Tomo 13 PDF
Tomo 13 PDF
Tomo 13 PDF
Grohmann 13
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
Jorge Basadre
Grohmann [13]
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
Historia de la República del Perú [1822-1933]
Tomo 13
Elaboración de contenidos
Dirección general: Bernardo Roca Rey Miró Quesada
Planeamiento y desarrollo: Raúl Castro Pérez
Realización ejecutiva: Jorge Cornejo Calle
Redacción e investigación: Jenny Varillas Paz
Asistencia: Francisco Izquierdo Quea, Alejandra Velarde de Romaña,
Ana Paola Durand Schinkel, María Jesús Geiser Reyes
Diseño: Veruzka Noriega Ruiz, Claudia Burga-Cisneros Pizarro
Diagramación: Gerardo Cristobal Pacheco
Infografías: Raúl Rodríguez Rodríguez, Grafitti
Fotografía: Cecilia Durand Torres, Paola Nalvarte Abad
Investigación fotográfica: Erick Devoto Bazán
Coordinación de fotografía: Carolina Cáceres Cáceres
Reproducción y fotografía: Jaime Gianella Malca
Corrección: Ana Loli Chau, Rosella di Paolo Ferrarini
Asesoría histórica: Héctor López Martínez
Coordinación de actualizaciones historiográficas: Carlos
Contreras Carranza
Redacción e investigación de actualizaciones historiográficas
para este tomo: José Carlos de la Puente Luna (páginas 26, 44, 52,
68, 102, 136, 148, 212, 232, 236, 252)
[ INDICE ] TOMO 13 5
66 El atentado en la casa del presidente del Senado, el asalto a la [ IX ]
del ex presidente Leguía y la prisión de este. Dimisión del 95 Los vuelos de Ramón Montero
Gabinete Sousa 95 Otros vuelos
66 El segundo Gabinete Varela
67 El atentado en la imprenta de La Crónica
67 El personal del Concejo Provincial de Lima y los incidentes de CAPÍTULO 34
setiembre de 1913 LA ADMINISTRACIÓN DE BILLINGHURST (II)
[ II ] EL CONFLICTO ENTRE EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
67 La ley electoral de 1912. En qué se diferenció su texto del Y EL CONGRESO, Y LA REAPARICIÓN DEL EJÉRCITO EN
proyecto original LA POLÍTICA.
70 La Corte Suprema y los procesos electorales de 1913 La segunda crisis en la República Aristocrática
70 Los resultados de la reforma de 1912
[ III ] [I]
72 La negociación Hunneus-Valera 98 La demora en la aprobación del Presupuesto para 1914 por el
72 El mensaje secreto de Billinghurst el 30 de noviembre de 1912 Congreso
73 La oposición contra la negociación Hunneus-Valera 98 La dimisión de los ministros Tudela y Maldonado
74 Las interpelaciones al ministro de Guerra y la política 99 La vigencia del Presupuesto para 1914 por decreto. No hubo
armamentista rebaja en el pliego de guerra
74 El ambiente de confraternidad popular peruano-chilena [ II ]
76 Las cuestiones con Colombia y el Ecuador 100 El conflicto entre el Presidente y el Congreso. El supuesto
76 El arbitraje sobre las reclamaciones francesas decreto con la desautorización de este y las causales aducidas
[ IV ] 101 Las reformas constitucionales
76 El establecimiento de la jornada de ocho horas para los 103 Las reformas constitucionales en el proyecto de Javier Prado y
trabajadores portuarios Mariano H. Cornejo
77 El primer decreto sobre reglamentación de las huelgas 103 El plebiscito
79 La sección obrera, base de la inspección general del trabajo 104 El armamento del pueblo
79 La reglamentación de la ley sobre accidentes del trabajo 105 Casos latinoamericanos de armamentos del pueblo como
80 La represión del Callao contrapeso al poder militar
80 Las huelgas de 1913 [ III ]
81 Casas para obreros 105 La conspiración
81 La escuela de enseñanza doméstica 106 El intento de efectuar el pronunciamiento el 18 de enero
81 El fomento de la extensión cultural entre el pueblo de 1914
82 El decreto para reglamentar el arrendamiento de las fincas de 108 Los diarios. La actitud del Partido Civil Independiente
la Beneficencia 108 Los distintos sectores de la conspiración
82 Billinghurst y los indios. Las matanzas de Chucuito y Azángaro 108 Los fundamentos de la propaganda subversiva
82 El informe Villena sobre los atropellos a los indios en la 108 ¿Hubo el intento de obtener la renuncia de Billinghurst por
provincia de Lampa medios pacíficos?
[V] 109 La propaganda contra el Congreso y a favor del plebiscito
84 Las ideas de Billinghurst sobre la educación primaria y el 109 El ambiente en Lima al empezar febrero
decreto sobre la enseñanza religiosa 110 ¿Abandonó Billinghurst a última hora la idea del plebiscito?
[ VI ] 112 El pronunciamiento militar del 4 de febrero. Asesinato del
85 El departamento de Madre de Dios general Enrique Varela,
85 El informe Forbes sobre el guano 112 Homenajes al general Varela
86 La supuesta existencia de salitre en Arequipa 112 El proceso por el asesinato del general Varela
86 Iniciativas del gobierno de Billinghurst sobre el borato de cal y 115 La musa popular y el asesinato del general Varela
el carbón 115 La dimisión y la expatriación de Billinghurst
86 La unión de La Punta con San Lorenzo y el proyecto sobre [ IV ]
Matarani 116 Apreciaciones sobre el conflicto constitucional de 1914. El
88 La ruta Huánuco-Pucallpa significado histórico de Billinghurst
88 Los basurales del Tajamar, la Dirección de Salubridad y la 118 La segunda crisis de la República Aristocrática
Asistencia Pública 118 El plan de Billinghurst. La sublevación de Leguía en 1919 y el
88 El ferrocarril a Chilca plebiscito de 1939
88 La ley de colonización e irrigación de la costa 120 La suerte de la reformas propugnadas por Billinghurst
89 El fomento de la arboricultura frutal 120 La legalización de la aprobación del Presupuesto por decreto
89 La difusión de la higienización y del agua potable en 1962
91 La expropiación de los derechos de la Empresa del Agua [V]
de Lima 120 Formación de la Junta de Gobierno
[ VII ] 121 La reunión de los senadores y diputados residentes en Lima
91 Los mensajes de Billinghurst al Congreso. La condenación de 122 La aprobación de la clase dirigente a la subversión militar en
la historia hacendaria de la República y la denuncia del 1914
anómalo crecimiento presupuestal 122 Los ascensos por la subversión del 4 de febrero
92 El Presupuesto para 1913 123 La tranquilidad pública después del 4 de febrero
93 La Compañía Recaudadora de Impuestos
94 Los empréstitos de Billinghurst
[ VIII ]
94 El Porvenir compañía de seguros de vida
95 El cultivo del té
6 TOMO 13 [ INDICE ]
CAPÍTULO 35 [ III ]
EL CONATO DE TERCER MILITARISMO (1914-1915). 156 Los cheques circulares
Aspectos políticos, administrativos y sociales. 160 La publicación del estado de caja de los bancos
La cuestión La Brea y Pariñas 160 La moneda de plata y de cobre
162 La exportación de oro y de plata
[I] [ IV ]
126 Los sangrientos sucesos de Napo 162 La reducción de los gastos públicos
[ II ] 163 Las nuevas leyes tributarias
126 La pugna entre los partidarios del vicepresidente Roberto 163 El Presupuesto de 1915
Leguía y los partidarios de nuevas elecciones populares 164 Las obligaciones a cargo del Erario entre 1908 y 1915
128 La mediación de Isaías de Piérola [V]
128 La fórmula de la presidencia provisoria 165 El decreto sobre despido de obreros
130 La sesión del Congreso el 15 de mayo de 1914 165 La legislación sobre artículos de primera necesidad
130 La elección del coronel Benavides como presidente provisorio [ VI ]
132 La resolución legislativa sobre la presidencia provisoria 165 La apertura del canal de Panamá
134 Apreciaciones sobre los sucesos del 15 de mayo
134 La acusación parlamentaria por los sucesos del 15 de mayo
134 El ascenso del presidente Benavides CAPÍTULO 37
135 El Gabinete Muñiz. La Proclamación de Roberto Leguía y las LA CONVENCIÓN DE PARTIDOS Y LAS ELECCIONES DE
conspiraciones de mayo y junio de 1914 1915. EL OCTAVO GOBERNANTE CIVIL EN LA REPÚBLICA
135 El asilo y la deportación de Augusto Durand y Alberto Ulloa ARISTOCRÁTICA
135 La prisión de Víctor Larco Herrera y Rafael Villanueva y el
funcionamiento del hábeas corpus [I]
137 Renuncia de González Prada a La Lucha 168 La ley electoral de 1915
138 La instalación del Congreso ordinario de 1914 y el 168 El proyecto de reformas constitucionales
acercamiento del leguiismo al régimen de Benavides [ II ]
[ III ] 169 La iniciativa para la Convención de Partidos de 1915
138 El Gabinete Carvajal y el estallido de la guerra europea 169 Organización de la Convención de Partidos
138 El Gabinete Sousa 170 La candidatura Muñiz
139 El Gabinete Schreiber. El incidente entre el ministro de Guerra 171 Retiro de la candidatura Prado y unificación civilista en torno
y la Cámara de Diputados de José Pardo
139 Las gestiones para que los señores Billinghurst y Durand 172 Reunión de la Convención. Designación de Pardo
fuesen expulsados de Tacna y Arica 172 Las vicepresidencias
140 Los sangrientos sucesos de Vitarte en enero de 1915 172 Significado de la nominación y de la elección de Pardo
142 La matanza de Llaucán 174 Ricardo Bentín
142 Los proyectos sobre impuestos a las utilidades del comercio y 175 Melitón Carvajal
la industria y a los sueldos de los empleados. La matanza de [ III ]
Arequipa 177 La Corte Suprema y las elecciones de 1915
143 Dimisión del Gabinete Schreiber 177 Los sangrientos sucesos de San Jerónimo. Asesinato de
143 El Gabinete Abrill Leonidas Samanez
143 Las características de los gabinetes de Benavides 178 Elección de Pardo
143 El anticipo de las leyes de excepción 178 El debate sobre la fecha de transmisión del mando
144 Los sucesos de Margos 178 La frustrada convocatoria a elecciones suplementarias. El
[ IV ] Gobierno y el proceso de 1915
144 La ley de situación militar 179 La rebelión de Huaraz. Comienzo de la segunda
146 La ley de cuadros administración de Pardo
146 El tiro de guerra 179 Viaje de Benavides a Europa
[V]
147 Planteamiento de la cuestión La Brea y Pariñas
[ VI ] CAPÍTULO 38
147 El guano y los derechos de la Peruvian Corporation y de la LA VUELTA A LA NORMALIDAD CONSTITUCIONAL
agricultura nacional (1915-1919).LA PRIMERA PARTE DEL SEGUNDO
149 El muelle de Salaverry GOBIERNO DE JOSÉ PARDO.
150 El muelle de Malabrigo Política interna. Gabinetes Riva-Agüero y Tudela 1ro.
[ VII ]
150 El agua de Lima [I]
150 Los servicios de agua y desagüe y de agua potable 182 Carlos de Piérola, director de la Casa de Moneda
151 El alumbrado eléctrico en el Cuzco 182 El Gabinete Riva-Agüero
182 El asesinato del comandante Ferreccio
183 Las leyes de amnistía de 1915 a 1917
CAPÍTULO 36 [ II ]
LOS EFECTOS INMEDIATOS DE LA PRIMERA GUERRA 184 El comienzo de la oposición a Pardo. Luis Ulloa
MUNDIAL 186 El intenso contenido político de las elecciones parlamentarias
de 1917
[I] 186 El asesinato de Rafael Grau
154 Los efectos inmediatos de la guerra de 1914 189 Los sangrientos sucesos de Cutervo y Chumbivilcas
[ II ] 189 Las proyecciones del crimen de Palcaro
154 Las moratorias 191 Los desórdenes del Cuzco
191 La actitud de Javier Prado
[ INDICE ] TOMO 13 7
191 Renuncia del ministro García Bedoya 224 La tesis peruana de 1918 sobre la solución del conflicto con
192 La acusación al Gabinete Riva-Agüero Chile
192 Miguel Grau 224 El Perú y la conferencia de Versalles
192 Óscar Grau 224 La demanda boliviana sobre Tacna y Arica
192 La ley N° 2584 225 La Liga de Naciones y la preparación de la demanda peruana
193 Alejandrino Montesinos [V]
193 El retiro del apoyo del partido constitucional al Gobierno. 225 La visita a Tumbes del Presidente del Ecuador
El primer Gabinete Tudela
194 Las elecciones para diputados por Lima en 1917
196 La Corte Suprema y las elecciones parlamentarias de 1917 CAPÍTULO 41
[ III ] LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA
197 La dimisión de Maldonado relacionada con el problema del MUNDIAL ENTRE 1915 Y 1918.
aumento de los sueldos por el Legislativo Política monetaria y tributaria de la segunda
197 La junta directiva del Partido Civil administración de José Pardo. El aumento de las
197 El ardoroso debate parlamentario sobre la ley de ferrocarriles exportaciones
199 La dimisión del Gabinete Tudela y el problema constitucional
de la insistencia en una ley [I]
200 El segundo Gabinete Tudela 228 Política monetaria de la segunda administración de Pardo
200 El problema ferrocarrilero en la legislatura de 1918 229 El pago de jornales en vales de papel y la lucha contra el
[ IV ] billete
201 Las creaciones políticas de provincias de tipo pequeño y por la moneda de plata
230 El acaparamiento de la plata y los sangrientos sucesos del
Cuzco en enero de 1918
CAPÍTULO 39 232 Las leyes sobre ampliación de la emisión de cheques circulares
LA FASE FINAL DEL SEGUNDO GOBIERNO DE en 1918
JOSÉ PARDO. [ II ]
Política interna. Gabinetes Tudela 2do., Arenas y 235 El aumento de las exportaciones
Zuloaga 237 El algodón Tangüis
238 La popularización del automóvil y del tractor
[I] 239 El valor de las importaciones y exportaciones
204 El incidente de Nuestra Época y la renuncia del ministro [ III ]
La Fuente 239 El disloque económico provocado por la guerra
[ II ] 240 El desplazamiento de los mercados
205 El movimiento subversivo de Ancón. La protesta estudiantil [ IV ]
por la suspensión de garantías y el ministro Sayán y Palacios 240 La nueva legislación tributaria
[ III ] 242 Las deficiencias en la tributación del estado patrimonial
206 La dimisión del segundo Gabinete Tudela. Tudela y su oligárquico reveladas por el ministro Víctor M. Maúrtua
antecesor
207 El Gabinete Arenas
[ IV ] CAPÍTULO 42
208 El distanciamiento entre el Partido Liberal y el Gobierno LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA
208 El homicidio frustrado de Augusto Durand en Punta de la MUNDIAL ENTRE 1915 Y 1918 Y OTROS PROBLEMAS DE
Esperanza ESA ÉPOCA.
210 El Gabinete Zuloaga II. El Presupuesto, otros aspectos hacendarios, la
[V] legislación sobre subsistencias y sobre transportes
210 Las facultades legislativas de los Congresos extraordinarios durante la segunda administración de José Pardo.
[ VI ]
211 El Partido Nacional Democrático [I]
246 La evolución del Presupuesto de la República
246 La prórroga del Presupuesto de 1916 para 1917 sin voto del
CAPÍTULO 40 Congreso
EL PERÚ ANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y 247 Los reintegros a los empleados
OTROS ASPECTOS INTERNACIONALES DEL SEGUNDO 247 Los emolumentos de los representantes a Congreso
GOBIERNO DE JOSÉ PARDO 247 Las obligaciones a cargo del Erario
248 La aplicación de los mayores ingresos y el restablecimiento del
[I] crédito fiscal
216 El hundimiento de la Lorton 250 Las ideas conservadoras de José Pardo sobre política
217 Las ideas de Enrique de la Riva-Agüero sobre la guerra europea presupuestal
218 La ruptura de relaciones con Alemania [ II ]
218 Las naves alemanas 250 La Caja de Depósitos y Consignaciones
[ II ] 250 La Compañía Administradora del Guano
219 La ilusión peruana ante las doctrinas de Wilson y ante la etapa [ III ]
postrera de la Primera Guerra Mundial 251 La ley sobre títulos de la deuda interna
220 La oposición a Pardo y la Guerra Mundial [ IV ]
[ III ] 251 La legislación sobre subsistencias
222 José García Calderón
[V]
[ IV ]
254 El problema del transporte marítimo
223 El rompimiento de relaciones comerciales con Chile
255 Las “listas negras”
223 Conversaciones sobre un posible arreglo peruano-chileno
8 TOMO 13 [ INDICE ]
CAPÍTULO 43 CAPÍTULO 44
ASPECTOS JURÍDICOS Y SOCIALES DURANTE LA LAS RAMAS DE DEFENSA NACIONAL Y DE FOMENTO Y
SEGUNDA ADMINISTRACIÓN DE JOSÉ PARDO HASTA LA LOS ASPECTOS LOCALES EN LA SEGUNDA
IMPLANTACIÓN DE LA JORNADA DE OCHO HORAS. ADMINISTRACIÓN DE JOSÉ PARDO. LA AVIACIÓN
El arbitraje en la cuestión La Brea y Pariñas ENTRE 1915-1918
[I] [I]
258 La libertad de cultos 290 Los institutos armados. La creación del servicio de
258 Los adventistas en Puno aviación militar
258 La provisión del obispado de Puno 291 La jurisdicción militar
259 Monseñor Emilio Lisson, arzobispo de Lima 291 El estado de la marina de guerra
259 El reconocimiento de la jurisdicción eclesiástica en los asuntos 291 El premio Gildemeister
a ella inherentes [ II ]
[ II ]
292 El ramo de fomento. Aspectos generales
259 El asunto La Brea y Pariñas en el Senado
292 Carreteras y ferrocarriles
262 José Pardo ante el problema de La Brea y Pariñas en el
mensaje de 1918 [ III ]
262 La cuestión de La Brea y Pariñas en la Cámara de Diputados 294 Salud pública
264 La ley N° 3016 [ IV ]
267 ¿Era procedente en 1918 el arbitraje internacional? 294 El desarrollo de Lima. El destino de los fondos creados para el
[ III ] Teatro Nacional
269 La ley de hábeas corpus 295 El impuesto a los terrenos sin construir
269 La ley de la liquidación de prisiones preventivas 295 Pedro de Osma, Aurelio Sousa, y Juan Francisco Pazos Varela,
[ IV ] alcaldes de Barranco
270 La colonia del Frontón 295 Luis Miró Quesada, alcalde de Lima
[V] 297 Los tranvías en el jirón de la Unión
270 La prenda agrícola, la hipoteca naval y los almacenes generales [V]
[ VI ] 297 El agua y desagüe y el agua potable
270 La supresión de los tratamientos 298 El alumbrado público
[ VII ] 298 La pavimentación
270 La ley sobre trabajo de mujeres y niños y la ley sobre descanso
298 La aviación entre 1915 y 1916. Un avión en las maniobras
obligatorio dominical
militares de 1915
271 La ley ampliatoria de la de accidentes de trabajo
271 La ley sobre casas para obreros 299 Los pilotos peruanos en El Palomar
271 La ley sobre embargo de sueldos y pensiones y sobre agio y usura
272 La ley seca ÍNDICE DE CONTENIDO ADICIONAL
272 Las obligaciones sociales de los establecimientos industriales
272 Otras normas sobre trabajo y previsión social RECUADROS
274 La ley sobre sociedades anónimas 26 La Pro Indigena y la "cuestión del indio"
[ VIII ] 44 Juan Bielovucic y el biplano Voisin
274 El censo de empleados públicos 52 Las jornadas de mayo de 1912
[ IX ] 68 Los funerales del "Califa"
274 Domingo Olavegoya 102 El manifiesto de 1914
274 Augusto E. Pérez Araníbar 136 Suluque II, González Prada y la oposición a Benavides
275 Víctor Larco Herrera 148 Heraldo de modernidad: electricidad para Cuzco
[X] 212 El PND: ¿grupo de amigos o partido pluriclasista?
277 Las huelgas de obreros portuarios y ferrocarrileros, de 232 Caña de azúcar y billetes de hacienda
campesinos en la zona de Huacho, de trabajadores del 236 Tangüis: innovación en la adversidad
petróleo y de obreros de Smelter en 1916 252 El problema de las subsistencias
278 La huelga de empleados de la Biblioteca Nacional y la huelga
de telegrafistas
280 La huelga de motoristas y conductores de 1917 y el arbitraje
LÍNEAS DE TIEMPO
186 Mandatarios del Perú (1904-1930)
280 La huelga petrolífera de 1917
280 La ley sobre extranjeros indeseables 268 El paro general de 1919
[ XI ]
280 La organización sindical y la lucha por la jornada de ocho horas INFOGRAFÍAS
281 El paro general de enero de 1919 40 Los pioneros de la aviación en el Perú
281 La jornada de ocho horas 78 La creación de Madre de Dios
283 La agitación sindicalista 276 Las donaciones benéficas
[ XII ]
283 Rumi Maqui PERSONAJES
284 La reglamentación de los trabajos de los indígenas. El 170 José Pardo y Barreda
proyecto de Capelo sobre tierras 206 José Carlos Mariátegui
286 El informe Maguiña sobre Urcón 260 Víctor Larco Herrera
286 La granja modelo de Puno
[ XIII ]
287 Adolfo Rondón y Luis Igreda
[ INDICE ] TOMO 13 9
[ tomo 13 ]
capítulo 30 ● I El Código de Proce Pardo en agosto de 1908 ● El debate Senado. La nulidad del reglamento de
dimientos Civiles y las leyes anexas II
● parlamentario de 1908. “Bella tarde la de locación de servicios para la minería ● El
La organización de los colegios de abo hoy, señores...” ● La ley de accidentes de indígena Lorenzo Zacarías y su monu
gados ● III La ley de consolidación de trabajo en el Senado ● La ley N° 1378 ● mento ● La prohibición de la interven
enfiteusis ● La ley sobre adquisición de El paro general de abril de 1911 ● El Sin ción de las autoridades políticas en la
tierras de montaña ● Los bienes o ren dicato Textil de Vitarte ● Las huelgas de contratación del servicio de peones
tas afectas al pago de dotes y otras res 1912. La huelga de 1912 en Chicama. El para trabajos públicos o particulares ●
ponsabilidades del patronato nacional informe Osma ● VI La Asistencia Pública “El contrato de enganche” ● Los horro
● IV El VII Concilio Provincial Limense y ● VII Los accidentes de los bomberos ● res de Samán ● La catástrofe de Goylla
el obispado de Cajamarca ● V El debate VIII Los escándalos del Putumayo ● Sir risquizga ● El decreto sobre explotación
en 1905 sobre el proyecto de ley relati Roger Casement: ¿traidor o héroe na de minas ● X La muerte del bandolero
vo a accidentes del trabajo ● El proyecto cional? ● IX La Asociación Pro Indígena Luis Pardo ● Luis Pardo en el cancionero
en 1907 y las gestiones del presidente ● La la
bor pro indígena de Capelo en el criollo ● XI El Parque Zoológico.
ASPECTOS JURÍDICOS, ECLESIÁSTICOS Y SOCIALES
EN LA PRIMERA ADMINISTRACIÓN DE LEGUÍA
CAPÍTULO
30
[ ]
E
[I]
L CÓDIGO DE PROCEDIMENTOS CIVILES Y LAS LEYES ANEXAS.- La ley N° 1510 de 15
de diciembre de 1911 aprobó los proyectos de Ley Orgánica del Poder Judicial, Ley de Notariado
y Código de Procedimientos Civiles formulados por el Comité de Reformas Procesal y declaró
que sus miembros habían comprometido la gratitud nacional.
El Código de Procedimientos Civiles se inspiró principalmente en la ley española de 1881.
Derogó algunos artículos del Código Civil (sobre declaración de ausencia, restitución por entero
y venta de objetos pignorados). Además, modificó el Código de Comercio en lo relativo a la pren-
da mercantil y a la cuenta corriente. Pero, sobre todo, reemplazó al Código de Enjuiciamiento en
lo civil expedido en 1852. Caracterizáronle la claridad y la precisión de su lenguaje y la brevedad
de su contenido. En el dictamen aprobatorio de la Cámara de Diputados existe una frase digna
de recuerdo que viene a ser un gran homenaje: es la que afirma que nadie de buena fe podría
dar gramatical y lógicamente una interpretación distinta del texto nítido de sus artículos. Sin
embargo, en su aplicación práctica, no ha impedido las maniobras dilatorias de la justicia, los
trámites excesivos, los ardides de tinterillos y escribanos.
Como se ha dicho anteriormente, el Código y sus leyes conexas provinieron de una comisión
de juristas reunida espontáneamente en 1904 para preparar la reforma procesal. Ni el Poder Eje-
cutivo ni el Parlamento ni las universidades ni el Colegio de Abogados participaron en esta obra.
Llegados los proyectos a la Cámara de Diputados, fueron aceptados sustancialmente por la
Comisión de Legislación, con solo ligeras enmiendas. Hizo el dictamen de esta Comisión (presi-
dida por Mariano Nicolás Valcárcel) un minucioso estudio del asunto y fue el documento discu-
tido y aprobado en el salón de sesiones. Así se evitó el examen moroso de artículo por artículo.
Cuando el proyecto pasó al Senado, el procedimiento fue idéntico. El dictamen de la Comisión
constituyó también la materia del corto debate que surgió y que se redujo a unos cuantos minu-
tos. El Senado introdujo apenas tres modificaciones de redacción, otra sobre la fecha en que
debía empezar la vigencia del nuevo Código y la última para declarar embargable el sueldo de
los militares en la tercera parte por razón de alimentos.
Cuando se discutió el proyecto de Presupuesto de 1958 en la Cámara de Diputados, el minis-
tro de Educación de entonces se refirió a la necesidad de que las leyes de carácter técnico fuesen
elaborados por organismos también técnicos. Refutó esta teoría Mario Alzamora Valdez, diputa-
do por Cajamarca, a cuya insistencia se había debido antes el rechazo de un proyecto del mismo
ministro para crear una comisión especial que debía preparar el proyecto de una nueva Ley
Orgánica de Educación. Una vez más alegó el elocuente diputado por Cajamarca acerca de la
necesidad del origen puramente parlamentario de todas las leyes, a pesar de lo cual, cuando
gobernó poco después el país una Junta Militar, aceptó integrar comisiones para preparar decre-
tos-leyes sobre asuntos tan vitales como la organización local y otros. Se refirió, para sustentar su
tesis, al Código de Procedimientos Civiles y mencionó un discurso de Joaquín Capelo en el Sena-
do a propósito de este documento. Joaquín Capelo que no fue jurista sino ingeniero, tuvo una
intervención que ocupa catorce líneas en el Diario de Debates correspondientes a la sesión del
6 de octubre de 1911 para aludir apenas a la embargabilidad de los sueldos.
12 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
El caso del Código de Procedimientos Civiles, de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley EL CÓDIGO DE
de Notariado que entraron simultáneamente en vigencia, señala, pues en realidad (como los de PROCEDIMIENTOS
CIVILES
los Códigos Penal de 1924 y Civil de 1936 y como las leyes orgánicas de educación), un saludable
método de trabajo legislativo. El Parlamento, organismo político por antonomasia, tiene aptitud
indiscutible para ocuparse en detalle de las grandes cuestiones políticas así como de vitales
asuntos de carácter hacendario, internacional y otros de análogo significado. La formulación de
proyectos de códigos y leyes orgánicas en materias técnicas y su debate, artículo por artículo,
debe corresponder, en cambio, a organismos y personas de carácter especializado.
[ II ]
LA ORGANIZACIÓN DE LOS COLEGIOS DE ABOGADOS.- La ley N° 1367 de 20 de diciem-
bre de 1910 declaró instituciones oficiales al Colegio de Abogados de Lima y a todos los que se
establecieran en la República.
Esta ley tuvo su génesis en un proyecto presentado por el diputado Eduardo I. Bueno en
octubre de 1899. Sobre él recayeron la opinión de la junta del Colegio de Abogados, la vista de
los fiscales de la Corte Superior que reprodujeron, con modificaciones, esa opinión y, finalmen- Preparado por una
te, un informe de la Corte Suprema favorable al proyecto presentado por el fiscal Juan José comisión de juristas en
Calle. El Poder Ejecutivo emitió luego su parecer el 14 de agosto de 1909. El dictamen de la 1904, este conjunto de
Comisión de Legislación de la Cámara de Diputados fechado el 7 de octubre de 1900 fue sin- normas empezó a regir
gularmente valioso. oficialmente desde el 28
El carácter oficial otorgado al Colegio, que hasta entonces carecía de él a pesar de su antigüe- de julio de 1912.
dad mayor de cien años, implicó el propósito de hacer más efectivos sus fines primordiales. Ellos El Código de
tenían relación con la enseñanza de la práctica forense, la vigilancia de la moral profesional a Procedimientos Civiles
través de medidas disciplinarias para quienes la transgredieran, la defensa de la Orden, la divul- agrupaba a la Ley
gación de la ciencia jurídica y el empleo de la jurisdicción arbitral o de la función consultiva en Orgánica del Poder
los casos que le fueran encomendados. El ejercicio de la abogacía quedó unido a la inscripción Judicial, la Ley de
en el Colegio del distrito judicial respectivo. Notarios y leyes sobre
reformas procesales.
El documento modificó
[ III ] además el Código de
LA LEY DE CONSOLIDACIÓN DE ENFITEUSIS.- La enfiteusis consistía en el derecho de reci- Comercio vigente y
bir o exigir el pago de un canon por la cesión que se había hecho del aprovechamiento de un ordenó las funciones
inmueble. El propietario cedía a otra persona el aprovechamiento, llamado dominio útil, a cam- legislativas.
bio de un pago periódico (canon) que se le debía en reconocimiento del señorío o dominio
directo que conservaba. En su origen fue una cesión a perpetuidad y después se pactó a largo
plazo, o sea cincuenta, cien o ciento cincuenta años. A lo largo del siglo XIX y en los primeros
años del siglo XX resultó la enfiteusis una institución anacrónica, un fósil jurídico que no corres-
pondía a la organización moderna de la propiedad, si bien había sido útil cuando ella se concen-
tró en pocas manos y cuando los dueños no podían atender a la explotación de sus tierras.
El desdoblamiento del dominio producía no solo conflictos legales sino también entorpeci-
mientos y perjuicios en el régimen de los bienes inmuebles urbanos y rústicos con los consi-
guientes trastornos económicos.
En agosto de 1896 el senador Juan E. Lamas presentó en su Cámara un proyecto para prohi-
bir la celebración del contrato de enfiteusis y señalar los medios para la consolidación del domi-
nio. Quedó pendiente esta iniciativa durante algunos años. Cuando tuvo lugar la apertura de la
avenida de la Colmena, pudo comprobarse que la mayor parte de los terrenos afectados por ella,
pertenecían a la Beneficencia que conservaba el dominio directo mientras el dominio útil perte-
necía a distintas personas. Las dificultades para la expropiación fueron grandes. No se pudo
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 13
consolidar el dominio. Los interesados pedían cuantiosas sumas para vender su derecho. Surgió
así palpable la necesidad de una ley como la que propiciara Juan E. Lama.
La ley N° 1447 de 7 de noviembre de 1911 prohibió la creación de derechos enfitéuticos y
(...)EN señaló las normas para la consolidación de ellos con lo cual puso fin al desdoblamiento del dere-
COMPENSACIÓN DE cho de propiedad, en beneficio del dueño del dominio útil, es decir del que trabajaba. También
fijó las pautas para el procedimiento a seguir en estos casos.
LA CONSTRUCCIÓN Tuvo una gran importancia histórica. Contribuyó al empobrecimiento de la Iglesia en el Perú.
DE UNA CARRETERA En años recientes ha renacido la enfiteusis en algunos países, sobre todo en relación con el
aprovechamiento o explotación de tierras del Estado o de instituciones públicas. La ley sobre
POR LA RUTA DEL tierras de montaña que se menciona en seguida, al establecer entre las distintas formas de
PROYECTO DEL adquisición de ellas el denuncio con la obligación de abonar al Estado una contribución semes-
fERROCARRIL DE tral, ha establecido una figura jurídica semejante a la de la enfiteusis que bien podría ser aplicada
en otros casos.
TAMbO DEL SOL A
PUCALLPA, EL
GObIERNO LA LEY SOBRE ADQUISICIÓN DE TIERRAS DE MONTAÑA.- Las tierras de montaña son
del Estado, pero está permitido que puedan ser adquiridas por particulares. La ley N° 1220 de 31
PERUANO, EN de diciembre de 1909 señaló entre otras formas de esa adquisición: la venta, indicando sus con-
DICIEMbRE DE diciones y sus límites; el denuncio, la adjudicación gratuita, con obligación de cultivo de una
parte, la concesión para obras públicas y colonización o en compensación de la construcción de
1953, CELEbRÓ UN vías férreas y caminos.
CONTRATO CON En nombre de la ley N° 1220, y en compensación de la construcción de una carretera por la
RObERT LE ruta del proyecto del ferrocarril de Tambo del Sol a Pucallpa, el Gobierno peruano, en diciembre
de 1953, celebró un contrato con Robert Le Tourneau por el que le adjudicó la propiedad de 400
TOURNEAU POR mil hectáreas de terrenos de montaña que debían ser colonizados y parcelados, para dar prefe-
EL qUE LE rencia en los repartos a colonos nacionales.
Al amparo de esta misma ley, que permite ventas de tierras de selva hasta de mil hectáreas
ADJUDICÓ LA para cultivos y de 30 mil hectáreas de gomales, se han formado grandes latifundios, la mayoría
PROPIEDAD de los cuales no es explotada en toda su amplitud. Los terrenos son adjudicados al precio de un
DE 400 MIL sol la hectárea; y si, al cabo de diez años, no fueran trabajados, se establece la obligación del
pago de un centavo anual por cada hectárea cultivada. La ley ha servido de estímulo para que
hECTÁREAS DE hayan proliferado las grandes propiedades con desmedro de las medianas y pequeñas.
TERRENOS DE
MONTAñA qUE LOS BIENES O RENTAS AFECTAS AL PAGO DE DOTES Y OTRAS RESPONSABILIDADES
DEbÍAN SER DEL PATRONATO NACIONAL.- El decreto de 1° de octubre de 1838 adjudicó a la Beneficen-
COLONIzADOS Y cia de Lima los capitales pertenecientes a patronatos, obras y buenas memorias. Esta situación
existió durante más de setenta años.
PARCELADOS, PARA La ley N° 1227 de 21 de enero de 1910 dispuso que el servicio de dotes y otras responsabili-
DAR PREfERENCIA dades del Patronato Nacional fuera desempeñado por la Dirección del Crédito Público del Minis-
EN LOS REPARTOS A terio de Hacienda.
Invocó el Gobierno la ley N° 1227 para expedir la resolución de 15 de febrero de 1910 por la
COLONOS que se declaró derogado el decreto de 1° de octubre de 1833 y se puso término a las adminis-
NACIONALES. traciones por las Sociedades de Beneficencia, de los bienes o rentas afectas al pago de dotes y
otras responsabilidades del Patronato Nacional.
Con motivo del planteamiento hecho por la Sociedad de Beneficencia de Lima para sostener
que el decreto de 1° de octubre de 1838 tenía carácter irrevocable, se expidieron las resoluciones
de 22 de marzo y 12 de abril de 1910 que ratificaron la doctrina legal en materia de ejercicio del
derecho de Patronato correspondiente al Gobierno con carácter exclusivo.
14 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
[1] LA HUELGA TEXTIL.
En abril de 1911, los
obreros de la fábrica
de tejidos de Vitarte
(2) iniciaron una
manifestación con el
propósito de obtener
mejoras laborales.
Exigían, entre otras
cosas, la disminución
de las horas de
trabajo y el aumento
de los salarios. A esta
huelga se plegaron
diversos gremios
obreros de la capital.
En esta imagen (1)
vemos a un grupo de
obreros textiles
llegando a Lima
durante la protesta.
[2]
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 15
RAFAEL GRAU La Beneficencia pretendió basar su alegato en la ley de 24 de agosto de 1838 que sancionó,
CABERO (1876-1917) en general, los actos administrativos del general Gamarra, uno de los cuales fue el citado decre-
to de 1° de octubre; y también en la ley de 2 de octubre de 1893. El Gobierno sostuvo el carácter
político de la primera en relación con la actuación de un Gobierno de facto; y en cuanto a la
segunda afirmó que no había reconocido a la Beneficencia un derecho de propiedad sobre los
bienes recibidos en administración, sino simplemente sobre aquellos que le eran propios, es
decir sobre los muebles, inmuebles, derechos, acciones, rentas temporales y perpetuas adquiri-
dos por causa de donaciones, herencias u otro título.
[ IV ]
EL VII CONCILIO PROVINCIAL LIMENSE Y EL OBISPADO DE CAJAMARCA.- En 1912
tuvo lugar la celebración del VII Concilio Provincial Limense, presidido por el arzobispo García
Naranjo. Desde el VI, patrocinado por Carlos III y supervigilado por el virrey Manuel de Amat, no
se habían reunido los obispos en concilio provincial. He aquí una muestra de cómo, por encima
Este abogado limeño; de sus discontinuidades, la Iglesia católica tiene una esencial solidez.
hijo del héroe de Por iniciativa del ministro Rafael Villanueva se creó el obispado de Cajamarca. El primer obis-
Angamos, se inició en la po fue el cura de Santa Catalina Presbítero Grozzo.
política en el Partido
Unión Cívica, gracias al
cual fue elegido [V]
diputado, por la EL DEBATE EN 1905 SOBRE EL PROYECTO DE LEY RELATIVO A ACCIDENTES DEL
provincia de TRABAJO.- De los proyectos de ley preparados por José Matías Manzanilla, el de accidentes
Cotabambas en 1905 de trabajo comenzó a ser debatido aisladamente el 18 de noviembre de 1905. Lo fundamentó
Grau ejerció dicha con brillo su autor. Entre los oradores que tomaron entonces la palabra se destacaron Mariano
diputación a lo largo de Ignacio Prado y Ugar teche y Rafael Grau. En principio favorable al riesgo profesional, el prime-
doce años. En 1914 fue ro insinuó la posibilidad de que las nuevas leyes comprometiesen las reser vas industriales del
designado ministro de país y destruyeran las fuentes de la producción y del trabajo. El segundo orador calificó al
Justicia y al año siguiente proyecto de exagerado, dijo que mezclaba en forma contradictoria e inconveniente la ley fran-
fue elegido alcalde del cesa y la española y se declaró par tidario de que fueran adoptados los principios de esta últi-
puerto del Callao. Murió ma. También se opusieron Manuel Bernardino Pérez y Mariano Nicolás Valcárcel. Entre los
asesinado en 1917, oradores que se pronunciaron a favor del proyecto estuvo Ramón Espinoza. Manzanilla refutó
presuntamente minuciosamente a sus adversarios. El 30 de noviembre de 1905, por moción de Prado, a base
por adversarios políticos. de una anterior de Pérez, el proyecto fue aplazado. Se le remitió a las Comisiones de Industrias
y de Legislación.
16 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
El 1° de agosto de 1908 el presidente Pardo reunió en su despacho al personal de ambas en EL MINISTRO
la dación de la ley y anunció el envío de un nuevo proyecto que recogía algunas de las observa- DE FOMENTO
ciones emitidas en el curso de la discusión, pero mantenía el principio del riesgo profesional.
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 17
[1]
[2]
LA PARALIZACIÓN DEL TRANVÍA. Una de las huelgas más sonadas del año 1912 fue la protagonizada por
los motoristas y conductores del tranvía eléctrico en la capital. Entre sus peticiones, se encontraban la
estabilidad laboral y el aumento de salarios. En estas fotografías de la época podemos apreciar a los
huelguistas en la estación del tranvía, impidiendo su salida (1). Tras una breve negociación, que
incluyó al presidente Billinghurst como mediador, los trabajadores llegaron a un acuerdo. La noticia
fue celebrada por muchos huelguistas congregados en el Parque de la Exposición (2).
18 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
Cuando la discusión sobre los principios generales parecía terminada, se produjo la interven- MANUEL
ción de Manuel B. Pérez, mucho más conservadora que la de Prado. Pérez presentó algunos BERNARDINO
PÉREZ (1856-1922)
datos, que pueden ser interesantes desde el punto de vista histórico, sobre el estado de las
industrias en el país para refutar en este asunto, y en muchos otros, a Manzanilla. Tocó entonces
hacer una amplísima defensa del principio del riesgo profesional y de sus aplicaciones a Luis Miró
Quesada. Fue este diputado, sin duda, junto con Manzanilla, el más enérgico y tenaz vocero de
las ideas que provocaban el debate. No debe ser omitido tampoco el nombre del diputado obre-
ro Carlos Lora y Quiñones que hizo algunas revelaciones importantes acerca de la situación de
los trabajadores en el Perú.
La discusión continuó sobre cada artículo, hasta el 5 de setiembre. Hubo importantes cam-
bios de ideas sobre asuntos tales como la frase “ocasión directa” que acababa de mencionarse,
la definición del accidente de trabajo, la cuestión de la pequeña minería, la de la industria de
construcciones y las fábricas, la indemnización por la incapacidad parcial y temporal, la culpa
inexcusable, el embargo y la cesión de indemnizaciones, los procedimientos judiciales, la decla-
ración del accidente, los accidentes marítimos, la preferencia para el pago de las indemnizacio-
nes, los seguros.
Al día siguiente de haber sido aprobado el proyecto íntegramente, el 6 de setiembre de 1908, En agosto de 1908, este
se realizó una gran fiesta obrera para celebrar el triunfo, con un homenaje a José Matías Manza- abogado lambayecano,
nilla y a Luis Miró Quesada. Hablaron allí además de estos parlamentarios, Manuel Bachman, entonces diputado por la
Rosendo Vidaurre, Juan Goachet, Alfredo J. Pimentel, Manuel A. Juárez, Rosendo Sánchez, Carlos provincia de Pomabamba,
Lora y Quiñones, José V. Cahuas y Francisco Berdejo. participó del debate
parlamentario por la ley
sobre accidentes de
LA LEY DE ACCIDENTES DE TRABAJO EN EL SENADO.- El Senado comenzó a discutir este trabajo, con una posición
asunto el 5 de agosto de 1910. Diómedes Arias pronunció un discurso favorable a él, pero adver- bastante conservadora
so a las limitaciones establecidas en la segunda parte del artículo 1°. Joaquín Capelo se refirió al sobre el tema de los
hecho de que en el Perú, suprimida la esclavitud, existía la servidumbre de las clases desvalidas derechos de los
y llamó a la ley con la adición antedicha “ley de mentira que no le da nada al obrero, que no le trabajadores durante la
garantiza nada”. A favor del artículo aprobado en su integridad estuvieron, en cambio, entre otros jornada laboral. Pérez fue
oradores, Amador del Solar y Matías León. Por tres veces se repitió la votación sin alcanzar el miembro del Partido Civil
número suficiente de sufragios. Al fin, el 2 de setiembre, triunfó la tesis avanzada de Arias y Cape- y ocupó en repetidas
lo y se rechazó la segunda parte del artículo primero por 21 votos contra 16. ocasiones el cargo de
La Cámara de Senadores suprimió, adicionó y modificó otros artículos, en algunos casos por diputado: por su tierra
cuestiones de forma y en otros fundándose en principios de justicia y equidad. natal (1886-1894), por
Jaén (1895-1902), por
Pomabamba (1903-1910)
LA LEY N˚ 1378.- La Comisión de Industrias de la Cámara de Diputados, integrada por Ramón y por Cajamarquilla
Aspíllaga, Mario Sosa, Mariano Ignacio Prado y Ugarteche, L. B. Castañeda y Carlos Lora y Quiño- (1916-1918).
nes, en dictamen de 28 de setiembre de 1910, optó por la insistencia. Igual fue la conclusión de
la Comisión Auxiliar de Legislación de la que formaban parte Plácido Jiménez, José Matías Man-
zanilla, Arturo Rubio, F. E. Villacorta y L. A. Carrillo. “Todas las leyes (afirmaron estos diputados, sin
duda inspirados por Manzanilla) constituyen verdaderos experimentos; y es la realidad social la
que suministra los datos para corregir con eficacia la obra del legislador. El carácter experimental,
fondo inadvertido de toda legislación, domina necesariamente las leyes sobre el trabajo”. Al mis-
mo tiempo, expresaron la certidumbre “de alcanzar en el porvenir las ampliaciones y los perfec-
cionamientos, fruto inevitable y deseable de la experiencia”.
La Cámara de Diputados aprobó sin debate ambos dictámenes en la sesión del 18 de octu-
bre de 1910. Se inhibió así de recurrir al Congreso pleno para solucionar el disentimiento que se
había producido.
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 19
La ley, compuesta de 82 artículos fue expedida por los presidentes de ambas ramas del Con-
greso, Ántero Aspíllaga y Antonio Miró Quesada, el 31 de diciembre de 1910 y promulgada por el
presidente Leguía y su ministro Julio Ego-Aguirre el 20 de enero de 1911 con el N° 1378. Fue la
LOS OPERARIOS DE primera en un país americano, si se exceptúa el Canadá. Precedió cronológicamente a la que sobre
LA fÁbRICA DE la misma materia se dieron en la Argentina y Colombia en 1915, en Chile en 1916 y 1924, Cuba y
Panamá en 1916, Uruguay en 1920, Costa Rica y Paraguay en 1927, Venezuela y Ecuador en 1928.
TEJIDOS DE Hasta entonces los accidentes del trabajo no eran indemnizados, ya que, en lo concerniente
VITARTE SE a ellos, regían los dispositivos del Código Civil de 1852. De acuerdo con estos preceptos quien
por sus hechos, descuido o imprudencia causaba perjuicio a otro, estaba obligado a repararlo,
DECLARARON EN pero la culpa no se presumía sino que debía ser probada. El artículo 1° de la ley N° 1378 quedó
hUELGA A con el siguiente texto: “El empresario es responsable por los accidentes que ocurran a sus obre-
PRINCIPIOS DE ros y empleados en el hecho del trabajo o con ocasión directa de él”.
Entre las cuestiones judiciales que surgieron de la ley N° 1378 ostenta interés singular la que
AbRIL DE 1911. planteó la Peruvian Corporation cuando quiso eludirla dentro del concepto de que tenía su con-
SOLICITAbAN LA cesión desde una época en que los patronos estaban libres de soportar el gravamen de resarcir
por los accidentes del trabajo. La Peruvian Corporation perdió este juicio ante los tribunales
DISMINUCIÓN DE peruanos y cumplió la ley.
LAS hORAS DE Aníbal Gálvez denunció en la Cámara de Diputados en la legislatura de 1915 que, expedida
LAbOR Y dicha ley, las empresas de Cerro de Pasco y de Yauli crearon una contribución extraordinaria lla-
mada el derecho de hospitalidad por el cual se hacía un descuento mensual o quincenal a los
AUMENTOS DE obreros, se creaba un fondo y cuando había una víctima de los accidentes del trabajo, se daba
JORNAL. EN de allí una pequeña indemnización a la viuda. En la sesión del 16 de setiembre de 1916 insistió
AqUELLA éPOCA en su denuncia. Esta anomalía fue luego reparada.
SE TRAbAJAbA EN
VITARTE, MÁS O EL PARO GENERAL DE ABRIL DE 1911.- Los operarios de la fábrica de tejidos de Vitarte se
declararon en huelga a principios de abril de 1911. Solicitaban la disminución de las horas de
MENOS, DE SIETE labor y aumentos de jornal. En aquella época se trabajaba en Vitarte, más o menos, de siete de
DE LA MAñANA A la mañana a nueve de la noche, con una hora de descanso para el almuerzo y otra para la comi-
NUEVE DE LA da. Los obreros de Lima acordaron, como muestra de solidaridad, el paro general para el 10 de
abril. Era la primera vez que se utilizaba esta arma por la clase proletaria. Tomaron parte en el paro
NOChE, CON UNA casi todos los obreros de la capital, con excepción de los motoristas y conductores de los tran-
hORA DE vías, a pesar de que ellos habían recibido el apoyo de sus compañeros en anterior oportunidad.
Los huelguistas se reunieron desde las primeras horas de la mañana en las plazas Italia, Bolog-
DESCANSO PARA nesi y Dos de Mayo, donde escucharon fogosos discursos, para distribuirse después en numero-
EL ALMUERzO sos grupos por las calles con el fin de efectuar manifestaciones y practicar actos hostiles contra
Y OTRA PARA los operarios de los servicios eléctricos, lo cual dio lugar a que interviniera la gendarmería sable
en mano. La huelga se solucionó al día siguiente, ya que la empresa de Viajarte accedió a las
LA COMIDA. demandas interpuestas. En esta fábrica habían trabajado, bajo la dirección del subgerente Lino
Conroy, unos 130 obreros, traídos de Lima en su mayor parte.
20 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
Ahora Vitarte alberga una población de 15 mil habitantes siempre vinculados a la industria
textil; el Sindicato cuenta con un magnífico local donado por la fábrica y la armonía predomina
en las relaciones entre patronos y obreros. [ 1912 febrero 26 ]
INAUGURACIÓN DE LA
LAS HUELGAS DE 1912.- Entre las huelgas de 1912 en Lima tuvo importancia especial la de ASISTENCIA PUBLICA. En
setiembre proclamada por los motoristas y conductores del tranvía eléctrico. Hicieron entonces la edición del 26 de
diversos reclamos por el trato que les daba la empresa y pidieron aumento de jornales y estabi- febrero de 1912,
lidad en los cargos. Duró este conflicto dos semanas. El presidente electo Guillermo Billinghurst El Comercio anunció la
actuó directamente y contribuyó a darle un tranquilo arreglo. En los primeros días de octubre se inauguración de este
produjo el paro de los tejedores que tuvo poca duración. El movimiento obrero de aquel año beneficio social de la
apareció, por lo demás, caracterizado por una intensa preocupación política. siguiente manera: “Se ha
satisfecho ayer, con el
establecimiento de la
LA HUELGA DE 1912 EN CHICAMA. EL INFORME OSMA.- En abril de 1912 se produjo una asistencia pública en
huelga en el valle de Chicama con motivo de haber llegado a la hacienda Casa Grande algunos Lima, una generalidad
empleados de nacionalidad alemana a quienes trajo consigo el nuevo administrador de la nego- sentida y con urgencia
ciación, señor A. París, para que se hicieran cargo de determinados servicios. Algunas personas reclamada en múltiples
residentes allí cuyos intereses, surgidos a la sombra de la bondadosa administración del señor ocasiones por los
Alfredo Gildemeister, resultaron mellados por las medidas de orden y economía puestas en prác- órganos de publicidad,
tica por la nueva dirección del negocio, soliviantaron a la masa obrera, a base de un sentimiento que abogaban por la
antialemán. La huelga estalló violentamente en Casa Grande y se extendió a las haciendas Car- instalación de un
tavio y Chiquitoy. Las turbas en rebelión, enfurecidas por el alcohol que sacaron de los depósitos servicio cuya
de los alambiques, cometieron muchos excesos, incluso el saqueo y el incendio de algunas casas importancia indiscutible
y la destrucción de varios campos de caña. Hubo encuentros sangrientos entre los huelguistas y nos releva de todo
la fuerza pública con 500 obreros muertos. género de apreciaciones.
El fin principal de la huelga (según el informe que redactó Felipe de Osma, comisionado del En el principal cómodo y
Gobierno para estudiar el conflicto) fue imponer cambios de personal en la administración de espacioso de la finca
Casa Grande. La exigencia para que se elevasen los salarios y se redujesen las tareas apareció Nº0 18 de la calle de León
como un medio de producir la conflagración general en los valles de Chicama y Santa Catalina. de Andrade, quedó
La masa fue empujada al desorden por los intereses de los contratistas que, previendo el término inaugurada en la tarde
de su negocio, quisieron audazmente expulsar de Casa Grande a quien había demostrado el de ayer la casa central
propósito de no renovar las contratas a plazo vencido y también por los intereses de los emplea- de asistencia pública y
dos despedidos que quisieron vengarse de quien los había separado a causa de mejor servicio con ella los dispensarios
o de probada incompetencia. de profilaxia
El informe Osma es un documento importante para conocer la condición del trabajo agríco- antivenéreas de hombres
la en los valles del norte en esta época y tiene franqueza y comprensión ante la tragedia campe- y mujeres, enfermedades
sina, a pesar del rango social del autor. de niños y lucha contra
la tuberculosis pulmonar
y el alcoholismo”.
[ VI ]
LA ASISTENCIA PÚBLICA.- El 25 de febrero de 1912 se inauguró en Lima, estando presente
el presidente Leguía, la Asistencia Pública. El servicio fue instalado con seis puestos de socorro,
correspondientes a los seis cuarteles en que estaba dividida la capital. La oficina central tuvo su
sede en la calle de León de Andrade. Allí hubo un consultorio general, una sala de cirugía, una
sala para niños y el servicio de camillas con el fin de acudir a las llamadas en casos de accidentes.
