Edwin S. Porter, lugarteniente de Edison, produjo uno de los primeros western titulado Asalto y robo a un tren en 1903. La película narraba la historia a través de catorce escenas en diferentes ubicaciones como una oficina de telégrafos o una estación de tren. El éxito de esta película llevó a una avalancha de películas similares y estableció el género del western en el cine. Para 1908, la productora Vitagraph era la más activa en Estados Unidos, conocida por sus "esc
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Edwin S. Porter, lugarteniente de Edison, produjo uno de los primeros western titulado Asalto y robo a un tren en 1903. La película narraba la historia a través de catorce escenas en diferentes ubicaciones como una oficina de telégrafos o una estación de tren. El éxito de esta película llevó a una avalancha de películas similares y estableció el género del western en el cine. Para 1908, la productora Vitagraph era la más activa en Estados Unidos, conocida por sus "esc
Edwin S. Porter, lugarteniente de Edison, produjo uno de los primeros western titulado Asalto y robo a un tren en 1903. La película narraba la historia a través de catorce escenas en diferentes ubicaciones como una oficina de telégrafos o una estación de tren. El éxito de esta película llevó a una avalancha de películas similares y estableció el género del western en el cine. Para 1908, la productora Vitagraph era la más activa en Estados Unidos, conocida por sus "esc
Edwin S. Porter, lugarteniente de Edison, produjo uno de los primeros western titulado Asalto y robo a un tren en 1903. La película narraba la historia a través de catorce escenas en diferentes ubicaciones como una oficina de telégrafos o una estación de tren. El éxito de esta película llevó a una avalancha de películas similares y estableció el género del western en el cine. Para 1908, la productora Vitagraph era la más activa en Estados Unidos, conocida por sus "esc
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3.
Provechoso asalto y robo de un tren
Ya hemos tenido ocasión de conocer la guerra de patentes y la lucha por la explotación del nuevo negocio que era el cine. El lugarteniente de Edison en dichas tareas seria el escocés Edwin S. Porter. Este se dedicó al estudio de la producción francesa, quedando impresionado por sus películas con historia, quedó impresionado con su longitud y factura. Así que él decidió hacer lo mismo. Porter heredaría la puesta en escena, el montaje y el montaje; con los que elaboraría sorprendentes películas como Salvamento en un incendio (1902), con escenas de rescates auténticos, los cuales montó e introdujo un tema de ficción, una mujer y su hijo en peligro. Siguiendo este esquema, Porter desarrollo un tipo de largometraje en el que tenían lugar dos acciones paraleles (victima en las llamas y bomberos apagándolas). También es notable el uso del primer plano, en este caso una mano accionando la manguera. El tema del cine del oeste o far west será introducido por Porter. El primer western se titularía Asalto y robo a un tren (1903). La narración de esta obra se puede articular en catorce escenas que toman lugar, como es natural, en diferentes emplazamientos como el interior de la oficina de telégrafos, el depósito de agua de la estación, junto al tren que se para o en la típica sala de baile western. El primer plano podía colocarse al inicio o al final de la obra según Edison, pero se terminó siempre poniendo al final, para realizar una especie de conexión entre el malhechor que solía protagonizarla y el público. He de destacar que, en algunas de las tomas, los artistas no estaban de frente, como en el teatro, sino en posiciones más libres. Su éxito fue tan enorme, que llegó una avalancha de películas similares como El gran robo al banco (1905), también de Porter que intento repetir la idea. Fuera de este asunto, llevaría a la pantalla el libro La cabaña del Tío Tom con una longitud extraordinaria para la época de 400 metros. En esta, el aspecto teatral está todavía muy marcado, aunque denota cierta influencia de Zecca. Sería en sus melodramas sociales como El cleptómano o El ex convicto donde afloraría lo mejor de sí. Para 1908, la Vitagraph era la productora más activa de América y la más atractiva, pues puso en escena las llamadas escenas de la vida real que además de suponer un acercamiento realista a temas cotidianos, suponía una frescura técnica. Esto se debe a que suponía la quiebra de una serie de convencionalismos como que cada una de las escenas debe comenzar con una entrada y acabar con una salida o que los actores deben presentar sus rostros a la cámara, moviéndose horizontalmente. Las acciones más alejadas, en segundo término, deben ser más exageradas y lentas para que puedan apreciarse. Los técnicos y directores de la Vitagraph rompieron con estos presupuestos, que por otro lado Porter ya había comenzado, intercalando primer plano en una escena general. El cine americano estaba alcanzando una enorme madurez, presagiando la próxima aparición de Griffith.