Esclerosis Multiple
Esclerosis Multiple
Esclerosis Multiple
ESCLEROSIS
MÚLTIPLE
Alteraciones cognitivas en la esclerosis múltiple
J. Cacho*, S. Gamazo*, B. Fernández-Calvo**, R. Rodríguez-Rodríguez***
*Unidad de Demencias. Servicio de Neurología. Hospital Universitario de Salamanca.
**Departamento de Psicología Básica, Psicobiología y Metodología. Facultad de Psicología.
Universidad de Salamanca. Centro AFA (Asociación Familiares de Alzheimer) de Salamanca.
***Centro AFA (Asociación Familiares de Alzheimer) de Salamanca.
Volumen I - Nº 2 - Diciembre de 2006
NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS
AGENDA DE CONGRESOS
EDITA:
REVISTA ESPAÑOLA DE
ESCLEROSIS
MÚLTIPLE S T A F F
Director:
Óscar Fernández Fernández
Director Instituto Neurociencias Clínicas
Jefe de Servicio de Neurología
Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga
Comité de redacción:
Secretaria de redacción: Celia Oreja Guevara
ISSN: 1885-7590
Comité científico:
ESCLEROSIS
MÚLTIPLE
Volumen I - Nº 2 - Noviembre de 2006
Novedades bibliográficas 35
Agenda de congresos 38
Normas de publicación 39
RESUMEN. El deterioro cognitivo en la esclerosis múltiple es un problema de gran relevancia por su prevalencia, que oscila entre
un 40-60%, y porque afecta a la calidad de vida de los pacientes que la sufren. Este problema ha pasado inadvertido para muchos clí-
nicos ya que, habitualmente, se encuentra enmascarado por las limitaciones físicas y los trastornos psiquiátricos que presentan los
pacientes. Las habilidades atencionales, el procesamiento de la información, las funciones ejecutivas, la memoria de trabajo y la me-
moria reciente están deterioradas en los pacientes diagnosticados de esclerosis múltiple, mientras que la inteligencia general, la
orientación, el lenguaje y la memoria implícita están conservados. El grado de deterioro cognitivo se relaciona con la localización y
cantidad de lesiones de sustancia blanca así como, según estudios recientes, con la atrofia cortical. En el presente trabajo hemos rea-
lizado una revisión de los artículos más relevantes publicados acerca del deterioro cognitivo en la esclerosis múltiple. Asimismo, he-
mos señalado las áreas cognitivas más afectadas en estos pacientes, así como la influencia que algunas variables clínicas, psicológi-
cas y psiquiátricas tienen en el rendimiento cognitivo de los mismos. Por otra parte, analizamos la correlación entre este deterioro y
los hallazgos encontrados con las pruebas de neuroimagen. Finalmente, proponemos el estudio de la función cognitiva en estos pa-
cientes ya desde los estadios iniciales del diagnóstico de la enfermedad.
Palabras clave: esclerosis múltiple, deterioro cognitivo, evaluación neuropsicológica.
SUMMARY. The cognitive impairment in multiple sclerosis is a great concern due to its prevalence, which oscillates from 40 to 60% and
because it affects the quality of life of the patients who suffer it. This problem has passed inadvertent to many clinicians because most of
the time is covered by the physic limitations and the psychiatric condition of these patients. The abilities of attention, the execution of infor-
mation, the executive functions, the work memory and the recent memory are all deteriorated in diagnosed multiple sclerosis, while the ge-
neral intelligence, orientation, language and implicit memory remain unchangeable. The level of cognitive impairment is related with locali-
zation and number of lesions of white matter as well as, according to recent researches, with cortical atrophies. In this study we have made
a thorough exploration of the most relevant articles that have been published on multiple sclerosis. We have, likewise, pointed the most af-
fected cognitive areas in these patients as well as the possible influences that psychological and psychiatric criteria have on their cognitive
performance. We have also analyzed the correlation between this impairment and the finds encountered with neuroimaging tests. Finally,
we propose a deep study on the cognitive functions of these patients, starting from the first stages of the disease.
Key words: multiple sclerosis, cognitive impairment, neurosycholgycal assessment.
