. Exer-
eiciO& espirituales como ·el'qae ·l•
16 BUllCICI08
reeeibe mas se ayuden y se . apro-
vechen , se ha de presuponer , que
todo buen christiano ha de ser mas
pronto i salvar la proposicion del
pl'Óximo, que i condenarla: y si no
la puede salvar, inquira como la en-
tiende ~ y si mal la entiende corríja-
le con amor, y si no basta, bosque
todos los medios convenientes para
que bien entendiéndola se salve.

Principio y fundamento.
El hombre es criado para alabar,
hacer reverencia y servir á Dios
N oestro Señor , y mediante esto
salvar .s u ánima : ! lu otras eosas
sobre la haz de la tierra son criadu
para el hombre ' ·y rara que le ª!11-
den en la pr0secuc1on ,del .tin para
que es criado. De donde .se signe,
que el-hombre tanto ha de usar de- -
llas, quanto le ayudan para .s u fin:
y :tanto debe, quitane .dellas , -qoan-·
to para .e llo le impiden ; por Jo qual
es menester 'hacernos índifer.e ntes '
todu la& cosas criadas en todo -lo
que es ·concedido· ' la lihertad d8.
E!Pll\ITUALB8. f7
nuestro libre albedrío , y no le está
prohibido : en tal manera, que · no
queramos de nuestra parte mas sa-
lud que enCermedad , riqueza 4{'!e
pobreza , honor que deshon?r '· vula
larga que corta , y por cons1gw.ente
en todo lo demas; solamente de-
seando y eligiendo lo que mas
nos conduce para el fin que somos
criatlos.

ExaJne" particular y cotidiano:


contiene en 8Í tres tiempos , y dos

veces examinarse.

El primer tiempo es que , á


la mañana luego en levantándose
debe el ho1nbre proponer de guar-
darse con diligencia de aquel peca-
do particular , ó defecto que se
quiere corregir y enmendar. El se-
gundo despues de comer , pedir á
Dios Nuestro Señor lo que el
hombre quiere , es ' saber , gracia
para aéordarse quantas veces ha éai-
do en aquel pecado parlicular ó de-
leeto, y para se enmendar á~eJant.e,
1 comequenter haga el primér esa-
·18 EUllClC106
uaen demandando cuenta á su .ánima.
de -aquella cosa propósita y parti-
cular de la qual se quiere corregir
y enmendar , discurriendo de ho1·a
en hora , ó de tiempo en tiempo,
comenzando desde la hora que se
levantó , hasta la hora y punto del
eumea presente, y haga en la pri-
mera línea de la G= tantos puntos
c¡uantos ha incurrido en aquel peca-
do particular ó defecto ; y despues
proponga de nuevo de enmendarse
hasta el segundo e:umen que hará.
El tercero tiempo despues de- ce-
nar, se hari el segundo examen asi-
mismo de hora ea hora , comen·
zando desde el primer examen hasta
el segundo fll'.e&ente , y haga en Ja
segunda línea de la misma G= tan-
tos puntos quantas veces ha incur·
rido en aqueJ particular pecado ó
defecto.
Slgrunae 9uatro adiciones paro
Jll06 presto qu.itar llfUel pecad.o ó
tkfect• .particular.
La prim~ -dicion es que ead•
B8PIB1T1JALE8. {9
vez que el hombre cae en aquel pe-
o
cado defecto particular , ponga l•
mano en el pecho doliéndose de
haber caido ; lo que se puede hacer
aun delante mucl1os sin que sientan
lo que hace.
. La segunda , como la primera lí•
nea de la G= signillca el primer
examen , y la segunda línea el se-
gundo examen , ioire ' la noche si
hay enmienda de Ja primera. línea á
la segunda' es á saber' del primero
es•men al sepndo.
La tercera, conferir el segundo
clia con el primero , es á saber , los
dos exámenes del dia presente con
los otros dos ex'menes del dia pa·
sado, y mirar si de un dia para otro
se ha enmendado.
La cuarta adicion, conferir una
semana con otra , y mirar si se ha
enmendado en la semana presente
de la primera pasada.
Es de notar, que la primera G=
grande que se sigue significa el Do-
mingo: la segunda mas pequeña el
Lones: la tercera el Marte& , "Y asi
coDsequenter.
BSPIBITUALES. il

Examen general de consciencia


para limpiarse, y para mejor se
confesar.

Presupongo ser tres peJISl!mien-


tos en mí, es á saber, uno proprio
mio, el qual sale de mi mera liber-
tad y querer : y otros.dos ' -re vie-
nen de fuera , el uno que Tiene del
buen espíritu ' y el otro ae1 malo.

Del pen1amiento.
Hay dos maneras de merescer en
el mal pensamiento 'l°e 'Viene -de
.fuera., verbi gracia : Viene un pen-
samiento de cometer un pecado mor-
tal,.al qual pensamiento resisto im-
promptu , y queda vencido.
La segunda manera de merescer,
es quando me viene áquel mismo
mal pensamiento , y yo le resisto , y
tórname á venir otra y otra vez , y
yo siempre resisto , hasta que et
pensamiento va vencido : y esta se-
gun~ . manera es mu merescu que
la pn.mera.
i9 ZD&CICIOI
Venialmente se peca, qnando el
mismo pensamiento de pecar mor-
talmente viene , 'Y el hombre le da
oido, haciendo alguna mói-ula, ó res-
cihiendo alguna dele~cion sens,ual,
ó donde haya alguna negligencia en
lannr al tal penMmiento.
Hay dos maneras de pecar mor-
talmente , la primer.a es quando el
hombre da consentimiento al mal
pen881Diento para obrar lnego asi
como ha consentido, ó para poner
eu obra Bi pudiete.
La segunda manera de pecar mor-
talmente es quando se pone en acto
aquel peeado , 'Y es mayor por tres
razones: la primera por mayor tjem-
po: la segUnda por mayor ioten-
eion: la tercera por ma1or daño de
lu dos penom1.
D~ ·la ptllabra.
No jmv ni por Criador ni por
eriatura , ei no fuere con verdad;
aeceeidatl y reverencia. Necesidad
~tiende, no ~do se afirma coa
¡anmento qualquien vel'dad , mas
B8PlllITUALBS. 25
quando es de ilgun momento cerca
~ provecho del ánima, ó del ~uerpo,
ó de bienes temporales. Entiendo
reverencia quando en el nombrar su
'Criador y Señor·, considerando aca-
ta aquel honor -y reverencia debida.
Es de advertir que , dado que en el
vano juramento pecamos mas juran-
do por ~l Clriador. ~e \>or la cri~­
-1ora , es mas d16c1l Jurar deb1-
·&mente con verdad, necesidad y
·reverencia por la criatura que J!Or
el Criador, r r lu l'llZones sigruen-
tes : la primera qoándo nosotros
queremos jurar por alguna cl'iatu-
ra, en aquel querer nombrar la ~­
tura no nos hace ser tan atentos ·ni
advert.idos para decir la verdad , ó
para afirnw·la con necesidad , co-'
mo en el querer nombrar al Señor
'Y Criador· de todas las cbsas : la se-
gunda es , q11.e en el jo:rar por la
ttiatui-a no tan facil es de hacer
reverencia 1 acatamiento al Cria-
dor , como JUrando ! nombrando al
mismo Criador y Señor; porque el
querer nombrar á Dios Nuestro Se-
ñor tne consigo ·mu acatamiento y
9.1 E:dllCtClOS
reverencia que el que~er nombrar la
cosa criada; por tanto es mas conce·
dido á los perfectos jurar por la cria·
tura, que á los imperfectos ; porque
lós perfectos por la asidua contem-
plac1on, y ilnminacion del entendi-
miento consideran, meditan, y con.-
templan mas ser Dios Nuestro Señor
en cada criatura , se¡pm su propria
esencia, presencia y potencia; y asi
en jurar por la criatura son mas ap-
tos, y dispuestos para hacer acata-
miento y reverencia á su Criador y
Señor, que los imperfectos: la terce-
ra es , que en el asiduo jurar por
la criatura , se ha de temer mas la.
idolatríiJ en los imperfectos que en
los perfectos.
No decir palabra ociosa, la qual
entiendo quando ni á mí ni á otro
aprovecl1a , ni á tal intencion se or-
dena , de suerte que en hablar para
todo lo que es provecho, ó es in-
tencion de aprovechar al ánima pro-
pria ó ageoa , ó al cuerpo , ó á bie-
nes temporales, nunca es ocioso, ni
por hablar alguno en cosas que so~
tuera de su estado , asi como si ua
BSPIBITtJ.U.il~. ~
religioBO hahla de guerras · ó iner-
cancías : mas en todo lo que está
dicho hay mérito en bien ordenar,
y pecado en el mal enderezar , ó en
vanamente hablar•.
No decir cosa de infamar ó mur··
murar ' porque ' si d~scubro pecado
mortal que no sea público , peco-
mortalmente , si Yenial, venialmen·
te , y si defecto ,. muestro defect~
proprio ; y siendo la intencion sa·
na , de tlos. maneras se puede ha-
blar del pecado ó falta de otro : la
primera , quando el pecado es pú·
hlico, asi como de una meretriz pú-
blica, y de una sentencia dada en
juicio , ó de un público eITor qué
inficiona las ~imas que conver.sa:
segundo, quando el pecado cubier-
to se descubre ~ alguna persona pa-
ra que ayude- al. que ·está e.n peca;..
do á levantarle , teniendo tainen al-
gunas conjeturas ó r~zones proba-
bles que le podrá a1udar.

De "la obra.
Tom•ndo ;por objeto ·10& ,.diez
98 W'dl.c:'5t~l68
mandamientos y los preceptos de
la Iglesia, y comendaciones de los
1uperiores , todo lo que se pone
en obra contra alguna destas tres
partes , segnn mayor ó menor ca-
lidad , es mayor ó menor pecado:
entendiendo comendaciones de su-
periores, asi como Bulas de Cru-
zadas, y otras indulgencias, como
por paces, confesando, y tomando el
Santísimo Sacramento : porque no
poco se peca entonces en ser ca~,
ó en hacer contra tan pías exhorta-
ciones y comendacioues de nues-
tros mayores.

Modo de hacer el examen general,


y cqntiene e11 8i cinco pwntos.

J!ies Nuestro .S eñor por los


CIOS recebidos.
ben•
El primer punte., es dar gracias á

El segundo pedir gracia panco,.


noscer los pecados , ~ lanz•llae.
El tercero demandar . cáenta al
inima desde ·la hora que se levan-
tó hasta el ~en .Presente , de ho-
l'A en hora · 6. de üe111po ea tiem-
:ISPllllTtJALBS. !7
pó : y pri~ro del pensamiento , '1
despues de la palabra , y despues
de .la obra , por la mesma órden
que se dijo en: el examen particuJar.
El quarto pedir perdon á Dios
Nuestro Señor de las faltas.
El quint!l proponer enmienda
eon su gracia. Pater noster.

. con la Co.
La <Anfesion .general
m•nami.

En la general confesion , para


quien voluntarie la quisiere hacer,
entre otros muchos ; se hallaran
tres proveehos para aquí.
· El primero·, dado que el que ca-
da un año se confiesa no sea obli-
·gado de hacer confesion general,
haciéndola hay mayor pro-vecho y
·mérito,- por el mayor dolor actual
.de todos pecados y malicias de to-
da su vida.
En el segundo , ~omo ep los ta-
·les Exercieios espirituales se cono-
ee mas ·interiormente los pee.des
·y la malicia dellos · que en tiempo
·c:iae· el homke ao se daba ui '
98. BXEl\CICIQS.
las .cosas internas, alclD:zando age-
~ mas conocimiento y dolor de-
llos , habrá mayor 1rovechQ y mé-
rito que antes hubiera.
El tercero, co~nenter que es-
tando mas bien confesado y dis-
puesto , se baila mas apto , y mas
aparejado para recebir el Santísi-
mo Sacramento , ~uya recepcion no
solamente ayuda para que no cai'."
ga en pecado,. mas aun para conser-
var en aumento de gracia.
La qual ~onfesion general se ha-
rá mejor inmcdiate tlespnes de los
Exercicios de la primera semana~

Primer Exercicio es. meditacion


con. las. tres poteooias , sobre eJ.
p1-imero , segundo y tercero pe-
ca4o. l'ontiene en si, despues de
una oracion preparatoria , . y dos
pre4mbulos , t,.es puntos p>iru:i-
pales, y un coloquio.

ia oracion preparatoria, es· p&-


clir. gracia á Dios Nuestro S~o:r
~a que .todas. mis intenci()nes , . ac·
cao~es y ~peracion.es se.. .puramea-
ESPll\ITUALE8. ~~
te ordenac1as en servicio y alaban.
za de su Divina Magestad.
El primer preámbulo es compo-
sicion , viendo al lugar. Aqui es
de notar , que en la contemplacioo,
ó meditacion visible, asi como con-
templar á Christo N nestro Señor,
el. qual es visible , la composicion
será ver con la vista de la imagi-
nacion el lugar corpóreo donde
se halla la cosa que quiero contem.-
plar. Digo el l:ugar corpóreo'· asi
como un templo ó monte , dondt?
se halla Jesuchristo, ó Nuestra Se-
ñora , segun lo que quiero contem-
plar. En la invisible, como es aqu.í
de los pecados, la composicion se-
l'á ver con la vista imaginativa , y
considerar mi ánima ser encarcela.-
da en este cuerpo co1Tnpti.hle , y
todo el compósito en este valle,
como desterrado entre brutos ani-
.
males
,
; digo todo el comp~sito de
anima y cuerpo.
El se3111ulo, es demandar á Dio,s
Nuestro Señor lo que. qui~ y d~­
seo. La·demanda ha de ser segun
1ubjecta materia, es á saber, si ia
3() EDBCICIOI
conteniplacion es de Resorreccion,
de mandar gozo con Cbristo gozoso:
ei es de Pasi on; demandar penas, lá-
grinaas y tormento con Christo ator-
mentado : aquí será demandar ver-
güenza y confusion de 1ní mismo,
viendo quantos han sido dañados
por un solo pecado .n1ortal, y quan-
hs veces yo merecna ser condena-
do para siempre por mis tantos pe-
cados.
Ante todas contemplaciones ó
meditacione8, se deben hacer siem-
·pre la oncion preparatoria sin mu-
Ciarse , y los dos preámbulos ya di.
dios , algunas veces mudándose se-
rl! suhjecta materia.
El yrimer· punto será traer la
memoria sobre el primer pecado,
que fue de los Angeles ; y luego
sobre el mismo el entendimiento
discurriendo ; luego la voluntad,
queriendo todo esto memorar y en-
tender por mas me avergon:iar 1
eonfundir , trayeDdo en com~­
cion de un pecado de los ~les,
~tos pecad'os mios : y donde eUoa
por UD pecado tacron al infiemo,
Z8Plll1TUALE8. 31
quantu veees yo le he merecido
por tantos. Digo traer en memoria
el pecado de los Angeles , como
siendo ellos criados ·en gracia, no
se queriendo ayudar con su liber-
tad para hater reverencia y obe-
diencia á su Criador y Señor , ve-
niendo en superbia, fueron conver-
tidos de gracia en malicia , y lanza.
dos del cielo al infierno : y asi con-
sequenter discurrir mas en parti-
cular con el entendimiento , y eon-
sequeoter moviendo mas los afec-
tos con la voluntad.
El segundo, hacer otro tanto, es
' saber , traer las tres potencias
·sobre el pecado de Adan y Eva,
trayendo á la memoria como por
el tal pecado hicieron tanto tiem-
• • •
po pemtenc1a, y qoanta corrupc1on
·vino en el género humano , andan·
do tantas gentes para el infierno•
Digo traer á la memoria el segundo
·pecado de nuestros Padres , como
despues que Adan file criado en .
el campo Damaceno , y puesto en
el Paraíso Terrenal, 1 Eva ser cria-
da de su costilla , tnendo •edados
3!t EXEllCICI08
que no comiesen del árbol ·d e la
ciencia , y ellós comiendo , y asi-
mismo pecando : y .despnes vesti·
dos de túnicas pelliceas , y lanza-
dos del Paraiso , vivi~ron sin la
justicia original, que habian perdi-
do , toda su vida en muchos traba-
jos y mucha penitencia; y conse·
quenter discurrir con el entendi-
.micntQ mas par.ticularmente usando
de la voluntad, como está dicho.
El t~ero, asimismo hacer otro
tanto sobre el tercero pecado.par·
ticular de cada uno , que por un
pecado mortal es ido al infierno ; y
.otros muchos sin cuento por me-
nos pecados que yo he hecho~ Digo
.h acer otro tanto sobre el tercero
pecado particular, trayendo á la me-
1uoria la gravedad 1 malicia del pe-
·cado contra su Criador y Señor;
discurrir con el entendimiento, co-
mo en el pecar , y hacer contra Ja
bondad infinita, justamente ha sido
condenado para siempre ; y acabar
con la voluntad , .como está dicho.
. Coloquio : imaginando á Christo
N oestro Señor delante y puesto
E8PIRITlJALE8. 33
en cruz , hacer un coloquio , con10
de Criador es venido á hacerse ho1n-
bre, y de vida eterna á mue1·te tem-
poral, y asi ~\ mo1·ir por nus peca-
dos. Otro tanto nlirando á n1í mis-
mo , lo que lic hecho por Cbristo,
lo que hago por Christo, lo que de-
bo haccrpor Córisto, y asi viéndole
tal, y asi colgado en la cruz discu1·-
1·ir por lo que se ofreciere.
El coloquio se hace propriamen-
te hablando asi como un amigo ha-
bla con otro , ó un siervo á su se-
ñor, quando pidiendo alguna gra-
cia , quando cu1pándose por a1gun
mal hecho, quando comunicando sus
cosas, y queriendo consejo en ellas,
y deci1· un Pater noster.

Segundo Exercicio , es meditacion


de los pecados; y contiene en si,
despues de la oracion preparato-
ria, y dos preámbulos, cinco pun-
tos y un coloquio.

. Oracion
.
DllSIDa.
prepai·atoria será la
34 BDllCICIOS
El primer preámbulo seri la mis-
• •
ma compos1cton.
El segundo e8 demandar lo que
quiero: será aquí pedir crecido y
intenso dolor , y lágrimas de mis
pecados.
El primer punto, es proceso de
los pecados , es á saber , traer á la
·niemoria todos los pecados de la
"Vida , mirando de año en año , ó de
tiempo en tiempo. Para lo ciuaJ.
apro~echan tres cosas : la primera
mirar el logar , y la casa á donde he
habitado : la segunda, la conve.rsa-
cion que he tenido con otros : lá
tercera , el oficio en que he vi'rido.
El segundo , ponderar los peca-
dos ' mirando la realdad 'Y la mali-
cia que cada pecado mortal come-
tido tiene en sí , dado que no fuese
vedado.
El tercero , mirar quién soy yo,
disminuyéndome: por exe.mplo, pn·
8!ero quánto soy yo en compara·
cion de todos los hombres : segun·
do, qué cosa son los hombres en
eomparacion de todos los Ángeles y
Sa.atos del Paraíso : tercero,. mirar
BSPIBIT1JA.LBI. ~
qué cosa es todo lo criado en com-
paracion de Dios, pues yo solo ¿qué
puedo ser? quarto , mirar toda mi
corrupcion. , y fealdad corpórea:
quinto , mirarme come> una llaga y
postema , de donde han salido tan-
tos pecados 1 tantas maldades, y
ponzoña tan toJ'lpísima.
El quarto, considerar quién es
Dios, contra tJnien he pecad€> , se-
.
gun sus atributos , comparándolos
, . .
sus contrarios ~ m1 : su sapiencia
'

·á mi ignorancia , su omnipotencia á
mi ftaqu_eza , su justicia á mi ini-
qnidad , su bondad á mi malicia.
El quinto, esclamacion admirati-
va con crescido afecto, discurriendo
por todas las criaturas , como me
l.aan deudo en vida, y conservado
en ella : 10tt Angeles como eem cu-
chillo de la justit:ia Divina, eom~
me han sufrido y .guardado y roga-
do por mí:" lo!J Santos, como han
sido en interceder y rogar por mí:
y los cielos , sol , luna , estrellas .y
elementos, frutos, aves, peces, ani-
males, y la tierra como no se · ba
abierto para &0rberme, crian4o uue-.
3Q EX&llCICIOS
vós infiernos pai-a siempre penar en
ellos•
.Acabar con un coloquio de mise-
ricordia , razonando y dando gra-
cias á Dios Nuestro Señor, porqu·e
me ha ·d ado vida hasta ahora , pro-
poniendo enmienda con su gracia
para adelante. Pater noster.·

Tercero Exercieio es· >'epeticion.·


de primero y segundo Exercicio,
haciendo tres coloquios.

