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Jorge Basadre

Grohmann 13
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
Jorge Basadre
Grohmann [13]
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
Historia de la República del Perú [1822-1933]
Tomo 13

Autor: Jorge Basadre Grohmann


© Mariana Basadre Brazzini
© Jorge Alberto Basadre Brazzini
© Jose Gonzalo Basadre Brazzini
© Ana María Basadre Brazzini - Ufano de Basadre
Derechos reservados para esta edición a Producciones Cantabria SAC

Elaboración de contenidos
Dirección general: Bernardo Roca Rey Miró Quesada
Planeamiento y desarrollo: Raúl Castro Pérez
Realización ejecutiva: Jorge Cornejo Calle
Redacción e investigación: Jenny Varillas Paz
Asistencia: Francisco Izquierdo Quea, Alejandra Velarde de Romaña,
Ana Paola Durand Schinkel, María Jesús Geiser Reyes
Diseño: Veruzka Noriega Ruiz, Claudia Burga-Cisneros Pizarro
Diagramación: Gerardo Cristobal Pacheco
Infografías: Raúl Rodríguez Rodríguez, Grafitti
Fotografía: Cecilia Durand Torres, Paola Nalvarte Abad
Investigación fotográfica: Erick Devoto Bazán
Coordinación de fotografía: Carolina Cáceres Cáceres
Reproducción y fotografía: Jaime Gianella Malca
Corrección: Ana Loli Chau, Rosella di Paolo Ferrarini
Asesoría histórica: Héctor López Martínez
Coordinación de actualizaciones historiográficas: Carlos
Contreras Carranza
Redacción e investigación de actualizaciones historiográficas
para este tomo: José Carlos de la Puente Luna (páginas 26, 44, 52,
68, 102, 136, 148, 212, 232, 236, 252)

Gerente de Productos Optativos: Renzo Mariátegui Bossé


Subgerente de Productos Optativos: Dora Niquén Guevara
Editor titular del Proyecto Editorial:
Producciones Cantabria S.A.C.
Jr. Miró Quesada 247, dpto. 407, Lima 1

Primera edición: Noviembre, 2014


ISBN del presente tomo versión e-book: 978-612-306-366-5
ISBN de la obra completa versión e-book: 978-612-306-353-5

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS


Este libro ha sido publicado exclusivamente para Producciones Cantabria
S.A.C. No puede ser reproducido, registrado ni transmitido por un sistema
de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio,
sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por
fotocopia o cualquier otro, sin permiso previo y por escrito de los autores.
[ índice ]
SEXTO PERÍODO CAPÍTULO 31
EL NACIMIENTO DE LA AVIACIÓN Y DE LA
LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA RADIOTELEGRAFÍA NACIONALES
(1895-1919)
[I]
36 Jorge Chávez
CAPÍTULO 30 37 Efigie de Jorge Chávez
ASPECTOS JURÍDICOS, ECLESIÁSTICOS Y SOCIALES [ II ]
EN LA PRIMERA ADMINISTRACIÓN DE LEGUÍA 42 Juan Bielovucic y los primeros vuelos en Lima
42 El paso de los Alpes por Bielovucic y su actuación en las dos
[I] guerras mundiales
12 El Código de Procedimientos Civiles y las leyes anexas [ III ]
[ II ] 43 Carlos Tenaud
13 La organización de los colegios de abogados [ IV ]
[ III ] 43 La radiotelegrafía en el Perú: sus primeros experimentos
13 La ley de consolidación de enfiteusis 45 Augusto E. Tamayo, la comunicación Lima-Iquitos y la estación
14 La ley sobre adquisición de tierras de montaña del cerro San Cristóbal
14 Los bienes o rentas afectas al pago de dotes y otras
responsabilidades del patronato nacional
[ IV ] CAPÍTULO 32
16 El VII Concilio Provincial Limense y el obispado de Cajamarca LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE 1912.
[V] EL COMIENZO DE LA PRIMERA CRISIS EN LA REPÚBLICA
16 El debate en 1905 sobre el proyecto de ley relativo a ARISTOCRÁTICA. EL SÉPTIMO GOBERNANTE CIVIL
accidentes DURANTE AQUEL PERÍODO
del trabajo
16 El proyecto en 1907 y las gestiones del presidente Pardo en [I]
agosto de 1908 48 El proceso electoral de 1912. La candidatura Aspíllaga
17 El debate parlamentario de 1908. “Bella tarde la de hoy, 49 El intento de unificar a la oposición
señores...” 49 La actitud de Piérola
19 La ley de accidentes de trabajo en el Senado [ II ]
19 La ley N° 1378 50 La candidatura de Billinghurst
20 El paro general de abril de 1911 51 “Pan Grande”
20 El Sindicato Textil de Vitarte 53 El paro general y la frustración de los comicios
21 Las huelgas de 1912 [ III ]
21 La huelga de 1912 en Chicama. El informe Osma 53 La eventualidad de la prórroga de Leguía
[ VI ] 53 El último manifiesto de Piérola
21 La Asistencia Pública 54 El problema electoral ante el Congreso
[ VII ] 54 Elección de Billinghurst por el Congreso
22 Los accidentes de los bomberos [ IV ]
[ VIII ] 56 Billinghurst
22 Los escándalos del Putumayo 60 La inauguración del gobierno de Billinghurst. El Gabinete
27 Sir Roger Casement: ¿traidor o héroe nacional? Malpartida
[ IX ] 60 El programa de Billinghurst
27 La Asociación Pro Indígena
28 La labor pro indígena de Capelo en el Senado. La nulidad del
reglamento de locación de servicios para la minería CAPÍTULO 33
28 El indígena Lorenzo Zacarías y su monumento LA ADMINISTRACIÓN DE BILLINGHURST (I)
29 La prohibición de la intervención de las autoridades políticas Los gabinetes, la ley electoral, asuntos
en la contratación del servicio de peones para trabajos internacionales, sociales, educacionales, económicos
públicos o particulares y hacendarios. La aviación en 1913.
29 “El contrato de enganche”
29 Los horrores de Samán [I]
30 La catástrofe de Goyllarisquizga 64 La dimisión del Gabinete Malpartida. El cese del Congreso
30 El decreto sobre explotación de minas extraordinario
[X] 64 El Gabinete Varela
30 La muerte del bandolero Luis Pardo 64 El Gabinete Luna y Peralta
32 Luis Pardo en el cancionero criollo 65 El Gabinete Sousa
[ XI ] 65 Fallecimiento de Piérola
33 El Parque Zoológico

[ INDICE ] TOMO 13 5
66 El atentado en la casa del presidente del Senado, el asalto a la [ IX ]
del ex presidente Leguía y la prisión de este. Dimisión del 95 Los vuelos de Ramón Montero
Gabinete Sousa 95 Otros vuelos
66 El segundo Gabinete Varela
67 El atentado en la imprenta de La Crónica
67 El personal del Concejo Provincial de Lima y los incidentes de CAPÍTULO 34
setiembre de 1913 LA ADMINISTRACIÓN DE BILLINGHURST (II)
[ II ] EL CONFLICTO ENTRE EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
67 La ley electoral de 1912. En qué se diferenció su texto del Y EL CONGRESO, Y LA REAPARICIÓN DEL EJÉRCITO EN
proyecto original LA POLÍTICA.
70 La Corte Suprema y los procesos electorales de 1913 La segunda crisis en la República Aristocrática
70 Los resultados de la reforma de 1912
[ III ] [I]
72 La negociación Hunneus-Valera 98 La demora en la aprobación del Presupuesto para 1914 por el
72 El mensaje secreto de Billinghurst el 30 de noviembre de 1912 Congreso
73 La oposición contra la negociación Hunneus-Valera 98 La dimisión de los ministros Tudela y Maldonado
74 Las interpelaciones al ministro de Guerra y la política 99 La vigencia del Presupuesto para 1914 por decreto. No hubo
armamentista rebaja en el pliego de guerra
74 El ambiente de confraternidad popular peruano-chilena [ II ]
76 Las cuestiones con Colombia y el Ecuador 100 El conflicto entre el Presidente y el Congreso. El supuesto
76 El arbitraje sobre las reclamaciones francesas decreto con la desautorización de este y las causales aducidas
[ IV ] 101 Las reformas constitucionales
76 El establecimiento de la jornada de ocho horas para los 103 Las reformas constitucionales en el proyecto de Javier Prado y
trabajadores portuarios Mariano H. Cornejo
77 El primer decreto sobre reglamentación de las huelgas 103 El plebiscito
79 La sección obrera, base de la inspección general del trabajo 104 El armamento del pueblo
79 La reglamentación de la ley sobre accidentes del trabajo 105 Casos latinoamericanos de armamentos del pueblo como
80 La represión del Callao contrapeso al poder militar
80 Las huelgas de 1913 [ III ]
81 Casas para obreros 105 La conspiración
81 La escuela de enseñanza doméstica 106 El intento de efectuar el pronunciamiento el 18 de enero
81 El fomento de la extensión cultural entre el pueblo de 1914
82 El decreto para reglamentar el arrendamiento de las fincas de 108 Los diarios. La actitud del Partido Civil Independiente
la Beneficencia 108 Los distintos sectores de la conspiración
82 Billinghurst y los indios. Las matanzas de Chucuito y Azángaro 108 Los fundamentos de la propaganda subversiva
82 El informe Villena sobre los atropellos a los indios en la 108 ¿Hubo el intento de obtener la renuncia de Billinghurst por
provincia de Lampa medios pacíficos?
[V] 109 La propaganda contra el Congreso y a favor del plebiscito
84 Las ideas de Billinghurst sobre la educación primaria y el 109 El ambiente en Lima al empezar febrero
decreto sobre la enseñanza religiosa 110 ¿Abandonó Billinghurst a última hora la idea del plebiscito?
[ VI ] 112 El pronunciamiento militar del 4 de febrero. Asesinato del
85 El departamento de Madre de Dios general Enrique Varela,
85 El informe Forbes sobre el guano 112 Homenajes al general Varela
86 La supuesta existencia de salitre en Arequipa 112 El proceso por el asesinato del general Varela
86 Iniciativas del gobierno de Billinghurst sobre el borato de cal y 115 La musa popular y el asesinato del general Varela
el carbón 115 La dimisión y la expatriación de Billinghurst
86 La unión de La Punta con San Lorenzo y el proyecto sobre [ IV ]
Matarani 116 Apreciaciones sobre el conflicto constitucional de 1914. El
88 La ruta Huánuco-Pucallpa significado histórico de Billinghurst
88 Los basurales del Tajamar, la Dirección de Salubridad y la 118 La segunda crisis de la República Aristocrática
Asistencia Pública 118 El plan de Billinghurst. La sublevación de Leguía en 1919 y el
88 El ferrocarril a Chilca plebiscito de 1939
88 La ley de colonización e irrigación de la costa 120 La suerte de la reformas propugnadas por Billinghurst
89 El fomento de la arboricultura frutal 120 La legalización de la aprobación del Presupuesto por decreto
89 La difusión de la higienización y del agua potable en 1962
91 La expropiación de los derechos de la Empresa del Agua [V]
de Lima 120 Formación de la Junta de Gobierno
[ VII ] 121 La reunión de los senadores y diputados residentes en Lima
91 Los mensajes de Billinghurst al Congreso. La condenación de 122 La aprobación de la clase dirigente a la subversión militar en
la historia hacendaria de la República y la denuncia del 1914
anómalo crecimiento presupuestal 122 Los ascensos por la subversión del 4 de febrero
92 El Presupuesto para 1913 123 La tranquilidad pública después del 4 de febrero
93 La Compañía Recaudadora de Impuestos
94 Los empréstitos de Billinghurst
[ VIII ]
94 El Porvenir compañía de seguros de vida
95 El cultivo del té

6 TOMO 13 [ INDICE ]
CAPÍTULO 35 [ III ]
EL CONATO DE TERCER MILITARISMO (1914-1915). 156 Los cheques circulares
Aspectos políticos, administrativos y sociales. 160 La publicación del estado de caja de los bancos
La cuestión La Brea y Pariñas 160 La moneda de plata y de cobre
162 La exportación de oro y de plata
[I] [ IV ]
126 Los sangrientos sucesos de Napo 162 La reducción de los gastos públicos
[ II ] 163 Las nuevas leyes tributarias
126 La pugna entre los partidarios del vicepresidente Roberto 163 El Presupuesto de 1915
Leguía y los partidarios de nuevas elecciones populares 164 Las obligaciones a cargo del Erario entre 1908 y 1915
128 La mediación de Isaías de Piérola [V]
128 La fórmula de la presidencia provisoria 165 El decreto sobre despido de obreros
130 La sesión del Congreso el 15 de mayo de 1914 165 La legislación sobre artículos de primera necesidad
130 La elección del coronel Benavides como presidente provisorio [ VI ]
132 La resolución legislativa sobre la presidencia provisoria 165 La apertura del canal de Panamá
134 Apreciaciones sobre los sucesos del 15 de mayo
134 La acusación parlamentaria por los sucesos del 15 de mayo
134 El ascenso del presidente Benavides CAPÍTULO 37
135 El Gabinete Muñiz. La Proclamación de Roberto Leguía y las LA CONVENCIÓN DE PARTIDOS Y LAS ELECCIONES DE
conspiraciones de mayo y junio de 1914 1915. EL OCTAVO GOBERNANTE CIVIL EN LA REPÚBLICA
135 El asilo y la deportación de Augusto Durand y Alberto Ulloa ARISTOCRÁTICA
135 La prisión de Víctor Larco Herrera y Rafael Villanueva y el
funcionamiento del hábeas corpus [I]
137 Renuncia de González Prada a La Lucha 168 La ley electoral de 1915
138 La instalación del Congreso ordinario de 1914 y el 168 El proyecto de reformas constitucionales
acercamiento del leguiismo al régimen de Benavides [ II ]
[ III ] 169 La iniciativa para la Convención de Partidos de 1915
138 El Gabinete Carvajal y el estallido de la guerra europea 169 Organización de la Convención de Partidos
138 El Gabinete Sousa 170 La candidatura Muñiz
139 El Gabinete Schreiber. El incidente entre el ministro de Guerra 171 Retiro de la candidatura Prado y unificación civilista en torno
y la Cámara de Diputados de José Pardo
139 Las gestiones para que los señores Billinghurst y Durand 172 Reunión de la Convención. Designación de Pardo
fuesen expulsados de Tacna y Arica 172 Las vicepresidencias
140 Los sangrientos sucesos de Vitarte en enero de 1915 172 Significado de la nominación y de la elección de Pardo
142 La matanza de Llaucán 174 Ricardo Bentín
142 Los proyectos sobre impuestos a las utilidades del comercio y 175 Melitón Carvajal
la industria y a los sueldos de los empleados. La matanza de [ III ]
Arequipa 177 La Corte Suprema y las elecciones de 1915
143 Dimisión del Gabinete Schreiber 177 Los sangrientos sucesos de San Jerónimo. Asesinato de
143 El Gabinete Abrill Leonidas Samanez
143 Las características de los gabinetes de Benavides 178 Elección de Pardo
143 El anticipo de las leyes de excepción 178 El debate sobre la fecha de transmisión del mando
144 Los sucesos de Margos 178 La frustrada convocatoria a elecciones suplementarias. El
[ IV ] Gobierno y el proceso de 1915
144 La ley de situación militar 179 La rebelión de Huaraz. Comienzo de la segunda
146 La ley de cuadros administración de Pardo
146 El tiro de guerra 179 Viaje de Benavides a Europa
[V]
147 Planteamiento de la cuestión La Brea y Pariñas
[ VI ] CAPÍTULO 38
147 El guano y los derechos de la Peruvian Corporation y de la LA VUELTA A LA NORMALIDAD CONSTITUCIONAL
agricultura nacional (1915-1919).LA PRIMERA PARTE DEL SEGUNDO
149 El muelle de Salaverry GOBIERNO DE JOSÉ PARDO.
150 El muelle de Malabrigo Política interna. Gabinetes Riva-Agüero y Tudela 1ro.
[ VII ]
150 El agua de Lima [I]
150 Los servicios de agua y desagüe y de agua potable 182 Carlos de Piérola, director de la Casa de Moneda
151 El alumbrado eléctrico en el Cuzco 182 El Gabinete Riva-Agüero
182 El asesinato del comandante Ferreccio
183 Las leyes de amnistía de 1915 a 1917
CAPÍTULO 36 [ II ]
LOS EFECTOS INMEDIATOS DE LA PRIMERA GUERRA 184 El comienzo de la oposición a Pardo. Luis Ulloa
MUNDIAL 186 El intenso contenido político de las elecciones parlamentarias
de 1917
[I] 186 El asesinato de Rafael Grau
154 Los efectos inmediatos de la guerra de 1914 189 Los sangrientos sucesos de Cutervo y Chumbivilcas
[ II ] 189 Las proyecciones del crimen de Palcaro
154 Las moratorias 191 Los desórdenes del Cuzco
191 La actitud de Javier Prado

[ INDICE ] TOMO 13 7
191 Renuncia del ministro García Bedoya 224 La tesis peruana de 1918 sobre la solución del conflicto con
192 La acusación al Gabinete Riva-Agüero Chile
192 Miguel Grau 224 El Perú y la conferencia de Versalles
192 Óscar Grau 224 La demanda boliviana sobre Tacna y Arica
192 La ley N° 2584 225 La Liga de Naciones y la preparación de la demanda peruana
193 Alejandrino Montesinos [V]
193 El retiro del apoyo del partido constitucional al Gobierno. 225 La visita a Tumbes del Presidente del Ecuador
El primer Gabinete Tudela
194 Las elecciones para diputados por Lima en 1917
196 La Corte Suprema y las elecciones parlamentarias de 1917 CAPÍTULO 41
[ III ] LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA
197 La dimisión de Maldonado relacionada con el problema del MUNDIAL ENTRE 1915 Y 1918.
aumento de los sueldos por el Legislativo Política monetaria y tributaria de la segunda
197 La junta directiva del Partido Civil administración de José Pardo. El aumento de las
197 El ardoroso debate parlamentario sobre la ley de ferrocarriles exportaciones
199 La dimisión del Gabinete Tudela y el problema constitucional
de la insistencia en una ley [I]
200 El segundo Gabinete Tudela 228 Política monetaria de la segunda administración de Pardo
200 El problema ferrocarrilero en la legislatura de 1918 229 El pago de jornales en vales de papel y la lucha contra el
[ IV ] billete
201 Las creaciones políticas de provincias de tipo pequeño y por la moneda de plata
230 El acaparamiento de la plata y los sangrientos sucesos del
Cuzco en enero de 1918
CAPÍTULO 39 232 Las leyes sobre ampliación de la emisión de cheques circulares
LA FASE FINAL DEL SEGUNDO GOBIERNO DE en 1918
JOSÉ PARDO. [ II ]
Política interna. Gabinetes Tudela 2do., Arenas y 235 El aumento de las exportaciones
Zuloaga 237 El algodón Tangüis
238 La popularización del automóvil y del tractor
[I] 239 El valor de las importaciones y exportaciones
204 El incidente de Nuestra Época y la renuncia del ministro [ III ]
La Fuente 239 El disloque económico provocado por la guerra
[ II ] 240 El desplazamiento de los mercados
205 El movimiento subversivo de Ancón. La protesta estudiantil [ IV ]
por la suspensión de garantías y el ministro Sayán y Palacios 240 La nueva legislación tributaria
[ III ] 242 Las deficiencias en la tributación del estado patrimonial
206 La dimisión del segundo Gabinete Tudela. Tudela y su oligárquico reveladas por el ministro Víctor M. Maúrtua
antecesor
207 El Gabinete Arenas
[ IV ] CAPÍTULO 42
208 El distanciamiento entre el Partido Liberal y el Gobierno LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA
208 El homicidio frustrado de Augusto Durand en Punta de la MUNDIAL ENTRE 1915 Y 1918 Y OTROS PROBLEMAS DE
Esperanza ESA ÉPOCA.
210 El Gabinete Zuloaga II. El Presupuesto, otros aspectos hacendarios, la
[V] legislación sobre subsistencias y sobre transportes
210 Las facultades legislativas de los Congresos extraordinarios durante la segunda administración de José Pardo.
[ VI ]
211 El Partido Nacional Democrático [I]
246 La evolución del Presupuesto de la República
246 La prórroga del Presupuesto de 1916 para 1917 sin voto del
CAPÍTULO 40 Congreso
EL PERÚ ANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y 247 Los reintegros a los empleados
OTROS ASPECTOS INTERNACIONALES DEL SEGUNDO 247 Los emolumentos de los representantes a Congreso
GOBIERNO DE JOSÉ PARDO 247 Las obligaciones a cargo del Erario
248 La aplicación de los mayores ingresos y el restablecimiento del
[I] crédito fiscal
216 El hundimiento de la Lorton 250 Las ideas conservadoras de José Pardo sobre política
217 Las ideas de Enrique de la Riva-Agüero sobre la guerra europea presupuestal
218 La ruptura de relaciones con Alemania [ II ]
218 Las naves alemanas 250 La Caja de Depósitos y Consignaciones
[ II ] 250 La Compañía Administradora del Guano
219 La ilusión peruana ante las doctrinas de Wilson y ante la etapa [ III ]
postrera de la Primera Guerra Mundial 251 La ley sobre títulos de la deuda interna
220 La oposición a Pardo y la Guerra Mundial [ IV ]
[ III ] 251 La legislación sobre subsistencias
222 José García Calderón
[V]
[ IV ]
254 El problema del transporte marítimo
223 El rompimiento de relaciones comerciales con Chile
255 Las “listas negras”
223 Conversaciones sobre un posible arreglo peruano-chileno

8 TOMO 13 [ INDICE ]
CAPÍTULO 43 CAPÍTULO 44
ASPECTOS JURÍDICOS Y SOCIALES DURANTE LA LAS RAMAS DE DEFENSA NACIONAL Y DE FOMENTO Y
SEGUNDA ADMINISTRACIÓN DE JOSÉ PARDO HASTA LA LOS ASPECTOS LOCALES EN LA SEGUNDA
IMPLANTACIÓN DE LA JORNADA DE OCHO HORAS. ADMINISTRACIÓN DE JOSÉ PARDO. LA AVIACIÓN
El arbitraje en la cuestión La Brea y Pariñas ENTRE 1915-1918
[I] [I]
258 La libertad de cultos 290 Los institutos armados. La creación del servicio de
258 Los adventistas en Puno aviación militar
258 La provisión del obispado de Puno 291 La jurisdicción militar
259 Monseñor Emilio Lisson, arzobispo de Lima 291 El estado de la marina de guerra
259 El reconocimiento de la jurisdicción eclesiástica en los asuntos 291 El premio Gildemeister
a ella inherentes [ II ]
[ II ]
292 El ramo de fomento. Aspectos generales
259 El asunto La Brea y Pariñas en el Senado
292 Carreteras y ferrocarriles
262 José Pardo ante el problema de La Brea y Pariñas en el
mensaje de 1918 [ III ]
262 La cuestión de La Brea y Pariñas en la Cámara de Diputados 294 Salud pública
264 La ley N° 3016 [ IV ]
267 ¿Era procedente en 1918 el arbitraje internacional? 294 El desarrollo de Lima. El destino de los fondos creados para el
[ III ] Teatro Nacional
269 La ley de hábeas corpus 295 El impuesto a los terrenos sin construir
269 La ley de la liquidación de prisiones preventivas 295 Pedro de Osma, Aurelio Sousa, y Juan Francisco Pazos Varela,
[ IV ] alcaldes de Barranco
270 La colonia del Frontón 295 Luis Miró Quesada, alcalde de Lima
[V] 297 Los tranvías en el jirón de la Unión
270 La prenda agrícola, la hipoteca naval y los almacenes generales [V]
[ VI ] 297 El agua y desagüe y el agua potable
270 La supresión de los tratamientos 298 El alumbrado público
[ VII ] 298 La pavimentación
270 La ley sobre trabajo de mujeres y niños y la ley sobre descanso
298 La aviación entre 1915 y 1916. Un avión en las maniobras
obligatorio dominical
militares de 1915
271 La ley ampliatoria de la de accidentes de trabajo
271 La ley sobre casas para obreros 299 Los pilotos peruanos en El Palomar
271 La ley sobre embargo de sueldos y pensiones y sobre agio y usura
272 La ley seca ÍNDICE DE CONTENIDO ADICIONAL
272 Las obligaciones sociales de los establecimientos industriales
272 Otras normas sobre trabajo y previsión social RECUADROS
274 La ley sobre sociedades anónimas 26 La Pro Indigena y la "cuestión del indio"
[ VIII ] 44 Juan Bielovucic y el biplano Voisin
274 El censo de empleados públicos 52 Las jornadas de mayo de 1912
[ IX ] 68 Los funerales del "Califa"
274 Domingo Olavegoya 102 El manifiesto de 1914
274 Augusto E. Pérez Araníbar 136 Suluque II, González Prada y la oposición a Benavides
275 Víctor Larco Herrera 148 Heraldo de modernidad: electricidad para Cuzco
[X] 212 El PND: ¿grupo de amigos o partido pluriclasista?
277 Las huelgas de obreros portuarios y ferrocarrileros, de 232 Caña de azúcar y billetes de hacienda
campesinos en la zona de Huacho, de trabajadores del 236 Tangüis: innovación en la adversidad
petróleo y de obreros de Smelter en 1916 252 El problema de las subsistencias
278 La huelga de empleados de la Biblioteca Nacional y la huelga
de telegrafistas
280 La huelga de motoristas y conductores de 1917 y el arbitraje
LÍNEAS DE TIEMPO
186 Mandatarios del Perú (1904-1930)
280 La huelga petrolífera de 1917
280 La ley sobre extranjeros indeseables 268 El paro general de 1919
[ XI ]
280 La organización sindical y la lucha por la jornada de ocho horas INFOGRAFÍAS
281 El paro general de enero de 1919 40 Los pioneros de la aviación en el Perú
281 La jornada de ocho horas 78 La creación de Madre de Dios
283 La agitación sindicalista 276 Las donaciones benéficas
[ XII ]
283 Rumi Maqui PERSONAJES
284 La reglamentación de los trabajos de los indígenas. El 170 José Pardo y Barreda
proyecto de Capelo sobre tierras 206 José Carlos Mariátegui
286 El informe Maguiña sobre Urcón 260 Víctor Larco Herrera
286 La granja modelo de Puno
[ XIII ]
287 Adolfo Rondón y Luis Igreda

[ INDICE ] TOMO 13 9
[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 30 ● I El Có­di­go de Pro­ce­ Par­do en agos­to de 1908 ●  El de­ba­te Se­na­do. La nu­li­dad del re­gla­men­to de
di­mien­tos Ci­vi­les y las le­yes ane­xas II
● par­la­men­ta­rio de 1908. “Be­lla tar­de la de lo­ca­ción de ser­vi­cios pa­ra la mi­ne­ría ● El
La or­ga­ni­za­ción de los co­le­gios de abo­ hoy, se­ño­res...” ● La ley de ac­ci­den­tes de in­dí­ge­na Lo­ren­zo Za­ca­rías y su mo­nu­
ga­dos ● III La ley de con­so­li­da­ción de tra­ba­jo en el Se­na­do ●  La ley N° 1378 ● men­to ●  La pro­hi­bi­ción de la in­ter­ven­
en­fi­teu­sis ●  La ley so­bre ad­qui­si­ción de El pa­ro ge­ne­ral de abril de 1911 ● El Sin­ ción de las au­to­ri­da­des po­lí­ti­cas en la
tie­rras de mon­ta­ña ●  Los bie­nes o ren­ di­ca­to Tex­til de Vi­tar­te ● Las huel­gas de con­tra­ta­ción del ser­vi­cio de peo­nes
tas afec­tas al pa­go de do­tes y otras res­ 1912. La huel­ga de 1912 en Chi­ca­ma. El pa­ra tra­ba­jos pú­bli­cos o par­ti­cu­la­res ● 
pon­sa­bi­li­da­des del pa­tro­na­to na­cio­nal in­for­me Os­ma ● VI La Asis­ten­cia Pú­bli­ca “El con­tra­to de en­gan­che” ●  Los ho­rro­
●  IV El VII Con­ci­lio Pro­vin­cial Li­men­se y ● VII Los ac­ci­den­tes de los bom­be­ros ● res de Sa­mán ● La ca­tás­tro­fe de Goy­lla­
el obis­pa­do de Ca­ja­mar­ca ● V El de­ba­te VIII Los es­cán­da­los del Pu­tu­ma­yo ●  Sir ris­quiz­ga ● El de­cre­to so­bre ex­plo­ta­ción
en 1905 so­bre el pro­yec­to de ley re­la­ti­ Ro­ger Ca­se­ment: ¿trai­dor o hé­roe na­ de mi­nas ●  X La muer­te del ban­do­le­ro
vo a ac­ci­den­tes del tra­ba­jo ● El pro­yec­to cio­nal? ●  IX La Aso­cia­ción Pro In­dí­ge­na Luis Par­do ● Luis Par­do en el can­cio­ne­ro
en 1907 y las ges­tio­nes del pre­si­den­te ●  La la­
bor pro in­dí­ge­na de Ca­pe­lo en el crio­llo ● XI El Par­que Zoo­ló­gi­co.
ASPECTOS JURÍDICOS, ECLESIÁSTICOS Y SOCIALES
EN LA PRIMERA ADMINISTRACIÓN DE LEGUÍA

CAPÍTULO
30
[ ]
E
[I]
L CÓDIGO DE PROCEDIMENTOS CIVILES Y LAS LEYES ANEXAS.- La ley N° 1510 de 15
de diciembre de 1911 aprobó los proyectos de Ley Orgánica del Poder Judicial, Ley de Notariado
y Código de Procedimientos Civiles formulados por el Comité de Reformas Procesal y declaró
que sus miembros habían comprometido la gratitud nacional.
El Código de Procedimientos Civiles se inspiró principalmente en la ley española de 1881.
Derogó algunos artículos del Código Civil (sobre declaración de ausencia, restitución por entero
y venta de objetos pignorados). Además, modificó el Código de Comercio en lo relativo a la pren-
da mercantil y a la cuenta corriente. Pero, sobre todo, reemplazó al Código de Enjuiciamiento en
lo civil expedido en 1852. Caracterizáronle la claridad y la precisión de su lenguaje y la brevedad
de su contenido. En el dictamen aprobatorio de la Cámara de Diputados existe una frase digna
de recuerdo que viene a ser un gran homenaje: es la que afirma que nadie de buena fe podría
dar gramatical y lógicamente una interpretación distinta del texto nítido de sus artículos. Sin
embargo, en su aplicación práctica, no ha impedido las maniobras dilatorias de la justicia, los
trámites excesivos, los ardides de tinterillos y escribanos.
Como se ha dicho anteriormente, el Código y sus leyes conexas provinieron de una comisión
de juristas reunida espontáneamente en 1904 para preparar la reforma procesal. Ni el Poder Eje-
cutivo ni el Parlamento ni las universidades ni el Colegio de Abogados participaron en esta obra.
Llegados los proyectos a la Cámara de Diputados, fueron aceptados sustancialmente por la
Comisión de Legislación, con solo ligeras enmiendas. Hizo el dictamen de esta Comisión (presi-
dida por Mariano Nicolás Valcárcel) un minucioso estudio del asunto y fue el documento discu-
tido y aprobado en el salón de sesiones. Así se evitó el examen moroso de artículo por artículo.
Cuando el proyecto pasó al Senado, el procedimiento fue idéntico. El dictamen de la Comisión
constituyó también la materia del corto debate que surgió y que se redujo a unos cuantos minu-
tos. El Senado introdujo apenas tres modificaciones de redacción, otra sobre la fecha en que
debía empezar la vigencia del nuevo Código y la última para declarar embargable el sueldo de
los militares en la tercera parte por razón de alimentos.
Cuando se discutió el proyecto de Presupuesto de 1958 en la Cámara de Diputados, el minis-
tro de Educación de entonces se refirió a la necesidad de que las leyes de carácter técnico fuesen
elaborados por organismos también técnicos. Refutó esta teoría Mario Alzamora Valdez, diputa-
do por Cajamarca, a cuya insistencia se había debido antes el rechazo de un proyecto del mismo
ministro para crear una comisión especial que debía preparar el proyecto de una nueva Ley
Orgánica de Educación. Una vez más alegó el elocuente diputado por Cajamarca acerca de la
necesidad del origen puramente parlamentario de todas las leyes, a pesar de lo cual, cuando
gobernó poco después el país una Junta Militar, aceptó integrar comisiones para preparar decre-
tos-leyes sobre asuntos tan vitales como la organización local y otros. Se refirió, para sustentar su
tesis, al Código de Procedimientos Civiles y mencionó un discurso de Joaquín Capelo en el Sena-
do a propósito de este documento. Joaquín Capelo que no fue jurista sino ingeniero, tuvo una
intervención que ocupa catorce líneas en el Diario de Debates correspondientes a la sesión del
6 de octubre de 1911 para aludir apenas a la embargabilidad de los sueldos.

12 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
El caso del Código de Procedimientos Civiles, de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley EL CÓDIGO DE
de Notariado que entraron simultáneamente en vigencia, señala, pues en realidad (como los de PROCEDIMIENTOS
CIVILES
los Códigos Penal de 1924 y Civil de 1936 y como las leyes orgánicas de educación), un saludable
método de trabajo legislativo. El Parlamento, organismo político por antonomasia, tiene aptitud
indiscutible para ocuparse en detalle de las grandes cuestiones políticas así como de vitales
asuntos de carácter hacendario, internacional y otros de análogo significado. La formulación de
proyectos de códigos y leyes orgánicas en materias técnicas y su debate, artículo por artículo,
debe corresponder, en cambio, a organismos y personas de carácter especializado.

[ II ]
LA ORGANIZACIÓN DE LOS COLEGIOS DE ABOGADOS.- La ley N° 1367 de 20 de diciem-
bre de 1910 declaró instituciones oficiales al Colegio de Abogados de Lima y a todos los que se
establecieran en la República.
Esta ley tuvo su génesis en un proyecto presentado por el diputado Eduardo I. Bueno en
octubre de 1899. Sobre él recayeron la opinión de la junta del Colegio de Abogados, la vista de
los fiscales de la Corte Superior que reprodujeron, con modificaciones, esa opinión y, finalmen- Preparado por una
te, un informe de la Corte Suprema favorable al proyecto presentado por el fiscal Juan José comisión de juristas en
Calle. El Poder Ejecutivo emitió luego su parecer el 14 de agosto de 1909. El dictamen de la 1904, este conjunto de
Comisión de Legislación de la Cámara de Diputados fechado el 7 de octubre de 1900 fue sin- normas empezó a regir
gularmente valioso. oficialmente desde el 28
El carácter oficial otorgado al Colegio, que hasta entonces carecía de él a pesar de su antigüe- de julio de 1912.
dad mayor de cien años, implicó el propósito de hacer más efectivos sus fines primordiales. Ellos El Código de
tenían relación con la enseñanza de la práctica forense, la vigilancia de la moral profesional a Procedimientos Civiles
través de medidas disciplinarias para quienes la transgredieran, la defensa de la Orden, la divul- agrupaba a la Ley
gación de la ciencia jurídica y el empleo de la jurisdicción arbitral o de la función consultiva en Orgánica del Poder
los casos que le fueran encomendados. El ejercicio de la abogacía quedó unido a la inscripción Judicial, la Ley de
en el Colegio del distrito judicial respectivo. Notarios y leyes sobre
reformas procesales.
El documento modificó
[ III ] además el Código de
LA LEY DE CONSOLIDACIÓN DE ENFITEUSIS.- La enfiteusis consistía en el derecho de reci- Comercio vigente y
bir o exigir el pago de un canon por la cesión que se había hecho del aprovechamiento de un ordenó las funciones
inmueble. El propietario cedía a otra persona el aprovechamiento, llamado dominio útil, a cam- legislativas.
bio de un pago periódico (canon) que se le debía en reconocimiento del señorío o dominio
directo que conservaba. En su origen fue una cesión a perpetuidad y después se pactó a largo
plazo, o sea cincuenta, cien o ciento cincuenta años. A lo largo del siglo XIX y en los primeros
años del siglo XX resultó la enfiteusis una institución anacrónica, un fósil jurídico que no corres-
pondía a la organización moderna de la propiedad, si bien había sido útil cuando ella se concen-
tró en pocas manos y cuando los dueños no podían atender a la explotación de sus tierras.
El desdoblamiento del dominio producía no solo conflictos legales sino también entorpeci-
mientos y perjuicios en el régimen de los bienes inmuebles urbanos y rústicos con los consi-
guientes trastornos económicos.
En agosto de 1896 el senador Juan E. Lamas presentó en su Cámara un proyecto para prohi-
bir la celebración del contrato de enfiteusis y señalar los medios para la consolidación del domi-
nio. Quedó pendiente esta iniciativa durante algunos años. Cuando tuvo lugar la apertura de la
avenida de la Colmena, pudo comprobarse que la mayor parte de los terrenos afectados por ella,
pertenecían a la Beneficencia que conservaba el dominio directo mientras el dominio útil perte-
necía a distintas personas. Las dificultades para la expropiación fueron grandes. No se pudo

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 13
consolidar el dominio. Los interesados pedían cuantiosas sumas para vender su derecho. Surgió
así palpable la necesidad de una ley como la que propiciara Juan E. Lama.
La ley N° 1447 de 7 de noviembre de 1911 prohibió la creación de derechos enfitéuticos y
(...)EN señaló las normas para la consolidación de ellos con lo cual puso fin al desdoblamiento del dere-
COMPENSACIÓN DE cho de propiedad, en beneficio del dueño del dominio útil, es decir del que trabajaba. También
fijó las pautas para el procedimiento a seguir en estos casos.
LA CONSTRUCCIÓN Tuvo una gran importancia histórica. Contribuyó al empobrecimiento de la Iglesia en el Perú.
DE UNA CARRETERA En años recientes ha renacido la enfiteusis en algunos países, sobre todo en relación con el
aprovechamiento o explotación de tierras del Estado o de instituciones públicas. La ley sobre
POR LA RUTA DEL tierras de montaña que se menciona en seguida, al establecer entre las distintas formas de
PROYECTO DEL adquisición de ellas el denuncio con la obligación de abonar al Estado una contribución semes-
fERROCARRIL DE tral, ha establecido una figura jurídica semejante a la de la enfiteusis que bien podría ser aplicada
en otros casos.
TAMbO DEL SOL A
PUCALLPA, EL
GObIERNO LA LEY SOBRE ADQUISICIÓN DE TIERRAS DE MONTAÑA.- Las tierras de montaña son
del Estado, pero está permitido que puedan ser adquiridas por particulares. La ley N° 1220 de 31
PERUANO, EN de diciembre de 1909 señaló entre otras formas de esa adquisición: la venta, indicando sus con-
DICIEMbRE DE diciones y sus límites; el denuncio, la adjudicación gratuita, con obligación de cultivo de una
parte, la concesión para obras públicas y colonización o en compensación de la construcción de
1953, CELEbRÓ UN vías férreas y caminos.
CONTRATO CON En nombre de la ley N° 1220, y en compensación de la construcción de una carretera por la
RObERT LE ruta del proyecto del ferrocarril de Tambo del Sol a Pucallpa, el Gobierno peruano, en diciembre
de 1953, celebró un contrato con Robert Le Tourneau por el que le adjudicó la propiedad de 400
TOURNEAU POR mil hectáreas de terrenos de montaña que debían ser colonizados y parcelados, para dar prefe-
EL qUE LE rencia en los repartos a colonos nacionales.
Al amparo de esta misma ley, que permite ventas de tierras de selva hasta de mil hectáreas
ADJUDICÓ LA para cultivos y de 30 mil hectáreas de gomales, se han formado grandes latifundios, la mayoría
PROPIEDAD de los cuales no es explotada en toda su amplitud. Los terrenos son adjudicados al precio de un
DE 400 MIL sol la hectárea; y si, al cabo de diez años, no fueran trabajados, se establece la obligación del
pago de un centavo anual por cada hectárea cultivada. La ley ha servido de estímulo para que
hECTÁREAS DE hayan proliferado las grandes propiedades con desmedro de las medianas y pequeñas.
TERRENOS DE
MONTAñA qUE LOS BIENES O RENTAS AFECTAS AL PAGO DE DOTES Y OTRAS RESPONSABILIDADES
DEbÍAN SER DEL PATRONATO NACIONAL.- El decreto de 1° de octubre de 1838 adjudicó a la Beneficen-
COLONIzADOS Y cia de Lima los capitales pertenecientes a patronatos, obras y buenas memorias. Esta situación
existió durante más de setenta años.
PARCELADOS, PARA La ley N° 1227 de 21 de enero de 1910 dispuso que el servicio de dotes y otras responsabili-
DAR PREfERENCIA dades del Patronato Nacional fuera desempeñado por la Dirección del Crédito Público del Minis-
EN LOS REPARTOS A terio de Hacienda.
Invocó el Gobierno la ley N° 1227 para expedir la resolución de 15 de febrero de 1910 por la
COLONOS que se declaró derogado el decreto de 1° de octubre de 1833 y se puso término a las adminis-
NACIONALES. traciones por las Sociedades de Beneficencia, de los bienes o rentas afectas al pago de dotes y
otras responsabilidades del Patronato Nacional.
Con motivo del planteamiento hecho por la Sociedad de Beneficencia de Lima para sostener
que el decreto de 1° de octubre de 1838 tenía carácter irrevocable, se expidieron las resoluciones
de 22 de marzo y 12 de abril de 1910 que ratificaron la doctrina legal en materia de ejercicio del
derecho de Patronato correspondiente al Gobierno con carácter exclusivo.

14 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
[1] LA HUELGA TEXTIL.
En abril de 1911, los
obreros de la fábrica
de tejidos de Vitarte
(2) iniciaron una
manifestación con el
propósito de obtener
mejoras laborales.
Exigían, entre otras
cosas, la disminución
de las horas de
trabajo y el aumento
de los salarios. A esta
huelga se plegaron
diversos gremios
obreros de la capital.
En esta imagen (1)
vemos a un grupo de
obreros textiles
llegando a Lima
durante la protesta.

[2]

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 15
RAFAEL GRAU La Beneficencia pretendió basar su alegato en la ley de 24 de agosto de 1838 que sancionó,
CABERO (1876-1917) en general, los actos administrativos del general Gamarra, uno de los cuales fue el citado decre-
to de 1° de octubre; y también en la ley de 2 de octubre de 1893. El Gobierno sostuvo el carácter
político de la primera en relación con la actuación de un Gobierno de facto; y en cuanto a la
segunda afirmó que no había reconocido a la Beneficencia un derecho de propiedad sobre los
bienes recibidos en administración, sino simplemente sobre aquellos que le eran propios, es
decir sobre los muebles, inmuebles, derechos, acciones, rentas temporales y perpetuas adquiri-
dos por causa de donaciones, herencias u otro título.

[ IV ]
EL VII CONCILIO PROVINCIAL LIMENSE Y EL OBISPADO DE CAJAMARCA.- En 1912
tuvo lugar la celebración del VII Concilio Provincial Limense, presidido por el arzobispo García
Naranjo. Desde el VI, patrocinado por Carlos III y supervigilado por el virrey Manuel de Amat, no
se habían reunido los obispos en concilio provincial. He aquí una muestra de cómo, por encima
Este abogado limeño; de sus discontinuidades, la Iglesia católica tiene una esencial solidez.
hijo del héroe de Por iniciativa del ministro Rafael Villanueva se creó el obispado de Cajamarca. El primer obis-
Angamos, se inició en la po fue el cura de Santa Catalina Presbítero Grozzo.
política en el Partido
Unión Cívica, gracias al
cual fue elegido [V]
diputado, por la EL DEBATE EN 1905 SOBRE EL PROYECTO DE LEY RELATIVO A ACCIDENTES DEL
provincia de TRABAJO.- De los proyectos de ley preparados por José Matías Manzanilla, el de accidentes
Cotabambas en 1905 de trabajo comenzó a ser debatido aisladamente el 18 de noviembre de 1905. Lo fundamentó
Grau ejerció dicha con brillo su autor. Entre los oradores que tomaron entonces la palabra se destacaron Mariano
diputación a lo largo de Ignacio Prado y Ugar teche y Rafael Grau. En principio favorable al riesgo profesional, el prime-
doce años. En 1914 fue ro insinuó la posibilidad de que las nuevas leyes comprometiesen las reser vas industriales del
designado ministro de país y destruyeran las fuentes de la producción y del trabajo. El segundo orador calificó al
Justicia y al año siguiente proyecto de exagerado, dijo que mezclaba en forma contradictoria e inconveniente la ley fran-
fue elegido alcalde del cesa y la española y se declaró par tidario de que fueran adoptados los principios de esta últi-
puerto del Callao. Murió ma. También se opusieron Manuel Bernardino Pérez y Mariano Nicolás Valcárcel. Entre los
asesinado en 1917, oradores que se pronunciaron a favor del proyecto estuvo Ramón Espinoza. Manzanilla refutó
presuntamente minuciosamente a sus adversarios. El 30 de noviembre de 1905, por moción de Prado, a base
por adversarios políticos. de una anterior de Pérez, el proyecto fue aplazado. Se le remitió a las Comisiones de Industrias
y de Legislación.

EL PROYECTO EN 1907 Y LAS GESTIONES DEL PRESIDENTE PARDO EN AGOSTO DE


1908.- El dictamen conjunto de ambas comisiones fue puesto en debate el 2 de agosto de
1907. Por cambios ocurridos en el personal de ellas y en el de la Cámara, hubo un nuevo aplaza-
miento. Se produjo entonces un desacuerdo. La Comisión de Legislación restringió los alcances
del proyecto original, sin destruirlo. Pero el de mayoría de la Comisión de Industrias, repitió argu-
mentos de oposición ya aducidos (entre ellos el de que el Perú se adelantaba en este asunto a
todos los países de Norte y Sur de América) y lo rechazó para presentar otro. De sus alcances
excluyó los accidentes por culpa inexcusable de la víctima; entregó las indemnizaciones, asaz
pequeñas, a una merma mayor en el caso de provenir el infortunio de la violación de los regla-
mentos expedidos por la empresa; disminuyó los beneficios del riesgo profesional a los obreros
según el monto de sus salarios; y redujo además las indemnizaciones cuando el accidente afec-
tara a más de un obrero. La legislatura de 1907 no trató del asunto.

16 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
El 1° de agosto de 1908 el presidente Pardo reunió en su despacho al personal de ambas en EL MINISTRO
la dación de la ley y anunció el envío de un nuevo proyecto que recogía algunas de las observa- DE FOMENTO
ciones emitidas en el curso de la discusión, pero mantenía el principio del riesgo profesional.

EL DEBATE PARLAMENTARIO DE 1908. “BELLA TARDE LA DE HOY, SEÑORES…”.-


Aquel documento, de tipo transaccional (elaborado con la colaboración de los ministros de
Fomento, Gobierno y Justicia, bajo la presidencia del Jefe de Estado) fue dispensado del trámite
de comisión y la Cámara de Diputados acordó la urgencia de discutirlo al iniciarse el mes de
agosto de 1908. Concurrió al debate el ministro de Fomento, Delfín Vidalón, para defender el
punto de vista del Gobierno. Tres días, el 4, el 5 y el 7 de agosto duró el discurso de Mariano Igna-
cio Prado y Ugarteche. Sostuvo que la tendencia a la moderación, merced a los esfuerzos de la
Comisión de Industrias, se abría paso en el proyecto e insistió en la necesidad de legislar con
prudencia como había ocurrido en Europa. Defendió también la inaplicabilidad de la teoría del
riesgo profesional en nuestro país; mencionó la falta de estadística que pudiera servir de guía al
legislador; se refirió a la conveniencia de hacer intervenir al Estado en la aplicación de la ley Delfín Vidalón, a quien
mediante su colaboración en el seguro sobre accidentes; disertó sobre el carácter teórico y abs- vemos aquí en una
tracto del documento que estaba en debate y sus alcances inconvenientes para las buenas rela- fotografía de 1906, fue
ciones entre el capital y el trabajo. Terminó fundamentando las bases de un nuevo proyecto. designado ministro de
Prado no quería, pues, la pasividad del Parlamento ante el problema en debate, sino otra ley, a Fomento en 1908.
su juicio, práctica y realista. El periódico oficial El Diario aplaudió sus discursos. Durante su gestión,
El 7 y el 8 de agosto replicó Manzanilla a Prado. Dejó constancia que, desde 1905, habían participó en los debates
continuado sin amparo los accidentes del trabajo; que la opinión pública percibía, poco a poco, que se llevaron a cabo
la necesidad de expedir la ley; que los principios en ella invívitos se abrían paso en la escena en el congreso en agosto
internacional; que el texto primitivo había sido enmendado para moderarlo; que la propuesta de de ese año. En ellos,
la Comisión de Industrias era desastrosa para los obreros; que no existía precipitación insólita al defendió la posición del
oficializar en el Perú la doctrina del riesgo profesional; que las estadísticas iban a demorar mucho gobierno de disminuir
tiempo en perfeccionarse y no eran indispensables; que el proyecto no era abstracto y sí era los beneficios de riesgo
práctico; que no buscaba la lucha sino el equilibrio social, como que era el fruto de las clases profesional de los
directoras europeas; que caracterizábale la moderación, pues no incluía ni las enfermedades pro- obreros. Su opinión,
fesionales ni el seguro obligatorio ni el arbitraje forzoso ante tribunales de empresarios y obreros, sin embargo, no fue
ni pretendía ser aplicado a todos estos o a todas las industrias. Señaló, igualmente, la situación compartida por la
privilegiada de ellas en la vida nacional, en relación con las de Europa. No terminó aquel día su mayoría, que votó
discurso y quedó con la palabra para la siguiente sesión. a favor de los
Fue la del 11 de agosto. La barra hallábase llena de obreros, dispuestos a manifestar su sim- trabajadores.
patía a la ley. Prado anunció que aceptaba el principio del riesgo profesional con las característi-
cas que enumeró. Manzanilla inició ese día su discurso con unas palabras que se hicieron famo-
sas: “Bella tarde la de hoy, señores. Está ganada la batalla por el derecho”. En seguida disertó sobre
el ideal que “debe apartar al viajero de la vida del peligro de defender los intereses de los pode-
rosos o los perjuicios de los soberbios y de contribuir a la obra de iniquidad y de explotación en
contra de los desvalidos y de los humildes”; sobre la necesidad de legislar con el sentido de la
realidad; sobre la justicia de la doctrina del riesgo profesional. Prado insistió en que no se apro-
bara este principio en forma oscura y nebulosa. La Cámara aprobó, por unanimidad, el primer
artículo de la ley cuyo texto era el siguiente: “El empresario tiene la obligación de indemnizar a
sus obreros y empleados por los accidentes que ocurran en el hecho del trabajo o con ocasión
de él. Se exceptúan los accidentes derivados de fuerza mayor extraña al trabajo y los que la víc-
tima haya provocado intencionalmente”. Aunque Manzanilla votó a favor del artículo, formuló
reservas. En la sesión siguiente se aprobó una adición que agregó el adjetivo “directa” al sustan-
tivo “ocasión” en este artículo y así disminuyó sus alcances.

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 17
[1]

[2]

LA PARALIZACIÓN DEL TRANVÍA. Una de las huelgas más sonadas del año 1912 fue la protagonizada por
los motoristas y conductores del tranvía eléctrico en la capital. Entre sus peticiones, se encontraban la
estabilidad laboral y el aumento de salarios. En estas fotografías de la época podemos apreciar a los
huelguistas en la estación del tranvía, impidiendo su salida (1). Tras una breve negociación, que
incluyó al presidente Billinghurst como mediador, los trabajadores llegaron a un acuerdo. La noticia
fue celebrada por muchos huelguistas congregados en el Parque de la Exposición (2).

18 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
Cuando la discusión sobre los principios generales parecía terminada, se produjo la interven- MANUEL
ción de Manuel B. Pérez, mucho más conservadora que la de Prado. Pérez presentó algunos BERNARDINO
PÉREZ (1856-1922)
datos, que pueden ser interesantes desde el punto de vista histórico, sobre el estado de las
industrias en el país para refutar en este asunto, y en muchos otros, a Manzanilla. Tocó entonces
hacer una amplísima defensa del principio del riesgo profesional y de sus aplicaciones a Luis Miró
Quesada. Fue este diputado, sin duda, junto con Manzanilla, el más enérgico y tenaz vocero de
las ideas que provocaban el debate. No debe ser omitido tampoco el nombre del diputado obre-
ro Carlos Lora y Quiñones que hizo algunas revelaciones importantes acerca de la situación de
los trabajadores en el Perú.
La discusión continuó sobre cada artículo, hasta el 5 de setiembre. Hubo importantes cam-
bios de ideas sobre asuntos tales como la frase “ocasión directa” que acababa de mencionarse,
la definición del accidente de trabajo, la cuestión de la pequeña minería, la de la industria de
construcciones y las fábricas, la indemnización por la incapacidad parcial y temporal, la culpa
inexcusable, el embargo y la cesión de indemnizaciones, los procedimientos judiciales, la decla-
ración del accidente, los accidentes marítimos, la preferencia para el pago de las indemnizacio-
nes, los seguros.
Al día siguiente de haber sido aprobado el proyecto íntegramente, el 6 de setiembre de 1908, En agosto de 1908, este
se realizó una gran fiesta obrera para celebrar el triunfo, con un homenaje a José Matías Manza- abogado lambayecano,
nilla y a Luis Miró Quesada. Hablaron allí además de estos parlamentarios, Manuel Bachman, entonces diputado por la
Rosendo Vidaurre, Juan Goachet, Alfredo J. Pimentel, Manuel A. Juárez, Rosendo Sánchez, Carlos provincia de Pomabamba,
Lora y Quiñones, José V. Cahuas y Francisco Berdejo. participó del debate
parlamentario por la ley
sobre accidentes de
LA LEY DE ACCIDENTES DE TRABAJO EN EL SENADO.- El Senado comenzó a discutir este trabajo, con una posición
asunto el 5 de agosto de 1910. Diómedes Arias pronunció un discurso favorable a él, pero adver- bastante conservadora
so a las limitaciones establecidas en la segunda parte del artículo 1°. Joaquín Capelo se refirió al sobre el tema de los
hecho de que en el Perú, suprimida la esclavitud, existía la servidumbre de las clases desvalidas derechos de los
y llamó a la ley con la adición antedicha “ley de mentira que no le da nada al obrero, que no le trabajadores durante la
garantiza nada”. A favor del artículo aprobado en su integridad estuvieron, en cambio, entre otros jornada laboral. Pérez fue
oradores, Amador del Solar y Matías León. Por tres veces se repitió la votación sin alcanzar el miembro del Partido Civil
número suficiente de sufragios. Al fin, el 2 de setiembre, triunfó la tesis avanzada de Arias y Cape- y ocupó en repetidas
lo y se rechazó la segunda parte del artículo primero por 21 votos contra 16. ocasiones el cargo de
La Cámara de Senadores suprimió, adicionó y modificó otros artículos, en algunos casos por diputado: por su tierra
cuestiones de forma y en otros fundándose en principios de justicia y equidad. natal (1886-1894), por
Jaén (1895-1902), por
Pomabamba (1903-1910)
LA LEY N˚ 1378.- La Comisión de Industrias de la Cámara de Diputados, integrada por Ramón y por Cajamarquilla
Aspíllaga, Mario Sosa, Mariano Ignacio Prado y Ugarteche, L. B. Castañeda y Carlos Lora y Quiño- (1916-1918).
nes, en dictamen de 28 de setiembre de 1910, optó por la insistencia. Igual fue la conclusión de
la Comisión Auxiliar de Legislación de la que formaban parte Plácido Jiménez, José Matías Man-
zanilla, Arturo Rubio, F. E. Villacorta y L. A. Carrillo. “Todas las leyes (afirmaron estos diputados, sin
duda inspirados por Manzanilla) constituyen verdaderos experimentos; y es la realidad social la
que suministra los datos para corregir con eficacia la obra del legislador. El carácter experimental,
fondo inadvertido de toda legislación, domina necesariamente las leyes sobre el trabajo”. Al mis-
mo tiempo, expresaron la certidumbre “de alcanzar en el porvenir las ampliaciones y los perfec-
cionamientos, fruto inevitable y deseable de la experiencia”.
La Cámara de Diputados aprobó sin debate ambos dictámenes en la sesión del 18 de octu-
bre de 1910. Se inhibió así de recurrir al Congreso pleno para solucionar el disentimiento que se
había producido.

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 19
La ley, compuesta de 82 artículos fue expedida por los presidentes de ambas ramas del Con-
greso, Ántero Aspíllaga y Antonio Miró Quesada, el 31 de diciembre de 1910 y promulgada por el
presidente Leguía y su ministro Julio Ego-Aguirre el 20 de enero de 1911 con el N° 1378. Fue la
LOS OPERARIOS DE primera en un país americano, si se exceptúa el Canadá. Precedió cronológicamente a la que sobre
LA fÁbRICA DE la misma materia se dieron en la Argentina y Colombia en 1915, en Chile en 1916 y 1924, Cuba y
Panamá en 1916, Uruguay en 1920, Costa Rica y Paraguay en 1927, Venezuela y Ecuador en 1928.
TEJIDOS DE Hasta entonces los accidentes del trabajo no eran indemnizados, ya que, en lo concerniente
VITARTE SE a ellos, regían los dispositivos del Código Civil de 1852. De acuerdo con estos preceptos quien
por sus hechos, descuido o imprudencia causaba perjuicio a otro, estaba obligado a repararlo,
DECLARARON EN pero la culpa no se presumía sino que debía ser probada. El artículo 1° de la ley N° 1378 quedó
hUELGA A con el siguiente texto: “El empresario es responsable por los accidentes que ocurran a sus obre-
PRINCIPIOS DE ros y empleados en el hecho del trabajo o con ocasión directa de él”.
Entre las cuestiones judiciales que surgieron de la ley N° 1378 ostenta interés singular la que
AbRIL DE 1911. planteó la Peruvian Corporation cuando quiso eludirla dentro del concepto de que tenía su con-
SOLICITAbAN LA cesión desde una época en que los patronos estaban libres de soportar el gravamen de resarcir
por los accidentes del trabajo. La Peruvian Corporation perdió este juicio ante los tribunales
DISMINUCIÓN DE peruanos y cumplió la ley.
LAS hORAS DE Aníbal Gálvez denunció en la Cámara de Diputados en la legislatura de 1915 que, expedida
LAbOR Y dicha ley, las empresas de Cerro de Pasco y de Yauli crearon una contribución extraordinaria lla-
mada el derecho de hospitalidad por el cual se hacía un descuento mensual o quincenal a los
AUMENTOS DE obreros, se creaba un fondo y cuando había una víctima de los accidentes del trabajo, se daba
JORNAL. EN de allí una pequeña indemnización a la viuda. En la sesión del 16 de setiembre de 1916 insistió
AqUELLA éPOCA en su denuncia. Esta anomalía fue luego reparada.

SE TRAbAJAbA EN
VITARTE, MÁS O EL PARO GENERAL DE ABRIL DE 1911.- Los operarios de la fábrica de tejidos de Vitarte se
declararon en huelga a principios de abril de 1911. Solicitaban la disminución de las horas de
MENOS, DE SIETE labor y aumentos de jornal. En aquella época se trabajaba en Vitarte, más o menos, de siete de
DE LA MAñANA A la mañana a nueve de la noche, con una hora de descanso para el almuerzo y otra para la comi-
NUEVE DE LA da. Los obreros de Lima acordaron, como muestra de solidaridad, el paro general para el 10 de
abril. Era la primera vez que se utilizaba esta arma por la clase proletaria. Tomaron parte en el paro
NOChE, CON UNA casi todos los obreros de la capital, con excepción de los motoristas y conductores de los tran-
hORA DE vías, a pesar de que ellos habían recibido el apoyo de sus compañeros en anterior oportunidad.
Los huelguistas se reunieron desde las primeras horas de la mañana en las plazas Italia, Bolog-
DESCANSO PARA nesi y Dos de Mayo, donde escucharon fogosos discursos, para distribuirse después en numero-
EL ALMUERzO sos grupos por las calles con el fin de efectuar manifestaciones y practicar actos hostiles contra
Y OTRA PARA los operarios de los servicios eléctricos, lo cual dio lugar a que interviniera la gendarmería sable
en mano. La huelga se solucionó al día siguiente, ya que la empresa de Viajarte accedió a las
LA COMIDA. demandas interpuestas. En esta fábrica habían trabajado, bajo la dirección del subgerente Lino
Conroy, unos 130 obreros, traídos de Lima en su mayor parte.

EL SINDICATO TEXTIL DE VITARTE.- El 26 de mayo de 1911 nueve obreros textiles decidie-


ron formar la Unificación Obrera Textil Vitarte. Esta entidad se ha convertido en el Sindicato de
Trabajadores de Tejidos Vitarte.
Profundo es el ligamen de él con la historia social del Perú contemporáneo. Tuvo parte
importante en la conquista de la jornada de ocho horas en 1919. Auspició y alentó las labores de
la Universidad Popular creada en 1921. Luchó sin desmayo a través de cincuenta años por los
derechos sindicales. Ligado está a la historia misma del pueblo de Vitarte.

20 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
Ahora Vitarte alberga una población de 15 mil habitantes siempre vinculados a la industria
textil; el Sindicato cuenta con un magnífico local donado por la fábrica y la armonía predomina
en las relaciones entre patronos y obreros. [ 1912 febrero 26 ]

INAUGURACIÓN DE LA
LAS HUELGAS DE 1912.- Entre las huelgas de 1912 en Lima tuvo importancia especial la de ASISTENCIA PUBLICA. En
setiembre proclamada por los motoristas y conductores del tranvía eléctrico. Hicieron entonces la edición del 26 de
diversos reclamos por el trato que les daba la empresa y pidieron aumento de jornales y estabi- febrero de 1912,
lidad en los cargos. Duró este conflicto dos semanas. El presidente electo Guillermo Billinghurst El Comercio anunció la
actuó directamente y contribuyó a darle un tranquilo arreglo. En los primeros días de octubre se inauguración de este
produjo el paro de los tejedores que tuvo poca duración. El movimiento obrero de aquel año beneficio social de la
apareció, por lo demás, caracterizado por una intensa preocupación política. siguiente manera: “Se ha
satisfecho ayer, con el
establecimiento de la
LA HUELGA DE 1912 EN CHICAMA. EL INFORME OSMA.- En abril de 1912 se produjo una asistencia pública en
huelga en el valle de Chicama con motivo de haber llegado a la hacienda Casa Grande algunos Lima, una generalidad
empleados de nacionalidad alemana a quienes trajo consigo el nuevo administrador de la nego- sentida y con urgencia
ciación, señor A. París, para que se hicieran cargo de determinados servicios. Algunas personas reclamada en múltiples
residentes allí cuyos intereses, surgidos a la sombra de la bondadosa administración del señor ocasiones por los
Alfredo Gildemeister, resultaron mellados por las medidas de orden y economía puestas en prác- órganos de publicidad,
tica por la nueva dirección del negocio, soliviantaron a la masa obrera, a base de un sentimiento que abogaban por la
antialemán. La huelga estalló violentamente en Casa Grande y se extendió a las haciendas Car- instalación de un
tavio y Chiquitoy. Las turbas en rebelión, enfurecidas por el alcohol que sacaron de los depósitos servicio cuya
de los alambiques, cometieron muchos excesos, incluso el saqueo y el incendio de algunas casas importancia indiscutible
y la destrucción de varios campos de caña. Hubo encuentros sangrientos entre los huelguistas y nos releva de todo
la fuerza pública con 500 obreros muertos. género de apreciaciones.
El fin principal de la huelga (según el informe que redactó Felipe de Osma, comisionado del En el principal cómodo y
Gobierno para estudiar el conflicto) fue imponer cambios de personal en la administración de espacioso de la finca
Casa Grande. La exigencia para que se elevasen los salarios y se redujesen las tareas apareció Nº0 18 de la calle de León
como un medio de producir la conflagración general en los valles de Chicama y Santa Catalina. de Andrade, quedó
La masa fue empujada al desorden por los intereses de los contratistas que, previendo el término inaugurada en la tarde
de su negocio, quisieron audazmente expulsar de Casa Grande a quien había demostrado el de ayer la casa central
propósito de no renovar las contratas a plazo vencido y también por los intereses de los emplea- de asistencia pública y
dos despedidos que quisieron vengarse de quien los había separado a causa de mejor servicio con ella los dispensarios
o de probada incompetencia. de profilaxia
El informe Osma es un documento importante para conocer la condición del trabajo agríco- antivenéreas de hombres
la en los valles del norte en esta época y tiene franqueza y comprensión ante la tragedia campe- y mujeres, enfermedades
sina, a pesar del rango social del autor. de niños y lucha contra
la tuberculosis pulmonar
y el alcoholismo”.
[ VI ]
LA ASISTENCIA PÚBLICA.- El 25 de febrero de 1912 se inauguró en Lima, estando presente
el presidente Leguía, la Asistencia Pública. El servicio fue instalado con seis puestos de socorro,
correspondientes a los seis cuarteles en que estaba dividida la capital. La oficina central tuvo su
sede en la calle de León de Andrade. Allí hubo un consultorio general, una sala de cirugía, una
sala para niños y el servicio de camillas con el fin de acudir a las llamadas en casos de accidentes.
Los automóviles para el transporte de los accidentados no habían llegado todavía
Además de tener la finalidad de suministrar inmediato socorro de quienes necesitaran auxilio, la
Asistencia Pública surgió para ayudar a la educación higiénica de las madres en el consultorio

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 21
ENERO
1913
[ perú ] 16
LA bENEfICENCIA DE
gratuito destinado a los menores de edad y también para efectuar la propaganda en pro de la
profilaxia de las enfermedades venéreas. Le correspondió, asimismo, el control técnico de la pros-
titución.
Iniciador del servicio de la asistencia pública fue el director de Salubridad Lauro A. Curletti. Lo
tuvo primero a su cargo Enrique León García.

LIMA CREA UNA


DEPENDENCIA [ VII ]
LOS ACCIDENTES DE LOS BOMBEROS.- La ley de 22 de noviembre de 1901 había consig-
LLAMADA LA GOTA DE nado normas para los casos de accidentes de los bomberos y salvadores. La ley N° 1097 de 1° de
LEChE, CUYA MISIÓN octubre de 1909 cuyo proyecto fue presentado por Rafael Grau, modificó el artículo 3° de dicha
ERA PROVEER DE ESTE ley en el sentido de que la Junta Departamental respectiva abonara por una sola vez a la viuda,
hijos o madre del que falleciere en cualquiera de las circunstancias puntualizadas en aquella, la
ELEMENTO A LOS cantidad de 300 libras peruanas, oro sellado.
NIñOS DE bAJOS
RECURSOS DE LA
[ VIII ]
CAPITAL. ESTA
LOS ESCÁNDALOS DEL PUTUMAYO.- Desde 1881 el ciudadano peruano Julio C. Arana
MEDIDA SE TOMÓ, EN empezó a ocuparse en el comercio y la exportación de caucho y otros productos en las partes
PARTE, DEbIDO A LA altas del Amazonas, en el interior del Perú y del Brasil. El centro principal de sus actividades fue
primero Yurimaguas y, desde 1889, Iquitos. En 1903 estableció una sucursal en Manaos para pres-
ELEVADA TASA DE
cindir, en lo posible, de los agentes comisionistas que hasta entonces empleaba. En 1899 compró
MORTALIDAD por primera vez caucho del río Putumayo. A fines de 1901 entró en relaciones con la firma colom-
INfANTIL EN LIMA, biana de Larrañaga, Ramírez y Cía., que acababa de establecerse en Chorrera (Putumayo) y a
qUE TENÍA SU ORIGEN continuación inició sus negocios con otros establecimientos de los ríos Igarapaná y Carapaná en
la misma zona. Recibía caucho a cambio de mercaderías, efectuaba compras y hacía adelantos.
EN LA ALIMENTACIÓN En 1903 quedó constituida la sociedad J. C. Arana y hermanos. El tráfico del caucho efectua-
DEfICIENTE. COMO do por Arana habíase basado al principio en adquisiciones hechas en Iquitos de la producción
RESPONSAbLE DE LA conducida a ese puerto, para ir luego a los mismos establecimientos de los caucheros y efectuar
por cuenta propia la conducción de las cargas río abajo. De 1904 a 1905 empezó otro período.
INSTITUCIÓN fUE Arana obtuvo la cesión de derechos de los ocupantes de gomales y comenzó a acaparar la pro-
DESIGNADO MANUEL ducción. Estableció entonces hasta 45 centros para la cosecha, número luego reducido a unos
MONTERO Y TIRADO, 20. Como tuvo que tratar con numerosos caucheros colombianos, medió quizás a veces la vio-
lencia en la eliminación de ellos, para lo cual a los intereses mercantiles se juntaron factores de
INSPECTOR DEL
tipo internacional.
hOSPICIO DE Desde noviembre de 1904 la casa Arana introdujo en la región trabajadores negros contrata-
hUéRfANOS dos en Barbados, con el fin de que ayudaran a los caucheros. Arana alegó más tarde (en unas
declaraciones que prestó ante la Cámara de los Comunes) que no había tenido vigilancia directa
LACTANTES.
o personal sobre los métodos empleados para la recolección del caucho y dijo que había igno-
rado que revistieran el carácter salvaje a ellos atribuido por obra de los negros de Barbados y
también por la de algunos de sus directores, entre los que contáronse el colombiano Ramón
Sánchez y el boliviano Armando Normand.
La situación litigiosa del Putumayo desde el punto de vista internacional llegó a complicar el
panorama de la región. Un modus vivendi celebrado entre el Perú y Colombia el 6 de julio de
1906 neutralizó la zona y facilitó indirectamente, por la ausencia de autoridades militares, policia-
les o civiles, la acción de algunos facinerosos. Cuando en octubre de 1907 la Cancillería de Bogo-
tá notificó a la de Lima el cese del modus vivendi de 1906, esta pidió a Arana que ayudara con sus
empleados a repeler una posible invasión. Se produjeron entonces choques en los lugares lla-
mados Unión y La Reserva.

22 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
[1] Los problemas del
Putumayo. Desde
1899, el comerciante
Julio C. Arana se
dedicaba a la
explotación del
caucho en las orillas
del río Putumayo.
Para la recolección
del material, empleaba
la barcaza Preciada,
que vemos en esta
fotografía (1). En 1904,
Arana trajo a la región
a trabajadores negros
procedentes de la
colonia británica de
Barbados, para que se
dedicaran a esta
faena. Aquí vemos a
algunos de estos
trabajadores, en una
postal titulada “La
Fiesta en Punchana.
Iquitos” (2).

[2]

[ capítulo 30 ] período 6 23
JULIO C. ARANA Al ensanchar sus operaciones, Arana consignó caucho en Europa, especialmente en Londres.
(1864-1954) En 1907 formó la compañía Peruvian Amazon Co., nominalmente inglesa.
En el Perú hubo quejas esporádicas sobre la situación en la zona cauchera en general y en la
del Putumayo en especial desde 1903. Algunas de ellas provinieron de misioneros católicos. Otra
estuvo consignada en un informe del ingeniero Jorge von Hassel en febrero de 1905. El Comercio
de Lima acogió en febrero de 1906 denuncias sobre abusos en el Madre de Dios. C. Reginald
Enock se hizo eco de análoga protesta en la región nororiental en su libro The Andes and the
Amazon (Londres, 1907). Pero las atrocidades de la Peruvian Amazon aparecieron con una publi-
cidad escandalosa en 1907 y en 1908 merced a la campaña de La Felpa y La Sanción de Iquitos
por obra principalmente de Benjamín Saldaña Roca. Según declaró Arana ante la comisión inves-
tigadora de la Cámara de los Comunes, empleados despedidos por su compañía y algunos
aventureros suministraron estas noticias después de que él había rechazado comprar su silencio.
Apresados unos cuantos de los presuntos culpables de maltratos a los indios ese mismo año,
fueron puestos en libertad por el prefecto Carlos Zapata, según se dijo, coludido con la casa Ara-
na. Este prefecto y el cónsul del Perú en Manaos Carlos Rey de Castro dieron al Gobierno de Lima
Establecido en informes favorables a dichas casa. En febrero o marzo a 1909 el jefe de la mencionada empresa
Yurimaguas desde 1881, fue visitado por Thomas W. Whiffen, aristócrata inglés que pretendió obtener libras esterlinas a
este cauchero riojano cambio de un informe al Gobierno de Londres favorable a la negociación del Putumayo. El perió-
extendió la explotación dico de aquella ciudad Truth inició una escandalosa campaña sobre la esclavitud y las iniquida-
y comercio del caucho des en esa región. Allí actuó W. E. Hardenburg, acusado por Arana también por chantage y,
por la zona del río además, por falsificación. Hardenburg publicó en 1912 en Londres el libro The Putumayo, the
Putumayo. En 1902 fue Devil’s Paradise. Travels in the Peruvian Amazon Region and account of the Atrocities committed upon
elegido alcalde de the Indian herein.
Iquitos, y al año Desde 1907 ejercía el cargo de cónsul de la Gran Bretaña en Pará, Roger Casement, nacido en
siguiente expandió sus Kingstown, Dublín, el 1° de setiembre de 1864. Miembro del servicio consular en África, un infor-
negocios hasta la ciudad me por él suscrito había alcanzado en 1903 por sus denuncias sensacionales repercusiones al
de Manaos (Brasil). enfrentarse al propio rey de los belgas Leopoldo y había provocado un cambio del estado de
Además, abrió agencias cosas en el Congo. En junio de 1910, Casement fue encargado de hacer una investigación de la
de su firma comercial Anglo Peruvian Amazon y viajó al Putumayo. La prefectura de Loreto le otorgó facilidades.
en Nueva York y De las versiones por él recogidas y de las cosas por él vistas, Casement llegó a la conclusión
Londres. En 1912, Arana de que lo indios huitotos, horas, andokes y ocaínas eran esclavos de la compañía. Se habían
se vio obligado a cometido con ellos y, en su concepto, seguían cometiéndose asesinatos, flagelaciones y otros
declarar ante la Cámara atropellos, y se habían generalizado la prostitución, el concubinato y el uso de aparatos de tor-
de los Comunes, de tura. En aquellos bosques ilimitados de tierra virgen, disputados por tres Repúblicas, faltaban
Gran Bretaña, acusado autoridades policiales, militares, jurídicas o administrativas y habíanse consumado con impuni-
de explotar a sus dad absoluta escenas más horribles de las que Casement podía haber sospechado. De 1900 a
trabajadores. 1911, según su informe, la producción del caucho de Putumayo había alcanzado 4 mil toneladas
de caucho; pero con el costo de 30 mil vidas.
La aventura en el Putumayo le ocasionó a Casement, más que la del Congo, una fuerte depre-
sión nerviosa. Tuvo que afrontar un clima muy difícil y circunstancias asaz desagradable con
despliegue de energía, fuerza física, coraje. El Gobierno británico lo premió con el título de “Sir”
en 1911. Oficialmente comunicó las denuncias al del Perú y le envió una lista negra de los peores
delincuentes. Una comisión investigadora peruana viajó al Putumayo; pero acaso no tuvo la sufi-
ciente entereza y algunos de los más inculpados lograron escapar. La compañía negó algunos
cargos, echó la culpa de otros al personal subalterno, insistió en el carácter individual de las res-
ponsabilidades desvirtuando su alcance institucional o nacional; y ofreció cambiar algunos de
sus procedimientos que habíanse basado en un régimen de porcentaje a los intermediarios.
Un nuevo viaje de Casement al Putumayo tuvo lugar en agosto de 1911. Su informe se publi-
có en julio de 1912. Las labores de la comisión especial que nombró la Cámara de los Comunes

24 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
y la publicación oficial de un Libro Azul en Londres contribuyeron al desprestigio internacional
del Perú. Un informe de Charles Eberhardt, cónsul de Estados Unidos en Iquitos, fue también
desfavorable; si bien en 1907 el mismo funcionario visitara el Putumayo y no tuvo sino palabras
cordiales para la compañía.
¿Por qué se desencadenó el escándalo? Según Carlos Rey de Castro, defensor de la casa de
22
EL PRESIDENTE
fEbRERO
1913
[ méxIco ]

Arana, coincidieron diversos factores. Colombia, por codicia del territorio disputado, realizó una
intensa y dispendiosa labor de propaganda. Algunos accionistas británicos de la Peruvian Ama- MExICANO fRANCISCO
zon participaron en la intriga. Intervinieron también las conveniencias políticas del Gabinete de MADERO MUERE
Londres. Casement fue calificado como hombre neurótico, poseído de un morboso afán de
notoriedad y (según Rey de Castro y Arana) estuvo a sueldo de Colombia. La entidad religiosa ASESINADO A LOS 39
llamada “Sociedad Anti-Esclavista y de Protección de los Aborígenes” realizó una campaña de AñOS. MADERO fUE
carácter humanitario; pero, detrás de ella, se escondió (según Rey de Castro) el propósito de ani- AUTOR INTELECTUAL DE
quilar a toda importante empresa gomera no británica para favorecer así a la producción de la
India. En Saldaña Roca, Hardenbug y otros influyeron (de acuerdo con las mismas fuentes) móvi-
LA REVOLUCIÓN
les de estafa. Los negros barbadenses hicieron declaraciones ominosas a veces por odio a los MExICANA DE 1910, CON
blancos y con la esperanza de recompensas. Algunos colombianos empleados de la Peruvian LA PUbLICACIÓN DEL
Amazon procedieron de análoga manera por patriotismo. No faltaron tampoco las voces de
LIbRO LA SUCESIÓN
empleados rebeldes, díscolos o alborotadores. Los indios salvajes se les sumaron por chismes,
amor a la mentira, o rencor contra sus jefes o patrones. La prensa de todo el mundo se apoderó PRESIDENCIAL. fUNDÓ
del asunto por sensacionalismo. EL PARTIDO
Arana insistió una y otra vez en que no dio órdenes para las tropelías ni ofreció recompensas
ANTIRREELECCIONISTA,
para ellas y agregó que no podía haber sacrificado a los indios porque hubiese sido contrario a
sus propios intereses. qUE LO LLEVÓ AL
Es posible que en las denuncias hubiese un determinado porcentaje de exageración, de PODER EN 1911.
mala fe o de impureza; pero la aceptación de ello no aminora, en conjunto, las graves respon- DURANTE SU
sabilidades contraídas ni lava las manchas del Putumayo. El Gobierno del Perú estuvo ante ellas
durante mucho tiempo remiso o impotente. Para explicar esta ineficacia funcionaron múltiples GObIERNO, SIN
razones. Se trataba de una región remota a donde no llegaba la administración del poder EMbARGO, NO PUDO
nacional o existía de modo inepto o corrompido. El país vivía entonces absorbido por graves LLEVAR A CAbO LAS
preocupaciones internacionales internas. Las oficinas gubernamentales en Lima (sin excluir al
Ministerio de Relaciones Exteriores) tenían simpatía para Arana. La Peruvian Amazon era orga-
REfORMAS POLÍTICAS
nización poderosa en el territorio disputado; simbolizaba de modo tangible la soberanía nacio- PLANTEADAS.
nal, había colonizado y explotado la zona como entidad peruana. La tradición de maltratos a ESTALLARON VARIAS
la raza indígena se había desenvuelto en la vida republicana en forma impune. Arana fue acu-
REVUELTAS EN EL PAÍS.
sado de influir sobre un ministro, los parlamentarios, las autoridades y los funcionarios de la
región. El fiscal de la Corte Suprema José Salvador Cavero, en agosto de 1910, denunció a base EN fEbRERO DE 1913,
de una publicación hecha en Barcelona, los crímenes del Putumayo y propuso el nombramien- UNA DE ELLAS,
to de una comisión judicial que se constituyera en la región para averiguar los hechos. Com-
LIDERADA POR fUERzAS
probada la exactitud de las denuncias gracias a la enérgica actitud de los jueces Rómulo Pare-
des y Carlos A. Valcárcel, de los 215 criminales del Putumayo, la mayor parte fugó y se capturó MILITARES, CAPTURÓ A
apenas a unos 10 ó 12 subalternos. Poco después el juez titular Carlos A. Valcárcel tuvo graves MADERO Y LO ASESINÓ
desacuerdos con la Corte Superior de Iquitos. Esta ordenó que se siguiesen tantos juicios como JUNTO A SU
enjuiciados había.
Las atrocidades en el Putumayo fueron bochornosas; pero no representaron, por lo demás, VICEPRESIDENTE, JOSé
un hecho histórico aislado ni pueden ser imputadas al Perú como un baldón exclusivo o singular. MARÍA PINO SUÁREz.
Basta recordar lo ocurrido en Irlanda, África del Sur, Australia y Jamaica para mencionar solo unos
cuantos casos en el imperio británico donde tanto abundaron las protestas en aquella oportuni-
dad; así como el sojuzgamiento de los pieles rojas en Estados Unidos, el otro país donde halló
estentóreos ecos el escándalo.

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 25
La Pro Indígena y la “cuestión del indio”

Uno de los
principales
redescubrimientos
del Perú del siglo
“ In­dio” era, en sí mis­ma, una ca­te­go­
ría pro­ble­má­ti­ca. Re­po­sa­ba, a fin de
cuen­tas, en un es­te­reo­ti­po que ima­
gi­na­ba una “ra­za” au­tén­ti­ca­men­te
na­cio­nal, de­ge­ne­ra­da en sus va­lo­res
en­se­ña­ba his­to­ria, geo­gra­fía, de­re­chos
y obli­ga­cio­nes, edu­ca­ción mo­ral y con­
tra el mal­tra­to de la mu­jer.

Los miem­bros de la Aso­cia­ción fue­ron


XX fue el llamado por años de opre­sión, esen­cial­men­te tam­bién cons­cien­tes del pro­ble­ma
“problema del ho­mo­gé­nea (sin ma­ti­ces re­gio­na­les o agra­rio, que bien po­día re­su­mir­se en la
indio”. En defensa his­tó­ri­cos) y rea­cia al cam­bio. Por lo con­cen­tra­ción de tie­rras en gran­des
mis­mo, la de­fen­sa del “in­dio” ex­hi­bió la­ti­fun­dios y en la con­si­guien­te re­duc­
de la causa
in­ne­ga­bles com­po­nen­tes de pa­ter­na­lis­ ción de la pro­ pie­
dad co­ mu­ nal. Unos
indígena se mo, dis­cur­so re­tó­ri­co e idea­li­za­ción. abo­ga­ron por fo­men­tar la co­lo­ni­za­ción
alzaron las voces de la cos­ta; otros, por se­cu­la­ri­zar las tie­
de muchos A pe­sar de la in­ven­ción re­tó­ri­ca del rras de la Igle­sia ba­jo la tu­te­la es­ta­tal; y
intelectuales, y en in­dio, mu­chos in­te­lec­tua­les de las pri­ unos pocos pro­pug­na­ron la des­truc­
me­ras dé­ca­das del si­glo XX mos­tra­ron ción de­fi­ni­ti­va del la­ti­fun­dio. Al de­re­
1909 fue fundada una ge­nui­na preo­cu­pa­ción y re­cla­ma­ cho a la tie­rra, los de la Pro In­dí­ge­na
la Asociación Pro ron exi­to­sa­men­te con­tra la de­si­gual­dad aña­die­ron el pe­di­do de li­ber­tad de tra­
Indígena. Sobre sus de que eran víc­ti­ma los “in­dí­ge­nas”. ba­jo y de li­bre aso­cia­ción.
ideas y Ejem­plo de es­ta at­mós­fe­ra fue la fun­da­
ción, en 1909, de la Aso­cia­ción Pro In­dí­ No hu­bo en la Aso­cia­ción un pen­sa­
limitaciones, habla ge­na. Wil­fre­do Kap­so­li, en El pen­sa­ mien­to uni­ta­rio ni una po­si­ción ideo­ló­
el texto siguiente. mien­to de la Aso­cia­ción Pro In­dí­ge­na gi­ca o de cla­se; lí­de­res y de­le­ga­dos
(Cuz­co: Cen­tro Las Ca­sas, 1980) ha re­fle­ hi­cie­ron sen­tir sus pro­pias vo­ces, a
xio­na­do so­bre sus prin­ci­pa­les ideas. ve­ces dis­cor­dan­tes. En pa­la­bras de Kap­
so­li: “Por un la­ do, los pro­ pios in­ dios
En sus es­cri­tos y dis­cur­sos, la Pro In­dí­ de­bían lo­grar su li­ber­tad y jus­ti­cia a tra­
ge­na de­nun­ció el he­cho de que el in­dio vés de su pro­pia or­ga­ni­za­ción y lu­cha.
fue­ra un ciu­da­da­no fic­ti­cio: se le des­po­ Por otro, es­ ta li­
ber­tad y jus­ ti­
cia les
ba de tie­
ja­ rras y otros bie­ nes, se le de­bía ser con­ce­di­da por los hom­bres
so­me­tía a tra­ba­jos no re­mu­ne­ra­dos y se sa­nos y bue­nos de co­ra­zón” (p. 35). Una
le ven­día jun­to con la tie­rra. La prin­ci­pal de las cla­ves pa­ra en­ten­der las de­bi­li­da­
agre­sión pro­ve­nía de los ga­mo­na­les, des in­trín­se­cas de la Aso­cia­ción y del
quie­nes ig­no­ra­ban –al de­cir de los In­di­ge­nis­mo re­si­de en el des­fa­se en­tre
miem­ bros de la Aso­ cia­ ción–, que al idea­lis­mo y rea­li­dad. Luis Val­cár­cel,
in­dio de­bía pre­ser­vár­se­le por­que era in­di­ge­nis­ta con­fe­so y co­rres­pon­sal de
“la ba­se de la na­cio­na­li­dad”. La Aso­cia­ la Pro In­dí­ge­na en Cuz­co, es­cri­bi­ría
ción abo­gó por la edu­ca­ción gra­tui­ta, so­bre esta en sus Me­mo­rias (Li­ma: IEP,
por maes­tros ca­li­fi­ca­dos y porque al­gu­ 1981): “Sus di­ri­gen­tes eran per­so­nas
nas cá­te­dras se dic­ta­ran en que­chua. ho­nes­tas y muy hu­ma­ni­ta­rias, pe­ro que
Sus pla­nes se ma­te­ria­li­za­ron con la no co­no­cían la sie­rra pues no sa­lían de
aper­tu­ra de la “Es­cue­la Gra­tui­ta pa­ra Li­ma, por lo que no te­nían con­tac­to con
In­dí­ge­nas”, en Jau­ja en 1910. Allí se aco­ el pro­ble­ma in­dí­ge­na de ma­ne­ra di­rec­
gía a alum­nos de to­das las eda­des, y se ta” (p. 149).

26 período 6 [ capítulo 30 ]
En diciembre de 1912, litigios periodísticos, judiciales y personales apasionaron a Iquitos. PEDRO S. ZULEN
Rómulo Paredes, Carlos A. Valcárcel y otros fueron acusados de constituir una sociedad llamada (1849-1924)
“la cueva” que encontró su portavoz en El Oriente. “La cueva” se enfrentó a Arana cuando Valcár-
cel, en sus funciones de juez, ordenó la prisión de Arana; hubo una asonada a favor de él según
se dijo, dirigida por la Peruvian Amazon Company. El gerente de este en Iquitos, Pablo Zumaeta,
fue apresado. En la polémica, El Heraldo, La Corte de los Milagros, El Latero defendieron a la casa
tan combatida.

SIR ROGER CASEMENT: ¿TRAIDOR O HÉROE NACIONAL?.- Sir Roger Casement regresó
a Irlanda en 1913. Al estallar la guerra europea en 1914, se manifestó opuesto a que su tierra natal
participara en ella. El antiguo cónsul de Su Majestad en África y en América del Sur habíase vuel-
to un revolucionario. En 1915 publicó folletos antibritánicos. Viajó a Alemania e intentó desde allí
una expedición sobre Irlanda para lo cual se embarcó en un submarino. Fue capturado el 24 de
abril de 1916 junto con un barco con municiones y armas que lo acompañaba. Sufrió la pena de
la horca como traidor el 3 de agosto de aquel año, en Pentoville, Londres. El nacionalismo irlan- El filósofo limeño fundó
dés ha reivindicado amorosamente para sí la memoria del exaltado defensor de los negros en el en 1909 la Asociación
Congo y de los indios en el Putumayo. Pro Indígena, cuyo
En marzo de 1965, el cadáver de Casement, sorprendentemente intacto, fue trasladado a objetivo era defender los
Irlanda en una tardía concesión a su último deseo hecha por el Gobierno laborista de Harold derechos indígenas
Wilson. Funcionarios, militares, escolares, veteranos de la revolución irlandesa y una inmensa contra la explotación de
multitud rindieron homenaje en Dublín a quien fue ahorcado como traidor. No mermó este tri- latifundistas y empresas
buto la publicación de los “diarios negros” de Casement en los que este confiesa ser un homose- mineras. En 1916, al
xual compulsivo y constante. desaparecer la
asociación, viajó a
Estados Unidos para
[ Ix ] seguir estudios de
LA ASOCIACIÓN PRO INDÍGENA.- El 13 de octubre de 1909 el estudiante limeño Pedro S. filosofía. Volvió
Zulen, mestizo de chino y criolla, fundó en la capital la Asociación Pro Indígena, “para la defensa brevemente para
de los intereses sociales de la raza indígena del Perú”. postular a la diputación
Según sus estatutos, esta sociedad debía emplear principalmente los siguientes medios: de Jauja. Al ver frustrado
“Organizar un servicio de vigilancia con delegaciones en toda la República bajo la dirección del su proyecto, regresó a
comité central; apoyar en la opinión, en la prensa y ante los poderes públicos las justas quejas y Estados Unidos, donde
los reclamos motivados de los indígenas para que no se les rehúse el beneficio de las leyes del estudió además
país; designar, siempre que sea necesario, abogados que se encarguen gratuitamente de la psicología y
defensa de los indígenas; poner en acción todos los medios que estén a su alcance para obtener bibliotecología. En 1922,
la mayor garantía en la designación del personal de autoridades políticas hasta conseguir el esta- de vuelta en Perú, fue
blecimiento de condiciones determinadas y especiales de admisión y ascenso; enviar comisio- nombrado bibliotecario
nados especiales que se constituyan en cualquier punto del país en el que ocurra algún conflic- de la Universidad de
to, abuso o anormalidad respecto de los indios, con el encargo de efectuar las indagaciones del San Marcos.
caso y referirlas al comité central. Mientras los recursos de la Asociación no permitieran rentar a
dichos comisionados y subvenir a sus gastos de viaje, podían encomendarse las comisiones de
inspección a miembros de las delegaciones o comités auxiliares residentes en el lugar o próxi-
mos a él. Por medio de un órgano especial o por publicaciones en la forma que consulte la mayor
difusión, propagar los fines perseguidos por la Asociación y dar a conocer a los indígenas las
garantías legales de seguridad personal y respeto a la propiedad; promover por medio de deba-
tes públicos y certámenes el estudio de todas las cuestiones relativas al mejoramiento social de
la raza indígena, gestionando ante los Poderes del Estado todo aquello que tienda a protegerla
y, especialmente, a facilitar su desarrollo físico, moral e intelectual, y disminuir su mortalidad”.

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 27
DORA MAYER La Asociación tuvo carácter privado y no oficial. Se propuso un apoyo y no un tutelaje en
(1868-1959) favor de la raza indígena. Se caracterizó por la pureza idealista de sus dirigentes Pedro S. Zulen,
Dora Mayer, Joaquín Capelo. Fue como la voz de la conciencia nacional, muchas veces débil,
constantemente desoída y, en algunas ocasiones, recibida con mofa.
Después de una campaña tenaz, se declaró la Asociación en receso en mayo de 1916.

LA LABOR PRO INDÍGENA DE CAPELO EN EL SENADO. LA NULIDAD DEL REGLA-


MENTO DE LOCACIÓN DE SERVICIOS PARA LA MINERÍA.- Algún día será preciso catalo-
gar y clasificar todas las denuncias que en la Cámara de Senadores hizo Joaquín Capelo a favor
de los indígenas. Aparte de sus intervenciones mencionadas en otras páginas del presente libro,
se ha de recordar aquí tan solo como ejemplo, unas cuantas entre las muchas que tuvo a lo largo
de su intensa labor parlamentaria.
Así en la sesión del 4 de agosto de 1911 reclamó contra los abusos cometidos en Chucuito
con motivo de la conscripción militar al extremo de haberse enrolado a menores de edad y casa-
Esta escritora alemana dos, y de haberse producido robos y otros atropellos.
llegó al Perú en 1900 y En la sesión del 11 de agosto de 1911 pidió acción judicial contra atropellos cometidos en
desde un principio se Puno, Andahuaylas y Ayón.
interesó por la Existía para la locación de servicios en la industria minera un Reglamento expedido el 4 de
problemática indígena. setiembre de 1903. Capelo solicitó que fuese declarado nulo y sin ningún valor por no ser del
Muestra de ese interés resorte del poder administrativo el arreglo del contrato citado, por consignar normas opuestas a
fue su apoyo a la la Constitución y por contener faltas de coherencia y de criterio.
fundación de El Reglamento permitía la prisión por deudas para los indios y los obligaba a trabajar con
la Asociación pena de cárcel. Según Capelo, fue expedido en beneficio de los propietarios de minas y para
Pro Indígena, en la cual reducir el jornal de un sol cincuenta a 90 centavos.
ejerció el activismo a La Comisión Pro Indígena de la Cámara hizo suya la propuesta para la declaratoria de la nuli-
favor de los derechos dad y, a pesar de la oposición de algunos senadores, ella fue aprobada el 6 de octubre de 1911;
laborales de los pero no se convirtió en un hecho hasta 1914.
mineros y agricultores
andinos. Entre 1912 y
1917, editó junto a EL INDÍGENA LORENZO ZACARÍAS Y SU MONUMENTO.- En la sesión del 4 de octubre
Pedro Zulen el de 1909 el senador Joaquín Capelo denunció los atropellos del hacendado Francisco Carranza
periódico El Deber Pro contra la comunidad indígena de Huaripampa para apropiarse de unos terrenos colindantes
Indígena. Fue además con un fundo de ese señor. El Director de Policía en el Ministerio de Gobierno era padre de
colaboradora en las Carranza. Después de contemplar el despojo de sus sementeras y terrenos, los indios fueron
páginas de los diarios reducidos a prisión. Algunos llegaron a fugar. Los sucesos políticos iniciados el 1° de mayo de
El Comercio, La Prensa 1908 dieron motivo para el pretexto de que se les incluyera entre los revolucionarios. Pidió
y La Crónica. Capelo que el ministro de Justicia informara por qué los juicios de amparo en posesión no
marchaban con la rapidez debida y que el ministro de Gobierno protegiese los derechos de
los indígenas.
El senador Esteban Santa María rectificó a Capelo en la sesión siguiente. Eran los comuneros,
según él, los culpables por pretender apoderarse de la propiedad de Carranza. Hizo, por tal moti-
vo, una completa refutación de lo aseverado por su colega.
Poco después, Capelo denunció que el indígena de Huaripampa Lorenzo Zacarías hallábase
en la cárcel como complicado con la montonera del 1° de mayo. Santa María leyó el 14 de octu-
bre una carta del juez de Tarma que confirmaba las aseveraciones por él hechas. Pero este sena-
dor era, a la vez, abogado de Carranza, el Director de Policía.
Que las fuerzas encargadas del cuidado del orden público no cumplían los mandatos judi-
ciales sobre amparo a los comuneros, se manifestó en un memorial que Capelo mencionó en

28 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
la sesión del 19 de octubre en la que fueron conocidos también varios documentos ministeria-
les sobre el mismo asunto.
En la sesión del 14 de diciembre leyéronse informes de las autoridades políticas y judiciales
de Junín. Según el subprefecto, la denuncia de Capelo era falsa, no existían las quejas alegadas y
los indios insistían en vulnerar los derechos de Carranza. A una controversia particular juntában-
19 MARzO
1913
[ grecIa ]

se razones políticas para tratar de desprestigiar al Gobierno. Los acusados, o sea las autoridades, MUERE ASESINADO EN
emitían testimonios calificados como imparciales. “Zacarías (exclamó Capelo en la sesión del 15 LA CIUDAD DE
de diciembre de 1909) llegará a tener estatua en el Perú porque representa a la raza indígena SALÓNICA EL REY
vituperada y desamparada eternamente”.
Setenticinco días después de las primeras denuncias, nada se había hecho en pro de los JORGE I (1845-1913),
comuneros y (mientras estaban ellos fugitivos y Zacarías preso bajo la temible jurisdicción mili- PRIMER MONARCA DE
tar) el deslinde se produjo. LA CASA REAL DE LOS
GLüCkSbURG,
LA PROHIBICIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LAS AUTORIDADES POLÍTICAS EN LA CON- PROVENIENTE DE
TRATACIÓN DEL SERVICIO DE PEONES PARA TRABAJOS PÚBLICOS O PARTICULARES.- DINAMARCA. JORGE I
Esta ley fue promulgada con el N° 1183 el 23 de noviembre de 1909. Se basó en un proyecto pre-
ASUMIÓ EL TRONO
sentado en 1907 por el senador por el Cuzco Severiano Bezada. El diputado Víctor Criado y Tejada
pretendió, en la sesión del 21 de marzo de 1909, adicionarlo con un artículo que prohibía el servicio TRAS LA AbDICACIÓN
de mitas o pongos y sancionaba a las autoridades o los patronos que obligasen a los indios a tra- DEL GObERNANTE
bajos gratuitos contra su voluntad, o a recibir salarios que no guardaran proporción con el trabajo
TURCO OTÓN I, EN
ejecutado. En el debate que esta adición suscitó, se dijo que los pongos y las mitas ya estaban
abolidos desde 1821, Juan Manuel La Torre expresó que no existían en el Cuzco, Federico Martine- 1862. EL PRÍNCIPE
lli que idéntica era la situación en Apurímac, José María Miranda que lo mismo ocurría en Puno. La DANéS fUE ELEGIDO
Cámara dio curso al proyecto primitivo y mandó el artículo adicional al estudio de una comisión. POR LA ASAMbLEA
Joaquín Capelo (que al ser aprobada la ley antedicha había creído erradamente que suprimía
el contrato de enganche) denunció en la sesión del 17 de enero de 1910 que las autoridades de NACIONAL GRIEGA,
Jauja continuaban apresando indígenas para amparar este contrato. CON LA APRObACIÓN
DE GRAN bRETAñA,
“EL CONTRATO DE ENGANCHE”.- En 1910 Jesús M. Salazar presentó ante la Facultad de fRANCIA Y RUSIA, LAS
Jurisprudencia de Lima una tesis sobre el contrato de enganche. Este contrato estaba fuera de la TRES POTENCIAS
ley; pero tenía sometidas bajo su régimen a grandes masas de indígenas, principalmente en las PROTECTORAS DEL
zonas aledañas a las minas del centro del país. En dicho pacto intervenían cinco factores: el
PUEbLO GRIEGO. SU
empresario o dueño de la negociación en que se iba a realizar el trabajo, el agente encargado de
la colección de obreros, el subagente o interventor inmediato, el obrero enganchado y el fiador MUERTE OCURRIÓ
que lo garantizaba. Además de la fórmula escrita del contrato, aparecían documentos accesorios POCO DESPUéS DE LA
como los vales que se entregaban al enganchado y que este hacía efectivos en mercaderías y las
VICTORIA qUE
letras de cambio o documentos de compromiso que firmaba él para satisfacer y garantizar al
agente o al fiador. En la práctica, el enganche se prolongaba, a veces indefinidamente, en bene- ObTUVO CONTRA LOS
ficio exclusivo del empresario y de los interventores pero con daño para el indígena que no TURCOS EN LA
podía regresar a su hogar y que no obtenía ninguna ganancia en el balance de los meses de GUERRA bALCÁNICA
trabajo. El enganche era una nueva mita.
También se ocupó valientemente de este contacto Francisco Mostajo (Arequipa, 1913). DE 1912.
El Estado no hizo nada para extirparlo o moderarlo. Solo el paso del tiempo lo alivió.

LOS HORRORES DE SAMÁN.- “Antes de 1910 (escribe José Frisancho en su libro Del jesuitismo al
indianismo) las indiadas de Samán, distrito de Azángaro en el departamento de Puno, sobrepujaban

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 29
a los vecinos en intensificación de labores indígenas y en actividad comercial, pues recorrían lejanos
parajes haciendo intercambio de productos. Por aquel año, un hacendado que los explotaba, pro-
cedió a despojarlos de sus tierras ejidales. Entonces los indios se irguieron en actitud defensiva. Tan
OCULTOS EN UNA legítima actitud –considerada por los hacendados como crimen de rebelión– dio lugar a que acu-
CUEVA, PARDO diera un numeroso destacamento de soldados a batir a los indios. Después de la refriega en que los
indios fueron deshechos despiadadamente irrumpió la tropa, auxiliada por la gente mercenaria
Y GAMARRA propia del hacendado, sobre las diseminadas viviendas de los vecinos entrando a ellas a saco para
RESISTIERON apropiarse de cuanto podían y quemar lo restante en la hoguera crepitante de la pajiza cabaña. Por
supuesto que, por derecho de conquista, los expedicionarios se adjudicaron todo el ganado de los
A UNA indios. Después de la tragedia, sobre las lomas de la escueta pampa de Samán surgieron, como
MUChEDUMbRE espectros, centenares de hombres, mujeres, niños: eran los que, por haber huido se salvaron del
qUE LLEGÓ DE exterminio...”. “En Samán la indiada resolvió la dubitación que conflagró su conciencia, lanzándose a
la criminalidad. La hasta entonces pacífica comarca sería en adelante guarida de bandoleros. De allí
CAJACAY Y saldrían, en noches de horror, ululantes matones que, en pos de presa, matarían y robarían, no
MURIERON AL fIN, importa que a sus propios hermanos, otros indios asaltados en sus viviendas. En una ocasión, mata-
ron nueve sujetos entre hombres, mujeres y niños, dentro del mismo templo de la parroquia”.
DESPUéS DE
DEfENDERSE
bIzARRAMENTE. LA CATÁSTROFE DE GOYLLARISQUIZGA.- El 10 de agosto 1910 se produjo en este lugar la
horrible muerte de gran cantidad de obreros; la cifra exacta de ellos no se precisó pero no bajó
LAS CAMPANAS DE de 67. El accidente fue debido a que se hizo explotar tiros de dinamita sin adoptar previamente
ESTE PUEbLO un cuidado elemental, como el de hacer salir a los operarios a una distancia conveniente. La acti-
REPICARON PARA tud de la empresa minera fue condenable, el auxilio de las víctimas tardío y las indemnizaciones
burladas. Los muertos llegaron a ser arrojados a los pesebres, de donde los hizo extraer el prefec-
DAR LA NOTICIA Y to. Dora Mayer denunció los hechos mencionados en su opúsculo La conducta de la compañía
LOS CADÁVERES minera de Cerro de Pasco (Callao, 1914). Esta catástrofe se produjo antes de que fuese promulgada
la ley de accidentes del trabajo.
fUERON Una resolución de 26 de agosto de 1910 reglamentó el trabajo en las minas de carbón de
ExhIbIDOS EN LA Goyllarisquizga, estableció medidas permanentes de seguridad y estableció la forma en que la
PLAzA PúbLICA empresa debió de indemnizar a los sobrevivientes y a los familiares de los fallecidos.
Un decreto expedido el 28 de enero de 1910 había dispuesto medidas de seguridad para las
DE ChIqUIÁN minas de carbón en general.
DURANTE
48 hORAS. EL DECRETO SOBRE EXPLOTACIÓN DE MINAS.- También fue de fecha 28 de enero de
1910 para prescribir medidas destinadas a garantizar la vida y la seguridad de los operarios dedi-
cados a la explotación de minas.

[x]
LA MUERTE DEL BANDOLERO LUIS PARDO.- El Comercio del 27 de enero de 1909 dio cuenta
de la muerte del bandolero Luis Pardo. Ella ocurrió en Cajacay el 5 de ese mismo mes. Desde días
antes el mayor Toro Mazote había estado persiguiéndolo con sus gendarmes. Luis Pardo luchó solo
contra cuatro hombres, logró matar a dos y huyó herido. En su fuga lo acompañó su amigo Celedonio
Gamarra. Un hombre que había visto el asesinato de un pariente suyo perpetrado por el bandolero
con un fútil pretexto, lo denunció. Ocultos en una cueva, Pardo y Gamarra resistieron a una muche-
dumbre que llegó de Cajacay y murieron al fin, después de defenderse bizarramente. Las campanas
de este pueblo repicaron para dar la noticia y los cadáveres fueron exhibidos en la plaza pública de
Chuiquián durante 48 horas. Hubo ante ellos un desfile interminable de amigos y enemigos.

30 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
[1]

[2]

[3]

EL ENGANCHE. A principios del siglo XX, el tipo de relación laboral conocido como “enganche” estaba muy extendido
por todo el país. Los dueños de las haciendas pagaban a sus trabajadores no con dinero, sino con vales que después
podían ser canjeados en bazares ubicados en la propia hacienda, por artículos de primera necesidad. De esa manera,
negándoles un salario real, les impedían abandonar su trabajo. En otras palabras, los “enganchaban”. Aquí vemos un
bazar perteneciente a la hacienda Roma (1); un vale de compra de la hacienda Laredo (2) y a los trabajadores de la
hacienda Angostura, en el Cuzco (3).

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 31
LUIS PARDO EN EL CANCIONERO CRIOLLO.- Muchos huaynos y chuscadas han quedado
en la provincia de Bolognesi, alusivos a Luis Pardo. Pero ninguna canción ha sido tan popular
como el vals conocido por “La andarita” que es un fragmento del “Canto de Luis Pardo” publi-
MUChOS cado, por primera vez, en 1909 en el periódico Integridad de Abelardo Gamarra.
hUAYNOS Y La musa popular ha recogido en un poema que tiene la belleza del romancero clásico espa-
ñol, la figura del bandolero para identificarlo con la idea de la desgracia:
ChUSCADAS hAN
qUEDADO EN LA A mi padre lo mataron,
mi madre murió de pena
PROVINCIA DE ella ¡ tan buena, tan buena!
bOLOGNESI, ellos ¡que tanto me amaron!
ALUSIVOS A LUIS
Otra idea que prima en esta evocación es, junto con la de la fatalidad, la del odio:
PARDO. PERO
NINGUNA De entonces ¿qué hube de hacer?
Odiar a los que me odiaron
CANCIÓN hA SIDO matar a los que mataron
TAN POPULAR lo que era el ser de mi ser;
COMO EL VALS en torno mío no ver
sino la maldad humana
CONOCIDO POR esa maldad cruel, insana
“LA ANDARITA” que con el débil se estrella
qUE ES UN que al desvalido atropella
y de su crimen se ufana.
fRAGMENTO DEL
“CANTO DE LUIS Frente a la maldad enseñoreada surge la idea de la justicia:
PARDO” Por eso yo quiero al niño,
PUbLICADO, POR por eso yo amo al anciano
PRIMERA VEz, EN y al pobre indio que es mi hermano
le doy todo mi cariño.
1909 EN EL No tengo el alma de armiño
PERIÓDICO cuando sé que se le explota
toda mi cólera brota
INTEGRIDAD DE para su opresor; me indigna
AbELARDO como la araña maligna
GAMARRA. que se aplasta con mi bota.
Yo aborrezco la injusticia,
yo quiero al que es desgraciado,
al que vive abandonado
solo por torpe malicia;
yo maldigo la estulticia
de tanta gente menguada.

También evocan los mismos versos la idea de la persecución:

De mis provincias las peñas


y el viento de mis quebradas
me delatan las pisadas

32 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 30 ]
del que me busca las breñas.
Hasta las ramas son señas
de que la suerte merezco;
ni me asusta ni padezco,
yo soy como el aguacero
23 JUNIO
1913
[ perú ]

que al soplo del viento crezco. fALLECE EN LA CIUDAD


DE LIMA EL Ex
Y por último, prima el motivo del fatalismo, de la soledad y de la muerte: PRESIDENTE DE LA
Porque al fin de la jornada REPúbLICA NICOLÁS
puesto que la vida es corta DE PIéROLA, A LOS
la vida ¡a mí qué me importa! 74 AñOS DE EDAD.
porque ¿qué es la vida? Nada.
..............................................................
SUS RESTOS fUERON
¿Y me persiguen? ¡Traidores! VELADOS hASTA LAS
Siempre fueron sin entrañas, DOCE DE LA NOChE
les espantan mis hazañas
DEL DÍA 25 EN LA
que no son sino rencores
¿Dónde están mis defensores? IGLESIA DEL
Para mí nadie es clemente; SAGRARIO, LUGAR A
nadie piensa, nadie siente
DONDE LLEGARON
¿Quieren matarme? ¡En buena hora!
que me maten, pues, ahora, MILES DE CIUDADANOS
pero ¡mátenme de frente! A RENDIR SUS
hONORES AL “CALIfA”,
[ xI ] COMO SE LO CONOCÍA
EL PARQUE ZOOLÓGICO.- Lima llegó a tener en las dos primeras décadas del siglo XX un bello POPULARMENTE. EL
Parque Zoológico y Botánico en los terrenos de la Exposición. Fue un grato lugar de esparcimien- DÍA 26, TRAS LAS
to dominical para niños y adultos. Por arreglos hechos con la Municipalidad, el Gobierno se hizo
cargo de la administración del referido establecimiento a partir de 1909 y sus entradas y gastos
RESPECTIVAS hONRAS
pasaron a figurar en los respectivos pliegos del Presupuesto General de la República. Para el fúNEbRES EN LA
aumento de la colección zoológica se dio la ley N° 1395 de 8 de mayo de 1911 que liberó del CATEDRAL, SUS RESTOS
pago de derecho de importación a los animales destinados al Parque Zoológico y Botánico. En
fUERON CONDUCIDOS
épocas posteriores no han visto los limeños, ni el número ni la variedad que tuvieron los animales.
POR UNA MULTITUD
SILENCIOSA hASTA EL
CEMENTERIO
GENERAL.

[ CAPÍTULO 30 ] PERÍODO 6 33
[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 31 ● I Jor­ge Chá­vez ●  Efi­gie ● III Car­los Te­naud ●  IV La ra­dio­te­le­


de Jor­ge Chá­vez II Juan Bie­lo­vu­cic y
●  gra­fía en el Pe­rú: sus pri­me­ros ex­pe­ri­
los pri­me­ros vue­los en Li­ma ●  El pa­so men­tos ● Au­gus­to E. Ta­ma­yo, la co­mu­
de los Al­pes por Bie­lo­vu­cic y su ac­ ni­ca­ción Li­ma-Iqui­tos y la es­ta­ción del
tua­ción en las dos gue­rras mun­dia­les ce­rro San Cris­tó­bal.
EL NACIMIENTO DE LA AVIACIÓN
Y DE LA RADIOTELEGRAFÍA NACIONALES

CAPÍTULO
31
[ ]
J
[I]
ORGE CHÁVEZ.- Jorge Chávez Dartnell nació en París el 13 de enero de 1887. Su familia era
peruana y acaudalada. Su madre, María Rosa Dartnell y Guise, tenía entre sus abuelos al almiran-
te Jorge Martín Guise, prócer de la Independencia y fundador de la marina de guerra del Perú.
En 1910 egresó de la Escuela Violet de electricidad y mecánica industriales con su diploma de
ingeniero. Se interesó con viva curiosidad por la mecánica, cultivó el dibujo y la caricatura y llegó
a ser figura sobresaliente en las carreras, el salto y el fútbol, sin perder su condición de aficionado
aristocrático. Logró ser campeón de 400 metros planos y triunfó en eventos de 1.500 metros y
de 1.200 metros en steeple-chase. Así reunió cualidades que raramente se juntan en un mismo
deportista para destacar en pruebas de fondo y de velocidad. También fue un apasionado del
turismo automovilístico.
Pero su afición favorita llegó a ser la aviación. En 1910 participó en varios meetings aéreos: los
de Biarritz, Niza, Tours, la semana de Lyon, Verona, Budapest, Rouen, Champagne, Blackpool y
Lanark. Después de estas múltiples competencias de distancia hechas alrededor de una tribuna
o por encima de ellas en espirales descendentes o ascendentes, le preocupó el afán de subir a
las que entonces eran consideradas las más elevadas regiones del aire. Llegó a batir en Issy-Les-
Moulineaux el record mundial de altura, pues ascendió a 2.652 metros como un ensayo para su
gran proyecto ulterior. Sus observaciones de vuelo fueron hechas con un espíritu de investiga-
ción y curiosidad científicas y llegó a esbozar problemas que hoy siguen siendo materia de estu-
dio. Al ser analizados los caracteres de su personalidad física y sicológica desde el punto de vista
de la actual Medicina de la Aviación, aparece (según lo ha demostrado el doctor Guillermo Garri-
do Lecca Frías en un documentado libro que ha suministrado sus datos básicos a esta reseña)
con características singulares en su estatura y peso, en sus cualidades de atleta, en su carencia
de defectos corpóreos o enfermedades, en su fácil adaptación a actividades como las del auto-
movilismo, las carreras y el fútbol. Las excelentes caricaturas y dibujos que dejó son, además,
muestras de la finura y la agilidad de su espíritu. Otra evidencia de su aptitud fue la habilidad que
tuvo para hacer o sugerir modificaciones en su avión. Constantemente apareció dominado, ade-
más, por la voluntad de hacer algo útil, por el afán de cumplir bien las tareas que a sí mismo se
encomendaba, por el sentido de la seriedad ante los compromisos contraídos.
En la reunión internacional de aviación efectuada en Milán en setiembre de 1910 la prueba
principal consistió en un vuelo de Suiza a Italia con el paso de los Alpes por el cuello del Simplón.
De los tres concursantes, un italiano fue eliminado por no haber presentado a tiempo su aparato
y un norteamericano se retiró después de dos tentativas infructuosas. Quedó únicamente Jorge
Chávez. En su monoplano Bleriot, después de un ensayo infortunado, salió el 23 de setiembre de
Briga en Suiza, tramontó los Alpes y apareció en el valle de Domodossola. Había triunfado. Era
“un joven del siglo XX cruzando por la ruta azul en cima de aquellos Alpes por donde se arrastra-
ron César y Napoleón”, según el verso de Hugues Lerroux. Nadie había hecho eso antes.
Aproximadamente a 5 metros de altura, las alas del aparato se desprendieron y doblaron “co-
mo las de una paloma” y aquel cayó al suelo para estrellarse por la parte delantera. Luego se
descubrió que una pieza de unión entre el fuselaje y un ala presentaba señales de rotura anterior

36 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 31 ]
y de una reparación imperfecta hecha con clavos. El piloto no tuvo la culpa del accidente produ- JORGE CHÁVEZ
cido en el instante previo al aterrizaje, no por falla en el motor sino en la armazón de la endeble (1887-1910)
y primitiva aeronave. Quedaron la cola, los timones y las ruedas de bicicleta intactos y las alas no
deformadas mayormente.
Transportado al hospital de Domodossola, llegaron hasta Chávez mensajes de felicitación por
su proeza del Rey de Italia, el Presidente de Francia y numerosas personalidades de todo el mun-
do. En aquella época el paso de los Alpes apareció con un significado análogo al que más tarde
logró el vuelo de Lindbergh de Estados Unidos a Europa, y en nuestro tiempo ha alcanzado la
hazaña espacial de Gagarín.
Chávez no tuvo perdida de conciencia y su casco de cuero quedó intacto. Tampoco sufrió
lesiones internas, aunque sí se le encontraron fracturas en las piernas y pequeñas laceraciones y
contusiones en la cara. Fue la suya una larga agonía. En ella pronunció, según Luigi Barzini, frases
entrecortadas como “La altitud, la altitud”, “El motor, el motor”, “Quiero levantarme”. Parece que
sus últimas palabras fueron “No, no, yo no me muero”, si bien por versión de Juan Bielovucic, han
sido difundidas estas otras: “Más arriba, más arriba todavía”. El poeta italiano Giovanni Pascoli con-
cluyó la elegía que escribió con motivo de este sacrificio que conmovió profundamente al mun- El joven francés de
do, con los siguientes versos: padres peruanos fue uno
de los primeros aviadores
Cae con su gran alma sola europeos. Tras haber sido
siempre subiendo. ¡Y ahora sí, él vuela! corredor de autos, se
inscribió en la Escuela de
Murió el 27 de setiembre. Electricidad y Mecánica
¿Por qué falleció Chávez? Su caída se produjo a baja altura. La muerte no sobrevino por las Industrial, y luego en la
heridas. No hubo infección. Garrido Lecca diagnostica, a la luz de los conocimientos actuales, un Escuela de Aviación de
shock traumático y hemorrágico al hacerse insuficiente la cantidad de sangre circulante y al Henri y Maurice Farman.
desangrarse en los tres puntos de fracturas en las piernas. Dentro del estado de la medicina de Realizó su primer vuelo
entonces, no fue posible una transfusión que hubiera sido salvadora, o sea la administración del en 1910. Ese año adaptó
líquido en forma endovenosa para reemplazar la sangre perdida. Se le aplicaron purgantes y se un avión Bleriot, con el
le hizo tomar café y un poco de champán. Él clamaba por beber abundante líquido. cual sobrevoló los
La repatriación de los restos de Chávez tuvo lugar, con solemnes ceremonias, en setiembre balnearios ingleses
de 1957. En los honores que se le rindieron en Francia, donde ellos habían sido sepultados, par- de Bournemouth y
ticipó el ministro de Relaciones Exteriores, Christian Pineau. Los restos reposan en la Plaza Mayor Blackpool. Allí, estableció
de la Escuela de Oficiales de la FAP en Las Palmas. un récord de altura: 1.775
metros, y luego otro, de
2.600 metros. El 23 de
EFIGIE DE JORGE CHÁVEZ.- Los que mueren jóvenes, impulsados a la acción por un ideal, setiembre, en un vuelo
suelen ser favoritos y mimados por la posteridad. Jorge Chávez ha seguido, a través de los años, desde Suiza a Italia, su
vivo y gallardo en el recuerdo y en la evocación colectivos, porque puso en su existencia breve aeroplano se precipitó
ese algo de quimera con que cier tas almas privilegiadas se ennoblecen. No había conocido a tierra. Murió luego
jamás una existencia penosa o áspera. No había sabido lo que es luchar con furia desde el fon- de cuatro días.
do del pozo como otros lo han hecho, para salir al sol. No fue la suya la for tuna de la pobreza,
buena madre de tantos hombres útiles. Por el contrario, había parecido que todas las hadas
estuvieran presentes en la hora de su nacimiento, ya que, desde la niñez, disfrutó de los dones
gratos del mundo. Así, pudo haber sido uno más entre quienes gozaron del encanto y del pri-
vilegio de vivir en ese lugar feliz que, para muchos, fue Europa antes de la primera gran guerra
civil de Occidente iniciada ciegamente en julio de 1914. Marchó a la osadía y al peligro sin que
lo arrastrara una ola multitudinaria o lo empujase el uniforme de una rígida profesión; y cuan-
do sus manos tomaban el timón de su endeble aeroplano, lo hacían con una finura creada por
varios siglos de guante.

[ CAPÍTULO 31 ] PERÍODO 6 37
Casi tan joven como él era la actividad a la que se consagró. Pertinaz, metódico, eficiente en
ella resultó un peruano. Victorioso y lisonjeado en un vasto escenario internacional, un embaja-
dor sin credenciales, una gloria que le vino al Perú de afuera, en contraste con tantos prestigios
SI bIEN LA de camarilla. Sus compatriotas, que aún veían al lado de ellos el fantasma del desastre total en
AVENTURA DE una guerra que no podían olvidar y se sentían sumergidos en el empequeñecimiento que esa
catástrofe dejó, miraron con asombro y con jubilo a este muchacho que llevaba una gorra sen-
JORGE ChÁVEz cilla y una gran chompa cerrada hasta el cuello, por muchos hasta ahora imitada. El sacrificio
OCURRIÓ MUY surgió como una rúbrica para sus hazañas y para pagar el precio alto e inevitable demandado a
los precursores y a los que abren caminos. En la vida y en la muerte apareció así como el heraldo
LEJOS DE LA de una raza naciente y anunció una época trascendental para la humanidad toda. Estuvo entre
PATRIA, Y LA los que crearon una nueva frontera, la frontera no horizontal sino vertical. Creó un mito porque
TIERRA DONDE todo gran cambio histórico genera su propia mitología.
Implicó este cambio el tránsito del ciclo oceánico abierto en el mundo occidental en el siglo
CAYÓ NO ERA LA XV, al ciclo aeronáutico de las primeras décadas del siglo XX que ya se ha convertido en nuestro
SUYA, SU úLTIMO días en el ciclo astronáutico y cuyas realizaciones, cuando hayamos muerto, parecerían imposi-
bles, así como los contemporáneos de Jorge Chávez no vislumbraron que ahora, cotidianamen-
VUELO MARCA te, de día y de noche, millones de pasajeros cruzan por los aires los océanos y los continentes
UNO DE LOS mientras se deleitan con sus lujosas bebidas, con sus comidas prefabricadas y con el cine sonoro
INSTANTES DEL y en colores. Esta transición se ha operado superando las demarcaciones geográficas y, por cier-
to, ha dejado sentir intensamente sus efectos en el Perú.
PRIMER SIGLO xx Desde Pizarro hasta Bolívar los transportes y las comunicaciones en nuestro suelo fueron
Y TUVO LOS escasos como en el resto del mundo. El caballo hizo atravesar la costa y los Andes a conquista-
ALCANCES DE UN dores y a libertadores con similar lentitud. El barco a vapor que trajo a las costas del Pacífico
William Wheelwright y los ferrocarriles que contrató tan onerosamente Henry Meiggs fueron
LLAMADO apenas el comienzo incipiente de una revolución más auténtica que las algaradas políticas. Ella
UNIVERSAL CON fue acelerada más tarde por el empleo del motor a explosión, por los nuevos usos hallados para
el pueblo y el caucho, por el vasto empleo de los materiales sintéticos y por la aparición y el auge
ESPECIAL del automóvil y, sobre todo, del aeroplano. Si bien la aventura de Jorge Chávez ocurrió muy lejos
SIGNIfICADO PARA de la Patria, y la tierra donde cayó no era la suya, su último vuelo marca uno de los instantes del
UNA COLECTIVIDAD primer siglo XX y tuvo los alcances de un llamado universal con especial significado para una
colectividad tan difícil geográficamente como la del Perú.
TAN DIfÍCIL Antes que Bleriot y que Lindbergh, ajeno a las complejidades y a las ventajas de la tecnología,
GEOGRÁfICAMENTE Jorge Chávez enseñó que la vida es una travesía solitaria, difícil, azarosa contra todos los vientos
y sobre implacables abismos. Fue el símbolo del espíritu humano orientado hacia el infinito que
COMO LA puede estar en el cielo como también en las profundidades del mar, en la estructura de la vida
DEL PERú. misma o en los misterios de los fenómenos síquicos. Vivió unos cuantos momentos que luego
resultaron inmortales en una cabina estrecha pero llena de una belleza no cantada antes y cir-
cundada en cada segundo por el peligro.
La cualidad que enaltece sobre todo a nuestro héroe es su sentido de la dignidad como per-
sona, como deportista, como profesional. En su caso se demuestra, una vez más, lo que Andrés
Gide afirmaba cuando escribía acerca de los personajes de Saint-Exupéry y sobre los primeros
vuelos de noche: la verdadera felicidad para los seres humanos radica no en la libertad sino en
la aceptación voluntaria de un hondo compromiso. Como en los personajes preferidos por Saint-
Exupéry, en Chávez dominó “el oscuro sentido del deber, más grande que el del amor”. O, repi-
tiendo una frase de W. B. Yeats, él tuvo, como los mejores ejemplares de nuestra especie, la fasci-
nación de lo que es difícil. El hombre no está para buscar un bien en sí mismo sino para some-
terse y sacrificarse a esa cosa extraña que manda en él y que vive a través de él. Fue para referir-
se a ese “oscuro sentido” que también suelen tener algunos religiosos, algunos científicos,
algunos artistas, algunos militares, algunos marinos y quienes albergan, sin lacras, el ideal de la

38 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 31 ]
[1] La llegada de la
aviación. En la década
de 1910, los primeros
pilotos peruanos, todos
ellos con educación en
escuelas de aviación
europeas, volvieron al
país a demostrar sus
habilidades en los cielos
de Lima. Uno de ellos fue
Juan Bielovucic, quien
realizó el primer vuelo
público en nuestro país.
Aquí lo vemos
sobrevolando el
hipódromo de Santa
Beatriz el día de su
despedida (2). Otro
destacado piloto peruano
fue Carlos Tenaud, a
quien se le debe además
el diseño de un
monoplano. Aquí lo
vemos en una
fotocomposición junto a
su avión (1).

[2]

[ capítulo 31 ] período 6 39
L
LOS PIONEROS DE LA AVIACIÓN EN EL PERÚ h

Hitos de la aeronáutica De madera y tela: el Blériot XI de Jorge Chávez


peruana En los primeros años de la aviación, el peruano nacido en Francia (1887-1910) logró
Los primeros intentos por desarrollar una destacarse como piloto. Gracias a su habilidad e inteligencia, y, a pesar de las precarias
máquina voladora datan de la Colonia. condiciones en que se piloteaba, llegó a altitudes nunca antes alcanzadas en su tiempo.

1760
LOUIS BLÉRIOT (1872-1936)
En Lima, don Santiago de Cárdenas,
conocido como “Santiago el Volador”, Este diseñador de aviones y piloto
redacta un manuscrito dirigido al rey francés es conocido no solo por
de España, titulado Nuevo sistema de ser el primero en cruzar
navegación por los aires sacado de las exitosamente sobre un avión el Timón de dirección
observaciones de la naturaleza volátil. canal de la Mancha, sino también Tenía costillas de madera
por diseñar el monoplano Blériot forradas con tela, al igual
XI, el más exitoso de su tipo. Lo que las alas
utilizaron los primeros aviadores
peruanos, como Jorge Chávez,
José Ramón Montero y Carlos
Tenaud, quien fue discípulo de
Blériot en su escuela de pilotaje.

1878
El teniente coronel Pedro Ruiz Gallo CARACTERÍSTICAS DEL BLÉRIOT XI
(1839-1880) publica el folleto Estudios
generales de navegación aérea y resolución de
este importante problema, donde presentó el
diseño del ornitóptero, una máquina que
imitaba el vuelo de las aves.
Estabilizador
Envergadura Estaba dispuesto horizon- L
8,54 m talmente y albergaba al E
timón de profundidad a
M

A
B
1895 Longitud: 7,32 m
s
v
Pedro Paulet (1874-1945) desarrolla un motor
Tipo de motor: Ghome Omega
cohete que funciona con una mezcla de gasolina
con peróxido de nitrógeno. Fue la base para su Caballos de fuerza: 50
diseño de un “avión torpedo” que podría, según
sus planos, desplazarse verticalmente (para el Velocidad máxima: 65 km/h
despegue) y hacia adelante.
Peso máximo: 349 kg

1909
Carlos Tenaud (1884-1911) diseña y
construye el primer avión peruano, un
monoplano cuyas alas se asemejan a las
de una mariposa. El avión nunca despegó,
sin embargo, y Tenaud se marchó a
Francia a estudiar con Louis Blériot.

Fuentes: Empresa Editora El Comercio. Enciclopedia temática del Perú Tomo XI / Primeras planas del siglo XX / Museo Aeronáutico del Perú FAP. Infografía: Raúl Rodríguez.

40 período 6 [ capítulo 31 ]
La historia de la aeronáutica peruana abunda en acontecimientos que hablan de la pericia de nuestros pilotos, del
heroísmo de la fuerza aérea y de la destacada labor de nuestros científicos e inventores.

Alas Motor
Eran estructuras de madera Tenía siete cilindros.
con dos largueros y costillas Se ubicaba en la parte
forradas con tela delantera y se encargaba
de mover la hélice

El piloto
Solo disponía de un
indicador de aceite del Hélices
motor y un reloj de bolsillo Hechas de madera

Largueros
longitudinales

Cables Listones Tren de aterrizaje


metálicos transversales Dos ruedas de bicicleta

Patín de madera
que formaba parte
del tren de aterrizaje

LA HAZAÑA DE JORGE CHÁVEZ


En 1910, el Aero Club de Milán ofreció un gran premio en efectivo
a quien cruzara los Alpes desde la ciudad de Briga (Suiza) hasta
Milán, haciendo escala en Domodossola (Italia).

Aquí vemos a Chávez en Zúrich


Briga antes de partir, el 23 de
setiembre, a pesar de los fuertes Berna A Después de 45 minutos de vuelo, luego de alcanzar
vientos en la región. Z los 3.000 metros de altitud, las alas del monoplano se
S U I rompieron a pocos metros de Domodossola. Chávez
Briga quedó herido y falleció cuatro días después.
os
in
en
Alp es P
Domodossola A
I
Milán L
A Verona
I T

1911 1919 1934


El 15 de febrero de este año, a bordo Se crea el primer servicio de aviación Elmer Faucett (1891-1960)
de su biplano Voisin, Juan Bielovucic militar. Posteriormente nace el Cuerpo comienza a construir el Stinson
(1889-1949), piloto peruano radicado de Aviadores Navales, especializado en Faucett F-19, una versión
en Francia, realiza el primer vuelo de hidroaviación. Ambos cuerpos se unifica- modificada del modelo Stinson
Sudamérica en el hipódromo de ron en 1929, cuando se creó el Cuerpo de Detroiter, pero adaptado a nuestra
Santa Beatriz, en Lima, ante la mirada Aviación del Perú (CAP), que se convertirá geografía. Faucett fundó en 1928
atónita del público. en la Fuerza Aérea del Perú. la primera línea aérea del Perú.

