Tesis - Nucleo Duro de Los Derechos Fundamentales

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EL NÚCLEO DURO DE LOS DERECHOS HUMANOS: PRÁCTICA JURÍDICA EN

COLOMBIA 1991 – 2004

ALVARO FRANCISCO AMAYA VILLARREAL


JAVIER RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

Trabajo de grado para obtener el título de abogado

Directora Nancy Tapias Torrado


Abogada Javeriana

Director Roberto Vidal López


Director del Departamento de Filosofía del Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas
Pontificia Universidad Javeriana

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA DEL DERECHO
BOGOTÁ D.C.
2004
2

Nota de Advertencia: Artículo 23 de la Resolución N° 13 de Julio de 1946.

“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus
trabajos de tesis. Solo velará por que no se publique nada contrario al dogma y a la moral
católica y por que las tesis no contengan ataques personales contra persona alguna, antes
bien se vea en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.

2
3

Álvaro Amaya: A mi padre.

Javier Rodríguez: A mi familia y a todos los que


contribuyeron en mi formación profesional.

3
4

CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN 7

1. EL CONCEPTO DE NÚCLEO DURO DE DERECHOS


HUMANOS: UNA NOCIÓN DINAMICA 9

1.1. EL CONCEPTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL


DE DERECHOS HUMANOS 11

1.1.1. LIMITACIÓN PROPIAMENTE DICHA 13

1.1.1.1. Limitación en estado a normalidad. 14

1.1.1.2. Limitación en estado de anormalidad. 15

1.1.2. RESERVA Y DEROGACIÓN O SUPRESIÓN. 22

1.1.3. RETIRO O DENUNCIA. 26

1.2. NÚCLEO DURO DE DERECHOS HUMANOS Y IUS COGENS 30

1.3.DERECHOS HUMANOS CONSTITUCIONALES FUNDAMENTALES Y


DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 37

1.4. EL CONCEPTO DE NÚCLEO DURO Y NÚCLEO ESENCIAL EN LA


JURISPRUDENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL. 43

2. LA PRACTICA JURÍDICA RESPECTO DEL NÚCLEO DURO


DE DRECHOS HUMANOS EN COLOMBIA: DOCTRINA EFICAZ. 58

2.1. EL ESTADO DE CONMOCION INTERIOR EN LA CONSTITUCIÓN


POLÍTICA DE 1991 Y LA LIMITACIÓN DE DERECHOS HUMANOS. 58

2.2. ¿SE HA UTILIZADO EL NUCLEO DURO DE


DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA? 64

2.2.1. PRÁCTICA JURÍDICA DEL GOBIERNO DE


CESAR GAVIRIA TRUJILLO (1990-1994) 64

4
5

2.2.2. PRÁCTICA JURÍDICA DEL GOBIERNO DE


ERNESTO SAMPER PIZANO (1994-1998) 69
2.2.3. PRÁCTICA JURÍDICA DEL GOBIERNO DE
ÁLVARO URIBE VÉLEZ (2002-2006) 74

3. CONCLUSIÓN 81

BIBLIOGRAFÍA 84

ANEXO 1 98

5
6

ABREVIATURAS

Artículo Art.

Convención Americana de Derechos del Hombre CADH

Convención de Viena sobre Derechos de los Tratados Convención de Viena o CVDT

Convenio Europeo para la Protección de los Derechos


Humanos y Libertades Fundamentales CEDHLF

Corte Constitucional Corte

Corte Interamericana de Derechos del Hombre CrIDH

Derechos Humanos DDHH

Ley Estatutaria de Estados de Excepción o Ley 137 de 1994 LEEE

Mecanismos internacionales de limitación de derechos humanos MILDH

Mecanismos de limitación de derechos humanos MLDH

Organización de Estados Americanos OEA

Organización de Naciones Unidas ONU

Organizaciones no gubernamentales ONG

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos PIDCP

Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos SIPDH

6
7

INTRODUCCIÓN

Recientes acontecimientos de violencia, no sólo en el ámbito nacional, sino también en el


internacional1, han llamado la atención de los Estados, la academia, organizaciones no
gubernamentales y la comunidad internacional, entre otras, hacia una disciplina del derecho
internacional joven y en formación: El Derecho de los Derechos Humanos. Debido a sus
íntimas relaciones con lo político, lo económico, lo social y lo cultural, la discusión alrededor
del ellos es conflictiva. Sin embargo, en los últimos sesenta años, se ha hecho un esfuerzo por
concretar esta rama del derecho a través de la positivización en tratados internacionales y la
producción de distintos instrumentos,. En consecuencia, han surgido nuevos interrogantes
jurídicos, tanto en lo teórico-jurídico, como en lo práctico-jurídico.

La primera parte tiene como objeto de estudio dos conceptos jurídicos: el núcleo duro de los
derechos humanos y el núcleo esencial de los derechos fundamentales. En ella se presentará
una definición según los criterios del derecho internacional de los derechos humanos,
siguiendo no sólo los postulados de los tratados, sino las interpretaciones de los organismos
internacionales autorizados y de la doctrina. Después se pasará a concretar el sentido que la
Corte Constitucional Colombiana (en adelante la Corte) le ha dado a los mismos conceptos, y
así podremos saber cómo se ha presentado el diálogo entre el derecho internacional y el
derecho constitucional.

1 Cuando nos referimos a los recientes acontecimientos de violencia en el plano internacional nos referimos
puntualmente a el contexto de la segunda guerra mundial en el que el cual dio origen a la ONU y a la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre. A nivel nacional estamos hablando de las distintas formas
de violencia actual ( masacres secuestros atentados terroristas asesinatos selectivos etc) que tiene como
antecedente remoto toda una serie de hechos históricos protuberantes que han dado origen a un conflicto
agudizado de proporciones inimaginables y complejas. Dentro de estos hechos destacamos : La resistencia
campesina en el sur del Tolima 1949-1953, que establece para esa zona una continuidad histórica entre los
conflictos rurales de comienzos del presente siglo, las organizaciones armadas partidistas de los años 50 y el
surgimiento de la guerrilla actual. La aparición del narcotráfico y la lucha de carteles que permeó la sociedad a
todos los niveles. Así como la aparición de los grupos de autodefensas. Esta problemática se conoce como el
conflicto armado colombiano (para profundizar mas en este tema podemos consultar el documento de el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: EL CONFLICTO CALLEJÓN CON SALIDA.. INFORME
NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO COLOMBIA 2003.)

7
8

La segunda parte se enfocará en el análisis de la práctica jurídica que el Estado colombiano


ha llevado a cabo desde la promulgación de la Carta Política de 1991. Para ello se hará uso
de las categorías y definiciones propuestas en la primera parte, mediante un análisis
jurisprudencial. Este análisis jurídico se enmarcará en el terreno de la Constitución de 1991 y
su desarrollo normativo sobre los estados de excepción, concentrándonos en la conmoción
interior, y en los decretos legislativos dictados por los diferentes gobiernos en el periodo
1991-2004; por su parte, el análisis jurisprudencial, se remitirá a la jurisprudencia que la Corte
ha producido, en su función de revisión automática de los decretos legislativos dictados
durante la vigencia de los estados de conmoción interior.

Así será posible determinar, por un lado, el concepto jurídico del núcleo duro de los derechos
humanos aplicable en los ámbitos internacional y nacional; y por otro, si el Estado colombiano
ha respetado o no éste núcleo duro en el periodo propuesto, de acuerdo a todos los criterios
examinados a lo largo del trabajo.

8
9

1. EL CONCEPTO DE NÚCLEO DURO DE DERECHOS HUMANOS: UNA NOCIÓN


DINÁMICA.

La clasificación clásica de los derechos humanos se plantea típicamente en los siguientes


términos: de primera generación , segunda generación y tercera generación. Sin embargo esta
terminología es anacrónica en el sentido en que pareciese proponer una jerarquización de
los derechos, la cual contravendría lo dispuesto en la Proclamación de Teherán2 y la
Declaración de Viena de 19933, respecto de la indivisibilidad de los derechos humanos. Por lo
tanto nos referiremos entonces a: Derechos civiles y políticos; Derechos económicos sociales
y culturales, y; Derechos de los pueblos y derechos de las generaciones futuras. Lo primeros
tienen como propósito garantizar un espacio de libertad propio e individual a cada persona
respecto de la injerencia de otros y especialmente del Estado4; los segundos son derechos
promocionales, en cabeza del Estado, que tienen como “tarea principal [...] exigir la
intervención de este poder [el del Estado] para que el individuo pueda realizar sus

2 “13. Como los derechos humanos y las libertades fundamentales son indivisibles, la realización de los derechos
civiles y políticos sin el goce de los derechos económicos, sociales y culturales resulta imposible. La consecución
de un progreso duradero en la aplicación de los derechos humanos depende de unas buenas y eficaces políticas
nacionales e internacionales de desarrollo económico y social;” (Proclamación de Teherán. Proclamada por la
Conferencia Internacional de Derechos Humanos en Teherán el 13 de mayo de 1968.)

3“1. La Conferencia Mundial de Derechos Humanos reafirma el solemne compromiso de todos los Estados de
cumplir sus obligaciones de promover el respeto universal, así como la observancia y protección de todos los
derechos humanos y de las libertades fundamentales de todos de conformidad con la Carta de las Naciones
Unidas, otros instrumentos relativos a los derechos humanos y el derecho internacional. El carácter universal
de esos derechos y libertades no admite dudas.” (ONU. Asamblea General. Distr. GENERAL A/CONF.157/23 12
de julio de 1993 ESPAÑOL Original: INGLÉS. CONFERENCIA MUNDIAL DE DERECHOS HUMANOS
Viena, 14 a 25 de junio de 1993.)

4 “Sus características principales [las de los derechos civiles y políticos] son: se trata de derechos antiguos o
clásicos, cuyos orígenes se remontan a los primeros antecedentes documentales; buena parte de ellos
corresponde a las llamadas libertades negativas, de resistencia o de oposición, que definen ante todo la actitud
necesariamente abstencionista del Estado; son exigibles de manera coactiva, lo cual significa que su
reconocimiento y ejercicio tienen prioridad; son los únicos respecto de los cuales algunos de los instrumentos
internacionales disponen de mecanismos de protección judicial o cuasijudicial; y en ellos se concentra o se agota
la gestión de la comunidad internacional de derechos humanos y de las ONG en particular. Por todo ello, los
derechos de primera generación reciben con frecuencia el calificativo de fundamentales.” VALENCIA; Hernando.
Los derechos humanos. Ed. Acento. Madrid, España. 1997.Pág. 43-44.

9
10

potencialidades en un marco de oportunidades para todos.”5; los terceros, buscan proteger,


de un lado, las minorías y poblaciones como conjunto, mediante el derecho de
autodeterminación6, y por otro, “concentran sus reivindicaciones y luchas precisamente en la
idea de que todo ser humano, tanto de la generación actual como de las generaciones futuras,
posee por igual derecho a gozar de los recursos naturales, del aire no contaminado.”7

Dentro de la dinámica de los tratados de los derechos civiles y políticos encontramos la


posibilidad de limitación de derechos en distintos instrumentos jurídicos, sin embargo,
también se proponen ámbitos absolutos que no pueden ser limitados bajo ninguna
circunstancia. A pesar de ello, no hay unanimidad respecto de cual es ese límite al poder del
Estado. Así en este capítulo, se delimitará primero el concepto de “núcleo de derechos
humanos”, que ha sido formado en la doctrina y la jurisprudencia internacional. Por su parte, y
según la concreción del término anterior, se estudiará el uso que ha hecho la Corte
Constitucional del mismo, así lo denomine de manera diferente, y la construcción que hace del
concepto de “núcleo esencial de los derechos”, para la jurisprudencia constitucional nacional.

5PAPACCHINI, Ángelo. Filosofía y derechos humanos. Universidad del Valle. Cali, Colombia.. Tercera
edición. 1997. Pág. 51.

6“Tanto como si titularidad como su ejercicio son colectivos, se trata de libertades comunitarias o de solidaridad,
que pretenden la protección bienes comunes que a veces trascienden las fronteras nacionales y que exigen del
Estado el cumplimiento de ciertas prestaciones; no son justificables o exigibles a través de la justicia; no implican
necesariamente obligaciones de contenido económico en cabeza del Estado; y su defensa se traduce casi por
entero en presión política y discurso ideológico, con excepción de alguna actividad litigiosa observable en los
terrenos del medio ambiente y de las minorías étnicas.” VALENCIA; Hernando. Los derechos humanos. Pág. 51.

7 PAPACCHINI, Ángelo. Filosofía y derechos humanos. Pág. 59.

10
11

1.1. EL CONCEPTO DE NÚCLEO DURO EN EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS


DERECHOS HUMANOS

Para hablar del núcleo duro de los derechos humanos, en el derecho internacional, primero
hay que precisar cuál es el criterio a tomar para la inclusión o no dentro éste, de un específico
derecho. Al abordar el tema en el ámbito normativo nos encontramos con una constante en los
tratados de derechos humanos de protección a los derechos civiles y políticos, tanto en el
sistema universal, como en el regional. Dicha constante se refiere a la consagración positiva
de cláusulas de no suspensión de un catálogo de determinados derechos humanos, bajo
ningún tipo de circunstancia, ni siquiera la mas grave.

Los distintos tratados internacionales en materia de derechos humanos tienen como objetivo
la protección los seres humanos. Dicha protección se hace obligatoria para los Estados, por
ser ellos quienes, por medio de la suscripción y ratificación de los tratados internacionales y
de otros instrumentos internacionales, los que se comprometen a su respeto y garantía. Sin
embargo, los compromisos adoptados por los Estados en los instrumentos de derechos
humanos, no son, obligaciones absolutas que ignoren, las situaciones que pueden
presentarse dentro de los mismos Estados.8 Esto se constata con las mismas disposiciones
que dichos instrumentos contienen, las cuales permiten diseñar una clasificación, que en aras
del presente trabajo se denominará: Mecanismos Internacionales de Limitación de Derechos
Humanos (MILDH).

Nos limitaremos a los tratados ratificados por el Estado colombiano para la definición de los
MILDH, ya que el análisis que se hace en el presente texto se enmarca exclusivamente en
Colombia. De esta manera los tratados internacionales de derechos humanos que Colombia

8 Este tema es desarrollado por la Comisión Andina de Juristas, en su texto, “Protección de los Derechos
Humanos”, así: “Pero ese reconocimiento [progresivo de los derechos humanos en instrumentos internacionales
y en el derecho interno de los Estados] admite, bajo determinadas circunstancias, la posibilidad de disponer que
se establezcan restricciones temporales a su ejercicio.” (COMISION ANDINA DE JURISTAS. Protección de los
Derechos Humanos. Definiciones Operativas. Santa fe de Bogotá, Colombia. Tercer Mundo Editores, 1999. Pág.
35-36.)

11
12

ha ratificado son: a nivel universal el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos9 (en
adelante PIDCP) y a nivel regional la Convención Americana Sobre Derechos Humanos10 (en
adelante CADH). A su vez, los MILDH los clasificamos por niveles, seleccionados según el
alcance que tenga la limitación. Así los niveles son: 1) limitación propiamente dicha, que a su
vez se subdivide en: a) limitación en estados de normalidad, y; b) suspensión o limitación en
estados que amenacen “la independencia o seguridad del Estado”11 o “que pongan en peligro
la vida de la nación”12, o en estado de anormalidad; 2) reserva y derogación o supresión, y; 3)
retiro o denuncia13.

Antes de abordar los mecanismos en particular, es necesario resaltar la existencia, dentro de


la CADH, de un requisito general para todo tipo de restricción, no sólo para la limitación, sino
también para el resto de categorías que se mostrarán a continuación, y es la necesidad de
que estas se presenten sólo mediante “ley formal, es decir, norma jurídica adoptada por el

9Adoptada por la Organización de las Naciones Unidas en su Resolución 2200 A (XXI) de la Asamblea General,
aprobada el 16 de diciembre de 1966. Ratificada por Colombia mediante la Ley 74 de 1968, y entró en vigor el 29
de enero de 1970.

10 Suscrita en San José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969, en la Conferencia Especializada


Interamericana sobre Derechos Humanos. Ratificada por Colombia mediante la Ley 16 de 1972, y entró en vigor
el 31 de julio de 1973.

11 CADH, Art7 27.

12 PIDCP, Art. 4.

13 La Corte Interamericana se pronuncio a través de su función consultiva al respecto en la siguiente forma:


“Debe subrayarse que, según la Convención (art. 29.a), es ilícito todo acto orientado hacia la supresión de uno
cualquiera de los derechos proclamados por ella. En circunstancias excepcionales y bajo condiciones precisas, la
Convención permite suspender temporalmente algunas de las obligaciones contraídas por los Estados (art. 27).
En condiciones normales, únicamente caben restricciones al goce y ejercicio de tales derechos. La distinción
entre restricción y supresión del goce y ejercicio de los derechos y libertades resulta de la propia Convención
(arts. 16.3, 29.a y 30). Se trata de una distinción importante y la enmienda introducida al respecto en la última
etapa de la elaboración de la Convención, en la Conferencia Especializada de San José, para incluir las palabras
"al goce y ejercicio", clarificó conceptualmente la cuestión (Conferencia Especializada Interamericana sobre
Derechos Humanos, San José, Costa Rica, 7-22 de noviembre de 1969, Actas y Documentos, OEA/Ser.
K/XVI/1.2, Washington, D.C. 1973 (en adelante "Actas y Documentos") repr. 1978, esp. Pág. 274).”
(ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS. Serie A: Fallos y opiniones No. 6 Opinión Consultiva OC-6/86 del 9 de mayo de 1986. La expresión
"leyes" en el Artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos solicitada por el gobierno de la
República Oriental del Uruguay. Párr. 14. Negrilla fuera del texto) Como se puede apreciar, para la Corte
Interamericana los mecanismos de limitación son sólo limitación propiamente dicha, suspensión y supresión, sin
embargo es pertinente incluir las reservas y la denuncia para que el análisis de los mecanismos jurídico
internacionales en la materia sea integral.

12
13

órgano legislativo y promulgada por el Poder Ejecutivo, según el procedimiento requerido por
el derecho interno de cada Estado.”14 En este mismo sentido dijo la Comisión Andina de
Juristas15: “[l]a obligación antes mencionada se puede apreciar, por ejemplo, en el PIDCP, en
donde se dispone que nadie podrá ser privado de su libertad personal, salvo por causas
<<fijadas por ley >> (art. 9), o que el ejercicio de la libertad de asociación sólo puede estar
sujeto a restricciones <<previstas por ley >> (art. 12)”

1.1.1. Limitación propiamente dicha. La limitación de derechos humanos incluidos tanto en


la CADH como en el PIDCP, se encuentra autorizada, mediante el cumplimiento de
determinados requisitos. De tal suerte se presentan mecanismos legítimos de restricción o
limitación de derechos humanos en uno u otro instrumento, que el Estado parte, puede utilizar,
según sea el caso. En este sentido, dicha limitación se puede dar sólo respecto de
determinados derechos, y a su vez con el cumplimiento de una serie de requisitos,
dependiendo de la situación particular en la que se presenta la respectiva restricción.

Según lo anterior se debe decir entonces, que tanto en la CADH como en el PIDCP, se
pueden clasificar los derechos en restringibles y no restringibles. Aquellos definidos como
autorizados a restricción por el propio tratado, y los otros como los que no tienen autorizado
dicho mecanismo.

Ahora bien, los derechos restringibles deben considerarse dentro de dos estados o
situaciones, que también son diferenciados dentro de la CADH y el PIDCP. Éstos los
nominaremos, para efectos del presente texto: estado de anormalidad y estado de normalidad.
El primero se refiere a aquellos momentos en que sea amenazada “la independencia o
seguridad del Estado”16 o “que pongan en peligro la vida de la nación” ”17, y , el segundo, por

14 CrIDH. OC-6/86. Párr. 27.

15 COMISION ANDINA DE JURISTAS. Protección de los Derechos Humanos. Pág. 37.

16 CADH, Art. 27.

13
14

oposición a aquel, se refiere a los momentos en que no hay amenaza a la independencia,


seguridad y vida del Estado parte o de la Nación.

1.1.1.1. Limitación en estadio de normalidad. En este escenario, las limitaciones


autorizadas, por la CADH y por el PIDCP, están sujetas a ciertos requisitos. Existe uno de
carácter general, y los demás se particularizan según el derecho restringible. El requisito
general se refiere a la necesidad de limitar el derecho a través de una ley.18 Para la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en adelante (CrIDH), ley se debe entender como

“[... A]ctos normativos enderezados al bien común, emanados del Poder Legislativo
democráticamente elegido y promulgados por el Poder Ejecutivo. Esta acepción
corresponde plenamente al contexto general de la Convención dentro de la filosofía
del Sistema Interamericano. Sólo la ley formal, entendida como lo ha hecho la Corte,
tiene aptitud para restringir el goce o ejercicio de los derechos reconocidos por la
Convención.” 19

Pasando ahora a los requisitos particulares, hay que determinar primero cuáles son los
derechos que admiten restricción. Según la normativa internacional aplicable a Colombia,
estos son:

17 PIDCP, Art. 4. Por su parte la Corte Europea de Derechos Humanos, en relación al Articulo 15 de la
Convención Europea de Derechos Humanos, definió este estado de anormalidad como: "una situación
excepcional de crisis o emergencia que afecta al conjunto de la población y constituye una amenaza a la vida
organizada de la comunidad sobre la que se fundamenta el estado" (Lawless c. Irlande N°3, requête 332/57, arrêt
du 1er. juillet 1961, A3, # 28. Citado por: PINTO, Mónica. “Terrorismo y Derechos Humanos”. Ponencia
presentada al II Curso Regional Andino de Derechos Humanos para Profesores de Derecho y Profesionales de
Organismos No Gubernamentales, organizado por la Comisión Andina de Juristas y realizado en Santa Cruz de
la Sierra, Bolivia, del 15 al 17 de mayo del 2002.)

18 CADH. Art. 30.

19 CrIDH. OC-6/86. Párr. 35

14
15

CUADRO 1. Derechos restringibles en normalidad, según CADH y PIDCP.


DERECHO ART. CADH. (que permite ART. PIDCP (que permite la
la limitación) limitación)
Derecho de circulación. Art. 22.3 y 22.4 Art. 12.3
Libertad de religión Art. 12.3 Art. 18.3
Libertad de expresión. Art. 13.2, 13.4 y 13.5 Art. 19.3
Derecho de Asociación Art. 16.2 y 16.3 Art. 22.2
Derecho de Reunión Art. 15 Art. 21

Teniendo clara esta cuestión, se pueden englobar los requisitos especiales de la siguiente
forma, según las disposiciones particulares de cada uno de los derechos:

• Que se presente mediante ley;


• que se presente con objeto de proteger la seguridad nacional, el orden público o
derechos y libertades públicas; y
• que se aplique el principio de proporcionalidad.

Entonces, y a manera de conclusión, en el estado de normalidad es legítimo, por autorización


expresa y particular, limitar ciertos derechos contenidos, tanto en la CADH, como en el PIDCP,
mediante el cumplimiento de determinados requisitos.

1.1.1.2. Limitación en estadio de anormalidad. La limitación en este estadio tiene una serie
de reglas especiales, las cuales se encuentran recogidas en la normatividad de la CADH y del
PIDCP.

A nivel universal el PIDCP, en su Artículo 4 consagra dicha normatividad en los siguientes


términos:

15
16

“Artículo 4

1. En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación y cuya


existencia haya sido proclamada oficialmente, los Estados Partes en el presente Pacto
podrán adoptar disposiciones que, en la medida estrictamente limitada a las
exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de este
Pacto, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás
obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen discriminación
alguna fundada únicamente en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen
social.

2. La disposición precedente no autoriza suspensión alguna de los artículos 6, 7, 8


(párrafos 1 y 2), 11, 15, 16 y 18.

3. Todo Estado Parte en el presente Pacto que haga uso del derecho de suspensión
deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en el presente Pacto,
por conducto del Secretario General de las Naciones Unidas, de las disposiciones
cuya aplicación haya suspendido y de los motivos que hayan suscitado la suspensión.
Se hará una nueva comunicación por el mismo conducto en la fecha en que haya
dado por terminada tal suspensión.”

En el ámbito regional, no todos los tratados de derechos humanos consagran la norma. En la


actualidad son tres regiones las que tienen normas especiales en materia de derecho
internacional de los derechos humanos. Por un lado está el Sistema Europeo, el cual tiene
como instrumento principal el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos
y de las Libertades Fundamentales20 (en adelante CEPDHLF); por otro, el Sistema
Interamericano de protección de Derechos Humanos (en adelante SIPDH) , con la CADH a la
cabeza; y, por último el Sistema Africano y su “Carta Africana de Derechos Humanos y de los
Pueblos”21. Esta última, precisamente no incluye cláusula de no “suspensión”. En lo
concerniente a Colombia, es el SIPDH y la CADH los vinculantes, ya que se encuentra inscrito
dentro de este, y son los instrumentos del SIPDH los que pueden ser exigidos ante la CrIDH22,

20 El cual entró en vigencia el 21 de septiembre de 1970.

21Aprobada el 27 de julio de 1981, durante la XVIII Asamblea de Jefes de Estado y Gobierno de la Organización
de la Unidad Africana, reunida en Nairobi, Kenya

22Así lo afirmó la CrIDH en el caso Las Palmeras, en contra del Estado Colombiano, respecto de la CADH: “32.
La Convención Americana es un tratado internacional según el cual los Estados Partes se obligan a respetar los
derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su ejercicio a toda persona sujeta a su jurisdicción. La

16
17

sin embargo, la jurisprudencia de este tribunal internacional, en ocasiones se dirige a


conceptos e interpretaciones del tribunal europeo, debido a la similitud normativa. Para este
caso en específico, en la CEPDHLF, también encontramos una cláusula de no “suspensión”
(Art. 15)23. Sin embargo, no es el presente escenario el adecuado para analizar la
jurisprudencia del Tribunal Europeo, ya que la CrIDH no ha traído a colación la interpretación
que esta ha hecho del Art. 15 de la CEPDHLF, para interpretar el Art. 27 de la CADH, y como
se recuerda, Colombia esta inscrito dentro del SIPDH.

La cláusula de no “suspensión” de la CADH, dice:

Convención prevé la existencia de una Corte Interamericana para “conocer de cualquier caso relativo a la
interpretación y aplicación” de sus disposiciones (artículo 62.3).

Cuando un Estado es Parte de la Convención Americana y ha aceptado la competencia de la Corte en materia


contenciosa, se da la posibilidad de que ésta analice la conducta del Estado para determinar si la misma se ha
ajustado o no a las disposiciones de aquella Convención aún cuando la cuestión haya sido definitivamente
resuelta en el ordenamiento jurídico interno. La Corte es asimismo competente para decidir si cualquier norma
del derecho interno o internacional aplicada por un Estado, en tiempos de paz o de conflicto armado, es
compatible o no con la Convención Americana. En esta actividad la Corte no tiene ningún límite normativo: toda
norma jurídica es susceptible de ser sometida a este examen de compatibilidad.