Despues de la oracion preparato-


1·ia y dos preámbulos , será repetir
el primer y segundo Exercicio, no-
tando y laaciendo pausa en los pon-
tos que he sentido mayor consola-
cioo ó desolacion, ó mayor senti-
mient6 espiritual , despa.es de lo
qual haré tres coloquios de la ma-

nera que se sigue.
El primer coluqUio ., Nuestra
Señor.a , para .q ue me alcance gra-
cia .d e su Hijo y Señor para tres
~osas 1 la ~~, para que sienta
1nterao eenoeinuento de mis peca-
dos ,: Y aborrecimiento dellos : la se-
-'SPll\ITUALEI. 31
gunda, para que sienta el desórden
de mis operaciones , para que abor-
reciendo , me enmiende y me orde-
ne : la tercera, pedir conocimiento
del mundq , para que aborreciendo
aparte de mí las cosas mundanas y
vanas , y con esto un Ave Maria.
El segundo, otro tanto al Hijo,
para que me alcance del Padre , y
con ~sto el Anima Christi.
~I tercero, otro tanto al ~adre,
para que el mismo Señor eterno me
lo conceda, y con esto un Pater
noster.
Quarto Exercicio es resumietulo
este mi.mw tercero.
Dixe resumiendo , porque el en..
tendimiento sin divagar discurra
asiduamente por la reminiscencia de
las cosas contempladas en los Exer-
cicios pasados: y haciendo los mis-
mos tres coloquios.
:J8 &XS8.CIC108

Quinto Exercicio es meditacio•


del infterno : contiene en sí, tks-
l'"es tk la oracion_preparatoria, y
Jos preánabulos, cinco puntos y un
coloquio.
La oracion preparatoria sea la só-
lita.
El primero preúnbulo composi-
cion, qoe es aquí ve.r con la vista de
la imagioacion la lo~, anchu-
ra , y profuodidad del 1otierno.
El segundo , demandar Jo que
~ero: será aquí pedir interno sen-
tuniento de la pena que padecen los
dañados , para que , si del amo.r del
~eñor eterno me olvidare po.r mis
faltas , 'á lo menos el temor de las
penas me ayude para no venir en
pecado.
El primero punto, seri ver coa
la vista de la imaginaeion los gnn-
des fuegos ,
, y lu 'oimas como ea
cuerpos •gneos.
El segundo , oir con las orejas
llantos , alaridos , vocea , blasfe-
mias contra Christo Nuestro Señor
1 eootra todos au Santoe.
ZSPll\IT11AL~S. 39
El tercero, oler con el olfato
humo ' piedra az urre ' sentina ' ?
cosas pútridas.
El quarto, gustar con el rsto
cosas amargas , asi como lágruna1,
tristeza , y el verme de la cons-
• •
ciencia.
El quinto, tocar con el tacto, es
á saber, como los fuegos toco y
abrasan las ánimas.
Haciendo un coloquio' Cbris-
to Nuestro Señor , traer á la me-
moria las ánimas que estan ·e n el
infierno, unos porque no creyeron
el advenimien~o ; otras , creyeJado,
oo obraron segnn sus mand~en­
tos : haciendo tres partes, la pri-
mera antes del adve•imiento ; la
segunda en su vida; la tercera d~s­
pues de su vida en este mundo : y
con esto darle gracias por'Jue no
me ha dejado caer en n1n~a
destas, acabando mi vida. Asimis-
mo, cómo hasta agora siempre ha
tenido. de mí tanta piedad y mise-
ricordia; acabando con un Pater
ttosler.
El primero Exercicio ee bari'
.iO ZXBllCICIOS
la media noche: el segundo luego
en levantándose á la mañana : el
tercero antes ó despnes de la Mi-
sa, finalmente que sea antes de co-
mer: el qoarto ' la hora de V íspe-
ns: el· quinto una hora antes de
cenar. Esta repeticion de horas
mas ó menos (siempre entiendo en
todas las quatro semanas, segun la
edad, disposicion y temperatura),
ayuda á la persona que se exercita
para hacer los cinee Es.ercicios, ó.
menos.

Adicione• para mejor laacer loa


Exercicioa, y para mejor haUar
lo que desea.
La primera adicion es despues
de acostado : l'ª C(Ue me quiero
dormir, por espae10 de un Ave
María, pemar á la hora que me
tengo de levantar,·y á qué , resu-
miendo el Es.ercicio que tengo de
hacer.
La segunda, qnando me desper·
tare, DO dando Jugar á llDOS pen•
ESPIIUT17A.LE8. 41
gmientos ni á otros : •dvertir lue-
go i lo que voy á contemplar en
el primer Exercicio de la media
noche , trayéndome en confusion
de mis tantos pecados , poniendo
exemplos , asi como si un caballe-
ro se hallase delante de su rey y
de toda su corte , avergonzado y
confundido en haberle mucho ofen-
dido, de quien primero recibió mu-
chos dones y muchas mercedes;
asimismo en el segundo Exercicio,
haciéndome pecador grande, ...,. en-
cadenado , es á saber , que voy
atado como en cadenas á parecer
delante el sumo I uez eterno, tra·
yendo en exentplo como los encar-
cerados y encadenados , ya dignos
de muerte , parecen delante su
juez temporal ; ! con estos pensa-
mientos ve~tirme , ó con otro , se-
~ subjecta materia.
La tercera,. oa paso ó dos antes
del lugar donde tengo de contem-
plar ó meditar, me pondré en pie
por espacio de un Pater noster,
alzado el . entendimiento arriba ,
considerando como Dios Nuestro
Ü EXEJ\CICI08
Señor me mira, etc. ; y hacer una
reverencia ó humillacion .
.La quarta, entrar en la contem-
placion, quando de rodillas, quan-
d~ postrado en tierra , quando su.-
pillo rostro arriba , qoando asenta·
do, quando en pie, andando siem·
pre á buscar lo que quiero. En dos
eosas advertiremos : la ~rimera es,
qúe si hallo lo qne qwero de ro-
dillas , no pasaré adelante ; y si
postrado, asiinismo , etc.: la se-
g~da, en el punto en el qual ha-
ll4re lo que quiero, ahí me reposa-
ré , sin tener ánsia d.e pasar ade·
~te hasta q11e me satisfaga.
:La quinta , des.pues de acabado
el , Exercicio , por espacio de ·UD
qnarto de hora, quier asentado,
quier paseándome, miraré como me
La ido en la contemplacion ó me-
ditacion ; y si mal , miraré la cau.-
ea de donde procede , y así mirada
arrepentirme l .para me enmendar
adelante : y s1 Lien, dando gracias
' Dios Nuestro Señor, y hacer
otra vez de la misma manera•
.La sexta, no querer .pensar en
B8.PIAITtJAL~S. 4!J
cosas de placer y alegría, como de
gloria, resurreccion, etc. ; por·
qne para sentir pena , dolor y lá-
grimas por nuestros pecados , im·
pide qualquier consideracion de
gozo y alegría: mas tener delante
de mí , quererme doler, y sentir
pena ; trayen.d~ .mas en memoria
la muerte y JWC10.
La séptima , privarme de toda
claridad para el mi1mo efecto, cer-
rando ventanas y puertas el tiem-
po que estuviere en la cán1era,
si no fuere para rezar , leer 1
comer.
La octava, no reir ni decir cosa
motiva ' risa.
La nona , refrenar la vista , es-
cepto al recebir ó al despedir de
la persona con quien hablare.
La décima adicion , es peuiten-
cia , la qoal se divide en interna
y externa : interna es dolerse de
808 pecados , con firme propósito
de no cometer aquellos ni otros
allfUDos. La externa ó fruto de la
pnmera, es castigo de los _rca-
dos cometidos , y principa1men•
Ü S'DILCICI08
te se toma en tres maneras.
La primera es, cerca del comer,
ee ' saber, quando quitamos lo
supérftuo '· no es ,reni~encia , m•s
temperanc1a : pemtenc1a es quan·
do quitamos lo conveniente , y
4J.l'ªºto mas y mas , mayor y me-
JOr, solo que no se corrompa el
subjecto, ni se siga enfermedad
notable.
Segunda, cerca d~ modo del
dormir: asimismo· no es penitencia
quitar lo supérftno de cosas deli-
cadas ó moles; mas es penitencia
qaan.do en el modo se quita de lo
conveniente , y qaanto mas y mu,
mejor , solo '(ºe no se con"ompa
el subjecto, na se siga enfermedad
notable ; ni tampoco se quite del
sueño conveniente , si forsan no
tiene hábito vicioso de dormir de-
masiado para venir al medio..
La tercera, castigar la carne, es
' saber, dándole dolor sensible, el
qual se da trayendo cilicios , ó so-
gas , ó barras de hierro sobre las
carnes, flagelándose, ó llagándose,
? otras maneras de asperezas. Lo
KIPDUTUALBI. 4ó
que parece mas cómodo y mas se-
guro de la penitencia es, que el
dolor sea sen8ihle en las carnes, ?
que no entre dentro en los huesos;
de manen que dé dolor y no en-
·termedad: por lo qual ¡mece que
·es m1" conveniente lutunarse con
~uerdu delgadas , que daa dolor
·d e fuera , que n0 de otra manera
que came dentro enfermedld que
sea notable.
La rrimera nota es, CJ.Ue Ju pe·
mtencIU externas prinCJ~ente
&e ti.aceD-·por tres efectos: el pri-
inerp pOt eatisfaccion de los peca-
dos pasado&: segundo, por vencer
' sf me11Lo?; es á saber , para CJ1l8
la &eDSualidAd obedezca á la razon,
y todas las partes inferiores esten
mu sujetu á las ::&eriores: terce-
ro, para buscar y ar alfíDDA gra·
cia ó don que la personaqwere y de-
sea; •nst• como s1.desea habe. r m-
terna contricion de 8118 pecados, ó
llorar ...:ho sobre ellos, ó sobre
lu pei • , y dolores que Christo
Nuestro señor pasaba en su pa·
aion ; ó por aolucion de alguna
MJ BDBCIC108
duhitacion en qoe la persona se
haUa.
La segunda es de advertir, que
la primera y segunda adicion se
Lan de hacer para los Exercicios
de la media noche , y en amane-
ciendo , y no para los que se ha.
rán en otros tiempos. Y la ~arta
adicion nunca se hará en la Igle-
sia delante de otros, sino en . es-
condido , como en casa , etc.
La tercera , qu.ando la persona
que se exercita au.n no halla Jo que
desea , ansi como lágrimas , con-
solaciones , etc. , muchas veces
aprovecha hacer mudanza en el co-
mer, en el dormir, y en otros mo-
dos de hacer penitencia; de ma-
nera que nos mudemos , haciendo
dos ó tres dias penitencia, y otros
dos ó tres no , porque á alffunos
conviene hacer mas penitencia , y
á otros menos : y. tamhien pQrque
muchas veces dejamos de hacer
penitencia por el amor sensual , y
por juicio erróneo que el suhjecto
humano no podrá tolerar sin no•
table enfermedad : y algunas veces
B8Pl1'1Tt1ALB8. 47
por el contrario , hacemos dema-
siado , pensando que el cuerpo
pueda tolerar : y como Dios N nes-
tt-o Señor es infinito , conoce me·
jor nuestra natura ; muchas veces
en las tales mudanzas da á sentir á
cada uno lo que le conviene.
La qaarta , el examen particu·
lar se haga para quitar defectos y
ne~gencias sobre Exercicios y
adiciones ; y ansi en la segunda,
tercera y quarta semana.
'8 J1aac1c10&

SEGUNDA SEMANA.
El llanaantiento del rey temporal
oylfila á contemplar la vida de el
Bey eterul.
La oracion preparatoña &ea la
eólita.
El primer preámbalo, es compo-
sicion viendo el logar : seri. aquí
ver con la ñata imaginativa · sina-
gogas , villas y castillos por donde
Christo Nuestro Señor predicaba.
El segundo, demandar Ja gracia
que quiero : sed aquí pedir gra-
cia ' Nuestro Señor, para que 110
sea sordo ' su llam•mien.to , mas
presto y diligente para cumplir IU
santísima voluntad.
El primero punto, es poner de-
lante de mí un rey humano el~i­
do de mano de Dios Nuestro Se-
ñor , ' quien hacen reverencia 1
obedecen todos los príncipes y to-
dos hombres chri.etianos.
El segundo, inirar como este
rey habla á todos los suyos, di-
B8Plll1Tl1ALK8. 48
ciendo : Mi Yoluntad · es de con-
quistar toda la tierra de infieles;
por tanto quien quisiere venir con-
migo la.a de ser contento de comer
como yo , 'Y asi de beber y ves-
tir, etc. ; asimismo ha de trabajar
como yo en el día, y vigilar en Ja
noche , etc. , porque asi despues
tenga parte conmigo en la victo-
ria, como la ha tenido en los tra-
bajos.
El tercero, considerar qué de-
ben responder los buenos súbdi-
tos & rey tan liberal y tan huma-
no ; y por co~gaiente si alguno
no aceptase Ja peticion de tal rey,
quanto sería digno de ser vitupe-
rado por todo el mundo ,. y terudo
por· perverso uballero.
La segunda parte .d este Exerci-
cio consiste en aplicar el tobredi-
cho exemplo def rey temponl á ·
Christo Nuestro . Señor, confor-
me á loa tres puntos dichoe.
· Y qoanto al p:rimer punto, si
tal voeacion consideramos clel rey
temponl á s0s aú.bditos, ¿~to
et COA mu dipa de coll8lden-
00 B:d8CJCI08
cion ~ á Christo Nuestro Se-
ñor , Rey .eterno , 'Y delante de él
todo el universo mundo , al qua),
y á cada uno en particular Jlama,
y dice: Mi voluntad es de con-
quistar todo el mundo y todos los
enemigos , y asi entrar en la glo-
ria de mi Padre? Por tanto, quiea
quisiere venir conmigo ha de tra-
bajar conmigo, porque siguiéndo-
me en la pena, tambien me siga
en la gloria.
El segundo, considerar que to-:
dos los que tuvieren juicio y ra-
zon ofrecerán todas sus penonu
al trabajo.
El tercero, los que mas se quer·
rán afectar y señalar en todo ser·
vicio de su Rey eterno, y Señor
universal, no solamente ofrecerin
sus personas al trabajo , mas aun,
haciendo contra su propria sensua-
lidad y contra su amor cpnal 1
mundano, harán oblaciones de ma·
yor estima y mayor momento , di-
ciendoi Eterno Señor de todas be
coeas , yo hago mi oblacion coa
watro favor 1 •11ula 1 delute
B8PllUTtJALIUL lfl
vuestra infinita bondad, y delante
vuestra Madre gloriosa, y de to-
dos los Santos y Santas de la Cor·
te Cele&tial , que yo quiero y de;.
seo , l es mi detemunacion deli-
berada (solo que sea vuestro ma·
yor servicio y alabanza) de imita·
ros en pasar todas injurias , y to-
do vituperio , y toda poi.reza, asi
actual como espiritual , querién-
dome vuestra santísima Magestad
elegir y recevir en tal vida y es--
tado.
Este Exereicio se hará dos ve-
ces al dia , es á aaber, á la maña-
na en levantándose , y á una hora
antes de comer ó de cenar.
Para la segunda semana ,, y asi
~· adelante , much& aprovecb
el leer algunos ratos en los lihr0&
De imitatione Chrisli , e) de los
Evangelios ? de vidas de Saute1.
()9 .Jt:URCICIGI

El primero dia y primera con-


templaciones de la Encarnacion:·
y contiene en si la oracion pre-
paratoria , tres preámbulos , y
tres puntos.

La sólita oracion preparatoria.


El primer preámbulo es , traer
la historia de la cosa que tengo de
contemplar : que es aquí como
las tres Personas Divinas miraban
toda la planicia y redondez de to-
do el mundo llena de hombres. Y
como, viendo que ·todos descen-
dian al infierno , se determina (en
la su eternidad) q11e la segunda
Persona se haga liomhre para sal-
var el género hu.mano (y asi ve-
nida la plenitud de los tiempos),
enviando . al Angel san Gabriel á
Nuestra Señora.
El segundo , composicion vien-
do el lugar : aquí será ver la gran·
de capacidad y redondez del. mun-
d?, en la qual ~ tantas y tan
d1v~ gentes: asimismo despues
pu11cularmente la: cua 1 aposen·
B8PIUTtrAL•9. ~
toe de Nuestra Señora en la ciu.
dad de Nazareth, en la provincia
de Galilea.
El tercero , d~mandar lo que
q;,uiero : será aqai demandar cono-
cuniento interno del Señor , que
por mí se ha hecho hombre , pan
que mas le ame y le siga.
Conviene aqui notar que esta
misma oracion preparatoria sin

pr::tº ,
mudarla, como está dicha en el

pr
y los mismos tres
uloa ee han de hacer en es-
ta semana y en lu otras siguien-
tes , mudando la forma segun la
1objecta materia.
El primero punto es ,. ver las
personas las unas y las otras : y
primero las de la haz de la tierra,
en tanta diversidad ui en trages
como en gestos: unoa blancos y
otros negros : unos en paz y otros.
en guerra : unos llorando y otros
riyendo: unos sanos , otros enfer..
moa : ·unos naciendo y otros mu-.
riendo, etc.
Segundo , ver "'f
considerar lu
tres Peraonu Divmu, como en el
~ zuac1c1011
su. solio real, ó trono de la su Di-
vina Magestad , como miran toda
lA haz y redondez de la tierra , y
todas las gentes en tanta cegue-
dad, y como mueren y descienden
al infierno.
'fercero, ver 4 Nuestra Señora,
y al Angel que la saluda; y rdlec-
tir para sacar provecho de la tal
yista.
El segundo punto, oir lo que
hablan las personas sobre la haz
de la tierra , es á saber , como ha·
Llan unos con otros , como juran
y blasfeman, etc. : asimismo lo
que dicen las Personas Divinas, es
á saber: Hagamos redencion del
género humano , etc. ; l despuea
fo que hablan el Angel y Nuestra
Señora : y reflectir despoes para
sacar. provecho de sus palabras.
El tercero , despoes mirar lo
que hacen lu personas ·sobre la
haz de la tierra; asi como herir,
matar , .ir al infierno , etc. : ui-
mismo Jo que hacen las Personas
Divinas, es á saber, obrando la
auatísñva &waacion, etc.: 1 ui.·
ESPllUTtJA.LES. m>
mismo lo que hacen el Angel y
Nuestra· Señora, es á saber, el
Angel haciendo su oficio de leira-
do ,·y Nuestra Señora humillán-
dose , y :haciendo gracias á la Di-
l'ina Magestad : y despues reftec-.
tir para sacar algun provecho de
ca.da cosa destas.
En fin , hase de hacer un colo-
_quio , pensando lo que debo ·ha·
hlar á las tres Personas Divinas ó
al Verbo eterno encarnado , ó Ja
Madre y Señora nuestra, pidien-
do segun que eo sí eintie.re para
mas seguir é imitar al Señor nues-
tro, aosi nuevamente encarnado,
diciendo un Paler nosler.

La segunda contemplacio• es del


Nacimiento.

La sólita oracion preparatoria.


. El primer preámbulo es la his-
toria : y será aquí como desde Na-
zareth salieron N oestra Señora grá-· ·
vida casi de nueve meses ( como se
pu:ede °:1editar piameote), asenta~
en uaa asna, y J oseph '? una uie1·
00 EDB.CIC109
la, llevando un buey para ir ' Be-
thelem á pagar el tributo ~e Cé-
911" ecbó á todu aquellas tierras.
El segundo, composicion v.ien-
do el lugar : será a<1uí con la vis-
ta imaginativa ver el camino des-
de Nazareth á Bethelem, conside-
rando la longura , la anchura , y
.ei llano , ó si por valles ó cuestas
eea el tal camino: asimismo miran·
do el lugar , ó espelunca del naci·
miento , quan lfrande , quan pe·
4J11eño , qnan baJo , quan alto , 1
como est.ba aparejado. ·
El tercero será el mismo, y por
la misma forma que fue en la pre-
cedente coutemplacion.
El primer~to es, ver las per·
tonas, es á , ver á Nuestra
Señora, y á .Joeeph, y á la ancila,
y al Niño .Jesus despues ·d e ser na-
cido, haciéndome yo ~ pobreci-
to y esclavito indigno , mirándo-
los , contemplándolos , y sirvién-
dolos en sus necesidades, como si
presente me hallase , con todo
acatamiento y reverencia posible:
1 deepaee reftccti.r ea mi mi•mo
E81'11l1TUALE8. t$7
para sacar algun provecho.
El segundo , mirar,. advertir y
contemplar lo que hablan : y re-
Bictiendo en mí mismo , sacar al-
gnn provecho.
El tercero, mirar y considerar lo
qne hacen , así como es el ca'QÜ-
nar y trabajar para que el Señor
sea nascido en suma pobreza ; y
á cabo de tantos trabajos, de bam-
'bre , de sed , de calor y de frio,
de injurias y arrentas para morir
en cruz , y.todo esto por mí : des-
pues reflicti~ndo ~~ algo.n pro-
vecho espiritual. ·
Acabar con un. coloquio asi .co-
mo en la ·p1·ecedente contempla-
cion, y coa un P ater noster.

La tercera contemplacion será.


repeticion del primero y segundo
B.xercicio.

Despnes de la oraciou prepara~


toria, y de los tres prrimholos, se
hará la repeticion del primero y.
segundo E~ercicio, notando siem-
pre algunu partes mu .priacipa·
08 E'SEl\ClCI08
les , donde baya sentido la peno-
na algun conocimiento , con~ola­
cioo ó desolacioa , haciendo asi-
mismo un coloquio al 6n, y . un
Pater noste~.
En esta repetieion y en todas
las siguientes se llevará la misma
órden de proceder, que se llevaba
en las repeticiones de la primera
semana , mudando la materia , ?
guardando la forma.

La quarta co11.templacion será re-


peticion de la primera y se9unda,
de la misma manera que se hizo
eR la sobredü:ha repeticion.

La quinta será traer los cinco


•mfidos. sobre !a .primera y se-
gunda contemplacion..

