Pediatria
Pediatria
Pediatria
La frecuencia de defecación en recién nacidos (1ra semana) son 4 deposiciones por día, la de
lactantes (1er año) son dos deposiciones por día, y a edad preescolar (4 años ) el ritmo de
deposiciones se hace similar al del adulto, de 1 o 2 deposiciones por día. Sin embargo, la
deposición en recién nacidos y lactantes hasta las 4 semanas son de frecuencia muy diferente
entre pacientes y para determinar si hay constipación o no se toma en cuenta la consistencia
de las heces.
Tambien puede estar causada por insuficiente alimentación, y un signo que nos ayuda a
diferenciarlo es el color verdoso, similar al meconio, de las heces, que se mantiene al 4to o 5to
día de vida o la ausencia absoluta de movimientos intestinales.
Otras causas asociadas son las metabólicas (hipotiroidismo, hipokalemia, hipercalcemia) y las
causas anatómicas (ano imperforado y estenosis anal)
En el resto de la población pediátrica hay causas psicológicas asociadas que llevan al niño a
retener las heces, tales como la fobia al baño por padres ansiosos, el rechazo de baños
diferentes al del hogar y la retención voluntaria de heces por evitar dejar de jugar o realizar
cualquier otra actividad. Las causas dietéticas también son frecuentes, la deshidratación, dieta
baja en fibras y alta en lácteos contribuyen a la constipación.
Hematemesis:
Es sangre expulsada por la boca, habitualmente con el vómito, que varía desde rojo rutilante
hasta sangre degradada por el jugo gástrico en cuncho de café.
Lo primero que hay que hacer es descartar que el origen del sangrado sea gastrointestinal, y
no de nasofaringe u orofaringe, ya que fácilmente puede originarse por traumatismos en
faringe y epistaxis y ser desapercibida por el médico. Y saber que si se trata de sangre roja
rutilante, generalmente se asocia a un sangrado más abundante que si se trata de cunchos de
café, donde el sangrado es mas lento de forma que da tiempo a su degradación por el jugo
gástrico.
Dentro del sangrado verdadero del neonato, también éste ocurre por gastritis hemorrágica a
consecuencia de un parto distócico con hipoxia, sepsis neonatal y trastornos del sistema
nervioso central. También, las fórmulas lácteas de leche de vaca y de soya pueden causar tanto
hemoptisis como sangrado intestinal bajo, y generalmente va acompañado de una cuenta
blanca elevada y neutrofilia.
Enterorragia:
Se trata del sangrado intestinal, generalmente referido como sangrado intestinal bajo, en sus
dos manifestaciones, sangre roja rutilante (que hace pensar en una injuria en el tracto
intestinal inferior, por debajo del ángulo de Treitz) y melena (que hace pensar en injuria en el
tracto intestinal superior, por encima del ángulo de Treitz). Sin embargo, la ubicación de la
lesión no es necesariamente la predicha por ésta suposición pues la melena puede ser igual
causada por sangrado intestinal inferior lento o bien ingesta de sangre.
En los niños puede ocurrir una falsa melena, que son heces oscurecidas por alto contenido de
hierro en la dieta o por utilización de medicamentos con bismuto, destinados a aliviar síntomas
de diarrea.
En el caso de la sangre roja rutilante, generalmente es causada por fisuras anales en un 90% de
los casos, donde la sangre es poco abundante, generalmente asociada a constipación y heces
de consistencia dura, y puede o no observarse una fisura en los bordes del ano a la inspección
simple.
Otras causas son los cuerpos extraños y el traumatismo por abuso sexual.
Disentería:
Son evacuaciones diarreicas con moco y sangre. Sin embargo en ocasiones sólo la presencia de
moco basta pues en muchos casos la sangre no es visible macroscópicamente.
En todos los grupos etarios, los agentes etiológicos son los mismos, sin embargo hay
predominancia de estos síntomas desde los 6 meses en adelante, especialmente después del
1er año de edad. Entre los agentes etiológicos causales predomina el género Shigella pero
también se incluyen Salmonella, Escherichia coli, etc.
Diarrea:
En el caso de la diarrea aguda, el agente etiológico es el mismo en todos los grupos etarios,
generalmente es viral por rotavirus o adenovirus.
Sin embargo cuando la diarrea se hace crónica hay que sospechar otras causas, como la
desnutrición y sobrecarga alimenticia. También tomar en cuenta que el 60% de los pacientes
usuarios de antibióticos pueden presentar diarrea por destrucción de la flora intestinal normal
y consecutiva invasión de microorganismos patógenos. De igual forma, la inmunosupresión
infantil puede dar origen a la colonización por Giardia lamblia, Entameba histolytica,
Salmonella spp, y Yersinia.