[ capítulo 31 ] período 6 41
JUAN BIELOVUCIC reforma social, que Gide escribió en su Prometeo: “No amo a los hombres, amo aquello que los
(1889-1949) devora”. O, como dice uno de los aviadores retratados por Saint-Exupéry: “Procedemos como si
hubiera algo de más valor que la vida misma. Pero ¿qué cosa? Quizá hay algo más, algo más per-
manente que debe ser defendido y salvado”.
Cuando Jorge Chávez murió, fue como un naufragio; pero él sigue en su monoplano
como en un puente de mando, con una bandera al tope. Desde allí saluda e incita para siem-
pre a los incontables varones y mujeres que, a través de los años y de las décadas, ofrendan
sus vidas sin coraza en la diaria lucha por la aviación en las que no se conoce ni se conocerá
tregua ni armisticio.

[ II ]
JUAN BIELOVUCIC Y LOS PRIMEROS VUELOS EN LIMA.- Juan Bielovucic nació en Lima
el 30 de julio de 1889. Fue hijo de un comerciante francés avecindado en esta ciudad. Hizo sus
estudios en el Liceo Jeanson de Sailly, París, hasta el bachillerato de Filosofía. Apasionado de los
Gracias a sus estudios en deportes, practicó como estudiante las carreras a pie, el ciclismo y el motociclismo. De allí pasó
Francia, este joven a la aviación. Alcanzó, como Jorge Chávez, la época en que el público se cansaba de los llama-
limeño fue uno de dos meetings y en que concluía la moda de los carrouseles. El aeroplano debía alejarse ya de los
nuestros precursores de terrenos y ascender en el aire, y nuevos aparatos eran requeridos. Bielovucic hizo diversas prue-
la aviación. Regresó a bas con los “Voisin” y desempeñó un importante papel en la historia de la aviación deportiva y
Lima en 1911, con el de la aviación de transporte. En 1910 venció en la carrera aérea con escalas Burdeos-París.
brevete número 87. El 8 de enero de 1911 llegó Bielovucic a Lima invitado por la Liga Pro Aviación. Fue recibido
En nuestra capital, en entusiastas manifestaciones populares. Trajo dos máquinas, una “Voisin” y una “Farman” que
realizó las primeras fueron llevadas al hipódromo de Santa Beatriz. Estos artefactos desarrollaban 50 caballos de fuer-
demostraciones aéreas za y llegaban a otros tantos kilómetros por hora.
en el hipódromo de El 15 de enero de 1911 realizó Bielovucic el primer vuelo que se vio en Lima. Encontró dificul-
Santa Beatriz, para tades por la inactividad en que había estado la máquina y por falta de elementos en el improvi-
deleite de miles de sado aeródromo de Santa Beatriz lleno de espectadores fervorosos. Sin embargo, logró remon-
espectadores. En 1912, tarse a la altura de 40 metros con la duración de un minuto. Catorce días después, el 29 de
volvió a Francia, donde enero, cruzó el cielo de Lima en el monoplano “Farman” en varias direcciones. Fue el primer
participó en diversas aviador nacional que navegó en el espacio de América Latina.
competencias. Tras el Repetidos vuelos de instrucción, pese a que las máquinas no eran de doble comando, y vue-
inicio de la Primera los de paseo se sucedieron. En ellos participaron militares y civiles, hombres y mujeres.
Guerra Mundial, Las primeras damas que ascendieron a un avión en Lima fueron, el 3 de marzo de 1911, María
Bielovucic se incorporó Luisa Guislain, Ana Navarro, María Caridad y María Laura Agüero Bracamonte. En un viaje aéreo
en el cuerpo de aviación de Lima a Ancón, Bielovucic demoró 58 minutos y recibió con este motivo una tarjeta de oro (29
francés. Durante la de enero de 1911).
Segunda Guerra Cuando había trasladado su hangar a Bellavista recibió, en abril de 1911, un llamado de Euro-
Mundial, colaboró pa para que interviniera en un concurso internacional y partió del Perú.
en el movimiento
de resistencia.
EL PASO DE LOS ALPES POR BIELOVUCIC Y SU ACTUACIÓN EN LAS DOS GUERRAS
MUNDIALES.- De regreso a Francia, Bielovucic participó en diversos eventos. Pero su preocu-
pación esencial fue pasar los Alpes, repetir y completar la hazaña de Chávez o, como él dijo:
“vengarlo”. Se preparó para esta empresa cuidadosamente y hubo necesidad de construir para
ella un avión especial, un monoplano Henriot de tipo militar con un motor de 24 caballos. El 25
de enero de 1913 voló de Briga a Domodossola por la ruta del túnel del Simplón en 28 minutos.
Ascendió a cerca de 10 mil pies y recorrió 25 kilómetros. Pero se había producido un cambio de
clima espiritual en el público y la proeza de Bielovucic fue recibida casi con indiferencia.

42 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 31 ]
Al estallar la Primera Guerra Mundial, el glorioso aviador peruano participó en ella como CARLOS TENAUD
voluntario en el ejército francés. Se distinguió en los vuelos de reconocimiento a gran distancia (1884-1911)
y obtuvo la Legión de Honor y la Cruz de guerra con palma. Firmada la paz, tuvo todavía actua-
ción dentro de la aviación y el automovilismo y también realizó exploraciones en los ríos amazó-
nicos. Durante la Segunda Guerra Mundial se unió a la Resistencia y efectuó importantes dona-
tivos para las víctimas de aquella catástrofe. Entre ellos figuraron objetos raros y recuerdos pre-
ciosos. Volvió a la patria en marzo de 1930. En 1947 hizo su último viaje al Perú. Falleció en París,
a los sesenta años, el 14 de enero de 1949.

[ III ]
CARLOS TENAUD.- Desde 1908 y 1909 había hecho en Lima experimentos para ascender a los
aires Carlos Tenaud Pomar. Diseñó con esta finalidad un monoplano cuyo propósito era imitar el
dispositivo de vuelo empleado por las aves. Este aparato sufrió una caída que impidió su empleo
en lo sucesivo. Pese a tan dramático contraste, Tenaud mantuvo su fe, su entusiasmo, su cons-
tancia. Se dirigió a Francia e ingresó en noviembre de 1910 a la Escuela de Etampes, dirigida por El joven parisino de
el famoso Bleriot para obtener su brevete de piloto aviador que le fue otorgado el 23 del mismo ascendencia peruana
mes, por el Aero Club de aquel país. Bleriot lo llamó el más aprovechado de sus discípulos pues construyó el primer
solo necesitó de ocho lecciones sin haber deteriorado accesorios más que por el valor de tres aeroplano de nuestro país
francos y medio. Posteriormente hizo práctica más intensiva y llegó a volar entre Etampes y con planos y diagramas
Reims. traídos desde Francia.
Llamado, como Bielovucic, por la Liga Pro Aviación, ambos se embarcaron para el Perú, con Ensamblado en la Escuela
su material, en diciembre de 1910. Al llegar a Lima en enero de 1911, fueron objeto de entusias- de Artes y Oficios, la
ta recepción. Tenaud se instaló en el campo de Limatambo. No tenía este las condiciones indis- aeronave quedó
pensables para que la máquina pudiera despegar, el terreno era pequeño y estaba rodeado de destrozada tras
surcos cuya nivelación parecía indispensable. El entusiasmo de Tenaud trató de superar todos los su primera prueba. El
obstáculos y un vuelo de prueba tuvo lugar el 27 de enero de 1911. Pero, en el momento del gobierno peruano envió
despegue, el aparato Bleriot no llegó a alcanzar la altura suficiente para salvar unos postes del entonces a Tenaud a
servicio eléctrico en el extremo del campo, y se produjeron el choque y la caída. Tenaud quedó perfeccionar sus
herido y fue trasladado a una clínica primero y a la casa de sus padres después; y allí afrontó conocimientos en la
durante varios meses una incesante y valerosa lucha contra la muerte. Falleció el 7 de setiembre Academia Bleriot. En 1911,
de 1911. Fue la primera víctima de la aviación caída en el Perú. Hermano de Pedro Ruiz Gallo al de regreso en Lima,
inventar un aparato original, fue hermano de Bielovucic al volar en el cielo de Lima y hermano ensambló el avión
de Jorge Chávez al ofrendar la vida por su purísimo ideal. comprado en Europa y
Una cruz colocada el 4 de febrero de 1912 en el lugar donde cayó Tenaud, ha desaparecido. realizó una serie de
demostraciones. En
febrero de 1911, durante
[ IV ] un vuelo, el ala de su
LA RADIOTELEGRAFÍA EN EL PERÚ: SUS PRIMEROS EXPERIMENTOS.- En 1903, en el aeronave se enredó en un
puerto del Callao y en el crucero italiano Elba, fueron invitados a bordo el día 2 de setiembre el poste de luz y sufrió un
canciller Eugenio Larrabure y Unanue, el ministro de Guerra contralmirante Villavicencio, el inge- grave accidente. Falleció
niero electricista Alejandro Guevara, así como otras personalidades que debían presenciar las tras larga agonía.
primeras experiencias de la comunicación inalámbrica con Lima. Ellas se efectuaron por haberse
colocado un receptor de propiedad de I. Varese, en la espalda de la Penitenciaría.
Los trabajos de instalación de estaciones radiotelegráficas que debían poner en contacto la
capital con el Oriente empezaron en 1904. Este servicio comenzó a funcionar en 1906.
Con el objeto expresado, quedaron establecidas emisoras en la vía del Pichis bajo la dirección
técnica del ingeniero Augusto E. Tamayo. Entre estas emisoras pueden ser mencionadas las de
Puerto Bermúdez, Masisea, Orellana, Requena, El Encanto, Leticia y, finalmente, Ytaya en Iquitos.

[ CAPÍTULO 31 ] PERÍODO 6 43
Juan Bielovucic y el biplano Voisin

En enero de 1915,
el aviador
peruano Juan
Bielovucic realizó
E ne­ro de 1915. Por pri­me­ra vez los
ha­bi­tan­tes de Li­ma pre­sen­cia­rían
un vue­lo so­bre la ciu­dad, mer­ced
al avia­dor pe­rua­no Juan Bie­lo­vu­cic y a
su bi­pla­no Voi­sin. El su­ce­so con­mo­cio­
mo de­re­cho de la es­pla­na­da, des­de
don­de de­be to­mar la ve­lo­ci­dad con­ve­
nien­te pa­ra la asen­ción. [...]

Se pu­so en mo­vi­mien­to el mo­tor; la hé­li­


el primer vuelo nó a ti­rios y tro­ya­nos. El Co­mer­cio in­for­ ce co­men­zó a gi­rar ver­ti­gi­no­sa­men­te, y
público en la mó dia­ria­men­te so­bre los pre­pa­ra­ti­vos se­gun­dos des­pués, el bi­pla­no se des­li­za­
ciudad de Lima. El pa­ra el des­pe­gue. La Li­ga Pro Avia­ción ba rá­pi­da y sua­ve­men­te so­bre el cés­ped
or­ga­ni­zó una pro­yec­ción ci­ne­ma­to­grá­ pa­ra co­ men­ zar la ascen­ ción a los 40
evento despertó
fi­ca y una ope­re­ta cu­yos fon­dos se des­ me­tros de re­co­rri­do. Eran las 11 y 51 a.m.
pasiones entre ti­na­rían a la di­fu­sión de la avia­ción en el
los habitantes de país. En el tea­tro mu­ni­ci­pal, el poe­ta Fue es­te un mo­men­to de ver­da­de­ra e
la capital. Aquí Jo­sé Gál­vez de­cla­mó una co­lec­ción de in­ten­sa emo­ción; se oye­ron (...) vi­vas al
una crónica de lo so­ne­tos a la me­mo­ria de Jor­ge Chá­vez. Pe­rú y a Bie­lo­vu­cic y to­das las ma­nos
Los en­tu­sias­tas de la Li­ga Pro Avia­ción se agi­ta­ron pa­ra aplau­dir al au­daz
ocurrido, con re­ci­bie­ron de la se­ño­ri­ta Zoi­la Au­ro­ra avia­dor (...).
información Ló­pez el vals “Bie­lo­vu­cic”, de su au­to­ría.
publicada por el El mis­mo se ven­dió con vis­tas a con­se­ El bi­pla­no des­cri­bió en los ai­res dos cír­
diario El guir fon­dos. cu­los y to­man­do una al­tu­ra co­mo de 30
ó 40 me­tros, dio vuel­ta por to­do el cam­
Comercio. El avia­dor, por su par­te, bus­có un lugar po del hi­pó­dro­mo, pa­ra caer lue­go
ad hoc pa­ra la ins­ta­la­ción del pri­mer so­bre la pis­ta, pau­sa­da­men­te, en el si­tio
ae­ró­dro­mo, en los te­rre­nos de Li­ma­ que qui­so el avia­dor.
tam­bo y del cam­po de ti­ro de Cho­rri­
llos. La Li­ga hi­zo un lla­ma­do a to­do El vue­lo fue rá­pi­do, ve­loz. Ape­nas du­ra­
aquel que qui­sie­ra re­ci­bir cla­ses de Bie­ ría un mi­nu­to. Tiem­po bas­tan­te pa­ra
lo­vu­cic, con la sal­ve­dad de que solo se man­te­ner a los con­cu­rren­tes agi­ta­dos
ad­mi­ti­rían pu­pi­los que pu­die­ran amor­ en una in­ten­sa y des­co­no­ci­da es­pec­ta­
ti­zar el cos­to del bi­pla­no, que re­sul­ta ción. Ra­ro es­pec­tá­cu­lo el que se ofre­cía
in­ser­vi­ble des­pués de ser con­fia­do a a nues­tra vis­ta. El ge­nio y la au­da­cia del
más de veinte alum­nos su­ce­si­vos. hom­bre ven­cien­do so­bre la na­tu­ra­le­za.
El avia­dor y su ae­ro­pla­no sus­pen­di­dos
En la ma­ña­na del do­min­go 15, an­te una en las in­men­si­da­des del es­pa­cio; mar­
se­lec­ta con­cu­rren­cia, Bie­lo­vu­cic lle­vó a chan­do por el ai­re con ve­lo­ci­dad inau­
ca­bo el an­sia­do as­cen­so. El cro­nis­ta di­ta, sin que nues­tra men­ta­li­dad al­can­
pe­rio­dís­ti­co así lo trans­mi­tió a los que za­ra a con­si­de­rar co­mo un fe­nó­me­no
no vie­ron el bi­pla­no so­bre Li­ma: “Ter­mi­ na­tu­ral esa ma­ra­vi­llo­sa y rau­da ex­cur­
na­dos los pre­pa­ra­ti­vos pa­ra el vue­lo, sión de un ser hu­ma­no a tra­vés del más
Bie­lo­vu­cic cam­bia su ves­ti­do de tra­ba­jo diá­fa­no e im­pal­pa­ble de los ele­men­tos
por uno ele­gan­te de avia­dor, y dis­po­ne que nos cir­cun­dan” (El Co­mer­cio, 13-16
que el bi­pla­no sea tras­la­da­do al ex­tre­ de ene­ro de 1915).

44 período 6 [ capítulo 31 ]
El servicio radiográfico del Estado dependía del Ministerio de Fomento. Esta situación fue
modificada en 1921 en que, por decreto de 22 de enero, quedó constituida la Administración
General de Correos, Telégrafos y Radiotelegrafía, dependiente del Ministerio de Gobierno.
LA
COMUNICACIÓN
AUGUSTO E. TAMAYO, LA COMUNICACIÓN LIMA-IQUITOS Y LA ESTACIÓN DEL
CERRO SAN CRISTÓBAL.- Durante varios años Augusto E. Tamayo prosiguió tesoneramente LIMA-IqUITOS
sus estudios y trabajos sobre comunicaciones inalámbricas. ENTONCES
Un contrato celebrado con la compañía alemana Telefunken dio lugar a la erección de una
estación radiotelegráfica en el cerro San Cristóbal. La inauguración de esta torre se efectuó el 16
ESTAbLECIDA
de junio de 1912. El presidente Leguía subió al lugar de la ceremonia a caballo. El representante MARCÓ UN
de la Telefunken Holmwang en su discurso pronunció, entre otras, las siguientes palabras: “La ACONTECIMIENTO
estación de San Cristóbal, siendo por su peculiar ubicación en la cumbre de un cerro, la única de
su clase en el mundo, es también la más poderosa y la más moderna de todas las que existen en SENSACIONAL.
América del Sur. Debo, así mismo, hacer especial mención de que gran parte del éxito alcanzado ERA LA VICTORIA
se debe a la competencia y actividad del ingeniero peruano Augusto Tamayo”.
La comunicación Lima-Iquitos entonces establecida marcó un acontecimiento sensacional.
DE LA CIENCIA
Era la victoria de la ciencia sobre las distancia y sobre una accidentada topografía. Otros experi- SObRE LA
mentos similares en diversos lugares del mundo habían fracasado. DISTANCIA Y
La estación de San Cristóbal tenía 10 kilowatts de potencia y utilizaba una antena de para-
guas sostenida por una torre de 108 metros que descansaba en un aislador de vidrio. La torre
SObRE UNA
estaba dotada en su parte superior de crucetas o escaleras de 12 metros. Empleaba ondas de ACCIDENTADA
1.500, 2.000, 3.000 y 4.000 metros de longitud para comunicarse con Ytaya (Iquitos). La recepción TOPOGRAfÍA.
se verificaba con aparatos de cristal.
OTROS
ExPERIMENTOS
SIMILARES EN
DIVERSOS
LUGARES DEL
MUNDO hAbÍAN
fRACASADO.

[ CAPÍTULO 31 ] PERÍODO 6 45
[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 32 ● I El pro­ce­so elec­to­ral Le­guía ●  El úl­ti­mo ma­ni­fies­to de Pié­ro­


de 1912. La can­di­da­tu­ra As­pí­lla­ga ●  El la ●  El pro­ble­ma elec­to­ral an­te el Con­
in­ten­to de uni­fi­car a la opo­si­ción ● La gre­so ●  Elec­ción de Bi­lling­hurst por el
ac­ti­tud de Pié­ro­la ● II La can­di­da­tu­ra Con­gre­so ● IV Bi­lling­hurst ● La inau­gu­
de Bi­lling­hurst ● “Pan Gran­de” ● El pa­ro ra­ción del go­bier­no de Bi­lling­hurst. El
ge­ne­ral y la frus­tra­ción de los co­mi­cios Ga­bi­ne­te Mal­par­ti­da ●  El pro­gra­ma de
● III La even­ tua­li­dad de la pró­rro­ga de Bi­lling­hurst.
LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE 1912. EL COMIENZO DE LA
PRIMERA CRISIS EN LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA. EL SÉPTIMO
GOBERNANTE CIVIL DURANTE AQUEL PERÍODO

CAPÍTULO
32
[ ]
E
[I]
L PROCESO ELECTORAL DE 1912. LA CANDIDATURA ASPÍLLAGA- El panorama de la
sucesión presidencial de Leguía en 1912 presentó nubarrones que parecían presagiar inevitables
tempestades. El Partido Civil gubernamental, dueño de la mayoría en las Cámaras y de los órga-
nos del sufragio, lanzó el 10 de diciembre de 1911, en una asamblea, la candidatura de Ántero
Aspíllaga cuyo leal apoyo al Gobierno había contribuido a que este resistiera incólume las dificul-
tades creadas por la beligerante oposición parlamentaria en 1910 y 1911.
Ántero Aspíllaga nació en Pisco en 1849. Fue hijo de Ramón Aspíllaga, de nacionalidad chile-
na, y de Melchora Barreda. Hizo sus estudios en el colegio francés de Loiseau y Fontain, en Lima.
Después de que terminó su instrucción media se dirigió a Lambayeque. Eran los días en que se
cultivaba el algodón en muchas haciendas de la costa por las altas cotizaciones de este produc-
to con motivo de la guerra civil en Estados Unidos. Al concluir ella, la baja de precios motivó que
los hacendados de la costa se dedicaran a plantar caña de azúcar. Entre los que más descollaron
en esta actividad estuvieron Enrique Swayne en Casa Blanca, José Unanue en Gómez valle de
Cañete, Luis Albrecht en Casa Grande y la familia Aspíllaga en Cayaltí. Ántero Aspíllaga llegó a
viajar a Europa antes de la guerra con Chile para adquirir maquinarias, arados y otros implemen-
tos y para estudiar los más recientes adelantos en la industria a la que se había dedicado.
En 1886 fue elegido diputado por Chiclayo. Dos años después Cáceres lo nombró ministro
de Hacienda. Como tal celebró el famoso contrato con los acreedores extranjeros que general-
mente es llamado el contrato Grace; y precipitó la desaparición del billete fiscal depreciado. En
1892 formó parte de la Cámara de Senadores como representante por Lima. Fue reelegido en los
comicios sucesivos de 1895, 1903 y 1909. Presidió dicha Cámara en 1902, 1903, 1909 y 1910.
Alcalde de la capital en 1910, renunció por razones éticas. Ese mismo año hizo un segundo viaje
a Europa y allí estudió los últimos progresos industriales y adquirió nuevos y perfeccionados arte-
factos para la hacienda Cayaltí.
En su programa de Gobierno ofreció Aspíllaga que se “esforzaría por constituir un poder tran-
quilo y moderador que, respetando todas las opiniones, contribuyese a la espontánea y fecunda
acción de los ciudadanos”. Entre los puntos concretos que trató estuvieron: la armonía entre los
poderes Ejecutivo y Legislativo; la búsqueda de soluciones para las cuestiones internacionales
que tenía el país, sin menoscabo para su honra y su dignidad; la atención a la defensa nacional;
el respeto a las garantías individuales; la reforma de la ley electoral con la colaboración de todos
los partidos; el ordenamiento del Presupuesto; las garantías para el capital y el trabajo; la mejora
de los puertos; el encauzamiento de los ríos y la derivación de sus aguas en la costa dentro de
los estudios hechos; el desarrollo de la salubridad; la política ferrocarrilera a base de vías de pene-
tración para cumplir la aspiración nacional de enlazar la costa y el oriente; la defensa de la raza
indígena; la mejora de las condiciones de la clase obrera con casas para ella, planes generales de
higiene y de salubridad urbana y rural y de policía sanitaria en las fábricas, en los campos y en las
minas, fomento del ahorro y seguros de protección e indemnización por los accidentes de tra-
bajo; el estímulo de las industrias útiles; la organización de una Compañía Nacional de Obras
Públicas “a la que encargase el Estado la ejecución de las construcciones que

48 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
reclaman los servicios de la administración” sobre la base del capital privado y de las intervención ENRIQUE BARREDA
y fiscalización del Gobierno; la ayuda a las sociedades de Beneficencia; el mejoramiento de los Y OSMA (1847-1929)
institutos armados; la reforma y el progreso en el campo educacional; la inclusión de los estudios
pedagógicos en la Universidad de San Marcos y el contacto entre las Universidades de los depar-
tamentos con las industrias correspondientes a su región; la atención al Poder Judicial y el respe-
to a su independencia y a sus iniciativas; el impulso a los municipios y a las juntas departamen-
tales dentro del “provechoso equilibrio de la autoridad central y de la independencia comunal”.
Era, en conjunto, un programa de tipo conservador cautamente progresista. Aspíllaga tenía
fama de ser un hombre circunspecto, elegante, honesto, caballeroso y maduro. Sus vestidos eran
confeccionados por el sastre Poole de Londres. A su larga actuación política en los más altos car-
gos (solo le faltó la presidencia de la República) unía una considerable fortuna y su mansión
señorial era un gran centro aristocrático en Lima. Pero en su contra surgía la circunstancia que
representaba, de un lado, la continuidad de un régimen político duramente combatido a lo largo
de sus cuatro años de existencia y, de otro, el predominio de un partido que de hecho goberna-
ba el país ya trece años. No fue la suya una candidatura popular aunque estuvo provista de
abundantes recursos económicos. Aspíllaga, a pesar de todo, acaso hubiera triunfado en 1903 o En enero de 1912, el
en 1904 o en 1908; pero en 1912 encontró dificultades insalvables. político limeño, miembro
activo del Partido Civil,
realizó duras críticas al
EL INTENTO DE UNIFICAR A LA OPOSICIÓN.- El 6 de enero de 1912 se reunieron en el gobierno de Augusto
colegio de Santo Tomás de Aquino poco más de 200 caballeros, escucharon un discurso de Enri- B. Leguía, de esa misma
que Barreda y Osma que fue de franca crítica al Gobierno y eligieron la junta directiva del Partido orientación partidaria.
Civil Independiente. La presidió Enrique de la Riva-Agüero y lo acompañaron José Matías Man- Barreda organizó una
zanilla, Vicente Maúrtua, Francisco Tudela y Varela, Amador F. del Solar, Antonio Miró Quesada, junta directiva
Enrique Barreda y Osma, Manuel B. Pérez, Leoncio Samanez, Juan E. Ríos, Víctor Eguiguren, Matías independiente
León, J. C. Peralta, E. A. Calderón, Domingo Olavegoya, Germán Schreiber, Julio R. Loredo, Francis- y buscó un acercamiento
co Mendoza y Barreda y Germán Arenas. Poco después se organizó una serie de conversaciones de su movimiento con el
entre demócratas (cuya personería ejerció Nicolás de Piérola) civilistas independientes (represen- Partido Demócrata,
tados por Enrique de la Riva-Agüero y Enrique Barreda), liberales (con sus personeros Augusto liderado por Nicolás de
Durand y Wenceslao Valera) y constitucionales (cuyos delegados fueron el general Pedro E. Piérola; con el Partido
Muñiz y David Matto) para buscar un candidato presidencial común. Liberal, encabezado por
Augusto Durand; y con el
Partido Constitucional,
LA ACTITUD DE PIÉROLA.- Pero en la conferencia celebrada el 11 de febrero, se produjo la fundado por Andrés
ruptura entre Nicolás de Piérola, y los demás delegados. Piérola planteó una serie de condiciones Avelino Cáceres.
para el pacto tales como: la protesta por las mutilaciones territoriales; el respeto a la Constitución,
sobre todo en cuanto a las garantías ciudadanas; la exigencia de penas para quienes las violaran;
el reajuste del Tesoro nacional; la negativa ante el empréstito exterior; el cuidado en la adminis-
tración del dinero público; la libertad y verdad del sufragio; la lucha contra las candidaturas ofi-
ciales y en pro de la designación de autoridades y organismos dignos de la confianza ciudadana;
la elección de un candidato común; la autonomía de cada partido que no debía ser incompati-
ble, sin embargo, con la designación de un jefe para la alianza.
Acerca de los temas tratados en la reunión del 11 de febrero hubo aclaraciones y rectificacio-
nes hechas públicamente por los participantes en ella. Pero se deduce que Piérola se negó a
firmar el acta al encontrar inaceptable la fórmula planteada por Riva-Agüero para elegir un can-
didato a la presidencia que no ofreciese resistencias ante el presidente Leguía; y que, además
pretendió la unidad del mando en la coalición. Una vez más, como en 1903, en 1904 y en 1908,
la aristocracia civilista le cerraba el paso. Y él una vez más también, con criterio vertical y no hori-
zontal, se negaba a ceder y apoyar a otros.

[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 49
Profunda era la amargura de Piérola en aquellos días crepusculares de su vida. El 3 de enero
publicó una carta para declinar el homenaje que iba a realizarse en su honor con motivo de su
cumpleaños y para hacer apreciaciones sobre la actualidad. Empezaba diciendo: “Ah! lo sabéis bien,
LA INSTANTÁNEA señores. La situación de la Patria es de gravedad aterradora. El Perú se hunde día a día, hora a hora;
POPULARIDAD DE y se hunde exhibiendo la inconcebible inercia de sus hijos ante el asombro desdeñoso de los extra-
ños. La acción letal sobre este pueblo de un largo período de su envenenamiento. Atmósfera de
bILLINGhURST fUE peste lo rodea trayéndole inacción de letargo…”. Y después de varias consideraciones amargas
LA DE UN exclamaba: “¡El imperio de Manco Cápac y Atahualpa! ¡El primero de los pueblos de la España suda-
mericana! ¡El primero después de su independencia!… ¿a dónde has sido traído?... ¿Qué lugar
PIEROLISMO SIN ocupa hoy? No, ningún pueblo atravesó jamás y por culpa exclusiva por los propios, período más
PIéROLA. LA doloroso ni más negro de su historia. No, no son las personas lo que necesitamos cambiar, son las
REITERADA cosas”. Y después de señalar las bases de un programa de dignificación interna y externa, sanea-
miento moral y económico, reconquista de la respetabilidad y vuelta a la legalidad auténtica afir-
MALAVENTURA maba que, para transformar el estado de cosas existente, no era necesaria la fuerza si los partidos
POLÍTICA, LA se unían y no buscaban candidatos de acomodo después de “un gobernante desagraciado cuyo
error capital fue encaramarse en un puesto que la nación no le confió, para reemplazarlo con otro
DESERCIÓN DE que será inevitablemente tanto o más desgraciado que él, consumando la ruina de la Patria”.
VARIOS DE SUS Ante una manifestación pública que se realizó el 5 de enero pronunció Piérola desde su casa
ADEPTOS uno de sus últimos discursos públicos. Allí dijo: “Compatriotas: Durante 50 años he vivido la vida
de este pueblo sin perder jamás la fe en sus destinos ni la confianza en que sabría alcanzarlos; y
PROMINENTES, LA no la he perdido porque los latidos de mi corazón y los anhelos de mi alma han vibrado junto con
PObREzA Y LOS el alma del Perú. Es en ella que se ha encendido mi fe y mi confianza en el día de mañana. Sombras
INCONVENIENTES de muerte han pasado por este pueblo creando noche espesísima; pero esas sombras se disipan
y van a desparecer y el Perú se levantará. Sí señores, el Perú se levantará sin otra fuerza que la suya
DE LA EDAD propia. Asociados a él para levantarlo tened confianza en que habremos de lograrlo”.
hAbÍAN En una circular a los presidentes de los comités del Partido Demócrata en el país publicada
el 8 de mayo, después de consideraciones sobre la situación caótica del país, la falta de seguridad
ORIGINADO LA para el voto, la necesidad de renovar la estructura política y la conveniencia de no presentar al
EROSIÓN DE LA partido “en complicidad con el profundo daño que va a hacerse a la nación”, negó Piérola toda
fUERzA POPULAR, ayuda a las elecciones o a sus actos preparatorios y otorgó el calificativo de desertores a quienes
la prestaran.
úNICO CAPITAL
POLÍTICO DEL
CAUDILLO [ II ]
LA CANDIDATURA DE BILLINGHURST.- Los partidos Civil Independiente, Liberal y Consti-
DEMÓCRATA. tucional no llegaron a nominar un candidato común, a pesar de que, según se dijo, hubo una
propuesta a José Pardo, entonces todavía en Europa, que el ex Presidente rechazó. Probablemen-
te, resistencias con el militarismo y dificultades económicas impidieron que encontrase vasto
apoyo un candidato que, a la distancia, parece hoy lógico: el general Pedro E. Muñiz. Tampoco se
produjo un movimiento nacional para ungir al anciano caudillo demócrata. Hubo mucha gente
que creyó inevitable la victoria de Aspíllaga. La Junta Electoral Nacional reconstituida, que presi-
dió Alejandro Deustua como personero del Poder Ejecutivo, se componía, en su gran mayoría,
de partidarios del candidato oficial. No parecía imposible que se repitieran en 1912 con éxito y
en relación con el sistema de sufragio los métodos que habían hecho posible la formación de un
Parlamento propicio al Gobierno el año anterior. Si la maquinaria electoral estaba dominada y si
no podía esperarse rebeldías de la mayoría del Congreso, para muchos no había cómo forjar una
victoria de la oposición. Este sector aparecía además, dividido y sin pugnacidad. El tiempo cada
vez resultaba más estrecho para organizar una acción contra una candidatura activa y provista
de toda clase de recursos.

50 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
Sin embargo, por un milagro cívico, el Perú, una vez más pareció despertar súbitamente. A
comienzos de mayo de 1912, poco menos de un mes antes de las elecciones, comenzó a circu-
lar la noticia de que en provincia se hacía propaganda a favor de Guillermo Billinghurst, ex alcal- [ 1912 mayo 19 ]
de de Lima y presidente del Partido Demócrata pocos años antes. El 4 de mayo publicó en La
Crónica el redactor de dicho diario José Gálvez una entrevista al nuevo personaje que tuvo efec- LAS MANIFESTACIONES
to sensacional sobre la opinión pública. Declaró allí ese político que, en caso de lanzarse su can- POLÍTICAS EN LIMA. El 19
didatura a la presidencia, su deber claro era “aceptar indudablemente lo que la libre voluntad de de mayo de 1912 se
los pueblos le pidiera, dejando constancia de la espontaneidad libérrima de tales ofrecimientos”. realizaron las
También anunció que había postergado su proyectado viaje a Estados Unidos. manifestaciones políticas
La candidatura de Billinghurst, alcanzó así vasta publicidad y tomó rápidamente considerable de los candidatos a la
impulso. El 9 de mayo fue conocido un manifiesto del nuevo candidato en el que expresó que presidencia de la
había entregado al Presidente de la República un memorial para que fueran convocadas nuevas República. Al día
elecciones. El proceso ya iniciado tenía (según él) las tachas de no haberse dejado inscribir a siguiente, El Comercio
muchos ciudadanos en el registro del corto plazo disponible para el acto del sufragio, de estar informó: “Desde antes de
todo el aparato de este organizado al servicio de intereses personales de los partidos que repre- las 2 de la tarde
sentaban los diversos matices de la opinión. Párrafos especiales consagraba a los deberes que, comenzaron a reunirse
cualesquiera que fuesen sus afecciones personales y sus vínculos proselitistas, tenían los miem- en la plazuela de la
bros del Congreso ante la opinión pública. Exposición los clubs
La instantánea popularidad de Billinghurst fue la de un pierolismo sin Piérola. La reiterada aspillaguistas. (…) En las
malaventura política, la deserción de varios de sus adeptos prominentes, la pobreza y los incon- solapas de los sacos
venientes de la edad habían originado la erosión de la fuerza popular, único capital político del llevaban los
caudillo demócrata. manifestantes insignias
de cartulina roja con el
retrato del señor
“PAN GRANDE”.- Puede afirmarse que la imponente manifestación pública de las fuerzas Aspíllaga. (…) La casa del
bilinghuristas, realizada el domingo 19 de mayo de 1912, decidió la victoria de esta candidatura. señor Billinghurst, desde
El comicio se inició en la Alameda de los Descalzos y recorrió las principales calles de la capital. horas de la mañana,
En él se exhibieron unos carteles con el “pan descomunal” que sería vendido a 5 centavos si estaba invadida por
Billinghurst llegaba a la presidencia, así como el pequeñito cuyo precio sería de 2 reales si subía grupos de partidarios,
Aspíllaga; así fue como nació el apodo de “Pan Grande” puesto a aquel hombre público. que ocupaban el hall
Este nombre ha perdurado en el recuerdo colectivo mucho más que las diversas iniciativas y central, las aceras y el
los variados planes de Billinghurst, unidos a problemas económicos, hacendarios, sociales y crucero de la calle. (…)
constitucionales. Es el símbolo de las excesivas promesas electorales que luego los candidatos En carruajes llegaban
triunfantes no cumplen, de los anuncios tentadores y magníficos lanzados sobre la eterna credu- muchos de los amigos
lidad del pueblo para conquistar sus votos y sus simpatías. políticos del señor
El número de los manifestantes, calculado en 20 mil personas, pareció, en aquella época, Billinghurst y al
gigantesco, y contrastó con el del comicio a favor de Aspíllaga ese mismo día en la Plaza de la aproximarse las dos de
Exposición. Billinghurst expresó en su discurso entre otras cosas: “El sufragio popular no es sola- la tarde, centenares de
mente soberano, es un medio de orden en la sociedad. Cierto es que el sufragio no ha encontra- personas se hallaban
do todavía su instrumento de precisión; pero el ardiente anhelo de los pueblos de llegar a la reunidas en la casa del
organización política de las democracias presagia el próximo advenimiento de esos ideales gra- candidato. En esos
cias a la instrucción primaria y a la enseñanza de la prensa difundida por todos los que piensan momentos fue
y hablan en una nación. Nuestra Carta fundamental consagra con más o menos latitud el dere- despejando la
cho del sufragio; pero una dolorosa experiencia nos ha demostrado que, en la práctica ese dere- concurrencia para acudir
cho no existe. Y por raro que parezca el problema de la representación parlamentaria que en al paseo de los Descalzos,
otras partes se contrae a dar cabida a las minorías, entre nosotros consiste en que se respeten los punto de cita de la
derechos y las representaciones de las mayorías”. Más adelante agregó: “Nunca debemos perder manifestación”.
de vista decía el presidente Mackinley, el hecho de que el sufragio del ciudadano, el sufragio
constitucional es la base de todo poder y autoridad en un gobierno como el nuestro; el sufragio

[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 51
Las jornadas de mayo de 1912

En mayo de 1912, el
pueblo impidió la
celebración de
elecciones y llevó
E n el dis­cur­so po­lí­ti­co del Pe­rú
re­pu­bli­ca­no, la ca­te­go­ría “pue­blo”
ex­hi­bió, las más de las ve­ces, una
cla­ra am­bi­güe­dad. Al “pue­blo” se po­día
alu­dir co­mo a aquel co­lec­ti­vo so­cial
Pa­ra To­rre­jón, un fac­tor cla­ve pa­ra
en­ten­der las Jor­na­das de Ma­yo re­si­de
en las di­fe­ren­cias de per­cep­ción que
tu­vo el “pue­blo” de los dos opo­si­to­res.
En Bi­lling­hurst se qui­so ver a un exi­to­so
al poder a com­pues­to por ciu­da­da­nos, pi­lar de un sa­li­tre­ro pro­ve­nien­te de la zo­na “cau­ti­
Guillermo ré­gi­men re­pre­sen­ta­ti­vo y de­mo­crá­ti­co. va” del sur del Pe­rú –los de­por­ta­dos de
Billinghurst. El Pe­ro el “pue­blo” po­día ser tam­bién Tac­na y Ari­ca se ha­lla­ban en la ca­pi­tal
aque­lla ple­be fu­rio­sa e ig­no­ran­te, ver­ en ma­yo de 1912–, a un cau­di­llo pie­ro­
fenómeno, que
da­de­ro las­tre pa­ra el de­sa­rro­llo del país, lis­ta, a un com­ba­tien­te de la gue­rra del
para muchos ca­paz de co­me­ter los peo­res ex­ce­sos, Pa­cí­fi­co y a un be­ne­fac­tor de los po­bres.
significó el ca­ren­te de cul­tu­ra po­lí­ti­ca y ne­ce­si­ta­da So­bre As­pí­lla­ga, en cam­bio, can­di­da­to
ingreso de la de edu­ca­ción y ci­vi­li­za­ción. ofi­cia­lis­ta, pe­sa­ba el las­tre de ser hi­jo
masa popular a la de un chi­le­no y de que su for­tu­na la
Ta­les ten­sio­nes se hi­cie­ron pa­ten­tes en hu­bie­ran cons­trui­do los bra­ce­ros de sus
vida política su­ce­sos co­ mo los de ma­ yo de 1912, ha­cien­das.
nacional, se ve cuan­do el “pue­blo” im­pi­dió las elec­cio­
claramente en el nes pre­si­den­cia­les y lle­vó al po­der a Pa­ra al­gu­nos ob­ser­va­do­res de épo­ca,
siguiente texto. Gui­ller­mo Bi­lling­hurst. Luis To­rre­jón es­pe­cial­men­te los ci­vi­lis­tas, no fue­ron
("Li­ma 1912: el ca­so de un mo­tín po­pu­ más que “ma­ni­fes­ta­cio­nes ca­lle­je­ras de
lar ur­ba­no". En: Pan­fi­chi y Por­to­ca­rre­ro, la ‘ple­be’” en­va­len­to­na­da. Pa­ra otros, en
eds. Mun­dos in­te­rio­res [Li­ma: Uni­ver­si­ cam­bio, las he­roi­cas Jor­na­das de Ma­yo
dad del Pa­ cí­
fi­
co, 1998]) y Ali­ cia del re­pre­sen­ta­ron la opo­si­ción de la vo­lun­
Águi­la (Ca­lle­jo­nes y man­sio­nes [Li­ma: tad po­pu­lar al con­ti­nuis­mo en­car­na­do
PUCP, 1997]) se han avo­ca­do a re­cons­ en el can­di­da­to leguiista y la op­ción por
truir y ana­li­zar la co­yun­tu­ra. el can­di­da­to de los po­bres. Se tra­tó, en
par­te, de un gri­to de­sar­ti­cu­la­do que
Los clu­bes bi­lling­hu­ris­tas que sa­lie­ron a re­cla­ma­ba ciu­da­da­nía, siem­pre den­tro
las ca­lles –aso­cia­cio­nes de sim­pa­ti­zan­ de los lí­mi­tes de una so­cie­dad tra­di­cio­
tes sin ca­rác­ter per­ma­nen­te ni idea­rio nal. En pa­ la­
bras de Del Águi­ la, “la
sis­te­ma­ti­za­do, com­pues­tos en su ma­yo­ co­yun­tu­ra de 1912 sig­ni­fi­có la en­tra­da a
ría por obre­ros y ar­te­sa­nos– to­ma­ron las la es­ce­na po­lí­ti­ca de la ma­sa ur­ba­na. [...]
me­sas de su­fra­gio y per­si­guie­ron a sus Pe­ro, co­mo he­mos di­cho, no es que pro­
miem­bros, a los “so­plo­nes” (la po­li­cía pu­sie­ra un sis­te­ma de­mo­crá­ti­co al­ter­
leguiista) y a los sim­pa­ti­zan­tes del can­di­ na­ti­vo. Per­sis­tie­ron más bien las di­rec­
da­to As­pí­lla­ga. La ciu­dad se pa­ra­li­zó por tri­ces de la Re­pú­bli­ca Aris­to­crá­ti­ca:
va­rios días. Se su­ce­die­ron los sa­queos, mez­clar los idea­les je­rár­qui­cos de
las gol­pi­zas, las ba­la­ce­ras, el cie­rre de no­ble­za con los de­mo­crá­ti­cos mo­der­
ne­go­cios, el alla­na­mien­to de los más nos, de tal for­ma que se cons­ti­tu­ya un
cé­le­bres pros­tí­bu­los, los en­fren­ta­mien­ es­ta­do na­cio­nal de ciu­da­da­nos, pe­ro de
tos con la po­li­cía, el mie­do y la muer­te. di­ver­sa ‘ca­li­dad’” (pp. 185-86).

52 período 6 [ capítulo 32 ]
debe ser libre de toda coacción, libre de todo cohecho y venalidad, libre de la fuerza e intimida-
ción, debe ser la expresión espontánea, sin trabas ni cortapisas de la opinión de los ciudadanos”.
Terminó con el pedido de que la patria dejara de estar inquieta, atormentada e imponente y
volviese a recobrar la fe en sí misma y marchara hacia sus grandes destinos, por encima de las LLEGADA LA
facciones apoderadas del Gobierno y en actitud de burla a la voluntad popular. fEChA DE LOS
Ese mismo día fue entregado al presidente Leguía un memorial en el que se solicitaba la
nulidad de los actos del sufragio. A la misma demanda se sumaron los partidos civil indepen- COMICIOS, EL 25
diente, liberal y constitucional y una asamblea de universitarios. DE MAYO, Y AL
DÍA SIGUIENTE,
EL PARO GENERAL Y LA FRUSTRACIÓN DE LOS COMICIOS.- Llegada la fecha de los LOS PARTIDARIOS
comicios, el 25 de mayo, y al día siguiente, los partidarios de Billinghurst organizaron un paro DE bILLINGhURST
general en Lima, el primero que se conocía en la capital, y recorrieron las calles el día inicial de
las elecciones para romper las mesas y poner en fuga al personal de las comisiones receptoras ORGANIzARON
de sufragio. Tuvieron la tolerancia y quizá el oculto apoyo del Gobierno. En la noche hubo inci- UN PARO
neraciones públicas de enseres de “soplones” y serenatas en casa de Billinghurst. Por vez primera
en el siglo XX el pueblo apareció como actor decisivo en la escena política. Fue la primera grave
GENERAL EN
crisis de la República Aristocrática. LIMA, EL PRIMERO
qUE SE CONOCÍA
[ III ] EN LA CAPITAL, Y
LA EVENTUALIDAD DE LA PRÓRROGA DE LEGUÍA.- Leguía, en realidad, en contra de lo RECORRIERON LAS
que muchos esperaban, no puso ni la influencia ni la fuerza del poder gubernamental al servicio CALLES EL DÍA
de la candidatura Aspíllaga. Sin duda pensó en la prórroga de su mandato presidencial o, con un
eufemismo, en “la fijación de una nueva fecha para la trasmisión del mando”. Análoga maniobra INICIAL DE LAS
había utilizado poco antes para permanecer durante algún tiempo en el poder el presidente de ELECCIONES PARA
Bolivia Ismael Montes. “Dentro de ese año (de prórroga), afirmó el publicista Luis Ulloa en su libro
La situación política, traerá Leguía sus buques y sus sumergibles que sabemos son muchos, pre-
ROMPER LAS
tenderá colocar sus empréstitos, firmará una segunda funesta alianza con Bolivia, buscará una MESAS Y PONER
aproximación, a espaldas del Ecuador, con el sanguinario tiranuelo Plaza; y, en fin, excitará con EN fUGA AL
nuevos alfilerazos a Chile, sin intención seria, desde luego, de ir a la guerra pero con serio peligro
de encontrarla no queriéndola… Derroches en armamentos no utilizados, desvaríos y desplan- PERSONAL DE LAS
tes diplomáticos y acaso un guerra: he allí el programa de la prórroga presidencial de Leguía”. Así, COMISIONES
con caracteres alarmantes y funestos, presentaban los adversarios del Presidente la perspectiva
de que urdiera su mantenimiento en el poder en una maniobra que resulta un vago conato de
RECEPTORAS DE
la reelección llevada a cabo en 1924 y 1929; y en esa zozobra evidenciaron hasta qué punto lo SUfRAGIO.
consideraban hombre audaz, emprendedor, resuelto e inescrupuloso.

EL ÚLTIMO MANIFIESTO DE PIÉROLA.- El 14 de julio de 1912 se publicó un manifiesto de


Piérola que fue el último de su vida. Este documento comenzaba con la frase “Y seguimos al
abismo con ceguedad inconcebible”. Se declaraba el viejo caudillo demócrata partidario de la
anulación de las elecciones. Planteaba luego los caminos que podía seguir el país: la designación
de presidente y vicepresidentes por el Congreso, la convocatoria al sufragio con una prórroga del
período de Leguía o el nombramiento de un presidente provisional bajo cuya autoridad se cele-
braran los nuevos comicios. Las tres fórmulas implicaban, en su concepto, un atentado. El Con-
greso no podía elegir sin la previa intervención de la ciudadanía. Ignorancia, ligereza o malicia
había en sostener lo contrario. (Aquí olvidaba Piérola que los representantes demócratas Joaquín
Capelo y Aurelio Sousa pidieron en 1903 la nulidad de los actos electorales y la elección del

[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 53
NICOLÁS DE presidente por ambas Cámaras). La prórroga del mandato significaba doble atropello por la dura-
PIÉROLA (1839-1913) ción perentoriamente señalada para él en la Carta y por la prohibición de la reelección que ella
contenía. Tampoco resultaba, en su concepto, viable la fórmula de elegir un presidente proviso-
rio. Quien sacara al país de la órbita constitucional no debía ser obedecido por el ejército. Frente
a todas estas negativas, ofrecía una salida. Era la convocatoria a elecciones para el 24 y el 25 de
agosto, o sea dentro del plazo de poco más de un mes. Piérola creía que tan estrecho término
era suficiente para la campaña y para el acto del sufragio, seguro de que la voluntad popular
podía superar las deficiencias de las juntas y los registros electorales. El nuevo Jefe del Estado
debía inaugurar su administración el 24 de setiembre, que era la fecha señalada para que entre-
gara el poder Leguía.
Este manifiesto señaló el distanciamiento entre Piérola y Billinghurst con la pérdida de una
nueva oportunidad, después en 1909, para que el Partido Demócrata lograra injerencia directiva
en la vida política del país. No tuvo eco en la opinión pública, si bien contribuyó al desprestigio
de la fórmula de la presidencia provisoria y de la prórroga.

El ex presidente falleció
en la ciudad de Lima el 23 EL PROBLEMA ELECTORAL ANTE EL CONGRESO.- Aspíllaga se dirigió al Poder Legislativo
de junio de 1913. Tras para remitirle las actas de varias provincias cuyos escrutinios arrojaban un total de más de 60 mil
dejar el gobierno en votos a su favor. Al mismo tiempo llegaron a ambas Cámaras otras actas de diversos lugares de
1899, se dedicó al la República en las que les pedían que declarasen la nulidad del proceso y efectuaran la elección
ejercicio profesional de presidente y vicepresidente.
particular en la empresa La comisión parlamentaria correspondiente tachó varias de las elecciones provinciales y afirmó
constructora La Colmena, que los votos computables no llegaban a la tercera parte de los ciudadanos hábiles para sufragar.
hasta 1909. Piérola Se calculaba que el país tenía entonces 143.766 electores. La mayoría leguiista en ambas
estuvo siempre presente Cámaras había resuelto, deslealmente, abandonar a Aspíllaga y abrir el camino a la candidatura
durante los problemas Billinghurst. Por ella trabajaban también los civilistas “bloquistas” o independientes y los liberales.
coyunturales de la Si se ponían de lado las elecciones hechas fragmentariamente en el país, había tres fórmulas
política peruana, ya que para resolver el problema constitucional. Una era acudir al recurso de la prórroga del mandato del
gozaba de gran presidente Leguía, acusado de intentarla de modo subrepticio. El segundo punto de vista era el
popularidad entre sus de quienes sostenían que el Congreso debía elegir al presidente y vicepresidente en cumplimien-
conciudadanos. Además, to del artículo constitucional que otorgaba esa atribución al Poder Legislativo cuando no hubie-
se mantuvo a la cabeza ran elegidos según la ley y dentro de la teoría de que esa facultad tenía carácter absoluto. Aducían
del Partido Demócrata, quienes así pensaban que las manifestaciones populares eran una prueba abrumadora de la
que él mismo fundó en existencia de una mayoría nacional a favor de Billinghurst, ante la cual el Congreso debía ser res-
1882. Sus funerales petuoso. Por el contrario, otros opinaban que la única manera de solucionar el problema era ape-
reunieron a una lar, una vez más, al sufragio popular por medio de nuevos comicios. Para esto sostenían que el
multitud de partidarios artículo mencionado por sus adversarios no tenía carácter amplio y hallábase restringido por otros
y personas dispositivos de la Carta; es decir, su tesis era, dentro de la letra de ella, que la facultad del Congre-
de diferentes so para elegir solo funcionaba cuando, del escrutinio general de los votos populares, resultara que
bancadas políticas. ninguno de los candidatos había alcanzado la mayoría absoluta, para limitarse entonces a escoger
entre los dos que hubiesen obtenido la mayoría relativa en las urnas. Así, pues, según este criterio,
la designación del Congreso suponía, en todo caso, el previo sufragio popular y tenía carácter
supletorio y limitado al modo y forma específicamente señalados en el texto constitucional.

ELECCIÓN DE BILLINGHURST POR EL CONGRESO.- El Congreso en la sesión del 19 de


agosto de 1912 decidió, por 132 votos contra 30, que, constitucionalmente, tenía la atribución
de resolver el problema surgido con motivo de no haber sufragado la tercera parte de los ciuda-
danos hábiles para votar en las elecciones del 25 al 26 de mayo.

54 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
[1] [2]

[3]

LA CANDIDATURA DE ASPÍLLAGA. El Partido Civil, lanzó en 1911 la candidatura presidencial de Ántero Aspíllaga. Entre las
actividades de promoción al candidato estuvo la manifestación política realizada el domingo 19 de mayo de 1912, que
aparece aquí anunciada en el diario El Comercio (2). Ese mismo día, se realizó también la de su opositor, Guillermo
Billinghurst. Aquí vemos a partidarios de Aspíllaga frente al Instituto de Vacuna (3), el día de la convocatoria. Esta, sin
embargo, no le fue favorable. Una portada de la revista Variedades (1) caricaturiza el resultado de las manifestaciones
de apoyo a Aspíllaga (a la izquierda) y a Billinghurst (a la derecha).

[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 55
MIGUEL ECHENIQUE Entre los pocos fundamentos de votos adversos al acuerdo adoptado merece referencia
(1863-¿?) especial el del representante Juan Manuel Peña y Costas. “Estoy plenamente convencido (afirmó
Peña y Costas) que las elecciones que han favorecido a Aspíllaga con más de 60 mil votos en un
total de 140 y tantos mil electores son tan legales como las que han favorecido a los últimos
presidentes y que han sido aprobadas por el Congreso; habiéndose efectuado con el mismo
mecanismo electoral y las mismas juntas y registros. En idéntica condición están las elecciones
que han favorecido a todos los H. H. senadores y diputados aquí presentes; y al anular las últimas
elecciones presidenciales lógicamente deberíamos también considerar nulos nuestros manda-
tos”. Denunció también Peña y Costas que los miembros de las comisiones de cómputo se
habían puesto de acuerdo sobre la nulidad antes de examinar un solo pedazo de papel de las
elecciones, sin tiempo para el examen de las actas. Se declaró, además, sorprendido de que el
número de votos mermados fuera el preciso para que los sufragios no alcanzaran sino a un poco
menos del tercio necesario para anularlos. “Más franco y más correcto (agregó) habría sido decla-
rar simple y llanamente que estas últimas elecciones no convenían y proceder a anularlas”.
El mismo día el Congreso eligió presidente de la República a Guillermo Billinghurst por 132
El político limeño, aquí votos contra 30. No pudo luego resolver en problema de las vicepresidencias por no haberse
en una fotografía de producido mayoría. Pero en la sesión siguiente llegó a ser designado primer vicepresidente
1912, fue elegido ese Roberto Leguía, hermano del Jefe del Estado. Así resultó este premunido de un importante divi-
año como segundo dendo político con el acuerdo adoptado para el triunfo parlamentario de Billinghurst. El número
vicepresidente de de votos obtenido por Roberto Leguía llegó a 94 contra 59 por Lizardo Alzamora, 4 en blanco y
Guillermo Billinghurst. 2 dispersos y reveló el gran volumen de la mayoría leguiista en el Congreso. Para la segunda
Echenique, que vicepresidencia fue elegido Miguel Echenique, perteneciente a la misma filiación política. De
pertenecía al Partido Echenique se dijo que había votado contra Billinghurst. Los dos vicepresidentes no llegaron nun-
Civil desde principios ca a jurar sus cargos, pues (seguramente por maniobras que inspiraron personas allegadas al
del siglo XX, había Presidente) se frustraron las sesiones dedicadas a esa ceremonia.
ocupado el cargo de En resumen, el candidato auspiciado por la simpatía popular fue ungido, al margen de la
senador suplente por el Constitución, por un Parlamento de origen discutible pues, en su mayoría, era fruto del acto de
departamento de Lima fuerza efectuado en Lima en 1911 y no de procesos democráticos. Esta vez en que el pueblo no
entre 1907 y 1912. Su votó, fue elegido irregularmente un candidato popular, en contraste con otras ocasiones en que
principal actividad, sin el sufragio ungió, en apariencia, a figuras impopulares o indiferentes.
embargo, fue la El Congreso había nombrado presidente de la República anteriormente solo en pocas opor-
agricultura. Poseía tunidades. Como mandatarios en propiedad fueron elegidos Riva-Agüero en 1823, Tagle ese
diversas haciendas mismo año y La Mar en 1827. Como provisorios: Tagle en 1823, La Fuente en 1829, Orbegoso en
azucareras que le 1833, Gamarra en 1839, Castilla en 1855, Prado en 1867. El caso de la elección también parlamen-
rendían grandes taria de García Calderón en 1881 fue excepcional por haberse realizado cuando se había produ-
beneficios económicos, cido la ocupación chilena. Pero la facultad concedida a ambas Cámaras para calificar las actas
y más adelante electorales las habían convertido, consuetudinariamente, en árbitro para decidir en última ins-
expandió sus intereses a tancia acerca de quién debía ser el llamado a la jefatura del Estado y, en algunas ocasiones, como
actividades de en 1862 y en 1872, quiénes debían ocupar las vicepresidencias. En 1890 surgieron dudas sobre
tipo financiero. la sucesión presidencial por haber sido muy estrecho el margen de la votación obtenida por el
coronel Remigio Morales Bermúdez y Francisco Rosas, el primero apoyado por la mayoría de la
Cámara de Diputados y el segundo por la del Senado; pero, ante elocuentes pruebas acerca de
la actitud del ejército, la decisión parlamentaria se inclinó hacia el primero de esos candidatos.

[ IV ]
BILLINGHURST.- Guillermo E. Billinghurst tenía una larga y agitada trayectoria. Nació en Arica
el 27 de julio de 1851, es decir había pasado de los sesenta años en 1912. Su abuelo fue el patrio-
ta inglés Roberto Billinghurst a quien el Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata dio

56 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
la primera ciudadanía argentina por sus servicios a la independencia y llegó a ser diputado unio- LA ELECCIÓN DE LOS
nista contra Rosas, para ser recordado hoy en una calle de Buenos Aires que lleva su nombre. El VICEPRESIDENTES
padre de Guillermo Billinghurst murió ahogado en Arica en 1868, a causa del maremoto.
Inició este personaje sus estudios en Lima y los completó en Chile, con una educación de tipo En 1912, tras la
británico. Se dedicó luego al comercio en las provincias de Tacna y de Arica y a la industria mine- designación presidencial
ra en Tarapacá. Junto con su entrañable amigo Alfonso Ugarte, tuvo una juventud borrascosa. de Guillermo
Acompañó a Piérola en la expedición del Talismán, en la revuelta del Yacango y en la aventura del Billinghurst, el Congreso
Huáscar en 1877; pocas veces se ha visto en el Perú una lealtad igual en la rebeldía tenaz y en el de la República nombró
fracaso invariable. En 1878 fue elegido diputado por Tarapacá. Cuando Manuel Pardo fue asesina- al primer y segundo
do, se creyó generalmente que al crimen seguiría una revuelta y, para facilitar al Gobierno los vicepresidentes. El
medios de conjurarla, fue presentada en el Congreso una moción para declarar a “la Patria en resultado final de la
peligro” y suspender las garantías constitucionales. La proposición quedó sancionada casi por votación para la
unanimidad, pues solo tres representantes osaron votar en contra; uno de ellos fue Billinghurst. elección del primer
Durante la guerra con Chile obtuvo el título de coronel temporario y después el de jefe del vicepresidente fue la
Estado Mayor del Ejército del Norte. Hizo, además una arriesgada visita al interior de Bolivia para siguiente:
estudiar la posibilidad de una ofensiva sobre el territorio chileno, que consideró practicable. Estu-
vo entre los defensores heroicos del Morro Solar, después de la batalla de San Juan. Prisionero,
llegó a ser enviado a Chile. CANDIDATO N0 DE VOTOS
Después de firmada la paz, sirvió el puesto de cónsul del Perú en Iquique. Su padre había Roberto Leguía 94
muerto como socio de la casa Campbel Outran sin que fueran luego reclamados sus derechos. Lizardo Alzamora 59
Hacia 1887, era esta una entidad millonaria y Guillermo Billinghurst inició un pleito que llegó En blanco 4
hasta los tribunales de Santiago y fue luego objeto de una transacción en 1889. Cada uno de los Dispersos 2
tres hermanos Billinghurst, Guillermo, Roberto y Celia, recibió unas 20 mil libras esterlinas y 7 mil
correspondieron a su abogado Carlos Walker Martínez. Más tarde Guillermo heredó a sus dos
hermanos. Asimismo, ayudaron a darle una holgada posición económica el producto de la ven-
ta de las aguas de Pica a la compañía de agua potable de Iquique y las acciones de varias salitre-
ras, así como otros negocios.
Militó también Billinghurst en el periodismo y lo fomentó. Cooperó en 1882 a la fundación
del diario de Iquique La Industria que redactó el escritor colombiano Justiniano de Zubiría. En
1888 fue fundador y director del Ateneo de aquel puerto. Escribió varias obras de interés local
como Estudio sobre la geografía de Tarapacá (Santiago, 1886), Abastecimiento de agua potable
para el puerto de Iquique (Lima, 1887), Condición legal de los peruanos nacidos en Tarapacá (San-
tiago, 1887), Los capitales salitreros de Tarapacá (Santiago, 1889), La irrigación en Tarapacá (Santia-
go, 1893), Legislación sobre salitre y bórax en Tarapacá (Santiago, 1903). Por esa época redactó
también una Historia de la provincia de Tarapacá con datos muy valiosos y que nunca llegó a ser
editada. Ya antes de la guerra con Chile había publicado Rápida ojeada sobre la cuestión salitre
(Valparaíso, 1875) y Compendio de la legislación municipal del Perú 1873-1877 (Iquique, 1878) y,
durante aquella contienda, Alfonso Ugarte, corona fúnebre (Lima, 1880) y Reconocimiento militar
del río Desaguadero y de la altiplanicie andina (Lima, 1880).
Con su aporte político y económico contribuyó a la victoria de la revolución de 1894-1895.
Vicepresidente de la República y senador, promovió la colonización del departamento de Loreto
con el fin de establecer una corriente mercantil hacia el Atlántico. Recorrió y estudió personal-
mente la región de la Amazonía para obtener un concepto objetivo acerca de su potencial. En
1898, firmó el protocolo para el plebiscito de Tacna y Arica. Pagó de su peculio todos los gastos
ocasionados por la misión que entonces presidió en Santiago; del mismo modo, nunca cobró el
dinero por él entregado a la causa revolucionaria de 1894-1895. En 1898, su candidatura presi-
dencial ahuyentó el apoyo de Piérola y del Partido Demócrata cuando lanzó enconados ataques
al Partido Civil y, en diversas oportunidades, habló con acrimonia y desdén contra el jefe de esta
agrupación Manuel Candamo.

[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 57
En 1899 tuvo Billinghurst concomitancias con la aventura subversiva de Augusto Durand.
Retirado de la política, volvió a ella ostensiblemente para reconciliarse con Piérola en 1904 en el
[ 1912 setIembre 24 ] afán de luchar contra el civilismo pardista. Partidario de la tendencia hacia la conciliación que
propiciaba “ubicaciones” para las candidaturas de senadores y diputados tanto demócratas como
EL NUEVO MANDATARIO. civilistas en 1909, se alejó otra vez de su viejo jefe cuando este la desautorizó puritanamente. Fue
En la edición de la progresista alcalde de Lima en 1909 y 1910, elegido en reemplazo de Ántero Aspíllaga que
tarde del 24 de renunció. Su obra en este cargo que se prolongó hasta fines de 1910 cuando lo reemplazó el
setiembre de 1912, el teniente alcalde Nicanor Carmona fue múltiple. Como antes a Manuel Pardo, ayudó a su ulterior
diario El Comercio candidatura presidencial. Ordenó la incineración de los barracones inmundos que servían como
informó sobre el hospital de variolosos y que constituían un peligro de infección en los barrios de Maravillas y el
cambio de mando Prado, y erigió un parque en aquella zona. Hizo demoler el viejo y sucio callejón de Otaiza, “anti-
presidencial. Tras el higiénico edificio, especie de ciudad china donde todos los vicios tenían su asiento” y abrió una
juramento de ley, calle limpia y ventilada entre Rectora y el Capón para dar comunicación a dos populares barrios
Billinghurst dijo: “Con y facilitar el tráfico hacia el mercado de la Concepción. Instaló puestos de venta de carne a pre-
noción perfecta de mis cios al alcance de los pobres en diversos barrios de la capital; y, en los altos del mercado central,
deberes cívicos, tenía habilitó varios locales para el expendio de raciones formadas por diversos víveres en proporcio-
perfectamente que nes convenientes y a precios cómodos. Persiguió a los vendedores que defraudaban a sus clien-
respetar la voluntad de tes en el peso de sus artículos. Tuvo la iniciativa de los juegos florales de 1909, realizados por
la nación y no he primera vez en Lima. Hizo innovaciones en las obras de agua potable e inauguró las de Magda-
trepidado un instante lena del Mar. Adquirió un coche eléctrico regador de calles y una máquina para la pavimenta-
en obedecerla. ción. Pavimentó las avenidas que conducen al Cementerio y varias calles. Consolidó la deuda
Peruano, antes que municipal y pagó los déficits de ella. Inauguró el tranvía eléctrico a La Victoria. Realizó en las
todo, he procedido de Fiesta Patrias de 1910 un sorteo de casas para obreros. Dejó abierto el Polígono Municipal de tiro
acuerdo con los de San Jerónimo. Inauguró el monumento a Antonio Raimondi en la nueva Plaza Italia en agos-
dictados de mi to de 1910. Esta fue una obra del escultor milanés Tancredi Pozzi.
conciencia y las Al margen del gobierno de Leguía, aunque en buenos términos con este hombre público,
inspiraciones del más alejado también de la beligerante oposición civilista y del pierolismo, Billinghurst apareció en
puro patriotismo; y así, 1912 a la cabeza de un vasto movimiento que implicaba, como en los días de 1872 y de la inicia-
al prestar mi ción de Manuel Pardo como jefe de partido, así como en los días de 1894, la franca revuelta del
juramento, dominado “país popular” contra el “país legal” que no había llegado a madurar ni en 1899, ni en 1903, ni en
tan solo por el interés 1904, ni en 1908.
de la república, y A pesar de su actuación heroica en la guerra con Chile y de su permanente inquietud como
contrario, como soy, en ciudadano y como patriota, tenía algo de extranjero para la clase dirigente limeña. Representa-
lo absoluto, a los ba una fortuna que acababa de incrementarse y no estaba basada como la de los grandes
antiguos y gastados señores de la vida peruana de entonces, en la agricultura de exportación de la costa ni en la
métodos, he prometido renta de bienes inmuebles urbanos, sino en la provincia de Tarapacá. Conocía muy bien acon-
y he de serlo, tecimientos como los ocurridos en Iquique en 1907, cuando se produjo una huelga en la que
honorables señores, participaron no menos de diez mil trabajadores para solicitar el pago de jornales, al tipo de
completamente extraño cambio de 18 peniques, el comercio libre que debía de evitar el abuso de las llamadas pulperías
a las sugestiones y medidas de seguridad en las peligrosas labores a que estaban dedicados; y cuando el general
partidaristas y á las Silva Renard ordenó una matanza en gran escala. Para el pueblo no fue solo, como para los
influencias de círculo, teóricos liberales del siglo XIX, el individuo premunido de sus derechos ni como, para Piérola,
por seductoras que estuvo integrado por los vastos sectores de la ciudadanía ignorados electoralmente por las oli-
ellas sean”. garquías. Al espíritu cívico del Partido Demócrata peruano juntó algo del sentido social del
Partido Demócrata chileno, fundado en 1887, dentro de un proceso que fue sincrónico con la
multiplicación de las sociedades de artesanos. Sin renegar de su condición de hombre acauda-
lado y sin acercarse ni siquiera remotamente a la doctrina socialista, mostró interés, preocupa-
ción, solicitud hacia los pobres. Podría considerársele como un precursor del capitalismo “ilus-
trado” demagógico.

58 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
[1] [2]

[3]

EL CANDIDATO BILLINGHURST. Por su parte, el Partido Civil Independiente, ala separada del Partido Civil, lanzó la
candidatura de Guillermo Billinghurst a la presidencia. En el aviso publicado en el diario El Comercio del 18 de mayo de
1912 se hace un llamado a la manifestación del día siguiente (1). El candidato opositor, Ántero Aspíllaga, también realizó
un acto político ese día. Aquí vemos una imagen de la Alameda de los Descalzos, donde se congregaron más de 15 mil
partidarios de Billinghurst (2). El día de las elecciones, sus simpatizantes salieron a las calles e impidieron los comicios,
como se ve en esta fotografía de la época (3).

[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 59
FRANCISCO Hubo la versión de que, siendo presidente, su lenguaje fue, a veces, campechano y mordaz,
MOREYRA Y RIGLOS con palabras malsonantes cuando estaba de mal humor o quería expresar su descontento.
(1856-1942)
Cuéntase, por ejemplo, que ante un grupo de importantes personajes de la vida limeña explica-
ba, como Jefe del Estado, las características y las proyecciones de la unión de La Punta y de la isla
de San Lorenzo y uno de los presentes exclamó: “Es tan importante esta obra que, cuando ella
concluya, habrá que bautizar de nuevo a la isla y llamarla Billinghurst”. Don Guillermo (como se
decía entonces) siguió en su charla con diversos planos e informes en la mano y, al cabo de unos
minutos, se interrumpió para exclamar: –¿Y quién fue ese “huevón” que habló de cambiar el
nombre de la isla?(1).
Sin embargo, poseyó una cultura seria y variada, a pesar de no haber conocido las aulas uni-
versitarias. Su biblioteca fue una de las más ricas entre las de los personajes de aquella época.
Publicaciones suyas como las que dedicó a la historia del salitre o a la condición de los peruanos
nacidos en Tarapacá pueden leerse aún ahora con provecho. Había efectuado traducciones
directas de algunos pasajes de diversas obras de Shakespeare, descontento con los textos en
español que conoció y sin ánimo de publicarlas.

En setiembre de 1912, el
político limeño integró LA INAUGURACIÓN DEL GOBIERNO DE BILLINGHURST. EL GABINETE MALPARTI-
el primer gabinete del DA.- El nuevo presidente asumió sus funciones el 24 de setiembre de 1912. En la sesión de
presidente Guillermo Congreso en que prestó juramento, entre denuestos al Jefe del Estado saliente, hubo fer voroso
Billinghurst, con el entusiasmo y se cantó con júbilo el himno nacional. Pero la nueva administración no alcanzó a
cargo de ministro de durar dos años.
Justicia e Instrucción. El primer Gabinete de Billinghurst fue el siguiente: Elías Malpartida, presidente del Consejo y
Tres meses después de ministro de Gobierno; Wenceslao Valera (Relaciones Exteriores), Baldomero F. Maldonado (Hacien-
su nombramiento, da), el general Enrique Varela (Guerra y Marina), Francisco Moreyra y Riglos (Justicia e Instrucción)
ocurrió una grave crisis y Fermín Málaga Santolalla (Fomento). Aunque hubo en este Gabinete relación entre el Ejecutivo
ministerial, tras la cual y el Parlamento y uno de sus miembros, Valera, había tenido destacada actuación en la alianza
renunció la mayor parte Civil Independiente-Liberal-Constitucional, no constituyó un equipo político sino administrativo.
del gabinete. Moreyra,
sin embargo,
permaneció en EL PROGRAMA DE BILLINGHURST.- Después de jurar la presidencia, Billinghurst dio lectura
su cartera hasta a su programa. Anunció el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. Prometió que
junio de 1913. haría un régimen nacional, extraño a las sugerencias partidaristas y al influjo de los círculos, y se
declaró contrario en lo absoluto a los antiguos y gastados métodos. Hizo el elogio de la paz, del
orden y de las instituciones. Defendió la prosecución de las obras públicas iniciadas para no mal-
gastar caudales y energías. Habló de una política de paz, de decoro y de justicia en el orden
internacional. Reiteró su promesa electoral de propiciar una ley que diera garantías al sufragio y
lo hiciese auténtico, dentro de un mecanismo simple con fiscalización del voto, del escrutinio y
de las comisiones relacionadas con ellos y con injerencia de los partidos y los interesados. Dedicó
un rápido acápite a la lucha contra la desocupación, al impulso de la inmigración europea, a la
necesidad de extender o ampliar la ley de accidentes de trabajo, al desarrollo de la instrucción, la
irrigación y la construcción de casas para obreros, a la reforma de los institutos armados y al
mejoramiento, ensanche, seguridad y servicio de los puertos. Insistió, a continuación, en la
importancia del Presupuesto de la República “gran rueda que dirige el funcionamiento regular y
metódico de toda la maquinaria administrativa”. Más adelante puso énfasis especial en el “manejo
honrado de los caudales públicos, el control y la publicidad de los ingresos y egresos fiscales a fin

(1) Anécdota narrada por Lauro A. Curletti, testigo de la escena, a Guillermo Hoyos Osores y transmitida oralmente por este.

60 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 32 ]
de que en ningún caso deje de establecerse la respectiva constancia del dinero que satisfacen
los contribuyentes ya entre o salga de las arcas fiscales, así como la regularidad de su recaudación
y del empleo a que se le destina, operaciones que requieren ser comprobadas por administra-
ciones responsables; debiendo ejecutarse la verificación de todos estos procedimientos en la DESPUéS DE
forma y época que la ley señale por magistrados expertos, severos y de notoria probidad”. JURAR LA
“Las cuestiones hacendarias, que son la piedra angular de los grandes progresos económicos
y administrativos, serán objeto de la predilecta atención de mi Gobierno”, siguió diciendo. Al PRESIDENCIA,
restablecimiento del crédito consagró tres de sus últimos párrafos. En el último, antes de las invo- bILLINGhURST
caciones finales, llegó a afirmar, repitiendo conceptos de Piérola: “Equilibrar el Presupuesto de la
República, estudiar los gastos y autorizarlos con juicio y previsión, calcular con exactitud los
DIO LECTURA A SU
ingresos, cubrir los desembolsos extraordinarios con las entradas extraordinarias, satisfacer los PROGRAMA.
egresos ordinarios con los ingresos ordinarios y normales, he ahí el ideal hacendario que debe- ANUNCIÓ EL
mos perseguir de modo invariable para labrar efectivamente la prosperidad, la ventura y el
engrandecimiento del país”. GObIERNO DEL
Parecía anunciarse, según este mensaje, de acuerdo con una frase de Manuel Pardo, estadista PUEbLO POR EL
a quien Billinghurst había combatido implacablemente, una “República práctica”. Los problemas
hacendarios iban, según lo prometido, a absorber buena parte de la atención del nuevo manda-
PUEbLO Y PARA
tario. Una política internacional pacifista y la promoción de obras públicas debían acompañarla. EL PUEbLO.
En el campo social se anunciaba la lucha contra la desocupación, la ampliación de la legislación PROMETIÓ qUE
de accidentes de trabajo, las casas para obreros y el cariño al pueblo. Dentro del plano político,
surgían el compromiso de dar autenticidad y limpieza al sufragio y el de hacer un Gobierno de
hARÍA UN
concordia y de unión. Dícese que entonces expresó privadamente Billinghurst su anhelo de RéGIMEN
desempeñar ante los partidos el papel que había cumplido en Inglaterra la reina Victoria. NACIONAL,
ExTRAñO A LAS
SUGERENCIAS
PARTIDARISTAS Y
AL INfLUJO DE
LOS CÍRCULOS,
Y SE DECLARÓ
CONTRARIO EN LO
AbSOLUTO A LOS
ANTIGUOS Y
GASTADOS
MéTODOS.

[ CAPÍTULO 32 ] PERÍODO 6 61
[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 33 ● I La di­mi­sión del Ga­bi­ne­te pe­rua­no-chi­le­na ● Las cues­tio­nes con Co­ el gua­no ●  La su­pues­ta exis­ten­cia de sa­li­
Mal­par­ti­da. El ce­se del Con­gre­so ex­traor­ lom­bia y el Ecua­dor ● El ar­bi­tra­je so­bre las tre en Are­qui­pa ● Ini­cia­ti­vas del go­bier­no
di­na­rio ● El Ga­bi­ne­te Va­re­la ● El Ga­bi­ne­te re­cla­ma­cio­nes fran­ce­sas ●  IV El es­ta­ble­ci­ de Bi­lling­hurst so­bre el bo­ra­to de cal y el
Lu­na y Pe­ral­ta ● El Ga­bi­ne­te Sou­sa ● Fa­ mien­to de la jor­na­da de ocho ho­ras pa­ra car­bón ●  La unión de La Pun­ta con San
lle­ci­mien­to de Pié­ro­la ● El aten­ta­do en la los tra­ba­ja­do­res por­tua­rios ● El pri­mer de­ Lo­ren­zo y el pro­yec­to so­bre Ma­ta­ra­ni ● La
ca­sa del presidente del Se­na­do, el asal­to cre­to so­bre re­gla­men­ta­ción de las huel­gas ru­ta Huá­nu­co-Pu­call­pa ● Los ba­su­ra­les del
a la del ex presidente Le­guía y la pri­sión ●  La sec­ción obre­ra, ba­se de la ins­pec­ción Ta­ja­mar, la Di­rec­ción de Sa­lu­bri­dad y la
de es­te. Di­mi­sión del Ga­bi­ne­te Sou­sa ● El ge­ne­ral del tra­ba­jo ●  La re­gla­men­ta­ción Asis­ten­cia Pú­bli­ca ●  El fe­rro­ca­rril a Chil­ca
se­gun­do Ga­bi­ne­te Va­re­la ● El aten­ta­do en de la ley so­bre ac­ci­den­tes del tra­ba­jo ● La ●  La ley de co­ lo­ni­za­ción e irri­ga­ción de la
la im­pren­ta de La Cró­ni­ca ● El per­so­nal del re­pre­sión del Ca­llao ● Las huel­gas de 1913 cos­ta El fo­men­to de la ar­bo­ri­cul­tu­ra fru­tal

Con­ce­jo Pro­vin­cial de Li­ma y los in­ci­den­tes ● Ca­sas pa­ra obre­ros ● La es­cue­la de en­se­ ● La di­fu­sión de la hi­gie­ni­za­ción y del agua

de se­tiem­bre de 1913 ● II La ley elec­to­ral ñan­za do­més­ti­ca ● El fo­men­to de la ex­ten­ po­ta­ble ● La ex­pro­pia­ción de los de­re­chos
de 1912. En qué se di­fe­ren­ció su tex­to del sión cul­tu­ral en­tre el pue­blo ● El de­cre­to de la Em­pre­sa de Agua de Li­ma ●  VII Los
pro­yec­to ori­gi­nal ● La Cor­te Su­pre­ma y los pa­ra re­gla­men­tar el arren­da­mien­to de las men­sa­jes de Bi­lling­hurst al Con­gre­so. La
pro­ce­sos elec­to­ra­les de 1913 ● Los re­sul­ta­ fin­cas de la Be­ne­fi­cen­cia ● Bi­lling­hurst y los con­de­na­ción de la his­to­ria ha­cen­da­ria de
dos de la re­for­ma de 1912 ● III La ne­go­cia­ in­dios. Las ma­tan­zas de Chu­cui­to y Azán­ la Re­pú­bli­ca y la de­nun­cia del anó­ma­lo
ción Hun­neus-Va­le­ra ● El men­sa­je se­cre­to ga­ro ●  El in­for­me Vi­lle­na so­bre los atro­pe­ cre­ci­mien­to pre­su­pues­tal ●  El Pre­su­pues­
de Bi­lling­hurst el 30 de no­viem­bre de 1912 llos a los in­dios en la pro­vin­cia de Lam­pa to pa­ra 1913 ● La Com­pa­ñía Re­cau­da­do­ra
● La opo­si­ción con­tra la ne­go­cia­ción Hun­ ●  V Las ideas de Bi­ lling­hurst so­bre la edu­ de Im­pues­tos ● Los em­prés­ti­tos de Bi­lling­
neus-Va­le­ra ●  Las in­ter­pe­la­cio­nes al mi­nis­ ca­ción pri­ma­ria y el de­cre­to so­bre la en­ hurst ● VIII “El Por­ve­nir” com­pa­ñía de se­gu­
tro de Gue­rra y la po­lí­ti­ca ar­ma­men­tis­ta se­ñan­za re­li­gio­sa ● VI El de­par­ta­men­to de ros de vi­da ● El cul­ti­vo del té ● IX Los vue­los
●  El am­bien­te de con­fra­ter­ni­dad po­pu­lar Ma­dre de Dios ●  El in­for­me For­bes so­bre de Ra­món Mon­te­ro ● Otros vue­los.
LA ADMINISTRACIÓN DE BILLINGHURST (I).
Los gabinetes, la ley electoral, asuntos internacionales, sociales,
educacionales, económicos y hacendarios. La aviación en 1913

CAPÍTULO
33
[ ]
L
[I]
A DIMISIÓN DEL GABINETE MALPARTIDA. EL CESE DEL CONGRESO EXTRAORDINA-
RIO.- El Gabinete Malpartida, con el que se inauguró la administración Billinghurst, tuvo muy
corta duración. Se publicaba entonces en Lima un periódico satírico llamado El Mosquito, cuyo
director era un hombre venenoso e ingenioso, Florentino Alcorta. Este periódico atacaba al
Gobierno y defendía a Leguía. La imprenta Berrio donde se editaba fue asaltada y destruida
impunemente en la tarde del 19 de diciembre de 1912 por turbas de elementos populares adic-
tos al Presidente, entre las cuales, según se dijo, se encontraban miembros del personal de la
Dirección de Salubridad. También fue asaltado el domicilio de Alcorta. El Senado envió un oficio
al ministro de Gobierno, que era el jefe el Gabinete, sobre este asunto, con una interpelación de
Joaquín Capelo; pero no obtuvo respuesta inmediata. A la extrañeza por esta tardanza de un día
sucedió un voto de censura que la mayoría leguiista sancionó (23 de diciembre de 1912). En la
Cámara de Diputados Rafael Grau dio a conocer, en esa misma fecha, el voto que acababa de
aprobar la colegisladora para expresar que se había adelantado a su propia moción. Su actitud
desafiante al Gobierno dio lugar a las ruidosas protestas de la barra.
Tanto El Comercio como La Prensa expresaron su desacuerdo con la maniobra de los senado-
res leguiistas.
Como represalia por este voto precipitado, el Presidente de la República tuvo el gesto incon-
sulto de retirar los proyectos que había envido a la legislatura extraordinaria: eran ellos un tratado
comercial con Alemania, el proyecto de ley sobre el ferrocarril a Chilca y un empréstito. Cesaron,
por lo tanto, las labores parlamentarias. El Congreso no asumió actitud alguna ante la afrenta que
acababa de sufrir.

EL GABINETE VARELA.- A raíz de la crisis entonces suscitada los ministros, general Enrique
Varela, Wenceslao Valera, Francisco Moreyra y Riglos, Baldomero Maldonado y Fermín Málaga
Santolalla permanecieron en sus carteras. En reemplazo de Malpartida, Abel I. Montes fue desig-
nado ministro de Gobierno.
El presidente del nuevo Gabinete fue el general Varela. Estos nombramientos se produjeron
el 24 de diciembre 1912.

EL GABINETE LUNA Y PERALTA.- El general Varela decidió lanzar su candidatura a la sena-


duría por el departamento de Madre de Dios que acababa de ser creado, y Maldonado buscó
la reelección en la suya en Huánuco. Por tales motivos se produjo una nueva crisis ministerial el
24 de febrero de 1913. Fue formado entonces el Gabinete que presidió Federico Luna y Peralta
como ministro de Gobierno. Continuaron en sus carteras tres miembros del equipo anterior:
Wenceslao Valera (Relaciones Exteriores), Francisco Moreyra y Riglos (Justicia e Instrucción) y
Fermín Málaga Santolalla (Fomento). Como figuras nuevas, además de Luna y Peralta, aparecie-
ron Carlos A. Velarde (Guerra) y Felipe Derteano (Hacienda). Los tres flamantes ministros eran

64 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
funcionaros de la administración pública. Si bien se dijo que entre los seis consejeros del Presi- AURELIO SOUSA
dente había quien tenía filiación liberal, leguiista o billinghurista moderadas, la voluntad del (1860-1925)
Presidente aparecía como la fuerza dominante en el régimen.

EL GABINETE SOUSA.- Bajo el Gabinete Luna y Peralta se efectuaron las elecciones del nuevo
tercio parlamentario. Anulados varios procesos por la Corte Suprema, los votos netamente
billinghuristas en el Congreso no pudieron ser aumentados de modo considerable. El 17 de
junio de 1913 el Presidente decidió imprimir un nuevo rumbo político a su gestión y designó
para presidir el Gabinete, en vísperas de la apertura de las Cámaras, a un prominente miembro
del Partido Demócrata, Aurelio Sousa, aunque sin contar con la aprobación del jefe de este par-
tido, Nicolás de Piérola. Acompañaron a Sousa congresales de diversos sectores: Francisco Tude-
la y Varela (Relaciones Exteriores), Alfredo Solf y Muro (Justicia e Instrucción), José Balta (Hacien-
da) y Víctor Castro Iglesias (Fomento). La cartera de Guerra fue asumida por el contralmirante
Melitón Car vajal. Tudela había pertenecido al “bloque” y al Partido Civil Independiente, Solf y
Muro figuró durante la administración de Leguía dentro del llamado “bloque chico”, o sea el El abogado cajamarquino
sector de la mayoría gobiernista que a veces votaba con la oposición, y Balta era un miembro inició su carrera política
prominente del Partido Liberal. en 1886, como diputado
Esta combinación ministerial fue favorablemente acogida por El Comercio y por La Prensa. suplente por su tierra
natal. Tres años más
tarde, fue designado
FALLECIMIENTO DE PIÉROLA.- Después de haber sido el primer ciudadano del Perú, Piéro- titular del cargo, hasta
la había conocido catorce años de contrariedades. Su biografía íntegra fue de 1899 a 1913 tan 1899. Luego fue
triste como altiva. Mientras más se adentró en la vejez, más golpes de la vida recibió. Los hom- acreditado como
bres no nos buscan sino cuando nos temen o cuando tienen algo que pedirnos; y él, sobre todo, ministro plenipotenciario
al surgir la avasalladora popularidad de Billinghurst y el triunfal ascenso al poder de este antiguo en el Ecuador. De vuelta
adepto suyo, pudo sentir quizás a veces que hallábase sumergido en el olvido, helado infierno en Lima, en 1902,
para los que aman la gloria. representó a la provincia
A mediados de junio de 1913 se divulgó la noticia de la enfermedad de Piérola y de la grave- de Bongará en la cámara
dad que ella revestía. Al domicilio del paciente acudieron miles de personas de toda condición de diputados (1902-1912),
social, entre las que estuvieron el presidente Billinghurst y (en un gesto que fue muy celebrado) luego fue elegido alcalde
el ex presidente Leguía. Piérola entró en la etapa de la agonía en la madrugada del 23 de junio. de Barranco y senador
Sus últimas palabras fueron: “Ya es en vano”. La multitud acudió contrita a la modesta casa de la por Cajamarca. Durante
calle Milagro, como otras veces se había agolpado jubilosamente ante ella para escuchar su pala- el gobierno de
bra y aclamarlo. El fallecimiento se produjo en la noche de ese mismo día. Billinghurst, fue ministro
Muerto, el rostro del viejo caudillo parecía un campo de batalla cubierto de ideas vencidas; de Gobierno y presidente
toda idea que desde hacía más de medio siglo agitara el océano del espíritu nacional, había mar- del Consejo de Ministros
cado sus surcos en aquella faz, y estos surcos se ahondaron al convertirse en un estoico él, que (1913),y tras su
había sido en su mocedad un sibarita. Este hombre para el que tantos tuvieron innumerables derrocamiento,
veces mofa y dicterios, era objeto de íntima veneración en el pueblo; como si se transformara en presidente del consejo
capilla una taberna, y se orase unciosamente en el mismo sitio donde otros blasfemaron, o de Ministros y ministro
hablaron de delitos o de negocios sucios, o pidieron vino y dados. de Justicia e Instrucción.
El 26 de junio tuvo lugar el sepelio. Hubo en él muchos rostros férvidos que con esfuerzo
reprimían las lágrimas, caídos a las manos los sombreros. Este acompañamiento de la muche-
dumbre a Piérola en su último desfile, confundidas gentes de trajes raídos y de ropa buena, sin
distinción de razas, nivel educacional, profesión, procedencia o edad, por mucho tiempo no
debe ser olvidado e históricamente aparece como un póstumo manto de protección para el
nombre, el recuerdo y el honor del caudillo demócrata contra la injuria, la difamación o el silencio
de los intereses y de las pasiones que lo siguen combatiendo o negando después de muerto.

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 65
EL NUEVO GABINETE Durante algunos años después todavía se escuchó en labios de humildes gentes o de patrio-
tas fervorosos el grito de “¡Viva Piérola!”.
Dejó el caudillo demócrata una leyenda; pero no un partido organizado.

EL ATENTADO EN LA CASA DEL PRESIDENTE DEL SENADO, EL ASALTO A LA DEL EX


PRESIDENTE LEGUÍA Y LA PRISIÓN DE ESTE. DIMISIÓN DEL GABINETE SOUSA.- La
mayoría leguiista y liberal del Senado en la búsqueda de votos que consideró importantes, incor-
poró de hecho a su seno a Juan Antonio Trelles y Carlos Forero con desconocimiento del fallo
condicional de la Corte Suprema sobre el proceso. Según aquel fallo Trelles había sido electo
legalmente pero no tenía credenciales.
Aparte del significado de la incorporación misma, hubo en esta actitud un alarde de fuerza par-
tidista frente al Presidente. Como una represalia, turbas populares, bajo los auspicios del Comité de
Salud Pública, a las que se atribuyó conexión con la obra gubernativa del desmonte del Tajamar,
colocaron el 13 de julio de 1913 un cartucho de dinamita en la casa del presidente del Senado,
El general Enrique Rafael Villanueva, y amenazaron con ir en actitud hostil al local de esa Cámara que resultó indefen-
Varela, a quien vemos so por haberse retirado la guardia. También asaltaron la residencia del ex presidente Leguía. Este se
aquí en una fotografía defendió valientemente con sus hijos y algunos pocos servidores. Se produjo un tiroteo que dio
de 1912, fue nombrado lugar a la prisión del agredido cuyo plan fue, según se dijo, atacar aquella misma noche la casa del
ministro de Guerra y presidente Billinghurst. El prefecto de Lima, Orestes Ferro, que dos años antes había sido uno de los
presidente del Consejo presos llevados por el mismo Leguía al Panóptico, lo condujo a ese recinto. Director de él era Gon-
de Ministros por zalo Tirado, antiguo pierolista que allí también estuvo detenido. Acusado de conspiración, Leguía
segunda vez en julio de fue sometido a juicio militar. En una circular dirigida por el ministro de Relaciones Exteriores a los
1913. Al poco tiempo, representantes diplomáticos en el extranjero, se afirmó, sin embargo, que el pueblo iba pacífica-
sin embargo, su gestión mente vitoreando al Gobierno cuando se produjo la agresión de Leguía y sus allegados. Poco des-
recibió un pedido de pués el ex Presidente salió del país bajo fianza en el vaporcito Penguín de la Peruvian Corporation,
interpelación del aparentemente en voluntario destierro. Al llegar a Panamá hizo declaraciones al diario Panama
diputado Rafael Grau, Morning Journal en las que atacó con dureza a Billinghurst y calificó su política de oportunista y
quien lo acusaba de demagógica. Siguió a este viaje el de su hermano Roberto, cuyo juramento como vicepresidente
mantener una política no había llegado a efectuarse y contra quien se desató una campaña de impresos en las calles. El
pasiva para la compra ex Presidente publicó en Panamá un manifiesto al país que el diario oficial reprodujo en Lima.
de armamento. Los ministros Balta y Solf y Muro precipitaron la crisis ministerial por desacuerdo con lo suce-
dido el 13 de julio. Balta, en un banquete de homenaje que se le dio el 19 de febrero de 1914,
hizo al agradecer este acto la revelación siguiente: “... siempre recordaré con orgullo que..., junto
con el doctor Solf y Muro, renuncié un Ministerio, con motivo de los atentados contra el Senado
y contra el ex presidente Leguía, renuncia con la cual se frustró la primera tentativa de disolución
del Congreso”. También dimitió el primer ministro Aurelio Sousa. Según se dijo, el Senado se pre-
paraba a dar un voto de censura a este hombre público por el ataque a la casa de Villanueva, la
amenaza al recinto parlamentario y la intervención personal que había tenido anteriormente
para impedir que Agustín Tovar y Manuel Barrios fueran presentados como candidatos a la pre-
sidencia de esa Cámara en 1913. Se aseveró, asimismo, que fue redactado, entonces, en el des-
pacho de Sousa el primer proyecto de decreto para la disolución del Parlamento.

EL SEGUNDO GABINETE VARELA.- La mayoría del Senado reconsideró el acuerdo de la incor-


poración de Trelles y Forero, y ella quedó anulada. Su actitud fue de rendición. Pero el presidente
Billinghurst ni optó por desmantelar el Congreso impuesto en 1911 ni buscó francamente el apo-
yo de las fuerzas que dentro de él le eran todavía favorables. El Gabinete que nombró el 27 de julio
de 1913, presidio por el general Enrique Varela en la cartera de Guerra (después de haber

66 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
resultado infructuosa su candidatura parlamentaria por Madre de Dios, pues la Corte Suprema LA CRÓNICA
anuló las credenciales que lo favorecían) se completó con Tudela y Varela (Relaciones Exteriores)
y Maldonado (Hacienda) del grupo anterior, y con Gonzalo Tirado (Gobierno), Carlos Paz Soldán
(Justicia e Instrucción) y el coronel Pedro Portillo (Fomento). Ministerio de amigos personales del
Jefe del Estado, sin carácter político, Variedades lo llamó Gabinete “incoloro, insípido e inodoro”.

EL ATENTADO EN LA IMPRENTA DE LA CRÓNICA.- El 10 de setiembre de 1913 se produ-


jo un atentado contra la imprenta de La Crónica, Variedades e Ilustración Peruana. A consecuencia
de tan condenable acto murió el portero de esa empresa, Antonio Mohring. Aunque no se supo
con certidumbre quiénes fueron los autores, hubo la sospecha de que elementos populares par-
tidarios del Gobierno habían querido ejercer una intimidación. Los diputados Sayán y Palacios y
Balbuena presentaron en su Cámara un proyecto de ley en defensa de la libertad del pensamien-
to escrito y contra los atentados a las imprentas; pero fue enviado a dos comisiones para que lo
concordaran con las leyes vigentes.
La imprenta de este
medio fue atacada el 10
EL PERSONAL DEL CONCEJO PROVINCIAL DE LIMA Y LOS INCIDENTES DE SETIEM- de setiembre de 1913 por
BRE DE 1913.- El Concejo Provincial de Lima debió renovarse en abril de 1912 e instalarse el 1° una turba. Según se dijo,
de mayo de dicho año. Este proceso no pudo efectuarse a causa de la inminente campaña elec- fueron elementos
cionaria para la sucesión presidencial; la convocatoria para comicios municipales fue hecha el 27 cercanos al gobierno
de diciembre de 1912 para el 1° y 2 de junio de 1913. Surgieron, inmediatamente después de que querían ejercer
efectuarse ellos, reclamaciones acerca de la legalidad de los actos de sufragio y de la constitución presión contra los
de los registros electorales. Mientras las tachas se dilucidaban administrativamente, varios ciuda- directivos del diario que
danos recurrieron al Poder Judicial para solicitar la declaratoria de la nulidad de los registros, con le hacía oposición. En la
lo cual impidieron al Gobierno resolver, por su parte, el asunto. Continuó, entre tanto, la antigua portada que vemos aquí,
Municipalidad en funciones. Ella no había podido cambiar legalmente en 1910, 1911 y 1912. del 12 de ese mes, se
El Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados el 11 de setiembre de 1913 un proyecto de ley ilustra el atentado
por el que ese Poder del Estado era autorizado para designar a las personas que debían formar sufrido dos días antes.
el Concejo Provincial de Lima hasta el 31 de diciembre de 1914. El diputado Plácito Jiménez, de La Crónica,
filiación leguiista, pronunció, en sesión del 17 de setiembre, un discurso en contra de dicha ini- autodenominado “diario
ciativa. A la salida de la Cámara, él y algunos colegas suyos fueron vejados por una turba en las ilustrado, político,
calles principales de Lima. La airada protesta de Rafael Grau, en la sesión del día siguiente, susci- independiente e
tó manifestaciones hostiles de la barra. La Cámara pidió solo una información escrita al ministro informativo” se
de Gobierno y negó su voto a la propuesta para que acudiera; pero no siguió discutiendo el fundó en 1912.
proyecto del Ejecutivo. En diciembre de 1913 fueron designados cuarenta vecinos para integrar
la Municipalidad de Lima. El 22 de diciembre eligieron ellos alcalde a Elías Malpartida.

[ II ]
LA LEY ELECTORAL DE 1912. EN QUÉ SE DIFERENCIÓ SU TEXTO DEL PROYECTO ORIGI-
NAL.- Uno de los puntos principales del programa de Billinghurst fue el saneamiento electoral (1).
El régimen creado en 1895, teóricamente el mejor que hasta entonces había tenido el Perú,
provino de una honda reacción contra el sistema antes vigente de la calificación de las eleccio-
nes por las Cámaras. Partió, según ya se ha anotado en este libro, de una original combinación
de los distintos sectores sociales a través de “grupos” para formar las juntas de registros y

(1) Una información más detallada en el libro del autor Elecciones y centralismo. Lima, Universidad del Pacífico, 1980.

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 67
Los funerales del “Califa”

Nicolás de
Piérola, el
caudillo
incansable y
L a muer­te se lle­vó a Ni­co­lás de Pié­
ro­la el 23 de ju­nio de 1913. Con él,
par­ tió una épo­ ca de la his­ to­ria
re­pu­bli­ca­na en la que re­so­na­ban hi­tos
co­mo la fir­ma del Con­tra­to Drey­fus, las
ban a con­tem­plar el ros­tro del je­fe del
Partido Demócrata (El Co­mer­cio, 26 de
ju­nio de 1913).

Los fu­ne­ra­les del se­ñor don Ni­co­lás de


gestor de la ex­pe­di­cio­nes a bor­do del Ta­lis­mán y del Pié­ro­la, tu­vie­ron ayer su cul­mi­na­ción
Reconstrucción Huás­car, la re­vo­lu­ción con­tra el pre­si­ en la fú­ne­bre y cí­vi­ca ce­re­mo­nia que
Nacional a fines den­te Pra­do, la fun­da­ción del Par­ti­do tu­vo por es­ce­na­rio, pri­me­ro, la igle­sia
De­mó­cra­ta y la en­tra­da triun­fal por Ca­te­dral de Li­ma y des­pués el ce­men­te­
del siglo XIX,
Co­char­cas. Un cro­nis­ta anó­ni­mo de El rio ge­ne­ral, pre­vio un lar­go des­fi­le, al
falleció en Lima Co­mer­cio des­cri­bió así los mul­ti­tu­di­na­ que acu­dió un in­men­so gen­tío, tan­to en
en 1913. Como su rios fu­ne­ra­les con los que Li­ma des­pi­ las cal­za­das, si­guien­do al ca­rro fú­ne­bre,
vida, sus dió al Ca­li­fa. co­mo en las ace­ras, bal­co­nes, ven­ta­nas
funerales y te­chos de la ex­ten­sa sec­ción de la ciu­
“Un pú­bli­co nu­me­ro­so se re­no­vó ayer, dad que el cor­te­jo hu­bo de atra­ve­sar al
transcurrieron du­ran­te to­do el día, has­ta las 12 de la ir des­ de la Pla­ za de Ar­ mas has­ ta el
en olor de no­che, aglo­me­ra­do en las puer­tas de la ce­men­te­rio.
multitud. Aquí un igle­sia del Sa­gra­rio, pug­nan­do por
testimonio del en­trar en tro­pel a con­tem­plar los des­ Des­de tem­pra­no, la con­cu­rren­cia en la
po­jos del se­ñor Pié­ro­la. Las fuer­zas de Pla­za Ma­yor, en el atrio de la ca­te­dral y
último adiós al la ar­ti­lle­ría de cos­ta, de los ba­ta­llo­nes en las ca­lles ad­ya­cen­tes, era nu­me­ro­sí­
"Califa", como lo de gen­dar­mes y de las co­mi­sa­rías, ba­jo si­ma. Se­ría di­fí­cil pre­ci­sar su nú­me­ro,
contó el diario El las in­me­dia­tas ór­de­nes de los co­mi­sa­ pues ha­bía al­gu­nas de esas sec­cio­nes
Comercio. rios de po­li­cía, se tur­na­ban ca­da dos to­tal­men­te ates­ta­das, for­man­do un
ho­ras, ha­cían es­fuer­zos por or­de­nar el com­pac­to y mo­ve­di­zo olea­je hu­ma­no.
in­gre­so del pú­bli­co a la igle­sia, con­te­ [...]
nien­do los gru­pos de gen­te que pre­ten­
dían in­gre­sar al tem­plo. [...] El pú­bli­co, [El des­fi­le] re­vis­tió im­po­nen­tes ca­rac­te­
for­ma­do de per­so­nas vi­si­bles de nues­ res y de su ex­ten­sión pue­de juz­gar­se
tros cír­ cu­ los so­
cia­les y de gen­ te del por la cir­cuns­tan­cia de que ha­bien­do
pue­blo, des­fi­la­ba alre­de­dor del ataúd sa­li­do el cor­te­jo de la pla­za de ar­mas,
que es­ta­ba co­lo­ca­do so­bre una gra­de­ po­co des­pués de las 12 y 15 del día, su
ría blan­ca, de ma­ne­ra que el bus­to del ca­be­za lle­ga­ba al ce­men­te­rio a la 1 y 30
se­ñor Pié­ro­la era per­fec­ta­men­te vis­to, de la tar­de. El úl­ti­mo cuer­po del ejér­ci­
me­dian­te la lu­na que cu­bría la par­te to, el re­gi­mien­to nú­me­ro 3 de ca­ba­lle­
su­pe­rior del ataúd. ría, que ce­rra­ba el des­fi­le, sa­lió de la
pla­za de ar­mas a la 1 y 30, pre­ci­sa­men­te
Un sol­da­do de la ar­ti­lle­ría, pro­vis­to de tam­bién. Es de­cir, pues, que el cor­te­jo
un lien­zo, lim­pia­ba fre­cuen­te­men­te esa de­mo­ró una ho­ra exac­ta en re­co­rrer la
lu­na, que se em­pa­ña­ba a me­nu­do con dis­tan­cia en­tre la pla­za y el ce­men­te­rio”
el alien­to de las per­so­nas que se acer­ca­ (El Co­mer­cio, 27 de ju­nio de 1913).

68 período 6 [ capítulo 33 ]
escrutadoras, con intervención preponderante de la ciudadanía en la maquinaria del sufragio.
Pero los “grupos” no llegaron a constituirse jamás y su falta de organización en los momentos de
elegir las escrutadoras sirvió de pretexto a la Junta Electoral Nacional para simularlos o tolerar su
simulación; y para ungir, mediante ese engaño, a través de su omnímodo poder centralista, UNGIDO POR UNA
como diputados o senadores, a los candidatos que el grupo político de sus simpatías determi- REACCIÓN CONTRA
nara como más aparentes. La ley electoral resultó así mistificada o incumplida. Las sucesivas
Juntas Electorales Nacionales decidieron desde Lima los resultados de los comicios al crear los LOS VIEJOS
órganos departamentales y provinciales adecuados para sus propósitos. MéTODOS,
Los diputados liberales presentaron en la legislatura ordinaria de 1900 un proyecto de ley por
el cual se quitaba a la Junta Electoral Nacional la facultad de hacer los sorteos para la formación
bILLINGhURST
de las juntas provinciales de registro y escrutadoras de provincia. Confirieron esa atribución a la RECIbIÓ MUChAS
Junta Departamental en lo administrativo para el primero de los indicados sorteos; y a la Junta SUGERENCIAS
Electoral de departamentos para el segundo. El proyecto no suprimía a la Junta Nacional ni iba
al establecimiento de la autonomía de la provincia y del departamento en el acto del sufragio. PARA EMPRENDER,
Se limitaba a buscar un nuevo origen para los organismos más maleados por la Junta Nacional. CUANTO ANTES,
Los diputados liberales lo defendieron con tesón; pero fue aplazado indefinidamente.
En la primera legislatura extraordinaria de 1904, el Poder Ejecutivo, animado del mismo espí-
LA REfORMA
ritu depurador, presentó un nuevo proyecto de reforma de la ley de elecciones. Los 25 mayores ELECTORAL.
contribuyentes de cada provincia recibieron en él la facultad de designar, por elección, a los ENCOMENDÓ
miembros de las dos indicadas juntas provinciales. La Junta Nacional quedó únicamente con la
atribución de formar, publicar y rectificar las listas de dichos contribuyentes. Este proyecto, muy
PRIVADAMENTE
minucioso en su estructura, fue extensamente discutido en las diversas legislaturas que se suce- LA PREPARACIÓN
dieron desde 1904 hasta 1907 en que llegó a ser aprobado por la Cámara de Diputados. Pero el DE UN
Senado no llegó a ocuparse de su revisión.
Ungido por una reacción contra los viejos métodos, Billinghurst recibió muchas sugerencias ANTEPROYECTO
para emprender, cuanto antes, la reforma electoral. Encomendó privadamente la preparación de A ALbERTO ULLOA,
un anteproyecto a Alberto Ulloa, Wenceslao Valera y Aurelio Sousa, a cuyo lado colaboró Gerardo
Balbuena. Revisó él personalmente varias veces ese documento y llegó a formular hasta cuatro
WENCESLAO
proyectos que mandó imprimir; y pidió y consiguió que hicieran observaciones distintos perso- VALERA Y AURELIO
neros del Congreso cuyos requerimientos, exigencias o súplicas procuró atender en lo posible. SOUSA,
El proyecto enviado por el ministro Malpartida a la Cámara de Diputados el 29 de octubre de
1912 fue luego convertido en la ley provisional N° 1777 de 16 de diciembre de 1912 para las A CUYO LADO
elecciones del tercio parlamentario en 1913. Devolvió, en primer lugar, la autonomía electoral a COLAbORÓ
las provincias con lo cual destruyó el régimen centralista de la Junta Electoral Nacional. Los
miembros de las juntas provinciales de registro y de las juntas escrutadoras provinieron de la
GERARDO
elección, por mayoría y minoría de los contribuyentes de la provincia en asamblea pública. bALbUENA.
Dichos contribuyentes fueron seleccionados de las listas formadas por el Ministerio de Hacienda
en vista de los padroncillos respectivos. En el proyecto primitivo de Ulloa y sus colegas, las asam-
bleas de contribuyentes debían formarse, para evitar una injerencia plutocrática, con la partici-
pación de quienes pagaban cuotas medianas o bajas; pero las cifras de ellos resultaron elevadas
y el número de contribuyentes quedó reducido en la ley finalmente aprobada. Lima hubiera
tenido, según aquel proyecto primitivo, una asamblea de 1.600 ó de 1.714 contribuyentes. Se
adujo que era una junta demasiado numerosa, que sus miembros no iban a entenderse y que se
corría el peligro de que resultaran elegidos candidatos no designados por los partidos.
Otra novedad de la ley fue la intervención de la Corte Suprema para resolver acerca de la validez
de las elecciones objetadas. Fueron eliminados los artículos del proyecto para que la Corte Supre-
ma conociera estos asuntos como tribunal de derecho dentro de su facultad constitucional, por
medio de fallos sujetos a revisión y en dos instancias; y para establecer en cualquier momento la
invalidez de la elección y de la credencial del representante a través de un proceso de ilegitimidad

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 69
declarado por la misma Corte, antes o después de su incorporación. Según el texto de la ley, la
Corte solo juzgó de las dualidades dentro del plazo de cierto número de días con el carácter de
jurado en una sola sesión y sin más pruebas que las que presentaran verbalmente los interesados.
LA CORTE Durante el debate quedó rechazada la “desincorporación” parlamentaria por ejecutoria judicial.
SUPREMA Una tercera y audaz innovación descartada al expedirse la ley fue la que pretendió implantar
la acción popular, o sea la iniciativa ciudadana, con el fin de solicitar ante la Corte Suprema la
APARECIÓ COMO nulidad de las elecciones ilegales o fraudulentas. El derecho de formular la demanda respectiva
UN fACTOR ≥qUE fue concedido exclusivamente a los candidatos y se exigió la entrega de un depósito pecuniario
para poder presentarla. Y la Corte Suprema tuvo limitación en sus facultades, pues expresamen-
GRAVITÓ te se quiso que no llegaran ellas a convertirla en otra Junta Electoral Nacional y tampoco que
POSITIVAMENTE parte considerable de su tiempo fuese restado a sus habituales tareas judiciales.
EN EL SENTIDO Las mayorías parlamentarias desnaturalizaron así, en parte, el proyecto del Gobierno. A pesar
de todo, las provincias parecieron agradecer el esfuerzo descentralista, que no obstante sus
DEL SANEAMIENTO recortes, simbolizó la nueva ley electoral.
ELECTORAL. EL Ella fue imitada en Chile en 1913.
RéGIMEN CREADO
EN 1912 PRESENTÓ LA CORTE SUPREMA Y LOS PROCESOS ELECTORALES DE 1913.- La Corte Suprema llegó
VENTAJAS a revisar, en 1913, 46 procesos electorales dentro del plazo limitado de tiempo que la ley le fijó.
En fallos cuidadosos y detallados los vocales Eguiguren, Ortiz de Zevallos, Seoane, Lavalle, Alza-
INICIALES SObRE mora, Villagarcía, Barreto, Eráusquin, Gadea, Leguía y Martínez, Washburn y Quintana evidencia-
LAS ron su espíritu jurídico, su dialéctica, su independencia y su probidad. Merecen el homenaje de
VILIPENDIADAS Y la historia del Perú.
Los fallos estudiaron, sobre todo, la legalidad o ilegalidad en el funcionamiento de las juntas
PECADORAS de mayores contribuyentes, las nóminas en las listas de estos, la constitución de las juntas de
PRÁCTICAS qUE registro y de las juntas escrutadoras, la autenticidad de los actos electorales y la injerencia de las
autoridades políticas en ellos. También resolvieron acerca de las tachas formuladas a los candi-
fUNCIONARON datos. En algunos casos mandaron instaurar juicios criminales contra algunas autoridades como
ENTRE 1896 Y 1912. el prefecto de Ica, coronel Guillermo Ferreyros, y los subprefectos Adolfo Valdivia, de Caylloma;
Félix M. Camino, de Bongará; Valentín Aguinaga, de Paruro; Bernardo Montesinos, de Quispican-
chis; Federico Arrieta, de Castilla. Con obvia imparcialidad, en otros fallos absolvieron a las auto-
ridades acusadas. También hicieron recaer la responsabilidad señalada por la ley a diversos cul-
pables de delitos de falsificación de votos, suplantación de firmas (en este último estuvo incurso
un juez de primera instancia) y homicidio. No faltó la sanción a quienes tomaron parte en más
de una asamblea. Uno de los procesos más complicados y sangrientos fue el de Huamachuco
que favoreció a Abelardo Gamarra, cuyas credenciales fueron aprobadas. Nombres que han figu-
rado hasta hace poco en la política aparecieron en las ejecutorias de 1913, como el de Octavio
Alva, ratificado como diputado por Contumazá y Celestino Manchego Muñoz, cuya demanda
sobre nulidad de las elecciones de Castrovirreyna fue rechazada.
En la práctica, muchas de las medidas dictadas por la Corte Suprema para escarmentar a los
delincuentes electorales, quedaron burladas.

LOS RESULTADOS DE LA REFORMA DE 1912.- La Corte Suprema apareció como un factor


que gravitó positivamente en el sentido del saneamiento electoral. El régimen creado en 1912
presentó ventajas iniciales sobre las vilipendiadas y pecadoras prácticas que funcionaron entre
1896 y 1912. Pero la ley había concedido al prestigioso tribunal (como ya se ha expresado)
únicamente funciones formalistas y de expedienteo. Bien pronto se hizo conciencia pública el
hecho de que, merced a ellas solo surgían de modo eventual, atenuantes o cortes en la

70 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
El gobierno de Billinghurst. El comerciante tarapaqueño Guillermo Billinghurst asumió la
presidencia de la República el 24 de setiembre de 1912, gracias al apoyo de las masas
populares. Su gobierno, sin embargo, fue hostilizado por la oposición. En 1914, ante su plan
de disolver el Congreso de la República, surgió en el seno de esta institución un
levantamiento encabezado por el coronel Óscar R. Benavides, que lo depuso del cargo.

[ capítulo 33 ] período 6 71
RAMÓN consuetudinaria mentira convencional del sufragio en el Perú. La experiencia demostró, después
BARROS LUCO de la caída de Billinghurst, que las asambleas de mayores contribuyentes tenían errores y defi-
(1835-1919)
ciencias hondas. Abundaban los fraudes en los padroncillos mediante inclusiones u omisiones
indebidas y maliciosas. Si antaño, en el período anterior a 1896, fueron decisivos el acto de tomar
las mesas y el privilegio de contar con la mayoría de la Cámara para obtener una calificación
favorable de las credenciales, en cambio, después de 1912, dominar la mayoría de la asamblea
resultó la clave de la elección, pues por ese conducto se lograba disponer de los llamados “ele-
mentos legales”. Dicha asamblea nombraba mesas receptoras propicias y junta escrutadora com-
placiente. En rigor, la asamblea elegía y los votos populares adornaban la elección y honraban al
candidato; pero no eran indispensables para el triunfo.
Lo que debió hacerse fue aumentar las atribuciones de la Corte Suprema, resguardar la pure-
za del sufragio en sus actos preparatorios, en su ejercicio mismo y en su escrutinio, crear órganos
imparciales de supervigilancia y sanción para la integridad de los procesos.

[ III ]
El abogado chileno, LA NEGOCIACIÓN HUNNEUS-VALERA.- Billinghurst recibió severas críticas por la política
presidente de su país que pretendió adoptar, en forma personal y fuera de los canales diplomáticos usuales, en rela-
entre 1910 y 1915, intentó ción con el problema de Tacna y Arica. A su viejo amigo, el ministro chileno Antonio Valdés
un acercamiento con el Cuevas, cuñado del presidente Barros Luco, le hizo llegar su pensamiento para solucionar este
gobierno peruano conflicto sobre las siguientes bases: 1° arreglos directos; 2° postergación del plebiscito hasta
durante la 1931; 3° derecho de votar en él para los nativos del territorio y los residentes con cinco años; 4°
administración de entrega de Chile al Perú de 30.000 libras esterlinas anuales hasta 1931; 5° garantías amplias para
Billinghurst. Este, sin los peruanos de Tacna, Arica y Tarapacá; 6° pago por el Estado que ganara el plebiscito de una
embargo, no se concretó suma que se fijaría oportunamente.
debido a que el El canciller chileno Antonio Hunneus modificó las mencionadas bases en la siguiente forma:
presidente peruano Voto en el plebiscito para los residentes de un año y para los extranjeros; juntas y comisiones
recibió numerosas para este acto, formadas por un chileno que las presidiría, un peruano y un delegado del cuerpo
críticas del pueblo. La consular; pago de 500.000 libras por Chile al Perú bajo la condición de que devolviera las provin-
gestión de Barros se cias si le era desfavorable el plebiscito.
caracterizó por no Verificado este trueque de propuestas con suma reserva y aceptadas, en parte, las enmiendas
contradecir los mandatos chilenas, se produjo un cambio simultáneo de cablegramas entre los cancilleres Hunneus y Wen-
del congreso y por ceslao Valera el 10 de noviembre de 1912. Estos cablegramas indicaron los puntos de arreglo: apla-
gobernar con una zamiento del plebiscito hasta 1933 en que sería presidido por el presidente de la Corte Suprema
fórmula multipartidaria de Chile con dos delegados chilenos y dos peruanos, voto para los residentes de tres años y para
conformada por dos los nativos excluyéndose en todo caso a los analfabetos, pago por Chile de 500.000 libras esterlinas.
bandos: por un lado, Hubo algunos obstáculos en el curso de la negociación así iniciada, al debatir el Senado chi-
radicales, liberales y leno la entrega de ese medio millón que fue eliminado por último.
demócratas; y por
otro, conservadores,
liberales democráticos EL MENSAJE SECRETO DE BILLINGHURST EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1912.- Billinghurst
y nacionales. expuso en un mensaje secreto que envió al Congreso el 30 de noviembre de 1912 las razones
que tuvo para celebrar las negociaciones con Chile.
Expresó allí, en primer lugar, que la solución del problema de Tacna y Arica en armonía con
los derechos y con las expectativas del Perú venía alejándose cada vez más, bajo el imperio de
una guerra afortunada para Chile, del peso y las manifestaciones de su fuerza material, de la acti-
vidad y los recursos de su Cancillería, de la tibieza, la indiferencia y la tolerancia de los demás
Estados del continente, entre los cuales si alguno llegó cautelosamente a intervenir, como expre-
sión de simpatía a la causa peruana, fue para apoyar la idea, sustentada por Chile y acogida por

72 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
la Cancillería de Lima, de resolver el conflicto mediante la división del territorio ocupado, con
Arica para Chile y Tacna para el Perú. En su manifiesto de 1914 Billinghurst aclaró que se refería
aquí a una propuesta de partición hecha por el canciller Porras en 1910 al Brasil.
Después de hacer ver que era opuesto a esta fórmula que calificó como una abdicación de bILLINGhURST
la dignidad nacional, Billinghurst la consideró fracasada ante las directivas de la política chilena RECIbIÓ SEVERAS
de incorporar las dos provincias cautivas mediante un ulterior plebiscito unilateral. La ruptura de
relaciones (en su concepto) creó una situación difícil y azarosa para el Perú porque desde ese CRÍTICAS POR LA
instante contempló en su horizonte internacional todas las sombras, las amenazas y los peligros POLÍTICA qUE
que surgieron a la vez en Bolivia, Ecuador y Colombia. Aquí, sin duda, quiso decir que esos facto-
res negativos se acentuaron, pues habíanse inicado en fecha anterior.
PRETENDIÓ
El recurso de la fuerza no era posible por la superioridad militar de Chile y por el estado vidrio- ADOPTAR, EN
so de las relaciones con los países vecinos, sobre los cuales ejercía poderosa influencia aquella fORMA
República. Solo quedaba, pues, el otro extremo del dilema.
“El acuerdo diplomático de que tengo la honra de daros cuenta (agregaba) sustituye ipso PERSONAL Y
facto a una solución de hecho incalificable y bochornosa, una situación de derecho que salva al fUERA DE LOS
presente el decoro del país: una situación que significa respeto y garantía a las personas y en
resultado el reconocimiento explícito de nuestra soberanía tantos años discutida”.
CANALES
Al ocuparse de la postergación del plebiscito por veintiún años opinaba que era necesario al DIPLOMÁTICOS
Perú el transcurso de algún tiempo para consolidar sus instituciones, acrecentar su hacienda, USUALES, EN
robustecer sus energías, levantar su moral, colocarse en aptitud, en fin, de luchar dignamente y
de triunfar. La junta directiva del plebiscito se reuniría después de trascurrido aquel plazo, tiempo
RELACIÓN CON
en el cual los peruanos de Tacna y Arica disfrutarían, como en cualquier punto de Chile, de los EL PRObLEMA
derechos y garantías acordados por la Constitución y demás leyes de ese país a los residentes DE TACNA
extranjeros; lapso que permitiría seguramente, merced a relaciones tranquilas sostenidas por
mutuos intereses y en homenaje a la armonía y civilización del continente, cumplir designios Y ARICA.
inspirados real e hidalgamente en los dictados de la justicia. “En ese plazo (decía en seguida) si
se tienen en cuenta las grandes obras que debemos realizar, preparándonos para la apertura del
canal de Panamá, podrá el Perú obtener, a la sombra de la paz, progreso real interno y acrecentar
sus fuerzas económicas y su poderío político y militar, acortando la distancia que hoy lo separa
de Chile, que se encuentra en un nivel financiero muy superior al nuestro, gracias a la fabulosa
indemnización que tuvimos que pagarle como consecuencia de la desastrosa guerra de 1879”.
Billinghurst envió una copia de su mensaje al cónsul de Chile en el Callao y cuando este lo
trasmitió a su Cancillería, ella se manifestó en desacuerdo con las afirmaciones y declaraciones
hechas. Demorado el asunto por el Parlamento en Santiago, el de Lima no llegó a ocuparse de él.

LA OPOSICIÓN CONTRA LA NEGOCIACIÓN HUNNEUS-VALERA.- Los sentimientos


patrióticos de mucha gente se sintieron heridos y defraudados con el arreglo propuesto. El Perú
parecía aceptar y sancionar lo que a juicio de ella, era obra de la injusticia y de la fuerza. La pos-
tergación del voto plebiscitario, las condiciones pactadas para él y la entrega posible de una
gruesa suma de dinero por Chile podían crear, dentro del territorio en litigio, un ambiente peor
que el de la intimidación entonces apenas iniciada, o sea el del pesimismo y la desmoralización.
Al saber, cuatro lustros de antemano, que tres años de residencia en el territorio plebiscitario iban
a otorgar el derecho al voto en 1933, Chile quedaba ampliamente facultado para inflar un impor-
tante sector de los sufragantes (1). Billinghurst hacía una osada apuesta, sin base concreta alguna,

(1) “El acuerdo era favorable a los intereses chilenos. Podíamos dar por definitivamente resuelto el problema del nor te y

considerar como seguro nuestro triunfo en el plebiscito, con once años por delante para chilenizar la región” (Manuel
Rivas Vicuña, Historia política y parlamentaria de Chile, Santiago 1964, v. I, p. 330).

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 73
sobre el posible estado de cosas en Tacna y Arica y en el Perú en 1933. Su actitud no solo suscitó
contra él un emocionalismo sincero sino también las maniobras de los políticos opositores. Si el
tratado hubiese sido suscrito en 1912 ó 1913, nada hacía suponer que lo habría aprobado el
bILLINGhURST Congreso o que se hubiera mantenido incólume hasta 1933.
Las dificultades internacionales impidieron que avanzara la tramitación de este asunto. Pero
ALENTÓ EL las huellas que él dejó se hicieron visibles hasta en la misma madrugada del 4 de febrero de 1914.
ESfUERzO PARA Había sido ya depuesto el Presidente y salía preso de Palacio cuando se oyó una voz (se ha dicho
APROxIMAR A LOS que fue la de Rafael Grau) para acompañarlo con una exclamación insultante: “¡Muera Chile!”

ObREROS DEL PERú


Y DE ChILE. UN LAS INTERPELACIONES AL MINISTRO DE GUERRA Y LA POLÍTICA ARMAMENTISTA.-
REPRESENTANTE Tienen relación con el conflicto existente con Chile las interpelaciones que hizo el mismo Rafael
Grau al ministro de Guerra, general Enrique Varela, en la Cámara de Diputados durante la legisla-
ESPECIAL, VÍCTOR A. tura de 1913. Dichas interpelaciones se efectuaron en sesiones secretas que duraron nueve días;
PUJAzÓN VIAJÓ AL pero en la sesión pública del 9 de febrero de 1915 reveló Grau que habían versado sobre la res-
cisión en la compra de los submarinos adquiridos por el gobierno de Leguía en la casa Electric
PAÍS VECINO CON LA Boat. Según Grau esos mismos barcos fueron luego comprados por la marina chilena para bau-
MISIÓN DE INVITAR tizarlos con los nombres de Iquique y Arica. Grau no se refirió entonces a la rescisión del contrato
A LOS de compra del crucero Dupuy de Lome que hizo Billinghurst.
Los defensores de este sostuvieron que el contrato antedicho fue anulado sencillamente
TRAbAJADORES porque no había dinero con qué pagarlo y negaron que Chile hubiese hecho la operación men-
PARA qUE ENVIARAN cionada.
Rafael Grau protestó también por la supresión de la Escuela de Clases ordenada por el gene-
DELEGADOS A LAS ral Varela. Y tuvo, asimismo, vehementes intervenciones en contra de los arreglos entre los can-
fIESTAS PATRIAS DE cilleres Valera y Hunneus. Llegó a afirmar que con ellos se quería, en forma burlesca o hipócrita,
1913. la cesión a Chile de las provincias de Tacna y Arica.
Pero ni había tal burla ni tal hipocresía. Tampoco Billinghurst o Varela, veteranos heroicos de
la guerra de 1879, pretendían perjudicar o poner en peligro al Perú con las medidas que se cre-
yeron obligados a adoptar, impelidos por las circunstancias, en relación con la defensa nacional.

EL AMBIENTE DE CONFRATERNIDAD POPULAR PERUANO-CHILENA.- Billinghurst


alentó el esfuerzo para aproximar a los obreros del Perú y de Chile. Un representante especial,
Víctor A. Pujazón, viajó al país vecino con la misión de invitar a los trabajadores para que enviaran
delegados a las fiestas patrias de 1913. Se organizó una numerosa comitiva que partió a Lima y
fue objeto de afectuosas atenciones. Billinghurst la recibió el 27 de julio.
Los enviados chilenos fueron autorizados para invitar a los trabajadores peruanos a las fiestas
de la independencia a celebrarse el 18 de setiembre de 1913. En los primeros días de aquel mes
llegó a Valparaíso Eulogio M. Otazú, representante de los grupos anarquistas. El mismo 18 de
setiembre desembarcó en el mismo puerto la delegación oficial. Después de un día de fiestas, se
dirigió a Santiago donde abundaron las manifestaciones, los banquetes y los discursos. Fue reci-
bida por el presidente, Ramón Barros Luco, el 21 de setiembre. Hizo un viaje especial a Valdivia.
El 13 de octubre los obreros peruanos, salvo Otazú, emprendieron el regreso.
Otazú participó luego en un paro general que se desarrolló en Valparaíso. Aconsejó la forma-
ción de una caja de resistencia de modo que los trabajadores no sufrieran por la suspensión de
sus salarios; hubo sospechas de sus camaradas en el sentido de que había hecho malos manejos
con los fondos, pidió que se le permitiera salir del país y partió al Callao. Corrió en Chile el rumor
de que las autoridades lo habían secuestrado y hasta se temió por su vida. “El Gobierno (dice
Manuel Rivas Vicuña en su libro Historia política y parlamentaria de Chile) pudo demostrar a los

74 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
[1] [2]

[3]

EL ADIÓS A PIÉROLA. El 23 de junio de 1913 falleció Nicolás de Piérola, uno de los políticos más influyentes de finales del
siglo XIX y principios del XX. Sus funerales, que duraron tres días, reunieron a representantes de todas las tiendas
políticas. Aquí, vemos el féretro de Piérola saliendo de la Catedral de Lima (3), a la multitud que asistió a sus funerales
(2), y el recuerdo de la misa de mes de Piérola (1).

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 75
DELFÍN LÉVANO interpelantes la corrección de sus procedimientos e informarles que el obrero Otazú había par-
(1885-1941) tido al Perú y que la autoridad de su país le había encerrado en la Penitenciaría de Lima para
arreglar cuentas que con él tenía pendientes”. (v. I, p. 419).
Billinghurst (en cuyo período no se efectuó, seguramente, la prisión de Otazú) buscó, pues,
la reconciliación de los sectores populares del Perú y de Chile. Resulta así el promotor de la
acción internacional del obrerismo peruano. No dejó de recibir acerbas críticas de los sectores
conservadores o ultranacionalistas.

LAS CUESTIONES CON COLOMBIA Y EL ECUADOR.- Billinghurst se preocupó también por


buscar una solución a los litigios con Colombia y el Ecuador. En relación con aquella República,
planteó el arbitraje de derecho. Carácter muy reservado tuvieron los tratos entre el canciller
Tudela y Varela y el ministro ecuatoriano Aguirre Aparicio en el segundo semestre de 1913. Tude-
la presentó una fórmula mixta para eliminar todo un sector del litigio, ya sea por renuncia de
antemano a una parte del territorio por cada uno de los litigantes, ya sea por la entrega del plei-
Fue un precursor de la to al Tribunal de la Haya con exclusión de aquellos puntos en que hubiese acuerdo. Las revolu-
organización obrera en ciones que derrocaron a los Gobiernos del Ecuador y del Perú suspendieron las negociaciones.
el Perú y director del
diario La Protesta (1911).
En 1908, fundó el grupo EL ARBITRAJE SOBRE LAS RECLAMACIONES FRANCESAS.- Después del protocolo
literario Humanidad, que Porras-Guillemin, mencionado en el capítulo 26, el gobierno de Billinghurst, en el propósito de
se fusionó con el Centro mantener incólume el crédito de la nación y de suprimir todos los inconvenientes que podían
Socialista Primero de entorpecer las gestiones financieras en el extranjero, presentó al Congreso en diciembre de 1912
Mayo. De esta unión, un proyecto de ley con la autorización para someter al fallo del Tribunal de La Haya las reclama-
nació el Centro de ciones de los ciudadanos franceses, a quienes representaba el Banco de París y de los Países
Estudios Sociales, que Bajos. Se hizo constar que el Gobierno del Perú en ningún caso se vería obligado a hacer, con
entre otras cosas editó El este motivo, un desembolso de más de 25 millones de francos.
Oprimido, una De acuerdo con el Gobierno de Francia podían someterse, si parecía necesario, al fallo del
publicación mensual para mismo Tribunal, cualesquiera otras reclamaciones francesas que pudieran estar pendientes y que
orientar a los revistieran caracteres de seriedad.
trabajadores sobre sus El equivalente de 25 millones de francos era un millón de libras peruanas.
derechos. Lévano se El proyecto del Ejecutivo se convirtió en la ley N° 1800 de 21 de enero de 1913.
dedicó durante toda su La diferencia de esta ley con el protocolo Porras-Guillemin fue que ella no comprometió al
vida a la lucha por la Perú al pago ineludible de un millón de libras; el asunto quedó sujeto a la decisión del Tribunal
defensa de los obreros de La Haya.
en causas como la El 3 de febrero de 1914 se suscribió el protocolo Althaus-Des Portes para el cumplimiento de
implantación de la la ley N° 1800.
jornada laboral de ocho
horas, entre otras.
[ IV ]
EL ESTABLECIMIENTO DE LA JORNADA DE OCHO HORAS PARA LOS TRABAJADORES
PORTUARIOS.- El grupo de obreros anarquistas “La Protesta” se estableció en diciembre de
1911. En enero 1912 apareció el periódico La Protesta que dirigieron Francisco A. Loayza y luego
Delfín Lévano. A fines de noviembre de 1912 surgió en el Callao un vigoroso movimiento de
reclamaciones obreras. Lo iniciaron la Unión General de Jornaleros de ese puerto y la Federación
Obrera Regional del Perú con sede en Lima e integrada por la Sociedad de Resistencia de los
obreros galleteros y anexos, la Federación de Electricistas, el Gremio Liberal de Empleados (mo-
zos de hoteles), la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú”, Unificación Textil de Vitar-
te y Unificación Proletaria Textil de Santa Catalina.

