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Grohmann
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
2
Jorge Basadre
Grohmann [16]
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
Historia de la República del Perú [1822-1933]
Tomo 16
Elaboración de contenidos
Dirección general: Bernardo Roca Rey Miró Quesada
Planeamiento y desarrollo: Raúl Castro Pérez
Realización ejecutiva: Jorge Cornejo Calle
Redacción e investigación: Jenny Varillas Paz
Asistencia: Francisco Izquierdo Quea, María Jesús Reyes Geiser, Ana
Paola Durand Schinkel
Diseño: Veruzka Noriega, Claudia Burga-Cisneros Pizarro
Diagramación: Gerardo Cristóbal Pacheco
Infografías: Raúl Rodríguez Rodríguez, Grafitti
Fotografía: Cecilia Durand Torres, Paola Nalvarte Abad
Investigación fotográfica: Lysbeth Arenas Fernández
Coordinación fotográfica: Carolina Cáceres Cáceres
Reproducción y fotografía: Jaime Gianella Malca
Corrección: Ana Loli Chau, Carolina Teillier Arredondo
Asesoría histórica: Héctor López Martínez
Coordinación de actualizaciones historiográficas: Carlos
Contreras Carranza
Redacción e investigación de actualizaciones historiográficas
para este tomo: Ricardo Portocarrero (páginas 72, 102, 132, 162,
194, 214, 230, 252, 272)
OCTAVO PERÍODO
EL COMIENZO DE LA IRRUPCIÓN DE LAS 30 Cambios en el comando peruano. La ayuda a las fuerzas del
MASAS ORGANIZADAS EN LA POLÍTICA Oriente
[1930-1933] 31 La Liga de las Naciones y la toma de Tarapacá
31 El bochornoso ataque a la legación de Colombia
31 La manifestación del 20 de febrero
32 El retiro de la legación peruana en Bogotá
CAPÍTULO 10 32 La declaración de que fueron traidores a la patria los
EL CONFLICTO CON COLOMBIA Y LA CAMPAÑA DEL partícipes en el Tratado Salomón-Lozano
NORORIENTE DE 1932 A ABRIL DE 1933 32 La apelación de Colombia a la Liga de las Naciones y el
Comité de los Tres
12 La entrega de Leticia a Colombia 32 La fórmula del Comité de los Tres y la actitud del Perú
12 Vigil y Ordóñez 34 El informe del Comité de los Tres y la resolución de la Liga de
13 Los territorios no entregados por Colombia las Naciones
13 Declaraciones de la Junta del general Ponce y de la de 34 La comisión de la Liga de las Naciones
Sánchez Cerro sobre los tratados internacionales 36 El nuevo plan militar colombiano
14 El pedido aprista sobre el tratado con Colombia 36 Nuevos combates en el río Cotuhé
14 Las relaciones entre el Perú y Colombia a principios de 1932 36 El combate de Güepí
14 El pedido loretano de revisión del Tratado Salomón-Lozano 38 Fernando Lores Tenazoa
14 Los preparativos para la captura de Leticia 38 La comisión de la Liga de las Naciones y la captura de Güepí
15 La captura de Leticia por los colombianos
15 Las tropas que defendían el Nororiente 38 Las “modificaciones Lester”
16 Primera actitud del Gobierno de Lima 39 Las dificultades colombianas después de la ocupación de
16 La actitud de las Fuerzas Armadas de Iquitos Güepí. El campamento Firmeza
18 La resistencia para el acatamiento al prefecto Oswaldo 39 El bombardeo de la Sinchi Rocca
Hoyos Osores y al coronel Ramos 39 La sangrienta sorpresa de Calderón
18 La actitud del Gobierno peruano 41 El tiroteo de Yabuyanos
18 La nota peruana del 30 de setiembre de 1932 41 El servicio de etapa
19 La propuesta para ir a un procedimiento de conciliación. La 41 Estabilización de las operaciones
misión García Ortiz 42 Las bajas en la campaña
19 El plan Maúrtua 42 Viaje del general Benavides al Perú y su nombramiento como
20 La opinión pública peruana ante el conflicto general en jefe de las Fuerzas Armadas.
20 La expedición Vásquez Cobo 42 El viaje del crucero Grau y de dos submarinos. Otras fuerzas
21 Las fuerzas peruanas y la ocupación de Tarapacá navales
21 La mediación del Brasil 42 Las perspectivas de la guerra
22 La comunicación de Ramos a Vásquez Cobo y el Pacto 43 Las penurias de la campaña
Kellogg-Briand 44 El juicio del general Fernando Sarmiento sobre la campaña
22 Las notas entre Manzanilla y la cancillería de Bogotá, el 11 y 45 La polémica entre los militares
el 14 de enero 45 Las investigaciones sobre la campaña del Nororiente
24 Primera intervención de la Liga de las Naciones 46 El problema de los transportes
25 La nota del secretario de Estado Stimson el 25 de enero al 46 La cooperación entre las Fuerzas Armadas y las auxiliares
Perú durante el conflicto con Colombia
26 Las gestiones para que el Perú cumpliera con las 48 La administración militar
obligaciones del Pacto Kellogg-Briand 48 La moraleja del conflicto con Colombia en 1932-1933
26 El cable de la Liga de las Naciones el 26 de enero 48 El rumbo de la política internacional del Perú
26 El frustrado plan británico 49 El empréstito patriótico y los bonos de la defensa nacional
26 El choque de Puerto Meléndez 49 Los mayores rendimientos de la renta del guano
27 El manguaré 49 La colecta nacional
27 La defensa de Leticia 49 Las contribuciones por una sola vez
27 La captura de Tarapacá por los colombianos 50 El impuesto a la exportación y consumo de algodón
30 Los combates en el río Cotuhé 50 El impuesto sobre los boletos de ingreso a los espectáculos
30 El juicio a Díaz Rojas 50 La insignia de Defensa Nacional
30 Los combates aéreos 50 Nuevas leyes económicas para la defensa nacional
[ INDICE ] TOMO I6 5
50 El Comité Económico para la Defensa Nacional NOVENO PERÍODO
50 La compra de armamento japonés BREVES NOTAS RELACIONADAS CON LA
51 Las requisiciones y los suministros en el territorio de la EDUCACIÓN. LA CIENCIA Y LA CULTURA ENTRE
República 1895-1933
51 Las rentas de la Internacional Petroleum
51 Las operaciones con la Caja de Depósitos y Consignaciones
CAPÍTULO 1
LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN EL PERÍODO 1895-1908
CAPÍTULO 11
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ CERRO Y [I]
LA ELECCIÓN DEL GENERAL SCAR R. BENAVIDES 80 Piérola y el problema de la educación
[ II ]
54 El asesinato al presidente Sánchez Cerro 81 Las ideas de Isaac Alzamora sobre la educación nacional
55 El asesino 81 La Ley de Instrucción de 1901
55 Otros planes de asesinato 83 La Escuela Correccional de Varones
56 El peritaje balístico sobre el auto del presidente Sánchez 83 La Ley de Instrucción de 1902
Cerro 84 El intento de reforma de 1903
56 La declaración de estadode sitio y la elección del general 84 La supresión del Consejo Superior de Instrucción Pública
Benavides como presidente por el Congreso Constituyente 86 Las pensiones de catedráticos, profesores y preceptores
58 El primer Gabinete de Benavides [ III ]
59 El sepelio de Sánchez Cerro 87 Las escuelas de artes y oficios
59 La estampilla con el retrato de Sánchez Cerro 87 El comienzo de la educación comercial en el Perú
59 Sánchez Cerro [ IV ]
61 La seguridad de Haya de la Torre 87 La brillante política educacional del gobierno de José Pardo
61 La mejoría de la situación económica 87 El fomento de la instrucción primaria
61 El proceso por el asesinato de Sánchez Cerro. La cuestión del 88 La mejora de locales y de material escolar
fuero 89 El estímulo a la profesión magisterial, la Escuela Normal
61 La investigación de la policía 91 La carrera del profesorado
62 ¿Las pesquisas fueron detenidas en un momento dado? 91 Los inspectores de educación
62 El juez instructor mayor Carlín 92 Telésforo Catacora
62 La Corte Marcial y la acusación fiscal 92 El fomento de la educación técnica
63 Las audiencias públicas. El retiro de la acusación fiscal. La 92 El desarrollo de la educación secundaria
sentencia 93 El ConsejoSuperior de Educación
64 La actitud de Luis A. Flores ante la sentencia 93 El Boletín de Instrucción Pública
64 La actitud fiscal de la Corte Superior en relación con los 93 Perspectivas de la educación pública en 1908
funcionarios y las autoridades de policía. [V]
66 La ley para mandar cortar los juicos a las autoridades con 94 El Colegio Guadalupe de 1885 a 1908
motivo del asesinato de Sánchez Cerro 95 Los profesores alemanes
66 El Gabinete Prado 96 Los colegios nacionales de provincias entre 1895 y 1908
67 Apreciación sobre el proceso por el asesinato de Sánchez 99 La introducción del jardín de la infancia, de la educación
Cerro física femenina y otras iniciativas de Elvira García y García
68 Benavides y el asesinato de Sánchez Cerro 100 El Liceo Grau y Esther Festini de Ramos Ocampo
70 Luis A. Flores y la supuesta culpabilidad de Benavides en el 100 El Colegio de San Agustín
asesinato de Sánchez Cerro 100 El Lima High School
71 ¿Fue el leguiismo el autor del asesinato de Sánchez Cerro? 100 Patricio Sabogal y el renacimiento de la educación
73 El ambiente en que se produjo el asesinato secundaria en el Callao
73 Los honores póstumos para Sánchez Cerro 100 El Colegio Bozano y el Instituto Chalaco
74 Sánchez Cerro en la poesía nueva 101 El Colegio de San Vicente de Paúl de Arequipa y el P. Hipólito
Duhamel
101 La instrucción religiosa y la laica
103 Educación femenina de Teresa González de Fanning
[ VI ]
104 La educación física
104 El jardín de la infancia en la enseñanza oficial. Otros aspectos
educacionales
[ VII ]
104 El desarrollo de las universidades. La autonomía
104 El conflicto universitario en Arequipa en 1907
105 El crecimiento estudiantil
105 El ingreso de mujeres a las universidades
106 Las maniobras de 1907
106 La renovación universitaria y el descontento de la nueva
generación
106 El Centro Universitario
6 TOMO I6 [ INDICE ]
[ VIII ] 135 Alberto Giesecke
107 La Escuela de Ingenieros 136 “Las universidades menores” por César Antonio Ugarte
[ IX ] [ XIII ]
107 La Escuela de Agricultura 137 La Escuela de Ingenieros
108 La reforma del Seminario de San Antonio Abad en el Cuzco
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 2 ASPECTOS EDUCACIONALES DURANTE EL ONCENIO Y
ASPECTOS EDUCACIONALES EN EL PERÍODO 1909-1918 EN LA ÉPOCA INMEDIATAMENTE POSTERIOR
[I] [I]
112 El proyecto de reforma de la instrucción en 1913 140 El proyecto de ley de instrucción de 1919 y la ley de 1920
112 La comisión de reforma de la instrucción en 1917 141 La misión norteamericana
[ II ] 141 El “período Oliveira”
113 La disminución de las rentas para el ramo de Instrucción 141 El Instituto Pedagógico
114 La profesionalización del magisterio 142 La reforma Escalante
114 La supresión de los inspectores de instrucción primaria 142 El desarrollo educacional
116 El restablecimiento de los inspectores de Instrucción 143 La Sociedad Agrario-Mercantil y la educación que ella prefirió
117 El número de escuelas [ II ]
[ III ] 143 Los goces de jubilación, cesantía y montepío y el magisterio
117 La educación física escolar primario
[ IV ] 143 La legislación sobre los colegios de instrucción secundaria
118 J. A. Mac Knight y la Escuela Normal 146 Los directores del Colegio Guadalupe
[V] 146 Los orígenes del Colegio Alfonso Ugarte
118 La influencia extranjera en la educación a cargo del Estado 146 El Colegio Nacional de Mujeres de Lima
119 La educación secundaria en cinco años 146 Gertrudis Hanks y el Lima High School
119 El examen de ingresos a las universidades 146 El Colegio de la Salle
119 Los textos de enseñanza secundaria 147 El Colegio de San Luis de Barranco
120 La necesidad de la educación técnica 147 Villa María Academy
[ VI ] 147 El Colegio Umberto 1º y el Colegio Antonio Raimondi
120 El Colegio Guadalupe 148 El tricentenario del Seminario de Trujillo
120 Los colegios nacionales de provincias [ III ]
[ VII ] 148 Los comienzos de la educación industrial femenina. El “Bien
125 El Colegio Lima del Hogar”
125 El Colegio Alemán 148 La educación comercial
125 El Colegio Anglo-Peruano [ IV ]
125 El Colegio de la Merced 148 El sistema de concursos para las vacantes en el ramo de
126 El Colegio de Santa Rosa de Chosica Instrucción y los Consejos de Investigación
126 El English Institute de Barranco 149 La mutualidad escolar
126 El Instituto Sabogal del Callao 149 La Federación Nacional de Maestros Primarios
126 El St. Joseph’s College del Callao 149 La instrucción en las escuelas de Talara y Lobitos
126 El scoutismo en el Perú 150 El Colegio Toribio Casanova de Cutervo
[ VIII ] 150 Otras leyes sobre colegios
126 Marcial Acharán, filántropo de la educación técnica en Trujillo [V]
128 El Instituto Moderno de Trujillo y Carlos E. Uceda 150 La reforma universitaria
128 María Elena Chávez Delgado 153 El Primer Congreso Nacional de Estudiantes
128 La educación pública en el departamento de Madre de Dios 153 Los incidentes de 1920 en la Facultad de Medicina
129 El Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo en Trujillo 154 El conflicto de 1921
[ IX ] 155 La reapertura de 1922 y los conflictos de 1923 y 1924
129 Las ideas de Javier Prado sobre las funciones de la 155 La generación estudiantil de 1919 a 1930. La vida
universidad universitaria
129 La extensión universitaria 158 El Seminario de Pedagogía y la Sección de Pedagogía
130 H.E. Bard y la instrucción universitaria peruana 158 El libro Reforma universitaria de Julio C. Tello
[X] 159 El Estatuto de 1928
130 La Federación de Estudiantes del Perú 160 La Facultad de Ciencias Económicas
130 La huelga estudiantil de 1916 [ VI ]
130 Los síntomas de descontento en la Facultad de Medicina 160 La inquietud universitaria en 1930 y 1931
131 Una tentativa para la reforma en el sistema de las cátedras 161 La Universidad de San Marcos durante el período de la Junta
[ XI ] Nacional de Gobierno
131 La Universidad Católica 163 El retiro de Belaunde, Riva-Agüero y otros profesores de San
[ XII ] Marcos
133 Los disturbios en la Universidad del Cuzco en 1907 y 1908 164 Riva-Agüero y la Universidad Católica
134 El problema de las universidades menores hasta 1909 165 La clausura de la Universidad de San Marcos
135 La ley sobre reapertura de la Universidad del Cusco 165 El problema universitario
[ INDICE ] TOMO I6 7
[ VII ] [ III ]
168 La Escuela de Agricultura 216 Abelardo Gamarra
[ IV ]
217 La coronación de Luis Benjamín Cisneros
CAPÍTULO 4 [V]
NOTAS SOBRE EL PERIODISMO ENTRE 1895-1930 218 Clorinda Matto De Turner
[ VI ]
[I] 219 Monseñor Manuel Tovar
172 El proyecto de ley de imprenta 220 José Antonio Roca y Boloña
172 Los diarios de Lima a fines del siglo XIX y comienzos del XX.
La rotativa y los linotipos
[ II ] CAPÍTULO 6
175 Los diarios de Lima durante el Oncenio LA IMAGEN HISTÓRICA DE ALGUNAS FIGURAS DE LA
[ III ] GENERACIÓN LITERARIA DE FINES DEL SIGLO XIX
176 Andrés Avelino Aramburú
178 Alberto Ulloa Cisneros [I]
183 Luis Fernán Cisneros 224 Chocano
185 Los cronistas 225 El regreso de Chocano y su coronación. El debate sobre las
[ IV ] dictaduras organizadoras
186 Las revistas de gran público. El fotograbado y la tricomía 226 El Hombre Sol y el asesinato de Edwin Elmore
189 Integridad 229 Chocano entre 1928 y 1933
189 El periodismo intelectual a principios de siglo [ II ]
190 Contemporáneos, Cultura y Colónida 231 Enrique López Albújar
190 Las revistas intelectuales durante el Oncenio [ III ]
191 La Revista Universitaria 233 Clemente Palma y el diputado Corrales
191 Revistas de ciencias puras, de fomento y de ingeniería [ IV ]
191 Revistas agrícolas 235 Manuel Beingolea
192 Publicaciones médicas
192 Revistas geográficas, históricas y bibliográficas
192 Revistas jurídicas CAPÍTULO 7
193 Publicaciones de carácter internacional y patriótico LA IMAGEN HISTÓRICA DE ALGUNAS FIGURAS EN
193 Revistas de carácter económico LAS TRES PRIMERAS GENERACIONES DEL SIGLO XX
195 Revistas educacionales
195 Publicaciones castrenses [I]
195 El periodismo religioso 238 Azucenas quechuas
196 Las revistas satíricas de combate [ II ]
197 El periodismo de avanzada y el proletariado 238 Leonidas Yerovi
199 Revistas taurinas [ III ]
200 Revistas deportivas 240 José María Eguren
200 Los órganos de las colonias extranjeras [ IV ]
200 El periodismo en el Callao 242 José Gálvez
201 Alberto Secada [V]
246 Ventura García Calderón
[ VI ]
CAPÍTULO 5 248 Abraham Valdelomar
ALGUNOS SOBREVIVIENTES DE LA GENERACIÓN [ VII ]
LITERARIA ANTERIOR A LA GUERRA CON CHILE 253 César Vallejo
[ VIII ]
[I] 256 Martín Adán
204 Las procedencias cronológicas de los literatos peruanos a
comienzos del siglo XX
[ II ] CAPÍTULO 8
204 Ricardo Palma y la Biblioteca Nacional a fines del siglo XIX y NOTA SOBRE EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO Y
comienzos del siglo XX SOCIOLÓGICO ENTRE 1895-1933
205 González Prada y su evolución al anarquismo
211 Últimos años de Ricardo Palma en la Biblioteca Nacional [I]
212 La salida de Ricardo Palma de la Biblioteca Nacional y el 260 Javier Prado
nombramiento de Manuel González Prada 261 La Academia Peruana de la Lengua
212 La “Nota informativa acerca de la Biblioteca Nacional” 261 Los últimos años y la muerte de Javier Prado
213 Manuel González Prada en la Biblioteca Nacional [ II ]
215 Fallecimiento de González Prada 261 Alejandro O. Deustua
215 Fallecimiento de Ricardo Palma [ III ]
215 La escenificación de las Tradiciones en la legación Argentina 267 Mariano Iberico
8 TOMO I6 [ INDICE ]
[ IV ] 296 Paisajes peruanos
271 Pedro Zulen 297 El elogio del Inca Garcilaso
[V] 297 El Perú histórico y artístico
273 Mariano H. Cornejo y la enseñanza de la sociología 297 El discurso de la Recoleta
274 La obra de Wiesse sobre sociología [ XIV ]
274 Otras expresiones del positivismo en la enseñanza 299 Luis Antonio Eguiguren
universitaria [ XV ]
[ VI ] 299 Carlos Wiesse
275 Óscar Miró Quesada [ XVI ]
300 El Conservatorio Universitario. Leguía, Porras, Sánchez
[ XVII ]
CAPÍTULO 9 301 César Antonio Ugarte y la historia económica. Alberto Ulloa
NOTAS SOBRE LA ARQUEOLOGÍA Y LA Sotomayor
HISTORIOGRAFÍA ENTRE 1895-1933
Con referencia a las instituciones dedicadas al
patrimonio cultural ÍNDICE DE CONTENIDO ADICIONAL
[I] RECUADROS
280 El Instituto Histórico del Perú 72 El asesinato de Sánchez Cerro en la novela histórica
[ II ] 102 El Centro Universitario
280 Max Uhle y los comienzos de la arqueología científica 132 San Antonio Abad y el rectorado de Albert Giesecke
peruana 162 El significado de la reforma universitaria para la vida cultural
[ III ] 194 El periodismo moderno según Raúl Porras
281 El descubrimiento de Machu Picchu 214 Recuerdos de Alfredo González Prada sobre su padre
[ IV ] 230 El indigenismo de López Albújar
281 Las exploraciones de Julio C. Tello en Chavín, Paracas y otros 252 Eguren visto por Vallejo
lugares 272 Pedro Zulen y sus contemporáneos
[ wV ]
283 Las excavaciones arqueológicas y el comercio con el LÍNEAS DE TIEMPO
patrimonio cultural del país 44 El conflicto con Colombia
284 La colección Corbacho 70 Las últimas horas de Sánchez Cerro
[ VI ]
286 La fundación del Museo de Historia Nacional INFOGRAFÍAS
286 La organización del Museo Histórico Nacional 69 El asesinato del presidente Sánchez Cerro
286 Los museos durante el Oncenio 244 La literatura peruana a comienzos del siglo XX
287 Emilio Gutiérrez de Quintanilla y la obra La campaña de 290 El desarrollo de la arqueología en el Perú
Ayacucho
[ VII ] PERSONAJES
287 El Archivo Nacional 94 Pedro Paulet Mostajo
288 El abandono de la Biblioteca Nacional 254 Martín Adán
[ VIII ] 298 Raúl Porras Barrenechea
288 El Patronato Nacional de Arqueología
[ IX ]
289 Pablo Patrón
[X]
289 La Colección de tratados y los congresos y conferencias
internacionales de Ricardo Aranda
289 Los Anales de la hacienda pública
292 La colección de Larrabure y Correa sobre Loreto
292 La Historia de las misiones franciscanas del padre Izaguirre
[ XI ]
292 La Historia del Perú independiente de Nemesio Vargas y la
Historia republicana de Pedro Dávalos y Lissón
292 La Historia de Arequipa. El Diccionario de Piura y la Historia
del Protectorado de Germán Leguía y Martínez
293 Francisco Mostajo
293 Enrique Brüning, sus estudios monográficos sobre
Lambayeque y su trabajo sobre canciones eróticas en ese
departamento
[ XII ]
294 Manuel Moncloa y Covarrubias y la historia teatral del Perú
[ XIII ]
294 El Carácter de la literatura del Perú independiente
296 La historia en el Perú
[ INDICE ] TOMO I6 9
fuerzas peruanas y la ocupación de dificultades colombianas después de la
Tarapacá ● La mediación del Brasil ● La ocupación de Güepí ● El campamento
comunicación de Ramos a Vásquez Cobo Firmeza ● El bombardeo de la Sinchi Roca
y el Pacto Kellogg-Briand ● Las notas ● La sangrienta sorpresa de Calderón ● El
[ TOMO 16 ]
capítulo 10 ● La entrega de Leticia a captura de Tarapacá por los colombianos ● Las investigaciones sobre la campaña
● Los combates en el río Cotuhé ● El juicio del Nororiente ● El problema de los
Colombia ● Vigil y Ordóñez ● Los
territorios no entregados por Colombia ● a Díaz Rojas ● Los combates aéreos ● transportes ● La cooperación entre las
Declaraciones de la Junta del general Cambios en el comando peruano. La Fuerzas Armadas y las auxiliares durante el
Ponce y de la de Sánchez Cerro sobre los ayuda a las fuerzas del Oriente ● La Liga conflicto con Colombia ● La administración
tratados internacionales ● El pedido de las Naciones y la toma de Tarapacá ● El militar ● La moraleja del conflicto con
aprista sobre el tratado con Colombia ● bochornoso ataque a la legación de Colombia en 1932-1933 ● El rumbo de la
Las relaciones entre el Perú y Colombia a Colombia ● La manifestación del 20 de política internacional del Perú ● El
principios de 1932 ● El pedido loretano febrero ● El retiro de la legación peruana empréstito patriótico y los bonos de la
de revisión del Tratado Salomón-Lozano en Bogotá ● La declaración de que fueron defensa nacional ● Los mayores
● Los preparativos para la captura de traidores a la patria los partícipes en el rendimientos de la renta del guano ● La
Leticia ● La captura de Leticia ● Las tropas Tratado Salomón-Lozano ● La apelación colecta nacional ● Las contribuciones por
que defendían el Nororiente ● Primera de Colombia a la Liga de las Naciones y el una sola vez ● El impuesto a la exportación
actitud del Gobierno de Lima ● La actitud Comité de los Tres ● La fórmula del y consumo de algodón ● El impuesto
de las Fuerzas Armadas de Iquitos ● La Comité de los Tres y la actitud del Perú ● sobre los boletos de ingreso a los
resistencia para el acatamiento al El informe del Comité de los Tres y la espectáculos ● La insignia de Defensa
prefecto Oswaldo Hoyos Osores y al resolución de la Liga de las Naciones ● La Nacional ● Nuevas leyes económicas para
coronel Ramos ● La actitud del Gobierno comisión de la Liga de las Naciones ● El la defensa nacional ● El Comité Económico
peruano ● La nota peruana del 30 de nuevo plan militar colombiano ● Nuevos para la Defensa Nacional ● La compra de
setiembre de 1932 ● La propuesta para ir combates en el río Cotuhé ● El combate armamento japonés ● Las requisiciones y
a un procedimiento de conciliación ● La de Güepí ● Fernando Lores Tenazoa ● La los suministros en el territorio de la
misión García Ortiz ● El plan Maúrtua ● La comisión de la Liga de las Naciones y la República ● Las rentas de la International
opinión pública peruana ante el conflicto captura de Güepí por los colombianos ● Petroleum ● Las operaciones con la Caja
● La expedición Vásquez Cobo ● Las Las “modificaciones Lester” ● Las de Depósitos y Consignaciones
EL CONFLICTO CON COLOMBIA Y LA CAMPAÑA
DEL NORORIENTE DE 1932 A ABRIL DE 1933
CAPÍTULO
10
[ ]
l
a eNtreGa de letIcIa a coloMBIa.- La comisión colombiana de límites que llegó a
Iquitos para dar cumplimiento al Tratado Salomón-Lozano encontró toda clase de facilidades.
Celebró tratados con la casa Israel para la provisión de las embarcaciones necesarias, sus víveres
y demás elementos. Tuvo a su servicio la lancha Melita. Los miembros de dicho grupo fueron
declarados huéspedes ilustres de la ciudad por el alcalde Manuel I. Morey.
El 27 de julio de 1930 llegó a Iquitos el barco colombiano Nariño llevando a bordo al coronel
Luis Acevedo T. y a su comitiva para la recepción de los territorios cedidos por el Perú. Hubo,
con motivo de esta visita, varias fiestas sociales. El 31 de julio el coronel Acevedo dio una fiesta
en el Nariño como agradecimiento a las atenciones recibidas.
El 17 de agosto de 1930 el prefecto de Loreto Temístocles Molina Derteano hizo entrega de
los mencionados territorios. Las instalaciones y obras existentes de propiedad pública pertene-
cientes al Perú en la localidad de Leticia fueron valorizadas en 100 mil dólares y pagadas por
Colombia en la época de la Junta de Gobierno de Sánchez Cerro.
Se ha calculado que Leticia tenía entonces unos 300 habitantes, cifra mucho menor de la
que se pretendió señalar durante el conflicto.
A los pocos días de la entrega de Leticia a las autoridades colombianas, Leguía fue derrocado.
vIGIl Y ordoÑeZ.- Según una versión muy difundida, cuando los colombianos, al hacerse
cargo de ese lugar, tomaron como una de sus primeras medidas la de prohibir la circulación de
fichas en la hacienda La Victoria de Enrique A. Vigil y el pago con ellas, se iniciaron las gestiones
para venderla, gestiones en las que participó el coronel Óscar H. Ordóñez; y surgió la campaña
contra el Tratado Salomón-Lozano.
En una carta que el coronel Óscar H. Ordóñez dirigió al ministro colombiano en Lima Fabio
Lozano Torrijos existe el siguiente párrafo: “En cuanto al señor Vigil, una serie de artículos de los
cuales adjunto a Ud. el último, me han hecho ponerme al habla con él; y después de muchas
reflexiones, conviene depositar en mis manos el asunto, para lo cual me ha entregado una
copia de los inventarios remitidos al gobierno de Colombia desde la entrega de Leticia, propo-
niendo la venta de su fundo a La Victoria. Me ha hecho, además, promesa de paralizar esta
campaña que viene haciendo mucho daño a las buenas relaciones de nuestros países” (en
seguida habla del precio que calcula en Lp. 28.903 o sea $ 80.288 colombianos). Y sigue: “Mi
opinión es que mejor sería comprar todo, aunque para ello se hiciera un sacrificio, consiguien-
do determinadas concesiones para el pago. Yo, francamente, sigo considerando cuestión
capital para destruir en gran parte las asperezas, concluir este asunto cuanto antes. Las quejas
del Sr. Vigil, hasta cierto punto justas, contribuyeron a mantener latente esta pasada situación
que es mejor concluir cuanto antes. Este es un consejo amistoso, consecuente con nuestra
entrevista antes de venir a esta. No hay que tomar la cosa desde el punto de vista comercial,
sino de conveniencia internacional en la que no se puede discutir libras más o menos; si Ud.
desea le puedo ayudar en muy buenas condiciones por la influencia que tengo en el Sr. Vigil
para finiquitar este asunto que estoy seguro produciría muy buenos e inmediatos efectos”.
12 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
loS terrItorIoS No eNtreGadoS por coloMBIa.- Colombia transfirió por el tratado la MedIacIÓN
una zona entre los ríos Putumayo y San Miguel, o Sucumbios. Pero esta zona de selva inexplorada de ordÓÑeZ
quedó bloqueada por el territorio poseído por el Ecuador y reconocida por Colombia al Ecuador,
entre la orilla derecha del San Miguel hasta su boca en el Putumayo y la línea geodésica que, en
dirección sudoeste, va a encontrar los divortium aquarum entre el Napo y el Putumayo; línea demar-
cada o amojonada por aquellos países. En el acta suscrita en Iquitos el 14 de marzo de 1930 por los
jefes de la comisión demarcadora aparece la transferencia material del territorio cedido por el Perú;
y, en cambio, hay una simple transferencia al Perú de la soberanía de un territorio al cual este país
no podía tener acceso, es decir una entrega figurada o nominal. De acuerdo con sus títulos, el Perú
poseía la soberanía sobre el limitado territorio aparentemente cedido por Colombia.
Según el punto de vista de algunos autores, la cesión hecha por Colombia al Perú de la zona
antedicha, alejó a Colombia del Oriente ecuatoriano y cortó cualquier apoyo colombiano, militar o
de otra clase a las pretensiones del Ecuador allí. Esa fue, según se dijo, la verdadera ventaja que sacó
el Perú del Tratado Salomón-Lozano.
Fabio Lozano y Lozano, secretario de su padre Fabio Lozano y Torrijos, negociador del tratado
peruano-colombiano, escribió en enero de 1933: “La historia del triángulo de Sucumbios es muy luego de la entrega de
sencilla. Iniciada la negociación del tratado, como queda dicho, en noviembre de 1921, fue solo a leticia a colombia, el 17
fines de enero de 1922, cuando el negociador peruano pidió territorios arriba de la boca del San de agosto de 1930, el
Miguel o Sucumbios que no habían estado en discusión. Era tan nueva y tan extraña esta petición teniente coronel peruano
del Perú, que Colombia se negó a ella por muchos días y la negociación general estuvo a punto de Óscar H. ordóñez (aquí en
romperse. Cedió, por fin, Colombia, como una prueba más de su deseo de avenimiento. Durante el una imagen de 1926)
largo debate de este punto, el negociador colombiano hizo cuestión capital del respeto absoluto dirigió una carta al
de Colombia al derecho del Ecuador derivado del tratado de 1916, de llegar al Putumayo en la ministro colombiano en
desembocadura del San Miguel o Sucumbios, donde la respectiva comisión delimitadora, con lima, Fabio lozano. en
autoridad suficiente, marcó para el Ecuador un espacio de poco más de trescientos metros. El ella expresaba su opinión
negociador peruano declaró siempre que esa interrupción en nada dañaba los propósitos del Perú, sobre la conveniencia de
que eran ceder luego al Ecuador esa porción del territorio –especialmente valiosa para el Ecuador– la venta de la hacienda la
a cambio de compensaciones en otros territorios”. victoria, de propiedad del
Cuando el Coronel Roberto López, jefe peruano de la comisión demarcadora de límites con peruano enrique vigil.
Colombia, se encontró en la margen derecha o sur del río Sucumbios y hasta el río Putumayo con esta se encontraba en el
una cuña que formaba solución de continuidad por la presencia del Ecuador y hasta el río territorio cedido a los
Putumayo con una cuña que formaba solución de continuidad por la presencia del Ecuador en una colombianos y sufría
superficie de poco más de 500 kilómetros cuadrados, puso el hecho en conocimiento de la canci- acoso de las nuevas
llería de Lima por telegrama de 20 de agosto de 1929 y en los oficios de 16 de setiembre y 2 de autoridades. ordóñez se
octubre del mismo año. Pero no hubo entonces ningún reclamo a Colombia, ningún pedido acla- ofrecía incluso a actuar
ratorio, ninguna instrucción a la comisión demarcadora de límites. Tampoco se hizo evidente como mediador en la
muestra alguna de interés en el asunto en los años posteriores a 1929, hasta que se produjo el negociación.
conflicto de Leticia.
El Perú ha reconocido al Ecuador el triángulo de Sucumbios por el protocolo de límites de 29
de enero de 1942.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 13
arreglada por el ex Presidente señor Augusto B. Leguía. Nosotros miramos tales cuestiones
como hechos cumplidos, pues los arreglos hechos por el anterior Gobierno lo fueron a nombre
del Perú y no a nombre personal de Leguía; nuestro único interés es la reorganización interna
la captura de del país y el aseo de la casa”.
El canciller de la Junta, general Ernesto Montagne, hizo declaraciones coincidentes con este
leticia por un punto de vista, que fueron favorablemente comentadas por el diario La Nación de Buenos Aires
grupo de en un editorial del 30 de agosto de aquel año.
ciudadanos Al reconocer a esa Junta, el Gobierno de Colombia expresó su deseo de desarrollar las rela-
ciones entre ambos países.
peruanos,
origen
inmediato del el pedIdo aprISta SoBre el tratado coN coloMBIa.- La célula parlamentaria
aprista del Congreso Constituyente pidió la revisión del tratado con Colombia; y con fecha 26
conFlicto con de enero de 1932, en una moción suscrita por César Pardo Acosta, Héctor Morey Peña, J. Acosta
colomBia en Cárdenas, G. Bueno, Manuel Seoane, Luis E. Heysen, Carlos Manuel Cox, Pedro E. Muñiz, Luis
Alberto Sánchez y J. Raúl Cáceres, solicitó que, antes de abocarse al estudio de la situación
1932-1933, no Fue creada en el Nororiente, el Congreso acordarse invitar al ministro de Relaciones Exteriores a
un acto concurrir a su seno ”con el objetivo de que haga una exposición amplia acerca de la forma y
impremeditado. condiciones en que se ha dado cumplimiento al referido tratado”. Invocó para ello “la necesidad
de procurar una remedio a la dolorosa situación creada a la región del Oriente y a los intangibles
derechos de la nacionalidad por ese tratado”. Esta moción no fue tomada en cuenta.
14 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
coronel Ordóñez) para llevarla a cabo. En julio, Ordóñez quiso precipitar los acontecimientos, erNeSto MoNtaGNe
pero La Rosa se opuso en vista de los sucesos políticos que entonces ocurrieron. “Acordamos (1885-1954)
(afirmó La Rosa en un documento fechado en Leticia, Perú, el 3 de setiembre) que el movimien-
to sea netamente civil para no comprometer al país. El suscrito contaba con el pueblo de
Caballococha quien estaba comprometido y con la cooperación de la guarnición militar de
Chimbote formada por elementos netamente loretanos”. Aunque se dijo lo contrario, no hubo
aquí participación activa de los pobladores de Leticia.
El folleto Saber gobernar es saber prever de la editorial clandestina APRA (1932) afirmó que
fueron apristas quienes capturaron Leticia.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 15
peruanos. Ellas no se componían sino de un regimiento de infantería y una sección de artillería
de montaña. El efectivo total de estas dos unidades llegaba a 326 individuos de tropa, de los
cuales 146 estaban distribuidos en diez pequeñas guarniciones de cuatro a veinte hombres y
si la situación un núcleo de 180 en Iquitos.
Esta llamada “división” tenía, aparte de sus reducidos efectivos, escasa eficiencia militar y
del perÚ en el muy limitados elementos técnicos.
oriente era Si la situación del Perú en el Oriente era precaria, mucho peor, resultó, al principio, la de
precaria, mucHo Colombia. Este país carecía de fuerzas militares en la región.
peor resultó, al
principio, la de prIMera actItud del GoBIerNo de lIMa.- Ante las primeras noticias de lo ocurrido,
colomBia. este la cancillería de Lima informó al Gobierno colombiano (parece que de ello no hubo constancia
escrita) que no había tenido nada que ver ni en el planeamiento ni en la ejecución del acto de
país carecía de 1º de setiembre y ofreció su cooperación para un arreglo. Así aparece en la nota del delegado
Fuerzas colombiano Eduardo Santos fechada el 2 de enero de 1933 al secretaria general de la Sociedad
de las Naciones publicada en el League of Nations Official Journal de abril de 1933, parte I, p.545.
militares en la Esta misma versión ha sido reiterada en el Survey of International Affairs para 1933, publicado
región por el Royal Institute of Internacional Affairs de Londres en 1934.
Según Bryce Wood en su libro The United States and Latin American Wars 1932-1942 (Nueva-
York, 1966) Sánchez Cerro le dijo al embajador norteamericano Fred Morris Dearing que se tra-
taba de una maquinación política para crearle problemas al Gobierno, distraer la atención y
preparar el camino para una subversión aprocomunista en Lima. Aquí opinó influido por las
comunicaciones del prefecto de Loreto, teniente coronel Jesús Ugarte. Agregó el Presidente
(prosigue diciendo Bryce Wood) que había manifestado al ministro colombiano su propósito de
cooperar con él en todo lo posible para evitar que el incidente adquiriese proporciones serias.
Solón Polo, alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, contó al mismo embajador
(de acuerdo con la versión del autor norteamericano aquí citado) que el Consejo de Ministros
había decidido sostener el tratado con Colombia, dominar la situación en Iquitos y no poner
obstáculos para que el Gobierno de Bogotá expulsara a quienes se habían apoderado de Leticia.
Sin embargo Bryce Wood cree, con temeridad, que Sánchez Cerro conoció los planes para
capturar este puerto y quiso aprovecharlos en beneficio propio. Esta maliciosa tesis está con-
tradicha por toda la documentación almacenada en el archivo de Sánchez Cerro, de propiedad
de Pedro Ugarteche.
la actItud de laS FuerZaS arMadaS de IQuItoS.- Ante la actitud del pueblo solida-
rizado con lo ocurrido el 1º de setiembre, fue separado por los jefes y oficiales de la guarnición de
Iquitos el prefecto y comandante general teniente coronel Jesús Ugarte, pues se consideró que
tenía una tara moral por haber formado parte de la comisión de límites con Colombia y que había
dado cuenta de lo ocurrido al Gobierno de Lima calificándolo como un movimiento aprocomu-
nista. Asumió la prefectura el comandante de la V Región Isauro Calderón. Este, en unión del jefe
de las fuerzas aéreas José Estremadoyro, el de la flotilla de guerra comandante Tudela, el de la
guardia civil capitán Julio A. Hurtado y el del cuerpo de seguridad Isaac Costa, lanzó el 4 de
setiembre una proclama o manifiesto para apoyar la reintegración de Leticia. Allí se dijo que las
fuerzas armadas peruanas no podían masacrar a sus compatriotas para devolver ese puerto a
Colombia y que, sin precipitar al Perú a una guerra, se podía mantener en poder de Loreto el
territorio en disputa con cauteloso apoyo a los nacionales allí establecidos “hasta que las nego-
ciaciones diplomáticas consigan la revisión del tratado”. “Porque de no hacerse así (agregaron) se
producirá una guerra civil ya que el pueblo de la región oriental está decidido a mantener en
16 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
[1] CAUSAS DEL CONFLICTO.
A inicios de la década
de 1930 el Perú y
Colombia entraron en
conflicto por los
territorios del trapecio
amazónico, ubicado
entre la frontera de
ambos países y el Brasil.
La región era rica en
árboles de caucho, un
recurso natural muy
apreciado en la época.
Muchos caucheros
peruanos, como el de la
imagen (1) se ocupaban
de su explotación. Otro
elemento que hacía
atractiva la zona era el
comercio fluvial. En la
foto inferior (2).
habitantes del lugar
cruzan el río Atacuarí a
bordo del BAP
Cahuapanas, en 1932
poco antes del estallido
del conflicto.
[2]
[ capítulo 10 ] período 8 17
el dIleMa poder del Perú el territorio conquistado, guerra civil precursora de la guerra nacional; y porque el
de Zavala gobierno nacional está capacitado para pedir la revisión del tratado o la decisión plebiscitaria de los
habitantes de Leticia, basados en el incumplimiento de aquél por parte de Colombia".
En esta actitud, aparte de motivos patrióticos y regionalistas o al lado de ellos, hubo, en algún
caso, infiltración aprista y, en otro, resentimiento contra el gobierno de Sánchez Cerro por un cam-
bio de colocación.
18 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
La nota peruana de 30 de setiembre de 1932 expresó: “El Perú no ha violado ni viola el tratado
de 1922. Reconoce en él, a pesar de las particularidades de su elaboración y aprobación, uno de
los vínculos jurídicos que lo unen a Colombia y desea que constituya, principalmente, un vínculo
de paz. Para satisfacer, tanto el carácter jurídico como el propósito de amistad que corresponde a el presidente
un arreglo de esta clase, es preciso considerarlo como un instrumento adaptable, dentro de la
armonía peruano-colombiana, a la naturaleza de las cosas y a las situaciones reveladas por los
[colomBiano]
hechos, siempre que, como en este caso, se hayan producido fuera de la responsabilidad de las enriQue olaYa
partes”. También dijo: “Este suceso, señor Ministro, que ha provocado en el Oriente peruano un Herrera
incontenible movimiento de simpatía, revela la existencia de un estado de cosas como conse-
cuencia de la situación creada por el tratado de 1922, ejecutado formalmente en 1930, que mi
conFesó al
Gobierno invita al de V.E. a considerar amplia y serenamente. No es posible desconocer el hondo emBaJador
sentido y alcance de tales hechos. El procedimiento, aparentemente simple, de la represión vio- JeFFerson
lenta de los sucesos de Leticia, solo provocaría una solución efímera como todas las que reposan
en la fuerza…”. caFFerY Que
Colombia sostenía que había una violación y un desconocimiento unilateral del tratado de ningÚn
1922 en la actitud del Perú al oponerse a que sus connacionales fueran desalojados de Leticia por
la fuerza y al expresar su deseo de procurar una modificación de dicho pacto, “uno de los vínculos
goBierno
jurídicos que lo unen a Colombia”, que sin embargo, había contradicho los derechos tradicionales duraría en su
y la posesión secular del Perú en el Amazonas. país una Hora si
aceptaBa
la propueSta para Ir a uN procedIMIeNto de coNcIlIacIÓN. la MISIÓN participar en la
García ortIZ.- El Perú propuso a Colombia la constitución de una Comisión de Conciliación comisión de
cuyo funcionamiento debería ser provocado por la Comisión Permanente con sede en Washington,
de acuerdo con lo estipulado en el artículo III del tratado de Santiago de Chile del 3 de mayo de conciliación. Él
1923 llamado el Pacto de Gondra con motivo de la Conferencia Internacional Americana; y en el HaBía sido el
artículo I de la Convención Internacional de Washington del 5 de enero de 1929 (nota de la canci-
llería de Lima a la legación de Colombia fechada como ya se anotó el 30 de setiembre y reiterada
canciller en
el 20 de octubre de 1932). De conformidad con lo expresado en las citadas notas, el Perú requirió 1911, cuando se
a la Comisión Permanente de Conciliación Internacional con sede en Washington para que aplica- produJo el
ra los medios previstos en las convenciones indicadas, a la solución de litigio. Nombró como su
comisionado en Washington a Víctor M. Maúrtua quien formalizó su encargo por medio de un comBate de la
memorándum fechado en la ciudad antedicha el 9 de noviembre de 1932. Este documento impre- pedrera,
sionó grandemente a la opinión pública peruana pero no a la internacional.
Colombia rechazó, dos veces, la invitación del Perú. Tampoco tuvo éxito la misión encomenda-
inFortunado
da en Lima al plenipotenciario colombiano Laureano García Ortiz. para las tropas
El presidente Enrique Olaya Herrera confesó al embajador Jefferson Caffery que ningún gobier- de su patria.
no duraría en su país una hora si aceptaba participar en la Comisión de Conciliación. Él había sido
el canciller en 1911, cuando se produjo el combate de la Pedrera, infortunado para las tropas de su
patria. Adoptó la tesis de considerar la situación como problema estrictamente doméstico, un
motín contra las autoridades que solo a ellas tocaba resolver; en su concepto, el Perú debía limitar-
se a dar, frente a los sucesos de Leticia, estricto cumplimiento a la convención de Caracas de 18 de
julio de 1911 sobre conmociones internas y seguridad.
el plaN MaÚrtua.- Víctor M. Maúrtua formuló en diciembre de 1932 un plan para el arreglo
de la cuestión de Leticia con seis puntos que no fueron tomados en cuenta. Ellos fueron: 1) El
Perú reitera su declaración de no haber violado y estar vigente el tratado de límites de 1922.
Colombia y el Perú declaran que el tratado debe ser aplicado y enteramente cumplido. 2) Una
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 19
eNrIQue comisión de delegados civiles, uno peruano y otro colombiano, se constituirá en Leticia y, si lo
olaYa Herrera considera necesario, en Loreto para arreglar, por medios pacíficos de persuasión, el restableci-
(1880-1973) miento del orden y de la legalidad. El Perú se compromete a cooperar lealmente con el más vivo
interés en este resultado. La comisión de apaciguamiento debe realizar sus trabajos en el término
de sesenta días que, por acuerdo de los delegados, puede extenderse por treinta días más. 3) Se
desmilitizarán la región convulsionada colombiana y la región limítrofe, equivalente, peruana.
Una agencia de la comisión permanente vigilará y garantizará la realización de esta medida, la
que debe subsistir hasta después de que terminen las negociaciones o el arbitraje eventual pre-
visto en el artículo siguiente. 4) Inmediatamente después de restablecido el orden, el Perú y
Colombia arbitrarán negociaciones sobre las reclamaciones del Perú relativas a la inaplicabilidad
del tratado en una zona, a su interpretación y a su incumplimiento por Colombia. Si en el térmi-
no de seis meses no hubiese sido posible llegar a ningún acuerdo, ni sobre estos puntos ni sobre
las consecuencias jurídicas de ellos, las partes someterán sus diferencias al arbitraje, conforme a
los artículo 22 a 26 del Acta General para el arreglo pacífico de las disputas internacionales adop-
tadas por la Novena Asamblea de la Liga de las Naciones el 26 de setiembre de 1928. El procedi-
miento arbitral estará de acuerdo con los artículos 60 a 85 de la convención de La Haya de 18 de
el político y diplomático octubre de 1907. Es decir, el arbitraje sería ante el Tribunal de esa ciudad. 5) El Perú y Colombia
colombiano fundó en se obligan a no hacerse la guerra ni emplear la fuerza ni directa ni indirectamente de un Estado
1909 el partido contra el otro en el arreglo de sus diferencias actuales ni de las que surgieran posteriormente por
republicano de su país. cualquier cosa. Todos sus desacuerdos y diferencias serán arreglados por medios pacíficos y
en 1930 fue elegido legales. No podrán modificar en ningún tiempo la frontera establecida por el tratado de límites
presidente de la sino por medios de conciliación y, si no dieran resultados, por decisión de la justicia internacional.
república, tras 45 años 6) El protocolo en que consten los acuerdos de los artículos 4 y 5 será sometido a los respectivos
de gobiernos Congresos y ratificado en el término de sesenta días.
conservadores en Maúrtua fue acusado (según cuenta Bryce Wood) de haber formulado una propuesta ante el
colombia. Su política se funcionario del Departamento de Estado Francis White que este envió al presidente Olaya
caracterizó por ser Herrera, quien la aceptó; sin embargo, transmitió un texto distinto a la cancillería de Lima, de
liberal y gozó de gran acuerdo con lo que descubrió el embajador Dearing.
aceptación popular.
durante su mandato
ocurrió el conflicto con la opINIÓN pÚBlIca peruaNa aNte el coNFlIcto.- La opinión pública peruana inicial-
el perú por el territorio mente acompañó, en su mayoría, al gobierno de Sánchez Cerro en su actitud. Sin embargo,
de leticia. muchos sectores de ella no consideraron que sería inevitable la guerra con Colombia, República
casi desconocida entonces, no obstante las relaciones de vecindad. Hubo quienes confiaron dema-
siado en la mediación del Brasil o en una posible negativa de este país para dejar pasar por el
Amazonas a la expedición Vásquez Cobo. No faltaron los que creyeron que los gobernantes colom-
bianos, carentes de fuerza militar, trepidarían en llegar hasta la ruptura de hostilidades al conven-
cerse de que el Perú, como Estado y como nación, respaldaba enérgicamente los acontecimientos
ocurridos en Leticia. En bastante gente no bien informada existió la subestimación del adversario
grave falla en todo conflicto bélico. Entre los sectores económicamente poderosos, ciertos círculos
bancarios y comerciales fueron, en lo íntimo, opuestos a la guerra.
20 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
armados, dos cañoneras y una escuadrilla de aviones. Estaba destinada a remontar el Amazonas
y desalojar a los ocupantes peruanos de Leticia. El personal era, en gran parte, extranjero.
Colombia adquirió así superioridad militar, naval y en el aire dentro de la zona del conflicto. [ 1933 febrero 15 ]
Además, por las características que tomó aquel momento histórico, resultó ese país con las ven-
tajas de la iniciativa dentro de dicho territorio. el FIN de la
La expedición Vásquez Cobo se movió o se detuvo en el Amazonas según iban, en opinión del MedIacIÓN BraSIleÑa.
Gobierno de Colombia, las gestiones diplomáticas y los vaivenes de la política interna. el miércoles 15 de
febrero de 1933 el
diario el comercio
laS FuerZaS peruaNaS Y la ocupacIÓN de tarapacÁ.- El coronel Víctor Ramos fue publicó un comunicado
nombrado por el Gobierno de Lima, como ya se ha expresado, comandante general de la V Región. oficial del Gobierno
Se autorizó a elevar el efectivo del regimiento Nº 17 (movilización) con el objeto de formar una peruano que informaba
expedición que se determinó Destacamento Putumayo. Según algunas informaciones, los inte- a la opinión pública lo
grantes de él fueron levados por la policía y los elementos materiales con que contó no pasaron de siguiente: “ayer a las
ser sumamente deficientes. Además, estuvo trabado porque se le ordenó no tomar iniciativas para ocho de la noche se
no complicar las negociaciones diplomáticas. recibió en el Ministerio
El 21 de octubre de 1932 fuerzas peruanas ocuparon Tarapacá, en la margen derecha del río de relaciones
Putumayo, junto a la boca del río Cotuhé en otro de los vértices del trapecio cedido a Colombia por exteriores información
el Tratado Salomón-Lozano. Pero la guarnición de este puesto fue muy pequeña para que pudiera oficial de que el
resistir a la expedición colombiana si ella entraba al Putumayo. Gobierno de colombia
También fueron establecidas guarniciones en Puerto Arturo, Güepí, Pantoja y otros lugares. considera terminadas
las gestiones de la
mediación ofrecida por
la MedIacIÓN del BraSIl.- El Gobierno del Brasil por intermedio del canciller Afranio de el Brasil, sin
Mello Franco, redactó y sometió a la consideración de los gobiernos del Perú y Colombia el 30 pronunciarse sobre la
de diciembre de 1932 y el 13 de enero de 1933 una proposición consistente en los siguientes última propuesta
puntos: 1) El Gobierno peruano, aunque nada tuvo que ver con el levantamiento del 1º de peruana que se le
setiembre en Leticia, dará su entero apoyo moral y empleará su influencia persuasiva ante sus había transmitido por
ciudadanos que residen en aquella zona, de modo que el territorio en cuestión pueda ser con- el conducto del
fiado a la guarda del Gobierno brasileño que lo administrará provisoriamente por medio del Gobierno brasileño
delegado o delegado en quienes tenga confianza. 2) Tan pronto como sea posible, las autorida- para que leticia fuera
des brasileñas reintegrarán en sus cargos a las autoridades colombianas depuestas por los insu- confiada a la
rrectos. 3) En compensación, el Gobierno colombiano se compromete, inmediatamente des- administración
pués, a que los delegados de los dos países se reúnan en Río de Janeiro con los técnicos que se provisional del Brasil,
estime necesarios, con el propósito de considerar el Tratado Salomón-Lozano con un amplio por el encargo de los
espíritu de conciliación y buscar una fórmula susceptible de recíproca aceptación que incluirá gobiernos del perú y
medidas económicas, comerciales y culturales que puedan constituir una lazo moral más estre- de colombia, hasta que
cho en forma de un estatuto territorial adecuado a este propósito y peculiar de esa región. La se terminaran las
propuesta fue aprobada por los gobiernos de Estados Unidos, Argentina, Chile y otros Estados negociaciones para
americanos y por los principales de Europa. llegar a un arreglo
Aunque consideraba que la cuestión de Leticia era un asunto de orden interno, el Gobierno directo o para someter
de Colombia aceptó la mediación brasileña, es decir la mediación extranjera. El Perú, por su la cuestión a arbitraje,
parte, también aceptó dicha mediación con la salvedad de que el territorio de Leticia fuese en caso de no poder
administrado por el Brasil hasta el término de las negociaciones de Río de Janeiro; ambos liti- llegarse a arreglos
gantes, el Perú y Colombia, debían dar este encargo al país vecino. Es decir, se negó el regreso directos”.
de las autoridades colombianas al territorio en disputa. Y, a la vez, el Perú se manifestó dispues-
to a que se conviniese en un término perentorio para las negociaciones, no mayor de sesenta
días, y a que se estableciera previamente el recurso al arbitraje general en caso de no poder
llegar a un arreglo directo.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 81 21
El Gobierno de Colombia demoró en dar su respuesta a esta nueva proposición.
