Presion Arterial

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa

Universidad Nacional Experimental De Las Fuerzas Armadas

Núcleo Maracay

Ensay
o
Prof.: Wladimir Martínez

Materia: Deporte
Alumna: Angelsy Beatriz Araujo León

Sección: D1

CI: 27.518.398

Telf.: 0412.132.66.34

Maracay 15 de abril del 2021


Introducción
La Presión Arterial (PA) o Hipertensión Arterial (HTA) es una de las enfermedades más
frecuentes del mundo. Su frecuencia aumenta de manera exponencial con la edad, a partir
de los cincuenta años, lo cual, unido al aumento de la esperanza de vida en los países
desarrollados, hace que se convierta en un problema sanitario de primera magnitud. Su
estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares, primera causa de mortalidad en
dichos países, ha sido demostrada en múltiples estudios de observación, así como la
disminución de la morbimortalidad con un adecuado control, en estudios de intervención.
Su frecuente asociación a otros factores de riesgo cardiovasculares como diabetes,
hipercolesterolemia, obesidad y tabaquismo, hace que el riesgo se multiplique y que el
enfoque en su abordaje deba ser unitario con respecto a ellos. El gasto sanitario que
conllevan dichas enfermedades para la economía de un país, hace que los gobiernos
dediquen cada vez más esfuerzos a medidas preventivas, teniendo entre ellas prioridad la
Educación para la Salud.

También a día de hoy, no existe ninguna duda sobre el beneficio de reducir la presión
arterial (PA) en los hipertensos. El buen control de las cifras de PA, produce una
disminución de la mortalidad global y de la morbilidad cardiovascular, tanto por reducción
de eventos cerebrovasculares, como cardiacos, renales y a otros niveles.

Por tanto, la determinación, reducción y control de las cifras de Presión Arterial debe ser un
objetivo inexcusable para todos los profesionales sanitarios.
Presión Arterial
La presión arterial (PA) es necesaria para que la sangre sea distribuida y llegue a todas las
células del organismo. Está íntimamente relacionada con el gasto cardiaco (flujo de sangre
que sale del corazón) y las resistencias periféricas. El gasto cardiaco depende de la
frecuencia cardiaca y la contractilidad (regulados por el sistema nervioso vegetativo y las
catecolaminas) y de la volemia o volumen de sangre (influenciada por el riñón, el sodio y
ciertas hormonas). Por su parte, las resistencias periféricas están reguladas o dependen de
mecanismos vasopresores y vasodilatadores de causa nerviosa, hormonal o local de la
misma pared. Como vemos, la PA está influenciada por múltiples factores, por ello cambia
a lo largo del día y de la noche. En cada ciclo cardiaco existe una contracción (sístole) que
da lugar a la presión sistólica y una relajación (diástole) que da lugar a la presión diastólica.

Medición de la presión
arterial
Para medir tu presión arterial, un especialista coloca un brazalete inflable alrededor del
brazo y mide tu presión arterial mediante un medidor de presión. Una lectura de presión
arterial, como se observa en el tensiómetro de la imagen, mide la presión en tus arterias
cuando el corazón late (presión sistólica) en el primer número y la presión en las arterias
entre cada latido (presión diastólica) en el segundo número.

El médico te preguntará acerca de tus antecedentes médicos y te realizará una exploración


física. El médico, el enfermero u otro asistente médico colocará un brazalete inflable
alrededor del brazo y medirá la presión arterial con un tensiómetro.

La presión arterial en general debe medirse en ambos brazos para determinar si hay alguna
diferencia. Es importante usar un brazalete del tamaño adecuado.

Clasificación
Las mediciones de la presión arterial se clasifican en varias categorías:

 Presión arterial normal: Tu presión arterial es normal si se encuentra por debajo


de 120/80 mm Hg.
 Presión arterial elevada: La presión arterial elevada es una presión sistólica de 120
a 129 mm Hg y una presión diastólica por debajo (no por encima) de 80 mm Hg. La
presión arterial elevada tiende a empeorar con el tiempo, a menos que se tomen
medidas para controlarla. La presión arterial elevada también puede llamarse
prehipertensión.
 Hipertensión de etapa 1: La hipertensión de etapa 1 es una presión sistólica que
oscila entre 130 y 139 mm Hg o una presión diastólica que oscila entre 80 y
89 mm Hg.
 Hipertensión de etapa 2: La hipertensión de etapa 2, que es una hipertensión más
grave, es una presión sistólica de 140 mm Hg o superior, o una presión diastólica de
90 mm Hg o superior.
 Crisis hipertensiva: Una presión arterial superior a los 180/120 mm Hg es una
situación de emergencia que requiere atención médica de urgencia. Si tienes este
resultado cuando tomas tus medicamentos para la presión arterial en casa, espera
algunos minutos y vuelve a hacer la prueba. Si tu presión arterial todavía sigue alta,
comunícate con tu médico de inmediato. Si también tienes dolor en el pecho,
problemas de visión, entumecimiento o debilidad, problemas para respirar o algún
signo o síntoma de un accidente cerebrovascular o ataque cardíaco, llama al 911 o al
número médico de emergencia local.

Ambos números en una lectura de presión arterial son importantes. Pero después de los
50 años de edad, la medición sistólica es incluso más importante. La hipertensión sistólica
aislada es un trastorno en que la presión diastólica es normal (menor de 80 mm Hg), pero la
presión sistólica es alta (mayor de o igual a 130 mm Hg). Este es un tipo frecuente de
presión arterial alta entre personas mayores de 65 años.

Debido a que la presión arterial alta normalmente varía durante el día y puede aumentar
durante una consulta con el médico (hipertensión de bata blanca), el médico probablemente
te tomará varias lecturas de presión arterial en tres o más citas médicas individuales antes
de diagnosticarte presión arterial alta.

Control de la presión
arterial en el hogar
El médico puede pedirte que registres tu presión arterial en tu casa para obtener más
información y confirmar si tienes presión arterial alta.

El control de la presión arterial en casa es una forma importante de verificar si tienes


presión arterial, corroborar si el tratamiento para la presión arterial alta funciona o
diagnosticar el empeoramiento de la presión arterial alta.

Los monitores caseros de presión arterial son fáciles de conseguir, de un bajo precio y no se
necesita receta médica para comprarlos. El control de la presión arterial en el hogar no
reemplaza las visitas al médico, y los tensiómetros para el hogar pueden tener algunas
limitaciones.

Asegúrate de usar un dispositivo validado y de que el mango tenga buen calce. Una vez al
año, lleva el medidor contigo a la consulta médica para verificar su precisión. Pregunta al
médico acerca de cómo empezar a controlarte la presión arterial en casa.

La American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) no recomienda


aquellos dispositivos que midan la presión arterial en la muñeca o en el dedo porque
pueden arrojar resultados menos fiables.

Pruebas
Si tienes presión arterial alta, el médico puede recomendar pruebas para confirmar el
diagnóstico y comprobar si existen afecciones subyacentes que puedan causar la
hipertensión.

 Monitoreo ambulatorio: Esta prueba de control de la presión arterial durante 24


horas se utiliza para confirmar si tienes la presión arterial alta. El dispositivo
utilizado para esta prueba mide tu presión arterial a intervalos regulares durante un
período de 24 horas y brinda un panorama más preciso de los cambios en la presión
arterial en el transcurso de un día y noche promedios. Sin embargo, esos
dispositivos no están disponibles en todos los centros médicos y es posible que no
se reembolsen.
 Análisis de laboratorio: El médico puede recomendarte una prueba de orina
(análisis de orina) y análisis de sangre, incluida una prueba de colesterol.
 Electrocardiograma (ECG): Esta prueba rápida e indolora mide la actividad
eléctrica del corazón.
 Ecocardiograma: En función de los signos y síntomas y de los resultados de las
pruebas, tu médico puede solicitar un ecocardiograma para verificar si hay más
signos de enfermedad cardíaca. Un ecocardiograma utiliza ondas de sonido para
producir imágenes del corazón.

Tratamiento
Cambiar el estilo de vida puede ayudar a controlar la presión arterial alta. Es posible que el
médico te recomiende hacer cambios en el estilo de vida, que incluyen:

 Seguir una dieta saludable para el corazón con menos sal


 Hacer actividad física con regularidad
 Mantener un peso saludable o bajar de peso, si tienes sobrepeso u obesidad
 Limitar la cantidad de alcohol que bebes
No obstante, a veces, los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Si la dieta y el
ejercicio no ayudan, tu médico puede recomendarte medicamentos para bajar la presión
arterial.