Despoes de la oracion prepara-


toria y de los tres _pre.ámbolos,
aprovecha el J!88ar de los cinco
&e?tidos de la 1maginacio~ por la
primera y segunda contemplacion
de la manera siguiente.
El pI'Ílllero punto es, ver las per-,
Bs.rrllíTlrALZ8. ~
sonas con la vista imaginativa, me·
ditando y contemplando en parti·
colar sos circllnstancias , y sacan·
do algun provecho de la vista.
El segundo, oir con el oido lo
que l1ahlan ó pueden hablar ; y re·
flictiendo en sí mismo sacar dello
algun provecho.
El tercero, oler y gustar con el
olfato· y con el gusto la infinita
suavidad y dolzOl'a de la Divini-
dad , del ániwa , 'Y de sos virtu-
des, y de todo, segun fuere la
persona que se contempla, reflec-
tiendo en sí mismo , y sacando
provecho dello.
EJ qnarto, tocar con el tacto,
así· como ahrazat y beaar los Inga·
res donde las tales personas pisan
? se asientan, siempre procurando
de sacar provecho dello. ·
Acabarse ha con un coloquio
como en Ja primera y segunda
contemplacion , y con un Pater
noster.
Primera nota , es advertir para
toda esta semana y ias otru si-
guientes, que solamente tengo de
00· EDl\CICI08
leer el misterio de la contempla·
cion que inmediate tengo de ha-
cer, de manera que por entonces
no lea ningun misterio que en
aquel dia ó en aquella hora no ha-
ya de hacer , porque la considera-
cion de un misterio no estorbe i
la consideracion del otro.
La seguntla, el primer Exercieio
de la Encaroacion se hará á la
media noche : el segundo en ama-
neciendo : el tercero á la hora de
Misa: el quarto á la hora de V ís-
pel"as ; y el quinto antes de la ho-
ra de cenar , estando por espacio
de una hora en cada uno . de los
cinco Exercici09 , y la misma ór-
den se llevará en todo lo si-

gwente.
La tercera es de advertir, que
si la persona que ~ce los Exerci-
cio1 es '\'iejo , ó débil, ó aunque
fuerte , si de la primera semana ha
·quedado en alguna oaanera débil,
es mejo~ que en esta segunda se-
mana , á lo menos algunas veces,
no ee levantando á media noche,
~eer ' la mañana una contempla-
E8PllllTt1A.LBS. 81
cion , y otra á I• hora de Misa,
y otra antes de comer., y sobre
ellas una repeticion á la hora de
Vísperas , y · despues el traer de
los sentidos antes de cena.
La qnarta, en esta segmida se-
mana en todas las diez adiciones
que se dijeron .en la primera se-
mana, se han de mudar la · segun·
da , la sexta , la séptima, y en par·
te la décima : en la segunda será
luego en despertándome poner en-
frente de mí la contemplacion que
tengo de hacer , deseando mas co-
nocer el Verbo eterno encarnado,
para mas le servir y seguir: y la
sexta será traer en memoria fre.
quentemente la 'Vida y misterios
de Christo Nuestro Señor, co-
menz.ando de su Encarnacion hasta
el lnf: ó misterio 'Jne voy con-
temp do : y la séptuna seri , 'l':le
tanto se debe guardar en tener
obscuridad, ó -claridad, usar de
buenos temporales ó di-versos qoan-
to sintiere que le puede aprove-·
char y ayudar para JaaUar lo 9.°e
desea la persona que &e exereita:
82 B'XEl\CICI08
y eo la décima adicion , el que se
exercita se debe haber segun los
misterios que conten1pla : porque
algunos piden penitencia y otros
no , de manera que se hagan todas
las diez adiciones con mucho coi.-
dado.
La quinta nota , en todos los
Exercicios dempto en el de la me-
dia noche,! en el de la mañana,
se tomará el equivalente de la se-
gunda adicion de la ma.n era que se
sigue : luego en acordándome que
es hora dd Exercicio que tengo
de hacer, antes que me vaya po-
niendo delante de mí á dond~ voy,
y delante de quien , resumiendo
wa poco el EU1r<!icio que tengo
de hacer , y despues , haciendo la
tercera adicion , entraré en el
Exercicio.
El segundo dia , tomar por pri-
mera y segunda contemplacion la
presentaciori en el Templo , y la
hoida como en destierro á Egip-
t? : y sobre estas dos contempla-
C10nes se haPán dos repeticiones,
'1 d traer de los cinco aentidos
E8PIMTtJALY.S. 63
sohl'e ellas, de la roisina manera
que se hizo el dia precedente.
Algunas ' 'eces ap1·ovccha, aun-
que el que se cxercita sea recio y
dispuesto , el mudarse tlesde este
segundo dia basta el quarto incln·
sive, para mejci,r hallar lo que se
desea , tomando sola una contem·
placíou en amaneciendo, y otra á
la 'hora de Misa , y ;repetir sobre
ellas á la bQra de Vísperas, y traer
los sentidQs antes de cena.
El te-.:ooro dia, co~o el Niño
Jesus era obediente á . sus padres
en Nazareth, y tomo despues le
hallaron en el 'J;' emplo : y asi eon-
sequenter hacer las dos repeticio-
nes , y traer los cinco sentidos.
Preán1bulo para considerar ti•
tados.
" Y a consjderado el exemplo que
Christo N 11estro SeñoJ." nos ha. da-
do para el primer estado , que es
en custodia de los ~andamientos,
siendo é] en obediencia á sus pa-
dres : y &$imismo para el aegundo,
que es de. perfeecion Evangélica,
84 EXE1\Cl<ll05
quando quedó en el Templo, de..
xando á sus padr'e adoptivo y su
madre natural po.r vacar en poro
serricio de su Padre eternal; co-
menzaremos juntamente contem-
plando su vida, á investigar ! á de-
mandar en qué Vida ó estado de
nosotros se quiere servir so J)ivi-
na Magestad.
Y asi para alguna introduccion
dello, en el primer Exereieio si-
guiente veremos la intcneion de
Christo Nuestro Señór , ! por el
contrario la del enemigo de natura
humana : y como no~ debemos dis--
poner para venir en ¡,erfeccion en
qualquier estado ó vida que Dios
Nuestro Señor nos diere para
elegir. ·

Bl quarto día , meditacion de dos


banderas, la una de C/1risto, su-
ma Capitan y Señor nuestro ; la
·otra de Lucifer, ttt0rtal enemi.90
r '1e nuestra hu.rnana natura.

La sólita oraeion preparatoria.


El p~imer preámbulo es la bis·
ESPlD.lTUALES. GIS
toria : será aqui c-0mo Cbristo lla-
ma y quiere á todos debajo de su
bandera , y Lucifer al contrario
debajo de la suya.
El segundo, composicion vien-
do el lugar: será aqui ver un gr~
campo de toda aquella region de
c,-i-
J erusalen ' á. donde el sumo
tan general "de los buenos es Chri1-
to N ucstro Señor : otro campo eu
region de Babilonia, do rule el can-
dil.lo de los enemig-os es Lucifer.
El tercero, de1nandar lo qoc
quiero: y será aqui pedir conoci-
miento de los engaños del 111al cau-
dillo , y ayuda para de ellos oie ·
guardar, y conocimiento de la vida
verdadera que muestra el sumo y
verdadero Capi.tan , y gracia para
le imitar.
El primer pnnto es imarrinar asi
como si se asentase el caudillo de
todos los eneuügos !-?D aquel , gran
· campo de Babilonia como en una
gran cátedra de fuego ! bruno, en
figura horrible ! espantosa.
El segnndo, considerar como ha-
ce Uaniam.iento de inñ er~•
G6 EXEl\.CIOIO!
demonios, y como los esparce á los
unos en tal ciudad, y á los otros en
otra, y asi por to.do el mnndo , no
dexando provincias, lugares, esta-
dos ni personas algunas en parti-
cwar. .
El te1·cero, considerar el sermon
~ les hace, y como les amonesta.
para echar redes y cadenas : que
primero Layan de tentar de codl-
.cia. de riquezas (como suele ut in
pluribus) para que mas facilmente
vengan á vano honor del roun,lo , y
despues á crecida soberbia : de ma-
nera que el primero escalon sea de
riquezas, el se&undo de honor, el
tercero de soberbia, y dcstos tres
escalones ioduce á todos los otros
• •
VlClOS.
Asi por el contrario se ha de
imaginar del sumo y Yttdadero Ca-
pit~ , que es Christo Nuestro
Senor.
• El primero punto es, considerar
como Christo Nuestro Señor se
pone en un c-ran campo de aquella
·Tqpon de .Jerusalen, en logar hu·
milde , hermoso y gra~ci.,..06..,,o
~----
E8PlillTUALKS. 6'1
El segundo, considerar éomo el
Señor de todo el mundo escoge
tantas pe~sonas, Apóstoles, Diseí-
pulos, etc., y los envía por todo el
mundo esparciendo sn sagr.ada doc-
trina por todos estados y condicio-
nes· de personas.
El tercero, considerar el sermon
que Christo Nuestro Señor hace á
todos sus siervos y amig·o s que á
tal jornada envía , encomendándo-
les que á todos quieran ayudar en
t1·acrlos primero á suma pohteza
espiritual, y si su Divina·lllages·>
tad fuere servida y los quisiere ele-
gir no menos á la pobrc..-za nclual;
scg,'Undo á / deseo de 1 oprobrtt>s '!•
menosprecios , porque (}estas dos
cob '\S se signe la humildad : de
manera t{UC sean tres escalones , el
primero pobreza contra riquezac
el segundo o¡,rohrio 6 inenospre-
cio 'contra el bonot· mundano : el
tercero liumi.ldad conb•a Ja sober-.
bia: y dcstos tres escalones induz-
gan á tollas las otras ,;/tudes.
Un coloquio á nuestra Seño,.
porque 1ne alcance gracia de su
88 •Dl\C1C109
Dijo y Señor para ~ue yo sea reci-
bfllo debaxo de iu. bandera, ! pri-
mero en sumá pobreza espiritual,
1 si sn Di-vina Magestad loen
servido 'Y me quisieré elegir y re-
cibir no menos en la pobreza ac-
toaJ; segundo, en pasar oprobri0s?
~juri~s por :mas en ellas_l~ i~tar,
solo qn~ las pueda pasar s'!1 peca-
do_de ·nmguna persona, m d1spla-
ecr dt? su· Divina Magestad , y con
esto· una Ave Maria.
Pediit otro tanto al Rijo para
que m\t.alcance de el Padre, y con
ato decir Anima: Chri.fti.
Pedir otro tanto al Padre para
·qne él me lo conceda; y decir un
Pater noster.
Este Exercicio se hará á media
necbc , y despnes otra ' 'ez á la ma-
ñana., y ·se Laráu dos repeticiones
deste mismo á la liora de llisa y '
la hora. de Vísperas , siempre aca-
hudo · con los tres coloquios de
Nuestra Señora, del Hijo y del
l!•dre ; y el de los binarios que se
•pe • la hora antes de cenar.
E8Pil\1TUAL'ES. 69

El mismo quarto dia se l1a9a me.


ditacion de t1·es binarios de hom
bres pat•a abrat.ar el mejor.

La sólita oracion preparatoria..


El primer preámbulo·, es la hls-
torja, la qual es de tres binarios de
hombres, y cada WlO' dellos ha ad..i
quirido diez llll1 ducados, no pur
ó debidamente por amor de Dios;
y quieren todos salvarse, ! ballar en
paz á Dios Nuestro Señor, 9.uitan
do de sí la gravetlad y impedimento
que tienen para ello en la afeccion
de la cosa acquisita.
El segundo , com¡osicion vien-
do el logar: será aqw ver á mí mis-
mo como estoy delante de ~jos
Nuestro Señor y de todos sus san-
tos. para desear y conoscer lo que
sea mas grato á la su Di,ioa
bondad.
El tercero , demandar lo que
quiero: aqui será pedir gracia para
elegir lo que mas ' gloria de su Di-
ñna Magestad , y salud de nü áni-
ma sea.
70 --~ -
El primero binario, querría ~-
tar .el ~ect.o c¡u.e •• la .cesa iKqwli-
ta tiene para IHJ1'i- eu. pu , . Dios
N~t~. Séíior: 1y, eaberse A!Alvar; y
1
no pone los medios basta la hora de
la muerte.
El eep.ndé;quiere qvituo ~ afec-
to, mu ailili ·k quiere.fjllitar. ~
tp.ede=.coil.: la eosa. i ·•tlepisita ; .de
manera .que illi..7eng., Dl0e .dónde
él quie~ ·: y W> determina de de-
-sarla para.u· á Dioe , ,a1UICJ~. fileae·
el1 mejor ·asWlb :~a él•
.El tercer~; 'l~e cp~ el afee·:
to , mas ;ansa le;.ya¡ee -~D.itar; qae
tamhien ·no le tieae :afeecion··á 'te-
ner la cosa ºacquisita, .Ó.no .~e.aer,'si
no:quiere solamente ·quererla· ó l\O.
qu~rla, seguá que Dios Nu~t.ro
SeñoP le pondrá;en.. vohmlad, y á la.
tal per8ona-le1parecerá,.111ejor· pan·
servicie y. tial;aoZÍl . de ..su. Div~na
• I •
Magestad ·; y entre tanto . tpi~e
haur cuenta q~ 'todo 1lo-.dejá ~11
atedot, :pw~icrido ,fdel'& .d.e n<>.qne-
NP aqv.e&l, Dil •ti-a :;cesa ·nidg:u~,
stno la: 91io~ soloiJ!l'sél'v..im~ -d~
Dios Nuestro S etor : de' llMWci'll
ESPITil:tUALES. 71 \
•1uc el deseo ,de mejor .poclcr ~ r•"
vir á Dios N' uc.sA1·0 SefM,1· le 1uuc-
va ú to1nar la cosa ó dexarla. 0 , ~
Bncer los n1ismos tres cvlot111io~ .
'l"e se hiciCJ.'on eu l¡t coulc1npl4-
cion prccctlcntc ~e ~as Jos. ~.an·¡
tlel'as. u,
Es de notar, •c1ue c¡uauJ.o no "-
otros sentinlos nfecto ó rep~ancia
contra Ja pobreza actual, c¡~o
uo somos indiferentes á pobreza ·
i·iqocza, mocho ap1·0,-ecl1a para
tingoir C'l tal afe.clo desordc~tlo
pedir «?n los coloquios {aunque · s~a
contra la carne) que el Señor l~
elija en pobreza ac·tunl: l c¡ue ~l
<1uiere, pide, ~· SHplica solo qu" se
scJ'vicio v• alah1tnza de ID su Dh1u~
honllacl. ;J e .
'J t
El quilito dia , contem¡Hacion. ~P;
brc la .partida de C/1.1·isto nue.fr
tro &101· desde Ncu.aretA tCl t·io
Jordan, y ~mo fue bauti~aflo. ·.
Esta COP.templacion se ~á una
vez á ~ ~edia noche, !'Ol~ vcz¿J,e
mañana ; y dos rcpeticione~ iobr'
'7i auacretos
ella ' la hora de Misa y Vísperas;
y antes ·tle cena traer sobre ella los
cinco sentidos en cada uno destos
aneo Exércicios , preponiendo la
sólita .oracioii" preparatoria y los
tres p#eámbulos , ~gnn que de to-
do esto está declarado en la c_gn-
t•rlacion de la Encatnacion y del
Nác1miento , -y ·aCJ1JbaDdo con · los
tres ·coloquios de los tres binarios,
ó gegun la nota que se sipe- des-
pues de los binariós. ·
~l examen parti~· despaee de
comer, y despues de cenar se hará
'6bre·t'8 faltas y n~gligencias cer-
ta los·Exercicios y adiciones Cleete
dia , y asi en tos que ·se· siguen.
!El sexto dia, e()ntemplacion co-
mo Cbrist~ Nuestro Señor fue
desde el río Jordan ·al desierto., in-
dósive, lle•and6·en 'td'do la b,Msma
fo'rina ~e 1M el ~~i _
; · ·El' ~i~«,.dia; como Sentó An..
dres 'r y ofr6s· 9ig'uiet'l>n;. ' Chriato
Nnestro Señor. ·
.' :El ocüvó '~~ •1.·.•rmoa·-del
.........
-'ente'
. •de Jbí·óehi..
,, y 'Wma ' eat....
ESPlRl'l'IJALES. '13
El nono, como Christo Nuestro
Señor apareció á sus wscípulos so-,
bre las ondas de la m~o.·. .
El décimo, como el Señor predi-
caba en el Templo.
El undécimo , de la Resurree·
cion de Lázaro.
El duodécimo , del dia de
llrunos. 1
La príma nota es, tJUC en las con-
templaciones desta segunda senia-
na, sec1ln que (',ada uno quiere po-
ner tiempo , ó segun que se apro-
vechare, pdcdc alongar ó abreviar:
si alongar toman<Io los 1nisterios de
la Visitacion de nuestra Señora á
Santa Elisabet , los pastores , la
Circuncis'ion del Niño J esus, y los
tres re!es , ! asi de otros : y si
abreviar, aun quitar de los. que es-
tán puestos: po?qoe. esto ~s dar UD'J
introdnccion y modo par• despucs
mejor y mas ,cumplidamente con-
,templar. ·
1 La segunda, la materia de l&#l
elecciones se comenzará desde ia
contemplacioa de Nuareth al .-Sor-
.. mclusive ' ciue e' el
dau ' tomando
'14: s:mac101os
quinto dia, segun que se declara en
lo siguiente.
La tercera, antes de entrar en las
elecciones para hombre afectarse á
la vera doctrina de Christo Nuestro
Señor, aprovecha mucho
considerar y advertir en las
siguientes tres maneras de
humildad, y en ellas considerando á
ratos por todo el dia: y asimismo
haciendo los coloquios, segun que
adelante se dirá.
La primera manera de humildad es
necesaria para la salud eterna; es á
saber, que asi me baxe y asi me
humille quanto en mí sea posible,
para que en todo obedezca á la ley
de Dios Nuestro Señor, de tal suerte,
que aunque me hiciesen señor de
todas las cosas criadas en este
mundo, ni por la propia vida
temporal no sea en deliberar de
quebrantar un mandamiento, quier
divino, quier humano, que me
obligue á pecado mortal.
La segunda es mas perfecta
humildad que la primera, es á saber,
si yo me hallo en tal punto que no
EVlatTtJ:AiJ.~S. . . 7lt;
quier<>, ni me afecto 1nas á tener
riqueza, que pob1·eza_; á <(JlCl'Cr ho~
nor, guc desJ•ono1· ; á desear vidai
larga ,. que corta , siendo igual scr-
vicio de Dios Nuestro Scñor,:y sa-
lud de mi ánima: y con esto, que
por todo lo- criado , oi ¡>01·quc la vi-1
da me quitasen , no sea en delibe-
rar de hacer un pecado venial.
La tercera es lru1uildad petfec..,
tísiina; es á sabei·, quando inclu..
yendo la }Jrimera, y segunda, sieu·
do igual alabanza, -y gloria de la Di-
vina ilac·cslad, poi' i1nifar, ypare-
cei· 1nas actuuhnente á Claristo
Nnestro Seüor, quiero, y elijo 1nas
poln·eza con Clu·isto poh1·e, .c¡ue ri-
qneza; op1·ol5rios con Christo lleno
dell~, que honores ; ·y dcscru.· rnas
-set• cstimoJ.o por vano, y loco pol'
Cbristo, c.1oe p1·in1cro fue tenido por
tal, que por ~abio, ni prudente en
este muudo. ·
Asi , pora quien· dc~·a alcanzar
esta tc1·cc1·a huri1aaad,. 1ot'lcho apro-
ycclta hacer los tres coloquios d~
los biruu·ios ya dichQs J picl~endo
que el Señor .N.ucstro le quiera ele-
'18 anac:1c1os
p ·eneetatercen, .ma19r,:y mejOr
htuaiWad-, par&·IDU le imitar y 86!'•
m; si iguM ó mayor se~c~, ! .i..
Ledsa fa.re t la . ea · Dima lla-
geat.t.

En toda haena eleccion , ea


manto es de nuestra parte, el e>jo
de nuestra inteneioa debe ser,&Ún·
ple , eel·•eate mirando para le
que soy. criado ; es á saber, para
••w»za de Dioa ,Naestro Seaer,
y salvaeion de mi úaima •. Y Mi,
eualqoier cosa que yo eligiere ,
debe ser ' que me ayatte. ,.... el
&n patt que soy eriado , · no o~­
denudo ni titayead& el fin al me•
tlio, mal el medio·.. la 1 asi. eomo
naece 'l.!'e maclao8 eligen primero
~(le mal ee .malio'), y ttec..,.
dario servir á Dios Nuestro Señor
en el casamiento , el cual scr'\'ir á
Dios es 1in: asimismo hay otros,
ci.ue primero quie1·cn haber bcneti·
CJo~, y despucs servir ' Dios e11
ellos. De manera 4.J11e estos no van
ESPmlTUALES. 77
derechos á Dios, mas quieren que
Dios venga derecho á sus afeceio-
nes desordenadas ; y por consi-
guiente hacen del 6n medio , y del
medio fin; de snertc, ~ qne lo que
Lahian de tOJllar primero , toma~
postrero : porque primc1·0 hemos
de poner por objeto querer servir
á Dios, que es el fin; y secundario
tomar beneficio , ó ·casarme si mas
me conviene, que es el medio para
el fin: asi ninguna cosa me debe
mover- á tomar- los tales medios , ó
á privarme dellos, sino solo el ser-
vicio y alabanza de Dios nuestro Se-
ñor, y la salad eterna tle mi ánima.

Pa1·a tomar noticia áe qué cosas se


debe liacer eleccion; y contiene en
sí qua(ro puntos, y una nota •.