El canciller Mello Franco fue acusado de haber presentado a la cancillería de Lima una fórmula
en algo diferente a aquella que Colombia y Estados Unidos entendieron que había elaborado. En
en su propuesta su propuesta de 13 de enero al Perú, Mello Franco no mencionó el retorno de Leticia a Colombia y
agregó que ambos litigantes se reunirían en Río de Janeiro para “discutir acerca del Tratado
de 13 de enero al Salomón-Lozano” lo cual implicaba tácitamente que dicho pacto sería reemplazado por otro.
perÚ, [el El secretario de Estado Henry L. Stimson envió al nuevo canciller peruano José Manzanilla el
canciller 10 de enero de 1933 una nota perentoria para apoyar la mediación brasileña y para instarlo
vigorosamente a que la aceptara; agregó que creía que al tomar esta actitud expresaba el sen-
BrasileÑo] mello timiento de la opinión pública del hemisferio.
Franco no La nota norteamericana causó cólera en Lima; Manzanilla repuso que la tomaría en conside-
mencionó el ración (14 de enero de 1933).
Hubo algunas enmiendas de detalle en la fórmula de Mello Franco hasta en la primera parte
retorno de de febrero, sin que los dos gobiernos litigantes llegaran a ponerse de acuerdo. Mello Franco
leticia a llegó a plantear que, entregada Leticia al Brasil, vinieran las conferencias peruano-colombianas
y que, cualquiera que fuese el resultado de ellas, dicho puerto sería devuelto a Colombia al cabo
colomBia Y de sesenta días; y luego cambió el plazo por “el período más corto posible”.
agregó Quie La mediación brasileña fracasó después de avances de las fuerzas navales colombianas
amBos litigantes sobre Tarapacá y por declaración unilateral del Gobierno de Colombia.
se reunirían en
río de Janeiro la coMuNIcacIÓN de raMoS a vÁSQueZ coBo Y el pacto KelloGG-BrIaNd.-
El comandante general de la V Región coronel Víctor Ramos dirigió el 6 de enero de 1933 al jefe
para ‘discutir de las fuerzas colombianas general Vásquez Cobo una comunicación telegráfica, al tener cono-
acerca del cimiento del ingreso de su expedición al Amazonas. Allí expresó que la división bajo su mando
tratado había esperado confiada una solución pacífica; pero que dicho acto significaba la ruptura de las
hostilidades que había tratado de evitar. “Consecuencia (agregó con arrogancia) he dictado
salomón-lozano’ todas las medidas de carácter militar para impedir la entrada de su expedición a Leticia y garan-
lo cual tizar nuestra seguridad hoya amazónica peruana fin de impedir que intenten actos de hostili-
implicaBa dad contra mis connacionales que legítimamente ocupan Leticia apoyados en avanzados
principios libre determinación”.
tÁcitamente Que Este telegrama fue mencionado por el presidente colombiano Olaya Herrera en una nota
dicHo pacto elevada el 23 de enero a los Estados signatarios del pacto antibélico Kellogg-Briand como prue-
ba de que el Perú lo había violado y estaba empleando la fuerza para apoyar actos ilegales e
sería inexcusables de agresión en el territorio de una nación amiga. Olaya Herrera pidió que se nega-
reemplazado ran al Perú los beneficios provenientes de dicho pacto, que se le llamara la atención de sus
por otro. obligaciones ante él y que se le urgiera para que no lo violase.
El departamento de Estado (que había aconsejado a Olaya Herrera acogerse bajo el Pacto
Kellogg-Briand) promovió, a raíz de esta nota, un movimiento internacional a favor de Colombia.
El Pacto Kellogg-Briand fue suscrito en París el 27 de agosto de 1928 para renunciar a la
guerra como instrumento de política nacional y fue suscrito por este país y también por el Perú.
22 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
[1] LETICIA. El 17 de
agosto de 1930,
según lo acordado
en el Tratado
Salomón-Lozano
firmado en marzo
de 1922, el Perú
cedió a Colombia el
trapecio
amazónico, dentro
de cuyo territorio
se encontraba
ubicado el pueblo
de Leticia (1). Este
hecho motivó la
protesta de gran
parte de sus
habitantes, que
deseaban seguir
perteneciendo a
nuestro país. Las
manifestaciones
contra la presencia
colombiana (2)
fueron frecuentes
antes del estallido
del conflicto entre
ambos países.
[2]
[ capítulo 10 ] período 8 23
retiro de las fuerzas militares del territorio de Colombia a fin de restablecer, sin choque alguno,
las autoridades legítimas e insistió en que en la acción que fuera necesario desarrollar, sus fuer-
zas iban únicamente a recuperar territorio colombiano y a impedir que continuara la escanda-
el 27 de enero el losa situación de violencia creada allí; se proponían evitar con las del Perú salvo que estas se
opusieran. Esperaba que esto último no se produjese, bajo el concepto de que no había dife-
secretario de rencia alguna entre los dos gobiernos en cuanto al título y autoridad legal sobre Leticia. Una vez
estado restablecida la soberanía colombiana en el territorio en conflicto, dicho país reiteraba las segu-
[estadounidense] ridades, ya dadas, de que estaba llano a entrar en una discusión con el más amplio espíritu de
conciliación entre los dos países para un arreglo por negociaciones directas o por los buenos
stimson tomó la oficios de cualquier tercer gobierno por los medios previstos en los tratados vigentes.
actitud Manzanilla reiteró que los sucesos del 1º de setiembre habían sorprendió a su Gobierno
signiFicatiVa de tanto como al de Colombia; insistió en que allí no habían participado soldados ni oficiales del
ejército (lo cual no era totalmente exacto); confesó que las autoridades militares habían tomado
transmitir a la una actitud exclusivamente defensiva con el fin de apoyar a los ocupantes de Leticia frente a los
liga de las preparativos que realizaba Colombia para reducirlos por la violencia; adujo que la flotilla perua-
na no había sido aumentada; desautorizó las notificaciones de la Comandancia de Armas de
naciones el Iquitos a las guarniciones de esa región en el sentido de que usaría la fuerza para defender
teXto de su nota Leticia; sostuvo una vez más que, reconociendo la validez del tratado de 1922, su Gobierno solo
del 25 al perÚ. quería la modificación de la línea de frontera allí establecida, para lo cual ofrecía adecuadas
compensaciones territoriales.
Fue la primera
ocasión en Que
el goBierno de prIMera INterveNcIÓN de la lIGa de laS NacIoNeS.- El 14 de enero de 1933, ante
un memorándum de Colombia fechado el 2 de enero, Eamo De Valera, presidente interino del
estados unidos Consejo de la Liga de las Naciones, pidió informes sobre los puntos de vista del Gobierno perua-
se comunicó no y expresó su convicción “de que el Perú, como miembro de la Liga de las Naciones y hasta
hace tres meses, miembro del Consejo de la misma se abstendrá de cualquier acto que no esté
directamente en estricta conformidad con el Pacto de la Liga”.
con la liga en Análoga advertencia hizo Colombia; pero el canciller de esa República, Roberto Urdaneta
relación con un Arbeláez, manifestó que en la acción que iba a intentar su gobierno para restablecer el orden sub-
vertido en Leticia nada había que contrariarse la letra o el espíritu del pacto. “ Un grupo de sedicio-
asunto Que caía sos nacionalidad peruana (agregó) desconoció y despojó autoridades legítimas en población
dentro de la Leticia; ningún país ha discutido ni puesto en duda nacionalidad colombiana de dicho puerto y el
Perú acepta expresamente nuestra soberanía sobre él al afirmar, como afirmó reiteradamente, no
órBita de la desconoce tratado límites entre Colombia y Perú. El solo propósito que abriga nuestro gobierno en
doctrina una porción indisputada del territorio colombiano y las fuerzas que van a cumplir deber primordial
monroe. de este Gobierno solo debe emplear rutas a cuyo tránsito tienen pleno derecho en virtud de trata-
do público y por propia jurisdicción. Ningún intento de agresión a país o Gobierno alguno llevan
fuerzas colombianas que van a ejercer su derecho dentro del propio territorio y lo harán sin turbar
en lo más mínimo la paz internacional si Gobierno Perú no intenta impedir por la fuerza uso legíti-
mo del derecho. En caso contrario, si se vieran nuestras fuerzas obligadas a repeler una injusta
agresión, sería el agresor quien vendría violar pacto Liga y no Colombia”.
El canciller peruano José Matías Manzanilla, en su cablegrama del 16 de enero, llamó la
atención de la Liga acerca de que considerables fuerzas navales colombianas pretendían avan-
zar sobre Leticia cuando estaba en curso la mediación del Brasil, insistió en que la actitud perua-
naera defensiva, no así la del contrincante y agregó: “Mi Gobierno no desconoce tratado vigen-
te con Colombia, desea solamente su modificación, en parte resulta impracticable. Estando
dispuesto hacer compensaciones territoriales adecuadas para facilitar reparación graves injusti-
cias y consolidar así amistad secular hacia Colombia”. Y en respuesta a la transcripción que de
24 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Ginebra se le hizo de la comunicación cablegráfica de Urdaneta Arbeláez, insistió en que la
nacionalidad de los habitantes de Leticia era peruana y en que reclamaban el derecho de con-
servarla como tal “por lo cual, sin desconocer tratado vigente, mi Gobierno no puede sustraerse [ 1933 febrero 15 ]
obligación amparar nacionales amenazados sometimiento violento”. Insistió en las intenciones
agresivas de Colombia “contra indefensos”. “Perú pide negociar, discutir y acordar con Colombia el coMBate de
un arreglo amistoso. Gobierno colombiano niégase a ello y como única solución manda expe- tarapacÁ. en la
dición militar contra peruanos Leticia. El Perú evidentemente no es el agresor “. edición de la tarde del
15 de febrero de 1933,
el diario el comercio
la Nota del SecretarIo de eStado StIMSoN el 25 de eNero al perÚ.- El 25 de informó sobre el
enero de 1933, el secretario de Estado Henry L. Stimson, previa consulta con representantes de combate sostenido en
las grandes potencias, mandó otra severa nota al canciller peruano. Después de hacer un resu- octubre de 1932 entre
men de los sucesos materia del conflicto, expresó que, como el Gobierno de dicho país había militares peruanos y
manifestado la intención de respetar el tratado peruano-colombiano de 1922 y el Pacto Kellogg- colombianos en la zona
Briand, “la solución de esta dificultad será encontrada por su Gobierno urgiendo a los individuos de tarapacá, en el
peruanos que ahora usurpan su autoridad en Leticia y que el Gobierno peruano reconoce como oriente peruano. la
colombiano, que no deben oponerse a un pacifico restablecimiento de la autoridad colombiana información oficial
allí. Desarrolló este punto de vista en relación con lo ocurrido y con lo estipulado por el Pacto decía: “cinco buques
Briand-Kellogg; en él las altas partes contratantes convinieron en que la solución o arreglo de colombianos, apoyados
todas las disputas o conflictos de cualquier naturaleza que sean, solo pueden ser tratadas por por dos hidroaviones,
medios pacíficos. Terminó reproduciendo la proposición del Brasil para solicitar que el Perú atacaron en las
aceptase respondiendo a los compromisos contraídos al suscribir no solo el tratado de París sino primeras horas de la
también la resolución de la 6ª Conferencia de Estados Americanos de 1928 en oposición a las mañana. el bombardeo
agresiones y la declaración de 3 de agosto de 1933 con otras dieciocho naciones del mismo duró 50 minutos. las
continente contra el uso de la fuerza, en relación con el litigio boliviano-paraguayo. baterías y los aviones
El 27 de enero el secretario de Estado Stimson tomó la actitud significativa de transmitir a la peruanos rechazaron a
Liga de las Naciones el texto de su nota del 25 al Perú. Fue la primera ocasión en que el Gobierno los asaltantes, que
de Estados Unidos se comunicó directamente con liga en relación con un asunto que caía den- buscaron refugio en
tro de la órbita de la doctrina Monroe. Apareció como una prueba de cooperación entre Ginebra aguas brasileñas. los
y Washington que evitaba la reproducción del estado de cosas surgido con motivo de la dispu- soldados peruanos, con
ta sobre el Chaco, en que Bolivia y Paraguay habían resistido los esfuerzos para cortar el choque valor y decisión,
armado, poniendo una entidad mediadora, contra otra. consiguieron el triunfo
El canciller José Matías Manzanilla en una extensa nota fechada el 27 de enero de 1933 hizo definitivo en esta
ante el secretario de Estado la recapitulación de la tesis peruana: expresó que aún no había sido primera etapa de la
comunicada la respuesta brasileña a la modificación propuesta a la segunda de las bases de la lucha no provocada
mediación y a la aclaración pedida para la tercera; y reiteró que “en ningún momento y por nin- por ellos, dice el
gún motivo hemos contemplado ni siquiera como remota posibilidad la adquisición grande o prefecto Hoyos
pequeña de territorio alguno por medio de ocupación o conquista por la fuerza de las armas. Lo osores”.
que sí desea, serenamente pero con firmeza, mi Gobierno es la rectificación de la frontera
colombiano-peruana yendo a la revisión del Tratado Salomón-Lozano tanto por impracticable
como también por incumplimiento del tratado por parte de Colombia”.
En otra nota de la Secretaría de Estado del 31 de enero, el Perú fue conminado a aceptar sin
modificación la fórmula de la mediación del Brasil. La respuesta de Manzanilla, fechada el mismo día,
fue que aceptaba la primera y tercera bases de dicha mediación y en cuanto a la segunda, Leticia
debía permanecer entregada a la administración del Brasil durante las negociaciones no solo por
encargo del Perú sino también por el de Colombia. Agregó que proponía el arbitraje general.
El 14 de febrero Colombia notificó oficialmente que daba por concluida la mediación brasi-
leña. Esta información fue recibida por la cancillería peruana después de la noticia del ultimátum
y del ataque a Tarapacá.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 25
laS GeStIoNeS para Que el perÚ cuMplIera coN laS oBlIGacIoNeS del
pacto KelloGG-BrIaNd.- El secretario de Estado Stimson llegó a movilizar a los signata-
rios del Pacto Kellogg-Briand. Guatemala se dirigió al Perú recordándole las obligaciones a él
en leticia se inherentes. Ecuador, Honduras y Panamá tomaron análoga actitud. Varios países (Chile, Costa
Rica, la República Dominicana, Haití, Nicaragua, Paraguay y Venezuela) lo urgieron para que
Hicieron aceptase la mediación brasileña. Stimson insistió en que invocaran el Pacto Kellogg-Briand. La
traBaJos de mayoría de los países antedichos así lo hicieron; pero Chile se negó. Los cancilleres Miguel
trincHeras Y Cruchaga Tocornal (chileno) y Carlos Saavedra Lamas (argentino), reunidos en Mendoza, cable-
grafiaron a Lima para insistir en la aceptación de la fórmula brasileña. Francia, Alemania,
Fueron Inglaterra e Italia cumplieron con la sugerencia de Stimson. El Japón se abstuvo.
concentrados
unos mil
el caBle de la lIGa de laS NacIoNeS el 26 de eNero.- El Perú pidió la Liga de las
HomBres de Naciones que detuviera a la flotilla colombiana reunida para recuperar Leticia y el Consejo de
inFantría, dicha entidad estudió los documentos que le fueron sometidos, entre ellos el telegrama del can-
ciller Urdaneta a Manzanilla el 11 de enero y la respuesta de este el 14 de enero; y, por acuerdo
artillería, unánime, el presidente del Consejo, barón Pompeo de Aloisi, envió a Lima un cablegrama en que
zapadores Y decía: “Cree de su obligación llamar la atención del Gobierno peruano sobre el hecho de que es
marina. tamBiÉn obligación del Perú, como miembro de la Liga, de abstenerse de cualquier intervención por la
fuerza en territorio colombiano y de asegurarse de que todas las instrucciones necesarias sean
se diJo Que la impartidas a los jefes peruanos correspondientes para los efectos de que las fuerzas militares del
marina tuVo a Perú no emprenderán acción que no sea en defensa del territorio peruano y no estorben a las
autoridades colombianas en el ejercicio de su plena soberanía y jurisdicción en el territorio reco-
su cargo la nocido por el tratado como perteneciente a Colombia.” El consejo expresó su esperanza de que,
loBor de al proceder a restaurar el orden, las autoridades colombianas emplearían toda la clemencia posi-
colocar minas Y ble y limitarían su acción estrictamente a la conservación del orden en su propio territorio.
torpedos de
Fondo. el FruStrado plaN BrItÁNIco.- El Gobierno inglés llego a formular un plan propio para
arreglar el litigio. Según él Leticia sería administrada por Brasil durante cuatro meses; si dentro de
dos meses el Perú y Colombia no llegaban a un acuerdo la disputa sería entregada a una comisión
integrada por representantes del Brasil, Estados Unidos y Gran Bretaña, la cual decidiría si Leticia
era para el Perú o para Colombia. Manzanilla hizo saber al ministro inglés en Lima que su país
aceptaría esta fórmula. Pero Stimson la vetó con gran energía. Venía a ser, a su juicio, una errada
interpretación de la propuesta de Mello Franco. Como Leticia era puerto colombiano de acuerdo
con el tratado de 1922, había aquí en su concepto un premio a la captura de territorio por la fuer-
za y una negación del principio de la santidad de los tratados. Además, los vitales intereses de
Colombia resultaban olvidados y se creaba un conflicto con las negociaciones abiertas por Mello
Franco. Stimson pidió al Gobierno inglés que insistiera ante el peruano sobre sus obligaciones
según el Pacto Kellogg y sobre la conveniencia de que aceptase la verdadera propuesta brasileña.
En vista de la resuelta actitud de Estados Unidos, Inglaterra no insistió.
el cHoQue de puerto MelÉNdeZ.- Una pequeña patrulla peruana del puesto de vigilancia
de Puerto Meléndez en el río Putumayo tuvo encuentro con soldados de un puesto colombiano el
29 de enero cuando, en el deseo de coger monos, algunos soldados se internaron demasiado en la
selva. A esta acción se le dio nombre de “Combate de Puerto Meléndez” y como allí murió el sargen-
to colombiano Leguizamo, se le erigió en su patria un monumento como héroe de la guerra con el
Perú. Se trató de un acontecimiento fortuito, ajeno a las disposiciones de los comandos,
26 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
el MaNGuarÉ.-En esta oportunidad y en otras durante la misma época se pusieron en comu- el “MaNGuarÉ”
nicación el pueblo de vigilancia en Puerto Meléndez y el puesto de comando de Puerto Arturo eN la Guerra
por medio de los llamados manguaramas. Se trata de un sistema de transmisión del sonido por coN coloMBIa
percusión de un mazo de caucho sobre un tronco de árbol ahuecado, mediante el empleo del
alfabeto morse u otra clave para evitar que el enemigo la descifre.
El teniente Enrique Pereira Vela publicó en 1958 el trabajo titulado El manguaré en la gue-
rra con Colombia y allí describe esos casos concretos en que este sistema fue empleado en
1933.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 27
[1]
[2]
LA TOMA DE LETICIA. El 1ºo de setiembre de 1932, un grupo de civiles que se oponían a la cesión del trapecio amazónico a
Colombia tomó Leticia, desconociendo el Tratado Salomón-Lozano de 1922. Las fuerzas armadas de la región apoyaron
la acción, y el gobierno la secundó poco después. Aquí vemos el local que ocupó la guarnición militar peruana en
Leticia (1) y a un grupo de reservistas desfilando en el hipódromo de Santa Beatriz, en Lima, en abril de 1933 (2). Unos
30 mil soldados se preparaban para dirigirse a la zona de conflicto, cuando se produjo el asesinato del presidente
Sánchez Cerro.
28 período 8 [ capítulo 10 ]
comando peruano había concentrado elementos y personal en el sector Leticia Ramón el relato
Castilla con instrucciones de mantenerlo “cueste lo que le cueste y hasta el último sacrificio” de SarMIeNto
solo tenía poco menos de cien hombres en Tarapacá.
El 14 de febrero en la mañana envió Vásquez Cobo una notificación a los defensores de este lugar
como si ellos fuesen unos revolucionarios. El jefe, teniente Gonzalo Días Rojas, aclaró que él era un
oficial del ejército peruano al mando de sus tropas y pidió dos días para contestar, pues hallábase lejos
de sus superiores, agregando que, en todo caso, ellas no dispararían primero. Sin embargo, ese día,
poco después, tres aviones peruanos que empezaron a arrojar bombas sobre el barco colombiano
Córdoba cuando este aún se hallaba en aguas brasileñas. Este tanque implicó el que hicieran los pri-
mero disparos “oficiales” en la contienda. La artillería del Córdoba respondió al ataque y poco después
tres aviones colombianos despegaron. El combate aéreo terminó sin consecuencias.
Los cruceros Córdoba y Nariño con el resto de la cuadrilla pasaron la línea fronteriza y en la
tarde del mismo día entraron en aguas del río Putumayo que eran colombianas según el Tratado
Salomón-Lozano. Aquella noche la pasaron en la preparación del ataque combinando de la
escuadrilla aérea y la fluvial sobre Tarapacá.
El 15 de febrero, en la mañana temprano, empezaron los cruceros el fuego de artillería. Poco el 29 de junio de 1934, el
después entró en acción la escuadrilla aérea colombiana, mientras los cruceros avanzaban len- diario el comercio
tamente. Después de una hora de bombardeo seguido fueron dominados los reductos de la publicó el relato del
orilla del río, se produjo el desembarco y Cerro Tarapacá llegó a ser capturado más o menos a las general peruano
nueve de la mañana, sin resistencia. Fernando Sarmiento (en
Acompañaban al teniente Díaz Rojas (hombre demasiado viejo para el grado que tenía, la imagen) sobre la
según el general Sarmiento) 94 hombres. Estas fuerzas estaban incomunicadas del comando de campaña del Nororiente.
Leticia y no tenían apoyo inmediato de él; la distancia era de más de 160 kilómetro por agua o allí afirmó que una de
por tierra y más de 20 minutos de vuelo. Había, entre ellos, muchos enfermos y no tenían médi- las causas de la derrota
co y los que hallábanse graves contagiaban a sus compañeros. Los alimentos que les quedaban, de nuestro país fue que
estaban en gran parte malogrados por el tempo de almacenaje en la lancha Estefita. Los anticua- las tropas peruanas
dos cañones peruanos no alcanzaban a las embarcaciones colombianas, mientras estas podían acantonadas en puerto
dañar a sus adversarios. arturo se movilizaron
El coronel Víctor Ramos, en sus declaraciones al diario La Noche del 4 de julio de 1934 antes tardíamente, luego de
citadas, expresó:”Debo advertir que el Ministro de Guerra que sostuvo en el Oriente días antes cinco meses de conflicto.
de la caída de Tarapacá, me había indicado que debíamos hacer resistencia alguna en ese lugar; también criticó que, a
y que solo después de tenaces discusiones pude conseguir que me permitiera mantener esa pesar de conocerse las
ridícula guarnición”. Pero para lo que pasó, hubiera sido mejor que se cumplieran las indicaciones intenciones bélicas del
del ministro, coronel Antonio Beingolea. país vecino, no se
En la publicación sobre la campaña del Nororiente que hizo el general Fernando Sarmiento hubiera tenido la
en El Comercio el 29 de junio de 1934, dijo: “Para defender Tarapacá, tal vez hubiera bastado tras- precaución de reforzar
ladar allá la mayor parte de la guarnición de Puerto Arturo. No nos corresponde explicar las los puestos peruanos,
razones que hubo para que, después de cinco largos meses de haberse iniciado el conflicto, que, debido a esa falta
existiendo en nuestras fronteras buen número de tropas con su respectivo comando a quien el de previsión, fueron
enemigo no había estorbado y preparándose este a la vista de todo el mundo para atacarnos, rápidamente tomados
ese comandado se dejara sorprender en forma desastrosa con un ataque que estaba y tenía que por los colombianos.
estar previsto porque viniendo del lado del Amazonas, solo podía hacerse por Tarapacá o por
Leticia, únicas vías posibles para llegar a nuestro Oriente y bajando de Colombia solo por Güepí“.
El coronel Ramos aseveró en una “Primera contestación al general Sarmiento” (1º de julio de
1934): “Tarapacá se perdió porque se negó lo necesario para su defensa. Sin embargo, la falta de
valor moral ha hecho que se atribuya a mí la responsabilidad, la que si fuera mía realmente yo
tendría el valor de declararlo… Si a esto se agrega que la pequeña guarnición era, en su mayoría,
de reclutas y mandados por un teniente recomendando exclusivamente del Gobierno, los resul-
tados tenían que ser fatales”.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 29
la verSIÓN Mientras que los defensores de Leticia había recibido, como ya se ha dicho, instrucciones de
de cavero resistir hasta lo último, las del teniente Díaz Rojas lo autorizaron para que, si el enemigo tenía
superioridad numérica (y esto, cabe agregar, era lo más probable) y en caso de fracaso, se inter-
nara por el Cotuhé en busca de enlace con Leticia. Díaz Rojas ordenó la retirada de la tropa y la
inutilización del material de artillería en vista de que su transporte hubiese sido muy difícil (los
colombianos capturaron dos cañones Krupp y algunas municiones). Cincuenta y seis hombres
marcharon por tierra con el teniente Díaz Rojas y 36 hombres con el subteniente Antonio
Cavero y el alférez César Linares en la lancha Estefita por el Cotuhé. Desde el día del ataque
enemigo se había producido la incomunicación radiotelegráfica de quienes habían defendido
Tarapacá; pero en la lancha Estefita se logró reparar el aparato de radio el 16 de febrero e infor-
mar al comando de Leticia e Iquitos lo ocurrido.
La marcha del teniente Díaz Rojas con sus 56 soldados duró diez días sin llevar alimentos y
sin que se supiera nada de ellos hasta que llegaron el 24 de febrero aguas abajo del llamado
Tambo del Indio Noé en el río Cotuhé. La retirada, según un punto de vista favorable a Díaz
Rojas, evitó un sacrificio inútil de su tropa y la pérdida del material de guerra y de la lancha
el subteniente antonio Estefita, donde estaban depositados pertrechos de toda clase para las tropas, así como combus-
cavero Mariátegui (en la tible y carburantes para los reabastecimientos de la aviación. También impidió que el enemigo
imagen) respondió a las tuviese libertad por el Cotuhé.
afirmaciones del general
Fernando Sarmiento en
una carta que fue loS coMBateS eN el río cotuHÉ.- Los colombianos pretendieron efectuar la captura o
publicada el 30 de junio destrucción de la Estefita y el aniquilamiento de las tropas que se habían retirado de Tarapacá
de 1934 por el diario el pero no lo consiguieron; y atribuyeron dicho fracaso al poder de los repetidos ataques aéreos
comercio. en ella, peruanos, a la imposibilidad del empleo de las tropas en el estrecho canal del río y a otros fac-
defendió su actuación tores. El subteniente Antonio Cavero Mariátegui se jactó (en una carta a El Comercio el 30 de
durante el conflicto y junio de 1934 en contestación al general Sarmiento) de que, con el destacamento de su mando,
afirmó que gracias a él y rechazó valerosa y victoriosamente el 17 de marzo de 1933 a la cañonera colombiana Pichincha
a sus subalternos se que tenía por misión remontar el Cotuhé para apresar a la Estefita “que salvé por segunda vez
impidió que la cañonera porque la primera la salvé en el encuentro mismo de Tarapacá”.
colombiana pichincha
apresara a la
embarcación peruana el JuIcIo a díaZ roJaS.- Sometido a juicio por abandono de puesto frente al enemigo y
estefita, el 17 de marzo por el abandono de armas y el material de guerra, el teniente Días Rojas fue sentenciado a seis
de 1933. Señaló, además, años de penitenciaría y falleció por las complicaciones de su enfermedad adquirida en Tarapacá
que no era la primera y desarrollada durante su marcha a la selva sin alimentos ni asistencia médica. El Consejo de
vez que salvaba a esta Oficiales Generales, con fecha de 28 de noviembre de 1934, declaró a los oficiales de la guarni-
embarcación, pues lo ción de Tarapacá inocentes de los delitos militares imputados a ellos.
había hecho también en
el combate de tarapacá,
al inicio del conflicto loS coMBateS aÉreoS.- Hubo en los dos días siguientes a la toma de Tarapacá tiroteos fluviales
con colombia. y aéreos en los puestos avanzados del servicio peruano de cobertura del río Cotuhé. Una escuadrilla
de aviones peruanos ametralló el 19 de febrero las posiciones y los barcos del adversario en el pues-
to de Tarapacá. Otro combate con aviones colombianos tuvo lugar el 20 de febrero.
30 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Ese comando (cuyo lema fue “Todos y todo por la Patria”) se vio constreñido en su acción (como
el que le había precedido) por las instrucciones de la cancillería en el sentido de que “no caben otras
actitudes que las meramente defensivas… con prescindencia de toda acción agresiva o invasora”. [ 1933 febrero 17 ]
Por su parte, el ministro de Marina y Aviación, desde los últimos meses de 1932 había aduci-
do razones económicas y técnicas para no enviar el B.A.P. Lima, el Rodríguez o cualquier otra la proteSta al
unidad de guerra que el comando de las fuerzas fluviales del Nororiente, en reiteradas comuni- GoBIerNo del BraSIl.
caciones, había pedido, con el fin de asegurar el predominio peruano en la navegación en el en la edición del 17 de
Amazonas y en el Putumayo. El suministro de armamento, equipo y medicinas, aunque mejoró febrero de 1933, el
en relación con los primeros meses, tuvo deficiencias, sea por los problemas de la distancia, por diario el comercio
estrecheces económicas, por fallas en dichos materiales, o por otros factores. Una versión muy publicó lo siguiente en
difundida afirma que se concentraban las mejores armas en Lima para defender, en caso nece- su columna de opinión
sario, a Sánchez Cerro y su Gobierno. “el día”: “Nuestro
ministro de relaciones
la lIGa de laS NacIoNeS Y la toMa de tarapacÁ.- Sean Lester, presidente del exteriores, doctor
Comité especial del Consejo de la Liga de las Naciones, pidió el 16 de febrero al Gobierno perua- Manzanilla, se ha visto
no datos sobre los combates que tenían lugar en el territorio colombiano. Manzanilla, en cable- precisado en dirigir al
grama del mismo día, afirmó que se trataba de “agresión fuerzas colombianas contra ocupantes Gobierno del Brasil
peruanos de Tarapacá". Recapituló los puntos de vista de su Gobierno y agregó que ellos “limi- enérgica protesta por
táronse defender sus posiciones contra fuerza colombianas venidas especialmente para agredir- la violación de la
los en número y condiciones evidencian propósito deliberado agresión. Denunciamos por tanto neutralidad brasileña
el hecho a la Liga Naciones para efectos del pacto”. realizada
Lester contestó el 17 de febrero: “Sin embargo, en vista de que Tarapacá forma parte del persistentemente por
territorio colombiano, el Comité encuentra difícil comprender que hayan puestos militares las fuerzas agresoras
peruanos que están establecidos en esa localidad”. colombianas. Ha
Manzanilla repuso que “Tarapacá no era puesto militar propiamente dicho” sino un lugar que quedado comprobado,
siempre perteneció al Perú, “ocupado por peruanos en movimiento espontáneo de reintegra- en efecto, que la
ción nacional”. escuadrilla y los
hidroplanos de
colombia inician sus
el BocHorNoSo ataQue a la leGacIÓN de coloMBIa.- Las relaciones diplomáticas incursiones contra las
entre Perú y Colombia fueron rotas por este país después del combate de Tarapacá. Un grupo posesiones peruanas
de exaltados atacó y saqueó el 18 de febrero la legación de Colombia en Barranco. Fue un hecho desde aguas brasileñas,
bochornoso. La escasa policía de aquel distrito fue impotente para contener los desmanes. Ellos y luego que el combate
cogieron desprevenidas a las autoridades. No hubo intervención dolosa del Gobierno que nada se traba buscan amparo
podía ganar con este escándalo. En la turba no aparecieron elementos políticamente vinculados y refugio en esas
a directivas sanchezcerristas y, más bien, actuaron tal vez elementos de la oposición. mismas aguas”.
El ministro colombiano Fabio Lozano y Lozano (hijo del signatario del tratado) se había exhi-
bido en aquellos días con gran asiduidad en lugares públicos, se había negado a quitar de su
casa el escudo de la legación a pesar de que ella había concluido sus labores y habíase opuesto,
asimismo, a viajar en avión a Bogotá alegando que prefería esperar un barco. El cuerpo diplomá-
tico residente en Lima no tomó una actitud demasiado enérgica frente al atentado.
Un cable de la United Press informó que el asalto fue presenciado por el canciller José Matías
Manzanilla y por el premier y ministro del Gobierno Julio Chávez Cabello, quienes nada hicieron
para contenerlo. El representante independiente Víctor J. Guevara desmintió esta última noticia
en la sesión del Congreso Constituyente del 10 de marzo de 1933.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 31
cHÁveZ caBello Bedoya declaró que “Leticia es y será siempre peruana”. Al terminar este comicio, un grupo
Y el caBle de salió por la Plaza de Armas pidiendo amnistía. Sonaron algunos tiros, según la versión oficial
uNIted preSS por obra de los manifestantes; según otra versión hubo culpa de la policía. Algunos hombres
del pueblo fueron muertos.
32 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
internacionalización temporal de este corredor y su administración por una comisión de La
Liga con tropas colombianas y, eventualmente, extranjeras internacionalizadas para devolverlo
a Colombia. Este país y el Perú debían resolver sobre la mejor forma de efectuar sus negocia- [ 1933 febrero 18 ]
ciones y el Consejo podía ofrecer sus buenos oficios en caso de desacuerdo. Colombia aceptó
la propuesta antedicha el 27de febrero. loS ataQueS a
Ese día el Gobierno de Estados Unidos envió una nota idéntica en su contenido a ambos liti- coloMBIa. en la
gantes con la finalidad de otorgar su más completo apoyo a la propuesta del Comité y la calificó edición del sábado 18
como una gran ayuda para hacer posible una solución pacífica de la controversia. Así uno de los de febrero de 1933, el
últimos actos de la administración del presidente Herbert Hoover implicó un respaldo al envío de comercio publicó
una comisión de la Liga de Naciones a América del Sur. información oficial
La respuesta peruana fue despachada telegráficamente el 26 de febrero. Aceptó de modo sobre los últimos
incondicional la suspensión de hostilidades. Pidió que fuese establecido concretamente que la acontecimientos del
entrega del territorio sería por todo el tiempo que durasen las negociaciones, las que debían conflicto con colombia.
terminar en un arbitraje si se produjeran dificultades para el arreglo directo, siendo entendido dijo el diario: “aviones
que el territorio quedaría confiado a la comisión de la Liga en calidad de depósito sagrado hasta peruanos
que seperfeccionase el tratado para el arreglo directo o para el arbitraje. El Perú objetó, además, bombardearon ayer la
la presencia de tropas colombianas en Leticia, pues consideró que crearía una situación que era escuadra colombiana
conveniente no provocar, pudiendo escogerse para el efecto, si se prefería, fuerzas del Brasil o de que surcaba el
cualquiera otra nación. putumayo, averiando
La comisión especial de la Liga se reunió los días 26 y 27 de febrero y ratificó las bases pro- los barcos Barranquilla
puestas en esta forma: 1) Suspensión inmediata de las hostilidades. 2) El territorio de Leticia sería y Boyaca (...). Nuestra
administrado por una comisión designada por la Liga de las Naciones. 3) La comisión organizará aviación regresó a sus
una fuerza internacional a fin de mantener el orden en el territorio durante las negociaciones. 4) bases sin novedad.- los
Colombia pondrá fuerzas a disposición de la comisión de la Liga de las Naciones que serán, en el barcos colombianos,
período antes mencionado, fuerzas internacionales. La comisión agregará otros elementos que- continuando en su
juzgase necesarios. 5) Las modalidades de la ejecución de las bases serán determinadas por el táctica, se retiraron a
comité especial. aguas brasileñas para
La cancillería peruana, si bien hizo una aceptación en principio de esta fórmula, de hecho la evitar ser destruidos.
objetó, pues insistió en que queda claramente establecido que la entrega del territorio era por (…). el gobierno ha
todo el tiempo que duraran las negociaciones, las cuales debían terminar en un arbitraje si ocu- tomado todas las
rrieran diferencias insalvables; insistió también en que, por ningún motivo, Leticia fuese entrega- disposiciones para
da a Colombia y vetó, una vez más, lo referente a las fuerzas colombianas asegurar el éxito de las
En la sesión del 27 de febrero el comité especial insistió en su exigencia sobre dichas fuerzas, operaciones en
Leticia pertenecía a Colombia conforme a un tratado que el Gobierno peruano reconocía. oriente, y mantendrá
Nuevamente reunido el 3 de marzo, el comité planteó claramente que solo hubiese en Leticia constantemente al país
fuerzas colombianas y, además, algunos expertos extranjeros, militares o de otra índole. al corriente de la
En la sesión del 7 de marzo, el comité mantuvo en su integridad la fórmula propuesta y el de situación;
legado del Perú presentó una nota en la que expuso las razones que imposibilitaban la acepta- cumpliéndose en
ción íntegra del texto de aquella. Como demostración del anhelo con que el Perú buscaba un prevenir que la
acuerdo para un arreglo pacífico, sugirió como bases razonables la evacuación de Leticia por las propaganda
fuerzas peruanas; la entrega del territorio a un comisario de la Liga de las Naciones; el envío a colombiana no
Leticia de un delegado del Perú y de otro de Colombia para abrir inmediatamente negociaciones desmaya en sorprender
bajo la presidencia del comisario, quien, lo mismo que los delegados, estaría en dicho lugar bajo con falsas
la garantía y amparo de la población, desapareciendo así toda necesidad de fuerzas colombianas informaciones”.
o de otra nacionalidad.
El Comité se negó a aceptar estas enmiendas, como las anteriormente propuestas. Expresó
que no podía ponerse en igual condición al invasor y al invadido. En cuanto a la demanda sobre
arbitraje, estimó que el conflicto era inarbitrable puesto que existía un tratado en pleno vigor,
reconocido por el Gobierno peruano.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 33
ABRIL
1932
[ alemania ] 11
EL MARISCAL PAUL VON
EL INFORME DEL COMITÉ DE LOS TRES Y LA RESOLUCIÓN DE LA LIGA DE
NACIONES.- El 8 de marzo el Consejo de la Liga de Naciones tomó el acuerdo de considerar
que la tentativa para hallar una solución había escollado y autorizó al Comité de los Tres para
preparar elinforme previsto en el artículo 15 del pactó. Este informe fue concluido en una
semana y recibió publicidad el 17 de marzo. Apareció allí una historia de los sucesos iniciados
por la captura de Leticia, presentó los puntos de vista de los litigantes y enumeró las tentativas
HINDENBURG (1847-1934) hechas para obtener una solución pacífica del conflicto. En la parte final, hubo la declaración
ES REELEGIDO clara de que el Perú era agresor al ocupar un territorio que formaba parte de la República de
Colombia en virtud de un tratado que, según ambas partes, estaba vigente. También dejó
PRESIDENTE DE constancia de que Leticia seguía en poder del Perú y de que el Perú no había aceptado las
ALEMANIA CON MÁS DE propuestas del Consejo para un arreglo, aceptadas, en cambio, por Colombia. Las recomenda-
19 MILLONES DE VOTOS. ciones se basaron en que la presencia de fuerzas peruanas en territorio colombiano era incom-
patible con los principios del Derecho Internacional, con los del pacto de la Sociedad de
SU COMPETIDOR MÁS Naciones y con el Pacto de París y pidieron la evacuación completa por dichas fuerzas del
CERCANO, ADOLF territorio comprendido en el trapecio de Leticia y el retiro de todo apoyo a los peruanos que
HITLER, ALCANZÓ 13 Y habían ocupado esa zona; debían además tomarse todas las precauciones para evitar cualquier
violación de territorio peruano y debía emplearse moderación en el restablecimiento del
MEDIO MILLONES DE
orden, o sea en la devolución del territorio en el litigio a Colombia. Agregó que debían enta-
VOTOS. HIDENBURG blarse negociaciones lo más pronto posible cuando fueran tomadas las medidas numeradas
NOMBRÓ CANCILLER A ya. El Consejo debía anunciar su propósito de ofrecer buenos oficios en caso de desacuerdo,
sea en relación con el procedimiento o con la sustancia del asunto. Hubo también una apela-
HITLER, QUIEN POCO
ción a los miembros de la Sociedad de Naciones para que se abstuvieran de cualquier acto que
DESPUÉS TOMÓ EL pudiera demorar la aplicación de las recomendaciones; y fue invocada la resolución adoptada
CONTROL DEL por la Asamblea de la Sociedad el 11 de marzo de 1932 en el sentido de que era imperativo
PARLAMENTO ALEMÁN Y para todos los miembros de ella no reconocer cualquier situación por medios contrarios al
Pacto o al Tratado de París. También quedó aludida la declaración suscrita el 3 de agosto de
LO DESPLAZÓ DEL 1932 por diecinueve Estados americanos en análogo sentido.
PODER HASTA SU El Consejo de la Liga de las Naciones aprobó por unanimidad el informe el 18 de marzo.
MUERTE, OCURRIDA EN Dicho documento fue aceptado por el delegado colombiano Eduardo Santos; pero cuando
llegó el turno de votar al delegado peruano Francisco García Calderón lo hizo en contra y lue-
AGOSTO DE 1934. goabandonó la sesión Se había producido la condena internacional del Perú.
34 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
[1] [2]
[3]
LAS HOSTILIDADES Y LA MEDIACIÓN BRASILEÑA. Tras la toma de Leticia por las fuerzas peruanas, ocurrida en setiembre
de 1932, se inició la reacción colombiana. Aquí vemos una imagen de tropas de ese país, captada el 19 de noviembre de
1932 (1). El 12 de abril de 1933, el diario El Comercio informó en su primera plana sobre el desarrollo del conflicto
armado con Colombia (2). En sus páginas lamentaba las hostilidades y las agresiones ocurridas en la frontera. En 1932, el
gobierno del brasil se comprometió a mediar en el conflicto, aunque estas gestiones no llegaron a buen término. En la
imagen inferior, la inauguración de las conferencias realizadas en Río de Janeiro entre los delegados peruanos,
colombianos y brasileños (3).
[ capítulo 10 ] período 8 35
el Nuevo plaN MlItar coloMBIaNo.- El general Vásquez Cobo fue llamado a su país y
llegó a Bogotá el 3 de marzo de 1933. El plan adoptado entonces por los colombianos, a iniciati-
va del general Efraín Rojas, fue despreocuparse por completo del ataque a Leticia y emprender
el ministerio de otro, Güepí-Puerto Arturo-Pantoja-Iquitos. Es decir el propósito era atacar en el Putumayo y
desalojar a los peruanos de ese río, lo cual implicaba actuar en una zona que era reconocidamen-
guerra [de te peruana, o sea emprender una guerra franca. Vásquez Cobo insistió en vano en su idea de
colomBia] mantener el conflicto como un caso de policía, moverse dentro del territorio que el tratado
autorizó al adjudicaba a Colombia, o sea marchar a Leticia por el trapecio y el Amazonas. Su itinerario era
subir por el Cotuhé hasta Buenos Aires y el río Ampiyacu, y hacer avanzar luego una columna de
coronel ejército hacía Leticia por detrás, en tanto que los buques y los aviones se presentarían por el
roBerto rico a frente.
atacar gÜepí El Ministerio de Guerra autorizó al coronel Roberto Rico a atacar Güepí desde el 27 de febre-
ro, siempre que hubiera seguridad de éxito. Pero esta medida fue aplazada hasta conocerla
desde el 27 de contestación del Perú sobre la propuesta de arreglo hecha por la Liga de Naciones, para la
FeBrero, desocupación de Leticia.
La captura de Güepí debía asegurar a los colombianos una línea de aprovisionamiento en el
siempre Que Putumayo.
HuBiera
seguridad de
NuevoS coMBateS eN el río cotuHÉ.- A principios de marzo de 1933 hubo varios
ÉXito. pero esta reconocimientos aéreos colombianos sobre el río Cotuhé, y la lancha Estefita fue ametrallada y
medida Fue bombardeada sin que sufriere daños importantes. El 20 de marzo tuvo lugar el encuentro de
dos escuadrillas peruanas, comandada una por Ergasto Silva Guillén y la otra por Baltazar
aplazada Hasta Montoya con un total de seis aparatos contra el enemigo situado en el lugar llamado Puerto
conocer la Hilario. Los colombianos se reembarcaron en sus lanchas desordenadamente y dejaron un
contestación pabellón que no pudieron retirar y que hoy conserva, cual trofeo de guerra, el subteniente
Antonio Cavero Mariátegui, protagonista de esta jornada aéreo-terrestre.
del perÚ soBre
la propuesta de
arreglo HecHa el coMBate de GÜepí.- Los colombianos ocuparon desde el 11 de febrero las islas perua-
nas N° 1 y 2 que quedaron frente a la posición llamada Güepí situada en la margen derecha del
por la liga de río Putumayo. También ocuparon la margen izquierda en una extensión aproximada de cinco
naciones, para kilómetros. La flota colombiana podía surcar libremente el río. Los peruanos tenían allí solamen-
te dos puntos: Puerto Arturo y Güepí. El aprovisionamiento de las tropas de estos puestos se
la desocupación hacía por trochas que conducían al río Napo.
de leticia. Defendían Güepí 194 hombres al mando del capitán Víctor Tenorio con 5 ametralladoras,
4 fusiles ametralladoras y fusiles individuales. No había un solo cañón de montaña. Estaban
organizados en el puesto de apoyo Nº 1 (Grau) al E. o sea a la izquierda de Güepí (teniente
Alberto Sillau con 35 hombres); el puesto de apoyo N° 2 (Bolognesi) al O. o sea a la derecha
de Güepí (teniente Domingo Melo con 35 hombres); el puesto de apoyo N’ 3 organizado
como reserva al E. y a retaguardia de Güepí (teniente Luis Chacón con 26 hombres). El puesto
de comando, de la defensa hallábase a 500 metros de retaguardia de Güepí y entrelas bifur-
caciones de los senderos hacia los emplazamientos de los tres puntos de apoyo de la defen-
sa. Las ametralladoras y fusiles ametralladoras (tenientes Alejandro Calderón con 34 hombres
y Teodoro Garrido Lecca cori 26 hombres) habían sido instaladas de modo que pudieran
lanzar sorpresivas ráfagas cruzando sus fuegos en el centro del río y que pudiesen efectuar
emplazamientos eventuales para, en caso de ataque por tierra, defender los accesos hacia los
puestos de apoyo N° 1 y 2. Los peruanos tenían un médico (el doctor Jorge Mejía) y un ciru-
jano (el doctor Enrique Camprubí).
36 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Los colombianos que atacaron Güepí formaron una fuerza integrada por unidades del ejér- FerNaNdo loreS
cito, una flotilla (con los barcos Cartagena y Santa Marta y el transporte peruano Sinchi Roca (1908-1933)
quehabían capturado) más doce aviones de caza y de bombardeo comandados por el coronel
alemán Herbert Boy y los mayores de la misma nacionalidad Von Engel y Von Oertsen. El total
de sus efectivos ascendía a unos 700 hombres. Habían emplazado baterías en las islas captura-
das 1 y 2 y en la margen izquierda del río. Poseían superioridad numérica y de calidad en sus
armas automáticas. Por tres soldados que tomaron prisioneros el 14 de marzo, seguramente
conocieron los efectivos, obras de defensa, armamento y emplazamientos de los peruanos.
El combate, ordenadamente preparado por los colombianos durante varias semanas, empezó
el 26 de marzo de 1933 a las ocho de la mañana y duró ocho horas. En la defensa efectuada por la
sección del teniente Garrido Lecca se distinguió el sargento Fernando Lores y su grupo con un fusil
ametralladora. Lores, a pesar de encontrarse gravemente herido, siguió disparando y se esforzó en
la defensa contra múltiples armas automáticas enemigas. Su heroísmo es comparable con el de
cualquier otra gran figura combatiente del ejército nacional. A las doce del día fueron hechos prisio-
neros, después de bizarra resistencia, el teniente Garrido Lecca y los soldados Milcíades Tananta
Pinche –que había acompañado a Lores abnegadamente hasta sus últimos momentos– y Torres el sargento loretano
Peza. Ante la superioridad numérica y de armamento del enemigo y el peligro en que estaban de hizo sus primeros
ser copados: los peruanos retrocedieron con dirección a la trocha Pantoja-Güepí. Sobre la trocha, a estudios en su tierra
tres kilómetros S. E. de Güepí, el capitán Tenorio logró reunir cerca de ochenta hombres de las dife- natal y de allí pasó a
rentes secciones y dos piezas de ametralladoras y con esta tropa y dos oficiales lanzó una contrao- lima, donde se ofreció
fensiva que fue rechazada. Los colombianos ya habían emplazado sus ametralladoras y cañones en como voluntario en la
Güepí y habían desembarcado cuatrocientos hombres y seguían desembarcando refuerzos. El escuela Militar. en 1928
capitán Tenorio se retiró defendiendo la trocha antes de que fuese cortada esa línea. fue dado de alta en la
Murieron 10 peruanos, quedaron heridos 5 y fueron tomados prisioneros 24. Los colombia- compañía de ingenieros
nos confesaron haber tenido 4 muertos y 9 heridos. Entre los heroicos muertos peruanos desta- y ascendió a cabo (1929)
caron, además de Lores, el cabo Alberto Reyes Gamarra, y los soldados Alfredo Vargas Guerra y y sargento segundo
Reynaldo Bartra Díaz. Vargas Guerra prefirió lanzarse al río con su fusil automático antes que (1930). pidió su baja,
entregarse a los colombianos. pero se presentó como
El sector que tuvo que defender el capitán Tenorio fue muy extenso, con más de mil metros voluntario al estallar el
defrente, para el reducido efectivo disponible. Habían sido despachados refuerzos con 170 hombres conflicto con colombia.
más o menos, al mando del teniente coronel Carlos Llúncor que debió haber llegado a Güepí el 25 durante el ataque a
de marzo; pero halló dificultades para el transporte de sus cañones porque la sección respectiva no Güepí, a pesar de estar
estaba entrenada para marchar y mucho menos en la selva y porque la trocha hallábase en mal herido, defendió
estado a causa de las lluvias. Llúncor llegó a sentir el ruido del bombardeo de Güepí; pero no estaba valerosamente el puesto
en condiciones de alcanzar ese sitio sino al siguiente día. El 27 de marzo se encontró con el capitán- militar en el que se
Tenorio y su tropa en Tambo Zúñiga y ambos intentaron reconquistar Güepí sin conseguirlo. encontraba y murió
Otros refuerzos que marchaban sobre Güepí eran el del comandante Rubén del Castillo con durante el ataque.
140 hombres y dos cañones y el del capitán Maldonado. La demora en todos estos envíos de
refuerzos fue explicada por el general Fernando Sarmiento en su oficio al ministro de Guerra
fechado el 29 de marzo de 1933, diciendo que ellos hallábanse subordinados “a la necesidad de
apoyarlos, prepararlos, encuadrarlos, vestirlos, equiparlos, armarlos y transportarlos a una distan-
cia que fluctúa entre quince a veinte días desde Iquitos”. También el general Sarmiento dejó
constancia de que hacía ocho días no tenía radiocomunicación con la guarnición de Güepí por
descompostura del aparato con que ella contaba; el día del combate la aviación peruana estuvo
practicando reconocimientos delante de Puerto Arturo, también amenazado. Al día siguiente
debía ella efectuar un reconocimiento aéreo sobre Güepí.Sorprende que estos reconocimientos
no fuesen diarios en vista de la incomunicación radiotelegráfica.
