Factores Psicosociales de La Vulnerabilidad

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“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

ESCUELA DE POS GRADO


MAESTRÍA EN CIENCIAS PENAL

TEMA:
“Factores psicosociales de la vulnerabilidad”

DOCENTE: Dr. Armando Pizarro Alejandro

ALUMNAS: Espinoza Rojas, Mayra Stefany


Soto Morales Ibeth M.
Grupo: 4

Huánuco-Perú
2021
DEDICATORIA

Este presente trabajo de investigación se lo


dedicamos con mucho cariño a nuestros padres,
quienes con su amor, apoyo incondicional y esfuerzo
nos han permitido llegar hasta este punto y cumplir uno
más de nuestros sueños.
AGRADECIMIENTO

Agradezco a Dios por el don de la vida y la salud, a


nuestros padres por ser nuestra mayor inspiración y los pilares
de nuestra vida, gracias a ellos por cada día confiar y creer en
nosotras y en nuestras expectativas; a nuestros maestros por
haber compartido sus conocimientos a lo largo de la
preparación de nuestra maestría, quienes nos guiaron con
paciencia y rectitud.
INTRODUCCIÓN

En mi humilde experiencia, en diferentes contextos y con diversos sectores de la

población, hemos creído observar que, determinados factores externos como el

desempleo o la inestabilidad laboral, la falta de recursos económicos, la

precariedad en las relaciones y la enfermedad (física o mental) afectan seriamente

al desarrollo personal, fragilizan a las personas y a sus facultades psicosociales,

pudiendo llegar a dificultar su funcionamiento normal. Del mismo modo, estas

características también afectan negativamente a los procesos de inserción y

satisfacción social.

Esta situación de vulnerabilidad, de fragilidad frente a los avatares propios de la

vida, se convertiría entonces en algo importante a trabajar como un factor de

protección de las familias e individuos, ya que constituiría, por sí misma, una

desventaja que podría acabar trasladándose entre generaciones como patrón de

afrontamiento y resolución de problemas.

Si la intervención social pretende un cambio real y efectivo, además de las

propuestas de compensación o de reducción de daños que son habituales,


deberían plantearse intervenciones que supongan una mayor intensidad en la

propuesta y una mayor profundidad en la implementación.

Es decir, no sólo intervenir en los factores externos de la vulnerabilidad y la

exclusión, sino también en factores internos individuales, promoviendo por una

parte medidas de protección y por otra favoreciendo en las personas el aumento

de las posibilidades de autonomía.