5
E n los últimos años se ha despertado un interés crecien-
te por la evaluación de las alteraciones neuropsicológi-
cas que se presentan en la Esclerosis Múltiple (EM),
tidas para la mayor parte de los clínicos al estar en-
mascaradas generalmente por las limitaciones deri-
vadas de la incapacidad física y los trastornos psi-
puesto que numerosos estudios publicados han demos- quiátricos de los pacientes11. Además, las pruebas de
trado que, hasta en un 40-60% de los pacientes, existe rastreo cognitivo clásicamente utilizadas en la prac-
un deterioro cognitivo1-3 y que, en contra de lo que ini- tica clínica habitual, como el Mini Mental Status
cialmente se pensaba, este deterioro puede aparecer Examination (MMSE)12, han demostrado poseer una
desde estadios iniciales de la enfermedad4, aunque no escasa sensibilidad para detectar déficits sutiles en la
exista incapacidad física5 o ésta sea muy leve6-8. función cognitiva de los enfermos con EM. Por estos
Si bien el deterioro cognitivo en la EM se carac- motivos, el deterioro cognitivo de los pacientes no
teriza por ser heterogéneo, lo más habitual es que en era detectado habitualmente en las exploraciones ru-
la mayor parte de los pacientes se ajuste a un patrón tinarias efectuadas13 y, en consecuencia, su impor-
de demencia subcortical3-5, 9 aunque recientemente se tancia clínica fue minimizada. De ahí la importancia
han descrito algunos casos que presentan un patrón de realizar una completa y exhaustiva evaluación
de demencia cortical, con síndrome amnésico, disfa- neuropsicológica del paciente con EM, incluso en
sia, disgrafía y dislexia10. los momentos iniciales de la enfermedad, con una
Hasta hace pocos años, las alteraciones cogniti- doble finalidad: en primer lugar, intentar establecer
vas de los pacientes con EM habían pasado inadver- un patrón de deterioro cognitivo (cortical/subcorti-
pero existirían entre ellas diferencias cuantitativas y Alteraciones neuropsiquiátricas (depresión, an-
cualitativas en cuanto al patrón de dicho deterioro22. siedad, etc.) son comunes en la EM30, pero existe
Para algunos autores no parece existir relación cierta controversia acerca de si estas alteraciones es-
entre el deterioro cognitivo y otras variables clínicas tán o no en relación con el proceso de desmieliniza-
como la severidad, la duración o los años de evolu- ción en sí o si, por el contrario, son un reacción psi-
ción de la enfermedad9, 23 mientras que para otros, a cológica a la incapacidad generada por la en-
medida que la enfermedad avanza, aumenta el riesgo fermedad31. Aunque algunos autores afirman que el
de que el paciente desarrolle un deterioro cognitivo deterioro cognitivo en la EM no muestra una rela-
más severo24. Así, Amato y cols. realizaron un estu- ción causa-efecto con la depresión9, otros afirman
dio prospectivo de 10 años de evolución, en el que que se observan diferencias significativas en el ren-
estudiaron el funcionamiento cognitivo en una dimiento cognitivo en la depresión y la ansiedad25.
muestra de sujetos EM de comienzo temprano e in- En este punto, es importante tener en cuenta que, co-
capacidad mínima (Media EDDS = 1,98), tratando mo señalan Nyenhuis y cols., la EM se caracteriza
de establecer la relación con la progresión clínica de por presentar importantes síntomas neurovegetativos
la enfermedad. Estos autores hacen tres mediciones: (fatiga, alteraciones del sueño, disfunciones sexua-
una primera o línea de base, otra evaluación a los 4 les), síntomas que son característicos también de la
años de la primera y, la última, a los 10 años. Los re- depresión32. Así, estos síntomas se convierten en “in-
sultados que obtuvieron fueron que, incluso en fases dicadores no fiables” de depresión en la EM, por-
incipientes de la enfermedad, existe deterioro cogni- que, en sí mismos, pueden ser síntomas propios de la
tivo y que, con la progresión de la misma, aumentan enfermedad.
los déficits cognitivos, neurológicos y los cambios Puesto que estos síntomas (fatiga, alteraciones
patológicos en la sustancia blanca cerebral24. En otro del sueño, disfunciones sexuales) están habitualmen-
estudio, Foong y cols. investigaron la función cogni- te contenidos en las escalas clínicas que evalúan y
tiva en un grupo de sujetos EM después de un brote cuantifican la depresión, se sospecha pudiera estar
agudo y a los seis meses del mismo. Concluyeron sobrestimada, tanto en severidad como en prevalen-
que durante el brote existe un empeoramiento de la cia, en los pacientes con EM33-35. Por este motivo, se
función cognitiva, sobre todo en las pruebas atencio- ha intentado establecer una escala específica para la
nales, empeoramiento que mejora, notablemente, a EM (la Chicago Multiscale Depresión Inventory;
medida que el paciente se recupera. Esta mejoría se CDMI)32, en la que se han suprimido los ítems que
observa también en pruebas de memoria inmediata y recogen los síntomas neurovegetativos y sólo se han
diferida25. Esta relación directa entre la actividad de mantenido los especialmente relacionados con el es-
la enfermedad y el deterioro cognitivo ha sido tam- tado de ánimo. Aunque Arnett y cols., utilizando esta
bién observada por otros autores como Simon y escala, han podido obtener una clara relación entre
cols26. la depresión y la función cognitiva35, la mayor parte
Otra cuestión de interés es conocer la relación de los estudios parecen concluir que el deterioro
existente entre la discapacidad física y el rendimien- cognitivo en la EM es independiente a la existencia 7
to cognitivo. Clásicamente, la incapacidad en la EM o no de depresión33.
se ha medido mediante la EDSS21. Amato y cols. ob- En los últimos años se han realizado diferentes
servaron una relación directa entre la EDSS y el de- revisiones acerca de la prevalencia de la depresión
terioro cognitivo24, mientras que otros autores no pu- en la EM, así de cómo influye en el rendimiento
dieron objetivar una relación entre las puntuaciones cognitivo de estos pacientes y de cuáles podrían ser
de la EDSS, el rendimiento cognitivo o las pruebas sus causas33, 34. Aunque no existe una uniformidad a
de neuroimagen25. Sin embargo, Comi y cols. encon- la hora de responder a muchas de estas preguntas, sí
traron una mayor correlación entre el deterioro cog- parece claro que la depresión que se produce en es-
nitivo y las lesiones mostradas en la resonancia tos pacientes se debe a una causa multifactorial33.
magnética que entre estas lesiones y la incapacidad Dalton y cols. realizaron un estudio cuantitativo
física27. Así, en estudios posteriores, se demostró que donde analizaron diferentes trabajos en los que se
la severidad de los déficits cognitivos reflejan la ex- evaluaba la depresión en la EM. Después de diferen-
tensión y la severidad de las lesiones que aparecen tes análisis concluyeron que los pacientes diagnosti-
en las pruebas de neuroimagen28. cados de EM padecen más depresión que los sujetos
Recientemente, la Multiple Sclerosis Functional sanos control con los que fueron comparados; sin
Composite Scale (MSCF)29 ha mostrado ser más efi- embargo, la depresión no se debe únicamente al re-
caz a la hora de poder establecer una relación entre sultado de la enfermedad en sí, sino que en ella in-
el deterioro cognitivo y el grado de incapacidad en tervienen otras variables, como son las demográficas
la EM27. y determinadas variables biomédicas34.
