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Jorge Basadre 16

Grohmann
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
2
Jorge Basadre
Grohmann [16]
HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ [1822-1933]
Historia de la República del Perú [1822-1933]
Tomo 16

Autor: Jorge Basadre Grohmann


© Mariana Basadre Brazzini
© Jorge Alberto Basadre Brazzini
© Jose Gonzalo Basadre Brazzini
© Ana María Basadre Brazzini - Ufano de Basadre
Derechos reservados para esta edición a Producciones Cantabria SAC

Elaboración de contenidos
Dirección general: Bernardo Roca Rey Miró Quesada
Planeamiento y desarrollo: Raúl Castro Pérez
Realización ejecutiva: Jorge Cornejo Calle
Redacción e investigación: Jenny Varillas Paz
Asistencia: Francisco Izquierdo Quea, María Jesús Reyes Geiser, Ana
Paola Durand Schinkel
Diseño: Veruzka Noriega, Claudia Burga-Cisneros Pizarro
Diagramación: Gerardo Cristóbal Pacheco
Infografías: Raúl Rodríguez Rodríguez, Grafitti
Fotografía: Cecilia Durand Torres, Paola Nalvarte Abad
Investigación fotográfica: Lysbeth Arenas Fernández
Coordinación fotográfica: Carolina Cáceres Cáceres
Reproducción y fotografía: Jaime Gianella Malca
Corrección: Ana Loli Chau, Carolina Teillier Arredondo
Asesoría histórica: Héctor López Martínez
Coordinación de actualizaciones historiográficas: Carlos
Contreras Carranza
Redacción e investigación de actualizaciones historiográficas
para este tomo: Ricardo Portocarrero (páginas 72, 102, 132, 162,
194, 214, 230, 252, 272)

Gerente de Productos Optativos: Renzo Mariátegui Bossé


Subgerente de Productos Optativos: Dora Niquén Guevara
Editor titular del Proyecto Editorial:
Producciones Cantabria S.A.C.
Jr. Miró Quesada 247, dpto. 407, Lima 1

Primera edición: Noviembre, 2014


ISBN del presente tomo versión e-book: 978-612-306-369-6
ISBN de la obra completa versión e-book: 978-612-306-353-5

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS


Este libro ha sido publicado exclusivamente para Producciones Cantabria
S.A.C. No puede ser reproducido, registrado ni transmitido por un sistema
de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio,
sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por
fotocopia o cualquier otro, sin permiso previo y por escrito de los autores.
[ índice ]

OCTAVO PERÍODO
EL COMIENZO DE LA IRRUPCIÓN DE LAS 30 Cambios en el comando peruano. La ayuda a las fuerzas del
MASAS ORGANIZADAS EN LA POLÍTICA Oriente
[1930-1933] 31 La Liga de las Naciones y la toma de Tarapacá
31 El bochornoso ataque a la legación de Colombia
31 La manifestación del 20 de febrero
32 El retiro de la legación peruana en Bogotá
CAPÍTULO 10 32 La declaración de que fueron traidores a la patria los
EL CONFLICTO CON COLOMBIA Y LA CAMPAÑA DEL partícipes en el Tratado Salomón-Lozano
NORORIENTE DE 1932 A ABRIL DE 1933 32 La apelación de Colombia a la Liga de las Naciones y el
Comité de los Tres
12 La entrega de Leticia a Colombia 32 La fórmula del Comité de los Tres y la actitud del Perú
12 Vigil y Ordóñez 34 El informe del Comité de los Tres y la resolución de la Liga de
13 Los territorios no entregados por Colombia las Naciones
13 Declaraciones de la Junta del general Ponce y de la de 34 La comisión de la Liga de las Naciones
Sánchez Cerro sobre los tratados internacionales 36 El nuevo plan militar colombiano
14 El pedido aprista sobre el tratado con Colombia 36 Nuevos combates en el río Cotuhé
14 Las relaciones entre el Perú y Colombia a principios de 1932 36 El combate de Güepí
14 El pedido loretano de revisión del Tratado Salomón-Lozano 38 Fernando Lores Tenazoa
14 Los preparativos para la captura de Leticia 38 La comisión de la Liga de las Naciones y la captura de Güepí
15 La captura de Leticia por los colombianos
15 Las tropas que defendían el Nororiente 38 Las “modificaciones Lester”
16 Primera actitud del Gobierno de Lima 39 Las dificultades colombianas después de la ocupación de
16 La actitud de las Fuerzas Armadas de Iquitos Güepí. El campamento Firmeza
18 La resistencia para el acatamiento al prefecto Oswaldo 39 El bombardeo de la Sinchi Rocca
Hoyos Osores y al coronel Ramos 39 La sangrienta sorpresa de Calderón
18 La actitud del Gobierno peruano 41 El tiroteo de Yabuyanos
18 La nota peruana del 30 de setiembre de 1932 41 El servicio de etapa
19 La propuesta para ir a un procedimiento de conciliación. La 41 Estabilización de las operaciones
misión García Ortiz 42 Las bajas en la campaña
19 El plan Maúrtua 42 Viaje del general Benavides al Perú y su nombramiento como
20 La opinión pública peruana ante el conflicto general en jefe de las Fuerzas Armadas.
20 La expedición Vásquez Cobo 42 El viaje del crucero Grau y de dos submarinos. Otras fuerzas
21 Las fuerzas peruanas y la ocupación de Tarapacá navales
21 La mediación del Brasil 42 Las perspectivas de la guerra
22 La comunicación de Ramos a Vásquez Cobo y el Pacto 43 Las penurias de la campaña
Kellogg-Briand 44 El juicio del general Fernando Sarmiento sobre la campaña
22 Las notas entre Manzanilla y la cancillería de Bogotá, el 11 y 45 La polémica entre los militares
el 14 de enero 45 Las investigaciones sobre la campaña del Nororiente
24 Primera intervención de la Liga de las Naciones 46 El problema de los transportes
25 La nota del secretario de Estado Stimson el 25 de enero al 46 La cooperación entre las Fuerzas Armadas y las auxiliares
Perú durante el conflicto con Colombia
26 Las gestiones para que el Perú cumpliera con las 48 La administración militar
obligaciones del Pacto Kellogg-Briand 48 La moraleja del conflicto con Colombia en 1932-1933
26 El cable de la Liga de las Naciones el 26 de enero 48 El rumbo de la política internacional del Perú
26 El frustrado plan británico 49 El empréstito patriótico y los bonos de la defensa nacional
26 El choque de Puerto Meléndez 49 Los mayores rendimientos de la renta del guano
27 El manguaré 49 La colecta nacional
27 La defensa de Leticia 49 Las contribuciones por una sola vez
27 La captura de Tarapacá por los colombianos 50 El impuesto a la exportación y consumo de algodón
30 Los combates en el río Cotuhé 50 El impuesto sobre los boletos de ingreso a los espectáculos
30 El juicio a Díaz Rojas 50 La insignia de Defensa Nacional
30 Los combates aéreos 50 Nuevas leyes económicas para la defensa nacional

[ INDICE ] TOMO I6 5
50 El Comité Económico para la Defensa Nacional NOVENO PERÍODO
50 La compra de armamento japonés BREVES NOTAS RELACIONADAS CON LA
51 Las requisiciones y los suministros en el territorio de la EDUCACIÓN. LA CIENCIA Y LA CULTURA ENTRE
República 1895-1933
51 Las rentas de la Internacional Petroleum
51 Las operaciones con la Caja de Depósitos y Consignaciones
CAPÍTULO 1
LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN EL PERÍODO 1895-1908
CAPÍTULO 11
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ CERRO Y [I]
LA ELECCIÓN DEL GENERAL SCAR R. BENAVIDES 80 Piérola y el problema de la educación
[ II ]
54 El asesinato al presidente Sánchez Cerro 81 Las ideas de Isaac Alzamora sobre la educación nacional
55 El asesino 81 La Ley de Instrucción de 1901
55 Otros planes de asesinato 83 La Escuela Correccional de Varones
56 El peritaje balístico sobre el auto del presidente Sánchez 83 La Ley de Instrucción de 1902
Cerro 84 El intento de reforma de 1903
56 La declaración de estadode sitio y la elección del general 84 La supresión del Consejo Superior de Instrucción Pública
Benavides como presidente por el Congreso Constituyente 86 Las pensiones de catedráticos, profesores y preceptores
58 El primer Gabinete de Benavides [ III ]
59 El sepelio de Sánchez Cerro 87 Las escuelas de artes y oficios
59 La estampilla con el retrato de Sánchez Cerro 87 El comienzo de la educación comercial en el Perú
59 Sánchez Cerro [ IV ]
61 La seguridad de Haya de la Torre 87 La brillante política educacional del gobierno de José Pardo
61 La mejoría de la situación económica 87 El fomento de la instrucción primaria
61 El proceso por el asesinato de Sánchez Cerro. La cuestión del 88 La mejora de locales y de material escolar
fuero 89 El estímulo a la profesión magisterial, la Escuela Normal
61 La investigación de la policía 91 La carrera del profesorado
62 ¿Las pesquisas fueron detenidas en un momento dado? 91 Los inspectores de educación
62 El juez instructor mayor Carlín 92 Telésforo Catacora
62 La Corte Marcial y la acusación fiscal 92 El fomento de la educación técnica
63 Las audiencias públicas. El retiro de la acusación fiscal. La 92 El desarrollo de la educación secundaria
sentencia 93 El ConsejoSuperior de Educación
64 La actitud de Luis A. Flores ante la sentencia 93 El Boletín de Instrucción Pública
64 La actitud fiscal de la Corte Superior en relación con los 93 Perspectivas de la educación pública en 1908
funcionarios y las autoridades de policía. [V]
66 La ley para mandar cortar los juicos a las autoridades con 94 El Colegio Guadalupe de 1885 a 1908
motivo del asesinato de Sánchez Cerro 95 Los profesores alemanes
66 El Gabinete Prado 96 Los colegios nacionales de provincias entre 1895 y 1908
67 Apreciación sobre el proceso por el asesinato de Sánchez 99 La introducción del jardín de la infancia, de la educación
Cerro física femenina y otras iniciativas de Elvira García y García
68 Benavides y el asesinato de Sánchez Cerro 100 El Liceo Grau y Esther Festini de Ramos Ocampo
70 Luis A. Flores y la supuesta culpabilidad de Benavides en el 100 El Colegio de San Agustín
asesinato de Sánchez Cerro 100 El Lima High School
71 ¿Fue el leguiismo el autor del asesinato de Sánchez Cerro? 100 Patricio Sabogal y el renacimiento de la educación
73 El ambiente en que se produjo el asesinato secundaria en el Callao
73 Los honores póstumos para Sánchez Cerro 100 El Colegio Bozano y el Instituto Chalaco
74 Sánchez Cerro en la poesía nueva 101 El Colegio de San Vicente de Paúl de Arequipa y el P. Hipólito
Duhamel
101 La instrucción religiosa y la laica
103 Educación femenina de Teresa González de Fanning
[ VI ]
104 La educación física
104 El jardín de la infancia en la enseñanza oficial. Otros aspectos
educacionales
[ VII ]
104 El desarrollo de las universidades. La autonomía
104 El conflicto universitario en Arequipa en 1907
105 El crecimiento estudiantil
105 El ingreso de mujeres a las universidades
106 Las maniobras de 1907
106 La renovación universitaria y el descontento de la nueva
generación
106 El Centro Universitario

6 TOMO I6 [ INDICE ]
[ VIII ] 135 Alberto Giesecke
107 La Escuela de Ingenieros 136 “Las universidades menores” por César Antonio Ugarte
[ IX ] [ XIII ]
107 La Escuela de Agricultura 137 La Escuela de Ingenieros
108 La reforma del Seminario de San Antonio Abad en el Cuzco

CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 2 ASPECTOS EDUCACIONALES DURANTE EL ONCENIO Y
ASPECTOS EDUCACIONALES EN EL PERÍODO 1909-1918 EN LA ÉPOCA INMEDIATAMENTE POSTERIOR
[I] [I]
112 El proyecto de reforma de la instrucción en 1913 140 El proyecto de ley de instrucción de 1919 y la ley de 1920
112 La comisión de reforma de la instrucción en 1917 141 La misión norteamericana
[ II ] 141 El “período Oliveira”
113 La disminución de las rentas para el ramo de Instrucción 141 El Instituto Pedagógico
114 La profesionalización del magisterio 142 La reforma Escalante
114 La supresión de los inspectores de instrucción primaria 142 El desarrollo educacional
116 El restablecimiento de los inspectores de Instrucción 143 La Sociedad Agrario-Mercantil y la educación que ella prefirió
117 El número de escuelas [ II ]
[ III ] 143 Los goces de jubilación, cesantía y montepío y el magisterio
117 La educación física escolar primario
[ IV ] 143 La legislación sobre los colegios de instrucción secundaria
118 J. A. Mac Knight y la Escuela Normal 146 Los directores del Colegio Guadalupe
[V] 146 Los orígenes del Colegio Alfonso Ugarte
118 La influencia extranjera en la educación a cargo del Estado 146 El Colegio Nacional de Mujeres de Lima
119 La educación secundaria en cinco años 146 Gertrudis Hanks y el Lima High School
119 El examen de ingresos a las universidades 146 El Colegio de la Salle
119 Los textos de enseñanza secundaria 147 El Colegio de San Luis de Barranco
120 La necesidad de la educación técnica 147 Villa María Academy
[ VI ] 147 El Colegio Umberto 1º y el Colegio Antonio Raimondi
120 El Colegio Guadalupe 148 El tricentenario del Seminario de Trujillo
120 Los colegios nacionales de provincias [ III ]
[ VII ] 148 Los comienzos de la educación industrial femenina. El “Bien
125 El Colegio Lima del Hogar”
125 El Colegio Alemán 148 La educación comercial
125 El Colegio Anglo-Peruano [ IV ]
125 El Colegio de la Merced 148 El sistema de concursos para las vacantes en el ramo de
126 El Colegio de Santa Rosa de Chosica Instrucción y los Consejos de Investigación
126 El English Institute de Barranco 149 La mutualidad escolar
126 El Instituto Sabogal del Callao 149 La Federación Nacional de Maestros Primarios
126 El St. Joseph’s College del Callao 149 La instrucción en las escuelas de Talara y Lobitos
126 El scoutismo en el Perú 150 El Colegio Toribio Casanova de Cutervo
[ VIII ] 150 Otras leyes sobre colegios
126 Marcial Acharán, filántropo de la educación técnica en Trujillo [V]
128 El Instituto Moderno de Trujillo y Carlos E. Uceda 150 La reforma universitaria
128 María Elena Chávez Delgado 153 El Primer Congreso Nacional de Estudiantes
128 La educación pública en el departamento de Madre de Dios 153 Los incidentes de 1920 en la Facultad de Medicina
129 El Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo en Trujillo 154 El conflicto de 1921
[ IX ] 155 La reapertura de 1922 y los conflictos de 1923 y 1924
129 Las ideas de Javier Prado sobre las funciones de la 155 La generación estudiantil de 1919 a 1930. La vida
universidad universitaria
129 La extensión universitaria 158 El Seminario de Pedagogía y la Sección de Pedagogía
130 H.E. Bard y la instrucción universitaria peruana 158 El libro Reforma universitaria de Julio C. Tello
[X] 159 El Estatuto de 1928
130 La Federación de Estudiantes del Perú 160 La Facultad de Ciencias Económicas
130 La huelga estudiantil de 1916 [ VI ]
130 Los síntomas de descontento en la Facultad de Medicina 160 La inquietud universitaria en 1930 y 1931
131 Una tentativa para la reforma en el sistema de las cátedras 161 La Universidad de San Marcos durante el período de la Junta
[ XI ] Nacional de Gobierno
131 La Universidad Católica 163 El retiro de Belaunde, Riva-Agüero y otros profesores de San
[ XII ] Marcos
133 Los disturbios en la Universidad del Cuzco en 1907 y 1908 164 Riva-Agüero y la Universidad Católica
134 El problema de las universidades menores hasta 1909 165 La clausura de la Universidad de San Marcos
135 La ley sobre reapertura de la Universidad del Cusco 165 El problema universitario

[ INDICE ] TOMO I6 7
[ VII ] [ III ]
168 La Escuela de Agricultura 216 Abelardo Gamarra
[ IV ]
217 La coronación de Luis Benjamín Cisneros
CAPÍTULO 4 [V]
NOTAS SOBRE EL PERIODISMO ENTRE 1895-1930 218 Clorinda Matto De Turner
[ VI ]
[I] 219 Monseñor Manuel Tovar
172 El proyecto de ley de imprenta 220 José Antonio Roca y Boloña
172 Los diarios de Lima a fines del siglo XIX y comienzos del XX.
La rotativa y los linotipos
[ II ] CAPÍTULO 6
175 Los diarios de Lima durante el Oncenio LA IMAGEN HISTÓRICA DE ALGUNAS FIGURAS DE LA
[ III ] GENERACIÓN LITERARIA DE FINES DEL SIGLO XIX
176 Andrés Avelino Aramburú
178 Alberto Ulloa Cisneros [I]
183 Luis Fernán Cisneros 224 Chocano
185 Los cronistas 225 El regreso de Chocano y su coronación. El debate sobre las
[ IV ] dictaduras organizadoras
186 Las revistas de gran público. El fotograbado y la tricomía 226 El Hombre Sol y el asesinato de Edwin Elmore
189 Integridad 229 Chocano entre 1928 y 1933
189 El periodismo intelectual a principios de siglo [ II ]
190 Contemporáneos, Cultura y Colónida 231 Enrique López Albújar
190 Las revistas intelectuales durante el Oncenio [ III ]
191 La Revista Universitaria 233 Clemente Palma y el diputado Corrales
191 Revistas de ciencias puras, de fomento y de ingeniería [ IV ]
191 Revistas agrícolas 235 Manuel Beingolea
192 Publicaciones médicas
192 Revistas geográficas, históricas y bibliográficas
192 Revistas jurídicas CAPÍTULO 7
193 Publicaciones de carácter internacional y patriótico LA IMAGEN HISTÓRICA DE ALGUNAS FIGURAS EN
193 Revistas de carácter económico LAS TRES PRIMERAS GENERACIONES DEL SIGLO XX
195 Revistas educacionales
195 Publicaciones castrenses [I]
195 El periodismo religioso 238 Azucenas quechuas
196 Las revistas satíricas de combate [ II ]
197 El periodismo de avanzada y el proletariado 238 Leonidas Yerovi
199 Revistas taurinas [ III ]
200 Revistas deportivas 240 José María Eguren
200 Los órganos de las colonias extranjeras [ IV ]
200 El periodismo en el Callao 242 José Gálvez
201 Alberto Secada [V]
246 Ventura García Calderón
[ VI ]
CAPÍTULO 5 248 Abraham Valdelomar
ALGUNOS SOBREVIVIENTES DE LA GENERACIÓN [ VII ]
LITERARIA ANTERIOR A LA GUERRA CON CHILE 253 César Vallejo
[ VIII ]
[I] 256 Martín Adán
204 Las procedencias cronológicas de los literatos peruanos a
comienzos del siglo XX
[ II ] CAPÍTULO 8
204 Ricardo Palma y la Biblioteca Nacional a fines del siglo XIX y NOTA SOBRE EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO Y
comienzos del siglo XX SOCIOLÓGICO ENTRE 1895-1933
205 González Prada y su evolución al anarquismo
211 Últimos años de Ricardo Palma en la Biblioteca Nacional [I]
212 La salida de Ricardo Palma de la Biblioteca Nacional y el 260 Javier Prado
nombramiento de Manuel González Prada 261 La Academia Peruana de la Lengua
212 La “Nota informativa acerca de la Biblioteca Nacional” 261 Los últimos años y la muerte de Javier Prado
213 Manuel González Prada en la Biblioteca Nacional [ II ]
215 Fallecimiento de González Prada 261 Alejandro O. Deustua
215 Fallecimiento de Ricardo Palma [ III ]
215 La escenificación de las Tradiciones en la legación Argentina 267 Mariano Iberico

8 TOMO I6 [ INDICE ]
[ IV ] 296 Paisajes peruanos
271 Pedro Zulen 297 El elogio del Inca Garcilaso
[V] 297 El Perú histórico y artístico
273 Mariano H. Cornejo y la enseñanza de la sociología 297 El discurso de la Recoleta
274 La obra de Wiesse sobre sociología [ XIV ]
274 Otras expresiones del positivismo en la enseñanza 299 Luis Antonio Eguiguren
universitaria [ XV ]
[ VI ] 299 Carlos Wiesse
275 Óscar Miró Quesada [ XVI ]
300 El Conservatorio Universitario. Leguía, Porras, Sánchez
[ XVII ]
CAPÍTULO 9 301 César Antonio Ugarte y la historia económica. Alberto Ulloa
NOTAS SOBRE LA ARQUEOLOGÍA Y LA Sotomayor
HISTORIOGRAFÍA ENTRE 1895-1933
Con referencia a las instituciones dedicadas al
patrimonio cultural ÍNDICE DE CONTENIDO ADICIONAL
[I] RECUADROS
280 El Instituto Histórico del Perú 72 El asesinato de Sánchez Cerro en la novela histórica
[ II ] 102 El Centro Universitario
280 Max Uhle y los comienzos de la arqueología científica 132 San Antonio Abad y el rectorado de Albert Giesecke
peruana 162 El significado de la reforma universitaria para la vida cultural
[ III ] 194 El periodismo moderno según Raúl Porras
281 El descubrimiento de Machu Picchu 214 Recuerdos de Alfredo González Prada sobre su padre
[ IV ] 230 El indigenismo de López Albújar
281 Las exploraciones de Julio C. Tello en Chavín, Paracas y otros 252 Eguren visto por Vallejo
lugares 272 Pedro Zulen y sus contemporáneos
[ wV ]
283 Las excavaciones arqueológicas y el comercio con el LÍNEAS DE TIEMPO
patrimonio cultural del país 44 El conflicto con Colombia
284 La colección Corbacho 70 Las últimas horas de Sánchez Cerro
[ VI ]
286 La fundación del Museo de Historia Nacional INFOGRAFÍAS
286 La organización del Museo Histórico Nacional 69 El asesinato del presidente Sánchez Cerro
286 Los museos durante el Oncenio 244 La literatura peruana a comienzos del siglo XX
287 Emilio Gutiérrez de Quintanilla y la obra La campaña de 290 El desarrollo de la arqueología en el Perú
Ayacucho
[ VII ] PERSONAJES
287 El Archivo Nacional 94 Pedro Paulet Mostajo
288 El abandono de la Biblioteca Nacional 254 Martín Adán
[ VIII ] 298 Raúl Porras Barrenechea
288 El Patronato Nacional de Arqueología
[ IX ]
289 Pablo Patrón
[X]
289 La Colección de tratados y los congresos y conferencias
internacionales de Ricardo Aranda
289 Los Anales de la hacienda pública
292 La colección de Larrabure y Correa sobre Loreto
292 La Historia de las misiones franciscanas del padre Izaguirre
[ XI ]
292 La Historia del Perú independiente de Nemesio Vargas y la
Historia republicana de Pedro Dávalos y Lissón
292 La Historia de Arequipa. El Diccionario de Piura y la Historia
del Protectorado de Germán Leguía y Martínez
293 Francisco Mostajo
293 Enrique Brüning, sus estudios monográficos sobre
Lambayeque y su trabajo sobre canciones eróticas en ese
departamento
[ XII ]
294 Manuel Moncloa y Covarrubias y la historia teatral del Perú
[ XIII ]
294 El Carácter de la literatura del Perú independiente
296 La historia en el Perú

[ INDICE ] TOMO I6 9
fuerzas peruanas y la ocupación de dificultades colombianas después de la
Tarapacá ● La mediación del Brasil ● La ocupación de Güepí ● El campamento
comunicación de Ramos a Vásquez Cobo Firmeza ● El bombardeo de la Sinchi Roca
y el Pacto Kellogg-Briand ● Las notas ● La sangrienta sorpresa de Calderón ● El

entre Manzanilla y la cancillería de tiroteo de Yabuyanos ● El servicio de


Bogotá, el 11 y el 14 de enero ● Primera etapa ● Estabilización de las operaciones
intervención de la Liga de las Naciones ● ● Las bajas en la campaña ● Viaje del

La nota del secretario de Estado Stimson general Benavides al Perú y su


el 25 de enero al Perú ● Las gestiones nombramiento como general en jefe de
para que el Perú cumpliera con las las Fuerzas Armadas ● El viaje del crucero
obligaciones del Pacto Kellogg-Briand ● Grau y de dos submarinos. Otras fuerzas
El cable de la Liga de las Naciones el 26 navales ● Las perspectivas de la guerra ●
de enero ● El frustrado plan británico ● El Las penurias de la campaña ● El juicio del
choque de Puerto Meléndez ● El general Fernando Sarmiento sobre la
manguaré ● La defensa de Leticia ● La campaña ● La polémica entre los militares

[ TOMO 16 ]

[ octavo período: el comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política ]

capítulo 10 ● La entrega de Leticia a captura de Tarapacá por los colombianos ● Las investigaciones sobre la campaña
● Los combates en el río Cotuhé ● El juicio del Nororiente ● El problema de los
Colombia ● Vigil y Ordóñez ● Los
territorios no entregados por Colombia ● a Díaz Rojas ● Los combates aéreos ● transportes ● La cooperación entre las
Declaraciones de la Junta del general Cambios en el comando peruano. La Fuerzas Armadas y las auxiliares durante el
Ponce y de la de Sánchez Cerro sobre los ayuda a las fuerzas del Oriente ● La Liga conflicto con Colombia ● La administración
tratados internacionales ● El pedido de las Naciones y la toma de Tarapacá ● El militar ● La moraleja del conflicto con
aprista sobre el tratado con Colombia ● bochornoso ataque a la legación de Colombia en 1932-1933 ● El rumbo de la
Las relaciones entre el Perú y Colombia a Colombia ● La manifestación del 20 de política internacional del Perú ● El
principios de 1932 ● El pedido loretano febrero ● El retiro de la legación peruana empréstito patriótico y los bonos de la
de revisión del Tratado Salomón-Lozano en Bogotá ● La declaración de que fueron defensa nacional ● Los mayores
● Los preparativos para la captura de traidores a la patria los partícipes en el rendimientos de la renta del guano ● La
Leticia ● La captura de Leticia ● Las tropas Tratado Salomón-Lozano ● La apelación colecta nacional ● Las contribuciones por
que defendían el Nororiente ● Primera de Colombia a la Liga de las Naciones y el una sola vez ● El impuesto a la exportación
actitud del Gobierno de Lima ● La actitud Comité de los Tres ● La fórmula del y consumo de algodón ● El impuesto
de las Fuerzas Armadas de Iquitos ● La Comité de los Tres y la actitud del Perú ● sobre los boletos de ingreso a los
resistencia para el acatamiento al El informe del Comité de los Tres y la espectáculos ● La insignia de Defensa
prefecto Oswaldo Hoyos Osores y al resolución de la Liga de las Naciones ● La Nacional ● Nuevas leyes económicas para
coronel Ramos ● La actitud del Gobierno comisión de la Liga de las Naciones ● El la defensa nacional ● El Comité Económico
peruano ● La nota peruana del 30 de nuevo plan militar colombiano ● Nuevos para la Defensa Nacional ● La compra de
setiembre de 1932 ● La propuesta para ir combates en el río Cotuhé ● El combate armamento japonés ● Las requisiciones y
a un procedimiento de conciliación ● La de Güepí ● Fernando Lores Tenazoa ● La los suministros en el territorio de la
misión García Ortiz ● El plan Maúrtua ● La comisión de la Liga de las Naciones y la República ● Las rentas de la International
opinión pública peruana ante el conflicto captura de Güepí por los colombianos ● Petroleum ● Las operaciones con la Caja
● La expedición Vásquez Cobo ● Las Las “modificaciones Lester” ● Las de Depósitos y Consignaciones
EL CONFLICTO CON COLOMBIA Y LA CAMPAÑA
DEL NORORIENTE DE 1932 A ABRIL DE 1933

CAPÍTULO
10
[ ]
l
a eNtreGa de letIcIa a coloMBIa.- La comisión colombiana de límites que llegó a
Iquitos para dar cumplimiento al Tratado Salomón-Lozano encontró toda clase de facilidades.
Celebró tratados con la casa Israel para la provisión de las embarcaciones necesarias, sus víveres
y demás elementos. Tuvo a su servicio la lancha Melita. Los miembros de dicho grupo fueron
declarados huéspedes ilustres de la ciudad por el alcalde Manuel I. Morey.
El 27 de julio de 1930 llegó a Iquitos el barco colombiano Nariño llevando a bordo al coronel
Luis Acevedo T. y a su comitiva para la recepción de los territorios cedidos por el Perú. Hubo,
con motivo de esta visita, varias fiestas sociales. El 31 de julio el coronel Acevedo dio una fiesta
en el Nariño como agradecimiento a las atenciones recibidas.
El 17 de agosto de 1930 el prefecto de Loreto Temístocles Molina Derteano hizo entrega de
los mencionados territorios. Las instalaciones y obras existentes de propiedad pública pertene-
cientes al Perú en la localidad de Leticia fueron valorizadas en 100 mil dólares y pagadas por
Colombia en la época de la Junta de Gobierno de Sánchez Cerro.
Se ha calculado que Leticia tenía entonces unos 300 habitantes, cifra mucho menor de la
que se pretendió señalar durante el conflicto.
A los pocos días de la entrega de Leticia a las autoridades colombianas, Leguía fue derrocado.

vIGIl Y ordoÑeZ.- Según una versión muy difundida, cuando los colombianos, al hacerse
cargo de ese lugar, tomaron como una de sus primeras medidas la de prohibir la circulación de
fichas en la hacienda La Victoria de Enrique A. Vigil y el pago con ellas, se iniciaron las gestiones
para venderla, gestiones en las que participó el coronel Óscar H. Ordóñez; y surgió la campaña
contra el Tratado Salomón-Lozano.
En una carta que el coronel Óscar H. Ordóñez dirigió al ministro colombiano en Lima Fabio
Lozano Torrijos existe el siguiente párrafo: “En cuanto al señor Vigil, una serie de artículos de los
cuales adjunto a Ud. el último, me han hecho ponerme al habla con él; y después de muchas
reflexiones, conviene depositar en mis manos el asunto, para lo cual me ha entregado una
copia de los inventarios remitidos al gobierno de Colombia desde la entrega de Leticia, propo-
niendo la venta de su fundo a La Victoria. Me ha hecho, además, promesa de paralizar esta
campaña que viene haciendo mucho daño a las buenas relaciones de nuestros países” (en
seguida habla del precio que calcula en Lp. 28.903 o sea $ 80.288 colombianos). Y sigue: “Mi
opinión es que mejor sería comprar todo, aunque para ello se hiciera un sacrificio, consiguien-
do determinadas concesiones para el pago. Yo, francamente, sigo considerando cuestión
capital para destruir en gran parte las asperezas, concluir este asunto cuanto antes. Las quejas
del Sr. Vigil, hasta cierto punto justas, contribuyeron a mantener latente esta pasada situación
que es mejor concluir cuanto antes. Este es un consejo amistoso, consecuente con nuestra
entrevista antes de venir a esta. No hay que tomar la cosa desde el punto de vista comercial,
sino de conveniencia internacional en la que no se puede discutir libras más o menos; si Ud.
desea le puedo ayudar en muy buenas condiciones por la influencia que tengo en el Sr. Vigil
para finiquitar este asunto que estoy seguro produciría muy buenos e inmediatos efectos”.

12 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
loS terrItorIoS No eNtreGadoS por coloMBIa.- Colombia transfirió por el tratado la MedIacIÓN
una zona entre los ríos Putumayo y San Miguel, o Sucumbios. Pero esta zona de selva inexplorada de ordÓÑeZ
quedó bloqueada por el territorio poseído por el Ecuador y reconocida por Colombia al Ecuador,
entre la orilla derecha del San Miguel hasta su boca en el Putumayo y la línea geodésica que, en
dirección sudoeste, va a encontrar los divortium aquarum entre el Napo y el Putumayo; línea demar-
cada o amojonada por aquellos países. En el acta suscrita en Iquitos el 14 de marzo de 1930 por los
jefes de la comisión demarcadora aparece la transferencia material del territorio cedido por el Perú;
y, en cambio, hay una simple transferencia al Perú de la soberanía de un territorio al cual este país
no podía tener acceso, es decir una entrega figurada o nominal. De acuerdo con sus títulos, el Perú
poseía la soberanía sobre el limitado territorio aparentemente cedido por Colombia.
Según el punto de vista de algunos autores, la cesión hecha por Colombia al Perú de la zona
antedicha, alejó a Colombia del Oriente ecuatoriano y cortó cualquier apoyo colombiano, militar o
de otra clase a las pretensiones del Ecuador allí. Esa fue, según se dijo, la verdadera ventaja que sacó
el Perú del Tratado Salomón-Lozano.
Fabio Lozano y Lozano, secretario de su padre Fabio Lozano y Torrijos, negociador del tratado
peruano-colombiano, escribió en enero de 1933: “La historia del triángulo de Sucumbios es muy luego de la entrega de
sencilla. Iniciada la negociación del tratado, como queda dicho, en noviembre de 1921, fue solo a leticia a colombia, el 17
fines de enero de 1922, cuando el negociador peruano pidió territorios arriba de la boca del San de agosto de 1930, el
Miguel o Sucumbios que no habían estado en discusión. Era tan nueva y tan extraña esta petición teniente coronel peruano
del Perú, que Colombia se negó a ella por muchos días y la negociación general estuvo a punto de Óscar H. ordóñez (aquí en
romperse. Cedió, por fin, Colombia, como una prueba más de su deseo de avenimiento. Durante el una imagen de 1926)
largo debate de este punto, el negociador colombiano hizo cuestión capital del respeto absoluto dirigió una carta al
de Colombia al derecho del Ecuador derivado del tratado de 1916, de llegar al Putumayo en la ministro colombiano en
desembocadura del San Miguel o Sucumbios, donde la respectiva comisión delimitadora, con lima, Fabio lozano. en
autoridad suficiente, marcó para el Ecuador un espacio de poco más de trescientos metros. El ella expresaba su opinión
negociador peruano declaró siempre que esa interrupción en nada dañaba los propósitos del Perú, sobre la conveniencia de
que eran ceder luego al Ecuador esa porción del territorio –especialmente valiosa para el Ecuador– la venta de la hacienda la
a cambio de compensaciones en otros territorios”. victoria, de propiedad del
Cuando el Coronel Roberto López, jefe peruano de la comisión demarcadora de límites con peruano enrique vigil.
Colombia, se encontró en la margen derecha o sur del río Sucumbios y hasta el río Putumayo con esta se encontraba en el
una cuña que formaba solución de continuidad por la presencia del Ecuador y hasta el río territorio cedido a los
Putumayo con una cuña que formaba solución de continuidad por la presencia del Ecuador en una colombianos y sufría
superficie de poco más de 500 kilómetros cuadrados, puso el hecho en conocimiento de la canci- acoso de las nuevas
llería de Lima por telegrama de 20 de agosto de 1929 y en los oficios de 16 de setiembre y 2 de autoridades. ordóñez se
octubre del mismo año. Pero no hubo entonces ningún reclamo a Colombia, ningún pedido acla- ofrecía incluso a actuar
ratorio, ninguna instrucción a la comisión demarcadora de límites. Tampoco se hizo evidente como mediador en la
muestra alguna de interés en el asunto en los años posteriores a 1929, hasta que se produjo el negociación.
conflicto de Leticia.
El Perú ha reconocido al Ecuador el triángulo de Sucumbios por el protocolo de límites de 29
de enero de 1942.

declaracIoNeS de la JuNta del GeNeral poNce Y de la de SÁNcHeZ cerro


SoBre loS tratadoS INterNacIoNaleS.- La Junta Militar presidida por el general Manuel
María Ponce expresó en el manifiesto que publicó el 25 de agosto de 1930 que “cumpliría estricta-
mente los tratados internacionales que ligan al Perú con los países extranjeros”.
El 28 de agosto, organizada una nueva Junta de Gobierno, su Presidente, el teniente coronel
Luis M. Sánchez Cerro, declaró al corresponsal en Lima de la Associated Press: “Nosotros no reabri-
remos la cuestión de Tacna y Arica, así como no reabriremos ninguna otra cuestión internacional

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 13
arreglada por el ex Presidente señor Augusto B. Leguía. Nosotros miramos tales cuestiones
como hechos cumplidos, pues los arreglos hechos por el anterior Gobierno lo fueron a nombre
del Perú y no a nombre personal de Leguía; nuestro único interés es la reorganización interna
la captura de del país y el aseo de la casa”.
El canciller de la Junta, general Ernesto Montagne, hizo declaraciones coincidentes con este
leticia por un punto de vista, que fueron favorablemente comentadas por el diario La Nación de Buenos Aires
grupo de en un editorial del 30 de agosto de aquel año.
ciudadanos Al reconocer a esa Junta, el Gobierno de Colombia expresó su deseo de desarrollar las rela-
ciones entre ambos países.
peruanos,
origen
inmediato del el pedIdo aprISta SoBre el tratado coN coloMBIa.- La célula parlamentaria
aprista del Congreso Constituyente pidió la revisión del tratado con Colombia; y con fecha 26
conFlicto con de enero de 1932, en una moción suscrita por César Pardo Acosta, Héctor Morey Peña, J. Acosta
colomBia en Cárdenas, G. Bueno, Manuel Seoane, Luis E. Heysen, Carlos Manuel Cox, Pedro E. Muñiz, Luis
Alberto Sánchez y J. Raúl Cáceres, solicitó que, antes de abocarse al estudio de la situación
1932-1933, no Fue creada en el Nororiente, el Congreso acordarse invitar al ministro de Relaciones Exteriores a
un acto concurrir a su seno ”con el objetivo de que haga una exposición amplia acerca de la forma y
impremeditado. condiciones en que se ha dado cumplimiento al referido tratado”. Invocó para ello “la necesidad
de procurar una remedio a la dolorosa situación creada a la región del Oriente y a los intangibles
derechos de la nacionalidad por ese tratado”. Esta moción no fue tomada en cuenta.

laS relacIoNeS eNtre el perÚ Y coloMBIa a prINcIpIoS de 1932.- Según el minis-


tro de Colombia en Lima, Fabio Lozano y Lozano, el Gobierno de este país hizo al del Perú “reite-
radas invitaciones para suscribir sobre las bases más liberales (después del Tratado Salomón-
Lozano) todos los acuerdos de comercio, de aduanas, de comunicaciones, de policía de fronteras,
etc., que mejor contribuyeran al desarrollo armonioso de los intereses comunes en la región
amazónica. Pocas semanas antes del atentado de Leticia, el propio presidente Olaya Herrera repi-
tió estas manifestaciones al Excmo. señor (Enrique) Carrillo (ministro del Perú) en Bogotá".
En marzo de 1932 la cancillería de Lima pidió a la legación de Colombia que se eximiera de
los impuestos de tonelaje y sanidad a los barcos de nacionalidad peruana en la jurisdicción de
los ríos Amazonas y Putumayo correspondientes a ese país. Dicho pedido fue aceptado, con el
agregado de que se permitió la navegación libre de las mencionadas naves. La cancillería
peruana agradeció con fecha 10 de marzo de 1932 en términos cordiales.

el pedIdo loretaNo de revISIÓN del tratado SaloMÓN-loZaNo.- Con fecha 1º


de mayo de 1932 un grupo de peruanos residentes en la zona de Leticia se dirigió al presidente
del Consejo de Ministros para pedir que el Gobierno obtuviese del Congreso Constituyente la
revisión del tratado con Colombia y la ocupación inmediata del pueblo de ese nombre.
Dicha solicitud no recibió la atención de los poderes públicos ni del periodismo capitalino.

loS preparatIvoS para la captura de letIcIa.- La captura de Leticia por un grupo


de ciudadanos peruanos, origen inmediato del conflicto con Colombia en 1932-1933, no fue
un acto impremeditado. Ya desde junio de 1932 se pusieron en contacto el alférez Juan
Francisco La Rosa, comandante de la guarnición que tenía dentro de su jurisdicción las zonas
de Caballococha, Chimbote y Ramón Castilla, y el ingeniero Óscar Ordóñez de la Haza (hijo del

14 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
coronel Ordóñez) para llevarla a cabo. En julio, Ordóñez quiso precipitar los acontecimientos, erNeSto MoNtaGNe
pero La Rosa se opuso en vista de los sucesos políticos que entonces ocurrieron. “Acordamos (1885-1954)
(afirmó La Rosa en un documento fechado en Leticia, Perú, el 3 de setiembre) que el movimien-
to sea netamente civil para no comprometer al país. El suscrito contaba con el pueblo de
Caballococha quien estaba comprometido y con la cooperación de la guarnición militar de
Chimbote formada por elementos netamente loretanos”. Aunque se dijo lo contrario, no hubo
aquí participación activa de los pobladores de Leticia.
El folleto Saber gobernar es saber prever de la editorial clandestina APRA (1932) afirmó que
fueron apristas quienes capturaron Leticia.

la captura de letIcIa.- En la madrugada del 1º de setiembre de 1932, 48 personas, prin-


cipalmente residentes de Caballococha y Chimbote y también, según se dijo, sin que faltara
gente vinculada a Enrique A. Vigil, se apoderaron primero de la hacienda La Victoria y luego del
puerto de Leticia en el río Amazonas, cedido a Colombia desde agosto de 1930 en virtud del
tratado de límites con dicho país. El jefe lejano de este movimiento fue como se ha dicho, el el militar y político
alférez Juan Francisco La Rosa y su ejecutor el ingeniero Óscar Ordóñez de la Haza. Jefes de limeño ingresó a la
grupo fueron Alejandro Gonzales, Romeo Rodríguez, Carlos B. Lozano, Humberto Villacorta y escuela Militar de
Demetrio Sifuentes. Ejercía la autoridad colombiana en dicho pueblo Alfredo Villamil Fajardo, chorrillos en 1902. Hizo
quien fue apresado y luego deportado a Brasil, junto con cinco autoridades más y diecinueve carrera en el ejército y
policías colonos. No solo no hubo derramamiento de sangre, sino que no se registró el más leve tras el golpe de estado a
incidente. Los fondos encontrados fueron entregados escrupulosamente. La guarnición de leguía fue designado
Chimbote apoyó a los autores de este acto de fuerza, que estuvieron armados de carabinas ministro de relaciones
viejas y casi inservibles y con treinta tiros, mientras los colombianos disponían de fusiles máuser exteriores en 1930. luego
y de regular cantidad de munición. asumió la Inspectoría
Había en la región continuos rozamientos entre peruanos y colombianos y se hostilizaba a General del ejército.
aquellos en Leticia. En todo el departamento de Loreto notábase la oposición al tratado que durante su período en el
firmara con Colombia el régimen de Leguía. cargo, se inició el
El general Ernesto Montagne dice en sus Memorias: “Los inesperados acontecimientos pre- conflicto con colombia.
cipitados por individuos irresponsables e incapaces de medir sus consecuencias, pusieron al Montagne se trasladó a
país en una situación peligrosísima ya que la frontera estaba, militarmente hablando, desguar- Iquitos como jefe de
necida y a merced del adversario que, bisoño por ventura, no podía concebir que se le provo- estado mayor del ejército
cara sin tener con qué respaldar, aparte de la natural audacia, tanta osadía”. de operaciones del
En una carta que publicó en El Oriente de Iquitos el 13 de febrero de 1933 Enrique A. Vigil Nororiente el 20 de
narró que él ayudó a organizar la expedición a Leticia y trató de justificar su actitud. Expresó que febrero de 1933.
el presidente Leguía lo había instado a que estableciera una plantación de azúcar en Leticia,
para después tener él que trasladarla a territorio peruano, pues no podía vender azúcar en
Iquitos a causa de las tarifas peruanas aparte de que no había mercado en el territorio colom-
biano que era accesible; y que el Gobierno de Bogotá rehusó comprarle sus propiedades por el
precio que él había demandado. Se llamó a sí mismo la víctima propiciatoria del Tratado
Salomón-Lozano y agregó que nosotros (los peruanos) no tomamos una pulgada de territorio
colombiano pero Colombia se aprovechó de un dictador insano y del vergonzoso gobierno del
Perú para saltar del Caquetá a las puertas de Iquitos sin disparar un tiro, gracias a las maniobras
de su oscura diplomacia y de su audacia megalomaníaca.

laS tropaS Que deFeNdíaN el NororIeNte.- El general Montagne ha recordado en


la obra ya citada cuáles eran las tropas de cobertura de la frontera nororiental lindante con tres
países (Ecuador, Colombia y Brasil) cuando se produjo la captura de Leticia por un grupo de

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 15
peruanos. Ellas no se componían sino de un regimiento de infantería y una sección de artillería
de montaña. El efectivo total de estas dos unidades llegaba a 326 individuos de tropa, de los
cuales 146 estaban distribuidos en diez pequeñas guarniciones de cuatro a veinte hombres y
si la situación un núcleo de 180 en Iquitos.
Esta llamada “división” tenía, aparte de sus reducidos efectivos, escasa eficiencia militar y
del perÚ en el muy limitados elementos técnicos.
oriente era Si la situación del Perú en el Oriente era precaria, mucho peor, resultó, al principio, la de
precaria, mucHo Colombia. Este país carecía de fuerzas militares en la región.

peor resultó, al
principio, la de prIMera actItud del GoBIerNo de lIMa.- Ante las primeras noticias de lo ocurrido,
colomBia. este la cancillería de Lima informó al Gobierno colombiano (parece que de ello no hubo constancia
escrita) que no había tenido nada que ver ni en el planeamiento ni en la ejecución del acto de
país carecía de 1º de setiembre y ofreció su cooperación para un arreglo. Así aparece en la nota del delegado
Fuerzas colombiano Eduardo Santos fechada el 2 de enero de 1933 al secretaria general de la Sociedad
de las Naciones publicada en el League of Nations Official Journal de abril de 1933, parte I, p.545.
militares en la Esta misma versión ha sido reiterada en el Survey of International Affairs para 1933, publicado
región por el Royal Institute of Internacional Affairs de Londres en 1934.
Según Bryce Wood en su libro The United States and Latin American Wars 1932-1942 (Nueva-
York, 1966) Sánchez Cerro le dijo al embajador norteamericano Fred Morris Dearing que se tra-
taba de una maquinación política para crearle problemas al Gobierno, distraer la atención y
preparar el camino para una subversión aprocomunista en Lima. Aquí opinó influido por las
comunicaciones del prefecto de Loreto, teniente coronel Jesús Ugarte. Agregó el Presidente
(prosigue diciendo Bryce Wood) que había manifestado al ministro colombiano su propósito de
cooperar con él en todo lo posible para evitar que el incidente adquiriese proporciones serias.
Solón Polo, alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, contó al mismo embajador
(de acuerdo con la versión del autor norteamericano aquí citado) que el Consejo de Ministros
había decidido sostener el tratado con Colombia, dominar la situación en Iquitos y no poner
obstáculos para que el Gobierno de Bogotá expulsara a quienes se habían apoderado de Leticia.
Sin embargo Bryce Wood cree, con temeridad, que Sánchez Cerro conoció los planes para
capturar este puerto y quiso aprovecharlos en beneficio propio. Esta maliciosa tesis está con-
tradicha por toda la documentación almacenada en el archivo de Sánchez Cerro, de propiedad
de Pedro Ugarteche.

la actItud de laS FuerZaS arMadaS de IQuItoS.- Ante la actitud del pueblo solida-
rizado con lo ocurrido el 1º de setiembre, fue separado por los jefes y oficiales de la guarnición de
Iquitos el prefecto y comandante general teniente coronel Jesús Ugarte, pues se consideró que
tenía una tara moral por haber formado parte de la comisión de límites con Colombia y que había
dado cuenta de lo ocurrido al Gobierno de Lima calificándolo como un movimiento aprocomu-
nista. Asumió la prefectura el comandante de la V Región Isauro Calderón. Este, en unión del jefe
de las fuerzas aéreas José Estremadoyro, el de la flotilla de guerra comandante Tudela, el de la
guardia civil capitán Julio A. Hurtado y el del cuerpo de seguridad Isaac Costa, lanzó el 4 de
setiembre una proclama o manifiesto para apoyar la reintegración de Leticia. Allí se dijo que las
fuerzas armadas peruanas no podían masacrar a sus compatriotas para devolver ese puerto a
Colombia y que, sin precipitar al Perú a una guerra, se podía mantener en poder de Loreto el
territorio en disputa con cauteloso apoyo a los nacionales allí establecidos “hasta que las nego-
ciaciones diplomáticas consigan la revisión del tratado”. “Porque de no hacerse así (agregaron) se
producirá una guerra civil ya que el pueblo de la región oriental está decidido a mantener en

16 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
[1] CAUSAS DEL CONFLICTO.
A inicios de la década
de 1930 el Perú y
Colombia entraron en
conflicto por los
territorios del trapecio
amazónico, ubicado
entre la frontera de
ambos países y el Brasil.
La región era rica en
árboles de caucho, un
recurso natural muy
apreciado en la época.
Muchos caucheros
peruanos, como el de la
imagen (1) se ocupaban
de su explotación. Otro
elemento que hacía
atractiva la zona era el
comercio fluvial. En la
foto inferior (2).
habitantes del lugar
cruzan el río Atacuarí a
bordo del BAP
Cahuapanas, en 1932
poco antes del estallido
del conflicto.

[2]

[ capítulo 10 ] período 8 17
el dIleMa poder del Perú el territorio conquistado, guerra civil precursora de la guerra nacional; y porque el
de Zavala gobierno nacional está capacitado para pedir la revisión del tratado o la decisión plebiscitaria de los
habitantes de Leticia, basados en el incumplimiento de aquél por parte de Colombia".
En esta actitud, aparte de motivos patrióticos y regionalistas o al lado de ellos, hubo, en algún
caso, infiltración aprista y, en otro, resentimiento contra el gobierno de Sánchez Cerro por un cam-
bio de colocación.

la reSISteNcIa para el acataMIeNto al preFecto oSWaldo HoYoS oSoreS Y


al coroNel raMoS.- Se produjo así una situación de rebelión tácita en las fuerzas armadas de
Loreto, estrechamente enlazadas en su comando. Exigieron ellas que fuera aceptado el estado de
cosas creado en Leticia. La enorme resonancia que esta actitud tuvo en la opinión pública de dicho
departamento les sirvió de respaldo. Hombres, mujeres y niños se confundieron allí en lo que
alguien llamó un fanatismo patriótico. Cuando las autoridades de Lima despacharon a un ciudada-
no correcto y distinguido, Oswaldo Hoyos Osores, como prefecto, este encontró dificultades para
el canciller carlos Zavala ser acatado; y solo lo fue ante las seguridades de que obraría conforme al clamor popular. También
loayza, a quien vemos en halló problemas iniciales el coronel Víctor Ramos, nombrado comandante general; los jefes de
la fotografía, ejerció Iquitos intentaron crear una especie de jerarquía autárquica que Sánchez Cerro deshizo no sin
dicho cargo de setiembre algún esfuerzo.
a diciembre de 1932. Es preciso tomar en cuenta todas estas importantes circunstancias para una valoración exacta
durante su gestión se de aquel momento histórico.
pronunció a favor del
tratado Salomón-lozano
y en contra del conflicto la actItud del GoBIerNo peruaNo.- El presidente Sánchez Cerro era militar, era patriota
con colombia. Sin y era adversario del Tratado Salomón-Lozano, obra del régimen de Leguía por él odiado. Cogido de
embargo, era consciente sorpresa por lo ocurrido en Leticia, en donde creyó ver primero, inducido, según ya se ha anotado,
de que respaldar dicha por las versiones que el teniente coronel Ugarte le trasmitiera, una asonada contra su Gobierno, no
posición hubiera podido titubeó luego en apoyar la acción loretana. Lo contrario hubiese sido antipsicológico, antinacional
conducir a una guerra y además hubiese desencadenado, como advirtió la proclama del 4 de setiembre, una guerra civil.
civil en el perú. por ello, Sánchez Cerro habría caído. No tuvo, de hecho, otro camino que seguir.
apoyó la decisión El canciller Carlos Zavala Loayza en una de sus entrevistas con el embajador norteamericano
presidencial de iniciar Dearing le manifestó que la defensa hecha por esta de la santidad de los tratados tenía una lógica
acciones bélicas. aristotélica; pero que él se encontraba frente a necesidades prácticas e inmediatas. Reconoció que
había consistencia y corrección técnica en la posición colombiana pero agregó que el tratado era
inicuo en su esencia y que él, como juez, sabía que la solución acertada estaba en interpretar la
equidad en cada caso; el pueblo peruano era opuesto al tratado y este había sido aprobado por la
presión y por la traición a la patria de Leguía y de Salomón.

la Nota peruaNa del 30 de SetIeMBre de 1932.- La cancillería peruana (previa consulta


informal con algunos ciudadanos prominentes a quienes se consideró que podían dar consejos en
el asunto, si bien entre ellos había quienes no eran partidarios de Sánchez Cerro) asumió una acti-
tud ambivalente. Decidió no dejar de reconocer la validez del tratado de 24 de marzo de 1922 no
obstante sus defectos y las causas de nulidad que (a su juicio) llevaba invívitos, como eran el hecho
de haber sido suscrito secretamente por una dictadura, la falta de consulta a los habitantes cuyo
territorio se transfería y la no entrega de la zona que debía darse en compensación. Al mismo tiem-
po, no quiso desentenderse del clamor del núcleo de compatriotas que alegaba su deseo de volver
a la patria de origen y exigía para ello, con el apoyo de todo Loreto, la revisión del tratado que los
había sacrificado.

18 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
La nota peruana de 30 de setiembre de 1932 expresó: “El Perú no ha violado ni viola el tratado
de 1922. Reconoce en él, a pesar de las particularidades de su elaboración y aprobación, uno de
los vínculos jurídicos que lo unen a Colombia y desea que constituya, principalmente, un vínculo
de paz. Para satisfacer, tanto el carácter jurídico como el propósito de amistad que corresponde a el presidente
un arreglo de esta clase, es preciso considerarlo como un instrumento adaptable, dentro de la
armonía peruano-colombiana, a la naturaleza de las cosas y a las situaciones reveladas por los
[colomBiano]
hechos, siempre que, como en este caso, se hayan producido fuera de la responsabilidad de las enriQue olaYa
partes”. También dijo: “Este suceso, señor Ministro, que ha provocado en el Oriente peruano un Herrera
incontenible movimiento de simpatía, revela la existencia de un estado de cosas como conse-
cuencia de la situación creada por el tratado de 1922, ejecutado formalmente en 1930, que mi
conFesó al
Gobierno invita al de V.E. a considerar amplia y serenamente. No es posible desconocer el hondo emBaJador
sentido y alcance de tales hechos. El procedimiento, aparentemente simple, de la represión vio- JeFFerson
lenta de los sucesos de Leticia, solo provocaría una solución efímera como todas las que reposan
en la fuerza…”. caFFerY Que
Colombia sostenía que había una violación y un desconocimiento unilateral del tratado de ningÚn
1922 en la actitud del Perú al oponerse a que sus connacionales fueran desalojados de Leticia por
la fuerza y al expresar su deseo de procurar una modificación de dicho pacto, “uno de los vínculos
goBierno
jurídicos que lo unen a Colombia”, que sin embargo, había contradicho los derechos tradicionales duraría en su
y la posesión secular del Perú en el Amazonas. país una Hora si
aceptaBa
la propueSta para Ir a uN procedIMIeNto de coNcIlIacIÓN. la MISIÓN participar en la
García ortIZ.- El Perú propuso a Colombia la constitución de una Comisión de Conciliación comisión de
cuyo funcionamiento debería ser provocado por la Comisión Permanente con sede en Washington,
de acuerdo con lo estipulado en el artículo III del tratado de Santiago de Chile del 3 de mayo de conciliación. Él
1923 llamado el Pacto de Gondra con motivo de la Conferencia Internacional Americana; y en el HaBía sido el
artículo I de la Convención Internacional de Washington del 5 de enero de 1929 (nota de la canci-
llería de Lima a la legación de Colombia fechada como ya se anotó el 30 de setiembre y reiterada
canciller en
el 20 de octubre de 1932). De conformidad con lo expresado en las citadas notas, el Perú requirió 1911, cuando se
a la Comisión Permanente de Conciliación Internacional con sede en Washington para que aplica- produJo el
ra los medios previstos en las convenciones indicadas, a la solución de litigio. Nombró como su
comisionado en Washington a Víctor M. Maúrtua quien formalizó su encargo por medio de un comBate de la
memorándum fechado en la ciudad antedicha el 9 de noviembre de 1932. Este documento impre- pedrera,
sionó grandemente a la opinión pública peruana pero no a la internacional.
Colombia rechazó, dos veces, la invitación del Perú. Tampoco tuvo éxito la misión encomenda-
inFortunado
da en Lima al plenipotenciario colombiano Laureano García Ortiz. para las tropas
El presidente Enrique Olaya Herrera confesó al embajador Jefferson Caffery que ningún gobier- de su patria.
no duraría en su país una hora si aceptaba participar en la Comisión de Conciliación. Él había sido
el canciller en 1911, cuando se produjo el combate de la Pedrera, infortunado para las tropas de su
patria. Adoptó la tesis de considerar la situación como problema estrictamente doméstico, un
motín contra las autoridades que solo a ellas tocaba resolver; en su concepto, el Perú debía limitar-
se a dar, frente a los sucesos de Leticia, estricto cumplimiento a la convención de Caracas de 18 de
julio de 1911 sobre conmociones internas y seguridad.

el plaN MaÚrtua.- Víctor M. Maúrtua formuló en diciembre de 1932 un plan para el arreglo
de la cuestión de Leticia con seis puntos que no fueron tomados en cuenta. Ellos fueron: 1) El
Perú reitera su declaración de no haber violado y estar vigente el tratado de límites de 1922.
Colombia y el Perú declaran que el tratado debe ser aplicado y enteramente cumplido. 2) Una

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 19
eNrIQue comisión de delegados civiles, uno peruano y otro colombiano, se constituirá en Leticia y, si lo
olaYa Herrera considera necesario, en Loreto para arreglar, por medios pacíficos de persuasión, el restableci-
(1880-1973) miento del orden y de la legalidad. El Perú se compromete a cooperar lealmente con el más vivo
interés en este resultado. La comisión de apaciguamiento debe realizar sus trabajos en el término
de sesenta días que, por acuerdo de los delegados, puede extenderse por treinta días más. 3) Se
desmilitizarán la región convulsionada colombiana y la región limítrofe, equivalente, peruana.
Una agencia de la comisión permanente vigilará y garantizará la realización de esta medida, la
que debe subsistir hasta después de que terminen las negociaciones o el arbitraje eventual pre-
visto en el artículo siguiente. 4) Inmediatamente después de restablecido el orden, el Perú y
Colombia arbitrarán negociaciones sobre las reclamaciones del Perú relativas a la inaplicabilidad
del tratado en una zona, a su interpretación y a su incumplimiento por Colombia. Si en el térmi-
no de seis meses no hubiese sido posible llegar a ningún acuerdo, ni sobre estos puntos ni sobre
las consecuencias jurídicas de ellos, las partes someterán sus diferencias al arbitraje, conforme a
los artículo 22 a 26 del Acta General para el arreglo pacífico de las disputas internacionales adop-
tadas por la Novena Asamblea de la Liga de las Naciones el 26 de setiembre de 1928. El procedi-
miento arbitral estará de acuerdo con los artículos 60 a 85 de la convención de La Haya de 18 de
el político y diplomático octubre de 1907. Es decir, el arbitraje sería ante el Tribunal de esa ciudad. 5) El Perú y Colombia
colombiano fundó en se obligan a no hacerse la guerra ni emplear la fuerza ni directa ni indirectamente de un Estado
1909 el partido contra el otro en el arreglo de sus diferencias actuales ni de las que surgieran posteriormente por
republicano de su país. cualquier cosa. Todos sus desacuerdos y diferencias serán arreglados por medios pacíficos y
en 1930 fue elegido legales. No podrán modificar en ningún tiempo la frontera establecida por el tratado de límites
presidente de la sino por medios de conciliación y, si no dieran resultados, por decisión de la justicia internacional.
república, tras 45 años 6) El protocolo en que consten los acuerdos de los artículos 4 y 5 será sometido a los respectivos
de gobiernos Congresos y ratificado en el término de sesenta días.
conservadores en Maúrtua fue acusado (según cuenta Bryce Wood) de haber formulado una propuesta ante el
colombia. Su política se funcionario del Departamento de Estado Francis White que este envió al presidente Olaya
caracterizó por ser Herrera, quien la aceptó; sin embargo, transmitió un texto distinto a la cancillería de Lima, de
liberal y gozó de gran acuerdo con lo que descubrió el embajador Dearing.
aceptación popular.
durante su mandato
ocurrió el conflicto con la opINIÓN pÚBlIca peruaNa aNte el coNFlIcto.- La opinión pública peruana inicial-
el perú por el territorio mente acompañó, en su mayoría, al gobierno de Sánchez Cerro en su actitud. Sin embargo,
de leticia. muchos sectores de ella no consideraron que sería inevitable la guerra con Colombia, República
casi desconocida entonces, no obstante las relaciones de vecindad. Hubo quienes confiaron dema-
siado en la mediación del Brasil o en una posible negativa de este país para dejar pasar por el
Amazonas a la expedición Vásquez Cobo. No faltaron los que creyeron que los gobernantes colom-
bianos, carentes de fuerza militar, trepidarían en llegar hasta la ruptura de hostilidades al conven-
cerse de que el Perú, como Estado y como nación, respaldaba enérgicamente los acontecimientos
ocurridos en Leticia. En bastante gente no bien informada existió la subestimación del adversario
grave falla en todo conflicto bélico. Entre los sectores económicamente poderosos, ciertos círculos
bancarios y comerciales fueron, en lo íntimo, opuestos a la guerra.

la eXpedIcIÓN vÁSQueZ coBo.- Profundamente herido el pueblo colombiano en lo que


consideró un asunto de honor nacional, el Gobierno de esa República designó como jefe de la
expedición que debía rescatar Leticia al general Alfredo Vásquez Cobo, reciente candidato a la
presidencia de la República por el Partido Conservador, que estaba en la oposición al régimen
liberal imperante entonces. Desde el 16 de diciembre de 1932 comenzó a concentrarse en Belem
do Pará esta expedición que llegó a constar de más o menos mil hombres en cinco barcos

20 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
armados, dos cañoneras y una escuadrilla de aviones. Estaba destinada a remontar el Amazonas
y desalojar a los ocupantes peruanos de Leticia. El personal era, en gran parte, extranjero.
Colombia adquirió así superioridad militar, naval y en el aire dentro de la zona del conflicto. [ 1933 febrero 15 ]
Además, por las características que tomó aquel momento histórico, resultó ese país con las ven-
tajas de la iniciativa dentro de dicho territorio. el FIN de la
La expedición Vásquez Cobo se movió o se detuvo en el Amazonas según iban, en opinión del MedIacIÓN BraSIleÑa.
Gobierno de Colombia, las gestiones diplomáticas y los vaivenes de la política interna. el miércoles 15 de
febrero de 1933 el
diario el comercio
laS FuerZaS peruaNaS Y la ocupacIÓN de tarapacÁ.- El coronel Víctor Ramos fue publicó un comunicado
nombrado por el Gobierno de Lima, como ya se ha expresado, comandante general de la V Región. oficial del Gobierno
Se autorizó a elevar el efectivo del regimiento Nº 17 (movilización) con el objeto de formar una peruano que informaba
expedición que se determinó Destacamento Putumayo. Según algunas informaciones, los inte- a la opinión pública lo
grantes de él fueron levados por la policía y los elementos materiales con que contó no pasaron de siguiente: “ayer a las
ser sumamente deficientes. Además, estuvo trabado porque se le ordenó no tomar iniciativas para ocho de la noche se
no complicar las negociaciones diplomáticas. recibió en el Ministerio
El 21 de octubre de 1932 fuerzas peruanas ocuparon Tarapacá, en la margen derecha del río de relaciones
Putumayo, junto a la boca del río Cotuhé en otro de los vértices del trapecio cedido a Colombia por exteriores información
el Tratado Salomón-Lozano. Pero la guarnición de este puesto fue muy pequeña para que pudiera oficial de que el
resistir a la expedición colombiana si ella entraba al Putumayo. Gobierno de colombia
También fueron establecidas guarniciones en Puerto Arturo, Güepí, Pantoja y otros lugares. considera terminadas
las gestiones de la
mediación ofrecida por
la MedIacIÓN del BraSIl.- El Gobierno del Brasil por intermedio del canciller Afranio de el Brasil, sin
Mello Franco, redactó y sometió a la consideración de los gobiernos del Perú y Colombia el 30 pronunciarse sobre la
de diciembre de 1932 y el 13 de enero de 1933 una proposición consistente en los siguientes última propuesta
puntos: 1) El Gobierno peruano, aunque nada tuvo que ver con el levantamiento del 1º de peruana que se le
setiembre en Leticia, dará su entero apoyo moral y empleará su influencia persuasiva ante sus había transmitido por
ciudadanos que residen en aquella zona, de modo que el territorio en cuestión pueda ser con- el conducto del
fiado a la guarda del Gobierno brasileño que lo administrará provisoriamente por medio del Gobierno brasileño
delegado o delegado en quienes tenga confianza. 2) Tan pronto como sea posible, las autorida- para que leticia fuera
des brasileñas reintegrarán en sus cargos a las autoridades colombianas depuestas por los insu- confiada a la
rrectos. 3) En compensación, el Gobierno colombiano se compromete, inmediatamente des- administración
pués, a que los delegados de los dos países se reúnan en Río de Janeiro con los técnicos que se provisional del Brasil,
estime necesarios, con el propósito de considerar el Tratado Salomón-Lozano con un amplio por el encargo de los
espíritu de conciliación y buscar una fórmula susceptible de recíproca aceptación que incluirá gobiernos del perú y
medidas económicas, comerciales y culturales que puedan constituir una lazo moral más estre- de colombia, hasta que
cho en forma de un estatuto territorial adecuado a este propósito y peculiar de esa región. La se terminaran las
propuesta fue aprobada por los gobiernos de Estados Unidos, Argentina, Chile y otros Estados negociaciones para
americanos y por los principales de Europa. llegar a un arreglo
Aunque consideraba que la cuestión de Leticia era un asunto de orden interno, el Gobierno directo o para someter
de Colombia aceptó la mediación brasileña, es decir la mediación extranjera. El Perú, por su la cuestión a arbitraje,
parte, también aceptó dicha mediación con la salvedad de que el territorio de Leticia fuese en caso de no poder
administrado por el Brasil hasta el término de las negociaciones de Río de Janeiro; ambos liti- llegarse a arreglos
gantes, el Perú y Colombia, debían dar este encargo al país vecino. Es decir, se negó el regreso directos”.
de las autoridades colombianas al territorio en disputa. Y, a la vez, el Perú se manifestó dispues-
to a que se conviniese en un término perentorio para las negociaciones, no mayor de sesenta
días, y a que se estableciera previamente el recurso al arbitraje general en caso de no poder
llegar a un arreglo directo.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 81 21
El Gobierno de Colombia demoró en dar su respuesta a esta nueva proposición.
El canciller Mello Franco fue acusado de haber presentado a la cancillería de Lima una fórmula
en algo diferente a aquella que Colombia y Estados Unidos entendieron que había elaborado. En
en su propuesta su propuesta de 13 de enero al Perú, Mello Franco no mencionó el retorno de Leticia a Colombia y
agregó que ambos litigantes se reunirían en Río de Janeiro para “discutir acerca del Tratado
de 13 de enero al Salomón-Lozano” lo cual implicaba tácitamente que dicho pacto sería reemplazado por otro.
perÚ, [el El secretario de Estado Henry L. Stimson envió al nuevo canciller peruano José Manzanilla el
canciller 10 de enero de 1933 una nota perentoria para apoyar la mediación brasileña y para instarlo
vigorosamente a que la aceptara; agregó que creía que al tomar esta actitud expresaba el sen-
BrasileÑo] mello timiento de la opinión pública del hemisferio.
Franco no La nota norteamericana causó cólera en Lima; Manzanilla repuso que la tomaría en conside-
mencionó el ración (14 de enero de 1933).
Hubo algunas enmiendas de detalle en la fórmula de Mello Franco hasta en la primera parte
retorno de de febrero, sin que los dos gobiernos litigantes llegaran a ponerse de acuerdo. Mello Franco
leticia a llegó a plantear que, entregada Leticia al Brasil, vinieran las conferencias peruano-colombianas
y que, cualquiera que fuese el resultado de ellas, dicho puerto sería devuelto a Colombia al cabo
colomBia Y de sesenta días; y luego cambió el plazo por “el período más corto posible”.
agregó Quie La mediación brasileña fracasó después de avances de las fuerzas navales colombianas
amBos litigantes sobre Tarapacá y por declaración unilateral del Gobierno de Colombia.

se reunirían en
río de Janeiro la coMuNIcacIÓN de raMoS a vÁSQueZ coBo Y el pacto KelloGG-BrIaNd.-
El comandante general de la V Región coronel Víctor Ramos dirigió el 6 de enero de 1933 al jefe
para ‘discutir de las fuerzas colombianas general Vásquez Cobo una comunicación telegráfica, al tener cono-
acerca del cimiento del ingreso de su expedición al Amazonas. Allí expresó que la división bajo su mando
tratado había esperado confiada una solución pacífica; pero que dicho acto significaba la ruptura de las
hostilidades que había tratado de evitar. “Consecuencia (agregó con arrogancia) he dictado
salomón-lozano’ todas las medidas de carácter militar para impedir la entrada de su expedición a Leticia y garan-
lo cual tizar nuestra seguridad hoya amazónica peruana fin de impedir que intenten actos de hostili-
implicaBa dad contra mis connacionales que legítimamente ocupan Leticia apoyados en avanzados
principios libre determinación”.
tÁcitamente Que Este telegrama fue mencionado por el presidente colombiano Olaya Herrera en una nota
dicHo pacto elevada el 23 de enero a los Estados signatarios del pacto antibélico Kellogg-Briand como prue-
ba de que el Perú lo había violado y estaba empleando la fuerza para apoyar actos ilegales e
sería inexcusables de agresión en el territorio de una nación amiga. Olaya Herrera pidió que se nega-
reemplazado ran al Perú los beneficios provenientes de dicho pacto, que se le llamara la atención de sus
por otro. obligaciones ante él y que se le urgiera para que no lo violase.
El departamento de Estado (que había aconsejado a Olaya Herrera acogerse bajo el Pacto
Kellogg-Briand) promovió, a raíz de esta nota, un movimiento internacional a favor de Colombia.
El Pacto Kellogg-Briand fue suscrito en París el 27 de agosto de 1928 para renunciar a la
guerra como instrumento de política nacional y fue suscrito por este país y también por el Perú.

laS NotaS eNtre MaNZaNIlla Y la caNcIllería de BoGotÁ el 11 Y el 14 de


eNero.- El ministro José Matías Manzanilla recibió de la cancillería de Bogotá un telegrama
directo. Allí dejó constancia de que la ocupación de Leticia y la comunicación dirigida por el
comandante general de la V División de Iquitos al jefe de la expedición colombiana general
Vásquez Cobo y al cónsul general de Colombia en el Belem do Pará eran contrarios al tratado
de límites entre el Perú y Colombia y contra el pacto antibélico Kellogg-Briand. Pidió al Perú el

22 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
[1] LETICIA. El 17 de
agosto de 1930,
según lo acordado
en el Tratado
Salomón-Lozano
firmado en marzo
de 1922, el Perú
cedió a Colombia el
trapecio
amazónico, dentro
de cuyo territorio
se encontraba
ubicado el pueblo
de Leticia (1). Este
hecho motivó la
protesta de gran
parte de sus
habitantes, que
deseaban seguir
perteneciendo a
nuestro país. Las
manifestaciones
contra la presencia
colombiana (2)
fueron frecuentes
antes del estallido
del conflicto entre
ambos países.

[2]

[ capítulo 10 ] período 8 23
retiro de las fuerzas militares del territorio de Colombia a fin de restablecer, sin choque alguno,
las autoridades legítimas e insistió en que en la acción que fuera necesario desarrollar, sus fuer-
zas iban únicamente a recuperar territorio colombiano y a impedir que continuara la escanda-
el 27 de enero el losa situación de violencia creada allí; se proponían evitar con las del Perú salvo que estas se
opusieran. Esperaba que esto último no se produjese, bajo el concepto de que no había dife-
secretario de rencia alguna entre los dos gobiernos en cuanto al título y autoridad legal sobre Leticia. Una vez
estado restablecida la soberanía colombiana en el territorio en conflicto, dicho país reiteraba las segu-
[estadounidense] ridades, ya dadas, de que estaba llano a entrar en una discusión con el más amplio espíritu de
conciliación entre los dos países para un arreglo por negociaciones directas o por los buenos
stimson tomó la oficios de cualquier tercer gobierno por los medios previstos en los tratados vigentes.
actitud Manzanilla reiteró que los sucesos del 1º de setiembre habían sorprendió a su Gobierno
signiFicatiVa de tanto como al de Colombia; insistió en que allí no habían participado soldados ni oficiales del
ejército (lo cual no era totalmente exacto); confesó que las autoridades militares habían tomado
transmitir a la una actitud exclusivamente defensiva con el fin de apoyar a los ocupantes de Leticia frente a los
liga de las preparativos que realizaba Colombia para reducirlos por la violencia; adujo que la flotilla perua-
na no había sido aumentada; desautorizó las notificaciones de la Comandancia de Armas de
naciones el Iquitos a las guarniciones de esa región en el sentido de que usaría la fuerza para defender
teXto de su nota Leticia; sostuvo una vez más que, reconociendo la validez del tratado de 1922, su Gobierno solo
del 25 al perÚ. quería la modificación de la línea de frontera allí establecida, para lo cual ofrecía adecuadas
compensaciones territoriales.
Fue la primera
ocasión en Que
el goBierno de prIMera INterveNcIÓN de la lIGa de laS NacIoNeS.- El 14 de enero de 1933, ante
un memorándum de Colombia fechado el 2 de enero, Eamo De Valera, presidente interino del
estados unidos Consejo de la Liga de las Naciones, pidió informes sobre los puntos de vista del Gobierno perua-
se comunicó no y expresó su convicción “de que el Perú, como miembro de la Liga de las Naciones y hasta
hace tres meses, miembro del Consejo de la misma se abstendrá de cualquier acto que no esté
directamente en estricta conformidad con el Pacto de la Liga”.
con la liga en Análoga advertencia hizo Colombia; pero el canciller de esa República, Roberto Urdaneta
relación con un Arbeláez, manifestó que en la acción que iba a intentar su gobierno para restablecer el orden sub-
vertido en Leticia nada había que contrariarse la letra o el espíritu del pacto. “ Un grupo de sedicio-
asunto Que caía sos nacionalidad peruana (agregó) desconoció y despojó autoridades legítimas en población
dentro de la Leticia; ningún país ha discutido ni puesto en duda nacionalidad colombiana de dicho puerto y el
Perú acepta expresamente nuestra soberanía sobre él al afirmar, como afirmó reiteradamente, no
órBita de la desconoce tratado límites entre Colombia y Perú. El solo propósito que abriga nuestro gobierno en
doctrina una porción indisputada del territorio colombiano y las fuerzas que van a cumplir deber primordial
monroe. de este Gobierno solo debe emplear rutas a cuyo tránsito tienen pleno derecho en virtud de trata-
do público y por propia jurisdicción. Ningún intento de agresión a país o Gobierno alguno llevan
fuerzas colombianas que van a ejercer su derecho dentro del propio territorio y lo harán sin turbar
en lo más mínimo la paz internacional si Gobierno Perú no intenta impedir por la fuerza uso legíti-
mo del derecho. En caso contrario, si se vieran nuestras fuerzas obligadas a repeler una injusta
agresión, sería el agresor quien vendría violar pacto Liga y no Colombia”.
El canciller peruano José Matías Manzanilla, en su cablegrama del 16 de enero, llamó la
atención de la Liga acerca de que considerables fuerzas navales colombianas pretendían avan-
zar sobre Leticia cuando estaba en curso la mediación del Brasil, insistió en que la actitud perua-
naera defensiva, no así la del contrincante y agregó: “Mi Gobierno no desconoce tratado vigen-
te con Colombia, desea solamente su modificación, en parte resulta impracticable. Estando
dispuesto hacer compensaciones territoriales adecuadas para facilitar reparación graves injusti-
cias y consolidar así amistad secular hacia Colombia”. Y en respuesta a la transcripción que de

24 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Ginebra se le hizo de la comunicación cablegráfica de Urdaneta Arbeláez, insistió en que la
nacionalidad de los habitantes de Leticia era peruana y en que reclamaban el derecho de con-
servarla como tal “por lo cual, sin desconocer tratado vigente, mi Gobierno no puede sustraerse [ 1933 febrero 15 ]
obligación amparar nacionales amenazados sometimiento violento”. Insistió en las intenciones
agresivas de Colombia “contra indefensos”. “Perú pide negociar, discutir y acordar con Colombia el coMBate de
un arreglo amistoso. Gobierno colombiano niégase a ello y como única solución manda expe- tarapacÁ. en la
dición militar contra peruanos Leticia. El Perú evidentemente no es el agresor “. edición de la tarde del
15 de febrero de 1933,
el diario el comercio
la Nota del SecretarIo de eStado StIMSoN el 25 de eNero al perÚ.- El 25 de informó sobre el
enero de 1933, el secretario de Estado Henry L. Stimson, previa consulta con representantes de combate sostenido en
las grandes potencias, mandó otra severa nota al canciller peruano. Después de hacer un resu- octubre de 1932 entre
men de los sucesos materia del conflicto, expresó que, como el Gobierno de dicho país había militares peruanos y
manifestado la intención de respetar el tratado peruano-colombiano de 1922 y el Pacto Kellogg- colombianos en la zona
Briand, “la solución de esta dificultad será encontrada por su Gobierno urgiendo a los individuos de tarapacá, en el
peruanos que ahora usurpan su autoridad en Leticia y que el Gobierno peruano reconoce como oriente peruano. la
colombiano, que no deben oponerse a un pacifico restablecimiento de la autoridad colombiana información oficial
allí. Desarrolló este punto de vista en relación con lo ocurrido y con lo estipulado por el Pacto decía: “cinco buques
Briand-Kellogg; en él las altas partes contratantes convinieron en que la solución o arreglo de colombianos, apoyados
todas las disputas o conflictos de cualquier naturaleza que sean, solo pueden ser tratadas por por dos hidroaviones,
medios pacíficos. Terminó reproduciendo la proposición del Brasil para solicitar que el Perú atacaron en las
aceptase respondiendo a los compromisos contraídos al suscribir no solo el tratado de París sino primeras horas de la
también la resolución de la 6ª Conferencia de Estados Americanos de 1928 en oposición a las mañana. el bombardeo
agresiones y la declaración de 3 de agosto de 1933 con otras dieciocho naciones del mismo duró 50 minutos. las
continente contra el uso de la fuerza, en relación con el litigio boliviano-paraguayo. baterías y los aviones
El 27 de enero el secretario de Estado Stimson tomó la actitud significativa de transmitir a la peruanos rechazaron a
Liga de las Naciones el texto de su nota del 25 al Perú. Fue la primera ocasión en que el Gobierno los asaltantes, que
de Estados Unidos se comunicó directamente con liga en relación con un asunto que caía den- buscaron refugio en
tro de la órbita de la doctrina Monroe. Apareció como una prueba de cooperación entre Ginebra aguas brasileñas. los
y Washington que evitaba la reproducción del estado de cosas surgido con motivo de la dispu- soldados peruanos, con
ta sobre el Chaco, en que Bolivia y Paraguay habían resistido los esfuerzos para cortar el choque valor y decisión,
armado, poniendo una entidad mediadora, contra otra. consiguieron el triunfo
El canciller José Matías Manzanilla en una extensa nota fechada el 27 de enero de 1933 hizo definitivo en esta
ante el secretario de Estado la recapitulación de la tesis peruana: expresó que aún no había sido primera etapa de la
comunicada la respuesta brasileña a la modificación propuesta a la segunda de las bases de la lucha no provocada
mediación y a la aclaración pedida para la tercera; y reiteró que “en ningún momento y por nin- por ellos, dice el
gún motivo hemos contemplado ni siquiera como remota posibilidad la adquisición grande o prefecto Hoyos
pequeña de territorio alguno por medio de ocupación o conquista por la fuerza de las armas. Lo osores”.
que sí desea, serenamente pero con firmeza, mi Gobierno es la rectificación de la frontera
colombiano-peruana yendo a la revisión del Tratado Salomón-Lozano tanto por impracticable
como también por incumplimiento del tratado por parte de Colombia”.
En otra nota de la Secretaría de Estado del 31 de enero, el Perú fue conminado a aceptar sin
modificación la fórmula de la mediación del Brasil. La respuesta de Manzanilla, fechada el mismo día,
fue que aceptaba la primera y tercera bases de dicha mediación y en cuanto a la segunda, Leticia
debía permanecer entregada a la administración del Brasil durante las negociaciones no solo por
encargo del Perú sino también por el de Colombia. Agregó que proponía el arbitraje general.
El 14 de febrero Colombia notificó oficialmente que daba por concluida la mediación brasi-
leña. Esta información fue recibida por la cancillería peruana después de la noticia del ultimátum
y del ataque a Tarapacá.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 25
laS GeStIoNeS para Que el perÚ cuMplIera coN laS oBlIGacIoNeS del
pacto KelloGG-BrIaNd.- El secretario de Estado Stimson llegó a movilizar a los signata-
rios del Pacto Kellogg-Briand. Guatemala se dirigió al Perú recordándole las obligaciones a él
en leticia se inherentes. Ecuador, Honduras y Panamá tomaron análoga actitud. Varios países (Chile, Costa
Rica, la República Dominicana, Haití, Nicaragua, Paraguay y Venezuela) lo urgieron para que
Hicieron aceptase la mediación brasileña. Stimson insistió en que invocaran el Pacto Kellogg-Briand. La
traBaJos de mayoría de los países antedichos así lo hicieron; pero Chile se negó. Los cancilleres Miguel
trincHeras Y Cruchaga Tocornal (chileno) y Carlos Saavedra Lamas (argentino), reunidos en Mendoza, cable-
grafiaron a Lima para insistir en la aceptación de la fórmula brasileña. Francia, Alemania,
Fueron Inglaterra e Italia cumplieron con la sugerencia de Stimson. El Japón se abstuvo.
concentrados
unos mil
el caBle de la lIGa de laS NacIoNeS el 26 de eNero.- El Perú pidió la Liga de las
HomBres de Naciones que detuviera a la flotilla colombiana reunida para recuperar Leticia y el Consejo de
inFantría, dicha entidad estudió los documentos que le fueron sometidos, entre ellos el telegrama del can-
ciller Urdaneta a Manzanilla el 11 de enero y la respuesta de este el 14 de enero; y, por acuerdo
artillería, unánime, el presidente del Consejo, barón Pompeo de Aloisi, envió a Lima un cablegrama en que
zapadores Y decía: “Cree de su obligación llamar la atención del Gobierno peruano sobre el hecho de que es
marina. tamBiÉn obligación del Perú, como miembro de la Liga, de abstenerse de cualquier intervención por la
fuerza en territorio colombiano y de asegurarse de que todas las instrucciones necesarias sean
se diJo Que la impartidas a los jefes peruanos correspondientes para los efectos de que las fuerzas militares del
marina tuVo a Perú no emprenderán acción que no sea en defensa del territorio peruano y no estorben a las
autoridades colombianas en el ejercicio de su plena soberanía y jurisdicción en el territorio reco-
su cargo la nocido por el tratado como perteneciente a Colombia.” El consejo expresó su esperanza de que,
loBor de al proceder a restaurar el orden, las autoridades colombianas emplearían toda la clemencia posi-
colocar minas Y ble y limitarían su acción estrictamente a la conservación del orden en su propio territorio.

torpedos de
Fondo. el FruStrado plaN BrItÁNIco.- El Gobierno inglés llego a formular un plan propio para
arreglar el litigio. Según él Leticia sería administrada por Brasil durante cuatro meses; si dentro de
dos meses el Perú y Colombia no llegaban a un acuerdo la disputa sería entregada a una comisión
integrada por representantes del Brasil, Estados Unidos y Gran Bretaña, la cual decidiría si Leticia
era para el Perú o para Colombia. Manzanilla hizo saber al ministro inglés en Lima que su país
aceptaría esta fórmula. Pero Stimson la vetó con gran energía. Venía a ser, a su juicio, una errada
interpretación de la propuesta de Mello Franco. Como Leticia era puerto colombiano de acuerdo
con el tratado de 1922, había aquí en su concepto un premio a la captura de territorio por la fuer-
za y una negación del principio de la santidad de los tratados. Además, los vitales intereses de
Colombia resultaban olvidados y se creaba un conflicto con las negociaciones abiertas por Mello
Franco. Stimson pidió al Gobierno inglés que insistiera ante el peruano sobre sus obligaciones
según el Pacto Kellogg y sobre la conveniencia de que aceptase la verdadera propuesta brasileña.
En vista de la resuelta actitud de Estados Unidos, Inglaterra no insistió.

el cHoQue de puerto MelÉNdeZ.- Una pequeña patrulla peruana del puesto de vigilancia
de Puerto Meléndez en el río Putumayo tuvo encuentro con soldados de un puesto colombiano el
29 de enero cuando, en el deseo de coger monos, algunos soldados se internaron demasiado en la
selva. A esta acción se le dio nombre de “Combate de Puerto Meléndez” y como allí murió el sargen-
to colombiano Leguizamo, se le erigió en su patria un monumento como héroe de la guerra con el
Perú. Se trató de un acontecimiento fortuito, ajeno a las disposiciones de los comandos,

26 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
el MaNGuarÉ.-En esta oportunidad y en otras durante la misma época se pusieron en comu- el “MaNGuarÉ”
nicación el pueblo de vigilancia en Puerto Meléndez y el puesto de comando de Puerto Arturo eN la Guerra
por medio de los llamados manguaramas. Se trata de un sistema de transmisión del sonido por coN coloMBIa
percusión de un mazo de caucho sobre un tronco de árbol ahuecado, mediante el empleo del
alfabeto morse u otra clave para evitar que el enemigo la descifre.
El teniente Enrique Pereira Vela publicó en 1958 el trabajo titulado El manguaré en la gue-
rra con Colombia y allí describe esos casos concretos en que este sistema fue empleado en
1933.

la deFeNSa de letIcIa.- Los colombianos quedaron, como ya se ha expresado, con las


ventajas de la iniciativa y con facultad para escoger libremente el lugar donde debían atacar. El
coronel Víctor Ramos, comandante de las fuerzas peruanas, manifestó públicamente en 1934
que tuvo muchas dificultades no solo por la naturaleza de la región sino también por la falta de
elementos (hombres, armas, equipo, medicinas y dinero).
En Leticia se hicieron trabajos de trincheras y fueron concentrados unos mil hombres de infan-
tería, artillería, zapadores y marina. También se dijo que la marina tuvo a su cargo la labor de esta obra de enrique
colocar minas y torpedos de fondo. Pero esta información oficial hállase desmentida por unas pereira vela fue
declaraciones del coronel Víctor Ramos al diario La Noche de Lima el 4 de julio de 1934, cuando publicada en 1958. en ella
ya se había producido su polémica con el general Fernando Sarmiento sobre las operaciones se reveló de qué manera
militares en el Nororiente. Dijo Ramos: “Hice desenterrar unos viejos cañones Krupp del año 94 se comunicaban entre sí
ya inservibles y los coloqué en Leticia. Con latas vacías de gasolina hice ‘minar’ el río. Como usted las guarniciones ubicadas
comprende, todo eso no era sino aparato porque ni los cañones servían ni las latas eran minas. en puerto Meléndez y en
Fui aún más lejos. Para dar fuerza a mi táctica, oficié a la guarnición brasileña indicándole que puerto arturo, durante el
cuando quisieran traficar por el río, debían solicitar los servicios de un práctico para que no conflicto con colombia.
fueran víctimas de las minas”. refiere pereira que
En una “Exposición de los procedimientos empleados y de los conocimientos realizados utilizaban un sistema de
durante la campaña contra Colombia del 1º de setiembre al 14 de febrero” que circuló en 1934 sonidos emitidos por un
y que fue atribuido con fundamento al coronel Víctor Ramos, léase: “Si los colombianos hubieran instrumento llamado
tenido dirección y hubiesen tomado la decisión de atacar Leticia los últimos días de enero, esta "manguaré", que consistía
plaza tal vez habría caído en poder del enemigo; Leticia habría sido seguramente una tumba de de un tronco ahuecado y
valiente, pues por mucho que hubiera sido el valor de sus defensores, no hubiesen podido se tocaba con ayuda de
resistir al ataque del enemigo, sobre todo si se considera que nuestra infantería tenía muy poca un mazo de caucho.
munición y la artillería solo tenía munición para combatir treinta minutos”.

la captura de tarapacÁ por loS coloMBIaNoS.- Pero Vásquez Cobo no atacó


Leticia (lo cual le valió, más tarde, acerbas crítica en su patria). Una versión es que el presiden-
te Enrique Olaya Herrera (después de tratar de demorar el avance de la expedición lo más
posible con la esperanza de que se llegara a una fórmula de paz) quiso ocupar un punto
estratégico que el Tratado Salomón-Lozano otorgara a Colombia en el trapecio y dejar el
asunto de Leticia para que lo tomase a su cargo la opinión pública internacional. Otra tesis es
la de que Vásquez Cobo se impresionó por las noticias que recibió acerca del sistema de
defensa de minas o torpedos de fondo en la zona frente a Leticia y Ramón Castilla. Prefirió
entre un combate decisivo de resultados dudosos y el ataque seguro a un lugar sin defensa
apropiada, esto último, por lo cual su decisión ha sido calificada de salida política. La flotilla
colombiana (cuya fuerza ha sido calculada en tres cañoneras, dos transportes armados llama-
dos también cruceros, una cuadrilla de aviones de caza o una de bombardeo con un total de
unos mil hombres) viró el río Amazonas hacia el Putumayo, avanzó por este y se dirigió al
puesto de Tarapacá, punto clave de la navegación Putumayo-Amazonas. Mientras que el

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 27
[1]

[2]

LA TOMA DE LETICIA. El 1ºo de setiembre de 1932, un grupo de civiles que se oponían a la cesión del trapecio amazónico a
Colombia tomó Leticia, desconociendo el Tratado Salomón-Lozano de 1922. Las fuerzas armadas de la región apoyaron
la acción, y el gobierno la secundó poco después. Aquí vemos el local que ocupó la guarnición militar peruana en
Leticia (1) y a un grupo de reservistas desfilando en el hipódromo de Santa Beatriz, en Lima, en abril de 1933 (2). Unos
30 mil soldados se preparaban para dirigirse a la zona de conflicto, cuando se produjo el asesinato del presidente
Sánchez Cerro.

