Fuga 16
Fuga 16
Fuga 16
La segunda parte de la fuga va del compás 12 hasta el 27. Esta sección está
marcada por el carácter modulante y de desarrollo que plantea el compositor, iniciándose
en Sib M (relativo; compás 12) y finalizando en Sol m (tono principal; compases 27).
Durante este periodo, la música va pasando por diversas tonalidades: Sib M (compases
12-13), Fa M (compases 13-16), Sib M (compases 16-17), Do m (compases 18-22), Sol
m (23-27). A nivel formal, esta segunda parte se puede dividir en las siguientes secciones:
nuevas entradas (compases 12-15), tercer episodio (E3; compases 16-18); cuarto episodio
(E4; compases 19-24); quinto episodio (E5, compases 24-27).
Tal y como hemos visto, la primera parte va desde el compás 1 hasta el 11. Aquí
encontramos la primera entrada del sujeto en Sol m (compases 1-2), la respuesta tonal en
Re m (dominante menor; compases 2-3), la tercera entrada del sujeto en Sol m (compases
5-6) y la cuarta entrada en Re m (dominante menor; compases 6-7). El episodio (E1) que
divide las dos primeras entradas y las dos siguientes (compás 4) está formado por la
reiteración de las células motívicas C1 y C2. Además, encontramos en dos ocasiones el
contramotivo completo (compás 3; compases 5-6; compás 7). En el compás 8 se inicia el
segundo episodio (E2), que modula al relativo de la tonalidad principal (Sib M) está
formado principalmente por una textura contrapuntística que surge de la interacción de
las diversas células motívicas, principalmente C1 y C2, y con la aparición de C3 variada
al final del episodio. Además, encontramos una fórmula rítmica nueva (N1) que Bach
utilizará a lo largo de toda la fuga como elemento compositivo principal en algunos
episodios. En esta ocasión aparece en la soprano. Entre los compases 11 y 12 aparece la
cadencia auténtica perfecta en Sib M que da paso a la sección central.
que da lugar a la tercera y última parte de la fuga. Así pues, esta progresión está
íntegramente formada por células motívicas y el motivo de construcción que ya vimos en
la primera parte de la fuga (N1). Así pues, mientras las voces de soprano y contralto se
preguntan y responden contrapuntísticamente con el motivo N1, la voz del barítono se
compone en base al diálogo entre las células C1 y C2.