Según cuenta una anécdota de la época, cuando al presidente Sánchez Cerro le informaron
que Güepí había caído dijo: “que ataquen a la bayoneta”. Pero los fusiles peruanos en el sector
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 37
de Güepí no tenían bayonetas. La anécdota puede ser falsa; pero pinta, a su modo, el carácter
deSánchez Cerro y las trágicas deficiencias en el armamento peruano en el teatro de operacio-
nes del Nororiente.
en medio de
mucHos Falsos FerNaNdo loreS teNaZoa.- Fernando Lores Tenazoa nació en Iquitos el 28 de abril de
alardes de 1908. Fueron sus padres Benito Lores y María Tenazoa. Hizo sus primeros estudios en una escue-
patriotismo, de la elementar de esa ciudad y luego los continuó en el colegio departamental hasta terminarlos.
En 1921, cuando la sublevación de Cervantes, se uniformó y prestó servicios en el arsenal de
entonces, de guerra. Después de múltiples esfuerzos, llegó a Lima para presentarse como voluntario a la
antes o de mÁs Escuela Militar. En 1928 fue dado de alta en la compañía de ingenieros. Al año siguiente ascendió
tarde, [Fernando] a cabo y en 1930 a sargento segundo. Estuvo en el batallón de zapadores. Dado de baja a su soli-
citud, regresó a Iquitos para visitar a su madre. Producido el conflicto con Colombia, fue el primer
lores pone una voluntario que se presentó para marchar al frente. Se le destinó al batallón Nº 23 y la expedición
nota Fresca Y que lo condujera a Güepí salió de Iquitos el 19 de febrero de 1933. El día del embarque se despidió
emotivamente de su madre. Su arrojo en el combate mereció la admiración d los colombianos.
limpia de En diciembre de 1935 el Congreso Constituyente tomó el acuerdo de erigir un busto al heroi-
sinceridad Y de co sargento. El Concejo Distrital de Chorrillos cedió entonces la Plazoleta Independencia para que
arroJo. es el suYo allí fuese colocado.
En medio de muchos falsos alardes de patriotismo, de entonces, de antes o de más tarde,
el amor a la Lores pone una nota fresca y limpia de sinceridad y de arrojo. Es el suyo el amor a la Patria del buen
patria del Buen hijo del pueblo, unido inseparablemente al amor al terruño. Encarna las virtudes no del jefe ni del
oficial sino del subalterno, las hermosas virtudes fundamentales que ennoblecen a los mejores
HiJo del pueBlo, hombres por humilde que sea la condición y que en él se ligan simbólicamente al cariño hacia la
unido madre. La vocación por la carrera militar es otra de sus características, cultivada anónimamente en
inseparaBlemente los años de paz, ahondada en las horas de conflicto bélico para culminar en el momento decisivo
en que se empecinó en combatir, se negó con igual tenacidad a reconocerse vencido y estuvo
al amor al listo a entregar la vida por las sencillas y hermosas cosas en que creía.
terruÑo.
la coMISIÓN de la lIGa de laS NacIoNeS Y la captura de GÜepí por loS
coloMBIaNoS.- La captura de Güepí, situado en territorio indiscutiblemente peruano (califica-
do por algún periódico colombiano como el comienzo de una fase de castigo y reparación)
hizoque el Gobierno peruano solicitara una reunión de la comisión de la Liga de las Naciones que
se ocupaba del litigio. La comisión sesionó el 5 de abril; pero decidió que no tenía información
suficiente acerca del problema de la responsabilidad por el episodio de Güepí si bien era claro que
él no hubiera ocurrido si el Perú hubiese aceptado las recomendaciones contenidas en el informe
del 18 de marzo. La comisión autorizó a su presidente para que siguiera en contacto con ambos
litigantes, con la esperanza de que resultara posible poner en práctica dichas recomendaciones
con la cooperación de ellos.
38 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
respaldarla. El delegado colombiano Eduardo Santos en Ginebra y los dirigentes políticos de
Bogotá se manifestaron opuestos a la nueva fórmula. El Perú la aceptó y hubo quien dijo, según
narra Bryce Wood, que ella había nacido en Lima
El mismo autor revela los temores del embajador norteamericano Dearing en el sentido de que
Manzanilla se proponía retirar de Leticia solo a las tropas peruanas y no a los civiles posesionados
29 setiembre
1932
[ paraguay ]
de ese lugar y de que las bases que intentaban dar a las investigaciones de la comisión de la Liga LA iNVAsiÓN bOLiViANA
eran el plebiscito, la voluntad de los habitantes y una revisión de documentos históricos; todo ello A PArAGUAY DA iNCiO A
con el propósito de efectuar Juego una nueva ocupación. LA LLAmADA GUerrA DeL
Colombia sugirió que la comisión recibiera Leticia en el nombre y representación de ese
Gobierno. El asunto estaba pendiente cuando se perpetró el asesinato de Sánchez Cerro. CHACO. bOLiViA
bUsCAbA HACerse DeL
territOriO De LA
LAS DIFICULTADES COLOMBIANAS DESPUÉS DE LA OCUPACIÓN DE GÜEPI. EL
CAMPAMENTO FIRMEZA.- Unos radioclaves del coronel Roberto Rico fechados el 27 y el 31 de reGiÓN DeL CHACO,
marzo publicados por el capitán Humberto Araujo Arana en su libro Conflicto fronterizo Perú- sitUADA AL NOrte DeL
Colombia (Lima, 1965, vol. III) muestran las dificultades con que tropezaron los colombianos en el rÍO PiLCOmAYO, DONDe
intento de proseguir su ofensiva. Según Rico, la trocha estaba en malas condiciones debido a la
eXistÍAN YACimieNtOs
lluvia y a los obstáculos puestos por los peruanos; los víveres y demás elementos había que trans-
portarlos por la espalda y el ejército invasor no tenía para ello personal apropiado; las tropas se PetrOLÍFerOs. eL
encontraban enfermas o fatigadas y sentían la urgencia de descanso; las cañoneras necesitaban eNFreNtAmieNtO
que se les hicieran reparaciones.
bÉLiCO, QUe DUrÓ tres
En los encuentros que hubo en la trocha Güepí-Pantoja, el destacamento del teniente coronel
Llúncor (de que formaron parte el teniente coronel Rubén del Castillo, el sargento mayor Hipólito AÑOs, termiNÓ CON
Paredes, los capitanes Carlos Barriga, Manuel Baldárrago y Víctor Tenorio y el teniente Alejandro UNA rePArtiCiÓN De LA
Calderón) llegaron a conseguir, entre el 10, el 14, el 16 y el 19 de abril, el repliegue de las avanzadas sOberANÍA De LA ZONA
colombianas. Uno de los campamentos de ellas conquistado por los peruanos fue llamado
Firmeza; otro de los puntos alcanzados se llamó Sargento Lores. Llúncor recibió, a principios de eN LitiGiO: tres
abril, instrucciones para la recaptura de Güepí; pero solicitó el refuerzo de 500 hombres comba- CUArtAs PArtes De eLLA
tientes pues el personal de su agrupamiento hallábase agotado por la insuficiente alimentación PArA PArAGUAY Y eL
y las enfermedades. Se produjo en este sector una situación de empate tácito hasta que el 25
de mayo vino la orden de cese de las hostilidades cuando era probable la recaptura de Güepí.
restO PArA bOLiViA.
Las fuerzas peruanas pertenecientes al agrupamiento Pantoja-Güepí llegaron a sumar en el ADemÁs, este ÚLtimO
sector de la trocha de este nombre poco más de 600 hombres. PAÍs LOGrÓ ACCesO AL
rÍO PArAGUAY.
EL BOMBARDEO DE LA SINCHI ROCCA.- Una escuadrilla integrada por los aparatos del
comandante José Estremadoyro y los alféreces Francisco Secada Roldán, con dos suboficiales
mecánicos, bombardeó la lancha colombiana Sinchi Rocca el 28 de marzo de 1933. El episodio
ha sido narrado por el escritor colombiano Luis Molina Mendoza en su libro En la línea de fuego.
La Sinchi Rocca (corno la Huayna Cápac) estaba bien artillada y equipada y pertenecía a la firma
deIquitos, Israel y Cía.y había sido capturada por los colombianos al iniciarse las hostilidades. Se
estrelló en la ribera del río en este combate. En él y en otros encuentros aéreos que tuvieron
lugaren el teatro de operaciones del Nororiente se distinguió el alférez loretano Francisco
Secada. La escuadrilla cumplió más de cuatro horas en acción de guerra, fue sorprendida al
regreso por una fuerte tempestad y acuatizó con la última gota de combustible en sus tanques.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 39
LA CELEBRACIÓN COLOMBIANA. Luego de algunos triunfos de Colombia en el conflicto armado de 1933, más de cinco mil
colombianos se dirigieron a las oficinas de Scadta, las líneas aéreas germano-colombianas, en Bogotá, a vitorear a los
oficiales que hicieron posible las victorias. La fuerza aérea de ese país, organizada en unos cuantos meses, tuvo un
papel importante en el conflicto.
40 período 8 [ capítulo 10 ]
Ezequiel Rodríguez y Pedro Rojas Díaz (que antes habían surcado el Putumayo en una frágil laS accIoNeS
canoa en misión de reconocimiento) salió de Puerto Arturo el12 de abril de 1933 y el16 de abril de SevIlla
sorprendió a una compañía colombiana en el varadero llamado Calderón y se retiró en seguida
sin haber sufrido pérdidas.
Sobre este episodio existe el trabajo titulado La sangrienta sorpresa de Calderón por el
teniente Enrique Pereira Vela (Lima, 1959).
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 41
laS NaveS Puerto Arturo, Pantoja o Leticia, mientras los peruanos se organizaban con la llegada de
peruaNaS refuerzos y recursos suficientes.
Además de diversas escaramuzas hubo combates aéreos. Estos se efectuaron en Tarapacá,
Cotuhé, Algodón y el Napo.
Cuando se debatió en Río de Janeiro entre peruanos y colombianos el litigio sobre Leticia,
el ejército peruano, que había salvado antes una situación angustiosa en el teatro de opera-
ciones del Nororiente, estaba en actitud de lanzarse a la ofensiva.
42 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
humanos y económicos del país. Resultó simbólico que este Presidente fuese asesinado torreS Y la
momentos después de que había presenciado un gran desfile de movilizables en el hipódromo caMpaÑa del
de Lima. NororIeNte
Es posible que (en el caso de no haber prosperado la fórmula Lester) si hubiesen surgido
nuevas operaciones bélicas en mayo y en los meses siguientes de 1933, las fuerzas peruanas
habrían obtenido algunos éxitos. Cabe tomar en cuenta, sin embargo, un eventual avance colom-
biano hacia Puerto Arturo o algún otro lugar. En todo caso, Colombia miraba este litigio como un
asunto de honor nacional y, por lo tanto, hubiera llevado a la lucha más hombres, armamento,
equipo y dinero. Las perspectivas, si hubiese proseguido la contienda, eran las de una brega larga,
costosa y difícil. Podría haber sido algo similar a la guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia,
librada también en el llamado ”infierno verde”. Ella provocó en la República del altiplano no solo
un doloroso y largo desangrarse sino también una serie de crisis políticas que condujeron a una
honda crisis social. En el Perú, una derrota militar decisiva hubiera podido ser, con consecuencias
imprevisibles, un “acelerador” de la revolución, al debilitar o socavar la gran barrera erigida contra
ella tradicionalmente, es decir los institutos armados. Por otra parte, la opinión pública internacio-
nal hubiera ido, muy probablemente, más bien pronto que tarde, a una fuerte política de sancio-
nes contra el Perú. el general Óscar torres
Este país no estaba preparado, sobre todo desde el punto de vista psicológico, para una gue- (en la imagen, captada
rra total. Hallábase profundamente escindido por el faccionalismo político, tal como ocurriera en varios años después de los
otros momentos críticos de su historia, En muchos, las pasiones de partido se anteponían, como hechos), adjunto del
otrora, a los entusiasmos patrióticos. La alta clase económica de Lima fue hostil, resuelta aunque general Fernando
ocultamente, a la contienda. Dentro de la opinión pública había quienes vacilaban ante las tre- Sarmiento, relató las
mendas dificultades que, a veces con sorpresa, veían acumularse ante la tentativa de rectificar el penurias que pasaron los
Tratado Salomón-Lozano, el mismo que pocos años antes había sido impuesto por todas las militares de nuestro país
fuerzas y los recursos del país oficial. No faltaban quienes creían que el territorio en disputa no durante el conflicto
valía la pena de luchar por él. Las campanas de las iglesias de Lima tocaron para celebrar el arreglo armado con colombia.
cori Colombia;el acuerdo del 25 de mayo de 1933 y el protocolo del 24 de mayo de 1934, de entre los elementos que
resultas de los cuales Leticia llegó a ser devuelta,fueron celebrados como triunfos diplomáticos, y aumentaron el
los artículos del protocolo citado que hablaron de negociaciones con el objeto de lograr justas, padecimiento de los
permanentes y satisfactorias soluciones a los problemas pendientes entre los dos Estados signa- soldados estuvieron el
tarios y mencionaron a la Corte Permanente de Justica Internacional no fueron invocados por la poco abastecimiento y la
diplomacia peruana ni en la época de Benavides ni después. enorme distancia
La más importante consecuencia que para Colombia tuvo el conflicto con el Perú fue que existente entre los puntos
sirvió como punto de partida para la formación de un ejército moderno, eficiente y técnico que militares. en su
ese país no tenía antes. testimonio, torres elogió
la tenacidad y el valor de
sus tropas.”
laS peNurIaS de la caMpaÑa.- El general Óscar Torres, que fuera primero adjunto al
general Sarmiento y luego a partir de julio de 1935, jefe del Estado Mayor del coronel Ernesto
Montagne, ha hecho recuerdo de “Los sacrificios tremendos que los actores de ese drama en
la selva (la campaña del Nororiente en 1932 y 1933) tuvieron que sufrir; las penurias que
soportaron para actuar y sobrevivir, especialmente por los difíciles y a veces imposibles abas-
tecimientos dados los precarios medios de que se disponía; la lejanía entre los diversos agru-
pamientos –grandes o pequeños– de tropas; las múltiples enfermedades y dolencias que los
aquejaban y, por encima de todas estas dificultades, el valor, la tenacidad, la disciplina y el es
fuerzo sin limitaciones y el heroísmo de los actores de ese drama”… “Más de una vez he visto
con los ojos llenos de lágrimas que tuve que retener, cuando llegaban a Iquitos las lanchas y
albarengas trayendo decenas y aun centenas de enfermos,a quienes la selva estaba devoran-
do; seres esqueléticos y sin fuerzas siquiera para hablar; que no parecían ser aquellos gallardos
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 43
agosto
1932
[ perú ]
24 rozagantes soldados que despedimos en ese mismo muelle cuando partieron a defender
nuestras fronteras”.
1922 1930
24 de marzo 17 de agosto
el conFlicto Durante el gobierno de Augusto
B. Leguía se firma el Tratado
El Perú entrega oficialmente
Leticia a Colombia. El
con colomBia Salomón-Lozano, que estableció
la entrega del puerto de Leticia
presidente Leguía es
derrocado pocos días
en la dÉcada de 1930 a Colombia. El documento, después. La Junta de
desfavorable para el Perú, creó Gobierno que lo reemplaza
estalló un conFlicto con
una serie de discusiones dentro reconoce la validez de la
el Vecino país del norte. del Gobierno y las Fuerzas entrega.
aQuí una cronología de Armadas.
sus antecedentes Y del
inicio de las acciones.
44 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
serefirió a sus colaboradores inmediatos y dejó constancia de que, particularmente, en cuanto a
la oficialidad,en todo momento observó el más excelente espíritu de subordinación sin que
hubiese llegado a suconocimiento, jamás, ninguna falta de obediencia.
(…) la polÉmica
la polÉMIca eNtre loS MIlItareS.- Sin embargo, la polémica pública que Sarmiento
pÚBlica Que [el
tuvo después con el coronel Víctor Ramos reveló la existencia de graves divergencias entre los general
dos jefes del ejército peruano en el Nororiente.Varios militarescaracterizados por su oposición a Fernando]
Sánchez Cerro, hicierongraves y, a veces, devastadoras denuncias sobre la campaña, entre ellos
los coroneles César Enrique Pardo, José A. Vallejos, Enrique V. Pérez, Víctor J. Bustamante y Julio C.
sarmiento tuVo
Guerrero.Varias de ellas han sido recopiladas en el libro de José A. Vallejo El conflicto Perú- despuÉs con el
colombiano. Charlas militares (Chiclayo 1934) y esperan el análisis de los especialistas. coronel Víctor
ramos reVeló la
laS INveStIGacIoNeS SoBre la caMpaÑa del NororIeNte.- Araízdelas sensaciona- eXistencia de
les denuncias y polémicas producidas públicamente en julio de 1934, el 9 de ese mes, una reso-
lución suprema que refrendaron el presidente Benavides y su ministro de Guerra Manuel
graVes
Rodríguez,prohibió terminantemente a todos los oficiales de la marina y del ejercito, cualquiera diVergencias
fuese su situación profesional, hacer publicaciones sobre las operaciones militares del Nororiente; entre los dos
ordenó a los oficiales que poseyeran datos de consideración relacionados con dichas operacio-
nes presentarlos directamente al Consejo de Investigación que entonces fue creado y cuyo per- JeFes del
sonal quedó señalado. Presidió este cuerpo el general José R. Pizarro, a quien luego reemplazó el eJÉrcito
general César A. de la Fuente. Sus sesiones debían ser reservadas. Obtuvo facultad para pedir toda
la documentación que juzgare necesaria en relación con el cumplimiento de su cometido y reci-
peruano en el
bió autoridad para hacer comparecer a las personas, militares y civiles que directa o indirectamen- nororiente.
te hubiesen actuado en dicha campaña.
La discusión, a veces dramática y sensacionalista, continuó, se habló de imprevisión, negli-
gencia absurda y crimen, y el Congreso Constituyente se hizo vocero de ella en setiembre y
octubre de 1934.Versó el debate parlamentario sobre los ascensos, los médicos de la Sanidad
Militar que se negaron a viajar al Oriente, los jefes y oficiales que se distinguieron o no en la
1932 1933
10 de setiemBre 30 de setiemBre 21 de octuBre 14 de FeBrero
Un grupo de civiles La cancillería peruana Tropas peruanas invaden Tropas colombianas atacan
encabezado por el alférez desconoce el Tratado la localidad de Tarapacá, Tarapacá. Las escuadras aérea y
Juan Francisco La Rosa y el Salomón-Lozano. Se sobre el río Putumayo. fluvial fueron muy importantes
ingeniero Óscar Ordóñez de propone la formación de Mientras tanto, el para obtener la victoria. Al día
la Haza toma Leticia. En Lima, una Comisión de Gobierno del Brasil se siguiente los colombianos
el Gobierno dice no apoyar la Conciliación supervisada compromete a mediar desembarcan en Tarapacá, que es
toma, pero en Iquitos las por la Comisión entre los dos países en recapturada sin mayor resistencia.
Fuerzas Armadas sí lo hacen. Permanente con sede en conflicto. El 14 de enero de
Washington. El Perú 1933 la Liga de las
acredita a Víctor M. Naciones pide un informe
Maúrtua como su sobre los hechos.
representante.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 45
el eScÁNdalo campaña, los hechos económicos producidos con motivo de ella. El Congreso, después de
de GÜepí agitados discursos aprobó en sesión del 16 de octubre de 1934, una moción suscrita el 18 de
setiembre por Alberto Arca Parró, Saturnino Vara Cadillo y Luis Velazco Aragón por la cual fue
designada una comisión parlamentaria constituida por tres representantes de los distintos sec-
tores políticos, a efecto de que se estudiara e investigase cada uno de los contratos celebrados
por el Gobierno para adquisición de armamentos e informara al Congreso sobre las condiciones
en que dichos contratos fueron celebrados. La misma comisión debía informar, asimismo, sobre
el desarrollo de las operaciones militares en el Nororiente y las cuestiones sobre administración
militar en dicha campaña.
El Congreso celebró sesión secreta sobre el mismo asunto el 18 de octubre. Los informes de
las comisiones no han llegado a ser publicados.
46 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Nacional que, con el nombre de Escuadrilla de Transportes, operaba en la costa suspendió sus
actividades en octubre de 1932 para trabajar en el frente. Elmer J. Faucett también canceló sus
vuelos comerciales y puso su personal de pilotos y su material íntegro al servicio del Perú; San
Ramón fue el centro de sus operaciones. como pasó con
Las víctimas que tuvo la aviación peruana en la época de este conflicto no lo fueron en
combate. El comandante Manuel Cánepa Muñiz y el mecánico suboficial Alejandro Chávez
el resto de las
Fonseca cayeron a tierra en Virú el 20 de febrero de 1933 cuando volaban de Chimbote hacia Fuerzas
Paita con un aparato destinado al teatro de operaciones. En Río Nieva, Amazonas, sucumbió el armadas en esta
subalférez Alfredo Rodríguez Bailón en el viaje de Paita a Iquitos dentro de una escuadrilla. Él
murió y su mecánico Óscar Espejo Castro quedó gravemente herido aunque salvó la vida y
campaÑa, la
luego continuó su carrera, Rodríguez Bailón había volado un año antes desde Mendoza, aViación suFrió
Argentina, hasta el Perú. El aeropuerto de Arequipa lleva el nombre de ese heroico piloto. por la escasez o
Como pasó con el resto de las fuerzas armadas en esta campaña, la aviación sufrió por la
escasez o deficiencias de su material. La dificultad más grave fue la falta de máquinas apropiadas, deFiciencias de
que solo en parte vino a ser modificada con nuevas adquisiciones. Varios aviones fueron trans- su material. la
formados rápidamente en hidros al adaptárseles flotadores. Se dejó sentir la falta de materiales
de reparación y de repuestos. En la base aérea de Iquitos fueron almacenados, por varios meses,
diFicultad mÁs
aparatos que estaban sin concluir de repararse por falta de elementos necesarios. Otra dificultad graVe Fue la
con la cual se luchó en las bases de la selva fue la escasez de hangares. A estos puntos se refirió Falta de
el representante por Loreto Rosendo Badani en la sesión del Congreso Constituyente de 5 de
junio de 1933, cuando se discutía el pliego de marina y aviación en el Presupuesto de la mÁQuinas
República. apropiadas, Que
José Chioino en su folleto El escándalo de Güepí menciona la falta de aviones adecuados y en
número suficiente, el clima de la región con sus lluvias y tempestades y la mala calidad de los
solo en parte
explosivos de las bombas. Vino a ser
La Guardia Civil y el Cuerpo de Seguridad cubrieron el servicio de etapas para las guarnicio- modiFicada con
nes de Puerto Arturo y Güepí y establecieron puestos a lo largo de las trochas Santa Elena-Puerto
Arturo y Cabo Pantoja-Güepí.
nueVas
La Guardia Civil efectuó también misiones de reconocimiento, exploración, vigilancia y pre- adQuisiciones.
bostazgo y participó en la sorpresa de Calderón. Varios aViones
Especial importancia revistió el servicio de transmisiones en el teatro de operaciones del
Nororiente. Funcionó a través de estaciones emisoras receptoras pertenecientes al Ministerio de Fueron
Guerra, la Inspección General de Aviación, el Ministerio de Marina y las líneas comerciales. Había transFormados
cuatro bases y líneas en Iquitos con un servicio de escucha permanente para atender los pedi-
dos y demás informaciones en contacto con todas las bases y líneas organizadas en dicho teatro
rÁpidamente en
de operaciones; a su vez, la comandancia en jefe estaba en relación con el comando supremo Hidros al
de Lima. Los radiotelegrafistas militares y civiles procedieron de la Escuela de Transmisiones del adaptÁrseles
Ejército, de la Marconi, de la Marina de Guerra y de las flotillas. A pesar de los esfuerzos hechos,
hubo deficiencias en las comunicaciones radiotelegráficas y en las estaciones meteorológicas Flotadores.
que expusieron a la navegación aérea a accidentes. Las tempestades en la región son constantes
y los aviadores necesitaban conocer, en todo momento el estado del tiempo antes de arriesgar-
se a emprender un vuelo. Después del cese de las hostilidades se creó la Escuela de
Radiotelegrafistas del Ejército en el Nororiente.
El servicio de sanidad militar cumplió tareas importantísimas dentro de la campaña, dadas
las condiciones de la región. Hubo denuncias sobre falta de plan, contratación de alumnos de la
Facultad de Medicina, negativa de algunos unos para viajar al Oriente, deficiencias en el instru-
mental y otras anomalías. Corresponde a los especialistas el estudio respectivo y llegar a conclu-
siones definitivas sobre este asunto, como a los técnicos en otros ramos analizar lo que se hizo,
lo que no se hizo y lo que se pudo hacer en ellos.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 47
la propueSta de la adMINIStracIÓN MIlItar.- Cuando en mayo de 1936 el Poder Ejecutivo envió al
roca, BelauNde Congreso la propuesta para el ascenso a general de brigada al coronel Ernesto Montagne, el
Y Guevara comandante Juan Pablo Santiváñez expresó lo siguiente en un discurso: “Debo hacer presente
que, cuando el coronel Montagne llegó a la región del Oriente, la administración militar no se
deslizaba por correctos cauces y previa la investigación y el ordenamiento que él hizo se ha obte-
nido para las rentas del Estado o, mejor dicho, para aquella región en el ramo de guerra, doscien-
tos mil soles que no existían en los libros de contabilidad. Con esa suma arrancada a la desorga-
nización, se ha montado un magnifico arsenal que no lotiene la capital de la República. Además
se ha conseguido una economía de veinte mil soles cada mes que se invierten en las necesidades
de aquella región, con la escrupulosidad que caracteriza a las inversiones que se hacen conforme
a los reglamentos militares”.
48 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
El gobierno de Sánchez Cerro pudo haber intentado, ante la gravedad del litigio con
Colombia, anchar su base, llamar a colaborar a algunos descentralistas y a muchos indepen-
dientes, si no quería tratar con los apristas. No lo hizo.
el goBierno de
el eMprÉStIto patrIÓtIco Y loS BoNoS de la deFeNSa NacIoNal.- La Ley Nº
sÁncHez cerro
7587 de 21 de setiembre de 1932, que provino de una iniciativa parlamentaria, autorizó al Poder pudo HaBer
Ejecutivo para levantar un empréstito interno por la suma de 20 millones de soles colocados a la intentado, ante
par y con el interés del 6% anual. Los fondos íntegros debían ser exclusivamente dedicados a la
adquisición, del material que el país necesitaba para la defensa nacional.
la graVedad del
Por el decreto de 4 de noviembre de 1932, en armonía con esta ley, fueron creados los Bonos litigio con
de la Defensa Nacional a cargo de una Junta de Emisión. El servicio de ellos quedó garantizado colomBia,
con el producto íntegro de las rentas creadas y vigentes para dicha defensa, salvo los graváme-
nes sobre ellas a mérito de contratos anteriores, con cargo de completarlas con fondos fiscales ancHar su Base,
de libre disposición. llamar a
El empréstito patriótico no dio resultados favorables.
colaBorar a
algunos
loS MaYoreS reNdIMIeNtoS de la reNta del GuaNo.- Por otra ley, de la misma descentralistas
fecha que tuvo la del empréstito patriótico, el Poder Ejecutivo fue autorizado para invertir los
mayores rendimientos de la renta del guano en la defensa nacional. Y a mucHos
independientes,
la colecta NacIoNal.- Una convocatoria a una reunión en el Palacio de Gobierno, hecha
si no Quería
por el presidente Sánchez Cerro a un grupo de personajes en la vida económica en el país, dio tratar con los
impulso a la Colecta Nacional con el mismo fin. apristas. no lo
La suma total del producto recaudado por la Compañía Administradora del Guano conforme ala
ley Nº 4113 debió ser entregada a la Comisión de la Colecta Nacional así como los fondos que, en
Hizo.
los sucesivo, fuesen recaudados por el gravamen antedicho (ley Nº 7602 de 20 de octubre de 1932).
La ley Nº 7581 de 26 de setiembre de 1932 autorizó las erogaciones que efectuaran para ella
los Bancos Central de Reserva del Perú, Central Hipotecario del Perú y Agrícola del Perú. Integraron
lacomisión a cargo de la Colecta Nacional los señores Luis Pardo, Ramón Aspíllaga, Eulogio
Fernandini y Francisco Echenique. Su labor fue meritoria. Recaudaron S/. 1.328.392,39 y US$
342.280,29. Rindieron cuenta pública de sus actos el 26 de diciembre de 1933. El pintor Baca Flor
obsequió para la colecta cuatro cuadros.
laS coNtrIBucIoNeS por uNa Sola veZ.- La ley N° 7597 de 13 de octubre de 1932 con
la misma exclusiva finalidad y por una sola vez ordenó el cobro en toda la República de varias
contribuciones: a) una de carácter progresivo a todo sueldo, emolumento, honorario o pensión
y, en general, a toda remuneración por prestación de servicios al Estado y municipalidades sin
excepción dentro del mes de octubre con una escala del 1 % al 15% (esta a las sumas mayores
de mil soles);b) un recargo del 10% sobre la acotación correspondiente al año 1932 de los siguien-
tes impuestos:contribución industrial y de patentes; de predios rústicos y urbanos; impuesto
progresivo sobre la renta; contribución sobre la renta del capital movible. Al contribuyente que
hubieseconcurrido con su óbolo voluntario para la Colecta Nacional debía descontársele la suma
erogada de la parte que le correspondiera pagar conforme a esta ley.
Como se informa en otro capítulo, estas contribuciones fueron dedicadas luego a distinta-
finalidad.
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 49
octuBre
1932
[ perú ]
23 el IMpueSto a la eXportacIÓN Y coNSuMo de alGodÓN.- La ley Nº 7639 de 3 de
noviembre de 1932 creó un impuesto por quintal, precio neto, a la producción nacional de toda
clase de algodón desmotado que se exportara “por los puertos de la República desde Lomas
hacía el norte“. Asimismo, estableció otro impuesto similar a la producción nacional del mismo
algodón que se consumiera en el país en los mismos valles de la costa ya mencionados. El pro-
Fallece en la ciudad ducto de este impuesto debía ser aplicado, exclusivamente, a la defensa nacional.
de lima, a los 76 Se dijo, con fundamento, que poderosos intereses regionales del sur predominantes en el
aÑos de edad, el Congreso Constituyente determinaron ese límite ”desde Lomas hacia el norte”.
pintor
HuancaVelicano el IMpueSto SoBre loS BoletoS de INGreSo a loS eSpectÁculoS.- La ley Nº
daniel HernÁndez. 7595 de de 7 de octubre de 1932 aumentó el impuesto a la lotería en un 15% y destinó una
parte de su producto a la fabricación de la “Insignia de Defensa Nacional”. Pero La Ley Nº 7631
Hasta su muerte Fue de 3 de noviembre de 1932 la derogó; y, en cambio, creó, por tres meses, un recargo en un 10%
el organizador Y al importe de los boletos de ingreso a toda clase de espectáculos cuyo importe fuera mayor de
director de la cincuenta centavos, con la misma finalidad.
escuela nacional de
Bellas artes. la la INSIGNIa de deFeNSa NacIoNal.- En la sesión del 22 de marzo de 1933 el Congreso
oBra de HernÁndez, Constituyente aprobó un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo con el fin de ampliar el tenor
de la ley Nº 7595 y autorizar a este para que dispusiera la acuñación de discos de la “Insignia de
de carÁcter
la Defensa Nacional” que debían ser ofrecidos al público por el valor de veinte soles oro con la
acadÉmico Y categoría de”clase extra“. Fue la ley 7724 de 30 de marzo de 1933.
clÁsico, incluYe
entre sus
NuevaS leYeS ecoNÓMIcaS para la deFeNSa NacIoNal.- El Congreso Constituyente
principales discutió en sesiones secretas nuevas leyes destinadas a gravar la economía nacional para la
traBaJos los defensa del país. La ley Nº 7737 y la Nº 7741 fueron de carácter reservado. Otras quedaron como
retratos de JosÉ de proyectos que muchos hombres de negocios miraron con aprensión.
50 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
obtenerarmamento listo de un país entonces en guerra y ante un cable perentorio de la legación
en Tokio, tuvo que firmar el contrato. El precio fue pactado no por el guano puesto a bordo en un
puerto japonés sino en las islas donde se produce, de tal modo que resultaron de cuenta del
comprador los gastos de envase, fletes y aun de embarques. Fue considerado como costo el valor la resolución
según el cual se vendía el guano a los agricultores nacionales. Se apoyó, además, Brandariz, en
una carta del teniente coronel Felipe de la Barra, jefe de la misión militar que actuara en el Japón,
suprema de 10
para probar que (aparte de haberse ganado tiempo y obtenido eficiencia igual a la del material de noViemBre de
de cualquier otro origen) se pagaron precios con 35 a 45% de rebaja en relación con este. 1932 autorizó la
Ante la versión de que la firma Okura no era fabricante de armamento, respondió con el aval
de la legación japonesa que en el Japón lo era únicamente el Estado y que dicha casa actuaba
Venta de una
como uno de los socios de la entidad vendedora. El armamento japonés entonces adquirido fue cantidad de
utilizado por el ejército peruano hasta muchos años después. guano a la
Firma de oKura
laS reQuISIcIoNeS Y loS SuMINIStroS eN el terrItorIo de la repÚBlIca.- La co. trading ltd.
ley Nº 7710 de 14 de marzo de 1932 estableció las condiciones en que debían efectuarse las
requisiciones y los suministros militares en el territorio de la República cuando la nación se viera
de toKio a
obligada a movilizarse parcial o totalmente como consecuencia de un estado de guerra nacional camBio de
o por necesidades militares en tiempo de paz. armamento
‘FaBricado por
laS reNtaS de la INterNatIoNal petroleuM.- Bajo la garantía de la renta provenien- dicHa Firma’.
te de la International Petroleum Co., se hizo, por el Ministerio respectivo, un contrato con una
firma francesa para la adquisición de aviones. Con el fin de ultimar la operación fue enviada una
misión que presidió el coronel FAP Alva Saldaña. La International Petroleum prestó también gran-
des facilidades para el aprovisionamiento de los aviones peruanos en el Oriente
[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 51
[ TOMO 16 ]
capítulo 11 ● El asesinato del presidente proceso por el asesinato de Sánchez Cerro. con motivo del asesinato de Sánchez
Sánchez Cerro ● El asesino ● Otros planes La cuestión del fuero ● La investigación de Cerro ● El Gabinete Prado ● Apreciación
de asesinato ● El peritaje balístico sobre el la policía ● ¿Las pesquisas fueron detenidas sobre el proceso por el asesinato de
auto del presidente Sánchez Cerro ● La en un momento dado? ● El juez instructor Sánchez Cerro ● Benavides y el asesinato
declaración de estado de sitio y la elección mayor Carlín ● La Corte Marcial y la de Sánchez Cerro ● Luis A. Flores y la
del general Benavides como presidente acusación fiscal ● Las audiencias públicas ● supuesta culpabilidad de Benavides en el
por el Congreso Constituyente ● El primer El retiro de la acusación fiscal. La sentencia asesinato de Sánchez Cerro ● ¿Fue el
Gabinete de Benavides ● El sepelio de ● La actitud de Luis A. Flores ante la leguiismo el autor del asesinato de
Sánchez Cerro ● La estampilla con el sentencia ● La actitud fiscal de la Corte Sánchez Cerro? ● El ambiente en que se
retrato de Sánchez Cerro ● Sánchez Cerro ● Superior en relación con los funcionarios y produjo el asesinato ● Los honores
La seguridad de Haya de la Torre ● La las autoridades de policía ● La ley para póstumos para Sánchez Cerro ● Sánchez
mejoría de la situación económica ● El mandar cortar los juicos a las autoridades Cerro en la poesía nueva.
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ CERRO
Y LA ELECCIÓN DEL GENERAL ÓSCAR R. BENAVIDES
CAPÍTULO
11
[ ]
E
l aSeSINato del preSIdeNte SÁNcHeZ cerro.- El domingo 30 de abril de 1933 se
efectuó en el hipódromo de Santa Beatriz (ubicado en el lugar donde ahora está el Campo de
Marte) un desfile patriótico de treinta mil movilizables. El presidente de la República general Luis
M. Sánchez Cerro, acudió a presenciarlo desde la tribuna oficial.
Después de que terminó el desfile, a la una de la tarde, más o menos, el presidente Sánchez
Cerro salió, entre los aplausos de la multitud, en un automóvil Hispano-Suizo descubierto. Para
un gobernante que, pocos meses antes, había sido víctima de una tentativa de asesinato en la
iglesia de Miraflores, que acaso había tenido otras asechanzas y contra quien se habían sucedi-
do varios movimientos subversivos, algunos de ellos muy cruentos, y numerosas conspiracio-
nes, este gesto fue, cuando menos, imprudente. Acaso Sánchez Cerro quería demostrar, en
forma pública, que no tenía miedo. Deliberadamente evitaba usar el automóvil blindado que
tenía a su disposición y que hubiera salvado su vida.
A su izquierda tomó asiento el presidente del Consejo de Ministros José Matías Manzanilla y
en los asientos anteriores se colocaron el coronel Antonio Rodríguez Ramírez, jefe de la Casa
Militar, y el edecán mayor Eleazar Atencio. Como oficial de estribo cabalgaba, al costado dere-
cho del carruaje presidencial, el teniente Elías Céspedes del regimiento Escolta. Para evitar
accidentes y atropellos, Sánchez Cerro, a quien la gente aplaudía y vivaba mientras él saludaba
con una mano, indicó al conductor del vehículo que avanzara lentamente, pues había muchas
personas que atravesaban de un lugar a otro. En el automóvil siguiente, un Cadillac cerrado,
iban los demás miembros de la Casa Militar: el capitán Alfonso Llosa,el capitán Marcial Merino,
el mayor Luis Solari, el comandante Félix Vargas Prada y el capitán Peña.
Cuando el primer carro se encontraba más o menos a la mitad de la distancia de la entrada al
hipódromo a la plazuela al frente de este y el segundo no había traspasado la puerta, un indivi-
duo, rompiendo la fila de gendarmes que abría calle al costado izquierdo, se abalanzó sobre el
automóvil presidencial, seguido a pocos metros de distancia por dos gendarmes y un civil. El
agresor se apoyó con la mano izquierda en la capota y, con un revólver, disparó a quemarropa, por
la espalda del Presidente, varios tiros, tres según declararon los médicos Guillermo Fernández
Dávila y Carlos A. Bambarén en el peritaje que luego practicaron. En esos momentos, el Hispano-
Suizo aceleró su marcha y con ella arrojó hacia el sardinel al asesino. Los edecanes que venían en el
Cadillac lo hicieron detener, bajaron e hicieron uso de sus armas. Se oyeron disparos en varias direc-
ciones. Uno de los gendarmes, el soldado José o Teodoro Rodríguez Pisco, que había perseguido al
agresor, cayó muerto al suelo. Este también fue muerto por uno de los edecanes cuando su vida debió
ser salvaguardada para que se pudieran descubrir luego los secretos del crimen.Recibió veinte heridas;
de ellas cuatro fueron de arma cortante. Circuló la versión muy verosímil de que algunos civiles tam-
bién hicieron fuego desde unos árboles, al mismo tiempo que disparaba la tropa. Quedaron heridos
el subteniente Fortunato García Bedoya, los cabos Juan E. Núñez Lázaro y Juan Acuña Sonoco y los
soldados Humberto Castillo Paredes y Julio Bustamante Saavedra.
El Presidente, el ministro Manzanilla, el coronel Rodríguez y el mayor Atencio siguieron en el
mismo automóvil y se dirigieron al Hospital Italiano, situado entonces en la avenida Abancay.
54 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
Atendieron al herido los doctores Raffo, Rocha, Delgado (Abel) y Brignardello. Se aplicó suero
a la víctima del atentado y se le pusieron inyecciones tónicas; pero todo fue inútil pues entró en
agonía. El fallecimiento se produjo a la una y diez minutos de la tarde. [ 1933 abril 30 ]
Según declaraciones que hizo el doctor Brignardello, la herida que quitó la vida al Presidente
fue de necesidad mortal desde el primer momento. El orificio de entrada se encontraba en el aSeSINato de
plena región precordial con aparente trayectoria de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás. SÁNcHeZ cerro. en la
Necesariamente el proyectil tuvo que haber tocado el corazón y debió haber sido disparado edición de la tarde del
desde muy poca distancia por la deflagración que se advertía en los tejidos alrededor del orificio domingo 30 de abril de
de entrada. No había orificio de salida y la bala debió haber provocado una intensa hemorragia 1933, el diario el
interna después de haber lesionado el corazón, a juzgar por el estado de agotamiento de que comercio informó a la
daba muestras la víctima. Según Luis A. Flores en el discurso que pronunció en el cementerio, al opinión pública sobre la
fallecer Sánchez Cerro, todo su patrimonio consistía en 180 soles. muerte del presidente.
Algunos grupos de gente habíanse estacionado cerca del Hospital Italiano. El pabellón un comunicado del
nacional fue izado a media asta en los altos de esa casa. Todos los establecimientos públicos consejo de Ministros
cerraron sus puertas y los espectáculos quedaron suspendidos. decía lo siguiente: ‘con
la honda emoción del
instante y agitado el
el aSeSINo.- La pistola usada por el asesino era de marca Browning, automática y se hallaba espíritu por el mismo
casi nueva. Fue recogida del suelo por Ángel Millán Ramos, empleado de la oficina de correos unánime sentimiento de
de Huancayo. Avisado de este hecho por una mujer, la policía detuvo a Millán Ramos, quien ya horror y condenación
había regresado a esa ciudad, y se apoderó del arma. que conmueve al país
Según la información policial, suministrada casi inmediatamente, que necesita ser confrontada (...), el consejo de
en sus detalles con otros datos, el asesino se llamaba Abelardo Mendoza Leyva. Era un sujeto bajo, Ministros ha procedido
mestizo, vestía de azul, mal trajeado, sin chaleco y con una camisa a rayas. Oriundo de Cerro de a dictar (...) los decretos
Pasco, fue traído a Lima muy pequeño y fue acogido por don José Palestra cuando este traspasó que somete a la
de don Antonio Martino una bodega situada en la segunda cuadra de la antigua calle Malambo, consideración de la
o sea la avenida Francisco Pizarro. Allí trabajó como doméstico durante tres años. Como deseaba asamblea constituyente.
ganar más dinero, se valió de su antiguo jefe Palestra quien lo recomendó a los señores De Ferrari. cree el consejo (…) que
Estos lo aceptaron como empleado en el bar llamado La Piñita situado en la esquina de la calle el congreso debe
Serrano y la avenida Nicolás de Piérola. Así vivió durante cuatro años hasta 1930,en que los patro- proceder a elegir de
nes lo despidieron, pues llegaron a enterarse de que les robaba para poder mantener a una mujer inmediato al ciudadano
ya que su salario no le alcanzaba para ello. Convertido en desocupado, Mendoza pidió dinero a que habrá de ocupar la
varias personas dando como garantía el bar La Piñita y en alguna ocasión fue llevado a la comisaría. presidencia de la
En 1931se inscribió en el Partido Aprista y trabajó como empleado en un bar del Callao y luego en república,
La Punta y en Miraflores. En busca de un restaurante barato, encontró uno en la calle Huáscar de reemplazando así (...) al
Surquillo, de propiedad de Pascual Jaramillo, guardia de la Comisaría de Miraflores y de un primo ilustre hombre público,
de este, Alejandro Cortijo. A poco aceptó el puesto de cocinero en esa fonda. Por una denuncia general luis M. Sánchez
sobre reuniones apristas allí, Mendoza fue remitido el 13 de marzo de 1933 a la Intendencia de cerro, que ha caído
Policía con el atestado correspondiente; fue puesto en libertad el 4 de abril. hace pocas horas como
Sus amigos dieron luego a Mendoza alojamiento en un callejón y comida en otro restaurante solo podía caer él:
y trabajó como peón en la Escuela de Agricultura.Por último, encontró un lugar donde dormir en herido a traición, en el
el local de la Federación Gráfica, gracias a la protección de Pedro Catalino Lévano, conserje de esa plano de su deber, por
entidad. Allí estuvo también en la noche del 29 de abril hasta la mañana del 30 en que salió muy una mano cien veces
temprano. La policía consideró, inicialmente, como sus cómplices a Lévano y a otras personas. criminal”.
[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 55
uN teStIGo el perItaJe BalíStIco SoBre el auto del preSIdeNte SÁNcHeZ cerro.- El
del aSeSINato peritaje balístico sobre el auto del presidente Sánchez Cerro, suscrito el 8 de mayo de 1933 por
Pedro A. Gálvez Mata, Alberto Láinez Lozada, Florencio Salazar G. y Luis Grados, anotó la existen-
cia de ocho impactos, tres en el espaldar del sitio ocupado por aquel y cinco en la capota. Los
proyectiles eran de pistola. Los señores Pedro A. Gálvez Mata y Alberto Láinez Lozada se ratifi-
caron en su opinión de que habían disparado, por lo menos, cuatro personas.
56 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
[1] LA INSPECCIÓN DE
TROPA. En la
mañana del
domingo 30 de
abril de 1933, el
presidente de la
República Luis
Miguel Sánchez
Cerro llegó hasta
el hipódromo de
Santa Beatriz, en
Lima, para pasar
revista a treinta
mil soldados que
se encontraban
listos para partir
hacia la frontera
con Colombia. En
estas imágenes lo
vemos observando
el desfile desde las
tribunas de honor
(1) y saliendo del
hipódromo tras la
ceremonia (2).
[2]
[ capítulo 11
10 ] período 8 57
la eleccIÓN El general Benavides acompañado por el Consejo de Ministros, se presentó momentos
del Nuevo después en el salón de sesiones del Congreso,fue investido con la insignia del mando supremo
preSIdeNte por el presidente de dicho poder del Estado, hizo el juramento de ley y agradeció con breves
palabras su elección haciendo notar que no la había inspirado él, que no pertenecía a partido
tras el asesinato del político alguno y que legaba a la jefatura de Estado sin odios, anheloso de ”la armonía de toda
presidente Sánchez cerro, la familia peruana que realmente tenga sentimientos patrióticos”.
el congreso constituyente La elección del general Benavides no estuvo de acuerdo con el artículo 137 de la
dispuso una votación para Constitución de 1933 según el cual no son elegibles los ministros de Estado y los miembros de
elegir al nuevo las fuerzas armadas que se hallan en servicio sino han renunciado su cargo un año antes de la
mandatario. los resultados elección. El general Benavides se hallaba, en esos momentos, en el comando de dichas fuerzas.
fueron los siguientes: Alberto Arca Parró y Luciano Castillo plantearon esta tesis incontrovertible en la sesión del 8 de
mayo en una moción que fue inserta en el acta del 30 de abril. Erasmo Roca explicó su punto
caNdIdatoS votoS de vista según el cual dicho artículo se refiere solo al procedimiento eleccionario normal y
Óscar r. Benavides 81 agregó que el mismo Congreso que había dado la Carta Política hallábase facultado para inter-
carlos lópez albújar 4 pretarla. Pero ella en realidad, no hace distingos y el artículo inicialmente aprobado por el
Manuel Bustamante 1 Congreso decía: “No pueden ser elegidos presidente de la República ni por el pueblo ni por el
viciados 2 Congreso”... La Comisión de Redacción, para ahorrar palabras, puso el texto ya transcrito.
Pero la misma circunstancia de que el general Benavides mandaba las fuerzas de tierra,
mar y aire del Perú fue un factor que contribuyó a su elección. Se quiso, en aquella hora de in
certidumbre, conseguir las máximas garantías de orden y de normalidad. El ejército no podía
poner objeción alguna al nuevo Presidente. La mayoría sanchezcerrista del Congreso, aturdi-
da ante el súbito fallecimiento de su caudillo, no halló entre ella un sustituto para este y
recordó, a la vez, la buena amistad iniciada entre ambos militares, el ascenso que poco tiempo
antes había propuesto el Poder Ejecutivo para hacer a Benavides general de división y sus
sucesivos nombramientos como ministro en Gran Bretaña y como comandante supremo de
las tropas, este sin habérsele consultado. El antileguiismo de los sanchezcerristas veía en el
nuevo mandatario al enemigo indoblegable del gobernante de 1919 a 1930; y la enérgica
actitud de él, desde el destierro, frente al Tratado Salomón-Lozano cobraba actualidad ante el
conflicto con Colombia, lo mismo que el recuerdo de la hazaña que fuera el combate de La
Pedrera en 1911. A los decisivos votos sanchezcerristas en el Congreso (algunos de ellos arre-
pentidos más tarde por lo que hicieron en la tarde del 30 de abril de 1933) sumáronse los
descentralistas y los independientes, encabezados estos por Víctor Andrés Belaunde que
había tenido a Benavides como uno de sus precandidatos en 1931. En realidad faltaron solo
siete votos (los socialistas y los supérstites apristas) para la unanimidad. Y así llegó Benavides
al poder en 1933 con gran fuerza moral, elegido Presidente por segunda vez, nuevamente
gracias a una decisión del Congreso. Por tercera vez, sería ungido en la misma forma parla-
mentaria en 1936, nunca por el sufragio popular.
58 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
EL SEPELIO DE SÁNCHEZ CERRO.- Los restos de Sánchez Cerro fueron, desde el 1º de
mayo, colocados en un ataúd en la capilla del Sagrario. Allí recibieron los honores correspon-
dientes. La afluencia del público que acudió a desfilar ante el cadáver fue enorme. Se notó la
presencia de gente de toda condición social, viejos, jóvenes, mujeres y niños. Hubo escenas
impresionantes. Los funerales fueron aplazados hasta el 4 de mayo. Ese día hubo una parada
20
ADoLF HITLer
enero
1933
[ alemania ]
[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 59
[1] EL FUNERAL DE
SÁNCHEZ CERRO. A la
salida del hipódromo
de Santa Beatriz, el
presidente Sánchez
Cerro fue abaleado
por Abelardo
Mendoza, quien se
encontraba entre la
multitud. Sánchez
Cerro fue trasladado
de inmediato al
Hospital Italiano,
donde falleció a la
1:30 de la tarde. En
estas imágenes, el
velatorio de los
restos del mandatario
(1) y el cortejo
fúnebre en la Plaza
de Armas (2). Desde
allí, el cuerpo fue
conducido al
cementerio
Presbítero Matías
Maestro, donde fue
sepultado.
[2]
60 período 8 [ capítulo 11 ]
político, en las horas en que fue llamado a ocupar por dos veces el primer cargo del Estadov en
su entierro, aunque aquel se sintió transfigurado porque luchaba contra el invasor extranjero.
Por otra parte, como ocurriera en estas dos ocasiones y también durante el Virreinato, con per-
sonajes como el conde de Lemos y el marqués de Castelfuerte, el temple de este país es el de JoHn a. macKaY
no armonizar, a la larga, con personajes demasiado rotundos y preferir, en cambio, otros más
cazurros, moderados o tranquilos.
Ha contado en
La protesta de, por lo menos, un sector de la “derecha económica” contra la ley sobre impues- su liBro tHe
tos dedicados al camino de Pucallpa y contra otras leyes o proyectos hacendarios discutidos en otHer spanisH
el Congreso Constituyente, así como el desapego íntimo de dicho grupo, en algunos círculos,
ante la política exterior, invalidan la tesis de que Sánchez Cerro, como gobernante, no hizo sino
cHrist Que,
estar a su servicio. cuando se
El crítico objetivo halla, con la perspectiva de los años, discutibles o censurables muchos produJo el
actos de Sánchez Cerro. Está a punto de suscribir un veredicto adverso. Pero, en el fondo del
error o del acierto, asoma la imagen sincera de un hijo del pueblo que llegó a la dirección de la asesinato de
República de un niño grande, de un hombre muy hombre y de un peruano muy peruano. sÁncHez cerro,
un grupo de
la SeGurIdad de HaYa la de la torre.- John A. Mackay ha contado en su libro The FanÁticos
Other Spanish Christ que, cuando se produjo el asesinato de Sánchez Cerro, un grupo de fanáti- partidiarios de
cos partidarios de este caudillo se concertó para asaltar la penitenciaría y dar muerte a Haya de
la Torre. Agrega que él acudió, junto con el ministro de Inglaterra, donde el presidente Benavides, este caudillo se
solicitó y obtuvo, gracias a la máxima buena voluntad de este, todas las garantías necesarias. concertó para
Hubo otras gestiones en el mismo sentido.
asaltar, la
penitenciaría Y
la MeJoría de la SItuacIÓN ecoNÓMIca.- A la elección de Benavides siguieron las dar muerte a
negociaciones para un arreglo del conflicto con Colombia y los primeros síntomas de que esta-
ba pasando la depresión económica iniciada en 1929. En el mismo mes de mayo de 1933 las
HaYa de
cédulas hipotecarias experimentaron en sus cotizaciones un alza de más de 25%, pues, luego de la torre.
haber bajado casi 70%, a fin de mes tenían compradores a 96%. Idéntica o mayor reacción expe-
rimentaron los valores del Estado. Así la deuda interna consolidada (que había tenido un precio
alrededor de 35%, encontró a fines de mayo compradores a 57%. El cambio internacional inició
una mejoría. Mientras la libra esterlina llegó a cotizarse a S/. 24,50 a fines de abril, a fines del mes
siguiente bajó a menos de S/.21, 00. El dólar, después de un tipo de cambio de S/. 6,30, descen-
dió luego a S/. 5,28, aunque es cierto que hubo una merma propia en esta moneda norteame-
ricana, de todos modos favorable para la economía nacional. La muerte de Sánchez Cerro
coincidió con un mejoramiento en la situación económica y hacendaria, si bien ella pasó por
algunas alternativas en los siguientes meses de 1933.