Medicamentos
El tipo de medicamento que tu médico te recete para la presión arterial alta depende de tus
rangos de presión arterial y de tu salud general. Dos o más medicamentos para la presión
arterial suelen funcionar mejor que uno solo. A veces, hallar el medicamento o la
combinación más eficaz es una cuestión de prueba y error.

El objetivo del tratamiento de la presión arterial debería ser menos de 130/80 mm Hg en los
siguientes casos:

 Eres un adulto sano de 65 años o más.


 Eres un adulto sano menor de 65 años con un riesgo del 10 por ciento o más de
padecer una enfermedad cardiovascular en los próximos 10 años.
 Padeces una enfermedad renal crónica, diabetes o una enfermedad de las arterias
coronarias.

Pregúntale al médico cuál debe ser tu objetivo de tratamiento de la presión arterial.


Además, el objetivo ideal del tratamiento de la presión arterial puede variar en función de la
edad y de las afecciones de salud, sobre todo si eres mayor de 65 años.

Los medicamentos que se utilizan para tratar la presión arterial alta incluyen los siguientes:

 Diuréticos: Los diuréticos son medicamentos que ayudan a los riñones a eliminar el


sodio y el agua del cuerpo. Estos medicamentos suelen ser los primeros que se
prueban para tratar la presión arterial alta.

Existen diferentes tipos de diuréticos, como tiazídicos, de asa y ahorradores de


potasio. El que te recomiende el médico depende de las mediciones de tu presión
arterial y de otras afecciones de la salud, como una enfermedad renal o una
insuficiencia cardíaca. Los diuréticos utilizados comúnmente para tratar la presión
arterial incluyen la clortalidona, la hidroclorotiazida (Microzide), entre otros.

Un efecto secundario común de los diuréticos es el aumento de la orina, que podría


reducir los niveles de potasio. Si tienes un nivel bajo de potasio, tu médico puede
incorporar a tu tratamiento un diurético ahorrador de potasio, como el triamtereno
(Dyazide y Maxide) o la espironolactona (Aldactone).

 Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA): Estos


medicamentos, como el lisinopril (Prinivil y Zestril), el benazepril (Lotensin), el
captopril y otros, ayudan a relajar los vasos sanguíneos al bloquear la formación de
una sustancia química natural que los estrecha.
 Antagonistas de receptores de la angiotensina II. Estos medicamentos relajan los
vasos sanguíneos al bloquear la acción, y no la formación, de una sustancia química
natural que los estrecha. Los antagonistas de receptores de la angiotensina
II incluyen el candesartán (Atacand), el losartán (Cozaar) y otros.
 Bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamentos, incluidos la
amlodipina (Norvasc), el diltiazem (Cardizem, Tiazac y otros), entre otros, ayudan a
relajar los músculos de los vasos sanguíneos. Algunos disminuyen la frecuencia
cardíaca. Los bloqueadores de los canales de calcio quizás funcionen mejor que los
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina por sí solos para las personas
con ascendencia africana y las de mayor edad.

No comas ni bebas productos de pomelo cuando tomes bloqueadores de los canales


de calcio. El pomelo aumenta los niveles en sangre de ciertos bloqueadores de los
canales de calcio, lo que puede ser peligroso. Habla con el médico o con el
farmacéutico si tienes inquietudes acerca de las interacciones.

Otros medicamentos que se


suelen administrar para
tratar la presión arterial
alta
Si tienes problemas para alcanzar tu objetivo de presión arterial con las combinaciones de
los medicamentos mencionadas anteriormente, es posible que el médico indique lo
siguiente:

 Alfabloqueadores: Estos medicamentos reducen las señales nerviosas hacia los


vasos sanguíneos, lo que disminuye los efectos de las sustancias químicas naturales
que estrechan los vasos sanguíneos. Los alfabloqueadores incluyen la doxazosina
(Cardura), la prazosina (Minipress) y otros.
 Alfabetabloqueadores: Los alfabetabloqueadores bloquean las señales nerviosas y
disminuyen los latidos del corazón para reducir la cantidad de sangre que se bombea
a través de los vasos sanguíneos. Los alfabetabloqueadores incluyen el carvedilol
(Coreg) y el labetalol (Trandate).
 Betabloqueadores: Estos medicamentos reducen la carga sobre el corazón y
ensanchan los vasos sanguíneos para que el corazón lata con menor frecuencia y sin
hacer tanto esfuerzo. Los betabloqueadores incluyen el acebutolol, el atenolol
(Tenormin) y otros.

