Nobleza y Arete
Nobleza y Arete
Nobleza y Arete
Educación:
Se considera como algo tan natural y universal de la comunidad humana, que por
su misma evidencia tarda mucho tiempo en llegar a la plena conciencia de aquellas
que la reciben y la practican. En este sentido se distingue la formación del hombre,
mediante la creación de un tipo ideal íntimamente coherente y claramente
determinado. La educación no es posible sin que se ofrezca al espíritu una imagen del
hombre tal como debe ser. En ella la utilidad es diferente o, por lo menos, no es
esencial. Pero es fácil ver que cuando empleamos la expresiones educación y
formación o cultura para designar estos sentidos históricamente distintos, la
educación y la cultura tienen raíces diversas. La educación no es otra cosa que la
forma aristocrática, progresivamente espiritualizada de una nación. Al principio
esta educación se encuentra reservada sólo a una pequeña clase de la sociedad, la
de los nobles.
2. Cultura:
3. Nobleza:
4. Areté:
Los griegos entendían por arete, sobre todo, una fuerza, una capacidad. A
veces la definen directamente. El vigor y la salud son arete del cuerpo. Sagacidad y
pentracion, arete del espíritu. Es difícil compaginar estos hechos con la explicación
subjetiva ahora usual que hace derivar de “complacer”. Es verdad que arete lleva a
menudo el sentido de reconocimiento social, y viene a significar entonces “respeto”,
“prestigio”. Pero esto es secundario y se debe al fuerte contacto social de todas las
valoraciones del hombre en los primeros tiempos. Originalmente la palabra ha
designado un valor objetivo calificado en ella. Significa una fuerza que le es propia,
que constituye su perfección.
Pues es posible pensar en distintas medidas para la valoración de la aptitud de
un hombre según sea la tarea que debe cumplir. Bajo el concepto de areté es preciso
comprender otras excelencias además de la fuerza denodada, como la muestra,
además de las excepciones mencionadas, la poesía de los tiempos mas viejos.