33. Para realizar dicho examen la Corte interpreta la norma en cuestión y la analiza a la luz de las disposiciones
de la Convención. El resultado de esta operación será siempre un juicio en el que se dirá si tal norma o tal hecho
es o no compatible con la Convención Americana. Esta última sólo ha atribuido competencia a la Corte para
determinar la compatibilidad de los actos o de las normas de los Estados con la propia Convención, y no con los
Convenios de Ginebra de 1949.” (ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. CORTE
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Serie C: Resoluciones y sentencias. No. 67 CASO LAS
PALMERAS EXCEPCIONES PRELIMINARES SENTENCIA DE 4 DE FEBRERO DE 2000)

23 “CEDH. Artículo 15 – Derogación en caso de estado de urgencia


1. En caso de guerra o de otro peligro público que amenace la vida de la nación, cualquier Alta Parte Contratante
podrá tomar medidas que deroguen las obligaciones previstas en el presente Convenio en la estricta medida en
que lo exija la situación, y a condición de que tales medidas no estén en contradicción con las restantes
obligaciones que dimanan del derecho internacional.
2. La disposición precedente no autoriza ninguna derogación del artículo 2, salvo para el caso de muertes
resultantes de actos lícitos de guerra, ni de los artículos 3, 4 (párrafo 1.) y 7.
3. Toda Alta Parte Contratante que ejerza este derecho de derogación tendrá plenamente informado al Secretario
General del Consejo de Europa de las medidas tomadas y de los motivos que las han inspirado. Deberá
igualmente informar al Secretario General del Consejo de Europa de la fecha en que esas medidas hayan dejado
de estar en vigor y las disposiciones del Convenio vuelvan a tener plena aplicación.”

17
18

“Artículo 27. Suspensión de Garantías

1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la


independencia o seguridad del Estado parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en
la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación,
suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que
tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone
el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión u origen social.

2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos determinados


en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica);
4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición de la
Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad
de Conciencia y de Religión); 17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19
(Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad), y 23 (Derechos Políticos), ni de
las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos.

3. Todo Estado parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar
inmediatamente a los demás Estados partes en la presente Convención, por conducto
del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, de las
disposiciones cuya aplicación haya suspendido, de los motivos que hayan suscitado la
suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión.”

De esta forma se ve cómo la situación de anormalidad se encuentra definida por los tratados,
y tal como lo ha dicho la CrIDH24: “es un precepto concebido sólo para situaciones

24 En palabras del relator especial L. Despouy, en su informe para la Comisión de Derechos Humanos de
Naciones Unidas, el estado de anormalidad se encuentra ligado al “orden público” en el siguiente sentido: “Sin
privilegiar, ni excluir, ninguna situación en particular, el presente estudio abarca todas aquellas situaciones de
emergencia que resultan de una crisis grave que afecte al conjunto de la población y que ponga en peligro la
existencia misma de la comunidad organizada sobre la base del Estado. Esta es, en esencia, como veremos más
adelante, la interpretación que más nos aproxima a la noción de "peligro publico" o de "situaciones excepcionales"
contenida en los artículos 4, 15 y 27 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de la Convención
Europea y de la Convención Americana de Derechos Humanos, respectivamente, que está prevista como
prerrequisito o presupuesto para la proclamación de un estado de excepción. De esta manera, tanto la guerra
internacional, como los conflictos armados internos, al igual que las fuertes tensiones o perturbaciones interiores
que resultan de factores políticos, económicos, sociales o culturales, cuando van acompañados de
enfrentamientos, actos de violencia, vandalismo, confrontaciones interétnicas, atentados terroristas, etc., en la
medida en que configuren una amenaza actual o al menos inminente para el conjunto de la comunidad,
constituyen un "peligro publico" o "situaciones excepcionales" en el sentido que le confieren a ambos términos los
instrumentos internacionales antes mencionados.” ONU. Informe del relator especial Leandro Despouy sobre los
derechos humanos y los estados de excepción. Distr. GENERAL. E/CN.4/Sub.2/1997/19. 23 de junio de

18
19

excepcionales. Se aplica únicamente "en caso de guerra, de peligro público o de otra


emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte"25. Es decir que
“[a]ntes de que un Estado adopte la decisión de invocar el artículo 4 [del PIDCP] es necesario
que se reúnan dos condiciones fundamentales: que la situación sea de un carácter
excepcional que ponga en peligro la vida de la nación y que el Estado Parte haya proclamado
oficialmente el estado de excepción.”26 O sea, aparte de suceder en los hechos, los estados
de excepción deben ser proclamados mediante un procedimiento específico para que las
limitaciones a los derechos que se autoriza, sean legítimas.

Antes de continuar, hay que detenerse para hacer claridad sobre cómo se debe entender, en
el plano internacional, el término “suspensión” tanto, dentro de la CADH, como del PIDCP.
Para ello nos apoyaremos en la argumentación del profesor O´donnel, la cual señala que:

“Si bien el concepto de suspensión de garantías es de uso común, e inclusive aparece


como titulo del art. 27 de la Convención Americana, esa expresión se presta a una
interpretación equivocada del verdadero significado de esta institución jurídica. [...] Lo
que el derecho internacional positivo autoriza textualmente no es la suspensión de
derechos en el derecho interno, sino más bien la adopción de disposiciones que

1997Original: ESPAÑOLCOMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS Subcomisión de Prevención de


Discriminaciones y Protección a las Minorías 49º período de sesiones Tema 9 a) del programa. Párr. 34

25 ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS


HUMANOS. Serie A: Fallos y Opiniones. Opinión Consultiva OC-8 del 30 de Enero de 1987. El habeas corpus
bajo suspensión de garantías (Arts. 27.2, 25.1 y 7.6 Convención Americana Sobre Derechos Humanos)
solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Párr. 19.

26 Naciones Unidas. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Distr. GENERAL.


CCPR/C/21/Rev.1/Add.11. 31 de agosto de 200. 1ESPAÑOL Original: INGLÉS. Observación general No. 29
sobre el artículo 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: estados de excepción y suspensión de
derechos. (adoptada el 24 de julio de 2001 durante la 1950ª reunión) Párr. 2. Por su parte, el “Informe del relator
especial Leandro Despouy sobre los derechos humanos y los estados de excepción”, encuadra estas situaciones
excepcionales o de anormalidad, según el DIH, asi: “Desde el ámbito de la aplicación del derecho internacional
de los derechos humanos, la noción de "situaciones excepcionales" o de "peligro público" contenida en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en los otros instrumentos internacionales cubre tanto los
conflictos armados (internos e internacionales) como aquellas situaciones de tensiones o perturbaciones
internas en las que pueden estar presentes actos de violencia o de confrontación que justifiquen la
implantación de un estado de excepción, sin que la intensidad de las hostilidades permita encuadrar la crisis
dentro del concepto de "conflicto armado", tal cual se encuentra previsto en el Protocolo Adicional Nº I a los
cuatro Convenios de Ginebra y en el artículo 3 común a dichos Convenios.” (negrilla fuera del texto) ONU.
Informe del relator especial Leandro Despouy sobre los derechos humanos y los estados de excepción. Párr. 29.

19
20

“suspenden” algunas de las obligaciones consagradas en le Pacto Internacional o la


Convención Americana. El verdadero efecto de estas disposiciones [...] es facultar al
gobierno, durante un estadio de excepción y sujeto a todos los demás límites
examinados en seguida, a “aplicar medidas restrictivas de los derechos y libertades
que, en condiciones normales, están prohibidas o sometidas a requisitos más
rigurosos.”27

La anterior posición no se fundamenta en una mera interpretación doctrinal, sino en lo que la


CrIDH ha considerado dentro de su función consultiva. Sobre el particular se refirió en el
sentido expuesto en la Opinión Consultiva OC-8/87 28:

“El artículo 27 contiene determinadas locuciones que merecen ser destacadas a los
fines de la presente consulta. Así, el título es "Suspensión de Garantías"; el párrafo
primero habla de "suspend(er) las obligaciones contraídas" ; el párrafo segundo de
"suspensión de los derechos" ; y el párrafo tercero de "derecho de suspensión".
Cuando la palabra "garantías" se utiliza en el párrafo segundo, es precisamente
para prohibir la suspensión de las "garantías judiciales indispensables". Del análisis
de los términos de la Convención en el contexto de éstos, resulta que no se trata de
una "suspensión de garantías" en sentido absoluto, ni de la "suspensión de los
derechos" ya que siendo éstos consustanciales con la persona lo único que podría
suspenderse o impedirse sería su pleno y efectivo ejercicio. La Corte estima útil
tener presente esas diferencias terminológicas a fin de esclarecer los fundamentos
conceptuales sobre los cuales responde la presente consulta, sin perjuicio de las
cuales la Corte utilizará la expresión empleada por la Convención de "suspensión
de garantías".”

Entonces, la “suspensión” es posible, si y sólo si, se presenta una guerra o peligro público;
que necesariamente amenace la independencia y seguridad del Estado; para el caso del
PIDCP, la declaratoria de dicha situación deber ser oficial; las limitaciones que se presenten
deben ser proporcionales, tanto para la exigencia de la situación, como para el tiempo; por
último, deben ser compatibles con las demás obligaciones que el derecho internacional
impone a los Estados y no pueden entrañar discriminación alguna.

27O’DONNEL, Daniel. Protección internacional de los derechos humanos. Lima, Perú. Ed. Comisión Andina de
Juristas y la Fundación Friedrich Naumann, segunda edición, 1989. Pág. 399-400.

28 CrIDH. Opinión Consultiva OC-8/87. Párr. 18.

20
21

Pero, así como se autoriza a limitar, también se restringe este poder a los Estados. La

limitante que traen los tratados es una prohibición respecto de la suspensión de un

determinado catálogo de derechos29. Esta prohibición la nominaremos: “cláusula de no

suspensión”. Y el catálogo que contiene: “núcleo duro de los derechos humanos”. Dentro de

los derechos protegidos por dicha cláusula encontramos coincidencias de un tratado a otro,

así como diferencias, que hacen pensar que no hay unanimidad en lo que opina cada una de

las fuentes. De este modo, como se ve en el anexo 1, las coincidencias se presentan sólo

respecto de cinco derechos en los dos tratados, pudiéndose sumar a éstos la prohibición de

la tortura, en razón a la prohibición que hace la “Convención Interamericana para Prevenir y

Sancionar la Tortura” que se aplica dentro del SIPDH. De resto se cruzan de forma eventual y

en alguno casos la protección de derechos tales como el derecho a la integridad personal y

prohibición de la prisión por deuda contractual, entre otros, sólo se protegen en la normativa

particular de alguno de ellos (ver anexo 1). Por lo tanto, el catálogo para Colombia, sumando

los derechos incluidos en las cláusulas de no suspensión de la CADH y el PIDCP, de

derechos que no se pueden “suspender” en el escenario de anormalidad, es:

1. Derecho a la vida;

2. Derecho a la integridad personal;

3. La prohibición de la esclavitud y servidumbre;

4. La prohibición de discriminación;

5. Derecho a la personalidad jurídica;

29 CADH. Art. 27.2 y PIDCP. Art. 4.2.

21
22

6. Derecho a la nacionalidad;

7. Los derechos políticos;

8. Prohibición de pena de prisión por deuda contractual;

9. Principio de legalidad y no retroactividad;

10. Libertades de conciencia y religión;

11. Protección a la familia;

12. Los derechos del niño; y,

13. Garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos.

1.1.2. Reserva y derogación o supresión. Se acumularon estas dos figuras en una sola
categoría debido al efecto que ambas tienen respecto de la limitación de derechos. Dicha
consecuencia es la de la inaplicación o desprotección de un derecho por parte de un Estado.

Así, siguiendo el criterio normativo, por reserva se debe entender: “[L]a declaración unilateral,
cualquiera que sea su enunciado o denominación, hecha por un Estado al firmar, ratificar,
aceptar o aprobar un tratado o al adherirse a él, con objeto de excluir o modificar los efectos
jurídicos de ciertas disposiciones del tratado en su aplicación a ese Estado;”30 en otras
palabras, “la reserva implica una declaración unilateral de voluntad, destinada a excluir o
modificar los efectos de una o más cláusulas de un tratado, como condición para ser parte del
mismo;”31 se concluye entonces que “[e]lla [la reserva] permite excluir o modificar el efecto

30 CVDT. Art. 2.d)

31NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho internacional público. Lima,
Perú, Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto de Estudios Internacionales, FONDO EDITORIAL 2000.
Tomo I: Introducción y fuentes. 2000. Pág. 220.

22
23

jurídico de algunas disposiciones con respecto a un Estado, limitando el alcance de las


obligaciones derivadas de un tratado.”32

Esta declaración de voluntad, llamada reserva, debe llenar unos requisitos, según sea el
momento en que se formule. De esta forma, “como acto formal debe presentarse por escrito y
ser registrada en un instrumento diplomático, si se la formula al tiempo de la firma, debe
quedar incluida en el instrumento original del tratado; si es formulada al tiempo de la
ratificación o de la adhesión, debe ser incluida en el correspondiente instrumento de
ratificación o adhesión”33. Luego de presentarse de forma precisa, esta debe ser aceptada
por los otros Estados parte en el tratado o por el órgano competente de la organización que el
mismo tratado constituye, dependiendo si el tratado crea o no una organización internacional.
La aceptación se entiende no exigida sólo para los casos de reservas expresamente
autorizadas por el tratado, y se puede presentar de forma expresa o tácita. De forma expresa
si el tratado así lo exige, y en los términos del mismo, y en forma tácita, según las reglas del
numeral 5, del Art. 20 de la Convención de Viena:

“El párrafo 5 introduce la aceptación tacita (automática luego de vencido un plazo de


doce meses), en dos casos concretos: si la reserva se formula cuando un Estado ya
manifestó su consentimiento en obligarse por el tratado o cuando un estado manifiesta
su voluntad de obligarse por un tratado con posterioridad a la formulación de la reserva.
En el primer caso, el Estado tendrá doce meses, computados desde la fecha en que le
fue notificada la reserva, para objetarla; de lo contrario se presumirá su aceptación. En
el segundo caso, si la objeción no se plantea en el momento mismo de obligarse por el
tratado, se considera aceptada la reserva”34

32ALVAREZ LONDOÑO, Luis Fernando, S.J. Derecho internacional público. Bogotá, Colombia. Ed. Pontificia
Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas, Centro de Estudios de Derecho Internacional. Tercera
edición. 2004. Pág. 110.

33NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho internacional público. Pág.
228.

34NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho internacional público. Pág.
232.

23
24

Teniendo claro el concepto de reserva y su aplicación práctica, es necesario ver cómo los
Estados se pueden mover, haciendo uso de este mecanismo, dentro de la práctica jurídica
internacional. En este sentido, las palabras del profesor de la Universidad Complutense,
Pastor Riduejo35, son las mejores en síntesis y claridad:

“[L]as posibilidades de un tratado en cuanto a política de reservas [según el Art. 19


CVDT,] son las cuatro siguientes: 1) prohibir todas las reservas; 2) prohibir las
reservas a ciertas disposiciones, en cuyo caso se entienden autorizadas
implícitamente las no prohibidas; 3) autorizar únicamente determinadas reservas, en
cuyo supuesto hay que considerar prohibidas las reservas no autorizadas; 4) guardar
silencio sobre la cuestión, pudiendo formularse entonces las reservas compatibles con
el objeto y el fin del tratado”

La CADH y el PIDCP tiene la misma política de reservas, aunque por vías distintas. La primera
remite expresamente “a las disposiciones de la Convención de Viena sobre Derecho de los
Tratados, suscrita el 23 de mayo de 1969”36; y la segunda simplemente guarda silencio. Por lo
tanto, estos tratados permiten reservas a su normativa, siempre y cuando sean compatibles
con el objeto y fin del tratado. 37 Estas reservas no están sujetas a aceptación38. Entonces

35 PASTOR RIDUEJO, José Antonio. Lecciones de derecho internacional público. Madrid, España. Universidad

Complutense de Madrid, Facultad de Derecho, Sección de Publicaciones. Segunda edición ampliada y revisada,
1983. Pág. 126.

36 CADH. Art. 75

37El Objeto y fin de un tratado ha sido definido por la Corte Permanente de Justicia Internacional: “el objeto de un
acto resida en la norma que el crea mientras el fin se caracteriza por el resultado que persigue conseguir el autor
del acto a través de la norma creada” (C.P.J.I. Asunto Relativo a las Escuelas Minoritarias en Albania, 1935.
Citado por NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho internacional
público. Pág. . 228-229.)

38“Según el artículo 75, la Convención puede ser objeto de reservas de conformidad con las disposiciones de la
Convención de Viena. Ya ha definido esta Corte que lo dispuesto por el artículo 75

sólo tiene sentido si se entiende como una autorización expresa destinada a permitir a los Estados
cualesquiera reservas que consideren apropiadas, siempre y cuando éstas no sean incompatibles con
el objeto y fin del tratado. Como tales, se puede decir que ellas se rigen por el artículo 20.1 de la
Convención de Viena y, consecuentemente, no están sujetas a la aceptación de ningún otro Estado
Parte (El efecto de las reservas, supra 42, párr. no. 35).” (ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS
AMERICANOS. CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Serie A: Fallos y Opiniones.
Opinión Consultiva OC-3/83 del 8 de septiembre de 1983 restricciones a la pena de muerte (arts. 4.2 y

24
25

¿cuál seria el objeto y fin de tratado? Según la CrIDH, “toda reserva destinada a permitir al
Estado la suspensión de uno de esos derechos fundamentales, [los del Art. 27.2] cuya
derogación está en toda hipótesis prohibida, debe ser considerada como incompatible con el
objeto y fin de la Convención y, en consecuencia, no autorizada por ésta.”39 Es decir, para la
CrIDH, en un sentido enunciativo: “[l]a interpretación de las reservas debe tener en cuenta el
objeto y fin del tratado que, en el caso de la Convención, es "la protección de los derechos
fundamentales de los seres humanos, independientemente de su nacionalidad, tanto
frente a su propio Estado como frente a los otros Estados contratantes"40 (Negrilla fuera
del texto).

Como se denota, las reservas a los tratados de derechos humanos se encuentran autorizadas,
como un medio legítimo de los estados parte, o de los Estados que quieren ser parte de ellos.
El requisito que debe seguirse es el de la no contradicción con el objeto y fin del tratado, que
para el caso de la CADH, se concreta en que no recaiga en los derechos incluidos como no
“suspendibles” del Art. 27.2., pudiéndose decir lo mismo frente la PIDCP.

Respecto de la derogación o supresión de los derechos contenidos en los tratados de


derechos humanos, la CADH y el PIDCP se oponen a que ello suceda41. Esto es lógico, ya

4.4 Convención Americana sobre Derechos Humanos) solicitada por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos Párr. 60).

39 OC-3/83 Párr. 61. A su vez la doctrina se adhiere: “Como ha indicado la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, toda reserva esta destinada a permitir el Estado la suspensión de un derecho fundamental, resultando
entonces que la reserva sobre aquellos derechos cuya derogación este en toda hipótesis prohibida debe ser
considerada incompatible con el objeto y fin de la Convención Americana de Derechos Humanos. En cambio, si
la reserva persigue solamente restringir ciertos aspectos específicos de un derecho inderogable sin privarle de su
propósito básico, no puede decirse entonces lo mismo” (BONNET PEREZ, Jordi. Las reservas a los Tratados
Internacionales (Un examen de la práctica española).Bilbao: Servicio Editorial de la Universidad de País Vasco,
1991. Pág. 141. Citado por NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho
internacional público. Pg 230.)

40 Oc-3/83 Parr. 65.

41Art. 29.a, CADH: Artículo 29. Normas de Interpretación. Ninguna disposición de la presente Convención
puede ser interpretada en el sentido de: a. permitir a alguno de los Estados partes, grupo o persona, suprimir el
goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Convención [...]; Art. 5, PIDCP: Artículo 5. 1.
Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de conceder derecho alguno a un
Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos encaminados a la destrucción de
cualquiera de los derechos y libertades reconocidos en el Pacto [...].

25
26

que si éstos reconocen la dignidad inherente a la persona humana42, no seria congruente


permitir que se suprimiese el ejercicio de los derechos que hacen parte de dicha dignidad.

1.1.3. Retiro o denuncia. Para hacer un análisis sistemático, es imperativo definir la figura
jurídica de la denuncia43. Así, “la denuncia de un tratado puede ser definida como la
declaración unilateral de voluntad de un Estado en virtud de la cual este manifiesta su deseo
de retirarse del tratado”44 y “[e]sta manifestación de voluntad unilateral de una de las partes
debe haber sido prevista, o expresa o implícitamente por las otras partes”45 de esta forma, el
retiro o la denuncia de un tratado (sinónimos), se puede presentar, según la Convención de
Viena, en sólo dos supuestos:

a) que el tratado contenga disposiciones que prevén la retirada o la denuncia; y

42 CADH Y PIDCP. PREÁMBULO.

43 Esto dentro del marco general de la retirada de los tratados:


“La retirada de las Partes en los Tratados.
la retirada de las Partes en un Tratado supone, en general, la extinción de la obligaciones dimanantes del mismo
para la Parte que se retira. El Convenio de Viena reglamenta esta figura jurídica junto con la terminación.
Nosotros para mayor claridad en la exposición, la estudiaremos por separado, aunque muy someramente.

La retirada puede darse en los siguientes casos:

1) Cuando lo prevea el Tratado [denuncia].


2) Con el consentimiento de todas las partes.
3) Cuando conste que las partes admitieron esta posibilidad.
4) Cuando el derecho a retirarse se puede deducir de la naturaleza del tratado.
5) Por imposibilidad de cumplimiento del Tratado, bajo las condiciones establecidas por el art. 61 de la
Convención de Viena.
Por un cambio de circunstancias en las condiciones previstas en el art. 62 de la Convención de Viena. [rebus sic
stantibus]” (DIEZ VELASCO, M. Instituciones de Derecho Internacional Público. Ed. Tecnos. Madrid, 1983. Tomo
I. Pág. 144. )

44NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho internacional público. Pág.
282

45 ALVAREZ LONDOÑO, Luis Fernando, S.J. Derecho internacional público. Pág. 153.

26
27

b) que el tratado no prevé en su normativa la denuncia, caso el cual “la denuncia o retirada
sólo son posibles si consta que fue intención de las partes admitirlas o si el derecho a ello
puede inferirse de la naturaleza del tratado”46

Entonces hay que verificar si los instrumentos de derechos humanos referidos en este texto
contienen o no una disposición en materia de denuncias, o si se puede inferir su admisión
implícita. La CADH, en su Art. 78, dispone que esta Convención se puede denunciar, luego de
un plazo de cinco años a partir de su vigencia, y con un preaviso de un año, mediante
notificación al Secretario General de la OEA. Luego hace una precisión, en la que señala que
el retiro de un Estado parte en la CADH genera efectos hacia el futuro47. Por su lado, el
PIDCP, no contiene norma relativa al retiro. Consideramos que no fue del espíritu de la partes
el permitir la renuncia al PIDCP y que la naturaleza del tratado, no permite su denuncia48. Lo
primero, porque no hay evidencia de ello, y porque de haber sido así, se hubiese incluido,
como se hizo en la CADH, estipulaciones expresas ; lo segundo, porque ello llevaría a
desnaturalizar el tratado, ya que reconoce y reitera la importancia de la dignidad humana
como pilar de la libertad humana49, por lo que su permanencia se pretende, salvo estipulación

46 PASTOR RIDUEJO, José Antonio. Lecciones de derecho internacional público. Pág. 150.

47CADH. “Artículo 78. 1. Los Estados partes podrán denunciar esta Convención después de la expiración de un
plazo de cinco años a partir de la fecha de entrada en vigor de la misma y mediante un preaviso de un año,
notificando al Secretario General de la Organización, quien debe informar a las otras partes. 2. Dicha denuncia no
tendrá por efecto desligar al Estado parte interesado de las obligaciones contenidas en esta Convención en lo
que concierne a todo hecho que, pudiendo constituir una violación de esas obligaciones, haya sido cumplido por
él anteriormente a la fecha en la cual la denuncia produce efecto.

48“Como sostiene la CDI, “existen ejemplos de tratados importantes que no contienen estipulaciones expresas
sobre la denuncia, comenzando por la propia Carta de al ONU”. Por otra parte , existe cierto tipo de tratados,
como los tratados de paz o los que establecen una frontera, que por su naturaleza no pueden ser objeto de
denuncia o retiro; mientras resulta inherente a la naturaleza de ciertos tratados la posibilidad de denuncia.
Waldock señala entre estos los tratados de comercio, alianza, cooperación y los otros tratados generales de
conciliación, arbitraje y arreglo judicial.” (NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO,
Luis. Derecho internacional público. Pág. 283. )

49 PIDCP, Preámbulo: “Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la persona
humana, Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse
el ideal del ser humano libre, en el disfrute de las libertades civiles y políticas y liberado del temor y de la miseria,
a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto
como de sus derechos económicos, sociales y culturales,”

27
28

en contrario. Pero si bien el PIDCP no permite denuncia, su Protocolo Facultativo, el cual


regula la denuncias individuales ante el Comité de Derechos Humanos por violaciones al
PIDCP, si contiene normativa respecto de la denuncia del mismo. 50

En conclusión, el mecanismo de limitación, llamado denuncia o retiro, es permitido en el


escenario regional (CADH), con ciertos requisitos especiales; mientras que en el plano
universal (PIDCP) no está autorizado el retiro, aunque si se puede denunciar su Protocolo
Facultativo.

