Psicología Ganzheit

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TEORÍAS Y SISTEMAS PSICOLÓGICOS

Psc.Cl. Lorena Delgado Quezada (Mg)


Características generales de la psicología
Ganzheit
Wundt inicia la psicología como una psicofisiología, pero poco a poco va
construyendo un genuino sistema psicológico. En tal sentido, se separa de
consideraciones metafísicas y sustancialistas, enfocando la experiencia inmediata
como una serie de procesos. Wundt, como afirman Marx e Hillix (1963), mantuvo al
respecto que la psicología podía y debía ser experimental, debiendo centrarse sus
investigaciones científicas en tres áreas fundamentales:
1. Analizar los procesos de la consciencia hasta llegar a los elementos más simples de su
estructura

2. Describir cómo se conectan entre sí dichas unidades para constituir las estructuras
básicas más complejas

3. Determinar los principios generales de tales conexiones


En efecto, Wundt mantuvo que el psicólogo debía ocuparse de la
experiencia inmediata o de la experiencia per se ('por sí' o 'por sí
mismo‘), dejando el campo de la experiencia mediata a otros
investigadores: concretó que el cambio de la psicología era el
formado por los fenómenos de la conciencia, no del alma ni de los
procesos fisiológicos, aceptando la presencia de un paralelismo
psicofísico.
Para aclarar la diferenciación que Wundt pretendía entre la
experiencia inmediata y la experiencia mediata podemos recurrir
al ejemplo del dolor: a la hora de considerar este fenómeno, el
punto de mira del psicólogo había de ser lo que el sujeto siente o
experimenta conscientemente (experiencia inmediata) y no la
serie de procesos neurofisiológicos o físico-químicos (experiencia
mediata) que condicionan biológicamente la sensación dolorosa,
terreno propio de la fisiología.
El análisis del sistema psicológico wundtiano, tal como indica Tortosa (1989), revela claramente dos
orientaciones básicas, la experimental y la cultura, lo que supone dos vías metodológicas de estudio y dos
campos de trabajo, el individual y el social.

Por otra parte, es de resaltar, especialmente dentro de la perspectiva experimental, la importancia que
Wundt concedió a la esmerada identificación, al estricto control y a la precisa cuantificación de las
variables que su concepción y metodología implicaban.

En tal encuadre, la introspección experimental la describió como una observación en la cual los
fenómenos observables surgen y se desarrollan por la acción voluntaria del observador, mientras que en
la observación propiamente dicha no se daría la intervención del sujeto en la producción de los
fenómenos, como acontece cuando se estudia la lengua, los mitos y las costumbres del ser humano.
En otro orden de cosas, una característica nuclear del sistema wundtiano es lo que se ha dado en
llamar voluntarismo, que supone situar las actividades volitivas como el eje central de los
fenómenos mentales.

El voluntarismo wundtiano implica que todos los procesos psíquicos pasan por cuatro fases:

a) estimulación (conjunto de fenómenos de carácter psicofisiológico que están en el inicio del


experiencia)
b) aprehensión o representación (gracias a lo que se hace consciente de la experiencia psíquica
c) Apercepción (por medio de la cual la experiencia psíquica es identificada, cualificada y
sintetizada por la mente, en todo lo que la atención cumple un papel esencial)
d) Acto de voluntad (que suscita la acción, mediatizada por el libre albedrío)

De acuerdo con tal perspectiva, Wundt propone una doctrina de síntesis mental, donde la función
atentiva cumple un papel clave, al lado de los actos de voluntad.

Por otra parte, Wundt delimitó con precisión el objeto de la ciencia psicológica, diferenciándolo
del propio de la fisiología y de la filosofía. Como antes hemos dicho, mantuvo al respecto que el
campo de trabajo del psicólogo había de ser la experiencia inmediata, entendida como la totalidad
de la experiencia consciente en un momento dado (Leahey, 1980), dejando para la fisiología la
experiencia mediata, esto es, el conjunto de procesos mediadores, de naturaleza biológica, que
propiciaba la experiencia psicológica.
En todo caso, la experiencia inmediata no es estimada como un contenido estático, sino una
conexión de procesos, que poseen un contenido objetivo y otro subjetivo (Wundt, 1896)

En cuanto a la ruptura con la filosofía, Wundt abandonó la concepción de los psíquico como
sustancia o cosa, insistiendo en una consideración de la mente como proceso o fenómeno, es
decir, como acontecimientos mentales que se desarrollan sin rupturas a lo largo del tiempo, con
una identidad mantenida.

