Neo-Retribucionismo y Prevencion General Elio Morselli
Neo-Retribucionismo y Prevencion General Elio Morselli
Neo-Retribucionismo y Prevencion General Elio Morselli
CRONICAS EXTRANJERAS
ro, y sobre todo con unos mayores conocimientos cientificos. Estos nlti-
mos, a nuestro parecer, deberan estar en mayor sintonfa con las radicales
investigaciones operadas sobre la psique humana por la psicologia dina-
mica, o del profundo, y principalmente por el Psicoanalisis de Sigmund
Freud. Esto por la amplisima razon que un correcto y eficaz tratamiento
socio-terapeutico no es realizable sin adecuado conocimiento de la psi-
cologia humana .
2. Aparte del fracaso de los esfuerzos dirigidos hacia la preven-
cidn especial, la doctrina ha ido del mismo modo dandose cuenta como
la ideologia del tratamiento no esta en cada caso en grado de suministrar
ninguna calida y coherente respuesta al interrogante del opor que se
pena». Como el nuestro, el gran Francesco Carrara habia advertido ya
en el siglo pasado, punir y curar, punir y reeducar, punir y enmendar son
cosas entre ellas del tipo incompatibles y contradictorias, en cuanto pu-
nir quiere decir causar un mal, una afliccion, un «malun passioniso,
mientras curar, reeducar y enmendar quiere decir precisamente to
opuesto, es decir causar un bien grandisimo.
Asi que, justa o no justa que sea la ideologfa del tratamiento en la di-
recci6n de una eficaz prevenci6n especial, el problema de hallar el sen-
tido, el valor y la funcidn de la pena permanece en cada caso siempre
abierto . Se puede curar o reeducar, no obstante la pena, y durante la eje-
cuci6n de la pena, pero no se podra jamas decir que la pena, de por si
misma, sirva, o pueda servir a curar o reeducar al condenado .
En modo mas o menos consciente, la doctrina mas moderna y pene-
trante ha pues terminado con comprender tan grave incongruencia de
fondo . De modo que, en los ultimos dos decenios en esa direcci6n se ha
venido reproponiendo de nuevo tan antiguo problema.
Las soluciones que han venido asomando en el proscenio son diver-
sas y, bajo muchos aspectos, se devuelven en opuesta direccidn .
Alli ha estado antes de todo quien -sobre todo en los paises escan-
dinavos, en Alemania y en los Estados Unidos- ha considerado poder
evaluar la antigua concepcion retributiva.
Retomandose a una serie de de grandes dogmaticos -entre otros
Beling, Richard Schmidt, Hellmuth Mayer, etc .- e inspirandose sobre
todo en la psicologia dinamica o del profundo, se ha observado de mu-
chas partes -como, por ejemplo, Streng- que la pena constituye una
reaccidn de la sociedad correspondiente a profundas e inconscientes
«necesidades emotivas» . En otros terminos, frente a la comisidn de un
delito, surge en la sociedad una profunda exigencia de retorci6n, dirigi-
da a descargar sobre el reo las cargas agresivas que la frustracidn deri-
vada de la alarma social ha suscitado .
Con esta teoria de las necesidades emotivas de punicidn latentes en
el seno de la sociedad, la concepcidn retributiva encontraria pues una
nueva evaluacion. No se trataria, esto es, mas de una abstracta y mecd-
nica exigencia de compensacion del malum actionis col malum pasio-
nis, asi como los grandes pensadores, de Plat6n a Tomas de Aquino, de
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