Juan Jose Castro Pensamiento PDF
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Este documento está disponible en la Biblioteca Digital de la Universidad Católica Argentina, repositorio institucional
desarrollado por la Biblioteca Central “San Benito Abad”. Su objetivo es difundir y preservar la producción intelectual
de la Institución.
La Biblioteca posee la autorización del autor para su divulgación en línea.
García Muñoz, Carmen. “Juan José Castro : su pensamiento, sus escritos'” [en línea]. Revista del Instituto de
Investigación Musicológica “Carlos Vega”, 14 (1995). Disponible en: http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/greenstone/cgi-
bin/library.cgi?a=d&c=Revistas&d=juan-jose-castro-pensamiento [Fecha de consulta:.......]
JUAN JOSE CASTRO *
SU PENSAMIENTO, SUS ESCRITOS
Hoy queremos recordar a Juan José Castro, sus ideas sobre la música,
su música y, sobre todo, volver a editar sus poesías. Este conjunto de escritos,
entrevistas y reflexiones creemos que lo revelan de manera exacta y particular:
pensamiento, espíritu crítico, calidad especial para escribir. Tanto su prosa
como su poesía evidencian fuerza, pasión, ternura, dramatismo y dolor. Todo
aquello que hace de un ser humano un hombre auténtico, vital, fiel a sus
convicciones y con la capacidad intelectual, técnica y sensible para
manifestarlo de la mejor manera.
l. Su vida,
n. Sus ideas como intérprete,
nI. Su estilo,
N. Sus opiniones sobre la música argentina,
V. Sus escritos.
.. .
* Publicamos este trabajo como homenaje del Instituto al cumplirse 100 años del nacimiento de
Juan José Castro, reiterando -una vez más- el profundo agradecimiento a Ralea Castro por los
materiales que siempre puso a nuestra disposición, por sus recuerdos, su afecto y su invariable
manera de ser.
. ..
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l. SU VIDA
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estábamos en París, les gustaba mi manera de tocar el tango.
Del dancing pasé a un restaurante como pianista, y allí
también tuve que interpretar mis buenos tangos. Cinco años me
quedé en París trabajando y estudiando. Me perfeccioné en el
piano con Eduardo Risler, a quien había conocido en Buenos
Aires, y asistía a los cursos de la Schola Cantorum, donde
recibí las enseñanzas del maestro D lndy, que me asombró por
su cultura y la seguridad con que resolvía todas las cuestiones
musicales. Su gran talento y su enorme erudición se resentían,
sin embargo, por el concepto severo, rígido, con que dictaba
sus lecciones y aplicaba sus conocimientos. Con todo, fue un
gran maestro, y como la mayoría de sus infinitos alumnos,
guardo por él tanta admiración como gratitud". (Mundo
Argentino ...)
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Beethoven, el Requiem de Brahms, Salmos Húngaros de
Kodaly, Sinfonía de los Salmos de Stravinsky. En 1933 se me
designó para la dirección general del Colón, cargo que
abandoné porque me absorbía todo el tiempo y no me dejaba
espacio para dedicárselo a mi música, a la cual estaba
obligado a ser fiel. A fines de ese año la Guggenheim
Foundation me otorgó una beca para realizar un viaje de
estudios por los Estados Unidos, y en ese viaje conocí a
Toscanini, que dirigía la Orquesta Filarmónica de Nueva York.
Tuve la ocasión de oirle no menos de cuarenta conciertos, que
me dejaron maravillado. [...] A mi regreso de los Estados
Unidos, Radio El Mundo me contrató para la organización de
su orquesta sinfónica, con la que ofrecí numerosos conciertos
en esa broadcasting, en el Odeón y en la Opera. f. .. ] Hace un
par de años, en oportunidad de la presentación de Manuel de
Falla en Buenos Aires, compartí con el gran músico español la
preparación y la dirección de los conciertos que dio en nuestra
ciudad". (Mundo Argentino ... )
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"Desde que pisé mi bendita patria vivo de emoción en emoción.
