Retinopatía Hipertensiva-S23

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OFTALMOLOGÍA

X Ciclo de Estúdios ‖ Semestre Académico 2021-II

“RETINOPATÍA HIPERTENSIVA”

AUTORES

 Diaz Vasquez, Rocío


 Gonzales Farfán, Mayra
 Herrera Campos, Carlos Jair
 Ipanaque Gil, Jeanpierre
 Marrufo Pérez, Anapaula
 Ñasco Samillán, María Silvia Elizabeth
 Paredes Medina, Lourdes
 Piedra Torres, Andrea
 Samamé Burgos, Mayra
 Solís Calderón, Kreysler
 Vásquez Chacón, Marco
 Vega Aguinaga, Shantal
 Vega Pérez, Juan Miguel
 Wilson Lalopu, Jessica

DOCENTE

Dr. Edgar Diógenes Fernández Estela

CHICLAYO

2021
PREGUNTAS

1. ¿Cuáles son los signos oftalmológicos de retinopatía hipertensiva?

En respuesta a la hipertensión arterial, las arterias retinianas presentan un


estrechamiento vascular ocasionando cambios en el fondo de ojo y dando
origen a los signos oftalmológicos de la retinopatía hipertensiva, entre ellos:

 Cruce arteriovenoso (AV): consecuencia de la esclerosis arteriolar


secundaria a la hipertensión arterial crónica (esclerosis reactiva) o a la
edad avanzada (esclerosis involutiva). La HTA mantenida en el tiempo
produce un adelgazamiento de la capa media de la arteriola y proliferación
del tejido perivascular que da lugar a un aumento de grosor y
endurecimiento de la adventicia común entre arteria y vena, que producirá
una constricción simultánea de la arteriola y la vénula con la consiguiente
deformidad de la pared venosa ya que ésta tiene menos consistencia. Sus
signos clásicos son:
o Signo de Gunn: valora el calibre de la vénula y mide su deformidad
a nivel del cruce AV que conlleva estasis vascular venoso distal.
 Grado I: ocultamiento de la vena por la arteria.
 Grado II: compresión de la vena en el parénquima retiniano,
con falta de la columna sanguínea antes y después del
cruce.
 Grado III: compresión de la vena con dilatación del extremo
distal venoso.
 Grado IV: exudados y hemorragias a nivel del cruce.
o Signo de Salus: valora la variación del trayecto venoso a nivel del
cruce que va cambiando de un ángulo agudo normal para hacerse
más perpendicular e incluso invertir la dirección de cruce.
 Grado I: ligera desviación del segmento venoso.
 Grado II: el segmento venoso se hace perpendicular
adoptando una forma en bayoneta.
 Grado III: hay una inversión de la dirección venosa
adoptando una forma en z (1).
 Alteraciones del reflejo vascular:
o Arteriola en hilo de cobre: aparece en las fases iniciales, se
caracteriza por engrosamiento de la pared vascular por fibrosis,
hialinización simultáneo a estrechamiento de la luz vascular, por lo
cual el reflejo vascular es más ancho y de aspecto metálico-
cobrizo.
o Arteriola en hilo de plata: aparece en HTA de larga evolución en
la que la fibrosis, la hialinización y la arterioesclerosis impiden la
visualización de la columna sanguínea por lo que la pared del vaso
refleja la mayor parte de la luz dando un reflejo amplio, brillante y
blanquecino (1).
 Reducción del calibre de las arteriolas:
o Generalizado: La relación normal entre arteriola y vénula es de 3/4
a 2/3. Estos cambios son reversibles en las fases iniciales, pero no
en la HTA de larga evolución o la HTA maligna
 Grado I- Ligero: relación de 2/3-1/2.
 Grado II- Moderado: relación de 1/2-1/3.
 Grado III- Intenso: relación < 1/3.
 Grado IV- Muy grave: arterias filiformes
o Focal: Se debe a vasoespasmo de la porción de la arteriola que
todavía no ha sufrido esclerosis y cuya capa muscular permanece
indemne.
 Alteraciones del trayecto vascular: Aumento de tortuosidad, adoptando
forma de tirabuzón, o una configuración más rectilínea y alargada en
vasos retinianos. Así los principales signos para tener en cuenta son:
o Signo de Bonnet: bifurcaciones arteriales en forma de letra
Omega o ángulo recto.
o Signo de Guist: tortuosidad de las vénulas perimaculares.
 Aneurismas retinianos: Los microaneurismas se encuentran
diseminados por toda la retina, pero más frecuentemente en las
bifurcaciones arteriolares, en cambio; los macroaneurismas aparecen en
las arteriolas en los tres primeros órdenes del árbol arterial, suelen ser
unilaterales en un 90% de los casos y aparecen en pacientes de edad
avanzada, sobre todo mujeres con hipertensión de larga evolución.
Generalmente son asintomáticos, aunque en algunos casos pueden
sangrar, trombosarse, producir exudación con edema retiniano o
exudados duros (1).
 Hemorragias: Consecuencia de las lesiones de las paredes vasculares y
el aumento de la presión intravascular e hidrostática. Se clasifican en:
o Hemorragias retinianas
o Hemorragias coroideas
o Hemorragias prerretinianas o retrohialoideas
o Hemorragia vítrea
 Exudados blandos o algodonosos: Manchas blanquecinas, difusas, de
bordes mal definido y de un diámetro similar a la papila, a nivel de la capa
de fibras nerviosas y secundarias a infartos de esta capa por
vasoconstricción arteriolar con el resultado de isquemia aguda y severa.
 Exudados duros: Depósitos intrarretinianos de lípidos y proteínas
blanquecinos, brillantes y bordes bien definidos. Aparecen como
consecuencia de un aumento de permeabilidad vascular por isquemia
prolongada o bien tras reabsorción de edemas o hemorragias retinianas.
 Edema de papila: Papila sobreelevada con bordes poco definidos y sin
excavación fisiológica, con congestión venosa y en algunos casos
hemorragias en astilla (1).
2. ¿Qué importancia tiene la clasificación de Keith Wagener Barker?
¿Cuál es su estadiaje pronóstico?

