Informe de Lectura

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Modelo de informe de lectura

El propósito de esta entrada es acercarles un modelo de informe de lectura. El


objetivo es que tengan un acercamiento a este género discursivo académico a través de
la lectura, antes de ponerse a trabajar en la escritura de un informe propio. Para que la
lectura sea satisfactoria, les sugiero que observen:
1) La estructura: Introducción, desarrollo y cierre o conclusión. La división en
párrafos.
2) El uso de la tercera persona a lo largo de todo el texto y el de un lenguaje claro,
preciso y conciso.
3) El modo en que se citan los textos a analizar.
4) El uso de conectores. (Algunos se marcan en rojo en el informe)
Observen especialmente la evaluación que realiza su autor en la conclusión del
informe. Encontrarán, en color verde, algunas marcaciones útiles como guía de lectura.
Todas las marcas y las notas al pie son nuestras.
Informe de Lectura: "Discurso y Racismo" de Van Dijk [1]
Van Dijk, Teum A. (s.f.e). “Discurso y racismo”. Obtenido marzo 10, 2009 desde 
http://www.discursos.org/oldarticles/Discurso%20y%20racismo.pdf   

Teun A. Van Dijk es un especialista en el análisis del lenguaje, nacido en Naaldwijk, Países Bajos.
Fue catedrático de Estudios del Discurso en la Universidad de Ámsterdam hasta 2004, y es
profesor en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona desde 1999, donde reside desde hace unos
años. Es uno de los fundadores de las revistas Poetics, Text, Discourse & Society. Entre sus libros
más conocidos se encuentra “La Noticia como Discurso”, (Paidós, 1990).  Como analista del
discurso, ha dedicado gran parte de su trabajo a estudiar el tema de la ideología y el racismo en
el discurso. El artículo que analizamos  se inscribe en esa línea de interés y es anterior a otras
publicaciones en las que van Dijk acusa abiertamente a los europeos de sostener un discurso
racista (“Aún tenemos un discurso racista”), a pesar de su proclamada apertura a la diversidad y
al multiculturalismo. (Información sobre el autor. Obsérvese el uso del "nosotros mayestático")

“Discurso y racismo”[2] fue escrito en el 2001 después de la violencia vivida en El Ejido, sur de


España, en febrero del 2000. Un marroquí, que sufría una enfermedad mental, apuñala a una
ciudadana española y despierta una nueva “caza del moro” que destroza casas, comercios y
golpea salvajemente a la población inmigrada. El texto, que se anticipa  al recrudecimiento
racista en contra de la comunidad árabe y al antisemitismo vivido a partir de la caída de las
Torres Gemelas,  responde  una pregunta tan vieja como la humanidad pero que los
acontecimientos históricos ponen una y otra vez en el debate internacional: cuál o cuáles son las
causas del racismo contemporáneo y si se puede luchar contra él. (Contextualización del texto)

Como artículo es un fragmento de un trabajo académico presentado por van Dijk en la


Universidad de Oxford en el que analiza el fenómeno del racismo con conceptos, como veremos,
provenientes del análisis del discurso. Su intención es  contribuir al campo de la teoría de la
comunicación y de la cultura contemporánea esclareciendo el papel que el discurso tiene en las
relaciones interculturales. El autor busca demostrar, en primer lugar, que los medios de
comunicación, y en particular los libros de textos, se encargan de reproducir la ideología de la
elite; en segundo término, busca desenterrar la idea de que el racismo es un sentimiento
natural. En este informe, además de presentar las ideas principales que desarrolla van Dijk, nos
proponemos mostrar cómo esta propuesta de análisis y de concientización debería proyectarse al
campo de la vida cotidiana porque es  allí donde el discurso racisata prende con mayor fuerza y
contamina nuestro imaginario (Objetivo del informe)

