Presión Arterial
Presión Arterial
Presión Arterial
ARTERIAL
PRESIÓN ARTERIAL
¿Qué es la presión arterial?
La presión arterial es la fuerza de su sangre al empujar contra las paredes de sus arterias.
Cada vez que su corazón late, bombea sangre hacia las arterias. Su presión arterial es más
alta cuando su corazón late, bombeando la sangre. Esto se llama presión sistólica. Cuando su
corazón está en reposo, entre latidos, su presión arterial baja. Esto se llama presión diastólica.
La lectura de su presión arterial usa estos dos números. Por lo general, el número sistólico se
coloca antes o por encima de la cifra diastólica. Por ejemplo, 120/80 significa una presión
sistólica de 120 y una diastólica de 80.
Ambos números en una medición de presión arterial son importantes. Pero después de los 50
años de edad, la medición sistólica es incluso más significativa. La hipertensión sistólica
aislada es un trastorno en que la presión diastólica es normal (menor que 80 mm Hg), pero la
presión sistólica es alta (mayor que o igual a 130 mm Hg). Se trata de un tipo de presión
arterial alta frecuente entre las personas mayores de 65 años.
El médico probablemente te tomará dos o tres mediciones de presión arterial en cada una de
las tres o más consultas antes de diagnosticarte presión arterial alta. Esto se debe a que la
presión arterial normalmente varía a lo largo del día, y puede ser más alta durante las visitas al
médico (hipertensión de bata blanca).
La presión arterial en general debe medirse en ambos brazos para determinar si hay alguna
diferencia. Es importante usar un brazalete de tamaño adecuado.
Es posible que el médico te pida registrar tu presión arterial en casa para tener información
adicional y confirmar que tienes presión arterial alta.
El médico puede recomendar una prueba de vigilancia de la presión arterial de 24 horas,
llamada monitoreo ambulatorio de la presión arterial, para confirmar que tienes presión arterial
alta. El dispositivo utilizado para esta prueba mide tu presión arterial en intervalos regulares
durante un período de 24 horas y brinda un panorama más preciso de los cambios en la
presión arterial en el transcurso de un día y una noche promedios. Sin embargo, estos
dispositivos no están disponibles en todos los centros médicos, y rara vez se los reembolsa.
Si tienes cualquier tipo de presión arterial alta, el médico revisará tu historia clínica y realizará
un examen físico.
Es posible que el médico también recomiende exámenes de rutina, como un análisis de orina
(urinálisis), análisis de sangre, un análisis de colesterol y un electrocardiograma, que es un
examen que mide la actividad eléctrica del corazón. También puede recomendarte exámenes
adicionales, como un ecocardiograma, para verificar si hay más signos de enfermedades
cardíacas.
Los monitores caseros de presión arterial son fáciles de conseguir, de un bajo precio y no se
necesita prescripción para comprarlos. El control de la presión arterial en el hogar no sustituye
las visitas al médico, y los medidores de presión arterial para el hogar pueden tener
limitaciones.
Asegúrate de usar un dispositivo validado y de que el mango tenga buen calce. Una vez al
año, lleva el medidor contigo a la consulta médica para verificar su precisión. Pregunta al
médico cómo empezar a controlarte la presión arterial en casa.
Tratamiento
Cambiar el estilo de vida es muy importante en el control de la presión arterial alta. El médico
puede recomendar los siguientes cambios en el estilo de vida:
Llevar una dieta con menos sal saludable para el corazón
Realizar actividad física regular
Mantener un peso saludable o perder peso si tienes sobrepeso u obesidad
Limitar la cantidad de alcohol que consumes
Sin embargo, en ocasiones los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Además de la
dieta y el ejercicio, es posible que el médico recomiende medicamentos para bajar la presión
arterial.
El valor objetivo del tratamiento para la presión arterial depende del estado de salud que
tengas.
El valor objetivo del tratamiento para la presión arterial debería ser inferior a 130/80 mm Hg si
presentas lo siguiente:
Eres un adulto saludable de 65 años en adelante
Eres un adulto saludable menor de 65 años con un riesgo del 10 por ciento o más de
desarrollar enfermedades cardiovasculares en los próximos 10 años
Tienes enfermedad renal crónica, diabetes o enfermedad de las arterias coronarias
Aunque 120/80 mm Hg o menos es el valor objetivo ideal para la presión arterial, los médicos
no saben con certeza si necesitas un tratamiento (medicamentos) para alcanzar ese nivel.