Repito que nunca creí que tenía tantos amigos, porque hace
tres días que abrazo a mucha gente, y cada abrazo es un poco
del corazón que palpita". (Mundo Radial, 1O-XI-1955)
"Al fin estoy entre los míos. Y ahora a trabajar para el público
de Buenos Aires". (23-11-1956)
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En 1960 se instala en Puerto Rico, invitado por Pablo Casals para
asumir el decanato de estudios en el Conservatorio y dirigir la Orquesta
Sinfónica de aquel país.
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extravagancia al interpretar a otros. Esta labor interpretativa,
comun al artista ejecutante y al director de orquesta, tiene en
cuanto a su realización un proceso muy distinto. El virtuoso
cuya re-creación de la obra está ya fijada en su imaginación,
al darle vida en el instrumento adaptará sus medios técnicos a
aquella imagen, encuadrando su ejecución en el estilo y en la
expresión requeridos. Claro está que su versión será el fiel
reflejo de su pensamiento. Bien distinto es el caso del director
de orquesta. En sus subordinados deberá crear ese estilo; es a
ellos a quienes ha de transmitir esa nueva creación, haciendo
que la interpretación por él concebida sea fielmente vertida por
el complejo instrumento que él utiliza: la orquesta. Hay aquí,
como se ve, un doble riesgo, pues la más afortunada
concepción del director estará expuesta a ser desvirtuada en
cuanto no logre transmitirla e imponerla en sus más mínimos
detalles a la legión de colaboradores que su tarea le exige. 0,
dicho de otro modo, es necesario que el director de orquesta
posea además de las indispensables condiciones de intérprete,
otras muy especiales -el conocimiento de las diversas técnicas
de los instrumentos no es la menor- y el dominio suficiente
para imponer a la orquesta su concepción personal de la obra.
A todo ello agréguese un poder de transmisión por el gesto y
los ademanes, que hará, en el momento mismo de la ejecución,
que toda su labor llevada a cabo durante los ensayos no sea
traicionada ". (SUR, 1935)
111. SU ESTILO
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"En realidad no elegí un tema español. Elegí un libro de
Garcia Lorca, cuya pluma ha movido más de una vez mi pluma
de compositor y cuya figura, su vida y su pasión, merece otro
homenaje que el que yo pueda ofrecerle. Si no supiera medir
distancias diría que había compuesto una 'ópera para Garcia
Lorca'''. (programa del Teatro Colón, lO-XI-1968)
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En la cantata para coro vocalizado y orquesta De tierra gallega, de
1946, retoma el tema hispano, y dice:
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poner en relieve situaciones escenzcas con riqueza de
experiencia e infalible acento psicológico. El lenguaje seco y
nervioso está reavivado por zonas líricas de emocionada y
poética melodía. Los colores instrumentales son ricos en luces,
ya límpidas, ya tocadas de misterioso pathos. Un sentido de
fatalidad recorre todo el trabajo, secundando así las situaciones
dramáticas que resultan nuevas, incisivas y altamente poéticas.
Se trata del mito de Proserpina llevado a un moderno ambiente
sudamericano. Este mito, personalizado por el coro y un tenor
solista que actúa como corifeo, anuncia los episodios, o los
comenta, o llora la desventura de la protagonista con toques de
trágica fatalidad o de abierta y radiante expansión.
La Comisión, asignando este Premio, lo hace convencida
de haber procedido bien con la conciente valorización de una
obra teatral que decididamente se destaca -por sus altos ideales
humanos y poéticos- por encima de la normalidad; y está
segura de haber obrado en el superior interés del teatro
musical". (Ars, 1969)
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música, el compositor aspira a fundir las dos acciones
paralelas (una representada, otra relatada) con su contra
posición de tiempo y estilo en un todo indisolublemente
armónico". (La Nación, 24-XI-1952)
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"Las partes elegidas para esta verszon musical forman una
especie de compendio de la historia de Fierro. Es, en primer
término, la propia presentación del cantor que comprende un
grupo de estrofas del Canto 1, reunidas aquí bajo el título La
gloria de estar libre. Luego, tras la evocación de los tiempos
felices y la descripción de los trabajos del campo, recordados
con nostalgia, viene el relato de sus primeras desgracias, la
pérdida de su libertad, de su familia y de su hogar, y su
rebeldía. Esta segunda parte se titula El telar de sus desdichas.
