Guía Sistema Interamericano
Guía Sistema Interamericano
Guía Sistema Interamericano
Sistema Interamericano de
Derechos Humanos en tiempos
de COVID-19
Guía para una fundamentación convencional de las solicitudes de la Defensa
TABLA DE CONTENIDO
ABREVIATURAS ..................................................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................................... 4
¿QUÉ ES EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS? ..................................................................... 5
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS Y SISTEMA INTERAMERICANO DE
DERECHOS HUMANOS? ......................................................................................................................................... 6
¿QUÉ ES LA CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS? ...................................................................... 7
¿PRIMA LA CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, SOBRE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
COLOMBIA? .......................................................................................................................................................... 7
¿CUÁLES SON LOS PROTOCOLOS ADICIONALES A LA CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS? ........ 8
¿CUÁLES SON LOS INSTRUMENTOS QUE INTEGRAN EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS? ... 9
INSTRUMENTOS DEL SISTEMA INTERAMERICANO ...................................................................................................... 9
INSTRUMENTOS SOBRE PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS .................................................... 9
INSTRUMENTOS SOBRE LA PREVENCIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN ............................................................................ 10
INSTRUMENTOS SOBRE DERECHOS DE LAS MUJERES ................................................................................................ 10
INSTRUMENTOS SOBRE NIÑOS Y NIÑAS .................................................................................................................... 10
INSTRUMENTOS SOBRE PUEBLOS INDÍGENAS ........................................................................................................... 10
INSTRUMENTOS SOBRE PERSONAS CON DISCAPACIDAD ........................................................................................... 11
INSTRUMENTOS SOBRE ORIENTACIÓN SEXUAL E IDENTIDAD DE GÉNERO ................................................................ 11
INSTRUMENTOS SOBRE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA ....................................................................................... 11
INSTRUMENTOS SOBRE EMPLEO .............................................................................................................................. 11
INSTRUMENTOS SOBRE TORTURA Y DESAPARICIÓN ................................................................................................. 11
INSTRUMENTOS SOBRE NACIONALIDAD, ASILO, REFUGIO Y PERSONAS INTERNAMENTE DESPLAZADAS ................... 11
INSTRUMENTOS SOBRE USO DE LA FUERZA Y CONFLICTO ARMADO ......................................................................... 12
¿CUÁLES SON LOS ORGANISMOS DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS? ........................... 12
¿COLOMBIA HA SUSCRITO LA CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS? ......................................... 14
¿SE ENCUENTRA COLOMBIA SOMETIDA A LA COMPETENCIA CONTENCIOSA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS? ....................................................................................................................................... 14
¿CÓMO SE ACCEDE AL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS? .................................................. 15
¿DEBE AGOTARSE TODOS LOS RECURSOS INTERNOS, ANTES DE ACUDIR AL SISTEMA INTERAMERICANO DE
DERECHOS HUMANOS? ....................................................................................................................................... 17
¿POR QUÉ ANTE LA SITUACIÓN QUE VIVE LA POBLACIÓN CARCELARIA FRENTE AL COVID 19, ES PROCEDENTE
ACUDIR AL SIDH? ................................................................................................................................................ 17
¿CUÁLES ARGUMENTOS SON ÚTILES A LA HORA DE REALIZAR UNA SOLICITUD DE SUSTITUCIÓN DE PENA
PRIVATIVA DE LA LIBERTAD? ............................................................................................................................... 23
3
ABREVIATURAS
Abreviatura Significado
Introducción
La defensa del magno derecho a la vida de las personas privadas de la libertad a través del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, se convierte en un interés prioritario generalizado para los
defensores penales que aún creen en la reivindicación de la dignidad humana de quienes han sido víctima
del desbordado e irracional poder punitivo del Estado.
En épocas de pandemia, y sobre todo cuando un decreto de emergencia pone a media marcha la actividad
judicial del Estado, limita el ejercicio de la defensa a través de pantallas, se encuentra manco a la hora de
brindar herramientas adecuadas a la nueva realidad a la que nos enfrentamos en el 2020, no tenemos más
opción que explorar una rama del derecho que ha sido creada para controlar el poder del Estado en todos
sus ámbitos de aplicación, dado que los recursos judiciales existentes en el ordenamiento jurídico
colombiano son inefectivos, inidóneos e inadecuados para proteger a la vulnerable población carcelaria
frente al COVID-19.