76 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
A la asamblea realizada en el Teatro Municipal del Callao concurrieron los principales gremios LA PROTESTA
y centros de trabajo del puerto, la Federación Regional del Perú y los grupos anarquistas. Vano
fue el esfuerzo de los delegados de la Confederación de Artesanos Unión Universal para que, en
vez de la acción directa de los trabajadores, se optara por el sistema de memoriales y comisiones
ante el Gobierno. En la segunda asamblea general celebrada el 15 de noviembre, en la antigua
“Carpa de Moda”, los delegados de la Federación Regional del Perú plantearon la huelga por la
jornada de ocho horas. Una tercera asamblea, en el mismo local, aprobó el pliego de reclamos
que debía presentar la Unión de Jornaleros.
El 5 de enero de 1913 fue el día señalado para que esta entidad demandara la jornada de
ocho horas, aumento de salarios, auxilios médicos en caso de accidentes de trabajo y otras mejo-
ras. Si no se aceptaba el pliego presentado dentro del plazo de veinticuatro horas, se declararía
la huelga. Rechazadas las contrapropuestas de la Empresa del Muelle y Dársena y de las compa-
ñías de vapores, ella estalló en la mañana del 7 de enero.
La comisión de huelga de la Unión General de Jornaleros llegó a tener una entrevista con el
Presidente de la República el 9 de enero, sin resultados.
Respaldada esta actitud por las asambleas generales de los gremios, la empresa del Muelle y Este diario, que circuló
Dársena pactó una solución en la que aceptó la jornada de ocho horas, el aumento del 10% entre 1911 y 1926, estuvo
sobre todos los jornales, el auxilio en accidentes del trabajo y algunas mejoras más. Fue una vic- dirigido por Delfín
toria de los dirigentes obreros anarquistas. Lévano y Francisco A.
El mismo día, 10 de enero de 1913, Billinghurst hizo expedir la histórica resolución siguiente: Loayza, e integrado por
“Vista la petición formulada por los jornaleros del Muelle y Dársena en la bahía del Callao y encon- un grupo de obreros.
trándose justificadas las razones que expone; Se resuelve: Desde la fecha la descarga en el Muelle Desde las páginas de La
y Dársena y en la bahía del Callao tendrá lugar durante todos los días útiles del año desde las 7 a.m., Protesta se apoyó la
hasta las 11 y desde la 1 p.m. hasta las 5 de la tarde, derogándose en esta parte el art. 41 del Regla- huelga obrera de 1913
mento aprobado por la Resolución Suprema de 31 de marzo de 1875. Rúbrica de S. E. Maldonado”. en favor de la
Fue la implantación de la jornada de ocho horas en el Perú. Las compilaciones sobre la legis- implantación de las ocho
lación del trabajo han olvidado, con frecuencia, este documento. horas de trabajo. Aquí
En el folleto El anarco-sindicalismo en el Perú (México, 1961) se lee lo siguiente a propósito de vemos un número de
la conquista de la jornada de ocho horas en el Callao: “Como dato histórico, mas nunca por un marzo de 1912, en
prurito de figuración, señalamos que los grupos anarquistas ‘Luz y Amor’ del Callao y ’La Protesta’ el que se anuncia el
de Lima actuaron como elementos animadores y combativos en ese brillante movimiento rei- nombramiento de
vindicador. Merece recordar en esta oportunidad a los compañeros italianos José Spagnolli, ora- Manuel González Prada
dor fogoso, conferencista razonador, sereno y persuasivo, cuando las circunstancias lo requerían, como director de la
y Antonio Gustinelli, simpatizante de la organización obrera y de la propaganda anárquica, Biblioteca Nacional.
ambos compañeros delegado de la Federación Obrera Regional Argentina en gira de propagan-
da por las Repúblicas de este lado del Pacífico”.

EL PRIMER DECRETO SOBRE REGLAMENTACIÓN DE LAS HUELGAS.- En el mes de enero


de 1913 se produjo una verdadera epidemia de huelgas en Lima y Callao. Hubo demandas de
aumento de jornales hasta en un 20% y para la implantación de la jornada de ocho horas. En estos
movimientos participaron trabajadores de Santa Rosa, cerveceros, galleteros de la casa Field y otros.
El decreto de 24 de enero de 1913 fue el primero que reglamentó las huelgas en el Perú. En
su parte considerativa expresó que “la ausencia de toda legislación sobre huelgas que tienen por
origen un conflicto de hecho entre los patronos y los obreros irroga perjuicios considerables a la
sociedad desde el punto de vista económico y financiero”; que la situación irregular creada por
las huelgas en la economía social iba a subsistir “hasta que las Honorables Cámaras consagrán-
dolas como institución legal les den cabida en el dominio del Estado”; que “mientras el Honora-
ble Congreso no legisle sobre este delicado problema, sometiendo las huelgas al imperio del

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 77
LA CREACIÓN DE MADRE DE DIOS
Es uno de los departamentos menos poblados del país. Fue creado oficialmente el 26 de diciembre de 1912.

Datos generales La presencia religiosa ha sido


importante desde su creación.
Reservas naturales Provincias
Ubicación 1 Parque nacional A Tahuamanu
Selva amazónica, sudeste del Perú, 1. Manu Superficie: 21.196 km2
2. Bahuaja-Sonene Provincias: Iberia
frontera con Bolivia y Brasil
Extensión 3 Reserva nacional Iñapari
3. Tambopata Tahuamanu
85.183 km2
Capital 4 Reserva comunal B Manu
Superficie: 27.835 km2
Puerto Maldonado (183 metros de 4. Amarakaeri
Provincias: Fitzcarrald
altitud) 5 Zona reservada Huepetuhe
Altitud mínima 5. Alto Purús Madre de Dios
183 metros (Puerto Maldonado) Manu
Altitud máxima C Tambopata
500 metros (Manu) Recursos naturales Superficie: 36.268 km2
Provincias: Inambari
Laberinto
Fotógrafos CASTAÑA ORO Las Piedras
en la (Bertholletia excelsa) Este mineral se encuentra en forma Tambopata
selva Es uno de los principales de polvo en el lecho de los ríos, de 27.242 km2 2.746 km2
recursos forestales del donde es extraído y procesado en 5 3
departamento. los lavaderos de oro. Brasil
Ucayali

Agua para A
remover la Arena y grava
Hoja MADRE DE DIOS Bolivia
grava mezclados con
oro en polvo 1 B C
17.162 km2
Flor
Cuzco

Semilla Puno
4
4.023 km2
2
Por gravedad, la tolva 10.914 km2
Fruto retiene la arena aurífera

MADERA
Los bosques de Madre de Dios
poseen una gran variedad de
recursos madereros, como el
tornillo y la caoba.

Fuentes: http://www.nybg.org/bsci/braznut/Bertholletia3.html, Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Infografía: Grafitti

78 período 6 [ capítulo 33 ]
derecho y las organice por medio de la ley, se hace necesario adoptar providencias que respe-
tando los derechos del obrero y del patrón en este orden, devuelvan al mismo tiempo a la acti-
vidad industrial y mercantil y en general a todas las clases sociales las garantías y seguridades [ 1913 enero 10 ]
que requieren para ello el tranquilo ejercicio de sus derechos para su más amplio y progresivo
desarrollo”. Agregó finalmente que “la Constitución del Estado garantiza el libre ejercicio de todo LA JORNADA DE OCHO
oficio, industria o profesión que no se oponga a la moral, a la salud y a la seguridad pública”. HORAS. Tras una
El decreto ordenó la elección por voto secreto de tres delegados de los obreros de todo esta- prolongada huelga de los
blecimiento industrial para representarlos ante los patronos o administradores y gestionar las trabajadores de la
reclamaciones de sus mandantes. Estableció en el caso de conflicto el nombramiento de uno o dársena y el muelle del
más árbitros por el patrón y de igual número por los obreros y prescribió que rigiera el laudo por Callao, el gobierno y los
un plazo no menor de seis meses. Las autoridades de Policía debían reconocer oficialmente las directivos del muelle
huelgas y amparar sus derechos en los siguientes casos: Si el patrón dejaba de designar sus árbi- acordaron ceder a sus
tros dentro de un plazo señalado; si el tribunal arbitral no expedía oportunamente su laudo; si la peticiones. En la edición
cesación del trabajo se producía sin omitir las circunstancias previstas en el mismo decreto. La del 10 de enero de 1913,
paralización de las labores en un establecimiento industrial solo podía decidirse con la concurren- El Comercio informó: “En
cia, a lo menos, de las tres cuartas del número de obreros en activo servicio, por medio de votación cuanto á las ocho horas
secreta y mayoría de votos, con la obligación de comunicar este acuerdo a la Intendencia de Poli- de trabajo, el gerente del
cía. Si la huelga era rechazada por la mayoría de los obreros del establecimiento, todo el personal dársena manifestóse
debía continuar en el trabajo bajo el amparo de la autoridad, salvo los obreros que no desearan llano para aceptar la
continuar en la faena. Toda huelga, una vez comenzada, no podía continuar sino renovando la innovación siempre que
votación cada cuatro días y con aquiescencia de la mayoría absoluta. Si los patronos resolvían clau- fuera promulgada por el
surar sus establecimientos por causas de carácter económico o industrial o como resultado de gobierno. Terminada en
diferencias con sus obreros, debían comunicar por escrito este propósito a la Intendencia de Poli- esta forma satisfactoria
cía indicando los motivos de la clausura y su duración y acompañado su escrito con una nómina la conferencia, el
de los obreros que por esta causa quedaban sin trabajo. El mismo decreto ordenó que las autori- prefecto señor Velarde
dades de Policía considerasen delincuentes comunes a todos los individuos que, colectiva o indi- se dirigió á Lima á dar
vidualmente, con amenazas o vías de hecho, impidieran el libre ejercicio de las industrias, el parte de lo ocurrido al
comercio o el trabajo. Al mismo tiempo prohibió la instalación de los llamados cuarteles o campa- presidente de la
mentos de huelguistas y las manifestaciones públicas que no se sujetaran a las prescripciones de república, y el
un decreto expedido el 27 de mayo de 1896. Por último, ordenó el funcionamiento en las Inten- subprefecto señor
dencias de Policía de Lima y Callao, de una sección destinada a formar las estadísticas del trabajo. Cárdenas García se
Este decreto, aunque muy criticado por los obreros anarquistas, fue avanzado para su época. apersonó ante los
Obligó a los patronos a admitir la representación obrera. Dio carácter imperativo al arbitraje en huelguistas reunidos en
los casos de conflicto. Amparó el derecho de huelga. Al mismo tiempo, buscó democráticamen- su campamento de la
te para ella un respaldo mayoritario renovado de modo periódico y trató de impedir la violencia calle Apurímac, á quienes
y la algarada. Fue recibido con aprensión en los sectores conservadores. notició sobre lo
ocurrido. (...) Por su
parte, el gobierno
LA SECCIÓN OBRERA, BASE DE LA INSPECCIÓN GENERAL DEL TRABAJO.- El decreto de actuando dentro de lo
30 de enero de 1913 organizó, en las Intendencias de Lima y Callao, una oficina especial, bajo el prescrito por las leyes y
nombre de Sección Obrera, destinada a centralizar los datos sobre la situación de las industrias y el los reglamentos vigentes,
movimiento del trabajo en ambas ciudades. Esta medida fue el paso preliminar para el estableci- dando el siguiente
miento de la Inspección General del Trabajo que Billinghurst propugnó con entusiasmo en su men- decreto, que significa
saje presidencial de julio de 1913. Forma, pues, el remoto antecedente para el Ministerio de Trabajo. para los huelguistas el
más completo triunfo de
su causa”.
LA REGLAMENTACIÓN DE LA LEY SOBRE ACCIDENTES DEL TRABAJO.- Los decretos
de 4 de julio de 1913 reglamentaron la ley sobre accidentes de trabajo. Fueron señaladas pautas
para el seguro obrero relacionado con ellos; se fijó el salario mínimo para las indemnizaciones,

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 79
así como el arancel médico para las visitas en el domicilio de los damnificados; quedaron enu-
meradas las medidas de seguridad en los centros laborales, así como también los grados de
incapacidad que habían de servir como base para el cómputo respectivo.
DESDE LA La fijación del salario mínimo ostenta singular importancia.
MUNICIPALIDAD
INICIÓ LA REPRESIÓN DEL CALLAO.- En noviembre de 1913 estalló en el Callao una huelga auspi-
bILLINGhURST, ciada por la Federación Obrera Marítima y Terrestre. Se suscitó una gran alarma y personeros de
las grandes empresas en aquel puerto, como la del Muelle y Dársena, las compañías de vapores
DENTRO DE LA y las fábricas acudieron al despacho del presidente Billinghurst para manifestarle que la situación
MODESTIA DE LOS era insostenible y que, si la huelga continuaba, las entidades navieras se retirarían. Los huelguis-
RECURSOS DE ESA tas se extralimitaron porque fueron al mercado a impedir las ventas y comenzaron a destruir los
carros del tranvía eléctrico y a levantar los rieles del ferrocarril. El escuadrón N° 3 los reprimió el
INSTITUCIÓN, LA 27 de noviembre. No hubo muertos ni heridos. El orden público fue restablecido. Los dirigentes
CONSTRUCCIÓN DE Fernando Vera y Robles quedaron presos. Billinghurst rechazó las insinuaciones que se le hizo
para que los sometiera al fuero militar, prefirió expatriarlos a Panamá y les dio una cantidad de
CASAS PARA dinero por la cual extendieron recibos. Roberto Leguía los protegió y Vera, a su regreso al Perú,
ObREROS EN LA se convirtió en uno de sus agentes. El comercio del Callao ofreció un gran homenaje de recono-
zONA DE SANTA cimiento al prefecto de aquella provincia constitucional, coronel Edgardo Arenas. El diputado
Alberto Secada excusó su asistencia a este banquete.
SOfÍA. COMO Billinghurst había contribuido a la formación de la Federación Obrera Marítima y Terrestre y
PRESIDENTE DE LA le había obsequiado el menaje para su local.
REPúbLICA,
LÓGICAMENTE, LAS HUELGAS DE 1913.- Aunque el decreto de 24 de enero de 1913 canalizó en algo la ola de
DEDICÓ AL huelgas, no la cortó. Entre las que estallaron, aparte de la del Callao en noviembre de 1913 estu-
vieron la de Talara y Negritos en mayo y junio a la que siguieron las de Lobitos y Lagunitas y
ASUNTO VIVO también la de Morococha en diciembre de aquel año. Los obreros de Talara y Negritos obtuvie-
INTERéS. ron un aumento de 20 centavos sobre todos los jornales, salario íntegro en todos los accidentes
de trabajo (la ley respectiva solo otorga el 33%), asistencia médica y medicinas para ellos y sus
familias, comercio libre, reingreso al trabajo de los despedidos y una cláusula sobre que no habría
despidos por el término de seis meses. Cuando la empresa de Negritos no cumplió con este
último acuerdo y expulsó a 60 obreros, hubo, por acuerdo adoptado en Lima y Callao, boicot
obrero de todos los puertos del litoral contra los barcos de la casa Duncan Fox y logró éxito pues
la empresa se manifestó dispuesta a llamar a quienes había excluido de sus nóminas.
Si a estas inquietudes de tipo netamente social se agregan las de las llamadas “jornadas cívi-
cas”, o sea de las algaradas que provocaban los obreros billinghuristas para exteriorizar su fervor
y tratar de intimidar a sus adversarios, cabe afirmar que hubo en esta época un clima de honda
inquietud. Sirvió de vocero al sector conservador de la opinión pública el presidente de la Cáma-
ra de Comercio de Lima, Pedro D. Gallagher cuando en su memoria presentada en marzo de
1913 expresó lo siguiente: “A pesar de la agitación política producida por la transmisión del man-
do supremo y del malestar ocasionado por las últimas y frecuentes huelgas, los resultados en
general han sido buenos para el comercio...”. Y en la memoria de marzo de 1914 manifestó
Gallagher en un tono de mayor pesimismo: “La depresión financiera mundial, cuyos efectos se
han dejado sentir necesariamente en la República, la incertidumbre general ocasionada por la
situación política por la que se ha atravesado y las repetidas e injustificadas huelgas, con su coro-
lario de imposiciones y violencias, no oportunamente reprimidas, han dado lugar a que el
comercio durante el último año, no haya podido obtener todos los provechosos resultados que
indudablemente se habrían conseguido, sin aquellas desfavorables circunstancias”.

80 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
CASAS PARA OBREROS.- “Mientras que en Lima el callejón y el solar inmundo continúen
arrancado el noventa y el ciento por ciento de nuestro capital vivo (afirmó Billinghurst en su
memoria como alcalde de Lima en 1910) no tenemos derecho a llamarnos pueblo culto. Antes [ 1913 noVIembre 14 ]
que nada necesitamos higienizar la habitación del pueblo; hacer más alegre y sana la casa donde
nacen y crecen los que trabajan en la paz y defienden a la patria en la guerra”. LOS DISTURBIOS
Desde la Municipalidad inició Billinghurst, dentro de la modestia de los recursos de esa insti- OBREROS. En noviembre
tución, la construcción de casas para obreros en la zona de Santa Sofía. Como presidente de la de 1913, los gremios
República, lógicamente, dedicó al asunto vivo interés. obreros fueron
“Uno de los problemas que más directamente atañen a las colectividades obreras (afirmó protagonistas de
Billinghurst en su mensaje presidencial de 28 de julio de 1913) es el que se refiere a la cons- incidentes en Lima y
trucción, con material conveniente, de viviendas sanas, alegres y baratas para reemplazar, Callao. Uno se llevó a
cuando antes, las habitaciones insalubres, desprovistas de ventilación y sol, caras y de lúgubre cabo el día 14, como
aspecto en que actualmente se hacinan los desheredados de la for tuna; albergue que es cau- informó El Comercio:
sa directa o inmediata de la alta cifra de mor talidad en nuestras ciudades y especialmente en “Con motivo del reciente
esta capital”. viaje de los delegados
Para afrontar dicho problema (que ninguno de los Gobiernos anteriores había abordado) obreros en Chile, se
empezó por adquirir en el populoso sector de Malambo una extensa superficie de terreno bien dirigió también a ese
situado, desde el punto de vista de la ventilación, el sol, el agua y el desagüe, con el fin de formar país el obrero don
un primer barrio obrero y edificar hasta cuarenta casas según el sistema monolítico Bianchi. El Eulogio Otazú, sin formar
propósito de Billinghurst fue proseguir e intensificar luego esta política para la que se inspiró en parte de la delegación
las siguientes ideas fundamentales en relación con el destino de dichos bienes: 1° El obrero que oficial (…). Las ideas
deseaba comprar alguno de ellos debía ser imponente de la Caja de Ahorros y tener en depósi- libertarias de Otazú y la
to una cantidad igual al 15% del precio que debía pagar. 2° El comprador debía tener regular- naturaleza de su
mente constituida una familia y comprometerse a ocupar con ella la casa adquirida y no darla en actuación en Chile, le
arrendamiento. 3° La transferencia a tercera persona solo podía realizarse previo consentimiento atrajeron la censura y
del Gobierno. 4° Únicamente el 15% del precio de la propiedad necesitaba abonarse al contado. animadversión de los
Todo ello se frustró el 4 de febrero de 1914. demás gremios y
Corresponde a este período también la ley N° 1883 de 28 de noviembre de 1913, expedida a especialmente de los de
iniciativa de Alberto Secada, por la que se autorizó al Poder Ejecutivo para ceder al Municipio del este puerto (…) que
Callao cuatro lotes de terrenos ubicados en Chucuito y en La Punta con el fin de que se constru- había resuelto oponerse
yeran en ellos casas para obreros. a toda manifestación
favorable a Otazú a su
llegada. (…) A eso de las
LA ESCUELA DE ENSEÑANZA DOMÉSTICA.- El Gobierno efectuó la instalación en la Mag- diez de la mañana,
dalena de una escuela de enseñanza doméstica creada por decreto de 29 de abril de 1913. Allí llegaron las comisiones y
las mujeres modestas provenientes de todas las regiones del país, debían aprender la cocina se congregaron en el
popular, trabajos manuales, lavado y planchado, algunas nociones de higiene y medicina casera, malecón (…). En estas
teneduría de libros y contabilidad elemental, cuidado a los enfermos y a los heridos, principios circunstancias salían de
de la alimentación y valor de los artículos relacionados con ella. El edificio de la Magdalena des- la dársena los jornaleros
tinado a dicha escuela fue dedicado a otros usos por el régimen que reemplazó a Billinghurst. que, rodearon á las
comisiones, cerrándoles
el paso y notificándoles
EL FOMENTO DE LA EXTENSIÓN CULTURAL ENTRE EL PUEBLO.- Billinghurst evidenció que se oponían a la
también su vivo interés en el fomento cultural del pueblo al auspiciar funciones cinematográfi- recepción de Otazú”.
cas gratuitas y conferencias históricas, patrióticas o científicas en Malambo, Cocharcas, Naranjos,
Pacae y otros lugares de Lima. Participaron en estas actuaciones llamadas “teatro popular” Emilio
Gutiérrez de Quintanilla, Carlos Enrique Paz Soldán, Lauro A. Curletti, Ramón Espinoza y otras
personas. Fueron, modestamente, como un antecedente de la extensión universitaria y de las
Universidades Populares.

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 81
EL DECRETO PARA REGLAMENTAR EL ARRENDAMIENTO DE LAS FINCAS DE LA
BENEFICENCIA.- El decreto de 17 de agosto de 1913 reglamentó el arrendamiento de bienes
de las Sociedades de Beneficencia. Ordenó que solo pudiera efectuarse en subasta pública y con
EL 21 DE JUNIO DE arreglo a las prescripciones que detalladamente enumeró entre las que incluyó la aprobación final
1913 EL PREfECTO del Gobierno. Señaló pautas, asimismo, para el pago de las mejoras en las fincas arrendadas. Esta-
bleció igualmente la necesidad de la aprobación del Gobierno para los casos de subarriendo.
DE AREqUIPA, El decreto evidenció una tendencia a desconocer la autonomía de las Sociedades de Beneficen-
CORONEL cia y a crear nuevas normas sobre el contrato de arrendamiento, distintas de las prescritas en el
Código de Procedimientos Civiles. Fue severamente atacado por quienes pertenecían a dichos orga-
AUGUSTO E. nismos. Invocaron ellos no solo la ley que los protegía sino también los derechos de los arrendatarios.
bEDOYA,
COMUNICÓ AL
BILLINGHURST Y LOS INDIOS. LAS MATANZAS DE CHUCUITO Y AZÁNGARO.- Teodo-
DOCTOR PEDRO C. miro Gutiérrez Cuevas era un jefe del ejército que ocupó la subprefectura de Chucuito en 1904
VILLENA SU ó 1905 y actuó a favor de los indios, con lo cual se suscitó la enemistad de los gamonales y de la
representación parlamentaria. Manuel Gonzáles Prada le dedicó un artículo con el título de
NOMbRAMIENTO “Autoridad humana”, reproducido en el libro Prosa menuda. En 1912 fue jefe militar de Canas.
PARA qUE Cuéntase que Gutiérrez Cuevas llevó al presidente Billinghurst un libro con reclamaciones
ACTUASE COMO sobre la raza aborigen. Acompañado por comuneros, visitó entonces diversas imprentas de
Lima. Fuese por este motivo o por acción propia, Billinghurst lo despachó como emisario perso-
COMISIONADO DEL nal para que estudiara la situación social en la sierra del sur. Este delegado, era, a la vez, vicepre-
GObIERNO PARA sidente del Comité de Salud Pública. Un telegrama de Chucuito publicado el 21 de octubre de
INVESTIGAR LAS 1913 en Lima, denunció que Gutiérrez “apoya, alborota, excita y subleva nuevamente indios
contra blancos” y que había rechazado los recursos de defensa de los “damnificados”. A la vez,
qUEJAS DE LOS acusó a los indios de Chucuito de bandolerismo y de haber saqueado y talado haciendas con la
INDÍGENAS EN EL victimación de ciudadanos y soldados. Esta acusación halló eco en la Cámara de Diputados al
apoyarla Bernardino Arias Echenique quien aseveró que se había producido la existencia de la
DEPARTAMENTO antropofagia y que el delegado del Gobierno (Gutiérrez Cuevas) decía “que era el Mesías que iba
DE PUNO. SE allá a redimirlos” (a los indios). Anteriormente Arias Echenique había denunciado los desórdenes
TRATAbA DE UNA de campesinos de Samán, Caminaca, Achaya y otros distritos.
Antes de que Gutiérrez Cuevas realizara su misión apostólica, el 7 de febrero y el 6 y 7 de marzo
ORDEN DEL de 1913, hubo matanzas de indios en Azángaro. “¿Qué hicieron las autoridades judiciales y admi-
PRESIDENTE nistrativas ante los hechos criminosos que se acaba de memorar?” (preguntaba el agente fiscal de
Azángaro, José Frisancho, después de referirse a estos desmanes y a los de Escanchuri en 1906, a
bILLINGhURST (...) la matanza de Cuturi en 1911, a las de 1912 y a los horrores de Chupa también en 1911). “En unos
casos (agrega) los subprefectos, por tratarse de delincuentes adinerados, no han hecho otra cosa
que concertar transacciones entre damnificados y agresores para asegurar la impunidad por ese
medio vedado por la ley; y en otros de aquellos casos delictivos, se ha llegado por el juez a incoar
sumarios que no han pasado de actuaciones formulistas y de mera rutina; sin que exista ahora en
el despacho y archivos del Juzgado ni uno solo de estos cuerpos sumariales seguidos sobre los
hechos que, involucrando crímenes concretos, en el anterior parágrafo se ha dejado apuntado”.

EL INFORME VILLENA SOBRE LOS ATROPELLOS A LOS INDIOS EN LA PROVINCIA DE


LAMPA.- El 21 de junio de 1913 el prefecto de Arequipa, coronel Augusto E. Bedoya, comu-
nicó al doctor Pedro C. Villena su nombramiento para que actuase como comisionado del
Gobierno para investigar las quejas de los indígenas en el departamento de Puno. Se trataba
de una orden del presidente Billinghurst para que fuesen hechos todos los esclarecimientos
necesarios y para que Villena diera un informe minucioso y detallado de todos los motivos de

82 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
EL ATENTADO CONTRA VILLANUEVA. El 13 de julio de 1913, se registró un atentado contra la vida del presidente del
senado, Rafael Villanueva. Este hecho hizo evidentes las desavenencias que existían entre el Poder Ejecutivo y el
Legislativo. En la edición Nº0 282 de la revista Variedades, se publicó esta caricatura, en la que el presidente Billinghurst
amenaza a Villanueva, y le dice que la bomba puesta en su casa es solo un “cohetecillo chino, comparado con este
petardito que tengo a prevención que sigan ustedes esterilizando la labor de mi gobierno”.

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 83
dichas quejas, así como “de las expoliaciones de que han sido y son constantemente víctimas
(los indios) por par te de algunos funcionarios y los par ticulares”. Bedoya le entregó una rela-
ción nominal de algunos de los quejosos.
bILLINGhURST Villena trabajó durante el plazo de un mes con asiduidad y valentía, si bien se limitó a la pro-
CREYÓ qUE LA vincia de Lampa. Su informe, fechado en Arequipa el 14 de setiembre de 1913, fue publicado por
la imprenta del Estado en Lima ese mismo año, con 52 páginas. Estudió las razones generales
REGIÓN DEL que inducían a las exacciones y los casos particulares que llegó a comprobar. Su informe, olvida-
SUDESTE DEL do documento, es un doloroso testimonio sobre el Perú profundo. Deberá ser estudiado por
todo el que quiera conocer la historia de la explotación del hombre por el hombre en nuestro
PERú NO PODÍA país. No se sabe qué actitud adoptó ante él el presidente Billinghurst.
SEGUIR SUJETA A Pero Billinghurst afirmó en su manifiesto de 1914 que se atrajo la mala voluntad de los due-
SU PROPIA ños de haciendas en la sierra (¿eran representantes al Congreso?) por sus exhortaciones para que
dieran un trato mejor a sus peones. No hubo sin embargo, oficialmente, ninguna norma admi-
SUERTE, CON LOS nistrativa de carácter pro indígena.
PELIGROS
INhERENTES A [V]
UNA VASTA LAS IDEAS DE BILLINGHURST SOBRE LA EDUCACIÓN PRIMARIA Y EL DECRETO
fRONTERA SOBRE ENSEÑANZA RELIGIOSA.- Alguna vez expresó Billinghurst: “Yo quiero a mi pueblo
porque siempre, siempre trabajando, he vivido cerca de él y sé que es noble, generoso y sincero
AbANDONADA. y que si algunas faltas comete es por ignorancia y no por maldad; y de que el pueblo sea igno-
NO SOLO ExISTÍA rante solo tienen la culpa aquellos que, por falta de patriotismo, no hicieron del Perú una sola
LA AMENAzA DE escuela cuyos linderos fueran sus fronteras”. Llegado a la jefatura del Estado tampoco pudo él
“hacer del Perú una sola escuela”.
INVASIONES DE El mensaje presidencial del 28 de julio de 1913 entró en consideraciones acerca de la incon-
LOS VECINOS SINO veniencia de que los egresados de los colegios secundarios se vieran obligados a concurrir a las
universidades sustrayendo valiosas energías al comercio y a la industria; y también sobre la nece-
TRÁfICO DE sidad de formar un verdadero profesorado de segunda enseñanza. Y en el mensaje especial de
MERCADERÍAS SIN setiembre de 1913 anunció la intensificación y orientación realista de la educación primaria
SUPERVIGILANCIA mediante el establecimiento de cursos de artes prácticas en las escuelas primarias para futuros
carpinteros, herreros, hojalateros, etc., escuelas nocturnas para analfabetos y semianalfabetos,
Y CONSTANTES cursos de artes domésticas en las escuelas femeninas de provincias, plazas para doscientas niñas
RObOS DE de los distintos lugares de la República en la Escuela de Enseñanza Doméstica. Las preocupacio-
nes políticas no le dieron tiempo, sin duda, para madurar estas y otras iniciativas. El movimiento
PRODUCTOS. revolucionario del 4 de febrero de 1914 se produjo, por lo demás, antes de que se iniciara el año
escolar que siguió al mensaje de setiembre de 1913.
La medida más comentada en este campo fue la señalada por el decreto de 29 de abril de
1913 que estableció la enseñanza de Religión e Historia Sagrada en las escuelas, en vista de la
ausencia casi completa de toda instrucción sobre ambas materias en el plan de educación del 20
de junio de 1906 que imprimía a las escuelas primarias carácter laico. La suprema resolución del
30 de junio de 1913 creó en las escuelas normales un curso obligatorio de la misma asignatura.
El decreto de 29 de abril de 1914 y su complemento otorga al régimen de Billinghurst un
sentido católico que, para algunos, puede parecer inesperado. Falta averiguar si correspondieron
a una iniciativa propia del Presidente o a la gestión de su ministro Moreyra y Riglos.
No deben ser dejados de tomar en cuenta, por lo demás, la ayuda gubernamental a los
misioneros de la orden de los Pasionistas en las márgenes del Huallaga y a las escuelas de reli-
giosos en la Prefectura Apostólica de Santo Domingo del Urubamba, la creación del Vicariato
Apostólico del Madre de Dios, la entrega de la Escuela de Enseñanza Doméstica a la congrega-
ción de las Hijas de María Auxiliadora.

84 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
[ VI ] LA CREACIÓN DE
EL DEPARTAMENTO DE MADRE DE DIOS.- El Congreso sancionó el proyecto que le some- MADRE DE DIOS
tió el Gobierno el 5 de diciembre de 1912, en el que fue creado el departamento de Madre de
Dios, compuesto de las provincias de Tahuamanú, Tambopata y Manú. Fue así como expidió la
ley N° 1782 de 26 de diciembre de 1912.
La primera organización política de esta área fue a través de una simple Comisaría. En 1910
se nombró un Comisionado Especial para estudiar y proponer un plan de administración aplica-
ble a las zonas del Purús, Acre, y Madre de Dios.
Billinghurst creyó que la región del sudeste del Perú no podía seguir sujeta a su propia suer-
te, con los peligros inherentes a una vasta frontera abandonada. No solo existía la amenaza de
invasiones de los vecinos sino tráfico de mercaderías sin supervigilancia y constantes robos de
productos. La ley N° 1782 no se limitó a crear el departamento de Madre de Dios. Prescribió que
debía impulsarse el istmo de Fitzcarrald y la navegación a vapor en los ríos adyacentes; y también
el camino carretero que partía de Puerto Maldonado en dirección a Iñapari, capital de la provin-
cia de Tahuamanú.
El ministro de Fomento, coronel Pedro Portillo, recibió la comisión especial de viajar al depar- El 26 de diciembre de
tamento de Madre de Dios. 1912 se creó oficialmente
Fueron establecidos los servicios que dicha ley señaló y así comenzaron a funcionar las adua- el departamento de
nillas correspondientes a Puerto Heath, Libertad, Tahuamanú e Iñapari, aunque de una manera Madre de Dios, ubicado
imperfecta a causa de la falta de las instalaciones necesarias para el alojamiento de los emplea- en la zona suroriental
dos de la renta. Organizáronse, igualmente, los servicios de Correo, Policía, Sanidad y Capitanías del país. Como capital
de puerto. El servicio religioso y el de instrucción quedaron enmarcados dentro del Vicariato fue designada la ciudad
Apostólico cuyo personal quedó señalado en la misma ley. Instaláronse en el departamento de Puerto Maldonado,
mencionado un juzgado de primera instancia, una agencia fiscal y una escribanía de Estado. ubicada al margen
No tuvo continuidad la estación experimental agrícola que fundó el presidente Billinghurst derecho del río Madre de
con el objeto de introducir el cultivo metódico de los árboles productores de goma y de plantas Dios y en la margen
alimenticias en las márgenes del Madre de Dios. izquierda del río
“La creación del departamento de Madre de Dios fue prematura”, ha escrito en su libro Los hom- Tambopata. Desde finales
bres de la selva Alberto Ballón Landa después de vivir en la región entre 1912 y 1915. “Al promulgar- del siglo XIX, se
se la ley (agrega) no existía una sola población formada y ni siquiera se conocían con exactitud las desarrolló en esta zona
condiciones de lugares en los que se imaginaban pueblos ya constituidos: tal ocurrió con Tacna, río una importante actividad
Acre, que no era sino una barraca de peruanos de la margen derecha del Yaverija, a la que Bolivia cauchera, encabezada
llamó Bolpebra al establecer allí sus guarniciones. Sin núcleos poblados, sin caminos, sin líneas de por Carlos Fermín
comunicación no estaba, pues, la cuenca oriental apta para constituirse en departamento”. Fitzcarrald.
En la fotografía, la boca
de un afluente del río
EL INFORME FORBES SOBRE EL GUANO.- El gobierno de Billinghurst prorrogó el contrato Madre de Dios, a inicios
con el ornitólogo H. O. Forbes, ex director del Museo de Liverpool para que estudiara especial- del siglo XX.
mente a los camanayes, piqueros, guanayes y alcatraces e, igualmente, la puesta e incubación de
estas y otras aves guaneras, así como el método que debía seguirse para proteger sus nidos y
polladas. Forbes presentó su informe al Ministerio de Fomento, y, para constatar su exactitud,
Billinghurst hizo una visita personal el 8 de junio de 1913 a las islas de Chincha y de Ballestas. No
faltaron comentarios periodísticos jocosos para esta excursión que ningún presidente del Perú
había realizado.
Pero el viaje tuvo una finalidad práctica. Comprobó Billinghurst personalmente que la incu-
bación de las aves guaneras no había terminado y que, por consiguiente, la extracción y carguío
del guano que efectuaba la Peruvian Corporation eran dañosos a la vida de aquellos pájaros y
perjudiciales para la renovación de ese abono. Y fue así como expidió el decreto de 20 de junio
de 1913 que estableció la clausura de las islas Ballestas.

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 85
Forbes estimó que todas las islas, penínsulas y rocas que contenían guano, con exclusión de
las islas de Lobos de Afuera, cuyos depósitos eran destinados a cubrir los compromisos contraí-
dos con la Peruvian Corporation, debían dividirse en cuatro zonas, una de las cuales solamente
EL CALIfICATIVO podría ser entregada cada año a la explotación, mientras se clausuraban rigurosamente las otras.
DE LOCO fUE Aconsejó que se limitara solo a un período, entre junio y setiembre, la extracción del guano.

OTORGADO A
bILLINGhURST LA SUPUESTA EXISTENCIA DE SALITRE EN AREQUIPA.- Una de las ilusiones de Billinghurst
fue la de que existía salitre en las pampas de Camaná acaso con más riqueza que las de Tarapacá.
POR SU PROYECTO Con tal motivo el Congreso discutió en sesiones secretas de la legislatura extraordinaria de
DE UNIR LA PUNTA 1912 el otorgamiento de una autorización a la empresa Dupont de Nemours para construir
A LA ISLA DE SAN pozos y operar represas y depósitos de agua en las pampas de Camaná; y también para transfe-
rirle cualquier derecho al uso permanente de un puerto o bahía cerca de los yacimientos de
LORENzO CON UN nitrato de soda. También se quiso eximir a la misma compañía de todos los impuestos fiscales o
ENROCADO PARA municipales por veinticinco años. Este asunto quedó como un espejismo más.
El convenio con dicha compañía, aprobado por la resolución legislativa de 27 de noviembre
CONVERTIR EL de 1912 para explorar yacimientos de salitre, que no fue publicada, señaló pagos que crearon
PUERTO DEL obligaciones para el Estado y solo llegaron a ser cancelados en 1917.
CALLAO EN UNA
DÁRSENA, INICIATIVAS DEL GOBIERNO DE BILLINGHURST SOBRE EL BORATO DE CAL Y EL
PREPARÁNDOLA CARBÓN.- Entre otras de las iniciativas del gobierno de Billinghurst estuvo el proyecto para fomen-
PARA EL tar la explotación de los depósitos de borato de cal de Salinas por medio de un contrato firmado el
5 de agosto de 1913 con capitalistas extranjeros, lo que significaba la implantación de la industria
PROGRESO qUE LE boratera en el departamento de Arequipa. La interferencia parlamentaria por intereses políticos o
CORRESPONDÍA regionales, obstruyó este proyecto y pidió una renta especial para la Municipalidad de aquella ciu-
dad para lo cual gravó al borato de cal con derechos de refinación, calcinación o desecación.
ALCANzAR También procuró Billinghurst el desarrollo de la explotación de carbón de piedra de Hatun-
CUANDO SE huasi, por medio de una empresa extranjera y con intervención fiscal. La ley aprobada desvirtuó
AbRIERA EL CANAL el plan, en concepto del Presidente, al exigir la condición de que los capitales empleados en esta
industria fuesen forzosamente nacionales.
DE PANAMÁ.
LA UNIÓN DE LA PUNTA CON SAN LORENZO Y EL PROYECTO SOBRE MATARANI.- El
calificativo de loco fue otorgado a Billinghurst por su proyecto de unir La Punta a la isla de San
Lorenzo con un enrocado para convertir el puerto del Callao en una dársena, preparándola para
el progreso que le correspondía alcanzar cuando se abriera el canal de Panamá. En su mensaje
de julio de 1913 expresó Billinghurst lo siguiente: “La parte que actualmente se utiliza en la bahía
del Callao presenta un fondeadero de 918 hectáreas dentro del veril de 6 a 8 brazas de fondo.
Con la unión en proyecto, la parte de aguas abrigadas contra las mareas del oeste aumentará el
fondeadero en cerca de 3 mil hectáreas con un fondo de 10 a 11 brazas, quedando, por consi-
guiente, un fondeadero seguro y abrigado de 4 mil hectáreas aproximadamente”. El espacio
comprendido entre la cabeza norte de la isla y el enrocado debía ser destinado al establecimien-
to de un puerto franco con el objeto de estimular el tráfico y el comercio. Los estudios técnicos
pertinentes fueron llevados a cabo por el ingeniero holandés Jacobo Kraus que, además, pro-
yectó el establecimiento de un puerto en Matarani. La unión de La Punta con la isla de San
Lorenzo y los trabajos complementarios no debían costar más de 1.400.000 libras esterlinas.
Con motivo de este proyecto se dijo que Billinghurst pretendía también abrir un hueco en
medio del cerro San Cristóbal.

86 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
[1] El tema obrero. Desde
el inicio de su gobierno,
el presidente Billinghurst
entabló una buena
relación con los obreros
de Lima, en especial con
los del Callao. En enero
de 1913, el mandatario
emitió un decreto que
implantaba la jornada
laboral de ocho horas,
con lo que atendía los
reclamos de los
jornaleros del Muelle y
Dársena del Callao.En
estas fotografías
podemos observar a los
trabajadores de la
sección de descarga de
aduanas de la dársena
(1). y a los peones y
guardalmacenes de
aduanas en el puerto (2)

[2]

[ capítulo 33 ] período 6 87
LA RUTA HUÁNUCO-PUCALLPA.- Deseoso el presidente Billinghurst de establecer cuál era
la vía más corta entre el oriente del Perú y la capital, destacó una expedición al mando de Meso-
nes Muro que partió de Chiclayo para cubrir la zona del norte. A Augurio Mesa Prellwitz, huanu-
DESEOSO EL queño que conocía las montañas de Chinchao y otras del departamento, le encomendó análoga
PRESIDENTE tarea por la región del centro. Mesa Prellwitz cumplió su misión, hizo el recorrido de Lima por la
vía a Pucallpa en menor tiempo que el empleado por el señor Mesones Muro por la ruta Chicla-
bILLINGhURST DE yo-Bajo Marañón y dejó sus documentos en el archivo del Ministerio de Fomento.
ESTAbLECER CUÁL Este es el antecedente de la carretera a Pucallpa que una ley del Congreso Constituyente de
1932, mandó construir y que se convirtió en una realidad durante la administración del general
ERA LA VÍA MÁS Óscar R. Benavides.
CORTA ENTRE EL
ORIENTE DEL PERú
LOS BASURALES DEL TAJAMAR, LA DIRECCIÓN DE SALUBRIDAD Y LA ASISTENCIA
Y LA CAPITAL, PÚBLICA.- En relación con la ciudad de Lima, Billinghurst recuperó unos terrenos vendidos por
DESTACÓ UNA el Gobierno anterior en la superficie comprendida entre el río Rímac, y la Alameda de Acho y los
puentes de Balta y de Piedra e hizo un arreglo con La Peruvian Corporation para su relleno y
ExPEDICIÓN AL nivelación. A ellos agregó la destrucción de un depósito de basuras situado en la zona del Taja-
MANDO DE mar, entre las márgenes del Rímac y las espaldas del barrio de Malambo. El trabajo de supresión
MESONES MURO de los basurales del Tajamar debía hacerse por cuenta fiscal, para destinar luego dicho terreno a
plantaciones de árboles. La obra de higiene, ornato y cultura de este barrio popular recibió duros
qUE PARTIÓ DE ataques, pues se supuso que era efectuada solo para mantener a los jornaleros a ella dedicados,
ChICLAYO PARA listos para cualquier emergencia política.
CUbRIR LA zONA Lauro Ángel Curletti, en la Dirección de Salubridad realizó entonces una intensa obra y con-
cedió singular importancia a la educación sanitaria de las masas, por medio de folletos y de
DEL NORTE. A conferencias de divulgación. Fue entonces cuando se intensificó en Lima el trabajo del servicio
AUGURIO MESA de Asistencia Pública cuya dirección siguió encomendada a Echenique León García.
PRELLWITz,
hUANUqUEñO EL FERROCARRIL A CHILCA.- La resolución suprema de 11 de noviembre de 1912 facultó al
qUE CONOCÍA LAS Ministerio de Fomento para que procediera a la construcción de una línea férrea, de vía angos-
ta, entre Lima y Chilca, como primera sección del ferrocarril de Lima a Pisco autorizado por leyes
MONTAñAS DE especiales.
ChINChAO Y Billinghurst albergó grandes esperanzas sobre este ferrocarril en relación con el problema de
la alimentación de la capital mediante el consumo de los artículos producidos en Surco, Ate y
OTRAS DEL Lurín. También consideró que tenía una finalidad estratégica para movilizar tropas al sur en caso
DEPARTAMENTO, de un desembarco enemigo.
LE ENCOMENDÓ Los trabajos continuaron sin interrupción hasta el mes de marzo de 1914 en que, producido
el cambio de Gobierno, quedaron detenidos por falta de fondos. Hasta la fecha mencionada se
ANÁLOGA TAREA habían construido 26 kilómetros de terraplenes y enrielado 19,5 kilómetros. Existía, además,
POR LA REGIÓN material de superestructura adquirido para 20 kilómetros más.
DEL CENTRO. Cuatro años más tarde, la ley N° 2747 de 20 de mayo de 1918, consignó una partida en el
pliego de Fomento para el servicio de este ferrocarril e incluyó en dicho servicio el pago de las
deudas pendientes y su continuación hasta Lurín.

LA LEY DE COLONIZACIÓN E IRRIGACIÓN DE LA COSTA.- En agosto de 1912, el gobier-


no de Leguía, por medio del ministro de Fomento J. M. García presentó un proyecto de ley que
debía autorizar al Ejecutivo para que contratara un empréstito destinado a obras de irrigación y
colonización en la costa. Al iniciarse la administración de Billinghurst en setiembre de 1912, el

88 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
Senado acordó aplazar el debate hasta conocer la opinión que respecto de dicho proyecto tenía LAURO ÁNGEL
el nuevo régimen. El ministro de Fomento Fermín Málaga Santolalla lo respaldó porque llevaba CURLETTI
(1881-1949)
“a la práctica uno de los puntos más importantes de su programa de administración nacional”;
pero introdujo algunas modificaciones que el Senado aceptó.
El proyecto así ampliado, contempló, de un lado, la irrigación de las tierras eriazas no aprovecha-
das y que podían servir de base a la colonización por inmigrantes blancos traídos del extranjero o
por campesinos nacionales; y, asimismo, la irrigación para aumentar el agua en los valles ya cultiva-
dos pero en los que este elemento era insuficiente, a fin de que creciera la producción agrícola.
El debate parlamentario se produjo dentro de un espíritu de amplia colaboración y con la pre-
sencia del ministro Málaga Santolalla. Este, en armonía con las ideas del presidente Billinghurst, plan-
teó un artículo por el cual, con el propósito de asegurar para la irrigación el mejor aprovechamiento
de las aguas existentes, se autorizaba al Poder Ejecutivo para deslindar los derechos de los particula-
res en cada uno de los valles de la República, “debiendo tener en cuenta, a este respecto, el caudal
de que se pueda disponer, las necesidades reales de las tierras por irrigar y los derechos que se aduz-
can”. Era una medida revolucionaria que afectaba a la situación favorable para muchos propietarios
de la costa. Se opusieron los diputados Alfredo Solf y Muro (hábil defensor del proyecto en otros de
sus artículos), Luis José de Orbegoso, Pedro A. del Solar y otros. Málaga Santolalla tuvo que ceder. En 1912, el presidente
La ley fue promulgada con el N° 1794 el 4 de enero de 1913. Para llevarla a la práctica se for- Billinghurst asignó al
malizó el llamado contrato Brytton que no llegó a funcionar por razones ajenas a la voluntad del médico y político
presidente Billinghurst y de su régimen. Luego las preocupaciones políticas absorbieron la aten- chalaco, miembro del
ción de este gobernante. El empréstito que autorizara la ley N° 1794 no llegó a ser hecho. Partido Liberal, la
Dirección de Salubridad
Pública. Como parte de
EL FOMENTO DE LA ARBORICULTURA FRUTAL.- “La arboricultura frutal ha desaparecido su gestión, Curletti creó
casi por completo en Lima”, afirmó Billinghurst en su mensaje del 28 de julio de 1913. “La con- el servicio de asistencia
centración de la pequeña propiedad agrícola en pocas manos y la sustitución de los árboles pública y realizó una
frutales con la caña y el algodón han suprimido el cultivo de la fruta, no sin daño de la salud gran campaña de
pública y de la economía doméstica. Hoy solo la gente acomodada puede adquirir aquella, educación sanitaria.
pagando precios crecidos que están fuera del alcance de las clases menesterosas”. Entre 1919 y 1930, fue
La suprema resolución de 28 de noviembre de 1912, relativa al establecimiento en la Escuela de elegido senador por
Agricultura de una sección especial que debía servir de criadero y aclimatación de árboles frutales Huánuco. En 1921 fue
seleccionados, quiso ser el comienzo de una política del Estado en pro del cultivo intensivo de ellos. designado ministro de
Marina y, ese mismo
año, ministro
LA DIFUSIÓN DE LA HIGIENIZACIÓN Y DEL AGUA POTABLE.- Corresponden a esta épo- de Fomento.
ca las siguientes leyes que prosiguieron un lento y dificultoso proceso:
Higienización de Ica, Chincha y Pisco (N° 1873 de 24 de noviembre de 1913). Además la ley
N° 1929 de 23 de diciembre de 1913 modificó una anterior sobre el teatro de Ica para aplicar los
fondos mencionados en ella, a las obras de agua, desagüe y pavimentación de la ciudad.
Empréstito destinado al agua y desagüe de Trujillo para lo que se habían creado rentas en
1906 y se habían liberado la cañería, maquinaria y demás útiles desde 1896 (N° 1890 de 29 de
noviembre de 1913).
Inclusión por dos anualidades de partidas en el Presupuesto de la República para la provisión
de agua potable por cañerías de hierro a las ciudades de Cerro de Pasco, Tarma, Jauja, Huancayo,
Yauli y Concepción (N° 1737 de 11 de diciembre de 1912).
Partida en el presupuesto departamental de La Libertad para las obras de agua potable en
Otuzco (N° 1895 del 1º de diciembre de 1913).
Partida en el presupuesto departamental de Puno para la adquisición y colocación de una
cañería de hierro y una caja para el agua potable de Ayaviri (N° 1808 de 4 de setiembre de 1913).

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 89
[1] El paso de los alpes
de Bielovucic. En
1913, el intrépido
aviador peruano Juan
Bielovucic atravesó la
cadena de los Alpes, a
bordo de su
monoplano modelo
Henriot. En dicho
viaje, Bielovucic
repitió la ruta seguida
por Jorge Chávez. Su
aterrizaje se produjo
en la ciudad italiana
de Domodossola, lugar
donde el francés de
origen peruano
encontrara la muerte
unos meses antes. Aquí
vemos a Bielovucic
antes de cruzar los
Alpes (2), y en una foto
tomada cerca de
Domodossola (1).

[2]

90 período 6 [ capítulo 33 ]
Partida en el Presupuesto general para dotar de agua potable a Azángaro (N° 1739 de 11 de CHARLES W.
diciembre de 1912). Los estudios habían sido ordenados en 1909 (Ley 1165 de 12 de noviembre SUTTON (1877-1949)
de 1909). Otra ley sobre ellos: 6 de noviembre de 1897.
Empréstito con el fin de implantar el servicio de agua potable en Huacho (N° 1908 de 3 de
diciembre de 1913).
Partida en el Presupuesto general destinada a dotar de agua potable al pueblo de Huamalí
en la provincia de Jauja (N° 1755 de 17 de diciembre de 1912).
Partidas en el presupuesto departamental de Arequipa por dos años para el agua potable de
los distritos de Pampacolca y Viraco (N° 1839 de 8 de octubre de 1913).

LA EXPROPIACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA EMPRESA DEL AGUA DE LIMA.- La


Empresa del Agua de Lima tenía derechos sobre el abastecimiento del agua potable de esta ciu-
dad en virtud de las resoluciones supremas de 29 de octubre de 1855, 15 de marzo, 30 de mayo
y 25 de junio de 1865 y 26 de setiembre de 1873. El Gobierno decretó la expropiación forzosa de
estos derechos el 18 de febrero de 1913. Adujo para ello: las notorias deficiencias en el servicio; El ingeniero
la recrudescencia de epidemias de origen esencialmente hídrico atribuida al agua de alimenta- norteamericano llegó al
ción; el defectuoso sistema de realizar la provisión de este elemento no solo desde el punto de Perú como parte de un
vista de su calidad sino también en cuanto a la dotación domiciliaria; la forma anticientífica y equipo de especialistas y
peligrosa de verificar el captaje en las vertientes de donde emanaba; su imperfecta aducción técnicos constituido por
desde la Atarjea hasta los barrios urbanos; y la absoluta falta de presión con que se escurría, moti- el Estado para estudiar
vo para que se hiciera imposible el abastecimiento de las casas de más de un piso. la expansión agrícola en
El juicio de expropiación forzosa no llegó a iniciarse porque la Empresa ofreció la venta volun- las costas peruanas. A
taria de sus derechos, los cuales previa tasación, fueron adquiridos por el Gobierno en la suma partir de entonces, se
de Lp. 69.700, según constó en la escritura pública otorgada el 21 de abril de 1913. dedicó a estudiar las
La administración de la Empresa fue encomendada provisionalmente a un Consejo com- posibilidades
puesto por dos personeros del Municipio, dos personeros del Banco del Perú y Londres que hidrológicas costeñas.
prestó el dinero para pagar el precio de la compra y un representante del Gobierno. El Consejo Durante el gobierno de
hizo diversas mejoras y contrató el establecimiento de un acueducto en la Atarjea para la con- Augusto B. Leguía, Sutton
ducción del agua desde los estanques de recolección reemplazando una antigua zanja a tajo llevó a cabo sus
abierto. El ingeniero Carlos Sutton quedó encargado de hacer los estudios para un plan técnico principales obras: la
y financiero sobre el agua de Lima. irrigación del valle de
Cañete y la irrigación de
las pampas de Olmos.
[ VII ] También realizó trabajos
LOS MENSAJES DE BILLINGHURST AL CONGRESO. LA CONDENACIÓN DE LA HISTO- en los valles del Chao,
RIA HACENDARIA DE LA REPÚBLICA Y LA DENUNCIA DEL ANÓMALO CRECIMIENTO Virú, Moche, Majes,
PRESUPUESTAL.- En una primera etapa de su administración pareció Billinghurst buscar la coo- Sihuas y La Joya.
peración del Congreso. En dieciséis meses de Gobierno envió a las Cámaras legislativas cuatro men-
sajes, aparte de los obligatorios o tradicionales: el de 4 de octubre de 1912 que fue una exposición
del estado de las rentas y gastos públicos al comenzar el ejercicio de su período; el de 19 de diciem-
bre de 1912 concerniente a la necesidad de emitir un empréstito de liquidación; el de 5 de setiem-
bre de 1913 que amplió las informaciones procedentes e hizo una interesante y valerosa síntesis de
la historia hacendaría del Perú durante los últimos cuarenta años como parte de una exposición de
motivos del proyecto de Presupuesto para 1914 y de un proyecto de empréstito; y además el men-
saje secreto dando cuenta de las negociaciones con Chile. Entre todos estos documentos ostenta
valor especial el penúltimo de ellos. Allí manifestó que los errores del pasado siglo no habían servi-
do para el Perú de aleccionamiento bastante para orientar a la administración pública de acuerdo
con los ideales que conducen al éxito y engrandecen a las naciones. Hizo, con tal motivo, unos

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 91
cálculos sobre la exportación del guano entre 1841 y 1879 cuyo monto fijó en cerca de £ 80.000.000,
para declarar en seguida que la única inversión justificada de tan enorme suma no pasaba de £
1.836.800 (las naves de guerra, la Penitenciaría, el jardín y el Palacio de la Exposición y el Puente de
bILLINGhURST Balta). Afirmación arbitraria era esta, pues el Presidente no podía ignorar la necesidad de gastos
CREYÓ qUE EL como los que, por ejemplo, fueron hechos con motivo de la agresión de la escuadra española en
1864 y otros muchos. De todos modos, planteaba la cuestión de a dónde fueron a parar £
AñO DE 1913 ERA 78.000.000 pertenecientes a la nación y de cómo resultó que el Perú, con una riqueza extraordinaria,
MERAMENTE DE tuvo que apelar a los empréstitos extranjeros para efectuar la construcción de vías férreas. A propó-
sito de ellas, Billinghurst hizo el cálculo del costo aproximado de las que habían sido proyectadas en
ESTUDIO Y su tiempo, para llegar a la conclusión de que no era posible llevarlas a cabo todas juntas.
ORIENTACIÓN Y También incluyó en este mensaje importantes datos y cifras sobre la deuda interna y la exter-
qUE PARA 1914 na. Tremenda fue su crítica al contrato celebrado el 11 de enero de 1890 con el representante de
los tenedores de bonos, conde de Donoughmore.
PODRÍA APLICAR Pero la finalidad principal de este documento fue, de acuerdo con principios que, desde el
CON CALMA Y Gobierno había enunciado Piérola, dar la voz de alarma ante el mal y el peligro de la prodigalidad
de los egresos públicos y del desarrollo presupuestal. Al comparar el crecimiento de los gastos
bAJO LOS efectuados entre 1894 y 1906, expresó que había habido un desarrollo de 341%, esto es, más de
DICTADOS DE LA 26% por año “sin que sea posible encontrar una explicación satisfactoria de este aumento desde
ExPERIENCIA DE que el número de habitantes de la República en ese lapso no se ha triplicado ni las exigencias
de la civilización han podido aumentar en proporciones tan culminantes. No es posible tampoco
UN AñO, SU VASTO atribuir ese inflamiento de nuestro Presupuesto a causa de orden económico o administrativo
PLAN porque, si bien es cierto que el costo de la vida y el precio de las cosas ha aumentado visible-
hACENDARIO. mente durante los diez últimos años, esa alza no ha podido dejarse sentir en la forma tan exage-
rada que haya dado lugar al incremento de los gastos que las precedentes cifras acusan”.
Reanudó, pues, Billinghurst la práctica de los mensajes especiales al Parlamento empleada
por Piérola en su administración de 1895 a 1899.

EL PRESUPUESTO PARA 1913.- El gobierno de Billinghurst solicitó ante el Parlamento la pró-


rroga del Presupuesto de 1912 y una autorización para introducir modificaciones en él. El proyec-
to fue aprobado en la Cámara de Diputados por todos los votos menos uno: el de Rafael Grau.
Detalle simbólico de la gran cordialidad que, por aquel entonces, octubre de 1912, existía entre
el Congreso y el Presidente de la República.
Hubo entre quienes dieron su voto aprobatorio, algunos que en octubre de 1911 habíanse
pronunciado a favor de la obligación constitucional de los Gobiernos para gobernar con Presu-
puestos sancionados por el Congreso. Para ellos en 1912 habíase planteado una cuestión de
confianza en el nuevo régimen y este la merecía. Era necesaria, además, una revisión del desor-
den presupuestal. La ley autoritativa en este caso no tenía la trascendencia de las autorizaciones
de 1886 para que el Gobierno administrara sin Presupuesto y de 1896 para que lo confeccionara.
Era una medida tomada legislativamente y no por simple decreto como la de 1910.
La ley N° 1609 de 12 de noviembre de 1913 prorrogó el Presupuesto del ejercicio de 1912
para el de 1913 y autorizó al Poder Ejecutivo para introducir en los pliegos de egresos ordinarios
y extraordinarios todas las supresiones, alteraciones y reformas convenientes y en armonía con
el plan fiscal que se había trazado, dando cuenta a la legislatura inmediata.
Billinghurst se encontró ante graves dificultades para dar cumplimiento a esta amplia autori-
zación. Existía una estructura política y administrativa dejada por el régimen de 1908 a 1912 y sus
predecesores y no le fue posible modificarla en forma sustancial. La Cámara de Diputados ejerció
presión enérgica para que permanecieran intangibles el Presupuesto de Guerra y la dotación de
diversos funcionarios civiles.

92 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
Según sus propias palabras no creyó entonces “prudente suprimir ex abrupto y de raíz todo
el parasitarismo oficial tan íntimamente ligado al elemento burocrático, que constituye la peli-
grosa carcoma de la economía de la nación”. [ 1914 julIo 28 ]
Las cifras oficiales dan mayores ingresos y mayores egresos en el año 1913 que en el de 1912:
LAS RELACIONES
Ingresos Ingresos Egresos Egresos INTERNACIONALES. El 28
calculados efectivos calculados efectivos de julio de 1914, el
presidente Guillermo
 1912 Lp. 3.313.936 3.714.480 3.313.396 3.726.426 Billinghurst dirigió un
 1913 Lp. 3.313.396 5.334.793 3.313.396 5.409.637 mensaje al país,
reproducido por
Billinghurst creyó que el año de 1913 era meramente de estudio y orientación y que para El Comercio al día
1914 podría aplicar con calma y bajo los dictados de la experiencia de un año, su vasto plan siguiente. Dijo el
hacendario. mandatario: “Mi
El porcentaje de los gastos fiscales de Presupuesto en 1913 fue el siguiente en relación con gobierno no ha omitido
el del año anterior: esfuerzos para revestir
de la mayor cordialidad
Congreso Gobierno RR. EE. Justicia, Hacienda Guerra Fomento las relaciones con los
y Policía Instrucción y y gobiernos amigos,
y Culto Comercio Marina considerándose
especialmente ligado a
1912 2,41 18,13 3,18 14,29 31,26 24,75 5,98 ellos por las relevantes
1913 3,21 16,49 3,98 14,48 30,59 24,88 6,87 pruebas de deferencia
con que ha sido
La impresión que se obtiene al examinar este cuadro es que no hubo entre uno y otro año favorecido, pues ni la
variaciones fundamentales. La merma en el pliego de Gobierno y Policía aparece compensada junta de gobierno pudo
por el alza, más moderada, en los referentes al Congreso, Relaciones Exteriores, Justicia, Guerra y estar a los días de
(con mayor intensidad) Fomento. instalada en relación
Las cifras antedichas parecen desmentir la tesis de que el gobierno de Billinghurst descuidó oficial con los gobiernos
a los institutos armados. que tienen la
En cuanto al pliego de Justicia e Instrucción, estuvo muy lejos de volver a la posición que representación
alcanzara en 1906 (15,85%), 1907 (17,24%) y 1908 (16,14%) para declinar en los años siguientes diplomática, o ante los
al arrebatarse rentas antes destinadas a la educación primaria. que está representado el
Perú. La administración
inaugurada el 15 de
LA COMPAÑÍA RECAUDADORA DE IMPUESTOS.- La ley N° 1566 de 28 de marzo de 1912 mayo último ha recibido
autorizó al Ejecutivo para la organización de una sociedad anónima encargada de recaudar los (…) sugestivas
impuestos fiscales. Prosiguió en esta forma el régimen inaugurado en 1896. manifestaciones de
En uso de la antedicha facultad, el Banco del Perú y Londres quedó encargado de organizar cordialidad debidas a
la nueva empresa. De allí resultó el contrato de 25 de febrero de 1913 con la Compañía Recau- los gobiernos de la
dadora de Impuestos que entró a ejercer sus funciones el 1° de abril del mismo año, en vez de la República Argentina,
antigua Compañía Nacional de Recaudación. Su capital nominal fue de Lp. 1.500.000. Brasil y Chile, que son
El nuevo contrato redujo el tipo del premio de recaudación al 1%, permitió girar a cargo de augurio de los más
la entidad entonces creada por cuenta de rendimientos calculados de los impuestos correspon- halagadores resultados”.
dientes a tres meses sin abonar intereses y arregló un empréstito de Lp. 1.245.000 a la par, con el
7% de interés anual.
La Compañía Recaudadora quedó encargada de administrar por cuenta del Estado los
estancos del tabaco, opio y alcohol desnaturalizado. Además tuvo a su cargo la recaudación de
los siguientes impuestos: 1) al consumo de alcoholes; 2) al consumo de azúcar; 3) al consumo

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 93
de fósforos; 4) sobre la renta del capital movible; 5) la alcabala de enajenaciones; 6) la venta del
papel sellado; 7) los derechos de timbres y registro; 8) la contribución de minas y timbres por
denuncio de minas; 9) la contribución de patentes de Lima y Callao; 10) el papel de multas; 11)
bENAVIDES ACUSÓ el papel de aduanas; 12) el mojonazgo y las rentas especiales de instrucción; 13) los derechos
A bILLINGhURST de capitanía.
La duración del contrato fue de cuatro años, que vencieron el 31 de marzo de 1917, y fueron
EN SU MENSAJE prorrogados de hecho durante algún tiempo después.
DE 28 DE JULIO DE
1914 DE hAbERLA LOS EMPRÉSTITOS DE BILLINGHURST.- El Gobierno obtuvo, en febrero de 1913, de la
AUMENTADO [LA Compañía Recaudadora de Impuestos, un empréstito de Lp. 1.245.000 a la par y al 7% de interés,
DEUDA PúbLICA] como se indica en los párrafos precedentes. Con estos fondos se hicieron pagos por obligaciones
pendientes en relación con la Societé Générale por el empréstito suscrito en 1912, la extinguida
EN CERCA DE 10 Sociedad Recaudadora, la casa Schneider por compra de armamento y también para afrontar
MILLONES DE otros saldos deudores, todos ellos provenientes de la administración de Leguía.
La ley N° 1607 de 31 de octubre de 1912 autorizó al Ejecutivo para contratar en el país un
SOLES Y DE hAbER préstamo en cuenta corriente. Se realizó, entonces, por convenio de 20 de noviembre de 1912,
ACEPTADO un empréstito con los Bancos del Perú y Londres, Alemán Transatlántico, Popular e Internacional
fORMAS por valor de Lp. 664.800 al 8% de interés y amortización a razón de Lp. 25.000 mensuales, para
cancelar las deudas contraídas con dichas instituciones antes del 24 de setiembre de 1912,
VIOLENTAS DE ascendentes a Lp. 394.800. Esta operación de crédito dio al Gobierno Lp. 270.000 para atender
AMORTIzACIÓN las necesidades fiscales; pero el interés de ella fue considerado muy alto y la amortización exce-
PARA ALGUNOS siva. Los bancos prestamistas recibieron pagarés a cargo de la Aduana del Callao.
La ley N° 1831 autorizó al Poder Ejecutivo para contratar un empréstito por la cantidad de Lp.
DE LOS 500.000. Al amparo de esta ley el Gobierno obtuvo de los bancos el 5 de diciembre de 1913, un
PRéSTAMOS Y EL préstamo de Lp. 200.000.
Billinghurst pensó en realizar en el extranjero una vasta operación de conversión de la deuda
COMPROMISO DE flotante que no llegó a hacerse.
REEMbOLSO Su gestión hacendaria se vio dificultada por la necesidad de efectuar numerosos pagos por
INMEDIATO compromisos anteriores, entre los que se contaban onerosas sumas que era necesario cancelar
a los bancos, a la cual se agregó la urgencia de depositar en letras y en dinero diversas cantidades
DE OTROS por cuentas que necesitaban aclaración y la necesidad de atender a egresos mayores que los
ADELANTOS. previstos en el Presupuesto.
La verdadera situación de la deuda pública el 4 de febrero de 1914 es un asunto controverti-
ble. Benavides acusó a Billinghurst en su mensaje de 28 de julio de 1914 de haberla aumentado
en cerca de 10 millones de soles y de haber aceptado formas violentas de amortización para
algunos de los préstamos y el compromiso de reembolso inmediato de otros adelantos. Billing-
hurst en su manifiesto del mismo año se defendió extensa y vigorosamente contra esta acusa-
ción. El tema reclama un estudio especial.

[ VIII ]
EL PORVENIR, COMPAÑÍA DE SEGUROS DE VIDA.- Al margen del Estado y de la política
hubo durante la época de Billinghurst algunos interesantes sucesos de importancia económica.
Uno de ellos fue el establecimiento en 1913 de la compañía de seguros peruana sobre la vida “El
Porvenir”, única en su género. Contribuyó a formarla la acción conjunta de las compañías La
Popular, Rímac y La Nacional, establecidas en 1904, 1896 y 1904, respectivamente. Las inversio-
nes locales del dinero erogado por el público en forma de prima de los seguros sobre la vida
sirvieron para aumentar en forma valiosa la capitalización del país.

94 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 33 ]
EL CULTIVO DEL TÉ.- Francisco A. Loayza fue un combativo periodista desde su primera LOS VUELOS
juventud. A los 16 años, publicó su primer semanario, cuando aún era alumno del Colegio de DE MONTERO
Guadalupe. Se llamó El Microbio y apareció en 1901. Editó luego, en 1903, La Picota, “semanario
radial y de caricaturas”. Ninguno de ellos tuvo el éxito popular de Fray K. B. Zon entre 1907 y 1911.
Su vida tomó un nuevo rumbo cuando fue nombrado, parece que por el régimen de Billinghurst,
cónsul en Yokohama. En esta ciudad hizo imprimir en 1913 Simiente japonesa, “leyendas y cuen-
tos antiguos del Japón”.
Allí y en China hizo estudios sobre el cultivo del té, acerca del cual envió un documentado
informe a Lima. Se ha dicho que promovió la introducción de este cultivo en el valle de La Con-
vención, en la hacienda Huyro. El presidente Billinghurst demostró interés personal en el asunto.
Benjamín de la Torre Mar, dueño de Huyro, fue quien primero plantó semillas de té. Casi simultá-
neamente se hacía análogo esfuerzo en Amaybamba de Ramón María Romero. El té cuzqueño
fue exhibido por primera vez en la Exposición del Centenario de Ayacucho en 1924. El Ministerio
de Fomento solicitó que las semillas fuesen conducidas a Huánuco. El té peruano ostenta una
extraordinaria calidad. Su detallada historia está todavía por ser escrita.
El aviador peruano José
Ramón Montero estudió
[ Ix ] en la Escuela Bleriot
LOS VUELOS DE RAMÓN MONTERO.- Brevetado en Francia en la Escuela de Bleriot, el acau- (Francia) y regresó al
dalado propietario de Pisco, Ramón Montero, inició el 2 de enero de 1913 una serie de vuelos Perú en diciembre de
sobre Lima que provocaron gran entusiasmo. Alternaron con las carreras de caballos en el hipó- 1912. Trajo consigo un
dromo de Santa Beatriz. avión Bleriot XI con
El 12 de marzo de 1913 partió Montero del aeródromo de Bellavista para iniciar su raid de motor Gnome de 80 HP,
Lima a Pisco con escalas en Cañete y Chincha. Por fallas en el motor, tuvo que aterrizar en una a bordo del cual realizó
de las calles de Cerro Azul. Siguió luego su ruta y bajó en Chincha. De allí emprendió la tercera varios vuelos sobre Lima,
etapa de su vuelo y pudo llegar a Pisco. Aterrizó en las pampas de San Andrés. Así llegó a cumplir y en febrero de 1913, el
Montero su propósito. Fue el primer piloto que realizó en el Perú un vuelo de larga distancia con primer vuelo desde la
escalas, el más largo en la costa del Pacífico en América del Sur. capital hasta Pisco.
Posteriormente, regaló
dicho avión al ejército
OTROS VUELOS.- El 25 de enero de 1913 realizó Juan Bielovucic la hazaña de atravesar los Alpes. peruano. Aquí vemos a
Casi junto con Montero llegó el piloto chileno Eduardo Molina Lavin que tuvo que afrontar Montero en una
diversos inconvenientes y solo pudo ascender en el cielo de Lima el 24 de diciembre de 1912 y fotografía de 1912.
el 6 de enero de 1913 en el hipódromo de Santa Beatriz.
En julio y agosto de 1913 actuaron con éxito en la capital el aviador italiano Rappini y el chi-
leno Clodomiro Figueroa. Como ocurriera antes en el caso del compatriota de este último Moli-
na Lavin, a la naciente profesión aeronáutica no llegaban los entredichos y las asperezas que
habían perturbado antes tan hondamente las relaciones diplomáticas entre el Perú y Chile.
Figueroa voló en 1915 en Arequipa, Mollendo y Lima (en esta ciudad el 30 de agosto y el 5
de setiembre).

[ CAPÍTULO 33 ] PERÍODO 6 95
[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 34 ● I La de­mo­ra en la apro­ el 18 de ene­ro de 1914 ● Los dia­rios. La de Bi­lling­hurst ● IV Apre­cia­cio­nes so­bre
ba­ción del Pre­su­pues­to pa­ra 1914 por el ac­ti­tud del Par­ti­do Ci­vil In­de­pen­dien­te el con­flic­to cons­ti­tu­cio­nal de 1914. El
Con­gre­so ● La di­mi­sión de los mi­nis­tros ● Los dis­tin­tos sec­to­res de la cons­pi­ra­ sig­ni­fi­ca­do his­tó­ri­co de Bi­lling­hurst ● La
Tu­de­la y Mal­do­na­do ●  La vi­gen­cia del ción ● Los fun­da­men­tos de la pro­pa­ se­gun­da cri­sis de la Re­pú­bli­ca Aris­to­crá­
Pre­su­pues­to pa­ra 1914 por de­cre­to. No gan­da sub­ver­si­va ● ¿Hu­bo el in­ten­to de ti­ca ● El plan de Bi­lling­hurst. La su­ble­va­
hu­bo re­ba­ja en el plie­go de gue­rra ● II ob­te­ner la re­nun­cia de Bi­lling­hurst por ción de Le­guía en 1919 y el ple­bis­ci­to
El con­flic­to en­tre el Pre­si­den­te y el Con­ me­dios pa­cí­fi­cos? ● La pro­pa­gan­da con­ de 1939 ●  La suer­te de la re­for­mas pro­
gre­so. El su­pues­to de­cre­to con la de­sau­ tra el Con­gre­so y a fa­vor del ple­bis­ci­to ● pug­na­das por Bi­lling­hurst ●  La le­ga­li­za­
to­ri­za­ción de es­te y las cau­sa­les adu­ci­ El am­bien­te en Li­ma al em­pe­zar fe­bre­ro ción de la apro­ba­ción del Pre­su­pues­to
das ● Las re­for­mas cons­ti­tu­cio­na­les ● Las ●  ¿Aban­do­nó Bi­lling­hurst a úl­ti­ma ho­ra por de­cre­to en 1962 ●  V For­ma­ción de
re­for­mas cons­ti­tu­cio­na­les en el pro­yec­ la idea del ple­bis­ci­to? ● El pro­nun­cia­ la Jun­ta de Go­bier­no ● La reu­nión de los
to de Ja­vier Pra­do y Ma­ria­no H. Cor­ne­jo mien­to mi­li­tar del 4 de fe­bre­ro. Ase­si­ se­na­do­res y di­pu­ta­dos re­si­den­tes en Li­
●  El ple­bis­ci­to ● El ar­ma­men­to del pue­ na­to del ge­ne­ral En­ri­que Va­re­la ● Ho­ ma ● La apro­ba­ción de la cla­se di­ri­gen­te
blo ●  Ca­sos la­ti­noa­me­ri­ca­nos de ar­ma­ me­na­jes al ge­ne­ral Va­re­la ●  El pro­ce­so a la sub­ver­sión mi­li­tar en 1914 ● Los as­
men­tos del pue­blo co­mo con­tra­pe­so por el ase­si­na­to del ge­ne­ral Va­re­la ●  La cen­sos por la sub­ver­sión del 4 de fe­bre­
al po­der mi­li­tar ● III La cons­pi­ra­ción ● El mu­sa po­pu­lar y el ase­si­na­to del ge­ne­ ro ● La tran­qui­li­dad pú­bli­ca des­pués del
in­ten­to de efec­tuar el pro­nun­cia­mien­to ral Va­re­la ● La di­mi­sión y la ex­pa­tria­ción 4 de fe­bre­ro.
LA ADMINISTRACIÓN DE BILLINGHURST (II). EL CONFLICTO
ENTRE EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Y EL CONGRESO,
Y LA REAPARICIÓN DEL EJÉRCITO EN LA POLÍTICA.
La segunda crisis en la República Aristocrática

CAPÍTULO
34
[ ]
L
[I]
A DEMORA EN LA APROBACIÓN DEL PRESUPUESTO PARA 1914 POR EL CONGRESO.-
El 24 de setiembre de 1913, al ser conmemorado el primer aniversario de su gobierno (que los
comités populares celebraron con albazos, bailes, serenatas, desfiles nocturnos, farolitos, cohetes
y otras manifestaciones), Billinghurst ofreció un banquete al Congreso. En el discurso de ofreci-
miento tuvo el insólito rasgo de decir que no se sentía satisfecho con lo que había realizado a lo
largo de ese año. Pero, a pesar del suculento agasajo y a pesar de los votos de confianza emitidos
a los ministros de Guerra y Relaciones Exteriores después de sesiones secretas sobre asuntos mili-
tares y diplomáticos, el desacuerdo entre el Presidente y las Cámaras se volvió crecientemente
grave en 1913. Entre otros de los varios episodios ocurridos entonces estuvo el de las interpela-
ciones sobre organización del ejército y adquisición de elementos bélicos formuladas en sesio-
nes secretas al ministro de Guerra por el diputado Rafael Grau(1). La Cámara convino en que el
ministro las respondiera por escrito; pero cuando esta contestación llegó a ser enviada, acordó
remitirle la copia taquigráfica de la sesión de interpelaciones, lo cual fue considerado como una
manera de expresarle que no se había dado por satisfecha.
El Presupuesto vigente en 1912 había sido prorrogado para 1913, según se ha visto. Junto con
esta prórroga hubo una autorización al Ejecutivo para que introdujera en él las alteraciones con-
venientes en armonía con el plan fiscal trazado. El mensaje presidencial del 5 de setiembre de
1913 fue una exposición de motivos del proyecto de Presupuesto para 1914, que incluyó un
detallado manifiesto sobre el estado de la Hacienda Pública. Billinghurst consideró necesaria la
emisión de un empréstito extranjero de 600.000 soles al 6% para invertirlo en satisfacer los com-
promisos del Estado en orden a diferentes deudas, en la renovación del material de guerra y
marina y en algunas obras públicas premiosas entre las que incluyó la construcción de escuelas,
cárceles y cuarteles, algunos ferrocarriles y habitaciones para obreros. Al mismo tiempo manifes-
tó que era indispensable reformar las finanzas, suprimir para siempre el déficit y los gastos super-
fluos, entrar en el régimen de la más severa economía, simplificar el sistema administrativo, extir-
par los abusos y corruptelas que dañaban al régimen rentístico, trabajar por el acrecentamiento
de la riqueza pública y privada, bajo el imperio de la ley, el orden y la tranquilidad y mediante el
desarrollo de la agricultura, las franquicias comerciales y la protección al trabajo en general.
La discusión sobre el pliego de ingresos de ese Presupuesto se inició en la Cámara de Dipu-
tados solo cuando estaba avanzada la legislatura de 1913. Fueron rechazados algunos de sus
capítulos en bloque. Esta votación fue luego reconsiderada. Cuando empezó de nuevo el deba-
te presupuestal se produjeron las algaradas con motivo del asunto relativo al Concejo Provincial
de Lima de que se dio cuenta en el capítulo anterior. La comisión de la Cámara aumentó las cifras
de los pliegos que el Gobierno había disminuido en contraste con la actitud de otros regímenes
que los inflaron. Se produjo con este motivo una discusión entre el ministro Baldomero Maldo-
nado cuya opinión fue adversa al dictamen y el presidente de la comisión Ernesto Ráez (ex

(1) Véase el capítulo anterior.

98 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]
ministro de Leguía) que lo defendió. El diputado José Balta pronunció un discurso para expresar
la opinión de que los ingresos debían ser mayores si eran científicamente calculados. El debate
quedó sin entrar en los detalles de este asunto. La Cámara pasó a discutir otros temas, muchos
de ellos solo de interés particular o local, al lado de la reforma de un artículo de la Constitución LA úLTIMA SESIÓN
para permitir la tolerancia de cultos que fue aprobada por gran mayoría. Seguramente aplazó la EN LA qUE SE
cuestión presupuestal con la expectativa de que fuese convocada una legislatura extraordinaria.
Aunque hubo votos de confianza a los ministros de Guerra y de Relaciones Exteriores después TRATÓ DEL
de sesiones secretas en la Cámara de Diputados, no faltaron en aquellos momentos acuerdos PRESUPUESTO fUE
que indirectamente fueron desagradables para el Ejecutivo como el relativo a la concesión
hecha a la compañía Borax Consolidated aprobado con la enmienda de facultar a la Municipali-
LA DEL 23 DE
dad de Arequipa para crear un impuesto. SETIEMbRE Y LA
La última sesión en la que se trató del Presupuesto fue la del 23 de setiembre y la legislatura LEGISLATURA fUE
fue clausurada el 25 de octubre. Asombra que el Presidente de la República no hiciera gestión
alguna durante este período de un mes. Hubo gran desorden entonces en la labor del Parlamen- CLAUSURADA EL 25
to con predominio, como se ha dicho ya, de asuntos de interés local y particular. Billinghurst se DE OCTUbRE.
negó a convocar la legislatura extraordinaria, ni aun con la finalidad exclusiva de sancionar el
Presupuesto para 1914.
ASOMbRA qUE EL
PRESIDENTE DE LA
REPúbLICA NO
LA DIMISIÓN DE LOS MINISTROS TUDELA Y MALDONADO.- Como los ministros Tudela
y Maldonado, en desacuerdo con sus colegas de Guerra, Justicia, Fomento y Gobierno, conside-
hICIERA GESTIÓN
raban indispensable dicha convocatoria y no tenían seguramente simpatía a la idea de crear un ALGUNA DURANTE
nuevo orden político basado en la eliminación del Congreso, estuvieron en la condición de dimi- ESTE PERÍODO DE
sionarios desde fines de octubre, aunque oficializaron su renuncia solo el 24 de diciembre de
1913. Hubo una larga pausa que al principio se atribuyó a la llegada de personajes eminentes al UN MES.
país y a la celebración de un congreso científico internacional; pero inmediatamente después
siguió la tensión. Los reemplazantes de los ministros dimisionarios después de tan considerable
demora fueron con carácter interino, dos funcionarios: Emilio Althaus, oficial mayor de Relacio-
nes Exteriores y Armando Vélez, director de Administración en el Ministerio de Hacienda. Así
parchado el Gabinete Varela, acompañó al presidente Billinghurst hasta la madrugada del 4 de
febrero de 1914. La presencia de Althaus señaló, según se dijo, la tendencia del civilismo a no
romper con Billinghurst.
Se dio a la crisis una solución provisional de aplazamiento, sin incidir, como dijo un periódico,
“sobre la miga, el meollo, el entripado” para detenerse en la corteza.

LA VIGENCIA DEL PRESUPUESTO PARA 1914 POR DECRETO. NO HUBO REBAJA EN


EL PLIEGO DE GUERRA.- El decreto de 29 de diciembre de 1913 puso en vigencia el proyec-
to del Ejecutivo cuyo pliego de egresos daba una suma inferior a la que correspondía al ejercicio
precedente. Con dicho documento hacendario creía el Presidente haber dado el primer paso
para la reforma prometida. Esta vigencia se hizo con cargo de recabar posteriormente la “homo-
logación” del procedimiento por el Congreso.
El Presupuesto para 1914 ascendía a Lp. 3.109.836,8,21 en sus egresos, mientras que el pro-
yecto de Presupuesto para 1913 enviado por Leguía al Parlamento era de Lp. 3.648.918,7,83. Los
egresos efectivos en 1912 habían llegado hasta la cantidad de Lp. 3.938.042,3,39, según reveló
Billinghurst en su manifiesto de 1914 y hasta Lp. 3.726.326 según los Extractos Estadísticos.
Se ha afirmado que Billinghurst intentó una drástica rebaja en el pliego de Guerra y Marina.
Esa aseveración no es exacta. El proyecto de Presupuesto para 1914 representó un aumento de
Lp. 93.984,0,38 sobre los ejercicios de 1912 y 1913 en dichos ramos si bien hubo economías en

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 99
LAS OPINIONES algunos servicios; mientras que en los demás pliegos aparecieron rebajas en el siguiente orden
DE CORBACHO de prelación: Hacienda, Gobierno, Justicia e Instrucción, Fomento, Relaciones Exteriores. El pliego
del Legislativo continuó idéntico.
La ley N° 1961 del 1° de junio de 1914, expedida después del derrocamiento de Billinghurst
invalidó el decreto del 29 de setiembre de 1913 sobre el Presupuesto y autorizó al Poder Ejecu-
tivo para prorrogar los duodécimos correspondientes del Presupuesto de 1912.

[ II ]
EL CONFLICTO ENTRE EL PRESIDENTE Y EL CONGRESO. EL SUPUESTO DECRETO
CON LA DESAUTORIZACIÓN DE ESTE Y LAS CAUSALES ADUCIDAS.- El conflicto entre
el Presidente de la República y el Congreso se convirtió entonces en una lucha por la supervi-
vencia de uno u otro. No existía precedente en el país de una pugna tan grave, salvo, el caso de
Riva-Agüero en 1823. Parlamentos hubo que, en momentos de gran agitación política, preten-
dieron fulminar al presidente con una acusación como en 1832 o con la declaración de vacancia
El militar y político José de la jefatura de Estado como en 1857 y 1867; pero sin lograr esos radicales objetivos. En opor-
M. Corbacho, diputado tunidad que en 1914 era reciente, o sea en 1911, el Gobierno había incorporado a las Cámaras,
por la provincia de La por la fuerza, un tercio de adeptos suyos para obtener mayoría y apaciguar así al Poder Legislati-
Unión entre 1913 y 1918, vo que le estaba creando serias dificultades. A principios de 1914 se diseñó una situación distin-
afirmó la convicción del ta. Ella implicaba nada menos que la posibilidad de que el Presidente de la República pretendie-
presidente Billinghurst ra destruir al Congreso.
de disolver el Congreso Billinghurst llegó a madurar, con una lentitud que le fue fatal, una fórmula para adoptar esta
de la República. radical medida; pero optó por ir postergándola. En La Prensa del 7 de febrero de 1914 se publicó
Sus declaraciones el decreto de disolución que había sido impreso sigilosamente; sus originales y pruebas habían
agudizaron el conflicto sido corregidas sin haberse llegado a efectuar el tiraje de la edición. Un análisis de este supuesto
ya existente entre el decreto lleva a la conclusión de que es auténtico. Resulta importante para la historia del Perú en
primer mandatario y el el siglo XX y para quien estudie el Derecho Constitucional peruano sintetizar los 47 “consideran-
Legislativo. Años dos” allí consignados.
después, Corbacho fue Empezaba Billinghurst por recordar “la protesta plebiscitaria contra la inmoralidad política y
reelegido para la el exclusivismo burocrático que impidió en 1912 la consumación de las falsificaciones electorales
cámara de diputados e impuso al Congreso la proclamación del actual Jefe de Estado”. De ella quería hacer tardíamen-
(1919), como te la premisa lógica para la renovación total del Poder Legislativo. En su gran mayoría este hallá-
representante de las base integrado por representantes provenientes de la imposición y el fraude que habían conde-
provincias de Pataz y nado al retraimiento continuo a los partidos populares y provocado, a veces, la protesta armada
Cajamarquilla. de los ciudadanos. No reemplazó el nuevo Presidente (seguía diciendo) a las Cámaras por una
asamblea general emanada del voto popular en la creencia de que, debiendo renovarse los ter-
cios bajo la jurisdicción de la Corte Suprema, podría entronizarse paulatinamente la verdad del
sufragio y en la confianza también de que se introducirían reformas en la Constitución.
En 1913, sin embargo, la Corte Suprema anuló la mitad de los procesos electorales. Las juntas
preparatorias de ese año llegaron a desconocer esos fallos y provocaron una protesta popular
que obligó a rectificar tal actitud. Hacía nada menos que 18 años que se había efectuado la revo-
lución total del Congreso (1895). Durante ese lapso, la experiencia política del país era de eleccio-
nes ilegítimas, arbitraria intervención gubernativa en ella, un sistema que convertía las curules en
el patrimonio de unas cuantas familias seleccionadas por el poder central, prórrogas de manda-
tos fenecidos, postergaciones de plazos eleccionarios, transformación de representantes suplen-
tes en representantes propietarios, incorporación a balazos de un tercio en 1911. La Constitución
ordenaba la renovación bienal del Cuerpo Legislativo y el cambio del presidente de la República
cada cuatro años; pero el fallecimiento de Candamo interrumpió en 1904 la coincidencia de estas
elecciones presidenciales y parlamentarias y rompió el equilibrio constitucional expresado en la

100 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


renovación simultánea de ambos Poderes. El Parlamento que estaba en funciones en 1914 pre-
tendía, por lo demás, la prórroga del período correspondiente a un tercio de los representantes
por dos años adicionales. Por el contrario, debía ponerse término anticipado a los mandatos
legislativos, a fin de que coincidieran en lo sucesivo los comicios para la renovación parlamenta- EL CONfLICTO
ria y para la presidencia. Vicios de origen y derivados de infracciones constitucionales o de ano- ENTRE EL
malías jurídicas minaban, pues, al Congreso; pero además este era responsable por haber sancio-
nado el tratado que hacía perder ante Bolivia cerca de 9 mil kilómetros cuadrados a pesar de la PRESIDENTE DE LA
sentencia de un árbitro. Por otra parte, acababa de clausurar sus sesiones sin fijar la fecha en que REPúbLICA Y EL
debían practicarse las elecciones correspondientes a los procesos anulados en 1913 por la Corte
Suprema y sin señalar las reglas necesarias para terminar los procesos inconclusos, de modo que
CONGRESO SE
la renovación constitucional de las Cámaras ya no era posible en tiempo oportuno, con lo cual CONVIRTIÓ
quedaba un sector de la ciudadanía sin representación parlamentaria. El precepto de la elección ENTONCES EN
bienal y por terceras partes del Congreso era mandato de la Carta política cuya falta de cumpli-
miento inhabilitaba a los dos tercios restantes, pues, al integrarlos con el que faltaba, los pueblos UNA LUChA
probaban su aquiescencia para la continuidad del régimen político vigente; esta doctrina había POR LA
sido sancionada por el Parlamento en 1899 y en 1903, con motivo de las elecciones presidencia-
les, al declarar que la constitucionalidad del Congreso es inseparable de la aprobación de las
SUPERVIVENCIA
elecciones practicadas para la renovación del nuevo tercio parlamentario. DE UNO U OTRO.
Otro de los puntos mencionados por Billinghurst en seguida era la clausura del Congreso de NO ExISTÍA
1913 sin aprobar el Presupuesto para 1914, lo cual había dado lugar a su vigencia por decreto
con cargo de recabar la aprobación de procedimiento por el Poder Legislativo, sin que fuera
PRECEDENTE EN
posible acudir otra vez al mismo cuerpo que se había hecho culpable de inconstitucionalidad y EL PAÍS DE UNA
de negligencia. Si para las extralimitaciones del Poder Ejecutivo había una sanción que estaba PUGNA TAN
señalada entre las facultades del Congreso, las extralimitaciones de este debían someterse al
veredicto de los pueblos. En la nación hallábase la soberanía, a ella corresponde resolver los con- GRAVE, SALVO,
flictos de carácter constitucional. Esta saludable fórmula para solucionarlos debía integrarse con EL CASO DE
“la elección de un Congreso cuya legitimidad de representación y cuya renovación en períodos
invariables restablezca la constitucionalidad interrumpida”. Ya se había producido en parte una
RIVA-AGüERO
acción reivindicatoria de la soberanía al establecerse el Gobierno de 1912; y los intereses buro- EN 1823.
cráticos que eran residuo del régimen condenado por la opinión habían sido vencidos en las
elecciones parciales efectuadas en 1913.
Billinghurst pensó, pues, en una renovación total y depuradora del personal que debía inte-
grar el Congreso. El diputado José Corbacho expresó en su Cámara en la sesión del 7 de agosto
de 1915: “Recuerdo mucho que Billinghurst me contó en una ocasión lo siguiente: Que un cono-
cido político acercose a él y le dijo: ‘Nosotros lo apoyamos en la disolución del Congreso porque
es una necesidad patriótica; pero nosotros, en cambio, esperamos de usted que se sirva darnos
unas cuantas curules en el nuevo Parlamento’. Entonces don Guillermo, con esa honradez y esa
franqueza que le caracterizaban, contestó a aquel distinguido político, que está aquí presente:
‘Se trataba en una oportunidad de un enfermo que se encontraba muy grave, el cual le dijo al
médico: –Doctor, sálveme usted, mi estado es mortal. El médico le replicó: –Muy bien, yo lo salvo,
pero tiene usted que tomar esta purga. A lo que el enfermo respondió: –La tomaré, lo arrojaré
todo, pero no los porotos, doctor’. Don Guillermo decía entonces a este político que la disolución
en la forma propuesta venía a ser una purga para salvar al Parlamento y agregaba: ‘¿Cómo quie-
re usted que yo me tome la purga y me quede con ustedes adentro?’”.

LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES.- El proyecto de decreto enumeró las catorce refor-


mas constitucionales que auspiciaba. Eran ellas: 1° La renovación total del Congreso en períodos
fijos sobre la base de un acto único e indiviso de voluntad popular para evitar el alejamiento

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 101


el manifiesto de 1914

Luego de que
fuera obligado a
abandonar el
poder, en su
p u­bli­ca­do en San­tia­go de Chi­le en
1915, El Presidente Bi­lling­hurst a
la Na­ción es un do­cu­men­to va­lio­
so pa­ra co­no­cer el pun­to de vis­ta de
uno de los prin­ci­pa­les ac­to­res acer­ca de
con to­da la ener­gía de una con­cien­cia
hon­ra­da, que nun­ca en­tró en mi plan
po­lí­ti­co la di­so­lu­ción del Par­la­men­to,
por ac­ to di­
rec­to del Go­ bier­
no o por
me­dio del vo­to ple­bis­ci­ta­rio, co­mo se
manifiesto a la los su­ce­sos que lle­va­ron fi­nal­men­te a ha ase­gu­ra­do; no obs­tan­te que la opi­
un mi­li­tar, Ós­car Be­na­vi­des, a asu­mir el nión pú­bli­ca con­de­na, des­de tiem­po
Nación redactado po­der. Pu­bli­ca­mos al­gu­nos frag­men­tos atrás, la com­po­si­ción in­cons­ti­tu­cio­nal
en Arica, del ma­ni­fies­to bi­lling­hu­ris­ta; sus con­si­ de nues­tras Cá­ma­ras, acu­sán­do­las, al
de­ran­dos pe­san se­ve­ra­men­te so­bre los mis­mo tiem­po, de ha­llar­se hon­da­men­te
Guillermo de­va­neos de los lí­de­res del país. di­vi­di­das, sin re­fle­xio­nar que en es­te
Billinghurst úl­ti­mo con­cep­to qui­zás, re­pre­sen­tan el
ensayó una “Nun­ca pa­só el Pe­rú por cri­sis po­lí­ti­ca, es­ta­do del país, pues la anar­quía que las
fi­nan­cie­ra e in­ter­na­cio­nal más agu­da, tra­ba­ja, no es si­no el re­fle­jo de las lu­chas
justificación in­ten­sa y pa­vo­ro­sa que la pre­sen­te, que agi­tan al Pe­rú en­te­ro (pp. 3-4).
acerca de la cu­yas pro­yec­cio­nes no son fá­ci­les de
cal­cu­lar, aun­que ellas se di­vi­san con Co­mo re­pu­bli­ca­no, no con­ci­bo la pro­
necesidad de las
cla­ri­dad por los que no pa­de­ce­mos de ce­den­cia di­vi­na de los re­yes, y co­mo
reformas que la in­cu­ra­ble mio­pía de la con­cu­pis­cen­ de­mó­cra­ta no acep­to las he­ren­cias y
pretendía cia, que to­do lo al­te­ra, des­co­lo­ra y des­ di­nas­tías pre­si­den­cia­les que se em­pe­
con­cier­ta. ñan en acli­ ma­ tar, en nues­ tro país,
introducir en de­ter­mi­na­das fa­mi­lias de la so­cie­dad
aquel Congreso Si el Pe­rú, en­fer­mo y pos­tra­do, no lo­gra pe­rua­na, y pre­ci­sa­men­te, las que nin­
cuya oposición le sa­cu­dir­se, pron­to y to­tal­men­te, del gún tí­tu­lo tie­nen a la gra­ti­tud de la
ré­gi­men im­pe­ran­te de ver­güen­za, mi­se­ Na­ción, por­que sus nom­bres se ha­llan
había resultado ria y ca­la­mi­dad pú­bli­ca y pri­va­da, en el vin­cu­la­dos a los más es­pan­to­sos de­sas­
tan cara. que los aven­tu­re­ros po­lí­ti­cos ex­plo­tan tres del Pe­rú! [...]
la co­sa pú­bli­ca, co­mo si fue­ra feu­do que
de de­re­cho les per­te­ne­ce, nues­tro país En ver­dad que yo pro­cu­ré, en to­do ins­
es­tá con­de­na­do a ser el lu­di­brio de las tan­te de mi cor­to pe­rio­do pre­si­den­cial,
na­cio­nes de es­te Con­ti­nen­te, que na­da ha­cer más ad­mi­nis­tra­ción que po­lí­ti­ca,
di­cen, pe­ ro que con­ tem­ plan con no pe­ro no se­gún la abo­mi­na­ble fór­mu­la
di­si­mu­la­do des­dén, cuán­to ha ocu­rri­do de los ti­ra­nos que ex­hi­ben su la­bor
en nues­tro país, des­de el acia­go día en ad­mi­nis­tra­ti­va co­mo es­pe­jis­mo pa­ra
que el mi­li­ta­ris­mo mal acon­se­ja­do, des­lum­brar a los pue­blos, si­no con­for­
de­rro­có a ba­yo­ne­ta­zos al Go­bier­no me a la prác­ti­ca hon­ra­da y pa­trio­ta de
cons­ti­tu­cio­nal y ci­vil de la Re­pú­bli­ca. los man­da­ta­rios que se des­vi­ven por
co­rres­pon­der a las as­pi­ra­cio­nes de sus
Co­mo cues­tión pre­via, y sin per­jui­cio de man­dan­tes, em­pe­ñán­do­se en rea­li­zar
que más ade­lan­te me ocu­pa­ré en ella sus más ur­gen­tes ne­ce­si­da­des” (pp.
de­te­ni­da­men­te, cúm­ple­me de­cla­rar, 93-94).

102 período 6 [ capítulo 34 ]


entre esta y las Cámaras convertidas en corporación burocrática; 2° La supresión de las suplen-
cias, origen de tráfico bochornoso y de ambiciones políticas de las mayorías y de los Gobiernos;
3° La disminución del número de representantes consignándolo en el texto de la Carta política,
para cortar el abuso de la creación de provincias sin proporción con la población, con la riqueza
y con el grado de cultura del país, con lo cual aparecían circunscripciones que carecían del
número necesario de habitantes y unos ciudadanos tenían el privilegio de contar con mayor
28
EL hEREDERO
JUNIO
1914
[ bosnIa ]

influencia con sus votos que otros; 4° La supresión de las vicepresidencias de la República, ger- AL TRONO
men de intrigas con alarmas y peligros para la paz pública y origen de expectativas para perso- AUSTROhúNGARO,
nas inadecuadas que pueden ser repudiadas por la opinión pública y el Parlamento; 5° El reem-
plazo del presidente de la República por el presidente del Senado en los casos de inhabilitación; fRANCISCO
6° La supresión de la iniciativa parlamentaria en los gastos públicos, con el fin de que se limitase fERNANDO DE
el Congreso a aprobar, desaprobar o modificar las partidas presupuestales; 7° El decreto exclusivo AUSTRIA, ES
del Poder Ejecutivo para aumentar o disminuir los sueldos de los funcionarios públicos; 8° La
prórroga automática de la legislatura si el Congreso no aprobara en octubre el Presupuesto
ASESINADO JUNTO A
nacional, con la obligación de ambas Cámaras de ocuparse exclusivamente en sesión continua SU ESPOSA EN
de sancionarlo y expedirlo; 9° La prohibición de premios pecuniarios o gracias otorgados por el SARAJEVO, POR EL
Congreso sin la previa autorización del Poder Ejecutivo; 10° La inclusión de la asistencia pública
NACIONALISTA
en favor de huérfanos, inválidos y ancianos como obligación del Estado sin abandonarla “a la
acción siempre deficiente de la caridad individual, administrada por instituciones que no han SERbIO GAVRILO
logrado sustraerse a la degeneración burocrática”; 11° La incompatibilidad entre la función par- PRINCIP, qUIEN LES
lamentaria y la administrativa extendida a todos los empleos en instituciones locales o especiales
DISPARÓ CON UN
y a los dependientes y servidores de empresas o sociedades comerciales que tengan negocios
con el Estado; 12° La autorización para que los ministros de Estado pudiesen presentarse como REVÓLVER. ESTE
candidatos a representaciones parlamentarias; 13° La responsabilidad política de los ministros MAGNICIDIO fUE
ante el Parlamento y la necesidad de que gobiernen con la confianza de ambas Cámaras; 14° La UNO DE LOS
implantación en el Perú del sistema de referéndum o plebiscito nacional.
DETONANTES DE LA
PRIMERA GUERRA
LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES EN EL PROYECTO DE JAVIER PRADO Y MARIA- MUNDIAL. EN LOS
NO H. CORNEJO.- El proyecto de Billinghurst no fue en esta época el único sobre reformas
constitucionales. En agosto de 1912 habían presentado en su Cámara los senadores Javier Prado
DÍAS SIGUIENTES, EL
y Mariano H. Cornejo el que establecía la elección del presidente de la República por el Congre- IMPERIO AUSTRO-
so con un período de cinco años y suprimía las vicepresidencias y también las representaciones húNGARO DECLARÓ
suplentes. Este proyecto llegó a ser aprobado en el Senado con excepción del artículo sobre la
LA GUERRA A SERbIA,
designación presidencial. Mariano H. Cornejo tuvo directa e íntima conexión con los planes
constitucionalistas de Billinghurst, mientras el sector de opinión que encabezaban los hermanos Y EL SEGUNDO
Prado se opuso resueltamente a ellos. IMPERIO ALEMÁN
hIzO LO PROPIO
EL PLEBISCITO.- Solo el acto directo y el mandato imperativo de los pueblos (proseguía CON RUSIA.
diciendo el proyecto de decreto de Billinghurst) podía hacer viables las reformas concernientes
a la organización y a las facultades de los Poderes públicos, en especial las concernientes a la
disminución del número de representantes y a la supresión de los suplentes, obstaculizadas ine-
vitablemente por intereses personales y de círculo. La renovación total del Congreso ya había
sido aprobada en la Cámara de Senadores; y para llevarla a cabo era preciso cancelar el mandato
de, cuando menos, dos tercios de sus miembros y de todos los suplentes. No cabía lógicamente
aceptar el absurdo de que fuera posible consultar la voluntad de la nación solo después de un
levantamiento armado, que otorgaba a un caudillo rebelde el derecho que se negaba a un
Gobierno legalmente constituido, personero de la inmensa mayoría del país. Tampoco cabía

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 103


PIEDRA Y LA buscar previamente la aquiescencia de los grupos políticos acusados de usurpar los derechos
CONSPIRACIÓN soberanos, atrincherados en convencionalismos de abuso. El procedimiento estatuido para la
reforma constitucional mediante la sanción de dos legislaturas ordinarias había quedado desvir-
tuado con la transformación del carácter bienal de ellas, pues las Cámaras tenían reunión anual
desde 1879, lo cual implicaba que los mismos diputados y senadores resolvían este trascenden-
te asunto, no obstante que los autores de la Carta de 1860 quisieron que fuesen dos personales
legislativos distintos. Vino a ser, en realidad, un plazo de cuatro años, pues, el señalado para la
reforma prevista en dicha Carta, y no el de dos que venía a suprimir la decisión popular interme-
dia dentro de ese plazo; habían prescindido de tomar en cuenta tan importante circunstancia los
Congresos que después de 1879 ejercieron facultades constituyentes. Ellas implicaban una con-
tradicción con el mandato simplemente representativo de los Parlamentos y, al ser llevados a
cabo sin autorización de ningún género, había socavado el régimen democrático en el Perú y
resultaba necesaria una asamblea especial y directamente autorizada para fijar el procedimiento
concerniente a las reformas de la Constitución. Por otra parte, había un antecedente del proce-
dimiento que se trataba de adoptar en lo ocurrido en 1860, pues la Carta promulgada entonces
En 1913, se gestó una no fue sancionada por una Asamblea constituyente sino por un Congreso autorizado por los
conspiración que tenía pueblos a propuesta del Poder Ejecutivo.
como propósito disolver Por todas las consideraciones antedichas el proyecto de decreto convocaba a un plebiscito
el Poder Legislativo y nacional. Los ciudadanos que las aprobaran podían renovar en sus respectivas circunscripciones
solicitar la vacancia de la electorales los poderes de los representantes a Congreso que estaban en funciones o podían
presidencia. Se trató de cancelarlos para elegir, en este caso, nuevos senadores y diputados. Constituidas en legislatura
una reacción al plan del extraordinaria las Cámaras estaban autorizadas para funcionar conjuntamente y completar y
presidente Billinghurst de poner en vigencia las reformas sancionadas por el voto de los pueblos, con la obligación de
disolver el Congreso de la hacer efectiva de inmediato la supresión de los suplentes y la reducción en el número de curules.
República. Fue planeada Tanto la votación plebiscitaria como las renovaciones de mandatos y las elecciones de nuevos
por un grupo de ocho representantes debían hacerse en forma simultánea. Se entendía que los ciudadanos que vota-
diputados, apoyados por ran por personas distintas del representante en funciones le cancelaban sus poderes por ese solo
oficiales del ejército y hecho. Promulgadas las reformas de la Constitución, el Congreso debía funcionar en la forma
miembros de la sociedad acostumbrada. La votación en el plebiscito era obligatoria para todos los ciudadanos sin excluir
civil, entre los que a quienes formaban el ejército activo que resultaban eximidos solo de tomar parte en las elec-
destacaba Alfredo Piedra ciones de representantes. Había severas sanciones para los omisos. También era dura la represión
(en la imagen), quien anunciada para quienes hicieran propaganda contra el plebiscito y para quienes intentasen
durante mucho tiempo impedir o demorar el funcionamiento del Congreso autorizado; quedaron comprendidos dentro
había mantenido lazos de de estas amenazas los miembros del Parlamento que iba a ser disuelto.
amistad con militares.
Años después, en 1924,
Piedra fue designado EL ARMAMENTO DEL PUEBLO.- Para sostener al Gobierno en las críticas circunstancias que
como ministro de Guerra, surgieron a fines de enero de 1914 apareció la idea de “armar al pueblo” con el material existente
durante el Oncenio. en el arsenal militar de Santa Catalina. Según una información aparecida en La Prensa a raíz de la
revolución de 4 de febrero de 1914, llegó a ser firmado un decreto por el cual el servicio de arti-
llería quedaba separado de la vigilancia e injerencia del jefe de Estado Mayor General. La misma
información aseveró que el general Desvoyes, jefe de la misión militar francesa, dirigió al Gobier-
no un oficio con el fin de manifestar que el asunto caía bajo su jurisdicción, que el buen criterio
técnico imponía un sistema de dependencia entre el servicio de artillería y el Estado Mayor, que
pedía la reconsideración del decreto y que si ello no se hacía se diera por fenecido el contrato
con dicha misión. Así habría sido detenida de inmediato la medida proyectada, si bien podría
luego ser puesta en la práctica con un jefe de Estado Mayor propicio al Gobierno.
Es muy probable que dentro del conjunto de los motivos que ocasionaron el pronuncia-
miento militar, el de evitar las milicias populares fuera uno de los más poderosos.

104 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


Como se verá en seguida, según afirmó Billinghurst en el documento que suscribió en Arica
en octubre de 1914, él no llegó a decidirse a entregar las armas al pueblo, a pesar de las apre-
miantes instancias que recibió para que lo hiciera. 15 AGOSTO
1913
[ panamá ]

CASOS LATINOAMERICANOS DE ARMAMENTOS DEL PUEBLO COMO CONTRAPESO SE AbRE AL TRÁfICO


AL PODER MILITAR.- El intento de crear un contrapeso a la fuerza militar armando a los sec- EL CANAL DE
tores populares ha surgido recientemente en varios países de América. Al efectuarse la revolu- PANAMÁ, qUE UNE
ción boliviana en 1952, las tropas policiales constituyeron un elemento importante dentro del
partido vencedor; pero para mayor seguridad, los trabajadores y los campesinos habían recibi- LOS OCéANOS
do armas también. Por otra parte, en México, durante el período de Lázaro Cárdenas, se esbozó ATLÁNTICO Y
la política de utilizar a los sindicatos armados para contrabalancear el poder de los militares PACÍfICO A TRAVéS
profesionales. Lo mismo trató de hacer Perón en el momento desesperado que precedió a su
caída. Semejantes medidas implican una anomalía dentro del régimen interior de un Estado y
DEL ISTMO DE
en México y en Argentina las fuerzas armadas han podido recuperar su función institucional PANAMÁ. LA
dentro de la colectividad; en el primero de esos países se mantienen alejadas de la política y su CONSTRUCCIÓN DE
relieve económico y social disminuye, mientras que en el segundo de ellos se ha acentuado su
ESTA MONUMENTAL
poder; en cambio, en Bolivia durante el tiempo en que estuvo el Movimiento Nacionalista Revo-
lucionario en el poder se trató de mantener un balance precario entre el ejército reformado, las ObRA SE INICIÓ A
tropas policiales y las milicias campesinas y mineras. En este país ha venido una restauración fINALES DEL SIGLO
militarista.
xIx, PERO ESTUVO
PARALIzADA POR UN
[ III ] LARGO PERÍODO,
LA CONSPIRACIÓN.- El 21 de noviembre de 1913 se reunieron en casa de Arturo Osores ocho hASTA 1905, CUANDO
diputados: Osores, Alberto Ulloa, David García Irigoyen, José Balta, Rafael Grau, Luis Julio Menén-
dez, Plácido Jiménez y Oswaldo Hoyos Osores. Acordaron ellos redactar un manifiesto de protes- EL GObIERNO
ta contra el plan de disolver el Poder Legislativo y allí declarar la vacancia de la presidencia de la ESTADOUNIDENSE
República e invitar a los pueblos, al ejército y a la escuadra a defender la existencia y los fueros RETOMÓ EL
del Congreso. Mientras eran recogidas las firmas de diputados y senadores, Augusto Durand, a
quien se designó como jefe de la comisión parlamentaria que debía reivindicar la constituciona-
PROYECTO,
lidad, y también Rafael Grau, establecieron contacto de carácter subversivo con la oficialidad y AbANDONADO POR
los sargentos de la guarnición de Lima y Callao, secundados por otras personas, entre las que se CAPITALISTAS
destacó singularmente Alfredo Piedra, figura civil que había cuidado a través de mucho tiempo
fRANCESES. EL COSTO
de tener amistad con militares.
Que en la conspiración hubo, además, un foco netamente castrense afirmó Alberto Secada fINAL DEL CANAL fUE
desde su tribuna de la Cámara de Diputados en la sesión del 6 de setiembre de 1916 al discutir, DE 336 MILLONES
según su punto de vista billinghurista, los acontecimientos de 1914. “Los oficiales del número 7
DE DÓLARES.
(afirmó) reprochaban a Billinghurst la supresión de los ascensos en el mes de febrero, algunos
incidentes ocurridos en un albazo y en un banquete en Amancaes y el arresto del teniente Cave-
ro por una desavenencia que tuvo con Althaus, oficial mayor del Ministerio de Relaciones Exte-
riores. Todos estos hechos indujeron a algunos oficiales del número 7 a reunirse en casa de un
teniente Ugarteche, en la calle de Bambas. Y se reunían en un callejón de la avenida Bolognesi y
en el Jardín del Progreso y allí conspiraban... Y un día, cuando estaban reunidos en el corralón de
la avenida Bolognesi, se presentó Durand a reclamar o a solicitar el concurso de esos oficiales; y
esos oficiales se le negaron porque no se hallaban dispuestos a seguir el interés político de
Durand. Puedo traer a la Cámara, si es preciso, el acta en que consta la declaración de los oficiales
del batallón N° 7. Pero entonces, como ya se había iniciado el movimiento revolucionario de los
representantes, convinieron en unir sus fuerzas y en propagar ese movimiento”.

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 105


La conspiración, legalizada, si cabe la palabra, por el manifiesto del Congreso, halló ambiente
tan propicio que llegaron a ser acordados el día y la hora del pronunciamiento; pero la inespera-
da orden para que el batallón N° 7 marchara a Arequipa y el traslado del batallón N° 9 al cuartel
ANTES DE LA de Santa Catalina impusieron una postergación. Al proseguir los trabajos subversivos se solicitó
DECISIÓN DE y obtuvo la activa ayuda del teniente coronel José Urdanivia Ginés, jefe de una sección del Esta-
do Mayor General. Luego Durand y algunos otros congresales creyeron indispensable buscar el
[ÓSCAR R.] apoyo del superior comando, o sea del jefe del Estado Mayor, coronel Óscar R. Benavides, perso-
bENAVIDES, naje de vasto prestigio nacional por su heroica conducta en el combate del Caquetá. Según se
deduce del discurso que pronunció Jorge Prado en el banquete que, después de la revolución,
TODO PARECIÓ se le ofreciera a él y a su hermano Manuel, en Benavides hubo, durante algún tiempo, una actitud
INDICAR qUE LA hostil a la política de Billinghurst. “¡Cuántas veces, señores (afirmó Jorge Prado), en el silencio de
GUARNICIÓN DE la noche, en la tranquila soledad de Miraflores, cuando la ciudad se adormece en la aparente
tranquilidad de un reposo feliz, pasaban las horas mientras nuestros espíritus velaban atentos
LIMA ESTAbA entre terribles inquietudes, intensificándose nuestros anhelos, compenetrándose nuestos pen-
LISTA PARA samientos, unidas mis palabras de sincera y ardiente evocación a la voz austera del joven militar
de inmaculada y ya gloriosa historia!” Una de las razones fundamentales aducidas por Benavides
PRONUNCIARSE; finalmente para su apoyo al movimiento (y a comienzos de febrero) fue, según se dijo, aparte de
PERO CUANDO las de orden institucional y constitucional de defensa del Congreso, el propósito de evitar que se
DURAND qUISO produjera una escisión de las fuerzas armadas. Pero, de todos modos, la participación de Benavi-
des debe haberse producido a última hora, sin que este jefe interviniera en la organización de
EL 18 DE ENERO los detalles del golpe de Estado. Así lo da a entender Jorge Prado en el discurso antedicho al
DE 1914 DAR LA afirmar: “Fue la última de aquellas reuniones inolvidables la noche del 3 de febrero; desde enton-
SEñAL qUE ces la suerte estaba echada para nosotros; la dictadura avanzaba vertiginosamente, invitándonos
a la lucha y el coronel Benavides resolvió, para dominarla, ponerse al frente del movimiento,
hARÍA encarnando en su persona la restauración constitucional en nombre del ejército”.
MOVILIzARLA,
RAfAEL EL INTENTO DE EFECTUAR EL PRONUNCIAMIENTO EL 18 DE ENERO DE 1914.- Antes
GRAU,OTRO DE de la decisión de Benavides, todo pareció indicar que la guarnición de Lima estaba lista para
LOS CONJURADOS pronunciarse; pero cuando Durand quiso el 18 de enero de 1914 dar la señal que haría movili-
zarla, Rafael Grau, otro de los conjurados más activos y resueltos, se opuso con el argumento de
MÁS ACTIVOS Y que convenía esperar la publicación del decreto que disolvía el Parlamento. Pareció, al mismo
RESUELTOS,SE tiempo, conveniente continuar con los trabajos sobre la policía y los gendarmes cuyo número
superaba el de 1.500 hombres y que no habían sido comprometidos. También se quiso asegurar
OPUSO CON EL la posesión del cuartel de Santa Catalina con el fin de evitar que el Presidente entregase al popu-
ARGUMENTO DE lacho el armamento del arsenal allí depositado; el propósito era impedir el derramamiento de
qUE CONVENÍA sangre. La demora fue aprovechada para extender los hilos de la conspiración; y, a través de
diputados y senadores que se encontraban en provincias, ella se propagó en la República y se
ESPERAR LA formaron grupos listos para entrar en acción en Arequipa, Junín, Ica y otros departamentos.
PUbLICACIÓN Si el movimiento revolucionario hubiera estallado en la primera fecha señalada o el 18 de
DEL DECRETO enero, su jefe hubiera sido indudablemente Augusto Durand.

qUE DISOLVÍA EL
PARLAMENTO. LOS DIARIOS. LA ACTITUD DEL PARTIDO CIVIL INDEPENDIENTE.- Los diarios de la
capital, La Prensa, La Crónica, La Unión, y también El Callao, singularmente el primero, estaban
contra el Gobierno, al que apoyaban solo su propio órgano La Nación y el periódico obrero La
Acción Popular. Sin embargo, salvo en La Prensa, la oposición era cautelosa.
El Comercio y el Partido Civil Independiente adoptaron una actitud moderada. El 30 de enero de
1914 publicó ese diario, con un comentario elogioso, una carta enviada al Presidente de la

106 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


[1] Los entrenamientos
de tiro. Conocedor del
gran apoyo popular que
tenía, el presidente
Billinghurst concibió la
idea de armar a la masa,
en previsión de futuras
conspiraciones contra su
gobierno. Esto ocasionó
un entredicho con el
general Desvoyes, jefe de
la misión militar francesa
en nuestro país. El
entrenamiento militar de
civiles era práctica
común desde inicios de
siglo. En estas imágenes
de 1909 y 1910,
respectivamente, se ve a
un grupo de militares en
prácticas con
universitarios (2) y en
una prueba de artillería
de los movilizables del
Callao (1).

[2]

[ capítulo 34 ] período 6 107


LA CONSPIRACIÓN República por todos los miembros de la junta directiva de dicho partido residentes entonces en
CONTRA Lima. José Matías Manzanilla, Leoncio Samanez, Germán Schreiber, Antonio Miró Quesada, Francis-
BILLINGHURST
co Tudela y Varela, Germán Arenas, Víctor Maúrtua, Francisco Mendoza y Barreda, Domingo Olave-
goya y Juan E. Ríos. Condenaron allí la posibilidad de disolver el Poder Legislativo para lo cual
invocaron la carta de 1860, la ley de 1878 represora de los movimientos plebiscitarios y la necesidad
de no “arruinar las instituciones parlamentarias y levantar sobre sus ruinas la omnipotencia de los
Gobiernos”. Las reformas constitucionales podían efectuarse dentro de los cauces para ellas señala-
das; las Cámaras, dentro de su imperfecto mecanismo funcional, estaban en condiciones de cola-
borar eficazmente con el Poder Ejecutivo y lo habían hecho dando recientes votos de confianza; y
era extemporánea la controversia respecto a la legitimidad del Parlamento, después de la incorpo-
ración del último tercio y de los actos en que el mismo Billinghurst lo reconoció expresamente.
Según la versión de Ulloa, los dirigentes del Partido Civil aconsejaron a Billinghurst que, más
bien, convocara de inmediato a elecciones para las curules del Parlamento que se hallaban
vacantes por los fallos anulatorios de la Corte Suprema en 1913 o por otras circunstancias.

Ante la noticia de LOS DISTINTOS SECTORES DE LA CONSPIRACIÓN.- Ninguno de los dirigentes oficiales
que el presidente del Partido Civil en aquellos días tomó parte en la conspiración. Esta actitud suscitó apasionados
Billinghurst quería comentarios de Alberto Ulloa en La Prensa después del 4 de febrero. No es cierto, pues, lo que se
disolver el congreso, ha afirmado en el sentido de que el civilismo derrocó a Billinghurst. Los sectores más activos de
nació en su seno una la conspiración fueron cuatro: 1) el grupo parlamentario (dentro del que habría que señalar a
conspiración para Augusto Durand con sus correligionarios del Partido Liberal y a diversos simpatizantes y amigos,
acabar con su gobierno. a los constitucionales de Osores, a un cenáculo leguiista encabezado por Rafael Grau y a repre-
En esta conjura fueron sentantes sueltos); 2) el grupo de la familia Prado (cuyos antecedentes inmediatos, en cuanto a
apoyados por el Estado las elecciones de 1912, eran civilistas aspillaguistas); 3) Ulloa y el personal de redacción de su
Mayor del ejército, diario La Prensa como elemento de agitación; 4) los jefes y oficiales del ejército como elementos
encabezado por el de acción. Durand publicó a fines de enero una circular telegráfica que era un manifiesto subver-
coronel Óscar R. sivo contra el propósito presidencial de rebelarse contra el sistema constitucional.
Benavides. El teniente
coronel José Urdanivia,
aquí en una fotografía LOS FUNDAMENTOS DE LA PROPAGANDA SUBVERSIVA.- La propaganda subversiva se
tomada en 1914, fue uno basó en los argumentos aducidos en el manifiesto del Congreso, o sea en la voluntad presidencial
de los primeros de cancelar el mandato del Poder Legislativo, el establecimiento de un régimen de carácter perso-
militares en apoyar el nalista, la errada política internacional, el desorden hacendario, la usurpación de la atribución par-
movimiento contra lamentaria de aprobar el Presupuesto de la República y el empleo de las turbas como arma política.
Billinghurst. En el discurso que pronunció para ofrecer el banquete a los señores Jorge y Manuel Prado,
antes citado, Pedro M. Oliveira expresó: “Sobre sus ruinas (las del hogar republicano) surgió un
régimen nacido del eclipse moral de las clases altas y de la audacia irrespetuosa, insolente y
demoledora de las clases bajas, estimulada por la ambición enfermiza de un plutócrata predis-
puesto a la omnipotencia”.
Papeles distribuidos entre los sargentos hicieron resaltar, sobre todo, el peligro patriótico exis-
tente en el aplazamiento del plebiscito en Tacna y Arica, el abandono de la política armamentis-
ta, el descuido ante el ejército y las adulaciones a Chile evidenciadas en el envío de comisiones
de obreros a Valparaíso y Santiago.

¿HUBO EL INTENTO DE OBTENER LA RENUNCIA DE BILLINGHURST POR MEDIOS


PACÍFICOS?.- No en la historia de la sublevación del 4 de febrero que publicó en La Prensa,
sino más tarde, en una inter vención parlamentaria, Alber to Ulloa afirmó que el plan de los

108 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


revolucionarios fue obtener la renuncia de Billinghurst en una visita que debían hacerle los MANUEL QUÍMPER
personeros del Congreso con la seguridad de que el ejército los apoyaba sin moverse de sus (1875-1922)
cuar teles. Eso es lo que dijo en su discurso pronunciado el 31 de agosto de 1916 en la Cámara
de Diputados. Si esto fue cier to, los hechos, al precipitarse, lo impidieron. La acción militar fue
lanzada al primer lugar de los acontecimientos y la labor parlamentaria solo reapareció para
aplaudir lo que había ocurrido.

LA PROPAGANDA CONTRA EL CONGRESO Y A FAVOR DEL PLEBISCITO.- Las turbas


del Comité de Salud Pública y de otros grupos de obreros y artesanos billinghuristas habían
voceado varias veces, con la formación de fogatas en algunas ocasiones, su anhelo de que el
Congreso fuese disuelto. En el mismo sentido hacía campaña intensa el periódico La Acción
Popular. Esta propagada se manifestó también en provincias. Hubo actas populares y comicios
en tal sentido en Arequipa, Puno, Cuzco y otros lugares, a donde viajó un comisionado especial
con este objeto, el señor Pereyra. En la sesión del 1° de setiembre de 1916 Rafael Grau leyó en la
Cámara de Diputados el texto de un telegrama que él halló, entre otros documentos, en el escri- En 1914, el abogado
torio del presidente Billinghurst el 4 de febrero. Decía así: “Palacio, Lima. Expreso urgente. Reser- limeño fue uno de
vado. Prefecto Puno. Sírvase Ud. ponerse acuerdo con Solórzano (era el juez de primera instancia quienes afirmó que el
de aquella ciudad) para mover opinión a fin de que por telégrafo pidan Gobierno convoque a presidente Billinghurst
elecciones generales para un nuevo Congreso. Autorice gasto. Secretario privado”. (1). tenía planes de disolver
Grau afirmó, igualmente, que agentes especiales llevaron a provincias las cédulas del voto el congreso. Químper
plebiscitario, las constancias de los presidentes de mesa y los talones de comprobación desglo- había sido elegido
sable. Para probar sus aseveraciones exhibió una boleta de sufragio plebiscitario. diputado suplente por la
provincia de Lima en
1907 y reelegido en 1913.
EL AMBIENTE EN LIMA AL EMPEZAR FEBRERO.- Al empezar el mes de febrero se agudizó Durante su gestión,
la tensión política y corrió el rumor de que el Presidente pensaba retirar de Lima las tropas de la defendió los principios
guarnición con el fin de dejar a la ciudad a merced de las turbas. Los dirigentes de la conspiración liberales y la
decidieron precipitar el movimiento y solicitaron de La Prensa que intensificara al máximo la inalienabilidad de los
campaña oposicionista. derechos del Estado
El 2 de febrero hubo, sin duda, algunas delaciones. En la noche fueron allanados simultánea- sobre sus riquezas, en
mente la casa de Augusto Durand y el edificio del Club de la Unión. De aquella residencia salie- referencia al tema del
ron presos el diputado Gerardo Balbuena, el senador por Ayacucho Francisco P. del Barco, y otro petróleo. Fue también
representante. En ese local social fueron aprehendidos el diputado suplente por Cotabamba concejal de la
Néstor Price y algunas personas más. Varios congresales se asilaron en las legaciones o se ocul- Municipalidad de Lima
taron; José Balta estuvo en la de Brasil, Alberto Ulloa en la de Bolivia y Arturo Osores, Rafael Grau, y diputado por la
Francisco Changanaquí y otros miembros del Congreso buscaron diversos escondites. capital en 1919.
En la reunión celebrada por los más connotados conspiradores que aún estaban libres el 2
de febrero no estuvieron presentes algunos jefes y oficiales por haberse dado orden de inamo-
vilidad en todos los cuarteles. Al salir de esta cita, Augusto Durand supo que su domicilio había
sido registrado y rodeado, se disfrazó, pudo escapar milagrosamente y, sin poder hallar refugio
en ninguno de los lugares que tenía preparados de antemano, encontró alojamiento imprevisto
en la casa de la familia de Máximo Cisneros en la calle Zárate por haberse dirigido sus propieta-
rios a Ancón. Allí quedó incomunicado y sin medios para salir.

Sin embargo, el coronel Augusto Bedoya, que en aquella época era prefecto de Arequipa, rectificó a Grau en la sesión
(1)

de la Cámara de Diputados del 4 de setiembre de 1916 al afirmar que él no recibió de Lima indicación alguna sobre
Pereyra o sobre la disolución del Congreso, ni oficial ni particularmente. Agregó que la tesorería departamental de Are-
quipa no suministró fondos a Pereyra.

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 109


El 3 de febrero fue clausurada La Prensa y fueron capturados y encerrados en el Panóptico el
senador Carlos Leguía y varios diputados, entre los que estaban Plácido Jiménez y Manuel Jesús
[ 1914 febrero 4 ] Urbina. Asimismo, llegaron a ser enviados al mismo lugar de reclusión los presos del día anterior.
Aquella mañana fue disuelto y ultrajado un grupo de representantes del Partido Constitucional
LA DIMISIÓN DE que se había reunido en casa de Hildebrando Fuentes. En la tarde hubo en el local obrero de la
BILLINGHURST. En la Confederación de Artesanos en la calle del Tigre una llamada asamblea universitaria en la que
edición de la mañana del fueron repartidas armas a las turbas. Ellas contrataron los coches de plaza de la ciudad y desde
4 de febrero de 1914, El las 8 y 30 de la noche hasta la 1 y 30 de la madrugada del 4 de febrero recorrieron las calles entre
Comercio informó sobre gritos y disparos.
el golpe de Estado Mientras tanto, en el domicilio del comandante Urdanivia, eran trazados los últimos planes
encabezado por Óscar R. para el golpe revolucionario. Al desatarse la represión policial y al aparecer acompañada amena-
Benavides: “Los zadoramente, por algaradas multitudinarias, había precipitado el pronunciamiento. También
acontecimientos influyó sobre los conjurados la orden que los jefes de la Columna de Zapadores y del Regimien-
ocurridos en la mañana to N° 3 habían recibido para desarmar y desmunicionar a la tropa al siguiente día (el 4).
de hoy que han puesto
término violento al
gobierno del señor ¿ABANDONÓ BILLINGHURST A ÚLTIMA HORA LA IDEA DEL PLEBISCITO?.- En la
Billinghurst, no pueden sesión de la Cámara de Diputados del 31 de agosto de 1914 el representante por Lima, Manuel
haber causado sorpresa Químper, expresó que el 2 de febrero el presidente Billinghurst le mostró el borrador del decreto
á nadie, desde que una de disolución del Congreso, redactado por Mariano H. Cornejo.
aberración inconcebible Billinghurst narra en el manifiesto citado la última conversación que tuvo con su ministro el
del mandatario supremo general Varela en la noche del 3 de febrero de 1914. “Le dije (son sus palabras textualmente) que
lo había llevado a las cosas no podían continuar ni un solo día más en semejantes condiciones pues parecía eviden-
rebelarse contra la te que el ejército estaba minado por los enemigos del Gobierno quienes habían distribuido oro
constitución, con profusión entre muchos de los oficiales y sargentos de los cuerpos acantonados en Lima; que,
pretendiendo, á pesar de relajada en esta forma la disciplina militar, la única manera de impedir toda acción subversiva de las
los sanos consejos que tropas era armando al pueblo con parte de los rifles existentes en el Parque de Santa Catalina, pro-
hasta él llegaron y de las cedimiento que el mismo pueblo me sugería pero que yo no me atrevía a adoptar temeroso de
sanas manifestaciones de las consecuencias imprevistas que podían surgir. Concluí declarando a mi inolvidable amigo que
la opinión pública yo me encontraba al frente de la presidencia de la República haciendo el más grande de los sacri-
contra sus propósitos, ficios personales; que si bien yo tenía energías y disposición de ánimo para trabajar intensamente
disolver el congreso y a favor de los intereses de mi Patria sin más límites que el de mis fuerzas fisiológicas, carecía de
elegir otro fuera de toda voluntad para proseguir en lucha desigual e incesante contra la vorágine de calumnias, denuestos,
ley (…)”. Tras haber intrigas e insidias con que el elemento oposicionista obstruía a todo momento la administración
tomado el Palacio de pública y la marcha de los negocios internacionales que yo había logrado encarrilar por el único
Gobierno, Billinghurst se camino que conduce a un resultado honroso y conveniente; que por motivos y antecedentes que
vio obligado a firmar su yo me explicaba pero que no era preciso recordar, yo no era persona grata para los oligarcas que
dimisión, la cual decía: de años atrás venían monopolizando la dirección de los negocios públicos; que yo no ignoraba
“En vista de la actitud que nunca podía contar con el aplauso ni con la tolerancia siquiera de los logreros políticos que
asumida por la habían comprometido el crédito y la responsabilidad de la nación en obras públicas como el ferro-
guarnición de Lima, carril de Huacho, negociado cuya génesis constituye capítulo de acusación contra las personas que
invocando la defensa de han intervenido en ese contrato y como el ferrocarril del Ucayali cuya realización utópica en las
la Constitución, dimito condiciones pactadas descansa sobre la base de un peculado de 30.000.000 de dólares; que yo
la presidencia de la anhelaba que todas las reformas constitucionales fueran el producto directo de la soberanía del
república, como pueblo, consideración que me indujo a preparar el proyecto de decreto que todos mis ministros
se me exije” ( sic) . conocen; pero que, en presencia de la situación azarosa que los oposicionistas habían creado al
Gobierno, consideraba preferible convocar sin pérdida de tiempo al Congreso a sesiones extraor-
dinarias y someter a su conocimiento las reformas constitucionales proyectadas desvaneciendo de
este modo la calumnia que se había propagado de que mi propósito era disolver el Parlamento”.