Para Wundt, la consciencia es una actividad y no una sustancia pasiva, aserto que trae consigo la
negación de todas las formas metafísicas de psicología, así como cualquier reduccionismo
materialista (Leahey, 1980).
Como ciencia, la psicología debía ocuparse de la descripción de los hechos de la consciencia,
junto con la búsqueda de sus relaciones y combinaciones y los principios reguladores de las
mismas.

Tal modo de enfocar la tarea investigadora estimamos que vino influida por la química orgánica,
que a finales del siglo XIX empezó a desarrollarse fuertemente en Alemania, mostrando la
composición molecular de muy diversas sustancias a través de precisos aparatos.

Junto a ello, Wundt partió del modelo de la química mental de John Stuart Mill, entendiendo que
los fenómenos componentes de la experiencia inmediata o hechos de la consciencia, incluían
representaciones o percepciones, sentimientos, impulsos y actos volitivos, aunque sólo los dos
primeros era susceptibles de una objetivación por medio de la introspección analítica.
Mediante el oportuno trabajo analítico era posible describir, con posterioridad, ciertas
unidades y atributos de carácter psicológico (y no fisiológico) más elementales, que
compondrían los fenómenos psicológicos complejos.

Wundt no pensaba, por otro lado, que lo mental estuviera al margen de lo fisiológico: ambos
tipos de fenómenos tenían para él una estrecha relación, aunque yendo cada uno de ellos por
su camino, con sus particulares y específicas causaciones, paralelismo psicofísico con el que
trató de resolver el tradicional y debatido dualismo cuerpo – mente.
Dada la compleja trama de la experiencia inmediata, Wundt preconizó que la investigación
psicológica debía implicar necesariamente tres tareas complementarias:

a) Análisis (o establecimiento de qué elementos últimos se dan en la experiencia inmediata)


b) Síntesis (o concreción de cómo se combinan tales elementos simples
c) Determinación de los principios rectores del funcionamiento psíquico globalmente y en su
desarrollo.
Los fenómenos que estaban en el aquí y ahora de la consciencia, tenían que ser
descompuestos para acceder a sus elementos unitarios más simples e irreductibles, según el
antes citado modelado de la química mental de Mill y razonablemente influido por el trabajo
de los químicos alemanes de su época.

Tras ello había que esclarecer las relaciones y combinaciones que se daban entre dichos
elementos, para, finalmente, fijar los principios que son operativos en la formación de tales
agrupaciones (Wundt, 1896).
Según el resultado de los programas de investigación wundtianos, el análisis de los hechos de
consciencia muestra, en un primer paso, que los elementos objetivos presentes en la experiencia
inmediata son las representaciones o percepciones, pudiéndose también tener acceso a elementos
subjetivos como los sentimientos, formando todos ellos un conjunto activo, un proceso que se desarrolla
en el tiempo y no una sustancia estática y pasiva, como antes de ha indicado.

Una introspección atenta permite captar que unos y otros elementos de la consciencia, las percepciones y
los sentimientos, tienen en común los atributos de cualidad y cantidad (intensidad): en el caso de las
percepciones encontraríamos los atributos cualitativos de distinción y claridad, que poseerían una
intensidad variable, mientras que en los sentimientos lo cualitativo y cuantitativo se reparten entre lo
hedónico (placer o displacer), la activación nerviosa (excitación – apaciguamiento o depresión) y el
carácter psicológico (tensión – relajación o alivio).
Profundizando analíticamente, esto es, yendo más allá de las estructuras mentales que en un
primer paso se evidencian, nos encontraríamos con las unidades irreductibles que componen a
aquéllos: por un lado, las sensaciones, que presuponen una abstracción de las representaciones
en que se integran y de los sentimientos con que están ligadas; y, por otro lado, en cuanto a
éstos, se verían reducidos a sentimientos más simples.