. El primero punto: es necesario


que todas cosas de las qualcs que-
remos hacer- eleéciou, sean' indife-
rentes, ó buenas en sí>· y que mi-
liten dentro. de ~ la> Santa Madre
Iglesia hierárquiea , y no malas , ui
·rep~nantes ' ella.
78 B'S.BllCICl9'J
Sep.,d& ' hay ''ºª8 cosas· t:pte'
uen aebajo de elecciOll _iwautable;
aai co8lo. son sacerdocie , mattime-,
nio., etc.·; hay ..otras q~ cáen de-:
h.jo de elecciea mutable , a8i. eoirlo
son tomar bene6.cios , ó dej.rlos;
tomar bienes temporáles , . (). la•-
zallo8.
Te.rcel"O# en la eleeeion.inmilta·i
ble , que ya.'. uaa ~eZ ·ae-. La . heeJMt¡
ttleeeion, n•. t...y mas :.q ue elegir,
poJcjue no se paede deiatar,.. A.si
como es sacerdocio , ·matri.monio-1
ek~ Solo es 4e mirat, 1qtae si'no ha
beclao eleecion .i'*cla y··~4emde.,
meete· sin afecoiMll8 •&ol'déna~
arre~ntiéndose procure hacer bue-
• · vula .en su eleeciuo1 la culrd.e~
CtOB llO parece que sea 'fOC:aciqll
diváaa, por,se.r ~~¡4\11 .~.~eaa­
da y oblicua , coR¡P mucho1t en esto·
~e.n--, h~ieudo .'1e ehliRi1a, ió de
mela eleeeioa v~cien .divioa 1 ~
qlle •Á.J-
-lUI

V.~
d.l!f'Wa
. , ;!1~8 lil¡EfD•
. .
pe pUN,. y W.pia , .etia·mh.tton:de
~·, .¡. u -., .r~..algasáá
·11 eso.rd~paifa,
Quarto: si :a l¡ 11 e ".h ·lat1e\at ~
ESl'll\ITUALES. 79
cion debida ! 01·dcnadamente de co-
sas que están debajo de eleccion
mutable, y no llegando á carne ni
á mundo, no ~ay para que de nue-
vo haga clecc1on ; mas en aquella
perfeccionarse quanto pudiere.
Nota. Es de advertir, que si la
tal cleccion mutable no se ha hecho
sincera, y bien or.d cnada, entonces
aprovecha haee1· la eleccion debi-
dan1ente, qnien tuviere deseo que
dél salgan frutos nota1>les , y muy
apacibles á Dios Nuestro Scño:r.
TJ•es tietnpos 71ara. liacet· sana, y
bu.e11a eleccion en cada uno de1
ellos.
El primer tiempo es, qoandOl
Dios Nuestro Señor así mueve y
atrae la , ·oluntatl , <1oc sin dudar,
ni poder dnclai- la tal ánima devota1
sigue {t lo que es mo's trado : asi co•
mo sau Pablo, y san· llatheo lo hi-
cieron en segull.· á Cltristo Nuest1·0
Señor.
El segando , quaodo se torna
asaz claridad y conocimiento por
c1peri.encia de consolaciones y flc-·
80 EDllCICJOS 1
solaciones , y por experiencia de
disuecion de varios espirilos.
El tercero tiempo es tranquilo,
considerando primero para qué es
nacido el ho1nhre; es á sahu, para
alabar á Dios Nuestro Señor, y sal-
var· su ánima: y esto deseando, eli-
ge por medio una -viCla ó estado
dentro de los límites de la Iglesia,
para que sea ayudado en servicio
de su Señor, -y salvacion de su áni-
ma. Dixe"'t iempo tranquilo , quan-
do el ánima no es agitada de varios
espíritus , y usa tlc ·sus potencias
naturales, libera y tranquilamente.
Si en él pri1ocro, ó segundo tiem-
po no se hace eleccion , sígnense
cerca de este te1•ccro tiempo dos
modos para hac~rla.

El prirnero modo para l111eer sana


y buena eleccion ; contiene en n
seis puntos.
El primer punto es proponer
delante la cosa sobre que quiero
hacer cleeeion ; asi como un oficio
ó hene.Gcio, para tomar, ó dejar Ó
Bl•JUT17AJ.•I. 8'1
de otra cualquiera cosa, que cae ~n
eleecion mutable.
Segundo, es menester tener por
objeto el fin para que soy criado,
que es pru.'a nlaLar á Dios Nncstro
Señor , "Y salvar n1i ánima : y con
esto hallarme indiferente, sin afec-
cion alglma desordenada; de ma-
nera que no esté inas inclinado ni
afcctado á tomar la cosa propuesta,
que á dexarla ; ni n1as á dcxarJa,
que á tomarla , mas que me halle
como en medio de un peso para
seguir aquello ·que sintiere ser n1as
en gloria y alabanza de Dios Nues-
tro Señor, y salvacion de mi ánima.
T ecero , pedir á Dios nuestro
Señ1>r quic1·a 1nover mi volunlad y
poner en mi ánima lo que yo llcho
hazer acel'ca de la cosa propuesta
que mas Sll al3banza y gloria sea:
discuniendo bien y fielmente con
mi entendimiento, y eligiendo con-
forme su santísima' y beueplácitn
voluntad.
Q oarto, considerar raciocinando
cuantos cómmodos ó provechos se
me siguen con el {encr el oficio
ma maolCI08
ó Lea:w.Mie propuesto i-• aohi la
alaban u de Dios Nuestro Señor, 1·
Mlud de mi ánima -: y por .e l con-
tivio coasiderar uimisino les in-
eci~dos, y·peligros. 'f1le hay en el
te11er. Otro tanto Lae1eado en la
aepatla parte' es á saber, mirar
10& eómmodos y provechos en el ·no
taer: y uimismq 'POI' el co11trafto
loe iaeómmodoe y peligros en el
mismo no tener. .
. Quiatie, despues que asi he dis-
currido y rac:iocinad.o 4 todas, ~'
tes sobre la ·eóea p~pósi~, ~
donll.e mas· la razon· Se ~diae ~ y
ui segun la mayor mbcion néional,
y. no mocion alpa seos~al, se de-
he t.er deli.beracion sobre la cosa:
pnpósita.· .
· Sexto , hecha la tál eleccion , ó'
deli.beracioo , · debe ir la persona.
que tal ha ·heclio con mneba dili-
¡encia á la oracíon delante de Dio.
Nuestro. Scño,r; y otrherle la ·tell
eleccion, para que su Divina ~a-­
geñad la quiera reeei.ir y coür-
mar., siendo -su mayor servieio y·
•lt•·nza.
ESPll\ITlJ ALES.

El Se!Jundo modo para ltacer sa-


na , y buena eleccion ; contiene
e71, sí q1iatro reglas, y una
nota.

La primera es, que aquel amor


que me mueve y me hace elegir la
tal cosa descienda de aniba del
amor de Dios; <le forma, que el que
.elige sienta primero en sí que "quel
amor mas ó menos que tiene á la
cosa que elige, es solo por su Cría-
,dor y Señor.
La segunda, wirar á nn homh:re
que nunca he visto ni conocido , y
deseando yo· toda su perfeccion,
considerar lo que yo le diría ')Ue
hiciese , y eligiese p~a mayor glo-
ria de Dios Nuestro Señor, y ma-
yor perfeccioo de su ánima: y ha-
ciendo yo asimismo guardar la re-
gla que para el otro pongo.
La tercera , considerar oomo si
estuviese en el artículo de la muer-
te la forma y medida que entOD-
. ees querría haber tenido en el mo-
do de la presente eleccion: y re-
84 •nae1c1ot
glútdoine por aquella , laaga en to-
ilo la mi determioaeion.
La quarta, mirando y conside-
nado eomo me -hallaré el dia del
jaieio, pensar como entonces quer-
ría haber deliberado á cerca la cosa
presente ; ! la regla que entonces
querría haber tenido , tomarla ago·
ra, po1•qoe entonces 1ne 11alle con
entero placer y gozo.
Tomadas las reglas sobredichas
para mi salud y qnietnd eteroa,
Jaaré mi eleeeion, y 0J1lacion·á. Dios
N uesb·o Señor , conforme ·al sexto
punto del primero inodo de hacer
eleccion.

p.,.. et11Mlldm", y reftmrUllr 1"


pr.opi11 11ida y estado.
Es .te adftl'tir , que aeerea ie
los que eet4a eoD&titoidos ea pre-
latura , ó en matrimonio ( quier
a'r'rden maeho de I• .J.ieaea tem.·
ponies? quier DO) donde DO tieMD
1.,,..,
o muy.fromp~a montad . .
n hacer eleCcion de lu ·c••:,r
eaea ••sw de. eleceion . m ,
EtPIRITUALES. 8tS
aprovecha mucho, en logar de ha•
cer eleccion , da1• f orina, y modo
de enmendar , y reíormar la pro·
pria vida, y estado de cada uno de
ellos, es á saber, poniendo su crea-
ciou, vida , y estado para gloria, y
alabanza ele Dios Nuestro Señor, y
salvacion de su propria ánima. Pa-
ra venir, y llegar á este Gn, debe
mucho consideral.", y ruminar por
los Exercicios , y n1odos de elegir
segun q~e está declat•hdo ; quánta
casa , y familia debe tener ; cómo
la debe regir, y_goberoar; cómo la
debe enseñar con palabra, y con·
exemplo. .4simismo de sus facul-
tades ; (]uánta debe tomar para su
familia ! casa·' y quánta ptta dis-
pensar en pobres , y en otras cosas
pias , no queriendo , Dl buscando
· otra cosa alguna, sino en todo , y
poi· todo mayor alabanza y gloria
de Dios Nuestro Señor. Porque
piense cada uno que tanto se apro·
veehará en todas ~osas espirituales,
quanto saliere de su proprio amor,
querer, y interese.
·T ERCERA SEMAN,&..
S,4 prinM.-a contemplacion á 141
..i;.... ~6e-. ea ; ..como, Ckristo
N~lro;~r fue desk Betha.-
.m. 1'~" ...leru•alea á lq, últiJM
.(!et14 inp(tfs.ive 1 ' eo•fÍetae ea A
.¡,,, lt~;.n F''f. .~aloria., tre.a pi!~
á•JN ., aeia .JHf.ntos. , 1J •n
colof¡uio.
La ·.sólita o~ion ·~toria.
El primer pM•l>ulo es trlleJ'
la hi,.toria, ~ e& ~qui como. CJuie..
te Nuestro Señor desde Bethaoia
envié do1 Discipulo1 ,4 kus.ien
' ·up•~jar : .Ja.. ~eoa: i despaes él
mUIDO Cae .á ella éon los Otl'O& dia-
~ípulot :J cQmo despues ,de ~
comido ,Corde~ Pasqul, J ha-
IMr c~~~o, les 'lavó los pies,.y.d.ió
•• sant.,uno cuerpo , y prec108a
''"'I'* á. &U.8? Di&eípuloe, y lea hizo
llll•mon de.epues que fue ¡uau'
" ..~, .. se;;..
El segundo., COIDl"'Ji-=i~ :ne.
do el lupr' Hr' aqui couidenr
B8Pll\IT1JALB8. 87
el camino desde Dethania á .Jera-
salen , si ancho, 8Í aogosto , si lla-
no, etc. Asimi!lmO el lugar de la
cena, si grande, si pequeño,_si de
una manera, ó si de otra.
El tercero , demandar lo que
quiero: será aqui dolor, seotimieJa..
z
to , ! confusion po~ue P?r .mis
-pecados va el Senor á la pas1on.
El primer punto ea ver las per-
sonas Cle la cena , y reftictiendO en
mí mismo, procu:tar de sacar algun
provecho de ellas.
El segundo , oir lo que hablan,
! ansimismo sacar algun proveche
de ello.
El tercero, minr lo que hazea,
y sacar provecho.
. El quarto , considerar lo ~
Christo nuestro Señor padece ea
la humanidad, ó quiere padecer,
·segun el paso qoe se conte~pla : J
aquí comenzar con mucha f nerza,
y esforzarme á doler, tristar, y n.
rar , ! asi trabajando por .los otros

puntos que se siguen.
El quinto , considerar como la
divinidad se esconde , es á saber,
88 EXBllCICI08
-eómo podria destruir á sus enemi-
-gos, y no lo haze; y cómo dexa pa-
decer la sacratísima humanidad tan
crnd~ísimamente.
El sexto , considerar como todo
esto padece por mis pecados, etc.
·y que debo yo hazer, y padecer
por él.
.Acabar con un coloquio á Cbris-
-to Nuestro Señor, y al fin con un
·Pater noster.
Es de advertir , como antes , y
en parte está declarado, que en los
.coloquios debemos de razonar , y
,p edir.segun la subjecta materia, es
á saber, segun que me hallo tenla·
.do, ó ·consolado ; · ! segun que de-
seo haber una virtud, ó otra; se-
gun que quiero disponer de mí á
una parte , . ó á otra; segun que
quiero dolerme ó gozarme de la
eosa que contemplo: finalmente pi-
diendo aquello que mas e&cazmen-
te ,cerca. algunas cosas particulares
deseo. Y ·desta manera puede ha-
zer un solo -coloquio á Chl'isto
nuestro Señor ; ó si la materia, ó
la devocion le commueve, puede ha-
B8PllllTt1A.LB8. 89
zer tres coloquios, uno.á la Madre,
otro al Hijo , otro al Padre , por
la misma forma que está dicho ea
la segunda semana, en la medita-
cion de los dos binarios , con la
nota que se sigue á los binarios.

Segunda contempltreion á la ma-


ñana , será desde la cena al
huerto inclusive~

La sólita oraeion preparatoria.


El primer preámbulo es la hü-
toria , '! será aqui como Christo
Nuestro Señor descendió con sos
once Discípulos desde el monte
Sion, donde hizo la cena, para el
-valle de Josapbat, dexando los ocho
en una parte del valle , y los otrQS
tres en uoa parte del huerto: y p.o -
.niéndose en oraeion , suda sudor
como gotas de sangre : y despuea .
que tres vezes hizo oraeion al Pa.
i'lre, y despertó sos tres DisefpQ"
los; y despues que ' su voz caye-
ron los enemigos, y .Jodas d*ndo-
le la paz, y San Pedro derrocando
la oreja á Maleo , y Cbristo po"
90· EXEllCICJOS
niéndose)a en su lugar; siendo pre-
so como malhechor, le llevan el va-
lle á haxo , y despues la cuesta ar-
riba para la casa de Anas.
El segundo es ver el logar: será
aqaí considerar el camino desde
monte · Sion al valle de .Josaphat,
y ansimismo el .huerto , si ancho,
si .largo , si ·de u.na manera , si de
otra.
El tercero es de1nandar lo que
quiero. Lo qoal es proprio de de-
mandar en la Pasion , dolor con
Christo doloroso , quebranto con
Christo quebrantado, lágrimas, pe·
aa interna de tanta peoa que Chris-
to pasó por mí.
· En esta segunda contemplacion,
tlespues que está puesta la oracion
preparatoria , con los tres preim-
hulos ya dichos, se teroá la mis-
ma forma de 1rocealer por los pon-
tos y coloqu10 que se tuvo en la
primera contemplacion de la cena:
1 ' la hora de Misa y V ásperas se
harán dos repeticiones sobre la
primera y segunda contemplacion;
? deepues antes de cena se trael'Úl
E8PllllTUALB8. 91
loe sentidos sobre las dos sobredi·
chas contemplaciones, siempre pre-
poniendo la oracion preparatoria,
y los tres preámbulos , segun J.
subjecta matea·ia , de la misma Cor..
ma que está dicho y declarado en
la segunda semana. .
Se&UD la edad , disposicion , y
temperatura ayuda á la persona
que se exercita , hará cada dia lo~
cinco exercicios, ó menos.
En esta tercera sem•ne, se mu-
darán en parte la segunda y se~ta
adiccion. La segunda será luego·
en despertándome , poniendo de•
lante de mí á dónde voy, 'y.á qué,.
resnmiendo un poco la contempla-
cion que quiero hazer, segun .el
misterio fuere, esforzándome.mien-
tras me levanto , y me visto , en
entristecerme , y dolerme de tanto.
dolor y de tanto padecer de Chris-.
to Nuestro Señor. La sexta se mu-
dará, no procurando de traer pen-·
samientos alegres , aunque buenos
y santos , asi como son de Resur-
reccion, y Gloria, mas antes indu-.
ciendo á mí mismo á dolor , '1 á.
99 BXERCICIOI
pena, y quebranto , trayendo en
memoria frequente los trabajos; fa-
tigas, y dolores de Cbristo Nuestro
Señor, que pasó desde el punto
que nasció, hasta el misterio de la
Pasion , eo que al presente me
hallo.
El examen particular sobre los
Exercicios, y adicciones presentes,
ae hari asi como se ha hecho en la
semana pasada.
El segundo dia , á la media ne-
ehe, ~a contemplaeion será desde el
huerto á casa de Anas inclusive: y
á la mañana , de casa de Anas á
casa de Caipbas inclusive : y des-
pnes las do8 repeticiones, y el traer
de los sentidos , segun que está ya
dicho.
El tercero dia , á la media no-
ehe, de casa de Caiphas á Pilato in-
clusive : y_ á la mañana, de Pilato á
Herodes inclnsive : y despoes las
repeticiones , y sentidos , por la
misma forma que está ya dicho.
El qoarto día, á la media noch.e,
ile Herodes á Pilato , haciendo , y
i:ontemplando hasta la mitad de los
l:SPJl\ITUALES. 95
.misterios de la ruisma casa de p¡.;
lato : y despues en el Exercicio ·de
la mañana los otrog misterios que
quedaron de la misma casa ; y las
repeticiones, y los sentidos , como
está dicho ..
El quinto dia, á la media noche,
de casa de .Pilato hasta ser puesto
en cruz: y á la mañana desde que
f'ue alzado en cru:z, hasta que espi-·
r~ ; y despues las dos repeticiones,
y los sentidos..
El sexto dia·,_., la. media noche,
desde la croz deseendiéndole hasta
el monumento exélusive : y á la
mañana dende el monumento inclu-
sive hasta la casa donde Nuestr•
Señora fue , despues de sepultado
su Hijo.
El séptimo dia , contemplacion
de toda la Pasion junta en el Exer-
cicio de la media noche , y de la
mañana : y en lugar de las dos re··
peticiones, y los sentidos, conside-
rar todo aquel dia, quanto mas fre-·
quente podrá, como el cuerpo sa-
cratísimo de Chr.isto Nuestro Se-
ñor quedó desatado, y apartado del
9.1 KDBCICIM
úüma; y dónde, y cómo sepultado.
Ansimiemo considerando la sole-
dad de N nestra Señora con tanto
dolor y fatiga ; despues por otra
parte la de los Discípulos.
Es de notar, que quien mas se
quiere alargar en la Pasion , ha de
tomar en cada contemplacion .me-
nos ·misterios : es á saber , en la
primera contemplacion solamente
la cena; en la segunda' el lavar de
los pies: en la tercera, el darles e.l
Sacrameiito: en la .cDarta, el ser-
mon que Christo les. hizo ; y asi
por, las otras éootemplaciones , y
misterios. Asimismo , despuee de
acabada la Pasion, tome un dia en-
tero la mitad de toda la Pasion: y
el segundo dia, la otra mitad: y el
tercero día , toda la Pasion. Por el
eontrario·quien quisiere mas abre-
Wu- en la Pasion, tome á la media
aoche la cena, y á la mañ•na el
lauerto, á la hora de la Misa Ja casa
de An•e; á la hora de Vísperas la
asa de Caiphas , en logar de la
Lora antes de cena la casa de PUa-
to: de manera que no haciendo re-
ES.Pll\1Tt1ALB8. 9a
peticiones, ni el traer de los senti-
dos, haga cada dia cinco Exercicios
distintos, y en cada uno Exercicio
distinto misterio de Chrjsto Nues-
tro Seño1·. Y despues de asi aca-
bada toda la Pasion , puede hazer
otro dia toda la Pasion junta en
un ~xercicio ó en diversos, como
mas .le parecerú que aproveclu.r se
podrá.

Re9las pa1·a ordenarse en el co-


1ner para adelante.

La primera regla es, que del pan


.conviene menos abstenerse , por-
que no es manjar sobre rl cual el
apetito se suele tanto desordenar,
ó á que la tentacion insista, como
á los otros manjares.
La se&UDda, acerca· del beber
rarece mas có1noda la abstinencia,
que no acerca el con1er del pan•
.Por tanto se debe mucho mirar lo
que hac~ provecho i,>ara admitir, y
lo que hace daño para )anzallo.
La tercera , ace1·ca de los ·man-
jares, se debe· tener la ma?or, y
96 EXEl\CICI08
mas entera abstinencia , porque asi
el apetito en desordenarse, como
la tentaeion en investigar son mas
prontos en esta parte. Y asi la abs-
tineneia en los manjares para evi-
tar· desorden se puede tener en
dos maneras , la una en habitWll'Se
á comer manjares gt'.Uesos; la otra,
si delicados, en poca cantidad.
La quarta, tpiardándose. que no
cayga en enfermedad, quanto mas
hombre quitare de lo conveniente,
alcanzará mas presto ~l medio. que
debe tener en su comer , y beber,
poi' dos razones: la primera,_ f?1"·
que asi ayudándose , y disponién-
dose, muchas vezes sentirá mas las
internas noticias,. consolaciones , y
divinas inspiraciones para mostrár-
sele el medio que le conviene : la
segunda , si la persona se vee en la
tal abstinencia , y no con tanta
fuerza corporal, ni disPosicion pa"'.
ra. los Exercicios espirituales, fá-
cilmente vendrá ' Juzgar lo que
conviene mas á su snstentacion cor·
poral.
La quinta, mientras la persona
E8PIRITUALE8. 97
co1ne , considere como que vee '
Chri~to Nuestro. Señor comer con
sus Apóstoles; y cómo bebe, y có-
mo mira, y cómo. habla; y procure
de imitarle•. De manera que la prin-
cipal parte del entendimiento se
oeape en la.consideracion de Nues-
tro Señor ; y la menor en la sus-
tentacion corporal , porque asi to-
me mayor concierto,. y órden de
cómo se debe haber, y gobernar•.
La sexta , otra vez mientras co-
me puede tomar otra· consideraeion
ó de vida de Santos , ó de alguna
pia contemplacion , ó de algun ne-
gocjo espiritual que haya de hacer:
porque .estando en la tal cosa aten-
to , tomar• menos delectacion y
sentimiento en el manj~ corporal.
La séptim~, sobre todo se guar-
de que no esté todo su ánimo in-
tento en lo que come : ni en el co-
n1~r vaya apresurado por el apetito,
sino.que sea señor de sí, an$ ea
la manera del comer , como en lit
quantidad que come.
L~ octava, para quitar desorden,.
mucho aprovecha que ,. despues de
98 EUlBCIClOS
comer , ó despnes de cenar , ó en
otra hora, que no sienta apetito de
comer , determine consigo para la
comida , ó cena por venir, y asi
eonsequenter cada dia , la cantidad
que conviene que coma , de la cual
por ningon apetito , ni tentaeion
·pase adelante, sino antes por mas
vencer todo apetito desordenado,
y tentacion del enemigo , si es ten-
tado á comer mas, coma menos.