[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 61
la corte MarcIal participación delictuosa del Partido Aprista. Los presos en la penitenciaría y en el cuartel 6º
fueron muy numerosos. Se quiso involucrar al abogado Juan Millar y llegó a insinuarse que su
revólver había sido usado por Mendoza Leyva y que con dicha arma tenía relación el dirigente
aprista Luis Heysen. Hubo muchos sospechosos que se ocultaron.
Uno de los encausados, Filomeno Sacco Espíritu, falleció en el panóptico. No debió estar
recluido en este lugar porque no había sido condenado a la pena de penitenciaria. La versión
oficial fue la de que se trataba de un paranoico (a quien el Dr. Honorio Delgado llegó a atender)
que se suicidó cortando con un cuchillo el alambre de luz.
62 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
El fiscal, mayor Barrionuevo, formuló su acusación. Consideró como autor único del crimen el aSeSINo de
a Abelardo Mendoza Leyva. Otorgó la categoría de cómplices a: Pedro Catalino Lévano (con sus SÁNcHeZ cerro
peroraciones alteró la conciencia de Mendoza Leyva y había continuado con su propaganda) y
a Héctor Valdivia Valdivia (acompañó a Mendoza Leyva a la Escuela Militar de Chorrillos cuando
fue a asesinar allí al presidente Sánchez Cerro según declaración de Marcos Cayetano Conca y le
obsequió en esa oportunidad una pistola).También dio la misma jerarquía a los reos ausentes
Alejandro Cortijo, Leopoldo Pita y Víctor Peñaloza, con responsabilidad en la preparación del
delito, pues Cortijo fue confidente de Mendoza Leyva, Pita su consejero y Peñaloza debió haber
disparado contra el Presidente. Como encubridores señaló a: Antonio Gabriel Ortiz (conoció a
Mendoza Leyva y tuvo información anticipada del crimen); Marcial Acosta (inculcó a este ideas
extremistas);Pablo Vásquez Aguilar (sus relaciones con el mismo fueron íntimas); Manuel
Guerrero Jaramillo (vivió del 25 de abril al 1° de mayo en la Federación Gráfica y oyó a Mendoza
quejarse de la situación); Marcos Cayetano Conca (tuvo información sobre el crimen); Adolfo
Taipe Delso (lo mismo que el anterior); César de la Mata (su instructiva lo condenaba); Ángel
Millán Ramos (recogió el arma homicida y no la entregó). Con respecto a los acusados Augusto
Morales Canchumanta, Pablo Calisaya y Ezequiel Alfaro no existían en autos pruebas que acre- el empleado pasqueño
ditaran su responsabilidad. Lo mismo expresó en cuanto a Alejandro García Zorrilla y Juan Miller. abelardo Mendoza leyva
Agregó que no existía cargo fundado contra Luis Heysen. (en la imagen) fue el
El fiscal calificó el delito como atentado contra el orden constitucional de la República estan- autor de los disparos
do esta en peligro de guerra, lo cual implicaba la traición a la patria penada de conformidad con contra el presidente luis
las leyes Nº 7491 y 7542. De acuerdo con la ley Nº 7060, debía aplicarse el máximo de las penas. M. Sánchez cerro a la
Pidió, por lo tanto,veinte años de penitenciaría para los enjuiciados reos presentes considerados salida del hipódromo de
como cómplices y para Leopoldo Pita Alejandro Cortijo y Víctor Peñaloza, reos ausentes; y para Santa Beatriz, el 30 de
los encubridores ocho años de cárcel con las accesorias. Llamó la atención de la Corte sobre los abril de 1933. Mendoza,
cargos que formulara el mayor juez instructor contra las autoridades encargadas de la custodia quien estaba afiliado al
del presidente de la República. partido aprista, murió
tras cometer el
magnicidio. Su cadáver
laS audIeNcIaS pÚBlIcaS. el retIro de la acuSacIÓN FIScal. la SeNteNcIa.- fue encontrado a
Las audiencias públicas de la Corte Marcial se iniciaron el 16 de junio. Fue dada a conocer la espaldas del lugar donde
autopsia de Mendoza Leyva según la cual él falleció de modo violento, con heridas ocasionadas ocurrió el crimen.
por proyectiles de gran calibre de necesidad mortal, más cuatro heridas de arma cortante de
igual naturaleza. Hubo declaraciones de los encausados y de los testigos. Los abogados presen-
taron sus defensas escritas. Baglietto Cisneros insistió en que no hubo disparos contra el
Presidente desde la palmera frente a la puerta del hipódromo o desde otro sitio y en que los
vigilantes de él y los soldados de la Guardia Republicana, al oír los disparos de Mendoza, hicieron
uso de sus armas dentro de la mayor confusión, de lo cual resultaron la muerte del soldado
Rodríguez Pisco y las heridas de otros miembros de la Guardia Republicana y de algunos civiles.
Valverde negó todo valor jurídico al atestado policial; señaló que las deposiciones hechas en él
fueron emitidas por la presión y la violencia; criticó que el fiscal considerase válido como prueba
el hecho de que un inculpado expusiera sus opiniones; negó la existencia de un concierto delic-
tuoso pues solo se trató en este caso, según dijo, de relaciones de amistad, conversaciones más
o menos difusas, intercambios de puntos de vista.
El 20 de junio el fiscal mayor Barrionuevo retiró su acusación y señaló tan solo como encu-
bridor a Ángel Millón Ramos. Seguramente actuó así bajo el efecto de lo ocurrido en las audien-
cias públicas y empujado por la opinión pública que no quería una repetición de los espectácu-
los presentados por anteriores cortes marciales. Por su actitud, recibió los elogios del periodismo
de oposición. La sentencia fue expedida el 21 de junio. Expresó que ”para la perpetración del
crimen ha mediado complot existiendo el concurso de acciones simultáneas como ha podido
[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 63
aBril
1933
[ perú ]
30 establecerse, pues sobre el carro del Presidente que presenta ocho impactos de bala, se ha
disparado de adelante atrás a una distancia de 25 a 30 metros, más o menos, de arriba abajo y
de tres puntos distintos, habiéndose dirigido los disparos al lugar que en el carro ocupaba el
Presidente, comprobándose que tres de ellos, por lo menos, han sido de pistola aunque ningu-
no de esos disparos llegó a hacer blanco sobre su persona, no habiéndose podido identificar a
tras el asesinato los autores de tales disparos según consta en la diligencia de inspección ocular de f. 642 y de
de sÁncHez cerro, las declaraciones de tos testigos presenciales”. Aquí citó al coronel Antonio Rodríguez (según
el congreso cuyo testimonio ocho o más civiles hicieron fuego al auto presidencial), al mayor Eleazar
Atencio, al comandante Félix Vargas Prada y al capitán Alfonso Llosa.
constituYente del Agregó la sentencia que hubo también quienes participaron en el delito disparando sobre
perÚ designa al algunos de los soldados de la Guardia Republicana que pretendieron acercarse al asesino cuan-
general óscar r. do ejecutaba su crimen (declaración del testigo soldado Humberto Castillo Paredes, herido).
Mencionó también a los otros heridos, incluyendo al subteniente Fortunato Bedoya y al solda-
BenaVides (1876- do José Rodríguez Pisco, si bien este fue víctima de un disparo de fusil.
1945) como nueVo Dejó constancia la sentencia, además, de que la mayor parte de los acusados conoció a
presidente de la Mendoza Leyva y tuvo amistad con él; pero aceptó que no había podido establecerse que
estuviera de acuerdo con ellos ni que les hubiese participado su intención de realizar el crimen.
repÚBlica.
Insistió, sin embargo, en que existían presunciones considerables sobre algunos acusados. Se
BenaVides, Quien refirió también al caso de Víctor Peñaloza quien expresó, días después de cometido el asesina-
entre 1914 Y 1915 to, a varios testigos (dos de ellos lo dijeron en audiencia pública) que él concurrió al hipódromo
con otras seis personas con el propósito de disparar contra el presidente de la República; pero
HaBía ocupado
que Mendoza Leyva se les adelantó. Mencionó las torturas inferidas a Antonio Gabriel Ortiz por
interinamente ese personas ajenas a la institución policial en una de las cocheras del Palacio de Gobierno; un
cargo (dio un miembro del llamado Resguardo Presidencial estaba sindicado de ellas.
golpe de estado a La sentencia fue de absolución en forma definitiva para algunos de los acusados;a otros los
absolvió de la instancia porque consideró posible, y así lo dijo en uno de sus considerandos,que
BillingHurst), se ellos hubieran tenido concomitancias con el crimen y pudieren resultar culpables. Según el
desempeÑaBa mismo documento, hubo omisión en las autoridades políticas y policiales por no haber res-
entonces como guardado eficazmente la vida del presidente de la República. Se había hecho público que 180
individuos (cada uno con 150 soles mensuales) eran los encargados de cuidar la persona de
director del este, fuera de los efectivos de la policía.
conseJo nacional
de deFensa.
la actItud de luIS a. FloreS aNte la SeNteNcIa.- En la sesión del Congreso
Constituyente realizada el 26 de agosto de 1935. Luis A. Flores declaró: “Producido el fallo absoluto-
rio para los presuntos autores del atentado contra Sánchez Cerro, expresé al general Benavides mi
decidido propósito de marcharme (del ministerio) y le anuncié: Voy a combatirlo. Voy a combatirlo,
le dije, porque tengo una cualidad sobre todos mis defectos, soy un hombre leal”.
64 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
[1]
[2]
EL NUEVO PRESIDENTE. Tras el fallecimiento de Sánchez Cerro, el Parlamento se reunió con carácter de urgencia para
nombrar a un nuevo presidente. El designado fue el general de brigada Óscar R, Benavides, entonces director del
Consejo de la Defensa Nacional. Aquí vemos a Benavides, ya investido con la banda presidencial, llegando a los
funerales del fallecido mandatario (1), y su primer Gabinete, encabezado por José Matías Manzanilla e integrado, entre
otros, por los señores Pablo Ernesto Sánchez Cerro y Luis A. Flores (2).
[ capítulo 11 ] período 8 65
el respectivo juicio a los subalternos. Respecto a los funcionarios que podrían ser envueltos en
el GaBINete prado
este asunto, el fiscal anunció que iba a denunciarlos ante el Tribunal Superior.
la leY para MaNdar a cortar loS JuIcIoS a laS autorIdadeS coN MotIvo
del aSeSINato de SÁNcHeZ cerro.- En la sesión del Congreso Constituyente del 23 de
junio de 1933 los señores Alfredo Herrera, Óscar Medelius, Víctor M. Arévalo, Carlos Sayán
Álvarez, M. Jesús Gamarra, Ernesto Delgado Gutiérrez, José B. Sisniegas, José Portocarrero, V. M.
Puga, Mariano Velazco, Daniel Huaco, Lucio Fuentes Aragón y Domingo Sotil presentaron un
proyecto mandando cortar los juicios que habían sido abiertos o que se iniciaran contra las
autoridades de policía por los delitos de abuso de autoridad y negligencia con motivo del ase-
sinato del presidente Sánchez Cerro.
Fue acordada la dispensa del trámite de comisión en medio de las protestas de los represen-
tantes socialistas y de Erasmo Roca. Este argumentó que el proyecto iba a dejar sin sanción a los
agentes subalternos que, en el cumplimiento de su misión, habían incurrido en el delito de
Jorge prado (en la infligir torturas a los supuestos delincuentes para obligarlos a hacer determinadas declaracio-
imagen) dirigió el nes: “Tengo el conocimiento (dijo) de que el atentado funesto que todos lamentamos que privó
Ministerio de Gobierno y la vida al general Sánchez Cerro fue producto de la ofuscación de un individuo o, a lo más, de
policía del primer dos”. En cuanto a quienes cometieron delito con el fin de descubrir otro, afirmó que se trataba
gabinete del gobierno de de que el Parlamento incurriese en un acto de encubrimiento. Aceptó el proyecto solo en cuan-
Benavides. lo to a los presuntos culpables de negligencia.También apoyaron este punto de vista Víctor Andrés
acompañaron en esta Belaunde y otros. Belaunde dijo: ”El asesinato político que se produce por la violencia, rara vez
coyuntura política Solón es el producto de un complot. Generalmente la victimación de personajes políticos ha sido obra
polo (relaciones de fanáticos, de obcecados, de paranoicos. Estos delitos son casi siempre sucesos individuales”.
exteriores), daniel Olvidó Belaunde que en el otro asesinato anterior de un gran personaje político peruano, el de
olaechea (Justicia, Manuel Pardo en 1878, se comprobó que había existido una conspiración, en ese caso de sar-
Instrucción,Beneficencia gentos y quizá de otras personas más. Defendieron el proyecto los señores Gamarra, Herrera y
y culto), alfredo Solf y otros. Hubo agrio debate sobre la preferencia y sobre si esta se había acordado legalmente. Los
Muro (Hacienda y de la mayoría alegaron que, si bien no estaban de acuerdo con el fallo de la Corte Marcial, expe-
comercio) Manuel e. dido por benevolencia o por falta de conocimientos jurídicos, no lo desconocían; pero que no
rodríguez (Guerra), podían permitir que, mientras eran absueltos los criminales, fuesen sometidos a juicio, por
carlos alayza (Fomento) magistrados vinculados al leguiismo, los que deben investigar los crímenes. Este último proceso
y carlos rotalde (Marina todavía no había sido iniciado; se trataba de impedir que empezara. El proyecto fue aprobado
y aviación). en la misma sesión con una enmienda de redacción propuesta por Francisco R.Lanatta. Muchos
representantes se retiraron de la sala. La minoría afirmó que en el momento de la aprobación
no hubo quórum.
La ley antedicha no debió ser sancionada. Eran hechos susceptibles de investigación y san-
ción los atropellos contra los encausados y también las omisiones de quienes debieron cuidar
la vida del presidente Sánchez Cerro.
el GaBINete prado.- A raíz de la aprobación de la ley que mandó cortar los juicios a los
culpables en la represión y a los negligentes para cuidar a Sánchez Cerro, La Crónica afirmó que
el ejército podía poner término a las funciones del Congreso y La Sanción pidió también la
disolución de este cuerpo político. El Congreso acordó, con la protesta de la minoría, pedir que
se aplicara una vez más la ley de emergencia. La Crónica fue suspendida y otros periódicos
quedaron multados. Recogiendo la opinión pública, Arturo Osores publicó una declaración que
condenó la actitud parlamentaria adversa al Poder Judicial y al fallo de la Corte Marcial y calificó
de dictatoriales los términos de la moción aprobada en el Parlamento.
66 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
El 26 de junio de 1933 se produjo la renuncia irrevocable del jefe del Gabinete José Matías
Manzanilla por haber dimitido sus colegas y, a continuación, el presidente Benavides decidió
separarse ya del sanchezcerrismo y nombró a Jorge Prado quien encabezó un ministerio lla-
mado de ̏apaciguamiento y concordia῭. Formaron parte de él Jorge Prado (Gobierno y si el automóVil
Policía); Solón Polo (Relaciones Exteriores); Daniel Olaechea (Justicia, Instrucción, Beneficencia
y Culto); Alfredo Solf y Muro (Hacienda y Comercio); el coronel Manuel E. Rodríguez (Guerra);
presidencial Fue
Carlos Alayza Roel (Fomento); y el capitán de navío Carlos Rotalde (Marina y Aviación) (29 de Blanco de ocHo
junio). Dicho Gabinete se presentó ante el Congreso Constituyente para dar a conocer su disparos HecHos
programa de”apaciguamiento y concordia”en la sesión del 5 de julio y obtuvo un voto de
confianza otorgado por 84 sufragios contra 4, o sea de los socialistas. La antigua mayoría san-
por Varias
chezcerrista, cerradamente intransigente cuando vivía y mandaba su caudillo, se tornó, de manos, o sea si
pronto, maleable. La ley para cortar los juicios contra las autoridades sobre abusos de autori- HuBo complot
dad o negligencia con motivo del asesinato de Sánchez Cerro fue promulgada por el presi-
dente Benavides y el nuevo ministro de justicia Daniel Olaechea el mismo día, 5 de julio de como aFirmó
1933 y llevó el, Nº 7775. Como había surgido la posibilidad de que el Poder Ejecutivo la vetara, perentoriamente
este cúmplase señaló una política de esencial acuerdo del régimen de Benavides, ya renova-
do, con el Congreso Constituyente
la sentencia, no
El 9 de agosto de 1933 fue promulgada por Benavides y Jorge Prado la Ley Nº 7782 que HaY modo de
concedió amnistía para los acusados y enjuiciados por delitos políticos cometidos hasta enton- encontrar HoY
ces; cortó todos los juicios pendientes iniciados por dichos delitos y autorizó al Poder Ejecutivo
para dictar las disposiciones convenientes a efecto de que las personas confinadas o expatriadas una
por razón de los hechos aquí mencionados, pudieran regresar al territorio de la República. El comproBación.
Congreso no aceptó la propuesta socialista de amnistiar a los procesados por delitos sociales y
a los condenados en virtud de la ley de emergencia. Fueron unas vacaciones democráticas que
parece lo mÁs
duraron corto tiempo. proBaBle.
[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 67
MAYO
1933
[ alemania ] 10
MILLONES DE LIBROS
En todo caso, hay una diferencia clara entre el asesinato del 30 de abril y el atentado contra
Sánchez Cerro en la iglesia de Miraflores. En este intervinieron de alguna manera, aunque no
hubiese habido una directa consigna del alto comando, personas que cabe clasificar dentro de
los escalones intermedios del aprismo. Los esfuerzos tenaces para responsabilizar directa o
indirectamente, a personajes como Miller y como Heysen en el crimen del hipódromo se que-
dan dentro de lo no comprobado.
SON QUEMADOS POR
MANDATO DEL
BENAVIDES Y EL ASESINATO DE SÁNCHEZ CERRO.- Haya de la Torre contaba a sus ami-
PARTIDO NAZI. TODAS gos que, en la penitenciaría, estaba en comunicación frecuente con el general Benavides a
LAS OBRAS NO través del hermano político de este, Augusto Benavides Canseco. Decía que acababa de recibir
ALEMANAS FUERON una misiva del ex Presidente cuando se enteró de que Sánchez Cerro había sido asesinado y de
que entonces, por precaución, apresuradamente se dirigió al baño e hizo desaparecer este
ENTREGADAS AL documento acusador.
FUEGO. LA ACCIÓN Sin entrar a discutir acerca de tan valioso testimonio y sin olvidar que parece difícil en un
INCLUYÓ TAMBIÉN EL hombre tan cauto como Benavides arriesgarse a una correspondencia clandestina con un líder
tan prominente, no cabe afirmar categóricamente que hubo conjura entre él y el Partido
ARRESTO DE
Aprista o Haya de la Torre para asesinar a Sánchez Cerro.
NUMEROSOS AUTORES El Partido Aprista no se hallaba en condiciones de proponer a Benavides ”que asumiera el
CONTRARIOS AL poder῭ pues la elección respectiva fue efectuada por el Congreso Constituyente y en este domi-
naban los sanchezcerristas. Fue el sanchezcerrismo quien hizo Presidente a Benavides en 1933 y
RÉGIMEN
los escasos apristas que aún conservaban sus curules no votaron por él. Dicha elección no fue la
NACIONALSOCIALISTA de un mandatario provisorio sino, de acuerdo con la Constitución, tuvo originariamente como
O DE ORIGEN JUDÍO. término el final del período para el cual Sánchez Cerro había sido elegido, es decir el año de 1936.
OTROS, COMO Haya de la Torre no hubiera podido, pues, llegar de inmediato entonces a la primera magistratura
de la República. La libertad del jefe del aprismo (ordenada poco después por el nuevo Presidente)
HEINRICH MANN (1871- no parece haberse producido por el cumplimiento de un pacto nefando, sino de acuerdo con un
1950), BERTOLT nuevo e irresistible clima políticogeneral que surgió en el país y quetuvo distintas expresiones.
BRECHT (1898-1956) Y Luis Antonio Eguiguren en su libro El usurpador (escrito con gran saña contra el gobernan-
te de 1914-1915 y 1933-1939) afirma: ”El general Benavides, jefe de la Defensa Nacional, que
THOMAS MANN (1875- presenciara con el Presidente (Sánchez Cerro) el desfile de los movílizables, había desaparecido.
1955), OPTARON POR En esos momentos angustiosos, cuando todos los hombres del régimen rodeaban a la víctima
EL EXILIO. ¿qué era del jefe de la Defensa Nacional? En el Hospital Italiano, a donde Sánchez Cerro llegó
moribundo, corrió un rumor: ‘Benavides está en Palacio’. Adviértase que Eguiguren, a pesar de
su encono, no hace un cargo directo, sino se limita a repetir una noticia, como luego recoge
chismes. La actitud de Benavides, si existió, como parece, no probaría sino que, como cabeza
del ejército, quiso tomar medidas para impedir un trastorno del orden público en los momen-
tos confusos en que el jefe del Estado estaba mortalmente herido.
Algunos partidarios y allegados de Sánchez Cerro que, con el transcurso del tiempo, se
convirtieron, más o menos rápidamente, en acérrimos enemigos de Benavides, llegaron a creer
en la culpabilidad de este relacionada con el asesinato de su caudillo. Nada induce a suponer
que, para arribar a tan espantosa suposición, investigaron por su cuenta el crimen o acumula-
ron sensacionales pruebas. Parece, más bien, que su tesis acogió una versión difundida poco
después del asesinato (según dijo Luis A. Flores en el discurso que se cita en seguida) por
quienes tenían la verdadera responsabilidad y se inspiró en el distanciamiento personal, fuente
de odio como ha ocurrido más de una vez en el Perú. Nadie ha podido aclarar hasta ahora qué
contacto pudieron tener Mendoza Leyva y sus amigos con Benavides y con qué objeto útil para
ellos; y qué poder logró adquirir este general para hacer, desde lejos, que otros mataran y se
dejaran matar en beneficio de él.
68 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ CERRO
Este magnicidio cerró una época turbulenta de la historia política peruana, marcada por la violencia.
sil
Fue inaugurado a
ra
asesinato el año anterior en Miraflores. inicios del siglo XX,
.B
Av
donde hoy se ubica
el Campo de Marte.
El asesinato paso a paso
1 Aproximadamente a la una 2 Cuando el auto ya había traspasado 4 Al darse cuenta del hecho, el
de la tarde el presidente la puerta de salida del hipódromo, chofer aceleró el auto, lo que
abandona el hipódromo y Abelardo Mendoza Leyva rompió la arrojó al homicida al piso.
sube con su comitiva al auto. fila de gendarmes y corrió hacia el Allí fue ejecutado por la
auto. escolta presidencial, en
medio de un confuso tiroteo.
Sánchez Cerro se ubica en el 3 Mendoza se apoyó sobre
asiento trasero del auto junto a la capota del auto y
José Matías Manzanilla, presidente disparó al presidente a
del Consejo de Ministros.
quemarropa por la
espalda, causándole
heridas mortales en
la zona precordial.
[ capítulo 11 ] período 8 69
luIS a. FloreS Y la SupueSta culpaBIlIdad de BeNavIdeS eN el aSeSINato
de SÁNcHeZ cerro.- A la sesión del Congreso Constituyente efectuada el 26 de agosto de
1935 acudió el Gabinete formado por el general Manuel E. Rodríguez, presidente del Consejo y
en un reportaJe ministro de Fomento; Carlos Concha (de Relaciones Exteriores); coronel Antonio Rodríguez (de
Gobierno); coronel Ernesto Montagne (de Justicia e Instrucción); Fernando Tola (de hacienda);
puBlicado en coronel Federico Hurtado (de Guerra) y capitán de navío Héctor Mercado (de Marina y Aviación).
Junio de 1961 Fue leído un oficio del ministro de Gobierno en el que expresó que el representante Luis A.
por el diario de Flores había declarado en un discurso pronunciado el 22 de ese mes con motivo de la reunión
de una asamblea de la Unión Revolucionaria que ”a los cinco años de la revolución de Arequipa
lima eXpreso, el una persona que por casualidad había llegado al Gobierno, adoptaba una actitud que se con-
doctor luis a. firmaba con el rumor público de que la mano que apretó el gatillo para quitar la vida al general
Flores eXpresó Sánchez Cerro se encontraba en el Gobierno” y, más adelante, que “el asesino del 30 de abril se
encuentra en el Palacio de Gobierno”. El ministro Antonio Rodríguez pedía el desafuero de
Que el asesinato Flores por los delitos de desacato y calumnia. Al sostener esta demanda en el recinto parlamen-
de sÁncHez tario, el ministro Manuel E. Rodríguez, entre otras consideraciones, recordó que en el Gabinete
por él presidido había varios colaboradores inmediatos de Sánchez Cerro; él mismo, Antonio
cerro pudo, en Rodríguez gravemente herido en Miraflores; Montagne, miembro de la Junta de Gobierno.
su opinión Mercado, jefe de la primera casa militar. Surgió un breve debate. Carlos Sayán Álvarez solicitó la
personal, HaBer dispensa del trámite de comisión. El señor Ernesto Delgado Gutiérrez afirmó que él había esta-
do en la reunión de la asamblea mencionada al lado del doctor Flores y que este no había
sido oBra del pronunciado las palabras que se le imputaban
leguiismo (…) El jefe de la Unión Revolucionaria llegó tarde a la sesión y no alcanzó a escuchar el discurso
del jefe del Gabinete. Entre otras cosas dijo: ”Yo fui amigo del general Benavides; fui seguramen-
te uno de los más entusiastas para nominarlo a la Presidencia de la República a raíz del asesina-
to del hipódromo. Fui llamado a formar parte del Gabinete y fui a él en la creencia firme de que
era tan solo la continuación de un régimen que la muerte había interrumpido. Muy pronto
hubimos de entrar en desacuerdo, porque para nosotros, para mí especialmente, defensor
ardoroso del régimen de Sánchez Cerro, ayer como hoy, lo que había ocurrido el 30 de abril era
más grave que si nos hubieran desalojado del Poder por medio de una revolución. Se dio el
caso de que el señor general Benavides, presidente de la República, me pidió a mí que lo
30 de abril de 1933
9:30 a. m. 12 m.
las Últimas Horas El presidente Sánchez Cerro
llega al hipódromo de Santa
A la salida del hipódromo
Abelardo Mendoza Leyva
de sÁncHez cerro Beatriz. Allí, pasa revista a dispara tres veces contra
treinta mil soldados que iban el mandatario. La policía
aQuí un recuento de los apartirhacia la frontera con abre fuego contra el
Colombia. Junto a él se agresor que muere
eVentos ocurridos el 30 de
encontraba el presidente del inmediatamente.
aBril de 1933, Que Gabinete, José Matías Sánchez Cerro es
conduJeron al asesinato Manzanilla.ƒ trasladado con urgencia
al Hospital Italiano.
del presidente de la
repÚBlica.
70 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
acompañase en el ministerio porque, producida la muerte de Sánchez Cerro, los autores habían SINdIcalISMo
preparado muy bien y por adelantado una campaña de difamación. Yo, como jefe sincero del
partido, hice campaña pública en ese sentido para que se rechazara esa infamia. Y eso lo supo
el general Benavides. Hube de retirarme muy pronto del Gabinete, solo accedí a continuar en él
porque esta mayoría resolvió en una reunión privada que el hermano de Sánchez Cerro y yo
continuáramos en el Gabinete”.
Mencionó en seguida los graves motivos por los cuales él y su partido hacían oposición al
régimen de Benavides y agregó: ”Yo emplazo, a cualquiera que me haya oído en ese discurso
pronunciado en los balcones de mi casa, que el general Benavides es el asesino de Sánchez
Cerro. Los niego categóricamente. Yo tengo muchas malas cualidades, pero nunca ataco a mis
adversarios con la difamación ni con la calumnia Terminó su discurso con estas palabras: “En mi
oposición al régimen he de seguir siempre, pero infamar jamás
El debate continuó durante algún tiempo más, la nota del ministro de Gobierno fue retirada
y se aprobó por 48 votos contra 11 la siguiente moción suscrita por Carlos Sayán Álvarez,
Armando Montes, Gerardo Balbuena, Óscar Medelius y Víctor M. Arévalo: “El Congreso
Constituyente aplaude la actitud asumida por el Gabinete que preside el general Manuel E. esta obra, cuyo nombre
Rodríguez, manteniendo el respeto que inspira por sus actos y por su vida el general Óscar A. completo es Sindicalismo:
Benavides, Presidente de la República apuntes sobre historia,
crítica, doctrina y
organización sindical, fue
¿Fue el leGuIISMo el autor del aSeSINato de SÁNcHeZ cerro?- En un reporta- escrita por alberto
je publicado en junio de 1961 por el diario de Lima Expreso, el doctor Luis A. Flores expresó que Bolognesi y publicada en
el asesinato de Sánchez Cerro pudo, en su opinión personal, haber sido obra del leguiismo, a 1945. en ella, su autor
consecuencia de las persecuciones simbolizadas por el Tribunal de Sanción. respaldaba el asesinato
Este punto de vista contradijo, en primer lugar lo dicho por el propio doctor Flores ante el del presidente Sánchez
cadáver de Sánchez Cerro y posteriormente. No resultó de una investigación especial sino de un cerro, ocurrido en 1933, y
criterio surgido después de más de treinta años del luctuoso suceso a que aludió. se refería al autor del
Se trata de una tesis, muy deleznable. Mendoza Leyva no estuvo incluido entre los enjuicia- crimen como un héroe.
dos ante el Tribunal de Sanción ni consta que tuviera ligamen con el régimen depuesto en
agosto de 1930. El leguiismo en abril de 1933, casi tres años después de su colapso, no daba
[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 71
EL ASESINATO DE SÁNCHEZ CERRO
EN LA NOVELA HISTÓRICA
EL ESCRITOR
GUILLERMO
THORnDIKE
RECONSTRUYE EN
" Había concluido el desfile. Sánchez
Cerro descendió desde la tribuna ofi-
cial. Estaba de uniforme. Sonreía, agra-
decía los aplausos, caminabapausadamen-
te. Tras él, igualmente sonrientes, iban el
la mano del dictador y disparó. (…)
72 período 8 [ capítulo 11 ]
muestras de actividad y había desaparecido entonces como tema de actualidad política ante el
torrente de las nuevas y obsesionantes inquietudes políticas, sociales, económicas e internacio-
nales que habían irrumpido atropelladamente en la vida nacional; el Tribunal de Sanción había
cesado de funcionar desde 1931. En el caso de que el leguiismo hubiera querido asesinar a todas las
Sánchez Cerro bien pudo hacerlo en 1930 o en la campaña electoral del año siguiente en que
este caudillo vivió en muchas ciudades del país muy cerca de la multitud.
características
Si Mendoza Leyva careció, como parece evidente, de vínculos que lo enlazaran por sus inte- de la tragedia
reses, por sus conveniencias, por su familia o por sus ideas con el gobernante de 1919 a 1930, y del Hipódromo
si el ambiente en el que vivió los días anteriores al crimen estuvo muy lejos de los relacionados
o partidarios de este personaje, la única explicación válida de su acto (suponiendo que se toma-
de santa Beatriz
ra en serio la conjetura del doctor Flores) sería que fue un asesino a sueldo. Pero todas las carac- Hacen VÁlida la
terísticas de la tragedia del hipódromo de Santa Beatriz hacen válida la suposición de que ella se suposición de
desencadenó por obra de un hombre que no disparó a mansalva sino que expuso a sabiendas
su propia vida para cumplir con su propósito de acabar con la del presidente de la República, o Que ella se
sea que ese hombre era un fanático. desencadenó
Culpar al leguiismo de la muerte de Sánchez Cerro tiene tantos elementos justificativos
como los que surgirán si se culpara a los colombianos, a los comunistas, al general Benavides o
por oBra de un
a los familiares de algún fusilado, preso o exiliado. HomBre Que no
disparó a
el aMBIeNte eN Que Se produJo el aSeSINato.- En todo caso, la situación en aque- mansalVa sino
llos días en el Perú y, más concretamente, en Lima, era muy tensa. Recuerdan algunos de los que Que eXpuso a
acompañaban al presidente Sánchez Cerro en sus salidas a las calles en automóvil, que solían
encontrar a su paso rostros cordiales pero también otros ceñudos y con gestos de odio. El
saBiendas su
ambiente parecía explosivo, después de varios chispazos de cruenta guerra civil y en la inminen- propia Vida
cia de una guerra internacional. Los disparos asesinos podían partir de muchos orígenes. para cumplir
Alfonso Reyes en su publicación titulada La Conferencia Colombo-Peruana para Río de Janeiro
25 de octubre de 1933 a 24 de mayo de 1934, el arreglo del incidente de Leticia (México, 1947) reco-
con su
ge unas palabras de José Santos Chocano al decir que el asesinato de Sánchez Cerro fue una propósito de
“ejecución”. acaBar con la
Que hubo sectores profundamente complacidos con el crimen del 30 de abril está compro-
bado por muchos testimonios, entre ellos el de Alberto Bolognesi E., en su obra Sindicalismo. del presidente
Apuntes de historia, crítica, doctrina y organización sindical (Lima, 1945) reeditada y ampliada en de la repÚBlica,
1947 bajo el título Teoría y técnica del sindicalismo moderno. Bolognesi escribió: ”Otro accidente
en esta azarosa vida del Perú que no tuvo meta ni rumbo, nos puso en libertad. Y aquí me des-
o sea Que ese
cubro ante el nombre de Mendoza Leyva. Los hijos del pueblo cuando ejercen justicia colectiva, HomBre era un
merecen el respeto y la admiración de todas las generaciones. Quizás la acción de Mendoza fue FanÁtico.
la continuación de otro acto heroico que se había realizado el año anterior. Fue la contribución
de la nueva legión.Y aquel muchacho todo felino que daba cara al peligro, estaba escribiendo la
mejor página de la juventud del Perú. Al rendir homenaje a estos soldados de la justicia social,
amplío su reverencia a quien se lo merezca”.
[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 73
noViemBre
1933
[ perú ] 28
se inagura el
conceder como pensión de montepío a la señora madre y a los herederos legales del mismo
caudillo, el íntegro del haber correspondiente a su clase de general de brigada,
Un decreto de presidente Benavides fechado el 20 de agosto de 1938, ordenó que se colo-
cara una placa de bronce conmemorativa del que fue Presidente Constitucional de la
República, general de brigada don Luis M, Sánchez Cerro, en el frontis de la casa donde nació.
Una avenida de Lima recibió el nombre del caudillo vencedor en los comicios de 1931; pero
museo de en 1947 la Municipalidad, presidida por Augusto Benavides Canseco, cambió dicha denomina-
arQueología JosÉ ción por la de República de Chile.
La Junta Militar de Gobierno dispuso el 30 de abril de 1949, por un decreto refrendado por
maría morante de su Presidente el general Manuel A. Odría y el ministro de Fomento teniente coronel AlfonsoLlosa
la uniVersidad ex edecán de Sánchez Cerro, que, en homenaje a este, llevara su nombre el puente monumen-
nacional san tal que se construía en la ciudad de Piura.
agustín. contenía
entonces mÁs de SÁNcHeZ cerro eN la poeSía Nueva.- Sebastián Salazar Bondy ha escrito en su poema
ocHo mil piezas “Desterrados de la luz”, perteneciente a la colección póstuma Sombras corno cosas sólidas:
arQueológicas
El Señor Presidente acariciaba
peruanas Que las crines de viento de su caballo favorito.
serVían para Hacer La blanca, helada mano que enternecía al bruto
era la misma que firmaba los abisales decretos de
un recorrido
inclemencia
Histórico desde el la misma que desgranaba en el Tedéum sus preces
período lítico, sin fe,
pasando por las la misma que ceñía al cuerpo
el delantal escocés,
culturas cHaVín, la misma
paracas, nazca, mano
mocHica, dura
del Señor Presidente.
tiaHuanaco Y Wari, Pálida mano que vendía carne humana
Hasta la Época destinos no nacidos todavía
incaica. y que bendita por su raza avasallante
y sus gruesos anillos usureros
flameaba sensual cuando cumplía con la muerte
En aquel tempo ya el pueblo se vertía por
callejuelas,
pausando río que tropieza en las esquinas,
retorna al lecho,
deriva a la taberna,
cae
en la cascada maloliente de la procesión y la
corrida de toros
y en la tarde de plomo
desanda los suburbios
girando como un número en la rueda del infortunio.
Grupos de hombres borraban sus huellas con alcohol
injuriaban el vientre encinta de su casa,
llamaban entre dientes al asesino,
74 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
al hombre libre y oscuro que por fin
asestara las iras contra el falso inmortal.
Y así ocurrió.
Un comandante cortó de un tajo UN DECREtO DEL
la leonina cabeza del capricho
pero también fue felino y dio zarpazos.
PRESIDENTE
Restauró el temor, BENAVIDES,
puso negra cabeza violenta FECHADO EL 20 DE
a la ignorante soledad de los pobres
y sacudió reciente polvo de tumba en los lechos
AgOSTO DE 1938,
nupciales. ORDENÓ QUE SE
En el rescoldo homicida, humeante aún la noche COLOCARA UNA
se fraguó un dedo sobre un gatillo
y cuando la marcial cabeza campeaba ante la PLACA DE BRONCE
multitud segó su eminencia un estallido, CONMEMORATIVA
pero otro
y otro más,
DEL QUE FUE
y cien después. PRESIDENTE
Devolvieron su gloria de lobo a los verdugos. CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA.
GENERAL DE
BRIGADA DOn
LUIS M. SÁNCHEZ
CERRO, EN EL
FRONTIS DE LA
CASA DONDE
NACIÓ.
[ capítulo 1 ] período 8 75
PRIMER PERÍODO LA ÉPOCA FUNDACIONAL DE LA REPÚBLICA [1822-1842]
SEGUNDO PERÍODO LA FALAZ PROSPERIDAD DEL GUANO [1842-1866]
TERCER PERÍODO LA CRISIS ECONÓMICA Y HACENDARIA ANTERIOR A LA GUERRA CON CHILE [1864-1878]
CUARTO PERÍODO LA GUERRA CON CHILE [1879-1883]
QUINTO PERÍODO EL COMIENZO DE LA RECONSTRUCCIÓN [1884-1895]
SEXTO PERÍODO LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA [1895-1919]
SÉPTIMO PERÍODO EL ONCENIO [1919-1930]
OCTAVO PERÍODO EL COMIENZO DE LA IRRUPCIÓN DE LAS MASAS ORGANIZADAS EN LA POLÍTICA [1930-1933]
ADENDA BREVES NOTAS RELACIONADAS CON LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA ENTRE 1895-1933
APÉNDICE GENERAL LOS RESULTADOS DE LA EXPERIENCIA HISTÓRICA PERUANA Y LAS PERSPECTIVAS ABIERTAS EN EL SIGLO XX
Breves notas relacionadas con la educación,
la ciencia y la cultura 1895-1933
^[ adenda ]
[ TOMO 16 ]
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
capítulo 1 ● I Piérola y el problema de Los inspectores de educación ● Telésforo Instituto Chalaco ● El Colegio de San
la educación ● II Las ideas de Isaac Catacora ● El fomento de la educación Vicente de Paúl de Arequipa y el P.
Alzamora sobre la educación nacional ● técnica ● El desarrollo de la educación Hipólito Duhamel ● La instrucción
La Ley de Instrucción de 1901 ● La secundaria ● El Consejo Superior de religiosa y la laica ● Educación femenina
Escuela Correccional de Varones ● La Ley Educación ● El Boletín de Instrucción de Teresa González de Fanning ● VI La
de Instrucción de 1902 ● El intento de Pública ● Perspectivas de la educación educación física ● El jardín de la infancia
reforma de 1903 ● La supresión del pública en 1908 ● V El Colegio Guadalupe en la enseñanza oficial. Otros aspectos
Consejo Superior de Instrucción Pública de 1885 a 1908 ● Los profesores educacionales ● VII El desarrollo de las
● Las pensiones de catedráticos, alemanes ● Los colegios nacionales de universidades. La autonomía ● El conflicto
profesores y preceptores ● III Las provincias entre 1895 y 1908 ● La universitario en Arequipa en 1907 ● El
escuelas de artes y oficios ● El comienzo introducción del jardín de la infancia, de crecimiento estudiantil ● El ingreso de
de la educación comercial en el Perú ● IV la educación física femenina y otras mujeres a las universidades ● Las
La brillante política educacional del iniciativas de Elvira García y García ● El maniobras de 1907 ● La renovación
gobierno de José Pardo ● El fomento de Liceo Grau y Esther Festini de Ramos universitaria y el descontento de la nueva
la instrucción primaria ● La mejora de Ocampo ● El Colegio de San Agustín ● El generación ● El Centro Universitario ● VIII
locales y de material escolar ● El estímulo Lima High School ● Patricio Sabogal y el La Escuela de Ingenieros ● IX La Escuela
a la profesión magisterial, la Escuela renacimiento de la educación secundaria de Agricultura ● La reforma del Seminario
Normal ● La carrera del profesorado ● en el Callao ● El Colegio Bozano y el de San Antonio Abad en el Cuzco
la educaciÓn pública en el período 1895-1908
CAPÍTULO
1[ ]
p
[I]
IÉrola Y el proBleMa de la educacIÓN.- Extrañará, tal vez, que habiendo abordado
el segundo gobierno de Piérola problemas trascendentales como el electoral, el militar, el
hacendario, el monetario y otros, el capítulo de la educación pública esté en blanco dentro de
su historia. La verdad es que Piérola aludió a este asunto con claridad y franqueza. ”Despojado
antes de ahora y por entero, el Jefe de Estado, de sus atribuciones constitucionales respecto de
la instrucción pública, nada eficaz he podido intentar acerca de ella”, expresó en su mensaje de
1897. ”He tenido que limitarme a procurar el estudio de reformas en el Código de instrucción
que ha sido hecho por una comisión nombrada al efecto” agregó. “El proyecto de nuevo código
está terminado y contiene, sin duda, mejoras provechosas. Al examinarlo, hallé, sin embargo,
que demandaba modificaciones sustanciales, mereciendo, por lo mismo, revisión”.
Pero en aquel mismo documento, ya había pintado un cuadro sombrío que interesa repro-
ducir íntegramente:”La instrucción primaria es deficiente, mal hecha y enteramente despropor-
cionada con el grueso gasto que ella impone.
“La media y facultativa angustian verdaderamente.
“Largos años hace que yo no he podido ver de cerca nuestras escuelas; pero tengo delante
sus frutos.
“Deber mío es señalar mal que es gravísimo, y no he de disimularlo.
“Cuando se asiste a la decadencia lamentable de nuestra prensa; se contempla como ha
bajado nuestra tribuna; se palpa hiriente desarreglo en los actos administrativos, en la sentencia
del juez, en el dictamen del alto magistrado, y se penetra en el intrincado laberinto de leyes y
decretos, cuya fórmula misma es desconcertada, es imposible no acudir, con ánimo angustiado,
a la fuente de males semejantes.
“No hay desorden en las leyes, en los actos del administrador y del juzgador, en los debates
públicos, en los hechos todos, sino porque está en las ideas.
“Buscando el mal en su origen, la verdad es que se estudia poco, muy poco, mal y se apren-
de peor.
“Esto da la media ciencia cien veces más terrible que la ignorancia; la noción incorrecta de
las cosas, que produce, para la inteligencia, el mismo efecto que la vista alterada por vicio orgá-
nico o por el influjo de agente perturbador.
“En las escuelas se pervierte la facultad de pensar; perversión que se acentúa con la lectura
de malos periódicos; y como es allí en donde se forman las clases dirigentes, naturales, lógicos,
necesarios, son los rumbos de extravío de la Nación entera.
“En cuanto a educación, mucho más importante que la instrucción misma, ¿quién se
preocupa seriamente de ella?
“Formar generación orgánica y moralmente robusta; solicitada por nobles y verdaderos ideales;
que sepa no desear sino querer con la voluntad recta y todopoderosa de nuestros progenitores; tal
es la tarea altísima que nos está encomendada para hacer de un puñado de desconcertantes gentes,
esparcidas en un inmenso territorio por laborar, el poderoso pueblo que ha de vivir en este bendito
pedazo del globo, hecho libre por nuestros padres legándonos el encargo de hacerlo grande”.
80 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
[ II ]
laS IdeaS de ISaac alZaMora SoBre la educacIÓN NacIoNal.- Isaac Alzamora,
en un notable discurso pronunciado en la clausura del año universitario de 1899, abogó porque
todos los recursos del ramo y cuantos se pudieran arbitrar en el futuro se dedicasen a la ense- isaac alzamora,
ñanza primaria y después a las escuelas prácticas especiales según las necesidades de cada zona
territorial y a la educación superior. ”Todo Estado y mucho más un Estado democrático (expresó)
en un notaBle
debe, por su propio interés, garantizar a los ciudadanos la instrucción primaria tan completa discurso
como lo permitan sus recursos y como lo exigen las necesidades y los adelantos de la época pronunciado en
presente; y la ciencia proclama hoy, como principio indiscutible que no hay verdadera instruc-
ción primaria si no es enciclopédica, universal, concéntrica, práctica y educativa. La instrucción
la clausura del
primaria reducida a la lectura y a la escritura y a algunas pocas reglas de aritmética y también de aÑo
gramática, como se acostumbra entre nosotros, cuando no estéril, es nociva y en todo caso uniVersitario de
repelente, porque deja vacío el espíritu e indócil la materia y no hace sino dar el medio de adqui-
rir y comunicar ideas malsanas, únicas que, por lo general, están a la mano y son accesibles a la 1899, aBogó
gente desprovista de toda cultura. porQue todos
“La instrucción secundaria organizada y costeada por el Estado (agregó) no tiene razón de
ser ante el derecho ni ante la ciencia; y prácticamente son mayores los males que el país ha
los recursos del
sufrido por causa de ella que los beneficios que ha reportado. En el aspecto científico los cole- ramo Y cuantos
gios sostenidos por el Estado excluyen la competencia en materia que no hay motivo para se pudieran
libertar de su benéfico influjo; encierran en un mismo cartabón toda la instrucción media que
ganaría mucho si se diversificase en su origen, en su método, en la extensión de los programas arBitrar en el
y en las materias de enseñanza según las distintas concepciones de la iniciativa privada y los Futuro se
gustos, las exigencias y hasta la constitución intelectual de cada localidad”.
Las ideas de Alzamora se hubieran aplicado si llega a la presidencia de la República en 1904.
dedicasen a la
enseÑanza
primaria Y
la leY de INStruccIÓN de 1901.- Una resolución suprema del 3 de junio de 1896, refren-
dada por Piérola, nombró una comisión para que elaborase un proyecto de ley orgánica de
despuÉs a las
instrucción pública. Formaron parte de ella Francisco García Calderón como presidente, Luis escuelas
Felipe Villarán, Felipe Varela y Valle, Eleodoro Romero, José Granda, Jaime Tovar, Federico prÁcticas
Villarreal, Ernesto Odriozola y Pedro A. Labarthe. La labor llevada a cabo por esta comisión recibió
algunas enmiendas. La ley de 20 de setiembre de 1899 autorizó al Poder Ejecutivo para poner especiales segÚn
en vigencia las reformas propuestas con intervención del Consejo Superior de Instrucción. Fue las necesidades
un nuevo caso, y no el primero ni el único, ni el último, de legislación “delegada” en materia
educacional(1). El Gobierno no hizo uso inmediato de esta facultad, según manifestó el ministro
de cada zona
Vega en su memoria de 1900, porque implicaba fuertes gastos. Sin embargo, por decreto de 9 territorial Y a
de marzo de 1901, puso en vigencia la ley, acerca de la cual dijo García Calderón, en su memoria la educación
como rector de la Universidad, que había pasado por demasiadas comisiones.
Constó aquella de 414 artículos, es decir era extensísima. Dividiose en secciones y estas en superior.
capítulos. La sección preliminar incluyó capítulos sobre la instrucción pública, las autoridades en
esta materia, el ministro, el Consejo Superior de Instrucción Pública, la jubilación y el montepío. La
sección primera sobre la primera enseñanza tuvo16 capítulos: disposiciones generales, la Dirección
de Primera Enseñanza, los Consejos Escolares, los visitadores, las escuelas, el personal docente, el
local y el material escolar, el régimen de los planteles, los exámenes, la matriculación, los premios,
las conferencias y concursos escolares, las rentas y gastos, la instrucción obligatoria, las escuelas y
cursos normales, las escuelas particulares. La sección 2° sobre segunda enseñanza trató de los
(1) Sobre anteriores reglamentaciones educacionales todas ellas emanadas del Poder Ejecutivo, véase la Historia de la
República del Perú: la de 1850; la de 1855; la de 1876; la de 1884; la de 1886.
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 81
erNeSto odrIoZola colegios y liceos, las comisiones de delegados, los directores y subdirectores de los colegios, las
(1862-1921) asignaturas, los profesores, los capellanes, administradores de rentas, secretarios e inspectores, la
provisión de asignaturas, las licencias, las faltas, suspensión y destitución de profesores, los alum-
nos, las becas y pensiones, las matrículas y demás registros, los exámenes, las vacaciones, los pre-
mios y los castigos, el material, las rentas y gastos de los establecimientos de segunda enseñanza,
la enseñanza libre, la segunda enseñanza para mujeres. La sección 3° relativa a la instrucción
superior dedicó capítulos especiales a las universidades, los rectores y vicerrectores, el secretario,
el tesorero, el archivero-bibliotecario, los empleados subalternos, el consejo universitario, las facul-
tades, los decanos y subdecanos, el secretario y el subsecretario de la facultad, los catedráticos, los
alumnos, las materias de enseñanza en cada facultad, los exámenes, los premios y penas, el año
universitario, los grados, las insignias y uniformes, la administración de rentas, la escala de sueldos,
los institutos especiales para la instrucción superior, la enseñanza superior libre o particular.
En el pináculo del sistema educacional, la ley colocó al ministro y mantuvo a su lado al
Consejo Superior, que recortaba en parte las atribuciones de este al velar por el cumplimiento
de las leyes, decretos y resoluciones del ramo, inspeccionar la enseñanza, autorizar los libros de
este médico limeño fue texto, decidir las cuestiones sobre disciplina, nombrar visitadores y el personal de segunda ense-
parte de la comisión que ñanza, aprobar las propuestas de los consejos universitarios sobre creación de cátedras y varia-
preparó la ley de ciones en los estudios, proponer la creación de escuelas y colegios y resolver la supresión de los
instrucción de 1901. existentes cuando fuere necesario. En ciertos casos debía ser oído necesariamente el Consejo.
odriozola estudió en la Este gozaba así de atribuciones técnicas y de facultades administrativas. Su personal, demasiado
Facultad de Medicina de numeroso, era el siguiente: el ministro que lo presidía; el director general de Instrucción; el rector
la universidad de San de la Universidad de San Marcos, dos doctores nombrados por cada una de las facultades de esa
Marcos y en la casa de estudios o sea doce delegados, dos doctores por cada una de las tres universidades de
universidad de parís, provincias y seis personas más designadas por el Gobierno. Dos de ellas representaban la prime-
donde optó el grado de ra enseñanza, dos la segunda y otras dos la instrucción libre. En total el Consejo debía tener
doctor en 1888. de veintisiete miembros, de los cuales diecinueve provenían de las universidades.
regreso en el perú, fue Importante fue la orientación que la ley de 1901 dio a la instrucción primaria. Bajo la vigencia del
incorporado a la cátedra Reglamento General de 1876 ella había tendido a la repetición literal de los libros de texto, sin expli-
de anatomía topográfica caciones. Los maestros se caracterizaban por la escasez de sus conocimientos. Las escuelas no reci-
y medicina operatoria de bían vigilancia. La enseñanza obligatoria, o sea la primaria de primer grado, estaba abandonada. El
su alma máter. de 1911 a provincialismo excesivo corroía a los planteles existentes. Los municipios, bajo cuya jurisdicción fun-
1921 fue decano de la cionaba la instrucción primaria, dedicábanse a otras atenciones y no contaban con personal prepa-
Facultad de Medicina y rado en el campo pedagógico. La ley de 1901 pretendió iniciar una reacción contra ese estado de
asumió el rectorado de cosas. Procuró echar las bases para la unidad del sistema con una oficina central para cautelar la
la universidad cuando marcha de todas las escuelas, o sea la Dirección de Primera Enseñanza. Correspondió a esta entidad
José pardo inició su vigilar el cumplimiento de las leyes y resoluciones concernientes a ese nivel, pedir al Consejo la aper-
campaña presidencial. tura de planteles, reformar los presupuestos escolares cuando fuera necesario, proponer el plan de
estudios, los programas y la distribución del tiempo en las aulas, promover y realizar concursos de
textos, iniciar exposiciones, procurar el establecimiento de bibliotecas escolares y de sociedades
destinadas al fomento de la primera enseñanza, formar la estadística, llevar la matrícula de los precep-
tores, reglamentar las conferencias pedagógicas, dirigir una publicación periódica. De hecho, sin
embargo, la enseñanza primaria continuó bajo la dependencia de los recursos municipales.