evaluar, globalmente, la función cognitiva en la EM, no. Concluyeron que los sujetos con EM y deterioro
y algunos autores como Dujardin y cols. han demos- cognitivo obtuvieron puntuaciones significativamen-
trado su eficacia y sensibilidad para estos fines49. te inferiores en todas las pruebas aplicadas (PASAT,
Stroop, etc.) en relación con el grupo de sujetos sa-
Orientación nos control, mientras que los sujetos enfermos con
La orientación es una capacidad cognitiva que, tra- EM sin deterioro cognitivo obtenían puntuaciones
dicionalmente, se incluye en los tests de rastreo cogni- similares a las del grupo control51.
tivo y, en los estudios publicados que hemos revisado, El deterioro de la atención, según distintos auto-
no parece estar deteriorada en los pacientes de EM. Su res, está determinado por la cantidad de informa-
deterioro se englobaría dentro de un deterioro general ción, las demandas requeridas y el tiempo de ejecu-
de varias funciones cognitivas y dentro de un proceso ción que se deja al sujeto para llevar a cabo la
demencial en curso14. tarea49, 51, 52. En los sujetos con EM estarían deteriora-
dos las pruebas que comportan un procesamiento
Atención controlado (atención focalizada y dividida), pero no
La atención es una de las funciones cognitivas en las que implican un procesamiento automático51.
más alteradas en la EM y, además, lo estaría ya des- Por último es preciso comentar que diferentes
de fases incipientes de la enfermedad37, 49-53. autores han relacionado, directamente, las pruebas
La atención, al igual que sucede con la memo- atencionales con la función ejecutiva en áreas cere-
ria, no es una función unitaria, sino que, por el con- brales concretas54, 55. Así, Pujol y cols. concluyeron
trario, podemos hablar de diferentes tipos de aten- que en el fenómeno de Stroop parece intervenir, pre-
ción: selectiva, sostenida y dividida. Los déficits de dominantemente, el córtex frontal medial (cíngulo
estos distintos tipos de atención consistirían en una anterior)55. Staffen y cols., por su parte, miden patro-
incapacidad para seleccionar la información relevan- nes de activación cortical a través de la RM funcio-
te, mantenerla durante un tiempo relativamente largo nal durante pruebas de atención sostenida56. En su
y, finalmente, la imposibilidad para la realización de estudio observaron una diferencia de patrones de ac-
una doble tarea. tivación, durante estas pruebas, en los sujetos con-
Según los estudios publicados, los tres tipos de troles y en los enfermos de EM y atribuyeron la di-
atención estarían deteriorados en la EM, incluso en ferencia de estos patrones a una puesta en marcha de
fases tempranas de la enfermedad14. mecanismos de compensación; es decir, a la plastici-
El deterioro de la atención selectiva en los suje- dad cerebral, que podría ocurrir en estadios tempra-
tos con EM produce una incapacidad para tener un nos de la enfermedad.
control total de su atención y para separar la informa-
ción relevante de la irrelevante. Con ello se produci- Procesamiento de la información (PDI)
ría una saturación del sistema y, consecuentemente, La mayor parte de los autores han establecido
una fatiga psicológica derivada directamente de este que el PDI está afectado en la EM, incluso desde fa-
hecho50. Para autores como Jansen y Cimprich, la ca- ses tempranas de la enfermedad, y que este hecho 9
pacidad de controlar la atención sería una función supone la inadecuada ejecución de otras muchas
clave para el funcionamiento cognitivo diario. Así, funciones cognitivas diferentes14, 51, 56-60. Algunos au-
estos autores, estudiaron si, en la EM en fase de re- tores14, 51, 57, 59 afirman que la disminución de la veloci-
misión, existe un fallo en la capacidad de controlar la dad de PDI es un déficit primario en la EM. Otros
atención. Los autores observaron que la atención está autores56 intentaron diferenciar la velocidad de PDI
afectada, en distintos grados, en la EM y que existía con la exactitud o inexactitud en la realización de los
un deterioro significativo en la capacidad del control tests. Concluyeron que cuando se establece un um-
atencional entre EM en relación a un grupo control bral para dar una respuesta correcta, los pacientes
de referencia50. Los propios autores reconocen las li- con EM muestran un peor rendimiento. Por tanto,
mitaciones del estudio: número reducido de la mues- los sujetos con EM mostrarían un enlentecimiento
tra, desequilibrio entre hombres y mujeres, etc.; pero, en el PDI y éste sería, en realidad, el responsable de
aún así, concluyen que el deterioro de la atención se- muchos de los déficits que aparecen en otras áreas
ría incluso anterior a la aparición de los primeros sín- cognitivas56. Además, cuando a los sujetos con EM
tomas físicos de la enfermedad40. se les deja el tiempo suficiente para llevar a cabo di-
Kujala y cols. realizaron un estudio en el que ferentes tareas, éstos suelen mostrar un rendimiento
evaluaron los mecanismos del declive cognitivo en similar al observado en los sujetos normales con-
la EM mediante la utilización de pruebas atenciona- trol14, 57.
