Trabajo Monografico Miv Ana Hernandez

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”


VICERRECTORADO PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL
PROGRAMA CIENCIAS SOCIALES
SUBPROGRAMA DERECHO

CONTRATOS ROMANOS

PARTICIPANTES:

MONICA OROZCO C.I V- 22.577.383


VIVIAN FERNANDEZ C.I V- 20.233.337
ANA HERNANDEZ C.I V-12.325.109
ODALIS MORALES C.I V- 18.908.114

SAN FERNANDO SEPTIEMBRE 2020

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INTRODUCCIÓN

Se puede decir que el contrato en derecho romano, se refiere a todo


negocio jurídico privado patrimonial entre dos personas, por medio de una
conversación se tienen por finalidad la creación de obligaciones, ya sean estas
unilaterales o bilaterales, por lo que es de gran importancia conocer e identificar
como fueron los contratos en roma y las obligaciones creadas para cumplir
determinadas conductas, cuando se habla de contratos en forma general, se trata
del caso de negocios convencionales que hacen nacer lo que el denomina una
acción, puesto que es el aspecto esencial, para el concepto de contrato no es el
consensus, sino la obligación recíproca, es decir, la duplicidad y la reciprocidad del
vínculo obligatorio, que nace a cargo de una y de la otra parte (“bilateralidad
Funcional”).

Por consiguiente el desarrollo de la idea de contrato en el derecho romano


se realizó siguiendo dos vías profundamente distintas: la línea que podemos
llamar “concepción objetivista” y aquella otra, entendida como concepción
subjetivista” o “consensualista”. Una vez interpretado el concepto de manera
amplia, se puede resumir bajo un concepto restringido, puesto que el contrato no
es mas que una convención prevista de nombre, causa y acción constituida de
acuerdo a las solemnidades del derecho civil romano, dentro del derecho romano
se establecen cuatro formas de obligarse por contrato, como son la entrega de la
cosa RE, el pronunciamiento de palabras sacramentales VERBIS, el registro en
libros LITTERIS, y el consentimiento de las partes CONSENSUS, poco a poco se
establecen los requisitos o elementos para definir el contrato.

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SISTEMA CONTRACTUAL ROMANO

Antes de definir lo que es el sistema contractual romano es importante


conocer el vocablo contrato el cual proviene del latín (contractus) que significa
contraer, estrechar, unir y pactar, el derecho romano no formulo en abstracto la
teoría del contrato como lo conocemos en el derecho actual, utilizo los contrato
particulares y distinguió además las convenciones y los pactos. Para el derecho
romano solo los contratos celebrados de acuerdo a las formalidades legales
estaban provistos de acción, ya que para obligarse válidamente era necesario la
stipulatio, la sola voluntad de las partes era suficiente para ellos, siguiendo el
mismo orden de ideas es una de las principales fuentes del Derecho Romano, y se
define como el acuerdo de voluntades entre dos o más personas para crear una o
varias obligaciones.

De tal manera en aquella época, el contrato tenía que estar sancionado y


regulado por la ley, es decir como las convenciones destinadas a crear
obligaciones, que han sido sancionadas y nombradas por el derecho civil, como
elemento vital y esencial, se encuentran dos cosas; un pacto o convención, el
consentimiento de las partes y la creación de una o varias obligaciones.

Elementos de los contratos

Se puede determinar para que el contrato tenga validez, es necesario que


cubra determinados requisitos, mismos que la ley otorga, siendo que existan
sujetos, y entre ellos tengan voluntad, objeto y causa.

Elementos esenciales
 La voluntad, es la manera en que se da el carácter en la obligación, es el
requisito al que deben sujetarse los sujetos para que exista el contrato.

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 El objeto, se interpreta como toda realización de determinada conducta por
parte de uno de los sujetos, consistente en un dar, hacer o prestar. Para ser
válido debe reunir los siguientes elementos: posible, lícito, determinado y
apreciable en dinero. Posible. Respecto a que estuviera dentro del comercio,
tanto físico como jurídico. Lícito. La cosa debe de ser permitida en ley y si
estuviera fuera de ésta es ilícita. Determinado. Desde el momento que los
sujetos contraten, el objeto debe ser definido, o después de que se contrajera
la obligación se podía cambiar, siempre y cuando, sea ligado con la misma
obligación, como se verá en el próximo ejemplo. Apreciable en dinero. Como
su nombre lo dice, la obligación deberá ser pagada en dinero, por ejemplo,
cuando se obligaba a realizar una permuta de algunos animales, si uno o
varios, objeto de la permuta se perdían, era factible que se pagara en dinero.