CAPÍTULO I
EL PSICOANÁLISIS
I. ORIGEN:
El Psicoanálisis comenzó con Freud, pero no terminó en él; diferentes lecturas y
orientaciones revisan su obra desde perspectivas varias, dando lugar a otros
conceptos relacionados con el cuerpo muy relevantes. Un esbozo puede
encontrarse en el artículo “El cuerpo o los cuerpos para el psicoanálisis”, de
Tappan Merino (2014).
El psicoanálisis (del griego ψυχή [psykhé], «alma» o «mente», y ἀνάλυσις
[análysis], «análisis», en el sentido de examen o estudio) es una práctica
terapéutica y técnica de investigación fundada por el neurólogo austríaco Sigmund
Freud alrededor de 1896. A partir del psicoanálisis se han desarrollado
posteriormente diversas escuelas de psicología profunda o de orientación
dinámica y analítica. Asimismo, la teoría ha influido sobre muchas otras escuelas
psicológicas y de terapias no necesariamente psicoanalíticas.
II. RESEÑA DE AUTORES EN EL PSICOANÁLISIS:
-SIGMUD FREUD
El interés de Freud recayó en el tratamiento de individuos que manifestaban un
comportamiento anormal extrayendo sus conclusiones de la observación clínica,
técnica que reivindica frente a la de la experimentación. Freud creía que
poderosos impulsos biológicos, principalmente de naturaleza sexual, influían en el
comportamiento humano. Opinaba que estas tendencias eran inconscientes y que
creaban conflictos entre el individuo y las normas sociales.
Profundización sobre la obra de Freud y la vinculación e importancia de la
lingüística en su afectación del cuerpo, la encontramos en Cuerpos del
Inconsciente: sus paradigmas y escrituras, de Rodríguez Ribas (2015). Y acerca
del anudamiento entre la lengua y el cuerpo, El misterio del cuerpo hablante, de
Fuentes García-Romero (2016). Al mismo tiempo, hay otras disciplinas y autores
que se hacen cargo del cuerpo y de la importancia de su desarrollo, como el suizo
Jean Piaget, quien a lo largo del siglo XIX publicó varios estudios sobre Psicología
Infantil y, basándose fundamentalmente en la detallada observación del
crecimiento de sus hijos, elaboró una teoría de la inteligencia sensoriomotriz que
describe el desarrollo casi espontáneo de una inteligencia práctica que se sustenta
en la acción.
- ALFRED BINET
Ya entrado el siglo XX, cuando en 1920 participó en el perfeccionamiento de la
Prueba de Inteligencia de C.I. (Cociente de Inteligencia) creada por Alfred Binet,
en el cual detectó errores sistemáticos en las respuestas de los niños. Sin
embargo, Piaget no se centró en el hecho de que las respuestas fuesen erróneas,
sino en el patrón de errores que los niños más mayores y los adultos no
mostraban.
Esto le llevó a pensar que el proceso cognitivo o pensamiento de los niños jóvenes
es inherentemente diferente al de los adultos (finalmente llegaría a proponer una
teoría global de las etapas del desarrollo, afirmando que los individuos exhiben
ciertos patrones de cognición comunes y diferenciables en cada período de su
desarrollo) (Pastor Pradillo, 2012).
Piaget también sostiene que los principios de la lógica comienzan a desarrollarse
antes que el lenguaje y se generan a través de las acciones sensoriales y motrices
del bebé en interacción e interrelación con el medio, especialmente con el medio
sociocultural, considerando a la psicomotricidad la razón intrínseca para ejercitar
la inteligencia y la iniciativa. Henri Wallon, psicólogo y político francés, llegado a la
Psicología desde la Filosofía y la Medicina, plantea que en la conciencia reside el
origen del progreso intelectual, pero ésta no se presenta en el momento del
nacimiento, sino que es una cualidad que se construye socialmente, por medio de
lo que denomina simbiosis afectiva. Para Wallon, en la unidad funcional de la
persona, lo psíquico y lo motriz.
CAPÍTULO II
CONCEPTO DE VULNERABILIDAD
La vulnerabilidad es la incapacidad de resistencia cuando se presenta un
fenómeno amenazante, o la incapacidad para reponerse después de que ha
ocurrido un desastre. Por ejemplo, las personas que viven en la planicie son más
vulnerables ante las inundaciones que los que viven en lugares más altos.
En este contexto, la vulnerabilidad puede definirse como la capacidad disminuida
de una persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a
los efectos de un peligro natural o causado por la actividad humana, y para
recuperarse de los mismos. Es un concepto relativo y dinámico. La vulnerabilidad
casi siempre se asocia con la pobreza, pero también son vulnerables las personas
que viven en aislamiento, inseguridad e indefensión ante riesgos, traumas o
presiones.
La exposición de las personas a riesgos varía en función de su grupo social, sexo,
origen étnico u otra identidad, edad y otros factores. Por otra parte, la
vulnerabilidad puede adoptar diferentes formas: la pobreza.
Ej.
Puede resultar en que las viviendas no puedan resistir a un terremoto o huracán, y
la falta de preparación puede dar lugar a una respuesta más lenta al desastre, y
con ello a más muertes o a un sufrimiento más prolongado.
Por otro lado, en este contexto, es la capacidad, que puede describirse como los
recursos de que disponen las personas, familias y comunidades para hacer frente
a una amenaza o resistir a los efectos de un peligro. Estos recursos pueden ser
físicos o materiales, pero también pueden encontrarse en la forma en que está
organizada una comunidad o en las aptitudes o atributos de las personas y/o las
organizaciones de la misma.
Para determinar la vulnerabilidad de las personas es necesario plantearse
dos preguntas:
¿A qué amenaza o peligro son vulnerables las personas?
¿Qué les hace vulnerables a la amenaza o el peligro?
Para contrarrestar la vulnerabilidad es necesario:
1. Reducir en la medida de lo posible los efectos del propio peligro (mediante
mitigación, predicción y alerta, y preparación);
2. Fortalecer la capacidad para resistir y hacer frente a los peligros;
3. Abordar las causas subyacentes a la vulnerabilidad, como la pobreza, el
mal gobierno, la discriminación, la desigualdad y el acceso insuficiente a
recursos y medios de subsistencia.
A continuación, se exponen algunos ejemplos de grupos potencialmente
vulnerables:
- Personas desplazadas que han abandonado su hogar y sus medios de
subsistencia pero permanecen en el territorio de su país;
- Refugiados que han huido a otro país por temor a ser perseguidos o por
razones de supervivencia;
- Repatriados: antiguos refugiados o personas desplazadas que vuelven a su
hogar;
- Grupos específicos en el seno de la población local, como personas
marginadas, excluidas o desposeídas;
- Niños pequeños, mujeres embarazadas y madres lactantes, niños no
acompañados, viudas, personas mayores sin apoyo familiar y personas
discapacitadas.

