Modulo 0.1 Material de Trabajo
Modulo 0.1 Material de Trabajo
Modulo 0.1 Material de Trabajo
PREESENTAC
CIÓN GEN
NERAL DEEL CONT
TENIDO D
DE LA ASIIGNATUR
RA
Estrategias de investiggación en
n Psicología de laa Salud
María José Nav
vas Ara
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Para comprender las dos grandes tradiciones de investigación en Psicología hay que
recordar cuáles son las dos grandes fuentes de variación utilizadas a la hora de explicar
la realidad psicológica, ya se conceptúe ésta en términos de estados de conciencia, de
respuesta o conducta o de procesos mentales.
Para explicar la variabilidad de la conducta, para explicar por qué los seres humanos
sentimos, percibimos y reaccionamos de forma diferente la Psicología ha apelado a:
Este desdoblamiento refleja una dificultad epistemológica clásica que puede formularse
como sigue:
Murray (1938) refleja magistralmente la radical polivalencia del ser humano al afirmar
que cualquier ser humano es:
1
En suuma, la Psiccología recooge desde suu misma fun
ndación el debate
d sobrre lo
nomotético fren nte a lo ideográfico y, como pronnto veremos, la Psicologgía de la Saalud
tamppoco se ha podido
p sustrraer al mism
mo, más bien
n al contrariio ...
Son ttres los pilaares metodo ológicos quue sustentan el proceso general de iinvestigació ón
(Ato, López y Benavente,
B 2013;
2 Pedhaazur y Smellkin, 1991; Kline,
K 20099): el diseñoo, la
mediida y el anállisis. Estos tres pilares están íntim
mamente relaacionados enntre sí y, tal
comoo recoge la Figura 1, caada uno de eellos resultaa crítico al menos
m para alguno de losl
tiposs de validez de la investtigación quee postularonn Cook y Campbell (19979) a partirr de
un trrabajo previo de Campb bell y Stanleey (1966).
2
de ceerca la propuesta de Arrnau (1995) .
Figu
ura 2. Tradicciones de in
nvestigaciónn en Psicolo
ogía.
3
influye en la variable dependiente o efecto, tratando de controlar todas las posibles
variables extrañas. Por consiguiente, las hipótesis causales conducen a la metodología
experimental. Por su parte, las hipótesis de covariación llevan a la metodología no
experimental; esto es, suponen el recurso a estudios de campo en los que habitualmente
se recoge información acerca de un gran número de variables pero donde el grado de
intervención del investigador en la situación estudiada es mucho menor: no manipula
variable alguna -simplemente observa y/o registra y mide- y no existe un control activo
por parte del investigador de las posibles variables extrañas. En suma, la metodología
experimental está especialmente indicada cuando el objetivo de la investigación es
establecer relaciones causales mientras que la metodología no experimental es la
apropiada cuando se trata de describir una gran cantidad de variables y de estudiar de
forma intensiva y global un determinado fenómeno.
Como puede observarse en la figura, estas metodologías llevan aparejados unos diseños
de investigación específicos: los diseños experimentales y cuasi experimentales en la
metodología experimental y los diseños de encuesta y los observacionales y cualitativos
en la metodología no experimental.
Por último, no solo difieren las hipótesis formuladas y los diseños empleados para
someter a prueba dichas hipótesis sino que son también diferentes las técnicas de
análisis de datos utilizadas en una y otra orientación o tradición. Habitualmente, los
datos obtenidos en estudios que se enmarcan en la tradición experimental suelen ser
analizados mediante una técnica conocida como análisis de la varianza, que permite
determinar si las diferencias observadas empíricamente entre grupos de sujetos
sometidos a distintas condiciones experimentales (distintos valores de la variable
independiente) se deben exclusivamente al azar o si, por el contrario, tienen que ver
realmente con la variable independiente o causa que el investigador ha manipulado en el
estudio. Los datos obtenidos en estudios que se enmarcan en la tradición correlacional
suelen ser analizados mediante técnicas correlacionales y mediante análisis de
regresión, que nos indican hasta qué punto o en qué medida están relacionadas entre sí
un conjunto de variables.