 La Causa, es analiza como lo que impulsa a las personas para realizar el


negocio jurídico. Un ejemplo claro, es en un contrato de compra-venta, la
causa por la que se quiere vender el objeto es el tener dinero, y la causa del
deudor, es adquirir la cosa. Aquí, la conducta del deudor podía marcarse
ilícitamente, llegando a convalidarse el fraude a la ley, fraus legis, en contra del
acreedor, o bien, viceversa, o la simulación. Por ejemplo, fraude sería cuando
el acreedor vende un esclavo y el deudor no paga lo acordado. Por otro lado,
simulación es el realizar un acto jurídico fingido, disfrazado, por ejemplo, en
época romana las donaciones en determinados casos estaban prohibidas,
siendo que podían fingir una compra-venta de un esclavo, pero en verdad lo
donaban.

Consentimiento

Es el acuerdo entre las partes, para celebrar el acto jurídico, o sea el


contrato. En la época de Justiniano, el consentimiento fue el elemento

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indispensable para la existencia de un contrato. En este segundo elemento de los
contratos, pueden o no existir vicios, los cuales son el error, el dolo, la intimidación
y la lesión. Todo contrato debe tener expresión de consentimiento, no debe
contener vicios del consentimiento, pues si el contrato se encuentra viciado,
cualquiera de los sujetos que intervienen en él, pueden solicitar la nulidad. A
continuación, se describen los vicios del consentimiento:

1. Error. Es el desconocimiento o el falso conocimiento de los hechos o del


derecho. Ulpiano afirmaba que donde hay error, no hay consentimiento. Se
clasificaba al error de dos maneras, a saber:

Error de derecho (error iuris), el individuo que comete este vicio, no puede
alegarlo a su favor para pedir la invalidez del negocio jurídico, es decir, perjudica a
quien lo sufre, pues el desconocimiento de la ley, no exime el cumplimiento de
ésta, y no puede alegarse este tipo de error a favor.

Error de hecho (error facti), éste podía ser essentialis (esencial) si ejercía
una influencia decisiva sobre el consentimiento, la parte que lo sufre, puede anular
el contrato. Minus essentialis (menos esencial), si la influencia sobre el
consentimiento no es decisiva, la nulidad del contrato no se produce.

2. Dolo. Es el engaño originado con toda la intención de cometerlo hacia el


sujeto. Ulpiano, lo define como cierta manipulación para engañar a otro, de simular
una cosa y hacer otra.

3. Intimidación. También se le denomina violencia, y es todo acto de fuerza


material o moral, ejercido contra una persona para obligarla a prestar
consentimiento en un contrato. Si la persona perjudicada desea comprobar ese
vicio, debía cumplir con los siguientes requisitos: debía ser injusta, grave y el vicio
de intimidación tenía que ser actual, mas no de hechos futuros o imaginario.

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4. Lesión. Se crea este vicio cuando una parte contratante se aprovecha de
la ignorancia o de la necesidad de la otra.

Elementos occidentales

Siguiendo el mismo orden de ideas estos están sujetos siempre al


consentimiento de las partes, para que se formalicen dentro de los contratos,
siendo el contenido a lo que se sujetan las partes para cumplir con el negocio
jurídico, a saber: condición, término y modo o carga.
 La Condición, se analiza como el acontecimiento futuro e incierto del cuál
depende el nacimiento o la extinción de los efectos de un negocio jurídico. En
Roma, esta condición tenía dos modalidades: condición suspensiva y condición
resolutoria. La primera de éstas, es cuando si de tal realización incierta,
depende que entre en vigor un negocio jurídico, aquí se está en presencia de
una condición suspensiva, por ejemplo, si la cosecha de maíz da como fruto
tres hectáreas, se comprará la totalidad, de lo contrario, el acto jurídico no se
convalida, siendo que es incierto toda vez que no se sabe si en verdad van a
surgir las tres hectáreas.