Para comenzar con el análisis del texto de van Dijk, es necesario decir que el lingüista inicia su
trabajo tratando de desarticular el sentido común que, por lo general, no considera que discurso
y racismo tengan algún vínculo común.  Para van Dijk,  la gente no advierte  que es, a través del
discurso, que se desarrolla una de las formas del racismo contemporáneo, ese que él llama el
racismo de las elites “políticas, burocráticas, corporativas, mediáticas y educativas [que]
controlan las dimensiones y decisiones más cruciales de la vida cotidiana de las minorías y los
inmigrantes: entrada, residencia, trabajo, vivienda, educación, bienestar, salud, conocimiento,
información y cultura” (cita textual). Según van Dijk, el discurso es el instrumento principal
utilizado por la sociedad de la información para  discriminar a las minorías. Dos son los
argumentos principales: uno, el discurso discrimina en forma directa a través de lo dicho, por
ejemplo, a partir de señalar la supremacía de los europeos sobre otros grupos; y dos, el discurso
discrimina en forma indirecta a través de lo que silencian, por ejemplo, cuando se ocupa siempre
de las necesidades de los mismos grupos y olvida los reclamos e intereses de los grupos
minoritarios.

Tras explicar estas formas de discriminación, el analista subraya que después de los medios
masivos de comunicación, que inciden en los hombres y mujeres de la calle, los órganos más
influyentes en la propagación del racismo son los libros de aula que inculcan masivamente a los
estudiantes principios y valores que corresponden a los grupos dominantes y no contemplan ni la
historia ni las necesidades de los grupos no hegemónicos. Reconoce van Dijk que, si bien hay una
tendencia a reconocer los valores negativos de la comunidad europea mostrando la otra cara de
una cultura privilegiada, todavía los textos siguen reiterando estereotipos negativos que son el
fundamento de prácticas discriminatorias entre los distintos grupos sociales.

El artículo de van Dijk se aleja ideológicamente del discurso eurocentrista y de miradas como las
de Ryzard Kapuscinski u Oriana Fallaci que defienden los valores de la civilización occidental y
cristiana; ambos, aunque Kapuscinski habla de los nuevos otros que con la globalización intentan
formar parte del primer mundo y Fallaci del otro musulmán,  se animan a dudar de la posible
integración de los grupos de migrantes al llamado primer mundo. En la actualidad, solo podemos
encontrar un pensamiento parecido al de van Dijk en un filósofo como Váttimo,  que habla del
amor y la tolerancia por el otro, y busca el reconocimiento del valor de la diferencia.

Como podrá advertirse,  la visión de van Dijk sobre el origen del racismo y la vinculación entre
discurso y racismo en los libros de textos, abre un gran interrogante  no solo con respecto a las
elites,  a los medios, que forman parte de ellas, sino también  con respecto a aquellos materiales
que la escuela señala como adecuados para formar a los ciudadanos. Se nos ocurre pensar que
sería interesante cotejar en nuestro propio entorno el discurso de nuestros manuales de aula,
investigar los libros de geografía e historia; ver qué lugar se les asigna en los mapas de geografía
argentina, por ejemplo, a las ciudades y comunidades indígenas y qué lugar se les ha dado en la
historia de la configuración de nuestra identidad. (Evaluación que relaciona el texto leído con
nuestro entorno)
Por otra parte, y puesto que van Dijk reconoce que el racismo también se propaga a través de las
conversaciones cotidianas,  el artículo nos hace ver la necesidad de extender la tarea de
concientización más allá los límites de la escuela. Aunque claro,  llevar esa idea a la práctica no
es sencillo. ¿Cómo  se evitan las influencias negativas del discurso en las personas que viven
sugyugadas por los medios y repiten conceptos, prejuicios, frases como “los bolivianos son muy
lentos”, “los argentinos la van de vivos”, “los peruanos no son recomendables”.  ¿Cómo se hace
para enseñar a pensar  críticamente a la gente que no va a la escuela o a la universidad, a
aquellos que trabajan todo el día para mantener a sus familias y que no pueden darse cuenta de
las manipulaciones de las elites? (Evaluación que considera temas no resueltos a través de
preguntas al destinatario)

En resumen, el artículo de van Dijk es un texto que explora aspectos del racismo no observados y
que abren caminos de investigación para aquellos que creemos en las posibilidades de la palabra
y queremos trabajar por un mundo más integrado donde sea posible la interculturalidad.