les. Dividieron a sus pacientes con EM en dos gru- En la EM existirían tres tipos de enlentecimien-
pos: los que tenían un deterioro cognitivo y los que to: el motor, el derivado de la fatiga y el cognitivo,
entre todos los grupos, el rendimiento en las tareas de riorada la función ejecutiva y, además, el deterioro se
recuerdo es significativamente peor en el grupo de produciría ya desde fases incipientes o tempranas de
pacientes con EM P-P68. Por último, a diferencia del la enfermedad2, 14, 19, 25. Esto se traduciría en un deterio-
aprendizaje de nueva información visuoespacial (que ro en el razonamiento conceptual2, una imposibilidad
es significativamente peor en EM R-R y S-P que en para inhibir respuestas (por ejemplo, en la tarea de
EM P-P, tanto el recuerdo como el reconocimiento de Stroop)54, 71, y en una incapacidad para llevar a cabo
este tipo de información), son similares entre los di- una correcta planificación, ordenación temporal y co-
ferentes formas clínico evolutivas de EM70. dificación semántica14. Además, algunos investigado-
Por otra parte, aunque como hemos visto existe res señalan que el deterioro de la función ejecutiva es-
un acuerdo entre los autores en relación a los dife- taría directamente relacionado con áreas específicas
rentes aspectos de la memoria deteriorados, sin em- cerebrales. Arnett y cols. han establecido una relación
bargo, hay un considerable debate acerca del origen entre extensión de la afectación de la sustancia blanca
de este trastorno de la memoria (alteración de la co- cerebral, medida por RMN, y el rendimiento en una
dificación o déficit en la recuperación; véase Thorn- prueba clásica de medición de la función ejecutiva, el
ton y Raz62). Así, al mismo tiempo que algunos auto- Wisconsin Card Sort Test (WCST)2. Estos autores es-
res mantienen que el trastorno de la memoria se tudiaron 42 pacientes de EM que dividieron, en fun-
debe a la existencia de déficits en la adquisición o ción del área lesionada, en: 1) EM con bajo índice de
codificación de nueva información69, otros defienden área de lesiones cerebrales; 2) EM con alto índice de
que el deterioro de la memoria existe como conse- área de lesiones cerebrales y alta proporción de lesio-
cuencia de una alteración del proceso de recupera- nes de sustancia blanca frontal; y 3) EM con alto índi-
ción de la información aprendida6. A este respecto, ce de área de lesiones cerebrales y baja proporción de
Zakzanis ha publicado un metaanálisis en el que de- lesiones de sustancia blanca frontal. A todos les apli-
muestra que los trastornos de la memoria explicita caron el WCST y concluyeron que los sujetos del se-
no ocurren durante los procesos de adquisición y al- gundo grupo obtuvieron rendimientos significativa-
macenamiento, sino durante la operación de recupe- mente peores que los otros dos. Es decir, que los
ración de la información adquirida58. pacientes con muchas lesiones en el lóbulo frontal tu-
vieron un peor rendimiento, en pruebas de función
Función ejecutiva ejecutiva, que los enfermos sin lesiones frontales, de-
Mateer (citado en Lezak)70 define la función eje- mostrables en RMN2.
cutiva como una función cognitiva que tiene diferen-
tes componentes: Lenguaje
1.- Dirección de la atención: hacia la informa- El lenguaje es una función cognitiva a la que se
ción sensorial específica con inhibición de los estí- le ha prestado poca atención en los diferentes estu-
mulos no relevantes. dios que evalúan la función cognitiva en la EM. En
2.- Reconocimiento de los patrones de prioridad: general, la mayoría de los estudios concluyen que el
reconocer las jerarquías y significación de los estí- lenguaje no estaría afectado en los pacientes de 11
mulos. EM7, 72. Sin embargo, recientes estudios demuestran
3.- Formulación de la intención: reconocer y se- sutiles alteraciones en la habilidad general del len-
leccionar las metas. guaje51, 73-76 y concretamente en todo lo que se refiere
4.- Plan de consecución y logro: análisis de las a la denominación, generación de palabras y fluidez
actividades necesarias, reconocimiento de las fuen- verbal51, 75, 77. Por tanto, algunos autores señalan que es
tes y necesidades, elección de estrategias. importante esta función cognitiva dentro de la eva-
5.- Ejecución del plan: iniciar o inhibir activida- luación neuropsicológica porque el deterioro del len-
des, valorar el progreso, modificar las estrategias se- guaje se asociaría con un deterioro de otras funciones
gún la propiedad del plan, mantener la secuencia de cognitivas en la EM51 y su afectación sería mas acu-
actividades y el esfuerzo. sada en las formas progresivas de la enfermedad77, 78.
6.- Reconocimiento del logro: reconocer la ne- Otros déficits como la afasia, apraxia, alexia,
cesidad de alterar el nivel de la actividad, cesarla y etc., son raros entre los pacientes de esclerosis múl-
generar nuevos planes. tiple, al menos en fases iniciales de la enfermedad,
Por tanto, como vemos, la función ejecutiva aunque algunos autores han realizado estudios de ca-
tampoco sería una función única sino que implicaría so único en estos pacientes que presentaban algún
varios procesos. Todos ellos estarían regidos o con- déficit de los comentados anteriormente. Así, dife-
trolados por el lóbulo frontal. rentes autores presentan casos de pacientes diagnos-
En general, existe un acuerdo por parte de los au- ticados de EM con problemas de denominación y
tores en afirmar que los sujetos con EM tendrían dete- dificultades en el habla79, fallos en la lectura y com-
Tabla I Selección de tests, frecuentemente utilizados y/o recomendados, en la evaluación de las funciones cognitivas en la EM
Estimación de la función “promórbida” Test de acentuación de palabras (TAP); Subtest de Vocabulario de la escala de inteligencia de
Wechsler para Adultos revisada (WAIS-R).