110 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


[1] [2]

[3]

Los opositores. Desde su inicio, el gobierno de Billinghurst fue atacado por grupos parlamentarios de oposición. Entre
ellos estuvieron los representantes del Partido Liberal. Aquí, vemos al comité directivo de dicho partido, con Augusto
Durand, su fundador, al centro (3). Por otro lado, estaba Manuel Prado y Ugarteche (el cuarto, de izquierda a derecha)
(2), quien junto a su hermano Jorge, tuvo un papel fundamental en la revolución que derrocó al Presidente en 1914.
También en la oposición se encontraba Javier (1), destacado intelectual de la época.

[ capítulo 34 ] período 6 111


Puédase dudar de la exactitud de la entrevista aquí narrada. Sin entrar en ese terreno y previa
constancia de que en las alusiones al ferrocarril de Huacho y al de Ucayali, el perturbado espíritu
[ 1914 febrero 4 ] de Billinghurst se dejó llevar por sus pasiones, pues con estas obras de la administración de
Leguía nada tenían que hacer Durand, Benavides, Urdanivia o los hermanos Prado, principales
LA DETENCIÓN DE gestores de la revolución, cabe afirmar que, exacerbado el conflicto entre el Presidente y el Con-
BILLINGHURST. En la greso, ya no parecía posible evitar un choque final. Frente a la maduración de los planes subver-
edición de la tarde del sivos, las medidas preventivas y represivas adoptadas el 3 de febrero, reveladoras de una política
4 de febrero de 1914, de energía, eran tardías y hubieran tenido que ser complementadas con otras. Tal como estaban
El Comercio informó de las cosas esa noche, cualquiera que hubiese sido el estado de ánimo de Billinghurst en su entre-
la siguiente manera vista final con el general Varela, si la rebelión no hubiera estallado a las pocas horas, de todos
sobre la detención del modos uno de los dos Poderes del Estado, el Legislativo o el Ejecutivo, habría eliminado al otro.
ex mandatario:
“Algunas personas que
estuvieron presentes al EL PRONUNCIAMIENTO MILITAR DEL 4 DE FEBRERO. ASESINATO DEL GENERAL
notificarse al señor ENRIQUE VARELA.- En la madrugada del 4 de febrero se efectuó el pronunciamiento de la
Billinghurst su prisión, guarnición de Lima al mando del coronel Óscar R. Benavides, quien había renunciado a la jefatu-
nos manifiestan que ra del Estado Mayor el 3 de ese mes. Al estallar la sublevación en el cuartel de Santa Catalina, fue
este solicitó vivamente asesinado en su lecho el general Enrique Varela que había querido dormir allí, con la certeza de
conmovido la presencia que su presencia impediría toda acción subversiva.
del contratista de El asesinato del general Varela es un episodio negro en la historia del Perú. Mánchase con él
palacio Tártari, á quien la sublevación del 4 de febrero de 1914. Era Varela entonces la figura más respetable y gloriosa
manifestó quería del ejército nacional en el servicio activo. Sus actividades en la profesión que escogió iniciáronse
entregar unos papeles. a partir del 12 de octubre de 1874. Empezó como cadete en el Colegio Militar. Gradualmente
También se nos informa obtuvo sus ascensos. Figuró con honor en la guerra con Chile y combatió en San Francisco y
que la fórmula de la Tarapacá. Herido y prisionero, conoció el cautiverio. Tomó luego parte en la campaña constitu-
renuncia la hizo el cional hasta la toma de la capital en 1885. Recibió una herida en Huaripampa, durante esta gue-
señor Billinghurst; pero rra civil. Desempeñó más tarde los cargos de subjefe de Estado Mayor, controlador general del
en términos no ejército y comandante general de la primera división durante el conflicto con el Ecuador. El
bastante precisos para Congreso lo ascendió a coronel por la resolución legislativa de 22 de setiembre de 1903 y a gene-
satisfacer á los jefes del ral de brigada por la resolución legislativa N° 1309 de 15 de noviembre de 1910.
movimiento Y este militar ilustre, reliquia de la guerra con Chile, a quien habían respetado las balas del
pro-constitucional; que enemigo, murió villanamente asesinado por sus propios subalternos en un crimen no solo
entonces el señor espantoso y cobarde sino innecesario.
Jorge Pardo dijo
terminantemente al
señor Billinghurst de HOMENAJES AL GENERAL VARELA.- La Junta de Gobierno delegó su representación en su
puño y letra el texto presidente para que asistiera a los funerales del general Varela. Además asignó a la viuda de este glo-
[de su dimisión] que rioso jefe como pensión, la que se concedía solo a los que morían en la defensa de la integridad
ya conocen territorial en lucha contra el extranjero y el Congreso le otorgó más tarde un premio pecuniario de Lp.
nuestros lectores”. 1.000. Y los allegados del general siguieron disfrutando de los cargos públicos que desempeñaban.

EL PROCESO POR EL ASESINATO DEL GENERAL VARELA.- El coronel Benavides ofreció


a la viuda del general Varela, doña Carmen Mendoza, en carta fechada el 6 de febrero hacer todas
las investigaciones necesarias para descubrir a los asesinos de su esposo.
La señora Mendoza de Varela se presentó ante el Poder Judicial para denunciar el delito de
homicidio pero no señaló los nombres de los autores. El asunto llegó hasta la Corte Suprema. Por
resolución de 24 de julio de 1914, los vocales Ortiz de Zevallos, Eguiguren, Leguía y Martínez, Pérez
y Lanfranco mandaron que la denuncia fuera remitida a la Zona Militar, pues, de conformidad con

112 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


el Código respectivo, la jurisdicción de guerra debía ejercerse por razón del lugar cuando el delito EL CASO VARELA
se cometiera en cuarteles, siempre que fuese perturbando el servicio, tendiendo a alterar el orden
público o en circunstancias análogas. El vocal Leguía y Martínez emitió en esta oportunidad un voto
singular en el que acusó como responsable del hecho criminal que se trataba de esclarecer, al coro-
nel Benavides. Sin duda influyeron sobre su ánimo los sucesos ocurridos el 15 de mayo de 1914.
Iniciada la causa dentro del fuero privativo, siguió un curso anómalo. El asistente del general
Varela, Marcelino Vilca, testigo de lo ocurrido, hizo el 6 de febrero una declaración en escritura
pública en la que acusó a quienes entraron en el cuarto donde dormía la víctima para asesinarla,
y luego recibió ayuda para que desertara o fugase ante el temor de que se le obligara a hacer
declaraciones falsas. El sumario se desarrolló en sigilo y fue orientado en el sentido de atribuir la
culpa a Vilca. El teniente (y luego capitán) Alberto Cavero impuso su autoridad y clase militar,
exigió de sus subalternos las declaraciones que les entregó por escrito, y se hizo presente cuan-
do las daban ante el juez de instrucción que, al permitir esta indebida actitud, ayudaba a la coac-
ción ejercida. Los hechos hubieran quedado falseados, pero intervino Jorge A. Valdizán, hijo
político del general Varela, para suministrar datos reveladores y consiguió que la causa pasara a
conocimiento de otro juez que supo orientar mejor el proceso adulterado. En 1915, año en que le
La sentencia final fue expedida por el Consejo de Oficiales Generales el 6 de julio de 1917 por fue tomada esta
medio de sus vocales Abrill, Diez Canseco, Cárdenas, Pásara, Mora, Rivera y Alcalá. fotografía, Jorge
Según esta sentencia, el entonces teniente Alberto Cavero fue designado por los conspira- Valdizán se casó con
dores para que neutralizase y apresara al ministro de Guerra, general Varela, que hacía dos Rosa Varela Mendoza. Al
noches iba a dormir al cuartel de Santa Catalina, con la recomendación de que, como a todos los hacerlo, se convirtió en
jefes no comprometidos en el movimiento revolucionario, le guardara las consideraciones pro- hijo político del general
pias de su alta clase militar y personales merecimientos y evitase el derramamiento de sangre. A Enrique Varela, y tuvo a
las tres de la madrugada del 4 de febrero, poco más o menos, Cavero hizo despertar, armar y su cargo el seguimiento
cargar los fusiles a varios individuos de la tropa y, con ellos, se dirigió al alojamiento del general. de la causa penal por la
Según parece, habían sido tomadas las precauciones necesarias para poder ingresar en esa habi- muerte de su suegro en
tación. Penetró en ella Cavero acompañado por el sargento primero Celso Butrón, los sargentos 1916. La sentencia,
segundos Edmundo Corrales Nieves y Celso Calderón y los cabos Alejandro Cano y Teodomiro dictada al año siguiente,
Neyra, mandó hacer luz y apuntar al general intimándolo por dos veces con la frase “Se rinde o señaló como culpable
no se rinde”. Varela estaba dormido y era sordo. El cabo Neyra le hizo un disparo de fusil que pro- del acto al teniente
dujo una herida de necesidad mortal. Después de retirarse, Cavero comisionó a uno de sus Alberto Cavero.
acompañantes, que no llegó a ser identificado, para que comprobase si la víctima había muerto
y este sujeto la golpeó con la culata de su arma y le destrozó la clavícula derecha y algunas cos-
tillas del mismo lado. El cadáver quedó abandonado durante varias horas y se le despojó del
dinero y de diversas prendas que llevaba y también del vestido.
La sentencia declaró a Cavero autor del delito de insulto al superior y le impuso la pena de vein-
te años de penitenciaría con las accesorias de expulsión del ejército, inhabilitación absoluta por el
tiempo de la condena y la mitad más después de cumplida, interdicción civil y sujeción a la vigilan-
cia de la autoridad. El cabo Teodomiro Neyra había fugado y se mandó archivar la sentencia pro-
nunciada contra él. Los demás procesados fueron absueltos. Por último, se ordenó el enjuiciamien-
to del ex juez instructor por los graves cargos de prevaricato que de autos resultaban contra él.
Cavero debió haber sido beneficiado con una amnistía entre 1919 y 1920 (acaso la de la ley
N° 4016). De acuerdo con una versión muy difundida, estaba reincorporado al ejército cuando el
ministro Leguía y Martínez llevó a cabo su política de represión en ese último año y en 1921 y,
según se afirma, fue el custodio del general Benavides al ser apresado este personaje.
En la sesión de la Cámara de Diputados del 31 de agosto de 1916 Alberto Secada, billinghu-
rista connotado, expresó: “Parecerá extraño que mi voz se levante para decir que no es el general
Benavides, jefe del movimiento, el culpable de esa muerte (la del general Varela); pero esta es la
convicción sincera que tengo. El señor general Benavides no ha sido nunca responsable del

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 113


La reunión antes del golpe. Diez días antes del golpe de Estado encabezado por el coronel Óscar R. Benavides, el
presidente Billinghurst (con sombrero de copa) se reunió en la Escuela Militar con el general Desvoyes, jefe de la
misión militar francesa en nuestro país, y el general Pathe, otro de sus miembros. Ambos flanquean al presidente en
esta fotografía. Detrás, aparecen Benavides, entonces jefe de Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, y el general
Varela,(a su derecha, detras) ministro de Guerra y jefe del gabinete ministerial.

114 período 6 [ capítulo 34 ]


asesinato del señor general Varela; y en vano se esfuerzan los miembros del Partido Liberal para
comprenderlo en el juicio, porque ellos olvidan que, según sus propias declaraciones, el general
Benavides tomó parte en el movimiento del 4 de febrero, solo el mismo 4 de febrero; ellos han
declarado que el general Benavides no conspiró y si no conspiró ¿qué responsabilidad tiene en ALGUNOS
el asesinato del general Varela cuando ese asesinato estaba decretado muchos días antes, tal vez ObREROS
muchos meses antes del 4 de febrero? No a título de política vayamos a cometer una injusticia”.
Análoga opinión fue la del diputado billinghurista Carlos Borda en la misma sesión. AVISARON A LA
SEñORA DE
LA MUSA POPULAR Y EL ASESINATO DEL GENERAL VARELA.- El cancionero popular
bILLINGhURST
parece que no glosó la caída de Billinghurst ni el pronunciamiento militar del 4 de febrero de SObRE LOS
1914. Prefirió fijarse en el hecho trágico que ensangrentó aquella madrugada. Un vals muy difun- SUCESOS
dido durante algún tiempo tuvo el siguiente texto:
OCURRIDOS EN
Un día que traicionaron EL CUARTEL DE
al Gobierno nacional
los soldados se marcharon
SANTA CATALINA.
a tomar el arsenal. CUANDO ELLA
Y dormido divisaron LLAMÓ POR
en su lecho al General
y dormido lo mataron,
TELéfONO A
sin piedad lo asesinaron PALACIO, EL
al valiente General. EDECÁN DE
En camilla lo llevaron
a la casa de su amor SERVICIOS SE
y ella dijo: “Miserables, NEGÓ A
cómo matan a este hombre
que hace falta a la Nación”.
DESPERTAR AL
¡Oh glorioso general! PRESIDENTE. DOS
ya por ti la Patria llora AMIGOS
¡Oh glorioso Enrique Varela!
como tú no habrá otro igual.(1) LLEGARON POCO
DESPUéS A ESA
LA DIMISIÓN Y LA EXPATRIACIÓN DE BILLINGHURST.- Algunos obreros avisaron a la
CASA Y PUDIERON
señora de Billinghurst sobre los sucesos ocurridos en el cuartel de Santa Catalina. Cuando ella AL fIN
llamó por teléfono a Palacio, el edecán de servicios se negó a despertar al Presidente. Dos amigos COMUNICARSE
llegaron poco después a esa Casa y pudieron al fin comunicarse con él. Al aproximarse las tropas
rebeldes, la defensa fue breve y débil. Estuvo a cargo, principalmente, de los gendarmes que el
CON éL.
comandante Luque, primer jefe del regimiento 9, después de haber estado preso en el cuartel
de Santa Catalina, logró llevar a Palacio e hizo parapetar en los techos. Los gendarmes, a cuyo
cargo corrían dos ametralladoras, hicieron disparos para contestar al fuego efectuado desde los
portales de la Plaza de Armas. La escolta presidencial se incorporó a los sublevados. Sin embargo,
a pesar del corto tiroteo, hubo algunos muertos y heridos, entre estos últimos estuvo el teniente
Luis M. Sánchez Cerro cuya actuación fue muy bizarra. El pueblo que había vitoreado la noche
anterior a su caudillo no acudió a defenderlo.

(1) Versión transmitida por Juan Zegarra Russo. Otra versión habla “del valiente general que una noche lo mataron por

no poderlo vencer”.

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 115


Billinghurst envió a un edecán para avisar a los atacantes que estaba dispuesto a tratar con
un parlamentario. Llegó hasta él, junto con otras personas, Jorge Prado (quien con su hermano
[ 1914 febrero 4 ] Manuel había acompañado al coronel Benavides). La puerta de honor fue abierta por la guardia
y entró a Palacio mucha gente, militares y civiles. Billinghurst redactó su dimisión en los siguien-
EL ASESINATO DEL tes términos según se publicó en los diarios de ese día: “En vista de la actitud asumida por la
GENERAL VARELA. La guarnición de Lima invocando la defensa de la Constitución, dimito la presidencia de la Repúbli-
noticia del asesinato del ca”. Según él afirmó en su manifiesto ya citado se le obligó, además, a agregar la frase “ante el
general Varela durante ejército”. En su nota al presidente del Congreso, fechada ese día, Benavides expresó: “El ejército
el golpe de Estado fue ante el cual ha resignado el mando Guillermo Billinghurst...”.
recogida por Billinghurst fue conducido a Chorrillos donde se le embarcó en una balandra que era propie-
El Comercio en su dad de los socios del Club Regatas. Allí fue víctima del mareo. A las dos de la tarde del mismo día
edición de la tarde del 4 4, ingresó al Panóptico.
de febrero de 1914. Allí, En el Callao, el prefecto coronel Edgardo Arenas, al tener noticias del pronunciamiento de las
informó que: “Existen tropas en la capital, dispuso que desembarcaran las guarniciones de los buques de la armada
dos versiones sobre la para acudir en defensa del Jefe del Estado. Pero el comandante general de marina, contralmiran-
muerte del general te Melitón Carvajal, dio orden telefónica, desde Lima, para que las guarniciones no abandonaran
Varela. Una, que es la sus barcos y para que se reembarcase la dotación del Iquitos que ya estaba en tierra al mando
que ha llegado á del comandante Pimentel. Arenas se sometió cuando recibió la visita del general César Canevaro
nosotros con mayores quien le aseguró (como era efectivo) el triunfo del movimiento subversivo y la inutilidad de pro-
visos de exactitud dice ducir derramamientos de sangre.
así: Desde hace dos El Presidente depuesto fue enviado luego al extranjero. Su médico, el doctor Juan José Mos-
noches dormía el tajo, lo acompañó, con ejemplar lealtad, en la prisión primero y en el ostracismo después. Se
general Varela en el radicó por algún tiempo en Arica. Allí llegó desterrado también Augusto Durand, víctima de esa
Cuartel de Santa ley de la política criolla según la cual nadie sabe para quién trabaja. Antiguos amigos, no se
Catalina; en la reconciliaron. La Cancillería peruana con olvido de rencores, sentimentalismos, alardes retóricos
madrugada, al darse y argumentos jurídicos contra Chile, hizo que se les obligara a salir de aquel puerto. Falleció el ex
cuenta de que ocurría mandatario en Iquique el 28 de junio de 1915, en vísperas de cumplir 64 años. Poco antes habían
algo grave en el cuartel, circulado absurdas versiones sobre un plan suyo de invadir el Perú.
abandonó su habitación, La resolución legislativa N° 2249 de 20 de setiembre de 1916 ordenó que los restos de Gui-
armado con un revólver llermo E. Billinghurst fueran trasladados a Lima, tributándoseles los honores correspondientes al
y salió al patio, hallando cargo de presidente de la República. El proyecto respectivo fue presentado por Carlos Borda,
á la fuerza pronunciada; diputado por Lima. Rafael Grau declaró que votaba a favor. Ostenta honda significación, pues
quiso imponerse á ella, implicó un homenaje del mismo Poder del Estado que había hecho derribar a Billinghurst.
determinándola a La oposición en el Senado a este acuerdo originó un duelo entre Borda y el senador Juan Durand.
someterse, á lo que la El Gobierno de Chile, en señal de solidaridad americana, decretó honores presidenciales para el ciu-
tropa se negó; entonces dadano peruano cuyo cadáver se repatriaba, a pesar de que no existían relaciones diplomáticas
el general Varela entre los dos países. En el Callao y en Lima, hubo entonces imponentes manifestaciones de duelo,
disparó su revólver, no solo el protocolario y oficial, sino también el espontáneo y fervoroso surgido del alma popular.
matando á uno de su
clase; en ese instante la
tropa disparó contra él, [ IV ]
cayendo muerto de un APRECIACIONES SOBRE EL CONFLICTO CONSTITUCIONAL DE 1914. EL SIGNIFICADO
balazo en la nuca”. HISTÓRICO DE BILLINGHURST.- Los amigos de Billinghurst dijeron de él, cuando llegó al
poder, que era hombre capaz, probo, dinámico y sincero. Tuvo algunas ideas originales de gran
formato, proféticas o estrafalarias, cada una de las cuales merece análisis detenido. Si otros presi-
dentes de la República se preocuparon por manejar las palancas de la maquinaria electoral con el
fin de generar su mayoría propia en el Parlamento o imponer a su sucesor, él tuvo el límpido anhe-
lo de reformar el sistema de sufragio y al incorporar a él a la Corte Suprema, entidad muy presti-
giosa en aquella época, y se quitó a sí mismo, voluntariamente, decisivos privilegios políticos.

116 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


Hubo, también, sinceridad en su preocupación por detener el inmoderado crecimiento de los
gastos públicos, expuesta en un notable mensaje especial al Congreso que (pese a algunas exa-
geraciones) es un documento de profunda significación histórica y que denuncia un mal agrava-
do, por cierto, en los últimos tiempos. Es justo agregar, sin embargo, que no pudo cumplir ningu- EL PRESIDENTE
no de ambos propósitos. Las medidas que como gobernante adoptó o pretendió implantar en DEPUESTO
beneficio del pueblo ante la alarma y hasta el pavor de muchos, no pasaron de ser moderadas en
su contenido preciso; aunque estuvieron acompañadas a veces de gestos demagógicos que lle- [bILLINGhURST]
garon hasta una frase que se supuso había pronunciado en una manifestación popular en vísperas fUE ENVIADO
del pronunciamiento militar, para calificar a la levita como símbolo de opresión y atraso. El interés
vivísimo que mostró por asuntos tales como el borato de cal, el carbón, el guano, el desarrollo del
LUEGO AL
departamento de Madre de Dios, por él creado, revelaron su propósito de abrir nuevas fuentes de ExTRANJERO. SU
riqueza y desarrollo nacional. Al preparar el ensanche del puerto del Callao y el establecimiento de MéDICO, EL
Matarani, ostentó, como en otras cosas, un significado precursor. Pero es evidente que careció de
la serenidad, la ductilidad, la sagacidad y la aptitud para la eficacia que definen al político. Ha habi- DOCTOR JUAN
do quienes, a este respecto, han expresado que llegó al poder minado por perturbadora enferme- JOSé MOSTAJO,
dad. Sin embargo, en 1898 propugnó, como se ha visto en un capítulo anterior, una insensata
guerra con Bolivia; y la actitud que adoptó prematura e innecesariamente al imprecar con crude-
LO ACOMPAñÓ,
za a los hombres y al partido que estaban gobernando al país, le costó en 1899 la candidatura CON EJEMPLAR
presidencial. En el recelo que ante su nominación y su elección tuvo Piérola ese año y en 1912 no LEALTAD, EN LA
hubo acaso tan solo celo o rivalidad muy probables, sino también un cauteloso sentimiento pre-
visor. Decíase que Piérola había manifestado, en conversaciones privadas, que entregarle el poder
PRISIÓN PRIMERO
era como darle un arma a un niño y que nunca puede gobernar bien al país quien no sabe gober- Y EN EL
nar sus nervios. Al emerger en 1912 en la cresta de una ola que levantó su candidatura popular a OSTRACISMO
la presidencia, encarnó un motivo de repudio, no solo contra el aparato montado para las eleccio-
nes de ese año, sino contra todo el sistema que había generado a los Poderes Ejecutivo y Legisla- DESPUéS. SE
tivo desde 1899 y contra el significado de la mayoría de los políticos que en el Parlamento pulula- RADICÓ POR
ban, muchos de ellos a lo largo de sucesivas elecciones. Pudo entonces exigir que todo ese tingla-
do fuese deshecho, pedir elecciones generales. No lo hizo. Tampoco insistió siquiera en que se
ALGúN TIEMPO
hiciese una nueva consulta al sufragio popular para resolver la cuestión de la presidencia. Cuando EN ARICA.
se allanó a recibir su investidura del Congreso entonces en funciones, adoptó una actitud transac-
cional que lo colocó en la situación de tener que aceptar la compañía y la supervigilancia de las
dos Cámaras que, por exigencias del orden legal entonces vigente, no habían sido renovadas ni
siquiera en un tercio aquel año. Difícil momento que implicó un paréntesis en la hegemonía de
grandes productores agrícolas y gentes de alto comercio e industria de Lima, acentuada desde
1901, Billinghurst, hombre de fortuna proveniente de una zona periférica del país, de hecho sepa-
rada ya de la heredad nacional, extraño a los grandes círculos dominantes de la capital, se encon-
tró solo rodeado de sus amigos personales y de su popularidad, mientras el partido de su juventud
y de su madurez, el demócrata, infortunadamente no lo acompañó. Las masas del recién nacido
proletariado industrial y del artesanado aparecieron, por primera vez, en la escena política con el
paro que frustró las elecciones de 1912. Y es que el billinghurismo se había adueñado por un
momento del alma popular, para galvanizarla tras el desaliento con que contemplara de un lado,
el cuerpo insepulto del pierolismo, años antes de la muerte de Piérola y, de otro, la esterilidad de
la prédica anarquista. De ese entusiasmo se apoderaron luego capituleros, agitadores y pequeños
ambiciosos e inconformes, para prodigar exhibiciones tumultuarias y exhibicionistas. Por otra par-
te, después de su instalación en el Palacio de Gobierno, Billinghurst vio que todos los partidos con
representación parlamentaria –el civilista independiente, el civilista leguiista, el Constitucional y el
Liberal– lo rodearon, cada uno de ellos aisladamente, con la esperanza de ser el favorito. Y él ante
ninguno de ellos cedió, a todos desilusionó. Y cuando llegó el momento de renovar el tercio par-
lamentario, no se reservó el derecho de ser el gran elector sino entregó, por primera vez en el Perú,

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 117


NOVIEMbRE
1914
[ perú ] 16
LLEGA AL PUERTO
amplísimas facultades a la Corte Suprema, entonces insospechable en su independencia. Si no
quería convertirse en un inerme prisionero del Congreso y si estaba decidido a no arrojarse, de
inmediato o poco a poco, a la sima de un choque violento con ese Poder del Estado, pudo inten-
tar el esfuerzo de buscar la alianza temporal con uno o más grupos (el Partido Liberal y el Consti-
tucional si es que tenía alergia ante el civilismo histórico y ante el leguiismo). La eventualidad de
ese pacto de emergencia cabía junto con la formación inmediata de un grupo propio organizado
DEL CALLAO EL y con el esfuerzo para escindir los partidos existentes que no eran, por cierto, entidades principis-
VAPOR URUbAMbA, tas sino conglomerados de pequeños intereses. Pero de lo que, más bien, se le acusó a Billinghurst
fue de un individualismo huraño, sensible a la acción de una camarilla palaciega dentro de la que
EN EL qUE fueron mencionados Mariano H. Cornejo como inspirador de las reformas, y como confidentes
VOLVIERON A íntimos el contratista Tártari y los obreros Justo Casaretto y Federico Ortiz Rodríguez.
NUESTRO PAÍS El tardío ataque frontal al Congreso, después de casi año y medio de gobierno en convivencia
con él, resultó una maniobra anunciada demasiado tiempo y sumamente peligrosa, pues ayudó
MUChOS PERUANOS a agruparse a muchos hombres poderosos en la capital y en las provincias frente al peligro común.
RESIDENTES EN Las clases dirigentes y gran parte de la clase media políticamente inmadura en aquella época,
EUROPA, hUYENDO sintieron terror o aprensión ante la agitación populista y resultaron así aliados de los políticos de
las Cámaras. El ejército, inducido por miembros del Congreso, acabó por adoptar también una
DE LOS
actitud adversa al Presidente por el repudio al arreglo con Chile y por defensa institucional. Así se
ENfRENTAMIENTOS formó una poderosa corriente conservadora frente a tres supuestos peligros: 1) la amenaza de
DE LA PRIMERA que el Estado se lanzara a un salto sobre el vacío al salirse de la Constitución; 2) los desmanes ple-
beyos con la perspectiva de las milicias populares y 3) la política pacifista internacional.
GUERRA MUNDIAL.
Prendas del gran gobernante son el claro entendimiento, el fondo de juicio, la magnanimi-
fAMILIARES DE LOS dad, el despejo y también “el señorío innato, la secreta fuerza de imperio” de que habla Baltasar
REfUGIADOS SE Gracián cuando describe las calidades del héroe. Con Billinghurst la gente comenzó a sentir
DIERON CITA EN EL oscuramente (con injusticia quizás), en los últimos días de su administración, que en el rumbo
del Estado había la huella de una mente turbada y que se estaba produciendo la pérdida o el
PUERTO Y desmedro del ordenado sentido de la autoridad.
PROTAGONIzARON
CONMOVEDORAS
LA SEGUNDA CRISIS DE LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA.- Contra la rígida estructura del
ESCENAS DE ALEGRÍA “país legal” erigida en los procesos electorales presidenciales de 1899, 1903, 1904 y 1908 y en los
POR EL hEChO. que, dentro de años intermedios, correspondieron a representaciones parlamentarias, surgió en
1912 el pueblo en las llamadas “jornadas cívicas”. Fue, según ya se ha expresado, la primera crisis
de la República Aristocrática. Pero se produjo en aquel año un paradojal contubernio entre el
caudillo bruscamente surgido del “país profundo” y los hombres y las cosas del “país legal”. De ahí
y de diversas contradicciones de carácter social y personal, provino en 1914 el conflicto. Entonces
surgió como poder decisivo el ejército(1). En la segunda crisis de la República Aristocrática, el fac-
tor dominante estuvo, no en el poder de los partidos ni en la facundia de los oradores parlamen-
tarios ni en el fervor de las muchedumbres, sino en la organización de la fuerza armada, enten-
dida como entidad institucional.

EL PLAN DE BILLINGHURST, LA SUBLEVACIÓN DE LEGUÍA EN 1919 Y EL PLEBISCITO


DE 1939.- Uno de los grandes sarcasmo de la historia peruana del siglo XX ha sido que la ten-
tativa frustrada de Billinghurst para eliminar al Congreso en funciones, crear uno nuevo y dar al
país una nueva Carta política, la realizó con éxito Leguía en 1919 después del golpe de Estado

(1) Más sobre los aspectos sociales de esta reaparición del militarismo institucional en el capítulo que aparece en la

parte de este libro sobre la estructura social en el Perú republicano.

118 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


EL GOLPE DE ESTADO EN LA PRENSA. En su edición del 10 de febrero de 1914, el diario La Prensa publicó
una reseña completa de los sucesos del 4 de febrero de ese mismo año, que llevaron al derrocamiento
del presidente Guillermo Billinghurst. En esta nota, se señaló a los oficiales que participaron en el golpe
de Estado. Entre ellos se encontraba Luis Miguel Sánchez Cerro, futuro presidente del Perú (en la fila
central, el sexto de izquierda a derecha).

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 119


ALBERTO SECADA consumado, precisamente, con el apoyo del ejército que puso, en apariencia, fin a la República
(1869-1920) Aristocrática. Leguía aprovechó entonces de la excitación pública ante un proceso electoral, azu-
zó y encabezó el pronunciamiento de la gendarmería aceptado por la guarnición de Lima que
invocó una presunta y, según hoy parece seguro, inexistente voluntad del Gobierno destinada a
desconocer el veredicto popular; y los objetivos hostiles al Parlamento, simbolizados, en 1919
como en 1914, en un plebiscito, una Asamblea Nacional y una nueva Constitución, se convirtie-
ron en la secuela fácil de un hecho consumado, casi se puede decir en un adorno a posteriori de
un régimen nuevo de origen mesocrático y de tendencias neoplutocráticas.
Más sencillo resultó así en 1919 destruir desde abajo al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo
juntos, con el apoyo del ejército y de algunos grupos políticos organizados y con la aureola de la
oposición, que eliminar en 1924 desde arriba a las Cámaras, casi a mediados de un período pre-
sidencial. Y la segunda y última vez que ha funcionado en el Perú un plebiscito ha sido en 1939
por obra de otro de los grandes enemigos que encontraron en 1914 los planes de Billinghurst,
nada menos que quien lo derrocó, el general Benavides. Por otra parte, ese plebiscito, entre
cuyos puntos hubo algunos de los que estaban comprendidos en el que fue esbozado para
Fue partidario de 1914, se llevó a cabo después de una previa “pacificación” del país. Pero ni en 1919 ni en 1939 se
Billinghurst y como tal unieron a las reformas constitucionales la agitación demagógica y el pacifismo internacional.
ejerció la diputación de
la provincia del Callao
(1913-1918). Tras la LA SUERTE DE LAS REFORMAS PROPUGNADAS POR BILLINGHURST.- En cuanto a las
sublevación del coronel reformas propugnadas por Billinghurst, algunas han sido puestas más tarde en ejecución como
Óscar R. Benavides, en la renovación total del Congreso, la supresión de las suplencias, la eliminación de los dos vicepre-
1916, Secada fue testigo sidentes luego restaurados, la limitación de los premios pecuniarios y de las gracias a favor de
de excepción de la forma individuos particulares y la creación del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. Otras, infor-
en que se constituyó la tunadamente, han continuado siendo, hasta tiempos recientes, sanos objetivos no conquistados.
Junta de Gobierno que Entre ellas están la reducción del número de representantes (se ha producido, por el contrario, su
luego nombraría excesiva inflación); la incompatibilidad entre la función parlamentaria y los negocios con el Estado
presidente provisorio al que ha sido solo vigente en el papel; la supresión de la nefasta iniciativa parlamentaria para recar-
militar. Su testimonio, gar el Presupuesto con nuevos gastos; el derecho exclusivo del Poder Ejecutivo para fijar los suel-
además, deslindó la dos de los empleados públicos. La historia en suma aprueba las reformas de Billinghurst.
responsabilidad de
Benavides en el
asesinato del general LA LEGALIZACIÓN DE LA APROBACIÓN DEL PRESUPUESTO POR DECRETO EN 1962.-
Enrique Varela, ocurrido En la Ley Orgánica de Presupuesto elaborada bajo los auspicios de la Junta Militar de Gobierno
durante la revuelta. en 1962, aparece un artículo que autoriza la promulgación por decreto del Presupuesto enviado
por el Ejecutivo a las Cámaras, si estas no lo hubieran aprobado dentro de un plazo específico.
De este modo, sin que en ello hubiera existido intención, Billinghurst logró una victoria póstuma
al aparecer con sanción legal en 1962, por obra de una Junta Militar, el procedimiento que adop-
tó en 1913 y que fue una de las causales para el pronunciamiento castrense del 4 de febrero de
1914. Este artículo no ha sido tomado en cuenta en 1963 ni en los años posteriores.

[V]
FORMACIÓN DE LA JUNTA DE GOBIERNO.- Existen tres versiones sobre lo ocurrido en la
reunión celebrada en Palacio, después de la victoria de la sublevación, con el fin de formar el
nuevo Gobierno. Una de ellas proviene de Alberto Ulloa Cisneros en la historia que publicó en
La Prensa sobre los sucesos del 4 de febrero. Otra es la que dio Rafael Grau en su discurso del 1°
de setiembre de 1916 en la Cámara de Diputados. La tercera, muy breve, es la de Alberto Secada
en su discurso del 6 de setiembre del mismo año en aquel recinto.

120 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


En el manifiesto de los diputados y senadores que declararon la vacancia de la presidencia
de la República había un párrafo según el cual el Congreso, mientras resolvía lo conveniente al
ejercicio del Poder Ejecutivo, investía “de autoridad bastante para que en su nombre ejecute
cuanto fuese necesario al restablecimiento del régimen constitucional” a una Junta de Represen- EN TODO CASO, LA
tantes presidida por Augusto Durand. Esta directiva no fue acatada el 4 de febrero de 1914. JUNTA qUE
Como el primer vicepresidente Roberto Leguía residía entonces en el extranjero, no fue men-
cionado; pero el segundo vicepresidente Miguel Echenique estaba en Lima. La idea de entregar- EMANÓ DEL
le el poder fue rechazada (dijo Ulloa) “por su inoportunidad dada la incorrección actual de su ACUERDO DE LOS
mandato por la falta del requisito del juramento y la imposibilidad de prestarlo por la ausencia
del Congreso”. Al ser aceptada la eliminación de Echenique vino a ser perjudicada la ulterior pre-
PARTIDOS
tensión de Roberto Leguía. REALIzADO EN LA
La fórmula que, lógicamente, debía tener más fuerza en aquellos momentos fue la de entre- REUNIÓN DE
gar el poder al coronel Benavides. Rafael Grau afirmó que hubo dos senadores que lo incitaron a
proclamarse dictador, a nombrar como secretario al comandante Enrique Ballesteros y a decretar PALACIO DEL 4 DE
de inmediato la renovación íntegra del Congreso. Otros, más moderados y con más peso, le sugi- fEbRERO AUNÓ A
rieron que aceptase la presidencia provisoria. Benavides se negó. Para explicar su actitud, reiteró
que ni era político ni quería ocuparse de política.
LA fUERzA DEL
Ulloa sostuvo la conveniencia de constituir una Junta de Gobierno. Era, en su concepto, la EJéRCITO Y AL
manera de otorgar prestigio, unidad y fuerza al nuevo régimen. Benavides volvió a negarse a PRESTIGIO
colaborar. Solo aceptó cuando se le dijo que se trataba “del lleno de una obligación impuesta por
la lógica de sus actitudes y de un Gobierno transitorio de quince o veinte días”, al cabo de los
PERSONAL DE
cuales debía reunirse el Congreso para solucionar el problema. Se preparó entonces una prime- bENAVIDES LA
ra lista de los ministros de la Junta, con la participación de todas las agrupaciones políticas AUREOLA DE
entonces existentes sin excluir al Partido Demócrata que carecía de representación parlamenta-
ria. La inclusión de un personero del Partido Civil (que fue José Matías Manzanilla) suscitó algunas UNIDAD
manifestaciones hostiles por el alejamiento en que había estado este partido de la conspiración; PARTIDARIA qUE
pero Ulloa en un enérgico discurso defendió a Manzanilla.
Secada afirmó que el propósito de algunos había sido formar una Junta de Gobierno bajo la
LA SUbLEVACIÓN
presidencia de Pedro de Osma. Este personaje no ejercía en aquella época la función parlamentaria. TRATÓ DE CREAR
En todo caso, la Junta que emanó del acuerdo de los partidos realizado en la reunión de Pala- A TRAVéS DE LA
cio el 4 de febrero aunó a la fuerza del ejército y al prestigio personal de Benavides la aureola de
unidad partidaria que la sublevación trató de crear a través de la defensa del Congreso. Fue, sin DEfENSA DEL
embargo, una solución provisional, aleatoria y frágil. CONGRESO. fUE,
SIN EMbARGO,
LA REUNIÓN DE LOS SENADORES Y DIPUTADOS RESIDENTES EN LIMA.- En la tarde del UNA SOLUCIÓN
4 de febrero, los senadores y diputados que hallábanse en Lima tuvieron una sesión bajo la presi- PROVISIONAL,
dencia de Leoncio Samanez, primer vicepresidente del Senado. Asistieron 85 representantes, es
decir, más del quórum total del Congreso pero menos de los dos tercios requeridos por la Consti-
ALEATORIA Y
tución para abrir oficialmente las sesiones. Se leyó un oficio del coronel Benavides. Allí dio cuenta fRÁGIL.
de que el ejército había “restablecido la normalidad institucional”, afirmó que no tenía aspiración
alguna de carácter bastardo y pidió que el Congreso “en uso de sus atribuciones e inspirándose en
su elevado patriotismo resuelva lo que estime más conveniente”. Ni una sola voz se elevó para
defender al régimen caído. Fueron, en cambio varias las que hicieron el encendido elogio de los
acontecimientos que acababan de ocurrir. El coronel Benavides y la guarnición de Lima recibieron
un voto de gratitud. Al mismo tiempo se acordó por unanimidad que “mientras el Congreso resuel-
va lo conveniente al ejercicio del Poder Ejecutivo, una Junta de Gobierno compuesta de seis miem-
bros, elegida en este acto, ejercerá el mando supremo de conformidad con las leyes vigentes”.
Integraron esta Junta de Gobierno, los personeros de todos los partidos, escogidos en la reunión

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 121


FRANCISCO celebrada anteriormente: José Matías Manzanilla por el civilista independiente (Relaciones Exterio-
EGUIGUREN res); Rafael Grau por el civilista leguiista (Justicia e Instrucción); José Balta por el liberal (Hacienda);
(1855-1921)
Arturo Osores por el constitucional (Gobierno) y Benjamín Boza por el demócrata (Fomento).

LA APROBACIÓN DE LA CLASE DIRIGENTE A LA SUBVERSIÓN MILITAR EN 1914.-


Acerca de la adhesión prestada en 1914 por distintos sectores al coronel Benavides y sus com-
pañeros de armas hubo múltiples testimonios provenientes de grupos dirigentes en un vago
anuncio de un enfrentamiento de la clase poderosa contra el pueblo.
Cuando el ministro de Justicia de la Junta de Gobierno se dirigió a la Corte Suprema para
comunicarle oficialmente lo ocurrido, Francisco J. Eguiguren que la presidía respondió en oficio del
7 de febrero: “El Tribunal se congratula, con la efusión del más sincero patriotismo, de que en breves
instantes haya desaparecido la alarma de la República que veía en peligro sus instituciones y la paz
interior; y espera de la ilustración y civismo de los ministros que componen la Excma. Junta, que
cooperarán eficazmente a que se consoliden el respeto a la Constitución y el imperio de las leyes”.
Los ex presidentes José Pardo desde Biarritz y Augusto Leguía desde Londres y el ex candi-
El magistrado piurano, dato Ántero Aspíllaga desde Eten enviaron mensajes congratulatorios al nuevo Jefe del Estado.
elegido senador por su Un gran banquete le fue ofrecido en el restaurante del Parque Zoológico el 20 de febrero
departamento natal en haciendo extensivo este homenaje al ejército. En representación de este asistieron jefes y oficiales
1890, fue nombrado como personeros del ministro de Guerra, del Consejo de Oficiales Generales, del Estado Mayor,
vocal de la Corte de la Escuela Superior de Guerra, de la Escuela Militar, de la Comandancia General, de los batallo-
Superior de Piura al nes N° 9, 15, 23, 3 de caballería y de ingenieros, del grupo de artillería N° 5, de la Casa Militar, de
año siguiente. Luego, la misión francesa, de la Inspección de Armas y de los dos regimientos de gendarmes y también
durante el gobierno de un grupo de marinos. Ofreció la manifestación el presidente de la Cámara de Diputados Ricardo
Manuel Candamo, fue Bentín. El coronel Benavides pronunció un discurso de exaltación de la familia militar y de fe en
designado ministro de ella. Declaró que no había seguido ni seguiría bandera política de partido alguno porque para él
Justicia, cargo que solo existía la bandera roja y blanca; y reiteró lo que expresara en ese mismo banquete Bentín, o
ejerció tras la muerte sea que él personalmente había querido dar por concluida su tarea el mismo 4 de febrero. Termi-
del presidente en 1904. nó su perorata con un llamado vigoroso a la unión, a la abnegación y al patriotismo de los políti-
Ese mismo año fue cos. “Os lo pide, señores (exclamó), un hombre que no es político ni quiere serlo y os lo pide en
nombrado vocal de la nombre de los sagrados intereses nacionales. Ofreced a la República, como consecuencia de
Corte Suprema de vuestra actitud, paz, tranquilidad, bienestar, es el premio que por su actuación anhela el ejército”.
Justicia, cuya
presidencia ejerció
durante el período LOS ASCENSOS POR LA SUBLEVACIÓN DEL 4 DE FEBRERO.- La ley de 29 de octubre de
1913-1914. 1878 que acordó recompensas a quienes salvaguardan la existencia de los Poderes Públicos
cuando esta se halla amenazada fue invocada por el Congreso de 1914 para ascender por la
acción del 4 de febrero de 1914 a los jefes y oficiales de la guarnición de Lima y de la del Cuzco
a la clase inmediata superior, sin más requisito y sin previa declaración de vacantes, una vez que
hubiesen cumplido en la clase que tenían, la mitad del tiempo mínimo de antigüedad requerido
por la ley de ascensos (ley N° 1993 de 19 de octubre de 1914).
La ley N° 1993 no solo vulneró los preceptos de la ley de situación militar sino que fue aplicada
en forma criticable. Llegó a ser nombrada una comisión para el estudio de los méritos de quienes
con ella se creían favorecidos; mas, la agitada situación política de aquellos días y la arbitraria
influencia del Congreso produjeron un sistema de recomendaciones y acomodos y unos jefes
resultaron preferidos, a veces sin que hubiesen actuado contra el desguarnecido Palacio de Gobier-
no en la alborada del 4 de febrero de 1914 ó en el Cuzco y otros quedaron perjudicados. Hubo
militares a quienes la ley N° 1993 debió favorecer sin que ello ocurriera porque se habían manifes-
tado favorables a la causa del vicepresidente Roberto Leguía y de su aliado, el Partido Liberal.

122 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 34 ]


En la legislatura de 1917 se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto, que el Poder
Ejecutivo auspició, para que no fueran atendidos en lo sucesivo los pedidos de ascensos y las
reclamaciones fundadas en la ley N° 1993. Hubo quien reveló que tres años después de la caída
de Billinghurst había unos sesenta postulantes ante el Congreso para obtener aquellos benefi- hUbO
cios. El proyecto fue aprobado (ley N° 2618 de 10 de diciembre de 1917). TRANqUILIDAD
En el seno del ejército mismo surgió un ambiente de malestar ante la interferencia política
en los ascensos por primera vez presente en gran escala desde 1895, pues solo atisbos de ella EN EL PAÍS EN
habían aparecido a raíz de la sublevación de mayo de 1908. No faltaron jefes y oficiales que lle- LOS DÍAS qUE
garon a decir con orgullo: “Estos galones que llevamos no son del 4 de febrero”.
VINIERON
INMEDIATAMENTE
LA TRANQUILIDAD PÚBLICA DESPUÉS DEL 4 DE FEBRERO.- Hubo tranquilidad en el DESPUéS DEL
país en los días que vinieron inmediatamente después del pronunciamiento militar del 4 de
febrero. Aparte del exilio de Billinghurst y del dirigente obrero Carlos del Barzo, no se produjo PRONUNCIAMIENTO
medida alguna de persecución o sanción permanentes. MILITAR DEL 4 DE
fEbRERO. APARTE
DEL ExILIO DE
bILLINGhURST Y
DEL DIRIGENTE
ObRERO CARLOS
DEL bARzO, NO SE
PRODUJO MEDIDA
ALGUNA DE
PERSECUCIÓN
O SANCIÓN
PERMANENTES.

[ CAPÍTULO 34 ] PERÍODO 6 123


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 35 ● I Los san­grien­tos su­ ma­yo y ju­nio de 1914 ●  El asi­lo y la de­ ●  Los pro­yec­tos so­bre im­pues­tos a las
ce­sos de Na­po II La pug­na en­tre los
● por­ta­ción de Au­gus­to Du­rand y Al­ber­to uti­li­da­des del co­mer­cio y la in­dus­tria y a
par­ti­da­rios del vi­cepre­si­den­te Ro­ber­ Ulloa ● La pri­sión de Víc­tor Lar­co He­rre­ra los suel­dos de los em­plea­dos. La ma­tan­
to Le­guía y los par­ti­da­rios de nue­vas y Ra­fael Vi­lla­nue­va y el fun­cio­na­mien­to za de Are­qui­pa ● Di­mi­sión del Ga­bi­ne­te
elec­cio­nes po­pu­la­res ●  La me­dia­ción del há­beas cor­pus ●  Re­nun­cia de Gon­ Sch­rei­ber ● El Ga­bi­ne­te Abrill ● Las ca­rac­
de Isaías de Pié­ro­la ●  La fór­mu­la de la zá­lez Pra­da. La Lu­cha ● La ins­ta­la­ción del te­rís­ti­cas de los ga­bi­ne­tes de Be­na­vi­des
pre­si­den­cia pro­vi­so­ria ●  La se­sión del Con­gre­so or­di­na­rio de 1914 y el acer­ ● El an­ti­ci­po de las le­yes de ex­cep­ción

Con­gre­so el 15 de ma­yo de 1914 ●  La ca­mien­to del le­guiis­mo al ré­gi­men de ● Los su­ce­sos de Mar­gos ●  IV La ley de

elec­ción del co­ro­nel Be­na­vi­des co­mo Be­na­vi­des ●  III El Ga­bi­ne­te Car­va­jal y el si­tua­ción mi­li­tar ● La ley de cua­dros ● El
pre­si­den­te pro­vi­so­rio ● La re­so­lu­ción le­ es­ta­lli­do de la gue­rra eu­ro­pea ●  El Ga­ ti­ro de gue­rra ●  V Plan­tea­mien­to de la
gis­la­ti­va so­bre la pre­si­den­cia pro­vi­so­ria bi­ne­te Sou­sa ●  El Ga­bi­ne­te Sch­rei­ber. El cues­tión La Brea y Pa­ri­ñas ● VI El gua­no y
●  Apre­cia­cio­nes so­bre los su­ce­sos del in­ci­den­te en­tre el mi­nis­tro de Gue­rra y los de­re­chos de la Pe­ru­vian Cor­po­ra­tion
15 de ma­yo ● La acu­sa­ción par­la­men­ta­ la Cá­ma­ra de Di­pu­ta­dos ● Las ges­tio­nes y de la agri­cul­tu­ra na­cio­nal ●  El mue­lle
ria por los su­ce­sos del 15 de ma­yo ●  El pa­ra que los se­ño­res Bi­lling­hurst y Du­ de Sa­la­verry ●  El mue­lle de Ma­la­bri­go
as­cen­so del pre­si­den­te Be­na­vi­des ● El rand fue­sen ex­pul­sa­dos de Tac­na y Ari­ca ●  VII El agua de Li­ ma ●  Los ser­vi­cios de
Ga­bi­ne­te Mu­ñiz. La pro­cla­ma­ción de ●  Los san­grien­tos su­ce­sos de Vi­tar­te en agua y de­sa­güe y de agua po­ta­ble ●  El
Ro­ber­to Le­guía y las cons­pi­ra­cio­nes de ene­ro de 1915 ● La ma­tan­za de Llau­cán alum­bra­do eléc­tri­co en el Cuz­co.
EL CONATO DE TERCER MILITARISMO (1914-1915).
Aspectos políticos, administrativos y sociales. La cuestión
La Brea y Pariñas

CAPÍTULO
35
[ ]
L
[I]
OS SANGRIENTOS SUCESOS DEL NAPO.- En marzo de 1914 se produjeron en Iquitos graves
sucesos en la guarnición allí acantonada. Debíase dos meses en el pago de las propinas a la tropa.
Dentro de ella existían elementos malsanos. Había además, en aquella ciudad, con motivo de la
crisis del caucho, individuos indeseables en estado de falencia que maquinaron un motín con el
objeto de asaltar los establecimientos comerciales e industriales. Al mismo tiempo, hubo el pro-
pósito de libertar a los presos que se encontraban en la cárcel por los crímenes del Putumayo.
El coronel Benjamín Puente, jefe de la plaza y comandante general de la región que, asimis-
mo, desempeñaba la prefectura, se constituyó en el cuartel y, en un gesto de entereza personal,
debeló el motín que iba a anegar en sangre a Iquitos.
Los autores y responsables de la sublevación, que eran los clases y parte de la tropa pertene-
cientes al batallón que guarnecía la ciudad, fueron embarcados en una lancha que, a su vez,
debía ser vigilada por otra comandada por el oficial de marina argentino Casaval. La finalidad de
esta medida fue la de aislarlos mientras podían ser puestos bajo debida custodia. Las dos lanchas
se dirigieron al río Napo. Los presos eran más de cuarenta y sus guardianes no pasaban de die-
ciocho. Se produjo un amotinamiento de aquellos. Después de querer abordar la lancha que los
custodiaba, los rebeldes se echaron a nado para fugar. Algunos murieron ahogados o bajo el
fuego de sus adversarios.
La suspicacia criolla, el apasionamiento político y el espíritu de sensacionalismo hicieron que
los sucesos de Iquitos fuesen denunciados como si se hubiera tratado de hechos pavorosos. Pero
las personas y entidades representativas de aquellas ciudad obsequiaron al coronel Puente con
un gran banquete en el que, por conducto del presidente de la Corte Superior, testimoniáronle
su gratitud. Entre otras cosas, expresó este magistrado: “Bastaría el hecho de haber, con mano
firme, vibrante palabra y marcial actitud contenido la disolución y la muerte que, tendiendo sus
negras alas, en noche no muy lejana, se apoderaban de este pueblo a los gritos sediciosos, todos
insidiosamente acompañados”.
El diputado Rafael Grau, en la sesión de su Cámara el 6 de setiembre de 1915, hizo una rela-
ción minuciosa de lo ocurrido, para desmentir los cargos imputados. No fue contradicho enton-
ces, a pesar de la amplísima libertad de palabra de que gozaba en aquella época el Parlamento.
Los presos por los crímenes del Putumayo fugaron de la cárcel de Iquitos el 30 de mayo de
1915.

[ II ]
LA PUGNA ENTRE LOS PARTIDARIOS DEL VICEPRESIDENTE ROBERTO LEGUÍA Y
LOS PARTIDARIOS DE NUEVAS ELECCIONES POPULARES.- El mandato otorgado a la
Junta de Gobierno por la reunión de diputados y senadores celebrada el 4 de febrero solo debía
durar hasta la instalación oficial del Congreso. ¿Quién debía ir al mando supremo de la Repúbli-
ca? Según el punto de vista estrictamente legal, después de haber dimitido el presidente, era al
primer vicepresidente Roberto Leguía (completamente ajeno al plan de destruir el Parlamento

126 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


que había dado su bandera a la revolución) a quien correspondía asumir el ejercicio de sus fun-
ciones durante los dos años y medio que faltaban para que concluyera el período de Billinghurst.
Si la revolución del 4 de febrero se había hecho en defensa del orden constitucional amenazado
por el proyecto del plebiscito, parecía (de acuerdo con este criterio) que debía observarse en
forma escrupulosa la continuidad de las instituciones existentes en la Carta política. El primer
7 MAYO
1915
[ Irlanda ]

vicepresidente debía su elección no al sufragio popular sino al voto de ambas Cámaras; pero en fRENTE A LAS COSTAS
defensa de ellas habíase llevado a cabo el movimiento revolucionario del 4 de febrero. La ley DE IRLANDA, UN
acerca de su designación había sido debidamente promulgada con el N° 1572 el 22 de agosto SUbMARINO ALEMÁN
de 1912.
Billinghurst narra en su manifiesto de Arica que en la entrevista que tuvo en Palacio en la U20 hUNDE EL bARCO
madrugada del 4 de febrero con Jorge Prado, cuando él insinuó que su sucesor podía ser el pri- DE PASAJEROS
mer vicepresidente, Prado repuso: “Nosotros no hemos hecho la revolución para Leguía”. LUSITANIA, qUE
Era obvio que esta fórmula tenía que hallar grandes resistencias. El entronizamiento de
Roberto Leguía no podía ser visto con beneplácito por quienes consideraban que sería la vuelta
hAbÍA zARPADO
al combatido Gobierno de su hermano que El Comercio en editorial del 22 de febrero calificó UNOS DÍAS ANTES
duramente. Lo acusó “de aberraciones administrativas, de escándalos políticos, de despilfarro DEL PUERTO DE
financiero, de profundas y odiosas luchas internas, de desquiciamiento nacional”. Para este sector
NUEVA YORk
de la opinión la elección de aquel respetable caballero en 1912, en un acto por el cual arrebató
el Congreso a la soberanía popular la potestad de elegir, había sido una imposición del nepotis- (ESTADOS UNIDOS).
mo, una transacción circunstancial, sin el arraigo en la opinión pública que amparó el título de EN EL INCIDENTE
Billinghurst. Convertir a Roberto Leguía en el beneficiario del movimiento del 4 de febrero y
MURIERON 1.198
entregarle el poder para erigir un nuevo régimen con los despojos del caído implicaba según
decían, provocar una ardiente lucha nacional. Lo que el país debía hacer era (en opinión de ellos) PERSONAS, DE LAS
restablecer plenamente la constitucionalidad e ir a nuevas elecciones. El 4 de febrero de 1914 CUALES 128 ERAN
había sido depuesto el sistema íntegro que fuera erigido en 1912 sin sujeción al texto preciso de ESTADOUNIDENSES.
la Carta política. Así, los enemigos de Roberto Leguía se enfrentaban a quienes, con el argumen-
to de los títulos legales y de su poderío parlamentario, pretendían que el Congreso resolviera por ESTE hEChO MARCÓ
sí solo y de inmediato el problema presidencial; y, al negar la validez o la vigencia de la elección EL INGRESO DE LOS
hecha por este Poder del Estado en 1912 y al oponerse a su confirmación en 1914, se acercaban, ESTADOS UNIDOS EN
paradojalmente, a las ideas de Billinghurst sobre la necesidad de restituir al pueblo el derecho de
sufragio, es decir, las prerrogativas ciudadanas, para lo cual afirmaban que, de este modo rom-
LA PRIMERA GUERRA
pían con una política de círculo exclusivista y cerrada. MUNDIAL. EN SU
Roberto Leguía había estado ausente del país cuando se produjo la revolución del 4 de febre- DEfENSA, LOS
ro y, como ya se ha indicado, no había podido prestar el juramento prescrito por la Constitución
ALEMANES
para quienes recibieran la investidura vicepresidencial.
Salvo un grupo pequeño de diputados y senadores incorporados en 1913 (después de la AfIRMARON qUE
criba efectuada por la Corte Suprema) el personal de ambas Cámaras era el mismo de 1912. EL LUSITANIA
Al grupo leguiista, muy fuerte, por eso, en el Congreso, se unieron el jefe del Partido Liberal
TRANSPORTAbA
Augusto Durand y sus correligionarios y amigos. El vocero periodístico de esta alianza fue La
Prensa con todo el prestigio que le daban su director y propietario Alberto Ulloa Cisneros, sus MATERIAL béLICO, LO
colaboradores y su reciente campaña contra Billinghurst. La propaganda de La Prensa no solo se qUE fUE
basó en el título constitucional con que hallábase revestido Leguía sino también en el repudio CONfIRMADO EN
al “bloque” que pretendía apoderarse del poder. El Partido Civil (antes llamado Partido Civil Inde-
pendiente), secundado por el Constitucional y un sector del Partido Demócrata propugnaron la INVESTIGACIONES
convocatoria a elecciones generales. Dentro de esta corriente de opinión se distinguieron Joa- POSTERIORES.
quín Capelo, Fernando Gazzani y José María de la Jara y Ureta en la agrupación fundada por
Piérola; David Matto, Manuel Irigoyen Canseco y Mario Sosa como personeros constitucionales y
Luis Pardo y Barreda, Germán Arenas y Vicente Maúrtua en su calidad de delegados del Partido
Civil Independiente. A ellos se agregaron personajes como Alejandro Deustua, Augusto E. Pérez

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 127


ROBERTO LEGUÍA Araníbar y Juvenal Denegri como representantes de una llamada “Asamblea Nacional” ante el
(1866-1930) comité de los partidos aliados, integrado por los caballeros antedichos. El jefe del movimiento
eleccionista fue Javier Prado Ugarteche, civilista no bloquista que hasta 1912 no había roto sus
relaciones de buena amistad con el leguiismo y que acompañara a Aspíllaga. Las conferencias
públicas a favor del sufragio popular pronunciadas por diversas personalidades, entre las que se
contaron Alejandro Deustua, Joaquín Capelo y José María de la Jara y Ureta, atrajeron a un audi-
torio distinguido y entusiasta. Miguel Echenique renunció el 6 de febrero la segunda vicepresi-
dencia de la República y se declaró el 27 de febrero también partidario de resolver el problema
político mediante el acto de devolver al país el derecho de escoger a sus mandatarios.
En la Junta de Gobierno esta solución obtuvo el apoyo de los ministros Manzanilla, Osores y
Boza, y así quedaron a favor de la tesis constitucionalista, o sea de la proclamación del primer
vicepresidente, solo Balta y Grau.
Hubo tres convocatorias a sesiones del Congreso que se frustraron por la falta de quórum. En
una de ellas, el 21 de marzo de 1914, se produjeron choques y tiroteos callejeros y entre otros
heridos, cayó el diputado leguiista Alberto Salomón que se hizo conducir en una camilla a la
El político lambayecano, Cámara de Diputados, con notable entereza. Parece que leguiistas y liberales tenían la mayoría;
hermano del ex pero no el número de votos suficientes para el quórum de los dos tercios exigidos por la Cons-
presidente Augusto B. titución para la instalación del Congreso.
Leguía y primer Hubo intentos de provocar el paro general para oponerse a la elección de Roberto Leguía.
vicepresidente de la Fue una imitación de lo ocurrido en 1912 para impedir los comicios que iban a favorecer a Aspí-
República, asumió la llaga; pero estimulada, esta vez, por algunos patronos.
presidencia tras el
derrocamiento de
Guillermo Billinghurst. LA MEDIACIÓN DE ISAÍAS DE PIÉROLA.- De regreso del extranjero, Isaías de Piérola, aco-
Sin embargo, al no gido entusiastamente por los sobrevivientes del Partido Demócrata, recibió de ambos bandos
haber prestado el en pugna la sugerencia para que, después de estudiar con imparcialidad la situación política
juramento propusiera una fórmula que solucionase el problema creado. Isaías de Piérola celebró numerosas
constitucional en 1912, conferencias con personeros de las distintas zonas de la opinión y con los miembros de la Junta
muchos sectores de Gobierno y sugirió que cada uno de los dirigentes sacrificara sus intereses, ambiciones o dere-
políticos se opusieron a chos personales. Aceptó, con este motivo, Javier Prado hacer la renuncia de su posible candida-
la designación. Tras el tura presidencial y los hermanos de José Pardo hicieron un anuncio similar a nombre del ex
nombramiento de Óscar mandatario que continuaba en Europa y el propio Piérola se halló obligado a asumir igual acti-
R. Benavides como tud. En cambio, Roberto Leguía, que en forma privada había manifestado análogos propósitos si
presidente, Leguía salió las nuevas elecciones se efectuaban fuera de la influencia bloquista o pradista, demoró primero
del país. A su regreso, su respuesta definitiva y se negó finalmente a retirar su pretensión, mucho más concreta e inme-
en 1927, fue elegido diata, por cierto, que la de los otros políticos porque, sin duda, confiaba en su mayoría parlamen-
senador por taria. Isaías de Piérola dio entonces por terminada la misión del Partido Demócrata y con ella la
Lambayeque. de los partidos coaligados para la campaña en pro del sufragio popular y aconsejó el reconoci-
miento de la personería del Congreso para encontrar una solución. El Partido Demócrata entró
en receso a partir del 27 de abril de 1914; pero algunos de los miembros del comité directivo
creyeron que Piérola debió sumar su concurso a quienes habían propugnado y seguían propug-
nando la convocatoria a elecciones presidenciales.

LA FÓRMULA DE LA PRESIDENCIA PROVISORIA.- Los parlamentarios eleccionistas anun-


ciaron, a comienzos de mayo, que habían preparado una moción para que el Congreso invistie-
ra al presidente de la Junta de Gobierno con el carácter de presidente provisorio a fin de que
convocara a comicios populares, revocando así indirectamente la elección que el mismo Poder
Legislativo hiciera en 1912.

128 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


Presidente provisorio. Tras el golpe de Estado que encabezó en febrero de 1914, el coronel Óscar R.
Benavides fue designado presidente de la Junta de Gobierno que se encargó del país. En mayo, en una
polémica sesión del congreso, la minoría parlamentaria designó a Benavides como presidente provisorio,
mientras la mayoría era impedida de ingresar al recinto parlamentario.

[ capítulo 35 ] período 6 129


Entre las manifestaciones públicas a favor del sufragio popular tuvo singular significación la
que organizó un grupo de universitarios en homenaje a Javier Prado el 14 de mayo y que termi-
[ 1914 mayo 16 ] nó en la plazuela de Desamparados con un discurso de Benavides en el que afirmó que siempre
sería consecuente con sus galones y con su amor a la Patria. Su voluntad había sido ganada,
LA PRESIDENCIA según se dijo, trabajosamente y después de muchas dudas, al punto de vista de la mayoría de la
PROVISIONAL. El 16 de Junta. Según una versión, hasta la víspera del 15 de mayo de 1914 hubo la posibilidad de que se
mayo de 1914, el diario inclinara por una fórmula diferente.
El Comercio informó
sobre la decisión del
congreso de “poner LA SESIÓN DEL CONGRESO EL 15 DE MAYO DE 1914.- Producida la cuarta convocatoria a
término al periodo de sesión parlamentaria el 15 de mayo de 1914, acudió al local del Congreso la minoría partidaria
intranquilidad pública de las elecciones populares, mientras a la mayoría de sus adversarios la fuerza pública le impedía
y de molesta el ingreso. La sesión fue precedida inicialmente por Hildebrando Fuentes y, según una versión,
incertidumbre que ha no se pasó lista. Ocupó luego la presidencia Leoncio Samanez, vicepresidente del Senado. El
vivido el país en los diputado Mariano Lino Urquieta, entró violentamente en la sala y dijo, según esas mismas infor-
últimos meses. maciones: “Me permito preguntar a V. E. con qué quórum se ha instalado el Congreso. Se está
Producidos los consumando un crimen. He cumplido mi deber y seguiré cumpliéndolo hasta llegar al sacrificio”.
acontecimientos del 4 Sus palabras entrecortadas fueron coreadas por un gran vocerío. Se oyeron voces diciendo “Fue-
de febrero se creyó ra, fuera”. Alguien exclamó: “¡Cállense, es uno!”. Urquieta se retiró de la sala.
que se había liquidado En seguida se leyó el oficio de Miguel Echenique en el que renunciaba al cargo de segundo
la situación de que era vicepresidente de la República. Esta actitud fue aprobada por aclamación.
exponente el régimen
elegido en 1912”. Se
señalaba también que LA ELECCIÓN DEL CORONEL BENAVIDES COMO PRESIDENTE PROVISORIO.- Luego se
el congreso designó dio lectura a la siguiente moción: “El Congreso de la República; Considerando: Que producido el
como presidente movimiento de 4 de febrero, que puso término al Gobierno entonces existente, debe reconstituir-
provisorio al coronel se el Poder Ejecutivo con arreglo a lo dispuesto en el artículo 8° de la Constitución del Estado y
Óscar R. Benavides, proveerse entretanto el establecimiento de un Gobierno promisorio; encarga, hasta que queden
“en cumplimiento realizadas las elecciones de Presidente y Vicepresidentes de la República, en la forma prescrita por
al artículo 80 de el citado artículo constitucional al coronel Óscar R. Benavides, de la Presidencia Provisoria de la
nuestra Carta República, cesando en sus funciones la actual Junta de Gobierno. Lima, mayo 15 de 1914”.
fundamental (…)”. Varios representantes se adhirieron al documento que fue extensamente fundamentado por
David García Irigoyen. Abelardo Gamarra pidió que constara su voto en contra y lo fundó en
Secretaría en estos términos: “Pertenezco a la mayoría legal que profesa el respeto a la Constitu-
ción y a las leyes... La legítima mayoría de ambas Cámaras es un poder constituido y no es posible
que acepte que una dictadura intentada y a la que puso término el ejército en la jornada del 4
de febrero sea sustituida por otra dictadura precisamente recaída en personalidad de ese mismo
ejército, que con semejante borrón no solo desprestigia la noble carrera de las armas, sino que
hunde al Perú en el naufragio de sus instituciones”. El diputado por Lima Manuel Químper, que
acababa de llegar después de un altercado con el jefe de la fuerza de policía y que se incorporó
ese día, emitió su voto contrario, elevó su protesta y dejó constancia de que estaba contra el
régimen provisorio y contra Roberto Leguía. Análoga fue la actitud de Alberto Secada, que
renunció la secretaría de la Cámara de Diputados.
Aprobada la moción relativa al nuevo Gobierno, el presidente del Congreso designó el per-
sonal de las comisiones de anuncio y de recibo para el coronel Benavides, la primera de ellas con
el fin de llevarle la noticia de su elección y de hacerle saber que el Congreso lo esperaba para
tomarle el juramento respectivo.
Después se aprobó una autorización al Poder Ejecutivo para prorrogar los dozavos corres-
pondientes del Presupuesto general de la República de 1912, así como los departamentales,

130 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


hasta la próxima reunión del Congreso en sesiones ordinarias. Fue autorizado, asimismo, el Poder
Ejecutivo para conceder un ascenso hasta la clase de teniente coronel a los miembros del ejér-
cito, de la armada y de la gendarmería, que se habían hecho acreedores a él por acción meritoria
en cumplimiento de sus deberes el 4 de febrero de 1914; proponiendo el Congreso los ascensos
a las clases superiores conforme a la Constitución.
A las 4 y 52 de la tarde, ingresó a la sala de sesiones el coronel Benavides. Fue recibido con
6
SE INAUGURA EN LA
JUNIO
1915
[ perú ]

una salva de aplausos y vivas. Acto continuo, prestó el siguiente juramento. “Yo Óscar R. Benavi- PLAzUELA DE LA
des, juro por Dios y estos Santos Evangelios que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente MERCED EL
Provisorio que me ha confiado el Honorable Congreso; que protegeré la Religión del Estado,
conservaré la integridad, independencia y unidad de la Nación; y guardaré y haré guardar la MONUMENTO
Constitución y sus leyes”. Inmediatamente después pronunció las siguientes palabras: “Reitero mi CONSTRUIDO EN
juramento, honorables señores, diciendo a los pueblos del Perú, ante el Congreso de mi Patria: hOMENAJE AL
que el coronel Benavides no está banderizado ni lo estará nunca. Las elecciones se verificarán,
puesto que ellas deben verificarse, en la forma más legal que armonizando los intereses del Esta-
PRESIDENTE RAMÓN
do, den una idea completa del querer de los pueblos, y en este caso y en ese camino el coronel CASTILLA. LA
Benavides será el más imparcial entre los imparciales. Acepto, pues, honorables señores, esta ESCULTURA fUE
banda con que en mí honráis al ejército; en nombre del ejército os digo que el Perú tiene un
REALIzADA POR EL
poder militar que sabrá sostenerlo en cualquier momento, que ni lo ha perdido; que el Congreso
puede contar con él y que los pueblos en general sabrán que tienen quien lo haga respetar: el ARTISTA DAVID
ejército y la marina del Perú”. LOzANO Y DEVELADA
En seguida el coronel Benavides se retiró de la sala y el presidente dio por terminada la sesión.
POR EL GENERAL
Eran las 5 y 10 de la tarde.
A las 5 y 30 de la tarde regresó al Palacio de Gobierno el coronel Benavides, investido con la ANDRéS AVELINO
banda presidencial. Le acompañaban los miembros de la casa militar. El carruaje de gala y los dos CÁCERES EN UN ACTO
restantes que ocupaban los edecanes, venían precedidos por cuatro batidores, seguidos por el OfICIAL DIRIGIDO POR
Escuadrón Escolta. Instantes después llegaron al Palacio los representantes adictos para felicitar-
le. En esos momentos un grupo de gente se estacionó en la Plazuela de los Desamparados EL PRESIDENTE ÓSCAR
delante de los balcones de Palacio que daban a esa plazuela, y pidió a gritos y palmadas que R. bENAVIDES. DESDE
saliese al balcón el “general Benavides”. El coronel Benavides se asomó entonces al balcón y fue EL fUERTE SANTA
muy aplaudido. Dirigió la palabra a los manifestantes en estos términos: “¡Pueblo! ¿Qué queréis
que os diga? Si queréis que os hable de patriotismo, esta casaca lo dirá mejor que yo; si queréis
CATALINA, SE SALUDÓ
que os hable de honradez, estos galones son honradez; si queréis que os hable de garantías, ahí LA CEREMONIA CON EL
está el juramento que acabo de hacer para que vosotros, ese pueblo que yo amo tanto, elija su DISPARO DE VEINTIúN
Presidente; y si queréis que os hable de sacrificios, varias veces me he sacrificado, y, ahora mismo,
CAñONAzOS.
estoy dispuesto a dar lo más preciado: la vida por la Patria!”.
Cuando entró nuevamente al recinto presidencial, recibió las felicitaciones de los representan-
tes y de algunos otros amigos suyos. Luego procedió a tomar el juramento a los miembros de su
Gabinete. Lo integraban el general Pedro E. Muñiz, como ministro de Guerra y Marina y presidente
del Consejo; Fernando Gazzani, ministro de Relaciones Exteriores; Hildebrando Fuentes, de Gobier-
no y Policía; Luis Julio Menéndez, de Justicia; Luis Felipe Villarán (hijo), de Hacienda; y Joaquín
Capelo, de Fomento. Terminado este acto que fue presenciado por las personas ya mencionadas
y los miembros de la Casa Militar, los circunstantes aplaudieron. A las siete de la noche se celebró
un Consejo de ministros presidido por el coronel Benavides, el cual concluyó una hora después.
Después se dio comienzo al desfile de las tropas, que habían formado con motivo de la ins-
talación del Congreso desde las dos de la tarde. Mandaba la línea el coronel Gerardo Álvarez, jefe
de la zona militar de Lima. Fue presenciado desde los balcones de Palacio.
A las ocho de la noche, se oyeron algunos vivas delante de la puerta de honor de Palacio,
dados a Javier Prado y Ugarteche, que acompañado de su hermano Jorge, entraban a felicitar al
coronel Benavides, con quien departieron por breves momentos.

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 131


LA RESOLUCIÓN LEGISLATIVA SOBRE LA PRESIDENCIA PROVISORIA.-Debe ser reite-
rado aquí que, según las noticias periodísticas acerca de la sesión de Congreso correspondiente
al 15 de mayo de 1914, fue aprobada en ella la proposición sobre la presidencia provisoria que
LAS fUERzAS ha sido literalmente reproducida en uno de los párrafos anteriores de este capítulo. Con carácter
ARMADAS oficial apareció en la edición de El Peruano N° 21 y 22, fechado el 24 y 25 de junio de 1914, la
resolución legislativa N° 1958. Por lo demás, dicho periódico había publicado otro documento
SECUNDARON AL distinto con ese mismo número en la edición del 10 y 11 de junio, N° 131 y 132.
RéGIMEN Pero el texto correspondiente al 15 de mayo de 1914 que pudo leerse el 24 y 25 de junio tuvo
un agregado. Fue el siguiente párrafo: “La elección de Presidente y Vicepresidentes de la Repúbli-
ESTAbLECIDO EL 15 ca se realizará junto con el próximo tercio parlamentario”.
DE MAYO; Y UNO La sesión del Congreso del 15 de mayo de 1914 no figura en el Diario de Debates.
DE LOS PRIMEROS La promulgación de la nueva resolución legislativa N° 1958 se efectuó con las firmas de una
parte del personal de la Junta de Gobierno, es decir reunió solo las de Benavides, Manzanilla,
ACTOS DE ESTE Osores y Boza. No la suscribieron ni Balta ni Grau.
fUE hACER UNA La ruptura de la unidad de la Junta de Gobierno al refrendar la resolución de 15 de mayo solo
cuatro ministros, uno de los cuales venía a ser el agraciado con el nombramiento hecho, la
IMPONENTE variante en el texto de ella y la repetición del mismo número en dos leyes distintas fueron
REVISTA MILITAR denunciadas por el senador Carlos Paz Soldán, de filiación billinghurista, en su Cámara, en sesión
EN LA AVENIDA DE de 13 de noviembre de 1914. Ese último punto fue mencionado también por el diputado
Manuel Químper en la sesión de 7 de diciembre de 1914.
LA MAGDALENA,
PRESIDIDA POR EL
NUEVO MINISTRO APRECIACIONES SOBRE LOS SUCESOS DEL 15 DE MAYO.- Los partidarios de Roberto
Leguía tacharon la sesión del 15 de mayo pues consideraron (seguramente con fundamento)
DE GUERRA. EL que no había tenido quórum, que la policía no permitió a muchos representantes partidarios del
CORONEL vicepresidente el ingreso a la plaza de la Inquisición o a la sala de sesiones y que durante la cere-
monia del juramento de Benavides se sentaron en los escaños, para dar una impresión de mayor
bENAVIDES Y número, algunos empleados de las Cámaras. Según la versión leguiista y liberal, solo llegaron a
DIChO MINISTRO, reunirse en el Congreso 68 representantes, o sea un número menor que los dos tercios señalados
EL GENERAL por la Carta política para que se instalara el Poder Legislativo y que ascendía a 85. Si se cometió
esta vez, como ocurrió seguramente, un atropello en contra de la mayoría leguiista, habríase él
MUñIz, GOzAbAN efectuado, en realidad, de modo análogo al atentado que en julio de 1911 generó la gran parte
DE GRAN de esa misma mayoría.
El nombramiento de un presidente provisorio, por voto parlamentario, no guardaba nexo
PRESTIGIO lógico ni con la repulsa a Billinghurst y a Roberto Leguía por haber sido elegidos a través de ese
PROfESIONAL Y mismo sistema, dentro de la teoría de que el Legislativo carecía de facultades electorales; ni con
PERSONAL. la defensa de la Constitución enarbolada para derrocar a aquel estadista, pues la Carta no reco-
nocía la existencia de mandatarios provisorios de la República. En principio, pues, podía disentir-
se totalmente con lo ocurrido. Sin embargo, otras consideraciones tenían vigencia en aquellos
momentos y lograron primacía. El nombre de Roberto Leguía no estaba ungido por una virtud
carismática. Su situación era, en cierto sentido, parecida a la de Ántero Aspíllaga en 1912, si bien
ningún partido gozaba entonces de la popularidad que había elevado en aquel año a Billing-
hurst. Es muy probable que los votos de los senadores o los diputados que respaldaban a Leguía
no reflejaran con plenitud a la opinión pública. Su mayoría no llegaba al número suficiente como
para hacer funcionar por sí solo al Congreso. El “¡Viva Leguía!”, popular en 1919, no lo era en 1914.
Las fuerzas armadas secundaron al régimen establecido el 15 de mayo; y uno de los primeros
actos de este fue hacer una imponente revista militar en la avenida de la Magdalena, presidida
por el nuevo ministro de Guerra. El coronel Benavides y dicho ministro, el general Muñiz, goza-
ban de gran prestigio profesional y personal. El país dio, aunque fuese de manera pasiva, su

132 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


LA LUCHA. Este periódico, que empezó a circular en Lima el 6 de junio de 1914, fue editado por
Manuel González Prada y su hijo Alfredo. En sus páginas, ambos llevaron a cabo una campaña
contra la designación presidencial de Óscar R. Benavides. Al poco tiempo, sin embargo, este
medio dejó de circular, debido a que no encontró ningún taller que quisiera encargarse de su
impresión. Los textos preparados para las siguientes ediciones aparecieron en un libro póstumo
de González Prada, titulado Sobre el militarismo (antología): Bajo el oprobio (1933).

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 133


JUAN MANUEL consentimiento a lo ocurrido. Con la decisión transitoria y de emergencia que se adoptó enton-
TORRES BALCÁZAR ces, se abrió el camino hacia una ulterior elección democrática. Cuando el senador Carlos Paz
(¿?-1946)
Soldán hizo las denuncias que se han mencionado antes, su colega Enrique Forero observó que
había aludido a hechos consumados que la ciudadanía había aceptado. La guerra europea con
los graves problemas económicos y hacendarios que inmediatamente creó, vino a reafirmar la
estabilidad política de la presidencia provisoria.

LA ACUSACIÓN PARLAMENTARIA POR LOS SUCESOS DEL 15 DE MAYO.- En la sesión


de la Cámara de Diputados del 7 de octubre de 1914, Juan Manuel Torres Balcázar, en nombre
del Partido Liberal, presentó una acusación contra los miembros de la Junta de Gobierno, los
representantes que eligieron presidente provisorio al coronel Benavides y los miembros del
Gabinete con que se instaló el Gobierno el 15 de mayo.
La Cámara no la admitió a debate. Primaron consideraciones prácticas. Después del 1° de
agosto representantes de todos los partidos estaban acudiendo a las sesiones del Parlamento. El
país hallábase abocado a graves problemas. Una parte del Congreso no podía formular una acu-
El diputado liberal, sación contra el Congreso. Cualesquiera que hubiesen sido las anomalías de la sesión del 15 de
representante de la mayo, quienes en ella tomaron parte y quienes se solidarizaron con sus resultados creyeron que
provincia de Bolognesi, se había dado una solución al conflicto que dividía a la opinión pública, evitando la anarquía y
presentó en 1914 una creando un régimen llamado “de orden” que abrió el camino a la elección presidencial. El mismo
acusación contra todas Torres Balcázar acababa de votar en una de las sesiones anteriores a favor del ascenso del coronel
aquellas autoridades Benavides al grado de general. Habían pasado sin sanción poco antes hechos tan reprochables
que eligieron al como la clausura de la Junta Electoral Nacional y el atentado de julio de 1911 contra la Cámara de
coronel Óscar R. Diputados y otros tan discutibles como la elección presidencial de Billinghurst bajo la presión de
Benavides como las llamadas “jornadas cívicas”. Nadie había pedido, por lo demás, el enjuiciamiento de los repre-
presidente provisorio. sentantes que se reunieron en una casa particular el mismo 15 de mayo para intentar la dualiza-
La acusación, sin ción del Congreso y de los políticos que en seguida quisieron trastornar el orden público. Al fin y
embargo, no fue al cabo, la Junta de Gobierno instalada el 4 de febrero había emanado de una reunión de senado-
atendida por los res y diputados efectuada sin el quórum legal y también había prescindido de los vicepresidentes.
representantes de su
cámara. Torres inició
su carrera EL ASCENSO DEL PRESIDENTE BENAVIDES.- El Poder Ejecutivo solicitó la aclaratoria de la
parlamentaria en 1907. ley de 15 de mayo de 1914 que concedió un ascenso al personal del ejército, armada y gendar-
mería por el movimiento revolucionario del 4 de febrero de aquel año. El asunto fue discutido
por la Cámara de Diputados en octubre. Un grupo de representantes presentó como adición al
proyecto de ley entonces formulado, el ascenso del coronel Óscar R. Benavides a la clase de
general de brigada, cosa que, por lo demás, hallábase de acuerdo con el artículo de dicho pro-
yecto que premiaba a los jefes y oficiales de la guarnición de Lima. El diputado de oposición Juan
Manuel Torres Balcázar anunció que pondría una balota blanca en el ánfora en reconocimiento
de los sucesos del 4 de febrero; pero que se reservaba, en nombre del Partido Liberal, el derecho
de acusar a los jefes y oficiales que secundaron el golpe de Estado del 15 de mayo. Hubo una sola
balota negra. En la sesión subsiguiente varios diputados dejaron constancia de que no habían
estado presentes en la votación. El Senado pasó el proyecto conjunto de los ascensos sin mayo-
res incidentes y cuando ello ya había ocurrido, en la sesión del 15 de octubre Manuel Químper y
José Balta hicieron atingencias. Uno de los argumentos aducidos fue el de que, constitucional-
mente, era atribución del Poder Ejecutivo hacer las propuestas al Congreso para el ascenso a
general. Rafael Grau sostuvo la tesis de que se podía llegar a ese grado militar sin dicha propues-
ta del Ejecutivo y de que no se lo podía ser sin elección del Congreso, y presentó el antecedente
histórico de Fermín del Castillo a quien la Convención Nacional de 1856 confirió dicha alta clase

134 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


no obstante las observaciones del gobierno de Castilla. Agregó que el presidente de la República EL PREFECTO
no podía proponerse a sí mismo y que las Cámaras no habían hecho otra cosa que cumplir con DE LIMA
una norma de ascenso de conjunto acordado ya por los representantes que se congregaron en
el recinto del Parlamento el mismo 4 de febrero de 1914. El diputado Francisco Fariña abogó por
la unión nacional en vista de las graves circunstancias internas e internacionales.

EL GABINETE MUÑIZ. LA PROCLAMACIÓN DE ROBERTO LEGUÍA Y LAS CONSPIRA-


CIONES DE MAYO Y JUNIO DE 1914.- El coronel Benavides encargó, como ya se ha indica-
do, la formación de su primer Gabinete al general Pedro E. Muñiz (Guerra y Marina). Prefecto de
Lima fue nombrado Orestes Ferro. Muñiz era un prestigioso jefe del ejército con larga trayecto-
ria. De sus colegas, escogidos cuidadosamente para evitar que el Gabinete tuviese un predomi-
nante colorido “bloquista”, Gazzani y Capelo habíanse hecho famosos como parlamentarios
demócratas; Fuentes y Menéndez pertenecían respectivamente a los partidos Constitucional y
Civil; y el nombramiento de Luis Felipe Villarán (hijo) tenía carácter administrativo y técnico. A
Ferro, prefecto de Lima durante el gobierno de Billinghurst, se le recordaba por haber apresado El comerciante
a Augusto B. Leguía. Orestes Ferro Pinto fue
En la misma tarde del 15 de mayo, los congresales de la alianza liberal-leguiista en número designado prefecto de la
de 121, según dijeron, incluyendo a los suplentes de los representantes que sesionaban en el capital en 1914, por el
local del Congreso, efectuaron la proclamación del vicepresidente Roberto Leguía en el domici- presidente provisorio
lio de este. J. Abel Montes fue elegido presidente del llamado Congreso constitucional. Óscar R. Benavides.
Juan Durand, secretario de Roberto Leguía, negó al nuevo régimen el derecho de cobrar Ferro había participado
impuestos y se dirigió con tal motivo a las instituciones de crédito. Enviaron además, él o los per- en la revuelta pierolista
soneros del Congreso instalado en la calle de Pando, a la Corte Suprema y al cuerpo diplomático, de 1909 contra Augusto
comunicaciones en las que defendieron los derechos del vicepresidente. Pero los ministros B. Leguía. Luego de
extranjeros no la tomaron en cuenta y los vocales de aquel alto tribunal congratularon al man- terminada su gestión
datario provisorio en Palacio, junto con otros personeros de la vida del país entre los que estuvo como prefecto, fue
el arzobispo de Lima. elegido senador por el
Despachó, asimismo, Durand una circular a las provincias con una invitación a la revuelta y ella departamento de Madre
tampoco encontró eco, salvo un intento frustrado en Puno el 23 de mayo en el batallón N° 7. de Dios, en 1915.
El 14 de junio fue descubierta una conjuración para sublevar la Escuela Militar de Chorrillos,
algunos de los comprometidos, entre los cuales había un jefe militar, el teniente coronel César
Landázuri, fueron apresados en el lugar llamado Cruz de Yerbateros. Una nueva reunión subver-
siva fue sorprendida el 22 de julio en casa del diputado Gerardo Balbuena.

EL ASILO Y LA DEPORTACIÓN DE AUGUSTO DURAND Y ALBERTO ULLOA.- Persegui-


do y ocupada militarmente su casa en la que recibió vejamen su esposa y a la que no se dejó
ingresar al juez del crimen, Augusto Durand se asiló en la legación de Argentina, colindante con
ella. Utilizó para esta fuga un escape secreto que había instalado. Alberto Ulloa Cisneros, director
y propietario de La Prensa, halló asilo en la legación de Bolivia. Se aplicó en ambos casos el trata-
do de Derecho Penal de Montevideo firmado en 1889 y los dos hombres públicos salieron del
país poco antes de las fiestas patrias de 1914 con el consentimiento de las autoridades peruanas.
La Prensa continuó publicándose con entera libertad, bajo la dirección de Luis Fernán Cisneros.

LA PRISIÓN DE VÍCTOR LARCO HERRERA Y RAFAEL VILLANUEVA Y EL FUNCIONA-


MIENTO DEL HÁBEAS CORPUS.- Entre los ciudadanos entonces apresados estuvieron los
senadores Víctor Larco Herrera y Rafael Villanueva, este último autor, en 1909, de la frase “El orden

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 135


Suluque II, González Prada
y la oposición a Benavides

fue Manuel
González Prada
uno de los
escritores más
m o­ti­va­do por la vuel­ta del mi­li­
ta­ris­mo, Gon­zá­lez Pra­da pu­bli­
có el pe­rió­di­co La Lu­cha. El
edi­to­rial del pri­mer y úni­co nú­me­ro se
ini­cia­ba con las si­guien­tes pa­la­bras: “El
Se ha di­cho que los hom­bres nos pa­re­
ce­mos a cier­tos ani­ma­les, ya por los
ins­tin­tos, ya por la fi­so­no­mía. Pue­de
que Su­lu­que guar­de al­gún pa­re­ci­do
con la urra­ca y el ti­gre; pe­ro re­cuer­da
nom­bre de es­ta pu­bli­ca­ción nos exi­me es­pe­cial­men­te a la co­ma­dre­ja y al
ingeniosos y del pro­gra­ma. Ve­ni­mos a lu­char por los bú­ho. A la co­ma­dre­ja, por lle­var con­si­
certeros en sus de­re­chos del ciu­da­da­no con­tra las ini­ go una le­chi­ga­da de mar­su­pia­les lla­
críticas a la clase qui­da­des de la sol­da­des­ca, por los fue­ ma­dos a suc­cio­nar la le­che del Te­so­ro
ros del ra­cio­nal con­tra las em­bes­ti­das pú­bli­co. Al bú­ho, tan­to por los ojos
política peruana. del bru­to”. cuan­to por lo noc­tám­bu­lo: fir­ma de­cre­
El Coronel Óscar tos a las dos de la ma­ña­na y en al­tas
Aun­que a La Lu­cha le die­ron rá­pi­da ho­ras de la no­che ce­le­bra con­se­jos de
R. Benavides no se muer­te las me­di­das re­pre­si­vas del mi­nis­tros. [...]
salvó de los Go­bier­no, Gon­zá­lez Pra­da con­ti­nuó sus
ataques de su ata­ques. Sus es­cri­tos de es­ta épo­ca fue­ Su­lu­que no in­ven­tó la pól­vo­ra; mas tal
ron pu­bli­ca­dos pós­tu­ma­men­te, en 1933 vez des­cu­bra el mo­do de freír la nie­ve.
pluma. (So­bre el mi­li­ta­ris­mo (an­to­lo­gía): ba­jo el No es un anal­fa­be­to, aun­que lo pa­rez­
opro­bio [Li­ma: Ho­ri­zon­te, ed. de 1978]). ca. Sa­be leer y es­cri­bir. Sa­be con­tar, no
Ya en La Lu­cha, y alu­dien­do a Be­na­vi­des, ig­no­ran­do que 250 li­bras men­sua­les
Gon­zá­lez Pra­da ha­bía es­cri­to: “A los su­man 2.500 so­les al mes. [...]. Sa­be
no­ven­ta años de in­de­pen­den­cia, no se tam­bién man­dar un pe­lo­tón de sol­da­
de­be ad­mi­tir el rei­na­do de un se­gun­do dos y has­ta guiar­le a la vic­to­ria, si va
Be­han­zín o de un nue­vo Su­lu­que”. Fue sos­te­ni­do por bu­ques de gue­rra y,
este, Faus­tin Élie Sou­lou­que, un ne­gro so­bre to­do, si el ene­mi­go es nu­mé­ri­ca­
hai­tia­no que en 1849 se pro­cla­mó em­pe­ men­te in­fe­rior [...]. A fal­ta de va­lor, le
ra­dor co­mo Faus­ti­no I y go­ber­nó ti­rá­ni­ so­bran cruel­dad y nin­gún res­pe­to a la
ca­men­te has­ta 1859. Gon­zá­lez Pra­da se vi­da aje­na. La con­sig­na del Par­ti­do
ocu­pó de “Su­lu­que II” –el co­ro­nel Be­na­ Ci­vil fue ne­go­ciar; la del De­mó­cra­ta,
vi­des–, le­gán­do­nos fi­na mues­tra de la men­tir; la del Cons­ti­tu­cio­nal, rom­per
tra­di­ción de sá­ti­ra po­lí­ti­ca pe­rua­na: la Cons­ti­tu­ción, la del Li­be­ral, ser­vir
de ra­ bo; la de la Unión Na­ cio­nal,
“Ese co­ro­nel aca­ba de dar un gol­pe de de­su­nir­se; la con­sig­na de Su­lu­que es
Es­ta­do y pro­cla­mar­se em­pe­ra­dor con el ma­tar. [...]
nom­bre, no de Faus­ti­no II co­mo pa­re­cía
na­tu­ral, si­no con el de Su­lu­que II, va­rian­ ¿De dón­de vie­ne Su­lu­que? De don­de
do la or­to­gra­fía de su ape­lli­do. Co­mo vie­ne el roe­dor de la bu­bó­ni­ca y el zan­
Su­lu­que II ha lle­va­do la vi­da os­cu­ra de cu­do de la fie­bre ama­ri­lla. ¿Dón­de va
las guar­ni­cio­nes y ca­si na­die le co­no­ce, Su­lu­que? Pro­ba­ble­men­te don­de fue­ron
al­gu­nos se pre­gun­tan hoy: ¿Qué es? [...] los Gu­tié­rrez” (pp. 52-53).

136 período 6 [ capítulo 35 ]


público está sobre la Constitución y las leyes”. Las familias de ambos apelaron al recurso del
hábeas corpus y los dos detenidos llegaron a ser puestos en libertad, Larco Herrera por la ges-
tión de elementos representativos de la ciudad de Trujillo a la que accedió con un telegrama el
presidente Benavides. A RAÍz DE LOS
El caso de Villanueva presentó algunas notas interesantes. La Corte Superior (a raíz de la presen- SUCESOS
tación del antedicho recurso por Lucinda Barrantes de Villanueva) recibió un informe de la Prefec-
tura según el cual el senador por Cajamarca había sido puesto a disposición de su Cámara por acto OCURRIDOS
del ministro de Gobierno. Procedió entonces ese tribunal a remitir lo actuado al Congreso y dio por EL 15 DE MAYO
terminada la acción de la justicia. El presidente de la Corte Suprema se dirigió al de la Superior para
llamarle la atención sobre esta actitud que implicaba “en el caso aludido una verdadera denegación
RENUNCIÓ
de la justicia”. El Congreso, según expresó, no era competente para resolver sobre el fondo del MANUEL
recurso, que no estaba subordinado a la responsabilidad de los autores de la detención, sino al GONzÁLEz PRADA
contrario; y no era posible “suponer que el fuero lo acuerda la ley a ciertos funcionarios de alta jerar-
quía en perjuicio suyo o de las personas constituidas en víctimas de sus extralimitaciones”. A LA DIRECCIÓN
Otra inter vención tuvo la Corte Suprema en relación con este mismo asunto. La Corte Supe- DE LA bIbLIOTECA
rior declaró improcedente el recurso de la señora de Villanueva. Se basó en que, para la revisión
de los actos del juez militar carecía de la jurisdicción que conforme al Código privativo, perte-
NACIONAL. EL
necía al Consejo de Oficiales Generales; y, además, en que si la detención era arbitraria, esa MINISTRO DE
condición no podía apreciarse sino por las autoridades que dicho libro establecía. En suma, la INSTRUCCIÓN LUIS
Corte Superior alegaba la carencia de competencia para entender en recursos de hábeas cor-
pus motivados por un apresamiento arbitrario imputado a un funcionario judicial militar. Gui-
JULIO MENéNDEz
llermo Seoane, fiscal de la Corte Suprema, emitió entonces un luminoso dictamen. “El hábeas NO ACEPTÓ SU
corpus instituido por ley especial es égida de la libertad de las personas (expresó allí) contra RENUNCIA Y LO
cuantos, en el ejercicio de sus atribuciones, pueden cohibirla: ya el funcionario administrativo
que no ponga al preso a disposición del judicial, ya este si indebidamente mantiene la deten- DESTITUYÓ. fUE
ción”. Y agregó: “Si no originase dicha arbitrariedad (la prisión ilegal de un ciudadano) la inter- NOMbRADO EN EL
vención de las autoridades judiciales a quienes designa la ley de 1897, no correspondiendo
entender en el recurso de hábeas corpus al Consejo de Oficiales Generales; resultaría expedida
CARGO VACANTE
esa ley en pro de la libertad, únicamente para los abusos en el fuero común, no para los más EL NOTAbLE
posibles en el privativo, quedando en consecuencia exentos de sus penas los culpables y de sus hISTORIADOR Y
beneficios los enjuiciados militares o paisanos. Sería clamorosa la injusticia de tal desigualdad
que evidentemente no existe”. “La Corte Suprema en hermosa ejecutoria de 19 de octubre de ESCRITOR LUIS
1914 firmada por Eguiguren, Villa García, Washburn y Pérez Lanfranco, declaró que los tribunales ULLOA.
comunes son competentes para conocer del recurso de hábeas corpus interpuesto contra los
jueces militares.
Otro de los desmanes de esta época fue el asalto que la policía secreta realizó a la casa del
vocal de la Corte Suprema, Francisco J. Eguiguren, para buscar a Leguía perseguido político.

RENUNCIA DE GONZÁLEZ PRADA. LA LUCHA.- A raíz de los sucesos ocurridos el 15 de


mayo renunció Manuel González Prada a la dirección de la Biblioteca Nacional. El ministro de
Instrucción Luis Julio Menéndez no aceptó su renuncia y lo destituyó. Fue nombrado en el cargo
vacante el notable historiador y escritor Luis Ulloa. También Alfredo González Prada, único hijo
del autor de Pájinas libres, abandonó el empleo que tenía en el Archivo de Límites y llegó a ser
apresado durante una manifestación de estudiantes. Pasó una noche en el calabozo de la Inten-
dencia de Policía llamado “Bolognesi”. En él eran encerrados los peores maleantes, el suelo estaba
empapado de agua y el aire era irrespirable por la fetidez emanada de excrementos y orines.
Poco después Manuel y Alfredo González Prada decidieron editar el periódico La Lucha. En
su primer número publicó este periódico, entre otros documentos acusatorios contra Benavides,

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 137


GERARDO los detalles del interrogatorio hecho al ordenanza del general Varela sobre el asesinato de este
BALBUENA jefe. Parte de la edición fue recogida por agentes del Gobierno.
(1979-1955)
La Lucha no pudo continuar apareciendo por no haber encontrado imprenta que la publica-
ra. Los escritos polémicos de González Prada en esta época forman el contenido de su libro
póstumo Bajo el oprobio, publicado en París en 1933.

LA INSTALACIÓN DEL CONGRESO ORDINARIO DE 1914 Y EL ACERCAMIENTO DEL


LEGUIISMO AL RÉGIMEN DE BENAVIDES.- El Congreso no volvió a reunirse después del 15
de mayo de 1914 para no aumentar la tensión de la opinión pública, evitar debates sobre el quó-
rum y sobre los problemas del momento y con motivo de los intentos de alterar el orden consti-
tuido. Al acercarse la fecha de la instalación de la legislatura ordinaria de aquel año, que era, como
es tradicional, el 28 de julio, parecía consolidado el régimen de la presidencia provisoria. Surgie-
ron algunas dudas y siniestros pronósticos acerca de lo que ocurriría en las Cámaras. La ausencia
sistemática de leguiistas y liberales podía crear en ellas irregularidades y una sensación de unila-
teralidad. La incorporación de un grupo tan numeroso podía ser, en cambio perjudicial en otro
El abogado chorrillano sentido si estaba acompañada por irreductibles tácticas obstruccionistas. Nada de ello sucedió.
estuvo ligado al Partido El grupo parlamentario leguiista llegó a reconciliarse con Benavides por gestiones de Rafael Grau
Demócrata desde muy y J. Arturo Carreño, y solo los liberales, que también acudieron a las sesiones parlamentarias, for-
joven y participó en la maron resueltamente la oposición, junto con algunos sobrevivientes del billinghurismo.
revuelta pierolista de
1909 contra Augusto B.
Leguía. Ese mismo año, [ III ]
fundó el periódico El EL GABINETE CARVAJAL Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA EUROPEA.- Razones de salud
Imparcial, que circuló invocó para dejar el Ministerio de Guerra y la presidencia del Consejo el general Muñiz el 1° de
hasta 1910. Entre 1913 y agosto de 1914, al instalarse el Congreso. Lo reemplazó en ambas funciones el contralmirante
1917 se desempeñó Melitón Carvajal. No hubo entonces otro cambio ministerial. Cuando en el Congreso de 1914
como diputado suplente surgió el debate acerca del ascenso del general Muñiz a la clase de general de división, se expre-
por la provincia de só que era notoria su condición de enfermo.
Marañón. Poco Al estallar la guerra europea, en agosto de 1914, el Perú adoptó una actitud de estricta neu-
después, cambió de tralidad. El decreto de 21 de agosto de 1914 dispuso la adopción de medidas destinadas a
orientación política y impedir que buques mercantes extranjeros pudieran violar esa neutralidad auxiliando a uno de
se acercó al Partido los beligerantes mediante informaciones por radio o de otra manera; pero no accedió al pedido
Liberal. Por ello, fue de la legación británica para que todos los barcos de aquel tipo desmontasen su telegrafía ina-
deportado tras el golpe lámbrica. En diciembre de 1914 fue internado el navío alemán Luxor por considerársele crucero
de Estado de 1911. auxiliar; de otro lado, sin embargo, no fueron tomadas las medidas solicitadas por la misma
legación británica contra el Rhakotis y el Sierra Córdoba por no haber pruebas de su actuación
beligerante.
El 6 de agosto de 1914 dimitió el ministro de Justicia Luis Julio Menéndez por desacuerdo
con el Presidente y con sus colegas “sobre puntos esenciales del plan económico sometido al H.
Congreso con el fin de conjurar la crisis monetaria provocada por el actual conflicto europeo”.
El Senado desechó el proyecto hacendario del Gobierno el 13 de agosto. Con tal motivo renun-
ciaron todos los ministros. El 14 fue rectificado este voto adverso y el proyecto pasó a comisión.

EL GABINETE SOUSA.- El 22 de agosto fue nombrado presidente del Consejo y ministro de


Justicia e Instrucción Aurelio Sousa, el ex ministro de Billinghurst. Integraron el mismo Gabinete
Fernando Gazzani (Relaciones Exteriores), Francisco Tudela y Varela (Hacienda), Fernando Fuchs
(Gobierno), el coronel Augusto Bedoya (Guerra y Marina) y Francisco Alayza y Paz

138 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


Soldán (Fomento). Fueron recibidos con elogio por El Comercio. Según este diario en la actitud
de simpatía estaban, sin duda, de acuerdo todos los ciudadanos del Perú con prescindencia de
ideas y de filiación políticas.
El 18 de diciembre dimitió Tudela y Varela con motivo de la autorización dada por el Congre-
so a una emisión bancaria “cuyo monto y garantía –según él expresó– constituyen a mi juicio
2
fALLECE EL Ex
JULIO
1915
[ francIa ]

grave daño para el porvenir del país”. Carácter irrevocable otorgó a esta actitud, consecuente con
sus ideas sobre la necesaria vinculación entre las corrientes parlamentarias y la función ministe- DICTADOR MExICANO
rial. Tudela y Varela estaba en desacuerdo con el voto que la Cámara de Diputados dio el 16 de PORfIRIO DÍAz
setiembre para reformar el proyecto gubernativo sobre ampliación de la emisión de los cheques
circulares a Lp. 2.500.000, con una garantía de oro solo de 20%. El proyecto primitivo fijaba la DURANTE SU ExILIO
emisión en Lp. 2.000.000 con la garantía de 35%(1). EN LA CIUDAD DE
La demora en la provisión del Ministerio de Hacienda, servida por quien tenía a su cargo el PARÍS. DÍAz SE VIO
de Justicia, dio lugar a una moción del diputado Juan Manuel Torres Balcázar el 21 de octubre de
1914 para que cesara tan notoria anomalía. Esta moción fue rechazada; pero suscitó un intere-
ObLIGADO A
sante debate sobre los ministros interinos. AbANDONAR EL
Aurelio Sousa pasó como titular a la cartera de Hacienda el 22 de octubre, después de ocupar- PODER EL 25 DE MAYO
la interinamente durante poco más de un mes. Su programa giró alrededor de la reducción de los
DE 1911, TRAS EL
gastos públicos. Ministro de Justicia fue nombrado el diputado Daniel Isaac Castillo. Pero Sousa no
permaneció en su nuevo portafolio sino un mes. Al agravarse la situación económica creyó nece- TRIUNfO DE LA
saria la adopción de nuevas medidas y también que era su deber dimitir (5 de noviembre). El 9 REVOLUCIÓN
insistió en su renuncia después de que ella no había sido admitida, y anunció que se había suscita-
MExICANA INICIADA
do según él dijo “una cuestión enojosa que puede perturbar la serenidad que demanda la hora”.
Sousa aclaró, por lo demás, que estaba de acuerdo con el Presidente. No se hizo público cuál fue POR fRANCISCO
dicha cuestión. IGNACIO MADERO
EN 1910. SU
EL GABINETE SCHREIBER. EL INCIDENTE ENTRE EL MINISTRO DE GUERRA Y LA PROLONGADO
CÁMARA DE DIPUTADOS.- La economía en el manejo de los fondos públicos y la libertad GObIERNO, AL qUE
electoral constituyeron el programa del Gabinete que el 11 de noviembre de 1914 presidió el SE CONOCE COMO
senador Germán Schreiber, en la cartera de Hacienda y que, en las demás carteras, estuvo inte-
grado por los mismos miembros del Ministerio Sousa.
EL PORfIRIATO, SE
La Cámara de Diputados señaló el término de tres días para el envío de unos datos y docu- INICIÓ EN 1876,
mentos, algunos de ellos relacionados con los sucesos del 4 de febrero y del 15 de mayo, pedi- CONTINUÓ ENTRE
dos por Juan M. Torres Balcázar al ministro de Guerra coronel Augusto Bedoya y se dio por
1877 Y 1880, Y LUEGO
ofendida ante la altiva respuesta de este negándose a cumplir dicho plazo. Con tal motivo se
produjo un voto que insistía en la misma solicitud el 18 de diciembre de 1914. La Cámara subor- ENTRE 1884 Y 1911.
dinó su posición política gobiernista a una cuestión de espíritu de cuerpo. Al presentar su
renuncia, el coronel Bedoya se declaró satisfecho por haber cumplido el deber de sostener “el
principio de igualdad e independencia de los Poderes del Estado” (19 de diciembre). Lo reem-
plazó el coronel Carlos Abrill.

LAS GESTIONES PARA QUE LOS SEÑORES BILLINGHURST Y DURAND FUESEN


EXPULSADOS DE TACNA Y ARICA.- En enero de 1915 el canciller Gazzani cometió el error
de gestionar ante la Cancillería chilena, aunque estaban rotas las relaciones diplomáticas con ese
país, la expulsión de Guillermo Billinghurst y Augusto Durand del territorio de Tacna y Arica. Esta

(1) Véase el capítulo siguiente.

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 139


DICIEMbRE
1915
[ perú ]
4 actitud fue interpretada en Chile y por mucha gente en el Perú como el reconocimiento de un
estado de soberanía en dichas provincias. Se produjo en el Senado un vivo debate en la sesión
secreta del 8 de enero de 1915 con motivo de las interpelaciones que Wenceslao Valera dirigió
al canciller. La moción de censura suscrita por el dirigente liberal fue rechazada, con lo cual la
política seguida obtuvo un voto de aprobación. Sin embargo, ante el sentido que se le dio en
UN GRUPO DE Chile al acuerdo, la misma Cámara sancionó por unanimidad una moción que señalaba el marco
INDÍGENAS SE de política interna dentro del que había actuado.
LEVANTA EN LAS Entre los documentos probatorios de las actividades conspiradoras de Billinghurst, exhibió
Gazzani una carta del coronel Pedro Portillo; este aclaró que ella era verídica pero que se relacio-
PROVINCIAS naba tan solo con los auxilios que había estado prestando a gente menesterosa partidaria del ex
PUNEñAS DE Presidente. En cuanto a Durand, leyó Gazzani un cable en clave dirigido a los empleados de su
hUANCANé Y hacienda Andabamba en Huánuco en el que anunciaba que, dentro del plazo de un mes, iba a
invadir el Perú. El senador Juan Durand negó que su hermano pudiese haber tratado con sus
AzÁNGARO. LA empleados asuntos de carácter político reservado y que usara una clave con ellos.
REVUELTA ESTUVO Poco después se produjo un sensacional duelo entre Gazzani y Juan Durand.
ENCAbEzADA POR EL
SARGENTO MAYOR
LOS SANGRIENTOS SUCESOS DE VITARTE EN ENERO DE 1915.- El 9 de enero de 1915 se
TEODOMIRO produjeron graves sucesos en Vitarte. Los obreros de la fábrica situada en ese lugar se hallaban
GUTIéRREz CUEVAS, en huelga desde el 11 de diciembre del año anterior. A mediados de agosto y aduciendo como
motivo la guerra europea, el gerente suprimió dos días de trabajo a la semana, lo que equivalía
APODADO RUMI
a mermar los jornales en un 33%. A la vez, estableció un sistema de monopolio de los artículos
MAqUI. LA TURbA de primera necesidad y pagó los salarios en bonos que no tenían valor en los tambos sino en la
ATACÓ DIVERSAS fábrica. Los obreros lograron como a los cuatro meses la supresión de dicho monopolio; pero el
hACIENDAS EN ambiente de tensión continuó. En setiembre quiso el gerente hacer rebajas en la sección dibujo;
y se llegó a una transacción por gestiones de los obreros ante el Ministerio de Gobierno. Se cele-
REPRESALIA A LOS bró un acuerdo para que no hubiese más reducciones; pero el gerente insistió luego en tomar
AbUSOS COMETIDOS medidas que implicaban duplicación del trabajo y merma del salario. Vino la huelga, como ya se
POR LOS GAMONALES ha indicado, el 11 de diciembre de 1914 y, de acuerdo con el reglamento pertinente, la fábrica
se cerró por un mes. Pero el gerente pretendió hacer trabajar en alguna forma y llenó de fardos
Y LOS bAJOS SUELDOS las bodegas para enviarlos a la capital.
DE SUS El 9 de enero los obreros resolvieron impedir que un carro cargado de tocuyo fuera unido
TRAbAJADORES. al tren que venía de Chosica. Un grupo se sentó en la línea. Hubo quien se vendó los ojos con
un pañuelo. Un piquete de gendarmes que había llegado esa tarde a Vitarte y cuyo número,
DURANTE LOS ACTOS
según la versión oficial, no pasaba de quince, disparó sobre la multitud en la que había hom-
DE VIOLENCIA, RUMI bres, mujeres y niños. Según los obreros el propósito fue disolver la huelga, apresar al comité
MAqUI PROCLAMÓ EL ejecutivo, sembrar el pánico y reabrir el trabajo con los más sumisos; acaso también alcanzar al
dirigente Juan Híjar. Murió un joven trabajador llamado Andrés Vilela y hubo varios heridos. El
ESTADO fEDERAL DEL
general Andrés A. Cáceres, que viajaba en uno de los coches, hizo cesar el fuego. El convoy no
TAhUANTINSUYO. llegó a pasar.
En la Cámara de Diputados los representantes de la oposición José Balta, Gerardo Balbuena
y Manuel Químper censuraron acremente la conducta de la fuerza pública. En el Senado lo hizo
Eduardo Lanatta.
Fue a raíz de estos sucesos que aumentó la circulación del periódico anarquista La Protesta
entre los obreros de Vitarte. El dirigente Adalberto Fonken tomó parte activa en estar labor.
Algún tiempo después, hubo un intento de paralización de labores para honrar a Vilela. Sin
embargo, un sector mayoritario de trabajadores ingresó a la fábrica. Fonken y algunos otros de
los protestantes fueron despedidos. Encontró ocupación en una bodega en Ancón y, años más
tarde, estuvo a la cabeza del movimiento obrero de la capital.

140 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


Perú, país neutral. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, el Perú se declaró neutral frente a los
acontecimientos que se sucedían en el continente europeo. Forzados por los hechos, muchos residentes peruanos en
Europa, especialmente estudiantes, debieron volver a nuestro país durante el conflicto. Aquí vemos a un grupo de
soldados peruanos procedentes de Francia, donde se encontraban recibiendo capacitación, desembarcando del vapor
Urubamba, en el puerto de Callao, en noviembre de 1914.

[ capítulo 35 ] período 6 141


LA MATANZA DE LLAUCÁN.- En fecha inmediatamente anterior a este choque, en diciembre
de 1914, se produjo en la hacienda Llaucán, de la provincia de Chota, una matanza de indios.
Desde su adjudicación al Colegio Nacional de San Juan, esta hacienda había sido administrada
PARA CONJURAR directamente por el plantel. Posteriormente, con el objeto de incrementar las rentas, se procedió
LA GRAVE a rematar el arrendamiento del fundo al mejor postor. Se siguió este sistema hasta 1915 en que,
a consecuencia de haber subido el monto del remate de 6.800 soles a 16.500 hecho que perju-
SITUACIÓN fISCAL, dicaba a los colonos, se produjo la sublevación de estos, que eran de raza aborigen, incitados por
EL GObIERNO personas damnificadas con el nuevo arreglo. Sobrevino como consecuencia el luctuoso aconte-
cimiento conocido con el nombre de “la masacre de Llaucán” donde más de ciento cincuenta
ELAbORÓ indígenas, entre mujeres, niños y ancianos cayeron muertos o heridos por la tropa que mandaba
DISTINTOS el prefecto de Cajamarca coronel Belisario Ravines y que había acudido en vista de que las comu-
PROYECTOS DE nidades del fundo se negaban a dar posesión tranquila al nuevo locatario Eleodoro Benel. El
remate fue suspendido en seguida mediante una resolución suprema que ordenó la administra-
LEY, ENTRE ELLOS ción de Llaucán por un empleado nombrado por el Gobierno. Los indios acataron gustosos el
UNO qUE nuevo régimen abonando las rentas con toda normalidad.
GRAVAbA LAS
UTILIDADES DEL LOS PROYECTOS SOBRE IMPUESTOS A LAS UTILIDADES DEL COMERCIO Y LA
COMERCIO Y DE LA INDUSTRIA Y A LOS SUELDOS DE LOS EMPLEADOS. LA MATANZA DE AREQUIPA.-
Para conjurar la grave situación fiscal, el Gobierno elaboró distintos proyectos de ley, entre ellos
INDUSTRIA Y LOS uno que gravaba las utilidades del comercio y de la industria y los sueldos de los empleados.
SUELDOS DE LOS Surgieron enérgicas expresiones de rechazo contra esta tentativa. La Sociedad de Empleados de
EMPLEADOS. Comercio de Lima, que presidía Jorge Fabio Melgar, encabezó la protesta contra el pretendido
gravamen a los sueldos.
SURGIERON En Arequipa la situación entonces creada tomó caracteres de singular violencia. Allí la crisis
ENéRGICAS era, por circunstancias de orden regional, acaso más difícil que en otros lugares de la República.
Los comerciantes, privados por las normas de emergencia entonces vigentes, de su libertad para
ExPRESIONES DE renovar sus avances en cuenta corriente y sus letras, hallábanse a merced de los bancos. Las limi-
REChAzO CONTRA taciones en la devolución de los depósitos habían hecho exiguo el fruto del ahorro. La carestía
ESTA TENTATIVA. de los artículos de primera necesidad tornábase agobiante. Dificultades en el comercio de
importación y exportación complicaban la vida económica. El aumento de los impuestos era
visto con general repudio.
Unas siete u ocho mil personas se reunieron en la Plaza Mayor el 30 de enero de 1915 para
protestar contra los impuestos que el Gobierno se proponía hacer aprobar por el Congreso.
Según la versión oficial, la noticia de que esos proyectos habían sido retirados no llegó oportu-
namente. Suscrito un memorial de reclamo, después de las palabras del alcalde Augusto de
Romaña, fue llevado dicho documento por el pueblo al prefecto J. M. Rodríguez del Riego. Este
pretendió obligar a los manifestantes a que se retiraran divididos por distintas rutas. Ellos se
negaron. Puede ser que, de acuerdo con quienes tuvieron interés en exculpar lo ocurrido,
hubiese gritos oposicionistas y antimilitares y algunos excesos de la masa. Pero, en todo caso,
no pueden ser justificados los disparos y golpes de sable de la gendarmería y la policía. Hubo
nueve muertos y más de veinte heridos. Lo que ocurrió fue debido, seguramente, a un acto de
ner viosidad del prefecto.
La condenación de esta iniquidad fue general en Arequipa. La exteriorizaron el municipio, las
principales entidades locales y los diputados Mariano Lino Urquieta y Chávez Bedoya y el suplen-
te Francisco Mostajo. El entierro de las víctimas se realizó mediante una multitudinaria reunión.
Entre los discursos entonces pronunciados, causaron enorme efecto los de Urquieta y Mostajo.
Unas palabras del segundo de estos oradores fueron durante mucho tiempo recordadas: “Prole-
tarios que moristeis asesinados por las balas que los mandones funden con el dinero de los

142 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


pueblos, ¡gloria a vosotros! Quizás sois los eslabones que faltaban a la cadena de nuestra historia, CARLOS I. ABRILL
para enlazar, sobre un presente de abatimiento grisáceo, un pasado de valentía con un futuro de (1863-1925)
esplendor. ¡Gloria a vosotros! ¡Anatema a vuestros victimarios!”.
El Congreso rechazó la censura al ministro de Gobierno Fernando Fuchs planteada por parla-
mentarios arequipeños unidos a la oposición liberal y a unos cuantos sobrevivientes del billing-
hurismo como Manuel Químper y Alberto Secada. En las nutridas filas gobiernistas estuvieron, en
esta oportunidad como en diversas otras, sobre todo, constitucionales y leguiistas.
El juicio por la matanza de Arequipa fue tomado por la jurisdicción militar; pero la Corte
Suprema declaró que ella no era competente. No obstante, los tribunales castrenses demoraron
en remitir el expediente a los tribunales comunes de Arequipa. Hubo negativa del jefe de la zona
para acatar la orden de la Suprema. La ley N° 2427 de 11 de agosto de 1917 otorgó la amnistía al
ex prefecto Rodríguez del Riego y a los jefes enjuiciados.

DIMISIÓN DEL GABINETE SCHREIBER.- Después de terminada la tercera legislatura extraor-


dinaria de 1914 y ya sancionados los proyectos de ley que fueron objeto de su convocatoria, El militar limeño,
dimitieron el 17 de febrero de 1915 Schreiber y sus colegas. ministro de Guerra y
Es posible que en ellos alentara el propósito de facilitar una renovación política, después del Marina en 1914 y 1919,
debate alrededor de las matanzas de Arequipa. Sobre todo, pudo influir en la crisis ministerial el presentó la ley de
propósito de algunos ministros de postular curules parlamentarias en las elecciones. Schreiber cuadros militares ante el
era candidato a la senaduría por Áncash, Castillo a la diputación por Pomabamba, y también se congreso. Esta medida,
hablaba de las expectativas parlamentarias de Gazzani. sin embargo, no fue
aprobada por la cámara
de senadores, y, por
EL GABINETE ABRILL.- El coronel Carlos I. Abrill quedó encargado de presidir el nuevo ministerio, ende, quedó descartada
nombrado el 19 de febrero de 1915. Lo integraron Solón Polo (Relaciones Exteriores), Víctor R. Bena- de la agenda legislativa.
vides (Gobierno), Plácido Jiménez (Justicia e Instrucción), Enrique Oyanguren (Hacienda) y Francisco Abrill, que había
Alayza Paz Soldán (Fomento). La Prensa expresó que en este Gabinete, que acompañó a Benavides estudiado en la Escuela
durante el proceso electoral y hasta el final de su gobierno, el coronel Abrill representaba a la institu- Militar, fue parte de la
ción militar, Benavides a la lealtad familiar, Jiménez al leguiismo reconciliado con el Gobierno, y Polo, defensa de Lima en las
Oyanguren y Alayza a la administración. Oyanguren tenía, además, conexiones con el leguiismo. batallas de San Juan y
La presidencia provisoria de Benavides tuvo la duración de un año, tres meses y tres días. Miraflores (º1881).
También participó en la
Campaña de La Breña y
LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS GABINETES DE BENAVIDES.- En conjunto los cinco gabi- luego en la campaña
netes que entonces se sucedieron no ostentaron como características ni el predominio partidista contra el presidente
ni la estrecha relación con el Parlamento, fuente de la autoridad presidencial. El general Benavides Miguel Iglesias.
reveló ser cauto y equilibrado al escoger a sus colaboradores. Si tuvo, antes de ascender a la pri-
mera magistratura, partidarios resueltos entre los civilistas del antiguo “bloque” y del sector pra-
dista, no dominó esa alianza en la fisonomía ministerial. Antiguos demócratas como Gazzani,
Capelo y Sousa alternaron con ex ministros de Leguía (Schreiber, Castillo, Alayza y Jiménez) y
también con altos funcionarios (Polo, Oyanguren, Alayza). Dos ex ministros de Billinghurst, Sousa
y Tudela, ocuparon importantes portafolios. La presencia del general Muñiz y de los coroneles
Bedoya y Abrill y del contralmirante Carvajal en la cartera de Guerra, otorgó a esta un carácter
institucional que solo eventualmente había tenido en los Gobiernos anteriores.

EL ANTICIPO DE LAS LEYES DE EXCEPCIÓN.- Un síntoma precursor de las leyes de excep-


ción vigentes entre 1931 y 1945 y entre 1948 y 1956 hállase en el mensaje de Benavides leído al

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 143


inaugurarse el Congreso el 28 de julio de 1914. Dijo allí: “No debo pasar sin patentizaros la nece-
sidad de robustecer la acción del Ejecutivo poniendo a su alcance los medios legales indispen-
sables a fin de que, en cualquier circunstancia, pueda mantener ese orden que es la primera
EL GObIERNO obligación que le incumbe, como que es la garantía para el ejercicio de todos los derechos. Una
DE bENAVIDES ley atinada que permita el uso prudente de facultades extralegales para la prevención y castigo
de las tentativas sediciosas; y otra que contenga los abusos de la prensa inescrupulosa y desbor-
ENVIÓ AL dada que hoy puede decirse que no tiene control ni sanción de ninguna especie, son exigidas
PARLAMENTO, imperiosamente por la tranquilidad y cultura del país”.
EN 1914, UN
PROYECTO DE LEY LOS SUCESOS DE MARGOS.- En el distrito de Margos de la provincia de Huánuco se produ-
DE SITUACIÓN jeron en marzo de 1915 graves sucesos. Las autoridades políticas de ese departamento come-
tieron la inconveniencia de nombrar gobernador del pueblo de Margos a una persona que era
MILITAR qUE profundamente odiada y que tenía una triste celebridad. El nuevo gobernador, pocos días des-
SEñALAbA LAS pués de haberse hecho cargo del puesto, capturó a unos infelices indígenas a los que se propo-
nía vender a los hacendados de la montaña. El pueblo, exasperado, suscitó un motín y como
ObLIGACIONES Y consecuencia de él se produjo la muerte del gobernador. Las autoridades de Huánuco enviaron
LOS DEREChOS a una expedición compuesta por casi toda la fuerza de policía. Los responsables del atentado
ESTAbLECIDOS huyeron y la tropa no encontró a casi nadie en el pueblo. Sin embargo lo incendiaron, talaron
los campos, vendieron el ganado en Huánuco sin que luego se supiera a dónde fue a parar el
ENTRE EL JEfE U dinero y redujeron a prisión a los pocos que encontraron y que no tenían la culpa. Comenzó a
OfICIAL DE LOS funcionar el fuero de guerra. La ley N° 2136 de 21 de setiembre de 1915 (expedida poco des-
INSTITUTOS pués de iniciarse el gobierno de José Pardo) dispuso que los jueces y tribunales militares sobre-
seyeran inmediatamente en los juicios pendientes contra particulares o miembros de los insti-
ARMADOS Y tutos armados; pero cuando ella se tramitaba, el juez de la cuarta zona se inhibió en el conoci-
EL ESTADO. miento de la causa contra los de Margos y ella pasó a la jurisdicción ordinaria en Huánuco.
Por iniciativa del Gobierno se comprendió dentro de la ley N° 2136 a los enjuiciados por los
sucesos de Margos (ley N° 2139 de 2 de octubre de 1915).

[ IV ]
LA LEY DE SITUACIÓN MILITAR.- La ley de ascensos de 27 de noviembre de 1901 había sido
promulgada con carácter provisional y necesitaba, además, ser complementada por leyes de
situación, cuadros y organización militares. Su subsistencia aislada había dado lugar a una con-
gestión en todos los grados de la jerarquía produciéndose malestar en las promociones periódi-
cas por falta de vacantes.
El gobierno de Benavides envió al Parlamento, en 1914, un proyecto de ley de situación mili-
tar que señalaba las obligaciones y los derechos establecidos entre el jefe u oficial de los institu-
tos armados y el Estado. Con ella resultaron abiertas las puertas del retiro forzoso a los jefes y
oficiales fatigados por la edad, las enfermedades u otros motivos, rejuveneciéndose los cuadros.
La ley contempló las situaciones de actividad, disponibilidad y retiro.
Con algunas modificaciones de detalle el proyecto llegó a ser aprobado. Fue promulgado el
26 de marzo de 1915 con el N° 2118.
Declaró obligatoria la separación de la actividad del servicio en el ejército en los límites de
edad siguientes que deben ser comparados con los que se han establecido posteriormente:

General de división 65 años


General de brigada o contralmirante 60 años
Coronel o capitán de navío 60 años

144 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


[1]

[2]

La práctica del tiro. En noviembre de 1914, el gobierno provisorio del general Óscar R. Benavides
estableció la obligatoriedad de la instrucción de tiro para aquellos llamados al servicio militar. A partir de
dicha moción, la práctica de esta disciplina se difundió aun más entre la población. Se realizaron así
diversas competencias y prácticas, y se formaron clubes deportivos dedicados al tiro. En estas fotografías
vemos a la delegación de tiro peruano que participó en los Juegos Panamericanos de 1913, en los Estados
Unidos (1) y escenas de la práctica de tiro en el ejército en 1917 (2).

[ capítulo 35 ] período 6 145


EL ESCALAFÓN Teniente coronel o capítán de fragata 54 años
MILITAR Mayor o capitán de corbeta 50 años
Capitán o teniente primero 46 años
En enero de 1915, el Teniente o teniente segundo 42 años
gobierno del coronel Subteniente o alférez de fragata 40 años
Óscar R. Benavides
presentó un proyecto de A pedido de los senadores generales Canevaro, Eléspuru y Muñiz, la Cámara a que pertene-
ley ante el congreso para cían aprobó una adición considerando en actividad para ciertos efectos que enumeró, fuera de
ordenar los ascensos y el los límites de edad establecidos, a los generales de división y de brigada y contralmirantes y los
escalafón militar. militares y marinos con más de treinta años de servicio y los combatientes de 1866 y de las jor-
Se propuso que el número nadas culminantes en la guerra con Chile.
de oficiales por rango La ley N° 12326 de 8 de junio de 1955 ha señalado los siguientes límites de edad:
fuera el que se ve en el
recuadro. La ley, sin General de división o vicealmirante 60 años
embargo, no llegó General de brigada o contralmirante 59 años
a ser aprobada. Coronel o capitán de navío 58 años
Teniente coronel o comandante 56 años
RANGO Nº DE OFICIALES Mayor o capitán de corbeta 52 años
Generales Capitán o teniente primero 48 años
de división 2 Teniente o teniente segundo 44 años
Generales Subteniente o alférez de fragata 40 años
de brigada 5
Coroneles 16 Pero la misma ley ha establecido que bastan 35 años de servicios para el pase a retiro sin
Tenientes coroneles 63 necesidad de haber llegado al límite de edad.
Mayores 88 Por el decreto supremo de 8 de abril de 1954 se ha creado un fondo de indemnización de
Capitanes 194 retiro para los oficiales de los institutos armados, el cual se constituye con el aporte por el Estado
Tenientes 241 de 3,5% y 1,5% sobre el monto del haber básico respectivo. Con cargo a este fondo, el oficial que
Subtenientes 194 pase al retiro por límite de edad o por haber cumplido 35 años de servicios, percibirá una indem-
nización de monto equivalente a treinta veces el haber básico que percibía en el momento de
ingresar a la indicada situación.

LA LEY DE CUADROS.- Con fecha 14 de enero de 1915 el ministro de Guerra, Carlos I. Abrill,
envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley de cuadros de jefes y oficiales del ejército. La
Cámara lo aprobó en la legislatura ordinaria de aquel año, tras breve debate. El ponente para este
acuerdo fue Rafael Grau.
La ley cerró el escalafón, trató de cortar las vías para los ascensos sin merecimientos o por
complacencia y fijó el criterio que debía servir de base para el desenvolvimiento del ejército y
para la movilización cuando llegara la oportunidad de la defensa nacional.
El número señalado para los jefes y oficiales en actividad fue el siguiente: 2 generales de divi-
sión; 5 generales de brigada; 36 coroneles; 63 tenientes coroneles; 88 mayores; 194 capitanes;
241 tenientes; 194 subtenientes. Total: 823 jefes y oficiales. Oficiales de Sanidad: 1 coronel; 1
teniente coronel; 6 mayores; 23 capitanes; 6 tenientes; 6 subtenientes.
El Senado no llegó a aprobar la ley de cuadros.

EL TIRO DE GUERRA.- La ley N° 2057 de 24 de noviembre de 1914 declaró obligatoria la ins-


trucción del tiro de guerra para todos los peruanos que resultaran excedentes en los llamamien-
tos anuales hechos de conformidad con la ley de servicio militar.