QUART A SEllANA.
La primera conte1nplacion. como
Christo Nuestro Señor apareció
,¡.Nuestra Setwra.

La sólita oracion preparatoria.


El primer preámbulo es la his·
toria , que es aqui como despues
que Christo espiró en la cruz, y el
cuerpo quedó separado del ánima,
y con él siempre unida la divinidad,
la ánima beata descendió al in6.er-
no , asimismo unida con la divini·
dad; de donde, sacando á las áni-
mas jnstu, ·¡ viniendo al sepulcro,
E8PllllTUA.L'ES. 99
y resuscitando, apareció á su ben-
dita Madre eu cuerpo y ánima.
El segundo , composicion vien-
do el lo11ar , que será aquí ver la
dispesic1on del santo St>pulchro, y .
el lugar, ó casa de Nuestra Señora,
mirando las partes della en parti-
cular; a8imismo la cámara, ora-
torio, etc.
El tercero , demandar lo que
quiero , y será lllJUÍ pedir gracia
para me alegrar , y ~ozar intensa-
mente de tanta gloria , y gozo de
Christo Nuestro Señor.
El primero., segundo, y tercero
punto sean los mis1nos sólitos que
tuvimos en la cena de Cbristo Nues-
tro Señor.
El qnarto , considerar como la
divinidad , •1ue ·parecía esconderse
en la Pasion , paa·ece y muestra a-
hora tan miracolosamente en la san-
tísima Resurrcpcion , por los ver-
. dadcros y santísimos efectos della.
· El quinto , m'i rar el oficio de
consolar que Christo Nuestro s~
ñor trae, y comparando como unos
amigos suelen consolar A. otros.
fO() BXBBCICIOS
Acabar con un coloquio, ó colo-
quios segun sobjecta materia, y un
Pater noster.
En las contemplaciones siguien-
tes se proceda por todos. los. 1niste-
rios de la Resnrrepcion de la ma-
nera que abaxo se sigue , basta la
Ascension inclusive , llevando , y
teoiendo en lo restante la misma
forma y manera en toda la .sema-
na de la Resurrepcion, que se·tuvo
en toda la semana de la Pasion. De

suerte, que por esta prllllera can-
templacion de la Resurrepcion se
rija en quanto los J!reámbulos , se-
gun ·s ubjecta materia, y en «Jllanto
los cinco puntos sean los uusmos;
y las adicciones que están abaxo
sean las mismas : y ansi en todo lo
que resta , se puede regir· por el
modo de la semana de la Pasioo,
• • • • •
as1 como en repet1c1ones , cinco
sentidos, en acol'tar , ó alargar los
misterios ..
La segunda nota, comunmente
en ~sta quarta semana es mas con-
Yeo1ente que en las otras tres pa-
sadas , hazer cp.atro Exercicios , y
ESrlB.ITUALKS. 101
no cinco. El primero, luego en le-
vantando á la mañana : el · segun-
do , á la hora de Misa , ó antes de
comer en lugar ele la primera repe-
ticion: el tercero, á la hora de V ís-
peras, en lugar de la segunda repe-
ticion: el quarto, antes de cenar,
trayendo. los. cinco sentidos sobre
los tres. Exercicios del mismo dia,
notando, y baziendo pausa· en las
partes. mas principales, y donde ha-·
ya sentido mayores mociones , y
gustos espirituales.
La tel'Cera ,. dado que en todas .
las conten1placione_s se dieron tan-.
tos puntos. por número cierto , asi. ·
como tres, ó cinco, etc., la persona
que contempla, puede poner mas,
ó menos,. segun que mejor se ha-.
llare. Para lo cual mucho aprove-.
cha antes de entrar en la eontem--
placion conjeturar , y señalar los
puntos que ha de tomar, en cierto.
111ímero.
En esta. qnarta- semana en todas.
las diez adicciones se han de mu-
dar la segunda , la sexta , la sépti-·
ma, ! la décima. La segunda, será
f (}i :ES.BRCICI08
luego en despertándome , poner en
frente la contemplacion que tengo
de bazer, queriéndome afectar , y
alegrar de tanto gozo, y alegría de
Christo Nuestro Señor. I~a sexta,
traer á la memoria , y pensar cosas
motivas á plazer , alegría , y gozo
espiritual, asi como de gloria. La
séptima , usar de claridad , ó de
tcniporales cómodos , asi como en
· el verano de frescura , 'Y en el in·
"Vicrno de sol , ó calor , en cuanto
el ánima piensa , ó coniecta que la
puede ayudar para se gozar en su
Criador, y ~edemptor. La décima,
en lugv de la penitencia , mire la
temperancia, y todo medio, sino es
en preceptos de ayunos , ó absti-
nencias que la Iglesia man~a: por·
que aquellos siempre se han de
cumplir, si no fuere justo impe·
dim.ento.

Contemplacion para alcan'4r


el amor.
Primero con'Viene advertir en
dos cosas : la primera , que el amor
BSPDUTUA.L:ES. 105
se debe poner mas en las obras·
que en W palabras: Ja SeffUnda ' el
amor consiste eu comDDicacion de
las dos partes: es ' saber, en dar.y
comunicar el amante al amado lo
que tiene, ó de lo que tiene, ó pue-
de ; y asi por el contrario , el ama-
do al amante. De manera que si .e l
uno tiene seiencia dar al que no la
tiene, si -honores, si riquezas; y asi
el otro al otro.

Oracion sólita.
Primer preámbulo es composi-
cion , que es aqui ver como estoy
delante de Dios Nuestro Señor, de
los. Angeles , de los Santos inter-
pellantes por mí.
El seguado, pedir lo que quiero:
será aqui pedir couoscimiento in-·
terno de tanto bien recéhido , para
que yo enteramente reconociendo
pueda en todo amar , y servir ' su
divina Magestad. .
El primero punto es , traer á la
mem~ria los lteneficios rescihidos.
de creacion , redempcion , y dones
particulares , ponderando con mu-
f 0.4 EURCICIOS
cho afecto quánto ha hecho Dios
Nuestro Señor por mí , 'Y quánto
me ha dado de lo que tiene, y con-
secuenter el misn10 Señor desea
dárseme en quanto puede , segun
su ordenacion divina. Y con esto
reftectir en mí mismo considerando
con mucha razon , y instancia lo
que yo debo de mi parte o&ecer
y dar á la su divil,la Magestad , es
á saber, todas mis cosas, y á mí mis-
mo con ella!'\ , asi como quien ofre-
ce , .rectándose mucho : '.fomad,
Señor, y recebid toda mi libertad,
mi memo1•ia , mi entendimiento , y
toda mi voluntad , todo mi haber,
y mi poseer : vos me lo dístes , á
vos Señor lo torno , todo es vues-
tro, disponed á toda vuestra volun-
tad. Dadme vuestro amor y gracia,
que esta me basta.
El segundo , mirar como Dios
habita en las criaturas , en los ele-
mentos dando ser , en las plantas
vegetando , en los animales sensan-
do , en los hombres dando enten-
der: y asi en mí d'8dome ser, ani-
mando , sensando , y haziéndome
1!!8Pla1Tt1AL:RS. f.O!S
entender; asimismo haziendo tem-
plo de mí siendo criado á la simili-
tud , y imagen de su divina Mages-
tad : otro tanto reflictiendo en mí
mismo por el modo que está dicho en
el primer punto, ó por otro que sin-
tiere mejor. De la misma manera se
hará sobre cada punto que se sigue.
El tercero, considerar como Dios
trabaja , y labora por mí, en todas
cosas criadas sobre la haz de la. tier·
ra , id est, habet se ad madum la-
borantis, asi como en los cielos,
elementos , plantas , fructos , gana-
dos , etc. dando ser , conservando,
vegetando, y sensando, etc.; des-
poes retlectir en mí mismo.
El quarto, mirar como todos los
bienes , y dones descienden de ar•
riha , asi como la mi medida poten-
cia de la summa, y_ infinita de arri-
hv, y asi justicia , bondad, piedad,
misericordia, etc. asi como del sol
descienden los rayos, de la Cuente
las aguas, etc. Despues acabar re-
flictiendo en mí mismo , segun está·
dicho. Acabar con un coloquio , ?
un Pate·r JWster.
100 BDBCllC108

7'res naodos de orar , y primero


sobre mandamientos.

La primera manera de orar e.s


cerca de los diez mandamientos , y
de los siete pecados mortales , de
las tres poteJieias del ánima , y de
los cinco sentidos corporales. La
qual manera de orar es mas dar for-
ma , modo y exercicios, como el
ánima se apareje y aproveche en
ellos, y para que la oracion sea
acepta, qne no dar forma ni modo
itlguno de orar. Primeramente se
baga el equivalente de la segunda
adiccion de la segunda semana ; es
á saber , antes de entrar en la ora·
cion, repose un poco el espíritu ,
asentándose , ó paseándoee, como
mejor le parecerá , considerando á
dónde voy, y á qué. Y esta mÍ81D8
~diccion se hará al principio de t~
dos modos de orar.
. Una oracion preparatoria , asi
como pedir gracia á Dios Nuestro
Señor para que pueda conoscer en
lo que he faltado •cerca de los die~
E8Pll\ITUALES. IO'J
naandamientos : y asimismo pedir
gracia y ayuda para me enmendar
adelante , demandando perfecta in·
teligencia dellos , para mejor gua.r•
daJlos , y para mayor gloria y ala·
banza de su Divina .Magestad.
Para el primero modo de orar
conviene considerar y pensar en el
primer man,lamiento cómo le he
guardado, y en qué he faltado , te·
n~endo regla por espacio de qu~ea
dice tres veces Pater noster, y tres
veces A ve María: y si en este tiem-
po hallo faltas miAS, pedir venia, y
perdon dellas, y decir un Pater
noater. Y dcsta misma manera se
haga en cada uno. de los diez man-
damientos. · ·
Es de notar, que quando hom-
bre TI.Diere á pensar en un manda--
miento, en el qua) ha~ que no tie-
ne hábito ~inguuo de pecar, do es
menester qne se detenga tanto tiem·
po: mas seC'an qne hombre halla en
sí que mas ó menos estropieza en
aquel mandamiento, asi ·debe, mas
ó menos , detenerse en la conside--
11cion· y escrutinio dél. Y lo mi.-
:108 BllllCICIOS
mo se guard~ en los pecados mor·
tales.
Despnes de acabado el discUl'SO
ya dicho sobre todos los manda-
mientos, acusándome en ellos, y pi-
diendo gracia y ayuda para enmen-
darme adelante, base de acabar con
un coloquio á Dios Nuestro Señor,
segun suhjeta materia.

Segundo, sobre pecados mortales.


Acerca de los siete pecados mor-
tales , despues de la adiccion , se
haga la oracion preparatoria por la
manera'ya dicha, solo mudando que
la materia aquí es de pecados que
se han de e.vitar , y antes era de
·mndamientos. que se lum. de guar-
dar : y asimismo se guarde la ór-
den y regla ya dicha, y el·coloquio.
Para mejor conocer las faltas
hechas.en los pecados mortales,~mí­
rense sos contrarios : y asi para
mejor evitarlos proponga y procure
la persona con santos Exercicios
adquirir y tener las siete Tirtudes á
ellos contrarias.
BSPllUTUALES. 109
Tercero, sobre las potencias del
• •
anima.

En las tres potencias del ánima


se guarde la misma órden y regla
que en -los mandamientos , hacien-
do su adiccion, oracion preparato·
ria, y coloquio.

Qu.arto' sobre ros cinco sentido1


corporales.

Cerca Jos cinco sentidos corpo•


nles se tendrá siempre· la misma
ól'den mudando la materia dellos.
Quien quiere imitar en el uso de
sus sentidos á Cbristo Nuestro Se-
ñor , encomiéndese en la oracion
preparatoria á so Divina Magestad:
)' despues de considerado en cada
un sentido, diga un .Ave Maria, ó
un Pater noster. Y quien quisiere
imitar en el oso de los sentidos á
Nuestra Señora, en la oracion pre-
paratoria· se encomiende á ella, pa-
ra qo~ le alC4Ulce gracia de su Hijo
y Senor para ello: y despues de
t.10 llDBCIC108
considerado en cada un sentido, di·
ga un A.ve Maria.
&gunilo modo de orar es con.lena·
piando la sig1iificacion de cada
· palabra de la oracion.
La misma adiccion que fue en
el primero modo de orar, sed en
este segundo.
La oracion preparatoria se hará
conforme á la persona á quien se
endereza la oracion.
El segundo modo de orar es que
la persona de ·rodillas , ó asentado,
eegon la mayor dispoeicion en que
se halla, y mas devocion le acompa·
ña, teniendo los ojos cerrados ó
hincados en un logar sin andar coa
ellos variando , diga Pater: y esté
en la coosideracion desta palalwa
.tanto tiempo , q11anto halla signi&·
• •
.uc1ones , comparaciones , gusto ?
eonsolacion en consideraciones.per-
.tinentes á la tal palabra. Y de la
misma manera haga en catla palabra
del Pater noster, ó de otra oracion
'{oalquiera , que desta manera qai-
mere orar.
l!:8PIBITUALB&. 111
La primera regla es, que estad
de la manera dicha una hora en to.
do el Pater noster , el qual acaba-
do, dirá un Ave María, Credo,
Anima Christi, y Salve Be9ina,
vocal ó mentaln1ente , segun la ma-
nera acQstumhrada.
La segunda regla es, que si la
persona que contempla el Pater
noster, hallare en una palabra ó en
dos tan buena materia que pensar,
y gusto , consolaeion , no se cure
pasar adelante aunque se acabe la
hora en aquello que halla : Ja qual
acabada dirá Ja resta del Pater no-
ster en Ja manera acostnn1ht"ada.
La tcrcel'a es, que si en una pa-
labra ó dos del Pater noster se tle~
tuvo por una hora entera, otro dia
quando querrá tornar á la oracion,
diga la sobredicha palabra , ó ·las
<los , segun ·que &e suele : y en la
palabra que se sigue inmediatamen-
te comience á contemplar, segun
que se dixo en la segunda regla.
Es de advertir, que acabado el
Pater noster.1 en uno ó eu muchos
dias, se ha de hacer lo mismo coJi
111 Bd1lCICl08
el Ave María, y d~spues con las
otras oraciones, de• forma que por
algun tiempo siempre se exercite
en una dellas. ·
La segunda nota es , que acaba.
bada la oracion en pocas palabras,
eonvertiéndose á la persona il quien
.. orado , pida las virtudes ó gra-
cias de las cuales siente tener ma.s
necesidad.

Terce1·0 naoclo de orar será por


'
com1'as.
La adiccion será la misma que
foé en el primero y segundo modo
de onr.
La oracion preparatoria será eo-
1110 en ~ .s egundo modo de orar.
, El .t ercero modo de orar es, que
con eada un anhélito ó resollo, se
ha de orar mentalmente diciendo
una palabra del Pater noster, ó de
otra eracion que se rece : de ma-
nera que una sola palabra se diga
entre un anhélito y oh·o; y mien-
tras durare -el tiempo de un anhé-
lito á .. otro, se mire principalmente
E8Pll\IT11A.LBS. f 15
en la significacion de la tal palabra,
ó en la persona á 11uien reza , ó eu
la baxeza de sí mismo , ó en la di-
ferencia ele tanta alteza ó tanta ],..
xeza propria. Y por la misma for-
ma y regla procederá en las otras
palabras del Pater noster y las otras
oraciones , es á saber , A ve María,
Anima Cbristi , Credo , y Salve
Regina hará segun que suele.
La .Primera regla es, que en el
otro daa, ó en otra hora que quiera
orar, diga el Ave María por com-
pás, -y la8 otras oraciones segun que
suele , l ansi consecuentemente
procediendo por las otras.
La segunda es , que quien qui•
siere detenerse mas en Ja oracion
por compás, pueda decir todas las
sobre dichas oraciones ó parte de
ellas, llevando la misma órden del
anhélito por compás , como est'
declarado.
fj,4 BDB.CICIOS

LOS MISTERIOS
DE LA. VIDA

DE CHRlSTO NUESTRO SEÑOR.

Es de advertir en todos los mis-


terios siguientes , que todas las pa-
labras que están inclusas en parén-
thesis son del mismo Evangelio, y
no las que están de Cuera: y en ca-
da misterio por la mayor parte ha-
llarán tres puntos para meditar y
contemplar en ellos eón mayor fa-
cilidad.
1>11 la Anunciacion de Nuestra
Señora escribe san Lucas e1' el
primero cap. litt. E.
El primer .punto es, que el An-
gel san Gabriel saludando á Nues-
tra Señora, le significó la Concep-
cion de Christo Nuestro Señor.
( Ent,.a.ndo el Angel cí donde esta·
bcs Maria , la saludó diciéndole:
1!8Pll\1TtrAL'ES. llo
.D ios te salve llena de gracia : con-
cibirás en tu victi.tre, y parirás un
hijo).
El segundo , confirma el An~el
lo que dixo á Nuestra Señora, s1g-
ni6cando la concepcion de san Juan
Baptista, diciéndole: (Y mira que
Elisabet tu parienta ha concebido
un hijo en su vejez).
El tercero , respondió al Angel
Nuestra Señora: (He aqui la sier-
"ª del Señor, cúmplase en mí se-
gun tu palabra).
De la visitacion Je Nuestra Se-
ñora á Elisabet dicp san Lucas en
el l. cap. 1itt. D. .

Primero, como N oestra Señ~


'Visita8e á ·Elisabet , san Juan Bap-
tista estando en el vientre de su
madre, sintió la visitacion que hizo.
Nuestra Señora. (Y como oyese
Elisabet la salutacion de Nuestra
Señora , gozóse el ni1io en el vien-
tre della: y llena del Espíritu San-
to Elisabet exclamó con una gran.
voz y dijo: Bendita seas tii entre
lf6 BllllCICllOI
la.1 m•gere8, y bendito sea el fr11.-
to de tu vientre).
Segundo, Nuestra Señora canta
el cántico diciendo : ( En9ran<lece
,,.¡ánima al Señor).
Tercero, (María estuvoconElá-
sabet casi tres meses , y. despues
se torrió á su casa).
Del Nacimiento de Chri.ato Nues-
tro Señor dice san Lucas en el
cap. 2. litt. a. b.
Primero , Nuestra Señora y su
esposo Joseph van de Nazareth á
Betblen. (Ascendió loseph de Ga.
lilea á Bethlen para conocer sub-
jeccion tí Cesar, con Maria su es·
posa y mu9er ya preñada).
Segnnd6, (Parió su Hijo pri·
mogé1iilo , y lo e1ivolvi6 en paños,
y lO puso en el pesebre).
Tercero, (Llegóse una m•ltitull
de exército ·celestial que tlecia :
Gloria 1ea á Dio8 en los cielos)-
E8PllllT1JALB8. 117

De los Pastores escribe sanLucas


en el cap. 2. litt. B. C.
Primero, la uatividad de Chris-
to Nuestro Señor se manifiesta á
los Pastores por el Angel. (Mani-
festo cí 11osotros grande goU>, por-
que hoy es nacido el Salvador del
mundo). .
Segundo , los Pa8tores van á
Bethlen. ( Vinieron con priesa, y
hallaron cí María y tí Joseph y al
Ni,io puesto en e_l pesebre).
'fercero, ( 7'ornaron los Pasto-.
res glorificando y alabando al Se-.
ñor ).

De la Circuncision escribe '""


Lucas en el cap. ! ; litt. E.
Primero , circuncidaron al Niño
lesos.
Se~do, (El nombre dél es lla-
mado .Tesus, el qual es nombrado
del Angel ante que en el vientre
se concibiese).
Tercero , tornan el Niño á su.
fl8 •DllCICI09
Madre, la qnal tenia compasion de
la sangre que de su Hijo salia.

De los tres Beyes Magos escri-


be san Matheo ea el cap. 2.
litt. A.
Primero, los tres Reyes Magos,
guiándose por la estrella, viniaon
á. adorar á J'esus diciend9: (Vimos
la estrella del Oriente, y venimos
ci adorarle).
Segundo , le adoraron y le ofre.
cieron dones. ( Postrándose por
tie•·ra lo adoraron, y le presentaron
dones . oro, encienso y mirra).
Tercero, ( Becibieron respuesta
estando durmiendo que no torna-
.sen á Herodes, y por otra 11ia tor·
naron á su regio•)·

De la Purificacion de Nuestra
Señora, y Bepresentacion del Niño
.Tesus escribe san Lucas en. el
cap. 51. litt. D. E.
Primero, traen al Niño Jesos al
Templo ·para que sea representado
ESPIRITUALES. t.19
al Señor como primogénito ; y
ofrecen por él (un par de tórtolas
ó dos hijos de palomas).
Segundo , Silneon viniendo al
templo ( tomólo en sus bra~os) di-
ciendo: (Al101·a, Seiior, deja á tu.
siervo en paz).
Tercero , Anna ( \liniendo les-
pues confesaba al Señor, y l1ablaba.
dél á todos los que esperaban la
redempcion de lsrael).

