Sentencia Consejo de Estado
Sentencia Consejo de Estado
Sentencia Consejo de Estado
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN PRIMERA
I.1.- Los señores Jorge del Valle Fernández, Virgelina de Lourde Torres Duque,
Jaime Martelo Bossa, Marelvis Guzmán Mola, Judith Lora Cantillo, Luis Carlos
Castillo Carrillo, Etilsa Esther Ballestas Buelvas, Libardo Rafael Castellar Martínez,
Gil Martelo, Sergina de la Rosa, Madián Orozco Polo, María Cristina Garcés
Murillo, Ana Orozco Hernández, Ricardo García Navas, Noremis Arellano Solano,
Donaldo Alfonso Guardo Coronado, Nicolás Jaimes Pájaro, Virgilio Antonio Therán
Catalán, Bertha Alina García Díaz, Alfredo Antonio Guerra Jiménez, Espíritu
Sarmiento Parra, Visitación Ángulo de Jiménez, Consuelo Valbuena Benítez,
Ricardo Tapias Morales, Freddy Manuel González Puentes, Carmen María Álvarez
Pacheco, Consuelo Tovar Corrales y Agustín Palencia Álvarez, actuando a través
de apoderado judicial, presentaron acción de tutela con el fin de obtener la
protección de los derechos fundamentales al debido proceso, a la igualdad, a la
información y a la dignidad humana; así como de los principios constitucionales
de la buena fe y la confianza legítima; que estiman vulnerados por parte el
TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE BOLÍVAR, con ocasión de la providencia
proferida el 5 de junio de 2015, en la acción de grupo radicada con el número 13-
00-33-31-005-2002-01938-01, promovida por los actores en contra del Distrito
Turístico y Cultural de Cartagena de Indias y la Constructora El Cerro Ltda.
1º: Manifiestan que un grupo de personas integrado, entre otros, por los
accionantes, promovió acción de grupo 1 contra el Distrito Turístico y Cultural de
Cartagena de Indias2, con el fin de obtener la indemnización de los perjuicios
materiales y morales comunes a los propietarios y/o poseedores de inmuebles
1
La demanda fue presentada el 25 de febrero de 2002 y admitida por auto de 21 de marzo de ese
mismo año proferido por el Tribunal Administrativo de Bolívar.
2
En el curso del proceso se conformó el litisconsorcio necesario con la Constructora El Cerro Ltda.
y sus socios.
ubicados en la tercera etapa de la urbanización Nueva Granada de dicha ciudad,
ante el incumplimiento de la sentencia de la acción popular que amparó el derecho
colectivo a la seguridad y la prevención de desastres previsibles técnicamente.
4º: Afirman que, por su parte, el apoderado del Distrito Turístico y Cultura de
Cartagena de Indias impugnó el fallo con fundamento en que i) el término de
caducidad de la acción debe contarse desde el momento en que se produjo el
daño, esto es, desde 1998 cuando los actores se percataron de los mismos,
asunto que puede corroborarse porque interpusieron acción popular en esa
oportunidad; ii) el daño no se puede clasificar como continuado, toda vez que se
confunde el daño con la agravación o consecuencias del mismo; y iii) no se puede
imputar la responsabilidad del daño al Distrito puesto que, para el momento en
que se otorgó licencia de construcción, el terreno no era considerado como zona
de alto riesgo, puesto que tal calificación le fue otorgada en el fallo de la acción
popular proferido por el Tribunal Administrativo de Bolívar, el 16 de mayo de 2001.
5º: Relatan que el recurso fue conocido por el Tribunal Administrativo de Bolívar,
autoridad judicial que mediante proveído del 5 de junio de 2015, declaró probada
la excepción de caducidad propuesta por el Distrito Turístico y Cultural de
Cartagena de Indias y, en consecuencia, revocó la sentencia de 2 de mayo de
2014, proferida por el Juzgado Quinto Administrativo Oral del Circuito de
Cartagena.
6º: Mencionan que el Tribunal accionado les vulneró sus derechos fundamentales
al desconocer las pruebas3 aportadas al proceso que dan cuenta de los perjuicios
materiales y morales ocasionados a los residentes de las viviendas ubicadas en la
tercera etapa del conjunto residencial Nueva Granada de Cartagena.