[1] Sin autor. (2011, diciembre, 15). “Modelo de informe de lectura: “Discurso y


racismo” de Van Dijk”, en Comprendiendo y produciendo textos. Recuperado
de: http://comprenderyproducirtextos.blogspot.com.ar/2011/12/modelo-de-informe-
de-lectura-discurso-y.html. Última consulta:l 6 de abril de 2016 
[2] Texto completo en van Dijk, Teun A. Discurso y racismo. Disponible
en http://www.discursos.org/oldarticles/Discurso%20y%20racismo.pdf. Última
consulta: 6 de abril de 2016

Modelo de Informe de Lectura: "Discurso y Racismo" de Van Dijk


Modelo de Informe de Lectura

Van Dijk, Teum A. (s.f.e). “Discurso y racismo”. Obtenido marzo 10, 2009 desde 
http://www.discursos.org/oldarticles/Discurso%20y%20racismo.pdf  

Teun A. Van Dijk es un especialista en el análisis del lenguaje, nacido en Naaldwijk, Países Bajos.
Fue catedrático de Estudios del Discurso en la Universidad de Ámsterdam hasta 2004, y es
profesor en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona desde 1999, donde reside desde hace unos
años. Es uno de los fundadores de las revistas Poetics, Text, Discourse & Society. Entre sus libros
más conocidos se encuentra “La Noticia como Discurso”, (Paidós, 1990).  Como analista
del discurso, ha dedicado gran parte de su trabajo a estudiar el tema de la ideología y el racismo
en el discurso. El artículo que analizamos  se inscribe en esa línea de interés y es anterior a otras
publicaciones en las que van Dijk acusa abiertamente a los europeos de sostener un discurso
racista (“Aún tenemos un discurso racista”), a pesar de su proclamada apertura a la diversidad y
al multiculturalismo.

“Discurso y racismo” fue escrito en el 2001 después de la violencia vivida en El Ejido, sur de
España, en febrero del 2000. Un marroquí, que sufría una enfermedad mental, apuñala a una
ciudadana española y despierta una nueva “caza del moro” que destroza casas, comercios y
golpea salvajemente a la población inmigrada. El texto, que se anticipa  al recrudecimiento
racista en contra de la comunidad árabe y al antisemitismo vivido a partir de la caída de las
Torres Gemelas,  responde  una pregunta tan vieja como la humanidad pero que los
acontecimientos históricos ponen una y otra vez en el debate internacional: cuál o cuáles son las
causas del racismo contemporáneo y si se puede luchar contra él. 

Como artículo es un fragmento de un trabajo académico presentado por van Dijk en la


Universidad de Oxford en el que analiza el fenómeno del racismo con conceptos, como
veremos, provenientes del análisis del discurso. Su intención es  contribuir al campo de la teoría
de la comunicación y de la cultura contemporánea esclareciendo el papel que el discurso tiene en
las relaciones interculturales. El autor busca demostrar, en primer lugar , que los medios de
comunicación, y en particular los libros de textos, se encargan de reproducir la ideología de
la elite; en segundo término, busca desenterrar la idea de que el racismo es un sentimiento
natural. En este informe además de presentar las ideas principales que desarrolla van Dijk nos
proponemos mostrar cómo esta propuesta de análisis y de concientización debería proyectarse al
campo de la vida cotidiana porque  es allí donde el discurso racista prende con mayor fuerza y
contamina nuestro imaginario.