146 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


El tiro quedó reglamentado en tres formas: el tiro escolar, la instrucción de movilizables y las JOSÉ ANTONIO DE
sociedades dedicadas a este ejercicio. LAVALLE Y PARDO
(1858-1918)

[V]
PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN LA BREA Y PARIÑAS.- En el capítulo acerca de los
aspectos económicos del período 1886-1890 se trató del asunto de La Brea y Pariñas. El aumen-
to en la producción de petróleo iniciado al comenzar a ser trabajados los yacimientos de Lobitos
en 1904, se intensificó cuando en 1913 la empresa inglesa London & Pacific Petroleum Company
se convirtió en arrendataria de aquella concesión.
En 1911, el ingeniero Ricardo A. Deustua dio una conferencia en la Sociedad Geográfica de
Lima sobre las anomalías existentes en el área de La Brea y Pariñas.
La resolución suprema de 31 de marzo de 1911 mandó remensurar dicha mina. A nombre de
William Keswick, propietario de La Brea solicitó la casa Duncan Fox y Compañía su reconsidera-
ción. El expediente pasó al Consejo Superior de Minería. El informe del vocal de dicho organismo
José Salvador Cavero desechó los argumentos aducidos por el reclamante. El fiscal de la Corte
Suprema José Antonio de Lavalle y Pardo emitió una vista el 3 de julio de 1912 en el que rebatió El magistrado limeño fue
ampliamente el punto de vista de Keswick y sostuvo, desde el punto de vista jurídico, el legítimo designado fiscal de la
derecho del Estado al cobro de la totalidad del impuesto que le correspondía. Ante un nuevo Corte Suprema de
recurso de Duncan Fox, la resolución de 25 de abril de 1914, expedida por la Junta de Gobierno, Justicia en 1898. Como
ordenó llevar adelante la operación de remensura. La resolución de 15 de marzo de 1915, en la parte de su gestión,
época de la presidencia provisoria de Benavides, aprobó la remensura hecha por los ingenieros debió hacer frente a la
Alberto Jochamowitz y Héctor Boza. Ella señaló 1.664,5 kilómetros cuadrados y 41.614 pertenen- disputa por los
cias regulares en vez de 10 irregulares en la zona de La Brea y Pariñas y ordenó el pago del corres- yacimientos petrolíferos
pondiente canon de superficie a razón de S/.30 por hectárea o, lo que es lo mismo, S/.1.248.420,00 de La Brea, en el
al año en lugar de los S/.300 que se habían estado pagando hasta entonces. Los herederos de departamento de Piura.
William Keswick, representados por Milne y Compañía, reclamaron de la resolución de 25 de abril Lavalle y Pardo reafirmó
de 1914, así como de la remensura y adoptaron igual actitud ante la resolución de 15 de marzo el derecho del Estado de
de 1915. En esta última oportunidad intervino el ministro de Inglaterra en Lima, Ernest A. Rennie cobrar todos los
para amparar, tanto a los propietarios de la mina, que eran los herederos del mencionado súbdi- impuestos
to inglés, como a la empresa arrendataria, o sea a la London & Pacific y Petroleum. El ministro de correspondientes por la
Estados Unidos también presentó una reclamación por estar conectada dicha empresa con la extracción del crudo.
Standard Oil Company.
Se produjo entonces un informe definitivo del Consejo Superior de Minería, a base del que
emitieron los ingenieros Aurelio Miró Quesada y Michel Fort, con la historia del asunto desde
1826 y con la opinión en el sentido de que fuera declarado sin lugar el pedido de insubsistencia
de la resolución suprema de marzo de 1915.
A base de este antecedente inmediato llegó a ser expedida por el presidente Benavides y su
ministro Francisco Alayza Paz Soldán la resolución de 22 de mayo denegatoria de la reconsidera-
ción que con tanta insistencia había sido solicitada. Ella denegó el pedido para que el asunto
fuese sometido al Poder Judicial pues la remensura de los yacimientos tenía el carácter esencial-
mente administrativo.

[ VI ]
EL GUANO Y LOS DERECHOS DE LA PERUVIAN CORPORATION Y DE LA AGRICUL-
TURA NACIONAL.- En el contrato de cancelación de la deuda externa de 11 de enero de 1890
el Perú cedió a los tenedores de bonos el guano existente en el territorio nacional hasta la can-
tidad de tres millones de toneladas inglesas y reservó para sí el exceso que pudiera haber sobre

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 147


Heraldo de modernidad:
electricidad para el Cuzco

El indigenista
moqueguano Luis
Eduardo Valcárcel
nos ha dejado en
A l Cuzco del 900 lo se­pa­ra­ba un
mes de via­je de la ca­pi­tal del
país. Si se to­ma­ra co­mo in­di­ca­
dor la mo­der­ni­za­ción ur­ba­na que en
Li­ma se ini­ció en el si­glo XIX gra­cias a
bra­zos sa­lien­tes en las es­qui­nas y que
pa­ra en­cen­der­los y apa­gar­los de­man­
da­ban la ocu­pa­c ión co­ti­d ia­na de
va­rios in­di­vi­duos. A las seis de la tar­de
los en­cen­de­do­res lle­va­ban una es­ca­le­
sus memorias una los re­cur­sos del gua­no, es­ta dis­tan­cia ri­ta pa­ra su­bir has­ta ellos y pren­der­los
interesante visión se “ex­ten­de­ría” mu­cho más. Sin agua con cui­da­do. Des­pe­dían una luz opa­ca
po­ta­ble ni de­sa­güe, el lí­qui­do vi­tal y te­nue. Solo es­ta­ba ilu­mi­na­do el
del cambio
pa­ra los cuz­que­ños se man­da­ba traer cen­ tro de la ciu­ dad, unas seis o
generado en el de un ma­nan­tial que bro­ta­ba a una sie­te ca­lles en to­tal, to­do el res­to eran
Cuzco por la le­gua (5 ki­ ló­
me­ tros) de la ur­ be. Un ca­su­chas, co­mo las de ba­rria­das ac­tua­
llegada de la in­dio so­bre una mu­la anun­cia­ba el les, os­cu­ras y lú­gu­bres, he­chas de
electricidad, a arri­bo del co­rreo que por­ta­ba con el ado­be. En­tre nue­ve y diez de la no­che
so­ ni­do de su an­ ta­ra. De he­ cho, las se apa­ga­ban los fa­ro­les y la ciu­dad
inicios del siglo XX. co­mu­ni­ca­cio­nes, has­ta la lle­ga­da de en­te­ra que­da­ba su­mi­da en la más
te­lé­fo­no (1905) y del fe­rro­ca­rril (1908), ab­so­lu­ta os­cu­ri­dad. Pa­ra esa ho­ra no
re­po­sa­ron, co­mo an­ta­ño, ca­si ín­te­gra­ ha­bía ya nin­gu­na ac­ti­vi­dad. A di­fe­ren­
men­te en las ca­bal­ga­du­ras. cia de Li­ma, en el Cuzco no ha­bía se­re­
nos” (p. 13).
Por eso, co­mo si se vol­tea­ra una pá­gi­na
en la his­to­ria de la ciu­dad, el nue­vo Y he aquí el des­pués: “En la Na­vi­dad
si­glo tra­jo con­si­go los pri­me­ros sím­bo­ de 1914 el Cuzco re­ ci­bió una gran
los de la ex­pe­rien­cia mo­der­na. Uno de me­jo­ra en sus ser­vi­cios. Gra­cias a la
ellos, de no­ta­ble im­pac­to, fue la ins­ta­la­ ini­cia­ti­va de un gru­po de cus­que­ños
ción del alum­bra­do eléc­tri­co. Luis que for­ma­ron una em­pre­sa, se ins­ta­ló
Eduar­do Val­cár­cel, el fa­mo­so in­di­ge­nis­ el alum­bra­do eléc­tri­co y ya en­ton­ces
ta mo­que­gua­no, fue tes­ti­go de ex­cep­ la ciu­dad pre­sen­tó un as­pec­to di­fe­ren­
ción del cam­bio, pues se mu­dó al Cuz­co te. Con el alum­bra­do eléc­tri­co y con la
cuan­do aún era ni­ño. Dos pa­sa­jes de im­plan­ta­ción de los ser­vi­cios de agua
sus Me­mo­rias (Li­ ma: IEP, 1981) bien y de­sa­güe se ini­ció la mo­der­ni­za­ción
pue­den ilus­trar la hon­da re­per­cu­sión de la ciu­ dad. Y, fi­
nal­
men­ te, con la
de la luz eléc­tri­ca en la trans­for­ma­ción ca­na­li­za­ción del Hua­ta­nay me­jo­ra­ron
de la vi­da de los mo­ra­do­res del Cuz­co no­ta­ble­men­te sus con­di­cio­nes hi­gié­
im­pe­rial. He aquí el an­tes: ni­cas. A par­tir de en­ton­ces el Cuzco
fue per­dien­do esa ima­gen pue­ble­ri­na
“El alum­bra­do pú­bli­co era a ke­ro­se­ne, que tu­vo has­ta los pri­me­ros años de
en fa­ro­les de fie­rro que pen­dían de es­te si­glo” (p. 16).

148 período 6 [ capítulo 35 ]


dicha cantidad. El Gobierno peruano podía consumir el guano que fuese necesario para la agri-
cultura nacional, lo mismo que el de Chincha.
El decreto supremo de 25 de febrero de 1909, expedido merced a las gestiones de la Peruvian
Corporation, entidad formada para representar a los antiguos tenedores de bonos, dividió en LA RESOLUCIÓN
zonas los yacimientos guaneros y otorgó a dicha empresa algunas de las más importantes islas. LEGISLATIVA DE 11
Así ella obtuvo una sobreutilidad. En el año de 1910 los agricultores nacionales solicitaron la
reconsideración del decreto antedicho y el Gobierno pidió informe al fiscal de la Corte Suprema DE SETIEMbRE DE
José Antonio de Lavalle y Pardo cuyo dictamen sostuvo el derecho de la Peruvian. Pero en 1911 1897 AUTORIzÓ AL
el diputado José Balta planteó en su Cámara el argumento relativo a la preferencia que, en su
concepto, debía tener la agricultura nacional en el empleo del guano de las islas. La Peruvian ale-
PODER EJECUTIVO
gó, contra esta tesis, que se trataba de derechos coexistentes. Otro punto controvertido fue si lo PARA qUE
único que habíase cedido a los tenedores de bonos que originaron esa empresa fue el guano que CONTRATARA,
existía en 1890, sujeto por acción de los años a perder su nitrógeno, o sea su elemento más valio-
so. “Por espacio de veintiún años (expresó entonces la Peruvian en su documento oficial) ha esta- CON LICITACIÓN O
do ejerciendo este derecho sin contradicción alguna, explotando tanto el guano viejo como el SIN ELLA, LA
nuevo que se reproducía y, sin embargo, durante este período de veintiún años en que se suce-
dieron diez gobiernos y veintiún congresos, no se objetó su derecho a extraer ese guano”.
RECONSTRUCCIÓN
La ley N° 2107 de 4 de febrero de 1915 llamada “reparadora” hizo efectiva la preferencia para Y REfACCIÓN DE
la agricultura del país en el aprovechamiento del guano y abolió las disposiciones relativas a la LOS MUELLES
división en zonas de los yacimientos que contenían dicha sustancia.
Por gestión de la Peruvian, el ministro de la Gran Bretaña dirigió a la Cancillería las reclama-
fISCALES Y PARA
ciones contenidas en las notas de 19 de febrero y 31 de mayo de 1915, protestando enérgica- qUE LOS
mente de esa ley que en forma unilateral alteraba el contrato sobre el guano, sin el consenti- CONCEDIERA A
miento de la otra parte.
El canciller Solón Polo replicó en las notas de 6 de marzo y 5 de junio de 1915. Sostuvo que LOS EMPRESARIOS
no había oposición entre los intereses del Gobierno peruano y los de la Corporación desde que DE LAS ObRAS EN
el primero era el dueño de los depósitos que la segunda administraba y los productos de esa
administración se dedicaban a objetos que tenían en mira el desarrollo de la economía nacional.
ExPLOTACIÓN
Era una anormalidad y un absurdo (proseguía diciendo Polo) que el Perú país productor y pro- POR UN PERÍODO
pietario de un fertilizante tan valioso como el guano, no hubiera premunido a la agricultura DE 25 AñOS.
nacional contra las necesidades que tuviera de ese abono, consintiendo de manera imprudente
en su exportación ilimitada y dejando entregada a su propia suerte a una importante rama de la
riqueza pública. El contrato de 1890 había declarado la preferencia de ella en el consumo del
guano cuando, como en el caso actual, existiera necesidad apremiante; lo contrario habría sido
crear una anomalía clamorosa. Dada la estrecha vinculación de los intereses de la Corporación
con los del país en general, siempre reflejaría en forma beneficiosa para los primeros la situación
próspera de la industria agrícola que proporcionaba abundante carga a los ferrocarriles. Cuando
no pudieran realizarse la exportación a la vez que el consumo, el guano debía aplicarse preferen-
temente a este porque de no ser así la adjudicación hecha a la Corporación impedía el debido
funcionamiento de la economía nacional. No había sido establecido en 1890 el goce conjunto o
coexistente de la explotación del guano porque se había antepuesto el derecho del Gobierno de
Perú para consumir el que necesitara la agricultura del país. La ley 2107 continuó así en vigencia.

EL MUELLE DE SALAVERRY.- La resolución legislativa de 11 de setiembre de 1897 autorizó al


Poder Ejecutivo para que contratara, con licitación o sin ella, la reconstrucción y refacción de los
muelles fiscales y para que los concediera a los empresarios de las obras en explotación por un
período de 25 años. Con arreglo a dicha norma fue otorgada a la empresa del Muelle de Salaverry
la explotación de ese muelle. Por resolución suprema de 16 de junio de 1915 se dispuso la

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 149


EL DEBATE rescisión del contrato celebrado. En seguida, otra resolución, de 18 del mismo mes y año aprobó
SOBRE MALABRIGO el contrato celebrado entre el ministro de Hacienda y el representante de la Peruvian Corporation
para la explotación durante 25 años del muelle de Salaverry mediante el préstamo sin intereses
de 16 mil libras efectuado al fisco y la obligación de pagar a la compañía del Muelle de Salaverry
la cantidad de Lp. 12.455, valor de la expropiación. Fue una de las tantas maniobras para conse-
guirle dinero al Erario en días en que estaba exhausto. Como ya se había efectuado la reconstruc-
ción y refacción del muelle, no cabía en realidad invocar la resolución legislativa de setiembre de
1897 como lo hizo la resolución suprema de 18 de junio de 1915.
En la legislatura ordinaria de 1916 los senadores Miguel F. Cerro y J. Fernando Gazzani (este
último ex ministro de Benavides, el gobernante que expidiera la resolución de 18 de junio de
1915) presentaron un proyecto para declararla nula, del mismo modo que la del 16 de junio del
mismo año. La Cámara de Comercio de Trujillo se solidarizó con esta iniciativa. Sin debate, se
convirtió en la resolución legislativa N° 2356 de 24 de noviembre de 1916.

El ministro de Hacienda EL MUELLE DE MALABRIGO.- La resolución suprema de 21 de julio de 1915 otorgó a la firma
Baldomero Maldonado, Gildemeister y Cía., la construción y explotación a perpetuidad de un muelle en la caleta de Mala-
aquí en una fotografía brigo en el valle de Chicama de la provincia de Trujillo, a fin de efectuar embarques y desembar-
de 1912, defendió la ques por cuenta propia y de particulares; y le concedió, asimismo, los derechos de propiedad y
posición del gobierno explotación perpetuos del ferrocarril que construyera, para lo cual se basó en la ley autoritativa
de adjudicar a sobre la constitución de ferrocarriles del 9 de noviembre de 1893. Hubo en este asunto prescin-
perpetuidad el muelle dencia de diversos trámites. La casa Gildemeister hizo un préstamo al Gobierno que estaba en
de Malabrigo en situación angustiosa en esos días.
Trujillo. De esta La Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias del departamento de La Libertad se opuso
manera, se enfrentó a a la concesión, la calificó de ilegal y sostuvo que perjudicaba a la región.
los senadores Los senadores Víctor Larco Herrera, Augusto G. Ganoza y José I. Chopitea llevaron el asunto a
representantes del su Cámara con el objeto de sostener el mismo punto de vista. El ministro de Hacienda Baldome-
departamento, quienes ro Maldonado defendió, en cambio, la concesión, lo mismo que los senadores Enrique Coronel
afirmaban que dicha Zegarra, Miguel Echenique, Ernesto Diez Canseco y Aurelio Fernández Concha, entre otros. El
concesión perjudicaba a Senado rechazó la declaratoria de nulidad pedida por los senadores por La Libertad; pero redujo
la región. Maldonado a 25 años el plazo para construir y explotar el muelle de Malabrigo. La Cámara de Diputados no
encabezó la cartera de adoptó acuerdo sobre este asunto.
Hacienda en tres
oportunidades: 1912,
1913 y 1917. [ VII ]
EL AGUA DE LIMA.- El decreto de 18 de febrero de 1913 dispuso la expropiación de los dere-
chos de la extinguida Empresa del Agua de Lima emanada de un contrato suscrito en 1855; y
puso a la vez el servicio de agua de la capital bajo la administración inmediata del Estado.
Este decreto fue derogado en parte por la resolución expedida por la Junta de Gobierno con
fecha de 4 de mayo de 1914, en virtud de la cual, en acatamiento del derecho del Consejo Pro-
vincial, se le restituyó el indicado servicio con todas sus instalaciones, dependencias y accesorios
que, en efecto, le fueron entregados.
El Congreso concedió fuerza de ley a la resolución suprema antedicha, por resolución legis-
lativa N° 2324 de 6 de noviembre de 1916.

LOS SERVICIOS DE AGUA Y DESAGÜE Y DE AGUA POTABLE.- La ley N° 2047 de 23 de


noviembre de 1914 mandó consignar en el presupuesto departamental de Ica una partida para
las obras destinadas a proveer de los servicios de agua y desagüe a la ciudad de Pisco.

150 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 35 ]


La ley N° 2049 de 23 de noviembre de 1914 autorizó al Concejo Provincial de Arequipa para
invertir los fondos que tenía depositados en la Caja de Depósitos y Consignaciones con el fin de
aumentar, de un lado, las aguas del río Chili en la canalización del acueducto de agua potable de
Yumina a Arequipa, y de realizar, por otra parte, las demás obras que fueran necesarias para con- LA COMPAñÍA
servar y mejorar la calidad de dicha agua dentro del servicio doméstico. ELéCTRICA
La ley N° 2071 de 2 de diciembre de 1914 autorizó un empréstito para los trabajos de cana-
lización y agua potable de Chiclayo. INDUSTRIAL DEL
CUzCO INICIÓ SUS
EL ALUMBRADO ELÉCTRICO EN EL CUZCO.- El 25 de diciembre de 1914 la ciudad del
OPERACIONES
Cuzco comenzó a ser iluminada con luz eléctrica. MERCANTILES EL
Fundador de la empresa que llevó a cabo esta obra fue Abel Montes quien tuvo como socios 13 DE MAYO DE
a César Lomellini, Mariano Ferro y C. Carenzi. La Compañía Eléctrica Industrial del Cuzco inició sus
operaciones mercantiles el 13 de mayo de 1913. La fuerza motriz hidráulica fue obtenida, des- 1913. LA fUERzA
pués de los estudios hechos por el ingeniero Modesto Gillio, del lugar llamado Corimarca al cual MOTRIz
se hizo llegar una caída artificial del agua de la laguna de Trincheros. La corriente llegaba al Cuzco
a través de una línea de 16 kilómetros de longitud.
hIDRÁULICA fUE
ObTENIDA,
DESPUéS DE LOS
ESTUDIOS hEChOS
POR EL
INGENIERO
MODESTO GILLIO,
DEL LUGAR
LLAMADO
CORIMARCA, AL
CUAL SE hIzO
LLEGAR UNA
CAÍDA ARTIfICIAL
DEL AGUA DE LA
LAGUNA DE
TRINChEROS.

[ CAPÍTULO 35 ] PERÍODO 6 151


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 36 ● I Los efec­tos in­me­dia­ ● Las nue­vas le­yes tri­bu­ta­rias ●  El Pre­


tos de la gue­rra de 1914 II Las mo­ra­
●  su­pues­to de 1915 ● Las obli­ga­cio­nes a
to­rias ● III Los che­ques cir­cu­la­res ●  La car­go del Era­rio en­tre 1908 y 1915 ● V El
pu­bli­ca­ción del es­ta­do de ca­ja de los de­cre­to so­bre des­pi­do de obre­ros ●  La
ban­cos ●  La mo­ne­da de pla­ta y de co­ le­gis­la­ción so­bre ar­tí­cu­los de pri­me­ra
bre ● La ex­por­ta­ción de oro y de pla­ta ● ne­ce­si­dad ● VI La aper­tu­ra del ca­nal de
IV La re­duc­ción de los gas­tos pú­bli­cos Pa­na­má.
LOS EFECTOS INMEDIATOS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

CAPÍTULO
3
[ 6]
L
[I]
oS EFEctoS INMEDIatoS DE la GuERRa DE 1914.- Las guerras de Napoleón I no tuvieron
consecuencias económicas directas e inmediatas en el Perú salvo las vinculadas con el comercio
entre España y sus colonias. La guerra entre Francia y Alemania en 1870 repercutió desastrosamente
sobre el empréstito nacional que en esa época se gestionaba en París. La conflagración europea que
estalló en agosto de 1914 dejó surtir sus efectos, en cambio, automáticamente, en todos los países
americanos. Desde el punto de vista económico esta influencia tuvo una etapa inicial de pánico y
aguda crisis y una etapa posterior de bonanza económica y fiscal por el alza de las exportaciones de
los artículos agrícolas y mineros, por la mayor producción de ellos y por el incremento del comercio.
La primera fase presentó las características siguientes que en forma simultánea gravitaron a veces
las unas sobre las otras: 1) Descenso de precios de las materias primas peruanas de exportación por
la creencia de que la guerra sería corta y de que bastarían los recursos de los beligerantes para la
satisfacción de sus necesidades; 2) Contracción de todo el comercio exterior al producirse la merma
de las importaciones; 3) Reducción del tonelaje marítimo y alza general de fletes; 4) Ocultación de la
moneda metálica y, en especial, de la de oro, con lo que se debilitó o socavó la vida mercantil, el cur-
so de las transacciones y el cumplimiento de las obligaciones, con baja en los efectos cotizables en
las bolsas y retiro del dinero guardado en los bancos; 5) Amenaza sobre estas instituciones que, ante
la fuga de sus depósitos, hubieran quedado sin recursos y habrían presionado para el pago perento-
rio a sus deudores cuyo dinero estaba generalmente invertido en la vida industrial y comercial: 6)
Suspensión de créditos y súbita exigencia para que fueran canceladas las deudas comerciales con el
fin de obtener dinero de inmediato; 7) Baja inesperada y brusca de los ingresos fiscales, provenientes,
en su mayor porcentaje, de impuestos indirectos cobrados en buena parte por las aduanas maríti-
mas; 8) Graves dificultades creadas al Gobierno para el pago de los haberes de los servidores públicos
y para atender a otros gastos del Estado; 9) Encarecimiento de los artículos de primera necesidad.
Dentro de esta situación, los problemas derivados de las características del país como expor-
tador de materias primas y como importador de productos manufacturados y los que se relacio-
naban con el comercio marítimo solo podían resolverse en el transcurso del tiempo. Las medidas
adoptadas de inmediato fueron: 1) Las moratorias para las acreencias bancarias y para el pago de
deudas; 2) La legislación sobre los bancos, sobre la exportación del oro y de la plata y sobre la
moneda de plata y de cobre; 3) La emisión de cheques circulares; 4) El decreto sobre despido de
obreros y la legislación sobre artículos de primera necesidad; 5) La reducción de los gastos públi-
cos y la búsqueda de un aumento en los ingresos del Presupuesto.

[ II ]
laS MoRatoRIaS.- Un movimiento de pánico en los bancos creado por una “corrida” o fuga
de depositantes del Banco Alemán con motivo de la noticia publicada en un periódico sobre un
fenómeno análogo producido en el extranjero, dio lugar a que el Gobierno, a pedido de los geren-
tes de esas instituciones de crédito, por decreto de 2 de agosto, declarase feriados los días 3, 4 y 5
de agosto y luego, por decreto de esta última fecha, prorrogase los feriados al 6 y 7 de agosto.

154 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 36 ]


El decreto de 6 de agosto de 1914 estableció una primera moratoria de treinta días para el FRaNcISco tuDEla
pago de todas las deudas y acreencias bancarias y de las comerciales de carácter ejecutivo. Den- y VaREla (1876-1962)
tro de este plazo solo fue obligatorio el pago del 5% sobre el monto de los créditos. Las imposi-
ciones y depósitos bancarios que se verificaran dentro del término señalado, así como las demás
obligaciones en análoga condición, no quedaron sujetos a la moratoria.
Como los bancos peruanos eran de depósito y descuento y no de emisión, no se encontraron
en el caso, como hubiera sido el de estos últimos, de cubrir sus compromisos con el público por
medio del incremento de aquella, ya sea automáticamente o a través de autorizaciones especia-
les. Existían normas legales que los obligaban a guardar en sus bóvedas 25% de los depósitos en
efectivo; pero ni aún en la eventualidad de su cumplimiento escrito hubieran sido capaces de
afrontar las consecuencias de una demanda general para la devolución de las imposiciones
hechas en ellos. La verdad parece haber sido que las reservas de oro y plata de los bancos estaban
débiles por exceso de optimismo en sus operaciones y la ausencia de leyes de supervigilancia.
Surgieron en la Cámara de Diputados y en los bancos, pedidos para que se restringieran los
efectos de la moratoria en relación con los pequeños imponentes y para que fuese aclarada tanto
la condición de las obligaciones provenientes de cheques girados con anterioridad al 6 de agosto Nació en parís (Francia).
como la referente a la liquidación de saldos de los mayores imponentes. Se dio con tal motivo el Fue un miembro
decreto de 7 de agosto. Señaló este, en primer lugar, que, dentro del plazo de treinta días de la importante del partido
moratoria concedida, era obligatorio a los bancos pagar íntegramente los saldos en cuenta civil y en 1914 llegó al
corriente que ascendieran a 5 libras o menos. Sobre los saldos de más de 5 libras quedaban obli- Ministerio de Hacienda.
gados a abonar el 5% o un mínimo de 5 libras hasta el máximum de 150 libras. El decreto dio Se inició en política
además pautas de detalle sobre estos pagos y sobre los cheques válidos, su fecha y su monto. como secretario de la
La Cámara de Diputados aceptó la idea de la moratoria. En sustitución del decreto de 6 de legación peruana en
agosto aprobó, sin embargo, un proyecto por el cual ella debía durar 45 días y comprender, no colombia (1901-1903)
solo las obligaciones bancarias y comerciales de carácter ejecutorias, sino también las civiles, y luego como secretario
tuviesen o no, unas y otras, ese carácter, con excepción únicamente de las provenientes de suel- de los presidentes
dos y jornales. Señaló, al mismo tiempo, dicho proyecto los giros y pedidos que podían atender candamo (1903-1904) y
los bancos de los fondos pequeños y omitió hacer referencias sobre las imposiciones bancarias pardo (1904-1908). Fue
a plazo y sobre otras obligaciones. Vencido el período de la moratoria, las obligaciones consis- diputado por pallasca
tentes en letras, vales o pagarés debían amortizarse cada noventa días con pagos no menores (1907, 1912-1914, 1915 y
del 10% sobre su valor, abonándose los intereses correspondientes. 1919), alcalde de
El Senado no creyó aceptable incluir las obligaciones civiles dentro de los beneficios de las Miraflores (1912-1914),
moratorias, y consideró que la perturbación económica no se extendía a toda la República. Tam- ministro de Relaciones
poco estuvo de acuerdo con la prórroga de quince días sobre los treinta concedidos en el decre- Exteriores (1913), alcalde
to; ni con la situación especial creada por las letras y vales mercantiles. En suma, optó por aprobar de lima (1915) y ministro
el decreto del 6 de agosto y lo convirtió en ley. La Cámara de Diputados no insistió. de Relaciones Exteriores
Con fecha 4 de setiembre, casi en vísperas de la expiración del plazo fijado por el decreto de (1917-1918). Entre 1918 y
agosto, el ministro de Hacienda Francisco Tudela y Varela se dirigió al Congreso para solicitar una 1940 vivió en el
ley que debía autorizar al Ejecutivo a que pudiese decretar, por el tiempo y la forma que juzgare extranjero. al regresar
conveniente, una moratoria en el cumplimiento de las obligaciones exigibles en dinero, con cargo al perú, ocupó diversos
de dar cuenta al Poder Legislativo. Tenía relación esta solicitud con el debate, entonces inconcluso, cargos públicos
sobre el monto y el origen de los cheques circulares y con la circunstancia de que estaba pendien- hasta 1948.
te todavía de la insistencia de la Cámara de Diputados el proyecto sobre la misma materia.
Hubo dificultades en el Parlamento para otorgar una autorización amplia al Ejecutivo, pues
se consideró que ella significaba “despojarse voluntariamente de las funciones propias y peculia-
res del Legislativo”. Pero, en vista de la situación, el proyecto de Tudela llegó a ser aprobado y se
convirtió en la ley N° 1973 de 8 de setiembre de 1914. Fue evidente en el debate en el Senado
la tendencia a que la moratoria tuviese un mínimum de tiempo con un máximum de porcenta-
je para el retiro de fondos de los correntistas. Esta proporción llegó a ser calculada en el 10%.

[ CAPÍTULO 36 ] PERÍODO 6 155


El decreto de 10 de setiembre estableció una nueva moratoria al prorrogar por quince días la
que había sido declarada por decreto de 6 de agosto para las obligaciones exigibles en dinero,
que constaran en letras de cambio, vales y pagarés, cheques y bonos o que provinieran de impo-
SUPERADO EL siciones bancarias, cuentas corrientes y contratos mercantiles de transporte, fletamento, présta-
MOMENTO mos, consignación, comisión, depósito y afianzamiento. La demora en la fabricación de los
cheques circulares, hizo que se redujera del 10% al 5% la cantidad que debían recibir los impo-
CRíTICO EN qUE nentes y que, además, fuera ampliado el plazo de la moratoria. Sucesivas moratorias fueron
FUE PUESTA A decretadas nuevamente el 25 de setiembre por ocho días y el 4 de octubre por diez días.
El decreto de 13 de octubre de 1914 fijó pautas para la última moratoria después de un
PRUEbA LA memorial de la Cámara de Comercio de Lima y del informe de una comisión especial encargada
ESTAbILIDAD DE del estudio del asunto. Señaló los plazos para el pago de las letras, pagarés, vales, mercaderías
LOS bANCOS entregadas y, en general, de todas las obligaciones sustentadas con prenda y consignó normas
especiales para las obligaciones de la misma índole sin prenda. Enunció, además, las pautas para
PERUANOS, el abono de los depósitos a plazo fijo o indefenido constituidos en los bancos, los pagos a cuen-
COMENzó UNA ta, los pagarés, letras o vales y las letras y demás obligaciones giradas desde el Perú sobre plazas
extranjeras o desde plazas extranjeras a cargo de firmas nacionales; y dictó otras reglas sobre
ETAPA DE estos asuntos y otros conexos, para ir regularizado la vida económica del país.
NORMALIDAD y La ley N° 2075 de 19 de diciembre de 1914 aprobó el decreto de 13 de octubre con ciertas
LUEGO DE aclaraciones.
El pago limitado permitido por los decretos de moratoria sirvió para disminuir el encaje de
FLORECIMIENTO oro de los bancos y atentó así contra la garantía de la futura emisión de moneda.
PARA ELLOS. Superado el momento crítico en que fue puesta a prueba la estabilidad de los bancos perua-
nos, comenzó una etapa de normalidad y luego de florecimiento para ellos. El hecho de que el
país no tuviera grandes instituciones de créditos cuyos capitales estuviesen colocados en los
países beligerantes impidió que se produjera su quiebra como en la Argentina y el Uruguay.

[ III ]
loS cHEQuES cIRculaRES.- Amargos recuerdos tenía el Perú de los billetes bancarios. Emi-
tidos inicialmente con garantías, formaron parte de un ciclo histórico caracterizado por las deu-
das del Gobierno a los bancos, la inconvertibilidad y la responsabilidad fiscal, para luego no tener
valor alguno, con la ruina de mucha gente pobre o de mediana condición. No se discutía por lo
general, que el patrón de oro fue una de las grandes realizaciones del gobierno de Piérola. La
salud de la moneda dio estabilidad y fijeza al cambio internacional amparado también por una
balanza de comercio favorable basada en la exportación de artículos de consumo o materias
primas que cubría, no solo el valor de la importación, sino también el servicio de las deudas públi-
cas y privadas en el exterior y las utilidades de las negociaciones extranjeras radicadas en el país.
En agosto de 1914 la escasez de numerario, determinada por la ocultación de la moneda
metálica y la clausura de los bancos, provocó la parálisis del movimiento comercial e industrial.
Apareció, con caracteres de urgencia, la necesidad de reemplazar el circulante de oro. La plata,
moneda subsidiaria, dentro del sistema entonces vigente en el Perú, no podía asumir el carácter
de circulante único ni era poseída por los bancos en cantidad suficiente como para satisfacer por
sí sola las exigencias de la vida económica. Se consideró, por lo tanto, que solo podía hacer las
veces del oro, en aquellos momentos, un título que lo reemplazara con carácter temporario y
con las más efectivas garantías. Los bancos precisaban que se les improvisara una moneda para
cumplir sus compromisos con el público porque no la tenían en cantidad necesaria a causa de
las circunstancias. Era preciso acudir a salvar a las instituciones bancarias amenazadas por el páni-
co económico general y para que no arrastraran en su caída intereses comerciales importantes
vinculados estrechamente a la existencia de aquellas entidades de crédito. Había, además, otra

156 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 36 ]


[1]

[2]

loS cHEQuES cIRculaRES. la aguda crisis financiera que atravesaba el perú en agosto de 1914, llevó al gobierno del
general Benavides a proponer la emisión de cheques circulares, documentos que reemplazaban al dinero en metálico,
para reactivar así el movimiento comercial e industrial del país. El debate parlamentario para su aprobación fue
intenso y despertó la atención de la ciudadanía. En estas imágenes de la revista Variedades, vemos a algunos diputados
llegando al congreso el día del debate (1). Debajo, un ejemplar specimen, sin valor, de un cheque circular de 5 libras
peruanas de oro (2).

[ CAPÍTULO 36 ] PERÍODO 6 157


luIS VIllaRáN razón para no abandonarlas y era que el Gobierno les debía algunos millones de soles; no era
GoDoy (¿?-1960) justo, si no les pagaba esa deuda, exponerlas por la falta de la oportuna devolución de aquel
dinero, a no poder cumplir sus compromisos con el público, en época extraordinaria de profun-
da crisis general. Pero había, al mismo tiempo, otra razón que influía para que fuese admitida la
vuelta al billete inconvertible; y era ella la terrible angustia fiscal. Reducidos violentamente los
ingresos públicos, cuando ya existía déficit considerable en el Presupuesto, quedó el Gobierno
en situación casi de miseria y fue preciso buscar en el billete una forma transitoria de procurarle
los inmediatos recursos que necesitaba, con absoluta urgencia, para poder vivir.
En una reunión celebrada el 4 de agosto de 1914 en el Palacio de Gobierno, convocada por el
Presidente de la República, a la que asistieron dirigentes de las finanzas, del comercio, de la indus-
tria y del Parlamento, los banqueros propusieron, como único recurso para remediar la crisis, la
emisión de 20 millones de soles de papel sobre la base del 10% de oro de garantía, o sea con el
respaldo de 200 mil libras, no obstante tener en sus cajas, según apareció de los balances, unas
600 mil ó 700 mil libras. Esa fórmula de 20 millones con la garantía del 10% fue combatida en
dicha reunión por José Matías Manzanilla, Antonio Miró Quesada, Mariano H. Cornejo y Francisco
El político limeño fue Tudela y Varela. Manzanilla pronunció entonces una frase que fue más tarde recordada varias
designado ministro de veces: “Nunca jamás contribuiré a traer este billete para nuestro país”.
Hacienda el 15 de mayo De las consultas efectuadas surgió el proyecto que el ministro Luis F. Villarán, hijo, mandó al
de 1914, en reemplazo Congreso el 6 de agosto, con el fin de autorizar a los bancos de la República para emitir cheques
del saliente Francisco circulares al portador (nombre con que, para eludir temores, se bautizó al billete bancario) hasta por
tudela y Varela. como un millón de libras con la garantía de su oro metálico, cédulas hipotecarias, certificados especiales
parte de su gestión del Tesoro y bonos de tesorería del empréstito de la Compañía Recaudadora. Este fondo de garan-
ministerial, presentó un tías debía tener un mínimum de 30% en oro efectivo. Se establecía, además, una Junta de Vigilancia
proyecto por el cual se sobre la emisión, así como sobre el efectivo y los valores que la amparaban. Los cheques debían ser
autorizaba a los bancos retirados del mercado, cuando más tarde, seis meses después de firmado el tratado de paz.
nacionales a emitir En la Cámara de Diputados la comisión especial que estudió el proyecto se dividió en lo concer-
cheques, debido a la niente a las opiniones sobre la forma como debía estar constituido el fondo de garantía y la propor-
falta de dinero metálico ción que debía corresponder en él al efectivo en oro de los bancos. La preocupación ante el billete
y a la clausura de fiscal tuvo carácter obsesionante. Surgió como uno de los puntos de radical discrepancia la cuestión
algunos bancos. El de si la deuda del Estado podía formar parte integrante de la garantía, o si llevaba en sí el peligro de
movimiento comercial favorecer la depreciación del papel que se trataba de emitir. La votación favoreció al proyecto de la
en el país se había comisión especial en mayoría compuesta por Fernando Fuchs, Víctor Pacheco Benavides, Daniel I.
detenido, lo que llevó al Castillo, Juan Manuel Peña y Costas, Miguel Rubio y Pedro Larrañaga, al que se adhirió el ministro. Este
ministro a sugerir esta dictamen aceptaba como respaldo del billete el encaje del 30% en oro y agregaba a él cédulas hipo-
salida. una comisión del tecarias y obligaciones fiscales. El Senado rechazó el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados,
congreso discutió y influido por la creencia de que creaba signos representativos de la moneda de difícil convertibilidad
aprobó finalmente y con la tendencia a la depreciación. Aprobó, en cambio, otro presentado por Aurelio Sousa, José I.
el proyecto. Chopitea, Antonio Miró Quesada, Rodolfo Neuhaus y Benjamín de la Torre que, sustancialmente, era
el de la minoría de la comisión especial de la Cámara de Diputados integrada por José Matías Man-
zanilla y Francisco Tudela y Varela. Entre los puntos incluidos en el proyecto del Senado estuvieron: un
empréstito de los bancos al Estado por Lp. 1.000.000, la eliminación de las deudas públicas como
garantía de la emisión, el aumento de esta a Lp. 1.100.000 (después de que los bancos hubieron
expresado públicamente que la consideraban reducida y pedido, desde principios de agosto, que
ascendiera a 2.000.000) y, por cierto, también la responsabilidad solidaria de esas instituciones de
crédito en los cheques. En cuanto a la reserva de oro fijada en Diputados en el 30% quisieron algunos
elevarla al 50% y otros al 40% y quedó en el 35%. La acuñación de monedas de plata para ayudar a
las transacciones menudas y a la circulación en metálico, también fue incluida dentro de la misma ley.
Los bancos presentaron otro memorial a la Cámara de Diputados en el que sostuvieron nueva-
mente que la emisión de cheques no debía bajar de Lp. 2.000.000. Reclamaron, además, contra el

158 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 36 ]


exceso en la garantía introducido en el proyecto del Senado, para pedir que la reserva de oro solo aNSElMo BaRREto
llegara al 25%. Asimismo, solicitaron que se cambiaran algunas condiciones del empréstito al Gobier- (1865-1950)
no. A favor de la emisión de Lp. 2.000.000 se pronunció igualmente la Cámara de Comercio de Lima.
La Cámara de Diputados votó en favor de la no insistencia, y así quedó aprobado el proyecto
del Senado.
La ley N° 1968 de 22 de agosto de 1914 autorizó, pues, a los bancos de la República para emitir
cheques circulares al portador del valor de una, 5 y 10 libras peruanas con la garantía de sus propios
activos, la especial de su oro metálico y otras que fueron señaladas por la ley; no pudiendo en nin-
gún caso exceder esta emisión en total de 1.100.000 libras y teniendo siempre su fondo de garan-
tías un mínimo de 35% de oro efectivo y 65% restante en las garantías especiales expresamente
señaladas por la misma ley. Los bancos quedaron obligados a prestar al Gobierno 100.000 libras. Al
mismo tiempo la ley creó una Junta de Vigilancia del régimen monetario establecido, con dos per-
soneros parlamentarios, uno de la mayoría y otro de la minoría del Poder Legislativo, más uno del
Gobierno, uno de los bancos y uno de la Cámara de Comercio de Lima. Dispuso, además, que los
cheques tuviesen poder cancelatorio al igual que las libras peruanas de oro aunque en los contra-
tos se hubiera estipulado la exclusión de toda moneda fiduciaria. La Junta de Vigilancia se instaló el El magistrado limeño
24 de agosto de 1914. Formaron parte de ella Anselmo Barreto como delegado del Gobierno, conformó en agosto de
Ismael de Idiáquez por la mayoría del Congreso, José Balta por la minoría, Aurelio García y Lastres 1914 la Junta de Vigilancia
por los bancos y Manuel Montero y Tirado por la Cámara de Comercio de Lima. para la emisión de
Con esta ley se creyó proveer a la necesidad que tenían los bancos de moneda en un avance cheques circulares por
prudente, hasta donde era aconsejable, para buscar el límite del mercado por las garantías razona- parte de los bancos
bles que los bancos ofrecían para respaldar al papel que iban a emitir, salvaguardando los intereses peruanos. Barreto, que se
de los dueños del dinero depositado en las instituciones de crédito a los que se les iba a devolver desempeñaba como vocal
billetes en lugar de oro y a quienes se les exigía así una especie de crédito forzoso al retenérseles su titular de la corte
numerario metálico. Temeroso el Parlamento, como lo estaba la opinión pública, ante el espectro Superior desde 1909,
del papel moneda que resucitaba envuelto en los ecos de un pasado triste, cuidó fundamental- representó al Estado en
mente de la restricción en el monto de la emisión y de la efectividad en las garantías de los cheques. dicha junta. Su carrera de
Este punto de vista estuvo reflejado en unas palabras pronunciadas en el Senado por Anto- magistrado se prolongó
nio Miró Quesada en la sesión del 14 de setiembre de 1914 cuando repitió las que José Payán hasta 1942. Durante dicho
dijera en mayo de 1892: “El metal se va. ¿Qué queda en cambio? Nada; y si algo queda es el ger- lapso, ejerció diversas
men de ideas disociadoras. La baja de la moneda ahuyenta al obrero extranjero y al capital funciones como decano
extranjero como la tempestad a las aves. Los que quieran hacer del Perú una nación estarán del colegio de abogados
conmigo, los que quieran explotar al Perú para convertirlo en una factoría mirarán como un sacri- (1908), ministro
legio mis ideas no obstante que son las justas y verdaderas”. plenipotenciario en
Por iniciativa parlamentaria, la ley N° 1975 de 15 de setiembre de 1914 ordenó que se pudie- España (1920) y asesor
ra considerar dentro del 35% de oro metálico fijado como garantía para la emisión de cheques jurídico de la comisión
circulares, el oro sellado que los bancos tuvieran en sus sucursales establecidas en las capitales plebiscitaria, entre otras.
de departamento. La ley N° 1977 de 16 de setiembre de 1914, expedida a consecuencia de una
consulta del Ejecutivo, consideró entre las garantías especiales para responder por la emisión de
los cheques circulares a los bienes inmuebles propios de los bancos situados en el territorio de
la República y a los créditos hipotecarios por los bienes urbanos también en el mismo territorio;
e incluyó, asimismo en la garantía de oro efectivo los fondos por ellos depositados en Nueva York
a la exclusiva disposición de la Junta de Vigilancia.
La experiencia demostró bien pronto que la ley N° 1968, a pesar de su gestación trabajosa y
demasiado lenta, era insuficiente. Preferible habría sido que ella hubiese autorizado una emisión
de billetes paulatina, limitada por un máximum y con las debidas garantías.
La ley N° 1982 de 1° de octubre de 1914 amplió la autorización concedida a los bancos por
la ley N° 1968, a fin de que aumentaran, en un millón cien mil libras la emisión de cheques circu-
lares y autorizó a la Caja de Ahorros para que pudiera suscribirse a 300.000 libras. De esta

[ CAPÍTULO 36 ] PERÍODO 6 159


El REpRESENtaNtE manera el Parlamento accedió, con retraso (y después de una nueva divergencia entre la Cámara
DE loS BaNcoS de Senadores y la de Diputados) al pedido del memorial que aquellos habían presentado meses
antes y que estuvo respaldado por una reunión de cincuenta comerciantes en el local de la
Cámara de Comercio de Lima. Especificó, por otra parte, la ley N° 1982 las garantías que debían
ser otorgadas para la emisión total. Dichas garantías se basaban en el depósito de un 20% en oro
amonedado y en un 30% representado por hipotecas o valores hipotecarios; el resto debía que-
dar en valores cotizables y documentos en cartera bien calificados. La ley N° 1982 obligó, además,
a los bancos a prestar 400.000 libras más al Gobierno.
Nació la ley N° 1982 de un proyecto del Ejecutivo desechado por la Cámara de Diputados para
aprobar otro que, a su vez, el Senado rechazó dando curso a un proyecto distinto. Gran alarma surgió
ante el aumento de la emisión. Invocaron los adversarios de ella, una vez más, la posibilidad del bille-
te fiscal. Pareció acentuarse, con más nitidez que en los debates anteriores, sin que se perdiera la altu-
ra en que se movió en esta época el Parlamento, la división entre los que fueron acusados de defender
los intereses de los bancos, si bien afirmaban que, a través de ellos, defendían a la sociedad entera, y
los que asumían una actitud independiente. La Cámara de Diputados insistió en algunos artículos y
El político aurelio hubo necesidad de sesión del Congreso para resolver este conflicto legal. Fue aprobada la insistencia.
García y lastres, a “La solución de la crisis (expresó Aurelio García y Lastres en su Memoria como ministro de Hacien-
quien vemos aquí en da en 1916) no fue todo lo rápida que debió haber sido. Prejuicios respecto al rol que desempeñaría
una fotografía de 1915, el billete en tal emergencia y la creencia bastante arraigada de que su aceptación como moneda
fue convocado como entrañaría ruina general y desaparición de la riqueza, produjeron desconfianza y temores que no solo
representante de los lo desacreditaron antes de haberse iniciado su circulación, sino que contribuyeron a prolongar la
bancos de la república situación incierta que de facto se había creado al estallar la guerra, con la ocultación de la moneda
ante la Junta metálica y retiro paulatino, dentro de las moratorias que se suceden, de los fondos en cuenta corrien-
de Vigilancia de 1914. te y depósito en los bancos; debilitándose así las cajas de las instituciones que, al haberse resuelto
como parte de su rápidamente la crisis, hubiesen conservado mayor encaje de oro con que garantizar los billetes que
gestión, participó en el que tuvieron disponible después de haber tenido que hacer frente a pagos sucesivos dentro de
el proyecto para las cinco moratorias que produjeron una fuerte disminución del stock de oro que era de vital impor-
permitir la creación de tancia mantener desde que constituía la garantía más sólida del billete o cheque por emitir”.
un número mayor de Los primeros cheques bancarios fueron fabricados en la Casa de Moneda por el litógrafo ale-
cheques circulares. la mán Teodoro Scheuch, bajo la inmediata vigilancia del jefe de la oficina de emisión Alfredo Umlauff.
cámara de diputados, El problema de la moneda no estaba resuelto y creaba graves preocupaciones cuando José
sin embargo, desestimó Pardo se hizo cargo de la presidencia de la República en agosto de 1915. Pero, con todos los defec-
su pedido. García y tos y demoras, el Perú tenía una moneda sana después de la crisis y del pánico que provocara la
lastres fue ministro de guerra europea. Fue, en contraste con otros períodos, una época de sensatez, acaso excesiva.
Hacienda entre
1915 y 1917.
la puBlIcacIÓN DEl EStaDo DE caJa DE loS BaNcoS.- La ley N° 2070 de 2 de diciem-
bre de 1914 dispuso que se publicara en el día el estado de caja de los bancos de la República al
1° de agosto de 1914 y, en lo sucesivo, quincenalmente, con especificación del monto de oro y
plata amonedados e indicación de las cantidades que tuviesen en efectivo, tanto en sus sucursa-
les como en poder de banqueros domiciliados fuera del país.

la MoNEDa DE plata y DE coBRE.- La ley N° 1968 de 22 de agosto de 1914 mandó acu-


ñar 2.000.000 de soles en plata. La ley N° 2072 de 2 de diciembre de 1914 autorizó al Poder Eje-
cutivo para que mandara acuñar, de preferencia en el Perú, moneda nacional de plata hasta por
el valor de 4.000.000 de soles en la proporción y tipo que lo exigieran las necesidades del merca-
do. Le autorizó igualmente para fijar el impuesto correspondiente a la amonedación e importa-
ción de la moneda acuñada en el extranjero.

160 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 36 ]


[1] El Canal de
Panamá. En 1914 se
terminaron las
obras en este canal,
que unía el océano
Atlántico con el
Pacífico a través
del istmo de
Panamá. Aquí,
podemos observar
el primer ensayo de
esclusas del canal
en 1913 (2) y al
vapor Kroonland
cruzando el canal
poco después de su
inauguración (1), en
agosto de 1914.

[2]

[ capítulo 36 ] período 6 161


La ley N° 1974 de 9 de setiembre de 1914 dispuso que el Poder Ejecutivo mandara acuñar en la
Casa Nacional de Moneda hasta 2.500.000 de piezas de cobre del tipo de un centavo, las que deberían
ser canjeadas a la par a los particulares por conducto de las Tesorerías fiscales de los departamentos.
EL MINISTRO
AURELIO SOUSA SE
la EXpoRtacIÓN DE oRo y DE plata.- La ley N° 1965 de 8 de agosto de 1914 prohibió,
DIRIGIó AL hasta nueva disposición, la exportación de oro amonedado, metálico, en polvo o en cualquier otra
PARLAMENTO EL forma excluyendo los objetos de uso personal. Prohibió también la exportación de plata amonedada.
29 DE SETIEMbRE
PARA REMITIRLE [ IV ]
UN PROyECTO la REDuccIÓN DE loS GaStoS pÚBlIcoS.- Si la guerra europea no hubiese estallado, el
Perú habríase encontrado en una difícil situación financiera en 1914. En 1908 y 1909 los ingresos
qUE REbAjAbA presupuestales fueron inferiores a lo calculado, como consecuencia de la crisis mundial de 1907.
LOS GASTOS Pero, a partir de 1909, hubo en las entradas un excedente sobre lo previsto hasta 1913. Estas
sumas fueron gastadas íntegramente y, al mismo tiempo, los mayores egresos sobre los autoriza-
PúbLICOS EN UN dos en el Presupuesto excedieron a los mayores ingresos. El país vivió dentro del déficit que se
30% DEL TOTAL trató de corregir con onerosos empréstitos internos.
CON qUE Sobre esta situación incidieron las repercusiones del conflicto mundial. “Nada más calamitoso
para el Erario público ha podido presentarse (dijo el ministro Aurelio Sousa en la Cámara de Dipu-
FIGURAbAN EN EL tados el 21 de octubre de 1914) ni se presentará jamás quién sabe en los días de la República”.
PRESUPUESTO El decreto de 22 de setiembre de 1914 suprimió todos gastos de los ministerios que no se
vIGENTE. hallaban sustentados en partida especial, ni fueran urgentes o indispensables.
El ministro Aurelio Sousa se dirigió al Parlamento el 29 de setiembre para remitirle un proyec-
to que rebajaba los gastos públicos en un 30% del total con que figuraban en el Presupuesto
vigente. “Medida extrema (decía Sousa en el oficio de remisión de este proyecto) a que obliga al
Gobierno una situación financiera sin precedente en la historia nacional. Agobiado el Tesoro por
diversas, periódicas obligaciones cuyo monto se aproxima al total de las armadas que la Compa-
ñía Recaudadora debe entregarle quincenalmente en virtud de su contrato; y reducidas en una
tercera parte, más o menos, las entradas de aduanas, otro de los factores importantes del Erario,
encuéntrase el Gobierno desprovisto de recursos para atender a los gastos que hoy le impone el
Presupuesto general. El empréstito de cien mil libras efectuado en virtud de la ley N° 1968 está
por agotarse sin que se hayan satisfecho del todo servicios y haberes de meses anteriores; y el
que habrá de recibirse por el proyecto recientemente aprobado bastará apenas para cubrir el
déficit y la cancelación de los correspondientes a octubre entrante”.
La Comisión de Presupuesto de esa Cámara, presidida por Francisco Tudela y Varela convino
en el otorgamiento de la autorización para reducir los gastos públicos hasta en un 30%; pero, en
cuanto a la rebaja de los sueldos, la aceptó en el caso de que las demás economías no bastaran
y fijó una escala proporcional. En lo concerniente a los emolumentos de los representantes a
Congreso autorizó que la reducción llegara al 20%. La escala eximía de toda merma los haberes
de 5 libras e inferiores a esta suma; y, para los que alcanzaban suma mayor, elevaba la reducción
en forma progresiva hasta llegar al máximum de 20% para los haberes superiores a 40 libras. El
proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados en lo esencial; pero fueron aumentadas las
rebajas hasta en un 30% para los haberes menores de 80 a 60 libras inclusive, en un 40% para los
de 80 libras o que excedieran de esta suma, en un 25% los menores de 60 libras a 40 inclusive, en
un 20% los menores de 40 libras a 30 inclusive y así hasta un 5% a los menores de 10 libras a 5.
La ley fue promulgada con el N° 2014 de 12 de noviembre de 1914 para tener efectos inmediatos.
El Presupuesto que regía era el de 1912, ascendente a 34 millones de soles. La parte del proyecto
que correspondía al trimestre afectado por las economías ascendía a 8 millones y medio, en los que

162 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 36 ]


había que reducir el 30% o sea 2,5 millones. De los 34 millones de soles, según explicó Tudela en su laS NuEVaS
Cámara, 16 millones representaban sueldos y pensiones y 18 millones pertenecían a gastos y servicios. MoNEDaS
El propósito era bajar el máximum de esos 18 millones. Si se hacía un análisis de los 16 millones gas-
tados en sueldos y pensiones, 7,5 correspondían a los que estaban sustentados por leyes que expre-
saban individualmente el monto de cada haber y 8,5 a sueldos comprendidos en partidas globales.
El Senado aprobó el proyecto que había sancionado la Cámara de Diputados y enmendó solo
un artículo para adaptar a lo dispuesto en la ley los haberes de los funcionarios y empleados del
Poder Judicial, los emolumentos de los representantes a Congreso, los sueldos de los empleados
de ambas Cámaras y los del ejército y la armada. La Cámara de Diputados no insistió.
Al referirse a este asunto, el presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Pedro D. Gallagher,
expresó en su Memoria de 1915: “La reducción de los ingresos fiscales sin haberse reducido
simultánea y proporcionalmente los gastos públicos ha creado una situación verdaderamente
excepcional para el Supremo Gobierno, obligándolo a tener que adoptar sin demora medidas
que tiendan a hacer desaparecer el desequilibrio... Pero una vez que se halle salvado el desequi- En 1914 el gobierno
librio fiscal con medidas de verdadera economía y de prudencia, que restablezcan la confianza peruano mandó a acuñar
pública, hay que esperar días mejores para nuestro comercio”. monedas de cobre y
La merma de los egresos públicos reales en 1914 y en 1915 se comprueba a través de las plata, debido a la
siguientes cifras: demanda de dinero
metálico por parte del
1912 Lp. 3.726.426 mercado. En esta
1913 Lp. 5.409.637 imagen, vemos el reverso
1914 Lp. 4.102.934 de una moneda de 1/5 de
1915 Lp. 3.391.652 sol de plata, acuñada un
año después por la casa
A pesar de las propuestas hechas por la oposición liberal en las Cámaras, no hubo reducción Nacional de Moneda. En
en los efectivos del ejército. ella, se ve el escudo
nacional y se lee:
República peruana.
laS NuEVaS lEyES tRIButaRIaS.- Para procurar nuevos ingresos al Erario fueron expedidas lima. 9 d: fino
durante el gobierno provisorio de Benavides leyes sobre las siguientes materias: F. G. 1915.
1) Creación de un impuesto a los boletos de pasaje expedidos por las compañías de vapores
(ley N° 1976 de 15 de setiembre de 1914).
2) Reforma de la ley de timbres de 1896 (ley N° 2097 de 11 de enero de 1915).
3) Elevación en un 20% del precio de venta del tabaco manufacturado y del extranjero (ley N°
2105 de 4 de febrero de 1915).
4) Aumento de la tasa de impuestos a los alcoholes y bebidas alcohólicas y fermentadas (ley
N° 2112 de 20 de febrero de 1915). El alcohol producido en la sierra debía pagar un 25% menos
del que se elaboraba en la costa.
5) Alza al 6% del impuesto fijado por ley a la renta del capital movible (ley N° 2113 de 24 de
febrero de 1915). La ley vigente sobre la materia era la de 20 de mayo de 1879.
6) Alza por un año de 5% a 7% de las contribuciones de patentes de Lima y Callao (ley N° 2116
de 10 de marzo de 1915). Este plazo fue ampliado por un año más el 31 de enero de 1916.
Hubo un proyecto del Ejecutivo para crear un impuesto a los sueldos y salarios de los emplea-
dos de comercio y empresas industriales; fue retirado.

El pRESupuESto DE 1915.- El 18 de agosto de 1914 el Poder Ejecutivo sometió a la conside-


ración del Congreso el proyecto de Presupuesto para 1915. Ascendía en su pliego de ingresos a
la suma de Lp. 3.592.275 y en sus egresos a la de Lp. 3.509.299.

[ CAPÍTULO 36 ] PERÍODO 6 163


Ante la situación creada por la guerra europea, los diversos ministerios remitieron sucesiva-
mente a las comisiones parlamentarias nuevos pliegos de egresos con el objeto de reducir, por
medio de supresiones y rebajas, el monto de las cifras consignadas en el proyecto inicial. Más
LA CONSTRUCCIóN tarde, el 26 de noviembre, el ministro de Hacienda envió al Parlamento un nuevo pliego global
DEL CANAL DE de ingresos, y disminuyó la suma de Lp. 3.592.275 para hacerla quedar en Lp. 2.738.822.
La Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados (cuyos miembros Francisco Tudela
PANAMá TUvO, y Varela, Pedro Larrañaga, J. Arturo Carreño, Pedro García Irigoyen y Víctor Pacheco Benavides
APARTE DE SU realizaron una notable labor) creyó prudente fijar los ingresos en suma todavía inferior a la calcu-
lada por el Ejecutivo. Este pliego fue discutido en primer lugar. Su monto llegó a ser, por adicio-
SIGNIFICADO nes hechas posteriormente, de Lp. 2.847.275.
POLíTICO, UNA Los efectos de la ley de Presupuesto, de 16 de setiembre de 1874, fueron declarados por otra
ENORME ley, en suspenso para encarar la situación de emergencia que se había producido.
Diversas economías llegaron a ser efectuadas por los ministerios sobre gastos que no repre-
INFLUENCIA EN LA sentaban sueldos. En cuanto a estos, el Parlamento no aplicó para el Presupuesto la ley N° 2014
hISTORIA sobre reducciones sino una escala con solo dos coeficientes de rebaja: el primero de 10% aplica-
ble a los sueldos comprendidos entre 5 y 10 libras, y el segundo de 20% aplicable a todos los
AMERICANA haberes superiores a 10 libras. No fueron tomados en cuenta los argumentos según los cuales
CONTEMPORáNEA. este criterio no era equitativo, pues perjudicaba a los que tenían sueldos exiguos. Por otra parte,
hA SIDO fueron reducidas en un 10% las partidas de egresos consignadas en el Presupuesto, con excep-
ción de las relativas a alimentación o racionamiento, alquileres, gastos de recaudación, intereses,
CALIFICADA COMO amortizaciones, comisiones y subvenciones a las sociedades de Beneficencia.
LA EMPRESA MáS El pliego de egresos presupuestados ascendió finalmente a Lp. 2.973.479,1,88. Los de 1912,
vALIOSA EN EL 1913 y 1914 habían sido de Lp. 3.313.396,7,11 por haberse prorrogado el mismo Presupuesto.

CONTINENTE,
DESPUéS DE LA laS oBlIGacIoNES a caRGo DEl ERaRIo ENtRE 1908 y 1915.- La administración de José
Pardo dejó al cesar el 24 de setiembre de 1908, aparte de la llamada deuda interna representada por
INDEPENDENCIA. los vales de consolidación creados en 1889 y por los títulos amortizables emitidos según la de 1898,
solo dos obligaciones a cargo del Estado: el saldo aproximado de 550 mil libras del empréstito de 600
mil que sirvió para la adquisición del Grau y el Bolognesi y otros elementos de defensa, y una deuda
flotante calculada en 274 mil libras, o sea un total de 824 mil libras. Según el mensaje de Billinghurst
al Congreso en octubre de 1912, estas obligaciones llegaron en dicha fecha a 46 millones y 672 mil
soles. La cuantía de tales deudas fue reducida, entonces, según el mismo Presidente. Pero la crisis
derivada de la guerra europea las hizo elevarse nuevamente. Aparecieron los siguientes nuevos ren-
glones de deudas que constan en un memorándum presentado a las Cámaras por el ministro de
Hacienda Aurelio García y Lastres sobre el saldo de obligaciones vigentes al 31 de diciembre de 1915;
Lp. 68.875 por subvenciones no pagadas a la Compañía Peruana de Vapores; Lp. 309.449 por présta-
mo de la casa Grace; Lp. 44.752 por préstamos de Gildemeister y Cía.; Lp. 53.000 por aumento de la
deuda de los bancos, a consecuencia de operaciones con el Banco Alemán y el Banco Popular; Lp.
655.500 por préstamos bancarios en cheques circulares; Lp. 37.926 por adelantos de la Caja de Depó-
sitos y Consignaciones; Lp. 198.615 por giros por cuenta de productos a cargo de la Compañía Recau-
dadora; Lp. 64.702 por anticipos sobre entregas quincenales; Lp. 80.000 por anticipos de la Compañía
Administradora de los Almacenes Fiscales; Lp. 73.880 por anticipos de la Compañía Administradora
del Guano; Lp. 16.000 por préstamos sobre el arrendamiento del muelle de Eten y Salaverry; Lp.
80.000 por anualidad de la Peruvian Corporation; Lp. 65.565, por letras de Tesorería; y Lp. 10.000 por
deudas del Correo. Al lado de estos nuevos renglones de deudas aparecen en el mismo memorán-
dum los saldos de los Presupuestos de 1908 a 1915 elevados a la suma de 1 millón 308.672 libras.
Las obligaciones a cargo del Erario, sin contar la deuda interna propiamente dicha, ascendían,
pues, en 1915, según el memorándum citado, a 68 millones 870 mil soles.

164 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 36 ]


[V] la pRIMERa DaMa
El DEcREto SoBRE DESpIDo DE oBRERoS.- En un corolario de una de las disposiciones
del decreto de Billinghurst de 24 de enero de 1913, el 9 de agosto de 1914 (expedido en días en
que era intensa la crisis económica provocada por la guerra europea) dispuso: “Ningún estable-
cimiento o empresa industrial podrá despedir a sus obreros sin previo aviso de 24 horas, por lo
menos, dado al subprefecto de la provincia respectiva, indicándose por escrito los motivos de la
reducción y la nómina de los obreros que cesen en sus labores”. Agregó este decreto que las
autoridades modificadas, pondrían inmediatamente esta notificación en conocimiento del
Gobierno que resolvería lo conveniente.

la lEGISlacIÓN SoBRE aRtículoS DE pRIMERa NEcESIDaD.- El estallido de la guerra


europea suscitó una legislación de emergencia en relación con los artículos de primera necesidad.
La ley N° 1964 de 8 de agosto de 1914 autorizó al Poder Ejecutivo para que, a medida que lo juzga-
se necesario, y mientras durara el conflicto europeo, prohibiese la exportación de esos artículos o
su reembarque en los puertos de la República liberándolos de derechos por tiempo indeterminado. Francisca Benavides de
La ley N° 1967 de 10 de agosto del mismo año autorizó también al Poder Ejecutivo para dic- Benavides, esposa del
tar las medidas de carácter extraordinario que juzgase indispensables para impedir el alza inde- presidente Óscar R.
bida de los artículos de primera necesidad o su acaparamiento injustificado. Benavides, realizó una
Antes de la dación de esta ley, el presidente Benavides había tomado algunas decisiones en ardua labor en el campo
el mismo sentido, como la de llamar a los molineros para pedirles que no alzaran el precio de la de la asistencia social,
harina, y pudo lograr una promesa en ese sentido. Ordenó también que fueran hechos repartos durante el breve
de alimentos en los cuarteles, y su esposa, Francisca Benavides de Benavides, se distinguió en el gobierno de su esposo.
campo de la asistencia social. Benavides mantuvo una
La ley N° 2073 de 2 de diciembre de 1914, excluyó de la autorización conferida al Ejecutivo política cercana a las
por la ley N° 1964 la exportación del ganado vacuno y lanar, la carne salada y quesos de los clases sociales más
departamentos de Arequipa, Puno, Cuzco, Apurímac y Tacna libre que se exportaran a las Repú- necesitadas. En agosto
blicas de Bolivia y Chile y a la zona de Tacna ocupada por este último país. de 1914, tomó medidas
para impedir el alza de
los precios de los
[ VI ] artículos de primera
la apERtuRa DEl caNal DE paNaMá.- Un tratado entre Estados Unidos y la flamante necesidad. aquí vemos a
República de Panamá ratificado en 1903 autorizó la construcción de un canal entre los océanos la primera dama en una
Pacífico y Atlántico. La obra fue completada en lo fundamental en agosto de 1914; pero fue fotografía de 1902.
abierta oficialmente al comercio mundial solo el 12 de junio de 1920.
La construcción del canal de Panamá tuvo, aparte de su significado político, una enorme
influencia en la historia americana contemporánea. Ha sido calificada como la empresa más valio-
sa en el continente, después de la Independencia. Atrajo rutas comerciales de todo el mundo a
un foco de la región ístmica y favoreció el desarrollo económico de América Central y de los puer-
tos del Pacífico por el norte hasta Los Ángeles y por el sur hasta el Callao. El canal puso a las Repú-
blicas de la costa occidental de América del Sur mucho más cerca de los puertos atlánticos de
Estados Unidos, y estimuló el comercio en esta forma, con el país que desplazó a Gran Bretaña en
primacía económica en relación con el Perú. Sus efectos no fueron violentos sino prolongados y
de creciente intensidad a través de los años. Solo el desarrollo de las rutas aéreas en los últimos
tiempos ha comenzado a modificar algunas de las características impuestas por el canal en el trá-
fico intercontinental.

[ CAPÍTULO 36 ] PERÍODO 6 165


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 37 ● I La ley elec­to­ral de 1915 Ben­tín ●  Me­li­tón Car­va­jal ●  III La Cor­te


● El pro­yec­to de re­for­mas cons­ti­tu­cio­na­ Su­pre­ma y las elec­cio­nes de 1915 ● Los
les ●  II La ini­cia­ti­va pa­ra la Con­ven­ción san­grien­tos su­ce­sos de San Je­ró­ni­mo.
de Par­ti­dos de 1915 ● Or­ga­ni­za­ción de Ase­si­na­to de Leo­ni­das Sa­ma­nez ●  Elec­
la Con­ven­ción de Par­ti­dos ●  La can­di­ ción de Par­do ● El de­ba­te so­bre la fe­cha
da­tu­ra Mu­ñiz ● Re­ti­ro de la can­di­da­tu­ra de trans­mi­sión del man­do ● La frus­tra­da
Pra­do y uni­fi­ca­ción ci­vi­lis­ta en tor­no de con­vo­ca­to­ria a elec­cio­nes su­ple­men­ta­
Jo­sé Par­do ● Reu­nión de la Convención. rias. El Go­bier­no y el pro­ce­so de 1915
De­sig­na­ción de Par­do ●  Las vi­cepre­ ● La re­be­lión de Hua­raz. Co­mien­zo de la

si­den­cias ●  Sig­ni­fi­ca­do de la no­mi­na­ se­gun­da ad­mi­nis­tra­ción de Par­do ● Via­


ción y de la elec­ción de Par­do ● Ri­car­do je de Be­na­vi­des a Eu­ro­pa.
LA CONVENCIÓN DE PARTIDOS Y LAS ELECCIONES DE 1915.
EL OCTAVO GOBERNANTE CIVIL
EN LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA

CAPÍTULO
37
[ ]
L
[I]
a lEy ElEctoRal DE 1915.- El país se regía en relación con el sufragio, por la ley N° 1777,
transitoria, de 26 de diciembre de 1912, que creó un régimen descentralizado para la elección de
senadores y diputados y eliminó a la Junta Electoral Nacional. La complementaba, en parte, la ley
orgánica de 20 de noviembre de 1896 sin sus organismos electorales y de registro que fueron
parcialmente modificados para los comicios de 1909, 1911 y 1912 por las leyes N° 861 de 25 de
noviembre de 1908, 1286 de 10 de octubre de 1910 y 1533 de 18 de enero de 1912.
El gobierno de Benavides, durante el período del Gabinete Sousa, remitió al Congreso, por
intermedio del ministro Fernando Fuchs, en setiembre de 1914, un proyecto de nueva ley de
elecciones políticas. Intentó este proyecto armonizar y refundir en un solo cuerpo muchas de las
disposiciones de la ley de 1896 y de la N° 1777, sin excluir la intervención de la Corte Suprema
para juzgar los casos de falsedad de credenciales y de proclamación indebida de candidatos. Fue
mantenida también la autonomía de las provincias y departamentos en la designación de sus
representantes. La novedad fundamental introducida en 1914 estuvo en el empleo del registro
de conscripción militar como base para el mecanismo del sufragio.
Se fundamentó la innovación en el concepto de que los registros electorales habían sido
transitorios, fabricados al calor de las pasiones políticas para cada proceso, para otorgar arbitra-
riamente las boletas de los ciudadanos o para venderlas. La ley de Sáenz Peña que saneó el
sufragio en la Argentina sirvió de modelo para el proyecto peruano.
Otra novedad de la ley de 1915 fue la facultad que concedió a la Corte Suprema para impo-
ner penas graves a los funcionarios públicos culpables de abusos en los procesos electorales.
La nueva ley electoral, que el Congreso discutió en detalle y con libertad, fue promulgada el
4 de febrero de 1915 y llevó el número 2108.

El pRoyEcto DE REFoRMaS coNStItucIoNalES.- Los senadores Mariano H. Cornejo,


Germán Schreiber y Alejandro Vivanco presentaron, con fecha 10 de setiembre de 1914, un pro-
yecto de ley electoral y otro con el fin de convocar a elecciones generales para representantes a
Congreso y presidente de la República. Junto con estas elecciones debían someterse al voto
popular las siguientes reformas constitucionales: 1º Renovación total del Congreso y elección del
presidente de la República cada cinco años por elección popular; 2º Supresión de las vicepresi-
dencias a las que debían sustituir el Consejo de Ministros y un presidente elegido por el Congre-
so; 3º Supresión de los representantes suplentes; 4º Fijación en la Constitución del número de
representantes sin que este pudiera alterarse por la creación de nuevas provincias o departa-
mentos; 5º Establecimiento del régimen parlamentario mediante la responsabilidad política del
Gabinete ante las Cámaras y su obligación de solicitar la confianza expresa del Congreso sobre
su programa de Gobierno antes de ejercer las funciones ministeriales.
Era la resurrección del proyecto de Billinghurst. El Parlamento no lo aprobó. El país ha expe-
rimentado después la renovación total del Poder Legislativo junto con la elección del presidente
de la República, cuyo mandato ha sido ampliado a seis años. Han sido eliminados los

168 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 37 ]


representantes suplentes, y suprimidas también, para ser luego restauradas, las vicepresidencias. FERNaNDo FucHS
La fijación del número de representantes en la Constitución es muy aconsejable y aún cabe pen- (1871-¿?)
sar en la conveniencia de disminuirlo por haberse producido un dañoso proceso de inflación, al
servicio de menudos intereses. El régimen parlamentario que a Cornejo fascinó, ante el ejemplo
de Francia y de Chile y por sus propias características de hombre habituado al recinto del Con-
greso, escenario de algunos de sus grandes triunfos, era, en cambio, altamente inconveniente al
Perú por la endeblez de la gran mayoría de los partidos y su tendencia a multiplicarse; y tanto
Chile como Francia abandonaron luego este sistema después de palpar sus excesos.

[ II ]
la INIcIatIVa paRa la coNVENcIÓN DE paRtIDoS DE 1915.- Para las elecciones pre-
sidenciales que debían poner fin al gobierno provisorio surgió la fórmula de ir a una convención
de partidos con el propósito de buscar la armonía nacional.
Al suscitarse dentro del Partido Constitucional un movimiento de opinión favorable a la can-
didatura presidencial del general Pedro E. Muñiz, este expresó en un manifiesto que la aceptaría El ingeniero limeño se
solo en el caso de que lograra agrupar fuerzas cívicas suficientes para constituir una administra- integró al gabinete Sousa
ción sólida, y propuso una alianza de todas las agrupaciones políticas entonces en actividad. Sin como ministro de
embargo, el general Benavides llegó a manifestar públicamente más tarde que fue él quien tuvo gobierno en agosto de
la iniciativa de la convención. La invitación oficial para tratar de obtener el acuerdo propuesto fue 1914. un mes después,
hecha por el jefe del Partido Constitucional, general Andrés A. Cáceres. presentó el proyecto de
una nueva ley de
elecciones. Esta tenía
oRGaNIZacIÓN DE la coNVENcIÓN DE paRtIDoS.- Aceptó el Partido Civil que presidía como base la llamada ley
entonces Javier Prado. Asimismo fue favorable la respuesta del Partido Liberal cuyo jefe, Augusto Sáenz peña, que se había
Durand (que también se adjudicó la paternidad de esta iniciativa) continuaba desterrado. El aplicado en la República
Partido Demócrata estaba en receso, como ya se ha indicado, desde el 27 de abril de 1914; pero argentina. Su iniciativa,
su comité directivo quedó reorganizado bajo la presidencia de Pedro de Osma con motivo de sin embargo, no
las gestiones para la convención, no obstante que Isaías de Piérola se inhibió de pertenecer a él prosperó. años más tarde,
y de actuar en política. No llegó a ser invitado, sin embargo, ese partido, pues sus dirigentes care- durante el segundo
cían de la personería reglamentaria. El grupo leguiista, que presidía Rafael Villanueva y se había gobierno de augusto B.
estado llamando a sí mismo Partido Civil, no daba señales de vida autónoma en 1915 después leguía, Fuchs ejerció el
de haber actuado intensamente en 1914, en torno a Roberto Leguía para reconciliarse con Bena- cargo de ministro de
vides cuando se abrió la legislatura ordinaria de ese año. Hacienda (agosto 1919-
El antecedente inmediato de la Convención de Partidos de 1915 estuvo en las gestiones rea- marzo 1920).
lizadas en 1912 entre las cuatro agrupaciones de oposición, Civil, Constitucional, Liberal y Demó-
crata, para ir a las elecciones de ese año. Pero como esas gestiones quedaron frustradas, el acto de
la convención no tuvo precedentes en el Perú. No ha vuelto a verse otro acontecimiento similar.
Los delegados que intervinieron en las reuniones preliminares fueron: David García Irigoyen
y Alfredo Solf y Muro (civilistas), Arturo Osores e Hildebrando Fuentes (constitucionales) y Wen-
ceslao Valera y Gonzalo Silva Santisteban (liberales).
Las bases acordadas por los delegados determinaron que se congregaran para elegir candi-
datos a la presidencia de la República y a las dos vicepresidencias cien representantes de cada
partido, los senadores y diputados en ejercicio y los ciudadanos que habían ocupado curules
parlamentarias y habían ejercido la función ministerial a partir de 1885. Esta lista era, en realidad,
favorable al civilismo. Todos los convencionales debían inscribirse oportunamente. Las propues-
tas de los delegados del Partido Constitucional para incluir personeros de las provincias, mayores
contribuyentes y presidentes de las sociedades obreras no fueron aceptadas. Los delegados
civilistas se aferraron al principio de dar a la convención un carácter político.

[ CAPÍTULO 37 ] PERÍODO 6 169


alEJaNDRo En una carta dirigida el 17 de setiembre de 1917 al general Benjamín Puente, Benavides, lue-
DEuStua go de adjudicarse, como ya se ha dicho, la paternidad de la idea de la convención, llegó a afirmar:
(1849-1945)
“Y cuando por razones de intereses políticos en la forma de constituir esa convención parecía
que iba a fracasar y se hacían pesimistas suposiciones, yo intervine y conseguí siempre hacer
desaparecer las dificultades que se presentaban”.

la caNDIDatuRa MuÑIZ.- El general Pedro E. Muñiz surgió como candidato presidencial y,


según se aseveró, tuvo inicialmente apoyo oficial en la convención. Era la primera vez, después
de Cáceres en 1894, que un jefe del ejército buscaba el sufragio para obtener la primera magis-
tratura del Estado. Durante veinte años solo habían existido candidaturas civiles, salvo el caso
frustrado de Fernando Seminario en 1903.
Muñiz significa la transición entre el militar de antaño y el militar profesional y técnico forma-
do por la misión francesa.
Muy joven, se alistó como soldado distinguido del batallón Ayacucho al estallar la guerra
con Chile. Participó en la campaña del sur y luego en la batalla de Miraflores como subteniente
Desde la dirección del del batallón Guarnición de Marina. Luchó después contra los invasores en el centro y obtuvo el
diario la Época, el ascenso a teniente. Se distinguió en el primer combate de Pucará, pues a su valentía se debió
filósofo y abogado que fuese protegida la retirada de Cáceres con la primera compañía del batallón Zepita. Herido
huancaíno se convirtió en en el combate de Ayacucho, llegó al grado de capitán después de los encuentros de Pucará,
vocero de la candidatura Marcavalle y Concepción. Los despachos de sargento mayor los conquistó durante la campaña
de Javier prado a la contra Iglesias, que siguió a la paz con Chile. Destacada fue su actuación en la jornada de Hua-
presidencia de la ripampa. Teniente coronel en 1888 y coronel en 1890, llegó entonces a ser nombrado intenden-
República por el partido te de Lima. En el desempeño de esta función organizó la estadística de policía, estableció la
civil. Fue José pardo, sin Morgue y formuló el reglamento general de aquel ramo. Durante los días azarosos de 1895
embargo, quien resultó ocupó la prefectura de Lima y la presidencia de la Junta Departamental. Después de la victoria
designado como candidato de la Coalición se trasladó a la Argentina. En Buenos Aires desempeñó el cargo de subcontador
del civilismo. Deustua de la Intendencia de Guerra. De regreso al Perú, en 1900, prestó ser vicios como jefe de una sec-
pertenecía al partido civil ción en el Estado Mayor hasta 1902 en que fue nombrado prefecto de Piura y luego comandan-
desde la década de 1870 y te de un batallón y prefecto de La Libertad. Ministro de Guerra durante las administraciones de
dedicó su vida política a Candamo, Calderón, Pardo y Leguía, colaboró decisivamente en la labor de organización del
labores vinculadas al
ámbito educativo,
principalmente.

jOSé PARDO y bARREDA (1864-1947)


EL AbOGADO
LIMEñO, hIjO y
NIETO DE EMINENTES
FIGURAS POLíTICAS,
P ardo y Barreda fue educado por maestros ale-
manes durante la ocupación chilena a Lima
tras la guerra del Pacífico. Luego ingresó a la
Universidad Mayor de San Marcos, donde obtuvo los
grados de doc tor en Ciencias Políticas y Administrativas
LLEGó EN DOS (1885) y de abogado (1886). Dos años más tarde fue
designado encargado de negocios de la legación perua-
OPORTUNIDADES A na en España.
LA PRESIDENCIA DE En 1890, de regreso en el Perú, se dedicó a los negocios
LA REPúbLICA. familiares en la hacienda Tumán. Tuvo también una

170 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 37 ]


ejército y la armada que tuvo lugar entonces. Se le atribuyó con justicia inter vención primordial
en el establecimiento de la Escuela Superior de Guerra y de las de esgrima y tiro, los servicios
veterinarios anexos a la Escuela Militar, la reorganización del Estado Mayor y las circunscripcio-
nes regionales, el pensionado en Europa para oficiales sobresalientes, la edición del Boletín del [EL GENERAL
Ministerio de Guerra, la creación del Servicio Geográfico del Ejército, el levantamiento de varias PEDRO E.] MUñIz
cartas topográficas, la implantación del régimen de la Intendencia de Guerra y del Cuerpo de
Sanidad Militar, la incorporación del Hospital de San Bartolomé al servicio castrense, la primera SIGNIFICA LA
fábrica de cartuchos, el nuevo Reglamento del Arsenal de Guerra, el uso del fusil llamado Máu- TRANSICIóN
ser argentino posteriormente renovado con el Máuser peruano, los materiales de artillería de
campaña y montaña Schneider Canet, los cruceros Grau y Bolognesi, la Sección de Monitores de
ENTRE EL MILITAR
Educación Física y la Escuela de Esgrima, los nuevos cuerpos de artillería y caballería, el campo DE ANTAñO y EL
de maniobras en Lima, el fomento del tiro, los llamamientos militares a la juventud del país en MILITAR
1905, 1906, 1907 y 1908, la movilización de 23 mil hombres con motivo del conflicto con el
Ecuador. Fue presidente de la Liga Peruana Pro Aviación desde sus comienzos. Se opuso, según PROFESIONAL y
ya se dijo, en 1911 a conspirar contra Leguía y en 1914 a conspirar contra Billinghurst. TéCNICO
Presidió el Gabinete formado, en tensas circunstancias, el 15 de mayo de 1914 al establecerse
la presidencia provisoria de Benavides. Estaba enfermo cuando funcionó la Convención de Partidos.
FORMADO POR
LA MISIóN
FRANCESA.
REtIRo DE la caNDIDatuRa pRaDo y uNIFIcacIÓN cIVIlISta EN toRNo DE
JoSÉ paRDo.- El Partido Civil hallábase escindido en tres grupos: uno, plenamente organizado,
era presidido por Javier Prado, otro correspondía al antiguo leguiismo y el tercero agrupaba al
sector del llamado bloque y tenía filiación pardista sin ostentar representación institucional. Des-
de 1914 habíase esbozado la expectativa presidencial de Javier Prado con motivo de haber
encabezado con gallardía la campaña cívica a favor de las elecciones populares. Contaba esta
candidatura con un vocero periodístico en el diario La Época dirigido por Alejandro Deustua y
algunas ramificaciones en provincias a través de comités locales del partido y de las relaciones
de la familia Prado.
Pero, a la vez, dentro del propio civilismo, esta candidatura halló resistencias inexorables.
Aparte de otras circunstancias, no dejaba de influir en algunas personas la idea acerca del efecto
que podía tener el hecho de que, vivo aún el recuerdo de la guerra de 1879 y pendiente el

ac tiva par ticipación en el quehacer nacional, educativas y construyó una serie de ferrocarriles.
como catedrático de la Universidad Mayor de San En 1908 fue elegido rector de la Universidad
Marcos (1900-1903) y representante de dicha ins- Mayor de San Marcos, cargo al que debió renun-
titución en el Consejo Superior de Instrucción ciar cuando volvió a ser elegido presidente de la
Pública (1901-1903), donde preparó una reforma República (1915).
educativa (1904). Su segundo gobierno se carac terizó por una
Tras la muer te de Manuel Candamo, Pardo asu- grave recesión económica ocasionada por el esta-
mió por primera vez la presidencia de la Repúbli- llido de la Primera Guerra Mundial. Fue derroca-
ca (1904-1908). Durante su gestión, reorganizó la do por Augusto B. Leguía en 1919 y vivió en Euro-
Armada peruana, realizó impor tantes reformas pa hasta 1944.

[ CAPÍTULO 37 ] PERÍODO 6 171


la DESIGNacIÓN conflicto con Chile, postulara a la primera magistratura de la República el hijo del mandatario
DE paRDo que tantas polémicas suscitara con su actitud en diciembre de aquel año.
José Pardo había regresado de Europa en noviembre de 1914. Fue elegido, casi inmediata-
El 28 de marzo de 1915, las mente después, rector de la Universidad de San Marcos por jubilación de Luis Felipe Villarán.
cámaras de senadores y Intentó unificar la política civilista y propuso a Prado, en vano, una junta directiva “impersonal”.
diputados se reunieron Su candidatura surgió, en el seno de su partido, en contraposición a la de Prado. Tenía a su favor
para designar al nuevo los vínculos y los intereses creados a lo largo de la administración de 1904 a 1908, el grato
presidente de la recuerdo de ese Gobierno, la circunstancia misma de que el alejamiento del ex mandatario en
República. la votación se Europa durante varios años le había evitado el desgaste político y puesto por encima de las
llevó a cabo de manera querellas recientes, la significación social y económica de la familia Pardo en el país. Rafael Villa-
pacífica, bajo la dirección nueva le otorgó su adhesión considerando que podía dar la fórmula civil fuerte para salir del
del general andrés militarismo. Javier Prado hubiera podido mantener su candidatura e ir a las contingencias de la
avelino cáceres. lucha. En un acto generoso y de civismo, optó por retirarla con el explícito propósito de que sus
los resultados fueron: fuerzas se sumaran a las de Pardo. Otro personaje que tuvo un visible gesto de desprendimien-
to fue Augusto Durand, jefe del Partido Liberal. Por encima de viejos agravios, ordenó este a sus
caNDIDato VotoS partidarios votar en la convención por el político a quien él, con las armas en las manos, com-
José pardo 261 batiera en mayo de 1908.
pedro E. Muñíz 145
Dispersos 12
REuNIÓN DE la coNVENcIÓN. DESIGNacIÓN DE paRDo.- La convención no tuvo
carácter deliberante. Sus miembros se limitaron a ejercer el acto electoral, con carácter individual
y secreto. Funcionó esta asamblea en la sala de sesiones de la Cámara de Diputados el domingo
28 de marzo de 1915 a las dos y media de la tarde, bajo la presidencia del general Andrés A.
Cáceres. Estuvieron presentes 418 miembros. En la primera votación José Pardo obtuvo 261
votos, el general Pedro E. Muñiz 145 y los pocos restantes se dispersaron. Por no haberse logrado
la mayoría requerida del 85%, se repitió el acto en la misma sesión con 414 sufragantes. Pardo
reunió 271 votos, Muñiz 140 y los 3 restantes fueron en blanco o viciados.
Antes de la tercera votación se retiraron unos 70 partidarios del general Muñiz encabezados
por Rafael Grau, pretendiendo que no siguiera funcionado la asamblea. Sin embargo, con su
actitud favorecieron a sus adversarios, pues llegaron a sufragar en seguida 335 asambleístas, de
los cuales 265 estuvieron a favor de Pardo, 63 por Muñiz y 7 en blanco. Así Pardo logró el 85% de
los sufragios con el apoyo de sus antiguos enemigos los miembros del Partido Liberal cuyo jefe
Augusto Durand estaba en el destierro. Muñiz al día siguiente (sin hacer caso a la porfía de sus
amigos que le instaban a que siguiera luchando) hizo una declaración pública en la que anunció
el desistimiento de sus trabajos y acató el veredicto producido. Falleció en noviembre de 1915.

laS VIcEpRESIDENcIaS.- Reunidos 255 delegados de la convención el 25 de abril de 1915,


después de una larga demora por los ajetreos de los distintos partidos interesados y del Gobier-
no, sufragaron por los candidatos a las vicepresidencias. Obtuvo la primera de ellas Ricardo Ben-
tín por 214 votos y la segunda M. Melitón Carvajal por 164 votos. Ambos fueron proclamados.
Cáceres declaró en seguida clausurada la convención.

SIGNIFIcaDo DE la NoMINacIÓN y DE la ElEccIÓN DE paRDo.- Uno de los aspec-


tos descollantes en la victoria de José Pardo en la Convención de Partidos está enunciado en
una palabras del editorial de La Crónica del 30 de marzo de 1915: “ La derrota sufrida por el
general Muñiz en sus pretensiones presidenciales, más que derrota personal suya, es derrota del
símbolo que él encarnaba... como que era la actuación directriz en los negocios públicos por la

172 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 37 ]


[1] laS ElEccIoNES DE
1915. para el
proceso electoral
de 1915, los
partidos políticos
tradicionales
decidieron formar
una convención y
presentar una
candidatura
consensual. Varios
políticos, como
Rafael Grau (1), se
inscribieron para
participar de dicho
movimiento. como
candidato de la
alianza fue
designado, en un
principio, el
general pedro
Muñiz. En esta
fotografía de la
época, un grupo de
sus partidarios lo
escucha pronunciar
un discurso (2).

[2]

[ CAPÍTULO 37 ] PERÍODO 6 173


RIcaRDo BENtíN institución armada que, nunca más que ahora, necesita urgentemente entrar en un período de
(1853-1921) tranquila organización y regresar de lleno a cultivar la alta y sagrada misión de respetabilidad
nacional que le está encomendada”. La clase dirigente, pues, que había buscado al militarismo
como protección contra el izquierdismo de Billinghurst lo abandonaba cuando el peligro
demagógico había pasado, cuando el orden público parecía restablecido y cuando los proble-
mas creados por la guerra europea, de dominante carácter económico y todavía sin sus proyec-
ciones sociales, aconsejaban, según se creía, la normalización en el funcionamiento del Estado.
El militarismo, sin apoyo de poderosos elementos civiles, sin haberse enraizado en el poder, sin
caudillo (pues Muñiz no lo era y estaba enfermo y Benavides todavía no había revelado su exac-
ta dimensión de estadista) se deshizo casi sin presentar batalla no obstante la virulencia de
Rafael Grau y así su rápido eclipse en 1915 tuvo características bien distintas a las que ostentó
su sangriento crepúsculo en 1895.
La clase dirigente creyó, en 1915, que José Pardo significaba una solución. No quiso hacer
experimentos con hombres nuevos ni llamar a la vida pública (como alguna vez lo ha intentado)
a ciudadanos destacados solo en actividades ajenas a ella, como las profesiones liberales o los
El político limeño negocios. El Comercio en su editorial del 29 de marzo de 1915 recogió un punto de vista predo-
fue designado minante cuando expresó: “El voto de la Convención favorable a la candidatura de Pardo no es
vicepresidente de la una interrogación que se abre en el futuro político del país. La Convención lo ha elegido porque
república en abril de lo conoce...”. Así, una vez más, como había ocurrido anteriormente con Gamarra, Castilla, Mariano
1915. Bentín, que había Ignacio Prado, Piérola y Cáceres (y como seguramente hubiera sucedido con otros gobernantes
luchado junto a cáceres más como Pardo y Balta si la muerte no se hubiese interpuesto) un sentido conservador, muy
durante la campaña de profundo en la historia peruana, llevaba a escoger a quien ya había tenido la áspera experiencia
la Breña, se retiró de la de gobernar. Si a esta credencial agregábase la significación social y personal de Pardo, fácil es
lucha armada tras la comprender la enorme fuerza que tuvo como candidato en una asamblea tan selecta como fue
ratificación del tratado la convención. Los delegados constitucionales en sus reuniones preparatorias, al poner obstácu-
de ancón. los a la participación de los demócratas, habían restado votos al sector que se hubiera opuesto
En 1886 fue elegido a Pardo aunque, sin duda los demócratas tampoco hubiesen acompañado a Muñiz.
representante de la Pardo apareció, dadas las circunstancias nacionales e internacionales de 1915, como el sím-
provincia de Huarochirí bolo de un retorno al orden vigente entre 1903 y 1908, alterado primero por el personalismo
(lima) en la cámara de pragmático y enérgico de Leguía y luego por el personalismo “populista” de Billinghurst. La cla-
diputados. Ejerció el se dirigente en la vida económica y social del país volvía a ocupar el puesto de comando en el
cargo hasta 1917. Estado. Pero el significado de Pardo vino a ser distinto del que tuviera en 1904, pues no apareció
con los juveniles arrestos que habíanle caracterizado entonces frente a Isaac Alzamora, su rival
dentro del civilismo. Surgido de una nominación hecha espectacularmente por tres partidos,
apareció ligado, en cierta forma, a lo que podía calificarse como “la vieja política”, sin libertad
absoluta para llamar y dar posiciones dominantes a muchos elementos nuevos, renovadores o
independientes.
De todos modos, lo ocurrido en la Convención de Partidos fue saludado de inmediato por
diversos lados como un exponente de cultura cívica y de progreso político. “Puede estimarse
como una victoria colectiva (afirmó El Comercio en el editorial citado) la que asegura para el Perú
una era de tranquilidad y de concordia que nos permita reconstruir el edificio nacional tan hon-
damente dañado por las fuentes sacudidas que lo han conmovido en los últimos tiempos”.
¡Engañosa esperanza!

RIcaRDo BENtíN.- Las designaciones hechas por la Convención de Partidos para las
vicepresidencias recayeron sobre dos figuras bien distintas que, a su manera, reflejaban facetas
descollantes aunque muy diversas en la vida peruana en la etapa de la reconstrucción después
de la guerra con Chile.

174 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 37 ]


Ricardo Bentín nació en Lima en 1853 y fue hijo del minero y hombre público Antonio Bentín.
Hizo sus estudios en el Colegio de Guadalupe. Ingresó después a la Universidad; pero solo estu-
dió en ella un año, pues tuvo que ir a trabajar con su padre en las duras labores del yacimiento
minero de Casapalca. En 1880 fue nombrado subprefecto de Huarochirí. Se encontraba en Matu- LAS
cana cuando se produjeron los desastres militares de San Juan y Miraflores y prestó valiosos DESIGNACIONES
servicios al recoger a soldados fugitivos y reunir armamento que sirvió para las primeras fuerzas
de la resistencia después de disolverse en Lima el ejército que había defendido la capital. Actuó hEChAS POR LA
después como ayudante de Cáceres y con este cargo asistió a la batalla de Huamachuco. CONvENCIóN DE
Al ser firmada la paz, volvió a consagrarse a los trabajos mineros. Su labor resistió desfavora-
bles características. Los chilenos habían destruido los elementos necesarios para el trabajo, falta-
PARTIDOS PARA
ban capitales, brazos y medios de transporte, predominaba un estado de postración. La energía LAS
y la perseverancia de Bentín lograron sobreponerse a las privaciones y a las penurias de la época, vICEPRESIDENCIAS
que se unían al clima difícil y a las adversas circunstancias de la vida en la zona de la cordillera
donde trabajaba. Comenzó, ayudado por indios, sus labores en “Aguas Calientes”. Vendió sus RECAyERON SObRE
“relaves” a la compañía de Backus y Johnston que se había instalado en Casapalca y con el dine- DOS FIGURAS bIEN
ro que obtuvo emprendió una obra de gran aliento al perforar un socavón en una de sus minas.
Desafió con ello adversos vaticinios y solo después de que habían sido horadados, a golpe de
DISTINTAS
barreta, casi 100 metros de peñascos inservibles y tierras sin valor, llegó a encontrar una gran [RICARDO bENTíN
veta. Empezó así el auge de “Aguas Calientes”. y MELITóN
En 1886 fue elegido diputado por la provincia de Huarochirí y formó parte de la minoría que
combatió el contrato Grace, a pesar de los vínculos que lo unían a Cáceres. Volvió más tarde a ser
CARbAjAL] qUE,
elegido y representó a dicha provincia durante más de un cuarto de siglo. En 1913 llegó a ser A SU MANERA,
designado presidente de su Cámara. REFLEjAbAN
Franco, leal, recto, modesto, poseyó Ricardo Bentín, al lado de sus méritos como hombre de
trabajo y como ciudadano, virtudes no menos encomiables como caballero y como gran señor. FACETAS
DESCOLLANTES
MElItÓN caRVaJal. Melitón Carvajal nació en Lima el 1° de marzo de 1847. Hizo sus prime-
AUNqUE MUy
ros estudios en el Colegio de Guadalupe hasta el año de 1860 en que ingresó al Colegio Naval DIvERSAS EN LA
Militar. Estuvo entre los marinos que acompañaron al presidente Pezet en 1865 y quedó enton- vIDA PERUANA EN
ces fuera del servicio, no obstante lo cual asistió a la defensa del Callao el 2 de mayo de 1866.
Enseñó en 1866 en el Colegio Naval Militar los cursos de trigonometría y geometría descriptiva. LA ETAPA DE LA
En 1869, en su carácter de comandante principal de las milicias navales en Loreto y luego como RECONSTRUCCIóN
comandante del vapor Napo, realizó las importantes exploraciones de que se ha dado cuenta en
otra parte de la presente obra.
DESPUéS DE
En febrero de 1871 fue nombrado profesor de la Escuela Naval establecida en el vapor Mara- LA GUERRA
ñón y después pasó a la dotación de la fragata Apurímac en donde permaneció hasta mediados CON ChILE.
del mismo año en que volvió a la Escuela Naval como subdirector. En este cargo permaneció
hasta abril de 1875. Luego formó parte de la comisión que el Gobierno nombró para que explo-
rase toda la costa y sus islas en busca de guano y midiera todo el existente en el Perú. Esta comi-
sión utilizó para sus labores el vapor Mayro y las concluyó en agosto de 1876. Entre 1877 y 1879
fue capitán de puerto de Chimbote y subdirector de Marina.
Desde que estalló la guerra con Chile formó parte del Estado Mayor del Huáscar. Comandó
el transporte chileno Rímac cuando fue conducido desde las aguas de Antofagasta hasta Arica.
Privado de la vista y aun del movimiento, fue trasladado, después del combate de Angamos,
como prisionero de guerra, a Chile. El 31 de diciembre del mismo año se le permitió volver al
Callao, mediante un canje de oficiales. Entre marzo de 1880 y diciembre de 1881 estuvo en Euro-
pa en relación con la búsqueda de nuevas unidades navales. Acompañó luego al vicepresidente
Montero y formó parte del Congreso de Arequipa.

[ CAPÍTULO 37 ] PERÍODO 6 175


[1] El candidato de
la convención.
El domingo 28 de
marzo de 1915, la
convención de
partidos políticos
se reunió en la
cámara de
diputados (1) para
designar a su
candidato
presidencial. Esta
reunión estuvo
presidida por el
jefe del Partido
Constitucional,
Andrés Avelino
Cáceres (2). El
resultado de la
votación fue
favorable a José
Pardo y Barreda,
del Partido Civil.

[2]

176 período 6 [ capítulo 37 ]


Director general de Correos primero y director general de Telégrafos entre 1883 y 1895, rea-
lizó proficua labor. Morales Bermúdez lo nombró, el 29 de enero de 1894, ministro de Hacienda(1).
Permaneció en este cargo hasta el 1° de abril del mismo año, en que falleció el Presidente. [ 1915 junIo 25 ]
Entre abril de 1879 y abril de 1898 fue director de la Escuela preparatoria naval y prefecto de
Junín. Acompañó a Romaña en 1900, 1901 y 1902 como ministro de Guerra y Marina. Volvió en El pRocESo
seguida a ejercer la dirección de la Escuela Naval y presidió la comisión que rectificó las posicio- ElEctoRal. En su
nes geográficas de Chimbote y Supe y efectuó el sondaje de dichos puertos y del Callao. edición del 25 de junio
Vinculado directamente desde 1905 con la construcción de los dos cruceros que renovaron de 1915, El comercio
la marina de guerra peruana, llegó en 1907 al Callao como comandante general de la división dio cuenta del
naval a la que pertenecían el Almirante Grau y el Coronel Bolognesi. Comandante general de la desarrollo del proceso
escuadra entre 1913 y 1916, fue ministro de Guerra y Marina y presidente del Consejo de electoral en el país,
Ministros en 1914. que se encontraba en
Otra de las resaltantes facetas de la personalidad de Carvajal estuvo expresada en su relación aquellos tiempos
con la Sociedad Geográfica de Lima, de la que llegó a ser presidente. En el Boletín de esta insti- resolviendo
tución publicó diversos trabajos científicos. impugnaciones y
Marino profesional de larga trayectoria, reliquia auténtica del Huáscar, figura simbólica que nombrando a los
enlazaba la vieja escuadra peruana y la que renació vigorosa al empezar el siglo XX, explorador candidatos ganadores.
de la Amazonía, funcionario contraído, geógrafo estudioso, la designación vicepresidencial de El diario publicó en
Carvajal, como la de Bentín, aunque por muy diferentes motivos, no representó un voto político aquella oportunidad la
de la Convención de Partidos, sino un homenaje nacional. siguiente nota: “la
corte Suprema, como
dijimos, dedicó su
[ III ] audiencia de ayer al
la coRtE SupREMa y laS ElEccIoNES DE 1915.- La Corte Suprema tuvo, en relación con proceso electoral de
las elecciones de 1915, una actuación similar a la que cumpliera en 1913. Conoció 46 procesos trujillo, al que falló
de nulidad, 13 de los cuales correspondían a senadurías y 33 diputaciones. Anuló totalmente 16 inmediatamente
elecciones de diputados (en dos de las cuales, repetido el proceso, surgieron nuevas nulidades) aprobando las
y 6 de senadores. Declaró válidas las credenciales de 14 diputados y de 3 senadores. En los otros elecciones que
casos hubo desestimientos o nulidad parcial. favorecen a los señores
Las sanciones que impuso el más alto tribunal de la República fueron ejemplares. Emitió luis José de orbegozo y
órdenes para enjuiciar a algunos subprefectos y señaló la pena de cárcel para otros como el de cecilio cox. también
Canta y el de La Convención. Miembros de juntas escrutadoras que habían otorgado credencia- dictó su fallo sobre las
les falsas o habían cometido otros delitos recibieron castigo, como ocurrió en Calca, Huamalíes, elecciones de chancay
Antabamba. También se produjeron destituciones o arrestos de jueces de paz como en Anta- que declaró nulas”.
bamba y Luya. Menudearon igualmente las penas para los miembros de las asambleas de mayo-
res contribuyentes falsas o minoritarias como en Cajamarca, La Convención, Luya y Ayabaca.
En el Parlamento hubo quejas de que algunos de los castigos ordenados por la Corte no fue-
ron cumplidos por las autoridades políticas y administrativas; y un espíritu de benevolencia para
los funcionarios sobre quienes recayeron penas, que se expresó en la ley de amnistía de 1917.

loS SaNGRIENtoS SucESoS DE SaN JERÓNIMo. aSESINato DE lEoNIDaS SaMa-


NEZ.- Algunos sucesos sangrientos tuvieron lugar con motivo del proceso electoral de 1915.
Entre ellos logró especial resonancia el que tuvo lugar en San Jerónimo, Andahuaylas el 16 de
mayo, día de las elecciones. La lucha era muy intensa en esta provincia entre el bando de Sama-
nez Ocampo y el de Rojas Ocampo. El candidato Leonidas Samanez se presentó con una

No debe confundírsele con el ministro de Hacienda Manuel Carbajal nombrado por el mismo Presidente en 1891.
(1)

Manuel Melitón Carvajal reemplazó en 1894 a Agustín de la Torre González.

[ CAPÍTULO 37 ] PERÍODO 6 177


cabalgata en dicho lugar y quiso que se retirase una mesa calificada como dual. Los contrarios
consiguieron armarse y cayeron muertos Samanez y dos amigos suyos, los señores Cárdenas. En
seguida murió el que había cometido este delito, asesinado a su vez, según dijo una versión, o
jOSé PARDO FUE por el suicidio, según aseveraron los partidarios de Samanez. Hubo, por cierto, contradictorios
ELEGIDO relatos e interpretaciones acerca de todo lo ocurrido. El punto de vista del partido de Samanez
fue que el asesinato de Leonidas había sido premeditado con mucha anticipación .
vIRTUALMENTE En el juicio que se siguió hubo numerosos inculpados. La Corte Suprema sobreseyó a más de
SIN OPOSICIóN EN cincuenta y en agosto de 1917 quedaban en la cárcel solo dos, y una hermana del candidato José
M. Rojas Ocampo.
1915 PORqUE SOLO Rencillas, agravios y otras pasiones de carácter personal, familiar o lugareño se mezclaron con las
SE LIMITó A UN divergencias de carácter político y las ahondaron en Andahuaylas, como en otros lugares del país.
“vOTO DE hONOR” Leoncio Samanez era entonces senador por Apurímac y Elías Samanez, diputado por Anta-
bamba. David Samanez Ocampo se incorporó al Senado en la legislatura ordinaria de 1917 des-
EL qUE UN pués de las elecciones de ese año.
SECTOR
CIUDADANO, EN ElEccIÓN DE paRDo.- José Pardo fue elegido virtualmente sin oposición en 1915 porque
ObEDECIMIENTO solo se limitó a un “voto de honor” el que un sector ciudadano, en obedecimiento a la consigna
A LA CONSIGNA de una circular publicada por Pedro de Osma en nombre del Partido Demócrata, emitió a favor
de Carlos de Piérola.
DE UNA CIRCULAR La Comisión de Cómputo del Congreso practicó el escrutinio y regulación de los sufragios
PUbLICADA POR emitidos y, prescindiendo de algunas provincias distantes que demoraron en el envío de los
PEDRO DE OSMA documentos respectivos, calculó que habían habido 144.712 electores del presidente de la Repú-
blica, 146.523 del primer vicepresidente y 146.237 del segundo vicepresidente.
EN NOMbRE DEL A Pardo se le reconocieron 131.289 votos y a Piérola 13.151. Sin embargo, el segundo había
PARTIDO derrotado al primero en la provincia de Huaraz y en Arequipa. Bentín apareció con 127.459
sufragios y Carvajal con 134.077. Los candidatos de la alianza Civil-Liberal-Constitucional fueron,
DEMóCRATA, en consecuencia, proclamados mandatarios electos. Hubo unanimidad de votos para este
EMITIó A FAvOR solemne acto.
DE CARLOS DE
PIéROLA. El DEBatE SoBRE la FEcHa DE tRaNSMISIÓN DEl MaNDo.- El dictamen antedicho
tuvo fecha 9 de agosto de 1915 y fue discutido y aprobado en la sesión del Congreso al día
siguiente. Lógico hubiera sido que la transmisión del mando se realizara en el menor plazo posi-
ble. Sin embargo, se consideró que, como en 1903 habíase alterado la fecha antes designada para
tan solemne acto, para ser fijada la del 24 de setiembre, ella debía ser mantenida tal como suce-
diera a partir de aquel año. Este fue el tema central alrededor del cual giró el debate parlamenta-
rio sobre el proceso electoral, entre quienes querían el cambio inmediato y de quienes intenta-
ban postergarlo. Estos últimos triunfaron en la votación del Congreso realizada el 10 de agosto.

la FRuStRaDa coNVocatoRIa a ElEccIoNES SuplEMENtaRIaS. El GoBIERNo y


El pRocESo DE 1915.- Según la ley de elecciones debía convocarse inmediatamente a un
nuevo proceso cuando hubiera casos de anulación de credenciales de diputados o senadores. El
Gobierno cumplió con publicar el decreto respectivo y tomó medidas que algunos consideraron
precipitadas. Surgió en el Senado en agosto de 1915 una oposición contra esta política, desta-
cándose la actitud hostil de personajes como el general César Canevaro y Antonio Miró Quesada;
a favor del Gobierno estuvieron, entre otros, Fernando Gazzani y Orestes Ferro, recién incorpora-
dos, y Aurelio Sousa. El acuerdo parlamentario para suspender la ley en los artículos pertinentes

178 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 37 ]


y una moción que recomendó al Ejecutivo la abstención electoral, obedecieron al propósito no MaNuEl RIVERo y
ocultado de impedir que los candidatos gobiernistas recibieran el apoyo de las mismas autorida- HuRtaDo (1877-¿?)
des que habían intervenido en favor de ellos durante los procesos anulados por la Corte Supre-
ma, o de otras análogas. La nota del ministro de Gobierno Víctor R. Benavides fechada el 9 de
agosto de 1915 manifestó el desacuerdo oficial con la moción antedicha y anunció que se pre-
paraba a observar la ley que suspendía los efectos inmediatos de la ley electoral. El Parlamento
evitó el conflicto; y el asunto se solucionó al adelantarse la fecha del cambio de régimen por el
motivo que se indica en seguida y al retirar Pardo el veto ya producido.
Al Congreso ingresaron en 1915 varios amigos del general Benavides, aparte de los mencio-
nados antes. Sin embargo, por acción de la Corte Suprema o por otras circunstancias, no llegaron
a ocupar curules J. Arturo Carreño, candidato a la diputación por Parinacochas, Alberto Benavides
Canseco, secretario y cuñado del Presidente que fue candidato en Jauja, Miguel Benavides, her-
mano del mismo personaje, candidato en Bongará. No hubo un grupo benavidista organizado ni
en 1915 ni en los años inmediatos siguientes.

El militar limeño, que


la REBElIÓN DE HuaRaZ. coMIENZo DE la SEGuNDa aDMINIStRacIÓN DE paR- fungía como prefecto de
Do.- El prefecto de Áncash, comandante Manuel Rivero y Hurtado, se sublevó el 17 de agosto áncash, se rebeló contra
de 1915 en Huaraz. A la vez que desconoció al Congreso y la proclamación de Pardo, planteó la el gobierno de pardo en
permanencia de Benavides en el poder. Al lanzarse a la rebelión, fue acusado de exacciones con- agosto de 1915. Desde la
tra diversas instituciones y ciudadanos particulares; por lo demás, el ataque a la propiedad públi- ciudad de Huaraz,
ca y privada fue muchas veces una característica de los levantamientos armados en el Perú. desconoció al congreso
Alberto Secada en la sesión de la Cámara de Diputados del 31 de agosto de 1916 expresó que la y planteó la
rebelión de Huaraz no fue hecha únicamente a nombre del comandante Rivero. Agregó que un permanencia de
señor Rebolledo, en cartas dirigidas a muchos miembros del Parlamento, señaló a los verdaderos Benavides en el poder.
autores y responsables de aquellos sucesos; y que cuando quiso viajar a Lima para declarar la Este último, sin
verdad, el gobierno de José Pardo ordenó al subprefecto de Cerro de Pasco que lo enviase direc- embargo, renunció
tamente a Huaraz para que no pudiera efectuar las revelaciones que intentaba. cuando faltaba muy
Al tener conocimiento de la actitud de Rivero, Benavides renunció la presidencia provisoria. poco para el término de
Faltaban todavía más de treinta días para que concluyese el plazo dado por el Congreso a su man- su mandato. En 1919,
dato, según el acuerdo del 10 de agosto. Otra razón que acaso tuvo se derivó de las dificultades Rivero apoyó a leguía
en que se veía envuelto el Estado, desde el punto de vista hacendario, incrementadas por quienes en su levantamiento.
querían, a base de su poder económico, acelerar el advenimiento del nuevo orden de cosas. tras su victoria, fue
En todo caso, cualquiera que fuesen las dudas y suspicacias emanadas de su origen político, promovido a coronel
Benavides dejó el mando supremo voluntariamente y después de haber contribuido a la solución y nombrado prefecto
del problema presidencial a través de la Convención de Partidos y de haber salvado los escollos del callao.
acumulados por el brusco desencadenamiento de la guerra europea, salvando la moneda.
La segunda administración de José Pardo, mucho más genuinamente civilista en la acepción
gramatical de esta palabra que la primera por las circunstancias que la generaron, se inició el 18
de agosto de 1915.
La rebelión de Rivero abortó inmediatamente. Hubo políticos lugareños que rodearon al nue-
vo prefecto Salmón y utilizaron la autoridad de este funcionario para ejercer, en distintas provin-
cias del departamento de Áncash, toda clase de venganzas contra los que no creyeron que eran
sus amigos.

VIaJE DE BENaVIDES a EuRopa.- Acaso como una medida de precaución política, Pardo,
al iniciar su gobierno, envió a Benavides a Europa para que estudiara la organización y el arma-
mento militares.

[ CAPÍTULO 37 ] PERÍODO 6 179


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 38 ● I Car­los de Pié­ro­la, di­ Pal­ca­ro ● Los de­sór­de­nes del Cuz­co ● La de Mal­do­na­do re­la­cio­na­da con el pro­
rec­tor de la Ca­sa de Mo­ne­da El Ga­
● ac­ti­tud de Ja­vier Pra­do ● Re­nun­cia del ble­ma del au­men­to de los suel­dos por
bi­ne­te Ri­va-Agüe­ro ● El ase­si­na­to del mi­nis­tro Gar­cía Be­do­ya ●  La acu­sa­ción el Le­gis­la­ti­vo ●  La jun­ta di­rec­ti­va del
co­man­dan­te Fe­rrec­cio ● Las le­yes de al Ga­bi­ne­te Ri­va-Agüe­ro ● Mi­guel Grau Par­ti­do Ci­vil ● El ar­do­ro­so de­ba­te par­
am­nis­tía de 1915 a 1917 ● II El co­mien­ ● Ós­car Grau ● La ley N° 2584 ● Ale­jan­ la­men­ta­rio so­bre la ley de fe­rro­ca­rri­les
zo de la opo­si­ción a Par­do. Luis Ulloa dri­no Mon­te­si­nos ● El re­ti­ro del apo­yo ●  La di­mi­sión del Ga­bi­ne­te Tu­de­la y el

● El in­ten­so con­te­ni­do po­lí­ti­co de las del Partido Constitucional al Go­bier­no. pro­ble­ma cons­ti­tu­cio­nal de la in­sis­ten­
elec­cio­nes par­la­men­ta­rias de 1917 ● El pri­mer Ga­bi­ne­te Tu­de­la ● Las elec­cio­ cia en una ley ●  El se­gun­do Ga­bi­ne­te
El ase­si­na­to de Ra­fael Grau ●  Los san­ nes pa­ra di­pu­ta­dos por Li­ma en 1917 Tu­de­la ● El pro­ble­ma fe­rro­ca­rri­le­ro en la
grien­tos su­ce­sos de Cu­ter­vo y Chum­bi­ ● La Cor­te Su­pre­ma y las elec­cio­nes par­ le­gis­la­tu­ra de 1918 ● IV Las crea­cio­nes
vil­cas ● Las pro­yec­cio­nes del cri­men de la­men­ta­rias de 1917 ● III La di­mi­sión po­lí­ti­cas de pro­vin­cias.
LA VUELTA A LA NORMALIDAD CONSTITUCIONAL (1915-1919)
LA PRIMERA PARTE DEL SEGUNDO GOBIERNO DE JOSÉ PARDO.
Política interna. Gabinetes Riva-Agüero y Tudela 1ro.

CAPÍTULO
3
[ 8]
C
[I]
aRloS DE pIÉRola, DIREctoR DE la caSa DE MoNEDa.- Cuando el Partido
Demócrata sufragó por Carlos de Piérola en la elección presidencial de 1915, el hermano del
caudillo de ese partido ejercía el cargo de director de la Casa Nacional de Moneda. Había sido
nombrado por el gobierno de Billinghurst, personaje que en vano quiso hacerlo ministro suyo.
Al ascender José Pardo a la primera magistratura por segunda vez, hizo Carlos de Piérola renuncia
reiterada de su puesto; pero ella no fue aceptada en honrosos términos.

El GaBINEtE RIVa-aGÜERo.- José Pardo ascendió a la jefatura del Estado por segunda vez
sin que existiera contra él una oposición organizada. Formó su primer Gabinete bajo la presiden-
cia de Enrique de la Riva-Agüero en la cartera de Relaciones Exteriores y otorgó participación en
los portafolios a los tres partidos que se habían aliado para la Convención de 1915. Integraron
este ministerio Luis Julio Menéndez, civilista, ministro de Gobierno; Wenceslao Valera, liberal,
ministro de Justicia e Instrucción; Aurelio García y Lastres, civilista, ministro de Hacienda; el coro-
nel Benjamín Puente, ministro de Guerra y Belisario Sosa, constitucional, ministro de Fomento.
Hubo quien se extrañó de que no formara parte de este Gabinete ninguna de las personalidades
del antiguo “bloque”. El 2 de agosto de 1916 Menéndez, que iba a lanzar su candidatura a una
representación parlamentaria, fue reemplazado por José Manuel García Bedoya, diputado cons-
titucional conocido por su filiación pardista.
Víctor Andrés Belaúnde ha escrito en sus Memorias las siguientes palabras, a propósito del
Gabinete Riva-Agüero: “La constitución del primer Gabinete de Pardo en su segundo período no
respondió al sentido nacional que tuvo la Convención. Se dio alguna representación a los partidos
que participaron en aquella; pero la selección no estuvo a tono con el momento y anunciaba una
política rutinaria y de tendencia personalista. Quedaron excluidas las personalidades más prestigio-
sas del Partido Civil: Javier Prado, Manzanilla, Villarán, Antonio Miró Quesada y no se dio ningún
puesto al nuevo partido (el Nacional Democrático). Nadie esperaba que D. Enrique de la Riva-Agüe-
ro pudiera reemplazar a su sobrino en una obra de renovación política. José de la Riva-Agüero había
cumplido 30 años, tenía una brillante carrera universitaria, todos conocían sus cualidades de traba-
jo y su indomable energía. Habría sido un admirable ministro de Relaciones Exteriores, por conocer
los antecedentes diplomáticos y por su clara visión... Esta exclusión de Riva-Agüero con la aparien-
cia de un homenaje colateral, se compaginaba con la suspensión de las elecciones en Arequipa”...
Como se ha anotado ya, los procesos electorales fueron aplazados en toda la República, por
iniciativa parlamentaria que Pardo secundó.

El aSESINato DEl coMaNDaNtE FERREccIo.- El comandante Juan Gerardo Ferreccio


había sido enviado a Huaraz con el regimiento de caballería N° 3 con motivo de la rebelión del
prefecto Rivero. Al finalizar la noche del 25 de setiembre de 1915 estalló un movimiento subver-
sivo en su cuartel. El teniente Virgilio C. Alva que montaba la guardia de prevención, con el

182 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


concurso del teniente Andrés Mendizábal a quien había relevado, dio libertad a los soldados El tIEMpo
arrestados así como a otros presos de la revolución que encabezara el prefecto Rivero, entre los
que se encontraba el capitán Alfredo Prada; y después de adoptar diversas medidas para asegu-
rar el éxito de la empresa, ordenó que la tropa se levantara y armase. Los tres oficiales se dirigie-
ron a la habitación donde descansaba el jefe del regimiento. “Penetraron sigilosamente (expresó
en su dictamen el fiscal de la Corte Suprema Guillermo A. Seoane) y sin que de su presencia se
dieran cuenta ni el mayor Calvera que también allí pernoctaba, ni el ordenanza Espinoza que en
el umbral dormía, se abalanzaron Prada y Alva hacia el lecho del jefe, quedando Mendizábal
atrás. Despertó a todos el estampido de las armas. Tal vez pudo incorporarse Ferreccio ya herido,
como lo observaron los doctores Antúnez López y Lorente en el dictamen médico-legal de fojas
48; y extender en dirección al velador, en busca de revólver, el brazo derecho que entonces deja-
ron inerte los cinco balazos cuyos orificios anotan. Y momentos después, mientras se incitaba a
la tropa a la sublevación, cuando manifestó alguien que el moribundo se quejaba, volvió a la
habitación uno de los tenientes enjuiciados con algunos individuos de tropa cuya identidad no
se ha logrado establecer. ‘Alva, basta, basta’ exclamó el otro al oír el estrépito de nuevos disparos.
La inspección ocular de fojas 10 deja constancia de dieciséis heridas en el cadáver, fuera de los Fundado en 1916, este
puntos de impacto en la pared cerca de la cabecera del catre mortuorio de campaña. Según las diario estuvo dirigido
conclusiones del indicado dictamen médico-legal, el comandante Ferreccio no tuvo tiempo por pedro Ruiz Bravo.
para defenderse; murió asesinado en su cama y sobre dormido, esgrimiendo contra él, cuando Entre sus colaboradores
menos tres individuos, el revólver, el rifle y, probablemente, también una espada”. se encontraban Manuel
El orden fue restablecido casi inmediatamente por el capitán Armando Cueto y algunos otros Romero Ramírez, césar
oficiales. La desgracia que sobrevino aquella noche pudo haber sido ocasionada por la energía Falcón, José carlos
indomable de Ferreccio con sus subordinados, o por obra de quienes querían escapar a las res- Mariátegui y luis ulloa
ponsabilidades que sobre ellos hubieran pesado a consecuencia del movimiento revolucionario (1869-1936), quien inició
anterior. Hubo también, sin duda, perversidad moral estimulada por la impunidad que, hasta una campaña de
entonces, envolvía a los asesinos del general Varela. oposición contra el
El Consejo de Oficiales Generales impuso en su sentencia catorce años de penitenciaría al gobierno civilista de
capitán Prada, veinte años al teniente Alva y trece años al teniente Mendizábal. Llegada la causa José pardo. El tiempo
a la Corte Suprema, el fiscal Seoane pidió la pena de muerte para Prada y Alva y la de peniten- apoyó la campaña de
ciaría de cuarto grado con sus accesorias a Mendizábal. La Corte Suprema en su ejecutoria de 11 ulloa y se plegó a su
de mayo de 1917 falló imponiendo la pena de veinte años de penitenciaría a Alva, a Prada y a reclamo de
Mendizábal. Sostuvo el supremo tribunal que en el Código de Justicia Militar la pena de muerte transparencia política y
que hubiera correspondido al delito aquí sancionado había sido sustituida por la de veinte años equidad de poderes.
de penitenciaría por la ley de 20 de diciembre de 1898 “hasta la próxima reunión del Congreso”,
no obstante que el Congreso que funcionó el 28 de julio de 1899 y ninguno de los siguientes
había tratado del asunto.
La ley N° 4016 del 29 de diciembre de 1919 autorizó al presidente de la República para indul-
tar a doce reos; y entre ellos fueron favorecidos los tres oficiales que asesinaron a Ferreccio.

laS lEyES DE aMNIStía DE 1915 a 1917.- La ley N° 2136 de 21 de setiembre de 1915 dis-
puso que los jueces y tribunales castrenses sobreseyeran inmediatamente en los juicios que
estaban pendientes contra particulares o militares por delitos políticos o comunes derivados de
aquellos y de los que resultaban responsables; y concedió, asimismo, indulto general y absoluto
a quienes, comprendidos en la disposición anterior, hubiesen sido ya sentenciados condenato-
riamente. Exceptuáronse de lo preceptuado en esta ley los miembros del ejército que hubieran
sido sentenciados encontrándose en servicio, las personas inculpadas por delitos comprendidos
en la segunda parte del artículo 14 del Código de Justicia Militar y los autores y cómplices del
asesinato del general Enrique Varela. Quedaron así exceptuados tácitamente los asesinos del

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 183


comandante Ferreccio. La ley N° 2136 comprendió, por lo demás, en forma específica a los ofi-
ciales del batallón N° 7 y demás enjuiciados por el movimiento de Puno en mayo de 1914, a los
amotinados de Iquitos en marzo de 1914, a los de la provincia del Dos de Mayo en 1895, a los de
PRONTO SURGIó algunas turbulencias menores de carácter electoral y a todos los ciudadanos que en diferentes
CONTRA EL puntos de la República estaban sometidos a juicio militar acusados de retener armas del Estado.
La ley N° 2139 de 2 de octubre de 1915 amplió la ley N° 2136 para declarar comprendidos en
GObIERNO DE ella a los enjuiciados por los sucesos ocurridos en marzo de aquel año en el distrito de Margos
PARDO LA de la provincia de Huánuco por asunto lugareños.
La ley N° 2427 de 11 de agosto de 1917 mandó sobreseer en los juicios pendientes contra
OPOSICIóN militares, autoridades y particulares por los delitos de rebelión, motín o asonada y los comunes
PERIODíSTICA conexos, realizados en la República desde el mes de enero de 1915 al 18 de agosto del mismo
CUyO vOCERO año; así como en los juicios seguidos a las autoridades políticas por los actos empleados en la
represión de los indicados delitos. Indultó igualmente a los condenados en los procesos electo-
MáS PERSISTENTE rales durante el mismo período. En esta ley estuvieron comprendidos los enjuiciados por los
y ENCONADO acontecimientos de Llaucán en 1914 y las autoridades que en el mismo año combatieron el
bandolerismo en Piura. Quedaron exceptuados los autores de los asesinatos perpetrados en la
vINO A SER EL provincia de La Convención el 24 de abril de 1915.
DIARIO EL TIEMPO
DIRIGIDO POR
[ II ]
PEDRO RUIz El coMIENZo DE la opoSIcIÓN a paRDo. luIS ulloa.- Pronto surgió contra el
bRAvO. EN éL gobierno de Pardo la oposición periodística cuyo vocero más persistente y enconado vino a ser
FIGURARON el diario El Tiempo dirigido por Pedro Ruiz Bravo. En él figuraron como redactores José Carlos
Mariátegui y César Falcón. Los artículos más sensacionales de El Tiempo estuvieron suscritos con
COMO el seudónimo “El Abate Faria”, tras del que se ocultó un escritor antes ignorado, Manuel Romero
REDACTORES Ramírez. “El Abate Faria” formuló insistentemente y en forma sensacionalista, gravísimas acusacio-
nes históricas contra el Partido Civil e impresionó con su retórica simple a la opinión pública.
jOSé CARLOS Otros de los colaboradores de El Tiempo fue Luis Ulloa. Este publicista fue hermano de Alberto
MARIáTEGUI y Ulloa. Adolescente aún, llegó a ser considerado maestro de sus condiscípulos en el Convictorio
CéSAR FALCóN. Peruano. Luego renunció al estudio en los claustros universitarios y prefirió ser un autodidacta. A
la vez que publicó poesías juveniles, se dedicó a eruditos estudios históricos sobre los primeros
tiempos coloniales y los primeros tiempos republicanos, estos últimos en relación con las cuestio-
nes de límites en el norte y el nororiente. En 1910 inició la propaganda avizora sobre el deber
nacional de fomentar la aviación, aunque dejó las realizaciones de esta idea al general Pedro E.
Muñiz. En oposición a su propio hermano Alberto y al ambiente público, en 1912 negó la potes-
tad del Congreso para elegir presidente de la República y planteó la fórmula de una Junta de
Gobierno que supervigilase los comicios de aquel año. Fue, por corto tiempo, director de la Biblio-
teca Nacional en 1915, sucesor y antecesor de González Prada. En su campaña de El Tiempo inven-
tó y popularizó la palabra “neogodo” para señalar a los civilistas. Lejos de afiliarse al leguiismo en
1919, intentó organizar el partido socialista con el escritor Carlos del Barzo; en su juventud habían
estado cerca de Manuel Gonzáles Prada y de la Unión Nacional y luego en el Partido Liberal. Des-
pués de haber vivido en el Perú, entre incomprensiones y pretericiones, viajó a Europa y alcanzó
notoriedad internacional al sostener la tesis de la nacionalidad catalana de Cristóbal Colón.
El Mosquito, redactado por Florentino Alcorta, llevó a cabo una propaganda soez y muy cele-
brada contra los hombres del régimen de Pardo en los primeros tiempos de este.
Una pequeña pero enérgica minoría parlamentaria, que al principio no tuvo filiación política
precisa y que estuvo integrada por antiguos leguiistas y billinghuristas y por liberales separados
de ese partido, contribuyó a inquietar a la opinión pública. Ya al iniciarse la legislatura ordinaria
de 1916 la minoría planteó interpelaciones a todos los ministros, a excepción del de Gobierno

184 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


José Pardo y Barreda. El 11 de agosto de 1915 fue investido por segunda vez como presidente de la
república, tras resultar vencedor en las elecciones de ese año. Su candidatura fue respaldada por la
Convención de Partidos, conformada por los partidos Liberal, Constitucional y Civil. En este período
gubernamental, Pardo atravesó por una dura coyuntura política y, sobre todo, económica, debido al estallido
de la Primera Guerra Mundial, en Europa. Fue depuesto poco antes de terminar su mandato.

[ capítulo 38 ] período 6 185


que acababa de hacerse cargo de su portafolio. Sin embargo, pasó todo el año de 1916 sin que
hubiera cambio de Gabinete.