Los automóviles para el transporte de los accidentados no habían llegado todavía
Además de tener la finalidad de suministrar inmediato socorro de quienes necesitaran auxilio, la
Asistencia Pública surgió para ayudar a la educación higiénica de las madres en el consultorio
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 21
ENERO
1913
[ perú ] 16
LA bENEfICENCIA DE
gratuito destinado a los menores de edad y también para efectuar la propaganda en pro de la
profilaxia de las enfermedades venéreas. Le correspondió, asimismo, el control técnico de la pros-
titución.
Iniciador del servicio de la asistencia pública fue el director de Salubridad Lauro A. Curletti. Lo
tuvo primero a su cargo Enrique León García.
22 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
[1] Los problemas del
Putumayo. Desde
1899, el comerciante
Julio C. Arana se
dedicaba a la
explotación del
caucho en las orillas
del río Putumayo.
Para la recolección
del material, empleaba
la barcaza Preciada,
que vemos en esta
fotografía (1). En 1904,
Arana trajo a la región
a trabajadores negros
procedentes de la
colonia británica de
Barbados, para que se
dedicaran a esta
faena. Aquí vemos a
algunos de estos
trabajadores, en una
postal titulada “La
Fiesta en Punchana.
Iquitos” (2).
[2]
[ capítulo 30 ] período 6 23
JULIO C. ARANA Al ensanchar sus operaciones, Arana consignó caucho en Europa, especialmente en Londres.
(1864-1954) En 1907 formó la compañía Peruvian Amazon Co., nominalmente inglesa.
En el Perú hubo quejas esporádicas sobre la situación en la zona cauchera en general y en la
del Putumayo en especial desde 1903. Algunas de ellas provinieron de misioneros católicos. Otra
estuvo consignada en un informe del ingeniero Jorge von Hassel en febrero de 1905. El Comercio
de Lima acogió en febrero de 1906 denuncias sobre abusos en el Madre de Dios. C. Reginald
Enock se hizo eco de análoga protesta en la región nororiental en su libro The Andes and the
Amazon (Londres, 1907). Pero las atrocidades de la Peruvian Amazon aparecieron con una publi-
cidad escandalosa en 1907 y en 1908 merced a la campaña de La Felpa y La Sanción de Iquitos
por obra principalmente de Benjamín Saldaña Roca. Según declaró Arana ante la comisión inves-
tigadora de la Cámara de los Comunes, empleados despedidos por su compañía y algunos
aventureros suministraron estas noticias después de que él había rechazado comprar su silencio.
Apresados unos cuantos de los presuntos culpables de maltratos a los indios ese mismo año,
fueron puestos en libertad por el prefecto Carlos Zapata, según se dijo, coludido con la casa Ara-
na. Este prefecto y el cónsul del Perú en Manaos Carlos Rey de Castro dieron al Gobierno de Lima
Establecido en informes favorables a dichas casa. En febrero o marzo a 1909 el jefe de la mencionada empresa
Yurimaguas desde 1881, fue visitado por Thomas W. Whiffen, aristócrata inglés que pretendió obtener libras esterlinas a
este cauchero riojano cambio de un informe al Gobierno de Londres favorable a la negociación del Putumayo. El perió-
extendió la explotación dico de aquella ciudad Truth inició una escandalosa campaña sobre la esclavitud y las iniquida-
y comercio del caucho des en esa región. Allí actuó W. E. Hardenburg, acusado por Arana también por chantage y,
por la zona del río además, por falsificación. Hardenburg publicó en 1912 en Londres el libro The Putumayo, the
Putumayo. En 1902 fue Devil’s Paradise. Travels in the Peruvian Amazon Region and account of the Atrocities committed upon
elegido alcalde de the Indian herein.
Iquitos, y al año Desde 1907 ejercía el cargo de cónsul de la Gran Bretaña en Pará, Roger Casement, nacido en
siguiente expandió sus Kingstown, Dublín, el 1° de setiembre de 1864. Miembro del servicio consular en África, un infor-
negocios hasta la ciudad me por él suscrito había alcanzado en 1903 por sus denuncias sensacionales repercusiones al
de Manaos (Brasil). enfrentarse al propio rey de los belgas Leopoldo y había provocado un cambio del estado de
Además, abrió agencias cosas en el Congo. En junio de 1910, Casement fue encargado de hacer una investigación de la
de su firma comercial Anglo Peruvian Amazon y viajó al Putumayo. La prefectura de Loreto le otorgó facilidades.
en Nueva York y De las versiones por él recogidas y de las cosas por él vistas, Casement llegó a la conclusión
Londres. En 1912, Arana de que lo indios huitotos, horas, andokes y ocaínas eran esclavos de la compañía. Se habían
se vio obligado a cometido con ellos y, en su concepto, seguían cometiéndose asesinatos, flagelaciones y otros
declarar ante la Cámara atropellos, y se habían generalizado la prostitución, el concubinato y el uso de aparatos de tor-
de los Comunes, de tura. En aquellos bosques ilimitados de tierra virgen, disputados por tres Repúblicas, faltaban
Gran Bretaña, acusado autoridades policiales, militares, jurídicas o administrativas y habíanse consumado con impuni-
de explotar a sus dad absoluta escenas más horribles de las que Casement podía haber sospechado. De 1900 a
trabajadores. 1911, según su informe, la producción del caucho de Putumayo había alcanzado 4 mil toneladas
de caucho; pero con el costo de 30 mil vidas.
La aventura en el Putumayo le ocasionó a Casement, más que la del Congo, una fuerte depre-
sión nerviosa. Tuvo que afrontar un clima muy difícil y circunstancias asaz desagradable con
despliegue de energía, fuerza física, coraje. El Gobierno británico lo premió con el título de “Sir”
en 1911. Oficialmente comunicó las denuncias al del Perú y le envió una lista negra de los peores
delincuentes. Una comisión investigadora peruana viajó al Putumayo; pero acaso no tuvo la sufi-
ciente entereza y algunos de los más inculpados lograron escapar. La compañía negó algunos
cargos, echó la culpa de otros al personal subalterno, insistió en el carácter individual de las res-
ponsabilidades desvirtuando su alcance institucional o nacional; y ofreció cambiar algunos de
sus procedimientos que habíanse basado en un régimen de porcentaje a los intermediarios.
Un nuevo viaje de Casement al Putumayo tuvo lugar en agosto de 1911. Su informe se publi-
có en julio de 1912. Las labores de la comisión especial que nombró la Cámara de los Comunes
24 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
y la publicación oficial de un Libro Azul en Londres contribuyeron al desprestigio internacional
del Perú. Un informe de Charles Eberhardt, cónsul de Estados Unidos en Iquitos, fue también
desfavorable; si bien en 1907 el mismo funcionario visitara el Putumayo y no tuvo sino palabras
cordiales para la compañía.
¿Por qué se desencadenó el escándalo? Según Carlos Rey de Castro, defensor de la casa de
22
EL PRESIDENTE
fEbRERO
1913
[ méxIco ]
Arana, coincidieron diversos factores. Colombia, por codicia del territorio disputado, realizó una
intensa y dispendiosa labor de propaganda. Algunos accionistas británicos de la Peruvian Ama- MExICANO fRANCISCO
zon participaron en la intriga. Intervinieron también las conveniencias políticas del Gabinete de MADERO MUERE
Londres. Casement fue calificado como hombre neurótico, poseído de un morboso afán de
notoriedad y (según Rey de Castro y Arana) estuvo a sueldo de Colombia. La entidad religiosa ASESINADO A LOS 39
llamada “Sociedad Anti-Esclavista y de Protección de los Aborígenes” realizó una campaña de AñOS. MADERO fUE
carácter humanitario; pero, detrás de ella, se escondió (según Rey de Castro) el propósito de ani- AUTOR INTELECTUAL DE
quilar a toda importante empresa gomera no británica para favorecer así a la producción de la
India. En Saldaña Roca, Hardenbug y otros influyeron (de acuerdo con las mismas fuentes) móvi-
LA REVOLUCIÓN
les de estafa. Los negros barbadenses hicieron declaraciones ominosas a veces por odio a los MExICANA DE 1910, CON
blancos y con la esperanza de recompensas. Algunos colombianos empleados de la Peruvian LA PUbLICACIÓN DEL
Amazon procedieron de análoga manera por patriotismo. No faltaron tampoco las voces de
LIbRO LA SUCESIÓN
empleados rebeldes, díscolos o alborotadores. Los indios salvajes se les sumaron por chismes,
amor a la mentira, o rencor contra sus jefes o patrones. La prensa de todo el mundo se apoderó PRESIDENCIAL. fUNDÓ
del asunto por sensacionalismo. EL PARTIDO
Arana insistió una y otra vez en que no dio órdenes para las tropelías ni ofreció recompensas
ANTIRREELECCIONISTA,
para ellas y agregó que no podía haber sacrificado a los indios porque hubiese sido contrario a
sus propios intereses. qUE LO LLEVÓ AL
Es posible que en las denuncias hubiese un determinado porcentaje de exageración, de PODER EN 1911.
mala fe o de impureza; pero la aceptación de ello no aminora, en conjunto, las graves respon- DURANTE SU
sabilidades contraídas ni lava las manchas del Putumayo. El Gobierno del Perú estuvo ante ellas
durante mucho tiempo remiso o impotente. Para explicar esta ineficacia funcionaron múltiples GObIERNO, SIN
razones. Se trataba de una región remota a donde no llegaba la administración del poder EMbARGO, NO PUDO
nacional o existía de modo inepto o corrompido. El país vivía entonces absorbido por graves LLEVAR A CAbO LAS
preocupaciones internacionales internas. Las oficinas gubernamentales en Lima (sin excluir al
Ministerio de Relaciones Exteriores) tenían simpatía para Arana. La Peruvian Amazon era orga-
REfORMAS POLÍTICAS
nización poderosa en el territorio disputado; simbolizaba de modo tangible la soberanía nacio- PLANTEADAS.
nal, había colonizado y explotado la zona como entidad peruana. La tradición de maltratos a ESTALLARON VARIAS
la raza indígena se había desenvuelto en la vida republicana en forma impune. Arana fue acu-
REVUELTAS EN EL PAÍS.
sado de influir sobre un ministro, los parlamentarios, las autoridades y los funcionarios de la
región. El fiscal de la Corte Suprema José Salvador Cavero, en agosto de 1910, denunció a base EN fEbRERO DE 1913,
de una publicación hecha en Barcelona, los crímenes del Putumayo y propuso el nombramien- UNA DE ELLAS,
to de una comisión judicial que se constituyera en la región para averiguar los hechos. Com-
LIDERADA POR fUERzAS
probada la exactitud de las denuncias gracias a la enérgica actitud de los jueces Rómulo Pare-
des y Carlos A. Valcárcel, de los 215 criminales del Putumayo, la mayor parte fugó y se capturó MILITARES, CAPTURÓ A
apenas a unos 10 ó 12 subalternos. Poco después el juez titular Carlos A. Valcárcel tuvo graves MADERO Y LO ASESINÓ
desacuerdos con la Corte Superior de Iquitos. Esta ordenó que se siguiesen tantos juicios como JUNTO A SU
enjuiciados había.
Las atrocidades en el Putumayo fueron bochornosas; pero no representaron, por lo demás, VICEPRESIDENTE, JOSé
un hecho histórico aislado ni pueden ser imputadas al Perú como un baldón exclusivo o singular. MARÍA PINO SUÁREz.
Basta recordar lo ocurrido en Irlanda, África del Sur, Australia y Jamaica para mencionar solo unos
cuantos casos en el imperio británico donde tanto abundaron las protestas en aquella oportuni-
dad; así como el sojuzgamiento de los pieles rojas en Estados Unidos, el otro país donde halló
estentóreos ecos el escándalo.
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 25
La Pro Indígena y la “cuestión del indio”
Uno de los
principales
redescubrimientos
del Perú del siglo
“ Indio” era, en sí misma, una catego
ría problemática. Reposaba, a fin de
cuentas, en un estereotipo que ima
ginaba una “raza” auténticamente
nacional, degenerada en sus valores
enseñaba historia, geografía, derechos
y obligaciones, educación moral y con
tra el maltrato de la mujer.
26 período 6 [ capítulo 30 ]
En diciembre de 1912, litigios periodísticos, judiciales y personales apasionaron a Iquitos. PEDRO S. ZULEN
Rómulo Paredes, Carlos A. Valcárcel y otros fueron acusados de constituir una sociedad llamada (1849-1924)
“la cueva” que encontró su portavoz en El Oriente. “La cueva” se enfrentó a Arana cuando Valcár-
cel, en sus funciones de juez, ordenó la prisión de Arana; hubo una asonada a favor de él según
se dijo, dirigida por la Peruvian Amazon Company. El gerente de este en Iquitos, Pablo Zumaeta,
fue apresado. En la polémica, El Heraldo, La Corte de los Milagros, El Latero defendieron a la casa
tan combatida.
SIR ROGER CASEMENT: ¿TRAIDOR O HÉROE NACIONAL?.- Sir Roger Casement regresó
a Irlanda en 1913. Al estallar la guerra europea en 1914, se manifestó opuesto a que su tierra natal
participara en ella. El antiguo cónsul de Su Majestad en África y en América del Sur habíase vuel-
to un revolucionario. En 1915 publicó folletos antibritánicos. Viajó a Alemania e intentó desde allí
una expedición sobre Irlanda para lo cual se embarcó en un submarino. Fue capturado el 24 de
abril de 1916 junto con un barco con municiones y armas que lo acompañaba. Sufrió la pena de
la horca como traidor el 3 de agosto de aquel año, en Pentoville, Londres. El nacionalismo irlan- El filósofo limeño fundó
dés ha reivindicado amorosamente para sí la memoria del exaltado defensor de los negros en el en 1909 la Asociación
Congo y de los indios en el Putumayo. Pro Indígena, cuyo
En marzo de 1965, el cadáver de Casement, sorprendentemente intacto, fue trasladado a objetivo era defender los
Irlanda en una tardía concesión a su último deseo hecha por el Gobierno laborista de Harold derechos indígenas
Wilson. Funcionarios, militares, escolares, veteranos de la revolución irlandesa y una inmensa contra la explotación de
multitud rindieron homenaje en Dublín a quien fue ahorcado como traidor. No mermó este tri- latifundistas y empresas
buto la publicación de los “diarios negros” de Casement en los que este confiesa ser un homose- mineras. En 1916, al
xual compulsivo y constante. desaparecer la
asociación, viajó a
Estados Unidos para
[ Ix ] seguir estudios de
LA ASOCIACIÓN PRO INDÍGENA.- El 13 de octubre de 1909 el estudiante limeño Pedro S. filosofía. Volvió
Zulen, mestizo de chino y criolla, fundó en la capital la Asociación Pro Indígena, “para la defensa brevemente para
de los intereses sociales de la raza indígena del Perú”. postular a la diputación
Según sus estatutos, esta sociedad debía emplear principalmente los siguientes medios: de Jauja. Al ver frustrado
“Organizar un servicio de vigilancia con delegaciones en toda la República bajo la dirección del su proyecto, regresó a
comité central; apoyar en la opinión, en la prensa y ante los poderes públicos las justas quejas y Estados Unidos, donde
los reclamos motivados de los indígenas para que no se les rehúse el beneficio de las leyes del estudió además
país; designar, siempre que sea necesario, abogados que se encarguen gratuitamente de la psicología y
defensa de los indígenas; poner en acción todos los medios que estén a su alcance para obtener bibliotecología. En 1922,
la mayor garantía en la designación del personal de autoridades políticas hasta conseguir el esta- de vuelta en Perú, fue
blecimiento de condiciones determinadas y especiales de admisión y ascenso; enviar comisio- nombrado bibliotecario
nados especiales que se constituyan en cualquier punto del país en el que ocurra algún conflic- de la Universidad de
to, abuso o anormalidad respecto de los indios, con el encargo de efectuar las indagaciones del San Marcos.
caso y referirlas al comité central. Mientras los recursos de la Asociación no permitieran rentar a
dichos comisionados y subvenir a sus gastos de viaje, podían encomendarse las comisiones de
inspección a miembros de las delegaciones o comités auxiliares residentes en el lugar o próxi-
mos a él. Por medio de un órgano especial o por publicaciones en la forma que consulte la mayor
difusión, propagar los fines perseguidos por la Asociación y dar a conocer a los indígenas las
garantías legales de seguridad personal y respeto a la propiedad; promover por medio de deba-
tes públicos y certámenes el estudio de todas las cuestiones relativas al mejoramiento social de
la raza indígena, gestionando ante los Poderes del Estado todo aquello que tienda a protegerla
y, especialmente, a facilitar su desarrollo físico, moral e intelectual, y disminuir su mortalidad”.
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 27
DORA MAYER La Asociación tuvo carácter privado y no oficial. Se propuso un apoyo y no un tutelaje en
(1868-1959) favor de la raza indígena. Se caracterizó por la pureza idealista de sus dirigentes Pedro S. Zulen,
Dora Mayer, Joaquín Capelo. Fue como la voz de la conciencia nacional, muchas veces débil,
constantemente desoída y, en algunas ocasiones, recibida con mofa.
Después de una campaña tenaz, se declaró la Asociación en receso en mayo de 1916.
28 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
la sesión del 19 de octubre en la que fueron conocidos también varios documentos ministeria-
les sobre el mismo asunto.
En la sesión del 14 de diciembre leyéronse informes de las autoridades políticas y judiciales
de Junín. Según el subprefecto, la denuncia de Capelo era falsa, no existían las quejas alegadas y
los indios insistían en vulnerar los derechos de Carranza. A una controversia particular juntában-
19 MARzO
1913
[ grecIa ]
se razones políticas para tratar de desprestigiar al Gobierno. Los acusados, o sea las autoridades, MUERE ASESINADO EN
emitían testimonios calificados como imparciales. “Zacarías (exclamó Capelo en la sesión del 15 LA CIUDAD DE
de diciembre de 1909) llegará a tener estatua en el Perú porque representa a la raza indígena SALÓNICA EL REY
vituperada y desamparada eternamente”.
Setenticinco días después de las primeras denuncias, nada se había hecho en pro de los JORGE I (1845-1913),
comuneros y (mientras estaban ellos fugitivos y Zacarías preso bajo la temible jurisdicción mili- PRIMER MONARCA DE
tar) el deslinde se produjo. LA CASA REAL DE LOS
GLüCkSbURG,
LA PROHIBICIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LAS AUTORIDADES POLÍTICAS EN LA CON- PROVENIENTE DE
TRATACIÓN DEL SERVICIO DE PEONES PARA TRABAJOS PÚBLICOS O PARTICULARES.- DINAMARCA. JORGE I
Esta ley fue promulgada con el N° 1183 el 23 de noviembre de 1909. Se basó en un proyecto pre-
ASUMIÓ EL TRONO
sentado en 1907 por el senador por el Cuzco Severiano Bezada. El diputado Víctor Criado y Tejada
pretendió, en la sesión del 21 de marzo de 1909, adicionarlo con un artículo que prohibía el servicio TRAS LA AbDICACIÓN
de mitas o pongos y sancionaba a las autoridades o los patronos que obligasen a los indios a tra- DEL GObERNANTE
bajos gratuitos contra su voluntad, o a recibir salarios que no guardaran proporción con el trabajo
TURCO OTÓN I, EN
ejecutado. En el debate que esta adición suscitó, se dijo que los pongos y las mitas ya estaban
abolidos desde 1821, Juan Manuel La Torre expresó que no existían en el Cuzco, Federico Martine- 1862. EL PRÍNCIPE
lli que idéntica era la situación en Apurímac, José María Miranda que lo mismo ocurría en Puno. La DANéS fUE ELEGIDO
Cámara dio curso al proyecto primitivo y mandó el artículo adicional al estudio de una comisión. POR LA ASAMbLEA
Joaquín Capelo (que al ser aprobada la ley antedicha había creído erradamente que suprimía
el contrato de enganche) denunció en la sesión del 17 de enero de 1910 que las autoridades de NACIONAL GRIEGA,
Jauja continuaban apresando indígenas para amparar este contrato. CON LA APRObACIÓN
DE GRAN bRETAñA,
“EL CONTRATO DE ENGANCHE”.- En 1910 Jesús M. Salazar presentó ante la Facultad de fRANCIA Y RUSIA, LAS
Jurisprudencia de Lima una tesis sobre el contrato de enganche. Este contrato estaba fuera de la TRES POTENCIAS
ley; pero tenía sometidas bajo su régimen a grandes masas de indígenas, principalmente en las PROTECTORAS DEL
zonas aledañas a las minas del centro del país. En dicho pacto intervenían cinco factores: el
PUEbLO GRIEGO. SU
empresario o dueño de la negociación en que se iba a realizar el trabajo, el agente encargado de
la colección de obreros, el subagente o interventor inmediato, el obrero enganchado y el fiador MUERTE OCURRIÓ
que lo garantizaba. Además de la fórmula escrita del contrato, aparecían documentos accesorios POCO DESPUéS DE LA
como los vales que se entregaban al enganchado y que este hacía efectivos en mercaderías y las
VICTORIA qUE
letras de cambio o documentos de compromiso que firmaba él para satisfacer y garantizar al
agente o al fiador. En la práctica, el enganche se prolongaba, a veces indefinidamente, en bene- ObTUVO CONTRA LOS
ficio exclusivo del empresario y de los interventores pero con daño para el indígena que no TURCOS EN LA
podía regresar a su hogar y que no obtenía ninguna ganancia en el balance de los meses de GUERRA bALCÁNICA
trabajo. El enganche era una nueva mita.
También se ocupó valientemente de este contacto Francisco Mostajo (Arequipa, 1913). DE 1912.
El Estado no hizo nada para extirparlo o moderarlo. Solo el paso del tiempo lo alivió.
LOS HORRORES DE SAMÁN.- “Antes de 1910 (escribe José Frisancho en su libro Del jesuitismo al
indianismo) las indiadas de Samán, distrito de Azángaro en el departamento de Puno, sobrepujaban
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 29
a los vecinos en intensificación de labores indígenas y en actividad comercial, pues recorrían lejanos
parajes haciendo intercambio de productos. Por aquel año, un hacendado que los explotaba, pro-
cedió a despojarlos de sus tierras ejidales. Entonces los indios se irguieron en actitud defensiva. Tan
OCULTOS EN UNA legítima actitud –considerada por los hacendados como crimen de rebelión– dio lugar a que acu-
CUEVA, PARDO diera un numeroso destacamento de soldados a batir a los indios. Después de la refriega en que los
indios fueron deshechos despiadadamente irrumpió la tropa, auxiliada por la gente mercenaria
Y GAMARRA propia del hacendado, sobre las diseminadas viviendas de los vecinos entrando a ellas a saco para
RESISTIERON apropiarse de cuanto podían y quemar lo restante en la hoguera crepitante de la pajiza cabaña. Por
supuesto que, por derecho de conquista, los expedicionarios se adjudicaron todo el ganado de los
A UNA indios. Después de la tragedia, sobre las lomas de la escueta pampa de Samán surgieron, como
MUChEDUMbRE espectros, centenares de hombres, mujeres, niños: eran los que, por haber huido se salvaron del
qUE LLEGÓ DE exterminio...”. “En Samán la indiada resolvió la dubitación que conflagró su conciencia, lanzándose a
la criminalidad. La hasta entonces pacífica comarca sería en adelante guarida de bandoleros. De allí
CAJACAY Y saldrían, en noches de horror, ululantes matones que, en pos de presa, matarían y robarían, no
MURIERON AL fIN, importa que a sus propios hermanos, otros indios asaltados en sus viviendas. En una ocasión, mata-
ron nueve sujetos entre hombres, mujeres y niños, dentro del mismo templo de la parroquia”.
DESPUéS DE
DEfENDERSE
bIzARRAMENTE. LA CATÁSTROFE DE GOYLLARISQUIZGA.- El 10 de agosto 1910 se produjo en este lugar la
horrible muerte de gran cantidad de obreros; la cifra exacta de ellos no se precisó pero no bajó
LAS CAMPANAS DE de 67. El accidente fue debido a que se hizo explotar tiros de dinamita sin adoptar previamente
ESTE PUEbLO un cuidado elemental, como el de hacer salir a los operarios a una distancia conveniente. La acti-
REPICARON PARA tud de la empresa minera fue condenable, el auxilio de las víctimas tardío y las indemnizaciones
burladas. Los muertos llegaron a ser arrojados a los pesebres, de donde los hizo extraer el prefec-
DAR LA NOTICIA Y to. Dora Mayer denunció los hechos mencionados en su opúsculo La conducta de la compañía
LOS CADÁVERES minera de Cerro de Pasco (Callao, 1914). Esta catástrofe se produjo antes de que fuese promulgada
la ley de accidentes del trabajo.
fUERON Una resolución de 26 de agosto de 1910 reglamentó el trabajo en las minas de carbón de
ExhIbIDOS EN LA Goyllarisquizga, estableció medidas permanentes de seguridad y estableció la forma en que la
PLAzA PúbLICA empresa debió de indemnizar a los sobrevivientes y a los familiares de los fallecidos.
Un decreto expedido el 28 de enero de 1910 había dispuesto medidas de seguridad para las
DE ChIqUIÁN minas de carbón en general.
DURANTE
48 hORAS. EL DECRETO SOBRE EXPLOTACIÓN DE MINAS.- También fue de fecha 28 de enero de
1910 para prescribir medidas destinadas a garantizar la vida y la seguridad de los operarios dedi-
cados a la explotación de minas.
[x]
LA MUERTE DEL BANDOLERO LUIS PARDO.- El Comercio del 27 de enero de 1909 dio cuenta
de la muerte del bandolero Luis Pardo. Ella ocurrió en Cajacay el 5 de ese mismo mes. Desde días
antes el mayor Toro Mazote había estado persiguiéndolo con sus gendarmes. Luis Pardo luchó solo
contra cuatro hombres, logró matar a dos y huyó herido. En su fuga lo acompañó su amigo Celedonio
Gamarra. Un hombre que había visto el asesinato de un pariente suyo perpetrado por el bandolero
con un fútil pretexto, lo denunció. Ocultos en una cueva, Pardo y Gamarra resistieron a una muche-
dumbre que llegó de Cajacay y murieron al fin, después de defenderse bizarramente. Las campanas
de este pueblo repicaron para dar la noticia y los cadáveres fueron exhibidos en la plaza pública de
Chuiquián durante 48 horas. Hubo ante ellos un desfile interminable de amigos y enemigos.
30 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
[1]
[2]
[3]
EL ENGANCHE. A principios del siglo XX, el tipo de relación laboral conocido como “enganche” estaba muy extendido
por todo el país. Los dueños de las haciendas pagaban a sus trabajadores no con dinero, sino con vales que después
podían ser canjeados en bazares ubicados en la propia hacienda, por artículos de primera necesidad. De esa manera,
negándoles un salario real, les impedían abandonar su trabajo. En otras palabras, los “enganchaban”. Aquí vemos un
bazar perteneciente a la hacienda Roma (1); un vale de compra de la hacienda Laredo (2) y a los trabajadores de la
hacienda Angostura, en el Cuzco (3).
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 31
LUIS PARDO EN EL CANCIONERO CRIOLLO.- Muchos huaynos y chuscadas han quedado
en la provincia de Bolognesi, alusivos a Luis Pardo. Pero ninguna canción ha sido tan popular
como el vals conocido por “La andarita” que es un fragmento del “Canto de Luis Pardo” publi-
MUChOS cado, por primera vez, en 1909 en el periódico Integridad de Abelardo Gamarra.
hUAYNOS Y La musa popular ha recogido en un poema que tiene la belleza del romancero clásico espa-
ñol, la figura del bandolero para identificarlo con la idea de la desgracia:
ChUSCADAS hAN
qUEDADO EN LA A mi padre lo mataron,
mi madre murió de pena
PROVINCIA DE ella ¡ tan buena, tan buena!
bOLOGNESI, ellos ¡que tanto me amaron!
ALUSIVOS A LUIS
Otra idea que prima en esta evocación es, junto con la de la fatalidad, la del odio:
PARDO. PERO
NINGUNA De entonces ¿qué hube de hacer?
Odiar a los que me odiaron
CANCIÓN hA SIDO matar a los que mataron
TAN POPULAR lo que era el ser de mi ser;
COMO EL VALS en torno mío no ver
sino la maldad humana
CONOCIDO POR esa maldad cruel, insana
“LA ANDARITA” que con el débil se estrella
qUE ES UN que al desvalido atropella
y de su crimen se ufana.
fRAGMENTO DEL
“CANTO DE LUIS Frente a la maldad enseñoreada surge la idea de la justicia:
PARDO” Por eso yo quiero al niño,
PUbLICADO, POR por eso yo amo al anciano
PRIMERA VEz, EN y al pobre indio que es mi hermano
le doy todo mi cariño.
1909 EN EL No tengo el alma de armiño
PERIÓDICO cuando sé que se le explota
toda mi cólera brota
INTEGRIDAD DE para su opresor; me indigna
AbELARDO como la araña maligna
GAMARRA. que se aplasta con mi bota.
Yo aborrezco la injusticia,
yo quiero al que es desgraciado,
al que vive abandonado
solo por torpe malicia;
yo maldigo la estulticia
de tanta gente menguada.
32 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
del que me busca las breñas.
Hasta las ramas son señas
de que la suerte merezco;
ni me asusta ni padezco,
yo soy como el aguacero
23 JUNIO
1913
[ perú ]
[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 33
[ tomo 13 ]
CAPÍTULO
31
[ ]
J
[I]
ORGE CHÁVEZ.- Jorge Chávez Dartnell nació en París el 13 de enero de 1887. Su familia era
peruana y acaudalada. Su madre, María Rosa Dartnell y Guise, tenía entre sus abuelos al almiran-
te Jorge Martín Guise, prócer de la Independencia y fundador de la marina de guerra del Perú.
En 1910 egresó de la Escuela Violet de electricidad y mecánica industriales con su diploma de
ingeniero. Se interesó con viva curiosidad por la mecánica, cultivó el dibujo y la caricatura y llegó
a ser figura sobresaliente en las carreras, el salto y el fútbol, sin perder su condición de aficionado
aristocrático. Logró ser campeón de 400 metros planos y triunfó en eventos de 1.500 metros y
de 1.200 metros en steeple-chase. Así reunió cualidades que raramente se juntan en un mismo
deportista para destacar en pruebas de fondo y de velocidad. También fue un apasionado del
turismo automovilístico.
Pero su afición favorita llegó a ser la aviación. En 1910 participó en varios meetings aéreos: los
de Biarritz, Niza, Tours, la semana de Lyon, Verona, Budapest, Rouen, Champagne, Blackpool y
Lanark. Después de estas múltiples competencias de distancia hechas alrededor de una tribuna
o por encima de ellas en espirales descendentes o ascendentes, le preocupó el afán de subir a
las que entonces eran consideradas las más elevadas regiones del aire. Llegó a batir en Issy-Les-
Moulineaux el record mundial de altura, pues ascendió a 2.652 metros como un ensayo para su
gran proyecto ulterior. Sus observaciones de vuelo fueron hechas con un espíritu de investiga-
ción y curiosidad científicas y llegó a esbozar problemas que hoy siguen siendo materia de estu-
dio. Al ser analizados los caracteres de su personalidad física y sicológica desde el punto de vista
de la actual Medicina de la Aviación, aparece (según lo ha demostrado el doctor Guillermo Garri-
do Lecca Frías en un documentado libro que ha suministrado sus datos básicos a esta reseña)
con características singulares en su estatura y peso, en sus cualidades de atleta, en su carencia
de defectos corpóreos o enfermedades, en su fácil adaptación a actividades como las del auto-
movilismo, las carreras y el fútbol. Las excelentes caricaturas y dibujos que dejó son, además,
muestras de la finura y la agilidad de su espíritu. Otra evidencia de su aptitud fue la habilidad que
tuvo para hacer o sugerir modificaciones en su avión. Constantemente apareció dominado, ade-
más, por la voluntad de hacer algo útil, por el afán de cumplir bien las tareas que a sí mismo se
encomendaba, por el sentido de la seriedad ante los compromisos contraídos.
En la reunión internacional de aviación efectuada en Milán en setiembre de 1910 la prueba
principal consistió en un vuelo de Suiza a Italia con el paso de los Alpes por el cuello del Simplón.
De los tres concursantes, un italiano fue eliminado por no haber presentado a tiempo su aparato
y un norteamericano se retiró después de dos tentativas infructuosas. Quedó únicamente Jorge
Chávez. En su monoplano Bleriot, después de un ensayo infortunado, salió el 23 de setiembre de
Briga en Suiza, tramontó los Alpes y apareció en el valle de Domodossola. Había triunfado. Era
“un joven del siglo XX cruzando por la ruta azul en cima de aquellos Alpes por donde se arrastra-
ron César y Napoleón”, según el verso de Hugues Lerroux. Nadie había hecho eso antes.
Aproximadamente a 5 metros de altura, las alas del aparato se desprendieron y doblaron “co-
mo las de una paloma” y aquel cayó al suelo para estrellarse por la parte delantera. Luego se
descubrió que una pieza de unión entre el fuselaje y un ala presentaba señales de rotura anterior
36 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 31 ]
y de una reparación imperfecta hecha con clavos. El piloto no tuvo la culpa del accidente produ- JORGE CHÁVEZ
cido en el instante previo al aterrizaje, no por falla en el motor sino en la armazón de la endeble (1887-1910)
y primitiva aeronave. Quedaron la cola, los timones y las ruedas de bicicleta intactos y las alas no
deformadas mayormente.
Transportado al hospital de Domodossola, llegaron hasta Chávez mensajes de felicitación por
su proeza del Rey de Italia, el Presidente de Francia y numerosas personalidades de todo el mun-
do. En aquella época el paso de los Alpes apareció con un significado análogo al que más tarde
logró el vuelo de Lindbergh de Estados Unidos a Europa, y en nuestro tiempo ha alcanzado la
hazaña espacial de Gagarín.
Chávez no tuvo perdida de conciencia y su casco de cuero quedó intacto. Tampoco sufrió
lesiones internas, aunque sí se le encontraron fracturas en las piernas y pequeñas laceraciones y
contusiones en la cara. Fue la suya una larga agonía. En ella pronunció, según Luigi Barzini, frases
entrecortadas como “La altitud, la altitud”, “El motor, el motor”, “Quiero levantarme”. Parece que
sus últimas palabras fueron “No, no, yo no me muero”, si bien por versión de Juan Bielovucic, han
sido difundidas estas otras: “Más arriba, más arriba todavía”. El poeta italiano Giovanni Pascoli con-
cluyó la elegía que escribió con motivo de este sacrificio que conmovió profundamente al mun- El joven francés de
do, con los siguientes versos: padres peruanos fue uno
de los primeros aviadores
Cae con su gran alma sola europeos. Tras haber sido
siempre subiendo. ¡Y ahora sí, él vuela! corredor de autos, se
inscribió en la Escuela de
Murió el 27 de setiembre. Electricidad y Mecánica
¿Por qué falleció Chávez? Su caída se produjo a baja altura. La muerte no sobrevino por las Industrial, y luego en la
heridas. No hubo infección. Garrido Lecca diagnostica, a la luz de los conocimientos actuales, un Escuela de Aviación de
shock traumático y hemorrágico al hacerse insuficiente la cantidad de sangre circulante y al Henri y Maurice Farman.
desangrarse en los tres puntos de fracturas en las piernas. Dentro del estado de la medicina de Realizó su primer vuelo
entonces, no fue posible una transfusión que hubiera sido salvadora, o sea la administración del en 1910. Ese año adaptó
líquido en forma endovenosa para reemplazar la sangre perdida. Se le aplicaron purgantes y se un avión Bleriot, con el
le hizo tomar café y un poco de champán. Él clamaba por beber abundante líquido. cual sobrevoló los
La repatriación de los restos de Chávez tuvo lugar, con solemnes ceremonias, en setiembre balnearios ingleses
de 1957. En los honores que se le rindieron en Francia, donde ellos habían sido sepultados, par- de Bournemouth y
ticipó el ministro de Relaciones Exteriores, Christian Pineau. Los restos reposan en la Plaza Mayor Blackpool. Allí, estableció
de la Escuela de Oficiales de la FAP en Las Palmas. un récord de altura: 1.775
metros, y luego otro, de
2.600 metros. El 23 de
EFIGIE DE JORGE CHÁVEZ.- Los que mueren jóvenes, impulsados a la acción por un ideal, setiembre, en un vuelo
suelen ser favoritos y mimados por la posteridad. Jorge Chávez ha seguido, a través de los años, desde Suiza a Italia, su
vivo y gallardo en el recuerdo y en la evocación colectivos, porque puso en su existencia breve aeroplano se precipitó
ese algo de quimera con que cier tas almas privilegiadas se ennoblecen. No había conocido a tierra. Murió luego
jamás una existencia penosa o áspera. No había sabido lo que es luchar con furia desde el fon- de cuatro días.
do del pozo como otros lo han hecho, para salir al sol. No fue la suya la for tuna de la pobreza,
buena madre de tantos hombres útiles. Por el contrario, había parecido que todas las hadas
estuvieran presentes en la hora de su nacimiento, ya que, desde la niñez, disfrutó de los dones
gratos del mundo. Así, pudo haber sido uno más entre quienes gozaron del encanto y del pri-
vilegio de vivir en ese lugar feliz que, para muchos, fue Europa antes de la primera gran guerra
civil de Occidente iniciada ciegamente en julio de 1914. Marchó a la osadía y al peligro sin que
lo arrastrara una ola multitudinaria o lo empujase el uniforme de una rígida profesión; y cuan-
do sus manos tomaban el timón de su endeble aeroplano, lo hacían con una finura creada por
varios siglos de guante.
[ CAPÍTULO 31 ] PERÍODO 6 37
Casi tan joven como él era la actividad a la que se consagró. Pertinaz, metódico, eficiente en
ella resultó un peruano. Victorioso y lisonjeado en un vasto escenario internacional, un embaja-
dor sin credenciales, una gloria que le vino al Perú de afuera, en contraste con tantos prestigios
SI bIEN LA de camarilla. Sus compatriotas, que aún veían al lado de ellos el fantasma del desastre total en
AVENTURA DE una guerra que no podían olvidar y se sentían sumergidos en el empequeñecimiento que esa
catástrofe dejó, miraron con asombro y con jubilo a este muchacho que llevaba una gorra sen-
JORGE ChÁVEz cilla y una gran chompa cerrada hasta el cuello, por muchos hasta ahora imitada. El sacrificio
OCURRIÓ MUY surgió como una rúbrica para sus hazañas y para pagar el precio alto e inevitable demandado a
los precursores y a los que abren caminos. En la vida y en la muerte apareció así como el heraldo
LEJOS DE LA de una raza naciente y anunció una época trascendental para la humanidad toda. Estuvo entre
PATRIA, Y LA los que crearon una nueva frontera, la frontera no horizontal sino vertical. Creó un mito porque
TIERRA DONDE todo gran cambio histórico genera su propia mitología.
Implicó este cambio el tránsito del ciclo oceánico abierto en el mundo occidental en el siglo
CAYÓ NO ERA LA XV, al ciclo aeronáutico de las primeras décadas del siglo XX que ya se ha convertido en nuestro
SUYA, SU úLTIMO días en el ciclo astronáutico y cuyas realizaciones, cuando hayamos muerto, parecerían imposi-
bles, así como los contemporáneos de Jorge Chávez no vislumbraron que ahora, cotidianamen-
VUELO MARCA te, de día y de noche, millones de pasajeros cruzan por los aires los océanos y los continentes
UNO DE LOS mientras se deleitan con sus lujosas bebidas, con sus comidas prefabricadas y con el cine sonoro
INSTANTES DEL y en colores. Esta transición se ha operado superando las demarcaciones geográficas y, por cier-
to, ha dejado sentir intensamente sus efectos en el Perú.
PRIMER SIGLO xx Desde Pizarro hasta Bolívar los transportes y las comunicaciones en nuestro suelo fueron
Y TUVO LOS escasos como en el resto del mundo. El caballo hizo atravesar la costa y los Andes a conquista-
ALCANCES DE UN dores y a libertadores con similar lentitud. El barco a vapor que trajo a las costas del Pacífico
William Wheelwright y los ferrocarriles que contrató tan onerosamente Henry Meiggs fueron
LLAMADO apenas el comienzo incipiente de una revolución más auténtica que las algaradas políticas. Ella
UNIVERSAL CON fue acelerada más tarde por el empleo del motor a explosión, por los nuevos usos hallados para
el pueblo y el caucho, por el vasto empleo de los materiales sintéticos y por la aparición y el auge
ESPECIAL del automóvil y, sobre todo, del aeroplano. Si bien la aventura de Jorge Chávez ocurrió muy lejos
SIGNIfICADO PARA de la Patria, y la tierra donde cayó no era la suya, su último vuelo marca uno de los instantes del
UNA COLECTIVIDAD primer siglo XX y tuvo los alcances de un llamado universal con especial significado para una
colectividad tan difícil geográficamente como la del Perú.
TAN DIfÍCIL Antes que Bleriot y que Lindbergh, ajeno a las complejidades y a las ventajas de la tecnología,
GEOGRÁfICAMENTE Jorge Chávez enseñó que la vida es una travesía solitaria, difícil, azarosa contra todos los vientos
y sobre implacables abismos. Fue el símbolo del espíritu humano orientado hacia el infinito que
COMO LA puede estar en el cielo como también en las profundidades del mar, en la estructura de la vida
DEL PERú. misma o en los misterios de los fenómenos síquicos. Vivió unos cuantos momentos que luego
resultaron inmortales en una cabina estrecha pero llena de una belleza no cantada antes y cir-
cundada en cada segundo por el peligro.
La cualidad que enaltece sobre todo a nuestro héroe es su sentido de la dignidad como per-
sona, como deportista, como profesional. En su caso se demuestra, una vez más, lo que Andrés
Gide afirmaba cuando escribía acerca de los personajes de Saint-Exupéry y sobre los primeros
vuelos de noche: la verdadera felicidad para los seres humanos radica no en la libertad sino en
la aceptación voluntaria de un hondo compromiso. Como en los personajes preferidos por Saint-
Exupéry, en Chávez dominó “el oscuro sentido del deber, más grande que el del amor”. O, repi-
tiendo una frase de W. B. Yeats, él tuvo, como los mejores ejemplares de nuestra especie, la fasci-
nación de lo que es difícil. El hombre no está para buscar un bien en sí mismo sino para some-
terse y sacrificarse a esa cosa extraña que manda en él y que vive a través de él. Fue para referir-
se a ese “oscuro sentido” que también suelen tener algunos religiosos, algunos científicos,
algunos artistas, algunos militares, algunos marinos y quienes albergan, sin lacras, el ideal de la
38 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 31 ]
[1] La llegada de la
aviación. En la década
de 1910, los primeros
pilotos peruanos, todos
ellos con educación en
escuelas de aviación
europeas, volvieron al
país a demostrar sus
habilidades en los cielos
de Lima. Uno de ellos fue
Juan Bielovucic, quien
realizó el primer vuelo
público en nuestro país.
Aquí lo vemos
sobrevolando el
hipódromo de Santa
Beatriz el día de su
despedida (2). Otro
destacado piloto peruano
fue Carlos Tenaud, a
quien se le debe además
el diseño de un
monoplano. Aquí lo
vemos en una
fotocomposición junto a
su avión (1).
[2]
[ capítulo 31 ] período 6 39
L
LOS PIONEROS DE LA AVIACIÓN EN EL PERÚ h
1760
LOUIS BLÉRIOT (1872-1936)
En Lima, don Santiago de Cárdenas,
conocido como “Santiago el Volador”, Este diseñador de aviones y piloto
redacta un manuscrito dirigido al rey francés es conocido no solo por
de España, titulado Nuevo sistema de ser el primero en cruzar
navegación por los aires sacado de las exitosamente sobre un avión el Timón de dirección
observaciones de la naturaleza volátil. canal de la Mancha, sino también Tenía costillas de madera
por diseñar el monoplano Blériot forradas con tela, al igual
XI, el más exitoso de su tipo. Lo que las alas
utilizaron los primeros aviadores
peruanos, como Jorge Chávez,
José Ramón Montero y Carlos
Tenaud, quien fue discípulo de
Blériot en su escuela de pilotaje.
1878
El teniente coronel Pedro Ruiz Gallo CARACTERÍSTICAS DEL BLÉRIOT XI
(1839-1880) publica el folleto Estudios
generales de navegación aérea y resolución de
este importante problema, donde presentó el
diseño del ornitóptero, una máquina que
imitaba el vuelo de las aves.
Estabilizador
Envergadura Estaba dispuesto horizon- L
8,54 m talmente y albergaba al E
timón de profundidad a
M
A
B
1895 Longitud: 7,32 m
s
v
Pedro Paulet (1874-1945) desarrolla un motor
Tipo de motor: Ghome Omega
cohete que funciona con una mezcla de gasolina
con peróxido de nitrógeno. Fue la base para su Caballos de fuerza: 50
diseño de un “avión torpedo” que podría, según
sus planos, desplazarse verticalmente (para el Velocidad máxima: 65 km/h
despegue) y hacia adelante.
Peso máximo: 349 kg
1909
Carlos Tenaud (1884-1911) diseña y
construye el primer avión peruano, un
monoplano cuyas alas se asemejan a las
de una mariposa. El avión nunca despegó,
sin embargo, y Tenaud se marchó a
Francia a estudiar con Louis Blériot.
Fuentes: Empresa Editora El Comercio. Enciclopedia temática del Perú Tomo XI / Primeras planas del siglo XX / Museo Aeronáutico del Perú FAP. Infografía: Raúl Rodríguez.
40 período 6 [ capítulo 31 ]
La historia de la aeronáutica peruana abunda en acontecimientos que hablan de la pericia de nuestros pilotos, del
heroísmo de la fuerza aérea y de la destacada labor de nuestros científicos e inventores.
Alas Motor
Eran estructuras de madera Tenía siete cilindros.
con dos largueros y costillas Se ubicaba en la parte
forradas con tela delantera y se encargaba
de mover la hélice
El piloto
Solo disponía de un
indicador de aceite del Hélices
motor y un reloj de bolsillo Hechas de madera
Largueros
longitudinales
Patín de madera
que formaba parte
del tren de aterrizaje
[ capítulo 31 ] período 6 41
JUAN BIELOVUCIC reforma social, que Gide escribió en su Prometeo: “No amo a los hombres, amo aquello que los
(1889-1949) devora”. O, como dice uno de los aviadores retratados por Saint-Exupéry: “Procedemos como si
hubiera algo de más valor que la vida misma. Pero ¿qué cosa? Quizá hay algo más, algo más per-
manente que debe ser defendido y salvado”.
Cuando Jorge Chávez murió, fue como un naufragio; pero él sigue en su monoplano
como en un puente de mando, con una bandera al tope. Desde allí saluda e incita para siem-
pre a los incontables varones y mujeres que, a través de los años y de las décadas, ofrendan
sus vidas sin coraza en la diaria lucha por la aviación en las que no se conoce ni se conocerá
tregua ni armisticio.
[ II ]
JUAN BIELOVUCIC Y LOS PRIMEROS VUELOS EN LIMA.- Juan Bielovucic nació en Lima
el 30 de julio de 1889. Fue hijo de un comerciante francés avecindado en esta ciudad. Hizo sus
estudios en el Liceo Jeanson de Sailly, París, hasta el bachillerato de Filosofía. Apasionado de los
Gracias a sus estudios en deportes, practicó como estudiante las carreras a pie, el ciclismo y el motociclismo. De allí pasó
Francia, este joven a la aviación. Alcanzó, como Jorge Chávez, la época en que el público se cansaba de los llama-
limeño fue uno de dos meetings y en que concluía la moda de los carrouseles. El aeroplano debía alejarse ya de los
nuestros precursores de terrenos y ascender en el aire, y nuevos aparatos eran requeridos. Bielovucic hizo diversas prue-
la aviación. Regresó a bas con los “Voisin” y desempeñó un importante papel en la historia de la aviación deportiva y
Lima en 1911, con el de la aviación de transporte. En 1910 venció en la carrera aérea con escalas Burdeos-París.
brevete número 87. El 8 de enero de 1911 llegó Bielovucic a Lima invitado por la Liga Pro Aviación. Fue recibido
En nuestra capital, en entusiastas manifestaciones populares. Trajo dos máquinas, una “Voisin” y una “Farman” que
realizó las primeras fueron llevadas al hipódromo de Santa Beatriz. Estos artefactos desarrollaban 50 caballos de fuer-
demostraciones aéreas za y llegaban a otros tantos kilómetros por hora.
en el hipódromo de El 15 de enero de 1911 realizó Bielovucic el primer vuelo que se vio en Lima. Encontró dificul-
Santa Beatriz, para tades por la inactividad en que había estado la máquina y por falta de elementos en el improvi-
deleite de miles de sado aeródromo de Santa Beatriz lleno de espectadores fervorosos. Sin embargo, logró remon-
espectadores. En 1912, tarse a la altura de 40 metros con la duración de un minuto. Catorce días después, el 29 de
volvió a Francia, donde enero, cruzó el cielo de Lima en el monoplano “Farman” en varias direcciones. Fue el primer
participó en diversas aviador nacional que navegó en el espacio de América Latina.
competencias. Tras el Repetidos vuelos de instrucción, pese a que las máquinas no eran de doble comando, y vue-
inicio de la Primera los de paseo se sucedieron. En ellos participaron militares y civiles, hombres y mujeres.
Guerra Mundial, Las primeras damas que ascendieron a un avión en Lima fueron, el 3 de marzo de 1911, María
Bielovucic se incorporó Luisa Guislain, Ana Navarro, María Caridad y María Laura Agüero Bracamonte. En un viaje aéreo
en el cuerpo de aviación de Lima a Ancón, Bielovucic demoró 58 minutos y recibió con este motivo una tarjeta de oro (29
francés. Durante la de enero de 1911).
Segunda Guerra Cuando había trasladado su hangar a Bellavista recibió, en abril de 1911, un llamado de Euro-
Mundial, colaboró pa para que interviniera en un concurso internacional y partió del Perú.
en el movimiento
de resistencia.
EL PASO DE LOS ALPES POR BIELOVUCIC Y SU ACTUACIÓN EN LAS DOS GUERRAS
MUNDIALES.- De regreso a Francia, Bielovucic participó en diversos eventos. Pero su preocu-
pación esencial fue pasar los Alpes, repetir y completar la hazaña de Chávez o, como él dijo:
“vengarlo”. Se preparó para esta empresa cuidadosamente y hubo necesidad de construir para
ella un avión especial, un monoplano Henriot de tipo militar con un motor de 24 caballos. El 25
de enero de 1913 voló de Briga a Domodossola por la ruta del túnel del Simplón en 28 minutos.
Ascendió a cerca de 10 mil pies y recorrió 25 kilómetros. Pero se había producido un cambio de
clima espiritual en el público y la proeza de Bielovucic fue recibida casi con indiferencia.
42 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 31 ]
Al estallar la Primera Guerra Mundial, el glorioso aviador peruano participó en ella como CARLOS TENAUD
voluntario en el ejército francés. Se distinguió en los vuelos de reconocimiento a gran distancia (1884-1911)
y obtuvo la Legión de Honor y la Cruz de guerra con palma. Firmada la paz, tuvo todavía actua-
ción dentro de la aviación y el automovilismo y también realizó exploraciones en los ríos amazó-
nicos. Durante la Segunda Guerra Mundial se unió a la Resistencia y efectuó importantes dona-
tivos para las víctimas de aquella catástrofe. Entre ellos figuraron objetos raros y recuerdos pre-
ciosos. Volvió a la patria en marzo de 1930. En 1947 hizo su último viaje al Perú. Falleció en París,
a los sesenta años, el 14 de enero de 1949.
[ III ]
CARLOS TENAUD.- Desde 1908 y 1909 había hecho en Lima experimentos para ascender a los
aires Carlos Tenaud Pomar. Diseñó con esta finalidad un monoplano cuyo propósito era imitar el
dispositivo de vuelo empleado por las aves. Este aparato sufrió una caída que impidió su empleo
en lo sucesivo. Pese a tan dramático contraste, Tenaud mantuvo su fe, su entusiasmo, su cons-
tancia. Se dirigió a Francia e ingresó en noviembre de 1910 a la Escuela de Etampes, dirigida por El joven parisino de
el famoso Bleriot para obtener su brevete de piloto aviador que le fue otorgado el 23 del mismo ascendencia peruana
mes, por el Aero Club de aquel país. Bleriot lo llamó el más aprovechado de sus discípulos pues construyó el primer
solo necesitó de ocho lecciones sin haber deteriorado accesorios más que por el valor de tres aeroplano de nuestro país
francos y medio. Posteriormente hizo práctica más intensiva y llegó a volar entre Etampes y con planos y diagramas
Reims. traídos desde Francia.