El contenido del presente documento es una herramienta adicional, a la hora de solicitar medidas
sustitutivas a la pena privativa de la libertad en época del COVID-19, de tal manera que logra
conceptualizar de manera genérica el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y se expone la
viabilidad de solicitar medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a fin de
subsanar la situación jurídicamente infringida de las personas privadas de la libertad, cuyo derecho a la
vida se encuentra en riesgo debido a la pandemia COVID-19.
5
Para entender el SIDH, es importante tener presente dos momentos históricos, el primero de ellos se
remonta al año 1.826, cuando Simón Bolívar convoca el Congreso de Panamá, consistía en crear una
confederación de los pueblos iberoamericanos, justo en sus momentos independentistas, América hispana
era finalmente autónoma, la libertad era su mayor pregón y evitar incurrir nuevamente en la esclavitud, su
mayor temor.
La finalidad del Congreso de Panamá era la paz, el desarrollo y la reforma social, el sueño de Bolívar era
fundamentar una gran nación, que por extensión abarcara Hispanoamérica, y que estuviese llamada a
fundamentar el primer orden del mundo; de dicha reunión salieron los “protocolos del Istmo de Panamá”
un documento que contenía diversos compromisos entre las naciones que asistieron.
Si bien es cierto, no podemos afirmar concretamente que es en 1.826 cuando se dio inicio al SIDH, si
podemos afirmar que el haber realizado un congreso que pretendiese unificar criterios frente a diversos
temas que interesaran a las naciones iberoamericanas, tiene un precedente importante para la
consolidación del sistema.
El segundo momento histórico se remonta al año 1.889, cuando los Estados Americanos decidieron
realizar reuniones periódicas para lograr forjar un sistema común de normas e instituciones; la primera
conferencia con este fin, se realizó el 02 de octubre de 1.889 en Washington D.C, el objetivo fundamental
era discutir y recomendar a los gobiernos un plan de arbitraje para solucionar los desacuerdos y cuestiones
que pudiesen presentarse entre los Estados Parte a futuro.
Es en esta conferencia, donde podemos afirmar que se da inició al SIDH, es allí donde los estados
acuerdan establecer una Unión Internacional de Repúblicas Americanas, que luego se convirtió en la
Unión Panamericana; lo más relevante de está conferencia, además de lograrse crear lineamientos para la
elaboración de un Tratado de Arbitraje para resolver las controversias entre las naciones americanas y
evitar la guerra, es que se logró sentar las bases del SIDH.
6
En 1970 se reemplazan las reuniones frecuentes entre los Estados, por los periodos de sesiones de la
Asamblea General de la Organización de Estados Americanos – OEA, una vez entró en vigencia el
protocolo de reformas a la Carta de la OEA.
Queda entonces claro, que el SIDH es un conjunto de instrumentos, creados por los Estados partes, en
donde consagran derechos y obligaciones de carácter vinculante para los países que los suscriben. El
SIDH se encuentra conformado por dos organismos principales, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos – CORIDH y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH.
Muchas personas confunden el hecho de un Estado ser parte de la OEA, con encontrarse suscrito al SIDH.
Para dar claridad al tema recordaremos dos conceptualizaciones:
1. Organización de Estados Americanos – OEA: Es una organización, dónde los estados se reúnen
mediante periodos se sesiones, para tratar temas y tomar decisiones sobre asuntos que le competen
a todos los estados partes.
2. Sistema Interamericano de Derechos Humanos – SIDH: Es un conjunto de instrumentos con
contenido normativo y obligante para los estados que lo suscriben.
Teniendo en cuenta esas dos conceptualizaciones, podemos concluir que del SIDH pueden hacer parte los
estados miembros de la OEA, lo que no significa que todos los estados miembros de la OEA, puedan ser
judicializados en el SIDH.