La hipertensión arterial sistémica (HTA) es una de las enfermedades más


frecuentes en los países industrializados, llegando su incidencia hasta un
30%, cifra que va en aumento por la mayor esperanza de vida de la
población. Esta elevación de la presión arterial ocasiona o acelera los
cambios en la pared vascular de los órganos diana como el riñón, cerebro,
corazón y ojo.
A nivel ocular, la HTA produce lesiones en la retina, la coroides y cabeza
del nervio óptico, pudiendo abarcar un amplio rango de lesiones, desde un
estrechamiento vascular leve hasta una pérdida visual severa por
neuropatía óptica isquémica.
La respuesta primaria de las arterias retinianas a la hipertensión arterial
sistémica es un estrechamiento vascular y los signos que aparecen en el
fondo de ojo en la retinopatía hipertensiva son la vasoconstricción difusa o
focal, la extravasación por permeabilidad vascular aumentada y la
arteriosclerosis con engrosamiento de la pared de los vasos. Estas tres
entidades son las responsables de la aparición de diferentes lesiones que
van a caracterizar los estadios de la enfermedad retiniana como son: los
cruces arteriovenosos, exudados duros y algodonosos, trombosis,
embolias, hemorragias en el parénquima retiniano, desprendimiento
seroso de retina, edema de papila y neuropatía óptica isquémica en los
casos más severos como el caso de la hipertensión arterial maligna (2).
Establece 4 grupos de retinopatía basándose en la correlación entre los
hallazgos clínicos y la supervivencia (Tabla I). Las limitaciones de esta
clasificación analizadas por Hayreh son las siguientes: Los grados III y IV no son
estadios progresivos de los grados I y II.
Esta clasificación no distingue adecuadamente el componente hipertensivo y
arterioesclerótico de los cambios vasculares y pueden incluirse dentro de estos
grados cambios debidos a la arteriosclerosis arteriolar por la edad (2).

Referencias Bibliográficas

1. Romero-Aroca P., Álamo RS. La retinopatía diabética e hipertensiva


[internet]. Disponible en: http://www.comcordoba.com/wp-
content/uploads/2018/08/La-retinopat%C3%ADa-diab%C3%A9tica-e-
hipertensiva.-AMF-2018.pdf
2. Rodríguez NA. Manifestaciones oftalmológicas de la hipertensión arterial.
[Internet].; 2008 [citado 2021 octubre 08. Disponible en:
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-
66272008000600002.

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