Llamado, como Bielovucic, por la Liga Pro Aviación, ambos se embarcaron para el Perú, con Ensamblado en la Escuela
su material, en diciembre de 1910. Al llegar a Lima en enero de 1911, fueron objeto de entusias- de Artes y Oficios, la
ta recepción. Tenaud se instaló en el campo de Limatambo. No tenía este las condiciones indis- aeronave quedó
pensables para que la máquina pudiera despegar, el terreno era pequeño y estaba rodeado de destrozada tras
surcos cuya nivelación parecía indispensable. El entusiasmo de Tenaud trató de superar todos los su primera prueba. El
obstáculos y un vuelo de prueba tuvo lugar el 27 de enero de 1911. Pero, en el momento del gobierno peruano envió
despegue, el aparato Bleriot no llegó a alcanzar la altura suficiente para salvar unos postes del entonces a Tenaud a
servicio eléctrico en el extremo del campo, y se produjeron el choque y la caída. Tenaud quedó perfeccionar sus
herido y fue trasladado a una clínica primero y a la casa de sus padres después; y allí afrontó conocimientos en la
durante varios meses una incesante y valerosa lucha contra la muerte. Falleció el 7 de setiembre Academia Bleriot. En 1911,
de 1911. Fue la primera víctima de la aviación caída en el Perú. Hermano de Pedro Ruiz Gallo al de regreso en Lima,
inventar un aparato original, fue hermano de Bielovucic al volar en el cielo de Lima y hermano ensambló el avión
de Jorge Chávez al ofrendar la vida por su purísimo ideal. comprado en Europa y
Una cruz colocada el 4 de febrero de 1912 en el lugar donde cayó Tenaud, ha desaparecido. realizó una serie de
demostraciones. En
febrero de 1911, durante
[ IV ] un vuelo, el ala de su
LA RADIOTELEGRAFÍA EN EL PERÚ: SUS PRIMEROS EXPERIMENTOS.- En 1903, en el aeronave se enredó en un
puerto del Callao y en el crucero italiano Elba, fueron invitados a bordo el día 2 de setiembre el poste de luz y sufrió un
canciller Eugenio Larrabure y Unanue, el ministro de Guerra contralmirante Villavicencio, el inge- grave accidente. Falleció
niero electricista Alejandro Guevara, así como otras personalidades que debían presenciar las tras larga agonía.
primeras experiencias de la comunicación inalámbrica con Lima. Ellas se efectuaron por haberse
colocado un receptor de propiedad de I. Varese, en la espalda de la Penitenciaría.
Los trabajos de instalación de estaciones radiotelegráficas que debían poner en contacto la
capital con el Oriente empezaron en 1904. Este servicio comenzó a funcionar en 1906.
Con el objeto expresado, quedaron establecidas emisoras en la vía del Pichis bajo la dirección
técnica del ingeniero Augusto E. Tamayo. Entre estas emisoras pueden ser mencionadas las de
Puerto Bermúdez, Masisea, Orellana, Requena, El Encanto, Leticia y, finalmente, Ytaya en Iquitos.
[ CAPÍTULO 31 ] PERÍODO 6 43
Juan Bielovucic y el biplano Voisin
En enero de 1915,
el aviador
peruano Juan
Bielovucic realizó
E nero de 1915. Por primera vez los
habitantes de Lima presenciarían
un vuelo sobre la ciudad, merced
al aviador peruano Juan Bielovucic y a
su biplano Voisin. El suceso conmocio
mo derecho de la esplanada, desde
donde debe tomar la velocidad conve
niente para la asención. [...]
44 período 6 [ capítulo 31 ]
El servicio radiográfico del Estado dependía del Ministerio de Fomento. Esta situación fue
modificada en 1921 en que, por decreto de 22 de enero, quedó constituida la Administración
General de Correos, Telégrafos y Radiotelegrafía, dependiente del Ministerio de Gobierno.
LA
COMUNICACIÓN
AUGUSTO E. TAMAYO, LA COMUNICACIÓN LIMA-IQUITOS Y LA ESTACIÓN DEL
CERRO SAN CRISTÓBAL.- Durante varios años Augusto E. Tamayo prosiguió tesoneramente LIMA-IqUITOS
sus estudios y trabajos sobre comunicaciones inalámbricas. ENTONCES
Un contrato celebrado con la compañía alemana Telefunken dio lugar a la erección de una
estación radiotelegráfica en el cerro San Cristóbal. La inauguración de esta torre se efectuó el 16
ESTAbLECIDA
de junio de 1912. El presidente Leguía subió al lugar de la ceremonia a caballo. El representante MARCÓ UN
de la Telefunken Holmwang en su discurso pronunció, entre otras, las siguientes palabras: “La ACONTECIMIENTO
estación de San Cristóbal, siendo por su peculiar ubicación en la cumbre de un cerro, la única de
su clase en el mundo, es también la más poderosa y la más moderna de todas las que existen en SENSACIONAL.
América del Sur. Debo, así mismo, hacer especial mención de que gran parte del éxito alcanzado ERA LA VICTORIA
se debe a la competencia y actividad del ingeniero peruano Augusto Tamayo”.
La comunicación Lima-Iquitos entonces establecida marcó un acontecimiento sensacional.
DE LA CIENCIA
Era la victoria de la ciencia sobre las distancia y sobre una accidentada topografía. Otros experi- SObRE LA
mentos similares en diversos lugares del mundo habían fracasado. DISTANCIA Y
La estación de San Cristóbal tenía 10 kilowatts de potencia y utilizaba una antena de para-
guas sostenida por una torre de 108 metros que descansaba en un aislador de vidrio. La torre
SObRE UNA
estaba dotada en su parte superior de crucetas o escaleras de 12 metros. Empleaba ondas de ACCIDENTADA
1.500, 2.000, 3.000 y 4.000 metros de longitud para comunicarse con Ytaya (Iquitos). La recepción TOPOGRAfÍA.
se verificaba con aparatos de cristal.
OTROS
ExPERIMENTOS
SIMILARES EN
DIVERSOS
LUGARES DEL
MUNDO hAbÍAN
fRACASADO.
[ CAPÍTULO 31 ] PERÍODO 6 45
[ tomo 13 ]
CAPÍTULO
32
[ ]
E
[I]
L PROCESO ELECTORAL DE 1912. LA CANDIDATURA ASPÍLLAGA- El panorama de la
sucesión presidencial de Leguía en 1912 presentó nubarrones que parecían presagiar inevitables
tempestades. El Partido Civil gubernamental, dueño de la mayoría en las Cámaras y de los órga-
nos del sufragio, lanzó el 10 de diciembre de 1911, en una asamblea, la candidatura de Ántero
Aspíllaga cuyo leal apoyo al Gobierno había contribuido a que este resistiera incólume las dificul-
tades creadas por la beligerante oposición parlamentaria en 1910 y 1911.
Ántero Aspíllaga nació en Pisco en 1849. Fue hijo de Ramón Aspíllaga, de nacionalidad chile-
na, y de Melchora Barreda. Hizo sus estudios en el colegio francés de Loiseau y Fontain, en Lima.
Después de que terminó su instrucción media se dirigió a Lambayeque. Eran los días en que se
cultivaba el algodón en muchas haciendas de la costa por las altas cotizaciones de este produc-
to con motivo de la guerra civil en Estados Unidos. Al concluir ella, la baja de precios motivó que
los hacendados de la costa se dedicaran a plantar caña de azúcar. Entre los que más descollaron
en esta actividad estuvieron Enrique Swayne en Casa Blanca, José Unanue en Gómez valle de
Cañete, Luis Albrecht en Casa Grande y la familia Aspíllaga en Cayaltí. Ántero Aspíllaga llegó a
viajar a Europa antes de la guerra con Chile para adquirir maquinarias, arados y otros implemen-
tos y para estudiar los más recientes adelantos en la industria a la que se había dedicado.
En 1886 fue elegido diputado por Chiclayo. Dos años después Cáceres lo nombró ministro
de Hacienda. Como tal celebró el famoso contrato con los acreedores extranjeros que general-
mente es llamado el contrato Grace; y precipitó la desaparición del billete fiscal depreciado. En
1892 formó parte de la Cámara de Senadores como representante por Lima. Fue reelegido en los
comicios sucesivos de 1895, 1903 y 1909. Presidió dicha Cámara en 1902, 1903, 1909 y 1910.
Alcalde de la capital en 1910, renunció por razones éticas. Ese mismo año hizo un segundo viaje
a Europa y allí estudió los últimos progresos industriales y adquirió nuevos y perfeccionados arte-
factos para la hacienda Cayaltí.
En su programa de Gobierno ofreció Aspíllaga que se “esforzaría por constituir un poder tran-
quilo y moderador que, respetando todas las opiniones, contribuyese a la espontánea y fecunda
acción de los ciudadanos”. Entre los puntos concretos que trató estuvieron: la armonía entre los
poderes Ejecutivo y Legislativo; la búsqueda de soluciones para las cuestiones internacionales
que tenía el país, sin menoscabo para su honra y su dignidad; la atención a la defensa nacional;
el respeto a las garantías individuales; la reforma de la ley electoral con la colaboración de todos
los partidos; el ordenamiento del Presupuesto; las garantías para el capital y el trabajo; la mejora
de los puertos; el encauzamiento de los ríos y la derivación de sus aguas en la costa dentro de
los estudios hechos; el desarrollo de la salubridad; la política ferrocarrilera a base de vías de pene-
tración para cumplir la aspiración nacional de enlazar la costa y el oriente; la defensa de la raza
indígena; la mejora de las condiciones de la clase obrera con casas para ella, planes generales de
higiene y de salubridad urbana y rural y de policía sanitaria en las fábricas, en los campos y en las
minas, fomento del ahorro y seguros de protección e indemnización por los accidentes de tra-
bajo; el estímulo de las industrias útiles; la organización de una Compañía Nacional de Obras
Públicas “a la que encargase el Estado la ejecución de las construcciones que
48 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
reclaman los servicios de la administración” sobre la base del capital privado y de las intervención ENRIQUE BARREDA
y fiscalización del Gobierno; la ayuda a las sociedades de Beneficencia; el mejoramiento de los Y OSMA (1847-1929)
institutos armados; la reforma y el progreso en el campo educacional; la inclusión de los estudios
pedagógicos en la Universidad de San Marcos y el contacto entre las Universidades de los depar-
tamentos con las industrias correspondientes a su región; la atención al Poder Judicial y el respe-
to a su independencia y a sus iniciativas; el impulso a los municipios y a las juntas departamen-
tales dentro del “provechoso equilibrio de la autoridad central y de la independencia comunal”.
Era, en conjunto, un programa de tipo conservador cautamente progresista. Aspíllaga tenía
fama de ser un hombre circunspecto, elegante, honesto, caballeroso y maduro. Sus vestidos eran
confeccionados por el sastre Poole de Londres. A su larga actuación política en los más altos car-
gos (solo le faltó la presidencia de la República) unía una considerable fortuna y su mansión
señorial era un gran centro aristocrático en Lima. Pero en su contra surgía la circunstancia que
representaba, de un lado, la continuidad de un régimen político duramente combatido a lo largo
de sus cuatro años de existencia y, de otro, el predominio de un partido que de hecho goberna-
ba el país ya trece años. No fue la suya una candidatura popular aunque estuvo provista de
abundantes recursos económicos. Aspíllaga, a pesar de todo, acaso hubiera triunfado en 1903 o En enero de 1912, el
en 1904 o en 1908; pero en 1912 encontró dificultades insalvables. político limeño, miembro
activo del Partido Civil,
realizó duras críticas al
EL INTENTO DE UNIFICAR A LA OPOSICIÓN.- El 6 de enero de 1912 se reunieron en el gobierno de Augusto
colegio de Santo Tomás de Aquino poco más de 200 caballeros, escucharon un discurso de Enri- B. Leguía, de esa misma
que Barreda y Osma que fue de franca crítica al Gobierno y eligieron la junta directiva del Partido orientación partidaria.
Civil Independiente. La presidió Enrique de la Riva-Agüero y lo acompañaron José Matías Man- Barreda organizó una
zanilla, Vicente Maúrtua, Francisco Tudela y Varela, Amador F. del Solar, Antonio Miró Quesada, junta directiva
Enrique Barreda y Osma, Manuel B. Pérez, Leoncio Samanez, Juan E. Ríos, Víctor Eguiguren, Matías independiente
León, J. C. Peralta, E. A. Calderón, Domingo Olavegoya, Germán Schreiber, Julio R. Loredo, Francis- y buscó un acercamiento
co Mendoza y Barreda y Germán Arenas. Poco después se organizó una serie de conversaciones de su movimiento con el
entre demócratas (cuya personería ejerció Nicolás de Piérola) civilistas independientes (represen- Partido Demócrata,
tados por Enrique de la Riva-Agüero y Enrique Barreda), liberales (con sus personeros Augusto liderado por Nicolás de
Durand y Wenceslao Valera) y constitucionales (cuyos delegados fueron el general Pedro E. Piérola; con el Partido
Muñiz y David Matto) para buscar un candidato presidencial común. Liberal, encabezado por
Augusto Durand; y con el
Partido Constitucional,
LA ACTITUD DE PIÉROLA.- Pero en la conferencia celebrada el 11 de febrero, se produjo la fundado por Andrés
ruptura entre Nicolás de Piérola, y los demás delegados. Piérola planteó una serie de condiciones Avelino Cáceres.
para el pacto tales como: la protesta por las mutilaciones territoriales; el respeto a la Constitución,
sobre todo en cuanto a las garantías ciudadanas; la exigencia de penas para quienes las violaran;
el reajuste del Tesoro nacional; la negativa ante el empréstito exterior; el cuidado en la adminis-
tración del dinero público; la libertad y verdad del sufragio; la lucha contra las candidaturas ofi-
ciales y en pro de la designación de autoridades y organismos dignos de la confianza ciudadana;
la elección de un candidato común; la autonomía de cada partido que no debía ser incompati-
ble, sin embargo, con la designación de un jefe para la alianza.
Acerca de los temas tratados en la reunión del 11 de febrero hubo aclaraciones y rectificacio-
nes hechas públicamente por los participantes en ella. Pero se deduce que Piérola se negó a
firmar el acta al encontrar inaceptable la fórmula planteada por Riva-Agüero para elegir un can-
didato a la presidencia que no ofreciese resistencias ante el presidente Leguía; y que, además
pretendió la unidad del mando en la coalición. Una vez más, como en 1903, en 1904 y en 1908,
la aristocracia civilista le cerraba el paso. Y él una vez más también, con criterio vertical y no hori-
zontal, se negaba a ceder y apoyar a otros.
[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 49
Profunda era la amargura de Piérola en aquellos días crepusculares de su vida. El 3 de enero
publicó una carta para declinar el homenaje que iba a realizarse en su honor con motivo de su
cumpleaños y para hacer apreciaciones sobre la actualidad. Empezaba diciendo: “Ah! lo sabéis bien,
LA INSTANTÁNEA señores. La situación de la Patria es de gravedad aterradora. El Perú se hunde día a día, hora a hora;
POPULARIDAD DE y se hunde exhibiendo la inconcebible inercia de sus hijos ante el asombro desdeñoso de los extra-
ños. La acción letal sobre este pueblo de un largo período de su envenenamiento. Atmósfera de
bILLINGhURST fUE peste lo rodea trayéndole inacción de letargo…”. Y después de varias consideraciones amargas
LA DE UN exclamaba: “¡El imperio de Manco Cápac y Atahualpa! ¡El primero de los pueblos de la España suda-
mericana! ¡El primero después de su independencia!… ¿a dónde has sido traído?... ¿Qué lugar
PIEROLISMO SIN ocupa hoy? No, ningún pueblo atravesó jamás y por culpa exclusiva por los propios, período más
PIéROLA. LA doloroso ni más negro de su historia. No, no son las personas lo que necesitamos cambiar, son las
REITERADA cosas”. Y después de señalar las bases de un programa de dignificación interna y externa, sanea-
miento moral y económico, reconquista de la respetabilidad y vuelta a la legalidad auténtica afir-
MALAVENTURA maba que, para transformar el estado de cosas existente, no era necesaria la fuerza si los partidos
POLÍTICA, LA se unían y no buscaban candidatos de acomodo después de “un gobernante desagraciado cuyo
error capital fue encaramarse en un puesto que la nación no le confió, para reemplazarlo con otro
DESERCIÓN DE que será inevitablemente tanto o más desgraciado que él, consumando la ruina de la Patria”.
VARIOS DE SUS Ante una manifestación pública que se realizó el 5 de enero pronunció Piérola desde su casa
ADEPTOS uno de sus últimos discursos públicos. Allí dijo: “Compatriotas: Durante 50 años he vivido la vida
de este pueblo sin perder jamás la fe en sus destinos ni la confianza en que sabría alcanzarlos; y
PROMINENTES, LA no la he perdido porque los latidos de mi corazón y los anhelos de mi alma han vibrado junto con
PObREzA Y LOS el alma del Perú. Es en ella que se ha encendido mi fe y mi confianza en el día de mañana. Sombras
INCONVENIENTES de muerte han pasado por este pueblo creando noche espesísima; pero esas sombras se disipan
y van a desparecer y el Perú se levantará. Sí señores, el Perú se levantará sin otra fuerza que la suya
DE LA EDAD propia. Asociados a él para levantarlo tened confianza en que habremos de lograrlo”.
hAbÍAN En una circular a los presidentes de los comités del Partido Demócrata en el país publicada
el 8 de mayo, después de consideraciones sobre la situación caótica del país, la falta de seguridad
ORIGINADO LA para el voto, la necesidad de renovar la estructura política y la conveniencia de no presentar al
EROSIÓN DE LA partido “en complicidad con el profundo daño que va a hacerse a la nación”, negó Piérola toda
fUERzA POPULAR, ayuda a las elecciones o a sus actos preparatorios y otorgó el calificativo de desertores a quienes
la prestaran.
úNICO CAPITAL
POLÍTICO DEL
CAUDILLO [ II ]
LA CANDIDATURA DE BILLINGHURST.- Los partidos Civil Independiente, Liberal y Consti-
DEMÓCRATA. tucional no llegaron a nominar un candidato común, a pesar de que, según se dijo, hubo una
propuesta a José Pardo, entonces todavía en Europa, que el ex Presidente rechazó. Probablemen-
te, resistencias con el militarismo y dificultades económicas impidieron que encontrase vasto
apoyo un candidato que, a la distancia, parece hoy lógico: el general Pedro E. Muñiz. Tampoco se
produjo un movimiento nacional para ungir al anciano caudillo demócrata. Hubo mucha gente
que creyó inevitable la victoria de Aspíllaga. La Junta Electoral Nacional reconstituida, que presi-
dió Alejandro Deustua como personero del Poder Ejecutivo, se componía, en su gran mayoría,
de partidarios del candidato oficial. No parecía imposible que se repitieran en 1912 con éxito y
en relación con el sistema de sufragio los métodos que habían hecho posible la formación de un
Parlamento propicio al Gobierno el año anterior. Si la maquinaria electoral estaba dominada y si
no podía esperarse rebeldías de la mayoría del Congreso, para muchos no había cómo forjar una
victoria de la oposición. Este sector aparecía además, dividido y sin pugnacidad. El tiempo cada
vez resultaba más estrecho para organizar una acción contra una candidatura activa y provista
de toda clase de recursos.
50 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
Sin embargo, por un milagro cívico, el Perú, una vez más pareció despertar súbitamente. A
comienzos de mayo de 1912, poco menos de un mes antes de las elecciones, comenzó a circu-
lar la noticia de que en provincia se hacía propaganda a favor de Guillermo Billinghurst, ex alcal- [ 1912 mayo 19 ]
de de Lima y presidente del Partido Demócrata pocos años antes. El 4 de mayo publicó en La
Crónica el redactor de dicho diario José Gálvez una entrevista al nuevo personaje que tuvo efec- LAS MANIFESTACIONES
to sensacional sobre la opinión pública. Declaró allí ese político que, en caso de lanzarse su can- POLÍTICAS EN LIMA. El 19
didatura a la presidencia, su deber claro era “aceptar indudablemente lo que la libre voluntad de de mayo de 1912 se
los pueblos le pidiera, dejando constancia de la espontaneidad libérrima de tales ofrecimientos”. realizaron las
También anunció que había postergado su proyectado viaje a Estados Unidos. manifestaciones políticas
La candidatura de Billinghurst, alcanzó así vasta publicidad y tomó rápidamente considerable de los candidatos a la
impulso. El 9 de mayo fue conocido un manifiesto del nuevo candidato en el que expresó que presidencia de la
había entregado al Presidente de la República un memorial para que fueran convocadas nuevas República. Al día
elecciones. El proceso ya iniciado tenía (según él) las tachas de no haberse dejado inscribir a siguiente, El Comercio
muchos ciudadanos en el registro del corto plazo disponible para el acto del sufragio, de estar informó: “Desde antes de
todo el aparato de este organizado al servicio de intereses personales de los partidos que repre- las 2 de la tarde
sentaban los diversos matices de la opinión. Párrafos especiales consagraba a los deberes que, comenzaron a reunirse
cualesquiera que fuesen sus afecciones personales y sus vínculos proselitistas, tenían los miem- en la plazuela de la
bros del Congreso ante la opinión pública. Exposición los clubs
La instantánea popularidad de Billinghurst fue la de un pierolismo sin Piérola. La reiterada aspillaguistas. (…) En las
malaventura política, la deserción de varios de sus adeptos prominentes, la pobreza y los incon- solapas de los sacos
venientes de la edad habían originado la erosión de la fuerza popular, único capital político del llevaban los
caudillo demócrata. manifestantes insignias
de cartulina roja con el
retrato del señor
“PAN GRANDE”.- Puede afirmarse que la imponente manifestación pública de las fuerzas Aspíllaga. (…) La casa del
bilinghuristas, realizada el domingo 19 de mayo de 1912, decidió la victoria de esta candidatura. señor Billinghurst, desde
El comicio se inició en la Alameda de los Descalzos y recorrió las principales calles de la capital. horas de la mañana,
En él se exhibieron unos carteles con el “pan descomunal” que sería vendido a 5 centavos si estaba invadida por
Billinghurst llegaba a la presidencia, así como el pequeñito cuyo precio sería de 2 reales si subía grupos de partidarios,
Aspíllaga; así fue como nació el apodo de “Pan Grande” puesto a aquel hombre público. que ocupaban el hall
Este nombre ha perdurado en el recuerdo colectivo mucho más que las diversas iniciativas y central, las aceras y el
los variados planes de Billinghurst, unidos a problemas económicos, hacendarios, sociales y crucero de la calle. (…)
constitucionales. Es el símbolo de las excesivas promesas electorales que luego los candidatos En carruajes llegaban
triunfantes no cumplen, de los anuncios tentadores y magníficos lanzados sobre la eterna credu- muchos de los amigos
lidad del pueblo para conquistar sus votos y sus simpatías. políticos del señor
El número de los manifestantes, calculado en 20 mil personas, pareció, en aquella época, Billinghurst y al
gigantesco, y contrastó con el del comicio a favor de Aspíllaga ese mismo día en la Plaza de la aproximarse las dos de
Exposición. Billinghurst expresó en su discurso entre otras cosas: “El sufragio popular no es sola- la tarde, centenares de
mente soberano, es un medio de orden en la sociedad. Cierto es que el sufragio no ha encontra- personas se hallaban
do todavía su instrumento de precisión; pero el ardiente anhelo de los pueblos de llegar a la reunidas en la casa del
organización política de las democracias presagia el próximo advenimiento de esos ideales gra- candidato. En esos
cias a la instrucción primaria y a la enseñanza de la prensa difundida por todos los que piensan momentos fue
y hablan en una nación. Nuestra Carta fundamental consagra con más o menos latitud el dere- despejando la
cho del sufragio; pero una dolorosa experiencia nos ha demostrado que, en la práctica ese dere- concurrencia para acudir
cho no existe. Y por raro que parezca el problema de la representación parlamentaria que en al paseo de los Descalzos,
otras partes se contrae a dar cabida a las minorías, entre nosotros consiste en que se respeten los punto de cita de la
derechos y las representaciones de las mayorías”. Más adelante agregó: “Nunca debemos perder manifestación”.
de vista decía el presidente Mackinley, el hecho de que el sufragio del ciudadano, el sufragio
constitucional es la base de todo poder y autoridad en un gobierno como el nuestro; el sufragio
[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 51
Las jornadas de mayo de 1912
En mayo de 1912, el
pueblo impidió la
celebración de
elecciones y llevó
E n el discurso político del Perú
republicano, la categoría “pueblo”
exhibió, las más de las veces, una
clara ambigüedad. Al “pueblo” se podía
aludir como a aquel colectivo social
Para Torrejón, un factor clave para
entender las Jornadas de Mayo reside
en las diferencias de percepción que
tuvo el “pueblo” de los dos opositores.
En Billinghurst se quiso ver a un exitoso
al poder a compuesto por ciudadanos, pilar de un salitrero proveniente de la zona “cauti
Guillermo régimen representativo y democrático. va” del sur del Perú –los deportados de
Billinghurst. El Pero el “pueblo” podía ser también Tacna y Arica se hallaban en la capital
aquella plebe furiosa e ignorante, ver en mayo de 1912–, a un caudillo piero
fenómeno, que
dadero lastre para el desarrollo del país, lista, a un combatiente de la guerra del
para muchos capaz de cometer los peores excesos, Pacífico y a un benefactor de los pobres.
significó el carente de cultura política y necesitada Sobre Aspíllaga, en cambio, candidato
ingreso de la de educación y civilización. oficialista, pesaba el lastre de ser hijo
masa popular a la de un chileno y de que su fortuna la
Tales tensiones se hicieron patentes en hubieran construido los braceros de sus
vida política sucesos co mo los de ma yo de 1912, haciendas.
nacional, se ve cuando el “pueblo” impidió las eleccio
claramente en el nes presidenciales y llevó al poder a Para algunos observadores de época,
siguiente texto. Guillermo Billinghurst. Luis Torrejón especialmente los civilistas, no fueron
("Lima 1912: el caso de un motín popu más que “manifestaciones callejeras de
lar urbano". En: Panfichi y Portocarrero, la ‘plebe’” envalentonada. Para otros, en
eds. Mundos interiores [Lima: Universi cambio, las heroicas Jornadas de Mayo
dad del Pa cí
fi
co, 1998]) y Ali cia del representaron la oposición de la volun
Águila (Callejones y mansiones [Lima: tad popular al continuismo encarnado
PUCP, 1997]) se han avocado a recons en el candidato leguiista y la opción por
truir y analizar la coyuntura. el candidato de los pobres. Se trató, en
parte, de un grito desarticulado que
Los clubes billinghuristas que salieron a reclamaba ciudadanía, siempre dentro
las calles –asociaciones de simpatizan de los límites de una sociedad tradicio
tes sin carácter permanente ni ideario nal. En pa la
bras de Del Águi la, “la
sistematizado, compuestos en su mayo coyuntura de 1912 significó la entrada a
ría por obreros y artesanos– tomaron las la escena política de la masa urbana. [...]
mesas de sufragio y persiguieron a sus Pero, como hemos dicho, no es que pro
miembros, a los “soplones” (la policía pusiera un sistema democrático alter
leguiista) y a los simpatizantes del candi nativo. Persistieron más bien las direc
dato Aspíllaga. La ciudad se paralizó por trices de la República Aristocrática:
varios días. Se sucedieron los saqueos, mezclar los ideales jerárquicos de
las golpizas, las balaceras, el cierre de nobleza con los democráticos moder
negocios, el allanamiento de los más nos, de tal forma que se constituya un
célebres prostíbulos, los enfrentamien estado nacional de ciudadanos, pero de
tos con la policía, el miedo y la muerte. diversa ‘calidad’” (pp. 185-86).
52 período 6 [ capítulo 32 ]
debe ser libre de toda coacción, libre de todo cohecho y venalidad, libre de la fuerza e intimida-
ción, debe ser la expresión espontánea, sin trabas ni cortapisas de la opinión de los ciudadanos”.
Terminó con el pedido de que la patria dejara de estar inquieta, atormentada e imponente y
volviese a recobrar la fe en sí misma y marchara hacia sus grandes destinos, por encima de las LLEGADA LA
facciones apoderadas del Gobierno y en actitud de burla a la voluntad popular. fEChA DE LOS
Ese mismo día fue entregado al presidente Leguía un memorial en el que se solicitaba la
nulidad de los actos del sufragio. A la misma demanda se sumaron los partidos civil indepen- COMICIOS, EL 25
diente, liberal y constitucional y una asamblea de universitarios. DE MAYO, Y AL
DÍA SIGUIENTE,
EL PARO GENERAL Y LA FRUSTRACIÓN DE LOS COMICIOS.- Llegada la fecha de los LOS PARTIDARIOS
comicios, el 25 de mayo, y al día siguiente, los partidarios de Billinghurst organizaron un paro DE bILLINGhURST
general en Lima, el primero que se conocía en la capital, y recorrieron las calles el día inicial de
las elecciones para romper las mesas y poner en fuga al personal de las comisiones receptoras ORGANIzARON
de sufragio. Tuvieron la tolerancia y quizá el oculto apoyo del Gobierno. En la noche hubo inci- UN PARO
neraciones públicas de enseres de “soplones” y serenatas en casa de Billinghurst. Por vez primera
en el siglo XX el pueblo apareció como actor decisivo en la escena política. Fue la primera grave
GENERAL EN
crisis de la República Aristocrática. LIMA, EL PRIMERO
qUE SE CONOCÍA
[ III ] EN LA CAPITAL, Y
LA EVENTUALIDAD DE LA PRÓRROGA DE LEGUÍA.- Leguía, en realidad, en contra de lo RECORRIERON LAS
que muchos esperaban, no puso ni la influencia ni la fuerza del poder gubernamental al servicio CALLES EL DÍA
de la candidatura Aspíllaga. Sin duda pensó en la prórroga de su mandato presidencial o, con un
eufemismo, en “la fijación de una nueva fecha para la trasmisión del mando”. Análoga maniobra INICIAL DE LAS
había utilizado poco antes para permanecer durante algún tiempo en el poder el presidente de ELECCIONES PARA
Bolivia Ismael Montes. “Dentro de ese año (de prórroga), afirmó el publicista Luis Ulloa en su libro
La situación política, traerá Leguía sus buques y sus sumergibles que sabemos son muchos, pre-
ROMPER LAS
tenderá colocar sus empréstitos, firmará una segunda funesta alianza con Bolivia, buscará una MESAS Y PONER
aproximación, a espaldas del Ecuador, con el sanguinario tiranuelo Plaza; y, en fin, excitará con EN fUGA AL
nuevos alfilerazos a Chile, sin intención seria, desde luego, de ir a la guerra pero con serio peligro
de encontrarla no queriéndola… Derroches en armamentos no utilizados, desvaríos y desplan- PERSONAL DE LAS
tes diplomáticos y acaso un guerra: he allí el programa de la prórroga presidencial de Leguía”. Así, COMISIONES
con caracteres alarmantes y funestos, presentaban los adversarios del Presidente la perspectiva
de que urdiera su mantenimiento en el poder en una maniobra que resulta un vago conato de
RECEPTORAS DE
la reelección llevada a cabo en 1924 y 1929; y en esa zozobra evidenciaron hasta qué punto lo SUfRAGIO.
consideraban hombre audaz, emprendedor, resuelto e inescrupuloso.
[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 53
NICOLÁS DE presidente por ambas Cámaras). La prórroga del mandato significaba doble atropello por la dura-
PIÉROLA (1839-1913) ción perentoriamente señalada para él en la Carta y por la prohibición de la reelección que ella
contenía. Tampoco resultaba, en su concepto, viable la fórmula de elegir un presidente proviso-
rio. Quien sacara al país de la órbita constitucional no debía ser obedecido por el ejército. Frente
a todas estas negativas, ofrecía una salida. Era la convocatoria a elecciones para el 24 y el 25 de
agosto, o sea dentro del plazo de poco más de un mes. Piérola creía que tan estrecho término
era suficiente para la campaña y para el acto del sufragio, seguro de que la voluntad popular
podía superar las deficiencias de las juntas y los registros electorales. El nuevo Jefe del Estado
debía inaugurar su administración el 24 de setiembre, que era la fecha señalada para que entre-
gara el poder Leguía.
Este manifiesto señaló el distanciamiento entre Piérola y Billinghurst con la pérdida de una
nueva oportunidad, después en 1909, para que el Partido Demócrata lograra injerencia directiva
en la vida política del país. No tuvo eco en la opinión pública, si bien contribuyó al desprestigio
de la fórmula de la presidencia provisoria y de la prórroga.
El ex presidente falleció
en la ciudad de Lima el 23 EL PROBLEMA ELECTORAL ANTE EL CONGRESO.- Aspíllaga se dirigió al Poder Legislativo
de junio de 1913. Tras para remitirle las actas de varias provincias cuyos escrutinios arrojaban un total de más de 60 mil
dejar el gobierno en votos a su favor. Al mismo tiempo llegaron a ambas Cámaras otras actas de diversos lugares de
1899, se dedicó al la República en las que les pedían que declarasen la nulidad del proceso y efectuaran la elección
ejercicio profesional de presidente y vicepresidente.
particular en la empresa La comisión parlamentaria correspondiente tachó varias de las elecciones provinciales y afirmó
constructora La Colmena, que los votos computables no llegaban a la tercera parte de los ciudadanos hábiles para sufragar.
hasta 1909. Piérola Se calculaba que el país tenía entonces 143.766 electores. La mayoría leguiista en ambas
estuvo siempre presente Cámaras había resuelto, deslealmente, abandonar a Aspíllaga y abrir el camino a la candidatura
durante los problemas Billinghurst. Por ella trabajaban también los civilistas “bloquistas” o independientes y los liberales.
coyunturales de la Si se ponían de lado las elecciones hechas fragmentariamente en el país, había tres fórmulas
política peruana, ya que para resolver el problema constitucional. Una era acudir al recurso de la prórroga del mandato del
gozaba de gran presidente Leguía, acusado de intentarla de modo subrepticio. El segundo punto de vista era el
popularidad entre sus de quienes sostenían que el Congreso debía elegir al presidente y vicepresidente en cumplimien-
conciudadanos. Además, to del artículo constitucional que otorgaba esa atribución al Poder Legislativo cuando no hubie-
se mantuvo a la cabeza ran elegidos según la ley y dentro de la teoría de que esa facultad tenía carácter absoluto. Aducían
del Partido Demócrata, quienes así pensaban que las manifestaciones populares eran una prueba abrumadora de la
que él mismo fundó en existencia de una mayoría nacional a favor de Billinghurst, ante la cual el Congreso debía ser res-
1882. Sus funerales petuoso. Por el contrario, otros opinaban que la única manera de solucionar el problema era ape-
reunieron a una lar, una vez más, al sufragio popular por medio de nuevos comicios. Para esto sostenían que el
multitud de partidarios artículo mencionado por sus adversarios no tenía carácter amplio y hallábase restringido por otros
y personas dispositivos de la Carta; es decir, su tesis era, dentro de la letra de ella, que la facultad del Congre-
de diferentes so para elegir solo funcionaba cuando, del escrutinio general de los votos populares, resultara que
bancadas políticas. ninguno de los candidatos había alcanzado la mayoría absoluta, para limitarse entonces a escoger
entre los dos que hubiesen obtenido la mayoría relativa en las urnas. Así, pues, según este criterio,
la designación del Congreso suponía, en todo caso, el previo sufragio popular y tenía carácter
supletorio y limitado al modo y forma específicamente señalados en el texto constitucional.
54 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
[1] [2]
[3]
LA CANDIDATURA DE ASPÍLLAGA. El Partido Civil, lanzó en 1911 la candidatura presidencial de Ántero Aspíllaga. Entre las
actividades de promoción al candidato estuvo la manifestación política realizada el domingo 19 de mayo de 1912, que
aparece aquí anunciada en el diario El Comercio (2). Ese mismo día, se realizó también la de su opositor, Guillermo
Billinghurst. Aquí vemos a partidarios de Aspíllaga frente al Instituto de Vacuna (3), el día de la convocatoria. Esta, sin
embargo, no le fue favorable. Una portada de la revista Variedades (1) caricaturiza el resultado de las manifestaciones
de apoyo a Aspíllaga (a la izquierda) y a Billinghurst (a la derecha).
[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 55
MIGUEL ECHENIQUE Entre los pocos fundamentos de votos adversos al acuerdo adoptado merece referencia
(1863-¿?) especial el del representante Juan Manuel Peña y Costas. “Estoy plenamente convencido (afirmó
Peña y Costas) que las elecciones que han favorecido a Aspíllaga con más de 60 mil votos en un
total de 140 y tantos mil electores son tan legales como las que han favorecido a los últimos
presidentes y que han sido aprobadas por el Congreso; habiéndose efectuado con el mismo
mecanismo electoral y las mismas juntas y registros. En idéntica condición están las elecciones
que han favorecido a todos los H. H. senadores y diputados aquí presentes; y al anular las últimas
elecciones presidenciales lógicamente deberíamos también considerar nulos nuestros manda-
tos”. Denunció también Peña y Costas que los miembros de las comisiones de cómputo se
habían puesto de acuerdo sobre la nulidad antes de examinar un solo pedazo de papel de las
elecciones, sin tiempo para el examen de las actas. Se declaró, además, sorprendido de que el
número de votos mermados fuera el preciso para que los sufragios no alcanzaran sino a un poco
menos del tercio necesario para anularlos. “Más franco y más correcto (agregó) habría sido decla-
rar simple y llanamente que estas últimas elecciones no convenían y proceder a anularlas”.
El mismo día el Congreso eligió presidente de la República a Guillermo Billinghurst por 132
El político limeño, aquí votos contra 30. No pudo luego resolver en problema de las vicepresidencias por no haberse
en una fotografía de producido mayoría. Pero en la sesión siguiente llegó a ser designado primer vicepresidente
1912, fue elegido ese Roberto Leguía, hermano del Jefe del Estado. Así resultó este premunido de un importante divi-
año como segundo dendo político con el acuerdo adoptado para el triunfo parlamentario de Billinghurst. El número
vicepresidente de de votos obtenido por Roberto Leguía llegó a 94 contra 59 por Lizardo Alzamora, 4 en blanco y
Guillermo Billinghurst. 2 dispersos y reveló el gran volumen de la mayoría leguiista en el Congreso. Para la segunda
Echenique, que vicepresidencia fue elegido Miguel Echenique, perteneciente a la misma filiación política. De
pertenecía al Partido Echenique se dijo que había votado contra Billinghurst. Los dos vicepresidentes no llegaron nun-
Civil desde principios ca a jurar sus cargos, pues (seguramente por maniobras que inspiraron personas allegadas al
del siglo XX, había Presidente) se frustraron las sesiones dedicadas a esa ceremonia.
ocupado el cargo de En resumen, el candidato auspiciado por la simpatía popular fue ungido, al margen de la
senador suplente por el Constitución, por un Parlamento de origen discutible pues, en su mayoría, era fruto del acto de
departamento de Lima fuerza efectuado en Lima en 1911 y no de procesos democráticos. Esta vez en que el pueblo no
entre 1907 y 1912. Su votó, fue elegido irregularmente un candidato popular, en contraste con otras ocasiones en que
principal actividad, sin el sufragio ungió, en apariencia, a figuras impopulares o indiferentes.
embargo, fue la El Congreso había nombrado presidente de la República anteriormente solo en pocas opor-
agricultura. Poseía tunidades. Como mandatarios en propiedad fueron elegidos Riva-Agüero en 1823, Tagle ese
diversas haciendas mismo año y La Mar en 1827. Como provisorios: Tagle en 1823, La Fuente en 1829, Orbegoso en
azucareras que le 1833, Gamarra en 1839, Castilla en 1855, Prado en 1867. El caso de la elección también parlamen-
rendían grandes taria de García Calderón en 1881 fue excepcional por haberse realizado cuando se había produ-
beneficios económicos, cido la ocupación chilena. Pero la facultad concedida a ambas Cámaras para calificar las actas
y más adelante electorales las habían convertido, consuetudinariamente, en árbitro para decidir en última ins-
expandió sus intereses a tancia acerca de quién debía ser el llamado a la jefatura del Estado y, en algunas ocasiones, como
actividades de en 1862 y en 1872, quiénes debían ocupar las vicepresidencias. En 1890 surgieron dudas sobre
tipo financiero. la sucesión presidencial por haber sido muy estrecho el margen de la votación obtenida por el
coronel Remigio Morales Bermúdez y Francisco Rosas, el primero apoyado por la mayoría de la
Cámara de Diputados y el segundo por la del Senado; pero, ante elocuentes pruebas acerca de
la actitud del ejército, la decisión parlamentaria se inclinó hacia el primero de esos candidatos.
[ IV ]
BILLINGHURST.- Guillermo E. Billinghurst tenía una larga y agitada trayectoria. Nació en Arica
el 27 de julio de 1851, es decir había pasado de los sesenta años en 1912. Su abuelo fue el patrio-
ta inglés Roberto Billinghurst a quien el Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata dio
56 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
la primera ciudadanía argentina por sus servicios a la independencia y llegó a ser diputado unio- LA ELECCIÓN DE LOS
nista contra Rosas, para ser recordado hoy en una calle de Buenos Aires que lleva su nombre. El VICEPRESIDENTES
padre de Guillermo Billinghurst murió ahogado en Arica en 1868, a causa del maremoto.
Inició este personaje sus estudios en Lima y los completó en Chile, con una educación de tipo En 1912, tras la
británico. Se dedicó luego al comercio en las provincias de Tacna y de Arica y a la industria mine- designación presidencial
ra en Tarapacá. Junto con su entrañable amigo Alfonso Ugarte, tuvo una juventud borrascosa. de Guillermo
Acompañó a Piérola en la expedición del Talismán, en la revuelta del Yacango y en la aventura del Billinghurst, el Congreso
Huáscar en 1877; pocas veces se ha visto en el Perú una lealtad igual en la rebeldía tenaz y en el de la República nombró
fracaso invariable. En 1878 fue elegido diputado por Tarapacá. Cuando Manuel Pardo fue asesina- al primer y segundo
do, se creyó generalmente que al crimen seguiría una revuelta y, para facilitar al Gobierno los vicepresidentes. El
medios de conjurarla, fue presentada en el Congreso una moción para declarar a “la Patria en resultado final de la
peligro” y suspender las garantías constitucionales. La proposición quedó sancionada casi por votación para la
unanimidad, pues solo tres representantes osaron votar en contra; uno de ellos fue Billinghurst. elección del primer
Durante la guerra con Chile obtuvo el título de coronel temporario y después el de jefe del vicepresidente fue la
Estado Mayor del Ejército del Norte. Hizo, además una arriesgada visita al interior de Bolivia para siguiente:
estudiar la posibilidad de una ofensiva sobre el territorio chileno, que consideró practicable. Estu-
vo entre los defensores heroicos del Morro Solar, después de la batalla de San Juan. Prisionero,
llegó a ser enviado a Chile. CANDIDATO N0 DE VOTOS
Después de firmada la paz, sirvió el puesto de cónsul del Perú en Iquique. Su padre había Roberto Leguía 94
muerto como socio de la casa Campbel Outran sin que fueran luego reclamados sus derechos. Lizardo Alzamora 59
Hacia 1887, era esta una entidad millonaria y Guillermo Billinghurst inició un pleito que llegó En blanco 4
hasta los tribunales de Santiago y fue luego objeto de una transacción en 1889. Cada uno de los Dispersos 2
tres hermanos Billinghurst, Guillermo, Roberto y Celia, recibió unas 20 mil libras esterlinas y 7 mil
correspondieron a su abogado Carlos Walker Martínez. Más tarde Guillermo heredó a sus dos
hermanos. Asimismo, ayudaron a darle una holgada posición económica el producto de la ven-
ta de las aguas de Pica a la compañía de agua potable de Iquique y las acciones de varias salitre-
ras, así como otros negocios.
Militó también Billinghurst en el periodismo y lo fomentó. Cooperó en 1882 a la fundación
del diario de Iquique La Industria que redactó el escritor colombiano Justiniano de Zubiría. En
1888 fue fundador y director del Ateneo de aquel puerto. Escribió varias obras de interés local
como Estudio sobre la geografía de Tarapacá (Santiago, 1886), Abastecimiento de agua potable
para el puerto de Iquique (Lima, 1887), Condición legal de los peruanos nacidos en Tarapacá (San-
tiago, 1887), Los capitales salitreros de Tarapacá (Santiago, 1889), La irrigación en Tarapacá (Santia-
go, 1893), Legislación sobre salitre y bórax en Tarapacá (Santiago, 1903). Por esa época redactó
también una Historia de la provincia de Tarapacá con datos muy valiosos y que nunca llegó a ser
editada. Ya antes de la guerra con Chile había publicado Rápida ojeada sobre la cuestión salitre
(Valparaíso, 1875) y Compendio de la legislación municipal del Perú 1873-1877 (Iquique, 1878) y,
durante aquella contienda, Alfonso Ugarte, corona fúnebre (Lima, 1880) y Reconocimiento militar
del río Desaguadero y de la altiplanicie andina (Lima, 1880).
Con su aporte político y económico contribuyó a la victoria de la revolución de 1894-1895.
Vicepresidente de la República y senador, promovió la colonización del departamento de Loreto
con el fin de establecer una corriente mercantil hacia el Atlántico. Recorrió y estudió personal-
mente la región de la Amazonía para obtener un concepto objetivo acerca de su potencial. En
1898, firmó el protocolo para el plebiscito de Tacna y Arica. Pagó de su peculio todos los gastos
ocasionados por la misión que entonces presidió en Santiago; del mismo modo, nunca cobró el
dinero por él entregado a la causa revolucionaria de 1894-1895. En 1898, su candidatura presi-
dencial ahuyentó el apoyo de Piérola y del Partido Demócrata cuando lanzó enconados ataques
al Partido Civil y, en diversas oportunidades, habló con acrimonia y desdén contra el jefe de esta
agrupación Manuel Candamo.
[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 57
En 1899 tuvo Billinghurst concomitancias con la aventura subversiva de Augusto Durand.
Retirado de la política, volvió a ella ostensiblemente para reconciliarse con Piérola en 1904 en el
[ 1912 setIembre 24 ] afán de luchar contra el civilismo pardista. Partidario de la tendencia hacia la conciliación que
propiciaba “ubicaciones” para las candidaturas de senadores y diputados tanto demócratas como
EL NUEVO MANDATARIO. civilistas en 1909, se alejó otra vez de su viejo jefe cuando este la desautorizó puritanamente. Fue
En la edición de la progresista alcalde de Lima en 1909 y 1910, elegido en reemplazo de Ántero Aspíllaga que
tarde del 24 de renunció. Su obra en este cargo que se prolongó hasta fines de 1910 cuando lo reemplazó el
setiembre de 1912, el teniente alcalde Nicanor Carmona fue múltiple. Como antes a Manuel Pardo, ayudó a su ulterior
diario El Comercio candidatura presidencial. Ordenó la incineración de los barracones inmundos que servían como
informó sobre el hospital de variolosos y que constituían un peligro de infección en los barrios de Maravillas y el
cambio de mando Prado, y erigió un parque en aquella zona. Hizo demoler el viejo y sucio callejón de Otaiza, “anti-
presidencial. Tras el higiénico edificio, especie de ciudad china donde todos los vicios tenían su asiento” y abrió una
juramento de ley, calle limpia y ventilada entre Rectora y el Capón para dar comunicación a dos populares barrios
Billinghurst dijo: “Con y facilitar el tráfico hacia el mercado de la Concepción. Instaló puestos de venta de carne a pre-
noción perfecta de mis cios al alcance de los pobres en diversos barrios de la capital; y, en los altos del mercado central,
deberes cívicos, tenía habilitó varios locales para el expendio de raciones formadas por diversos víveres en proporcio-
perfectamente que nes convenientes y a precios cómodos. Persiguió a los vendedores que defraudaban a sus clien-
respetar la voluntad de tes en el peso de sus artículos. Tuvo la iniciativa de los juegos florales de 1909, realizados por
la nación y no he primera vez en Lima. Hizo innovaciones en las obras de agua potable e inauguró las de Magda-
trepidado un instante lena del Mar. Adquirió un coche eléctrico regador de calles y una máquina para la pavimenta-
en obedecerla. ción. Pavimentó las avenidas que conducen al Cementerio y varias calles. Consolidó la deuda
Peruano, antes que municipal y pagó los déficits de ella. Inauguró el tranvía eléctrico a La Victoria. Realizó en las
todo, he procedido de Fiesta Patrias de 1910 un sorteo de casas para obreros. Dejó abierto el Polígono Municipal de tiro
acuerdo con los de San Jerónimo. Inauguró el monumento a Antonio Raimondi en la nueva Plaza Italia en agos-
dictados de mi to de 1910. Esta fue una obra del escultor milanés Tancredi Pozzi.
conciencia y las Al margen del gobierno de Leguía, aunque en buenos términos con este hombre público,
inspiraciones del más alejado también de la beligerante oposición civilista y del pierolismo, Billinghurst apareció en
puro patriotismo; y así, 1912 a la cabeza de un vasto movimiento que implicaba, como en los días de 1872 y de la inicia-
al prestar mi ción de Manuel Pardo como jefe de partido, así como en los días de 1894, la franca revuelta del
juramento, dominado “país popular” contra el “país legal” que no había llegado a madurar ni en 1899, ni en 1903, ni en
tan solo por el interés 1904, ni en 1908.
de la república, y A pesar de su actuación heroica en la guerra con Chile y de su permanente inquietud como
contrario, como soy, en ciudadano y como patriota, tenía algo de extranjero para la clase dirigente limeña. Representa-
lo absoluto, a los ba una fortuna que acababa de incrementarse y no estaba basada como la de los grandes
antiguos y gastados señores de la vida peruana de entonces, en la agricultura de exportación de la costa ni en la
métodos, he prometido renta de bienes inmuebles urbanos, sino en la provincia de Tarapacá. Conocía muy bien acon-
y he de serlo, tecimientos como los ocurridos en Iquique en 1907, cuando se produjo una huelga en la que
honorables señores, participaron no menos de diez mil trabajadores para solicitar el pago de jornales, al tipo de
completamente extraño cambio de 18 peniques, el comercio libre que debía de evitar el abuso de las llamadas pulperías
a las sugestiones y medidas de seguridad en las peligrosas labores a que estaban dedicados; y cuando el general
partidaristas y á las Silva Renard ordenó una matanza en gran escala. Para el pueblo no fue solo, como para los
influencias de círculo, teóricos liberales del siglo XIX, el individuo premunido de sus derechos ni como, para Piérola,
por seductoras que estuvo integrado por los vastos sectores de la ciudadanía ignorados electoralmente por las oli-
ellas sean”. garquías. Al espíritu cívico del Partido Demócrata peruano juntó algo del sentido social del
Partido Demócrata chileno, fundado en 1887, dentro de un proceso que fue sincrónico con la
multiplicación de las sociedades de artesanos. Sin renegar de su condición de hombre acauda-
lado y sin acercarse ni siquiera remotamente a la doctrina socialista, mostró interés, preocupa-
ción, solicitud hacia los pobres. Podría considerársele como un precursor del capitalismo “ilus-
trado” demagógico.
58 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
[1] [2]
[3]
EL CANDIDATO BILLINGHURST. Por su parte, el Partido Civil Independiente, ala separada del Partido Civil, lanzó la
candidatura de Guillermo Billinghurst a la presidencia. En el aviso publicado en el diario El Comercio del 18 de mayo de
1912 se hace un llamado a la manifestación del día siguiente (1). El candidato opositor, Ántero Aspíllaga, también realizó
un acto político ese día. Aquí vemos una imagen de la Alameda de los Descalzos, donde se congregaron más de 15 mil
partidarios de Billinghurst (2). El día de las elecciones, sus simpatizantes salieron a las calles e impidieron los comicios,
como se ve en esta fotografía de la época (3).
[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 59
FRANCISCO Hubo la versión de que, siendo presidente, su lenguaje fue, a veces, campechano y mordaz,
MOREYRA Y RIGLOS con palabras malsonantes cuando estaba de mal humor o quería expresar su descontento.
(1856-1942)
Cuéntase, por ejemplo, que ante un grupo de importantes personajes de la vida limeña explica-
ba, como Jefe del Estado, las características y las proyecciones de la unión de La Punta y de la isla
de San Lorenzo y uno de los presentes exclamó: “Es tan importante esta obra que, cuando ella
concluya, habrá que bautizar de nuevo a la isla y llamarla Billinghurst”. Don Guillermo (como se
decía entonces) siguió en su charla con diversos planos e informes en la mano y, al cabo de unos
minutos, se interrumpió para exclamar: –¿Y quién fue ese “huevón” que habló de cambiar el
nombre de la isla?(1).
Sin embargo, poseyó una cultura seria y variada, a pesar de no haber conocido las aulas uni-
versitarias. Su biblioteca fue una de las más ricas entre las de los personajes de aquella época.
Publicaciones suyas como las que dedicó a la historia del salitre o a la condición de los peruanos
nacidos en Tarapacá pueden leerse aún ahora con provecho. Había efectuado traducciones
directas de algunos pasajes de diversas obras de Shakespeare, descontento con los textos en
español que conoció y sin ánimo de publicarlas.