LA METODOLOGÍA EXPERIMENTAL
4
Pero falta por introducir todavía un elemento decisivo en el proceso para caracterizar a
la metodología experimental: la aleatorización. Siguiendo con el ejemplo anterior,
imaginemos que como investigadores disponemos de un grupo de pacientes con SIDA,
todos ellos en la misma fase de la enfermedad, a los que se va a administrar distintas
dosis de ese nuevo fármaco en fase experimental, con el fin de determinar cuál es la
posología adecuada. Supongamos que se va a trabajar con cuatro dosis distintas:
ninguna, baja, media y alta. Por consiguiente, habrá que formar cuatro grupos con el
colectivo de pacientes disponibles para el estudio (digamos N). Una posible estrategia
es asignar al grupo de dosis nula a los N/4 primeros pacientes que se apuntaron al
programa experimental, a los N/4 siguientes en apuntarse los asignamos al grupo de
dosis baja, a los N/4 siguientes al grupo de dosis media y a los N/4 últimos al grupo de
dosis alta. En el supuesto de que el orden en el que se apuntan los pacientes tenga algo
que ver con su motivación para curarse y en el supuesto de que ésta tenga algo que ver
con la posible mejoría en el estado del paciente -supuestos ambos más que razonables-,
entonces es posible que el cambio operado en su estado de salud no se deba solo -o
incluso no se deba en absoluto- a la dosis o cantidad en la que le ha sido administrado el
medicamento sino que dicho cambio puede obedecer también al distinto nivel inicial de
motivación que tenían los pacientes de uno y otro grupo. Este problema se puede evitar
perfectamente si se asignan los pacientes de forma aleatoria a uno de los cuatro grupos,
en lugar de hacerlo atendiendo al orden en el que se apuntan al programa experimental.
Cuando, por la razón que sea, el investigador no puede asignar aleatoriamente a los
sujetos a los distintos grupos definidos por los niveles de la variable independiente y se
ve abocado a realizar esta asignación atendiendo no al azar sino, por ejemplo, a las
características de los sujetos, no se habla de experimento sino de cuasi experimento,
que es sencillamente un experimento en el que la asignación de los sujetos a los grupos
no se produce al azar. Es decir, la metodología cuasi experimental comparte las dos
primeras características señaladas para la metodología experimental. La aleatorización
constituye ciertamente un elemento decisivo en el control de las fuentes
extrañas de variación de la variable dependiente (la función que cumple justamente es
repartir aleatoriamente entre los distintos grupos los efectos que las variables extrañas
pueden tener en nuestra variable dependiente) pero en modo alguno es el único ...
5
¿Qué otrros métodoss de control experimenttal de las vaariables extrrañas conocce?
METTODOLOGÍÍA NO EXPE
ERIMENTA
AL
6
décaddas y que faacilitan notaablemente l as tareas dee registro sisstemático de la conduccta.
Denttro de la meetodología observaciona
o al, el métod
do clínico o estudio de casos es de
ón psicológiica. Consiste en el estuddio minucio
particcular relevaancia en la investigació
i oso y
porm
menorizado de d casos ind dividuales y ha sido utiilizado en diversos
d ámbbitos de la
Psicoología (no solo
s en la clínica) por innvestigadorres del presttigio de Piagget o de Lurria,
por nno mencionaar a Freud.
COM
MO PLANIFFICAR UNA
A INVESTIGACIÓN
El m
método científico proporrciona una fforma de acctuar median nte operacioones ordenaadas
que oorientan la investigació
i ón hacia los fines de la ciencia (describir, expplicar, predeecir y
contrrolar), a travvés de una serie
s de fasees interdepeendientes en
ntre sí recoggidas en la
Figurra 3. Tras plantear
p un problema
p y formular un na solución tentativa enn forma de
hipóttesis, el restto de fases del
d proceso se ocupan de d comprob bar empíricaamente la
adecuuación de laa (posible) solución
s enu
nunciada en la hipótesiss.
7
ura 3. Secueencia de fases interdepeendientes a través de laas que operaa el método
Figu
cienttífico.