CAPÍTULO III
FACTORES PSICOSOCIALES DE LA VULNERABILIDAD
1. La presencia y calidad de grupos de apoyo del individuo.
La persona de pocas amistades y carente de familiares que lo apoyen aunque sea
emocionalmente, como resultado, sufre de una mayor morbilidad.
2. Personalidad del tipo A y del tipo B
Las personas con grandes afanes de logro, hostilidad latente, sentimiento de
carencia de tiempo para lograr sus fines y demás componentes de la personalidad
tipo A, tienen además riesgo de enfermar de cardiopatías.
3. Sucesos o “eventos” vitales
Las personas que han sufrido determinados sucesos en la vida tales como la
pérdida de familiares queridos y otros, tienden a padecer de mayor número de
enfermedades y problemas de salud; por lo tanto, tienen mayor Vulnerabilidad
Psicosocial, según las investigaciones de Holmes y Rahe (Díaz J. 2000).
4. Estilos de enfrentamiento
La persona puede enfrentar sus problemas con mayor o menor éxito en función
del estilo que habitualmente adopte y esto, a su vez; está relacionado con la
morbilidad.
5. Niveles de autocontrol
La personalidad puede enfrentar los problemas y controlar su propia conducta
recurriendo a estereotipos codificados en la cultura a la que pertenece o
igualmente recurrir a recursos creativos más adaptables a medios complejos y
cambiantes. Parece existir cierta relación entre la rigidez de las soluciones y
ciertos tipos de enfermedades que generan Vulnerabilidad Psicosocial.
6. Autoaceptación de las propias potencialidades
La persona puede autoengañarse sistemáticamente en lo que respecta a su real
nivel de realización y establecer un nivel de aspiración inadecuado al mismo y, en
correspondencia, una conducta inadecuada. Por consiguiente, existe cierta
evidencia de que esto guarda relación con la hipertensión esencial.
7. Eficacia en la adaptación a las exigencias de la vida moderna
Determinado tipo de conductas se hacen imprescindibles para lograr el éxito en la
sociedad contemporánea, sin las cuales se puede producir un desajuste
importante de la persona.
8. Satisfacción con su vida actual
Un determinado nivel de satisfacción con la vida que se lleva parece ser uno de
los mejores predictores de algunas enfermedades circulatorias.
9. Alexitimia
Aunque este concepto fue elaborado en la década de los setenta, en los últimos
tiempos se ha ido relacionado con la Vulnerabilidad Psicosocial, acumulando una
gran evidencia de que la capacidad de expresar verbalmente los estados de ánimo
propios guarda una fuerte relación con determinados problemas de salud. No sería
muy arriesgado afirmar que la alexitimia puede influir fuertemente en una futura
reconceptualizacion de toda la medicina psicosomática.
10. Implicación-responsabilidad con las principales esferas de la vida
Familia, trabajo, amistades, amores e ideas religiosas y filosóficas. Existe
evidencia que la falta de implicación y de sentimiento de responsabilidad en tales
esferas (que se ha denominado “sentido de la vida”), diferencia significativamente
a los suicidas de las personas que no han atentado nunca contra su vida. Esto
permite la posibilidad de detectar los casos de alto riesgo para lograr una
verdadera prevención. También se está trabajando en intervenciones específicas,
basadas en la psicoterapia conductual, para las personas de alto riesgo de
suicidio.
11. Control del destino o control del futuro
Finalmente, el grado en que la persona confíe en el éxito de su actividad futura en
función del control que tiene sobre la misma, presenta una fuerte relación con la
morbilidad.