28 período 8 [ capítulo 10 ]
comando peruano había concentrado elementos y personal en el sector Leticia Ramón el relato
Castilla con instrucciones de mantenerlo “cueste lo que le cueste y hasta el último sacrificio” de SarMIeNto
solo tenía poco menos de cien hombres en Tarapacá.
El 14 de febrero en la mañana envió Vásquez Cobo una notificación a los defensores de este lugar
como si ellos fuesen unos revolucionarios. El jefe, teniente Gonzalo Días Rojas, aclaró que él era un
oficial del ejército peruano al mando de sus tropas y pidió dos días para contestar, pues hallábase lejos
de sus superiores, agregando que, en todo caso, ellas no dispararían primero. Sin embargo, ese día,
poco después, tres aviones peruanos que empezaron a arrojar bombas sobre el barco colombiano
Córdoba cuando este aún se hallaba en aguas brasileñas. Este tanque implicó el que hicieran los pri-
mero disparos “oficiales” en la contienda. La artillería del Córdoba respondió al ataque y poco después
tres aviones colombianos despegaron. El combate aéreo terminó sin consecuencias.
Los cruceros Córdoba y Nariño con el resto de la cuadrilla pasaron la línea fronteriza y en la
tarde del mismo día entraron en aguas del río Putumayo que eran colombianas según el Tratado
Salomón-Lozano. Aquella noche la pasaron en la preparación del ataque combinando de la
escuadrilla aérea y la fluvial sobre Tarapacá.
El 15 de febrero, en la mañana temprano, empezaron los cruceros el fuego de artillería. Poco el 29 de junio de 1934, el
después entró en acción la escuadrilla aérea colombiana, mientras los cruceros avanzaban len- diario el comercio
tamente. Después de una hora de bombardeo seguido fueron dominados los reductos de la publicó el relato del
orilla del río, se produjo el desembarco y Cerro Tarapacá llegó a ser capturado más o menos a las general peruano
nueve de la mañana, sin resistencia. Fernando Sarmiento (en
Acompañaban al teniente Díaz Rojas (hombre demasiado viejo para el grado que tenía, la imagen) sobre la
según el general Sarmiento) 94 hombres. Estas fuerzas estaban incomunicadas del comando de campaña del Nororiente.
Leticia y no tenían apoyo inmediato de él; la distancia era de más de 160 kilómetro por agua o allí afirmó que una de
por tierra y más de 20 minutos de vuelo. Había, entre ellos, muchos enfermos y no tenían médi- las causas de la derrota
co y los que hallábanse graves contagiaban a sus compañeros. Los alimentos que les quedaban, de nuestro país fue que
estaban en gran parte malogrados por el tempo de almacenaje en la lancha Estefita. Los anticua- las tropas peruanas
dos cañones peruanos no alcanzaban a las embarcaciones colombianas, mientras estas podían acantonadas en puerto
dañar a sus adversarios. arturo se movilizaron
El coronel Víctor Ramos, en sus declaraciones al diario La Noche del 4 de julio de 1934 antes tardíamente, luego de
citadas, expresó:”Debo advertir que el Ministro de Guerra que sostuvo en el Oriente días antes cinco meses de conflicto.
de la caída de Tarapacá, me había indicado que debíamos hacer resistencia alguna en ese lugar; también criticó que, a
y que solo después de tenaces discusiones pude conseguir que me permitiera mantener esa pesar de conocerse las
ridícula guarnición”. Pero para lo que pasó, hubiera sido mejor que se cumplieran las indicaciones intenciones bélicas del
del ministro, coronel Antonio Beingolea. país vecino, no se
En la publicación sobre la campaña del Nororiente que hizo el general Fernando Sarmiento hubiera tenido la
en El Comercio el 29 de junio de 1934, dijo: “Para defender Tarapacá, tal vez hubiera bastado tras- precaución de reforzar
ladar allá la mayor parte de la guarnición de Puerto Arturo. No nos corresponde explicar las los puestos peruanos,
razones que hubo para que, después de cinco largos meses de haberse iniciado el conflicto, que, debido a esa falta
existiendo en nuestras fronteras buen número de tropas con su respectivo comando a quien el de previsión, fueron
enemigo no había estorbado y preparándose este a la vista de todo el mundo para atacarnos, rápidamente tomados
ese comandado se dejara sorprender en forma desastrosa con un ataque que estaba y tenía que por los colombianos.
estar previsto porque viniendo del lado del Amazonas, solo podía hacerse por Tarapacá o por
Leticia, únicas vías posibles para llegar a nuestro Oriente y bajando de Colombia solo por Güepí“.
El coronel Ramos aseveró en una “Primera contestación al general Sarmiento” (1º de julio de
1934): “Tarapacá se perdió porque se negó lo necesario para su defensa. Sin embargo, la falta de
valor moral ha hecho que se atribuya a mí la responsabilidad, la que si fuera mía realmente yo
tendría el valor de declararlo… Si a esto se agrega que la pequeña guarnición era, en su mayoría,
de reclutas y mandados por un teniente recomendando exclusivamente del Gobierno, los resul-
tados tenían que ser fatales”.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 29
la verSIÓN Mientras que los defensores de Leticia había recibido, como ya se ha dicho, instrucciones de
de cavero resistir hasta lo último, las del teniente Díaz Rojas lo autorizaron para que, si el enemigo tenía
superioridad numérica (y esto, cabe agregar, era lo más probable) y en caso de fracaso, se inter-
nara por el Cotuhé en busca de enlace con Leticia. Díaz Rojas ordenó la retirada de la tropa y la
inutilización del material de artillería en vista de que su transporte hubiese sido muy difícil (los
colombianos capturaron dos cañones Krupp y algunas municiones). Cincuenta y seis hombres
marcharon por tierra con el teniente Díaz Rojas y 36 hombres con el subteniente Antonio
Cavero y el alférez César Linares en la lancha Estefita por el Cotuhé. Desde el día del ataque
enemigo se había producido la incomunicación radiotelegráfica de quienes habían defendido
Tarapacá; pero en la lancha Estefita se logró reparar el aparato de radio el 16 de febrero e infor-
mar al comando de Leticia e Iquitos lo ocurrido.
La marcha del teniente Díaz Rojas con sus 56 soldados duró diez días sin llevar alimentos y
sin que se supiera nada de ellos hasta que llegaron el 24 de febrero aguas abajo del llamado
Tambo del Indio Noé en el río Cotuhé. La retirada, según un punto de vista favorable a Díaz
Rojas, evitó un sacrificio inútil de su tropa y la pérdida del material de guerra y de la lancha
el subteniente antonio Estefita, donde estaban depositados pertrechos de toda clase para las tropas, así como combus-
cavero Mariátegui (en la tible y carburantes para los reabastecimientos de la aviación. También impidió que el enemigo
imagen) respondió a las tuviese libertad por el Cotuhé.
afirmaciones del general
Fernando Sarmiento en
una carta que fue loS coMBateS eN el río cotuHÉ.- Los colombianos pretendieron efectuar la captura o
publicada el 30 de junio destrucción de la Estefita y el aniquilamiento de las tropas que se habían retirado de Tarapacá
de 1934 por el diario el pero no lo consiguieron; y atribuyeron dicho fracaso al poder de los repetidos ataques aéreos
comercio. en ella, peruanos, a la imposibilidad del empleo de las tropas en el estrecho canal del río y a otros fac-
defendió su actuación tores. El subteniente Antonio Cavero Mariátegui se jactó (en una carta a El Comercio el 30 de
durante el conflicto y junio de 1934 en contestación al general Sarmiento) de que, con el destacamento de su mando,
afirmó que gracias a él y rechazó valerosa y victoriosamente el 17 de marzo de 1933 a la cañonera colombiana Pichincha
a sus subalternos se que tenía por misión remontar el Cotuhé para apresar a la Estefita “que salvé por segunda vez
impidió que la cañonera porque la primera la salvé en el encuentro mismo de Tarapacá”.
colombiana pichincha
apresara a la
embarcación peruana el JuIcIo a díaZ roJaS.- Sometido a juicio por abandono de puesto frente al enemigo y
estefita, el 17 de marzo por el abandono de armas y el material de guerra, el teniente Días Rojas fue sentenciado a seis
de 1933. Señaló, además, años de penitenciaría y falleció por las complicaciones de su enfermedad adquirida en Tarapacá
que no era la primera y desarrollada durante su marcha a la selva sin alimentos ni asistencia médica. El Consejo de
vez que salvaba a esta Oficiales Generales, con fecha de 28 de noviembre de 1934, declaró a los oficiales de la guarni-
embarcación, pues lo ción de Tarapacá inocentes de los delitos militares imputados a ellos.
había hecho también en
el combate de tarapacá,
al inicio del conflicto loS coMBateS aÉreoS.- Hubo en los dos días siguientes a la toma de Tarapacá tiroteos fluviales
con colombia. y aéreos en los puestos avanzados del servicio peruano de cobertura del río Cotuhé. Una escuadrilla
de aviones peruanos ametralló el 19 de febrero las posiciones y los barcos del adversario en el pues-
to de Tarapacá. Otro combate con aviones colombianos tuvo lugar el 20 de febrero.

caMBIoS eN el coMaNdo peruaNo. la aYuda a laS FuerZaS del orIeNte.- El 20


de febrero de 1933 fue creado el teatro de operaciones del Nororiente y fue nombrado comandan-
te jefe de las fuerzas de ese teatro de operaciones (Loreto, Amazonas y San Martín) el general
Fernando Sarmiento y el jefe de Estado Mayor de ese ejército el coronel Ernesto Montagne.

30 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Ese comando (cuyo lema fue “Todos y todo por la Patria”) se vio constreñido en su acción (como
el que le había precedido) por las instrucciones de la cancillería en el sentido de que “no caben otras
actitudes que las meramente defensivas… con prescindencia de toda acción agresiva o invasora”. [ 1933 febrero 17 ]
Por su parte, el ministro de Marina y Aviación, desde los últimos meses de 1932 había aduci-
do razones económicas y técnicas para no enviar el B.A.P. Lima, el Rodríguez o cualquier otra la proteSta al
unidad de guerra que el comando de las fuerzas fluviales del Nororiente, en reiteradas comuni- GoBIerNo del BraSIl.
caciones, había pedido, con el fin de asegurar el predominio peruano en la navegación en el en la edición del 17 de
Amazonas y en el Putumayo. El suministro de armamento, equipo y medicinas, aunque mejoró febrero de 1933, el
en relación con los primeros meses, tuvo deficiencias, sea por los problemas de la distancia, por diario el comercio
estrecheces económicas, por fallas en dichos materiales, o por otros factores. Una versión muy publicó lo siguiente en
difundida afirma que se concentraban las mejores armas en Lima para defender, en caso nece- su columna de opinión
sario, a Sánchez Cerro y su Gobierno. “el día”: “Nuestro
ministro de relaciones
la lIGa de laS NacIoNeS Y la toMa de tarapacÁ.- Sean Lester, presidente del exteriores, doctor
Comité especial del Consejo de la Liga de las Naciones, pidió el 16 de febrero al Gobierno perua- Manzanilla, se ha visto
no datos sobre los combates que tenían lugar en el territorio colombiano. Manzanilla, en cable- precisado en dirigir al
grama del mismo día, afirmó que se trataba de “agresión fuerzas colombianas contra ocupantes Gobierno del Brasil
peruanos de Tarapacá". Recapituló los puntos de vista de su Gobierno y agregó que ellos “limi- enérgica protesta por
táronse defender sus posiciones contra fuerza colombianas venidas especialmente para agredir- la violación de la
los en número y condiciones evidencian propósito deliberado agresión. Denunciamos por tanto neutralidad brasileña
el hecho a la Liga Naciones para efectos del pacto”. realizada
Lester contestó el 17 de febrero: “Sin embargo, en vista de que Tarapacá forma parte del persistentemente por
territorio colombiano, el Comité encuentra difícil comprender que hayan puestos militares las fuerzas agresoras
peruanos que están establecidos en esa localidad”. colombianas. Ha
Manzanilla repuso que “Tarapacá no era puesto militar propiamente dicho” sino un lugar que quedado comprobado,
siempre perteneció al Perú, “ocupado por peruanos en movimiento espontáneo de reintegra- en efecto, que la
ción nacional”. escuadrilla y los
hidroplanos de
colombia inician sus
el BocHorNoSo ataQue a la leGacIÓN de coloMBIa.- Las relaciones diplomáticas incursiones contra las
entre Perú y Colombia fueron rotas por este país después del combate de Tarapacá. Un grupo posesiones peruanas
de exaltados atacó y saqueó el 18 de febrero la legación de Colombia en Barranco. Fue un hecho desde aguas brasileñas,
bochornoso. La escasa policía de aquel distrito fue impotente para contener los desmanes. Ellos y luego que el combate
cogieron desprevenidas a las autoridades. No hubo intervención dolosa del Gobierno que nada se traba buscan amparo
podía ganar con este escándalo. En la turba no aparecieron elementos políticamente vinculados y refugio en esas
a directivas sanchezcerristas y, más bien, actuaron tal vez elementos de la oposición. mismas aguas”.
El ministro colombiano Fabio Lozano y Lozano (hijo del signatario del tratado) se había exhi-
bido en aquellos días con gran asiduidad en lugares públicos, se había negado a quitar de su
casa el escudo de la legación a pesar de que ella había concluido sus labores y habíase opuesto,
asimismo, a viajar en avión a Bogotá alegando que prefería esperar un barco. El cuerpo diplomá-
tico residente en Lima no tomó una actitud demasiado enérgica frente al atentado.
Un cable de la United Press informó que el asalto fue presenciado por el canciller José Matías
Manzanilla y por el premier y ministro del Gobierno Julio Chávez Cabello, quienes nada hicieron
para contenerlo. El representante independiente Víctor J. Guevara desmintió esta última noticia
en la sesión del Congreso Constituyente del 10 de marzo de 1933.

la MaNIFeStacIÓN del 20 de FeBrero.- El 20 de febrero se realizó una gran manifes-


tación patriótica en Lima organizada por la Municipalidad. El alcalde José Manuel García

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 31
cHÁveZ caBello Bedoya declaró que “Leticia es y será siempre peruana”. Al terminar este comicio, un grupo
Y el caBle de salió por la Plaza de Armas pidiendo amnistía. Sonaron algunos tiros, según la versión oficial
uNIted preSS por obra de los manifestantes; según otra versión hubo culpa de la policía. Algunos hombres
del pueblo fueron muertos.

el retIro de la leGacIÓN peruaNa eN BoGotÁ.- Al romperse las relaciones diplo-


máticas entre el Perú y Colombia después de la toma de Tarapacá, el ministro peruano de
Bogotá Enrique Carrillo, fue escoltado hasta la frontera dándosele todas las garantías para su
seguridad personal.

la declaracIÓN de Que FueroN traIdoreS a la patrIa loS partícIpeS eN


el tratado SaloMÓN-loZaNo.- En la sesión del Congreso Constituyente verificada el
24 de febrero de 1933 treinta y un representante presentaron una moción para declarar trai-
dores a la patria al presidente de la República, los ministros de Estado y plenipotenciarios y
los senadores y diputados que negociaron, aprobaron y ejecutaron el tratado con Colombia,
Según un cable de la así como también a los que formaron parte de los gabinetes al tiempo de su celebración y
agencia noticiosa united ratificación. Debían quedar incapacitados para ejercer ninguna función pública durante diez
press, el ministro de años. La moción fue admitida a debate por unanimidad y dispensada del trámite reglamen-
Gobierno peruano Julio tario de comisión. Primó la sensatez después de un rapto de tardío encono. El sanchezcerris-
chávez cabello (aquí en mo, que consideraba a sus adversarios jóvenes como la antipatria, había querido condenar
una fotografía de 1932) como traidores a quienes le precedieron en el gobierno del Perú.
fue uno de los presentes A. M. Rodríguez Dulanto, ministro de Hacienda durante la época de la celebración del
durante el ataque a la tratado, envió una carta a El Comercio para dejar constancia de que dicho pacto no fue pre-
legación colombiana en sentado a la consideración del Consejo de Ministros: ”Yo ignoré absolutamente el texto del
el distrito limeño de tratado durante toda mi gestión ministerial”, agregó.
Barranco, ocurrida el 18 Plácido Jiménez, diputado en la época de la aprobación de aquel,advirtió que no había el
de febrero de1933. delito de traición señalado por el Código Penal pues se trataba de una zona en litigio y por-
afirmaba la nota que que no hubo ilícitas connivencias con el país vecino. Agregó que los debates fueron secretos,
chávez se encontraba en que solo al Ministerio de Relaciones Exteriores correspondía hacerlos públicos, que al cabo
el lugar junto al de cinco años las razones que fundamentaron la solución legislativa podían haberse atenua-
presidente del consejo do o perdido su eficiencia, pero que no cabía juzgar con criterio actual hechos de ayer.
de Ministros, José Matías Agregó que no debían sufrir el decoro ni las conveniencias del Perú.
Manzanilla, y que no
hicieron nada para la apelacIÓN de coloMBIa a la lIGa de laS NacIoNeS Y el coMItÉ de loS
contener a la turba treS.- Colombia, por medio de su delegado Eduardo Santos, apeló el 17 de febrero ante el
enardecida. esta Consejo de la Liga para que interviniera ante la “agresi6n” peruana e invocó el artículo15 del
información fue Pacto. Después de escuchar esta apelación, el Consejo, en sesión del 21 de febrero, nombró
desmentida poco una comisión compuesta de tres miembros encargada de estudiar el problema, consultar a
después. las partes y buscar una fórmula corno base de solución. El delegado peruano Francisco García
Calderón no estuvo presente en esta sesión: el presidente expresó su sentimiento por este
hecho y agregó que el Perú asumía una grave responsabilidad al no hacerse representar en
un caso de tantaurgencia. El Comité quedó integrado por los delegados Lester (Irlanda),
Matos (Guatemala) y Madariaga (España).

la FÓrMula del coMItÉ de loS treS Y la actItud del perÚ.- El Comité de


los Tres presentó a las partes el 25 de febrero una fórmula de conciliación con el propósito de
ira la suspensión inmediata de hostilidades, a la evacuación de Leticia por los peruanos y a la

32 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
internacionalización temporal de este corredor y su administración por una comisión de La
Liga con tropas colombianas y, eventualmente, extranjeras internacionalizadas para devolverlo
a Colombia. Este país y el Perú debían resolver sobre la mejor forma de efectuar sus negocia- [ 1933 febrero 18 ]
ciones y el Consejo podía ofrecer sus buenos oficios en caso de desacuerdo. Colombia aceptó
la propuesta antedicha el 27de febrero. loS ataQueS a
Ese día el Gobierno de Estados Unidos envió una nota idéntica en su contenido a ambos liti- coloMBIa. en la
gantes con la finalidad de otorgar su más completo apoyo a la propuesta del Comité y la calificó edición del sábado 18
como una gran ayuda para hacer posible una solución pacífica de la controversia. Así uno de los de febrero de 1933, el
últimos actos de la administración del presidente Herbert Hoover implicó un respaldo al envío de comercio publicó
una comisión de la Liga de Naciones a América del Sur. información oficial
La respuesta peruana fue despachada telegráficamente el 26 de febrero. Aceptó de modo sobre los últimos
incondicional la suspensión de hostilidades. Pidió que fuese establecido concretamente que la acontecimientos del
entrega del territorio sería por todo el tiempo que durasen las negociaciones, las que debían conflicto con colombia.
terminar en un arbitraje si se produjeran dificultades para el arreglo directo, siendo entendido dijo el diario: “aviones
que el territorio quedaría confiado a la comisión de la Liga en calidad de depósito sagrado hasta peruanos
que seperfeccionase el tratado para el arreglo directo o para el arbitraje. El Perú objetó, además, bombardearon ayer la
la presencia de tropas colombianas en Leticia, pues consideró que crearía una situación que era escuadra colombiana
conveniente no provocar, pudiendo escogerse para el efecto, si se prefería, fuerzas del Brasil o de que surcaba el
cualquiera otra nación. putumayo, averiando
La comisión especial de la Liga se reunió los días 26 y 27 de febrero y ratificó las bases pro- los barcos Barranquilla
puestas en esta forma: 1) Suspensión inmediata de las hostilidades. 2) El territorio de Leticia sería y Boyaca (...). Nuestra
administrado por una comisión designada por la Liga de las Naciones. 3) La comisión organizará aviación regresó a sus
una fuerza internacional a fin de mantener el orden en el territorio durante las negociaciones. 4) bases sin novedad.- los
Colombia pondrá fuerzas a disposición de la comisión de la Liga de las Naciones que serán, en el barcos colombianos,
período antes mencionado, fuerzas internacionales. La comisión agregará otros elementos que- continuando en su
juzgase necesarios. 5) Las modalidades de la ejecución de las bases serán determinadas por el táctica, se retiraron a
comité especial. aguas brasileñas para
La cancillería peruana, si bien hizo una aceptación en principio de esta fórmula, de hecho la evitar ser destruidos.
objetó, pues insistió en que queda claramente establecido que la entrega del territorio era por (…). el gobierno ha
todo el tiempo que duraran las negociaciones, las cuales debían terminar en un arbitraje si ocu- tomado todas las
rrieran diferencias insalvables; insistió también en que, por ningún motivo, Leticia fuese entrega- disposiciones para
da a Colombia y vetó, una vez más, lo referente a las fuerzas colombianas asegurar el éxito de las
En la sesión del 27 de febrero el comité especial insistió en su exigencia sobre dichas fuerzas, operaciones en
Leticia pertenecía a Colombia conforme a un tratado que el Gobierno peruano reconocía. oriente, y mantendrá
Nuevamente reunido el 3 de marzo, el comité planteó claramente que solo hubiese en Leticia constantemente al país
fuerzas colombianas y, además, algunos expertos extranjeros, militares o de otra índole. al corriente de la
En la sesión del 7 de marzo, el comité mantuvo en su integridad la fórmula propuesta y el de situación;
legado del Perú presentó una nota en la que expuso las razones que imposibilitaban la acepta- cumpliéndose en
ción íntegra del texto de aquella. Como demostración del anhelo con que el Perú buscaba un prevenir que la
acuerdo para un arreglo pacífico, sugirió como bases razonables la evacuación de Leticia por las propaganda
fuerzas peruanas; la entrega del territorio a un comisario de la Liga de las Naciones; el envío a colombiana no
Leticia de un delegado del Perú y de otro de Colombia para abrir inmediatamente negociaciones desmaya en sorprender
bajo la presidencia del comisario, quien, lo mismo que los delegados, estaría en dicho lugar bajo con falsas
la garantía y amparo de la población, desapareciendo así toda necesidad de fuerzas colombianas informaciones”.
o de otra nacionalidad.
El Comité se negó a aceptar estas enmiendas, como las anteriormente propuestas. Expresó
que no podía ponerse en igual condición al invasor y al invadido. En cuanto a la demanda sobre
arbitraje, estimó que el conflicto era inarbitrable puesto que existía un tratado en pleno vigor,
reconocido por el Gobierno peruano.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 33
ABRIL
1932
[ alemania ] 11
EL MARISCAL PAUL VON
EL INFORME DEL COMITÉ DE LOS TRES Y LA RESOLUCIÓN DE LA LIGA DE
NACIONES.- El 8 de marzo el Consejo de la Liga de Naciones tomó el acuerdo de considerar
que la tentativa para hallar una solución había escollado y autorizó al Comité de los Tres para
preparar elinforme previsto en el artículo 15 del pactó. Este informe fue concluido en una
semana y recibió publicidad el 17 de marzo. Apareció allí una historia de los sucesos iniciados
por la captura de Leticia, presentó los puntos de vista de los litigantes y enumeró las tentativas
HINDENBURG (1847-1934) hechas para obtener una solución pacífica del conflicto. En la parte final, hubo la declaración
ES REELEGIDO clara de que el Perú era agresor al ocupar un territorio que formaba parte de la República de
Colombia en virtud de un tratado que, según ambas partes, estaba vigente. También dejó
PRESIDENTE DE constancia de que Leticia seguía en poder del Perú y de que el Perú no había aceptado las
ALEMANIA CON MÁS DE propuestas del Consejo para un arreglo, aceptadas, en cambio, por Colombia. Las recomenda-
19 MILLONES DE VOTOS. ciones se basaron en que la presencia de fuerzas peruanas en territorio colombiano era incom-
patible con los principios del Derecho Internacional, con los del pacto de la Sociedad de
SU COMPETIDOR MÁS Naciones y con el Pacto de París y pidieron la evacuación completa por dichas fuerzas del
CERCANO, ADOLF territorio comprendido en el trapecio de Leticia y el retiro de todo apoyo a los peruanos que
HITLER, ALCANZÓ 13 Y habían ocupado esa zona; debían además tomarse todas las precauciones para evitar cualquier
violación de territorio peruano y debía emplearse moderación en el restablecimiento del
MEDIO MILLONES DE
orden, o sea en la devolución del territorio en el litigio a Colombia. Agregó que debían enta-
VOTOS. HIDENBURG blarse negociaciones lo más pronto posible cuando fueran tomadas las medidas numeradas
NOMBRÓ CANCILLER A ya. El Consejo debía anunciar su propósito de ofrecer buenos oficios en caso de desacuerdo,
sea en relación con el procedimiento o con la sustancia del asunto. Hubo también una apela-
HITLER, QUIEN POCO
ción a los miembros de la Sociedad de Naciones para que se abstuvieran de cualquier acto que
DESPUÉS TOMÓ EL pudiera demorar la aplicación de las recomendaciones; y fue invocada la resolución adoptada
CONTROL DEL por la Asamblea de la Sociedad el 11 de marzo de 1932 en el sentido de que era imperativo
PARLAMENTO ALEMÁN Y para todos los miembros de ella no reconocer cualquier situación por medios contrarios al
Pacto o al Tratado de París. También quedó aludida la declaración suscrita el 3 de agosto de
LO DESPLAZÓ DEL 1932 por diecinueve Estados americanos en análogo sentido.
PODER HASTA SU El Consejo de la Liga de las Naciones aprobó por unanimidad el informe el 18 de marzo.
MUERTE, OCURRIDA EN Dicho documento fue aceptado por el delegado colombiano Eduardo Santos; pero cuando
llegó el turno de votar al delegado peruano Francisco García Calderón lo hizo en contra y lue-
AGOSTO DE 1934. goabandonó la sesión Se había producido la condena internacional del Perú.

LA COMISIÓN DE LA LIGA DE LAS NACIONES.- La comisión encargada de supervisar el


cumplimiento de las recomendaciones del informe quedó integrada por todos los miembros
del Consejo menos Japón: Alemania, Gran Bretaña, China, España, Francia, Guatemala, el Estado
Libre de Irlanda, Italia, México, Noruega, Polonia y Checoslovaquia. Además, Estados Unidos y
Brasil fueron invitados a colaborar en esos trabajos.
El mismo 13 de marzo el Gobierno de Estados Unidos aceptó nombrar un observador que
participara en la tarea de la comisión, sin derecho a voto; y el del Brasil hizo lo propio el 24 de marzo.
En una sesión celebrada el 22 de marzo, la comisión (cuyo presidente era el irlandés Sean
Lester) discutió la posibilidad de establecer un embargo para el armamento destinado a Perú
si este país continuaba adoptando decisiones contrarias a las recomendaciones del Consejo.
Pero, como ya había ocurrido cuando se trató de prohibir la exportación de armas a Bolivia y al
Paraguay, se tropezó con la dificultad de que el Gobierno de Estados Unidos no podía adoptar
medidas de esa naturaleza, pues la resolución que autorizaba al presidente de la República a
declarar un embargo estaba pendiente de voto en el Congreso. No pudo adoptarse una reso-
lución concreta; pero los miembros de la comisión acordaron consultar con sus respectivos
gobiernos si ellos se hallaban preparados en principio para prohibir el envío de armas al Perú.

34 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
[1] [2]

[3]

LAS HOSTILIDADES Y LA MEDIACIÓN BRASILEÑA. Tras la toma de Leticia por las fuerzas peruanas, ocurrida en setiembre
de 1932, se inició la reacción colombiana. Aquí vemos una imagen de tropas de ese país, captada el 19 de noviembre de
1932 (1). El 12 de abril de 1933, el diario El Comercio informó en su primera plana sobre el desarrollo del conflicto
armado con Colombia (2). En sus páginas lamentaba las hostilidades y las agresiones ocurridas en la frontera. En 1932, el
gobierno del brasil se comprometió a mediar en el conflicto, aunque estas gestiones no llegaron a buen término. En la
imagen inferior, la inauguración de las conferencias realizadas en Río de Janeiro entre los delegados peruanos,
colombianos y brasileños (3).

[ capítulo 10 ] período 8 35
el Nuevo plaN MlItar coloMBIaNo.- El general Vásquez Cobo fue llamado a su país y
llegó a Bogotá el 3 de marzo de 1933. El plan adoptado entonces por los colombianos, a iniciati-
va del general Efraín Rojas, fue despreocuparse por completo del ataque a Leticia y emprender
el ministerio de otro, Güepí-Puerto Arturo-Pantoja-Iquitos. Es decir el propósito era atacar en el Putumayo y
desalojar a los peruanos de ese río, lo cual implicaba actuar en una zona que era reconocidamen-
guerra [de te peruana, o sea emprender una guerra franca. Vásquez Cobo insistió en vano en su idea de
colomBia] mantener el conflicto como un caso de policía, moverse dentro del territorio que el tratado
autorizó al adjudicaba a Colombia, o sea marchar a Leticia por el trapecio y el Amazonas. Su itinerario era
subir por el Cotuhé hasta Buenos Aires y el río Ampiyacu, y hacer avanzar luego una columna de
coronel ejército hacía Leticia por detrás, en tanto que los buques y los aviones se presentarían por el
roBerto rico a frente.
atacar gÜepí El Ministerio de Guerra autorizó al coronel Roberto Rico a atacar Güepí desde el 27 de febre-
ro, siempre que hubiera seguridad de éxito. Pero esta medida fue aplazada hasta conocerla
desde el 27 de contestación del Perú sobre la propuesta de arreglo hecha por la Liga de Naciones, para la
FeBrero, desocupación de Leticia.
La captura de Güepí debía asegurar a los colombianos una línea de aprovisionamiento en el
siempre Que Putumayo.
HuBiera
seguridad de
NuevoS coMBateS eN el río cotuHÉ.- A principios de marzo de 1933 hubo varios
ÉXito. pero esta reconocimientos aéreos colombianos sobre el río Cotuhé, y la lancha Estefita fue ametrallada y
medida Fue bombardeada sin que sufriere daños importantes. El 20 de marzo tuvo lugar el encuentro de
dos escuadrillas peruanas, comandada una por Ergasto Silva Guillén y la otra por Baltazar
aplazada Hasta Montoya con un total de seis aparatos contra el enemigo situado en el lugar llamado Puerto
conocer la Hilario. Los colombianos se reembarcaron en sus lanchas desordenadamente y dejaron un
contestación pabellón que no pudieron retirar y que hoy conserva, cual trofeo de guerra, el subteniente
Antonio Cavero Mariátegui, protagonista de esta jornada aéreo-terrestre.
del perÚ soBre
la propuesta de
arreglo HecHa el coMBate de GÜepí.- Los colombianos ocuparon desde el 11 de febrero las islas perua-
nas N° 1 y 2 que quedaron frente a la posición llamada Güepí situada en la margen derecha del
por la liga de río Putumayo. También ocuparon la margen izquierda en una extensión aproximada de cinco
naciones, para kilómetros. La flota colombiana podía surcar libremente el río. Los peruanos tenían allí solamen-
te dos puntos: Puerto Arturo y Güepí. El aprovisionamiento de las tropas de estos puestos se
la desocupación hacía por trochas que conducían al río Napo.
de leticia. Defendían Güepí 194 hombres al mando del capitán Víctor Tenorio con 5 ametralladoras,
4 fusiles ametralladoras y fusiles individuales. No había un solo cañón de montaña. Estaban
organizados en el puesto de apoyo Nº 1 (Grau) al E. o sea a la izquierda de Güepí (teniente
Alberto Sillau con 35 hombres); el puesto de apoyo N° 2 (Bolognesi) al O. o sea a la derecha
de Güepí (teniente Domingo Melo con 35 hombres); el puesto de apoyo N’ 3 organizado
como reserva al E. y a retaguardia de Güepí (teniente Luis Chacón con 26 hombres). El puesto
de comando, de la defensa hallábase a 500 metros de retaguardia de Güepí y entrelas bifur-
caciones de los senderos hacia los emplazamientos de los tres puntos de apoyo de la defen-
sa. Las ametralladoras y fusiles ametralladoras (tenientes Alejandro Calderón con 34 hombres
y Teodoro Garrido Lecca cori 26 hombres) habían sido instaladas de modo que pudieran
lanzar sorpresivas ráfagas cruzando sus fuegos en el centro del río y que pudiesen efectuar
emplazamientos eventuales para, en caso de ataque por tierra, defender los accesos hacia los
puestos de apoyo N° 1 y 2. Los peruanos tenían un médico (el doctor Jorge Mejía) y un ciru-
jano (el doctor Enrique Camprubí).

36 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Los colombianos que atacaron Güepí formaron una fuerza integrada por unidades del ejér- FerNaNdo loreS
cito, una flotilla (con los barcos Cartagena y Santa Marta y el transporte peruano Sinchi Roca (1908-1933)
quehabían capturado) más doce aviones de caza y de bombardeo comandados por el coronel
alemán Herbert Boy y los mayores de la misma nacionalidad Von Engel y Von Oertsen. El total
de sus efectivos ascendía a unos 700 hombres. Habían emplazado baterías en las islas captura-
das 1 y 2 y en la margen izquierda del río. Poseían superioridad numérica y de calidad en sus
armas automáticas. Por tres soldados que tomaron prisioneros el 14 de marzo, seguramente
conocieron los efectivos, obras de defensa, armamento y emplazamientos de los peruanos.
El combate, ordenadamente preparado por los colombianos durante varias semanas, empezó
el 26 de marzo de 1933 a las ocho de la mañana y duró ocho horas. En la defensa efectuada por la
sección del teniente Garrido Lecca se distinguió el sargento Fernando Lores y su grupo con un fusil
ametralladora. Lores, a pesar de encontrarse gravemente herido, siguió disparando y se esforzó en
la defensa contra múltiples armas automáticas enemigas. Su heroísmo es comparable con el de
cualquier otra gran figura combatiente del ejército nacional. A las doce del día fueron hechos prisio-
neros, después de bizarra resistencia, el teniente Garrido Lecca y los soldados Milcíades Tananta
Pinche –que había acompañado a Lores abnegadamente hasta sus últimos momentos– y Torres el sargento loretano
Peza. Ante la superioridad numérica y de armamento del enemigo y el peligro en que estaban de hizo sus primeros
ser copados: los peruanos retrocedieron con dirección a la trocha Pantoja-Güepí. Sobre la trocha, a estudios en su tierra
tres kilómetros S. E. de Güepí, el capitán Tenorio logró reunir cerca de ochenta hombres de las dife- natal y de allí pasó a
rentes secciones y dos piezas de ametralladoras y con esta tropa y dos oficiales lanzó una contrao- lima, donde se ofreció
fensiva que fue rechazada. Los colombianos ya habían emplazado sus ametralladoras y cañones en como voluntario en la
Güepí y habían desembarcado cuatrocientos hombres y seguían desembarcando refuerzos. El escuela Militar. en 1928
capitán Tenorio se retiró defendiendo la trocha antes de que fuese cortada esa línea. fue dado de alta en la
Murieron 10 peruanos, quedaron heridos 5 y fueron tomados prisioneros 24. Los colombia- compañía de ingenieros
nos confesaron haber tenido 4 muertos y 9 heridos. Entre los heroicos muertos peruanos desta- y ascendió a cabo (1929)
caron, además de Lores, el cabo Alberto Reyes Gamarra, y los soldados Alfredo Vargas Guerra y y sargento segundo
Reynaldo Bartra Díaz. Vargas Guerra prefirió lanzarse al río con su fusil automático antes que (1930). pidió su baja,
entregarse a los colombianos. pero se presentó como
El sector que tuvo que defender el capitán Tenorio fue muy extenso, con más de mil metros voluntario al estallar el
defrente, para el reducido efectivo disponible. Habían sido despachados refuerzos con 170 hombres conflicto con colombia.
más o menos, al mando del teniente coronel Carlos Llúncor que debió haber llegado a Güepí el 25 durante el ataque a
de marzo; pero halló dificultades para el transporte de sus cañones porque la sección respectiva no Güepí, a pesar de estar
estaba entrenada para marchar y mucho menos en la selva y porque la trocha hallábase en mal herido, defendió
estado a causa de las lluvias. Llúncor llegó a sentir el ruido del bombardeo de Güepí; pero no estaba valerosamente el puesto
en condiciones de alcanzar ese sitio sino al siguiente día. El 27 de marzo se encontró con el capitán- militar en el que se
Tenorio y su tropa en Tambo Zúñiga y ambos intentaron reconquistar Güepí sin conseguirlo. encontraba y murió
Otros refuerzos que marchaban sobre Güepí eran el del comandante Rubén del Castillo con durante el ataque.
140 hombres y dos cañones y el del capitán Maldonado. La demora en todos estos envíos de
refuerzos fue explicada por el general Fernando Sarmiento en su oficio al ministro de Guerra
fechado el 29 de marzo de 1933, diciendo que ellos hallábanse subordinados “a la necesidad de
apoyarlos, prepararlos, encuadrarlos, vestirlos, equiparlos, armarlos y transportarlos a una distan-
cia que fluctúa entre quince a veinte días desde Iquitos”. También el general Sarmiento dejó
constancia de que hacía ocho días no tenía radiocomunicación con la guarnición de Güepí por
descompostura del aparato con que ella contaba; el día del combate la aviación peruana estuvo
practicando reconocimientos delante de Puerto Arturo, también amenazado. Al día siguiente
debía ella efectuar un reconocimiento aéreo sobre Güepí.Sorprende que estos reconocimientos
no fuesen diarios en vista de la incomunicación radiotelegráfica.
Según cuenta una anécdota de la época, cuando al presidente Sánchez Cerro le informaron
que Güepí había caído dijo: “que ataquen a la bayoneta”. Pero los fusiles peruanos en el sector

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 37
de Güepí no tenían bayonetas. La anécdota puede ser falsa; pero pinta, a su modo, el carácter
deSánchez Cerro y las trágicas deficiencias en el armamento peruano en el teatro de operacio-
nes del Nororiente.
en medio de
mucHos Falsos FerNaNdo loreS teNaZoa.- Fernando Lores Tenazoa nació en Iquitos el 28 de abril de
alardes de 1908. Fueron sus padres Benito Lores y María Tenazoa. Hizo sus primeros estudios en una escue-
patriotismo, de la elementar de esa ciudad y luego los continuó en el colegio departamental hasta terminarlos.
En 1921, cuando la sublevación de Cervantes, se uniformó y prestó servicios en el arsenal de
entonces, de guerra. Después de múltiples esfuerzos, llegó a Lima para presentarse como voluntario a la
antes o de mÁs Escuela Militar. En 1928 fue dado de alta en la compañía de ingenieros. Al año siguiente ascendió
tarde, [Fernando] a cabo y en 1930 a sargento segundo. Estuvo en el batallón de zapadores. Dado de baja a su soli-
citud, regresó a Iquitos para visitar a su madre. Producido el conflicto con Colombia, fue el primer
lores pone una voluntario que se presentó para marchar al frente. Se le destinó al batallón Nº 23 y la expedición
nota Fresca Y que lo condujera a Güepí salió de Iquitos el 19 de febrero de 1933. El día del embarque se despidió
emotivamente de su madre. Su arrojo en el combate mereció la admiración d los colombianos.
limpia de En diciembre de 1935 el Congreso Constituyente tomó el acuerdo de erigir un busto al heroi-
sinceridad Y de co sargento. El Concejo Distrital de Chorrillos cedió entonces la Plazoleta Independencia para que
arroJo. es el suYo allí fuese colocado.
En medio de muchos falsos alardes de patriotismo, de entonces, de antes o de más tarde,
el amor a la Lores pone una nota fresca y limpia de sinceridad y de arrojo. Es el suyo el amor a la Patria del buen
patria del Buen hijo del pueblo, unido inseparablemente al amor al terruño. Encarna las virtudes no del jefe ni del
oficial sino del subalterno, las hermosas virtudes fundamentales que ennoblecen a los mejores
HiJo del pueBlo, hombres por humilde que sea la condición y que en él se ligan simbólicamente al cariño hacia la
unido madre. La vocación por la carrera militar es otra de sus características, cultivada anónimamente en
inseparaBlemente los años de paz, ahondada en las horas de conflicto bélico para culminar en el momento decisivo
en que se empecinó en combatir, se negó con igual tenacidad a reconocerse vencido y estuvo
al amor al listo a entregar la vida por las sencillas y hermosas cosas en que creía.
terruÑo.
la coMISIÓN de la lIGa de laS NacIoNeS Y la captura de GÜepí por loS
coloMBIaNoS.- La captura de Güepí, situado en territorio indiscutiblemente peruano (califica-
do por algún periódico colombiano como el comienzo de una fase de castigo y reparación)
hizoque el Gobierno peruano solicitara una reunión de la comisión de la Liga de las Naciones que
se ocupaba del litigio. La comisión sesionó el 5 de abril; pero decidió que no tenía información
suficiente acerca del problema de la responsabilidad por el episodio de Güepí si bien era claro que
él no hubiera ocurrido si el Perú hubiese aceptado las recomendaciones contenidas en el informe
del 18 de marzo. La comisión autorizó a su presidente para que siguiera en contacto con ambos
litigantes, con la esperanza de que resultara posible poner en práctica dichas recomendaciones
con la cooperación de ellos.

laS “ModIFIcacIoNeS leSter”.- A raíz del combate de Güepí surgieron las


llamadas“modificaciones Lester” en la fórmula de la Liga de las Naciones, sugeridas por el diplo-
mático irlandés y presentadas el 7 de abril a ambos litigantes con el respaldo de la diplomacia
británica. La parte más importante de estas enmiendas estuvo en la eliminación del precepto
incluido en el documento del 18 de marzo sobre que Leticia debía volver a la soberanía colom-
biana. Ahora se decía que una comisión debía hacerse cargo de dicho territorio durante las
negociaciones, sin aludir a aquella obligación, y que debía escoger las fuerzas destinadas a

38 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
respaldarla. El delegado colombiano Eduardo Santos en Ginebra y los dirigentes políticos de
Bogotá se manifestaron opuestos a la nueva fórmula. El Perú la aceptó y hubo quien dijo, según
narra Bryce Wood, que ella había nacido en Lima
El mismo autor revela los temores del embajador norteamericano Dearing en el sentido de que
Manzanilla se proponía retirar de Leticia solo a las tropas peruanas y no a los civiles posesionados
29 setiembre
1932
[ paraguay ]

de ese lugar y de que las bases que intentaban dar a las investigaciones de la comisión de la Liga LA iNVAsiÓN bOLiViANA
eran el plebiscito, la voluntad de los habitantes y una revisión de documentos históricos; todo ello A PArAGUAY DA iNCiO A
con el propósito de efectuar Juego una nueva ocupación. LA LLAmADA GUerrA DeL
Colombia sugirió que la comisión recibiera Leticia en el nombre y representación de ese
Gobierno. El asunto estaba pendiente cuando se perpetró el asesinato de Sánchez Cerro. CHACO. bOLiViA
bUsCAbA HACerse DeL
territOriO De LA
LAS DIFICULTADES COLOMBIANAS DESPUÉS DE LA OCUPACIÓN DE GÜEPI. EL
CAMPAMENTO FIRMEZA.- Unos radioclaves del coronel Roberto Rico fechados el 27 y el 31 de reGiÓN DeL CHACO,
marzo publicados por el capitán Humberto Araujo Arana en su libro Conflicto fronterizo Perú- sitUADA AL NOrte DeL
Colombia (Lima, 1965, vol. III) muestran las dificultades con que tropezaron los colombianos en el rÍO PiLCOmAYO, DONDe
intento de proseguir su ofensiva. Según Rico, la trocha estaba en malas condiciones debido a la
eXistÍAN YACimieNtOs
lluvia y a los obstáculos puestos por los peruanos; los víveres y demás elementos había que trans-
portarlos por la espalda y el ejército invasor no tenía para ello personal apropiado; las tropas se PetrOLÍFerOs. eL
encontraban enfermas o fatigadas y sentían la urgencia de descanso; las cañoneras necesitaban eNFreNtAmieNtO
que se les hicieran reparaciones.
bÉLiCO, QUe DUrÓ tres
En los encuentros que hubo en la trocha Güepí-Pantoja, el destacamento del teniente coronel
Llúncor (de que formaron parte el teniente coronel Rubén del Castillo, el sargento mayor Hipólito AÑOs, termiNÓ CON
Paredes, los capitanes Carlos Barriga, Manuel Baldárrago y Víctor Tenorio y el teniente Alejandro UNA rePArtiCiÓN De LA
Calderón) llegaron a conseguir, entre el 10, el 14, el 16 y el 19 de abril, el repliegue de las avanzadas sOberANÍA De LA ZONA
colombianas. Uno de los campamentos de ellas conquistado por los peruanos fue llamado
Firmeza; otro de los puntos alcanzados se llamó Sargento Lores. Llúncor recibió, a principios de eN LitiGiO: tres
abril, instrucciones para la recaptura de Güepí; pero solicitó el refuerzo de 500 hombres comba- CUArtAs PArtes De eLLA
tientes pues el personal de su agrupamiento hallábase agotado por la insuficiente alimentación PArA PArAGUAY Y eL
y las enfermedades. Se produjo en este sector una situación de empate tácito hasta que el 25
de mayo vino la orden de cese de las hostilidades cuando era probable la recaptura de Güepí.
restO PArA bOLiViA.
Las fuerzas peruanas pertenecientes al agrupamiento Pantoja-Güepí llegaron a sumar en el ADemÁs, este ÚLtimO
sector de la trocha de este nombre poco más de 600 hombres. PAÍs LOGrÓ ACCesO AL
rÍO PArAGUAY.
EL BOMBARDEO DE LA SINCHI ROCCA.- Una escuadrilla integrada por los aparatos del
comandante José Estremadoyro y los alféreces Francisco Secada Roldán, con dos suboficiales
mecánicos, bombardeó la lancha colombiana Sinchi Rocca el 28 de marzo de 1933. El episodio
ha sido narrado por el escritor colombiano Luis Molina Mendoza en su libro En la línea de fuego.
La Sinchi Rocca (corno la Huayna Cápac) estaba bien artillada y equipada y pertenecía a la firma
deIquitos, Israel y Cía.y había sido capturada por los colombianos al iniciarse las hostilidades. Se
estrelló en la ribera del río en este combate. En él y en otros encuentros aéreos que tuvieron
lugaren el teatro de operaciones del Nororiente se distinguió el alférez loretano Francisco
Secada. La escuadrilla cumplió más de cuatro horas en acción de guerra, fue sorprendida al
regreso por una fuerte tempestad y acuatizó con la última gota de combustible en sus tanques.

LA SANGRIENTA SORPRESA DE CALDERÓN.- Un reducido destacamento de soldados de


infantería peruanos al mando del teniente coronel Óscar Sevilla, guiado por los guardias civiles

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 39
LA CELEBRACIÓN COLOMBIANA. Luego de algunos triunfos de Colombia en el conflicto armado de 1933, más de cinco mil
colombianos se dirigieron a las oficinas de Scadta, las líneas aéreas germano-colombianas, en Bogotá, a vitorear a los
oficiales que hicieron posible las victorias. La fuerza aérea de ese país, organizada en unos cuantos meses, tuvo un
papel importante en el conflicto.

40 período 8 [ capítulo 10 ]
Ezequiel Rodríguez y Pedro Rojas Díaz (que antes habían surcado el Putumayo en una frágil laS accIoNeS
canoa en misión de reconocimiento) salió de Puerto Arturo el12 de abril de 1933 y el16 de abril de SevIlla
sorprendió a una compañía colombiana en el varadero llamado Calderón y se retiró en seguida
sin haber sufrido pérdidas.
Sobre este episodio existe el trabajo titulado La sangrienta sorpresa de Calderón por el
teniente Enrique Pereira Vela (Lima, 1959).

el tIroteo de YaBuYaNoS.- Otro destacamento también salido de Puerto Arturo, y, asi-


mismo, bajo el mando del teniente coronel Óscar Sevilla, salió de dicho lugar para navegar el
Putumayo, abrir trochas y llegar, después de tres días de marcha al Lugar llamado Yabuyanos,
con el propósito de sorprender a unas embarcaciones colombianas que transportaban tropas
destinadas a estacionarse en Calderón. Después de obtener informes por un colombiano sobre
la hora en que debían pasar los barcos enemigos, abrieron fuego sobre ellos en la noche del 28
de abril de 1933. El tiroteo duró hasta la madrugada del 29. Las cañoneras, sin poder desembar-
car gente, desaparecieron con bajas importantes. el teniente coronel
La sorpresa de Puca Urco, el golpe de mano en el Campuya y otros hechos ocurridos en el peruano Óscar Sevilla,
mes de mayo quedan fuera del marco cronológico de la presente obra. aquí en una fotografía de
1933, dirigió dos
escaramuzas exitosas
el ServIcIo de etapa.- La guarnición de Puerto Arturo sobre el río Putumayo y las tropas contra fuerzas
del destacamento Llúncor en el sector de Güepí salvaron de perecer gracias al servicio de eta- colombianas. la primera
pas por trochas abiertas en la selva donde no pueden penetrar vehículos o acémilas. Hubo ocurrió el 16 de abril de
cargueros reclutados dentro de las mismas tribus y entre los soldados y se establecieron tam- 1933, cuando sorprendió a
bos en las distancias convenientes y algunos puestos de la Guardia Civil. El traslado de los una compañía colombiana
materiales se hacía sobre las espaldas de los cargueros entre tambo y tambo, en forma parecida en la localidad de
a la empleada por los chasquis de los incas. calderón. la segunda
La base del destacamento Llúncor estuvo en Cabo Pantoja hasta donde era posible la nave- ocurrió en abril del mismo
gación a través del río Güepí y la trocha tenía una extensión de 150 kilómetros en seis etapas. año: el día 28 atacó a unas
La primera estación de la trocha a Puerto Arturo era Santa Elena, límite de la navegación desde embarcaciones
Iquitos a través del Amazonas, el Napo y el Tambo-Yacu y la longitud de dicha vía alcanzaba más colombianas en la
de 120 kilómetros. localidad de Yabuyanos,
Hubo muchas dificultades en este servicio. Al abrasador sol del trópico solían seguir torren- en un tiroteo que se
ciales lluvias. Los envases de la carga solían romperse y eran remendados a veces con fibra de prolongó hasta la
la región. Los cargueros y quienes los custodiaban con frecuencia quedaban descalzos, desnu- madrugada del día
tridos y enfermos. Una rústica columna de ladrillo erigida en Caballococha por los soldados de siguiente. el encuentro
armas lleva esta inscripción: ”Al heroico soldado carguero”. dejó como saldo
El río Putumayo estaba dominado por la flota colombiana y no podía ser utilizado como vía numerosas bajas entre las
de enlace entre Iquitos, Puerto Arturo y el sector de Güepí. fuerzas enemigas.

eStaBIlIZacIÓN de laS operacIoNeS.- Las fuerzas colombianas quedaron divididas


principalmente en dos núcleos: las del Bajo Putumayo (circunscritas a la posición de Tarapacá)
y las del Alto Putumayo (circunscritas a la ocupación de Güepí). Las primeras no conquistaron
la vía de penetración aérea) terrestre y fluvial del Cotuhé y las segundas no llegaron a ocupar
la trocha Pantoja-Güepí incluyendo el objetivo Pantoja. A las unas se oponían las fuerzas
peruanas del agrupamiento de Leticia (con más o menos mil hombres) y a las otras las del
agrupamiento de Puerto Arturo (con más o menos 1.200 hombres). Se produjo prácticamen-
te desde el 26 de marzo de 1933 el aplazamiento de la iniciativa colombiana para atacar

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 41
laS NaveS Puerto Arturo, Pantoja o Leticia, mientras los peruanos se organizaban con la llegada de
peruaNaS refuerzos y recursos suficientes.
Además de diversas escaramuzas hubo combates aéreos. Estos se efectuaron en Tarapacá,
Cotuhé, Algodón y el Napo.
Cuando se debatió en Río de Janeiro entre peruanos y colombianos el litigio sobre Leticia,
el ejército peruano, que había salvado antes una situación angustiosa en el teatro de opera-
ciones del Nororiente, estaba en actitud de lanzarse a la ofensiva.

laS BaJaS eN la caMpaÑa.- En abril de 1933 el Gobierno colombiano publicó la informa-


los destroyers almirante ción (acaso incompleta) de que, desde la iniciación de las operaciones, habían muerto 8 de sus
Guisse y almirante villar conciudadanos en combate y 19 por otras causas. A fines del mismo año, datos recogidos en la
(en la imagen), fueron embajada de Estados Unidos en Lima que Bryce Wood reproduce en su libro ya citado eleva ron
adquiridos en estonia en las pérdidas peruanas a 25 caídos en acciones de guerra y 800 por enfermedades.
junio de 1933. el 6 de
julio de 1934, ambas
embarcaciones llegaron vIaJe del GeNeral BeNavIdeS al perÚ Y Su NoMBraMIeNto coMo GeNeral
al puerto del callao, tras eN JeFe de laS FuerZaS arMadaS.- El general Óscar R. Benavides, ministro del Perú
haber permanecido en enGran Bretaña, solicitó y obtuvo del Gobierno permiso para regresar al país y se embarcó el 22
Iquitos desde enero de de febrero de 1933.
ese mismo año. viajaron Por decreto supremo de 11 de abril de 1933, ampliado por el de 17 del mismo mes, el gene-
por el amazonas y luego ral Benavides fue nombrado general en jefe y asumió el alto mando y la dirección técnica de
emprendieron un todas las tuerzas terrestres, marítimas y aéreas de la República.
trayecto que los llevó a
la isla de Martinica y las
antillas francesas. el vIaJe del crucero Grau Y de doS SuBMarINoS. otraS FuerZaS NavaleS.-
Las autoridades navales, después de haber establecido la vigilancia de la costa colombiana del
océano Pacífico por un crucero de guerra, organizaron con notable tardanza un escuadrón for-
mado por el crucero Almirante Grau y los submarinos Rl y R2, los que, después de cruzar el 4 de
mayo el canal de Panamá (cuyo tránsito no les fue negado, así como tampoco la obtención de
abastecimientos y provisiones de fuentes privadas) pasaron al Atlántico en contra de las suge-
rencias emanadas de la comisión de la Sociedad de las Naciones, llegaron a Curazao el 8 de
mayo, el 13 a Puerto España en la isla de Trinidad y el 15 a Pará. En este puerto brasileño perma-
necieron diez días hasta el 25 de mayo en que cesaron las hostilidades. Encontraron durante su
viaje las dificultades que les pusieron las autoridades norteamericanas, inglesas y holandesas de
los puertos a donde llegaron, en obedecimiento a instrucciones de la Sociedad de las Naciones.
Mandaba el Grau el contralmirante Héctor Mercado.
Los colombianos supusieron que los barcos peruanos surcarían el Amazonas para atacar a
sus posiciones en el Putumayo; pero este avance no se realizó.
El crucero Lima fue enviado posteriormente a Iquitos y luego le siguieron los destroyers
Guisse y Villar recién adquiridos en la República de Estonia, la compra de estas últimas uniddes
fue luego denunciada de modo público pues el dinero que se pagó no ingresó en su totalidad
en el tesoro estoniano. El crucero Bolognesi se dirigió a Balboa para efectuar reparaciones; ellas
le fueron negadas por las autoridades norteamericanas invocando su neutralidad en el conflicto
entre el Perú y Colombia.

laS perSpectIvaS de la Guerra.- El gobierno de Sánchez Cerro estaba decidido, enca-


so necesario, a intensificar la guerra y a comprometer en ella gradualmente los recursos

42 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
humanos y económicos del país. Resultó simbólico que este Presidente fuese asesinado torreS Y la
momentos después de que había presenciado un gran desfile de movilizables en el hipódromo caMpaÑa del
de Lima. NororIeNte
Es posible que (en el caso de no haber prosperado la fórmula Lester) si hubiesen surgido
nuevas operaciones bélicas en mayo y en los meses siguientes de 1933, las fuerzas peruanas
habrían obtenido algunos éxitos. Cabe tomar en cuenta, sin embargo, un eventual avance colom-
biano hacia Puerto Arturo o algún otro lugar. En todo caso, Colombia miraba este litigio como un
asunto de honor nacional y, por lo tanto, hubiera llevado a la lucha más hombres, armamento,
equipo y dinero. Las perspectivas, si hubiese proseguido la contienda, eran las de una brega larga,
costosa y difícil. Podría haber sido algo similar a la guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia,
librada también en el llamado ”infierno verde”. Ella provocó en la República del altiplano no solo
un doloroso y largo desangrarse sino también una serie de crisis políticas que condujeron a una
honda crisis social. En el Perú, una derrota militar decisiva hubiera podido ser, con consecuencias
imprevisibles, un “acelerador” de la revolución, al debilitar o socavar la gran barrera erigida contra
ella tradicionalmente, es decir los institutos armados. Por otra parte, la opinión pública internacio-
nal hubiera ido, muy probablemente, más bien pronto que tarde, a una fuerte política de sancio-
nes contra el Perú. el general Óscar torres
Este país no estaba preparado, sobre todo desde el punto de vista psicológico, para una gue- (en la imagen, captada
rra total. Hallábase profundamente escindido por el faccionalismo político, tal como ocurriera en varios años después de los
otros momentos críticos de su historia, En muchos, las pasiones de partido se anteponían, como hechos), adjunto del
otrora, a los entusiasmos patrióticos. La alta clase económica de Lima fue hostil, resuelta aunque general Fernando
ocultamente, a la contienda. Dentro de la opinión pública había quienes vacilaban ante las tre- Sarmiento, relató las
mendas dificultades que, a veces con sorpresa, veían acumularse ante la tentativa de rectificar el penurias que pasaron los
Tratado Salomón-Lozano, el mismo que pocos años antes había sido impuesto por todas las militares de nuestro país
fuerzas y los recursos del país oficial. No faltaban quienes creían que el territorio en disputa no durante el conflicto
valía la pena de luchar por él. Las campanas de las iglesias de Lima tocaron para celebrar el arreglo armado con colombia.
cori Colombia;el acuerdo del 25 de mayo de 1933 y el protocolo del 24 de mayo de 1934, de entre los elementos que
resultas de los cuales Leticia llegó a ser devuelta,fueron celebrados como triunfos diplomáticos, y aumentaron el
los artículos del protocolo citado que hablaron de negociaciones con el objeto de lograr justas, padecimiento de los
permanentes y satisfactorias soluciones a los problemas pendientes entre los dos Estados signa- soldados estuvieron el
tarios y mencionaron a la Corte Permanente de Justica Internacional no fueron invocados por la poco abastecimiento y la
diplomacia peruana ni en la época de Benavides ni después. enorme distancia
La más importante consecuencia que para Colombia tuvo el conflicto con el Perú fue que existente entre los puntos
sirvió como punto de partida para la formación de un ejército moderno, eficiente y técnico que militares. en su
ese país no tenía antes. testimonio, torres elogió
la tenacidad y el valor de
sus tropas.”
laS peNurIaS de la caMpaÑa.- El general Óscar Torres, que fuera primero adjunto al
general Sarmiento y luego a partir de julio de 1935, jefe del Estado Mayor del coronel Ernesto
Montagne, ha hecho recuerdo de “Los sacrificios tremendos que los actores de ese drama en
la selva (la campaña del Nororiente en 1932 y 1933) tuvieron que sufrir; las penurias que
soportaron para actuar y sobrevivir, especialmente por los difíciles y a veces imposibles abas-
tecimientos dados los precarios medios de que se disponía; la lejanía entre los diversos agru-
pamientos –grandes o pequeños– de tropas; las múltiples enfermedades y dolencias que los
aquejaban y, por encima de todas estas dificultades, el valor, la tenacidad, la disciplina y el es
fuerzo sin limitaciones y el heroísmo de los actores de ese drama”… “Más de una vez he visto
con los ojos llenos de lágrimas que tuve que retener, cuando llegaban a Iquitos las lanchas y
albarengas trayendo decenas y aun centenas de enfermos,a quienes la selva estaba devoran-
do; seres esqueléticos y sin fuerzas siquiera para hablar; que no parecían ser aquellos gallardos

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 43
agosto
1932
[ perú ]
24 rozagantes soldados que despedimos en ese mismo muelle cuando partieron a defender
nuestras fronteras”.

el JuIcIo del GeNeral FerNaNdo SarMIeNto SoBre la caMpaÑa.- En la despe-


Fallece en lima dida que hizo a los miembros de las fuerzas armadas de teatro de operaciones del Nororiente el
Fermín tangÜis. general Fernando Sarmiento con fecha 19 de julio de 1933 expresó lo siguiente: “La campaña
nacido en puerto cuyas hostilidades se han suspendido desde el 25 de mayo último, constituye una severa lección
de cosas que el país y particularmente el ejército deben aprovechar explotando las experiencias
rico, el agricultor dejadas por los hechos, en beneficio de su preparación”.
llegó al perÚ en 1875 “Esta campaña se ha singularizado de manera especial por la enorme extensión de la zona
Y creó una nueVa de guerra, cubierta totalmente de selva virgen; casi siempre inundada por las aguas, incle-
mente, malsana, poblada de animales ponzoñosos y desprovisto de recursos de vida para el
Variedad de algodón hombre, sin más vías de comunicación que los ríos y algunas trochas o varaderos de muy
de gran difícil tránsito, sobre pantanos y aguajales; selva donde los efectivos se diezman rápidamente
productiVidad Y por las enfermedades y donde las dificultades son tales, que son necesarias una extraordina-
ria fuerza de voluntad, gran actividad y una enorme energía para vencerlas. A estas dificulta-
resistente a diVersas
des deben agregarse las grandes distancias que separan entre sí las diversas posiciones que
plagas. el algodón ocupan nuestras tropas y sus bases de aprovisionamientos, lo que hace sumamente penoso
tangÜis ingresó con y lento el funcionamiento de las transmisiones y enlaces de toda especie,así como los trans-
portes de las tropas y de los materiales, todo lo cual ha dejado grandes enseñanzas que
gran ÉXito a los
deben ser prolijamente estudiadas, particularmente por los encargados de la dirección de los
mercados servicios con el fin de evitar, en lo sucesivo, los grandes tropiezos que ha experimentado el
internacionales, mando en el curso de la campaña”.
durante la primera “Las operaciones desarrolladas durante esta campaña han tenido, pues, que subordinarse a
las excepcionales condiciones del teatro de guerra dentro del cual hemos actuado y a los únicos
dÉcada del siglo XX. medios de que podíamos disponer. Difícilmente podrá alcanzarse un mejor éxito que el obtenido
en las condiciones en que hemos cumplido nuestra misión”.
El general Sarmiento se declaró satisfecho con la conducta de todos, jefes, oficiales y tropa de
ejército, marina y aviación y les dio las gracias en nombre de la patria; de manera especial

1922 1930
24 de marzo 17 de agosto
el conFlicto Durante el gobierno de Augusto
B. Leguía se firma el Tratado
El Perú entrega oficialmente
Leticia a Colombia. El
con colomBia Salomón-Lozano, que estableció
la entrega del puerto de Leticia
presidente Leguía es
derrocado pocos días
en la dÉcada de 1930 a Colombia. El documento, después. La Junta de
desfavorable para el Perú, creó Gobierno que lo reemplaza
estalló un conFlicto con
una serie de discusiones dentro reconoce la validez de la
el Vecino país del norte. del Gobierno y las Fuerzas entrega.
aQuí una cronología de Armadas.
sus antecedentes Y del
inicio de las acciones.

44 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
serefirió a sus colaboradores inmediatos y dejó constancia de que, particularmente, en cuanto a
la oficialidad,en todo momento observó el más excelente espíritu de subordinación sin que
hubiese llegado a suconocimiento, jamás, ninguna falta de obediencia.
(…) la polÉmica
la polÉMIca eNtre loS MIlItareS.- Sin embargo, la polémica pública que Sarmiento
pÚBlica Que [el
tuvo después con el coronel Víctor Ramos reveló la existencia de graves divergencias entre los general
dos jefes del ejército peruano en el Nororiente.Varios militarescaracterizados por su oposición a Fernando]
Sánchez Cerro, hicierongraves y, a veces, devastadoras denuncias sobre la campaña, entre ellos
los coroneles César Enrique Pardo, José A. Vallejos, Enrique V. Pérez, Víctor J. Bustamante y Julio C.
sarmiento tuVo
Guerrero.Varias de ellas han sido recopiladas en el libro de José A. Vallejo El conflicto Perú- despuÉs con el
colombiano. Charlas militares (Chiclayo 1934) y esperan el análisis de los especialistas. coronel Víctor
ramos reVeló la
laS INveStIGacIoNeS SoBre la caMpaÑa del NororIeNte.- Araízdelas sensaciona- eXistencia de
les denuncias y polémicas producidas públicamente en julio de 1934, el 9 de ese mes, una reso-
lución suprema que refrendaron el presidente Benavides y su ministro de Guerra Manuel
graVes
Rodríguez,prohibió terminantemente a todos los oficiales de la marina y del ejercito, cualquiera diVergencias
fuese su situación profesional, hacer publicaciones sobre las operaciones militares del Nororiente; entre los dos
ordenó a los oficiales que poseyeran datos de consideración relacionados con dichas operacio-
nes presentarlos directamente al Consejo de Investigación que entonces fue creado y cuyo per- JeFes del
sonal quedó señalado. Presidió este cuerpo el general José R. Pizarro, a quien luego reemplazó el eJÉrcito
general César A. de la Fuente. Sus sesiones debían ser reservadas. Obtuvo facultad para pedir toda
la documentación que juzgare necesaria en relación con el cumplimiento de su cometido y reci-
peruano en el
bió autoridad para hacer comparecer a las personas, militares y civiles que directa o indirectamen- nororiente.
te hubiesen actuado en dicha campaña.
La discusión, a veces dramática y sensacionalista, continuó, se habló de imprevisión, negli-
gencia absurda y crimen, y el Congreso Constituyente se hizo vocero de ella en setiembre y
octubre de 1934.Versó el debate parlamentario sobre los ascensos, los médicos de la Sanidad
Militar que se negaron a viajar al Oriente, los jefes y oficiales que se distinguieron o no en la

1932 1933
10 de setiemBre 30 de setiemBre 21 de octuBre 14 de FeBrero
Un grupo de civiles La cancillería peruana Tropas peruanas invaden Tropas colombianas atacan
encabezado por el alférez desconoce el Tratado la localidad de Tarapacá, Tarapacá. Las escuadras aérea y
Juan Francisco La Rosa y el Salomón-Lozano. Se sobre el río Putumayo. fluvial fueron muy importantes
ingeniero Óscar Ordóñez de propone la formación de Mientras tanto, el para obtener la victoria. Al día
la Haza toma Leticia. En Lima, una Comisión de Gobierno del Brasil se siguiente los colombianos
el Gobierno dice no apoyar la Conciliación supervisada compromete a mediar desembarcan en Tarapacá, que es
toma, pero en Iquitos las por la Comisión entre los dos países en recapturada sin mayor resistencia.
Fuerzas Armadas sí lo hacen. Permanente con sede en conflicto. El 14 de enero de
Washington. El Perú 1933 la Liga de las
acredita a Víctor M. Naciones pide un informe
Maúrtua como su sobre los hechos.
representante.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 45
el eScÁNdalo campaña, los hechos económicos producidos con motivo de ella. El Congreso, después de
de GÜepí agitados discursos aprobó en sesión del 16 de octubre de 1934, una moción suscrita el 18 de
setiembre por Alberto Arca Parró, Saturnino Vara Cadillo y Luis Velazco Aragón por la cual fue
designada una comisión parlamentaria constituida por tres representantes de los distintos sec-
tores políticos, a efecto de que se estudiara e investigase cada uno de los contratos celebrados
por el Gobierno para adquisición de armamentos e informara al Congreso sobre las condiciones
en que dichos contratos fueron celebrados. La misma comisión debía informar, asimismo, sobre
el desarrollo de las operaciones militares en el Nororiente y las cuestiones sobre administración
militar en dicha campaña.
El Congreso celebró sesión secreta sobre el mismo asunto el 18 de octubre. Los informes de
las comisiones no han llegado a ser publicados.

el proBleMa de loS traNSporteS.- Para atender a las fuerzas armadas en el Oriente no


se contaba entonces sino con el camino del Pichis y con los pocos barcos de la Compañía
en su folleto el Peruana de Vapores que debían, pasando por el canal de Panamá, dar la vuelta en el Atlántico y
escándalo de Güepí,el llegar a Iquitos. Además existía, imperfecta la ruta aérea, con aparatos escasos y pequeños.
escritor José chioino La vía del Pichis se inutilizaba por razón de las lluvias durante varios meses del año hasta
señala que una de las hacer imposible o casi imposible el transporte de carga pesada. En cuanto a los vapores, se
carencias de las fuerzas hallaban sin carenar durante algunos años desde que se dejó hundir en 1929 o comienzos de
peruanas durante el 1930, el dique flotante que la Compañía tenía en el Callao.
conflicto armado con Las gestiones para conseguir la carena en la zona del canal de Panamá fracasaron porque las
colombia fue la faltade autoridades norteamericanas declararon que su país era neutral ante el conflicto peruano-
aviones adecuados al colombiano. Chile ofreció facilidades; pero, en este caso, el dique no se avenía a las característi-
clima extremo de la cas de las naves nacionales. Con todas esas dificultades, ellas continuaron en su lenta procesión
selva amazónica. llevando pertrechos al Oriente.
también hace referencia Fue así como el ejército decidió abrir una nueva ruta que uniera la costa con los ríos nave-
a la mala calidad de los gables de la selva. De ello surgió el proyecto del camino a Pucallpa, al que se refieren unos
explosivos empleados párrafos del tomo 15, capítulo 9.El Ministerio de Hacienda puso a disposición de esta obra, casi
por el ejército en la inmediatamente después de que se aprobó la ley respectiva, un millón de soles.
defensa de nuestro
territorio. aquí vemos a
chioino en una la cooperacIÓN eNtre laS FuerZaS arMadaS Y laS auXIlIareS duraNte
fotografía publicada por el coNFlIcto coN coloMBIa.- A la acción del ejército en la campaña de1932-1933 se
la revista Mundial unió la de las demás fuerzas armadas y la de las fuerzas auxiliares. Esta labor debe ser estudia-
en 1930. da críticamente en conjunto y en detalle por los historiadores militares, navales, de la aviación
y de la policía.
A la flotilla fluvial de Loreto fueron incorporadas varias lanchas de la flota mercante y arma-
das con cañones, formaron dos divisiones de combate y una de transportes para la movilización
de las tropas hacia los sectores del Amazonas, del Napo y del Putumayo. Lanchas armadas
hicieron el servicio de patrullaje en la zona de la boca del Yavarí y frontera con el Brasil. Dos
compañías de marina quedaron organizadas para prestar apoyo a la defensa terrestre en el
Putumayo y en Leticia. Personal naval tuvo a su cargo la colocación de minas en Leticia, de tan
importante efecto psicológico.
Entre octubre y diciembre de 1932 fueron enviados a Iquitos seis aviones Corsarios y entre
febrero y abril de 1933 cinco Douglas, dos Hawk y un Corsario. También fueron remitidos a San
Ramón nueve aparatos de transporte destinados a Iquitos. Las máquinas de guerra cumplieron
misiones de exploración, observación, bombardeo y combate. Las de transporte llevaron de San
Ramón a Iquitos armamentos, municiones, vestuario, equipo y otros materiales. La Línea Aérea

46 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
Nacional que, con el nombre de Escuadrilla de Transportes, operaba en la costa suspendió sus
actividades en octubre de 1932 para trabajar en el frente. Elmer J. Faucett también canceló sus
vuelos comerciales y puso su personal de pilotos y su material íntegro al servicio del Perú; San
Ramón fue el centro de sus operaciones. como pasó con
Las víctimas que tuvo la aviación peruana en la época de este conflicto no lo fueron en
combate. El comandante Manuel Cánepa Muñiz y el mecánico suboficial Alejandro Chávez
el resto de las
Fonseca cayeron a tierra en Virú el 20 de febrero de 1933 cuando volaban de Chimbote hacia Fuerzas
Paita con un aparato destinado al teatro de operaciones. En Río Nieva, Amazonas, sucumbió el armadas en esta
subalférez Alfredo Rodríguez Bailón en el viaje de Paita a Iquitos dentro de una escuadrilla. Él
murió y su mecánico Óscar Espejo Castro quedó gravemente herido aunque salvó la vida y
campaÑa, la
luego continuó su carrera, Rodríguez Bailón había volado un año antes desde Mendoza, aViación suFrió
Argentina, hasta el Perú. El aeropuerto de Arequipa lleva el nombre de ese heroico piloto. por la escasez o
Como pasó con el resto de las fuerzas armadas en esta campaña, la aviación sufrió por la
escasez o deficiencias de su material. La dificultad más grave fue la falta de máquinas apropiadas, deFiciencias de
que solo en parte vino a ser modificada con nuevas adquisiciones. Varios aviones fueron trans- su material. la
formados rápidamente en hidros al adaptárseles flotadores. Se dejó sentir la falta de materiales
de reparación y de repuestos. En la base aérea de Iquitos fueron almacenados, por varios meses,
diFicultad mÁs
aparatos que estaban sin concluir de repararse por falta de elementos necesarios. Otra dificultad graVe Fue la
con la cual se luchó en las bases de la selva fue la escasez de hangares. A estos puntos se refirió Falta de
el representante por Loreto Rosendo Badani en la sesión del Congreso Constituyente de 5 de
junio de 1933, cuando se discutía el pliego de marina y aviación en el Presupuesto de la mÁQuinas
República. apropiadas, Que
José Chioino en su folleto El escándalo de Güepí menciona la falta de aviones adecuados y en
número suficiente, el clima de la región con sus lluvias y tempestades y la mala calidad de los
solo en parte
explosivos de las bombas. Vino a ser
La Guardia Civil y el Cuerpo de Seguridad cubrieron el servicio de etapas para las guarnicio- modiFicada con
nes de Puerto Arturo y Güepí y establecieron puestos a lo largo de las trochas Santa Elena-Puerto
Arturo y Cabo Pantoja-Güepí.
nueVas
La Guardia Civil efectuó también misiones de reconocimiento, exploración, vigilancia y pre- adQuisiciones.
bostazgo y participó en la sorpresa de Calderón. Varios aViones
Especial importancia revistió el servicio de transmisiones en el teatro de operaciones del
Nororiente. Funcionó a través de estaciones emisoras receptoras pertenecientes al Ministerio de Fueron
Guerra, la Inspección General de Aviación, el Ministerio de Marina y las líneas comerciales. Había transFormados
cuatro bases y líneas en Iquitos con un servicio de escucha permanente para atender los pedi-
dos y demás informaciones en contacto con todas las bases y líneas organizadas en dicho teatro
rÁpidamente en
de operaciones; a su vez, la comandancia en jefe estaba en relación con el comando supremo Hidros al
de Lima. Los radiotelegrafistas militares y civiles procedieron de la Escuela de Transmisiones del adaptÁrseles
Ejército, de la Marconi, de la Marina de Guerra y de las flotillas. A pesar de los esfuerzos hechos,
hubo deficiencias en las comunicaciones radiotelegráficas y en las estaciones meteorológicas Flotadores.
que expusieron a la navegación aérea a accidentes. Las tempestades en la región son constantes
y los aviadores necesitaban conocer, en todo momento el estado del tiempo antes de arriesgar-
se a emprender un vuelo. Después del cese de las hostilidades se creó la Escuela de
Radiotelegrafistas del Ejército en el Nororiente.
El servicio de sanidad militar cumplió tareas importantísimas dentro de la campaña, dadas
las condiciones de la región. Hubo denuncias sobre falta de plan, contratación de alumnos de la
Facultad de Medicina, negativa de algunos unos para viajar al Oriente, deficiencias en el instru-
mental y otras anomalías. Corresponde a los especialistas el estudio respectivo y llegar a conclu-
siones definitivas sobre este asunto, como a los técnicos en otros ramos analizar lo que se hizo,
lo que no se hizo y lo que se pudo hacer en ellos.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 47
la propueSta de la adMINIStracIÓN MIlItar.- Cuando en mayo de 1936 el Poder Ejecutivo envió al
roca, BelauNde Congreso la propuesta para el ascenso a general de brigada al coronel Ernesto Montagne, el
Y Guevara comandante Juan Pablo Santiváñez expresó lo siguiente en un discurso: “Debo hacer presente
que, cuando el coronel Montagne llegó a la región del Oriente, la administración militar no se
deslizaba por correctos cauces y previa la investigación y el ordenamiento que él hizo se ha obte-
nido para las rentas del Estado o, mejor dicho, para aquella región en el ramo de guerra, doscien-
tos mil soles que no existían en los libros de contabilidad. Con esa suma arrancada a la desorga-
nización, se ha montado un magnifico arsenal que no lotiene la capital de la República. Además
se ha conseguido una economía de veinte mil soles cada mes que se invierten en las necesidades
de aquella región, con la escrupulosidad que caracteriza a las inversiones que se hacen conforme
a los reglamentos militares”.

la MoraleJa del coNFlIcto coN coloMBIa eN 1932-1933.- La moraleja que se


desprende de la dolorosa historia del conflicto con Colombia en 1932-1933 (en cuyas páginas
hay algunas que parecen arrancadas de la guerra de 1879-1883) es que no debe sorprender al
en enero de 1993 el Perú del futuro otro litigio dentro de las deficientes condiciones en que se encontró entonces.
congresista erasmo roca
(en la imagen) presentó,
junto a víctor andrés el ruMBo de la polítIca INterNacIoNal del perÚ.- En la sesión del Congreso
Belaunde y víctor J. Constituyente del 18 de enero del 1933 los representantes Víctor Andrés Belaunde, Víctor J.
Guevara, una moción Guevara y Erasmo Roca presentaron una moción para que la cancillería procediera a constituir
que proponía la una comisión consultiva que ofreciese la colaboración técnica y la opinión de todos los sec-
formación de una tores del país y que, asimismo, correspondiera a la disposición expresa de la Carta Política
comisión consultiva para entonces por promulgarse. Víctor Andrés Belaunde fundamentó esta propuesta. Sostuvo que
la colaboración técnica y el régimen democrático supone una adecuación constante entre las decisiones de los pode-
de opinión en diversos res del Estado, el consejo técnico de las capacidades y la colaboración de la opinión pública.
asuntos constitucionales Voceros gobiernistas adujeron que el nombramiento de la comisión que se pedía significaría
en todos los sectores del una moción de censura al ministro de Relaciones Exteriores y recordaron que, en los primeros
país. la fundamentación, días del conflicto con Colombia, el Gobierno había consultado a diversos personajes y el
realizada por Belaunde, Congreso había aprobado la orientación impresa a la política internacional por el canciller
afirmaba que se Carlos Zavala Loayza, y más tarde había dado un voto de confianza a su sucesor José Matías
necesitaba de un Manzanilla. Ya el rumbo que el Perú iba a seguir estaba definido. También negaron capacidad
organismo que adecuara a quienes no ejercían funciones públicas y se refrieron a la existencia de la Comisión
las constantes decisiones Diplomática del Congreso que había sido ampliada con dos representantes de la minoría, los
de los poderes señores Armando Montes y Víctor Andrés Belaunde. Asimismo mencionaron los servicios que
del estado. prestaban Ventura García Calderón en Río de Janeiro y Víctor M. Maúrtua en Washington.
Belaunde insistió en que no se trataba de ejercer la tutela sobre el Poder Ejecutivo, recordó el
artículo constitucional sobre comisiones consultivas, pidió al Gobierno interés para escuchar
a las personas más capaces del Perú y formar un frente único y mencionó el caso de Colombia.
En este país el liberal Alfonso López había sido llamado a Bogotá para que formara parte de
la comisión consultiva y había sido encargado el conservador Guillermo Valencia de la presi-
dencia de ella. Hubo quien lo acusó de tener una opinión semiderrotista. La noción no fue
admitida en debate.
También presentaron Belaunde y Roca una moción para que los ministerios adoptaran
medidas con el fin de permitir la oportuna publicación de noticias o que ofreciesen las infor-
maciones destinadas a ilustrar y orientar a la opinión pública en el conflicto internacional.
Existía una especie de censura o una exarcerbación de la ley de emergencia. Saturnino Vara
Cadillo afirmó que el país vivía en catalepsia legal. La moción tampoco fue admitida a debate.