La condición resolutoria, es cuando si de esa condición depende la


cancelación del negocio jurídico, obsérvese el ejemplo anterior; se realiza el
contrato de compraventa para la cosecha de las tres hectáreas de maíz, y si ésta
no se da, se cancela el acto jurídico, ya que así se pactó desde un principio, la
condición de que si no se da la cosecha, no se va a realizar el contrato. Asimismo,
esta condición se clasificaba en potestativa, casual y mixta. Potestativa. Para su
realización depende única y exclusivamente de la voluntad de la persona que
debe realizarla. Causal. Cuando su realización sea independiente de la voluntad
del interesado. Mixta. Cuando su realización esté sujeta a la voluntad de las partes
afectadas, más un acontecimiento ajeno a ellas; tal acontecimiento puede
depender de una tercera persona o de un hecho natural.

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 El Término, es la fecha cierta para cumplir con el negocio jurídico. El plazo
puede ser suspensivo o inicial, y resolutorio; el primero se interpreta que desde
que se crea el consentimiento de celebrar el acto jurídico, se inicial la fecha, ex
die, para cumplir con la obligación. El segundo es cuando el negocio termina,
in diem, o sea, la obligación estará vigente hasta que se cumpla el plazo.

 El Modo, consiste en un gravamen impuesto al beneficiario en un acto de


liberalidad, pero tan solo en una donación, legado o manumisión, por ejemplo,
en paterfamilias dejaba como herencia un terreno a su hijo, siempre y cuando
construya una vivienda para su familia.

Clasificación de los Contratos

Los contratos en la época Romana, se dividían en dos:

 Contrato nominado: el que tienen un nombre específico por parte de la ley, y


posee obligaciones particulares, por ejemplo, contrato de compraventa,
comodato, mutuo, aparcería, etc.

 Contrato innominado: el cual no tienen un nombre específico ante la ley. Los


contratos nominados se clasifican de la siguiente manera:

1. Contratos verbis o vebales: se perfeccionan por el uso de ciertos vocablos,


es decir, pronunciado determinadas palabras solemnes, quedando así
obligadas las partes, de modo que si los interesados se apartaban de ellas, a
pesar de que constara claramente su voluntad de obligarse, el negocio no se
consideraba como contrato, dentro de este tipo de contrato se clasifican los
siguientes:

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 Per aes et libram (por el cobre y la balanza), este contrato se formalizaba ante
cinco testigos y se utilizaba una balanza (libram) y un pedazo de cobre (aes)
para formalizar la obligación. En el caso de que el objeto del contrato fuera la
transmisión de la propiedad, se le denominaba mancipatio. Cuando se trataba
de un préstamo en dinero, el deudor u otra persona quedaba como rehén en
poder del otro contratante hasta el cumplimiento total de la deuda, a esto se le
denominaba nexum.
 Dictio dotis. Consiste en una determinada declaración verbal que hacia la
mujer que iba a casarse, si era sui iuris o bien por el ascendente varón o por el
deudor de aquélla, de constituir dote.
 Promissio iura liberti. El ex esclavo (liberto) se obligaba frente a su antiguo
patrón, mediante un juramento a prestarle determinados servicios.
 Stipulatio. En este contrato existían ciertas palabras, habiendo congruencia en
la pregunta realizada por uno de los sujetos, y la respuesta ofrecida por el otro,
quedando así perfeccionada la obligación, por ejemplo, decía “el
acreedor:¿Prometes dar cien?, y el deudor respondía, lo prometo,” la pregunta
y respuesta debían ser acordes, de lo contrario el negocio no existía.

2. Contratos litteris: nominia transcriptitia, síngrafos y quirógrafos Estos son los


llamados contratos escritos, los que se clasificaron así:

 Niminia transcriptitia. Eran los contratos que se insertaban o incluían en los


libros de contabilidad del acreedor, y al igual que el deudor, tenía que obligarse
en ellos.
 Singrafos y quirógrafos. En los primeros, se formalizaba por escrito tanto por el
acreedor como por el deudor, y a cada uno se le entregaba un original. En el
caso de los segundos, únicamente se realizaba un solo contrato, y de modo
exclusivo quedaba en poder del acreedor.

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3. Contratos re o reales: mutuo, comodato, depósito y prenda Aquí se
perfecciona la obligación cuando se entregaba el objeto, pues cuando así era,
desde ese momento se formalizaba el negocio jurídico; entre los contratos más
destacados en el Derecho Romano, se encuentran los siguientes: mutuo,
comodato, depósito y prenda.