Lo anterior genera la necesidad de aclarar el siguiente interrogante: ¿Cuáles estados pueden ser
judicializados por el SIDH? Para resolver la pregunta, es importante tener claro el siguiente asunto de
procedimiento: El SIDH se encuentra regido por la Convención Americana de Derechos Humanos, como
uno de sus instrumentos pilares. Para un estado parte, regirse por el SIDH, debe proceder a suscribir la
CADH, y reconocer la competencia contenciosa de la CORIDH.
Es importante aclarar que no solamente la CADH hace parte del corpus iuris del SIDH, existen
instrumentos adicionales, que se convierten en vinculantes una vez el Estado parte lo suscribe.
Es el instrumento internacional pilar del SIDH, entró en vigencia el 18 de julio de 1978; esta integrado por
derechos y obligaciones de carácter vinculante y obligatorio para los Estados parte, entre las obligaciones
fundamentales se encuentran las siguientes:
1. Los Estados garantizarán el ejercicio de los derechos y libertades dispuestos en la CADH, con
medidas legislativas dentro de sus ordenamientos jurídicos, esto es, adecuar su ordenamiento
jurídico, conforme a lo dispuesto en la CADH1.
2. En caso de no estar garantizado el ejercicio de los derechos y libertades dispuestos en la CADH,
cada Estado parte estará obligado a adoptar las medidas legislativas que fueren necesarias2.
3. En caso de encontrarse una disposición de carácter interno contrariando las disposiciones
contenidas en la CADH y sus instrumentos adicionales, el Estado se obligará a adecuar su
ordenamiento jurídico, de manera tal que vaya de conformidad al corpus iuris del SIDH3.
4. Se prohíbe la pena de muerte y la cadena perpetua4.
Acorde al preámbulo de la CADH, el SIDH es coadyuvante y complementario, esto significa dos cosas:
1
CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Artículo 1.1 y 2.
2
Ibidem.
3
Idibem
4
Ibidem. Artículo 4
8
2. No se puede acceder al SIDH sin antes haber agotado los recursos internos dispuestos en el
artículo 46 de la CADH y 31 del RCIDH.
Lo anterior podría suponer, inicialmente, que no debería hablarse de una jerarquía normativa, si no, de un
Sistema Internacional que complementa el orden interno, regulando, específicamente la actividad del
Estado; sin embargo, acorde a las obligaciones dispuestas en el artículo 1.1 y 2 de la CADH, el Estado se
obliga a adecuar su jurisdicción interna de manera tal que vaya en armonía con el SIDH, lo que podría
indicar, que sí existe una supremacía inicial, en la medida que se obliga a los Estados a organizar su
ordenamiento jurídico, como una de las obligaciones principales que supone el haber suscrito la CADH.
Hans Kelsen en su libro Teoría Pura del Derecho Internacional, manifesta la existencia de una supremacía
del Derecho Internacional sobre el orden nacional, aunque fue muy debatida su postura en el momento, se
debe resolver el dilema de una manera práctica:
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su sitio web oficial, los clasifica de la siguiente
manera:
• Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (Aprobada en la cuarta
sesión plenaria, celebrada el 7 de junio de 2005)
• Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (Aprobada en la cuarta
sesión plenaria, celebrada el 6 de junio de 2006)
El SIDH se conforma por dos organismos con funciones y facultades distintas, los cuales se explican a
continuación:
1. Cuasi-judiciales
2. Políticas
2.1. Preparación de informes sobre la situación de derechos humanos en los Estados parte.
2.2. Realización de visitas in-loco
• La Corte Interamericana de Derechos Humanos
1. Contenciosa:
Resuelve los casos contenciosos sometidos ante el SIDH, mediante las peticiones individuales
que presentan los particulares, la CIDH u organizaciones, de tal manera que determina si un
Estado es responsable internacionalmente por la vulneración de algún derecho dispuesto en la
Convención Americana de Derechos Humanos o de algún instrumento adicional.