8
identificado varios síndromes, entre ellos, el síndrome del superviviente, caracterizado
por irritabilidad, ira y agresión, que aumentan en los años siguientes al desastre, y
también por desórdenes físicos como hipertensión, cefaleas tensionales y trastornos
gastrointestinales, entre otros. Un aspecto llamativo es que la tasa de mortalidad se
incrementa de forma notable entre los supervivientes que son familiares de víctimas
mortales, sobre todo, en el año siguiente a la catástrofe.
Una vez planteado el problema, hay que tratar de resolverlo. Enunciado el problema, el
investigador debe ofrecer una serie de conjeturas como soluciones tentativas en forma
de hipótesis. En este caso se podrían formular las hipótesis siguientes:
HIPÓTESIS 1: La incidencia del síndrome del superviviente entre los afectados por una
situación de emergencia o catástrofe varía con las características de personalidad de los
sujetos.
HIPÓTESIS 2: La tasa de mortalidad entre los afectados por una situación de
emergencia o catástrofe varía con las características de personalidad de los sujetos.
Las dos hipótesis formuladas se plantean si la incidencia del síndrome del superviviente
y la tasa de mortalidad covarían, varían con las características de la personalidad de los
afectados por una catástrofe. Es decir, la investigación plantea una hipótesis de
covariación y no una hipótesis causal. Esto significa que habrá que optar por la
metodología no experimental (ninguna de las variables de las hipótesis es susceptible
ni de manipulación activa por parte del investigador ni tampoco es posible la asignación
aleatoria de los sujetos a los grupos).
Formuladas las hipótesis, habrá que ver si éstas son o no plausibles, habrá que
9
someterlas a prueba para comprobar su verosimilitud como posible explicación al
problema planteado. Para someter a prueba o contrastar empíricamente una hipótesis, lo
primero que hay que hacer es definir de forma operativa las variables implicadas en
la hipótesis, esto es, hay que definirlas de modo que podamos trabajar con ellas.
Una vez definidas las variables de forma que podamos operar con ellas, el paso
siguiente en la investigación será obtener medidas de esas variables, habrá que proceder
a medir las variables de las hipótesis:
10
el paso siguiente en el proceso supone garantizar que se está trabajando con
instrumentos adecuados, esto es, hay que comprobar que los instrumentos utilizados
para medir esas variables cumplen los requisitos mínimos de calidad que todo
instrumento científico debe satisfacer para poder ser utilizado con garantía.
¿Cuáles son esos requisitos o criterios métricos de calidad que todo instrumento ha de
satisfacer?
En el caso que nos ocupa, tenemos que garantizar que el cuestionario diseñado para
medir el síndrome del superviviente mide realmente ese síndrome y no el síndrome de
estrés postraumático o el síndrome de aflicción por catástrofe (validez) y que la medida
obtenida para el síndrome del superviviente es una medida precisa y estable,
razonablemente libre de error de medida (fiabilidad). Ahora bien, no basta con examinar
la calidad métrica global de las pruebas utilizadas (su fiabilidad y validez), es preciso
también examinar la calidad individual de todos y cada uno los elementos o ítems que
integran esas pruebas o cuestionarios. Para ello, hay que realizar el correspondiente
análisis de los ítems del test. Por consiguiente, es preciso evaluar la calidad métrica
de los instrumentos utilizados para medir las variables de las hipótesis y hay que
hacerlo considerando tanto el instrumento en su conjunto (fiabilidad y validez del test)
como en términos de los ítems o preguntas que lo integran.
Seleccionados y evaluados los instrumentos con los que medir, habrá que seleccionar a
los sujetos a los que hay que aplicar dichos instrumentos para obtener las medidas de
las variables de las hipótesis; en nuestro caso, habrá que seleccionar una muestra de
supervivientes de catástrofes y situaciones de emergencia para pasar seguidamente a la
recogida de datos, en el marco de un diseño que permita dar respuesta al problema que
suscitó la investigación y acorde lógicamente con la hipótesis formulada. El diseño es
un plan de acción orientado a la obtención de datos apropiados a las hipótesis de
trabajo.