Funcionamiento cognitivo general Matrices Progresivas de Raven; Escala de Demencia de Mattis.
Atención Test de Stroop; Subtest de Span de Dignitos del WAIS-R; Test breve de Atención de la Escala
de Memoria de Wechsler Revisada (WMS-R); Paced Auditory Serial Addition Test (PASAT);
Test de Símbolos y Dígitos (SDMT); Subtest de Clave de Números del WAIS-R; Test de la A;
Test de atención de la vida diaria (TEA) Test de Rendimiento Continuado.
Memoria Test de Recuerdo Selectivo (SRT); subtest de Memoria Lógica I y II de la WMS-R; Test de
Aprendizaje Verbal de Rey; Test de Aprendizaje Verbal de California; Fluidez semántica; Test
13
del comportamiento de la memoria de Rivermead; Test de la Figura Compleja de Rey (no re-
comendado para pacientes con notable alteración motora); Test de Retención Visual de Ben-
ton (TRVB); Test de los Cubos de Corsi; Test de los patrones visuales.
Lenguaje Test de Denominación de Boston; Token Test.
Función ejecutiva Test de Clasificación de Cartas de Wisconsin; Trail Making test A; Trail Making Test B; Sub-
tests de Semejanzas y Comprensión del WAIS-R; Test de Asociación Controlada de Palabras;
Test de Estimación Cognitiva; Subtest de Categoría de la Bateria Halstead-Reitan; Torre de
Hanoi (no en pacientes con notable trastorno del movimiento).
Habilidades visuoperceptivas-espaciales Test de la Figura Compleja de Rey (no recomendado par pacientes con notable alteración motora);
Batería de objetos visuales y percepción espacial (VOSP); Test de Discriminación Visual de Benton.
Habilidades motoras Test de Purdue Pegboard; test del golpeteo (ambos son utilizados sólo en pacientes con leve
trastorno del movimiento).
Estado de ánimo Inventario de depresión de Beck; Inventario Multiescala Chicago de depresión; Escala de De-
presión de Montgomery-Asberg; Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado.
Calidad de vida Inventario de Calidad de Vida en la Esclerosis Múltiple; Cuestionario de Salud EuroQol-5D.
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SUMMARY. Studies of analytic epidemiology can test hypotheses suggested by descriptive studies and try to find etiologic
clues. Multiple sclerosis (MS) is a presumed autoimmune disease the cause of which is still undetermined. Strong evidence in-
dicates that environmental factors are at play in triggering the disease in genetically susceptible individuals. Recent genoma-wi-
de screens showed that no single MS susceptibility locus is necessary or sufficient to cause MS. Environmental factors, as gene-
tic factors, may not only play a role in disease causation but also modulate the subsequent behaviour of the disease and its
outcome. In this review, the most recent studies on genetic and non-genetic risk factors for multiple sclerosis are considered.
Key words: multiple sclerosis, analytic epidemiology, descriptive studies, genetic risk factors.
RESUMEN. Los estudios de epidemiología analítica pueden comprobar hipótesis sugeridas por los estudios descriptivos y tra-
tar de encontrar claves etiológicas. La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad supuestamente autoinmune cuya causa per-
manece indeterminada. Hay importantes indicios de que un factor ambiental puede jugar un papel importante en el desenca-
denamiento de la enfermedad en sujetos susceptibles genéticamente. Estudios recientes de mapeo genómico completo han
mostrado que no hay ningún locus único necesario, ni suficiente, de susceptibilidad para causar la EM. Los factores ambienta-
les, al igual que los factores genéticos, pueden no sólo jugar un papel en la causa de la enfermedad, sino también modular el
curso subsiguiente de la enfermedad y el resultado final. En esta revisión se consideran los estudios más recientes en cuanto a
los factores de riesgo genéticos y no genéticos.
Palabras clave: esclerosis múltiple, epidemiología analítica, estudios descriptivos, factores de riesgo genéticos.
velop RR MS than PP MS when they belonged to fa- ent in MS prevalence and incidence, the changes in
milies with low IL-10 and high TNF production. prevalence due to migration and the effect of age at
The same group investigated also the impact of migration, the occurrence of “epidemics” and clus-
IL-1 beta and IL-1 ra as risk factors for susceptibility ters of cases in some small communities, and the
and progression of relapse-onset MS29. They found different temporal pattern of relapses in different ge-
that families that were characterised by high IL-1 beta ographic areas.
over IL-1 ra production ratio were at 2.2 fold increa- Infections with common childhood viruses, es-
sed risk to have a patient relative with relapse-onset pecially at a late age, have been consistently linked
MS than families with a low ratio and that they had a to an increased risk of developing MS49-52. Particular-
reduction of volumetric magnetisation transfer ratio ly, some studies suggested an association between a
histogram, which is a measure of parenchymal inte- history of infectious mononucleosis, a marker of late
grity. Furthermore, families who combined a high IL-1 infection with Epstein-Barr virus (EBV) and risk of
beta over IL-1 ra ratio with a high TNF over IL-10 MS 50, 53. Prospective studies of EBV and cyto-
production ratio had a 6.2 fold increased risk of rela- megalovirus (CMV) antibodies and risk of MS sup-
pse- onset MS, whereas innate production of IL-1 beta ported the role of EBV but not of CMV in the etiology
and IL-1 ra was not related to the outcome of PP MS. of MS54, 55.