2. De supervisión:
Supervisa el cumplimiento de las Sentencias emitidas en contra de los Estados partes, para lo
cual, solicita informes a los Estados sobre las actividades que ha realizado en aras de dar
cumplimiento a las sentencias.
14
3. Consultiva:
Responde las consultas que realizan los Estados miembros y emiten las opiniones consultivas
acerca los siguientes temas:
3.1. La compatibilidad de las normas internas con la CADH.
3.2. Interpretación de la CADH o de otros instrumentos que hacen parte del SIDH.
Colombia hace parte de la OEA, desde la primera Conferencia Internacional Americana, celebrada entre
1889 y 1890, es decir, Colombia hace parte desde el momento de creación de la OEA y ha tenido una
participación activa dentro dicha organización.
Dependiendo de la necesidad y el contexto de las presuntas victimas de una vulneración de una normativa
dispuesta en el corpus iuris del SIDH, se puede acceder de las siguientes maneras:
a. Gravedad de la situación:
Hace referencia al serio impacto que una acción u omisión puede tener sobre un
derecho protegido o sobre el efecto eventual de una decisión pendiente en un caso o
petición ante los órganos del Sistema Interamericano5
b. Urgencia de la situación:
Se determina por la información que indica que el riesgo o la amenaza sean
inminentes y puedan materializarse, requiriendo de esa manera acción preventiva o
tutelar6
c. Daño irreparable:
significa la afectación sobre derechos que, por su propia naturaleza, no son
susceptibles de reparación, restauración o adecuada indemnización7.
Situaciones anteriores que deberán estar debidamente sustentadas en la respectiva solicitud de Medida
Cautelar, de conformidad al contexto específico.
5
REGLAMENTO DE LA CIDH. Artículo 25.2
6
Ibidem.
7
Ibidem
16
Es importante tener en cuenta que no basta con cumplir los tres requisitos dispuestos en el artículo 25.2
del Reglamento de la CIDH para que la solicitud de medida cautelar sea admitida y posteriormente
decretada, se deben cumplir los requisitos generales para acceder al SIDH, los cuales son:
a. La solicitud de Medida Cautelar debe estar relacionada con la vulneración de una norma dispuesta
en el corpus iuris del SIDH, es decir, en uno de los instrumentos internacionales suscrito por el
Estado sobre el cual se solicita la adopción de la medida.
c. Haber denunciado la situación de riesgo ante las autoridades competentes dentro de la jurisdicción
interna o en caso de no hacerlo, se deberá proceder a explicar de manera fundamentada los
motivos por los cuales no se instauraron las respectivas denuncias.
d.
La Medida Cautelar se solicita ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a través del portal
del sistema individual de peticiones de la CIDH y es resuelta por éste mismo organismo.
Lo anterior, teniendo en cuenta que un estado puede ser responsable internacionalmente bajo tres
modalidades de conducta:
Es importante recordar que una vez se inicia el procedimiento ante la CORIDH, se pueden solicitar
medidas provisionales bajo los criterios de gravedad, urgencia y daño irreparable; la diferencia con la
Medida Cautelar, es la etapa procesal en la que se solicita; la Medida Cautelar es ante la CIDH y resuelta
por ésta, mientras que la Medida Provisional tiene estrecha relación con una petición individual, se solicita
en la etapa de juzgamiento ante la CORIDH, es resuelta por la CORIDH
¿Debe agotarse todos los recursos internos, antes de acudir al Sistema Interamericano de
Derechos Humanos?
Se entiende efectivo: cuando, además de la existencia del recurso, éstos den respuesta a las violaciones de
derechos.
Se entiende idóneo: cuando, en la práctica combata realmente la violación de derechos, no puede reducirse
a meras formalidades.
Se entiende adecuado: que sea el recurso correcto para subsanar la situación jurídicamente infringida.
Frente a lo anterior, sería necesario realizar un test de ponderación frente a los recursos existentes y el
contexto de la situación, a fin de verificar si en realidad debe agotarse antes de acudir al SIDH, o si, por el
contrario, se podría acudir al SIDH de manera directa.
¿Por qué ante la situación que vive la población carcelaria frente al COVID 19, es
procedente acudir al SIDH?