48 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
El gobierno de Sánchez Cerro pudo haber intentado, ante la gravedad del litigio con
Colombia, anchar su base, llamar a colaborar a algunos descentralistas y a muchos indepen-
dientes, si no quería tratar con los apristas. No lo hizo.
el goBierno de
el eMprÉStIto patrIÓtIco Y loS BoNoS de la deFeNSa NacIoNal.- La Ley Nº
sÁncHez cerro
7587 de 21 de setiembre de 1932, que provino de una iniciativa parlamentaria, autorizó al Poder pudo HaBer
Ejecutivo para levantar un empréstito interno por la suma de 20 millones de soles colocados a la intentado, ante
par y con el interés del 6% anual. Los fondos íntegros debían ser exclusivamente dedicados a la
adquisición, del material que el país necesitaba para la defensa nacional.
la graVedad del
Por el decreto de 4 de noviembre de 1932, en armonía con esta ley, fueron creados los Bonos litigio con
de la Defensa Nacional a cargo de una Junta de Emisión. El servicio de ellos quedó garantizado colomBia,
con el producto íntegro de las rentas creadas y vigentes para dicha defensa, salvo los graváme-
nes sobre ellas a mérito de contratos anteriores, con cargo de completarlas con fondos fiscales ancHar su Base,
de libre disposición. llamar a
El empréstito patriótico no dio resultados favorables.
colaBorar a
algunos
loS MaYoreS reNdIMIeNtoS de la reNta del GuaNo.- Por otra ley, de la misma descentralistas
fecha que tuvo la del empréstito patriótico, el Poder Ejecutivo fue autorizado para invertir los
mayores rendimientos de la renta del guano en la defensa nacional. Y a mucHos
independientes,
la colecta NacIoNal.- Una convocatoria a una reunión en el Palacio de Gobierno, hecha
si no Quería
por el presidente Sánchez Cerro a un grupo de personajes en la vida económica en el país, dio tratar con los
impulso a la Colecta Nacional con el mismo fin. apristas. no lo
La suma total del producto recaudado por la Compañía Administradora del Guano conforme ala
ley Nº 4113 debió ser entregada a la Comisión de la Colecta Nacional así como los fondos que, en
Hizo.
los sucesivo, fuesen recaudados por el gravamen antedicho (ley Nº 7602 de 20 de octubre de 1932).
La ley Nº 7581 de 26 de setiembre de 1932 autorizó las erogaciones que efectuaran para ella
los Bancos Central de Reserva del Perú, Central Hipotecario del Perú y Agrícola del Perú. Integraron
lacomisión a cargo de la Colecta Nacional los señores Luis Pardo, Ramón Aspíllaga, Eulogio
Fernandini y Francisco Echenique. Su labor fue meritoria. Recaudaron S/. 1.328.392,39 y US$
342.280,29. Rindieron cuenta pública de sus actos el 26 de diciembre de 1933. El pintor Baca Flor
obsequió para la colecta cuatro cuadros.

laS coNtrIBucIoNeS por uNa Sola veZ.- La ley N° 7597 de 13 de octubre de 1932 con
la misma exclusiva finalidad y por una sola vez ordenó el cobro en toda la República de varias
contribuciones: a) una de carácter progresivo a todo sueldo, emolumento, honorario o pensión
y, en general, a toda remuneración por prestación de servicios al Estado y municipalidades sin
excepción dentro del mes de octubre con una escala del 1 % al 15% (esta a las sumas mayores
de mil soles);b) un recargo del 10% sobre la acotación correspondiente al año 1932 de los siguien-
tes impuestos:contribución industrial y de patentes; de predios rústicos y urbanos; impuesto
progresivo sobre la renta; contribución sobre la renta del capital movible. Al contribuyente que
hubieseconcurrido con su óbolo voluntario para la Colecta Nacional debía descontársele la suma
erogada de la parte que le correspondiera pagar conforme a esta ley.
Como se informa en otro capítulo, estas contribuciones fueron dedicadas luego a distinta-
finalidad.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 49
octuBre
1932
[ perú ]
23 el IMpueSto a la eXportacIÓN Y coNSuMo de alGodÓN.- La ley Nº 7639 de 3 de
noviembre de 1932 creó un impuesto por quintal, precio neto, a la producción nacional de toda
clase de algodón desmotado que se exportara “por los puertos de la República desde Lomas
hacía el norte“. Asimismo, estableció otro impuesto similar a la producción nacional del mismo
algodón que se consumiera en el país en los mismos valles de la costa ya mencionados. El pro-
Fallece en la ciudad ducto de este impuesto debía ser aplicado, exclusivamente, a la defensa nacional.
de lima, a los 76 Se dijo, con fundamento, que poderosos intereses regionales del sur predominantes en el
aÑos de edad, el Congreso Constituyente determinaron ese límite ”desde Lomas hacia el norte”.

pintor
HuancaVelicano el IMpueSto SoBre loS BoletoS de INGreSo a loS eSpectÁculoS.- La ley Nº
daniel HernÁndez. 7595 de de 7 de octubre de 1932 aumentó el impuesto a la lotería en un 15% y destinó una
parte de su producto a la fabricación de la “Insignia de Defensa Nacional”. Pero La Ley Nº 7631
Hasta su muerte Fue de 3 de noviembre de 1932 la derogó; y, en cambio, creó, por tres meses, un recargo en un 10%
el organizador Y al importe de los boletos de ingreso a toda clase de espectáculos cuyo importe fuera mayor de
director de la cincuenta centavos, con la misma finalidad.
escuela nacional de
Bellas artes. la la INSIGNIa de deFeNSa NacIoNal.- En la sesión del 22 de marzo de 1933 el Congreso
oBra de HernÁndez, Constituyente aprobó un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo con el fin de ampliar el tenor
de la ley Nº 7595 y autorizar a este para que dispusiera la acuñación de discos de la “Insignia de
de carÁcter
la Defensa Nacional” que debían ser ofrecidos al público por el valor de veinte soles oro con la
acadÉmico Y categoría de”clase extra“. Fue la ley 7724 de 30 de marzo de 1933.
clÁsico, incluYe
entre sus
NuevaS leYeS ecoNÓMIcaS para la deFeNSa NacIoNal.- El Congreso Constituyente
principales discutió en sesiones secretas nuevas leyes destinadas a gravar la economía nacional para la
traBaJos los defensa del país. La ley Nº 7737 y la Nº 7741 fueron de carácter reservado. Otras quedaron como
retratos de JosÉ de proyectos que muchos hombres de negocios miraron con aprensión.

san martín, simón


BoliVar, andrÉs el coMItÉ ecoNÓMIco de la deFeNSa NacIoNal.- El presidente Sánchez Cerro no
aVelino cÁceres Y alcanzó a firmar la ley Nº 7745, promulgada solo el 9 de mayo de 1933, que creó el Comité
Económico de la Defensa Nacional para administrar los fondos provenientes de las leyes 7639,
Francisco pizarro.
7737 y 7741. Antes había sido designado un jefe de la Defensa Nacional, asesorado por los minis-
terios de las fuerzas armadas. Así se encontró un medio de resolver, entre otros, el problema
complejo de la distribución de fondos. Dicho jefe fue el general Óscar R. Benavides.

la coMpra de arMaMeNto JapoNÉS.- La resolución suprema de 10 de noviembre de


1932 autorizó la venta de una cantidad de guano a la firma de Okura Co. Trading Ltd.de Tokio a
cambio de armamento “fabricado por dicha firma”.
El representante al Congreso Constituyente Manuel Diez Canseco Romaña tachó la antedi-
cha operación (que efectuó en 1932 el ministro de Hacienda Ignacio Brandariz) cuando se dis-
cutió en esa Asamblea, en setiembre de 1934, la Cuenta General de la República correspondien-
te a aquel año. Según sus cálculos, el guano fue vendido a un precio mucho menor que el
debido. Brandariz se defendió en la carta que envió a El Comercio el 16 de setiembre de 1934 de
ese cargo y de otros. Dijo que él discutió los términos del contrato en relación con el costo del
guano; pero que, ante la situación de peligro nacional el desarme del Perú, la urgencia de

50 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 10 ]
obtenerarmamento listo de un país entonces en guerra y ante un cable perentorio de la legación
en Tokio, tuvo que firmar el contrato. El precio fue pactado no por el guano puesto a bordo en un
puerto japonés sino en las islas donde se produce, de tal modo que resultaron de cuenta del
comprador los gastos de envase, fletes y aun de embarques. Fue considerado como costo el valor la resolución
según el cual se vendía el guano a los agricultores nacionales. Se apoyó, además, Brandariz, en
una carta del teniente coronel Felipe de la Barra, jefe de la misión militar que actuara en el Japón,
suprema de 10
para probar que (aparte de haberse ganado tiempo y obtenido eficiencia igual a la del material de noViemBre de
de cualquier otro origen) se pagaron precios con 35 a 45% de rebaja en relación con este. 1932 autorizó la
Ante la versión de que la firma Okura no era fabricante de armamento, respondió con el aval
de la legación japonesa que en el Japón lo era únicamente el Estado y que dicha casa actuaba
Venta de una
como uno de los socios de la entidad vendedora. El armamento japonés entonces adquirido fue cantidad de
utilizado por el ejército peruano hasta muchos años después. guano a la
Firma de oKura
laS reQuISIcIoNeS Y loS SuMINIStroS eN el terrItorIo de la repÚBlIca.- La co. trading ltd.
ley Nº 7710 de 14 de marzo de 1932 estableció las condiciones en que debían efectuarse las
requisiciones y los suministros militares en el territorio de la República cuando la nación se viera
de toKio a
obligada a movilizarse parcial o totalmente como consecuencia de un estado de guerra nacional camBio de
o por necesidades militares en tiempo de paz. armamento
‘FaBricado por
laS reNtaS de la INterNatIoNal petroleuM.- Bajo la garantía de la renta provenien- dicHa Firma’.
te de la International Petroleum Co., se hizo, por el Ministerio respectivo, un contrato con una
firma francesa para la adquisición de aviones. Con el fin de ultimar la operación fue enviada una
misión que presidió el coronel FAP Alva Saldaña. La International Petroleum prestó también gran-
des facilidades para el aprovisionamiento de los aviones peruanos en el Oriente

laS operacIoNeS coN la caJa de depÓSItoS Y coNSIGNacIoNeS.- Una operación


hecha por el Ministerio de Hacienda con la Caja de Depósitos y Consignaciones logró poner a
disposición del Ministerio de Marina la cantidad de cinco millones de soles para adquirir en
Estonia dos destroyers.

[ CAPÍTULO 10 ] PERÍODO 8 51
[ TOMO 16 ]

[ octavo período: el comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política ]

capítulo 11 ● El asesinato del presidente proceso por el asesinato de Sánchez Cerro. con motivo del asesinato de Sánchez
Sánchez Cerro ● El asesino ● Otros planes La cuestión del fuero ● La investigación de Cerro ● El Gabinete Prado ● Apreciación
de asesinato ● El peritaje balístico sobre el la policía ● ¿Las pesquisas fueron detenidas sobre el proceso por el asesinato de
auto del presidente Sánchez Cerro ● La en un momento dado? ● El juez instructor Sánchez Cerro ● Benavides y el asesinato
declaración de estado de sitio y la elección mayor Carlín ● La Corte Marcial y la de Sánchez Cerro ● Luis A. Flores y la
del general Benavides como presidente acusación fiscal ● Las audiencias públicas ● supuesta culpabilidad de Benavides en el
por el Congreso Constituyente ● El primer El retiro de la acusación fiscal. La sentencia asesinato de Sánchez Cerro ● ¿Fue el
Gabinete de Benavides ● El sepelio de ● La actitud de Luis A. Flores ante la leguiismo el autor del asesinato de
Sánchez Cerro ● La estampilla con el sentencia ● La actitud fiscal de la Corte Sánchez Cerro? ● El ambiente en que se
retrato de Sánchez Cerro ● Sánchez Cerro ● Superior en relación con los funcionarios y produjo el asesinato ● Los honores
La seguridad de Haya de la Torre ● La las autoridades de policía ● La ley para póstumos para Sánchez Cerro ● Sánchez
mejoría de la situación económica ● El mandar cortar los juicos a las autoridades Cerro en la poesía nueva.
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ CERRO
Y LA ELECCIÓN DEL GENERAL ÓSCAR R. BENAVIDES

CAPÍTULO
11
[ ]
E
l aSeSINato del preSIdeNte SÁNcHeZ cerro.- El domingo 30 de abril de 1933 se
efectuó en el hipódromo de Santa Beatriz (ubicado en el lugar donde ahora está el Campo de
Marte) un desfile patriótico de treinta mil movilizables. El presidente de la República general Luis
M. Sánchez Cerro, acudió a presenciarlo desde la tribuna oficial.
Después de que terminó el desfile, a la una de la tarde, más o menos, el presidente Sánchez
Cerro salió, entre los aplausos de la multitud, en un automóvil Hispano-Suizo descubierto. Para
un gobernante que, pocos meses antes, había sido víctima de una tentativa de asesinato en la
iglesia de Miraflores, que acaso había tenido otras asechanzas y contra quien se habían sucedi-
do varios movimientos subversivos, algunos de ellos muy cruentos, y numerosas conspiracio-
nes, este gesto fue, cuando menos, imprudente. Acaso Sánchez Cerro quería demostrar, en
forma pública, que no tenía miedo. Deliberadamente evitaba usar el automóvil blindado que
tenía a su disposición y que hubiera salvado su vida.
A su izquierda tomó asiento el presidente del Consejo de Ministros José Matías Manzanilla y
en los asientos anteriores se colocaron el coronel Antonio Rodríguez Ramírez, jefe de la Casa
Militar, y el edecán mayor Eleazar Atencio. Como oficial de estribo cabalgaba, al costado dere-
cho del carruaje presidencial, el teniente Elías Céspedes del regimiento Escolta. Para evitar
accidentes y atropellos, Sánchez Cerro, a quien la gente aplaudía y vivaba mientras él saludaba
con una mano, indicó al conductor del vehículo que avanzara lentamente, pues había muchas
personas que atravesaban de un lugar a otro. En el automóvil siguiente, un Cadillac cerrado,
iban los demás miembros de la Casa Militar: el capitán Alfonso Llosa,el capitán Marcial Merino,
el mayor Luis Solari, el comandante Félix Vargas Prada y el capitán Peña.
Cuando el primer carro se encontraba más o menos a la mitad de la distancia de la entrada al
hipódromo a la plazuela al frente de este y el segundo no había traspasado la puerta, un indivi-
duo, rompiendo la fila de gendarmes que abría calle al costado izquierdo, se abalanzó sobre el
automóvil presidencial, seguido a pocos metros de distancia por dos gendarmes y un civil. El
agresor se apoyó con la mano izquierda en la capota y, con un revólver, disparó a quemarropa, por
la espalda del Presidente, varios tiros, tres según declararon los médicos Guillermo Fernández
Dávila y Carlos A. Bambarén en el peritaje que luego practicaron. En esos momentos, el Hispano-
Suizo aceleró su marcha y con ella arrojó hacia el sardinel al asesino. Los edecanes que venían en el
Cadillac lo hicieron detener, bajaron e hicieron uso de sus armas. Se oyeron disparos en varias direc-
ciones. Uno de los gendarmes, el soldado José o Teodoro Rodríguez Pisco, que había perseguido al
agresor, cayó muerto al suelo. Este también fue muerto por uno de los edecanes cuando su vida debió
ser salvaguardada para que se pudieran descubrir luego los secretos del crimen.Recibió veinte heridas;
de ellas cuatro fueron de arma cortante. Circuló la versión muy verosímil de que algunos civiles tam-
bién hicieron fuego desde unos árboles, al mismo tiempo que disparaba la tropa. Quedaron heridos
el subteniente Fortunato García Bedoya, los cabos Juan E. Núñez Lázaro y Juan Acuña Sonoco y los
soldados Humberto Castillo Paredes y Julio Bustamante Saavedra.
El Presidente, el ministro Manzanilla, el coronel Rodríguez y el mayor Atencio siguieron en el
mismo automóvil y se dirigieron al Hospital Italiano, situado entonces en la avenida Abancay.

54 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
Atendieron al herido los doctores Raffo, Rocha, Delgado (Abel) y Brignardello. Se aplicó suero
a la víctima del atentado y se le pusieron inyecciones tónicas; pero todo fue inútil pues entró en
agonía. El fallecimiento se produjo a la una y diez minutos de la tarde. [ 1933 abril 30 ]
Según declaraciones que hizo el doctor Brignardello, la herida que quitó la vida al Presidente
fue de necesidad mortal desde el primer momento. El orificio de entrada se encontraba en el aSeSINato de
plena región precordial con aparente trayectoria de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás. SÁNcHeZ cerro. en la
Necesariamente el proyectil tuvo que haber tocado el corazón y debió haber sido disparado edición de la tarde del
desde muy poca distancia por la deflagración que se advertía en los tejidos alrededor del orificio domingo 30 de abril de
de entrada. No había orificio de salida y la bala debió haber provocado una intensa hemorragia 1933, el diario el
interna después de haber lesionado el corazón, a juzgar por el estado de agotamiento de que comercio informó a la
daba muestras la víctima. Según Luis A. Flores en el discurso que pronunció en el cementerio, al opinión pública sobre la
fallecer Sánchez Cerro, todo su patrimonio consistía en 180 soles. muerte del presidente.
Algunos grupos de gente habíanse estacionado cerca del Hospital Italiano. El pabellón un comunicado del
nacional fue izado a media asta en los altos de esa casa. Todos los establecimientos públicos consejo de Ministros
cerraron sus puertas y los espectáculos quedaron suspendidos. decía lo siguiente: ‘con
la honda emoción del
instante y agitado el
el aSeSINo.- La pistola usada por el asesino era de marca Browning, automática y se hallaba espíritu por el mismo
casi nueva. Fue recogida del suelo por Ángel Millán Ramos, empleado de la oficina de correos unánime sentimiento de
de Huancayo. Avisado de este hecho por una mujer, la policía detuvo a Millán Ramos, quien ya horror y condenación
había regresado a esa ciudad, y se apoderó del arma. que conmueve al país
Según la información policial, suministrada casi inmediatamente, que necesita ser confrontada (...), el consejo de
en sus detalles con otros datos, el asesino se llamaba Abelardo Mendoza Leyva. Era un sujeto bajo, Ministros ha procedido
mestizo, vestía de azul, mal trajeado, sin chaleco y con una camisa a rayas. Oriundo de Cerro de a dictar (...) los decretos
Pasco, fue traído a Lima muy pequeño y fue acogido por don José Palestra cuando este traspasó que somete a la
de don Antonio Martino una bodega situada en la segunda cuadra de la antigua calle Malambo, consideración de la
o sea la avenida Francisco Pizarro. Allí trabajó como doméstico durante tres años. Como deseaba asamblea constituyente.
ganar más dinero, se valió de su antiguo jefe Palestra quien lo recomendó a los señores De Ferrari. cree el consejo (…) que
Estos lo aceptaron como empleado en el bar llamado La Piñita situado en la esquina de la calle el congreso debe
Serrano y la avenida Nicolás de Piérola. Así vivió durante cuatro años hasta 1930,en que los patro- proceder a elegir de
nes lo despidieron, pues llegaron a enterarse de que les robaba para poder mantener a una mujer inmediato al ciudadano
ya que su salario no le alcanzaba para ello. Convertido en desocupado, Mendoza pidió dinero a que habrá de ocupar la
varias personas dando como garantía el bar La Piñita y en alguna ocasión fue llevado a la comisaría. presidencia de la
En 1931se inscribió en el Partido Aprista y trabajó como empleado en un bar del Callao y luego en república,
La Punta y en Miraflores. En busca de un restaurante barato, encontró uno en la calle Huáscar de reemplazando así (...) al
Surquillo, de propiedad de Pascual Jaramillo, guardia de la Comisaría de Miraflores y de un primo ilustre hombre público,
de este, Alejandro Cortijo. A poco aceptó el puesto de cocinero en esa fonda. Por una denuncia general luis M. Sánchez
sobre reuniones apristas allí, Mendoza fue remitido el 13 de marzo de 1933 a la Intendencia de cerro, que ha caído
Policía con el atestado correspondiente; fue puesto en libertad el 4 de abril. hace pocas horas como
Sus amigos dieron luego a Mendoza alojamiento en un callejón y comida en otro restaurante solo podía caer él:
y trabajó como peón en la Escuela de Agricultura.Por último, encontró un lugar donde dormir en herido a traición, en el
el local de la Federación Gráfica, gracias a la protección de Pedro Catalino Lévano, conserje de esa plano de su deber, por
entidad. Allí estuvo también en la noche del 29 de abril hasta la mañana del 30 en que salió muy una mano cien veces
temprano. La policía consideró, inicialmente, como sus cómplices a Lévano y a otras personas. criminal”.

otroS plaNeS de aSeSINato.- Se ha afirmado que, independientemente de Mendoza


Leyva e ignorando el plan de este, un grupo de apristas preparaba unas bombas para hacerlas
estallar en el jirón de la Unión cuando pasara por esa calle Sánchez Cerro.

[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 55
uN teStIGo el perItaJe BalíStIco SoBre el auto del preSIdeNte SÁNcHeZ cerro.- El
del aSeSINato peritaje balístico sobre el auto del presidente Sánchez Cerro, suscrito el 8 de mayo de 1933 por
Pedro A. Gálvez Mata, Alberto Láinez Lozada, Florencio Salazar G. y Luis Grados, anotó la existen-
cia de ocho impactos, tres en el espaldar del sitio ocupado por aquel y cinco en la capota. Los
proyectiles eran de pistola. Los señores Pedro A. Gálvez Mata y Alberto Láinez Lozada se ratifi-
caron en su opinión de que habían disparado, por lo menos, cuatro personas.

laS declaracIoNeS de eStado de SItIo Y la eleccIÓN del GeNeral


BeNavIdeS coMo preSIdeNte por el coNGreSo.- El Consejo de Ministros integrado
por José Matías Manzanilla (Relaciones Exteriores), Julio Chávez Cabello (Gobierno y Policía), M.
Wenceslao Delgado (Justicia e Instrucción), Ignacio A.Brandariz (Hacienda), Antonio Beingolea
(Guerra), Manuel E. Rodríguez (Fomento) Alfredo Benavides Canseco (Marina y Aviación) asumió
el ejercicio del Poder Ejecutivo, declaró en estado de sitio a toda la República y suspendió las
garantías constitucionales el mismo 30 de abril.
el comandante Félix No se produjo ni en Lima ni en provincias ningún intento de subvertir el orden público. Con
vargas prada, aquí en ello quedó comprobado que el asesinato del presidente Sánchez Cerro no estuvo vinculado a
una fotografía de 1925, una conspiración organizada.
fue uno de los militares Sin esperar a que se cumpliera el plazo constitucional de tres días para que ejerciese el
que acompañaban al poder, el Consejo de Ministros se dirigió al Congreso Constituyente también el 30 de abril
presidente Sánchez dando cuenta de lo ocurrido y para la elección del nuevo presidente de la República. El
cerro el 30 de abril de Congreso sesionó esa misma tarde. El presidente de la Asamblea Clemente J. Revilla rindió home-
1933, día de su asesinato. naje a la víctima, fue ratificado el decreto sobre estado de sitio (con la oposición de Luciano
vargas se encontraba a Castillo), se aprobó, sin una voz discordante, la moción para condenar el crimen, declarar duelo
bordo del segundo nacional los días 1º, 2 y 3 de mayo, exhortar a la ciudadanía para que cooperase a la conservación
automóvil de la del orden constitucional y al sostenimiento de los poderes públicos constituidos y expresar que
caravana presidencial el general Sánchez Cerro había merecido bien de la patria y comprometido la gratitud nacional.
junto a miembros de la Pronunciaron discursos de anatema al asesinato, Luciano Castillo (quien pidió la vuelta a la
casa Militar, cuando se constitucionalidad), Erasmo Roca (se lamentó de que no se hubiera impuesto la paz dentro de la
escucharon los disparos República), J. L. Calmell del Solar, Abelardo Solís, Manuel Jesús Gamarra, Víctor J. Guevara, Alfredo
que segaron la vida del Herrera, José Ignacio Portocarrero (a nombre del departamento de Piura) y José M. Tirado. A
primer Mandatario. pedido de Guillermo Hoyos Osores, se acordó proceder de inmediato a la elección del nuevo
presidente de la República que debía terminar el período para el que fue elegido el general
Sánchez Cerro.
Erasmo Roca manifestó que, en principio, su grupo había pensado plantear el retorno a la
plena constitucionalidad como base previa para ese acto; pero que se había hecho el reparo de
que podría venir una situación difícil, con un debate político en momentos en que el bien-
estar y la seguridad de todos exigían una solución rápida y anunció su esperanza en una nueva
era de paz. Víctor Andrés Belaunde pidió la unión nacional ante los problemas interno e interna-
cional y anunció su confianza en “aquel Presidente Provisorio que resolvió el problema monetario
de acuerdo con los técnicos y que resolvió el problema constitucional llamando a la unión a
todos los partidos políticos”. Recordó que cuando llegó al país ese personaje, habló también de
unión sagrada y concluyó diciendo que él simbolizaba el voto del Perú: unión, paz jurídica y paz
moral.
Sufragaron 88 representantes. El general Óscar R. Benavides recibió 81 votos, el ingeniero
Carlos López Albújar 4, Manuel Bustamante de la Fuente 1, viciados 2. El señor Toribio Sierra
anunció que había sufragado por Haya de la Torre y el presidente le replicó que era uno de los
viciados. Los cuatro representantes socialistas habían acordado otorgar sus sufragios al ingeniero
Carlos López Albújar, modesto militante de su partido en provincias, no conocido en el país.

56 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
[1] LA INSPECCIÓN DE
TROPA. En la
mañana del
domingo 30 de
abril de 1933, el
presidente de la
República Luis
Miguel Sánchez
Cerro llegó hasta
el hipódromo de
Santa Beatriz, en
Lima, para pasar
revista a treinta
mil soldados que
se encontraban
listos para partir
hacia la frontera
con Colombia. En
estas imágenes lo
vemos observando
el desfile desde las
tribunas de honor
(1) y saliendo del
hipódromo tras la
ceremonia (2).

[2]

[ capítulo 11
10 ] período 8 57
la eleccIÓN El general Benavides acompañado por el Consejo de Ministros, se presentó momentos
del Nuevo después en el salón de sesiones del Congreso,fue investido con la insignia del mando supremo
preSIdeNte por el presidente de dicho poder del Estado, hizo el juramento de ley y agradeció con breves
palabras su elección haciendo notar que no la había inspirado él, que no pertenecía a partido
tras el asesinato del político alguno y que legaba a la jefatura de Estado sin odios, anheloso de ”la armonía de toda
presidente Sánchez cerro, la familia peruana que realmente tenga sentimientos patrióticos”.
el congreso constituyente La elección del general Benavides no estuvo de acuerdo con el artículo 137 de la
dispuso una votación para Constitución de 1933 según el cual no son elegibles los ministros de Estado y los miembros de
elegir al nuevo las fuerzas armadas que se hallan en servicio sino han renunciado su cargo un año antes de la
mandatario. los resultados elección. El general Benavides se hallaba, en esos momentos, en el comando de dichas fuerzas.
fueron los siguientes: Alberto Arca Parró y Luciano Castillo plantearon esta tesis incontrovertible en la sesión del 8 de
mayo en una moción que fue inserta en el acta del 30 de abril. Erasmo Roca explicó su punto
caNdIdatoS votoS de vista según el cual dicho artículo se refiere solo al procedimiento eleccionario normal y
Óscar r. Benavides 81 agregó que el mismo Congreso que había dado la Carta Política hallábase facultado para inter-
carlos lópez albújar 4 pretarla. Pero ella en realidad, no hace distingos y el artículo inicialmente aprobado por el
Manuel Bustamante 1 Congreso decía: “No pueden ser elegidos presidente de la República ni por el pueblo ni por el
viciados 2 Congreso”... La Comisión de Redacción, para ahorrar palabras, puso el texto ya transcrito.
Pero la misma circunstancia de que el general Benavides mandaba las fuerzas de tierra,
mar y aire del Perú fue un factor que contribuyó a su elección. Se quiso, en aquella hora de in
certidumbre, conseguir las máximas garantías de orden y de normalidad. El ejército no podía
poner objeción alguna al nuevo Presidente. La mayoría sanchezcerrista del Congreso, aturdi-
da ante el súbito fallecimiento de su caudillo, no halló entre ella un sustituto para este y
recordó, a la vez, la buena amistad iniciada entre ambos militares, el ascenso que poco tiempo
antes había propuesto el Poder Ejecutivo para hacer a Benavides general de división y sus
sucesivos nombramientos como ministro en Gran Bretaña y como comandante supremo de
las tropas, este sin habérsele consultado. El antileguiismo de los sanchezcerristas veía en el
nuevo mandatario al enemigo indoblegable del gobernante de 1919 a 1930; y la enérgica
actitud de él, desde el destierro, frente al Tratado Salomón-Lozano cobraba actualidad ante el
conflicto con Colombia, lo mismo que el recuerdo de la hazaña que fuera el combate de La
Pedrera en 1911. A los decisivos votos sanchezcerristas en el Congreso (algunos de ellos arre-
pentidos más tarde por lo que hicieron en la tarde del 30 de abril de 1933) sumáronse los
descentralistas y los independientes, encabezados estos por Víctor Andrés Belaunde que
había tenido a Benavides como uno de sus precandidatos en 1931. En realidad faltaron solo
siete votos (los socialistas y los supérstites apristas) para la unanimidad. Y así llegó Benavides
al poder en 1933 con gran fuerza moral, elegido Presidente por segunda vez, nuevamente
gracias a una decisión del Congreso. Por tercera vez, sería ungido en la misma forma parla-
mentaria en 1936, nunca por el sufragio popular.

el prIMer GaBINete de BeNavIdeS.- Benavides empezó por confirmar en sus funcio-


nes a los integrantes del Gabinete Manzanilla, si bien llamó los señores Pablo Ernesto Sánchez
Cerro para que ocupase el Ministerio de Fomento y a Luis A. Flores el de Marina. Salieron, pues,
del equipo el coronel Manuel E. Rodríguez y Alfredo Benavides Canseco, cuñado del nuevo
gobernante. Costó trabajo persuadir a Pablo Ernesto Sánchez Cerro de que aceptase el porta-
folio, pues ya hallábase resentido y receloso frente al sucesor de su hermano.Quiso él consoli-
dar su recién adquirido poder dando confianza al partido sanchezcerrista, cuyas considerables
fuerzas en el ejército y en la administración pública pudieron quizá haberle creado iniciales
dificultades. El coronel Rodríguez pasó a la Jefatura de la Defensa Nacional. Benavides empezó
así su Gobierno cercado por el sanchezcerrismo.

58 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
EL SEPELIO DE SÁNCHEZ CERRO.- Los restos de Sánchez Cerro fueron, desde el 1º de
mayo, colocados en un ataúd en la capilla del Sagrario. Allí recibieron los honores correspon-
dientes. La afluencia del público que acudió a desfilar ante el cadáver fue enorme. Se notó la
presencia de gente de toda condición social, viejos, jóvenes, mujeres y niños. Hubo escenas
impresionantes. Los funerales fueron aplazados hasta el 4 de mayo. Ese día hubo una parada
20
ADoLF HITLer
enero
1933
[ alemania ]

militar, una silenciosa manifestación popular y un homenaje oficial. La oración fúnebre en la


basílica estuvo a cargo del R. P Armando Bonifaz, provincial de la orden de los mercedarios. (1889-1985),
En el cementerio pronunciaron discursos José Matías Manzanilla, el general Antonio FUnDADor DeL
Beingolea, Luis A. Flores, Alfredo Herrera, José Manuel García Bedoya, José Ignacio Portocarrero,
Lizandro Alvarado Bolo y César Velarde La Barrera. Tan grande resultó la aglomeración de públi- PArTIDo
co que la policía en la alameda del cementerio y en las calles Maravillas, Mercedarias y Santa nACIonALsoCIALIsTA
Clara, impidió que avanzase. ALeMÁn DeL TrABAJo,
Durante muchos años hubo flores en el sepulcro de Sánchez Cerro depositadas diariamente
por gente del pueblo.
es noMBrADo
CAnCILLer. enTre sUs
PrIMerAs ACCIones
LA ESTAMPILLA CON EL RETRATO DE SÁNCHEZ CERRO.- La administración de correos
esTUVIeron
llegó a hacer unas estampillas del tipo de diez centavos que ostentaban el retrato del presiden-
te de la República, general Sánchez Cerro. Este, por decreto de 16 de diciembre de 1932, las ProCLAMArse
mandó dejar sin valor. Después de producido el asesinato del 30 de abril de 1933, el nuevo DICTADor Y enVIAr A
presidente de la República general Óscar R. Benavides y su ministro Julio Chávez Cabello expi-
sUs oPosITores A Los
dieron el decreto de 23 de mayo de 1933 para autorizar la circulación de dichas estampillas que
debían emplearse como tasa adicional en el franqueo de toda encomienda destinada a la CAMPos De
República o al extranjero, a razón d e una estampilla por paquete. El importe que por concepto ConCenTrACIÓn. LA
de la venta de ellas se recaudara, debía ser aplicado a incrementar los fondos de la Colecta MAYorÍA
Nacional.
PArLAMenTArIA
esTABA ConForMADA
SÁNCHEZ CERRO.- Sánchez Cerro pasa como una tempestad por la historia peruana. Aparece Por MIeMBros De sU
para hacer lo que muchos habían intentado sin conseguirlo, o sea derribar a un régimen con
once años de duración; estampa entonces su firma en un bello documento cargado de anate-
PArTIDo, QUIenes
ma lírico y de esperanza cívica que conmovió, como no ha ocurrido con ninguna pieza de AProBAron UnA LeY
literatura política, al país; llega a Lima por el aire cual si fuera un héroe mitológico; gobierna con QUe TrAnsFerÍA AL
la ilusión acerba de sancionar a los delincuentes del pasado cercano; comete el error de ser
PArTIDo nAZI eL
candidato siendo Presidente y sabe, con tino, rectificarse a tiempo; a pesar de todos los enco-
nos, de todas las críticas y de todas las burlas, es ungido luego popularmente en comicios sin ConTroL De ToDos Los
precedentes; gobierna sin reposo en tiempos de tremenda crisis económica y de incesantes PoDeres DeL esTADo.
tempestades políticas; se considera un paladín nacional frente a lo que cree (junto con la clase
InCLUIDos Los MeDIos
dirigente) el peligro sectario de prematuros ensayos y de peligrosos saltos; no transige con sus
enemigos; lo intentan matar, él manda matar a muchos y algunos matan invocando su nombre, De CoMUnICACIÓn.
al punto de que un escritor enemigo suyo lo acusa de “ensangrentamiento ilícito” después de
que él acusó a sus adversarios leguiistas por ”enriquecimiento ilícito”; sorprendido por el hecho
inesperado de la ocupación de Leticia y no queriendo contrariar el clamor patriótico de Loreto,
pone al Perú a luchar en heroica soledad contra Colombia y contra la opinión internacional
obsesionada por los aspectos aparentes del litigio; muere al fin asesinado y llega, con las que le
infiere su agresor, a sumar once heridas en el cuerpo. Impávido frente a todos los peligros, siem-
pre confía en su estrella que identifica con la de la patria. Desde Felipe Santiago Salaverry no
había existido en la escena pública peruana una figura tan violenta y alucinante, si bien supera
al caudillo de 1835 por el hecho de que las muchedumbres lo acompañaron en su nacimiento

[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 59
[1] EL FUNERAL DE
SÁNCHEZ CERRO. A la
salida del hipódromo
de Santa Beatriz, el
presidente Sánchez
Cerro fue abaleado
por Abelardo
Mendoza, quien se
encontraba entre la
multitud. Sánchez
Cerro fue trasladado
de inmediato al
Hospital Italiano,
donde falleció a la
1:30 de la tarde. En
estas imágenes, el
velatorio de los
restos del mandatario
(1) y el cortejo
fúnebre en la Plaza
de Armas (2). Desde
allí, el cuerpo fue
conducido al
cementerio
Presbítero Matías
Maestro, donde fue
sepultado.

[2]

60 período 8 [ capítulo 11 ]
político, en las horas en que fue llamado a ocupar por dos veces el primer cargo del Estadov en
su entierro, aunque aquel se sintió transfigurado porque luchaba contra el invasor extranjero.
Por otra parte, como ocurriera en estas dos ocasiones y también durante el Virreinato, con per-
sonajes como el conde de Lemos y el marqués de Castelfuerte, el temple de este país es el de JoHn a. macKaY
no armonizar, a la larga, con personajes demasiado rotundos y preferir, en cambio, otros más
cazurros, moderados o tranquilos.
Ha contado en
La protesta de, por lo menos, un sector de la “derecha económica” contra la ley sobre impues- su liBro tHe
tos dedicados al camino de Pucallpa y contra otras leyes o proyectos hacendarios discutidos en otHer spanisH
el Congreso Constituyente, así como el desapego íntimo de dicho grupo, en algunos círculos,
ante la política exterior, invalidan la tesis de que Sánchez Cerro, como gobernante, no hizo sino
cHrist Que,
estar a su servicio. cuando se
El crítico objetivo halla, con la perspectiva de los años, discutibles o censurables muchos produJo el
actos de Sánchez Cerro. Está a punto de suscribir un veredicto adverso. Pero, en el fondo del
error o del acierto, asoma la imagen sincera de un hijo del pueblo que llegó a la dirección de la asesinato de
República de un niño grande, de un hombre muy hombre y de un peruano muy peruano. sÁncHez cerro,
un grupo de
la SeGurIdad de HaYa la de la torre.- John A. Mackay ha contado en su libro The FanÁticos
Other Spanish Christ que, cuando se produjo el asesinato de Sánchez Cerro, un grupo de fanáti- partidiarios de
cos partidarios de este caudillo se concertó para asaltar la penitenciaría y dar muerte a Haya de
la Torre. Agrega que él acudió, junto con el ministro de Inglaterra, donde el presidente Benavides, este caudillo se
solicitó y obtuvo, gracias a la máxima buena voluntad de este, todas las garantías necesarias. concertó para
Hubo otras gestiones en el mismo sentido.
asaltar, la
penitenciaría Y
la MeJoría de la SItuacIÓN ecoNÓMIca.- A la elección de Benavides siguieron las dar muerte a
negociaciones para un arreglo del conflicto con Colombia y los primeros síntomas de que esta-
ba pasando la depresión económica iniciada en 1929. En el mismo mes de mayo de 1933 las
HaYa de
cédulas hipotecarias experimentaron en sus cotizaciones un alza de más de 25%, pues, luego de la torre.
haber bajado casi 70%, a fin de mes tenían compradores a 96%. Idéntica o mayor reacción expe-
rimentaron los valores del Estado. Así la deuda interna consolidada (que había tenido un precio
alrededor de 35%, encontró a fines de mayo compradores a 57%. El cambio internacional inició
una mejoría. Mientras la libra esterlina llegó a cotizarse a S/. 24,50 a fines de abril, a fines del mes
siguiente bajó a menos de S/.21, 00. El dólar, después de un tipo de cambio de S/. 6,30, descen-
dió luego a S/. 5,28, aunque es cierto que hubo una merma propia en esta moneda norteame-
ricana, de todos modos favorable para la economía nacional. La muerte de Sánchez Cerro
coincidió con un mejoramiento en la situación económica y hacendaria, si bien ella pasó por
algunas alternativas en los siguientes meses de 1933.

el proceSo por el aSeSINato de SÁNcHeZ cerro. la cueStIÓN del Fuero.- Al


iniciarse el proceso por el asesinato de Sánchez Cerro surgió una cuestión relativa al fuero per-
tinente, el ordinario o el castrense. La Corte Suprema, por resolución de 27 de mayo de 1933,
dirimió en favor del fuero militar la competencia planteada.

la INveStIGacIÓN de la polIcía.- La policía de Lima y Callao hizo numerosas investiga-


ciones acerca de este crimen. A los expertos nacionales fueron agregados un detective nor-
teamericano y otro contratado en Chile. Todo el esfuerzo se orientó hacia la búsqueda de una

[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 61
la corte MarcIal participación delictuosa del Partido Aprista. Los presos en la penitenciaría y en el cuartel 6º
fueron muy numerosos. Se quiso involucrar al abogado Juan Millar y llegó a insinuarse que su
revólver había sido usado por Mendoza Leyva y que con dicha arma tenía relación el dirigente
aprista Luis Heysen. Hubo muchos sospechosos que se ocultaron.
Uno de los encausados, Filomeno Sacco Espíritu, falleció en el panóptico. No debió estar
recluido en este lugar porque no había sido condenado a la pena de penitenciaria. La versión
oficial fue la de que se trataba de un paranoico (a quien el Dr. Honorio Delgado llegó a atender)
que se suicidó cortando con un cuchillo el alambre de luz.

¿laS peSQuISaS FueroN deteNIdaS eN uN MoMeNto dado?.- Algunos encausa-


dos fueron objeto de presiones morales e intelectuales y de actos de tortura cometidos, según
la sentencia de la Corte Marcial por personas extrañas a la Policía de Investigaciones en las
cocheras del Palacio de Gobierno.
Sin embargo, es probable que el presidente Benavides, con miras a una política de “pacifica-
el capitán Miguel San ción y concordia”, en un momento dado, detuviese las pesquisas. El detective norteamericano
román, a quien vemos en no fue debidamente utilizado.
esta fotografía, fue uno
de los vocales que
conformaron la corte el JueZ INStructor MaYor carlíN.- El juez instructor mayor Abel Carlín empezó el 5
marcial encargada de de junio de 1933 y concluyó el 10 del mismo mes la tarea de tomar declaraciones a los deteni-
juzgar a los implicados en dos. Abrió resueltamente el camino hacia la absolución de los encausados. Al entregar su expe-
el asesinato del diente, dejó constancia de las denuncias por las torturas que ellos habían recibido y señaló la
presidente Sánchez responsabilidad de las autoridades que habían estado encargadas del resguardo de la vida de
cerro. Junto a San lPresidente asesinado. Carlín recibió el cálido homenaje de la prensa de oposición. Manuel A.
román, integraban la Bedoya le dedicó el folleto El otro Abel, que tuvo su complemento en el titulado El otro Caín,
corte el coronel donde Bedoya estigmatizó a Sánchez Cerro.
Maximiliano Frías, quien
la encabezaba, así como
Humberto león ravines, la corte MarcIal Y la acuSacIÓN FIScal.- La Corte Marcial estuvo presidida por el
Manuel Marchena y coronel Maximiliano Frías e integrada por los vocales capitanes Humberto León Ravines, Manuel
pedro de la torre ugarte. Marchena y Miguel San Román y el teniente de la 1º Armada Pedro de la Torre Ugarte. El fiscal
fue el mayor Julio Barrionuevo, el auditor Carlos Badani y el relator César Sologuren.
Federico More recordó en su obra Zoocracia y canibalismo que la Corte Marcial se reunió en
la casa de Juan Leguía, y agregó: ”La mesa en cuyo torno se reunió (la Corte) era la misma don
de Juan Leguía celebraba sus banquetes. Sobre esa mesa fueron depositadas las ropas cubiertas
de sangre que Sánchez Cerro llevaba puestas cuando lo mataron. Otro misterio de la Historia”.
El 13 de junio (tres días después que Carlín había entregado su expediente) la Corte elevó a
proceso la instrucción respecto a los siguientes encausados presentes: Antonio Gabriel Ortiz,
Héctor Valdivia y Valdivia, Marcial Acosta, Pedro Catalino Lévano, Pablo Vásquez Aguilar, Manuel
Guerrero Jaramillo, Marcos Cayetano Conca, Augusto Morales Canchumanta, Adolfo Taipe
Delzo, César de la Mata, Pablo Calisaya, Ezequiel Alfaro Rea, Ángel Millán Ramos, Juan Miller y
Alejandro García Zorrilla y contra los ausentes: Alejandro Cortijo, Leopoldo Pita, Víctor Peñaloza
y Luis Heysen. Sobreseyó definitivamente en el conocimiento de esta instrucción a numerosos
enjuiciados presentes ya varios ausentes y ordenó la libertad de los sobreseídos. Entre ellos
estuvo Consuelo Benavides, que había sido recluida en la cárcel de Santo Tomás.También cortó
la secuencia del juicio seguido respecto del fallecido Filomeno Sacco Espíritu. Al mismo tiempo
levantó la incomunicación de los encausados. Los abogados de la defensa fueron Enrique
Baglietto Cisneros, Jorge Valverde, David F. Aguilar y Carlos Alberto Butrón.

62 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
El fiscal, mayor Barrionuevo, formuló su acusación. Consideró como autor único del crimen el aSeSINo de
a Abelardo Mendoza Leyva. Otorgó la categoría de cómplices a: Pedro Catalino Lévano (con sus SÁNcHeZ cerro
peroraciones alteró la conciencia de Mendoza Leyva y había continuado con su propaganda) y
a Héctor Valdivia Valdivia (acompañó a Mendoza Leyva a la Escuela Militar de Chorrillos cuando
fue a asesinar allí al presidente Sánchez Cerro según declaración de Marcos Cayetano Conca y le
obsequió en esa oportunidad una pistola).También dio la misma jerarquía a los reos ausentes
Alejandro Cortijo, Leopoldo Pita y Víctor Peñaloza, con responsabilidad en la preparación del
delito, pues Cortijo fue confidente de Mendoza Leyva, Pita su consejero y Peñaloza debió haber
disparado contra el Presidente. Como encubridores señaló a: Antonio Gabriel Ortiz (conoció a
Mendoza Leyva y tuvo información anticipada del crimen); Marcial Acosta (inculcó a este ideas
extremistas);Pablo Vásquez Aguilar (sus relaciones con el mismo fueron íntimas); Manuel
Guerrero Jaramillo (vivió del 25 de abril al 1° de mayo en la Federación Gráfica y oyó a Mendoza
quejarse de la situación); Marcos Cayetano Conca (tuvo información sobre el crimen); Adolfo
Taipe Delso (lo mismo que el anterior); César de la Mata (su instructiva lo condenaba); Ángel
Millán Ramos (recogió el arma homicida y no la entregó). Con respecto a los acusados Augusto
Morales Canchumanta, Pablo Calisaya y Ezequiel Alfaro no existían en autos pruebas que acre- el empleado pasqueño
ditaran su responsabilidad. Lo mismo expresó en cuanto a Alejandro García Zorrilla y Juan Miller. abelardo Mendoza leyva
Agregó que no existía cargo fundado contra Luis Heysen. (en la imagen) fue el
El fiscal calificó el delito como atentado contra el orden constitucional de la República estan- autor de los disparos
do esta en peligro de guerra, lo cual implicaba la traición a la patria penada de conformidad con contra el presidente luis
las leyes Nº 7491 y 7542. De acuerdo con la ley Nº 7060, debía aplicarse el máximo de las penas. M. Sánchez cerro a la
Pidió, por lo tanto,veinte años de penitenciaría para los enjuiciados reos presentes considerados salida del hipódromo de
como cómplices y para Leopoldo Pita Alejandro Cortijo y Víctor Peñaloza, reos ausentes; y para Santa Beatriz, el 30 de
los encubridores ocho años de cárcel con las accesorias. Llamó la atención de la Corte sobre los abril de 1933. Mendoza,
cargos que formulara el mayor juez instructor contra las autoridades encargadas de la custodia quien estaba afiliado al
del presidente de la República. partido aprista, murió
tras cometer el
magnicidio. Su cadáver
laS audIeNcIaS pÚBlIcaS. el retIro de la acuSacIÓN FIScal. la SeNteNcIa.- fue encontrado a
Las audiencias públicas de la Corte Marcial se iniciaron el 16 de junio. Fue dada a conocer la espaldas del lugar donde
autopsia de Mendoza Leyva según la cual él falleció de modo violento, con heridas ocasionadas ocurrió el crimen.
por proyectiles de gran calibre de necesidad mortal, más cuatro heridas de arma cortante de
igual naturaleza. Hubo declaraciones de los encausados y de los testigos. Los abogados presen-
taron sus defensas escritas. Baglietto Cisneros insistió en que no hubo disparos contra el
Presidente desde la palmera frente a la puerta del hipódromo o desde otro sitio y en que los
vigilantes de él y los soldados de la Guardia Republicana, al oír los disparos de Mendoza, hicieron
uso de sus armas dentro de la mayor confusión, de lo cual resultaron la muerte del soldado
Rodríguez Pisco y las heridas de otros miembros de la Guardia Republicana y de algunos civiles.
Valverde negó todo valor jurídico al atestado policial; señaló que las deposiciones hechas en él
fueron emitidas por la presión y la violencia; criticó que el fiscal considerase válido como prueba
el hecho de que un inculpado expusiera sus opiniones; negó la existencia de un concierto delic-
tuoso pues solo se trató en este caso, según dijo, de relaciones de amistad, conversaciones más
o menos difusas, intercambios de puntos de vista.
El 20 de junio el fiscal mayor Barrionuevo retiró su acusación y señaló tan solo como encu-
bridor a Ángel Millón Ramos. Seguramente actuó así bajo el efecto de lo ocurrido en las audien-
cias públicas y empujado por la opinión pública que no quería una repetición de los espectácu-
los presentados por anteriores cortes marciales. Por su actitud, recibió los elogios del periodismo
de oposición. La sentencia fue expedida el 21 de junio. Expresó que ”para la perpetración del
crimen ha mediado complot existiendo el concurso de acciones simultáneas como ha podido

[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 63
aBril
1933
[ perú ]
30 establecerse, pues sobre el carro del Presidente que presenta ocho impactos de bala, se ha
disparado de adelante atrás a una distancia de 25 a 30 metros, más o menos, de arriba abajo y
de tres puntos distintos, habiéndose dirigido los disparos al lugar que en el carro ocupaba el
Presidente, comprobándose que tres de ellos, por lo menos, han sido de pistola aunque ningu-
no de esos disparos llegó a hacer blanco sobre su persona, no habiéndose podido identificar a
tras el asesinato los autores de tales disparos según consta en la diligencia de inspección ocular de f. 642 y de
de sÁncHez cerro, las declaraciones de tos testigos presenciales”. Aquí citó al coronel Antonio Rodríguez (según
el congreso cuyo testimonio ocho o más civiles hicieron fuego al auto presidencial), al mayor Eleazar
Atencio, al comandante Félix Vargas Prada y al capitán Alfonso Llosa.
constituYente del Agregó la sentencia que hubo también quienes participaron en el delito disparando sobre
perÚ designa al algunos de los soldados de la Guardia Republicana que pretendieron acercarse al asesino cuan-
general óscar r. do ejecutaba su crimen (declaración del testigo soldado Humberto Castillo Paredes, herido).
Mencionó también a los otros heridos, incluyendo al subteniente Fortunato Bedoya y al solda-
BenaVides (1876- do José Rodríguez Pisco, si bien este fue víctima de un disparo de fusil.
1945) como nueVo Dejó constancia la sentencia, además, de que la mayor parte de los acusados conoció a
presidente de la Mendoza Leyva y tuvo amistad con él; pero aceptó que no había podido establecerse que
estuviera de acuerdo con ellos ni que les hubiese participado su intención de realizar el crimen.
repÚBlica.
Insistió, sin embargo, en que existían presunciones considerables sobre algunos acusados. Se
BenaVides, Quien refirió también al caso de Víctor Peñaloza quien expresó, días después de cometido el asesina-
entre 1914 Y 1915 to, a varios testigos (dos de ellos lo dijeron en audiencia pública) que él concurrió al hipódromo
con otras seis personas con el propósito de disparar contra el presidente de la República; pero
HaBía ocupado
que Mendoza Leyva se les adelantó. Mencionó las torturas inferidas a Antonio Gabriel Ortiz por
interinamente ese personas ajenas a la institución policial en una de las cocheras del Palacio de Gobierno; un
cargo (dio un miembro del llamado Resguardo Presidencial estaba sindicado de ellas.
golpe de estado a La sentencia fue de absolución en forma definitiva para algunos de los acusados;a otros los
absolvió de la instancia porque consideró posible, y así lo dijo en uno de sus considerandos,que
BillingHurst), se ellos hubieran tenido concomitancias con el crimen y pudieren resultar culpables. Según el
desempeÑaBa mismo documento, hubo omisión en las autoridades políticas y policiales por no haber res-
entonces como guardado eficazmente la vida del presidente de la República. Se había hecho público que 180
individuos (cada uno con 150 soles mensuales) eran los encargados de cuidar la persona de
director del este, fuera de los efectivos de la policía.
conseJo nacional
de deFensa.
la actItud de luIS a. FloreS aNte la SeNteNcIa.- En la sesión del Congreso
Constituyente realizada el 26 de agosto de 1935. Luis A. Flores declaró: “Producido el fallo absoluto-
rio para los presuntos autores del atentado contra Sánchez Cerro, expresé al general Benavides mi
decidido propósito de marcharme (del ministerio) y le anuncié: Voy a combatirlo. Voy a combatirlo,
le dije, porque tengo una cualidad sobre todos mis defectos, soy un hombre leal”.

la actItud del FIScal de la corte SuperIor eN relacIÓN coN loS


FuNcIoNarIoS Y laS autorIdadeS de polIcía.- Antes de que se expidiera la senten-
cia, el 19 de junio de 1933, el fiscal de la Corte Superior Marco Antonio García Arrese en nota
al agente fiscal de Lima, pidió el enjuiciamiento de los funcionarios de policía aludidos por el
mayor Carlín cuando mencionó “presiones morales y materiales” sobre los encausados y con
motivo de las referencias concretas hechas en audiencia pública por quienes sufrieron maltra-
tos y de ellos conservaban huellas constatadas por los médicos legistas.
También aludió al delito de negligencia de las autoridades encargadas de la vigilancia sobre
el jefe del Estado. El agente fiscal secundó la actitud del fiscal García Arrese y mandó instaurar

64 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
[1]

[2]

EL NUEVO PRESIDENTE. Tras el fallecimiento de Sánchez Cerro, el Parlamento se reunió con carácter de urgencia para
nombrar a un nuevo presidente. El designado fue el general de brigada Óscar R, Benavides, entonces director del
Consejo de la Defensa Nacional. Aquí vemos a Benavides, ya investido con la banda presidencial, llegando a los
funerales del fallecido mandatario (1), y su primer Gabinete, encabezado por José Matías Manzanilla e integrado, entre
otros, por los señores Pablo Ernesto Sánchez Cerro y Luis A. Flores (2).

[ capítulo 11 ] período 8 65
el respectivo juicio a los subalternos. Respecto a los funcionarios que podrían ser envueltos en
el GaBINete prado
este asunto, el fiscal anunció que iba a denunciarlos ante el Tribunal Superior.

la leY para MaNdar a cortar loS JuIcIoS a laS autorIdadeS coN MotIvo
del aSeSINato de SÁNcHeZ cerro.- En la sesión del Congreso Constituyente del 23 de
junio de 1933 los señores Alfredo Herrera, Óscar Medelius, Víctor M. Arévalo, Carlos Sayán
Álvarez, M. Jesús Gamarra, Ernesto Delgado Gutiérrez, José B. Sisniegas, José Portocarrero, V. M.
Puga, Mariano Velazco, Daniel Huaco, Lucio Fuentes Aragón y Domingo Sotil presentaron un
proyecto mandando cortar los juicios que habían sido abiertos o que se iniciaran contra las
autoridades de policía por los delitos de abuso de autoridad y negligencia con motivo del ase-
sinato del presidente Sánchez Cerro.
Fue acordada la dispensa del trámite de comisión en medio de las protestas de los represen-
tantes socialistas y de Erasmo Roca. Este argumentó que el proyecto iba a dejar sin sanción a los
agentes subalternos que, en el cumplimiento de su misión, habían incurrido en el delito de
Jorge prado (en la infligir torturas a los supuestos delincuentes para obligarlos a hacer determinadas declaracio-
imagen) dirigió el nes: “Tengo el conocimiento (dijo) de que el atentado funesto que todos lamentamos que privó
Ministerio de Gobierno y la vida al general Sánchez Cerro fue producto de la ofuscación de un individuo o, a lo más, de
policía del primer dos”. En cuanto a quienes cometieron delito con el fin de descubrir otro, afirmó que se trataba
gabinete del gobierno de de que el Parlamento incurriese en un acto de encubrimiento. Aceptó el proyecto solo en cuan-
Benavides. lo to a los presuntos culpables de negligencia.También apoyaron este punto de vista Víctor Andrés
acompañaron en esta Belaunde y otros. Belaunde dijo: ”El asesinato político que se produce por la violencia, rara vez
coyuntura política Solón es el producto de un complot. Generalmente la victimación de personajes políticos ha sido obra
polo (relaciones de fanáticos, de obcecados, de paranoicos. Estos delitos son casi siempre sucesos individuales”.
exteriores), daniel Olvidó Belaunde que en el otro asesinato anterior de un gran personaje político peruano, el de
olaechea (Justicia, Manuel Pardo en 1878, se comprobó que había existido una conspiración, en ese caso de sar-
Instrucción,Beneficencia gentos y quizá de otras personas más. Defendieron el proyecto los señores Gamarra, Herrera y
y culto), alfredo Solf y otros. Hubo agrio debate sobre la preferencia y sobre si esta se había acordado legalmente. Los
Muro (Hacienda y de la mayoría alegaron que, si bien no estaban de acuerdo con el fallo de la Corte Marcial, expe-
comercio) Manuel e. dido por benevolencia o por falta de conocimientos jurídicos, no lo desconocían; pero que no
rodríguez (Guerra), podían permitir que, mientras eran absueltos los criminales, fuesen sometidos a juicio, por
carlos alayza (Fomento) magistrados vinculados al leguiismo, los que deben investigar los crímenes. Este último proceso
y carlos rotalde (Marina todavía no había sido iniciado; se trataba de impedir que empezara. El proyecto fue aprobado
y aviación). en la misma sesión con una enmienda de redacción propuesta por Francisco R.Lanatta. Muchos
representantes se retiraron de la sala. La minoría afirmó que en el momento de la aprobación
no hubo quórum.
La ley antedicha no debió ser sancionada. Eran hechos susceptibles de investigación y san-
ción los atropellos contra los encausados y también las omisiones de quienes debieron cuidar
la vida del presidente Sánchez Cerro.

el GaBINete prado.- A raíz de la aprobación de la ley que mandó cortar los juicios a los
culpables en la represión y a los negligentes para cuidar a Sánchez Cerro, La Crónica afirmó que
el ejército podía poner término a las funciones del Congreso y La Sanción pidió también la
disolución de este cuerpo político. El Congreso acordó, con la protesta de la minoría, pedir que
se aplicara una vez más la ley de emergencia. La Crónica fue suspendida y otros periódicos
quedaron multados. Recogiendo la opinión pública, Arturo Osores publicó una declaración que
condenó la actitud parlamentaria adversa al Poder Judicial y al fallo de la Corte Marcial y calificó
de dictatoriales los términos de la moción aprobada en el Parlamento.

66 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
El 26 de junio de 1933 se produjo la renuncia irrevocable del jefe del Gabinete José Matías
Manzanilla por haber dimitido sus colegas y, a continuación, el presidente Benavides decidió
separarse ya del sanchezcerrismo y nombró a Jorge Prado quien encabezó un ministerio lla-
mado de ̏apaciguamiento y concordia῭. Formaron parte de él Jorge Prado (Gobierno y si el automóVil
Policía); Solón Polo (Relaciones Exteriores); Daniel Olaechea (Justicia, Instrucción, Beneficencia
y Culto); Alfredo Solf y Muro (Hacienda y Comercio); el coronel Manuel E. Rodríguez (Guerra);
presidencial Fue
Carlos Alayza Roel (Fomento); y el capitán de navío Carlos Rotalde (Marina y Aviación) (29 de Blanco de ocHo
junio). Dicho Gabinete se presentó ante el Congreso Constituyente para dar a conocer su disparos HecHos
programa de”apaciguamiento y concordia”en la sesión del 5 de julio y obtuvo un voto de
confianza otorgado por 84 sufragios contra 4, o sea de los socialistas. La antigua mayoría san-
por Varias
chezcerrista, cerradamente intransigente cuando vivía y mandaba su caudillo, se tornó, de manos, o sea si
pronto, maleable. La ley para cortar los juicios contra las autoridades sobre abusos de autori- HuBo complot
dad o negligencia con motivo del asesinato de Sánchez Cerro fue promulgada por el presi-
dente Benavides y el nuevo ministro de justicia Daniel Olaechea el mismo día, 5 de julio de como aFirmó
1933 y llevó el, Nº 7775. Como había surgido la posibilidad de que el Poder Ejecutivo la vetara, perentoriamente
este cúmplase señaló una política de esencial acuerdo del régimen de Benavides, ya renova-
do, con el Congreso Constituyente
la sentencia, no
El 9 de agosto de 1933 fue promulgada por Benavides y Jorge Prado la Ley Nº 7782 que HaY modo de
concedió amnistía para los acusados y enjuiciados por delitos políticos cometidos hasta enton- encontrar HoY
ces; cortó todos los juicios pendientes iniciados por dichos delitos y autorizó al Poder Ejecutivo
para dictar las disposiciones convenientes a efecto de que las personas confinadas o expatriadas una
por razón de los hechos aquí mencionados, pudieran regresar al territorio de la República. El comproBación.
Congreso no aceptó la propuesta socialista de amnistiar a los procesados por delitos sociales y
a los condenados en virtud de la ley de emergencia. Fueron unas vacaciones democráticas que
parece lo mÁs
duraron corto tiempo. proBaBle.

aprecIacIÓN SoBre el proceSo por el aSeSINato de SÁNcHeZ cerro.- De


todos los documentos oficiales resultantes del asesinato de Sánchez Cerro aparece que este
caudillo fue asesinado por una sola persona: Abelardo Mendoza Leyva. Si el automóvil presi-
dencial fue blanco de ocho disparos hechos por varías manos, o sea si hubo complot como
afirmó perentoriamente la sentencia, no hay modo de encontrar hoy una comprobación.
Parece lo más probable. Ya se ha anotado cuál fue la opinión expresada por Víctor Andrés
Belaunde y Erasmo Roca en el Congreso Constituyente. Coincidió con ellos Víctor Raúl Haya
de la Torre cuando expresó en su manifiesto del 12 de noviembre de 1933, después de enu-
merar en detalle y con sombríos tintes la obra, para él nefanda, del Gobierno anterior: “El 30
de abril por acto dramático e individual, un hijo del pueblo segó la vida del personero del
régimen tiránico”. Y más adelante: ”A pesar de los esfuerzos del civilismo para continuar su
políticade venganzas, la voluntad popular manifestó inmediatamente su decisión de no tole-
rarla. La corte Marcial, designada para juzgar a numerosos apristas acusados por supuesta
complicidad en la muerte del señor Sánchez Cerro, respaldó el fallo absolutorio de un juez
austero yresponsable, el mayor Carlín”. Podría plantearse, sin embargo, la duda sobre si
Mendoza Leyva actuó tan aisladamente como se conjetura. Al vivir durante algún tiempo en
la Federación Gráfica, muy cerca de hombres semejantes a él en la miseria y en la desgracia
política, pudo hacerles partícipes de sus ideas, o recibir de ellos algún incitante y acaso auxilio.
Todo ello pudo quedar borrado ante la solidaridad en la negativa que, por instinto de conser-
vación, era lógico que los encausados opusieran a las averiguaciones de sus inquisidores. Esto,
por cierto, solo puede ser formulado como una suposición. Cabe preguntar también: ¿de
dónde sacó un revólver un hombre tan pobre?

[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 67
MAYO
1933
[ alemania ] 10
MILLONES DE LIBROS
En todo caso, hay una diferencia clara entre el asesinato del 30 de abril y el atentado contra
Sánchez Cerro en la iglesia de Miraflores. En este intervinieron de alguna manera, aunque no
hubiese habido una directa consigna del alto comando, personas que cabe clasificar dentro de
los escalones intermedios del aprismo. Los esfuerzos tenaces para responsabilizar directa o
indirectamente, a personajes como Miller y como Heysen en el crimen del hipódromo se que-
dan dentro de lo no comprobado.
SON QUEMADOS POR
MANDATO DEL
BENAVIDES Y EL ASESINATO DE SÁNCHEZ CERRO.- Haya de la Torre contaba a sus ami-
PARTIDO NAZI. TODAS gos que, en la penitenciaría, estaba en comunicación frecuente con el general Benavides a
LAS OBRAS NO través del hermano político de este, Augusto Benavides Canseco. Decía que acababa de recibir
ALEMANAS FUERON una misiva del ex Presidente cuando se enteró de que Sánchez Cerro había sido asesinado y de
que entonces, por precaución, apresuradamente se dirigió al baño e hizo desaparecer este
ENTREGADAS AL documento acusador.
FUEGO. LA ACCIÓN Sin entrar a discutir acerca de tan valioso testimonio y sin olvidar que parece difícil en un
INCLUYÓ TAMBIÉN EL hombre tan cauto como Benavides arriesgarse a una correspondencia clandestina con un líder
tan prominente, no cabe afirmar categóricamente que hubo conjura entre él y el Partido
ARRESTO DE
Aprista o Haya de la Torre para asesinar a Sánchez Cerro.
NUMEROSOS AUTORES El Partido Aprista no se hallaba en condiciones de proponer a Benavides ”que asumiera el
CONTRARIOS AL poder῭ pues la elección respectiva fue efectuada por el Congreso Constituyente y en este domi-
naban los sanchezcerristas. Fue el sanchezcerrismo quien hizo Presidente a Benavides en 1933 y
RÉGIMEN
los escasos apristas que aún conservaban sus curules no votaron por él. Dicha elección no fue la
NACIONALSOCIALISTA de un mandatario provisorio sino, de acuerdo con la Constitución, tuvo originariamente como
O DE ORIGEN JUDÍO. término el final del período para el cual Sánchez Cerro había sido elegido, es decir el año de 1936.
OTROS, COMO Haya de la Torre no hubiera podido, pues, llegar de inmediato entonces a la primera magistratura
de la República. La libertad del jefe del aprismo (ordenada poco después por el nuevo Presidente)
HEINRICH MANN (1871- no parece haberse producido por el cumplimiento de un pacto nefando, sino de acuerdo con un
1950), BERTOLT nuevo e irresistible clima políticogeneral que surgió en el país y quetuvo distintas expresiones.
BRECHT (1898-1956) Y Luis Antonio Eguiguren en su libro El usurpador (escrito con gran saña contra el gobernan-
te de 1914-1915 y 1933-1939) afirma: ”El general Benavides, jefe de la Defensa Nacional, que
THOMAS MANN (1875- presenciara con el Presidente (Sánchez Cerro) el desfile de los movílizables, había desaparecido.
1955), OPTARON POR En esos momentos angustiosos, cuando todos los hombres del régimen rodeaban a la víctima
EL EXILIO. ¿qué era del jefe de la Defensa Nacional? En el Hospital Italiano, a donde Sánchez Cerro llegó
moribundo, corrió un rumor: ‘Benavides está en Palacio’. Adviértase que Eguiguren, a pesar de
su encono, no hace un cargo directo, sino se limita a repetir una noticia, como luego recoge
chismes. La actitud de Benavides, si existió, como parece, no probaría sino que, como cabeza
del ejército, quiso tomar medidas para impedir un trastorno del orden público en los momen-
tos confusos en que el jefe del Estado estaba mortalmente herido.
Algunos partidarios y allegados de Sánchez Cerro que, con el transcurso del tiempo, se
convirtieron, más o menos rápidamente, en acérrimos enemigos de Benavides, llegaron a creer
en la culpabilidad de este relacionada con el asesinato de su caudillo. Nada induce a suponer
que, para arribar a tan espantosa suposición, investigaron por su cuenta el crimen o acumula-
ron sensacionales pruebas. Parece, más bien, que su tesis acogió una versión difundida poco
después del asesinato (según dijo Luis A. Flores en el discurso que se cita en seguida) por
quienes tenían la verdadera responsabilidad y se inspiró en el distanciamiento personal, fuente
de odio como ha ocurrido más de una vez en el Perú. Nadie ha podido aclarar hasta ahora qué
contacto pudieron tener Mendoza Leyva y sus amigos con Benavides y con qué objeto útil para
ellos; y qué poder logró adquirir este general para hacer, desde lejos, que otros mataran y se
dejaran matar en beneficio de él.

68 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ CERRO
Este magnicidio cerró una época turbulenta de la historia política peruana, marcada por la violencia.

Domingo 30 de abril de 1933 R ío


Rím a
c
El hipódromo de Santa Beatriz era Plaza de Armas
escenario del desfile de 30 mil reclutas Plaza San Martín
para el ejército que se encontraba
listo para participar en el inminente
conflicto que el Perú sostendría con n Av. Grau
Colombia. El presidente observó los Paseo Coló
actos desde la tribuna oficial, dando
Hipódromo de
a entender que no temía por su vida Santa Beatriz.
a pesar de haber sufrido un intento de

sil
Fue inaugurado a

ra
asesinato el año anterior en Miraflores. inicios del siglo XX,

.B
Av
donde hoy se ubica
el Campo de Marte.
El asesinato paso a paso
1 Aproximadamente a la una 2 Cuando el auto ya había traspasado 4 Al darse cuenta del hecho, el
de la tarde el presidente la puerta de salida del hipódromo, chofer aceleró el auto, lo que
abandona el hipódromo y Abelardo Mendoza Leyva rompió la arrojó al homicida al piso.
sube con su comitiva al auto. fila de gendarmes y corrió hacia el Allí fue ejecutado por la
auto. escolta presidencial, en
medio de un confuso tiroteo.
Sánchez Cerro se ubica en el 3 Mendoza se apoyó sobre
asiento trasero del auto junto a la capota del auto y
José Matías Manzanilla, presidente disparó al presidente a
del Consejo de Ministros.
quemarropa por la
espalda, causándole
heridas mortales en
la zona precordial.

EL ARMA HOMICIDA LOS FUNERALES


El asesino portaba un arma similar a esta, una Browning El cuerpo del presidente fue velado del 1 al 4 de mayo en la
automática. Este popular modelo fue usado por el ejército capilla del Sagrario, en la Catedral de Lima. Allí el pueblo le
de los Estados Unidos de 1911 a 1985. tributó una multitudinaria manifestación de afecto.
Peso (descargada):
21,9 cm
1,1 kilogramos
Calibre ordinario:
45 ACP
Rango efectivo:
13,3 cm
50 metros
Velocidad inicial
de la bala:
243 metros por segundo
Fuentes: Jorge Basadre, Historia de la República del Perú, tomo 16 / http://www.wikipedia.org. Infografía: Raúl Rodríguez

[ capítulo 11 ] período 8 69
luIS a. FloreS Y la SupueSta culpaBIlIdad de BeNavIdeS eN el aSeSINato
de SÁNcHeZ cerro.- A la sesión del Congreso Constituyente efectuada el 26 de agosto de
1935 acudió el Gabinete formado por el general Manuel E. Rodríguez, presidente del Consejo y
en un reportaJe ministro de Fomento; Carlos Concha (de Relaciones Exteriores); coronel Antonio Rodríguez (de
Gobierno); coronel Ernesto Montagne (de Justicia e Instrucción); Fernando Tola (de hacienda);
puBlicado en coronel Federico Hurtado (de Guerra) y capitán de navío Héctor Mercado (de Marina y Aviación).
Junio de 1961 Fue leído un oficio del ministro de Gobierno en el que expresó que el representante Luis A.
por el diario de Flores había declarado en un discurso pronunciado el 22 de ese mes con motivo de la reunión
de una asamblea de la Unión Revolucionaria que ”a los cinco años de la revolución de Arequipa
lima eXpreso, el una persona que por casualidad había llegado al Gobierno, adoptaba una actitud que se con-
doctor luis a. firmaba con el rumor público de que la mano que apretó el gatillo para quitar la vida al general
Flores eXpresó Sánchez Cerro se encontraba en el Gobierno” y, más adelante, que “el asesino del 30 de abril se
encuentra en el Palacio de Gobierno”. El ministro Antonio Rodríguez pedía el desafuero de
Que el asesinato Flores por los delitos de desacato y calumnia. Al sostener esta demanda en el recinto parlamen-
de sÁncHez tario, el ministro Manuel E. Rodríguez, entre otras consideraciones, recordó que en el Gabinete
por él presidido había varios colaboradores inmediatos de Sánchez Cerro; él mismo, Antonio
cerro pudo, en Rodríguez gravemente herido en Miraflores; Montagne, miembro de la Junta de Gobierno.
su opinión Mercado, jefe de la primera casa militar. Surgió un breve debate. Carlos Sayán Álvarez solicitó la
personal, HaBer dispensa del trámite de comisión. El señor Ernesto Delgado Gutiérrez afirmó que él había esta-
do en la reunión de la asamblea mencionada al lado del doctor Flores y que este no había
sido oBra del pronunciado las palabras que se le imputaban
leguiismo (…) El jefe de la Unión Revolucionaria llegó tarde a la sesión y no alcanzó a escuchar el discurso
del jefe del Gabinete. Entre otras cosas dijo: ”Yo fui amigo del general Benavides; fui seguramen-
te uno de los más entusiastas para nominarlo a la Presidencia de la República a raíz del asesina-
to del hipódromo. Fui llamado a formar parte del Gabinete y fui a él en la creencia firme de que
era tan solo la continuación de un régimen que la muerte había interrumpido. Muy pronto
hubimos de entrar en desacuerdo, porque para nosotros, para mí especialmente, defensor
ardoroso del régimen de Sánchez Cerro, ayer como hoy, lo que había ocurrido el 30 de abril era
más grave que si nos hubieran desalojado del Poder por medio de una revolución. Se dio el
caso de que el señor general Benavides, presidente de la República, me pidió a mí que lo

30 de abril de 1933
9:30 a. m. 12 m.
las Últimas Horas El presidente Sánchez Cerro
llega al hipódromo de Santa
A la salida del hipódromo
Abelardo Mendoza Leyva
de sÁncHez cerro Beatriz. Allí, pasa revista a dispara tres veces contra
treinta mil soldados que iban el mandatario. La policía
aQuí un recuento de los apartirhacia la frontera con abre fuego contra el
Colombia. Junto a él se agresor que muere
eVentos ocurridos el 30 de
encontraba el presidente del inmediatamente.
aBril de 1933, Que Gabinete, José Matías Sánchez Cerro es
conduJeron al asesinato Manzanilla.ƒ trasladado con urgencia
al Hospital Italiano.
del presidente de la
repÚBlica.

70 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
acompañase en el ministerio porque, producida la muerte de Sánchez Cerro, los autores habían SINdIcalISMo
preparado muy bien y por adelantado una campaña de difamación. Yo, como jefe sincero del
partido, hice campaña pública en ese sentido para que se rechazara esa infamia. Y eso lo supo
el general Benavides. Hube de retirarme muy pronto del Gabinete, solo accedí a continuar en él
porque esta mayoría resolvió en una reunión privada que el hermano de Sánchez Cerro y yo
continuáramos en el Gabinete”.
Mencionó en seguida los graves motivos por los cuales él y su partido hacían oposición al
régimen de Benavides y agregó: ”Yo emplazo, a cualquiera que me haya oído en ese discurso
pronunciado en los balcones de mi casa, que el general Benavides es el asesino de Sánchez
Cerro. Los niego categóricamente. Yo tengo muchas malas cualidades, pero nunca ataco a mis
adversarios con la difamación ni con la calumnia Terminó su discurso con estas palabras: “En mi
oposición al régimen he de seguir siempre, pero infamar jamás
El debate continuó durante algún tiempo más, la nota del ministro de Gobierno fue retirada
y se aprobó por 48 votos contra 11 la siguiente moción suscrita por Carlos Sayán Álvarez,
Armando Montes, Gerardo Balbuena, Óscar Medelius y Víctor M. Arévalo: “El Congreso
Constituyente aplaude la actitud asumida por el Gabinete que preside el general Manuel E. esta obra, cuyo nombre
Rodríguez, manteniendo el respeto que inspira por sus actos y por su vida el general Óscar A. completo es Sindicalismo:
Benavides, Presidente de la República apuntes sobre historia,
crítica, doctrina y
organización sindical, fue
¿Fue el leGuIISMo el autor del aSeSINato de SÁNcHeZ cerro?- En un reporta- escrita por alberto
je publicado en junio de 1961 por el diario de Lima Expreso, el doctor Luis A. Flores expresó que Bolognesi y publicada en
el asesinato de Sánchez Cerro pudo, en su opinión personal, haber sido obra del leguiismo, a 1945. en ella, su autor
consecuencia de las persecuciones simbolizadas por el Tribunal de Sanción. respaldaba el asesinato
Este punto de vista contradijo, en primer lugar lo dicho por el propio doctor Flores ante el del presidente Sánchez
cadáver de Sánchez Cerro y posteriormente. No resultó de una investigación especial sino de un cerro, ocurrido en 1933, y
criterio surgido después de más de treinta años del luctuoso suceso a que aludió. se refería al autor del
Se trata de una tesis, muy deleznable. Mendoza Leyva no estuvo incluido entre los enjuicia- crimen como un héroe.
dos ante el Tribunal de Sanción ni consta que tuviera ligamen con el régimen depuesto en
agosto de 1930. El leguiismo en abril de 1933, casi tres años después de su colapso, no daba

1:10 p. m. 1:30 p. m. 5:57 p. m. 6:30 p. m.


Fallece el presidente de la El Consejo de Ministros se El parlamento elige al Una comisión
República. Según los reúne en Palacio de general de brigada Óscar parlamentaria formada por
doctores que lo atendieron, Gobierno e inicia acciones R. Benavides como Octavio Alva, Emilio
uno de los disparos había legales para restaurar el reemplazo de Sánchez Rodríguez, Elías Lozada
hecho impacto en la zona orden del país. Entre ellas Cerro. De los 88 Benavente, Gerardo
precordial, alojándose en el estuvo la suspensión de las congresistas presentes al Balbuena y Pedro Abraham
corazón y ocasionando una garantías constitucionales y momento de la votación, del Solar parte a comunicar
hemorragia interna. la declaración del estado de 81 lo hicieron a favor del el fallo del Congreso al
sitio. También pidieron al militar. general Benavides, quien
Parlamento elegir a un gobernaría el país entre
nuevo presidente. 1933 y 1939.

