Teoria Causalista
Teoria Causalista
Teoria Causalista
Surge a finales del siglo XIX, tratando de adaptar la teoría del delito al método
empleado por las ciencias experimentales, aunque ha ido sufriendo notables
modificaciones a lo largo de su evolución. En esencia, concibe la acción
humana como un fenómeno causal que produce un resultado. Si esa acción
(por ejemplo, matar) y ese resultado (por ejemplo, la muerte) están descritos en
un tipo penal (por ejemplo, homicidio -artículo 138 del Código Penal) y no
concurre ninguna causa de justificación prevista en la ley (por ejemplo, legítima
defensa -artículo 20.4 del Código Penal), podrá afirmarse que dicha conducta
es típica y antijurídica (el resultado -muerte- supone una afectación del bien
jurídico protegido en el homicidio - vida humana independiente - prohibida por
el ordenamiento).
La valoración del comportamiento del sujeto no se realiza hasta llegar al
elemento culpabilidad, en el que se analiza si quería y sabía lo que hacía (dolo-
imprudencia), si se encontraba en una situación psíquica normal
(imputabilidad), si era consciente de que su comportamiento es ilícito
(conocimiento de la antijurídicidad del hecho) y si el ordenamiento le podía
exigir que se comportara de un modo ilícito (exigibilidad).
Conocido también como sistema Lizit-Being, se identifica un modelo cuya base
de inspiración fue el positivismo naturalista.
Es el inicio de la dogmática moderna y a partir de él se pretende configurar una
teoría científica del delito.
El delito es una acción equivalente a un hecho de la naturaleza que produce un
cambio en el mundo social, luego, el delito es definido por la relación de
causalidad entre esa acción y la modificación del mundo exterior. Desde este
planteamiento las funciones de los elementos del delito quedan definidas de la
siguiente manera:
7.2. TEORIA FINALISTA
Conclusiones:
3) Por otra parte, si bien es cierto que solamente las conductas que prevé la ley
penal pueden ser consideradas como delitos, la preparación de esas
conductas, no obstante que no constituyan propiamente un delito, sí son la
tentativa del mismo, la que será penada cuando se pretenda afectar un bien
jurídico que trascienda a la seguridad de la sociedad, además del individuo que
sufre la lesión causada por el delito