Teniendo claro el panorama de los MILDH, hay que hacer referencia a aquellos derechos que
no son susceptibles de ser limitados. Como se vio, tanto para el caso de las reservas, como el
de la “suspensión” de derechos en estadios de anormalidad, ciertos derechos no pueden ser
objeto de dichos mecanismos de limitación. Es precisamente este grupo de derechos a los
que nos referimos como “núcleo duro de derechos humanos”. Y es que en este sentido se ha
tenido, en distintos textos y documentos. Por ejemplo, la Comisión de la Verdad y
Reconciliación, creada por el gobierno peruano para esclarecer los hechos ocurridos durante
el gobierno del Presidente Alberto Fujimori, en su Informe Final, y refiriéndose
específicamente al tema de la desaparición forzada, hizo uso del criterio en el sentido
mencionado, así: “[...]el denominado «núcleo duro» de los derechos humanos, un conjunto de
derechos que en ninguna circunstancia pueden ser restringidos. La vigencia de tales derechos
y la prohibición de la desaparición forzada subsisten incluso en situaciones de Estados de
Excepción o de conflicto armado interno.”51; por su parte, la ONG Liberal International, para el
Cuarto Comité Preparatorio del Tratado de Roma, presentó un documento de análisis de las

50Protocolo Facultativo al PIDCP. Artículo 12 1. Todo Estado Parte podrá denunciar el presente Protocolo en
cualquier momento mediante notificación escrita dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas. La
denuncia surtirá efecto tres meses después de la fecha en que el Secretario General haya recibido la notificación.
2. La denuncia se hará sin perjuicio de que las disposiciones del presente Protocolo sigan aplicándose a
cualquier comunicación presentada, en virtud del artículo 2, antes de la fecha de efectividad de la denuncia.
(Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de
16 diciembre de 1966. Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el artículo 9)

51COMISION DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN. Informe Final. Lima, Perú. CVR. 2003. Tomo VI. Pág. 59
(www.cverdad.org.pe)

28
29

características del DIH como del DIDDHH, en el cual, refiriéndose a este último señaló: “But
the difficulty is that human right treaties allow derogation for most provisions in time of war,
with the exception of what are termed as "hard core" rights i.e. the right to life, the prohibition of
torture and other inhuman treatments.”52; de la misma manera, DOSWALD-BECK y VITÉ, en
un articulo publicado por la Revista Internacional de la Cruz Roja, afirman: “The difficulty as
regards human rights treaties is that most of them allow parties to derogate from most
provisions in time of war, with the exception of what are commonly termed "hard-core" rights,
i.e., those which all such treaties list as being non-derogable. “53; a su vez, las conclusiones
generales del Foro del Lisboa en 1999 (“Proceso democrático y protección de derechos
humanos en la región del mediterráneo”), organizado por en Centro Europeo para la
Interdependencia y la Solidaridad Global, indicaron que: “The participants referred to an
inalienable hard core of human rights, which must always be respected, even in the event of
violent conflicts, themselves involving massive human rights violations.” 54; por último, para el
profesor Carrillo Salcedo, Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones
Internacionales de la Universidad de Sevilla, “[e]stos derechos fundamentales (esto es,
aquellos que son absolutos y no pueden ser derogados en ninguna circunstancia), integran el

52 “Pero la dificultad es que los tratados de derechos humanos permiten que se deroguen muchas previsiones en

tiempo de guerra, con la excepción del llamado “núcleo duro” de derechos, como por ejemplo, el derecho a la
vida, la prohibición de la tortura y otros tratos inhumanos.” SERVOIN, Claire “International Criminal Tribunals The
International Criminal Tribunals for the former Yugoslavia and Rwanda Paper #1” Documento presentado por la
ONG “Liberal International” en el Cuarto Comité Preparatorio de la Corte Penal Internacional. Se encuentra en el
web site de la Coalición por la Corte Penal Internacional (traducción no oficial)
(http://www.iccnow.org/romearchive/papersprepcmt4.html)

53 “La dificultad con respecto a los tratados de derechos humanos es que la mayoría de ellos permite que los
países deroguen la mayor parte de las disposiciones en tiempo de guerra, excepto las que se refieren al
comúnmente denominado «núcleo duro» de esos derechos, es decir, los que todos esos tratados enumeran
como no derogables (DOSWALD-BECK, Louise Y VITÉ, Sylvain. “International Humanitarian Law and Human
Rights Law” En: International Review of the Red Cross. No 293. 30-04-1993. p.94-119. Pág. 9. (Documento
montado en el web site del Comité Internacional de la Cruz Roja: (traducción no oficial)
http://www.icrc.org/Web/eng/siteeng0.nsf/iwpList314/E59EC039BC5A8EE4C1256B66005985F0 )

54 “Los participantes se refirieron a un núcleo duro de derechos humanos inalienable, el cual siempre debe ser

respetado, incluso en situaciones de conflicto armado, que por si mismas envuelven violaciones masivas de
derechos humanos” (General conclusions of the 1999 Lisbon Forum "Democratic process and human rights
protection in the Mediterranean region" Lisbon, (29-31 October 1999). European Centre for Global
Interdependence and Solidarity (traducción no oficial)
(http://www.nsc.coe.int/english/en_news/Conclusions_LF99.htm)

29
30

núcleo duro de los derechos humanos, en tanto que expresión jurídica de una convicción
jurídica universal: la del rechazo a la barbarie.”55 (cursiva dentro del texto)

Según lo planteado, se puede definir el Núcleo Duro de Derechos Humanos como aquel grupo
de derechos reconocidos por los tratados internacionales, los cuales no se pueden limitar o
restringir por parte de un Estado parte, incluso y sobretodo en caso de guerra, de peligro o de
otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado parte, o situaciones
excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación. Y este se concretaría para el caso
colombiano en el listado que se encuentra contenido en el Art. 27.2 de la CADH, y en el Art.
4.2 del PIDCP. (supra 3.1.1.B)

1.2. NÚCLEO DURO DE DERECHOS HUMANOS Y IUS COGENS

Sin embargo, parece no ser suficiente el análisis o el criterio meramente normativo para
esclarecer qué derechos hacen parte del núcleo duro56. Según ciertos autores se debe sumar
a este las normas de ius cogens. Por lo que a continuación se analizará el tema, para
determinar si efectivamente el núcleo duro se compone por las cláusulas de no “suspensión” y
las normas de ius cogens, o únicamente por aquellas.

Existen ciertas normas internacionales, en cualquiera de sus fuentes, que son revestidas con
el manto del orden público internacional, trayendo como característica para ellas, entre otras,

55 CARRILLO SALCEDO, Juan Antonio. “Contribución de los principios generales del derecho internacional a la

precisión del “núcleo duro” de los derechos humanos” Pág. 184. En: : MARZAL, Antonio (ed.). El núcleo duro de
los Derechos Humanos. Ed. J.M. Bosch, ESADE, Facultad de Derecho. Pág. 175-188.

56 “Según los autores, dos criterios permitían, en el ámbito internacional, definir el núcleo duro de los Derechos
Humanos. Por una parte las disposiciones que no pueden ser suspendidas de los convenios internacionales,
particularmente el articulo 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, por otra el ius cogens”
SOTTAS, Eric. “Núcleo duro: ¿Fortalecimiento o limite esencial?” Pág. 106. En: MARZAL, Antonio (ed.). El núcleo
duro de los Derechos Humanos. Ed. J.M. Bosch, ESADE, Facultad de Derecho. Pág. 93-118.

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la imposibilidad de pacto en contrario por parte de la voluntad particular, que en este caso es
la voluntad de Estado.

La teoría encargada de traer a discusión el concepto de orden público internacional ha sido la


doctrina del ius cogens. Por tanto es indispensable tener claridad57 sobre cómo se debe tomar
el concepto de ius cogens para los efectos del presente texto.

La historia reciente del ius cogens data de 22 de mayo de 1969, año en el cual entró en
vigencia la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados de las Naciones Unidas (en lo
siguiente Convención de Viena). Este instrumento internacional creado como plataforma
para el manejo de las relaciones internacionales en materia de tratados, consagra en su
articulo 53 lo siguiente:

57 A pesar de las diversas controversias que aún hoy genera este concepto. Una de ellas se presenta debido a
que en la actualidad no existe un órgano legislativo internacional, que redacte las normas aplicables a la
comunidad internacional y que pueda determinar cuáles son las normas de carácter público. Entonces ¿de dónde
nacen estas normas? “[l]a falta de un legislador, y por ende, de un amplio desarrollo de normas, le da una mayor
importancia a la noción de orden público en las relaciones entre los Estados que se concretan en tratados. Solo
de la voluntad del Estado puede surgir una limitación a la soberanía.” (CUERVO PONTON, Luis Enrique. “Jus
cogens, el imperativo categórico del derecho internacional”. Pág. 348. En: Unviversitas, Ciencias Jurídicas y
Socioeconómicas. , No. 81 (Nov. 1991): 341-361. Bogotá, Colombia, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad
de Ciencias Jurídicas). Según lo anterior, serian los mismo Estados los qué determinan que normas tienen el
carácter de ius cogens, pero ¿dónde está ésto señalado en la ley internacional?; otra parte de la doctrina plantea
otro camino, el cual afirma que: “[c]orresponde a los tribunales de arbitraje y a la Corte Internacional de Justicia
precisar el contenido del jus cogens cuando las controversias estatales no hayan sido resueltas por los medios a
que se refiere el articulo 33 de la Carta de Naciones Unidas [l. Las partes en una controversia cuya continuación
sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales tratarán de
buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje,
el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección.]”
(negrilla original) (NIETO NAVIA, Rafael. “El derecho imperativo (Jus Cogens) en el derecho internacional a la luz
de la Convención de Viena de 1969.” Pág. 274. En: Universitas Ciencias Jurídicas y Socioeconómicas, No. 52
(Jun. De 1977): 259-279. Bogotá, Colombia, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas). A
pesar de ello, esta postura tampoco tiene un respaldo claro en la letra de los tratados internacionales. De hecho,
hasta 1990 la Corte Internacional de Justicia no ha hecho referencias directas a normas de jus cogens, “[s]in
embargo si ha hecho referencias indirectas al concepto de jus cogens, sin haberle llamado como tal en la opinión
consultiva sobre las reservas a la Convención sobre el Genocidio.” (BUERGENTHAL, Thomas, NORRIS, Robert
E, y SHELTON, Dina. La Protección de los Derechos Humanos en las Américas. Ed. Civitas Instituto
Interamericano de Derechos Humanos. Pág. 75. Refiriéndose al documento: CIDH, Resolución 3/87. Informe
Anual de la CIDH,1986-1987, OEA/ Ser. L/V/II.71, Doc. 9, rev. 1, 22 de septiembre de 1987. Original: español.
Párrafo: 55.)

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Artículo 53.Tratados que están en oposición con una norma imperativa de derecho
internacional general («ius cogens»).

Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración, esté en oposición con una
norma imperativa de derecho internacional general. Para los efectos de la presente
Convención, una norma imperativa de derecho internacional general es una norma
aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto
como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por
una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter.

Anterior a dicho momento la doctrina internacional se encontraba sumida en profundas


discusiones respecto de la existencia o no y sobre la naturaleza de normas internacionales de
carácter imperativo a las cuales los estados deberían sujetarse sin objeción58. Luego de la
proclamación de la Convención de Viena este sin número de controversias quedaron
salvadas. Así, debido a la descripción que el derecho positivo nos da de la definición de ius
cogens, “se debe precisar que [... estas normas] no constituyen una fuente de derecho
internacional en si mismos. Si no que [... se] derivan de fuentes principales del derecho
internacional. [... N]o constituyen un nuevo método de producción de normas jurídicas, sino
tan solo un conjunto de normas de orden superior que bien pueden derivar de tratados,
costumbres o principios generales de derecho.” 59

Teniendo entonces claro que el ius cogens corresponde a una categorización de normas y no
a un específico catálogo de ellas, las siguientes son las características que enmarcan a una
norma dentro de esta categoría:

1) Norma aceptada y reconocida por la Comunidad Internacional de Estados en su conjunto;


2) Norma de derecho internacional general;

58Ver NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho internacional público.
Pág. 419-43.

59NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho internacional público. Pág.
430.

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3) Norma que no admite acuerdo en contrario;


4) Sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que
tenga el mismo carácter.

Sobre la primera se debe decir que es el elemento subjetivo del ius cogens, la opinio iuris
cogentis, la cual no debe ser entendida de forma absoluta, es decir, que no tiene que ser
aceptada de forma unánime por la comunidad internacional,60 sino sólo debe ser aceptada por
una “gran mayoría”.61 Las siguientes tres constituyen los elementos objetivos del ius cogens,
así: la primera de estas significa que la aplicación de la norma se da a la comunidad
internacional de Estados, por lo tanto no pueden existir normas imperativas de derecho
internacional a nivel regional62; la segunda que ningún Estado por su voluntad puede
contrariar la normativa de ius cogens, bajo ningún supuesto63; y la tercera, de la mano con la
anterior, decreta que la derogación de normas de carácter de ius cogens, sólo se puede dar al
cobijar a otra con el manto de derecho imperativo internacional contraria a la anterior.

60CDI. Vienna Conference on the Law of Treaties. Vol. 1 p. 472. Citado por NOVAK TALAVERA, Fabian Pág.
427. Se debe entender por Comunidad Internacional, en sentido jurídico, la existencia de dos requisitos: 1) un
hecho, que consta de la existencia de determinado numero de sociedades organizadas, con territorio propio, con
coexistencia independiente unas de otras; y 2) un requisito psicológico, de aceptación de estas sociedades de
regir sus relaciones por determinadas normas, aplicables a todos y cada uno de ellos de forma reciproca.
MARIÑO MENÉNDEZ, Fernando. Derecho Internacional Publico (Parte General). Ed. Trotta. Madrid, 1993. Pág.
18.

61 Asunto que parece de por si espinoso, ya que al no precisarse con cuantos Estados de la Comunidad
Internacional, se llegara al caso en que será imposible precisar si determinado número aceptaciones por parte de
los Estados es suficiente para entender llenado el requisito opinio iuris cogentis, sin embargo este es un ejemplo
de la flexibilización del derecho internacional, en comparación con el rígido derecho interno de los Estados.

62 VIRALLY, Michel. Citado por GOMEZ ROBLEDO, Antonio. Pág. 78. [solo se precisa de la fuente el autor] 62 “En

el ordenamiento jurídico internacional ninguna norma explicita cumple la función de dar validez jurídica a las
demás. Las normas de Derecho Internacional general valen como tales cuando han adquirido forma jurídica
dentro del proceso consuetudinario. Y ello es así porque la Comunidad Internacional acepta que este proceso, no
formalizado pero si formalizador, cumpla esa función de dar validez.” MARIÑO MENÉNDEZ, Fernando. Derecho
Internacional Publico (Parte General). Ed. Trotta. Madrid, 1993. Pág. 196.

63 La contravención de normas de Ius Cogens lleva como efecto la nulidad absoluta de las mismas, de manera
retroactiva, debiéndose restablecer el estado anterior de las cosas, salvo los actos que se hayan ejecutado de
buena fe antes de alegar la nulidad. MONROY CABRA, Marco Gerardo. Derecho Internacional Publico. Ed.
Temis. Cuarta Edición. Santa fe de Bogotá, Colombia. 1998. Pág. 101-105.

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Ahora, al tener claro el tema del ius cogens, analicemos como éste se entrelaza con el núcleo
duro de derechos humanos. Dentro de la doctrina, como en pronunciamientos oficiales, se ha
hecho referencia explicita a que el núcleo duro, definido como normas no derogables por parte
de los Estados, se compone de las cláusulas de no “suspensión”, como de las normas de los
tratados de derechos humanos que se consideran de orden público internacional. En palabras
de Moyano: “[e]sta enumeración de los derechos [ no derogables, del Art. 4.2 PIDCP...]
constituye lo que algunos juristas llaman el núcleo duro de los derechos humanos
fundamentales[...]”64 y hace parte, según Moyano, de un criterio para determinar las normas
de derechos humanos que son de ius cogens, el cual incluye además las cláusulas de no
“suspensión” de la CADH y del CEPDHLF.65 En esta misma línea Pinto afora que “[a] su vez,
los derechos cuya suspensión está prohibida en todos los tratados de derechos humanos -
universales y regionales, incluidos los de derecho internacional humanitario - constituyen el
núcleo duro de los derechos humanos o derechos intangibles, esto es, la expresión del orden
público internacional”66. No estamos de acuerdo con la exposición de los anteriores
académicos, ya que se hace imposible, por un lado, que normas de carácter regional se
puedan considerar como de ius cogens, ya que estas son sólo de naturaleza universal (Art. 53
CVDT); y por otro, que si se han de seguir los criterios del Articulo 53 la Convención de Viena
de 1969, habría que declarar todo el PIDCP como ius cogens, y no solo el Art. 4.2.

La Observación General 29 del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, afirma


que “[l]a enumeración contenida en el artículo 4 de las disposiciones cuya aplicación no puede
suspenderse guarda relación, aunque no sea lo mismo, con la cuestión de si ciertas
obligaciones en materia de derechos humanos tienen el carácter de normas imperativas de

64 MOYANO Bonilla, Cesar. “el ius cogens y los principios del derecho internacional en la Constitución
colombiana”. Pág. 200. En: Universitas, No. 52 (Jun. De 200): 185-221. Bogotá, Colombia, Pontificia Universidad
Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas.

65 MOYANO Bonilla, Cesar. “el ius cogens....” Pág. 198.

66 PINTO, Mónica. “TERRORISMO Y DERECHOS HUMANOS”. Ponencia presentada al II Curso Regional


Andino de Derechos Humanos para Profesores de Derecho y Profesionales de Organismos No
Gubernamentales, organizado por la Comisión Andina de Juristas y realizado en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia,
del 15 al 17 de mayo del 2002. (Publicado por la Comisión Andina de Juristas, en su web site:
http://www.cajpe.org.pe/temario/pinto.htm)

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derecho internacional”67. El Comité resalta la importancia de las normas de ius cogens sin
embargo no las pone en el mismo plano con el núcleo duro. De esta manera afirma que (Párr.
14) “[ciertas] disposiciones del Pacto que no figuran en el párrafo 2 del artículo 4, hay
elementos que, a juicio del Comité, no pueden ser objeto de suspensión legítima con arreglo al
artículo 4.” Es decir, que lo trae a colación, no para incluirlo en un mismo paquete con el Art.
4.2 de PIDCP, sino para impedir que, bajo la excusa de que la prohibición de no suspensión
se limita exclusivamente a los derechos enunciados en dicho articulo, los Estados justifiquen
la derogación, suspensión o limitación de las normas imperativas de derecho internacional de
los derechos humanos.

Por lo expuesto, no consideramos prudente ni técnico, incluir las normas de ius cogens dentro
de la definición de núcleo duro de derechos humanos, por lo que este concepto, tal como se
definió, se limita a la cláusulas de no “suspensión” de los tratados internacionales de derechos
humanos.

67NACIONES UNIDAS. COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS. Observación genera No. 29 sobre el artículo 4 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: estados de excepción y suspensión de derechos. Naciones
Unidas Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Distr. GENERAL. CCPR/C/21/Rev.1/Add.11. 31 de
agosto de 2001. ESPAÑOL Original: INGLÉS. Párr. 11. En este mismo documento el Comité (Párr. 13 y 14), en
forma enunciativa incluye dentro del núcleo duro los siguientes derechos: “(a) Toda persona privada de libertad
será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. (b) Las prohibiciones
de la toma de rehenes, los secuestros o la detención no reconocida son disposiciones que no pueden ser objeto
de suspensión. (c) [... L]a protección internacional de los derechos de las personas pertenecientes a minorías
comprende elementos que deben respetarse en toda circunstancia. (d) [... L]a deportación o el traslado forzoso de
población sin motivos autorizados por el derecho internacional, en forma de desplazamiento forzado de las
personas afectadas, por expulsión u otros actos coactivos, de la zona en que estén legítimamente presentes,
constituye un crimen de lesa humanidad [...] (e) [La] propaganda en favor de la guerra o apología del odio
nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia. [ (f) Los]
recursos [judiciales] para cualquier violación de las disposiciones del Pacto.”

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1.3. DERECHOS HUMANOS CONSTITUCIONALES FUNDAMENTALES Y DERECHO


INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Antes de continuar hay que especificar la diferencia entre los derechos humanos
fundamentales y los derechos humanos , ya que en ocasiones se asimilan68. De un lado los
derechos fundamentales nacen como un pacto del constituyente primario sobre el cual se
cimienta no solo existencia del Estado sino la dignidad de las personas. Por el otro los
derechos humanos son el resultado del consentimiento del los estados expresado a través de
la creación, suscripción o adhesión a los tratados internacionales sobre la materia. A pesar de
esta distinción tanto los derechos humanos como los derechos fundamentales se encuentran
inspirados por los mismos principios. Así la Constitución de 1991 afirma que:

“ART. 1. Colombia es un estado social de derecho organizado en forma de


republica unitaria, descentralizada, con autonomía en sus entidades territoriales,
democrática , participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad
humana, en el trabajo y solidaridad de las personas que la integran y en la
prevalencia del interés general
[...]

ART. 5. El estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los


derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica
de la sociedad.”

A su vez los tratados internacionales de derechos humanos, en materia de derechos civiles,


ratificados por Colombia sostienen en sus preámbulos que:

“Reafirmando su propósito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro de


las instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social,
fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre;

[...]

68Este es el caso del Younes Moreno el cual afirma: “ Consideramos, como muchos, que le expresión derechos
humanos puede equipararse con la de derechos fundamentales.”(YOUNES MORENO, Diego Derecho
constitucional colombiano. Bogotá, Colombia. Ed legis, Tercera edición, 1997.Pág 181.)

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Reiterando que, con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos,


sólo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria,
si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos
económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos, y”
69

“Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta de las


Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y
de sus derechos iguales e inalienables,

Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la persona


humana,” 70

Como se ve en los ordenamientos reseñados su inspiración es la misma: La dignidad


Humana71.

En este sentido se afirma que la distinción entre derechos fundamentales y derechos humanos
radica en su fuente. Los primeros nacen del pacto constitucional y los segundos de los
tratados internacionales. Es decir, tanto lo que se conoce como derechos fundamentales,
como los derechos humanos se enmarcan dentro de un genérico: los derechos humanos.
Entonces es imperativo, para no caer en equívocos, categorizarlos así: derechos humanos
constitucionales fundamentales (en adelante derechos fundamentales) y derecho
internacional de los derechos humanos ( en adelante derechos humanos).

Así, los derechos fundamentales72 cuentan con un carácter propio en el que se identifican tres
características:

69 CADH, PREÁMBULO.

70PIDCP, PREÁMBULO.

71Respecto de este tema, a fondo se puede ver: UNESCO. Los Fundamentos filosóficos de los derechos
Humanos. Barcelona, España. Ed. Serbal S.A.. Trad. Garziella Baravalle. Primera edición. 1985. Pág. 334-349.

72En la Constitución de 1991 se les nomina fundamentales “por influjo de la Ley Fundamental de Bonn y de la
Constitución española la nueva Carta Política [la de 1991] emplea con frecuencia la expresión “derechos
fundamentales”. Con esta expresión se hace referencia a la preceptiva constitucional de los derechos que por
provenir directa e inmediatamente de la condición humana, por integrar el núcleo jurídico primario de toda

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1. Son reflejo en el interior de la constitución de los derechos de las personas, son


manifestación clara y concreta de la determinación de los seres humanos por la
libertad y la dignidad de las personas.

2. Funcionan simultáneamente como elementos objetivos incorporados al sistema


democrático de gobierno en la medida en la que son necesarios para en normal y
adecuado funcionamiento de cualquier Estado que se matricule dentro del concepto
de la democracia participativa. Son elementos constitutivos de esta normalidad entre
otros el derecho al sufragio, la libertada de expresión y la libertada de asociación.

3. Son expresión de la sociedad consolidada como una entidad distinta al Estado que
reafirma la relación dual Sociedad - Estado en la medida en la que es el constituyente
primario el que mediante un acuerdo de voluntades decide darse sus propias reglas

persona en cualquier época y en cualquier lugar constituyen el fundamento de la comunidad política por servirle
de principio y de razón primordial. Un derecho humano merece el calificativo de fundamental cuando tiene el
carácter de originario, esto es, cuando emana de la naturaleza del hombre considerada en si misma” (MADRID-
MALO GARIZABAL, Mario . Derechos Fundamentales. Santa Fé De Bogotá, Colombia. 3R Editores, Segunda
Edición. 1997. Pág. 20-21.)

La Corte Constitucional en sentencia de Tutela del 5 de junio de 1992, M.P. Ciro Angarita Barón, definió unos
requisitos esenciales, que se identifican por medio de determinados criterios. a la cual remitimos para mayor
profundidad. Sin embargo los reseñamos así:

A) Requisitos esenciales
1)Conexión directa con los principios constitucionales;
2)Eficacia directa (que nazcan directamente del texto constitucional), y;
3)que tenga un contenido esencial no susceptible de interpretación.

B) Criterios de identificación
1)Analíticos
a) Consagración expresa;
b) remisión expresa;
c) conexión directa con derechos directamente consagrados;
d) carácter de derecho inherente a la persona;
2)Fácticos
a) Importancia de hecho;
b) Carácter histórico;

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reconociéndose como una forma de poder distinta a la estatal pero igualmente


legitima a esta73.

De esta manera, al ser derechos fundamentales consagrados en la Constitución, la forma


mediante la cual se modifican es reformando la Constitución misma.

El constituyente de 1991 en su Título XIII los mecanismos para su reforma. Esta puede ser
reformada por el Congreso por una asamblea constituyente o por el pueblo mediante
referendo ( Art. 374 CN ) El trámite del acto legislativo ante el Congreso puede ser
presentado por el gobierno, por diez miembros del Congreso, por el veinte por ciento de los
concejales o diputados, o por los ciudadanos en un cinco por ciento del censo electoral
vigente (Art. 375 CN), la reforma por esta vía puede someterse a referendo en el caso en que
se refiera a los derechos reconocidos en el Capítulo 1 del Título II de la Constitución y sus
garantías, a los procedimientos de participación popular o al congreso, siempre y cuando lo
solicite un cinco por ciento de los ciudadanos que integren el censo electoral dentro de los
seis meses siguientes a la promulgación del acto legislativo (Art. 377 CN) ; la asamblea
constituyente es convocada por la tercera parte del censo electoral, a través de Ley aprobada
por la mayoría de los miembros de ambas cámaras (Art. 376 CN.); el referendo, por iniciativa
del Gobierno o de los ciudadanos o del Congreso, mediante ley aprobada por la mayoría de
los miembros de ambas cámaras, reforma la constitución si obtiene el voto afirmativo de más
de la mitad de los sufragantes y si esta mitad es superior a la cuarta parte del censo electoral
(Art. 378 CN).

Por su parte estos derechos tienen como mecanismo de protección la acción constitucional de
tutela. Esta acción y “según lo dispuso el artículo 86 de la Constitución, toda persona tendrá
acción de tutela para reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un
procedimiento preferente y sumario, por si misma o por quien actué a su nombre, la protección
inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuandoquiera que éstos resulten

73ARAGON REYES, Manuel. Temas. Básicos De Derecho Constitucional. Tomo III Tribunal Constitucional Y
Derechos Fundamentales. Pág. 107.

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vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública o de


particulares en los eventos previstos por la ley.”74

Por su parte, las obligaciones que nacen de los tratados internacionales de derechos
humanos, que recaen sobre los Estados partes, pueden ser modificadas de forma temporal
por medio de la limitación de los derechos, y de forma permanente a través de la retirada
(supra 1.1.3.) o la enmienda o modificación75.

“La Convención establece dos órganos de protección de los derechos humanos, uno de los
cuales es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y dedica los artículos de su
Capítulo VII a su organización, funciones, competencia y procedimiento.”76 La Comisión tiene

74 HERNÁNDEZ GALINDO, José Gregorio. Poder y Constitución. Ed. Legis. Bogotá, Colombia. Primera edición.

2001. Pág. 365.

75Mecanismo este reglado por la CADH, así: “Artículo 76 . 1. Cualquier Estado parte directamente y la Comisión
o la Corte por conducto del Secretario General, pueden someter a la Asamblea General, para lo que estime
conveniente, una propuesta de enmienda a esta Convención.
2. Las enmiendas entrarán en vigor para los Estados ratificantes de las mismas en la fecha en que se haya
depositado el respectivo instrumento de ratificación que corresponda al número de los dos tercios de los Estados
partes en esta Convención. En cuanto al resto de los Estados partes, entrarán en vigor en la fecha en que
depositen sus respectivos instrumentos de ratificación”;

y por el PIDCP, así: “Artículo 51. 1. Todo Estado Parte en el presente Pacto podrá proponer enmiendas y
depositarlas en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. El Secretario General comunicará las
enmiendas propuestas a los Estados Partes en el presente Pacto, pidiéndoles que le notifiquen si desean que se
convoque a una conferencia de Estados Partes con el fin de examinar las propuestas y someterlas a votación. Si
un tercio al menos de los Estados se declara en favor de tal convocatoria, el Secretario General convocará una
conferencia bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Toda enmienda adoptada por la mayoría de Estados
presentes y votantes en la conferencia se someterá a la aprobación de la Asamblea General de las Naciones
Unidas.
2. Tales enmiendas entrarán en vigor cuando hayan sido aprobadas por la Asamblea General de las Naciones
Unidas y aceptadas por una mayoría de dos tercios de los Estados Partes en el presente Pacto, de conformidad
con sus respectivos procedimientos constitucionales.
3. Cuando tales enmiendas entren en vigor, serán obligatorias para los Estados Partes que las hayan aceptado,
en tanto que los demás Estados Partes seguirán obligados por las disposiciones del presente Pacto y por toda
enmienda anterior que hayan aceptado.”

76 GARCIA BAUER, Carlos “ Protección internacional de los derechos humanos” Pág. 261. En: OEA.
SECRETARIA GENERAL . Séptimo curso de derecho internacional organizado por el Comité Jurídico
interamericano. Conferencias e informes .Washington DC 1981. Pág. 250-297.

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como función general la de promover la observancia y defensa de los derechos humanos77 ,


por su naturaleza cuasijudicial, no puede imponer sanciones a los estados por actos
violatorios de la CADH, sin embargo, sí produce recomendaciones e informes a los estados en
materia de derechos humanos, dentro del SIPDDH. Adicionalmente este organismo es el que
conoce de las denuncias individuales de violación de la CADH y califica si existen razones
suficientes para llevar el caso ante la CrIDH, siempre y cuando, no se presente solución
amistosa o el Estado no acoja la recomendaciones particulares del caso78.