Una vez recogidos los datos, solo restaría analizarlos: pasaríamos, por tanto, a la fase de
análisis de los datos que, como no puede ser de otro modo, es también dependiente del
problema planteado en la investigación y de la hipótesis formulada como solución
tentativa al problema. Dicho de otro modo, el análisis de los datos obtenidos en una
investigación hay que hacerlo siempre en función de los objetivos de la misma. En esta
fase suele ser necesario el concurso de la Estadística que nos permite:
11
cuestionario que mide este síndrome.
2. decidir si los resultados obtenidos confirman las hipótesis o si, por el contrario,
éstos pueden explicarse por variaciones casuales entre los sujetos.
Éste es el cometido de la estadística inferencial.
En nuestro caso, podemos encontrarnos con que la proporción de afectados por
el síndrome entre los sujetos extrovertidos es del orden de 0,30 mientras que
entre los sujetos introvertidos ésta se eleva hasta 0,55. La estadística inferencial
nos ayudará a decidir si esa diferencia es real o es fruto simplemente del error
aleatorio. Es decir, tras realizar una prueba de significación estadística estaremos
en condiciones de afirmar que la diferencia observada entre esas dos
proporciones responde a una incidencia significativamente distinta del síndrome
del superviviente entre sujetos extrovertidos e introvertidos o de afirmar que esa
diferencia desaparecería si se tomara una muestra diferente de sujetos o si se
midiera a esos mismos sujetos en otra ocasión.
Una vez analizados los datos, se puede ya proceder a interpretar los resultados, es
decir, hay que ver si los datos proporcionan o no evidencia favorable a las hipótesis
formuladas como soluciones tentativas al problema que suscitó la investigación. En
caso negativo, es necesario proponer soluciones alternativas al problema, formular
nuevas hipótesis que deberán ser también empíricamente contrastadas.
El hecho de haber presentado todas las fases a través de las que opera el método
científico de forma secuencial y lineal no debe inducir a error. Si bien la distancia más
corta entre dos puntos es la línea recta, eso no quiere decir que sea ése siempre el
camino recorrido, ni siquiera que sea el mejor camino. El modo de operar en la
investigación científica no puede ser concebido como una sucesión ordenada de pasos
fijos (otra cosa es que una presentación didáctica del asunto suponga hacer una
presentación ordenada de una serie consecutiva de pasos) sino como un conjunto de
pasos o etapas interdependientes e interrelacionadas por las que se va avanzando y
retrocediendo continuamente (Babbie, 1990). Como indica Meliá (1990), ‘solo en la
reflexión sobre el trabajo puede encontrarse tanta linealidad y distinción en las fases y
niveles de análisis’ (p.100).
LA INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA DE LA SALUD
Siguiendo con el ejemplo de la riada de Biescas, el trabajo del psicólogo clínico será el
diagnóstico y tratamiento de los afectados que lleguen a su consulta (y previamente la
atención in situ en la propia situación de emergencia), mientras que el trabajo del
epidemiólogo será cuantificar y cualificar los distintos síndromes asociados a este tipo
de experiencias traumáticas.
El trabajo del epidemiólogo puede revertir en el del clínico (e.g., la investigación puede
revelar que determinados tratamientos del síndrome del superviviente son más eficaces
12
cuando el paciente presenta un determinado tipo de personalidad o se dan determinadas
circunstancias) y, a su vez, el psicólogo clínico también puede hacer sus pinitos
epidemiológicos (e.g., poniendo a prueba la eficacia de distintos tratamientos de este
síndrome con sus pacientes y trabajando en red o equipo con otros colegas que también
estén tratando a este tipo de pacientes, para contar con suficiente masa crítica y poder
concluir con cierta garantía acerca de la eficacia o efectividad de los distintos
tratamientos). El aparente abismo que separa al clínico del epidemiólogo es bastante
menor de lo que parece al principio y, como tendremos ocasión de comprobar a lo largo
del curso, no sólo comparten objetivos generales sino también buena parte de sus
herramientas de trabajo.