[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 71
EL ASESINATO DE SÁNCHEZ CERRO
EN LA NOVELA HISTÓRICA

EL ESCRITOR
GUILLERMO
THORnDIKE
RECONSTRUYE EN
" Había concluido el desfile. Sánchez
Cerro descendió desde la tribuna ofi-
cial. Estaba de uniforme. Sonreía, agra-
decía los aplausos, caminabapausadamen-
te. Tras él, igualmente sonrientes, iban el
la mano del dictador y disparó. (…)

Román Morales aplaudía a su Presidente


cuando sonó el primer disparo. Entonces
distinguió a Mendoza Leyva que seguía
UN CAPITULO DE presidente del Consejo de Ministros, José apretando el gatillo. Se arrojó sobre él,
SU OBRA EL AÑO Matías Manzanilla, y el coronel Antonio por la espalda, y lo cogió de los brazos
Rodríguez, jefe de la Casa Militar. inmovilizándolo.
DE LA BARBARIE EL
ASESINATO DEL El oficial de estribo teniente Elías Rodríguez Martínez enganchó en segun-
ENTONCES Céspedes, tieso y elegante, miró a su da y aceleró violentamente. Decidió ir a
PRESIDENTE LUIS alrededor, picó espuelas levemente e la Clínica Delgado, quizá porque a ese
hizo caracolear a su caballo. El Presidente sitio lo había conducido después del
M.SÁNCHEZ CERRO
acababa de abordar el reluciente Cadillac atentado de Miraflores. Jadeante, los
POR UN APRISTA descubierto, y el oficial dio la ordende ojos vidriosos, Sánchez Cerro había
en 1933. avanzar. El regimiento escolta se puso en enmudecido.
marcha, con las lanzas en alto, abriendo
el cortejo presidencial. (...) -¡No, no, no!- exclamó el presidente del
Consejo-, al Hospital Italiano, pronto,se
Raúl Rodríguez Martínez, chofer del está muriendo! (…)
Presidente, conducía lentamente. (...)
El cabo Rodríguez se abalanzó sobre
En esos momentos, el aprista LeopoldoPita Mendoza, que se debatía impotente
estrechaba la diestra de un joven vestido entre los fornidos brazos de Román
de negro llamado Abelardo Mendoza Morales y le descargó un feroz culatazo
Leyva y le deseaba buena suerte. (…) en la cabeza. En ese momento estalló el
tiroteo y el cabo Rodríguez cayó muerto.
Román Morales, un fornido moreno de
Supe, aplaudía y lanzaba vivas al dictador. Ahora Ramón Morales sostenía al inerte
Era un fanático sanchezcerrista y quería Mendoza, privado del conocimientopor
ver de cerca de su caudillo. el golpe. Alzó la vista y vio a un investi-
gador que descerrajaba un tiro en la
Al llegar a la puerta del Hipódromo, frente del aprista. Lo dejó caer y observó
Sánchez Cerro agitó una mano, respon- cómo los soldados seguían disparándo-
diendo al saludo de la multitud. El chofer le al cadáver y hundiéndole sus bayone-
Rodríguez Martínez pisó freno. (…) tas y sus lanzas”.

Abelardo Mendoza Leyva se infiltró De: Thorndike, Guillermo. El año de la


entonces entre los soldados, corrió junto barbarie. Perú 1932. Lima: Mosca Azul
al automóvil, como si quisiera estrechar Editores, 1973 (3ª edición), pp, 271-275.

72 período 8 [ capítulo 11 ]
muestras de actividad y había desaparecido entonces como tema de actualidad política ante el
torrente de las nuevas y obsesionantes inquietudes políticas, sociales, económicas e internacio-
nales que habían irrumpido atropelladamente en la vida nacional; el Tribunal de Sanción había
cesado de funcionar desde 1931. En el caso de que el leguiismo hubiera querido asesinar a todas las
Sánchez Cerro bien pudo hacerlo en 1930 o en la campaña electoral del año siguiente en que
este caudillo vivió en muchas ciudades del país muy cerca de la multitud.
características
Si Mendoza Leyva careció, como parece evidente, de vínculos que lo enlazaran por sus inte- de la tragedia
reses, por sus conveniencias, por su familia o por sus ideas con el gobernante de 1919 a 1930, y del Hipódromo
si el ambiente en el que vivió los días anteriores al crimen estuvo muy lejos de los relacionados
o partidarios de este personaje, la única explicación válida de su acto (suponiendo que se toma-
de santa Beatriz
ra en serio la conjetura del doctor Flores) sería que fue un asesino a sueldo. Pero todas las carac- Hacen VÁlida la
terísticas de la tragedia del hipódromo de Santa Beatriz hacen válida la suposición de que ella se suposición de
desencadenó por obra de un hombre que no disparó a mansalva sino que expuso a sabiendas
su propia vida para cumplir con su propósito de acabar con la del presidente de la República, o Que ella se
sea que ese hombre era un fanático. desencadenó
Culpar al leguiismo de la muerte de Sánchez Cerro tiene tantos elementos justificativos
como los que surgirán si se culpara a los colombianos, a los comunistas, al general Benavides o
por oBra de un
a los familiares de algún fusilado, preso o exiliado. HomBre Que no
disparó a
el aMBIeNte eN Que Se produJo el aSeSINato.- En todo caso, la situación en aque- mansalVa sino
llos días en el Perú y, más concretamente, en Lima, era muy tensa. Recuerdan algunos de los que Que eXpuso a
acompañaban al presidente Sánchez Cerro en sus salidas a las calles en automóvil, que solían
encontrar a su paso rostros cordiales pero también otros ceñudos y con gestos de odio. El
saBiendas su
ambiente parecía explosivo, después de varios chispazos de cruenta guerra civil y en la inminen- propia Vida
cia de una guerra internacional. Los disparos asesinos podían partir de muchos orígenes. para cumplir
Alfonso Reyes en su publicación titulada La Conferencia Colombo-Peruana para Río de Janeiro
25 de octubre de 1933 a 24 de mayo de 1934, el arreglo del incidente de Leticia (México, 1947) reco-
con su
ge unas palabras de José Santos Chocano al decir que el asesinato de Sánchez Cerro fue una propósito de
“ejecución”. acaBar con la
Que hubo sectores profundamente complacidos con el crimen del 30 de abril está compro-
bado por muchos testimonios, entre ellos el de Alberto Bolognesi E., en su obra Sindicalismo. del presidente
Apuntes de historia, crítica, doctrina y organización sindical (Lima, 1945) reeditada y ampliada en de la repÚBlica,
1947 bajo el título Teoría y técnica del sindicalismo moderno. Bolognesi escribió: ”Otro accidente
en esta azarosa vida del Perú que no tuvo meta ni rumbo, nos puso en libertad. Y aquí me des-
o sea Que ese
cubro ante el nombre de Mendoza Leyva. Los hijos del pueblo cuando ejercen justicia colectiva, HomBre era un
merecen el respeto y la admiración de todas las generaciones. Quizás la acción de Mendoza fue FanÁtico.
la continuación de otro acto heroico que se había realizado el año anterior. Fue la contribución
de la nueva legión.Y aquel muchacho todo felino que daba cara al peligro, estaba escribiendo la
mejor página de la juventud del Perú. Al rendir homenaje a estos soldados de la justicia social,
amplío su reverencia a quien se lo merezca”.

loS HoNoreS pÓStuMoS para SÁNcHeZ cerro.- La ley Nº 1773 de 19 de junio de


1933 autorizó al Poder Ejecutivo, para que invirtiese, con cargo a los mayores ingresos del
Presupuesto, la suma que fuera precisa para la creación de un mausoleo destinado a guardar los
restos del presidente Sánchez Cerro. Esta ley se cumplió en 1934.
Por la resolución legislativa Nº 7774 de 22 de junio del mismo año de 1933, el Congreso, en
uso de sus atribuciones constitucionales y defiriendo a la iniciativa del Poder Ejecutivo, resolvió

[ CAPÍTULO 11 ] PERÍODO 8 73
noViemBre
1933
[ perú ] 28
se inagura el
conceder como pensión de montepío a la señora madre y a los herederos legales del mismo
caudillo, el íntegro del haber correspondiente a su clase de general de brigada,
Un decreto de presidente Benavides fechado el 20 de agosto de 1938, ordenó que se colo-
cara una placa de bronce conmemorativa del que fue Presidente Constitucional de la
República, general de brigada don Luis M, Sánchez Cerro, en el frontis de la casa donde nació.
Una avenida de Lima recibió el nombre del caudillo vencedor en los comicios de 1931; pero
museo de en 1947 la Municipalidad, presidida por Augusto Benavides Canseco, cambió dicha denomina-
arQueología JosÉ ción por la de República de Chile.
La Junta Militar de Gobierno dispuso el 30 de abril de 1949, por un decreto refrendado por
maría morante de su Presidente el general Manuel A. Odría y el ministro de Fomento teniente coronel AlfonsoLlosa
la uniVersidad ex edecán de Sánchez Cerro, que, en homenaje a este, llevara su nombre el puente monumen-
nacional san tal que se construía en la ciudad de Piura.

agustín. contenía
entonces mÁs de SÁNcHeZ cerro eN la poeSía Nueva.- Sebastián Salazar Bondy ha escrito en su poema
ocHo mil piezas “Desterrados de la luz”, perteneciente a la colección póstuma Sombras corno cosas sólidas:
arQueológicas
El Señor Presidente acariciaba
peruanas Que las crines de viento de su caballo favorito.
serVían para Hacer La blanca, helada mano que enternecía al bruto
era la misma que firmaba los abisales decretos de
un recorrido
inclemencia
Histórico desde el la misma que desgranaba en el Tedéum sus preces
período lítico, sin fe,
pasando por las la misma que ceñía al cuerpo
el delantal escocés,
culturas cHaVín, la misma
paracas, nazca, mano
mocHica, dura
del Señor Presidente.
tiaHuanaco Y Wari, Pálida mano que vendía carne humana
Hasta la Época destinos no nacidos todavía
incaica. y que bendita por su raza avasallante
y sus gruesos anillos usureros
flameaba sensual cuando cumplía con la muerte
En aquel tempo ya el pueblo se vertía por
callejuelas,
pausando río que tropieza en las esquinas,
retorna al lecho,
deriva a la taberna,
cae
en la cascada maloliente de la procesión y la
corrida de toros
y en la tarde de plomo
desanda los suburbios
girando como un número en la rueda del infortunio.
Grupos de hombres borraban sus huellas con alcohol
injuriaban el vientre encinta de su casa,
llamaban entre dientes al asesino,

74 PERÍODO 8 [ CAPÍTULO 11 ]
al hombre libre y oscuro que por fin
asestara las iras contra el falso inmortal.
Y así ocurrió.
Un comandante cortó de un tajo UN DECREtO DEL
la leonina cabeza del capricho
pero también fue felino y dio zarpazos.
PRESIDENTE
Restauró el temor, BENAVIDES,
puso negra cabeza violenta FECHADO EL 20 DE
a la ignorante soledad de los pobres
y sacudió reciente polvo de tumba en los lechos
AgOSTO DE 1938,
nupciales. ORDENÓ QUE SE
En el rescoldo homicida, humeante aún la noche COLOCARA UNA
se fraguó un dedo sobre un gatillo
y cuando la marcial cabeza campeaba ante la PLACA DE BRONCE
multitud segó su eminencia un estallido, CONMEMORATIVA
pero otro
y otro más,
DEL QUE FUE
y cien después. PRESIDENTE
Devolvieron su gloria de lobo a los verdugos. CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA.
GENERAL DE
BRIGADA DOn
LUIS M. SÁNCHEZ
CERRO, EN EL
FRONTIS DE LA
CASA DONDE
NACIÓ.

[ capítulo 1 ] período 8 75
PRIMER PERÍODO LA ÉPOCA FUNDACIONAL DE LA REPÚBLICA [1822-1842]
SEGUNDO PERÍODO LA FALAZ PROSPERIDAD DEL GUANO [1842-1866]
TERCER PERÍODO LA CRISIS ECONÓMICA Y HACENDARIA ANTERIOR A LA GUERRA CON CHILE [1864-1878]
CUARTO PERÍODO LA GUERRA CON CHILE [1879-1883]
QUINTO PERÍODO EL COMIENZO DE LA RECONSTRUCCIÓN [1884-1895]
SEXTO PERÍODO LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA [1895-1919]
SÉPTIMO PERÍODO EL ONCENIO [1919-1930]
OCTAVO PERÍODO EL COMIENZO DE LA IRRUPCIÓN DE LAS MASAS ORGANIZADAS EN LA POLÍTICA [1930-1933]
ADENDA BREVES NOTAS RELACIONADAS CON LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA ENTRE 1895-1933
APÉNDICE GENERAL LOS RESULTADOS DE LA EXPERIENCIA HISTÓRICA PERUANA Y LAS PERSPECTIVAS ABIERTAS EN EL SIGLO XX
Breves notas relacionadas con la educación,
la ciencia y la cultura 1895-1933
^[ adenda ]
[ TOMO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 1 ● I Piérola y el problema de Los inspectores de educación ● Telésforo Instituto Chalaco ● El Colegio de San
la educación ● II Las ideas de Isaac Catacora ● El fomento de la educación Vicente de Paúl de Arequipa y el P.
Alzamora sobre la educación nacional ● técnica ● El desarrollo de la educación Hipólito Duhamel ● La instrucción
La Ley de Instrucción de 1901 ● La secundaria ● El Consejo Superior de religiosa y la laica ● Educación femenina
Escuela Correccional de Varones ● La Ley Educación ● El Boletín de Instrucción de Teresa González de Fanning ● VI La
de Instrucción de 1902 ● El intento de Pública ● Perspectivas de la educación educación física ● El jardín de la infancia
reforma de 1903 ● La supresión del pública en 1908 ● V El Colegio Guadalupe en la enseñanza oficial. Otros aspectos
Consejo Superior de Instrucción Pública de 1885 a 1908 ● Los profesores educacionales ● VII El desarrollo de las
● Las pensiones de catedráticos, alemanes ● Los colegios nacionales de universidades. La autonomía ● El conflicto
profesores y preceptores ● III Las provincias entre 1895 y 1908 ● La universitario en Arequipa en 1907 ● El
escuelas de artes y oficios ● El comienzo introducción del jardín de la infancia, de crecimiento estudiantil ● El ingreso de
de la educación comercial en el Perú ● IV la educación física femenina y otras mujeres a las universidades ● Las
La brillante política educacional del iniciativas de Elvira García y García ● El maniobras de 1907 ● La renovación
gobierno de José Pardo ● El fomento de Liceo Grau y Esther Festini de Ramos universitaria y el descontento de la nueva
la instrucción primaria ● La mejora de Ocampo ● El Colegio de San Agustín ● El generación ● El Centro Universitario ● VIII
locales y de material escolar ● El estímulo Lima High School ● Patricio Sabogal y el La Escuela de Ingenieros ● IX La Escuela
a la profesión magisterial, la Escuela renacimiento de la educación secundaria de Agricultura ● La reforma del Seminario
Normal ● La carrera del profesorado ● en el Callao ● El Colegio Bozano y el de San Antonio Abad en el Cuzco
la educaciÓn pública en el período 1895-1908

CAPÍTULO
1[ ]
p
[I]
IÉrola Y el proBleMa de la educacIÓN.- Extrañará, tal vez, que habiendo abordado
el segundo gobierno de Piérola problemas trascendentales como el electoral, el militar, el
hacendario, el monetario y otros, el capítulo de la educación pública esté en blanco dentro de
su historia. La verdad es que Piérola aludió a este asunto con claridad y franqueza. ”Despojado
antes de ahora y por entero, el Jefe de Estado, de sus atribuciones constitucionales respecto de
la instrucción pública, nada eficaz he podido intentar acerca de ella”, expresó en su mensaje de
1897. ”He tenido que limitarme a procurar el estudio de reformas en el Código de instrucción
que ha sido hecho por una comisión nombrada al efecto” agregó. “El proyecto de nuevo código
está terminado y contiene, sin duda, mejoras provechosas. Al examinarlo, hallé, sin embargo,
que demandaba modificaciones sustanciales, mereciendo, por lo mismo, revisión”.
Pero en aquel mismo documento, ya había pintado un cuadro sombrío que interesa repro-
ducir íntegramente:”La instrucción primaria es deficiente, mal hecha y enteramente despropor-
cionada con el grueso gasto que ella impone.
“La media y facultativa angustian verdaderamente.
“Largos años hace que yo no he podido ver de cerca nuestras escuelas; pero tengo delante
sus frutos.
“Deber mío es señalar mal que es gravísimo, y no he de disimularlo.
“Cuando se asiste a la decadencia lamentable de nuestra prensa; se contempla como ha
bajado nuestra tribuna; se palpa hiriente desarreglo en los actos administrativos, en la sentencia
del juez, en el dictamen del alto magistrado, y se penetra en el intrincado laberinto de leyes y
decretos, cuya fórmula misma es desconcertada, es imposible no acudir, con ánimo angustiado,
a la fuente de males semejantes.
“No hay desorden en las leyes, en los actos del administrador y del juzgador, en los debates
públicos, en los hechos todos, sino porque está en las ideas.
“Buscando el mal en su origen, la verdad es que se estudia poco, muy poco, mal y se apren-
de peor.
“Esto da la media ciencia cien veces más terrible que la ignorancia; la noción incorrecta de
las cosas, que produce, para la inteligencia, el mismo efecto que la vista alterada por vicio orgá-
nico o por el influjo de agente perturbador.
“En las escuelas se pervierte la facultad de pensar; perversión que se acentúa con la lectura
de malos periódicos; y como es allí en donde se forman las clases dirigentes, naturales, lógicos,
necesarios, son los rumbos de extravío de la Nación entera.
“En cuanto a educación, mucho más importante que la instrucción misma, ¿quién se
preocupa seriamente de ella?
“Formar generación orgánica y moralmente robusta; solicitada por nobles y verdaderos ideales;
que sepa no desear sino querer con la voluntad recta y todopoderosa de nuestros progenitores; tal
es la tarea altísima que nos está encomendada para hacer de un puñado de desconcertantes gentes,
esparcidas en un inmenso territorio por laborar, el poderoso pueblo que ha de vivir en este bendito
pedazo del globo, hecho libre por nuestros padres legándonos el encargo de hacerlo grande”.

80 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
[ II ]
laS IdeaS de ISaac alZaMora SoBre la educacIÓN NacIoNal.- Isaac Alzamora,
en un notable discurso pronunciado en la clausura del año universitario de 1899, abogó porque
todos los recursos del ramo y cuantos se pudieran arbitrar en el futuro se dedicasen a la ense- isaac alzamora,
ñanza primaria y después a las escuelas prácticas especiales según las necesidades de cada zona
territorial y a la educación superior. ”Todo Estado y mucho más un Estado democrático (expresó)
en un notaBle
debe, por su propio interés, garantizar a los ciudadanos la instrucción primaria tan completa discurso
como lo permitan sus recursos y como lo exigen las necesidades y los adelantos de la época pronunciado en
presente; y la ciencia proclama hoy, como principio indiscutible que no hay verdadera instruc-
ción primaria si no es enciclopédica, universal, concéntrica, práctica y educativa. La instrucción
la clausura del
primaria reducida a la lectura y a la escritura y a algunas pocas reglas de aritmética y también de aÑo
gramática, como se acostumbra entre nosotros, cuando no estéril, es nociva y en todo caso uniVersitario de
repelente, porque deja vacío el espíritu e indócil la materia y no hace sino dar el medio de adqui-
rir y comunicar ideas malsanas, únicas que, por lo general, están a la mano y son accesibles a la 1899, aBogó
gente desprovista de toda cultura. porQue todos
“La instrucción secundaria organizada y costeada por el Estado (agregó) no tiene razón de
ser ante el derecho ni ante la ciencia; y prácticamente son mayores los males que el país ha
los recursos del
sufrido por causa de ella que los beneficios que ha reportado. En el aspecto científico los cole- ramo Y cuantos
gios sostenidos por el Estado excluyen la competencia en materia que no hay motivo para se pudieran
libertar de su benéfico influjo; encierran en un mismo cartabón toda la instrucción media que
ganaría mucho si se diversificase en su origen, en su método, en la extensión de los programas arBitrar en el
y en las materias de enseñanza según las distintas concepciones de la iniciativa privada y los Futuro se
gustos, las exigencias y hasta la constitución intelectual de cada localidad”.
Las ideas de Alzamora se hubieran aplicado si llega a la presidencia de la República en 1904.
dedicasen a la
enseÑanza
primaria Y
la leY de INStruccIÓN de 1901.- Una resolución suprema del 3 de junio de 1896, refren-
dada por Piérola, nombró una comisión para que elaborase un proyecto de ley orgánica de
despuÉs a las
instrucción pública. Formaron parte de ella Francisco García Calderón como presidente, Luis escuelas
Felipe Villarán, Felipe Varela y Valle, Eleodoro Romero, José Granda, Jaime Tovar, Federico prÁcticas
Villarreal, Ernesto Odriozola y Pedro A. Labarthe. La labor llevada a cabo por esta comisión recibió
algunas enmiendas. La ley de 20 de setiembre de 1899 autorizó al Poder Ejecutivo para poner especiales segÚn
en vigencia las reformas propuestas con intervención del Consejo Superior de Instrucción. Fue las necesidades
un nuevo caso, y no el primero ni el único, ni el último, de legislación “delegada” en materia
educacional(1). El Gobierno no hizo uso inmediato de esta facultad, según manifestó el ministro
de cada zona
Vega en su memoria de 1900, porque implicaba fuertes gastos. Sin embargo, por decreto de 9 territorial Y a
de marzo de 1901, puso en vigencia la ley, acerca de la cual dijo García Calderón, en su memoria la educación
como rector de la Universidad, que había pasado por demasiadas comisiones.
Constó aquella de 414 artículos, es decir era extensísima. Dividiose en secciones y estas en superior.
capítulos. La sección preliminar incluyó capítulos sobre la instrucción pública, las autoridades en
esta materia, el ministro, el Consejo Superior de Instrucción Pública, la jubilación y el montepío. La
sección primera sobre la primera enseñanza tuvo16 capítulos: disposiciones generales, la Dirección
de Primera Enseñanza, los Consejos Escolares, los visitadores, las escuelas, el personal docente, el
local y el material escolar, el régimen de los planteles, los exámenes, la matriculación, los premios,
las conferencias y concursos escolares, las rentas y gastos, la instrucción obligatoria, las escuelas y
cursos normales, las escuelas particulares. La sección 2° sobre segunda enseñanza trató de los

(1) Sobre anteriores reglamentaciones educacionales todas ellas emanadas del Poder Ejecutivo, véase la Historia de la
República del Perú: la de 1850; la de 1855; la de 1876; la de 1884; la de 1886.

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 81
erNeSto odrIoZola colegios y liceos, las comisiones de delegados, los directores y subdirectores de los colegios, las
(1862-1921) asignaturas, los profesores, los capellanes, administradores de rentas, secretarios e inspectores, la
provisión de asignaturas, las licencias, las faltas, suspensión y destitución de profesores, los alum-
nos, las becas y pensiones, las matrículas y demás registros, los exámenes, las vacaciones, los pre-
mios y los castigos, el material, las rentas y gastos de los establecimientos de segunda enseñanza,
la enseñanza libre, la segunda enseñanza para mujeres. La sección 3° relativa a la instrucción
superior dedicó capítulos especiales a las universidades, los rectores y vicerrectores, el secretario,
el tesorero, el archivero-bibliotecario, los empleados subalternos, el consejo universitario, las facul-
tades, los decanos y subdecanos, el secretario y el subsecretario de la facultad, los catedráticos, los
alumnos, las materias de enseñanza en cada facultad, los exámenes, los premios y penas, el año
universitario, los grados, las insignias y uniformes, la administración de rentas, la escala de sueldos,
los institutos especiales para la instrucción superior, la enseñanza superior libre o particular.
En el pináculo del sistema educacional, la ley colocó al ministro y mantuvo a su lado al
Consejo Superior, que recortaba en parte las atribuciones de este al velar por el cumplimiento
de las leyes, decretos y resoluciones del ramo, inspeccionar la enseñanza, autorizar los libros de
este médico limeño fue texto, decidir las cuestiones sobre disciplina, nombrar visitadores y el personal de segunda ense-
parte de la comisión que ñanza, aprobar las propuestas de los consejos universitarios sobre creación de cátedras y varia-
preparó la ley de ciones en los estudios, proponer la creación de escuelas y colegios y resolver la supresión de los
instrucción de 1901. existentes cuando fuere necesario. En ciertos casos debía ser oído necesariamente el Consejo.
odriozola estudió en la Este gozaba así de atribuciones técnicas y de facultades administrativas. Su personal, demasiado
Facultad de Medicina de numeroso, era el siguiente: el ministro que lo presidía; el director general de Instrucción; el rector
la universidad de San de la Universidad de San Marcos, dos doctores nombrados por cada una de las facultades de esa
Marcos y en la casa de estudios o sea doce delegados, dos doctores por cada una de las tres universidades de
universidad de parís, provincias y seis personas más designadas por el Gobierno. Dos de ellas representaban la prime-
donde optó el grado de ra enseñanza, dos la segunda y otras dos la instrucción libre. En total el Consejo debía tener
doctor en 1888. de veintisiete miembros, de los cuales diecinueve provenían de las universidades.
regreso en el perú, fue Importante fue la orientación que la ley de 1901 dio a la instrucción primaria. Bajo la vigencia del
incorporado a la cátedra Reglamento General de 1876 ella había tendido a la repetición literal de los libros de texto, sin expli-
de anatomía topográfica caciones. Los maestros se caracterizaban por la escasez de sus conocimientos. Las escuelas no reci-
y medicina operatoria de bían vigilancia. La enseñanza obligatoria, o sea la primaria de primer grado, estaba abandonada. El
su alma máter. de 1911 a provincialismo excesivo corroía a los planteles existentes. Los municipios, bajo cuya jurisdicción fun-
1921 fue decano de la cionaba la instrucción primaria, dedicábanse a otras atenciones y no contaban con personal prepa-
Facultad de Medicina y rado en el campo pedagógico. La ley de 1901 pretendió iniciar una reacción contra ese estado de
asumió el rectorado de cosas. Procuró echar las bases para la unidad del sistema con una oficina central para cautelar la
la universidad cuando marcha de todas las escuelas, o sea la Dirección de Primera Enseñanza. Correspondió a esta entidad
José pardo inició su vigilar el cumplimiento de las leyes y resoluciones concernientes a ese nivel, pedir al Consejo la aper-
campaña presidencial. tura de planteles, reformar los presupuestos escolares cuando fuera necesario, proponer el plan de
estudios, los programas y la distribución del tiempo en las aulas, promover y realizar concursos de
textos, iniciar exposiciones, procurar el establecimiento de bibliotecas escolares y de sociedades
destinadas al fomento de la primera enseñanza, formar la estadística, llevar la matrícula de los precep-
tores, reglamentar las conferencias pedagógicas, dirigir una publicación periódica. De hecho, sin
embargo, la enseñanza primaria continuó bajo la dependencia de los recursos municipales.
La ley de 1901 hizo extensivos a los preceptores titulares de las escuelas públicas los benefi-
cios de la ley de 1861 sobre jubilación y montepío.
La publicación La Educación Nacional apareció con carácter oficial en mayo de 1901. Dos
pedagogos fueron nombrados entonces en el Ministerio de Justicia e Instrucción; y se inició así,
en modesta escala, su tecnificación.
Los consejos escolares de provincia y las comisiones de distrito debían auxiliar a la Dirección
de Primera Enseñanza, con facultad para nombrar visitadores. Representaban lo que ahora se

82 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
llamaría el aporte de la comunidad, o sea la participación popular en la educación. La ley de 16
de enero de 1904, emanada de una iniciativa del Estado, suprimió los consejos y las comisiones
y sus atribuciones pasaron a los concejos municipales respectivos.
Las escuelas quedaron clasificadas en dos grados. Fue obligatoria la enseñanza en el primero. la puBlicación
La ley de 1901 señaló, además, las rentas de la primera enseñanza en un esfuerzo para definirlas
y regularlas, sin modificar su situación real. También buscó la selección del cuerpo preceptoral.
la educación
Ordenó que funcionaran por lo menos tres escuelas normales para varones y otras tres para nacional
mujeres, con sus escuelas anexas de aplicación, y las ubicó en lugares estratégicos del norte, el apareció con
centro y el sur de la República. Dispuso que los preceptores de las escuelas públicas fuesen
nombrados por concurso y exigió el diploma respectivo, señalando otras formalidades para
carÁcter
dignificar y organizar la carrera del magisterio. oFicial en maYo
En cuanto a los establecimientos de segunda enseñanza los dividió en liceos y colegios, con de 1901. dos
seis años de estudios. Aparte de los cursos generales, los primeros debían tener asignaturas
especiales aplicables a la agricultura, el comercio, la minería o las artes mecánicas. Correspondía, pedagogos
en cambio, a los colegios la preparación para el ingreso a la educación superior. Fue suprimida Fueron
la enseñanza del latín en los liceos, aunque ella se mantuvo en los colegios (art.158).
En el nivel universitario, la ley de 1901 creó nuevas cátedras tanto en Lima como en provin-
nomBrados
cias y, por lo menos, dos facultades en estas últimas universidades, o sea en Arequipa, Cuzco y entonces en el
Trujillo. Las atribuciones de los consejos universitarios fueron ampliadas. Los alumnos ingresa- ministerio de
ban directamente de la segunda enseñanza a las facultades.
La ley no contuvo prescripción alguna sobre métodos pedagógicos. Justicia e
instrucción; Y
la eScuela correccIoNal de varoNeS.- La Escuela Correccional de Varones fue creada
se inició así, en
por iniciativa del Poder Ejecutivo concretada en el decreto de 21 de mayo de 1902, que refrendó modesta
el ministro Lizardo Alzamora y anunció el presidente Romaña en su mensaje de ese año. escala, (…) [la]
tecniFicación
la leY de INStruccIÓN de 1902.- Los legisladores de 1902 se preocuparon, en contradic- [de la
ción con las ideas enunciadas por Isaac Alzamora, preferentemente de la educación secundaria, educación].
sin esperar ni un año siquiera después de haber aprobado la ley anterior.
Los diputados Antonio Miró Quesada, M. J. Porras, Fernando Gazzani y Bernardo Goyburu
presentaron un proyecto para conservar únicamente los colegios y abolir los liceos. El objetivo
de aquellos establecimientos debía ser suministrar las nociones útiles para la vida social e indis-
pensables para el ejercicio de las industrias y el comercio. La enseñanza quedó reducida a cuatro
años y fue orientada hacia los conocimientos elementales y con sentido práctico, con preferen-
cia para los de inmediata aplicación, Se dispuso el establecimiento de una sección comercial e
industrial en todo colegio. La preparación para el ingreso a las carreras de jurisprudencia y cien-
cias políticas de un lado y de medicina de otro, fue encomendada a las facultades de Letras y de
Ciencias en dos años de estudios.
En el corto debate que este proyecto suscitó el 24 de octubre se puso en claro que la comi-
sión dictaminadora había sido ilustrada por Alejandro O. Deustua, cuya formación pedagógica
habíase enriquecido después de su viaje a Europa enviado por el Gobierno para estudiar la
reforma educacional. Al aprobarlo, la Cámara de Diputados aumentó el número de las materias
que debían enseñarse en los colegios y así les hizo perder su carácter elemental y práctico. Otras
ampliaciones fueron hechas por el Senado.
El Congreso no comprendió bien cuál era el punto de vista de Deustua. Su planteamiento
incluía cuatro ciclos en la reforma de segunda enseñanza: uno de transición entre la primaria y la
media; otro de cultura general media dada en cuatro años; un tercero unido a los dos anteriores, o

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 83
sea coincidente con ellos, destinado a la cultura técnica, industrial y comercial; y un cuarto ciclo
de cultura general superior dado en las facultades de Ciencias y de Letras, preparatorio de la ins-
trucción profesional en las facultades de Jurisprudencia y Medicina y en la Escuela de Ingenieros.
la reForma Se dijo insistentemente que la ley se inspiró, en realidad, en el deseo de dar alumnos para
las secciones preparatorias de la universidad y de las escuelas superiores, arrebatándolos a los
[educacional] de dos últimos años de enseñanza secundaria en los colegios.
1902 Fue Todavía peor resultó la aplicación que dio a la ley el Poder Ejecutivo. Se promulgó ella el 7
inconVeniente. de enero de 1902. No fueron formulados previamente los programas a que debía someterse la
reforma. El Consejo Superior de Instrucción no solo mantuvo sino acentuó la tendencia enciclo-
destruYó la pedista en esos programas dentro del reducido marco de cuatro años, y conservó su carácter
orientación preuniversitario. En resumen, los colegios siguieron con los cursos que mantenían en lo esencial
prÁctica el sistema antiguo, aunque el tiempo de estudios fue reducido a cuatro años.
La misma ley de 7 de enero de 1902 fijó en los 12 años la edad para los aspirantes a ingresar
esBozada en los en la instrucción secundaria. Anteriormente habíase tenido a numerosos alumnos de edad
liceos, Y mucho mayor.
La reforma de 1902 fue inconveniente. Destruyó la orientación práctica esbozada en los
disimuló mal liceos, y disimuló mal ese hecho al crear en los colegios secciones anexas comerciales e indus-
ese HecHo al triales que surgieron tímidamente o no fueron establecidas. Uniformó la enseñanza en aquellos
crear en los planteles con un criterio intelectualista que resultó agravado en el contraproducente debate
parlamentario. Creó una verdadera segunda etapa de los estudios medios en las facultades de
colegios Letras y de Ciencias pero no coordinó a esas facultades que antes languidecían y que se vieron
secciones llenas de alumnos, ni entre sí ni con los colegios. Olvidó las deficiencias y los vacíos de la instruc-
ción primaria. No tomó en cuenta que en muchos colegios faltaban maestros aptos e instru-
aneXas mentos pedagógicos necesarios.
comerciales e
industriales
el INteNto de reForMa de 1903.- No había transcurrido mucho tiempo después de
Que surgieron 1902, cuando se intentó una nueva reforma. El ministro Francisco J. Eguiguren dirigió a la Cámara
tímidamente o de Diputados un oficio el 10 de noviembre de 1903 en el que solicitó la ampliación de la educa-
no Fueron ción secundaria a cinco años divididos en tres para la cultura general y dos ramificados en cuatro
secciones destinadas a preparar a abogados y literatos o médicos y farmacéuticos o ingenieros,
estaBlecidas. militares, especialistas en ciencias matemáticas y naturales, o comerciantes y empleados consu-
lares y de hacienda. También intentó el proyecto Eguiguren reemplazar el sistema de exámenes
de fin de año por pruebas mensuales y trimestrales y reducir a un año los estudios preprofesio-
nales en las facultades de Letras y de Ciencias.
La comisión dictaminadora de la Cámara de Diputados presentó un proyecto sustitutorio y
el asunto no llegó a ser resuelto. Pero el malestar por la situación contradictoria de una educa-
ción secundaria agobiada y corta y la inquietud por modificar su estructura prosiguieron laten-
tes. Entre tanto, los colegios quedaron en realidad como simple antesala de la universidad.

la SupreSIÓN del coNSeJo SuperIor de INStruccIÓN pÚBlIca.- La ley de 18 de agos-


to de 1903 representó una victoria de los fueros del Poder Legislativo al disponer que el Consejo
Superior de Instrucción no podía suprimir escuelas y colegios cuya existencia obedeciera a leyes
especiales o tuviera rentas propias. El ministro Lizardo Alzamora pretendió, en un proyecto que la
Cámara de Diputados dictaminó en enero de 1904, reducir dicho Consejo a la categoría de un cuerpo
meramente consultivo dividido en tres secciones para los diversos niveles de enseñanza. Luminoso
fue aquel dictamen, firmado principalmente por Cesáreo Chacaltana y Manuel B. Pérez. El funciona-
miento del Consejo fue relacionado por ellos con la descentralización que simbolizaran el liberalismo

84 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
LA EDUCACIÓN COMERCIAL.- En 1899 se inauguró en el Perú la Escuela Técnica de Comercio, a la que siguió el Instituto
Comercial del Perú. Aquí vemos a una promoción de sus alumnos, futuros auxiliares mercantiles, con el fondo de la
Plaza San Martín, en Lima.

[ capítulo 1 ] adenda 85
y también el civilismo de 1872 y que hallaron exponentes concretos en las leyes que separaron del
poder central los asuntos encomendados a las sociedades de beneficencia, en la creación del Consejo
Superior de Minería y en el establecimiento de las comunidades de regantes conforme al Código de
especial Aguas. Pero el problema en 1904 y en 1905 fue, en realidad, de vida o muerte para el Consejo. El sena-
dor de la oposición Joaquín Capelo había presentado en 1902 un proyecto suprimiéndolo porque
importancia invadía atribuciones del Congreso y del Ejecutivo y no era constitucional y además porque había
otorgó el irrogado daños a la instrucción. El Senado aprobó esa iniciativa. Manuel B. Pérez hizo la defensa de
presidente lorganismo atacado y señaló como enemigos de él a los ministros que anhelaban el monopolio de
los nombramientos (en contraste con esta referencia, precisamente el ministro Polar defendió al
candamo en su Consejo) y a los políticos que pretendían ampliar el radio de su influencia a través de ese mismo poder.
mensaJe de 1903 Dijo Pérez que directores de colegios corno Juan de Dios Lora y Cordero en Chiclayo y Enrique Haro
a la enseÑanza en Huaraz, a quienes se había querido separar por sus opiniones como ciudadanos, habían sido
defendidos por el Consejo; recordó también que el ministro monseñor Puirredón no logró su propó-
de las artes sito de hacer salir de la dirección del plantel de Puno a Rodolfo Zavala. Acusaciones frecuentes al
mecÁnicas en Consejo, por la lentitud en el despacho de los expedientes, anunció Pérez que serían hechas más tarde
igualmente a los ministros. El Consejo implicaba (según él) la garantía de la separación entre los
planteles gobiernos inevitablemente transitorios y los órganos del ramo, una barrera contra la política. La
destinados a Cámara de Diputados aprobó el punto de vista de mantener y de reformar el Consejo el 20 de octubre
ese eXclusiVo de 1904 pero el Senado votó por la inasistencia el 11 de agosto de 1905. El asunto fue resuelto en
sesión de Congreso de 11 de setiembre del mismo año. De nuevo se trató acerca de la conveniencia
oBJeto Y de los o inconveniencia de concentrar dentro del Ministerio y en manos de funcionarios las atribuciones del
cuales no puede cuerpo colegiado que se trataba de abolir y acerca de su constitucionalidad. Capelo llegó a decir (en
profecía desmentida luego por los hechos) que, al suprimir el Consejo, se formarían planes de estudios
carecer, diJo, distintos según los colegios y las localidades. La insistencia fue aprobada. La ley que dio muerte al
ningÚn país Consejo quedó promulgada el 27 de setiembre de 1905. Contra lo que había creído Capelo, acentuó
regularmente el centralismo y el burocratismo en el ramo de Educación.
Tal como fue erigido en el Reglamento de 1876 y como quedó constituido según las enmiendas
organizado. en él hechas, el Consejo no fue un organismo eficaz. Simbolizó una época de predominio creciente
en el ramo educaciones del elemento universitario para el que el problema tenía su foco en el nivel
superior de la enseñanza por lo cual otorgaba de hecho menor importancia a la primaria e invadía
el campo de la secundaria, considerado, a pesar de todos los discursos en contrario, como simple
medio de preparación para los grados de bachiller o doctor. La voz de los maestros de escuelas y
colegios no fue escuchada o encontró débil expresión en el Consejo. Hubo, por otra parte, en este
organismo, recargo de atribuciones técnicas y administrativas. Ni a unas ni a otras atendió adecua-
damente, con su heterogéneo personal. Dividido en comisiones, ellas actuaron con suma morosi-
dad. Careció de medios suficientes y de elementos auxiliares, y dependió a veces de un solo emplea-
do subalterno. Muchas veces ocurrió que un presupuesto de colegio se aprobara en el año siguien-
te a aquel en que debiera haber regido. A pesar de todo, fue un freno eventual contra las interferen-
cias y las arbitrariedades de la política como recordara Manuel B. Pérez; pero en lo últimos tiempos
también se contagió de ese vicio y dejó de ser una garantía para el magisterio. Lo aconsejable
hubiera sido recoger las enseñanzas de la experiencia y dejar subsistente al Consejo, disminuir y
democratizar su personal, mantener su carácter técnico en resguardo de los derechos de los profe-
sores y de la educación en general y entregar las atribuciones administrativas al Ministerio, sobre la
base de que ellas fueran ejercidas con eficiencia, rapidez, coherencia y honestidad.

laS peNSIoNeS de catedrÁtIcoS, proFeSoreS Y preceptoreS.- La ley de 16 de


noviembre de 1903 reconoció a los catedráticos, profesores y preceptores los derechos de jubi-
lación, cesantía y montepío.

86 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
[ III ] JorGe polar
laS eScuelaS de arteS Y oFIcIoS.- La ley de 1° febrero de 1896 ordenó que las munici- (1856-1932)
palidades de cada departamento procedieran a establecer, cuando menos, una escuela de artes
y oficios, y que dictase de preferencia un curso de enseñanza agrícola en los departamentos
cuyas condiciones lo exigieran; y aplicó al sostenimiento de dichos planteles el producto del
arbitrio municipal que gravaba el consumo de los alcoholes y bebidas alcohólicas.
El arbitrio mencionado llamado de mojonazgo, alcanzaba en algunas provincias al 30% de
los ingresos totales de los municipios. Debían ellos, además, destinar el 20% de sus ingresos al
fomento de la instrucción primaria. La ley de febrero de 1896 no tuvo aplicación.
Especial importancia otorgó el presidente Candamo en su mensaje de 1903 a la enseñanza
de las artes mecánicas en planteles destinados a ese exclusivo objeto y de los cuales no puede
carecer, dijo, ningún país regularmente organizado. Cumplió tan destacado aspecto de la políti-
ca educacional, el único mencionado en ese documento legislativo, la ley de 22 de noviembre
de 1903 que dispuso la reinstalación de la escuela de artes y oficios. Pero Candamo no pudo
realizar su propósito de abrirla y de hacer venir, como había prometido, de Europa el director, los
profesores y el material necesario para ella. el abogado y escritor
El vicepresidente Calderón y el ministro de Fomento José Balta dieron el decreto de 1° de arequipeño inició su
junio de 1904 que la organizó. En ese entonces el Estado compró para albergarla el antiguo local carrera en 1874, como
de Santa Sofía. docente del colegio
Independencia, en su
ciudad natal. luego, en
el coMIeNZo de la educacIoN coMercIal eN el perÚ.- En 1899 M. Enrique Perla fundó 1882, asumió la cátedra de
la Escuela Técnica de Comercio, destinada a la preparación de auxiliares en el ramo mercantil. Fue el estética en la universidad
primer plantel de su género en el país y tiene gran significado histórico. Contó con el apoyo resuelto de San agustín. trece
de Manuel Candamo, entonces presidente de la Cámara de Comercio de Lima. En 1900 esa Cámara años más tarde fue
aceptó supervigilar los exámenes de la Escuela. Candamo es, pues, un precursor en la preocupación designado diputado por la
por la educación comercial en el Perú, como lo fue en relación con la educación técnica. provincia de caylloma, y
de 1896 a 1907 fue rector
de la universidad de San
[ Iv ] agustín de arequipa.
la BrIllaNte polítIca educacIoNal del GoBIerNo de JoSÉ pardo.- El gobierno durante el primer
de José Pardo (cuyos ministros de Instrucción fueron, como ya se ha visto, Jorge Polar, rector de la gobierno de José pardo
Universidad de Arequipa y Carlos Washburn, rector de la Universidad de Trujillo) realizó una obra (1904-1908) fue ministro
educacional de grandes alcances, sin precedente ni parangón inmediatos, que vino a formar, junto de Justicia, culto e
con la de su padre, Manuel Pardo, hermoso capítulo en la historia republicana del Perú. Instrucción, cargo que
Cabe analizar esta obra desde los siguientes puntos de vista: a) el fomento de la instrucción ejerció de 1904 a 1906.
primaria, la mejora de locales y material escolar; c) el estímulo a la profesión magisterial; d) el
fomento de la instrucción técnica y de la secundaria; e) la organización del Ministerio; f ) la cor-
dialidad en las relaciones con las universidades.

el FoMeNto de la INStruccIÓN prIMarIa.- Jorge Polar envió a la primera legislatura


extraordinaria de 1904 un proyecto de ley sobre enseñanza elemental acompañado de una
notable exposición de motivos. El proyecto fue discutido ampliamente en el segundo Congreso
extraordinario de ese año y en el ordinario de 1905. La ley, promulgada el 5 de diciembre de
1905, llevó el número 162.
Había en ella tres principios cardinales: uno pedagógico, otro administrativo y otro económi-
co. El principio pedagógico consistía en la creación de la escuela elemental, o sea la escuela de
escribir, leer y contar. Esta escuela debía ser absolutamente gratuita y de acuerdo con la condición

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 87
de la población a la que debía servir, con carácter obligatorio para los varones de 6 a 16 años y
las mujeres de 6 a 12. Los libros y útiles de enseñanza también debían ser gratuitos. La instrucción
elemental comprendía únicamente lectura y escritura, las cuatro operaciones de aritmética y el
el plan de sistema decimal, nociones generales de geografía universal y del Perú, catecismo político, doctri-
na cristiana y ejercicios físicos. En las aldeas, haciendas y minas y, en general, en todo centro de
estudios para población con más de doscientos habitantes, debía haber, por lo menos, una escuela elemental.
la educación Un sistema de multas penaba a los padres, guardadores o patrones remisos para enviar a la
primaria, escuela elemental a sus hijos, pupilos o sirvientes, con pautas sobre la tramitación para su cobro
y sobre la finalidad de su empleo en premios a los padres solícitos. Para los lugares de mayor
dictado el 20 de población la ley ordenó por cada doscientos niños la creación de un centro escolar.
Junio de 1906, Mediante el principio administrativo fue encomendada al Gobierno la función de asumir la
enlazó la gerencia de la enseñanza primaria en la República. Aquí se consumó y se reforzó la obra iniciada
por la ley de 1901 al crear una Dirección en el Ministerio para este nivel educativo, si bien, de
escuela hecho, las municipalidades la continuaron, amparadas por la ley de 16 de enero de 1904, a mer-
elemental Y el ced de los recursos por ella disponibles. En su exposición de motivos Polar dijo que las escuelas
sostenidas por las municipalidades llegaban al número de 1.891 y que a ellas concurrían 99.448
centro escolar. niños, cifra que muy probablemente no correspondía a la realidad. Más de 200 mil niños no
aQuella era de aprendían a leer ni a escribir siquiera...”Malos locales, pobre mobiliario, escasez de útiles de ense-
dos aÑos Y este ñanza y sueldos mezquinos en muchos casos, debilitan la acción de la escuela”. Había menos
escuelas entonces que cuando las municipalidades recibieron ese servicio. Muchos de estos
en cinco aÑos, planteles eran pobres y con personal deficiente. Constantemente las juntas departamentales no
deBía les entregaban las subvenciones que figuraban en sus presupuestos. No solo por la escasez de
recursos sino por la competencia discutible y por el criterio variable y disperso de las entidades
suministrar los provinciales era necesario, decía Polar, encargar al Estado el comando de la instrucción primaria.
principios de la Por el tercer principio fundamental de la ley, o sea el económico, ella estableció por primera vez
religión, de las en el Perú, un gran fondo de instrucción primaria cuyas bases fueron: el 5% de los ingresos fiscales,
el 30% de las rentas de las juntas departamentales, los impuestos locales creados por leyes especia-
ciencias Físicas les, los ingresos y los bienes propios de ella y el mojonazgo municipal, con la salvedad de que si
Y naturales, de excedía del 50% de la renta total del municipio el Gobierno auxiliaría a este. El mojonazgo era el
la literatura, derecho que se cobraba sobre los vinos y demás licores y bebidas introducidos para el consumo.
En su memoria ministerial de 1906 señaló Polar que las rentas indicadas sumaron ese año
de traBaJo las siguientes cifras: Lp.109.367,7,85 del 5% de los ingresos fiscales; Lp. 21.725,6,38 del 30% de
manual Y de las rentas departamentales; Lp. 6.507,5,3,7 de diversos impuestos; Lp. 4.453, 5,74 del producto
de los bienes propios; Lp. 75.0000,00 del producto del mojonazgo.
materias Según la estadística presentada por Carlos Wiesse al Congreso Científico Panamericano de
agrícolas. Santiago de Chile en 1908 el número de escuelas fiscales en el Perú subió de 2.157 en 1906 a
2.262 en 1907 y a 2.410 en 1908; y el número de alumnos en ellas fue en 1906 de 148.762 y en
1907 de161.660 (103.263 varones y 58.397 mujeres).
El plan de estudios para la educación primaria, dictado el 20 de junio de 1906, enlazó la
escuela elemental y el centro escolar. Aquella era de dos años y este en cinco años, debía sumi-
nistrar los principios de la religión, de las ciencias físicas y naturales, de la literatura, de trabajo
manual y de materias agrícolas. En la práctica resultó demasiado uniforme para país tan hetero-
géneo como el Perú y demasiado preocupado por temas culturales.
El 28 de julio de 1908 fue expedido el Reglamento General de Instrucción Primaria con 754
artículos.

la MeJora de localeS Y de MaterIal eScolar.- El Presupuesto de la República de


1908 abrió un nuevo horizonte al consignar una partida para material escolar, bancas-carpetas,

88 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
útiles y libros, ascendente a Lp. 23.550 y otra de Lp. 20 mil para la construcción de locales mode- la eScuela NorMal
lo, uno en cada capital de departamento. de varoNeS
Se convocó a un concurso de planos de casas-escuelas con modelos para la costa, la sierra,
la capital de departamento de provincia y de distrito. El premio fue obtenido por el ingeniero
Santiago Basurco. En su memoria de 1907 el ministro Carlos Washburn expresó que había cons-
trucciones de casas-escuelas en lugares tales como Huancabamba, Jayanca, Otuzco, Salpo,
Pomabamba, Pallasca, Huari, Cajatambo, Huarochirí, Sanin (Chancay), Tarma, Monzón (Huánuco),
Chumpi (Parinacochas), Moho (Huancané), Ayaviri, Caylloma, Cotahuasi, Mollendo. Mencionó
también los locales de centros escolares en las siguientes ciudades: Tumbes, Piura, Cajamarca,
lquitos, Chachapoyas, Tarma, Abancay, Cuzco y Lima. Entre los de la capital, que fueron ocho,
estaban los de las calles Milla, Naranjos, Trinitarias, dos en el Chirimoyo, Guadalupe y La Victoria.
Realizáronse concursos para los libros primero y segundo destinados a las escuelas elementales;
y luego para los correspondientes a cada uno de los tres años de la enseñanza en los centros escola-
res. Así pudo contar la instrucción primaria con textos oficiales en forma práctica y de método moder-
no, con lo cual quedaron eliminadas las muchas obras inaparentes que antes proliferaban.
Algunos libros fueron confeccionados en el Perú como el de lectura elemental de la escuela en 1905 la escuela Modelo
peruana que editó la casa Fabbri en 150 mil ejemplares y el mapa del Perú para las escuelas de Instrucción primaria se
preparado por la Sociedad Geográfica que la misma casa imprimió en tres mil ejemplares. En convirtió en la escuela
otros casos los pedidos fueron hechos al extranjero. Útiles de enseñanza llegaron fabricados por Normal de Segundo Grado,
la casa Hachette, bancas-carpetas de Nueva York, sillones y otros artículos de Hamburgo. Todavía por un decreto del
en escuelas apartadas de la sierra y de la costa suele usarse material de la época de José Pardo. presidente José pardo y el
Solo al mandar hacer partes de matrícula y asistencia, libretas y registros escolares hubo intenso ministro de Justicia, culto
trabajo editorial al servicio de las escuelas. e Instrucción, Jorge polar.
El decreto de 27 de julio de 1908 creó la sección de bienes y rentas escolares en el Ministerio luego, en 1929, esta
de Justicia e Instrucción. institución se convirtió en
el Instituto pedagógico
Nacional de varones: en
el eStíMulo a la proFeSIÓN MaGISterIal, la eScuela NorMal.- El decreto de 1953, en la escuela Normal
28 de enero de 1905, firmado por José Pardo y Jorge Polar, llevó a la realidad el anhelo largamen- central de varones; y en
te acariciado de establecer en la capital una escuela normal de varones destinada a formar pre- 1955, en la escuela Normal
ceptores de enseñanza primaria de segundo grado. Para el ingreso a este plantel se exigió instruc- Superior enrique Guzmán
ción secundaria y, anexo a ella, funcionó una escuela de aplicación. El régimen implantado fue de y valle. a partir de 1967 se
internado. El primer local que se dedicó a la Escuela Normal fue el antiguo de la Facultad de convirtió en la
Medicina que se había trasladado de San Fernando al nuevo edificio de la avenida Grau. Luego universidad Nacional de
pasó a la casa que había dejado el Colegio Guadalupe en la calle Chacarilla. El director fue Isidoro educación enrique Guzmán
Poiry. La inauguración tuvo lugar el 14 de mayo de 1905. y valle-la cantuta.
Se enumeran a continuación las materias estudiadas en la Escuela Normal de Lima: pedagogía,
paidología, psicología infantil, higiene escolar, trabajo manual educativo, nociones de agricultura,
zootecnia, arquitectura escolar, elocución, educación cívica, legislación escolar, teneduría de libros,
francés, inglés, formas geométricas, música y educación física y militar. El programa de Poiry dio pre-
ferencia así a las ciencias pedagógicas sobre los cursos de revisión de los estudios de primaria.
Poiry predicó la libertad de acción del maestro sobre bases lógicas y racionalistas. Halló, sin embar-
go, muchas dificultades para su labor. Un especialista contratado para realizar estudios de estomatolo-
gía recibió el nombramiento como profesor de psicología, historia de la educación y sociología. La
escuela no contó con instrumentos para hacer estudios de psicología práctica y experimental.
Tampoco hubo en ella una biblioteca. Los alumnos, en su mayoría provenientes de provincias y de la
sierra, entraron en conflicto con el regente y con el inspector Manuel Marcos Salazar y se declararon
en huelga. Esta fue quizá la primera huelga estudiantil en el Perú. Duró diez días, abandonando los
becarios la escuela. Poiry logró el retiro del inspector y Salazar no volvió a tener tratos con los jóvenes.

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 89
[1]

[2]

LA EDUCACIÓN FEMENINA. A principios del siglo XX aparecieron diversos colegios religiosos y laicos para la educación
de las niñas y adolescentes limeñas. Una de estas instituciones fue la escuela Bien del Hogar, dedicada a la enseñanza,
principalmente, de labores domésticas. Aquí podemos ver a sus alumnas, en 1930, en una clase de cocina (1) y una de
dibujo (2).

90 adenda [ capítulo 1 ]
Varios alumnos sobresalientes fueron enviados a Estados Unidos. Otros recibieron nombra- la educacIÓN
mientos para dirigir centros escolares en distintos lugares de la República según la procedencia eN 1905
de sus becas.
Quedaron establecidas en Arequipa, Puno, Cuzco y Trujillo, escuelas normales para precep- en 1905 el ministro de
tores de escuelas elementales (decreto de 27 de enero de 1906). De este modo, junto con la Justicia, culto e
Escuela Normal de Mujeres que había sido reorganizada por las resoluciones de 6 y 27 de febre- Instrucción señaló las
ro de 1904 y el decreto supremo de 26 de marzo de 1904, llegaron a seis los establecimientos cifras de profesores y
de este género en la República. La escuela central de trabajo manual educativo creada el 1° de personal administrativo
junio de 1907 estuvo destinada a la enseñanza de esa especialidad. de los colegios e
institutos de enseñanza
del país.
la carrera del proFeSorado.- Para regentar una escuela primaria elemental la ley N°
162 de reforma de la enseñanza elemental exigió además de los requisitos de edad y salud, tener carGo NÚMero
título de preceptor y poseer el quechua o el aymara si se trataba de planteles indígenas. A falta directores 68
de opositor o preceptor con título indicó que se prefiriera al que tuviese certificados de media o, preceptores 2.300
en su defecto, los dos grados de primaria. principales
Ordenó, además, que los preceptores no fueran penados o destituidos sin los trámites pre- auxiliares 556
vios prescritos en el reglamento general de escuelas que dictara el Poder Ejecutivo. Maestros de artes 50
Cuando el Estado asumió las escuelas primarias (expresó Polar en su memoria de 1905) solo 33 y oficios
alcaldes enviaron manifiestos y cuentas de rentas escolares. De esos 33 concejos uno debía el 10%
de los sueldos a los preceptores, otro el 20%, 17 del 20% al 50% 12 del 50% al 70%. El Ministerio no
solo asumió esos pagos sino hizo en 1906 un aumento de haberes a Lp. 3 y efectuó puntualmente
sus abonos. En su mensaje de 1906 José Pardo dejo constancia de que todos los haberes habían
sido puntualmente pagados según información telegráfica de las provincias. En su memoria del
mismo año Polar presentó el dato de que había 68 directores, 2.300 preceptores principales, 556
auxiliares y 50 maestros de artes y oficios, es decir un total de 2.806, e indicó también que sus suel-
dos estaban al día. En el mensaje de José Pardo en julio de 1908 mencionó a 3.160 preceptores de
escuelas fiscales, número que venía a ser muy alto en comparación con todas las épocas pasadas.
La ley de 28 de febrero de 1861, a la que se ha hecho referencia en un volumen anterior,
declaró que el profesorado es carrera pública y dispuso que los profesores de las universidades,
institutos y colegios nacionales gozaran de los derechos de jubilación y montepío. Pero los pre-
ceptores consagrados a las tareas de la primera enseñanza no quedaron incluidos allí. La ley de
1901 estableció la jubilación y el montepío para los preceptores titulares, y las sujetó a las leyes
de 1850 y 1851. La resolución legislativa N° 115 de 18 de noviembre de 1905 vino a ratificar y a
aclarar este precepto, pues dispuso que para los efectos de los goces de jubilación, cesantía y
montepío se contara el tiempo de servicios de los preceptores desde la fecha de la propiedad
de sus empleos conforme a las leyes citadas y a la de 1861.

loS INSpectoreS de educacIÓN.- La ley N° 162 creó estos funcionarios y estableció que
los inspectores provinciales residentes en las capitales de los departamentos tuvieran a sus órde-
nes a los de las demás provincias y que las autoridades políticas auxiliaran tanto a unos como a
otros para el cumplimiento de sus providencias.
Fueron elaboradas instrucciones minuciosas para ellos, rectificadas luego a mérito de sus
propias sugerencias. Dos comisionados viajaron en el centro y en el sur en 1905 a comprobar de
cerca su idoneidad, así como las condiciones de los maestros y la eficacia de los servicios esco-
lares provinciales.
El decreto de 22 de abril de 1907 fijó las calidades de capacidad y moralidad que debían reves-
tir los inspectores. El país se dividió en cuatro zonas con cuatro visitadores para supervigilarlos.

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 91
Después de haber sido provistas interinamente las vacantes, el decreto de 6 de junio de
1908 señaló el procedimiento de las oposiciones para ser inspector. El prefecto debía publicar
avisos por quince días convocándolas. Las solicitudes se recibirián en la capital del departamen-
en los primeros to o de la República. La relación de los postulantes obtendría publicidad por quince días para
dar lugar al derecho de tacha. Correspondería a la Dirección de Instrucción Primaria y al prefec-
aÑos del siglo to sustanciar los recursos que implicaran el ejercicio de este derecho tomando las declaraciones
XX se destacó e informes que creyeran convenientes. El prefecto mandaría los expedientes manifestando su
telÉsForo opinión. Era el Ministro al que competía hacer los nombramientos.
Los inspectores se convirtieron en realidad en agentes de los diputados y de las autoridades
catacora por su políticas provinciales. Recibieron por ello acerbas críticas según se verá en capítulo posterior.
inQuietud
social a FaVor
telÉSForo catacora.- En los primeros años del siglo XX se destacó Telésforo Catacora por
del indígena, su inquietud social a favor del indígena, heredera de la de Juan Bustamante, por su lucha contra
Heredera de la caciques y latifundistas, por su acción educacional. Estudiante de la Universidad de Arequipa,
luchó por su reforma. Al abandonar los estudios jurídicos fundó en Puno la Escuela de Perfección,
de Juan a la que ingresaron elementos de diversas clases sociales, estudiantes y obreros. Su radicalismo
Bustamante, lo llevó al ateísmo. Matriculado en la Escuela Normal de Lima, al establecerse este centro falleció
por su lucHa cuando había concluido promisoriamente el primer año de estudios. Francisco Choquihuanca
Ayulo fue su compañero de rebeldías y, en cierta forma, su continuador.
contra caciQues
Y latiFundistas,
por su acción el FoMeNto de la educacIÓN tÉcNIca.- José Pardo fue el verdadero fundador de la
Escuela de Artes y Oficios. La abrió el 24 de setiembre de 1905 y pronunció en esa oportunidad
educacional. un importante discurso. Contó la escuela inicialmente con 149 alumnos de los cuales 133 eran
becarios. La ley N° 422 de 6 de diciembre de 1906 consignó una partida en el Presupuesto de la
República para abonar las deudas provenientes de su instalación y sostenimiento y la N° 421, de
la misma fecha, señaló otra partida de Lp. 7.200 anuales de acuerdo con el mensaje del Presidente
que había pedido fondos para su ensanche y la adquisición de maquinarias y utilaje.
El primer director de la Escuela de Artes y Oficios fue Pedro Paulet. Su modelo no fue el
francés como en las que existieron antes sino el Tecnicum germánico con tendencia a la ense-
ñanza práctica como en los establecimientos norteamericanos.
En su mensaje de 1907 Pardo anotó que se habían presentado a ella 300 postulantes de los
cuales fueron admitidos 139. Los seis estudiantes más adelantados del primer año habían sido
enviados a Inglaterra para que siguieran estudios de ingenieros mecánicos navales, con el com-
promiso de esos alumnos de prestar sus servicios en los buques de la armada. El mensaje de
1908 consignó la cifra de 122 alumnos matriculados en la escuela. Ese año debían egresar los
primeros alumnos a quienes correspondía un título: eran siete en el ramo de construcciones,
ebanistería y carpintería. La ley N° 572 de 18 de octubre de 1907 había aumentado la partida
destinada al sostenimiento de los internos.
Funcionaron en esta época, además, escuelas nocturnas para obreros en Arequipa, Cuzco,
Lima, Trujillo, Chiclayo y Piura. Los diputados José Matías Manzanilla y Luis Miró Quesada presen-
taron en el Congreso ordinario de 1907 un proyecto de organización de la enseñanza técnica
de los obreros que pasó a comisión.

el deSarrollo de la educacIÓN SecuNdarIa.- En el campo de la educación secun-


daria el gobierno de Pardo no tuvo, por la falta de eficacia en la acción parlamentaria, la trascen-
dente importancia que alcanzó en los niveles primario, normal y técnico; pero su obra

92 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
fue fecunda. El Congreso no llegó a sancionar la reforma en el plan de estudios y el sistema de la MISIÓN BelGa
exámenes pendientes de su aprobación desde 1903. Es decir, continuó un estado de cosas gene- eN Guadalupe
ralmente considerado indeseable. El Ministerio de Instrucción se preocupó por el problema y
reunió un conjunto de opiniones en la obra titulada Informaciones sobre la segunda enseñanza. La
preparación de los maestros de secundaria fue un tema que suscitó inquietud y en la Cámara de
Senadores se formuló un proyecto para que la tomaran a su cargo las facultades de Letras y de
Ciencias.
José Pardo en su mensaje de 1908 consignó la cifra de 3.162 alumnos en los colegios nacio-
nales en ese año. En 1900 habían sido 1.505 según la memoria del ramo. Carlos Wiesse, en su
informe citado, dio la de 1.021 en los colegios particulares en 1907. Había 23 colegios nacionales
de varones y tres de mujeres, estos últimos en Ayacucho, Trujillo y Cuzco. El reglamento de exá-
menes para los colegios de 30 de noviembre de 1907 procuró la veracidad y justicia en los
calificativos, y otorgó preponderancia a la prueba escrita sobre la oral. Se creó una sección pre-
paratoria para los que habían tenido una instrucción primaria deficiente. Un grupo de profesores
fue contratado en Alemania para servir en los colegios nacionales de la República, y fue reparti-
do en Chiclayo, Trujillo, Huaraz, Tarma, Piura, Cuzco y Lima. Isidoro poiry (aquí en
El decreto de 12 de febrero de 1906 creó una sección preparatoria en los colegios para el una fotografía de 1907)
perfeccionamiento de los conocimientos adquiridos en la primera enseñanza. A las rentas pro- fue uno de los
pias de los colegios y los impuestos especiales establecidos para ellos agregábanse muchas profesores belgas que
veces las subvenciones municipales departamentales y fiscales, y todo este patrimonio solía no llegaron al colegio
estar bien administrado. El gobierno de Pardo sometió al Congreso un proyecto de ley al respec- Nacional Nuestra Señora
to y, dentro de sus atribuciones, procuró dar orden a tan importante aspecto de la administra- de Guadalupe en 1903.
ción escolar. En su mensaje de 1907 dijo Pardo que, del presupuesto total de los colegios de la Julio Becker, que
República, Lp.27.104,5,98 provenían de rentas propias y Lp. 24.939,3,66 de subvenciones fiscales. también formaba parte
El decreto de 15 de enero de 1907 estableció la obligatoriedad del tiro escolar. del grupo, fue designado
director de dicha
institución, pero debido
el coNSeJo SuperIor de educacIÓN.- El decreto de 20 de junio de 1907 creó el Consejo a las presiones de los
Superior de Educación. Debían componerlo: el rector y seis catedráticos de la Universidad de San medios y del gobierno
Marcos, el director del Colegio Guadalupe, un delegado de los colegios particulares, el director de renunció en 1906. la
la Escuela Normal de Varones, los directores de las escuelas de Ingenieros y Agricultura, el de la mayoría de profesores
Escuela de Artes y Oficios y dos directores del Ministerio, el general de instrucción y el de primaria. de la misión era de fe
Dicho organismo debía ilustrar al ministro en los casos en que este juzgara necesario conocer su católica y había
opinión en asuntos tales como proyectos de ley, planes de estudio, horarios y reglamentos inte- estudiado en la
riores. Era un cuerpo meramente consultivo y accesorio muy distinto al Consejo Superior de universidad de lovaina.
Instrucción Pública que había sido derogado en 1905 y que, como se ha visto, gozaba de atribu-
ciones de dirección e inspección suprema en el ramo, como entidad independiente y legal hasta
en el aspecto administrativo.

el BoletíN de INStruccIÓN pÚBlIca.- Este boletín apareció para registrar todas las
normas oficiales dictadas sobre el ramo y reproducir artículos propios de una publicación de
este género.

perSpectIvaS de la educacIÓN pÚBlIca eN 1908.- El cuadro de la educación pública en


1908 era, en conjunto, como para alentar el optimismo, si se tomaba en cuenta el progreso notable
alcanzado en solo cuatro años. La necesidad mayor consistía en lograr continuidad y coordinación en
la obra. Dentro de ellas, se hubiera podido adaptar el sistema educativo a las características del país y del

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 93
mundo en el siglo XX, lograr técnica creciente y métodos adecuados, obtener un sano desarrollo. El
fomento de la escuela primaria debió proseguir incansablemente, depurándola y mejorándola a la vez
que extendiéndola, lo mismo que el programa de construcciones y de mobiliario escolares, el cuidado
la dirección de de los textos y del restante material pedagógico y el estímulo de la carrera magisterial. La escuela de
artes y oficios pudo servir como un vivero para un programa de divulgación y afianzamiento nacional
seBastiÁn de la educación técnica, con atención a las necesidades regionales, precisamente cuando el país iba a
lorente Y Benel pasar a una industrialización paulatina e iban a aumentar desmesuradamente las filas de los candidatos
signiFicó a los títulos universitarios. Las taras y deficiencias del colegio de secundaria, que ya comenzaban a ser
materia de diagnósticos alarmados, necesitaban un tratamiento intensivo. Al crecer el volumen admi-
dentro del nistrativo del Ministerio, convenía darle a la vez un sentido técnico y orientador.
colegio La realidad que emergió después de 1908 presentó, por desgracia, caracteres bien distintos.
guadalupe un Como ocurrió en otros niveles y ámbitos de la vida del Estado, la discontinuidad y la incoherencia
imperaron. No solo el paso de un gobierno a otro sino, a veces, el cambio de ministro implicó la
período de ruptura o el estancamiento de iniciativas útiles, de obras en marcha. En más de una ocasión la rutina
estrecHez y el empirismo siguieron a los bríos entusiastas. Hubo de cuando en cuando leyes y decretos elo-
cuentes; pero su aplicación perentoria o gradual no quedó bajo la vigilancia de organismos estables
económica, de y eficaces. Faltó la visión de conjunto que tomara en cuenta, en primer lugar, la realidad con todas
constancia en sus facetas y movilizase sistemáticamente, por períodos que superasen el paso fugaz de los hombres
el esFuerzo por los cargos y aun la aprobación anual de los presupuestos y con reajustes periódicos, los recursos
disponibles y los que pudieran ser añadidos para la vasta empresa de combatir el analfabetismo
educatiVo, de entre los peruanos, elevar su nivel de vida, dar oportunidades a su capacidad y a su esfuerzo, crear
rígida una estructura educacional sólida y ágil debajo de las alternativas de la política y por encima de los
caprichos y de las pequeñeces de los hombres.
disciplina
implantada por
cinco [v]
el coleGIo Guadalupe de 1895 a 1908.- La dirección de Sebastián Lorente y Benel
inspectores Y significó dentro del Colegio Guadalupe un período de estrechez económica, de constancia en el
un regente (…) esfuerzo educativo, de rígida disciplina implantada por cinco inspectores y un regente, varios de
ellos antiguos militares y caracterizada por encierros, ayunos y otros castigos y por un ajustado

pedro paulet mostaJo (1874-1945)


el cientíFico
areQuipeÑo Fue uno de
los precursores de la
era espacial Y la
d esde joven, Paulet mostró gran curiosidad
por los cohetes, que fabricaba y probaba en
los campos arequipeños. En 1892 ingresó a la
Universidad San Agustín de Arequipa. Tres años des-
pués viajó a París para estudiar en la Universidad de
aeronaVegación, la Sorbona, donde se especializó en ingeniería y
arquitectura.
ademÁs de arQuitecto, Tres años más tarde, ingresó al Instituto de Química
periodista Y de la misma universidad. Se graduó en 1901 de inge-
diplomÁtico. niero químico y luego ingresó al servicio diplomático

94 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
horario de labores. Producido el conflicto entre Lorente y un grupo de profesores reformistas, se el dIrector García
apartó el director y lo sustituyó interinamente Francisco Romero hasta la llegada de una misión
belga en 1903. Formaron parte de ella Julio Becker que asumió la dirección de Guadalupe, A.
Borns, Isidoro Poiry, Julián Melckebeke y León Servais. Procedían estos profesores en su mayor
parte de la Universidad de Lovaina y eran católicos.
Becker hizo una buena labor pedagógica. Servais renovó y modernizó los estudios químicos,
físicos y de ciencias naturales. Fue establecida en el colegio la sección preparatoria que en dos
años completaba los conocimientos primarios considerados como indispensables para el ingre-
so al nivel secundario. Se fundó una Sección Comercial cuya vida no fue larga ni fecunda por no
estar en relación con las circunstancias del país. Apareció desde el 1° de octubre de 1903 la
revista La segunda enseñanza, vocero del profesorado, que tuvo corta vida.
Por otra parte, Becker halló poderosas resistencias entre sus subordinados y también en la univer-
sidad, en el Consejo de instrucción, en El Comercio y hasta en los altos círculos oficiales. Renunció en
1906. Luego publicó, con el título de Explicaciones, un folleto a fin de defenderse de los cargos que se
le habían hecho durante su gestión y para poner en descubierto a sus numerosos adversarios.
El alemán Carlos Hillburg fue el director del Colegio Guadalupe en 1907. Tropezó con dificul- el profesor Neftalí García
tades análogas a las de Becker al encontrar la hostilidad de algunos viejos profesores decididos (aquí en una fotografía
en la lucha por sus derechos y prerrogativas. Adquirió el gabinete de física, el laboratorio de de 1905) desarrolló gran
química y el Museo de Historia Natural. actividad en colegios de
Ya a partir de 1907 la sección media se trasladó al nuevo local en la avenida Alfonso Ugarte. provincias. en 1906 fue
La iniciativa para construir este edificio partió del gobierno de Piérola y tuvo su etapa inicial en nombrado director del
la compra del terreno por la Junta Departamental de Lima en 1897, el concurso para la obra en colegio San ramón de
1898, la iniciación de los trabajos preliminares en 1899. Leyes especiales expedidas en 1904 y ayacucho. en ese cargo
1935 autorizaron un empréstito para terminarla y otra de 1907 facilitó una segunda operación lo sucedió luego el
de este tipo, por un total de 120 mil libras peruanas. profesor emilio del pino.
García, por su parte,
ocupó el mismo puesto,
loS proFeSoreS aleMaNeS.- La ley N°553 de 10 de octubre de 1907 mandó consignar en esta vez en el colegio
el Presupuesto nacional la suma correspondiente a los sueldos y asignaciones de los profesores San ramón de tarma, en
contratados en Alemania para los colegios nacionales de la República. el departamento de
Junín.

como canciller en París. Regresó al Perú en 1904 que incluía la construcción de un templo dedica-
y ocupó varios cargos públicos, entre ellos el de do a Santa Roa en la cima del cerro San Cristóbal.
director de la Escuela de Artes y Oficios y se dedi- Sus dos obras más importantes fueron el diseño
có al periodismo. Dirigió La Ilustración Peruana de un motor de reacción con explosivos líquidos
en 1909. (1895), capaz de desarrollar un empuje de 90
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, se esta- kilogramos, y el avión torpedo (1902), precursor
bleció en Europa, donde fue acreditado como de los aviones a reacción y las naves espaciales.
cónsul de Perú en Dresde (1921), Ámsterdam Además, publicó Directorios del Perú para el año
(1923) y Oslo (1924). A su regreso, preparó un 1911. Provincias de Limay Callao (1910) y El Japón
proyecto para embellecer el distrito del Rímac, moderno y sus bases económicas (1935).

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 95
loS coleGIoS NacIoNaleS de provIcIaS eNtre 1895 Y 1908.- Amazonas.- En receso
el Colegio de San Juan de Chachapoyas de 1879 a 1905, fue reabierto este último año bajo la
dirección de Agustín Rivero y Hurtado.
la leY de 24 de Áncash.- La ley de 24 de octubre de 1895 devolvió al Colegio de La Libertad de Huaraz la
propiedad de los terrenos llamados “sobrantes” de que fue desposeído por ley de 1° de febrero
octuBre de 1895 de 1869 que declaró nacional al colegio de Caraz. Entre los directores del histórico plantel de La
deVolVió al Libertad en el período comprendido entre 1895 y 1908 estuvieron: Manuel Sacramento
colegio de la González, Amadeo Figueroa, Manuel Rincón, Enrique S. Haro, Federico Biland Fritschy.
Una ley posterior a la antes mencionada entregó al Concejo Provincial de Huaylas los terre-
liBertad de nos “sobrantes” para que, con su producto, atendiera exclusivamente al funcionamiento de una
Huaraz la escuela de tercer grado para varones.
propiedad de La ley N°237 de 15 de octubre de 1906 adjudicó al Colegio de la Libertad de Huaraz la
hacienda Jimbe de propiedad del Estado, ubicada en la provincia de Santa, sin desmedro de los
los terrenos derechos adquiridos sobre parte del fundo a mérito de sentencias judiciales, por la comunidad
llamados de Cáceres del Perú.
El colegio de Caraz continuó clausurado desde 1879. Fue reabierto en 1909.
‘soBrantes’ de Apurímac.- En la legislatura ordinaria de 1895 los representantes por Apurímac José Genaro
Que Fue Gamboa y Justo Niño de Guzmán pidieron la supresión del Colegio Grau de Abancay reabierto
desposeído por aquel año. Aseveraron que en la época más floreciente de su existencia no llegó a tener más de
24 alumnos matriculados, y que fue muy reducido el número de los que se presentaron a examen
leY de 10 de a causa de la insuficiente educación suministrada en el nivel primario por las escuelas de la pro-
FeBrero de 1869 vincia. A juicio de ambos parlamentarios eran estas las que debían propagarse y tonificarse en vez
de favorecer a una planta parasitaria de profesores que cambiaba con frecuencia por vaivenes
Que declaró políticos. Cuando en 1896 se debatió el proyecto, la discusión parlamentaria quedó interrumpida
nacional al al anunciarse que el Consejo Superior de Instrucción ya había suprimido el Colegio Grau.
colegio de Arequipa.- La ley N° 220 de 29 de setiembre de 1906 ordenó la refacción y ensanche del
Colegio de la Independencia Americana de Arequipa a fin de que pudiera establecerse el
caraz. internado.
Entre 1893 y 1909 ocuparon la dirección de este colegio Emilio Lizárraga, Jesús A. Diez
Canseco, Emilio Fetzer y Carlos Hilburg.
En 1895 el Colegio de San Luis Gonzaga de Chuquibamba obtuvo un subsidio con cargo a
rentas departamentales. Dirigieron dicho plantel en 1895-1908, entre otros: Indalecio Caballero,
Telésforo Justo, Clemente J. Revilla. El terremoto de 1906 maltrató grandemente el local, que había
sido adquirido por el vecindario en 1890 para escuela de niños y después cedido al colegio.
Ayacucho.- En 1906 se estableció en el Colegio de San Ramón de Ayacucho una sección de
primaria. Entre los directores de este establecimiento en el período aquí tratado estuvieron:
Neptalí García, Emilio del Pino, Eleodoro Caravedo, M. Benigno Callirgos, Francisco Velarde Álvarez.
En 1900 fue reabierto el Colegio de Educandas de Ayacucho con una magra base de recur-
sos. Se distinguió como directora de él Virginia Cavero. El fundo Espíritu Santo que le había sido
donado por Gaspar Carrillo de Albornoz pasó a la Beneficencia por permiso del Consejo
Superior de Instrucción Pública, mientras estuvo en receso el colegio.
Cajamarca.- El Colegio de San Ramón de Cajamarca continuó dentro de un normal funcio-
namiento. También siguió abierto el Colegio Nacional de San Juan de Chota. Ocuparon la direc-
ción de este último durante el período aquí tratado: Ezequiel Montoya, Telésforo Zulaeta,
Mariano Herrera y Marcelino Chávez.
Cuzco.- El Colegio Nacional de Ciencias del Cuzco prosiguió sus labores. Análogo fue el caso
del Colegio de Educandas de la misma ciudad. En este fue importante la acción de la directora
Julia Umeres y Osma a partir de 1899. En la legislatura ordinaria de 1901 se reveló en el Senado
el pésimo estado de las rentas de los colegios del Cuzco.

96 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
[1]

[1]

LA EDUCACIÓN FÍSICA. El año 1903 es señalado como el de la organización de la educación física en el Perú. Por primera
vez se incluyó a las actividades deportivas dentro del horario escolar. Aquí vemos dos imágenes de 1930, de las fiestas
atléticas que clausuraban el año escolar en el Colegio Italiano de la capital (1 y 2).

[ capítulo 1 ] adenda 97
loS aluMNoS Huancavelica.- Otorgada en 1904 una subvención fiscal para el Colegio de La Victoria de
de SaN JuaN Ayacucho erigido en Huancavelica, se reorganizó en 1905 bajo la dirección de Óscar O. Chávez.
En 1907 lo reemplazó Luis Gálvez.
el colegio San Juan de Huánuco.- El Colegio Nacional de Minería de Huánuco estaba en ruinas en 1895. Correspondió
trujillo, en el departamento restablecerlo en ese año a Manuel L. Hohagen, director de este plantel entre 1895 y 1899, 1900
de la libertad, registró un y 1908 y 1909. Turbulencias políticas perturbaron la normalidad académica nuevamente en1899.
gran aumento en el número El local fue desocupado en febrero de 1900 para luego reanudarse las actividades.
de alumnos matriculados, Ica.- La ley N°454 de 21 de diciembre de 1906 derogó la de 1886 que adjudicó al Colegio de
debido en gran medida a la San Luis Gonzaga de Ica el ramo de arbitrio de carnes, y lo incluyó en las rentas municipales. La
modernización de equipos y ley N°802 de 7 de noviembre de 1908 ordenó consignar en el Presupuesto nacional una suma
material de enseñanza. para la reconstrucción del local de este plantel.
Junín.- El Colegio de Santa Isabel de Huancayo se reabrió y reorganizó en 1896 después de
aÑo Nº0 de aluMNoS la guerra civil, con el director Máximo Cisneros que hizo notable labor. Lo sucedieron en 1899
1902 72 Leonidas Ponce y Cier, Ernesto Ráez en 1900, Manuel Patiño Zamudio en 1903, Gabino Vega
1906 108 en1905 y Juan Buttgembach en 1907.
1908 185 Una ley expedida por el Congreso en 1900 cedió a la comunidad de Chongos la propiedad
del puente cuya renta formaba parte del Colegio de Santa Isabel de Huancayo y colocó a este
plantel en situación difícil, hasta el punto de tenerse que clausurar porque, sin dicho ingreso,
que ascendía a dos mil soles anuales no podía atender a sus necesidades. Con tal motivo fue
presentado un proyecto de ley para hacer extensivo a todas las bebidas alcohólicas que se
consumieran en la provincia de Huancayo el impuesto creado por ley de 27 de octubre de 1891
sobre el aguardiente de caña, con el fin de sostener ese establecimiento educacional. El men-
cionado impuesto se hizo extensivo al colegio de Jauja con lo que se cumplió la ley de 31 de
octubre de 1893. Fue promulgada la ley antedicha el 30 de noviembre de 1900.
La ley N° 71 de 27 de setiembre de 1905 suprimió el impuesto a las harinas y el de peaje en
Huancayo creados por ley de 27 de octubre de 1891 para el sostenimiento del plantel de aque-
lla ciudad. La ley de 30 de noviembre de 1900 hizo extensiva al segundo grado la enseñanza
que del primer grado de instrucción media era allí impartida.
El Colegio de San Ramón de Tarma tuvo como directores entre 1895 y 1908 a Eleodoro
Caravedo, Neptalí García y Gustavo Meyer.
La ley de 30 de noviembre de 1900 en favor del Colegio de San José de Jauja mandó esta-
blecer en él el segundo grado de instrucción media. La ley de 4 de setiembre de 1903 destinó,
como renta propia del mismo plantel, el producto del impuesto al consumo de coca en Jauja.
El intento del Consejo Superior de Instrucción Pública para refundir los colegios de Huancavelica,
Tarma y Jauja en uno solo ubicado en Huancayo, con las rentas de todos ellos, encontró inven-
cibles resistencias y hubo una modificación en la ley de instrucción pública en defensa de los
fueros del Poder Legislativo sobre esta materia.
Lambayeque.- La ley de 18 de diciembre de 1895 creó un impuesto de cinco centavos por
cada botija de chicha que se elaborase en el departamento, y destinó el producto al Colegio
Nacional de San José de Chiclayo; además ordenó que a su rendimiento se imputara el gasto de
tres becas por provincia. Dichas becas aumentaron a cuatro por la ley de 15 de noviembre de
1906. Desempeñaron la dirección de este plantel de 1895 a 1908: Rómulo Temoche, Daniel B.
Checa, Juan de Dios Lora y Cordero, Santiago Polo Campos, Cándido Stuby y Carlos Vega y
Sanabria. Especial recuerdo se guarda en los anales del colegio para Juan de Dios Lora y Cordero.
La ley de 26 de setiembre de 1901 concedió al Colegio de Educandas de Chiclayo el local que
ocupaba, sin más obligación que la de mantener gratuitamente a favor de las provincias del depar-
tamento, un número de becas equivalente al valor del local, a juicio de la Junta Departamental.
La Libertad.- El año de 1906 fue importante en la historia del Colegio de San Juan de Trujillo.
Llegaron a ser adquiridos numerosos útiles de enseñanza, el gabinete de física y el laboratorio

98 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]
de química y comenzaron las reparaciones necesarias para la instalación del internado. Fue
entonces director Gustavo Ries. Mientras que en 1902 hubo en este plantel 72 alumnos, en 1906
se matricularon 108 y en 1908 185.
En 1898 comenzó a funcionar normalmente el Colegio Nacional de Educandas de Santa la leY de 30 de
Rosa de Trujillo mediante el contrato que la Junta Departamental de La Libertad celebró con la
congregación docente francesa de terciarias dominicanas de la Inmaculada.
diciemBre de
La dirección del Colegio Nacional de San Nicolás de Huamachuco estuvo desempeñada 1897 creó un
entre 1895 y 1908 por Alejandro Galarreta y Manuel E. Gamarra. La ley de 15 de diciembre de impuesto de
1900 destinó a este plantel el importe de unas partidas en el presupuesto departamental que
quedaron sin aplicación.
cinco centaVos
La ley N° 875 de 2 de diciembre de 1908 dispuso que mientras no se asignaran al Colegio por cada BotiJa
Nacional de Otuzco rentas suficientes solo funcionara en él una sección comercial e industrial. de cHicHa Que
Loreto.- La ley N° 72 de 27 de setiembre de 1905 declaró nacional el Colegio de San Miguel
en Tarapoto, y votó en el presupuesto departamental de Loreto una partida para sostenerlo. se consumiera
Moquegua.- Desempeñaron la dirección del Colegio de La Libertad de Moquegua entre 1896 en el
y 1908: Rafael Díaz Tomás Zapata, Baltasar Higinio Herrera, Agustín Haumesser, Francisco Sivirichi.
Telésforo Lázaro de Ortecho, Manuel Bernardo Caro.
departamento
Piura.- Tuvieron a su cargo el Colegio de San Miguel de Piura entre 1896 y 1908: Felizardo de piura, Y
Montenegro, Ezequiel Burga, Manuel Marticorena, Enrique Arnáez, José Kimmich, Gustavo destinó el
Meyer y Melquiades Cabrera.
La ley de 30 de diciembre de 1897 creó un impuesto de cinco centavos por cada botija de producto al
chicha que se consumiera en el departamento de Piura, y destinó el producto al Colegio de San colegio de san
Miguel. Fue derogada por la ley N° 316 de 14 de noviembre de 1906. Una ley de 1873 había con-
cedido a ese mismo establecimiento educacional el valor del impuesto departamental sobre la
miguel.
paja toquilla. Dicho impuesto quedó suprimido por la ley de 23 de octubre de 1903, y fue reem-
plazado por el de cuarenta centavos que debía gravar cada docena de sombreros manufacturados
que se exportara por la aduana de Paita al extranjero o se destinase al comercio de cabotaje.
Puno.- El restablecimiento del Colegio de San Carlos de Puno después de la revolución de
1895 estuvo a cargo de Alberto L. Gadea a cuyo período correspondieron reparaciones en el
local que se hallaba en muy mal estado, incremento en la enseñanza de las asignaturas científi-
cas, avances en la educación física. Gadea fue llevado al Parlamento en 1904. En 1906 fue nom-
brado director el pedagogo alemán S. Müller, cuyas teorías pedagógicas fueron muy discutidas.
San Martín.- La ley N° 201 de 4 de setiembre de 1906 que creó el departamento de San
Martín, cuya capital es Moyobamba, colocó dentro de este departamento el Colegio de San José
de dicha ciudad, creado inicialmente por resolución legislativa de 28 de enero de 1869 reiterada
por la ley de 19 de enero del 1878, si bien fue luego necesario, para erigirlo, dictar otra ley el 25
de octubre de 1887. Funcionó desde 1888. En 1907 se abrió la sección primaria. En ese año se
matricularon treinta alumnos en la sección media. El colegio había sido reorganizado en 1906
bajo la dirección de Manuel Arce Pizarro. Lo reemplazó en 1907 Aníbal Zambrano.

la INtroduccIÓN del JardíN de la INFaNcIa, de la educacIÓN FíSIca


FeMeNINa Y otraS INIcIatIvaS de elvIra García Y García.- Dentro de la serie de
reformas educativas que llevó a cabo Elvira García y García como directora del Liceo Fanning de
Lima hay algunas que merecen referencia especial.
En 1900 estableció el primer jardín de la infancia. Había encargado a Alemania modelos de
juegos aparentes para este experimento. Para enseñar a leer hizo uso del método intuitivo; algu-
nas familias retiraron a sus hijos porque no aprendían a deletrear de acuerdo con las prácticas
tradicionales.