Le sigue una Milonga sombría con la relación de su duelo con
un negro, al que mata. Y por último la cuarta parte Su
esperanza era el coraje, en la que Martín Fierro, perseguido y
aislado, canta sus lamentos a la noche y nos cuenta luego la
lucha con la partida policial que lo cerca en el pajonal donde
se oculta y su salvación milagrosa gracias a la ayuda y
adhesión del sargento Cruz; termina con su oración por los
muertos en esta pelea". (La Razón, 22-VI-1948)
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En cuanto a su lenguaje, él mismo lo comentaba así, ante la pregunta
de un periodista sobre el posible cambio de su línea creativa:
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"Creo firmemente en un florecimiento de la mUSlca americana.
¿ Cuándo?, no lo sé. Lo que sí creo es que hay que defenderse
de las impaciencias injustificadas que muchos artistas sienten.
Hay un largo y humilde trabajo que cumplir y una penosa
búsqueda por realizar sin abusar del socorrido recurso del
folklore. El acento auténtico estará en cada nota, en cada
palabra o pincelada, si el proceso interior está maduro. Lo
demás será disfraz. No se debe temer al europeísmo' y hay
que aprender el oficio a fondo. No llamemos intuición a la
ignorancia, ni creamos que el arte es una cosa cómoda y
divertida. Las composiciones más laboriosas y trabajadas las
firma un tal Juan Sebastián Bach". (Lima, El Comercio, 28-V
1945)
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v. SUS ESCRITOS
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peifume de jardín granadino unas veces, otras, con santo olor de tierra, y
siempre expresión fervorosa de un varón elegido, a quien la revelación
llegaba en forma sonora.
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Por ello abandonó un día su patria -al término de una lucha de
hermanos que lo desgarraba como desgarraba a España- donde ya no
encontraba soledad ni paz. Por eso no quiso en ningún momento volver a
ella.
inutilmente desde años atrás para una de las partes de La Atlántida y que
ahora se lo ofrenda Villa del Lago. Él lo refería con emoción. Pero llega
otra noche. noche definitiva. Noche de azul fuerte y profundo, llena de
esperanzas. Ella lo guía por senderos desconocidos. En esas rutas su paso
vacilante se hace firme y sereno. Es la gloria que llega por dos caminos. La
definitiva en este mundo; la eterna que fue razón de su vida.
•• •
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afanosas del lector y provocar un interés, una excitación que no alcanzaría si
con palabras sencillas y veraces diera cuenta del mismo hecho.
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hombre, la que no debe envidiar nada a las que en tropel se refugian en el
negro de la noche para que encontremos un momento de paz en su
contemplación. No rompamos el encanto (¿estará aquélla también formada
por luces imaginarias, por metales prestigiosos capaces de deslumbrar a un
fabuloso monarca de primera magnitud, siendo sólo reflejo de reflejo? ¿ serán
sus sustancias lechosas sólo tierras negras?). No rompamos el encanto.
Veámosla así, a la distancia que oculta realidades humanas, que esconde
luchas porfiadas con una materia cruel cuando el fervor ignoto no acude en
socorro del artista. ¡Inverosímil lucha con esa frágil sustancia, dueña del
vuelo: el sonido! No volvamos a creer en el cielo alto y en la baja tierra
cuando estamos frente a esa música. Veámosla así, más allá de la vida de
esos hombres que alguna vez, fugazmente y sin saberlo quizá, quemados ya
por su fe, visitaron niveles estelares desde los que en un 'ahora' permanente,
se irradian sus mensajes alucinantes. Beethoven, Schubert, Bach, Monteverdi
(vencedor del dolor, tierno niño poeta, dorado apóstol, verbo dramático ... ).
Es por todo ello que tenía ganas de decir que el tiempo de la música
ha sonado en este país. O, para quienes prefieran este otro lenguaje:' ha
entrado en órbita la música en Puerto Rico' ". (ARS, 1969)
• • •
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POEMAS DE JUAN JOS E CASTRO
ALTOS PAJAROS
(A la Música)
se hace nota,
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pan de vida con sones amasado
• ••
soÑÉ UN CANTO
Soñé un canto
enramado,
en mil luces,
Se le oía
sin principio
ya empezado.
cuya nota
--son unánime-
eternal se presentía.
y al partir,
al partir me desangraba.