EL PILAR DEL DISEÑO
La metodología ofrece una nutrida batería de diseños que permiten dar respuesta a los
interrogantes que tanto clínicos como epidemiólogos se plantean sobre la salud y que
giran siempre en torno al diagnóstico, tratamiento, etiología o prevención de trastornos
psicológicos así como a los tests y pruebas diagnósticas.
Los diseños que utilizan comparaciones intersujeto son especialmente apropiados para
la investigación transversal mientras que los diseños que utilizan comparaciones
intrasujeto son particularmente adecuados para la investigación longitudinal.
13
Experimentales
Diseños de grupos al azar
Diseños de bloques homogéneos al azar
Diseños con grupo de control no equivalente
INTERSUJETO Cuasi experimentales Diseños de discontinuidad en la regresión
Diseños pre-experimentales1
No experimentales Diseños de casos-controles
Diseños prospectivos
Con un buen número Diseños experimentales
de sujetos: Diseños Diseños cuasi experimentales
INTRASUJETO de medidas repetidas Diseños no experimentales
Con un número muy Diseños de caso único
reducido de sujetos Diseños de series temporales interrumpidas
14
respuuesta observvado en el sujeto
s (o gruupo de sujettos) a lo larg
go de las meedidas tomaadas
de foorma repetidda en el tiem
mpo.
EL PILAR DE LA
A MEDIDA
El processo de medición psicológgica2
Niveles de
d medición n
2 Se ttrata de una p presentación audio/video y que, por taanto, solo es v
visible en la vversión naveg
gable
del do ocumento.
15
EL PILAR DEL ANÁLISIS
Como ya se señaló en el primer apartado, las técnicas de análisis más frecuentes son:
(1) el análisis de varianza, para comparar los logros conseguidos por los grupos a
los que se han administrado tratamientos diferentes, o para evaluar el progreso
de un grupo (la diferencia entre el valor en cuestión antes y después del
tratamiento)
(2) el análisis de correlación/regresión, para examinar la relación entre dos (o más)
variables.
Sea cual sea la prueba utilizada, una vez realizada hay que examinar la significación
estadística del resultado obtenido, para poder determinar si ese resultado es más bien
fruto del azar o, por el contrario, está revelando un efecto que tiene que ver con
diferencias reales en la eficacia/efectividad de los distintos tratamientos considerados, o
con una relación efectiva entre las variables medidas en el estudio.
La significación clínica nos permite valorar si ese efecto encontrado (esa diferencia en
las medias de los dos grupos en la variable dependiente o la correlación entre dos
variables) es relevante o no, esto es, si tiene un tamaño pequeño, moderado o grande y,
además, los indicadores del tamaño del efecto proporcionan valores que son
comparables en distintos estudios. Los más habituales son los:
16
de la variabilidad observada en el conjunto de los dos grupos (e.g., el promedio
de la desviación típica).
indicadores tipo r, basados en la correlación y en la proporción de varianza
explicada.
EL PSICÓLOGO CLÍNICO Y LA INVESTIGACIÓN
La primera tarea a realizar por el clínico cuando se enfrenta a un problema es ver qué
respuesta ha dado hasta el momento la literatura, buscando en las correspondientes
bases de datos para ver si se ha realizado ya alguna revisión meta-analítica. Por
consiguiente, la primera investigación es siempre la teórica (no hay nada más práctico
que una buena teoría) y la forma más provechosa y rica es el meta-análisis; en caso de
no haberse realizado todavía ninguno se puede buscar si hay disponible alguna buena
revisión sistemática (no cuantitativa) o, al menos, una revisión narrativa o, en caso
contrario, quizá sería el momento de plantearse la realización y posterior publicación de
17
un trabajo meta-analítico sobre el tema ....
También conviene estar al tanto de posibles innovaciones que bien en el ámbito del
diseño o en el de la medida o el análisis nos pueda proporcionar la investigación
metodológica.
REFERENCIAS
18
Cook, T. D. y Campbell, D. T. (1979). Quasi-experimentation. Design and analysis
issues for field settings. Chicago: Rand McNally.
19
ANEXO
En este Anexo se incluye el texto de los materiales que aparecen como enlaces o
puntos activos en la versión navegable del documento (e indicados en esta versión
impresa utilizando también el color azul subrayado).