En setiembre de 1912, el
político limeño integró LA INAUGURACIÓN DEL GOBIERNO DE BILLINGHURST. EL GABINETE MALPARTI-
el primer gabinete del DA.- El nuevo presidente asumió sus funciones el 24 de setiembre de 1912. En la sesión de
presidente Guillermo Congreso en que prestó juramento, entre denuestos al Jefe del Estado saliente, hubo fer voroso
Billinghurst, con el entusiasmo y se cantó con júbilo el himno nacional. Pero la nueva administración no alcanzó a
cargo de ministro de durar dos años.
Justicia e Instrucción. El primer Gabinete de Billinghurst fue el siguiente: Elías Malpartida, presidente del Consejo y
Tres meses después de ministro de Gobierno; Wenceslao Valera (Relaciones Exteriores), Baldomero F. Maldonado (Hacien-
su nombramiento, da), el general Enrique Varela (Guerra y Marina), Francisco Moreyra y Riglos (Justicia e Instrucción)
ocurrió una grave crisis y Fermín Málaga Santolalla (Fomento). Aunque hubo en este Gabinete relación entre el Ejecutivo
ministerial, tras la cual y el Parlamento y uno de sus miembros, Valera, había tenido destacada actuación en la alianza
renunció la mayor parte Civil Independiente-Liberal-Constitucional, no constituyó un equipo político sino administrativo.
del gabinete. Moreyra,
sin embargo,
permaneció en EL PROGRAMA DE BILLINGHURST.- Después de jurar la presidencia, Billinghurst dio lectura
su cartera hasta a su programa. Anunció el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. Prometió que
junio de 1913. haría un régimen nacional, extraño a las sugerencias partidaristas y al influjo de los círculos, y se
declaró contrario en lo absoluto a los antiguos y gastados métodos. Hizo el elogio de la paz, del
orden y de las instituciones. Defendió la prosecución de las obras públicas iniciadas para no mal-
gastar caudales y energías. Habló de una política de paz, de decoro y de justicia en el orden
internacional. Reiteró su promesa electoral de propiciar una ley que diera garantías al sufragio y
lo hiciese auténtico, dentro de un mecanismo simple con fiscalización del voto, del escrutinio y
de las comisiones relacionadas con ellos y con injerencia de los partidos y los interesados. Dedicó
un rápido acápite a la lucha contra la desocupación, al impulso de la inmigración europea, a la
necesidad de extender o ampliar la ley de accidentes de trabajo, al desarrollo de la instrucción, la
irrigación y la construcción de casas para obreros, a la reforma de los institutos armados y al
mejoramiento, ensanche, seguridad y servicio de los puertos. Insistió, a continuación, en la
importancia del Presupuesto de la República “gran rueda que dirige el funcionamiento regular y
metódico de toda la maquinaria administrativa”. Más adelante puso énfasis especial en el “manejo
honrado de los caudales públicos, el control y la publicidad de los ingresos y egresos fiscales a fin
(1) Anécdota narrada por Lauro A. Curletti, testigo de la escena, a Guillermo Hoyos Osores y transmitida oralmente por este.
60 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
de que en ningún caso deje de establecerse la respectiva constancia del dinero que satisfacen
los contribuyentes ya entre o salga de las arcas fiscales, así como la regularidad de su recaudación
y del empleo a que se le destina, operaciones que requieren ser comprobadas por administra-
ciones responsables; debiendo ejecutarse la verificación de todos estos procedimientos en la DESPUéS DE
forma y época que la ley señale por magistrados expertos, severos y de notoria probidad”. JURAR LA
“Las cuestiones hacendarias, que son la piedra angular de los grandes progresos económicos
y administrativos, serán objeto de la predilecta atención de mi Gobierno”, siguió diciendo. Al PRESIDENCIA,
restablecimiento del crédito consagró tres de sus últimos párrafos. En el último, antes de las invo- bILLINGhURST
caciones finales, llegó a afirmar, repitiendo conceptos de Piérola: “Equilibrar el Presupuesto de la
República, estudiar los gastos y autorizarlos con juicio y previsión, calcular con exactitud los
DIO LECTURA A SU
ingresos, cubrir los desembolsos extraordinarios con las entradas extraordinarias, satisfacer los PROGRAMA.
egresos ordinarios con los ingresos ordinarios y normales, he ahí el ideal hacendario que debe- ANUNCIÓ EL
mos perseguir de modo invariable para labrar efectivamente la prosperidad, la ventura y el
engrandecimiento del país”. GObIERNO DEL
Parecía anunciarse, según este mensaje, de acuerdo con una frase de Manuel Pardo, estadista PUEbLO POR EL
a quien Billinghurst había combatido implacablemente, una “República práctica”. Los problemas
hacendarios iban, según lo prometido, a absorber buena parte de la atención del nuevo manda-
PUEbLO Y PARA
tario. Una política internacional pacifista y la promoción de obras públicas debían acompañarla. EL PUEbLO.
En el campo social se anunciaba la lucha contra la desocupación, la ampliación de la legislación PROMETIÓ qUE
de accidentes de trabajo, las casas para obreros y el cariño al pueblo. Dentro del plano político,
surgían el compromiso de dar autenticidad y limpieza al sufragio y el de hacer un Gobierno de
hARÍA UN
concordia y de unión. Dícese que entonces expresó privadamente Billinghurst su anhelo de RéGIMEN
desempeñar ante los partidos el papel que había cumplido en Inglaterra la reina Victoria. NACIONAL,
ExTRAñO A LAS
SUGERENCIAS
PARTIDARISTAS Y
AL INfLUJO DE
LOS CÍRCULOS,
Y SE DECLARÓ
CONTRARIO EN LO
AbSOLUTO A LOS
ANTIGUOS Y
GASTADOS
MéTODOS.
[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 61
[ tomo 13 ]
capítulo 33 ● I La dimisión del Gabinete peruano-chilena ● Las cuestiones con Co el guano ● La supuesta existencia de sali
Malpartida. El cese del Congreso extraor lombia y el Ecuador ● El arbitraje sobre las tre en Arequipa ● Iniciativas del gobierno
dinario ● El Gabinete Varela ● El Gabinete reclamaciones francesas ● IV El estableci de Billinghurst sobre el borato de cal y el
Luna y Peralta ● El Gabinete Sousa ● Fa miento de la jornada de ocho horas para carbón ● La unión de La Punta con San
llecimiento de Piérola ● El atentado en la los trabajadores portuarios ● El primer de Lorenzo y el proyecto sobre Matarani ● La
casa del presidente del Senado, el asalto creto sobre reglamentación de las huelgas ruta Huánuco-Pucallpa ● Los basurales del
a la del ex presidente Leguía y la prisión ● La sección obrera, base de la inspección Tajamar, la Dirección de Salubridad y la
de este. Dimisión del Gabinete Sousa ● El general del trabajo ● La reglamentación Asistencia Pública ● El ferrocarril a Chilca
segundo Gabinete Varela ● El atentado en de la ley sobre accidentes del trabajo ● La ● La ley de co lonización e irrigación de la
la imprenta de La Crónica ● El personal del represión del Callao ● Las huelgas de 1913 costa El fomento de la arboricultura frutal
●
Concejo Provincial de Lima y los incidentes ● Casas para obreros ● La escuela de ense ● La difusión de la higienización y del agua
de setiembre de 1913 ● II La ley electoral ñanza doméstica ● El fomento de la exten potable ● La expropiación de los derechos
de 1912. En qué se diferenció su texto del sión cultural entre el pueblo ● El decreto de la Empresa de Agua de Lima ● VII Los
proyecto original ● La Corte Suprema y los para reglamentar el arrendamiento de las mensajes de Billinghurst al Congreso. La
procesos electorales de 1913 ● Los resulta fincas de la Beneficencia ● Billinghurst y los condenación de la historia hacendaria de
dos de la reforma de 1912 ● III La negocia indios. Las matanzas de Chucuito y Azán la República y la denuncia del anómalo
ción Hunneus-Valera ● El mensaje secreto garo ● El informe Villena sobre los atrope crecimiento presupuestal ● El Presupues
de Billinghurst el 30 de noviembre de 1912 llos a los indios en la provincia de Lampa to para 1913 ● La Compañía Recaudadora
● La oposición contra la negociación Hun ● V Las ideas de Bi llinghurst sobre la edu de Impuestos ● Los empréstitos de Billing
neus-Valera ● Las interpelaciones al minis cación primaria y el decreto sobre la en hurst ● VIII “El Porvenir” compañía de segu
tro de Guerra y la política armamentista señanza religiosa ● VI El departamento de ros de vida ● El cultivo del té ● IX Los vuelos
● El ambiente de confraternidad popular Madre de Dios ● El informe Forbes sobre de Ramón Montero ● Otros vuelos.
LA ADMINISTRACIÓN DE BILLINGHURST (I).
Los gabinetes, la ley electoral, asuntos internacionales, sociales,
educacionales, económicos y hacendarios. La aviación en 1913
CAPÍTULO
33
[ ]
L
[I]
A DIMISIÓN DEL GABINETE MALPARTIDA. EL CESE DEL CONGRESO EXTRAORDINA-
RIO.- El Gabinete Malpartida, con el que se inauguró la administración Billinghurst, tuvo muy
corta duración. Se publicaba entonces en Lima un periódico satírico llamado El Mosquito, cuyo
director era un hombre venenoso e ingenioso, Florentino Alcorta. Este periódico atacaba al
Gobierno y defendía a Leguía. La imprenta Berrio donde se editaba fue asaltada y destruida
impunemente en la tarde del 19 de diciembre de 1912 por turbas de elementos populares adic-
tos al Presidente, entre las cuales, según se dijo, se encontraban miembros del personal de la
Dirección de Salubridad. También fue asaltado el domicilio de Alcorta. El Senado envió un oficio
al ministro de Gobierno, que era el jefe el Gabinete, sobre este asunto, con una interpelación de
Joaquín Capelo; pero no obtuvo respuesta inmediata. A la extrañeza por esta tardanza de un día
sucedió un voto de censura que la mayoría leguiista sancionó (23 de diciembre de 1912). En la
Cámara de Diputados Rafael Grau dio a conocer, en esa misma fecha, el voto que acababa de
aprobar la colegisladora para expresar que se había adelantado a su propia moción. Su actitud
desafiante al Gobierno dio lugar a las ruidosas protestas de la barra.
Tanto El Comercio como La Prensa expresaron su desacuerdo con la maniobra de los senado-
res leguiistas.
Como represalia por este voto precipitado, el Presidente de la República tuvo el gesto incon-
sulto de retirar los proyectos que había envido a la legislatura extraordinaria: eran ellos un tratado
comercial con Alemania, el proyecto de ley sobre el ferrocarril a Chilca y un empréstito. Cesaron,
por lo tanto, las labores parlamentarias. El Congreso no asumió actitud alguna ante la afrenta que
acababa de sufrir.
EL GABINETE VARELA.- A raíz de la crisis entonces suscitada los ministros, general Enrique
Varela, Wenceslao Valera, Francisco Moreyra y Riglos, Baldomero Maldonado y Fermín Málaga
Santolalla permanecieron en sus carteras. En reemplazo de Malpartida, Abel I. Montes fue desig-
nado ministro de Gobierno.
El presidente del nuevo Gabinete fue el general Varela. Estos nombramientos se produjeron
el 24 de diciembre 1912.
64 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
funcionaros de la administración pública. Si bien se dijo que entre los seis consejeros del Presi- AURELIO SOUSA
dente había quien tenía filiación liberal, leguiista o billinghurista moderadas, la voluntad del (1860-1925)
Presidente aparecía como la fuerza dominante en el régimen.
EL GABINETE SOUSA.- Bajo el Gabinete Luna y Peralta se efectuaron las elecciones del nuevo
tercio parlamentario. Anulados varios procesos por la Corte Suprema, los votos netamente
billinghuristas en el Congreso no pudieron ser aumentados de modo considerable. El 17 de
junio de 1913 el Presidente decidió imprimir un nuevo rumbo político a su gestión y designó
para presidir el Gabinete, en vísperas de la apertura de las Cámaras, a un prominente miembro
del Partido Demócrata, Aurelio Sousa, aunque sin contar con la aprobación del jefe de este par-
tido, Nicolás de Piérola. Acompañaron a Sousa congresales de diversos sectores: Francisco Tude-
la y Varela (Relaciones Exteriores), Alfredo Solf y Muro (Justicia e Instrucción), José Balta (Hacien-
da) y Víctor Castro Iglesias (Fomento). La cartera de Guerra fue asumida por el contralmirante
Melitón Car vajal. Tudela había pertenecido al “bloque” y al Partido Civil Independiente, Solf y
Muro figuró durante la administración de Leguía dentro del llamado “bloque chico”, o sea el El abogado cajamarquino
sector de la mayoría gobiernista que a veces votaba con la oposición, y Balta era un miembro inició su carrera política
prominente del Partido Liberal. en 1886, como diputado
Esta combinación ministerial fue favorablemente acogida por El Comercio y por La Prensa. suplente por su tierra
natal. Tres años más
tarde, fue designado
FALLECIMIENTO DE PIÉROLA.- Después de haber sido el primer ciudadano del Perú, Piéro- titular del cargo, hasta
la había conocido catorce años de contrariedades. Su biografía íntegra fue de 1899 a 1913 tan 1899. Luego fue
triste como altiva. Mientras más se adentró en la vejez, más golpes de la vida recibió. Los hom- acreditado como
bres no nos buscan sino cuando nos temen o cuando tienen algo que pedirnos; y él, sobre todo, ministro plenipotenciario
al surgir la avasalladora popularidad de Billinghurst y el triunfal ascenso al poder de este antiguo en el Ecuador. De vuelta
adepto suyo, pudo sentir quizás a veces que hallábase sumergido en el olvido, helado infierno en Lima, en 1902,
para los que aman la gloria. representó a la provincia
A mediados de junio de 1913 se divulgó la noticia de la enfermedad de Piérola y de la grave- de Bongará en la cámara
dad que ella revestía. Al domicilio del paciente acudieron miles de personas de toda condición de diputados (1902-1912),
social, entre las que estuvieron el presidente Billinghurst y (en un gesto que fue muy celebrado) luego fue elegido alcalde
el ex presidente Leguía. Piérola entró en la etapa de la agonía en la madrugada del 23 de junio. de Barranco y senador
Sus últimas palabras fueron: “Ya es en vano”. La multitud acudió contrita a la modesta casa de la por Cajamarca. Durante
calle Milagro, como otras veces se había agolpado jubilosamente ante ella para escuchar su pala- el gobierno de
bra y aclamarlo. El fallecimiento se produjo en la noche de ese mismo día. Billinghurst, fue ministro
Muerto, el rostro del viejo caudillo parecía un campo de batalla cubierto de ideas vencidas; de Gobierno y presidente
toda idea que desde hacía más de medio siglo agitara el océano del espíritu nacional, había mar- del Consejo de Ministros
cado sus surcos en aquella faz, y estos surcos se ahondaron al convertirse en un estoico él, que (1913),y tras su
había sido en su mocedad un sibarita. Este hombre para el que tantos tuvieron innumerables derrocamiento,
veces mofa y dicterios, era objeto de íntima veneración en el pueblo; como si se transformara en presidente del consejo
capilla una taberna, y se orase unciosamente en el mismo sitio donde otros blasfemaron, o de Ministros y ministro
hablaron de delitos o de negocios sucios, o pidieron vino y dados. de Justicia e Instrucción.
El 26 de junio tuvo lugar el sepelio. Hubo en él muchos rostros férvidos que con esfuerzo
reprimían las lágrimas, caídos a las manos los sombreros. Este acompañamiento de la muche-
dumbre a Piérola en su último desfile, confundidas gentes de trajes raídos y de ropa buena, sin
distinción de razas, nivel educacional, profesión, procedencia o edad, por mucho tiempo no
debe ser olvidado e históricamente aparece como un póstumo manto de protección para el
nombre, el recuerdo y el honor del caudillo demócrata contra la injuria, la difamación o el silencio
de los intereses y de las pasiones que lo siguen combatiendo o negando después de muerto.
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 65
EL NUEVO GABINETE Durante algunos años después todavía se escuchó en labios de humildes gentes o de patrio-
tas fervorosos el grito de “¡Viva Piérola!”.
Dejó el caudillo demócrata una leyenda; pero no un partido organizado.
66 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
resultado infructuosa su candidatura parlamentaria por Madre de Dios, pues la Corte Suprema LA CRÓNICA
anuló las credenciales que lo favorecían) se completó con Tudela y Varela (Relaciones Exteriores)
y Maldonado (Hacienda) del grupo anterior, y con Gonzalo Tirado (Gobierno), Carlos Paz Soldán
(Justicia e Instrucción) y el coronel Pedro Portillo (Fomento). Ministerio de amigos personales del
Jefe del Estado, sin carácter político, Variedades lo llamó Gabinete “incoloro, insípido e inodoro”.
[ II ]
LA LEY ELECTORAL DE 1912. EN QUÉ SE DIFERENCIÓ SU TEXTO DEL PROYECTO ORIGI-
NAL.- Uno de los puntos principales del programa de Billinghurst fue el saneamiento electoral (1).
El régimen creado en 1895, teóricamente el mejor que hasta entonces había tenido el Perú,
provino de una honda reacción contra el sistema antes vigente de la calificación de las eleccio-
nes por las Cámaras. Partió, según ya se ha anotado en este libro, de una original combinación
de los distintos sectores sociales a través de “grupos” para formar las juntas de registros y
(1) Una información más detallada en el libro del autor Elecciones y centralismo. Lima, Universidad del Pacífico, 1980.
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 67
Los funerales del “Califa”
Nicolás de
Piérola, el
caudillo
incansable y
L a muerte se llevó a Nicolás de Pié
rola el 23 de junio de 1913. Con él,
par tió una épo ca de la his toria
republicana en la que resonaban hitos
como la firma del Contrato Dreyfus, las
ban a contemplar el rostro del jefe del
Partido Demócrata (El Comercio, 26 de
junio de 1913).
68 período 6 [ capítulo 33 ]
escrutadoras, con intervención preponderante de la ciudadanía en la maquinaria del sufragio.
Pero los “grupos” no llegaron a constituirse jamás y su falta de organización en los momentos de
elegir las escrutadoras sirvió de pretexto a la Junta Electoral Nacional para simularlos o tolerar su
simulación; y para ungir, mediante ese engaño, a través de su omnímodo poder centralista, UNGIDO POR UNA
como diputados o senadores, a los candidatos que el grupo político de sus simpatías determi- REACCIÓN CONTRA
nara como más aparentes. La ley electoral resultó así mistificada o incumplida. Las sucesivas
Juntas Electorales Nacionales decidieron desde Lima los resultados de los comicios al crear los LOS VIEJOS
órganos departamentales y provinciales adecuados para sus propósitos. MéTODOS,
Los diputados liberales presentaron en la legislatura ordinaria de 1900 un proyecto de ley por
el cual se quitaba a la Junta Electoral Nacional la facultad de hacer los sorteos para la formación
bILLINGhURST
de las juntas provinciales de registro y escrutadoras de provincia. Confirieron esa atribución a la RECIbIÓ MUChAS
Junta Departamental en lo administrativo para el primero de los indicados sorteos; y a la Junta SUGERENCIAS
Electoral de departamentos para el segundo. El proyecto no suprimía a la Junta Nacional ni iba
al establecimiento de la autonomía de la provincia y del departamento en el acto del sufragio. PARA EMPRENDER,
Se limitaba a buscar un nuevo origen para los organismos más maleados por la Junta Nacional. CUANTO ANTES,
Los diputados liberales lo defendieron con tesón; pero fue aplazado indefinidamente.
En la primera legislatura extraordinaria de 1904, el Poder Ejecutivo, animado del mismo espí-
LA REfORMA
ritu depurador, presentó un nuevo proyecto de reforma de la ley de elecciones. Los 25 mayores ELECTORAL.
contribuyentes de cada provincia recibieron en él la facultad de designar, por elección, a los ENCOMENDÓ
miembros de las dos indicadas juntas provinciales. La Junta Nacional quedó únicamente con la
atribución de formar, publicar y rectificar las listas de dichos contribuyentes. Este proyecto, muy
PRIVADAMENTE
minucioso en su estructura, fue extensamente discutido en las diversas legislaturas que se suce- LA PREPARACIÓN
dieron desde 1904 hasta 1907 en que llegó a ser aprobado por la Cámara de Diputados. Pero el DE UN
Senado no llegó a ocuparse de su revisión.
Ungido por una reacción contra los viejos métodos, Billinghurst recibió muchas sugerencias ANTEPROYECTO
para emprender, cuanto antes, la reforma electoral. Encomendó privadamente la preparación de A ALbERTO ULLOA,
un anteproyecto a Alberto Ulloa, Wenceslao Valera y Aurelio Sousa, a cuyo lado colaboró Gerardo
Balbuena. Revisó él personalmente varias veces ese documento y llegó a formular hasta cuatro
WENCESLAO
proyectos que mandó imprimir; y pidió y consiguió que hicieran observaciones distintos perso- VALERA Y AURELIO
neros del Congreso cuyos requerimientos, exigencias o súplicas procuró atender en lo posible. SOUSA,
El proyecto enviado por el ministro Malpartida a la Cámara de Diputados el 29 de octubre de
1912 fue luego convertido en la ley provisional N° 1777 de 16 de diciembre de 1912 para las A CUYO LADO
elecciones del tercio parlamentario en 1913. Devolvió, en primer lugar, la autonomía electoral a COLAbORÓ
las provincias con lo cual destruyó el régimen centralista de la Junta Electoral Nacional. Los
miembros de las juntas provinciales de registro y de las juntas escrutadoras provinieron de la
GERARDO
elección, por mayoría y minoría de los contribuyentes de la provincia en asamblea pública. bALbUENA.
Dichos contribuyentes fueron seleccionados de las listas formadas por el Ministerio de Hacienda
en vista de los padroncillos respectivos. En el proyecto primitivo de Ulloa y sus colegas, las asam-
bleas de contribuyentes debían formarse, para evitar una injerencia plutocrática, con la partici-
pación de quienes pagaban cuotas medianas o bajas; pero las cifras de ellos resultaron elevadas
y el número de contribuyentes quedó reducido en la ley finalmente aprobada. Lima hubiera
tenido, según aquel proyecto primitivo, una asamblea de 1.600 ó de 1.714 contribuyentes. Se
adujo que era una junta demasiado numerosa, que sus miembros no iban a entenderse y que se
corría el peligro de que resultaran elegidos candidatos no designados por los partidos.
Otra novedad de la ley fue la intervención de la Corte Suprema para resolver acerca de la validez
de las elecciones objetadas. Fueron eliminados los artículos del proyecto para que la Corte Supre-
ma conociera estos asuntos como tribunal de derecho dentro de su facultad constitucional, por
medio de fallos sujetos a revisión y en dos instancias; y para establecer en cualquier momento la
invalidez de la elección y de la credencial del representante a través de un proceso de ilegitimidad
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 69
declarado por la misma Corte, antes o después de su incorporación. Según el texto de la ley, la
Corte solo juzgó de las dualidades dentro del plazo de cierto número de días con el carácter de
jurado en una sola sesión y sin más pruebas que las que presentaran verbalmente los interesados.
LA CORTE Durante el debate quedó rechazada la “desincorporación” parlamentaria por ejecutoria judicial.
SUPREMA Una tercera y audaz innovación descartada al expedirse la ley fue la que pretendió implantar
la acción popular, o sea la iniciativa ciudadana, con el fin de solicitar ante la Corte Suprema la
APARECIÓ COMO nulidad de las elecciones ilegales o fraudulentas. El derecho de formular la demanda respectiva
UN fACTOR ≥qUE fue concedido exclusivamente a los candidatos y se exigió la entrega de un depósito pecuniario
para poder presentarla. Y la Corte Suprema tuvo limitación en sus facultades, pues expresamen-
GRAVITÓ te se quiso que no llegaran ellas a convertirla en otra Junta Electoral Nacional y tampoco que
POSITIVAMENTE parte considerable de su tiempo fuese restado a sus habituales tareas judiciales.
EN EL SENTIDO Las mayorías parlamentarias desnaturalizaron así, en parte, el proyecto del Gobierno. A pesar
de todo, las provincias parecieron agradecer el esfuerzo descentralista, que no obstante sus
DEL SANEAMIENTO recortes, simbolizó la nueva ley electoral.
ELECTORAL. EL Ella fue imitada en Chile en 1913.
RéGIMEN CREADO
EN 1912 PRESENTÓ LA CORTE SUPREMA Y LOS PROCESOS ELECTORALES DE 1913.- La Corte Suprema llegó
VENTAJAS a revisar, en 1913, 46 procesos electorales dentro del plazo limitado de tiempo que la ley le fijó.
En fallos cuidadosos y detallados los vocales Eguiguren, Ortiz de Zevallos, Seoane, Lavalle, Alza-
INICIALES SObRE mora, Villagarcía, Barreto, Eráusquin, Gadea, Leguía y Martínez, Washburn y Quintana evidencia-
LAS ron su espíritu jurídico, su dialéctica, su independencia y su probidad. Merecen el homenaje de
VILIPENDIADAS Y la historia del Perú.
Los fallos estudiaron, sobre todo, la legalidad o ilegalidad en el funcionamiento de las juntas
PECADORAS de mayores contribuyentes, las nóminas en las listas de estos, la constitución de las juntas de
PRÁCTICAS qUE registro y de las juntas escrutadoras, la autenticidad de los actos electorales y la injerencia de las
autoridades políticas en ellos. También resolvieron acerca de las tachas formuladas a los candi-
fUNCIONARON datos. En algunos casos mandaron instaurar juicios criminales contra algunas autoridades como
ENTRE 1896 Y 1912. el prefecto de Ica, coronel Guillermo Ferreyros, y los subprefectos Adolfo Valdivia, de Caylloma;
Félix M. Camino, de Bongará; Valentín Aguinaga, de Paruro; Bernardo Montesinos, de Quispican-
chis; Federico Arrieta, de Castilla. Con obvia imparcialidad, en otros fallos absolvieron a las auto-
ridades acusadas. También hicieron recaer la responsabilidad señalada por la ley a diversos cul-
pables de delitos de falsificación de votos, suplantación de firmas (en este último estuvo incurso
un juez de primera instancia) y homicidio. No faltó la sanción a quienes tomaron parte en más
de una asamblea. Uno de los procesos más complicados y sangrientos fue el de Huamachuco
que favoreció a Abelardo Gamarra, cuyas credenciales fueron aprobadas. Nombres que han figu-
rado hasta hace poco en la política aparecieron en las ejecutorias de 1913, como el de Octavio
Alva, ratificado como diputado por Contumazá y Celestino Manchego Muñoz, cuya demanda
sobre nulidad de las elecciones de Castrovirreyna fue rechazada.
En la práctica, muchas de las medidas dictadas por la Corte Suprema para escarmentar a los
delincuentes electorales, quedaron burladas.
70 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
El gobierno de Billinghurst. El comerciante tarapaqueño Guillermo Billinghurst asumió la
presidencia de la República el 24 de setiembre de 1912, gracias al apoyo de las masas
populares. Su gobierno, sin embargo, fue hostilizado por la oposición. En 1914, ante su plan
de disolver el Congreso de la República, surgió en el seno de esta institución un
levantamiento encabezado por el coronel Óscar R. Benavides, que lo depuso del cargo.
[ capítulo 33 ] período 6 71
RAMÓN consuetudinaria mentira convencional del sufragio en el Perú. La experiencia demostró, después
BARROS LUCO de la caída de Billinghurst, que las asambleas de mayores contribuyentes tenían errores y defi-
(1835-1919)
ciencias hondas. Abundaban los fraudes en los padroncillos mediante inclusiones u omisiones
indebidas y maliciosas. Si antaño, en el período anterior a 1896, fueron decisivos el acto de tomar
las mesas y el privilegio de contar con la mayoría de la Cámara para obtener una calificación
favorable de las credenciales, en cambio, después de 1912, dominar la mayoría de la asamblea
resultó la clave de la elección, pues por ese conducto se lograba disponer de los llamados “ele-
mentos legales”. Dicha asamblea nombraba mesas receptoras propicias y junta escrutadora com-
placiente. En rigor, la asamblea elegía y los votos populares adornaban la elección y honraban al
candidato; pero no eran indispensables para el triunfo.
Lo que debió hacerse fue aumentar las atribuciones de la Corte Suprema, resguardar la pure-
za del sufragio en sus actos preparatorios, en su ejercicio mismo y en su escrutinio, crear órganos
imparciales de supervigilancia y sanción para la integridad de los procesos.
[ III ]
El abogado chileno, LA NEGOCIACIÓN HUNNEUS-VALERA.- Billinghurst recibió severas críticas por la política
presidente de su país que pretendió adoptar, en forma personal y fuera de los canales diplomáticos usuales, en rela-
entre 1910 y 1915, intentó ción con el problema de Tacna y Arica. A su viejo amigo, el ministro chileno Antonio Valdés
un acercamiento con el Cuevas, cuñado del presidente Barros Luco, le hizo llegar su pensamiento para solucionar este
gobierno peruano conflicto sobre las siguientes bases: 1° arreglos directos; 2° postergación del plebiscito hasta
durante la 1931; 3° derecho de votar en él para los nativos del territorio y los residentes con cinco años; 4°
administración de entrega de Chile al Perú de 30.000 libras esterlinas anuales hasta 1931; 5° garantías amplias para
Billinghurst. Este, sin los peruanos de Tacna, Arica y Tarapacá; 6° pago por el Estado que ganara el plebiscito de una
embargo, no se concretó suma que se fijaría oportunamente.
debido a que el El canciller chileno Antonio Hunneus modificó las mencionadas bases en la siguiente forma:
presidente peruano Voto en el plebiscito para los residentes de un año y para los extranjeros; juntas y comisiones
recibió numerosas para este acto, formadas por un chileno que las presidiría, un peruano y un delegado del cuerpo
críticas del pueblo. La consular; pago de 500.000 libras por Chile al Perú bajo la condición de que devolviera las provin-
gestión de Barros se cias si le era desfavorable el plebiscito.
caracterizó por no Verificado este trueque de propuestas con suma reserva y aceptadas, en parte, las enmiendas
contradecir los mandatos chilenas, se produjo un cambio simultáneo de cablegramas entre los cancilleres Hunneus y Wen-
del congreso y por ceslao Valera el 10 de noviembre de 1912. Estos cablegramas indicaron los puntos de arreglo: apla-
gobernar con una zamiento del plebiscito hasta 1933 en que sería presidido por el presidente de la Corte Suprema
fórmula multipartidaria de Chile con dos delegados chilenos y dos peruanos, voto para los residentes de tres años y para
conformada por dos los nativos excluyéndose en todo caso a los analfabetos, pago por Chile de 500.000 libras esterlinas.
bandos: por un lado, Hubo algunos obstáculos en el curso de la negociación así iniciada, al debatir el Senado chi-
radicales, liberales y leno la entrega de ese medio millón que fue eliminado por último.
demócratas; y por
otro, conservadores,
liberales democráticos EL MENSAJE SECRETO DE BILLINGHURST EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1912.- Billinghurst
y nacionales. expuso en un mensaje secreto que envió al Congreso el 30 de noviembre de 1912 las razones
que tuvo para celebrar las negociaciones con Chile.
Expresó allí, en primer lugar, que la solución del problema de Tacna y Arica en armonía con
los derechos y con las expectativas del Perú venía alejándose cada vez más, bajo el imperio de
una guerra afortunada para Chile, del peso y las manifestaciones de su fuerza material, de la acti-
vidad y los recursos de su Cancillería, de la tibieza, la indiferencia y la tolerancia de los demás
Estados del continente, entre los cuales si alguno llegó cautelosamente a intervenir, como expre-
sión de simpatía a la causa peruana, fue para apoyar la idea, sustentada por Chile y acogida por
72 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
la Cancillería de Lima, de resolver el conflicto mediante la división del territorio ocupado, con
Arica para Chile y Tacna para el Perú. En su manifiesto de 1914 Billinghurst aclaró que se refería
aquí a una propuesta de partición hecha por el canciller Porras en 1910 al Brasil.
Después de hacer ver que era opuesto a esta fórmula que calificó como una abdicación de bILLINGhURST
la dignidad nacional, Billinghurst la consideró fracasada ante las directivas de la política chilena RECIbIÓ SEVERAS
de incorporar las dos provincias cautivas mediante un ulterior plebiscito unilateral. La ruptura de
relaciones (en su concepto) creó una situación difícil y azarosa para el Perú porque desde ese CRÍTICAS POR LA
instante contempló en su horizonte internacional todas las sombras, las amenazas y los peligros POLÍTICA qUE
que surgieron a la vez en Bolivia, Ecuador y Colombia. Aquí, sin duda, quiso decir que esos facto-
res negativos se acentuaron, pues habíanse inicado en fecha anterior.
PRETENDIÓ
El recurso de la fuerza no era posible por la superioridad militar de Chile y por el estado vidrio- ADOPTAR, EN
so de las relaciones con los países vecinos, sobre los cuales ejercía poderosa influencia aquella fORMA
República. Solo quedaba, pues, el otro extremo del dilema.
“El acuerdo diplomático de que tengo la honra de daros cuenta (agregaba) sustituye ipso PERSONAL Y
facto a una solución de hecho incalificable y bochornosa, una situación de derecho que salva al fUERA DE LOS
presente el decoro del país: una situación que significa respeto y garantía a las personas y en
resultado el reconocimiento explícito de nuestra soberanía tantos años discutida”.
CANALES
Al ocuparse de la postergación del plebiscito por veintiún años opinaba que era necesario al DIPLOMÁTICOS
Perú el transcurso de algún tiempo para consolidar sus instituciones, acrecentar su hacienda, USUALES, EN
robustecer sus energías, levantar su moral, colocarse en aptitud, en fin, de luchar dignamente y
de triunfar. La junta directiva del plebiscito se reuniría después de trascurrido aquel plazo, tiempo
RELACIÓN CON
en el cual los peruanos de Tacna y Arica disfrutarían, como en cualquier punto de Chile, de los EL PRObLEMA
derechos y garantías acordados por la Constitución y demás leyes de ese país a los residentes DE TACNA
extranjeros; lapso que permitiría seguramente, merced a relaciones tranquilas sostenidas por
mutuos intereses y en homenaje a la armonía y civilización del continente, cumplir designios Y ARICA.
inspirados real e hidalgamente en los dictados de la justicia. “En ese plazo (decía en seguida) si
se tienen en cuenta las grandes obras que debemos realizar, preparándonos para la apertura del
canal de Panamá, podrá el Perú obtener, a la sombra de la paz, progreso real interno y acrecentar
sus fuerzas económicas y su poderío político y militar, acortando la distancia que hoy lo separa
de Chile, que se encuentra en un nivel financiero muy superior al nuestro, gracias a la fabulosa
indemnización que tuvimos que pagarle como consecuencia de la desastrosa guerra de 1879”.
Billinghurst envió una copia de su mensaje al cónsul de Chile en el Callao y cuando este lo
trasmitió a su Cancillería, ella se manifestó en desacuerdo con las afirmaciones y declaraciones
hechas. Demorado el asunto por el Parlamento en Santiago, el de Lima no llegó a ocuparse de él.
(1) “El acuerdo era favorable a los intereses chilenos. Podíamos dar por definitivamente resuelto el problema del nor te y
considerar como seguro nuestro triunfo en el plebiscito, con once años por delante para chilenizar la región” (Manuel
Rivas Vicuña, Historia política y parlamentaria de Chile, Santiago 1964, v. I, p. 330).
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 73
sobre el posible estado de cosas en Tacna y Arica y en el Perú en 1933. Su actitud no solo suscitó
contra él un emocionalismo sincero sino también las maniobras de los políticos opositores. Si el
tratado hubiese sido suscrito en 1912 ó 1913, nada hacía suponer que lo habría aprobado el
bILLINGhURST Congreso o que se hubiera mantenido incólume hasta 1933.
Las dificultades internacionales impidieron que avanzara la tramitación de este asunto. Pero
ALENTÓ EL las huellas que él dejó se hicieron visibles hasta en la misma madrugada del 4 de febrero de 1914.
ESfUERzO PARA Había sido ya depuesto el Presidente y salía preso de Palacio cuando se oyó una voz (se ha dicho
APROxIMAR A LOS que fue la de Rafael Grau) para acompañarlo con una exclamación insultante: “¡Muera Chile!”
74 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
[1] [2]
[3]
EL ADIÓS A PIÉROLA. El 23 de junio de 1913 falleció Nicolás de Piérola, uno de los políticos más influyentes de finales del
siglo XIX y principios del XX. Sus funerales, que duraron tres días, reunieron a representantes de todas las tiendas
políticas. Aquí, vemos el féretro de Piérola saliendo de la Catedral de Lima (3), a la multitud que asistió a sus funerales
(2), y el recuerdo de la misa de mes de Piérola (1).
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 75
DELFÍN LÉVANO interpelantes la corrección de sus procedimientos e informarles que el obrero Otazú había par-
(1885-1941) tido al Perú y que la autoridad de su país le había encerrado en la Penitenciaría de Lima para
arreglar cuentas que con él tenía pendientes”. (v. I, p. 419).
Billinghurst (en cuyo período no se efectuó, seguramente, la prisión de Otazú) buscó, pues,
la reconciliación de los sectores populares del Perú y de Chile. Resulta así el promotor de la
acción internacional del obrerismo peruano. No dejó de recibir acerbas críticas de los sectores
conservadores o ultranacionalistas.
76 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
A la asamblea realizada en el Teatro Municipal del Callao concurrieron los principales gremios LA PROTESTA
y centros de trabajo del puerto, la Federación Regional del Perú y los grupos anarquistas. Vano
fue el esfuerzo de los delegados de la Confederación de Artesanos Unión Universal para que, en
vez de la acción directa de los trabajadores, se optara por el sistema de memoriales y comisiones
ante el Gobierno. En la segunda asamblea general celebrada el 15 de noviembre, en la antigua
“Carpa de Moda”, los delegados de la Federación Regional del Perú plantearon la huelga por la
jornada de ocho horas. Una tercera asamblea, en el mismo local, aprobó el pliego de reclamos
que debía presentar la Unión de Jornaleros.
El 5 de enero de 1913 fue el día señalado para que esta entidad demandara la jornada de
ocho horas, aumento de salarios, auxilios médicos en caso de accidentes de trabajo y otras mejo-
ras. Si no se aceptaba el pliego presentado dentro del plazo de veinticuatro horas, se declararía
la huelga. Rechazadas las contrapropuestas de la Empresa del Muelle y Dársena y de las compa-
ñías de vapores, ella estalló en la mañana del 7 de enero.
La comisión de huelga de la Unión General de Jornaleros llegó a tener una entrevista con el
Presidente de la República el 9 de enero, sin resultados.
Respaldada esta actitud por las asambleas generales de los gremios, la empresa del Muelle y Este diario, que circuló
Dársena pactó una solución en la que aceptó la jornada de ocho horas, el aumento del 10% entre 1911 y 1926, estuvo
sobre todos los jornales, el auxilio en accidentes del trabajo y algunas mejoras más. Fue una vic- dirigido por Delfín
toria de los dirigentes obreros anarquistas. Lévano y Francisco A.
El mismo día, 10 de enero de 1913, Billinghurst hizo expedir la histórica resolución siguiente: Loayza, e integrado por
“Vista la petición formulada por los jornaleros del Muelle y Dársena en la bahía del Callao y encon- un grupo de obreros.
trándose justificadas las razones que expone; Se resuelve: Desde la fecha la descarga en el Muelle Desde las páginas de La
y Dársena y en la bahía del Callao tendrá lugar durante todos los días útiles del año desde las 7 a.m., Protesta se apoyó la
hasta las 11 y desde la 1 p.m. hasta las 5 de la tarde, derogándose en esta parte el art. 41 del Regla- huelga obrera de 1913
mento aprobado por la Resolución Suprema de 31 de marzo de 1875. Rúbrica de S. E. Maldonado”. en favor de la
Fue la implantación de la jornada de ocho horas en el Perú. Las compilaciones sobre la legis- implantación de las ocho
lación del trabajo han olvidado, con frecuencia, este documento. horas de trabajo. Aquí
En el folleto El anarco-sindicalismo en el Perú (México, 1961) se lee lo siguiente a propósito de vemos un número de
la conquista de la jornada de ocho horas en el Callao: “Como dato histórico, mas nunca por un marzo de 1912, en
prurito de figuración, señalamos que los grupos anarquistas ‘Luz y Amor’ del Callao y ’La Protesta’ el que se anuncia el
de Lima actuaron como elementos animadores y combativos en ese brillante movimiento rei- nombramiento de
vindicador. Merece recordar en esta oportunidad a los compañeros italianos José Spagnolli, ora- Manuel González Prada
dor fogoso, conferencista razonador, sereno y persuasivo, cuando las circunstancias lo requerían, como director de la
y Antonio Gustinelli, simpatizante de la organización obrera y de la propaganda anárquica, Biblioteca Nacional.
ambos compañeros delegado de la Federación Obrera Regional Argentina en gira de propagan-
da por las Repúblicas de este lado del Pacífico”.
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 77
LA CREACIÓN DE MADRE DE DIOS
Es uno de los departamentos menos poblados del país. Fue creado oficialmente el 26 de diciembre de 1912.
Agua para A
remover la Arena y grava
Hoja MADRE DE DIOS Bolivia
grava mezclados con
oro en polvo 1 B C
17.162 km2
Flor
Cuzco
Semilla Puno
4
4.023 km2
2
Por gravedad, la tolva 10.914 km2
Fruto retiene la arena aurífera
MADERA
Los bosques de Madre de Dios
poseen una gran variedad de
recursos madereros, como el
tornillo y la caoba.
78 período 6 [ capítulo 33 ]
derecho y las organice por medio de la ley, se hace necesario adoptar providencias que respe-
tando los derechos del obrero y del patrón en este orden, devuelvan al mismo tiempo a la acti-
vidad industrial y mercantil y en general a todas las clases sociales las garantías y seguridades [ 1913 enero 10 ]
que requieren para ello el tranquilo ejercicio de sus derechos para su más amplio y progresivo
desarrollo”. Agregó finalmente que “la Constitución del Estado garantiza el libre ejercicio de todo LA JORNADA DE OCHO
oficio, industria o profesión que no se oponga a la moral, a la salud y a la seguridad pública”. HORAS. Tras una
El decreto ordenó la elección por voto secreto de tres delegados de los obreros de todo esta- prolongada huelga de los
blecimiento industrial para representarlos ante los patronos o administradores y gestionar las trabajadores de la
reclamaciones de sus mandantes. Estableció en el caso de conflicto el nombramiento de uno o dársena y el muelle del
más árbitros por el patrón y de igual número por los obreros y prescribió que rigiera el laudo por Callao, el gobierno y los
un plazo no menor de seis meses. Las autoridades de Policía debían reconocer oficialmente las directivos del muelle
huelgas y amparar sus derechos en los siguientes casos: Si el patrón dejaba de designar sus árbi- acordaron ceder a sus
tros dentro de un plazo señalado; si el tribunal arbitral no expedía oportunamente su laudo; si la peticiones. En la edición
cesación del trabajo se producía sin omitir las circunstancias previstas en el mismo decreto. La del 10 de enero de 1913,
paralización de las labores en un establecimiento industrial solo podía decidirse con la concurren- El Comercio informó: “En
cia, a lo menos, de las tres cuartas del número de obreros en activo servicio, por medio de votación cuanto á las ocho horas
secreta y mayoría de votos, con la obligación de comunicar este acuerdo a la Intendencia de Poli- de trabajo, el gerente del
cía. Si la huelga era rechazada por la mayoría de los obreros del establecimiento, todo el personal dársena manifestóse
debía continuar en el trabajo bajo el amparo de la autoridad, salvo los obreros que no desearan llano para aceptar la
continuar en la faena. Toda huelga, una vez comenzada, no podía continuar sino renovando la innovación siempre que
votación cada cuatro días y con aquiescencia de la mayoría absoluta. Si los patronos resolvían clau- fuera promulgada por el
surar sus establecimientos por causas de carácter económico o industrial o como resultado de gobierno. Terminada en
diferencias con sus obreros, debían comunicar por escrito este propósito a la Intendencia de Poli- esta forma satisfactoria
cía indicando los motivos de la clausura y su duración y acompañado su escrito con una nómina la conferencia, el
de los obreros que por esta causa quedaban sin trabajo. El mismo decreto ordenó que las autori- prefecto señor Velarde
dades de Policía considerasen delincuentes comunes a todos los individuos que, colectiva o indi- se dirigió á Lima á dar
vidualmente, con amenazas o vías de hecho, impidieran el libre ejercicio de las industrias, el parte de lo ocurrido al
comercio o el trabajo. Al mismo tiempo prohibió la instalación de los llamados cuarteles o campa- presidente de la
mentos de huelguistas y las manifestaciones públicas que no se sujetaran a las prescripciones de república, y el
un decreto expedido el 27 de mayo de 1896. Por último, ordenó el funcionamiento en las Inten- subprefecto señor
dencias de Policía de Lima y Callao, de una sección destinada a formar las estadísticas del trabajo. Cárdenas García se
Este decreto, aunque muy criticado por los obreros anarquistas, fue avanzado para su época. apersonó ante los
Obligó a los patronos a admitir la representación obrera. Dio carácter imperativo al arbitraje en huelguistas reunidos en
los casos de conflicto. Amparó el derecho de huelga. Al mismo tiempo, buscó democráticamen- su campamento de la
te para ella un respaldo mayoritario renovado de modo periódico y trató de impedir la violencia calle Apurímac, á quienes
y la algarada. Fue recibido con aprensión en los sectores conservadores. notició sobre lo
ocurrido. (...) Por su
parte, el gobierno
LA SECCIÓN OBRERA, BASE DE LA INSPECCIÓN GENERAL DEL TRABAJO.- El decreto de actuando dentro de lo
30 de enero de 1913 organizó, en las Intendencias de Lima y Callao, una oficina especial, bajo el prescrito por las leyes y
nombre de Sección Obrera, destinada a centralizar los datos sobre la situación de las industrias y el los reglamentos vigentes,
movimiento del trabajo en ambas ciudades. Esta medida fue el paso preliminar para el estableci- dando el siguiente
miento de la Inspección General del Trabajo que Billinghurst propugnó con entusiasmo en su men- decreto, que significa
saje presidencial de julio de 1913. Forma, pues, el remoto antecedente para el Ministerio de Trabajo. para los huelguistas el
más completo triunfo de
su causa”.
LA REGLAMENTACIÓN DE LA LEY SOBRE ACCIDENTES DEL TRABAJO.- Los decretos
de 4 de julio de 1913 reglamentaron la ley sobre accidentes de trabajo. Fueron señaladas pautas
para el seguro obrero relacionado con ellos; se fijó el salario mínimo para las indemnizaciones,
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 79
así como el arancel médico para las visitas en el domicilio de los damnificados; quedaron enu-
meradas las medidas de seguridad en los centros laborales, así como también los grados de
incapacidad que habían de servir como base para el cómputo respectivo.
DESDE LA La fijación del salario mínimo ostenta singular importancia.
MUNICIPALIDAD
INICIÓ LA REPRESIÓN DEL CALLAO.- En noviembre de 1913 estalló en el Callao una huelga auspi-
bILLINGhURST, ciada por la Federación Obrera Marítima y Terrestre. Se suscitó una gran alarma y personeros de
las grandes empresas en aquel puerto, como la del Muelle y Dársena, las compañías de vapores
DENTRO DE LA y las fábricas acudieron al despacho del presidente Billinghurst para manifestarle que la situación
MODESTIA DE LOS era insostenible y que, si la huelga continuaba, las entidades navieras se retirarían. Los huelguis-
RECURSOS DE ESA tas se extralimitaron porque fueron al mercado a impedir las ventas y comenzaron a destruir los
carros del tranvía eléctrico y a levantar los rieles del ferrocarril. El escuadrón N° 3 los reprimió el
INSTITUCIÓN, LA 27 de noviembre. No hubo muertos ni heridos. El orden público fue restablecido. Los dirigentes
CONSTRUCCIÓN DE Fernando Vera y Robles quedaron presos. Billinghurst rechazó las insinuaciones que se le hizo
para que los sometiera al fuero militar, prefirió expatriarlos a Panamá y les dio una cantidad de
CASAS PARA dinero por la cual extendieron recibos. Roberto Leguía los protegió y Vera, a su regreso al Perú,
ObREROS EN LA se convirtió en uno de sus agentes. El comercio del Callao ofreció un gran homenaje de recono-
zONA DE SANTA cimiento al prefecto de aquella provincia constitucional, coronel Edgardo Arenas. El diputado
Alberto Secada excusó su asistencia a este banquete.
SOfÍA. COMO Billinghurst había contribuido a la formación de la Federación Obrera Marítima y Terrestre y
PRESIDENTE DE LA le había obsequiado el menaje para su local.
REPúbLICA,
LÓGICAMENTE, LAS HUELGAS DE 1913.- Aunque el decreto de 24 de enero de 1913 canalizó en algo la ola de
DEDICÓ AL huelgas, no la cortó. Entre las que estallaron, aparte de la del Callao en noviembre de 1913 estu-
vieron la de Talara y Negritos en mayo y junio a la que siguieron las de Lobitos y Lagunitas y
ASUNTO VIVO también la de Morococha en diciembre de aquel año. Los obreros de Talara y Negritos obtuvie-
INTERéS. ron un aumento de 20 centavos sobre todos los jornales, salario íntegro en todos los accidentes
de trabajo (la ley respectiva solo otorga el 33%), asistencia médica y medicinas para ellos y sus
familias, comercio libre, reingreso al trabajo de los despedidos y una cláusula sobre que no habría
despidos por el término de seis meses. Cuando la empresa de Negritos no cumplió con este
último acuerdo y expulsó a 60 obreros, hubo, por acuerdo adoptado en Lima y Callao, boicot
obrero de todos los puertos del litoral contra los barcos de la casa Duncan Fox y logró éxito pues
la empresa se manifestó dispuesta a llamar a quienes había excluido de sus nóminas.
Si a estas inquietudes de tipo netamente social se agregan las de las llamadas “jornadas cívi-
cas”, o sea de las algaradas que provocaban los obreros billinghuristas para exteriorizar su fervor
y tratar de intimidar a sus adversarios, cabe afirmar que hubo en esta época un clima de honda
inquietud. Sirvió de vocero al sector conservador de la opinión pública el presidente de la Cáma-
ra de Comercio de Lima, Pedro D. Gallagher cuando en su memoria presentada en marzo de
1913 expresó lo siguiente: “A pesar de la agitación política producida por la transmisión del man-
do supremo y del malestar ocasionado por las últimas y frecuentes huelgas, los resultados en
general han sido buenos para el comercio...”. Y en la memoria de marzo de 1914 manifestó
Gallagher en un tono de mayor pesimismo: “La depresión financiera mundial, cuyos efectos se
han dejado sentir necesariamente en la República, la incertidumbre general ocasionada por la
situación política por la que se ha atravesado y las repetidas e injustificadas huelgas, con su coro-
lario de imposiciones y violencias, no oportunamente reprimidas, han dado lugar a que el
comercio durante el último año, no haya podido obtener todos los provechosos resultados que
indudablemente se habrían conseguido, sin aquellas desfavorables circunstancias”.