Para responder a estas preguntas, es importante plantearse, previamente, otros interrogantes importantes:
2. ¿Cuál es el mecanismo más adecuado para lograr subsanar la situación jurídicamente infringida?
Teniendo en cuenta el factor tiempo y la necesidad de medidas urgentes, el mecanismo más adecuado
es la solicitud de una medida cautelar ante la CIDH, a fin de ser la CIDH la encargada de ordenar al
Estado tomar medidas idóneas para garantizar el derecho a la vida de las personas que se encuentran
privadas de la libertad.
a. Proferir medidas legislativas tendientes a dar solución al extremo hacinamiento que hoy en día
vive el país en los centros carcelarios, entre las cuales se encuentra la sustitución de la pena
privativa de la libertad.
b. Dotar de condiciones de higiene e implementación de las recomendaciones que la OMS ha
realizado frente al COVID-19.
c. Proporcionar protección a los funcionarios que hacen parte del sistema carcelario.
d. Suministrar protección a las personas privadas de la libertad, con las medidas y recomendaciones
de la OMS.
Pese a la solicitud de medidas específicas que se realicen, es importante resaltar que la CIDH puede
decretar las que considere pertinentes, una vez, estudiado el asunto.
19
Ahora bien, teniendo claro que la solicitud de medida cautelar puede subsanar la situación jurídicamente
infringida, dado que ordena al Estado Colombiano tomar las medidas pertinentes, se deberá proceder a
analizar los aspectos de procedibilidad, de la siguiente manera:
Vulneración del derecho: antes de proceder a complementar los requisitos dispuestos en el artículo 25
del RCIDH, se debe tener presente cuál es el derecho que se considera comprometido con la acción,
omisión o aquiescencia del Estado, para lo cual se concluye que es el derecho a la vida consagrado en el
artículo 4 de la CADH, en tanto expone:
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará
protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la
concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.
(…)”
Lo anterior se fundamenta en que una de las consecuencias al infectarse del COVID-19 es la muerte,
motivo por el cual, al no prevenirse el contagio en la población carcelaria se les está poniendo en riesgo su
humanidad y existencia.
“(…)
2. A efectos de tomar la decisión referida en el párrafo 1, la Comisión
considerará que:
a. la “gravedad de la situación”, significa el serio impacto que una acción
u omisión puede tener sobre un derecho protegido o sobre el efecto
eventual de una decisión pendiente en un caso o petición ante los órganos
del Sistema Interamericano;
b. la “urgencia de la situación” se determina por la información que indica
que el riesgo o la amenaza sean inminentes y puedan materializarse,
requiriendo de esa manera acción preventiva o tutelar; y
20
b) que sea presentada dentro del plazo de seis meses, a partir de la fecha en que
el presunto lesionado en sus derechos haya sido notificado de la decisión
definitiva;
21
En ese orden de ideas y frente a la pandemia, se debe estudiar si existe un recurso tan rápido, que
evite la propagación inmediata dentro de la jurisdicción interna, teniendo en cuenta que a medida
que transcurran los días, podrán perderse más vidas a causa del COVID-19, motivo por el cual se
analizan los recursos desde el tiempo de duración en resolverse, de la siguiente manera:
Conforme a lo anterior no es viable pensar que los recursos citados pueden subsanar la situación
jurídicamente infringida en el tiempo que la situación lo amerita, es decir, de inmediato.
Teniendo abarcado el anterior analisis, es claro que no es necesario proceder a agotar los
recursos internos, dado que los existentes no cumplen con los criterios de idoneidad, adecuación
y efectividad, así se lo ha determinado la CORIDH en el caso Garcia Lucero y otras Vs. Chile:
“La necesidad de que los recursos de la jurisdicción interna sean aptos para que las
víctimas de violaciones a derechos humanos reclamen su reparación se infiere del
principio de complementariedad propio del Sistema Interamericano antes expuesto: si
no existiere el "debido proceso legal" para ello, de conformidad al artículo 46.2.a) de la
Convención, las víctimas (u otras personas o entidades en su nombre) podrían, dada la
ausencia de reparación, acudir al Sistema Interamericano en forma directa; es decir,
sin necesidad de agotar recursos de la jurisdicción interna. -subrayado y negrilla fuera
de texto-.