“La sección 2 del Capítulo VIII de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que
comprende los artículos del 61 al 69 inclusive, se ocupa de la competencia y funciones de la
Corte. El artículo 61 trata del derecho de petición y establece que sólo los Estados Partes en
la Convención y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tienen derecho a someter
un caso a la decisión de la Corte.”79 Esto siempre y cuando el respectivo Estado haya
declarado que acepta la competencia de la CrIDH, para el conocimiento de casos relativos a la
interpretación y aplicación de la CADH. Así la CrIDH tiene, por un lado una competencia

77CADH. “Artículo 41 La Comisión tiene la función principal de promover la observancia y la defensa de los
derechos humanos, y en el ejercicio de su mandato tiene las siguientes funciones y atribuciones: [...]”

78CADH “Artículo 50. 1. De no llegarse a una solución, y dentro del plazo que fije el Estatuto de la Comisión, ésta
redactará un informe en el que expondrá los hechos y sus conclusiones. Si el informe no representa, en todo o en
parte, la opinión unánime de los miembros de la Comisión, cualquiera de ellos podrá agregar a dicho informe su
opinión por separado. También se agregarán al informe las exposiciones verbales o escritas que hayan hecho los
interesados en virtud del inciso 1.e. del artículo 48.
2. El informe será transmitido a los Estados interesados, quienes no estarán facultados para publicarlo.
3. Al transmitir el informe, la Comisión puede formular las proposiciones y recomendaciones que juzgue
adecuadas.

Artículo 51 . 1. Si en el plazo de tres meses, a partir de la remisión a los Estados interesados del informe de la
Comisión, el asunto no ha sido solucionado o sometido a la decisión de la Corte por la Comisión o por el Estado
interesado, aceptando su competencia, la Comisión podrá emitir, por mayoría absoluta de votos de sus
miembros, su opinión y conclusiones sobre la cuestión sometida a su consideración.
2. La Comisión hará las recomendaciones pertinentes y fijará un plazo dentro del cual el Estado debe tomar las
medidas que le competan para remediar la situación examinada.
3. Transcurrido el período fijado, la Comisión decidirá, por la mayoría absoluta de votos de sus miembros, si el
Estado ha tomado o no medidas adecuadas y si publica o no su informe.”

79 GARCIA BAUER, Carlos “ Protección internacional .Pág. 283.

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consultiva80, y por otro una competencia contenciosa81. En la primera decide sobre la


interpretación de la CADH, en un caso específico, según la petición de la CIDH o del Estado
Parte. En la segunda, decide sobre la aplicación de la CADH, en una situación determinada,
en la que se presente presunta violación de las obligaciones nacidas de la CADH.

La forma como los estados partes en los tratados de derechos humanos, pueden modificar la
normativa de estos instrumentos es mediante el mecanismo de enmienda. Esta figura jurídica
se encuentra regulada de forma especial tanto en la CADH82, como en el PIDCP83. (aunque
por medio de los MILDH, Supra 1.1. Los estados pueden transformar sus obligaciones
respecto de determinado tratado, y según el mecanismo especifico que utilice.)

80 CADH. “Artículo 64. 1. Los Estados miembros de la Organización podrán consultar a la Corte acerca de la
interpretación de esta Convención o de otros tratados concernientes a la protección de los derechos humanos en
los Estados americanos. Asimismo, podrán consultarla, en los que les compete, los órganos enumerados en el
capítulo X de la Carta de la Organización de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos
Aires.
2. La Corte, a solicitud de un Estado miembro de la Organización, podrá darle opiniones acerca de la
compatibilidad entre cualquiera de sus leyes internas y los mencionados instrumentos internacionales.”

81CADH. “Articulo 62. 3. La Corte tiene competencia para conocer de cualquier caso relativo a la interpretación y
aplicación de las disposiciones de esta Convención que le sea sometido, siempre que los Estados partes en el
caso hayan reconocido o reconozcan dicha competencia, ora por declaración especial, como se indica en los
incisos anteriores, ora por convención especial.”

82 CADH. “Artículo 76. 1. Cualquier Estado parte directamente y la Comisión o la Corte por conducto del
Secretario General, pueden someter a la Asamblea General, para lo que estime conveniente, una propuesta de
enmienda a esta Convención.
2. Las enmiendas entrarán en vigor para los Estados ratificantes de las mismas en la fecha en que se haya
depositado el respectivo instrumento de ratificación que corresponda al número de los dos tercios de los Estados
partes en esta Convención. En cuanto al resto de los Estados partes, entrarán en vigor en la fecha en que
depositen sus respectivos instrumentos de ratificación.”

83 PIDCP. “Artículo 51. 1. Todo Estado Parte en el presente Pacto podrá proponer enmiendas y depositarlas en
poder del Secretario General de las Naciones Unidas. El Secretario General comunicará las enmiendas
propuestas a los Estados Partes en el presente Pacto, pidiéndoles que le notifiquen si desean que se convoque a
una conferencia de Estados Partes con el fin de examinar las propuestas y someterlas a votación. Si un tercio al
menos de los Estados se declara en favor de tal convocatoria, el Secretario General convocará una conferencia
bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Toda enmienda adoptada por la mayoría de Estados presentes y
votantes en la conferencia se someterá a la aprobación de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
2. Tales enmiendas entrarán en vigor cuando hayan sido aprobadas por la Asamblea General de las Naciones
Unidas y aceptadas por una mayoría de dos tercios de los Estados Partes en el presente Pacto, de conformidad
con sus respectivos procedimientos constitucionales.
3. Cuando tales enmiendas entren en vigor, serán obligatorias para los Estados Partes que las hayan aceptado,
en tanto que los demás Estados Partes seguirán obligados por las disposiciones del presente Pacto y por toda
enmienda anterior que hayan aceptado.”

42
43

1.4. EL CONCEPTO DE NÚCLEO DURO Y NÚCLEO ESENCIAL EN LA JURISPRUDENCIA


DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

La Corte Constitucional colombiana se ha referido al concepto de núcleo esencial de los


derechos, a lo largo de su jurisprudencia. De estos pronunciamientos, nos dedicaremos
exclusivamente a los que revisan los decretos declarativos de estado de conmoción interior y
los decretos legislativos emitidos durante su vigencia, entre 1991-2004. La importancia de
revisar el tema radica en verificar si lo que para la Corte significa “núcleo esencial”, coincide
con el concepto propuesto por la doctrina internacional de “núcleo duro de derechos
humanos”. (supra 1.1.) y en el caso en que no, cómo estos dos conceptos dialogan en la
dinámica del estado de conmoción interior dentro de los pronunciamientos la misma.

La Corte se ha pronunciado en forma ambigua al tratar el termino “núcleo esencial de los


derechos”. Decimos esto, porque a pesar de que en ocasiones pareciera asimilar este
concepto con el de “núcleo duro de los derechos humanos”, sus conclusiones apuntan a un
concepto diferente. El primer pronunciamiento, dentro del marco propuesto, que en
apariencia se refiere, a la teoría del “núcleo duro”, es la Sentencia C-556 de 1992:

“La norma [Art. 214 C.P.] es clara en expresar la imposibilidad de "suspender" los
derechos constitucionales fundamentales en los casos de conmoción interior, como
ya tuvo ocasión de expresarlo la Corte en Sentencia No. 459 del 15 de Julio de 1992,
de la Sala Tercera de Revisión.

Ello es lógico porque en los estados de crisis el Ejecutivo debe gozar de


poderes extraordinarios para conjurar tal situación, pero su ejercicio no debe
desconocer el contenido esencial de los derechos, sino tan sólo regular su
ejercicio, probablemente mediante la imposición de mayores limitaciones a los
derechos. Pero una cosa es canalizar una actividad y otra muy distinta es
erradicarla de plano a través de la "suspensión" de la misma. Así lo ha
afirmado ya esta Corporación. Como anota Haberle, "el contenido esencial es el
ámbito necesario e irreductible de conducta que el derecho protege, con

43
44

independencia de las modalidades que asuma el derecho o de las formas en


que se manifieste. Es el núcleo básico del derecho fundamental, no susceptible
de interpretación o de opinión sometida a la dinámica de coyunturas o ideas
políticas".

El artículo 214.2 de la Carta debe ser leído a la luz del artículo 93 de la Constitución,
que consagra un doble carácter -vinculante e interpretativo- de los pactos
internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia.

En este sentido el derecho internacional vigente en Colombia ha previsto


mecanismos de protección de los derechos y libertades fundamentales de las
personas para tiempos de excepción constitucional, y que resultan armónicos con los
artículos 213 y 214.2 de la Carta, así:

La Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa


Rica", ratificada por la Ley 74 de diciembre 26 de 1968, expresa en su artículo 27 lo
siguiente:

"Suspensión de Garantías. 1. En caso de guerra, de peligro público o de


otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte,
éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y por el tiempo
estrictamente limitados a las exigencias de la situación, suspendan las
obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que tales
disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les
impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada
en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social.

"2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos


determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la
Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad
Personal); 6 (Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de
Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión); 17
(Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19 (Derecho del Niño); 20
(Derecho a la Nacionalidad), y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías
judiciales indispensables para la protección de tales derechos (negrillas fuera
de texto).

Luego la comunidad internacional ha establecido en este artículo que estos


derechos constituyen el núcleo esencial mínimo del hombre, que ni siquiera en
los estados de excepción pueden ser desconocidos, de tal manera que es
razonable limitar las libertades y los derechos, pero existe un espacio que el
Estado debe respetar porque afecta la dignidad del hombre.

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45

En las situaciones de crisis, el Estado es revestido entonces de poderes


excepcionales, pero en ningún caso dichos poderes podrían desconocer esa zona
mínima e intocable de los derechos humanos.” 84 (Negrilla fuera del texto)

Como se denota, la Corte genera una confusión, ya que por un lado cita la teoría de Häberle la
cual hace referencia al “núcleo esencial de los derechos”, definido este como los elementos de
cada derecho, sin los cuales se desnaturaliza o es imposible su ejercicio. Y por otro referencia
el Art. 27 de la CADH, bajo la teoría de Häberle, para decir que estos derechos son
susceptibles de limitación, mas no de suspensión, y que la restricción sólo puede darse,
mientras no se afecte el núcleo esencial del derecho. Esta misma postura fue ratificada en la
sentencia C-003 de 199385.

Luego la Corte en su función de revisión automática de los decretos legislativos de


estados de conmoción interior, se centró sólo en la postura que se denomina “núcleo

84CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-556 DEL 15 DE OCTUBRE DE 1992 Revisión Constitucional del
Decreto No. 1155 de julio 10 de 1992, "Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior".

85 “Primero, no se podrán suspender los derechos humanos: esta norma no es otra cosa que la
consagración de la teoría del núcleo esencial de los derechos.

"Se denomina contenido esencial -afirma Häberle-, al ámbito necesario e irreductible de conducta que el
derecho protege, con independencia de las modalidades que asuma el derecho o de las formas en que se
manifieste. Es el núcleo básico del derecho fundamental, no susceptible de interpretación o de opinión
sometida a la dinámica de coyunturas o ideas políticas".[Häberle, Peter. El contenido esencial como garantía
de los derechos fundamentales. Grundgesetz 3 Auflage. Heidelberg, 1983]

Según la teoría del núcleo esencial de los derechos, éstos pueden en consecuencia ser canalizados en sus
diferentes expresiones, sin ser desconocidos de plano; ellos pueden ser moldeados pero no pueden ser objeto de
desnaturalización.

Ahora bien, cuando para el ejercicio de un derecho se establezcan requisitos mínimos razonables, que apuntan a
hacer más viable el derecho mismo y que no desconocen su núcleo esencial, no puede aducirse que se está
violando de plano tal derecho.

En este orden de ideas, la Constitución es clara en afirmar que los derechos humanos durante los estados de
excepción constitucional -como es el caso de la Conmoción Interior que nos ocupa-, no podrán suspenderse,
pero no dice que no podrán restringirse. De hecho la no suspensión es una advertencia del constituyente para
salvaguardar el núcleo esencial de los derechos, pero tácitamente se está reconociendo que justamente la crisis
institucional implicará ciertamente un menor goce de los derechos.” Negrilla fuera del texto. (CORTE
CONSTITUCIONAL. Sentencia C-033 del 8 de febrero de 1993. Revisión de constitucionalidad del Decreto N°
1812 del 9 de noviembre de 1992, "Por el cual se toman medidas en materia de información y se dictan otras
disposiciones" Magistrado Sustanciador: ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO)

45
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esencial de los derechos” , según la cual existe un ámbito necesario e irreductible de


conducta que el derecho protege, con independencia de las modalidades que asuma el
derecho o de las formas en que se manifieste, este núcleo básico del derecho
fundamental, no es susceptible de interpretación o de opinión sometida a la dinámica de
coyunturas o ideas políticas. Así, los derechos pueden en consecuencia ser canalizados
en sus diferentes expresiones, sin ser desconocidos de plano; ellos pueden ser moldeados
pero no pueden ser objeto de desnaturalización.

La Corte hace un intento por definir lo que se debe entender por “núcleo esencial de los
derechos” en la sentencia C-179 de 1994 , la cual revisó la constitucionalidad de la Ley
Estatutaria 137 de 1994, mediante la cual se regulan los Estados de Excepción en
Colombia, sin embargo, como se lee a continuación, se limitó a citar distintas definiciones,
sin adoptar o crear una propia con efectos para la interpretación nacional:

“La corte refiriéndose a los Art. 5, 6, y 7.


Los estados de excepción y el núcleo esencial de los derechos
fundamentales.

“Las consideraciones hechas en la parte introductoria del presente fallo, permiten


entender a cabalidad las normas de la Carta que fijan un límite a la limitación de los
derechos fundamentales bajo el régimen de excepción: que, ni siquiera en aquéllos
cuya restricción está permitida, se vulnere su núcleo esencial. Porque aún en
situaciones de emergencia, el Estado de derecho tiene que dejarse discernir del
Estado autoritario y tiene que orientar su acción política hacia la consecución de los
fines que lo signan y de los que no puede abdicar bajo ninguna circunstancia, so
pena de desnaturalizarse.

Qué es el núcleo esencial? Consideraciones similares a las que se


hicieran a propósito de la noción de orden público, caben en relación con la de
núcleo esencial. Se trata de un concepto inevitablemente ambiguo, frente al
cual todo intento de definición satisfactoria está avocado al fracaso. Quizás
una analogía resulte útil en el esclarecimiento de la expresión.

H. L. A. Hart ha señalado cómo en la norma jurídica (la que por estar


formulada en lenguaje natural, participa de la ambigüedad y la equivocidad que a
él le son inherentes), puede distinguirse una zona central o núcleo y una zona de
penumbra. Hacen parte de la primera, los hechos o circunstancias que sin duda

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están regulados por la norma. Y de la segunda, aquéllos cuya referencia a la


norma resulta incierta y problemática.

Es posible ejemplificar unos y otros pero, no lo es encerrarlos en una


definición unívoca y exacta. Otro tanto ocurre con la noción de núcleo esencial
de un derecho fundamental. Sabemos que a él pertenecen aquellos elementos
sin los cuales el derecho deja de ser lo que es, pero no es lógicamente posible
dar una noción anticipada que satisfaga a plenitud las exigencias de una
definición. Irremediablemente es tarea del intérprete, en cada caso específico,
determinar si una disposición normativa de rango inferior, vulnera o no el núcleo
esencial. Concretamente, incumbe al juez constitucional verificar, durante la
vigencia de los estados de excepción, si un decreto legislativo del gobierno
vulnera o no un derecho fundamental, a fin de emitir un juicio de
constitucionalidad sobre dicho decreto.

En esa tarea deben guiar al intérprete, como criterios insustituibles, el


telos del Estado social de derecho y la razón justificativa del estado de
excepción, que apuntan ambos hacia el disfrute pleno de las libertades por parte
de los destinatarios, así, para lograr ese propósito, haya sido necesario el
sacrificio temporal de algunos aspectos que hacen parte del derecho pero no
constituyen su núcleo esencial. En los casos dudosos, y justamente, por las
razones expuestas, el intérprete, entonces, deberá guiarse por el principio "pro
favor libertatis", pues ha de tener presente que la restricción es lo excepcional, y
lo excepcional (la pena es un claro ejemplo) debe justificarse sin dejar margen a
la duda.

En decisiones anteriores, tanto en procesos de constitucionalidad como


de tutela, esta Corporación, siguiendo la jurisprudencia extranjera, ha indicado
directrices para interpretar adecuadamente esa expresión tan problemática como
imprescindible. Es del caso, referir a algunas de ellas así:

"....El núcleo esencial de un derecho fundamental puede definirse como


el ámbito intangible del derecho cuyo respeto se impone a las autoridades y a los
particulares. ....Visto desde la perspectiva de los derechos subjetivos, el
contenido esencial de un derecho fundamental consiste en aquellas facultades o
posibilidades de actuación necesarias para que el derecho sea reconocible como
pertinente al tipo descrito y sin las cuales dejaría de adscribirse a ese tipo,
desnaturalizándose. Por otra parte, la jurisprudencia de intereses ha diseñado
una fórmula según la cual el núcleo esencial del derecho fundamental es aquella
parte de su contenido que es absolutamente necesaria para que los intereses
jurídicamente protegibles, que dan vida al derecho, resulten real, concreta y
efectivamente protegidos. De este modo, se rebasa o se desconoce el contenido
esencial cuando el derecho queda sometido a limitaciones que lo hacen
impracticable, lo dificultan más allá de lo razonable o lo despojan de la necesaria
protección. ....La interpretación y aplicación de la teoría del núcleo esencial de

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los derechos fundamentales está indisolublemente vinculada al orden de valores


consagrado en la Constitución. La ponderación de valores o intereses jurídico-
constitucionales no le resta sustancialidad al núcleo esencial de los derechos
fundamentales. El núcleo esencial de un derecho fundamental es resguardado
indirectamente por el principio constitucional de ponderación del fin legítimo a
alcanzar frente a la limitación del derecho fundamental, mediante la prohibición
de limitaciones desproporcionadas a su libre ejercicio". Sentencia T-426/92
Magistrado Ponente Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz.

"...Siguiendo a Peter Haberle, se denomina 'contenido esencial' al


ámbito necesario e irreductible de conducta que el derecho protege, con
independencia de las modalidades que asuma el derecho o de las formas en que
se manifieste. Es el núcleo básico del derecho fundamental, no susceptible de
interpretación o de opinión sometida a la dinámica de coyuntura o ideas
políticas". Sentencia T-002/92 Magistrado Ponente Dr. Alejandro Martínez
Caballero.

La noción que de tales fallos puede inferirse, se encuentra en armonía


con los ensayos hechos, en el mismo sentido, por algunos prestigiosos
doctrinantes. Por ejemplo, Francisco Fernández Segado ha dicho, citando la
jurisprudencia española: "Una primera acepción del núcleo esencial equivale a la
'naturaleza jurídica de cada derecho', esto es, el modo de concebirlo o
configurarlo. en ocasiones, el 'nomen' y el alcance de un derecho subjetivo son
previos al momento en que tal derecho resulta regulado por un legislador
concreto. El tipo abstracto del derecho persiste conceptualmente al momento
legislativo y en este sentido se puede hablar de una 'recognoscibilidad de este
tipo abstracto en la regulación concreta'. Desde esta óptica, constituyen el
contenido esencial de un derecho subjetivo aquellas facultades o posibilidades
de actuación necesarias para que el derecho sea recognoscible como pertinente
al tipo descrito, sin las cuales el derecho se desnaturalizaría".

"... La segunda acepción corresponde a 'los intereses jurídicamente


protegidos como núcleo y médula del derecho'. Se puede entonces hablar de
una esencialidad del contenido del derecho para hacer referencia a aquella parte
del contenido del mismo que es absolutamente necesaria para que los intereses
jurídicamente protegibles, que dan vida al derecho, resulten real, concreta y
efectivamente protegidos. De ese modo, se rebasa o se desconoce el 'contenido
esencial' cuando el derecho queda sometido a limitaciones que lo hacen
impracticable, lo dificultan más allá de lo razonable o lo despojan de la necesaria
protección." ”86 (negrilla fuera de texto.)

86 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-179 del 13 de abril de 1994. Revisión constitucional del proyecto de
ley estatutaria No. 91/92 Senado y 166/92 Cámara "Por la cual se regulan los estados de excepción en Colombia"
Magistrado Ponente: Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ

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A pesar de la ausencia de un ejercicio propio de conceptualización, es evidente que la Corte


se refiere a “núcleo esencial”, como aquellos elementos de cada derecho fundamental, que
no pueden ser limitados bajo ninguna circunstancia, ya que esto produciría la
desnaturalizalición y la imposibilidad de aplicación del derecho. Y efectivamente es en este
sentido como usa el término en sus pronunciamientos posteriores87.

87 “Que el literal a) del artículo 38 de la Ley 137 de 1994 establece que durante el estado de conmoción interior
el Gobierno puede "restringir, sin que se afecte su núcleo esencial, el derecho de circulación y residencia"
(CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-466 del 18 de octubre de 1995. Revisión constitucional del decreto
1370 del 16 de agosto de 1995 "Por el cual se declara el estado de conmoción interior" Magistrado Ponente:
CARLOS GAVIRIA DIAZ.)

“De otra parte, además de las expuestas, las mismas razones que se adujeron por esta Corte para declarar
exequibles los Arts. 158 y 293 del Código de Procedimiento Penal, sobre protección de jueces y testigos a través
de la reserva de su identidad, mediante la sentencia C-053 del 18 de febrero de 1993, resultan igualmente válidas
para estimar ajustada a la Constitución la reserva de la identidad del denunciante. En efecto, dijo la Corte:

"La identidad de los testigos no tiene que ser necesariamente conocida por el sindicado para garantizar su
defensa mientras goce de todas las posibilidades de controvertir las pruebas que se esgrimen en su contra y de
hacer valer aquellas que lo favorecen, en lo cual radica el núcleo esencial del derecho al debido proceso en lo
relativo al régimen probatorio". (CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia No. C-027 del 29 de enero de 1996
Revisión constitucional del Decreto No. 1900 del 2 de noviembre de 1995, expedido por el Presidente de la
República de Colombia, “Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior". Magistrado Ponente: Dr.
HERNANDO HERRERA VERGARA)

“Ahora bien, cabe hacer una distinción con fundamento en la realidad jurídica: Una cosa es que los derechos
fundamentales sean inviolables, y otra muy distinta es que sean absolutos. Son inviolables, porque es inviolable la
dignidad humana: En efecto, el núcleo esencial de lo que constituye la humanidad del sujeto de derecho, su
racionalidad, es inalterable. Pero el hecho de predicar su inviolabilidad no implica de suyo afirmar que los
derechos fundamentales sean absolutos, pues lo razonable es pensar que son adecuables a las circunstancias.
Es por esa flexibilidad que son universales, ya que su naturaleza permite que, al amoldarse a las contingencias,
siempre estén con la persona. De ahí que puede decirse que tales derechos, dentro de su límites, son
inalterables, es decir, que su núcleo esencial es intangible. Por ello la Carta Política señala que ni aún en los
estados de excepción se "suspenden" los derechos humanos y que, en todo caso, siempre se estará de
conformidad con los principios del derecho internacional humanitario. Se deduce que cuando se afecta el núcleo
esencial de un derecho fundamental, éste queda o violado o suspendido.” (CORTE CONSTITUCIONAL
SENTENCIA C-045 del 8 de febrero de 1996. Revisión constitucional del Decreto 1902 del 2 de noviembre de
1995, "por el cual se toman medidas en materia de información y se dictan otras disposiciones". Magistrado
Ponente: Dr. VLADIMIRO NARANJO MESA.)

“Los instrumentos excluyen múltiples derechos del alcance de las facultades extraordinarias que en los estados
de excepción se reconocen al ejecutivo. Es decir, uno de los primeros límites que imponen las normas
internacionales citadas es la imposibilidad de restringir, a través de medidas de excepción, el núcleo esencial de
derechos determinados.” (CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-802 del 2 de octubre de 2002. Revisión
constitucional del Decreto Legislativo 1837 de 11 de agosto de 2002 "Por el cual se declara el Estado de
Conmoción Interior".Magistrado Ponente: Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO)

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50

Luego del relevo por periodo en la Corte Constitucional la jurisprudencia de este tribunal viró
en su trato respecto del dialogo entre núcleo duro y núcleo esencial. Aunque sigue
reconociendo la existencia de ciertos elementos esenciales de cada derecho, los cuales deben
ser siempre respetados, permitiendo así la limitación de los derechos del núcleo duro, en
varios pronunciamientos superpone la tesis en la que prevalece este último.

Así, por ejemplo, prevaleciendo el concepto de núcleo esencial la Corte afirmó:

“La Ley estatutaria precisa así mismo que cuando un derecho o una libertad
fundamentales puedan ser restringidos o su ejercicio reglamentado mediante un
Decreto Legislativo dictado en el marco de la Conmoción interior éste no podrá
afectar el núcleo esencial de tales derechos y libertades (art. 5).

[...]

Cabe precisar que las limitaciones a los derechos no podrán ser tan gravosas que
impliquen la negación de la dignidad humana, de la intimidad, de la libertad de
asociación, del derecho al trabajo, del derecho a la educación, de la libertad de
expresión y de los demás derechos humanos y libertades fundamentales que no
pueden ser suspendidos en ningún Estado de Excepción (art. 5).”88

En pronunciamiento posterior siguió reiterando el concepto de núcleo esencial así:

“No obstante su naturaleza restrictiva, dentro de un Estado de derecho las normas de


excepción han de mantener el sello que a éste le es inherente, a saber: 1. el

“Adolece esta norma de los mismos vicios de inconstitucionalidad que ya se anotaron al analizar el artículo 3 del
decreto, en lo pertinente. Así, igual imprecisión que en aquella norma existe en ésta, en cuanto no hay
determinación precisa de cuál es la autoridad a quien se atribuye nada menos que la competencia para hacer
una excepción al derecho a la inviolabilidad del domicilio privado y permitirle su inspección o registro, con lo cual
se afecta el núcleo esencial del derecho.” (CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1024 del 26 de noviembre
de 2002. Control de Constitucionalidad Decreto Legislativo No. 2002 de 2002 "Por el cual se adoptan medidas
para el control del orden público y se definen las zonas de rehabilitación y consolidación" Magistrado ponente :
Dr. ALFREDO BELTRAN SIERRA)

88CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-876 del 16 de octubre de 2002. Revisión de constitucionalidad del
Decreto Legislativo 1838 de 2002 "por medio del cual se crea un impuesto especial destinado a atender los
gastos del Presupuesto General de la Nación necesarios para preservar la seguridad democrática". Magistrado
Ponente: Dr. ALVARO TAFUR GALVIS.

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gobernante, no obstante su mayor poder discrecional, está sujeto a control en todos


los actos que, dentro de la nueva situación realice, y 2. la restricción de las libertades
y derechos fundamentales ha de tener como propósito esencial la preservación
de esos mismos bienes, que de ninguna manera pueden ser destruidos sino
provisoriamente limitados, con el propósito de que la obediencia al derecho se
restaure y las libertades y derechos recobren la vigencia plena de que gozan en
tiempo de normalidad. Es lo que pudiéramos llamar la paradoja de los estados de
excepción: las libertades públicas y los derechos fundamentales se restringen, en
beneficio de esos mismos bienes. Esa circunstancia brinda un insustituible criterio de
control de los actos del gobernante investido de poderes excepcionales, y es ése el
criterio que ha de guiar a la Corte en el examen de constitucionalidad de la presente
ley estatutaria. Prescindir de ese criterio, conduce a trocar el Estado de derecho en
una forma de organización política que lo contradice y desnaturaliza." (negrillas fuera
del texto).