80 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
CASAS PARA OBREROS.- “Mientras que en Lima el callejón y el solar inmundo continúen
arrancado el noventa y el ciento por ciento de nuestro capital vivo (afirmó Billinghurst en su
memoria como alcalde de Lima en 1910) no tenemos derecho a llamarnos pueblo culto. Antes [ 1913 noVIembre 14 ]
que nada necesitamos higienizar la habitación del pueblo; hacer más alegre y sana la casa donde
nacen y crecen los que trabajan en la paz y defienden a la patria en la guerra”. LOS DISTURBIOS
Desde la Municipalidad inició Billinghurst, dentro de la modestia de los recursos de esa insti- OBREROS. En noviembre
tución, la construcción de casas para obreros en la zona de Santa Sofía. Como presidente de la de 1913, los gremios
República, lógicamente, dedicó al asunto vivo interés. obreros fueron
“Uno de los problemas que más directamente atañen a las colectividades obreras (afirmó protagonistas de
Billinghurst en su mensaje presidencial de 28 de julio de 1913) es el que se refiere a la cons- incidentes en Lima y
trucción, con material conveniente, de viviendas sanas, alegres y baratas para reemplazar, Callao. Uno se llevó a
cuando antes, las habitaciones insalubres, desprovistas de ventilación y sol, caras y de lúgubre cabo el día 14, como
aspecto en que actualmente se hacinan los desheredados de la for tuna; albergue que es cau- informó El Comercio:
sa directa o inmediata de la alta cifra de mor talidad en nuestras ciudades y especialmente en “Con motivo del reciente
esta capital”. viaje de los delegados
Para afrontar dicho problema (que ninguno de los Gobiernos anteriores había abordado) obreros en Chile, se
empezó por adquirir en el populoso sector de Malambo una extensa superficie de terreno bien dirigió también a ese
situado, desde el punto de vista de la ventilación, el sol, el agua y el desagüe, con el fin de formar país el obrero don
un primer barrio obrero y edificar hasta cuarenta casas según el sistema monolítico Bianchi. El Eulogio Otazú, sin formar
propósito de Billinghurst fue proseguir e intensificar luego esta política para la que se inspiró en parte de la delegación
las siguientes ideas fundamentales en relación con el destino de dichos bienes: 1° El obrero que oficial (…). Las ideas
deseaba comprar alguno de ellos debía ser imponente de la Caja de Ahorros y tener en depósi- libertarias de Otazú y la
to una cantidad igual al 15% del precio que debía pagar. 2° El comprador debía tener regular- naturaleza de su
mente constituida una familia y comprometerse a ocupar con ella la casa adquirida y no darla en actuación en Chile, le
arrendamiento. 3° La transferencia a tercera persona solo podía realizarse previo consentimiento atrajeron la censura y
del Gobierno. 4° Únicamente el 15% del precio de la propiedad necesitaba abonarse al contado. animadversión de los
Todo ello se frustró el 4 de febrero de 1914. demás gremios y
Corresponde a este período también la ley N° 1883 de 28 de noviembre de 1913, expedida a especialmente de los de
iniciativa de Alberto Secada, por la que se autorizó al Poder Ejecutivo para ceder al Municipio del este puerto (…) que
Callao cuatro lotes de terrenos ubicados en Chucuito y en La Punta con el fin de que se constru- había resuelto oponerse
yeran en ellos casas para obreros. a toda manifestación
favorable a Otazú a su
llegada. (…) A eso de las
LA ESCUELA DE ENSEÑANZA DOMÉSTICA.- El Gobierno efectuó la instalación en la Mag- diez de la mañana,
dalena de una escuela de enseñanza doméstica creada por decreto de 29 de abril de 1913. Allí llegaron las comisiones y
las mujeres modestas provenientes de todas las regiones del país, debían aprender la cocina se congregaron en el
popular, trabajos manuales, lavado y planchado, algunas nociones de higiene y medicina casera, malecón (…). En estas
teneduría de libros y contabilidad elemental, cuidado a los enfermos y a los heridos, principios circunstancias salían de
de la alimentación y valor de los artículos relacionados con ella. El edificio de la Magdalena des- la dársena los jornaleros
tinado a dicha escuela fue dedicado a otros usos por el régimen que reemplazó a Billinghurst. que, rodearon á las
comisiones, cerrándoles
el paso y notificándoles
EL FOMENTO DE LA EXTENSIÓN CULTURAL ENTRE EL PUEBLO.- Billinghurst evidenció que se oponían a la
también su vivo interés en el fomento cultural del pueblo al auspiciar funciones cinematográfi- recepción de Otazú”.
cas gratuitas y conferencias históricas, patrióticas o científicas en Malambo, Cocharcas, Naranjos,
Pacae y otros lugares de Lima. Participaron en estas actuaciones llamadas “teatro popular” Emilio
Gutiérrez de Quintanilla, Carlos Enrique Paz Soldán, Lauro A. Curletti, Ramón Espinoza y otras
personas. Fueron, modestamente, como un antecedente de la extensión universitaria y de las
Universidades Populares.
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 81
EL DECRETO PARA REGLAMENTAR EL ARRENDAMIENTO DE LAS FINCAS DE LA
BENEFICENCIA.- El decreto de 17 de agosto de 1913 reglamentó el arrendamiento de bienes
de las Sociedades de Beneficencia. Ordenó que solo pudiera efectuarse en subasta pública y con
EL 21 DE JUNIO DE arreglo a las prescripciones que detalladamente enumeró entre las que incluyó la aprobación final
1913 EL PREfECTO del Gobierno. Señaló pautas, asimismo, para el pago de las mejoras en las fincas arrendadas. Esta-
bleció igualmente la necesidad de la aprobación del Gobierno para los casos de subarriendo.
DE AREqUIPA, El decreto evidenció una tendencia a desconocer la autonomía de las Sociedades de Beneficen-
CORONEL cia y a crear nuevas normas sobre el contrato de arrendamiento, distintas de las prescritas en el
Código de Procedimientos Civiles. Fue severamente atacado por quienes pertenecían a dichos orga-
AUGUSTO E. nismos. Invocaron ellos no solo la ley que los protegía sino también los derechos de los arrendatarios.
bEDOYA,
COMUNICÓ AL
BILLINGHURST Y LOS INDIOS. LAS MATANZAS DE CHUCUITO Y AZÁNGARO.- Teodo-
DOCTOR PEDRO C. miro Gutiérrez Cuevas era un jefe del ejército que ocupó la subprefectura de Chucuito en 1904
VILLENA SU ó 1905 y actuó a favor de los indios, con lo cual se suscitó la enemistad de los gamonales y de la
representación parlamentaria. Manuel Gonzáles Prada le dedicó un artículo con el título de
NOMbRAMIENTO “Autoridad humana”, reproducido en el libro Prosa menuda. En 1912 fue jefe militar de Canas.
PARA qUE Cuéntase que Gutiérrez Cuevas llevó al presidente Billinghurst un libro con reclamaciones
ACTUASE COMO sobre la raza aborigen. Acompañado por comuneros, visitó entonces diversas imprentas de
Lima. Fuese por este motivo o por acción propia, Billinghurst lo despachó como emisario perso-
COMISIONADO DEL nal para que estudiara la situación social en la sierra del sur. Este delegado, era, a la vez, vicepre-
GObIERNO PARA sidente del Comité de Salud Pública. Un telegrama de Chucuito publicado el 21 de octubre de
INVESTIGAR LAS 1913 en Lima, denunció que Gutiérrez “apoya, alborota, excita y subleva nuevamente indios
contra blancos” y que había rechazado los recursos de defensa de los “damnificados”. A la vez,
qUEJAS DE LOS acusó a los indios de Chucuito de bandolerismo y de haber saqueado y talado haciendas con la
INDÍGENAS EN EL victimación de ciudadanos y soldados. Esta acusación halló eco en la Cámara de Diputados al
apoyarla Bernardino Arias Echenique quien aseveró que se había producido la existencia de la
DEPARTAMENTO antropofagia y que el delegado del Gobierno (Gutiérrez Cuevas) decía “que era el Mesías que iba
DE PUNO. SE allá a redimirlos” (a los indios). Anteriormente Arias Echenique había denunciado los desórdenes
TRATAbA DE UNA de campesinos de Samán, Caminaca, Achaya y otros distritos.
Antes de que Gutiérrez Cuevas realizara su misión apostólica, el 7 de febrero y el 6 y 7 de marzo
ORDEN DEL de 1913, hubo matanzas de indios en Azángaro. “¿Qué hicieron las autoridades judiciales y admi-
PRESIDENTE nistrativas ante los hechos criminosos que se acaba de memorar?” (preguntaba el agente fiscal de
Azángaro, José Frisancho, después de referirse a estos desmanes y a los de Escanchuri en 1906, a
bILLINGhURST (...) la matanza de Cuturi en 1911, a las de 1912 y a los horrores de Chupa también en 1911). “En unos
casos (agrega) los subprefectos, por tratarse de delincuentes adinerados, no han hecho otra cosa
que concertar transacciones entre damnificados y agresores para asegurar la impunidad por ese
medio vedado por la ley; y en otros de aquellos casos delictivos, se ha llegado por el juez a incoar
sumarios que no han pasado de actuaciones formulistas y de mera rutina; sin que exista ahora en
el despacho y archivos del Juzgado ni uno solo de estos cuerpos sumariales seguidos sobre los
hechos que, involucrando crímenes concretos, en el anterior parágrafo se ha dejado apuntado”.
82 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
EL ATENTADO CONTRA VILLANUEVA. El 13 de julio de 1913, se registró un atentado contra la vida del presidente del
senado, Rafael Villanueva. Este hecho hizo evidentes las desavenencias que existían entre el Poder Ejecutivo y el
Legislativo. En la edición Nº0 282 de la revista Variedades, se publicó esta caricatura, en la que el presidente Billinghurst
amenaza a Villanueva, y le dice que la bomba puesta en su casa es solo un “cohetecillo chino, comparado con este
petardito que tengo a prevención que sigan ustedes esterilizando la labor de mi gobierno”.
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 83
dichas quejas, así como “de las expoliaciones de que han sido y son constantemente víctimas
(los indios) por par te de algunos funcionarios y los par ticulares”. Bedoya le entregó una rela-
ción nominal de algunos de los quejosos.
bILLINGhURST Villena trabajó durante el plazo de un mes con asiduidad y valentía, si bien se limitó a la pro-
CREYÓ qUE LA vincia de Lampa. Su informe, fechado en Arequipa el 14 de setiembre de 1913, fue publicado por
la imprenta del Estado en Lima ese mismo año, con 52 páginas. Estudió las razones generales
REGIÓN DEL que inducían a las exacciones y los casos particulares que llegó a comprobar. Su informe, olvida-
SUDESTE DEL do documento, es un doloroso testimonio sobre el Perú profundo. Deberá ser estudiado por
todo el que quiera conocer la historia de la explotación del hombre por el hombre en nuestro
PERú NO PODÍA país. No se sabe qué actitud adoptó ante él el presidente Billinghurst.
SEGUIR SUJETA A Pero Billinghurst afirmó en su manifiesto de 1914 que se atrajo la mala voluntad de los due-
SU PROPIA ños de haciendas en la sierra (¿eran representantes al Congreso?) por sus exhortaciones para que
dieran un trato mejor a sus peones. No hubo sin embargo, oficialmente, ninguna norma admi-
SUERTE, CON LOS nistrativa de carácter pro indígena.
PELIGROS
INhERENTES A [V]
UNA VASTA LAS IDEAS DE BILLINGHURST SOBRE LA EDUCACIÓN PRIMARIA Y EL DECRETO
fRONTERA SOBRE ENSEÑANZA RELIGIOSA.- Alguna vez expresó Billinghurst: “Yo quiero a mi pueblo
porque siempre, siempre trabajando, he vivido cerca de él y sé que es noble, generoso y sincero
AbANDONADA. y que si algunas faltas comete es por ignorancia y no por maldad; y de que el pueblo sea igno-
NO SOLO ExISTÍA rante solo tienen la culpa aquellos que, por falta de patriotismo, no hicieron del Perú una sola
LA AMENAzA DE escuela cuyos linderos fueran sus fronteras”. Llegado a la jefatura del Estado tampoco pudo él
“hacer del Perú una sola escuela”.
INVASIONES DE El mensaje presidencial del 28 de julio de 1913 entró en consideraciones acerca de la incon-
LOS VECINOS SINO veniencia de que los egresados de los colegios secundarios se vieran obligados a concurrir a las
universidades sustrayendo valiosas energías al comercio y a la industria; y también sobre la nece-
TRÁfICO DE sidad de formar un verdadero profesorado de segunda enseñanza. Y en el mensaje especial de
MERCADERÍAS SIN setiembre de 1913 anunció la intensificación y orientación realista de la educación primaria
SUPERVIGILANCIA mediante el establecimiento de cursos de artes prácticas en las escuelas primarias para futuros
carpinteros, herreros, hojalateros, etc., escuelas nocturnas para analfabetos y semianalfabetos,
Y CONSTANTES cursos de artes domésticas en las escuelas femeninas de provincias, plazas para doscientas niñas
RObOS DE de los distintos lugares de la República en la Escuela de Enseñanza Doméstica. Las preocupacio-
nes políticas no le dieron tiempo, sin duda, para madurar estas y otras iniciativas. El movimiento
PRODUCTOS. revolucionario del 4 de febrero de 1914 se produjo, por lo demás, antes de que se iniciara el año
escolar que siguió al mensaje de setiembre de 1913.
La medida más comentada en este campo fue la señalada por el decreto de 29 de abril de
1913 que estableció la enseñanza de Religión e Historia Sagrada en las escuelas, en vista de la
ausencia casi completa de toda instrucción sobre ambas materias en el plan de educación del 20
de junio de 1906 que imprimía a las escuelas primarias carácter laico. La suprema resolución del
30 de junio de 1913 creó en las escuelas normales un curso obligatorio de la misma asignatura.
El decreto de 29 de abril de 1914 y su complemento otorga al régimen de Billinghurst un
sentido católico que, para algunos, puede parecer inesperado. Falta averiguar si correspondieron
a una iniciativa propia del Presidente o a la gestión de su ministro Moreyra y Riglos.
No deben ser dejados de tomar en cuenta, por lo demás, la ayuda gubernamental a los
misioneros de la orden de los Pasionistas en las márgenes del Huallaga y a las escuelas de reli-
giosos en la Prefectura Apostólica de Santo Domingo del Urubamba, la creación del Vicariato
Apostólico del Madre de Dios, la entrega de la Escuela de Enseñanza Doméstica a la congrega-
ción de las Hijas de María Auxiliadora.
84 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
[ VI ] LA CREACIÓN DE
EL DEPARTAMENTO DE MADRE DE DIOS.- El Congreso sancionó el proyecto que le some- MADRE DE DIOS
tió el Gobierno el 5 de diciembre de 1912, en el que fue creado el departamento de Madre de
Dios, compuesto de las provincias de Tahuamanú, Tambopata y Manú. Fue así como expidió la
ley N° 1782 de 26 de diciembre de 1912.
La primera organización política de esta área fue a través de una simple Comisaría. En 1910
se nombró un Comisionado Especial para estudiar y proponer un plan de administración aplica-
ble a las zonas del Purús, Acre, y Madre de Dios.
Billinghurst creyó que la región del sudeste del Perú no podía seguir sujeta a su propia suer-
te, con los peligros inherentes a una vasta frontera abandonada. No solo existía la amenaza de
invasiones de los vecinos sino tráfico de mercaderías sin supervigilancia y constantes robos de
productos. La ley N° 1782 no se limitó a crear el departamento de Madre de Dios. Prescribió que
debía impulsarse el istmo de Fitzcarrald y la navegación a vapor en los ríos adyacentes; y también
el camino carretero que partía de Puerto Maldonado en dirección a Iñapari, capital de la provin-
cia de Tahuamanú.
El ministro de Fomento, coronel Pedro Portillo, recibió la comisión especial de viajar al depar- El 26 de diciembre de
tamento de Madre de Dios. 1912 se creó oficialmente
Fueron establecidos los servicios que dicha ley señaló y así comenzaron a funcionar las adua- el departamento de
nillas correspondientes a Puerto Heath, Libertad, Tahuamanú e Iñapari, aunque de una manera Madre de Dios, ubicado
imperfecta a causa de la falta de las instalaciones necesarias para el alojamiento de los emplea- en la zona suroriental
dos de la renta. Organizáronse, igualmente, los servicios de Correo, Policía, Sanidad y Capitanías del país. Como capital
de puerto. El servicio religioso y el de instrucción quedaron enmarcados dentro del Vicariato fue designada la ciudad
Apostólico cuyo personal quedó señalado en la misma ley. Instaláronse en el departamento de Puerto Maldonado,
mencionado un juzgado de primera instancia, una agencia fiscal y una escribanía de Estado. ubicada al margen
No tuvo continuidad la estación experimental agrícola que fundó el presidente Billinghurst derecho del río Madre de
con el objeto de introducir el cultivo metódico de los árboles productores de goma y de plantas Dios y en la margen
alimenticias en las márgenes del Madre de Dios. izquierda del río
“La creación del departamento de Madre de Dios fue prematura”, ha escrito en su libro Los hom- Tambopata. Desde finales
bres de la selva Alberto Ballón Landa después de vivir en la región entre 1912 y 1915. “Al promulgar- del siglo XIX, se
se la ley (agrega) no existía una sola población formada y ni siquiera se conocían con exactitud las desarrolló en esta zona
condiciones de lugares en los que se imaginaban pueblos ya constituidos: tal ocurrió con Tacna, río una importante actividad
Acre, que no era sino una barraca de peruanos de la margen derecha del Yaverija, a la que Bolivia cauchera, encabezada
llamó Bolpebra al establecer allí sus guarniciones. Sin núcleos poblados, sin caminos, sin líneas de por Carlos Fermín
comunicación no estaba, pues, la cuenca oriental apta para constituirse en departamento”. Fitzcarrald.
En la fotografía, la boca
de un afluente del río
EL INFORME FORBES SOBRE EL GUANO.- El gobierno de Billinghurst prorrogó el contrato Madre de Dios, a inicios
con el ornitólogo H. O. Forbes, ex director del Museo de Liverpool para que estudiara especial- del siglo XX.
mente a los camanayes, piqueros, guanayes y alcatraces e, igualmente, la puesta e incubación de
estas y otras aves guaneras, así como el método que debía seguirse para proteger sus nidos y
polladas. Forbes presentó su informe al Ministerio de Fomento, y, para constatar su exactitud,
Billinghurst hizo una visita personal el 8 de junio de 1913 a las islas de Chincha y de Ballestas. No
faltaron comentarios periodísticos jocosos para esta excursión que ningún presidente del Perú
había realizado.
Pero el viaje tuvo una finalidad práctica. Comprobó Billinghurst personalmente que la incu-
bación de las aves guaneras no había terminado y que, por consiguiente, la extracción y carguío
del guano que efectuaba la Peruvian Corporation eran dañosos a la vida de aquellos pájaros y
perjudiciales para la renovación de ese abono. Y fue así como expidió el decreto de 20 de junio
de 1913 que estableció la clausura de las islas Ballestas.
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 85
Forbes estimó que todas las islas, penínsulas y rocas que contenían guano, con exclusión de
las islas de Lobos de Afuera, cuyos depósitos eran destinados a cubrir los compromisos contraí-
dos con la Peruvian Corporation, debían dividirse en cuatro zonas, una de las cuales solamente
EL CALIfICATIVO podría ser entregada cada año a la explotación, mientras se clausuraban rigurosamente las otras.
DE LOCO fUE Aconsejó que se limitara solo a un período, entre junio y setiembre, la extracción del guano.
OTORGADO A
bILLINGhURST LA SUPUESTA EXISTENCIA DE SALITRE EN AREQUIPA.- Una de las ilusiones de Billinghurst
fue la de que existía salitre en las pampas de Camaná acaso con más riqueza que las de Tarapacá.
POR SU PROYECTO Con tal motivo el Congreso discutió en sesiones secretas de la legislatura extraordinaria de
DE UNIR LA PUNTA 1912 el otorgamiento de una autorización a la empresa Dupont de Nemours para construir
A LA ISLA DE SAN pozos y operar represas y depósitos de agua en las pampas de Camaná; y también para transfe-
rirle cualquier derecho al uso permanente de un puerto o bahía cerca de los yacimientos de
LORENzO CON UN nitrato de soda. También se quiso eximir a la misma compañía de todos los impuestos fiscales o
ENROCADO PARA municipales por veinticinco años. Este asunto quedó como un espejismo más.
El convenio con dicha compañía, aprobado por la resolución legislativa de 27 de noviembre
CONVERTIR EL de 1912 para explorar yacimientos de salitre, que no fue publicada, señaló pagos que crearon
PUERTO DEL obligaciones para el Estado y solo llegaron a ser cancelados en 1917.
CALLAO EN UNA
DÁRSENA, INICIATIVAS DEL GOBIERNO DE BILLINGHURST SOBRE EL BORATO DE CAL Y EL
PREPARÁNDOLA CARBÓN.- Entre otras de las iniciativas del gobierno de Billinghurst estuvo el proyecto para fomen-
PARA EL tar la explotación de los depósitos de borato de cal de Salinas por medio de un contrato firmado el
5 de agosto de 1913 con capitalistas extranjeros, lo que significaba la implantación de la industria
PROGRESO qUE LE boratera en el departamento de Arequipa. La interferencia parlamentaria por intereses políticos o
CORRESPONDÍA regionales, obstruyó este proyecto y pidió una renta especial para la Municipalidad de aquella ciu-
dad para lo cual gravó al borato de cal con derechos de refinación, calcinación o desecación.
ALCANzAR También procuró Billinghurst el desarrollo de la explotación de carbón de piedra de Hatun-
CUANDO SE huasi, por medio de una empresa extranjera y con intervención fiscal. La ley aprobada desvirtuó
AbRIERA EL CANAL el plan, en concepto del Presidente, al exigir la condición de que los capitales empleados en esta
industria fuesen forzosamente nacionales.
DE PANAMÁ.
LA UNIÓN DE LA PUNTA CON SAN LORENZO Y EL PROYECTO SOBRE MATARANI.- El
calificativo de loco fue otorgado a Billinghurst por su proyecto de unir La Punta a la isla de San
Lorenzo con un enrocado para convertir el puerto del Callao en una dársena, preparándola para
el progreso que le correspondía alcanzar cuando se abriera el canal de Panamá. En su mensaje
de julio de 1913 expresó Billinghurst lo siguiente: “La parte que actualmente se utiliza en la bahía
del Callao presenta un fondeadero de 918 hectáreas dentro del veril de 6 a 8 brazas de fondo.
Con la unión en proyecto, la parte de aguas abrigadas contra las mareas del oeste aumentará el
fondeadero en cerca de 3 mil hectáreas con un fondo de 10 a 11 brazas, quedando, por consi-
guiente, un fondeadero seguro y abrigado de 4 mil hectáreas aproximadamente”. El espacio
comprendido entre la cabeza norte de la isla y el enrocado debía ser destinado al establecimien-
to de un puerto franco con el objeto de estimular el tráfico y el comercio. Los estudios técnicos
pertinentes fueron llevados a cabo por el ingeniero holandés Jacobo Kraus que, además, pro-
yectó el establecimiento de un puerto en Matarani. La unión de La Punta con la isla de San
Lorenzo y los trabajos complementarios no debían costar más de 1.400.000 libras esterlinas.
Con motivo de este proyecto se dijo que Billinghurst pretendía también abrir un hueco en
medio del cerro San Cristóbal.
86 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
[1] El tema obrero. Desde
el inicio de su gobierno,
el presidente Billinghurst
entabló una buena
relación con los obreros
de Lima, en especial con
los del Callao. En enero
de 1913, el mandatario
emitió un decreto que
implantaba la jornada
laboral de ocho horas,
con lo que atendía los
reclamos de los
jornaleros del Muelle y
Dársena del Callao.En
estas fotografías
podemos observar a los
trabajadores de la
sección de descarga de
aduanas de la dársena
(1). y a los peones y
guardalmacenes de
aduanas en el puerto (2)
[2]
[ capítulo 33 ] período 6 87
LA RUTA HUÁNUCO-PUCALLPA.- Deseoso el presidente Billinghurst de establecer cuál era
la vía más corta entre el oriente del Perú y la capital, destacó una expedición al mando de Meso-
nes Muro que partió de Chiclayo para cubrir la zona del norte. A Augurio Mesa Prellwitz, huanu-
DESEOSO EL queño que conocía las montañas de Chinchao y otras del departamento, le encomendó análoga
PRESIDENTE tarea por la región del centro. Mesa Prellwitz cumplió su misión, hizo el recorrido de Lima por la
vía a Pucallpa en menor tiempo que el empleado por el señor Mesones Muro por la ruta Chicla-
bILLINGhURST DE yo-Bajo Marañón y dejó sus documentos en el archivo del Ministerio de Fomento.
ESTAbLECER CUÁL Este es el antecedente de la carretera a Pucallpa que una ley del Congreso Constituyente de
1932, mandó construir y que se convirtió en una realidad durante la administración del general
ERA LA VÍA MÁS Óscar R. Benavides.
CORTA ENTRE EL
ORIENTE DEL PERú
LOS BASURALES DEL TAJAMAR, LA DIRECCIÓN DE SALUBRIDAD Y LA ASISTENCIA
Y LA CAPITAL, PÚBLICA.- En relación con la ciudad de Lima, Billinghurst recuperó unos terrenos vendidos por
DESTACÓ UNA el Gobierno anterior en la superficie comprendida entre el río Rímac, y la Alameda de Acho y los
puentes de Balta y de Piedra e hizo un arreglo con La Peruvian Corporation para su relleno y
ExPEDICIÓN AL nivelación. A ellos agregó la destrucción de un depósito de basuras situado en la zona del Taja-
MANDO DE mar, entre las márgenes del Rímac y las espaldas del barrio de Malambo. El trabajo de supresión
MESONES MURO de los basurales del Tajamar debía hacerse por cuenta fiscal, para destinar luego dicho terreno a
plantaciones de árboles. La obra de higiene, ornato y cultura de este barrio popular recibió duros
qUE PARTIÓ DE ataques, pues se supuso que era efectuada solo para mantener a los jornaleros a ella dedicados,
ChICLAYO PARA listos para cualquier emergencia política.
CUbRIR LA zONA Lauro Ángel Curletti, en la Dirección de Salubridad realizó entonces una intensa obra y con-
cedió singular importancia a la educación sanitaria de las masas, por medio de folletos y de
DEL NORTE. A conferencias de divulgación. Fue entonces cuando se intensificó en Lima el trabajo del servicio
AUGURIO MESA de Asistencia Pública cuya dirección siguió encomendada a Echenique León García.
PRELLWITz,
hUANUqUEñO EL FERROCARRIL A CHILCA.- La resolución suprema de 11 de noviembre de 1912 facultó al
qUE CONOCÍA LAS Ministerio de Fomento para que procediera a la construcción de una línea férrea, de vía angos-
ta, entre Lima y Chilca, como primera sección del ferrocarril de Lima a Pisco autorizado por leyes
MONTAñAS DE especiales.
ChINChAO Y Billinghurst albergó grandes esperanzas sobre este ferrocarril en relación con el problema de
la alimentación de la capital mediante el consumo de los artículos producidos en Surco, Ate y
OTRAS DEL Lurín. También consideró que tenía una finalidad estratégica para movilizar tropas al sur en caso
DEPARTAMENTO, de un desembarco enemigo.
LE ENCOMENDÓ Los trabajos continuaron sin interrupción hasta el mes de marzo de 1914 en que, producido
el cambio de Gobierno, quedaron detenidos por falta de fondos. Hasta la fecha mencionada se
ANÁLOGA TAREA habían construido 26 kilómetros de terraplenes y enrielado 19,5 kilómetros. Existía, además,
POR LA REGIÓN material de superestructura adquirido para 20 kilómetros más.
DEL CENTRO. Cuatro años más tarde, la ley N° 2747 de 20 de mayo de 1918, consignó una partida en el
pliego de Fomento para el servicio de este ferrocarril e incluyó en dicho servicio el pago de las
deudas pendientes y su continuación hasta Lurín.
88 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
Senado acordó aplazar el debate hasta conocer la opinión que respecto de dicho proyecto tenía LAURO ÁNGEL
el nuevo régimen. El ministro de Fomento Fermín Málaga Santolalla lo respaldó porque llevaba CURLETTI
(1881-1949)
“a la práctica uno de los puntos más importantes de su programa de administración nacional”;
pero introdujo algunas modificaciones que el Senado aceptó.
El proyecto así ampliado, contempló, de un lado, la irrigación de las tierras eriazas no aprovecha-
das y que podían servir de base a la colonización por inmigrantes blancos traídos del extranjero o
por campesinos nacionales; y, asimismo, la irrigación para aumentar el agua en los valles ya cultiva-
dos pero en los que este elemento era insuficiente, a fin de que creciera la producción agrícola.
El debate parlamentario se produjo dentro de un espíritu de amplia colaboración y con la pre-
sencia del ministro Málaga Santolalla. Este, en armonía con las ideas del presidente Billinghurst, plan-
teó un artículo por el cual, con el propósito de asegurar para la irrigación el mejor aprovechamiento
de las aguas existentes, se autorizaba al Poder Ejecutivo para deslindar los derechos de los particula-
res en cada uno de los valles de la República, “debiendo tener en cuenta, a este respecto, el caudal
de que se pueda disponer, las necesidades reales de las tierras por irrigar y los derechos que se aduz-
can”. Era una medida revolucionaria que afectaba a la situación favorable para muchos propietarios
de la costa. Se opusieron los diputados Alfredo Solf y Muro (hábil defensor del proyecto en otros de
sus artículos), Luis José de Orbegoso, Pedro A. del Solar y otros. Málaga Santolalla tuvo que ceder. En 1912, el presidente
La ley fue promulgada con el N° 1794 el 4 de enero de 1913. Para llevarla a la práctica se for- Billinghurst asignó al
malizó el llamado contrato Brytton que no llegó a funcionar por razones ajenas a la voluntad del médico y político
presidente Billinghurst y de su régimen. Luego las preocupaciones políticas absorbieron la aten- chalaco, miembro del
ción de este gobernante. El empréstito que autorizara la ley N° 1794 no llegó a ser hecho. Partido Liberal, la
Dirección de Salubridad
Pública. Como parte de
EL FOMENTO DE LA ARBORICULTURA FRUTAL.- “La arboricultura frutal ha desaparecido su gestión, Curletti creó
casi por completo en Lima”, afirmó Billinghurst en su mensaje del 28 de julio de 1913. “La con- el servicio de asistencia
centración de la pequeña propiedad agrícola en pocas manos y la sustitución de los árboles pública y realizó una
frutales con la caña y el algodón han suprimido el cultivo de la fruta, no sin daño de la salud gran campaña de
pública y de la economía doméstica. Hoy solo la gente acomodada puede adquirir aquella, educación sanitaria.
pagando precios crecidos que están fuera del alcance de las clases menesterosas”. Entre 1919 y 1930, fue
La suprema resolución de 28 de noviembre de 1912, relativa al establecimiento en la Escuela de elegido senador por
Agricultura de una sección especial que debía servir de criadero y aclimatación de árboles frutales Huánuco. En 1921 fue
seleccionados, quiso ser el comienzo de una política del Estado en pro del cultivo intensivo de ellos. designado ministro de
Marina y, ese mismo
año, ministro
LA DIFUSIÓN DE LA HIGIENIZACIÓN Y DEL AGUA POTABLE.- Corresponden a esta épo- de Fomento.
ca las siguientes leyes que prosiguieron un lento y dificultoso proceso:
Higienización de Ica, Chincha y Pisco (N° 1873 de 24 de noviembre de 1913). Además la ley
N° 1929 de 23 de diciembre de 1913 modificó una anterior sobre el teatro de Ica para aplicar los
fondos mencionados en ella, a las obras de agua, desagüe y pavimentación de la ciudad.
Empréstito destinado al agua y desagüe de Trujillo para lo que se habían creado rentas en
1906 y se habían liberado la cañería, maquinaria y demás útiles desde 1896 (N° 1890 de 29 de
noviembre de 1913).
Inclusión por dos anualidades de partidas en el Presupuesto de la República para la provisión
de agua potable por cañerías de hierro a las ciudades de Cerro de Pasco, Tarma, Jauja, Huancayo,
Yauli y Concepción (N° 1737 de 11 de diciembre de 1912).
Partida en el presupuesto departamental de La Libertad para las obras de agua potable en
Otuzco (N° 1895 del 1º de diciembre de 1913).
Partida en el presupuesto departamental de Puno para la adquisición y colocación de una
cañería de hierro y una caja para el agua potable de Ayaviri (N° 1808 de 4 de setiembre de 1913).
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 89
[1] El paso de los alpes
de Bielovucic. En
1913, el intrépido
aviador peruano Juan
Bielovucic atravesó la
cadena de los Alpes, a
bordo de su
monoplano modelo
Henriot. En dicho
viaje, Bielovucic
repitió la ruta seguida
por Jorge Chávez. Su
aterrizaje se produjo
en la ciudad italiana
de Domodossola, lugar
donde el francés de
origen peruano
encontrara la muerte
unos meses antes. Aquí
vemos a Bielovucic
antes de cruzar los
Alpes (2), y en una foto
tomada cerca de
Domodossola (1).
[2]
90 período 6 [ capítulo 33 ]
Partida en el Presupuesto general para dotar de agua potable a Azángaro (N° 1739 de 11 de CHARLES W.
diciembre de 1912). Los estudios habían sido ordenados en 1909 (Ley 1165 de 12 de noviembre SUTTON (1877-1949)
de 1909). Otra ley sobre ellos: 6 de noviembre de 1897.
Empréstito con el fin de implantar el servicio de agua potable en Huacho (N° 1908 de 3 de
diciembre de 1913).
Partida en el Presupuesto general destinada a dotar de agua potable al pueblo de Huamalí
en la provincia de Jauja (N° 1755 de 17 de diciembre de 1912).
Partidas en el presupuesto departamental de Arequipa por dos años para el agua potable de
los distritos de Pampacolca y Viraco (N° 1839 de 8 de octubre de 1913).
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 91
cálculos sobre la exportación del guano entre 1841 y 1879 cuyo monto fijó en cerca de £ 80.000.000,
para declarar en seguida que la única inversión justificada de tan enorme suma no pasaba de £
1.836.800 (las naves de guerra, la Penitenciaría, el jardín y el Palacio de la Exposición y el Puente de
bILLINGhURST Balta). Afirmación arbitraria era esta, pues el Presidente no podía ignorar la necesidad de gastos
CREYÓ qUE EL como los que, por ejemplo, fueron hechos con motivo de la agresión de la escuadra española en
1864 y otros muchos. De todos modos, planteaba la cuestión de a dónde fueron a parar £
AñO DE 1913 ERA 78.000.000 pertenecientes a la nación y de cómo resultó que el Perú, con una riqueza extraordinaria,
MERAMENTE DE tuvo que apelar a los empréstitos extranjeros para efectuar la construcción de vías férreas. A propó-
sito de ellas, Billinghurst hizo el cálculo del costo aproximado de las que habían sido proyectadas en
ESTUDIO Y su tiempo, para llegar a la conclusión de que no era posible llevarlas a cabo todas juntas.
ORIENTACIÓN Y También incluyó en este mensaje importantes datos y cifras sobre la deuda interna y la exter-
qUE PARA 1914 na. Tremenda fue su crítica al contrato celebrado el 11 de enero de 1890 con el representante de
los tenedores de bonos, conde de Donoughmore.
PODRÍA APLICAR Pero la finalidad principal de este documento fue, de acuerdo con principios que, desde el
CON CALMA Y Gobierno había enunciado Piérola, dar la voz de alarma ante el mal y el peligro de la prodigalidad
de los egresos públicos y del desarrollo presupuestal. Al comparar el crecimiento de los gastos
bAJO LOS efectuados entre 1894 y 1906, expresó que había habido un desarrollo de 341%, esto es, más de
DICTADOS DE LA 26% por año “sin que sea posible encontrar una explicación satisfactoria de este aumento desde
ExPERIENCIA DE que el número de habitantes de la República en ese lapso no se ha triplicado ni las exigencias
de la civilización han podido aumentar en proporciones tan culminantes. No es posible tampoco
UN AñO, SU VASTO atribuir ese inflamiento de nuestro Presupuesto a causa de orden económico o administrativo
PLAN porque, si bien es cierto que el costo de la vida y el precio de las cosas ha aumentado visible-
hACENDARIO. mente durante los diez últimos años, esa alza no ha podido dejarse sentir en la forma tan exage-
rada que haya dado lugar al incremento de los gastos que las precedentes cifras acusan”.
Reanudó, pues, Billinghurst la práctica de los mensajes especiales al Parlamento empleada
por Piérola en su administración de 1895 a 1899.
92 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
Según sus propias palabras no creyó entonces “prudente suprimir ex abrupto y de raíz todo
el parasitarismo oficial tan íntimamente ligado al elemento burocrático, que constituye la peli-
grosa carcoma de la economía de la nación”. [ 1914 julIo 28 ]
Las cifras oficiales dan mayores ingresos y mayores egresos en el año 1913 que en el de 1912:
LAS RELACIONES
Ingresos Ingresos Egresos Egresos INTERNACIONALES. El 28
calculados efectivos calculados efectivos de julio de 1914, el
presidente Guillermo
1912 Lp. 3.313.936 3.714.480 3.313.396 3.726.426 Billinghurst dirigió un
1913 Lp. 3.313.396 5.334.793 3.313.396 5.409.637 mensaje al país,
reproducido por
Billinghurst creyó que el año de 1913 era meramente de estudio y orientación y que para El Comercio al día
1914 podría aplicar con calma y bajo los dictados de la experiencia de un año, su vasto plan siguiente. Dijo el
hacendario. mandatario: “Mi
El porcentaje de los gastos fiscales de Presupuesto en 1913 fue el siguiente en relación con gobierno no ha omitido
el del año anterior: esfuerzos para revestir
de la mayor cordialidad
Congreso Gobierno RR. EE. Justicia, Hacienda Guerra Fomento las relaciones con los
y Policía Instrucción y y gobiernos amigos,
y Culto Comercio Marina considerándose
especialmente ligado a
1912 2,41 18,13 3,18 14,29 31,26 24,75 5,98 ellos por las relevantes
1913 3,21 16,49 3,98 14,48 30,59 24,88 6,87 pruebas de deferencia
con que ha sido
La impresión que se obtiene al examinar este cuadro es que no hubo entre uno y otro año favorecido, pues ni la
variaciones fundamentales. La merma en el pliego de Gobierno y Policía aparece compensada junta de gobierno pudo
por el alza, más moderada, en los referentes al Congreso, Relaciones Exteriores, Justicia, Guerra y estar a los días de
(con mayor intensidad) Fomento. instalada en relación
Las cifras antedichas parecen desmentir la tesis de que el gobierno de Billinghurst descuidó oficial con los gobiernos
a los institutos armados. que tienen la
En cuanto al pliego de Justicia e Instrucción, estuvo muy lejos de volver a la posición que representación
alcanzara en 1906 (15,85%), 1907 (17,24%) y 1908 (16,14%) para declinar en los años siguientes diplomática, o ante los
al arrebatarse rentas antes destinadas a la educación primaria. que está representado el
Perú. La administración
inaugurada el 15 de
LA COMPAÑÍA RECAUDADORA DE IMPUESTOS.- La ley N° 1566 de 28 de marzo de 1912 mayo último ha recibido
autorizó al Ejecutivo para la organización de una sociedad anónima encargada de recaudar los (…) sugestivas
impuestos fiscales. Prosiguió en esta forma el régimen inaugurado en 1896. manifestaciones de
En uso de la antedicha facultad, el Banco del Perú y Londres quedó encargado de organizar cordialidad debidas a
la nueva empresa. De allí resultó el contrato de 25 de febrero de 1913 con la Compañía Recau- los gobiernos de la
dadora de Impuestos que entró a ejercer sus funciones el 1° de abril del mismo año, en vez de la República Argentina,
antigua Compañía Nacional de Recaudación. Su capital nominal fue de Lp. 1.500.000. Brasil y Chile, que son
El nuevo contrato redujo el tipo del premio de recaudación al 1%, permitió girar a cargo de augurio de los más
la entidad entonces creada por cuenta de rendimientos calculados de los impuestos correspon- halagadores resultados”.
dientes a tres meses sin abonar intereses y arregló un empréstito de Lp. 1.245.000 a la par, con el
7% de interés anual.
La Compañía Recaudadora quedó encargada de administrar por cuenta del Estado los
estancos del tabaco, opio y alcohol desnaturalizado. Además tuvo a su cargo la recaudación de
los siguientes impuestos: 1) al consumo de alcoholes; 2) al consumo de azúcar; 3) al consumo
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 93
de fósforos; 4) sobre la renta del capital movible; 5) la alcabala de enajenaciones; 6) la venta del
papel sellado; 7) los derechos de timbres y registro; 8) la contribución de minas y timbres por
denuncio de minas; 9) la contribución de patentes de Lima y Callao; 10) el papel de multas; 11)
bENAVIDES ACUSÓ el papel de aduanas; 12) el mojonazgo y las rentas especiales de instrucción; 13) los derechos
A bILLINGhURST de capitanía.
La duración del contrato fue de cuatro años, que vencieron el 31 de marzo de 1917, y fueron
EN SU MENSAJE prorrogados de hecho durante algún tiempo después.
DE 28 DE JULIO DE
1914 DE hAbERLA LOS EMPRÉSTITOS DE BILLINGHURST.- El Gobierno obtuvo, en febrero de 1913, de la
AUMENTADO [LA Compañía Recaudadora de Impuestos, un empréstito de Lp. 1.245.000 a la par y al 7% de interés,
DEUDA PúbLICA] como se indica en los párrafos precedentes. Con estos fondos se hicieron pagos por obligaciones
pendientes en relación con la Societé Générale por el empréstito suscrito en 1912, la extinguida
EN CERCA DE 10 Sociedad Recaudadora, la casa Schneider por compra de armamento y también para afrontar
MILLONES DE otros saldos deudores, todos ellos provenientes de la administración de Leguía.
La ley N° 1607 de 31 de octubre de 1912 autorizó al Ejecutivo para contratar en el país un
SOLES Y DE hAbER préstamo en cuenta corriente. Se realizó, entonces, por convenio de 20 de noviembre de 1912,
ACEPTADO un empréstito con los Bancos del Perú y Londres, Alemán Transatlántico, Popular e Internacional
fORMAS por valor de Lp. 664.800 al 8% de interés y amortización a razón de Lp. 25.000 mensuales, para
cancelar las deudas contraídas con dichas instituciones antes del 24 de setiembre de 1912,
VIOLENTAS DE ascendentes a Lp. 394.800. Esta operación de crédito dio al Gobierno Lp. 270.000 para atender
AMORTIzACIÓN las necesidades fiscales; pero el interés de ella fue considerado muy alto y la amortización exce-
PARA ALGUNOS siva. Los bancos prestamistas recibieron pagarés a cargo de la Aduana del Callao.
La ley N° 1831 autorizó al Poder Ejecutivo para contratar un empréstito por la cantidad de Lp.
DE LOS 500.000. Al amparo de esta ley el Gobierno obtuvo de los bancos el 5 de diciembre de 1913, un
PRéSTAMOS Y EL préstamo de Lp. 200.000.
Billinghurst pensó en realizar en el extranjero una vasta operación de conversión de la deuda
COMPROMISO DE flotante que no llegó a hacerse.
REEMbOLSO Su gestión hacendaria se vio dificultada por la necesidad de efectuar numerosos pagos por
INMEDIATO compromisos anteriores, entre los que se contaban onerosas sumas que era necesario cancelar
a los bancos, a la cual se agregó la urgencia de depositar en letras y en dinero diversas cantidades
DE OTROS por cuentas que necesitaban aclaración y la necesidad de atender a egresos mayores que los
ADELANTOS. previstos en el Presupuesto.
La verdadera situación de la deuda pública el 4 de febrero de 1914 es un asunto controverti-
ble. Benavides acusó a Billinghurst en su mensaje de 28 de julio de 1914 de haberla aumentado
en cerca de 10 millones de soles y de haber aceptado formas violentas de amortización para
algunos de los préstamos y el compromiso de reembolso inmediato de otros adelantos. Billing-
hurst en su manifiesto del mismo año se defendió extensa y vigorosamente contra esta acusa-
ción. El tema reclama un estudio especial.
[ VIII ]
EL PORVENIR, COMPAÑÍA DE SEGUROS DE VIDA.- Al margen del Estado y de la política
hubo durante la época de Billinghurst algunos interesantes sucesos de importancia económica.
Uno de ellos fue el establecimiento en 1913 de la compañía de seguros peruana sobre la vida “El
Porvenir”, única en su género. Contribuyó a formarla la acción conjunta de las compañías La
Popular, Rímac y La Nacional, establecidas en 1904, 1896 y 1904, respectivamente. Las inversio-
nes locales del dinero erogado por el público en forma de prima de los seguros sobre la vida
sirvieron para aumentar en forma valiosa la capitalización del país.
94 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
EL CULTIVO DEL TÉ.- Francisco A. Loayza fue un combativo periodista desde su primera LOS VUELOS
juventud. A los 16 años, publicó su primer semanario, cuando aún era alumno del Colegio de DE MONTERO
Guadalupe. Se llamó El Microbio y apareció en 1901. Editó luego, en 1903, La Picota, “semanario
radial y de caricaturas”. Ninguno de ellos tuvo el éxito popular de Fray K. B. Zon entre 1907 y 1911.
Su vida tomó un nuevo rumbo cuando fue nombrado, parece que por el régimen de Billinghurst,
cónsul en Yokohama. En esta ciudad hizo imprimir en 1913 Simiente japonesa, “leyendas y cuen-
tos antiguos del Japón”.
Allí y en China hizo estudios sobre el cultivo del té, acerca del cual envió un documentado
informe a Lima. Se ha dicho que promovió la introducción de este cultivo en el valle de La Con-
vención, en la hacienda Huyro. El presidente Billinghurst demostró interés personal en el asunto.
Benjamín de la Torre Mar, dueño de Huyro, fue quien primero plantó semillas de té. Casi simultá-
neamente se hacía análogo esfuerzo en Amaybamba de Ramón María Romero. El té cuzqueño
fue exhibido por primera vez en la Exposición del Centenario de Ayacucho en 1924. El Ministerio
de Fomento solicitó que las semillas fuesen conducidas a Huánuco. El té peruano ostenta una
extraordinaria calidad. Su detallada historia está todavía por ser escrita.
El aviador peruano José
Ramón Montero estudió
[ Ix ] en la Escuela Bleriot
LOS VUELOS DE RAMÓN MONTERO.- Brevetado en Francia en la Escuela de Bleriot, el acau- (Francia) y regresó al
dalado propietario de Pisco, Ramón Montero, inició el 2 de enero de 1913 una serie de vuelos Perú en diciembre de
sobre Lima que provocaron gran entusiasmo. Alternaron con las carreras de caballos en el hipó- 1912. Trajo consigo un
dromo de Santa Beatriz. avión Bleriot XI con
El 12 de marzo de 1913 partió Montero del aeródromo de Bellavista para iniciar su raid de motor Gnome de 80 HP,
Lima a Pisco con escalas en Cañete y Chincha. Por fallas en el motor, tuvo que aterrizar en una a bordo del cual realizó
de las calles de Cerro Azul. Siguió luego su ruta y bajó en Chincha. De allí emprendió la tercera varios vuelos sobre Lima,
etapa de su vuelo y pudo llegar a Pisco. Aterrizó en las pampas de San Andrés. Así llegó a cumplir y en febrero de 1913, el
Montero su propósito. Fue el primer piloto que realizó en el Perú un vuelo de larga distancia con primer vuelo desde la
escalas, el más largo en la costa del Pacífico en América del Sur. capital hasta Pisco.
Posteriormente, regaló
dicho avión al ejército
OTROS VUELOS.- El 25 de enero de 1913 realizó Juan Bielovucic la hazaña de atravesar los Alpes. peruano. Aquí vemos a
Casi junto con Montero llegó el piloto chileno Eduardo Molina Lavin que tuvo que afrontar Montero en una
diversos inconvenientes y solo pudo ascender en el cielo de Lima el 24 de diciembre de 1912 y fotografía de 1912.
el 6 de enero de 1913 en el hipódromo de Santa Beatriz.
En julio y agosto de 1913 actuaron con éxito en la capital el aviador italiano Rappini y el chi-
leno Clodomiro Figueroa. Como ocurriera antes en el caso del compatriota de este último Moli-
na Lavin, a la naciente profesión aeronáutica no llegaban los entredichos y las asperezas que
habían perturbado antes tan hondamente las relaciones diplomáticas entre el Perú y Chile.
Figueroa voló en 1915 en Arequipa, Mollendo y Lima (en esta ciudad el 30 de agosto y el 5
de setiembre).
[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 95
[ tomo 13 ]
capítulo 34 ● I La demora en la apro el 18 de enero de 1914 ● Los diarios. La de Billinghurst ● IV Apreciaciones sobre
bación del Presupuesto para 1914 por el actitud del Partido Civil Independiente el conflicto constitucional de 1914. El
Congreso ● La dimisión de los ministros ● Los distintos sectores de la conspira significado histórico de Billinghurst ● La
Tudela y Maldonado ● La vigencia del ción ● Los fundamentos de la propa segunda crisis de la República Aristocrá
Presupuesto para 1914 por decreto. No ganda subversiva ● ¿Hubo el intento de tica ● El plan de Billinghurst. La subleva
hubo rebaja en el pliego de guerra ● II obtener la renuncia de Billinghurst por ción de Leguía en 1919 y el plebiscito
El conflicto entre el Presidente y el Con medios pacíficos? ● La propaganda con de 1939 ● La suerte de la reformas pro
greso. El supuesto decreto con la desau tra el Congreso y a favor del plebiscito ● pugnadas por Billinghurst ● La legaliza
torización de este y las causales aduci El ambiente en Lima al empezar febrero ción de la aprobación del Presupuesto
das ● Las reformas constitucionales ● Las ● ¿Abandonó Billinghurst a última hora por decreto en 1962 ● V Formación de
reformas constitucionales en el proyec la idea del plebiscito? ● El pronuncia la Junta de Gobierno ● La reunión de los
to de Javier Prado y Mariano H. Cornejo miento militar del 4 de febrero. Asesi senadores y diputados residentes en Li
● El plebiscito ● El armamento del pue nato del general Enrique Varela ● Ho ma ● La aprobación de la clase dirigente
blo ● Casos latinoamericanos de arma menajes al general Varela ● El proceso a la subversión militar en 1914 ● Los as
mentos del pueblo como contrapeso por el asesinato del general Varela ● La censos por la subversión del 4 de febre
al poder militar ● III La conspiración ● El musa popular y el asesinato del gene ro ● La tranquilidad pública después del
intento de efectuar el pronunciamiento ral Varela ● La dimisión y la expatriación 4 de febrero.
LA ADMINISTRACIÓN DE BILLINGHURST (II). EL CONFLICTO
ENTRE EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Y EL CONGRESO,
Y LA REAPARICIÓN DEL EJÉRCITO EN LA POLÍTICA.
La segunda crisis en la República Aristocrática
CAPÍTULO
34
[ ]
L
[I]
A DEMORA EN LA APROBACIÓN DEL PRESUPUESTO PARA 1914 POR EL CONGRESO.-
El 24 de setiembre de 1913, al ser conmemorado el primer aniversario de su gobierno (que los
comités populares celebraron con albazos, bailes, serenatas, desfiles nocturnos, farolitos, cohetes
y otras manifestaciones), Billinghurst ofreció un banquete al Congreso. En el discurso de ofreci-
miento tuvo el insólito rasgo de decir que no se sentía satisfecho con lo que había realizado a lo
largo de ese año. Pero, a pesar del suculento agasajo y a pesar de los votos de confianza emitidos
a los ministros de Guerra y Relaciones Exteriores después de sesiones secretas sobre asuntos mili-
tares y diplomáticos, el desacuerdo entre el Presidente y las Cámaras se volvió crecientemente
grave en 1913. Entre otros de los varios episodios ocurridos entonces estuvo el de las interpela-
ciones sobre organización del ejército y adquisición de elementos bélicos formuladas en sesio-
nes secretas al ministro de Guerra por el diputado Rafael Grau(1). La Cámara convino en que el
ministro las respondiera por escrito; pero cuando esta contestación llegó a ser enviada, acordó
remitirle la copia taquigráfica de la sesión de interpelaciones, lo cual fue considerado como una
manera de expresarle que no se había dado por satisfecha.
El Presupuesto vigente en 1912 había sido prorrogado para 1913, según se ha visto. Junto con
esta prórroga hubo una autorización al Ejecutivo para que introdujera en él las alteraciones con-
venientes en armonía con el plan fiscal trazado. El mensaje presidencial del 5 de setiembre de
1913 fue una exposición de motivos del proyecto de Presupuesto para 1914, que incluyó un
detallado manifiesto sobre el estado de la Hacienda Pública. Billinghurst consideró necesaria la
emisión de un empréstito extranjero de 600.000 soles al 6% para invertirlo en satisfacer los com-
promisos del Estado en orden a diferentes deudas, en la renovación del material de guerra y
marina y en algunas obras públicas premiosas entre las que incluyó la construcción de escuelas,
cárceles y cuarteles, algunos ferrocarriles y habitaciones para obreros. Al mismo tiempo manifes-
tó que era indispensable reformar las finanzas, suprimir para siempre el déficit y los gastos super-
fluos, entrar en el régimen de la más severa economía, simplificar el sistema administrativo, extir-
par los abusos y corruptelas que dañaban al régimen rentístico, trabajar por el acrecentamiento
de la riqueza pública y privada, bajo el imperio de la ley, el orden y la tranquilidad y mediante el
desarrollo de la agricultura, las franquicias comerciales y la protección al trabajo en general.
La discusión sobre el pliego de ingresos de ese Presupuesto se inició en la Cámara de Dipu-
tados solo cuando estaba avanzada la legislatura de 1913. Fueron rechazados algunos de sus
capítulos en bloque. Esta votación fue luego reconsiderada. Cuando empezó de nuevo el deba-
te presupuestal se produjeron las algaradas con motivo del asunto relativo al Concejo Provincial
de Lima de que se dio cuenta en el capítulo anterior. La comisión de la Cámara aumentó las cifras
de los pliegos que el Gobierno había disminuido en contraste con la actitud de otros regímenes
que los inflaron. Se produjo con este motivo una discusión entre el ministro Baldomero Maldo-
nado cuya opinión fue adversa al dictamen y el presidente de la comisión Ernesto Ráez (ex
98 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]
ministro de Leguía) que lo defendió. El diputado José Balta pronunció un discurso para expresar
la opinión de que los ingresos debían ser mayores si eran científicamente calculados. El debate
quedó sin entrar en los detalles de este asunto. La Cámara pasó a discutir otros temas, muchos
de ellos solo de interés particular o local, al lado de la reforma de un artículo de la Constitución LA úLTIMA SESIÓN
para permitir la tolerancia de cultos que fue aprobada por gran mayoría. Seguramente aplazó la EN LA qUE SE
cuestión presupuestal con la expectativa de que fuese convocada una legislatura extraordinaria.