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Densa muerte,
musgo fino,
si el canto de tu mirada
enramada
--encendido
de mi sueño
se alejara.
solitaria,
por la vida
me acompaña.
y es el agua.
Es mi ceguera y mi luz.
Es la herida
y es la espada.
y en mis venas
y en mi alma
•••
REMANSO
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Todo el ronco fragor de mis abismos
injuriando del ritmo el equilibrio
proyecta de mi ser romper el centro
cuando oportuna sales a mi encuentro.
•••
MIS POTROS
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a esta tierra que adoro y lamería
si supiera que allí tu sal encuentro.
Ligazón de alquitrán y tierra espesa
a esta sangre que odio y lamería
si en su gota postrera te encontrara.
Ya se aplacan sus cascos, ya se alejan
hacia un verde remanso de mi entraña.
De la flor de sonidos en que habitas
tu sonido me llega, y se han calmado.
Vuelve sombrío rumor de la llovizna
a recorrer mis huesos.
• ••
GRITO
• ••
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A MARIA
• • •
• • •
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CANTO A MI CIUDAD
cubierta de cenizas,
cubierta de cenizas,
cubierta de cenizas.
al amor de la lluvia.
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y estrangulan tu voz que sobrevive
en mi entraña, mi agridulce ciudad.
¿Habrá clamor? ¿Habrá siempre ceniza?
Una piedra cayera milenaria
con el signo maldito y te aplastase,
y tal vez fecundara.
Un corazón partiera el odio bíblico
con hierro por la envidia dirigido,
y tal vez fecundara.
Pero es mucho peor.
Un corazón se cubre de cenizas,
un corazón con sangre dolorida
que corre por el musgo de sus calles,
cubierto de cenizas.
Si hay un rescoldo aún, si hay una lágrima,
una estrella con luz, una paloma,
una voz inocente y argentina,
avente de la muerte el polvo fino
para que en la ciudad el sol descargue
sus olas de colores,
cuelgue del cielo la brillante lluvia,
surjan casas, caminos y arboledas,
luz en la torre con su fiera guardia,
el humo de la casa y de la pipa
en los postes marinos se confunda,
del ancho río el ancho canto traiga
su rizada melena de sonidos,
hacia la estrella los relojes altos
repiquen sus metales, dando lecho
de música al coro de los pájaros.
• ••
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PLAZA DEL RETIRO
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Se acerca el olor del puerto.
La soledad me transita.
Pasa y me roza al pasar
en una media de seda
la pierna blanca e impura
que en mis estrofas se enreda.
Mi soledad, su blancura
a mi poema me empujan:
"Entre sábanas de Holanda... ".
Este prolijo aire fresco
la inutilidad me muestra
de la colcha que no tengo.
Me apretaré contra el cielo
como a la tierra me aprieto.
Dormiré soñando barcas
lentas, de vientos dormidos
y en sus ruidosas entrañas
de maderos doloridos
veré de llegar a Holanda
venciendo al dolor vencido.
Si no encuentro una sirena
escribiré mi poema.
• ••
55
La cola se le alarga
en su cola viajan.
De ilusión y de lágrimas,
al llegar la mañana
en escamas de plata.
•••
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Nadie se ocupa, nadie se ha enterado
(México, 1948)
•••
EL ENTIERRO DE LA NIÑA
57
Hoy llevan trajes, sombreros,
Es negra la caminata,
la luz rebota
de su día primero.
•••
REFLEJOS EN EL AGUA
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sus peces, sus caballos fabulosos,
los pies enharinados de una niña.
• ••
MI VOZ YA NO ES UN ARBOL..•
Mi voz ya no es un árbol,
-necesito sus sombras y su copa
ni una rama
-sus brazos necesito
ni siquiera una hoja volandera
-en este otoño, y ya sin primaveras
yo en esa hoja resucito-o
• • •
A MI ARGENTINA, LEJOS
59
Qué míos fueron en un día patrio,
qué míos sin comprarlos.