Some findings indicate that clinical heterogeneity In an area of very low incidence of MS like
of MS, but probably not susceptibility to the disease, Mexico, an infection with varicella-zoster virus was
may be associated with apoE polymorphism. Later on- associated with either the development of MS or the
set of chronic progressive MS was observed in patients occurrence of a relapse56, 57.
carrying the epsilon 2 allele, whereas apoE alleles were Chlamydia pneumoniae (CP) has been proposed
found at similar frequency in MS and in the control as a possible etiologic agent for MS. A study de-
population31. The hypothesis that MS patients who carry signed to investigate the association between infec-
the apoE epsilon 4 allele may have a more severe dis- tions with CP and risk of MS supported a positive
ease course in comparison with those without the apoE association between CP infections and progressive
epsilon 4 allele37 was supported by one study35 but it was MS, since seropositivity for CP was only moderately
not confirmed by another larger case-control study36. associated with risk of RR MS (OR = 1.7; CI = 0.9-
A polymorphism in the microsatellite of the pro- 3.2), but it was strongly associated with risk of pro-
moter region of MMP-9, modulating its expression, gressive MS (OR = 7.3; CI = 1.4-37.2)58. Further-
may play a role in susceptibility to MS and deter- more, episodes of serologically defined CP
mine an earlier age at onset of disease but its influ- infections were associated with an increased risk of
ence on disease severity, evaluated by using clinical exacerbation in a prospective study59.
and MRI measures, is not established34. In a prospective study on the relationship
between infections and MS exacerbations, the con-
❑ Environmental factors tribution of systemic infections to the natural course
of exacerbations and the influence of infections on 21
Studies on the geographic distribution of MS and on the integrity of the blood-brain barrier (BBB), as
migrant populations have suggested that environ- measured by the number of gadolinium-enhancing
mental etiologic or precipitating factors may con- lesions, was assessed60. During a predefined at-risk
tribute to cause the disease in genetically more sus- period of 2 weeks before within 5 weeks after the
ceptible individuals38-41. onset of clinical infection (predominantly upper
Among the environmental agents, exposure to airway infections) there was an increased risk of
infections or chemical and physical agents, vaccina- exacerbations (rate ratio 2.1). An exacerbation in the
tions, hormonal factors, nutritional habits and smok- context of a systemic infection led to more sustained
ing, and psychological stress are the most studied damage than other exacerbations, but there was no
and biologically plausible risk factors in MS42-48. indication that this effect was determined by enhan-
Environmental factors, as genetic factors, may ced opening of BBB.
not only play a role in disease causation but also
condition the subsequent behaviour of the disease ❑ Vaccinations
and its outcome.
The report of several anecdotal cases of onset or de-
❑ Infections terioration of symptoms of MS following vaccina-
tion61 and the results of some case-control studies
The possible role of infectious agents in the etiology have suggested that vaccines can influence the onset
of MS has been suggested by the geographic gradi- and course of MS63, 64. Controlled studies and popula-
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26
Correspondencia: Carlos Martín García – C/ Eloy Muñoz, 23 – 13300 Valdepeñas (Ciudad Real)
E-mail: [email protected] – Teléfono 91 544 64 61
Alteraciones genitourinarias
en la esclerosis múltiple
CARLOS MARTÍN GARCÍA*, JESÚS SALINAS CASADO**, MIGUEL VIRSEDA CHAMORRO***
*Servicio de Urología. Hospital de Valdepeñas. Ciudad Real.
**Servicio de Urología. Hospital Universitario San Carlos. Universidad Complutense. Madrid.
***Hospital Central de La Defensa. Madrid.
RESUMEN. En pacientes con esclerosis múltiple no hay correlación entre los síntomas clinicos y el diagnóstico urodinámico.
Por tanto, el disgnóstico urodinámico es esencial no sólo para el diagnóstico sino también para realizar un plan terapéutico ade-
cuado. El diagnóstico de disinergia vesicoesfinteriana es un factor de riesgo en estos pacientes. En nuestra serie, el 100% de los
casos con disfunción eréctil presentaron también disinergia vesicoesfinteriana.
Palabras clave: esclerosis mútiple, disfunción vesicouretral.
SUMMARY. In patients with MS there is no correlation between the clinical symptoms and urodynamic diagnosis. Therefore
urodynamic diagnosis is essential not only for diagnosis but also for development of suitable treatment. The urodynamic diagno-
sis of dysfunction of the bladder sphincter is a risk factor in patients with MS. In our series 100% of the cases with erectile
dysfunction also had dysfunction of the bladder sphincter.
Palabras clave: multiple sclerosis, genitourinary disfunction.
Andersen (1976) 52 63 31 40 4
Awad (1984) 57 66 52 21 12
Blaivas (1979) 41 56 30 40 4
Bradley (1973) 99 59 20 40 –
Bradley (1978) 302 62 – 34 –
Eardley (1991) 24 63 27 13 25
Goldstein (1982) 86 76 66 19 –
Gonor (1985) 64 78 12 20 2
Hassouna (1984) 37 70 – 18 11
Martín (1999) 41 81 35 10 7
Mayo (1985) 89 78 6 6 12
McGuire (1984) 46 72 46 28 –
Petersen (1982) 88 83 41 16 1
Philp (1981) 52 99 – 0 –
Piazza (1979) 31 74 – 6 9
Schoenburg (1979) 39 69 50 5 15
Sirls (1994) 113 70 – 15 6
Summers (1978) 50 52 12 12 18
Van poppel (1983) 160 66 24 24 10
Weinstein (1988) 91 70 18 16 12
Hinson (1995) 70 63 21 28 9
arteriolar y sinusoidal que provoca los cambios he- Disfunción vesicouretral neurógena tipo
modinámicos responsables de la erección peneana. neurona motora superior
En este tipo de lesiones, tanto el segmento sacro
❑ Tipos de vejiga neurógena correspondiente como las vías periféricas están in-
en la esclerosis múltiple1 tactas, pero se interrumpen las vías que comunican
28 el centro sacro con niveles superiores.