La segunda tarea psicológica, la síntesis, se ocupa del estudio de cómo se agrupan entre sí los
diversos elementos detectados por el análisis anterior. Con ello se persigue esclarecer la
formación de los compuestos mentales objetivos y subjetivos a los que se tiene primariamente
acceso.
Wundt sostuvo que las representaciones (o percepciones) se constituirán a partir de las
sensaciones, dándose tres compuestos principales:
- Las representaciones intensivas
- Las representaciones de espacio
- Las representaciones de tiempo

Respecto a los sentimientos compuestos resultarían de la conexión de los sentimientos simples,


siendo de destacar entre los procesos afectivos los fenómenos volitivos, que toman en la
psicología Ganzheit un protagonismo evidente, no reduciéndolos Wundt a actos de decisión o
elección conscientes, sino que los describe como el producto de un desarrollo psicológico a
partir de formas más sencillas, tales como los impulsos y las emociones.
La conexión de formaciones psíquicas diversas, simultáneas o sucesivas, conformarían la consciencia,
donde Wundt delimita distintos grados de claridad, a partir de la acción dela atención, siendo la
apercepción el nivel más alto de consciencia.

La percepción supone un estado activo de focalización de la atención sobre algún contenido de la


conciencia.

Se hablaría de aprehensión cuando el contenido está en la conciencia, pero sin darse la anterior
focalización por parte de la atención voluntaria.

La apercepción sería un proceso voluntario responsable de la organización y dirección de la experiencia


consciente, por medio de la cual conferimos unidad sintética a lo que aparece en nuestra mente,
actuando en dos sentidos: sobre los contenidos sensoriales y sobre el aparato motor.
La apercepción es, así, elevada al rango de mecanismo central de la causalidad psíquica,
implicando propósito, valor y anticipación del futuro, pudiendo explicarse a partir de su
participación tanto la síntesis de las unidades que componen la experiencia inmediata, como los
procesos mentales superiores, tales como la capacidad analítica y de juicio, el uso de lenguaje,
etc.

En cuanto a la última tarea de la investigación psicológica, la determinación de principios


generales explicativos de la causalidad psíquica, Wundt habló en primer lugar tres principios
psicológicos de la relación:
- El principio de los resultantes psíquicos: Trata de dar explicación al paso de los
elementos simples a los elementos compuestos de la mente, manteniendo que los
fenómenos psíquicos son algo más que la suma de los atributos de los elementos simples
que los forman, cosa que supone una versión de la química mental de Mill.

- El principio de la relaciones psíquicas: establece que el significado de cualquier


contenido mental depende de su relación y comparación con su contexto, siendo ello la
interpretación wundtiana de la teoría asociacionista de significado y objeto.

- El principio de los contrastes psíquicos: enuncia que las experiencias opuestos


intensifican mutuamente
- Wundt explicó otros tres que afectarían al desarrollo psíquico, los cuales acogen una
aplicación de aquellos a conexiones psíquicas más extensas, sirviendo también para
esclarecer los procesos psíquicos colectivos:

- Principio del crecimiento mental: Defiende la continuidad de los procesos mentales a lo


largo de amplios intervalos de tiempo, incluyendo la posibilidad de una integración
progresiva de las experiencias, desde formas simples a formas cada vez más elaboradas.

- Principio de la heterogenia de los fines: Sostiene que cualquier secuencia de acciones


voluntarias tan sólo es comprensible considerando los objetivos que se persiguen,
aunque una vez alcanzados pueden ocasionar efectos imprevistos, que pueden llegar a
convertirse en nuevas metas de otras secuencias de acciones voluntarias
- Principio del desarrollo de los opuestos: Afirma que las experiencias, sentimientos,
actitudes y conductas de los seres humanos fluctúan, individual y colectivamente, entre
tendencias opuestas a lo largo del tiempo.
Como mantiene Carpintero (1986), puede decirse que la psicología wundtiana tiene las
siguientes características:

1. Fenomenista, dado que su objeto de trabajo lo constituyen los fenómenos de la


experiencia inmediata entendidos como procesos, rechazando así toda interpretación
sustancialista, tanto materialista como espiritualista.
La psicología wundtiana y la escuela
de Wurzburgo

2. Voluntarista, porque destaca en primer término el carácter de proceso dinámico de los


fenómenos de conciencia, donde los procesos volitivos ocupan un papel central para acceder
a la síntesis creadora que supone lo psíquico.

3. Elementalista o atomista, ya que recurre a unidades psicológicas últimas e irreductibles


para propiciar una explicación causalista de los procesos complejos de la experiencia
inmediata.

4. Estructuralista, pues mantiene que los procesos complejos son organizaciones totales que
derivan de los elementos, poseyendo propiedades peculiares respecto a éstos.
TEORÍAS Y SISTEMAS PSICOLÓGICOS

Psc.Cl. Lorena Delgado Quezada (Mg)

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