Quiero volver a tí,
a buscar mi dolor, que hoy me prodigas,
para poder vivir fuera de tí con algo tuyo.
Mi cuerpo quiere visitarte
como visita mi alma tu recuerdo.
Cómo vaga mi alma en el desvelo,
cómo vaga en el sueño por tus campos.
Tu rica tierra, mis hermanos pobres,
qué frecuentados por mi pensamiento.
La flor entristecida de tu aliento,
el pulsar de tu vida sofocado,
la luz -la verdadera- oscurecida,
me muestran tu dolor y tu tormento.
Descienda a tí la voz que yo no tengo,
voz rugiente que clame y oigan todos,
voz tan bella
que estremezca tus aguas y tus tierras,
que a la paloma en vuelo no detenga,
que al dominio detenga que te ofende.
La voz profética y genial que cante
tu verdad, tu destino y tu grandeza.
Que riegue en luz del Plata hasta los Andes
el argentino suelo y queme en sangre
el corazón impuro que te injuria.
(Oyendo estoy la voz. Oírla ansío.)
•••
60
A MI VIOLIN
•••
en el balcón florido.
en su balcón florido,
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que ella duerme.
El cantar y su risa,
• ••
MAR ADENTRO
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Mar encerrada, mar sin escapada,
con todos los salo res y naufragios,
mar de claror y de enlutadas rutas,
de algas, corales, barcas sepultadas,
cristales, legendarias catedrales,
esponjas y medusas abismales,
del fuego nido, cruz de lo terrestre,
mar marítima y dulce mar celeste.
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que cuando vuele hacia regiones claras,
en mí estés sepultada.
•••
TU
Ese mirar estrellado,
mirar de noche con luna,
lo olvidaron en tu cuna
los Reyes Magos.
En decisión oportuna
el viento con el trigal
trajeron a tu cintura
su ondular.
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NEGRO
¡Negro! ¡Negro!
Te quiero "negro", negro.
Puro como el negro del ébano,
puro como el color más negro,
como la noche sin astros,
la noche total,
y tu corazón es negro,
¡Ajedrez!
¿Por qué?
Esta me gusta.
te quiero "negro".
Como te ví en Dakar,
como te ví en Antigua,
en el Afro-Brasil de Villa-Lobos.
Yo viajé contigo.
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sobre Tobago.)
te ví morir en el Plata.
respirábamos juntos.
Yo soy Juan,
tú eres negro.
¿ Y Caín? ¿Negro?
¡Qué importa!
•••
66
A MANUEL DE FALLA
(Por su Concerto para clavicembalo)
Diciembre de 1948
•••
DICHOSA HISTORIA DEL AMOR PENSADO
67
Ya su alentar fue el extranjero
y en su mirada y en su pelo
•••
Como conclusión a este trabajo quisiéramos reproducir unas palabras
que Victoria Ocampo pronunciara en un homenaje a Castro al cumplir 70
años, en Radio Splendid, y que luego publicara en el 7° volumen de sus
Testimonios:
Juan José:
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porque además de la música nos unían admiraciones y aversiones
compartidas.
+ + + + +
69
BffiLIOGRAFIA
Cassinelli de Arias, Raquel - "Juan José Castro. Catálogo de obras". En Temas y Contracantos,
Bs.As., agosto 1985.
Garcia Acevedo, Mario - "Panorama de la ópera argentina en el Teatro Colón". En Lyra, N° 167
170, Bs.As., 1958.
Garcia Morillo, Roberto - Estudios sobre música argentina. Bs.As., ECA, 1984.
- - - "Juan José Castro. La música para piano". En Temas y Contracantos, Bs.As., octubre
diciembre 1987.
Garcia Muñoz, Carmen - "Juan José Castro" [catálogo], en Revista del Instituto de Investigación
Musicológica, N° 12, Fac. de Artes y Ciencias Musicales, UCA, 1992.
Ocampo, Victoria - "Saludo a Juan José Castro". En Testimonios, VID, Bs.As., 1968.
Valenti Ferro, Enzo - Los directores. Teatro Colón. Bs.As., Gaglianone, 1985.
70