En la Tabla I se reflejan los distintos tipos de vejiga La cistomanometría demostrará contracciones
neurógena encontrados más frecuentemente en pa- involuntarias del detrusor de etiología lesional neu-
cientes con esclerosis múltiple, y su frecuencia en rogénica (hiperreflexia) (Figura 1).
las distintas series revisadas. En la exploración clínica neurourológica se ob-
No obstante, las lesiones desmielinizantes res- jetivarán unos reflejos uretrales (llenado vesical, tos,
ponsables de los trastornos funcionales urinarios en Valsalva y bulbocavernoso) normales, en tanto que
los pacientes con esclerosis múltiple, muestran ten- el control voluntario del esfínter anal se encuentra
dencia a fluctuar y a modificarse en el tiempo, y con ausente o disminuido (Figura 2).
frecuencia empeoraran con la evolución de la enfer- La EMG demostrará unos potenciales de acción
medad. En 18 pacientes con esclerosis múltiple estu- y unos reflejos normales, pero habrá una afectación
diados a lo largo de su evolución, el 55% presentaba del control voluntario sobre los mismos (Figura 2).
un patrón urodinámico diferente al observado en los Si la lesión es cortical existirá generalmente si-
estudios iniciales de la enfermedad. Por tanto, la ve- nergia detrusor/esfínter periuretral.
jiga neurógena y la disfunción uretral secundarias a Si el nivel lesional se sitúa entre mesencéfalo y
la esclerosis múltiple son dinámicas e imprevisibles, centro sacro, se demostrará disinergia detrusor/esfín-
como la propia enfermedad, y la evaluación urodiná- ter periuretral, que atendiendo a la relación en el
mica se convierte en imprescindible para el diagnós- tiempo entre la contracción del detrusor y la relaja-
tico correcto y para el manejo terapéutico adecuado ción del esfínter externo se puede clasificar en tres
del paciente2. tipos (Figura 3):
Figura 2 Vejiga neurógena tipo neurona motora superior. Electromiografía del esfínter periuretral. B: base. LL: llenado. V:
valsalva. T: tos. BC: bulbocavernoso. CV: control voluntario.
En diversos estudios se ha descrito una marcada Reeducación de los músculos del suelo pélvico
mejoría de la nicturia mediante la administración in- La función de los músculos del suelo pélvico se 31
tranasal de desmopresina5. Su empleo obliga a un deteriora por diferentes razones en la esclerosis múl-
control regular de electrólitos séricos y de osmolari- tiple. Los procesos de desmielinización conducen a
dad. la denervación de diferentes músculos. También los
En los casos de insuficiente respuesta a los fár- pacientes que precisan silla de ruedas durante el cur-
macos anticolinérgicos, se ha ensayado la instilación so de su enfermedad experimentarán una atrofia de
intravesical de capsaicina con una notable mejoría estos músculos.
de la sintomatología urinaria irritativa que perdura Teóricamente, la reeducación del suelo pélvico
durante varios meses, aunque el efecto beneficioso se produce por estimulación de las ramas del nervio
parece ser menor al incrementarse la discapacidad6. pudendo que provocan una relajación vesical a través
También se ha empleado la instilación intravesical del reflejo espinal pudendo-hipogástrico y pudendo-
de oxibutinina como tratamiento de las contraccio- pélvico, y se realiza a través del control manual de
nes involuntarias vesicales con mejoría sintomática las contracciones musculares, mediante palpación va-
en el 55% de los casos7. ginal y perineal del paciente, y del fisioterapeuta.
La colocación de un catéter vesical a permanen-
cia debe evitarse siempre, aunque, desafortunada- Electroestimulación del nervio pudendo
mente, es usado todavía en algunas instituciones pa- La electroestimulación del nervio pudendo pro-
ra el tratamiento de la incontinencia. Siempre que voca una activación de la contracción del mecanis-
sea posible la sonda vesical debe considerarse un mo esfinteriano distal y una inhibición de la contrac-
procedimiento temporal. ción vesical por el reforzamiento de los circuitos
Figura 5 Vejiga neurógena tipo neurona motora inferior. Electromiografía del esfínter periuretral. B: base. LL: llenado. V:
valsalva. T: tos. BC: bulbocavernoso. CV: control voluntario.
neuronales que inhiben la contractilidad vesical. Es- ta de las lesiones suprasacrales. Las placas de escle-
ta estimulación puede ser: rosis que afecten al centro parasimpático sacro pro-
1.- Indirecta: actuando vía transcutánea sobre el vocarán una alteración del mecanismo reflejo de la
nervio dorsal del pene o sobre el nervio del clítoris, erección. En las lesiones medulares suprasacras los
o también actuando sobre las terminaciones nervio- mecanismos de erección reflexógena, a nivel sacro,
sas del suelo pélvico a través de la mucosa anal o están conservados, pero las erecciones no pueden
vaginal. mantenerse sin una estimulación táctil constante
2.- Directa: mediante la estimulación directa de porque falta el control de los centros superiores y el
las raíces dorsales sacras del nervio pudendo. mantenimiento psicológico de la erección.
Esta vía de estimulación tiene un doble efecto: Si las lesiones afectan al cerebro pueden causar
inhibe la hiperactividad vesical y produce un efecto disfunción eréctil, a través de una alteración del cen-
de entrenamiento sobre la musculatura estriada ure- tro hipotalámico o de una inhibición excesiva del
tral con un efecto sinérgico sobre la continencia uri- centro espinal.