Aunque hubo votos de confianza a los ministros de Guerra y de Relaciones Exteriores después TRATÓ DEL
de sesiones secretas en la Cámara de Diputados, no faltaron en aquellos momentos acuerdos PRESUPUESTO fUE
que indirectamente fueron desagradables para el Ejecutivo como el relativo a la concesión
hecha a la compañía Borax Consolidated aprobado con la enmienda de facultar a la Municipali-
LA DEL 23 DE
dad de Arequipa para crear un impuesto. SETIEMbRE Y LA
La última sesión en la que se trató del Presupuesto fue la del 23 de setiembre y la legislatura LEGISLATURA fUE
fue clausurada el 25 de octubre. Asombra que el Presidente de la República no hiciera gestión
alguna durante este período de un mes. Hubo gran desorden entonces en la labor del Parlamen- CLAUSURADA EL 25
to con predominio, como se ha dicho ya, de asuntos de interés local y particular. Billinghurst se DE OCTUbRE.
negó a convocar la legislatura extraordinaria, ni aun con la finalidad exclusiva de sancionar el
Presupuesto para 1914.
ASOMbRA qUE EL
PRESIDENTE DE LA
REPúbLICA NO
LA DIMISIÓN DE LOS MINISTROS TUDELA Y MALDONADO.- Como los ministros Tudela
y Maldonado, en desacuerdo con sus colegas de Guerra, Justicia, Fomento y Gobierno, conside-
hICIERA GESTIÓN
raban indispensable dicha convocatoria y no tenían seguramente simpatía a la idea de crear un ALGUNA DURANTE
nuevo orden político basado en la eliminación del Congreso, estuvieron en la condición de dimi- ESTE PERÍODO DE
sionarios desde fines de octubre, aunque oficializaron su renuncia solo el 24 de diciembre de
1913. Hubo una larga pausa que al principio se atribuyó a la llegada de personajes eminentes al UN MES.
país y a la celebración de un congreso científico internacional; pero inmediatamente después
siguió la tensión. Los reemplazantes de los ministros dimisionarios después de tan considerable
demora fueron con carácter interino, dos funcionarios: Emilio Althaus, oficial mayor de Relacio-
nes Exteriores y Armando Vélez, director de Administración en el Ministerio de Hacienda. Así
parchado el Gabinete Varela, acompañó al presidente Billinghurst hasta la madrugada del 4 de
febrero de 1914. La presencia de Althaus señaló, según se dijo, la tendencia del civilismo a no
romper con Billinghurst.
Se dio a la crisis una solución provisional de aplazamiento, sin incidir, como dijo un periódico,
“sobre la miga, el meollo, el entripado” para detenerse en la corteza.
[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 99
LAS OPINIONES algunos servicios; mientras que en los demás pliegos aparecieron rebajas en el siguiente orden
DE CORBACHO de prelación: Hacienda, Gobierno, Justicia e Instrucción, Fomento, Relaciones Exteriores. El pliego
del Legislativo continuó idéntico.
La ley N° 1961 del 1° de junio de 1914, expedida después del derrocamiento de Billinghurst
invalidó el decreto del 29 de setiembre de 1913 sobre el Presupuesto y autorizó al Poder Ejecu-
tivo para prorrogar los duodécimos correspondientes del Presupuesto de 1912.
[ II ]
EL CONFLICTO ENTRE EL PRESIDENTE Y EL CONGRESO. EL SUPUESTO DECRETO
CON LA DESAUTORIZACIÓN DE ESTE Y LAS CAUSALES ADUCIDAS.- El conflicto entre
el Presidente de la República y el Congreso se convirtió entonces en una lucha por la supervi-
vencia de uno u otro. No existía precedente en el país de una pugna tan grave, salvo, el caso de
Riva-Agüero en 1823. Parlamentos hubo que, en momentos de gran agitación política, preten-
dieron fulminar al presidente con una acusación como en 1832 o con la declaración de vacancia
El militar y político José de la jefatura de Estado como en 1857 y 1867; pero sin lograr esos radicales objetivos. En opor-
M. Corbacho, diputado tunidad que en 1914 era reciente, o sea en 1911, el Gobierno había incorporado a las Cámaras,
por la provincia de La por la fuerza, un tercio de adeptos suyos para obtener mayoría y apaciguar así al Poder Legislati-
Unión entre 1913 y 1918, vo que le estaba creando serias dificultades. A principios de 1914 se diseñó una situación distin-
afirmó la convicción del ta. Ella implicaba nada menos que la posibilidad de que el Presidente de la República pretendie-
presidente Billinghurst ra destruir al Congreso.
de disolver el Congreso Billinghurst llegó a madurar, con una lentitud que le fue fatal, una fórmula para adoptar esta
de la República. radical medida; pero optó por ir postergándola. En La Prensa del 7 de febrero de 1914 se publicó
Sus declaraciones el decreto de disolución que había sido impreso sigilosamente; sus originales y pruebas habían
agudizaron el conflicto sido corregidas sin haberse llegado a efectuar el tiraje de la edición. Un análisis de este supuesto
ya existente entre el decreto lleva a la conclusión de que es auténtico. Resulta importante para la historia del Perú en
primer mandatario y el el siglo XX y para quien estudie el Derecho Constitucional peruano sintetizar los 47 “consideran-
Legislativo. Años dos” allí consignados.
después, Corbacho fue Empezaba Billinghurst por recordar “la protesta plebiscitaria contra la inmoralidad política y
reelegido para la el exclusivismo burocrático que impidió en 1912 la consumación de las falsificaciones electorales
cámara de diputados e impuso al Congreso la proclamación del actual Jefe de Estado”. De ella quería hacer tardíamen-
(1919), como te la premisa lógica para la renovación total del Poder Legislativo. En su gran mayoría este hallá-
representante de las base integrado por representantes provenientes de la imposición y el fraude que habían conde-
provincias de Pataz y nado al retraimiento continuo a los partidos populares y provocado, a veces, la protesta armada
Cajamarquilla. de los ciudadanos. No reemplazó el nuevo Presidente (seguía diciendo) a las Cámaras por una
asamblea general emanada del voto popular en la creencia de que, debiendo renovarse los ter-
cios bajo la jurisdicción de la Corte Suprema, podría entronizarse paulatinamente la verdad del
sufragio y en la confianza también de que se introducirían reformas en la Constitución.
En 1913, sin embargo, la Corte Suprema anuló la mitad de los procesos electorales. Las juntas
preparatorias de ese año llegaron a desconocer esos fallos y provocaron una protesta popular
que obligó a rectificar tal actitud. Hacía nada menos que 18 años que se había efectuado la revo-
lución total del Congreso (1895). Durante ese lapso, la experiencia política del país era de eleccio-
nes ilegítimas, arbitraria intervención gubernativa en ella, un sistema que convertía las curules en
el patrimonio de unas cuantas familias seleccionadas por el poder central, prórrogas de manda-
tos fenecidos, postergaciones de plazos eleccionarios, transformación de representantes suplen-
tes en representantes propietarios, incorporación a balazos de un tercio en 1911. La Constitución
ordenaba la renovación bienal del Cuerpo Legislativo y el cambio del presidente de la República
cada cuatro años; pero el fallecimiento de Candamo interrumpió en 1904 la coincidencia de estas
elecciones presidenciales y parlamentarias y rompió el equilibrio constitucional expresado en la
Luego de que
fuera obligado a
abandonar el
poder, en su
p ublicado en Santiago de Chile en
1915, El Presidente Billinghurst a
la Nación es un documento valio
so para conocer el punto de vista de
uno de los principales actores acerca de
con toda la energía de una conciencia
honrada, que nunca entró en mi plan
político la disolución del Parlamento,
por ac to di
recto del Go bier
no o por
medio del voto plebiscitario, como se
manifiesto a la los sucesos que llevaron finalmente a ha asegurado; no obstante que la opi
un militar, Óscar Benavides, a asumir el nión pública condena, desde tiempo
Nación redactado poder. Publicamos algunos fragmentos atrás, la composición inconstitucional
en Arica, del manifiesto billinghurista; sus consi de nuestras Cámaras, acusándolas, al
derandos pesan severamente sobre los mismo tiempo, de hallarse hondamente
Guillermo devaneos de los líderes del país. divididas, sin reflexionar que en este
Billinghurst último concepto quizás, representan el
ensayó una “Nunca pasó el Perú por crisis política, estado del país, pues la anarquía que las
financiera e internacional más aguda, trabaja, no es sino el reflejo de las luchas
justificación intensa y pavorosa que la presente, que agitan al Perú entero (pp. 3-4).
acerca de la cuyas proyecciones no son fáciles de
calcular, aunque ellas se divisan con Como republicano, no concibo la pro
necesidad de las
claridad por los que no padecemos de cedencia divina de los reyes, y como
reformas que la incurable miopía de la concupiscen demócrata no acepto las herencias y
pretendía cia, que todo lo altera, descolora y des dinastías presidenciales que se empe
concierta. ñan en acli ma tar, en nues tro país,
introducir en determinadas familias de la sociedad
aquel Congreso Si el Perú, enfermo y postrado, no logra peruana, y precisamente, las que nin
cuya oposición le sacudirse, pronto y totalmente, del gún título tienen a la gratitud de la
régimen imperante de vergüenza, mise Nación, porque sus nombres se hallan
había resultado ria y calamidad pública y privada, en el vinculados a los más espantosos desas
tan cara. que los aventureros políticos explotan tres del Perú! [...]
la cosa pública, como si fuera feudo que
de derecho les pertenece, nuestro país En verdad que yo procuré, en todo ins
está condenado a ser el ludibrio de las tante de mi corto periodo presidencial,
naciones de este Continente, que nada hacer más administración que política,
dicen, pe ro que con tem plan con no pero no según la abominable fórmula
disimulado desdén, cuánto ha ocurrido de los tiranos que exhiben su labor
en nuestro país, desde el aciago día en administrativa como espejismo para
que el militarismo mal aconsejado, deslumbrar a los pueblos, sino confor
derrocó a bayonetazos al Gobierno me a la práctica honrada y patriota de
constitucional y civil de la República. los mandatarios que se desviven por
corresponder a las aspiraciones de sus
Como cuestión previa, y sin perjuicio de mandantes, empeñándose en realizar
que más adelante me ocuparé en ella sus más urgentes necesidades” (pp.
detenidamente, cúmpleme declarar, 93-94).
influencia con sus votos que otros; 4° La supresión de las vicepresidencias de la República, ger- AL TRONO
men de intrigas con alarmas y peligros para la paz pública y origen de expectativas para perso- AUSTROhúNGARO,
nas inadecuadas que pueden ser repudiadas por la opinión pública y el Parlamento; 5° El reem-
plazo del presidente de la República por el presidente del Senado en los casos de inhabilitación; fRANCISCO
6° La supresión de la iniciativa parlamentaria en los gastos públicos, con el fin de que se limitase fERNANDO DE
el Congreso a aprobar, desaprobar o modificar las partidas presupuestales; 7° El decreto exclusivo AUSTRIA, ES
del Poder Ejecutivo para aumentar o disminuir los sueldos de los funcionarios públicos; 8° La
prórroga automática de la legislatura si el Congreso no aprobara en octubre el Presupuesto
ASESINADO JUNTO A
nacional, con la obligación de ambas Cámaras de ocuparse exclusivamente en sesión continua SU ESPOSA EN
de sancionarlo y expedirlo; 9° La prohibición de premios pecuniarios o gracias otorgados por el SARAJEVO, POR EL
Congreso sin la previa autorización del Poder Ejecutivo; 10° La inclusión de la asistencia pública
NACIONALISTA
en favor de huérfanos, inválidos y ancianos como obligación del Estado sin abandonarla “a la
acción siempre deficiente de la caridad individual, administrada por instituciones que no han SERbIO GAVRILO
logrado sustraerse a la degeneración burocrática”; 11° La incompatibilidad entre la función par- PRINCIP, qUIEN LES
lamentaria y la administrativa extendida a todos los empleos en instituciones locales o especiales
DISPARÓ CON UN
y a los dependientes y servidores de empresas o sociedades comerciales que tengan negocios
con el Estado; 12° La autorización para que los ministros de Estado pudiesen presentarse como REVÓLVER. ESTE
candidatos a representaciones parlamentarias; 13° La responsabilidad política de los ministros MAGNICIDIO fUE
ante el Parlamento y la necesidad de que gobiernen con la confianza de ambas Cámaras; 14° La UNO DE LOS
implantación en el Perú del sistema de referéndum o plebiscito nacional.
DETONANTES DE LA
PRIMERA GUERRA
LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES EN EL PROYECTO DE JAVIER PRADO Y MARIA- MUNDIAL. EN LOS
NO H. CORNEJO.- El proyecto de Billinghurst no fue en esta época el único sobre reformas
constitucionales. En agosto de 1912 habían presentado en su Cámara los senadores Javier Prado
DÍAS SIGUIENTES, EL
y Mariano H. Cornejo el que establecía la elección del presidente de la República por el Congre- IMPERIO AUSTRO-
so con un período de cinco años y suprimía las vicepresidencias y también las representaciones húNGARO DECLARÓ
suplentes. Este proyecto llegó a ser aprobado en el Senado con excepción del artículo sobre la
LA GUERRA A SERbIA,
designación presidencial. Mariano H. Cornejo tuvo directa e íntima conexión con los planes
constitucionalistas de Billinghurst, mientras el sector de opinión que encabezaban los hermanos Y EL SEGUNDO
Prado se opuso resueltamente a ellos. IMPERIO ALEMÁN
hIzO LO PROPIO
EL PLEBISCITO.- Solo el acto directo y el mandato imperativo de los pueblos (proseguía CON RUSIA.
diciendo el proyecto de decreto de Billinghurst) podía hacer viables las reformas concernientes
a la organización y a las facultades de los Poderes públicos, en especial las concernientes a la
disminución del número de representantes y a la supresión de los suplentes, obstaculizadas ine-
vitablemente por intereses personales y de círculo. La renovación total del Congreso ya había
sido aprobada en la Cámara de Senadores; y para llevarla a cabo era preciso cancelar el mandato
de, cuando menos, dos tercios de sus miembros y de todos los suplentes. No cabía lógicamente
aceptar el absurdo de que fuera posible consultar la voluntad de la nación solo después de un
levantamiento armado, que otorgaba a un caudillo rebelde el derecho que se negaba a un
Gobierno legalmente constituido, personero de la inmensa mayoría del país. Tampoco cabía
qUE DISOLVÍA EL
PARLAMENTO. LOS DIARIOS. LA ACTITUD DEL PARTIDO CIVIL INDEPENDIENTE.- Los diarios de la
capital, La Prensa, La Crónica, La Unión, y también El Callao, singularmente el primero, estaban
contra el Gobierno, al que apoyaban solo su propio órgano La Nación y el periódico obrero La
Acción Popular. Sin embargo, salvo en La Prensa, la oposición era cautelosa.
El Comercio y el Partido Civil Independiente adoptaron una actitud moderada. El 30 de enero de
1914 publicó ese diario, con un comentario elogioso, una carta enviada al Presidente de la
[2]
Ante la noticia de LOS DISTINTOS SECTORES DE LA CONSPIRACIÓN.- Ninguno de los dirigentes oficiales
que el presidente del Partido Civil en aquellos días tomó parte en la conspiración. Esta actitud suscitó apasionados
Billinghurst quería comentarios de Alberto Ulloa en La Prensa después del 4 de febrero. No es cierto, pues, lo que se
disolver el congreso, ha afirmado en el sentido de que el civilismo derrocó a Billinghurst. Los sectores más activos de
nació en su seno una la conspiración fueron cuatro: 1) el grupo parlamentario (dentro del que habría que señalar a
conspiración para Augusto Durand con sus correligionarios del Partido Liberal y a diversos simpatizantes y amigos,
acabar con su gobierno. a los constitucionales de Osores, a un cenáculo leguiista encabezado por Rafael Grau y a repre-
En esta conjura fueron sentantes sueltos); 2) el grupo de la familia Prado (cuyos antecedentes inmediatos, en cuanto a
apoyados por el Estado las elecciones de 1912, eran civilistas aspillaguistas); 3) Ulloa y el personal de redacción de su
Mayor del ejército, diario La Prensa como elemento de agitación; 4) los jefes y oficiales del ejército como elementos
encabezado por el de acción. Durand publicó a fines de enero una circular telegráfica que era un manifiesto subver-
coronel Óscar R. sivo contra el propósito presidencial de rebelarse contra el sistema constitucional.
Benavides. El teniente
coronel José Urdanivia,
aquí en una fotografía LOS FUNDAMENTOS DE LA PROPAGANDA SUBVERSIVA.- La propaganda subversiva se
tomada en 1914, fue uno basó en los argumentos aducidos en el manifiesto del Congreso, o sea en la voluntad presidencial
de los primeros de cancelar el mandato del Poder Legislativo, el establecimiento de un régimen de carácter perso-
militares en apoyar el nalista, la errada política internacional, el desorden hacendario, la usurpación de la atribución par-
movimiento contra lamentaria de aprobar el Presupuesto de la República y el empleo de las turbas como arma política.
Billinghurst. En el discurso que pronunció para ofrecer el banquete a los señores Jorge y Manuel Prado,
antes citado, Pedro M. Oliveira expresó: “Sobre sus ruinas (las del hogar republicano) surgió un
régimen nacido del eclipse moral de las clases altas y de la audacia irrespetuosa, insolente y
demoledora de las clases bajas, estimulada por la ambición enfermiza de un plutócrata predis-
puesto a la omnipotencia”.
Papeles distribuidos entre los sargentos hicieron resaltar, sobre todo, el peligro patriótico exis-
tente en el aplazamiento del plebiscito en Tacna y Arica, el abandono de la política armamentis-
ta, el descuido ante el ejército y las adulaciones a Chile evidenciadas en el envío de comisiones
de obreros a Valparaíso y Santiago.
Sin embargo, el coronel Augusto Bedoya, que en aquella época era prefecto de Arequipa, rectificó a Grau en la sesión
(1)
de la Cámara de Diputados del 4 de setiembre de 1916 al afirmar que él no recibió de Lima indicación alguna sobre
Pereyra o sobre la disolución del Congreso, ni oficial ni particularmente. Agregó que la tesorería departamental de Are-
quipa no suministró fondos a Pereyra.
[3]
Los opositores. Desde su inicio, el gobierno de Billinghurst fue atacado por grupos parlamentarios de oposición. Entre
ellos estuvieron los representantes del Partido Liberal. Aquí, vemos al comité directivo de dicho partido, con Augusto
Durand, su fundador, al centro (3). Por otro lado, estaba Manuel Prado y Ugarteche (el cuarto, de izquierda a derecha)
(2), quien junto a su hermano Jorge, tuvo un papel fundamental en la revolución que derrocó al Presidente en 1914.
También en la oposición se encontraba Javier (1), destacado intelectual de la época.
(1) Versión transmitida por Juan Zegarra Russo. Otra versión habla “del valiente general que una noche lo mataron por
no poderlo vencer”.
(1) Más sobre los aspectos sociales de esta reaparición del militarismo institucional en el capítulo que aparece en la
[V]
FORMACIÓN DE LA JUNTA DE GOBIERNO.- Existen tres versiones sobre lo ocurrido en la
reunión celebrada en Palacio, después de la victoria de la sublevación, con el fin de formar el
nuevo Gobierno. Una de ellas proviene de Alberto Ulloa Cisneros en la historia que publicó en
La Prensa sobre los sucesos del 4 de febrero. Otra es la que dio Rafael Grau en su discurso del 1°
de setiembre de 1916 en la Cámara de Diputados. La tercera, muy breve, es la de Alberto Secada
en su discurso del 6 de setiembre del mismo año en aquel recinto.
capítulo 35 ● I Los sangrientos su mayo y junio de 1914 ● El asilo y la de ● Los proyectos sobre impuestos a las
cesos de Napo II La pugna entre los
● portación de Augusto Durand y Alberto utilidades del comercio y la industria y a
partidarios del vicepresidente Rober Ulloa ● La prisión de Víctor Larco Herrera los sueldos de los empleados. La matan
to Leguía y los partidarios de nuevas y Rafael Villanueva y el funcionamiento za de Arequipa ● Dimisión del Gabinete
elecciones populares ● La mediación del hábeas corpus ● Renuncia de Gon Schreiber ● El Gabinete Abrill ● Las carac
de Isaías de Piérola ● La fórmula de la zález Prada. La Lucha ● La instalación del terísticas de los gabinetes de Benavides
presidencia provisoria ● La sesión del Congreso ordinario de 1914 y el acer ● El anticipo de las leyes de excepción
Congreso el 15 de mayo de 1914 ● La camiento del leguiismo al régimen de ● Los sucesos de Margos ● IV La ley de
elección del coronel Benavides como Benavides ● III El Gabinete Carvajal y el situación militar ● La ley de cuadros ● El
presidente provisorio ● La resolución le estallido de la guerra europea ● El Ga tiro de guerra ● V Planteamiento de la
gislativa sobre la presidencia provisoria binete Sousa ● El Gabinete Schreiber. El cuestión La Brea y Pariñas ● VI El guano y
● Apreciaciones sobre los sucesos del incidente entre el ministro de Guerra y los derechos de la Peruvian Corporation
15 de mayo ● La acusación parlamenta la Cámara de Diputados ● Las gestiones y de la agricultura nacional ● El muelle
ria por los sucesos del 15 de mayo ● El para que los señores Billinghurst y Du de Salaverry ● El muelle de Malabrigo
ascenso del presidente Benavides ● El rand fuesen expulsados de Tacna y Arica ● VII El agua de Li ma ● Los servicios de
Gabinete Muñiz. La proclamación de ● Los sangrientos sucesos de Vitarte en agua y desagüe y de agua potable ● El
Roberto Leguía y las conspiraciones de enero de 1915 ● La matanza de Llaucán alumbrado eléctrico en el Cuzco.
EL CONATO DE TERCER MILITARISMO (1914-1915).
Aspectos políticos, administrativos y sociales. La cuestión
La Brea y Pariñas
CAPÍTULO
35
[ ]
L
[I]
OS SANGRIENTOS SUCESOS DEL NAPO.- En marzo de 1914 se produjeron en Iquitos graves
sucesos en la guarnición allí acantonada. Debíase dos meses en el pago de las propinas a la tropa.
Dentro de ella existían elementos malsanos. Había además, en aquella ciudad, con motivo de la
crisis del caucho, individuos indeseables en estado de falencia que maquinaron un motín con el
objeto de asaltar los establecimientos comerciales e industriales. Al mismo tiempo, hubo el pro-
pósito de libertar a los presos que se encontraban en la cárcel por los crímenes del Putumayo.
El coronel Benjamín Puente, jefe de la plaza y comandante general de la región que, asimis-
mo, desempeñaba la prefectura, se constituyó en el cuartel y, en un gesto de entereza personal,
debeló el motín que iba a anegar en sangre a Iquitos.
Los autores y responsables de la sublevación, que eran los clases y parte de la tropa pertene-
cientes al batallón que guarnecía la ciudad, fueron embarcados en una lancha que, a su vez,
debía ser vigilada por otra comandada por el oficial de marina argentino Casaval. La finalidad de
esta medida fue la de aislarlos mientras podían ser puestos bajo debida custodia. Las dos lanchas
se dirigieron al río Napo. Los presos eran más de cuarenta y sus guardianes no pasaban de die-
ciocho. Se produjo un amotinamiento de aquellos. Después de querer abordar la lancha que los
custodiaba, los rebeldes se echaron a nado para fugar. Algunos murieron ahogados o bajo el
fuego de sus adversarios.
La suspicacia criolla, el apasionamiento político y el espíritu de sensacionalismo hicieron que
los sucesos de Iquitos fuesen denunciados como si se hubiera tratado de hechos pavorosos. Pero
las personas y entidades representativas de aquellas ciudad obsequiaron al coronel Puente con
un gran banquete en el que, por conducto del presidente de la Corte Superior, testimoniáronle
su gratitud. Entre otras cosas, expresó este magistrado: “Bastaría el hecho de haber, con mano
firme, vibrante palabra y marcial actitud contenido la disolución y la muerte que, tendiendo sus
negras alas, en noche no muy lejana, se apoderaban de este pueblo a los gritos sediciosos, todos
insidiosamente acompañados”.
El diputado Rafael Grau, en la sesión de su Cámara el 6 de setiembre de 1915, hizo una rela-
ción minuciosa de lo ocurrido, para desmentir los cargos imputados. No fue contradicho enton-
ces, a pesar de la amplísima libertad de palabra de que gozaba en aquella época el Parlamento.
Los presos por los crímenes del Putumayo fugaron de la cárcel de Iquitos el 30 de mayo de
1915.
[ II ]
LA PUGNA ENTRE LOS PARTIDARIOS DEL VICEPRESIDENTE ROBERTO LEGUÍA Y
LOS PARTIDARIOS DE NUEVAS ELECCIONES POPULARES.- El mandato otorgado a la
Junta de Gobierno por la reunión de diputados y senadores celebrada el 4 de febrero solo debía
durar hasta la instalación oficial del Congreso. ¿Quién debía ir al mando supremo de la Repúbli-
ca? Según el punto de vista estrictamente legal, después de haber dimitido el presidente, era al
primer vicepresidente Roberto Leguía (completamente ajeno al plan de destruir el Parlamento
vicepresidente debía su elección no al sufragio popular sino al voto de ambas Cámaras; pero en fRENTE A LAS COSTAS
defensa de ellas habíase llevado a cabo el movimiento revolucionario del 4 de febrero. La ley DE IRLANDA, UN
acerca de su designación había sido debidamente promulgada con el N° 1572 el 22 de agosto SUbMARINO ALEMÁN
de 1912.
Billinghurst narra en su manifiesto de Arica que en la entrevista que tuvo en Palacio en la U20 hUNDE EL bARCO
madrugada del 4 de febrero con Jorge Prado, cuando él insinuó que su sucesor podía ser el pri- DE PASAJEROS
mer vicepresidente, Prado repuso: “Nosotros no hemos hecho la revolución para Leguía”. LUSITANIA, qUE
Era obvio que esta fórmula tenía que hallar grandes resistencias. El entronizamiento de
Roberto Leguía no podía ser visto con beneplácito por quienes consideraban que sería la vuelta
hAbÍA zARPADO
al combatido Gobierno de su hermano que El Comercio en editorial del 22 de febrero calificó UNOS DÍAS ANTES
duramente. Lo acusó “de aberraciones administrativas, de escándalos políticos, de despilfarro DEL PUERTO DE
financiero, de profundas y odiosas luchas internas, de desquiciamiento nacional”. Para este sector
NUEVA YORk
de la opinión la elección de aquel respetable caballero en 1912, en un acto por el cual arrebató
el Congreso a la soberanía popular la potestad de elegir, había sido una imposición del nepotis- (ESTADOS UNIDOS).
mo, una transacción circunstancial, sin el arraigo en la opinión pública que amparó el título de EN EL INCIDENTE
Billinghurst. Convertir a Roberto Leguía en el beneficiario del movimiento del 4 de febrero y
MURIERON 1.198
entregarle el poder para erigir un nuevo régimen con los despojos del caído implicaba según
decían, provocar una ardiente lucha nacional. Lo que el país debía hacer era (en opinión de ellos) PERSONAS, DE LAS
restablecer plenamente la constitucionalidad e ir a nuevas elecciones. El 4 de febrero de 1914 CUALES 128 ERAN
había sido depuesto el sistema íntegro que fuera erigido en 1912 sin sujeción al texto preciso de ESTADOUNIDENSES.
la Carta política. Así, los enemigos de Roberto Leguía se enfrentaban a quienes, con el argumen-
to de los títulos legales y de su poderío parlamentario, pretendían que el Congreso resolviera por ESTE hEChO MARCÓ
sí solo y de inmediato el problema presidencial; y, al negar la validez o la vigencia de la elección EL INGRESO DE LOS
hecha por este Poder del Estado en 1912 y al oponerse a su confirmación en 1914, se acercaban, ESTADOS UNIDOS EN
paradojalmente, a las ideas de Billinghurst sobre la necesidad de restituir al pueblo el derecho de
sufragio, es decir, las prerrogativas ciudadanas, para lo cual afirmaban que, de este modo rom-
LA PRIMERA GUERRA
pían con una política de círculo exclusivista y cerrada. MUNDIAL. EN SU
Roberto Leguía había estado ausente del país cuando se produjo la revolución del 4 de febre- DEfENSA, LOS
ro y, como ya se ha indicado, no había podido prestar el juramento prescrito por la Constitución
ALEMANES
para quienes recibieran la investidura vicepresidencial.
Salvo un grupo pequeño de diputados y senadores incorporados en 1913 (después de la AfIRMARON qUE
criba efectuada por la Corte Suprema) el personal de ambas Cámaras era el mismo de 1912. EL LUSITANIA
Al grupo leguiista, muy fuerte, por eso, en el Congreso, se unieron el jefe del Partido Liberal
TRANSPORTAbA
Augusto Durand y sus correligionarios y amigos. El vocero periodístico de esta alianza fue La
Prensa con todo el prestigio que le daban su director y propietario Alberto Ulloa Cisneros, sus MATERIAL béLICO, LO
colaboradores y su reciente campaña contra Billinghurst. La propaganda de La Prensa no solo se qUE fUE
basó en el título constitucional con que hallábase revestido Leguía sino también en el repudio CONfIRMADO EN
al “bloque” que pretendía apoderarse del poder. El Partido Civil (antes llamado Partido Civil Inde-
pendiente), secundado por el Constitucional y un sector del Partido Demócrata propugnaron la INVESTIGACIONES
convocatoria a elecciones generales. Dentro de esta corriente de opinión se distinguieron Joa- POSTERIORES.
quín Capelo, Fernando Gazzani y José María de la Jara y Ureta en la agrupación fundada por
Piérola; David Matto, Manuel Irigoyen Canseco y Mario Sosa como personeros constitucionales y
Luis Pardo y Barreda, Germán Arenas y Vicente Maúrtua en su calidad de delegados del Partido
Civil Independiente. A ellos se agregaron personajes como Alejandro Deustua, Augusto E. Pérez
una salva de aplausos y vivas. Acto continuo, prestó el siguiente juramento. “Yo Óscar R. Benavi- PLAzUELA DE LA
des, juro por Dios y estos Santos Evangelios que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente MERCED EL
Provisorio que me ha confiado el Honorable Congreso; que protegeré la Religión del Estado,
conservaré la integridad, independencia y unidad de la Nación; y guardaré y haré guardar la MONUMENTO
Constitución y sus leyes”. Inmediatamente después pronunció las siguientes palabras: “Reitero mi CONSTRUIDO EN
juramento, honorables señores, diciendo a los pueblos del Perú, ante el Congreso de mi Patria: hOMENAJE AL
que el coronel Benavides no está banderizado ni lo estará nunca. Las elecciones se verificarán,
puesto que ellas deben verificarse, en la forma más legal que armonizando los intereses del Esta-
PRESIDENTE RAMÓN
do, den una idea completa del querer de los pueblos, y en este caso y en ese camino el coronel CASTILLA. LA
Benavides será el más imparcial entre los imparciales. Acepto, pues, honorables señores, esta ESCULTURA fUE
banda con que en mí honráis al ejército; en nombre del ejército os digo que el Perú tiene un
REALIzADA POR EL
poder militar que sabrá sostenerlo en cualquier momento, que ni lo ha perdido; que el Congreso
puede contar con él y que los pueblos en general sabrán que tienen quien lo haga respetar: el ARTISTA DAVID
ejército y la marina del Perú”. LOzANO Y DEVELADA
En seguida el coronel Benavides se retiró de la sala y el presidente dio por terminada la sesión.
POR EL GENERAL
Eran las 5 y 10 de la tarde.
A las 5 y 30 de la tarde regresó al Palacio de Gobierno el coronel Benavides, investido con la ANDRéS AVELINO
banda presidencial. Le acompañaban los miembros de la casa militar. El carruaje de gala y los dos CÁCERES EN UN ACTO
restantes que ocupaban los edecanes, venían precedidos por cuatro batidores, seguidos por el OfICIAL DIRIGIDO POR
Escuadrón Escolta. Instantes después llegaron al Palacio los representantes adictos para felicitar-
le. En esos momentos un grupo de gente se estacionó en la Plazuela de los Desamparados EL PRESIDENTE ÓSCAR
delante de los balcones de Palacio que daban a esa plazuela, y pidió a gritos y palmadas que R. bENAVIDES. DESDE
saliese al balcón el “general Benavides”. El coronel Benavides se asomó entonces al balcón y fue EL fUERTE SANTA
muy aplaudido. Dirigió la palabra a los manifestantes en estos términos: “¡Pueblo! ¿Qué queréis
que os diga? Si queréis que os hable de patriotismo, esta casaca lo dirá mejor que yo; si queréis
CATALINA, SE SALUDÓ
que os hable de honradez, estos galones son honradez; si queréis que os hable de garantías, ahí LA CEREMONIA CON EL
está el juramento que acabo de hacer para que vosotros, ese pueblo que yo amo tanto, elija su DISPARO DE VEINTIúN
Presidente; y si queréis que os hable de sacrificios, varias veces me he sacrificado, y, ahora mismo,
CAñONAzOS.
estoy dispuesto a dar lo más preciado: la vida por la Patria!”.
Cuando entró nuevamente al recinto presidencial, recibió las felicitaciones de los representan-
tes y de algunos otros amigos suyos. Luego procedió a tomar el juramento a los miembros de su
Gabinete. Lo integraban el general Pedro E. Muñiz, como ministro de Guerra y Marina y presidente
del Consejo; Fernando Gazzani, ministro de Relaciones Exteriores; Hildebrando Fuentes, de Gobier-
no y Policía; Luis Julio Menéndez, de Justicia; Luis Felipe Villarán (hijo), de Hacienda; y Joaquín
Capelo, de Fomento. Terminado este acto que fue presenciado por las personas ya mencionadas
y los miembros de la Casa Militar, los circunstantes aplaudieron. A las siete de la noche se celebró
un Consejo de ministros presidido por el coronel Benavides, el cual concluyó una hora después.
Después se dio comienzo al desfile de las tropas, que habían formado con motivo de la ins-
talación del Congreso desde las dos de la tarde. Mandaba la línea el coronel Gerardo Álvarez, jefe
de la zona militar de Lima. Fue presenciado desde los balcones de Palacio.
A las ocho de la noche, se oyeron algunos vivas delante de la puerta de honor de Palacio,
dados a Javier Prado y Ugarteche, que acompañado de su hermano Jorge, entraban a felicitar al
coronel Benavides, con quien departieron por breves momentos.
fue Manuel
González Prada
uno de los
escritores más
m otivado por la vuelta del mili
tarismo, González Prada publi
có el periódico La Lucha. El
editorial del primer y único número se
iniciaba con las siguientes palabras: “El
Se ha dicho que los hombres nos pare
cemos a ciertos animales, ya por los
instintos, ya por la fisonomía. Puede
que Suluque guarde algún parecido
con la urraca y el tigre; pero recuerda
nombre de esta publicación nos exime especialmente a la comadreja y al
ingeniosos y del programa. Venimos a luchar por los búho. A la comadreja, por llevar consi
certeros en sus derechos del ciudadano contra las ini go una lechigada de marsupiales lla
críticas a la clase quidades de la soldadesca, por los fue mados a succionar la leche del Tesoro
ros del racional contra las embestidas público. Al búho, tanto por los ojos
política peruana. del bruto”. cuanto por lo noctámbulo: firma decre
El Coronel Óscar tos a las dos de la mañana y en altas
Aunque a La Lucha le dieron rápida horas de la noche celebra consejos de
R. Benavides no se muerte las medidas represivas del ministros. [...]
salvó de los Gobierno, González Prada continuó sus
ataques de su ataques. Sus escritos de esta época fue Suluque no inventó la pólvora; mas tal
ron publicados póstumamente, en 1933 vez descubra el modo de freír la nieve.
pluma. (Sobre el militarismo (antología): bajo el No es un analfabeto, aunque lo parez
oprobio [Lima: Horizonte, ed. de 1978]). ca. Sabe leer y escribir. Sabe contar, no
Ya en La Lucha, y aludiendo a Benavides, ignorando que 250 libras mensuales
González Prada había escrito: “A los suman 2.500 soles al mes. [...]. Sabe
noventa años de independencia, no se también mandar un pelotón de solda
debe admitir el reinado de un segundo dos y hasta guiarle a la victoria, si va
Behanzín o de un nuevo Suluque”. Fue sostenido por buques de guerra y,
este, Faustin Élie Soulouque, un negro sobre todo, si el enemigo es numérica
haitiano que en 1849 se proclamó empe mente inferior [...]. A falta de valor, le
rador como Faustino I y gobernó tiráni sobran crueldad y ningún respeto a la
camente hasta 1859. González Prada se vida ajena. La consigna del Partido
ocupó de “Suluque II” –el coronel Bena Civil fue negociar; la del Demócrata,
vides–, legándonos fina muestra de la mentir; la del Constitucional, romper
tradición de sátira política peruana: la Constitución, la del Liberal, servir
de ra bo; la de la Unión Na cional,
“Ese coronel acaba de dar un golpe de desunirse; la consigna de Suluque es
Estado y proclamarse emperador con el matar. [...]
nombre, no de Faustino II como parecía
natural, sino con el de Suluque II, varian ¿De dónde viene Suluque? De donde
do la ortografía de su apellido. Como viene el roedor de la bubónica y el zan
Suluque II ha llevado la vida oscura de cudo de la fiebre amarilla. ¿Dónde va
las guarniciones y casi nadie le conoce, Suluque? Probablemente donde fueron
algunos se preguntan hoy: ¿Qué es? [...] los Gutiérrez” (pp. 52-53).
grave daño para el porvenir del país”. Carácter irrevocable otorgó a esta actitud, consecuente con
sus ideas sobre la necesaria vinculación entre las corrientes parlamentarias y la función ministe- DICTADOR MExICANO
rial. Tudela y Varela estaba en desacuerdo con el voto que la Cámara de Diputados dio el 16 de PORfIRIO DÍAz
setiembre para reformar el proyecto gubernativo sobre ampliación de la emisión de los cheques
circulares a Lp. 2.500.000, con una garantía de oro solo de 20%. El proyecto primitivo fijaba la DURANTE SU ExILIO
emisión en Lp. 2.000.000 con la garantía de 35%(1). EN LA CIUDAD DE
La demora en la provisión del Ministerio de Hacienda, servida por quien tenía a su cargo el PARÍS. DÍAz SE VIO
de Justicia, dio lugar a una moción del diputado Juan Manuel Torres Balcázar el 21 de octubre de
1914 para que cesara tan notoria anomalía. Esta moción fue rechazada; pero suscitó un intere-
ObLIGADO A
sante debate sobre los ministros interinos. AbANDONAR EL
Aurelio Sousa pasó como titular a la cartera de Hacienda el 22 de octubre, después de ocupar- PODER EL 25 DE MAYO
la interinamente durante poco más de un mes. Su programa giró alrededor de la reducción de los
DE 1911, TRAS EL
gastos públicos. Ministro de Justicia fue nombrado el diputado Daniel Isaac Castillo. Pero Sousa no
permaneció en su nuevo portafolio sino un mes. Al agravarse la situación económica creyó nece- TRIUNfO DE LA
saria la adopción de nuevas medidas y también que era su deber dimitir (5 de noviembre). El 9 REVOLUCIÓN
insistió en su renuncia después de que ella no había sido admitida, y anunció que se había suscita-
MExICANA INICIADA
do según él dijo “una cuestión enojosa que puede perturbar la serenidad que demanda la hora”.
Sousa aclaró, por lo demás, que estaba de acuerdo con el Presidente. No se hizo público cuál fue POR fRANCISCO
dicha cuestión. IGNACIO MADERO
EN 1910. SU
EL GABINETE SCHREIBER. EL INCIDENTE ENTRE EL MINISTRO DE GUERRA Y LA PROLONGADO
CÁMARA DE DIPUTADOS.- La economía en el manejo de los fondos públicos y la libertad GObIERNO, AL qUE
electoral constituyeron el programa del Gabinete que el 11 de noviembre de 1914 presidió el SE CONOCE COMO
senador Germán Schreiber, en la cartera de Hacienda y que, en las demás carteras, estuvo inte-
grado por los mismos miembros del Ministerio Sousa.
EL PORfIRIATO, SE
La Cámara de Diputados señaló el término de tres días para el envío de unos datos y docu- INICIÓ EN 1876,
mentos, algunos de ellos relacionados con los sucesos del 4 de febrero y del 15 de mayo, pedi- CONTINUÓ ENTRE
dos por Juan M. Torres Balcázar al ministro de Guerra coronel Augusto Bedoya y se dio por
1877 Y 1880, Y LUEGO
ofendida ante la altiva respuesta de este negándose a cumplir dicho plazo. Con tal motivo se
produjo un voto que insistía en la misma solicitud el 18 de diciembre de 1914. La Cámara subor- ENTRE 1884 Y 1911.
dinó su posición política gobiernista a una cuestión de espíritu de cuerpo. Al presentar su
renuncia, el coronel Bedoya se declaró satisfecho por haber cumplido el deber de sostener “el
principio de igualdad e independencia de los Poderes del Estado” (19 de diciembre). Lo reem-
plazó el coronel Carlos Abrill.
[ IV ]
LA LEY DE SITUACIÓN MILITAR.- La ley de ascensos de 27 de noviembre de 1901 había sido
promulgada con carácter provisional y necesitaba, además, ser complementada por leyes de
situación, cuadros y organización militares. Su subsistencia aislada había dado lugar a una con-
gestión en todos los grados de la jerarquía produciéndose malestar en las promociones periódi-
cas por falta de vacantes.
El gobierno de Benavides envió al Parlamento, en 1914, un proyecto de ley de situación mili-
tar que señalaba las obligaciones y los derechos establecidos entre el jefe u oficial de los institu-
tos armados y el Estado. Con ella resultaron abiertas las puertas del retiro forzoso a los jefes y
oficiales fatigados por la edad, las enfermedades u otros motivos, rejuveneciéndose los cuadros.
La ley contempló las situaciones de actividad, disponibilidad y retiro.
Con algunas modificaciones de detalle el proyecto llegó a ser aprobado. Fue promulgado el
26 de marzo de 1915 con el N° 2118.
Declaró obligatoria la separación de la actividad del servicio en el ejército en los límites de
edad siguientes que deben ser comparados con los que se han establecido posteriormente:
[2]
La práctica del tiro. En noviembre de 1914, el gobierno provisorio del general Óscar R. Benavides
estableció la obligatoriedad de la instrucción de tiro para aquellos llamados al servicio militar. A partir de
dicha moción, la práctica de esta disciplina se difundió aun más entre la población. Se realizaron así
diversas competencias y prácticas, y se formaron clubes deportivos dedicados al tiro. En estas fotografías
vemos a la delegación de tiro peruano que participó en los Juegos Panamericanos de 1913, en los Estados
Unidos (1) y escenas de la práctica de tiro en el ejército en 1917 (2).
LA LEY DE CUADROS.- Con fecha 14 de enero de 1915 el ministro de Guerra, Carlos I. Abrill,
envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley de cuadros de jefes y oficiales del ejército. La
Cámara lo aprobó en la legislatura ordinaria de aquel año, tras breve debate. El ponente para este
acuerdo fue Rafael Grau.
La ley cerró el escalafón, trató de cortar las vías para los ascensos sin merecimientos o por
complacencia y fijó el criterio que debía servir de base para el desenvolvimiento del ejército y
para la movilización cuando llegara la oportunidad de la defensa nacional.
El número señalado para los jefes y oficiales en actividad fue el siguiente: 2 generales de divi-
sión; 5 generales de brigada; 36 coroneles; 63 tenientes coroneles; 88 mayores; 194 capitanes;
241 tenientes; 194 subtenientes. Total: 823 jefes y oficiales. Oficiales de Sanidad: 1 coronel; 1
teniente coronel; 6 mayores; 23 capitanes; 6 tenientes; 6 subtenientes.
El Senado no llegó a aprobar la ley de cuadros.
[V]
PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN LA BREA Y PARIÑAS.- En el capítulo acerca de los
aspectos económicos del período 1886-1890 se trató del asunto de La Brea y Pariñas. El aumen-
to en la producción de petróleo iniciado al comenzar a ser trabajados los yacimientos de Lobitos
en 1904, se intensificó cuando en 1913 la empresa inglesa London & Pacific Petroleum Company
se convirtió en arrendataria de aquella concesión.
En 1911, el ingeniero Ricardo A. Deustua dio una conferencia en la Sociedad Geográfica de
Lima sobre las anomalías existentes en el área de La Brea y Pariñas.
La resolución suprema de 31 de marzo de 1911 mandó remensurar dicha mina. A nombre de
William Keswick, propietario de La Brea solicitó la casa Duncan Fox y Compañía su reconsidera-
ción. El expediente pasó al Consejo Superior de Minería. El informe del vocal de dicho organismo
José Salvador Cavero desechó los argumentos aducidos por el reclamante. El fiscal de la Corte
Suprema José Antonio de Lavalle y Pardo emitió una vista el 3 de julio de 1912 en el que rebatió El magistrado limeño fue
ampliamente el punto de vista de Keswick y sostuvo, desde el punto de vista jurídico, el legítimo designado fiscal de la
derecho del Estado al cobro de la totalidad del impuesto que le correspondía. Ante un nuevo Corte Suprema de
recurso de Duncan Fox, la resolución de 25 de abril de 1914, expedida por la Junta de Gobierno, Justicia en 1898. Como
ordenó llevar adelante la operación de remensura. La resolución de 15 de marzo de 1915, en la parte de su gestión,
época de la presidencia provisoria de Benavides, aprobó la remensura hecha por los ingenieros debió hacer frente a la
Alberto Jochamowitz y Héctor Boza. Ella señaló 1.664,5 kilómetros cuadrados y 41.614 pertenen- disputa por los
cias regulares en vez de 10 irregulares en la zona de La Brea y Pariñas y ordenó el pago del corres- yacimientos petrolíferos
pondiente canon de superficie a razón de S/.30 por hectárea o, lo que es lo mismo, S/.1.248.420,00 de La Brea, en el
al año en lugar de los S/.300 que se habían estado pagando hasta entonces. Los herederos de departamento de Piura.
William Keswick, representados por Milne y Compañía, reclamaron de la resolución de 25 de abril Lavalle y Pardo reafirmó
de 1914, así como de la remensura y adoptaron igual actitud ante la resolución de 15 de marzo el derecho del Estado de
de 1915. En esta última oportunidad intervino el ministro de Inglaterra en Lima, Ernest A. Rennie cobrar todos los
para amparar, tanto a los propietarios de la mina, que eran los herederos del mencionado súbdi- impuestos
to inglés, como a la empresa arrendataria, o sea a la London & Pacific y Petroleum. El ministro de correspondientes por la
Estados Unidos también presentó una reclamación por estar conectada dicha empresa con la extracción del crudo.
Standard Oil Company.
Se produjo entonces un informe definitivo del Consejo Superior de Minería, a base del que
emitieron los ingenieros Aurelio Miró Quesada y Michel Fort, con la historia del asunto desde
1826 y con la opinión en el sentido de que fuera declarado sin lugar el pedido de insubsistencia
de la resolución suprema de marzo de 1915.
A base de este antecedente inmediato llegó a ser expedida por el presidente Benavides y su
ministro Francisco Alayza Paz Soldán la resolución de 22 de mayo denegatoria de la reconsidera-
ción que con tanta insistencia había sido solicitada. Ella denegó el pedido para que el asunto
fuese sometido al Poder Judicial pues la remensura de los yacimientos tenía el carácter esencial-
mente administrativo.
[ VI ]
EL GUANO Y LOS DERECHOS DE LA PERUVIAN CORPORATION Y DE LA AGRICUL-
TURA NACIONAL.- En el contrato de cancelación de la deuda externa de 11 de enero de 1890
el Perú cedió a los tenedores de bonos el guano existente en el territorio nacional hasta la can-
tidad de tres millones de toneladas inglesas y reservó para sí el exceso que pudiera haber sobre
El indigenista
moqueguano Luis
Eduardo Valcárcel
nos ha dejado en
A l Cuzco del 900 lo separaba un
mes de viaje de la capital del
país. Si se tomara como indica
dor la modernización urbana que en
Lima se inició en el siglo XIX gracias a
brazos salientes en las esquinas y que
para encenderlos y apagarlos deman
daban la ocupac ión cotid iana de
varios individuos. A las seis de la tarde
los encendedores llevaban una escale
sus memorias una los recursos del guano, esta distancia rita para subir hasta ellos y prenderlos
interesante visión se “extendería” mucho más. Sin agua con cuidado. Despedían una luz opaca
potable ni desagüe, el líquido vital y tenue. Solo estaba iluminado el
del cambio
para los cuzqueños se mandaba traer cen tro de la ciu dad, unas seis o
generado en el de un manantial que brotaba a una siete calles en total, todo el resto eran
Cuzco por la legua (5 ki ló
me tros) de la ur be. Un casuchas, como las de barriadas actua
llegada de la indio sobre una mula anunciaba el les, oscuras y lúgubres, hechas de
electricidad, a arribo del correo que portaba con el adobe. Entre nueve y diez de la noche
so nido de su an tara. De he cho, las se apagaban los faroles y la ciudad
inicios del siglo XX. comunicaciones, hasta la llegada de entera quedaba sumida en la más
teléfono (1905) y del ferrocarril (1908), absoluta oscuridad. Para esa hora no
reposaron, como antaño, casi íntegra había ya ninguna actividad. A diferen
mente en las cabalgaduras. cia de Lima, en el Cuzco no había sere
nos” (p. 13).
Por eso, como si se volteara una página
en la historia de la ciudad, el nuevo Y he aquí el después: “En la Navidad
siglo trajo consigo los primeros símbo de 1914 el Cuzco re cibió una gran
los de la experiencia moderna. Uno de mejora en sus servicios. Gracias a la
ellos, de notable impacto, fue la instala iniciativa de un grupo de cusqueños
ción del alumbrado eléctrico. Luis que formaron una empresa, se instaló
Eduardo Valcárcel, el famoso indigenis el alumbrado eléctrico y ya entonces
ta moqueguano, fue testigo de excep la ciudad presentó un aspecto diferen
ción del cambio, pues se mudó al Cuzco te. Con el alumbrado eléctrico y con la
cuando aún era niño. Dos pasajes de implantación de los servicios de agua
sus Memorias (Li ma: IEP, 1981) bien y desagüe se inició la modernización
pueden ilustrar la honda repercusión de la ciu dad. Y, fi
nal
men te, con la
de la luz eléctrica en la transformación canalización del Huatanay mejoraron
de la vida de los moradores del Cuzco notablemente sus condiciones higié
imperial. He aquí el antes: nicas. A partir de entonces el Cuzco
fue perdiendo esa imagen pueblerina
“El alumbrado público era a kerosene, que tuvo hasta los primeros años de
en faroles de fierro que pendían de este siglo” (p. 16).
El ministro de Hacienda EL MUELLE DE MALABRIGO.- La resolución suprema de 21 de julio de 1915 otorgó a la firma
Baldomero Maldonado, Gildemeister y Cía., la construción y explotación a perpetuidad de un muelle en la caleta de Mala-
aquí en una fotografía brigo en el valle de Chicama de la provincia de Trujillo, a fin de efectuar embarques y desembar-
de 1912, defendió la ques por cuenta propia y de particulares; y le concedió, asimismo, los derechos de propiedad y
posición del gobierno explotación perpetuos del ferrocarril que construyera, para lo cual se basó en la ley autoritativa
de adjudicar a sobre la constitución de ferrocarriles del 9 de noviembre de 1893. Hubo en este asunto prescin-
perpetuidad el muelle dencia de diversos trámites. La casa Gildemeister hizo un préstamo al Gobierno que estaba en
de Malabrigo en situación angustiosa en esos días.
Trujillo. De esta La Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias del departamento de La Libertad se opuso
manera, se enfrentó a a la concesión, la calificó de ilegal y sostuvo que perjudicaba a la región.
los senadores Los senadores Víctor Larco Herrera, Augusto G. Ganoza y José I. Chopitea llevaron el asunto a
representantes del su Cámara con el objeto de sostener el mismo punto de vista. El ministro de Hacienda Baldome-
departamento, quienes ro Maldonado defendió, en cambio, la concesión, lo mismo que los senadores Enrique Coronel
afirmaban que dicha Zegarra, Miguel Echenique, Ernesto Diez Canseco y Aurelio Fernández Concha, entre otros. El
concesión perjudicaba a Senado rechazó la declaratoria de nulidad pedida por los senadores por La Libertad; pero redujo
la región. Maldonado a 25 años el plazo para construir y explotar el muelle de Malabrigo. La Cámara de Diputados no
encabezó la cartera de adoptó acuerdo sobre este asunto.