Por lo general, no se recomiendan los betabloqueadores como medicamento único,


pero pueden ser eficaces en combinación con otros medicamentos para la presión
arterial.

 Antagonistas de la aldosterona: Estos medicamentos también se consideran


diuréticos. Algunos ejemplos son la espironolactona y la eplerenona (Inspra). Estos
medicamentos bloquean el efecto de un químico natural que puede ocasionar la
acumulación de sal y líquidos, lo cual contribuye a la aparición de presión arterial
alta. Se pueden utilizar para tratar la hipertensión resistente.
 Inhibidores de la renina: El medicamento aliskiren (Tekturna) disminuye la
producción de la renina, una enzima producida por los riñones y que comienza una
cadena de etapas químicas que aumentan la presión arterial.

Debido a que existe un riesgo de que se presenten complicaciones graves, que


incluyen el accidente cerebrovascular, no se debe tomar aliskiren con inhibidores de
la enzima convertidora de angiotensina o antagonistas de receptores de angiotensina
II.

 Vasodilatadores: Estos medicamentos incluyen la hidralazina y el minoxidil.


Actúan directamente sobre los músculos de las paredes arteriales, y evitan que se
tensen tales músculos y se estrechen las arterias.
 Agentes de acción central: Estos medicamentos evitan que el cerebro emita
señales al sistema nervioso para aumentar la frecuencia cardíaca y estrechar los
vasos sanguíneos. Algunos ejemplos son la clonidina (Catapres y Kapvay), la
guanfacina (Intuniv) y la metildopa.

Tratamiento de la
hipertensión resistente
Si tu presión arterial sigue siendo excesivamente alta a pesar de haber tomado al menos tres
tipos diferentes de medicamentos para la presión arterial alta, de los cuales uno
generalmente debe ser un diurético, es posible que tengas hipertensión resistente.

Tienes hipertensión resistente si tienes presión arterial alta controlada, pero tomas cuatro
tipos diferentes de medicamentos al mismo tiempo para lograr ese control. Si este es el
caso, el médico debe investigar la posibilidad de una causa secundaria de la presión arterial
alta.
Tener hipertensión resistente no significa que la presión arterial nunca bajará. Si tú y tu
médico pueden determinar la causa, se puede elaborar un plan de tratamiento más eficaz
para ayudarte a alcanzar tu objetivo de presión arterial.

El tratamiento de la hipertensión resistente puede incluir muchas medidas, como las


siguientes:

 Cambiar los medicamentos para la presión arterial alta para determinar las
combinaciones y dosis más adecuadas
 Revisar todos los medicamentos que tomas, incluyendo aquellos que tomas para
otras afecciones o compras sin receta médica
 Controlar la presión arterial en casa para determinar si acudir al médico aumenta la
presión arterial (hipertensión de bata blanca)
 Hacer cambios saludables en el estilo de vida, como llevar una alimentación sana
que incluya menos sal, mantener un peso saludable y limitar el consumo de alcohol

Siempre debes tomar los medicamentos para la presión arterial según la indicación médica.
Nunca omitas una dosis ni interrumpas de manera abrupta la toma de los medicamentos
para la presión arterial. La interrupción repentina de ciertos medicamentos para la presión
arterial, como los betabloqueadores, puede causar un aumento marcado en la presión
arterial (hipertensión por rebote).

Si te salteas dosis porque no puedes pagar los medicamentos, porque tienes efectos
secundarios o simplemente porque te olvidas de tomar tus medicamentos, habla con tu
médico acerca de las soluciones. No modifiques tu tratamiento sin la indicación del médico.

Posibles tratamientos
futuros
Los investigadores continúan estudiando la ecografía basada en catéter y la ablación por
radiofrecuencia de los nervios simpáticos del riñón (denervación renal) como tratamiento
para la hipertensión resistente. Estudios anteriores mostraron algunos beneficios, pero
estudios más sólidos mostraron que la terapia no necesariamente baja la presión arterial en
personas con hipertensión resistente. Se están llevando a cabo más investigaciones para
determinar la posible función de la terapia en el tratamiento de la hipertensión, si la tuviese.