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 99
el coleGIo Contrató a la profesora norteamericana Elsie Wood para establecer ejercicios de calistenia.
SaN aGuStíN No faltaron los padres y madres de familia que consideraron inconvenientes o perniciosos los
ejercicios físicos de sus hijas y las alejaron del colegio.
En 1900 organizó la Sociedad Auxiliadora de los Pobres entre las alumnas con el fin de reunir
fondos y distribuir socorros a las familias necesitadas. Malas interpretaciones de esta obra y la
negativa de algunas alumnas nuevas a colaborar con ella produjeron la supresión de la sociedad.

el lIceo Grau Y eStHer FeStINI de raMoS ocaMpo.- En 1896 se fundó el Liceo Grau
para la instrucción primaria de señoritas, ampliada a secundaria en 1903, con inclusión también
de lo comercial. Lo dirigió Esther Festini de Ramos Ocampo. Aplicó ella el llamado método activo.
En la sección primaria el plantel contó con cursos especiales de idiomas, obras de mano, música,
canto, baile y conferencias sobre higiene general. La instrucción media estuvo complementada
por la enseñanza de pedagogía, higiene bucal, economía doméstica práctica y por conferencias
sobre cuestiones de puericultura y otras materias indispensables dentro de los conocimientos de
Inaugurado el 15 de la mujer. También se dicto un curso de pedagogía superior para poner a las alumnas en aptitud
marzo de 1903 en la de optar un título de competencia como profesoras de instrucción media.
ciudad de lima, el El colegio de Esther Festini de Ramos Ocampo fue el primer plantel de enseñanza del cual
colegio de San agustín salieron alumnas para las diversas facultades de la universidad.
fue remodelado para
acoger a los nuevos
alumnos. los tres patios el coleGIo de SaN aGuStíN.- El 15 de marzo de 1903 tuvo lugar la apertura del Colegio
del local sirvieron para de San Agustín en Lima, regentado por la congregación de este nombre, de sacerdotes españo-
separar la educación les. Fue otro plantel religioso de categoría en la capital de la República.
secundaria, la primaria y
las áreas de recreación.
en ese tercer patio, el lIMa HIGH ScHool.- En 1906 la pedagoga norteamericana Elsie Wood de Schofield
conocido como la fundó el colegio denominado Lima High School con el objeto de ampliar las oportunidades
Bomba, se encontraban educacionales para la mujer peruana. Más tarde este plantel recibió el nombre de Colegio María
las canchas de básquet y Alvarado.
de fútbol.

patrIcIo SaBoGal Y el reNacIMIeNto de la educacIÓN SecuNdarIa eN el


callao.- Desde la clausura del Colegio Dos de Mayo durante la guerra con Chile no existía un
establecimiento de educación secundaria en el Callao. La comunicación entre este puerto y Lima
no era tan fácil y barata como lo fue después y no abundaban en él las familias acomodadas.
Patricio Sabogal, como colaborador del Instituto Callao fundado el 15 de marzo de 1895 y luego
como director de él y puesto bajo su nombre, abrió un nuevo capítulo en la historia educacional
chalaca. El Concejo Provincial le otorgó una medalla de oro en 1918 y la Beneficencia mandó
colocar más tarde en su sepultura una lápida para perpetuar sus méritos personales y sus servi-
cios públicos. Luisa de Sabogal fue una excelente directora de la sección primaria y una meritísi-
ma educadora.

el coleGIo BoZaNo Y el INStItuto cHalaco.- El desarrollo educacional en el Callao


tomó mayor impulso al empezar el siglo XX no por la acción del Estado sino nuevamente por la
iniciativa particular. El 1° de marzo de 1901 se abrió el Colegio Bozano con secciones primaria y
comercial para niñas. Estableció su sección media en 1907.Lo dirigió Julia Rafaela Bozano.
Horacio Urteaga y Augusto Cazorla abrieron en 1902 el Instituto Chalaco para varones.

100 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]


el coleGIo de SaN vIceNte de paÚl de areQuIpa Y el p. HIpÓlIto duHaMel.-
El P. lazarista francés Hipólito Duhamel, antiguo misionero evangélico en China, fundó en
Arequipa un colegio que recibió el nombre de San Vicente de Paúl. Combinó una escuela gratui-
ta para los candidatos al sacerdocio y un plantel de secundaria con pensionistas internos y exter- en 1906 la
nos, disciplina rígida y un plan moderno que utilizó nuevos métodos en la enseñanza y abarcó el
latín y francés. La resolución legislativa de 2 de noviembre de 1899 exoneró del pago de derechos
pedagoga
el material importado por el P. Duhamel para el Colegio de San Vicente de Paúl y las escuelas norteamericana
municipales de Arequipa. Fue aquel el primer establecimiento de enseñanza que introdujo en elsie Wood de
dicha ciudad los laboratorios de química y los gabinetes de física. Una estatua perpetúa la grati-
tud arequipeña al P. Duhamel.
scHoField Fundó
el colegio
denominado
la INStruccIÓN relIGIoSa Y la laIca.- En un artículo escrito en 1892 e inserto en
Pájinas libres, Manuel González Prada afirmó que el clero, principalmente el de nacionalidad lima HigH
extranjera, había empezado “por casi monopolizar en Lima la educación de las mujeres”. scHool con el
F. B. González en su opúsculo Páginas razonables refutó tan enfática afirmación. Sobre la base
de datos oficiales ofreció las siguientes cifras:
oBJeto de
ampliar las
Año 1892 oportunidades
»Mujeres matriculadas en escuelas municipales 4.161
»Mujeres matriculadas en escuelas privadas 4.518 educacionales
Total 8.679 para la muJer
»De estas pertenecían a corporaciones religiosas 1.092
Diferencia 7.587
peruana. mÁs
tarde este
Año 1894 plantel reciBió
»Mujeres matriculadas en escuelas municipales 2.374
»Mujeres matriculadas en escuelas privadas 4.100
el nomBre de
Total 6.472 colegio maría
»De estas pertenecían a corporaciones religiosas 1.126 alVarado.
Diferencia 5.346

En dos años, el presunto avance hacia el monopolio clerical daba un irrisorio aumento de
36 alumnas.
Muy curiosos son los datos que González consignó sobre la educación masculina:

Año 1832
»Varones matriculados en escuelas municipales 3.592
»Varones matriculados en escuelas privadas 2.945
Total 6.537
»Pertenecían a congregaciones religiosas502
Diferencia 6.035

Año 1894
»Varones matriculados en escuelas municipales 2.714
»Varones matriculados en escuelas privadas 3.661

Total 6.375
»Pertenecían a congregaciones religiosas 676
Diferencia 5.699

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 101


EL CENTRO UNIVERSITARIO

EXTRAÍDO DE LA
REFORMA
UNIVERSITARIA DE
1919, DE MARCOS
" El Centro Universitario existió entre
1908 y 1916, representando funda-
mentalmente a los universitarios de
Lima. Tuvo en esos años una existencia
por momentos irregular. Formaba parte
Universidad también entregaba con
motivo de cada fiesta estudiantil una can-
tidad de dinero. Aunque los presidentes
del Centro se quejaban de que este apoyo
era irregular, siempre algo llegó. Recién
CUETO, ESTE TEXTO de la institución universitaria, vivía en 1916 el propio Centro renunció volun-
NOS HABLA DEL influenciado por los congresos de estu- tariamente a este subsidio.
diantes americanos y participaba en las
SURGIMIENTO Y LA fiestas de la sociedad limeña. Más que Una de las principales actividades del
NATURALEZA DE un organismo gremial era una sociedad Centro en sus primeros años fue la exten-
UNA DE LAS de ayuda entre los universitarios. sión universitaria. La primera labor que
PRIMERAS realizó fue distribuir en Lima 8.000 carti-
El principal objetivo del Centro al llas de propaganda antituberculosa. Los
INSTITUCIONES
momento de su fundación fue el de estudiantes de medicina Carlos Monge,
ESTUDIANTILES DE promover la solidaridad estudiantil. Su Hermilio Valdizán y Carlos Enrique Paz
LA UNIVERSIDAD DE primer presidente fue Óscar Miró Soldán podrán en práctica a través del
SAN MARCOS, QUE Quesada. Este organismo se propuso Centro un nuevo concepto de la medici-
TUVO COMO crear un fondo para los estudiantes na: la medicina social.
pobres, fundar una revista y una biblio-
OBJETIVOS teca, y construir un hotel para los alum- La extensión universitaria también se
PRINCIPALES LA nos de provincias. desarrolló en los periódicos. Entre 1910 y
AYUDA MUTUA 1914 El Comercio publicó en edición
ENTRE SUS En una institución que separaba a sus dominical bajo el título de “La extensión
miembros en compartimientos, el Centro universitaria”, temas de geografía, histo-
MIEMBROS E venía a ser un lazo de unión entre los ria e higiene. Su autor fue el estudiante
INFLUENCIAR EN estudiantes. Esta unión permitió ver los de San Marcos Luis Miró Quesada. (…)
LOS DIVERSOS problemas que tenían en común referi-
SECTORES SOCIALES dos a la enseñanza. La extensión universitaria era también
una forma de integrar a los nuevos sec-
DE LA CAPITAL.
Con respecto al Gobierno solo pedía que tores sociales que aparecían en la ciu-
nombrase en los cargos públicos a uni- dad. La educación era ya no solo un fac-
versitarios que siguieran carreras rela- tor de progreso nacional sino de preven-
cionadas con estos puestos. Sobre las ción a cualquier descontento social. La
autoridades solo pedía una relación de educación dirigida al pueblo servía para
justicia y un reconocimiento de los dere- evitar la propagación de nuevas doctri-
chos mutuos. nas sociales que pudieran desestabilizar
el orden”.
El Centro gozó del apoyo tanto del Estado
como del consejo universitario. El presi- De: Cueto, San Marcos. La reforma uni-
dente de la República Augusto B. Leguía versitaria en 1919. Universidad y estu-
otorgó una subvención anual de seiscien- diantes a comienzos de siglo. Lima: 1982
tas libras en noviembre de 1908. La (mimeógrafo), pp. 79-82.

102 adenda [ capítulo 1 ]


En 1894, pues, año anormal desde el punto de vista político, se produjo una disminución en educacIÓN
el alumnado. FeMeNINa
González objeta el argumento de González Prada en relación con la educación primaria; pero
calla las cifras concernientes a los colegios de secundaria. Parecen ciertas algunas afirmaciones
del artículo refutado: ”Los colegios dirigidos por señoras laicas viven difícil y precariamente, por-
que las madres de familia prefieren que sus hijas se eduquen en el Sagrado Corazón, los
Sagrados Corazones o el Buen Pastor”. Análoga tendencia había surgido, después de la guerra
con Chile, en relación con los colegios de varones.

educacIÓN FeMeNINa de tereSa GoNZÁleZ de FaNNING.- En 1898 apareció el folle-


to titulado Educación femenina. Colección de artículos pedagógicos, morales y sociológicos, escrito
por Teresa González de Fanning.
El fundamento básico de esta obra reside en la afirmación de que la educación debe tener
carácter moral, e inculcar la decisión constante por el cumplimiento del deber, a la vez que la
posesión de la verdad y la adquisición de útiles conocimientos, asimilables al medio social en este folleto, escrito por la
que se está destinado a vivir. Las monjas, que abjuran de la familia, del matrimonio y de la socie- maestra teresa González
dad, no son capaces de educar hijas sumisas y cariñosas, esposas ejemplares y buenas madres de Fanning (1836-1918),
de familia, ni de enseñar el temple de espíritu, la expedición y el acierto para gobernarse en los recopila sus artículos
casos difíciles y aun en los ordinarios, pues huyeron de las tempestades de la existencia para pedagógicos, morales y
refugiarse a orar tranquilamente en el santuario. Es preciso proteger la educación de la mujer sociológicos. publicado en
más por la vigilancia que por el aislamiento y no pensar que para conservar castas a las niñas se 1898, estuvo dirigido a las
vuelvan soberbias, egoístas, vanas, envidiosas. Una experiencia recogida en los exámenes en madres de familia ya que,
varios colegios laicos induce a la autora a afirmar que la enseñanza en estos es más completa, según González, ellas
más económica, más adaptada a nuestras costumbres y necesidades, más peruana. debían ser las principales
Teresa González de Fanning se extiende, además, en otras consideraciones. Resalta el papel educadoras de sus hijas.
educativo de la madre que debe iniciar a su hija en los misterios del amor legítimo, dirigirla en en sus textos, la autora
la elección del compañero y hacerle conocer los deberes anexos al matrimonio y a la materni- afirma que es mejor una
dad. Insiste en la necesidad de restringir los estudios teóricos para compensarlos con la adqui- educación práctica y
sición de conocimientos prácticos y manuales. No urge tanto enseñar mucho sino lo utilizable, manual a una teórica,
en relación con las aptitudes de la educanda y con las necesidades del medio social donde vive. como la impartida en los
No se la debe halagar para que pueda corregir sus defectos y no ha de impedírsele gustar el colegios de lima.
sabor acre de la verdad y del deber. Dice además Teresa González de Fanning que es preciso
destruir la errónea preocupación de que la señora o señorita que trabaja desciende de la clase
social a la que pertenece, pues el trabajo da honra, independencia y holgura. Educar a las hijas
solo para el matrimonio (afirma) es erróneo, porque las hace pensar que es su único destino
sobre la tierra. La inobservancia de prescripciones higiénicas extendida aun a las horas de comi-
da y sueño (agrega), el abuso del corsé y un clima enervante generan una juventud pálida, de
hombros estrechos, de seno deprimido, propensa al desaliento y a un carácter opacado, asus-
tadizo y desigual.
Para crear planteles que no tengan su sede en los conventos sugiere que un grupo de fami-
lias forme por acciones y bajo la debida vigilancia, uno o más establecimientos para niñas como
se ha hecho para los niños; o que familias con numerosa prole y adecuada fortuna tengan en su
propia casa una pieza exclusivamente dedicada al colegio de sus hijas.
Una y otra vez insiste en la educación laica y en la enseñanza moral. De ella asevera que es a
la cultura lo que el alma al cuerpo; si falta, es el saber arma de fuego en manos de niño inexper-
to que se hace daño o lo infiere a los demás. La naturaleza proporciona la materia prima, el ser
viviente; la educación debe formar al ser racional, pensante y apto para el bien individual, social
y cívico.

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 103


GroSS Y la [ vI ]
educacIÓN FíSIca la educacIÓN FíSIca.- El año de 1903 puede ser señalado como el del comienzo en la
organización oficial de la educación física. Fue entonces cuando llegó al Perú, en la misión mili-
tar francesa, el capitán Emilio Gross, profesor de esta especialidad. En la Escuela de Chorrillos
dirigió desde 1906 una Sección de Monitores de la división de clases; los egresados de ella
cumplieron hasta 1932 la función de educadores físicos. A partir de 1905, la Escuela Normal
contó con un curso sobre la misma materia, a cargo de Fernando Charton, que, como Gross,
pertenecía a la misión militar francesa. Este se inspiró en el sistema de Joinville; pero aquel estu-
vo influido por la corriente, entonces renovadora, de la gimnasia sueca.
En el período aquí tratado predominaron las prácticas deportivas y se propagó la gimnasia.
La primera gran demostración gimnástica escolar tuvo lugar el 29 de julio de 1906 en la pampa
del mar Bravo. Participaron más o menos mil quinientos alumnos de las escuelas fiscales. La
segunda exhibición se efectuó en el hipódromo de Santa Beatriz al día siguiente, o sea el 30, con
cinco mil niños. Esta fiesta multitudinaria se repitió en las fiestas patrias de 1908.

el capitán emilio Gross,


perteneciente a la el JardíN de la INFaNcIa eN la eNSeÑaNZa oFIcIal. otroS aSpectoS
misión militar francesa educacIoNaleS.- En 1908 fueron contratadas las profesoras alemanas Gertrudis Jaschke y
que llegó a nuestro país Margarita Hoeper, la primera especialista en kindergarten y la segunda en trabajo manual y
en 1903, fue uno de los ejercicios físicos. Estuvieron en el país durante dos años y sus discípulas pueden ser llamadas las
principales promotores primeras jardineras de la infancia peruana.
de la organización de la La primera Inspección Médica Escolar se creó en 1908.
educación física en el
perú a principios del
siglo XX. en la escuela [ vII ]
Militar de chorrillos el deSarrollo de laS uNIverSIdadeS. la autoNoMía.- El gobierno de José Pardo
entrenó a un grupo de cultivó, como sus antecesores, cordiales relaciones con las universidades de San Marcos,
monitores que por varias Arequipa, Cuzco y Trujillo y les prestó el apoyo señalado por las leyes.
décadas se encargó de La supervigilancia del Estado sobre la instrucción superior fue ejercida solo a través del
difundir sus Poder Legislativo por medio de una ley reglamentaria.
conocimientos de esta El principio de la autonomía universitaria regía sin trabas y sin conflictos. La Universidad de
materia. San Marcos continuaba como una laxa federación de facultades gobernadas por ellas mismas,
sin participación de los graduados, del Estado o de la colectividad. Sobre las juntas de profeso-
res, que fácilmente podían convertirse en círculos cerrados, funcionaba, con autoridad nominal,
un cuerpo compuesto por sus decanos y sus delegados, el Consejo Universitario, que era el
mismo para la supervigilancia pedagógica, el gobierno administrativo y el manejo de los asun-
tos económicos, tanto en lo concerniente a la preparación de los presupuestos como en la
realización de los gastos, sin órganos reguladores o de supervigilancia.

el coNFlIcto uNIverSItarIo eN areQuIpa eN 1907.- Deficiencias pedagógicas,


administrativas y económicas, distanciamientos políticos y rencillas lugareñas socavaban la nor-
malidad en el funcionamiento de las universidades de provincias. A todo ello agregábase, como
expresó Mariano Lino Urquieta en la Cámara de Diputados en 1909, la presencia de quienes
buscaban en la cátedra “la dorada etiqueta encubridora de su inepcia y la prebenda que otorga
a las nulidades una póliza de seguro barata y cómoda”.
En 1907 hubo en la Universidad de Arequipa una enconada lucha por la elección de rector
entre un grupo conservador y otro denominado liberal. El propio rectorado, ejercido por el
catedrático más antiguo, pidió al Gobierno la clausura. El Ministerio de Instrucción, al acceder a

104 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]


este pedido, invocó la circunstancia de que “el estado de desorden de la Universidad es tal que el coNFlIcto
no es posible encauzarla por los linderos legales a causa de la profunda división del personal de areQuIpa
docente y de haber tomado parte en estos asuntos los alumnos del establecimiento hasta com-
prometer el orden público”.
El Gobierno estableció quiénes tenían o no su derecho expedito para tomar parte en la
elección rectoral y mandó efectuar esta en sesión del Consejo Universitario que debía ser con-
vocada y presidida por el delegado especial que envió Antonio Belisario Calle, presidente de la
Corte Superior, restableció como rector la normalidad en el claustro. Lo sustituyó luego en este
cargo Víctor N. Morales, fiscal del mismo tribunal. El ministro de Instrucción, Matías León enun-
ció en la Cámara de Diputados en 1909 que la Universidad de Arequipa funcionaba normalmen-
te y que hallábase en vías de progreso.
Correspondió a los estudiantes de Arequipa haber iniciado en 1907 la primera huelga que
efectuó el alumnado universitario del país.

el crecIMIeNto eStudIaNtIl.- En la matrícula estudiantil comenzaba el proceso de cre- en 1907 la elección de un


cimiento que años más tarde tomó los caracteres de una explosión, y agravó los problemas nuevo rector para la
relacionados con el local y el equipamiento y se mezcló con los problemas provenientes de la universidad de arequipa
inadecuada estructura institucional y de la crisis política y social por la que pasó el país después enfrentó a dos grupos,
de 1919. Las cifras siguientes sobre la situación en Lima fueron publicadas en el folleto Cuestiones uno conservador y otro
sobre las universidades y la instrucción universitaria (Lima, 1912). liberal. en esas
circunstancias se produjo
Años Facul- Cien- Teo- Juris- Cien- Medi- Far- Odonto- Obste- la primera huelga
tad de cias logía pru- cias cina macia logía tricia estudiantil universitaria
letras dencia Políticas del país. a pedido del
»1902 35 78 39 197 200 242 38 7 20 rectorado el gobierno
»1903 65 106 30 200 182 197 36 12 21 ordenó la clausura de la
»1904 83 128 38 160 198 165 56 12 27 institución y envió al
»1905 74 135 26 153 165 166 62 19 25 presidente de la corte
»1906 75 139 24 132 156 188 62 21 16 Superior, antonio
»1907 79 168 22 112 109 175 82 27 15 Belisario calle, a
»1908 80 150 42 129 112 174 67 30 13 restablecer el orden.
Hecho esto, el rectorado
Universidades menores fue asumido por víctor N.
1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 Morales, quien aparece en
»Trujillo 75 - 63 59 56 62 69 esta fotografía de 1916.
»Arequipa - - 243 206 - - 219
»Cuzco 70 - 136 132 125 109 -

el INGreSo de MuJereS a laS uNIverSIdadeS.- La ley N° 801 de 7 de noviembre de


1908 autorizó que las mujeres que reunieran los requisitos exigidos por la ley para el ingreso a las
universidades fueran matriculadas en ellas cuando así lo solicitaran, y para optar los grados aca-
démicos y ejercer la profesión a que se dedicaran. Ya antes de esa época las mujeres habían
empezado a acudir a las aulas universitarias. Habíanse dado casos como el de Laura Rodríguez
Dulanto a quien la resolución legislativa de 19 de diciembre de 1895 asignó una subvención
durante el tiempo que siguiera sus estudios de medicina y el de Esther Festini que cuando era
directora de un colegio de instrucción media, rindió brillante examen del curso universitario de
pedagogía y asistió a clases de la Facultad de Letras, motivo por el cual y por sus merecimientos

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 105


el perÚ la resolución legislativa de 7 de diciembre de 1899 la dispensó del examen general que debía
coNteMporÁNeo preceder a la matricula en San Marcos.

laS MaNIoBraS de 1907.- Al tomar entusiastamente parte la juventud universitaria en las


maniobras de 1907 y como existían fechas fijas para la clausura del año académico, la ley N° 626
de 11 de noviembre de ese año facultó al Poder Ejecutivo para que la señalara junto con la de
apertura del año siguiente. Pequeño episodio revelador de la situación y del estado de ánimo de
una época tranquila en que había homogeneidad en el sentimiento patriótico del alumnado,
armonía entre él, los profesores y el Estado, rigidez, normalidad y orden en los estudios por limi-
tados que ellos puedan parecer ahora.

la reNovacIÓN uNIverSItarIa Y el deScoNteNto de la Nueva GeNeracIÓN.-


Después de 1900 comenzaron vientos de renovación en San Marcos. Las facultades de Letras y
le pérou contemporain, de Ciencias adquirieron importancia al encomendarles la ley de 1901 la formación preprofesional
obra del escritor y de los estudiantes. En la de Letras, Javier Prado y, con mucha mayor asiduidad, Alejandro Deustua
diplomático Francisco dieron nueva vida y dignificaron los estudios filosóficos, y auspiciaron una renovación idealista
García calderón, fue mientras Mariano H. Cornejo orientó la enseñanza de la sociología dentro de marcos evolucionis-
publicada en la ciudad tas. Manuel Vicente Villarán inició, en forma aislada, en la de Jurisprudencia el estudio de la evo-
de parís (Francia) en lución del Derecho como conjunto de ideas y de instituciones dentro de un moderado positivis-
1907. ese mismo año su mo, paralelamente al predominante aprendizaje y exégesis de los textos legales que en esa
autor se hizo acreedor Facultad se hacía. José Matías Manzanilla propugnó un prudente intervencionismo del Estado en
al premio Fabeir, su cátedra de economía política. Ernesto Odriozola encabezó la modernización de los estudios
otorgado por la de medicina. Pero estos esfuerzos meritorios no fueron suficientes. El símbolo del descontento
academia Francesa. intelectual de una generación brillante estuvo en los párrafos que escribió en 1907 Francisco
clasificada como una García Calderón Rey en su libro El Perú contemporáneo: ” La institución venerable por su antigüe-
de las obras más dad y por la nobleza de sus tradiciones, la hija mayor de Salamanca tiene la rigidez de la vejez y
importantes de la su lentitud en las renovaciones. Muchos esfuerzos para rejuvenecerla, para darle un espíritu
sociología moderna y nuevo, han escollado. No son solamente las ideas que pertenecen al pasado sino también el
escrito originalmente método y la organización de los cursos que tienden a la rutina y favorecen la quietud intelectual.
en francés, este libro Ella carece de esa unidad francesa donde los colegios integran un sistema extenso y organizado.
fue traducido al Sea parada de los niveles inferiores de la instrucción, en la cima de la enseñanza, no sabe dirigir
español recién en 1981. y coordinar los esfuerzos e ignora su misión nacional. Así como fuerza educativa, su influencia es
nula. Sin ideal republicano, sin espíritu progresista, demasiado ligada al pasado, no hace sino dar
una instrucción débil y embrionaria. A medias escolástica y a medias moderna, no se hallan en
ella rasgos ni direcciones fecundas”.

el ceNtro uNIverSItarIo.- En la asamblea de estudiantes realizada el 13 de octubre de


1907 para proclamar a los delegados ante el primer Congreso de Montevideo, se presentó una
moción para establecer un Centro Universitario con dos personeros de cada una de las faculta-
des. Esta propuesta fue aprobada. Casi dos años transcurrieron en los esfuerzos preparatorios, a
veces desalentadores. Por fin, el 23 de setiembre de 1908 se inauguró solemnemente el Centro
Universitario de Lima. Los miembros del comité organizador fueron: José Gálvez, Carlos Monge,
José Antonio de Lavalle, Alberto Alexander, Hermilio Valdizán, César E. Patrón, Aníbal Solano,
Fernando Tola, Alberto Martín Lynch, Juan M. de Cárdenas, Edilberto C. Boza y Óscar Miró
Quesada. Este último lo presidió.
Fue el comienzo de las actividades concertadas de las huestes estudiantiles.
[ vIII ]

106 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]


la eScuela de INGeNIeroS.- La Escuela de Ingenieros funcionaba eficientemente en 1908, la eScuela
como dependencia del Ministerio de Fomento, tal como lo dispuso la ley de 3 de octubre de 1896 de INGeNIeroS
y con su sección preparatoria y las especialidades de minas y construcciones civiles y, las más
nuevas, de industrias (1901) y la complementaria de electricidad (1903). El número de egresados el buen funcionamiento
de la Escuela, desde su fundación hasta 1908, llegó a 250 en esta forma: 141 ingenieros de minas, de la escuela de
40 de construcciones civiles, 7 de industrias, 30 peritos agrimensores de minas y 3 agrimensores Ingenieros como
civiles. El número de alumnos era, en esa fecha, de 212. Las cifras correspondientes al período dependencia del
1902-1907 ascendían a: 119, 146, 169, 160, 177 y 176. Ministerio de Fomento
Ocupó la dirección de la Escuela desde su fundación Eduardo de Habich. Polaco de naciona- permitió formar a 250
lidad, nacido en Varsovia en 1835, Habich llego al Perú en 1869, ingresó al cuerpo de ingenieros profesionales desde su
del Estado y desempeñó durante siete años numerosas e importantes comisiones. Al decretarse fundación hasta el año
en 1876 la creación de la llamada entonces Escuela de Construcciones y de Minas, Habich fue 1908. estos se dividían
encargado de organizarla y trabajó en ella ininterrumpidamente. Durante la guerra con Chile de la siguiente manera:
prestó servicios él país y bajo la ocupación, con sus compañeros de trabajo, prosiguió su obra
educadora al dictar las clases sin percibir sueldo, en locales particulares. La enseñanza y sus eSpecIalIdad NÚMero de
eGreSadoS
medios auxiliares se desarrollaron en la Escuela progresivamente. La influencia de los egresados
de ella sobre el fomento del país fue enorme y en desproporción con su número “Como caso Ingeniería
único en el Perú y raro en el mundo se cuenta el hecho de que la misma persona que fundara de minas 141
la escuela la dirija hasta hoy; fuerza es atribuirle, pues, considerable participación en el éxito”, Ingeniería
decía el ministro A. de la Torre González en su oficio de 12 de julio de 1901 a la Cámara de civil 40
Diputados. En él hizo la propuesta convertida en la resolución legislativa N° 97 de 5 de octubre Ingeniería
de 1905, que le confirió la propiedad del empleo. industrial 7
Habich falleció en Lima el 31 de octubre de 1909, como director de la Escuela de Ingenieros. peritos agrimensores
de minas 30
[ IX ] peritos agrimensores
la eScuela de aGrIcultura.- Esporádicos intentos hiciéronse a lo largo del siglo XIX para civiles 3
implantar la enseñanza agrícola en el Perú. En 1837 Santa Cruz decretó la fundación de una escue-
la teórico-práctica “para hacer cesar el estado de abandono y descuido en que se encuentra el
terreno más fértil bajo el clima más benigno que se conoce en ambos hemisferios”.
El esfuerzo más enérgico correspondió a la creación de un Instituto de Agricultura, auspi-
ciado por el presidente Balta y confiado a Luis Sada en 1869. Este organismo, del que pronto
fue alejado su promotor, verdadera figura precursora en su pensamiento y orientación, llevó
vida lánguida hasta la guerra con Chile. Pasaron casi veinte años de inercia. En 1896 el diputa-
do Manuel Bernardino Pérez presentó un proyecto de ley para organizar una Escuela Superior
de Agricultura en la hacienda Santa Beatriz, adquirida ya en 1870 por el Estado para los mis-
mos fines. El proyecto, modificado y aprobado por la Cámara de Diputados, pasó a la Cámara
de Senadores en 1900 y, por conducto del Ministerio de Fomento, fue remitido a la Sociedad
Nacional de Agricultura para que emitiese su opinión. Ya la Sociedad estudiaba dos proyectos,
uno de Francisco Moreyra y Riglos y otro de Gustavo Cabello sobre el mismo asunto. Después
de largas discusiones, prevaleció la opinión de auspiciar la creación de una escuela “teórico-
práctica” y de dejar para más tarde la instalación de la “Escuela Superior” patrocinada por el
diputado Pérez. Tanto el proyecto de ley como el informe de la Sociedad quedaron sin ser
discutidos en la Cámara de Senadores.
Pero hubo gestiones de la Sociedad ante el Poder Ejecutivo, no solo del presidente de ella
Justiniano Borgoño sino también de algunos miembros como Félix Costa y Laurent, Emilio Sayán y
Palacios, Olivo Chiarella, Carlos Bustamante y Alberto Delgado. Entre los propagandistas para la implan-
tación de la enseñanza agronómica moderna en el país habían estado, asimismo, Enrique Martinet,
Abraham Rodríguez Dulanto y su hermana Laura.
La Escuela de Agricultura no fue creada por una ley sino por un decreto. Fue este el de 18 de

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 107


la eScuela marzo de 1901, firmado por el presidente Romaña y el ministro de Fomento Agustín Tovar.
de aGrIcultura Cuatro ingenieros agrónomos y un veterinario fueron contratados en el célebre instituto
belga de Gembloux por el cónsul de Amberes Dalmace Moner Tolmos, y se compró también el
la escuela de agricultura, primer material indispensable. Los nuevos profesores empezaron por recorrer el territorio para
fundada en 1837 por conocer el país y las dos industrias en cuyo fomento habían de trabajar tan eficientemente.
andrés de Santa cruz, tuvo Actuaron como asesores en los ramos de Agricultura y Ganadería y presentaron un informe al
un número irregular de Gobierno. Mientras tanto se preparó el local en Santa Beatriz. La Escuela comenzó a funcionar
alumnos durante los el 28 de mayo de 1902 y se inauguró oficialmente el 22 de julio siguiente. Victor Marie enseñó
primeros años del siglo en1903 agricultura, economía rural y geología; Jorge G. Vandeghem, director de la Escuela, tuvo
XX, como se ve en el a su cargo la botánica y la tecnología; Enrique Van Hoorde, la física y la química; Juan Michel,
cuadro siguiente: matemáticas, mecánica e hidráulica; Arturo Declerck, la zootecnia. Los profesores Parent y Hecq
llegaron en enero de 1903 para la sección lechería. La Escuela se orientó en un sentido práctico
aÑo N0 de aluMNoS y llegó a contar, poco después, con campos de experimentación para los cultivos del país y el
1902 56 establecimiento de pequeñas industrias anexas a la agricultura y la ganadería, estaciones agro-
1903 100 nómicas, clases ambulantes en relación con las aguas y otras materias. Además suministró
1904 88 ayuda a los industriales.
1905 125 El ministro de Fomento Eugenio Larrabure y Unanue, presidente de la Sociedad Nacional de
1906 94 Agricultura, fue un factor esencial para encontrar rentas, construir locales, adquirir material,
1907 60 contratar el personal y hacer abrir las clases de la Escuela.
1908 53 Si se hiciera una historia de la seriedad en el Perú en lo que ella signifique eficacia, autenti-
cidad, continuidad, frente a lo que puede haber en el ambiente nacional de frivolidad, de alha-
raca, de desorden, de incoherencia o de falta de calidad y jerarquía, los egresados de la Escuela
de Agricultura como los de la Escuela de Ingenieros, pese a lo silencioso, a veces a lo inadverti-
do de su obra y también pese a lo limitado de su radio de influencia inmediata desde el punto
de vista histórico, tendrían que figurar predominantemente entre los forjadores de un Perú más
moderno y mejor.
Los alumnos de la Escuela de Agricultura llegaron a las siguientes cifras: en 1902, 56; en 1903,
100; en 1904, 88; en 1905,125; en 1906, 94; en 1907, 60; en 1908, 53. Hasta 1908 había 36 diplo-
mados y 20 egresados sin diploma. Su acción incidió sobre la revolución que se operó en la
agricultura de la costa; casi no repercutió en la sierra.
En 1907 se anexó a la Escuela una granja escuela destinada a dar la instrucción agrícola
intermedia, para formar capataces y mayordomos de campo.

la reForMa del SeMINarIo de SaN aNtoNIo aBad eN el cuZco.- En 1899 llegaron


al Cuzco seis religiosos agustinos llevados por el obispo Juan Antonio Falcón y provenientes de
España o de las misiones de Filipinas. Se encargaron del Seminario de San Antonio Abad e ini-
ciaron una verdadera obra revolucionaria en los métodos de estudio, la organización adminis-
trativa y docente y el esfuerzo para “desarrollar en el alma de los alumnos la pasión y el afán por
los estudios y el anhelo de formar una personalidad recia y responsable”.
“Proscriben (ha escrito José Gabriel Cosio en su trabajo sobre la Universidad de San Antonio
Abad publicado en Revista Universitaria del Cuzco en 1945) por medios eficaces el estudio
memorístico que hasta entonces primaba en todas las instituciones escolares y académicas;
introducen e imponen el estudio en silencio, el estudio mental en vez de la forma peripatética
y cantarina con que se hacía antes, cuadrando a pasos precipitados los claustros o encaramán-
dose en las cornisas o los muros. Inician las pruebas escritas en los exámenes y los premios de
aprovechamiento se otorgan en concursos de trabajos escritos entre los alumnos sobresalientes
de las más altas notas en cada materia. Estas reformas, o mejor innovaciones se hicieron, des-
pués de algunos años, oficiales para todos los colegios de la República. Estos profesores tenían

108 ADENDA [ CAPÍTULO 1 ]


tal anhelo de aprender, a más de lo que sabían, que ingresaron varios de ellos en los estudios
universitarios en los que obtuvieron grados y llegaron a ser catedráticos, como el P. José María
Álvarez, un eximio orador sagrado que dictó en la Universidad la cátedra de Derecho
Internacional Público y el P. Isaac Pajares que fue adjunto de la Facultad de Letras. Estos hábiles en 1899
e inquietos religiosos fueron, claro está, combatidos por los elementos que llamaremos de
izquierda entonces. Se encendió la polémica. Desde las columnas de El Cuzco los liberales los
llegaron al
combatían con furia y agresividad implacables, en serio y en broma. Los agustinos aceptaron el cuzco seis
reto, en prosa y en verso, en serio y en broma, en tono noble y alto y en el zumbón y de pitorreo, religiosos
replicaba y duplicaban. Esta situación duró como dos años y la juventud estudiosa y el público
común seguían el curso de las discusiones, interesándose por esa lucha del espíritu que natural-
agustinos
mente seducía e inquietaba al estudio y el trabajo. El Seminario entonces llegó a tener más lleVados por el
alumnos que el Colegio de Ciencias y de sus promociones llegaron a la Universidad con las más oBispo Juan
altas notas muchos intelectuales que hoy figuran en el Cuzco y fuera de él con lustre y ventaja”.
Los agustinos continuaron su labor por más de diez años hasta 1905. antonio Falcón
Y proVenientes
de espaÑa o de
las misiones de
Filipinas. se
encargaron del
seminario de
san antonio
aBad e iniciaron
una Verdadera
oBra
reVolucionaria
en los mÉtodos
de estudio.

[ CAPÍTULO 1 ] ADENDA 109


[ TOMO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

● I El proyecto de reforma técnica ● VI El Colegio Guadalupe ● Los Prado sobre las funciones de la universidad
capítulo 2
de la instrucción en 1913 ● La comisión de colegios nacionales de provincias ● VII El ● La extensión universitaria ● H.E. Bard y la
reforma de la instrucción en 1917 ● II La Colegio Lima ● El Colegio Alemán ● El instrucción universitaria peruana ● X La
disminución de las rentas para el ramo de Colegio Anglo-Peruano ● El Colegio de la Federación de Estudiantes del Perú ● La
Instrucción ● La profesionalización del Merced ● El Colegio de Santa Rosa de huelga estudiantil de 1916 ● Los síntomas
magisterio ● La supresión de los Chosica ● El English Institute de Barranco de descontento en la Facultad de
inspectores de instrucción primaria ● El ● El Instituto Sabogal del Callao ● El St. Medicina ● La tentativa para la reforma en
restablecimiento de los inspectores de Joseph’s College del Callao ● El scoutismo el sistema de las cátedras ● XI La
Instrucción ● El número de escuelas ● III en el Perú ● VIII Marcial Acharán, Universidad Católica ● XII Los disturbios
La educación física escolar ● IV J. A. Mac filántropo de la educación técnica en en la Universidad del Cuzco en 1907 y
Knight y la Escuela Normal ● V La influencia Trujillo ● El Instituto Moderno de Trujillo y 1908 ● El problema de las universidades
extranjera en la educación a cargo del Carlos E. Uceda ● María Elena Chávez menores hasta 1909 ● La ley sobre
Estado ● La educación secundaria en Delgado ● La educación pública en el reapertura de la Universidad del Cusco ●
cinco años ● El examen de ingresos a las departamento de Madre de Dios ● El Alberto Giesecke ● “Las universidades
universidades ● Los textos de enseñanza Colegio Seminario de San Carlos y San menores” por César Antonio Ugarte ● XIII
secundaria ● La necesidad de la educación Marcelo en Trujillo ● IX Las ideas de Javier La Escuela de Ingenieros.
aspectos educacionales en el período 1909-1918

CAPÍTULO
2
[]
e
[I]
l pRoYecto de ReFoRMa de la InStRucIÓn en 1913.- El Gobierno nombró el 4 de
mayo de 1910 una comisión para que elaborase un proyecto de ley orgánica de instrucción
primaria y secundaria. La presidió Manuel Vicente Villarán, la integraron Matías León, Alejandrino
Maguiña, Carlos Wiese y actuó como asesor H. Edwin Bard.
La comisión, después de realizar varias encuestas e investigaciones que reunió en boletines
publicados en 1911 y 1912, presentó el 23 de julio de 1913 un proyecto de ley orgánica de ins-
trucción primaria y secundaria con 256 artículos, una exposición de motivos y un proyecto de
ley para el establecimiento de la Facultad de Educación en la Universidad de San Marcos, así
como algunos folletos sobre cuestiones educacionales. Estos documentos dormitaron en el
Ministerio, por una lamentable negligencia, hasta que fueron enviados al Congreso con oficio
de 30 de octubre de 1917.
El proyecto Villarán de 1913 propugnaba la instrucción primaria de seis años, la secundaria
de cuatro con un examen final general, oral y escrito, y un año más de preparación para los
estudios en las facultades de Letras y de Ciencias con las asignaturas divididas en cursos comu-
nes y en cursos especiales. En cuanto a la Facultad de Educación, debía formar al magisterio del
nivel secundario y al personal dirigente de la instrucción pública.

la coMISIÓn de ReFoRMa de la InStRuccIÓn en 1917.- Para revisar el proyecto de


1913 y para formular un plan sobre la educación superior, el Congreso de 1917 decidió, por
iniciativa de Alberto Ulloa y Felipe Barreda y Laos, organizar una comisión compuesta de dos
senadores, dos diputados, dos miembros designados por el Poder Ejecutivo y dos por la
Universidad de San Marcos. El proyecto de la nueva comisión debía ser sometido a un plazo
perentorio a la sanción del Poder Ejecutivo. Este quedó autorizado para promulgarlo. Se trataba,
pues, de una comisión mixta, con elementos parlamentarios y extraparlamentarios, que debía
elaborar una ley en virtud del principio de la delegación de la potestad de legislar hecha expre-
samente por el Congreso para que el Ejecutivo, pudiera, si lo tenía a bien, promulgarla. “Es difícil
en verdad (afirmó en el Senado Manuel Vicente Villarán) que las Cámaras discutan en detalle un
código de instrucción pública, como es difícil que discutan un código civil o un código procesal
artículo por artículo. Las leyes de instrucción pública como fueron el reglamento orgánico de
1876 y la ley de 1901, fueron promulgadas por el Ejecutivo mediante autorización del Congreso”.
Mariano H. Cornejo ratificó estos puntos de vista que parlamentarios envidiosos han pretendido
impugnar en 1956 y 1957. La ley fue expedida con el N° 2690 el 28 de enero de 1918.
La ley señaló las bases sobre las que debía reposar la reforma. Ellas recogían las más puras
ideas imperantes en aquella época sobre la educación y eran: 1) la orientación de la enseñanza
pública en un espíritu justamente nacional; 2) la independencia de su organización y adminis-
tración, apartándola de la influencia del partidarismo político; 3) la independencia económica y
la autonomía administrativa de las universidades; 4) el carácter gratuito y obligatorio de la

112 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


primera enseñanza, con escuelas en todo el centro urbano, industrial o rural, cuya población
escolar fuera mayor de treinta niños; 5) la instrucción y educación de los pobladores de la sierra
y de la montaña por los medios más apropiados a su adaptación y a las exigencias sociales del
país; 6) el estatuto de los maestros de toda clase y de los funcionarios de instrucción pública, con el proyecto
mínimum de sueldo de tres libras mensuales para los maestros y los goces de retiro para ellos y
los funcionarios antedichos; 7) la subsistencia de las rentas para la instrucción establecidas en la
villarÁn de 1913
ley N° 162 y la independencia de ellas y de las que pudieran establecerse; 8) la creación y el propuGnaba la
perfeccionamiento de las escuelas normales necesarias para la provisión de todo el profesorado instrucción
de primera enseñanza; así como la creación de institutos destinados a la preparación del inspec-
torado de instrucción primaria y del profesorado de segunda enseñanza; 9) la existencia de
priMaria de seis
colegios nacionales en cada uno de los departamentos de la República, salvo, temporalmente, aÑos, la
las excepciones de la provincia litoral de Tumbes, y los departamentos de Tacna y de Madre de secundaria de
Dios (en aquella época la ciudad de Tacna y su provincia continuaban en poder de Chile).
La nueva comisión estuvo formada por las siguientes personas: Manuel Vicente Villarán, cuatro con un
Mariano H. Cornejo, Felipe Barreda y Laos y Carlos E. Uceda, elegidos por las Cámaras: Agustín T. eXaMen Final
Whilar y Juan Bautista de Lavalle nombrados por el Gobierno; y José Matías Manzanilla y
Alejandro O. Deustua designados por La Universidad de San Marcos.
General, oral y
escrito, y un
aÑo MÁs de
[ II ]
la dISMInucIÓn de laS RentaS paRa el RaMo de InStRuccIÓn.- El fomento del preparación
ramo de Educación que propugnaron el presidente José Pardo y el ministro Jorge Polar tuvo una para los
de sus bases, según ya se ha visto, en la administración del Estado y de las rentas de las munici-
palidades y de las juntas departamentales destinadas a la instrucción pública, completadas por
estudios en las
el 5% de las rentas nacionales según lo ordenó la ley N° 162. Facultades de
A partir de 1909 comenzó a no cumplirse esta ley y disminuyó la partida de Instrucción con letras y de
motivo de la merma que sufrió el Presupuesto nacional. En 1910, el Gobierno prorrogó por un año
el mismo Presupuesto, y a pesar de que aumentaron las entradas efectivas, dicha partida permane-
ciencias con las
ció estacionaria. El diputado Víctor Eguiguren manifestó en la sesión del 29 de noviembre de 1910: asiGnaturas
“Como consecuencia de la disminución de rentas las escuelas de la República van retrogradando. divididas en
Hoy tiene el Perú 414 escuelas menos que las que tuvo en 1908; el número de niños matriculados
en las escuelas existentes es de 28 mil niños menos que los que estaban matriculados en 1908…”. cursos coMunes
El Presupuesto nacional para 1912 tuvo un importante aumento global. Pero la comisión de y en cursos
la Cámara de Diputados al plantear su balance rebajó el pliego de Justicia e Instrucción en la
partida para el fomento de la instrucción primaria que primitivamente había sido de Lp. 200 mil
especiales.
y luego de Lp. 100 mil hasta quedar limitada a Lp. 50 mil. El diputado Pedro Abraham del Solar
hizo notar, en la sesión del 2 de mayo de 1912 que habían sido suprimidas más de diez escuelas
en la provincia de Canta por él representada. El Senado y la Cámara de Diputados se dividieron
sobre el importante asunto de las rentas para la instrucción en la segunda legislatura extraordi-
naria de 1911. La sesión del Congreso el 8 de enero de 1912 ostenta especial significado porque
dio lugar a un análisis del estado de la vida educacional en el país, hecho por Joaquín Capelo,
José Matías Manzanilla y Luis Miró Quesada al defender en notables discursos la importancia de
este ramo, mientras que Baldomero Maldonado sostenía la rebaja. El Presupuesto de 1912 con-
signó para el fomento de la instrucción primaria la suma de Lp.53.776. Los ingresos del fondo de
instrucción ascendieron, sin embargo, ese mismo año a Lp. 115.347.
A pesar de esfuerzos eventuales, el Estado peruano perdió así el ímpetu de la enérgica polí-
tica educacional de 1904 a 1908.
El Presupuesto de 1913 se basó en el de 1912. Los presupuestos de la angustia causada por
la guerra europea disminuyeron más el número de escuelas. Con fecha 12 de setiembre de 1917

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 113


loS InSpectoReS los diputados J. A. Núñez Chávez y Manuel Jesús Gamarra presentaron en su Cámara una
de InStRuccIÓn moción “insinuando” al ministro de Instrucción “el restablecimiento de las escuelas que fueron
suprimidas con motivo de la última crisis fiscal y la creación de otras en proporción a la pobla-
ción escolar de la República, destinando a este efecto íntegramente los fondos votados por la
ley N° 162”. Manuel Jesús Gamarra, al fundamentar esta moción, calculó que en el Perú debían
asistir a las escuelas 450 mil niños pero que solo acudían a ellas una tercera parte. A propósito
del incumplimiento de la ley N° 162, expresó que el mojonazgo de licores, una de las rentas
principales incluidas en ella, daba alrededor de dos millones de soles y el 5% del Presupuesto
nacional también ascendía a la misma suma más o menos. De tal manera que, si se computaban
las otras rentas del mismo rubro, el ramo de Instrucción contaba con una renta de cuatro millo-
nes de soles. Sin embargo, “actualmente no se le destina (dijo) sino unos dos millones trescien-
tos mil soles”. La Cámara aprobó la moción; pero ella no obtuvo resultados visibles.
El pliego de Justicia e Instrucción (sin excluir los gastos del Poder Judicial que recibieron
aumento) ofreció los siguientes porcentajes que son asaz elocuentes:

en enero de 1916 se abrió »1907 17,24%


en la cámara de diputados »1908 16,14%
un debate sobre la »1909 15,17%
necesidad de restablecer »1910 16,20%
a los inspectores de »1911 16,08%
instrucción primaria, pues »1912 14,29%
los concejos provinciales »1913 14,48%
no podían encargarse de »1914 14,94%
ello. entre los diputados »1915 15,27%
favorables a la medida se »1916 15,85%
encontraban Manuel Jesús »1917 15,66%
Gamarra y Víctor Revilla »1918 15,61%
(aquí en una imagen de »1919 14,81%
1913), uno de los más
importantes agricultores
del valle de Majes, en la pRoFeSIonalIZacIÓn del MaGISteRIo.- La ley N° 1686 de 30 de noviembre de 1912
arequipa. la moción fue mandó subrogar a los preceptores que, por su edad avanzada o por adolecer de enfermedad
aprobada y convertida en crónica que los inhabilitara para el magisterio, no fuesen ya aptos para la enseñanza, y los reem-
ley de 1918. plazó por preceptores educados en las escuelas normales del país o que poseyeran diplomas del
grado correspondiente expedido con sujeción a las disposiciones pertinentes o que, por lo
menos, reuniesen las condiciones exigidas por la ley N° 162. Además otorgó a aquellos de los
maestros subrogados que poseyeran diploma y contasen con siete o más años de buenos y no
interrumpidos servicios, los goces de jubilación y montepío conforme a las leyes de la materia.
Fue este un importante avance en el camino hacia la profesionalización del magisterio
primario.

la SupReSIÓn de loS InSpectoReS de InStRuccIÓn pRIMaRIa.- Por resolución


ministerial de principios de enero de 1914 fueron suprimidos los inspectores de instrucción
primaria. La Junta de Gobierno los restableció aquel mismo año. En 1915, ante los angustiosos
apuros fiscales a consecuencia de la guerra europea, la ley N° 2094 de 2 de enero dispuso que,
mientras durase la crisis, los inspectores provinciales y departamentales de instrucción primaria
fuesen reemplazados por las municipalidades bajo la dependencia del Poder Ejecutivo.
Influyeron aquí, además, las críticas sobre la idoneidad de los inspectores y sobre la efectividad

114 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


[1] [2]

[3]

LOS COLEGIOS DE PROVINCIAS. Ubicado en el departamento de Junín, el colegio San Ramón de Tarma fue uno de los
beneficiados por las reformas a favor de la educación de los gobiernos civilistas y, luego, del gobierno de Augusto B.
Leguía. En estas fotografías de 1905 vemos su primer salón de clases (1) y sus laboratorios de física (2 y 3).

[ capítulo 2 ] adenda 115


de sus servicios durante la época en que habían estado en funciones a partir de la vigencia de
la ley N° 162, en 1905. Muchos de ellos no habían pertenecido a la profesión magisterial. “El
objeto único de estos inspectores era (dijo Mariano H. Cornejo en la sesión del Senado el 16 de
CON FECHA 28 DE enero de 1918) servir los intereses personales o políticos de quien los hacía nombrar”.
Singularmente severas fueron las palabras que José Antonio Encinas dedicó a los inspecto-
ENERO DE 1918 FUE res de educación. “El civilismo (escribió en su libro Un ensayo de escuela nueva en el Perú) funda
PROMULGADA una escuela normal, crea funcionarios técnicos como son los inspectores de instrucción; pero,
LA LEY N0 2690 QUE llegado el caso, favorece sus intereses políticos y convierte al inspector de instrucción en un
agente político cuya conducta corre paralela a la de los subprefectos... El inspector de instruc-
DECLARÓ LA ción es el ´maestro de los maestros’ como pomposamente se anunciaba en el discurso de
INCOMPATIBILIDAD apertura de la escuela normal. Tal concepto requiere de parte de aquel funcionario una cultura
DE LAS FUNCIONES y una experiencia pedagógicas a toda prueba. El normalista estaba relativamente preparado en
la escuela normal. Puede afirmarse que era el único elemento técnico con que el país contaba.
DE INSPECTOR DE La escuela normal había sido creada precisamente para preparar estos funcionarios, por consi-
INSTRUCCIÓN CON guiente el Gobierno no podía ni debía hacer otra cosa que nombrar, sin excepción, inspectores
de instrucción a los normalistas egresados de la escuela. Pero nada de eso se hizo. Obedeció a
TODO CARGO insinuaciones de los caciques de provincia y envió como inspectores de instrucción, en lugar
PÚBLICO de los normalistas, a gente de dudosa procedencia y de falta absoluta de conocimientos peda-
REMUNERADO O gógicos: abogados sin clientela, ex subprefectos y comisarios de policía, guardaespaldas y
rufianes de políticos...”.
CONCEJIL Y CON EL
EJERCICIO DE TODA
INDUSTRIA, EL RESTABLECIMIENTO DE LOS INSPECTORES DE INSTRUCCIÓN.- Con fecha 13 de
enero de 1916 el ministro de Instrucción Wenceslao Valera se dirigió a la Cámara de
PROFESIÓN O Diputados para manifestar que los concejos provinciales no estaban en condiciones de asu-
EMPLEO. mir las tareas de inspección de la educación primaria que les había encomendado la ley N°
2094; destacó, además, la necesidad de funcionarios especializados para dicha labor y pidió
que, en la medida de lo permitido por los recursos fiscales, se autorizase al Poder Ejecutivo a
reorganizar este servicio.
La Cámara de Diputados, después de discutir ampliamente el asunto, llegó a sancionar un
proyecto de ley el 18 de setiembre de 1917, en la legislatura ordinaria, con dos materias distintas,
una relativa a los inspectores y otra sobre reforma de la ley de instrucción. Acerca de este último
punto se trató en párrafos anteriores. En cuanto a aquellos, hubo dos corrientes, representadas
por quienes los consideraban necesarios y por quienes los combatían por su carácter de instru-
mentos políticos y su sentido burocrático al no ser incompatibles con el ejercicio de otros
empleos o trabajos.
En la sesión de aquella Cámara el 8 de agosto de 1917, al oponerse al restablecimiento de
los inspectores, Felipe Barreda y Laos declaró: “Un Ministro de Instrucción Pública en el Perú es
un verdadero Prometeo encadenado en una cumbre; juguete de las cadenas y de los precipicios
de la política; porque nosotros, los representantes nos hemos acostumbrado a considerar a
todos los funcionarios y empleados del ramo de Instrucción en nuestras provincias como
dependientes de nuestro arbitrio y de nuestra voluntad a tal extremo que no admitimos que en
la provincia que representamos se nombre a funcionario alguno sin que antes el Ministerio
requiera nuestro consentimiento y solicite nuestra venia... “. Los diputados Manuel Jesús
Gamarra y Víctor L. Revilla, entre otros, defendieron la iniciativa y las funciones asesoras de los
representantes para los nombramientos en provincias. Manuel B. Pérez, los refutó y afirmó: “La
intervención de los políticos anteriormente ha llegado hasta el punto de que ha habido unos
que han hecho nombrar inspectores de instrucción a los mayordomos de sus chacras y de que
aquí han cobrado el sueldo como apoderados de esos mayordomos”. Según Alberto Secada,

116 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


una excepción luminosa como inspector fue Adolfo Vienrich en el departamento de Junín, apto pInto Y la
y eficaz como funcionario hasta que renunció porque no fue atendido cuando pidió una recom- educacIÓn FíSIca
pensa para un padre indígena analfabeto que había establecido una escuela en Carhuamayo.
La sospecha de los escépticos halló también expresión en el Senado. He aquí unas palabras
de Carlos Paz Soldán. “Conviene dejar constancia (dijo) y nadie me negará lo que voy a decir
porque está en la conciencia de todos, que el objeto que se buscaba con ese proyecto (en enero
de 1916) era el nombramiento de inspectores para determinadas provincias donde iban a prac-
ticarse elecciones para la renovación del tercio del Congreso”. Una voz anónima interrumpió
(según el Diario de Debates) y exclamó: “Esa es la verdad”. En la Cámara de Diputados finalmen-
te se llegó a una transacción consistente en el restablecimiento provisional de los inspectores
con cargo de que, a la mayor brevedad, y dentro de un plan general de reforma de la educación
pública, se reorganizara sobre nuevas bases la instrucción primaria con la exigencia a aquellos
funcionarios de mejores condiciones de idoneidad y para darles la oportunidad de prestar más
útiles servicios. Se produjo, pues, en la Cámara de Diputados el restablecimiento condicional de
los inspectores, sujeto a la estructura técnica de la instrucción primaria y con garantías, dentro
de ella, para la tarea que les debía ser encomendada. El Senado debatió este asunto en el segun- Raúl pinto, quien aparece
do Congreso extraordinario de 1917. en esta fotografía, fue
Con fecha 28 de enero de 1918 fue promulgada la ley N° 2690 que declaró la incompatibili- junto a los
dad de las funciones de inspector de instrucción con todo cargo público remunerado o conce- estadounidenses Joseph
jil y con el ejercicio de toda industria, profesión o empleo. Señalaba ella, pues, teóricamente, un Byrne lockey y J. a. Mac
importante avance en el proceso de la profesionalización del inspectorado primario. La Cámara Knight uno de los
de Diputados había aprobado un artículo para establecer la necesidad de constancias trimestra- profesores que más
les y legalizadas sobre los siguientes aspectos de la labor inspectoral: matriculación de niños, contribuyó a los cambios
asistencia escolar, visitas a los planteles, lecciones modelo a los maestros, no injerencia en asun- en el campo de la
tos políticos o municipales, moralidad. La Comisión de Instrucción del Senado agregó que serían educación física en
sometidos a juicio, por acción popular, los inspectores que intervinieran en asuntos elecciona- nuestro país. a inicios de
rios, políticos o municipales; los juicios debían tener el carácter de sumarios con facultad de los siglo se introdujo en el
jueces para decretar la suspensión de los culpables. Estos artículos no figuraron, sin embargo, en país la práctica de varios
la ley aprobada. deportes, como el
vóleibol y el básquetbol.
pinto desarrolló su labor
el nÚMeRo de eScuelaS.- Según las estadísticas oficiales había 2.276 escuelas en 1915. Subió a partir de 1912. Más
su número a 3.006 en 1919. El aumento fue, pues, de 730 con un promedio de 180 por año. adelante, sin embargo, se
alejó del campo educativo
para dedicarse a la
[ III ] abogacía, la política y la
la educacIÓn FíSIca eScolaR.- Joseph Byrne Lockey, miembro de la misión educacional magistratura.
norteamericana, fue nombrado inspector de instrucción en Lima y Callao en 1910. Junto con J.
A. Mac Knight, que ocupaba la dirección de la Escuela Normal, contribuyó a modificar los pro-
gramas de educación física. Empezaron a ser enseñados los siguientes juegos: vóleibol, play-
ground (o vóleibol de patio), handball o básquetbol. Fueron intensificados, al mismo tiempo, los
llamados ejercicios de flexibilidad y quedó implantado el atletismo en las escuelas primarias.
Lockey publicó en un folleto las reglas de béisbol de patio y de básquetbol.
En octubre de 1910 hubo un campeonato de fútbol de las escuelas primarias de Lima y Callao.
Al retirarse ambos educadores norteamericanos en 1914 y 1915, la obra por ellos iniciada
quedó trunca o se deformó.
Merece especial recuerdo la labor que, dentro del campo de la educación física, realizó, a
partir de 1912, Raúl Pinto. Este profesor, sin embargo, se dedicó poco después a la docencia en
colegios particulares, a la abogacía y luego a la política y a la magistratura.

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 117


la eScuela En octubre de 1913 el capitán Emilio Gross fue comisionado para visitar los colegios nacio-
noRMal nales de la República en relación con la educación física. Gross volvió a Francia en 1914 y no
hubo ya técnicos extranjeros para impulsarla.
en abril de 1915 se
conmemoraron los diez
primeros años de la [ IV ]
escuela normal de Varones J. a. Mac KnIGHt Y la eScuela noRMal.- J. A. Mac Knight fue designado para servir el
y se hizo un balance del cargo de inspector en Puno, y allí efectuó una notable tarea. Cuando Isidoro Poiry dejó la direc-
crecimiento del número ción de la Escuela Normal de Lima, Mac Knight lo reemplazó. Para aumentar el número de
de alumnos matriculados estudiantes, en vista de la enorme necesidad de maestros titulados, estableció como requisito
en este centro. este fue de ingreso a la Escuela haber cursado tan solo dos años de instrucción media y no su ciclo ínte-
favorable, como se ve a gro como anteriormente. Otro de los motivos para esta enmienda estuvo en la disminución del
continuación. número de aspirantes a la carrera del magisterio por las dificultades que ella tropezaba en el
Ministerio y ante los políticos y personajes de las provincias.
año nÚMeRo Mac Knight dictó personalmente el curso de pedagogía en la Escuela con un gran caudal de
de aluMnoS conocimientos aunque sin la simplicidad y la sencillez para la aplicación que tuvo el de Poiry y
1905 44 dedicó especial interés a la biblioteca (que antes no existía) aunque los libros de ella, en su
1906 66 mayoría, fueron en inglés; estableció seminarios donde los alumnos analizaban, discutían y
1907 53 apreciaban el valor de las teorías educativas; trabajó intensamente en la escuela anexa de apli-
1908 33 cación; renovó los procedimientos para la enseñanza de la lectura y escritura; incorporó la músi-
1909 24 ca como parte del plan de estudios; introdujo una serie de canciones escolares y dio gran
1910 53 impulso a la educación física.
1911 55 En 1915 se estableció en la Escuela Normal un curso de religión. Los estudiantes ridiculizaron
1912 80 esta enseñanza. Poco después Mac Knight, que era protestante, fue retirado de la dirección
1913 88 según se dijo, por gestiones del clero. Lo reemplazó Agustín Whilar en 1916.
1914 88 Whilar, por su personal contacto con el presidente Pardo, hizo mejoras materiales en el local
1915 93 de la Escuela Normal y se preocupó por dar a los futuros maestros una preparación más sólida
en las materias correspondientes a la enseñanza primaria y secundaria.
Tomó en cuenta más la cantidad de conocimientos que la orientación técnica para saber
difundirlos. ”La dirección que Whilar dio a la Escuela Normal (ha escrito José Antonio Encinas) la
convirtió en un instituto de primera enseñanza superior, y nada más”. En 1919 los alumnos se
declararon en huelga contra él y el Ministerio declaró a la Escuela en estado de reorganización.
En un discurso pronunciado al conmemorarse los diez primeros años de la Escuela Normal
de Varones, en abril de 1915, Mac Knight expresó lo siguiente: ”Fundada la Escuela el 14 de mayo
de 1905, ingresaron 44 alumnos. En 1906 hubo 66 matriculados y 19 diplomados. En 1907,53
matriculados y 26 diplomados. En 1908, 33 matriculados y 14 diplomados. En 1909,24 matricu-
lados y 11 diplomados. En 1910, 53 matriculados y 3 diplomados. En 1911, 66 matriculados y 21
diplomados. En 1912, 80 matriculados y 18 diplomados. En 1913, 88 matriculados y 31 diploma-
dos y en 1914, 88 matrículados y 35 diplomados. Y en el presente año (1915) hay 93 matricula-
dos. Total de diplomados desde la fundación de la Escuela: 160”.

[V]
la InFluencIa eXtRanJeRa en la educacIÓn a caRGo del eStado.- A los pro-
fesores belgas llegados para el Colegio Guadalupe a principios del siglo XX siguieron, en ese
mismo plantel, un director alemán y uno suizo que hizo venir a varios profesores de esa misma
nacionalidad para la instrucción primaria. Hubo luego, en 1909, una misión contratada en
Estados Unidos durante el ministerio de Manuel Vicente Villarán. Fueron cuatro pedagogos. De
ellos, a Alberto Giesecke fue encomendada la organización en la sección comercial del Colegio

118 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


Guadalupe por corto tiempo; J. A. Mac Knight asumió la dirección de la Escuela Normal de
Varones de Lima, como ya se ha anotado; Harry Edwin Bard actuó como consultor del Ministerio
de Instrucción; y Joseph Byrne Lockey ocupó la inspección de instrucción de Lima y Callao.
En resumen, después de aparecer la influencia belga a principios de siglo en cargos impor- el Ministro
tantes dentro de la educación secundaria capitalina, surgió inorgánicamente un conato de
influencia alemana y suiza y en 1909 empezó la norteamericana.
Wenceslao
valera se
diriGió al
la educacIÓn SecundaRIa en cInco añoS.- El ministro Wenceslao Valera se dirigió al
Parlamento en diciembre de 1915 y le sometió un proyecto de ley destinado a ampliar a cinco
parlaMento en
años el tiempo en que debían hacerse los estudios de segunda enseñanza, circunscritos a cuatro dicieMbre de 1915
años según la ley de 1902. Se basó en otro proyecto del Poder Ejecutivo enviado al Congreso en y le soMetió un
1911 de acuerdo con la opinión expresada en las reuniones anuales que celebraban en la
Dirección de Instrucción los directores de los colegios nacionales e igualmente en armonía con proyecto de ley
las peticiones escritas de quienes regentaban planteles particulares. Idéntica actitud asumieron destinado a
el director y el cuerpo de profesores del Colegio Guadalupe en las juntas celebradas en1909 y
1910 y en la memoria leída en la clausura del año escolar de 1914. Pero el más lejano, anteceden-
aMpliar a cinco
te estaba en 1905, en las informaciones provocadas por el decreto de 25 de noviembre de dicho aÑos el tieMpo
año sobre los resultados obtenidos por la ley del 1902. Como antecedente más inmediato podría en Que debían
ser citada la memoria del rector de la Universidad de San Marcos en la clausura del año de 1915.
La finalidad de la reforma, según expresó en su Cámara el diputado Carlos E. Uceda, era Hacerse los
descongestionar la memoria de los niños; justo es agregar que señaló como elementos indis- estudios de
pensables para su éxito que los colegios fuesen dotados del material pedagógico necesario y de
maestros idóneos. Alberto Ulloa pronunció en la sesión del 18 de setiembre de 1917 un notable
seGunda
discurso en el que negó que con simple aumento de un año de estudios pudiesen remediarse enseÑanZa,
los males que se trataba de evitar y planteó un tratamiento integral de los problemas educacio- circunscritos a
nales. Pero el proyecto fue aprobado, y se convirtió en la ley N° 2510 de 7 de noviembre de 1917.
cuatro aÑos
seGÚn la ley de
el eXaMen de InGReSo a laS unIVeRSIdadeS.- La misma ley incorporó como artícu- 1902.
lo segundo el proyecto presentado en 1914 por los senadores Federico Villareal y Mariano H.
Cornejo para establecer un examen de ingreso a las universidades. Dicho artículo expresó que
los alumnos que hubiesen cursado la instrucción media en cuatro años, antes de ser admitidos
en ellas, debían dar un examen oral ante los jurados nombrados por la Facultad de Ciencias o la
de Letras, según los casos “y únicamente de los ramos concernientes a ella con arreglo a un
cuestionario”. Esta prueba era obligatoria también para quienes estudiaran la instrucción media
en cinco años.

loS teXtoS de enSeñanZa SecundaRIa.- Carlos E. Uceda en el discurso sobre la


ampliación de la enseñanza secundaria a cinco años mencionados ya, se refirió a algunos de los
textos más usados en las escuelas primarias y en los colegios. El valor de estos libros aumentaba
por la escasez o carencia de otros materiales pedagógicos y la inobservancia de los métodos
activos. “El estudio se hace al pie de la letra”, afirmó Uceda acaso con exageración.
En gramática castellana se usaba la obra de Salazar en las escuelas y las de Sanmarti o
Montoya en los colegios, en geografía las de Benites, Vásquez o Royo o Varela y Orbegoso; en
historia del Perú las de Fanning, Wiesse o Salazar; en ciencias naturales las de Suárez y las de
Langlebert o Ganot. Otros textos consultados eran los nacionales de Matías Sánchez en mate-
máticas, Vitaliano Berroa en álgebra y el francés de Malet e Isaac en historia general.

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 119


la neceSIdad de la educacIÓn tÉcnIca.- En su memoria correspondiente al año de
1917 el ministro de Instrucción, Wenceslao Valera, planteó la conveniencia de desdoblar la ins-
trucción secundaria en dos grados o tipos: uno con materias generales o académicas para quie-
en su MeMoria nes se proponían seguir estudios universitarios y otro de carácter académico-técnico para los que
iban a dedicarse ”a la vida activa y cuyos intereses representan mucho más para el bienestar de
correspondiente la sociedad que los de los aspirantes a las carreras superiores”. Al mismo tiempo propugnó una
al aÑo de 1917 el política que ha sido contradicha en todos los años posteriores: evitar, en primer lugar, la crea-
Ministro de ción de nuevos establecimientos de segunda enseñanza oficial (los existentes eran entonces,
entre nacionales y particulares, 297, de los cuales los nacionales sumaban 24), salvo los dedica-
instrucción, dos a mujeres en algunas capitales de departamento (que no pasaban de cuatro); y, en segun-
Wenceslao do lugar, propender a erigir secciones comerciales, agrícolas e industriales en varios de los
valera planteó planteles ya establecidos. Estas iniciativas no se concretaron, sin embargo, en una ley o en un
decreto.
la conveniencia
de desdoblar la
[ VI ]
instrucción el coleGIo Guadalupe.- En 1909 asumió la dirección de este plantel, en reemplazo de
secundaria en Carlos Hilburg, el pedagogo suizo Federico Byland Fritschy, quien realizó diversas reformas. El
dos Grados o alumnado creció considerablemente con el nuevo local. La sección primaria tuvo en 1909 405
alumnos y la secundaria 452, divididos en secciones con un máximo de 40. El de 1912 fue llama-
tipos: uno con do “año de la corneta” pues fue nombrado director, en vez de dicho funcionario, el capitán de
Materias navío Eulogio Saldías, iniciador de una disciplina de cuartel. En 1913 asumió la dirección Agustín
Whilar cuya gestión se caracterizó, a diferencia de las de algunos de sus predecesores, por el
Generales o impulso que dio a la sección comercial. El descontento por irregularidades existentes hizo estallar
acadÉMicas para una huelga el 17 de abril de 1914, contra Whilar, después de producirse la caída del gobierno de
Quienes se Billinghurst. Intervino personalmente el ministro Rafael Grau, miembro de la Junta de Gobierno,
para aceptar la sugerencia de los alumnos de que Luis Ego-Aguirre, prestigioso profesor, asumie-
proponían ra la dirección. Sus atinadas medidas consolidaron la paz en el plantel. El 1° de mayo de 1914 fue
seGuir estudios nombrado director Juan de Dios Lora y Cordero. La labor de este maestro fue eficaz, a pesar de la
universitarios y crisis que sobrevino a consecuencia de la guerra europea. Reemplazó a Lora y Cordero, Gustavo
Ries en 1919, después de su notable labor en el Colegio Nacional de San Juan en Trujillo.
otro de En 1911, gracias a los esfuerzos de Federico Byland Fritschy, pudieron darse por concluidas
carÁcter todas las obras interiores del local de Guadalupe, y quedaron solo por hacerse las decoraciones
externas.
acadÉMico- La ley N° 1347 de 30 de noviembre de 1910 exoneró de derechos a varios artículos destina-
tÉcnico (…) dos a este colegio. La N° 1912 de 4 de diciembre de 1913 aumentó a diez el número de becas
concedidas en él a la provincia de Chancay.

loS coleGIoS nacIonaleS de pRoVIncIaS:


Amazonas.- El Colegio Nacional de San Juan de Chachapoyas, reinstalado en 1905, tuvo en
esa época como directores a D. Barrantes, ingeniero Juan B. Trigoso, Enrique Barriga Alarcón,
deán Ramón R. Reyna y Manuel Rodimiro Campos. La ley N° 877 de 2 de diciembre de 1908
consignó en el Presupuesto de la República una partida para la adquisición e instalación de un
gabinete de física, un laboratorio de química y el material escolar necesario, destinados al men-
cionado plantel.
Áncash.- La ley N° 2628 de 13 de diciembre de 1917 consignó partidas en el Presupuesto
nacional para la refacción del local en que funcionaba el colegio Porvenir de Yungay y para la de
los centros escolares de los distritos de Mancos Shupluy, Cascapara y Quillo. En el debate

120 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


LOS COLEGIOS EN LIMA. En la capital se fundaron nuevas escuelas durante la última década del siglo XIX y las primeras
décadas del siglo XX. Una de ellas fue el Colegio Alemán, instalado desde 1910 en el distrito de Miraflores. Aquí vemos
una fotografía de su local en 1931. Años más tarde este centro educativo cambió su nombre a Colegio Alexander von
Humboldt.