De la /n,ida á Egipto escribe san


Matheo en el cap. i. i ·tt. C.
Primero, Herodes quería matar
el .Niño Jcsus, y asi mató los loo-·
centes : y ante de la muerte dellos
amonestó el Angel á Joseph que
huyese á E1;ipto (levántate y tonia
al Nii"io y á su Mad1·e , y liuye á
E9ipto).
Segundo , partióse para Egipto
( el qual levantándose de noche
partióse á Egipto).
Tercero, (estuvo alli hastca la
muerte de Beroiks).
1~0 EXEB.CICIOS

De como Christo Nu,estro Señ.6r


tornó de Egipto escribe san JJl.atheo
er& el cap. 9. litt. D.

Primero, el Angel amonesta á 3 o-


1eph para que torne á Israel (le-
vtintase y toma al Niño y su Ma-
dre, y"" á la tierra de Israel).
Segundo , levantándose vino ea:a
la tierra de Israel.
Tercero, porque reinaba Arche-
lao hijo de Herodes en Judea, re-.
trúxose en Nazaretb.

De la vida de Christo Nuestro Se-


ñor desde los doce año" hasta los
treinta escribe san Lucas cap(-
tulo 2. litt. G.
Primero , era obediente á sus.
Padres.
Segundo, ( ap roveclaaba · e1' str-
piencia, edad y gracia).
Tercero , parece que exercitaba...
la arte de carpintero, como maes-
tra significa~ san Marco en el capí·
BSPIRITUAL•s.. Üf
tulo 6 (¿por ventura es este·"'luel
carpintero?).

De la venida de Christo al Tem-


plo quando era de edad de doce
años escribe san Lucas en el
cap. i. litt. F.
Primero , Christo Nuestro Se-
ñor de edad de doce años asceadió
<le Nazareth á Jerusalen.
Segundo, Chr1sto Nuestro Se-
ñor quedó en J ernsalen, y no lo su-
pieron sos parientes.
Tercero, pasados los tres dias le
hallaron disputando en el '.femplo,
y asentado en medio de los docto-
res : y demandándole sus Padres
dónde hahiaestado, respondió:(¿no
sabeisJ,ue en las cosas que son de
nii Pa re me conviene estar?)

De como Clu·isto se 'baptiw escribe


aan .Matl.eo en el cap. 3. litt.• D.

Primero , Cbristo Nuestro Se-


ñor, despues de laaberse despedido
de su bendita Madre, -vino desde
!99 ZX'El\~ICIOS
Nazareth al rio Jordan, donde es-
taba sao Juan Baptista.
Segundo , san Juan baptizó á
Christo Nuestro Señor: y querién-
dose excusar reputándose indigno
de lo bapti1.ar, dícele Christo: (l•az
esto por el presente , porque asi
es menester que cumplamos toda
la justicia).
Tercero, (vino el Espíritu S,rn-
to, y la voz del Padre desde el cie-
lo afirmando: Est·e es mi Hijo ama-
do, del qual estoy muy satisfe-
cho).

De coino Christo fue tentado escri-


be san Lucas e'n el cap. 4:. litt. A,
y san Matheo cap. 4:. litt. A.
Primero , despues de haberse
haptizado fué al desierto , donde
ayunó cuarenta dias y cuarenta
noches.
Segundo , f oé tentado del ene-
migo tres veces: (~ándose á él el
tenta~or le dice : Si tri eres Hijo
de Dios, dl 9ue estas piedras se
to,.nen en pan: échate de qui aba-
ESPIRITtJALE8. f 25
xo: todo esto que vees· te daré si
posh·ado en tier•·a nie adorares).
Tercero, (vinieron, los Angeles
y le servian)

Del llamamiento de los Apóstoles.


Primero , tres veces parece que
son llamados san Pedro y san An-
dres; primero, á cierta noticia, esto
consta por san Juan en el primero
cap.; segundaria11nente á seguir en
alguna manera á Christo con pro-
pósito de tornar á poseer lo que
J1abian dexado , como dice san Lu-
cas en el cap. o.; tercia1neote pa-.
ra seguir para siempre á Cbristo
Nuestro Sei'lor, san Matheo c.n el.
cap. 4. y san l\farco en el !.
Segundo, llamó á Philipo, como
está en el cap. primero ele san Juan,
y á Matheo, como el mismoJlfatheo
dice en el cap. 9.
Tercero, llamó á los otros Após-
toles, de cuya especial vocacion no·
fiace meocion el Evangelio.
Y tamhien tres otras cosas se
han de considerar. La primera có-
f2,\ BDBCICIOS
roo los Apóstoles eran de ruda y
baja co11dicioo.
La seg-unda, la dignidad á la qual
fueron tao suavemente llamados.
La tercera, los dones. y gracias
JlOr las cuales fueron elevados sobre
todos los Padres del nuevo y viejo
Testaolento.

Del primero milagro hecho en las


bodas de Caná Galilea escribe
san luan cap. 2. litt. A. B.
Primero, fué convidado Christo
N aestro Señor con sus Discípulos
á las bodas.
Segundo , la Madre declara al
Hijo la falta del vino, diciendo:
(no tienen vino) y mandó á los ser-
vidores' (haced qual'luiera cosa que
01 dixere).
Tercero, (convirtió él agua en
vino, y manifestó su gloria, y ere·
yeron en él sus Discípulos).
ESPIRITUALES. {~~

De como Christo Nuestro Señor


echó fuera del Te1np_lo tí los que
vendian escribe san Jrian cap. 2.
litt. c.
Primero , echó todos los que
-vendian fuera del Templo con un
azote hecho de cuerdas ..
Segundo , derrocó las mesas y
dineros de los bauqueros ricos que.
estaban en el ·Templo~
Tercero , á los pobres. qne ven-
dían palomas mansamente dijo:
('luitá esas cosas de aqui, y no·
querais hacer· mi casa casa de.
mercadería).

Del sermon que hir.o Christo en el


monte escribe sat• Matheo en eL
cap. o. lilt. A.. B.
Primero, á sus amados Discípu·
los á parte habla de las ocho Beati.
tudines: (bien aventurad.os los po·
br~s ~ espíritu, los mansos, los
misericordes, los que Uor.an, '6s
'l"e pa1an hambre y sed por la jacs·
f26 EXEl\CICIOS
ticia , los limpios de corazon. , los
pacíficos , y los que 1)adecen per-
secucion).
Seg~ndo , los exorta para que
UBen bien de sus talentos: (asi 1Jues-
tra lu:. alutnbre delati.t'e de fus /1om-
bres par':' que 1Jean vuestras bue-
nas obras, y glorifiquen 1Juestro
Padre, el qual está en los cielos).
Tercero, se muestra non trans-
gresor de la ley, mas consun1ador;
declarando el prt!cepto de no ma-
tar, no fornicar, no perjurar, y de
amar los enemigos: (yo os digo ,¡
wsoh·os que atneis á vuestros ene-
migos, y hagais .b ien ci los que os
aborrecen).

De eomo CAristo Nuestra Serior


h~ sosegar la tempestad del mar
escribe san Matlieo cap. 8. litt. C.
Primero, estando Christo Nues-
tro Señor du1•miendo en la mar, hí-
zose una rrran tempestad.
Segundo, sus Discípulos atemo- .·
rizados lo despertaron : á los qna·
les po1• la poca fé que tenían ~
ESPllllTUALl!S. Ü7
prebende diciéndoles: (¿qué temei•
apocados de fe? )
Tercero , maotló á los "Vientos y
á la mar que cesasen:· y ansi cesan-
do se hizo tranquila la mar; de lo
qual se maravillaron los hombres
diciendo: (¿quién es este al cual el
viento y la mar obetlecen?)

De como Christo andaba sobre la


mar escribe san Matheo cap. t.4:.
litt. c.
Primero, estando Christo Nues-
tro Señor en el monte , hizo que
sus Discípulos se fuesen á la nave-
cilla: (y despedida la turba comen-
zó á hacer 01·acioii solo).
Segundo, la navecilla era com-
batida de las ondas, á la qual Chris-
to viene andando sobre el agua ; y
los Discípulos pensaban que fuese
fantasma.
Tercero , diciéndole!!! Christo :
(Yo soy, no querais lemer) ,sanPe~
dro por su mandamiento vino á él
andando sobre el agua , el qual du-
dando con1enzó á sampuzarse: mas
fi8 BDBCICI08
Christo Nuestro Señor lo libró, !
le reprendió de su poca fé ; y des-
pnes entrando en la navecilla cesó
el viento.

De con o los Apóstoles fueron en-


viados á predica1· escribe san Ma-
tlieo en el cap. 10. litt. A. B.

Primero , llama Christo á sus


amados Discípulos, y dales potestad
de echar los demonios de los cuer-
pos l1umanos y curar todas las en·
f'ermed.a des.
Segundo, enséñalos de pruden-
cia ypaci~neia:(m.irad que os envio
cí oosotros como ovejas en medio
de lobos. :Por tanto, sed prudentes
como serpientes, y simples como
palomas).
Tercero, dales el modo de ir:
(no querais poseer oro ni plata;
lo que graciosamente recebis daltlo
graciosamente): y·dióles materia de
predicar (yendo predicareis dicien-
do: ya se ha acercado el BeiM de
los cielos).
ESPIRITlJALES. {29

De la conversion de la Magda·
lena escribe san Lucas cap. 7.
litt. E. F. G.

Primero , entra la Magdalena á


donde está Christo Nuestro Señor·
asentado á la tabla en casa del Pha-
1·iseo, Ja qual traía un vaso de ala-
bastro licuo de ung.iiento.
Seg1mdo, estando detras del Se-
ñor cerca de sus pies, con lágrimas
los comenzó de reg·ar, y con los
cabellos de su cabeza los enxugaba,
y besaba, y con ungüento los un..
taha.
Tercero, como· el Phariseo acu-
sase á la Magdalena , babia Cbris..
to en defensioo de ella, diciendo:
(perdónanse á ella mucl1os peca-
dos porque amó mucho; y dixo á
la mu9er: tu .fé te ha liecho salva,
vete en paz).
t.30 EUllCICIOS

De como Christo Nuestro Señor


dió á comer á cinco mil liombres
escribe san Mat/1.eo en el cap. f 4..
litt. B. C.

Primero, los Discípulos, como


-ya se hiciese tai·de, ruegan á Chris-
to que despida la multitud de hom·
hres que con él eran.
Segundo, Christo Nuestro Se·
ñor mandó que le truxesen panes:
y mandó que se asentasen á la ta-
,bla; y bendixo , y partió, y dió á
sus Discípulos los panes, y los Dis-
cípulos á la multitud.
Tercero, (comieron y hartáron.·
se, y sobraron doce espuertas).

De la Transfig1iracion de Cliristo
escribe san Matheo en el cap. 17.
litt. A. B.
Primero, tomando en compañia
Christo Nuestro Señor á sus ama·
dos Di~cipulos Pedro, Jacobo y
Juan, (transfiguróse, y su cara
ESPIRIT1JAL'ES. 13{
resplandecía como el sol, y su1
vestiduras como la nieve).
Segundo , hablaba con Moyse ?
Delia.
Tercero, diciendo san Pedro que
hiciesen tres Tabernáculos, sonó
una voz del ciclo que decia: (Este
~s mi llijo- amado , oilde) la qual
voz eomo sus Discipulos la oyesen,
de temor cayeron sobre las caras;
y Claristo Nuestro Señor tocólos y
díxoles: (levantaos y no teu.gais te·
mor, á ninguno di.gais esta vision
hasta que el Hijo del liombre re·
sucite).

De la resurrepcion de Lázaro,
Joannes eap. t.J.. litt. A. B. C. D.
Primero, hacen saber á Christo
Nuestro Señor Ma11.ha -y María la
enfermedad de Lázaro ; la qual sa·
bida se detuvo por dos dias, pa·
ra que el milagro f ucse mas evi•
dente.
Segundo, antes que lo resuseite
pid~ á la una y á la .otra que crean,
diciendo: (Yo soy resurrepcion y
139 BD!RCICIOS
vida: el que cree en mi, aunque sea
muerto vivirá).
Tercero, lo resnscita despues de
haber llorado y Lecho oracion ; y Ja
manera de resuscitarlo fué mandan-
do: ( Láuiro, ven fuera).

De la cena en Bethania , Math.


cap. 26. liU. A.
Primero, el Señor cena en casa
de Simon el leproso , juntamente
~on Lázaro.
Segundo, derrama María el un-
güento sobre la cabeza de Christo.
Tercero, murmura Judas dicien-
do:.(¿para qu~ es esta pe,.dicion de
ungüento?): mas él escusa otra vez
á Magdalena diciendo : ( ¿por qué
sois enojosos á esta muger , pue1
9ue ha hecho una buena obra con-
naigo?)

Domingo de Ramos, MatA. cap. 98


litt. A. B.
Primero , el. Señor envia por el
•sna Y pollino, diciendo: (desatal-
ESPIBITUALBS. f35
dos y traédmelos : y si alguno os
dixere alguna cosa , decid qiie el
Señor los laa me1ieater, y luego lo1
dexará).
Segundo , subió sobre el asna
cubierta con las '1estiduras de los
Apóstoles.
Tercero , le sa'len á recehir ten..
diendo sobre el eamino sus -vesti-
duras y los ramos de los árboles , y
diciendo : ( Sálvanos, Hijo de lJa-
vid, benedito el que viene en nom--
bre del Seño1·, sálvanos en las al~
tu.ras).

De la predicacion en el Templo,
Luc. cap. 19. litt. G.
Primero , estaba cada dia ense..
iiando en el Templo.
Segundo, acabada la predicacion,
porque no habia •1uien lo recibiese
en le,rusalen se volvía á BetLania.

De la cena, MatA. cap. 96. Jo. 1.3


· litt. A.
Primero , comió el cordero Paa..
fM ZXEllCICI08
qual con sns doce Apóstoles, á los
quales les predi10 s•1 muerte: (en
verdad os digo qu.e uno de vosotros
me ha de vender).
Segundo , lavó los pies de los
Discípulos, hasta los de Jodas, co·
menzando de san Pedro , el qnal,
considerando la Magestad del Se-
'" • il_
nor y sn _propia uaxeza , no q'1e-
riendo consentir, deeia: (Señor,
¿ tsí Jne lavas á mí los pies?); mas
BaD Pedro no sabia que en aquello
daba exem¡,lo de l1umildad , y por
eso dixo: (Yo os lie dado exemplo
para que lia!/ais conw yo liice).
Tercero, instituyó el sanctísimo
sacrific~ de la Eucharistía, en gran·
dísima señal de s11 amor, diciendo:
(tomad y comed). Acabada la cena,
Jodas se sale á vender á Christo
Nuestro Señor.

De 108 misterios lieclaos desik 111


cena hasta el liuerto inclusive ,
Math. cap. 26, y Marc. 14.
Primero, el Señor, acabada la
cena y cantando el himao , se fue
IU!Pll\IT17A.LES. 13t)
al monte Olivete con sos Discípu-
r
los llenos de miedo ; dexando.los
ocho en Gethseman1 , diciendo :
(sentaos aquí hasta que ""Yª alU
á orar).
Segundo , acompañado de san
Pedro, ·Santiago y san Juan, o:ró
tres veces al Señor, diciendo: (Pa-
dre, si se puede haeer, pase de mi
este calix; con todo , no se haga
mi voluntad, sino la tuya). Y es-
tando en agonía, oraba mu proli-
:s.amente.
Tercero , vino en tanto temor,
que decía: (triste está mi ánima
/UJsta la muerte), y sudó sangre tan
copiosa , que dice san Lucas: ( au
·audar era como gotas de sangre
que corrían en tierra). Lo qaal ya
supone las vestidoras estar llenas de
sangre.

De los misterios hechos desde el


huerto hasta la casa de Anas in-
clusive, san. Matl•. cap. 2G, san
Luc. 22, st1n Marc. la.
Primero, el Señor se dexa .beear
f38 l::UllCICI08
de ladas, y prender como ladron,
i 10& q..ta dixo: ( cneo cí ladroa
111e ~ 6aliM fÍ prender COI& pa-

f.. y ª""'"; """""º cada flia esla-


6111 con vosotros en el Templo ea-
~, y no me prendistes). Y
dieiend~ (¿cí quiéa bu,~is?) caye-
ron en tierra los enenugos.
SegUDdo , 8llD Pedro hirió á ma

llie:s: del Pontífice, al qoal el man.
saeto Señor dice: (loma tu espada
.
ea 6" .
Blel'VO.
i.gar), y sanó la herida del
Tereero, desamparado de sus
Discípulos , es Demo á Aaas , á
donde san Pedro, que le hahia se-
guido desde les.os, lo negó una ves,
y á Christo le fue dada una bofeta-
da &iéndole : (¿así respoiuks al
Pontifiee ?)

De los misterios hechos desde ca-


sa de Anas · laosla la casa de
Caiplaas im:lu•iue.;
Primero , lo llevan atado desde
casa de A.Das á casa de Caiphas á
donde san Pedro lo negó d 08 ~e-
•&Pllll"11ALB8. t.~7
ces; ! _.irado del Señor (saliendo
fuera lloró amar9a11aente).
Segundo, estuvo lesas toda
aquella noche atado. .
Tercero , allende desto los que
lo tenian preso se burlaban dél , y
le berian , y . le cubrian la cara , y
le daban de bofetadas, y le pregun-
taba.- (prophetiui· nobis, ¿quién es
el que te hirió?) y semejantes cosas
blasphemahan contra él.

De los misterioa heclaoa deade la


casa de Caiphaa haata la de Pilato
incluaive, sañ Matla. cap. i6, san
Luc.i5, sara M'arc. t.iS.
Primero , le llevan toda la mul-
titud de los judíos á _PUaJo , y de-
lante dél lo acusan diciendo : ( A..
este habemos halla® que echaba
á perder nuestro pueblo, y vedaba
pag_ar tributo á Cesar).
Segundo, despues de habello Pi-
lato una vez y otra esaminado, Pi-
lato dicei (yo no hallo culpa nin-
guna).
Tercero, le fue preferid0. ~-
f 38 ZDll.CICIOS
Ms ladron (dieron voces todoa di-
ciendo : no dexe·s cí este , sino á
Barrabás).

lk los misterios hechos desde


easa de Pilato laasta la de He-
rodes.
Primero , Pilato envió á Jeeus
Galileo á Herodes , 'f etrarcha de
Galilea.
Segundo , Herodes curioso le
preguntó largamente, y él ninpna
COM le respondió , aunque los Es-
ui.bu y Sacerdotes le acosaban
constantemente.
Tercero , Herodes lo despreció
eon su exército , vestiéodole eou
1U1a veste blanca.

De loa misterios lrechoa desde etUa.


de Herodes laasta la de Pilato ,
8an Math •.cap. 26, san. Luc. 25,
san Marc. lo,.san .luan t9.

Primero, Herodes lo toma á


eaviar á Pilato , por lo qoal son
BIJl'll\ITUALB.8. 139
hechos amigos, que antes· estaban.

enermgos.
Segundo , tomó ' JesU!f Pilato,
y azotólo : y los soldados hicieron
una corona de espinas, y pusiéron-
1.a sobre su cabeza ; y vestiéronlo de
J,>úrpura , y venían ' él y decian :
(Dios te salve, Bey de los Judíos),
y dábanle de boretadas.
Tercero, lo sacó fuera en pre-
sencia de todos, (salió pues Jesua
fuera coronado de espinas, y ves-
tido tlegrana) y díxoles Pilato: (he
"'l"i aí Hombre), y como lo viesen
los Pontífices daban voces dicien-
do: (crucifica, cruciftcalo).

De los misterios hechos desde ca-


'ª ·de Pilato hasta la cruz inclu-
sive, san Juan eap.19 litt. D.
Primero , Pilato sentado como
Juez, les cometió á Jesus para que
le crucificasen , despues que los
Judíos lo babian negado por Rey
diciendo: (no tenemos Bey, sino ci
Ce1ar).
Segundo, lleva la cruz á cuesw,
f.M) EXEB.CICIOS
y no podiéndola llevar , fue cons-
treñido Simon Cirenense para que
la Ue,'ase detrás de .Jesus.
Tercero , lo crucificaron en me-
dio de dos ladrones , poniendo este
título : ( Jesus No:.areno, &y de
"los Judíos).

De los misterios hechos en la Ci·ur.


san .luan cap. 1.9, litt. E. F. G.
Primero, habló siete palabras en
la cruz ; rogó por los que le cruci-
ficaban ; perdonó al ladron ; enco-
mendó á san.Juan á su Madre, y á'la
Madre á san Juan; dixo con alta voz:
(sitio) ! diéronle hiel y vinagre; di-
xo: (que era desmamparado); dixo
{ácabado es); dixo (Padre, en txa
manos encoinienifu mi e.tpíritr.t).
Segundo , el sol fue escurec1do,
las piedras quebradas, las sepultu-
ras abiertas, el velo del Temr.lo·
partido en dos partes de arriba
abaxo.
Tercero, blasphémanle diciendo:
(tú eres el que desh•uyes el Tem-
plo de Dios, baja de la cruz) fue-
ESPlllIT1JALB8. f-if
ron divididas sos vestiduras, herido
con Ja lanza, su costado manó agua
y sangre.