EN LAS
ELECCIONES DE El INtENSo coNtENIDo polítIco DE laS ElEccIoNES paRlaMENtaRIaS DE
1917.- En las elecciones de 1917 fueron renovados no solo el tercio del Congreso de acuerdo
1917 FUERON con la Constitución sino también las curules que, por diversas causas, habían también vacado. En
RENOvADOS NO conjunto, los comicios afectaron al 40% de las representaciones parlamentarias. Las Cámaras así
formadas debían intervenir en la ya cercana elección presidencial de 1919. Todo ello dio al pro-
SOLO EL TERCIO ceso de 1917 una importancia política extraordinaria, aparte de que se anunciaban en la legisla-
DEL CONGRESO tura de ese año enconados choques entre gobiernistas y oposicionistas sobre los más diversos
DE ACUERDO CON temas, incluyendo los de carácter hacendario, pues el Presupuesto de 1916 había sido prorroga-
do por acto del Ejecutivo sin sanción por el Congreso.
LA CONSTITUCIóN
SINO TAMbIéN
LAS CURULES El aSESINato DE RaFaEl GRau.- Rafael Grau, hijo del héroe máximo de la historia peruana,
era un ciudadano capaz, enérgico y caballeroso. Muy joven comenzó a figurar en la política como
qUE, POR organizador del club universitario que apoyaba a Mariano Nicolás Valcárcel. Bien pronto ingresó al
DIvERSAS comité central directivo del partido Unión Cívica que lo designó como su adjunto ante la Junta
Electoral Nacional en 1904. A la Cámara de Diputados se incorporó como representante por Cota-
CAUSAS, hAbíAN bambas en 1905 para empezar así su carrera parlamentaria que duró doce años ininterrumpidos.
TAMbIéN Formó parte de los opositores al proyecto de empréstito de los tres millones durante la primera
vACADO. administración de Pardo y fueron notables las interpelaciones que planteara en el Congreso ordi-
nario de 1908 al ministro de Guerra, general Eléspuru. Secundó al régimen de Leguía y se destacó
nuevamente en los debates parlamentarios sobre asuntos castrenses y también en los de orden
internacional. Tuvo fogosas intervenciones para defender al Gobierno en asuntos como el de la
compra del barco Dupuy de Lome, pero combatió a los ministros Zapata y La Torre. Todos los pro-
blemas relacionados con la defensa del país hallaron en Grau a un orador elocuente, vigorizado
siempre por su preocupación militarista. Al erigirse el gobierno de Billinghurst, se singularizó por
su oposición irreductible, al principio solitaria. Sus interpelaciones y discursos, especialmente los

1904-1908 1908-1912
jOSé PARDO y bARREDA AUGUSTO b. LEGUíA
MANDATARIOS Presidente de la República.
Tras la muerte de Manuel
Presidente de la República.
Durante su gestión, solucionó
DEL PERú (1904-1930) Candamo, Pardo fue elegido problemas limítrofes con Brasil y
presidente. Durante su gobierno, Bolivia, pero tuvo
A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX, EL dio singular importancia al sector enfrentamientos con Ecuador,
PARTIDO CIvIL DOMINó LA educativo. También inició una Colombia y Chile. Gracias a su
campaña de reestructuración y experiencia como ministro de
COyUNTURA POLíTICA. EL modernización del ejército y la Hacienda de regímenes
GOLPE DE bENAvIDES, SIN marina, pobremente equipados anteriores, pudo enfrentar la
EMbARGO, MARCó SU DECLIvE desde la guerra del Pacífico. crisis económica. En este
período, renunció al civilismo.
y POSTERIOR DESAPARICIóN.

186 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


relativos a los ramos de Guerra y Relaciones Exteriores fueron a veces sensacionales. Miembro del
comité parlamentario que preparó el movimiento subversivo del 4 de febrero de 1914, integró la
Junta de Gobierno formada ese día, en el Ministerio de Justicia e Instrucción. Partidario de la elec-
ción de Roberto Leguía se acercó después del 15 de mayo al régimen provisorio de Benavides.
Llegó a ser entonces uno de los leaders de la mayoría gobiernista. En la Convención de Partidos
5 ENERO
1816
[ perú ]

de 1915 fue uno de los secuaces más connotados del general Muñiz.. SE PUbLICAN LOS
Simultáneamente con su intensa actividad parlamentaria, Rafael Grau se destacó en la tumul- RESULTADOS DEL
tuosa política del Callao y en 1915 ocupó la alcaldía de esa provincia. CENSO DE PObLACIóN
Al vacar su curul en 1917, se presentó ese año, una vez más, como candidato por Cotabam-
bas. Estaba separado por un hondo distanciamiento personal con su contendor Santiago Mon- DEL 26 DE jUNIO DE
tesinos y con los tres hermanos de este desde las luchas de 1905 y 1911. Los enconos locales se 1908. ESTOS INDICAbAN
habían exacerbado a raíz del proyecto que Grau auspiciaba, para trasladar la capital de la provin- qUE LA PObLACIóN DE
cia de Cotabambas del pueblo de Tambobamba al de Chuquibambilla. Este proyecto, aprobado
en la Cámara de Diputados, no contó con el voto favorable del Senado.
LAS PROvINCIAS EN EL
La alianza de los partidos gobiernistas, Civil y Liberal, apoyó la candidatura de Montesinos. PERú ERA DE 172.927
Asumió así la de Grau el carácter de neta candidatura oposionista. Antes de esta definición, hAbITANTES,
habían sido notorios los vínculos que unían a Grau con el ministro de Guerra general Benjamín
MIENTRAS qUE LA DE
Puente (cuya actuación militar y ministerial defendió y a cuyo ascenso contribuyera decisiva-
mente en su Cámara). También adoptó actitudes en favor del Gabinete presidido por Enrique de LIMA TOTALIzAbA
la Riva-Agüero. Subprefecto de la provincia de Cotabambas fue nombrado Adrián Moreno, ene- 140.884. CON ESTOS
migo de Grau, contra quien se formuló la acusación de haber sido reo indultado en 1895. Sus
DATOS, EL GObIERNO
defensores adujeron, sin embargo, que el delito había sido de carácter menos grave de lo que
aducían sus enemigos cuando Moreno era guardia en la cárcel del Cuzco y que había sido come- bUSCAbA TENER AL DíA
tido a raíz de una evasión de presos. Más tarde Moreno tuvo a su cargo diversas subprefecturas SUS REGISTROS DE
durante el primer gobierno de Pardo y el de Leguía y ocupó, además la alcaldía de Anta. CRECIMIENTO y
En la provincia de Cotabambas solo había en 1917 una insignificante dotación de gendar-
mes. Al mismo tiempo, nadie ejercía las funciones de juez de primera instancia por encontrarse ANTICIPARSE ASí A LAS
el titular ausente con licencia, en realidad como expulsado o intimidado por la facción de Mon- NECESIDADES DE LA
tesinos, pues era partidario de Grau. Este se dirigió a Cotabambas desechando las advertencias PObLACIóN.
y ruegos de amigos íntimos que le anunciaron su victimación, impulsado por su notable valentía

1912-1914 1914-1915 1915-1919 1919-1930


GUILLERMO bILLINGhURST óSCAR R. bENAvIDES jOSé PARDO y bARREDA AUGUSTO b. LEGUíA
Cargo: presidente de la Presidente provisorio. Presidente de la República. Presidente provisorio.
República. Fue designado presidente Su segundo mandato se vio Tras unas cuestionadas
Fue elegido para la primera de la Junta de Gobierno afectado por una grave crisis elecciones, encabezó una
magistratura por un gran organizada tras la caída de económica. También debió revuelta que lo llevó al poder.
movimiento de base popular. Billinghurst. Tres meses más hacer frente a las múltiples Dos mese más tarde, fue
Durante su gobierno, un tarde, fue designado protestas de parte de los designado como presidente de
conflicto de intereses lo llevó presidente provisorio, cargo obreros en busca de mejoras la República, y fue reelecto en
a disolver el Congreso. Ante que ejerció hasta las sociales. Fue derrocado por dos oportunidades, hasta que
esta situación, el coronel elecciones de 1915, una revuelta, poco antes de un golpe militar lo apartó del
Óscar R. Benavides encabezó en las que resultó ganador terminar su gobierno poder. Su régimen fue de corte
una revolución militar que José Pardo. constitucional. dictatorial.
lo depuso.

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 187


FEbRERO
1916
[ nIcaragua ] 8
FALLECE A LOS
personal y acompañado por gente extraña a la provincia, armada con “aprestos bélicos”, según
dijeron sus adversarios. Al ocuparse de este asunto en la sesión del Senado el 30 de abril de 1918,
Juan Durand aseveró que, como se estilaba en las elecciones de entonces, el principal factor
favorable para un candidato era contar con el primer mayor contribuyente y que Rafael Grau
avanzó con el fin de ponerse en contacto con él, a pesar de que hallábase ya comprometido con
su adversario. Según Durand, Grau tomó esta determinación también bajo la creencia de que la
49 AñOS DE EDAD fuerza de Montesinos se dispersaría.
EL POETA Diversas gestiones de parlamentarios y amigos y, en especial, de Miguel Grau, ante el Minis-
terio de Gobierno y ante el Presidente de la República, tuvieron por objeto que se otorgaran
NICARAGüENSE FéLIX garantías para la vida de Rafael Grau. El odio de los Montesinos contra este era profundo. Basá-
RUbéN GARCíA base en que había logrado derrotarlos en dos elecciones. Veían el riesgo de que se produjera la
SARMIENTO, MEjOR misma situación por seis años más. Sentíanse directamente perjudicados ante el flamante pro-
yecto de Grau de trasladar la capital de la provincia de Tambobamba a Chuquibambilla.
CONOCIDO COMO En respuesta en parte a las demandas hechas, el ministro de Gobierno y el secretario del Presi-
RUbéN DARíO, qUIEN dente de la República dirigieron telegramas de advertencia y conminación a los prefectos del
hAbíA INICIADO SU Cuzco y Apurímac y al subprefecto de Cotabambas. El propio presidente Pardo envió los telegra-
mas siguientes que leyó el ministro de Gobierno Samuel Sayán y Palacios en la sesión del Senado
CARRERA LITERARIA
del 23 de abril de 1918: “24 de febrero. Prefecto Cuzco. Se dice doctor Grau organiza gente armada
EN ChILE EN 1886. para salir Cotabambas. Llame usted doctor Grau. Hágale ver que practica un acto ilícito, ofrézcale
DARíO FUE EL el número de gendarmes que necesite para que cuente su persona con las garantías a que tiene
perfecto derecho; pero de ningún modo permita que salgan de ésa bandas armadas. Pardo”. “24
EXPONENTE MáXIMO
de febrero. Subprefecto Moreno, Cotabambas, vía Abancay. Amigos del doctor Grau en ésta creen
DEL MODERNISMO que la llegada de este señor va a ser el principio de tumultos y agresiones entre los amigos de los
LATINOAMERICANO. candidatos. Fíjese usted en la enorme responsabilidad que vendría sobre usted si estos desórdenes
ENTRE SUS y estas agresiones tuvieran lugar y si se producen desgracias; es preciso que proceda usted a desar-
mar a todos los que tengan armas de uno y otro lado y rodear a los candidatos Montesinos y Grau
PRINCIPALES ObRAS SE de todas las garantías necesarias; si no tiene fuerza suficiente pídala al prefecto. Pardo”. “24 de febre-
ENCUENTRAN: PROSAS ro. Prefecto Abancay. Creo conveniente autorizarlo para trasladarse Cotabambas para estar allí día
PROFANAS (1896), reunión asamblea a la vez que ofrecer amplias garantías y poder constatar personalmente la serie
de cargos que formulan los amigos de Grau contra subprefecto Moreno. Queda usted autorizado
ESPAñA para separar esa autoridad nombrando otro subprefecto interino o para permutarlo con otro de
CONTEMPORáNEA ese departamento. Que telegrafista le haga conocer el despacho que hago a Moreno”(1).
(1902), El prefecto de Apurímac Julio Chávez Cabello demoró en salir quizás porque las autoridades
de Lima no fueron demasiado exigentes para que se trasladara a Cotabambas y por la presión
PEREGRINACIONES que le hicieron el candidato Letona y su cuñado Bárcena para que no abandonara Abancay don-
(1902), CANTOS DE de la lucha eleccionaria era, asimismo, muy intensa; también según expresó ante el temor de que
vIDA y ESPERANzA hubiera quedado suspendido en sus funciones. Con todo, llegó a Tambobamba el 4 de marzo
de 1917, antes de la hora en que se reunió la asamblea de mayores contribuyentes; pero una o
(1905), y EL CANTO
dos horas después de que había tenido lugar una horrenda desgracia.
ERRANTE (1907). Ese día se produjo un tiroteo entre los bandos rivales en Palcaro, cerca de Tambobamba y
Grau cayó asesinado por la facción de Montesinos junto con su leal acompañante Mariano Díaz
Asenjo. Hubo, además, varios heridos. Entre estos últimos estuvo Guillermo Montesinos. Un sir-
viente de esta familia también falleció, según se dijo, por efecto de una impresión súbita. El juez
de paz inició un juicio por rebelión, asonada y motín contra los partidarios de Grau.
(1) Alber to Salomón, candidato de oposición en las elecciones de 1917, expresó en la sesión de la Cámara de Diputados

del 1° de octubre de ese año: “Quiero dejar constancia de un hecho del que fui testigo presencial: que habiendo estado
en la ciudad de Abancay el prefecto de Apurímac recibió órdenes directas del Presidente de la República para constituir-
se en Cotabambas para prestar toda clase de garantías al señor Grau; pude ver que ese telegrama llegó como una
semana antes de que se realizaran los hechos... No obstante sus peticiones... recibió una reiterada orden terminante para
constituirse en Cotabambas”... Pero no realizó el viaje.

188 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


Inmediatamente después, el Gobierno reemplazó al subprefecto Moreno que fue detenido MIGuEl GRau
y a los prefectos de Apurímac y el Cuzco, a pesar de que no consideró que había llegado el caso (1879-¿?)
de la suspensión de estos últimos con arreglo a ley. El nuevo prefecto de Apurímac fue un magis-
trado: el juez de Chancay Andrés Echevarría, de notoria solvencia moral. Los hermanos Montesi-
nos como Moreno llegaron a ser apresados. Hubo, sin embargo, muchos recelos, suspicacias y
rumores. El Poder Ejecutivo fue acusado de intervenir en forma subrepticia para impedir la pro-
secución del juicio o el castigo de los culpables; lo cual fue, por cierto, desmentido varias veces
con energía en el seno del Parlamento por los ministros Muñoz, Arenas, Sayán y Palacios, Varela
y Florez, si bien insistieron en este asunto unas publicaciones hechas en El Tiempo de Lima en
julio de 1919, que es preciso analizar con la serenidad que da el paso de los años.

loS SaNGRIENtoS SucESoS DE cutERVo y cHuMBIVIlcaS.- El 20 de febrero de 1917,


doce días antes de la instalación de la asamblea de mayores contribuyentes, acto preparatorio
de las elecciones, tuvieron lugar sangrientos sucesos en Cutervo.
Había sido lanzada la candidatura de Arnaldo Bazán, presidente de la junta directiva del El político limeño, hijo
Partido Civil en Cajamarca, para la diputación por esta provincia. Pero los opositores a ella, los del héroe de angamos,
hermanos Montenegro, pertenecientes a la facción de la familia Villanueva, le ofrecieron resuelta tomó una actitud muy
lucha y, por una de esas paradojas de la política criolla, contaron con el apoyo del prefecto del crítica en contra de José
departamento Luis G. Huerto y, lo que era aún más importante, del subprefecto de la provincia pardo, tras el asesinato
Francisco Vidal, de quien se decía que acababa de sufrir condena por hechos delictuosos ocurri- de su hermano Rafael en
dos en Baños, provincia de Canta. Rafael Villanueva era entonces candidato a la senaduría por la localidad de
Cajamarca y gozaba de influencia predominante en el Ministerio de Gobierno. El 20 de febrero cotabambas (apurímac).
se produjo en Cutervo un choque entre los gendarmes a las órdenes del subprefecto y los par- El homicidio del senador,
tidarios de Bazán. El diputado gobiernista Sergio Rodríguez, que había acompañado a este en su ocurrido en 1917, nunca
gira política, pretendió ponerse al habla con aquel a fin de evitar la lucha. Su intento fue vano. se llegó a esclarecer, lo
Bazán salió en busca de Rodríguez seguido por su sobrino Ántero Espejo, candidato a la suplen- que dio lugar a
cia y ambos fueron victimados. Vidal adujo que se había dirigido a atacarlo con malhechores innumerables debates
armados. Entre las fuerzas del subprefecto no hubo, sin embargo, ni un herido ni un muerto. sobre el tema. Entre los
Tanto Huerto como Vidal fueron destituidos. principales sospechosos
Además de los hechos sangrientos en Cutervo y en Palcaro, casi simultáneamente con estos del hecho se encontraban
últimos, fue asesinado el candidato civilista a la diputación por Chumbivilcas Augusto Ugarte en los adversarios políticos
el momento en que, salido a la puerta de su casa, reclamaba la presencia del subprefecto interi- de Grau.
no después de un violento ataque a pedradas y balazos perpetrado por un grupo del bando
contrario cuyas víctimas fueron dos sirvientes suyos. La Corte Suprema declaró nulas las eleccio-
nes practicadas en estas provincias.
Los sucesos de Cutervo y de Chumbivilcas pueden ser atribuidos a rencillas lugareñas, a odio-
sidades personales o familiares y a la incipiencia, impureza o impotencia del poder del Estado en
las lejanas comarcas del país; y demuestran que el asesinato de Grau no surgió como un hecho
aislado, si bien tiene otra dimensión.

laS pRoyEccIoNES DEl cRIMEN DE palcaRo.- Todavía no se ha intentado, con criterio


histórico y jurídico, hacer un estudio objetivo de los sucesos de Palcaro. A juzgar por una lectura
sumaria de los documentos de la época, fue como acaba de señalarse, un producto del estado
semifeudal de la vida en la sierra y de la fuerza que, en localidades pequeñas y apartadas, adquie-
ren los personajes que se jactan de contar con el apoyo del poder central. Para satisfacer las
demandas insistentes y de múltiples lados que, durante muchos días, en defensa de Grau, reci-
bieron los ministros de Gobierno y de Guerra (este último había acompañado al diputado por

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 189


[1]

[2]

El asesinato de Ferreccio. El comandante Juan Gerardo Ferreccio fue asesinado durante una revuelta en la provincia de
Huaraz, en el departamento de Áncash. Encabezado por el prefecto del lugar, el hecho de sangre fue parte de un
movimiento subversivo militar que el asesinado había ido a sofocar. Los culpables fueron capturados y sentenciados a
cumplir largas penas. Aquí vemos al grupo de militares enviados a controlar la rebelión y a las autoridades de Huaraz, antes
del asesinato (1) (Ferreccio aparece de pie en la segunda fila, con el número 18 en el pecho), y el cadáver del oficial (2).

190 período 6 [ capítulo 38 ]


Cotabambas hasta el muelle cuando se embarcó en el Callao) hubiese sido necesario designar ÓScaR GRau
en aquella provincia una autoridad insospechable, procurar que el juez de primera instancia (1871-1929)
estuviera en el ejercicio de sus funciones, efectuar el desarme de todas las bandas y hacer llegar
al prefecto de Apurímac con toda anticipación al lugar donde podía producirse el conflicto. Al
fin y al cabo Rafael Grau era un diputado en ejercicio y un ciudadano eminente. El subprefecto
Moreno actuó, en realidad, acaso sin instrucciones o entendiéndolas a su manera, como un
agente de los Montesinos. Parece que les proporcionó armas y que ellos contaron, además, con
las municiones de los gendarmes. A pesar de todas las instancias, no fue removido antes del
choque; ni hubo en la provincia un número importante de tropa; ni el juez de primera instancia
estuvo en el lugar de su destino; ni el prefecto de Apurímac llegó a Tambobamba a tiempo.
Ante la elocuencia de los hechos consumados puede encontrarse, en suma, falta de acierto,
de oportunidad, de previsión o de tino dentro del afán muy intenso aquel año, de que las listas
gubernamentales ganaran las elecciones. Pero, a la vez, todo parece llevar a la convicción de que
el Gobierno no sospechó la gravedad trágica que bruscamente adquirió la lucha política en
Cotabambas. El Gobierno no podía tener interés alguno en que Rafael Grau fuese asesinado;
aparte de razones éticas y sicológicas existía el hecho de que no lograba provecho alguno con El político limeño, otro
ese crimen que, más bien, le hizo daño. hijo del almirante Miguel
Grau, también alzó su voz
de protesta
loS DESÓRDENES DEl cuZco.- Ante la noticia de los sucesos de Palcaro se produjeron por el asesinato de
desórdenes populares en el Cuzco el 5 de marzo en la tarde que se renovaron y agravaron al día su hermano Rafael.
siguiente contra el prefecto Pedro N. Vidaurre. Hubo varios muertos y la casa de la familia Mon- Renunció a su cargo
tesinos fue saqueada e incendiada. Se acusó de instigadores de estos hechos a los políticos cuz- de prefecto de la ciudad
queños vencidos en la elecciones de 1917. de piura y,
al igual que su hermano
Miguel, culpó al
la actItuD DE JaVIER pRaDo.- Habíase antes apartado Javier Prado de la presidencia de presidente pardo de
la junta directiva del Partido Civil y la volvió a asumir con motivo de la situación entonces sur- ser el autor intelectual
gida, para propugnar ante el presidente Pardo una política de conciliación nacional. El 8 de del homicidio. tanto
marzo hizo unas declaraciones públicas. “Los Gabinetes en el régimen democrático (escribió Óscar como Miguel
entonces) no constituyen gobiernos personales sino gobiernos de opinión. Es su único funda- participaron en la
mento legítimo, su única fuerza moral, su única razón de ser. Por eso un Gabinete no puede rebelión de 1919
subsistir si no le acompaña la voluntad de las Cámaras que interpretan la opinión pública y que depuso a pardo
estamos todos seguros de que si las Cámaras funcionaran después de los acontecimientos rea- del poder.
lizados, era imposible la permanencia del actual Gabinete. En receso de las Cámaras el Gabinete
no puede tampoco subsistir si no le acompaña la opinión pública y en vista de los hechos y de
los efectos producidos, es ella la que priva de su confianza a los Gabinetes. Tal es la doctrina y
la práctica de todos los países organizados; y esta es la situación presente. No considerarla así
es cerrar los ojos a la realidad y agravar la situación actual y preparar tal vez grandes desastres
para el país”.
Prado pidió un Gabinete ajeno a los intereses electorales presidido por un vocal de la Cor-
te Suprema.
La junta directiva del Partido Constitucional deploró lo acontecido y declaró no tener vincu-
lación política con el régimen.

RENuNcIa DEl MINIStRo GaRcía BEDoya.- La renuncia del ministro García Bedoya el 7
de marzo de 1917, un día después de divulgarse en Lima la noticia de los sucesos de Palcaro, y
su reemplazo por un prestigioso magistrado, el vocal de la Corte Superior Ezequiel Muñoz ese

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 191


FEbRERO
1816
[ francIa ]
21
SE INICIA LA bATALLA
mismo día, no fueron suficientes para la oposición paradojalmente encabezada por unos
momentos, como se ha visto, por el propio presidente del Partido Civil. El Gabinete Riva-Agüero
solo dimitió algunos meses después, el 27 de julio.

la acuSacIÓN al GaBINEtE RIVa-aGÜERo.- Un pedido de acusación contra los miem-


DE vERDúN, EN LA bros de este Gabinete llegó a ser presentado por los diputados Juan de Dios Salazar y Oyarzábal,
qUE PELEARON Pedro Ruiz Bravo, Manuel Químper, Arturo Rubio, Miguel Morán, Alberto Secada, Luis Alberto
Arguedas y M. Artemio Añanos en setiembre de 1917, en nombre de la ley de 28 de setiembre
TROPAS ALEMANAS y de 1868. Su admisión a debate fue rechazada por 65 votos contra 21.
FRANCESAS. ESTE
ENFRENTAMIENTO
MIGuEl GRau.- La absoluta libertad de imprenta contribuyó a que, tomando como bandera
béLICO SE PROLONGó los sucesos de Palcaro, se divulgara una violentísima propaganda oposicionista encabezada por
hASTA DICIEMbRE DE Miguel Grau. Este llegó a hacer una publicación en la primera página de El Tiempo donde decía:
ESE AñO y CULMINó “Yo, Miguel Grau, acuso a José Pardo del asesinato de mi hermano Rafael Grau”. Miguel Grau se
incorporó más tarde al Senado, como senador suplente por Amazonas y creó situaciones difíciles
CUANDO LOS
al Gobierno.
ATAqUES FRANCESES
ObLIGARON A LAS
FUERzAS GERMANAS ÓScaR GRau.- Óscar Grau, otro hermano de Rafael, era prefecto de Piura cuando de produ-
jeron los sucesos de Palcaro. Apenas tuvo noticias de ellos envió el siguiente cablegrama: “Pre-
A EvACUAR SU LíNEA sidente de la República. Lima. Forma alevosa asesinaron mi hermano por falta garantía Gobier-
DE TRINChERA. FUE no oblígame no permanecer un momento más representándole. Renuncio en consecuencia
UNA DE LAS bATALLAS prefectura forma irrevocable. Hago entrega inmediata subprefecto cercado. Prefecto Grau”. El
presidente José Pardo dirigiole entonces los siguientes dos cablegramas: “6 de marzo de 1917.
MáS IMPORTANTES Prefecto Grau. Piura. Con el más profundo sentimiento presento a usted mi más sentido pésa-
DE LA PRIMERA me por la dolorosa pérdida que ha sufrido usted con la muerte de su hermano Rafael. Crea
GUERRA MUNDIAL, usted que deploro profundamente esta gran desgracia y puedo asegurarle que no omitiré
esfuerzo para que los responsables de esos sangrientos sucesos sufran la sanción de las leyes.
ASí COMO UNA DE LAS José Pardo”. “6 de marzo de 1917. Prefecto Grau. Piura. Comprendo su emoción pero procede
qUE DEjó MAyORES usted con informes apasionados e inexactos. Periódicos de hoy publican todo lo que el Gobier-
bAjAS: 350 MIL no había hecho para prevenir esos sucesos desgraciados en los cuales no tiene el Gobierno
ninguna responsabilidad. Espero que modifique su actitud hasta conocer detalles. Pardo”.
FRANCESES y
Óscar Grau repuso: “Paita. Presidente República. Lima. Intenso dolor no perturba serenidad de
330 MIL ALEMANES. mi criterio. Íntimamente convencido de su responsabilidad en el crimen de mi infortunado her-
mano, desoyendo justísimas, reiteradas demandas, negose separar subprefecto Moreno, ex pre-
sidiario. Mantengo invariable mi actitud. Óscar Grau”. La réplica del Presidente fue esta: “7 de
marzo de 1917. Óscar Grau. Paita. Rechazo su cargo. Documentos publicados prueban lo contra-
rio de sus afirmaciones. Su renuncia ha sido aceptada. Pardo”.
Óscar Grau, junto con su hermano Miguel, tuvieron actuación activa e importante en la
sublevación del 4 de julio de 1919.

la lEy N0 2584.- La ley N° 2584 de 24 de noviembre de 1917 dispuso que el Poder Ejecutivo
adjudicara a la viuda e hijos de Rafael Grau inmuebles urbanos de propiedad fiscal ubicados en
la ciudad de Lima cuyo valor en conjunto señaló en su cifra mínima; y que el Estado atendiese
a los gastos originados por la educación primaria, superior y facultativa de los menores hijos
antedichos.

192 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


alEJaNDRo MoNtESINoS.- La familia Montesinos fue perseguida después del asesinato de
Rafael Grau. Alejandrino, el menor de los hermanos, se hizo montonero; hubo en él algo de
legendario porque burlaba a la policía, robada a los ricos y ayudaba a los pobres. Recibió el apo-
do de Aulico o Alulico. Una de las canciones a él dedicada, tenía las siguientes palabras, con un LA FAMILIA
contenido bicultural: MONTESINOS
Yo soy bandolero FUE PERSEGUIDA
de Tablachaca DESPUéS DEL
de mi distrito
de Curahuasi. (bis)
ASESINATO DE
Aulico, Alulico, RAFAEL GRAU.
dame la mano ALEjANDRINO,
siquiera por la rendija
de tu presidio. (bis) EL MENOR DE
Negrita, Zambita, LOS hERMANOS,
dame la mano
siquiera por la rendija
SE hIzO
de mi presidio. MONTONERO;
Paloma ingrata hUbO EN éL ALGO
dame un besito
siquiera para el consuelo
DE LEGENDARIO
de mi camino. PORqUE bURLAbA
Jaula chapipas casiay, A LA POLICíA,
cajonchapipas casiay.
Llavella casactinka RObAbA A LOS
siempre serás mía. RICOS y AyUDAbA
Las frases en quechua: En la jaulita estás / en el cajoncito estás / si hubiera la llave.
A LOS PObRES.
Colaboró con los montoneros de 1924, como guía y conocedor del terreno. Murió el 8 de RECIbIó EL APODO
diciembre de 1932 en la hacienda Quebrada, valle de Lares, asesinado por la policía en una DE AULICO O
emboscada(1).
ALULICO.
El REtIRo DEl apoyo DEl paRtIDo coNStItucIoNal al GoBIERNo. El pRIMER
GaBINEtE tuDEla.- Al producirse la crisis ministerial por la renuncia del Gabinete de Riva-
Agüero en julio de 1917, el Partido Constitucional hizo gestiones para que tres de sus miembros,
Osores, Canevaro y Bedoya, formaran parte de la nueva combinación ministerial; pero luego
acordó no cooperar con el Gobierno mientras este no propiciara “el concurso de las fuerzas de
mayor significación política de la República”.
El 27 de julio de 1917 fue nombrado presidente del Consejo y ministro de Relaciones Exte-
riores, Francisco Tudela y Varela (civilista) y junto con él Germán Arenas, civilista (Gobierno), Ricar-
do L. Florez, liberal (Justicia e Instrucción), el coronel César de la Fuente (Guerra), Baldomero
Maldonado, liberal (Hacienda) y Héctor Escardó, nacional-democrático (Fomento). Sorpresivo
resultó el apartamiento de Aurelio García y Lastres del Ministerio de Hacienda en el que estaba
efectuando valiosa labor; acaso influyeron en ello celos de algunos allegados a Pardo ante quien
ocupaba la misma cartera que había encumbrado a Leguía.

(1) Datos proporcionados por el Dr. José Tamayo Herrera.

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 193


MAyO
1916
[ perú ]
5 Entre las doctrinas de García y Lastres ostenta un interés especial la que formuló en su
memoria como ministro en 1916 sobre la supresión de la iniciativa parlamentaria para crear
partidas de egresos en el Presupuesto nacional o para ampliar las existentes. Fue por ello criti-
cado en la legislatura de aquel año por los diputados Manuel Químper, Alberto Ulloa y Juan
Manuel Torres Balcázar.
EL PREFECTO DE LA Más que razones de política interna, parece que influyeron en la caída del Gabinete Riva-
CIUDAD DE PUNO Agüero las circunstancias internacionales. Riva-Agüero era resuelto partidario de la neutralidad y
DETIENE AL estaba considerado como germanófilo; y para cambiar de política por los motivos que se indica
en seguida, Pardo llevó a la cartera de Relaciones Exteriores y a la jefatura del Ministerio a Fran-
SARGENTO MAyOR cisco Tudela y Varela, conocido por sus ideas favorables a los aliados en la guerra europea.
TEODOMIRO
GUTIéRREz CUEvAS,
laS ElEccIoNES paRa DIputaDoS poR lIMa EN 1917.- En las elecciones para diputa-
APODADO RUMI dos por Lima en 1917, el mismo año de la muerte de Grau, debieron haber cuatro vacantes. El
MAqUI. GUTIéRREz, rumor público señaló como candidatos a Luis Miró Quesada, civilista; Gerardo Balbuena, liberal;
qUE ACAUDILLó UNA José de la Riva-Agüero y José María de la Jara y Ureta, nacional-democráticos. Pero el Congreso
eliminó el aumento de las representaciones, según afirma en sus Memorias Víctor Andrés Belaún-
SERIE DE REvUELTAS
de, para crear dificultades a estos últimos(1). Para las dos curules que entraron en la elección se
EN LA CIUDAD DE presentó una lista de la alianza civilista-liberal, integrada por Luis Miró Quesada, alcalde de la
AzáNGARO EN 1915, capital, y Gerardo Balbuena. También aparecieron separadamente Jorge Prado como candidato
independiente y Juan Manuel Torres Balcázar que habíase destacado como diputado de oposi-
FUE SOMETIDO A
ción. Los candidatos Prado y Balbuena gastaron considerables sumas en su campaña. La mayoría
jUICIO MILITAR y de votos a favor de Miró Quesada no fue contradicha; pero la otra curul dio lugar a una intensa
CONDENADO POR pugna entre Balbuena y Prado. Este último acusó al Gobierno de haberle suscitado numerosas
TRAICIóN A LA dificultades. La junta escrutadora de la provincia, en su primer escrutinio, confirmó la victoria de
Miró Quesada y dio ligera ventaja a Prado sobre Balbuena; pero surgieron reclamaciones formu-
PATRIA. UNO DE LOS ladas por todos los candidatos. No se volvió a reunir la junta, con motivo de la ausencia volunta-
CARGOS DE LOS qUE ria o forzada de dos de sus miembros, Rodolfo Zapata y el sacerdote Eloy Chiriboga, párroco de
SE LO ACUSó FUE EL la iglesia de San Marcelo. Este último desapareció e hizo publicar un documento para anunciar
que no concurriría a las sesiones de la junta escrutadora. Se atribuyó a influencias de elementos
DE NEGOCIAR CON EL vinculados al Gobierno la anormal situación entonces producida para impedir el otorgamiento
vECINO PAíS DE de credenciales a Jorge Prado, si bien con ella se hacía daño a la elección legitima de Luis Miró
bOLIvIA LA ANEXIóN Quesada. En el afán de cerrar a Jorge Prado el ingreso a la Cámara de Diputados, había acaso una
intención ulterior: la de restar fuerza a la candidatura presidencial de Javier Prado en 1919.
DE PUNO A SU
Torres Balcázar, a su vez, pidió la nulidad del proceso ante la Corte Suprema, para lo cual
TERRITORIO A denunció supuestas irregularidades en los registros, en la junta de mayores contribuyentes y en
CAMbIO DE AyUDA A las mesas. Especial importancia otorgó a la existencia de libretas vacías sustraídas del Estado
Mayor del Ejército. La Corte Suprema se inhibió porque no habían sido expedidas las credencia-
SUS PROPóSITOS.
les y comunicó su decisión a la Cámara ante la que también se dirigieron los miembros de la
junta escrutadora dando cuenta de lo ocurrido.
Los diputados de la oposición, Manuel Químper y Carlos Borda presentaron en agosto de 1917
un proyecto de ley por el que se obligaba, dentro de un plazo perentorio, a la junta escrutadora a
terminar el escrutinio y eran habilitados, además, los plazos para interponer el recurso de nulidad
del proceso electoral ante la Corte Suprema. El asunto de las elecciones de Lima fue comprome-
tido entre los que debía tratar la primera legislatura extraordinaria de 1917. La Comisión Electoral

(1) Las diputaciones vacantes por Lima en 1917 quedaron reducidas a dos porque la Cámara acordó prorrogar la vigen-

cia del mandato de los suplentes señores Enrique Castro y Ernesto Gianolli, por presión de la minoría. ¿Tuvieron los per-
soneros de ella, miras hostiles a las candidaturas de Riva-Agüero y La Jara y Ureta?

194 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


[1] la muerte de Rafael
Grau. El diputado, hijo
del héroe de Angamos,
inició sus actividades
políticas desde muy
joven. El 4 de mayo de
1917 fue asesinado en la
localidad de Palcaro,
provincia de
Cotabambas (1), muy
probablemente por sus
adversarios políticos. La
X de la fotografía,
muestra el lugar donde
Grau fue abaleado junto
a Mariano Díaz, su leal
acompañante. Los
cadáveres de ambos (2)
fueron exhumados de la
zona y enviados a la
ciudad de Lima para su
entierro.

[2]

[ capítulo 38 ] período 6 195


de la Cámara de Diputados, integrada por representantes gobiernistas, consideró que era posible
que la junta escrutadora no sesionara y que los plazos para su funcionamiento habían expirado y
expresó en su dictamen la opinión de que la misma Cámara debía conocer del proceso y llevarlo
EN MARzO DE 1918 a su término, para proceder luego a la inmediata incorporación de los que hubiesen resultado
PERDIó jAvIER electos. Este punto de vista implicaba la certeza de la victoria para Miró Quesada y Balbuena.
Los representantes de la oposición argumentaron, a veces dramáticamente, acerca del peli-
PRADO LA gro que el dictamen implicaba para las conquistas obtenidas en el régimen electoral vigente
jEFATURA DE LA desde 1912 en favor de la autonomía provincial y de la supervigilancia llevada a cabo por la Cor-
te Suprema; y anunciaron el retorno del desprestigiado sistema vigente hasta 1895 de las califi-
jUNTA DIRECTIvA caciones de credenciales por el mismo Parlamento sobre la base del precedente que se quería
DEL PARTIDO CIvIL establecer con el caso de la diputación por Lima.
AL SER La mayoría gobiernista llegó a aprobar en la Cámara de Diputados el proyecto de la comisión
electoral. En el senado la minoría oposicionista no dio quórum para las sesiones. A pesar de varias
DESIGNADO, EN tentativas, no pudo funcionar la segunda legislatura extraordinaria. Hubo quienes pensaron en
UNA ASAMbLEA, incorporar a los suplentes de los senadores pertenecientes a la minoría ausentista o en reducir el
quórum mediante el descuento, para su computación de las curules que habían quedado sin pro-
UN NUEvO veer. El presidente Pardo terminó por desechar toda medida prepotente; hizo una nueva convo-
PERSONAL catoria para las sesiones del Congreso en otra legislatura; y, en un gesto conciliador, facilitó que se
FAvORAbLE AL adaptara, como acuerdo interno de la Cámara de Senadores en la sesión del 17 de diciembre de
1917, una fórmula por la cual, de acuerdo con el derecho de la presidencia para disponer el orden
GObIERNO. de los debates sometidos a su juicio, fueran estudiados en las sesiones, de preferencia, el Presu-
RESULTó ELEGIDO puesto y las leyes de carácter económico y, en general, los asuntos de interés nacional. Así pudo
PRESIDENTE instalarse al fin la legislatura. Sirvió como gestor visible de la armonización entre la mayoría y la
minoría el presidente del Senado, José Carlos Bernales. Pardo, acusado muchas veces de intransi-
áNTERO gencia, prestó de esta manera su consentimiento directo o indirecto a una solución que normalizó
ASPíLLAGA, la vida de aquella Cámara. Lima quedó sin los dos diputados que debieron ser elegidos en 1917.
Más tarde, el Senado, en lugar de revisar el proyecto de la Cámara de Diputados, optó por
qUIEN hAbíA reformar la ley electoral adicionándola y otorgando a la Corte Suprema la potestad de hacer los
PERTENECIDO AL escrutinios; y en un artículo final del mismo proyecto dispuso que el proceso electoral de Lima se
GRUPO DE sujetara a estos nuevos dispositivos. El presidente de la Comisión Electoral de la Cámara de Dipu-
tados pidió informe a la Corte y este tribunal declaró que no se creía facultado para hacer escruti-
LOS AMIGOS nios, de acuerdo con la Constitución. La Cámara de Diputados ya no se pronunció sobre el asunto.
POLíTICOS
DE PRADO (...) la coRtE SupREMa y laS ElEccIoNES paRlaMENtaRIaS DE 1917.- La Corte Supre-
ma no llegó, pues, a conocer del proceso electoral de Lima en 1917, pero resolvió acerca de 63
en otras provincias y departamentos. Para decidir sobre la validez o nulidad de las elecciones de
representantes había trabajado en 1913 algo más de dos meses, y en 1915, tres; pero en 1917 se
consagró a esta tarea desde el 14 de junio en que tuvo lugar la primera audiencia hasta el 26 de
diciembre en que se pronunció el último fallo, sin descuidar por ello el despacho ordinario.
En su memoria leída en la apertura del año judicial de 1918 el presidente de la Corte, Adolfo
Villa García, expuso algunos conceptos sobre modificaciones y aclaraciones que podían hacerse
en la ley electoral. Especial atención dedicó a la asamblea de mayores contribuyentes e insinuó
que las listas con los nombres de estos fuese formada por una junta compuesta por el presidente
del Tribunal Mayor de Cuentas, el director de la Beneficencia y el decano de una de las facultades
universitarias; y agregó que debía haber tiempo antes de las elecciones para resolver los reclamos
presentados. También sugirió normas para garantizar la reunión legal de las juntas. Denunció, a la
vez, como una corruptela, la práctica de completar el personal de las Cámaras cada bienio con
suplentes elegidos antes, por haberse anulado las últimas elecciones. Pidió que el tribunal pudiera

196 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


apreciar como jurado las pruebas producidas tan solo sobre las causales de nulidad taxativamen-
te enumeradas. Llamó la atención acerca del celoso respeto evidenciado en los fallos producidos
hacia el requisito de residencia de los candidatos, cuyo rigor había sido antes aflojado. Como com-
plemento de la acción que ejercía la Corte en la vida política y en resguardo de su independencia,
pidió la elección de los vocales y fiscales a propuesta en terna doble por ella misma.
7 FEbRERO
1917
[ españa ]

UN SUbMARINO
ALEMáN hUNDE LA
[ III ] EMbARCACIóN
la DIMISIÓN DE MalDoNaDo RElacIoNaDa coN El pRoBlEMa DEl auMENto
DE loS SuElDoS poR El lEGISlatIVo.- En enero de 1918, durante el debate del pliego PERUANA LORTON,
de Hacienda del Presupuesto, varios diputados pidieron aumentos e inclusiones de partidas y su EN EL MAR
colega Carlos Borda afirmó que podían exigir lo que suplicaban; y para dar el ejemplo, solicitó a CANTábRICO, AL
su vez, el aumento de los sueldos del Cajero Fiscal y de los auxiliares de la Sección Aduanas. El
ministro Baldomero Maldonado sostuvo la tesis de que la iniciativa en todo lo relacionado con
NORTE DE ESPAñA.
la ley de Presupuesto correspondía al Ejecutivo. Se produjo un diálogo agrio entre él y Borda. El EL SUbMARINO SE
24 de enero fue presentada a la Cámara una moción en el sentido de que la iniciativa del Poder ACERCó A LA LORTON
Legislativo no reconocía taxativa alguna en el momento de discutirse el Presupuesto. No llegó a
ENARbOLANDO UNA
ser puesta al voto; pero su texto quedó en el acta. El 24 renunció Maldonado. Afirmó en la nota
respectiva que había creído siempre que la iniciativa presupuestal era propia y exclusiva del bANDERA FRANCESA,
Poder Ejecutivo, que no podían alterarse las partidas sustentadas por leyes si previamente no DESEMbARCó A LA
habían sido modificadas estas y que no era conveniente, sin consultar primero la jerarquía o la
TRIPULACIóN y A LOS
igualdad de los empleos públicos, alterar en forma parcial los sueldos pertenecientes a ellos.
Expresó, al mismo tiempo, su propósito de evitar que la discrepancia esterilizara la labor de la PASAjEROS, y LANzó
legislatura hasta el extremo de obstruir la aprobación del Presupuesto. LUEGO vARIOS
Sin voto concreto, predominó en la Cámara el criterio opuesto al de Maldonado. El Comercio TORPEDOS, hASTA
del 25 de enero de 1918 se refirió al problema de Derecho constitucional y administrativo invívi-
to en este asunto. Había surgido este debate, lejos de consideraciones políticas o personales o hUNDIR LA NAvE.
de una situación peculiar a aquella legislatura. Se derivaba de consuetudinarias prácticas parla- LOS vECINOS DE LA
mentarias al extremar el ejercicio de funciones no mecánicas sino deliberativas y libres tratándo- LOCALIDAD
se del Presupuesto que, así resultaba sometido a necesidades circunstanciales o privadas.
Encargado de la cartera de Hacienda el jefe del Gabinete Francisco Tudela y Varela, acudió a
ESPAñOLA
una interpelación en las sesiones de la Cámara de Diputados del 20 y 21 de febrero de 1918 DE SUANCES
cuando se discutía el pliego de Hacienda y afrontó con entereza los ataques de la oposición. SOCORRIERON A
Germán Arenas pasó de la cartera de Gobierno a la de Hacienda el 26 de febrero de 1918. Fue
LOS NáUFRAGOS.
nombrado ministro de Gobierno Samuel Sayán y Palacios, de filiación liberal.

la JuNta DIREctIVa DEl paRtIDo cIVIl.- En marzo de 1918 perdió Javier Prado la jefa-
tura de la junta directiva del Partido Civil al ser designado, en una asamblea, un nuevo personal
favorable al Gobierno. Resultó elegido presidente Ántero Aspíllaga, quien había pertenecido al
grupo de los amigos políticos de Prado; pero se atribuyó al presidente Pardo el haberle persuadido
para que adopte una distinta posición. Desde entonces comenzó a hablarse de la candidatura a la
presidencia de la República, de Aspíllaga, si bien entre los dieciocho miembros de la junta, nueve
fueron clasificados como “bloquistas”, es decir netamente pardistas, y los nueve restantes no todos
fueron considerados como resueltos a prestar a dicha candidatura una adhesión inconmovible.

El aRDoRoSo DEBatE paRlaMENtaRIo SoBRE la lEy DE FERRocaRRIlES.- La


legislatura de 1917 alcanzó momentos de alta tensión con motivo del debate sobre la ley de

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 197


[1] El pRESuNto
aSESINo DE GRau.
adrián Moreno,
subprefecto de
palcaro, donde fue
asesinado Rafael
Grau, y enemigo
político del joven
diputado, fue
apresado tras su
muerte. aquí, lo
vemos al ser
conducido por dos
gendarmes a la cárcel
local (2). En la otra
fotografía, se ve el
multitudinario
homenaje que dio el
callao a los restos de
Grau. El ataúd
aparece aquí frente a
la iglesia matriz del
puerto (1).

[2]

198 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


ferrocarriles. Un proyecto inicial surgió en el Senado para votar en el Presupuesto General de la
República la suma de 500.000 libras destinadas a la construcción de determinadas líneas. Apro-
bado en esa Cámara, pasó a la de Diputados. En ella se produjeron notorios desacuerdos. No
los orientó la bandería política sino distintos criterios técnicos y, sobre todo, consideraciones EL CONSEjO DE
regionalistas o localistas. También hubo la impresión de que la suma antedicha no iba a poder MINISTROS NO
ser consignada en el Presupuesto, tesis conser vadora que anunció el ministro de Hacienda Bal-
domero Maldonado, o de que iba a herir otras partidas en las que tenían interés los diputados. SOLO ACORDó
Para salir de la desorientación que se produjo, quedó acordado, extraoficialmente, llevar a cabo vETAR LA LEy DE
una reunión en la sala de la presidencia y allí, con la participación de los ministros Escardó y
Maldonado, pudo llegarse a un arreglo. Pero en la sesión de la tarde, sea por el ambiente de
FERROCARRILES
libertad parlamentaria entonces reinante, o por las nuevas demandas y perspectivas que sur- SINO, ADEMáS,
gieron, o por la intensa oposición de Alberto Ulloa que no había estado presente en la reunión PRESENTAR UN
de la mañana, o por las razones nuevas que adujo José Balta, se encendió un apasionado deba-
te. Por fin se aprobó una ley que votaba 200.000 libras para la construcción de tres ferrocarriles PROyECTO
considerados como de urgente necesidad; consignaba en seguida 20.000 libras para estudios y SUSTITUTORIO
dedicaba, además, el superávit del ejercicio para 1918 y la mayor suma de los nuevos impuestos
hasta la concurrencia de 280.000 libras para diversas líneas férreas. Pero el Senado, en sesión de
qUE FUE ENvIADO
2 de enero de 1918, desechó el proyecto aprobado en Diputados y acordó, en consecuencia, A LA CáMARA DE
insistir en su primitiva resolución. SENADORES.
El Congreso, en la segunda legislatura extraordinaria de 1917, dedicó al asunto las sesiones
del 1°, 2 y 4 de marzo de 1918. El resultado de la votación fue 61 sufragios a favor de la insistencia
ESTA CáMARA
del Senado y 46 en contra. Los dos tercios eran 72 votos. Como la insistencia no había obtenido INTERPELó A
sino 61, quedó desechada. La decisión que aquí adoptó el presidente del Congreso Juan Pardo LOS MINISTROS
fue la que se había seguido durante varios años, a pesar de que los legisladores en 1863 acorda-
ron que para sancionar una ley en los casos en que los votos de ambas Cámaras no coincidieran, DE FOMENTO y
se requería que obtuviese la conformidad de los dos tercios presentes; en el mismo sentido exis- hACIENDA
tía un proyecto aprobado por el Senado en 1897 a iniciativa de Manuel Candamo y otros civilis-
tas prominentes. En 1918, sin embargo, a pesar de todo ello dicha Cámara se conformó con el
ESCARDó y
resultado y acordó considerar como redacción de la ley sancionada la del proyecto sancionado ARENAS EN LAS
en Diputados y comunicar este hecho a la colegisladora a fin de que aquella fuese remitida SESIONES DEL 10
inmediatamente al Poder Ejecutivo.
Pero el Poder Ejecutivo vetó la ley. Si el proyecto del Senado no contó con su aquiescencia y 11 DE AbRIL
por la cuantía de la suma que consignaba en el Presupuesto, tampoco se conformó con el de la DE 1918.
otra Cámara. El ministro Escardó justificó su actitud, en aparente contradicción con su actitud en
los arreglos oficiales y extraoficiales que allí tuvieron lugar, aclarando que, una vez votado el pro-
yecto al que había prestado su conformidad, se presentaron una serie de adiciones, motivadas,
sin duda, por razones regionalistas y localistas, sin la presencia de los ministros, adiciones que
fueron aprobadas y pasaron a formar parte del respectivo texto. Manifestó, en especial, su discre-
pancia con el ferrocarril de Menocucho a Quiruvilca, con el de Chilete a Cajamarca y con el Jatun-
huasi. Tampoco estuvo de acuerdo con los artículos sobre los trabajos para los años de 1918 y
1919 y calificó como imprecisos muchos de los términos de la ley.

la DIMISIÓN DEl GaBINEtE tuDEla y El pRoBlEMa coNStItucIoNal DE la


INSIStENcIa EN uNa lEy.- El Consejo de Ministros no solo acordó vetar la ley de ferrocarriles
sino, además, presentar un proyecto sustitutorio que fue enviado a la Cámara de Senadores. Esta
Cámara interpeló a los ministros de Fomento y Hacienda Escardó y Arenas en las sesiones del 10
y 11 de abril de 1918. Después de haber sido ellos llamados para discutir las observaciones del
Ejecutivo a la ley de ferrocarriles; y en su presencia, por una rígida interpretación del texto de la

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 199


MARzO
1917
[ rusIa ] 8
ESTALLA LA
Constitución, el Senado votó en la sesión del 11 de abril, a favor de la insistencia en el primitivo
proyecto, o sea desechó dichas observaciones sin discusión previa. El Gabinete Tudela renunció
al día siguiente.
En una nota personal, Tudela expresó que la insistencia en sí no era motivo suficiente para
hacer dimitir al Gabinete pues no existía desacuerdo sobre las normas principales de la política
ferroviaria; pero que la interpretación del artículo constitucional sobre este problema hecho por
REvOLUCIóN RUSA. ESE la Cámara de Senadores no armonizaba con el criterio del Ejecutivo. El Senado había reconocido
MISMO DíA, EL zAR la necesidad de modificar la ley; pero, como buscaba el pronto cumplimiento de ella, ratificó su
aprobación, es decir optó por la insistencia. Si las observaciones hubiesen sido aceptadas, el pro-
NICOLáS II ES yecto sustitutorio no habría podido ser debatido de inmediato, pues (dentro del concepto pre-
DERROCADO y dominante en la Cámara) era preciso aplicar el artículo 70 de la Constitución de 1860 según el
DETENIDO jUNTO A SU cual, en estos casos, reconsiderada una ley, no podía volver a ser discutida hasta la siguiente
legislatura. Tudela, por el contrario, aseveraba que la nota que devolvió la ley de ferrocarriles no
FAMILIA. A ESTA tenía como finalidad impedir su sanción sino solo modificar algunos de sus artículos sin tocar sus
REvUELTA, qUE esenciales objetivos, por lo cual correspondía aplicar aquí el inciso 1° del artículo 59 de la Carta
TERMINó EL 12 DE concerniente a la facultad del Congreso para modificar las leyes promulgadas, que implícitamen-
te se refería también a las leyes no promulgadas.
MARzO, SE LE LLAMó
El Comercio en su editorial del 25 defendió la doctrina adoptada por el Senado. De acuerdo
REvOLUCIóN DE con ella, observada una ley, no cabe sino reconsiderarla con las observaciones hechas y, si no
FEbRERO (PORqUE fuese aprobaba, prescindir del asunto hasta una próxima legislatura. Sostuvo para ello que el
veto no puede tener otra finalidad que la anulación de la ley observada y que cuando el Ejecu-
OCURRIó EN ESE MES,
tivo quiere tan solo enmendarla no le queda sino el recurso de hacer la promulgación respectiva
SEGúN EL CALENDARIO y presentar luego un proyecto modificatorio, pues no cabe modificar sino lo que existe y una ley
GREGORIANO). EN no promulgada no existe constitucionalmente.
OCTUbRE DE 1917, SE
LLEvó A CAbO LA El SEGuNDo GaBINEtE tuDEla.- Surgida así la crisis por una cuestión doctrinaria sin que
REvOLUCIóN se hubiese planteado la desconfianza o la censura del Parlamento al Ministerio, las juntas direc-
bOLChEvIqUE O tivas de los partidos civil y liberal manifestaron la conveniencia de que Tudela siguiese en sus
funciones. Según el diario de oposición El Tiempo, contribuyeron a que se presentara esta fórmu-
REvOLUCIóN DE la la dificultad del Presidente para satisfacer de otra manera a los diversos círculos de sus amigos,
OCTUbRE, qUE el propósito de evitar la caída de Tudela y el deseo de los liberales de mantener sus posiciones,
ESTAbLECIó EL ESTADO sobre todo la cartera de Gobierno.
El 27 de abril de 1918 la solución de la crisis consistió en la ratificación del mismo Gabinete
COMUNISTA y MOTIvó
excepto solo los ministros de Hacienda y Fomento Arenas y Escardó. Asumió el portafolio de
UN GRAN CAMbIO Hacienda el diputado civilista Víctor M. Maúrtua, y el de Fomento el senador del mismo partido,
ESTRUCTURAL EN Clemente Revilla.
RUSIA. vLADIMIR LENIN
FUE ELEGIDO COMO EL El pRoBlEMa FERRocaRRIlERo EN la lEGISlatuRa DE 1918.- El presidente José
PRIMER jEFE DEL Pardo se ocupó de la ley de ferrocarriles en su mensaje del 28 de julio de 1918. Anunció el envío
GObIERNO al Congreso, por el ministro de Fomento, de un nuevo proyecto de contextura técnica y econó-
mica. En cuanto al primer aspecto, insistió en la necesidad de concentrar la acción y los fondos
bOLChEvIqUE. en las direcciones principales indicadas por los grandes intereses nacionales, evitando la interfe-
rencia de expectativas respetables pero de menor importancia, el afán de conciliar intereses que
ya había llevado al Congreso, en la ley observada, “a formular un programa irrealizable”. Planteó,
una vez más, la necesidad de “un programa sobrio y claro” en el que se invirtieran “con energía
inflexible” las rentas señaladas; en caso contrario, ninguna línea podría terminarse ni hacer nada
que significara un progreso efectivo. Señaló la prioridad de las vías de Huancayo al Cuzco,

200 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 38 ]


Chimbote, Recuay y otra “que una un puerto o una estación de ferrocarril con un puerto sobre
un río que sea navegable todo el año en la región oriental”, agregó, además, la prolongación del
ferrocarril de Chilete a Magdalena. Entró en detalles sobre financiación del programa así esboza-
do y sobre las seguridades que debía prestar. vARIAS vECES,
He aquí una muestra fidedigna de lo que fue la mentalidad de José Pardo como hombre de A TRAvéS DE
gobierno y que contrasta nítidamente con la de Leguía. Lo que ocurrió en seguida es también
una cosa representativa de su época, a diferencia del cuadro que caracterizó al período siguien- DISTINTOS
te. Enviado por el ministro de Fomento Clemente Revilla a la Cámara de Diputados el proyecto REGíMENES,
que anunciara Pardo, ella, consecuente con su actitud anterior, solo aprobó la última parte, o sea
la que versaba sobre la financiación de los ferrocarriles. Se trata con más detalle del mismo asun-
EL CONGRESO
to en el capítulo sobre el Ramo de Fomento en este período. CREó O UbICó
PROvINCIAS PARA
[ IV ] FAvORECER LOS
laS cREacIoNES polítIcaS DE pRoVINcIaS.- Varias veces, a través de distintos regíme- INTERESES
nes, el Congreso creó o ubicó provincias para favorecer los intereses electorales de determinados
partidos o personas, utilizando el precepto constitucional de que toda provincia tuviera repre-
ELECTORALES DE
sentación parlamentaria. DETERMINADOS
Uno de los casos típicos que escondieron esta clase de maniobras dio origen a la ley N° 2346 PARTIDOS O
de 20 de noviembre de 1916 que creó en el departamento de La Libertad la provincia de Caja-
marquilla con el fin de asegurar una curul a Manuel B. Pérez, persona importante dentro de la
PERSONAS,
mayoría parlamentaria; y otro análogo vino a ser el de la ley N° 2335 de 10 de noviembre de 1916 UTILIzANDO EL
según la cual la provincia de Cajatambo debía depender en lo administrativo, político y judicial PRECEPTO
no del departamento de Áncash sino del departamento de Lima, con lo cual se quiso ayudar a
Felipe Barreda y Laos. CONSTITUCIONAL
DE qUE TODA
PROvINCIA
TUvIERA
REPRESENTACIóN
PARLAMENTARIA.

[ CAPÍTULO 38 ] PERÍODO 6 201


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 39 ● I El in­ci­den­te de Nues­ El Ga­bi­ne­te Are­nas ● IV El dis­tan­cia­mien­


tra Épo­ca y la re­nun­cia del mi­nis­tro La to en­tre el Par­ti­do Li­be­ral y el Go­bier­no
Fuen­te ● II El mo­vi­mien­to sub­ver­si­vo de ● El ho­mi­ci­dio frus­tra­do de Au­gus­to Du­

An­cón. La pro­tes­ta es­tu­dian­til por la sus­ rand en Pun­ta de la Es­pe­ran­za ● El Ga­bi­


pen­sión de ga­ran­tías y el mi­nis­tro Sa­yán ne­te Zu­loa­ga ● V Las fa­cul­ta­des le­gis­la­
y Pa­la­cios ● III La di­mi­sión del se­gun­do ti­vas de los Con­gre­sos ex­traor­di­na­rios ●
Ga­bi­ne­te Tu­de­la. Tu­de­la y su an­te­ce­sor ● VI El Par­ti­do Na­cio­nal De­mo­crá­ti­co.
LA FASE FINAL DEL SEGUNDO GOBIERNO DE JOSÉ PARDO.
Política interna. Gabinetes: Tudela 2do., Arenas y Zuloaga

CAPÍTULO
39
[ ]
E
[I]
l INcIDENtE DE NuEStRa Época y la RENuNcIa DEl MINIStRo la FuENtE.- El 22
de junio de 1918 comenzó a aparecer Nuestra Época, periódico de crítica política y social dirigido
por José Carlos Mariátegui. El contenido de esta publicación no tenía carácter literario y se inspi-
raba en el estilo y las características polémicas de las revista España editada entonces en Madrid
por Luis Araquistaín. Sus artículos principales parecían querer contribuir a la formación de un
futuro partido socialista.
Entre los artículos de Nuestra Época hubo uno, firmado por Mariátegui, con un análisis acerbo
del ejército. Mariátegui se declara resueltamente adverso a una política de armamentismo y de
militarización del país. Reservaba frases despectivas para jefes y oficiales, pues creía ver en ellos
elementos de inferioridad personal y social. Recordaba los tiempos en que quien tenía un hijo
bribón, desalmado o idiota lo ponía en el cuartel. Decía que los peruanos no quieren ser solda-
dos. Hacía aparecer a la institución castrense peruana poco menos que como una burocracia
armada de ganapanes y fracasados. Censuraba la intervención del ejército en la vida pública y
denunciaba el hecho de que él se preocupara menos de su progreso interno que de las situacio-
nes y expectativas que de la política podían derivar.
El ar tículo de Mariátegui fue tétrico, precipitado e injusto. El Perú tenía que preocuparse
de armarse y militarizarse porque estaban vivos varios problemas de límites y más de un veci-
no habría aprovechado cualquier ingenuo afán de desarme, por lo demás, no puesto en
práctica entonces por ningún Estado del mundo. Desde la época de Piérola la Escuela de
Chorrillos suministraba una educación técnica y disciplinaria severa más auténtica, en con-
junto, que la de otros establecimientos de enseñanza superior. Había un abismo entre el
ejército institucional moderno y el antiguo. Si las altas clases no sentían vocación por la carre-
ra de las armas, tampoco la tenían para el clero y esta crisis era dañina para ellas, más que
para aquella, exponente de una clase media de genuina raíz nacional. Favoritismos, influen-
cias políticas y otra circunstancias mediaban para impedirle obtener todo el realce que mere-
cía; pero de análogas taras sufrían también los otros grupos y sectores de la vida nacional. Y
en cuanto a la inter ferencia en la vida pública, Mariátegui señalaba una tendencia auténtica;
pero conviene recordar otra vez que quienes en aquella época la acentuaban, con tentacio-
nes reiteradas, eran los civiles.
Un grupo de jóvenes oficiales, en vez de exigir por otros medios la reparación del honor mili-
tar y el restablecimiento de los fueros de la verdad, irrumpió en la imprenta de El Tiempo el 24 de
junio de 1918 y ultrajó a Mariátegui. Este acto presentó todos los caracteres de un hecho de
ofuscación inconveniente y condenable. El 26 del mismo mes tuvo lugar una manifestación de
solidaridad institucional organizada por los oficiales, con expresiones de adhesión al Gobierno y
en ella participó el presidente Pardo en cuyo discurso se reflejó el hondo resquemor que sentía
ante la violenta campaña contra él y su régimen sistemáticamente seguida por El Tiempo. El mis-
mo día renunciaron el ministro de Guerra coronel César A. La Fuente y el jefe de Estado Mayor
coronel Manuel María Ponce a quienes, según parece, disgustaron los acontecimientos que se
habían producido. Reemplazó a La Fuente, el coronel Andrés Cateriano, intendente de Guerra; a

204 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 39 ]


Ponce, el coronel Pedro Martínez, y a Cateriano, el coronel Juan C. Díaz. Nuestra Época dejó de NuEStRa Época
publicarse después del segundo número que apareció el 6 de julio de 1918.

[ II ]
El MoVIMIENto SuBVERSIVo DE aNcÓN. la pRotESta EStuDIaNtIl poR la SuS-
pENSIÓN DE GaRaNtíaS y El MINIStRo SayáN y palacIoS.- El 22 de agosto de 1918
se produjo un movimiento subversivo militar en Ancón con un batallón de zapadores al mando
del comandante Armando Patiño Zamudio. No se ha estudiado este episodio en el que, según
parece, intervinieron, desde lejos, el general Andrés A. Cáceres, jefe del Partido Constitucional y
Arturo Osores, prominente miembro de dicho partido.
El Parlamento aprobó sin demanda del Gobierno, la ley N° 2767 de 23 de agosto que declaró
en suspenso, por dos meses, las garantías individuales. Surgió la protesta de los universitarios
contra esa ley y el local de la Federación de Estudiantes, en el Palacio de la Exposición, fue alla-
nado en el curso de una sesión por gendarmes y policías en la noche del 28 de agosto, produ-
ciéndose un choque. En los días siguientes la efervescencia juvenil se exteriorizó en un ataque al Esta publicación,
domicilio del diputado Manuel B. Pérez, dirigente de la mayoría parlamentaria gobiernista, así denominada “Revista
como también en manifestaciones ruidosas frente al Palacio presidencial. política y literaria”,
Manuel B. Pérez representaba a la provincia de Cajamarquilla, creada especialmente para él. apareció el 22 de junio
Bajo de estatura y obeso, con su silueta se ensañaban los caricaturistas. Sus intervenciones par- de 1918 en la ciudad de
lamentarias eran lo opuesto a la elocuencia florida y galana, a la dialéctica exhaustiva, a la pasión lima. Su director fue
vociferante. Rompían la tradición de gravedad, retórica y presunción que ha caracterizado a la José carlos Mariátegui y
oratoria peruana. Resaltaban por su índole campechana, sus comentarios graciosos, sus razones entre sus redactores se
mondas y lirondas en las que se percibía el eco de la filosofía rústica latente en los adagios, pro- encontraban abraham
verbios, aforismos, dichos y apotegmas antiguos y modernos que atesora nuestro idioma. A todo Valdelomar, percy
ello agregó su experiencia parlamentaria, pues ingresó combativamente a la Cámara de Diputa- Gibson y Félix del Valle,
dos en 1895 y su experiencia como abogado y como funcionario, pues trabajó muchos años en entre otros. En la
la Beneficencia Pública de Lima y tuvo a su cargo una de las sindicaturas de la Municipalidad. Lo primera edición de
mismo podía participar, con esas características, en un debate sobre el Presupuesto o sobre la ley Nuestra Época,
contra el agio y la usura o sobre impuestos y, sobre todo, en las cuestiones políticas candentes, Mariátegui afirmó que la
entre las que descollaron los procesos electorales de 1917 y la suspensión de las garantías indi- línea editorial del medio
viduales. Manuel B. Pérez tenía, además, a su cargo la cátedra de Historia de la literatura castella- tenía como premisa decir
na en la facultad de Letras de la Universidad de San Marcos y atraía a gran cantidad de estudian- la verdad. añadía además
tes propensos a la algazara cuando se ocupaba con singular deleite, del Libro del buen amor del que: “aunque somos
Arcipreste de Hita y de otras obras de carácter escabroso. literarios, no haremos
El 2 de setiembre de 1918 renunció el ministro de Gobierno Samuel Sayán y Palacios. El Tiem- literatura en la política,
po, con duras frases para los hombres del régimen en general, reconoció que la gestión de Sayán ni haremos política
no había sido desatenta ni odiosa. El Comercio tampoco encontró culpabilidad directa del minis- en la literatura”.
tro en los actos de innecesaria violencia practicados con los estudiantes; pero lo halló, parlamen- Solo aparecieron
taria y políticamente, responsable por no haberlos previsto y por no haber tenido subordinados dos números.
sagaces pues ya que estaba suspendido el derecho de reunión pudo haberse negado el permi-
so para la sesión estudiantil o limitarse la policía a cuidar el orden. Reemplazó a Sayán, Clemente
Revilla. Ministro de Fomento fue nombrado Manuel Vinelli, miembro del Partido Liberal.
Entre los puntos incluidos por los facciosos en su manifiesto estuvieron: la disolución de los
Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además “declarar la guerra al Imperio alemán y sus alia-
dos; enviar un saludo a los pueblos aliados y en especial a Bélgica; entregar todos los buques
nacionales a Estados Unidos; y enviar una división para que se batiera contra las tropas de los
imperios centrales”. Parece que los jefes del movimiento tenían adhesión política al ex presiden-
te Augusto B. Leguía. Felipe Barreda y Laos denunció en la Cámara de Diputados que, entre los

[ CAPÍTULO 39 ] PERÍODO 6 205


MARzO
1917
[ perú ]
24 documentos encontrados al dirigente insurrecto Humberto Negrón, de quien se habla en segui-
da, estuvo una letra girada por él a cargo de la Peruvian Corporation, entidad inglesa a la que
acusó, además, de subvencionar la campaña del diario El Tiempo.
Patiño Zamudio se apoderó de la ciudad de Huacho después de un breve combate. Se supo-
ne que estuvo conectado con planes para análogas sublevaciones en otros lugares de la Repú-
SE FUNDA EN LA blica y, acaso, para un golpe de Estado en la capital; pero nada ocurrió. El jefe rebelde optó por
CIUDAD DE LIMA LA internarse en la dirección de Cerro de Pasco; y a los pocos días tuvo que capitular ante la van-
PONTIFICIA guardia de las fuerzas de Gobierno mandada por el capitán Abel Salazar y el mayor Alberto Sola-
ri. Conducido por tren a Lima, fue encerrado en las Casamatas del Callao y sometido a la justicia
UNIvERSIDAD militar. Entre sus colaboradores estuvieron Humberto Negrón, abogado y periodista que en 1917
CATóLICA, POR había sido elegido diputado suplente por Pacasmayo, y los señores de las Casas y Zamudio. La
INICIATIvA DEL Cámara respectiva autorizó que Negrón fuese sometido a juicio. Prisionero, fue remitido a la cár-
cel de Guadalupe y luego al hospital de San Bartolomé, de donde logró evadirse.
SACERDOTE FRANCéS Con motivo de haber sido debelado el movimiento subversivo de Ancón, el presidente Pardo
jORGE DINTILhAC (1878- ofreció una recepción en el salón del Palacio de Gobierno a los jefes y oficiales del ejército y la
1947), qUIEN ASUMIó EL marina. Todo el elemento militar y naval acudió a manifestar al Jefe del Estado su adhesión y su
protesta por el levantamiento cuyo fracaso inducía a que se le calificara de “descabellado”.
RECTORADO. SU PRIMER
Un manifiesto del Partido Constitucional en octubre de 1918 señaló las dificultades y peligros
LOCAL ESTUvO UbICADO de la situación del país y tuvo un carácter amenazador para el orden público. Es muy probable
EN EL COLEGIO LA que este partido, y otros elementos políticos, siguieran conspirando entonces.
El 3 de setiembre de 1918 el ministro Samuel Sayán Palacios se dirigió al Congreso para que
RECOLETA, EN LA PLAzA
derogase la ley N° 2767 sobre suspensión de las garantías constitucionales. El Parlamento así lo
FRANCIA DEL CENTRO acordó por unanimidad en sesión de ese día.
DE LIMA. EN 1944 SE
TRASLADó AL FUNDO
[ III ]
PANDO, DONDE INICIó la DIMISIÓN DEl SEGuNDo GaBINEtE tuDEla. tuDEla y Su aNtEcESoR.- Al ter-
LA CONSTRUCCIóN minar el Congreso extraordinario de 1918 dimitieron, con fecha 26 de noviembre, Tudela y sus
DE UNA CIUDAD compañeros de Gabinete. La situación internacional del país se había complicado con las hosti-
lidades chilenas contra los peruanos de Tacna, Arica y Tarapacá. Tudela fue nombrado poco des-
UNIvERSITARIA, SU pués ministro plenipotenciario en Estados Unidos. La legación fue elevada a la condición de
SEDE ACTUAL.

jOSé CARLOS MARIáTEGUI (1894-1930)


EL IDEóLOGO y
ESCRITOR
MOqUEGUANO
REvOLUCIONó EL
D e muy pequeño, Mariátegui se trasladó con su
madre a Huacho, donde inició sus estudios prima-
rios. Tiempo después, debió mudarse a la capital
tras sufrir un accidente que lo dejó con un impedimento
para mover las articulaciones de la pierna izquierda. Se
PANORAMA CULTURAL y dedicó entonces de lleno a la lectura.
En 1909 ingresó a La Prensa. En 1911, con el seudónimo
POLíTICO AL PONER EN Juan Croniqueur, inició carrera como redactor cultural y de
DEbATE TEMAS DE LA eventos sociales. Cinco años después, pasó a El Tiempo y
REALIDAD NACIONAL. empezó a colaborar con varias revistas.

206 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 39 ]


embajada. Solo tenían entonces esa jerarquía entre las representaciones diplomáticas en los paí-
ses sudamericanos las de Argentina, Brasil y Chile.
Tudela, como ministro de Relaciones Exteriores, tuvo el gesto insólito de declarar que la
memoria sobre la gestión de la Cancillería en el año de 1916 expresaba conceptos personales CON MOTIvO
de su autor, Enrique de la Riva-Agüero. Resultó así claramente reconocido que los ministros DE hAbER SIDO
podían seguir su política propia, modificada al producirse un cambio en el Gabinete. El caso
motivó el comentario de José Matías Manzanilla en la sesión de la Cámara de Diputados del 10 DEbELADO EL
de enero de 1918. MOvIMIENTO
SUbvERSIvO DE
El GaBINEtE aRENaS.- La crisis provocada por la renuncia del segundo Gabinete Tudela se ANCóN, EL
prolongó durante tres semanas. Al fin quedó organizado el 18 de diciembre de 1918 el ministe- PRESIDENTE
rio que presidió Germán Arenas (Gobierno). Formaron parte de él, además: Arturo García Salazar
(Relaciones Exteriores), Ángel Gustavo Cornejo (Justicia e Instrucción), el general Juan M. Zuloaga PARDO OFRECIó
(Guerra), Héctor Escardó Salazar (Hacienda) y Manuel Vinelli (Fomento). Arenas, diputado civilista, UNA RECEPCIóN
volvía al Gobierno después de haber participado en él en 1917 y 1918. También tuvo una carte-
ra ministerial en el régimen de 1904-1908. Cornejo y Vinelli pertenecían al Partido Liberal y eran
EN EL SALóN DEL
senador y diputado respectivamente. La actuación política de Escardó estaba vinculada a su PALACIO DE
paso por el portafolio de Fomento en el primer Gabinete Tudela, al que también perteneciera GObIERNO A LOS
Arenas. Carácter técnico revestían los otros dos nombramientos: Arturo García Salazar era jefe del
Archivo de Límites y el general Zuloaga ejercía la dirección de la Escuela Militar.
jEFES y OFICIALES
El Comercio se lamentó en su editorial del 19 de diciembre de que el Presidente no hubiese DEL EjéRCITO y
podido, a causa de las circunstancias, efectuar una concentración de fuerzas políticas. En una LA MARINA.
hora grave de su existencia, agregaba, el Perú no contaba con un Gabinete que fuera símbolo de
la unidad patriótica necesaria; sin embargo, señaló el deber del país de apoyar al que se había
constituido. El Tiempo, entre numerosas críticas, expresó que los liberales y los civilistas no se
habían entendido en forma libre y directa sino que esa alianza funcionaba a través de la compla-
cencia de ambos partidos ante el Jefe del Estado; afirmó que la falta de orientación definida
frente a la sucesión presidencial era el motivo por el cual no se había obtenido un ministerio de
mayor calibre; y reveló que el presidente Pardo había sufrido hasta catorce rechazos en sus soli-
citudes ante distintas personas para que aceptaran carteras ministeriales.

En 1918 fundó con César Falcón la revista Nuestra Amauta, que reunió a una nueva generación de
Época, donde renunció a su seudónimo. Al año intelectuales. Dos años más tarde publicó 7 ensayos
siguiente, creó el diario La Razón, desde donde apo- de interpretación de la realidad peruana, un impor-
yó la reforma universitaria y las luchas obreras. Por tante análisis de la situación social, económica y
su apoyo a la huelga en pro del abaratamiento de las política del país. Es aún una fuente de referencia
subsistencias, La Razón fue clausurado y Mariátegui indispensable.
fue enviado a Italia acusado de “agente de propa- En sus últimos años, postrado en una silla de ruedas,
ganda periodística”. tuvo gran actividad política: fundó el Partido Socia-
En Europa, se acercó a la doctrina marxista. Regresó lista Peruano y en 1930, organizó la Confederación
al Perú en marzo de 1923. En 1926, fundó la revista General de Trabajadores del Perú.

[ CAPÍTULO 39 ] PERÍODO 6 207


NOvIEMbRE
1917
[ perú ]
4 [ IV ]
El DIStaNcIaMIENto ENtRE El paRtIDo lIBERal y El GoBIERNo.- Violencias ejer-
cidas en Huari, Parinacochas y Yauyos con motivo de la reunión de la asamblea de mayores con-
tribuyentes en daño de los candidatos del Partido Liberal fueron invocadas por los ministros
Cornejo y Vinelli para dimitir el 2 de marzo de 1919. En realidad, según El Tiempo, la verdadera
LA bAILARINA SUIzA razón fue el distanciamiento creciente que había surgido entre los liberales y el Gobierno con
NORkA ROUSkAyA motivo de la candidatura civilista de Ántero Aspíllaga a la presidencia de la República. El Tiempo
bAILA ENTRE LAS había publicado, pocos días antes, una información que daba a conocer el acuerdo de la direc-
tiva liberal de negar su apoyo a este caballero. En el diario aspillaguista La Ley, aparecieron unas
TUMbAS DEL notas sobre el fracaso político de los liberales y una declaración del ministro Arenas sobre su
CEMENTERIO GENERAL propósito de no introducir cambio alguno en la política electoral.
DE LIMA CON LA La Prensa, que era entonces diario de propiedad de Augusto Durand, elogió, en su editorial
del 23 de marzo, la rara lealtad y constancia en el apoyo del Partido Liberal al Gobierno con sacri-
MúSICA DE LA MARChA ficio de expectativas egoístas. En cambio, demandó que se respetaran sus posiciones parlamen-
FúNEbRE tarias y que factores extraños a las masas populares no mermasen su poder, pequeño pero
DE ChOPIN, legítimamente ganado en batallas democráticas. Los atropellos electorales requerían explicacio-
nes, según La Prensa, y el Presidente, a quien ponía al margen de sus críticas, había querido pro-
OCASIONANDO UN
mover un sincero estudio de la situación. Pero los intereses en juego, las violencias de un lado,
ESCáNDALO EN LA las astucias de otro, las provocaciones desmesuradas de la oposición, los ardides ocultos del
CIUDAD. EL hEChO FUE partido que vivía en las antesalas de Palacio y que tenía su agente en el ministro de Gobierno
habían echado a perder “toda esperanza de que los liberales readquiriesen sin peligro de su pro-
INCITADO POR UN
pia dignidad su situación”.
GRUPO DE bOhEMIOS El mantenimiento de la alianza entre el Partido Liberal y el Gobierno estuvo supeditado a la
CONFORMADO POR salida de Arenas de su portafolio. Al no producirse esta renuncia vino la ruptura.
jOSé CARLOS En su comentario editorial del 24 de marzo El Comercio calificó a la extinta alianza Civil-Libe-
ral, como un equilibrio de fuerzas políticas sin inteligencia verdadera; e insistió en la fragilidad de
MARIáTEGUI, CéSAR ese pacto expuesto a quebrarse con motivo de las elecciones, ya que ambos partidos se dispu-
FALCóN y OTROS taron el predominio pues, erradamente, fueron a ellas sin acuerdo previo. Concluía pidiendo que
jóvENES DEL MUNDO el Gobierno se formara con el apoyo de elementos políticos definidos y organizados.
Sin embargo, la recomposición del Gabinete solo fue parcial. Los nuevos ministros fueron
LITERARIO. jUNTO A LA únicamente Augusto Arrese Vegas (Fomento) y Federico Panizo (Justicia e Instrucción), este últi-
bAILARINA y AL mo, vocal de la Corte Superior de Lima. Ambos carecían de beligerancia política, sin bien Arrese
vIOLINISTA LUIS ejercía la diputación por Paita y era civilista. Panizo puso como condición para aceptar el porta-
folio que continuara la imparcialidad electoral del Gobierno.
CáCERES, LOS jóvENES
FUERON APRESADOS
POR LA POLICíA. El HoMIcIDIo FRuStRaDo DE auGuSto DuRaND EN puNta DE la ESpERaNZa.-
El 19 de abril de 1919 un grupo de malhechores pretendió victimar a Augusto Durand en el lugar
llamado Punta de la Esperanza, en Huánuco. El homicidio se consumó en la persona del súbdito
español Eduardo Atard y Serrano que acompañaba al caudillo liberal. Este salvó milagrosamente;
pero quedó herido de gravedad.
A primera vista tan execrable delito fue cometido por razones de carácter personal y lugare-
ño. Abundaron, sin embargo, las versiones de que tuvo contenido político. No faltaron quienes
creyeran evidentes los vínculos entre Luis G. Rivera, uno de los inculpados, con personajes del
leguiismo. Es probable, sin embargo, que los enemigos de Durand buscaran el contacto ulterior
con sus adversarios en el nivel nacional.
El juez de Huánuco, Óscar O. Chávez, ordenó la detención de nueve cómplices del atentado,
lo cual fue confirmado por el tribunal superior de Lima. Cuando se produjo la sublevación del 4
de julio de 1919, se apoderó de la prefectura de Huánuco el mayor Enrique Gómez. El flamante

208 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 39 ]


[1]

[2]

El movimiento subversivo de Ancón. El 22 de agosto de 1918, Ancón fue escenario de un


movimiento en protesta por la suspensión de las garantías individuales decretada por el
gobierno. En la revista Variedades N˚ªªº 547, se publicó la foto del sargento mayor Armando
Patiño Zamudio (izquierda), jefe de las tropas sublevadas, y la del prefecto de Lima, Alejandro
Arenas (derecha), quien encabezó a las tropas del gobierno (1). Tanto Patiño como Humberto
Negrón, otro dirigente de la revuelta, fueron luego apresados. En su poder se encontraron
diversos documentos que comprometían a Augusto B. Leguía. Aquí vemos su traslado del Callao
hacia Lima (2).

[ capítulo 39 ] período 6 209


ÓScaR MáVIla funcionario solicitó de Chávez la libertad de los nueve presos. Ante su negativa procedió de
(1876-1950) hecho. Estos individuos participaron, con Luis G. Rivera, en los desmanes que tuvieron lugar en la
celebración de la victoria leguiista. Más aún, Chávez fue obligado a abandonar Huánuco. Ya en
Lima, el juez depuesto consiguió que la Corte iniciara un proceso contra el mayor Gómez y que
ordenase su detención por la soltura de presos sometidos al Poder Judicial. El Gobierno amparó
a este jefe hasta que se dio una ley que cortó el juicio. Chávez abandonó entonces la magistratu-
ra. Gómez fue nombrado edecán del presidente Leguía, y Luis G. Rivera fue alcalde de Huánuco.
Tres expedientes se formaron entonces: los autos sobre homicidio de Durand y Atard, el juicio
incoado contra los que faltaron a la autoridad del juez Chávez y la causa que se inició contra el
prefecto Gómez. Habría que estudiarlos detenidamente para esclarecer estos asuntos; pero con-
viene distinguir entre la génesis del crimen de Punta de la Esperanza y la impunidad ulterior
concedida a los sujetos que quisieron asesinar al jefe del Partido Liberal, por quienes intentaron
destruir su diario La Prensa el 10 de setiembre de 1919, lo deportaron del país y trataron de hacer
el mayor daño posible a sus propiedades y a sus intereses. En estas últimas labores intervinieron
los asaltantes de Punta de la Esperanza.
El marino ayacuchano,
diputado por la provincia
de ucayali entre 1917 y El GaBINEtE ZuloaGa.- Inmediatamente después de conocerse en Lima la noticia del aten-
1918, asumió la cartera tado de Punta de la Esperanza, La Prensa atribuyó al ministro de Gobierno, Germán Arenas, respon-
de Gobierno en 1919, a sabilidad en él, por las garantías que había concedido antes a los agresores e hizo alusión a los
finales del gobierno de sangrientos sucesos que habían ocurrido a principios de aquel mismo año en Yauyos. Arenas, con
José pardo. Su gestión, motivo de estas críticas que, en su concepto, dañaban su reputación y para evitar el acrecenta-
sin embargo, se vio miento de la crisis política, renunció, no sin dejar constancia de que era notoria la participación de
interrumpida por el los parlamentarios liberales en el nombramiento de las autoridades del departamento de Huánu-
golpe de Estado de co. Sostuvo, además, que el proceso electoral se desarrollaba legalmente, pues adversarios del
augusto B. leguía, en Gobierno habían triunfado en diversas circunscripciones. El Comercio afirmó que, en un ambiente
julio de ese mismo año. sereno, la dimisión de Arenas no se hubiera producido, pues se derivaba de un crimen facilitado
Durante su juventud, por las diferencias sociales del país a cuyo amparo surgía el fenómeno del bandolerismo.
Mavila participó como Óscar Mavila, diputado por Ucayali, fue nombrado ministro de Gobierno el 26 de abril de 1919.
miembro de la marina en Mavila había servido con lucimiento en la marina y en el desempeño de importantes comisiones
el levantamiento de en el Oriente. Con este único cambio prosiguió en sus funciones el Gabinete bajo la presidencia
cartas geográficas del río del general Juan M. Zuloaga, que acompañó al presidente Pardo hasta el 4 de julio de 1919.
Marañón y sus afluentes,
y en combates contra
tropas ecuatorianas [ VI ]
entre 1903 y 1904. laS FacultaDES lEGISlatIVaS DE loS coNGRESoS EXtRaoRDINaRIoS.- En el ejer-
Realizó también las cicio de la Constitución de 1860 se hizo durante muchos años una norma el principio de que los
cartas geográficas del Congresos extraordinarios no podían ocuparse de otro objeto sino de los que el Poder Ejecutivo
río yavarí, que se fijó señalara en su convocatoria. A partir de 1895 comenzó a abrirse paso la teoría de la identidad de
como frontera con las legislaturas ordinaria y extraordinaria desde el punto de vista de las atribuciones de ellas.
Brasil (1904). El 10 de noviembre de 1917, la Cámara de Diputados, a pedido de Enrique Escardó Salazar,
obediente a la interpretación restrictiva, acordó recomendar al Gobierno el sometimiento a las
sesiones extraordinarias del proyecto que creaba un impuesto a los espectáculos públicos en
favor de la infancia desvalida. En la sesión del 6 de diciembre del mismo año se dio lectura a un
oficio del ministro de Gobierno en el que manifestaba que en vista de la importancia de los
asuntos sometidos a esa legislatura, el Poder Ejecutivo reservaba para otra oportunidad atender
a ese pedido.
En la legislatura de 1918 ya la Cámara de Diputados comenzó a asumir, por sí misma la tarea
de ampliar las facultades de los Congresos extraordinarios. Así, discutió asuntos no comprendidos

210 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 39 ]


en la convocatoria, tales como la incompatibilidad del mandato parlamentario con los empleos
en la Compañía Recaudadora, el premio al internacionalista argentino Estanislao Zevallos (que fue
aprobado), la concesión de la clase de general de brigada del Perú al general argentino Eduardo
Ruiz (también concedida entonces), el envío del transporte Iquitos a Nueva York (asimismo resuel- FRENTE AL
to), el reconocimiento de los títulos universitarios de los doctores Rodolfo Neuhaus y Ángel Paro- GObIERNO DE
di y el premio a Fermín Tangüis igualmente tramitados. Así, pues, la legislatura extraordinaria de
1918 estableció la jurisprudencia parlamentaria sobre la plenitud del derecho de iniciativa en esas PARDO EL
sesiones. Fue una victoria de la independencia y de la libertad del Poder Legislativo. “FUTURISMO”,
A TRAvéS DE
[ VI ] AISLADOS
El paRtIDo NacIoNal DEMocRátIco.- Algunos de los más connotados elementos jóve- MANIFIESTOS,
nes del Partido Demócrata, entre los que se destacaban Amadeo de Piérola, José María de la Jara
y Ureta, José Gálvez se unieron en 1915 con un grupo de otras promisorias figuras en el plano EXPRESó SU
intelectual y social que hubieran podido integrar una nueva generación dentro del civilismo (co- DESACUERDO
mo José Pardo y sus colegas en 1903 y en 1904) para formar un nuevo partido, el Nacional
Democrático, risueñamente apodado por Luis Fernán Cisneros “futurista”. Lo presidió José de la
CON ALGUNAS
Riva-Agüero, cuyo notable aporte para renovar los estudios históricos parecía acompañado por ORIENTACIONES
una innata aptitud directiva refrendada por el gesto de energía cívica contra el gobierno de DE CARáCTER
Leguía y a favor de los acusados por la revolución del 29 de mayo de 1909. El hombre de archivo
y aula parecía surgir a la vez como un ciudadano ejemplar, como personero de la conciencia de
hACENDARIO.
su generación, convertido en un fiscal y hasta en un guía de sus mayores. NO ACTUó, SIN
La declaración de principios del partido “futurista” empezaba con pesimistas consideraciones. EMbARGO, CON LA
Sus párrafos iniciales eran una lamentación ante el hecho de que la vida pública peruana se halla-
ra reducida “al personalismo más estrecho; a la mera intriga que ni siquiera suele ser ingeniosa; a ENERGíA, LA
una serie de tristes mezquindades; a la repetición monótona y desesperante de iguales inconse- TENACIDAD y LA
cuencias y de los mismos extravíos”. Predicaba luego la necesidad de formar partidos y atajar la
caída de las instituciones, las leyes, las garantías, la riqueza y las esperanzas del país. Pero si el
ELOCUENCIA DE
diagnóstico era severo y hubiese podido atraer el entusiasmo de cuantos querían una renovación UNA vERDADERA
nacional, la terapéutica propugnada pecaba de vaga o de poco fascinante en cuanto a su posible OPOSICIóN.
influencia multitudinaria. Los “futuristas” se limitaban a ofrecer “legalidad y economía”, reforma
constitucional y electoral, descentralización, legislación obrera, legislación tutelar indígena,
defensa de la integridad nacional y otras panaceas. No parecían haber hallado un deslumbrante
programa; pero se diseñaba la perspectiva de una acción concertada de la nueva generación
intelectual dentro de los cauces de un liberalismo legalista, progresista y moderado y parecía
surgir, sobre todo, una reserva política de excepcional capacidad cultural, espiritual y moral.
Frente al gobierno de Pardo el “futurismo”, a través de aislados manifiestos, expresó su desa-
cuerdo con algunas orientaciones de carácter hacendario. No actuó, sin embargo, con la energía,
la tenacidad y la elocuencia de una verdadera oposición. El descontento de la opinión pública se
fijó en quienes hablaban en un lenguaje más crudo, más fuerte, más apasionado, más cotidiano.
El Partido Civil y el régimen por él apoyado miraron con profundo y avizor recelo a la juvenil
agrupación. No tuvo ella voceros periodísticos. No intentó acercarse al pueblo. Y cuando algunos
de sus más destacados dirigentes buscaron curules parlamentarias, hallaron o creyeron hallar la
hostilidad de los llamados “elementos oficiales” y no entraron en una lucha que hubiera sido difí-
cil. El Partido Nacional Democrático quedó como un cenáculo, como un grupo selecto de per-
sonalidades prestigiosas cultural y socialmente, pero ajenas a las masas.
Cuando, a raíz del viaje voluntario de José de la Riva-Agüero a Europa en agosto de 1919, se
produjo una cordial polémica entre Luis Fernán Cisneros y José María de la Jara y Ureta acerca
del futurismo, Cisneros dijo: “Yo pensaba que un partido político se diferenciaba de un cónclave,

[ CAPÍTULO 39 ] PERÍODO 6 211


el pnd: ¿grupo de amigos
o partido pluriclasista?

De efímera
existencia, el
Partido Nacional
Democrático es el
N o ha si­do Ba­sa­dre el úni­co en
apun­tar, so­bre la cor­ta exis­ten­
cia del Par­ti­do Na­cio­nal De­mo­
crá­ti­co, el ca­rác­ter más bien ge­ne­ral y
po­co prác­ti­co de su pro­gra­ma, la re­la­ti­
ca­rac­te­ri­za co­mo par­ti­do mo­der­no, aje­
no al cau­di­llis­mo y a fi­nes es­tric­ta­men­
te elec­to­ra­les.

Aun­que es in­ne­ga­ble pa­ra Pla­nas que


centro de un va le­ja­nía res­pec­to de las ma­sas elec­to­ fue el nú­cleo uni­ver­si­ta­rio (maes­tros y
debate sobre su ra­les, la po­ca vo­lun­tad de di­fun­dir el alum­nos) el más re­pre­sen­ta­ti­vo, no fue­
idea­rio po­lí­ti­co de la nue­va agru­pa­ción ron pa­ra él las au­las can­te­ra ex­clu­si­va
verdadero
y el des­fa­se en­tre las as­pi­ra­cio­nes de los pa­ ra la cons­ truc­ ción del PND. Otros
carácter y metas. in­te­lec­tua­les y el ejer­ci­cio efec­ti­vo del miem­bros de la Ge­ne­ra­ción del 900 –
Aquí, dos visiones po­der. Luis Loay­za (So­bre el 900 [Li­ma: pe­rio­dis­tas, es­cri­to­res, li­te­ra­tos, abo­ga­
contrastadas Hue­so Hú­me­ro, 1990]) ha des­cri­to al do­res, his­to­ria­do­res, mé­di­cos, in­ge­nie­
sobre el tema. PND en es­tos tér­mi­nos: “un gru­po de ros, etc.– se afi­lia­ron tam­bién al Par­ti­do.
ami­gos sin mu­chos se­gui­do­res y sin Pe­ro ade­más, y es­ta es una de las te­sis
ver­da­de­ra or­ga­ni­za­ción na­cio­nal. [...] cen­tra­les de Pla­nas, fue el PND un par­ti­
des­de le­jos, es un ca­pí­tu­lo más en la do plu­ri­cla­sis­ta; en­tre sus miem­bros
his­to­ria de los in­te­lec­tua­les pe­rua­nos, con­tó a en­tu­sias­tas car­pin­te­ros, obre­ros,
en el fra­ca­so tan­tas ve­ces re­no­va­do de ar­te­sa­nos y agri­cul­to­res de dis­tin­tas par­
sus es­fuer­zos por in­ser­tar­se en la vi­da tes del país, re­gis­tra­dos en los ta­lo­na­rios
pú­bli­ca y par­ti­ci­par por el po­der” (p. de afi­lia­ción, y a quie­nes se di­ri­gie­ron
74). Más ade­lan­te, es­cri­be Loay­za que mu­chos de los dis­cur­sos fu­tu­ris­tas.
“Más que un par­ti­do –pa­ra lo cual les
fal­ta­ban se­gui­do­res, or­ga­ni­za­ción, con­ En 1916, a so­lo un año de ini­ciar sus ac­ti­
ti­nui­dad- fue­ron un gru­po ri­co en hon­ vi­da­des po­lí­ti­cas, los miem­bros del PND
ra­dez e in­te­li­gen­cia pe­ro sin pe­so po­lí­ti­ ha­bían lo­gra­do for­mar va­rios co­mi­tés
co (...)” (p. 76). pro­vin­cia­les y dis­tri­ta­les, que Pla­nas
re­cons­tru­ye. Las can­di­da­tu­ras fue­ron
En otra lí­nea, bus­can­do su­pe­rar los pro­pues­tas fun­da­men­tal­men­te des­de
cues­tio­na­mien­tos que des­de la épo­ca las res­pec­ti­vas cir­cuns­crip­cio­nes. Así, el
de su fun­da­ción se eri­gie­ron con­tra el PND con­tó con co­mi­tés en Cuz­co, Aya­cu­
PND, Pe­ dro Pla­ nas (El 900: ba­lan­ce y cho, Are­qui­pa, Ica, Án­cash, La Li­ber­tad,
re­cu­pe­ra­ción [Li­ma: CIT­DEC, 1994]) pro­ Piu­ra (1918), Li­ma, Ca­ja­mar­ca, Tac­na y
po­ne una re­cons­truc­ción dis­tin­ta del Ari­ca (pro­vin­cias “cau­ti­vas”), Tum­bes,
par­ti­do. Tra­ba­jan­do con los ta­lo­na­rios Pu­no, Apu­rí­mac y Lo­re­to. Fue­ron ob­je­ti­
de afi­lia­dos al Par­ti­do, la co­rres­pon­den­ vos prin­ci­pa­les de los co­mi­tés el cap­tar
cia de sus lí­de­res y otros do­cu­men­tos, adep­tos y el or­ga­ni­zar­se pa­ra las elec­
con­clu­ye que fue un pro­yec­to po­lí­ti­co cio­nes. El PND lan­zó can­di­da­tu­ras mu­ni­
ge­ne­ra­cio­nal de al­can­ce na­cio­nal, ci­pa­les y can­di­da­tos a di­pu­ta­dos (pro­
em­pe­ña­do en in­te­grar la éti­ca y la po­lí­ pie­ta­rios y su­plen­tes) pa­ra los ter­cios de
ti­ca, y no so­lo un gru­po de uni­ver­si­ta­ 1915, 1917 y 1919, así co­mo can­di­da­tos
rios des­pren­di­dos del vie­jo ci­vi­lis­mo. Lo a ocu­par una que otra se­na­du­ría.

212 período 6 [ capítulo 39 ]


de un club, de una academia o de un museo en su obligación de actuar en la política. Yo pensa- luIS FERNáN
ba que actuar era más que opinar. Como opinar no hay quien no opine, José María... Pero nunca cISNERoS
(1882-1954)
pudo metérseme en el seso que con opinar y firmar una opinión ya se estaba en la política mili-
tante. ¿No es preciso entonces, para hacer partido principista, por desinteresado que sea, luchar
por la prevalencia de tales principios? ¿Y no se lucha en la política conquistando votos?”.
Para un joven universitario de la alta clase social entre, más o menos, 1905 y 1911 el porvenir
del Perú era halagüeño: al civilismo tradicional entronizado en el poder por la circunstancia, que
creíase asegurada, de la paz pública irrompible, iba a reemplazar, tarde o temprano, la brillante
generación intelectual que Riva-Agüero acaudillaba. Ello parecía lógico, inevitable, conveniente.
Era como si, en una espiritualización de la oligarquía, reviviera la tesis de Bartolomé Herrera sobre
la necesidad de que gobernaran los inteligentes. Pero ese sueño resultó frustrado por la realidad.
Quienes lo habían albergado creyeron estar sufriendo una pesadilla con los sucesos que se esla-
bonaron a partir de 1919. No habían tomado en cuenta fuerzas más recónditas o profundas de
la vida peruana: el caudillaje, el militarismo, el crecimiento de las clases medias, el despertar de
las clases populares.

Nacido en parís
(Francia), el periodista
y diplomático dio el
nombre de “futurista”
a un nuevo partido
político que estuvo
conformado por amadeo
de piérola, José María de
la Jara y ureta, y José
Gálvez, entre otros.
cisneros ejerció el
periodismo en la prensa
(1903-1915) y luego en El
comercio (1917-1919). tras
la muerte de alberto
ulloa, cisneros asumió la
dirección de la prensa,
hasta su destierro por el
gobierno de leguía. En
esos años, vivió en
argentina, colaborando
con el diario la Nación.
tras el derrocamiento de
leguía, inició una intensa
vida diplomática en
uruguay (1933), México
(1939) y Brasil (1945).

[ CAPÍTULO 39 ] PERÍODO 6 213


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 40 ● I El hun­di­mien­to de re­la­cio­nes co­mer­cia­les con Chi­le ●


la Lor­ton Las ideas de En­ri­que de la
● Con­ver­sa­cio­nes so­bre un po­si­ble arre­
Ri­va-Agüe­ro so­bre la gue­rra eu­ro­pea glo pe­rua­no-chi­le­no ● La te­sis pe­rua­na
● La rup­tu­ra de re­la­cio­nes con Ale­ma­ de 1918 so­bre la so­lu­ción del con­flic­to
nia ●  Las na­ves ale­ma­nas ● II La ilu­sión con Chi­le ● El Pe­rú y la con­fe­ren­cia de
pe­rua­na an­te las doc­tri­nas de Wil­son Ver­sa­lles ● La de­man­da bo­li­via­na so­bre
y an­te la eta­pa pos­tre­ra de la Pri­me­ra Tac­na y Ari­ca ● La Li­ga de Na­cio­nes y
Gue­rra Mun­dial ●  La opo­si­ción a Par­ la pre­pa­ra­ción de la de­man­da pe­rua­
do y la Gue­rra Mun­dial ●  III Jo­sé Gar­ na ● V La vi­si­ta a Tum­bes del Pre­si­den­te
cía Cal­de­rón ● IV El rom­pi­mien­to de del Ecua­dor.
EL PERÚ ANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Y OTROS ASPECTOS INTERNACIONALES
DEL SEGUNDO GOBIERNO DE JOSÉ PARDO*

* La sección de este capítulo sobre el litigio con Chile ha sido enriquecida con documentos del archivo Felipe de Osma.

CAPÍTULO
40
[ ]
E
[I]
l HuNDIMIENto DE la loRtoN.- La Lor ton fue una barca inglesa que obtuvo un pasa-
vante provisional en abril de 1914 para un viaje a Estados Unidos, mientras estaba pendiente
la solicitud de su nuevo propietario, el súbdito italiano Domingo Loero, para que se le expi-
diese patente definitiva como nave peruana. Al volver de su expedición, que duró alrededor
de once meses, recibió la patente antedicha en marzo de 1915. El 24 de octubre de 1916 se
le otorgó nueva patente a favor de la casa peruana Rocca Miller, que la había adquirido. El 5
de ese mes salió del Callao y se le envió dicho documento a Iquique cuando cargaba nitrato
de soda para el puer to español de Pasajes al ser vicio de unos consignatarios yugoslavos. Un
submarino alemán hundió a la Lor ton en el mar Cantábrico, frente al puer to de Suances, el 4
de febrero de 1917. La Cancillería de Lima, a cargo de Enrique de la Riva-Agüero, envió una
protesta y exigió como reparación el saludo militar a la bandera del Perú por uno o más
buques de la marina imperial de guerra, la desaprobación de la conducta del comandante del
submarino y su sometimiento a una cor te marcial; al mismo tiempo, pidió para los damnifi-
cados el pago del valor estimativo del buque el día del hundimiento, el valor de las dos ter-
ceras par tes del flete del cargamento y una indemnización equitativa de los perjuicios sufri-
dos. La Cancillería de Berlín ofreció efectuar una investigación y prometió que si llegaba a
probarse que el hundimiento había sido causado por un submarino alemán en aguas espa-
ñolas, se darían explicaciones e indemnizaciones. Más adelante, en el curso de la correspon-
dencia diplomática surgida a lo largo de varios meses, el Gobierno imperial dejó constancia
de que la Lor ton había sido atacada por conducir cargamento de guerra y anunció que some-
tería el caso al juicio de un tribunal de presas. También ofreció la entrega de la bandera perua-
na de la barca hundida.
La oposición censuró acerbamente la conducta del canciller Riva-Agüero en el manejo de
este asunto. Lo criticó por haber dejado transcurrir demasiado tiempo desde la protesta del 7
de febrero hasta la segunda quincena de mayo con el motivo de recibir unos documentos; y
por haber redactado tardíamente el 30 de junio un memorándum al ministro del Perú en Ber-
lín para enviarlo por correo y no por la vía telegráfica y solo el 12 de julio. Hizo blanco de sus
ataques, asimismo, a Alejandro von der Heyde que ocupaba ad honórem ese cargo diplomá-
tico. Recibió von der Heyde el 8 y el 13 de agosto (cuando ya Tudela se había hecho cargo de
la Cancillería) instrucciones para rechazar el sometimiento del asunto de la Lor ton a un tribu-
nal de presas y muchos días después, el 21, con motivo de un cable al cónsul del Perú en
Amsterdam, se dio por recibido de dichos mensajes e indicó que no había llegado a su poder
el memorándum del 12 de julio. El 23 de agosto se le impar tió la orden de presentar la recla-
mación sin esperar el memorándum; el 28 se le comunicó la negativa de la Cancillería a admi-
tir el arbitraje; el 4 de setiembre le fueron dadas a conocer con todos los detalles las razones
que el Perú tenía para no aceptar el sometimiento de la controversia a un tribunal de presas;
y el 9 de setiembre se le requirió para que acusara recibo de los despachos a él dirigidos. Pero
solo el 12 dio cuenta de que le habían llegado esos despachos, menos el del 4 que era el más
interesante de todos.

216 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 40 ]


Von der Heyde tuvo la peculiaridad de no recibir las comunicaciones de más importancia
emanadas del Ministerio y fue siempre indispensable exigirle respuestas por el conducto del
cónsul en Amsterdam. Y el 22 de setiembre expresó que, por no haber llegado a su poder el [ 1917 mayo 3 ]
memorándum de la Cancillería, no había cumplido con la orden de presentar el ultimátum que
esta había formulado al ministro de Relaciones Exteriores de Alemania. El 29 de setiembre expli- El HuNDIMIENto DE la
có los motivos por los cuales había dejado, sin cumplimiento la orden de exigir una respuesta en loRtoN. El 3 de mayo
plazo perentorio; esa demanda, en su concepto, era ya inútil como lo era, asimismo, esperar el de 1917, el diario
término del plazo fijado porque el Gobierno imperial declaró que era absolutamente imposible El comercio publicó la
solucionar el conflicto en un lapso tan perentorio. versión de Frank J.
Habría que tomar en cuenta para emitir un juicio definitivo los procedimientos dilatorios y Sanders, capitán de la
evasivos de los diplomáticos de Berlín y los retardos causados por dificultades insalvables de lorton, sobre el
comunicación con la legación peruana en esa ciudad. hundimiento de la
embarcación peruana
en costas españolas:
laS IDEaS DE ENRIQuE DE la RIVa-aGÜERo SoBRE la GuERRa EuRopEa.- Enrique “un cañonazo alarmó á
de la Riva-Agüero explicó en su memoria como ministro de Relaciones Exteriores del Perú los los tripulantes de la
fundamentos de la política del Gobierno frente a la guerra europea: lorton. El capitán
a) Ella era una contienda entre grandes naciones y por grandes intereses sobre cuestiones interrogó al timonel y
extra-continentales, que no afectaban el honor de los países de América, ni sus intereses vitales; este le dijo que creía
b) La única excepción era la de Estados Unidos, por ser gran potencia, que llegó a entrar en que era un submarino.
la contienda después de esfuerzos de paz, en defensa de altos principios y porque su enorme El capitán Sanders no
comercio con Europa había sido gravemente perjudicado; creyó en el primer
c) Los países jóvenes y débiles, que solo sufrían daños indirectos, debían conservar una sen- momento que tal cosa
sata moderación y tenían otras vías, alejadas de la beligerancia, para lograr la satisfacción que se sucediera por tratarse
les debía en caso de agravio; de un buque neutral
d) Estos países, en la práctica, en verdad poco podían hacer con el abandono de la neutrali- (…). luego, (…)
dad en una guerra de la magnitud de la que estaba asolando a Europa, de suerte que su actitud acompañado por
no iba más allá de un apoyo moral y lo cuerdo y digno era no asumir actitudes belicosas; marineros peruano,
e) Este apoyo moral podía ser dado de todas maneras por declaraciones y protestas contra ecuatoriano y francés
actos inhumanos o no justificables; se dirigió al submarino
f ) Un extralimitarse lanzándose al campo de la no neutralidad podía traer peligrosas compli- llevando los papeles
caciones para las cuales no estaban preparadas las pequeñas potencias; que demostraban que
g) La beligerancia de los Estados Unidos no era un argumento contra la neutralidad de los era un barco neutral
países latinoamericanos que podían guardar una neutralidad benévola en vista de la solidaridad (...). ante la
continental y prestar a la gran República del norte los mismos servicios prácticos que si se asumía declaración, el
una actitud beligerante; comandante del
h) Urgía lograr una uniformidad de criterio en América Latina en materia de neutralidad. sumergible dijo que el
Antes de que los Estados Unidos entraran en el conflicto, podía ella ser panamericana, para cargamento de salitre
defender a todo el continente del azote de la guerra; después ella tenía que ser, aunque homo- era para Francia y que
génea, individual de las naciones neutrales de este hemisferio para hacer respetar sus derechos estaba destinado a
y poder tener el peso para una mediación. De allí que hubiera sido muy lamentable el fracaso de causar daño á
la conferencia americana de Buenos Aires que, defendiendo los altos principios de Wilson, habría alemania, y entonces
logrado fijar la posición eficaz y respetable de un grupo numerosos de países de esta área del ordenó al capitán que
mundo, quizás hasta de neutralidad armada frente a acciones que afectaran la soberanía de ellos, sacara su buque afuera
provenientes de ambos bandos (campaña submarina, listas negras); y lo abandonara, para
i) Era ingenuo y poco honroso querer plegarse a uno de los contendores porque se conside- echarlo a pique”.
rara que el triunfo iba a ser para él, pues en el caso de que efectivamente venciera, tendría graves
problemas que resolver y no se ocuparía en las –para él– insignificantes cuestiones de las peque-
ñas potencias que se les unieron.

[ CAPÍTULO 40 ] PERÍODO 6 217


ENERO
1918
[ ee. uu. ] 8
EL PRESIDENTE
la RuptuRa DE RElacIoNES coN alEMaNIa.- La conducta del canciller Francisco Tude-
la y Varela fue mucho más enérgica que la de su antecesor. Tudela otorgó una importancia deci-
siva al hecho de que Estados Unidos declarase la guerra a Alemania el 6 de abril de 1917.
En su memoria al Congreso de 1918 declaró Tudela que habría sido posible, tal vez, continuar
la gestión diplomática del asunto de la Lorton hasta obtener las reparaciones buscadas; pero
(agregó) la participación en la guerra de los Estados Unidos “modificó sustancialmente aquellas
ESTADOUNIDENSE circunstancias, creando para las naciones de nuestro continente deberes especiales, impuestos
ThOMAS WOODROW por la solidaridad panamericana ante la necesidad de defender principios salvadores de su exis-
tencia soberana e independiente”. Fue por esto que el Perú señaló un plazo perentorio para la
WILSON PRESENTA aceptación de sus demandas y conocido que fue el propósito de no satisfacerlas, optó por una
UN NUEvO medida dramática.
PROGRAMA POLíTICO A pedido de Tudela, se celebró la sesión del Congreso el 6 de octubre de 1917. Allí él mani-
festó en un elocuente discurso que las negociaciones diplomáticas habían concluido y que for-
DE PAz CONOCIDO mulaba una propuesta de ruptura de relaciones con el Imperio alemán para que el Parlamento
COMO "LOS CATORCE decidiera. A su juicio, la cuestión jurídica presentaba un sentido inobjetable en favor de la tesis
PUNTOS", qUE peruana. La Lorton no había violado el bloqueo admitido por el Derecho Internacional porque
había salido de un puerto neutral, se dirigía a otro puerto neutral y navegaba en el mar libre.
PROPONíA LA
Tampoco había contradicho las normas impuestas por Alemania porque, cuando fue hundida,
CREACIóN DE UN se encontraba fuera de la zona de 20 leguas que el decreto imperial del 31 de enero de 1917
ORGANISMO había marcado alrededor de las costas españolas. El cargamento de la barca peruana no era con-
trabando ni condicional ni absoluto según las definiciones del Derecho Internacional, y la Decla-
LLAMADO SOCIEDAD
ración de Londres de 1909 había excluido específicamente al nitrato de la posibilidad de que
DE NACIONES, fuese declarado como tal. Y aun en el caso de haber llevado carga que hubiera podido ser obje-
DESTINADO A to de tacha, los papeles de la Lorton evidenciaban que solo Santander, Bilbao y Pasajes eran sus
MANTENER LA puertos de destino, o sea que viajaba a puertos neutrales; y el nitrato era un artículo que no
podía ser reexportado de España.
ARMONíA EN EL El Congreso aprobó, en la sesión ante dicha, con solo seis votos en contra, una moción pre-
MUNDO. WILSON sentada por el diputado José Balta y que recibió algunas enmiendas en el debate, cuyo texto
INICIó ADEMáS LAS final fue el siguiente: “En mérito de las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores y de
los principios proclamados por la Cancillería y por las Cámaras, el Congreso aprueba la ruptura
NEGOCIACIONES de las relaciones diplomáticas con el Imperio Alemán propuestas por el Ejecutivo”.
PARA PONER FIN AL Los oradores de la oposición a la ruptura de relaciones, entre los que descolló Alber to Seca-
ENFRENTAMIENTO da, plantearon argumentos concernientes al carácter dudoso de la nacionalidad peruana de la
Lor ton, pues la había adquirido en plena guerra como europea; sostuvieron que en el Shipping
béLICO EN EUROPA,
Report de 1915 esa barca figuraba como inglesa; afirmaron (o, por lo menos, de ello dejó cons-
qUE TERMINARON tancia Aurelio Fernández Concha, otro de los miembros de este pequeño grupo) que el capi-
CON LA FIRMA DEL tán de la barca no sabía siquiera hablar castellano y que la tripulación también era extranjera;
calificaron al salitre como contrabando de guerra; y llegaron a decir que si el Perú quería
TRATADO DE
enfrentarse a Alemania podía haberlo hecho solidarizándose con los Estados Unidos y con el
vERSALLES EN 1919. presidente Wilson.

laS NaVES alEMaNaS.- Las diez naves alemanas surtas en puertos peruanos fueron apresa-
das y expropiadas en virtud de la ley general N° 2696 de 30 de enero de 1918 sobre expropiación
de elementos de transporte y de almacenes o depósitos y entregadas en setiembre de 1918 en
arriendo a una entidad fiscalizada norteamericana, la “Emergency Fleet Corporation”. Ellas fueron
los vapores Sierra Córdoba (llamado Callao) de 8.200 toneladas de porte y 8.226 toneladas de
registro bruto; Luxor (Salaverry) de 12.000 y 7.109; Rhakotis (Eten) de 8.500 y 6.982; Anubis (Paita)
de 8.000 y 4.763; Uarda (Pisco) de 9.000 y 5.751; Marie de 3.000 y 1.866. Además los buques de

218 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 40 ]


vela Hebe (4.000 y 2.469), Omega (4.000 y 2.471), Maipo (2.700 y 1.770 ); y Tellus (2.500 y 1.465). tHoMaS WooDRoW
Los vapores Uarda y Luxor quedaron en poder del Gobierno francés por un contrato de WIlSoN (1856-1924)
subarriendo que hizo la “Emergency Fleet Corporation”.

[ II ]
la IluSIÓN pERuaNa aNtE laS DoctRINaS DE WIlSoN y aNtE la Etapa poS-
tRERa DE la pRIMERa GuERRa MuNDIal.- El presidente de los Estados Unidos Woo-
drow Wilson en los mensajes que leyó el 22 de enero y el 2 de abril de 1917 ante el Congreso de
su país expuso los motivos para su participación en la guerra europea y los ideales que perseguía
de vindicar y poner a salvo los principios de paz y de justicia en la vida mundial. Entre esos prin-
cipios estuvieron la igualdad de las naciones sin diferencia entre grandes y pequeñas, poderosas
y débiles; el consentimiento de los gobernados como origen de los justos poderes de los gobier-
nos; la negativa a que cualquier pueblo fuese sometido a una soberanía bajo la cual no deseaba
vivir; la libertad de los mares; la garantía de la vida y la libertad como base para que los territorios
cambiaran de soberanía. los lineamientos de este
Al comunicar la Secretaría de Estado de Washington a la Cancillería de Lima la declaratoria de político, presidente de
guerra al Imperio alemán, el Perú no dio a conocer su neutralidad, ni en su nota de respuesta ni Estados unidos de 1913 a
en acto alguno posterior. El presidente Pardo expresó la adhesión del país a las doctrinas de Wil- 1921, fueron fuente de
son en su mensaje al Congreso de 28 de julio de 1917. El canciller Tudela y Varela formuló ante inspiración para la
la Cámara de Diputados el 5 de setiembre del mismo año una declaración para ratificar el punto política exterior del
de vista presidencial y manifestó que “la política externa del Gobierno peruano tiene por objetivo presidente José pardo.
la solidaridad panamericana, fundada en los principios de justicia internacional que ha proclama- las ideas de Wilson
do el Presidente de los Estados Unidos”. El 8 de setiembre la Cámara de Senadores votó por una- sobre la paz y la justicia,
nimidad una moción también solidaria con el pueblo norteamericano “en armonía con los idea- lo hicieron acreedor al
les de justicia internacional proclamados por el presidente Wilson”. El 4 de julio de 1918 fue premio Nobel de la paz
declarado día feriado en toda la República como homenaje a la gran República del Norte. de 1919. Durante su
El triunfo de los aliados en noviembre de aquel año provocó explosiones de entusiasmo en gestión presidencial,
Lima y en otras ciudades. De día y de noche se sucedieron bulliciosos actos públicos con vítores, Wilson reformó la
aplausos e himnos en las calles, en especial ante las legaciones y los centros sociales de las colo- legislación de su país,
nias francesa, italiana, norteamericana y de los otros países vencedores. En las funciones de los aumentó su participación
teatros, el público pidió los himnos de esas naciones y los representantes diplomáticos de ellas en la política
fueron clamorosamente ovacionados. Los diarios prodigaron su retórica. La Cámara de Diputa- internacional y
dos y la de Senadores escucharon encendidos discursos, seguidos por el texto de diversas y contribuyó a la victoria
coincidentes mociones y telegramas. Hubo felicitaciones presidenciales y de Cancillería a cada de los aliados en la
uno de los Gobiernos vencedores. Un gran desfile en Lima en la tarde del 12 de noviembre ter- primera Guerra Mundial.
minó con un discurso de Jefe del Estado desde uno de los balcones de Palacio. El Congreso
expidió la ley que declaró feriados los días 15, 16 y 17 del mismo mes en celebración de la victo-
ria de los aliados y de los Estados Unidos (Ley N° 2841).
El día 15 de noviembre se realizó el multitudinario desfile organizado por la Federación de
Estudiantes del Perú con la cooperación del Comité Interaliado y de diversas instituciones obre-
ras y locales en honor de los pueblos antedichos, entre los que fue comprendido de manera
especial el Brasil que celebraba en esa fecha el aniversario de su constitución republicana. Un
gentío nunca visto llevó millares de banderas, pasó por las calles entre música, ovaciones y flores
y se detuvo ante las legaciones de los países a los que se rendía homenaje. Así llegó hasta las
residencias de los ministros de Inglaterra, Bélgica, Francia, Italia, Cuba, Brasil y los Estados Unidos.
También el Presidente de la República dirigió la palabra en esta oportunidad a la multitud.
En el fervor entonces producido hubo, tanto en los directores intelectuales del país como en
las masas ignaras, una ilusión ingenua. El caso de Alsacia y Lorena, territorios que Francia iba a

[ CAPÍTULO 40 ] PERÍODO 6 219


NOvIEMbRE
1918
[ alemanIa ]
9 recuperar, el de Trento y Trieste reivindicados por Italia, el de Polonia, el de las nacionalidades
oprimidas por Austria y Hungría, el de Schleswig parecían tener una patética similitud con el de
Tacna, Arica y Tarapacá. La guerra era vista como una victoria de la democracia sobre el militaris-
mo, de la libertad sobre la fuerza, de los pueblos sobre quienes durante muchos años los sojuz-
garan. Debía, según los puntos de vista de Wilson, conducir a la implantación de la justicia no solo
SE INSTALA EL RéGIMEN en una que otra área aislada, sino en el mundo. No parecían dudosas, ante muchísimos peruanos,
REPUbLICANO EN sus consecuencias en América del Sur. Es decir, como expresó entonces un escritor chileno, el
ALEMANIA. ESTE Perú creyó que había llegado el momento de obtener “una revancha con sangre ajena”.
Francisco E. Málaga Grenet publicó, al terminar la Guerra Mundial una extensa “Carta a Wilson”
PERíODO, CONOCIDO sobre las provincias irredentas del sur. Se llevó a cabo una colecta para enviarla a su destinatario
COMO LA REPúbLICA DE por cable, pues muchas personas creyeron que podía tener un efecto importante.
WEIMAR, NACIó A RAíz
DE LAS RECLAMACIONES la opoSIcIÓN a paRDo y la GuERRa MuNDIal.- Los enemigos políticos de Pardo cri-
DEL PUEbLO ALEMáN ticaron duramente su política en relación con la Guerra Mundial. Según Melitón Porras en el
PARA PONER FIN A LA artículo que, fechado el 12 de enero de 1920, publicó en polémica con el ex Presidente, hubo
excesiva demora en el rompimiento del Perú con Alemania, verificado el 5 de octubre de 1917
PRIMERA GUERRA
mientras que Estados Unidos declaró la guerra a esa potencia en los primeros días de abril de ese
MUNDIAL. EL año; también señaló Porras que el contrato sobre utilización de los buques alemanes fue firmado
EMPERADOR solo en los primeros días de setiembre de 1918. Acusó el canciller de Leguía a su adversario de
haber pensado por algún tiempo que tomar posesión de los barcos alemanes era “ser pirata” si
GUILLERMO II PARTIó
bien reconoció que luego cambió de parecer. Aparte de la influencia de Tudela para hacerle salir
hACIA EL EXILIO y SE de sus vacilaciones “no sin algún trabajo”, mencionó el texto de una publicación semioficial de
INSTAURó EL GObIERNO Río de Janeiro según la cual el ministro de Brasil en Lima A. de Alencar tomó sobre sí la incum-
PROvISIONAL DEL bencia que le diera el Gobierno norteamericano y “en poco tiempo conseguía vencer las natura-
les dudas del Gobierno del Perú y aprovechando las naturales simpatías del pueblo peruano en
CONSEjO DE LOS la causa aliada, ultimaba con pleno éxito la misión que le confiara el Gobierno de los Estados
COMISARIOS DEL Unidos”. Porras también aludió a la existencia de una nota del representante de una gran poten-
PUEbLO, INTEGRADO cia, con fecha 31 de mayo de 1918, que versó sobre las “vacilaciones” a que aludió y que produ-
jeron “una penosa impresión” sobre el pueblo a que dicho vocero pertenecía.
POR MIEMbROS DEL Los enemigos de Pardo insistieron mucho en las grandes ventajas que habría traído para el
PARTIDO Perú la declaratoria de guerra a Alemania. Mariano H. Cornejo puso al ser vicio de esta tesis su
SOCIALDEMóCRATA vehemente y abundante oratoria. La realidad demostró que tal punto de vista era demasiado
optimista.
ALEMáN y DEL PARTIDO
Brasil rompió relaciones con Alemania en abril de 1917 y declaró la guerra en octubre de
SOCIALDEMóCRATA 1917. Cuba adoptó la misma actitud en abril de 1917. En idéntico alarde bélico se exhibieron
ALEMáN teóricamente Costa Rica, Nicaragua y Panamá (mayo de 1918), Guatemala (abril de 1918 ), Haití
y Honduras (julio de 1918). A la ruptura de relaciones fue, antes que el Perú, la República Domi-
INDEPENDIENTE. A LA
nicana (setiembre de 1917); en el mes de octubre de 1917, el Urugua; y más tarde el Ecuador
CAbEzA DEL GObIERNO (diciembre de 1917). Permanecieron neutrales Argentina, Bolivia,Chile, Colombia, México, Para-
ESTUvO EL POLíTICO guay, Venezuela y El Salvador. Ninguno de los Estados latinoamericanos que se colocó en una
FRIEDRICh EbERT postura de resuelta beligerancia quedó en mejor situación que los demás, es decir, no obtuvo
luego un provecho sustantivo por su actitud. Cabe dudar, pues, del objeto práctico de una decla-
(1871-1925). ratoria de guerra del Perú a Alemania, tachable en nombre de la circunspección y la dignidad de
un Estado serio. La falta de organización militar, de poderío naval y de recursos propios era osten-
sible aunque, por otra parte, la aventura carecía de riesgo. Había, además, salvo que surgieran
circunstancias inaplazables, obligaciones frente a los intereses y a los residentes alemanes enrai-
zados de buena fe en el comercio, en las industrias y en la vida cotidiana del país. “Declarar la
guerra a un pueblo poderoso que desenvolvía sus actividades bélicas en teatro distante ocho mil

220 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 40 ]


[1] [2] La guerra en
Europa. El Perú se
vio involucrado en
la Primera Guerra
Mundial en 1917,
cuando la barca
peruana Lorton (3)
fue hundida por un
submarino alemán.
Se inició entonces
una discusión
política sobre
nuestra posición,
puesto que muchos
peruanos, como José
García Calderón (a la
derecha, en la foto
junto a su hermano
Juan) (2), lucharon y
fallecieron en dicho
conflicto. En
diciembre de 1918,
todo el Perú celebró
el final de la guerra.
Aquí, vemos las
celebraciones del
triunfo aliado en
Chiclayo, donde un
automóvil lleva una
bandera
estadounidense (1).

[3]

[ capítulo 40 ] período 6 221


jULIO
1918
[ perú ]
22
FALLECE SúbITAMENTE
millas de nuestro suelo (afirmó José Pardo en su manifiesto fechado en Colón el 18 de agosto de
1919 reproducido en su opúsculo Cuatro años de Gobierno constitucional) y careciendo de todos
los medios necesarios para prestar un auxilio efectivo a los ejércitos defensores del Derecho,
habría sido conducir a la República a una situación poco airosa que tocaba casi los límites de lo
indigno, si se recuerda que pocos años antes y aun a expensas de la integridad de nuestro terri-
torio hacíamos sacrificios inauditos para conservar la paz con pueblos menos lejanos y menos
EN LA CIUDAD DE LIMA poderosos...”.
EL ESCRITOR MANUEL
GONzáLEz PRADA, A [ III ]
LOS 74 AñOS DE EDAD. JoSÉ GaRcía calDERÓN.- Varios peruanos se enrolaron en el ejército, las ambulancias y los
SUS FUNERALES SE hospitales de los beligerantes, sobre todo de los franceses, durante la Primera Guerra Mundial.
Uno de ellos, José García Calderón, murió en el campo de Verdún el 5 de mayo de 1916. Hijo
LLEvARON A CAbO del jurista y político Francisco García Calderón, hermano de los escritores Francisco y Ventura y
ENTRE GRANDES del médico Juan García Calderón, José, uno de los menores de estas cuatro privilegiadas figuras
MUESTRAS DE AFECTO. intelectuales acaso la más brillante mentalidad entre ellas había vivido desde la primera juventud
en Francia. Estudiante, premiado en la Escuela de Bellas Artes de París, sección de Arquitectura,
LOS jóvENES
viajó por España, Francia, Alemania y Suiza, dibujando y escribiendo. En 1914, al estallar la guerra,
UNIvERSITARIOS el artista fino y delicado se alistó como anónimo voluntario en la Legión Extranjera del ejército
LLEvARON EL FéRETRO francés y ganó todos sus grados hasta el de subteniente en el campo de batalla. Después de
permanecer algunos meses en las trincheras pasó a ser observador en aeroplano y en globo
EN hOMbROS hASTA EL
cautivo y en ellos hizo originales aportes. Fue citado tres veces en la orden del día y condecorado
CEMENTERIO GENERAL, con la cruz de guerra y tres palmas.
DONDE LUIS FERNáN Sus hermanos, al editar el libro póstumo Reliquias, recogieron fragmentos de su obra disper-
CISNEROS PRONUNCIó sa en artículos, ensayos, impresiones de viaje, apuntes de guerra, dibujos y cuadros en gran par-
te inéditos. Entre los esbozos literarios descuellan un ensayo de crítica musical titulado La heren-
UN SENTIDO DISCURSO cia de Wagner, algunas observaciones turísticas y sobre obras de arte y, sobre todo, los animados
EN EL qUE RECAPITULó recuerdos de la vida en las trincheras que, en el caso de no haber quedado truncos, habrían
SU ObRA y SU formado una obra maestra. José García Calderón quedó así como un símbolo de nobles y muti-
ladas inquietudes estéticas y de talento torturado por una implacable exigencia consigo mismo;
TRAyECTORIA y, al mismo tiempo, como un símbolo de abnegación transfigurada a través del heroísmo al ser-
LITERARIA y POLíTICA. vicio de Francia, el país donde encontrara generosa hospitalidad y también indelebles enseñan-
zas para su mente y su imaginación.
Muchos años más tarde, Alberto Jochamowitz encontró en París, en una de las librerías que
están abiertas a las orillas del río Sena, otro diario de José. Escrito en francés, parece haber sido
dirigido a una novia o amante quizás de nacionalidad polaca. Sin revestimientos literarios, parece
que no estaba orientado hacia la publicidad. Jochamowitz con nobleza y lealtad extraordinaria
lo tradujo y lo publicó aunque no era un escritor con gracia artística. Hay quienes lo han leído
para emitir un juicio sobre José que ignoran la riqueza oculta en Reliquias.
Otros de los peruanos muertos en el ejército francés fueron Gaspar de Candamo y Acencio,
hijo del ministro del Perú en París, Daniel Meza, llegado a aquel país como grumete del barco
Elías Aguirre o Dupuy de Lome y Jorge Cruege Magot.
En ese ejército prestaron sus ser vicios, asimismo, varios peruanos más entre los que estuvie-
ron el capitán Jerónimo Murga Cisneros, Manuel Octavio Feijo y el aviador Juan Bielovucic. Un
nieto del presidente Miguel Iglesias, David Fraser Luckie e Iglesias fue subteniente del ejército
inglés. Jack Gubbins Pastor también perteneció a él. En la Real Fuerza Aérea Británica estuvieron
Juan Leguía Swayne y Enrique Revett. Asimismo prestaron sus servicios como aviadores Luis
Segalá y Arturo Francia. Luis Lanatta y Julio César Ginocchio se enrolaron entre los combatientes
del ejército italiano. Si hubo bastantes peruanos o nacidos en el Perú que, por simpatías

222 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 40 ]


generosas o por vínculos familiares se alistaron en las filas aliadas, más escaso número llegó a aRtuRo
las alemanas; entre ellos figuró César Paz; y el chalaco Carlos Pruss murió vistiendo ese uniforme. GaRcía SalaZaR
(1880-1958)

[ IV ]
El RoMpIMIENto DE RElacIoNES coMERcIalES coN cHIlE.- La intensificación de la
campaña peruana para reivindicar Tacna y Arica y aun Tarapacá al amparo de los principios pro-
clamados por los aliados en la Guerra Mundial, trajo como consecuencia la expulsión de perua-
nos de esa zona y de Antofagasta, redadas en masa de jóvenes para alistarlos en el ejército, ata-
ques contra los consulados chilenos de Paita y Salaverry y contra el consulado peruano en Iqui-
que, servido por Santiago Llosa Argüelles, así como también despachos cablegráficos entre los
cancilleres Francisco Tudela y Luis Barros Borgoño. Tras del intercambio de cablegramas procedió
la Cancillería de Lima al retiro de los cónsules en Chile y así complementó la ruptura de las rela-
ciones diplomáticas existentes desde hacía varios años, con daño notorio para los intereses
comerciales que habían subsistido a pesar de las anteriores divergencias diplomáticas (25 de
noviembre de 1918). Luis Barros Borgoño, canciller chileno, replicó a la circular de 2 de diciembre
de 1918 que fundamentó esta actitud, el 6 de diciembre del mismo año. El presidente Wilson Fue nombrado canciller
mandó un cablegrama al Presidente del Perú para aconsejarle mantener la paz (6 de diciembre). en 1918. anteriormente,
El diputado chileno Pedro Nolasco Cárdenas quedó aislado en su Cámara cuando opinó en ella García Salazar se había
que Chile debía devolver las provincias retenidas. desempeñado como
El distanciamiento peruano-chileno se hizo aún más hondo cuando, a partir de los meses de encargado de Negocios
noviembre y diciembre de 1918, se produjeron algaradas y atropellos en Tacna y Arica, entre los de las sedes diplomáticas
que estuvieron la clausura de la antigua y respetable Sociedad Artesanos El Porvenir en aquella peruanas en Ecuador,
ciudad y expulsiones en masa de tarapaqueños, arequipeños y tacneños. Estos hechos dieron chile y colombia.
lugar a la protesta del canciller Arturo García Salazar en su circular telegráfica de 28 de diciembre Durante su período en el
de 1918. El ministro chileno Luis Barros Borgoño desmintió en circular del 10 de enero de 1919 cargo, protestó ante el
las aseveraciones de su colega peruano y afirmó que los pocos peruanos que habían salido de gobierno chileno por los
Tacna lo habían hecho voluntariamente y declarándolo así por escrito; y agregó, además, que se atropellos cometidos
extrañaba de las protestas por las medidas precautorias de Chile contra agitadores reconocidos, contra los ciudadanos
cuando el Gobierno peruano había solicitado el alejamiento de políticos de ese país que, a su peruanos en tacna y
juicio, conspiraban. Como ejemplo citó el pedido del canciller Fernando Gazzani en 1914 para arica. Su gestión, sin
que fueran obligados a salir de Tacna y Arica el ex presidente Billinghurst y Augusto Durand. embargo, fue
Finalmente, Barros Borgoño atribuyó a la crisis salitrera el éxodo de peruanos de Tarapacá, cuyo desestimada por su
número era muy reducido. La profusa literatura diplomática de esta época aumentó con la cir- homólogo chileno.
cular peruana de 12 de enero de 1919 como réplica a la chilena de 6 de diciembre del año ante-
rior y el memorándum del 14 de febrero con una detallada exposición de los atropellos contra
las personas y los bienes de los ciudadanos de este país en la zona materia del litigio.

coNVERSacIoNES SoBRE uN poSIBlE aRREGlo pERuaNo-cHIlENo.- Felipe de


Osma y Pardo visitó Chile, en noviembre de 1917, de paso, con la finalidad de hacerse cargo de
su función diplomática en el Brasil, se entrevistó con el ministro Suárez Mujica. Este le planteó
una fórmula de arreglo sobre la base de la división del territorio: Tacna para el Perú y Arica para
Chile. Aludió al hecho de que había conversado al respecto con Augusto Durand y que el
presidente Leguía estuvo de acuerdo con lo expuesto cuando durante su primera administra-
ción, trató con el diplomático Paulino Alfonso.
Las conversaciones se prolongaron hasta diciembre.
La actitud de Osma (como la del presidente José Pardo cuando, poco tiempo antes conversó
con el político chileno Eleodoro Yáñez) fue la de que era necesario primeramente reanudar las

[ CAPÍTULO 40 ] PERÍODO 6 223


relaciones diplomáticas peruano-chilenas. A Yáñez también le gustaba la solución de la llamada
“partija”. Osma la rechazó enérgicamente.
En conversaciones adicionales con Suárez Mujica y Yáñez, el diplomático peruano escuchó la
A LA sugerencia de que el plebiscito se desdoblase en dos comicios distintos, uno en Tacna y otro en
CONFERENCIA DE Arica para asegurar el resultado por ellos previsto. Al rechazar esta sugerencia, Osma insinuó la
idea del arbitraje. Suárez Mujica acabó por convenir en ella.
vERSALLES PARA La candidatura del Uruguay aceptada por el Perú, no lo fue por Chile. En esos días, hubo en
NEGOCIAR LA PAz las Cancillerías de Estados Unidos y del Brasil una actitud inhibitoria(1).
ENTRE LOS
ALIADOS y LOS la tESIS pERuaNa EN 1918 SoBRE la SolucIÓN DEl coNFlIcto coN cHIlE.- El
IMPERIOS gobierno de José Pardo se inclinó desde enero de 1918 a la idea de rechazar el tratado de Ancón,
lo cual implicaba la reivindicación de Tarapacá, y buscar la solución a través de la Sociedad de
CENTRALES Naciones sugerida por el presidente Wilson. Al proceder así coincidía con las ilusiones de la opi-
ASISTIó UNA nión pública. Según recordó Felipe de Osma y Pardo, hubo conversaciones en París entre Wilson
y el diplomático peruano Francisco García Calderón sobre la posibilidad de una Liga de Naciones
DELEGACIóN Americana que resolviera los problemas continentales(2).
PERUANA, jUNTO Además, reveló que, cuando estuvo de paso en Santiago, el diplomático chileno Suárez Muji-
CON LAS DE LOS ca le hizo saber que Wilson había insinuado la idea del arbitraje para el litigio peruano-chileno;
sugerencia rechazada por la Cancillería de Santiago(3).
DEMáS PAíSES El negociador en el conflicto con Bolivia primero y después en el arbitraje español sobre la
qUE ROMPIERON cuestión con el Ecuador, demostró tener una mente más fría que la predominante en Lima.
RELACIONES CON Objetó el planteamiento sobre Tarapacá, y no creyó en la verosimilitud de una Liga de Naciones
Americana(4).
ALEMANIA.
El pERÚ y la coNFERENcIa DE VERSallES.- A la conferencia de Versalles para negociar
la paz entre los aliados y los imperios centrales asistió una delegación peruana, junto con las de
los demás países que rompieron relaciones con Alemania. Firmaron esta representación Isaac
Alzamora, Víctor M. Maúrtua y Francisco García Calderón. Por diversos conductos, en París y en
Washington, los diplomáticos peruanos fueron informados de que el congreso de la paz no se
ocuparía de cuestiones sudamericanas. El presidente Wilson, así como varios personeros de la
delegación estadounidense, sugirieron que el Perú podía presentar su demanda a la Liga de
Naciones tan pronto como hubiera ratificado el tratado de paz.

la DEMaNDa BolIVIaNa SoBRE tacNa y aRIca.- Acaso para adelantarse a la acción


peruana, Ismael Montes, ex presidente de Bolivia y ministro en Francia, el 14 de enero de 1919,
antes de que se reuniera la conferencia de Versalles, envió una nota a la Cancillería de París en la
que afirmó que su patria consideraba, respecto de los territorios de Tacna y Arica, que tenía dere-
chos superiores a los de Chile y el Perú y anunció, además, que se proponía hacerlos valer ante los
países interesados y también ante el tribunal de la Liga de Naciones. Una circular del canciller boli-
viano Alberto Gutiérrez el 24 de febrero ratificó los derechos de la República del altiplano para
comunicarse libremente con el mar, sin precisar cuál debía ser la zona sobre los que ellos debían

(1) Cartas de Felipe de Osma, reservadas 2, 9, 17, 26 y 31 de diciembre de 1917. Archivo Osma.
(2) Osma a Relaciones Exteriores, 7 de marzo de 1919. Archivo Osma.
(3) Osma a Relaciones Exteriores, 1° de abril de 1919. Archivo Osma.
(4) Osma a Relaciones Exteriores, 1° de marzo y 1° de abril de 1919. Archivo Osma.