Remedios caseros
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudarte a controlar y prevenir la presión arterial
alta, incluso si tomas medicamentos para la presión arterial. Esto es lo que puedes hacer:
 Comer alimentos saludables: Sigue una dieta saludable. Intenta con los enfoques
dietéticos para detener la hipertensión (la dieta DASH), que se centra en frutas,
verduras, granos integrales, carne de ave de corral, pescado y alimentos lácteos con
bajo contenido graso. Consume mucho potasio, que puede ayudar a prevenir y
controlar la presión arterial alta. Consume menos grasas saturadas y grasas trans.

 Disminuye la cantidad de sal en tu dieta: Ten como meta limitar el consumo de


sodio a menos de 2300 miligramos (mg) por día, o aún menos. Pero un consumo
más bajo de sodio (1500 mg por día, o menos) es ideal para la mayoría de los
adultos.

Además de reducir la cantidad de sal que consumes al dejar de lado el salero,


también deberás prestar atención a la cantidad de sal en los alimentos procesados
que consumes, como sopas enlatadas o comidas congeladas.

 Mantener un peso saludable: Mantener un peso saludable o perder peso si tienes


sobrepeso u obesidad, puede ayudarte a controlar tu presión arterial alta y disminuir
el riesgo de tener problemas de salud relacionados. En general, puedes reducir tu
presión arterial en aproximadamente 1 mm Hg con cada kilogramo de peso que
pierdas (alrededor de 2,2 libras).

 Incrementa la actividad física: La actividad física regular puede ayudarte a bajar


la presión arterial, controlar el estrés, mantener tu peso bajo control y reducir el
riesgo de tener varios problemas de salud. Si tienes la presión arterial alta, hacer
ejercicio de intensidad moderada a alta con regularidad puede disminuir tu lectura
máxima de presión arterial en alrededor de 11 mm Hg y la lectura mínima en
alrededor de 5 mm Hg.

Intenta realizar al menos 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada o


75 minutos por semana de actividad aeróbica intensa, o bien una combinación de
actividad moderada e intensa. Por ejemplo, trata de caminar a paso ligero durante
30 minutos la mayoría de los días de la semana. También puedes probar con el
entrenamiento por intervalos, en el cual se alternan períodos breves de actividad
intensa con períodos cortos de recuperación de actividad más ligera. Trata de hacer
ejercicios para fortalecer los músculos al menos dos días a la semana.

 Limita el consumo de alcohol: Incluso si estás sano, el alcohol puede aumentar la


presión arterial. Si eliges beber alcohol, hazlo con mesura. Para los adultos
saludables, beber con moderación significa una copa al día para las mujeres y hasta
dos copas al día para los hombres. Una copa equivale a 12 onzas (350 mL) de
cerveza, 5 onzas (147 mL) de vino o 1,5 onzas (44 mL) de licor con graduación de
80 grados.
 No fumes: El tabaco puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos y acelerar el
proceso de acumulación de placa en las arterias. Si fumas, pídele al médico que te
ayude a dejar de fumar.
 Controla el estrés: Reduce el estrés lo más que puedas. Practica técnicas de
afrontamiento saludables, como relajación muscular, respiración profunda o
atención plena. También puede ayudar hacer actividad física de manera regular y
dormir lo suficiente.

 Contrólate la presión arterial en tu hogar: Tomarte la presión arterial en el hogar


te permite mantener un registro diario de las medidas de presión arterial. El médico
puede revisar la información para determinar si tus medicamentos están haciendo
efecto o si tienes complicaciones. Medir la presión arterial en casa no sustituye a las
consultas médicas. Incluso si obtienes lecturas normales, no dejes ni cambies tus
medicamentos ni tampoco alteres tu alimentación sin hablar primero con el médico.

Si tu presión arterial está controlada, consulta con el médico acerca de con qué
frecuencia debes medirla.