Para comenzar con el análisis del texto de van Dijk, es necesario decir que el lingüista inicia su
trabajo tratando de desarticular el sentido común que, por lo general, no considera que discurso
y racismo tengan algún vínculo común.  Para van Dijk,  la gente no advierte  que es, a través del
discurso, que se desarrolla una de las formas del racismo contemporáneo, ese que él llama el
racismo de las elites “políticas, burocráticas, corporativas, mediáticas y educativas [que]
controlan las dimensiones y decisiones más cruciales de la vida cotidiana de las minorías y los
inmigrantes: entrada, residencia, trabajo, vivienda, educación, bienestar, salud, conocimiento,
información y cultura”. Según van Dijk, el discurso es el instrumento principal utilizado por la
sociedad de la información para  discriminar a las minorías. Dos son los argumentos principales:
uno, el discurso discrimina en forma directa a través de lo dicho, por ejemplo, a partir de señalar
la supremacía de los europeos sobre otros grupos; y dos, el discurso discrimina en forma indirecta
a través de lo que silencian, por ejemplo, cuando se ocupa siempre de las necesidades de los
mismos grupos y olvida los reclamos e intereses de los grupos minoritarios.

Tras explicar estas formas de discriminación, el analista subraya que después de los medios
masivos de comunicación, que inciden en los hombres y mujeres de la calle, los órganos más
influyentes en la propagación del racismo son los libros de aula que inculcan masivamente a los
estudiantes principios y valores que corresponden a los grupos dominantes y no contemplan ni la
historia ni las necesidades de los grupos no hegemónicos. Reconoce van Dijk que, si bien hay una
tendencia a reconocer los valores negativos de la comunidad europea mostrando la otra cara de
una cultura privilegiada, todavía los textos siguen reiterando estereotipos negativos que son el
fundamento de prácticas discriminatorias entre los distintos grupos sociales.

El artículo de van Dijk se aleja ideológicamente del discurso eurocentrista y de miradas como las
de Ryzard Kapuscinski u Oriana Fallaci que defienden los valores de la civilización occidental y
cristiana; ambos, aunque Kapuscinski habla de los nuevos otros que con la globalización intentan
formar parte del primer mundo y Fallaci del otro musulmán,  se animan a dudar de la posible
integración de los grupos de migrantes al llamado primer mundo. En la actualidad, solo podemos
encontrar un pensamiento parecido al de van Dijk en un filósofo como Váttimo,  que habla del
amor y la tolerancia por el otro, y busca el reconocimiento del valor de la diferencia.

Como podrá advertirse,  la visión de van Dijk, sobre el origen del racismo y la vinculación entre
discurso y racismo en los libros de textos, abre un gran interrogante no solo con respecto a las
elites,  a los medios, que forman parte de ellas, sino también  con respecto a aquellos materiales
que la escuela señala como adecuados para formar a los ciudadanos. Se nos ocurre pensar que
sería interesante cotejar en nuestro propio entorno el discurso de nuestros manuales de aula,
investigar los libros de geografía e historia; ver qué lugar se les asigna en los mapas de geografía
argentina, por ejemplo,  a las ciudades y comunidades indígenas y qué lugar se les ha dado en la
historia de la configuración de nuestra identidad. 

Por otra parte, y puesto que van Dijk reconoce que el racismo también se propaga a través de las
conversaciones cotidianas,  el artículo nos hace ver la necesidad de extender la tarea de
concientización más allá los límites de la escuela. Aunque claro,  llevar esa idea a la práctica no
es sencillo. ¿Cómo  se evitan las influencias negativas del discurso en las personas que viven
sugyugadas por los medios y repiten conceptos, prejuicios, frases como “los bolivianos son muy
lentos”, “los argentinos la van de vivos”, “los peruanos no son recomendables”.  ¿Cómo se hace
para enseñar a pensar  críticamente a la gente que no va a la escuela o a la universidad, a
aquellos que trabajan todo el día para mantener a sus familias y que no pueden darse cuenta de
las manipulaciones de las elites?

En resumen, el artículo de van Dijk es un texto que explora aspectos del racismo no observados y
que abren caminos de investigación para aquellos que creemos en las posibilidades de la palabra
y queremos trabajar por un mundo más integrado donde sea posible la interculturalidad.

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