[...]

Teniendo en cuenta estos dos elementos, el juicio de proporcionalidad estricto debe


atemperarse, de manera que admita restricciones más intensas a los derechos
constitucionales de los asociados, sin que ello implique anulación de los mismos y
sujeto a condicione. En sentencia C-179 de 1994 se analizó in extenso la prohibición
de desconocer el núcleo esencial de los derechos constitucionales mediante las
medidas de excepción.”89

De esta forma, a manera de ejemplo90, se ve cómo la Corte en reciente jurisprudencia ha


dado prevalencia al concepto de núcleo esencial. A pesar de esto, y de todo el fundamento
teórico que la Corte ha construido en sus sentencias de revisión automática de decretos
legislativos de conmoción interior respecto el núcleo esencial y su superposición al núcleo
duro, en recientes fallos la propia Corte se ha tirado al otro extremo, es decir ha reconocido la
existencia de un núcleo duro de derechos que no se pueden limitar, en ninguno de sus
elementos y bajo ninguna circunstancia. Bajo esta óptica la Corte se refirió:

89 CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-939 del 31 de octubre de 2002. Revisión constitucional del
Decreto1900 de 2002 "Por el cual se adoptan medidas en materia penal y procesal penal contra las
organizaciones delincuenciales y se dictan otras disposiciones" Magistrado Ponente: Dr. EDUARDO
MONTEALEGRE LYNETT.

90 Jurisprudencia adicional en la que mantiene esa argumentación es: CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia

C-1024 del 26 de noviembre de 2002. Control de Constitucionalidad Decreto Legislativo No. 2002 de 2002 "Por el
cual se adoptan medidas para el control del orden público y se definen las zonas de rehabilitación y
consolidación" Magistrado ponente : Dr. ALFREDO BELTRAN SIERRA; CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia
C- 149 de 2003.

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“Los anteriores criterios permiten llegar a dos conclusiones. La primera, que tanto el
artículo 4º del Pacto como el 27 de la Convención Americana contienen previsiones
expresas sobre derechos no susceptibles de ser restringidos por normas
dictadas al amparo de los estados de excepción. La segunda, que de la
observancia de esos instrumentos internacionales se genera la obligatoriedad de
preservar otros derechos y garantías no incluidas de forma expresa en los artículos
citados.” 91 Negrilla fuera del texto

De la misma manera la Corte, pero refiriéndose al alcance del control de constitucionalidad


que debe hacer la Corte a los decretos legislativos, discriminó entre la limitación del núcleo
esencial de los derechos, y su suspensión, lo cual no tendría sentido a menos que por ésta
se entendiera la imposibilidad de limitar determinados derechos y garantías. Esto lo hizo en
dos de sus sentencias durante la conmoción interior del Gobierno Uribe Vélez92.

91CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-802 del 2 de octubre de 2002. Revisión constitucional del Decreto
Legislativo 1837 de 11 de agosto de 2002 "Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior".Magistrado
Ponente: Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO.

92 Primero lo hizo en la Sentencia C-008 de 2003, así: “2.8. Pero además, dando aplicación a los juicios
valorativos en referencia, y atendiendo a lo ordenado por los artículos 213 y 214 de la Carta y 13, 14 y 15 de la
Ley 137 de 1994, también le compete al juez constitucional constatar, con motivo de las medidas tomadas en los
decretos legislativos que desarrollan el Estado de Conmoción Interior y cuando a ello haya lugar, (i) que las
posibles limitaciones a los derechos y libertades, de haber sido tomadas, no afecten su núcleo esencial y
se adopten en el grado estrictamente necesario para lograr el retorno a la normalidad; (ii) que las mismas
no entrañen discriminación alguna fundada en razones de raza, lengua, religión, origen nacional o familiar,
opinión política o filosófica; y (iii) que no suspendan los derechos humanos ni las libertades fundamentales,
no interrumpan el normal funcionamiento de las ramas del poder público ni de los órganos del Estado, y no
supriman ni modifiquen las entidades y funciones básicas de acusación y juzgamiento.” (Negrilla fuera del texto)
(CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C- 008 del 23 de enero de 2003 Asunto: Revisión constitucional del
Decreto Legislativo 2255 de 2002 " Por el cual se adoptan medidas relacionadas con los Concejos Municipales
para su normal funcionamiento". Magistrado Ponente: Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL); luego, en la C-122 de
2003, reafirma: “Verificado lo anterior, la Corte debe también examinar el articulado de la parte normativa del
Decreto, para establecer que cada una de las disposiciones resulte conforme con la Carta, con la ley estatutaria
de estados de excepción y con los tratados o convenios internacionales sobre derechos humanos incorporados
al ordenamiento jurídico nacional. Debe constatar especialmente que no se afecten los derechos
intangibles mencionados por el artículo 27 de la Convención Americana de Derechos Humanos[6], ni se
suspenda o afecte en su núcleo esencial ningún derecho fundamental[7].” (Negrilla fuera del texto) (CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia C- 122 del 28 de febrero de 2003 Revisión oficiosa del Decreto 2929 de 2002
“Por el cual se delimitan unas zonas definidas en el Decreto 2002 de 2002” Magistrado ponente: Dr. MARCO
GERARDO MONROY CABRA.)

52
53

La prevalencia del núcleo duro fue también de uso en Salvamentos de Voto: por ejemplo, el
Magistrado Jaime Araujo Rentaría, plantea el tema de la limitación de los derechos tanto
según el “núcleo duro”, como en el “núcleo esencial”. De esta forma afirma que existen unos
derechos que el Estado no puede tocar en situaciones de excepción (núcleo duro de los
derechos humanos), y otros que si, aunque con el limite de no transgredir sus elementos
esenciales (núcleo esencial de los derechos)93; por su parte, la Doctora Clara Inés Vargas

93 “2.1Protección de los derechos humanos en los estados de excepción.

Siendo los estados de excepción una institución del Estado de derecho, existen mecanismos de protección de los
derechos humanos, aún en situaciones de crisis. Una de las formas de proteger los derechos humanos es
impedir que los gobiernos toquen ciertos derechos en épocas de crisis, estos derechos se vuelven intangibles
para los gobiernos en épocas de anormalidad y esta intangibilidad lo que busca es garantizar el ejercicio de
ciertos derechos considerados fundamentales.

Existe en el derecho constitucional diferencias fundamentales, entre privar de un derecho, suspender y limitar un
derecho.

La privación de un derecho siempre tiene que ser concreta y a contrario sensu, no se puede privar de un derecho
por vía general a todas las personas o a toda una categoría de personas; consecuencia de lo anterior, es que se
priva de un derecho a una persona determinada, individualizada y el tercer requisito es que la privación del
derecho es siempre hecha por los jueces, a contrario sensu, los gobiernos no pueden privar de los derechos.

La suspensión de un derecho implica que el afectado si bien no puede ejercer el derecho frente a la autoridad, si
puede ejercerlo frente al resto de los miembros de la sociedad y además, que existen controles para verificar si
se han dado las causas de suspensión o si estas han desaparecido con el fin de reactivar su ejercicio.

La limitación de un derecho presupone necesariamente la posibilidad del ejercicio del derecho, que ahora se
ejerce con condiciones, pero sin que se pueda impedir su ejercicio.

De conformidad con nuestro sistema constitucional (Art. 214 numeral 2 Constitución Política) en los estados de
excepción, no puede ni privarse de un derecho ni suspenderse el ejercicio de los derechos humanos, ni de las
libertades fundamentales; de tal manera, que lo único que permite nuestra Constitución es limitar el ejercicio de
esos derechos. Limitación que como ya señalamos, parte del supuesto fundamental de que el derecho puede
ejercerse; este principio se encuentra recogido en el artículo 5 de la ley estatutaria de los estados de excepción,
que prohíbe la suspensión de los derechos y como complemento de la protección el artículo 6 establece que los
derechos que se puedan limitar no pueden ser tocados en su núcleo esencial (el núcleo esencial es el que hace
que un derecho sea tal derecho, y sin lo cual deja de ser ese derecho).

Sintetizando, podemos afirmar que en el estado de conmoción existen unos derechos intangibles que no
pueden ser tocados por el gobierno (art. 4 Ley 137 de 1994) y otros derechos de los cuales no pueden ser
privados los ciudadanos o que no le pueden ser suspendidos. El Gobierno entonces, puede sólo limitar
ciertos derechos pero esa limitación no puede afectar el núcleo esencial de los mismos, ni impedir su
ejercicio.” (negrilla fuera del texto) (CORTE CONSTITUCIONAL. Salvamento de Voto Magistrado Jaime Araujo
Rentaría. Sentencia c-1024 del 26 de noviembre de 2002. Control de Constitucionalidad Decreto Legislativo No.
2002 de 2002 "Por el cual se adoptan medidas para el control del orden público y se definen las zonas de
rehabilitación y consolidación" Magistrado ponente : Dr. ALFREDO BELTRAN SIERRA.)

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54

Hernández, hace referencia, de forma indirecta, al núcleo duro como aquellos derechos “que
no admiten suspensión alguna durante situaciones de anormalidad (Art. 27 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y Art. 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos).”94
Visto el panorama jurisprudencial que nos ofrece la Corte, se puede concluir entonces:

1. En sus primeros pronunciamientos la Corte no hacía claridad en la distinción entre


“núcleo duro de los derechos humanos” y “núcleo esencial de los derechos”,
confundiéndolos y generando un vacío jurídico.

2. En reiteradas ocasiones la Corte adoptó la noción de “núcleo esencial de los


derechos”, según la cual, los derechos fundamentales son susceptibles de limitación,
mientras no se afecten sus elementos esenciales, manteniendo así su naturaleza y
aplicabilidad, permitiendo la limitación de los derechos del núcleo duro, mientras su
núcleo esencial quedara inerme.

94 CORTE CONSTITUCIONAL. Salvamento de Voto Magistrada Clara Inés Vargas Hernández. Sentencia C-802

del 2 de octubre de 2002. Revisión constitucional del Decreto Legislativo 1837 de 11 de agosto de 2002 "Por el
cual se declara el Estado de Conmoción Interior".Magistrado Ponente: Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO. CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia C-1064 del 3 de diciembre de 2002 Revisión constitucional del Decreto Legislativo
2001 de 9 de Septiembre de 2002. Magistrado Ponente: Dr. ALFREDO BELTRÁN SIERRA.

Los salvamentos de voto a la sentencia C-1064/02 del Magistrado Monroy Cabra y del Magistrado Rentería,
también hacen uso del núcleo duro, tal como lo define la doctrina internacional. El Doctor Monroy, por su parte,
afirmó que: “Así, puede concluirse, conforme a la jurisprudencia transcrita, que los compromisos
internacionales de Colombia sólo le impiden restringir durante los estados de excepción los principios de
legalidad, favorabilidad y e irretroactividad de la ley penal, y las garantías relativas a la existencia del recurso de
habeas corpus y a la acción de amparo, y que dado que la modificación de las normas sobre asignación de
competencias y su efecto general inmediato no tienen el alcance de afectar dichos principios y garantías, como lo
había dejado sentado anteriormente esta misma Corporación, el ejecutivo podía establece nuevas normas de
determinación de competencias para el juzgamiento de los delitos relacionados con la conmoción interior, sin que
fuera necesario condicionar su constitucionalidad a que las mismas no tuvieran efecto general inmediato” (negrilla
fuera del texto); En su turno el Doctor RenterÍa: “El derecho al debido proceso consagrado en estas
disposiciones es sin duda alguna un derecho humano y, más aún, un derecho fundamental, y el Art. 27,
Num. 2, de la misma convención señalada prohíbe su limitación en los estados de excepción, al disponer
que: [ cita articulo 27.2 CADH ]” (negrilla fura del texto).

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55

3. La Corte no hace uso de el concepto de “núcleo duro de los derechos humanos”


propuesto por la doctrina internacional.

4. La mención al concepto de “núcleo duro de derechos humanos”, se hace dentro de


reciente jurisprudencia dictada para la revisión de los decretos expedidos en el estado
de conmoción interior del actual gobierno, aunque no se refiere a éste con tal
denominación. Dicha mención repara en la imposibilidad de limitar o restringir los
derechos pertenecientes al núcleo duro, contrario a la interpretación inicial que la
misma Corte había realizado. (Ver conclusión 2)

5. El cambio de interpretación que hace la Corte, coincide con relevo de periodo de los
Magistrados del Alto Tribunal, por lo que se puede afirmar que, para la primera Corte
Constitucional, prevalecía el núcleo esencial sobre el núcleo duro, en cambio para la
actual Corte, la ecuación se invierte, prevaleciendo este sobre aquel.

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CUADRO 2. LÍNEA JURISPRUDENCIAL: ¿CÓMO HAN DIALOGADO LOS TÉRMINOS


“NÚCLEO DURO DE DERECHOS HUMANOS Y “ NÚCLEO ESENCIAL DE LOS
DERECHOS” EN LAS SITUACIONES DE CONMOCIÓN INTERIOR?’

PREVALENCIA NÚCLEO DURO PREVALENCIA NÚCLEO ESENCIAL

T-426/92
C- 556/92 MP
Cifuentes

T-002/92
C-003/93 MP
MP Martínez Martinez

CITA

C-179/94(*)
MP Gaviria

C-446/95
MP Gaviria

C-027/96
MP Herrera

C-045/96
MP Mesa

C-802/02
MP Córdoba

C-876/02
Salvamento MP Tafúr
Vargas
(dictum)

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PREVALENCIA NÚCLEO DURO PREVALENCIA NÚCLEO ESENCIAL

C-939/02
MP
Montealegre

Salvamento C-1024/02
Araújo MP Beltrán.

Salvamento
Araújo a C-
1064/02

C-008/03
MP Escobar

C-122/03
MP Monroy

C-149/03
MP Cepeda

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2. LA PRÁCTICA JURÍDICA RESPECTO DEL NÚCLEO DURO DE DERECHOS


HUMANOS EN COLOMBIA: DOCTRINA EFICAZ.

En el presente capítulo se analiza la práctica jurídica de los gobiernos de César Gaviria


Trujillo, Ernesto Samper Pizano y Álvaro Uribe Vélez, en relación al respeto del núcleo duro de
los Derechos Humanos. Esto a través del estudio que la Corte Constitucional hace de los
decretos legislativos dictados por los diferentes gobiernos, en uso de las facultades que le
otorga la Constitución al Presidente en la vigencia del estado de conmoción interior. Es
importante describir primero, brevemente, las posibilidades que ofrece la Constitución de 1991
en materia de limitación de derechos en los estados de excepción, y especialmente en la
conmoción interior. Para luego, siguiendo el orden cronológico, estudiar cada uno de los
estados de conmoción interior.

2.1. EL ESTADO DE CONMOCIÓN INTERIOR EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1991


Y LA LIMITACIÓN DE DERECHOS HUMANOS.

Ahora bien, como se vio, los Estados tienen la potestad legítima de restringir los derechos
humanos contenidos en los tratados internacionales, debido a disposiciones que los propios
traen. En este sentido, Colombia ha ratificado dos instrumentos generales que contienen
normas de derechos civiles y políticos. Los cuales, como se presentó (supra 3.1.), contienen
unos MILDH. En este acápite veremos cómo la Carta de 1991 diseña el estado de conmoción
interior, y cómo dentro del mismo se configuran unos MLDH.

Lo primero será una breve descripción de la normatividad constitucional referente al estadio de


anormalidad: estados de excepción. La Constitución Política de 1991, en sus Artículos 212 a
215 regula el tema. Con ellos el constituyente cumplió con su deber en un Estado de derecho
de “no solo diseñar instituciones para tiempo de normalidad, sino también hacerlo para tiempo

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de crisis, como mecanismos de defensa del régimen constitucional.”95 El régimen de estados


de excepción se divide en tres instituciones: el Estado de Guerra Exterior96; el Estado de
Conmoción Interior97; y, el Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica98. Cada uno
tiene sus definiciones, situaciones fácticas y requisitos propios. Sin embargo, nos limitaremos
al segundo, ya que sobre los estados de conmoción decretados desde 1991, es que se hará el
análisis respecto del núcleo duro de los derechos humanos.99

El estado de conmoción interior esta definido constitucionalmente como aquel “caso de grave
perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad
institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser
conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía[.]” (C.P.
Art. 213) En este escenario, el Presidente podrá, con la firma de todos los ministros, en todo o
parte del territorio de la República, decretarlo, por un periodo no superior a noventa días,
prorrogable por dos veces, pero la segunda vez debe ser aprobada por el Senado.100

95 NARANJO MESA, Vladimiro. Teoría constitucional e instituciones políticas. Bogota, Colombia. Ed. Temis.
Séptima edición. 1997. Pág. 419. Como se ve, la causa de estas disposiciones son la salvaguarda del orden
constitucional, contrario a la vieja teoría de la salvaguarda del Estado: “Del derecho de legítima defensa [del
Estado] precisa distinguir la posibilidad (expresamente admitida en muchas constituciones) de suspender
temporalmente, en caso de guerra o de alteraciones de orden publico, las determinaciones referentes a los
derechos de los súbditos, o incluso preceptos constitucionales: los cual lleva aparejada la facultad concedida a
las autoridades publicas de invadir la libertad de los particulares. Esto constituye la proclamación del estado de
sitio o estado de excepción.” (KELSEN, Hans. Teoría General del Estado. México D.F., México. Ed. Nacional.
1973. Pág. 206-207)

96 C. P. , Art. 212 .

97 C. P. , Art. 213.

98 C. P. , Art. 215.

99Para mayor información respecto de los otros dos estados de excepción, se puede consultar: MONROY
CABRA, Marco Gerardo Derecho Internacional Público. Santa fe de Bogotá, Colombia. Ed Temis, cuarta edición,
1998. YOUNES MORENO, Diego.Derecho constitucional colombiano.

100MONROY CABRA, Marco Gerardo. Derecho Internacional Público Pág. 547-548. . NARANJO MESA,
Vladimiro. Teoría constitucional e instituciones políticas. Pág. 430. YOUNES MORENO, Diego. Derecho
constitucional colombiano. Pág. 380

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Se pueden resumir entonces, los requisitos constitucionales para la declaración del estado de
conmoción interior en 101:

A. Formales:
a. Decreto suscrito por el Presidente y todos sus ministros;
b. Decreto motivado;
c. Indicación sobre la territorialidad de la declaratoria (nacional o solo parte del
territorio); y,
d. Indicación del término de la declaratoria, la cual no puede superar los 90 días.

B. Materiales:
a. Ocurrencia de hechos que alteren el orden público;
b. Que dicha alteración sea grave y atente inminentemente contra la estabilidad
institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana; y,
c. Que dichos hechos no se puedan afrontar con las atribuciones ordinarias de
policía.

Una vez declarada la conmoción interior, la Carta Política de 1991 otorga las siguientes
facultades al Presidente:

A. Las estrictamente necesarias para conjurar las causas de la perturbación y prevenir su


extensión.
B. La expedición de decretos con fuerza de ley, para que lleve acabo su actuación dentro
de la conmoción interior, los cuales pueden suspender leyes incompatibles con la
situación.

A su vez, la propia Constitución, impone una serie de límites a las facultades que otorga, que
son102:

101 CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-802/02.

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61

A. Principio de necesidad y principio de especificidad, esto es, la necesidad de las


actuaciones para afrontar la perturbación (Art. 213, inc. 2°) y su relación directa con y
específica con la misma (Art. 214, num. 1°);
B. Imposibilidad de suspender derechos humanos y libertades fundamentales y respeto
por las normas del Derecho Internacional Humanitario (Art. 214, num. 2°);
C. Principio de proporcionalidad. Entre las medidas que se adopten y la gravedad de los
hechos (Art. 214, num. 2);
D. La no interrupción del normal funcionamiento de las ramas del poder publico ni de los
órganos del Estado (Art. 214, num. 3°); y,
E. No investigación, ni juzgamiento de civiles por la justicia penal militar. (Art. 213, inc.
5°).

Pero los limites que se imponen a las facultades del poder ejecutivo se tornarían inútiles sin un
sistema de control que vigile su respeto. El Constituyente de 1991 diseño este sistema en dos
flancos, así:

A. Control político, ejercido por el Congreso de la República, respecto de la razón de


oportunidad del estado de conmoción interior, declarado por el Ejecutivo;
B. Control Jurídico, ejercido por la Corte Constitucional, el cual afirma o niega la validez
constitucional de los actos (decretos legislativos) del Ejecutivo en la conmoción
interior. (Art. 214, num. 6°)

Dentro de el escenario de conmoción interior, existen una serie de posibilidades legítimas para
que el Ejecutivo pueda limitar derechos humanos y garantías fundamentales. Sobre el tema
son fundamentales los Art. 93 y 214, num. 2° de la Constitución y su desarrollo en los Art. 3, 4,
5 y 6 de la Ley Estatutaria de los Estados de Excepción (LEEE).

102 CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-802/02.

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62

El Art. 93 Superior y los Art. 3 y 4 de la Ley 137/93103, reparan en el llamado “Bloque de


Constitucionalidad”. Este concepto se refiere a que, por orden constitucional, normas que no
hacen parte de la Constitución, se les otorga un rango constitucional, y por lo tanto las normas

103CONSTITUCIÓN POLÍTICA. ARTICULO 93. Los tratados y convenios internacionales ratificados por el
Congreso, que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción,
prevalecen en el orden interno.

Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se interpretarán de conformidad con los tratados
internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia.

(Incisos 3 y 4 adicionados por el artículo 1 del Acto Legislativo No. 2 de 2001. El nuevo texto es el siguiente:)

El Estado Colombiano puede reconocer la jurisdicción de la Corte Penal Internacional en los términos previstos
en el Estatuto de Roma adoptado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia de Plenipotenciarios de las Naciones
Unidas y, consecuentemente, ratificar este tratado de conformidad con el procedimiento establecido en esta
Constitución.

La admisión de un tratamiento diferente en materias sustanciales por parte del Estatuto de Roma con respecto a
las garantías contenidas en la Constitución tendrá efectos exclusivamente dentro del ámbito de la materia
regulada en él.

LEY 137 DE 1993. ARTÍCULO 3o. PREVALENCIA DE TRATADOS INTERNACIONALES. De conformidad con
el artículo 93 de la Constitución Política, los Tratados y Convenios Internacionales sobre Derechos Humanos
ratificados por el Congreso de Colombia prevalecen en el orden interno. En todo caso se respetarán las reglas
del derecho internacional humanitario, como lo establece el numeral 2o. del artículo 214 de la Constitución. La
enunciación de los derechos y garantías contenidos en la Constitución y en los convenios internacionales
vigentes, no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren
expresamente en ellos.
En caso de guerra exterior, las facultades del Gobierno estarán limitadas por los convenios ratificados por
Colombia y las demás normas de derecho positivo y consuetudinario que rijan sobre la materia.

ARTÍCULO 4o. DERECHOS INTANGIBLES. De conformidad con el artículo 27 de la Convención Americana de


Derechos Humanos, y los demás tratados sobre la materia ratificados por Colombia, durante los estados de
excepción serán intangibles: el derecho a la vida y a la integridad personal; el derecho a no ser sometido a
desaparición forzada, a torturas, ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; el derecho al
reconocimiento de la personalidad jurídica; la prohibición de la esclavitud, la servidumbre y la trata de seres
humanos; la prohibición de las penas de destierro, prisión perpetua y confiscación; la libertad de conciencia; la
libertad de religión; el principio de legalidad, de favorabilidad y de irretroactividad de la ley penal; el derecho a
elegir y ser elegido; el derecho a contraer matrimonio y a la protección de la familia, los derechos del niño, a la
protección por parte de su familia, de la sociedad y del Estado; el derecho a no ser condenado a prisión por
deudas civiles; el derecho al habeas corpus y el derecho de los colombianos por nacimiento a no ser
extraditados.
Tampoco podrán ser suspendidas las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos.
De conformidad con el literal b) del artículo 29 de la Convención Americana de Derechos Humanos, ninguna
disposición de la Convención, puede ser interpretada en el sentido de limitar el goce y ejercicio de cualquier
derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados partes o de
acuerdo con otra Convención en que sea parte uno de estos Estados.

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inferiores deben adaptarse también a ellas, por lo tanto conforman, con las normas Superiores
un bloque normativo específico. Así “[e]n el caso del derecho constitucional de excepción, el
bloque de constitucionalidad está conformado por el Texto Superior, los instrumentos de
derecho internacional humanitario, los tratados que consagran derechos humanos y la
prohibición de suspensión durante los estados de excepción y la ley estatutaria de tales
estados (Ley 137 de 1993).”104

Así que para el caso de los MLDH, dentro de la normativa constitucional se debe entender el
Art. 214 C.P., el Art. 4, 5 y 6 de la LEEE, y los Art. 27 CADH y 4 PICDP. Los Artículos
reseñados de la Ley 137/94, recogen los que los tratados internacionales contienen, respecto
de la “suspensión” de derechos. De esta forma, las normas deberían dar el mismo sentido a
los términos, sin embargo, la legislación nacional utiliza el verbo “suspender” en el sentido de
afectar los elementos esenciales del derecho, mientras que la internacional, según
interpretación oficial ya referida en este texto, “suspender” es sinónimo de imposibilidad de
limitación alguna. Entonces, tal como se vio en el capítulo 1.3., el análisis se torna confuso, al
tener que armonizar las normas en el marco del bloque de constitucionalidad. Pero el derecho
tiende a dar luces, y el Art. 2 de la CADH lo hace. Esta norma impone a los Estados parte en
la Convención la obligación de adoptar las medidas necesarias, a nivel legislativo, para hacer
efectiva la protección de los derechos de la misma105. Entonces, al haber ratificado Colombia
la CADH, el Estado se compromete a seguir el tratado, a nivel legislativo; y si además las
normas de la Convención hacen parte integral de la Constitución de 1991 por vía del bloque
constitucional, es lógico que los conceptos que emita la CrIDH, por medio de sus facultades
de opinión, se deban tener en cuenta para la interpretación del término “suspenderse”, en el
Art. 214.2 de la Constitución y 4 de la Ley 127/94. De esta manera, el límite a la facultad del
Presidente para afrontar la situación de conmoción interior, según el cual no puede suspender

104 CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-802/02.

105 CADH. Artículo 2. Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno . Si en el ejercicio de los derechos y

libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado por disposiciones legislativas o de otro


carácter, los Estados partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las
disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer
efectivos tales derechos y libertades.

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derechos humanos y libertades fundamentales, está referida por un lado al respeto por el
núcleo esencial de los derechos humanos que, para el caso de los enunciados en el Art. 4 de
la LEEE, que son los que hacen parte del núcleo duro de derechos humanos, es todo el
derecho en su integridad, en todos sus elementos, no solo los esenciales.

2.2. ¿ SE HA UTILIZADO EL NÚCLEO DURO DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA?

Se ha dividido este capítulo en tres partes, con el fin de analizar en cada una de ellas cuándo
se ha utilizado el núcleo duro de derecho humanos. El criterio para definir cada subcapítulo es
el periodo presidencial correspondiente, en que se decretaron estados de conmoción interior.
Por esta razón no se reseña el periodo del Presidente Andrés Pastrana Arango. A su vez, el
análisis de los Decretos Legislativos se realiza sólo respecto de los que limitan derechos
humanos o garantías fundamentales, sin embargo, en la bibliografía el lector puede encontrar
el listado completo de los decretos dictados bajo conmoción interior en cada uno de los
periodos. De esta forma se estudia la práctica jurídica, respecto del núcleo duro, en cada uno
de las conmociones decretadas, desde 1991 hasta 2004.