1. Los 7 diseños indicados en la Figura 4.
Todo estos materiales proceden del siguiente trabajo:
Fidalgo, A. M. (2001). Metodología experimental y cuasiexperimental. En M.
J. Navas (Ed.), Métodos, diseños y técnicas de investigación psicológica.
Madrid: UNED.
2. La entrada de refresco relativa a los niveles de medida de las variables de
interés, al final del apartado El pilar de la medida.
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
NIVELES DE MEDIDA
Según la teoría de las escalas de medida de Stevens, son cuatro los posibles niveles de
medida:
• nominal
• ordinal
• de intervalo
• de razón.
Cada uno de ellos otorga un significado diferente a los números asignados a los objetos,
sujetos, hechos o conductas en cuestión. Además, soporta un tipo u otro de posibles
transformaciones en ese conjunto de números, por lo que varían también las técnicas de
análisis de datos que se pueden utilizar (paramétricas, para variables medidas a nivel de
intervalo o razón, y no paramétricas, para variables medidas a nivel nominal u ordinal).
Escala nominal
Esta escala representa el nivel de medida más bajo ya que los números se asignan a los
objetos con el único fin de designarlos o clasificarlos. Es decir, no se asignan para
indicar orden o magnitud sino simplemente para nombrarlos o denominarlos, nada más.
Por ejemplo, una escala nominal serían los números que llevan los jugadores de fútbol
en las camisetas, que se utilizan exclusivamente para identificarlos en el campo y poder
seguir su juego. Otras escalas nominales serían las definidas por variables socio-
demográficas como el sexo (1=Varón, 2=Mujer), el estado civil (1=Soltero, 2=Casado,
3=Separado, 4=Divorciado, 5=Viudo) o un diagnóstico psicológico (1=Depresión,
2=Trastorno por ansiedad).
El único tipo de modificación que soporta esta escala es la transformación uno a uno, es
decir, cualquiera que a números o códigos distintos haga corresponder números también
distintos. La razón es que la única relación válida entre los números de una escala
nominal es la relación igualdad/desigualdad: aquí los números no gozan de ninguna de
las propiedades aritméticas. Pensemos en el equipo de fútbol del Real Madrid. Si
aceptamos que 9 = 5 + 4 estamos aceptando que Benzema es igual a Sergio Ramos más
Varane, lo cual es un auténtico disparate. La única relación posible entre los números es
1 Jáñez, L. (1989). Fundamentos de Psicología Matemática. Madrid: Pirámide.
34
la de igual/diferente: el número 9 es distinto al número 4, pero no mayor ni tampoco
implica que se trate de un jugador mejor. Simplemente denotan a jugadores distintos
para los que podríamos haber utilizado cualesquiera otros números (102, 8, 1001) o
incluso etiquetas no numéricas (A, B, C; *, #, @).
Escala ordinal
En esta escala los números asignados a los objetos no solo permiten decidir si un objeto
es igual o diferente a otro sino también si un objeto posee en mayor grado que otro la
característica de interés. Esto es, una escala ordinal admite como válidas las relaciones
igualdad/desigualdad y orden.
Otras escalas ordinales serían las definidas por numerosas pruebas de personalidad y de
actitud en las que, habitualmente, se le presenta al sujeto una serie de preguntas que
constan de un enunciado:
1. Totalmente en desacuerdo
2. En desacuerdo
3. De acuerdo
4. Totalmente de acuerdo
35
Una persona que escoge como respuesta la opción 4 será en principio más tímida que
otra que escoge la 2: se puede ordenar a las personas según su timidez (o, mejor dicho,
según su percepción subjetiva de la misma) atendiendo a las respuestas que han dado a
estas preguntas o ítems de la prueba.
Escala de intervalo
En esta escala los números asignados a los objetos no solo permiten decidir si un objeto
es igual o diferente a otro o si posee en mayor o menor grado la característica de interés
sino que estos números se pueden sumar y restar y, además, las diferencias entre estos
números se pueden multiplicar y dividir.