32 naria. Es de destacar que la mayoría de las disfuncio-
nes eréctiles que acontecen en la esclerosis son in-
Técnicas de neuromodulación completas.
Se ha desarrollado una técnica invasiva de elec- La esclerois múltiple puede provocar alteracio-
troestimulación directa de las raíces anteriores sacras. nes de la eyaculación en cualquiera de sus fases:
Las raíces sacras S2, S4, y, sobre todo, S3, controlan emisión, uretral y de expulsión, provocando cuatro
la función vesicouretral y de los músculos del suelo variedades fundamentales de disfunción eyaculato-
pélvico. Esta técnica consiste en insertar un electrodo ria:
de aguja a nivel del foramen de S3, provocando una A) Eyaculación retrógrada: ocasionada por de-
estimulación eléctrica. Si se obtiene una buena res- fecto del cierre del esfínter interno del cuello vesi-
puesta en un periodo de 3 a 5 días, el paciente se se- cal, produciéndose una emisión o eyaculación retró-
lecciona para colocar un estimulador definitivo. grada del fluido seminal a vejiga.
B) Orgasmo sin eyaculación: la fase de emisión
❑ Alteraciones sexuales en está selectivamente suprimida. La fase de expulsión
la esclerosis múltiple está conservada pero no hay semen para expulsar.
C) Aneyaculación/anorgasmia: no pueden de-
Las lesiones neurológicas que pueden causar impo- sencadenarse ni la fase de emisión ni la de expul-
tencia en la esclerosis múltiple se clasifican según sión, al menos en estado de vigilia.
afecten al centro motor parasimpático medular de la D) Eyaculación asténica o babeante: en este ca-
erección S2-S4 o, por encima de dicho centro, se tra- so, la fase de emisión es normal, pero la fase de ex-
Figura 6 Ecografía vesicoprostática, donde se observa apertura del cuello vesical por descentralización simpática.
pulsión está alterada o suprimida. Si existe salida an- ción, como para mantener una relación sexual
terógrada del semen ésta es retardada, no es rítmica y completa y satisfactoria. Esto es así, en dependen-
consiste generalmente en una expulsión gota a gota. cia del nivel del segmento medular donde asiente
Otras disfunciones eyaculatorias descritas son: la lesión, y del tipo de la misma, y por tanto del
– Eyaculación precoz: aunque su origen es nor- daño ocasionado.
malmente psicógeno, también se han descrito casos Algunos de estos pacientes pierden la capacidad
de la misma en la esclerosis múltiple o tumores me- eréctil del pene debido a mecanismos puramente psi-
dulares. cológicos (inhibiciones sexuales), que básicamente
– Eyaculación refleja: se produce en pacientes son debidas al gran quebranto que sobre su personali-
con lesiones medulares altas. dad va a ejercer el conocimiento de su enfermedad,
– Eyaculación dolorosa: es más frecuente en en- al carácter invalidante de la misma y a veces incluso
fermos con procesos infecciosos genitourinarios y de la creencia de una posible transmisión de la enfer-
estenosis uretrales, pero se ha descrito una irradia- medad a sus descendientes. Este problema debe ser
ción dolorosa a la cara anterior del muslo durante la abordado por el equipo de psicólogos y psiquiatras.
eyaculación en pacientes parapléjicos. Entre los métodos mecánicos, para el tratamiento
No obstante, poco se ha publicado de los trans- de la disfunción eréctil, tenemos la estimulación de
tornos de la eyaculación en la esclerosis múltiple. los reflejos espinales, donde el paciente debe apren-
Vas CJ8, en 1969, observó pérdida de la eyaculación der a estimular los reflejos espinales, mediante la
en todos los hombres totalmente impotentes de su masturbación o estimulando la base del pene, con lo 33
serie y en un tercio de los que eran parciamente im- cual no sólo se consigue un aprendizaje para conocer
potentes. Minderhoud JM9 et al., en 1984, y Valleroy nuevamente su propia respuesta, sino también para
ML10, en el mismo año, informaron de un 37% y un lograr una potenciación del arco reflejo genital. Con
44%, repectivamente, de hombres con esclerosis este fin se pueden emplear estimuladores mecánicos.
múltiple, que presentaban dificultades para la eyacu- Los anillos constrictores se emplean en aquellos
lación. pacientes capaces de conseguir erecciones reflejas, y
que su problema fundamental consiste en que éstas
❑ Aspectos terapéuticos de la disfunción son de breve duración. En estos casos, puede estar
eréctil en la esclerosis múltiple3,11 indicada la utilización de cualquier tipo de compre-
sor en la base del pene, una vez lograda la erección,
La mayoría de los pacientes con esclerosis múlti- al objeto de impedir el retorno venoso sanguíneo, im-
ple se comportan como lesiones medulares incom- pidiendo que los sinusoides de los cuerpos caverno-
pletas y aunque en ellos, el pronóstico, desde el sos se vacíen de sangre; de esta forma se prolonga el
punto de vista de la relación sexual, en términos tiempo de erección. De todos modos los anillos cons-
generales, suele ser favorable, es también mucho trictores tiene una indicación relativa en este tipo de
más difícil de establecer. Los pacientes suelen pre- alteraciones, máxime si el paciente tiene conservada
sentar algún tipo y grado de erección (erección su capacidad eyaculatoria, ya que obviamente cual-
psicógena y/o erección refleja), aunque ésta suele quier compresor impedirá la misma, o incluso provo-
ser generalmente insuficiente en intensidad o dura- cará dolor al impedir que ésta se produjera.
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