[ capítulo 2 ] adenda 121


el coleGIo parlamentario quedó en claro que dicho colegio era de propiedad municipal y se sostenía a
nacIonal costa de grandes sacrificios.
de cIencIaS Nuevas e insistentes gestiones para la reapertura del Colegio Nacional Dos de Mayo de
Caraz, clausurado desde 1876, generaron la resolución de 12 de febrero de 1909 para que se
cumpliera ese objetivo. Se reabrió con la sección primaria y el primer año de instrucción media.
El primer director de esta etapa fue el suizo Alberto Greuter a quien siguió en 1912 Andrés V.
Lastres.
Apurímac.- El Colegio Nacional Grau de Abancay, en receso desde 1897, se reabrió por decre-
to de 30 de abril de 1914 expedido por la Junta de Gobierno. Los padres mercedarios fueron
encargados de su regencia según el contrato que entonces se celebró. Ocupó primeramente la
dirección el P. Armando Bonifaz.
Arequipa.- La dirección del Colegio Nacional de la Independencia Americana de Arequipa
estuvo desde 1909 por muchos años a cargo de Carlos Hilburg. La resolución legislativa N° 1543
de 30 de enero de 1912 exoneró del pago de derechos de aduanas el gabinete de física impor-
tado para ese plantel.
La dirección de Alejandro Coello, iniciada en 1910, abrió una era de mejoramiento paulatino
esta institución ubicada para el Colegio Nacional de San Luis Gonzaga de Chuquibamba.
en el departamento del Ayacucho.- Los directores del Colegio Nacional de San Ramón de Ayacucho durante este
cuzco, fue fundada en período fueron Luis Gálvez (1913), Carlos La Torre (1914) y Luis H. Bouroncle (1915). La ley N°
1825 por Simón Bolívar. 1393 de 5 de mayo de 1911 mandó consignar en el Presupuesto de la República una cantidad
a partir de 1903 estuvo para destinarla a la organización y sostenimiento de una sección especial de agricultura en este
bajo la dirección de colegio. La resolución legislativa N° 1878 de 25 de noviembre de 1913 exoneró del pago de
una serie de profesores derechos el material de enseñanza y el mobiliario importado para el mismo establecimiento.
extranjeros. el primero Virginia Cavero continuó en la dirección del Colegio Nacional de Educandas de Nuestra
de ellos fue el Señora de las Mercedes de Ayacucho.
colombiano Manuel La ley de 9 de diciembre de 1918, emanada de la iniciativa y los esfuerzos de Manuel
terán. este período de Jesús Urbina, mandó fundar en Huanta un colegio de segunda enseñanza bajo la denomina-
influencia foránea duró ción de Colegio Nacional González Vigil. Designó para su sostenimiento los siguientes gravá-
hasta 1916, cuando menes sobre artículos producidos por la provincia o importados por ella: a) dos centavos por
nombraron en dicho cada kilo de coca; b) tres centavos por cada kilo de café; c) cuatro centavos por cada kilo de
cargo al peruano cochinilla y semilla de alfalfa; d) cinco centavos por cada kilo de cacao; e) tres centavos por
césar e. patrón. cada litro (en volumen) de aguardiente de uva y dos centavos por cada litro (en volumen) de
aguardiente de caña; y f ) el 25% de las rentas departamentales producidas en la provincia.
La administración de dichas rentas debía correr a cargo de una junta económica y las cuen-
tas a cargo de un ecónomo. Esta ley fue promulgada por el presidente del Congreso en la
fecha indicada; pero no fue numerada por el Poder Ejecutivo sino más tarde con el N° 4023.
Las labores de enseñanza no se inauguraron hasta el 11 de abril de 1933. El primer director
fue Oswaldo Regal.
Cajamarca. El Colegio Nacional de San Román de Cajamarca tuvo como directores durante
este período a los siguientes maestros: Juan C. Rossel (1913), Germán Pflucker (1915), Vicente
Alzamora Pol (1918). El año de 1915 fue de crisis para este plantel, pues estalló un motín de los
alumnos contra Rossel el 23 de agosto y se discutió parlamentariamente la reforma aquel
mismo año.
Los directores del Colegio Nacional de San Juan de Chota fueron durante la misma época
Marcelino Chávez hasta 1912, Aurelio Saldívar en ese año hasta 1914, Julio César Alva entre 1915
y 1917 y en 1918 César A. Caro.
Cuzco.- Hubo un largo período de directores extranjeros del Colegio Nacional de Ciencias del
Cuzco iniciado en 1903 (Manuel G. Terán, colombiano; Carlos Leicher, alemán; Maximiliano Ehr,
alemán; Agustín T. Whilar, centroamericano; José Kimmich, alemán; Juan E. Buttgembach,

122 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


alemán). Solo fue roto ocasionalmente cuando varias veces Fortunato L. Herrera desempeñó el
cargo en forma accidental. La vuelta al nombramiento de profesores nacionales se inició con el
de César E. Patrón en 1916.
En el Colegio Nacional de Educandas de Nuestra Señora de las Mercedes del Cuzco desem- en 1914 el
peñaron el mismo cargo Olinda Ruiz de Ackles en 1909, bajo cuyo período las alumnas cursaron
por primera vez los estudios de segunda enseñanza completa; Victoria Mendivil en 1914; y Elvira
diputado pedro
García y García en 1916, esta última promotora de importantes reformas e innovaciones. Moreno
Huancavelica.- Los directores del Colegio Nacional de la Victoria de Ayacucho establecido en presentó un
Huancavelica fueron: Leopoldo Carrillo (1909), Gustavo Meyer (1909), Emilio Nal (1911), José
María Borrero (1911), Luis Arias de Castro (1912), Paulino Villanueva (1913), Emilio Ramírez (1916),
proyecto de ley
Francisco Pérez Rosas (1918) y Manuel Rey Sánchez (1919). sobre creación
Huánuco.- La nómina de los directores del Colegio Nacional de Minería de Huánuco es la de un coleGio
siguiente: Carlos Vega Zanabria (1908-1909), Juan E. Buttgembach (1909-1912), José Kimmich
(1912), Óscar Greulich (1912), Telésforo L. de Ortecho (1912-1914), Emilio Silva Santisteban (1914- nacional en
1916) Juan E. Buttgembach (1916-1919). cHincHa. para
Ica.- Fernando León ejerció la dirección del Colegio Nacional de San Luis Gonzaga de Ica
desde 1902 y continuaba en ella al finalizar el período de que trata el presente capítulo. La ley
eriGirlo y
N° 802 de 7 de noviembre de 1908 mandó consignar en el Presupuesto de la República una sostenerlo,
partida para la reconstrucción del local de este establecimiento. toMó rentas de
En 1914 el diputado Pedro Moreno presentó un proyecto de ley sobre creación de un cole-
gio nacional en Chincha. Para erigirlo y sostenerlo, tomó rentas de los bienes inmuebles del los bienes
Colegio de San Luis Gonzaga de Ica. La representación parlamentaria por dicha provincia se inMuebles del
opuso tenazmente a este proyecto. Cuando el Gobierno sometió el asunto al segundo Congreso
Extraordinario de 1914, José Matías Manzanilla planteó en la sesión del 18 de enero de 1915 la
coleGio de san
cuestión acerca de la facultad legal del Poder Ejecutivo para proponer en ese tipo de legislaturas luis GonZaGa
cuestiones de carácter local; y también sobre su potestad para ampliar los objetivos de la con- de ica.
vocatoria después de estar en funciones el Parlamento. Aunque estaba en la minoría de la
oposición, Manzanilla ganó esta batalla. Pedro Moreno, Juan Manuel Torres Balcázar y Fernando
Carrillo participaron en un nuevo proyecto en 1916 y 1917, sin menoscabo de las rentas de San
Luis Gonzaga ni de las condiciones de su enseñanza, José Matías Manzanilla y Víctor M. Maúrtua
estuvieron entonces a favor de la iniciativa. La Ley N° 2560 de 23 de noviembre de 1917 creó en
la capital de la provincia de Chincha un colegio de instrucción primaria y media, el “Colegio
Pardo”, con una sección comercial y otra agrícola como anexos. Debía separar veinte becas en la
sección media y sus anexos comercial y agrícola; de estas correspondían ocho a la provincia de
Chincha y cuatro a la de Pisco. Para el sostenimiento del Colegio Pardo estableció la ley un gra-
vamen sobre el consumo de las bebidas alcohólicas y el algodón en la provincia. El primer
director fue Luis Gálvez. Los vecinos de Chincha señalaron el lugar para el edificio, en la parte
alta de la población. Los planos aprobados, por obra del Ing. Alberto Madueño, bajo el sistema
de pabellones aislados dieron lugar a que se les calificara como los primeros de estilo moderno
implantado en el Perú. Una parte del terreno fue donada y otra adquirida con dinero particular
entregado con ese objeto. Para fabricar el edificio fue necesario abrir una avenida, de la que se
predijo sería la mejor de la población. Vecinos notables hicieron diferentes donativos para su
apertura. La primera piedra del edificio fue colocada en ceremonia solemne, con asistencia del
presidente Pardo, el 12 de octubre de 1918. El colegio se abrió provisionalmente en una casa
particular.
Junín.- El Colegio Nacional de Santa Isabel de Huancayo funcionó normalmente durante el
período aquí tratado. La resolución suprema de 3 de junio de 1909 organizó en él una sección
de agricultura por primera vez en un colegio de esta índole. Fue suprimida por falta de alumnos
en 1913. Dirigieron Santa lsabel: Emilio Naf de 1909 a 1910; Andrés V. Lastres en 1911; Horacio

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 123


el coleGIo Urteaga en 1912; Erasmo Beraún de 1912 a 1914; Enrique Arnáez en 1915 y 1916; y el ingeniero
aleMÁn Humberto Forno de 1917 a 1919. Desde 1916 apareció Ondas Isabelinas, órgano del colegio. Fue
su primer director César Edmundo Monge Sánchez. Ha cumplido este periódico medio siglo de
existencia.
El Colegio Nacional de San Ramón de Tarma tuvo como directores a Toribio Hernández y
Federico Valdez Figueroa interinamente en 1909, Erasmo Beraún de 1909 a 1918 y Federico Valdez
Figueroa y Víctor M. Alfaro Calle en este último año. La ley de 1° de setiembre de 1891 había creado
un impuesto cuyo producto debía ser entregado a la Junta Departamental de Junín para el soste-
nimiento del colegio de Tarma que debía funcionar en el local denominado San Ramón donde
había estado antes. Desde 1903 se produjo un enconado conflicto entre el colegio y el municipio
porque este intentó cobrar arrendamientos y aquel sostuvo que el edificio le pertenecía. El expe-
diente se elevó al Congreso y fue materia de largas discusiones en 1910. Pueden así encontrarse
datos importantes para la historia de San Ramón en el Diario de Debates correspondientes a la
legislatura ordinaria del Senado en aquel año. La ley N° 1380 de 15 de noviembre de 1910 absolvió
la consulta del Ejecutivo en el sentido de que la ley de 1° de setiembre de 1891 no transfirió al
Inició sus actividades en colegio la propiedad del local en que funcionaba ni le concedió el uso gratuito de él. El municipio
marzo de 1910 con los ganó, pues, la controversia; pero los personeros del colegio y sus adeptos siguieron alegando.
auspicios de alemania y El Colegio de San José de Jauja funcionó normalmente durante el período aquí tratado.
de los miembros de dicha La Libertad.- El Colegio Nacional de San Juan de Trujillo recibió cambios fundamentales
colonia asentados en el durante el período de diez años, de 1906 a 1916, en que Gustavo Ríes fue su director.
perú. Fue un colegio Reemplazaron a Ries, Juan de Dios Lora y Cordero en 1916 y Luis H. Bouroncle en 1919.
mixto en el que la La congregación docente francesa de las terciarias dominicanas de la Inmaculada continuó
mayoría de clases se a cargo del Colegio Nacional de Educandas de Santa Rosa de Trujillo.
impartían en idioma La Ley N° 875 de 2 de diciembre de 1908 dispuso que, mientras se asignare al Colegio
alemán. uno de sus Nacional de Otuzco rentas suficientes, solo funcionara en él una sección comercial e industrial;
alumnos más importantes y aumentó la subvención que le correspondía.
fue el historiador Jorge Los directores del Colegio Nacional de San Nicolás de Huamachuco fueron entre 1909 y
Basadre, y entre sus 1919: Manuel E. Gamarra (1906-1913), Enrique Tovar (1913-1914), Alejandro Galarreta (1914) y
profesores estuvieron Gerardo F. Calderón (1914-1919).
augusto Weberbauer y Lambayeque.- Regentaron el Colegio Nacional de San José de Chiclayo en esta misma época:
luis alberto Sánchez. en Carlos Vega Zanabria (1908), Julio C. González Prada (1913), Carlos Weiss (1914) y Julio C. González
1945 se cambió el nombre Prada (1915-1919). Durante la administración de este realizáronse importantes obras en el edificio.
de colegio alemán por La resolución suprema de 18 de marzo de 1918 abrió el Colegio Nacional de Educandas de
colegio alexander Nuestra Señora del Rosario en Chiclayo, y encomendó su dirección y enseñanza a las religiosas
von Humboldt. de la Tercera Orden Dominicana, docente de la Inmaculada.
Loreto.- La ley N° 1957 de 6 de abril de 1914 mandó consignar en el Presupuesto de la
República una partida especial para subvencionar el Colegio Nacional de Iquitos. La crisis fiscal
seguramente impidió el cumplimiento de esta ley y el colegio parece que no funcionó.
Moquegua.- Dirigieron el Colegio Nacional de La Libertad de Moquegua: Ricardo D. Alayza
entre 1908 y 1915, David A. Díaz en 1915 y Carlos A. Vélez de 1915 a 1919. Las resoluciones legis-
lativas N° 1690 de 2 de diciembre de 1912, 1865 de 14 de noviembre de 1913 y 2067 de 30 de
noviembre de 1914 exoneraron de derechos los materiales de enseñanza correspondientes a los
gabinetes de física e historia natural y al laboratorio de química importados para este plantel; los
útiles de enseñanza venidos con el mismo objeto y las sillas y sillones también a él destinados.
Piura.- Tuvieron a su cargo el Colegio Nacional de San Miguel de Piura: Melquiades Cabrera de
1907 a 1912;Alicio Arias de Castro en 1913; Juan Luis Hague en 1914-1915; y Emilio Silva Santisteban
en 1916-1919. El terremoto que asoló a la ciudad en 1912 destruyó el local del colegio y el material
de enseñanza que allí se albergaba. A principios de 1915 se puso la primera piedra del nuevo
edificio conforme a los planos de Enrique Rivero Tremouille. La parte baja se inauguró en 1919.

124 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


Puno.- Los directores del Colegio Nacional de San Carlos de Puno fueron: Sawney Müller de
1907 a 1910; Horacio H. Urteaga de 1910 a 1912; Óscar Greulich de 1912 a 1914; Fermín Arbulú
de 1914 a 1915, como profesor más antiguo; Juan C. Rossel de 1915 a 1919.
San Martín.- El Colegio Nacional de San José de Moyobamba estuvo entre 1907 y 1913 bajo el coleGio
la dirección de Aníbal Zambrano. Lo sucedieron de 1913 a 1915 Mario Bazán y en 1915 Francisco
Torres. Ese mismo año fue nombrado Telésforo L. de Ortecho con instrucciones especiales para
anGlo-peruano,
dar impulso y orientación al plantel. MÁs tarde
llaMado de san
[ VII ] andrÉs, Fue
el coleGIo lIMa.- El eminente pedagogo Pedro Labarthe fundó este plantel en 1886 y le Fundado el 13 de
dio prominencia dentro de su género. Al fallecer Labarthe en 1904, lo reemplazó Miguel Aljovín. Junio de 1917
Cuando este, a su vez, murió en 1913, asumieron la dirección del Colegio Labarthe, Miguel C.
Aljovín hasta 1916 y Agustín Ochoa a partir de dicho año hasta 1919. baJo la
dirección de
el coleGIo aleMÁn.- El Colegio Alemán de Lima se inició en marzo de 1910. Fue su pri-
JoHn a. MacKay.
mer director Erich Zurkalowski. Establecido bajo los auspicios de la colonia de ese país y de su coMo el aleMÁn,
Gobierno, sujetó su enseñanza al plan de estudios nacional. Tuvo carácter mixto, pues recibió se inició con
a niñas y niños, lo cual era muy raro o no se hacía entonces en Lima. Con un alumnado muy
reducido inicialmente, se orientó con rigidez en el sentido de la enseñanza bilingüe y de una solo la sección
estricta disciplina kaiseriana. Los cursos en idioma español estuvieron a cargo de Alberto priMaria y
Ureta Madueño y Raúl Pinto. Más tarde formaron parte del cuerpo docente Augusto
Weberbauer y Luis Alberto Sánchez. Después de la paz en 1918, se relajó en algo el orden
estableció la
tradicional del Colegio Alemán para volver a un sentido autoritario durante los días del régi- secundaria
men nacional-socialista en que tomó tendencias proselitistas. La brigada de exploradores de despuÉs.
este plantel, los Pfadfinder, hizo numerosas excursiones por los alrededores de Lima. Firmada
la paz en 1945, el Colegio Alemán ha revivido bajo el nombre de Colegio Alexander von
Humboldt bajo notables características en cuanto a la calidad de su local, de su material
docente y de su profesorado.

el coleGIo anGlo-peRuano.- El Colegio Anglo-Peruano, más tarde llamado de San


Andrés, fue fundado el 13 de junio de 1917 bajo la dirección de John A. Mackay. Como el
Alemán, se inició con solo la sección primaria y estableció la secundaria después. John A. Mackay
se graduó con brillo de doctor en filosofía y letras en la Universidad de San Marcos y más tarde
ha llegado a ser decano del Seminario Presbiteriano de Teología en la Universidad de Princeton.
Tiene escritos varios libros, entre ellos uno, The Other Spanish Christ, donde estudia los problemas
que afronta la difusión del protestantismo en América Latina. En el Colegio Anglo-Peruano
Mackay se rodeó (después de 1918) de un notable grupo de profesores jóvenes peruanos, den-
tro del que estuvieron Víctor Raúl Haya de la Torre, Raúl Porras Barrenechea y Jorge Guillermo
Leguía. En 1926 el colegio fundó la revista Leader.
El antecesor de este plantel fue el denominado Diego Thompson, erigido por el protestante
John Ritchie y dirigido por la señorita Sofía Baca.

el coleGIo de la MeRced.- La lista de los colegios religiosos católicos de Lima se incre-


mentó en 1917, al fundarse, en homenaje al VII Centenario de la fundación de la Orden
Mercedaria, el de Nuestra Señora de la Merced por la comunidad de ese nombre en su local

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 125


Juan luIS tradicional. Lo dirigió primero el P. Emilio A. Peñaflor. Tuvo clases de primaria, secundaria y
RoSpIGlIoSI comercial. Se inició con 210 matriculados.
(1854-1935)

el coleGIo de Santa RoSa de cHoSIca.- La comunidad agustina estableció en 1911


en Chosica, alejado de los grandes centros de población, este plantel que, con la iglesia, ocupó
una manzana íntegra, con aptitud para recibir internos y externos. Sus primeros directores fue-
ron los PP. José María Álvarez, Benito González y Senén Fernández.

el enGlISH InStItute de BaRRanco.- Juan Luis Rospigliosi fundó en marzo de 1909 el


Barranco English Institute. Dio preferencia a la sección comercial y a la enseñanza del inglés para
ofrecer luego instrucción completa de acuerdo con los programas oficiales. Fue allí donde se
implantó el scoutismo en el Perú, según se narra más abajo.

este maestro limeño el InStItuto SaBoGal del callao.- Al fallecer en 1915 el gran maestro Patricio Sabogal
fundó en mayo de 1911 (el año en que el Concejo Provincial del Callao le otorgó una medalla de oro), el Instituto por él
la primera brigada fundado recibió el nombre de Instituto Sabogal. Luisa Sologuren de Sabogal siguió en sus tareas
scout del país, en el docentes que supo compartir con la dedicación a diversas instituciones sociales y actividades
colegio Barranco humanitarias. Quedó a su cargo la sección primaria y la segunda enseñanza estuvo encomen-
english Institute, donde dada a Armando Holguín.
era director. ese
primer grupo estaba
compuesto por 60 el St. JoSepH’S colleGe del callao.- Los hermanos maristas fundaron en el Callao
jóvenes. dos años más el St. Joseph’s College en 1909, e iniciaron la sección secundaria en 1913. Contó con un local
tarde se fundó una propio.
segunda brigada en el
callao y se creó la Flor
de lís peruana, símbolo el ScoutISMo en el peRÚ.- Juan Luis J. Rospigliosi, director del Barranco English Institute
del movimiento. o Colegio Inglés de Barranco, fundó el 25 de mayo de 1911 la primera brigada de “boy scouts”
con, más o menos, sesenta muchachos de esa población. El primer jefe de la brigada fue
Federico Castro Da Silva.
Hacia 1916 comenzó a tomar mayor impulso en el Perú el “scoutismo”. A mediados de ese
año llegó a Lima una delegación de “scouts” bolivianos. Cuatro de ellos solicitaron formar parte
de la guardia de honor del Congreso en la sesión de instalación el 28 de julio.
“Scouts” peruanos de la brigada de Barranco viajaron a Bolivia ese mismo año. En 1917
comenzó a formarse una brigada “girl-scouts”a cuyo frente estuvo Rosa Gaige.

[ VIII ]
MaRcIal acHaRÁn, FIlÁntRopo de la educacIÓn tÉcnIca en tRuJIllo.-Marcial
Acharán, de nacionalidad chilena, llegó al Perú y se avecindó en Trujillo. Merced a su laboriosi-
dad, honradez y constancia logró pronto una importante posición. En julio de 1911 decidió
donar a aquella ciudad una Escuela de Artes y Oficios dotada de un nutrido y moderno material,
edificio propio y profesores especialmente contratados, todo a costa de su propio peculio.
Diversas entidades de la capital del departamento de La Libertad acordaron entregar al filántro-
po una medalla de oro. Pero con el transcurso de los años el Estado no ha sido atento al gesto
de Marcial Acharán ni consecuente con él.

126 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


[1] LA UNIVERSIDAD
CATÓLICA. Esta
institución de
enseñanza superior
fue fundada en 1917,
gracias a los
auspicios del
sacerdote Jorge
Dintilhac (1878-1947)
(1). Las primeras
facultades en
funcionar fueron las
de Letras y
Jurisprudencia que
estuvieron ubicadas
en una casona de la
actual Plaza Francia.
Aquí vemos el primer
prospecto de estudios
de la Universidad (2)
y el programa de
clases del 10 de abril
de 1917 (3).

[2] [3]

[ capítulo 2 ] adenda 127


la FIlantRopía el InStItuto ModeRno de tRuJIllo Y caRloS e. uceda.- Carlos E. Uceda nació
de acHaRÁn el 4 de noviembre de 1872 en Santiago de Chuco. Estudió en el Colegio de San Nicolás de esa
ciudad, en el Colegio de San Juan de Trujillo y en la Universidad de La Libertad. Ejerció con
prominencia la profesión de abogado en Trujillo. Desde 1907 fue director del Instituto Modelo,
plantel de educación secundaria fundado en 1889 por un pedagogo alemán y que más tarde
había dirigido el maestro cajamarquino Juan Pío Burga. La obra de Carlos E. Uceda (ayudado
por su hermano Santiago) en este colegio fue notable. Lo dotó de gabinetes de física, química
e historia natural y le consagró su tiempo y su entusiasmo. Varias generaciones de jóvenes del
departamento de La Libertad educáronse allí.
Carlos E. Uceda fue además catedrático y rector de la Universidad de aquella ciudad, vocal
suplente de la Corte Superior, diputado por Santiago de Chuco y Otuzco desde 1913 hasta
1919 y miembro de la Constituyente de 1932. Falleció el 26 de febrero de 1932.

MaRía elena cHÁVeZ delGado.- Desde la edad de 16 años dedicó su vida a la enseñan-
za de la mujer la madre Elena Chávez Delgado con beneficio para los departamentos del sur en
el ciudadano chileno particular y del país en general. En 1899 organizó la Congregación de Nuestra Señora del
Marcial acharán, a Rosario, erigida canónicamente por el obispo de Arequipa Manuel Segundo Ballón, al amparo
quien vemos en esta de la licencia concedida por el papa León XIII para fundar nuevas congregaciones y establecer-
imagen, se asentó en la las en diversos lugares de la República. La orden mencionada llegó a tener edificios en Arequipa
ciudad de trujillo, la y en Tiabaya sin apelar en ningún momento a la protección oficial.
libertad, donde con el Al cumplir cincuenta años en el magisterio la madre Elena, el Congreso por iniciativa del
tiempo hizo fortuna. en senador por Arequipa José Segundo Osorio resolvió en enero de 1920 conferirle un premio de
julio de 1911 donó a honor y declarar que merecía bien de la patria. La ley N° 4100 de 10 de mayo de 1920 así lo
aquella ciudad una consignó.
escuela de artes y
oficios, a la que la educacIÓn pÚBlIca en el depaRtaMento de MadRe de dIoS.- Después
además dotó de de 1912 hubo algún adelanto educacional en Madre de Dios. Los misioneros dominicos
material educativo y abrieron un colegio para varones con internado en San Jacinto. Otro colegio con internado
profesores para niñas fue abierto por las misioneras en 1915 en Puerto Maldonado. Fue el primer plan-
especializados. tel femenino en la selva peruana. También se llegó a crear un colegio mixto en Manu. Sor
Ascensión Nicol fue la fundadora de las misiones y escuelas para niñas en el departamento
de Madre de Dios.
Las madres misioneras dominicanas de Santa Rosa que llegaron al Perú en diciembre de
1911 para propagar la fe católica en la región de la selva, fundaron una escuela en Huacho en
1916; y al establecer su sección media en 1919 quedó erigido en aquella ciudad el Colegio de
Santa Rosa de Lima.
Al fallecer el prominente maestro arequipeño J. Lorenzo Ballón se cerró por corto tiempo el
reputado colegio que llevaba su nombre y que había sido establecido en 1880. Fue reabierto
en 1910 bajo la dirección de Ildefonso J. Ballón. Fue el primer plantel de su clase que militarizó
a los alumnos.
La resolución legislativa N° 2634 de 14 de diciembre de 1917 ordenó el despacho, libre de
derechos, por la aduana de Mollendo, de los materiales importados para la enseñanza científica
en el Colegio de La Merced del Cuzco. La ley N° 16 de 4 de noviembre de 1904 votó una suma
en el Presupuesto de la República para el colegio sostenido por las Hijas de San Vicente de Paúl
en Tarma. La resolución legislativa N° 1707 de 3 de diciembre de 1913 exoneró del pago de
derechos a artículos importados de la Inmaculada Concepción en Huancayo. Análoga franqui-
cia estableció para el colegio de los salesianos del Cuzco la resolución legislativa N° 146 de 25
de noviembre de 1905. El gabinete de física destinado al Colegio de San José de Arequipa
obtuvo la misma liberación por la resolución legislativa N° 1452 de 9 de noviembre de 1911,

128 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


seguida por la N° 1719 de 4 de diciembre de 1912 sobre un aparato de telegrafía sin hilos para caRloS MonGe
el mismo plantel. (1884-1970)

el coleGIo SeMInaRIo de San caRloS Y San MaRcelo en tRuJIllo.- El obispo


de Trujillo monseñor Carlos García Yrigoyen encargó la regencia del Colegio Seminario de San
Carlos y San Marcelo a los padres misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. Fue elegi-
do rector el P. Teodoro Martín en 1914. Principió una nueva época en este plantel, fundado en
1625. La época anterior fue la lazarista, iniciada, como ya se refirió, en 1883. Al P. Martín siguió el
P. José Ferrando y a este el P. Conrado Quillas. Se impartió en dicho período instrucción superior
eclesiástica, media y primaria. Hubo brigada de boy scouts, excursiones científicas a Otuzco y
Cajamarca, formación del orfeón; el Seminario obtuvo, en conjunto, progresos de todo orden,
incluyendo el didáctico y el económico.

[ IX ] el médico limeño se
laS IdeaS de JaVIeR pRado SoBRe laS FuncIoneS de la unIVeRSIdad.- En su recibió en 1911 y fue
discurso pronunciado el 11 de setiembre de 1915, al asumir el cargo de rector de la Universidad incorporado a la
de San Marcos, y en otras de sus oraciones académicas leídas mientras ejerció ese alto cargo, docencia en 1914, en la
Javier Prado enunció definidas ideas sobre la dirección que la Universidad debía tener sobre las Facultad de Medicina de
orientaciones renovadoras del espíritu nacional. Pidió que le fuera confiada la custodia y direc- la universidad de San
ción del Museo Histórico. Sostuvo, asimismo, la urgencia de que se le asociaran las escuelas Marcos. allí dictó las
superiores industriales, a las que debía agregarse una Escuela Superior de Comercio. Demandó cátedras de nosografía
un nuevo local con campos de ejercicios, gimnasios, casa de estudiantes y un centro de asocia- médica y clínica médica.
ción. También él unió su voz autorizada para propiciar una Facultad de Educación y complemen- en 1928 fue invitado a la
tó esta idea con la del “inspectorado universitario” sobre el Colegio Guadalupe y la Escuela universidad de parís
Normal de preceptores. (Francia) a dictar el curso
Algo más: solicitó que la Universidad dirigiera la primera y la segunda enseñanza en el país de alta cultura peruana.
como garantía para evitar los males de la injerencia política en ella y de las taras administrativas. Siete años más tarde fue
El Consejo Universitario llegó a aprobar en diciembre de 1915 un proyecto de ley sobre el designado director del
profesorado nacional; pero no obtuvo la aprobación del Congreso ni del Poder Ejecutivo. departamento de
Medicina Interna del
Hospital arzobispo
la eXtenSIÓn unIVeRSItaRIa.- La búsqueda de una irradiación de las universidades loayza. de 1941 a 1946 fue
sobre el público en general, por encima de las barreras creadas por las reglamentaciones dicta- decano de la Facultad de
das para sus alumnos, creó el movimiento a favor de la llamada extensión universitaria. El pro- Medicina de San Marcos.
pulsor de ella fue Óscar Miró Quesada en el Centro Universitario y luego desde 1911 con su
trabajo sobre “La nacionalización del derecho y la extensión universitaria”.
Con motivo del primer ensayo, hecho por el comité inicial del Centro Universitario que pre-
sidió Óscar Miró Quesada, escribieron Carlos Monge y Hermilio Valdizán la primera cartilla de
divulgación sanitaria sobre la tuberculosis.
A iniciativa del rector José Pardo, el Consejo Universitario acordó auspiciar la extensión uni-
versitaria en enero de 1915. Mariano H. Cornejo y Joaquín Capelo pronunciaron en el Teatro
Municipal, ante numeroso y entusiasta auditorio, dos discursos que versaron, respectivamente,
sobre las reformas constitucionales y sobre la vitalidad de las naciones. Asimismo, los catedráti-
cos Óscar Miró Quesada, Juan Bautista de Lavalle y José Gálvez con Enrique Paz Soldán y Emilio
Solórzano dictaron, con carácter desinteresado, en el local de la Confederación de Artesanos,
lecciones populares, respectivamente, de geografía del Perú, cultura cívica y Derecho Usual,
historia del Perú, higiene y medicina social y dibujo geométrico y croquis conforme a los

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 129


programas que formularon con antelación y fueron aprobados por el Consejo Universitario.
Óscar Miró Quesada redactó entonces sus lecciones de geografía integral y la Universidad las
publicó. Paz Soldán escribió su obra sobre medicina social.
con Motivo de
un concurso H. e BaRd Y la InStRuccIÓn unIVeRSItaRIa peRuana.- En 1912 publicó H. E. Bard
para la cÁtedra un opúsculo titulado Cuestiones sobre las universidades y la instrucción universitaria. Su finalidad
de Historia fue la de que sirviera como base de discusión sobre los problemas de organización y adminis-
tración de las universidades y la instrucción universitaria en el Perú, en vista de que se podía
natural MÉdica preparar un proyecto de ley sobre ellas. Es un documento olvidado que, seguramente, no fue
en 1914 se leído con el debido interés ni en la época en que apareció. Aparecen allí insinuados los males de
presentaron otorgar una suma de atribuciones al Consejo Universitario, entidad que mezcla funciones admi-
nistrativas, pedagógicas y económicas; la ausencia de una entidad nacional que oriente la edu-
coMo cación superior y de una “asamblea” con representación de los egresados y del Gobierno; la
candidatos necesidad de los cursos colectivos; la conveniencia de ayudar a los estudiantes avanzados a
hacer labor original; la significación de introducir los cursos sobre administración de negocios y
carlos MonGe y ciencias comerciales; el valor de las ideas del norteamericano Abraham Flexner sobre el aspecto
raMón e. social y cultural al lado del científico profesional de enseñanza de la medicina; la importancia de
ribeyro. este una Facultad de Educación. También propugnó la incorporación de las escuelas de ingenieros,
Agricultura y Artes y Oficios dentro de la Universidad. En cuanto a las universidades menores
ÚltiMo Fue insinuó que se organizaran para ser más útiles a sus respectivas regiones. Se mostró partidario,
eleGido por los asimismo, de los cursos vacacionales, la extensión universitaria, la intensificación de las publica-
ciones, la venida de profesores extranjeros, el envío de estudiantes becarios, la elaboración de
catedrÁticos, si un plan de construcciones universitarias, la atención cuidadosa para las bibliotecas, los labora-
bien las torios y otros materiales pedagógicos, la creación de rentas propias y autónomas. Las observa-
siMpatías de los ciones de Bard eran el resultado de sus estudios sobre la realidad universitaria en Estados Unidos
confrontándola con la del Perú.
estudiantes,
evidenciadas en
ManiFestaciones [X]
la FedeRacIÓn de eStudIanteS del peRÚ.- La constitución de la Federación de
ruidosas, Estudiantes del Perú en 1917, en reemplazo del antiguo Centro Universitario, fue un anuncio de
Favorecieron a la institucionalización del estudiantado con carácter nacional. Primer presidente de la Federación
de Estudiantes llegó a ser elegido Fortunato Quesada, alumno de la Facultad de Medicina.
aQuel.

la HuelGa eStudIantIl de 1916.- Un año antes, en 1916, los estudiantes de los últimos
años de Ingeniería habían exigido que el profesor del curso de ferrocarriles, puentes y caminos,
Enrique Silgado, abandonara la enseñanza de su clase. Con ese fin dirigieron un memorial al
Gobierno y este lo remitió a la Junta de Perfeccionamiento de la Escuela. El dictamen emitido
contuvo apreciaciones favorables a los programas y enseñanzas de Silgado. Se produjo enton-
ces la huelga, y se adhirieron a ella los universitarios. Silgado renunció.

loS SíntoMaS de deScontento en la Facultad de MedIcIna.- Incidentes aisla-


dos evidenciaron ante el público algunos síntomas de descontento ante la situación de la
Universidad de San Marcos, especialmente en la Facultad de Medicina.
Con motivo de un concurso para la cátedra de historia natural médica en 1914 se presenta-
ron como candidatos Carlos Monge y Ramón E. Ribeyro. Este último fue elegido por los catedrá-

130 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


ticos, si bien las simpatías de los estudiantes, evidenciadas en manifestaciones ruidosas, favore- la unIVeRSIdad
cieron a aquel. catÓlIca
Poco después, en mayo de 1915, Monge entró en el concurso para bacteriología. La Facultad
prefirió a su contendor Abel S. Olaechea. Los jóvenes apedrearon la casa del nuevo profesor.
No había pasado mucho tiempo cuando fue denunciada la venta en la Facultad de Ciencias
de certificados de haber cursado todos los cursos, a candidatos al estudio de la medicina. El
escándalo provocó la renuncia de la directiva de esa Facultad.
En agosto de 1917 varias estudiantes de obstetricia acusaron al profesor del curso Belisario
Manrique. Las denunciantes fueron expulsadas y el conflicto no estalló ante el temor de la juven-
tud por la presencia en el Ministerio de Educación de Ricardo Flórez, catedrático de la Facultad.
En marzo de 1918, con motivo del concurso de la cátedra de terapéutica hubo un incidente
personal entre Belisario Manrique, candidato triunfante, y Carlos Enrique Paz Soldán, a quien
favorecían los alumnos.
Interpretados por algunos, estos episodios, como querellas personales y como bochinches pasa-
jeros, para otros más avisadores revelaban la existencia de anomalías en el régimen universitario.
Fundada en marzo de
1917 como una
una tentatIVa paRa la ReFoRMa en el SISteMa de laS cÁtedRaS.- En su men- institución educativa
saje del 28 de julio de 1916, el presidente José Pardo pidió al Parlamento la reforma de la ley de privada sin fines de
instrucción en la parte concerniente a la provisión de las cátedras de la enseñanza superior, lucro, el promotor de su
mediante la revisión del título cada cierto número de años. Esta prudente sugerencia destinada creación fue el
a combatir la “esclerosis” de la función docente, no fue atendida. sacerdote francés Jorge
dintilhac, de la orden
de los Sagrados
[ XI ] corazones. entre sus
la unIVeRSIdad catÓlIca.- La aprobación de la reforma constitucional sobre la libertad primeros catedráticos se
de cultos en 1915 pareció anunciar la decadencia del pensamiento católico en el Perú. En 1917 encontraban carlos
la congregación de los Sagrados Corazones que tenía a su cargo el Colegio de la Recoleta ges- arenas y loayza,
tionó la creación de un centro docente superior llamado Academia Universitaria en el cual se Guillermo Basombrío,
dictaron los mismos cursos de las facultades de Letras. La Academia debía ser un nuevo depar- Víctor González
tamento del Colegio. Cuando pidió la validez de los exámenes, el Gobierno quiso obtener infor- olaechea, Raymundo
me del Consejo Universitario de San Marcos. Este solicitó el dictamen de su comisión de regla- Morales de la torre y
mento integrado por Federico Villarreal, Eleodoro Romero y Alejandro Deustua. Los dos prime- Jorge Velaochaga. las
ros negaron el derecho solicitado; pero aceptaron que los graduados de la Academia pudieran clases se empezaron a
pedir su incorporación a la Facultad de Letras y quedasen así expeditos para ingresar después a dictar en una sección
la de Jurisprudencia. Deustua fue radical en su actitud adversa y no quiso colocar a quienes del colegio de los
hubiesen seguido los estudios ”académicos” en mejor condición con respecto a quienes hubie- Sagrados corazones, en
sen rendido sus exámenes secundarios para entrar a las facultades de Letras. El Consejo lo que hoy es la plaza
Universitario hizo volver el asunto a comisión, acaso en una maniobra dilatoria. Francia.
El bondadoso y humilde sacerdote francés Jorge Dintilhac, enraizado en el Perú, iniciador de
los trabajos en pro de la Academia Universitaria, siguió con perseverancia, serenidad y energía
en su propósito. Fundó entonces la Universidad Católica. La ley de instrucción que estaba vigen-
te permitía el establecimiento de centros docentes en cualquier clase o grado de enseñanza sin
más taxativas que las relacionadas con la capacidad y la moral de los maestros y las condiciones
de los locales. El decreto de 24 de marzo de 1917, refrendado por el presidente José Pardo y su
ministro Wenceslao Valera, prominente liberal, fue la partida de bautismo del nuevo centro de
estudios superiores.
La Universidad Católica tuvo su recinto en una sección del Colegio de los Sagrados Corazones
en la Plaza de la Recoleta. En abril de 1917 comenzó a funcionar el primer año de la Facultad de

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 131


SAN ANTONIO ABAD Y EL RECTORADO
DE ALBERT GIESECKE

JOSÉ LUIS RÉNIQUE,


HISTORIADOR
PERUAnO RADICADO
EN NUEVA YORK, HA
" Leguía quería hacer de San Antonio
Abad un ejemplo de sus planes para
el conjunto de la educación nacio-
nal. Progreso y americanización eran
para él poco menos que sinónimos.
fomentando tanto el estudio de la situa-
ción social como de los recursos depar-
tamentales y su potencial explotación.
Sus preocupaciones coincidían con el
deseo estudiantil de ‘hacer ciencia’, de
ESCRITO VARIOS Quería que el pragmatismo del sistema ‘probar que los conocimientos científi-
LIBROS DEDICADOS A norteamericano desplazara a una edu- cos no son infecundos’. Según uno de
cación obsoleta, carente de sentido sus estudiantes, su curso de economía
LA HISTORIA SOCIAL Y práctico. Para tal fin había invitado a política respondía a una orientación
DE LAS IDEAS EN EL una misión de asesores cuyo objetivo ‘eminentemente práctica y regionalista’.
SUR ANDINO era reorganizar la educación peruana a Giesecke organizó viajes de estudio,
DURANTE EL SIGLO imagen y semejanza del sistema esta- creó cursos de quechua y apoyó las
dounidense. Albert Giesecke era uno de investigaciones arqueológicas y etnoló-
XX. DE UNO DE ELLOS
los miembros de dicha misión, encabe- gicas. Introdujo la enseñanza de idio-
EXTRAEMOS ESTA zada por el Dr. Harry Bard. mas y planeó un programa de intercam-
CITA QUE NOS bio entre la Universidad del Cuzco y
CUENTA CÓMO EN El nuevo rector fue recibido con cierto universidades norteamericanas; fomen-
UNA CAPITAL DE recelo. A las pocas semanas de su arri- tó la práctica de la música y las danzas
bo, quienes habían perdido el control tradicionales; organizó una sociedad
DEPARTAMENTO SE de la universidad ensayaron una manio- filarmónica y promovió los deportes.
PRODUJO UN bra para frustrar su reapertura. Giesecke Una reforma desde arriba que respon-
TEMPRANO PROCESO resolvió el problema con sagacidad, día a los requerimientos de los estu-
DE MODERNIZACIÓN ganando el apoyo de los estudiantes, diantes. Estos habían planteado que la
quienes siguiendo su sugerencia se diri- universidad debía ser el instrumento
UNIVERSITARIA, DE gieron al presidente de la República para que los estudiantes –‘la potenciali-
SUS ACTORES Y DE para agradecer su intervención en la dad intelectual del departamento’- se
SUS OBJETIVOS PARA solución de la crisis universitaria. Con el convirtiesen en líderes de una lucha
EL DESARROLLO respaldo personal de Leguía y la simpa- contra el atraso que pasaba por ‘difun-
tía estudiantil, Giesecke se abocó a la dir a todos los medios sociales las discu-
DE LA REGIÓN.
tarea de adaptar el modelo del college siones de nuestros problemas regiona-
norteamericano a la realidad de una les’. Giesecke puso a su alcance los
ciudad enclavada en los Andes. medios para cumplir su objetivo”.

La idea central de su reforma fue la De: Rénique, José Luis. Los sueños de la
transformación de San Antonio Abad sierra. Cuzco en el siglo XX. Lima: Cepes,
en un centro de investigación regional, 1991, pp. 51-53.

132 adenda [ capítulo 2 ]


Letras con apenas diecisiete alumnos. Entre los catedráticos iniciales estuvieron el P. Pedro
Martínez, Carlos Arenas Loayza, Raymundo Morales de la Torre, Víctor González Olaechea, Jorge
Velaochaga, Luis Bullen Pardo, el P. Chessman Salinas de la orden de San Francisco y otros. Hubo
algunas personas, tenidas por muy católicas, que se negaron a enseñar en aquella difícil primera (…) la
época. El problema económico de la flamante Universidad fue también muy angustioso y, a lo
largo de los años, no han sido muy munificentes con ella las altas clases sociales y económicas del
universidad
país, salvo aisladas y notables excepciones. Por encima de todas las dificultades brillaron, sin católica Ha
embargo, la fe y la constancia del P. Dintilhac, rector de la Universidad durante catorce años. cuMplido y
Hubo quienes afirmaron enfáticamente que las instituciones de educación superior debían
ser dependencias naturales del Estado con el fin de proveerlo de hombres y ciudadanos capaces
siGue
de realizar el bien público; que erigir una de carácter confesional y privado constituía un inútil cuMpliendo con
dispendio de tiempo y de esfuerzo, una ruptura de la unidad espiritual de las clases de élite, un creciente
anacronismo al pretender exhumar los “estudios generales” para la hegemonía de la Iglesia.
También manifestaron su temor ante la exacerbación de odiosidades y conflictos que ahon- eFicacia,
daran los elementos desintegrados de la nacionalidad y ante la división de clases por la preferen- aunQue a veces
cia que, según se afirmó, los hijos de las familias adineradas tendrían por la entidad erigida en la
Plaza Francia.
sin relación
Estos críticos no tuvieron razón. El régimen de la autonomía ya había independizado a la con su oriGen
universidad laica del Estado; no existían entre ellos vínculos profundos aparte de los de orden doctrinario,
económico. Democráticamente no se podía negar la libertad o el derecho a la legítima compe-
tencia en este campo. La superproducción de egresados de los colegios secundarios (en vísperas una iMportante
entonces de convertirse en un gran problema nacional) iba a hacer inevitable la proliferación de obra nacional,
centros académicos. Las interrogantes acerca de la orientación doctrinaria de la enseñanza son
muy complejos y necesitan dilucidarse en cada caso. Hay muchos países con universidades
acadÉMica,
católicas sin que ellas hayan creado el caos o la anarquía espirituales. La cultura occidental tiene, cultural y
al fin y al cabo, entre sus raíces fundamentales, la tradición cristiana. La unidad espiritual entre cientíFica.
todos los bachilleres y todos los doctores que tanto se ansiaba conseguir, puede perderse tam-
bién en la desorientación. Quienes defendían la universidad única para evitar separatismos
sociales nada decían o hacían ante las diferencias surgidas en las escuelas primarias y en los
colegios secundarios, sometidos cada vez más a la ley de la oferta y la demanda, que los divide
en planteles caros, medianos y baratos; y olvidaban que había de hecho y legalmente universi-
dades de provincias, convertidas en “proletarias” frente a la de San Marcos. No existía precepto de
la Constitución o de las leyes que negara a los católicos que quisieran, la oportunidad de edu-
carse como tales y a quienes, siendo agnósticos o indiferentes, los acompañasen si lo creían más
conveniente desde el punto de vista de sus estudios o investigaciones. La primacía de San
Marcos debe fundarse no en un odioso monopolio sino en la calidad de los aportes que haga al
país y a la humanidad.
Por lo demás la Universidad Católica ha cumplido y sigue cumpliendo con creciente eficacia,
aunque a veces sin relación con su origen doctrinario, una importante obra nacional, académica,
cultural y científica.

[ XII ]
loS dIStuRBIoS en la unIVeRSIdad del cuZco en 1907 Y 1908.- Un grupo de
alumnos de la Universidad del Cuzco se dirigió al Ministerio de Instrucción en 1907 y 1908 para
pedir, en vista de que ellos no habían sido atendidos por el Consejo Universitario, lo siguiente:
renovación por concurso de todas las cátedras debiéndolas regentar doctores; libertad absolu-
ta de doctrinas; prescripción obligatoria para que todos los catedráticos dictaran los cursos
conforme a los programas que debían publicar a principios de año; admisión de las solicitudes

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 133


FRancISco GaRcía de aplazamiento sin necesidad de examen previo; derogatoria del acuerdo del Consejo
caldeRÓn ReY Universitario por el cual se computaba como faltas la inasistencia a grados y actuaciones; cali-
(1883-1953) ficación de inasistentes a los catedráticos que se presentaran quince minutos después de la
hora señalada; separación de los cursos en facultades para evitar el pago de derechos dobles;
insubsistencia del acuerdo por el cual los certificados de examen solo podían expedirse previo
depósito del monto del grado de bachiller; y rebaja de todas las pensiones y derechos en un
cincuenta por ciento.
El Gobierno emitió las resoluciones de 26 de noviembre de 1907 y 16 de mayo de 1908. En
ellas ordenó observar estrictamente el artículo de la ley orgánica del ramo en lo relativo a pro-
gramas, asistencias, catedráticos y tiempo de duración de las clases; recomendó la inclusión en
el reglamento de las disposiciones sobre concursos para celebrarlos en su oportunidad, la adop-
ción de acuerdos que disminuyeran el número de faltas por inasistencia a grados y actuaciones
públicas y la rebaja de derechos; y fueron modificados los acuerdos del Consejo Universitario. En
cuanto a los exámenes de aplazados, bastó para obtenerlos una solicitud por escrito; en lo rela-
tivo a cursos comunes a dos facultades, se prohibió el cobro de derechos dobles; y el concer-
niente a certificados fue modificado en el sentido de que debían expedirse sin necesidad de
el escritor y diplomático depositar previamente el monto de los derechos del grado de bachiller. Todo esto sin perjuicio
nació en Valparaíso de desaprobar la conducta de los alumnos que habían asumido una actitud de huelga al dirigir-
(chile) durante el exilio se al Gobierno.
de su padre, el ex Nuevas dificultades surgieron con motivo de la cesión del local a los estudiantes que lo
presidente Francisco solicitaban. Otro memorial llegó a Lima, fechado el 22 de marzo de 1909 con pedidos para la
García calderón. en suspensión de las labores de la Universidad y la reorganización de su cuerpo docente. Temerosos
1906 fue enviado a parís los alumnos ante el peligro de que fuesen expulsados e igualmente temerosos de que en el
(Francia) como concurso para proveer las cátedras en propiedad se favorecieran mutuamente los catedráticos
secretario de la legación que ellos consideraban incompetentes, acudieron a las vías de hecho y el 7 de mayo de 1909
peruana en esa ciudad. expulsaron a los catedráticos que celebraban sesión en el salón general, con lanzamiento de
en 1919 fue nombrado petardos y hasta disparos de armas de fuego. Los alumnos denunciaron que el rector había
ministro hecho ingresar parientes y amigos como si fueran miembros del claustro.
plenipotenciario en El Gobierno clausuró la Universidad del Cuzco el 28 de agosto de 1909. El director general
parís y representó al de Instrucción viajó a esa ciudad para indagar personalmente acerca de las causas del conflicto.
perú en la conferencia En él juntábanse como había ocurrido en Arequipa en 1907, endémicos males pedagógicos,
de Versalles. en 1923 fue administrativos y económicos enraizados en la Universidad con epidémicas pasiones políticas y
designado representante rivalidades lugareñas.
peruano ante la El 13 de marzo de 1909 un grupo de estudiantes y algunos ex alumnos fundaron en el Cuzco
Sociedad de naciones. la Asociación Universitaria, destinada a vivir durante más de veinte años. Su primer presidente
en 1930 fue nuevamente fue Demetrio Corazao, de actuación destacada en los acontecimientos del 7 de mayo. La
ministro Asociación tuvo como órgano la revista La Sierra cuyo primer director fue José Ángel Escalante.
plenipotenciario en
Francia, donde resultó
apresado por los nazis y el pRoBleMa de laS unIVeRSIdadeS MenoReS HaSta 1909.- Desde comienzos del
llevado a un campo de siglo XX habíanse divulgado algunas opiniones adversas a la subsistencia de las llamadas univer-
concentración. Retornó sidades menores, o sea las de Arequipa, Cuzco y Trujillo. En su discurso académico sobre las
al perú en 1947. profesiones liberales en el Perú, Manuel Vicente Villarán se refirió al número excesivo de estos
establecimientos. Alejandro Deustua abogó por la concentración de la enseñanza superior en
Lima, en su trabajo sobre el problema educacional publicado en 1905. Esa fue también la tesis
de Francisco García Calderón Rey. Hubo otros testimonios en el mismo sentido, inclusive en
revistas limeñas. Los argumentos enarbolados para propiciar tan radicales medidas se referían,
por lo general, al atraso de las universidades menores, la escasez de población escolar en las
regiones por ellas abarcadas, la necesidad de detener el crecimiento excesivo de las profesiones

134 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


liberales y la urgencia de formar la conciencia de la unidad nacional en centros científicos y
profesionales selectos y restringidos.
El ministro de Instrucción Matías León sometió a la Cámara de Diputados en la legislatura
ordinaria de 1909 un proyecto de ley por el cual el Poder Ejecutivo quedaba autorizado para el 13 de MarZo de
modificar el plan de estudios de la Universidad del Cuzco con reducción de sus facultades y
secciones, para designar el personal docente y para hacer las inversiones más adecuadas de las
1909 un Grupo de
rentas durante el tiempo en que esa institución permaneciese en receso. Además, ya con carác- estudiantes y
ter permanente, el nombramiento de los rectores de las universidades menores debía ser hecho alGunos eX
por el Gobierno, el que debía intervenir también en los concursos para provisión de cátedras, en
el plan de estudios que debía incidir preferentemente en el campo de las letras y de las ciencias
aluMnos
y, a través de la potestad de revisión y aprobación, en los presupuestos. El proyecto León no Fundaron en el
suprimía, pues, a las universidades menores; pero las colocaba bajo el patronato del Estado y cuZco la
reducía su radio de acción académica.
Se produjo un debate muy interesante. La Comisión de Instrucción, presidida por Luis Miró asociación
Quesada, presentó un proyecto sustitutorio en el que defendió la autonomía de las universida- universitaria,
des menores, la integridad de sus funciones en el campo científico, de las letras, del Derecho y,
a voluntad de ellas, de las ciencias políticas, a la vez que encomendaba al Consejo Universitario
destinada a vivir
de San Marcos las funciones de supervigilancia que León pretendía conferir al Poder Ejecutivo, durante MÁs de
previa incorporación a este organismo de delegados de Arequipa, Cuzco y Trujillo. veinte aÑos. su
Entre los oradores que entonces participaron en la discusión se destacaron, aparte de Miró
Quesada, Mariano Nicolás Valcárcel (cuya defensa de la instrucción superior en la zona meridio- priMer presidente
nal de la República fue reproducida en folletos tanto en Cuzco como en Arequipa) y Mariano Fue deMetrio
Lino Urquieta. Este último aceptó el hecho de que las universidades de estos lugares tenían
insuficiencias en gran parte del personal docente, así como relajación en la disciplina y cizaña
coraZao, de
política; pero agregó que tratar de suprimirlas en vista de estos hechos era como tratar de curar actuación
una enfermedad mediante el fusilamiento del paciente, medida inconveniente tanto más cuan- destacada en los
to que se trataba de males que aquejaban al país.
Como la legislatura ordinaria hallábase en sus postrimerías, no pudo llegarse a un resultado
aconteciMientos
concreto en este debate; y el ministro se negó a comprometerse para incluir el asunto aquí del 7 de Mayo [de
tratado entre los que debían ser materia de la legislatura extraordinaria. 1909].

la leY SoBRe ReapeRtuRa de la unIVeRSIdad del cuZco.- Los diputados por


Cuzco, Apurímac y Ayacucho presentaron un proyecto de emergencia por el cual el Ejecutivo
quedaba autorizado para nombrar por esta vez al rector de la Universidad del Cuzco y a los
catedráticos interinos de las facultades de Letras, Jurisprudencia, Ciencias Naturales y Ciencias
Políticas y Administrativas. Revivió así, con carácter circunscrito y de excepción, el proyecto León.
Las Cámaras lo aprobaron con rapidez, y se convirtió en la ley N° 1164 de 10 de noviembre de
1909. Al apoyarla con elocuencia Rafael Grau, señaló los inconvenientes de la subordinación de
las universidades menores a la de San Marcos, en cuya estructura, según dijo, había también
notorios defectos.

alBeRto GIeSecKe.- Alberto Giesecke nació en 1885 en Filadelfia, hijo de un inmigrante ale-
mán. Hizo estudios de administración comercial en la Universidad de Pennsylvania y pasó luego a
ser estudiante en Europa con becas que se le concedieron. Fue invitado a venir al Perú en 1909 por
gestión de Leo S. Rowe, experto en asuntos panamericanos que había sido su maestro en la uni-
versidad y con quien se había puesto en contacto Francisco García Calderón Rey, designado por el
ministro Manuel Vicente Villarán. Después de una corta gestión en la sección comercial de

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 135


alBeRto GIeSecKe Guadalupe, Giesecke fue escogido por el presidente Leguía como rector de la Universidad del
(1883-1968) Cuzco, sin tomar en cuenta que no había llegado a los 30 años y que no era peruano.
Giesecke abrió las clases de la institución que se le confiara, el 28 de marzo de 1910. Cuidó
que los nombramientos de catedráticos respondieran a la capacidad de los elegidos y no a
consideraciones subalternas. Expidió los reglamentos de 1911 y 1918. Hizo refacciones y arre-
glos en el local. Adquirió en 1919 el valioso museo de José Lucas Caparó Muñiz. Infundió una
orientación nacionalista y regionalista a la enseñanza. Trabajos de clase, tesis y excursiones
tuvieron temas de ese carácter. Estimuló el viaje de alumnos distinguidos al extranjero. Editó la
Revista Universitaria. Siguió una política de cordialidad con catedráticos y estudiantes. Con estos
últimos tuvo una camaradería que no se había estilado antes. Fomentó los juegos de tenis, bás-
quetbol y béisbol con ellos, y se preocupó del gimnasio y de la piscina universitarios e intervino
en numerosas excursiones educacionales. No solo prestó servicios infatigables a su casa de
estudios sino también a la ciudad. Entre 1912 y 1923 fue concejal y ocupó la alcaldía en tres
ocasiones. Realizó el censo del Cuzco en 1912 con el costo de 288 soles y con la colaboración
de los alumnos. En aquella ocasión actuó como catedrático de estadística, como alcalde, como
el maestro rector y como presidente del Centro Geográfico, simultáneamente. Hizo la pavimentación de las
estadounidense llegó al calles principales y el camino a Sacsayhuamán y estableció el servicio de alcantarillado. Se
perú durante la década enfrentó en 1917 a la compañía de alumbrado eléctrico por las elevadas tarifas que ella cobraba.
de 1910, contratado por el Salvó a la ciudad con tino y energía el día de los alborotos suscitados con motivo del asesinato
gobierno peruano como de Rafael Grau. Ayudó al desarrollo de los trabajos arqueológicos en la región y de los esfuerzos
docente del colegio para incrementar el turismo en el Cuzco.
Guadalupe. luego fue Cuando se produjo la revolución universitaria de 1919, ella no alteró la normalidad de la vida
designado rector de la en la Universidad. Giesecke continuó al frente de ella hasta 1923 en que se retiró por su propia
universidad nacional del voluntad.
cuzco. allí se encargó de
la cátedra de ciencias
económicas y derecho. “laS unIVeRSIdadeS MenoReS” poR cÉSaR antonIo uGaRte.- En el discurso de
durante su gestión apertura de la Universidad de San Marcos en 1910, Pedro M. Oliveira disertó en contra de la tesis
organizó el Museo de la centralización de la educación superior en el país. Poco a poco, este punto de vista descen-
arqueológico y la tralizador fue aceptado por el consenso general. Ocasionalmente, sin embargo, revivieron las
investigación en dicho tendencias a reducir el campo de las universidades menores; así, la comisión reformadora de
campo. de 1920 a 1923 fue 1913 pretendió que ellas no duplicaran a la de Lima y se limitasen a la enseñanza preparatoria
alcalde del cuzco; en en los cursos de letras y ciencias, a formar además profesores para los colegios y a satisfacer las
1924, director general de necesidades peculiares de las regiones donde estaban situadas mediante la enseñanza agrícola
enseñanza del Ministerio y de artes prácticas. La declaración de principios del Partido Nacional Democrático propugnó,
de educación; y en 1931, en cambio, el mejoramiento de las universidades menores.
director del Instituto Un examen amplio de este problema fue hecho por César Antonio Ugarte en su tesis titula-
de educación da “Las universidades menores” presentada ante la Facultad de Letras de Lima y publicada en la
de la universidad Revista Universitaria del Cuzco en 1917 y 1918. Ugarte examinó los aspectos históricos y contem-
de San Marcos. poráneos del problema por él abordado y se pronunció resueltamente por el mantenimiento de
las instituciones de cultura superior que funcionaban entonces en las provincias. En primer
lugar, ya existían, es decir, tenían sus raíces históricas, su abolengo. En un país extenso y hetero-
géneo como el Perú, la unidad nacional no podía concebirse sino dentro del respeto a la con-
ciencia regional. Era preciso elevar el nivel de vida intelectual de los departamentos. No era
posible establecer un monopolio de las corrientes de fuerzas juveniles, imponer una centraliza-
ción basada en la decadencia espiritual y económica de las provincias más importantes del país.
Las universidades menores debían vivir; pero necesitaban cumplir su misión con autenticidad.
Su reforma era parte integral de la reforma de la educación nacional y debía tomar en cuenta la
organización de la universidad moderna, las teorías pedagógicas, la situación existente, las

136 ADENDA [ CAPÍTULO 2 ]


condiciones físicas, económicas y culturales del país. Era urgente que abarcara la organización y
los planes de estudio, la enseñanza misma con renovación de métodos y orientaciones, la for-
mación y selección del profesorado universitario, el régimen administrativo y económico. Ugarte
se manifestaba partidario del mantenimiento de las facultades existentes y de la creación, al lado [alberto]
de ellas, si había recursos adecuados, de facultades técnicas y de cursos de aplicación y de prác-
tica. Estas universidades debían contribuir, además, al estudio y la solución de diversos proble-
GiesecKe abrió
mas que interesaban al país. las clases de la
institución Que
[ XIII ] se le conFiara
la eScuela de InGenIeRoS.- El 13 de enero de 1911 se dictó el decreto supremo que [la universidad
elevó a cinco años el ciclo de estudios en las secciones con que contaba la Escuela de del cuZco], el 28
Ingenieros. Eran ellas: a)Ingeniería de Minas, fundada en 1876; b) Ingeniería de Construcciones
Civiles, fundada en 1876;c) Ingenieros industriales, fundada en enero de 1901; d) Ingenieros de MarZo de 1910.
Mecánicos Electricistas, fundada el 11 de junio de 1903. En virtud de este decreto quedaron cuidó Que los
determinados los cursos propios de cada sección; e limitaron las condiciones de ingreso a la
terminación de los estudios de secundaria; se militarizó la Escuela bajo el influjo del fervor
noMbraMientos
patriótico estimulado por el conflicto con el Ecuador; y ella fue puesta bajo la dependencia del de catedrÁticos
Ministerio de Fomento. respondieran a
En 1916 fueron organizados los estudios para formar agrimensores, peritos civiles y de minas,
con tres años de estudios. Era director de la Escuela el ingeniero Michel Fort. la capacidad de
los eleGidos y
no a
consideraciones
subalternas.

[ CAPÍTULO 2 ] ADENDA 137


[ TOMO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 3 ● I El proyecto de ley de María Academy ● El Colegio Umberto 1º y ● La reapertura de 1922 y los conflictos de

instrucción de 1919 y la ley de 1920 ● La el Colegio Antonio Raimondi ● El 1923 y 1924 ● La generación estudiantil
misión norteamericana ● El “período tricentenario del Seminario de Trujillo ● III de 1919 a 1930. La vida universitaria ● El
Oliveira” ● El Instituto Pedagógico ● La Los comienzos de la educación industrial Seminario de Pedagogía y la Sección de
reforma Escalante ● El desarrollo femenina. El“Bien del Hogar”● La educación Pedagogía ● El libro Reforma universitaria
educacional ● La Sociedad Agrario- comercial ● IV El sistema de concursos para de Julio C. Tello ● El Estatuto de 1928 ● La
Mercantil y la educación que ella prefirió ● las vacantes en el ramo de Instrucción y los Facultad de Ciencias Económicas ● VI La
II Los goces de jubilación, cesantía y Consejos de Investigación ● La mutualidad inquietud universitaria en 1930 y 1931 ●
montepío y el magisterio primario ● La escolar ● La Federación Nacional de La Universidad de San Marcos durante el
legislación sobre los colegios de instrucción Maestros Primarios ● La instrucción en las período de la Junta Nacional de Gobierno
secundaria ● Los directores del Colegio escuelas de Talara y Lobitos ● El Colegio ● El retiro de Belaunde, Riva-Agüero y

Guadalupe ● Los orígenes del Colegio Toribio Casanova de Cutervo ● Otras leyes otros profesores de San Marcos ● Riva-
Alfonso Ugarte ● El Colegio Nacional de sobre colegios ● V La reforma universitaria Agüero y la Universidad Católica ● La
Mujeres de Lima ● Gertrudis Hanks y el ● El Primer Congreso Nacional de clausura de la Universidad de San Marcos
Lima High School ● El Colegio de la Salle ● Estudiantes ● Los incidentes de 1920 en la ● El problema universitario ● VII La Escuela

El Colegio de San Luis de Barranco ● Villa Facultad de Medicina ● El conflicto de 1921 de Agricultura
ASPECTOS EDUCACIONALES DURANTE EL ONCENIO
Y EN LA ÉPOCA INMEDIATAMENTE POSTERIOR

CAPÍTULO
3
[]
E
[I]
l pRoYecto de leY de InStRuccIÓn de 1919 Y la leY de 1920.- La comisión nom-
brada en virtud de la ley N° 2690 presentó por medio de su presidente Manuel Vicente Villarán,
con fecha 9 de diciembre de 1919, su proyecto junto con otro muy importante sobre construc-
ción de locales escolares. En el oficio respectivo Villarán anunció las grandes directivas de la obra
trazada. La enseñanza elemental obligatoria debía ser de tres años o de cinco cuando las cir-
cunstancias lo permitieren. lntentábase orientar la escuela hacia la vida, adaptarla a las necesi-
dades y condiciones de la raza y del ambiente, diversificarla según las condiciones regionales,
combinar en lo posible la enseñanza primaria común con la profesional en secciones y planteles
que suministraran a varones y mujeres de las clases populares un mínimum de conocimientos
y de aptitudes inmediatamente utilizables en las faenas del campo, las industrias, el comercio y
las labores domésticas. El proyecto dedicaba especial atención al indio, ordenaba crear escuelas
normales especiales para maestros consagrados a esta raza y trazaba las reglas esenciales de su
organización. Había también en dicho documento la novedad de ocuparse con amplitud y fir-
meza del problema concerniente a la formación del profesorado nacional, de sus derechos,
nombramientos, ascensos, títulos, remuneración, garantías y goces. Respecto de la enseñanza
secundaria, procuraba que no fuese el vestíbulo de la universidad. Afirmaba, antes bien, enérgi-
camente la autonomía de este nivel y su finalidad propia como instrumento de cultura general
y de preparación para la vida y su organización tenía la mira puesta en las necesidades de la
clase media del país. Planteles secundarios agrícolas e industriales, comerciales y de artes
domésticas eran propugnados en el esfuerzo para superar el sistema vigente, demasiado acadé-
mico, teórico y uniforme. Se creaba la Escuela Superior de Ciencias Pedagógicas en la Universidad
de Lima. En cuanto a la administración educacional, tratábase de que fuera activa, experta,
independiente de las influencias partidarias.
Al referirse a la enseñanza superior el proyecto procuraba acentuar su autonomía adminis-
trativa y pedagógica y otorgarle bienes y rentas con un fondo seguro y progresivo. Incorporaba,
además, a las escuelas de Ingenieros y Agricultura a la Universidad de San Marcos. Establecía en
ella estudios de pedagogía y también de comercio y administración pública. Las universidades
menores recibían mejoras.
El proyecto fue modificado por el Ejecutivo en un sentido que lo desnaturalizó y promulga-
do, de acuerdo con la autorización parlamentaria respectiva, el 30 de junio de 1920. Lo peor de
esta ley fije que solo se aplicó parcialmente. El proyecto sobre construcciones escolares no fue
tomado en cuenta.
Entre las autoridades del ramo, la ley de 1920 incluyó, aparte del ministro, el Consejo
Nacional de Enseñanza y la Dirección General de Enseñanza con sus funcionarios de diversas
jerarquías y tres directores regionales de enseñanza cuyas sedes eran Lima, Chiclayo y Arequipa.
Estos últimos cargos fueron suprimidos en 1924. La ley dictó, además, normas para la enseñan-
za primaria (que se dividía en general o común y especial o profesional y comprendía dos ciclos
elemental o de primer grado y de segundo grado), así como para la enseñanza secundaria. Esta
última quedó clasificada en común o general y especial o profesional para los ramos de

140 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


agricultura, ganadería e industrias rurales, artes y oficios, comercio y enseñanza normal. Entre
los artículos sobre enseñanza superior se contaba el referente a la Universidad de Escuelas
Técnicas que no llegó a ser establecida y debió formarse por las escuelas de Ingenieros, de
Agricultura, de Ciencias Pedagógicas, de Artes Industriales y de Comercio. Otro título especial la ley [de
de la ley autorizó el funcionamiento de universidades particulares, sin necesidad de licencia de
las autoridades, con solo la obligación de poner en conocimiento del Gobierno la relación de
instrucción] de
las materias de enseñanza y las condiciones de admisión de los alumnos. Así, la ley sancionó el 1920, coMo las
funcionamiento libre de la Universidad Católica, a pesar de la opinión expresada por algunos anteriores y
en el sentido de que se debía existir el monopolio de la enseñanza superior para las entidades
de carácter nacional.
coMo la de 1941
La ley de 1920, como las anteriores y como la de 1941 que la reemplazó, tuvo un defecto Que la
esencial: implicó un ordenamiento de arriba hacia abajo, con enunciados dogmáticos y teóricos reeMplaZó, tuvo
de carácter general sin que hubiese quien ensamblara su contenido dentro de la realidad coti-
diana. Perteneció al tipo de “Derecho estratosférico” al que corresponden, asimismo también en un deFecto
parte, la Constitución y otros cuerpos jurídicos como el Código Penal. Representó una estructu- esencial:
ra mental nominalista que se satisface con la expresión de las obligaciones o de los compromi-
sos, más o menos bellos o justos, del Estado frente a la colectividad. Una concepción realista y
iMplicó un
funcional de los problemas ha de preferir a este tipo de leyes declarativas el planteamiento ordenaMiento
hecho de abajo hacia arriba, previo un inventario de la realidad educacional con señalamiento de arriba Hacia
de etapas para abordar, en forma concertada, los problemas por él puestos en evidencia.
abaJo, con
enunciados
la MISIÓn noRteaMeRIcana.- A principios de 1921 el Gobierno confió a una misión nor- doGMÁticos y
teamericana los cargos directivos en la burocracia educacional. John L. Bard fue el director general
de instrucción; William Andrew, director regional de enseñanza del centro; Morton Helm ocupó teóricos de
análoga función para el norte y GIen Gaulkias para el sur. La misión se completó con varios otros carÁcter
pedagogos. No hubo huella perturbable de estos experimentos. Alberto Giesecke tuvo a su cargo
la Dirección General de Enseñanza varios años después de 1923. En las postrimerías de la adminis-
General sin Que
tración de Leguía, J. K. Breedin actuó como asesor técnico del Ministerio de Instrucción. Hubiese Quien
ensaMblara su
el “peRíodo olIVeIRa”.- Después del “período norteamericano” en el régimen educacio- contenido
nal durante el régimen de Leguía, ofrecen interés especial el “período Oliveira” y el “período dentro de la
Escalante”. El primero de estos últimos correspondió al ministerio de Pedro M. Oliveira en 1928.
Se caracterizó, fundamentalmente, por la reforma de la educación universitaria a la que se refie-
realidad
ren párrafos posteriores del presente capítulo. cotidiana.

el InStItuto pedaGÓGIco.- La ley N° 6636 de 17 de agosto de 1929, refrendada por el


presidente Leguía y su ministro Matías León transformó la Escuela Normal de Preceptores en
Instituto Pedagógico integrado por tres secciones: para la formación de maestros normales
elementales, de maestros normales de segundo grado y de profesores de enseñanza secunda-
ria. En esta última debía hacerse, durante dos años, la revisión de los materiales de letras y cien-
cias de instrucción media y, además, había cursos técnicos profesionales de carácter general; y,
en otros años, cursos de especialización en letras o ciencias con la metodología teórica y prácti-
ca correspondiente a cada materia y además cursos técnicos de aplicación. Como anexos al
Instituto debían funcionar un colegio de instrucción media y una escuela primaria completa.
Carlos A. Velásquez fue el director del Instituto. La Escuela Normal de Mujeres, a cargo de las
religiosas del Sagrado Corazón, que había funcionado ininterrumpidamente desde 1878, se

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 141


JÓSe ÁnGel convirtió en Instituto Pedagógico de Mujeres, con atribución para preparar profesoras de edu-
eScalante cación secundaria y no ya únicamente de primaria.
(1883-1965)

la ReFoRMa eScalante.- Poco antes de la caída del régimen se reorganizó el Ministerio


con la llamada “reforma Escalante”, por el ministro José Ángel Escalante que la implantó en virtud
de la autorización contenida en la ley N° 6520 de 8 de febrero de 1929 que facultó al Ejecutivo
para expedir el decreto de 29 de marzo de 1930. Quedaron organizadas siete direcciones: de
Enseñanza Primaria, Enseñanza Secundaria y Comercial, Enseñanza Normal e Industrial,
Enseñanza Indígena, Educación Física y Sanidad Escolar, Educación Artística, y Bienes y Rentas.
Fueron creados los cargos de visitadores departamentales de primera enseñanza, los de comi-
sionados escolares provinciales, los de visitadores de enseñanza técnica y normal, los de visita-
dores de bienes y rentas y los de visitadores de enseñanza indígena. Hubiera sido sumamente
valiosa conocer las experiencias derivadas de esta reforma; pero no llegó a alcanzar un año de
vida. El nuevo Gobierno la dejó sin efecto por decreto de 28 de agosto de 1930 y volvió a la
organización de 1920, menos recomendable. Durante el breve tiempo que funcionó la Dirección
el político y periodista de Educación Artística estuvo a cargo de Enrique López Albújar.
cuzqueño se encargó Con motivo de la reforma Escalante llegaron a ser establecidas comisiones de enseñanza
del Ministerio de indígena en las provincias de Ayacucho, Huanta, Huancavelica Huancayo, Jauja y Tarma, encar-
educación en julio y gadas de velar por el adelanto de la educación de los pobladores de esa raza. Un plan de escue-
agosto de 1930. Su las especiales para la educación del indio, fue formulado, sensible a la necesidad de comprender
carrera política se en él las escuelas normales para la preparación de maestros indígenas, las escuelas rurales de
inició en 1901, como finalidad práctica, las misiones educativas, los internados y otros organismos.
subprefecto de la Por decreto supremo de 26 de abril de 1930 se dispuso la creación de escuelas normales
provincia de canas. en para indígenas en las tres regiones del país. En ellas, debía darse a alumnos que hubiesen cursa-
1913 fue elegido do la instrucción primaria una instrucción profesional de tres años, orientada hacia la agricultura,
diputado por su la ganadería y las pequeñas industrias del campo. Aparte de la brevedad de su duración, el
provincia natal, y indigenismo educacional de 1930 debió haberse caracterizado a veces por el sentido empírico
enviado a prisión tras e improvisado de sus realizaciones.
el golpe de estado de El Gobierno dispuso que el 24 de junio fuese feriado en la tarde y le dio el nombre de “Día
leguía en 1919. cinco del Indio”.
años después, ya en
libertad, se aproximó
al leguiismo. colaboró el deSaRRollo educacIonal.- Según datos oficiales, en 1929 funcionaron 3.553 escue-
con la prensa, el las primarias, mientras que en 1919 habían existido 3.006. Las cifras correspondientes a los
Hombre de la calle y la alumnos matriculados en los dos años antedichos ascendió a 308.450 y 181.211 respectivamen-
Revista Semanal, entre te. Los normalistas en servicio eran 919 en 1929 cuando fueron 113 en 1919. El número total de
otras publicaciones. los maestros llegó a 6.268 en 1929 habiendo sido de 4.351 en 1919. El aumento de 547 en el
número de escuelas a través del periodo de diez años, con un promedio de casi 55 por año,
venía a ser muy pequeño comparado con el avance que alcanzó el país en otros campos.
Producida la crisis económica de 1929 hubo en 1930 un aumento de solo 9 escuelas, sumando
su total 3.562. La cantidad de niños que estos informes oficiales registraron dentro de las escue-
las da un porcentaje minoritario comparado con la población en edad escolar. Las cifras aquí
transcritas pertenecen al Extracto Estadístico de 1931 y ofrecen algunas variantes con las de
otras fuentes oficiales.
En 1929 funcionaron 36 colegios nacionales, 29 de los cuales eran de varones y 7 de mujeres.
En 1930 hubo un colegio de varones menos.
El Gobierno decretó en 1929, como ya se ha expresado en otro capítulo, la creación de una
nueva entidad denominada Caja Nacional de Ahorros. El 50°/o de sus utilidades quedó

142 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


destinado a ser invertido en la construcción de centros escolares en cada una de las capitales de el deSaRRollo
las provincias. También el ahorro escolar debía recibir impulso por medio de esta Caja. La crisis en educacIÓn
que estalló a fines de 1929 impidió la realización de tan valiosos proyectos.
El porcentaje del pliego de Justicia, Culto, Instrucción y Beneficencia siguió mostrando la el saldo que dejó el
tendencia, por cierto condenable, a disminuir dentro de los presupuestos de 1919 a 1930, según oncenio en materia de
cabe constatar en las cifras que se dan a continuación: educación fue positivo. el
número de colegios
-1919 14,81 % aumentó en 50% durante
-1920 14,86% este período. también se
-1921 14,87% registró un incremento
-1922 14,49% en la cifra de alumnos
-1923 14,14% matriculados. a
-1924 13,31% continuación vemos las
-1925 13,74 % cifras de maestros al
-1926 15,01% inicio y al final del
-1927 15,06% gobierno de leguía.
-1928 14,42%
-1929 14,19% noRMalIStaS
-1930 14,18% 1919 113
1929 929

la SocIedad aGRaRIo-MeRcantIl Y la educacIÓn Que ella pReFIRIÓ.- En el total de MaeStRoS


Perú, como en casi todos los demás países de América Latina, la orientación fue, en las primeras 1919 4.351
décadas del presente siglo, la de tener una escuela primaria de proporciones limitadas, una 1929 6.268
educación secundaria dividida entre los colegios nacionales cuyo número fue muy reducido y a
los que iban ciertos sectores de las clases medias mientras la mayor parte de la población estu-
diantil acudía a colegios particulares que tendían a la proliferación y en su mayoría eran costosos
o medianamente caros. Todo el sistema era de élite. El Oncenio no lo cambió. El país vivía regido
por la aristocracia de la costa cuya fortuna se basaba, sobre todo, en la agricultura de exporta-
ción; y, en el interior, por los propietarios de tierras y ganados de la sierra. Las características
agrario-mercantiles de la sociedad peruana la llevaron a conservar los viejos moldes de la edu-
cación con la escuela primaria gratuita pero poco accesible a las masas rurales y con un espíritu
marcadamente de clase media; la secundaria poco numerosa, antesala de los estudios superio-
res; y estos orientados, sobre todo, en un sentido burocrático y a las profesiones liberales, sin
preocupación por el fomento industrial y el desarrollo económico.

[ II ]
loS GoceS de JuBIlacIÓn, ceSantía Y Montepío Y el MaGISteRIo pRIMaRIo.-
El magisterio primario obtuvo la ratificación de una gran conquista con la ley N° 6225 de 9
febrero de 1929 que concedió derecho a los goces de jubilación, cesantía y montepío a los
profesores y preceptores de los planteles correspondientes a ese nivel de la educación.

la leGISlacIÓn SoBRe loS coleGIoS de InStRuccIÓn SecundaRIa.- La educa-


ción secundaria no tuvo durante esta época cambios sustanciales. Las leyes promulgadas en
relación con colegios nacionales fueron las siguientes:
La ley N° 4224 de 2 de febrero de 1921 exoneró de derechos útiles de enseñanza que se
importaran de París para el Colegio San José de Chiclayo.

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 143


La ley Nº 4399 de 16 de noviembre de 1921 dispuso que los tesoreros de Beneficencia y de
los colegios de Ciencias y de Educandas del Cuzco ejercieran las mismas facultades coactivas
que los administradores del Tesoro público.
la ley n0º 4680 La ley Nº 4493 de 13 de febrero de 1922 ordenó entregar en el año administrativo de 1922
una renta para el Colegio Nacional de Chincha, de la creada por la ley Nº 1873 de 24 de noviem-
de 19 de Junio de bre de 1923 sobre higienización de las ciudades de Chincha, Ica y Pisco.
1923 adJudicó el La ley Nº 4622 de 27 de enero de 1923 botó fondos para la adquisición del gabinete de física
50% del y el laboratorio de química en e! Colegio de San Carlos de Puno.
La ley Nº 4669 de 7 de marzo de 1923 estableció un gravamen sobre la chalona y las lanas
iMpuesto exportadas del departamento de Puno y sobre el consumo de la coca en el mismo, para soste-
creado por una nimiento del mismo Colegio de San Carlos.
ley reGional La ley Nº 4670 de mayo de 1923 elevó el impuesto que gravaba el consumo de coca en la
provincia de Jauja para el sostenimiento del Colegio de San José de Jauja.
sobre el La ley Nº 4680 de 19 de junio de 1923 adjudicó el 50% del impuesto creado por una ley
consuMo de regional sobre el consumo de bebidas alcohólicas en la provincia de Huaylas y creó un impues-
to sobre las cabezas de ganado producido o cebado en la misma provincia, como rentas para el
bebidas Colegio Dos de Mayo de Caraz.
alcoHólicas en La ley Nº 4885 de 5 de enero de 1924 adjudicó al Colegio de San Luis Gonzaga de
la provincia de Chuquibamba los bienes de propiedad fiscal en la provincia de Condesuyos.
La ley Nº 4887 de 5 de enero de 1924 adjudicó al Colegio Dos de Mayo de Caraz el fundo
Huaylas y creó San Sebastián de propiedad fiscal.
un iMpuesto La ley Nº 5100 de 18 de mayo de 1925 estableció un colegio de segunda enseñanza (primer
ciclo) en Iquitos con secciones anexas agrícola e industrial y le señaló rentas específicas recau-
sobre las dadas por la aduana de ese puerto.
cabeZas del La ley Nº 5187 de 11 de agosto de 1925 dispuso se construyera un local para el Colegio de
Ganado la Independencia Americana de Arequipa.
La ley Nº 5537 consignó partida presupuestal para el ensanche del Colegio Dos de Mayo de
producido o Caraz.
cebado en la La ley N° 5538 de 3 diciembre de 1925 destinó al sostenimiento del Colegio Santa Inés de
MisMa Yungay el 50% del impuesto creado por una ley regional sobre consumo de las bebidas alcohó-
licas en la respectiva provincia.
provincia, coMo La ley Nº 5849 de 18 de junio de 1927 ordenó la construcción de un nuevo local para el
rentas para el Colegio de San José de Chiclayo con el producto de la venta del local existente, un impuesto a
la gasolina introducida en el departamento de Lambayeque y el producto de la venta del fundo
coleGio dos de Rafan de propiedad del plantel.
Mayo de caraZ. La ley Nº 5864 de 4 de octubre de 1927 consignó una partida para el restablecimiento del
Colegio de Santa Rosa para mujeres en Puno.
La ley Nº 5880 de 19 de octubre de 1927 consignó una partida para la reparación y ensanche
del Colegio de San José de Moyobamba.
La ley Nº 5964 de 24 de diciembre de 1927 creó una escuela práctica de agricultura y gana-
dería en Tingua, departamento de Áncash.
La ley Nº 6218 de 12 de mayo de 1928 destinó para el sostenimiento del Colegio de Santa
Rosa de Puno los productos de las contribuciones que fueran departamentales en las provincias
del departamento, con algunas excepciones; y señaló para el funcionamiento de dicho plantel
el local de la extinguida Junta Departamental.
La ley N° 6622 de 6 de abril de 1929 autorizó al Poder Ejecutivo para vender los bienes
inmuebles adjudicados por ley de 4 de marzo de 1928 al Colegio de Minería de Huánuco con el
fin de construir edificios en esa ciudad, cuyo alquiler pudiera constituir después una renta para
el sostenimiento del referido plantel.

144 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


[1] ROSA DE SANTA
MARÍA. Este
colegio fue
fundado en 1928
en la ciudad de
Lima. Representó
un gran avance
para la educación
femenina, pues dio
mejores
oportunidades de
estudio a más
niñas y
adolescentes. Aquí
vemos dos
fotografías de 1953,
tomadas durante la
celebración del
aniversario de su
fundación.

[2]

[ capítulo 3 ] adenda 145


patRÓn Y Podrá parecer que la relación precedente es árida y ociosa y que solo tiene un interés insti-
el coleGIo tucional o local. Sin embargo refleja una filosofía legislativa y educacional. No hubo casi aumen-
Guadalupe to de colegios nacionales en provincias, excepto el de Iquitos y el de Santa Rosa de Puno. Se
careció, tal como había ocurrido antes, de una concepción integral para las construcciones o el
mejoramiento de planteles. Razones seguramente políticas o personales o regionales conduje-
ron a leyes dispersas y empíricas, la mayoría de ellas basadas en el concepto del “ear-marked tax”
o del impuesto con fines predeterminados. En la fiebre de obras materiales que caracterizó al
Oncenio, solo el Colegio de San José de Chiclayo y el Colegio de la Independencia Americana
de Arequipa emergieron con edificios nuevos.

loS dIRectoReS del coleGIo Guadalupe.- Los directores de Colegio Guadalupe


durante este período fueron: Gustavo Ries (1919), Carlos Hillhurg (1919-1920), Gustavo Ries
(1920-1921), José R. Gálvez (1922-1925), José R. Wagner (1926) y César Patrón (1927-1933).

el profesor césar e. loS oRíGeneS del coleGIo alFonSo uGaRte.- En 1929 comenzó a funcionar el cole-
patrón, a quien vemos gio anexo al Instituto Pedagógico de Varones. Lo dirigió Augusto Aguirre Morales. Siguió abierto,
en esta fotografía, fue a pesar de que, por las turbulencias políticas fue clausurado pocos años más tarde el Instituto.
director del colegio En 1933 se lo conoció como Plantel de Segunda Enseñanza. En 1937 se realizó un concurso
nacional nuestra interno para darle un nombre y la resolución de 17 de julio de aquel año acató los resultados de
Señora de Guadalupe esta encuesta oficializando el nombre Alfonso Ugarte. Hasta entonces los directores habían sido,
de 1927 a 1933. dicha además de Aguirre Morales, Carlos Velásquez, Arturo Tapia y Alberto Rivera y de Piérola. Este
institución, fundada en último se mantuvo en el cargo durante once años.
1939, durante el
gobierno del mariscal
agustín Gamarra, fue el el coleGIo nacIonal de MuJeReS de lIMa.- El año de 1928 tiene un notable signifi-
primer colegio nacional cado para la educación secundaria femenina en el Perú. Se abrió el Colegio Nacional de Mujeres
de la república. patrón de Lima, bautizado después con el nombre de Rosa de Santa María. Hasta entonces no había
también ocupó la existido en la capital un plantel de ese carácter, Actuó como directora de él la educacionista
dirección del colegio belga Luisa D’Heure que había tenido artes a su cargo la Escuela Normal de Mujeres de Arequipa.
nacional de ciencias En 1930 funcionaban ya tres años de media en el Colegio Nacional de Mujeres de Lima. La pri-
del cuzco. mera promoción de este plantel tuvo dieciocho alumnas.