Si tienes 65 años en adelante, y el consumo de medicamentos produce una presión arterial
sistólica más baja (inferior a 130 mm Hg), no se deberán cambiar los medicamentos a menos
que causen efectos negativos en la salud o la calidad de vida.
A menudo, los diuréticos de tiazida son la primera opción, pero no la única, de medicamentos
utilizados para tratar la presión arterial alta. Los diuréticos de tiazida incluyen la clortalidona, la
hidroclorotiazida (Microzide) y otros.
Si no estás tomando diuréticos y sigues teniendo presión arterial alta, habla con el médico
acerca de agregar o reemplazar un medicamento que actualmente tomas por algún diurético.
Los diuréticos o los bloqueadores de los canales de calcio pueden funcionar mejor en las
personas con antepasados africanos y en los adultos mayores que los inhibidores de la enzima
de conversión de la angiotensina por sí solos. Un efecto secundario común de los diuréticos es
el aumento de la micción.
Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. Estos medicamentos, como el
lisinopril (Zestril), el benazepril (Lotensin), el captopril (Capoten) y otros, ayudan a relajar
los vasos sanguíneos al bloquear la formación de una sustancia química natural que los
estrecha. Las personas con una enfermedad renal crónica pueden beneficiarse de usar
como medicamento un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina.
Bloqueadores del receptor de la angiotensina II. Estos medicamentos ayudan a relajar
los vasos sanguíneos al bloquear la acción, y no la formación, de una sustancia química
natural que los estrecha. Los bloqueadores de los receptores de la angiotensina II
comprenden el candesartán (Atacand), el losartán (Cozaar) y otros. Las personas con una
enfermedad renal crónica pueden beneficiarse de usar como medicamento un bloqueador
de receptores de la angiotensina II.
Bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamentos, que incluyen el
amlodipino (Norvasc), el diltiazem (Cardizem, Tiazac u otros) y otros, ayudan a que se
relajen los músculos de los vasos sanguíneos. Algunos pueden disminuir la frecuencia
cardíaca. Los bloqueadores de los canales de calcio quizás funcionen mejor que los
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina por sí solos para las personas con
antepasados africanos y las de mayor edad.
El jugo de toronja interactúa con algunos bloqueadores de los canales de calcio al aumentar
los niveles del medicamento en la sangre y causar un mayor riesgo de tener efectos
secundarios. Habla con el médico o con el farmacéutico si estás preocupado por las
interacciones.
Otros medicamentos que se suelen administrar para tratar la presión arterial alta
Si tienes problemas para alcanzar tus metas de presión arterial con las combinaciones de los
medicamentos mencionadas, es posible que el médico indique lo siguiente:
Alfabloqueadores. Estos medicamentos reducen los impulsos nerviosos hacia los vasos
sanguíneos, lo que reduce los efectos de los químicos naturales que estrechan los vasos
sanguíneos. Los alfabloqueadores incluyen la doxazosina (Cardura), la prazosina
(Minipress) y otros.
Alfabetabloqueadores. Además de reducir los impulsos nerviosos hacia los vasos
sanguíneos, los alfabetabloqueadores disminuyen el latido para reducir la cantidad de
sangre que se bombea a través de los vasos sanguíneos. Los alfabetabloqueadores
incluyen el carvedilol (Coreg) y el labetalol (Trandate).
Betabloqueadores. Estos medicamentos reducen la carga sobre el corazón y abren los
vasos sanguíneos para que el corazón lata con menor frecuencia y sin hacer tanto
esfuerzo. Los betabloqueadores incluyen el acebutolol (Sectral), el atenolol (Tenormin) y
otros.
El aliskiren actúa al reducir la capacidad de la renina de comenzar este proceso. Debido a que
existe un riesgo de que se presenten complicaciones serias, que incluyen el accidente
cerebrovascular, no se debe consumir aliskiren con inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina o bloqueadores del receptor de angiotensina II.
Vasodilatadores. Estos medicamentos, que incluyen la hidralazina y el minoxidil,
actúan directamente sobre los músculos de las paredes arteriales, y evitan que se
tensen tales músculos y se estrechen las arterias.
Agentes de acción central. Estos medicamentos evitan que el cerebro envíe señales
al sistema nervioso para aumentar la frecuencia cardíaca y estrechar los vasos
sanguíneos. Algunos ejemplos son la clonidina (Catapres, Kapvay), la guanfacina
(Intuniv, Tenex) y la metildopa.