 Mutuo. También conocido como préstamo de consumo. Es el contrato por


medio del cual una persona, denominada mutuante, transmite a otra,
nombrada mutuario, la propiedad de determinada cantidad de cosas fungibles,
teniendo obligación el mutuario a devolver, dentro de cierto plazo, una cantidad
igual de cosas del mismo género y cantidad. El requisito para celebrar tal
contrato, era que el mutuante fuera el dueño del bien o bienes, objeto de la
transacción.

 Comodato. Es un instrumento mediante el cual, una persona llamada


comodante entrega a otra, denominada comodatario, un bien mueble o
inmueble de manera gratuita, para que éste la use y la devuelva en el plazo
convenido en el contrato. Se perfecciona el contrato una vez que el comodante
entrega el bien al comodatario, conservando este último la propiedad y la
posesión; además era el responsable de lo que le pasara al bien en el caso de
pérdida, deterioro o robo.

 Depósito. Se pude definir como el contrato por virtud del cual una persona,
denominada depositante, entrega una cosa a otra, nombrada depositaria, para
obligarse a cuidarla, custodiarla, de modo gratuito, y a devolverla en cuanto la
solicite el depositante. Sólo se podía dar en depósito un bien mueble, se podía
pactar entre las partes que el bien se devolviera a una tercera persona. El
depositante podía reclamar daños y perjuicios que pudiera ocasionarle al
objeto el depositario, por su negligencia. Cuando se resguardaba un bien

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mueble, que requería ciertos cuidados especiales, el depositante estaba
obligado a entregarle gastos para su manutención.

 Prenda. Es cuando un deudor o un tercero entrega un bien al acreedor,


denominado acreedor prendario, para que la guarde como garantía de su
crédito y la restituya después de haber dado total cumplimiento al negocio
jurídico. El acreedor prendario estaba obligado a custodiar el bien y a
restituirlo, no debía de usarlo, pues de hacerlo cometía hurto de uso (fortum
usus). Si el deudor no cumplía con su obligación, este acreedor podía vender
el objeto y devolver el remanente, si es que lo había.

4. Contratos consensu o consens: compraventa, locatio conductio, mandato,


sociedad Este tipo de contratos son los llamados consensuales, y para su
validez no necesitan formalidad alguna, ni entrega del bien, sino que se basan
en el acuerdo de las partes, tanto entre presentes, como entre ausentes, y lo
celebran de forma tácita, verbal o por escrito. Entre éstos, encontramos los
siguientes:

 Compraventa. Donde un vendedor se obliga a transmitir al comprado la


posesión pacífica y duradera de un bien, mediante el pago de una cantidad de
dinero. La cosa siempre tenía que ser lícita, encontrarse dentro del comercio,
tanto bienes corpóreos como incorpóreos. Se podían vender cosas futuras y el
contrato puede existir siempre y cuando se logre el nacimiento de este bien
comprado. En este contrato, si es que se pagaba en dinero, se tenía que
cumplir con lo siguiente:
 El pago debe ser una suma de dinero.
 Debía ser determinado.
 El precio debía ser verdadero.
 El precio debe ser justo respecto al valor del bien comprado.

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 Locatio conductio. Este tipo de contrato tiene origen al momento en que
persona se compromete a proporcionar, a otra, el goce temporal de una cosa
no consumible, o bien, a ejecutar a favor de ella, un determinado trabajo por
medio de una retribución periódica y en dinero. clasificación de este tipo de
contrato es la siguiente:

 Locatio conductio rerum (arrendamiento).


 Aparcería (arrendamiento de un predio rústico).
 Locatio conductio operarum (contrato de trabajo).
 Locatio conductio operis (contrato de obra).

 Mandato. Es un contrato por conducto del cual, una persona denominada


mandante, le encarga a otra, nombrada mandatario, que realice determinado
acto por cuenta y en interés de aquél. Los elementos de este contrato son tres:

 El acuerdo entre las partes.