¿Cuáles argumentos son útiles a la hora de realizar una solicitud de sustitución de pena
privativa de la libertad?
Para fundamentar lo anterior, bastaría analizar, nuevamente, el caso García Lucero y otras Vs. Chile, en
donde se ha establecido por la CORIDH, lo siguiente:
“En efecto, uno de los principios del Derecho Internacional prescribe que el Estado debe reparar
adecuadamente el daño causado por la violación de sus obligaciones internacionales. En tanto
constituyen normas vinculantes para los Estados, es aplicable el principio señalado en relación
con instrumentos internacionales obligatorios de protección de los derechos humanos
pertenecientes al Sistema Interamericano. Cfr. Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Reparaciones
y Costas. Sentencia de 21 de julio de 1989. Serie C No. 07, párr. 25; Caso de la "Panel Blanca"
(Paniagua Morales y otros) Vs. Guatemala. Reparaciones y Costas . Sentencia de 25 mayo de
2001. Serie C No. 76 párr. 78. Allí se citó "CPJI, Factory at Chorzow (Méritos), 1928, (Ser. A) No.
17, Sentencia No.13, 13 Septiembre de 1928, para. 29". Dicha decisión establece que siempre que
se viole, ya sea por acción o por omisión, un deber establecido en cualquier regla de derecho
internacional, automáticamente surge una relación jurídica nueva. Esta relación se establece
entre el sujeto al cual el acto es imputable, que debe "responder" mediante una reparación
adecuada, y el sujeto que tiene derecho de reclamar la reparación por el incumplimiento de la
obligación. En este sentido, la Corte Permanente Internacional de Justicia señaló, en el párrafo
73 de la mencionada decisión, que es un principio general del derecho, así como del derecho
internacional, que la transgresión de un deber internacional por parte de un Estado crea
automáticamente la obligación de este de prestar la adecuada reparación incluso cuando esto no
está mencionado específicamente en la Convención o el Tratado ("[I]t is a principle of
international law, and even a general conception of law, that any breach of an engagement
involves an obligation to make reparation. [...] Reparation is the indispensable complement of a
failure to apply a convention, and there is no necessity for this to be stated in the convention
itself"). Por otra parte, la obligación estatal de procurar la reparación de transgresiones a los
derechos plasmados en instrumentos internacionales americanos vinculantes se evidencia dado el
principio de "complementariedad" en que se asienta el sistema de protección estatuido en el
25
marco de la Organización de Estados Americanos. Sobre este aspecto la Corte ha dicho que "la
responsabilidad estatal bajo la Convención sólo puede ser exigida a nivel internacional después
de que el Estado haya tenido la oportunidad de declarar la violación y reparar el daño
ocasionado por sus propios medios. Esto se asienta en el principio de complementariedad
(subsidiariedad), que informa transversalmente el Sistema Interamericano de Derechos Humanos,
el cual es, tal como lo expresa el Preámbulo de la misma Convención Americana, 'coadyuvante o
complementario de la [protección] que ofrece el derecho interno de los Estados americanos'. De
tal manera, el Estado 'es el principal garante de los derechos humanos de la personas, de manera
que, si se produce un acto violatorio de dichos derechos, es el propio Estado quien tiene el deber
de resolver el asunto a nivel interno y [...] reparar, antes de tener que responder ante instancias
internacionales como el Sistema Interamericano, lo cual deriva del carácter subsidiario que
reviste el proceso internacional frente a los sistemas nacionales de garantías de los derechos
humanos'". ( Caso Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia , supra, párr. 142. El texto
entrecomillado al final del párrafo transcrito corresponde a la siguiente decisión del
Tribunal: Caso Acevedo Jaramillo y otros Vs. Perú. Interpretación de la Sentencia de Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas . Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C No.
157, párr. 66”.