2.2.1. PRÁCTICA JURÍDICA EN EL GOBIERNO DE CESAR GAVIRIA TRUJILLO (1990-


1994)

Durante el gobierno del presidente Cesar Gaviria Trujillo (1990-1994) se decretaron tres
estados de conmoción interior. El primero de ellos mediante el Decreto 1155 del 10 de julio de
1992 y haciendo uso de las potestades constitucionales otorgadas para estos casos, se
expidió el Decreto Legislativo 1156 de 1992 por el cual se dictaron disposiciones en relación
con el procedimiento aplicable a los delitos de conocimiento de los jueces regionales. A pesar
de que este decreto fue declarado constitucional en su integridad en la sentencia C- 557/92,

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consideramos importante destacar la disposición del Artículo 3 del decreto 1156 de 1992106,
la cual establece una restricción al recurso de habeas hábeas, para los delitos de competencia
de los Jueces Regionales y el Tribunal Superior. Al respecto la Corte no consideró que se
vulnerara el recurso de habeas corpus y por el contrario se acogió al razonamiento expuesto
por parte del gobierno, según el cual el Artículo 3o. relativo a la acción de 'Hábeas Corpus' no
causaba menoscabo alguno de la garantía constitucional consagrada en el Artículo 30, por
cuanto la hipótesis de hecho que se regulaba correspondía exclusivamente a privaciones de
libertad hechas 'por mandamiento escrito de autoridad judicial competente, con las
formalidades legales y por motivo previamente definido en la ley, como ordena también el
artículo 28 de la Constitución Política, requisito que se cumple en desarrollo de la actuación
procesal. Lo que se busca es prevenir que la importantísima función del Hábeas Corpus sea
objeto de abuso, permitiendo que personas regularmente procesadas por autoridades
judiciales competentes y con la plenitud de las garantías establecidas, utilicen dicha institución
indebidamente para evadir su comparecencia a los procesos respectivos107.

El segundo estado de conmoción fue declarado mediante el Decreto 1793 de 1992, y de los
decretos legislativos dictados bajo su vigencia, solo vamos a referirnos a aquellos que
consideramos tienen alguna relevancia en la medida en la que contiene disposiciones que
limitan derechos, para verificar si se restringen derechos que componen el núcleo duro de los
derechos humanos.

106Decreto Legislativo 1165 de 1992. Artículo 3° En los delitos de competencia de los Jueces Regionales y del
Tribunal Nacional no procederá la acción de "Hábeas Corpus", por causales previstas para obtener la libertad
provisional, las cuales deben alegarse dentro del proceso respectivo. Tampoco procederá para efecto de revisar
la legalidad de las providencias que hubieren decidido sobre la privación de la libertad.

107 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 557 del 15 de octubre de 1992. Revisión Constitucional del
Decreto No. 1156 de julio 10 de 1992, "Por el cual se dictan disposiciones en relación con el procedimiento
aplicable a los delitos de conocimiento de los jueces regionales".

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Uno de los decretos que en apariencia podría tocar en su contenido con el núcleo duro es el
Decreto 1810 de 1992 que en su artículo primero108 establece la conformación de unidades
de policía judicial dentro de las Fuerzas Militares, bajo coordinación y dependencia de la
Fiscalía General de la Nación. Este Decreto fue declarado exequible en su totalidad por la
Corte en la Sentencia C-034/93. Esta Corporación se refirió de manera global al contenido del
Decreto, sin embargo respecto del artículo en mención la Corte es clara en afirmar que dichas
funciones de policía judicial otorgadas a las fuerzas militares están directamente
encaminadas a la fase investigativa siempre bajo la coordinación de la Fiscalía General de la
Nación, por lo tanto no existe vulneración alguna respecto de las garantías judiciales109.

Otra consideración similar se podría hacer en relación Decreto 1941 de 1992, por el cual se
otorga competencia a los jueces penales. Del contenido del decreto en general podría
pensarse que se vulneran las garantías judiciales indispensables, pues los artículos 1 y 2 del
decreto consagran110 la asignación de competencia a los jueces regionales, para que en los

108 Decreto 1810 de 1992. Artículo 1° Bajo la dirección, coordinación y dependencia del Fiscal General de la

Nación, en las Fuerzas Militares se conformarán unidades que ejercerán funciones de policía judicial, en
desarrollo de lo previsto en el numeral 4° del artículo 251 de la Constitución Política, en relación con hechos
punibles de competencia de los jueces regionales, en los eventos en que no sea posible disponer de autoridades
de policía judicial en el lugar de los hechos.

109 “De lo expuesto fluye con meridiana claridad la naturaleza investigativa de la labor encomendada a la
policía judicial, así ésta se realice bajo la dirección y coordinación de la Fiscalía General de la Nación (CP art.
250-3 y C de P.P. art. 309). Según las exigencias de cada fase del proceso, la ley atribuye a la policía judicial
una mayor iniciativa propia, que luego se torna menor y finalmente desaparece. En todo caso, su concreto
quehacer se orienta sustancialmente a la comprobación de hechos y circunstancias relevantes para el
juzgamiento. De ahí que a sus diligencias se les reconozca idéntico valor legal que a las practicadas por el
funcionario instructor como se desprende del artículo 316 C.P.P (CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-034
del 8 de febrero de 1993. Revisión de constitucionalidad del Decreto 1810 de 1992 "por el cual se otorgan
funciones de Policía Judicial a las Fuerzas Militares" Magistrado Ponente: EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.)

110 DECRETO 941 DE 1992 ARTICULO 1º Tratándose de los delitos de competencia de los jueces
regionales y del Tribunal Nacional, cuando en el sitio donde se cometa un hecho punible no exista Fiscal que
avoque inmediatamente la investigación, lo hará el juez Penal o Promiscuo Municipal del lugar, quien deberá
remitir inmediatamente a la Unidad de Fiscalía competente el aviso de iniciación.
ARTICULO 2º El Juez avocará el conocimiento, ordenará o practicará las pruebas que considere
pertinentes, indagará al imputado y remitirá las diligencias inmediatamente a la Unidad de Fiscalía para
resolver la situación jurídica y continuar con la investigación sin perjuicio de que se pueda comisionar para
ello a un Juez Penal.

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67

casos de su competencia y en ausencia de fiscal que avoque la instrucción del caso, aquellos
asuman parte de la etapa de instrucción. Como ello no implica la calificación del sumario, la
que siempre debe ser dictada por un fiscal, el traslado de competencias no vulnera el derecho
al debido proceso y por tanto tampoco la protección de derechos consagradas en el Articulo 8
y 25 de CADH111.

PARAGRAFO: Si no fuere posible poner a disposición de la Unidad de Fiscalía más próxima, las diligencias
respectivas y siempre y cuando fuere necesario, el Juez le resolverá la situación jurídica del imputado.

111“Para solucionar el conflicto de normas la Corte Constitucional observa que mediante un análisis razonable se
puede llegar a hacer compatibles ambas disposiciones, mediante la aplicación preferente de la norma que
encarne un mayor contenido axiológico y que, al mismo tiempo, no sacrifique el núcleo esencial de la
otra disposición.

En este orden de ideas, la Corte estima que debe aplicarse de manera preferente el artículo 228 de la Carta, por
los altos valores que envuelve -el debido proceso y el interés general-, y porque ello implica aceptar que el
artículo 252 no sufre menoscabo en su núcleo esencial, aunque ciertamente es limitado en sus contornos de una
manera razonable, a saber:

La función de acusación, que no puede ser modificada en lo básico (art 252) comprende una actuación esencial -
resolver sobre la libertad del sindicado en el auto que define la situación jurídica o en el auto que califica el
mérito del sumario-, y una actuación de trámite o de impulso procesal -indagatoria, pruebas, incidentes, etc.-.
Entre la primeras funciones, a su vez, es aún más importante calificar el mérito del sumario -que es propiamente
la "acusación", o su abstinencia-, que resolver la situación jurídica, por ser una providencia de mayor
trascendencia.

En este sentido, lo que dice el Decreto 1941 de 1992 es que los jueces penales municipales y promiscuos
podrán: avocar conocimiento, recibir indagatoria, practicar pruebas y resolver la situación jurídica del sindicado.
Nada más. Una vez en este estado, el proceso debe ser remitido al fiscal competente.

[...]

“En este sentido, lo que dice el Decreto 1941 de 1992 es que los jueces penales municipales y promiscuos
podrán: avocar conocimiento, recibir indagatoria, practicar pruebas y resolver la situación jurídica del sindicado.
Nada más. Una vez en este estado, el proceso debe ser remitido al fiscal competente.

De aquí se desprenden dos comentarios:

Primero, que en la norma revisada no se autoriza a los jueces penales municipales y promiscuos para calificar el
mérito del sumario, esto es, no se autoriza "acusar".

Segundo, que si bien se autoriza incluso resolver la situación jurídica del procesado, ello es en beneficio de éste,
pues de lo contrario se violaría el derecho constitucional fundamental a la libertad, al debido proceso y al habeas
corpus, ya que una vez aprehendida e indagada una persona, la ausencia de fiscal en el sitio de ocurrencia de
los hechos no debe, no puede ser causa de una prolongación indebida de la libertad, más allá del término
previsto por la ley para el efecto (en estos casos 20 días, según el inciso final del artículo 387 del código de
procedimiento penal), de suerte que si el juez promiscuo o penal municipal entra a definir la situación del
indagado, ello antes que ser mirado como una usurpación de las funciones de la fiscalía debe ser tenido como la
garantía de la libertad del procesado, en la medida en que realiza el principio de la presunción de inocencia. Es

67
68

Las disposiciones del decreto tocan directamente con el debido proceso, sin embargo la Corte
fue clara en afirmar que no existe tal vulneración y que por el contrario se está en desarrollo
del debido proceso.

Finalmente el tercero de los estados de conmoción interior fue declarado por el Decreto 874
del 1 de mayo de 1994 ,el cual fue declarado inexequible por la Corte112. La misma suerte
siguieron los Decretos Legislativos expedidos bajo su amparo por medio de la llamada
inconstitucionalidad por consecuencia 113.

por eso justamente que la Corte se inclina por esta interpretación.” Negrilla dentro del texto. (CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. C-059 del 23 de febrero de 1993. Revisión de constitucionalidad del Decreto
N° 1941 del 30 de noviembre de 1992, "Por el cual se otorga competencia a los jueces penales" Magistrado
Sustanciador: ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO.)

112 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-300 del primero de julio de 1994. Revisión Constitucional del

Decreto N° 874 de 1994 "Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior". Magistrado Ponente:
EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.

113 Así respecto del Decreto 875 de1994 dijo: “Si el Presidente de la República no estaba autorizado para
implantar el estado de conmoción, en razón de que no se daban las circunstancias a que alude el artículo 213
del Estatuto Superior para su declaratoria, las medidas que se expidieron con invocación de éste son también
inconstitucionales pues su base o sustento legal ha desaparecido del universo jurídico y, por tanto, corren la
misma suerte del que derivan su existencia.” (CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-309 del 7 de julio de
1994. Revisión constitucional del decreto 875 del 1o. de mayo de 1994"Por el cual se declara la emergencia
judicial y se adoptan medidas en materia procesal penal".Magistrado Ponente: Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ.)

Luego sobre Decreto 951 de 1994, reiteró: “Habiendo sido declarado inexequible el decreto 874 de 1994, por no
darse las circunstancias que, conforme al artículo 213 superior, legitiman la declaratoria del Estado de
Conmoción Interior, son también inconstitucionales todos los otros decretos que se hubieran expedido con base
en tal declaratoria, pues ha sido retirado del ordenamiento jurídico el acto condición que les servía de
fundamento.”(CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-310 del 7 de julio de 1994. Revisión automática del
Decreto No. 951 de 1994, "Por el cual se dictan medidas en materia procesal penal".Magistrado Ponente:
ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO.)

68
69

2.2.2. PRÁCTICA JURÍDICA EN EL GOBIERNO DE ERNESTO SAMPER PIZANO (1994-


1998)

Durante el gobierno del Presidente Ernesto Samper, se decretaron dos estados de conmoción
interior. El primero se presentó el 16 de Agosto de 1995, mediante el Decreto 1370,
declaratorio del estado de conmoción interior. Durante la vigencia de este, el gobierno dictó
varios Decretos Legislativos, haciendo uso de las potestades constitucionales otorgadas para
estos casos, sin embargo la Corte Constitucional declaró inconstitucional el Decreto 1370114. A
través de esta declaratoria de inexequibilidad, los Decretos Legislativos promulgados en razón
a este Decreto sufrieron la misma suerte. A través de la “Inconstitucionalidad por
consecuencia”, la cual se define como “del decaimiento de los decretos posteriores a raíz de la
desaparición sobreviniente de la norma que permitía al jefe del Estado asumir y ejercer las
atribuciones extraordinarias previstas en la Constitución”115, la Corte Constitucional declaró
inexequibles los Decretos Legislativos de este Estado de Conmoción Interior116,

114 CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-446 DE 1995.

115CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-488 del 2 de noviembre de 1995. Revisión constitucional del
Decreto Legislativo 1371 del 16 de agosto de 1995, "Por el cual se expiden medidas contra la delincuencia
organizada y se dictan otras disposiciones". Magistrado Ponente: Dr. JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO.

La Corte Constitucional aplico esta formula para todos los Decretos Legislativos dictados con base en el Decreto
116

1370 del 16 de Agosto de 1995. De esta forma afirmó:

“Por medio de la sentencia C-466 de 1995, la Corte Constitucional declaró la inexequibilidad del decreto 1370 de
agosto 16 de 1995, por medio del cual el Presidente de la República declaró el estado de conmoción interior, de
conformidad con el artículo 213 de la Constitución.
La sentencia referida genera la inexequibilidad de los decretos legislativos dictados por el Gobierno con fundamento
en el artículo 213 de la Constitución. El Gobierno, como consecuencia de la declaración de inexequibilidad del
decreto 1370, perdió, en este caso, las facultades a que se refiere el inciso segundo del citado artículo 213. (CORTE
CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-535 del 23 de Noviembre de 1995 Revisión constitucional del decreto
legislativo 1590 del 20 de septiembre de 1995, "Por el cual se dictan normas tendientes a restablecer el orden
público y la seguridad en la Región de Urabá" Magistrado Ponente: Dr. Jorge Arango Mejía.)

En providencia posterior reiteró:

“Por medio de la Sentencia C-466 de 1995, la Corte Constitucional declaró la inexequibilidad del Decreto 1370
del 16 de agosto de 1995, por medio del cual el Presidente de la República decretó el Estado de Conmoción
Interior. La sentencia en mención genera la inexequibilidad de los Decretos Legislativos dictados por el Gobierno
con fundamento en el artículo 213 de la Constitución, pues el Gobierno, como consecuencia de la declaración
de inexequibilidad del Decreto 1370 perdió, las facultades a que se refiere el inciso segundo del artículo 213 de
la Constitución. Por ello, al declararse la inexequibilidad del Decreto 1370 del 16 de agosto de 1995, por el cual

69
70

desperdiciándose la oportunidad de pronunciarse sobre el fondo de temas como


interceptación o registro de comunicaciones, por medio de orden verbal (Art. 5 Decreto
1590/95), las inspecciones o registro domiciliarios, por medio de orden judicial verbal o
incluso sin ella (Art. 6 Decreto 1590/95), la captura de personas sin orden judicial (Art. 7
Decreto 1590/95), por ejemplo.

El segundo estado de conmoción interior del periodo presidencial (1994-1998), fue declarado
por el Decreto 1900 del 2 de Noviembre de 1995 y, a diferencia del anterior, este fue avalado
por la Corte Constitucional.117 En uso de las facultades que otorga la conmoción interior, se
dictaron normas mediante decreto legislativo, que tocan con la limitación de derechos
fundamentales. A continuación vamos a referirnos a esta normatividad exclusivamente.

El Decreto 1901 de 1995118, estableció varias limitantes a derechos consagrados en la


Constitución de 1991, tales como interceptación o registro de comunicaciones, por medio de

se declaró la Conmoción Interior, el Decreto 1723 de 1995 expedido en desarrollo de aquél resulta igualmente
inexequible. En consecuencia, se declarará su inexequibilidad y, acatando la jurisprudencia de la Corporación,
se resolverá que los efectos del presente fallo son hacia el futuro.” (CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia No.
C-582 del 7 de diciembre de 1995. Revisión Constitucional del Decreto 1723 de octubre 6 de 1995 ”por el cual
se dictan medidas tendientes a erradicar los delitos contra la libertad personal y se dictan otras disposiciones.”
Magistrado Ponente: Dr. ALEJANDRO MARTÍNEZ CABALLERO)

En el mismo sentido, en la sentencia C-560/95:

“2. Inconstitucionalidad por consecuencia.

Dado que mediante sentencia C-466 del 18 de octubre de 1995116, se decidió que el decreto 1370 del 16 de agosto
de 1995, por el cual se declaró el Estado de Conmoción Interior, era inexequible, el decreto 1724 de 1995 expedido
en desarrollo de aquél resulta igualmente inexequible, pues es obvio que habiendo desaparecido la causa jurídica
que le dio origen, consecuentemente éste deviene en inconstitucional. En tal virtud, se declarará su inexequibilidad y
acatando la jurisprudencia de la Corporación se resolverá que los efectos del presente fallo son hacia el futuro.”
(CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia No. C-560 de noviembre 30 de 1995. Revisión del Decreto 1724 de octubre
6 de 1995 "Por el cual se dictan medidas para asegurar la eficacia de las normas de conmoción interior sobre
seguridad ciudadana". Magistrado Ponente: Dr. ANTONIO BARRERA CARBONELL)

117CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-027 del 29 de enero de 1996. Revisión constitucional del Decreto
No. 1900 del 2 de noviembre de 1995, expedido por el Presidente de la República de Colombia, “Por el cual se
declara el Estado de Conmoción Interior". Magistrado Ponente: Dr. HERNANDO HERRERA VERGARA

118Este Decreto fue revisado por la CORTE CONSTITUCIONAL, en su SENTENCIA C-067 del 22 de febrero de
1996. Revisión constitucional del decreto 1901 del 2 de noviembre de 1995 "por el cual se dictan normas en materia
de orden público en todo el territorio nacional". Magistrado Ponente: Dr. ANTONIO BARRERA CARBONELL.

70
71

orden verbal (Art. 3); las inspecciones o registro domiciliarios, por medio de orden judicial
verbal o incluso sin ella (Art. 4), y; la captura de personas sin orden judicial (Art. 5). Sin
embargo con ello no se restringe ningún derecho de los incluidos en el núcleo duro de
derechos humanos. No sobra recordar la capacidad que se le otorga al Estado para restringir
derechos, no solo en estados de anormalidad, sino también en normalidad. Como este es uno
de aquellos, las disposiciones señaladas del Decreto 1901 de 1995 concuerdan con la
normativa internacional.

Posteriormente el gobierno Samper dictó el Decreto Legislativo 1902 de 1995, en el que se


adoptan medidas en el manejo de la información, entre otros. Este es importante por la
reiteración de jurisprudencia que la Corte Constitucional realiza en su revisión119. En ella se
reafirma que “no hay derechos ni libertades absolutos. La razón de ello estriba en la necesaria
limitación de los derechos y las libertades dentro de la convivencia pacífica; si el derecho de una
persona fuese absoluto, podría pasar por encima de los derechos de los demás, con lo cual el
pluralismo, la coexistencia y la igualdad serían inoperantes.” A pesar de ello, la restricción tiene
unos limites, que es el núcleo esencial del derecho. En esta medida, las limitaciones legítimas de
derechos, autorizadas por el texto constitucional, no puede intervenir en el núcleo esencial del
derecho, por que la consecuencia sería atentar contra la dignidad del sujeto. Por ello la figura de
la “suspensión”, en estricto sentido no puede ser de uso del Estado, ya que se afectaría la
dignidad humana120.

119 CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-045 del 8 de febrero de 1996. Revisión constitucional del
Decreto 1902 del 2 de noviembre de 1995, "por el cual se toman medidas en materia de información y se dictan
otras disposiciones". Magistrado Ponente: Dr. VLADIMIRO NARANJO MESA.

120 En palabras de la Corte: “Una cosa es que los derechos fundamentales sean inviolables, y otra muy distinta es
que sean absolutos. Son inviolables, porque es inviolable la dignidad humana: En efecto, el núcleo esencial de lo
que constituye la humanidad del sujeto de derecho, su racionalidad, es inalterable. Pero el hecho de predicar su
inviolabilidad no implica de suyo afirmar que los derechos fundamentales sean absolutos, pues lo razonable es
pensar que son adecuables a las circunstancias. Es por esa flexibilidad que son universales, ya que su naturaleza
permite que, al amoldarse a las contingencias, siempre estén con la persona. De ahí que puede decirse que tales
derechos, dentro de su límites, son inalterables, es decir, que su núcleo esencial es intangible. Por ello la Carta
Política señala que ni aún en los estados de excepción se "suspenden" los derechos humanos y que, en todo caso,
siempre se estará de conformidad con los principios del derecho internacional humanitario. Se deduce que cuando
se afecta el núcleo esencial de un derecho fundamental, éste queda o violado o suspendido.” (CORTE
CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-045/96) Con esto, y mas adelante, la Corte reitera los dicho en la, ya
referenciada, Sentencia C-033/93 (M.P. Dr. Alejandro Martínez Caballero). Supra,. Así: “Se reitera que, como se

71
72

El 18 de abril de 1996, se expide el Decreto Legislativo 717. Este contiene normas que limitan los
derechos de circulación y de libertad personal. Por no pertenecer ninguno al núcleo duro de
derechos humanos, se hace posible su limitación legitima en estado de conmoción interior. Sin
embargo, respecto del primero la Corte retoma el tema del núcleo esencia del derecho, con el fin
de limitar los poderes que se le otorga al Presidente en materia de restricciones de derechos121.
En relación con la limitación del a libertad personal, la Corte declaró inexequible la posibilidad de
conmutar una sanción pecuniaria impuesta por el Gobernador debido a la violación de lo que
dispone en Decreto 717/96, por la sanción de arresto. La argumentación se dirigió en el sentido
de que la facultad de arresto o prisión, recae de forma restrictiva en las autoridades judiciales,
por lo que otorgar dichas potestades a las autoridades administrativas seccionales, contradice el
texto del Art. 28 constitucional. Es decir, la orden de detención sólo puede provenir de autoridad
judicial122.

explicó, la acción de "limitar" no es sinónimo de la acción de "suspender", pues los verbos rectores implican diversos
movimientos. En efecto, mientras limitar supone el acto de definir el campo de acción de una realidad vigente,
suspender, en cambio, denota el cese de acción, es decir, se enerva temporalmente su vigencia. Como los
derechos fundamentales son inherentes a la personas, en razón de su dignidad ontológica, no pueden
suspenderse, pero sí limitarse, pues de no ser así, no podrían ni siquiera conceptualizarse, ya que todo concepto
es definido es decir, tiene que ser finito, y por ende tener límites.” (negrilla fuera del texto)

121“El derecho de circulación, de acuerdo con la Carta, puede ser limitado por la ley, pero tales restricciones no
pueden ser de tal índole que lo hagan nugatorio. Durante los estados de excepción, especialmente en el caso de
guerra exterior o conmoción interior, el legislador está autorizado para establecer restricciones a la libre circulación y
residencia de las personas; en consecuencia, el Presidente de la República, en dichos periodos, puede válidamente
señalar las limitaciones que las circunstancias hagan aconsejable, por razones de seguridad nacional o de orden
público, como para proteger la vida de las personas, su salud, u otros de sus derechos fundamentales”.

[...]
“Además de lo anterior, conviene señalar que la restricción a que alude la norma declarada exequible sobre los
estados de excepción, es procedente sin que se afecte su núcleo esencial, de manera que las limitaciones
respectivas no pueden llegar hasta el extremo de hacer nugatorio e impracticable en forma absoluta dichos derechos
so pretexto de la adopción de las medidas excepcionales.” Cursiva original (CORTE CONSTITUCIONAL.
SENTENCIA C-295 del cinco de Julio de 1996. Revisión constitucional del Decreto No. 717 del 18 de abril de
1996, “Por el cual se dictan unas medidas tendientes a la preservación del orden público." Magistrado Ponente: Dr.
HERNANDO HERRERA VERGARA.)

122 “De conformidad con el artículo 28 de la Carta Fundamental, “Nadie puede ser reducido a prisión o arresto
(...) sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad judicial competente, con las formalidades legales y por
motivo previamente definido en la ley”. Dentro del contexto de esta disposición, sólo las autoridades judiciales
competentes tienen la facultad constitucional de ordenar la privación de la libertad de las personas.

72
73

El último Decreto Legislativo en vigencia del segundo estado de conmoción interior del gobierno
Samper Pizano, en el que se presentan limitaciones a derechos fundamentales, fue el Decreto
900 de 1996. En este se limita el derecho a la libertad personal, ya que se le otorga la facultad de
detención preventiva a los miembros de la Fuerza Publica (Fuerzas Militares y Policía), sin que
medie orden judicial previa. La Corte precisa los términos en los que el Decreto fue redactado en
su Art. 3, aclarando que este se refiere a la captura y no a la detención, la cual únicamente
puede ser dictada por la autoridad judicial competente. A su vez señala que esta norma se
acomoda a la Constitución y a la LEEE, siendo la restricción a la libertad personal exequible123.

Esta Corporación en anteriores oportunidades (sentencias Nos. C-490/92, C-173/93, C-041/94, C-212/94 y C-
270/94), ha señalado que la orden de detención, tal como se encuentra consignada en el artículo 9o. del decreto
materia de revisión constitucional, sólo puede provenir de una autoridad judicial y en manera alguna es
potestativo de los agentes de las administraciones seccionales como funcionarios administrativos que son. Por
excepción, solamente en el caso de los inspectores de policía se declaró una exequibilidad condicionada entre
tanto se expidiera la reglamentación a que se refiere el artículo 28 transitorio de la Constitución Política.” Cursiva
original (CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-295/96).

123 Esta norma se basa en lo dispuesto por el artículo 38 de la ley 137 de 1994, en el inciso tercero del literal f), que
reza:

“Cuando las circunstancias señaladas en el inciso anterior se presenten y sea imposible requerir
la autorización judicial, podrá actuarse sin orden del funcionario judicial. El aprehendido
preventivamente deberá ser puesto a disposición de un fiscal tan pronto como sea posible y en
todo caso dentro de las veinticuatro horas siguientes, para que éste adopte la decisión
correspondiente en el término de treinta y seis horas. En este caso deberá informarse a la
Procuraduría del hecho y de las razones que motivaron dicha actuación, para lo de su
competencia”.

No es necesario que el delito se esté cometiendo actualmente, para que el miembro de la fuerza pública pueda
proceder a su captura. Es claro que “El delincuente sorprendido en flagrancia podrá ser aprehendido y llevado ante
el juez por cualquier persona” (artículo 32 de la Constitución). No, aquí se está en el caso previsto por el inciso
primero del literal f) del artículo 38 de la ley 137 de 1994: se trata de “personas de quienes se tenga indicio sobre su
participación o sobre sus planes de participar en la comisión de delitos relacionados con las causas de perturbación
del orden público”.

[...]

Es claro que en zonas selváticas, o alejadas de las poblaciones, donde generalmente se realiza la persecución de
los criminales, es imposible pretender que un fiscal acompañe permanentemente a todo soldado y a todo agente de
policía. Obsérvese que una vez hecha la captura por el agente de la fuerza pública, la detención solamente podrá
decretarse por el fiscal, a disposición del cual tendrá que ser puesto el capturado dentro de las veinticuatro horas
siguientes, a más tardar.

73
74

2.2.3 PRÁCTICA JURÍDICA EN EL GOBIERNO DE ÁLVARO URIBE VÉLEZ (2002-2004)

Se hace un salto directo al gobierno Uribe Vélez debido a que durante el periodo presidencial
del Doctor Andrés Pastrana Arango (1998 – 2002) no se decretó conmoción interior alguna.
Entonces el actual Presidente al tomar su mandato de manera casi inmediata dictó mediante
el Decreto 1837 del 11 de Agosto de 2002 la declaratoria de conmoción interior124 .