 Practica la relajación o la respiración lenta y profunda: Practica respirando


lento y hondo para relajarte. Se ha demostrado con algunos estudios que la
respiración lenta (de cinco a siete respiraciones por minuto) combinada con técnicas
de atención plena puede reducir la presión arterial. También hay algunos
dispositivos disponibles que estimulan la respiración lenta y profunda. De acuerdo
con la American Heart Association, la respiración guiada con dispositivo puede ser
una opción no medicamentosa razonable para disminuir la presión arterial, en
especial si padeces ansiedad con presión arterial alta o si los tratamientos
tradicionales no se toleran bien.
 Controla tu presión arterial durante el embarazo: Las mujeres con presión
arterial alta deben consultar con el médico sobre cómo controlar la presión arterial
durante el embarazo.

Medicina alternativa
Aunque la dieta y el ejercicio son las formas más adecuadas de bajar la presión arterial,
algunos suplementos también pueden ayudar a bajarla. No obstante, se requiere más
investigación para determinar los beneficios potenciales. Entre los suplementos, se incluyen
los siguientes:

 Fibra, como psilio rubio y salvado de trigo


 Minerales, como magnesio, calcio y potasio
 Ácido fólico
 Suplementos o productos que aumenten el óxido nítrico o que ensanchen los vasos
sanguíneos (vasodilatadores), como el cacao, la coenzima Q10, la L-arginina y el
ajo
 Ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescado graso, suplementos de aceite
de pescado y linaza
Los investigadores también están estudiando si la vitamina D puede reducir la presión
arterial, pero la evidencia es contradictoria. Se necesitan más investigaciones.

Si bien es mejor incluir en tu dieta estos suplementos como alimentos, también puedes
tomarlos en pastillas o cápsulas. Consulta con el médico antes de agregar cualquiera de
estos suplementos a tu tratamiento para la presión arterial. Algunos suplementos pueden
interactuar con los medicamentos y causar efectos secundarios peligrosos, como un riesgo
de sangrado que podría ser mortal.

También puedes practicar técnicas de relajamiento, como respiración profunda o atención


plena, para ayudarte a relajarte y reducir el nivel de estrés. Estas prácticas pueden reducir
temporalmente la presión arterial.

Estrategias de
afrontamiento y apoyo
La presión arterial alta no es un problema que puedes tratar y luego ignorar. Es una
afección que debes controlar durante toda la vida. Para mantener la presión arterial bajo
control, debes realizar lo siguiente:

 Toma los medicamentos de forma adecuada: Si los efectos secundarios o los


costos representan un problema para ti, no debes suspender la toma de los
medicamentos. Consulta a tu médico acerca de otras opciones.
 Programa consultas regulares con el médico: Se necesita un esfuerzo de equipo
para tratar la presión arterial alta con éxito. Tu médico no puede hacerlo solo, y tú
tampoco. Trabaja con tu médico para que tu presión arterial baje a un nivel seguro y
para mantenerla allí.
 Adopta hábitos saludables: Consume alimentos saludables, baja el exceso de peso
que tienes y realiza actividad física con regularidad. Limita el consumo de alcohol.
Si fumas, deja de hacerlo.
 Controla el estrés: Rechaza las tareas adicionales, libérate de los pensamientos
negativos, mantén buenas relaciones, y continúa siendo paciente y optimista.

Ajustarse a cambios en el estilo de vida puede ser difícil, en especial si no ves o no sientes
los síntomas de la presión arterial alta. Si necesitas motivación, recuerda los riesgos
asociados a la presión arterial alta no controlada. Tal vez, también te ayude contar con el
apoyo de tu familia y de tus amigos.
Preparación para la
consulta
Si piensas que puedes tener presión arterial alta, solicita una cita con tu médico para que
controle tu presión arterial.

No necesitas una preparación especial para controlar tu presión arterial. Puedes usar una
camiseta de manga corta para tu cita médica para que el brazalete del tensiómetro se pueda
colocar alrededor de tu brazo cómodamente. Evita comer, tomar bebidas con cafeína y
fumar antes de la prueba. Te recomendamos ir al baño antes de que te midan la presión
arterial.

Dado que algunos medicamentos, como los antigripales de venta libre, los analgésicos, los
antidepresivos, las píldoras anticonceptivas, entre otros, pueden aumentar tu presión
arterial, puede ser una buena idea llevar a la cita con el médico una lista de los
medicamentos y suplementos que tomas. No dejes de tomar ningún medicamento con
receta médica que pienses que pueda afectar tu presión arterial sin el asesoramiento de tu
médico.