7º: Alegan que, además, con la providencia cuestionada se les está vulnerando el
derecho fundamental al debido proceso al configurarse el defecto sustantivo por la
indebida interpretación del artículo 47 de la Ley 472 de 1998, relativa a la
caducidad de las acciones de grupo, en tanto que el Tribunal Administrativo de
Bolívar desconoció que el daño era continuado y había cesado el 9 de abril de
2002, fecha en la cual se firmó el acta contentiva del acuerdo entre el distrito, la
personería y la junta de propietarios, donde consta que desde marzo de ese año
se les habían empezado a cancelar los arriendos a los propietarios de Nueva
Granada, a fin de que desocuparan dichos terrenos y, posteriormente les hicieran
la entrega de nuevas viviendas, de conformidad con lo ordenado por el Consejo de
Estado.
3
Entre otras, relacionan las siguientes pruebas: la inspección judicial realizada en dichos terrenos
en la demanda de acción popular y acción de grupo, los conceptos geotécnicos de los años 1998 y
2000 efectuados por Ingeominas, sobre dichos terrenos, concepto técnico de la Universidad de
Cartagena, concepto psicológico de la Dra. Alcira Maldonado, sobre el daño psicológico de dichos
residentes, acta de común acuerdo de 09 de abril del 2002 entre el distrito y los residentes de
Nueva Granada 3ra etapa.
En consecuencia, solicita:
“(…) se decrete ilegal el fallo proferido el día 05 de junio del 2015 sobre la
demanda de acción de Grupo de RICARDO TAPIAS Y OTROS, contra el
DISTRITO TURÍSTICO Y CULTURAL DE CARTAGENA DE INDIAS Y LA
CONSTRUCTORA EL CERRO LTDA”.
Aunado a ello, puso de presente que respecto del defecto fáctico, en tratándose
de providencias judiciales, existe una carga por parte de quien interpone la acción
de tutela, de exponer claramente las razones por las cuales la providencia incurrió
en el mencionado defecto. En consecuencia, al juez del amparo le está vedado
inferir el defecto o hacer exámenes no propuestos en el escrito de amparo.
4
Los señores, Jorge del Valle Fernández, Virgelina de Lourde Torres Duque, Jaime Martelo Bossa,
Marelvis Guzmán Mola, Judith Lora Cantillo, Luis Carlos Castillo Carrillo, Etilsa Esther Ballestas
Buelvas, Libardo Rafael Castellar Martínez, Gil Martelo, Sergina de la Rosa, Madián Orozco Polo,
María Cristina Garcés Murillo, Ana Orozco Hernández, Ricardo García Navas, Noremis Arellano
Solano, Donaldo Alfonso Guardo Coronado, Nicolás Jaimes Pájaro, Virgilio Antonio Therán
Catalán, Bertha Alina García Díaz, Alfredo Antonio Guerra Jiménez, Espíritu Sarmiento Parra,
Visitación Ángulo de Jiménez, Consuelo Valbuena Benítez, Ricardo Tapias Morales, Freddy
Manuel González Puentes, Carmen María Álvarez Pacheco, Consuelo Tovar Corrales y Agustín
Palencia Álvarez
consolidó en una determinada época, sin que se hubiera ahondado en más
argumentos por parte de los tutelantes.
- Consejo de Estado. Sección Tercera. Sentencia de 18 de octubre de 2007. (no se relaciona número
radicación, en la sentencia objeto de cuestionamiento dictada por el Tribunal Administrativo de Bolívar).
C.P.: Enrique Gil Botero
-Consejo de Estado. Sección Tercera. Sentencia de 10 de noviembre de 2000. Expediente No. 18805. C.P.:
María Elena Giraldo Gómez.
-Consejo de Estado. Sección Tercera. Auto de 19 de julio de 2007. Expediente 31.135. C.P.: Enrique Gil
Botero.
probada la vulneración de los derechos fundamentales de los accionantes, denegó
la solicitud de amparo.