Volvamos de nuevo al terreno futbolístico pero esta vez vamos a utilizar como
indicador de la calidad de juego de los equipos el número de partidos ganados por cada
equipo, no su clasificación general en la liga como en el caso anterior. Como puede
observarse, el Atlético de Madrid ha ganado tantos partidos como el Atlético de Bilbao
y el Sporting juntos (28 = 18 + 10). Por otra parte, la diferencia de partidos ganados
entre el Barcelona y la Real Sociedad es la misma que entre el Real Madrid y el Español
(29 - 13 = 28 - 12), mientras que la diferencia entre el Villareal y el Granada es la mitad
que las anteriores (18 - 10 = 1/2(29 – 13) = 1/2(28 - 12)).
Otras escalas de intervalo serían, por ejemplo, las definidas por la temperatura medida
en grados Celsius o Fahrenheit.
36
psicológicas con un nivel de medida de intervalo. En cualquier caso, asumamos, por
ejemplo, que se mide la inteligencia con una escala de intervalo mediante la conocida
prueba de Wechsler y que la puntuación estimada para tres niños cualesquiera es un
Cociente Intelectual (CI) de 150, 125 y 75, respectivamente. En este caso, al asumir una
escala de intervalo se puede afirmar que la diferencia entre los dos primeros niños es la
mitad que la existente entre el segundo y el tercero (150 - 125 = (125 - 75)/2).
• igualdad/desigualdad
• orden
• suma y resta de los números
• multiplicación y división de la diferencia entre los números.
Los nuevos valores transformados (y) preservan todas las propiedades que cumplían los
valores originales (x):
Ahora bien, no se puede decir que el primer niño sea el doble de inteligente que el
tercero -si atendemos a la escala original (150 = 2 x 75)- o que el primero sea diez veces
más inteligente que el tercero -si atendemos a la escala transformada (250 = 10 x 25)-
sino solo que la diferencia entre el segundo y el tercero -con cualquiera de las escalas-
es el doble que la diferencia entre el primero y el segundo. Para poder concluir lo
anterior se necesita disponer de una escala de razón.
Escala de razón
En esta escala los números asignados a los objetos admiten como válidas las relaciones
de igualdad-desigualdad, orden, suma, resta, multiplicación y división.
37
Otras escalas de razón serían, por ejemplo, el peso, la altura y muchas otras variables
físicas.
Si escasas son las variables psicológicas con nivel de medida de intervalo, todavía lo
son más las medidas a nivel de razón. Un ejemplo de éstas sería el tiempo de reacción
de un sujeto ante la presentación de un estímulo doloroso. Si un sujeto tarda 16
milisegundos en responder a un estímulo de estas características y otro sujeto tarda solo
8 milisegundos, se puede decir perfectamente que el tiempo de reacción del primer
sujeto es el doble que el del segundo (16 = 2 x 8).
La escala de razón soporta cualquier transformación del tipo y = ax (donde a > 0) que
preserve las relaciones anteriores definidas como válidas para esta escala. Por ejemplo,
podemos multiplicar los tiempos de reacción anteriores por la constante 10 (a = 10)
obteniendo los valores transformados 160 y 80. Compruebe el lector a modo de
ejercicio que se preservan las relaciones de igualdad-desigualdad, orden, suma, resta,
multiplicación y división.
38
transformados y (16/8 = 160/80), algo que no sucedía en la escala de intervalo (150/75 ≠
250/25). La razón es que en la escala de intervalo el origen de la escala de medida es
arbitrario (por eso, las transformaciones admisibles adoptan la forma y = ax + b)
mientras que en la escala de razón el origen de la escala no es arbitrario sino que
representa un origen real que corresponde a la ausencia (valor cero) de la característica
que se está midiendo (por eso, las transformaciones admisibles adoptan la forma y = ax,
en las que lo único arbitrario es la unidad de medida -a- pero no el origen de la escala
con b = 0). Retomando el ejemplo del fútbol, la variable número de goles marcados
tiene un cero real que coincide con el origen de la escala. Del mismo modo, existen
ceros reales para variables físicas como el peso, la altura o para variables psicológicas
como el tiempo de reacción de un sujeto, que indican ausencia de la característica
medida.
39