De los misterios hechos desde la


Cruz hasta el sepulchro inclusi-
ve , ibídem.
Primero, f'ué quitado de la cruz
por J oseph y Nicodemo , en pre-
sencia de su Madre dolorosa.
Segundo, f'ué llevado el cuerpo
al sepulchro, y untado y sepultado.
Tercero, fueron puestas guar-
das.

De la Reaurrepcion de Clarialo
Nuestro Señor, y de la primer"
• •
apancwn suya.
Primero , apareció á la V írgen
María: lo ,-.a1, aunque no se diga
en la Escnptura , se tiene por di-
eho en decir que apareció á tantoit
otros; porque la Escrirtura supone
que tenemos entendimtento , como
está escripto ( ¿tambieK oosotro6 es.;;.
taia sin entendimiento?)
fÜ BDllCICIOS

De la segunda aparieion, saK


Marc. cap. t.6. litt. E.

Primero , van muy de mañana


Maria Magdalena, Jacobi y Salo-
mé al monumento diciendo: (¿quién
nos alzará la -piedr4 de la puertti
dd monumento?)
Segundo , ven la piedra alzada,
'1 al Angel que dice: ( á Jesus Na-
"~"° buscais, ya es resucitado,
"° está aq•í).
Tercero , apareció ' María , la
qual se quedó cerca del sepnlchro,
despues de idas tas otras.

De la tercera aparicion , san


Math. último cap.
Primero, salen estas Marías del
monumento eon temor y gozo gran-
de, queriendo anunciará los Discí·
palos la Resurrepcion del Señor.
Segundo , Christo Nuestro Se-
aor le les ·~eció en el camino, di-
ciéncloles : ( Dioa 01 salve), y ellas
B8PllUTUALB8. {(~
Uegaron y pwiléronse á sus pies , y
adoráronlo.
Tereero, Jesus les dice: (no te-
111.ais. Itl, y decid á mis hermanos
que 11ayau á Galilea , porque allí.
me 11erán).
IJe la quarta aparicion, cap. últi-
mo de san Luc. litt. B.
Primero , oido de las mogeres
que Christo era resuscitado, fué de
presto san Pedro al monwnento.
Segundo, entrando en el monu-
mento, lió solos los paños con que
lué cubierto el cuerpo de Cbristo
Nuestro Señor, y no otra cosa.
Tercero, pensando san Pedro en
estas cosas, se le apareció Christo;
y por eso Jos Apóstoles decían :
( 11erdaderamente el Señor lia re·
sucitado ''!/ aparecido á Simon).

De la quinta aparicion, en el últi-


mo cap. de san Luc.

Primero, se aparesce á los Dis-


·cípulos que iban en Emmaus ha·
blando de Christo.
f .{.4: EXBl\CICI08
Segundo, los reprehende mostran-
do por las Escripturas que Chris-
to babia de morir y resn.scitar: (¡ O
necios y tardos de corazon para
creer todo lo que han hablado los
Prophetas ! ¿no era necesario que
Christo padeciese, y asi entrase
en su gloria?)
'fercero, por ruego dellos se de-
tiene allí , y estuvo con ellos hasta
que en comolgándolos deSa.pareció;
y ellos tornando dixeron á los Dis-
cípulos como lo habian conocido en
la comunion.

De la sexta aparicion, san Juan


cap. W, litt. E. F.
Primero, los Discípulos estaban
congregados por el miedo de los
judíos, excepto santo Tomas.
Segundo , se les apareció Jesus
estando las puertas cerradas ; y es-
tando en medio dellos dice : (paz
con vosotros) •
• '!ercero, dales el Espíritu santo
d1c1éndoles : ( recebid el Espirit"'
santo : á aquellos que perdonár~
B8PIBITUALB8. f4:o
des los pecados , les serán perdo-
nados).

De la séptima aparicion , sari


Juan· cap. go, litt. G.
Primero, santo 'f omas, incrédulo
porque era ahsente de la aparicion
precedente, dice: (si rw lo viere 110
lo creeré).
Segundo, se les aparece Jesus
desde abí á ocho dias estando cer-
radas las puertas , y dice á santo
Thomas: (mete aquí tu ded9, y 11é
la verdad; y no quieras ser incré-
dulo, sini> fiel)~
Tercero, santo Thoma~ creyó
diciendo: l &ii.vr mio , y f>ios rnio)
al qua} dice Christo: (bien aventu-
"""°~ aon los 'l"e no vieron y cre-
yeron).

De la oetava aparicion, sen Juan


cap. último, liu. A. B.
Primero, J'eswi aparece á siete
de sus Discípulos que esbWan pear
cando, los quales por -toda. la no·
1.18 E'XEBCIClo&
che no habian tomado nada : y ex-
tendiendo la red por su mandamien-
t«> (no podian sacalla por la mucAe-
dumbre de peces).
Segundo , \>ºr este milagro san.
Juan le conoció , "Y dixo á san Pe-
dro: (el Señor es), el qual se echó
en la mar, y vino á Christo.
Tercero, les dió á comer parte
de un pez asado , y un panar de
miel: y encomendó las ovejas á san
Pedro, primero enminado tres ve-
ces de la caridad , y le dice : (apa-
cienta mis ovejas).

De la nona aparicion, san Matla.


cap. último, litt. D.

Primero , los Discípulos por


mandado del Señor van al monte
Thahor.
Segundo, Christo se-les apare-
ce y dice: (dada me es toda pote$·
tad en cielo y en tierra)·
Tercero, les envió rr todo el
_•ou~o á predicar, diciendo: (id y
ensenad todO.J lt;is genle8 baptizán·
E8Plll1TUALE8. i.17
dolos ea tumibre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Sancto).

De la décima aparicien en la pri-


mera Epístola á los Corintliios,
cap. la, litt. B.
(Despues fue t>isto de mas de 000
hombres juntos).

De la undécima aparicion, en la
primera Epístola á los Corinthios,
cap. I~, litt. B.
( Aparesció despues cí Santiago).

De la duodécima aparicion.
Apareció á J oseph de Arima-
thea, como piamente se medita y
se lee en la vida de los Santos.

De la décimatercia aparicion, pri-


mera Epístola á los Corinthios,
cap. to, litt. B.
Apareció á san Pablo despues de
la AsceDSion. ( Fioolmente 2 et m•
f.4.8 EX1lll:CICI08
como abortivo se me aparesció ).
Aparesció' Uimbien en ánima á los
Padres Sanctos d~l Limbo: y des-
puee de sacados, y tornado á tomar
el cuerpo , muchas veces aparesció
á los Discípulos, y conversaba con
ellos.

De la A.scension de Claristo Nues-


tro Señor, A.et. l. litt. A.. B.
Primero, despues que por espa-
cio de cuarenta dias aparesció á los
Apóstoles (haciendo muchos ar9u-
mentos y seriaks , y hablando del
reino de Dios) , mandóles que en
JeruSalen esperasen el Espíritu
Sancto prometido.
Segundo , sacóles al monte Oli-
vete (y en presencia deUos fue ele-
vado , y una nube le hizo desapa-
recer de los ojos dellos).
Tercero, mirando ellos al cielo,
les dicen los Angeles: (Varones
Galileos, ¿qué estais mirando al
cielo? Este Je~us, el quales llevado
de ':u.estros ojos al oielo, asi ven-
dra. como lo visteis ir en el cielo).
ES.PIBITUALES. l.49

REGLAS para en alguna manera


sentir y conoscer las t1arias
mociones que en la ánima se
causan; las buenas para rece-
bir, y las malas para lanzar; y
son mas proprias. para la p1·i-
mera semana.
La primera regla : en las perso-
nas que van de pecado mortal en
pecado mortal , acostnmbra cow
monmente el enemigo proponerles
placeres aparentes, haciendo ima-
ginar delectaciones y placeres sen-
soales , por mas los conservar y
• • •
augmentar en sus Tic1os y peca-
dos; en las qo.ales personas elhoen
espirito usa contrario modo , pun-
zándoles y remordiéndoles las con-·
ciencias por el sindéresi de la
razon.
La segunda: en las personas que
van intensamente purr,ndo sus fC:-
cados , y en el serTicio de Daos
Nuestro Señor de bien en mejor
subiendo, es el contrario modo que
en la pr.im.era regla ; porque eo-
f:SO BUllCICIOS
tonces proprio es del mal espíritu
morder , tristar, ? poner impedi-
mentos , inquietando con falsas ra-
zones para que no pase adelante.
Y proprio del bueno dar ánimo 'Y
fuerzas, consolaciones , lágrimas ,
inspiraciones y quietud , facilitan-
do 'Y quitando todos impedimentos,
para que en el bien obrar proceda
adelante.
La tercera de consolacion espi·
ritual : Jlamo consolacion cuando
en el áqima se causa alguna mocion
interior , con la qual 'Viene la áni-
ma á inflamarse en amor de su Cria-
dor y Señor; y consequenter quan-
do ninguna cosa criada sobre la
haz de la tiena puede amar en sí,
sino en el Criador de todas ellas.
Ansimismo qnando lanza lágrimas
motivas á amor de su Señor, agora
sea por el dolor de sus pecados, ó
de la Pasion de Christo Nuestro
Señor , ó de otras cosas derecha·
mente ordenadas en su servicio ?
alabanza. Finalmente, llamo eouso·
l~cion todo aumento de esperanza,
fe y ca.rielad , y de toda leticia in-
B8PllUTtJALB8. lol
terna que llama y atrae á las cosas
celestiales , y á la propria salud de
sn ánima , quietándola y pacillcán·
dola en sn Criador y Señor.
La quarta, de desolacion espiri-
tual : llamo desolacion todo el con·
trario de la tercera regla. Asi como
escuridad del ánima , turbacion ea
ella, wocion á las cosas baxas y ter-
renas, inquietud de varias agitacio-
nes , y tentaciones , moviendo á in-
fide~cia sin esperanza , sin amor,
hallándose toda perezosa, tibia, tris-
te, y como separada de sn Criador
y Señor. Porque asi como la con-
solacion es contraria á la desola-
cion, de Ja misma manera los pen-
samientos que salen de consolacion
ton contrarios á los 'ensamientoe
qne salen de la desolac1on.
La quinta : en tiempo de desoia-
cion nunca hacer mudanza , mu
estar firme y constante en los pro-
pósitos"! determinacion en que es-
taba el dia antecedente á la tal de-
1olacion'; ó en la determinacion en
que estaba en la antecedente con-
1olacion ; porque asi como en la
fol EDBCICIOS
consolacíon nos guia y conseja mas
el buen espíritu , asi en la desola-
cion el malo : con cuyos consejos
no podemos tomar camino para
acertar.
La sexta: dado que en la desola-
cion no debemos n1udar los prime-
1-os propósitos , mucho aprovecha
el intenso mudarse contra la misma
desolacion. Asi como es en instar
mas en la oracion , meditacion , en
mucho examinar, y en alargarnos en
algun modo conveniente de hacer
penitencia.
La séptima : el que está en deso·
lacion , considere como el Señor le
ha dexado en prueba en sus poten-
cias naturales , para que resista i
las Titrias agitaciones y tentaciones
del enemigo; pues puede con el au-
xilio Divino , el qual siempre le
queda aunque claramente no lo sien-
ta; porque el Señor le ha abstraido
su mucho hervor, crecido amor, y
gracia intensa; quedándole tamen
¡rracia suficiente para la salud e·
terna.
La octava: el que está en deso-
BBPllllTtJALES. IW>
lacion , trabaje de estar en pacien-
cia , que es contraria á las ve:ucio-
nes que le vienen ; y piense que se-
rá presto consolado , poniendo las
diligencias contra la tal desolacion,
como está dicho en la sexta regla.
La nona: tres causas principales
son porque nos hallamos desolados.
La primera , es por ser tibios , pe-
rezosos, ó negligentes en nuestros
Exercicios espirituales; y asi por
nuestras faltas se alexa la consola-
cion espiritual de nosotros. La se·
gunda, por probarnos para qoánto
somos, y en quánto nos alargamos
en sn servicio y a1aban~a sin tanto
estipendio de consolaciones y ere·
ciclas gracias. La tercéra , por dar·
nos vera noticia y conoscimiento
para que internamente sintamos
que no es de nosotros traer ó tener
clevocion crescida , amor intenso,
lágrimas , ni otra alguna consola•
cion espiritual ; mas que todo es
don y gracia de Dios Nuestro Se-
"'
nor; y por~e en cosa agena no
pongamos nido alzando _n uestro en·
teodimiento en alguna soberbia ó
f l)-1 BUllCICIOS
gloria vana, atribuyendo á nosotroe
r.devocion ' ó las otras partes de la
espiritual consolacion.
La décima: el que está en con-
selacion piense como se habrá en la
desolacion que despues vendrá, to-
mando nuevas fuerzas para en~
tonces.
La undécima i el que está con-
solado procure humillarse y baxar-
se quanto puede , pensando quán
para J!Oeo es en el tiempo de la de-
solac1on sin la tal gracia ó conso-
lacion. Por el contrario, piense el
que está en desolacion, <Jlle puede
mucho con la gracia suficiente para
resistir á todos sus enemigos , to-
mando fuerzas en su Criador y
Señor.
La duodécima : el enemigo se
laace como muger en ser ftaco por
fuerza y fuerte de grado ; porque,
asi como es proprio de la muger
quando riñe con algnn varon per·
der ánimo dando huida cuando el
hombre le muestra mucho rostro;
Y JlOI' el contrario, si el varon co-
IDlenza ' huir perdiendo ánimo , la
BBPllllTtJAL'E8. lMH
ira , venganza y ferocidad de la
moger es muy creeida y tan sin
mesura ; de la misma manera es
proprio del ene~igo enflaquecerse
y perder ánimo (dando huida sos
tentaciones) quando la persona que
se exercita en las cosas espirituales
pone mocho rostro contra las ten-
taciones del enemigo , haciendo el
oposito per diametrwm. Y por el
eontrario, si la persona qne se exer-
cita comienza á tener temor y per-
der ánimo en sufrir las tentaciones,
no hay bestia tan fiera sobre la haz
de la tierra como el enemigo de na-
tura humana en prosecucion de su
dañada intencion con tan crecida
. .
mal •c1a.
La décimatereia: asimismo se ha-
ee como vano enamorado en que-
rer ser secreto y aó descubierto;
porque , así como el hombre vano
que hablando á mala parte requie-
re á una hija de nn buen padre' ó
á una muger de buen marido, qoie-
re que sos palabras y suasiones .sean
secretas ; y al contrario le displace
mucho quando la hij. al padre , ó
t.08 Z:dllCJCIOS.
la muge al marido descubre sus
vanas palabras y intencion depra-
vada, porque facilmente collige que
no podrá salir con Ja impresa co-
menzada; de la. misma maoera,
cuando el enemigo de natura hu-
mana trae sus astucias y suasiones
á la ánima justa , quiere y d~
que sean recehidas y tenidas en se·
creto: mas cuando las descubre á
subo.en confesor, ó i otra persona
espiritual que conozca sus engaños
y malicias , mucho lé pesa, ponine
eollige que no podrá salir con su
malicia comenzada en ser descubier·
tos sus enpños manifiestos.
La déeimaquarta : asimismo se
ha como un caudillo para vencer ?
robar lo que desea; porque, asi co-
mo un capitan y _caudillo del cam·
po , asentando su real -y mirando
las fuerzas ó disposicion de un cas·
tillo , le combate por la parte mas
flaca ; de la misma manera el ene-
migo de natura humana, rodeando
mira en: torno todas nuestras virta.:
des theologales , cardin81es y mora-
les; Y por donde noa halla m 88 ftacos
IE8Pl'&1Tt1.&LE8. ll$'7
"'Y mas necesitados para nuestra &a•
lud eterna, por allí nos bate '! pro-
cura tomarnos.

Beglaa para el mismo efecto con


mayor discrecion; de espiritu1,
y conduce mas para la segunda
8emana.

La primera t proprio es de Dios


y de sus Angeles en sus mociones
dar verdadera alegría ! gozo espi·
ritual, quitando toda tristeza! tur-
bacion (¡ue el ene1nigo induce : del
qua) es proprio militar contra la tal
a1egría y consolacion espiritual, tra-
yendo razones aparentes , sotilezu
y asiduas falacias.
La segunda : solo es de Dio~
Nuestro Señor dar consolacion al
ánima sin cau8a precedente; por-
que es proprio de1 Criador entrar,
salir, hacer mocion en ella trayén-
dola toda en amor de la su Divina
Kagestad. Digo sin cansa , sin nin-
gon prévio sentimiento ó conosci-
miento de algun objeto por el cual
venga la tal conselacion mediante
IHS BDll<llCIOS
ens actos de entendimiento y vo-
luntad.
La tercera: con causa puede coa·
solar al ánima asi el buen Angel
como el malo, por contrarios fines:
el buen Anffel por provecho del
'8ima, para que crezca y suba de
bien en mejor; -y el mal Angel
para el contrario , -y adelante para
traerla á su dañada intencion y
malicia.
La qnarta: proprio es del An-
gel malo, que se forma sub A.ngelo
lucis, entrar con la ánima devota !
Alir consigo; es á saber, traer
pensamientos buenos y ~ntos con·
f'orme á la tal ánima justa ; y dea-
pues poco á poco procura de salir-
se trayendo á la ánima á sus enga·
ños cubiertos y perversas i.oteu-

c1ones.
J..a quinta: debemos mocho ad·
vertir el discurso de los pensamiea·
tos ; y si el prineipio, medio y fin
es todo bueno , inclinado á todo
1!ien , señal es de buen Angel : mas
ea en el discurso de los pens•miea-
tos que trae acaba en alguna COll
ZS..llllTtrAL'ICS. IHD
mala ó distractiva , ó menos buena·
que Ja que el ánima antes tenia pro-
puesta de hacer: ó la enflaquece, ó
1~eta, ó contmha ' Ja '8ima,
quitándola su paz , tranquilidad J
quietud que antes tenia ' clara ee-
ñal es proceder de mal espíritu ,
enemigo de nuestro provecho 1 &a-
lud eterna.
La sexta: quando el enemigo de.
natura humana fuere sentido y co-
noscido de su cola serpentina y
mal fin ' que induce ; aprovecha á
la persona que fué de él tentada,
mirar luego en el discurso de los
buenos pensamientQS que le truxo,
y el principio dellos , y como poco
á póeo procuró hacerla descendir
ele la suavidad y gozo espiritual ea
que estaba , hasta traerla ' su in-
tencioo depravada; para que coa
la tal experiencia conoscida y no-
tada se guarde para adelante de eaa·
acostaoahrados engaños.
La séptima : en · los que proce-
den de bien en mejor , el buen
.Angel toca ' la tal 'nima dulce,
leTe 1 euaTemente, como gota de
180 •DBCICIOS
agua que entra en u.na esponja-; 1
el malo toca agudamente y coa so-
mdo "! inquietad,. como quando 11
gota de agua cae sobre la. piedra;
y á los que proceden de mal en
peor, tocan los soorediehos espíri·
t.o a contratio modo ; coya causa es
la disposicion del ánima ser á los
dichos Angeles contraria, ó s~e:
pórqoe, cuando es contraria entran
con estrépito y con sentidos per-
~ptiblemente ; y quando es .símile,
entra con silencio. como en propria
casa á .puerta abierta.
L• octava: qeando la eonsnl•
cion. es sin causa , dado que en ella
-~ haya en~o por ser de· solo
Dios Nuestro Señor, como está di·
~h?: pe~o la pel'S~na es~t~. á
qJ11ea ·Dios da la .ta!- co~solacion,
·~ oon mucha ngilaoe1a ·y atea·
cio~ mirar y discernir el proprio
tiempo de Ja tal aetoal consolaeion
del s11uiente, en que la ánima que-
da caJiente y favorecida con el favor
J rellqnias de la consolacion · pasa•
.Ja; porqae aiachas veces en este
te~do tiempo pO.r ea proprio dia-
B8P11ll'l'tJAl.WS. 181
e1D80 de habitodines y tonsequen-
eias de los conceptos y juicios , ó

r:.r el buen espirito, ó por el ma-:


, Conna diversos propósitos y pa-
receres c¡ae no son dados inmedia-
tamente de ·Dios Nuestro Séñor; 'J
por tanto han menester ser mucho
bien examinados antes que se les dé
entero crédito , ni que se pongan
en erecto.