Mediante escrito del día 15 de enero de 2016, la parte actora impugnó el fallo de
primera instancia, por considerar que la decisión de la Sección Quinta del Consejo
de Estado, al negar el amparo formulado por los actores, no tuvo en cuenta que
las pruebas allegadas a la acción de grupo establecían que el daño de las
viviendas de los actores era de tracto sucesivo, y en tal virtud, por haber
cesado en abril de 2002, era ese el momento a partir del cual debía
contabilizarse el término de la caducidad, de conformidad con el artículo 47
de la Ley 472 de 1998.
-Consejo de Estado. Sección Tercera. Sentencia de 28 de enero de 1994. Expediente 8610. C.P.: Carlos
Betancur Jaramillo.
A fin de resolver tales interrogantes resulta pertinente pronunciarse de manera
previa sobre: i) la tutela contra providencias judiciales y su evolución
jurisprudencial; ii) los requisitos tanto generales como especiales de procedibilidad
de la tutela contra providencias judiciales; procediendo posteriormente a: iii)
resolver el caso concreto adentrándose en el fondo del asunto siempre y cuando
se satisfagan los requisitos generales.
Así pues, el juez debe comprobar la ocurrencia de al menos uno de los siguientes
defectos: i) orgánico; ii) procedimental absoluto; iii) fáctico; iv) material o
sustantivo; v) error inducido; vi) decisión sin motivación; vii) desconocimiento del
precedente; y viii) violación directa de la Constitución.
6
Corte Constitucional. Sentencia de 3 de septiembre de 2009, Rad.: T-619, Magistrado Ponente:
Dr. Jorge Iván Palacio Palacio.
7
Corte Constitucional. Sentencia T- 225 del 23 de marzo de 2010, Magistrado Ponente: Dr.
Mauricio González Cuervo.
En el sub lite pretenden los actores que se les amparen los derechos
fundamentales al debido proceso, a la igualdad, a la información y a la
dignidad humana; que estiman vulnerados por parte del TRIBUNAL
ADMINISTRATIVO DE BOLÍVAR, con ocasión de la providencia con ocasión de
la providencia proferida el 5 de junio de 2015, en la acción de grupo radicada con
el número 13-00-33-31-005-2002-01938-01, promovida por los actores en contra
del Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias y la Constructora El Cerro
Ltda.; mediante la cual declaró probada la excepción de caducidad de la acción de
grupo.
8
Ley 472 de 1998 “Por la cual se desarrolla el artículo 88 de la Constitución Política de Colombia
en relación con el ejercicio de las acciones populares y de grupo y se dictan otras disposiciones”.
9
Sentencia T-064 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
continuo y no de ejecución instantánea como erróneamente lo interpreta el
Tribunal Administrativo de Bolívar.
En ese orden de ideas, la Sala pasa a revisar la norma cuyo alcance y aplicación
cuestiona la parte actora, para luego examinar la interpretación que de la misma
efectuó el Tribunal Administrativo de Bolívar y, de esa manera, establecer si se
configura o no el defecto alegado.
De la lectura del artículo transcrito, se puede establecer que éste consagra dos
circunstancias para la contabilización del término de caducidad en las acciones de
grupo, la cual depende de las características del daño a reparar.
En ese orden de ideas, resulta medular establecer el tipo de daño del que se
reclama una indemnización en la acción de grupo, toda vez que de ello despende
la caducidad de ésta.
En tal virtud, para lograr una debida interpretación de este artículo deberá
recurrirse a los pronunciamientos previos, que sobre asuntos similares, ha resuelto
el órgano de cierre de la jurisdicción contencioso administrativa o la Corte
Constitucional.
Cabe resaltar que, en relación con la aplicación del artículo 47 de la Ley 472 de
1998, en los casos de los daños causados por el deterioro de viviendas
construidas en zonas inapropiadas, la Corte Constitucional, en sentencia T-191 de
200911 efectuó el análisis de los alcances jurídicos de dicho artículo, apoyándose
en pronunciamientos del Consejo de Estado.