La ley de 1901 hizo extensivos a los preceptores titulares de las escuelas públicas los benefi-
cios de la ley de 1861 sobre jubilación y montepío.
La publicación La Educación Nacional apareció con carácter oficial en mayo de 1901. Dos
pedagogos fueron nombrados entonces en el Ministerio de Justicia e Instrucción; y se inició así,
en modesta escala, su tecnificación.
Los consejos escolares de provincia y las comisiones de distrito debían auxiliar a la Dirección
de Primera Enseñanza, con facultad para nombrar visitadores. Representaban lo que ahora se
82 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
llamaría el aporte de la comunidad, o sea la participación popular en la educación. La ley de 16
de enero de 1904, emanada de una iniciativa del Estado, suprimió los consejos y las comisiones
y sus atribuciones pasaron a los concejos municipales respectivos.
Las escuelas quedaron clasificadas en dos grados. Fue obligatoria la enseñanza en el primero. la puBlicación
La ley de 1901 señaló, además, las rentas de la primera enseñanza en un esfuerzo para definirlas
y regularlas, sin modificar su situación real. También buscó la selección del cuerpo preceptoral.
la educación
Ordenó que funcionaran por lo menos tres escuelas normales para varones y otras tres para nacional
mujeres, con sus escuelas anexas de aplicación, y las ubicó en lugares estratégicos del norte, el apareció con
centro y el sur de la República. Dispuso que los preceptores de las escuelas públicas fuesen
nombrados por concurso y exigió el diploma respectivo, señalando otras formalidades para
carÁcter
dignificar y organizar la carrera del magisterio. oFicial en maYo
En cuanto a los establecimientos de segunda enseñanza los dividió en liceos y colegios, con de 1901. dos
seis años de estudios. Aparte de los cursos generales, los primeros debían tener asignaturas
especiales aplicables a la agricultura, el comercio, la minería o las artes mecánicas. Correspondía, pedagogos
en cambio, a los colegios la preparación para el ingreso a la educación superior. Fue suprimida Fueron
la enseñanza del latín en los liceos, aunque ella se mantuvo en los colegios (art.158).
En el nivel universitario, la ley de 1901 creó nuevas cátedras tanto en Lima como en provin-
nomBrados
cias y, por lo menos, dos facultades en estas últimas universidades, o sea en Arequipa, Cuzco y entonces en el
Trujillo. Las atribuciones de los consejos universitarios fueron ampliadas. Los alumnos ingresa- ministerio de
ban directamente de la segunda enseñanza a las facultades.
La ley no contuvo prescripción alguna sobre métodos pedagógicos. Justicia e
instrucción; Y
la eScuela correccIoNal de varoNeS.- La Escuela Correccional de Varones fue creada
se inició así, en
por iniciativa del Poder Ejecutivo concretada en el decreto de 21 de mayo de 1902, que refrendó modesta
el ministro Lizardo Alzamora y anunció el presidente Romaña en su mensaje de ese año. escala, (…) [la]
tecniFicación
la leY de INStruccIÓN de 1902.- Los legisladores de 1902 se preocuparon, en contradic- [de la
ción con las ideas enunciadas por Isaac Alzamora, preferentemente de la educación secundaria, educación].
sin esperar ni un año siquiera después de haber aprobado la ley anterior.
Los diputados Antonio Miró Quesada, M. J. Porras, Fernando Gazzani y Bernardo Goyburu
presentaron un proyecto para conservar únicamente los colegios y abolir los liceos. El objetivo
de aquellos establecimientos debía ser suministrar las nociones útiles para la vida social e indis-
pensables para el ejercicio de las industrias y el comercio. La enseñanza quedó reducida a cuatro
años y fue orientada hacia los conocimientos elementales y con sentido práctico, con preferen-
cia para los de inmediata aplicación, Se dispuso el establecimiento de una sección comercial e
industrial en todo colegio. La preparación para el ingreso a las carreras de jurisprudencia y cien-
cias políticas de un lado y de medicina de otro, fue encomendada a las facultades de Letras y de
Ciencias en dos años de estudios.
En el corto debate que este proyecto suscitó el 24 de octubre se puso en claro que la comi-
sión dictaminadora había sido ilustrada por Alejandro O. Deustua, cuya formación pedagógica
habíase enriquecido después de su viaje a Europa enviado por el Gobierno para estudiar la
reforma educacional. Al aprobarlo, la Cámara de Diputados aumentó el número de las materias
que debían enseñarse en los colegios y así les hizo perder su carácter elemental y práctico. Otras
ampliaciones fueron hechas por el Senado.
El Congreso no comprendió bien cuál era el punto de vista de Deustua. Su planteamiento
incluía cuatro ciclos en la reforma de segunda enseñanza: uno de transición entre la primaria y la
media; otro de cultura general media dada en cuatro años; un tercero unido a los dos anteriores, o
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 83
sea coincidente con ellos, destinado a la cultura técnica, industrial y comercial; y un cuarto ciclo
de cultura general superior dado en las facultades de Ciencias y de Letras, preparatorio de la ins-
trucción profesional en las facultades de Jurisprudencia y Medicina y en la Escuela de Ingenieros.
la reForma Se dijo insistentemente que la ley se inspiró, en realidad, en el deseo de dar alumnos para
las secciones preparatorias de la universidad y de las escuelas superiores, arrebatándolos a los
[educacional] de dos últimos años de enseñanza secundaria en los colegios.
1902 Fue Todavía peor resultó la aplicación que dio a la ley el Poder Ejecutivo. Se promulgó ella el 7
inconVeniente. de enero de 1902. No fueron formulados previamente los programas a que debía someterse la
reforma. El Consejo Superior de Instrucción no solo mantuvo sino acentuó la tendencia enciclo-
destruYó la pedista en esos programas dentro del reducido marco de cuatro años, y conservó su carácter
orientación preuniversitario. En resumen, los colegios siguieron con los cursos que mantenían en lo esencial
prÁctica el sistema antiguo, aunque el tiempo de estudios fue reducido a cuatro años.
La misma ley de 7 de enero de 1902 fijó en los 12 años la edad para los aspirantes a ingresar
esBozada en los en la instrucción secundaria. Anteriormente habíase tenido a numerosos alumnos de edad
liceos, Y mucho mayor.
La reforma de 1902 fue inconveniente. Destruyó la orientación práctica esbozada en los
disimuló mal liceos, y disimuló mal ese hecho al crear en los colegios secciones anexas comerciales e indus-
ese HecHo al triales que surgieron tímidamente o no fueron establecidas. Uniformó la enseñanza en aquellos
crear en los planteles con un criterio intelectualista que resultó agravado en el contraproducente debate
parlamentario. Creó una verdadera segunda etapa de los estudios medios en las facultades de
colegios Letras y de Ciencias pero no coordinó a esas facultades que antes languidecían y que se vieron
secciones llenas de alumnos, ni entre sí ni con los colegios. Olvidó las deficiencias y los vacíos de la instruc-
ción primaria. No tomó en cuenta que en muchos colegios faltaban maestros aptos e instru-
aneXas mentos pedagógicos necesarios.
comerciales e
industriales
el INteNto de reForMa de 1903.- No había transcurrido mucho tiempo después de
Que surgieron 1902, cuando se intentó una nueva reforma. El ministro Francisco J. Eguiguren dirigió a la Cámara
tímidamente o de Diputados un oficio el 10 de noviembre de 1903 en el que solicitó la ampliación de la educa-
no Fueron ción secundaria a cinco años divididos en tres para la cultura general y dos ramificados en cuatro
secciones destinadas a preparar a abogados y literatos o médicos y farmacéuticos o ingenieros,
estaBlecidas. militares, especialistas en ciencias matemáticas y naturales, o comerciantes y empleados consu-
lares y de hacienda. También intentó el proyecto Eguiguren reemplazar el sistema de exámenes
de fin de año por pruebas mensuales y trimestrales y reducir a un año los estudios preprofesio-
nales en las facultades de Letras y de Ciencias.
La comisión dictaminadora de la Cámara de Diputados presentó un proyecto sustitutorio y
el asunto no llegó a ser resuelto. Pero el malestar por la situación contradictoria de una educa-
ción secundaria agobiada y corta y la inquietud por modificar su estructura prosiguieron laten-
tes. Entre tanto, los colegios quedaron en realidad como simple antesala de la universidad.
84 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
LA EDUCACIÓN COMERCIAL.- En 1899 se inauguró en el Perú la Escuela Técnica de Comercio, a la que siguió el Instituto
Comercial del Perú. Aquí vemos a una promoción de sus alumnos, futuros auxiliares mercantiles, con el fondo de la
Plaza San Martín, en Lima.
[ capítulo 1 ] adenda 85
y también el civilismo de 1872 y que hallaron exponentes concretos en las leyes que separaron del
poder central los asuntos encomendados a las sociedades de beneficencia, en la creación del Consejo
Superior de Minería y en el establecimiento de las comunidades de regantes conforme al Código de
especial Aguas. Pero el problema en 1904 y en 1905 fue, en realidad, de vida o muerte para el Consejo. El sena-
dor de la oposición Joaquín Capelo había presentado en 1902 un proyecto suprimiéndolo porque
importancia invadía atribuciones del Congreso y del Ejecutivo y no era constitucional y además porque había
otorgó el irrogado daños a la instrucción. El Senado aprobó esa iniciativa. Manuel B. Pérez hizo la defensa de
presidente lorganismo atacado y señaló como enemigos de él a los ministros que anhelaban el monopolio de
los nombramientos (en contraste con esta referencia, precisamente el ministro Polar defendió al
candamo en su Consejo) y a los políticos que pretendían ampliar el radio de su influencia a través de ese mismo poder.
mensaJe de 1903 Dijo Pérez que directores de colegios corno Juan de Dios Lora y Cordero en Chiclayo y Enrique Haro
a la enseÑanza en Huaraz, a quienes se había querido separar por sus opiniones como ciudadanos, habían sido
defendidos por el Consejo; recordó también que el ministro monseñor Puirredón no logró su propó-
de las artes sito de hacer salir de la dirección del plantel de Puno a Rodolfo Zavala. Acusaciones frecuentes al
mecÁnicas en Consejo, por la lentitud en el despacho de los expedientes, anunció Pérez que serían hechas más tarde
igualmente a los ministros. El Consejo implicaba (según él) la garantía de la separación entre los
planteles gobiernos inevitablemente transitorios y los órganos del ramo, una barrera contra la política. La
destinados a Cámara de Diputados aprobó el punto de vista de mantener y de reformar el Consejo el 20 de octubre
ese eXclusiVo de 1904 pero el Senado votó por la inasistencia el 11 de agosto de 1905. El asunto fue resuelto en
sesión de Congreso de 11 de setiembre del mismo año. De nuevo se trató acerca de la conveniencia
oBJeto Y de los o inconveniencia de concentrar dentro del Ministerio y en manos de funcionarios las atribuciones del
cuales no puede cuerpo colegiado que se trataba de abolir y acerca de su constitucionalidad. Capelo llegó a decir (en
profecía desmentida luego por los hechos) que, al suprimir el Consejo, se formarían planes de estudios
carecer, diJo, distintos según los colegios y las localidades. La insistencia fue aprobada. La ley que dio muerte al
ningÚn país Consejo quedó promulgada el 27 de setiembre de 1905. Contra lo que había creído Capelo, acentuó
regularmente el centralismo y el burocratismo en el ramo de Educación.
Tal como fue erigido en el Reglamento de 1876 y como quedó constituido según las enmiendas
organizado. en él hechas, el Consejo no fue un organismo eficaz. Simbolizó una época de predominio creciente
en el ramo educaciones del elemento universitario para el que el problema tenía su foco en el nivel
superior de la enseñanza por lo cual otorgaba de hecho menor importancia a la primaria e invadía
el campo de la secundaria, considerado, a pesar de todos los discursos en contrario, como simple
medio de preparación para los grados de bachiller o doctor. La voz de los maestros de escuelas y
colegios no fue escuchada o encontró débil expresión en el Consejo. Hubo, por otra parte, en este
organismo, recargo de atribuciones técnicas y administrativas. Ni a unas ni a otras atendió adecua-
damente, con su heterogéneo personal. Dividido en comisiones, ellas actuaron con suma morosi-
dad. Careció de medios suficientes y de elementos auxiliares, y dependió a veces de un solo emplea-
do subalterno. Muchas veces ocurrió que un presupuesto de colegio se aprobara en el año siguien-
te a aquel en que debiera haber regido. A pesar de todo, fue un freno eventual contra las interferen-
cias y las arbitrariedades de la política como recordara Manuel B. Pérez; pero en lo últimos tiempos
también se contagió de ese vicio y dejó de ser una garantía para el magisterio. Lo aconsejable
hubiera sido recoger las enseñanzas de la experiencia y dejar subsistente al Consejo, disminuir y
democratizar su personal, mantener su carácter técnico en resguardo de los derechos de los profe-
sores y de la educación en general y entregar las atribuciones administrativas al Ministerio, sobre la
base de que ellas fueran ejercidas con eficiencia, rapidez, coherencia y honestidad.
86 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
[ III ] JorGe polar
laS eScuelaS de arteS Y oFIcIoS.- La ley de 1° febrero de 1896 ordenó que las munici- (1856-1932)
palidades de cada departamento procedieran a establecer, cuando menos, una escuela de artes
y oficios, y que dictase de preferencia un curso de enseñanza agrícola en los departamentos
cuyas condiciones lo exigieran; y aplicó al sostenimiento de dichos planteles el producto del
arbitrio municipal que gravaba el consumo de los alcoholes y bebidas alcohólicas.
El arbitrio mencionado llamado de mojonazgo, alcanzaba en algunas provincias al 30% de
los ingresos totales de los municipios. Debían ellos, además, destinar el 20% de sus ingresos al
fomento de la instrucción primaria. La ley de febrero de 1896 no tuvo aplicación.
Especial importancia otorgó el presidente Candamo en su mensaje de 1903 a la enseñanza
de las artes mecánicas en planteles destinados a ese exclusivo objeto y de los cuales no puede
carecer, dijo, ningún país regularmente organizado. Cumplió tan destacado aspecto de la políti-
ca educacional, el único mencionado en ese documento legislativo, la ley de 22 de noviembre
de 1903 que dispuso la reinstalación de la escuela de artes y oficios. Pero Candamo no pudo
realizar su propósito de abrirla y de hacer venir, como había prometido, de Europa el director, los
profesores y el material necesario para ella. el abogado y escritor
El vicepresidente Calderón y el ministro de Fomento José Balta dieron el decreto de 1° de arequipeño inició su
junio de 1904 que la organizó. En ese entonces el Estado compró para albergarla el antiguo local carrera en 1874, como
de Santa Sofía. docente del colegio
Independencia, en su
ciudad natal. luego, en
el coMIeNZo de la educacIoN coMercIal eN el perÚ.- En 1899 M. Enrique Perla fundó 1882, asumió la cátedra de
la Escuela Técnica de Comercio, destinada a la preparación de auxiliares en el ramo mercantil. Fue el estética en la universidad
primer plantel de su género en el país y tiene gran significado histórico. Contó con el apoyo resuelto de San agustín. trece
de Manuel Candamo, entonces presidente de la Cámara de Comercio de Lima. En 1900 esa Cámara años más tarde fue
aceptó supervigilar los exámenes de la Escuela. Candamo es, pues, un precursor en la preocupación designado diputado por la
por la educación comercial en el Perú, como lo fue en relación con la educación técnica. provincia de caylloma, y
de 1896 a 1907 fue rector
de la universidad de San
[ Iv ] agustín de arequipa.
la BrIllaNte polítIca educacIoNal del GoBIerNo de JoSÉ pardo.- El gobierno durante el primer
de José Pardo (cuyos ministros de Instrucción fueron, como ya se ha visto, Jorge Polar, rector de la gobierno de José pardo
Universidad de Arequipa y Carlos Washburn, rector de la Universidad de Trujillo) realizó una obra (1904-1908) fue ministro
educacional de grandes alcances, sin precedente ni parangón inmediatos, que vino a formar, junto de Justicia, culto e
con la de su padre, Manuel Pardo, hermoso capítulo en la historia republicana del Perú. Instrucción, cargo que
Cabe analizar esta obra desde los siguientes puntos de vista: a) el fomento de la instrucción ejerció de 1904 a 1906.
primaria, la mejora de locales y material escolar; c) el estímulo a la profesión magisterial; d) el
fomento de la instrucción técnica y de la secundaria; e) la organización del Ministerio; f ) la cor-
dialidad en las relaciones con las universidades.
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 87
de la población a la que debía servir, con carácter obligatorio para los varones de 6 a 16 años y
las mujeres de 6 a 12. Los libros y útiles de enseñanza también debían ser gratuitos. La instrucción
elemental comprendía únicamente lectura y escritura, las cuatro operaciones de aritmética y el
el plan de sistema decimal, nociones generales de geografía universal y del Perú, catecismo político, doctri-
na cristiana y ejercicios físicos. En las aldeas, haciendas y minas y, en general, en todo centro de
estudios para población con más de doscientos habitantes, debía haber, por lo menos, una escuela elemental.
la educación Un sistema de multas penaba a los padres, guardadores o patrones remisos para enviar a la
primaria, escuela elemental a sus hijos, pupilos o sirvientes, con pautas sobre la tramitación para su cobro
y sobre la finalidad de su empleo en premios a los padres solícitos. Para los lugares de mayor
dictado el 20 de población la ley ordenó por cada doscientos niños la creación de un centro escolar.
Junio de 1906, Mediante el principio administrativo fue encomendada al Gobierno la función de asumir la
enlazó la gerencia de la enseñanza primaria en la República. Aquí se consumó y se reforzó la obra iniciada
por la ley de 1901 al crear una Dirección en el Ministerio para este nivel educativo, si bien, de
escuela hecho, las municipalidades la continuaron, amparadas por la ley de 16 de enero de 1904, a mer-
elemental Y el ced de los recursos por ella disponibles. En su exposición de motivos Polar dijo que las escuelas
sostenidas por las municipalidades llegaban al número de 1.891 y que a ellas concurrían 99.448
centro escolar. niños, cifra que muy probablemente no correspondía a la realidad. Más de 200 mil niños no
aQuella era de aprendían a leer ni a escribir siquiera...”Malos locales, pobre mobiliario, escasez de útiles de ense-
dos aÑos Y este ñanza y sueldos mezquinos en muchos casos, debilitan la acción de la escuela”. Había menos
escuelas entonces que cuando las municipalidades recibieron ese servicio. Muchos de estos
en cinco aÑos, planteles eran pobres y con personal deficiente. Constantemente las juntas departamentales no
deBía les entregaban las subvenciones que figuraban en sus presupuestos. No solo por la escasez de
recursos sino por la competencia discutible y por el criterio variable y disperso de las entidades
suministrar los provinciales era necesario, decía Polar, encargar al Estado el comando de la instrucción primaria.
principios de la Por el tercer principio fundamental de la ley, o sea el económico, ella estableció por primera vez
religión, de las en el Perú, un gran fondo de instrucción primaria cuyas bases fueron: el 5% de los ingresos fiscales,
el 30% de las rentas de las juntas departamentales, los impuestos locales creados por leyes especia-
ciencias Físicas les, los ingresos y los bienes propios de ella y el mojonazgo municipal, con la salvedad de que si
Y naturales, de excedía del 50% de la renta total del municipio el Gobierno auxiliaría a este. El mojonazgo era el
la literatura, derecho que se cobraba sobre los vinos y demás licores y bebidas introducidos para el consumo.
En su memoria ministerial de 1906 señaló Polar que las rentas indicadas sumaron ese año
de traBaJo las siguientes cifras: Lp.109.367,7,85 del 5% de los ingresos fiscales; Lp. 21.725,6,38 del 30% de
manual Y de las rentas departamentales; Lp. 6.507,5,3,7 de diversos impuestos; Lp. 4.453, 5,74 del producto
de los bienes propios; Lp. 75.0000,00 del producto del mojonazgo.
materias Según la estadística presentada por Carlos Wiesse al Congreso Científico Panamericano de
agrícolas. Santiago de Chile en 1908 el número de escuelas fiscales en el Perú subió de 2.157 en 1906 a
2.262 en 1907 y a 2.410 en 1908; y el número de alumnos en ellas fue en 1906 de 148.762 y en
1907 de161.660 (103.263 varones y 58.397 mujeres).
El plan de estudios para la educación primaria, dictado el 20 de junio de 1906, enlazó la
escuela elemental y el centro escolar. Aquella era de dos años y este en cinco años, debía sumi-
nistrar los principios de la religión, de las ciencias físicas y naturales, de la literatura, de trabajo
manual y de materias agrícolas. En la práctica resultó demasiado uniforme para país tan hetero-
géneo como el Perú y demasiado preocupado por temas culturales.
El 28 de julio de 1908 fue expedido el Reglamento General de Instrucción Primaria con 754
artículos.
88 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
útiles y libros, ascendente a Lp. 23.550 y otra de Lp. 20 mil para la construcción de locales mode- la eScuela NorMal
lo, uno en cada capital de departamento. de varoNeS
Se convocó a un concurso de planos de casas-escuelas con modelos para la costa, la sierra,
la capital de departamento de provincia y de distrito. El premio fue obtenido por el ingeniero
Santiago Basurco. En su memoria de 1907 el ministro Carlos Washburn expresó que había cons-
trucciones de casas-escuelas en lugares tales como Huancabamba, Jayanca, Otuzco, Salpo,
Pomabamba, Pallasca, Huari, Cajatambo, Huarochirí, Sanin (Chancay), Tarma, Monzón (Huánuco),
Chumpi (Parinacochas), Moho (Huancané), Ayaviri, Caylloma, Cotahuasi, Mollendo. Mencionó
también los locales de centros escolares en las siguientes ciudades: Tumbes, Piura, Cajamarca,
lquitos, Chachapoyas, Tarma, Abancay, Cuzco y Lima. Entre los de la capital, que fueron ocho,
estaban los de las calles Milla, Naranjos, Trinitarias, dos en el Chirimoyo, Guadalupe y La Victoria.
Realizáronse concursos para los libros primero y segundo destinados a las escuelas elementales;
y luego para los correspondientes a cada uno de los tres años de la enseñanza en los centros escola-
res. Así pudo contar la instrucción primaria con textos oficiales en forma práctica y de método moder-
no, con lo cual quedaron eliminadas las muchas obras inaparentes que antes proliferaban.
Algunos libros fueron confeccionados en el Perú como el de lectura elemental de la escuela en 1905 la escuela Modelo
peruana que editó la casa Fabbri en 150 mil ejemplares y el mapa del Perú para las escuelas de Instrucción primaria se
preparado por la Sociedad Geográfica que la misma casa imprimió en tres mil ejemplares. En convirtió en la escuela
otros casos los pedidos fueron hechos al extranjero. Útiles de enseñanza llegaron fabricados por Normal de Segundo Grado,
la casa Hachette, bancas-carpetas de Nueva York, sillones y otros artículos de Hamburgo. Todavía por un decreto del
en escuelas apartadas de la sierra y de la costa suele usarse material de la época de José Pardo. presidente José pardo y el
Solo al mandar hacer partes de matrícula y asistencia, libretas y registros escolares hubo intenso ministro de Justicia, culto
trabajo editorial al servicio de las escuelas. e Instrucción, Jorge polar.
El decreto de 27 de julio de 1908 creó la sección de bienes y rentas escolares en el Ministerio luego, en 1929, esta
de Justicia e Instrucción. institución se convirtió en
el Instituto pedagógico
Nacional de varones: en
el eStíMulo a la proFeSIÓN MaGISterIal, la eScuela NorMal.- El decreto de 1953, en la escuela Normal
28 de enero de 1905, firmado por José Pardo y Jorge Polar, llevó a la realidad el anhelo largamen- central de varones; y en
te acariciado de establecer en la capital una escuela normal de varones destinada a formar pre- 1955, en la escuela Normal
ceptores de enseñanza primaria de segundo grado. Para el ingreso a este plantel se exigió instruc- Superior enrique Guzmán
ción secundaria y, anexo a ella, funcionó una escuela de aplicación. El régimen implantado fue de y valle. a partir de 1967 se
internado. El primer local que se dedicó a la Escuela Normal fue el antiguo de la Facultad de convirtió en la
Medicina que se había trasladado de San Fernando al nuevo edificio de la avenida Grau. Luego universidad Nacional de
pasó a la casa que había dejado el Colegio Guadalupe en la calle Chacarilla. El director fue Isidoro educación enrique Guzmán
Poiry. La inauguración tuvo lugar el 14 de mayo de 1905. y valle-la cantuta.
Se enumeran a continuación las materias estudiadas en la Escuela Normal de Lima: pedagogía,
paidología, psicología infantil, higiene escolar, trabajo manual educativo, nociones de agricultura,
zootecnia, arquitectura escolar, elocución, educación cívica, legislación escolar, teneduría de libros,
francés, inglés, formas geométricas, música y educación física y militar. El programa de Poiry dio pre-
ferencia así a las ciencias pedagógicas sobre los cursos de revisión de los estudios de primaria.
Poiry predicó la libertad de acción del maestro sobre bases lógicas y racionalistas. Halló, sin embar-
go, muchas dificultades para su labor. Un especialista contratado para realizar estudios de estomatolo-
gía recibió el nombramiento como profesor de psicología, historia de la educación y sociología. La
escuela no contó con instrumentos para hacer estudios de psicología práctica y experimental.
Tampoco hubo en ella una biblioteca. Los alumnos, en su mayoría provenientes de provincias y de la
sierra, entraron en conflicto con el regente y con el inspector Manuel Marcos Salazar y se declararon
en huelga. Esta fue quizá la primera huelga estudiantil en el Perú. Duró diez días, abandonando los
becarios la escuela. Poiry logró el retiro del inspector y Salazar no volvió a tener tratos con los jóvenes.
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 89
[1]
[2]
LA EDUCACIÓN FEMENINA. A principios del siglo XX aparecieron diversos colegios religiosos y laicos para la educación
de las niñas y adolescentes limeñas. Una de estas instituciones fue la escuela Bien del Hogar, dedicada a la enseñanza,
principalmente, de labores domésticas. Aquí podemos ver a sus alumnas, en 1930, en una clase de cocina (1) y una de
dibujo (2).
90 adenda [ capítulo 1 ]
Varios alumnos sobresalientes fueron enviados a Estados Unidos. Otros recibieron nombra- la educacIÓN
mientos para dirigir centros escolares en distintos lugares de la República según la procedencia eN 1905
de sus becas.
Quedaron establecidas en Arequipa, Puno, Cuzco y Trujillo, escuelas normales para precep- en 1905 el ministro de
tores de escuelas elementales (decreto de 27 de enero de 1906). De este modo, junto con la Justicia, culto e
Escuela Normal de Mujeres que había sido reorganizada por las resoluciones de 6 y 27 de febre- Instrucción señaló las
ro de 1904 y el decreto supremo de 26 de marzo de 1904, llegaron a seis los establecimientos cifras de profesores y
de este género en la República. La escuela central de trabajo manual educativo creada el 1° de personal administrativo
junio de 1907 estuvo destinada a la enseñanza de esa especialidad. de los colegios e
institutos de enseñanza
del país.
la carrera del proFeSorado.- Para regentar una escuela primaria elemental la ley N°
162 de reforma de la enseñanza elemental exigió además de los requisitos de edad y salud, tener carGo NÚMero
título de preceptor y poseer el quechua o el aymara si se trataba de planteles indígenas. A falta directores 68
de opositor o preceptor con título indicó que se prefiriera al que tuviese certificados de media o, preceptores 2.300
en su defecto, los dos grados de primaria. principales
Ordenó, además, que los preceptores no fueran penados o destituidos sin los trámites pre- auxiliares 556
vios prescritos en el reglamento general de escuelas que dictara el Poder Ejecutivo. Maestros de artes 50
Cuando el Estado asumió las escuelas primarias (expresó Polar en su memoria de 1905) solo 33 y oficios
alcaldes enviaron manifiestos y cuentas de rentas escolares. De esos 33 concejos uno debía el 10%
de los sueldos a los preceptores, otro el 20%, 17 del 20% al 50% 12 del 50% al 70%. El Ministerio no
solo asumió esos pagos sino hizo en 1906 un aumento de haberes a Lp. 3 y efectuó puntualmente
sus abonos. En su mensaje de 1906 José Pardo dejo constancia de que todos los haberes habían
sido puntualmente pagados según información telegráfica de las provincias. En su memoria del
mismo año Polar presentó el dato de que había 68 directores, 2.300 preceptores principales, 556
auxiliares y 50 maestros de artes y oficios, es decir un total de 2.806, e indicó también que sus suel-
dos estaban al día. En el mensaje de José Pardo en julio de 1908 mencionó a 3.160 preceptores de
escuelas fiscales, número que venía a ser muy alto en comparación con todas las épocas pasadas.
La ley de 28 de febrero de 1861, a la que se ha hecho referencia en un volumen anterior,
declaró que el profesorado es carrera pública y dispuso que los profesores de las universidades,
institutos y colegios nacionales gozaran de los derechos de jubilación y montepío. Pero los pre-
ceptores consagrados a las tareas de la primera enseñanza no quedaron incluidos allí. La ley de
1901 estableció la jubilación y el montepío para los preceptores titulares, y las sujetó a las leyes
de 1850 y 1851. La resolución legislativa N° 115 de 18 de noviembre de 1905 vino a ratificar y a
aclarar este precepto, pues dispuso que para los efectos de los goces de jubilación, cesantía y
montepío se contara el tiempo de servicios de los preceptores desde la fecha de la propiedad
de sus empleos conforme a las leyes citadas y a la de 1861.
loS INSpectoreS de educacIÓN.- La ley N° 162 creó estos funcionarios y estableció que
los inspectores provinciales residentes en las capitales de los departamentos tuvieran a sus órde-
nes a los de las demás provincias y que las autoridades políticas auxiliaran tanto a unos como a
otros para el cumplimiento de sus providencias.
Fueron elaboradas instrucciones minuciosas para ellos, rectificadas luego a mérito de sus
propias sugerencias. Dos comisionados viajaron en el centro y en el sur en 1905 a comprobar de
cerca su idoneidad, así como las condiciones de los maestros y la eficacia de los servicios esco-
lares provinciales.
El decreto de 22 de abril de 1907 fijó las calidades de capacidad y moralidad que debían reves-
tir los inspectores. El país se dividió en cuatro zonas con cuatro visitadores para supervigilarlos.
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 91
Después de haber sido provistas interinamente las vacantes, el decreto de 6 de junio de
1908 señaló el procedimiento de las oposiciones para ser inspector. El prefecto debía publicar
avisos por quince días convocándolas. Las solicitudes se recibirián en la capital del departamen-
en los primeros to o de la República. La relación de los postulantes obtendría publicidad por quince días para
dar lugar al derecho de tacha. Correspondería a la Dirección de Instrucción Primaria y al prefec-
aÑos del siglo to sustanciar los recursos que implicaran el ejercicio de este derecho tomando las declaraciones
XX se destacó e informes que creyeran convenientes. El prefecto mandaría los expedientes manifestando su
telÉsForo opinión. Era el Ministro al que competía hacer los nombramientos.
Los inspectores se convirtieron en realidad en agentes de los diputados y de las autoridades
catacora por su políticas provinciales. Recibieron por ello acerbas críticas según se verá en capítulo posterior.
inQuietud
social a FaVor
telÉSForo catacora.- En los primeros años del siglo XX se destacó Telésforo Catacora por
del indígena, su inquietud social a favor del indígena, heredera de la de Juan Bustamante, por su lucha contra
Heredera de la caciques y latifundistas, por su acción educacional. Estudiante de la Universidad de Arequipa,
luchó por su reforma. Al abandonar los estudios jurídicos fundó en Puno la Escuela de Perfección,
de Juan a la que ingresaron elementos de diversas clases sociales, estudiantes y obreros. Su radicalismo
Bustamante, lo llevó al ateísmo. Matriculado en la Escuela Normal de Lima, al establecerse este centro falleció
por su lucHa cuando había concluido promisoriamente el primer año de estudios. Francisco Choquihuanca
Ayulo fue su compañero de rebeldías y, en cierta forma, su continuador.
contra caciQues
Y latiFundistas,
por su acción el FoMeNto de la educacIÓN tÉcNIca.- José Pardo fue el verdadero fundador de la
Escuela de Artes y Oficios. La abrió el 24 de setiembre de 1905 y pronunció en esa oportunidad
educacional. un importante discurso. Contó la escuela inicialmente con 149 alumnos de los cuales 133 eran
becarios. La ley N° 422 de 6 de diciembre de 1906 consignó una partida en el Presupuesto de la
República para abonar las deudas provenientes de su instalación y sostenimiento y la N° 421, de
la misma fecha, señaló otra partida de Lp. 7.200 anuales de acuerdo con el mensaje del Presidente
que había pedido fondos para su ensanche y la adquisición de maquinarias y utilaje.
El primer director de la Escuela de Artes y Oficios fue Pedro Paulet. Su modelo no fue el
francés como en las que existieron antes sino el Tecnicum germánico con tendencia a la ense-
ñanza práctica como en los establecimientos norteamericanos.
En su mensaje de 1907 Pardo anotó que se habían presentado a ella 300 postulantes de los
cuales fueron admitidos 139. Los seis estudiantes más adelantados del primer año habían sido
enviados a Inglaterra para que siguieran estudios de ingenieros mecánicos navales, con el com-
promiso de esos alumnos de prestar sus servicios en los buques de la armada. El mensaje de
1908 consignó la cifra de 122 alumnos matriculados en la escuela. Ese año debían egresar los
primeros alumnos a quienes correspondía un título: eran siete en el ramo de construcciones,
ebanistería y carpintería. La ley N° 572 de 18 de octubre de 1907 había aumentado la partida
destinada al sostenimiento de los internos.
Funcionaron en esta época, además, escuelas nocturnas para obreros en Arequipa, Cuzco,
Lima, Trujillo, Chiclayo y Piura. Los diputados José Matías Manzanilla y Luis Miró Quesada presen-
taron en el Congreso ordinario de 1907 un proyecto de organización de la enseñanza técnica
de los obreros que pasó a comisión.
92 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
fue fecunda. El Congreso no llegó a sancionar la reforma en el plan de estudios y el sistema de la MISIÓN BelGa
exámenes pendientes de su aprobación desde 1903. Es decir, continuó un estado de cosas gene- eN Guadalupe
ralmente considerado indeseable. El Ministerio de Instrucción se preocupó por el problema y
reunió un conjunto de opiniones en la obra titulada Informaciones sobre la segunda enseñanza. La
preparación de los maestros de secundaria fue un tema que suscitó inquietud y en la Cámara de
Senadores se formuló un proyecto para que la tomaran a su cargo las facultades de Letras y de
Ciencias.
José Pardo en su mensaje de 1908 consignó la cifra de 3.162 alumnos en los colegios nacio-
nales en ese año. En 1900 habían sido 1.505 según la memoria del ramo. Carlos Wiesse, en su
informe citado, dio la de 1.021 en los colegios particulares en 1907. Había 23 colegios nacionales
de varones y tres de mujeres, estos últimos en Ayacucho, Trujillo y Cuzco. El reglamento de exá-
menes para los colegios de 30 de noviembre de 1907 procuró la veracidad y justicia en los
calificativos, y otorgó preponderancia a la prueba escrita sobre la oral. Se creó una sección pre-
paratoria para los que habían tenido una instrucción primaria deficiente. Un grupo de profesores
fue contratado en Alemania para servir en los colegios nacionales de la República, y fue reparti-
do en Chiclayo, Trujillo, Huaraz, Tarma, Piura, Cuzco y Lima. Isidoro poiry (aquí en
El decreto de 12 de febrero de 1906 creó una sección preparatoria en los colegios para el una fotografía de 1907)
perfeccionamiento de los conocimientos adquiridos en la primera enseñanza. A las rentas pro- fue uno de los
pias de los colegios y los impuestos especiales establecidos para ellos agregábanse muchas profesores belgas que
veces las subvenciones municipales departamentales y fiscales, y todo este patrimonio solía no llegaron al colegio
estar bien administrado. El gobierno de Pardo sometió al Congreso un proyecto de ley al respec- Nacional Nuestra Señora
to y, dentro de sus atribuciones, procuró dar orden a tan importante aspecto de la administra- de Guadalupe en 1903.
ción escolar. En su mensaje de 1907 dijo Pardo que, del presupuesto total de los colegios de la Julio Becker, que
República, Lp.27.104,5,98 provenían de rentas propias y Lp. 24.939,3,66 de subvenciones fiscales. también formaba parte
El decreto de 15 de enero de 1907 estableció la obligatoriedad del tiro escolar. del grupo, fue designado
director de dicha
institución, pero debido
el coNSeJo SuperIor de educacIÓN.- El decreto de 20 de junio de 1907 creó el Consejo a las presiones de los
Superior de Educación. Debían componerlo: el rector y seis catedráticos de la Universidad de San medios y del gobierno
Marcos, el director del Colegio Guadalupe, un delegado de los colegios particulares, el director de renunció en 1906. la
la Escuela Normal de Varones, los directores de las escuelas de Ingenieros y Agricultura, el de la mayoría de profesores
Escuela de Artes y Oficios y dos directores del Ministerio, el general de instrucción y el de primaria. de la misión era de fe
Dicho organismo debía ilustrar al ministro en los casos en que este juzgara necesario conocer su católica y había
opinión en asuntos tales como proyectos de ley, planes de estudio, horarios y reglamentos inte- estudiado en la
riores. Era un cuerpo meramente consultivo y accesorio muy distinto al Consejo Superior de universidad de lovaina.
Instrucción Pública que había sido derogado en 1905 y que, como se ha visto, gozaba de atribu-
ciones de dirección e inspección suprema en el ramo, como entidad independiente y legal hasta
en el aspecto administrativo.
el BoletíN de INStruccIÓN pÚBlIca.- Este boletín apareció para registrar todas las
normas oficiales dictadas sobre el ramo y reproducir artículos propios de una publicación de
este género.
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 93
mundo en el siglo XX, lograr técnica creciente y métodos adecuados, obtener un sano desarrollo. El
fomento de la escuela primaria debió proseguir incansablemente, depurándola y mejorándola a la vez
que extendiéndola, lo mismo que el programa de construcciones y de mobiliario escolares, el cuidado
la dirección de de los textos y del restante material pedagógico y el estímulo de la carrera magisterial. La escuela de
artes y oficios pudo servir como un vivero para un programa de divulgación y afianzamiento nacional
seBastiÁn de la educación técnica, con atención a las necesidades regionales, precisamente cuando el país iba a
lorente Y Benel pasar a una industrialización paulatina e iban a aumentar desmesuradamente las filas de los candidatos
signiFicó a los títulos universitarios. Las taras y deficiencias del colegio de secundaria, que ya comenzaban a ser
materia de diagnósticos alarmados, necesitaban un tratamiento intensivo. Al crecer el volumen admi-
dentro del nistrativo del Ministerio, convenía darle a la vez un sentido técnico y orientador.
colegio La realidad que emergió después de 1908 presentó, por desgracia, caracteres bien distintos.
guadalupe un Como ocurrió en otros niveles y ámbitos de la vida del Estado, la discontinuidad y la incoherencia
imperaron. No solo el paso de un gobierno a otro sino, a veces, el cambio de ministro implicó la
período de ruptura o el estancamiento de iniciativas útiles, de obras en marcha. En más de una ocasión la rutina
estrecHez y el empirismo siguieron a los bríos entusiastas. Hubo de cuando en cuando leyes y decretos elo-
cuentes; pero su aplicación perentoria o gradual no quedó bajo la vigilancia de organismos estables
económica, de y eficaces. Faltó la visión de conjunto que tomara en cuenta, en primer lugar, la realidad con todas
constancia en sus facetas y movilizase sistemáticamente, por períodos que superasen el paso fugaz de los hombres
el esFuerzo por los cargos y aun la aprobación anual de los presupuestos y con reajustes periódicos, los recursos
disponibles y los que pudieran ser añadidos para la vasta empresa de combatir el analfabetismo
educatiVo, de entre los peruanos, elevar su nivel de vida, dar oportunidades a su capacidad y a su esfuerzo, crear
rígida una estructura educacional sólida y ágil debajo de las alternativas de la política y por encima de los
caprichos y de las pequeñeces de los hombres.
disciplina
implantada por
cinco [v]
el coleGIo Guadalupe de 1895 a 1908.- La dirección de Sebastián Lorente y Benel
inspectores Y significó dentro del Colegio Guadalupe un período de estrechez económica, de constancia en el
un regente (…) esfuerzo educativo, de rígida disciplina implantada por cinco inspectores y un regente, varios de
ellos antiguos militares y caracterizada por encierros, ayunos y otros castigos y por un ajustado
94 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
horario de labores. Producido el conflicto entre Lorente y un grupo de profesores reformistas, se el dIrector García
apartó el director y lo sustituyó interinamente Francisco Romero hasta la llegada de una misión
belga en 1903. Formaron parte de ella Julio Becker que asumió la dirección de Guadalupe, A.
Borns, Isidoro Poiry, Julián Melckebeke y León Servais. Procedían estos profesores en su mayor
parte de la Universidad de Lovaina y eran católicos.
Becker hizo una buena labor pedagógica. Servais renovó y modernizó los estudios químicos,
físicos y de ciencias naturales. Fue establecida en el colegio la sección preparatoria que en dos
años completaba los conocimientos primarios considerados como indispensables para el ingre-
so al nivel secundario. Se fundó una Sección Comercial cuya vida no fue larga ni fecunda por no
estar en relación con las circunstancias del país. Apareció desde el 1° de octubre de 1903 la
revista La segunda enseñanza, vocero del profesorado, que tuvo corta vida.
Por otra parte, Becker halló poderosas resistencias entre sus subordinados y también en la univer-
sidad, en el Consejo de instrucción, en El Comercio y hasta en los altos círculos oficiales. Renunció en
1906. Luego publicó, con el título de Explicaciones, un folleto a fin de defenderse de los cargos que se
le habían hecho durante su gestión y para poner en descubierto a sus numerosos adversarios.
El alemán Carlos Hillburg fue el director del Colegio Guadalupe en 1907. Tropezó con dificul- el profesor Neftalí García
tades análogas a las de Becker al encontrar la hostilidad de algunos viejos profesores decididos (aquí en una fotografía
en la lucha por sus derechos y prerrogativas. Adquirió el gabinete de física, el laboratorio de de 1905) desarrolló gran
química y el Museo de Historia Natural. actividad en colegios de
Ya a partir de 1907 la sección media se trasladó al nuevo local en la avenida Alfonso Ugarte. provincias. en 1906 fue
La iniciativa para construir este edificio partió del gobierno de Piérola y tuvo su etapa inicial en nombrado director del
la compra del terreno por la Junta Departamental de Lima en 1897, el concurso para la obra en colegio San ramón de
1898, la iniciación de los trabajos preliminares en 1899. Leyes especiales expedidas en 1904 y ayacucho. en ese cargo
1935 autorizaron un empréstito para terminarla y otra de 1907 facilitó una segunda operación lo sucedió luego el
de este tipo, por un total de 120 mil libras peruanas. profesor emilio del pino.
García, por su parte,
ocupó el mismo puesto,
loS proFeSoreS aleMaNeS.- La ley N°553 de 10 de octubre de 1907 mandó consignar en esta vez en el colegio
el Presupuesto nacional la suma correspondiente a los sueldos y asignaciones de los profesores San ramón de tarma, en
contratados en Alemania para los colegios nacionales de la República. el departamento de
Junín.
como canciller en París. Regresó al Perú en 1904 que incluía la construcción de un templo dedica-
y ocupó varios cargos públicos, entre ellos el de do a Santa Roa en la cima del cerro San Cristóbal.
director de la Escuela de Artes y Oficios y se dedi- Sus dos obras más importantes fueron el diseño
có al periodismo. Dirigió La Ilustración Peruana de un motor de reacción con explosivos líquidos
en 1909. (1895), capaz de desarrollar un empuje de 90
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, se esta- kilogramos, y el avión torpedo (1902), precursor
bleció en Europa, donde fue acreditado como de los aviones a reacción y las naves espaciales.
cónsul de Perú en Dresde (1921), Ámsterdam Además, publicó Directorios del Perú para el año
(1923) y Oslo (1924). A su regreso, preparó un 1911. Provincias de Limay Callao (1910) y El Japón
proyecto para embellecer el distrito del Rímac, moderno y sus bases económicas (1935).
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 95
loS coleGIoS NacIoNaleS de provIcIaS eNtre 1895 Y 1908.- Amazonas.- En receso
el Colegio de San Juan de Chachapoyas de 1879 a 1905, fue reabierto este último año bajo la
dirección de Agustín Rivero y Hurtado.
la leY de 24 de Áncash.- La ley de 24 de octubre de 1895 devolvió al Colegio de La Libertad de Huaraz la
propiedad de los terrenos llamados “sobrantes” de que fue desposeído por ley de 1° de febrero
octuBre de 1895 de 1869 que declaró nacional al colegio de Caraz. Entre los directores del histórico plantel de La
deVolVió al Libertad en el período comprendido entre 1895 y 1908 estuvieron: Manuel Sacramento
colegio de la González, Amadeo Figueroa, Manuel Rincón, Enrique S. Haro, Federico Biland Fritschy.
Una ley posterior a la antes mencionada entregó al Concejo Provincial de Huaylas los terre-
liBertad de nos “sobrantes” para que, con su producto, atendiera exclusivamente al funcionamiento de una
Huaraz la escuela de tercer grado para varones.
propiedad de La ley N°237 de 15 de octubre de 1906 adjudicó al Colegio de la Libertad de Huaraz la
hacienda Jimbe de propiedad del Estado, ubicada en la provincia de Santa, sin desmedro de los
los terrenos derechos adquiridos sobre parte del fundo a mérito de sentencias judiciales, por la comunidad
llamados de Cáceres del Perú.
El colegio de Caraz continuó clausurado desde 1879. Fue reabierto en 1909.
‘soBrantes’ de Apurímac.- En la legislatura ordinaria de 1895 los representantes por Apurímac José Genaro
Que Fue Gamboa y Justo Niño de Guzmán pidieron la supresión del Colegio Grau de Abancay reabierto
desposeído por aquel año. Aseveraron que en la época más floreciente de su existencia no llegó a tener más de
24 alumnos matriculados, y que fue muy reducido el número de los que se presentaron a examen
leY de 10 de a causa de la insuficiente educación suministrada en el nivel primario por las escuelas de la pro-
FeBrero de 1869 vincia. A juicio de ambos parlamentarios eran estas las que debían propagarse y tonificarse en vez
de favorecer a una planta parasitaria de profesores que cambiaba con frecuencia por vaivenes
Que declaró políticos. Cuando en 1896 se debatió el proyecto, la discusión parlamentaria quedó interrumpida
nacional al al anunciarse que el Consejo Superior de Instrucción ya había suprimido el Colegio Grau.
colegio de Arequipa.- La ley N° 220 de 29 de setiembre de 1906 ordenó la refacción y ensanche del
Colegio de la Independencia Americana de Arequipa a fin de que pudiera establecerse el
caraz. internado.
Entre 1893 y 1909 ocuparon la dirección de este colegio Emilio Lizárraga, Jesús A. Diez
Canseco, Emilio Fetzer y Carlos Hilburg.
En 1895 el Colegio de San Luis Gonzaga de Chuquibamba obtuvo un subsidio con cargo a
rentas departamentales. Dirigieron dicho plantel en 1895-1908, entre otros: Indalecio Caballero,
Telésforo Justo, Clemente J. Revilla. El terremoto de 1906 maltrató grandemente el local, que había
sido adquirido por el vecindario en 1890 para escuela de niños y después cedido al colegio.
Ayacucho.- En 1906 se estableció en el Colegio de San Ramón de Ayacucho una sección de
primaria. Entre los directores de este establecimiento en el período aquí tratado estuvieron:
Neptalí García, Emilio del Pino, Eleodoro Caravedo, M. Benigno Callirgos, Francisco Velarde Álvarez.
En 1900 fue reabierto el Colegio de Educandas de Ayacucho con una magra base de recur-
sos. Se distinguió como directora de él Virginia Cavero. El fundo Espíritu Santo que le había sido
donado por Gaspar Carrillo de Albornoz pasó a la Beneficencia por permiso del Consejo
Superior de Instrucción Pública, mientras estuvo en receso el colegio.
Cajamarca.- El Colegio de San Ramón de Cajamarca continuó dentro de un normal funcio-
namiento. También siguió abierto el Colegio Nacional de San Juan de Chota. Ocuparon la direc-
ción de este último durante el período aquí tratado: Ezequiel Montoya, Telésforo Zulaeta,
Mariano Herrera y Marcelino Chávez.
Cuzco.- El Colegio Nacional de Ciencias del Cuzco prosiguió sus labores. Análogo fue el caso
del Colegio de Educandas de la misma ciudad. En este fue importante la acción de la directora
Julia Umeres y Osma a partir de 1899. En la legislatura ordinaria de 1901 se reveló en el Senado
el pésimo estado de las rentas de los colegios del Cuzco.
96 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
[1]
[1]
LA EDUCACIÓN FÍSICA. El año 1903 es señalado como el de la organización de la educación física en el Perú. Por primera
vez se incluyó a las actividades deportivas dentro del horario escolar. Aquí vemos dos imágenes de 1930, de las fiestas
atléticas que clausuraban el año escolar en el Colegio Italiano de la capital (1 y 2).
[ capítulo 1 ] adenda 97
loS aluMNoS Huancavelica.- Otorgada en 1904 una subvención fiscal para el Colegio de La Victoria de
de SaN JuaN Ayacucho erigido en Huancavelica, se reorganizó en 1905 bajo la dirección de Óscar O. Chávez.
En 1907 lo reemplazó Luis Gálvez.
el colegio San Juan de Huánuco.- El Colegio Nacional de Minería de Huánuco estaba en ruinas en 1895. Correspondió
trujillo, en el departamento restablecerlo en ese año a Manuel L. Hohagen, director de este plantel entre 1895 y 1899, 1900
de la libertad, registró un y 1908 y 1909. Turbulencias políticas perturbaron la normalidad académica nuevamente en1899.
gran aumento en el número El local fue desocupado en febrero de 1900 para luego reanudarse las actividades.
de alumnos matriculados, Ica.- La ley N°454 de 21 de diciembre de 1906 derogó la de 1886 que adjudicó al Colegio de
debido en gran medida a la San Luis Gonzaga de Ica el ramo de arbitrio de carnes, y lo incluyó en las rentas municipales. La
modernización de equipos y ley N°802 de 7 de noviembre de 1908 ordenó consignar en el Presupuesto nacional una suma
material de enseñanza. para la reconstrucción del local de este plantel.
Junín.- El Colegio de Santa Isabel de Huancayo se reabrió y reorganizó en 1896 después de
aÑo Nº0 de aluMNoS la guerra civil, con el director Máximo Cisneros que hizo notable labor. Lo sucedieron en 1899
1902 72 Leonidas Ponce y Cier, Ernesto Ráez en 1900, Manuel Patiño Zamudio en 1903, Gabino Vega
1906 108 en1905 y Juan Buttgembach en 1907.
1908 185 Una ley expedida por el Congreso en 1900 cedió a la comunidad de Chongos la propiedad
del puente cuya renta formaba parte del Colegio de Santa Isabel de Huancayo y colocó a este
plantel en situación difícil, hasta el punto de tenerse que clausurar porque, sin dicho ingreso,
que ascendía a dos mil soles anuales no podía atender a sus necesidades. Con tal motivo fue
presentado un proyecto de ley para hacer extensivo a todas las bebidas alcohólicas que se
consumieran en la provincia de Huancayo el impuesto creado por ley de 27 de octubre de 1891
sobre el aguardiente de caña, con el fin de sostener ese establecimiento educacional. El men-
cionado impuesto se hizo extensivo al colegio de Jauja con lo que se cumplió la ley de 31 de
octubre de 1893. Fue promulgada la ley antedicha el 30 de noviembre de 1900.