GeRtRudIS HanKS Y el lIMa HIGH ScHool.- En 1921 la educadora norteamericana


Gertrudis Hanks asumió el cargo de directora del Lima High School y auspició el proyecto para
la construcción de un nuevo local .Con la colaboración de amigos de la Iglesia Metodista de
Estados Unidos donde la señorita Hanks realizó una campaña empeñosa, fue posible levantar
un bello edificio que hoy cobija a más de seiscientas alumnas. El Lima High School, obligado,
años más tarde, por una orden del Ministerio de Educación para que tomara un nombre en
castellano, se transformó en el Colegio María Alvarado.

el coleGIo de la Salle.- La congregación de los hermanos de La Salle envió cuatro repre-


sentantes al Perú en febrero de 1922, a pedido del arzobispo de Lima, Emilio Lissón. Tres tenta-
tivas para traerlos a este país habían escollado antes por diversos motivos; en una de ellas los
hermanos enviados al Perú formaron la primera comunidad en Chile. El grupo de 1922, bajo la
dirección del R. H. Aphrosien Marie, conocido como el Hno. Luís, tomó a su cargo el externado

146 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


del Seminario de Santo Toribio. En 1926 se fundó en Lima el Colegio de La Salle con 38 alumnos;
este número creció notablemente en los años siguientes. En 1928 los mismos hermanos dejaron
organizado el Seminario de Lima y establecieron, a pedido del Gobierno, la Escuela Normal de
Arequipa, en la misma casa que había servido de alojamiento del Libertador y de local para el la
famoso colegio del padre Duhamel. El Colegio de La Salle en Arequipa fue abierto en 1931.
conGreGación
de los HerManos
el coleGIo de San luIS de BaRRanco.- La congregación de los hermanos maristas Maristas Fundó
fundó en 1923 en Barranco el Colegio de San Luís, destinado a ejercer gran influencia educacio-
nal en esa población y en Lima. Director de este plantel fue el hermano Plácido Luis, nacido en
en 1923 en
Alava, España, miembro de la congregación desde 1903, llegado al Perú en 1909 como director barranco el
del English Commercial School del Callao, radicado allí hasta 1923. Más tarde, el hermano coleGio de san
Plácido Luis fue fundador y director del Colegio Champagnat de Miraflores. En 1963 recibió
diversos homenajes por haber cumplido sesenta años en la docencia. luis, destinado
a eJercer Gran
VIlla MaRía acadeMY.- En 1928 llegaron las religiosas norteamericanas del Inmaculado
inFluencia
Corazón, traídas a Lima por el arzobispo Emilio Lissón con el fin de establecer un colegio desti- educacional en
nado a las niñas de las clases altas en el que ellas pudieran aprender con éxito el idioma inglés. esa población y
Hasta entonces la obra de los educadores norteamericanos en el campo de la enseñanza
particular no había sido predominantemente católica sino protestante. Los hijos e hijas de las en liMa.
familias acaudaladas carecían, en su mayor parte, de contacto escolar con la cultura de Estados director de este
Unidos. Villa María Academy fue el comienzo en la ruptura de ambos vacíos.
Villa María Academy no siguió los planes y programas de la educación secundaria peruana
plantel Fue el
y en esa actitud prescindente ha continuado hasta hace poco con beneplácito de los padres de HerMano
familia relacionados con ese establecimiento de enseñanza. plÁcido luis,
nacido en Álava,
el coleGIo uMBeRto 1°º Y el coleGIo antonIo RaIMondI.- Augusto Catanzaro, espaÑa (...).
nacido en Nerví (Génova) en 1861, llegó al Perú con sus padres y dos hermanos en 1878. El
padre fue el capitán de travesía Francisco Catanzaro y sus hermanos Ángel y Juan tuvieron una
empresa de transportes. La familia participó en las batallas de San Juan y Miraflores en el bata-
llón de César Canevaro.
Augusto, que tenía el grado de profesor normalista, dirigió durante algunos años la Escuela
Italiana del Callao (hoy Escuela Regina Margherita). Más tarde, entre 1896 y 1910 y entre 1914 y
1928 tuvo a su cargo el Colegio Italiano mixto Umberto 1º de Lima fundado en 1872. Ejerció el
magisterio durante más de cuarenta años. Contó entre sus alumnos a destacadas figuras de la
colectividad entre las que estuvieron los Dasso, Nicolini, Raffo, Mazzi, Nosiglia. Denegri, Traverso,
Boggio, Piaggio, Isola, Gerbolini, D’Onofrio, Ratto, Costa, Puccinelli y otros.
Augusto Catanzaro recibió del Gobierno italiano una de las tres medallas de oro otorgadas
anualmente en el mundo como premio a la labor cultural y de acercamiento en los países en
que radican las colonias de ese país. Modesto y bondadoso, vivió consagrado a su labor docen-
te aunque dejó una dispersa obra literaria en la que se destaca una traducción al castellano del
poema de Giacomo Leopardi Bruto el Menor. Jubilado en 1930 falleció en 1933. Un grupo de sus
ex alumnos erigió poco después un busto con su efigie en el Colegio Antonio Raimondi.
A fines de la década de 1920 un grupo de residentes italianos en el Perú, en el que destaca-
ron los hombres de negocios Pietro Vaccari y Gino Salocchi, bajo los auspicios del ministro de
aquel país en Lima, G. B. Beverini, logró reunir los fondos necesarios para erigir y acondicionar
un magnífico edificio en la avenida entonces llamada Leguía (ahora Arequipa) y constituir el

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 147


BIen del HoGaR Colegio Antonio Raimondi. Colaboraron económicamente el Banco Italiano (hoy Banco de
Crédito), la Sociedad de Beneficencia Italiana y otras entidades
Desde abril de 1930 comenzó a funcionar el plantel en su nuevo local, en dos secciones, de
varones y de mujeres, confiada esta última a la congregación de las Hijas de Santa Ana, que ya
la tenían a su cargo en la Escuela Umberto 1º, desde 1904. El primer director fue Siro Simoni. La
ceremonia oficial de inauguración tuvo lugar el 19 de junio de 1930 con asistencia del presiden-
te Leguía.
El Colegio Antonio Raimondi se enorgulleció de haber sido el primer centro educativo que
aplicó de verdad en el Perú el método Montessori. Entre sus profesores han figurado Julio C.
Tello, Raúl Porras Barrenechea, José Jiménez Borja, Francisco Miró Quesada, Jorge Puccinelli,
Raúl Ferrero Rebagliati y otros. En setiembre de 1931 apareció el primer número de Raimondi,
órgano del colegio, dirigido por Ramiro Prialé y José Durbiano.

el tRIcentenaRIo del SeMInaRIo de tRuJIllo.- Bajo el rectorado del P. Conrado


esta escuela fue Oquillas el Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo de Trujillo celebró jubilosamente entre
fundada por lucía el 29 de octubre y el 4 de noviembre de 1925 las fiestas de su tercer centenario. Fue fundado en
Rynning de antúnez de 1625. Reemplazó ese año al P. Oquillas el P. Juan Miguel Atocha. No solo las fiestas sino la historia
Mayolo. Su objetivo era del plantel han sido relatadas en un libro publicado entre 1925 y 1928 por el P. Oquíllas.
la formación de
jóvenes limeñas en las
labores propias del [ III ]
hogar. la escuela de loS coMIenZoS de la educacIÓn InduStRIal FeMenIna. el “BIen del
ciencias domésticas HoGaR”.- La primera institución docente que sirve de base para el actual sistema de la edu-
Bien del Hogar se cación secundaria técnica industrial femenina es el Centro Escolar de la Inquisición que, por
inauguró el 11 de iniciativa de su directora, Manuela Felicia Gómez, se transformó en 1924 en la primera escuela
febrero de 1926 en una vocacional de mujeres en Lima.
ceremonia a la que La perseverancia de Lucía Rynning de Antúnez de Mayolo hizo formar la Sociedad Bien del
asistió el presidente Hogar, cuya finalidad inicial fue procurar la educación doméstica de la mujer como medio de
leguía. en 1929 fue formar a la madre de familia. La Beneficencia Pública de Lima le cedió un local y allí, con el
autorizada para subsidio del Gobierno, arregló las distintas, dependencias para el cumplimiento de sus objetivos.
entregar certificados La sede de la Escuela de Ciencias Domésticas Bien del Hogar se inauguró oficialmente el 11 de
de competencia a febrero de 1926, con asistencia del presidente Leguía. Las clases empezaron el 15 de abril de
profesores de corte y 1926. En 1929 esta Escuela fue reconocida como centro para la preparación de maestras y se la
confección, ciencias autorizó a expedir certificados de competencia al profesorado en corte y confección, ciencias
domésticas y labores. domésticas y labores.

la educacIÓn coMeRcIal.- Algunos establecimientos de carácter particular habían actua-


do hasta 1927 en el campo de la educación comercial, sin que existiera para ellos una reglamen-
tación oficial. El Plan Provisional de Estudios Comerciales expedido en 1927 fue el primer intento
pedagógico de importancia realizado en este ramo por el Estado y estableció las condiciones de
ingreso y las asignaturas a desarrollarse en cinco años dentro de dicha especialidad.

[ IV ]
el SISteMa de concuRSoS paRa laS VacanteS en el RaMo de InStRuccIÓn
Y loS conSeJoS de InVeStIGacIÓn.- El decreto ley Nº 7469 de 26 de noviembre de
1931 expedido por la Junta Nacional de Gobierno y refrendado por el ministro Guillermo Garrido

148 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


Lecca, estableció el sistema de concursos para la provisión de las vacantes que se produjeran en
el ramo de Instrucción. Señaló los comprobantes que debían presentar los interesados, los
requisitos para presentarse, la composición de los jurados según los distintos cargos por llenar
y dio otras normas. En los jurados otorgó representación a la Asociación de Maestros de el 1° de
Segunda Enseñanza, al profesorado normal, a la Asociación de Maestros Primarios o a los maes-
tros primarios de la respectiva provincia según los casos.
dicieMbre de 1931
Fue un decreto ley que implicó un notable avance sobre las viciosas prácticas que habían Quedó iniciada
imperado. Pero no fue cumplido. la orGaniZación
Caso análogo vino a ser el del decreto ley Nº 7351 de 3 de octubre de 1931 que estableció
Consejos de Investigación, el Central y los provinciales como organismos consultivos del
de la
Ministerio de Instrucción con el fin de garantizar los derechos del maestro, especialmente en Federación de
cuanto a su estabilidad. Maestros
priMarios del
la MutualIdad eScolaR.- El decreto ley Nº 7451 del 26 de noviembre de 1931, también perÚ. el
refrendado por el ministro, Guillermo Garrido Lecca, estableció, con el carácter de forzoso, el
servicio de mutualidad escolar para el personal que prestaba sus servicios en la enseñanza oficial
surGiMiento de
y creó la entidad administrativa llamada Asociación Mutualista Magisterial con personeros de La esta entidad
Asociación Nacional de Maestros Primarios, la Asociación de Maestros de segunda enseñanza, la Fue Motivada
Asociación de Maestros de Lima y de los institutos pedagógicos y de tres funcionarios del
Ministerio de Educación en su directorio. por la deMora
Este decreto ley tampoco tuvo aplicación inmediata. en el paGo de
varias
la FedeRacIÓn nacIonal de MaeStRoS pRIMaRIoS.- El 1º de diciembre de 1931 Quincenas en
quedó iniciada la organización de la Federación de Maestros Primarios del Perú. El surgimiento los sueldos de
de esta entidad fue motivado por la demora en el pago de varias quincenas en los sueldos de
los maestros de Lima, Callao y balnearios.
los Maestros de
Marca una etapa en la historia del gremialismo en el Perú. Ahora se ha transformado en el liMa, callao y
poderoso Sindicato Nacional de Profesores de Educación Primaria. balnearios.
La Federación de Maestros Primarios se instaló en el Colegio Guadalupe con la representa-
ción de 107 sindicatos provinciales. Sus gestiones preliminares estuvieron a cargo de Eduardo
Willstater, secretario general de la Asamblea de Maestros de Lima, Callao y balnearios. Las juntas
preparatorias contaron como secretario a M. Neptalí Ruiz Campos. El primer secretario general
de la Federación fue Hildebrando Sotelo. La filiación de los dirigentes de la nueva entidad fue
predominantemente aprista.

la InStRuccIÓn en laS eScuelaS de talaRa Y loBItoS.- La ley Nº 7519 de 3 de mayo


de 1932 declaró que la dirección y supervigilancia de la instrucción dictada en las escuelas de
los asientos petrolíferos de Talara y Lobitos debía estar a cargo de un inspector normalista cuyos
haberes correspondía pagar a la International Petroleum Company y a la Compañía Petrolera
Lobitos. Agregó que ambas empresas debían proporcionar movilidad al inspector, así como un
local apropiado. Los directores y auxiliares de las escuelas primarias de los referidos asientos eran
empleados públicos y su remoción y suspensión solo incumbía a las autoridades competentes.
Todos los niños menores de 14 años cuyos padres residieran temporalmente en los lugares
mencionados o en ellos estuvieran domiciliados tenían derecho a que se les concediera instruc-
ción gratuita y obligatoria. Las empresas mencionadas hallábanse en la obligación de dotar a las
escuelas de los muebles, útiles y material de enseñanza necesarios.

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 149


alFRedo l. el coleGIo toRIBIo caSanoVa de cuteRVo.- El único colegio nacional que creó el
palacIoS Congreso Constituyente entre 1931 y 1933, fue denominado Toribio Casanova en la ciudad de
\(1880-1965) Cutervo (ley Nº 7739 de 11 de abril de 1933). Mandó que funcionara en el local obsequiado por
el Concejo Provincial. También ordenó que la Caja de Depósitos y Consignaciones pusiera a
disposición de la junta respectiva los 3.706 soles y 80 centavos que tenía en su poder por con-
cepto de la conscripción vial, para la adquisición de útiles y enseres escolares. Además de las
subvenciones que señaló en el Presupuesto de la República y en el Concejo Provincial, estable-
ció como rentas para el sostenimiento del nuevo plantel un gravamen de cincuenta centavos
por cada cabeza de ganado que se exportara de la provincia de Cutervo y un impuesto de
veinte centavos por cada quintal de café, cacao y suela y por cada lata de manteca que asimismo
fueran exportados de dicha provincia.

otRaS leYeS SoBRe coleGIoS.- La ley Nº 7516 de 30 de abril de 1932 autorizó al Colegio
San Luis Gonzaga de Ica para ceder al Concejo Provincial un lote de terreno en el fundo San
Miguel en cancelación de un crédito; y dispuso que el mencionado terreno fuese dedicado a la
profesor argentino y construcción de un estadio.
primer diputado La ley Nº 7562 de 5 de agosto de 1932, que destinó la suma de 30 mil soles para obras públi-
socialista del cas en el departamento de Amazonas, ordenó que, de ella, fuesen destinados 11 mil soles para
parlamento de su país, la reconstrucción de los locales del hospital y del colegio nacional.
llegó al perú en 1919. La ley Nº 7641 de 3 de noviembre de 1932 restableció como anexo al colegio de San Ramón
la influencia del de Ayacucho los servicios pertenecientes a la fenecida Escuela de Artes y Oficios, sus ramos
pensamiento de conexos y otros adaptados a las industrias pertinentes al lugar y; creó en el departamento de
palacios se hizo sentir Ayacucho un impuesto por cada litro de chicha de jora y de molle que se consumiera y cuyo
entre los jóvenes producto debía ser destinado al sostenimiento de la sección de Artes y Oficios antedicha.
estudiantes del país. La ley Nº 7644 de 2 de noviembre de 1932 dispuso que la Caja de Depósitos y Consignaciones
tras una serie de abonase al Colegio de San Luis Gonzaga, de los fondos que recaudase para el saneamiento de
artículos de crítica a Ica, la suma de 18.087,07 soles adeudada al antedicho plantel.
los docentes de San La ley Nº 7646 de 3 de noviembre de 1932 adjudicó la haciende Papaya, de propiedad del
Marcos aparecidos en Estado, al Colegio de San Juan de la Libertad de Chachapoyas, con el fin de que atendiera a la
el diario la Razón, creación y sostenimiento de una sección de enseñanza agropecuaria.
editado por José carlos
Mariátegui, los alumnos [V]
decidieron iniciar una la ReFoRMa unIVeRSItaRIa.- En 1918 estalló en Córdoba, Argentina, el movimiento
huelga. Sus demandas estudiantil en favor de la reforma universitaria. El manifiesto que la definió estuvo dirigido a “los
se centraron en hombres libres de Sudamérica”. A comienzos del siguiente año llegó al Perú el profesor y ora-
mejoras a la educación dor socialista Alfredo L. Palacios invitado por el Gobierno con motivo de su campaña alrededor
y modernización de la de la cuestión de Tacna y Arica y su contacto con la juventud de aquella época dejó profunda
estructura curricular. huella. Una serie de artículos de critica a los catedráticos de la Universidad de San Marcos, ini-
ciados con los referentes a los de la Facultad de Letras, aparecieron en los primeros meses de
1919 en el diario La Razón que dirigía José Carlos Mariátegui. Fueron escritos por Raúl Porras
Barrenechea, Guillermo Luna Cartland y Humberto del Águila. Agitaron el ambiente juvenil y se
produjo en junio la huelga en dicha Facultad secundada luego gradualmente por las demás.
Las demandas estudiantiles se fundamentaron en el anhelo de mejoramiento y modernización
de la enseñanza y propugnaron la participación en el gobierno de las universidades, la docen-
cia libre, el derecho de tacha, la supresión de las listas y de los premios, la periodicidad de las
cátedras y el concurso para ellas, la libertad de enseñar y la creación de seminarios y de becas
para estudiantes pobres. El aspecto más beligerante de este programa estuvo en las tachas a
veintiocho profesores.

150 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


[1] EL COLEGIO RAIMONDI.
Fue inaugurado en 1930
con el apoyo del
gobierno italiano, los
inmigrantes asentados
en Lima e instituciones
como la Beneficencia
Italiana y el Banco
Italiano. Su primer
local se erigió entre las
actuales avenidas
Arequipa y Petit
Thouars. Aquí vemos la
capilla del colegio
durante su
construcción (1) y la
fachada del centro de
estudios (2).

[1]

[ capítulo 3 ] adenda 151


auGuSto peñaloZa La reforma de 1919 fue, aparte de un estallido de clases medias en la población estudiantil,
(1893-1987) una demanda clamorosa por una enseñanza mejor, una protesta ostensible contra lo que
entonces se calificó como “esclerosis de la docencia”. Sus postulados principales afirmaron la
necesidad de elevar el nivel de la docencia, de jubilar a los catedráticos ancianos, de poner limi-
te al derecho de propiedad sobre las cátedras, que era ejercido sin consideración al transcurso
del tiempo, y de atraer a los jóvenes hacia la ciencia y la cultura. Con este último propósito, los
memoriales estudiantiles plantearon la creación de la cátedra libre y el establecimiento de con-
cursos. Con menos intensidad se habló entonces de la enseñanza práctica, aplicada y técnica a
través de laboratorios, museos e instrumental adecuados; de la orientación nacionalista de los
estudios; de la supresión de las listas y premios; de la participación de graduados elegidos por
los estudiantes en el Consejo Universitario y de la creación de seminarios y de becas para alum-
nos pobres. Al lado de reivindicaciones generales había demandas parciales o locales. Los estu-
diantes de Jurisprudencia por ejemplo, pidieron la abolición del curso de Derecho Eclesiástico y
la derogación de la ley que facilitaba el ingreso a los estudios para la profesión de abogado.
En los meses de julio y agosto de 1919 la crisis universitaria se acentuó. El 2 de agosto, una
Junto al congresista asamblea de estudiantes decretó la huelga general. Un bello manifiesto escrito por Manuel
león Vega, este Abastos fundamentó las demandas juveniles. Empezaba con las siguientes palabras: ”Por prime-
abogado y político ra vez los estudiantes se dirigen al país en nombre de un ideal de cultura”. El Consejo Universitario
huancaíno presentó un adujo que carecía de atribuciones para intervenir en asuntos internos de las facultades y mani-
proyecto de ley para festó la esperanza de que la nueva ley de enseñanza podía ser la solución del problema.
permitir que los Una manifestación estudiantil reunida el 4 de setiembre terminó en la Plaza de Armas para
estudiantes tuvieran entregar al presidente Leguía un memorial que solicitaba su intervención en el conflicto. Leguía
una mayor injerencia había sido elegido “Maestro de la Juventud“ en 1918 y había manifestado simpatías hacia la
en el control político reforma al asistir el 1º de agosto a la ceremonia de inauguración de la nueva directiva de la
de las universidades. Federación de Estudiantes. La Federación de Estudiantes era la entidad representativa de la
entre las iniciativas se juventud universitaria erigida desde 1917. La habían ya presidido Fortunato Quesada, Carlos
encontraba una que Barreda Laos y Felipe Chueca. En 1919 triunfó en las elecciones la candidatura de Hernando de
permitía que los Lavalle. Poco después estalló el movimiento de la reforma y surgieron los comités reformistas de
estudiantes pudieran, las facultades agrupados luego en el Comité Central que presidió José Manuel Calle. Es decir,
por ejemplo, vacar las entre más o menos julio y setiembre de 1919, hubo paradojalmente dos entidades elegidas por
cátedras deficientes. los estudiantes: la Federación y el Comité Central de Reforma. Como era previsible, ambos orga-
peñaloza representó a nismos entraron pronto en abierto desacuerdo. El rector dirigió a la Federación la respuesta al
su provincia natal en el memorial del Comité que había presentado los pedidos juveniles. Después de desagradables
parlamento hasta 1930 forcejeos, el Comité renunció. La Federación quedó sola; pero no por eso se estabilizó. El 10 de
y luego durante el setiembre se produjeron los ataques de turbas gobiernistas a las imprentas de El Comercio y La
período 1930-1945. Prensa. A raíz de estos atentados la mayoría de los delegados de la Federación se apartaron de
sus cargos en señal de protesta. Permaneció en ella un grupo minoritario; pero el Comité de
Reforma no volvió a funcionar. Después de un período de incertidumbre quedó reorganizada la
directiva de la Federación a través de elecciones parciales y fue elegido presidente de ella Víctor
Raúl Haya de la Torre.
Grande fue la trascendencia del decreto del 20 de setiembre de 1919 firmado por el presi-
dente Leguía y el ministro Arturo Osores. Este decreto estableció cátedras libres en las facultades
con aprobación del Consejo Universitario; ordenó que las facultades dieran permiso a quienes,
si reunían los requisitos de la ley para ser catedráticos, solicitaran dictar algún curso correspon-
diente al plan de estudios; advirtió que este permiso se otorgaría previa presentación de un
programa analítico y duraría un año con posibilidad de un nuevo nombramiento, si bien podía
también ser anulado; dio a los solicitantes el recurso de apelar al Consejo Universitario si la
Facultad rechazaba su pedido; estableció que las cátedras libres percibirían igual renta que las
principales y que esa renta sería pagada por el Gobierno con cargo a la partida de

152 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


extraordinarios del Presupuesto de la República mientras se consignara una partida específica;
ordenó que los delegados elegidos por los alumnos formaran parte del Consejo Universitario,
debiendo ser doctores en alguna facultad y con su mandato de dos años sin derecho a la reelec- [ 1920 ABRIL 15 ]
ción; entregó la reglamentación de la elección de los alumnos al Consejo Universitario; suprimió
las listas; y autorizó a esa entidad a solucionar los demás puntos del conflicto. la ReFoRMa de la
Un proyecto de ley presentado en la Asamblea Nacional el 9 de octubre por los diputados enSeñanZa. en la
Augusto C. Peñaloza y León Vega resultó aprobado con ligeras modificaciones ese mismo día y edición del 15 de abril
se convirtió en la ley 4002. Declaró ella la vacancia de las cátedras con enseñanza deficiente, con de 1920, el comercio
lo cual dio validez a las tachas estudiantiles; facultó la provisión de ellas por el Gobierno de publicó un documento
acuerdo con el pedido de la juventud, siempre y cuando los candidatos fueran doctores en la presentado por el
universidad y tuviesen las cuatro quintas partes de los votos del total de los alumnos; otorgó ministro de educación
carácter transitorio al nombramiento ministerial de estos catedráticos hasta la dación de la carlos Sayán Álvarez
nueva ley de enseñanza; y prorrogó el año universitario hasta el 28 de febrero de 1920. para la reforma de la
La ley 4002 provocó la protesta de los catedráticos de la Facultad de Medicina. Surgió así, con enseñanza superior.
carácter más conciliador, la ley 4004 de 16 de octubre que entregó la organización de la docen- Según el ministro, la
cia universitaria a la misma universidad. Dispuso la ley 4004 que las cátedras vacantes por tachas reforma era necesaria
justas de los alumnos fueran provistas en un plazo de ocho días en Lima y de treinta en las porque la universidad
universidades menores. Estableció, al mismo tiempo, la intervención de los alumnos en el se había convertido en
Consejo Universitario, a través de los delegados que debían ser elegidos en primera votación por “un foco de agitación y
cuatro quintas partes de los sufragios; y, en caso de no alcanzarlos, hasta por mayoría simple en propaganda,
tercera votación. Correspondía al Consejo Universitario así integrado, elegir por mayoría a los seguramente a pesar de
catedráticos antedichos. Nadie podía dictar dos cátedras. Quedaron suprimidos los adjuntos. los catedráticos, que se
Fue establecida la jubilación forzosa de los catedráticos de 70 años de edad. El Gobierno recibió encontraban impotentes
autorización para modificar el proyecto de la ley de enseñanza preparado por una comisión para conducir las
especial nombrada años atrás por la ley 2690 y que ya había sido entregado con fecha 10 de actividades de los
setiembre. estudiantes por los
En la elección efectuada a principios de noviembre de 1919, obtuvieron la mayoría de votos senderos propios de la
para ser delegados de los estudiantes en el Consejo Universitario, Carlos Enrique Paz Soldán y función universitaria.
José Antonio Encinas. Han circulado en
público volantes de
índole netamente
el pRIMeR conGReSo nacIonal de eStudIanteS.- Del 11 al 20 de marzo de 1920 se comunista, incitando a
reunió en el Cuzco el primer Congreso Nacional de Estudiantes. Lo presidió Víctor Raúl Haya de la rebelión y al
la Torre. desconocimiento de la
Presentó una orientación patriótica al adherirse a la declaración de caducidad del Tratado de organización social
Ancón y al participar entusiastamente los delegados en las manifestaciones públicas que tuvie- establecida”. Y añadía
ron lugar con motivo del conflicto con Bolivia, al extremo de presentarse en los cuarteles para luego: “esta situación
enrolarse en el caso de una movilización. Pero, al mismo tiempo, hiciéronse visibles las aspiracio- anómala no puede
nes hacia una educación laica y bajo el patronato del Estado y hacia la reforma universitaria. subsistir. la universidad
Significación especial tuvo el acuerdo que creó la Universidad Popular bajo la dirección de la ha desbordado su
Federación de Estudiantes del Perú con el fin de suministrar cultura general y de especialización finalidad propia y su
a la clase obrera. misión investigadora y
La Universidad Popular González Prada fue establecida el mismo año 1920 por Haya de la educativa para
Torre. convertirse en centro
de agitaciones sociales”.

loS IncIdenteS de 1920 en la Facultad de MedIcIna.- En 1920 el Parlamento


concedió a los alumnos de la Facultad de Medicina, contra la opinión de ella, la gracia de que
pudieran matricularse y rendir exámenes sin abonar los derechos respectivos. Prometió, en

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 153


la ReoRGanIZacIÓn cambio, una subvención fiscal de 20 mil libras que no fue pagada. Los alumnos de la misma
de San MaRcoS Facultad gestionaron, el mismo año, un examen de ingreso para los egresados de Ciencias; y se
produjo un conflicto entre estudiantes de ambas facultades y entre la de Medicina y el Consejo
Universitario.

el conFlIcto de 1921.- En 1921 se recesó la Universidad de San Marcos como ya se ha


visto, por decisión de cuarenta y seis catedráticos con motivo del asalto que turbas gobiernis-
tas hicieron al claustro cuando Víctor Andrés Belaunde daba una conferencia sobre el conflic-
to entre el Gobierno y el Poder Judicial. Un grupo de estudiantes partidarios de aquel consti-
tuyó un Comité Revolucionario de Reforma Universitaria después de una asamblea reunida el
7 de mayo, negó el derecho al receso y anunció su propósito de "abrir las puertas de la
Universidad renovada”. Otros grupos juveniles se manifestaron opuestos al nuevo Comité.
Pero el Ministerio de Instrucción le dio personería legal. El Consejo Universitario se declaró
incompetente para resolver el conflicto y adoptó el acuerdo de buscar una solución a través
en 1921 el ministro de de una asamblea de catedráticos que debió reunirse el 21 de mayo de 1921. Pero el decreto
educación Óscar c. de 19 de mayo de 1921 declaró vacante el rectorado y las cátedras en las distintas facultades
Barrós, a quien vemos en cuyos profesores habían sido tachados o habían manifestado su intención de no dictar sus
esta fotografía, expidió cursos. Protestaron el rector Javier Prado y los catedráticos destituidos. La Facultad de
un decreto para la Medicina dirigió a la nación un manifiesto en rebelión franca contra la autoridad del Poder
reorganización de la Ejecutivo y del Estado. El ministro Óscar C. Barrós, mediante el decreto de 31 de mayo de 1921,
universidad Mayor de San declaró en estado de reorganización a la Universidad de San Marcos, amplió la vacancia de las
Marcos. Su propuesta cátedras y la extendió a las de la Facultad de Medicina, y buscó en la autorización y en el
intentó reforzar la reforzamiento de las cátedras libres el antídoto para la ausencia de los protestantes. En cum-
asistencia a las clases de plimiento de la nueva ley creó el mismo decreto los institutos de Odontología y Farmacia en
los alumnos, quienes en vez de las secciones del mismo nombre. Múltiples gestiones para conseguir maestros por
dicho período elección juvenil fracasaron, sin embargo. Clausurada la Universidad, se produjo el inesperado
protestaban fallecimiento de su rector Javier Prado y un decreto supremo designó a Federico Villarreal
constantemente contra como rector interino. La celebración del primer centenario de la independencia nacional se
las autoridades de la produjo en medio del silencio de las aulas de San Marcos.
institución. El decreto de 10 de octubre de 1921 refrendado por el presidente Leguía y su ministro Óscar
C. Barrós, reglamentando los artículos 556 a 568 de la Ley de Instrucción, concedió valor oficial
a los estudios, grados académicos y títulos profesionales expedidos por la Universidad Católica
del Perú.
Instalado el Congreso en la legislatura de 1921, presentáronse en su seno diversas iniciativas
en relación con el caos de San Marcos. Una de ellas fue la de José Antonio Encinas para proponer
el nombramiento de una comisión formada por dos senadores, dos diputados y el ministro de
Instrucción con el fin de que resolviera, con plenos poderes, el litigio. La Cámara aprobó este
proyecto el 23 de setiembre, si bien lo enmendó en el sentido de que en dicha comisión parti-
ciparan el ministro y los miembros de las comisiones del ramo en ambos órganos del Poder
Legislativo. Debían estos personajes, en el plazo de treinta días, dictar todas las medidas que
fueran necesarias para evitar que los alumnos de San Marcos perdieran el año de estudios y
proponer ante el Poder Legislativo un plan general de reorganización definitiva de la Universidad.
Pero el Senado, a pesar de los debates tenidos en su seno, no llegó a una votación definida.
El 3 de noviembre de 1921 la Comisión de Instrucción de la Cámara de Diputados, encabe-
zada por José Antonio Encinas y Julio C. Tello, presentó un proyecto de ”Constitución
Universitaria”.
Debatido entre el 28 de noviembre de 1921 y el 8 de febrero de 1922, se llegó a la aproba-
ción de su articulado con algunos retoques. La Universidad (según la Constitución) debía

154 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


comprender las escuelas de Cultura General, de Graduados de Artes y Ciencias, de Teología, de
Medicina y de Ciencias, el Instituto Politécnico (integrado por las escuelas de Ingenieros, de
Agricultura y de Artes y Oficios), la Biblioteca y el Museo. Los cursos en cada escuela se agrupa-
ban en departamentos. Las materias de instrucción dividíanse en tres grupos: inferior, medio y Fue la de 1919 a
de carácter monográfico y de investigación. En la docencia abríanse anchas rutas para los espe-
cialistas sin grado académico y distinguíase entre instructores y profesores. A los estudiantes
1930 la priMera
concedíanse becas, bolsas de viaje, asistencia médica, vivienda, cooperativas y otras ventajas. Se Generación
“creaba” la Universidad Popular. La fiscalización y el impulso de la vida universitaria correspon- universitaria Que
dían a la Junta de Supervigilancia integrada por dos delegados del Congreso, dos del Poder
Ejecutivo, dos de los maestros, dos de los estudiantes y el director general de Instrucción.
vio interruMpir
Aumentábanse las rentas universitarias. sus estudos o los
La “Constitución” se inspiró, por un lado, en el modelo de las universidades norteamericanas interruMpió
en pugna con intereses creados y derechos adquiridos y, por otra parte, en consideraciones
políticas de tipo radical. El Senado no llegó a aprobarla. voluntariaMente,
con Frecuencia
la ReapeRtuRa de 1922 Y loS conFlIctoS de 1923 Y 1924.- El Gobierno llegó a
periódica. no Ha
expedir una resolución el 22 de marzo de 1922 para abrir la Universidad de San Marcos sobre la sido, por cierto,
base del documento sancionado por la Cámara de Diputados. Los catedráticos expresaron su la Única y despuÉs
disconformidad. Leguía expidió una nueva resolución con una fórmula para obviar las dificulta-
des que fue la de considerar a la Universidad transitoriamente como institución particular. Dicha anÁloGo proceso
solución, fechada 12 de abril, dio por terminada la intervención del Gobierno y tuvo corno se Ha repetido o
consecuencia la reapertura de los cursos dentro de un ambiente transaccional muy distinto del
que predominara el año anterior. San Marcos fue reabierto, así, sin cambios en su estructura. El
increMentado.
Gobierno consiguió, no haciendo nada, la normalización de la vida universitaria; y los catedráti-
cos tuvieron la paralización de una reforma que impugnaban.
Los sucesos ocurridos en 1923, alrededor de la consagración del Perú al Corazón de Jesús,
fueron el comienzo de nuevas agitaciones, esta vez provenientes de los alumnos y no de los
profesores. Ellas volvieron a estallar tumultuariamente en 1924 y 1925. Las preocupaciones polí-
ticas, lucha contra el poder público, y las primeras experiencias en el contacto de estudiantes
con obreros hicieron posponer los planteamientos netamente reformistas dentro del campo
interno universitario
La breve gestión de Manuel Vicente Villarán en el rectorado de San Marcos entre 1922 y 1924
representó un esfuerzo de mejoramiento y ordenamiento institucional; pero quedó muy pronto
interrumpida por las turbulencias en los claustros y fuera de ellos. La ley Nº 4667 de 12 de mayo
de 1923 concedió a la Universidad en la zona de la avenida Leguía un terreno de una extensión
de 218.140 metros cuadrados en armonía con el pedido hecho por Villarán al Gobierno el 1º de
octubre de 1922. Villarán inició los planos para la Ciudad Universitaria; pero esta labor no fue
proseguida después.
Al renunciar Villarán lo reemplazó José Matías Manzanilla, para quien el problema principal
consistió en que la Universidad viviera a pesar del clima de hostilidad que predominaba en las
relaciones entre ella y el Gobierno. “Puertas abiertas con dignidad” fue el lema de Manzanilla.

la GeneRacIÓn eStudIantIl de 1919 a 1930. la VIda unIVeRSItaRIa.- Fue la de


1919 a 1930 la primera generación universitaria que vio interrumpir sus estudios o los inte-
rrumpió voluntariamente, con frecuencia periódica. No ha sido, por cierto, la única y después
análogo proceso se ha repetido o incrementado. Los estudiantes que cortaron el año acadé-
mico de 1919 para declararse en huelga y volvieron a clase solo en octubre de ese año, vieron

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 155


a los catedráticos, producir el receso el de 1921, se enfrentaron a la policía en las calles y
suspendieron las clases constantemente para congregarse en “asambleas” durante el período
de 1923 1924 y 1925.Y aun en años en apariencia normales -1921, 1922, 1926, 1927,1928 y
en General los 1929- no faltaron etapas de agitación por razones de la política nacional o de las elecciones
para la directiva de la Federación de Estudiantes o para las de los centros de las facultades.
Jóvenes Cuando alguien en aquella época, tomaba la campana del patio de Ciencias Políticas y la
[universitarios] comenzaba a tocar, las voces de “¡Asamblea! ¡Asamblea!” hacían que los salones de clase y los
no Miraban con corredores quedaran vacíos mientras se reunía una multitud en el salón tradicionalmente
conocido como el General. Surgieron así por primera vez estudiantes que iban diariamente al
siMpatía las claustro universitario, no asistían a clases y no rendían, exámenes ni hacían, trabajos en rela-
lecturas ción con sus asignaturas; pero que se destacaban, en cambio, por su oratoria en las asambleas
sisteMÁticas, los o en los comicios públicos, o por su habilidad para buscar votos para la Federación de
Estudiantes o los centros federados de las facultades Fue, pues, una generación de extraordi-
trabaJos naria receptividad hacia la política y de allí que produjera dirigentes de la izquierda (el funda-
prÁcticos o las dor y varios de los principales secuaces del aprismo; otros que fueron, por lo menos en una
parte de su vida, militantes comunistas, y también dirigentes del Partido Socialista como
bÚsQuedas Luciano Castillo); así como varios destacados políticos, más tarde ministros o consejeros de
coMpleMentarias Sánchez Cerro y de Benavides o adversarios de este, entre los que puede ser mencionado Luis
en la biblioteca A. Flores, jefe del partido Unión Revolucionaria y su candidato presidencial.
En aquella época desaparecieron no solo las contentas y los premios, sino también la sis-
sobre las temática organización de “pasos” o lecciones y los trabajos y calificativos durante el año. Pasar
Materias lista fue práctica de algunos profesores llevada a veces hasta con rigidez; pero otros no la
siguieron y, en ciertos casos, comenzó a vislumbrarse algo que más tarde tomó creciente
enseÑadas, por importancia y fue la tendencia a halagar o a adular a los alumnos por temor a la tacha o sim-
Falta de tieMpo plemente por estar ”bien” con ellos. Y más y más se vio a estudiantes que no asistían a clases
libre para y se presentaban a examen y pasaban de año. Puede decirse que, desde entonces y con ritmo
creciente, salvo en la Facultad de Medicina, no se graduó sino el que no quiso. También
llevarlas a cabo. comenzaron a aparecer los estudiantes profesionales que se matricularon, año tras año sin,
pues la Mayor graduarse. No cabe afirmar, sin embargo, que San Marcos entre 1919 y 1930 dejara de trabajar
parte de ellos en el campo académico. Esto dependía, por cierto, de cada asignatura, de cada alumno y
también de la época del año. Por regla general, se estudiaba mucho en las semanas anteriores
tenía puestos o a los exámenes. En el curso del año, estos esfuerzos disminuían y se vinculaban al interés por
carGos y en casi la materia, al prestigio o a la importancia del profesor y a las condiciones de paz o de inquie-
tud del ambiente público. El mayor esfuerzo consistía, para no pocos alumnos, en tomar
todos los casos apuntes o utilizar las “copias” de otros años o los libros de texto y aprender lo que estaba allí
los proFesores resumido. No eran muy abundantes los casos en que se preparaban monografías o temas
no se esForZaban escritos con investigación propia; aunque los había. En general los jóvenes no miraban con
simpatía las lecturas sistemáticas, los trabajos prácticos o las búsquedas complementarias en
por eXiGirlos. la biblioteca sobre las materias enseñadas, por falta de tiempo libre para llevarlas a cabo, pues
la mayor parte de ellos tenían puestos o cargos y en, casi todos los casos los profesores no se
esforzaban por exigirlos.
La reforma de 1919 no cambió a ninguno de los profesores de filosofía. Se vivía aún en el
predominio de esos estudios, que Víctor Andrés Belaunde llamara “el filosofismo de la Facultad
de Letras”. Deustua había abierto el paso a algunos jóvenes valiosos como Mariano Iberico,
Ricardo Dulanto y Humberto Borja García.
En cambio la reforma afectó los cursos de literatura, y el de historia de la civilización
moderna, que parecían congelados en poder de una “gerontocracia’.’ Respetó, por cierto, a
Carlos Wiesse en el de historia del Perú que era la única cátedra existente en la Facultad de
Letras. No hubo otra, en ella, acerca del pasado nacional hasta 1928, pese a que Riva-Agüero

156 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


[1] LA TOMA DE SAN
MARCOS. En octubre
de 1930 los estudiantes
de la Universidad
Mayor de San Marcos
iniciaron una huelga y
ocuparon sus
instalaciones (1 y 3), en
protesta por la
suspensión del
estatuto universitario
de 1928 ordenada por
la Junta Militar. Entre
sus acciones, la
Asamblea Estudiantil
declaró la vacancia del
rectorado, de los
decanatos y de las
direcciones de las
[2] escuelas especiales. En
1932, en la víspera de
la inauguración del
año académico,
fuerzas del ejército (2
y 4) tomaron las
instalaciones de la
Universidad y se
instalaron frente al
local en cuestión. San
Marcos no reabrió sus
puertas hasta 1935.

[3] [4]

[ capítulo 3 ] adenda 157


aRtuRo GaRcía había recibido el título honorífico de profesor de un curso monográfico, pasajeramente con-
SalaZaR (1880-1958) vertido en realidad en 1918. Poco antes habíanse creado en la Facultad de Ciencias Políticas
y Económicas una cátedra de historia económica y financiera del Perú, que estuvo primera-
mente a cargo de César Antonio Ugarte; y una cátedra de historia internacional y diplomáti-
ca del Perú), dictada por Arturo García Salazar. Muy antiguo era, en cambio, el curso de his-
toria del Derecho Peruano, en quinto año de jurisprudencia, abandonado o descuidado
durante varios años.
En 1918, la Facultad de Letras editó en la imprenta del Estado El libro del estudiante universi-
tario. Reunió esta obra los textos o apuntes de clase corregidos por los profesores, con materia-
les que más tarde ha sido usual vender en forma separada como negocio de alumnos empren-
dedores. En el tomo publicado aparecieron el curso de psicología de Guido Vila, el de estética
de Deustua, el de literatura antigua de Guillermo Seoane (profesor que se retiró antes de 1919),
el de historia de la filosofía antigua de Windelband (traducido de la edición italiana que había
usado el texto alemán de 1910), el de filosofía objetiva de Maguiña, el de moral de Masci, el de
historia de la civilización americana de Felipe Barreda y Laos, catedrático que fue deportado por
el diplomático e el gobierno de Leguía en 1919. Se incluía además el programa de historia crítica del Perú de
historiador limeño se Wiesse y las lecciones extraordinarias de Riva-Agüero en esta asignatura. Se trata, pues, de un
encargó del dictado de documento esencial para conocer el estado y la orientación de la enseñanza en la Facultad de
la cátedra de historia Letras durante el período inmediatamente anterior a la reforma de 1919.
internacional y Si en la Facultad de Letras dominaba la irradiación de Deustua, algo análogo ocurría en la de
diplomática de San Medicina con Ernesto Odriozola, en la de Ciencias con Federico Villarreal, y en la de Ciencias
Marcos desde 1919. Políticas y Derecho con José Matías Manzanilla y Manuel Vicente Villarán.
García inició su carrera Manzanilla reemplazó a Villarán en el decanato de esa Facultad, como le sucedería luego en
diplomática a principios el rectorado. Tenía a su cargo la cátedra de economía política y legislación del trabajo. Su auto-
del siglo XX. en 1911, ridad en la materia no era discutida, por su larga y tenaz campaña en pro de las leyes protectoras
luego de servir en el del obrero, que es uno de los grandes acontecimientos de la historia de las ideas y de Derecho
extranjero, volvió al en el Perú del siglo XX. Daba animación y amenidad a sus clases al narrar episodios o anécdotas
perú y se hizo cargo de de la vida nacional o del extranjero, al entrar en diálogos amables, aunque con tendencias iróni-
la dirección del archivo cas con los alumnos, y al hacer gala de una agudeza y de una agilidad que parecían tener algo
de límites. Siete años de la accesibilidad periodística. Era la de Manzanilla una oratoria sutil, ajena a la retórica. Sin caer
después, durante el jamás en la demagogia, afirmaba frente a los problemas sociales una posición intervencionista
gobierno de José pardo, y proteccionista, no distante de la que era formulada en los libros, muy leídos entonces, de
asumió la cartera de Charles Gide. El contenido de la materia que enseñaba resultaba demasiado largo.
Relaciones exteriores.
por su oposición al
leguiismo fue recluido el SeMInaRIo de pedaGoGía Y la SeccIÓn de pedaGoGía.- En junio de 1925 se
en la isla de San lorenzo inauguró en la Facultad de Letras de San Marcos el primer seminario que funcionó en esa
en 1921, y desterrado en Universidad, el de pedagogía, por iniciativa de Luis Miró Quesada. Trabajó especialmente sobre
1924. Regresó al país tras el tema “Los tests mentales y su utilidad escolar”.
la caída del régimen. El mismo año, también a base de un proyecto de Miró Quesada, se creó en aquella Facultad
una Sección de Pedagogía, antecedente directo de la ulterior Facultad de Educación. Tenía por
objeto ”formar el profesorado de enseñanza secundaria y perfeccionar los conocimientos de los
maestros de primera enseñanza”.

el lIBRo ReFoRMa unIVeRSItaRIa de JulIo c. tello.- En marzo de 1928 editó


Julio C. Tello su libro Reforma universitaria con una serie de ensayos y discursos sobre este
asunto, por él escritos desde 1913. Tello había estudiado en las universidades de Harvard y
Berlín y realizado estudios sobre la organización de los centros de cultura superior en Estados

158 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


Unidos e Inglaterra Conocía una amplia bibliografía sobre el tema, especialmente de origen ReFoRMa
estadounidense(1). unIVeRSItaRIa
Estos antecedentes explican los planteamientos por él hechos. Uno de ellos se refería a la
necesidad de establecer el nexo entre la escuela secundaria y la universidad a través de la
Escuela de Cultura General con el propósito de ampliar la cultura liberal, desenvolver el carác-
ter y estimulae el poder intelectual. Sobre ella debía estar la Escuela de Altos Estudios que no
era dable mantener en posición subordinada, débil o sin importancia. Completaban la institu-
ción la Escuela de Ciencias Aplicadas y las tradicionales escuelas o facultades de Teología,
Leyes y Medicina. Pero la unidad o célula estructural de la organización universitaria había que
ubicarla en la sección, departamento o instituto de especialización, ligado a laboratorios,
museos y bibliotecas. Tello concedía, además, importancia decisiva al sistema electivo de los
cursos en vez de los rígidos años de estudio; al funcionamiento de los seminarios, a la escala
del magisterio; a la provisión de las cátedras por concurso de méritos; y al fomento de las
becas en el extranjero mediante pruebas eficaces y de acuerdo con la aptitud vocacional.
Las ideas de Tello en suma, reiteraban los principios fundamentales del proyecto de
Constitución universitaria de 1921 y acentúan vigorosamente en la historia de las doctrinas esta obra del
educacionales en el Perú, la influencia norteamericana iniciada por Villarán. arqueólogo Julio c.
tello (1880-1947) consta
de una serie de ensayos
el eStatuto de 1928.- Una autorización legislativa consignada en la ley Nº 6041 de 18 de escritos desde 1913, en
febrero del 1928 permitió al ministro Pedro M. Oliveira preparar y poner en vigencia un nuevo los que su autor trata
Estatuto Universitario que fue promulgado el 25 de julio de aquel año. Oliveira, en la elocuente sobre la organización
exposición de motivos que redactó para tan trascendente documento, vigorosa exposición de de centros superiores
los males universitarios, planteó este dilema: o la universidad era de los círculos o era del Estado. de enseñanza. entre sus
El hábil ministro intentó acabar con el fetiche de la autonomía y brindar al régimen leguiista el propuestas, tello
presente inestimable de una universidad sumisa. Para ello favorecíale en apariencia el momento plantea la necesidad de
histórico: este régimen parecía en aquellos momentos consolidado y hallábase en vísperas de ir que exista un nexo
a nueva reelección sin oposición visible. Oliveira tenía ante sí dos caminos. Uno era utilizar la entre las escuelas
obra intentada por Encinas y Tello en 1921 y ratificada teóricamente por el mismo Tello en 1928 secundarias y la
para buscar una transformación radical, dando un salto en el vacío. El otro consistía en buscar, universidad. Se publicó
sobre todo, un nexo entre el Estado y las instituciones de educación superior, eliminar de los en 1928, en lima.
altos cargos de San Marcos a personajes considerados como antileguíistas como el rector José
Matías Manzanilla y varios decanos y, por otra parte, no hacer cambios fundamentales ni herir,
salvo en casos aislados, intereses creados y derechos adquiridos y tratar, a la vez, de dar a la
reforma, en lo posible, prestigio intelectual. Este último fue el sendero que siguió.
El Estatuto de 1928 entregó la autoridad máxima sobre las universidades del país a un
Consejo Nacional de Enseñanza Universitaria constituido por el ministro de Educación, cuatro
delegados gubernativos y cuatro de dichos establecimientos. Debía elegir a los rectores y
velar el cumplimiento de las leyes y reglamentos concernientes a las universidades y resolver
las dudas suscitadas por su aplicación, ratificar al delegado (doctor o profesional) que los
estudiantes eligiesen para representarlos ante el respectivo Consejo Universitario, y hasta
proponer al Gobierno la reorganización y supresión de las universidades, facultades, escuelas
o institutos que no garantizaran un desarrollo provechoso de los estudios. Aquel delegado
nunca fue elegido.
Pero el formidable organismo así creado resultó en la práctica, inocuo, Su personal fue un
grupo de personas pacíficas: Pedro Pablo Drinot y Piérola, Rómulo Cúneo Vidal, Alejandro Puente

(1)Sobre otros aspectos de la personalidad de Tello, véase el capítulo sobre la historiografía durante el período correspondiente.

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 159


Manuel MaRía y Michel Fort, delegados del Gobierno; Ricardo L. Flores, J González Ramírez,, Francisco Sivirichi
ponce (1874-1966) y Agustín de la Torre González por las universidades de San Marcos, Arequipa, Cuzco y Trujillo.
El ministro Pedro M. Oliveira escogió como rector de San Marcos a Alejandro Deustua, retira-
do de la docencia desde 1923, anciano ya y sin los bríos de sus mejores tiempos; y este nombra-
miento, si bien le permitió exhibir a una gran figura de los claustros de otrora, no implicó un
anuncio de dinamismo o de innovaciones. Por otra parte, buscó prestigiar su obra y llevar como
decanos, en vez de sus enemigos políticos, a figuras individualmente prestigiosas como José
Gálvez y Ángel Gustavo Cornejo, a la vez que creaba la Facultad de Ciencias Económicas bajo la
dirección de Abraham Rodríguez Dulanto en lugar de la inoperante Facultad de Ciencias
Políticas. Al mismo tiempo incorporó a un grupo selecto de catedráticos jóvenes. Pero, en con-
junto, los progresos fueron esporádicos; muchos males de la estructura universitaria siguieron
intocados; no comenzó una fecunda vida nueva en la institución como tal; y el silencio político
de las universidades subsistió solo mientras el país pareció estar en amodorramiento cívico.
Entre 1919 y 1930 hubo un notable desarrollo de la ciudad de Lima; pero la Universidad, en
vísperas de sufrir una “explosión demográfica” siguió dentro del mismo recinto que durante
este general muchas generaciones había albergado a alumnos y catedráticos. La acritud y la persistencia de
arequipeño presidió la los desacuerdos con el Gobierno entre 1921 y 1928 conspiraron en contra de una expansión
Junta de Gobierno de que hubiera sido teóricamente posible. No llegaron a ser utilizados los terrenos que fueron
lima tras el golpe de cedidos en 1922 en la avenida Arenales. Y la reforma Oliveira no estuvo acompañada por una
estado de Sánchez mejora sustancial en los edificios, las bibliotecas, los laboratorios, los museos, o por mayores
cerro en arequipa. facilidades para el estudio y la investigación.(1)
durante su fugaz
gobierno, que duró
apenas tres días, ponce la Facultad de cIencIaS econÓMIcaS.- La gran novedad de la reforma Oliveira de
invalidó el estatuto 1928 estuvo en la Facultad de Ciencias Económicas. Ella no fue recibida con gran entusiasmo.
universitario de 1928, Hubo asignaturas para las cuales no llegó a ser posible encontrar profesores; ello ocurrió en las
reconociendo el de economía monetaria y bancaria, técnica actuarial y otras. En algunas materias no hubo alum-
emitido en 1920. este nos y se intentó o no se pudo traer especialistas del extranjero. Poco tiempo después de insta-
decreto generó una lada la Facultad, un buen número de estudiantes pobres., muchos de ellos de provincias, afluye-
serie de conflictos en ron a las clases de contabilidad. San Marcos comenzó a producir muchos contadores y muy
los diferentes claustros pocos economistas de alto nivel, Estos últimos al lado de jóvenes autodidactas iniciaron mejoras
universitarios. en la administración de las rentas del Presupuesto del Estado, todavía incipiente, y el desarrollo
del comercio y de la industria.

[ IV ]
la InQuIetud unIVeRSItaRIa en 1930 Y 1931.- La fugaz Junta Militar que presidió el
general Manuel María Ponce declaró el 23 de agosto de 1930 “en suspenso” el Estatuto
Universitario de 1928 e hizo volver a las universidades al régimen de la ley de 1920. Nuevamente
ocupó el rectorado de San Marcos José Matías Manzanilla, entre aclamaciones. En las distintas
facultades se produjo también una restauración del sistema anterior a 1928 que, si bien implicaba
la anhelada autonomía, traía consigo la separación de algunos catedráticos capaces. Se silenció o
estancó o diluyó, por parte de los nuevos cuadros dirigentes, todo propósito de “reforma".
Pero los estudiantes, muy susceptibles a dejarse influir por el repudio al civilismo que predo-
minaba entonces, a la vez que el odio al leguiismo, comenzaron a expresar sus voces disconfor-
mes. Organizada la Federación de Estudiantes del Perú (que no existía en los últimos tiempos

(1) La Facultad de Medicina fue una excepción gracias a la ley Nº 5604. Véase sobre está ley el capítulo sobre la evolución de las

ciencias médicas.

160 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


del gobierno de Leguía) comenzó, bajo el comando de Tomás Escajadillo, la agitación reformis- JoSÉ antonIo
ta. El Centro de Estudiantes de Medicina formuló algunas tachas de catedráticos y ellas fueron encInaS (1888-1958)
rechazadas por la Junta de Catedráticos respectiva. Vino la huelga. Los catedráticos presentaron
sus renuncias. El Consejo Universitario no las aceptó. El conflicto se generalizó. Surgió la declara-
toria de huelga estudiantil que estuvo acompañada por la toma del local de la Universidad el 11
de octubre de 1930. Luego las autoridades fueron desconocidas y se anunció la designación de
un organismo constituido por catedráticos y alumnos que asumiría el gobierno universitario. La
Junta Militar presidida por Sánchez Cerro expidió el 17 de octubre un decreto ley que nombró
una comisión de siete catedráticos integrada por tres estudiantes para preparar un proyecto de
ley de reforma. Sobre el problema de la representación estudiantil y el derecho de tacha se
suscitó un cisma en la comisión. El Gobierno solicitó el informe del Consejo Universitario sobre
el proyecto. Los estudiantes ocuparon nuevamente el local. El gobierno de Sánchez Cerro pro-
mulgó el 6 de febrero de 1931 un estatuto provisorio. Aunque este dio vigencia a la representa-
ción estudiantil y al derecho de tacha, con lo que otorgó una gran victoria al movimiento de
reforma, los dirigentes de este y un sector de la masa de los alumnos se declararon insatisfechos
porque no consignaba la tacha automática, mantenía la Facultad de Teología dentro de San pedagogo puneño que se
Marcos y hacía permanecer a las antiguas autoridades hasta después de las nuevas elecciones recibió de normalista en
que ellas debían dirigir. Cuando los estudiantes se hallaban reunidos en asamblea el 4 de febre- 1906 y en 1915 llegó
ro de 1931 la policía, en cumplimiento de órdenes superiores, entró en el local para desalojarlos como profesor de la
de él. En la refriega murió el estudiante de medicina Guido Calle. escuela normal. tras
El rector Manzanilla pidió licencia y también se alejaron otros miembros del Consejo cuatro años de
Universitario. Con el bullicioso apoyo estudiantil y bajo la presión de él fue elegido rector de San enseñanza en colegios
Marcos José Antonio Encinas. Un grupo de catedráticos votó por Víctor Andrés Belaunde. particulares fue elegido
Al producirse la reforma de 1930-1931, los prohombres del antiguo civilismo que tenían diputado por puno.
posiciones directivas dentro de la Universidad de San Marcos quedaron despojados de ellas por desterrado luego del
segunda vez. La primera fue cuando el gobierno de Leguía expidió el Estatuto de 1928. Pero en golpe de estado de
esta ocasión no era ya por obra de la fuerza política de un régimen dictatorial; ahora los expul- leguía, pasó largos años
saba la rebelión estudiantil, índice y muestra de que entre los alumnos había crecido proporcio- en Guatemala, londres,
nalmente la pequeña clase media y el radicalismo en la agitación social. A diferencia de lo que Italia, Francia y españa.
ha ocurrido en posteriores movimientos universitarios, los alumnos de 1930 no estuvieron diri- Regresó al país en 1931 y
gidos desde afuera por partidos políticos. Sin embargo, su beligerancia fue notable. Al escoger fue designado rector de
a Encinas, personaje desvinculado del claustro, como candidato al rectorado, evidenciaron que la universidad Mayor de
se había producido una desconfianza esencial por parte de ellos ante la docencia. Encinas pro- San Marcos.
venía de la clase media provinciana, con contactos proletarios.

la unIVeRSIdad de San MaRcoS duRante el peRíodo de la Junta nacIonal


de GoBIeRno.- El decreto ley N° 7260 de 14 de agosto de 1931 dio normas para la
Universidad de San Marcos de acuerdo con las orientaciones sobre la reforma en ella por obra
del rector José Antonio Encinas. Destacó la existencia de institutos dentro de las facultades,
reconoció la Escuela de Altos Estudios y el Colegio Universitario dentro de las facultades de
Ciencias y de Letras y otorgó a los órganos centrales de la Universidad),a las facultades y a los
institutos o escuelas potestad para formar sus reglamentos respectivos. O sea, acentuó la
autonomía universitaria.
El decreto ley N° 7129 de 30 de abril de 1931 exoneró a la Universidad Mayor de San Marcos
de todo impuesto o arbitrio, tal como lo había hecho el Estatuto de 1928.
El decreto ley N° 7211 de 2 de julio de 1931 declaró que las universidades de la República
estaban comprendidas en la ley N° 4528 que otorgó facultades coactivas a las municipalidades
y beneficencias para poder hacer efectivas sus rentas.

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 161


EL SIGNIFICADO DE LA REFORMA
UNIVERSITARIA PARA LA VIDA CULTURAL

EL DESaPARECIDO
HISTORIADOR
ALBERTO FLORES
GALINDO NOS
" En efecto, el monopolio que el civilis-
mo mantenía sobre la vida cultural,
los obligó a asumir posiciones críti-
cas y a terminar disputando la cátedra y
la enseñanza universitaria a sus viejos
hasta ahora no suficientemente ponde-
rada, La iniciación de la República: dos
gruesos volúmenes en los que Jorge
Basadre hizo confluir la indagación eru-
dita (periódicos y manuscritos de la
EXPLICA EN ESTA profesores. Se trató, en otras palabras, Biblioteca Nacional), con el razonamien-
CITA DE SU LIBRO del movimiento de la Reforma to; en otras palabras, la aproximación
Universitaria de 1919, influido por los histórica con la sociología.
APOGEO Y CRISIS acontecimientos que habían tenido
DE LA REPÚBLICA lugar un año antes en Córdoba, pero La reforma Universitaria tuvo como
ARISTOCRÁTICA, que además contaba con una antece- objetivo inmediato remover algunos
ESCRITO CON dente nacional en la reforma que el rec- catedráticos verdaderamente incapaci-
tor Albert Gisecke y alumnos como Luis tados para la docencia; reclamó tam-
MANUEL BURGA, LA
E. Valcárcel impulsaron en la universi- bién la libre asistencia y la representa-
IMPORTANCIA DE dad de San Antonio de Abad del Cuzco. ción estudiantil, a través de graduados
LA REFORMA El movimiento de la Reforma elegidos por los estudiantes en los
UNIVERSITARIA EN Universitaria fue acompañado por la organismos de gobierno; se exigía, de
LA VIDA CULTURAL preocupación que tuvieron algunos de acuerdo a las características de la
sus gestores, como Sánchez o Porras, de época, una enseñanza que incidiera de
PERUANA DURANTE aunarse a las celebraciones del centena- manera preferente los aspectos prácti-
LA DÉCADA DE 1920. rio de la independencia con un aporte cos y técnicos, menos retórica, y que se
intelectual que difiera de la generación preocupara además por difundir estos
anterior. De esta manera se iniciaron conocimientos fuera de los claustros
algunos estudios precoces como las universitarios. De esta manera la
investigaciones de Luis Alberto Sánchez Reforma fue la antesala del movimien-
sobre los poetas de la Colonia o los estu- to intelectual que fructificaría en la
dios de Raúl Porras sobre la sátira duran- década del 20”.
te la Independencia y los primeros años
republicanos. Tiempo después las De: Burga, Manuel y Alberto Flores
preocupaciones por ese período de Galindo. Apogeo y crisis de la República
nuestra historia culminarían con una Aristocrática. Lima: Ediciones Rikchay
obra clásica de nuestra historiografía, Perú, 1984(3º edición), p.162.

162 adenda [ capítulo 3 ]


El decreto ley N º7392 de 28 de octubre de 1931 creó el impuesto sobre la sucesión para HonoRIo delGado
gravar masa hereditaria a partir de S/. 50.001. La tasa máxima era la del 12%. El producto de este (1892-1969)
impuesto hasta la suma de S/.800 mil al año correspondía a la Universidad de San Marcos y el
exceso debía servir para atender al sostenimiento de las universidades menores.
La Junta Nacional del Gobierno accedió al pedido de la Universidad de San Marcos para que
la suma adeudada a esta por subsidios y otros servicios de 1930 y de enero a junio de 1931 fuera
pagada con acciones a la par de la clase "C” del Banco de Reserva adjudicadas al Estado (decre-
to ley Nº 7288 de 18 de agosto de 1931)
El decreto ley Nº 7083 de 9 de abril de 1931 a solicitud del rector Encinas, transformó la
Facultad de Ciencias Políticas y Económicas en Facultad de Ciencias Económicas, volviendo así
al régimen creado por el Estatuto de 1928 que creó esta última Facultad.
Las relaciones entre el Gobierno y la Universidad de San Marcos fueron, pues, entonces cor-
diales. Ella fue dotada de un flexible instrumento legal para su tarea reformadora y, en lo que se
pudo dentro de las circunstancias, de fondos. En los claustros hubo entusiasmo intelectual. El
Colegio Universitario y algunos institutos trabajaron con provecho. La labor de extensión cultu-
ral, llevada a cabo por primera vez, puede ser considerada como excelente. Pero no faltaron Médico y filósofo
sombras. A veces se hizo sentir la prepotencia estudiantil. arequipeño que se inició
en la docencia en la
universidad Mayor de
el RetIRo de Belaunde, RIVa-aGÜeRo Y otRoS pRoFeSoReS de San MaRcoS.- San Marcos en 1918,
Cuando volvió Víctor Andrés Belaunde del destierro fue solicitado por el rector Encinas para que como jefe de la clínica
diera una conferencia sobre “la inquietud y La serenidad” y afrontó primero la sorda hostilidad y propedéutica. dos años
la frialdad del auditorio convertidas luego en ovación. Los delegados alumnos, junto con algu- más tarde asumió la
nos profesores arrebataron a Belaunde en la Facultad de Letras la cátedra de historia moderna enseñanza de las
lo cual motivó su renuncia de la de Derecho Constitucional. Lo acompañaron en la decisión de cátedras de fisiología
apartamiento Riva-Agüero, catedrático de historia, Carlos García Castañeda, decano de la humana, patología
Facultad de Derecho y Honorio Delgado, profesor de psicología. Belaunde fue acogido en la general (1922) y
Universidad Católica. psiquiatría y
En su renuncia (que lo alejó para siempre de la Universidad de San Marcos, escenario de los neuropatología (1930). en
grandes triunfos en su carrera intelectual) Riva-Agüero expresó: “Ayer, viernes 18 (de setiembre de 1948 fue designado
1931) he recibido el oficio de Ud. (Dr. Alberto Ureta, decano de la Facultad de Letras de San decano de San Fernando
Marcos) que me comunica mi nombramiento como catedrático interino de historia del Perú para y más tarde ministro de
el presente año. Habría contestado aceptando agradecido este nuevo honor que la Universidad educación pública. Fue
me tributa, si no derivara, por teoría errónea y práctica funesta y decisiva, de la intervención estu- uno de los fundadores de
diantil cuya competencia no reconozco y cuyos votos por consiguiente no acato. la universidad cayetano
“No es posible, en efecto, abrigar ya ilusión sobre las deplorables consecuencias del régimen Heredia, en 1961, y se
que entrega al albedrío de los alumnos, el cual en realidad ha resultado despótico, la elección y convirtió en su primer
remoción de los catedráticos. Convincente ejemplo nos proporciona en estos días la exclusión decano al año siguiente.
ratificada, con mezquina intransigencia y sectarismo, por atolondrada y artificial asamblea, de un
inteligentísimo profesor, de merecimientos indiscutibles y de ideas que en casi todos los puntos
esenciales coinciden con las mías. No, ambiciono ni reclamo en esa Facultad más alto honor que
excluirme por las mismas razones aducidas para repudiar a Belaunde.
“¿Qué iría yo a hacer en ese ambiente, estragado por la indisciplina, y en el que, por la tumul-
tuosa puerilidad dominante, no puede ejecutarse faena intelectual de veras sólida y fecunda?
Sin que creciera ni amenguara mi modesta capacidad, ahora reconocida con exceso, me vería
en cualquier momento expuesto a amañadas alharacas, que desdicen de mi decoro y de la
gravedad del magisterio. Han transportado del terreno político al pedagógico los procedimien-
tos que por naturaleza más repugnan a la índole y fines de la educación, aunque sea superior; y
han producido así a mi juicio, sean cuales fueren, los discutibles e infelices modelos extranjeros,

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 163


engendro semejante al de un ejército que eligiera sus oficiales y jefes. La insubordinación y la
irreflexión, flagelos de nuestra vida nacional, se cultivan e infunden desde las aulas, inficionando
a la incauta adolescencia. Y del mismo modo que, en el pertinente ejemplo propuesto, un ejér-
el decreto de cito electivo no cosechará jamás sino tristes motines y derrotas, un profesorado dependiente del
capricho de los alumnos abortará generaciones que, por no haber aprendido a obedecer cuan-
clausura do era razón, no acertarán a mandar con tino, discreción y justo imperio. Entre todos los posibles
[contra san sistemas de provisión de cátedras, no imagino ninguno más inaceptable que este; y preferiría,
Marcos] Fue no ya el laudable y correctísimo del concurso o el académico de la cooptación, sino hasta el
mismo peligroso nombramiento gubernativo, porque cualquiera entraña menor incompetencia
dictado la y menos diaria y cuitada servidumbre.
víspera del día “Yo no puedo autorizar ni tolerar el desorden. Por eso pido a Ud., Señor Decano, que exprese
Que la a la Facultad mi irrevocable renuncia; y mi espontáneo y deliberado apartamiento de toda direc-
ta docencia universitaria mientras subsista el presente sistema, que está en evidente pugna cori
universidad mis convicciones y mi conciencia".
debía inauGurar El grupo que representaba a los estudiantes declaró que Riva-Agüero y Belaunde no eran
gratos a la juventud peruana.
el aÑo
universitario de
1932. en la RIVa-aGÜeRo Y la unIVeRSIdad catÓlIca.- Víctor Andrés Belaunde había hecho
pública confesión de su reingreso al catolicismo durante los años en que vivió desterrado por
MadruGada, un Leguía y había opuesto en el libro La realidad nacional esa convicción teñida por un ideario
destacaMento de moderno muy distinto del conservadurismo de cuño tradicional, al marxismo de Mariátegui. En
1931 dio en la Universidad Católica un ciclo de conferencias sobre historia de las religiones. Riva-
la Guardia Agüero, dentro de otras características políticas, vivió análogo proceso espiritual. Y si bien, solo
republicana en setiembre de 1932, con motivo de una reunión de antiguos alumnos del Colegio de la
ocupó el local y Recoleta, hizo en forma dramática una pública “retractación de errores” y profesión de fe, en
diversas actitudes que adoptó desde su regreso al Perú en setiembre de 1930, evidenció sus
apresó a varios puntos de vista. Una de ellas fue la publicación, en octubre de 1930,de un artículo sobre ”La
estudiantes Que Universidad Católica y el monopolio universitario” reproducido más tarde en el volumen I de su
se encontraban libro Por la verdad, la tradición y la Patria (Lima, 1937).
Fue un alegato a favor de la libertad de enseñanza superior y en contra de la teoría mono-
allí Haciendo polizadora del Estado, a la vez que un elogio de la obra ya cumplida por la Universidad Católica.
Guardia. el local “El Estado, único maestro, único pontífice anunciaba (a su juicio) la absoluta y embrutecedora
nivelación bolchevique”. La Universidad de San Marcos, según él creía, no debía subsistir libre
Fue rodeado, como una excepción solitaria sino que al lado de ella debían promoverse de lleno centros de
adeMÁs, por enseñanza superior, libres también, con leal y estimuladora competencia, órganos de las diver-
FuerZas de sas tendencias que quisieran y supiesen mantenerlos con peculiares y espontáneos recursos.” Al
Estado (agregaba) le basta estrictamente el derecho supremo de policía y vigilancia para exigir
policía. de todos esos institutos condiciones de capacidad, moralidad y orden público que a nuestra
Universidad Católica ningún tribunal sensato y de buena fe ha de rehusar. No ha de ser ella la
cuna de perturbadores de la paz social”.
Criticó Riva-Agüero en este artículo los artículos del Estatuto de 1928 referentes a la
Universidad Católica pues consideró que la autorizaron de modo especial pero en forma defi-
ciente, equívoca y mezquina. Creyó que bastaba con la garantía implícita en la validez oficial de
los diplomas por los requisitos generales de capacidad docente, programas y pruebas finales.
“Lo que pedimos (concluía diciendo en este artículo) es el régimen libre que es el de la segu-
ridad y la dignidad; el único que puede formar generaciones de verdaderos ciudadanos, respe-
tados en sus opiniones y respetuosos de las ajenas, que conserven, ejecuten y desenvuelvan sus
legítimas originalidades sin las cuales toda sociedad languidece y se postra en el unánime

164 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


servilismo, y para quienes el concepto de libertad represente algo más elevado que la ocasión el eScudo
de atentar contra los derechos y la conciencia de los demás”. de San MaRcoS

la clauSuRa de la unIVeRSIdad de San MaRcoS.- El 15 de abril de 1932 el ministro


de Instrucción en el régimen constitucional de Sánchez Cerro, Carlos Sayán Álvarez, envió al
Congreso Constituyente un proyecto de ley para declarar sin valor los decretos leyes de 6 de
febrero, 9 de abril y 14 de agosto de 1931 referentes a la Universidad de San Marcos y para auto-
rizar al Ejecutivo con el fin de que tuviese lugar el nombramiento de una comisión reformadora.
En el oficio de remisión llamó a la juventud “sector agresivo y tumultuoso de propaganda disocia-
dora”. "La Universidad (agregó) se convirtió en foco de agitación y propaganda... Han circulado en
público volantes de índole netamente comunista incitando a la rebelión y al desconocimiento de
la organización social establecida, redactados por estudiantes que públicamente alardeaban de
comunismo”. El proyecto, aunque discutido en el seno del Congreso, no llegó a ser aprobado.
El presidente Sánchez Cerro y su ministro Carlos Sayán Álvarez expidieron el 8 de mayo, a raíz
de la sublevación de la escuadra, un decreto por el que se suspendió el funcionamiento de la en 1574 la universidad
Universidad de San Marcos cesando las autoridades de ella “mientras se establecen las condicio- de San Marcos cambió su
nes en que pueda reabrirse llenando su misión educativa y cultural sin constituir amenaza escudo por el que
contra el orden público y la paz social”. En la parte considerativa el decreto vinculó, probable- aparece en esta página.
mente sin fundamento, la rebelión de la marinería con la propaganda que había salido y salía de a la izquierda se ve a
la Universidad ”donde existen grupos extremistas afiliados al Soviet y cuyas actividades se reali- San Marcos, patrono de
zan con la tolerancia de las actuales autoridades universitarias”. la institución, con un
El decreto de clausura fue dictado la víspera del día que la Universidad debía inaugurar el león echado a sus pies.
año universitario de 1932. En la madrugada, un destacamento de la Guardia Republicana ocupó a la derecha, un
el local y apresó a varios estudiantes que se encontraban allí haciendo guardia. El local fue columnario, tres coronas
rodeado, además, por fuerzas de policía. y un lucero sobre el
San Marcos estuvo sin funcionar hasta 1935. El decreto antedicho estuvo entre las medidas mar. en el extremo
del Poder Ejecutivo “en resguardo del orden social y político de la República” que el Congreso inferior se observa una
aprobó. lima, y sobre todo el
San Marcos, por otro decreto del Ministerio de Instrucción, quedó regido por una comisión conjunto, la cara de un
de supervigilancia para todo lo concerniente al acervo de materiales de secretaría, laboratorio, ángel o querubín.
biblioteca y demás elementos; también fue nombrada una comisión económica. El Gobierno se aparece también el
valió, en lo posible, de elementos del propio claustro. Presidió la Junta Económica el catedrático rótulo “academia Sancti
de la Facultad de Ciencias, Carlos Rospigliosi y Vigil, que era al mismo tiempo, coronel de Marci urbis Regum in
Sanidad. peru” (academia San
Marcos en la ciudad de
los Reyes en el perú).
el pRoBleMa unIVeRSItaRIo.- La Universidad de San Marcos ha entrado en crisis en los
últimos cuarenta años. Esta crisis tiene múltiples aspectos, entre los que cabe señalar:
1) La crisis del crecirniento; 2) la crisis relacionada con la extracción social del alumnado; 3)
la crisis en lo concerniente a local y equipamiento; 4) la crisis económica; 5) la crisis de organiza-
ción; 6) la crisis que refleja las transiciones políticas por las que han ido pasando el país y el
mundo; 7) la crisis de filosofía educacional.
Así como hay una explosión demográfica en toda la América Latina, ha habido una explo-
sión en la población estudiantil en San Marcos a lo largo del siglo XX. Una simple referencia a las
estadísticas del número de matriculados lo comprueba:

1902: 976; 1907: 789; 1912: 1.164; 1917: 1.331; 1923: 1.392; 1928: 1.849; 1930: 2.201; 1937:
2.237; 1942: 2651: 1947: 8,102; 1950: 9.418; 1957: 10.442; 1964: 13.966.

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 165


la ReFoRMa La ley de Instrucción de 9 de marzo de 1901 había pretendido bifurcar la enseñanza secunda-
de San MaRcoS ria al crear colegios donde se enseñaban las materias necesarias para el ingreso a los estableci-
mientos de cultura superior y liceos para atender a las necesidades de la vida social con asignatu-
ras aplicables a la agricultura, el comercio, la minería o las artes mecánicas. Esta tentativa no tuvo
larga duración. La ley de 7 de enero de 1902 creó los colegios secundarios de enseñanza elemen-
tal y con sentido práctico, con cuatro años de estudios, y separó de ellos la enseñanza preparatoria
para la instrucción superior o profesional que organizó en las facultades de Letras y de Ciencias.
Pero al recargarse los planes de estudios de los colegios y al no ponerse cauces a la orientación
preuniversitaria de ellos, sus egresados creyeron natural, conveniente y hasta necesario para su
prestigio personal, familiar o social aspirar a tener grados académicos. La clase dirigente, preocu-
pada sobre todo, por la fortuna emanada de la agricultura de exportación, deseosa de tener mano
de obra barata, no dedicó seriamente su interés a orientar a la juventud hacia la educación voca-
cional o técnica.
El crecimiento de la población estudiantil ha estado acompañado por la proletarización de
ella. A la Universidad de San Marcos ya no van ahora solo los hijos de los ricos y de alta clase
en 1919 este centro de media (que, en busca de mayor estabilidad en los estudios, una mayor disciplina en el aprendi-
enseñanza fue afectado zaje o por otras circunstancias, suelen preferir a la Universidad Católica).
por una reforma que A pesar del notable desarrollo de las matriculas, el local, las facilidades materiales y el equipo
cambió radicalmente su de San Marcos no han alcanzado, hasta hace poco, por lo general, modificaciones sustanciales. Los
plan de estudios. los casos de nuevas facilidades ofrecidas por las facultades de Medicina y Medicina Veterinaria han
estudiantes, que en sido una excepción. Las Facultades que ocuparon el local histórico del Parque Universitario y que
aquellas fechas existían en 1902 –Letras, Ciencias, Derecho, Ciencias Políticas, hoy Ciencias Económicas- han ofre-
empezaban a a ganar cido hasta 1962 las mismas aulas que entonces. La Universidad no llegó a buscar siquiera la expro-
influencia, reclamaron piación de las casuchas que complementan la manzana cuyo frente da al Parque Universitario.
tener participación en Tampoco, no obstante contar desde 1922 con adecuados terrenos en la avenida Arenales, logró
las decisiones tomadas en repetir lo ocurrido con la Universidad de Ingeniería que construyó hacia 1944 su magnífico local
ese ámbito. Muchos dividido en múltiples y modernos compartimentos(1). La institución que es el símbolo del saber
profesores que, a su científico ha manejado con empirismo su economía y su patrimonio.
parecer, habían tenido El desarrollo obtenido en los últimos tiempos ha implicado, a la vez, el aumento de facultades,
una posición negligente institutos, departamentos, catedráticos y personal administrativo. En 1902 existían las siguientes
acerca de las reformas en seis facultades: Letras Ciencias Teología, Jurisprudencia, Ciencias Políticas y Administrativas y
años anteriores, fueron Medicina. La evolución posterior ha elevado su número a diez: Letras, Ciencias, Derecho, Ciencias
marginados del nuevo Económicas, Medicina, Educación, Química, Farmacia, Odontología, Medicina Veterinaria. Los institu-
plan por acción de los tos y los departamentos han proliferado. La cantidad de catedráticos y empleados ha crecido consi-
alumnos. aquí vemos la derablemente(2). Ya un estudio publicado en 1912, después de hacer un examen de los presupuestos
fachada de San Marcos universitarios entre 1901 y 1908, anotaba la tendencia de ellos hacia la gravitación sobre los sueldos
en un grabado de 1890. de los catedráticos y empleados, más que sobre la adquisición de útiles y gastos generales. Esta ten-
dencia se desarrolló más al aumentar las rentas. La falta de una reglamentación estricta y de órganos
de verdadera supervigilancia administrativa y económica ha coadyuvado a la inflación burocrática.
La Universidad de Son Marcos no ha tenido hasta hace poco rentas suficientes ni ha dado la
mejor aplicación posible a las que poseyó. No ha podido cubrir sus necesidades con sus ingresos
propios, con el producto de impuestos especiales y con las partidas especificas que le otorga cada
año el Presupuesto de la República. No ha llegado a la situación de contar con fondos seguros,

(1) Otra de las muestras del descuido o de la ineptitud de la Universidad ha sido durante largos años el abandono en que ha tenido
el espléndido lote de la avenida Arenales. El modesto museo de historia natural erigido en uno de sus sectores, no es, ni con mucho, lo
único que se ha podido hacerse en un predio cuyo valor ha subido tanto con el paso de los años.
(2) En su memoria de 1964 el rector de San Marcos, Mauricio San Martín, menciona 1.909 miembros del cuerpo docente, 758 emplea-
dos administrativos y 353 empleados de servicio interno.

166 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


permanentes con tendencia al crecimiento, a través no solo de cuotas tributarias adecuadas
sino también de la asignación de tierras, fincas y valores y de una adecuada administración de
su patrimonio que permita dedicar las partidas anuales dadas por el Parlamento solo a los
gastos extraordinarios. Cuando el Estado vivió en la prosperidad y contribuyó, a veces pródi- el ÚltiMo acto
gamente, al desarrollo material de Lima y del país (en los períodos 1922-1929,1935-1939,1940-
1945,1950-1955) no tuvo verdadero interés en el progreso efectivo de esta institución autó-
cereMonioso y
noma, inquieta, levantisca; la trató en el fondo, con recelo, como a una entidad extraña pacíFico del
parapetada en su autonomía. A lo más el Estado vio a la Universidad como cuestión de predoMinio de
carácter policial; le preocupó que estuviera tranquila, que no alterase el orden en las calles,
para lo cual intrigó para fuesen elegidos rectores amigos y, cuando lo creyó necesario, apeló
la repÚblica
a la prisión y al destierro de profesores o estudiantes. aristocrÁtica
Dentro de las circunstancias que rápidamente se ha anotado, se agravó la crisis en la estructu- en la
ra misma de la Universidad. El mismo régimen institucional otorgado por el liberalismo decimo-
nónico cuando fueron federados San Marcos y los Colegios de San Carlos, San Fernando y Santo universidad de
Toribio, siguió funcionando. El gobierno de las facultades por las juntas de catedráticos que san Marcos se
elegían a los decanos y podían recibir de estos prebendas y mercedes, la laxa autoridad del
Consejo Universitario y del rector habían creado hacia 1919, camarillas gobernantes. Contra las
veriFicó acaso
camarillas no era posible plantear la alternativa de la presencia del Estado que es salvo en aisla- el aÑo de 1915
dos momentos, arbitrario y empírico y, casi siempre, está teñido de beligerancia política. cuando los
Tampoco se llegó a acudir a los graduados y a la colectividad.
Los únicos que tomaron una posición activa y constante frente a la crisis de la estructura catedrÁticos,
universitaria fueron los estudiantes; y ellos, de acuerdo con el espíritu y la ideología del movi- pertenecientes
miento reformista propagado en todo el continente desde Córdoba en 1918, proclamaron el
postulado de su propia representación. Las delegaciones estudiantiles impuestas en los Consejos de
entonces a la
las facultades y en el Consejo Universitario fueron, en 1920 como en 1930, como en 1946-1948, como clase social MÁs
a partir de 1956, un castigo a los catedráticos que habían tenido posiciones dirigentes y que, salvo alta, eliGieron
excepciones honrosas, no habían sabido dar soluciones de justicia, eficiencia y estabilidad a la crisis
de la institución.
rector a JosÉ
Al drama institucional se sumaron las resonancias en el ámbito universitario de las tormentas pardo y
políticas que azotaron al país. Las formas tradicionales de democracia aparente o nominal entra- barreda, Que
ron en crisis a partir de 1919. El último acto ceremonioso y pacífico del predominio de la
República aristocrática en la Universidad de San Marcos se verificó acaso el año de 1915 cuando Había sido
catedráticos, pertenecientes entonces a la clase social más alta, eligieron rector a José Pardo y presidente del
Barreda, que había sido presidente del Perú entre 1904 y 1908, como una especie de acto preli-
minar para su nueva elección como jefe del Estado que tuvo lugar en aquel mismo año. La crisis
perÚ entre 1904
del antiguo régimen se inició cuando logró imponerse en 1919 el caudillaje demagógico de y 1908 (…).
Augusto B. Leguía, muy popular entonces entre los estudiantes. En los años siguientes al ideal
de lucha por las ideas democráticas y por la reforma universitaria (o sea contra la dictadura en el
gobierno del país y contra las camarillas en el manejo de la Universidad) fue uniéndose la inquie-
tud ante los graves problemas sociales internos y ante los acontecimientos del mundo. Esa
intranquilidad pareció desaparecer en algunos años; pero renació después más vigorosa. El
malestar en el ánimo de la juventud fue corno un síntoma de un malestar social más hondo que
se ha vuelto crónico en los últimos treinta años y a veces anuncia una violenta revolución.
Intentos de “dictaduras organizadoras” e intermedios democráticos con tendencias al desborde
demagógico se han sucedido en todo este tiempo. El miedo de las altas clases a las grandes
transformaciones ha ayudado al renacimiento del militarismo y a la crisis de la legalidad. Los
estudiantes no solo se han incrementado, se han proletarizado y se han vuelto permanente-
mente descontentos; también se han politizado. Los partidos nuevos de carácter más o menos
radical se han lanzado afanosa y persistentemente, a conquistar el alma de la juventud. El local

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 167


JoRGe VandeRGHeM universitario, situado en el centro de la ciudad, resultó eventualmente asilo y reducto de obreros
(1875-1932) y agitadores y un centro ideal para las algaradas y los tumultos. El patio principal, escenario de
tantas asambleas ruidosas, se convirtió en un verdadero no man’s land.
También hubo uno crisis de filosofía educacional. Salvo el caso de figuras aisladas y aun de
ciertos organismos excepcionales, la Universidad como institución, colectivamente, no ayudó a
la formación de una Weltanschauung, es decir de una concepción del mundo, una interpreta-
ción del hombre, de la vida, del país, de la época. Careció de todo plan para acentuar en su
enseñanza ciertos valores, necesidades, tendencias o formas a través de las cuales la nación
podía utilizar y recobrar en energía humana, en inteligencia creadora, en esfuerzo técnico lo que
gastó y diseminó en esa empresa educativa. Enseñó Derecho sin un intento de estudiar el pro-
blema que resultaba de la necesidad de dar un cauce jurídico al desarrollo y a la transformación
del país. Enseñó historia nacional desdeñando o poniendo de lado los esfuerzos para interpre-
tarla, ubicarla o tener de ella un concepto orgánico. Se despreocupó por la historia moderna y
contemporánea. Evadió las grandes cuestiones de las ciencias políticas de nuestro tiempo, y las
dejó a merced del propagandista y del demagogo. Enseñó las disciplinas económicas con empi-
este ingeniero rismo y superficialidad, salvo notables excepciones. Permaneció al margen de los otros niveles
agrónomo belga llegó de enseñanza y aun de las otras instituciones de cultura superior, sin dar rumbos a la escuela
al perú en 1900 como primaria y al colegio secundario. No colaboró a través de sus organismos o de sus figuras repre-
maestro de enseñanza sentativas cuando surgieron cuestiones como la de la moneda; ni suministró elementos cientí-
agrícola. dos años más ficos o técnicos para orientar o estimular el proceso de la industrialización del país. No orientó a
tarde fue fundador y sus hijos con un pensamiento vivo y moderno que superase el dogmatismo invívito en los
director de la escuela totalitarismos fascista y comunista. Con la excepción de ciertas facultades, institutos y catedráti-
nacional de agricultura cos permitió y hasta facilitó a veces la desgana para el estudio y la laxitud en las exigencias
y Veterinaria. dirigió académicas.
dicho centro educativo El movimiento estudiantil que surgiera en 1919 dentro de la Universidad y que pareció aho-
hasta 1911, cuando pasó gado por las preocupaciones netamente políticas de los diez años siguientes renació, como ya
a hacerse cargo de la se ha relatado, en 1930,1931 y 1932 superando lo que había ocurrido en el pasado.
negociación azucarera San Marcos estuvo clausurado de mayo de 1932 a agosto de 1935. La representación estu-
de San nicolás. diantil y otras reivindicaciones del alumnado fueron abandonadas por el Estatuto promulgado
administró el fundo las por el gobierno del general Óscar Benavides el 28 de junio de 1935. Tampoco fueron aceptadas
golondrinas hasta 1924, en la Ley de Educación Nº 9359 de 1° de abril de 1941. Pero cuando surgió en 1945 un renaci-
año en que regresó a la miento democrático, los días de 1919 y 1930-1931 volvieron, intensificadas, a encarnarse en una
dirección de la escuela nueva generación con tendencias extraacadémicas. Vino entonces la ley Nº 10555 de 10 de abril
de agricultura. de 1946 para otorgar a los estudiantes la representación de un tercio de los organismos de
gobierno de la Universidad. De ahí salió el primer rectorado de Luís Alberto Sánchez. Pero en
1948 se produjo una situación política reaccionaria similar a la de 1932 y la ley Nº 10555 fue
eliminada corno lo había sido el decreto ley de agosto de 1931. El decreto ley Nº 11003 de 8 de
abril de 1949 volvió al régimen de 1935 y de 1941. Parecía por segunda vez muerto el movimien-
to de reforma. Sin embargo, llegó la primavera cívica de 1956, un nuevo Gobierno fue elegido
en comicios libres y se presentó otra vez el clima que había dado lugar a la ley Nº 10555 y la ley
Nº 13417 de 8 de abril de 1960 restauró la representación estudiantil en la proporción de un
tercio y dio lugar al nuevo rectorado de Luis Alberto Sánchez.