3.3.3.3. Considera esta Sala que la primera parte del mandato legal hace
relación a la contabilización del término de caducidad cuando se aplica
para aquella clase de daño que se agota, ejecuta o perfecciona en una
sola acción u omisión, aun cuando de ella se deriven perjuicios
posteriores para los afectados; mientras que la segunda parte del
mandato legal hace referencia a la clase de daño que no se agota,
ejecuta o perfecciona mediante una sólo acción u omisión determinable
de manera objetiva en el tiempo, sino que se refiere a la clase de daño
que se extiende y actualiza en el tiempo, o al denominado “daño
continuado” o daño de “tracto sucesivo”, cuya acción vulnerante causante
del mismo no ha cesado para el momento de la interposición de la acción
de grupo.
(…)
12
Ver Sentencia Consejo de Estado, Sala Contencioso Administrativo, Sección Tercera, del 2 de
junio de 2005, dentro del expediente radicado con el No. 2000-0008, M.P. Alier Hernández.
apreciada judicialmente con criterios de equidad. Se dijo en tal
oportunidad:
“El dies a-quo del cómputo es también desde hace años, objeto de un
análisis muy amplio estimándose que el plazo no empieza a correr en
tanto los daños se sigan produciendo por mucho que sea el tiempo
transcurrido desde que tuvo lugar el hecho que los desencadenó”.
En otro caso análogo, el Consejo de Estado sostuvo que “[e]n síntesis, los
daños en el caso presente se han presentado en forma de tracto
sucesivo, es decir, día a día, sin que los mismos hayan cesado desde su
inicio, esto es, desde mucho tiempo antes de construirse las viviendas
materia del presente litigio, como lo sostiene la constructora en su escrito
de contestación. Luego cuando ocurre el fenómeno de trato sucesivo, el
13
Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Primera, Subsección “A”, AG-00-001, Acción
de grupo contra el Distrito Capital-Alcaldía Mayor de Santafé de Bogotá, Alcaldía Menor de la
localidad de San Cristóbal Sur, y la Sociedad Transporte de Materiales Equipos y Construcciones
Ltda., “Transequipos y construcciones Ltda., en liquidación”, demandante: Marcos Yesid García y
otros.
14
Ver Sentencia Consejo de Estado, Sección Primera, dentro del Expediente 253000-23-26-000-
2002-00995-01, M.P. Camilo Arciniegas Andrade; entre otros.
término de caducidad no se agota mientras los daños se sigan
produciendo, que es lo que exacta y concretamente ha venido
aconteciendo en el caso materia del presente estudio de mérito”15.
(…)
15
Ver Sentencia del Consejo de Estado dentro de la acción de grupo 1999-001.
16
Sentencia del Consejo de Estado, Sección Tercera, dentro del expediente No. 11.239, M.P.
Jesús María Carrillo Ballesteros.
17
Sentencia del Consejo de Estado del 2 de agosto de 2002 dentro del expediente 25000-23-25-
000-2002-0011-01 (AG-047).
18
Ver expedientes 1467 de 2003, M.P. Carmen Alicia Rengifo, y AG 1050-2004, M.P. Ayda Vides
Pava.
19
Ver Tomás Ramón Fernández, Abeledo Perrot, pág. 15.
Como consecuencia de lo anterior, la aplicación legal de la caducidad según
la cual esta no opera en los casos de daño de tracto sucesivo mientras no
cese la acción vulnerante causante del mismo, protege la efectividad de la
acción de grupo y por contera los derechos e intereses colectivos que se
buscan garantizar a través de esta acción, como el interés respecto de la
indemnización patrimonial y los derechos a una vida digna, a la salud y a un
medio ambiente sano.
(…)
4.2.2.2 En este sentido, evidencia la Sala a partir de las pruebas que obran
dentro del expediente, que en el presente caso de acción de grupo se trata
de un daño continuo o de tracto sucesivo, caso en el cual la caducidad no
había operado para el momento de la presentación de la demanda.
(…)
4.2.2.8 Por lo tanto, en este caso la Sala encuentra que se trata de una típica
vía de hecho por defecto sustancial en tanto se aplicó una norma de derecho
sin contar con los hechos determinantes del supuesto legal. En este mismo
sentido, observa la Sala que no se trata sólo de una divergencia de criterios
jurídicos en torno al término de caducidad para la Acción de Grupo y que por
ello su decisión puede catalogarse como una vía de hecho.”