La ley N° 71 de 27 de setiembre de 1905 suprimió el impuesto a las harinas y el de peaje en
Huancayo creados por ley de 27 de octubre de 1891 para el sostenimiento del plantel de aque-
lla ciudad. La ley de 30 de noviembre de 1900 hizo extensiva al segundo grado la enseñanza
que del primer grado de instrucción media era allí impartida.
El Colegio de San Ramón de Tarma tuvo como directores entre 1895 y 1908 a Eleodoro
Caravedo, Neptalí García y Gustavo Meyer.
La ley de 30 de noviembre de 1900 en favor del Colegio de San José de Jauja mandó esta-
blecer en él el segundo grado de instrucción media. La ley de 4 de setiembre de 1903 destinó,
como renta propia del mismo plantel, el producto del impuesto al consumo de coca en Jauja.
El intento del Consejo Superior de Instrucción Pública para refundir los colegios de Huancavelica,
Tarma y Jauja en uno solo ubicado en Huancayo, con las rentas de todos ellos, encontró inven-
cibles resistencias y hubo una modificación en la ley de instrucción pública en defensa de los
fueros del Poder Legislativo sobre esta materia.
Lambayeque.- La ley de 18 de diciembre de 1895 creó un impuesto de cinco centavos por
cada botija de chicha que se elaborase en el departamento, y destinó el producto al Colegio
Nacional de San José de Chiclayo; además ordenó que a su rendimiento se imputara el gasto de
tres becas por provincia. Dichas becas aumentaron a cuatro por la ley de 15 de noviembre de
1906. Desempeñaron la dirección de este plantel de 1895 a 1908: Rómulo Temoche, Daniel B.
Checa, Juan de Dios Lora y Cordero, Santiago Polo Campos, Cándido Stuby y Carlos Vega y
Sanabria. Especial recuerdo se guarda en los anales del colegio para Juan de Dios Lora y Cordero.
La ley de 26 de setiembre de 1901 concedió al Colegio de Educandas de Chiclayo el local que
ocupaba, sin más obligación que la de mantener gratuitamente a favor de las provincias del depar-
tamento, un número de becas equivalente al valor del local, a juicio de la Junta Departamental.
La Libertad.- El año de 1906 fue importante en la historia del Colegio de San Juan de Trujillo.
Llegaron a ser adquiridos numerosos útiles de enseñanza, el gabinete de física y el laboratorio
98 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
de química y comenzaron las reparaciones necesarias para la instalación del internado. Fue
entonces director Gustavo Ries. Mientras que en 1902 hubo en este plantel 72 alumnos, en 1906
se matricularon 108 y en 1908 185.
En 1898 comenzó a funcionar normalmente el Colegio Nacional de Educandas de Santa la leY de 30 de
Rosa de Trujillo mediante el contrato que la Junta Departamental de La Libertad celebró con la
congregación docente francesa de terciarias dominicanas de la Inmaculada.
diciemBre de
La dirección del Colegio Nacional de San Nicolás de Huamachuco estuvo desempeñada 1897 creó un
entre 1895 y 1908 por Alejandro Galarreta y Manuel E. Gamarra. La ley de 15 de diciembre de impuesto de
1900 destinó a este plantel el importe de unas partidas en el presupuesto departamental que
quedaron sin aplicación.
cinco centaVos
La ley N° 875 de 2 de diciembre de 1908 dispuso que mientras no se asignaran al Colegio por cada BotiJa
Nacional de Otuzco rentas suficientes solo funcionara en él una sección comercial e industrial. de cHicHa Que
Loreto.- La ley N° 72 de 27 de setiembre de 1905 declaró nacional el Colegio de San Miguel
en Tarapoto, y votó en el presupuesto departamental de Loreto una partida para sostenerlo. se consumiera
Moquegua.- Desempeñaron la dirección del Colegio de La Libertad de Moquegua entre 1896 en el
y 1908: Rafael Díaz Tomás Zapata, Baltasar Higinio Herrera, Agustín Haumesser, Francisco Sivirichi.
Telésforo Lázaro de Ortecho, Manuel Bernardo Caro.
departamento
Piura.- Tuvieron a su cargo el Colegio de San Miguel de Piura entre 1896 y 1908: Felizardo de piura, Y
Montenegro, Ezequiel Burga, Manuel Marticorena, Enrique Arnáez, José Kimmich, Gustavo destinó el
Meyer y Melquiades Cabrera.
La ley de 30 de diciembre de 1897 creó un impuesto de cinco centavos por cada botija de producto al
chicha que se consumiera en el departamento de Piura, y destinó el producto al Colegio de San colegio de san
Miguel. Fue derogada por la ley N° 316 de 14 de noviembre de 1906. Una ley de 1873 había con-
cedido a ese mismo establecimiento educacional el valor del impuesto departamental sobre la
miguel.
paja toquilla. Dicho impuesto quedó suprimido por la ley de 23 de octubre de 1903, y fue reem-
plazado por el de cuarenta centavos que debía gravar cada docena de sombreros manufacturados
que se exportara por la aduana de Paita al extranjero o se destinase al comercio de cabotaje.
Puno.- El restablecimiento del Colegio de San Carlos de Puno después de la revolución de
1895 estuvo a cargo de Alberto L. Gadea a cuyo período correspondieron reparaciones en el
local que se hallaba en muy mal estado, incremento en la enseñanza de las asignaturas científi-
cas, avances en la educación física. Gadea fue llevado al Parlamento en 1904. En 1906 fue nom-
brado director el pedagogo alemán S. Müller, cuyas teorías pedagógicas fueron muy discutidas.
San Martín.- La ley N° 201 de 4 de setiembre de 1906 que creó el departamento de San
Martín, cuya capital es Moyobamba, colocó dentro de este departamento el Colegio de San José
de dicha ciudad, creado inicialmente por resolución legislativa de 28 de enero de 1869 reiterada
por la ley de 19 de enero del 1878, si bien fue luego necesario, para erigirlo, dictar otra ley el 25
de octubre de 1887. Funcionó desde 1888. En 1907 se abrió la sección primaria. En ese año se
matricularon treinta alumnos en la sección media. El colegio había sido reorganizado en 1906
bajo la dirección de Manuel Arce Pizarro. Lo reemplazó en 1907 Aníbal Zambrano.
[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 99
el coleGIo Contrató a la profesora norteamericana Elsie Wood para establecer ejercicios de calistenia.
SaN aGuStíN No faltaron los padres y madres de familia que consideraron inconvenientes o perniciosos los
ejercicios físicos de sus hijas y las alejaron del colegio.
En 1900 organizó la Sociedad Auxiliadora de los Pobres entre las alumnas con el fin de reunir
fondos y distribuir socorros a las familias necesitadas. Malas interpretaciones de esta obra y la
negativa de algunas alumnas nuevas a colaborar con ella produjeron la supresión de la sociedad.
el lIceo Grau Y eStHer FeStINI de raMoS ocaMpo.- En 1896 se fundó el Liceo Grau
para la instrucción primaria de señoritas, ampliada a secundaria en 1903, con inclusión también
de lo comercial. Lo dirigió Esther Festini de Ramos Ocampo. Aplicó ella el llamado método activo.
En la sección primaria el plantel contó con cursos especiales de idiomas, obras de mano, música,
canto, baile y conferencias sobre higiene general. La instrucción media estuvo complementada
por la enseñanza de pedagogía, higiene bucal, economía doméstica práctica y por conferencias
sobre cuestiones de puericultura y otras materias indispensables dentro de los conocimientos de
Inaugurado el 15 de la mujer. También se dicto un curso de pedagogía superior para poner a las alumnas en aptitud
marzo de 1903 en la de optar un título de competencia como profesoras de instrucción media.
ciudad de lima, el El colegio de Esther Festini de Ramos Ocampo fue el primer plantel de enseñanza del cual
colegio de San agustín salieron alumnas para las diversas facultades de la universidad.
fue remodelado para
acoger a los nuevos
alumnos. los tres patios el coleGIo de SaN aGuStíN.- El 15 de marzo de 1903 tuvo lugar la apertura del Colegio
del local sirvieron para de San Agustín en Lima, regentado por la congregación de este nombre, de sacerdotes españo-
separar la educación les. Fue otro plantel religioso de categoría en la capital de la República.
secundaria, la primaria y
las áreas de recreación.
en ese tercer patio, el lIMa HIGH ScHool.- En 1906 la pedagoga norteamericana Elsie Wood de Schofield
conocido como la fundó el colegio denominado Lima High School con el objeto de ampliar las oportunidades
Bomba, se encontraban educacionales para la mujer peruana. Más tarde este plantel recibió el nombre de Colegio María
las canchas de básquet y Alvarado.
de fútbol.
En dos años, el presunto avance hacia el monopolio clerical daba un irrisorio aumento de
36 alumnas.
Muy curiosos son los datos que González consignó sobre la educación masculina:
Año 1832
»Varones matriculados en escuelas municipales 3.592
»Varones matriculados en escuelas privadas 2.945
Total 6.537
»Pertenecían a congregaciones religiosas502
Diferencia 6.035
Año 1894
»Varones matriculados en escuelas municipales 2.714
»Varones matriculados en escuelas privadas 3.661
Total 6.375
»Pertenecían a congregaciones religiosas 676
Diferencia 5.699
EXTRAÍDO DE LA
REFORMA
UNIVERSITARIA DE
1919, DE MARCOS
" El Centro Universitario existió entre
1908 y 1916, representando funda-
mentalmente a los universitarios de
Lima. Tuvo en esos años una existencia
por momentos irregular. Formaba parte
Universidad también entregaba con
motivo de cada fiesta estudiantil una can-
tidad de dinero. Aunque los presidentes
del Centro se quejaban de que este apoyo
era irregular, siempre algo llegó. Recién
CUETO, ESTE TEXTO de la institución universitaria, vivía en 1916 el propio Centro renunció volun-
NOS HABLA DEL influenciado por los congresos de estu- tariamente a este subsidio.
diantes americanos y participaba en las
SURGIMIENTO Y LA fiestas de la sociedad limeña. Más que Una de las principales actividades del
NATURALEZA DE un organismo gremial era una sociedad Centro en sus primeros años fue la exten-
UNA DE LAS de ayuda entre los universitarios. sión universitaria. La primera labor que
PRIMERAS realizó fue distribuir en Lima 8.000 carti-
El principal objetivo del Centro al llas de propaganda antituberculosa. Los
INSTITUCIONES
momento de su fundación fue el de estudiantes de medicina Carlos Monge,
ESTUDIANTILES DE promover la solidaridad estudiantil. Su Hermilio Valdizán y Carlos Enrique Paz
LA UNIVERSIDAD DE primer presidente fue Óscar Miró Soldán podrán en práctica a través del
SAN MARCOS, QUE Quesada. Este organismo se propuso Centro un nuevo concepto de la medici-
TUVO COMO crear un fondo para los estudiantes na: la medicina social.
pobres, fundar una revista y una biblio-
OBJETIVOS teca, y construir un hotel para los alum- La extensión universitaria también se
PRINCIPALES LA nos de provincias. desarrolló en los periódicos. Entre 1910 y
AYUDA MUTUA 1914 El Comercio publicó en edición
ENTRE SUS En una institución que separaba a sus dominical bajo el título de “La extensión
miembros en compartimientos, el Centro universitaria”, temas de geografía, histo-
MIEMBROS E venía a ser un lazo de unión entre los ria e higiene. Su autor fue el estudiante
INFLUENCIAR EN estudiantes. Esta unión permitió ver los de San Marcos Luis Miró Quesada. (…)
LOS DIVERSOS problemas que tenían en común referi-
SECTORES SOCIALES dos a la enseñanza. La extensión universitaria era también
una forma de integrar a los nuevos sec-
DE LA CAPITAL.
Con respecto al Gobierno solo pedía que tores sociales que aparecían en la ciu-
nombrase en los cargos públicos a uni- dad. La educación era ya no solo un fac-
versitarios que siguieran carreras rela- tor de progreso nacional sino de preven-
cionadas con estos puestos. Sobre las ción a cualquier descontento social. La
autoridades solo pedía una relación de educación dirigida al pueblo servía para
justicia y un reconocimiento de los dere- evitar la propagación de nuevas doctri-
chos mutuos. nas sociales que pudieran desestabilizar
el orden”.
El Centro gozó del apoyo tanto del Estado
como del consejo universitario. El presi- De: Cueto, San Marcos. La reforma uni-
dente de la República Augusto B. Leguía versitaria en 1919. Universidad y estu-
otorgó una subvención anual de seiscien- diantes a comienzos de siglo. Lima: 1982
tas libras en noviembre de 1908. La (mimeógrafo), pp. 79-82.
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
● I El proyecto de reforma técnica ● VI El Colegio Guadalupe ● Los Prado sobre las funciones de la universidad
capítulo 2
de la instrucción en 1913 ● La comisión de colegios nacionales de provincias ● VII El ● La extensión universitaria ● H.E. Bard y la
reforma de la instrucción en 1917 ● II La Colegio Lima ● El Colegio Alemán ● El instrucción universitaria peruana ● X La
disminución de las rentas para el ramo de Colegio Anglo-Peruano ● El Colegio de la Federación de Estudiantes del Perú ● La
Instrucción ● La profesionalización del Merced ● El Colegio de Santa Rosa de huelga estudiantil de 1916 ● Los síntomas
magisterio ● La supresión de los Chosica ● El English Institute de Barranco de descontento en la Facultad de
inspectores de instrucción primaria ● El ● El Instituto Sabogal del Callao ● El St. Medicina ● La tentativa para la reforma en
restablecimiento de los inspectores de Joseph’s College del Callao ● El scoutismo el sistema de las cátedras ● XI La
Instrucción ● El número de escuelas ● III en el Perú ● VIII Marcial Acharán, Universidad Católica ● XII Los disturbios
La educación física escolar ● IV J. A. Mac filántropo de la educación técnica en en la Universidad del Cuzco en 1907 y
Knight y la Escuela Normal ● V La influencia Trujillo ● El Instituto Moderno de Trujillo y 1908 ● El problema de las universidades
extranjera en la educación a cargo del Carlos E. Uceda ● María Elena Chávez menores hasta 1909 ● La ley sobre
Estado ● La educación secundaria en Delgado ● La educación pública en el reapertura de la Universidad del Cusco ●
cinco años ● El examen de ingresos a las departamento de Madre de Dios ● El Alberto Giesecke ● “Las universidades
universidades ● Los textos de enseñanza Colegio Seminario de San Carlos y San menores” por César Antonio Ugarte ● XIII
secundaria ● La necesidad de la educación Marcelo en Trujillo ● IX Las ideas de Javier La Escuela de Ingenieros.
aspectos educacionales en el período 1909-1918
CAPÍTULO
2
[]
e
[I]
l pRoYecto de ReFoRMa de la InStRucIÓn en 1913.- El Gobierno nombró el 4 de
mayo de 1910 una comisión para que elaborase un proyecto de ley orgánica de instrucción
primaria y secundaria. La presidió Manuel Vicente Villarán, la integraron Matías León, Alejandrino
Maguiña, Carlos Wiese y actuó como asesor H. Edwin Bard.
La comisión, después de realizar varias encuestas e investigaciones que reunió en boletines
publicados en 1911 y 1912, presentó el 23 de julio de 1913 un proyecto de ley orgánica de ins-
trucción primaria y secundaria con 256 artículos, una exposición de motivos y un proyecto de
ley para el establecimiento de la Facultad de Educación en la Universidad de San Marcos, así
como algunos folletos sobre cuestiones educacionales. Estos documentos dormitaron en el
Ministerio, por una lamentable negligencia, hasta que fueron enviados al Congreso con oficio
de 30 de octubre de 1917.
El proyecto Villarán de 1913 propugnaba la instrucción primaria de seis años, la secundaria
de cuatro con un examen final general, oral y escrito, y un año más de preparación para los
estudios en las facultades de Letras y de Ciencias con las asignaturas divididas en cursos comu-
nes y en cursos especiales. En cuanto a la Facultad de Educación, debía formar al magisterio del
nivel secundario y al personal dirigente de la instrucción pública.
[3]
LOS COLEGIOS DE PROVINCIAS. Ubicado en el departamento de Junín, el colegio San Ramón de Tarma fue uno de los
beneficiados por las reformas a favor de la educación de los gobiernos civilistas y, luego, del gobierno de Augusto B.
Leguía. En estas fotografías de 1905 vemos su primer salón de clases (1) y sus laboratorios de física (2 y 3).
[V]
la InFluencIa eXtRanJeRa en la educacIÓn a caRGo del eStado.- A los pro-
fesores belgas llegados para el Colegio Guadalupe a principios del siglo XX siguieron, en ese
mismo plantel, un director alemán y uno suizo que hizo venir a varios profesores de esa misma
nacionalidad para la instrucción primaria. Hubo luego, en 1909, una misión contratada en
Estados Unidos durante el ministerio de Manuel Vicente Villarán. Fueron cuatro pedagogos. De
ellos, a Alberto Giesecke fue encomendada la organización en la sección comercial del Colegio
este maestro limeño el InStItuto SaBoGal del callao.- Al fallecer en 1915 el gran maestro Patricio Sabogal
fundó en mayo de 1911 (el año en que el Concejo Provincial del Callao le otorgó una medalla de oro), el Instituto por él
la primera brigada fundado recibió el nombre de Instituto Sabogal. Luisa Sologuren de Sabogal siguió en sus tareas
scout del país, en el docentes que supo compartir con la dedicación a diversas instituciones sociales y actividades
colegio Barranco humanitarias. Quedó a su cargo la sección primaria y la segunda enseñanza estuvo encomen-
english Institute, donde dada a Armando Holguín.
era director. ese
primer grupo estaba
compuesto por 60 el St. JoSepH’S colleGe del callao.- Los hermanos maristas fundaron en el Callao
jóvenes. dos años más el St. Joseph’s College en 1909, e iniciaron la sección secundaria en 1913. Contó con un local
tarde se fundó una propio.
segunda brigada en el
callao y se creó la Flor
de lís peruana, símbolo el ScoutISMo en el peRÚ.- Juan Luis J. Rospigliosi, director del Barranco English Institute
del movimiento. o Colegio Inglés de Barranco, fundó el 25 de mayo de 1911 la primera brigada de “boy scouts”
con, más o menos, sesenta muchachos de esa población. El primer jefe de la brigada fue
Federico Castro Da Silva.
Hacia 1916 comenzó a tomar mayor impulso en el Perú el “scoutismo”. A mediados de ese
año llegó a Lima una delegación de “scouts” bolivianos. Cuatro de ellos solicitaron formar parte
de la guardia de honor del Congreso en la sesión de instalación el 28 de julio.
“Scouts” peruanos de la brigada de Barranco viajaron a Bolivia ese mismo año. En 1917
comenzó a formarse una brigada “girl-scouts”a cuyo frente estuvo Rosa Gaige.
[ VIII ]
MaRcIal acHaRÁn, FIlÁntRopo de la educacIÓn tÉcnIca en tRuJIllo.-Marcial
Acharán, de nacionalidad chilena, llegó al Perú y se avecindó en Trujillo. Merced a su laboriosi-
dad, honradez y constancia logró pronto una importante posición. En julio de 1911 decidió
donar a aquella ciudad una Escuela de Artes y Oficios dotada de un nutrido y moderno material,
edificio propio y profesores especialmente contratados, todo a costa de su propio peculio.
Diversas entidades de la capital del departamento de La Libertad acordaron entregar al filántro-
po una medalla de oro. Pero con el transcurso de los años el Estado no ha sido atento al gesto
de Marcial Acharán ni consecuente con él.
[2] [3]
MaRía elena cHÁVeZ delGado.- Desde la edad de 16 años dedicó su vida a la enseñan-
za de la mujer la madre Elena Chávez Delgado con beneficio para los departamentos del sur en
el ciudadano chileno particular y del país en general. En 1899 organizó la Congregación de Nuestra Señora del
Marcial acharán, a Rosario, erigida canónicamente por el obispo de Arequipa Manuel Segundo Ballón, al amparo
quien vemos en esta de la licencia concedida por el papa León XIII para fundar nuevas congregaciones y establecer-
imagen, se asentó en la las en diversos lugares de la República. La orden mencionada llegó a tener edificios en Arequipa
ciudad de trujillo, la y en Tiabaya sin apelar en ningún momento a la protección oficial.
libertad, donde con el Al cumplir cincuenta años en el magisterio la madre Elena, el Congreso por iniciativa del
tiempo hizo fortuna. en senador por Arequipa José Segundo Osorio resolvió en enero de 1920 conferirle un premio de
julio de 1911 donó a honor y declarar que merecía bien de la patria. La ley N° 4100 de 10 de mayo de 1920 así lo
aquella ciudad una consignó.
escuela de artes y
oficios, a la que la educacIÓn pÚBlIca en el depaRtaMento de MadRe de dIoS.- Después
además dotó de de 1912 hubo algún adelanto educacional en Madre de Dios. Los misioneros dominicos
material educativo y abrieron un colegio para varones con internado en San Jacinto. Otro colegio con internado
profesores para niñas fue abierto por las misioneras en 1915 en Puerto Maldonado. Fue el primer plan-
especializados. tel femenino en la selva peruana. También se llegó a crear un colegio mixto en Manu. Sor
Ascensión Nicol fue la fundadora de las misiones y escuelas para niñas en el departamento
de Madre de Dios.
Las madres misioneras dominicanas de Santa Rosa que llegaron al Perú en diciembre de
1911 para propagar la fe católica en la región de la selva, fundaron una escuela en Huacho en
1916; y al establecer su sección media en 1919 quedó erigido en aquella ciudad el Colegio de
Santa Rosa de Lima.
Al fallecer el prominente maestro arequipeño J. Lorenzo Ballón se cerró por corto tiempo el
reputado colegio que llevaba su nombre y que había sido establecido en 1880. Fue reabierto
en 1910 bajo la dirección de Ildefonso J. Ballón. Fue el primer plantel de su clase que militarizó
a los alumnos.
La resolución legislativa N° 2634 de 14 de diciembre de 1917 ordenó el despacho, libre de
derechos, por la aduana de Mollendo, de los materiales importados para la enseñanza científica
en el Colegio de La Merced del Cuzco. La ley N° 16 de 4 de noviembre de 1904 votó una suma
en el Presupuesto de la República para el colegio sostenido por las Hijas de San Vicente de Paúl
en Tarma. La resolución legislativa N° 1707 de 3 de diciembre de 1913 exoneró del pago de
derechos a artículos importados de la Inmaculada Concepción en Huancayo. Análoga franqui-
cia estableció para el colegio de los salesianos del Cuzco la resolución legislativa N° 146 de 25
de noviembre de 1905. El gabinete de física destinado al Colegio de San José de Arequipa
obtuvo la misma liberación por la resolución legislativa N° 1452 de 9 de noviembre de 1911,
[ IX ] el médico limeño se
laS IdeaS de JaVIeR pRado SoBRe laS FuncIoneS de la unIVeRSIdad.- En su recibió en 1911 y fue
discurso pronunciado el 11 de setiembre de 1915, al asumir el cargo de rector de la Universidad incorporado a la
de San Marcos, y en otras de sus oraciones académicas leídas mientras ejerció ese alto cargo, docencia en 1914, en la
Javier Prado enunció definidas ideas sobre la dirección que la Universidad debía tener sobre las Facultad de Medicina de
orientaciones renovadoras del espíritu nacional. Pidió que le fuera confiada la custodia y direc- la universidad de San
ción del Museo Histórico. Sostuvo, asimismo, la urgencia de que se le asociaran las escuelas Marcos. allí dictó las
superiores industriales, a las que debía agregarse una Escuela Superior de Comercio. Demandó cátedras de nosografía
un nuevo local con campos de ejercicios, gimnasios, casa de estudiantes y un centro de asocia- médica y clínica médica.
ción. También él unió su voz autorizada para propiciar una Facultad de Educación y complemen- en 1928 fue invitado a la
tó esta idea con la del “inspectorado universitario” sobre el Colegio Guadalupe y la Escuela universidad de parís
Normal de preceptores. (Francia) a dictar el curso
Algo más: solicitó que la Universidad dirigiera la primera y la segunda enseñanza en el país de alta cultura peruana.
como garantía para evitar los males de la injerencia política en ella y de las taras administrativas. Siete años más tarde fue
El Consejo Universitario llegó a aprobar en diciembre de 1915 un proyecto de ley sobre el designado director del
profesorado nacional; pero no obtuvo la aprobación del Congreso ni del Poder Ejecutivo. departamento de
Medicina Interna del
Hospital arzobispo
la eXtenSIÓn unIVeRSItaRIa.- La búsqueda de una irradiación de las universidades loayza. de 1941 a 1946 fue
sobre el público en general, por encima de las barreras creadas por las reglamentaciones dicta- decano de la Facultad de
das para sus alumnos, creó el movimiento a favor de la llamada extensión universitaria. El pro- Medicina de San Marcos.
pulsor de ella fue Óscar Miró Quesada en el Centro Universitario y luego desde 1911 con su
trabajo sobre “La nacionalización del derecho y la extensión universitaria”.
Con motivo del primer ensayo, hecho por el comité inicial del Centro Universitario que pre-
sidió Óscar Miró Quesada, escribieron Carlos Monge y Hermilio Valdizán la primera cartilla de
divulgación sanitaria sobre la tuberculosis.
A iniciativa del rector José Pardo, el Consejo Universitario acordó auspiciar la extensión uni-
versitaria en enero de 1915. Mariano H. Cornejo y Joaquín Capelo pronunciaron en el Teatro
Municipal, ante numeroso y entusiasta auditorio, dos discursos que versaron, respectivamente,
sobre las reformas constitucionales y sobre la vitalidad de las naciones. Asimismo, los catedráti-
cos Óscar Miró Quesada, Juan Bautista de Lavalle y José Gálvez con Enrique Paz Soldán y Emilio
Solórzano dictaron, con carácter desinteresado, en el local de la Confederación de Artesanos,
lecciones populares, respectivamente, de geografía del Perú, cultura cívica y Derecho Usual,
historia del Perú, higiene y medicina social y dibujo geométrico y croquis conforme a los
la HuelGa eStudIantIl de 1916.- Un año antes, en 1916, los estudiantes de los últimos
años de Ingeniería habían exigido que el profesor del curso de ferrocarriles, puentes y caminos,
Enrique Silgado, abandonara la enseñanza de su clase. Con ese fin dirigieron un memorial al
Gobierno y este lo remitió a la Junta de Perfeccionamiento de la Escuela. El dictamen emitido
contuvo apreciaciones favorables a los programas y enseñanzas de Silgado. Se produjo enton-
ces la huelga, y se adhirieron a ella los universitarios. Silgado renunció.
La idea central de su reforma fue la De: Rénique, José Luis. Los sueños de la
transformación de San Antonio Abad sierra. Cuzco en el siglo XX. Lima: Cepes,
en un centro de investigación regional, 1991, pp. 51-53.
[ XII ]
loS dIStuRBIoS en la unIVeRSIdad del cuZco en 1907 Y 1908.- Un grupo de
alumnos de la Universidad del Cuzco se dirigió al Ministerio de Instrucción en 1907 y 1908 para
pedir, en vista de que ellos no habían sido atendidos por el Consejo Universitario, lo siguiente:
renovación por concurso de todas las cátedras debiéndolas regentar doctores; libertad absolu-
ta de doctrinas; prescripción obligatoria para que todos los catedráticos dictaran los cursos
conforme a los programas que debían publicar a principios de año; admisión de las solicitudes
alBeRto GIeSecKe.- Alberto Giesecke nació en 1885 en Filadelfia, hijo de un inmigrante ale-
mán. Hizo estudios de administración comercial en la Universidad de Pennsylvania y pasó luego a
ser estudiante en Europa con becas que se le concedieron. Fue invitado a venir al Perú en 1909 por
gestión de Leo S. Rowe, experto en asuntos panamericanos que había sido su maestro en la uni-
versidad y con quien se había puesto en contacto Francisco García Calderón Rey, designado por el
ministro Manuel Vicente Villarán. Después de una corta gestión en la sección comercial de
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
capítulo 3 ● I El proyecto de ley de María Academy ● El Colegio Umberto 1º y ● La reapertura de 1922 y los conflictos de
instrucción de 1919 y la ley de 1920 ● La el Colegio Antonio Raimondi ● El 1923 y 1924 ● La generación estudiantil
misión norteamericana ● El “período tricentenario del Seminario de Trujillo ● III de 1919 a 1930. La vida universitaria ● El
Oliveira” ● El Instituto Pedagógico ● La Los comienzos de la educación industrial Seminario de Pedagogía y la Sección de
reforma Escalante ● El desarrollo femenina. El“Bien del Hogar”● La educación Pedagogía ● El libro Reforma universitaria
educacional ● La Sociedad Agrario- comercial ● IV El sistema de concursos para de Julio C. Tello ● El Estatuto de 1928 ● La
Mercantil y la educación que ella prefirió ● las vacantes en el ramo de Instrucción y los Facultad de Ciencias Económicas ● VI La
II Los goces de jubilación, cesantía y Consejos de Investigación ● La mutualidad inquietud universitaria en 1930 y 1931 ●
montepío y el magisterio primario ● La escolar ● La Federación Nacional de La Universidad de San Marcos durante el
legislación sobre los colegios de instrucción Maestros Primarios ● La instrucción en las período de la Junta Nacional de Gobierno
secundaria ● Los directores del Colegio escuelas de Talara y Lobitos ● El Colegio ● El retiro de Belaunde, Riva-Agüero y
Guadalupe ● Los orígenes del Colegio Toribio Casanova de Cutervo ● Otras leyes otros profesores de San Marcos ● Riva-
Alfonso Ugarte ● El Colegio Nacional de sobre colegios ● V La reforma universitaria Agüero y la Universidad Católica ● La
Mujeres de Lima ● Gertrudis Hanks y el ● El Primer Congreso Nacional de clausura de la Universidad de San Marcos
Lima High School ● El Colegio de la Salle ● Estudiantes ● Los incidentes de 1920 en la ● El problema universitario ● VII La Escuela
El Colegio de San Luis de Barranco ● Villa Facultad de Medicina ● El conflicto de 1921 de Agricultura
ASPECTOS EDUCACIONALES DURANTE EL ONCENIO
Y EN LA ÉPOCA INMEDIATAMENTE POSTERIOR
CAPÍTULO
3
[]
E
[I]
l pRoYecto de leY de InStRuccIÓn de 1919 Y la leY de 1920.- La comisión nom-
brada en virtud de la ley N° 2690 presentó por medio de su presidente Manuel Vicente Villarán,
con fecha 9 de diciembre de 1919, su proyecto junto con otro muy importante sobre construc-
ción de locales escolares. En el oficio respectivo Villarán anunció las grandes directivas de la obra
trazada. La enseñanza elemental obligatoria debía ser de tres años o de cinco cuando las cir-
cunstancias lo permitieren. lntentábase orientar la escuela hacia la vida, adaptarla a las necesi-
dades y condiciones de la raza y del ambiente, diversificarla según las condiciones regionales,
combinar en lo posible la enseñanza primaria común con la profesional en secciones y planteles
que suministraran a varones y mujeres de las clases populares un mínimum de conocimientos
y de aptitudes inmediatamente utilizables en las faenas del campo, las industrias, el comercio y
las labores domésticas. El proyecto dedicaba especial atención al indio, ordenaba crear escuelas
normales especiales para maestros consagrados a esta raza y trazaba las reglas esenciales de su
organización. Había también en dicho documento la novedad de ocuparse con amplitud y fir-
meza del problema concerniente a la formación del profesorado nacional, de sus derechos,
nombramientos, ascensos, títulos, remuneración, garantías y goces. Respecto de la enseñanza
secundaria, procuraba que no fuese el vestíbulo de la universidad. Afirmaba, antes bien, enérgi-
camente la autonomía de este nivel y su finalidad propia como instrumento de cultura general
y de preparación para la vida y su organización tenía la mira puesta en las necesidades de la
clase media del país. Planteles secundarios agrícolas e industriales, comerciales y de artes
domésticas eran propugnados en el esfuerzo para superar el sistema vigente, demasiado acadé-
mico, teórico y uniforme. Se creaba la Escuela Superior de Ciencias Pedagógicas en la Universidad
de Lima. En cuanto a la administración educacional, tratábase de que fuera activa, experta,
independiente de las influencias partidarias.
Al referirse a la enseñanza superior el proyecto procuraba acentuar su autonomía adminis-
trativa y pedagógica y otorgarle bienes y rentas con un fondo seguro y progresivo. Incorporaba,
además, a las escuelas de Ingenieros y Agricultura a la Universidad de San Marcos. Establecía en
ella estudios de pedagogía y también de comercio y administración pública. Las universidades
menores recibían mejoras.
El proyecto fue modificado por el Ejecutivo en un sentido que lo desnaturalizó y promulga-
do, de acuerdo con la autorización parlamentaria respectiva, el 30 de junio de 1920. Lo peor de
esta ley fije que solo se aplicó parcialmente. El proyecto sobre construcciones escolares no fue
tomado en cuenta.
Entre las autoridades del ramo, la ley de 1920 incluyó, aparte del ministro, el Consejo
Nacional de Enseñanza y la Dirección General de Enseñanza con sus funcionarios de diversas
jerarquías y tres directores regionales de enseñanza cuyas sedes eran Lima, Chiclayo y Arequipa.
Estos últimos cargos fueron suprimidos en 1924. La ley dictó, además, normas para la enseñan-
za primaria (que se dividía en general o común y especial o profesional y comprendía dos ciclos
elemental o de primer grado y de segundo grado), así como para la enseñanza secundaria. Esta
última quedó clasificada en común o general y especial o profesional para los ramos de
[ II ]
loS GoceS de JuBIlacIÓn, ceSantía Y Montepío Y el MaGISteRIo pRIMaRIo.-
El magisterio primario obtuvo la ratificación de una gran conquista con la ley N° 6225 de 9
febrero de 1929 que concedió derecho a los goces de jubilación, cesantía y montepío a los
profesores y preceptores de los planteles correspondientes a ese nivel de la educación.
[2]
el profesor césar e. loS oRíGeneS del coleGIo alFonSo uGaRte.- En 1929 comenzó a funcionar el cole-
patrón, a quien vemos gio anexo al Instituto Pedagógico de Varones. Lo dirigió Augusto Aguirre Morales. Siguió abierto,
en esta fotografía, fue a pesar de que, por las turbulencias políticas fue clausurado pocos años más tarde el Instituto.
director del colegio En 1933 se lo conoció como Plantel de Segunda Enseñanza. En 1937 se realizó un concurso
nacional nuestra interno para darle un nombre y la resolución de 17 de julio de aquel año acató los resultados de
Señora de Guadalupe esta encuesta oficializando el nombre Alfonso Ugarte. Hasta entonces los directores habían sido,
de 1927 a 1933. dicha además de Aguirre Morales, Carlos Velásquez, Arturo Tapia y Alberto Rivera y de Piérola. Este
institución, fundada en último se mantuvo en el cargo durante once años.
1939, durante el
gobierno del mariscal
agustín Gamarra, fue el el coleGIo nacIonal de MuJeReS de lIMa.- El año de 1928 tiene un notable signifi-
primer colegio nacional cado para la educación secundaria femenina en el Perú. Se abrió el Colegio Nacional de Mujeres
de la república. patrón de Lima, bautizado después con el nombre de Rosa de Santa María. Hasta entonces no había
también ocupó la existido en la capital un plantel de ese carácter, Actuó como directora de él la educacionista
dirección del colegio belga Luisa D’Heure que había tenido artes a su cargo la Escuela Normal de Mujeres de Arequipa.
nacional de ciencias En 1930 funcionaban ya tres años de media en el Colegio Nacional de Mujeres de Lima. La pri-
del cuzco. mera promoción de este plantel tuvo dieciocho alumnas.
[ IV ]
el SISteMa de concuRSoS paRa laS VacanteS en el RaMo de InStRuccIÓn
Y loS conSeJoS de InVeStIGacIÓn.- El decreto ley Nº 7469 de 26 de noviembre de
1931 expedido por la Junta Nacional de Gobierno y refrendado por el ministro Guillermo Garrido
otRaS leYeS SoBRe coleGIoS.- La ley Nº 7516 de 30 de abril de 1932 autorizó al Colegio
San Luis Gonzaga de Ica para ceder al Concejo Provincial un lote de terreno en el fundo San
Miguel en cancelación de un crédito; y dispuso que el mencionado terreno fuese dedicado a la
profesor argentino y construcción de un estadio.
primer diputado La ley Nº 7562 de 5 de agosto de 1932, que destinó la suma de 30 mil soles para obras públi-
socialista del cas en el departamento de Amazonas, ordenó que, de ella, fuesen destinados 11 mil soles para
parlamento de su país, la reconstrucción de los locales del hospital y del colegio nacional.
llegó al perú en 1919. La ley Nº 7641 de 3 de noviembre de 1932 restableció como anexo al colegio de San Ramón
la influencia del de Ayacucho los servicios pertenecientes a la fenecida Escuela de Artes y Oficios, sus ramos
pensamiento de conexos y otros adaptados a las industrias pertinentes al lugar y; creó en el departamento de
palacios se hizo sentir Ayacucho un impuesto por cada litro de chicha de jora y de molle que se consumiera y cuyo
entre los jóvenes producto debía ser destinado al sostenimiento de la sección de Artes y Oficios antedicha.
estudiantes del país. La ley Nº 7644 de 2 de noviembre de 1932 dispuso que la Caja de Depósitos y Consignaciones
tras una serie de abonase al Colegio de San Luis Gonzaga, de los fondos que recaudase para el saneamiento de
artículos de crítica a Ica, la suma de 18.087,07 soles adeudada al antedicho plantel.
los docentes de San La ley Nº 7646 de 3 de noviembre de 1932 adjudicó la haciende Papaya, de propiedad del
Marcos aparecidos en Estado, al Colegio de San Juan de la Libertad de Chachapoyas, con el fin de que atendiera a la
el diario la Razón, creación y sostenimiento de una sección de enseñanza agropecuaria.
editado por José carlos
Mariátegui, los alumnos [V]
decidieron iniciar una la ReFoRMa unIVeRSItaRIa.- En 1918 estalló en Córdoba, Argentina, el movimiento
huelga. Sus demandas estudiantil en favor de la reforma universitaria. El manifiesto que la definió estuvo dirigido a “los
se centraron en hombres libres de Sudamérica”. A comienzos del siguiente año llegó al Perú el profesor y ora-
mejoras a la educación dor socialista Alfredo L. Palacios invitado por el Gobierno con motivo de su campaña alrededor
y modernización de la de la cuestión de Tacna y Arica y su contacto con la juventud de aquella época dejó profunda
estructura curricular. huella. Una serie de artículos de critica a los catedráticos de la Universidad de San Marcos, ini-
ciados con los referentes a los de la Facultad de Letras, aparecieron en los primeros meses de
1919 en el diario La Razón que dirigía José Carlos Mariátegui. Fueron escritos por Raúl Porras
Barrenechea, Guillermo Luna Cartland y Humberto del Águila. Agitaron el ambiente juvenil y se
produjo en junio la huelga en dicha Facultad secundada luego gradualmente por las demás.
Las demandas estudiantiles se fundamentaron en el anhelo de mejoramiento y modernización
de la enseñanza y propugnaron la participación en el gobierno de las universidades, la docen-
cia libre, el derecho de tacha, la supresión de las listas y de los premios, la periodicidad de las
cátedras y el concurso para ellas, la libertad de enseñar y la creación de seminarios y de becas
para estudiantes pobres. El aspecto más beligerante de este programa estuvo en las tachas a
veintiocho profesores.
[1]
[3] [4]
(1)Sobre otros aspectos de la personalidad de Tello, véase el capítulo sobre la historiografía durante el período correspondiente.
[ IV ]
la InQuIetud unIVeRSItaRIa en 1930 Y 1931.- La fugaz Junta Militar que presidió el
general Manuel María Ponce declaró el 23 de agosto de 1930 “en suspenso” el Estatuto
Universitario de 1928 e hizo volver a las universidades al régimen de la ley de 1920. Nuevamente
ocupó el rectorado de San Marcos José Matías Manzanilla, entre aclamaciones. En las distintas
facultades se produjo también una restauración del sistema anterior a 1928 que, si bien implicaba
la anhelada autonomía, traía consigo la separación de algunos catedráticos capaces. Se silenció o
estancó o diluyó, por parte de los nuevos cuadros dirigentes, todo propósito de “reforma".
Pero los estudiantes, muy susceptibles a dejarse influir por el repudio al civilismo que predo-
minaba entonces, a la vez que el odio al leguiismo, comenzaron a expresar sus voces disconfor-
mes. Organizada la Federación de Estudiantes del Perú (que no existía en los últimos tiempos
(1) La Facultad de Medicina fue una excepción gracias a la ley Nº 5604. Véase sobre está ley el capítulo sobre la evolución de las
ciencias médicas.
EL DESaPARECIDO
HISTORIADOR
ALBERTO FLORES
GALINDO NOS
" En efecto, el monopolio que el civilis-
mo mantenía sobre la vida cultural,
los obligó a asumir posiciones críti-
cas y a terminar disputando la cátedra y
la enseñanza universitaria a sus viejos
hasta ahora no suficientemente ponde-
rada, La iniciación de la República: dos
gruesos volúmenes en los que Jorge
Basadre hizo confluir la indagación eru-
dita (periódicos y manuscritos de la
EXPLICA EN ESTA profesores. Se trató, en otras palabras, Biblioteca Nacional), con el razonamien-
CITA DE SU LIBRO del movimiento de la Reforma to; en otras palabras, la aproximación
Universitaria de 1919, influido por los histórica con la sociología.
APOGEO Y CRISIS acontecimientos que habían tenido
DE LA REPÚBLICA lugar un año antes en Córdoba, pero La reforma Universitaria tuvo como
ARISTOCRÁTICA, que además contaba con una antece- objetivo inmediato remover algunos
ESCRITO CON dente nacional en la reforma que el rec- catedráticos verdaderamente incapaci-
tor Albert Gisecke y alumnos como Luis tados para la docencia; reclamó tam-
MANUEL BURGA, LA
E. Valcárcel impulsaron en la universi- bién la libre asistencia y la representa-
IMPORTANCIA DE dad de San Antonio de Abad del Cuzco. ción estudiantil, a través de graduados
LA REFORMA El movimiento de la Reforma elegidos por los estudiantes en los
UNIVERSITARIA EN Universitaria fue acompañado por la organismos de gobierno; se exigía, de
LA VIDA CULTURAL preocupación que tuvieron algunos de acuerdo a las características de la
sus gestores, como Sánchez o Porras, de época, una enseñanza que incidiera de
PERUANA DURANTE aunarse a las celebraciones del centena- manera preferente los aspectos prácti-
LA DÉCADA DE 1920. rio de la independencia con un aporte cos y técnicos, menos retórica, y que se
intelectual que difiera de la generación preocupara además por difundir estos
anterior. De esta manera se iniciaron conocimientos fuera de los claustros
algunos estudios precoces como las universitarios. De esta manera la
investigaciones de Luis Alberto Sánchez Reforma fue la antesala del movimien-
sobre los poetas de la Colonia o los estu- to intelectual que fructificaría en la
dios de Raúl Porras sobre la sátira duran- década del 20”.
te la Independencia y los primeros años
republicanos. Tiempo después las De: Burga, Manuel y Alberto Flores
preocupaciones por ese período de Galindo. Apogeo y crisis de la República
nuestra historia culminarían con una Aristocrática. Lima: Ediciones Rikchay
obra clásica de nuestra historiografía, Perú, 1984(3º edición), p.162.
1902: 976; 1907: 789; 1912: 1.164; 1917: 1.331; 1923: 1.392; 1928: 1.849; 1930: 2.201; 1937:
2.237; 1942: 2651: 1947: 8,102; 1950: 9.418; 1957: 10.442; 1964: 13.966.
(1) Otra de las muestras del descuido o de la ineptitud de la Universidad ha sido durante largos años el abandono en que ha tenido
el espléndido lote de la avenida Arenales. El modesto museo de historia natural erigido en uno de sus sectores, no es, ni con mucho, lo
único que se ha podido hacerse en un predio cuyo valor ha subido tanto con el paso de los años.
(2) En su memoria de 1964 el rector de San Marcos, Mauricio San Martín, menciona 1.909 miembros del cuerpo docente, 758 emplea-
dos administrativos y 353 empleados de servicio interno.
[ VII ]
la eScuela de aGRIcultuRa.- En 1902 fue adjudicado a la Escuela de Agricultura el
fundo Santa Beatriz con un total de 259 hectáreas que fue dividido luego entre la Escuela misma,
la Estación Central Agronómica, la Granja Escuela, los campos de cultivo, de experimentación, el
criadero de árboles, viñedos y otras secciones. En octubre de 1921 comenzaron las concesiones
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
durante el Oncenio ● III Andrés Avelino Revistas de ciencias puras, de fomento y satíricas de combate ● El periodismo de
Aramburú ● Alberto Ulloa Cisneros ● Luis de ingeniería ● Revistas agrícolas ● avanzada y el proletariado ● Revistas
Fernán Cisneros ● Los cronistas ● IV Las Publicaciones médicas ● Revistas taurinas ● Revistas deportivas ● Los
revistas de gran público. El fotograbado y geográficas, históricas y bibliográficas ● órganos de las colonias extranjeras ● El
la tricomía ● Integridad ● El periodismo Revistas jurídicas ● Publicaciones de periodismo en el Callao ● Alberto Secada
notas sobre el periodismo entre 1895-1930
CAPÍTULO
4
[]
E
[I]
l pRoYecto de leY de IMpRenta.- El gobierno de Candamo, representado por su minis-
tro Francisco J. Eguiguren, quiso abordar de nuevo el problema de los delitos cometidos por la
prensa que continuaban dentro de una completa impunidad. La ineficacia de la ley de 1823
provenía principalmente (según dijo Eguiguren en su oficio a la Cámara de Diputados el 23 de
octubre de 1903) “de la dificultad para que los jueces de hecho se reúnan porque no está esta-
blecida una sanción pronta y efectiva para castigar a los inasistentes; de que la secuela de la
penalidad no está en ella bien establecida; de que es defectuosa la enumeración de los delitos
que consigna; y de que, tratándose de la denuncia de los libelos, los jurados han procedido con
marcado espíritu de lenidad”.
El proyecto de Eguiguren se iniciaba con una enumeración de los casos de responsabilidad
al hacerse uso de la imprenta; trataba luego de las penas correspondientes a los delitos de ella
emanados (con tendencia a la severidad) así como de los acusadores; el juzgamiento de las
injurias y calumnias lo encomendaba a los tribunales ordinarios y los demás delitos los entrega-
ba a dos jurados; uno de denuncia y otro de fallo. La comisión de la Cámara de Diputados, a la
que pertenecían Cesáreo Chacaltana, Mariano H. Cornejo, Belisario Soto y Alfredo del Valle, pre-
sentó un proyecto sustitutorio que empezó a ser debatido en la legislatura extraordinaria de
1903 sin llegarse a sancionar la ley respectiva.
loS dIaRIoS de lIMa a FIneS del SIGlo XIX Y coMIenZoS del XX. la
RotatIVa Y loS lInotIpoS(1).- A fines d siglo XIX los diarios más antiguos de Lima
fueron El Peruano, El Comercio, El Nacional, La Opinión Nacional. Entre los más fugaces hay
también algunos de suma importancia. Uno de ellos fue el vocero demócrata El País, que
apareció entre 1895 y 1902 dirigido por Julio S. Hernández. Antes había salido de 1884 a 1886
y de 1889 a 1890. Como órgano del Partido Civil apareció La Ley entre 1897 y 1899 y durante
la campaña eleccionaria de Candamo. Por algún tiempo en esta etapa el redactor jefe de La
Ley fue Víctor M. Maúrtua. En una época anterior, en 1887, La Ley estuvo dirigida por Anselmo
V. Barreto. La Sanción fue fundada el 13 de abril de 1895 bajo la dirección de Antonio B. Reyna.
Parece que dejó de publicarse a fines del mismo año y que Reyna pasó a El Tiempo. Este diario
organizado en 1895 por Manuel Antonio Hoyos, ciudadano colombiano que asoció a la
empresa como director y redactor político a Heráclides Pérez, se publicó entre 1896 y 1897
bajo el comando de Juan Francisco Pazos Varela en actitud de elevada oposición. En 1898
(1) El presente capítulo solo se trata de publicaciones periódicas de Lima y callao sin pretender un carácter exhaustivo. Falta
estudiar, siquiera superficialmente, el periodismo en provincias. Tienen carácter aislado aportes como el de Pedro Mañaricúa Un
siglo en la historia del periodismo en Ayacucho (Lma,1944); el de Luis Curie Gallegos Periodismo en Parinacochas(Lima,
1945); el de Luis Ginocchio Feijóo Breve historia del periodismo piurano (Piura, 1957); el de César Augusto Arauco Aliaga El
periodismo en Huancayo (Huancayo, 1958); el de Antonio Cisneros Reaño y Migue Suárez Osorio Historia del periodismo en
Junín (Huancay, 1967)el de Carlos Alberto Gonzáles Marín Breve Historia del periodismo peruano en Tacna (Boletín
Bibliográfico, Lima, año XXXVIII. 1965, números 1 al 4).
[ II ]
loS dIaRIoS de lIMa duRante el oncenIo.- Los diarios del período anterior EI
Comercio, La Prensa, El Peruano, El Tiempo, La Crónica y La Tradición continuaron editándose.
(1)Hay referencias de que otro de los propietarios de El Tiempo fue Augusto B. Leguía.
[2]
eran las mismas gentes que en el teatro se impresionaban con las obras de los hermanos Serafín
y Joaquín Álvarez Quintero y con su visión bondadosa de las cosas y con versos como los de “Era
un jardín sonriente …” de la obra Amores y amoríos
Luis Fernán Cisneros se hizo, así, en todo caso, en un momento dado, el intérprete de los sen-
timientos enaltecedores que sobrecogieron entonces a los peruanos. También se puede hallar en
esta misma producción una fase descriptiva. Mucho más abundante es la nota sentimental y eró-
tica, neorromántica, en gran parte recogida en el libro Todo, todo es amor (llamado en otra edición
Todo es amor) que alcanzó un éxito sorprendente. Cálidos fueron sus elogios a la mujer limeña que
llegaron a la exageración. “Lima es un inmenso taller de muñecas”, escribió. Tuvo por último,
Cisneros una olvidada inspiración filosófica y una fecunda y dispersa vena festiva.
A pesar de las aclamaciones que recibió esta poesía, los gustos y las tendencias de la nueva
estética y de las nuevas generaciones han ido por caminos distintos. No por ello ha de dejar el
(1) Interesa recordar, una vez más, lo que ocurrió al volver Cisneros del largo destierro que sufriera. Fue en 1931 durante el proceso
eleccionario. Cisneros abandonó sus ocupaciones en Buenos Aires para venir al Perú y hacer campaña a favor de la candidatura
presidencial de José María de la Jara y Ureta, quien no pudo dejar su residencia en Brasil. En Lima, a lo largo de las calles, plazuelas
y avenidas por las que atravesó lo recibió una inmensa muchedumbre hostil a los gritos del Apra y Cerro. Los dos grandes partidos
que se disputaban con encono el apoyo popular habíanse unido por unos instantes, para hostilizar ferozmente al gran ciudadano,
al gran escritor, al hombre meritísimo que volvió a la patria. Entre los gritos que proferían sus amigos para contrarrestar esta con-
tramanifestación oyéronse muchos "Viva Piérola"
(2) Carrillo intentó reanudar sus crónicas en Mundial durante el Oncenio. Interesante es también su novelita Cartas de una turista
en la que describe la vida del aristocrático balneario de Chorrillos a principios de siglo, una prosa impresionista. Se trata de un
documento sobre las costumbres en las relaciones entre hombres y mujeres. La protagonista casi se cree comprometida porque un
galán ha tomado unos momentos un de sus manos en un paseo a burro.
[3] [4]
EL AVANCE DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. El periodismo nacional tuvo un gran auge durante las
dos primeras décadas del siglo XX. Los adelantos tecnológicos permitieron, por ejemplo, que el diario
El Comercio empezara a imprimir a colores. Aquí la edición que celebra el día de la Independencia,
en 1931 (1). En noviembre de 1905 la revista Prisma fue la primera en introducir el uso de la tricromía,
una técnica avanzada de impresión. La primera página impresa con ese método mostró un florero de
rosas (2). Otras revistas del período también lograron gran calidad gráfica, como fueron los casos de
Variedades (3), fundada en 1908, y Mundial (4), fundada en 1920.