2. Control de convencionalidad
En el caso Colindres Schoneneberg Vs. El salvador, la CORIDH, explicó claramente el control de
convencionalidad que cada Estado debe realizar, de la siguiente manera:
“Esta Corte ha señalado que todas las autoridades de un Estado Parte en la Convención, tienen
la obligación de ejercer un "control de convencionalidad " entre los actos u omisiones y las
normas internas y la Convención Americana, de forma tal que la interpretación y aplicación del
derecho nacional sea consistente con las obligaciones internacionales del Estado en materia de
derechos humanos. Este control de convencionalidad debe realizarse en el marco de sus
respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes y en esta tarea,
teniendo en cuenta no solo el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la
Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana”.
26
Allí, no se agota el criterio de la CORIDH, pues deja claro que el control de convencionalidad deben
realizarlo, entre otros funcionarios, los Jueces; en el caso Órdenes Guerra y otros Vs. Chile, de la siguiente
manera:
Frente a lo anterior, queda claro que el control de convencionalidad implica un examen, en donde se logre
estudiar si los procedimientos, las disposiciones e interpretaciones que se realizan en el orden interno, se
encuentran debidamente ajustadas al SIDH, esto implica, que las decisiones de los jueces, tribunales y
cortes, no contrarien ninguna disposición del corpus iuris del SIDH o interpretaciones realizada por la
CORIDH, como interprete de la CADH.
“La afirmación anterior no implica que los sistemas de enjuiciamiento penal por jurados
queden al arbitrio del diseño estatal o que la legislación interna tenga preeminencia
sobre los requerimientos convencionales, sino que el diseño de los ordenamientos
procesales debe responder a los postulados de garantía que exige la Convención
Americana. Es en esta medida que la Corte deberá ejercer su control de
convencionalidad para examinar si los procedimientos, tal como fueron diseñados e
implementados por el Estado, se ajustan a los parámetros dictados por el artículo”-
subryado y negrilla fuera de texto-.
Finalmente, en el caso Andrade Salmón Vs. Bolivia, refiere:
27
(…)
“5.Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada
dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso.
Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio”.
7.5 de la Convención, la persona detenida tiene derecho a ser juzgada dentro de un plazo
razonable o a ser puesta en libertad. Por ende, si una persona permanece privada
preventivamente de su libertad y las actuaciones no transcurren en un tiempo razonable,
se vulnera dicha disposición convencional (el artículo 7.5 de la Convención).
“esta Corte ha indicado que, de conformidad con el artículo 5.1 y 5.2 de la Convención, toda
persona privada de libertad tiene derecho a vivir en condiciones de detención compatibles con su
dignidad persona. Al respecto, ha precisado que el Estado, como responsable de los
establecimientos de detención, se encuentra en una posición especial de garante de los derechos
de toda persona que se halle bajo su custodia. Esto implica el deber de salvaguardar la salud y el
bienestar de los reclusos, brindándoles, entre otras cosas, la asistencia médica requerida, y de
garantizar que la manera y el método de privación de libertad no excedan el nivel de sufrimiento
inherente a la detención”
Además de lo anterior, existe una obligación improrrogable para el Estado, frente a las condiciones de
los centros penitenciarios, de tal manera que debe garantizar a las personas privadas de la libertad, la
29
salvaguarda de su derecho a la dignidad humana, en este caso concreto de pandemia, del Estado no
garantizar las condiciones óptimas que se indican en el SIDH, deberá, entonces, proceder a otorgar
otras medidas sustitutivas a la pena privativa de la libertad, pues la necesidad del Estado de mantener
a los infractores de la ley penal en centros penitenciarios, no es prioritaria a la salvaguarda del derecho
a la dignidad humana, la integridad personas y la vida, de las personas privadas de la libertad.
En atención al derecho de las personas privadas de libertad a una vida digna en los
establecimientos penales, el Estado debe adoptar, en un plazo razonable, medidas
tendientes a crear las condiciones que permitan asegurar a los reclusos alimentación
adecuada, atención médica y condiciones físicas y sanitarias consecuentes con los
estándares internacionales sobre la materia.