224 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 40 ]


ejercitarse. La circular peruana del 30 de abril refutó a Montes y fundamentó las razones por las
cuales, si Bolivia anhelaba el acceso al océano Pacífico, debía reivindicar ante la Liga de Naciones el
territorio del que fue desposeída.

la lIGa DE NacIoNES y la pREpaRacIÓN DE la DEMaNDa pERuaNa.- Al firmarse


18
UNA GRAN EPIDEMIA
DICIEMbRE
1918
[ perú ]

en junio de 1919 el tratado de Versalles, quedó constituida la Liga como organismo esencial de DE GRIPE SACUDE LA
la flamante Sociedad de Naciones. Alzamora, Maúrtua y F. García Calderón, que debían represen- CAPITAL. SOLO ENTRE
tar al Perú ante esta entidad, quedaron encargados de organizar una oficina y de preparar una
demanda sobre la devolución de todos los territorios que Chile arrebatara al Perú. LOS DíAS 10 y 16, ESTA
La propaganda peruana fue entonces muy activa en el plano internacional. Hubo, según se CObRó 86 víCTIMAS. EL
ha llegado osadamente a afirmar, presión de algunos gobiernos aliados sobre el Departamento CONSEjO DE hIGIENE
de Estado para que se obtuviera de Chile, lisa y llanamente, la devolución de Tacna y Arica al Perú.
La fórmula norteamericana parece haber sido propiciar el arbitraje que Chile había rechazado
DE LIMA EXTREMó LAS
antes y a la que comenzó quizás a inclinarse entonces. Abundaban las opiniones en el sentido MEDIDAS DE
de que el litigio debía ser arreglado. PREvENCIóN y EL
MUNICIPIO INICIó UNA
[V] CAMPAñA DE LIMPIEzA
la VISIta a tuMBES DEl pRESIDENtE DEl EcuaDoR.- A mediados de julio de 1917 el y DESINFECCIóN DE
presidente del Ecuador Alfredo Baquerizo Moreno hizo una visita a Tumbes después de haber
LUGARES PúbLICOS.
efectuado una gira a las islas Galápagos. El crucero Almirante Grau viajó a ese puerto a rendir
honores al ilustre huésped y lo acompañó luego a Guayaquil. Este episodio fue interpretado ESTA EPIDEMIA NO FUE
como un síntoma de buena salud en las relaciones peruano-ecuatorianas después de la tensión SOLO PERUANA SINO
surgida algunos años antes. qUE AFECTó AL
áMbITO MUNDIAL y SE
INCREMENTó DURANTE
LA GUERRA EN
EUROPA. EN TOTAL,
FALLECIERON MáS DE
20 MILLONES DE
PERSONAS A
CONSECUENCIA
DE ELLA.

[ CAPÍTULO 40 ] PERÍODO 6 225


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 41 ● I Po­lí­ti­ca mo­ne­ta­ria de al­go­dón Tan­güis ●  La po­pu­la­ri­za­ción


la se­gun­da ad­mi­nis­tra­ción de Par­do ● del au­to­mó­vil y del trac­tor ● El va­lor
El pa­go de jor­na­les en va­les de pa­pel y de las im­por­ta­cio­nes y ex­por­ta­cio­nes
la lu­cha con­tra el bi­lle­te de ti­po pe­que­ ● III El dis­lo­que eco­nó­mi­co pro­vo­ca­do

ño y por la mo­ne­da de pla­ta ● El aca­pa­ por la gue­rra ●  El des­pla­za­mien­to de


ra­mien­to de la pla­ta y los san­grien­tos los mer­ca­dos ● IV La nue­va le­gis­la­ción
su­ce­sos del Cuz­co en ene­ro de 1918 ● tri­bu­ta­ria ● Las de­fi­cien­cias en la tri­bu­
Las le­yes so­bre am­plia­ción de la emi­ ta­ción del es­ta­do pa­tri­mo­nial oli­gár­
sión de che­ques cir­cu­la­res en 1918 ● II qui­co re­ve­la­das por el mi­nis­tro Víc­tor
El au­men­to de las ex­por­ta­cio­nes ●  El M. Maúr­tua.
LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
DE LA GUERRA MUNDIAL ENTRE 1915 Y 1918
Política monetaria y tributaria de la segunda administración de José Pardo.
El aumento de las exportaciones

CAPÍTULO
41
[ ]
P
[I]
olítIca MoNEtaRIa DE la SEGuNDa aDMINIStRacIÓN DE paRDo.- Al iniciar su
segundo período presidencial José Pardo tuvo que afrontar una aguda crisis hacendaria y econó-
mica y la desconfianza surgida ante el temor de que fuesen hechas nuevas emisiones de billetes
que condujeran al papel moneda. El valor de las exportaciones superaba mucho al de las impor-
taciones que habían sido, por una parte, reducidas a consecuencia de la guerra y, de otro lado,
también por las mermas en el tráfico marítimo y las limitaciones puestas al crédito. El cambio exte-
rior era desfavorable para la moneda nacional; parte del dinero de la producción del país quedaba
en el extranjero a consecuencia de aquel mismo fenómeno de recelo. Al hacerse cargo del Gobier-
no, Pardo, como lo expresó en su primer mensaje al Congreso, se encontró durante los primeros
días sin los recursos necesarios “para atender a los gastos más premiosos de la administración”.
En su manifiesto a la nación, el 30 de abril de 1915, al ser proclamado candidato a la presiden-
cia, Pardo enunció los tres puntos básicos de su plan financiero. Consistían ellos en: 1°) La abso-
luta limitación de los gastos públicos a las necesidades más urgentes de la administración; 2°) el
aumento de las rentas públicas en la proporción indispensable para pagar los gastos nacionales
y también para atender al servicio de las deudas del Estado y a la amortización de la deuda flo-
tante; 3°) el cumplimiento estricto del principio de no realizar nuevas emisiones fiduciarias de
papel y de aumentar la garantía efectiva en oro metálico que respaldaba las emisiones ya hechas,
a fin de que, al término de la guerra, se pudiera verificar la conversión en la forma establecida por
las leyes respectivas.
En relación con la moneda, la política de Pardo, secundada por el Congreso de esa época, fue,
pues, de prudencia y continuidad. La desventaja en la cotización del cambio llegó a ser entonces
de corta duración. Para suscitar este fenómeno de alivio influyeron, sobre todo, la confianza ante
el tránsito a un Gobierno legal (que significaba la vuelta a la normalidad y a la tranquilidad de la
vida política), el orden en los servicios administrativos, la reducción de los gastos públicos, el
aumento de las rentas en proporción para atender los gastos indispensables, al servicio de las
deudas acompañado por la amortización de la deuda flotante; el equilibrio del Presupuesto, el
cobro de los derechos de exportación en letras sobre Londres y el alza mayor en los precios de
los artículos de exportación. A mediados de 1916 el circulante no había aumentado, el estado de
los bancos era favorable, los depósitos y cuentas corrientes sumaban cifras crecientes, el billete
aparecía sólidamente defendido por su encaje metálico y hasta el movimiento de las importa-
ciones iba progresando. La moneda nacional no solo se puso a la par de la inglesa sino llegó a
tener un premio que ascendió hasta el 5 1/4%. Para evitar tan elevada prima el Gobierno suspen-
dió la venta de las letras de los exportadores en el mercado y ellas fueron remitidas a Nueva York
para invertir su producto en barras tanto argentíferas como áureas. A su llegaba al Perú, fueron
amonedadas las de plata e ingresaron las de oro a las cajas de la Junta de Vigilancia y así aumen-
tó el encaje que servía como garantía del cheque circular. De esta manera tuvieron respaldo
creciente las emisiones de billetes.
Se adoptó, al mismo tiempo, la política de procurar que buena parte del oro importado por
los particulares fuera puesto a disposición del Gobierno para que este, a su vez, lo entregara a los

228 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 41 ]


bancos y ellos aumentaran sus existencias auríferas en la Junta de Vigilancia. Por esta razón se
declaró libre la acuñación del oro importado para los que cedieran al Tesoro el 50% de dicho
metal cuyo valor debía ser pagado a la par en cheques circulares; y la Casa de Moneda quedó
autorizada para comprar todo el oro de producción nacional que le fuera ofrecido. Subieron POR LA ESCASEz
entonces las cifras de la importación aurífera y aumentaron tanto el encaje metálico que custo- DE PLATA, CASI
diaba la Junta de Vigilancia como las reservas y el efectivo de los bancos.
La estabilidad del régimen monetario del país quedó asegurada al avanzar los años de 1917 TODAS LAS
y 1918. El monto de la garantía en metálico de los cheques circulares en poder de la Junta de GRANDES
Vigilancia ascendió al 52.73% en junio de 1917 de 33.96% que había tenido en junio de 1916 y
llegó a 65.99% en junio de 1918. Sin embargo, las dificultades cambiarias crearon serios proble-
NEGOCIACIONES
mas en 1918. AGRíCOLAS DE LA
No fue únicamente el balance favorable del comercio exterior el factor que determinó el COSTA EMITIERON
despejado panorama que la situación económica ofrecía a mediados de 1916 en contraste con
el cuadro de 1914 y la primera parte del año 1915. “La verdadera causa de la rehabilitación del EN 1915 vALES DE
billete, del mejoramiento del cambio exterior y de la satisfactoria reacción operada en nuestra PAPEL PARA
situación financiera está (expresó el presidente Pardo en su mensaje de aquel año) en que la
confianza ha sustituido al pesimismo”.
hACER SUS PAGOS
La legislación monetaria de esta época fue abundante. El Ejecutivo quedó autorizado por la DE jORNALES.
ley N° 2140 de 1° de octubre de 1915 para atender a los gastos ocasionados por la Junta de
Vigilancia que había creado la ley N° 1968, con el producto del impuesto de timbre a que esta-
ban afectados los cheques circulares. La ley N° 2216 de 11 de diciembre de 1915, con el propó-
sito de no aumentar los billetes, impuso al Gobierno la obligación de acuñar monedas de plata
en cantidad no menor de 200.000 soles mensuales, prohibió la emisión de vales y cartones por
particulares y tomó medidas contra el agio. Los bancos hipotecarios recibieron, a su vez, por la
ley N° 2218 de 6 de diciembre de 1915, la facultad de hacer préstamos en cheques circulares de
los emitidos conforme a las leyes Nos. 1968 y 1982, permitiendo que fueran reembolsados en
los expresados cheques. La acuñación y emisión de moneda de níquel en piezas de 20, 10 y 5
centavos de sol se derivó de la ley N° 2425 de 10 de agosto de 1917. La emisión de 500.000
libras esterlinas en certificados de oro de un décimo de libra, o sea de un sol cada uno, vino a
ser autorizada por la ley N° 2426 de 10 de agosto de 1917. Luego se sucedieron la ley N° 2429
de 17 de agosto de 1917 sobre cheques circulares provisionales, mientras fueran preparados los
certificados de oro y la moneda de níquel; la N° 2466 de 8 de octubre de 1917 sobre acuñación
de moneda de cobre del tipo de 2 y un centavos; la N° 2499 de 23 de octubre de 1917 sobre
diámetro, peso y tolerancia de la moneda de níquel; la N° 2543 de 17 de noviembre de 1917
sobre conversión de los certificados definitivos y provisionales de oro bajo la super visión de la
Junta de Vigilancia, la N° 2702 de 31 de enero de 1918 sobre retiro, por dicha Junta, inutilización
y canje de certificados provisionales deteriorados; la N° 2722 de 12 de marzo de 1918 sobre el
retiro, inutilización y canje autorizados por la ley N° 2702 y emisión de certificados nuevos den-
tro del monto de las emisiones autorizadas por las leyes Nos. 2425 y 2426; y la N° 2774 de 12 de
setiembre de 1918 sobre circulación, como cheques circulares, de los certificados de un sol
creados por la ley N° 2426 y mandando hacer a la Junta, con las debidas seguridades signos de
50 centavos para canjearlos con los creados con carácter provisional por la ley N° 2429. De otras
leyes se trata más adelante.

El paGo DE JoRNalES EN ValES DE papEl y la lucHa coNtRa El BIllEtE DE


tIpo pEQuEÑo y poR la MoNEDa DE plata.- Por la escasez de plata, casi todas las
grandes negociaciones agrícolas de la costa emitieron en 1915 vales de papel para hacer sus
pagos de jornales. Compuestas las peonadas de las haciendas por hombres de la sierra,

[ CAPÍTULO 41 ] PERÍODO 6 229


el abonarles su trabajo en papel que no era aceptado en el interior, implicaba condenar a los
jornaleros a prescindir forzosamente del ahorro y a malgastar el fruto de su esfuerzo diario, cuan-
[ 1918 abrIl 16 ] do no a negociarlo con fuertes descuentos para conseguir el metálico que necesitasen para
regresar a sus provincias.
la RENuNcIa DE Como excepción entre los hacendados azucareros de Trujillo, se destacó José Ignacio Chopi-
GaBINEtE. El diario tea, dueño del importante fundo Laredo, al mantener el pago en metálico aunque ello le costó
El comercio informó en ingentes sumas al pedir pastas a Estados Unidos y hacerlas acuñar. Desde su curul de senador
su edición de la tarde por La Libertad, contribuyó a la dación de la ley N° 2216 de 11 de diciembre de 1915 que prohi-
del 16 de abril de 1918 bió la emisión de vales y cartones por particulares.
lo siguiente: “conforme En 1914, Antonio Miró Quesada fue, como senador por el Callao y desde las columnas de El
anunciamos en nuestra Comercio, resuelto adversario del billete que no fuera ampliamente garantizado. En la legislatura
última edición, el de 1915 combatió, también con elocuencia, el proyecto de emitir billetes de tipo pequeño o sea
Gabinete volvió a de un quinto de libra (en contra de su correligionario el ministro de Hacienda) y defendió la acu-
reunirse esta mañana, ñación de moneda de plata, como asimismo las medidas persecutorias del agio que contribuía
en el despacho a la ocultación de esa moneda. A él se debió, en buena parte, que no llegaran a circular perma-
presidencial, con nentemente los billetes mínimos y que conservara el Perú un sano sistema monetario.
asistencia de todos los
miembros. Después de
deliberar más de una El acapaRaMIENto DE la plata y loS SaNGRIENtoS SucESoS DEl cuZco EN
hora sobre la situación ENERo DE 1918.- El indígena se reveló tradicionalmente, sobre todo en la región del Cuzco,
creada por el senado de reacio a la moneda de papel. La misma moneda de oro halló en muchas ocasiones su rechazo.
las observaciones á la Solo la de plata fue tomada por él sin recelo como signo de transacción. En los primeros tiempos
ley de ferrocarriles de los cheques circulares hubo en aquella zona abundante circulación de aquella; pero poco a
acordaron, por poco las cosas cambiaron. La plata escaseó por el mayor precio que adquirió dicho metal en los
unanimidad, presentar mercados europeos y americanos y hubo comerciantes que comenzaron a especular con él.
la renuncia de sus Agentes suyos fueron enviados a los pueblos del interior para recoger soles de plata pagando
carteras, puesto que, hasta el premio de 15% de su valor. Los envíos de cheques de 50 y de 5 centavos a provincias no
por unanimidad fueron siempre suficientes porque la Junta de Vigilancia no estuvo en condiciones de hacer fuer-
también, fue resuelto tes remesas a todos los lugares de la República.
en consejo de ministros Se había acostumbrado en el Cuzco hacer despachos de plata para los departamentos de
el pliego de Puno y Arequipa; pero este fenómeno, provocado por las necesidades de los compradores de
observaciones que ha lana y ganado en aquellos departamentos, daba lugar al retorno de los mismos contingentes.
sido rechazado. (…) El Cosa distinta vino a producirse cuando el acaparamiento y la exportación de moneda comenza-
jefe del Gabinete, ron a ser efectuados por especuladores. Entre ellos se destacó la casa italiana Calvo del Cuzco,
doctor tudela, se quedó que disponía de grandes facilidades por la amplitud de sus negocios y por la cuantía de sus capi-
en el despacho tales. La ley N° 2216 de 11 de diciembre de 1915 sobre acuñación de monedas de plata, prohibi-
presidencial, en unión ción de la emisión de vales y cartones por particulares, permiso a la exportación de soles perua-
del ministro de guerra. nos y medidas contra el agio y el acaparamiento de ellos, no llegó a alcanzar plena vigencia.
a los pocos momentos En enero de 1918 se notó no solo falta de metálico sino la ocultación de los certificados de
ingresó el presidente depósito de 50 centavos que eran acaparados por algunas personas para remitirlos a Lima y con-
del Senado, señor vertirlos en libras peruanas. El Cuzco sufrió por la absoluta falta de fraccionario. A todo ello se
Bernales. Esta tarde agregó el alza de los artículos de primera necesidad. La Municipalidad y la Junta Departamental
redactarán los del Cuzco formaron una junta de subsistencias.
ministros el texto El 13 de enero de aquel año se realizó en esa ciudad una manifestación popular al son de la
de la renuncia”. campana mayor de la Catedral que tocaba a rebato. La multitud atacó el domicilio de la Casa
Calvo sin que acudiera la fuerza armada y Calvo y sus dependientes dispararon a la calle. Murie-
ron dos personas y cuatro quedaron heridas.
Se inició un juicio contra Calvo y cuatro de sus empleados. Cuando la causa llegó a la Corte
Suprema, el fiscal Guillermo A. Seoane emitió un dictamen en el que afirmó que no había sido

230 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 41 ]


[1]

[2]

La Hacienda Laredo. Ubicada en el valle de Santa Catalina (La Libertad), Laredo fue un claro ejemplo de
la prosperidad existente en las haciendas de la época. En 1914, su propietario, José Ignacio Chopitea,
decidió impulsar la producción de azúcar con la compra de nuevas máquinas y la construcción de un
nuevo ingenio. Aquí, vemos una vista de la hacienda en 1925 (1) y a sus trabajadores en plena faena (2).

[ capítulo 41 ] período 6 231


delictuosa su actitud. “Eran solo cuatro o cinco hombres (expresó) contra ese populacho iracun-
do, azuzado, presa de la crueldad siempre invívita y contagiosa en las masas vengativas. No es
exigible la pasividad cuando sufre ultraje el propio derecho y angustia el ánimo la inminencia de
la victimación. En tales circunstancias impera con mayor fuerza el instinto de conservación cuyos
ímpetus hace irresistible la sensación del abandono. La especie está clasificada en la de legítima
defensa, eximente de responsabilidad criminal”. La Corte Suprema en su ejecutoria de 1° de octu-
bre de 1918 falló en conformidad con lo dictaminado por el fiscal.

laS lEyES SoBRE aMplIacIÓN DE la EMISIÓN DE cHEQuES cIRculaRES EN 1918.-


Como consecuencia de la balanza favorable en el comercio internacional, se realizó en la primera
etapa de la guerra europea una creciente importación de oro en el Perú. Este país

CAñA DE AzúCAR y bILLETES DE hACIENDA


EN LAS PRIMERAS
DéCADAS DEL SIGLO
XX, LAS hACIENDAS DE
NUESTRO PAíS
U no de los efectos más saltantes
de la Primera Guerra Mundial,
por la escasez que esta generó en
otras latitudes, fue el incremento de los
precios de los productos peruanos de
verdaderos gigantes de caña, se desta-
caban por ser unidades de enormes
dimensiones, que empleaban mano
de obra asalariada y exhibían una
fuer te inversión en la producción
ALCANzARON NOTAbLE exportación. El cultivo del azúcar, que mecanizada. En efecto, la concentra-
PROSPERIDAD, EN se había venido desarrollando vertigi- ción de tierras a través de la compra
PARTE POR LA ESCASEz nosamente desde la década de 1860 en sucesiva de unidades más pequeñas,
los valles de la costa norte –con la sola así como la tecnificación que permitía
DE PRODUCTOS
interrupción de la crisis desatada por la producir miles de toneladas de azúcar
OCURRIDA POR LA guerra del Pacífico–, se benefició enor- al día, permitieron a las familias pro-
PRIMERA GUERRA memente de la coyuntura. Este desarro- pietarias responder a la demanda
MUNDIAL. MUChAS SE llo azucarero de varias décadas, al decir mundial con éxito.
CONvIRTIERON EN de Sandro Patrucco y de Luis Jochamo-
witz (La hacienda en el Perú: historia y En parte como símbolo de su poder y
PEqUEñAS leyenda. Lima: Banco Latino, 1997) autosuficiencia (varias haciendas con-
COMUNIDADES implicó el surgimiento de verdaderos taban con sus propios puertos, ferroca-
CERRADAS, EN LAS qUE, “mares de caña” en valles norteños rriles, tiendas, escuelas e iglesias), y
INCLUSO, SE EMITíAN como el de Chicama o Santa Catalina. también en parte como consecuencia
de la debilidad secular del Estado, estas
bILLETES PARA EL PAGO A comienzos del siglo XX, el cultivo del empresas familiares emitieron su pro-
A LOS TRAbAjADORES. azúcar era una empresa altamente pia moneda, con la que usualmente
rentable. Las haciendas productoras, pagaban a sus trabajadores.

232 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 41 ]


había, en cambio, prohibido la exportación de dicho metal desde 1914. Estados Unidos como gran JoSÉ IGNacIo
proveedor de los países beligerantes, lo recibió en gran escala. A partir del 7 de setiembre de 1917 cHopItEa (¿?-1923)
prohibió su exportación salvo una pequeña cantidad. El efecto inmediato de esta medida fue que
el oro fue ocultado. A pesar de los esfuerzos hechos por los bancos peruanos para resguardar el
que tenían en sus cajas, la escasez de los cheques circulares obligó a entregar a la circulación deter-
minadas sumas que fueron acaparadas por los interesados en exportarlo, a pesar de la prohibición
legal vigente. El segundo efecto que sobrevino en el país a consecuencia de la medida adoptada
en Estados Unidos a que se ha hecho referencia fue la paulatina, persistente y anormal alteración
del cambio que, a comienzos de 1918, tomó caracteres alarmantes. A los exportadores peruanos
de algodón, azúcar y minerales no les fue fácil girar contra las sumas que tenían en depósito para
que allá fueran pagadas. Aparte de las razones económicas en relación con la guerra, la retención
del oro adeudado era una especie de presión disimulada para obligar a la compra de artículos
manufacturados en Estados Unidos ya que, al no poder venir el precio de las exportaciones en
forma de oro amonedado, se le incitaba a tomar la forma de productos. Pero los agricultores, mine-
ros y ganaderos preferían traer su dinero por considerarlo más seguro o porque necesitaban de
una absoluta libertad de inversión. Y se encontraban con la grave dificultad de que sus giros o El agricultor y
letras sobre sus créditos o, mejor dicho, sobre sus depósitos, no los podían hacer efectivos porque, empresario trujillano
como había exceso de esas letras, la demanda de quienes tenían que hacer pagos en Estados Uni- fue uno de los
dos era mucho menor. Al principio los exportadores no fueron sensiblemente afectados porque el hacendados azucareros
comercio de importación, para efectuar sus pagos en Estados Unidos, compraba las letras sobre más importantes del
Londres y Nueva York y de esa manera aquellos, con un descuento más o menos cómodo, conver- norte del país. En la
tían aquí en dinero efectivo sus saldos por la venta de algodón, azúcar, minerales y lanas. Pero, hacienda laredo, de su
como las importaciones eran menos del 50% de las exportaciones, bien pronto sucedió que, en la propiedad, chopitea
misma proporción, superó la oferta de letras a la demanda de ellas y se produjo un desequilibrio modernizó la
que llevó también a la subida del cambio de la moneda peruana sobre la norteamericana. El fenó- maquinaria utilizada
meno lógico derivado de esta situación fue el alza de los descuentos. La autorización para exportar para la transformación
oro al Perú estaba limitada a 100 mil libras peruanas mensuales, o sea 12 millones de soles al año; de la caña de azúcar,
y el monto de las exportaciones se calculaba en 40 millones. Había, pues, 28 millones estancados, al traer al país la
cifra enorme en aquella época que solo podía venir al Perú en la forma de artículos norteamerica- tecnología más avanzada
nos e ingleses cuyos pagos se hacían con los giros sobre aquel depósito. Y como las compras de su tiempo. Fue
estaban muy por debajo de esa suma, sobrevino un exceso de ofertas de letras cuya colocación elegido senador por
volvíase difícil. Los bancos y los compradores de letras subieron cada vez más el tipo del descuen- trujillo en 1909 y 1915.
to como un medio de resarcirse de las dificultades de la situación.
El alza en el cambio debía, a juicio de los prohombres del Gobierno, ser detenida. No solo repre-
sentaba un nuevo gravamen sobre la producción del país, aparte de los impuestos establecidos en
aquella época. Daba lugar a especulaciones con la moneda. Encarecía la vida por el aumento de
los precios del comercio. Detenía la inmigración de capitales y favorecía, más bien, su emigración.
A la inestabilidad del cambio y a la inquietud de los exportadores por su dinero retenido en
Estados Unidos se agregó el problema de la falta de circulante. Ella fue la consecuencia natural
del crecimiento en el volumen del comercio exterior del Perú y de la expansión natural de la
emisión de 1914 y 1915. Los 2 millones y medio de libras peruanas en billetes de 10, 5, una y
media libra llegaron poco a poco a tener aceptación en el país (con las salvedades antedichas) y
se repartieron en todo él, mientras la plata amonedada se ocultaba o huía, por lo cual ese papel,
creado solo para reemplazar al oro, tuvo que reemplazar en buena parte los 15 ó 20 millones de
soles en plata amonedada que circulaban y a los que insuficientemente vinieron a sustituir el
billete de 50 centavos y el de 5 centavos después.
El Gobierno presentó al Parlamento un proyecto de emisión de 40 millones de soles en bille-
tes representativos de igual suma que, por cuenta de los saldos de la exportación, estaban depo-
sitados en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y que, según se suponía, sería devuelta

[ CAPÍTULO 41 ] PERÍODO 6 233


en oro físico, para ir a la conversión de la emisión tres meses después de terminada la guerra. Con
ello creyó remediar la escasez de circulante que angustiaba a las industrias al extremo de que
muchas de ellas hallábanse a punto de paralizar sus trabajos; y, en segundo lugar, poner término
LA GUERRA a la especulación de los subidos descuentos en los giros de letras con que reducían casi en una
EUROPEA quinta parte los beneficios de la exportación. Este proyecto fue debatido, en primer lugar, en el
Senado. Antonio Miró Quesada, Mariano H. Cornejo y Carlos Paz Soldán lo combatieron con
DETERMINó A ahínco y lo tacharon de excesivamente favorable para los exportadores. Con tal motivo anuncia-
PARTIR DE 1915 EL ron la llegada del billete fiscal inconvertible con este nuevo papel que venía a traer, según se dijo,
un nuevo tipo de moneda fiduciaria para producir la depreciación de uno de ellos y desconcer-
AUMENTO DEL tar por consiguiente el equilibrio de la vida económica e industrial, sin tener respaldo seguro
vALOR DE LOS porque su emisión reposaba en una simple promesa de oro físico, subordinada a las contingen-
PRODUCTOS cias de la Guerra Mundial.
El primer artículo del proyecto del Gobierno fue aprobado en el Senado por 22 votos contra
NACIONALES DE 16. En sesión secreta del 23 de marzo de 1918, Manuel Vicente Villarán pidió, sin embargo, en esa
EXPLOTACIóN. EN Cámara la suspensión de la votación de los demás artículos y propuso que se estudiara otra fór-
mula consistente en aumentar la emisión del cheque circular que gozaba de la confianza públi-
RELACIóN CON LA ca. El presidente del Gabinete y el ministro de Hacienda aceptaron.
PLATA, DIChO De allí emanó, con retardo visible, la ley N° 2755 de 13 de junio de 1918 que autorizó a los
FENóMENO bancos establecidos en la capital de la República, para ampliar hasta en Lp. 3.000.000 la emisión
de cheques circulares “con la garantía de sus propios activos y la especial de oro amonedado,
PERMITIó lingotes de oro apreciados a razón de 7,323 gramos de oro fino por libra peruana, certificados de
ASEGURAR LA la Casa de Moneda por oro entregado para su acuñación por el valor que dichos certificados
ESTAbILIDAD DE representen y fondos en dólares de oro depositado en cuenta corriente en el Banco de Reserva
Federal hasta el límite de 1.800.000 libras peruanas que este banco debía devolver en lingotes de
LA MONEDA DE oro para su importación al Perú a razón de 23,22 gramos de oro fino por cada dólar depositado,
ESE METAL, de acuerdo con el convenio celebrado entre los Gobiernos del Perú y de Estados Unidos”. Los
depósitos en el Banco de Reserva Federal debían hacerse a razón de 4.866 dólares por libra
REAjUSTó SU peruana. Los bancos emisores según esta misma ley, estaban autorizados a hacer las operaciones
vALOR y SU de compras de giros a 90 días sobre Londres con el descuento de 9%. La misma ley ordenó que
PRECIO y SUSCITó el oro depositado en el Banco de Reserva Federal fuese transportado a Lima a los tres meses de
firmarse el tratado de paz entre los países beligerantes.
LA EXPORTACIóN La ley N° 2755 no pudo surtir sus efectos. El Gobierno de Estados Unidos consideró que no
DE NUMEROSAS interpretaba el pensamiento sobre la manera de obtener la estabilización del cambio entre
ambos países y adoptó disposiciones que modificaron las dos bases que la sustentaban. De un
MINAS NO lado, redujo la cantidad de oro que se podía exportar anualmente. Al mismo tiempo, pospuso la
TRAbAjADAS fecha de la conversión y señaló que ella no tendría lugar a los tres meses de firmada la paz, sino
ANTERIORMENTE cuando fuera levantado el embargo general sobre la salida del oro.
Tras de intensos debates, fue promulgada el 14 de setiembre de 1918 la ley que llevó el N° 2776
(...) formulada para ayudar a las personas que desearan traer fondos al Perú por operaciones de expor-
tación debidamente comprobadas, conteniendo en lo posible la tendencia desfavorable del cam-
bio. Por ella los bancos que recababan la autorización del Ejecutivo quedaron facultados para
aumentar hasta en Lp. 3.000.000 la emisión de cheques circulares, previo depósito de igual suma en
el Banco de Reserva Federal de Nueva York y en los bancos de primera clase de esa plaza y de la de
Londres designados con tal objeto por el Poder Ejecutivo, a razón de 4.866 dólares o una libra ester-
lina, 5 peniques, 1 octavo por libra peruana. En defecto de los bancos, la emisión podía ser ampliada
por la Junta de Vigilancia. La liquidación de cuentas a que se refería la ley N° 2755 y que la N° 2776
reprodujo, debía efectuarse tan luego como los depósitos constituidos en bancos extranjeros para
los efectos de la emisión ascendieran a Lp. 3.000.000. Las transacciones sobre venta y compra de
letras sobre Nueva York o Londres permanecieron bajo los dispositivos de la ley N° 2755.

234 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 41 ]


La ley N° 2776 ordenó, además, que las personas que establecieran en sus transacciones pre- MaNuEl VIcENtE
mios o descuentos entre la libra peruana o inglesa de oro y el cheque circular, fueran castigadas VIllaRáN
(1873-1958)
con una multa igual al 50% del valor de la operación. El importe de esta multa debía dividirse por
partes iguales, entre el Fisco y el denunciante.
En la ejecución de la ley N° 2776, para calificar a las personas que, por operaciones de expor-
tación, tuvieran derecho a participar en la emisión por ella autorizada y para determinar la pro-
porción de las cuotas que pudiera corresponderles, fue nombrada por el Gobierno una comisión
especial integrada por el presidente de la Cámara de Comercio de Lima y Salvador Gutiérrez,
Eulogio Fernandini y Justo Barnechea.
“Antes de la expedición de la ley mencionada (expresó Pedro D. Gallagher en su Memoria de
la Cámara de Comercio de Lima correspondiente a 1919) el cambio internacional había llegado a
descender hasta 21 1/2% de descuento en los giros sobre Londres y hasta US.$5,78 por libra en
los giros sobre Nueva York”.
Las leyes 2755 y 2776 acentuaron en el régimen monetario peruano las características de la
moneda de papel representativa. El cheque circular fue un certificado de depósito, un signo de
la libra peruana de oro.
La ley N° 3063 de 18 de enero de 1919 amplió dos artículos de la ley N° 2776 relativa a la El abogado limeño fue
emisión de Lp. 3’000,000 en cheques circulares. docente de la
universidad de San
Marcos desde 1895. En
[ II ] 1914 lo designaron
El auMENto DE laS EXpoRtacIoNES.- La guerra europea determinó a partir de 1915 el decano del colegio de
aumento del valor de los productos nacionales de exportación. En relación con la plata, dicho abogados de lima, y tres
fenómeno permitió asegurar la estabilidad de la moneda de ese metal, reajustó su valor y su precio años después fue elegido
y suscitó la explotación de numerosas minas no trabajadas anteriormente por la falta de estímulo senador por Junín.
proveniente de la baja cotización. Las aplicaciones industriales del cobre y su empleo en la fabri- asumió el decanato de la
cación de artículos bélicos lo hicieron subir de precio en 1915 y 1916, aunque bajó en 1917 y facultad de
luego mejoró ligeramente en 1918. El cinc siguió la regla general alcista y el antimonio, el mercurio, Jurisprudencia en 1918, y
el vanadio, el tungsteno entraron también en etapas de florecimiento. La explotación del molib- de la universidad en
deno se inició durante este período. El auge del petróleo también se produjo en la misma época, 1922. aunque apoyó a
si bien sus alcances no pudieron ser seguidos minuciosamente en el Perú por verificarse la expor- augusto B. leguía en su
tación en forma de productos de refinación incompleta que necesitaban ulterior tratamiento en primer gobierno, fue
Estados Unidos. La industria carbonífera, que había vivido reducida al abastecimiento de las usinas desterrado en 1925 por
metalúrgicas, se desarrolló de modo tal que si bien no llegó a servir para la exportación, se redu- criticar su reelección. De
jeron las cantidades a ellas correspondientes dentro de las estadísticas sobre las importaciones. regreso en el perú,
Alternativas violentas acompañaron al precio del azúcar entre 1914 y 1919, siempre por encima conformó la comisión
de las cifras topes de 1913. Al mismo tiempo sufrió disminuciones el cultivo mundial de este artícu- preparatoria para una
lo, singularmente en algunos países europeos y llegó a recibir gran impulso la producción nacional. nueva constitución.
El número de haciendas de caña de azúcar y la producción entre 1914 y 1919 fueron los siguientes: En 1939, lanzó su
candidatura a la
Año N° Extensión Área cultivada presidencia de
(Hect.) (caña) (Hect.) la república.
1912 80 195.502 37.129
1914 89 202.086 40.728
1915 86 205.311 42.804
1916 94 202.610 40.732
1917 94 228.370 45.328
1918 118 250.480 49.804
1919 117 248.390 48.754

[ CAPÍTULO 41 ] PERÍODO 6 235


Tangüis: innovación en la adversidad

El caso de Fermín
Tangüis y del
algodón que
lleva su nombre,
L a his­to­ria de Fer­mín Tan­güis y el
des­cu­bri­mien­to del al­go­dón que
lle­va su nom­bre fue bien sin­te­ti­
za­da por Ba­sa­dre en su His­to­ria de la
Re­pú­bli­ca. Un re­cien­te es­fuer­zo de
za a los agri­cul­to­res no te­nían que ser
siem­pre el con­for­mis­mo, el fa­ta­lis­mo y
la re­sig­na­ción. Más aún, in­di­ca que
es­tas ac­ti­tu­des, que se en­ten­dían en­ton­
ces co­mo el ‘sen­ti­do co­mún’, eran par­te
es un claro Mar­cos Cue­to y de Jor­ge Los­sio (In­no­ del pro­ble­ma” (p. 125). Co­mo se sa­be,
ejemplo de lucha va­ción en la agri­cul­tu­ra: Fer­mín Tan­güis Tan­güis pa­só cua­tro años se­lec­cio­nan­
frente a una y el al­go­dón en el Pe­rú [Li­ma: Uni­ver­si­ do va­rie­da­des de al­go­dón has­ta en­con­
dad del Pa­cí­fi­co, 1999]), sin em­bar­go, trar una re­sis­ten­te al te­mi­ble Cot­ton
situación poco
apor­ta da­tos e in­ter­pre­ta­cio­nes fres­ Wilt. Bien ha­cen Cue­to y Los­sio en decir
favorable. Un cos en tor­no de la fi­gu­ra del agri­cul­tor que sus des­ve­los con­tras­ta­ban con la
reciente trabajo puer­to­rri­que­ño. ac­ti­tud pa­si­va rei­nan­te en la épo­ca.
sobre la labor
del agricultor Ade­más de pre­sen­tar trans­crip­cio­nes Una se­gun­da con­si­de­ra­ción es el he­cho
de va­lio­sa do­cu­men­ta­ción his­tó­ri­ca – de que Tan­güis tra­ba­ja­ra de es­pal­das a
puertorriqueño en­tre ellas, el pro­pio tes­ti­mo­nio de Tan­ los es­fuer­zos –muy di­sí­mi­les– del Es­ta­
asentado en güis so­bre có­mo lle­vó a ca­bo sus des­ do por su­pe­rar el Cot­ton Wilt. Con­fron­
nuestro país, cu­bri­mien­tos–, nue­vos da­tos bio­grá­fi­ ta­das con el pro­ble­ma, las ins­ti­tu­cio­nes
arroja nuevas cos apor­tan al co­no­ci­mien­to del per­so­ es­pe­cia­li­za­das pre­fi­rie­ron imi­tar las res­
na­je. Uno de los pun­tos más va­lio­sos pues­tas de otros paí­ses. Así, se dis­pu­so
luces sobre su del tra­ba­ jo de Cue­ to y Los­ sio es la la im­por­ta­ción de al­go­dón es­ta­dou­ni­
legado. pers­pec­ti­va que se asu­me al pre­sen­tar den­se, su­pues­ta­men­te re­sis­ten­te a la
el ca­so de Tan­güis co­mo uno de in­no­ pla­ga. Los efec­tos ad­ver­sos de tal me­di­
va­ción en la ad­ver­si­dad. da hi­cie­ron aban­do­nar la em­pre­sa. El
al­go­dón Tan­güis, en cam­bio, era un pro­
Una pri­me­ra con­si­de­ra­ción al res­pec­to duc­to úni­co en el mun­do, pues no se
se sin­te­ti­za en el si­guien­te pá­rra­fo: adap­ta­ba a las con­di­cio­nes de otras
“Tan­güis, co­mo mu­chos agri­cul­to­res la­ti­tu­des. En­tre otras con­se­cuen­cias, la
pe­rua­nos, tu­vo que en­fren­tar­se al abis­ ini­cia­ti­va de Tan­güis re­per­cu­tió fa­vo­ra­
mo en­tre las ne­ce­si­da­des y los re­cur­sos ble­men­te en pos­te­rio­res es­fuer­zos de
exis­ten­tes. Su per­sis­ten­cia por en­fren­ in­ves­ti­ga­ción. Se fun­daron va­rias es­ta­
tar los pro­ble­mas fue di­fe­ren­te del fa­ta­ cio­nes ex­pe­ri­men­ta­les en­tre 1900 y
lis­mo y la re­sig­na­ción de la ma­yo­ría de 1930: en Mo­que­gua (1905), Lam­ba­ye­
agri­cul­to­res que acos­tum­bra­ban de­di­ que e Iqui­tos (1911), Ica (1912), Ma­dre
car­se a otros ne­go­cios mien­tras es­pe­ra­ de Dios (1913) y Ca­ñe­te (1926). La So­cie­
ban que pa­sa­ran las pla­gas nue­vas que dad Na­cio­nal de Agri­cul­tu­ra fun­dó en la
ca­da cier­to nú­me­ro de años ata­ca­ban a ha­cien­da La Mo­li­na una es­ta­ción ex­pe­ri­
las plan­tas de al­go­dón (s/p)”. men­tal y, en 1926, se fun­da­ría el Ins­ti­tu­
to de Pa­ra­si­to­lo­gía Agrí­co­la. To­dos estos
Más ade­lan­te, agre­gan: “La his­to­ria de fue­ron es­fuer­zos, qui­zás con po­cos con­
Tan­güis se­ña­la que las res­pues­tas a los ti­nua­do­res, por su­pe­rar la ad­ver­si­dad a
pro­ble­mas que pre­sen­ta­ba la na­tu­ra­le­ tra­vés de la cien­cia y la tec­no­lo­gía.

236 período 6 [ capítulo 41 ]


Grandes y modernas maquinarias fueron instaladas en varias haciendas. Ese fue, por ejemplo,
el caso de Laredo en el valle de Santa Catalina en La Libertad. En 1912 hallábase José Ignacio
Chopitea, propietario de ese fundo azucararero, en Europa, en época de excepcionales utilidades
en el azúcar y decidió conseguir un mayor perfeccionamiento en el beneficio de las cañas LA hISTORIA
mediante la construcción de un nuevo ingenio. Discutió personalmente con los fabricantes de DEL AUGE DEL
maquinarias los planos, seleccionó y adquirió todos los aparatos y materiales necesarios, los des-
pachó al Perú y hacia agosto de 1914 cerró las puertas del antiguo ingenio y comenzó de nuevo ALGODóN
su labor. La producción anual de azúcar de Laredo que, inicialmente había sido de 15 a 20 mil PERUANO TENíA
quintales de azúcar subió hacia 1917 a alrededor de 500 mil. Análoga transformación ocurrió en
las haciendas Roma y Casa Grande en el valle de Chicama, Puente Piedra en las cercanías de la
SUS ORíGENES EN
capital, Santa Bárbara en el valle de Cañete y otras más. LOS PRIMEROS
Tampoco la variedad de las cotizaciones del algodón implicó un obstáculo para el conside- AñOS DEL SIGLO
rable desarrollo de su cultivo. En 1899 la producción algodonera peruana fue de 5.876 toneladas,
mientras que en 1915 aumentó a 21.124 toneladas. Los hacendados de las cercanías de las ciu- XX CUANDO LAS
dades costeñas disminuyeron o suprimieron muchas veces la extensión de terreno dedicada a COTIzACIONES
pastos y sementeras en sus fundos para consagrarlos exclusivamente al cultivo del algodonero.
Las estadísticas sobre el número de haciendas de algodón y producción entre 1915 y 1919
INTERNACIONALES
fueron las siguientes: REFLEjARON LA
TENDENCIA
Años N° de Área cultivada
haciendas (algodón)
ALCISTA EN EL
1915-16 226 55.635 hectáreas PRECIO DE ESTE
1916-17 284 64.030 ‘’ ARTíCULO.
1917-18 674 77.872 ‘’
1918-19 88.863 ‘’

La única excepción a la regla de general crecimiento en los precios de las materias primas
agrícolas nacionales de exportación estuvo en el caucho. Las plantaciones de Java, Sumatra y
Malaca multiplicaron su producción a partir de 1912, en tanto que la de América del Sur descen-
dió inexorablemente.
Los altos precios obtenidos por los exportadores sirvieron para compensar los mayores gra-
vámenes con motivo de la considerable alza de los fletes a la que se refieren otros párrafos de
este mismo capítulo. También les favoreció la robustez del valor de la moneda fiduciaria nacional
ampliamente garantizada. Fue entonces cuando, por primera vez desde la guerra con Chile, sur-
gieron grandes fortunas.

El alGoDÓN taNGÜIS.- La historia del auge del algodón peruano tenía sus orígenes en los
primeros años del siglo XX cuando las cotizaciones internacionales reflejaron la tendencia alcis-
ta en el precio de este artículo. Había empezado entonces un aumento constante en la deman-
da mundial, mientras que, a la vez, se elevaban los costos de producción en Estados Unidos,
país en el que se reunían las más importantes y vastas zonas de cultivo. De allí provino un estí-
mulo al cultivo algodonero en los valles centrales de la costa peruana. Pronto aparecieron, sin
embargo, unas plagas representadas por una enfermedad fungosa, o sea la marchitez produci-
da por el hongo Verticillium que infectaba el suelo en forma permanente. Los daños causados
por estas plagas llamadas del “decaimiento” llegaron a ser tan considerables que el cultivo estu-
vo en peligro de desaparecer.
Fermín Tangüis nació en la isla de Puerto Rico en 1851 y pasó su niñez y parte de su juventud
en Cuba. A la edad de 21 años, el año de 1872, vino al Perú y desde entonces hasta

[ CAPÍTULO 41 ] PERÍODO 6 237


El alGoDÓN 1893 dedicose a negocios de minas en Huancavelica en la oficina de Leonardo Pflucker y otras
taNGÜIS actividades. En 1893 se hizo cargo de la hacienda Urrutia, a tres leguas de Pisco. Cuando las pla-
gas del “decaimiento” invadieron el valle en la primera década de este siglo. Tangüis, casi sin pre-
paración especial en materia de agricultura, con solo la experiencia adquirida en la práctica y sin
otra ayuda que la lectura de algunos tratados sobre selecciones de plantas en otros países, se
dedicó con perseverancia a buscar en sus campos una planta que tuviese características inmu-
nes. Varias veces sembró semillas de algodón “suave” americano –conocido localmente con el
nombre de “Egipto”– en el área infectada, con resultados desconsoladores. Solo en el tercer año,
un mutante espontáneo probó ser un espécimen perfecto y pasó a ser la “planta madre” de don-
de provino, años más tarde, aproximadamente el 60% del algodón cultivado en el Perú.
Las semillas de esta planta produjeron otras y, por fin, al quinto año, Tangüis pudo trabajar
con 3 hectáreas del nuevo tipo de algodón. Al sexto año sembró 15 hectáreas y siete años des-
pués de haber iniciado sus experimentos comenzó a suministrar semillas a los hacendados que
por ellas se interesaron en el departamento de Ica y después en casi todos los valles de la costa
del Perú.
Esta variedad de Esta nueva variedad conocida con el nombre de “Tangüis”, probó ser altamente resistente a
algodón, creada en la marchitez. No solo está caracterizada por esas virtudes de fortaleza y salud. Sus condiciones
1908 por Fermín agrícolas son, además, magníficas debido a los altos rendimientos que da por hectárea, al eleva-
tangüis en los valles de do porcentaje de fibra y a otras notas distintivas que la hacen muy conveniente para el agricultor.
Ica, empezó a ser La calidad de su fibra puede recibir el calificativo de excelente: larga y de textura áspera y, por lo
exportada con gran tanto, adecuada para la industria textil y, además, de color muy limpio, como que ha llegado a
éxito a mediados de la gozar de la merecida fama de ser el algodón más blanco del mundo.
década de 1910. los Tangüis no fue avaro con su descubrimiento y ayudó, como ya se ha dicho, a que fuera pro-
primeros mercados que pagado, sin obtener por ello utilidad personal. El algodón que ostenta su nombre llegó a ocupar
reconocieron su gran toda el área dedicada a este cultivo en los valles centrales de la costa. En 1915 se inició su expor-
productividad y tación. En 1918 había alcanzado volumen tan importante que fue reconocido como un algodón
resistencia fueron los distinto en la Bolsa de Liverpool, mercado principal de las exportaciones peruanas.
británicos. luego, Tangüis trabajó también mucho por el adelanto de Pisco y a él se debió en gran parte, la obra
su fama se extendió del malecón en ese puerto.
a otros mercados, como Un monumento a Fermín Tangüis fue inaugurado en Lima, en el área de la avenida Arequipa,
el estadounidense. En en 1940. Su maqueta fue de Piqueras Cotolí y la ejecución estuvo a cargo de Ismael Pozo.
esta fotografía, de 1927,
vemos a un agricultor
junto a una planta de la populaRIZacIÓN DEl autoMÓVIl y DEl tRactoR.- En setiembre de 1913 un auto
algodón tangüis que Ford cuyo piloto era Fernando Ortiz de Zevallos Vidaurre subió y bajó las escalinatas de los baños
produjo 420 bellotas, de Tingo y luego las de la Catedral de Arequipa.
un caso notable. El 31 de marzo de 1914 Carlos Olavegoya Kruger en su Benz de 8-18 H. P., ascendió al cerro
San Cristóbal en el tiempo de 27 minutos, después de haberse detenido varias veces para apar-
tar las piedras de su camino. Al día siguiente, Augusto Tello Dyer, en un Buick volvió a hacer la
misma hazaña en 5 minutos menos. Pero el 7 de abril de 1914 Octavio Espinoza G. en un Sperber
estableció el récord de 7 minutos.
En julio del mismo año Olavegoya Kruger llegó hasta la cumbre del Morro Solar e hizo el peli-
grosísimo raid Lima-Cerro de Pasco.
Pero a pesar de estas proezas, hasta fines de 1915 no había en Lima sino unos seis u ocho
automóviles importados directamente por sus propietarios. Fernando Ortiz de Zevallos Vidaurre
estableció la primera agencia de esos vehículos y trajo al Perú los Ford modelos T de piezas inter-
cambiables. El automovilismo comenzó a popularizarse desde entonces.
Luego Ortiz de Zevallos introdujo los Chevrolet y Cadillac y los primeros camiones de cuatro
ruedas motrices, útiles en los arenales y en los difíciles caminos de entonces.

238 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 41 ]


Especial importancia revistió la llegada por la misma época, de los tractores de gasolina Big loS pRIMERoS
Four de la Emerson Brantingham. Hasta entonces se araba con bueyes. En las haciendas de azú- pIlotoS DE
autoMÓVIlES
car esta operación efectuábase con juegos de dos máquinas colocadas a los dos extremos de los
potreros llevando tres o cuatro arados con cadenas.
Al producirse el tránsito de la era de la labranza y el cultivo a sangre a la era del tractor,
comenzó la mecanización de la agricultura de la costa y se expandió gradualmente el empleo
de máquinas aun en trabajos que, según se había creído, ellos no podrían realizar nunca. Una de
las consecuencias de estas prácticas fue la reducción de las áreas dedicadas a pastos, que pasa-
ron a incrementar las de agricultura de producción directa.

El ValoR DE laS IMpoRtacIoNES y EXpoRtacIoNES.- La Primera Guerra Mundial


tuvo efectos decisivos no solo sobre el volumen de las importaciones y las exportaciones, sino
también sobre el desnivel entre estas y aquellas y sobre su influencia en la vida nacional. Las
cifras correspondientes aparecen en el siguiente cuadro:

Años Importación Exportación Excedentes de las carlos olavegoya, a


exportaciones (+) quien vemos aquí en una
1900 Lp. 2.317.151 Lp. 4.497.000 + 2.179.849 fotografía de 1911, fue
1908 ‘’ 5.273.079 ‘’ 5.478.942 + 205.863 uno de los primeros
1913 ‘’ 6.088.777 ‘’ 9.137.181 + 3.048.404 pilotos de automóviles
1914 ‘’ 4.827.930 ‘’ 8.767.790 + 3.939.860 en el perú. al volante
1915 ‘’ 3.095.545 ‘’ 11.521.808 + 8.426.263 de un Benz 8-18 Hp,
1916 ‘’ 8.683.150 ‘’ 16.541.063 + 7.857.913 ascendió al cerro San
1917 ‘’ 13.502.852 ‘’ 18.692.870 + 5.190.018 cristóbal en 27 minutos,
1918 ‘’ 9.706.113 ‘’ 19.972.595 + 10.266.482 un récord para su
1919 ‘’ 12.203.840 ‘’ 26.899.423 + 14.695.583 tiempo. Entre los pilotos
que también realizaron
El valor de las importaciones que descendió a cifras mínimas en 1914 y 1915, subió en los hazañas por esos años,
años siguientes, para superar con creces las cantidades anteriores. En cambio, las exportaciones, estuvieron: Fernando
después de bajar en 1914, aumentaron considerablemente en 1915 y siguieron en escala ascen- ortiz de Zevallos,
dente en los años sucesivos, y así en 1917 se duplicó la cifra de 1913 y ella casi se triplicó en 1918 augusto tello
en que fueron superadas seis veces las cantidades de 1900. y octavio Espinoza,
(Sobre el valor de los principales productos exportados véase cuadro en la página siguiente). entre otros.
Se nota, a través de este cuadro, el desarrollo de la exportación en general, el incremento del
algodón a un valor que superó cinco veces la cifra de 1913 y el alza del azúcar a casi siete veces
(mientras aparecía para ambos productos agrícolas una proporción que no se veía ni de lejos en
las cifras de 1900). Por otra parte, hubo también un ascenso vertical en el valor del petróleo. A la
vez, el cobre, primer artículo de exportación en 1913, pasó al tercer lugar en 1919, no obstante
haber duplicado su cuantía. Las lanas, menos valiosas comparativamente que las materias pri-
mas antedichas, aparecieron en 1919 con una cantidad fantásticamente alejada de la de 1900.

[ III ]
El DISloQuE EcoNÓMIco pRoVocaDo poR la GuERRa.- De un lado la contienda y
las necesidades que la guerra europea produjo, disminuyeron en Europa la producción de artí-
culos alimenticios. De otro lado, surgió la urgencia de armar, vestir, alimentar y equipar a millones
de soldados. Con los derechos de aduanas recaudados por el Estado peruano pudo mejorar, a
partir de 1915, la situación fiscal que en 1914, antes de la guerra, ya marchaba a la crisis con los

[ CAPÍTULO 41 ] PERÍODO 6 239


El MERcaDo Presupuestos deficitarios, el crecimiento de los gastos burocráticos y la acumulación de la deuda
EStaDouNIDENSE pública. Por otra parte, el costo de vida aumentó y con él la demanda de mejores salarios.

Durante la primera VALOR DE LAS EXPORTACIONES PERUANAS (en Lp.)


Guerra Mundial, las Años Algodón Azúcar y Cueros Lanas Petróleo y Cobre
exportaciones peruanas derivados derivados
cambiaron de rumbo. 1900 326.074 1.455.813 108.559 296.673 185 621.065
Hasta entonces, Gran 1913 1.420.230 1.412.665 193.809 516.891 910.259 2.010.618
Bretaña había sido el 1914 1.405.220 2.640.952 182.068 507.591 888.672 1.682.817
principal comprador de 1915 1.260.477 2.976.605 159.954 598.392 1.143.977 3.372.187
productos e insumos 1916 1.722.805 3.978.779 327.186 938.075 1.387.778 5.942.263
peruanos. a partir de 1917 2.878.515 4.111.463 322.858 1.711.734 1.182.051 6.250.738
1913, sin embargo, se dejó 1918 3.760.812 4.162.595 170.447 2.704.612 1.415.383 5.866.014
sentir la presencia de los 1919 6.635.782 8.314.321 624.466 1.631.664 2.320.319 4.920.449
Estados unidos en nuestro
total de exportaciones, Dedicados los barcos de Estados Unidos, de Inglaterra y de otros países al tráfico con Europa,
como se ve en el vino una situación difícil para el transporte, con escasez de buques, recargo de fletes y otras con-
siguiente cuadro. secuencias. Los precios de los artículos importados de Europa y Estados Unidos subieron consi-
derablemente por esta causa y también por la disminución de la producción debido a la guerra.
aÑo poRcENtaJE
1914 34,03%
1915 45,76% El DESplaZaMIENto DE loS MERcaDoS.- Otro de los fenómenos más importantes que se
1916 61,53% produjeron en esta época fue el desplazamiento de los mercados tradicionales de América del Sur.
1917 61,38% El primer puesto en el comercio peruano estaba ocupado en 1913 por la Gran Bretaña con un
32,84% de las exportaciones e importaciones. Este lugar fue tomado por Estados Unidos (34,03%
en los cinco meses finales de 1914, 45,76% en 1915, 61,53% en 1916 y 61,38% en 1917). Hubo aquí
también influencia del canal de Panamá. El comercio con Chile aumentó, asimismo, considerable-
mente, a pesar de las adversas circunstancias que habían roto las relaciones diplomáticas con este
país. En general, la Primera Guerra Mundial desarrolló la vinculación mercantil entre las Repúblicas
latinoamericanas, a pesar de no estar ellas preparadas para lograr todas las ventajas posibles de la
situación producida, debido a las dificultades de los medios de transporte, a la incipiencia de su
aparato comercial e industrial, a las características embrionarias en su producción y a la falta de
visión de la clase gobernante. Sin embargo, auspiciosas operaciones económicas pudieron ser
efectuadas en 1918 bajo el estímulo y la supervigilancia del Estado, con el Uruguay y la Argentina.
También se intentó fomentar la venta de artículos peruanos y la compra de artículos de consumo
en México. Una junta especial llegó a ser creada, por decreto de 8 de junio de 1918, para recibir
informaciones y demandas y proponer medidas en relación con el fomento general del comercio
exterior del país.

[ IV ]
la NuEVa lEGISlacIÓN tRIButaRIa.- El desarrollo económico del Perú impulsado por las
grandes corrientes de orden internacional después del pánico que produjo la iniciación de la
guerra y la nueva política seguida por la administración de José Pardo desde que empezó su
período gubernativo, facilitó el comienzo de una nueva era en la historia tributaria. En ella fueron
promulgadas las siguientes leyes: 1) la N° 2143 de 6 de octubre de 1915 que fijó un gravamen a
la exportación del azúcar, algodón, lanas y cueros; 2) la N° 2174 ampliatoria de la N° 2143 en lo
relativo a los contratos de venta del azúcar; 3) la N° 2187 de 14 de noviembre de 1915 que seña-
ló la forma y proporciones del impuesto creado sobre la exportación del oro, plata, cobre, plomo,

240 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 41 ]


[1]

[2]

El mercado automotor. A partir de la década de 1910, los automóviles se popularizaron en todo el Perú. Por una
parte, eran vistos como objeto de novedad y realizaban todo tipo de demostraciones públicas, como la que vemos aquí,
ocurrida en Arequipa, donde Fernando Ortiz de Zevallos bajó a bordo de su carro Ford las gradas de la catedral de esa
ciudad (2). De otro lado, cambiaron las costumbres de la ciudad pues se empezaron a utilizar vehículos motorizados
para tareas como el recojo de basura (1). Los camiones de la marca Moreland desplazaron rápidamente a las carretas
usadas hasta entonces.

[ capítulo 41 ] período 6 241


loS NuEVoS petróleo y sus derivados; 4) la N° 2214 de 1° de diciembre de 1915 sobre impuesto a los minera-
IMpuEStoS les; 5) la N° 2220 de 15 de enero de 1916 modificatoria y aclaratoria de la ley N° 2187; 6) la N° 2227
de 12 de febrero de 1916 que determinó el impuesto a que estaban sujetas las transmisiones de
toda clase de bienes, acciones y derechos a título de herencia, legado o donación; 7) la N° 2423
de 4 de agosto de 1917 sobre impuestos con carácter progresivo al petróleo crudo, aceites lubri-
cantes y residuos pesados de destilación, bencina, gasolina, kerosene y otros productos; 8) y 9)
la N° 2727 de 20 de marzo de 1918 concerniente a los impuestos a la exportación de minerales,
ampliada por la N° 2878 de 27 de noviembre de 1918 sobre el tungsteno; 10) la N° 2778 de 19
de setiembre de 1918 sobre las lanas.
El impuesto a las adquisiciones por sucesión osciló entre el 1% cuando se trataba de la línea
recta ascendente o descendente o entre esposos y el 10% en el parentesco lejano correspon-
diente a una herencia hasta las Lp. 25.000 con ligeros aumentos para las sumas más elevadas.
Este impuesto sobre la sucesión hereditaria existía antes de la ley N° 2227 como una de las rentas
que percibían las juntas departamentales, gravando en la proporción del 2% las sucesiones entre
laterales y de 4% las herencias entre extraños. Estaban antes liberadas las sucesiones directas, o
como parte de la nueva sea las producidas entre ascendientes y descendientes que la legislación peruana consideraba
legislación tributaria, como forzosas.
mediante la ley N0º 2143, Con anterioridad a la ley referente al impuesto sobre la exportación del oro, plata, cobre, plo-
del 6 de octubre de 1915 mo y petróleo, el Estado solo percibía, en relación con estos productos, un impuesto invariable
se fijó un gravamen a la de Lp. 0,7,50 por concesión o Lp. 15 por hectárea según fuere la naturaleza del yacimiento. Es
exportación de azúcar, decir, cobraba una suma relativamente muy pequeña, desproporcionada con el volumen de la
así como a otros de producción y con la calidad de una riqueza que no presenta el carácter de reproducción perió-
nuestros principales dica como la agrícola o ganadera. La ley de 8 de noviembre de 1890, que no permitía el aumen-
productos. Esta medida to de los impuestos entonces existentes sobre la propiedad minera y sus productos, cumplió en
afectó a empresarios 1915 el plazo que había sido señalado para su vigencia.
como Víctor larco También correspondieron a la misma época las leyes sobre impuestos a los terrenos sin
Herrera, propietario de construir ( N° 2597 de 1° de diciembre de 1917) y a los boletos de pasaje (N° 2117 de 10 de
las haciendas marzo de 1917).
azucareras, Roma y La resolución suprema de 3 de junio de 1916 creó, por vez primera en el Perú del siglo XX,
chiquitoy ambas en una comisión para el perfeccionamiento y ampliación del régimen tributario. Integraron esta
el departamento comisión el director de Aduanas y Contribuciones y delegados de la facultad de Ciencias Políti-
de la libertad. aquí, cas y Administrativas, de las sociedades de Industrias y Agraria, de la Cámara de Comercio de
fotografía de 1907, de Lima, de la Bolsa Comercial y de la compañía Recaudadora de Impuestos. La labor de la comisión
un trapiche para el no fue perceptible.
procesamiento de
azúcar, en las
haciendas de larco. laS DEFIcIENcIaS EN la tRIButacIÓN DEl EStaDo patRIMoNIal olIGáRQuIco
REVElaDaS poR El MINIStRo VíctoR M. MaÚRtua.- La nueva política tributaria abrió
un capítulo nuevo en la vida del Perú. Al ser gravados los productos de exportación agrícola y
mineros, se empezó a cumplir, en cierta medida, una función de justicia social. El atraso del sis-
tema tributario peruano era entonces enorme. Como expresó Víctor M. Maúrtua cuando empe-
zó a discutir en la Cámara de Diputados el impuesto a la exportación, la contribución sobre la
renta daba 20 a 30.000 libras y la concerniente a la propiedad inmueble y a la utilidad industrial
producía a las juntas departamentales, excepto en Lima y Callao, no más de 100.000 libras. Las
clases acomodadas no participaban sino con el 5 ó 6% en las entradas generales y el 95% pesa-
ba sobre las clases media y popular a través de sus gastos y consumos. En las aduanas hallában-
se gravados no tanto los artículos de lujo sino productos como el arroz, el trigo, la harina, las telas,
los materiales de construcción. La Peruvian Corporation, que solo pagaba 12.000 libras al año al
fisco, se llevaba 600.000. El caso de las compañías petrolíferas era similar. Cuando se trataba de

242 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 41 ]


hacer algún camino u otra obra pública en los departamentos, en las Cámaras o en las juntas
departamentales se proponía establecer o aumentar impuestos de consumo, sea a la chancaca,
a la coca, a la harina o a otras cosas, afectando así a los pobres y no a los ricos, principales usu-
fructuarios de dicha obras. Estas y otras fueron las revelaciones de Maúrtua. LA NUEvA
Sin embargo, se alzaron voces en el Parlamento hostiles a los impuestos de exportación y un POLíTICA
Comité de Defensa Agrícola se constituyó después de la reunión de agricultores que tuvo lugar
en el Teatro Colón de Lima el 11 de setiembre de 1915. TRIbUTARIA AbRIó
Ni en el Poder Ejecutivo ni en el Legislativo hubo, por otra parte, una actitud de hostilidad o UN CAPíTULO
de recelo o de control ante los grandes intereses económicos dominantes en el país.
El ministro Víctor M. Maúrtua propugnó iniciativas que hasta ahora son dignas de ser recor-
NUEvO EN LA vIDA
dadas y que el Gobierno ni quiso ni pudo auspiciar desgraciadamente. Cabe mencionar entre DEL PERú. AL SER
ellas: una verdadera distribución permanente a las utilidades, la revisión del impuesto de suce- GRAvADOS LOS
sión y del impuesto de registro de sociedades anónimas con atención vigilante sobre las extran-
jeras; la acción administrativa sistemática, continuada y enérgica sobre los métodos de recauda- PRODUCTOS DE
ción; el establecimiento de un Consejo General de Estadística y Contribuciones auxiliado por EXPORTACIóN
organismos departamentales y locales para fijar y supervigilar las cuotas de todos los impuestos
cedulares; el catastro que diera pautas para los impuestos territoriales; la revisión severa de los
AGRíCOLA y
sistemas de explotación y los presupuestos de las compañías fiscales que administraban mono- MINEROS, SE
polios públicos o que recaudaban sus rentas; el establecimiento de un impuesto sobre el capital EMPEzó A
para el efecto de aplicar su producto a la explotación de las riquezas naturales del país a través
de empresas públicas reproductivas para irrigación; explotación de tierras e incremento de la
CUMPLIR, EN
minería dentro de un régimen similar al de las compañías fiscales establecidas para el guano y CIERTA MEDIDA,
otros monopolios, asociándose los capitalistas y el Estado. UNA FUNCIóN DE
jUSTICIA SOCIAL.
EL ATRASO DEL
SISTEMA
TRIbUTARIO
PERUANO ERA
ENTONCES
ENORME.

[ CAPÍTULO 41 ] PERÍODO 6 243


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 42 ● I La evo­lu­ción del Pre­su­ del cré­di­to fis­cal ●  Las ideas con­ser­va­
pues­to de la Re­pú­bli­ca La pró­rro­ga del
● do­ras de Jo­sé Par­do so­bre po­lí­ti­ca pre­
Pre­su­pues­to de 1916 pa­ra 1917 sin vo­to su­pues­tal ● II La Ca­ja de De­pó­si­tos y
del Con­gre­so ●  Los rein­te­gros a los em­ Con­sig­na­cio­nes ● La Com­pa­ñía Ad­mi­nis­
plea­dos ● Los emo­lu­men­tos de los re­pre­ tra­do­ra del Gua­no ● III La ley so­bre tí­tu­
sen­tan­tes a Con­gre­so ● Las obli­ga­cio­nes los de la deu­da inter­na ● IV La le­gis­la­ción
a car­go del Era­rio ● La apli­ca­ción de los so­bre sub­sis­ten­cias ●  V El pro­ble­ma del
ma­yo­res in­gre­sos y el res­ta­ble­ci­mien­to trans­por­te ma­rí­ti­mo ● Las “lis­tas ne­gras”.
LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA MUNDIAL
ENTRE 1915 Y 1918 Y OTROS PROBLEMAS DE ESA ÉPOCA
El Presupuesto, otros aspectos hacendarios, la legislación sobre subsistencias
y sobre transportes durante la segunda administración de José Pardo

CAPÍTULO
42
[ ]
L
[I]
a EVolucIÓN DEl pRESupuESto DE la REpÚBlIca.- Pardo encontró en 1915, primer
año de su segunda administración, el Presupuesto nacional con un pliego de egresos mucho
más reducido que el de los años 1912, 1913 y 1914. Análoga característica era visible en el pliego
de ingresos. En los años siguientes la tendencia fue la que se observa en las siguientes cifras:

Años Ingresos efectivos Egresos efectivos


1915 Lp. 3.312.778 Lp. 3.391.652
1916 4.053.755 3.594.849
1917 4.703.585 4.816.596
1918 5.382.212 5.441.774
1919 6.639.702 6.647.646

la pRÓRRoGa DEl pRESupuESto DE 1916 paRa 1917 SIN Voto DEl coNGRESo.- El
Presupuesto para 1917 fue remitido al Parlamento en agosto de 1916, o sea dentro de un plazo
normal. Las Cámaras no llegaron a aprobarlo en la legislatura ordinaria, absorbidas por las cues-
tiones económicas derivadas de la guerra y por debates y escaramuzas de carácter político. El
Ejecutivo prefirió no convocar a una legislatura extraordinaria y prorrogar el Presupuesto por acto
directo. El director de Administración del Ministerio de Hacienda envió una circular a los conta-
dores de la República para que todos los servicios públicos se hicieran de conformidad con las
leyes que sustentaban los distintos gastos a que se referían los renglones del Presupuesto, para
lo cual invocó la ley de 1874.
Esta decisión del Gobierno fue rudamente atacada por la oposición. El diario El Tiempo repro-
dujo los discursos de los diputados del “bloque” que combatieron análoga medida tomada por
el presidente Leguía. El diputado Alberto Ulloa Cisneros dirigió desde el diario El Perú una carta
abierta al presidente de la Cámara José Matías Manzanilla, que había sido uno de los más elo-
cuentes opositores a la prórroga hecha en 1910, para invitarlo a hacer las gestiones indispensa-
bles con el fin de conseguir la convocatoria del Congreso a sesiones extraordinarias y así sancio-
nar el Presupuesto. Decíase que Manzanilla había procurado privadamente convencer al
presidente Pardo que tomase esa decisión y que había reprobado su negativa. Pero, en carta de
4 de diciembre de 1916, el mismo Manzanilla se declaró “en la imposibilidad de producir, a nom-
bre de nuestra Cámara, el acto oficial y público a que me invita” y declaró que adoptaba la regla
de conducta seguida en idénticas ocasiones por los presidentes de las Cámaras de 1900, 1902,
1910 y 1913 cuando se abstuvieron de requerir al Gobierno a que efectuara la convocatoria a
Congreso extraordinario por carecer de facultades constitucionales para hacer ese pedido(1).

(1) A Manzanilla algunos periodistas le habían dado el apodo de “Gioconda parlamentaria” porque creían ver en su

rostro una perenne sonrisa enigmática. Cuéntase que, años después de 1917, Manzanilla viajó a París y tuvo como
“cicerone” a Francisco García Calderón. Este lo llevó a diversos lugares, entre los que estuvo el Museo del Louvre. Ante el

246 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 42 ]


A pesar de los discursos elocuentes, lo cierto es que cuatro Gobiernos distintos en el siglo XX
–Romaña, Leguía, Billinghurst y José Pardo– acudieron cinco veces al procedimiento de prorro-
gar el Presupuesto del año anterior ante la demora del Parlamento para sancionar el nuevo: ello [ 1918 abrIl 24 ]
ocurrió con los Presupuestos para los años 1901, 1903, 1911, 1914 y 1917. En el caso de 1914, una
revolución anuló el decreto correspondiente. laS NuEVaS MoNEDaS
Según el mensaje de José Pardo el 28 de julio de 1917, la armonía entre ambos Poderes, el DE NíQuEl. En la edición
Ejecutivo y el Legislativo, había sido rota y la prórroga se produjo para evitar situaciones de des- del miércoles 24 de abril
concierto y desconfianza. de 1918, el diario
Al instalarse la legislatura de 1917 aprobó una ley por la cual sancionó para ese año el Presu- El comercio anunció
puesto de 1916 y restableció en su monto legal las partidas relativas al pago de haberes y emo- “la llegada al país de
lumentos que habían sido rebajadas. la moneda de níquel
Los Presupuestos para 1918 y 1919 fueron votados por el Parlamento; el de aquel año en la mandada a fabricar en
quinta legislatura extraordinaria. Pardo parece haber rectificado su actitud. los Estados unidos, en
En su respuesta a Ulloa, abogó Manzanilla para que se obtuviera el otorgamiento de la facul- cumplimiento de la
tad al Legislativo en relación con la convocatoria a sesiones extraordinarias. La Constitución de disposición legal que
1933 las prescribe cuando lo pidan la mitad más uno de los miembros del Congreso (Art. 108). autoriza el uso en el
En su memoria como ministro de Hacienda correspondiente a 1918, Víctor M. Maúrtua hizo perú de ese circulante
un análisis del notable incremento de los ingresos de 1917 en relación con los previstos en el metálico. El ministerio
Presupuesto prorrogado. de hacienda ha puesto
inmediatamente aquella
moneda (…) a
loS REINtEGRoS a loS EMplEaDoS.- Por acuerdo del Congreso de ministros del 23 de disposición de la junta
marzo de 1917 los sueldos y asignaciones de los empleados civiles y militares debieron pagarse de vigilancia; de modo
desde enero de 1918 con sujeción a la escala vigente en noviembre de 1914. que es de esperar
La ley N° 2737 de 23 de abril de 1918 mandó votar en el Presupuesto General de la República proceda esa junta, en el
para ese año la suma que fuera necesaria para reintegrar a todos los empleados públicos civiles día, á canjearla por los
y militares las rebajas de sus haberes efectuadas en los Presupuestos de 1914, 1915 y 1916. billetes de cinco
centavos, con que,
provisionalmente, se ha
loS EMoluMENtoS DE loS REpRESENtaNtES a coNGRESo.- La ley N° 2956 de 9 de estado supliendo la falta
diciembre de 1918 elevó los emolumentos de los representantes a Congreso y dispuso que se de circulante metálico
abonaran a razón de 50 libras peruanas mensuales en vez de 30 y que al diputado o senador que de pequeño tipo”.
dejara de asistir a las sesiones sin causal correctamente justificada, se le descontase 5 libras por
sesión. Al aprobar esta ley no hubo discrepancias entre la mayoría gobiernista y la minoría opo-
sitora, salvo algunas excepciones aisladas. El presidente Pardo la vetó; pero el Congreso hizo uso
de su derecho de insistencia.
La ley anterior sobre emolumentos fue la N° 196 de l° de febrero de 1906. La ley N° 1247 de
17 de febrero de 1910 otorgó a los suplentes llamados a las Cámaras los mismos emolumentos,
que corresponderían a los propietarios, mientras estuvieran incorporados.

laS oBlIGacIoNES a caRGo DEl ERaRIo.- Según se ha referido ya en otro capítulo, al


dejar el poder José Pardo el 24 de setiembre de 1908, dejó como obligaciones a cargo del Erario
público, aparte de la deuda interna propiamente dicha, 824 mil libras peruanas; pero al hacerse
cargo del mando supremo el 15 de agosto de 1915 encontró que dichas obligaciones, según un
memorándum presentado a las Cámaras por el ministro de Hacienda Aurelio García y Lastres,

cuadro de la “Gioconda” de Leonardo da Vinci (narra la anécdota aquí transcrita) el político peruano permaneció largo
rato y al fin tomó del brazo a García Calderón y le dijo: “El gran error de Pardo fue gobernar sin Presupuesto”.

[ CAPÍTULO 42 ] PERÍODO 6 247


ascendían a 68 millones 870 mil soles, o sea, que ellas se habían elevado en más de 60 millones
en siete años.
Los mayores rendimientos de las partidas de ingresos y los mayores gastos ocasionados en
A PARTIR DE 1916, las partidas de egresos de cada año fiscal (que eran antes no conocidos por el Congreso, ya que
AL RENDIR LOS la liquidación del ejercicio estaba abierta hasta el 30 de setiembre, o sea, dos meses después de
la apertura de sus sesiones) quedaron sujetos a nuevos plazos por decreto de 15 de julio de 1915,
INGRESOS FISCALES pues la presentación de las cuentas de las distintas oficinas fue exigida para el 31 de marzo con
MAyORES SUMAS el fin de preparar antes del 28 de julio la documentación completa acerca de la inversión de los
caudales públicos. También recibió especial atención el detalle de la distribución de la partida
qUE LAS PREvISTAS, global de los gastos extraordinarios.
EL GObIERNO DE
PARDO, DESPUéS DE
la aplIcacIÓN DE loS MayoRES INGRESoS y El REStaBlEcIMIENto DEl cRÉDI-
ATENDER CON to FIScal.- A partir de 1916, al rendir los ingresos fiscales mayores sumas que las previstas, el
PUNTUALIDAD LOS gobierno de Pardo, después de atender con puntualidad los servicios presupuestados, aplicó
buena parte de ellas al pago de responsabilidades que no habían sido oportunamente atendi-
SERvICIOS das. Los empleados cesantes y pensionistas del Estado recibieron primero las quincenas que no
PRESUPUESTADOS, les habían sido abonadas en julio y agosto de 1915 y más tarde, como se ha visto, quedaron
APLICó bUENA asignados a todos los servidores del Estado los sueldos y asignaciones vigentes en 1914. Asimis-
mo, se llevó a cabo el arreglo de otras obligaciones vencidas y servicios provenientes del pasado.
PARTE DE ELLAS AL Entre ellos cabe mencionar los siguientes: letras giradas a cargo de la Dirección del Tesoro que
PAGO DE se hallaban impagas desde 1914; cupones pendientes de los vales de deuda interna; los intere-
RESPONSAbILIDADES ses atrasados de empréstitos efectuados años antes; la amortización y la regularización del ser-
vicio de parte de ellos; saldos a la Compañía Dupont de Nemours por el contrato sobre explora-
qUE NO hAbíAN ción de yacimientos de salitre en la época de Billinghurst, y a Jacobo Kraus por los estudios y
SIDO planos de obras portuarias efectuados en esos mismos años en Callao, Mollendo, Matarani y
Camaná; adelantos hechos por la Compañía Recaudadora de Impuestos y por la Caja de Depó-
OPORTUNAMENTE sitos y Consignaciones a varios Gobiernos anteriores; arreglo de responsabilidades incumplidas
ATENDIDAS. por la Dirección de Correos y entrega de anualidades adeudadas a la Peruvian Corporation.
La oposición discutió severamente la procedencia de estos gastos y otros análogos e hizo de
su crítica un arma tenaz y vocinglera. El ministro de Hacienda Francisco Tudela y Varela, al con-
testar unas interpelaciones formuladas con tal motivo en la tercera legislatura extraordinaria de
1917, invocó la ley N° 2228, de 19 de febrero de 1916 sobre inversión de los impuestos a la expor-
tación que autorizó hacer ciertos pagos de deudas con ellos, así como lo dispuesto en la ley de
18 de noviembre de 1892 que contempló la inversión de los sobrantes correspondientes a las
partidas consignadas en el Presupuesto y que prescribió que el Poder Ejecutivo acompañase, a
la Cuenta General, los decretos y resoluciones expedidos al respecto. Esa última ley no estableció
ninguna restricción a la facultad de apertura de créditos, y era tanto más aplicable cuanto que
no había sido abierto un solo crédito extraordinario para destinarlo a servicios diferentes de los
contemplados en las leyes dictadas por el Congreso. Créditos extraordinarios habían sido abier-
tos por todos los Gobiernos; pero el régimen de 1915 a 1919 no los creó con cargo al déficit del
Presupuesto sino sobre fondos efectivos. Las razones que dio Tudela no convencieron a sus
impugnadores Daniel I. Castillo, Pedro Ruiz Bravo y Alberto Secada; pero dieron lugar a que la
Cámara declarara por 63 votos contra 3 que la inversión de los mayores ingresos había sido efec-
tuada legalmente y en armonía con los intereses nacionales, aprobando las cuentas respectivas
(21 de febrero de 1918).
La oposición no abandonó sus críticas después del voto parlamentario antedicho; y, antes
bien, las reiteró con gran apasionamiento en vísperas del movimiento subversivo del 4 de julio
de 1919 e inmediatamente después. No tuvo aquí razón.

248 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 42 ]


[1] El transporte
marítimo. Durante la
Primera Guerra
Mundial, la producción
de embarcaciones para
fines bélicos en Europa
aumentó
considerablemente, en
detrimento de las
embarcaciones
comerciales. Ello puso
a nuestro país en una
situación difícil, pues
los navíos eran
necesarios para el
transporte de
alimentos y bienes. En
junio de 1918, por
ejemplo, se dio la ley
Nº0 2761 que prohibía la
venta de vapores como
El Ucayali (que vemos
en estas fotografías de
1909), sin la
autorización del
gobierno.

[2]

[ capítulo 42 ] período 6 249


la REMoDElacIÓN laS IDEaS coNSERVaDoRaS DE JoSÉ paRDo SoBRE polítIca pRESupuEStal.- En
DE loS puERtoS su mensaje del 28 de julio de 1918 el presidente José Pardo enunció sus ideas sobre política pre-
supuestal, en algunos puntos diferentes a las orientaciones que, en sus Gobiernos siguiera el ex
ministro de Hacienda Augusto B. Leguía. Recomendó al Congreso no emplear el sistema, peli-
grosísimo y exagerado, de fijar en el Presupuesto los rendimientos máximos de los ingresos
públicos. Insistió en la necesidad de la prudencia para no poner en peligro el equilibrio entre los
gastos y las entradas posibles.
También recomendó no omitir en los pliegos respectivos servicios indispensables ni estimar
otros en cifras insuficientes. Había que evitar, ante todo, el déficit. Señaló la conveniencia de una
ley complementaria del Presupuesto con cuatro principios esenciales: 1º. El criterio para estimar
las rentas debía ser el de los ingresos efectivos del anterior ejercicio con su liquidación corres-
pondiente, o el de los productos percibidos en los doce meses inmediatos a la formación del
Presupuesto. 2º. El Presupuesto debía ser uno y universal, comprender todos los servicios en el
máximum de sus detalles, suprimiéndose, por lo tanto, los presupuestos llamados “administrati-
vos”. 3º. Toda iniciativa de gastos debía estar acompañada de la creación o indicación de renta
El puerto arequipeño especial para cubrirlos. 4º. El Presupuesto General debía ser sancionado por el Congreso Ordina-
de Mollendo, que vemos rio y si no lo fuera, por circunstancia inevitables, y se aproximara el nuevo año, debía prorrogarse
aquí, así como otros el vigente. “Nada (agregó) debe preocupar más la atención del Poder Público que la regularidad
puertos importantes de en la recaudación y en la inversión de las rentas, de las cuales depende el orden, el control, la
la costa, como el callao, estabilidad, en suma, de las finanzas nacionales”.
Matarani y camaná,
fueron objeto de
estudio para una [ II ]
posible remodelación la caJa DE DEpÓSItoS y coNSIGNacIoNES.- La ley N° 2738 de 16 de mayo de 1918
a cargo de Jacobo introdujo algunas modificaciones en la estructura de la Caja de Depósitos y Consignaciones crea-
Kraus, en 1914. aunque da por la ley N° 53 de 11 de febrero de 1905. Lo principal de ellas consistió en la ampliación de sus
se llegaron a tener atribuciones, para encomendarle también la custodia de los fondos creados por leyes especiales
planos de los proyectos, bajo la forma de recargos, impuestos o derechos adicionales destinados a obras nacionales o loca-
las obras nunca se les que no figuraban en el Presupuesto de la República como rentas de carácter general.
realizaron, y los La ley N° 2759 de 25 de junio de 1918 entregó a la Caja, en custodia, el 50% de las primas de
honorarios de Kraus los empleados de aduana.
fueron congelados hasta Al asumir la Caja todas estas funciones su importancia aumentó en forma considerable.
1916. Recién ese año,
con la ayuda del ingreso
fiscal, se pudo la coMpaÑía aDMINIStRaDoRa DEl GuaNo.- La ley N° 3069 de 27 enero de 1919,
cubrir la deuda. complementó la obra iniciada en 1909, al autorizar al Poder Ejecutivo para que organizara entre
los agricultores nacionales una compañía anónima encargada de la administración del guano. El
Gobierno no podía suscribir ni poseer acciones de esta entidad; con ello se quiso cumplir el pro-
pósito de dar a la compañía autonomía comercial e industrial. Apareció así, con carácter legal,
dentro de un plazo y de un capital ampliados, la Compañía Administradora del Guano encargada
de la extracción, transporte, descarga y venta de este abono por cuenta del Estado, de la vigilan-
cia y administración general de todos los yacimientos guaneros de la República, con cuidado
para cuanto tuviera relación con el futuro de ellos, así como también para encargarse de la admi-
nistración de cualquier otro fertilizante o de las materias que tuviera a bien encomendarle el
Gobierno. Este debía ser representado en el Directorio de la compañía por un personero.
El régimen establecido por la ley N° 3069 funcionó hasta la contratación, en 1922, del llama-
do empréstito inglés de 1.250.000 libras esterlinas.
La Compañía organizó la extracción del fertilizante; utilizó métodos adecuados para recoger-
lo; facilitó la radicación de las aves; estableció una policía para protegerlas; levantó muros de

250 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 42 ]


contención en las islas para evitar los deslizamientos del producto al mar y aisló farallones y pun-
tas de tierras en determinados lugares, ampliando así el área utilizada para sus operaciones. Al
mismo tiempo, efectuó o estimuló estudios oceanográficos u ornitológicos relacionados con su
especialidad y procuró ayudar a los agricultores a través de la entrega del guano en las mejores A DIFERENCIA DE
condiciones. LO qUE
A diferencia de lo que ocurriera en el período inicial de la historia del guano, solo fue utiliza-
da la producción anual de las aves y se destinó íntegramente a la agricultura nacional, a pesar de OCURRIERA EN EL
que podrían obtenerse mayores utilidades exportándola, por pagarse el fertilizante a altos pre- PERíODO INICIAL
cios. Como resultado de medidas proteccionistas, impulsoras y cautelosas, la producción subió
constantemente hasta alcanzar sus cifras máximas.
DE LA hISTORIA
DEL GUANO, SOLO
FUE UTILIzADA
[ III ]
la lEy SoBRE títuloS DE la DEuDa INtERNa.- La consolidación de la deuda interna LA PRODUCCIóN
se regía por la ley de 17 de diciembre de 1898 que comprendió la liquidación de los créditos ANUAL DE LAS
contra el Estado desde el 1° de enero de 1887 hasta el 20 de marzo de 1895; y por la ley de 12
de junio de 1889 y sus modificatorias.
AvES y SE
La ley N° 2713 de 6 de febrero de 1918 autorizó al Poder Ejecutivo para emitir a la par títulos DESTINó
de deuda interna consolidada hasta por el valor nominal de 2 millones de libras peruanas amor- íNTEGRAMENTE A
tizables en 31 años mediante sorteos trimestrales, con interés de 7% al año, pagadero cada tri-
mestre. En garantía del servicio de interés y de amortización de los vales emitidos, afectó especial
LA AGRICULTURA
y señaladamente, del producto líquido de la renta de alcoholes, hasta la suma de Lp. 160.000 que NACIONAL, A
debió consignarse en el Presupuesto General de la República. El servicio de intereses y amortiza- PESAR DE qUE
ción quedó a cargo de la Caja de Depósitos y Consignaciones. Los títulos de deuda creados por
esta ley podían ser ofrecidos a la par tanto a los tenedores de vales de deuda consolidada men- PODRíAN
cionados por la ley de 12 de junio de 1889 para convertir estos vales bajo ciertas condiciones ObTENERSE
como a los acreedores del Estado con lo que se les adeudara en los ramos de la administración
pública de los ejercicios fenecidos desde el 20 de marzo de 1895 hasta el 30 de junio de 1915
MAyORES
según el importe de los créditos calificados por el Poder Ejecutivo. También podían ser dados en UTILIDADES
pago de diversas expropiaciones en Lima, del terreno y fincas indispensables para la Cámara de EXPORTáNDOLA,
Diputados, de la casa de Torre Tagle y de obras públicas en el Callao. Fue permitido ofrecerlos,
asimismo a la par, a los acreedores del Estado por pensiones de gracia correspondientes a los POR PAGARSE EL
ejercicios fenecidos antedichos, a los establecimientos de instrucción y beneficencia por deudas FERTILIzANTE A
vigentes y en relación con la construcción de cuarteles en Lima.
El Poder Ejecutivo fue autorizado por la misma ley para ampliar la emisión de los vales de
ALTOS PRECIOS.
amortización creados por la ley de 17 de diciembre de 1898 a fin de pagar a la par y por su valor
nominal los intereses liquidados hasta el 31 de diciembre de 1917 de los certificados provenien-
tes de redenciones de censos efectuados de conformidad con la ley de 15 de diciembre de 1864
bajo ciertas condiciones, y los intereses liquidados hasta el 31 de diciembre de 1917 de los cer-
tificados expedidos por redenciones de capellanías colativas o legas de libre nominación, com-
probada que fuere la condición legal de los capellanes que les daba derecho para disfrutar de
beneficios; pero los capitales provenientes de las dos clases de redenciones mencionadas ante-
riormente quedaron en su antigua condición como responsabilidad del Estado.

[ IV ]
la lEGISlacIÓN SoBRE SuBSIStENcIaS.- Al prolongarse la guerra, la atracción que expe-
rimentaron los productores de artículos alimenticios para venderlos en el extranjero a altos pre-
cios, la reducción del área dedicada a los cultivos de panllevar para aumentar el del algodón y la

[ CAPÍTULO 42 ] PERÍODO 6 251


El problema de las subsistencias

A inicios del siglo


XX, surgió en
nuestro país un
serio problema
A par­tir de 1915 el Es­ta­do dic­tó un
con­jun­to de me­di­das pa­ra con­
tro­lar la es­ca­sez y el au­men­to de
los pre­cios de los ali­men­tos de pri­me­ra
ne­ce­si­dad. El en­ca­re­ci­mien­to del cos­to
ta­ción, y el ini­cio de una po­lí­ti­ca más
cla­ra de im­por­ta­ción de ali­men­tos.
Co­mo con­se­cuen­cia, y en pa­la­bras de
Ruiz Ze­va­llos, “el pre­cio de las sub­sis­ten­
cias em­pe­zó a obe­de­cer al in­cre­men­to o
derivado de la de vi­da se anun­ció ya en las úl­ti­mas dis­mi­nu­ción en los cos­tos de pro­duc­
escasez de dé­ca­das del si­glo XIX. El ca­so de Li­ma, y ción, a la ley de la ofer­ta y la de­man­da y
alimentos de la co­ne­xión en­tre sub­sis­ten­cias y mo­ti­ a la es­pe­cu­la­ción” (p. 127). Los re­cla­mos
nes po­ pu­ la­
res co­ mo el de ma­ yo de po­pu­la­res no se hi­cie­ron es­pe­rar.
primera
1919, ha me­ re­ci­
do la aten­ ción de
necesidad. Sobre Au­gus­to Ruiz Ze­va­llos (La mul­ti­tud, las El de­rro­te­ro de la pro­duc­ción agrí­co­la
este hecho y su sub­sis­ten­cias y el tra­ba­jo: Li­ma de 1890 a en­ tre 1903 y 1922 en los va­ lles que
influencia en las 1920 [Li­ ma: PUCP, 2001]), de quien abas­te­cían Li­ma arro­ja in­te­re­san­tes
revueltas to­ma­mos las ideas si­guien­tes. con­clu­sio­nes. El área cul­ti­va­da au­men­tó
sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te, pe­ro la can­ti­dad de
populares, A co­mien­zos del si­glo XX, el pro­ble­ma cul­ti­vos de con­su­mo lo­cal no de­cre­ció
especialmente la del abas­te­ci­mien­to ur­ba­no de ali­men­ si­no que se man­tu­vo cons­tan­te. En
de 1919, trata el tos se en­ mar­ca­
ba en un pro­ ce­
so de otros tér­ mi­ nos, los sem­ bríos pa­ ra la
siguiente texto. cam­bio so­cial te­ñi­do por la ten­sión ex­por­ta­ción cre­cie­ron en pro­por­ción a
en­tre tra­di­ción y mo­der­ni­dad. Du­ran­te la de­man­da ex­ter­na pe­ro los cul­ti­vos de
el pe­rio­do vi­rrei­nal, di­cha pro­vi­sión con­su­mo lo­cal des­cen­die­ron en re­la­
es­tu­vo ase­gu­ra­da por el con­trol que ción con es­te cre­ci­mien­to. Así, el in­cre­
ejer­cía el Ca­bil­do li­me­ño so­bre los pre­ men­to de la po­bla­ción ca­pi­ta­li­na fue
cios y la ca­li­dad de los mis­mos (los ali­ más rá­pi­do que el de los cul­ti­vos pa­ra la
men­tos no po­dían ser ob­je­to de lu­cro o ali­men­ta­ción, por lo que la de­man­da
es­pe­cu­la­ción). Des­de la se­gun­da mi­tad que aquel ge­ne­ró no pu­do ser aten­di­da.
del si­glo XIX, el li­be­ra­lis­mo ata­có el vie­
jo sis­te­ma, que co­men­zó a des­mo­ro­nar­ La es­ca­sez de las sub­sis­ten­cias, au­na­da
se po­co a po­co. Los li­be­ra­les pe­rua­nos a la dis­mi­nu­ción del po­der ad­qui­si­ti­vo
sos­tu­vie­ron que me­di­das pro­tec­cio­nis­ de los jor­na­les y la vo­lun­tad de los sec­
tas co­mo las vi­rrei­na­les com­plo­ta­ban to­res di­ri­gen­tes de con­tro­lar los há­bi­tos
con­tra la li­ber­tad de co­mer­cio e in­dus­ ali­men­ti­cios po­pu­la­res ten­die­ron ha­cia
tria. El Es­ta­do no de­bía in­ter­ve­nir en el una va­ria­ción en su die­ta: el con­su­mo
con­ trol de los pre­ cios; estos de­ bían de car­ne, prin­ci­pal ali­men­to, co­men­zó a
des­cen­der so­los co­mo re­sul­ta­do del de­cli­nar. Aun­que no se de­sa­tó una ham­
au­men­to de la pro­duc­ción. bru­na, la lu­cha por las sub­sis­ten­cias y
su­ce­sos co­mo el mo­tín de ma­yo de 1919
Ha­cia 1870, otros dos fac­to­res san­cio­na­ pue­den ex­pli­car­se, en opi­nión de Ruiz
ron el al­za sig­ni­fi­ca­ti­va de los pre­cios: la Ze­va­llos, a par­tir de la as­pi­ra­ción por
ten­den­cia cre­cien­te a des­pla­zar cul­ti­vos man­te­ner la die­ta po­pu­lar, so­bre la que
ali­men­ti­cios por siem­bras pa­ra la ex­por­ la car­ne ejer­cía un im­pe­rio in­dis­cu­ti­do.

252 período 6 [ capítulo 42 ]


especulación de diversos comerciantes e intermediarios, determinaron un rápido encarecimien- JoSÉ aNtoNIo
to de la vida, con graves consecuencias para las clases populares. DE laVallE GaRcía
(1888-¿?)
En abril de 1917 (casi tres años después de haberse promulgado las leyes N° 1964 y N°
1967), la Cámara de Comercio de Lima fue consultada por el Gobierno si estaba dispuesta a
aceptar el encargo de reunir los datos estadísticos referentes a las existencias de ar tículos de
primera necesidad en la República, a las exigencias del consumo de ellas y a las perspectivas
de las próximas cosechas, a fin de facilitar la acertada solución de los problemas relacionados
con las subsistencias.
El encargo era difícil. Nunca se había hecho en el Perú trabajo semejante. Era absoluta la
carencia de fuentes de precisa información. El resultado de los estudios hechos no podía tener
sino carácter aproximativo. Comenzó entonces a trabajar intensamente la comisión que la Cáma-
ra había designado, integrada por Manuel Montero y Tirado, Gustavo Berckemeyer y Germán
Loredo. En Lima se creó una oficina especial bajo la dirección de Pedro Melgar con la misión de
reunir y depurar los datos de esta capital y del Callao. Informes especiales fueron proporcionados
por el Ferrocarril Central y la Aduana. En provincias fueron utilizados los empleados y oficinas de
las Compañías Salinera y Recaudadora y se solicitó el apoyo de las Cámaras de Comercio corres-
pondientes. Las Estaciones Agronómicas del Ministerio de Fomento suministraron noticias de sus El ingeniero agrónomo
respectivas zonas. La Sección Técnica de la Compañía Administradora del Guano bajo la jefatura limeño, jefe de la
del ingeniero José Antonio de Lavalle García centralizó la labor correspondiente a la República. Sección técnica de
Un decreto especial ordenó a las autoridades políticas prestar a la Cámara el auxilio necesa- la compañía
rio para reunir datos sobre las subsistencias en provincias, redactándose para ello formularios administradora de
especiales. Guano, asumió en 1917
El informe final de la comisión fue de fecha 26 de marzo de 1918 y el del ingeniero Lavalle de el trabajo de centralizar
28 de febrero del mismo año. la información
La ley N° 2731 de 9 de abril de 1918, limitó la exportación de artículos de primera necesidad proveniente de toda
mientras durase la guerra europea, y dispuso que el Ejecutivo estableciera entre los productores la república sobre el
la proporción de lo que debía retenerse, permitiendo que se exportaran solo los saldos o excesos consumo y producción
de la producción. Autorizó, asimismo, al Ejecutivo, durante la época de la guerra, a comprar por de artículos de primera
expropiación para vender a precio de costo en toda la República, los artículos de primera nece- necesidad.
sidad que juzgara indispensables para proveer a las exigencias del consumo nacional. Esta titánica tarea le fue
La ley N° 2691 de 28 de enero de 1918 ordenó que el Gobierno determinara la proporción de encomendada por el
ganado que podía exportarse en cada una de las zonas de la República tomando en cuenta las Estado para conocer a
necesidades del consumo y de la industria pecuaria. fondo las carencias de
Interesantes facetas presentó el esfuerzo, que pudo ser intensificado, para el fomento y difu- miles de peruanos. Su
sión de la industria triguera, eterna ilusión en el Perú. Desde 1916 se verificaron estudios sobre informe final fue
las zonas más propicias, y se trató de establecer estaciones agronómicas en los departamentos entregado al año
de Cajamarca, Huancavelica, Cuzco y Arequipa. En 1918 el Parlamento (de acuerdo con la políti- siguiente.
ca del Poder Ejecutivo) procuró que, a precio de costo, fueran dados a los productores de este
cereal, abonos, semillas, envases, combustibles, herramientas y maquinarias. Esta ayuda, expresa-
da en una partida presupuestal, debió ser más eficaz.
Entre otras de las providencias gubernativas adoptadas a partir de 1915 en relación con las
subsistencias estuvieron: la liberación de los derechos de importación para los artículos de pri-
mera necesidad; el establecimiento de una Comisión de Subsistencias; el compromiso de los
agricultores en junio de 1916 para vender al Estado azúcar marca T en cantidad indispensable
para el consumo interior del país a precios reglamentados; la compra, por medio de las Compa-
ñías Recaudadora y Salinera, de ron y azúcar para su expendio al por menor; la prohibición de
exportar arroz nacional, medida que fue modificada posteriormente permitiéndose a los impor-
tadores de arroz extranjero exportar el nacional en igual cantidad a la mitad del arroz introduci-
do; la autorización para la elaboración de pan con harina de 77 unidades en piezas de 150

[ CAPÍTULO 42 ] PERÍODO 6 253


MaNuEl gramos; el descuento de 20% en el precio del guano a los pequeños agricultores que cultivaban
MoNtERo y tIRaDo tubérculos, cereales, hortalizas y legumbres; la fijación de algunos precios máximos como el de
(1866-1921)
la sal en Loreto, Lima y sus provincias, Jaén, Madre de Dios y Callao y el del arroz con cáscara en
Piura; la compra de trigo argentino por el Gobierno y el arreglo con los molineros para la venta
de harina; la obligación impuesta a los productores de arroz de proporcionar al Gobierno la can-
tidad suficiente para la alimentación popular y a los productores de frijoles de vender el 20% de
la cosecha de esa menestra; la prohibición de exportar carbón de palo y la obligación impuesta
a quienes comerciaban con este artículo de vender al Gobierno un porcentaje de sus existencias;
la autorización a los Concejos Provinciales de Lima y Callao para fijar el precio de la carne y del
pescado y otras providencias más.
Fue creado un Comité de Defensa de la Alimentación Popular compuesto por el alcalde de
Lima, Luis Miró Quesada, el director de la Beneficencia, Augusto Pérez Araníbar y el gerente de la
Compañía Salinera, Manuel Montero y Tirado.
La Compañía Salinera fue encargada de vender al por menor productos alimenticios y car-
bón a precio de costo. Un mercado popular fue inaugurado el 29 de julio de 1918 por el Comité
de Alimentación Popular para la venta de artículos de consumo con esa misma limitación, con
El político limeño se solo el recargo que se derivara del pequeño gasto exigido por su expendio.
integró en 1917 a la El Estado esbozó así el cumplimiento de funciones de mediador o intermediario entre el pro-
comisión nombrada por ductor y el consumidor.
la cámara de comercio Víctor M. Maúrtua en su memoria de Hacienda de 1918 dejó constancia de que, por desgra-
de lima para conocer cia, no llegó a ser expedida una ley para imponer severamente a los agricultores la obligación de
el nivel de consumo y producir una cantidad determinada de productos alimenticios; como tampoco otra ley con el fin
las existencias de de estimular con fuertes primas el cultivo de las extensiones de tierra sembradas de trigo, con
artículos de primera garantía para un precio mínimo. Por otra parte, Maúrtua auspició la dación de normas especiales
necesidad en el país. para impedir el desarrollo de los monopolios y demás formas artificiales de explotación comer-
asimismo, como gerente cial; y para reglamentar la intervención del poder público en las emergencias de requisiciones,
de la compañía con facultad para la fijación de precios y para adoptar otras medidas que podían ser indispensa-
Salinera, Montero bles. Esta legislación tampoco llegó a ser expedida.
formó parte del comité
de Defensa de
alimentación popular [V]
creado durante el El pRoBlEMa DEl tRaNSpoRtE MaRítIMo.- Al estallar la primera gran Guerra Mundial,
segundo gobierno de surgió, como ya se ha expresado, una aguda crisis del transporte marítimo. Los barcos de Estados
José pardo. Unidos, Inglaterra y otros países se dedicaron al tráfico con Europa donde la contienda y las nece-
sidades de ella derivadas habían disminuido la producción de artículos alimenticios; mientras
que, por otro lado, fue visible la necesidad de armar, vestir, alimentar, equipar y movilizar a millo-
nes de soldados. Los buques pertenecientes a los imperios centrales dejaron, por otra parte, de
tener actividad comercial en América Latina. La campaña submarina alemana, con su sistemático
hundimiento de naves, no dejó de contribuir también a la grave situación producida.
La ley N° 2761 de 26 de junio de 1918 prohibió la venta de vapores y buques de vela de ban-
dera nacional sin autorización previa del Gobierno, quien, oyendo a la Cámara de Comercio de
Lima, debía concederla o no, en vista de las circunstancias de la enajenación y de la importancia
que pudiera tener la nave para el tráfico marítimo de la República.
La ley N° 1696 de 30 de enero de 1918, con motivo de las graves dificultades para la provi-
sión de petróleo, autorizó al Poder Ejecutivo para tomar posesión, cuando las circunstancias lo
exigieran, de los elementos de transporte terrestre, marítimo o fluvial y de los almacenes o
depósitos indispensables, a su juicio, para atender al abastecimiento público de productos o
materias primas que se requiriesen para la subsistencia y la industria, consignando en todo caso
en favor de los dueños, en la Caja de Depósito y Consignaciones, el importe de dichos elemen-

254 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 42 ]


tos, almacenes o depósitos. La misma ley consignó diversas normas para garantizar los dere-
chos de los propietarios.

AL ESTAbILIzARSE
laS “lIStaS NEGRaS”.- Al estabilizarse y prolongarse la guerra europea, Inglaterra comenzó y PROLONGARSE
a aplicar en todo el mundo la política de las “listas negras”. En el Perú hubo negociaciones azuca-
reras nacionales que se encontraron en dificultades para sus transacciones; naves a las que se LA GUERRA
vedó embarques de azúcar de un ingenio del norte de propiedad alemana; comerciantes a quie- EUROPEA,
nes se advirtió que nada de lo comprado a firmas inglesas debía ser revendido a alemanes o que
cualquier negocio con ellos los inhabilitaba para sus relaciones con aquellas; importadores de
INGLATERRA
carbón y otros artículos que se negaron a cumplir sus compromisos mientras no se garantizara COMENzó A
que dichos productos no iban a beneficiar a alemanes. Así y en otras formas la libertad comercial APLICAR EN TODO
dentro del país recibió rudos golpes y siniestras amenazas. Fueron aplicadas las leyes de la guerra
en país no beligerante. Hubo protestas contra la política de las “listas negras” y la Cancillería de EL MUNDO LA
Lima hizo reservas contra ella (como consta en la memoria de Relaciones Exteriores de 1916), POLíTICA DE LAS
pero funcionaron con libertad.
“LISTAS NEGRAS”.
EN EL PERú hUbO
NEGOCIACIONES
AzUCARERAS
NACIONALES qUE
SE ENCONTRARON
EN DIFICULTADES
PARA SUS
TRANSACCIONES
(...)

[ CAPÍTULO 42 ] PERÍODO 6 255


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 43 ● I La li­ber­tad de cul­tos ● VI La su­pre­sión de los tra­ta­mien­tos ● tra­ba­ja­do­res del pe­tró­leo y de obre­ros
● Los ad­ven­tis­tas en Pu­no La pro­vi­
●  VII La ley so­bre tra­ba­jo de mu­je­res y de Smel­ter en 1916 ● La huel­ga de em­
sión del obis­pa­do de Pu­no ●  Mon­se­ ni­ños y la ley so­bre des­can­so obli­ga­to­ plea­dos de la Bi­blio­te­ca Na­cio­nal y la
ñor Emi­lio Lis­son, ar­zo­bis­po de Li­ma rio do­mi­ni­cal ●  La ley am­plia­to­ria de la huel­ga de te­le­gra­fis­tas ● La huel­ga de
●  El re­co­no­ci­mien­to de la ju­r is­dic­ción de ac­ci­den­tes de tra­ba­jo ● La ley so­bre mo­to­ris­tas y con­duc­to­res de 1917 y el
ecle­siás­ti­ca en los asun­tos a ella in­he­ ca­sas pa­ra obre­ros ●  La ley so­bre em­ ar­bi­tra­je ● La huel­ga pe­tro­lí­fe­ra de 1917
ren­tes ● II El asun­to La Brea y Pa­ri­ñas bar­go de suel­dos y pen­sio­nes y so­bre ● La ley so­bre ex­tran­je­ros in­de­sea­bles

en el Se­na­do ● Jo­sé Par­do an­te el pro­ agio y usu­ra ●  La ley se­ca ●  Las obli­ga­ ● XI La or­ga­ni­za­ción sin­di­cal y la lu­cha

ble­ma de La Brea y Pa­ri­ñas en el men­ cio­nes so­cia­les de los es­ta­ble­ci­mien­ por la jor­na­da de ocho ho­ras ● El pa­ro
sa­je de 1918 ● La cues­tión de La Brea y tos in­dus­tria­les ●  Otras nor­mas so­bre ge­ne­ral de ene­ro de 1919 ●  La jor­na­da
Pa­ri­ñas en la Cá­ma­ra de Di­pu­ta­dos ● La tra­ba­jo y pre­vi­sión so­cial ● La ley so­bre de ocho ho­ras ● La agi­ta­ción sin­di­ca­lis­
ley N° 3016 ●  ¿Era pro­ce­den­te en 1918 so­cie­da­des anó­ni­mas ●  VIII El cen­so ta ● XII Ru­mi Ma­qui ● La re­gla­men­ta­
el ar­bi­tra­je in­ter­na­cio­nal? ● III La ley de de em­plea­dos pú­bli­cos ● IX Do­min­go ción de los tra­ba­jos de los in­dí­ge­nas. El
há­beas cor­pus ● La ley de la li­qui­da­ción Ola­ve­go­ya ●  Au­gus­to E. Pé­rez Ara­ní­bar pro­yec­to de Ca­pe­lo so­bre tie­rras ● El in­
de pri­sio­nes pre­ven­ti­vas ● IV La co­lo­nia ● Víc­tor Lar­co He­r re­ra ● X Las huel­gas de for­me Ma­gui­ña so­bre Ur­cón ● La gran­ja
del Fron­tón ● V La pren­da agrí­co­la, la hi­ obre­ros por­tua­rios y fe­rro­ca­rri­le­ros, de mo­de­lo de Pu­no ● XIII Adol­fo Ron­dón
po­te­ca na­val y los al­ma­ce­nes ge­ne­ra­les cam­pe­si­nos en la zo­na de Hua­cho, de y Luis Igre­da.
ASPECTOS JURÍDICOS Y SOCIALES DURANTE LA SEGUNDA
ADMINISTRACIÓN DE JOSÉ PARDO HASTA
LA IMPLANTACIÓN DE LA JORNADA DE OCHO HORAS.
El arbitraje en la cuestión La Brea y Pariñas

CAPÍTULO
43
[ ]
L
[I]
a lIBERtaD DE cultoS.- La ley N° 2193 de 11 de noviembre de 1915 suprimió del artículo
4° de la Constitución de 1860, en la parte acerca del reconocimiento de la Iglesia católica como
religión del Estado, las frases que decían “y no se permite el ejercicio público de alguna otra”. Con
ello estableció, pues, la libertad de cultos. La iniciativa fue del senador Severiano Bezada en 1913.
Cuando quedó sancionada, definitivamente, esta reforma en la sesión del Congreso del 11 de
noviembre de 1915, el sacerdote y diputado por Celendín, José Sánchez Díaz se precipitó a la
mesa de su Cámara para romper el texto de la ley en medio de ensordecedor vocerío.
Se produjo con motivo de este asunto gran agitación pública en Lima. Protestaron algunos
grupos numerosos compuestos, sobre todo, por mujeres contra la reforma. Ella fue promulgada
por el presidente del Congreso Rodrigo Peña Murrieta y respetada por el presidente Pardo. Una
serie de sermones multitudinarios iniciados poco después, en Lima a cargo de los sacerdotes
Hormaechea y Arámburu atrajo gran concurrencia.
En marzo de 1915 tuvo lugar en el Teatro Mazzi la inauguración del primer Congreso Evan-
gélico reunido en el Perú. Asistieron delegados de varios países americanos y alcanzó en él
actuación destacada John Ritchie, gran propagandista del credo que entonces hizo su presen-
tación pública.

loS aDVENtIStaS EN puNo.- Hacia 1910 ya habían llegado a Puno propagandistas de la


llamada “Misión Adventista del 7° Día”. Entre ellos puede ser mencionado Fernando Stahl quien
recorrió minuciosamente el distrito de Chucuito. Los adventistas llevaron a los indios la Biblia y
remedios y enseñazas contra sus enfermedades, establecieron escuelas rurales y hospitales al
lado de sus templos, enseñaron, junto con sus ritos y creencias, el repudio al alcohol y la coca. Su
centro estuvo en el lugar denominado La Platería a unos 30 kilómetros de Puno.
El establecimiento de los adventistas no se efectuó sin dificultades. El obispo de Puno Valen-
tín Ampuero encabezó la resistencia contra ellos. Hubo asonadas y choques a mano armada. En
el sector de los liberales se destacó Isaac Deza, magistrado de la Corte Superior de Puno.

la pRoVISIÓN DEl oBISpaDo DE puNo.- En 1914 murió el obispo de Puno, Valentín


Ampuero. El gobierno de José Pardo presentó al Congreso las ternas para designar a su sucesor;
y la resolución legislativa N° 2480 de 16 de octubre de 1917 dio carácter oficial al voto parlamen-
tario en favor de Justo P. Riquelme. Otra resolución legislativa, la N° 2730 de 6 de abril de 1918
autorizó al Poder Ejecutivo para que diese pase a las bulas de preconización de Riquelme.
Pero si bien el Nuncio apostólico monseñor Lauri no expresó una actitud opuesta a esta
preconización, la Santa Sede se negó a instituir a aquel sacerdote, en vista de los informes que
sobre él había recibido. Se produjo así una situación conflictiva que solo llegó a ser soluciona-
da en 1922.
El caso de Puno en 1917 y 1918 tuvo cierta analogía con el de Cuzco en 1886-1892.

258 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


En 1880, monseñor Pedro José Tordoya renunció a la sede episcopal del Cuzco. La resolución EMIlIo lISSÓN y
legislativa de 18 de octubre de 1886 eligió para la provisión de ese obispado al arcediano Juan cHáVEZ (1872-1961)
Manuel Gamboa. El Papa se negó a preconizarlo por gravísimas razones. El clero y la Delegación
Apostólica en Lima instaron repetidas veces, especialmente desde 1889, a que fuera propiciado
el nombramiento de otro prelado. Gamboa se negó a renunciar; y la Delegación Apostólica
defendió el argumento de que ese hecho no era necesario. Ni el Gobierno ni el Parlamento, sin
embargo, quisieron proceder sin la previa dimisión del candidato desairado. Por fin Gamboa pro-
metió cumplir con el requisito que se le pedía, en noviembre de1891; y la resolución legislativa
de 9 de septiembre de 1892 admitió esta tardía actitud.

MoNSEÑoR EMIlIo lISSoN, aRZoBISpo DE lIMa.- Monseñor Emilio Lisson, obispo de


Chachapoyas, fue elegido en 1918 para la vacante de arzobispo de Lima. Este nombramiento
tuvo vastas repercusiones en el Oncenio leguiista.

El sacerdote arequipeño
El REcoNocIMIENto DE la JuRISDIccIÓN EclESIáStIca EN loS aSuNtoS a Ella fue designado arzobispo
INHERENtES.- En 1918 surgió un litigio entre el obispo de Arequipa y un cura de esa diócesis de lima en 1918. lissón
que fue removido de la parroquia de Vítor. El perjudicado se presentó ante el fuero civil y allí realizó estudios
declaró que era inhábil el Provisor Eclesiástico ante el que se había entablado la causa, por lo cual teológicos en la orden de
entabló una contienda de competencia de fuero. Llegado el expediente a la Corte Suprema, el San lázaro, en parís. En
fiscal Juan José Calle dictaminó en el sentido de que, como el juicio iniciado ante el Provisor 1895, volvió al perú y se
Eclesiástico versaba sobre materia netamente eclesiástica cual era la separación de un cura por dedicó a la docencia y al
causas netamente canónicas, la ley no daba intervención a los jueces comunes. Señaló Calle, con estudio de ciencias en la
este motivo, el artículo del Código de Procedimientos Civiles según el cual la competencia de los universidad Nacional San
jueces y el ejercicio de la jurisdicción privativa se determina por la ley que designa especialmen- agustín. En 1909 le
te al juez y por los asuntos que debe conocer. encargaron la diócesis de
La Corte Suprema, por resolución de 18 de octubre de 1918, declaró improcedente la com- chachapoyas, donde
petencia entablada. realizó una intensa labor
Se considera que esta ejecutoria tiene interés histórico porque fue la última que rechazó el pastoral y de
recurso llamado de fuerza por el cual, desde la época colonial, quien se considerase agraviado construcción de obras
por el exceso de poder del fuero eclesiástico podía acudir a exhibir su derecho ante los tribuna- públicas. Ejerció el
les civiles. arzobispado hasta el
golpe de Estado de
Sánchez cerro, tras lo
[ II ] cual se exilió fuera del
El aSuNto la BREa y paRIÑaS EN El SENaDo.- A raíz del decreto sobre la concesión país. En 1931 fue
de La Brea y Pariñas expedido por el presidente Benavides quedó planteado un grave conflicto. designado arzobispo de
Ni el propietario Keswick ni la Compañía London Pacific Petroleum Co., arrendataria de La Brea y Metimna (Italia), donde
Pariñas, aceptaron ese decreto ni tampoco los de 1911 y 1914. Las pertenencias explotadas por investigó sobre la historia
la compañía llegaban a mil y las restantes estaban inexploradas; pero, de acuerdo con el decreto de la iglesia peruana.
sobre empadronamiento, la London debía abonar, como ya se ha señalado, S/.1.248.420,00 anua-
les no obstante que exportaban entonces 180.000 toneladas métricas de petróleo bruto con
solo un valor de s/.3.600.000,00 Así pues, el fisco demandó por contribución territorial más de la
tercera parte del producto bruto; es decir, un porcentaje mucho mayor que el producto neto en
la explotación del petróleo.
En una nota enviada el 14 de abril de 1915 a la Cancillería del Perú, el ministro inglés en Lima
Rennie manifestó que había recibido instrucciones del Gobierno de Su Majestad para reclamar
con motivo de una queja entablada al Gobierno del Perú por la London Pacific Petroleum Co. Allí

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 259


BElISaRIo SoSa afirmó que “el Perú, por decreto de setiembre 1826 vendió a José de la Quintana la propiedad
(1846-1933) conocida por La Brea y Pariñas” y sostuvo que “la escritura incluyó no solo la superficie sino tam-
bién los depósitos de brea y petróleo del subsuelo libres de cualquier impuesto minero”.
Fueron iniciados poco después tratos directos para un acuerdo amistoso entre el Ejecutivo y
la empresa.
El 7 de diciembre de 1915 el ministro de Fomento Belisario Sosa se dirigió a la Cámara de
Senadores para remitirle el expediente administrativo sobre la controversia al que agregó un
proyecto de resolución legislativa que autorizaba al Poder Ejecutivo a arreglar las dificultades
surgidas. Existían al respecto algunas bases que ya habían sido aceptadas, en principio, por los
interesados. Ellas eran las siguientes: la propiedad minera La Brea y Pariñas comprendía 41.614
pertenencias pero se rebajaba la contribución y se establecía que, durante cincuenta años, a
partir del 1° de enero se abonarían Lp. 3.000 al año por pertenencia en trabajo de extracción o
perforación y de S/. 0,75 al año por pertenencia que no estuviere en trabajo. El proyecto de tran-
sacción de 1915 coincidió con uno de empréstito por 3.000.000, con el fin de pagar la deuda
nacional. El interés era del 7% el tipo de 88% con amortización nula y devolución a los veinticin-
El médico limeño fue co años. La compañía que trabajaba en La Brea y Pariñas se convertía en prestamista, con obli-
nombrado ministro de gación del Estado peruano de no modificar las tasas del impuesto al petróleo durante dicho
Fomento el 23 de agosto lapso. Este segundo proyecto llegó a ser también remitido al Senado; pero, como fuera recibido
de 1915, durante el desfavorablemente por diversos sectores de la opinión pública, fue retirado en enero de 1916.
segundo gobierno del Importa mucho dejar constancia de que, al convenir en la transacción, la empresa poseedo-
José pardo. Este cargo lo ra reconoció la existencia de 41.614 pertenencias.
ejerció durante dos años, Mientras se tramitaba la propuesta de transacción en la Cámara de Senadores, la London
hasta agosto de 1917. Sosa Pacific Petroleum Co., vendió todos sus derechos como arrendataria de La Brea y Pariñas a la
se inició en la política Internacional Petroleum Company, constituida en Toronto, Canadá, subsidiaria de la empresa
como miembro del norteamericana Standard Oil Company.
partido constitucional. El dictamen en mayoría sobre el proyecto del Ejecutivo expedido el 12 de octubre de 1916
En 1894 fue elegido por los senadores Rafael Villanueva, Aurelio Sousa, Francisco R. Lanatta y J. Alfredo Picasso, des-
senador por el pués de sustentar la tesis defensora del derecho del Estado y adversa a una interpretación
departamento de amplia del derecho de propiedad otorgado en 1826, aceptó el arreglo. Consideró que a él
amazonas, y en 1905, por debían llevar razones de prudencia y equidad. Tomó en cuenta el carácter litigioso del asunto,
el de tumbes. En 1908, el propósito de evitar una larga y estéril controversia, así como el de contribuir al desarrollo de
fue designado
segundo vicepresidente
de la república.

víCTOR LARCO hERRERA (1870-1934)


EL POLíTICO
TRUjILLANO FUE
UNO DE LOS
FILáNTROPOS MáS
E n su infancia, Larco Herrera se trasladó de
Trujillo a la ciudad de Lima para iniciar sus
estudios en el colegio Inmaculada. Luego,
pasó por las aulas del Instituto de Lima y de la Escue-
la Naval, y luego se dedicó a la explotación azucarera
IMPORTANTES DE en la hacienda Chiquitoy (La Liber tad) junto a sus
hermanos.
PRINCIPIOS DEL En 1904 inició su carrera política, al ser elegido alcal-
SIGLO XX EN de de la ciudad de Trujillo. Ocupó el cargo hasta
NUESTRO PAíS. 1919. Durante su gestión, obsequió a la ciudad el

260 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


la industria del petróleo en el país. Pero, al mismo tiempo, el dictamen mejoró para el Estado las auRElIo aRNao
condiciones del acuerdo propuesto y aseveró que los concesionarios habían dado su aquies- (1872-1940)
cencia a esa rectificación. La cuota por las pertenencias sin trabajo debía aumentarse y su plazo
debía desminuir a treinta años, en vez de los cincuenta de vigencia para la cuota ínfima de la
contribución. Además fue señalado un mínimo para el monto total de la suma que debía per-
cibir el Estado de la empresa de La Brea y Pariñas.
Hubo también dos dictámenes en minoría. Uno de ellos firmado por Antonio Miró Quesada,
hallaba justa y legítima la resolución del 15 de marzo de 1915 y mandaba, como solución de
equidad, el pago de las contribuciones por los poseedores de La Brea y Pariñas, al mismo tiempo
que les daba el plazo de dos años para que escogieran las pertenencias que creyesen convenien-
te mantener, con una rebaja para las que no fuesen explotadas dentro de este período. El otro
dictamen, firmado por Carlos Alayza Roel, otorgó un plazo de dos años para la exploración y
cateo de la parte no reconocida del yacimiento; entre tanto se debía cobrar solo el canon de las
nuevas concesiones.
El asunto fue debatido ampliamente en la legislatura ordinaria del Senado en 1916 y en la pri-
mera extraordinaria de 1917. Notables fueron de un lado, los discursos de Antonio Miró Quesada, El escritor huaracino,
Carlos Paz Soldán y Mariano Lino Urquieta a favor de los derechos del Estado y, por otra parte, los senador de áncash entre
de Manuel Vicente Villarán y Arturo Osores a favor de los títulos adquiridos por quienes poseían 1915 y 1919, tuvo importante
por tantos años la mina de La Brea y Pariñas, como fundamento para propiciar la transacción. participación en el
La Cámara aprobó, entre el 17 y el 23 de noviembre de 1917, el dictamen en mayoría con problema suscitado por la
algunas enmiendas. El plazo para pagar una contribución menor por las pertenencias no trabaja- concesión de la explotación
das quedó fijado en treinta años con tres sucesivas escalas de canon. Las diferencias con motivo de los yacimientos
del cumplimiento del nuevo contrato debían ser sometidas a los jueces y tribunales nacionales. petrolíferos de la Brea y
La London Pacific Petroleum o los propietarios de La Brea y Pariñas renunciaban a toda interven- pariñas. arnao estuvo entre
ción diplomática. Si bien el proyecto inicial de transacción del Ejecutivo contó con el beneplácito los senadores que votaron a
de la compañía, no ocurrió lo mismo con el proyecto que aprobó finalmente el Senado. favor de los intereses del
Los senadores que votaron valientemente fueron: Antonio Miró Quesada, Víctor M. Roselló, Estado en dicho conflicto.
Pedro Rojas Loayza, Mariano Lino Urquieta, Aurelio Arnao, Agustín Eduardo Lanatta, Miguel D. Fue por muchos años
Gonzales, Alberto Franco Echeandía, Carlos M. López, Alejandro de Vivanco, Carlos Paz Soldán, periodista de
Mariano H. Cornejo y Germán Shreiber. A ellos se agregó luego Leoncio Samanez, ausente en El comercio, además
esta sesión, cuyo voto quedó depositado en Secretaría. de escritor. publicó los
libros cuentos peruanos
(1939) y cronicones
Novelados (1940).

edificio para el concejo municipal. Tras el golpe para el tratamiento de dichos pacientes, y donó
de Estado al gobierno de Guillermo Billinghurst una considerable suma de dinero para la cons-
fue apresado, debido a que abogó por el recono- trucción del hospital que hoy lleva su nombre,
cimiento del vicepresidente como presidente para atender estos casos.
provisorio. Por otro lado, donó dinero para la construcción
En 1918 fue incorporado a la Sociedad de Benefi- de un or fanato y, en 1919 empezó a comprar
cencia de Lima, donde se encargó de la inspec- colecciones par ticulares de piezas arqueológicas
ción de los hospitales para enfermos mentales. para formar un museo. Con este fin, construyó un
También ayudó al doc tor Hermilio Valdizán a edificio inspirado en la cultura Tiahuanaco, que
desterrar los métodos anticuados e inhumanos luego vendió al Estado por una suma simbólica.