ReVIStaS JuRídIcaS.- En el campo jurídico, de vieja tradición, apareció desde 1885 hasta
comienzos del siglo XX El Derecho, órgano del Colegio de Abogados que cesó de publicarse en
Vocera del colegio de laS ReVIStaS SatíRIcaS de coMBate.- El humorismo grueso simbolizado por La Felpa
abogados de lima, sus (1902-1903) se desvió en un sector ferozmente anticlerical con el Leguito Fray José (1893-1903),
directores fueron La Sotana (1900-1901) de Benjamín Saldaña Roca, La Picota (1901) de Francisco A. Loayza, Don
ezequiel F. Muñoz, Giuseppe (1907-1908) de Glicero Tassara y Alfredo Baldassari, y, sobre todo, Fray K. B. Zon de
Mariano lino cornejo y Francisco Loayza aparecido entre 1907 y 1911, a los que siguieron Los Sucesos y Fray Simplón de
carlo arenas loayza. Fue Juan de Dios Bedoya. Habría que estudiar la concordancia entre tales campañas y Presbiterianas,
fundada en 1914 por las procaces poesías que, anónimamente, editó Manuel González Prada.
iniciativa del decano El presbítero Virgilio Vidal y Uría publicó en 1902 y 1903 periódicos bajo distintos títulos
Manuel Vicente Villarán. -entre ellos estuvieron El Obrero y La Lid- para atacar de modo soez al arzobispo Manuel Tovar.
entre los temas tocados Este triste género difamatorio ha surgido ocasionalmente en el Perú del siglo XX por razones
allí se encontraban la morbosas en el lamentable caso aquí mencionado o por turbios apasionamientos políticos otras
jurisprudencia de los veces y ha contado cori absoluta impunidad. Por lo demás, Vidal y Uría hizo el juego a la propa-
tribunales, los delitos ganda periodística anticlerical desatada en aquella época.
contra el honor y la Dentro del periodismo satírico puramente político en la época de Piérola estuvieron La
medicina legal, entre Tunda (1893-1904), La Sabatina (1895), La Zurra (1895), El Éxito (1895), El Fósforo (sucesor de la
otros. aquí vemos el Pampa de Tebes (1895), El Policía (1896), El Montonero (1896) La Lucha (1897), La Nueva Tunda
número 3, publicado en (1898), El Tente Tieso (1898), La Linterna (1898).
agosto de 1914. A fines del año 1899 apareció La Palizada. Como hecho curioso puede anotarse que hubo
un semanario con caricaturas titulado Sancho Panza en 1896 y dos semanarios similares pero
distintos que se llamaron Don Quijote en 1904 y 1907.
Periódicos de combate durante el régimen de Romaña fueron La Lucha, La Felpa, La Campana y
otros de tendencia civilista y gobiernista y La Tunda favorable a los demócratas y de oposición.
En los días del conflicto con el Ecuador, durante la primera administración de Leguía, apare-
ció el periódico satírico El Mono.
El periodismo festivo de carácter político tuvo durante el siglo XX su escritor más popular en
Florentino Alcorta que hacía 1912 editó La Felpa, a fines de aquel año El Mosquito y en 1914, 1915
y 1916 nuevamente El Mosquito Venal y bohemio, Alcorta fue uno de los periodistas mejor dota-
dos que tuvo el Perú, con una gracia espontánea y una aptitud certera para poner en ridículo a
los grandes y solemnes personajes políticos y literarios que escogía como víctimas. La ciudad
entera reía con sus chistes y repetía sus apodos.
En la carta que el 20 de agosto de 1919 escribió José María de la Jara y Ureta a Luis Fernán
Cisneros sobre el viaje de Riva-Agüero, expresó: “Hace más de cuatro años y cuando andaba en
las extravagantes andanzas de embarcar gentes en el futurismo en proyecto, te planteaba yo en
dos noches de charlar atropellado el bosquejo del naciente partido. Confrontamos ideas y
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
CAPÍTULO
5
[]
l
[I]
aS pRocedencIaS cRonolÓGIcaS de loS lIteRatoS peRuanoS a coMIenZoS
del SIGlo XX.- Entre fines del siglo XIX y los primeros treinta años del siglo XX la literatura
peruana contó con escritores que, dentro de una clasificación muy general, tuvieron cinco pro-
cedencias cronológicas:
1) Las generaciones que habían comenzado a publicar antes de la guerra con Chile, entre las
que se destacaron Ricardo Palma y Luis Benjamín Cisneros, los grandes sobrevivientes de la
generación romántica; Manuel González Prada (cuyo acento iracundo como prosista y como
pensador y cuya sensibilidad poética lo ponían más bien cerca del grupo posterior), Abelardo M.
Gamarra y Clorinda Matto de Turner.
2) Las promociones que se definieron en el período entre los comienzos de la reconstrucción
en 1884 y fines del siglo, contemporáneas del movimiento modernista, entre las cuales descolló,
por su actuación en el Perú, en América y en España, José Santos Chocano.
3) La generación que tuvo su centro en la universidad a principios del siglo XX y contó entre
sus exponentes a José de la Riva-Agüero y a Francisco García Calderón Rey. Esta generación fue
también contemporánea con el desarrollo del periodismo diario y gráfico y dentro de él apare-
cieron figuras que se consagraron exclusivamente a esa actividad como Leonidas Yerovi.
4) La generación que actuó principalmente en el periodismo en la época coincidente con la
primera guerra mundial, ha sido llamada “Colónida” y contó con figuras como Abraham
Valdelomar y José Carlos Mariátegui entre otros.
5) La generación que apareció entre 1919 y 1930 con tendencias vanguardistas y sociales. Al
leerse las referencias sintéticas hechas en los párrafos siguientes de este capítulo y de los que
siguen, es necesario tener en cuenta que ellas no comprenden figuras, obras o actividades pos-
teriores a 1933 (1).
[ II ]
RIcaRdo palMa Y la BIBlIoteca nacIonal a FIneS del SIGlo XIX Y coMIenZoS
del SIGlo XX.- La continuidad de la obra de Ricardo Palma en la Biblioteca Nacional reafirmó
(1) La historiografía del siglo XX peruano es muy escasa en los campos políticos (pese a algunos aportes partidistas), económico,
hacendario y social y es casi nula en relación con las ciencias y con el proceso de la técnica. En cambio, ostenta apreciable riqueza
tanto en el terreno internacional y diplomático (para las cuestiones de fronteras) como en el literario. Ello no quiere decir que no falte
seguir investigando sobre temas esenciales. A pesar de todo, allí están, en la historia de la literatura, los aportes muy sustantivos de
Luis Alberto Sánchez, Estuardo Núñez, José Jiménez Borja, Augusto Tamayo Vargas, Alberto Tauro, Alberto Escobar, Jorge Puccinelli
y otros, además de los estudios monográficos sobre personalidades descollantes. Ante las contribuciones que ya existen y ante la
imposibilidad de entrar en detalle sobre corrientes, tendencias y modalidades, la presente obra se contrae a la imagen histórica de
algunas figuras representativas, sea para complementar lo tratado a propósito de la historia política, social y económica, sea para
señalar algunas notas en la evolución del gusto. La única excepción a este criterio restrictivo en los capítulos concernientes a la evo-
lución literaria (otra cosa, aparte de ser o innecesaria o muy difícil, prolongaría demasiado este libro ya asaz extenso) atañe al teatro
porque a este tema ha sido dedicada ya aquí bastante atención y porque no ha sido trabajado en cuanto al siglo XX.
Y la última de las composiciones que escribió tiene los siguientes versos finales:
Cree que Bolívar y Sucre fueron grandes; pero que hemos seguido una marcha diametral-
mente opuesta a la recorrida por la Naturaleza, pues esta se inició con los animales inferiores y
vino a culminar en los hombres (“Mercaderes políticos” en Propaganda y ataque). Nuestros
estadistas más felices no han hecho sino aplicar el programa que cierto general anunció en un
discurso eleccionario: ”Todo para los amigos y palo para los pícaros” o sea los adversarios (“El
discurso del general” en El tonel de Diógenes). La historia del guano es una inmundicia. Meiggs
no hizo sino prostituir a mujeres y hombres, cualquiera que fuese la posición de estos (“En el
año 2200” en El tonel de Diógenes). En la guerra con Chile, el Perú fue “Cartago sin Aníbal”
(“Mercaderes políticos” en Propaganda y ataque). En las batallas abundaron los cobardes y
[3]
ESTE TEXTO
RECUPERADO POR
LUIS ALBERTO
SÁNCHEZ EN EL LIBRO
" Mi padre era alto -un poco más de
seis pies-, muy erguido y de com-
plexión atlética; de ojos azules,
nariz perfecta, cabellos plateados, bar-
billa agresiva y un todavía más agresivo
española y de padre irlandés. Este –de
apellido O’Pheland- fue uno de los refu-
giados religiosos que, durante el siglo
XVIII, emigraron de Irlanda, buscando
asilo en las colonias católicas del Rey de
DE HOMENAJE A bigote a la Lord Kitchener (…). Solía España y se casaron con mujeres de su
ALFREDO GONZÁLEZ caminar con gran dignidad, lo cual era, propia fe en la patria adoptiva (…).
sin duda, una de sus más saltantes
PRADA, HIJO DEL características (…). Vivíamos –mi padre, mi madre y yo- en
GRAN PENSADOR una pequeña y atractiva casita en el cen-
PERUANO, TITULADO En casa era muy distinto. Como era uno tro de Lima, una casa de un gran piso, con
REDES PARA CAPTAR de los más beligerantes escritores de un patio lleno de plantas y flores, y una
Hispano América, la leyenda lo presen- gran enredadera en la que hacían sus
LA NUBE, NOS
taba como un hombre violento y amar- nidos los pájaros, en primavera. La casa
MUESTRA UNA gado. Pero la realidad difería mucho: tenías seis o siete cuartos y un espacioso
FACETA MÁS era tranquilo y pacífico, alegre y hasta traspatio. A la izquierda del patio, entran-
CERCANA, COTIDIANA juguetón. Pero lo más extraño es que do a la casa había un pequeño departa-
Y FAMILIAR DE DON esta diferencia entre la impresión que mento de dos piezas, con una ventana
producía y la realidad en que vivía enrejada que daba a la calle. (Esas venta-
MANUEL. ALFREDO, encuentra un curioso paralelo en sus nas de rejas que están desapareciendo
COMO SU PADRE, FUE escritos: su prosa es severa y gran parte ahora en Lima son uno de los residuos de
ESCRITOR Y POETA, de sus versos -principalmente lo inédi- la arquitectura hispano colonial típica).
ADEMÁS DE tos- son satíricos y humorísticos. Fue ahí donde, por más de treinta años,
vivió mi padre (1887-1918); ahí tenía su
ABOGADO Y Étnicamente, mi padre era casi total- escritorio y su biblioteca”.
DIPLOMÁTICO DE mente español. Su familia, por ambas
CARRERA, MURIÓ líneas, venía de Galicia, la céltica región De: González Prada, Alfredo. “Recuerdos
TRÁGICAMENTE EN noroccidental de la Península Ibérica, de un hijo”. En: Redes para captar la
pero tenía sangre irlandesa, por una de nube. Lima: Editorial PTCM, 1946, pp.
LA CIUDAD DE
sus abuelas maternas, hija de madre 243-245.
NUEVA YORK.
[ III ]
aBelaRdo GaMaRRa.- Abelardo M. Gamarra, El Tunante, continuó con constancia su perió-
dico Integridad y editó sus libros hasta un año antes de su fallecimiento. En 1903 fue presidente
del partido Unión Nacional del que se alejó en 1904. Aunque Adriana de González Prada en Mi
Manuel lo llama veleidoso y presenta de él una pintura despectiva, en lo esencial de su vida
mantuvo su dignidad cívica. En 1908 viajó a Buenos Aires y las impresiones de su paso por la
costa sur del Perú, por Chile y por la Argentina las vertió en crónicas que publicó La Prensa y que,
en parte, reprodujo en el libro Artículos de costumbres. En 1913 y 1916 se incorporó a la Cámara
de Diputados como representante por Huamachuco elegido en comicios auténticos. Carente
de dotes oratorias, como parlamentario tiene en su haber pedidos para la reforma del arancel
esta obra del escritor eclesiástico pues solicitó que “siquiera la muerte fuese gratuita”, la creación de escuelas en las
abelardo Gamarra el haciendas y de escuelas ambulantes, la aparición de un diario del magisterio, la ley agraria. Irguió
tunante (1850-1924) su protesta contra la elección de Benavides como Presidente provisorio en 1914, del mismo
apareció en 1921, al modo que se opuso a la dictadura de Piérola y fue integrista en el Congreso de Arequipa y anti-
cumplirse cien años de la graceísta en tiempos de Cáceres. Hacia 1915 fundó la Liga Agraria con el objeto de fomentar la
independencia del perú. agricultura, impulsar la pequeña propiedad, apoyar al yanacona y al peón; años antes había
allí, Gamarra plasmó su querido constituir una liga peruana secreta para el rescate del territorio ocupado por el enemigo
visión poco optimista de del sur y la reacción moral del país. Enfermó de cáncer, pobre, olvidado, sus últimos días fueron
la sociedad peruana. en muy tristes. Sin una queja ni una palabra de arrepentimiento, se confesó ante su hijo Carlos
la portada del libro se Gamarra y falleció el 9 de julio de 1924.
lee: “costumbres La obra publicada por Abelardo Gamarra desde 1895 consta, cuando menos, de doce libros.
políticas. pelagatos y sus Dos son capitales: Rasgos de pluma (con ediciones en 1899 y 1902) y Cien años de vida perdularia
instituciones (entre (1921). Dos son como glosas de estos: Algo del Perú y mucho de Pelagatos (1905), Lima. Unos
bastidores)”. el tunante cuantos barrios y unos cuantos tipos (1907). Tres se basan en reminiscencias: Educación (1920),
fue también autor de Modelo de hombres: a la memoria de Fausto Figueroa (1921), Una faz de González Prada (1923). Uno
compilaciones de presenta ideas sobre la influencia extranjera: Los norteamericanos y el Perú (1920). Y dos se orien-
artículos como el tan hacia la historia o la evocación: La batalla del Huamachuco (1895) y Manco Cápac (1923,
tunante en camisa de edición de Rafael Larco Herrera). No se ha podido encontrar para los presentes párrafos una
once varas (1877), obras edición de Rasgos de pluma de 1911 sobre la que hay referencias sueltas, Italia en el Perú y Música
teatrales como ña codeo popular peruana. Nadie ha hecho todavía una investigación minuciosa del rico material político,
(1887), la novela detrás literario y social desperdigado en las páginas de Integridad, semanario entre 1889 y 1916, even-
de la cruz el diablo (1877) tual a partir de ese año hasta 1924.
y el libro histórico la Como costumbrista, Gamarra tiene una fase descriptiva o evocadora sobre Lima o sobre la
batalla de Huamachuco sierra, con nostalgia o gracejo, y otra de acerba crítica sobre hombres, cosas e instituciones. Es
(1886). en esta última en la que insiste más a medida que van pasando los años. Se esmera en exhibir
para hablar con palabras suyas, a los explotadores del “patriocabullismo”, los cundas, los lanzas,
los pechugones, los garramuy, los camaroneros, los señores de las mamadas, los expertos en la
mamandurria, los que saben hacer guaraguas, los que amuelan el parque, los que practican la
ranfuña y las buscas y rebuscas, los galifardos, los bausanes, los compadres, los que manejan la
batuta o el pandero, los gallazos, los cachilugos, los que hacen sentir su mascar en el gran char-
co nacional. Salen a escena en sus páginas los mandatarios mal escogidos, los ministros (esos
hombres a los que ponen tiesos por unas semanas, y se atufan un poco porque les ha llegado
el turno en la mosonada política), los parlamentarios perpetuos, serviles e inoperantes y sus
inescrupulosos agentes, las abundantes leyes ornamentales y que solo son cumplidas por los
[ IV ]
la coRonacIÓn de luIS BenJaMín cISneRoS.- Arruinado económicamente en la
guerra con Chile, víctima de una dolencia que empezó a minar lentamente su organismo en
1888, Luis Benjamín Cisneros siguió impertérrito con su producción literaria.
Su elegía a la muerte de Alfonso XII, que triunfó en unos juegos florales en La Habana en
1886, elevose hacia consideraciones sobre el destino de la raza y vino a ser un himno a las glorias
seculares de España que concluyó con la afirmación de la hispanidad en América. Junto con el
sermón de Bartolomé Herrera en 1846, fue la más alta nota que tuvo el hispanismo intelectual
peruano en el siglo XIX. Pero Cisneros quiso también acercarse a las grandes perspectivas que
se abrían al finalizar esa centuria y cantó al progreso con fe en la ciencia, la libertad y la
[V]
cloRInda Matto de tuRneR.- El 25 de abril de 1895, raíz de los acontecimientos políticos
de entonces, se alejó del Perú Clorinda Matto de Turner. Vinculada políticamente ella y su familia,
a Cáceres, su casa en Lima y el periódico Los Andes que dirigía fueron atacados y saqueados por
los montoneros el 17 de marzo. Ella narró con acrimonia estos tres episodios en el libro Boreales.
Miniaturas. Porcelanas (Buenos Aires, 1902). De Chile pasó a la Argentina. En Buenos Aires fundó
la revista El Búcaro Americano y ejerció el profesorado. Entre 1901 y 1904 la Sociedad Bíblica
[ VI ]
MonSeñoR Manuel toVaR.- Van a ser desarrolladas aquí informaciones sumariamente
hechas en un capítulo sobre el sexto período de la historia republicana. Nació Manuel Tovar en el
pueblo de Sayán el 20 de mayo de 1844. Careció en su niñez de bienes de fortuna. Huérfano, halló
su hogar en el Seminario de Santo Toribio desde los 11 años. Fue en este centro docente, alumno este periódico bisemanal
y profesor. En la enseñanza de la filosofía introdujo la doctrina de Santo Tomás de Aquino antes circuló de setiembre de
de que fuera ella oficializada por León XIII. Su primera actuación pública se relacionó con el decre- 1892 a mayo de 1893,
to de las campanas expedido en 1866 y ya ha sido narrada en la Historia del Perú. En el viaje que bajo la dirección de
realizó entonces a Roma obtuvo, a los 22 años la unción sacerdotal. De regreso a su patria, dirigió clorinda Matto de
durante diez años el diario clerical La Sociedad. En 1870 publicó sus once cartas abiertas a turner. en sus páginas,
Francisco de Paula González Vigil, en las que refutó enérgicamente las ideas de este polemista. la escritora cuzqueña
Ejerció diversos cargos y funciones conexas con su ministerio. Entre todos estos honores tiene defendió las acciones
especial importancia el rectorado del Seminario que desempeñó por corto tiempo entre 1880 y tomadas por el gobierno
1884, la cátedra y el decanato de la Facultad de Teología, la representación ante la Asamblea del general andrés
Constituyente de 1884, el Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción en el régimen de Iglesias y en avelino cáceres, de
el Consejo que gobernó la República al caer este, el obispado de Marcópolis y, por último, en quien era partidaria. los
1898,el arzobispado de Lima al fallecer monseñor Manuel A. Bandini el 11 de abril de aquel año. andes también publicó
Empeñosa fue su labor al frente de la Arquidiócesis de la capital; pudo haber sido más fecun- cuentos y relatos por
da si no hubiera afrontado la hostilidad o la indolencia de los regímenes posteriores al que entregas. Su impresión
concluyó en 1899. Presidió la reconstrucción de la Catedral de Lima; organizó el tercer Concilio se realizó en la imprenta
Limense destinado a la reforma de la disciplina y al progreso de la moral eclesiástica; preparó la la equitativa, de
restauración pedagógica de los seminarios. En 1899 asistió en Roma al Concilio Plenario de propiedad de la misma
América Latina en cuyas deliberaciones tuvo lucida actuación. directora.
Profundas fueron las amarguras que experimentó en esta época. Un sacerdote alborotado y
díscolo, loco o bellaco, Virgilio Vidal y Uría, inició una campaña de difamación contra él en perio-
diquillos soeces que él mismo distribuía. Las acusaciones más audaces pretendieron envolverlo.
Hubo quienes en la sombra, alentaron con su silencio o su tolerancia la campaña; monseñor
Tovar estuvo solo y resignado. En alguna forma los ecos de esta propaganda llegaron al
Congreso que en 1906, como ya se ha referido, con un pretexto ocasional, lo censuró. Enfermo,
monseñor Tovar viajó a Tarma y allí falleció el 25 de mayo de 1907. La cláusula final de su testa-
mento expedido en aquella ciudad tenía el siguiente texto: “Por el honor del sacerdocio y de la
dignidad episcopal, quiero declarar solemnemente que cuanto se ha escrito sobre mis costum-
bres es pura calumnia y que por la misericordia de Dios no he faltado nunca a los deberes de mi
estado”. También declaró que era completamente falso el cargo que se le había hecho de mal-
versador de la renta del Seminario de Santo Toribio pues, por el contrario, él había donado una
suma de dinero; y que de su peculio había invertido una cantidad en la obras de la Catedral. En
el mismo testamento expresó que perdonaba de todo corazón a sus calumniadores para que
Dios lo perdonase a su vez.
JoSÉ antonIo Roca Y Boloña.- José Antonio Roca y Boloña nació en Lima el 12 de
noviembre de 1834. Su origen fue guayaquileño. Alumno del Colegio Guadalupe, en el que
contó entre sus condiscípulos a Manuel Pardo, abandonó halagüeñas perspectivas comerciales
y sociales para ingresar al Seminario de Santo Toribio donde fue, a la vez, alumno y profesor.
Periodista combativo en El Católico, El Progreso Católico, La Sociedad y El Bien Público (este último,
órgano de publicidad por él fundado), catedrático en la Facultad de Teología, provisor de la Curia
Eclesiástica, presidente de la comisión encargada de celebrar el centenario de Santa Rosa en
1886, director del Colegio de Santo Tomás de Aquino, Piérola nombrole dignatario del Cabildo
de Lima en 1898. También desempeñó otras funciones de carácter nacional. Fue presidente de
las ambulancias de la Cruz Roja durante la guerra con Chile, diputado al Congreso de 1884 (en
cuya tribuna contribuyó con su palabra a que se aprobara el Tratado de Ancón), miembro
correspondiente de la Real Academia de la Lengua.
La fama de monseñor Roca y Boloña estuvo ligada, sobre todo, a su gran talento como ora-
dor. Dentro de su vasta producción en la tribuna descollaron sermones, panegíricos, discursos
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
CAPÍTULO
[6]
c
[I]
Hocano.- José Santos Chocano, nacido en Lima el 14 de mayo de 1875 y asesinado en
Santiago de Chile el 13 de diciembre de 1934, estuvo preso en el Castillo del Real Felipe del
Callao en 1894 por su lucha periodística contra el régimen de Cáceres. En 1895 aparecieron en
la imprenta del Estado con tinta roja su volumen Iras santas, de poesías político-sociales y, con
tinta azul, En la aldea, que reunió versos líricos y patrióticos. Después de su matrimonio con
Consuelo Bermúdez publicó en 1896 otro libro de poemas titulado Azahares. Un corto viaje a la
montaña inspiró las estrofas de Selva virgen con una primera edición de 1898 y otra definitiva en
1901. Estos cuatro libros de poesías no formaron la parte más cuantiosa de su labor hasta ese
año: la integraron también la secretaría de Manuel Candamo en la presidencia de la Junta de
Gobierno en 1895, la dirección de diversas revistas y la colaboración en ellas o en otras, el ensa-
yo de un gran diario, la puesta en escena de varias obras teatrales, el premio que obtuvo en 1899
con La epopeya del Morro en el concurso auspiciado por el Ateneo de Lima, la aparición del
poema El derrumbe el mismo año y de El canto del siglo y las Poesías completas en 1901 con pró-
logo de Manuel González Prada. Comisionado especial del Perú para hacer propaganda a favor
del arbitraje obligatorio que nuestro país iba a sostener en la Conferencia de México, viajó a
Centroamérica en 1901. Poco después fue encargado de Negocios en esa parte del continente
y luego en Bogotá y secretario de la misión en España con motivo del arbitraje con el Ecuador.
No debe darse entero crédito a su afirmación de que sugirió a Manuel Candamo, electo
Presidente en 1903, el nombramiento de José Pardo como primer ministro. Si la primera produc-
ción de Chocano apareció en Lima (excepto una edición de La epopeya del Morro hecha en
Iquique en 1899), ya El fin de Satán es de Guatemala (1901), las Poesías completas se editan en
Barcelona y los dos volúmenes consagratorios Alma América (1906), obra fundamental de la
literatura del Perú y del continente y Fiat Lux (1908) llevan el pie de imprenta de Madrid y París.
En Alma América se retractó de su obra anterior; pero luego utilizó o, con ansia de perfecciona-
miento, redujo algunos de sus poemas anteriores.
Acerca de las aventuras teatrales de Chocano durante su primera etapa literaria en Lima se
trata en el capítulo sobre teatro a fines del siglo XIX y en los primeros años del siglo XX.
Las estrofas de Chocano fueron, desde sus primeros exponentes, enfáticas y arrogantes. De una
poesía preocupada por lo político inmediato (la lucha contra Cáceres) con vagos acentos de protesta
social y también por episodios personales y de balneario, voló hacia la tragedia épica de Arica y luego
hacia la selva amazónica, para remontarse finalmente a América Latina y abarcarla en sus cordilleras,
sus ríos, sus plantas, sus animales, sus volcanes, su pasado de leyendas indias y aventuras de conquis-
tadores, virreyes y libertadores y su futuro de esperanzas inmensas. Como remanso en el torrente
sonoro, copioso y radiante de sus versos corren las notas líricas de su galantería, de su erotismo, de su
sensibilidad para el paisaje, de su emoción lugareña y familiar. Se ha acusado a Chocano de su imagi-
nación excesiva que, sin embargo, presenta las cosas cabales y claras, casi inventariadas; por su sentido
externo de América, con abundancia de amplificación y de escenografía; por su aptitud oratoria de raíz
española que no deja al lector el enigma de la sugerencia o del matiz. Parece haber forzado en ocasio-
nes a su inspiración para que se dedicase a una especie de oratoria delante de una supuesta
[2]
JOSÉ SANTOS CHOCANO. De 1901 a 1921 el poeta limeño vivió fuera del país, la mayor parte del tiempo en América
Central, donde realizó actividades políticas. En 1920, como se ve en esta imagen (1), fue hecho prisionero en Guatemala,
a la caída del gobierno del dictador Manuel Estrada Cabrera (1857-1924). De regreso a la capital, en 1921 fue proclamado
“Hijo predilecto de Lima”. Un año después lo nombraron “Poeta de América”. En esta imagen vemos una manifestación
popular en su honor, realizada en 1922 (2).
(1) Sin embargo, Ernesto More en su libro Huellas humanas da la versión de Manuel Beingolea según la cual cuando él habló
al poeta en el Hospital Militar de arrepentimiento, este lo amenazó con expulsarlo y agrega que Ángela Ramos obtuvo esta
respuesta: “¿Por qué se conduele usted tanto, amiga mía, cuando yo no he hecho sino aplastar una cucaracha?”(Ernesto More,
Huellas humanas, Lima, Editorial San Marcos, 1954, pp. 145 y 147).
ENRIQUE LÓPEZ
ALBÚJAR ES
REPRESENTANTE DE
NUESTRO
T odos los que, de una u otra mane-
ra, han tomado contacto con la
obra literaria de Enrique López
Albújar (1872-1966) coinciden en resal-
tar la importancia que dentro de esta
que se plasma. Se ha atribuido de este
modo de observar y referir el mundo
andino, a una suerte de deformación
profesional del autor, haciendo alusión
a que el contacto que el mestizo costeño
INDIGENISMO tiene Cuentos andinos. Y la coincidencia Enrique López Albújar tuvo con esa
LITERARIO DE va más allá. Hay consenso en señalar el región geográfica y social fue a partir de
aporte de ese libro, publicado en 1920, su condición de juez de Primera
PRINCIPIOS DEL en lo que respecta al tratamiento litera- Instancia, en obvia relación con casos
SIGLO XX. AQUÍ, EL rio del indio y del problema indígena. La delictivos. Y, por si fuera poco, como él
CRÍTICO LITERARIO opción de López Albújar ‘es -como apun- mismo informara, Cuentos andinos fue
PERUANO LUIS ta Wáshington Delgado- una visión del escrito en el tiempo libre que le dejó una
indio despojada de sentimentalismos suspensión en el cargo. Más allá de lo
FERNANDO VIDAL
engañosos y ajeno a mentalismos enga- anecdótico o de los soportes extralitera-
NOS HACE UNA ñosos y ajeno a las convenciones litera- rios que estos hechos brinden al análisis,
BREVE rias’: Básicamente porque la imagen que lo cierto es que los relatos de López
PRESENTACIÓN DE nos entregan sus relatos está desligada Albújar parten de una experiencia de la
SU PARTICULAR de estereotipos anteriores, productos a realidad, a la que se accede por vía de la
su vez de un relativo paternalismo, en observación, la observación de un
VISIÓN DEL INDIO Y unos casos, y de una evidente o encu- mundo en el que la justicia y la vengan-
DE SU bierta minusvaloración del indio, en za configuran un cuerpo de leyes de uso
PERSONALIDAD, otros. La versión del hombre andino y vigencia singulares. Es indudable que
ESCRITA PARA propuesta por López Albújar no es la tal versión del mundo andino puede ser
edulcorada imagen de un ser sumiso, calificada de incompleta, a todas luces
PROLOGAR SU tímido y encastillado en añoranzas del parcial, y aun prejuiciosa, pero no puede
CÉLEBRE LIBRO pasado, tampoco la del desvalido digno negarse su adhesión auténtica a la expe-
CUENTOS ANDINOS. solamente de conmiseración; este narra- riencia que le dio origen. La narrativa de
dor instala, en mitad de un espacio vio- López Albújar no es una aventura de
lento e inmisericorde, a hombres rudos imaginación, la suya es testimonio tanto
cuya actuación pareciera como impulsa- más vital e impactante cuanto más cer-
da por los más elementales instintos. Y, cana de lo verosímil”.
lo que es más, esta visión del mundo
andino se condice con la prosa enérgica, Vidal, Luis Fernando. “A modo de prólo-
eminentemente narrativa, de un medi- go”. En: López Albújar, Enrique. Cuentos
tado y bien dosificado suspenso, con andinos. Lima: Peisa, 1986, p.7
a los perversos
encerraré en la cárcel de mis versos
y como reja les pondré mi lira.
La historia, a su vez, en cada oportunidad en que evoque las jornadas nocturnas de su vida,
se verá obligada a encerrar a tan gran figura literaria en una cárcel cuyos barrotes han de ser sus
actos reprobables. Habría que estudiar lo que en ellos hubo de producto de una idiosincrasia o desde su juventud, el
de las circunstancias; en mucho de la egolatría y del egocentrismo de Chocano, que suelen irrum- escritor y abogado
pir en su poesía misma para detenerla en el camino a las más altas esferas, pudieron haber influi- chiclayano alternó con las
do determinadas tendencias de la época que magnificaban el egoísmo y difundían las ideas de dos pasiones que cultivó
Nietzsche sobre el superhombre y las de la darwiniana supervivencia del más fuerte. En todo durante toda su vida: la
caso, las luchas y afanes asaz prosaicos de Chocano no deben interferir en el juicio sobre su política y el periodismo.
poesía, potente, viril y, a menudo, noble. Por lo demás, lo ocurrido entre 1921 y 1929 no solo en 1904 fundó en piura el
interesa desde un punto de vista biográfico. Expresa, en cierto sentido, las siguientes facetas partido liberal, y de 1904
resaltantes en la vida peruana durante el Oncenio leguiista: 1) la crítica solo indirecta que algunos a 1908 fue editor del
sectores intelectuales se atrevían a hacer al régimen imperante cuando combatieron doctrinaria- periódico el amigo del
mente la tesis de las dictaduras organizadoras y osaron luego defender a José Vasconcelos; 2) la pueblo. Se estableció en
inquietud renovadora de las nuevas generaciones y su receptividad a las ideas de nacionalismo lima en 1916, y se dedicó
continental y progreso social que predicaba entonces este escritor mexicano. La frase de a escribir para el diario
Chocano sobre el “estercolero civilista” en su carta a Elmore lo exhibe tratando de utilizar la leyen- la prensa. Su actividad
da negra de dicho partido que propugnaba el leguiismo; pero demostraba falta de puntería como magistrado, sin
porque quienes en ese momento lo combatieron carecían de relación con el pasado político del embargo, lo hizo
Perú y pertenecían, en su mayoría, a las clases medias y no a la oligarquía; 3) la actitud de dispen- renunciar al cargo de
dio que caracterizó la celebración del centenario de Ayacucho en 1924; 4) cualesquiera que redactor jefe. Fue juez en
hubiesen sido los motivos o antecedentes de la separación entre Chocano y el leguiismo en 1928 Huánuco y piura, y vocal
o 1929, la acerba actitud del poeta que, por cierto, no fue espectacular, captó en cierta forma el en lambayeque (1928-1931)
desgaste o el cansancio que se difundieron ante la perduración de Leguía en el poder. y tacna (1931-1947). entre
sus obras más conocidas
se encuentran cuentos
[ II ] andinos (1920) y
enRIQue lÓpeZ alBÚJaR.- Enrique López Albújar nació en Chiclayo el 23 de diciembre de Matalaché (1928).
1872. Reunió orgullosamente sangre española, indígena y mulata. La infancia la vivió en Piura y
Morropón. Siguió sus estudios en muchos planteles, que ha evocado vívidamente en su libro De
mi casona cuyas páginas pueden ser utilizadas, por eso, por quienes hagan una realista historia
educacional y deben contribuir a evitar toda nostalgia, por más deprimente que parezca la vida
en las escuelas y colegios de nuestra época. El verdadero maestro de López Albújar fue, en el
humilde pueblo de Morropón, el admirable y modesto ecuatoriano Nicanor Calderón, a quien
ha rendido homenaje en un capítulo de sus Memorias. Terminó su educación secundaria en
Lima, en el Liceo Preparatorio (1886-1889) y en el Colegio Guadalupe (1890). Universitario, fue
también periodista rebelde contra los gobiernos de Morales Bermúdez y Cáceres. Junto con
(1) Con juvenil beligerancia el autor de la presente obra expresó su homenaje a López Albújar en el artículo “Literatos vernáculos”
publicado en Variedades el 2 de mayo de 1925. No lo ha incluido Raúl Estuardo Cornejo en su “Bibliografía sobre López Albújar
que aparece en el libro Memorias de este escritor (Lima, 1963).
[ IV ]
Manuel BeInGolea.- La generación de fines de siglo XIX aportó a la literatura peruana el
cuento como género literario moderno. Para comprobar este aserto no solo pueden invocarse
los nombres de Enrique López Albújar y Clemente Palma sino también el de Manuel Beingolea.
Nacido en Lima en 1875, Manuel Beingolea fue un funcionario público sin llegar a posiciones
prominentes y un periodista ocasional. Buena parte de su vida transcurrió en Barranco. No tuvo
a su alrededor cenáculos ni camarillas y su prestigio tampoco fue voceado bajo el amparo de un
periódico, de una institución, de una clase social. Dispersa su obra en periódicos y revistas, solo
publicó en 1923 Bajo las lilas, una novela corta de ambiente barranquino, y tardíamente Cuentos
pretéritos, en 1933. en 1901 el escritor
En este libro, que no ha sido valorizado debidamente, hay narraciones sobre la selva (“Los chorrillano empezó a
yacu-runas”, “Los tigres”, “Tántalo de selva”, “El varadero”, “El niño huitoto”),otras cuyo filón es la trabajar como profesor de
historia republicana (“En capilla” sobre la época de Santa Cruz; “El Punyán”, acerca de la batalla de gramática castellana,
Ingavi; “El montonero”, relacionado con la guerra civil de 1895), una evocación limeña geografía, historia del
(“Mercaderes y Espaderos”), algunas de ambiente marino (“Hacia Mollendo”, “Descubrimiento del perú y francés en el liceo
guano”), otros relatos de carácter cosmopolita con escenario en Praga, París, Japón y hasta tres Internacional. poco
cuyo personaje es Jesús. Pero Beingolea pareció preferir los cuentos psicológicos y de ambiente después emprendió un
social, irónicos y melancólicos. “Un apuro” presenta magistralmente la pasión del juego. “El tele- viaje por el sur peruano,
grafista” es como un canto a las vidas monótonas y oscuras. El bizcochero místico de “Levitación” chile y argentina. en
que por un milagro de su fervor se elevaba y se elevaba hacia el cielo hasta que tocó con su Buenos aires trabajó
cabeza el techo de la habitación y, creyendo que tenía encima la tabla cotidiana, empezó a como funcionario público
pregonar: “Pan de Guatemala”, pertenece a las antologías. y periodista. a su regreso
se incorporó a la
redacción del diario el
tiempo. Fue secretario
del concejo distrital de
Surco (1910-1930) y jefe de
la biblioteca de la cámara
de Senadores (1930-1946).
publicó los concejos
barranquinos (1921), Bajo
las filas (1923) y cuentos
pretéritos (1933)
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
CAPÍTULO
7
[]
a
[I]
ZucenaS QuecHuaS.- Una modesta imprenta de Tarma trabajó en 1905 la obra Tarmap
pacha-huaray, Azucenas quechuas. Fue ella dedicada a Manuel González Prada “por su antiespa-
ñolismo en el Perú”. Como autores aparecieron Unos Parias. Bajo este seudónimo se ocultó
Adolfo Vienrich para editar el mejor trabajo que sobre el folklore indígena fue publicado en
muchos años. Cantos y poesías en quechua aparecieron allí con la indicación de su lugar de
origen, algunas conocidas ya y otras inéditas, seguidas por unas fábulas de la misma especie
dedicadas a Abelardo M. Gamarra con estas palabras: ”Pide Ud. siempre algo criollo: he aquí más
que algo muy nacional, con una médula de leones”. En 1906 se publicó también en Tarma sepa-
radamente esta última sección con el título Tarmapap pachahuarainin, Apólogos quechuas.
Adolfo Vienrich nació en Lima en 1867 y falleció en Tarma en 1908. Estudió en la Facultad de
Ciencias de la Universidad de San Marcos y formó parte del Circulo Literario de la Unión
Nacional, como secuaz de González Prada. En 1895 se radicó definitivamente en Tarma, en
donde ejerció la docencia y el periodismo y desempeñó cargos públicos (1). Editó en 1902 La Voz
de Tarma y tuvo acaso relación también con La Unión, La Nueva Simiente, El Municipal. Fue alcalde
de la ciudad, elegido por votación popular. Regentó además la farmacia El Progreso y se ocupó
de recopilar el folklore regional.
Vienrich fue un hombre de ideas avanzadas que pudo atacar a muchas personas, cosas e ins-
tituciones, quejarse de su país o sumergirse en la apatía. Prefirió hacer lo que no hacía nadie: sacar
del alma popular un tesoro no extraído. Parece que hubiera hecho suyo aquel proverbio chino
según el cual es mejor encender una luz que maldecir las tinieblas. Y es así como en el banquete
de los literatos profesionales cultos, u oficiales hizo entrar a un convidado de piedra: el pueblo.
[ II ]
leonIdaS YeRoVI.- El periodismo diario, las revistas semanales y el teatro hicieron muy
popular desde principios de siglo a Leonidas Yerovi. Nacido en Lima el 23 de setiembre de 1881,
alumno del Colegio Guadalupe, casi sin formación escolar, “de espaldas a los bibliotecas” su
ingenio espontáneo, repentista, fecundísimo, produjo, con asombrosa facilidad, versos y prosas
que desparramó en publicaciones fugaces como Monos y Monadas, Rigoleto, ¿Está Usted bien?,
ávidamente buscadas en su hora, así como también en La Prensa, Actualidades y en otras revistas.
De la vasta producción de Yerovi solo ha sido reunida en libro, en una edición poco cuida-
dosa e incompleta, su poesía lírica (Lima, 1917; segunda edición, 1944) y, en parte, su poesía
festiva (1962). Hay una sumaria referencia a su obra teatral en otros párrafos. Todavía no se ha
llevado a cabo, con cuidado y exactitud, el estudio metódico de un autor que fue tan popular.
En él hubo, aparte de la actividad netamente literaria, rasgos de rebeldía o de oposicionismo
político, derivados de su pierolismo juvenil.
(1) Sobre el elogio de Alberto Secada a Vienrich como inspector de educación, véase el capítulo 2 de esta sección de Historia de
[ III ]
JoSÉ MaRía eGuRen.- Nacido en Lima el 8 de junio de 1872 (1), José María Eguren conoció
una existencia apacible, sin títulos, ni honores oficiales, ni acción práctica. Su juventud transcu-
rrió en la hacienda Chuquitanta del valle de Lima. Luego residió, crecientemente asechado por
la miseria, hasta su muerte, en la ciudad de Barranco. Él pudo haber escrito corno Lawrence
Durrell aunque con otro sentido “Encuentro fácil el arte y difícil la vida”.
La revista Contemporáneos, de Enrique Bustamante y Ballivián acogió, entre las primeras, sus
poemas. En 1911 apareció el libro Simbólicas ante la indiferencia del público y la hostilidad táci-
ta o expresa de los sectores intelectuales más importantes del país.
Cuando se publicó Simbólicas ningún poeta se dirigía en el Perú a las minorías. Era al público todo
a quien eran dedicados los versos. Las consagraciones literarias tendían a ser hechas por la opinión
este poeta limeño pública, como las de los políticos, los toreros, los artistas de teatro. La técnica y la esencia poemáticas
estudió en el colegio de eran comprensibles tanto para el iniciado como para el ignaro. Chocano, el más difundido de los
la Inmaculada y luego en poetas nacionales, después de haber escrito poesía civil en relación con sucesos políticos o patrióti-
el Instituto científico de cos, anhelaba convertirse en un vocero continental. Algunos de sus contemporáneos o epígonos
José Granda. entre sus unían a la aptitud para hacer rimas o ritmos la producción periodística. No faltaban los que expresa-
pasatiempo se ban sentimientos íntimos; pero su recogimiento era accesible. Es Eguren quien inicia en el Perú una
encontraban el dibujo, separación radical entre el público. Comienzan a aparecer desde entonces los lectores que sienten el
la pintura al óleo y la malestar de la incomprensión y que se enojan o se mofan porque hay quien escribe “en difícil”.
fotografía. Sus poemas, Por eso si Ricardo Palma ha llegado a identificarse con la literatura que mira hacia el pasado,
de corte simbólico, González Prada representa un tipo de literatura que destruyó el presente y miró hacia el porve-
lenguaje delicado y nir, y Chocano se sintió llamado a encarnar la literatura “americanista”, Eguren es el primer poeta
referentes foráneos, peruano que expresa una literatura “pura”. La hizo al buscar el misterio del lenguaje, el sortilegio
fueron muy celebrados de las palabras con tenues y sugerentes alusiones, las imágenes raras en cuyo fondo hay remi-
por escritores de su niscencias, acaso esotéricas, de paisajes, de alucinaciones y de sus sueños.
generación, como En la delicada y honda obra de Eguren se puede señalar una faceta de puro romanticismo, otra
Valdelomar y Mariátegui. que representa lo que Enrique Carrillo llamara una trasposición musical del paisaje y a ellas se añade,
eguren vivió alejado de además, la sucesión de imágenes simbolistas o, mejor dicho, alegóricas, unidas al sentido de lo mara-
la bohemia limeña y villoso. Es así como Eguren llegó a crear con un lenguaje trémulo y suave, por medio de palabras a
publicó tres obras en veces arcaicas y siempre selectas, muñecos que tienen una innata nobleza, un absoluto alejamiento
vida: Simbólicas (1911), de la ímitación realista, si bien en el fondo puede haber en ellos, no obstante que el autor conserva
la canción de las figuras mucho del alma del niño, un latido vital, una sutil representación de la feroz verdad de la vida y de la
(1916) y poesías, (1929). muerte que al lector corresponde explicar y definir a solas y por su cuenta. Su musa tuvo la pureza de
póstumamente se la inocencia a la vez que la conciencia de la horrenda miseria humana. Algunos de sus poemas pare-
publicaron el volumen cen justificar estas palabras de Nietzsche ”Tenemos el arte para que no muramos a consecuencia de
en prosa Motivos la verdad”. La sangre de ellos es quizá celeste, como la de “Synha” uno de sus personajes. Como otro de
estéticos (1959) y su estos, sufre “por el pecado de la nativa elegancia”. Hay algunos que poseen la extravagancia del copo
poesía completa (1961). de nieve, del rayo de luna o de la orquídea. Solo pudieron haber salido de la mente y del corazón de
un hombre que parecía haber aprendido desde antes de nacer a no pronunciar palabras feas y que
escrupulosamente se abstuvo ante la jadeante y confusa vulgaridad de la diaria existencia. Su poesía,
como toda poesía actual, nos da la oportunidad de participar con su lectura en los misterios de la
creación. Quedó confinada a la compañía de los selectos.
(1) Cronológicamente Eguren pertenece a la generación anterior; pero se lo incluyó aquí porque editó su primer libro en 1911.
Había comenzado a publicar poemas desde varios años antes.
[2] [3]
(1) En los artículos titulados "José María Eguren y la nueva poesía" Amauta Nº 3, noviembre de 1926, y "Elogio y elegía de José
María Eguren", Amauta Nº21, febrero-marzo de 1927, este último incluido luego en el libro Equivocaciones, el autor del presen-
te libro trató extensamente de este poeta.
En 1921, el año de centenario de la independencia, apareció la colección de artículos de José esta obra del escritor y
Gálvez titulada Una Lima que se va. Gálvez en esta obra, como después, en Estampas limeñas político tarmeño José
(Lima, 1935), evocó costumbres, escenas o modos de ser arrollados o desvanecidos por la inva- Gálvez (1885-1957) fue
sión del progreso y de la vida moderna. publicada en 1935. en
Publicado en el mismo límite cronológico que vino a separar la transformación de la vida ella su autor hacía
capitalina cuyo primer impulso se iniciara en 1895 para aclararse a partir del año del centenario, referencia a usos y
Una Lima que se va viene a ser un documento social a la vez que un testimonio literario. El pro- costumbres de los
saísmo que suelen tener los escritores costumbristas no era visible en sus páginas porque el limeños que habían
autor las humedecía con la emoción poética de los recuerdos de su niñez y de su hogar. empezado a desaparecer
Gálvez exaltó sobre todo la tradición republicana y no fue un nostálgico de la proveniente con la llegada del
de la época del Virreinato, a pesar de su hispanismo sentimental. Su añoranza no estuvo acom- progreso. Junto a su
pañada por el enojo o el disgusto ante las creaciones del presente y del porvenir. Y aunque su obra una lima que se va
linaje era preclaro, ninguno de sus blasones resulta equiparable a la gloria de su abuelo José de 1921, este libro es
Gálvez Egúzquiza, el maestro liberal y héroe del 2 mayo de 1866, de su tío abuelo Pedro Gálvez considerado un
Egúzquiza, eminente hombre público y de su tío José Gálvez Moreno, héroe en la guerra con importante retrato
Chile. Por otra parte, el hogar y la niñez, por él con tanto cariño evocados, habían estado circun- social de la capital a
dados por la pobreza que conoció también durante muchos años más, vívidos en la condición finales del siglo XIX e
de gañán de la pluma en La Crónica, Variedades y otros periódicos. inicios del siglo XX.
Gálvez no llegó a editar su anunciado libro Paz aldeana en el que debieron predominar ver-
sos de tipo descriptivo y colorista. El soneto “El caballo de paso” fue muy elogiado dentro del
género criollo. Intentó, además, la novela corta en el relato La boda, de ambiente tarmeño. En su
tesis universitaria Posibilidad de una genuina literatura nacional (Lima, 1915) hizo, aunque sin
investigación profunda, interesantes consideraciones teóricas sobre un asunto del cual casi toda
su obra como escritor tendría que ser examinada. El segundo gobierno de José Pardo lo nombró
cónsul en Barcelona y allí, entre 1917 y 1920, efectuó labor meritoria y estuvo en relación con
personalidades de la vida catalana.
De regreso al Perú, llegó a ser alcalde de Tarma en 1921. En 1926 perteneció a la Comisión
Jurídica que viajó a Arica durante la campaña plebiscitaria y dirigió el periódico Justicia.
Catedrático de literatura antigua en la Facultad de Letras, su contacto con la poesía clásica influ-
yó en algo, más tarde, en su oda pindárica a Grau. Elegido decano de esa Facultad entre 1928 y
1930, inició la publicación de la revista Letras.
Después de 1930 tomó creciente relieve dentro de su personalidad la acción cívica. Fue
como si, después de haberse colocado en algunos de sus libros, como Una Lima que se va, cerca
de Ricardo Palma, hubiese querido inspirarse también en la otra gran figura que tanto admiró:
Las tendencias
En pos de un acercamiento hacia nuestra realidad, los escritores peruanos transitaron por diversas tendencias que
convivieron sin un orden cronológico riguroso y que, en muchos casos, terminaron por otorgarnos un enfoque
maduro con una notable riqueza literaria en sus diversas expresiones.
CLORINDA MATTO
(1854-1909)
Leyenda Se le considera una autora de
Imagen del transición entre el
Nombre del autor (fecha
autor Realismo romántico costumbrismo y el realismo
de nacimiento y deceso)
de denuncia social.
Realismo regionalista
Tradiciones cuzqueñas
Nombre del autor
(1872-1946)
Realismo social (1884-1886)
Breve reseña Breve reseña se sus
Modernismo Aves sin nido
características y/o
aportes a la literatura (1889)
Nombre de
Nombre de la obra
Posmodernismo
la obra (1904) Índole
Vanguardismo (1891)
Herencia
Año de publicación (1893)
El color
corresponde
al estilo
CLEMENTE PALMA
(1872-1946)
Hijo de Ricardo Palma,
fue editor de diarios y
MANUEL GONZALEZ PRADA revistas, además de
(1844-1918) destacado narrador.
Precursor del modernismo en el Perú.
Cuentos malévolos
Su visión antihispanista, anticlerical y
(1904)
anticostumbrista influyó de forma
determinante en los autores del siglo XX. Mors ex vita
Su llamado a entender a nuestra serranía (1923)
como el "verdadero Perú" sentó las bases Historietas malignas
para el tratamiento del tema indigenista (1925)
en términos de problemática económica,
social y política. XYZ, novela grotesca
(1934)
In
Fu
Ri
ABRAHAM VALDELOMAR
(1888-1919)
Su obra discurre entre el
E. LÓPEZ ALBUJAR tratamiento modernista y el
(1872-1966) realismo regional.
Con su obra, la tendencia
indigenista en la literatura La Mariscala
peruana adquiere madurez. (1914)
Cuentos andinos El Caballero Carmelo
(1920) (1918)
De mi casona Belmonte, el trágico
(1924) (1918)
Matalaché
(1928)
De la tierra brava
(1928)
CÉSAR VALLEJO
(1892-1938)
Es uno de los poetas más
representativos del vanguardismo
JOSÉ SANTOS CHOCANO poético que surgió tras el término de la
(1875-1934) Primera Guerra Mundial. Nacido en la
Poeta que retoma el pobreza del medio rural, supo hacerse
"americanismo" con un estilo un sitio en el ámbito literario nacional a
muy peculiar. Tuvo varios pesar de la incomprensión de las
seguidores. mentalidades convencionales que
Alma América veían despectivamente su trabajo.
(1906) Como hombre de su tiempo Vallejo
Iras santas estuvo inmerso en el agitado clima de
(1895) cambios sociales y políticos de
comienzos del siglo XX. Pese a ello, no
El canto del siglo permitió que las dogmáticas consignas
(1901) estropearan el carácter realmente
Ayacucho y los Andes revolucionario y original de su
(1924) propuesta literaria.
[V]
VentuRa GaRcÌa caldeRÒn.- Ventura García Calderón, hijo de Francisco García Calderón
y hermano de Francisco, José y Juan García Calderón, nació en Lima el 23 de febrero del 1886,
viajó a Europa en su primera juventud y fue canciller del consulado en París, secretario de la
legación de España, cónsul en El Havre y encargado de negocios en Bélgica hasta terminar su
carrera diplomática como ministro en Bélgica y en Suiza y embajador ante la Unesco.
Por otra parte, a veces paralelamente a esta larga carrera diplomática en una circunscrita área
geográfica y, a veces, en reemplazo de ella (pues, en la época de Leguía los dos hermanos García
Calderón renunciaron altivamente a sus cargos) hizo Ventura una activa vida periodística y literaria.