 Que fuera gratuito, sólo en el caso de médicos y abogados, éstos podían
recibir una retribución.
 El mandante debe tener interés pecuniario en la ejecución del mandato.
 Los deberes del mandatario eran: cumplir el mandato de acuerdo con las
instrucciones del mandante, rendir cuentas a este último, y responder por los
daños y perjuicios, por su dolo o culpa. Los deberes del mandante eran:
pagarle al mandatario por los gastos realizados con base en el cumplimiento
del acto, y responder por los daños y perjuicio que, como consecuencia del
mandato, hubiere sufrido el mandatario.
 Sociedad. Era cuando dos o más personas, llamadas socios, se obligan a
poner en común sus bienes o trabajo para el logro de un fin lícito y de interés
común.

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 En este contrato ya se contemplaba el reparto de las utilidades, toda vez que
las ganancias de los socios eran repartidas en partes iguales y las pérdidas se
aportaban en la misma proporcionalidad.

5. Contratos innominados: permuta, aestimatum, precario, transacción. Estos


contratos, como ya se mencionó, son los que no tienen un nombre específico
dentro de la ley. Los contratos innominados se agrupan en:

 Permuta. Se origina cuando un contratante transfiere a otro la propiedad de un


bien, para que le transmita la propiedad de otra.
 Aestimatum (contrato estimatorio). Una persona entrega a otra una cosa
estimada o tasada en cierto precio, con el fin de venderla, y entregue al dueño
el precio fijado, quedándose con la diferencia, si la hubo. Este negocio era
frecuente entre comerciantes.
 Precario. Este contrato nació, sobre todo, de las tierras que dejaban disfrutar
los patronos a sus clientes. Tales relaciones podían revocarse en cualquier
momento por un simple acto del patrono.
 Transacción. Consistía en las concesiones recíprocas que se hacían las partes
para evitar un litigio futuro o concluir un pendiente

6. Cuasi Contratos, son actos diversos lícitos o manifestaciones unilaterales de


voluntad, que ofrecen la imagen de un contrato y que engendran obligaciones.
 La gestión de negocios, este cuasi contrato es de gran utilidad para los
ausentes, pues un tercero se puede ocupar de sus asuntos a fin de que no les
ocurra, por su indefensión, que otro sea puesto en posesión de sus bienes y
que éstos se vendan, o se venda la prenda que dieron, o sufran una acción
penal, o pierdan sin razón una cosa de su propiedad. hay gestión de negocios
todas las veces que una persona administra voluntariamente los negocios de
otro sin mandato del interesado pero con intensión de obligarle, El gerente se
llama negotiorum y al tercero interesado se le designa dominus.

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CONCLUSIÓN

Una vez analizados el termino contrato, los elementos que lo componen y


su clasificación, se puede decir que el contrato como tal es un acto jurídico
bilateral que requiere de dos o mas personas para su existencia y celebración, no
es mas que una convención destinadas a crear obligaciones y que su objeto es
aquello que se conoce como objeto jurídico o que pueda tener protección jurídica,
básicamente el objeto puede ser una cosa, un hecho o una abstención, dentro de
los elementos esenciales se determinan la voluntad, el objeto y la causa, que
resultan ser indispensables para la existencia del contrato y otros occidentales
como: Condición, Modo y Término, que por lo general no existen en una
conversación, salvo expresa disposición de las partes contratantes y tiene por
objeto alterar los efectos ordinarios de un contrato simple.

Para concluir la clasificación de los contratos desde el punto de vista de su


origen, podían concretarse entre ciudadanos romanos y del derecho de gente que
se estipulan entre ciudadanos, extranjeros y entre ambas categorías de personas
tales son el Verbis, Litteris, Re y Consensu, según su forma por el uso de
palabras, el asiento escrito, la entrega de la cosa y el simple consentimiento de as
partes, también se clasifican en normales y no formales atendiendo al uso de sus
formalidades, para él el punto de gravedad del contrato radica en que se
establezcan, por las partes que lo han acordado, la reciprocidad de las
obligaciones, es decir en la bilateralidad, por su parte Ulpiano califica como
contratos, a los criterios ordenadores y cualificantes distintos, y en parte inspirados
en la lógica del edicto, el contrato queda, en suma, como un nombre, antes que
como una categoría conceptual bien definida.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

 Reyes Mendoza Libia 2012, Derecho romano II, Segundo Curso, México,
Editorial, Red tercer milenio.

 Bravo González, Agustín, 2009 Derecho romano, Primer curso, México,


Editorial Porrúa.

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