Que una vez los clientes se mudaron a las respectivas viviendas observaron
que estas se agrietaban, situación que se le comunicó al constructor y este
informó que dichas grietas eran normales en construcciones nuevas y
enviaron personal a repararlo, con el paso del tiempo todas las viviendas de
la urbanización Nueva Granada una y otra se volvieron a agrietar en forma
cada vez más pronunciada a pesar de las constantes quejas el constructor
se mostró indiferente, se presentaron las respectivas quejas ante las
entidades Distritales sin que estas actuaran, por lo que Ingeominas envió
una comisión a la Urbanización para poder establecer que (sic) era lo que
estaba ocurriendo e identificar la verdadera magnitud del problema,
Inegominas (sic) una vez realizó el estudio sobre la urbanización Nueva
Granada mediante oficio 18917 del 02 de julio de 1998 lo hizo llegar a la
Coordinadora de la Unidad de Atención y Prevención de Desastres adscrito
(sic) a la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía Mayor de Cartagena. Dicho
informe fue elaborado por un Geólogo y un ingeniero Geotecnista y en dicho
documento expresan:
… esta conformación se debe en gran medida tanto a las rocas que afloran en
el lugar afectado por un fuerte fracturamiento asociado a fallas geológicas,
como la actividad autrofica (sic) particularmente relacionada canteras de caliza,
arena y arcilla.
…las viviendas del barrio Nueva Granada fueron entregadas a los usuarios
hace aproximadamente 4 años y desde aquel entonces se ha (sic) presentado
fisuras y grietas en pisos y vigas perimetrales, las viviendas han sido reparadas
por el personal de la empresa constructora, localmente varias veces, sin
obtener solución definitiva.
La zona afecta corresponde a la tercera etapa del barrio constituida por 133
viviendas.
(…)
En efecto, cabe recordar que el artículo 47 de la Ley 472 de 1998 contempla dos
circunstancias a partir de las cuales se contabiliza el término de caducidad de los
dos (2) años en las acciones de grupo; la primera, que establece que se debe
calcular a partir de la fecha en que causa el daño, evento que parte de la base de
que se trata de un daño que se produce o se materializa en un solo momento;
mientras que la segunda, refiere que se debe contabilizar a partir de la fecha en
que cesa la acción vulneradora, por cuanto se trata de un daño de tracto sucesivo
o continuado.
En ese orden de ideas, lo importante a determinar por parte del juez de instancia
es el tipo de daño por el cual se reclama una indemnización y a partir de cuando
éste se materializa, asunto que no fue analizado por el Tribunal Administrativo de
Bolívar que se limitó a establecer el momento para el cual los actores habían
tenido presuntamente conocimiento del mismo.
21
La sentencia T-191 de 2009, resulta ser, para el presente asunto, un verdadero precedente
jurisprudencial en tanto que, de conformidad con la definición de precedente, comparte similitud
fáctica y jurídica, y la ratio decidendi sirve para resolver el caso objeto de debate. Cabe resaltar
que, esa oportunidad la Corte Constitucional analizó el defecto de desconocimiento de precedente
jurisprudencial, por parte del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que en una acción de grupo
promovida por los propietarios de un conjunto residencial ubicado en inmediaciones del río Fucha
en Bogotá, declaró probada la excepción de caducidad de la acción, al considerar que era un daño
de ejecución inmediata y no continuado.
viviendas, esto es, el 9 de abril de 2002, fecha en la cual se firmó el acta
contentiva del acuerdo entre el distrito, la personería y la junta de propietarios,
donde consta que desde marzo de ese año se les habían empezado a cancelar
los arriendos a los propietarios de Nueva Granada, a fin de que desocuparan
dichos terrenos y, posteriormente les hicieran la entrega de nuevas viviendas .
FALLA
CUARTO: NOTIFÍQUESE esta decisión por el medio más expedito y eficaz que
asegure su cumplimiento.
Se deja constancia que la anterior providencia fue leída, discutida y aprobada por la
Sala de la fecha.