Debido a que la cita médica puede ser breve, y por lo general hay muchos temas que
analizar, es una buena idea prepararte para ir a la consulta. La siguiente información te
ayudará a prepararte para la cita y saber qué esperar del médico.

Lo que puedes hacer


 Anota los síntomas que tengas: La presión arterial alta en pocas ocasiones
presenta síntomas, pero es un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca.
Informarle al médico que tienes síntomas, como dolor en el pecho o falta de aire,
puede ayudarlo a decidir la intensidad del tratamiento de la presión arterial alta.
 Anota la información personal esencial: como antecedentes familiares de presión
arterial alta, colesterol alto, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular,
enfermedad renal o diabetes, y cualquier episodio de estrés importante o cambios
recientes en tu vida.
 Haz una lista de todos los medicamentos: las vitaminas o los suplementos que
tomes.
 Si es posible, pide a un familiar o a un amigo que te acompañ;. A veces puede
ser difícil recordar toda la información que se te proporciona durante una cita
médica. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas pasado
por alto u olvidado.
 Prepárate para hablar sobre tus hábitos alimenticios y de actividad física: Si no
sigues una dieta o no tienes una rutina de ejercicio, prepárate para hablar con tu
médico sobre los desafíos que podrías enfrentar para comenzar a hacerlo.
 Escribe preguntas; para hacerle al médico.

Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te ayudará a
aprovechar ese tiempo al máximo. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante
en caso de que se acabe el tiempo. Para la presión arterial alta, estas son algunas preguntas
básicas que puedes hacerle al médico:

 ¿Qué clase de pruebas necesito hacerme?


 ¿Necesito tomar algún medicamento?
 ¿Qué alimentos debería comer o evitar?
 ¿Cuál es el nivel adecuado de actividad física?
 ¿Con qué frecuencia debo programar las citas para controlar mi presión arterial?
 ¿Debo controlarme la presión arterial en casa?
 ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que sugieres?
 Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlas de la mejor manera?
 ¿Debo respetar alguna restricción?
 ¿Debería consultar con un especialista?
 ¿Existe una alternativa genérica al medicamento que me está recetando?
 ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme?
 ¿Qué sitios web recomiendas visitar?

Además de las preguntas que preparaste para hacerle a tu médico, no dudes en hacer
preguntas cada vez que no entiendas algo durante la cita.

Recomendaciones
Actualmente, disponemos de suficiente evidencia para recomendar de forma genérica que
las cifras de (PA) se sitúen por debajo de 140/90 mmHg, tanto para las cifras de (PA)
sistólica como diastólica. Respecto a cuánto disminuir las cifras de (PA), no tenemos su-
ficiente evidencia a día de hoy. Hasta hace unos años, y a la luz de algunos estudios, se
recomendaba que en la población de alto riesgo cardiovascular, es decir, diabéticos,
pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM) o ictus previo y pacientes con enfermedad
renal crónica, las cifras de (PA) debían reducirse por debajo de 130/80 mmHg. Sin
embargo, conocemos desde hace años la existencia de una curva en J, con un aumento de la
morbimortalidad en los hipertensos de alto riesgo cuando se reducen las cifras de (PA) por
debajo de 120/60 mmHg. Por este motivo, la recomendación actual es que en los
hipertensos, especialmente en los de alto riesgo cardiovascular, las cifras de (PA) se sitúen
entre 120-139/80-89 mmHg.

Asimismo, se debe intentar reducir la (PA) por debajo de 140/90 mmHg también en los
ancianos, demostrándose un descenso de la morbimortalidad cardiovascular en estos
pacientes al alcanzar dicho objetivo. En esta población, es especialmente importante evitar
las cifras demasiado bajas de (PA) para evitar la hipoperfusión visceral y sus efectos
deletéreos.