Hacienda en tres
oportunidades: 1912,
1913 y 1917. [ VII ]
EL AGUA DE LIMA.- El decreto de 18 de febrero de 1913 dispuso la expropiación de los dere-
chos de la extinguida Empresa del Agua de Lima emanada de un contrato suscrito en 1855; y
puso a la vez el servicio de agua de la capital bajo la administración inmediata del Estado.
Este decreto fue derogado en parte por la resolución expedida por la Junta de Gobierno con
fecha de 4 de mayo de 1914, en virtud de la cual, en acatamiento del derecho del Consejo Pro-
vincial, se le restituyó el indicado servicio con todas sus instalaciones, dependencias y accesorios
que, en efecto, le fueron entregados.
El Congreso concedió fuerza de ley a la resolución suprema antedicha, por resolución legis-
lativa N° 2324 de 6 de noviembre de 1916.
CAPÍTULO
3
[ 6]
L
[I]
oS EFEctoS INMEDIatoS DE la GuERRa DE 1914.- Las guerras de Napoleón I no tuvieron
consecuencias económicas directas e inmediatas en el Perú salvo las vinculadas con el comercio
entre España y sus colonias. La guerra entre Francia y Alemania en 1870 repercutió desastrosamente
sobre el empréstito nacional que en esa época se gestionaba en París. La conflagración europea que
estalló en agosto de 1914 dejó surtir sus efectos, en cambio, automáticamente, en todos los países
americanos. Desde el punto de vista económico esta influencia tuvo una etapa inicial de pánico y
aguda crisis y una etapa posterior de bonanza económica y fiscal por el alza de las exportaciones de
los artículos agrícolas y mineros, por la mayor producción de ellos y por el incremento del comercio.
La primera fase presentó las características siguientes que en forma simultánea gravitaron a veces
las unas sobre las otras: 1) Descenso de precios de las materias primas peruanas de exportación por
la creencia de que la guerra sería corta y de que bastarían los recursos de los beligerantes para la
satisfacción de sus necesidades; 2) Contracción de todo el comercio exterior al producirse la merma
de las importaciones; 3) Reducción del tonelaje marítimo y alza general de fletes; 4) Ocultación de la
moneda metálica y, en especial, de la de oro, con lo que se debilitó o socavó la vida mercantil, el cur-
so de las transacciones y el cumplimiento de las obligaciones, con baja en los efectos cotizables en
las bolsas y retiro del dinero guardado en los bancos; 5) Amenaza sobre estas instituciones que, ante
la fuga de sus depósitos, hubieran quedado sin recursos y habrían presionado para el pago perento-
rio a sus deudores cuyo dinero estaba generalmente invertido en la vida industrial y comercial: 6)
Suspensión de créditos y súbita exigencia para que fueran canceladas las deudas comerciales con el
fin de obtener dinero de inmediato; 7) Baja inesperada y brusca de los ingresos fiscales, provenientes,
en su mayor porcentaje, de impuestos indirectos cobrados en buena parte por las aduanas maríti-
mas; 8) Graves dificultades creadas al Gobierno para el pago de los haberes de los servidores públicos
y para atender a otros gastos del Estado; 9) Encarecimiento de los artículos de primera necesidad.
Dentro de esta situación, los problemas derivados de las características del país como expor-
tador de materias primas y como importador de productos manufacturados y los que se relacio-
naban con el comercio marítimo solo podían resolverse en el transcurso del tiempo. Las medidas
adoptadas de inmediato fueron: 1) Las moratorias para las acreencias bancarias y para el pago de
deudas; 2) La legislación sobre los bancos, sobre la exportación del oro y de la plata y sobre la
moneda de plata y de cobre; 3) La emisión de cheques circulares; 4) El decreto sobre despido de
obreros y la legislación sobre artículos de primera necesidad; 5) La reducción de los gastos públi-
cos y la búsqueda de un aumento en los ingresos del Presupuesto.
[ II ]
laS MoRatoRIaS.- Un movimiento de pánico en los bancos creado por una “corrida” o fuga
de depositantes del Banco Alemán con motivo de la noticia publicada en un periódico sobre un
fenómeno análogo producido en el extranjero, dio lugar a que el Gobierno, a pedido de los geren-
tes de esas instituciones de crédito, por decreto de 2 de agosto, declarase feriados los días 3, 4 y 5
de agosto y luego, por decreto de esta última fecha, prorrogase los feriados al 6 y 7 de agosto.
[ III ]
loS cHEQuES cIRculaRES.- Amargos recuerdos tenía el Perú de los billetes bancarios. Emi-
tidos inicialmente con garantías, formaron parte de un ciclo histórico caracterizado por las deu-
das del Gobierno a los bancos, la inconvertibilidad y la responsabilidad fiscal, para luego no tener
valor alguno, con la ruina de mucha gente pobre o de mediana condición. No se discutía por lo
general, que el patrón de oro fue una de las grandes realizaciones del gobierno de Piérola. La
salud de la moneda dio estabilidad y fijeza al cambio internacional amparado también por una
balanza de comercio favorable basada en la exportación de artículos de consumo o materias
primas que cubría, no solo el valor de la importación, sino también el servicio de las deudas públi-
cas y privadas en el exterior y las utilidades de las negociaciones extranjeras radicadas en el país.
En agosto de 1914 la escasez de numerario, determinada por la ocultación de la moneda
metálica y la clausura de los bancos, provocó la parálisis del movimiento comercial e industrial.
Apareció, con caracteres de urgencia, la necesidad de reemplazar el circulante de oro. La plata,
moneda subsidiaria, dentro del sistema entonces vigente en el Perú, no podía asumir el carácter
de circulante único ni era poseída por los bancos en cantidad suficiente como para satisfacer por
sí sola las exigencias de la vida económica. Se consideró, por lo tanto, que solo podía hacer las
veces del oro, en aquellos momentos, un título que lo reemplazara con carácter temporario y
con las más efectivas garantías. Los bancos precisaban que se les improvisara una moneda para
cumplir sus compromisos con el público porque no la tenían en cantidad necesaria a causa de
las circunstancias. Era preciso acudir a salvar a las instituciones bancarias amenazadas por el páni-
co económico general y para que no arrastraran en su caída intereses comerciales importantes
vinculados estrechamente a la existencia de aquellas entidades de crédito. Había, además, otra
[2]
loS cHEQuES cIRculaRES. la aguda crisis financiera que atravesaba el perú en agosto de 1914, llevó al gobierno del
general Benavides a proponer la emisión de cheques circulares, documentos que reemplazaban al dinero en metálico,
para reactivar así el movimiento comercial e industrial del país. El debate parlamentario para su aprobación fue
intenso y despertó la atención de la ciudadanía. En estas imágenes de la revista Variedades, vemos a algunos diputados
llegando al congreso el día del debate (1). Debajo, un ejemplar specimen, sin valor, de un cheque circular de 5 libras
peruanas de oro (2).
[2]
CONTINENTE,
DESPUéS DE LA laS oBlIGacIoNES a caRGo DEl ERaRIo ENtRE 1908 y 1915.- La administración de José
Pardo dejó al cesar el 24 de setiembre de 1908, aparte de la llamada deuda interna representada por
INDEPENDENCIA. los vales de consolidación creados en 1889 y por los títulos amortizables emitidos según la de 1898,
solo dos obligaciones a cargo del Estado: el saldo aproximado de 550 mil libras del empréstito de 600
mil que sirvió para la adquisición del Grau y el Bolognesi y otros elementos de defensa, y una deuda
flotante calculada en 274 mil libras, o sea un total de 824 mil libras. Según el mensaje de Billinghurst
al Congreso en octubre de 1912, estas obligaciones llegaron en dicha fecha a 46 millones y 672 mil
soles. La cuantía de tales deudas fue reducida, entonces, según el mismo Presidente. Pero la crisis
derivada de la guerra europea las hizo elevarse nuevamente. Aparecieron los siguientes nuevos ren-
glones de deudas que constan en un memorándum presentado a las Cámaras por el ministro de
Hacienda Aurelio García y Lastres sobre el saldo de obligaciones vigentes al 31 de diciembre de 1915;
Lp. 68.875 por subvenciones no pagadas a la Compañía Peruana de Vapores; Lp. 309.449 por présta-
mo de la casa Grace; Lp. 44.752 por préstamos de Gildemeister y Cía.; Lp. 53.000 por aumento de la
deuda de los bancos, a consecuencia de operaciones con el Banco Alemán y el Banco Popular; Lp.
655.500 por préstamos bancarios en cheques circulares; Lp. 37.926 por adelantos de la Caja de Depó-
sitos y Consignaciones; Lp. 198.615 por giros por cuenta de productos a cargo de la Compañía Recau-
dadora; Lp. 64.702 por anticipos sobre entregas quincenales; Lp. 80.000 por anticipos de la Compañía
Administradora de los Almacenes Fiscales; Lp. 73.880 por anticipos de la Compañía Administradora
del Guano; Lp. 16.000 por préstamos sobre el arrendamiento del muelle de Eten y Salaverry; Lp.
80.000 por anualidad de la Peruvian Corporation; Lp. 65.565, por letras de Tesorería; y Lp. 10.000 por
deudas del Correo. Al lado de estos nuevos renglones de deudas aparecen en el mismo memorán-
dum los saldos de los Presupuestos de 1908 a 1915 elevados a la suma de 1 millón 308.672 libras.
Las obligaciones a cargo del Erario, sin contar la deuda interna propiamente dicha, ascendían,
pues, en 1915, según el memorándum citado, a 68 millones 870 mil soles.
CAPÍTULO
37
[ ]
L
[I]
a lEy ElEctoRal DE 1915.- El país se regía en relación con el sufragio, por la ley N° 1777,
transitoria, de 26 de diciembre de 1912, que creó un régimen descentralizado para la elección de
senadores y diputados y eliminó a la Junta Electoral Nacional. La complementaba, en parte, la ley
orgánica de 20 de noviembre de 1896 sin sus organismos electorales y de registro que fueron
parcialmente modificados para los comicios de 1909, 1911 y 1912 por las leyes N° 861 de 25 de
noviembre de 1908, 1286 de 10 de octubre de 1910 y 1533 de 18 de enero de 1912.
El gobierno de Benavides, durante el período del Gabinete Sousa, remitió al Congreso, por
intermedio del ministro Fernando Fuchs, en setiembre de 1914, un proyecto de nueva ley de
elecciones políticas. Intentó este proyecto armonizar y refundir en un solo cuerpo muchas de las
disposiciones de la ley de 1896 y de la N° 1777, sin excluir la intervención de la Corte Suprema
para juzgar los casos de falsedad de credenciales y de proclamación indebida de candidatos. Fue
mantenida también la autonomía de las provincias y departamentos en la designación de sus
representantes. La novedad fundamental introducida en 1914 estuvo en el empleo del registro
de conscripción militar como base para el mecanismo del sufragio.
Se fundamentó la innovación en el concepto de que los registros electorales habían sido
transitorios, fabricados al calor de las pasiones políticas para cada proceso, para otorgar arbitra-
riamente las boletas de los ciudadanos o para venderlas. La ley de Sáenz Peña que saneó el
sufragio en la Argentina sirvió de modelo para el proyecto peruano.
Otra novedad de la ley de 1915 fue la facultad que concedió a la Corte Suprema para impo-
ner penas graves a los funcionarios públicos culpables de abusos en los procesos electorales.
La nueva ley electoral, que el Congreso discutió en detalle y con libertad, fue promulgada el
4 de febrero de 1915 y llevó el número 2108.
[ II ]
la INIcIatIVa paRa la coNVENcIÓN DE paRtIDoS DE 1915.- Para las elecciones pre-
sidenciales que debían poner fin al gobierno provisorio surgió la fórmula de ir a una convención
de partidos con el propósito de buscar la armonía nacional.
Al suscitarse dentro del Partido Constitucional un movimiento de opinión favorable a la can-
didatura presidencial del general Pedro E. Muñiz, este expresó en un manifiesto que la aceptaría El ingeniero limeño se
solo en el caso de que lograra agrupar fuerzas cívicas suficientes para constituir una administra- integró al gabinete Sousa
ción sólida, y propuso una alianza de todas las agrupaciones políticas entonces en actividad. Sin como ministro de
embargo, el general Benavides llegó a manifestar públicamente más tarde que fue él quien tuvo gobierno en agosto de
la iniciativa de la convención. La invitación oficial para tratar de obtener el acuerdo propuesto fue 1914. un mes después,
hecha por el jefe del Partido Constitucional, general Andrés A. Cáceres. presentó el proyecto de
una nueva ley de
elecciones. Esta tenía
oRGaNIZacIÓN DE la coNVENcIÓN DE paRtIDoS.- Aceptó el Partido Civil que presidía como base la llamada ley
entonces Javier Prado. Asimismo fue favorable la respuesta del Partido Liberal cuyo jefe, Augusto Sáenz peña, que se había
Durand (que también se adjudicó la paternidad de esta iniciativa) continuaba desterrado. El aplicado en la República
Partido Demócrata estaba en receso, como ya se ha indicado, desde el 27 de abril de 1914; pero argentina. Su iniciativa,
su comité directivo quedó reorganizado bajo la presidencia de Pedro de Osma con motivo de sin embargo, no
las gestiones para la convención, no obstante que Isaías de Piérola se inhibió de pertenecer a él prosperó. años más tarde,
y de actuar en política. No llegó a ser invitado, sin embargo, ese partido, pues sus dirigentes care- durante el segundo
cían de la personería reglamentaria. El grupo leguiista, que presidía Rafael Villanueva y se había gobierno de augusto B.
estado llamando a sí mismo Partido Civil, no daba señales de vida autónoma en 1915 después leguía, Fuchs ejerció el
de haber actuado intensamente en 1914, en torno a Roberto Leguía para reconciliarse con Bena- cargo de ministro de
vides cuando se abrió la legislatura ordinaria de ese año. Hacienda (agosto 1919-
El antecedente inmediato de la Convención de Partidos de 1915 estuvo en las gestiones rea- marzo 1920).
lizadas en 1912 entre las cuatro agrupaciones de oposición, Civil, Constitucional, Liberal y Demó-
crata, para ir a las elecciones de ese año. Pero como esas gestiones quedaron frustradas, el acto de
la convención no tuvo precedentes en el Perú. No ha vuelto a verse otro acontecimiento similar.
Los delegados que intervinieron en las reuniones preliminares fueron: David García Irigoyen
y Alfredo Solf y Muro (civilistas), Arturo Osores e Hildebrando Fuentes (constitucionales) y Wen-
ceslao Valera y Gonzalo Silva Santisteban (liberales).
Las bases acordadas por los delegados determinaron que se congregaran para elegir candi-
datos a la presidencia de la República y a las dos vicepresidencias cien representantes de cada
partido, los senadores y diputados en ejercicio y los ciudadanos que habían ocupado curules
parlamentarias y habían ejercido la función ministerial a partir de 1885. Esta lista era, en realidad,
favorable al civilismo. Todos los convencionales debían inscribirse oportunamente. Las propues-
tas de los delegados del Partido Constitucional para incluir personeros de las provincias, mayores
contribuyentes y presidentes de las sociedades obreras no fueron aceptadas. Los delegados
civilistas se aferraron al principio de dar a la convención un carácter político.
ac tiva par ticipación en el quehacer nacional, educativas y construyó una serie de ferrocarriles.
como catedrático de la Universidad Mayor de San En 1908 fue elegido rector de la Universidad
Marcos (1900-1903) y representante de dicha ins- Mayor de San Marcos, cargo al que debió renun-
titución en el Consejo Superior de Instrucción ciar cuando volvió a ser elegido presidente de la
Pública (1901-1903), donde preparó una reforma República (1915).
educativa (1904). Su segundo gobierno se carac terizó por una
Tras la muer te de Manuel Candamo, Pardo asu- grave recesión económica ocasionada por el esta-
mió por primera vez la presidencia de la Repúbli- llido de la Primera Guerra Mundial. Fue derroca-
ca (1904-1908). Durante su gestión, reorganizó la do por Augusto B. Leguía en 1919 y vivió en Euro-
Armada peruana, realizó impor tantes reformas pa hasta 1944.
[2]
RIcaRDo BENtíN.- Las designaciones hechas por la Convención de Partidos para las
vicepresidencias recayeron sobre dos figuras bien distintas que, a su manera, reflejaban facetas
descollantes aunque muy diversas en la vida peruana en la etapa de la reconstrucción después
de la guerra con Chile.
[2]
No debe confundírsele con el ministro de Hacienda Manuel Carbajal nombrado por el mismo Presidente en 1891.
(1)
VIaJE DE BENaVIDES a EuRopa.- Acaso como una medida de precaución política, Pardo,
al iniciar su gobierno, envió a Benavides a Europa para que estudiara la organización y el arma-
mento militares.
capítulo 38 ● I Carlos de Piérola, di Palcaro ● Los desórdenes del Cuzco ● La de Maldonado relacionada con el pro
rector de la Casa de Moneda El Ga
● actitud de Javier Prado ● Renuncia del blema del aumento de los sueldos por
binete Riva-Agüero ● El asesinato del ministro García Bedoya ● La acusación el Legislativo ● La junta directiva del
comandante Ferreccio ● Las leyes de al Gabinete Riva-Agüero ● Miguel Grau Partido Civil ● El ardoroso debate par
amnistía de 1915 a 1917 ● II El comien ● Óscar Grau ● La ley N° 2584 ● Alejan lamentario sobre la ley de ferrocarriles
zo de la oposición a Pardo. Luis Ulloa drino Montesinos ● El retiro del apoyo ● La dimisión del Gabinete Tudela y el
● El intenso contenido político de las del Partido Constitucional al Gobierno. problema constitucional de la insisten
elecciones parlamentarias de 1917 ● El primer Gabinete Tudela ● Las eleccio cia en una ley ● El segundo Gabinete
El asesinato de Rafael Grau ● Los san nes para diputados por Lima en 1917 Tudela ● El problema ferrocarrilero en la
grientos sucesos de Cutervo y Chumbi ● La Corte Suprema y las elecciones par legislatura de 1918 ● IV Las creaciones
vilcas ● Las proyecciones del crimen de lamentarias de 1917 ● III La dimisión políticas de provincias.
LA VUELTA A LA NORMALIDAD CONSTITUCIONAL (1915-1919)
LA PRIMERA PARTE DEL SEGUNDO GOBIERNO DE JOSÉ PARDO.
Política interna. Gabinetes Riva-Agüero y Tudela 1ro.
CAPÍTULO
3
[ 8]
C
[I]
aRloS DE pIÉRola, DIREctoR DE la caSa DE MoNEDa.- Cuando el Partido
Demócrata sufragó por Carlos de Piérola en la elección presidencial de 1915, el hermano del
caudillo de ese partido ejercía el cargo de director de la Casa Nacional de Moneda. Había sido
nombrado por el gobierno de Billinghurst, personaje que en vano quiso hacerlo ministro suyo.
Al ascender José Pardo a la primera magistratura por segunda vez, hizo Carlos de Piérola renuncia
reiterada de su puesto; pero ella no fue aceptada en honrosos términos.
El GaBINEtE RIVa-aGÜERo.- José Pardo ascendió a la jefatura del Estado por segunda vez
sin que existiera contra él una oposición organizada. Formó su primer Gabinete bajo la presiden-
cia de Enrique de la Riva-Agüero en la cartera de Relaciones Exteriores y otorgó participación en
los portafolios a los tres partidos que se habían aliado para la Convención de 1915. Integraron
este ministerio Luis Julio Menéndez, civilista, ministro de Gobierno; Wenceslao Valera, liberal,
ministro de Justicia e Instrucción; Aurelio García y Lastres, civilista, ministro de Hacienda; el coro-
nel Benjamín Puente, ministro de Guerra y Belisario Sosa, constitucional, ministro de Fomento.
Hubo quien se extrañó de que no formara parte de este Gabinete ninguna de las personalidades
del antiguo “bloque”. El 2 de agosto de 1916 Menéndez, que iba a lanzar su candidatura a una
representación parlamentaria, fue reemplazado por José Manuel García Bedoya, diputado cons-
titucional conocido por su filiación pardista.
Víctor Andrés Belaúnde ha escrito en sus Memorias las siguientes palabras, a propósito del
Gabinete Riva-Agüero: “La constitución del primer Gabinete de Pardo en su segundo período no
respondió al sentido nacional que tuvo la Convención. Se dio alguna representación a los partidos
que participaron en aquella; pero la selección no estuvo a tono con el momento y anunciaba una
política rutinaria y de tendencia personalista. Quedaron excluidas las personalidades más prestigio-
sas del Partido Civil: Javier Prado, Manzanilla, Villarán, Antonio Miró Quesada y no se dio ningún
puesto al nuevo partido (el Nacional Democrático). Nadie esperaba que D. Enrique de la Riva-Agüe-
ro pudiera reemplazar a su sobrino en una obra de renovación política. José de la Riva-Agüero había
cumplido 30 años, tenía una brillante carrera universitaria, todos conocían sus cualidades de traba-
jo y su indomable energía. Habría sido un admirable ministro de Relaciones Exteriores, por conocer
los antecedentes diplomáticos y por su clara visión... Esta exclusión de Riva-Agüero con la aparien-
cia de un homenaje colateral, se compaginaba con la suspensión de las elecciones en Arequipa”...
Como se ha anotado ya, los procesos electorales fueron aplazados en toda la República, por
iniciativa parlamentaria que Pardo secundó.
laS lEyES DE aMNIStía DE 1915 a 1917.- La ley N° 2136 de 21 de setiembre de 1915 dis-
puso que los jueces y tribunales castrenses sobreseyeran inmediatamente en los juicios que
estaban pendientes contra particulares o militares por delitos políticos o comunes derivados de
aquellos y de los que resultaban responsables; y concedió, asimismo, indulto general y absoluto
a quienes, comprendidos en la disposición anterior, hubiesen sido ya sentenciados condenato-
riamente. Exceptuáronse de lo preceptuado en esta ley los miembros del ejército que hubieran
sido sentenciados encontrándose en servicio, las personas inculpadas por delitos comprendidos
en la segunda parte del artículo 14 del Código de Justicia Militar y los autores y cómplices del
asesinato del general Enrique Varela. Quedaron así exceptuados tácitamente los asesinos del
EN LAS
ELECCIONES DE El INtENSo coNtENIDo polítIco DE laS ElEccIoNES paRlaMENtaRIaS DE
1917.- En las elecciones de 1917 fueron renovados no solo el tercio del Congreso de acuerdo
1917 FUERON con la Constitución sino también las curules que, por diversas causas, habían también vacado. En
RENOvADOS NO conjunto, los comicios afectaron al 40% de las representaciones parlamentarias. Las Cámaras así
formadas debían intervenir en la ya cercana elección presidencial de 1919. Todo ello dio al pro-
SOLO EL TERCIO ceso de 1917 una importancia política extraordinaria, aparte de que se anunciaban en la legisla-
DEL CONGRESO tura de ese año enconados choques entre gobiernistas y oposicionistas sobre los más diversos
DE ACUERDO CON temas, incluyendo los de carácter hacendario, pues el Presupuesto de 1916 había sido prorroga-
do por acto del Ejecutivo sin sanción por el Congreso.
LA CONSTITUCIóN
SINO TAMbIéN
LAS CURULES El aSESINato DE RaFaEl GRau.- Rafael Grau, hijo del héroe máximo de la historia peruana,
era un ciudadano capaz, enérgico y caballeroso. Muy joven comenzó a figurar en la política como
qUE, POR organizador del club universitario que apoyaba a Mariano Nicolás Valcárcel. Bien pronto ingresó al
DIvERSAS comité central directivo del partido Unión Cívica que lo designó como su adjunto ante la Junta
Electoral Nacional en 1904. A la Cámara de Diputados se incorporó como representante por Cota-
CAUSAS, hAbíAN bambas en 1905 para empezar así su carrera parlamentaria que duró doce años ininterrumpidos.
TAMbIéN Formó parte de los opositores al proyecto de empréstito de los tres millones durante la primera
vACADO. administración de Pardo y fueron notables las interpelaciones que planteara en el Congreso ordi-
nario de 1908 al ministro de Guerra, general Eléspuru. Secundó al régimen de Leguía y se destacó
nuevamente en los debates parlamentarios sobre asuntos castrenses y también en los de orden
internacional. Tuvo fogosas intervenciones para defender al Gobierno en asuntos como el de la
compra del barco Dupuy de Lome, pero combatió a los ministros Zapata y La Torre. Todos los pro-
blemas relacionados con la defensa del país hallaron en Grau a un orador elocuente, vigorizado
siempre por su preocupación militarista. Al erigirse el gobierno de Billinghurst, se singularizó por
su oposición irreductible, al principio solitaria. Sus interpelaciones y discursos, especialmente los
1904-1908 1908-1912
jOSé PARDO y bARREDA AUGUSTO b. LEGUíA
MANDATARIOS Presidente de la República.
Tras la muerte de Manuel
Presidente de la República.
Durante su gestión, solucionó
DEL PERú (1904-1930) Candamo, Pardo fue elegido problemas limítrofes con Brasil y
presidente. Durante su gobierno, Bolivia, pero tuvo
A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX, EL dio singular importancia al sector enfrentamientos con Ecuador,
PARTIDO CIvIL DOMINó LA educativo. También inició una Colombia y Chile. Gracias a su
campaña de reestructuración y experiencia como ministro de
COyUNTURA POLíTICA. EL modernización del ejército y la Hacienda de regímenes
GOLPE DE bENAvIDES, SIN marina, pobremente equipados anteriores, pudo enfrentar la
EMbARGO, MARCó SU DECLIvE desde la guerra del Pacífico. crisis económica. En este
período, renunció al civilismo.
y POSTERIOR DESAPARICIóN.
de 1915 fue uno de los secuaces más connotados del general Muñiz.. SE PUbLICAN LOS
Simultáneamente con su intensa actividad parlamentaria, Rafael Grau se destacó en la tumul- RESULTADOS DEL
tuosa política del Callao y en 1915 ocupó la alcaldía de esa provincia. CENSO DE PObLACIóN
Al vacar su curul en 1917, se presentó ese año, una vez más, como candidato por Cotabam-
bas. Estaba separado por un hondo distanciamiento personal con su contendor Santiago Mon- DEL 26 DE jUNIO DE
tesinos y con los tres hermanos de este desde las luchas de 1905 y 1911. Los enconos locales se 1908. ESTOS INDICAbAN
habían exacerbado a raíz del proyecto que Grau auspiciaba, para trasladar la capital de la provin- qUE LA PObLACIóN DE
cia de Cotabambas del pueblo de Tambobamba al de Chuquibambilla. Este proyecto, aprobado
en la Cámara de Diputados, no contó con el voto favorable del Senado.
LAS PROvINCIAS EN EL
La alianza de los partidos gobiernistas, Civil y Liberal, apoyó la candidatura de Montesinos. PERú ERA DE 172.927
Asumió así la de Grau el carácter de neta candidatura oposionista. Antes de esta definición, hAbITANTES,
habían sido notorios los vínculos que unían a Grau con el ministro de Guerra general Benjamín
MIENTRAS qUE LA DE
Puente (cuya actuación militar y ministerial defendió y a cuyo ascenso contribuyera decisiva-
mente en su Cámara). También adoptó actitudes en favor del Gabinete presidido por Enrique de LIMA TOTALIzAbA
la Riva-Agüero. Subprefecto de la provincia de Cotabambas fue nombrado Adrián Moreno, ene- 140.884. CON ESTOS
migo de Grau, contra quien se formuló la acusación de haber sido reo indultado en 1895. Sus
DATOS, EL GObIERNO
defensores adujeron, sin embargo, que el delito había sido de carácter menos grave de lo que
aducían sus enemigos cuando Moreno era guardia en la cárcel del Cuzco y que había sido come- bUSCAbA TENER AL DíA
tido a raíz de una evasión de presos. Más tarde Moreno tuvo a su cargo diversas subprefecturas SUS REGISTROS DE
durante el primer gobierno de Pardo y el de Leguía y ocupó, además la alcaldía de Anta. CRECIMIENTO y
En la provincia de Cotabambas solo había en 1917 una insignificante dotación de gendar-
mes. Al mismo tiempo, nadie ejercía las funciones de juez de primera instancia por encontrarse ANTICIPARSE ASí A LAS
el titular ausente con licencia, en realidad como expulsado o intimidado por la facción de Mon- NECESIDADES DE LA
tesinos, pues era partidario de Grau. Este se dirigió a Cotabambas desechando las advertencias PObLACIóN.
y ruegos de amigos íntimos que le anunciaron su victimación, impulsado por su notable valentía
del 1° de octubre de ese año: “Quiero dejar constancia de un hecho del que fui testigo presencial: que habiendo estado
en la ciudad de Abancay el prefecto de Apurímac recibió órdenes directas del Presidente de la República para constituir-
se en Cotabambas para prestar toda clase de garantías al señor Grau; pude ver que ese telegrama llegó como una
semana antes de que se realizaran los hechos... No obstante sus peticiones... recibió una reiterada orden terminante para
constituirse en Cotabambas”... Pero no realizó el viaje.
[2]
El asesinato de Ferreccio. El comandante Juan Gerardo Ferreccio fue asesinado durante una revuelta en la provincia de
Huaraz, en el departamento de Áncash. Encabezado por el prefecto del lugar, el hecho de sangre fue parte de un
movimiento subversivo militar que el asesinado había ido a sofocar. Los culpables fueron capturados y sentenciados a
cumplir largas penas. Aquí vemos al grupo de militares enviados a controlar la rebelión y a las autoridades de Huaraz, antes
del asesinato (1) (Ferreccio aparece de pie en la segunda fila, con el número 18 en el pecho), y el cadáver del oficial (2).
RENuNcIa DEl MINIStRo GaRcía BEDoya.- La renuncia del ministro García Bedoya el 7
de marzo de 1917, un día después de divulgarse en Lima la noticia de los sucesos de Palcaro, y
su reemplazo por un prestigioso magistrado, el vocal de la Corte Superior Ezequiel Muñoz ese
la lEy N0 2584.- La ley N° 2584 de 24 de noviembre de 1917 dispuso que el Poder Ejecutivo
adjudicara a la viuda e hijos de Rafael Grau inmuebles urbanos de propiedad fiscal ubicados en
la ciudad de Lima cuyo valor en conjunto señaló en su cifra mínima; y que el Estado atendiese
a los gastos originados por la educación primaria, superior y facultativa de los menores hijos
antedichos.
(1) Las diputaciones vacantes por Lima en 1917 quedaron reducidas a dos porque la Cámara acordó prorrogar la vigen-
cia del mandato de los suplentes señores Enrique Castro y Ernesto Gianolli, por presión de la minoría. ¿Tuvieron los per-
soneros de ella, miras hostiles a las candidaturas de Riva-Agüero y La Jara y Ureta?
[2]
UN SUbMARINO
ALEMáN hUNDE LA
[ III ] EMbARCACIóN
la DIMISIÓN DE MalDoNaDo RElacIoNaDa coN El pRoBlEMa DEl auMENto
DE loS SuElDoS poR El lEGISlatIVo.- En enero de 1918, durante el debate del pliego PERUANA LORTON,
de Hacienda del Presupuesto, varios diputados pidieron aumentos e inclusiones de partidas y su EN EL MAR
colega Carlos Borda afirmó que podían exigir lo que suplicaban; y para dar el ejemplo, solicitó a CANTábRICO, AL
su vez, el aumento de los sueldos del Cajero Fiscal y de los auxiliares de la Sección Aduanas. El
ministro Baldomero Maldonado sostuvo la tesis de que la iniciativa en todo lo relacionado con
NORTE DE ESPAñA.
la ley de Presupuesto correspondía al Ejecutivo. Se produjo un diálogo agrio entre él y Borda. El EL SUbMARINO SE
24 de enero fue presentada a la Cámara una moción en el sentido de que la iniciativa del Poder ACERCó A LA LORTON
Legislativo no reconocía taxativa alguna en el momento de discutirse el Presupuesto. No llegó a
ENARbOLANDO UNA
ser puesta al voto; pero su texto quedó en el acta. El 24 renunció Maldonado. Afirmó en la nota
respectiva que había creído siempre que la iniciativa presupuestal era propia y exclusiva del bANDERA FRANCESA,
Poder Ejecutivo, que no podían alterarse las partidas sustentadas por leyes si previamente no DESEMbARCó A LA
habían sido modificadas estas y que no era conveniente, sin consultar primero la jerarquía o la
TRIPULACIóN y A LOS
igualdad de los empleos públicos, alterar en forma parcial los sueldos pertenecientes a ellos.
Expresó, al mismo tiempo, su propósito de evitar que la discrepancia esterilizara la labor de la PASAjEROS, y LANzó
legislatura hasta el extremo de obstruir la aprobación del Presupuesto. LUEGO vARIOS
Sin voto concreto, predominó en la Cámara el criterio opuesto al de Maldonado. El Comercio TORPEDOS, hASTA
del 25 de enero de 1918 se refirió al problema de Derecho constitucional y administrativo invívi-
to en este asunto. Había surgido este debate, lejos de consideraciones políticas o personales o hUNDIR LA NAvE.
de una situación peculiar a aquella legislatura. Se derivaba de consuetudinarias prácticas parla- LOS vECINOS DE LA
mentarias al extremar el ejercicio de funciones no mecánicas sino deliberativas y libres tratándo- LOCALIDAD
se del Presupuesto que, así resultaba sometido a necesidades circunstanciales o privadas.
Encargado de la cartera de Hacienda el jefe del Gabinete Francisco Tudela y Varela, acudió a
ESPAñOLA
una interpelación en las sesiones de la Cámara de Diputados del 20 y 21 de febrero de 1918 DE SUANCES
cuando se discutía el pliego de Hacienda y afrontó con entereza los ataques de la oposición. SOCORRIERON A
Germán Arenas pasó de la cartera de Gobierno a la de Hacienda el 26 de febrero de 1918. Fue
LOS NáUFRAGOS.
nombrado ministro de Gobierno Samuel Sayán y Palacios, de filiación liberal.
la JuNta DIREctIVa DEl paRtIDo cIVIl.- En marzo de 1918 perdió Javier Prado la jefa-
tura de la junta directiva del Partido Civil al ser designado, en una asamblea, un nuevo personal
favorable al Gobierno. Resultó elegido presidente Ántero Aspíllaga, quien había pertenecido al
grupo de los amigos políticos de Prado; pero se atribuyó al presidente Pardo el haberle persuadido
para que adopte una distinta posición. Desde entonces comenzó a hablarse de la candidatura a la
presidencia de la República, de Aspíllaga, si bien entre los dieciocho miembros de la junta, nueve
fueron clasificados como “bloquistas”, es decir netamente pardistas, y los nueve restantes no todos
fueron considerados como resueltos a prestar a dicha candidatura una adhesión inconmovible.
[2]
CAPÍTULO
39
[ ]
E
[I]
l INcIDENtE DE NuEStRa Época y la RENuNcIa DEl MINIStRo la FuENtE.- El 22
de junio de 1918 comenzó a aparecer Nuestra Época, periódico de crítica política y social dirigido
por José Carlos Mariátegui. El contenido de esta publicación no tenía carácter literario y se inspi-
raba en el estilo y las características polémicas de las revista España editada entonces en Madrid
por Luis Araquistaín. Sus artículos principales parecían querer contribuir a la formación de un
futuro partido socialista.
Entre los artículos de Nuestra Época hubo uno, firmado por Mariátegui, con un análisis acerbo
del ejército. Mariátegui se declara resueltamente adverso a una política de armamentismo y de
militarización del país. Reservaba frases despectivas para jefes y oficiales, pues creía ver en ellos
elementos de inferioridad personal y social. Recordaba los tiempos en que quien tenía un hijo
bribón, desalmado o idiota lo ponía en el cuartel. Decía que los peruanos no quieren ser solda-
dos. Hacía aparecer a la institución castrense peruana poco menos que como una burocracia
armada de ganapanes y fracasados. Censuraba la intervención del ejército en la vida pública y
denunciaba el hecho de que él se preocupara menos de su progreso interno que de las situacio-
nes y expectativas que de la política podían derivar.
El ar tículo de Mariátegui fue tétrico, precipitado e injusto. El Perú tenía que preocuparse
de armarse y militarizarse porque estaban vivos varios problemas de límites y más de un veci-
no habría aprovechado cualquier ingenuo afán de desarme, por lo demás, no puesto en
práctica entonces por ningún Estado del mundo. Desde la época de Piérola la Escuela de
Chorrillos suministraba una educación técnica y disciplinaria severa más auténtica, en con-
junto, que la de otros establecimientos de enseñanza superior. Había un abismo entre el
ejército institucional moderno y el antiguo. Si las altas clases no sentían vocación por la carre-
ra de las armas, tampoco la tenían para el clero y esta crisis era dañina para ellas, más que
para aquella, exponente de una clase media de genuina raíz nacional. Favoritismos, influen-
cias políticas y otra circunstancias mediaban para impedirle obtener todo el realce que mere-
cía; pero de análogas taras sufrían también los otros grupos y sectores de la vida nacional. Y
en cuanto a la inter ferencia en la vida pública, Mariátegui señalaba una tendencia auténtica;
pero conviene recordar otra vez que quienes en aquella época la acentuaban, con tentacio-
nes reiteradas, eran los civiles.
Un grupo de jóvenes oficiales, en vez de exigir por otros medios la reparación del honor mili-
tar y el restablecimiento de los fueros de la verdad, irrumpió en la imprenta de El Tiempo el 24 de
junio de 1918 y ultrajó a Mariátegui. Este acto presentó todos los caracteres de un hecho de
ofuscación inconveniente y condenable. El 26 del mismo mes tuvo lugar una manifestación de
solidaridad institucional organizada por los oficiales, con expresiones de adhesión al Gobierno y
en ella participó el presidente Pardo en cuyo discurso se reflejó el hondo resquemor que sentía
ante la violenta campaña contra él y su régimen sistemáticamente seguida por El Tiempo. El mis-
mo día renunciaron el ministro de Guerra coronel César A. La Fuente y el jefe de Estado Mayor
coronel Manuel María Ponce a quienes, según parece, disgustaron los acontecimientos que se
habían producido. Reemplazó a La Fuente, el coronel Andrés Cateriano, intendente de Guerra; a
[ II ]
El MoVIMIENto SuBVERSIVo DE aNcÓN. la pRotESta EStuDIaNtIl poR la SuS-
pENSIÓN DE GaRaNtíaS y El MINIStRo SayáN y palacIoS.- El 22 de agosto de 1918
se produjo un movimiento subversivo militar en Ancón con un batallón de zapadores al mando
del comandante Armando Patiño Zamudio. No se ha estudiado este episodio en el que, según
parece, intervinieron, desde lejos, el general Andrés A. Cáceres, jefe del Partido Constitucional y
Arturo Osores, prominente miembro de dicho partido.
El Parlamento aprobó sin demanda del Gobierno, la ley N° 2767 de 23 de agosto que declaró
en suspenso, por dos meses, las garantías individuales. Surgió la protesta de los universitarios
contra esa ley y el local de la Federación de Estudiantes, en el Palacio de la Exposición, fue alla-
nado en el curso de una sesión por gendarmes y policías en la noche del 28 de agosto, produ-
ciéndose un choque. En los días siguientes la efervescencia juvenil se exteriorizó en un ataque al Esta publicación,
domicilio del diputado Manuel B. Pérez, dirigente de la mayoría parlamentaria gobiernista, así denominada “Revista
como también en manifestaciones ruidosas frente al Palacio presidencial. política y literaria”,
Manuel B. Pérez representaba a la provincia de Cajamarquilla, creada especialmente para él. apareció el 22 de junio
Bajo de estatura y obeso, con su silueta se ensañaban los caricaturistas. Sus intervenciones par- de 1918 en la ciudad de
lamentarias eran lo opuesto a la elocuencia florida y galana, a la dialéctica exhaustiva, a la pasión lima. Su director fue
vociferante. Rompían la tradición de gravedad, retórica y presunción que ha caracterizado a la José carlos Mariátegui y
oratoria peruana. Resaltaban por su índole campechana, sus comentarios graciosos, sus razones entre sus redactores se
mondas y lirondas en las que se percibía el eco de la filosofía rústica latente en los adagios, pro- encontraban abraham
verbios, aforismos, dichos y apotegmas antiguos y modernos que atesora nuestro idioma. A todo Valdelomar, percy
ello agregó su experiencia parlamentaria, pues ingresó combativamente a la Cámara de Diputa- Gibson y Félix del Valle,
dos en 1895 y su experiencia como abogado y como funcionario, pues trabajó muchos años en entre otros. En la
la Beneficencia Pública de Lima y tuvo a su cargo una de las sindicaturas de la Municipalidad. Lo primera edición de
mismo podía participar, con esas características, en un debate sobre el Presupuesto o sobre la ley Nuestra Época,
contra el agio y la usura o sobre impuestos y, sobre todo, en las cuestiones políticas candentes, Mariátegui afirmó que la
entre las que descollaron los procesos electorales de 1917 y la suspensión de las garantías indi- línea editorial del medio
viduales. Manuel B. Pérez tenía, además, a su cargo la cátedra de Historia de la literatura castella- tenía como premisa decir
na en la facultad de Letras de la Universidad de San Marcos y atraía a gran cantidad de estudian- la verdad. añadía además
tes propensos a la algazara cuando se ocupaba con singular deleite, del Libro del buen amor del que: “aunque somos
Arcipreste de Hita y de otras obras de carácter escabroso. literarios, no haremos
El 2 de setiembre de 1918 renunció el ministro de Gobierno Samuel Sayán y Palacios. El Tiem- literatura en la política,
po, con duras frases para los hombres del régimen en general, reconoció que la gestión de Sayán ni haremos política
no había sido desatenta ni odiosa. El Comercio tampoco encontró culpabilidad directa del minis- en la literatura”.
tro en los actos de innecesaria violencia practicados con los estudiantes; pero lo halló, parlamen- Solo aparecieron
taria y políticamente, responsable por no haberlos previsto y por no haber tenido subordinados dos números.
sagaces pues ya que estaba suspendido el derecho de reunión pudo haberse negado el permi-
so para la sesión estudiantil o limitarse la policía a cuidar el orden. Reemplazó a Sayán, Clemente
Revilla. Ministro de Fomento fue nombrado Manuel Vinelli, miembro del Partido Liberal.
Entre los puntos incluidos por los facciosos en su manifiesto estuvieron: la disolución de los
Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además “declarar la guerra al Imperio alemán y sus alia-
dos; enviar un saludo a los pueblos aliados y en especial a Bélgica; entregar todos los buques
nacionales a Estados Unidos; y enviar una división para que se batiera contra las tropas de los
imperios centrales”. Parece que los jefes del movimiento tenían adhesión política al ex presiden-
te Augusto B. Leguía. Felipe Barreda y Laos denunció en la Cámara de Diputados que, entre los
En 1918 fundó con César Falcón la revista Nuestra Amauta, que reunió a una nueva generación de
Época, donde renunció a su seudónimo. Al año intelectuales. Dos años más tarde publicó 7 ensayos
siguiente, creó el diario La Razón, desde donde apo- de interpretación de la realidad peruana, un impor-
yó la reforma universitaria y las luchas obreras. Por tante análisis de la situación social, económica y
su apoyo a la huelga en pro del abaratamiento de las política del país. Es aún una fuente de referencia
subsistencias, La Razón fue clausurado y Mariátegui indispensable.
fue enviado a Italia acusado de “agente de propa- En sus últimos años, postrado en una silla de ruedas,
ganda periodística”. tuvo gran actividad política: fundó el Partido Socia-
En Europa, se acercó a la doctrina marxista. Regresó lista Peruano y en 1930, organizó la Confederación
al Perú en marzo de 1923. En 1926, fundó la revista General de Trabajadores del Perú.
[2]
De efímera
existencia, el
Partido Nacional
Democrático es el
N o ha sido Basadre el único en
apuntar, sobre la corta existen
cia del Partido Nacional Demo
crático, el carácter más bien general y
poco práctico de su programa, la relati
caracteriza como partido moderno, aje
no al caudillismo y a fines estrictamen
te electorales.
Nacido en parís
(Francia), el periodista
y diplomático dio el
nombre de “futurista”
a un nuevo partido
político que estuvo
conformado por amadeo
de piérola, José María de
la Jara y ureta, y José
Gálvez, entre otros.
cisneros ejerció el
periodismo en la prensa
(1903-1915) y luego en El
comercio (1917-1919). tras
la muerte de alberto
ulloa, cisneros asumió la
dirección de la prensa,
hasta su destierro por el
gobierno de leguía. En
esos años, vivió en
argentina, colaborando
con el diario la Nación.
tras el derrocamiento de
leguía, inició una intensa
vida diplomática en
uruguay (1933), México
(1939) y Brasil (1945).
* La sección de este capítulo sobre el litigio con Chile ha sido enriquecida con documentos del archivo Felipe de Osma.
CAPÍTULO
40
[ ]
E
[I]
l HuNDIMIENto DE la loRtoN.- La Lor ton fue una barca inglesa que obtuvo un pasa-
vante provisional en abril de 1914 para un viaje a Estados Unidos, mientras estaba pendiente
la solicitud de su nuevo propietario, el súbdito italiano Domingo Loero, para que se le expi-
diese patente definitiva como nave peruana. Al volver de su expedición, que duró alrededor
de once meses, recibió la patente antedicha en marzo de 1915. El 24 de octubre de 1916 se
le otorgó nueva patente a favor de la casa peruana Rocca Miller, que la había adquirido. El 5
de ese mes salió del Callao y se le envió dicho documento a Iquique cuando cargaba nitrato
de soda para el puer to español de Pasajes al ser vicio de unos consignatarios yugoslavos. Un
submarino alemán hundió a la Lor ton en el mar Cantábrico, frente al puer to de Suances, el 4
de febrero de 1917. La Cancillería de Lima, a cargo de Enrique de la Riva-Agüero, envió una
protesta y exigió como reparación el saludo militar a la bandera del Perú por uno o más
buques de la marina imperial de guerra, la desaprobación de la conducta del comandante del
submarino y su sometimiento a una cor te marcial; al mismo tiempo, pidió para los damnifi-
cados el pago del valor estimativo del buque el día del hundimiento, el valor de las dos ter-
ceras par tes del flete del cargamento y una indemnización equitativa de los perjuicios sufri-
dos. La Cancillería de Berlín ofreció efectuar una investigación y prometió que si llegaba a
probarse que el hundimiento había sido causado por un submarino alemán en aguas espa-
ñolas, se darían explicaciones e indemnizaciones. Más adelante, en el curso de la correspon-
dencia diplomática surgida a lo largo de varios meses, el Gobierno imperial dejó constancia
de que la Lor ton había sido atacada por conducir cargamento de guerra y anunció que some-
tería el caso al juicio de un tribunal de presas. También ofreció la entrega de la bandera perua-
na de la barca hundida.
La oposición censuró acerbamente la conducta del canciller Riva-Agüero en el manejo de
este asunto. Lo criticó por haber dejado transcurrir demasiado tiempo desde la protesta del 7
de febrero hasta la segunda quincena de mayo con el motivo de recibir unos documentos; y
por haber redactado tardíamente el 30 de junio un memorándum al ministro del Perú en Ber-
lín para enviarlo por correo y no por la vía telegráfica y solo el 12 de julio. Hizo blanco de sus
ataques, asimismo, a Alejandro von der Heyde que ocupaba ad honórem ese cargo diplomá-
tico. Recibió von der Heyde el 8 y el 13 de agosto (cuando ya Tudela se había hecho cargo de
la Cancillería) instrucciones para rechazar el sometimiento del asunto de la Lor ton a un tribu-
nal de presas y muchos días después, el 21, con motivo de un cable al cónsul del Perú en
Amsterdam, se dio por recibido de dichos mensajes e indicó que no había llegado a su poder
el memorándum del 12 de julio. El 23 de agosto se le impar tió la orden de presentar la recla-
mación sin esperar el memorándum; el 28 se le comunicó la negativa de la Cancillería a admi-
tir el arbitraje; el 4 de setiembre le fueron dadas a conocer con todos los detalles las razones
que el Perú tenía para no aceptar el sometimiento de la controversia a un tribunal de presas;
y el 9 de setiembre se le requirió para que acusara recibo de los despachos a él dirigidos. Pero
solo el 12 dio cuenta de que le habían llegado esos despachos, menos el del 4 que era el más
interesante de todos.
laS NaVES alEMaNaS.- Las diez naves alemanas surtas en puertos peruanos fueron apresa-
das y expropiadas en virtud de la ley general N° 2696 de 30 de enero de 1918 sobre expropiación
de elementos de transporte y de almacenes o depósitos y entregadas en setiembre de 1918 en
arriendo a una entidad fiscalizada norteamericana, la “Emergency Fleet Corporation”. Ellas fueron
los vapores Sierra Córdoba (llamado Callao) de 8.200 toneladas de porte y 8.226 toneladas de
registro bruto; Luxor (Salaverry) de 12.000 y 7.109; Rhakotis (Eten) de 8.500 y 6.982; Anubis (Paita)
de 8.000 y 4.763; Uarda (Pisco) de 9.000 y 5.751; Marie de 3.000 y 1.866. Además los buques de
[ II ]
la IluSIÓN pERuaNa aNtE laS DoctRINaS DE WIlSoN y aNtE la Etapa poS-
tRERa DE la pRIMERa GuERRa MuNDIal.- El presidente de los Estados Unidos Woo-
drow Wilson en los mensajes que leyó el 22 de enero y el 2 de abril de 1917 ante el Congreso de
su país expuso los motivos para su participación en la guerra europea y los ideales que perseguía
de vindicar y poner a salvo los principios de paz y de justicia en la vida mundial. Entre esos prin-
cipios estuvieron la igualdad de las naciones sin diferencia entre grandes y pequeñas, poderosas
y débiles; el consentimiento de los gobernados como origen de los justos poderes de los gobier-
nos; la negativa a que cualquier pueblo fuese sometido a una soberanía bajo la cual no deseaba
vivir; la libertad de los mares; la garantía de la vida y la libertad como base para que los territorios
cambiaran de soberanía. los lineamientos de este
Al comunicar la Secretaría de Estado de Washington a la Cancillería de Lima la declaratoria de político, presidente de
guerra al Imperio alemán, el Perú no dio a conocer su neutralidad, ni en su nota de respuesta ni Estados unidos de 1913 a
en acto alguno posterior. El presidente Pardo expresó la adhesión del país a las doctrinas de Wil- 1921, fueron fuente de
son en su mensaje al Congreso de 28 de julio de 1917. El canciller Tudela y Varela formuló ante inspiración para la
la Cámara de Diputados el 5 de setiembre del mismo año una declaración para ratificar el punto política exterior del
de vista presidencial y manifestó que “la política externa del Gobierno peruano tiene por objetivo presidente José pardo.
la solidaridad panamericana, fundada en los principios de justicia internacional que ha proclama- las ideas de Wilson
do el Presidente de los Estados Unidos”. El 8 de setiembre la Cámara de Senadores votó por una- sobre la paz y la justicia,
nimidad una moción también solidaria con el pueblo norteamericano “en armonía con los idea- lo hicieron acreedor al
les de justicia internacional proclamados por el presidente Wilson”. El 4 de julio de 1918 fue premio Nobel de la paz
declarado día feriado en toda la República como homenaje a la gran República del Norte. de 1919. Durante su
El triunfo de los aliados en noviembre de aquel año provocó explosiones de entusiasmo en gestión presidencial,
Lima y en otras ciudades. De día y de noche se sucedieron bulliciosos actos públicos con vítores, Wilson reformó la
aplausos e himnos en las calles, en especial ante las legaciones y los centros sociales de las colo- legislación de su país,
nias francesa, italiana, norteamericana y de los otros países vencedores. En las funciones de los aumentó su participación
teatros, el público pidió los himnos de esas naciones y los representantes diplomáticos de ellas en la política
fueron clamorosamente ovacionados. Los diarios prodigaron su retórica. La Cámara de Diputa- internacional y
dos y la de Senadores escucharon encendidos discursos, seguidos por el texto de diversas y contribuyó a la victoria
coincidentes mociones y telegramas. Hubo felicitaciones presidenciales y de Cancillería a cada de los aliados en la
uno de los Gobiernos vencedores. Un gran desfile en Lima en la tarde del 12 de noviembre ter- primera Guerra Mundial.
minó con un discurso de Jefe del Estado desde uno de los balcones de Palacio. El Congreso
expidió la ley que declaró feriados los días 15, 16 y 17 del mismo mes en celebración de la victo-
ria de los aliados y de los Estados Unidos (Ley N° 2841).