Respecto de los decretos expedidos durante la vigencia de este estado de excepción ( el cual
ha sido prorrogado dos veces125) rescatamos solo aquellos que limitan derechos verificando
si estas limitaciones incumben o no la núcleo duro de derechos humanos.

El primero de los decretos que limita derechos es el Decreto 2001/02 por medio por el cual
se modifica la competencia de los Jueces Penales del Circuito Especializados. En este se
toca el derecho fundamental al debido proceso, ya que en su Art. 2° traslada el conocimiento
de ciertos asuntos penales a los Penales del Circuito, que estaban en manos de los Jueces
Penales del Circuito Especializados. El análisis que hace la Corte Constitucional declara
exequible la normatividad del Decreto, en la medida en que con ella no se extralimita el

A todo lo anterior, hay que agregar que esta norma restringe aún más el término de treinta y seis (36) horas
señalado por el inciso segundo del artículo 28 de la Constitución.

Además, como se vió, el inciso tercero del literal f) del artículo 38 de la ley 137 de 1994, transcrito, prevé
expresamente la captura sin la previa autorización judicial, cuando sea imposible requerirla. La norma que
se examina establece el término de 24 horas, previsto por la ley estatutaria, para poner al capturado a órdenes del
fiscal.

La Corte aclara expresamente que la norma examinada se refiere a la captura, pues la detención propiamente
dicha solamente puede ordenarse por el funcionario competente, de conformidad con el inciso segundo del artículo
28 de la Constitución” Negrilla original (CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-344 del 5 de agosto de 1996.
Decreto 900 del 22 de mayo de 1996 "Por el cual se adoptan medidas tendientes a controlar la acción de las
organizaciones criminales y terroristas en la zonas especiales de orden público." Magistrado Ponente: Dr. JORGE
ARANGO MEJÍA)

124 Este fue revisado por la Corte Constitucional en sentencia C- 802 de 2002.

125 DECRETO 2555 de 2002 (noviembre 11) Por el cual se prorroga el Estado de Conmoción Interior. Diario
Oficial, no. 44992 (noviembre 8 de 2002) p. 3; y el DECRETO 0245 de 2003 (febrero 5) Por el cual se prorroga
el estado de conmoción. Diario Oficial, no. 45088 (febrero 5 de 2003) p.

74
75

Gobierno en sus facultades de excepción126. Sin embargo, el Magistrado Araujo Renteria, en


salvamento de voto a la Sentencia C-1064/02, argumenta que el traslado de competencias
judiciales, en los términos del Art. 2° referido, atenta contra el principio de Juez Natural,
reconocido por el Art. 29 de la Constitución, en el Art. 8 de la CADH y en el Art. 14.1 del
PIDCP. Esto porque al trasladar la competencia, el juez de conocimiento (al que se le
traslado) no era el que correspondía al momento de llevar acabo la acción que se investiga127.

126 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1064/02.

127 “De conformidad con lo dispuesto en el Art. 29 de la Constitución, "[n]adie podrá ser juzgado sino conforme a
leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de
las formas propias de cada juicio (...)".

Esta disposición consagra el principio del juez natural, elemento esencial del derecho al debido proceso, que se
entiende como el señalamiento del funcionario judicial competente para conocer de un determinado asunto y
proferir la decisión correspondiente, por la Constitución misma o por disposiciones legales preexistentes a la
ocurrencia de los hechos, y que persigue la independencia y la imparcialidad del juez.

El principio del juez natural tiene un especial significado en materia penal e implica: i) por una parte, el
señalamiento previo del juez en disposiciones jurídicas de carácter general, impersonal y abstracto, lo cual
excluye en forma evidente la constitución de jueces ad-hoc, creados con carácter particular y con posterioridad a
la ocurrencia de los hechos, y, ii) por otra parte, la imposibilidad de modificar el juez del proceso después de la
iniciación de éste, por cuanto, con base en las reglas de la Lógica Jurídica, al hacerse dicha modificación el
nuevo juez asignado no sería preexistente a la ocurrencia de los hechos.

[...]

En efecto, según lo estatuido en el Art. 8º, sobre garantías judiciales, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, suscrita en San José, Costa Rica, en Noviembre de 1969, ratificada por Colombia el 31 de
Julio de 1973, cuya vigencia general comenzó el 18 de Julio de 1978, "toda persona tiene derecho a ser oída,
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier
otro carácter". (Las subrayas no forman parte del texto original)

[...]

También el PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS consagra la prohibición de variar


al juez por decretos leyes, cuando dispone en su Artículo 14.1. "Todas las personas son iguales ante los
tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías
por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier
acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de
carácter civil...".

El derecho constitucional al Juez ordinario predeterminado por la ley exige que el órgano judicial haya sido
creado previamente por la norma jurídica, con generalidad y con anterioridad al caso, y que la composición de
ese órgano venga determinada por la ley, garantizándose así la independencia e imparcialidad que el derecho a

75
76

Luego se promulgó el Decreto 2002/02 Por medio del cual se adoptaron medidas para el
control del orden público y se definieron las zonas de rehabilitación y consolidación. en este
decreto se adoptaron diversas disposiciones entre las cuales destacamos las de los Artículos
2 (Captura de personas sobre las cuales exista en indicio de su participación o posible
participación en la comisión de delitos), 3 (captura sin autorización judicial), 5 (interceptación o
registro de comunicaciones.), 6 (inspección o registro domiciliario y allanamiento), 8.(
inspección o registro no domiciliario). Pues estas disposiciones se han encontrado
reiterativamente en los estados de conmoción interior de los gobiernos anteriores y son las
que están limitando derechos en el estadio de anormalidad. En el estudio que la Corte hace
del Decreto 2002 de 2002128, enlaza los artículos 2, 5, 6, y 8 por existir identidad parcial en su
contenido analizándolos entonces en común para lo pertinente.

Encuentra la Corte que dichos artículos a pesar de desarrollar en parte lo dispuesto por el
Articulo 2 de la LEEE dejan de lado un aspecto fundamental del mismo. Es decir, con esta

la tutela judicial exige, y que se recoge expresamente en el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos.

La referencia expresa a la ley que lleva a cabo, se corresponde así con el concepto de la reserva de la ley que
refleja, en relación con la fijación de las reglas fundamentales de la competencia, material y territorial, una
exclusión de otras normas -Decretos-leyes o disposiciones de carácter reglamentario- distintas de la ley en
sentido estricto, por cuanto que ésta se configura como la garantía de la independencia e imparcialidad judicial.

Al integrar el derecho al juez natural con la predeterminación por la ley del Juez competente, exigido por los
tratados internacionales es claro que la intervención del Decreto-ley en este aspecto supone, no sólo una
afectación de ese derecho prohibida por los tratados sobre derechos humanos, sino su misma negación, al
excluir un aspecto esencial del mismo como es la cualidad de ley formal de la norma que establezca los criterios
fundamentales para la determinación de cuál sea el Juez competente.

Por lo anterior, la disposición del Art. 2o del Decreto 2001 de 2002 es contraria al principio del juez natural, con el
alcance señalado en esta providencia y expresamente contemplado en los Arts. 8º de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y XXVI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y a lo
dispuesto en el Art. 29 de la Constitución, al ordenar el traslado inmediato y en el estado en que se encuentren,
de los procesos de que conocían los Jueces Penales del Circuito Especializados, a los Jueces Penales del
Circuito, por ser manifiesto que estos últimos jueces no tenían asignada competencia para el juzgamiento de los
delitos respectivos con anterioridad a la ocurrencia de los hechos que los configuran.” (CORTE
CONSTITUCIONAL. Salvamento de Voto Magistrado Jaime Araujo Rentería. Sentencia C-1064 del 3 de
diciembre de 2002 Revisión constitucional del Decreto Legislativo 2001 de 9 de Septiembre de 2002. Magistrado
Ponente: Dr. ALFREDO BELTRÁN SIERRA.)

128 CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-1024/02

76
77

normativa se esta combatiendo la situación de anormalidad que llevó al gobierno a decretar la


conmoción interior, sin embargo no se toman dentro de la misma los controles que el mismo
Art. 2 de la LEEE exige para que las medidas se ajusten a la legislación y por ende a la
constitución. Por lo tanto, declaró exequible parcialmente el articulado referido en el presente
párrafo, para que así las normas de excepción no se alejaran de la legalidad y la garantía que
esta última ofrece a los ciudadanos129.

Merece especial mención lo referente a los artículos 2 y 3 del Decreto 2002/ 02 ya que ellos
limitan el derecho a la libertad personal. Por un lado el primero de ellos otorga la facultad de
captura a todos lo integrantes de las fuerzas armadas, del departamento administrativo de
seguridad D.A.S. y todos aquellos que ejerzan funciones de policía judicial, esta se puede
presentar mediante orden escrita de autoridad judicial, orden verbal de autoridad judicial y,
según el Artículo 3, sin que medie orden judicial. Estas dos normas fueron declaradas
inexequibles, una parcialmente y la otra en su totalidad, debido a que no había determinación
inequívoca respecto de cómo funcionarían en la práctica, lo cual dejaba al arbitrio de cada
cual su ejecución, sin control del funcionario que las fuera a llevar a acabo. Es decir, para la
Corte, a la luz del Art. 2 de la LEEE, los controles son tan importantes como la medida a tomar

129 “4.3.3.3. Acorde con lo expuesto, se observa por la Corte que el artículo 2 de la Ley 137 de 1994, Estatutaria

de los Estados de Excepción, señala como objeto de esa ley no sólo el de regular las facultades atribuidas al
Gobierno durante dichos estados, a lo cual se ha hecho alusión en los párrafos precedentes, sino expresamente
"también" el de "establecer los controles al ejercicio de las facultades excepcionales del Gobierno así como las
garantías para proteger los derechos humanos de conformidad con los tratados internacionales". Ello impone,
entonces, que en el decreto legislativo respectivo se prevea cuál será el régimen específico de garantías para
cada uno de los derechos así restringidos, con los mecanismos jurídicos específicos indispensables para ese
efecto. En caso contrario, la norma que se limite a trasladar literalmente a un decreto legislativo la facultad que en
abstracto confiere la Ley Estatutaria de los Estados de Excepción en su artículo 38, pero desprovista de las
garantías exigidas en pro de los derechos fundamentales, deviene en inexequible.

4.3.3.4. Los artículos 2, 5 y 6 del Decreto Legislativo 2002 de 9 de septiembre del presente año, tienen en común
la posibilidad de practicar la captura, la interceptación o registro de comunicaciones o la inspección o registro
domiciliario y el allanamiento, en su orden, con "la comunicación verbal de la autorización judicial previamente
escrita", la cual "bastará" cuando "existiere urgencia insuperable y la necesidad de proteger un derecho
fundamental en grave o inminente peligro".

Se observa por la Corte que el decreto objeto de control en este punto no hizo un desarrollo legislativo de la
facultad que le confiere la Ley Estatutaria de los Estados de Excepción señalando expresamente las autoridades
a quienes se atribuya la función, ni cuando sería procedente ejercerla, ni cómo, ni con cuál procedimiento, ni
cuales las garantías para los posibles afectados.” (CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-1024/02.)

77
78

para afrontar la perturbación, controles inexistentes en la posibilidad de captura por medio de


orden judicial verbal o sin orden judicial. En palabras del Alto Tribunal:

“Al analizar esta norma, se impone una observación de orden constitucional


que esta Corte no puede pasar inadvertida. El artículo 2 del Decreto
Legislativo 2002 del presente año, que autoriza la captura en los términos allí
señalados, guarda silencio absoluto en relación con el destino del capturado
y sus derechos como tal. Nada dice sobre la duración de la captura, como
tampoco con respecto a la entrega física del capturado a disposición de una
autoridad judicial, pese a que el artículo 28 superior dispone que la persona
detenida preventivamente será puesta a disposición del juez competente
dentro de las 36 horas siguientes, para que él adopte la decisión que
corresponda dentro del término legal, y no obstante que aun para el
capturado en flagrancia el artículo 346 del Código de Procedimiento Penal
ordena que el capturado no pueda permanecer por más de 36 horas por
cuenta de funcionario diferente al Fiscal General de la Nación o su delegado,
o el juez..

[...] .

Adicionalmente, se encuentra por la Corte que el artículo 3 del decreto


autoriza prescindir de la autorización judicial para realizar la captura "cuando
existan circunstancias que imposibiliten su requerimiento". Sobre el particular
surge de la sola lectura de la disposición el interrogante sobre quien
establece la existencia de esas circunstancias de imposibilidad para acudir al
juez para solicitarle a él la autorización judicial de capturar a un ciudadano. El
decreto guarda silencio y ello, por esa indeterminación, torna la norma en
contraria a la Carta. No es posible admitir en un Estado de Derecho una
situación de esa naturaleza pues de esa manera la libertad de los asociados
queda a merced no sólo de la sospecha de cualquier autoridad, sino de que
ella misma califique que no le fue posible acudir al juez para obtener la orden
de privación de la libertad.

Se agrega por la norma bajo examen que además se requiere la existencia


de una "urgencia insuperable y la necesidad de proteger un derecho
fundamental en grave o inminente peligro". Aquí, de nuevo la indeterminación
de la autoridad se encuentra presente, pero ahora unida a la calificación de la
"urgencia insuperable" a su propio juicio, y también a su arbitrio establecer
que ello se hace necesario para proteger un derecho fundamental en las
circunstancias previstas en la norma, sin siquiera mediar conocimiento, así
fuera sumario, por parte de una autoridad judicial.”130

130 CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-1024/02.

78
79

Como se nota, las limitaciones a los derechos humanos que se dan en los Decretos
Legislativos de la conmoción del Gobierno Uribe Vélez, si bien a criterio del la Corte
Constitucional, no se ajustan a lo que la Carta Política del 91 dispone, ellas no se materializan
como una afrenta al llamado núcleo duro de derechos humanos. Se afirma esto porque
simplemente, y sin dejar de lado la opinión del Magistrado Araujo, la Corte como tal, no
reconoce que con las disposiciones se limiten derechos incluidos en el Art. 27.2 de la CADH y
en el Art. 4.2 del PIDCP. Por lo tanto este estado de conmoción interior, al igual que todos los
anteriores, respeta las limitaciones que los tratados internacionales de derechos humanos
imponen para Colombia.

Para finalizar, la toma de medidas del gobierno Uribe respecto de limitación de derechos, se
encuentra el llamado estatuto antiterrorista, contenido en el ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2003
(diciembre 18) Diario Oficial No. 45.406, de 19 de diciembre de 2003. Este estatuto esa
compuesto por la reforma de los Artículos 15 , 24, 28, y 250 de la Constitución de 1991. En
esta reforma constitucional encontramos que una de sus disposiciones toca directamente con
el núcleo duro de derechos humanos, específicamente con los principios de independencia e
imparcialidad de la justicia penal consagrados en el articulo 8 de la CADH, el cual contiene
las garantías judiciales mínimas131. Este es el artículo 4 del acto legislativo en mención según
le cual:

ARTÍCULO 4o. El artículo 250 de la Constitución Política tendrá un parágrafo del


siguiente tenor:

131“Con apoyo en lo estipulado por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y por la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, y basándose en la interpretación autorizada de estos dos instrumentos, la
Oficina no considera aconsejable:

1º El otorgamiento de funciones de policía judicial a miembros de las fuerzas militares, pues ello es incompatible
con los principios de independencia e imparcialidad de la administración de justicia consagrados en los artículos
14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 8º de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.”( Naciones Unidas Oficina del alto comisionado para los derechos humanos, oficina en Colombia Ref:
DRP/439/03. Carta de Michael Früling Director de la Oficina en Colombia del Alto comisionado de Naciones
Unidas para los derechos Humanos a los representantes a la Cámara del Congreso de Colombia. Bogotá,
Octubre 28 de 2003.)

79
80

PARÁGRAFO 2o. Para combatir el terrorismo y los delitos contra la seguridad pública,
y en aquel los sitios del territorio nacional donde no exista una autoridad judicial a la
que se pueda acudir en forma inmediata o donde el acceso de los funcionarios
ordinarios de policía judicial no sea posible por excepcionales circunstancias de orden
público, la Fiscalía General de la Nación conformará unidades especiales de Policía
Judicial con miembros de las Fuerzas Militares, las cuales estarán bajo su dirección y
coordinación. Para el desarrollo de las labores propias de esta función, los miembros
de la Unidad pertenecientes a las fuerzas militares se regirán, sin excepción, por los
mismos principios de responsabilidad que los demás miembros de la unidad especial.

Esta normatividad se enmarca en el ámbito político internacional de la lucha contra el


terrorismo, impulsada luego de los atentados del once de septiembre en Estados Unidos y la
cual ha tomado un segundo aire tras lo hechos del 11 de Marzo en España. Como se ve la
situación de crisis ha sido extraída del estadio de anormalidad para considerarla normal, a
través de esta reforma constitucional. Lo que antes era excepcional se ha convertido en la
regla. De ahí que medidas que en principio fueron creadas como transitorias se han
convertido en disposiciones permanentes. Con esto la funcionalidad de las situaciones
excepcionales consagradas en los artículos 212 a 215 de la Constitución de 1991 pareciera
desdibujarse, ya que varias de las tradicionales circunstancias y medidas que se adoptaban
para afrontarlas se encuentran ahora en el terreno de lo normal.

De lo anterior se desprenden múltiples interrogantes, como por ejemplo: ¿al emerger la


especial protección a los derechos del núcleo duro en estados de anormalidad qué sucede si,
como en el caso del estatuto antiterrorista, la limitación al núcleo duro se regulariza?; ¿siendo
los tratados expresión de la voluntad política de los Estados para la formación de unos
principios y normas comunes, no estaremos entonces en frente de una posible denuncia de
los convenios de derechos humanos que contienen cláusulas de no suspensión de derechos;
¿es decir, al estar estas medidas, en la cuales la seguridad prevalece a las garantías de los
derechos humanos, avaladas por la legitimidad que da el respaldo popular, no estaremos en
frente de una nueva forma de pensamiento jurídico-político?.

80
81

3. CONCLUSIONES

Los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por Colombia, como la


Constitución Política de 1991, consagran la protección de los derechos humanos. Cada uno
de estos derechos están compuestos por una serie de elementos, de los cuales, unos son
susceptibles de ser objeto de restricción temporal (elementos no esenciales), y otros no
(elementos esenciales). Tanto el ordenamiento internacional, como el nacional, permiten la
restricción de los derechos, en estado de anormalidad. Sin embargo, la doctrina y
jurisprudencia internacional coinciden en afirmar que estas limitaciones legítimas a los
derechos humanos no pueden transgredir el núcleo duro de derechos, es decir, que no es
posible limitar, en ninguno de sus elementos, los derechos enunciados en el Art. 27.2 CADH y
el Art. 4 PIDCP (“núcleo duro de derechos humanos”); a su vez la Corte Constitucional en su
teoría denominada “núcleo esencial de los derechos”, admite la limitación de los elementos no
esenciales de cada derecho, mas no de los elementos que hacen parte la esencia de los
mismos, constituyéndose éstos en los que naturalizan y permiten la aplicabilidad del derecho,
según sea el caso, sin discriminar entre que hagan parte o no del “núcleo duro de derechos
humanos”.

El diálogo propuesto por la Corte Constitucional entre “núcleo duro” y “núcleo esencial”, es
contrario a la tradición jurídica internacional, ya que mediante la teoría del núcleo esencial
permite la limitación de elementos que hacen parte de los derechos del núcleo duro, que
según la tesis del núcleo duro de derechos humanos, no pueden limitarse, ni suspenderse.
Este diálogo se debe plantear entonces en el sentido de reconocer que todos y cada uno de
los elementos que conforman los derechos del núcleo duro, gozan de la categoría de
esenciales, por lo tanto ninguno de estos es susceptible de restricción alguna. Por eso mismo
se celebran los recientes pronunciamientos, tanto de la Corte como de los salvamentos de
voto, que articulan las disposiciones en materia internacional con lo dispuesto por la doctrina

81
82

constitucional y el constituyente de 1991, de tal suerte que los tratados internacionales de


derechos humanos y la Constitución se salvaguardan, de forma armónica.

Por otra parte, en ambos ordenamientos, el constitucional y el internacional, se plantea un


ámbito dentro de las libertades civiles, que es absolutamente restringido al poder del Estado,
que se manifiesta de diferente forma en una y otra normativa (tal como se explicó la diferencia
entre núcleo duro y duro esencial). Esta limitante se presenta con mayor importancia dentro
del escenario de los estados de excepción, ya que en estas circunstancias el Estado es
recubierto de poderes extraordinarios.

La Constitución de 1991 estructuró los mecanismos de excepción para el Estado colombiano.


Bajo la vigencia de ésta se han presentado seis declaratorias de estados de conmoción
interior en tres diferentes gobiernos. Con ello el ejecutivo quedó temporalmente investido con
facultades que le permiten, entre otras, mediante decreto legislativo, limitar derecho humanos
y garantías fundamentales, teniendo como límite a esta facultad el núcleo esencial de, los
derechos. Este núcleo esencial varía según el derecho pertenezca o no al núcleo duro de los
derechos humanos, ya que si no pertenece, la limitación legítima recae sobre los elementos
blandos o no esenciales del derecho y, a su vez, si pertenece a él, el núcleo esencial se
compone por todos y cada uno de los elementos del derecho, haciendo irrestringible todo el
derecho. Al revisar, según esta argumentación, los decretos legislativos expedidos en lo
estados de conmoción interior entre 1991 y 2004, y las sentencias de revisión automática de
constitucionalidad de la Corte, se puede afirmar que el Estado colombiano ha sido cuidadoso
en que las disposiciones que adoptó para afrontar estas situaciones de excepción fuesen
respetuosas del núcleo duro de derechos humanos, es decir, ninguno de los decretos
legislativos emitidos en los últimos doce años en materia de restricción de derechos en los
estados de conmoción interior ha transgredido la normatividad internacional contenida en las
cláusulas de no “suspensión” de los tratados de derecho internacional de los derechos
humanos suscritos y ratificados por Colombia, esto es el Art. 27 de la CADH y el Art. 4 del
PIDCP.

82
83

La falta de precisión terminológica al tratar el tema de los derechos humanos y los derechos
fundamentales, tanto en el plano nacional como en el internacional genera toda suerte de
confusiones y ambigüedades. Por ello el investigador que se aventure a abordar estos temas
debe ser cuidadoso al extremo en el sentido y significado que presente de cada uno de los
términos.

83
84

BIBLIOGRAFIA

1. NORMATIVIDAD

1.1. CONSTITUCIONAL

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA 1991. ARTS. 93, 213 Y 214.

1.2. INTERNACIONAL

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS. Suscrita en San José de


Costa Rica el 22 de noviembre de 1969, en la Conferencia Especializada Interamericana
sobre Derechos Humanos.

PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS Resolución 2200 A (XXI)


de la Asamblea General, aprobada el 16 de diciembre de 1966.

PRINCIPIOS DE SIRACUSA SOBRE LAS DISPOSICIONES DE LIMITACIÓN Y


DEROGACIÓN DEL PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS.
Naciones Unidas Consejo Económico Y Social Comisión De Derechos Humanos 41º Período
De Sesiones Temas 18 Del Programa Provisional Situación De Los Pactos Internacionales De
Derechos Humanos

1.3. LEYES

LEY 137 DE 1994 (junio 2) por la cual se regulan los Estados de Excepción en Colombia.
DIARIO OFICIAL. AÑO CXXX. N. 41379. 3, JUNIO, 1994. PAG. 1. ARTS. 1, 2, 3, 4, 5, Y 6.