Con el fin de reducir la cantidad de dosis de medicamento diarias que necesitas, es posible
que el médico te recete una combinación de medicamentos en bajas dosis en lugar de dosis
grandes de un solo medicamento. De hecho, dos o más medicamentos para la presión arterial
suelen ser más efectivos que uno solo. A veces, hallar el medicamento o la combinación más
efectiva es una cuestión de prueba y error.
Si una persona tiene presión arterial alta controlada, pero toma cuatro tipos diferentes de
medicamentos al mismo tiempo para lograr ese control también se considera que tiene
hipertensión resistente. Generalmente se debe reconsiderar la posibilidad de una causa
secundaria de la presión arterial alta.
Tener hipertensión resistente no significa que la presión arterial nunca bajará. De hecho, si tú y
tu médico pueden identificar cuál es la causa de la presión arterial alta persistente, existen
muchas posibilidades de que puedas alcanzar tu objetivo con la ayuda de un tratamiento más
eficaz.
Si no tomas tus medicamentos para la presión arterial alta exactamente según las
indicaciones, tu presión arterial puede sufrir consecuencias. Si te salteas dosis porque no
puedes pagar los medicamentos, porque tienes efectos secundarios o simplemente porque te
olvidas de tomar tus medicamentos, habla con tu médico acerca de las soluciones. No
modifiques tu tratamiento sin la indicación del médico.
Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y
pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Estilo de vida y remedios caseros
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudarte a controlar y prevenir la presión arterial alta,
incluso si tomas medicamentos para la presión arterial. Aquí presentamos lo que puedes
hacer:
Come alimentos saludables. Sigue una dieta de alimentos saludables para el corazón.
Intenta el enfoque alimentario para detener la hipertensión (enfoque “DASH”, por Dietary
Approaches to Stop Hypertension), que se centra en frutas, verduras, granos integrales,
carne de ave, pescado y alimentos lácteos con bajo contenido graso. Consume mucho
potasio, que puede ayudar a prevenir y controlar la presión arterial alta. Consume menos
grasas saturadas y grasas trans.
Disminuye el consumo de sal de tu dieta. Trata de limitar el consumo de sodio a menos
de 2300 miligramos por día. Sin embargo, una ingesta de sodio menor, 1500 miligramos o
menos por día, es ideal para la mayoría de los adultos.
Además de reducir la cantidad de sal que consumes al dejar de lado el salero, también
deberás prestar atención a la cantidad de sal en los alimentos procesados que consumes,
como sopas enlatadas o comidas congeladas.
Mantén un peso saludable. Mantener un peso saludable o perder peso si tienes
sobrepeso u obesidad, puede ayudarte a controlar tu presión arterial alta y disminuir el
riesgo de tener problemas de salud relacionados. En general, puedes reducir tu presión
arterial en aproximadamente 1 mm Hg con cada kilogramo que pierdas (alrededor de 2,2
libras).
Aumenta la actividad física. La actividad física regular puede ayudarte a bajar la presión
arterial, controlar el estrés, reducir el riesgo de tener varios problemas de salud y
mantener tu peso bajo control.
Intenta realizar al menos 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada o 75
minutos por semana de actividad aeróbica intensa, o bien una combinación de actividad
moderada e intensa. Por ejemplo, intenta caminar a paso ligero durante alrededor de 30
minutos casi todos los días de la semana. También puedes probar con el entrenamiento por
intervalos, en el cual se alternan períodos breves de actividad intensa con períodos cortos de
recuperación de actividad más ligera. Trata de hacer ejercicios para fortalecer los músculos al
menos dos días a la semana.
Limita el consumo de bebidas alcohólicas. Incluso si estás sano, el alcohol puede
aumentar la presión arterial. Si bebes alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos
saludables, beber con moderación significa una bebida al día para las mujeres y hasta
dos bebidas al día para los hombres. Una bebida equivale a 12 onzas (350 ml) de
cerveza, 5 onzas (147 ml) de vino o 1,5 onzas (44 ml) de licor con graduación de 80
grados.
No fumes. El tabaco puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos y acelerar el
proceso de acumulación de placa en las arterias. Si fumas, pídele al médico que te ayude
a dejar de fumar.
Controla el estrés. Reduce el estrés lo más que puedas. Practica técnicas de superación
saludables, como relajación muscular, respiración profunda o meditación. También puede
ayudar hacer actividad física de manera regular y dormir lo suficiente.