El día 15 de noviembre se realizó el multitudinario desfile organizado por la Federación de
Estudiantes del Perú con la cooperación del Comité Interaliado y de diversas instituciones obre-
ras y locales en honor de los pueblos antedichos, entre los que fue comprendido de manera
especial el Brasil que celebraba en esa fecha el aniversario de su constitución republicana. Un
gentío nunca visto llevó millares de banderas, pasó por las calles entre música, ovaciones y flores
y se detuvo ante las legaciones de los países a los que se rendía homenaje. Así llegó hasta las
residencias de los ministros de Inglaterra, Bélgica, Francia, Italia, Cuba, Brasil y los Estados Unidos.
También el Presidente de la República dirigió la palabra en esta oportunidad a la multitud.
En el fervor entonces producido hubo, tanto en los directores intelectuales del país como en
las masas ignaras, una ilusión ingenua. El caso de Alsacia y Lorena, territorios que Francia iba a
[3]
[ IV ]
El RoMpIMIENto DE RElacIoNES coMERcIalES coN cHIlE.- La intensificación de la
campaña peruana para reivindicar Tacna y Arica y aun Tarapacá al amparo de los principios pro-
clamados por los aliados en la Guerra Mundial, trajo como consecuencia la expulsión de perua-
nos de esa zona y de Antofagasta, redadas en masa de jóvenes para alistarlos en el ejército, ata-
ques contra los consulados chilenos de Paita y Salaverry y contra el consulado peruano en Iqui-
que, servido por Santiago Llosa Argüelles, así como también despachos cablegráficos entre los
cancilleres Francisco Tudela y Luis Barros Borgoño. Tras del intercambio de cablegramas procedió
la Cancillería de Lima al retiro de los cónsules en Chile y así complementó la ruptura de las rela-
ciones diplomáticas existentes desde hacía varios años, con daño notorio para los intereses
comerciales que habían subsistido a pesar de las anteriores divergencias diplomáticas (25 de
noviembre de 1918). Luis Barros Borgoño, canciller chileno, replicó a la circular de 2 de diciembre
de 1918 que fundamentó esta actitud, el 6 de diciembre del mismo año. El presidente Wilson Fue nombrado canciller
mandó un cablegrama al Presidente del Perú para aconsejarle mantener la paz (6 de diciembre). en 1918. anteriormente,
El diputado chileno Pedro Nolasco Cárdenas quedó aislado en su Cámara cuando opinó en ella García Salazar se había
que Chile debía devolver las provincias retenidas. desempeñado como
El distanciamiento peruano-chileno se hizo aún más hondo cuando, a partir de los meses de encargado de Negocios
noviembre y diciembre de 1918, se produjeron algaradas y atropellos en Tacna y Arica, entre los de las sedes diplomáticas
que estuvieron la clausura de la antigua y respetable Sociedad Artesanos El Porvenir en aquella peruanas en Ecuador,
ciudad y expulsiones en masa de tarapaqueños, arequipeños y tacneños. Estos hechos dieron chile y colombia.
lugar a la protesta del canciller Arturo García Salazar en su circular telegráfica de 28 de diciembre Durante su período en el
de 1918. El ministro chileno Luis Barros Borgoño desmintió en circular del 10 de enero de 1919 cargo, protestó ante el
las aseveraciones de su colega peruano y afirmó que los pocos peruanos que habían salido de gobierno chileno por los
Tacna lo habían hecho voluntariamente y declarándolo así por escrito; y agregó, además, que se atropellos cometidos
extrañaba de las protestas por las medidas precautorias de Chile contra agitadores reconocidos, contra los ciudadanos
cuando el Gobierno peruano había solicitado el alejamiento de políticos de ese país que, a su peruanos en tacna y
juicio, conspiraban. Como ejemplo citó el pedido del canciller Fernando Gazzani en 1914 para arica. Su gestión, sin
que fueran obligados a salir de Tacna y Arica el ex presidente Billinghurst y Augusto Durand. embargo, fue
Finalmente, Barros Borgoño atribuyó a la crisis salitrera el éxodo de peruanos de Tarapacá, cuyo desestimada por su
número era muy reducido. La profusa literatura diplomática de esta época aumentó con la cir- homólogo chileno.
cular peruana de 12 de enero de 1919 como réplica a la chilena de 6 de diciembre del año ante-
rior y el memorándum del 14 de febrero con una detallada exposición de los atropellos contra
las personas y los bienes de los ciudadanos de este país en la zona materia del litigio.
(1) Cartas de Felipe de Osma, reservadas 2, 9, 17, 26 y 31 de diciembre de 1917. Archivo Osma.
(2) Osma a Relaciones Exteriores, 7 de marzo de 1919. Archivo Osma.
(3) Osma a Relaciones Exteriores, 1° de abril de 1919. Archivo Osma.
(4) Osma a Relaciones Exteriores, 1° de marzo y 1° de abril de 1919. Archivo Osma.
en junio de 1919 el tratado de Versalles, quedó constituida la Liga como organismo esencial de DE GRIPE SACUDE LA
la flamante Sociedad de Naciones. Alzamora, Maúrtua y F. García Calderón, que debían represen- CAPITAL. SOLO ENTRE
tar al Perú ante esta entidad, quedaron encargados de organizar una oficina y de preparar una
demanda sobre la devolución de todos los territorios que Chile arrebatara al Perú. LOS DíAS 10 y 16, ESTA
La propaganda peruana fue entonces muy activa en el plano internacional. Hubo, según se CObRó 86 víCTIMAS. EL
ha llegado osadamente a afirmar, presión de algunos gobiernos aliados sobre el Departamento CONSEjO DE hIGIENE
de Estado para que se obtuviera de Chile, lisa y llanamente, la devolución de Tacna y Arica al Perú.
La fórmula norteamericana parece haber sido propiciar el arbitraje que Chile había rechazado
DE LIMA EXTREMó LAS
antes y a la que comenzó quizás a inclinarse entonces. Abundaban las opiniones en el sentido MEDIDAS DE
de que el litigio debía ser arreglado. PREvENCIóN y EL
MUNICIPIO INICIó UNA
[V] CAMPAñA DE LIMPIEzA
la VISIta a tuMBES DEl pRESIDENtE DEl EcuaDoR.- A mediados de julio de 1917 el y DESINFECCIóN DE
presidente del Ecuador Alfredo Baquerizo Moreno hizo una visita a Tumbes después de haber
LUGARES PúbLICOS.
efectuado una gira a las islas Galápagos. El crucero Almirante Grau viajó a ese puerto a rendir
honores al ilustre huésped y lo acompañó luego a Guayaquil. Este episodio fue interpretado ESTA EPIDEMIA NO FUE
como un síntoma de buena salud en las relaciones peruano-ecuatorianas después de la tensión SOLO PERUANA SINO
surgida algunos años antes. qUE AFECTó AL
áMbITO MUNDIAL y SE
INCREMENTó DURANTE
LA GUERRA EN
EUROPA. EN TOTAL,
FALLECIERON MáS DE
20 MILLONES DE
PERSONAS A
CONSECUENCIA
DE ELLA.
CAPÍTULO
41
[ ]
P
[I]
olítIca MoNEtaRIa DE la SEGuNDa aDMINIStRacIÓN DE paRDo.- Al iniciar su
segundo período presidencial José Pardo tuvo que afrontar una aguda crisis hacendaria y econó-
mica y la desconfianza surgida ante el temor de que fuesen hechas nuevas emisiones de billetes
que condujeran al papel moneda. El valor de las exportaciones superaba mucho al de las impor-
taciones que habían sido, por una parte, reducidas a consecuencia de la guerra y, de otro lado,
también por las mermas en el tráfico marítimo y las limitaciones puestas al crédito. El cambio exte-
rior era desfavorable para la moneda nacional; parte del dinero de la producción del país quedaba
en el extranjero a consecuencia de aquel mismo fenómeno de recelo. Al hacerse cargo del Gobier-
no, Pardo, como lo expresó en su primer mensaje al Congreso, se encontró durante los primeros
días sin los recursos necesarios “para atender a los gastos más premiosos de la administración”.
En su manifiesto a la nación, el 30 de abril de 1915, al ser proclamado candidato a la presiden-
cia, Pardo enunció los tres puntos básicos de su plan financiero. Consistían ellos en: 1°) La abso-
luta limitación de los gastos públicos a las necesidades más urgentes de la administración; 2°) el
aumento de las rentas públicas en la proporción indispensable para pagar los gastos nacionales
y también para atender al servicio de las deudas del Estado y a la amortización de la deuda flo-
tante; 3°) el cumplimiento estricto del principio de no realizar nuevas emisiones fiduciarias de
papel y de aumentar la garantía efectiva en oro metálico que respaldaba las emisiones ya hechas,
a fin de que, al término de la guerra, se pudiera verificar la conversión en la forma establecida por
las leyes respectivas.
En relación con la moneda, la política de Pardo, secundada por el Congreso de esa época, fue,
pues, de prudencia y continuidad. La desventaja en la cotización del cambio llegó a ser entonces
de corta duración. Para suscitar este fenómeno de alivio influyeron, sobre todo, la confianza ante
el tránsito a un Gobierno legal (que significaba la vuelta a la normalidad y a la tranquilidad de la
vida política), el orden en los servicios administrativos, la reducción de los gastos públicos, el
aumento de las rentas en proporción para atender los gastos indispensables, al servicio de las
deudas acompañado por la amortización de la deuda flotante; el equilibrio del Presupuesto, el
cobro de los derechos de exportación en letras sobre Londres y el alza mayor en los precios de
los artículos de exportación. A mediados de 1916 el circulante no había aumentado, el estado de
los bancos era favorable, los depósitos y cuentas corrientes sumaban cifras crecientes, el billete
aparecía sólidamente defendido por su encaje metálico y hasta el movimiento de las importa-
ciones iba progresando. La moneda nacional no solo se puso a la par de la inglesa sino llegó a
tener un premio que ascendió hasta el 5 1/4%. Para evitar tan elevada prima el Gobierno suspen-
dió la venta de las letras de los exportadores en el mercado y ellas fueron remitidas a Nueva York
para invertir su producto en barras tanto argentíferas como áureas. A su llegaba al Perú, fueron
amonedadas las de plata e ingresaron las de oro a las cajas de la Junta de Vigilancia y así aumen-
tó el encaje que servía como garantía del cheque circular. De esta manera tuvieron respaldo
creciente las emisiones de billetes.
Se adoptó, al mismo tiempo, la política de procurar que buena parte del oro importado por
los particulares fuera puesto a disposición del Gobierno para que este, a su vez, lo entregara a los
[2]
La Hacienda Laredo. Ubicada en el valle de Santa Catalina (La Libertad), Laredo fue un claro ejemplo de
la prosperidad existente en las haciendas de la época. En 1914, su propietario, José Ignacio Chopitea,
decidió impulsar la producción de azúcar con la compra de nuevas máquinas y la construcción de un
nuevo ingenio. Aquí, vemos una vista de la hacienda en 1925 (1) y a sus trabajadores en plena faena (2).
El caso de Fermín
Tangüis y del
algodón que
lleva su nombre,
L a historia de Fermín Tangüis y el
descubrimiento del algodón que
lleva su nombre fue bien sinteti
zada por Basadre en su Historia de la
República. Un reciente esfuerzo de
za a los agricultores no tenían que ser
siempre el conformismo, el fatalismo y
la resignación. Más aún, indica que
estas actitudes, que se entendían enton
ces como el ‘sentido común’, eran parte
es un claro Marcos Cueto y de Jorge Lossio (Inno del problema” (p. 125). Como se sabe,
ejemplo de lucha vación en la agricultura: Fermín Tangüis Tangüis pasó cuatro años seleccionan
frente a una y el algodón en el Perú [Lima: Universi do variedades de algodón hasta encon
dad del Pacífico, 1999]), sin embargo, trar una resistente al temible Cotton
situación poco
aporta datos e interpretaciones fres Wilt. Bien hacen Cueto y Lossio en decir
favorable. Un cos en torno de la figura del agricultor que sus desvelos contrastaban con la
reciente trabajo puertorriqueño. actitud pasiva reinante en la época.
sobre la labor
del agricultor Además de presentar transcripciones Una segunda consideración es el hecho
de valiosa documentación histórica – de que Tangüis trabajara de espaldas a
puertorriqueño entre ellas, el propio testimonio de Tan los esfuerzos –muy disímiles– del Esta
asentado en güis sobre cómo llevó a cabo sus des do por superar el Cotton Wilt. Confron
nuestro país, cubrimientos–, nuevos datos biográfi tadas con el problema, las instituciones
arroja nuevas cos aportan al conocimiento del perso especializadas prefirieron imitar las res
naje. Uno de los puntos más valiosos puestas de otros países. Así, se dispuso
luces sobre su del traba jo de Cue to y Los sio es la la importación de algodón estadouni
legado. perspectiva que se asume al presentar dense, supuestamente resistente a la
el caso de Tangüis como uno de inno plaga. Los efectos adversos de tal medi
vación en la adversidad. da hicieron abandonar la empresa. El
algodón Tangüis, en cambio, era un pro
Una primera consideración al respecto ducto único en el mundo, pues no se
se sintetiza en el siguiente párrafo: adaptaba a las condiciones de otras
“Tangüis, como muchos agricultores latitudes. Entre otras consecuencias, la
peruanos, tuvo que enfrentarse al abis iniciativa de Tangüis repercutió favora
mo entre las necesidades y los recursos blemente en posteriores esfuerzos de
existentes. Su persistencia por enfren investigación. Se fundaron varias esta
tar los problemas fue diferente del fata ciones experimentales entre 1900 y
lismo y la resignación de la mayoría de 1930: en Moquegua (1905), Lambaye
agricultores que acostumbraban dedi que e Iquitos (1911), Ica (1912), Madre
carse a otros negocios mientras espera de Dios (1913) y Cañete (1926). La Socie
ban que pasaran las plagas nuevas que dad Nacional de Agricultura fundó en la
cada cierto número de años atacaban a hacienda La Molina una estación experi
las plantas de algodón (s/p)”. mental y, en 1926, se fundaría el Institu
to de Parasitología Agrícola. Todos estos
Más adelante, agregan: “La historia de fueron esfuerzos, quizás con pocos con
Tangüis señala que las respuestas a los tinuadores, por superar la adversidad a
problemas que presentaba la naturale través de la ciencia y la tecnología.
La única excepción a la regla de general crecimiento en los precios de las materias primas
agrícolas nacionales de exportación estuvo en el caucho. Las plantaciones de Java, Sumatra y
Malaca multiplicaron su producción a partir de 1912, en tanto que la de América del Sur descen-
dió inexorablemente.
Los altos precios obtenidos por los exportadores sirvieron para compensar los mayores gra-
vámenes con motivo de la considerable alza de los fletes a la que se refieren otros párrafos de
este mismo capítulo. También les favoreció la robustez del valor de la moneda fiduciaria nacional
ampliamente garantizada. Fue entonces cuando, por primera vez desde la guerra con Chile, sur-
gieron grandes fortunas.
El alGoDÓN taNGÜIS.- La historia del auge del algodón peruano tenía sus orígenes en los
primeros años del siglo XX cuando las cotizaciones internacionales reflejaron la tendencia alcis-
ta en el precio de este artículo. Había empezado entonces un aumento constante en la deman-
da mundial, mientras que, a la vez, se elevaban los costos de producción en Estados Unidos,
país en el que se reunían las más importantes y vastas zonas de cultivo. De allí provino un estí-
mulo al cultivo algodonero en los valles centrales de la costa peruana. Pronto aparecieron, sin
embargo, unas plagas representadas por una enfermedad fungosa, o sea la marchitez produci-
da por el hongo Verticillium que infectaba el suelo en forma permanente. Los daños causados
por estas plagas llamadas del “decaimiento” llegaron a ser tan considerables que el cultivo estu-
vo en peligro de desaparecer.
Fermín Tangüis nació en la isla de Puerto Rico en 1851 y pasó su niñez y parte de su juventud
en Cuba. A la edad de 21 años, el año de 1872, vino al Perú y desde entonces hasta
[ III ]
El DISloQuE EcoNÓMIco pRoVocaDo poR la GuERRa.- De un lado la contienda y
las necesidades que la guerra europea produjo, disminuyeron en Europa la producción de artí-
culos alimenticios. De otro lado, surgió la urgencia de armar, vestir, alimentar y equipar a millones
de soldados. Con los derechos de aduanas recaudados por el Estado peruano pudo mejorar, a
partir de 1915, la situación fiscal que en 1914, antes de la guerra, ya marchaba a la crisis con los
[ IV ]
la NuEVa lEGISlacIÓN tRIButaRIa.- El desarrollo económico del Perú impulsado por las
grandes corrientes de orden internacional después del pánico que produjo la iniciación de la
guerra y la nueva política seguida por la administración de José Pardo desde que empezó su
período gubernativo, facilitó el comienzo de una nueva era en la historia tributaria. En ella fueron
promulgadas las siguientes leyes: 1) la N° 2143 de 6 de octubre de 1915 que fijó un gravamen a
la exportación del azúcar, algodón, lanas y cueros; 2) la N° 2174 ampliatoria de la N° 2143 en lo
relativo a los contratos de venta del azúcar; 3) la N° 2187 de 14 de noviembre de 1915 que seña-
ló la forma y proporciones del impuesto creado sobre la exportación del oro, plata, cobre, plomo,
[2]
El mercado automotor. A partir de la década de 1910, los automóviles se popularizaron en todo el Perú. Por una
parte, eran vistos como objeto de novedad y realizaban todo tipo de demostraciones públicas, como la que vemos aquí,
ocurrida en Arequipa, donde Fernando Ortiz de Zevallos bajó a bordo de su carro Ford las gradas de la catedral de esa
ciudad (2). De otro lado, cambiaron las costumbres de la ciudad pues se empezaron a utilizar vehículos motorizados
para tareas como el recojo de basura (1). Los camiones de la marca Moreland desplazaron rápidamente a las carretas
usadas hasta entonces.
capítulo 42 ● I La evolución del Presu del crédito fiscal ● Las ideas conserva
puesto de la República La prórroga del
● doras de José Pardo sobre política pre
Presupuesto de 1916 para 1917 sin voto supuestal ● II La Caja de Depósitos y
del Congreso ● Los reintegros a los em Consignaciones ● La Compañía Adminis
pleados ● Los emolumentos de los repre tradora del Guano ● III La ley sobre títu
sentantes a Congreso ● Las obligaciones los de la deuda interna ● IV La legislación
a cargo del Erario ● La aplicación de los sobre subsistencias ● V El problema del
mayores ingresos y el restablecimiento transporte marítimo ● Las “listas negras”.
LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA MUNDIAL
ENTRE 1915 Y 1918 Y OTROS PROBLEMAS DE ESA ÉPOCA
El Presupuesto, otros aspectos hacendarios, la legislación sobre subsistencias
y sobre transportes durante la segunda administración de José Pardo
CAPÍTULO
42
[ ]
L
[I]
a EVolucIÓN DEl pRESupuESto DE la REpÚBlIca.- Pardo encontró en 1915, primer
año de su segunda administración, el Presupuesto nacional con un pliego de egresos mucho
más reducido que el de los años 1912, 1913 y 1914. Análoga característica era visible en el pliego
de ingresos. En los años siguientes la tendencia fue la que se observa en las siguientes cifras:
la pRÓRRoGa DEl pRESupuESto DE 1916 paRa 1917 SIN Voto DEl coNGRESo.- El
Presupuesto para 1917 fue remitido al Parlamento en agosto de 1916, o sea dentro de un plazo
normal. Las Cámaras no llegaron a aprobarlo en la legislatura ordinaria, absorbidas por las cues-
tiones económicas derivadas de la guerra y por debates y escaramuzas de carácter político. El
Ejecutivo prefirió no convocar a una legislatura extraordinaria y prorrogar el Presupuesto por acto
directo. El director de Administración del Ministerio de Hacienda envió una circular a los conta-
dores de la República para que todos los servicios públicos se hicieran de conformidad con las
leyes que sustentaban los distintos gastos a que se referían los renglones del Presupuesto, para
lo cual invocó la ley de 1874.
Esta decisión del Gobierno fue rudamente atacada por la oposición. El diario El Tiempo repro-
dujo los discursos de los diputados del “bloque” que combatieron análoga medida tomada por
el presidente Leguía. El diputado Alberto Ulloa Cisneros dirigió desde el diario El Perú una carta
abierta al presidente de la Cámara José Matías Manzanilla, que había sido uno de los más elo-
cuentes opositores a la prórroga hecha en 1910, para invitarlo a hacer las gestiones indispensa-
bles con el fin de conseguir la convocatoria del Congreso a sesiones extraordinarias y así sancio-
nar el Presupuesto. Decíase que Manzanilla había procurado privadamente convencer al
presidente Pardo que tomase esa decisión y que había reprobado su negativa. Pero, en carta de
4 de diciembre de 1916, el mismo Manzanilla se declaró “en la imposibilidad de producir, a nom-
bre de nuestra Cámara, el acto oficial y público a que me invita” y declaró que adoptaba la regla
de conducta seguida en idénticas ocasiones por los presidentes de las Cámaras de 1900, 1902,
1910 y 1913 cuando se abstuvieron de requerir al Gobierno a que efectuara la convocatoria a
Congreso extraordinario por carecer de facultades constitucionales para hacer ese pedido(1).
(1) A Manzanilla algunos periodistas le habían dado el apodo de “Gioconda parlamentaria” porque creían ver en su
rostro una perenne sonrisa enigmática. Cuéntase que, años después de 1917, Manzanilla viajó a París y tuvo como
“cicerone” a Francisco García Calderón. Este lo llevó a diversos lugares, entre los que estuvo el Museo del Louvre. Ante el
cuadro de la “Gioconda” de Leonardo da Vinci (narra la anécdota aquí transcrita) el político peruano permaneció largo
rato y al fin tomó del brazo a García Calderón y le dijo: “El gran error de Pardo fue gobernar sin Presupuesto”.
[2]
[ IV ]
la lEGISlacIÓN SoBRE SuBSIStENcIaS.- Al prolongarse la guerra, la atracción que expe-
rimentaron los productores de artículos alimenticios para venderlos en el extranjero a altos pre-
cios, la reducción del área dedicada a los cultivos de panllevar para aumentar el del algodón y la
AL ESTAbILIzARSE
laS “lIStaS NEGRaS”.- Al estabilizarse y prolongarse la guerra europea, Inglaterra comenzó y PROLONGARSE
a aplicar en todo el mundo la política de las “listas negras”. En el Perú hubo negociaciones azuca-
reras nacionales que se encontraron en dificultades para sus transacciones; naves a las que se LA GUERRA
vedó embarques de azúcar de un ingenio del norte de propiedad alemana; comerciantes a quie- EUROPEA,
nes se advirtió que nada de lo comprado a firmas inglesas debía ser revendido a alemanes o que
cualquier negocio con ellos los inhabilitaba para sus relaciones con aquellas; importadores de
INGLATERRA
carbón y otros artículos que se negaron a cumplir sus compromisos mientras no se garantizara COMENzó A
que dichos productos no iban a beneficiar a alemanes. Así y en otras formas la libertad comercial APLICAR EN TODO
dentro del país recibió rudos golpes y siniestras amenazas. Fueron aplicadas las leyes de la guerra
en país no beligerante. Hubo protestas contra la política de las “listas negras” y la Cancillería de EL MUNDO LA
Lima hizo reservas contra ella (como consta en la memoria de Relaciones Exteriores de 1916), POLíTICA DE LAS
pero funcionaron con libertad.
“LISTAS NEGRAS”.
EN EL PERú hUbO
NEGOCIACIONES
AzUCARERAS
NACIONALES qUE
SE ENCONTRARON
EN DIFICULTADES
PARA SUS
TRANSACCIONES
(...)
capítulo 43 ● I La libertad de cultos ● VI La supresión de los tratamientos ● trabajadores del petróleo y de obreros
● Los adventistas en Puno La provi
● VII La ley sobre trabajo de mujeres y de Smelter en 1916 ● La huelga de em
sión del obispado de Puno ● Monse niños y la ley sobre descanso obligato pleados de la Biblioteca Nacional y la
ñor Emilio Lisson, arzobispo de Lima rio dominical ● La ley ampliatoria de la huelga de telegrafistas ● La huelga de
● El reconocimiento de la jur isdicción de accidentes de trabajo ● La ley sobre motoristas y conductores de 1917 y el
eclesiástica en los asuntos a ella inhe casas para obreros ● La ley sobre em arbitraje ● La huelga petrolífera de 1917
rentes ● II El asunto La Brea y Pariñas bargo de sueldos y pensiones y sobre ● La ley sobre extranjeros indeseables
en el Senado ● José Pardo ante el pro agio y usura ● La ley seca ● Las obliga ● XI La organización sindical y la lucha
blema de La Brea y Pariñas en el men ciones sociales de los establecimien por la jornada de ocho horas ● El paro
saje de 1918 ● La cuestión de La Brea y tos industriales ● Otras normas sobre general de enero de 1919 ● La jornada
Pariñas en la Cámara de Diputados ● La trabajo y previsión social ● La ley sobre de ocho horas ● La agitación sindicalis
ley N° 3016 ● ¿Era procedente en 1918 sociedades anónimas ● VIII El censo ta ● XII Rumi Maqui ● La reglamenta
el arbitraje internacional? ● III La ley de de empleados públicos ● IX Domingo ción de los trabajos de los indígenas. El
hábeas corpus ● La ley de la liquidación Olavegoya ● Augusto E. Pérez Araníbar proyecto de Capelo sobre tierras ● El in
de prisiones preventivas ● IV La colonia ● Víctor Larco Her rera ● X Las huelgas de forme Maguiña sobre Urcón ● La granja
del Frontón ● V La prenda agrícola, la hi obreros portuarios y ferrocarrileros, de modelo de Puno ● XIII Adolfo Rondón
poteca naval y los almacenes generales campesinos en la zona de Huacho, de y Luis Igreda.
ASPECTOS JURÍDICOS Y SOCIALES DURANTE LA SEGUNDA
ADMINISTRACIÓN DE JOSÉ PARDO HASTA
LA IMPLANTACIÓN DE LA JORNADA DE OCHO HORAS.
El arbitraje en la cuestión La Brea y Pariñas
CAPÍTULO
43
[ ]
L
[I]
a lIBERtaD DE cultoS.- La ley N° 2193 de 11 de noviembre de 1915 suprimió del artículo
4° de la Constitución de 1860, en la parte acerca del reconocimiento de la Iglesia católica como
religión del Estado, las frases que decían “y no se permite el ejercicio público de alguna otra”. Con
ello estableció, pues, la libertad de cultos. La iniciativa fue del senador Severiano Bezada en 1913.
Cuando quedó sancionada, definitivamente, esta reforma en la sesión del Congreso del 11 de
noviembre de 1915, el sacerdote y diputado por Celendín, José Sánchez Díaz se precipitó a la
mesa de su Cámara para romper el texto de la ley en medio de ensordecedor vocerío.
Se produjo con motivo de este asunto gran agitación pública en Lima. Protestaron algunos
grupos numerosos compuestos, sobre todo, por mujeres contra la reforma. Ella fue promulgada
por el presidente del Congreso Rodrigo Peña Murrieta y respetada por el presidente Pardo. Una
serie de sermones multitudinarios iniciados poco después, en Lima a cargo de los sacerdotes
Hormaechea y Arámburu atrajo gran concurrencia.
En marzo de 1915 tuvo lugar en el Teatro Mazzi la inauguración del primer Congreso Evan-
gélico reunido en el Perú. Asistieron delegados de varios países americanos y alcanzó en él
actuación destacada John Ritchie, gran propagandista del credo que entonces hizo su presen-
tación pública.
El sacerdote arequipeño
El REcoNocIMIENto DE la JuRISDIccIÓN EclESIáStIca EN loS aSuNtoS a Ella fue designado arzobispo
INHERENtES.- En 1918 surgió un litigio entre el obispo de Arequipa y un cura de esa diócesis de lima en 1918. lissón
que fue removido de la parroquia de Vítor. El perjudicado se presentó ante el fuero civil y allí realizó estudios
declaró que era inhábil el Provisor Eclesiástico ante el que se había entablado la causa, por lo cual teológicos en la orden de
entabló una contienda de competencia de fuero. Llegado el expediente a la Corte Suprema, el San lázaro, en parís. En
fiscal Juan José Calle dictaminó en el sentido de que, como el juicio iniciado ante el Provisor 1895, volvió al perú y se
Eclesiástico versaba sobre materia netamente eclesiástica cual era la separación de un cura por dedicó a la docencia y al
causas netamente canónicas, la ley no daba intervención a los jueces comunes. Señaló Calle, con estudio de ciencias en la
este motivo, el artículo del Código de Procedimientos Civiles según el cual la competencia de los universidad Nacional San
jueces y el ejercicio de la jurisdicción privativa se determina por la ley que designa especialmen- agustín. En 1909 le
te al juez y por los asuntos que debe conocer. encargaron la diócesis de
La Corte Suprema, por resolución de 18 de octubre de 1918, declaró improcedente la com- chachapoyas, donde
petencia entablada. realizó una intensa labor
Se considera que esta ejecutoria tiene interés histórico porque fue la última que rechazó el pastoral y de
recurso llamado de fuerza por el cual, desde la época colonial, quien se considerase agraviado construcción de obras
por el exceso de poder del fuero eclesiástico podía acudir a exhibir su derecho ante los tribuna- públicas. Ejerció el
les civiles. arzobispado hasta el
golpe de Estado de
Sánchez cerro, tras lo
[ II ] cual se exilió fuera del
El aSuNto la BREa y paRIÑaS EN El SENaDo.- A raíz del decreto sobre la concesión país. En 1931 fue
de La Brea y Pariñas expedido por el presidente Benavides quedó planteado un grave conflicto. designado arzobispo de
Ni el propietario Keswick ni la Compañía London Pacific Petroleum Co., arrendataria de La Brea y Metimna (Italia), donde
Pariñas, aceptaron ese decreto ni tampoco los de 1911 y 1914. Las pertenencias explotadas por investigó sobre la historia
la compañía llegaban a mil y las restantes estaban inexploradas; pero, de acuerdo con el decreto de la iglesia peruana.
sobre empadronamiento, la London debía abonar, como ya se ha señalado, S/.1.248.420,00 anua-
les no obstante que exportaban entonces 180.000 toneladas métricas de petróleo bruto con
solo un valor de s/.3.600.000,00 Así pues, el fisco demandó por contribución territorial más de la
tercera parte del producto bruto; es decir, un porcentaje mucho mayor que el producto neto en
la explotación del petróleo.
En una nota enviada el 14 de abril de 1915 a la Cancillería del Perú, el ministro inglés en Lima
Rennie manifestó que había recibido instrucciones del Gobierno de Su Majestad para reclamar
con motivo de una queja entablada al Gobierno del Perú por la London Pacific Petroleum Co. Allí
edificio para el concejo municipal. Tras el golpe para el tratamiento de dichos pacientes, y donó
de Estado al gobierno de Guillermo Billinghurst una considerable suma de dinero para la cons-
fue apresado, debido a que abogó por el recono- trucción del hospital que hoy lleva su nombre,
cimiento del vicepresidente como presidente para atender estos casos.
provisorio. Por otro lado, donó dinero para la construcción
En 1918 fue incorporado a la Sociedad de Benefi- de un or fanato y, en 1919 empezó a comprar
cencia de Lima, donde se encargó de la inspec- colecciones par ticulares de piezas arqueológicas
ción de los hospitales para enfermos mentales. para formar un museo. Con este fin, construyó un
También ayudó al doc tor Hermilio Valdizán a edificio inspirado en la cultura Tiahuanaco, que
desterrar los métodos anticuados e inhumanos luego vendió al Estado por una suma simbólica.
El autor del presente libro expresó su opinión sobre el asunto La Brea y Pariñas en el libro Perú: Problema y Posibili-
(1)
[2]
Los beneficios para los obreros. En diciembre de 1916, el gobierno peruano emitió varias leyes sobre el trabajo de
las mujeres, a quienes se benefició primero con la jornada laboral de ocho horas. En esta fotografía, vemos a las
obreras de la fábrica de tejidos de punto La Bellota (1). El gobierno de Pardo y Barreda se preocupó por impulsar los
beneficios sociales para las clases trabajadoras del país. Entre sus proyectos estaba el de la construcción de viviendas
para los obreros del Callao (2), que incluía un plan de facilidades para su compra.
12 de enero 13 de enero
EL PARO GENERAL Se inicia el movimiento
huelguista en Lima. El gremio de
A las cuatro de la mañana, los
obreros de Lima acuerdan
DE 1919 panaderos se reúne esa noche realizar un paro general. El
para tomar acciones concretas. tráfico se paraliza en la capital y
EN ENERO DE 1919, DIvERSOS En otra reunión, en la las fábricas y talleres dejan de
GREMIOS ObREROS DE LIMA, Federación de Estudiantes, los funcionar. Luego, ocurren
panaderos recibieron el apoyo choques entre la policía y los
EL CALLAO y vITARTE de los trabajadores textiles, así huelguistas, quienes levantaron
INICIARON UNA hUELGA POR como de los mozos de algunas de las vías de tranvías.
AUMENTOS SALARIARES y restaurantes y cafés de Lima, Otro grupo de manifestantes
que les entregaron un óbolo. vuela las líneas del Ferrocarril
bENEFICIOS SOCIALES. Central.
TERRITORIO DE LA
REPúbLICA LA laS oBlIGacIoNES SocIalES DE loS EStaBlEcIMIENtoS INDuStRIalES.- Las dos
Cámaras aprobaron por unanimidad en la legislatura ordinaria de 1918 un proyecto de ley del
vENTA y EL senador Ernesto Diez Canseco por el cual obligó a todo establecimiento industrial que ocupara
CONSUMO DE cincuenta obreros y que distase más de un kilómetro de la población más cercana, a construir
bEbIDAS campamentos con habitaciones higiénicas, a sostener una escuela de instrucción primaria diur-
na para los hijos de los obreros y otra nocturna para estos y a poseer un botiquín destinado a las
ALCOhóLICAS curaciones de primera emergencia. En aquellos en que el número de operarios pasara de 300 y
DURANTE LOS si no hubiera dentro del radio de 10 kilómetros población con asistencia médica, debía haber un
médico rentado por la respectiva empresa para el cuidado de la salud de los trabajadores. La
DíAS SábADO y vigilancia para el cumplimiento de las normas antedichas quedó, en los establecimientos mine-
DOMINGO (...) ros, a cargo de los delegados de minería y en los demás, al cuidado de las autoridades políticas.
Fue la ley N° 3019 de 27 de diciembre de 1918. Es posible que, en demasiados casos, no fue-
ra cumplida debidamente.
[ IX ]
DoMINGo olaVEGoya.- En 1915 Domingo Olavegoya donó a la Beneficencia Pública de Lima
una considerable extensión de terreno en Magdalena del Mar para que se edificase allí el nuevo
manicomio. Al año siguiente legó a la Beneficencia Pública de Lima la suma de 100 mil soles desti-
nada a la construcción de un hospital para tuberculosos en Jauja o en el lugar que dicha Sociedad
designara. Olavegoya había comprado antes en “El Tambo”, cerca de Jauja, un terreno para el hospital.
auGuSto E. pÉREZ aRaNíBaR.- Augusto E. Pérez Araníbar nació en Arequipa en 1863. Hizo
sus estudios profesionales en la Facultad de Medicina de Lima. Formó parte del servicio de sani-
dad militar durante la guerra con Chile, a pesar de que entonces hallábase en la iniciación de su
vida como alumno. Hizo la campaña de Arica, asistió a las batallas de San Juan y Miraflores y
prestó sus servicios en los hospitales de sangre hasta la terminación de la contienda. Su trabajo
para el bachillerato versó sobre “Influencia de las heridas de armas de fuego sobre las diátesis y
viceversa” y fue publicado en Anales Universitarios por acuerdo de la Facultad. Para el doctorado
presentó una tesis sobre las aguas minerales del Perú.
Viajero en Estados Unidos y Europa, visitó hospitales de importancia y llevó a cabo en París
estudios minuciosos sobre enfermedades del aparato digestivo. En su equipaje trajo al regresar
al Perú planos y prospectos, libros e iniciativas.
Inició la formación de
un museo, que vendió
al Estado, en 1924, por
una suma simbólica.
Víctor Larco Herrera
Fuente: Milla Batres (editor). Diccionario histórico y biográfico del Perú. Infografía: Grafitti
[ XI ]
la oRGaNIZacIÓN SINDIcal y la lucHa poR la JoRNaDa DE ocHo HoRaS.- Del
5 al 10 de enero de 1918 efectuóse el primer Congreso de la Federación Obrera Local.
La lucha por la jornada de ocho horas fue inscrita como lema de una reforma inmediata por
la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú” en su declaración de principios el 1° de
[3]
El paro general de 1919. En enero de 1919, varios gremios obreros se levantaron en la ciudad de Lima y el puerto del
Callao, en busca de mejoras salariales y del establecimiento de la jornada laboral de ocho horas. Para disolver las
manifestaciones, los gendarmes de Lima y Callao (3), que custodiaban la ciudad, debieron emplear jinetes armados,
como se aprecia en esta imagen (1). Durante la jornada, se registraron abundantes muestras de apoyo a la medida. En
esta fotografía vemos a un líder sindical ofreciendo un improvisado discurso en la Plaza de Armas (2).
[ XII ]
RuMI MaQuI.- El sargento mayor de Caballería, Teodomiro Gutiérrez Cuevas, a quien Billing-
hurst enviara en 1913 en una comisión investigadora al departamento de Puno, se sublevó en
1915 con grupos de indígenas de Huancané y Azángaro. Gutiérrez Cuevas había sido subprefec-
to de Chucuito en 1903-1904. “Durante su gestión (escriben Alberto Flores Galindo y Manuel
Burga en el libro Apogeo y Crisis de la República Aristocrática) suprimió los trabajos gratuitos, el
[2]
CAPÍTULO
44
[ ]
L
[I]
oS INStItutoS aRMaDoS. la cREacIÓN DEl SERVIcIo DE aVIacIÓN MIlItaR.- En
su manifiesto de 1919 José Pardo hizo referencia especial al hecho de haber sido objeto de rei-
terados y acerbos ataques de sus enemigos por no “atender al progreso del ejército y no hacer
las adquisiciones de material de guerra indispensables a la eficaz defensa de los derechos de la
nación”. Estas críticas constituyeron uno de los factores favorables a la revolución del 4 de julio
de 1919 y tuvieron una de sus expresiones en el llamado público hecho por el coronel Enrique
Ballesteros para que se armara al país. Ballesteros fue enviado con una comisión al Japón.
Anota Pardo que “imperiosas exigencias de orden financiero que no sería justo olvidar en esta
hora, me determinaron a reducir los efectivos del ejército al comienzo de mi administración”,
cosa, a su juicio, justificada por la situación económica del país y el estado de las relaciones inter-
nacionales. Agrega que, pasado el momento de crisis, se acrecentaron dichos efectivos a partir
de 1917, con lo que “ha sido posible crear nuevas unidades como son: el regimiento de la infan-
tería número 13; las compañías de ametralladoras divisionarias; el batallón de gendarmes de
Lima número 2; y el escuadrón de caballería Guardias de Lima”. Afirma que “nunca tuvo la Repú-
blica en tiempo de paz mayores efectivos militares”.
Explica la imposibilidad de adquirir elementos bélicos hasta concluida la guerra por estar
absolutamente prohibido su comercio y agrega que solo entonces “dentro de los recursos de
que podía disponer el Estado”, se pudieron adquirir: municiones de infantería, un lote importan-
te de ametralladoras, aeroplanos, de los cuales el Perú carecía por completo, y material de avia-
ción, tubos para los calderos y los condensadores de los cruceros Grau y Bolognesi. Parte de estos
elementos bélicos llegó después de la caída del gobierno de Pardo.
Revela que su deseo de proveer fondos para la adquisición de material de guerra se cristalizó
en dos proyectos de leyes que se proponía someter al Congreso. El primero relativo a la creación
de rentas especiales para formar el fondo de guerra; y el segundo a la organización de un Con-
sejo de Defensa Nacional.
Agrega que el interés de su Gobierno por los institutos armados se reveló por la nueva con-
tratación de servicios de la misión militar francesa; la fundación de la Escuela de Aviación, y el
esfuerzo de buscar, para dirigirla, personal competente y experto(1), la formación de pilotos
peruanos en la escuela argentina del Palomar; la regularidad del servicio militar; la organización
de las maniobras de guarnición y otras medidas, así como por las mejoras del hospital de San
Bartolomé y la construcción de cuarteles en diversos lugares del país.
Aquí debe ser mencionado por su importancia el decreto de 28 de enero de 1919 que creó
el servicio de aviación militar.
Especial interés ofrece también la venida al país de buenos caballos para organizar los servi-
cios de un haras militar que permitiera al ejército disponer de ganado caballar propio sin nece-
sidad de tener que depender de Chile para esas adquisiciones.
[ II ]
El RaMo DE FoMENto. aSpEctoS GENERalES.- Como una de sus notas distintivas el
período 1915-1919, como ya se ha visto, se caracterizó por el gran desarrollo de la minería y de
la agricultura de exportación. El Congreso de la Industria Minera de 1917 representó una expre-
sión de los progresos alcanzados y una afirmación de las perspectivas futuras en esta rama de la
actividad nacional.
En los valles de Piura, Lambayeque, La Libertad, Lima, Ica, Arequipa y Áncash fueron organi-
El político pisqueño zadas comisiones técnicas para la administración de las aguas de regadío.
encabezó el Ministerio
de Fomento entre 1917 y
1918. Durante su caRREtERaS y FERRocaRRIlES.- La ley N° 2323 de 3 de noviembre de 1916, emanada de
gestión, inició una una iniciativa del Poder Ejecutivo, tuvo carácter reglamentario para la clasificación, construcción
intensa actividad para y conservación de las vías de comunicación en el territorio de la República. De conformidad con
la ampliación de la red ella, la ley N° 2747 de 20 de mayo de 1918 mandó consignar en el Presupuesto nacional varias
ferroviaria del país. En partidas destinadas al Cuerpo de Ingenieros de Minas y a la obra en diferentes caminos.
ese sentido, inició la Entre las carreteras en construcción, en julio de 1919, estuvieron las de Magdalena a Cajamarca,
construcción de Tarma a La Oroya, Mejorada a Huancavelica, Cerro de Pasco a Huánuco y Abancay a Izcuchaca.
diversas vías que El paso de Héctor Escardó por el Ministerio de Fomento entre julio de 1917 y abril de 1918 se
conectarían, caracterizó por las iniciativas y actividades que tuvo este funcionario en el afán de construir ferro-
principalmente, los carriles. “Ferrocarriles y rieles y adentro, adentro” fue su divisa. En especial, se ocupó de llevar
departamentos de la adelante las vías de Chimbote a Recuay y de Huancayo a Ayacucho, de impulsar la de La Con-
sierra con puertos vención y terminar la de Lurín. Al cesar en el cargo, Escardó se incorporó nuevamente a la Cáma-
costeños. En 1918, ra de Diputados en la que ejercía la representación por Cerro de Pasco y allí defendió la política
Escardó se reintegró a de vías de comunicación que había desarrollado.
sus labores en la La ley N° 2769 de 3 de setiembre de 1918, debatida ardorosamente en ambas Cámaras, con-
cámara de diputados, signó en el Presupuesto nacional para 1918 una partida de Lp. 200.000 para la construcción de
donde representaba a la ferrocarriles de Huancayo al Cuzco, de Chimbote a Recuay y de Chilete a Cajamarca. También
provincia de pasco dedicó una partida de Lp. 20.000 para los estudios preliminares y simultáneos de las líneas ferro-
desde 1913. viarias de Ayacucho al Cuzco, de Urcos u otro punto de la línea del Cuzco a un lugar navegable
del río Madre de Dios y para completar los estudios de las líneas de Paita al Marañon y de Ninaca-
ca a un punto navegable del Ucayali, así como para los estudios complementarios de la zona
comprendida entre un punto del ferrocarril central y el yacimiento carbonífero de Jatunhuasi. El
superávit que resultara al discutirse el Presupuesto General de la República para 1919, de Lp.
280.000 fue dedicado a la intensificación de las tres líneas primeramente indicadas y a la construc-
ción de los ferrocarriles de Sayán a Oyón y Cerro de Pasco, de Chuquicara a Jaén, de Puno al Desa-
guadero y de Menochuco a Quiruvilca y al ferrocarril de Jatunhuasi. Asimismo, asignó definitiva-
mente, a partir de 1919, para la construcción de ferrocarriles, la renta de tabaco con deducción del
10% que estaba afecto a las amortizaciones del préstamo de los bancos, y cualquiera otra renta de
libre disposición hasta la concurrencia de Lp. 500.000 que debían distribuirse en la forma indicada.
La ley N° 2886 de 29 de noviembre de 1918 dispuso que en la ejecución de las obras ferro-
viarias mandadas construir y estudiar conforme a las leyes vigentes se invirtiera el producto
[2]
[ IV ]
El DESaRRollo DE lIMa. El DEStINo DE loS FoNDoS cREaDoS paRa El tEatRo
NacIoNal.- La ley N° 2039 de 21 de noviembre de 1914 había señalado el monto y la forma
con que propietarios debían contribuir a la pavimentación de Lima. La ley de 30 de setiembre de
luIS MIRÓ QuESaDa, alcalDE DE lIMa.- Uno de los alcaldes de Lima más destacados
en el siglo XX, es Luis Miró Quesada que ocupó ese cargo entre 1916 y 1918. A Miró Quesada
estuvieron unidos los estudios de pavimentación, agua potable y canalización encomendados al
ingeniero norteamericano Spaulding; la colocación del asfalto en el jirón de la Unión (1918); la
modernización de los servicios de agua potable de la capital con implementos y sistemas para
su decantación, purificación y filtración con el empleo de aparatos de cloro líquido; el estableci-
miento del Patronato de Educación Pública (bajo cuyos auspicios se iniciaron la inspección médi-
ca de los alumnos y la mutualidad escolar organizada para la asistencia domiciliaria y el suminis-
tro de medicinas a cambio de una módica contribución); la organización e instalación del primer
refectorio escolar en el plantel de la calle Malambo donde el desayuno era suministrado al costo
de 4 centavos; la apertura de otros refectorios en los barrios de Malambito, Mercedarias y La Vic-
toria, y algunas iniciativas más.
[2]
Los editores agradecen a los 85 Vista de Madre de Dios 206 José Carlos Mariátegui 75 [1] Recuerdo de misa de mes de
propietarios de los derechos de 90 Juan Bielovucic en los Alpes 209 Movimiento subversivo de Nicolás de Piérola
autor por su colaboración con esta 91 Charles W. Sutton Ancón 141 Vapor Urubamba
publicación. Asimismo declaran 95 Ramón Montero 210 Óscar Mavila 185 José Pardo y Barreda
que se ha hecho todo lo posible 100 José Corbacho 221 Celebración fin de la Primera
para identificar y contactar a los 104 Alfredo Piedra Guerra Mundial / José García corbis
propietarios de los derechos de las 107 Entrenamientos de tiro Calderón / Barca Lorton 219 Thomas Woodrow Wilson
imágenes que se reproducen en 108 José Urdanivia 223 Arturo García Salazar
este libro; cualquier omisión es 111 Javier Prado / Manuel Prado y 233 José Ignacio Chopitea El comercio
involuntaria. Toda información que amigos / Comité Directivo del 235 Manuel Vicente Villarán 55 [2] Aviso de la candidatura de
permita a los editores rectificar Partido Liberal 238 Algodón Tangüis Aspíllaga
cualquier crédito para futuras 113 Jorge Valdizán 239 Carlos Olavegoya 59 [1] Aviso de la candidatura de
ediciones será bienvenido. 114 Guillermo Billinghurst en la 241 Camiones recogedores de Billinghurst
Escuela Militar basura / Fernando Ortiz de
carátula 119 Diario La Prensa Zevallos en auto Instituto de Estudios Históricos
Colección Amelia Weiss 120 Alberto Secada 242 Trapiche de la Hacienda Marítimos del perú
122 Francisco José Eguiguren Laredo 31 [1] Bazar en la Hacienda Roma
archivo peisa 128 Roberto Leguía 249 Vapor Ucayali 37 Jorge Chávez
76 Delfín Lévano 133 Diario La Lucha 250 Vista del puerto Mollendo 87 Trabajadores sección descarga y
89 Lauro Ángel Curletti 134 Juan Manuel Torres Balcázar 253 José Antonio Lavalle García almacen, Aduana del Callao
109 Manuel Químper 135 Orestes Ferro Pinto 254 Manuel Montero y Tirado 129 Óscar R. Benavides
138 Gerardo Balbuena 143 Carlos I. Abrill 259 Emilio Lisson y Chávez 231 Hacienda Laredo
213 Luis Fernán Cisneros 145 Prácticas de tiro 260 Belisario Sosa, Víctor Larco 293 Tripulación y sumergible Ferré
147 José Antonio de Lavalle y Herrera
Biblioteca Nacional del perú Pardo 261 Aurelio Arnao Martín chambi
13 Código de prodecimientos 150 Baldomero Maldonado 262 Ernesto Sousa 31 [3] Hacienda Angostura, Cuzco
civiles 155 Francisco Tudela y Varela 263 Los trece patriotas del Senado
15 Obreros textiles / Fábrica de 157 [1] Debate sobre crisis 265 Felipe Barreda y Laos Museo Banco central de
Tejidos Vitarte financiera 266 Casas para obreros / Obreras Reserva del perú
16 Rafael Grau Cabero 158 Luis Villarán Godoy de la fábrica La Bellota 157 [2] Cheque circular de 5 libras
17 Delfín Vidalón 159 Anselmo Barreto 268 Diómedes Arias Soto 163 Moneda de 1/5 de sol de plata
18 Huelga de conductores de 160 Aurelio García y Lastres 271 Ernesto Diez Canseco
tranvías 161 Vapor Krooland / Canal de 273 Accidente de trabajo Museo de arte de lima
19 Manuel Bernardino Pérez Panamá 275 Augusto Pérez Araníbar 75 [2] Funerales de Nicolás de
24 Julio César Arana 165 Francisca Benavides 278 Ezequiel Muñoz Piérola
28 Dora Mayer 169 Fernando Fuchs 279 Protesta de operarios / Pozo
39 Carlos Tenaud / Juan Bielovucic 170 Alejandro Deustua, José Pardo Negritos Museo Nacional de
en vuelo y Barreda 282 Paro general, 1919 arqueología, antropología e
42 Juan Bielovucic 173 Rafael Grau / Discurso de 284 Teodomiro Gutiérrez Cuevas Historia del perú
43 Carlos Tenaud Pedro Muñiz 285 Efectos del paro general, 1919 27 Pedro S. Zulen
49 Enrique Barreda y Osma 174 Ricardo Bentín 286 Luis Felipe Luna
54 Nicolás de Piérola 176 Convención de partidos 292 Héctor Escardó Salazar Infografías
55 [1] Variedades, [3] Partidarios de politicos / Mesa Directiva 296 Carro Nº 79 del tranvía / Juan 40, 41 Los pioneros de la aviación
Aspíllaga 179 Manuel Rivero y Hurtado O´Connor en el Ponnier en el Perú
56 Miguel Echenique 183 Diario El Tiempo 297 Tranvía eléctrico Biblioteca Nacional del Perú, Getty
59 [2] Partidarios Billinghurst, [3] 189 Miguel Grau 298 Juan O'Connor Images, Instituto de Estudios
Manifestación 190 Militares y autoridades en Históricos Marítimos del Perú,
60 Francisco Moreyra y Riglos Huaraz / Cuerpo de Juan colección E. Jahnsen Museo Aeronaútico del Perú
65 Aurelio Sousa Ferreccio 31 [2] Vale de la Hacienda Laredo 78 La creación de Madre de Dios
66 Enrique Varela 191 Óscar Grau Biblioteca Nacional del Perú, Walter
67 Diario La Crónica 195 Vista de Palcaro / Cadáveres de colección Humberto currarino Wust
72 Ramón Barros Luco R. Grau y M. Díaz 23 Barcaza Preciada /Fiesta en 276 Las donaciones benéficas
75 [3] Funerales Nicolás de Piérola 198 Funeral de Rafael Grau / Punchana Biblioteca Nacional del Perú
77 Diario La Protesta Arresto de Adrián Moreno 71 Guillermo Billinghurst
83 Caricatura 205 Revista Nuestra Época
Tomo 1 La época fundacional de la República [1822-1842]
Tomo 2 La época fundacional de la República [1822-1842]
Tomo 3 La época fundacional de la República [1822-1842]
La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 4 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 5 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 6 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
Tomo 7 La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
Tomo 8 La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
La guerra con Chile [1879-1883]
Tomo 9 La guerra con Chile [1879-1883]
Tomo 10 El comienzo de la reconstrucción [1884-1895]
Tomo 11 El comienzo de la reconstrucción [1884-1895]
La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 12 La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 13 La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 14 El Oncenio [1919-1930]
Tomo 15 El comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política [1930-1933]
Tomo 16 El comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política [1930-1933]
Breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933
Tomo 17 Breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933
Los resultados de la experiencia histórica peruana y las perspectivas abiertas en el siglo XX
ADENDA
Tomo 18 Historia de la República del Perú [1933-2000]