En ese extremo, como bien señala Fuks (1999), la predominante preocupación por
los problemas empuja a la detección de las carencias, imposibilidades,
discapacidades, perturbaciones (Cooperideer & Scrivastva, 1987) que ocasionan
Vulnerabilidad Psicosocial y todo aquello que hoy se ha dado en llamar “el
lenguaje de déficit” (Gergen, 1986). “La manera de describir / explicar el mundo
relacional y social se ha apoyado en la detección de problemas. Ha sido “natural” y
obvio que, si queríamos desnaturalizar a la vida cotidiana, teníamos que detectar y
denunciar los problemas y carencias, las imposibilidades y déficit. Esta
“naturalidad” nos veló el modo en que nuestra atención a los problemas limitaba la
emergencia de recursos” (Fuks, 1999).
CONCLUSIONES

1. La vulnerabilidad puede definirse como la capacidad disminuida de una


persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a
los efectos de un peligro natural o causado por la actividad humana, y para
recuperarse de los mismos

2. La exposición de las personas a riesgos varía en función de su grupo


social, sexo, origen étnico u otra identidad, edad y otros factores.
3. La vulnerabilidad puede adoptar diferentes formas: la pobreza, familia
disfuncional, la perdida de un familiar o ser querido, traumas en la niñez, etc

4. La vulnerabilidad psicosocial se puede ver incrementada por la frecuencia


de pensamientos sobre el futuro, debido a que el sujeto desconoce qué
ocurrirá en su vida en unos días o años, lo cual puede causar ansiedad.

5.

SUGERENCIAS
Es importante estudiar, buscar apoyar y disminuir a los grupos potencialmente
vulnerables:
1. Personas desplazadas que han abandonado su hogar y sus medios de
subsistencia, pero permanecen en el territorio de su país;
2. Refugiados que han huido a otro país por temor a ser perseguidos o por
razones de supervivencia;
3. Repatriados: antiguos refugiados o personas desplazadas que vuelven a su
hogar;
4. Grupos específicos en el seno de la población local, como personas
marginadas, excluidas o desposeídas;
5. Niños pequeños, mujeres embarazadas y madres lactantes, niños no
acompañados, viudas, personas mayores sin apoyo familiar y personas
discapacitadas.

BIBLIOGRAFÍA.
1. Díaz J. Acontecimientos vitales estresantes: relación con las enfermedades
físicas en la infancia y la adolescencia. Psiquis 2000;21(2): 75-80

2. Cooperrider, D. and Srivastva, S., (1987). Appreciative inquiry into


organizational life. In R. Woodman and W. Pasmore (eds.), Research in
organizational change and development, 1. JAI Press in Stamford Conn.

3. Fuks, S (1999). Memorias en Psicología Comunitaria. Psykhe Vol 8.


Héctor Lamas Rojas

4. Alcira Murrugarra Abanto, Sociedad Peruana de Resiliencia

5. Oblitas, L.A. (2013). Psicología de la Salud y Enfermedades Crónicas


Volumen 1. Bogotá: Biblomedia Editores, 2020. Edición Kindle

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