Controla tu presión arterial en el hogar. El control de la presión arterial en el hogar
puede ayudarte a controlar de cerca tu presión arterial, ver si la medicación está
funcionando, e incluso alertarlos a ti y a tu médico sobre posibles complicaciones. El
control de la presión arterial en el hogar no sustituye las visitas al médico, y los medidores
de presión arterial para el hogar pueden tener limitaciones. Incluso si obtienes lecturas
normales, no dejes ni cambies tus medicamentos ni tampoco alteres tu alimentación sin
hablar primero con el médico.
Si tu presión arterial está controlada, consulta al médico respecto de con qué frecuencia debes
controlarla.
Practica técnicas de relajación o respiración profunda lenta. Practica respirando lento
y hondo para relajarte. Hay algunos dispositivos disponibles que estimulan la respiración
lenta y profunda. De acuerdo con American Heart Association, la respiración guiada con
dispositivo puede ser una opción no medicamentosa razonable para disminuir la presión
arterial, en especial cuando la ansiedad acompaña la presión arterial alta o cuando los
tratamientos tradicionales no se toleran bien.
Controla la presión arterial durante el embarazo. Si eres una mujer con presión arterial
alta, consulta con el médico sobre cómo controlar la presión arterial durante el embarazo.
Medicina alternativa
Aunque la dieta y el ejercicio son las formas más adecuadas de bajar la presión arterial,
algunos suplementos también pueden ayudar a bajarla. No obstante, se requiere más
investigación para determinar los beneficios potenciales. Algunos de ellos son los siguientes:
Fibra, como psilio rubio y salvado de trigo
Minerales, como magnesio, calcio y potasio
Ácido fólico
Suplementos o productos que aumenten el óxido nítrico o que ensanchen los vasos
sanguíneos (vasodilatadores), como el cacao, la coenzima Q10, la L-arginina o el ajo
Ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescado graso, suplementos de aceite de
pescado o linaza
Se están realizando investigaciones para determinar si la vitamina D puede reducir la presión
arterial, pero se necesita más investigación.
Si bien es mejor incluir en tu dieta estos suplementos como alimentos, también puedes
tomarlos en pastillas o cápsulas. Consulta con el médico antes de agregar cualquiera de estos
suplementos a tu tratamiento para la presión arterial. Algunos suplementos pueden interactuar
con la medicación y causar efectos secundarios peligrosos, como un riesgo de sangrado que
podría ser mortal.
No necesitas una preparación especial para controlar tu presión arterial. Puedes usar una
camiseta de manga corta para tu consulta para que el tensiómetro se pueda colocar alrededor
de tu brazo cómodamente. Evita comer, tomar bebidas con cafeína y fumar antes de la prueba.
Te recomendamos ir al baño antes de que te midan la presión arterial.
Dado que algunos medicamentos, como los antigripales de venta libre, los analgésicos, los
antidepresivos, las pastillas anticonceptivas, entre otros, pueden aumentar tu presión arterial,
puede ser una buena idea llevar a la consulta con el médico una lista de los medicamentos y
suplementos que tomas. No dejes de tomar ningún medicamento recetado que pienses que
pueda afectar tu presión arterial sin el asesoramiento de tu médico.
Debido a que la consulta puede ser breve, y por lo general hay muchos temas que tratar, es
una buena idea prepararte para ir a la consulta. A continuación, presentamos información para
ayudarte a que te prepares para la consulta y para que sepas qué debes esperar del médico.
El tiempo con el médico es limitado, por lo que preparar una lista de preguntas puede ayudarte
a aprovechar el tiempo al máximo. Enumera las preguntas de la más importante a la menos
importante, en caso de que se agote el tiempo. Para la presión arterial alta, estas son algunas
preguntas básicas que puedes hacerle al médico:
¿Qué clase de pruebas necesito hacerme?
¿Necesito alguna medicación?
¿Qué alimentos debo consumir o evitar?
¿Cuál sería un nivel adecuado de actividad física?
¿Con qué frecuencia debo programar las consultas para controlar mi presión arterial?
¿Debo controlarme la presión arterial en casa?
¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me indica?
Tengo otros trastornos de salud. ¿Cómo puedo controlarlos de la mejor manera?
¿Hay alguna restricción que deba seguir?
¿Debería ver a un especialista?
¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que está recetando?
¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme a casa?
¿Qué sitios web me recomienda?
Además de las preguntas que preparaste para hacer al médico, no dudes en realizar
preguntas durante la consulta cuando no comprendas algo.