Monitorización ambulatoria
de las cifras de (PA)
(MAPA)
Esta técnica consiste en la determinación automática de la (PA) durante 24 horas en
intervalos que oscilan entre 30 minutos y 1 hora, permitiéndonos así conocer las cifras
habituales de (PA) con las influencias propias de la vida diaria y sin las interferencias que
pueden aparecer en la consulta.
Las cifras normales de (PA) en la (MAPA) son algo menores que las establecidas de forma
genérica, considerándose elevadas cifras diurnas superiores a 135/85 mmHg y cifras
nocturnas superiores a 120/70 mmHg.
Además de permitirnos realizar el diagnóstico de (HTA) y comprobar la eficacia de un
tratamiento antihipertensivo, la (MAPA) nos permite distinguir el patrón de las cifras de
(PA) durante 24 horas, lo que se ha demostrado que tiene una clara implicación pronóstica.
Así podemos distinguir varios patrones:

• Patrón dipper: la diferencia entre las cifras de (PA) diurnas y las nocturnas es de entre el
10 y el 20%. Es el patrón habitual en la mayoría de las personas.

• Patrón dipper severo: ocurre cuando la diferencia de las cifras de (PA) diurnas y
nocturnas es mayor de un 20%. Se asocia con mal pronóstico.

• Patrón non dipper: la diferencia entre las cifras de (PA) diurnas y las nocturnas es
menor de un 10%. Este patrón se ha asociado, especialmente en diabéticos, a un mal
pronóstico cardiovascular.

• Patrón riser: es un patrón non dipper severo, es decir, no existe ninguna variación entre
las cifras de (PA) diurnas y las nocturnas. También se asocia a mal pronóstico.

En los últimos años se han publicado múltiples estudios sobre la importancia del patrón
circadiano de la (PA), especialmente el pico matutino, y su relación con el pronóstico
cardiovascular. A día de hoy no se pueden hacer recomendaciones en este sentido, pero la
(MAPA) podría ser útil para su estudio.
Conclusión
El enfoque estandarizado para el tratamiento de la hipertensión arterial descrito se propone
en un momento clave en que se está prestando una atención sin precedentes a las ENT. La
hipertensión arterial es el factor de riesgo de estas enfermedades que causa el mayor
número de muertes; por lo tanto, mejorar el control de la hipertensión a nivel poblacional
podría tener un impacto positivo considerable. La OMS y sus Estados Miembros han
reconocido este hecho al crear un conjunto de indicadores y metas mundiales respecto de
las ENT que subrayan la importancia de mejorar el control de la hipertensión. El
tratamiento estandarizado de la hipertensión complementa la estrategia de prevención
primaria a nivel poblacional, particularmente la promoción de una alimentación saludable
que incluya la reducción del consumo de sal.

En mayo del 2013, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó un conjunto de metas e


indicadores para el año 2025 como parte del Marco mundial de vigilancia integral de las
enfermedades no transmisibles, cinco de las cuales se abordan en el Proyecto de Prevención
y Tratamiento Estandarizado de la Hipertensión Arterial:

1) 25% de reducción relativa de la mortalidad total por enfermedades cardiovasculares,


cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas.

2) 25% de reducción relativa de la prevalencia de hipertensión.


3) al menos 50% de las personas que lo necesitan reciben farmacoterapia y asesoramiento
(incluido el control de la glucemia) para prevenir los ataques cardiacos y los accidentes
cerebrovasculares.

4) 80% de disponibilidad de tecnologías básicas y medicamentos esenciales asequibles,


incluidos genéricos, necesarios para tratar las principales ENT, tanto en los centros públicos
de salud como en los privados.

5) 30% de reducción relativa de la ingesta diaria promedio de sal/sodio de la población.


Además, este enfoque, que es intrínsecamente flexible, apoya plenamente la prevención
primaria de las enfermedades cardiovasculares y puede ampliarse para incluir otras
enfermedades crónicas.

Puede también ser adaptado y ajustado a la disponibilidad de recursos de cada país, y


concuerda con las intervenciones básicas de la OMS para la atención primaria y puede
mejorarlas. Está en consonancia además con la hoja de ruta de la Federación Mundial del
Corazón referente a la hipertensión y la prevención secundaria, una iniciativa que requiere
el esfuerzo colaborativo de diferentes instituciones para alcanzar sus metas. Con voluntad
política y sólidas alianzas, el Proyecto de Prevención y Tratamiento Estandarizado de la
Hipertensión Arterial facilitará el control de este trastorno a nivel mundial y contribuirá a
reducir la morbilidad y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en todo el mundo.

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