Mtt el Ministerio de distribuir


limomas se deben 9uardar la•
re9las siguientes.
La J>rimera : si yo llago la dis-
friltuc1on á parientes ó amigos , ó
á personas • quien. estoy aficion"•
cto, tendré quatro cosas que mirar,
de las qnales se ha bolado en pa.r-
te en la materia de eleccion. La
primera es,. qn~ aque~ amor· que
me mueve y·.me hac~ t}.~r la J.imos-:
raa descienda de arriba del amor
de Dios:Nuestro. .S~ij,or, .de forma
que si~nta pri~ero . en tití que el
amor mas ó men.os que tengo á 1-;
tales personas es por Dios; J 118
181 •uamcsoe
ea la cauaa porque mu las amo ·te-
lazca Dios.
La segunda: quiero mirar ' un
hombre que nunca he visto ni co-
aoscido, y deseando yo totla su per-
feccion en d. ministerio 1 estado
que ~iene , como yo quema qae él
tuviese medio en su manera de di¡...
tribuir , para mayor gloria de DÍG8
Nuestro Señor, y mayor perf~ecion
de su 'nim• ; yo haciendo asi. ni
mas · ni menos, guardaré· la Nfila J
~edida. que para el otro quema J
Juzgo ser tal. · ..
La tercera: quiero considerar,
~omo si estuviese en. el artículo de
la muerte, la forma y medida que
entonces querria haber teJlido en
d. oficio de .mi administracion; J
regl'ndome por aquella , guardar:.
la en . los actos de la mi distrib11oo

aon.
La cparta: mirando como me
la•llaré el dia del juicio , pen1w
hiea como enton~es querria haber
~do.deste oficio y cargo del mi-.
mater!o; y la regla que entonces
f!Q~ haber tenido , .tener ahora.
BSl'IBITlJALts. IU
La quintar qu.ando al~ pa;-
eona ~ siente inclinada y aficiona-
da á algunas personas á las quales
qaiere Cíistrihuir , se detenga y ru-
mine bien las quatro reglas sobre·
dichas, es•minando y probando su
afeccion con ellas ; y no dé Ja li·
mosna hasta que, conforme áellu,
su desordeoáda afeccion tenga en
todo quitada y lenqda.
La sexta: dado 9.ue no hay cul-
pa en tomar los bienes de Dioe
Nuestro Señor para ·distribuirlos,
quando la .persona !8 U•mada ·de
Nuestrt> D1oe y Senor para el tal
ministerio; pero en el qUaato y
cantidad de 1~ q_ue ha dé tomar y
aplicar para sí Dllsmo de lo que tie-
ne para dar á otros, hay duda dé
culpa y exceso; por tanto se puede
reformar en su ~ida y estado por
las reglas 1obredichl8.
La septima: . por.las·l'UOnes p.
dichas·y por otas iuac:~as , siem-
pre es mejor y mas según en· lo
que á su persona y estado de casa
toca ' quanto mas se cercenare y
dimia11Jere; y q111nto DIB!R a.-.
184 W'S.'lllC~·08
ure' nuestro Somm4t Ponü&ce,
dechado y regla nu~tra , que ea
Claristo Nue~ Señor; conforme
• Io qoal el tercero Concilio c.....
~gi.oense (en el 4111al estuvo Sau-
io .Agu.stin ) determina y . manda
'l!e la 1up~llectile del Obi8po sea
vil y pobre. Lo mismo se debe con·
liderar en· todos modos de vivir,
mirando y p.roporcionando la con-
clicion y estado de las personas ;
• •
COJno en matrunoQJ,o. te1temos esem.-
plo del ·San~Q:.JoacJün y de Sancta
~a; l~ q.W~ parti~ndo s~ ba-
"enda ,:en ~ parte$.,:la ~mera
tla1- ·á pobres; la éegwula al mi-
nisterio y IM!tv:icio dél Templo; .la
tereera tomaban para. la snbstea-

......·r
tacion dellos .miamo11 ? de ea fa.

Para sentir y entender eacrrlP"-


loa y a11a1ioiwa de nuestro en.:-
rnigo , flft'MI& las nota& d-
guitmle.r.

La primera i llamaa 'YUlprmen-


-.ente acaápulo el CJUe procede
BaPlllITUAt.ZS. ffN}
tle neetro proprio juicio 'Y liber-
tad : es á saber, quando 'Yº libera.
mente formo ser pecado lo •{'le ne
es pecado ; asi como acaece que al-
guno despues que ha pisado una
cruz de \laja incitlenter , forma con
su propno juicio ~e ha pecado. Y
.e ste es pro\>riamente juicio erróneo
y no pl'Opr10 escrúpulo.
La segunda : despues que 'Yº he
pisado aquella ~z , ó despnes que
he pensaao, 6 dieho, ó hecho algu-
na otra cosa , me viene un pensa-
miento de. fuera que 'he- pecado ~ ·'Y
y por otra· parte me partee que no
he pecado.; tameo sieDito en ésto
turbacion ; es á saber, en quanto
dudo y en quanto no dudo : este
tal es proprio esc1"lÍpulo y tentacion
ipie el enemigo pone.
La tercéra: el primer escrúpule
de la primera nota , es mucho de
aLorrecer porque es todo e1 rora
mas el seg·undo de la segunda nota,
por alguo espacio de tiempo ne
poco a¡n·ovecba al: ánima ·que se dá
á espirituales Exercicios : · antes en
_gr.a manera purf;a· ? alimpia -i Ja
188 •nac1c10.
tal úaima, separindoJa moelao de
toda aparencia de pecado: jaxfo
illud Gregorii; BoJUJruna naenliu111
e1t ibi cu1pana cognoscere, ubi cul-
1"' n11Ua est.
La quarta: el enemigo macho
mira si un 'nima es gruesa ó del-
gada 1 y si es delgada _procura de
mas la adelgazar en extreiuo para
mas la turbftr y desbaratar; verhi
gratiai.si vé que una 'nima no con-
aiente en sí pecado mortal ni ve-
aial, ni aparencia alguna de pecade
tleliberatlo 1 eDt...ees el enemigo,
.qauado no puede hacerla caer en
COA que parezca pecado , procura
de hacerla formar pecado á donde
no..es pecado 1 asi como en una ~
labra ó peosamieoto mínimo. S.1 la
ánima es gruesa , el enemigo pro-
cura de ellfP"O&U'la IDl8; verbi gra-
tia : si antes no hacia cuo dé los
pecados veniales, procurará que de
loe mortales haga poco caso ; y si
algun caso hacia antes, que mocho
lllenos ó ninguno haga ahora.
La quinta t la ánima qne deeea
aprov~ ea la TI.da espiritual,
Zl.PIUT.1JAL•a. 18'1
aiempre debe proceder contrario
aaodo qae el enemigo procede ; es.
á saber: si el enemigo quiere en-
grosar la ánima , prociare de adel-
gazarse ; asimismo , si el enemigo
procura de atenuarla para traerla
en extremo , la ánima procure so-
lida.ne ea el medio para en todo
quietarse.
La sexta : quando la tal ánima
buena quiere hablar ó obrar algu-
na cosa dentro de la Iglesia , den-
tro de la inteligencia de los naes-
tros mayores, que sea en gloria de
Dios Nuestro Señor; ¡ le viene un
penl!llllDieu.to ó tentaCJon de Cuera
pan que ni Lable ni obre aquella
cosa, trayéndole razones aparentes
de vana gloria, ó de otra cosa, etc.;
entone~ debe de alzar el entendi-
miento á su Criador y Señor : y si
vé -que es su debido servicio, ó á lo
menos no contrtt, debe. hacer per
diametrum contra la tal tentacion,
juxta Bernardu.m eidem respon-
demem: Nec pr"l'ter te incepi, neo
propter te finiam.
:P•ra el aealido 1'erdsckn que ea
La Iglesia •ilita~te dehenlos te-
ner, se gNCrden las reglas si-
g~e1.

La primera, depuesto todo jui-


cio, debemos tener ánimo aparejado
y prompto para obedescer eii todo
' la v.era Esposa de Christo N ues-
tro Señor, que es la Nuestra sane-
\& Madre Iglesia hierárchica.
La segunda , ala.ba.r el conlesar
eon Sacerdote , -y el recebir del
Sanctísimo Sacramento una vez en
el año, 'Y mucho mas en cada mes,
1 mucho mejor de ocho en ocho
dias, con las condiciones retpisitas
7 debidu.
La tercera , alabar el oir Misa '
menudo; asimismo cantos, psalmos
"! .largas oraciones en la Iglesia 1
tuera .della. Asimismo horas orde..
aaadas á tiempo- destinado para ter
ti~ . Oficio ~vmo, y para toda ora-
aon:, f todas horas Canónicas.
La ~~' alabar mucho religio-
llee' l'll'guudad y continencia, 1
:hPmtT17ALJl!S. f 69
no tanto el matrimonio como nin-
guna dcstas.
La quinta , alabar votos de Re-
ligion , de obcdielllcia , de pobreza,
de castidad , y de otras perfecioues
de supererogacion; y es de advertir,
que como el voto sea cerca las co-
l!las que se allegan á la perfeccion
Evang·élica, en las cosas que se ale-
xan della uo se debe hacer voto;
asi como de ser mercader , ó ser ·
casado , etc.
La sexta , alabar reliquias de
Sanetos baciendo ' 'eneracion á eJJas,
y oracion á ellos ; alabando estacio-
nes, perec·rinaciones, indulgencias,
perdonanzas , cruzadas , y candelas
encendidas en las lclesias.
La séptima, alabar Constitucio-
nes cerca a-yonos y abstinencias,
asi como de quaresrna, quatro tém-
poras, vi¡;ilias , viernes y sábado:
asimismo penitencias, no solamente
internas,. mas aun externas.
La octava , alabar oraamentos y
edificios de l&lesias , asimismo imi-
gines , y venerarlas scguii que re·
presentan.
170 auac1c1oe
La nona, alabar finalmente to-
dos preceptos de la lgleJia, tenien-
do úÚmo prompto para bosear ra-
zones en su defensa, y en ninguna
manera en su oCeosa.
La décima , debemos s~r mas
p-omptos rra ahooar ? alabar asi
Constituciones , comendaciones ,
como costumbres de nuestros ma-
yores: porque, dado que algunas no
sean ó no fuesen tales , hablar con-
tra ellas quier predicando en públi-
co, quier platicando delante del
pueblo menudo , engeodrarian mu
mormuracaoo y escándalo qne pro·
vecho; y asi se iodigoarja el pue-
blo contra sos ma~ores , quier tem-
porales, quier espll'itoales. De ma-
nera que., a1i como hace daño el ha·
blar mal en ansencia de los mayo-
res á la gente menuda; asi puede
hacer provecho hablar de las malas
costumbres á las mismas personas
que pueden remediarlas.
La undécima, alabar la doctrina
positiva y escolástica ; porque ui
como e! ~ pro.Prio de los Docto·
res positivos, asa como de san Ge-
B8PllllTtJALB8. 171
rónimo , san Agust~ , y de san,
Gregorio, etc., el mover los afec·
tos para en todo amar y servir á
J)ios Nuestro Señor ; asi es mas
proprio' de los Escolásticos , asi co-
mo de santo 'f homas, san Booa-
ventura, y del Maestro de las Sen-
tencias, etc. el de6.oir ó declarar
para nuestros tiempos de las cosas
necesarias á la salud eterna: 1 para
mas impugnar y declarar todos er·
rores, y todas falacias , porqu1' los
Doctores Escolásticos como sean
mas modernos , no solamente se
aprovechan de la vera inteligencia
de la Sagrada Escriptura , y de lott
positivos y santos Doctores; mas
aun siendo ellos iluminados y escla-
recidos de la virtud Divina, se ayu-
dan de los Concilios , Cánones, y
Coñstituciones de nuestra sancta
Madre Iglesia.
La duodécima, debemos guar-
dar en hacer comparaciones de 101
que somos vivo5 á los bienaventu~
rados pasados, que no poco se hier".'
ra en esto ; es á saber : en decir es:-
te sabe mas que san Agustin; es
f'7i '.BXEl\CICIM
otro 6 mas que san Francisco ; es
otro san Pablo en bondad , santi-
dad, etc.
La décimatercia , debemos siem-
pre tener, para en todo acertar, que
lo blanco que !º -veo , creer T1e es
~egro , si la Iglesia hierárchica asi
lo determina, creyendo que entre
Christo N nestro Señor espos~ , y
la Iglesia so esposa , es el llllsmo
Espíritu que n.os gobierna y rige
para la salud de nut>stras .ánimas ;
porque por el mismo Espíritu y
Señor N nestro que dió los diez
mandamientos es reffida y rrohcrna-
da Nuestra sancta Madre Iglesia.
La décimaqoarta, dado que sea
mocha verdad que ninguno se pue-
de salvar sin ser predestinado , y
sin tener fé y gracia : es mucho de
advertir en el modo de hablar y co-
manicar de todas ellas.
La ·décimaquinta, no debemos
.háblar mucho de la predestinacion ·
por via de costumbre: mas si en
"lgona manera, y algunas veces se
hal>lare; ltsi se hable que el pueblo
inelluclo 'DO venga en error alguno,
E8•IIUTUAL"E8. 173
eomo algunas veces .suele , dicien-
do: Si tengo de ser salvo ó con-
denado , ya está determinado ; y
por mi bien hacer ó mal, no puede
ser ya otra cosa; y con esto entor-
peciendo se descuidan en las obras
que co11ducen á la salud y provecho
espiritual de sus ánimas.
La décimasexta , de la ~sma
forma es de advertir, que por mn-
eho hablar de la fé y con mucha
intension, sin alguna distincion y
deelaracion , no se dé ocasion al
pueblo para que en ~l obrar sea
torpe y perezoso , quier antes de
la f é formada en charidad , ó quier
despues.
La décimaséptima, asimismo no
debemos hablar tan largo instando
tanto en la gracia, que se engen·
dre veneno para quitar la libertad.
De manera que ,de la fé y gracia
se puede hablar quanto sea posible
mediante el aUXJlio Diviso para
mayor alabanza de la su Divina
Magestad: mas no por tal suerte,
si por tales modos, mayormente
en nuestros tiempos tan periculo·
f 7.1 BSBBCICI08
aoe , que las obras. y libero arbitrio
reseiban detrimento alguno, ó por
rtilúlo se tengan.
La décimaoctava, dado que so-
bre todo se ha de estimar el mucho
eervir á Dios Nuestro Señor por
puro amor; debemos mucho alalwr
el temor de la su Divina llagestad;
.
porque ..o solamente, .el temor filial
es cosa p1a y sant•s1ma , mas aun
el temor servil, donde otra cosa
mejor ó mas útil el hombre no al-
cance, ayuda mucho para .salir del
pecado mortal , y salido facilmente
viene al temor filial , que es todo
acepto y grato á Dios N nestro Se-
ñor, por estar en uno con el amor
Divino.

FINIS.
178 lllfDICB •
.Annotacione1 para ayudar1e a.ri
el pu ha de dlll° lo.r Exercicio.r,
como el quo lo.s ha de recebir. • 1

111.IMEll.Á SEJIAN A.

Principio y fundammto. • • • • 16
Examen particular. • • • • • • • 17
.J.dicionu para mas presto quitar
el pecado. . . . . . . • . • • • 18
Examen gerural. ,. • • • • • • • a 1
Modo de. hacer. el .exai:nen. gme-
ral. . . . . . . . . . . . . . • a6
La confesÜJn. -general C01' la CO-
munion. •. ·• .• .. . . ·• ~ .. • .•
Primer Erercicio , meditación con
las tres potencias .sobre .el pr1._
m~o , . segundo y tercero !"'-
cado. . • . . . • . • . . . • . a8
6egundo Exercicio, meditacion de
ful pecados. • • • • • • • • • 33
nrcero Ezercicio, rerticion. del
pril7'Wo y segundo Erercicio,
haciendo tres col<XJ"ios. • • • 36
Quarto , remmierul'o este minno
tercl!IT.o. • • • • • • • • • • • 37
Quinto., meditacion del infierno. • 58
.A.diciones para mejor hacer lo1
Ezerci.cios. • • • • • • • • • • 41-0
JKDICll. 177
8EGt11'DA. s&JIAN.A.

El. llamamiento del Rey tempo-


ral, cte. • • • • • ••• .• • • 48
El primero dia y primera con-
templacion de la Encarnacion.. Sa
La segun.da comemplacion del
Nacimiento, • • • • • • • . • $S
La tercera, repeti.cion del primero
y segundo Exer~icio. • • • • • 57
La quarta, la mi1ma. • • • • • 68
La quinta , traer lo1 cinco 1enti-
do, 1obre l11 prirmra y 1egun-
da C()llkmplacimt. • • • • • • • ib.
P$eámbulo pqrtJ contiderar es.-
'ªd0.1. • • • • • • • • • • • • !L•
w
El quarto dia, meditacion de do8
banll.ua.r,, • • • • • • .. • • • ~
El mi.rmQ día , meditacion de tre1
binario,r de hotnhru. • • • • •
ContemplN.Qione• para. los dia1
tuinto. sexto , 1épúmo, oct~¡,o,
nono, décimo, uTUÜcimo y duo.
' .
decirno. • • • • • • • • • • • • 71
PrtttÍmhu/.o para hacer eleccion.. • 79
Noticias de qu.4 cosa1 ./4 debe ha-
cer eleccion. • • • • • • • • • 77
Tras tiempo1 para hacer .sana y
b~na eleccion. • • • • • • • • 19
Primero modo JXU'" /ta,cer wna y
buena. eleccion. • • • • • • • • 80
lf8 11'191C•.
&gundo modo para hacer 14114 y
buena eleccion. • • • . • • • • 83
PGTa enn&Mdar y reformar la
propri#. t1icla y utade. • • • • 84
TU.CU.A. aBKA•A.

La p-imua coneempl.acion da la
cena ~ Chri.rto 1fuutro &ñor. 86
Segunda, desda la .Mta al hiw-
to inc.lu.1i'1e. • • • • • • • • •
Contemplacwne1 para 101 dúu 1~
gundo, tercero, qurto, quinto,
nzto y séptimo. • • • • • • • • 9s
lligltu Po'" orden.arH d ~i to-
nw... • • • • • • • • • • • • 95
QUA•TA SOASA.
La prirmra cont1mplacion , da la
.Aparicion ~ Chri.rto Nuutro
Señor á. Niunra &Rora. • • • 98
Cont1mplacio1& ¡>ar• alcarnar d.
a1'110r. • • • .. • • • • • • • 1 os
7ru modot de orar. . . • . • . J 06

J.01 JllST&JllOI DB LA VIDA DB OHIISTO

IA 110ta. • • • • • • • • • • • • 1 14
.ZJe la Án1mciacie11.
' ' , • • • • • • w!L
0

De
Del la Y-uúacion.
Nacimi.m •••• • .•• S
1-16
to. • • • • • • • • • 1J
ll'tDIC&. 1'19
Dt 101 Pastores. . • • • • • • • I 17
De la Circuncision. • • • • • • • ih.
De los tr.e.t Reye.t Magos. • • • • 118
De la Pu.rijic<Uion tú Nuutra Se-
ñora. :y Representacion del Ni-
- r !L•
1JO JUW• • • • • • • • • • • • lo:
De la huida é Egipto. • • • • • 119
De como Christo Nuestro Señor
tomó de Egipso. • • • • • • • 1so
De la vida de CÁri.lto Nuutro Se-
ñor d.esde los doce ariw harta
los treinta. . . • . . . . • . • ih.
De la '1enida de Chri.sto al Templo. Js1
De como se baptw.ó. • • • • • • • ib.
De como fué tentado. • •••• ISia
Del ~mamiento de los Áprutoles. J:aJ
Del primero milagro Mcho m la1
bodas de Canti GalUe1J. • • • • J a4
De. como Christo Nue.ttro Señ.or
eclaó fuero. del Templo los que
•endian. . . . . . . . . . . • • Ja s
Del serrnon que hi'ltO Claristo en
e l monte. . • . . . . . . . . • !L•
w
:O. como Christo Niuaro Se-Mr hi~
10.tfgar la temputad del 11111.r• •
De como Christo andaba 1obre la
""1r. . . . . . • . . . . • • •
De como los Apóstol.es f~ron
enviad-Os d predicar. • • • • •
De la Con11er.rion de la Magdalma.
De como Christo Nuenro Smor dió
180 l'JlfDteW.
O. cerMP el ~inco mil hombru. • 130
D. la Transfiguracion de Clrirto. ib.
De la ReMl1'repcion de Lá:saro. • 13 r
De la cent1 m Bethania. • • • • • J 3s
Domingo th Ramos. • • • • , • ib.
1h la predieaáon e11 eZ Templo• • 1~3
De la Cct11G. • • • .. • • • • • • • ib.
De los misterio1 hechos desde la
una .ltc:ut& el huef'to.. • • • • • 1 34
De kn 1ni.sterios ~ho1 desde el
huerto laa.sta la casa de ba.r. • 135
De 'lo# mi.tterios h«ho1 desde ca4ci
de Ánas hasta la casa deCai pi.ar. J 36
1k 'los misterios hN:'lr.o.t desde casa.
de Caiphas ha1ta. la de Pilato. 137
De lo# mi#erios hechos de.,de ccu11
de Pilaro hasta la de Herodu. 138
De lo1 mi.1terio1 liechos desde casa
de Herodes hasta la de Pilato. ib.
De lo.t misterios hechos de casa dtJ
Pilato lia1tt1 la Cruz. • • . • . J 39
De los mist1rio1 hechos en la Cruz. I 4-0
De lo.1 mi.sterio.1 hechos Je.1tÜ la
Cruz hana el sepulcro. • • • • 14 r
De la Resurreccion de Ohristo
Nuestro Señor, y de la prime-
ra aparicio'll suya. • • • • • • ib.
De la 1egunda apariciun• •••• J42
De la tercera aparicicm. • • • • • ib.
De la qaarta aparicion• ••••• 1 43
D e la t¡uinta . •
aparu;.aon. • • . • . ·1.
1.,.
rnrcs. 181
De la nzta aparicion. • • ••• 144
De la séptima aparicion. • • • • 145
Da la octava aparicion. • • • • • ib.
De la nona aparicion. • •••• 146
De la décima apari.cion. • • • • 147
De la undécima. aparicion. • • • • ib.
De la duodécima aparicion. • • ib.
De la décimatercia aparicion. • . ib.
De la. .J..rceruion de Chri1to Nue1-
tro Señor. • • • • • • • •
Reglas para en alguna manera
1entir y conoscer las varias mo-
cionu que en la ánima se cau-
san. . • . . . . . . . .
Reglas para el mi.rmo efecto con
mayor discrecion de e1píritu1• .
Ministerio de distribuir limosna.r.
Para 1entir y entender escrápulo.r
y suasionu de nuestro enemigo.
Para. el sentido verdadero que m
la Iglesia militante debemo1 it-
nu. . . . . • . • • • •

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