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 261


ERNESto SouSa JoSÉ paRDo aNtE El pRoBlEMa DE la BREa y paRIÑaS EN El MENSaJE DE 1918.-
(1864-1927) En su mensaje de 28 de julio de 1918 José Pardo se ocupó del problema de La Brea y Pariñas.
Recomendó la aprobación de la ley autoritativa para una transacción ya sancionada por el Senado.
Creyó evidentes las ventajas de esa transacción si ella era vista no con criterio jurídico sino “con
criterio positivo de estadista”. El Estado se imponía, dijo, el sacrificio de reducir el impuesto de la
contribución minera solo por las pertenencias que la compañía trabajara; pero, en cambio, ella
debía pagar íntegramente todas las que explotase. Era una merma limitada y transitoria de las
cuotas y había que tomar en cuenta el interés comercial de la compañía de explotar el máximun
de pertenencias en el mínimo de tiempo, así como su obligación de suministrar petróleo tanto en
el presente como en el futuro y con toda la amplitud exigida por el desarrollo industrial del país.
El Fisco iba a perder unas cuantas decenas de libras; pero ello estaba “compensado en exceso en
los beneficios que al Perú reporta el que esa parte de su privilegiado suelo esté explotado con los
métodos de la gran industria moderna; dando trabajo a millares de obreros que disfrutan el bie-
nestar y comodidades que antes no tenían; aumentando el volumen de nuestro comercio exterior
en más de un millón de libras y la renta de aduanas...”. La transacción nacía del deber del Gobierno
En 1918, el diputado por de “estimular las fuentes de producción, de dotar al país de los elementos que le son necesarios
la provincia de Huaylas para su existencia, de crearle medios propios de vida sin tener que demandarlos de fuera”.
(áncash) (1913-1918) Todo el pensamiento de Pardo sintetizado en estos párrafos provenía de la convicción de que
planteó la posibilidad eran 41.614 las pertenencias, acerca de las cuales, con un criterio práctico, y en nombre de pode-
de que el tribunal de la rosas razones de conveniencia nacional, el Estado reducía parte de los impuestos. Bien lejos
Haya (países Bajos) estuvo Pardo de imaginar entonces el rumbo que más tarde tomó el asunto.
fuera el órgano
encargado de dirimir la
controversia surgida la cuEStIÓN la BREa y paRIÑaS EN la cáMaRa DE DIputaDoS.- En la Cámara de
entre el Estado peruano Diputados, la comisión informante sobre la cuestión La Brea y Pariñas se dividió. Fueron presen-
y la compañía london tados cinco dictámenes. Todos ellos pidieron el rechazo del proyecto aprobado en la Cámara
and pacific petroleum de Senadores.
por la concesión de la Los personeros de la empresa manifestaron a los miembros de la comisión su desacuerdo
Brea y pariñas. Esta con ese proyecto y con las enmiendas que la mayoría de esta quiso introducir. Si el plazo de
iniciativa, sin embargo, cincuenta años les había parecido aceptable, rechazaron el de treinta en nombre de las even-
fue desestimada porque tualidades de su negocio. Además, no estuvieron de acuerdo con la eliminación de las posibles
Sousa la presentó reclamaciones diplomáticas, para lo cual invocaron los preceptos del Derecho Internacional.
muy poco antes de Tampoco les gustó una cláusula que aseguraba de preferencia la provisión de petróleo para el
la votación. aqui lo consumo en el país y que la comisión de Diputados introdujo. Ella, por lo demás, sujetó las con-
vemos en una fotografía cesiones de explotación a requisitos que, en caso de no ser cumplidos, debían llevar a la cadu-
de inicios del siglo XX cidad; ordenó el mantenimiento de busques-tanques para hacer el ser vicio bajo la pena, igual-
junto a su esposa mente, de la caducidad si había incumplimiento; precisó el sometimiento de la empresa de las
disposiciones del régimen tributario nacional y la obligó a invertir fuertes capitales en los diez
años posteriores a la guerra europea.
Como la empresa no aceptara, se creyó preferible aplazar el asunto. Pero ella comenzó a
hacer gestiones ante el Ministerio de Hacienda y el Presidente de la República, amenazó con
dedicarse a trabajar en el Ecuador donde tenía grandes alicientes y llegó a reducir las labores en
la explotación del petróleo. Todo ello motivó que se iniciara el debate en la Cámara de Diputados.
El dictamen de mayoría, firmado por Felipe Barreda y Laos, Emilio Sayán y Palacios y Gerardo
Balbuena, mejoró las condiciones de transacción conservando durante treinta años la rebaja en
la contribución de las pertenencias no explotadas y señalando la misma escala en el canon. Esta-
bleció también la obligación de la empresa de abonar al fisco, por una sola vez la suma de Lp.
100.000 en compensación de los derechos dejados de percibir por aquel en los años anteriores
a 1915. En su cláusula 12 decía este documento textualmente en una primera redacción: “En caso

262 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


la opoSIcIÓN a la BREa y paRIÑaS. un grupo de parlamentarios, a los que la revista Variedades se refiere en esta
nota como “los trece patriotas del Senado”, se opuso a la concesión, por treinta años, de los yacimientos petroleros
de la Brea y pariñas a la london and pacific petroleum company. El trato era visto por ellos como muy desventajoso
para el país. En esta fotografía aparecen seis de estos parlamentarios (de izquierda a derecha): antonio Miró
Quesada, Víctor Roselló, pedro Rojas loayza, Mariano lino urquieta, aurelio arnao y Eduardo lanatta.

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 263


de que la London & Pacific Petroleum Company no admita estas bases de transacción autorízase
al Poder Ejecutivo para someter a conocimiento y fallo de un tribunal arbitral de equidad o de
[ 1918 octubre 23 ] derecho todas las cuestiones pendientes contra la London & Pacific Petroleum Company sobre
La Brea y Pariñas; siendo entendido que cualquiera que sea la fórmula arbitral que pacte el Eje-
El EMpRÉStIto paRa la cutivo con la empresa interesada, el Perú en ningún caso podrá obtener menores derechos que
capItal. El 23 de los declarados en el proyecto de transacción aprobado por la Cámara de Senadores de Perú con
octubre de 1918 fecha 23 de noviembre de 1917”.
El comercio dio a Los dictámenes en minoría fueron los siguientes: el de Carlos Borda que otorgaba un conce-
conocer la decisión de sión especial sobre La Brea y Pariñas durante veintiocho años; el de Fernando Fuchs para entre-
la cámara de senadores gar a los tribunales de la República la controversia con un proyecto anexo de ley general sobre
de aprobar el empréstito concesiones petrolíferas; el de Manuel Químper hostil al arbitraje, a la decisión judicial y a cual-
para las obras de quier transacción, para sostener la nulidad absoluta del título de los propietarios de La Brea y
saneamiento en la Pariñas y con un proyecto de ley de concesiones de petróleo y carbón; y el de Ernesto Sousa
capital. En ese sentido, facultando al Ejecutivo para someter la controversia al Tribunal de La Haya. Este último fue pre-
una de las sentado poco antes de iniciarse la votación.
intervenciones decisivas La Cámara de Diputados comenzó a debatir tan candente problema en octubre de 1918. Por
fue la del senador por esos días la empresa de Talara creó una crisis con el petróleo para ejercer presión sobre los pode-
Huánuco, Juan Durand, res públicos. Se produjo el alza del precio del combustible y surgieron posibilidades de parálisis
quien dijo que la en las industrias, las fábricas y las empresas de transportes, al detenerse la explotación. Fueron,
solución a “los en efecto, clausurados treinta pozos en Negritos y despedidos cientos de obreros. Las Empresas
problemas de agua, la Eléctricas de Lima disminuyeron el tráfico de tranvías urbanos e interurbanos y prorratearon la
canalización y la fuerza para las fábricas. La Peruvian Corporation subió los fletes y redujo el movimiento de trenes
pavimentación se en la República. La tensa situación entonces creada fue expresamente aludida por el ministro de
tiene que hacer Fomento, Manuel A. Vinelli, en la sesión de la Cámara de Diputados del 18 de octubre.
simultáneamente. Sobre
bases existentes y
estudios hechos en la lEy Noº 3016.- Dicha Cámara después de discutir el problema en las sesiones de 18,19 y 21
verdaderos países, entre de octubre de 1918, desechó en votación unánime el proyecto de transacción del Senado.
los que cita a uruguay, Comenzó a debatir en seguida el dictamen en mayoría, que había recibido algunas modifi-
donde se emplearon en caciones. Entre ellas estaba la supresión del pago de Lp.100.000 y la inclusión del reintegro total
esas obras veinte de las contribuciones que no hubieran prescrito. La discusión se prolongó del 22 de octubre al
millones (…)”. 4 de diciembre; tomó, pues, buena parte del tiempo de la legislatura extraordinaria. Fue intensa
la beligerancia oratoria de quienes eran defensores del derecho del Estado e impugnadores de
la transacción y del arbitraje. En esta actitud se destacaron Manuel Químper, Manuel Jesús
Gamarra, Rodrigo Peña Murrieta, Fernando Fuchs, Óscar C. Barrós, José Matías Manzanilla y Juan
de Dios Salazar y Oyarzábal. El discurso de Barrós fue, sobre todo, una amplísima exposición de
los antecedentes remotos e inmediatos del asunto, una documentada réplica al folleto que
había publicado la London y un alegato en favor de que inter vinieran los tribunales de justicia
de la República. En el curso del debate Felipe Barreda y Laos llegó a reducir de treinta a diez
años el plazo de la concesión hecha a la Compañía. Pero esta hizo conocer a la Cámara que no
aceptaba las bases en debate. También repercutió seguramente en alguna forma, en sentido
conciliador, una nota de la legación de Estados Unidos que si bien no tenía los alcances de una
reclamación, recomendaba o insinuaba que se hiciera justicia a las personas o entidades por las
que movilizaba su influencia. El 4 de diciembre de 1918 fue retirada toda la primera parte del
dictamen en mayoría y este quedó circunscrito al siguiente texto que ningún diputado percibió
tenía algunas alteraciones en relación con el que fuera presentado en la legislatura ordinaria:
“Autorízase al Poder Ejecutivo para pactar con el Gobierno de Su Majestad Británica el someti-
miento al fallo definitivo de un arbitraje internacional de la controversia pendiente entre el
Estado y la empresa minera La Brea y Pariñas”.

264 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


La autorización fue aprobada en la misma sesión del 4 de diciembre de 1918 por 52 votos FElIpE BaRREDa
contra 32. Votaron en contra los siguientes diputados: Apaza Rodríguez, Añaños, Ballón, Barrios, y laoS (1888-1973)
Barrós, Bedoya, Castro (Enrique), Corbacho, Fuchs, Gamarra (Manuel Jesús), Huamán de los Heros,
León, Luna (Ezequiel), Luna Iglesias, Málaga Santolalla, Manchego Muñoz, Manzanilla, Merino,
Miranda, Morán, Peña Murrieta, Químper, Ramírez, Rubio (Arturo), Rubio (Miguel), Ruiz Bravo, y
Oyarzábal, Secada, Tello (Félix A.), Tello (Julio C.), Urbina y Vidal.
A continuación fue aprobado un proyecto de Teobaldo Pinzás que autorizó al Poder Ejecuti-
vo para expropiar, en beneficio del Estado la región petrolera de La Brea y Pariñas.
El Senado votó el 5 de diciembre a favor de la no insistencia en su proyecto por 25 votos
contra 5 y con 6 abstenciones. Además aprobó, a pedido de Mariano H Cornejo, una recomen-
dación al Ejecutivo para que el tribunal que dirimiese la controversia fuese el de La Haya. Idénti-
ca recomendación fue planteada en la Cámara de Diputados mediante un pedido de José Matías
Manzanilla y Rodrigo Peña Murrieta; pero no llegó a ser debatida.
La ley, cuyo texto específico fue el mismo que se ha transcrito más arriba, quedó promulgada
el 26 de diciembre de 1918 con el N° 3016.
Un rápido examen objetivo del problema hasta octubre de 1918 lleva a la conclusión de que El diplomático limeño,
el Perú históricamente tenía plena razón en principio en la polémica alrededor de La Brea y Pari- diputado por la provincia
ñas; pero que por inercia, negligencia, error, ignorancia o tolerancia clamorosas no había hecho de cajatambo entre 1917 y
uso durante demasiado tiempo de sus derechos, con lo cual permitió el surgimiento y el desa- 1919, afirmó que la mejor
rrollo de la explotación de esos yacimientos en las condiciones en que ella era efectuada. Al salida para solucionar el
intentar, entre 1914 y 1915, readquirir el Estado plenamente el uso de su facultad de cobrar las conflicto entre el Estado
cantidades adeudadas, se encontró con que los fuertes intereses creados que, a su vez, tenían a peruano y la compañía
su favor documentos oficiales de 1826,1887 y 1888, y se consideraban en posesión de derechos london and pacific
adquiridos, buscaron el amparo de sus Gobiernos, con lo cual se transformó la querella en un petroleum sería el
problema diplomático. arbitraje internacional.
La mayoría del Poder Legislativo quiso expedir una ley que implicara una transacción y ella tras el golpe de Estado de
resultó imposible. El conflicto, para ser solucionado amistosamente, necesitaba un acuerdo bila- leguía en 1919, Barreda
teral para el que no llegaron a formularse bases comunes que pudieran servirle de fundamento. fue desterrado y se
En esa situación, el Parlamento se decidió por el arbitraje internacional. Los representantes mayo- dedicó a la agricultura en
ritarios se dejaron, finalmente, impresionar por el hecho de que los abogados y demás persone- los Estados unidos. En
ros de la compañía petrolera manifestaron con tenacidad que no aceptaban el proyecto aproba- 1930 fue nombrado
do en la Cámara de Senadores ni las enmiendas hechas por la Comisión en la de Diputados. embajador en argentina,
Olvidaron que lo que estaba en debate era el derecho del Perú para expedir leyes y establecer y en 1941, en uruguay.
impuestos, atributo esencial de la soberanía. Arrebataron un asunto que era netamente judicial Durante ese período fue
al único Poder Público competente para definirlo. Descalificaron a la administración de justicia al además representante del
interponerse entre los particulares que se decían agraviados y los tribunales ante los cuales ellos perú en la corte
podían acudir, si estaban llanos a cumplir con la Constitución y con las leyes de nuestro país. Al permanente de Justicia
propiciar el arbitraje, el Perú renunció a su jurisdicción sobre cosas que estaban en su propio Internacional de la Haya.
territorio, aceptó una amplitud funesta en las reclamaciones diplomáticas de los Estados pode-
rosos. ¿Qué hubiera ocurrido con una empresa peruana en análogo trance?(1).
En vano surgieron los argumentos de quienes, como José Matías Manzanilla, combatieron el
arbitraje aunque aceptaron condonar la deuda de La Brea y Pariñas y poner a la compañía en
condiciones de aprovechar de un nuevo régimen tributario de carácter general, siempre y cuan-
do quedara al amparo de los tribunales nacionales de justicia.
A la luz de las dolorosas experiencias recogidas y con la ventaja de mirar dentro de una pers-
pectiva de muchos años, pueden acumularse las objeciones al procedimiento adoptado. ¿Por

El autor del presente libro expresó su opinión sobre el asunto La Brea y Pariñas en el libro Perú: Problema y Posibili-
(1)

dad (Lima, 1931) pp. 123-124.

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 265


[1]

[2]

Los beneficios para los obreros. En diciembre de 1916, el gobierno peruano emitió varias leyes sobre el trabajo de
las mujeres, a quienes se benefició primero con la jornada laboral de ocho horas. En esta fotografía, vemos a las
obreras de la fábrica de tejidos de punto La Bellota (1). El gobierno de Pardo y Barreda se preocupó por impulsar los
beneficios sociales para las clases trabajadoras del país. Entre sus proyectos estaba el de la construcción de viviendas
para los obreros del Callao (2), que incluía un plan de facilidades para su compra.

266 período 6 [ capítulo 43 ]


qué no fueron entregadas las reclamaciones de la compañía a la competencia de esos tribunales
y solo de ellos? ¿Por qué no fue formulada la doctrina mínima del Perú en una ley solemne, desa-
fiando a la empresa que se negaba a aceptarlas y al poder de Inglaterra que acaso, ante una
enérgica afirmación de la soberanía nacional, no se hubiera atrevido a mancharse con una acti- ¿POR qUé NO FUE
tud de odioso imperialismo en plena guerra europea? ¿Por qué no se suscitó un vasto movi- FORMULADA LA
miento de opinión pública en apoyo del Estado y sus derechos? ¿Por qué no se asesoró el
Gobierno con una gran comisión de ingenieros, juristas, economistas y otras personas para DOCTRINA
resolver el problema integral del petróleo? ¿Por qué no tomó en cuenta el Poder Ejecutivo el MíNIMA DEL
pedido del diputado Teobaldo Pinzás sobre expropiación de La Brea y Pariñas, no para destruir
esa zona de producción sino para darle lineamientos más útiles al país o, por lo menos, intimidar
PERú EN UNA LEy
y moderar a la empresa rebelde? SOLEMNE,
En cuanto a la ley misma, es justo analizarla en su texto específico y en su significado literal, DESAFIANDO A
cosa distinta de las lesivas características que tuvo más tarde su cumplimiento o, mejor dicho,
su incumplimiento. Pero aun dentro de ese marco circunscrito puede ella ser criticada por ser LA EMPRESA qUE
demasiado escueta e indeterminada, inferior al artículo 12 del proyecto inicial de la mayoría de SE NEGAbA A
la comisión.
ACEPTARLAS y
AL PODER DE
¿ERa pRocEDENtE EN 1918 El aRBItRaJE INtERNacIoNal?- A pesar de las conside- INGLATERRA qUE
raciones antedichas, en defensa de la procedencia del arbitraje internacional en aquella época,
Felipe Barreda y Laos, en una conferencia pronunciada en la Universidad de San Marcos el 3 de
ACASO, ANTE
enero de 1961 ha expresado lo siguiente: “Descartando el arreglo transaccional directo entre la UNA ENéRGICA
London & Pacific Co. y el Gobierno y planteada por el Gobierno de Su Majestad Británica la AFIRMACIóN DE
reclamación diplomática por el desacuerdo insoluble entre esa compañía, registrada bajo las
leyes de la Gran Bretaña y el Gobierno del Perú, no quedaba en el año de 1918, o sea hace 42 LA SObERANíA
años, otra solución viable y posible que el sometimiento de la controversia al fallo de un tribu- NACIONAL, NO
nal internacional”.
“Nada había en esta controversia que no estuviese admitido y aceptado por los usos estable-
SE hUbIERA
cidos y por la práctica constante tanto por el Perú como por todos los países latinoamericanos ATREvIDO A
como materia y cuestión incluidas en el arbitraje internacional. Basta un examen retrospectivo MANChARSE CON
de las negociaciones diplomáticas del Perú para constatar los numerosos casos de controversias
similares sometidos por el Perú al fallo de comisiones mixtas de arbitraje internacional”. UNA ACTITUD
“En el caso de La Brea y Pariñas la controversia provenía de la aplicación de las resoluciones DE ODIOSO
Supremas de 31 de marzo de 1911, 15 de marzo y 22 de mayo de 1915, referentes a la remensu-
ra y pago del canon de superficie de 41.614 pertenencias en vez de las 10 anteriormente regis-
IMPERIALISMO EN
tradas; si la Compañía debía pagar 300 soles anuales por canon superficial de las 10 pertenencias, PLENA GUERRA
o si debía pagar 1.248.420,00 soles anuales por el canon superficial de 41.614 pertenencias. Este EUROPEA?
desacuerdo sobre guarismos y cifras del monto pecuniario exigido por el Gobierno peruano y
resistido por la compañía británica no era nada de anormal como materia de arbitraje ni nada
vedado o excluido de la orbita usual de arbitraje internacional.”
“Desde el año 1826 fecha de la venta de la mina de brea de Amotape a Antonio de la Quin-
tana hasta el 22 de mayo de 1915 fecha de la resolución suprema que dispuso el empadrona-
miento de 41.614 pertenencias habían transcurrido ochenta y nueve años (89) sin que ningún
Gobierno ni Parlamento alguno del Perú hubiese discutido ni perturbado esta situación absolu-
tamente irregular en que se encontraban estas minas de La Brea y Pariñas”.
“Si en el punto 4º del dictamen de la subcomisión jurídica de la Comisión Consultiva de Rela-
ciones Exteriores, como reza el texto publicado en los diarios el día 9 de julio del año de 1960, se
considera que “los convenios del año 1922 están viciados en su esencia pero QUE NO PUEDE
IGNORAR QUE HAN CREADO UN STATUS QUE HA VENIDO RIGIENDO POR 38 AÑOS Y QUE SERÍA

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 267


la INIcIatIVa INCONVENIENTE UNA DECISIÓN UNILATERAL, entre otras razones, como dice dicho dictamen en
DE aRIaS el mismo punto 4º, para evitar “GRAVES REPERCUSIONES en el orden diplomático y económico”,
y recomienda a continuación que el Congreso debe buscar una norma sustitutoria apropiada
que regule las relaciones del Estado con los poseedores de los yacimientos de La Brea y Pariñas”;
si esto dice hoy la subcomisión jurídica de la Comisión Consultiva de Relaciones Exteriores por
haber transcurrido 38 años de esta situación irregular, yo me pregunto ¿qué habría dicho y acon-
sejado esa misma subcomisión en el año de 1918, en vista de haber transcurrido no solo 38 años
sino 89 años de existencia del “STATUS” irregular y de hecho en que estaban esos yacimientos de
La Brea y Pariñas, con la pasividad total y absoluta de todos los Gobiernos y Parlamentos que se
sucedieron en el país durante 89 años consecutivos?”.
Y después de exponer cuál era entonces el cuadro de los países pequeños frente a las grandes
potencias, Barreda y Laos agrega: “Esta agresión del imperialismo económico se mantuvo en
todos sus estragos hasta 1933 año del New Deal, de Franklin Delano Roosevelt, una de cuyas pri-
meras realizaciones fue la ruptura de toda conexión política y de fuerza entre las operaciones
financieras realizadas por banqueros en el exterior y el Gobierno norteamericano que se propuso
Diómedes arias Soto, asumir actitud de prescindencia y abstención. Esta fue la situación internacional del mundo hasta
senador suplente por el 1933; pero en 1918 el Parlamento y el Gobierno peruanos a pesar de tener que desenvolver su
departamento de acción en plena barbarie internacional no solo resistieron eficazmente el asedio de las medidas
áncash, presentó en de fuerza y actos hostiles de la London & Pacific empeñada en imponer sus soluciones, sino que
1910 un proyecto para resueltamente votamos unánimente en la Cámara de Diputados la moción propuesta por el dipu-
establecer la hipoteca tado Teobaldo Pinzás pidiendo al Gobierno que remitiera al Congreso Nacional el proyecto de
naval, para el cual se expropiación de las instalaciones de la London & Pacific en el Perú; y no pudiendo llegar a ningu-
inspiró en la ley na transacción satisfactoria para el país la rechazamos definitivamente y remitimos la controversia
española de 1893. Su a la única solución posible en aquella época: al arbitraje internacional de la Corte de La Haya. No
iniciativa fue pospuesta se trataba de un empeño insensato de sustituir la jurisdicción interna por la jurisdicción interna-
por varios años, hasta cional. En 1918 estos débiles países de América Latina no tenían ni fuerza material ni fuerza moral,
que en 1916 se promulgó puesto que la conciencia internacional no existía como fuerza rectora de la conducta de las nacio-
finalmente dicha ley. nes, para imponer la jurisdicción interna a la Gran Bretaña cuyo Gobierno había hecho suya la
controversia con la London & Pacific; estos países latinoamericanos tratados como pueblos en
barbarie por las grandes potencias no podían elegir entre los tribunales internos de la nación, o

12 de enero 13 de enero
EL PARO GENERAL Se inicia el movimiento
huelguista en Lima. El gremio de
A las cuatro de la mañana, los
obreros de Lima acuerdan
DE 1919 panaderos se reúne esa noche realizar un paro general. El
para tomar acciones concretas. tráfico se paraliza en la capital y
EN ENERO DE 1919, DIvERSOS En otra reunión, en la las fábricas y talleres dejan de
GREMIOS ObREROS DE LIMA, Federación de Estudiantes, los funcionar. Luego, ocurren
panaderos recibieron el apoyo choques entre la policía y los
EL CALLAO y vITARTE de los trabajadores textiles, así huelguistas, quienes levantaron
INICIARON UNA hUELGA POR como de los mozos de algunas de las vías de tranvías.
AUMENTOS SALARIARES y restaurantes y cafés de Lima, Otro grupo de manifestantes
que les entregaron un óbolo. vuela las líneas del Ferrocarril
bENEFICIOS SOCIALES. Central.

268 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


el arbitraje internacional; tenían que elegir entre el arbitraje internacional o los desembarcos de
marinos y las agresiones sobre sus aduanas y sus puertos. ¿Se quería un conflicto armado con la
Gran Bretaña por la cuestión de La Brea y Pariñas? ¿Y cómo hubiéramos evitado la violencia? ¿A
quién habríamos acudido para repudiar la agresión si los Estados Unidos que era el único país que (...) SI
por su poderío y posición podía actuar eficazmentea favor nuestro, profesaba y practicaba el TRANSCURRíAN
imperialismo económico en la forma y con los métodos que acabamos de exponer?”.
“El arbitraje internacional de la Corte de La Haya se impuso así como única solución posible. Esta MáS DE 24
solución estaba conforme con la doctrina y la práctica proclamada y sostenida por el Perú y por hORAS DESDE LA
todos los países latinoamericanos en las memorables jornadas del arbitraje obligatorio que protes-
taban y practicaban todos los países de América Latina; pues en esta institución internacional mar-
CAPTURA DEL
chaban a la vanguardia y con mucha ventaja con relación a los países europeos y los Estados Unidos”. DETENIDO SIN SU
SOMETIMIENTO
[ III ] A jUICIO O SU
la lEy DE HáBEaS coRpuS.- La ley N° 2553 del 26 de noviembre de 1916, para garantizar LIbERTAD, EL
mejor la libertad ciudadana, amplió la de hábeas corpus de 1897 en el sentido de que si transcu-
rrían más de 24 horas desde la captura del detenido sin su sometimiento a juicio o su libertad, el
jUEz O TRIbUNAL
juez o tribunal debía seguir de oficio la acción contra la autoridad que ordenó la prisión. DEbíA SEGUIR DE
OFICIO LA ACCIóN
la lEy DE lIQuIDacIÓN DE pRISIoNES pREVENtIVaS.- Cuando Francisco J. Eguiguren CONTRA LA
desempeñó la presidencia de la Corte Suprema en 1913 y 1914, una de las características de su AUTORIDAD
proficua gestión fue el esfuerzo para lograr la celeridad de la justicia en materia criminal. Eviden- qUE ORDENó
ció el vivo afán de “corregir por todos los medios imaginables que los enjuiciados se eternicen en
las prisiones”. Llegó a tener a su disposición el estado de todas las causas criminales de la Repú- LA PRISIóN.
blica y, por medio del telégrafo y otros medios, requirió a los jueces para que cumplieran se
deber, en el afán de aliviar piadosamente la condición de los enjuiciados.
A análogo espíritu correspondió la ley N° 2223 de 10 de febrero de 1916 sobre liquidación
de prisiones preventivas sobre la base de un proyecto de la Comisión reformadora de los Códi-
gos Penales.

14 de enero 15 de enero 17 de enero


Continúa paralizado el tránsito Ocurren desórdenes en los Por la tarde, se logra un Varias fábricas y talleres
en la ciudad. Los comercios mercados y los mozos de acuerdo entre los obreros y establecen la jornada laboral
permanecen cerrados y la hotel se unen a la revuelta. el Gobierno, que emite un de ocho horas. Los gremios
policía vigila calles y avenidas. Los camiones que circulan decreto estableciendo la que habían resuelto sus
Los maquinistas, conductores, por la ciudad son jornada de ocho horas. reclamos acuerdan reanudar la
fogoneros y brequeros del apedreados por huelguistas. Desde los balcones de huelga si no eran satisfechos
ferrocarril central formulan un Los obreros textiles de Palacio, el Presidente dirige los de sus compañeros.
pliego de reclamos. Varios Vitarte se unen a la huelga y un mensaje a los obreros. Finalmente, la mayor parte de
industriales ceden a los pedidos voltean varios carros de Los panaderos reinician sus pedidos fue resuelta de
de sus obreros. El paro se carga. Se inician labores y se restablece el manera favorable a los obreros
extiende al Callao. negociaciones con los transporte. Algunos gremios, y concluyó la paralización.
tejedores, pero fracasan. mantienen la huelga.

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 269


[ IV ]
la coloNIa DEl FRoNtÓN.- El establecimiento de la Colonia Penal del Frontón y los traba-
[ 1917 noVIembre 29 ] jos para la construcción de una escuela correccional son los aportes del segundo gobierno de
Pardo en el ramo de Justicia.
El FERRocaRRIl DE
cuZco a SaNta aNa.
En la edición del 29 de [V]
noviembre de 1917, la pRENDa aGRícola, la HIpotEca NaVal y loS alMacENES GENERalES.- El
El comercio informó contrato de prenda agrícola fue materia de la ley N° 2402 de 13 de diciembre de 1916, por ini-
sobre el desarrollo del ciativa del Poder Ejecutivo, favorable a la industria del pequeño cultivo. El de hipoteca naval
proyecto del tren de quedó reglamentado por la ley 2411 de 30 de diciembre del mismo año a base de un proyecto
cuzco a Santa ana. del senador Diómedes Arias en la legislatura de 1910, inspirado en la ley española de 1893.
Dijo el diario: El ministro Aurelio García y Lastres consideró que no era suficiente la ley de prenda agrícola
“recientemente el y presentó al Congreso en 1917 un proyecto de creación del Banco Nacional Agrícola con capital
gobierno del perú por aportado en parte por el Estado y en parte por las instituciones de crédito, los agricultores y el
medio de un contrato público en general.
con ‘the antofagasta Por la ley N° 2763 de 27 de junio de 1918 quedó organizada la institución de los almacenes
and Bolivia Railway generales de depósito destinada a servir al comercio mediante la aplicación del crédito a pro-
co.’ celebrado entre ductos y mercaderías en depósito. Fue esta ley iniciativa del Gobierno.
dicha empresa y el
concesionario de la
construcción del [ VI ]
ferrocarril del cuzco a la SupRESIÓN DE loS tRataMIENtoS.- En la legislatura de 1905 el diputado M. Lino Cor-
Santa ana que ha sido nejo presentó un proyecto de ley por el cual se suprimían “todos los tratamientos establecidos
transferido por el por nuestra leyes y reglamentos” a los funcionarios públicos.
ingeniero constructor El proyecto pasó a la Comisión de Constitución y los miembros de ella emitieron dictamen
don Eduardo Viñas solo con fecha 15 de octubre de 1914 para afirmar que en el texto de la Carta no había nada de
probías al gobierno donde pudiera deducirse directa o indirectamente la obligación de emplear tratamientos espe-
del perú y merecido a ciales. Ellos solo habían sido acordados por leyes y reglamentos secundarios en uno casos; y en
su vez la aceptación otros se trataba de los efectos de la costumbre o del respeto a la tradición. La Comisión encontró
del gobierno de aceptable el proyecto de Cornejo.
Bolivia: permitiendo la El asunto quedó olvidado hasta que en la legislatura de 1916 lo removió el diputado Baldo-
exportación del mero Maldonado, uno de los firmantes del dictamen de 1914. Puesto en debate fue aprobado
material adquirido, se sin objeción y se convirtió en la ley N° 2413 de 30 de diciembre de 1916.
han comprado 40
kilómetros de rieles de
acero de 36 libras por [ VII ]
yarda; con un peso de la lEy SoBRE tRaBaJo DE MuJERES y NIÑoS y la lEy SoBRE DEScaNSo oBlI-
1.440 toneladas”. GatoRIo DoMINIcal.- La N° 2851 de 25 de noviembre versó sobre el trabajo de mujeres y
niños y la N° 3010 de 26 de diciembre sobre descanso obligatorio dominical extensivo a las fies-
tas cívicas y al primer día de las elecciones políticas. Ambas leyes se derivaron de los proyectos
que había presentado José Matías Manzanilla.
La ley N° 2851 comprende todas las ocupaciones que se realizan por cuenta ajena con las
siguientes excepciones: las que se efectúan bajo la dirección y vigilancia de los padres y tutores
como miembros de la familia y sin intervención de personas extrañas; las del servicio doméstico;
y las de la agricultura si no se usan motores inanimados. Los menores solo están facultados para
trabajar después de los 14 años. Por excepción, los menores de 14 años pero mayores de 12 pue-
den ser admitidos al trabajo si saben leer, escribir y contar y con certificado médico de aptitud
física para el trabajo materia de la admisión. La jornada de labor no debe exceder de seis horas

270 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


diarias, ni de 33 semanales cuando son menores de 14 años; y de ocho horas diarias y 45 a la ERNESto DIEZ
semana entre los 14 y los 18 años. En los orfelinatos y establecimientos similares en que se com- caNSEco (1883-1953)
bina la instrucción con las labores manuales, esta no debe exceder de tres horas diarias.
Las mujeres y los menores no pueden realizar trabajos nocturnos (de 8 p.m. a 7 a.m.) sino
después de cumplidos los 21 años. Sin embargo, se permite el trabajo nocturno después de 18
años comprobando la aptitud física con certificado médico. Por excepción, las mujeres mayores
de 18 años pueden trabajar en espectáculos públicos.
Está prohibido a mujeres y niños realizar ciertas clases de trabajos como los subterráneos de
minas y canteras y los que, a juicio del Ejecutivo, sean peligrosos para la salud y las buenas cos-
tumbres. Los menores de 18 años no pueden realizar trabajos de agilidad, equilibrio, fuerza o
dislocación en los espectáculos públicos. Los menores de 20 años tampoco pueden ser ocupa-
dos como conductores de vehículos.
La ley dispone, además, que en sus labores las mujeres y los menores disfrutarán de dos horas
continuas de descanso al mediodía; y que las indemnizaciones por accidentes de trabajo se eleva-
rán en un 25% si las víctimas son mujeres o menores de 18 años. En caso de alumbramiento la mujer
tiene derecho a vacaciones desde 20 días antes hasta 40 días después del parto, abonándosele, como senador por el
mientras tanto, el 60% de su salario. Esta obligación puede ser sustituida con un seguro individual o departamento de Junín,
colectivo. Pierde el derecho al salario o al seguro la mujer que, durante este tiempo, trabaja fuera de el ingeniero limeño
las labores domésticas propias del hogar. Si la mujer es despedida por el empresario dentro de los defendió las condiciones
tres meses anteriores o posteriores al parto, tiene derecho a los salarios correspondientes a 90 días. sociales de los obreros.
Las empresas están obligadas a proporcionar a las mujeres que trabajan asientos distintos de En 1918 presentó un
los señalados para el público, si la naturaleza de las labores lo permite. Deben, asimismo, dispo- proyecto mediante el
ner de salas para los hijos de las obreras durante el primer año de edad y darles una hora diaria cual se obligaba a los
para amamantarlos. centros industriales
Se concede acción popular para denunciar las infracciones de la legislación protectora de la a emplear a trabajadores
mujer y el niño. de poblaciones cercanas
En el Parlamento no hubo oposición a la ley sino el deseo de ampliarla. Manuel B. Pérez, brio- a las obras. además,
so adversario de la de accidentes del trabajo, la apoyó. presidió la Sociedad de
Ingenieros entre 1919-
1920 y 1930-1931. a partir
la lEy aMplIatoRIa DE la DE accIDENtES DEl tRaBaJo.- La ley N° 2290 de 20 de de 1932, se dedicó a la
octubre de 1916 modificó algunas disposiciones y amplió otras de la ley N° 1378 de 20 de enero docencia en la Escuela
de 1911 sobre accidentes del trabajo. Nacional de Ingenieros.
Siete años más tarde,
volvió a representar
la lEy SoBRE caSaS paRa oBRERoS.- El gobierno de Pardo, por intermedio del ministro a Junín en la cámara
Belisario Sosa, envió al Congreso en octubre de 1916 un proyecto de ley sobre casa para obre- de senadores.
ros. Acerca de este asunto había antes tratado Pardo en su mensaje al Congreso el 28 de julio
del mismo año.
Era la continuación del esfuerzo iniciado por Billinghurst en el mismo sentido. El proyecto
autorizaba las edificaciones en terrenos de propiedad del Estado para facilitar luego su venta a
plazos a los obreros con la colaboración de las compañías de seguros. El Senado lo aprobó en la
legislatura ordinaria de 1917; y la Cámara de Diputados lo discutió en 1918. La ley referente a la
construcción de casas para obreros y empleados públicos fue promulgada con el N° 3022 el 18
de diciembre de 1918.

la lEy SoBRE EMBaRGo DE SuElDoS y pENSIoNES y SoBRE aGIo y uSuRa.- La


ley N° 2760 de 26 de junio de 1918 declaró que no podían embargarse sino por deuda

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 271


alimenticia las pensiones de montepío y solo hasta la cuarta parte; las de la jubilación, indefinida,
cesantía o retiro solo hasta la tercera parte; y los sueldos de los empleados públicos, los salarios
de obreros, artesanos y jornaleros solo hasta la misma proporción. Asimismo, estableció la nuli-
GRAN dad de todo contrato de venta de sueldos no devengados que celebraran los empleados públi-
IMPORTANCIA SE cos civiles o militares y también los de los devengados siempre que el precio no fuera inferior a
las cuatro quintas partes del crédito. Al mismo tiempo declaró como igualmente nulos todos los
OTORGó POR contratos de préstamo en que se estipulara un interés superior al 14% anual si la cantidad pre-
ALGúN TIEMPO A sentada era de 500 ó más soles y de 18% anual si su monto ascendía a suma mayor. La misma
calificación recibieron los contratos en que se simulara recibo de mayor cantidad que la verda-
LA LEy N0 2531 DE deramente entregada, cualquiera que fuesen su entidad y sus condiciones, ya se tratase de ven-
15 DE NOvIEMbRE ta con pacto de retroventa o depósito, letra de cambio u otro semejante destinado a disfrazar el
DE 1917, DADA A préstamo. Dictó, por último, algunas disposiciones adicionales tendentes a combatir el agio y la
usura y a procurar el mejor cumplimiento de las normas ya enunciadas.
INICIATIvA DE LOS Esta ley tuvo su origen en un proyecto de la comisión interparlamentaria que fue creada en
DIPUTADOS jOSé relación con las subsistencias.
MATíAS
MANzANILLA, la lEy SEca.- Gran importancia se otorgó por algún tiempo a la ley N° 2531 de 15 de noviem-
víCTOR M. bre de 1917, dada a iniciativa de los diputados José Matías Manzanilla, Víctor M. Maúrtua y José
Balta, que prohibió en el territorio de la República la venta y el consumo de bebidas alcohólicas
MAúRTUA y jOSé durante los días sábado y domingo en todos los establecimientos y lugares abiertos al público,
bALTA, qUE señalando penas para los infractores. Fue un intento de “ley seca” para los fines de semana que
PROhIbIó EN EL en la práctica no cumplió sus finalidades.

TERRITORIO DE LA
REPúbLICA LA laS oBlIGacIoNES SocIalES DE loS EStaBlEcIMIENtoS INDuStRIalES.- Las dos
Cámaras aprobaron por unanimidad en la legislatura ordinaria de 1918 un proyecto de ley del
vENTA y EL senador Ernesto Diez Canseco por el cual obligó a todo establecimiento industrial que ocupara
CONSUMO DE cincuenta obreros y que distase más de un kilómetro de la población más cercana, a construir
bEbIDAS campamentos con habitaciones higiénicas, a sostener una escuela de instrucción primaria diur-
na para los hijos de los obreros y otra nocturna para estos y a poseer un botiquín destinado a las
ALCOhóLICAS curaciones de primera emergencia. En aquellos en que el número de operarios pasara de 300 y
DURANTE LOS si no hubiera dentro del radio de 10 kilómetros población con asistencia médica, debía haber un
médico rentado por la respectiva empresa para el cuidado de la salud de los trabajadores. La
DíAS SábADO y vigilancia para el cumplimiento de las normas antedichas quedó, en los establecimientos mine-
DOMINGO (...) ros, a cargo de los delegados de minería y en los demás, al cuidado de las autoridades políticas.
Fue la ley N° 3019 de 27 de diciembre de 1918. Es posible que, en demasiados casos, no fue-
ra cumplida debidamente.

otRaS NoRMaS SoBRE tRaBaJo y pREVISIÓN SocIal.- Además de las mencionadas ya


pueden citarse como normas sobre el trabajo y la previsión social expedidas en el período 1915-
1919 la ley N° 2244 de 12 de setiembre de 1916 que declara inembargables a los beneficios otor-
gados por las sociedades de carácter mutual a sus miembros; la ley N° 2285 de 16 de octubre de
1916 (que será también mencionada más adelante) sobre el salario mínimo que deben percibir los
indígenas que trabajan en la sierra; la ley N° 2364 de 23 de noviembre de 1916 para organizar la
profilaxia contra el paludismo en los centros del trabajo; la resolución suprema de 3 de mayo de
1918 relativa al cumplimiento de la ley N° 2364 en Chanchamayo; la resolución suprema de 24 de
mayo de 1918 sobre cumplimiento de la misma ley en el valle de Surco; la resolución suprema de

272 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


Los accidentes de trabajo. En octubre de 1916 se modificó la ley sobre accidentes de trabajo promulgada en
setiembre de 1910. Fundada sobre principios de equidad y justicia, la ley protegía a las familias de los trabajadores
fallecidos durante su jornada laboral. Antes de dicha promulgación, estos se encontraban completamente
desprotegidos. En esta fotografía de 1912 vemos el cortejo fúnebre de un jornalero muerto en un accidente mientras
realizaba labores de descarga del vapor japonés Kiyo Maru.

[ capítulo 43 ] período 6 273


2 de agosto de 1918 acerca de la asistencia médica en las empresas agrícolas y mineras; la ley N°
3069 de 27 de enero de 1919 que trata de la condición legal de los empleados de la Compañía
Administradora del Guano; y la ley N° 6552 de 4 de marzo de 1919 referente al descanso semanal
EN 1915 DOMINGO obligatorio en Catacaos.
OLAvEGOyA En una sección distinta se hace mención en el presente capítulo del trascendental decreto
de 15 de enero de 1919 que fijó en ocho horas el tiempo de trabajo diario.
DONó A LA
bENEFICENCIA
la lEy SoBRE SocIEDaDES aNÓNIMaS.- Así como hubo leyes que vencieron obstáculos
PúbLICA DE activos o pasivos y llegaron a ser aprobadas, tarde o temprano, hubo otras que escollaron. Una
LIMA UNA de estas fue la ley sobre las sociedades anónimas, con garantías para los pequeños accionistas y
CONSIDERAbLE limitativas de los abusos en la organización y en las funciones de dichas empresas.
Fue iniciada y aprobada en el Senado en 1906. Logró dictamen de la Comisión de Legisla-
EXTENSIóN DE ción de la Cámara de Diputados en 1907. Llegó a ser puesta en discusión en 1909 para sufrir
TERRENO EN nuevo aplazamiento con el pretexto de pedir la opinión de la Comisión de Comercio. Volvió a
tener dictamen en 1912 ó 1913. Hubo de recibir imprevistamente en 1914 el trámite de que se
MAGDALENA DEL pidiera informe a la Corte Suprema de Justicia. Obtuvo este informe recién en 1915. Quedó, a
MAR PARA qUE SE pesar de todo, sin ser discutida.
EDIFICASE ALLí En la sesión de la Cámara de Diputados efectuada el 26 de setiembre de 1918 José Matías
Manzanilla pidió que se le diera preferencia en el debate, después de la ley sobre descanso domi-
EL NUEvO nical y junto con la ley sobre servicio diplomático. Así se acordó; pero luego el asunto fue olvidado.
MANICOMIO.
[ VIII ]
El cENSo DE EMplEaDoS pÚBlIcoS.- Como no existía un cuadro orgánico del personal
de las distintas oficinas públicas, el decreto de 1° de junio de 1918 ordenó el levantamiento de
un censo de los empleados públicos civiles, militares y eclesiásticos de la administración nacio-
nal, departamental y local en todas sus instituciones. Este censo no se llevó a cabo.

[ IX ]
DoMINGo olaVEGoya.- En 1915 Domingo Olavegoya donó a la Beneficencia Pública de Lima
una considerable extensión de terreno en Magdalena del Mar para que se edificase allí el nuevo
manicomio. Al año siguiente legó a la Beneficencia Pública de Lima la suma de 100 mil soles desti-
nada a la construcción de un hospital para tuberculosos en Jauja o en el lugar que dicha Sociedad
designara. Olavegoya había comprado antes en “El Tambo”, cerca de Jauja, un terreno para el hospital.

auGuSto E. pÉREZ aRaNíBaR.- Augusto E. Pérez Araníbar nació en Arequipa en 1863. Hizo
sus estudios profesionales en la Facultad de Medicina de Lima. Formó parte del servicio de sani-
dad militar durante la guerra con Chile, a pesar de que entonces hallábase en la iniciación de su
vida como alumno. Hizo la campaña de Arica, asistió a las batallas de San Juan y Miraflores y
prestó sus servicios en los hospitales de sangre hasta la terminación de la contienda. Su trabajo
para el bachillerato versó sobre “Influencia de las heridas de armas de fuego sobre las diátesis y
viceversa” y fue publicado en Anales Universitarios por acuerdo de la Facultad. Para el doctorado
presentó una tesis sobre las aguas minerales del Perú.
Viajero en Estados Unidos y Europa, visitó hospitales de importancia y llevó a cabo en París
estudios minuciosos sobre enfermedades del aparato digestivo. En su equipaje trajo al regresar
al Perú planos y prospectos, libros e iniciativas.

274 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


Ejerció en Lima con éxito su profesión y se especializó en las dolencias antedichas. En 1913 fue auGuSto
elegido vicedirector de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima en el que fue reelegido duran- pÉREZ aRaNíBaR
(1863-1958)
te cuatro años. En 1916 se hizo cargo de la dirección por ausencia del titular; entonces presentó un
proyecto de pensiones de invalidez, jubilación y montepío para los empleados de la institución y
aumentó sus rentas mediante un arreglo con la colonia japonesa y con diferentes fábricas y hacien-
das para que contribuyeran al gasto originado por la asistencia de los peones en los hospitales.
Llegó a ser director de la Sociedad de Beneficencia en 1917 con una reelección en 1918. Mul-
tiplicáronse entonces sus iniciativas a favor de la infancia y de la ancianidad desvalida y todas las
llevó a cabo, aunque fuesen de magnitud, sin emplear los fondos de la institución.
El Puericultorio Pérez Araníbar fue erigido dentro de un área de 108 mil metros cuadrados
sobre un fondo de siete cuadras en la avenida del Ejército y frente al mar, con capacidad para
albergar a todos los huérfanos que eran asistidos por la Beneficencia de Lima y contó con dos
colonias escolares para 500 niños cada una, dos colonias de convalecencia y dos de vacaciones
para ambos sexos, taller escuela y otros servicios. El costo del edificio representó más de medio
millón de soles. Pérez Araníbar obtuvo esta suma mediante distintas donaciones, entre las que
figuró una que él mismo hizo de 100.000 soles en cédulas de la deuda interna que obtuvo por
la transacción que logró hacer del litigio pendiente durante más de cuarenta años entre la Com- El arequipeño pérez
pañía Consignataria del Guano y la familia Goyeneche. Siguieron importantes donaciones de araníbar participó como
Víctor Larco Herrera, Tomás Valle, Miguel Echenique, Isolina Clotet de Fernandini, Felipe Espanto- ayudante de médico
so, Jesús Beltrán de Elías, Jorge Duval y Julia von der Heyde. La ley N° 4518 de 5 de julio de 1922 durante las batallas de
creó un impuesto del 6% sobre las suertes y los premios de la lotería de Lima y Callao cuyo pro- San Juan y Miraflores
ducto se dedica al sostenimiento del Puericultorio Pérez Araníbar. (1881). Entre 1892 y 1894,
El Hospital Arzobispo Loayza, ubicado en la avenida Alfonso Ugarte, fue otra de las realizacio- ya graduado como
nes de Pérez Araníbar. Bajo su dirección personal hiciéronse los planos de este establecimiento. médico, fue diputado
También dedicó su esfuerzo al asilo de mendigos con capacidad para 200 personas de suplente por la
ambos sexos. El costo de 100.000 soles fue obtenido íntegramente por él mediante erogaciones provincia de castilla.
de varios bancos, compañías de seguros, empresas industriales y comerciales y particulares (arequipa).
como José Miculicich, Eulogio Fernandini, Tomás Marsano, Rosa Ezeta de Barnechea, Augusto la experiencia, sin
Wiese, Agustín Arias Carracedo, J. L. Hanza, Ántero Aspíllaga, Jesús Elías, J. A. Bringas, Jorge Duval. embargo, no fue
Emprendió, asimismo, la obra del hospital de niños con fondos procedentes de un arreglo provechosa y abandonó
que celebró con el Gobierno sobre el valor del terreno en que se construía una cárcel, que esta- la política. En 1905 fue
ba en pleito desde veinticinco años atrás. incorporado a la
Fomentó, por lo demás, las cámaras de lactancia o “cunas” adscritas a las fábricas, en donde Sociedad de Beneficencia
las obreras depositan a sus hijos lactantes mientras trabajan. pública, y once años
Entre otras iniciativas de Pérez Araníbar estuvieron el proyecto de un asilo de preservación después se convirtió en
moral para niñas desamparadas, el de reconstrucción de las casas de vecindad dotándolas de su director, hasta 1918.
todos los elementos de comodidad e higiene y el de reconstrucción del pasaje Olaya en cuya Entre sus principales
acera derecha debía hacerse un edificio de cuatro pisos que ocupara toda la cuadra. obras se encuentran: el
La junta general de miembros de la Beneficencia Pública de Lima acordó el 24 de enero de puericultorio para
1919 que el retrato de Pérez Araníbar fuese colocado en la sala de sesiones y su nombre inscrito huérfanos que hoy lleva
en el cuadro de honor como benefactor de la institución; también resolvió dar su nombre al su nombre, el Hospital
orfelinato de la Magdalena. loayza, el Hospital del
Niño y un asilo nocturno,
entre otras.
VíctoR laRco HERRERa.- Víctor Larco Herrera nació en Trujillo en 1870. Hizo sus estudios
en el colegio de jesuitas de Lima, en el Instituto de Lima de Leopoldo Contzen y en la Escuela
Naval hasta graduarse de guardiamarina. Tuvo éxito notable en sus actividades dentro del
comercio y de la agricultura, tanto en la hacienda Chiquitoy del valle de Chicama, de la que se
hizo dueño en 1901, incluyendo el ingenio, los cañaverales y los demás elementos que la

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 275


LAS DONACIONES BENÉFICAS
Augusto Pérez Araníbar y Víctor Larco Herrera fueron dos de los principales filántropos peruanos del siglo XX.

Augusto Pérez Araníbar


NACIMIENTO
Arequipa, 1858
FALLECIMIENTO
Lima, 1948
OCUPACIÓN
Médico y filántropo
ACTIVIDAD SOCIAL
Promovió la participación de
empresas y hombres de fortuna
para la realización de obras de
bien social.

El puericultorio Pérez Araníbar fue construido en


un área de 108.000 m2 y agrupó todos los centros
creados para la asistencia a los huérfanos.

El hospital Arzobispo Loayza se


inauguró en 1924. Su construcción
estuvo a cargo de la Beneficencia
Pública de Lima, a través de su
comité ejecutivo de asistencia Ambos filántropos fueron incorporados a la
social y hospitalaria, Sociedad de Beneficencia de Lima: Pérez Araníbar
presidido por Pérez en 1905 y Larco Herrera en 1918. Allí desarrollaron
Araníbar. numerosas obras de bienestar social.
En 1891 asumió la gerencia
de la sociedad agrícola
constituida junto con sus NACIMIENTO
hermanos. La hacienda Trujillo, 1870
Roma, al norte de FALLECIMIENTO
Chicama (La Libertad), Santiago de Chile,
fue el centro de su 1934
negocio. OCUPACIÓN
Próspero comerciante,
político y filántropo
ACTIVIDAD POLÍTICA
Fue elegido senador
Larco Herrera tomó especial en 1904 y alcalde de
interés en los hospitales para Trujillo en 1913
enfermos mentales. Apoyó la
eliminación de aquellos
métodos de tratamiento
que consideraba
inhumanos y donó el
dinero para la
construcción del
hospital que hoy
lleva su nombre.

Inició la formación de
un museo, que vendió
al Estado, en 1924, por
una suma simbólica.
Víctor Larco Herrera
Fuente: Milla Batres (editor). Diccionario histórico y biográfico del Perú. Infografía: Grafitti

276 período 6 [ capítulo 43 ]


formaban, como de la hacienda Roma que compró a su tío Andrés, como en la firma mercantil
Larco Hermanos y Viuda de Larco e Hijos.
Notorias fueron las desavenencias de Víctor con sus hermanos.
La política le atrajo intermitentemente. En 1904 fue elegido senador por La Libertad y salió EN LA SESIóN DE
reelegido en 1911 y en 1919. En 1913 fue alcalde de Trujillo y presidente del comité de progreso LA CáMARA DE
local de esa ciudad, a la cual obsequió un edificio magnífico para la municipalidad. En 1914 presi-
dió el comité parlamentario que luchó por restablecer la normalidad constitucional con la DIPUTADOS DEL
presidencia de Roberto Leguía. Conoció entonces la prisión. Un movimiento surgió para llevarlo a 18 DE AGOSTO DE
la alcaldía de Lima en 1917; pero los elementos del oficialismo le pusieron obstáculos y hubo apa-
tía de los electores. En ese año se radicó en la Argentina para dedicarse a los negocios agrícolas.
1916, CECILIO
En 1918 fue incorporado a la Beneficencia de Lima y se le nombró inspector del hospital para COX DENUNCIó
enfermos mentales. Entre 1919 y 1924 donó más de un millón de soles para este establecimien- LOS GRAvES
to que hoy lleva su nombre y que ha significado la modernización y la tecnificación de los servi-
cios correspondientes. De dicho hospital se trata especialmente en un capítulo posterior. ATROPELLOS
También hizo, Larco Herrera, obra de filantropía con el asilo de huérfanos de la Magdalena, COMETIDOS POR
con el establecimiento de aguas termales de Yura y con muchas otras entidades y personas.
Sobre el valioso museo que llegó a constituir también, versan otras páginas del presente libro. La
TROPA DEL
figura de Larco Herrera desborda las limitaciones cronológicas aquí erigidas. EjéRCITO CONTRA
Tuvo don Víctor una doble personalidad, dicen Flores Galindo y Burga: duro, arbitrio, infatiga- LOS ObREROS
ble en Roma, magnánimo en Lima.
EN hUELGA
EN TRUjILLO.
[X]
laS HuElGaS DE oBRERoS poRtuaRIoS y FERRocaRRIlERoS, DE caMpESINoS
EN la ZoNa DE HuacHo, DE tRaBaJaDoRES DEl pEtRÓlEo y DE oBRERoS DE
SMEltER EN 1916.- En la sesión de la Cámara de Diputados del 18 de agosto de 1916, Cecilio
Cox denunció los graves atropellos cometidos por tropa del ejército contra los obreros en huelga
en Trujillo. El conflicto afectaba a los jornaleros matriculados del puerto de Salaverry y a los obre-
ros del ferrocarril explotado por la Peruvian Corporation. En setiembre de 1916 estalló un movi-
miento huelguístico de trabajadores campesinos en Huacho, Sayán, Supe, Barranca y Pativilca
para solicitar de un lado, un aumento hasta del 50% de sus jornales con motivo del alza de las
subsistencias y, al mismo tiempo, la jornada de ocho horas. Hubo, por lo menos en Huacho, vín-
culos entre los dirigentes y el grupo “La Protesta” de Lima. Se habló en los periódicos y en los
debates parlamentarios acerca de la prédica de los llamados “sindicalistas” y entre ellos se men-
cionó a un español y un cubano, si bien se debe insistir en el carácter netamente nacional que
entonces y después, por lo menos hasta 1930 tuvo el movimiento obrero peruano. Pocos días
antes de estallar la huelga campesina en la que hubo quema de cañaverales, habían sido distri-
buidos en el Teatro Municipal de Lima volantes con ataques a las autoridades, al ejército y a las
clases acomodadas.
Hubo una severa represión del incipiente movimiento campesino, a cargo de la gendarmería.
En Huacho se produjo una matanza de trabajadores. Entre las víctimas estuvieron las mujeres
Irene Salvador, Valentina Chafloje (este es el nombre que dio Arturo Sabroso, aunque otras ver-
siones hablan de Manuela Chaflajo); y ocho obreros más, héroes precursores de la victoria en la
lucha por la jornada de ocho horas.
Hubo un comicio de protesta en el Teatro Apolo de Lima, donde se exteriorizó la alianza
obrero-campesina.
En Lima se efectuó también en setiembre de 1916, la prisión de los dirigentes obreros Carlos
Barba, Timoteo Aguirre, Pedro Ulloa, Ismael Gacitúa, Juan Zelada y varios más. Delfín Lévano,
Nicolás Gutarra, Juan Montani y otros lograron escapar.

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 277


la MEMoRIa Abelardo Gamarra hizo una solitaria protesta contra las persecuciones antedichas en la sesión
DE MuÑoZ de la Cámara de Diputados del 13 de setiembre de 1916. Estuvieron ellas relacionadas con el
movimiento campesino en Huacho y con la vinculación que con él tuvo el incipiente anarcosin-
dicalismo capitalino.
La Unión de Trabajadores en Tejidos de Género fue fundada en Vitarte en 1916.
La ley N° 2320 de 2 de noviembre de 1916 concedió amnistía a todos los enjuiciados con
motivo de las huelgas de Huacho y Sayán.
Asimismo, llegó a presentar graves caracteres el conflicto producido aquel mismo año en
Talara con repercusiones en Negritos (junio). Los obreros solicitaron aumento de salarios, cons-
trucción de un centro para ellos y del local de una escuela de varones, servicios de alumbrado
público y desagüe y reconocimiento de sus delegados. La solución fue pacífica.
En la fundición Smelter surgieron también en 1916 no solo la paralización del trabajo, sino de
los servicios de telégrafos y de trenes. Este problema llegó a ser resuelto por el prefecto de Lima.
La empresa se comprometió a aumentar los jornales en un 10% y en un 20% y a establecer el
régimen de ocho horas de trabajo. De ello quedó constancia en la memoria del ministro de
El ministro de Gobierno Gobierno, Ezequiel Muñoz, correspondiente a 1917.
Ezequiel Muñoz, aquí en
una fotografía de 1917,
relató en su memoria la HuElGa DE EMplEaDoS DE la BIBlIotEca NacIoNal y la HuElGa DE tElE-
de ese año los diversos GRaFIStaS.- El director de la Biblioteca Nacional, Luis Ulloa pretendió obligar en 1916 a los
problemas laborales empleados a trabajar en las mañanas. El horario de aquel establecimiento, hasta que se produjo el
existentes en el ámbito incendio de mayo de 1943, era de 1 y 30 a 6 de la tarde. Como la exigencia antedicha no estuvo
nacional. Entre los acompañada por mejoras en los sueldos, bastante exiguos, los empleados se negaron a aceptarla.
gremios que iniciaron Esta situación favoreció el cumplimiento en la Biblioteca Nacional de un acuerdo del Congreso favo-
protestas por esos años rable a los funcionarios renunciantes en 1914 y Luis Ulloa fue sustituido por Manuel González Prada.
estuvieron: los obreros Mucho más ruidosa que la corta y casi desapercibida huelga de los empleados de la Bibliote-
portuarios, los ca Nacional fue la de telegrafistas. Habían formado estos en 1916 la Sociedad Auxilios Mutuos
campesinos, los Unión Telegráfica y gestionaron ante el Congreso en aquel año el título de propiedad de sus
trabajadores del empleados, el restablecimiento de los sueldos de 1912 y otra mejoras en el Presupuesto para
petróleo, los 1917. En la Cámara de Diputados se presentó un pedido para pedir aclaraciones acerca de la ver-
telegrafistas, los sión de que habíase obligado a cada telegrafista asociado a la entidad antedicha a efectuar deter-
trabajadores minados pagos para agasajar a los representantes. Los dirigentes de la Unión Telegráfica se nega-
ferroviarios y otros. ron a enseñar los libros de ella. También colaboraron activamente en un proyecto parlamentario
Muchas de estas para separar la Dirección de Telégrafos de la de Correos. Todos los asociados se comprometieron
reivindicaciones a cumplir con sus deberes de solidaridad en la lucha que había surgido, en la que, a motivos de
laborales condujeron orden económico, uníanse, como se ha expresado, demandas sobre su propia condición jurídica
a enfrentamientos con y sobre la estructura de los servicios en los que trabajaban. El director de Correos y Telégrafos,
la ley, arrestos y Ernesto Zapata, noticiado de la existencia de telegramas que preparaban la huelga, expulsó de
juicios penales. sus oficinas, con el apoyo de un pelotón de gendarmes, a los telegrafistas rebeldes y obtuvo la
prisión de algunos dirigentes de la Unión Telegráfica entre los que se encontraban su jefe Wilil-
doro Batanero. Quedaron todos ellos sometidos al Código de Justicia Militar. La huelga surgió el
30 de setiembre de 1916. Duró diez días. Hubo interrupciones y daños de líneas telegráficas y
apoderamiento y destrucción de aparatos. El Congreso mandó cortar, por la ley N° 2283 de 16 de
octubre de 1916, los procedimientos judiciales iniciados o seguidos por los jueces militares o del
fuero común con motivo de los sucesos antedichos; y ordenó, asimismo, la inmediata libertad de
los detenidos por los expresados juzgamientos. Con motivo de este conflicto el diputado Alberto
Ulloa Cisneros presentó un proyecto de ley que negaba el derecho de huelga a los empleados
públicos; pero establecía el arbitraje en los conflictos que se produjeran. Esta iniciativa no fue
discutida. Alberto Secada defendió el derecho de aquellos empleados a la huelga.

278 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


[1]

[2] la HuElGa DE loS


pEtRolERoS. En
noviembre de 1918, los
operarios de los pozos
petroleros de Negritos
iniciaron una protesta
junto con los de talara
y lobitos. Ellos
solicitaban un aumento
de 30% en sus
remuneraciones
salariales. las protestas
no fueron pacíficas, el
día 28 ocurrieron
hechos de sangre que
dejaron un saldo de 11
muertos y 15 heridos.
En estas fotografías
vemos un pozo
petrolero en Negritos
(2) y a los trabajadores
durante su protesta (1).

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 279


la HuElGa DE MotoRIStaS y coNDuctoRES DE 1917 y El aRBItRaJE.- La huelga
de motoristas y conductores de los tranvías eléctricos de Lima suspendió el servicio del 9 al 17
LA de junio de 1917. El ministro Ezequiel Muñoz planteó, a propósito de esta huelga, en su memoria,
INTENSIFICACIóN la conveniencia de una ley que estableciera la conciliación y el arbitraje como fórmulas jurídicas
para resolver los conflictos del trabajo. Al dar la empresa solución a los reclamos, no quedaron
DE LAS satisfechos los obreros; se nombró un personero que trató directamente con el gerente y, en
AGITACIONES FUE vista de no arribarse a un acuerdo, fue elevado un período de conciliación al Presidente de la
República. Este designó una comisión de la que formaron parte Ricardo Bentín, Manuel Augusto
UNO DE LOS Olaechea, Manuel Montero y Tirado, Víctor Maúrtua y Mariano Ignacio Prado y Ugarteche. El fallo
FACTORES qUE emitido el 23 de junio solucionó el problema, pues se firmó un pacto. El episodio aquí exhuma-
CONTRIbUyERON do aparece como un atisbo o un anuncio de ulteriores desenvolvimientos en que el Estado, a
través de un Ministerio especializado, el de Trabajo, ha arrancado a los conflictos del trabajo de
PODEROSAMENTE la esfera punitiva del Ministerio de Gobierno y ha asumido, frecuentemente, funciones de órgano
A qUE EL SENADO regulador de sus tramitaciones.
APRObASE EN
1909, CON la HuElGa pEtRolíFERa DE 1917.- En abril y sobre todo en noviembre de 1917 se produ-
ALGUNAS jo una huelga en Talara, Negritos y Lobitos. Los obreros pedían el aumento de los salarios al 30%.
El 28 de noviembre hubo sangrientos sucesos en Talara. Cayeron once muertos y quince heridos.
MODIFICACIONES, Según una versión, hubo un intento de asalto a la caja de la empresa en momentos en que eran
EL PROyECTO pagados los obreros que habían estado trabajando. Según otras noticias, se produjo el ataque a
INICIADO POR EL una delegación que iba a conferenciar con el prefecto. Un tercer relato atribuyó el origen de lo
ocurrido a la prisión de un grupo de delegados de los trabajadores huelguistas.
PODER EjECUTIvO La ley N° 2847 de 22 de noviembre de 1918 hizo extensivos los efectos de la ley N° 2320 a los
EN 1908, SObRE enjuiciamientos con motivo de las huelgas producidas en noviembre y diciembre de 1917 en los
asientos petroleros mencionados. Otros estallidos surgieron en Ticapampa (Áncash), Goyllaris-
EXTRANjEROS quizga (Junín), Mollendo y Callao.
INDESEAbLES.
la lEy SoBRE EXtRaNJERoS INDESEaBlES.- La intensificación de las agitaciones fue uno
de los factores que contribuyeron poderosamente a que el Senado aprobase en 1909, con algu-
nas modificaciones, el proyecto iniciado por el Poder Ejecutivo en 1908, sobre extranjeros inde-
seables. En la Cámara de Diputados fue aprobada en 1916; pero, en virtud de una reconciliación
que planteó Alberto Ulloa Cisneros, el asunto se paralizó hasta que Víctor M. Maúrtua redactó un
nuevo proyecto que fue aprobado. El Senado discutió en junio de 1918 este documento, distin-
to del que conociera en 1909 y lo sancionó. La ley incluyó dos partes. Una relativa a la no admi-
sión en el país de enfermos, vagabundos, traficantes con la prostitución y condenados. Otros
artículos autorizaron la expulsión de los que ingresaran al territorio nacional fraudulentamente,
los traficantes de mujeres, los reincidentes y los que “por sus actos ilícitos constituyan un mani-
fiesto peligro para la tranquilidad pública o la seguridad del Estado”. La Cámara de Diputados
insistió en los artículos que conferían a la Corte Suprema la facultad de intervenir para resolver
los casos controvertibles y el proyecto quedó sin convertirse en ley.

[ XI ]
la oRGaNIZacIÓN SINDIcal y la lucHa poR la JoRNaDa DE ocHo HoRaS.- Del
5 al 10 de enero de 1918 efectuóse el primer Congreso de la Federación Obrera Local.
La lucha por la jornada de ocho horas fue inscrita como lema de una reforma inmediata por
la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú” en su declaración de principios el 1° de

280 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


mayo de 1905. Apareció incluida en los pliegos de reclamos formulados en el Callao en noviem-
bre de 1912 por la Unión General de Jornaleros de ese puerto y la Federación Obrera Regional
del Perú con sede en Lima (integrada por la Sociedad de Resistencia de Obreros Galleteros y [ 1916 noVIembre 30 ]
Anexos, la Federación de Electricistas, el Gremio Liberal de Empleados compuesto por mozos de
hoteles, la Federación de Panaderos “Estrella del Perú” y la Unificación Proletaria Textil de Santa El ENcaREcIMIENto DEl
Catalina). También tomaron parte activa en esta campaña el grupo anárquico “Luchadores por la aRRoZ. El jueves 30 de
Verdad”, editor del periódico La Protesta y el Grupo “Luz y Amor”, editor de folletos de propagan- noviembre de 1916,
da sindicalista y libertaria. El comercio editorializó:
No solo por obra de los dirigentes y de la masa trabajadora sino también, y sobre todo, por “En días pasados se
la sensibilidad social del presidente Billinghurst, este expidió el decreto que estableció la jornada ocupó este diario del
de ocho horas en el Muelle y Dársena del Callao; según la versión obrera, el documento oficial alza repentina que ha
apareció, sin embargo, después de que la empresa había aceptado ese horario en trato directo. experimentado el precio
Algunos gremios del puerto también la obtuvieron. del arroz en algunas
En las huelgas que estallaron en 1913 en otros lugares y en las de 1916 fue planteada la mis- provincias del norte de
ma reivindicación. la república sin que,
Desde que se expidió en 1918 la ley Manzanilla sobre el trabajo de las mujeres y niños que aparentemente, exista
estableció para ellos la jornada de ocho horas, un grupo de dirigentes sindicales se puso de razón alguna que
acuerdo en el plan de obtener la misma jornada para todos los obreros. El trabajo en las fábricas justifique este hecho
se hacía, en muchos casos, dentro del plazo de diez horas. debido a la actitud de
quienes, al realizarse la
cosecha del arroz del
El paRo GENERal DE ENERo DE 1919.- Cuando en diciembre de 1918 los obreros de la presente año,
Fábrica Textil Inca plantearon demandas salariales y fueron a buscar solidaridad de sus camara- adquirieron y guardaron
das de Vitarte, hubo quienes creyeron que había llegado el momento propicio. Una nutrida en sus graneros parte
asamblea en aquel lugar cercano a Lima hizo suya la demanda por la disminución de la jornada considerable de la
de trabajo, no obstante que algunos la creyeron imprudente, pues en otras partes había costado producción nacional y
ríos de sangre. Un comité especial concertó los reclamos que habían sido presentados por los aprovechan hoy de aquel
tejedores, los panaderos y otros gremios. Las huelgas se sucedieron a partir del 12 de diciembre acaparamiento para subir
de 1918. El 13 de enero de 1919 se produjo el paro general, que se extendió de Lima al Callao. el valor de este
No se había visto en la capital una situación semejante desde la época de la elección de Billing- producto.
hurst. Las noticias cablegráficas habían informado casi simultáneamente acerca de una sangrien- Manifestábamos entonces
ta huelga en Buenos Aires que se convirtió, según se dijo entonces, en “un formidable movimien- que este hecho, en la
to maximalista y revolucionario”. práctica, significa que
La vida de Lima quedó virtualmente paralizada durante tres días –el 13, el 14 y el 15 de enero– estuvo en error el actual
al ser privada de sus más importantes servicios. Algunos tranvías que intentaron salir a las calles se gobierno cuando expidió
vieron obligados a volver a los depósitos por haber sido apedreados. Los trenes al Callao tuvieron el decreto que prohíbe la
las mismas dificultades y los huelguistas volaron la línea férrea. Hubo choques entre la gendarmería exportación de arroz
y los obreros. El ejército hizo cumplir la consigna de no permitir grupos en las calles. Muchos focos nacional y que mereció
de alumbrado público fueron destrozados. El segundo día del paro resultó más complicado por la acres censuras y
escasez de abastecimiento en la ciudad. Todo el comercio cerró. Los únicos vehículos que transita- frecuentes reclamos de
ban por las calles eran los automóviles del comité de huelga, los del Gobierno y los carros del ser- los mismos que hoy
vicio público. Al tercer día, 15 de enero, no se había llegado a un avenimiento, pese a las discusiones encarecen aquel
sostenidas en el Ministerio de Fomento. Una delegación de la Federación de Estudiantes, integrada artículo (…)”.
por Víctor Raúl Haya de la Torre, Valentín Quesada y Bruno Bueno de la Fuente trató de buscar una
fórmula para arreglar los conflictos. El Tiempo fue clausurado el 13 de enero de 1918.

la JoRNaDa DE ocHo HoRaS.- El ministro de Fomento Manuel Aurelio Vinelli sostuvo la


necesidad de expedir un decreto para que fuese otorgada la jornada de ocho horas e insistió en

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 281


[1] [2]

[3]

El paro general de 1919. En enero de 1919, varios gremios obreros se levantaron en la ciudad de Lima y el puerto del
Callao, en busca de mejoras salariales y del establecimiento de la jornada laboral de ocho horas. Para disolver las
manifestaciones, los gendarmes de Lima y Callao (3), que custodiaban la ciudad, debieron emplear jinetes armados,
como se aprecia en esta imagen (1). Durante la jornada, se registraron abundantes muestras de apoyo a la medida. En
esta fotografía vemos a un líder sindical ofreciendo un improvisado discurso en la Plaza de Armas (2).

282 período 6 [ capítulo 43 ]


que el movimiento obrero no tenía cariz político. Distinta era la opinión del ministro del Gobier-
no. El presidente Pardo apoyó a Vinelli y suscribió el decreto. Limitó este a ocho el número de las
horas de trabajo en los talleres o establecimientos del Estado. Señaló, asimismo, que en los talle-
res o establecimientos particulares la fijación de dichas horas de labor sería determinada, de LOS ObREROS
mutuo acuerdo, por los propietarios, industriales o administradores y los operarios. A falta de CONSIDERARON
avenimiento y mientras el Congreso legislara sobre el particular, la duración del trabajo seria
ocho horas, conservando los obreros el monto de sus salarios. Los conflictos que surgieron serían qUE hAbíAN
resueltos por árbitros, uno de ellos nombrado por el capital y otro por el trabajo, con un dirimen- ALCANzADO UNA
te escogido por la Corte Suprema de la República (15 de enero de 1919).
El paro fue levantado. Los obreros consideraron que habían alcanzado una gran conquista
GRAN CONqUISTA
porque la jornada de ocho horas había sido reconocida sin derramamiento de sangre; si bien las PORqUE LA
demandas planteadas en pliegos internos sobre aumento de salarios no tuvieron acogida, estos jORNADA DE OChO
fueron pagados por un trabajo menor y hubo compensaciones para quienes laboraban a desta-
jo. Fue innecesaria, pues, la medida que adoptó el Gobierno al cambiar las autoridades de Lima hORAS hAbíA SIDO
y entregar la Prefectura y la Intendencia de Policía a jefes militares con la consigna de reprimir RECONOCIDA SIN
severamente cualquier desorden. El jueves 16 de enero la ciudad había recuperado su aspecto
normal. La huelga continuó sin embargo, en Morococha de donde los obreros se repartieron por
DERRAMAMIENTO
todo el departamento de Junín, en trenes puestos por el Gobierno, a buscar trabajo agrícola. DE SANGRE; SI
El mismo día 16 de enero los personeros de las fábricas de tejidos de lana y algodón como bIEN LAS
Vitarte, Inca, Victoria, San Jacinto, Progreso, Santa Catalina, y la Unión y Progreso, reunidos bajo la
presidencia del delegado universitario, Víctor Raúl Haya de la Torre, acordaron la formación de la
DEMANDAS
Federación de Trabajadores de Tejidos del Perú para unificar a todo el elemento obrero de las PLANTEADAS EN
fábricas de la industria textil; y, asimismo, realizar a favor de esta nueva institución la más activa PLIEGOS INTERNOS
propaganda a fin de convertirla en un verdadero centro de unificación proletaria.
Entre los dirigentes obreros del paro de enero de 1919 estuvieron el ebanista Nicolás Gutarra SObRE AUMENTO
y los textiles Julio Portocarrero, Fernando Borjas, Héctor Merel, Manuel Casabona, Julio Tataje y DE SALARIOS NO
Fausto Narvarte. Este último fue el primer presidente de la Federación de Trabajadores de Tejidos
hasta que, sospechoso de móviles políticos, fue reemplazado por Julio Portocarrero. Muy grande
TUvIERON
fue la importancia de los líderes Adalberto Forkén, Delfín Lévano y Carlos Barba. ACOGIDA, ESTOS
FUERON PAGADOS
la aGItacIÓN SINDIcalISta.- Durante el segundo período de Pardo un grupo de obreros POR UN TRAbAjO
anarco sindicalistas predominó sobre los ácratas o anarquistas puros en la labor proselitista. Carlos MENOR y hUbO
Barba dirigió algunas huelgas de zapateros y organizó el sindicato de trabajadores de esta industria.
La lucha por la jornada de ocho horas permitió a los anarco-sindicalistas llevar su propaganda a las
COMPENSACIONES
masas en forma intensa. El gremio textil, animador de esta lucha, adquirió un papel predominante PARA qUIENES
en la acción sindical desplazando a los panaderos y zapateros, como recuerdan Alberto Flores LAbORAbAN
Galindo y Manuel Burga, y también a los portuarios. En aquella época no había grupos obreros
importantes de tendencias socialistas, comunistas o católicas. La Confederación de Artesanos
A DESTAjO.
Unión Universal y la Asamblea de Sociedades Unidas, al servicio de todos los Gobiernos, habían
perdido todo prestigio.

[ XII ]
RuMI MaQuI.- El sargento mayor de Caballería, Teodomiro Gutiérrez Cuevas, a quien Billing-
hurst enviara en 1913 en una comisión investigadora al departamento de Puno, se sublevó en
1915 con grupos de indígenas de Huancané y Azángaro. Gutiérrez Cuevas había sido subprefec-
to de Chucuito en 1903-1904. “Durante su gestión (escriben Alberto Flores Galindo y Manuel
Burga en el libro Apogeo y Crisis de la República Aristocrática) suprimió los trabajos gratuitos, el

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 283


El lEVaNtaMIENto reparto de la lana y abrió una escuela en Juli para los hijos de los campesinos”. Recibió, como ya
DE RuMI MaQuI se anotó, el elogio de González Prada. En la situación confusa que siguió a la muerte del presiden-
te Candamo los gamonales consiguieron su destitución. Capturado y en la cárcel, el Gobierno
ordenó su enjuiciamiento en resolución de 2 de mayo de 1916. Le imputó el delito de traición a
la patria “por haberse levantado en armas para desmembrar el territorio nacional (dijo textual-
mente) y constituir con algunos departamentos a los que mandó emisarios, el Estado del Tahuan-
tinsuyo: para cuyo objeto agitó a las comunidades indígenas del departamento de Puno procla-
mándose general y jefe supremo con el nombre de Rumi Maqui y organizó las bandas armadas
que, con cabecillas especialmente nombrados, asaltaron repetidas veces la propiedad privada”.
Rumi Maqui (Mano de piedra) parece haber tenido un programa consistente en la reversión
de todas las tierras a favor de los indígenas, según consta en un memorial al Presidente de la
República firmado en Arequipa el 15 de febrero de 1921 por los propietarios del departamento
de Puno y cuyo texto aparece inserto en el Diario de Debates del Senado correspondiente a la
legislatura ordinaria de 1923. Allí también se transcribe una carta de Rumi Maqui escrita, a raíz de
su fuga, a los diarios de Arequipa. “Hay necesidad, léese en este documento, de destruir a los
En 1915, el sargento gamonales y aliarse con Bolivia para formar la alianza más poderosa, más rica, más noble y cristia-
mayor teodomiro na de América. Muy en breve estaré entre los míos, libre de los gamonales, a quienes combatiré;
Gutiérrez cuevas, que se voy en compañía de los míos, guiado y guarecido por mis fieles amigos, los indígenas de Puno”.
hacía llamar Rumi Maqui El movimiento de Rumi Maqui fue recibido con sorpresa e ironía en Lima. Merece ser estudia-
(Mano de piedra), do con detenimiento y objetividad.
acaudilló una serie Conflictos sociales habían existido durante largos años en aquella región. Había indios en las
de revueltas en el cárceles de Puno y de Azángaro a consecuencia de ellos; por presuntas rebeliones y con motivo
departamento de puno. de la de Gutiérrez Cuevas su número aumentó. Pero el diputado Luis Felipe Luna expresó en su
Estas tuvieron como Cámara en la sesión del 18 de octubre de 1916: “El mayor Gutiérrez no tuvo más delito que ser
objetivo la reivindicación espíritu y aliento dentro de un orden estrictamente moral, proclamando y reivindicando la liber-
de los campesinos por los tad, la igualdad, los derechos y las garantías perdidas, para esa raza más débil por su ignorancia
abusos de los gamonales que es la raza indígena. He allí el delito por el que el mayor Gutiérrez fue arrojado en las cloacas
de la zona. presentaron de una cárcel, inventando para ello la fantasía de los terratenientes, la utopía ridícula de un con-
además un tinte flicto de razas, de una restauración del imperio incaico y de planes siniestros de cesiones territo-
separatista, puesto que riales a la vecina República. Todo inventado, todo supuesto por el poderoso gamonalismo para
Gutiérrez negoció con el correr un velo sobre sus enormes crímenes, para atraerse la fuerza moral de la opinión pública e
Gobierno boliviano la inclinar hacía sí la simpatía y el apoyo de las autoridades”.
anexión de puno a su En la Cámara de Diputados, en la segunda legislatura extraordinaria de 1915, el representante
territorio a cambio de puneño Manuel Alberto Zaa fundamentó, con motivo de estos sucesos, la necesidad de una legisla-
ayuda. En 1916, Rumi ción tutelar indígena, previo estudio de los siguientes puntos: la cuestión agraria; la revisión de títulos
Maqui fue capturado y de propiedad; facilidades para la inscripción de los pequeños fundos en el Registro de la Propiedad
acusado de traición a la Inmueble; organización del servicio de las haciendas o fincas para garantizar los derechos del patrón
patria. aquí lo vemos en y del colono; medidas sobre el analfabetismo y obligaciones de los hacendados sobre el particular;
una fotografía de 1905. reforma de la ley de conscripción militar en lo relativo al punto anterior; cooperación del clero en la
campaña contra la ignorancia y determinación de sus derechos y obligaciones; estudio jurídico de
la condición del indio en cuanto a su capacidad para los contratos y de la protección que le debe el
Estado; reforma y reglamentación del sistema de contribución y su proporción; adiciones a la ley de
funcionarios públicos con obligaciones expresas y concretas. Una comisión parlamentaria fue nom-
brada para preparar la legislación pro indígena integral; pero no llegó a cumplir su cometido.

la REGlaMENtacIÓN DEl tRaBaJo DE loS INDíGENaS. El pRoyEcto DE capElo


SoBRE tIERRaS.- La ley 2285, del 16 de octubre de 1916 reglamentó el trabajo de los indíge-
nas. Prescribió la obligación de los patronos de pagar a los jornaleros en dinero

284 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


[1] Los efectos del
paro. Durante el
paro general de enero
de 1919, los
huelguistas
impidieron el tráfico
de autos en la capital
(1), tal como vemos en
estas fotografías
publicadas por la
revista Variedades el
18 de enero de ese
año. A consecuencia
de esta acción,
muchos limeños se
vieron obligados a
viajar al Callao en
carretas (2) u otra
clase de vehículos.

[2]

[ capítulo 43 ] período 6 285


la DEFENSa DE efectivo, lo mismo la prohibición de obligar a estos a residir contra su voluntad en un lugar, y el
RuMI MaQuI reconocimiento de su derecho para abandonar el trabajo en caso de no percibir paga, salvo pac-
to expreso cuyo plazo no podía ser mayor de un año. En la misma ley se señaló el jornal mínimo,
que sería de 20 centavos. El Ministerio Fiscal debía intervenir en los juicios de los patrones sobre
prestación de servicios. El origen de esta ley fue un proyecto presentado por Joaquín Capelo en
1910 que incluía la adjudicación de lotes de tierras para los indios y la creación de un banco para
las expropiaciones y adjudicaciones correspondientes.

El INFoRME MaGuIÑa SoBRE uRcÓN.- El 6 de octubre de 1915 el vocal de la Corte Supe-


rior de Lima Alejandrino Maguiña expidió el informe correspondiente a la comisión que le fuera
asignada por la resolución suprema de 11 de junio del mismo año para estudiar y conocer, en el
propio lugar, las causas que habían determinado el grave conflicto existente entre el propietario
del fundo Urcón, Áncash, y los indígenas de esa parcialidad.
El informe Maguiña fue vasto y detallado. El propietario de Urcón, José Olivari, entró en con-
El abogado y flicto con los indígenas de la hacienda y con los vecinos de Sihuas en 1911 cuando pretendió
prosecretario de la sujetar a medida las tierras de aquellos y hacer pagar un arrendamiento anual por el aprovecha-
cámara de diputados, miento de los pastos a razón de 5 soles por res y de 50 centavos por cada carnero o cerdo, sin
luis Felipe luna (aquí en perjuicio de la obligación de presentar los servicios acostumbrados al fundo. El contrato que
una fotografía de 1927) regía anteriormente era el que había sido acordado en 1905. El asunto se complicó con un juicio
defendió al sargento de deslinde entablado por la municipalidad de Sihuas. Fue planteada entonces la cuestión de la
mayor teodomiro propiedad de los terrenos. Poco después se inició un proceso análogo en otra zona, la de Llan-
Gutiérrez cuevas, tacón, por la municipalidad de Corongo. Los indígenas de Llantacón se negaron a trabajar para
conocido como Rumi Urcón en compensación de terrenos y pastos. Tanto allí como en el área de Huallcallanca y
Maqui, durante el juicio Urcón propiamente dicho, hubo actos expoliatorios y perturbaciones en el trabajo. Sobrevino
que le siguieron en el así una lucha enconada entre Olivari para defender y afirmar sus derechos de propietario y los
fuero militar. Su indígenas para imponer por la fuerza sus demandas reivindicatorias, y surgieron desordenes y
argumentación tuvo acusaciones recíprocas. Hubo juicios civiles de deslinde, interdicto de retener seguido por los
como punto central los comuneros de Llantacón, otra causa de Olivari con los indígenas sobre cumplimiento del con-
abusos cometidos por los trato de locación de servicios, cinco juicios criminales por diversos delitos, reclamos ante las
gamonales contra los autoridades del departamento, quejas y memoriales presentados al Gobierno. Una escritura de
campesinos puneños. sociedad entre uno de los individuos más interesados en ahondar el conflicto y los vecinos de
luna afirmó que este Llantacón para explotar las tierras de las que se creían dueños, reveló que aquel aportaba un
comportamiento capital tan solo de 100 soles anuales, mientras que el producto de las sementeras debía ser dis-
propició, de cierta tribuido por partes iguales.
manera, el estallido El informe Maguiña enumeró los hechos ocurridos, los trastornos y perturbaciones existen-
del conflicto. tes, los actos de hostilidad y despojo contra el hacendado, la violencia imperante desde 1913; y
terminó con el pedido de una decisión sobre los derechos controvertidos y de una sanción sobre
los hechos consumados que debían emanar de los tribunales. También propugnó la acción para
impedir el abuso y otorgar las garantías solicitadas dentro de la esfera de acción de las autorida-
des administrativas.

la GRaNJa MoDElo DE puNo.- La ley N° 2472 de 11 de octubre de 1917 estableció en el


departamento de Puno una granja modelo destinada al estudio y enseñanza práctica del cultivo
y aprovechamiento de plantas forrajeras y de la crianza, selección y cruzamiento de ganados.
Para fundar y sostener esta granja creó un arbitrio por cada quintal de lana que saliera del depar-
tamento, exceptuándose la lana de alpaca de primera calidad.

286 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 43 ]


[ XIII ]
aDolFo RoNDÓN y luIS IGREDa.- El bandolero Adolfo Rondón fue durante treinta años
perseguido por los gendarmes de Moquegua, Puno, Cuzco, Tacna y La Paz. Audaz, elusivo tuvo
fama de hombre generoso con los pobres aunque se le conoció también como ladrón y asesino; LA INFORMACIóN
entre sus víctimas estuvieron el comerciante italiano Luis Arata en 1895 y el ganadero Melchor OFICIAL ASEvERó
Espinoza. Varias veces se escapó de la cárcel.
El 24 de diciembre de 1915 fue capturado Rondón en Mollisaja, cerca del distrito de Torata qUE, LUEGO, [EL
por una comisión que había enviado desde Moquegua el subprefecto Antonio Ghersi. La infor- bANDOLERO
mación oficial aseveró que, luego, Rondón trató de escapar fiado en su bien aparejada cabalga-
dura y se arrojó en un barranco, surgió un tiroteo y el bandolero quedó muerto.
ADOLFO] RONDóN
En la sesión de la Cámara de Diputados del 12 de agosto de 1916 Alberto Secada denunció TRATó DE
que en Canta los preceptores habían cargado el cadáver del bandolero Luis Igreda en su entierro ESCAPAR FIADO
y que el párroco participó en él. El ministro de Justicia e Instrucción abrió una investigación, de
resultas de la cual impuso a un preceptor la pena de suspensión por quince días. EN SU
bIEN APAREjADA
CAbALGADURA
y SE ARROjó EN
UN bARRANCO,
SURGIó UN
TIROTEO y EL
bANDOLERO
qUEDó MUERTO.

[ CAPÍTULO 43 ] PERÍODO 6 287


[ tomo 13 ]

[ sexto período: la república aristocrática ]

capítulo 44 ● I Los ins­ti­tu­tos ar­ma­ cons­truir ● Pe­dro de Os­ma, Au­re­lio Sou­


dos. La crea­ción del ser­vi­cio de avia­ sa y Juan Fran­cis­co Pa­zos Va­re­la, al­cal­
ción mi­li­tar ●  La ju­ris­dic­ción mi­li­tar des de Ba­rran­co ● Luis Mi­ró Que­sa­da,
●  El es­ta­do de la ma­ri­na de gue­rra ●  El al­cal­de de Li­ma ● Los tran­vías en el ji­rón
pre­mio Gil­de­meis­ter ●  II El ra­mo de de la Unión ●  V El agua y de­sa­güe y el
fo­men­to. As­pec­tos ge­ne­ra­les ●  Ca­rre­ agua po­ta­ble ●  El alum­bra­do pú­bli­co
te­ras y fe­rro­ca­rri­les ●  III Sa­lud pú­bli­ca ●  La pa­vi­men­ta­ción ●  La avia­ción en­tre

●  IV El de­sa­rro­llo de Li­ma. El des­ti­no de 1915 y 1916. Un avión en las ma­nio­bras


los fon­dos crea­dos pa­ra el Tea­tro Na­ mi­li­ta­res de 1915 ● Los pi­lo­tos pe­rua­nos
cio­nal ● El im­pues­to a los te­rre­nos sin en El Pa­lo­mar.
LAS RAMAS DE DEFENSA NACIONAL Y DE FOMENTO Y LOS
ASPECTOS LOCALES EN LA SEGUNDA ADMINISTRACIÓN DE
JOSÉ PARDO. LA AVIACIÓN ENTRE 1915-1918

CAPÍTULO
44
[ ]
L
[I]
oS INStItutoS aRMaDoS. la cREacIÓN DEl SERVIcIo DE aVIacIÓN MIlItaR.- En
su manifiesto de 1919 José Pardo hizo referencia especial al hecho de haber sido objeto de rei-
terados y acerbos ataques de sus enemigos por no “atender al progreso del ejército y no hacer
las adquisiciones de material de guerra indispensables a la eficaz defensa de los derechos de la
nación”. Estas críticas constituyeron uno de los factores favorables a la revolución del 4 de julio
de 1919 y tuvieron una de sus expresiones en el llamado público hecho por el coronel Enrique
Ballesteros para que se armara al país. Ballesteros fue enviado con una comisión al Japón.
Anota Pardo que “imperiosas exigencias de orden financiero que no sería justo olvidar en esta
hora, me determinaron a reducir los efectivos del ejército al comienzo de mi administración”,
cosa, a su juicio, justificada por la situación económica del país y el estado de las relaciones inter-
nacionales. Agrega que, pasado el momento de crisis, se acrecentaron dichos efectivos a partir
de 1917, con lo que “ha sido posible crear nuevas unidades como son: el regimiento de la infan-
tería número 13; las compañías de ametralladoras divisionarias; el batallón de gendarmes de
Lima número 2; y el escuadrón de caballería Guardias de Lima”. Afirma que “nunca tuvo la Repú-
blica en tiempo de paz mayores efectivos militares”.
Explica la imposibilidad de adquirir elementos bélicos hasta concluida la guerra por estar
absolutamente prohibido su comercio y agrega que solo entonces “dentro de los recursos de
que podía disponer el Estado”, se pudieron adquirir: municiones de infantería, un lote importan-
te de ametralladoras, aeroplanos, de los cuales el Perú carecía por completo, y material de avia-
ción, tubos para los calderos y los condensadores de los cruceros Grau y Bolognesi. Parte de estos
elementos bélicos llegó después de la caída del gobierno de Pardo.
Revela que su deseo de proveer fondos para la adquisición de material de guerra se cristalizó
en dos proyectos de leyes que se proponía someter al Congreso. El primero relativo a la creación
de rentas especiales para formar el fondo de guerra; y el segundo a la organización de un Con-
sejo de Defensa Nacional.
Agrega que el interés de su Gobierno por los institutos armados se reveló por la nueva con-
tratación de servicios de la misión militar francesa; la fundación de la Escuela de Aviación, y el
esfuerzo de buscar, para dirigirla, personal competente y experto(1), la formación de pilotos
peruanos en la escuela argentina del Palomar; la regularidad del servicio militar; la organización
de las maniobras de guarnición y otras medidas, así como por las mejoras del hospital de San
Bartolomé y la construcción de cuarteles en diversos lugares del país.
Aquí debe ser mencionado por su importancia el decreto de 28 de enero de 1919 que creó
el servicio de aviación militar.
Especial interés ofrece también la venida al país de buenos caballos para organizar los servi-
cios de un haras militar que permitiera al ejército disponer de ganado caballar propio sin nece-
sidad de tener que depender de Chile para esas adquisiciones.

(1) La Escuela Militar de Aviación se inauguró a fines de 1919.

290 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 44 ]


Señala Pardo, finalmente en su manifiesto citado, su preocupación por la policía. “Las fuerzas
de gendarmería y policía de Lima han merecido también de mi parte atención preferente. Su
asistencia ha sido siempre tan puntual como la del ejército, habiéndose mejorado en dos oca-
siones el pie de los soldados de ambos institutos. Y en cuanto a su alojamiento, ningún Gobierno LA CASA GRANDE
se preocupó tanto como el mío de que lo tuviera cómodo e higiénico. Allí están algunos de sus zUCkERPLANTAGEN
cuarteles, reconstruidos casi por entero por acción exclusiva mía, en esta última y mi pasada
administración, para corroborar cuanto dejo dicho en este punto. El personal de policía recibió, A. G., POR
asimismo, del Gobierno verdaderos estímulos consistentes en la provisión de las plazas de oficia- INTERMEDIO DE h.
les por concurso y en el aumento de sus haberes”.
La Asamblea Nacional de 1919 recibió un oficio del Ministerio de Guerra en el que se aseveró
E. GILDEMEISTER,
que la administración de Pardo rechazó el ofrecimiento de armas y pertrechos para el ejército, EN CARTA AL
provenientes de un Gobierno extranjero. Este asunto ha debido tener relación con el proyecto PRESIDENTE DE LA
de que el Perú participase en la guerra europea a favor de los aliados que combatían a los impe-
rios centrales. REPúbLICA EL 29 DE
SETIEMbRE DE 1916,
la JuRISDIccIÓN MIlItaR.- La ley N° 2442 de 3 de setiembre de 1917 restringió esta juris-
OFRECIó UN
dicción en el sentido de mantener sujetos a ella a los miembros de los institutos armados única- PREMIO ANUAL DE
mente en caso de infracciones cometidas en actos del servicio previstas en el Código de Justicia MIL LIbRAS DE ORO,
militar; determinó las personas que debían ser sometidas a ese fuero en tiempo ordinario y en
tiempo de guerra y estableció que cuando en un delito hubiesen participado miembros de
O SEA DE
dichos institutos y civiles, unos y otros quedaban bajo diversa jurisdicción. 10 MIL SOLES,
Contra el criterio de esta ley, restrictivo del fuero castrense, disertó en su memoria de Guerra COMO ESTíMULO
correspondiente a 1918 el ministro coronel César A. de la Fuente.
A LOS TIRADORES
PERUANOS. ESTE
El EStaDo DE la MaRINa DE GuERRa.- En la legislatura de 1915, Carlos Borda, como
presidente de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados efectuó durante cuarenta días
PREMIO DEbíA SER
la inspección detenida de la escuadra nacional e hizo circular un cuaderno gris, que se hizo céle- DISPUTADO EN EL
bre y que fue el fundamento para que la Cámara le otorgara un voto de aplauso, el primero ANIvERSARIO
concedido a uno de sus miembros.
En octubre de 1917 hubo síntomas de malestar entre algunos jefes de la armada. Los tenien- PATRIO y FUE
tes Monge y Valdivieso, jefes de los sumergibles Palacios y Ferré renunciaron solicitando su cam- bAUTIzADO CON EL
bio de colocación en vista de un decreto que consideraron lesivo para su dignidad profesional;
y fueron apresados por corto tiempo. El decreto había entregado el comando general de los
NOMbRE DE jUAN
sumergibles a marinos no especializados. GILDEMEISTER.

El pREMIo GIlDEMEIStER.- La Casa Grande Zuckerplantagen A. G., por intermedio de H.


E. Gildemeister, en carta al Presidente de la República el 29 de setiembre de 1916, ofreció un
premio anual de mil libras de oro, o sea de 10 mil soles, como estímulo a los tiradores peruanos.
Este premio debía ser disputado en el aniversario patrio y fue bautizado con el nombre de Juan
Gildemeister. Nació este comerciante e industrial en Bremen el 16 de junio de 1823, vino al Perú
cuando apenas tenía 20 años después de haber trabajado en la marina mercante, se estableció
en Lima en la calle San Pedro, logró hacer una fortuna en el comercio de mercaderías extranje-
ras y, sobre la base de un amplio crédito y de su dinero, tomó parte activa en el comercio del
salitre, habilitando a las principales empresas que se dedicaban a él. Durante la guerra con Chi-
le prestó al Perú diversos ser vicios de orden económico y en 1889 logró efectuar la operación
privada de mayores proporciones que se había hecho hasta ese entonces en América del Sur,

[ CAPÍTULO 44 ] PERÍODO 6 291


HÉctoR EScaRDÓ cual fue vender sus derechos sobre la salitrera Rosario de Huara en la suma de un millón dos-
SalaZaR (1879-1924) cientas mil libras esterlinas. Un año antes había comprado su propiedad y le puso una maqui-
naria que le costó un millón de pesos chilenos. Unos meses de grandes utilidades dieron moti-
vo para que al contado se le pagara una cantidad fantástica. Murió en Lima el 31 de mayo de
1898 después de haber consolidado la existencia de una impor tante negociación destinada a
actividades mineras y agrícolas.

[ II ]
El RaMo DE FoMENto. aSpEctoS GENERalES.- Como una de sus notas distintivas el
período 1915-1919, como ya se ha visto, se caracterizó por el gran desarrollo de la minería y de
la agricultura de exportación. El Congreso de la Industria Minera de 1917 representó una expre-
sión de los progresos alcanzados y una afirmación de las perspectivas futuras en esta rama de la
actividad nacional.
En los valles de Piura, Lambayeque, La Libertad, Lima, Ica, Arequipa y Áncash fueron organi-
El político pisqueño zadas comisiones técnicas para la administración de las aguas de regadío.
encabezó el Ministerio
de Fomento entre 1917 y
1918. Durante su caRREtERaS y FERRocaRRIlES.- La ley N° 2323 de 3 de noviembre de 1916, emanada de
gestión, inició una una iniciativa del Poder Ejecutivo, tuvo carácter reglamentario para la clasificación, construcción
intensa actividad para y conservación de las vías de comunicación en el territorio de la República. De conformidad con
la ampliación de la red ella, la ley N° 2747 de 20 de mayo de 1918 mandó consignar en el Presupuesto nacional varias
ferroviaria del país. En partidas destinadas al Cuerpo de Ingenieros de Minas y a la obra en diferentes caminos.
ese sentido, inició la Entre las carreteras en construcción, en julio de 1919, estuvieron las de Magdalena a Cajamarca,
construcción de Tarma a La Oroya, Mejorada a Huancavelica, Cerro de Pasco a Huánuco y Abancay a Izcuchaca.
diversas vías que El paso de Héctor Escardó por el Ministerio de Fomento entre julio de 1917 y abril de 1918 se
conectarían, caracterizó por las iniciativas y actividades que tuvo este funcionario en el afán de construir ferro-
principalmente, los carriles. “Ferrocarriles y rieles y adentro, adentro” fue su divisa. En especial, se ocupó de llevar
departamentos de la adelante las vías de Chimbote a Recuay y de Huancayo a Ayacucho, de impulsar la de La Con-
sierra con puertos vención y terminar la de Lurín. Al cesar en el cargo, Escardó se incorporó nuevamente a la Cáma-
costeños. En 1918, ra de Diputados en la que ejercía la representación por Cerro de Pasco y allí defendió la política
Escardó se reintegró a de vías de comunicación que había desarrollado.
sus labores en la La ley N° 2769 de 3 de setiembre de 1918, debatida ardorosamente en ambas Cámaras, con-
cámara de diputados, signó en el Presupuesto nacional para 1918 una partida de Lp. 200.000 para la construcción de
donde representaba a la ferrocarriles de Huancayo al Cuzco, de Chimbote a Recuay y de Chilete a Cajamarca. También
provincia de pasco dedicó una partida de Lp. 20.000 para los estudios preliminares y simultáneos de las líneas ferro-
desde 1913. viarias de Ayacucho al Cuzco, de Urcos u otro punto de la línea del Cuzco a un lugar navegable
del río Madre de Dios y para completar los estudios de las líneas de Paita al Marañon y de Ninaca-
ca a un punto navegable del Ucayali, así como para los estudios complementarios de la zona
comprendida entre un punto del ferrocarril central y el yacimiento carbonífero de Jatunhuasi. El
superávit que resultara al discutirse el Presupuesto General de la República para 1919, de Lp.
280.000 fue dedicado a la intensificación de las tres líneas primeramente indicadas y a la construc-
ción de los ferrocarriles de Sayán a Oyón y Cerro de Pasco, de Chuquicara a Jaén, de Puno al Desa-
guadero y de Menochuco a Quiruvilca y al ferrocarril de Jatunhuasi. Asimismo, asignó definitiva-
mente, a partir de 1919, para la construcción de ferrocarriles, la renta de tabaco con deducción del
10% que estaba afecto a las amortizaciones del préstamo de los bancos, y cualquiera otra renta de
libre disposición hasta la concurrencia de Lp. 500.000 que debían distribuirse en la forma indicada.
La ley N° 2886 de 29 de noviembre de 1918 dispuso que en la ejecución de las obras ferro-
viarias mandadas construir y estudiar conforme a las leyes vigentes se invirtiera el producto

292 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 44 ]


[1] Decreto
controversial.
En octubre de 1917
se produjo la
renuncia de los
jefes de los
sumergibles Ferré
(2) y Palacios, los
tenientes Monge y
Valdivieso, debido
al decreto del
gobierno de José
Pardo que
entregaba el
comando general
de los sumergibles
a marinos no
especializados. En
esta fotografía
vemos a la
tripulación del
sumergible Ferré
(1) en Saint
Mondriez
(Francia), en 1912.

[2]

[ capítulo 44 ] período 6 293


líquido del estanco de tabaco. La suma entregada en el primer semestre de 1919 con la finalidad
indicada ascendió a Lp. 125.878,7,77. Estuvo invívito con esta ley el propósito de levantar un
[ 1916 dIcIembre 2 ] empréstito, o sea, emitir bonos con la garantía del tabaco.
La ley N° 2938 de 9 de diciembre de 1918 mandó que todas las empresas ferrocarrileras exis-
la SaluD pÚBlIca. En tentes y las que en adelante se establecieran en el territorio de la República quedasen sujetas a
la primera plana de la la vigilancia de las autoridades, al cumplimiento de las leyes y a los reglamentos que el Poder
edición de la tarde de Ejecutivo expidiera en uso de sus atribuciones; dictó diversas normas para la mejor reglamenta-
El comercio del 2 de ción del servicio de vías férreas y creó las plazas de ingenieros inspectores para cada línea en
diciembre de 1916, se explotación destinada al público.
señaló la necesidad de El ferrocarril Lima-Lurín, que formaba parte del proyecto para unir Lima a Pisco, fue entregado
proteger la salud de al tráfico en 1918. Tenía 48 kilómetros. Se invirtieron en esta obra S/. 1.692.745.
los escolares. En ese Los ferrocarriles en trabajo durante el período 1915-1919 fueron los de: Cuzco-Santa Ana,
sentido, afirmó el Chimbote-Recuay (unido a planes de fomento del trigo) y Huancayo-Ayacucho.
diario que: “Entre las La línea Cuzco-Santa Ana, de 191 kilómetros, tenía construido en 1919, 72 kilómetros. La de
instituciones Chimbote-Recuay, suspendida después de 1908, fue continuada por administración durante el
modernas, llamadas á segundo gobierno de Pardo y llegaba en 1920 hasta Huallanca, kilómetro 138, a la entrada del
servir altos propósitos Cañón del Pato. Un ramal fue de Chuquicara en dirección a Cajamarca y quedó en el kilómetro
de bienestar colectivo, 30 en La Galgada. La línea Huancayo-Ayacucho se reinició en 1918.
está la inspección Concesiones, estudios o trabajos preliminares fueron efectuados en relación con otras líneas.
médico escolar. tutelar
la salud física y el
armónico desarrollo de [ III ]
la juventud de una SaluD pÚBlIca.- La ley N° 2348 de 23 de noviembre de 1916 hizo obligatoria la declaración
nación, tal es el fin de de la existencia de casos comprobados de las enfermedades infecto-contagiosas, el aislamiento
esta nueva arma que el de las personas afectadas y la desinfección de los inmuebles y objetos contaminados. Esta ley
adelanto social ha tuvo su antecedente en un proyecto del Poder Ejecutivo redactado en 1906, en tiempos en que
creado en todos los no existían aún servicios de salubridad pública; y en un nuevo proyecto enviado a las Cámaras
países. por desgracia, por el ministro Belisario Sosa en 1916.
esta institución no ha La Ley N° 2364 de 28 de noviembre de 1916 dispuso que el Poder Ejecutivo organizara en la
entrado todavía en el República la defensa contra el paludismo en conformidad con los dispositivos que consignó.
perú. Nuestras escuelas También esta ley emanó de un proyecto del ministro Sosa.
á despecho de los La higienización de Arequipa, Cuzco, Puno, Moquegua, Abancay y Mollendo fue promovida
adelantos que han mediante la creación de rentas especiales para ese objeto. Se dejó casi terminada la estación
alcanzado, no se sanitaria de la isla de San Lorenzo. Hubo decretos para establecer y reglamentar la estadística
preocupan aún por la demográfica; con el fin de crear la oficina destinada a realizar el patrón sanitario de las habitacio-
parte física de los nes; señalando las medidas para la represión del paludismo en los valles de Chanchamayo, Vítor
alumnos. El educador y Moyobamba; sobre la organización de servicios técnicos del Instituto Nacional de Vacuna; acer-
solo aspira á imprimir ca de la reglamentación de los servicios de los médicos titulares y de las obstetrices titulares, la
en la mente de los reorganización de las estaciones meteorológicas en toda la República y la protección a la infancia.
educandos los cuantos Fundáronse diversos dispensarios. Quedó establecido un sanatorio en Chosica para los niños
rudimentos que forman débiles de las escuelas fiscales. Fueron sometidos al Congreso un proyecto de ley sobre organi-
la instrucción zaciones de la sanidad pública y otro sobre la creación de rentas especiales para dotar de servi-
entre nosotros”. cios de agua y desagüe a las poblaciones y para atender a otros fines de profilaxia social.

[ IV ]
El DESaRRollo DE lIMa. El DEStINo DE loS FoNDoS cREaDoS paRa El tEatRo
NacIoNal.- La ley N° 2039 de 21 de noviembre de 1914 había señalado el monto y la forma
con que propietarios debían contribuir a la pavimentación de Lima. La ley de 30 de setiembre de

294 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 44 ]


1903 había establecido un impuesto adicional del 1% sobre las mercaderías que se internaran
por la aduana del Callao para la construcción del Teatro Nacional. La ley N° 2226 de 10 de febre-
ro de 1916 dispuso que se continuara en el cobro de este impuesto y que todas las sumas de él
provenientes se aplicaran a la creación del monumento a San Martín, a la conclusión de la Pre- ENTRE TODAS
fectura de Lima y del Palacio Legislativo y a la pavimentación de la capital. LAS PObLACIONES
Entre los edificios públicos y las obras de ornato urbano correspondientes al período de 1915
a 1919 pueden ser mencionados en Lima: la continuación del local del Palacio Legislativo, el CERCANAS A
comienzo de los trabajos para el Ministerio de Gobierno en la Plaza Italia, el Palacio Arzobispal, las LIMA, NINGUNA
avenidas Pardo, Miramar, Bellavista, Santa Beatriz, del Ejército, la prolongación de la avenida Piéro-
la, para abrir el Parque Universitario, los malecones de la Reserva, de la Magdalena y de La Punta.
PROGRESó TANTO
El Estado adquirió de la familia Ortiz de Zevallos el histórico palacio de Torre Tagle. DURANTE EL
PERíODO
El IMpuESto a loS tERRENoS SIN coNStRuIR.- La ley N° 2597 de 1 de diciembre de ANTERIOR A 1919
1917 dispuso que los terrenos comprendidos dentro del perímetro de las ciudades de Lima y COMO bARRANCO.
Callao y el distrito de La Punta sobre los cuales no hubiera edificios, pagasen el impuesto semes-
tral de cuatro por mil sobre su valor hasta el año 1919 inclusive, y que fuera elevado este impues-
NOTAbLE FUE LA
to al seis por mil semestral desde el 1º de enero de 1920 y al ocho por mil semestral desde el 1º ACTUACIóN qUE
de enero de 1921. Determinó, asimismo, cuáles eran los terrenos a que esta ley se refería y el TUvO COMO
arancel según el cual debía hacerse la acotación. Especificó que este impuesto es renta munici-
pal que no exime del pago de contribuciones ni arbitrios de ese carácter y que las edificaciones
ALCALDE DE ESA
posteriores a la promulgación de la ley sobre terrenos comprendidos por ella, quedaban exentas LOCALIDAD
por cinco años de la contribución predial. PEDRO DE OSMA.
EN 1915 UN
pEDRo DE oSMa, auRElIo SouSa y JuaN FRaNcISco paZoS VaREla, alcalDES MOvIMIENTO
DE BaRRaNco.- Entre todas las poblaciones cercanas a Lima, ninguna progresó tanto durante
el período anterior a 1919 como Barranco. Notable fue la actuación que tuvo como alcalde de
POPULAR LO
esa localidad Pedro de Osma. En 1915 un movimiento popular lo llevó a la alcaldía de Lima. Pero, LLEvó A LA
por desgracia, su administración no pasó de la duración de seis meses. Al empezar el año 1916 ALCALDíA
hubo desacuerdos al hacerse la elección del personal de concejales que debía servir las diferen-
tes inspecciones, y Osma renunció. Acaso hubo en este episodio ocultas intrigas políticas. DE LIMA.
Entre los antecesores de Osma en Barranco estuvieron Juan Francisco Pazos, alcalde por dos
años, propulsor de la urbanización de esa localidad, iniciador de la avenida Sáenz Peña, y Aure-
lio Sousa.

luIS MIRÓ QuESaDa, alcalDE DE lIMa.- Uno de los alcaldes de Lima más destacados
en el siglo XX, es Luis Miró Quesada que ocupó ese cargo entre 1916 y 1918. A Miró Quesada
estuvieron unidos los estudios de pavimentación, agua potable y canalización encomendados al
ingeniero norteamericano Spaulding; la colocación del asfalto en el jirón de la Unión (1918); la
modernización de los servicios de agua potable de la capital con implementos y sistemas para
su decantación, purificación y filtración con el empleo de aparatos de cloro líquido; el estableci-
miento del Patronato de Educación Pública (bajo cuyos auspicios se iniciaron la inspección médi-
ca de los alumnos y la mutualidad escolar organizada para la asistencia domiciliaria y el suminis-
tro de medicinas a cambio de una módica contribución); la organización e instalación del primer
refectorio escolar en el plantel de la calle Malambo donde el desayuno era suministrado al costo
de 4 centavos; la apertura de otros refectorios en los barrios de Malambito, Mercedarias y La Vic-
toria, y algunas iniciativas más.

[ CAPÍTULO 44 ] PERÍODO 6 295


[1] La modernidad llega al
Perú. El siglo XX trajo
consigo varios avances
tecnológicos a nuestro país.
Uno de ellos fue el tranvía,
que originalmente transitaba
por el jirón de la Unión.
Debido a la congestión que
eso ocasionaba, se decidió
que el carro número 79, en la
fotografía (1), pasara más
bien por las calles Carabaya y
Lampa, del centro de la
ciudad. También por estos
años se desarrollaron
maniobras militares aéreas
como las que vemos aquí (2),
a cargo del piloto Juan
O’Connor, quien a bordo de
su avión Ponnier sobrevoló
la ciudad en varias ocasiones.

[2]

296 período 6 [ capítulo 44 ]


En febrero de 1918 tuvo lugar en el Teatro Municipal un comicio comunal en el que Luis El tRaNVía
Miró Quesada, Francisco Graña y el ingeniero Alfredo Mendiola disertaron acerca de la necesi- ElÉctRIco
dad de que se expidiera una ley para proveer a la Municipalidad de los fondos necesarios con
el objeto de atender a las necesidades de agua, canalización y pavimentación de la capital.
Parte de la mayoría parlamentaria gobiernista junto con la oposición frustraron el empréstito
municipal para Lima.

loS tRaNVíaS EN El JIRÓN DE la uNIÓN.- El servicio de tranvías eléctricos de Lima tenía,


desde su instalación, una línea en el jirón de la Unión. En mayo de 1916, debido a la congestión
del tráfico, esta línea fue retirada y las calles de Mercaderes, Espaderos, La Merced, Baquíjano y
Boza quedaron sin el servicio correspondiente. No faltaron algunas protestas de los comerciantes
y de las otras personas que creyeron en la posibilidad de una disminución de la actividad en las
calles mencionadas.

los primeros tranvías


[V] dotados de tracción
El aGua y DESaGÜE y El aGua potaBlE.- Las siguientes leyes fueron promulgadas para eléctrica llegaron a lima
la implantación del servicio de agua y desagüe entre agosto de 1915 y junio de 1919. en enero de 1900.
La que autorizó a la junta departamental de Lima para contratar un empréstito en relación Desaparecieron así de la
con el servicio de Barranca (Chancay). (Ley N° 2202 de 23 de noviembre de 1915). capital los tranvías de
La que otorgó análoga autorización a la junta de Ica para Chincha Alta (N° 3049 de 8 de ene- tracción animal y de
ro de 1919). vapor. al poco tiempo,
La que señaló fondos para la implantación de estos servicios en la Punta (N° 2179 de 13 de este servicio de
noviembre de 1915. Aclarada y ampliada por la N° 2585 de 29 de noviembre de 1917). transporte fue
En cuanto al agua potable, las que ordenaron lo siguiente: inaugurado en el jirón
Adquisición del fundo Quicapata, obras de canalización de la acequia que proveía de agua de la unión. En mayo de
potable a Ayacucho y su distribución por medio de cañerías (N° 2530 de 15 de noviembre de 1917). 1916, sin embargo,
Partida en el presupuesto departamental del Cuzco para terminar la dotación en Calca (N° fueron retirados por la
2544 de 17 de noviembre de 1917). congestión que causaban
Partida en el Presupuesto de la República para dotar de este servicio a Candarave para adqui- al tráfico.
rir un pilón que se debió colocar en la plaza principal (N° 2795 de 18 de noviembre de 1918).
Partida en el presupuesto departamental de Cajamarca durante cinco años para la canaliza-
ción y mejoramiento del agua potable en Chota (N° 2902 de 2 de diciembre de 1918).
Partida en el presupuesto departamental de Áncash para mejoramiento del servicio de agua
potable en Huaraz (N° 2620 de 11 de diciembre de 1917).
Partida en el presupuesto departamental de Áncash para la dotación de Huari (N° 2227 de 13
de noviembre de 1915).
Partida en el Presupuesto nacional para dar este mismo servicio a Lares (N° 3003 de 23 de
diciembre de 1918).
Partida en el mismo Presupuesto para la inmediata provisión a Locumba (N° 2533 de 16 de
noviembre de 1917).
Exoneración de derechos a los implementos destinados a Miraflores (N° 2274 de 10 de octu-
bre de 1916).
Autorización al Poder Ejecutivo para llevar a cabo la canalización del agua potable de Moque-
gua (N° 2549 de 19 de noviembre de 1917).
Partidas en el Presupuesto nacional para dotar de agua potable a Santa Cruz y Bambamarca
en Hualgayoc (N° 2373 de 30 de noviembre de 1916); a Salpo (N° 2614 de 7 de diciembre de
1917); y a Santiago de Chuco (N° 2705 de 26 de enero de 1918).

[ CAPÍTULO 44 ] PERÍODO 6 297


JuaN o’coNNoR Agua potable en Tiabaya (N° 2268 de 3 de octubre de 1916).
(¿?-1956) Partida para la construcción del acueducto de Pumahuanca que debe surtir de agua a Uru-
bamba (N° 2786 de 7 de octubre de 1918).
Afectación a una cantidad ya empozada a la implantación del servicio de agua potable de
Usquil (N° 2995 de 20 de diciembre de 1918).
Autorización al Ejecutivo para que mande ejecutar las obras de canalización de la acequia
que provee de agua potable a Ayacucho, las de represamiento de las lagunas de Huanta y Lau-
ricocha y la construcción de varios caminos (N° 2298 de 24 de octubre de 1916).
Leyes especiales sobre higienización fueron las referentes a las siguientes poblaciones: Chin-
cha Alta (N° 3049 de 8 de enero de 1919, ya mencionada). Chincha Baja (N° 2558 de 22 de
noviembre de 1917). Chota (N° 2902 de 2 de diciembre de 1918, ya mencionada). Ica, Pisco y
Chincha Alta (N° 2391 de 5 de diciembre de 1916). La Ley N° 2684 de 10 de enero de 1918 esta-
bleció un impuesto sobre las importaciones de la aduana de Mollendo con destino exclusivo a
las obras de agua potable, desagüe e higienización de las ciudades de Arequipa, Cuzco, Puno,
Abancay, Mollendo y Moquegua. Para esta última ciudad destinó un derecho adicional sobre las
El capitán Juan importaciones que pasaran por Ilo.
o’connor realizó en 1915
el primer vuelo táctico
de cooperación con las El aluMBRaDo pÚBlIco.- La ley N° 2199 de 20 de noviembre de 1915 votó en el presu-
fuerzas armadas del puesto departamental de Áncash una partida para contribuir a la implantación del alumbrado
ejército. En diciembre eléctrico de Yungay.
de ese mismo año, en su La resolución legislativa N° 2377 de 30 de noviembre de 1916 exoneró del pago de dere-
aeroplano Bleriot, chos de Aduana una instalación para alumbrado eléctrico importada para el servicio público de
efectuó tres vuelos Ilabaya.
desde la playa conchán,
sobre San Juan y los
cerros de Santa teresa. la paVIMENtacIÓN.- Aparte de la ley N° 2226 de 10 de febrero de 1916, antes mencionada,
luego aterrizó en sobre el impuesto relativo a las mercaderías introducidas por el Callao para dedicarlo a diversos
chorrillos, en el campo edificios y al monumento a San Martín, así como a la pavimentación de Lima, promulgáronse las
de maniobras de la siguientes:
Escuela Militar, donde La ley N° 2351 de 23 de noviembre de 1916 mandó invertir de los fondos de gomales del
fue recibido por el departamento de Loreto, la cantidad de Lp. 10.000 en la pavimentación de Iquitos.
presidente de la La Ley N° 2903 de 2 de diciembre de 1918 suministró fondos para la pavimentación de las
República, José pardo. calles de Contumazá.
Desde entonces, La ley N° 2675 de 4 de enero de 1918 ordenó consignar partidas permanentes en el presu-
o’connor se convirtió puesto departamental de La Libertad a partir de 1918 para la pavimentación de las ciudades de
en instructor de vuelo San Pedro, Chepén, Guadalupe y Pacasmayo.
de las primeras
promociones de
aviadores peruanos. la aVIacIÓN ENtRE 1915 y 1916. uN aVIÓN EN laS MaNIoBRaS MIlItaRES DE
1915.- En 1915 el aviador chileno Clodomiro Figueroa hizo espectaculares vuelos, primero en
Arequipa y Mollendo y luego en Lima (agosto y setiembre).
En las maniobras de la guarnición de Lima el 2 de diciembre de 1915 tomó parte un avión
por primera vez. Lo piloteó el capitán Juan O’ Connor, brevetado en Francia en 1913. Fue el suyo
el primer vuelo táctico realizado en el Perú. El avión de O’Connor fue armado por él y el ingenie-
ro Rómulo Burga Arana con piezas de dos aparatos inservibles, el de Rappini y el de Montero.
El piloto chileno Eliodoro Rojas inició en Lima en noviembre de 1916 vuelos acrobáticos con
una máquina perteneciente a su compatriota Clodomiro Figueroa. En una de esas exhibiciones
aéreas tuvo un contratiempo y salvó la vida milagrosamente.

298 PERÍODO 6 [ CAPÍTULO 44 ]


loS pIlotoS pERuaNoS EN El paloMaR.- Oficiales del ejército y de la marina fueron
enviados por la administración de José Pardo a la escuela argentina de El Palomar, a partir de
fines de 1916. Entre ellos se destacaron los tenientes Enrique Ruiz Espinoza y Guillermo Protzel.
El primero, que había recibido la espada de honor de su promoción al obtener en 1913 el grado EN LAS
de subteniente de infantería, sufrió un grave accidente. Fue la primera víctima de la aviación mili- MANIObRAS DE LA
tar peruana, pues murió el 13 de marzo de 1918. Otros egresados de la Escuela de El Palomar
fueron, aparte de Ruiz y Protzel, posteriormente los tenientes de marina Roberto Velasco e Ismael GUARNICIóN DE
Montoya, y los de ejército Carlos Alvariño y Baltasar Montoya. LIMA EL 2 DE
Mecánicos egresados de El Palomar fueron Enrique Parodi Rodríguez y Manuel Sánchez
Or tega.
DICIEMbRE DE 1915
De la creación de la Escuela de Aviación se ha dado cuenta en la sección I del presente TOMó PARTE UN
capítulo. AvIóN POR
PRIMERA vEz. LO
PILOTEó EL
CAPITáN jUAN
O’ CONNOR,
bREvETADO EN
FRANCIA EN 1913.
FUE EL SUyO EL
PRIMER vUELO
TáCTICO
REALIzADO EN
EL PERú.

[ CAPÍTULO 44 ] PERÍODO 6 299


[ créditos de las imágenes tomo 13 ]

Los editores agradecen a los 85 Vista de Madre de Dios 206 José Carlos Mariátegui 75 [1] Recuerdo de misa de mes de
propietarios de los derechos de 90 Juan Bielovucic en los Alpes 209 Movimiento subversivo de Nicolás de Piérola
autor por su colaboración con esta 91 Charles W. Sutton Ancón 141 Vapor Urubamba
publicación. Asimismo declaran 95 Ramón Montero 210 Óscar Mavila 185 José Pardo y Barreda
que se ha hecho todo lo posible 100 José Corbacho 221 Celebración fin de la Primera
para identificar y contactar a los 104 Alfredo Piedra Guerra Mundial / José García corbis
propietarios de los derechos de las 107 Entrenamientos de tiro Calderón / Barca Lorton 219 Thomas Woodrow Wilson
imágenes que se reproducen en 108 José Urdanivia 223 Arturo García Salazar
este libro; cualquier omisión es 111 Javier Prado / Manuel Prado y 233 José Ignacio Chopitea El comercio
involuntaria. Toda información que amigos / Comité Directivo del 235 Manuel Vicente Villarán 55 [2] Aviso de la candidatura de
permita a los editores rectificar Partido Liberal 238 Algodón Tangüis Aspíllaga
cualquier crédito para futuras 113 Jorge Valdizán 239 Carlos Olavegoya 59 [1] Aviso de la candidatura de
ediciones será bienvenido. 114 Guillermo Billinghurst en la 241 Camiones recogedores de Billinghurst
Escuela Militar basura / Fernando Ortiz de
carátula 119 Diario La Prensa Zevallos en auto Instituto de Estudios Históricos
Colección Amelia Weiss 120 Alberto Secada 242 Trapiche de la Hacienda Marítimos del perú
122 Francisco José Eguiguren Laredo 31 [1] Bazar en la Hacienda Roma
archivo peisa 128 Roberto Leguía 249 Vapor Ucayali 37 Jorge Chávez
76 Delfín Lévano 133 Diario La Lucha 250 Vista del puerto Mollendo 87 Trabajadores sección descarga y
89 Lauro Ángel Curletti 134 Juan Manuel Torres Balcázar 253 José Antonio Lavalle García almacen, Aduana del Callao
109 Manuel Químper 135 Orestes Ferro Pinto 254 Manuel Montero y Tirado 129 Óscar R. Benavides
138 Gerardo Balbuena 143 Carlos I. Abrill 259 Emilio Lisson y Chávez 231 Hacienda Laredo
213 Luis Fernán Cisneros 145 Prácticas de tiro 260 Belisario Sosa, Víctor Larco 293 Tripulación y sumergible Ferré
147 José Antonio de Lavalle y Herrera
Biblioteca Nacional del perú Pardo 261 Aurelio Arnao Martín chambi
13 Código de prodecimientos 150 Baldomero Maldonado 262 Ernesto Sousa 31 [3] Hacienda Angostura, Cuzco
civiles 155 Francisco Tudela y Varela 263 Los trece patriotas del Senado
15 Obreros textiles / Fábrica de 157 [1] Debate sobre crisis 265 Felipe Barreda y Laos Museo Banco central de
Tejidos Vitarte financiera 266 Casas para obreros / Obreras Reserva del perú
16 Rafael Grau Cabero 158 Luis Villarán Godoy de la fábrica La Bellota 157 [2] Cheque circular de 5 libras
17 Delfín Vidalón 159 Anselmo Barreto 268 Diómedes Arias Soto 163 Moneda de 1/5 de sol de plata
18 Huelga de conductores de 160 Aurelio García y Lastres 271 Ernesto Diez Canseco
tranvías 161 Vapor Krooland / Canal de 273 Accidente de trabajo Museo de arte de lima
19 Manuel Bernardino Pérez Panamá 275 Augusto Pérez Araníbar 75 [2] Funerales de Nicolás de
24 Julio César Arana 165 Francisca Benavides 278 Ezequiel Muñoz Piérola
28 Dora Mayer 169 Fernando Fuchs 279 Protesta de operarios / Pozo
39 Carlos Tenaud / Juan Bielovucic 170 Alejandro Deustua, José Pardo Negritos Museo Nacional de
en vuelo y Barreda 282 Paro general, 1919 arqueología, antropología e
42 Juan Bielovucic 173 Rafael Grau / Discurso de 284 Teodomiro Gutiérrez Cuevas Historia del perú
43 Carlos Tenaud Pedro Muñiz 285 Efectos del paro general, 1919 27 Pedro S. Zulen
49 Enrique Barreda y Osma 174 Ricardo Bentín 286 Luis Felipe Luna
54 Nicolás de Piérola 176 Convención de partidos 292 Héctor Escardó Salazar Infografías
55 [1] Variedades, [3] Partidarios de politicos / Mesa Directiva 296 Carro Nº 79 del tranvía / Juan 40, 41 Los pioneros de la aviación
Aspíllaga 179 Manuel Rivero y Hurtado O´Connor en el Ponnier en el Perú
56 Miguel Echenique 183 Diario El Tiempo 297 Tranvía eléctrico Biblioteca Nacional del Perú, Getty
59 [2] Partidarios Billinghurst, [3] 189 Miguel Grau 298 Juan O'Connor Images, Instituto de Estudios
Manifestación 190 Militares y autoridades en Históricos Marítimos del Perú,
60 Francisco Moreyra y Riglos Huaraz / Cuerpo de Juan colección E. Jahnsen Museo Aeronaútico del Perú
65 Aurelio Sousa Ferreccio 31 [2] Vale de la Hacienda Laredo 78 La creación de Madre de Dios
66 Enrique Varela 191 Óscar Grau Biblioteca Nacional del Perú, Walter
67 Diario La Crónica 195 Vista de Palcaro / Cadáveres de colección Humberto currarino Wust
72 Ramón Barros Luco R. Grau y M. Díaz 23 Barcaza Preciada /Fiesta en 276 Las donaciones benéficas
75 [3] Funerales Nicolás de Piérola 198 Funeral de Rafael Grau / Punchana Biblioteca Nacional del Perú
77 Diario La Protesta Arresto de Adrián Moreno 71 Guillermo Billinghurst
83 Caricatura 205 Revista Nuestra Época
Tomo 1 La época fundacional de la República [1822-1842]
Tomo 2 La época fundacional de la República [1822-1842]
Tomo 3 La época fundacional de la República [1822-1842]
La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 4 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 5 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 6 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
Tomo 7 La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
Tomo 8 La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
La guerra con Chile [1879-1883]
Tomo 9 La guerra con Chile [1879-1883]
Tomo 10 El comienzo de la reconstrucción [1884-1895]
Tomo 11 El comienzo de la reconstrucción [1884-1895]
La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 12 La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 13 La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 14 El Oncenio [1919-1930]
Tomo 15 El comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política [1930-1933]
Tomo 16 El comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política [1930-1933]
Breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933
Tomo 17 Breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933
Los resultados de la experiencia histórica peruana y las perspectivas abiertas en el siglo XX

ADENDA
Tomo 18 Historia de la República del Perú [1933-2000]

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