1.4. DECRETOS

1.4.1. Gobierno Cesar Gaviria Trujillo ( 1990- 1994)

1.4.1.1. Primera declaratoria conmoción interior

DECRETO 1155 DE 1992 (Julio 10) Por el cual se declara estado de conmoción interior.
Diario Oficial, no. 40498 (Julio 10 de 1992) p. 1

84
85

DECRETO 1156 DE 1992 (Julio 10) Por el cual se dictan disposiciones en relación con el
procedimiento aplicable a los delitos de conocimiento de los jueces regionales. Diario Oficial,
no. 40498 (Julio 10 de 1992) p. 2 Reglamentación: Art. 1, 3 y 4 adoptados como legislación
permanente por L.15/92, DO.40612 (oct.5/92)

DECRETO 1195 de 1992 (Julio 16) Por medio del cual se levanta el Estado de Conmoción
Interior y se prorroga la vigencia del DECRETO 1156 de 1992. Diario Oficial, no. 40503 (Julio
16 de 1992) p. 1

1.4.1.2. Segunda declaratoria conmoción interior

DECRETO 1793 de 1992 (Noviembre 8) Por el cual se declara el Estado de Conmoción


Interior. Diario Oficial, no. 40659 (Noviembre 9 de 1992) p. 1

DECRETO 1810 de 1992 (Noviembre 9) Por el cual se otorgan funciones de Policía Judicial a
las Fuerzas Militares. Diario Oficial, no. 40661 (Noviembre 10 de 1992) p. 1

DECRETO 1811 de 1992 (Noviembre 9) Por el cual se dictan normas para hacer efectivas las
órdenes que en materia de orden público imparta el Presidente de la República. Diario Oficial,
no. 40661 (Noviembre 10 de 1992) p. 2

DECRETO 1812 de 1992 (Noviembre 9) Por el cual se toman medidas en materia de


información y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial, no. 40661 (Noviembre 10 de 1992)
p. 2-3

DECRETO 1833 de 1992 (Noviembre 13) Por el cual se expiden normas sobre concesión de
beneficios por colaboración con la justicia. Diario Oficial, no. 40668 (Noviembre 14 de 1992) p.
1

DECRETO 1834 de 1992 (Noviembre 13) Por el cual se crea el Programa de Protección a
Testigos, Víctimas e Intervinientes en el proceso penal. Diario Oficial, no. 40668 (Noviembre
14 de 1992) p. 2

DECRETO 1835 de 1992 (Noviembre 13) Por el cual se dictan medidas de control sobre el
uso de los recursos de las entidades territoriales o administrados por éstas y se dictan otras
disposiciones. Diario Oficial, no. 40668 (Noviembre 14 de 1992) p. 3

DECRETO 1872 de 1992 (Noviembre 20) Por el cual se interviene la actividad de las
instituciones vigiladas por las Superintendencias Bancaria y de Valores. Diario Oficial, no.
40673 (Noviembre 23 de 1992) p. 3-4

85
86

DECRETO 1873 de 1992 (Noviembre 20) Por el cual se dictan medidas para la seguridad y
protección de los servidores públicos de la Rama Judicial, del Ministerio Público y se expiden
otras disposiciones. Diario Oficial, no. 40673 (Noviembre 23 de 1992) p. 1-2

DECRETO 1874 de 1992 (Noviembre 20) Por el cual se dictan normas sobre destinación de
bienes y embargo preventivo, en materia de delitos de competencia de jueces regionales.
Diario Oficial, no. 40673 (Noviembre 23 de 1992) p. 2

DECRETO 1875 de 1992 (Noviembre 20) Por el cual se dictan normas de conmoción interior
sobre contratos y sanciones aplicables a los contratistas. Diario Oficial, no. 40673 (Noviembre
23 de 1992) p. 2-3

DECRETO 1941 de 1992 (Noviembre 30) Por el cual se otorga competencia a los jueces
penales. Diario Oficial, no. 40679 (Noviembre 30 de 1992) p. 3

DECRETO 1942 de 1992 (Noviembre 30) Por el cual se dictan normas sobre reservas y
adjudicación de terrenos baldíos. Diario Oficial, no. 40679 (Noviembre 30 de 1992) p. 3

DECRETO 2006 de 1992 (Diciembre 14) Por el cual se dictan normas de conmoción interior
sobre asunción por parte de la Nación, de pérdidas ocasionadas por actos terroristas al sector
transportador. Diario Oficial, no. 40690 (Diciembre 15 de 1992) p. 9-12

DECRETO 2007 de 1992 (Diciembre 14) Por el cual se adoptan medidas para financiar las
nuevas erogaciones que se requieren para conjurar las causas que originaron la declaratoria
de Estado de Conmoción Interior e impedir la extensión de sus efectos . Diario Oficial, no.
40690 (Diciembre 15 de 1992) p. 5

DECRETO 2008 de 1992 (Diciembre 14) Por el cual se dictan medidas presupuestales
referentes a las entidades territoriales. Diario Oficial, no. 40690 (Diciembre 15 de 1992) p. 6

DECRETO 2009 de 1992 (Diciembre 14) Por el cual se crea una contribución. Diario Oficial,
no. 40690 (Diciembre 15 de 1992) p. 6-7

DECRETO 2010 de 1992 (Diciembre 14) Por el cual se toman medidas para aumentar la
eficacia de la Policía Nacional y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial, no. 40690
(Diciembre 15 de 1992) p. 7

DECRETO 0261 de 1993 (Febrero 5) Por el cual se prorroga el Estado de Conmoción Interior.
Diario Oficial, no. 40739 (Febrero 5 de 1993) p. 1

DECRETO 0262 de 1993 (Febrero 5) Por el cual se modifica el DECRETO 07 de 1993. Diario
Oficial, no. 40739 (Febrero 5 de 1993) p. 1-2

86
87

DECRETO 0263 de 1993 (Febrero 5) Por el cual se dictan medidas tendientes a garantizar la
atención hospitalaria a las víctimas de atentados terroristas. Diario Oficial, no. 40739 (Febrero
5 de 1993) p. 2

DECRETO 0266 de 1993 (Febrero 5) Por el cual se adoptan medidas en materia de uso de
sistemas de radiocomunicaciones. Diario Oficial, no. 40739 (Febrero 5 de 1993) p. 3

DECRETO 0423 de 1993 (Marzo 4) Por el cual se prorroga la vigencia del DECRETO 0266
de 1993. [Suspensión del servicio de buscapersonas en Medellín y Envigado] Diario Oficial,
no. 40779 (Marzo 5 de 1993) p. 1

DECRETO 0829 de 1993 (Mayo 6) Por el cual se prorroga el Estado de Conmoción Interior.
Diario Oficial, no. 40861 (Mayo 6 de 1993) p. 1

DECRETO 1515 de 1993 (Agosto 4) Por el cual se prorroga la vigencia de algunos


DECRETO s expedidos en desarrollo del Estado de Conmoción Interior. Diario Oficial, no.
40977 (Agosto 4 de 1993) p. 2

1.4.1.3. Tercera declaratoria conmoción interior

DECRETO 0874 de 1994 (Mayo 1o.) Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior.
Diario Oficial, no. 41339 (Mayo 1o. de 1994) p. 1-2

DECRETO 0952 de 1994 (Mayo 10) Por el cual se levanta el Estado de Conmoción Interior y
se prorroga la vigencia de unas disposiciones. Diario Oficial, no. 41353 (Mayo 10 de 1994) p. 2

1.4.2. Gobierno Ernesto Samper Pizano

1.4.2.1. Primera declaratoria conmoción interior

DECRETO 1370 de 1995 (Agosto 16) Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior.
Diario Oficial, no. 41966 (Agosto 16 de 1995) p. 2-3

DECRETO 1371 de 1995 (Agosto 16) Por el cual se expiden medidas contra la delincuencia
organizada y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial, no. 41966 (Agosto 16 de 1995) p. 3-
4

DECRETO 1372 de 1995 (Agosto 16) Por el cual se dictan normas en relación con el sistema
carcelario y penitenciario nacional. Diario Oficial, no. 41966 (Agosto 16 de 1995) p. 4-6

DECRETO 1410 de 1995 (Agosto 24) Por el cual se dictan normas tendientes a restablecer la
seguridad ciudadana. Diario Oficial, no. 41975 (Agosto 25 de 1995) p. 1-4

87
88

DECRETO 1724 de 1995 (Octubre 6) Por el cual se dictan medidas para asegurar la eficacia
de las normas de conmoción interior sobre seguridad ciudadana. Diario Oficial, no. 42040
(Octubre 6 de 1995) p. 3-4

1.4.2.2. Segunda declaratoria conmoción interior

DECRETO 1900 de 1995 (Noviembre 2) Por el cual se declara el estado de conmoción


interior. Diario Oficial, no. 42075 (Noviembre 2 de 1995) p. 1-2

DECRETO 2238 de 1995 (Diciembre 21) Por el cual se dictan medidas tendientes a erradicar
algunos delitos contra la libertad personal, especialmente el secuestro y la extorsión, y se
expiden otras disposiciones. Diario Oficial, no. 42163 (Diciembre 26 de 1995) p. 1-4

DECRETO 0208 de 1996 (Enero 29) Por el cual se prorroga el Estado de Conmoción Interior.
Diario Oficial, no. 42702 (Enero 29 de 1996) p. 1

DECRETO 0777 de 1996 (Abril 29) Por el cual se prorroga el Estado de Conmoción Interior.
Diario Oficial, no. 42776 (Abril 30 de 1996) p. 1

DECRETO 1303 de 1996 (Julio 25) Por el cual se levanta el Estado de Conmoción Interior y
se prorroga la vigencia de unas disposiciones. Diario Oficial, no. 42843 (Julio 29 de 1996) p. 1

DECRETO 1923 de 1996 (Octubre 24) Por el cual se reglamenta el funcionamiento del
seguro colectivo para garantizar el pago de salarios y prestaciones sociales de las personas
víctimas de secuestro. Diario Oficial, no. 42907 (Octubre 28 de 1996) p. 1-2

1.4.3. Gobierno Álvaro Uribe Vélez

DECRETO 1837 de 2002 (agosto 11) Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior.
Diario Oficial, no. 44897 (agosto 11 de 2002) p. 14

DECRETO 1838 de 2002 (agosto 11) Por el cual se crea un impuesto especial destinado a
atender los gastos del Presupuesto General de la Nación necesarios para preservar la
Seguridad Democrática. Diario Oficial, no. 44897 (agosto 11 de 2002) p. 15

DECRETO 1885 de 2002 (agosto 20) Por medio del cual se adiciona el DECRETO 1838 de
2002. [Entidades exentas de pagar el impuesto para la seguridad democrática]. Diario Oficial,
no. 44907 (agosto 21 de 2002) p. 39

DECRETO 1900 de 2002 (agosto 23) Por el cual se adoptan medidas en materia penal y
procesal penal contra las organizaciones delicuenciales y se dictan otras disposiciones. Diario
Oficial, no. 44910 (agosto 23 de 2002) p. 3-4

88
89

DECRETO 1949 de 2002 (agosto 29) Por medio del cual se reglamenta el DECRETO
número 1838 del 11 de agosto de 2002. Diario Oficial, no. 44918 (agosto 31 de 2002) p. 1-2

DECRETO 1975 de 2002 (septiembre 3) Por medio del cual se suspende la Ley 333 de 1996
y se regulan la acción y el trámite de la extinción del dominio. Diario Oficial, no. 44922
(septiembre 4 de 2002) p. 2-4

DECRETO 2001 de 2002 (septiembre 9) Por el cual se modifica la competencia de los Jueces
Penales del Circuito Especializados. Diario Oficial, no. 44930 (septiembre 11 de 2002) p. 44-
45

DECRETO 2002 de 2002 (septiembre 9) Por el cual se adoptan medidas para el control del
orden público y se definen las zonas de rehabilitación y consolidación. Diario Oficial, no. 44930
(septiembre 11 de 2002) p. 42-44

DECRETO 2180 de 2002 (septiembre 30) Por el cual se modifican los artículos 4º y 6º del
DECRETO 1900 de 2002. Diario Oficial, no. 44952 (octubre 3 de 2002) p. 5

DECRETO 2255 de 2002 (octubre 8) Por el cual se adoptan medidas relacionadas con los
Concejos Municipales para su normal funcionamiento. Diario Oficial, no. 44959 (octubre 9 de
2002) p. 1

DECRETO 2555 de 2002 (noviembre 11) Por el cual se prorroga el Estado de Conmoción
Interior. Diario Oficial, no. 44992 (noviembre 8 de 2002) p. 3

DECRETO 2748 de 2002 (noviembre 25) Por el cual se expiden normas en materia procesal
penal. Diario Oficial, no. 45011 (noviembre 26 de 2002) p. 2-3

DECRETO 2929 de 2002 (diciembre 3) Por el cual se delimitan unas zonas definidas en el
DECRETO 2002 de 2002. Diario Oficial, no. 45020 (diciembre 4 de 2002) p. 1

DECRETO 2965 de 2002 (diciembre 5) Por el cual se liquida al adición al Presupuesto


General de la Nación para la vigencia fiscal de 2002, contenida en el DECRETO 2749 del 25
de noviembre de 2002. Diario Oficial, no. 45026 (diciembre 9 de 2002) p. 18-19

DECRETO 0245 de 2003 (febrero 5) Por el cual se prorroga el estado de conmoción. Diario
Oficial, no. 45088 (febrero 5 de 2003) p.

DECRETO 0413 de 2003 (febrero 21) Por medio del cual se reglamenta el DECRETO 1838
del 11 de agosto de 2002. Diario Oficial, no. 45110 (febrero 26 de 2003) p. 6

89
90

2. DOCTRINA

2.1. LIBROS

ALVAREZ LONDOÑO, Luis Fernando, S.J. Derecho internacional público. Bogotá, Colombia.
Ed. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas, Centro de Estudios de
Derecho Internacional. Tercera edición. 2004.

ARAGON REYES, Manuel. Temas. Básicos De Derecho Constitucional. Tomo III Tribunal
Constitucional y Derechos Fundamentales. Madrid, España.. Ed. Civitas. Primera edición.
2001.

BUERGENTHAL, Thomas, NORRIS, Robert E, y SHELTON, DINA. La Protección de los


Derechos Humanos en las Américas. San José: Ed. Civitas Instituto Interamericano de
Derechos Humanos. 1983.

COMISION ANDINA DE JURISTAS. Protección de los Derechos Humanos. Definiciones


Operativas. Santa fe de Bogotá, Colombia. Tercer Mundo Editores, 1999.

COMISION DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN. Informe Final. Lima, Perú. CVR. 2003.


Tomo VI.

HERNÁNDEZ GALINDO, José Gregorio. Poder y Constitución. Bogotá, Colombia. Ed. Legis.
Primera edición. 2001.

MADRID-MALO GARIZABAL, Mario . Derechos Fundamentales. Santa Fé De Bogotá,


Colombia. 3R Editores, Segunda Edición. 1997.

MARIÑO MENÉNDEZ, Fernando. Derecho Internacional Publico (Parte General). Ed. Trotta.
Madrid, 1993.

MONROY CABRA, Marco Gerardo. Derecho Internacional Publico. Ed. Temis. Cuarta Edición.
Santa fe de Bogotá, Colombia. 1998.

NARANJO MESA, Vladimiro. Teoría constitucional e instituciones políticas. Bogota, Colombia.


Ed. Temis. Séptima edición. 1997.

NOVAK TALAVERA, Fabián y GARCIA-CORROCHANO MOYANO, Luis. Derecho


internacional público. Lima, Perú, Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto de
Estudios Internacionales, FONDO EDITORIAL 2000. Tomo I: Introducción y fuentes. 2000.

90
91

O’DONNEL, Daniel. Protección internacional de los derechos humanos. Lima, Perú. Ed.
Comisión Andina de Juristas y la Fundación Friedrich Naumann, segunda edición, 1989.

PASTOR RIDUEJO, José Antonio. Lecciones de derecho internacional público. Madrid,


España. Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Derecho, Sección de
Publicaciones. Segunda edición ampliada y revisada, 1983.

PEREZ ESCOBAR, Jacobo. Derecho Constitucional Colombiano. Bogotá, Colombia, Ed.


Temis, quinta edición, 1997.

UNESCO. Los Fundamentos filosóficos de los derechos Humanos. Barcelona, España. Ed.
Serbal S.A.. Trad. Garziella Baravalle. Primera edición. 1985

YOUNES MORENO, Diego. Derecho Constitucional Colombiano. Bogotá, Colombia, Ed.


Legis, tercera edición, 1997.

2.2. ARTICULOS

CARRILLO SALCEDO, Juan Antonio. “Contribución de los principios generales del derecho
internacional a la precisión del “núcleo duro” de los derechos humanos” En: MARZAL, Antonio
(ed.). El núcleo duro de los Derechos Humanos. [s.c.] Ed. J.M. Bosch, ESADE, Facultad de
Derecho.[s.f.] Pág. 175-188.

CUERVO PONTON, Luis Enrique. “Jus cogens, el imperativo categórico del derecho
internacional”. En: Unviversitas, Ciencias Jurídicas y Socioeconómicas. , No. 81 (Nov. 1991):
341-361. Bogotá, Colombia, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas

DIEZ VELASCO, M. Instituciones de Derecho Internacional Público. Ed. Tecnos. Madrid, 1983.
Tomo I.

DOSWALD-BECK, Louise Y VITÉ, Sylvain. “International Humanitarian Law and Human


Rights Law” En: International Review of the Red Cross. No 293. 30-04-1993: 94-119.

EUROPEAN CENTRE FOR GLOBAL INTERDEPENDENCE AND SOLIDARITY. General


conclusions of the 1999 Lisbon Forum "Democratic process and human rights protection in the
Mediterranean region" Lisbon, (29-31 October 1999).

GARCIA BAUER, Carlos “ Protección internacional de los derechos humanos” Pág. 261. En:
OEA. SECRETARIA GENERAL . Séptimo curso de derecho internacional organizado por el

91
92

Comité Jurídico interamericano. Conferencias e informes .Washington DC 1981. Pág. 250-


297.

MOYANO Bonilla, Cesar. “el ius cogens y los principios del derecho internacional en la
Constitución colombiana”. En: Universitas, No. 52 (Jun. De 200): 185-221. Bogotá, Colombia,
Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas

NIETO NAVIA, Rafael. “El derecho imperativo (Jus Cogens) en el derecho internacional a la
luz de la Convención de Viena de 1969.” En: Universitas Ciencias Jurídicas y
Socioeconómicas, No. 52 (Jun. De 1977): 259-279. Bogotá, Colombia, Pontificia Universidad
Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas.

____________________ .“Los Estados de Excepción y la Constitución Colombiana de 1991.”


Revista Universitas. No. 91, (Dic. de 1996): 213 – 229. Bogotá, Colombia Pontificia
Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas..

PINTO, Mónica. “TERRORISMO Y DERECHOS HUMANOS”. Ponencia presentada al II


Curso Regional Andino de Derechos Humanos para Profesores de Derecho y Profesionales
de Organismos No Gubernamentales, organizado por la Comisión Andina de Juristas y
realizado en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, del 15 al 17 de mayo del 2002.

SERVOIN, Claire “International Criminal Tribunals The International Criminal Tribunals for the
former Yugoslavia and Rwanda Paper #1” Documento presentado por la ONG “Liberal
International” en el Cuarto Comité Preparatorio de la Corte Penal Internacional.

SOTTAS, Eric. “Núcleo duro: ¿Fortalecimiento o limite esencial?” pg. 106. En: MARZAL,
Antonio (ed.). El núcleo duro de los Derechos Humanos.[s.c.] Ed. J.M. Bosch, ESADE,
Facultad de Derecho. [s.f.]Pág. 93-118.

3. PRONUNCIAMIENTOS JUDICIALES

3.1. SENTENCIAS Y SALVAMENTOS DE VOTO

3.1.1. Corte Constitucional

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-406 del 5 de junio de 1992. PETICIONARIO: José


Manuel Rodríguez R. PROCEDENCIA: Tribunal Administrativo de Bolívar MAGISTRADO
PONENTE: CIRO ANGARITA BARON

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93

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-556 del 15 de octubre de 1992. Revisión


Constitucional del Decreto No. 1155 de julio 10 de 1992, "Por el cual se declara el Estado de
Conmoción Interior” La Sala Plena de la Corte Constitucional

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 557 del 15 de octubre de 1992. Revisión


Constitucional del Decreto No. 1156 de julio 10 de 1992, "Por el cual se dictan disposiciones
en relación con el procedimiento aplicable a los delitos de conocimiento de los jueces
regionales”.

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-033 del 8 de febrero de 1993. Revisión de


constitucionalidad del Decreto N° 1812 del 9 de noviembre de 1992, "Por el cual se toman
medidas en materia de información y se dictan otras disposiciones" Magistrado Sustanciador:
ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO.

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-034 del 8 de febrero de 1993. Revisión de


constitucionalidad del Decreto 1810 de 1992 "por el cual se otorgan funciones de Policía
Judicial a las Fuerzas Militares" Magistrado Ponente: EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-059 del 23 de febrero de 1993. Revisión de


constitucionalidad del Decreto N° 1941 del 30 de noviembre de 1992, "Por el cual se otorga
competencia a los jueces penales" Magistrado Sustanciador: ALEJANDRO MARTINEZ
CABALLERO

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-179 del 13 de abril de 1994. Revisión constitucional


del proyecto de ley estatutaria No. 91/92 Senado y 166/92 Cámara "Por la cual se regulan los
estados de excepción en Colombia" Magistrado Ponente: Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ.

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-300 del primero de julio de 1994. Revisión
Constitucional del Decreto N° 874 de 1994 "Por el cual se declara el Estado de Conmoción
Interior". Magistrado Ponente: EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-310 del 7 de julio de 1994. Revisión automática
del Decreto No. 951 de 1994, "Por el cual se dictan medidas en materia procesal penal".
Magistrado Ponente: ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-466 del 18 de octubre de 1995. Revisión


constitucional del decreto 1370 del 16 de agosto de 1995 "Por el cual se declara el estado de
conmoción interior" Magistrado Ponente: CARLOS GAVIRIA DIAZ

CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-488 del 2 de noviembre de 1995. Revisión


constitucional del Decreto Legislativo 1371 del 16 de agosto de 1995, "Por el cual se expiden
medidas contra la delincuencia organizada y se dictan otras disposiciones". Magistrado
Ponente: Dr. JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO

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94

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-535 del 23 de Noviembre de 1995 Revisión


constitucional del decreto legislativo 1590 del 20 de septiembre de 1995, "Por el cual se dictan
normas tendientes a restablecer el orden público y la seguridad en la Región de Urabá".
Magistrado Ponente: Dr. JORGE ARANGO MEJIA.

CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-027 del 29 de enero de 1996. Revisión


constitucional del Decreto No. 1900 del 2 de noviembre de 1995, expedido por el Presidente
de la República de Colombia, “Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior".
Magistrado Ponente: Dr. HERNANDO HERRERA VERGARA

CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-045 del 8 de febrero de 1996. Revisión


constitucional del Decreto 1902 del 2 de noviembre de 1995, "por el cual se toman medidas
en materia de información y se dictan otras disposiciones". Magistrado Ponente: Dr.
VLADIMIRO NARANJO MESA

CORTE CONSTITUCIONAL, SENTENCIA C-067 del 22 de febrero de 1996. Revisión


constitucional del decreto 1901 del 2 de noviembre de 1995 "por el cual se dictan normas en
materia de orden público en todo el territorio nacional". Magistrado Ponente: Dr. ANTONIO
BARRERA CARBONELL.

CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-295 del cinco de Juio de 1996. Revisión


constitucional del Decreto No. 717 del 18 de abril de 1996, “Por el cual se dictan unas medidas
tendientes a la preservación del orden público." Magistrado Ponente: Dr. HERNANDO
HERRERA VERGARA

CORTE CONSTITUCIONAL. SENTENCIA C-344 del 5 de agosto de 1996. Decreto 900 del
22 de mayo de 1996 "Por el cual se adoptan medidas tendientes a controlar la acción de las
organizaciones criminales y terroristas en la zonas especiales de orden público." Magistrado
Ponente: Dr. JORGE ARANGO MEJÍA

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-802 del 2 de octubre de 2002. Revisión


constitucional del Decreto Legislativo 1837 de 11 de agosto de 2002 "Por el cual se declara el
Estado de Conmoción Interior".Magistrado Ponente: Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO

CORTE CONSTITUCIONAL. Salvamento de Voto Magistrada Clara Inés Vargas Hernández.


Sentencia C-802 del 2 de octubre de 2002. Revisión constitucional del Decreto Legislativo
1837 de 11 de agosto de 2002 "Por el cual se declara el Estado de Conmoción
Interior".Magistrado Ponente: Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-876 del 16 de octubre de 2002. Revisión de


constitucionalidad del Decreto Legislativo 1838 de 2002 "por medio del cual se crea un
impuesto especial destinado a atender los gastos del Presupuesto General de la Nación
necesarios para preservar la seguridad democrática". Magistrado Ponente: Dr. ALVARO
TAFUR GALVIS.

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95

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-939 del 31 de octubre de 2002. Revisión


constitucional del Decreto1900 de 2002 "Por el cual se adoptan medidas en materia penal y
procesal penal contra las organizaciones delincuenciales y se dictan otras disposiciones"
Magistrado Ponente: Dr. EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT.

CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1024 del 26 de noviembre de 2002. Control de


Constitucionalidad Decreto Legislativo No. 2002 de 2002 "Por el cual se adoptan medidas para
el control del orden público y se definen las zonas de rehabilitación y consolidación"
Magistrado ponente : Dr. ALFREDO BELTRAN SIERRA

CORTE CONSTITUCIONAL. Salvamento de Voto Magistrado Jaime Araujo Renteria.


Sentencia c-1024 del 26 de noviembre de 2002. Control de Constitucionalidad Decreto
Legislativo No. 2002 de 2002 "Por el cual se adoptan medidas para el control del orden público
y se definen las zonas de rehabilitación y consolidación" Magistrado ponente : Dr. ALFREDO
BELTRAN SIERRA.

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-1064 del 3 de diciembre de 2002 Revisión


constitucional del Decreto Legislativo 2001 de 9 de Septiembre de 2002. Magistrado Ponente:
Dr. ALFREDO BELTRÁN SIERRA.

CORTE CONSTITUCIONAL. Salvamento de Voto Magistrado Jaime Araujo Renteria.


Sentencia C-1064 del 3 de diciembre de 2002 Revisión constitucional del Decreto Legislativo
2001 de 9 de Septiembre de 2002. Magistrado Ponente: Dr. ALFREDO BELTRÁN SIERRA.

CORTE CONSTITUCIONAL. Salvamento de Voto Magistrado Marco Gerardo Monroy Cabra.


Sentencia C-1064 del 3 de diciembre de 2002 Revisión constitucional del Decreto Legislativo
2001 de 9 de Septiembre de 2002. Magistrado Ponente: Dr. ALFREDO BELTRÁN SIERRA.

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C- 008 del 23 de enero de 2003 Asunto: Revisión


constitucional del Decreto Legislativo 2255 de 2002 " Por el cual se adoptan medidas
relacionadas con los Concejos Municipales para su normal funcionamiento". Magistrado
Ponente: Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL.

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C- 122 del 28 de febrero de 2003 Revisión oficiosa del
Decreto 2929 de 2002 “Por el cual se delimitan unas zonas definidas en el Decreto 2002 de
2002” Magistrado ponente: Dr. MARCO GERARDO MONROY CABRA.

CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C- 149 de 2003

95
96

3.2. OPINIONES E INFORMES

3.2.1. Corte Interamericana De Derechos Humanos

ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. CORTE INTERAMERICANA DE


DERECHOS HUMANOS. Serie A: Fallos y Opiniones No. 3. Opinión consultiva OC-3/83 del 8
de Septiembre de 1983. Restricciones a la pena de muerte (Arts. 4.2 y 4.4 Convención
Americana Sobre Derechos Humanos). Solicitada por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos.

ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. CORTE INTERAMERICANA DE


DERECHOS HUMANOS Serie A: Fallos y Opiniones No. 6. Opinión Consultiva OC-6/86 del 9
de Mayo de 1986 La expresión "leyes" en el Artículo 30 de La Convención Americana Sobre
Derechos Humanos. Solicitada por el Gobierno de La República Oriental Del Uruguay.

ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS. AMERICANOS CORTE INTERAMERICANA DE


DERECHOS HUMANOS. Serie A: Fallos y Opiniones No. 8. Opinión Consultiva OC-8/87 del
30 de Enero de 1987. El Habeas Corpus bajo suspensión de garantías (Arts. 27.2, 25.1 Y 7.6
Convención Americana Sobre Derechos Humanos). Solicitada por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos.

ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS. CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS


HUMANOS. Serie A: Fallos y Opiniones No. 9. Opinión Consultiva OC-9/87 del 6 de Octubre
De 1987. Garantías judiciales en estados de emergencia (Arts. 27.2, 25 Y 8 Convención
Americana Sobre Derechos Humanos). Solicitada por el Gobierno de La República Oriental
Del Uruguay.

3.2.2. Naciones Unidas

Naciones Unidas. Informe del relator especial Leandro Despouy sobre los derechos humanos
y los estados de excepción. Distr. GENERAL. E/CN.4/Sub.2/1997/19. 23 de junio de
1997Original: ESPAÑOL COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS Subcomisión de Prevención
de Discriminaciones y Protección a las Minorías 49º período de sesiones Tema 9 a) del
programa.

Naciones Unidas. Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Oficina en
Colombia Ref: DRP/439/03. Carta de Michael Früling Director de la Oficina en Colombia del
Alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos Humanos.A los representantes a la
Cámara del Congreso de Colombia. Bogotá, Octubre 28 de 2003

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97

Naciones Unidas. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Distr. GENERAL.


CCPR/C/21/Rev.1/Add.11. 31 de agosto de 200. 1ESPAÑOL Original: INGLÉS. Observación
general No. 29 sobre el artículo 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:
estados de excepción y suspensión de derechos. (adoptada el 24 de julio de 2001 durante la
1950ª reunión)

4. HIPERVINCULOS

COALITION FOR THE INTERNATIONAL CRIMINAL COURT

http://www.iccnow.org/index.html

COMISIÓN ANDINA DE JURISTAS

http://www.cajpe.org.pe

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

http://www.corteidh.or.cr

INTERNATIONAL COMMITTEE OF THE RED CROSS

http://www.icrc.org

NORTH-SOUTH CENTRE

http://www.nsc.coe.int/index.html

REPUBLICA DE COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTCIA

http://www.mininteriorjusticia.gov.co

REPUBLICA DE COLOMBIA. SECRETARIA DEL SENADO

http://www.secretariasenado.gov.co

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98

ANEXOS

ANEXO 1

Derechos protegidos por las cláusulas de indivisibilidad en las CADH y el PICDP.

Pacto Convención Convención


INSTRUMENTO Internacional Americana Interamericana
DERECHO de Derechos Sobre para Prevenir y
Civiles y Derechos Sancionar la
Políticos Humanos Tortura
Derecho a la vida Art. 6. Art. 4
Prohibición de la tortura Art. 7 Art. 5.
Derecho a la Integridad Personal Art. 5
No retroactividad de la ley penal y legalidad Art. 15 Art. 9
Prohibición de la esclavitud Art. 8 Art. 6
Prohibición prisión por deuda contractual Art. 11
Derecho al reconocimiento de la personalidad Art. 16 Art. 3
jurídica
Libertad de conciencia y religión Art. 18 Art. 12
Protección de la familia Art. 17
Los derechos del niño Art. 19
Derecho a la nacionalidad Art. 20
Los derechos políticos Art. 23
Garantías judiciales indispensables para la Art. 8 y 25
protección de tales derechos

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