Fue, en Paris, director o animador prominente de las revistas América Latina, Revue de l’Amerique
Latine, Hispania, Mundo Ibérico, Revue Latine, Revista de América. Colaboró en diarios de Venezuela,
escritor y diplomático Cuba, México, Argentina, Nueva Orleáns y Lima. Vivió y se familiarizó a través de largos años con un
peruano, hijo del ambiente mucho más difícil y complicado que el de la mayor parte de sus compañeros limeños
presidente Francisco García de generación y de sus compatriotas de más jóvenes promociones intelectuales.
calderón. estudió en el Su primer libro, Frívolamente (París, 1908), reunió una serie de crónicas sobre la feliz vida
colegio de la Recoleta y en parisina de principios de siglo, o sea sobre lo que se ha llamado la belle époque. En Bajo el clamor
San Marcos. no completó de las sirenas (París, 1920), en La verbena de Madrid (París, 1920) y Sonrisas de París (Buenos Aires,
sus estudios, pues sus 1926) hay documentos análogos sobre los años de la primera guerra mundial y los que siguie-
labores diplomáticas lo ron inmediatamente.
llevaron a parís (1906- La primera muestra de su vocación de critico la dio en Del romanticismo al modernismo (París,
1910), londres (1911), 1910), libro en que hizo una glosa, muy bien escrita, de la tesis de Riva-Agüero sobre la literatura
Madrid (1914-1916) y Bélgica del Perú independiente. Trozos de investigación original hay en la apretada síntesis titulada
(1916-1921). tras la caída de Literatura peruana (1535-1914) (Nueva York-Paris, 1914). Con páginas felices sobre algunas figu-
leguía representó al perú ras intelectuales de este país como Ricardo Palma y Manuel González Prada, su contribución
en Río de Janeiro (1932- sobre las letras americanas es muy importante. Figuran en ella un esquema acerca de la literatu-
1933), polonia (1935), ra uruguaya (Nueva York-París, 1917) el libro Semblanzas de América (Madrid, 1920) y otros traba-
Bélgica (1935-1939), parís jos. Sus semblanzas sobre Rubén Darío y José Enrique Rodó tienen jerarquía antológica. En 1922
(1940-1949), portugal (1941) dirigió al hispanista inglés James Fitzmaurice-Kelly una larga carta en francés para defender el
y Suiza (1949). entre sus idioma español moderno, rejuvenecido y vivaz, abierto a las influencias de las nuevas épocas,
obras más conocidas se que fue todo un manifiesto, una declaración de principios de una generación. Al español clásico
encuentran parnaso también consagró interés cuidadoso, como lo revelan un ensayo que escribió sobre la novela
peruano (1910), los mejores picaresca a propósito de El buscón y el deliberado estilo obsoleto de algunas de sus crónicas.
cuentos americanos (1915) y Que, por otra parte, solía ocultarse en tan atildado estilista un feroz ardor polémico, está demos-
Récits de la vie trado por algunos de los ataques que dedicó a enemigos literarios o personales, como sus
américaine (1925). invectivas a Ricardo León y el dantesco paseo por el infierno de los escritores que hizo en el
admirable prólogo al libro Deucalión, de Alberto Guillén.
En Cantinelas (París, 1920) reunió bellas poesías y prosas líricas ubicables dentro del moder-
nismo con reminiscencias románticas. Cinco años más tarde, en 1925, publicó en Costa Rica
otros fragmentos del mismo género, atribuyéndolos a Omar Khayyam en una “traducción direc-
ta del persa”. La superchería tuvo éxito.
Dolorosa y desnuda realidad (Paris, 1914) fue una colección de cuentos de tipo cosmopolita
y decadente. García Calderón volvió más tarde, con intermitencias, a cultivar este género en el
que gusto presentarse como un hombre de mundo un poco cínico y un poco sentimental. La
venganza del cóndor (Madrid, 1924) y Danger de mort (París, 1926) abrieron para él el filón
[ VI ]
aBRaHaM ValdeloMaR.- Abraham Valdelomar, nacido en Ica el 16 de abril de 1888, se
educó en el Colegio Guadalupe, apareció corno caricaturista en las revistas Aplausos y Silbidos,
Actualidades, Monos y Monadas, Cinema, Gil Blas y Siluetas entre 1907 y 1909 y figuró luego como
escritor en Contemporáneos, Ilustración Peruana, Variedades y El Diario. Participó en la moviliza-
el escritor y político ción bélica de 1910 y escribió entonces las crónicas “Con la argelina al viento”. En la campaña
iqueño estudió en el electoral de 1912 fue fundador y presidente del Club Universitario Billinghurst Nº 1 .Secretario
colegio nuestra Señora del nuevo Presidente en 1912 llegó a ser luego director de El Peruano y, posteriormente, en 1913,
de Guadalupe y en la secretario de segunda clase en la legación del Perú en Italia. Desde este país envió al diario oficial
Facultad de letras de La Nación unas bellas crónicas sobre Roma.
San Marcos. publicó En un concurso abierto por dicho periódico, en enero de 1913, obtuvo el primer premio el
ilustraciones caricaturas cuento de Valdelomar titulado El Caballero Carmelo. Esta producción abre una nueva etapa lite-
y artículos en varios raria en el Perú: la del cuento criollo con sentido depurado y moderno del gusto y del estilo.
medios de la capital, y Valdelomar evoca con ternura y sencillez la vida de la infancia, del hogar, del puerto de la pro-
en 1912 fue designado vincia. Su prosa está hecha con las risas y los sueños de ayer. Aparece como trémulo poeta al ser
director de el peruano. pintor de costumbres y al embellecer sus páginas poniendo en ellas como un marco el paisaje
al año siguiente fue de la región de Pisco. Introduce al niño en el cuento peruano.
enviado en misión Valdelomar (que era por ese entonces secretario de José de la Riva-Agüero) publicó en 1915
diplomática a Italia. a su la biografía La Mariscala sobre Francisca Zubiaga de Gamarra, ensayo honesto en su propósito,
regreso inició una bello en su estilo, aunque a veces excesivo en sus alardes retóricos y débil en su documentación,
intensa actividad si bien acertado por el hecho de redescubrir esta interesante figura republicana.
literaria y cultural. en Ya se han mencionado en el capítulo que alude al periodismo en la época aquí tratada, la
1916 fundó la revista aparición de la revista Colónida, de Valdelomar, en 1916, de singular importancia histórica en la
colónida. en 1919 fue lucha para modernizar la literatura peruana.
elegido diputado por Ica. El pintor argentino Svetozar Franciscovich llegó a lima, de paso a Nueva York, en febrero de
entre sus obras más l916 e hizo una exposición de sus obras. Eran ellas paisajes andinos en soledad y silencio. Teófilo
importantes están la Castillo las elogió en Variedades, por su técnica llena de gracia, vida y dinamismo, su sentimiento
Mariscala (1914), el decorativo de la línea, su potencia de visión del color. Franciscovich, según el crítico peruano, era
caballero carmelo (1918) un “maestro de sinfonía patetista”.
y los hijos del sol (1921). Abraham Valdelomar encabezó, desde Colónida, un movimiento de acerba crítica a este mismo
artista que se limitaba a la “pintura bonita” para exaltar, en cambio, al catalán Roura Oxandaberro
como símbolo del impresionismo. La polémica entre ambos contrincantes alcanzó virulencia.
Castillo fue acusado de retrógrado; y él habló de los ignaros con un poco de turismo europeo y de
quienes tenían aficiones y conocimientos artísticos por intuiciones y conversaciones. Según este
critico (y aquí se equivocó) el impresionismo había aparecido en el Perú en algunas telas de
Francisco González Gamarra y en las de Ricardo Flórez. Probablemente ninguno de los adversarios
en la polémica sobre arte encendida en 1916 tuvo razón. Valdelomar encarnó el eterno anhelo
renovador y Castillo el vano respeto a las tradiciones artísticas; pero ni Franciscovich ni Oxandaberro
[2] [3]
ILUSTRATIVA
ENTREVISTA AL
POETA JOSÉ MARÍA
EGUREN REALIZADA
" El gran simbolista de ‘El Dios de la
centella’; me dice con cierta
amargura:
–En Argentina, Chile, Ecuador, De: Vallejo, César. “Con José María
Colombia, sé que me conocen y que Eguren”. En: La cultura peruana (cróni-
reproducen con entusiasmo mis ver- cas). Lima: Mosca Azul Editores, 1987,
sos. Mantengo, además numerosas pp.36-37.
[ VII ]
cÉSaR ValleJo.- César Vallejo fue el undécimo y último hijo del matrimonio de Francisco de
Paula Vallejo Benites con María de los Santos Mendoza, ambos naturales de Santiago de Chuco
e hijos de dos sacerdotes españoles y dos indígenas peruanas. La familia pertenecía a la clase
media baja. De la investigación hecha por André Coyné ratificada por el testimonio definitivo de el más reconocido poeta
Alcides Spelucín, aparece que nació en esa ciudad el 16 de marzo de 1892. Tuvo vida escolar peruano fue oriundo de
anómala e interrumpida quizá por razones económicas. Después de haber pasado por el colegio Santiago de chuco (la
nacional de Huamachuco o por ese entonces, ingresó como ayudante cajero en una hacienda libertad) terminó sus
azucarera de Chicama y como preceptor de los hijos de un rico terrateniente de Huánuco; acaso estudios en la
esta experiencia cercana al drama campesino se proyectó en algo en su obra y en sus inquietu- universidad nacional de
des. Estudiante en la Universidad de Trujillo, trabajó como preceptor en el centro escolar de la libertad en 1915, año
varones Nº 241 (1913-1914) y luego como profesor del Colegio Nacional de San Juan. Hizo ver- en que ganó su primer
sos desde muy joven y por un tiempo fue gran admirador del mexicano Manuel Acuña. concurso de poesía. en
Perteneció entre 1915 y 1918 más o menos a la bohemia intelectual de Trujillo, grupo de gran 1922 publicó trilce un
importancia en la vida cultural del país, de la que también formaron parte Antenor Orrego, hito en la renovación
Alcides Spelucín, José Eulogio Garrido, Víctor Raúl Haya de la Torre, en pugna con el grupo de del lenguaje poético
Víctor Alejandro Hernández; y en ese ambiente amplió su cultura y desarrolló su personalidad. hispanoamericano.
Se graduó de bachiller en Letras en 1915 con una tesis sobre el romanticismo en la poesía cas- en 1923 partió hacia
tellana. Publicó versos en periódicos locales como La Industria, La Reforma, Cultura Infantil, La Francia, donde se
Semana y algunos de ellos fueron reproducidos en Balnearios de Barranco. En 1911 Clemente acercó al marxismo y
Palma había rechazado en Variedades una composición de Vallejo; lo mismo hizo en 1917 con donde, salvo algunos
otra que luego perteneció al libro Los heraldos negros dedicándole un comentario despectivo viajes por europa
que apareció en la sección “Correo franco” de aquella revista y donde aparecían las palabras central, Rusia y españa
“mamarracho”, “adefesio”, “tontería poética”. vivió hasta el final de
A Lima llegó Vallejo en 1918 en fuga después de un incidente producido por los celos de una sus días. entre sus obras
mujer. Ese año (el de la Reforma Universitaria en Córdoba) editó el libro Los heraldos negros y principales se
colaboró en la revista de Mariátegui Nuestra Época. Se ha dicho que esta obra (que circuló solo encuentran los heraldos
en 1919) fue recibida con indiferencia. Alcides Spelucín ha exhumado, sin embargo, los elogios negros (1918). poemas
que recibió de Manuel González Prada, José María Eguren, Abraham Valdelomar, Juan Parra del humanos (1939) y
Riego, Antenor Orrego, Luis Góngora, Ezequiel Balarezo Pinillos. españa, aparta de mí,
En 1920 viajó Vallejo a Santiago de Chuco y fue acusado sin fundamento, con diecinueve este cáliz (1939).
personas más, de los delitos de daño e incendio de una tienda. Preso, fue conducido a la Cárcel
Central de Trujillo. Hubo gestiones de intelectuales y estudiantes en su favor; en octubre de
1921, a los 113 días de permanencia en la prisión, obtuvo la libertad condicional. Este episodio
ejerció gran influencia en su vida. Entonces escribió varios de los poemas de Trilce. En Lima se
(1) Uno de los primeros intentos de dar una visión global sobre la obra de este literato fue el que publicó el autor del presente libro
en el folleto de extrema mocedad intelectual que con acierto tituló Equivocaciones (Lima, 1928).
que no llegó a completar. Obtuvo un doctorado en poemas más importantes: “Aloysius Acker”, que revi-
1938, con la tesis “De lo barroco en el Perú”. só en varias oportunidades.
Pocos años después se apartó de toda responsabili- Durante su trayectoria publicó La rosa de la espinela
dad social y se dedicó a la bohemia. Más tarde pasó (1939); Sonetos a la rosa (1941); Travesía de extrama-
a un hospital de reposo, donde recibió en 1956 su res (1950), poemario por el que recibió el Premio
nombramiento a la Academia Peruana de la Lengua Nacional de Poesía de 1946; Escrito a ciegas (1961);
y el Premio Nacional de Literatura de 1974. Su prin- La mano desasida (1961); Canto a Machu Picchu
cipal obra fue La casa de cartón (1928), un relato a (1964), Premio Nacional de Poesía de 1964; La piedra
manera de novela que se convirtió en una obra de absoluta (1966); Mi diario (1966-1967); y Diario de
vanguardia. Tres años después escribió uno de sus poeta (1966-1973).
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
CAPÍTULO
[8]
J
[I]
aVIeR pRado.- Cuando José Pardo dejó el rectorado de La Universidad de San Marcos para
ser candidato a la presidencia de la República en 1915, lo reemplazó el decano de la Facultad de
Letras Javier Prado. Al comenzar el año 1919 fue elegido rector titular. La juventud universitaria
lo proclamó “Maestro de la Juventud” en 1917.
Javier Prado, nacido en Lima el 3 de diciembre del 1871, había iniciado una orientación posi-
tivista en una tesis en la Facultad de Jurisprudencia. Su discurso sobre el estado social del Perú
durante la dominación española señaló en 1894 el renacimiento de la historiografía peruana
después de la guerra con Chile con una orientación igualmente positivista.
Alcanzó gran notoriedad, desde muy joven, en el campo forense en actuaciones como la
que tuvo el famoso proceso de Rojas y Cañas cuando, bajo el nombre de reapertura de la ins-
tancia, propuso una verdadera revisión del fallo que condenó al reo a la pena capital y en escri-
tos como la monografía sobre la reforma del procedimiento ejecutivo que publicó en El Diario
Judicial del 11 de setiembre de 1894. Repitió estos éxitos como abogado, por cierto, en la madu-
rez. Hizo, por otra parte, aportes de tipo especulativo primero con su tesis escrita a los 20 años
sobre la evolución de la idea filosófica en la historia (1891) y luego a través de la orientación
renovadora neoidealista y, a la vez, amplia y ecléctica en la enseñanza de la cátedra de historia
de la filosofía moderna en la Facultad de Letras. Contribuciones de carácter pedagógico fueron
sus trabajos acerca de la educación nacional (1899) y sobre el problema de la enseñanza (1915).
Al campo de los asuntos internacionales pertenecieron su folleto sobre la cuestión con Bolivia y
su discurso sobre la nueva época y de los destinos históricos de Estados Unidos poco después
que concluyera la primera guerra mundial (1919). Dentro del vasto ámbito de la historia de la
literatura entró otro de sus discursos, el que versó sobre el genio de la lengua y sus caracteres
en la historia intelectual del Perú (1918). Y su discurso sobre las nuevas orientaciones humanas
ostentó el sentido de un mensaje a la juventud (1917).
Javier Prado reunió, como luego Riva-Agüero, las condiciones del hombre capaz y culto con
el señorío social, la holgura económica y la irradiación política dirigente. Muy joven fue catedrá-
tico prestigioso para compartir pronto la investidura universitaria con la función rectora en ins-
tituciones como el Ateneo (donde, en su condición de presidente, organizó conferencias, pro-
movió el concurso que consagró a La epopeya del Morro de Chocano y fundó una revista). Entró,
además, por una especie de gravitación natural, en la vida pública. Fue en plena juventud,
ministro plenipotenciario, ministro de Estado en el ramo de Relaciones Exteriores con José Pardo
y en el de Gobierno durante la presidencia de Leguía, jefe de Gabinete al lado de este, senador
en 1912; y luego presidente del Partido Civil, director del movimiento de opinión pública a favor
de las elecciones populares en 1914, precandidato a la presidencia de la República en 1915 y
autor principal de la Constitución de 1920. Ejerció, además, como se ha visto, la profesión de
abogado. se destacó como hombre de sociedad y negocios, se ocupó con cariñoso afán de su
biblioteca particular, que fue acaso la mejor de Lima en su época y fundó un bellísimo museo
con obras de arte prehispánicas, coloniales, republicanas, cuando no se tenía sospecha del inte-
rés que por ellas ha ido propagándose en tiempos recientes.
[ II ]
aleJandRo o. deuStua.- Alejandro O. Deustua nació en Huancayo el 22 de marzo de 1849.
Se educó en el Callao, donde su padre desempeñaba el puesto de escribano público y de mari-
na y más tarde por un tiempo lo reemplazó; y también fue alumno del Colegio Guadalupe. Pasó
con calificaciones sobresalientes por las Facultades de Letras y Jurisprudencia. En 1870, 1871 y
(1) Ricardo Dulanto fue quizá el discípulo más cercano de Deustua. Sus tesis versaron sobre el concepto del alma de la psicología
contemporánea, las corrientes de la psicología contemporánea y la moral y el Derecho. Dictó cursos de psicología, lógica y
metafísica. Dejó una versión taquigráfica de sus lecciones de lógica (1923) y un programa de metafísica (1928). La política lo
sedujo y lo alejó de las tareas netamente intelectuales. Fue secretario del presidente Leguía al mismo tiempo que abría un prós-
pero bufete de abogado, defensor de José Santos Chocano en el proceso por el asesinato de Edwin Elmore; y, más tarde, en 1927,
diputado nacional por el Callao. Criticó públicamente las actitudes de la juventud estudiantil adversas al régimen leguiista y sus
alumnos, aunque reconocieron su capacidad docente, le impusieron en ese año al cese en sus actividades como catedrático. Sus
amigos políticos le ofrecieron un agasajo del que ha quedado, en un folleto, el discurso que pronunció Jesús M. Salazar al ofer-
cerlo, documento típico de la oratoria del Oncenio (discurso pronunciado por Jesús M. Salazar ofreciendo el banquete en
honor de Ricardo E. Dulanto, al cesar este en su cátedra de San Marcos y hacer presentación de su candidatura a la dipu-
tación nacional por el Callao. Lima, 1927).
[2]
boliviano páginas se dedicó a hacer consideraciones sobre la carencia de un Partido Liberal y un Partido Conservador en el siglo XIX. Ratifica las
raíces liberales del Partido Civil en su primera época; pero agrega que "lo del civilismo no era sino una ficción destinada a dar a algún
alcides nombre al gobierno económico existente". De Cáceres y Morales Bermúdez afirma que, "destruidas las ficciones", fueron "la continuación
arGuedas. del gobierno militar apoyando la economía nacional como lo había sido siempre". Cree que, sobre la base del Partido Demócrata, hubié-
rase podido formar un poderoso Partido Conservador. "Los gobiernos de José Pardo y Augusto B. Leguía –asevera en seguida– han sido
netamente gobiernos de economismo militarista. El notable escritor Dempf ha demostrado que los profesionales llevan al gobierno sus
sistemas de pensamiento y sus hábitos e inclinaciones de profesión, constituyendo políticas derivadas de esos factores. El militar gobierna
el país como si este fuera un cuartel, y el comerciante como si fuese una empresa industrial o de comercio. Predomina en ellos, absoluta-
mente, el criterio económico de lo útil, de lo que se califica, con entusiasmo, como lo práctico, como lo que conduce a la formación o
acumulación de la riqueza. Leguía fue un gobernante de tipo económico, pero no fue un destructor como los gobiernos militares ante-
riores, sino un constructor como los gobiernos de tipo antiguo, en el mundo. Se apoyó, como sus antecesores, en el ejército; pero este
derribó su poder y estableció el militarismo en su forma más acentuada. "El Perú –agrega Deustua con acento pesimista, que es típico en
su pensamiento sobre el país– no ha puesto, pues, en práctica el Estado de puro derecho que dirige todas las actividades, sin aliarse con
ninguna en daño de las demás. Ha seguido el ejemplo de los Estados de pura fuerza que imperan desde que la economía, apoyada en
la fuerza militar, predomina el mundo".
[ III ]
MaRIano IBeRIco.- Mariano Iberico nació en Cajamarca el 11 de abril de 1882, hijo de
Mariano Iberico, comerciante de esa ciudad, y Concepción Rodríguez de Iberico. Por el lado
paterno, tanto como el materno, desciende de familias oriundas de Chachapoyas. Estudió, bajo
disciplina rígida, en el Colegio de San Ramón, dirigido entonces por Agustín Pérez García. En
dicho plantel se daba mucha importancia a las matemáticas y a la física, aunque ni para esta
disciplina ni para la química había laboratorios. Los alumnos realizaban combinaciones matemá-
ticas para las fórmulas químicas. El ambiente era liberal y algo anticlerical, dentro del marco del
conservadurismo del ambiente. El mismo Pérez García enseñó a Iberico las primeras nociones
de filosofía (moral teórica en el tercer año de secundaria y moral práctica en el cuarto) con el Filósofo y abogado
texto de Pedro Manuel Rodríguez mezcla de racionalismo y de eclecticismo con un positivismo cajamarquino, en 1919 fue
teñido de espiritualismo. Se concedía también mucha importancia a la historia antigua, y en las incorporado al cuerpo de
clases de literatura –cuyo maestro, Antonio Mata, influyó mucho sobre Iberico- se enseñaba de catedráticos de la Facultad
memoria las composiciones de algunos clásicos españoles. No se estudiaba el inglés; en cambio, de letras de la
el aprendizaje del francés era bueno y ello ayudó bastante a Iberico más tarde. universidad de San
Mariano Iberico tuvo desde muy niño un ojo perdido, y su defecto en la vista motivó que sus Marcos. allí dictó las
padres decidieran que no siguiese estudios universitarios. Pero él, con tesón y energía, obtuvo cátedras de historia de la
que cambiaran de parecer, primero para entrar a la Facultad de Letras, y luego a la de filosofía moderna y luego,
Jurisprudencia, y así pudo seguir una carrera intelectual y profesional y liberarse de vivir una vida filosofía subjetiva, historia
vegetativa en la provincia. Llegó a Lima por primera vez en 1909, con atraso por las lluvias, para de la filosofía antigua,
matricularse en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Viajó de Cajamarca a estética y filósofos
Yonán durante dos días a caballo, de Yonán a Pacasmayo en tren, y de Pacasmayo al Callao en contemporáneos. en 1931
vapor. Cuando él se matriculó, Deustua había viajado a Europa. Entre sus profesores estuvieron fue designado vocal de la
Alejandrino Maguiña, en psicología, lógica y moral; Carlos Wiesse, en sociología; el “coronel doc- corte Superior de lima, y
tor” Hildebrando Fuentes en metafísica; Javier Prado en historia de la filosofía moderna. luego pasó a vocal de la
Imperaban los textos de Hoffding, Rodríguez y Masci. En su cátedra, Prado se manifestaba entu- corte Suprema en 1943.
siasta de Fouillée y de su doctrina de las “ideas-fuerza”. Fue rector de San Marcos
Iberico, cuya inclinación primera fue por la literatura, quizá por la poesía, pronto cambió este de 1952 a 1955, año en que
rumbo y se orientó hacia los estudios filosóficos, principalmente por los de psicología y estética. fue designado ministro de
Su tesis para el bachillerato en letras (1913) versó sobre ”El carácter”, bajo la influencia de Fouillée, educación pública.
y fue publicada en la Revista Universitaria, aunque luego su autor se arrepintió de ella. A su regre- escribió y publicó varias
so de Europa, Deustua trajo la boga del bergsonismo, que por entonces ejercía un verdadero obras sobre temas
predominio en el movimiento filosófico francés. Con su amistad, su enseñanza y sus consejos filosóficos.
gravitó sobre Iberico. Cuando este decidió hacer su tesis doctoral sobre aquella doctrina, encar-
gó a París los libros del autor de La evolución creadora, por medio de la librería de la señora Rosay
gran agencia de actividad cultural en Lima en esa época. Se graduó exitosamente de doctor en
1916 con La filosofía de Enrique Bergson. Su libro fue puesto en manos del filósofo por el amis-
toso conducto de Francisco García Calderón y mereció una carta aprobatoria y alentadora que
fue una consagración.
Después de una corta peripecia como profesor de historia en el Colegio Nacional de
Guadalupe y con una experiencia más prolongada a cargo del curso de filosofía y moral militar
en la Escuela Militar de Chorrillos, Iberico ingresó a la docencia universitaria en 1919 y dictó
sucesivamente casi todos los cursos de la especialidad de filosofía. Sin embargo, su dedicación
[3]
RACSO. Óscar Miró Quesada de la Guerra (1884-1981) (1) realizó una gran difusión de temas científicos en el diario
El Comercio. En sus páginas escribió durante décadas sobre los avances de la ciencia moderna, en el afán de contribuir
con el progreso nacional. Arriba, a la derecha (2), lo vemos junto a un grupo de notables, entre los que destaca el
diplomático Víctor Andrés Belaunde. Su muerte causó un hondo pesar en la sociedad, como se puede colegir en las
portadas de los medios de comunicación que dieron cuenta del hecho (3).
MUERTO EN PLENA
JUVENTUD EN 1925,
PEDRO ZULEN TUvO
UN PAPEL RELEVANTE
" Menos de 36 años tenía Pedro S.
Zulen al fallecer en enero de 1925.
Falleció en un momento en que sur-
gía en el Perú una nueva generación
intelectual, comprometida con las cau-
peruana de principios de siglo. Los jui-
cios vertidos en ellos son frecuentemen-
te citados acríticamente y fuera de su
contexto. Debido a su propia agenda,
interesado en conjugar el indigenismo
EN LA DEFENSA DEL sas por las que Zulen había luchado como el socialismo, Mariátegui juzgó
INDIO A TRAVÉS DE junto a un reducido grupo de compañe- muy a la ligera la labor de la Asociación
ros, durante la década anterior. La Pro-Indígena y la de su fundador Pedro
LA ASOCIACIÓN PRO
‘generación del centenario’, los intelec- Zulen. El balance publicado por Dora
INDÍGENA. SU VIDA Y tuales de la década del ’20, considera- Mayer, la otra administradora de la
OBRA VIENEN SIENDO dos fundadores del pensamiento políti- Asociación, en Amauta, la revista de
RESCATADAS co peruano moderno, le debían a Zulen Mariátegui contribuyó a la interpreta-
LENTAMENTE POR LOS bastante más de lo que confesaron ción de Mariátegui. Sin embargo, la
luego, al reflexionar sobre su propia perspectiva de Dora Mayer no era la de
HISTORIADORES génesis y precursores. Más aún que lo Zulen, por más que por razones senti-
EXTRANJEROS Y expresado por su discípulo y amigo, el mentales Mayer intentase acaparar su
PERUANOS. ESTE luego famoso historiador, Jorge memoria y su nombre. Las opiniones de
TEXTO, ESCRITO POR Basadre, en un emocionado discurso Zulen diferían de las de Mayer en sus
frente a su tumba. No creo que se trate raíces filosóficas y en sus conclusiones
GERARDO LEIBNER, de ingratitud. La obra y persona de políticas más radicales. Los conceptos
NOS PRESENTA A Zulen fueron eclipsadas por la obra fun- de Mayer parecen no haber variado
ZULEN EN RELACIÓN dacional de esa generación posterior y mucho durante los años de experiencia
CON SUS la figura venerada de Manuel González de la Asociación Pro-Indígena (1909-
Prada, miembro de una generación 1916) y durante la década del ’20. Zulen
CONTEMPORÁNEOS;
anterior y patriarca del radicalismo sí evolucionó y se fue radicalizando.
ESTÁ TOMADO DE SU peruano. Juzgar el significado de la labor de Zulen
ARTÍCULO “PEDRO a través de los balances y posiciones de
ZULEN: DEL También el intensivo enfoque de estu- Mayer, es tergiversarlo. (…)”.
INDIGENISMO dios sobre Mariátegui ha contribuido a
la inadecuada apreciación a la impor- Leibner, Gerardo. “Pedro Zulen: del indi-
PATERNALISTA AL tancia de Zulen. Para lectores no espe- genismo paternalista al humanismo
HUMANISMO cializados, los célebres Siete ensayos de radical”. En: European Review of Latin
RADICAL”. Mariátegui son la principal fuente de American and Caribbean Studies, 63.
información sobre la intelectualidad Diciembre, 1977, pp29-30
[V]
MaRIano H. coRneJo Y la enSeñanZa de la SocIoloGía.- En l896 se creó en la
Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos la cátedra de sociología. Fue nombrado para
regentarla Mariano H. Cornejo.
Nació Mariano H. Cornejo en Arequipa el 29 de octubre de 1867 y estudió primero en Puno y el sociólogo y
luego en esta última ciudad y en Lima. Antes de alcanzar notoriedad en la cátedra, se destacó como diplomático arequipeño
figura parlamentaria. Emuló como orador de la oposición a partir de 1892 la elocuencia deslumbra- Mariano H. cornejo
dora de Fernando Casós y de Luciano Benjamín Cisneros. Entre sus discursos más celebrados estuvie- (1866-1942) publicó esta
ron los que pronunció en defensa de la libertad de prensa al interpelar al ministro Zavala, de la obra en la ciudad de
libertad religiosa por la creación de un convento en Puno y de la libertad del voto y el sufragio uni- Madrid, con prólogo de
versal con motivo de la ley de elecciones. Con frecuencia se lo comparó entonces con Castelar. José echegaray. el
Después de haber aparecido como liberal vehemente, fue demócrata y pierolista desde 1895, y llegó primer volumen circuló
a ser elegido en 1901 presidente de la Cámara de Diputados y a encabezar la oposición contra el en 1908 y el segundo en
régimen de Romaña. Su acusación contra el Gabinete Almenara aparece acaso como su pieza orato- 1910. en ella, cornejo
ria más famosa en esta época. Alejado del pierolismo e incorporado al régimen civilista desde 1903, incluyó abundante
ingresó en la diplomacia a partir de 1904, primero como ministro en el Ecuador, luego como ministro información de su
en Madrid encargado de redactar el alegato en la cuestión de límites con aquel país y posteriormen- cátedra de sociología,
te como delegado a la conferencia panamericana de Río de Janeiro en 1906. que dictaba desde 1896
En la cátedra de sociología se orientó Cornejo en la dirección de Spencer cuyos Primeros principios en la Facultad de letras
hizo aprender en una época a sus discípulos con gran fidelidad; junto con ese modelo utilizó varios de la universidad Mayor
capítulos de la obra Del hombre y de las sociedades de Gustavo Le Bon, una síntesis del tratado organi- de San Marcos.
cista de René Worms y numerosos extractos de Letourneau. Durante su permanencia en Madrid
publicó su libro Sociología general (1908 y 1910) con prólogo de José Echegaray. Esta notable obra fue
traducida luego al francés con prólogo de René Worms y sirvió de texto en la Universidad de México.
La orientación determinista, evolucionista y materialista (no dentro del sentido que el marxismo da a
este concepto) fácil de señalar en el primer tomo del tratado de Cornejo, se acentuó en el segundo,
en el que utilizó, sin embargo, al tratar de los productos sociales, las doctrinas de Wundt.
(1) Hombre puro y bueno, Zulen se vio envuelto en el escándalo y, para muchos, en el ridículo por el ruidoso asunto de sus tratos
con Dora Mayer. Ambos habían trabajado desde 1909 en la Asociación Pro-Indígena. Según Dora Mayer, ella se enamoró de él
desde 1911 aunque era 22 años mayor y se lo dijo reiteradamente para proponerle matrimonio. Desde abril de 1916 hizo pública
tan anómala situación. Zulen la rechazó obstinadamente aunque reafirmó la estimación intelectual que por ella tenía. Lo que
ocurrió entre ellos en junio de 1920 solo es conocido por el vehemente testimonio de Dora Mayer. Ella se consideró esposa de su
viejo colega de la Asociación Pro-Indígena sin haberse realizado matrimonio civil o religioso, pretendió mudarse al domicilio
conyugal y fue desalojada con el auxilio de la policía. En setiembre de 1923 entabló juicio Zulen sin resultado feliz. En enero de
1925 Zulen enfermó, se confesó y murió y no se le permitió a Dora Mayer el acceso a su casa, ni fue aceptada una suma de dine-
ro que entonces quiso dar. El daño moral que, por exceso de amor, le hizo Dora Mayer fue inmenso; hasta sirvió para que la
familia de una novia que tuvo en Jauja deshiciera el compromiso. Pero la desesperación en el rostro de esta mujer fea y vieja ante
el cadáver de Zulen hacía borrar cualquier juicio de censura o enfado para transformarlo en una honda piedad.
[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]
capítulo 9 ● I El Instituto Histórico del abandono de la Biblioteca Nacional ● Enrique Brüning, sus estudios
Perú ● II Max Uhle y los comienzos de la VIII El Patronato Nacional de Arqueología monográficos sobre Lambayeque y su
arqueología científica peruana ● III El ● IX Pablo Patrón ● X La Colección de trabajo sobre canciones eróticas en ese
descubrimiento de Machu Picchu ● IV tratados y los congresos y conferencias departamento ● XII Manuel Moncloa y
Las exploraciones de Julio C. Tello en internacionales de Ricardo Aranda ● Los Covarrubias y la historia teatral del Perú ●
Chavín, Paracas y otros lugares ● V Las Anales de la hacienda pública ● La XIII El Carácter de la literatura del Perú
excavaciones arqueológicas y el colección de Larrabure y Correa sobre independiente ● La historia en el Perú ●
comercio con el patrimonio cultural del Loreto ● La Historia de las misiones Paisajes peruanos ● El elogio del Inca
país ● La colección Corbacho ● VI La franciscanas del padre Izaguirre ● XI La Garcilaso ● El Perú histórico y artístico ● El
fundación del Museo de Historia Historia del Perú independiente de discurso de la Recoleta ● XIV Luis Antonio
Nacional ● La organización del Museo Nemesio Vargas y la Historia republicana Eguiguren ● XV Carlos Wiesse ● XVI El
Histórico Nacional ● Los museos durante de Pedro Dávalos y Lissón ● La Historia de Conservatorio Universitario. Leguía,
el Oncenio ● Emilio Gutiérrez de Arequipa. El Diccionario de Piura y la Porras, Sánchez ● XVII César Antonio
Quintanilla y la obra La campaña de Historia del Protectorado de Germán Ugarte y la historia económica, Alberto
Ayacucho ● VII El Archivo Nacional ● El Leguía y Martínez ● Francisco Mostajo ● Ulloa Sotomayor
NOTAs SOBRE LA ARQUEOLOGÍA
Y LA HISTOrioGRAFÍA ENTRE 1895-1933
Con referencias a las instituciones dedicadas al patrimonio cultural
CAPÍTULO
9
[ ]
E
[I]
l InStItuto HIStÓRIco del peRÚ.- El 18 de febrero de 1905 José Pardo firmó con su
ministro Jorge Polar el decreto que creó el Instituto Histórico del Perú. Una resolución comple-
mentaria designó el 8 de marzo a sus miembros fundadores. Fueron: José Sebastián Barranca,
Modesto Basadre, Enrique Benites, Marco Aurelio Cavero, Mariano H. Cornejo, Pedro Emilio
Dancuart, Juan Norberto Eléspuru, Aníbal Gálvez, Carlos García Irigoyen, Ricardo García Rossel,
José Ramón de Idiáquez, José Augusto de Izcue, Miguel Antonio de la Lama, Víctor M. Maúrtua,
Rosendo Melo, Manuel Jesús Obin, Teodorico Olaechea, Pablo Patrón, Carlos Paz Soldán, José
Toribio Polo, Javier Prado y Ugarteche, Mariano Ignacio Prado y Ugarteche, José Agustín de la
Puente, Emilio Gutiérrez de Quintanilla, Carlos A. Romero, Nemesio Vargas, Carlos Wiesse y Celso
Zuleta.
El primer presidente del Instituto Histórico fue Eugenio Larrabure y Unanue. Carlos A.
Romero asumió la dirección de la Revista Histórica, órgano que dio vida a esta entidad durante
más de sesenta años y sigue publicándose.
[ II ]
MaX uHle Y loS coMIenZoS de la aRQueoloGía cIentíFIca peRuana.- Max
Uhle, nacido en Dresden en 1856, comenzó sus trabajos en el campo de la arqueología en el
Museo Etnológico de Berlín. Estudió lenguas orientales en las universidades de Gotinga y
Leipzig; pero a partir de 1888 se hizo conocer en los congresos de americanistas. Junto con los
sabios alemanes Stübel, Reiss y Koppel publicó en 1889-1890 una obra sobre la cultura y las
industrias de los pueblos sudamericanos. En 1891 obtuvo una comisión del Museo Etnológico
de Berlín para viajar a América del Sur. Inició su ruta por Argentina, estudió el área de difusión de
la cultura quechua y llegó hasta Tiahuanaco. De esta época provienen su trabajo sobre la esfera
de influencia del país de los incas y su notable libro en colaboración con A. Stübel Die
Ruinenslaette von Tiahuanaco (Leipzig, 1892).
En 1896 la Universidad de Pennsylvania lo comisionó para que hiciese excavaciones en el
Perú y en Bolivia. Los trabajos que efectuó en la ruinas de Pachacámac dieron origen a su monu-
mental obra de ese nombre aparecida en 1903. Jorge Muelle ha dicho de este libro que “es el
primer estudio estratigráfico llevado a la práctica no solo en el Perú sino en la América toda” y
que los trabajos de Uhle son casi contemporáneos a los de Schliemann en Troya y no estuvieron
a la zaga de los realizados por la escuela alemana en el Viejo Mundo.
El tercer viaje de Uhle al Perú tuvo lugar en 1898 bajo los auspicios de la Universidad de
California. Exploró entonces las ruinas de Moche, Marca, Huamachuco, Chincha, Pueblo Nuevo
y Tambo Colorado. En 1901 volvió a California y en 1903 estaba otra vez en el Perú para hacer
nuevas excavaciones y publicar varios estudios. Entre 1906 y 1912 ocupó la dirección del Museo
Histórico de Lima mientras proseguía su obra en el campo y con la pluma.
En 1912 se alejó de Perú y fue director del Museo Antropológico y Arqueológico de Chile.
Llevó a cabo entonces investigaciones en la zona situada entre Tacna y Atacama. Pasó más tarde,
[V]
laS eXcaVacIoneS aRQueolÓGIcaS Y el coMeRcIo con el patRIMonIo
cultuRal del paíS.- Según el decreto de José Bernardo de Tagle expedido el 2 de abril de
1822 estaba prohibida la exportación de piedras minerales, obras antiguas de alfarería, tejidos y
demás objetos que se encontraran en las huacas, sin licencia expresa y especial del Gobierno.
[ VI ]
la FundacIÓn del MuSeo de HIStoRIa nacIonal- El 2 de julio de 1906 se inaugu-
ró el Museo de Historia Nacional con tres secciones y una dedicada a las tribus de Oriente. Su
local estuvo en el Palacio de la Exposición. Ejerció la dirección el gran arqueólogo alemán Max
Uhle. De este establecimiento dijo José Pardo en su mensaje de 1906 que, unido al Instituto a
cuyo cargo corría el Museo, podría completar los importantes estudios relativos a las culturas
preíncas.
loS MuSeoS duRante el oncenIo.- El Museo de Historia, dirigido por Emilio Gutiérrez
de Quintanilla, continuó funcionando durante algunos años en el Palacio de la Exposición hasta
que este local fue dedicado en 1924 a otros usos y dio albergue a un conjunto de oficinas públi-
cas. Quedó sumariamente disuelto y deshecho sin protesta de nadie. No se había organizado en
él una sección para la época prehispánica.
En 1919 fue establecido por Julio C. Tello el Museo Arqueológico en la Universidad de San
Marcos. Las colecciones adquiridas por Víctor Larco Herrera pasaron a integrar en Lima una
[ VII ]
el aRcHIVo nacIonal.- El segundo gobierno de Pardo reorganizó el Archivo Nacional que
había dejado de funcionar. Fue nombrado director de este establecimiento Horacio Arteaga. Su
local estuvo en una de las salas que ocupaba la Biblioteca Nacional. Aunque inadecuado, supe-
ró en mucho al local que actualmente lo alberga en el Palacio de Justicia. Fue reorganizado en
1925 por la ley N° 4666. El reglamento con que funcionó fue obra de Carlos Neuhaus Ugarteche.
[ VIII ]
el patRonato nacIonal de aRQueoloGía.- La ley N° 6634 de 13 de junio de 1929,
expedida por la influencia de Julio C. Tello desde su curul de diputado por Huarochirí, declaró de
propiedad del Estado los monumentos arqueológicos existentes y estableció la forma en que
podían realizarse las excavaciones, extracciones y exportaciones de antigüedades creando para
la supervigilancia correspondiente el Patronato Nacional de Arqueología cuya acción debía
hacerse sentir en todo el territorio a través de los patronatos departamentales.
Encomiables fueron estas iniciativas; pero en la práctica no llegaron a impedir las expor-
taciones clandestinas o las apropiaciones ilícitas de antigüedades ni consiguieron plenamen-
te la finalidad de conservarlas y de hacer respetar los monumentos y reliquias de pasado
prehispánico.
Las características
de la iconografía
moche hacen
posible reconstruir
con métodos
analítico-descripti-
vos los episodios
de su historia.
Aquí vemos la
representación de
la caza ritual de un
venado.
Puerta del Sol
Friso superior con
figuras en relieve.
Fuentes: http://www.arqueologia.deperu.com / http://www.enjoy-machu-picchu.org / El Comercio, Enciclopedia temática del Perú / El Comercio, Gran Historia del Perú / Ceramio Moche: Museo Larco, Lima-Perú.
Cerámica
Julio C. Tello (1880-1947) 2 Cultura Chavín Chavín
(900 a. C.-200 a. C.) Era
Es considerado uno de los padres monócroma,
de la arqueología peruana. Logró Tello postula la teoría de Chavín pulida y
como matriz de las culturas decorada
enlazar el largo proceso histórico
con líneas
precolombino con la historia prehispánicas. y otras
colonial y republicana. aplicaciones.
Tuvo notable influencia en la Propone la existencia de una
búsqueda de nuestra identidad ideología mítica religiosa única
nacional. Luchó contra la idea expresada en la creencia del
dominante de la inferioridad de jaguar como divinidad suprema
los antiguos pueblos del Perú. y que luego trasciende,
tomando el nombre de Dios
Wiracocha.
Cronología prehispánica
Desde los inicios de la arqueología peruana, los investigadores han
buscado un adecuado ordenamiento temporal de las diversas
manifestaciones culturales encontradas en nuestro país.
1534
1000 a. C.
4 La ciudadela inca
de Machu Picchu
Fue redescubierta por Hiram
Bingham, quien llegó al lugar
gracias a guías cuzqueños. Machu
Picchu había permanecido oculta
durante más de cuatro siglos bajo la Mantos
tupida vegetación del cañón del Paracas
Urubamba. En 1914-1915, al frente Están entre las
de una segunda expedición, expresiones
más bellas del
Bingham deforestó las ruinas y arte textil
exploró la región con un equipo precolombino.
compuesto por un geógrafo, un
osteólogo y un geólogo, entre otros.
Infografía: Grafitti
Historia de las misiones la HIStoRIa de laS MISIoneS FRancIScanaS del padRe IZaGuIRRe.-Al decaído
franciscanas y narración ámbito de la historiografía religiosa en las dos primeras décadas del siglo XX, el P. Bernardino
de los progresos de la Izaguirre llevó una contribución fundamental con su Historia de las misiones Franciscanas y narra-
geografía en el oriente ción de los progresos de la geografía en el Oriente del Perú, llena de documentos. La publicó entre
del perú fue escrita por 1922 y 1925 en catorce volúmenes. No ha sido continuada.
el religioso fray
Bernardino Izaguirre y
publicada en 14 [ XI ]
volúmenes, de 1922 a la HIStoRIa del peRÚ IndependIente de neMeSIo VaRGaS Y la HIStoRIa
1925. la obra incluye RepuBlIcana de pedRo dÁValoS Y lISSÓn.-Entre 1903 y 1917 Nemesio Vargas publi-
traducciones de relatos có ocho volúmenes de su Historia del Perú independiente. A ellos se agregó un tomo adicional en
en lenguas de la región, 1942. Vargas llegó hasta el período del Congreso de Huancayo en 1829.
recogidos de 1619 a 1921 En La primera centuria (4v., 1919-1926) Pedro Dávalos y Lissón pretendió ofrecer las “causas
por los diversos geográficas y económicas que han detenido el progreso moral y material del Perú en el primer
misioneros que llegaron siglo de su vida independiente”. Corresponde a un ámbito cronológico menor su Historia repu-
a dicha zona. blicana del Perú (10v. 1931-1938) en la que alcanzó hasta el año 1871. También fue Dávalos y
Lissón autor de otros trabajos dispersos e interesantes sobre este mismo tema. En 1930 editó
una contribución sobre la historia política de las administraciones de Piérola a José Pardo (1ª).
Por razones obvias, derivadas de la similitud de propósitos, en vez de entrar aquí en una
apreciación sobre los aportes de Vargas y de Dávalos y Lissón se remite al lector a los juicios
expuestos por Rubén Vargas Ugarte en su Manual de estudios peruanistas y por Raúl Porras
Barrenechea en sus Fuentes históricas peruanas.
(1) Véase "Lundero", suplemento cultural de La Industria, 30 de abril de 1978; y La Industria de octubre de 1977
[ XIII ]
el escritor limeño se el “caRÁcteR de la lIteRatuRa del peRÚ IndependIente.- En 1905 presentó José
distinguió por de la Riva-Agüero, mozo de 20 años, nacido en Lima el 26 de febrero de 1885, su tesis en la
desarrollar una enorme Facultad de Letras sobre el carácter de la literatura en el Perú independiente. Esta tesis ha tenido
labor teatral como la suerte privilegiada y deplorable de los libros que luego son saqueados o imitados o repetidos
creador, crítico e en diversas formas, a punto tal que, luego, al leerlos no es fácil percibir lo que al aparecer tuvieron
historiador. Se inició en de fresco, de creador, de novedoso y de fundamental. Riva-Agüero, joven aristocrático y acauda-
las tablas en 1876, pero lado, había asombrado a condiscípulos y maestros en el colegio y en la universidad por su talen-
al ocurrir el estallido de to, su seriedad y su erudición y en esta tesis comprobó que tales homenajes no eran el tributo del
la guerra del pacífico se servilismo. Sus conocimientos sobre el asunto por él tratado eran cabales, si bien no había ante-
enroló en el ejército. a cedentes de otros estudios de carácter integral, excepto el muy modesto de Agustín Whilar que
partir de 1884, Moncloa él cuidó de mencionar, publicando en 1888 acerca de si es o no posible dar giro nuevo y original
participó en monólogos y a la literatura sudamericana y el prólogo de Menéndez y Pelayo a la Antología de la poesía hispa-
diálogos, comedias y noamericana (Madrid, 1894). A base de limpio esfuerzo mental, plenamente documentado aun-
zarzuelas también que sin exhibir un minucioso aparato erudito, hizo un largo recorrido por períodos, generaciones
colaboró con diversos y figuras, sin desfallecimientos ni desviaciones. Su visión orgánica, su aptitud para dominar el
medios periodísticos. Su tema en su panorámico conjunto y en sus detalles, con sentido de la proporción y de las distan-
primera obra, el nudo, se cias, parecieron el logro de una mentalidad experimentada y no de un muchacho. A la luz de las
estrenó en 1882. a esta investigaciones y de los puntos de vista acumulados en más de cincuenta años cabe enumerar
le siguieron 14 obras diversos errores y vacíos de la obra que realizó Riva-Agüero como un pioneer o mejor dicho (para
teatrales y 10 libros, emplear un término que a él le hubiera agradado más) como un Adelantado. Nada de ello inva-
entre los que destaca su lida la significación de la obra que no es, por cierto, resumen sustancioso de lo conocido hasta
diccionario teatral del entonces sino iniciación brillante de una nueva época en la crítica histórica nacional y exponente
perú, publicado en 1905. de claridad, precisión y exactitud en el juicio no infiltrado (como ha ocurrido en otros casos) por
preferencias o aversiones mezquinas o por la vanidad, el interés, el rencor o la envidia.
Riva-Agüero comenzó su tesis estudiando los rasgos literarios del español y las características del
tipo literario criollo con notas breves sobre el indio y el negro. Párrafos minuciosos dedicó a la
influencia de la imitación bajo el influjo a su vez, de Gabriel Tarde. Después de una referencia a las
corrientes literarias de la Colonia, se ocupó de la literatura de la Revolución, en la que dedicó espe-
cial cuidado a Melgar y Olmedo. La primera época republicana la trató a través de Valdés, Vidaurre,
Pando, Mora, Pardo y Segura y de figuras menores. A propósito de Pardo tuvo frases duras sobre la
clase social a la que él mismo perteneció.” La nobleza (escribió entonces) estaba compuesta, salvo
contadísimas excepciones, por perezosos e ignorantes ineptos para todo o por calaveras que no
sabían sino derrochar en la disipación sus heredados caudales. Con ella no se podía contar”.
[3] [4]
el apoRte de BRÜnInG. el antropólogo alemán enrique Brüning (1848-1928) (1) trabajó durante
largos años en el departamento de lambayeque. allí reunió una gran colección de piezas
arqueológicas de la cultura Moche, y además recopiló información sobre la lengua y las
costumbres de la zona. la labor realizada por Brüning en sus viajes se plasmó en varias
publicaciones. aquí vemos la portada de la obra de chiclayo a puerto Meléndez en el
Marañón, de 1905 (4), y el primer fascículo de sus estudios monográficos del departamento de
lambayeque, editado en 1922 y 1923 (3). además, una de las numerosas fotografías que el
antropólogo tomó durante sus recorridos por el norte peruano, en este caso de una abuela
con su nieta luciendo una prenda tradicional llamada ‘capuz’. la imagen fue captada en el
puerto de eten en 1907 (2).
(1) Sobre una distinta actitud, en el libro de Isaiah Bowman Los Andes del Sur del Perú, escrito más o menos en la misma época,
véase el capítulo acerca de las actividades científicas en el período aquí tratado.
[ XV ]
caRloS WIeSSe.- Carlos Wiesse Portocarrero nació en Tacna el 4 de setiembre de 1859 y fue
mezcla de las razas alemana, española e indígena. Llegó a ser diplomático, internacionalista,
escritor y profesor(1). Como historiador, su contribución principal ha sido la de sus libros de texto el magistrado e historiador
de instrucción primaria, secundaria y universitaria. Al aparecer ellos en 1894 y al reeditarse en piurano realizó
numerosas ocasiones, siempre bajo los auspicios de la librería Rosay, desplazaron a los que exis- investigaciones históricas y
tían entonces que eran los de La Rosa Toro, Benítez, Cappa. Innovaron primeramente en la pre- jurídicas. Sobre la historia
sentación mediante los grabados, la calidad del papel, los resúmenes, los ejercicios, los textos de de la universidad Mayor
páginas escogidas. En su contenido, fueron serios, circunspectos, llenos de dignidad, objetivos, de San Marcos publicó el
exactos. No tuvieron exagerado entusiasmo ante hombres o cosas ni escepticismo pedante, ni fundador de la universidad
apasionamiento personal, de familia, de casta o de ideas. Huyeron también del empirismo apre- de San Marcos (1910) y
surado, de la ignorancia simuladora, de la retórica inconsistente. Ensamblaron y sintetizaron los diccionario histórico
cronológico de la Real y
pontificia u. de San Marcos
y sus colegios (1940-1950)
(1) Sobre el libro de Wiesse dedicado a la sociología véase el capítulo 8 de esta sección de Historia de la República del Perú. entre otros. Fue alcalde de
lima (1930), diputado por
lima (1931) y candidato
presidencial en las
elecciones de 1936.
senador por el departamento de Lima (1956) y dedicó a investigar en archivos españoles. Fue
vicepresidente y presidente de su Cámara. En 1919 embajador de España de 1948 a 1949. Enseñó his-
fue nombrado secretario del Ministerio de toria en los colegios Anglo Peruano (1923) y
Relaciones Exteriores. Cinco años más tarde fue Antonio Raimondi (1932). Luego dictó la cátedra
asesor del plebiscito de Tacna y Arica, y en 1926, de literatura castellana (1928) en la Facultad de
jefe del Archivo de Límites. En 1935 viajó a España Letras de su alma máter. Entre sus obras se encuen-
como ministro consejero, e integró la delegación tran Alegato del Perú en la cuestión de límites de
acreditada ante la Liga de las Naciones como Tacna y Arica (1925), Historia de los límites del Perú
ministro plenipotenciario (1936-1938). Desde (1926-1930) Pequeña antología de Lima (1961) y
1940 estableció su residencia en Europa, donde se Mito, tradición e historia del Perú (1951).
(1) El autor del presente libro rindió homenaje a Raúl Porras, inolvidable camarada de su juventud, en el discurso que, en nombre
de la Academia de la Lengua y del Instituto Histórico del Perú, pronunció en su sepelio (véase Mercurio Peruano de febrero de
1961) y en una conferencia pronunciada en la Municipalidad de Pisco el 26 de noviembre de 1960.
ADENDA
Tomo 18 Historia de la República del Perú [1933-2000]