[ VII ]
la eScuela de aGRIcultuRa.- En 1902 fue adjudicado a la Escuela de Agricultura el
fundo Santa Beatriz con un total de 259 hectáreas que fue dividido luego entre la Escuela misma,
la Estación Central Agronómica, la Granja Escuela, los campos de cultivo, de experimentación, el
criadero de árboles, viñedos y otras secciones. En octubre de 1921 comenzaron las concesiones

168 ADENDA [ CAPÍTULO 3 ]


al Lawn Tennis, al Jockey Club y a otras entidades. A fines del mismo año, abierta la avenida
Leguía (hoy avenida Arequipa), principiaron las urbanizaciones. La Escuela sufrió nuevas mer-
mas. Una exposición del director de ella en agosto de 1926 señaló que la Granja-Escuela ya no
existía y que la Estación Central Agronómica y la Escuela de Agricultura se reducían a los edificios san Marcos
que abrigaban las clases y los laboratorios. La enseñanza era puramente teórica.
Por la resolución suprema de 1º de octubre de 1926 el Poder Ejecutivo declaró que era indis-
estuvo
pensable reinstalar la Escuela de Agricultura y sus institutos anexos en un fundo distinto a Santa clausurado de
Beatriz; solicitó del Legislativo la autorización para la venta de los terrenos de esa zona que aún Mayo de 1932 a
quedaban por urbanizar y nombró una comisión para que escogiera el fundo próximo de Lima
que debía ser la sede de aquel establecimiento educacional. La resolución suprema de 24 de
aGosto de 1935.
diciembre de 1926 ratificó el acuerdo de la antedicha comisión para trasladarlo al fundo La la
Molina. representación
El plan para la construcción y organización de la nueva Escuela fue hecho por Jorge
Vanderghem que, por segunda vez, era su director. La crisis económica detuvo la obra que estudiantil y
habíase iniciado con entusiasmo. Al ser depuesto el presidente Leguía los constructores retira- otras
ron sus herramientas y los edificios quedaron abandonados y sin terminar.
reivindicaciones
del aluMnado
Fueron
abandonadas
por el estauto
proMulGado por
el Gobierno del
General óscar
benavides el 28
de Junio de 1935.

[ CAPÍTULO 3 ] ADENDA 169


[ TOMO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 4 ● I El proyecto de ley de intelectual a principios de siglo ● carácter internacional y patriótico ●


imprenta ● Los diarios de Lima a fines del Contemporáneos. Cultura y Colónida ● Revistas de carácter económico ● Revistas
siglo XIX y comienzos del XX. La rotativa y Las revistas intelectuales durante el educacionales ● Publicaciones castrenses
los linotipos ● II Los diarios de Lima Oncenio ● La Revista Universitaria ● ● El periodismo religioso ● Las revistas

durante el Oncenio ● III Andrés Avelino Revistas de ciencias puras, de fomento y satíricas de combate ● El periodismo de
Aramburú ● Alberto Ulloa Cisneros ● Luis de ingeniería ● Revistas agrícolas ● avanzada y el proletariado ● Revistas
Fernán Cisneros ● Los cronistas ● IV Las Publicaciones médicas ● Revistas taurinas ● Revistas deportivas ● Los
revistas de gran público. El fotograbado y geográficas, históricas y bibliográficas ● órganos de las colonias extranjeras ● El
la tricomía ● Integridad ● El periodismo Revistas jurídicas ● Publicaciones de periodismo en el Callao ● Alberto Secada
notas sobre el periodismo entre 1895-1930

CAPÍTULO
4
[]
E
[I]
l pRoYecto de leY de IMpRenta.- El gobierno de Candamo, representado por su minis-
tro Francisco J. Eguiguren, quiso abordar de nuevo el problema de los delitos cometidos por la
prensa que continuaban dentro de una completa impunidad. La ineficacia de la ley de 1823
provenía principalmente (según dijo Eguiguren en su oficio a la Cámara de Diputados el 23 de
octubre de 1903) “de la dificultad para que los jueces de hecho se reúnan porque no está esta-
blecida una sanción pronta y efectiva para castigar a los inasistentes; de que la secuela de la
penalidad no está en ella bien establecida; de que es defectuosa la enumeración de los delitos
que consigna; y de que, tratándose de la denuncia de los libelos, los jurados han procedido con
marcado espíritu de lenidad”.
El proyecto de Eguiguren se iniciaba con una enumeración de los casos de responsabilidad
al hacerse uso de la imprenta; trataba luego de las penas correspondientes a los delitos de ella
emanados (con tendencia a la severidad) así como de los acusadores; el juzgamiento de las
injurias y calumnias lo encomendaba a los tribunales ordinarios y los demás delitos los entrega-
ba a dos jurados; uno de denuncia y otro de fallo. La comisión de la Cámara de Diputados, a la
que pertenecían Cesáreo Chacaltana, Mariano H. Cornejo, Belisario Soto y Alfredo del Valle, pre-
sentó un proyecto sustitutorio que empezó a ser debatido en la legislatura extraordinaria de
1903 sin llegarse a sancionar la ley respectiva.

loS dIaRIoS de lIMa a FIneS del SIGlo XIX Y coMIenZoS del XX. la
RotatIVa Y loS lInotIpoS(1).- A fines d siglo XIX los diarios más antiguos de Lima
fueron El Peruano, El Comercio, El Nacional, La Opinión Nacional. Entre los más fugaces hay
también algunos de suma importancia. Uno de ellos fue el vocero demócrata El País, que
apareció entre 1895 y 1902 dirigido por Julio S. Hernández. Antes había salido de 1884 a 1886
y de 1889 a 1890. Como órgano del Partido Civil apareció La Ley entre 1897 y 1899 y durante
la campaña eleccionaria de Candamo. Por algún tiempo en esta etapa el redactor jefe de La
Ley fue Víctor M. Maúrtua. En una época anterior, en 1887, La Ley estuvo dirigida por Anselmo
V. Barreto. La Sanción fue fundada el 13 de abril de 1895 bajo la dirección de Antonio B. Reyna.
Parece que dejó de publicarse a fines del mismo año y que Reyna pasó a El Tiempo. Este diario
organizado en 1895 por Manuel Antonio Hoyos, ciudadano colombiano que asoció a la
empresa como director y redactor político a Heráclides Pérez, se publicó entre 1896 y 1897
bajo el comando de Juan Francisco Pazos Varela en actitud de elevada oposición. En 1898

(1) El presente capítulo solo se trata de publicaciones periódicas de Lima y callao sin pretender un carácter exhaustivo. Falta
estudiar, siquiera superficialmente, el periodismo en provincias. Tienen carácter aislado aportes como el de Pedro Mañaricúa Un
siglo en la historia del periodismo en Ayacucho (Lma,1944); el de Luis Curie Gallegos Periodismo en Parinacochas(Lima,
1945); el de Luis Ginocchio Feijóo Breve historia del periodismo piurano (Piura, 1957); el de César Augusto Arauco Aliaga El
periodismo en Huancayo (Huancayo, 1958); el de Antonio Cisneros Reaño y Migue Suárez Osorio Historia del periodismo en
Junín (Huancay, 1967)el de Carlos Alberto Gonzáles Marín Breve Historia del periodismo peruano en Tacna (Boletín
Bibliográfico, Lima, año XXXVIII. 1965, números 1 al 4).

172 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


pasó a poder de Alberto Ulloa, Fernando Gazzani, Carlos Forero y Enrique Castro Oyanguren HeRnÁndeZ
y tuvo una filiación demócrata para estar en la oposición al régimen de Romaña. Allí se ini- Y el paíS
ciaron Luis Fernán Cisneros, José María de la Jara y Ureta, Enrique A. Carrillo, José Lora y Lora.
Órgano de la opinión clerical, continuador de La Sociedad, El Bien Social apareció en 1896 y
duró hasta 1912. En su primera época, uno de los principales redactores fue Francisco Moreyra
y Rigios. El Diario Judicial, fundado en 1890 por Paulino Fuentes Castro, llegó a subsistir hasta
1914 y se dedicó a las actividades del Palacio de Justicia y al estudio de importantes cuestio-
nes forenses y legales. La Voce d’Italia, de Emilio Sequi, publicado en italiano actuó como
órgano de la colonia de esa nacionalidad
En 1897 apareció el diario La República, vocero del Partido Liberal-Democrático; pero tuvo
corta vida. El siglo XX de José Santos Chocano acaso con dinero de Billinghurst (1900), fue el
primer diario de Lima con tres ediciones: de mañana, a mediodía y en la tarde y con una sección
destinada a la vida obrera. También duró poco.
El Comercio introdujo en el Perú la primera prensa de reacción en 1855 y el servicio noticioso
del extranjero por cable, en 1884. En enero de 1902 instaló la primera rotativa que llegó al país
y en octubre de 1904 hizo funcionar los primeros linotipos. José Antonio Miro Quesada quedó el diario el país apareció
desde 1898 como director único de este diario al fallecer su socio Luis Carranza. En 1901 adscri- de manera intermitente
bió a la dirección a su hijo Antonio Miró Quesada. de 1894 a 1890. en 1895,
Francisco García Calderón Rey en El Perú contemporáneo presentó en 1907 como ideales de El con la llegada al poder
Comercio el culto de la paz interior contra la anarquía, la condenación del radicalismo y de las refor- del presidente nicolás
mas verbales y absolutas y un positivismo que venía de los hechos. De los editoriales escritos en de piérola, su aparición
estilo no literario de José Antonio Miró Quesada dijo que buscaban un término medio, un equilibrio se volvió regular.
entre las ideas y los hombres, entre las realidades y los partidos. José Antonio Miró Quesada había circuló sin
hecho ya una síntesis de las doctrinas de su diario en el discurso que pronunció con motivo del interrupciones de 1895 a
homenaje que se le rindió el 9 de agosto de 1903 en el Palacio de la Exposición, llamado “la fiesta 1902, como vocero del
de la paz”. Allí afirmó que la política invariable de El Comercio consistía en defender la paz siempre partido demócrata,
que ella fuese base de progreso y bienestar. En 1905 dejó la dirección del diario a cargo de su hijo fundado por piérola.
Antonio Miró Quesada, elegido presidente de la Cámara de Diputados ese mismo año. aquí vemos una
En el campo político interno El Comercio amparó a los regímenes de Romaña, Candamo y fotografía de su director
José Pardo contra la oposición demócrata y combatió resueltamente a Leguía en su primera durante esos años. Julio
administración, así como también los alegados títulos del hermano de este personaje Roberto S. Hernández.
Leguía, en 1914. En la época de Billinghurst no estuvo unido al proyecto de golpe de Estado, que
se urdió en Palacio ni a la oposición subversiva encabezada por La Prensa. Durante el segundo
período de José Pardo tomó actitudes de clara independencia. En el orden internacional, a lo
largo de todos estos años, hizo la defensa tenaz de los derechos del Perú especialmente en la
cuestión con Chile, en editoriales que, muchas veces, causaron sensación dentro del país y sus-
citaron vivo interés en el extranjero. Durante la grave crisis que siguió al estallido de la primera
guerra mundial, El Comercio se enfrentó a quienes, desde el Poder Ejecutivo y desde el
Parlamento, pretendieron la emisión fiscal de cuantiosa suma de dinero y propugnó la emisión
puramente bancaria con respaldo metálico considerable y libre de la carga de los préstamos al
Erario; es decir, quiso cortar enérgicamente el camino que conducía al papel moneda y reafirmó
esta actitud cuando, más tarde, se intentó lanzar una nueva emisión de cheques circulares con
escasa garantía metálica; a la vez se enfrentó a la tentativa de acudir a empréstitos peligrosos.
Defendió la legislación del trabajo. Al producirse el conflicto sobre La Brea y Pariñas, su posición
fue nacionalista y de repudio a las fórmulas transaccionales. También tuvo severas críticas ante
las prácticas controvertibles que a veces usó la Peruvian Corporation.
Entre los numerosos redactores de El Comercio, además de Antonio, Luis y Óscar Miró Quesada
y de la nueva generación de la familia representada primero por Carlos y Manuel Miró Quesada
Laos, Alejandro Miró Quesada Garland y Aurelio Miró Quesada Sosa (estos en la década posterior

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 173


el nacIonal a 1920) estuvieron: Luis Varela y Orbegoso cuyo seudónimo era Clovis y cuya sección se titulaba
“La hora actual”; Carlos Solari, Don Quijote, crítico de arte; Marcial Helguero Paz Soldán, Marlaci,
crítico teatral; y Félix del Valle. Este último había colaborado antes en La Prensa, El Perú, Don Lunes
y Nuestra Época. Ignacio A. Brandariz fue jefe de redacción de El Comercio entre 1915 y 1921.
De necesaria lectura cotidiana para los habitantes de Lima y muchos del resto de la
República durante largos años, El Comercio, a pesar de los inevitables rozamientos, a veces fero-
ces, que depara la acción cotidiana, tomando partido en un sentido o en otro, guio, ayudó y
orientó a muchas personas no solo con sus editoriales, sus crónicas y sus noticias nacionales y
locales, sino también con sus cables del exterior, sus telegramas de provincias y sus avisos, desde
los que ostentaban gran importancia hasta los de defunciones, indispensable fuente de infor-
mación y, en época más reciente, los llamados “avisos económicos”.
El Nacional, diario que se publicó con algunas intermitencias desde 1865, parece que cesó
de publicarse en junio de 1903. Tuvo orientación civilista.
Pedro de Osma fundó el 24 de setiembre de 1903 La Prensa, en el anhelo de establecer un
diario importante que rivalizase económica y materialmente con El Comercio y que representa-
Juan Francisco pazos ra los ideales cívicos del Partido Demócrata, cuyo órgano El País había dejado de publicarse. El
fundó este periódico el primer director de La Prensa fue Enrique Castro Oyanguren, hasta principios de 1905 en que
23 de noviembre de 1865 asumió ese puesto su propietario, Osma. En agosto de 1905 las empresas periodísticas de La
con la colaboración de Prensa y El Tiempo se fusionaron y se creó una sociedad anónima con el capital de 20 mil libras,
Rafael Vial y el apoyo muy cuantioso para la época. Una maquinaria de impresión, un taller de estereotipia y linotipos
económico de José fueron comprados en el extranjero y comenzaron a funcionar en julio de 1907, mientras eran
canevaro. Fue el exhibidos orgullosamente ante los transeúntes de la calle Baquijano. Alberto Ulloa Cisneros
primero de gran tamaño asumió la dirección de La Prensa y fue su propietario principal desde 1911. La competencia
en el país (llegó a medir entre El Comercio y este diario se hizo intensa y tenaz.
73,5 x 51 centímetros). en A La Prensa y a su director Alberto Ulloa Cisneros, los presenta Francisco García Calderón Rey
sus inicios fue dirigido en El Perú contemporáneo como combativos e intransigentes, dentro de un estilo enérgico y con-
por el propio pazos. en ciso. No menciona la brillante plana de los redactores de La Prensa dentro de la que se contaron
1871, Manuel María del en la primera época Luis Fernán Cisneros, José María de La Jara Ureta, Leonidas Yerovi y otros.
Valle y cesáreo Durante La clausura de La Prensa aparecieron en el intento de, en cierta forma, reemplazarla,
chacaltana asumieron su EI Imparcial (1909-1910) dirigido por Pedro Ruiz Bravo y Carlos Guzmán y Vera, El País bajo el
dirección. dejó de comando de José María de La Jara y Ureta, La Mañana que dirigió Alberto Secada y apareció en
circular en 1881 y marzo de 1910, y El Pueblo.
reapareció tras la En 1915, pasó La Prensa a ser propiedad de Augusto Durand. La dirigieron entonces Gliserio
desocupación del Tassara, y entre 1917 y 1918, Carlos Rey de Castro. Formaron parte de la redacción Enrique López
ejército chileno de lima. Albújar, Abraham Valdelomar, Leonidas Yerovi, Alfredo González Prada, Alberto Ulloa Sotomayor,
Se publicó hasta 1903. José Carlos Mariátegui y otros.
aquí vemos una edición Diarios fugaces de tipo político fueron antes El Perú, El Constitucional (1902 - 1903) en el que
de 1901. colaboró Teodoro Noel, La Evolución, La Alianza Liberal Federal y El Liberal (1901-1908). Estos tres
últimos pueden ser considerados como voceros del Partido Liberal. Hay referencias sobre La
Evolución fundada en 1896 por Wenceslao Valera. En los tres órganos del liberalismo intervino
decisivamente Gonzalo Silva Santisteban. Manuel Yarlequé fue uno de los principales redacto-
res de La Alianza Liberal Federal y Luis Ulloa de El Liberal.
El Diario, fundado por un grupo de capitalistas y de hombres públicos identificados con la
política del Gobierno, comenzó a publicarse el 1º de enero de 1908. Tuvo como mentor a Javier
Prado y como primer director a Enrique Castro Oyanguren. Francisco García Calderón Rey y
Mariano H. Cornejo enviaron correspondencias desde Europa y Enrique Hurtado y Arias las
suyas desde Chile. Entre los redactores principales estuvieron Leopoldo Cortés y Enrique A.
Carrillo (sus directores más tarde), Jorge Prado y Federico Blume. Jorge Prado lo dirigió en 1909
y 1910; en 1911 publicó La República. Dejó de aparecer El Diario en 1912. Sirvió como órgano

174 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


del régimen de Billinghurst, La Nación dirigida por Juan Pedro Paz Soldán. La Nación fue un gran la cRÓnIca
diario desde el punto de vista técnico y periodístico.
El 7 de abril de 1912 inició Manuel Moral la publicación de La Crónica, un diario en muchos
aspectos nuevo para Lima, por su pequeño formato con dieciséis páginas, por sus ocho o diez
grabados que significaban una profusión de ilustraciones no vista antes y una mayor agilidad en
el comentario o la gacetilla. Dirigió La Crónica hasta 1929 Clemente Palma. Jefe de redacción del
nuevo periódico y también de Variedades e Ilustración Peruana fue, durante muchos años José
Gálvez. Ha narrado este gran escritor las dificultades para imprimir inicialmente las dieciséis
páginas de La Crónica pues la maquinaria solo permitía hacer ocho a la vez, por lo cual eran
preparados desde la antevíspera la portada, las crónicas literarias y el folletín. Otro de los funda-
dores de La Crónica fue Ignacio A. Brandariz. En 1929 y 1930 la dirigió Pedro Dulanto.
Al clausurarse El Bien Social (en 1912) lo reemplazó en 1913 como órgano clerical La Unión.
Gran realce adquirió este periódico cuando fueron sus directores Gonzalo Herrera hasta comien-
zos de 1914 y Víctor González Olaechea en 1915. A La Unión siguieron La Nueva Unión (que tuvo
una orientación germanófila en relación con la guerra mundial) y La Tradición.
Una vez consolidado el cambio político que llevó al poder a Benavides, el 28 de julio de 1914 el 7 de abril de 912
salió La Patria en los mismos talleres de El Diario y La Nación. Su director fue Enrique Castro Manuel Moral fundó el
Oyanguren y también colaboró Octavio Espinoza. Duró hasta 1915. primer diario tabloide
Este último año vio, además, otros diarios fugaces. Estuvieron entre ellos La Época dirigida del perú. entre sus
por Jorge Prado y Alejandro Deustua para auspiciar la candidatura presidencial de Javier Prado. redactores estuvieron
La Tribuna de Juan José Reinoso cuya finalidad fue defender los intereses de la “entente” en la María Wiese, Ignacio
guerra mundial y El Imparcial de Carlos Guzmán y Vera. También llegó a ser breve la existencia Brandariz Ricardo Vegas
de La Capital, semanario de Juan Pedro Paz Soldán con la técnica de un diario. Desde el punto García, carlos Gamarra,
de vista histórico este periódico ofreció, entre otros documentos de valía, los recuerdos perso- Ricardo Walter Stubbs,
nales de algunos sobrevivientes de la guerra con Chile. Más tarde, en 1916, Juan Pedro Paz Héctor argüelles y
Soldán siguió su Labor en Última Hora. leonidas Yerovi. en 1917
Isaías de Piérola efectuó un considerable esfuerzo económico y material para la publicación la crónica instaló su
de El Perú en 1916 y 1917 bajo la dirección de Luis Fernán Cisneros y Julio Málaga Grenet. Pero, no primera rotativa. pedro
obstante estos desvelos y la prominencia de sus redactores y colaboradores, El Perú no obtuvo dulanto asumió la
gran éxito multitudinario. Reemplazó a Cisneros en El Perú, Víctor M. Maúrtua. Tampoco alcanzó dirección en 1929. dos
vasta difusión o larga vida el sucesor de este diario desde el 19 de junio de 1917, Excélsior, dirigi- años más tarde el diario
do también por Víctor M. Maúrtua, por aquella época enamorado de las doctrinas socialistas. fue adquirido por Rafael
En 1916 Alejandro Belaunde fundó La Tarde, que duró cortos meses. Federico More y Miguel larco Herrera.
A. Pasquale editaron en 1917 El Momento, nuevo diario de corte moderno.
Mucho más feliz fue entonces el diarismo con un rotundo carácter de oposición, represen-
tado desde el 17 de julio de 1916 por El Tiempo que dirigió Pedro Ruiz Bravo y tuvo entre sus
principales propietarios a Manuel Químper.(1)
Frente a él surgió en 1917 (en los talleres de La Patria) El Día bajo el comando de Octavio
Espinoza. Contra El Día, por corto plazo, apareció La Noche de José Carlos Mariátegui. A favor de
la candidatura de Ántero Aspíllaga estuvo en 1918 y 1919 La Ley bajo la dirección de Enrique
Echecopar. De 1919 fue Actualidad de Octavio Espinoza.

[ II ]
loS dIaRIoS de lIMa duRante el oncenIo.- Los diarios del período anterior EI
Comercio, La Prensa, El Peruano, El Tiempo, La Crónica y La Tradición continuaron editándose.

(1)Hay referencias de que otro de los propietarios de El Tiempo fue Augusto B. Leguía.

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 175


Sobre el asalto a los dos primeros el 10 de setiembre de 1919 y la expropiación del segundo de
el Sol
ellos en marzo de 1921 se trató antes en el tomo 14, capítulos 2 y 3. Algunos miembros del
personal de La Prensa expropiada hallaron alberge en El Comercio. Desde el destierro Ruiz Bravo
vendió sus acciones de El Tiempo a Luis Bustamante y este las traspasó hacia 1927 a Fernando
Reusche, Foción Mariátegui y Celestino Manchego Muñoz.
Diarios nuevos aparecidos durante el mismo período fueron El Sol que fundó en marzo de
1926 Ignacio A. Brandariz y dirigió luego José M. Valega; La Noche, ágil vespertino iniciado en
1927 por Brandariz y Ezequiel Balarezo y Pinillos; El Mundo de gran formato editado por Carlos
Enrique Paz Soldán y Sebastián Lorente y Patrón y dirigido por Óscar Fritz. La Razón de José
Carlos Mariátegui solo vivió durante la campaña electoral de 1919 y los primeros meses de la
“Patria Nueva” y se caracterizó por haber querido ser obrerista y populista y por haber iniciado la
reforma universitaria con una serie de artículos de crítica a diferentes catedráticos de San
Marcos.
Después de 1921 se esfumó todo atisbo o destello de oposición. Los diarios no fueron, en
aquella época, salvo en excepcionales momentos hasta 1925, una expresión de las pugnas de la
este diario vespertino opinión pública.
dirigido por el político y Durante la huelga de los linotipistas iniciada el 5 de octubre de 1919 que paralizó las activi-
periodista Ignacio dades de los diarios de Lima durante nueve días, Las Noticias fue el órgano de aquellos y La
Brandariz fue fundado Prensa Unida de los propietarios de periódicos. El 7 de octubre los huelguistas consintieron en
en marzo de 1926. Su participar con su trabajo en una única publicación de homenaje a don Ricardo Palma, fallecido
dirección pasó luego a el 6 de octubre.
José M. Valega. por esa
misma época Brandariz
fundó el diario la [ III ]
noche, que, junto con el andRÉS aVelIno aRaMBuRÚ.- Andrés Avelino Aramburú nació en Lima el 10 de noviem-
Sol criticó duramente el bre de 1845. Fue alumno laureado de San Carlos. Empezó su carrera periodística antes de cum-
gobierno de leguía. plir la edad de la ciudadanía al enfrentarse en 1864 al gobierno de Pezet, desafiando vinculacio-
ambos medios fueron nes tradicionales y afectos íntimos. Publicó entonces, con sus compañeros de aula, La Voz del
clausurados y su Patriotismo. Hizo luego periodismo de oposición contra la administración de Balta y formó parte
fundador apresado en la de la redacción de El Nacional, Participó con denuedo, entusiasmo y brillo en la gran campaña
isla de San lorenzo cívica a favor de la elección de Manuel Pardo en 1871 y 1872 y fue tomado preso en tres opor-
hasta la caída del tunidades. El 1º de diciembre de 1873 apareció el primer número de La Opinión Nacional, diario
régimen. que fundó junto con Reynaldo Chacaltana y Manuel María Rivas, aunque luego ambos se sepa-
raron de la empresa Se enfrentó Aramburú con la pluma desde esa tribuna a la oposición
anticivilista representada por La Patria y La Sociedad, y combatió también a la rebeldía armada
como voluntario de la Guardia Nacional en la campaña que culminó en Los Ángeles. En 1879
fue enemigo declarado y sistemático de la guerra con Chile; pero cuando la vio venir como un
hecho inevitable, hizo, con elocuencia singular, la defensa de la causa peruana y entró en polé-
mica ardorosa y alturada con la prensa del adversario. En la batalla de Miraflores combatió como
soldado raso y fue en esa jornada que conoció a Andrés Avelino Cáceres. Durante el periodo de
la ocupación fue deportado a Chile. Asistió luego a la Asamblea Constituyente que convocó
Iglesias, y, junto con monseñor Tovar, su antiguo adversario en el periodismo, representó a este
caudillo en los esfuerzos para encontrar una fórmula de paz con Cáceres. Estuvo luego al lado
del héroe de La Breña convertido en gobernante, su hogar fue asaltado por una turba después
de los combates en las calles de Lima el 17 y 18 de marzo de 1895 y siempre, desde su diario,
hizo oposición a Piérola aunque cuando este caudillo terminó su período presidencial, recono-
ció los servicios que había prestado al país. Solo dejo La Opinión Nacional, ya anciano, a fines de
1913. Tuvo la suerte de celebrar sus bodas de oro como periodista. Falleció en Lima el 22 de
mayo de 1916.

176 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


Supo llegar directamente a la mente y al corazón de sus lectores. Hubo época en que en las pRenSa unIda
calles de Lima se pregonaba “La Opinión Nacional con editorial del doctor Aramburú”.
Fue el suyo un periodismo moderno, ágil, agradable, muy interesante. Sus editoriales se
caracterizaban por los párrafos de dos o tres líneas, a veces de una sola, con punto seguido
tenaz, a diferencia de las caudalosas oraciones tan gustadas en su época. Inició secciones tan
divertidas y curiosas como la de “Contrarrefranes” que aparecieron desde el tercer número de La
Opinión Nacional, las “Charlamenterías” los “introitos”, y sobre todo, las “Mentiras y candideces”
que la ciudad de Lima, integra, llegó a festejar alegremente y en las que entre gracias, supo decir
grandes verdades, antecedente, sin duda de la “Información política” de José María de la Jara y
Ureta y de los “Ecos” de Luis Fernán Cisneros. Así no solo tuvo el ademán oratorio sino pintó la
vida íntima de la vida pública, anécdotas del momento con el carácter simbólico o representa-
tivo que han de interesar al historiador, la petit histoire. Casi siempre estuvo solo en su periódico,
no ocupó jamás un cargo público (él, que tan hábil agente diplomático hubiera podido ser) y
solo por corto tiempo ejerció la representación parlamentaria.
Sus detractores lo tacharon porque en las cuestiones internacionales estuvo muy lejos de
mantenerse imparcial y equilibrado y porque en la política interna fue veleidoso, EI primer este medio eventual fue
cargo lo hubiera aceptado con orgullo Aramburú que forjó en su diario este apotegma:”Nadie publicado por las
tiene razón contra el Perú”. Citase también de él un diálogo con el publicista chileno Pedro empresas editoras el
Pablo Figueroa. Este le dijo:”El talento no tiene patria” y contestó: “Pero yo sí”. En cuanto al comercio, la prensa, la
segundo reproche, ha escrito Julián Guillermo Romero en el valioso estudio que publicó sobre crónica, el tiempo y la
Aramburú, su labor y su tiempo:” Aramburú fue pardista en los tiempos del civilismo verdade- tradición a inicios de
ro y pardista continuó hasta el fin de su jornada. Después, ya lo dijimos: defendió a Iglesias por octubre de 1919, debido a
defender la paz internacional; defendió a Cáceres cuando Iglesias desapareció del escenario y la huelga iniciada por los
el soldado de la Breña pasó a convertirse en Presidente constitucional; defendió a Romaña linotipistas el 5 de ese
porque simbolizaba el orden público y la honradez administrativa; defendió a Leguía porque mes. Solo circuló durante
no quiso la subsistencia de un Gobierno sometido a las imposiciones de la oligarquía parla- nueve días, hasta el final
mentaria: defendió a José Pardo como el continuador de la gran evolución cívica operada en de la huelga.
1872. Descartando errores imposibles de evitarse, los regímenes políticos que esos presiden-
tes encarnaron, casi siempre estuvieron dentro del marco constitucional trazado por el civilis-
mo originario. Pero no sucedió lo mismo con otros hombres y otros partidos a quienes estuvo
siempre enfrenado Aramburú... Si esto se llama veleidad y si de veleidoso puede tacharse al
hombre que constantemente defendió su credo constitucional y democrático, que siempre
combatió las revoluciones precursoras del derrumbamiento nacional, que siempre estuvo al
lado de los gobiernos legítimamente constituidos, que fue leal a la bandera de la patria, que
siempre supo erguirse, sin desertar, como otros, en las postrimerías del banquete; si todo esto,
decimos, se califica de veleidad habrá que convenir, cuando menos, en que ya palabra seme-
jante perdió en el castellano su significado verdadero... Recordando a un pensador contem-
poráneo dijo alguna vez Aramburú: ‘Solo Dios y Los imbéciles no cambian’ (agrega Julián
Guillermo Romero); y como él no pudo ser lo primero y no fue jamás lo segundo, tuvo que
someter sus opiniones a esa evolución fatal de las ideas impuestas por los hechos sucesiva-
mente realizados”.
En suma, se puede estar en desacuerdo con alguna o muchas de las cosas que Aramburú
escribió o que hizo; pero no se le puede negar su sitial en la historia de la cultura peruana, no la
de los museos y la de los sepulcros, sino la de las discusiones vibrantes de la vida cotidiana que
ya el tiempo ha apagado.
Una de las facetas sugestivas de la personalidad de Aramburú fue su amor por los obreros
especialmente por los obreros gráficos. Se interesó por ellos desde los primeros días de su orga-
nización gremial, como lo hicieron Francisco de Paula Vigil, Ricardo Palma, Fernando Casós y
otros y les predicó una doctrina social basada en la bandera de la patria y en la fe religiosa.

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 177


ReFleXIoneS de alBeRto ulloa cISneRoS.- Alberto Ulloa Cisneros nació en Lima el 15 de mayo de 1862.
un cualQuIeRa Fue hijo de José Casimiro Ulloa. Su madre fue hermana del poeta Luis Benjamín Cisneros y del
gran orador político y forense Luciano Benjamín.
Solo un año, el de 1878, estuvo en la Facultad de Letras. Desde marzo de 1880 actuó como
secretario de su padre que era cirujano en jefe de los ejércitos de la defensa de Lima. En noviem-
bre de aquel año recibió despachos de capitán temporal y enseguida se le incorporó a Estado
Mayor del jefe supremo. Como oficial de órdenes tomó parte en la batalla de San Juan y luego
se batió en los reductos de Miraflores. Sus impresiones de aquellos días han quedado escritas en
el folleto Lo que yo vi. No debieron ser tan abrumadores las fallas y los errores de Piérola entonces,
cuando hombre del temple moral de Ulloa lo acompañó a la sierra. En seguida, en la época de
pobreza general que sobrevino, trabajó en la agricultura en Yungay y en Palpa. Al desterrar
Iglesias a su padre, regresó a Lima y tomó parte en la sublevación de 1885, posesionándose el
1º de diciembre de la torre de San Francisco junto con un grupo de jóvenes al que perteneció
Julián Guillermo Romero.
Ingresó en 1888 en el servicio diplomático como secretario de la legación en el Ecuador y
esta obra del periodista estuvo en Quito hasta 1891, y llegó a ser encargado de negocios. Adscrito al Ministerio de
y político alberto ulloa Relaciones Exteriores, ocupó el cargo de oficial mayor hasta febrero de 1393 en que fue nom-
cisneros (1862-1919) se brado ministro en Argentina y Uruguay. Allí permaneció hasta mayo de 1894.
publicó póstumamente Gracias a su iniciativa y constancia fue creado el Archivo de Límites en 1896 y, justiciera-
en la ciudad de Buenos mente, se le dio su primera jefatura. Así fundó la organización documental de la defensa
aires, en 1943. Su hijo, peruana en las cuestiones territoriales y de límites. Tanto el archivo del Ministerio como el
alberto ulloa Nacional como otros archivos públicos suministraron documentos básicos que luego sirvie-
Sotomayor, compilo y ron para los alegatos. Con Carlos A. Romero publicó entre 1898 y 1900 la valiosa Revista de
editó los artículos de Archivos y Bibliotecas.
opinión escritos por Oficial mayor del Ministerio nuevamente, de 1898 a 1901, en este último año recibió el nom-
ulloa y publicados en bramiento de ministro en Colombia. Su labor en Bogotá fue notable. Uno de los aspectos de ella
el diario el tiempo a estuvo reflejado en el descubrimiento y la publicación que hizo de los protocolos secretos chi-
inicios del siglo XX con leno-colombianos Herbozo-Abadía Méndez; y el libro La Opinión colombiana y lo cuestión de
el seudónimo J. I. Tacna y Arica (Lima 1905) en el que recogió el testimonio de destacadas personalidades de aquel
país sobre este litigio.
Después de un viaje a Europa, volvió a Lima en 1903 e inició su carrera de periodista. Asumió la
dirección del diario El Tiempo del que era propietario asociado desde 1898. Entre los artículos que
publicó allí estuvieron, en los años 1903,1904 y 1905, las “Reflexiones de un cualquiera" bajo el seu-
dónimo de J. I, cuyo secreto guardó cuidadosamente. Ellas han sido editadas en un libro en 1943.
La relación directa que cada una de estas crónicas tiene con las circunstancias inmediatas se expli-
ca fácilmente por la forma como fueron apareciendo. En su mayoría son de crítica política y social. El
Tiempo estaba en la oposición contra los gobiernos que entonces sucedieron dentro de un admirable
ambiente de paz: Candamo, Calderón, Pardo. Quien haga la historia de nuestros comienzos de siglo
tiene aquí una indispensable documentación. Ulloa pertenece como un poco después La Jara,
Cisneros, Gálvez, Tola y tantos otros a las generaciones mutiladas por su romántica lealtad a Piérola.
El valor de las “Reflexiones” no es simplemente documental. Pertenecen ellas a una época en
que la redacción del periódico ya no era una barricada como en los días turbulentos de antaño;
pero todavía tenía mucho de cátedra y de tribunal. Hasta hace poco formaban ellas, en conjun-
to, una de las muchas joyas sin marca de fábrica que el diarismo peruano de otros días de pro-
ducido, con trozos que son dignos de las antologías como un romancero anónimo. En este caso,
no sin el trabajo de rechazar equivocadas interferencias, la piedad filial, al mismo tiempo que ha
librado una batalla contra el olvido, ha hecho un servicio a las letras nacionales.
Sin un propósito exhaustivo, tan solo como un esbozo o una incitación, van aquí algunas de
las ideas que aparecen en las “Reflexiones de un cualquiera”.

178 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


[1] EL COMERCIO. Uno de
los diarios más
antiguos del Perú
republicano inauguró
en 1927 su nuevo local
(1). Este se ubicaba en
el mismo solar al que
se traslado el 9 de
octubre de 1841, y que
es el que ocupa hasta
el día de hoy. Desde
su fundación El
Comercio siempre
estuvo a la cabeza del
desarrollo tecnológico
de la imprenta en
nuestro país. A inicios
del siglo XX, por
ejemplo, adquirió la
rotativa Marinoni (2).
De fabricación
francesa que permitía
producir más
ejemplares de mejor
calidad en menos
tiempo.

[2]

[ capítulo 4 ] adenda 179


ReVISta de aRcHIVoS Como ya se ha dicho, ellas reflejan aquel momento histórico desde el ángulo de la oposición
Y BIBlIotecaS demócrata. Sus puntos de vista sobre Candamo, Calderón, Pardo, Leguía, Alzamora, Válcarcel y otros
nacIonaleS prohombres, son concretos y rotundos. Llaman la atención el respeto y la simpatía con que juzga al
presidente Candamo con motivo de su fallecimiento, ensalzando su espíritu amplio y tolerante y
hasta exigiendo responsabilidades a causa del modo como fue tratada su enfermedad. También es
de notar que insinúa la posibilidad del apoyo demócrata a la candidatura de Alzamora que los civi-
listas pudieron lanzar en 1904, si bien se impuso el grupo de jóvenes que rodeó a José Pardo.
El clima del momento es tan sano que se produce un debate cortés, como en los tiempos en
que los duelistas cambiaban estocadas y venias, entre Javier Prado y Alberto Ulloa con motivo de
un discurso que aquel hombre público, muy joven entonces, pronunció en el Club Nacional a
favor de la candidatura de Pardo. Más ardorosa fue, por cierto, la polémica con los discursos de
Chacaltana en la Junta Electoral Nacional que repercutieron en la Facultad de Derecho; pero
resulta un modelo de urbanidad comparada con posteriores exaltaciones juveniles.
Ulloa observa, sin embargo, una creciente decadencia moral en el país. Parece añorar los días
en que se vivía de cara al peligro y a la aventura, en que lo despreciable y lo indigno contaban
como un lastre, en que el juego cívico no consistía “en falsificar registros, redactar pasquines
la Revista de archivos infames o urdir celadas”. Constata cómo las vocalías de la Corte Suprema se otorgan como pre-
y Bibliotecas mio político en desmedro del mérito. Evoca con alborozo el gesto de don Manuel Pardo cuando,
nacionales fue creada poco antes de dejar la Presidencia, exigió que a su gran enemigo en el Parlamento, Luciano
en 1898 y publicada por Benjamín Cisneros, se le mantuviera en la curul de diputado nacional. Otras noticias históricas
la imprenta del diario también suministra. Una por ejemplo, sobre el radical cambio de actitud de don Manuel Pardo
el tiempo. Su primera en la cuestión salitrera, revelado por Francisco Rosas en 1879, es particularmente interesante. Se
entrega se dedicó a los exhibe, sin embargo, como adversario decidido del jefe del Partido Civil, aunque rinde homena-
libros, periódicos y je a su capacidad. También es curiosa su información sobre la acusación al ministro Ferrecio
demás documentos de durante el gobierno de Morales Bermúdez.
la época colonial, hasta Al ambiente social del Perú dedica constantes cavilaciones. Tres a cuatro docenas de perso-
la guerra de la nas (afirma) se distribuyen entre nosotros casi en forma excluyente los cargos y funciones en los
independencia. aquí congresos, municipalidades, universidades y beneficencias. Pregúntase cuáles podrían ser los
vemos la portada de su medios para que seamos República y no un dominio feudal. Al mismo tiempo, encuentra entre
cuarto volumen, nosotros un exceso de espíritu individualista, un anarquismo letal. Todos los peruanos somos
aparecido en el 1900. “autonomistas”. Él “me da la gana” constituye una regla moral invariable. Al lado de ese contraste
entre la tendencia a la formación de pequeños grupos y el espíritu de disociación, resalta la
tendencia a transar.” Toda la historia política y social del Perú se compone de transacciones... El
abogado recomienda una transacción, el médico pide una junta, el juez quiere un avenimiento,
el diputado un aplazamiento, el asesino un indulto”. También somos aficionados a las transaccio-
nes electorales, si bien ellas suelen ser como la que el padre Valverde propuso a Atahualpa. Lo
interesante es siempre ver quién hace el papel de Atahualpa. Otro de los vicios nacionales que
censura es el de la adulación.
Sobre la volubilidad e inconsecuencia de los partidos tiene palabras acerbas. Todas las ideas
han servido de lema o de enseña a los partidos políticos de aquí; ninguno ha dicho que los
puestos de la administración deberían ser gratuitos. Con saña combate a los partidos minúscu-
los, “ridículos grupitos” que “hacen creer que forman legiones” y siembran el desconcierto. Debe
haber una ley de partidos supresos como hubo decretos sobre conventos supresos. Cree nece-
sarias solo las grandes y poderosas agrupaciones para que una gobierne y las otras impongan
respeto. Esa es la única manera de salvarnos de escenas de horror o de abyección. La paz públi-
ca debe ser el resultado del ejercicio discreto de las libertades y derechos sociales y no el fruto
podrido de la sumisión voluntaria.
Quizá nadie ha escrito tan elocuentemente sobre los desbordes y los excesos de la pasión
política entre nosotros, como el autor de las “Reflexiones”. En unos consejos reiterados a José

180 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


Pardo, cuya candidatura presidencial considera prematura, le advierte sobre la crueldad sin
entrañas que dicha pasión alberga. El odio, la maledicencia, la calumnia, han cubierto, le dice, en
este país, a todos los gobernantes, aun los más esclarecidos, los más honorables, los más bon-
dadosos. Parecía romperse esa regla precisamente con Pardo; lo que ocurrió en 1919 vino a alGunas de las
confirmar con su tremenda e injusta virulencia, las previsiones del adversario fogoso pero leal en
1904. Igualmente lúcidos resultan sus consejos a aquellos que pretenden recoger la frase del
‘reFleXiones’ (de
“político poeta o poeta político” González Prada mandando a los viejos a la tumba y a los jóvenes ulloa) estÁn
a la obra, con olvido de la ley inexorable que a todos hace envejecer. A Augusto B. Leguía le da dedicadas a
consejos contra el pecado de la soberbia
Entre las preocupaciones de carácter internacional de Alberto Ulloa, no podía faltar la de Chile.
teMas
La sombra del conflicto del sur se proyecta sobre toda nuestra vida pública entre 1884 y 1929. Pero Hacendarios.
las “Reflexiones” están bien lejos de esa queja de “yaraví” que a veces tuvo nuestra literatura enton- ataca el
ces. Juzga severamente a quienes se dedicaban a ceremonias oratorias en Miraflores y San Juan
todos los años; a las nuevas generaciones, dice, se les educa por el saber y el ejemplo. creciMiento
Al mismo tiempo, resalta la importancia de la fuerza en el derecho. Parece vivir en los días desMesurado de
que el mundo entero ha vivido dos veces más tarde, cuando recuerda las milenarias inmolacio-
nes humanas. Quiere poner en guardia al Perú contra posibles amenazas futuras sobre nuestra
los Gastos
región amazónica. Y no acepta la injerencia arbitraria de las comisiones diplomáticas de las pÚblicos por
Cámaras en los asuntos internacionales. acción del
Algunas de las “Reflexiones” están dedicadas a temas hacendarios. Ataca el crecimiento des-
mesurado de los gastos públicos por acción del Congreso; así como el exceso de burocracia que conGreso; así
pulula alrededor de ese poder del Estado. Se rebela contra los planes fiscales y económicos, coMo el eXceso
modestos “negocios de pulpería” cuando, en su concepto, es preciso hallar millones para valori-
zar la costa. Le indigna que para los proyectos de orden nacional no existieran entonces los
de burocracía
indispensables datos de la estadística, ciencia casi desconocida en esta región del globo, pese a Que pulula
lo que hicieron Echenique y Pardo, y bien pudo añadir Castilla bajo cuyo patrocinio se efectuó alrededor de
el primer censo. No se deja engañar por los aspavientos de los industriales contra los impuestos;
estos deben pagarse según las facultades del contribuyente y jamás debemos repetir la práctica
ese poder del
de vivir de entradas extraordinarias, como lo fueron el guano y el salitre, dedicándolas exclusiva- estado
mente al pago de sueldos. Elogia con justicia la personalidad y la obra de José Payán.
Lo inocuo de nuestros Consejos –de Instrucción, de Guerra, de Minería y... de ministros– le
suscita una “Reflexión” cáustica. La que dedica al alza excesiva de las tarifas postales tiene todavía
actualidad. Sobre temas locales también diserta: la desatendencia de la higiene pública, el des-
prestigio de la policía. Igualmente penetra en un palpitante problema al tratar de la ley de Casas
de Préstamos.
Los asuntos culturales y educacionales no podían escapar a la preocupación del articulista.
Mira con escepticismo los cambios de planes y programas de enseñanza y los “métodos natura-
les integrales, concéntricos, dispersivos, positivos, intensivos, eclécticos, paralógicos, trascenden-
tes, coeducativos, enciclopédicos”. No cree que la solución esté en meter veinte docenas de
textos a golpe de martillo en la cabeza de los niños. Lo que necesitamos es el saber modesto, la
enseñanza viril y esencial. Nos preocupamos de la inspección extrínseca y no de la subjetiva de
la enseñanza; se puede cumplir aparentemente con las leyes y decretos y al mismo tiempo,
desatender y violar el respeto a los intereses comunes o sociales. A la enseñanza universitaria en
general y en particular, a la de la Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas, las considera en
franca decadencia. Llama a los grados universitarios, “aquelarres” de demi savants. Añora los días
claros de la educación liberal de los Lorente, Gálvez y Elías, de la que entonces quedaban solo
unas cuantas ramas secas y quebradizas.
Le preocupa el cuadro tradicional de las glorías de la cultura nacional vestidas con el crespón
de la miseria, del infortunio o del sufrimiento. "¿Para qué sirven, se pregunta, el vigor y la

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 181


la pRenSa vivacidad de esos ingenios, si delante de su vida no hubo más que dolores y tristezas y detrás
de sus muertes solo infecundas loas?”
La “Memoria” de don Ricardo Palma en la Biblioteca Nacional le sugiere una de las
“Reflexiones” más dignas de comentario. Al proceso contra la incuria de generaciones enteras
que culminó en mayo de 1943, pertenece aquella página que esconde un sollozo comentando
cómo la Biblioteca aumentado el año anterior en solo tres manuscritos y 328 libros. La caracte-
rística languidez de nuestras sociedades científicas y culturales le arranca un comentario que
irradia hacia el presente. Se burla de la ingenuidad oficial al pretender crear historiadores e his-
toria por decreto. Aunque no es un católico militante lamenta el olvido o la indolencia ante la
hermosísima figura de Santa Rosa y pide que se le rinda homenaje con un libro digno de ella.
No acepta que la libertad de prensa sirva de estimulo al desborde de pasiones personales.
La empresa de El Tiempo se fusionó en 1905 con la de La Prensa, fundada dos años antes por
Pedro de Osma. Continuó La Prensa, ya bajo la dirección de Ulloa, y El Tiempo cesó de aparecer.
Durante más de diez años escribió él uno o más artículos diariamente, casi siempre editoriales,
pero muchas veces otras contribuciones. Es fama que, bajo la urgencia del momento, algunos
este diario fue fundado de ellos los dictó por teléfono. En 1912 ejerció gran influencia para que se formara la ola popular
en 1903 por pedro de que elevó a Billinghurst. Viejo amigo de este hombre público, no aceptó la propuesta para que
osma. la prensa se ocupase el Ministerio de Relaciones Exteriores. Poco a poco fue distanciándose del nuevo
convirtió en el vocero gobernante, por elevadas razones cívicas, y terminó por encabezar la oposición subversiva que
del partido demócrata triunfó el 4 de febrero de 1914. Su famoso artículo “Dos palabras” determinó la clausura de La
de piérola, y opositor Prensa el 3 de febrero. En seguida, fue el órgano de expresión de la alianza liberal-leguiista que
al gobierno civilista. en acompañó a Roberto Leguía y marchó al destierro. Después de tantos largos años de oposición
1905 se fusionó con el a todos los gobiernos que se sucedieron de 1903 a 1915, se apartó en esta última fecha de La
diario el tiempo, de Prensa.
propiedad de alberto Periodista y maestro de periodistas, entendió su función como faena de combate, como
ulloa cisneros, quien cátedra de orientación de la opinión pública, como tribuna de fiscalización de la vida política,
asumió la dirección del como sacerdocio cívico. Recio, intransigente, fervoroso, llevó a su prosa antipatías y afectos,
medio. Fue cerrado en idealismos y pasiones que fueron profundos y a veces arrebatadores pero siempre sinceros. Su
1909 y 1910, debido a estilo fue sencillo y directo. Las palabras salían en él eficaces y exactas como una voz clara y
los desmanes fuerte. No eran ampulosas ni triviales. Los párrafos parece que están compuestos de un solo
ocasionados por la bloque, con pasmosa facilidad, sin haber sido corregidos. No se percibe el jadear de los gañanes
policía tras el golpe de de la pluma, ni el desaliño de los irreflexivos, ni el colorete con que adornan sus frases los peti-
estado fallido de los metres idiomáticos. De pronto una cita o una referencia histórica ponía un fulgor de oro viejo en
pierolistas. circuló medio de los oropeles del carnaval criollo, delatándolo. Siempre estuvo lejos del chiste que suele
hasta 1984. ser un parapeto de los frívolos o de los mezquinos. Supo producir, en cambio, el golpe del sar-
casmo, la emoción del contraste, el vigor del claroscuro al reflejar la amargura del anhelo frente
a la realidad, de la esperanza chocando con la desilusión. A veces se empinó sobre el momento
fugaz y esbozó normas de orientación permanente. El periodista superó lo periodístico, se trocó
en publicista y hasta en hombre de Estado. Se puede no estar de acuerdo con él en algunas
cosas, quizá en todo o casi todo, pero no se puede negar que buscó afanosamente lo noble, lo
justo, lo verdadero. Él mismo escribió alguna vez: “Vivo identificado con el medio en que me
hallo, pero libre el espíritu de viles ataduras, no pago a la relatividad de la moral de estos tiempos
el tributo que pagan los otros. Vivo animado del afán de decir la verdad, educado en su seno,
habituado a quererla, corriendo en su busca, embriagado en su huella, como el sabueso que
rastrea al ciervo fugitivo y ligero”. Su propósito fue convertirse en invisible abogado del pueblo.
No tuvo miedo; la polémica era para él una fiesta, le hacía circular mejor la sangre.
Ulloa contribuyó grandemente a divulgar la leyenda negra del civilismo que luego, en 1919,
aprovecharon otros para su éxito político. También fue uno de los grandes cultivadores de la
literatura apologética acerca de Piérola. Como José María de la Jara y Ureta, Luis Fernán Cisneros,

182 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


José Gálvez, Leonidas Yerovi y otros, esparció, en volanderas hojas periódicas, fragmentos de actualIdadeS
papel para erigir el monumento al caudillo demócrata que nunca se ha plasmado en el bronce.
Los escritos de Ulloa, que empezaron a ser reunidos por su hijo Alberto Ulloa Sotomayor y
quedaron truncos, no solo tienen interés histórico en relación con la época a que pertenecen,
sino también en cuanto se ocupan, con frecuencia, de hombres y cosas de la vida republicana
que él conoció en detalle a través de su agitada vida pública, de versiones de familiares y amigos
y de su rica biblioteca particular.
Diputado por Yauyos en 1913, actuó en el Parlamento hasta la última legislatura de 1918
Todavía no han sido coleccionados los discursos que pronunció. Cuando ello ocurra asombrará
su conocimiento de los problemas del Perú y su visión de estadista. Particular interés revisten sus
ideas acerca de cuestiones hacendarias, diplomáticas y educacionales; pero acaso su momento
oratorio culminante tuvo relación con el debate acerca de las elecciones por la provincia de
Lima en 1917. Allí Ulloa hizo un estudio detenido sobre la impura historia del sufragio en el Perú
y sobre los aspectos teóricos de este asunto. Falleció el 23 de febrero de 1919.

esta revista semanal


luIS FeRnÁn cISneRoS.- Luis Fernán Cisneros nació en París el 22 de noviembre de 1882 y fue ilustrada fue fundada por
hijo del gran poeta Luis Benjamín Cisneros. Estudió en Lima en el Colegio de Labarthe e ingresó a Juan José Reinoso. Su
la Universidad de San Marcos; pero abandonó cualquier ambición académica que hubiese tenido primer número, que
por el periodismo. Fue redactor de revistas taurinas y de El Tiempo, El País y La Prensa hasta 1905. En vemos en la imagen,
este último año pasó a ser director de la revista Actualidades. Volvió a La Prensa en 1906 y la tuvo a apareció el 3 de enero de
su cargo en 1908 cuando fue apresado Alberto Ulloa Cisneros. Conoció, a su vez, la prisión política 1903 con un ensayo
en mayo de 1909. En La Prensa continuó hasta 1916, dirigiéndola entre mayo de 1915 y junio de poético de monseñor
aquel año. Inició la publicación de El Perú, colaboró en Don Lunes y, una vez más, halló un hogar carpenter, obispo de
intelectual en La Prensa a partir de mayo de 1918. Encabezó la gallarda campaña de este periódico lorea (españa).
contra Leguía en 1921 y fue desterrado a Panamá. Pero luego fijó su residencia de exiliado en actualidades, que se
Buenos Aires, fue uno de los redactores de La Nación y creó y organizó el archivo de este gran distinguió por incluir
diario. También ejerció la docencia, pues tuvo a su cargo entre 1924 y 1933 la cátedra de literatura fotograbados en sus notas
y castellano superior en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario en Buenos Aires. llegó a publicar 275
La obra poética de Luis Fernán Cisneros presenta varias facetas. Una de ellas ostentó carácter números hasta su cierre,
épico con una elegía a Jorge Chávez y una festejadísima y premiada evocación de santa Rosa. ocurrido en 1908. uno de
Aquí se dio el caso singular de un vate que logró aprehender la emoción colectiva. Los que se sus directores fue el
emocionaron mucho con los versos que empezaban: poeta luis Fernán
cisneros (1905).
Hace trescientos años que el jardín florecía
y lleno de perfume florece todavía…

eran las mismas gentes que en el teatro se impresionaban con las obras de los hermanos Serafín
y Joaquín Álvarez Quintero y con su visión bondadosa de las cosas y con versos como los de “Era
un jardín sonriente …” de la obra Amores y amoríos
Luis Fernán Cisneros se hizo, así, en todo caso, en un momento dado, el intérprete de los sen-
timientos enaltecedores que sobrecogieron entonces a los peruanos. También se puede hallar en
esta misma producción una fase descriptiva. Mucho más abundante es la nota sentimental y eró-
tica, neorromántica, en gran parte recogida en el libro Todo, todo es amor (llamado en otra edición
Todo es amor) que alcanzó un éxito sorprendente. Cálidos fueron sus elogios a la mujer limeña que
llegaron a la exageración. “Lima es un inmenso taller de muñecas”, escribió. Tuvo por último,
Cisneros una olvidada inspiración filosófica y una fecunda y dispersa vena festiva.
A pesar de las aclamaciones que recibió esta poesía, los gustos y las tendencias de la nueva
estética y de las nuevas generaciones han ido por caminos distintos. No por ello ha de dejar el

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 183


todo, todo historiador social de emitir un juicio tomando en cuenta el momento y las circunstancias. Debe
eS aMoR ser recordado, asimismo, el don excepcional que este gran literato tuvo como recitador y orador.
En la prosa llegó Cisneros a un temple extraordinario. Lástima es que no se hayan editado
todavía los libros que él dejó listos con una antología de este sector de su producción. El discur-
so que pronunció ante la tumba de Ricardo Palma y la semblanza que publicó sobre Alberto
Ulloa no son sino muestras de tan notables ejercicios en la lengua castellana. Otro ejemplo: los
párrafos que sobre su niñez y sobre el Perú al concluir la guerra con Chile aparecen en Cinco
discursos sobre nuestro tiempo (Montevideo, 1940). A un tono distinto corresponden otras
muchas páginas que deberían quedar en el recuerdo, entre las que es grato mencionar sus
evocaciones de “viejo” en la revista Hogar.
Como periodista Cisneros podía escribir el diario integro desde el elocuente editorial y la
aguda página de polémica hasta el relato del chisme diario, la sección literaria, la gacetilla y la
crónica de toros. Gran parte de la fama que en Lima y en el Perú lo acompañó en este menester
provino de su sección “Ecos” que redactó durante muchos años desde los días del primer gobier-
no de Pardo hasta los primeros años del segundo gobierno de Leguía en La Prensa y El Perú.
este poemario de luis “Ecos” eran ágiles comentarios a la actualidad política, generalmente dialogados, con noti-
Fernán cisneros se cias que merecían destacarse, datos secretos, comentarios certeros, revelaciones punzantes.
publicó en la ciudad de Aparecían allí los personajes más conspicuos del momento, se mostraba su psicología y no
Buenos aires en 1923, y faltaban, al paso, juicios exactos y precisos sobre las situaciones por las que el país atravesaba.
se reeditó en 1924 y 1933. La mayor parte de las cosas allí narradas eran ciertas o merecían serlo. El estilo tenía frecuen-
uno de los poemas más temente un tono de coloquio, las frases a veces albergaban un mínimo de palabras, la ironía
célebres del libro fue se revestía de un tono inocente y solía depender del sentido que tenía la crónica en conjunto,
“alma de mi alma,” que o solo de una palabra, de una interlínea, de un silencio; aunque en ocasiones especiales bro-
empieza: “alma de mi taba a borbotones el estro lírico para una reminiscencia, un apóstrofe, una admonición con
alma, novia poesía, / esa impresionante aptitud para expresar lo emotivo y lo retórico que los protestantes consi-
siempre en mis deran una característica católica y que otros radican en el trópico aunque su verdadera patria
ensueños, pero nunca esté en el Mediterráneo.
mía: / yo voy por el Cisneros nunca escribió “Ecos” al servicio de un partido político, de un candidato presiden-
mundo buscando tus cial de un grupo coludido para cazar el poder. Su devoción íntima fue por Piérola, muy joven
huellas, / flores en e! para haber actuado durante la administración de este estadista, leal luego en los largos años
campo y en el cielo de su triste vejez y después de su muerte. Nunca conoció, como periodista, en toda esta época,
estrellas , / estrellas y la turbia voluptuosidad de ser gobiernista. Fue independiente u hostil a los distintos regímenes
llores en mi fantasía”. que se sucedieron. Con admirable respeto, los propietarios de La Prensa y de El Perú lo dejaron
ser él mismo.
Se ha dicho que existió relación inicial entre los “Ecos” de Cisneros y unas crónicas parlamen-
tarias que escribió Azorín en un diario de Madrid, Como antecedente cercano tuvo las “Mentiras
y candideces” de Andrés Avelino Aramburú en La Opinión Nacional y la celebrada “Información
política” de José María de la Jara y Ureta también en La Prensa. Nada de eso embotó la originali-
dad de los “Ecos”. Sus imitadores fueron muchos; entre ellos estuvieron José Carlos Mariátegui
con sus “Voces” en El Tiempo antipardista por cierto en características propias. Armando Herrera
con sus “Manchas de tinta” en El Tiempo del Oncenio y Ezequiel Balarezo Pinillos en “El chisme del
día” en La Noche de un período posterior.
En 1953 Cisneros coleccionó los “Ecos” entre 1918 y 1921 con la intención de publicarlos en
uno o más volúmenes bajo el título de Vecinos contra vecinos. Las cuatro partes de que debían
constar eran: I.”La forja de un Presidente”; II.’”Vendrá, viene, vino”; III.” Un tiro de medianoche”; IV.
“Toletole”. Cuando se leen juntas estas páginas surge una amplísima visión de los titubeos y de
las fallas que fortalecieron a la candidatura de Leguía en 1919, de los acontecimientos cuyo
desenlace fue la victoria por ella obtenida; y de los primeros y desconcertados tiempos de la
“Patria Nueva”. Es como un tipo nuevo de novela política vivida y real. Muchos hombres públicos

184 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


desfilan. Pero el retrato, diseñado en innumerables rasgos, de Mariano H. Cornejo resulta estu- enRIQue a.
pendo. Ningún otro tan pintoresco, tan curioso, tan original. Dícese que Cornejo mismo anima- caRRIllo (1877-1936)
ba a Cisneros para que lo pusiera en sus “Ecos”.
En la amable polémica que tuvieron Cisneros y José María de la Jara y Ureta en agosto de
1919, este escribió:”No te rías, Cisneritos. No te rías tú que, por lo visto, has decidido pasarte la
vida riéndote de todo -no te rías sobre todo así, con ese reír de ahora que es muy distinto de
otros reíres tuyos. Es como si dijéramos un reír nublado”. Y le aconsejó: “He aquí una obra tenta-
dora para tu gran corazón; sacude un poco el púlpito empolvado, deja de reír, cálate la cogulla,
súbete a ese púlpito y predica”. Cisneros entre las cosas que respondió, dijo: ”Gracias por tu
invitación para que predique en el mismo púlpito desierto del futurismo, la cual es mucho más
piadosa que la que me hizo una noche un mal tenor a quien increpé en el teatro su incompe-
tencia, pidiéndome que subiera al escenario a dar, en su lugar, el do de pecho. Critico a los
tenores pero no canto, hermano”. Parecía así Cisneros quererse parapetar en su escepticismo
irónico. Pero no pasaron dos años y resultó envuelto en una campaña nacional que le costó la
expropiación de su periódico y el destierro de largos años. Había subido al fin, al escenario y
había querido dar el do de pecho. el traductor y escritor
Hay mucho por hacer en la crítica de la literatura peruana. Y una de las tareas que falta es enrique a. carrillo,
estudiar la significación literaria, política y cívica de Luis Fernán Cisneros. Verdad es que, después apodado cabotín, fue
de 1931, dejó el periodismo y la política y que, cuando actuó, se consagró a la diplomacia (1). uno de los más
reconocidos cronistas de
su época. de formación
loS cRonIStaS.- La popularidad de un diario tenía relación directa con sus editoriales, a francesa, dedicó sus
veces de una columna o más. También con sus crónicas, sobre todo las de carácter político. Pero relatos a los hechos y
había, al mismo tiempo, otro tipo de crónica de carácter literario que el lector podía saborear sucesos de la capital.
tranquilamente. Solían juntarse allí algo del artículo de costumbres, del poema lírico, del cuento, colaboró con los
de la crítica a autores y libros de la evocación sentimental. Con tales ingredientes surgieron, para periódicos la patria y el
perderse luego en la indiferencia y en el olvido, páginas de antología. diario, y con las revistas
Un gran maestro de la prosa de este tipo fue Enrique A. Carrillo, Cabotín. Una parte de sus actualidades y colónida,
colaboraciones publicadas en El Diario y La Patria (y también en la revista Actualidades) quedaron publicó los libros Ápice
recopiladas en el libro Viendo pasar las cosas… Este volumen amable y sutil alude a personas, (1905) y cartas de una
cosas, escenas y acontecimientos de Lima entre 1905 y 1914 (2). turista (1930). Sus
En 1921 Ezequiel Balarezo Pinillos, vastamente conocido por el seudónimo de Gastón Roger, artículos fueron
reunió algunas de sus crónicas pertenecientes a la sección “La perspectiva diaria” de La Prensa y recopilados en el libro
editó el libro La ciudad evocadora. Perteneciente a una generación posterior a la de Carrillo, Viendo pasar las cosas...
Balarezo escribió con un estilo más nervioso y entrecortado y menos correcto y pulido. Se inició en
el periodismo en 1910 en El País y fue luego redactor de El Diario, La Patria, El Comercio y La Prensa.
Son innumerables los libros que podrían formarse con los artículos que los cronistas dejaron
esparcidos en los diarios y en las revistas.

(1) Interesa recordar, una vez más, lo que ocurrió al volver Cisneros del largo destierro que sufriera. Fue en 1931 durante el proceso
eleccionario. Cisneros abandonó sus ocupaciones en Buenos Aires para venir al Perú y hacer campaña a favor de la candidatura
presidencial de José María de la Jara y Ureta, quien no pudo dejar su residencia en Brasil. En Lima, a lo largo de las calles, plazuelas
y avenidas por las que atravesó lo recibió una inmensa muchedumbre hostil a los gritos del Apra y Cerro. Los dos grandes partidos
que se disputaban con encono el apoyo popular habíanse unido por unos instantes, para hostilizar ferozmente al gran ciudadano,
al gran escritor, al hombre meritísimo que volvió a la patria. Entre los gritos que proferían sus amigos para contrarrestar esta con-
tramanifestación oyéronse muchos "Viva Piérola"
(2) Carrillo intentó reanudar sus crónicas en Mundial durante el Oncenio. Interesante es también su novelita Cartas de una turista
en la que describe la vida del aristocrático balneario de Chorrillos a principios de siglo, una prosa impresionista. Se trata de un
documento sobre las costumbres en las relaciones entre hombres y mujeres. La protagonista casi se cree comprometida porque un
galán ha tomado unos momentos un de sus manos en un paseo a burro.

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 185


MonoS Y MonadaS [ IV ]
laS ReVIStaS de GRan pÚBlIco. el FotoGRaBado Y la tRIcoMía.- De las revis-
tas de fines de siglo se recuerda el quincenario El Perú Artístico entre 1893 y 1896, el semanario
Neblina de 1894 a 1895 editado por Federico Blume y Hernán Velarde (distinto de La Neblina,
revista quincenal de artes y letras que editó José Santos Chocano en 1896), así como también El
Perú Ilustrado fugazmente resucitado en 1895 y 1896 (la primera publicación periodística con
fotograbados) y La Gran Revista sucesora de La Neblina de 1897 a 1899 fundada por Chocano y
dedicada a las letras, artes, ciencias, novedades, vida social, deportes, teatro, modas y otros asun-
tos. El Hogar que dirigió Luis Felipe Paz Soldán fue, entre 1895 y 1897, un semanario publicado
para las familias. Con la misma finalidad se presentó El Porvenir del Perú entre 1896 y 1897. El
Lucero, de literatura y ciencias, circuló entre 1894 y 1899 y entre 1903 y 1908. El Modernismo, de
literatura y arte dirigido por Domingo Martínez Luján, perteneció a los años 1900 y 1901. La
Vanguardia fue editada por Alberto Salomón en 1898.
Cuando se haga la historia minuciosa de la aparición y el desarrollo del modernismo en el Perú,
habrá que acudir a las revistas y periódicos de la época, más que a los libros de los autores aislados.
este “semanario festivo y Revistas como El Rímac (1899) correspondieron al progreso del litograbado a fines del siglo
de caricaturas” apareció XIX. Después de 1900 se difundió la técnica del fotograbado periodístico. Provistas de ellos sur-
por primera vez el 3 de gieron las publicaciones semanales que empezaron a reflejar los acontecimientos políticos,
diciembre de 1905. sociales, artísticos, teatrales, deportivos o taurinos de la actualidad, al mismo tiempo que hacían
Fundado y dirigido por el el comentario sobre sucesos, hombres y cosas del momento y alentaban la producción literaria.
poeta leonidas Yerovi Entre estos órganos deben ser mencionados Lima Ilustrada {1898-1904), Novedades (1903-1904),
(1881-1917) tuvo en la Actualidades (1903-1909), Prisma (1905-1907), Variedades (1908-1930).
dirección artística a Julio Actualidades, publicación fundada por Rómulo E. García, Juan José Reinoso y Julio A. Castillo,
Málaga Grenet, primero, y fue la primera que estableció en Lima la colaboración pagada. Después, todas tuvieron que
luego a abraham imitarla, inclusive los diarios, si bien no faltaron nunca los escritores gratuitos.
Valdelomar. Se publicaron Prisma, dirigida por Julio S. Hernández y luego por Carlos Germán Amézaga, ostentó las
108 ediciones hasta 1907. características de un magazine de lujo e introdujo La tricromía que se conoció por primera vez
en ellas participaron, en noviembre de 1905: un florero con rosas. Manuel Moral fue el editor de esta publicación y de
entre otros. Ricardo su sucesora Variedades.
palma, Manuel González Monos y Monadas, “semanario festivo y de caricaturas”, circuló por vez primera en las calles el
prada, abelardo Gamarra. 31 de diciembre de 1905 y duró hasta diciembre de 1907. En esta revista se asociaron Leonidas
luis Fernán cisneros, Yerovi y Julio Málaga Grenet. Los avisos solían publicarse en verso. Asimismo, en Monos y
enrique a. carrillo, Monadas aparecieron caricaturas hechas por Abraham Valdelomar.
clemente palma, José En 1906 salió Aplausos y Silbidos, semanario de Angel Origgi Galli sobre asuntos de tauroma-
Santos chocano, los quia en donde fueron publicadas también, y antes que en la revista anteriormente mencionada,
hermanos Ventura y caricaturas firmadas por Val Del Omar, o sea por Abraham Valdelomar. Gedeón fue un semanario
Francisco García festivo de caricaturas en 1907 que tuvo como director artístico a Pedro Challe. Siluetas, revista
calderón, Rubén darío y literaria de Pedro Larrañaga se publicó en 1908. En el año siguiente aparecieron Gil Blas semana-
leopoldo lugones. rio ilustrado y Candideces cuyo director fue Castor Ovalle. También fue de 1909 la revista semanal
El Fígaro cuyo editor propietario fue Pedro Berrio.
Puck apareció en 1910; allí se pudo leer parte de los artículos de Abraham Valdelomar “Hacia
el trono del Sol” sobre su viaje al sur del Perú. Otra parte salió en Ilustración Peruana (setiembre
de 1910) y en El Comercio de ese mismo mes.
Málaga Grenet fue el director artístico de Gil Blas y luego en 1911 de Fantasio, revista en la
que, como en la anterior, participó Antonio G. Garland. Otras revistas de Yerovi: ¿Está Ud. bien?
(marzo a junio de 1910), Lléveme Ud. (junio y julio de 1911) y Rigoletto (diciembre de 1915-febre-
ro de 1916).
A Prisma reemplazó a partir del 29 de febrero de 1908, con carácter más ágil, ameno y popu-
lar, Variedades. Clemente Palma dirigió esta publicación entre 1908 y 1930. En ella se juntaron la

186 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


[1] [2]

[3] [4]

EL AVANCE DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. El periodismo nacional tuvo un gran auge durante las
dos primeras décadas del siglo XX. Los adelantos tecnológicos permitieron, por ejemplo, que el diario
El Comercio empezara a imprimir a colores. Aquí la edición que celebra el día de la Independencia,
en 1931 (1). En noviembre de 1905 la revista Prisma fue la primera en introducir el uso de la tricromía,
una técnica avanzada de impresión. La primera página impresa con ese método mostró un florero de
rosas (2). Otras revistas del período también lograron gran calidad gráfica, como fueron los casos de
Variedades (3), fundada en 1908, y Mundial (4), fundada en 1920.

[ capítulo 4 ] adenda 187


información gráfica de acontecimientos políticos y sociales, el comentario de actualidad, la
colaboración literaria y los grabados o notas sobre la vida extranjera. El 7 de enero de 1909
comenzó a editar Manual Moral Ilustración Peruana, primero revista quincenal de artes y luego
tuvo Mundial semanal de letras, ciencias, deportes, teatros y modas en cuyas páginas, entre finas reproduccio-
nes de pintura en negro y color, pueden leerse artículos de Manuel González de la Rosa,
una parte Francisco García Calderón, Ventura García Calderón, José de la Riva-Agüero, José Gálvez, Víctor
Mundana y de la Andrés Belaunde, Alejandro Deustua, Clemente Palma, Juan Bautista de Lavalle, José Santos
vida de alta Chocano, Alberto Ureta, Pedro S. Zulen y otros escritores. Dirigieron entre 1909 y 1913 Ilustración
Peruana sucesivamente Pedro Paulet, Víctor Andrés Belaunde y Carmen Torres Calderón de
sociedad, Pinillos. Las revistas editadas por Moral aumentaron cuando apareció en 1915 Figuritas dedicada
eXpresiones a los niños y dirigida por Carmen Torres de Pinillos.
políticas seGÚn El 7 de noviembre de 1913 falleció Manuel Moral y poco después dejaron de aparecer
Ilustración Peruana y Figuritas.
las El semanario ilustrado Noticias dirigido por José María Barreto circuló entre 1913 y 1914. El
circunstancias semanario Balnearios que dirigió en Barranco Alfredo Muñoz desde 1911 hasta 1927 tiene inte-
rés no solo local, sino desde el punto de vista de la renovación literaria. En 1916 lo acompañó El
del MoMento y Barranquino. De 1915 fue El Amigo del Hogar.
taMbiÉn Andrés Aramburú Salinas, que había sido director de Actualidades entre 1907 y 1909, fundó
contenido en 1913 la revista La Opinión Nacional, con el nombre del famoso diario de su padre y la publicó
hasta el año siguiente en que cesó de aparecer por las dificultades que ocasionara la guerra
intelectual. las europea.
Fiestas, las En 1914 y 1915 Ángel Origgi Galli, editó Arte y Artistas. En 1915 aparecieron Lápiz y Tinta, Eva y La
Actualidad que duró hasta 1916. Lulú, dedicada a reseñar la vida de la alta clase social, salió en 1916
ManiFestaciones bajo la dirección de Carlos Pérez Cánepa. José Gambetta editó en 1915,1916 y 1917 la revista literaria
pÚblicas, los y comercial Evolución Peruana; en 1918 formó él parte de una embajada estudiantil que visitó La Paz
aGasaJos. el y, poco después, publicó en esa capital una edición extraordinaria de Evolución Peruana.
Raúl Porras Barrenechea y Guillermo Luna Cartland dirigieron en 1915 la revista juvenil
aroMa y el Alma Latina.
espíritu del Entre 1916 y 1918 vivió Sud América, revista semanal de Carlos Pérez Cánepa, con imprenta
oncenio estÁn propia. Acogió varias colaboraciones de Abraham Valdelomar entre ellas ”Acción de gracias a los
paisajes peruanos”.
preservados en En junio de 1914 comenzó a publicarse Mundo Limeño, revista de Fabio Camacho, similar en
los retratos y algunos aspectos a Lulú en cuanto buscaba un público femenino y aristocrático, aunque tam-
bién con expresiones literarias. Allí Abraham Valdelomar escribió unas bellas crónicas bajo el
en los artículos titulo común de “Decoraciones de ánfora”. Es sumamente difícil ahora obtener colecciones de
de Mundial. Mundo Limeño.
De 1916 fueron Páginas y Vesperal de Gerardo Vargas Ostolaza (donde Abraham Valdelomar
publicó el prólogo de su libro inédito La Aldea encantada). Stylo, que sacó Carlos Raygada en
1920, fue un intento de corta duración para sostener un magazine de lujo. En sus páginas cabe
encontrar el bellísimo cuento de Abraham Valdelomar “El hipocampo de oro”. Análoga suerte
precaria tuvo Familia de María Wiesse en 1919.
Entre las revistas semanales del Oncenio, aparte de Variedades alcanzó larga duración
Mundial dirigida desde 1920 por Andrés Aramburú Salinas. Tuvo Mundial una parte mundana
y de la vida de alta sociedad, expresiones políticas según las circunstancias del momento y
también contenido intelectual. Las fiestas, las manifestaciones públicas, los agasajos, el aroma
y el espíritu del Oncenio están preservados en los retratos y en los artículos de Mundial. Hay en
su colección también numerosos ensayos de Luis Alberto Sánchez y de José Carlos Mariátegui,
crónicas evocativas de José Gálvez, correspondencias europeas de César Vallejo, magníficas
caricaturas de Jorge Vinatea Reynoso, notas sociales de Alberto Jiménez Correa y Federico

188 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


Mould Távara, una sección obrera por Federico Ortiz Rodríguez, las “cartas de Rucio” de FedeRIco MoRe
Humberto del Águila que fueron comentarios en prosa cervantina de las incidencias de la polí- (1889-1955)
tica nacional e internacional e innumerables colaboraciones más. Otras revistas representativas
de la misma época fueron Hogar (1920-1921), Mundo Ilustrado (abril 1922), Perricholi (1925-1926)
de Ezequiel Balarezo y Pinillos, La Revista (1927-1928) de Salvador Faura y La Revista Semanal
(1928-1930) de Salvador Faura y Federico More. En esta última hubo discretos atisbos de un
periodismo de oposición. En Hogar, hay que rescatar las críticas de Luis Fernán Cisneros sobre
la vida republicana en el siglo XIX.
More, nacido en Puno en 1889, fue uno de los más grandes prosadores del Perú en el siglo
XX. Empezó su larga carrera literaria en periódicos de provincias y dejó, en su primera época en
Lima, una producción dispersa en La Crónica, La Tribuna, El Perú, El Momento y en las revistas
Colónida, Don Lunes, Variedades. Lléveme Ud., ¿Cómo está Ud.? y otras. A partir de 1918 se alejó del
Perú física y espiritualmente y publicó en Bolivia libros sobre la futura conflagración sudamerica-
na y sobre la necesidad de que dicho país obtuviera un puerto a costa del nuestro. Una de esas
obras se titula Lima contra Chile, Perú y Bolivia (Antofagasta, 1919). Curado ya de esas cosas, volvió
a la ciudad a la que había atacado tanto, en donde, con un breve intervalo, residió viviendo de escritor puneño que
su pluma hasta su fallecimiento el 2 de febrero de 1955. inició su carrera
Gustavo Neuhaus editó entre 1927 y 1930 Cines y Estrellas en el esfuerzo de atraer al público que periodística a principios
recientemente era aficionado a aquel espectáculo. Anterior en su aparición y mucho más longeva del siglo XX. publicó en
es La Semana Cinematográfica, fundada en 1925 por su actual propietario Carlos A. Barreto. diversos diarios y
Las fotografías y las informaciones de Ciudad y Campo y Caminos (1924-1930) cuyo director- revistas de lima, Buenos
gerente fue Víctor Pezet Miró Quesada, captaron los actos y las inquietudes del Oncenio en aires, la paz y Santiago
relación con el automovilismo, la vialidad, la aviación, los transportes y las comunicaciones, el de chile. Fue fundador
comercio y la industria, las urbanizaciones y el ornato local. de varios periódicos,
Bien del Hogar, de larga trayectoria, comenzó a publicarse en 1927. Vida mucho más breve entre ellos todo el
alcanzaron Bohemia de Ángela Ramos (1921); Libros y Revistas (1926); Ariel (1928); San Lunes (1921) Mundo, la calle,
de Ignacio A. Brandariz, Jorge Holguín de Lavalle y Ezequiel Balarezo Pinillos; Concordia, revista cascabel y el Hombre de
mensual de Dora Meyer de Zulen (1928- 1929); y Colores, semanario de Francisco A. Loayza (1929). la calle, también
La Revista de Bellas Artes fue entre 1917 y 1920 órgano de la sociedad del mismo nombre que colaboró con el
presidió Luis S. Ugarte. comercio y con el
semanario caretas.
publicó obras poéticas,
InteGRIdad.- Ubicación aparte requiere el periódico Integridad de Abelardo Gamarra que fue dramas, críticas
el semanario de más larga duración en el Perú, pues vivió entre 1889 y 1916. A partir de este literarias y ensayos,
último año hasta 1924 tuvo una publicación eventual. entre otros.

el peRIodISMo Intelectual a pRIncIpIoS de SIGlo.- Algunas de las revistas ya


mencionadas que aparecieron entre fines del siglo XIX y comienzos del XX pueden ser caracte-
rizadas por su preocupación literaria. Tal ocurrió por ejemplo, con El Modernismo en 1900 y 1901.
El Ateneo, órgano de la institución de ese nombre, vivió su segunda época entre 1899 y 1907 y
aparece vinculado, aunque con inferioridad, a la línea de publicaciones que, iniciada con el pri-
mer Mercurio Peruano, prosiguió con Revista de Lima y El Correo del Perú.
Sentido especial tuvieron, dentro de su heterogeneidad, Los Principios, semanario del Centro
de la Juventud Católica del Perú (1900-1902), La Alborada, órgano musical que editó José
Benigno Ugarte (1900-1903) y La Revista Pan-Americana, revista mensual de política, historia
diplomática , industrias y finanzas americanas dirigida por Aníbal Maúrtua (1904-1906).
La Revista del Centro Universitario apareció en enero de 1910. Solo un número publicó en 1918
el Boletín de la Academia Peruana correspondiente de la Española.

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 189


colÓnIda conteMpoRÁneoS, cultuRa Y colÓnIda.- En 1909 se publicó la revista Contemporáneos
dirigida por Enrique Bustamante y Ballivián y Julio A. Hernández. Representó la tendencia de una
expresión literaria artística selecta, de acuerdo con las más depuradas normas concebidas en aque-
lla época. En 1915 Enrique Bustamante y Ballivián solo, editó Cultura dentro de un plano similar.
En enero de 1916 Abraham Valdelomar comenzó con su revista Colónida. Se presentó con
un carácter beligerante. Su recuerdo ha quedado muy vivo aunque solo llegó a los cuatro núme-
ros. “Colónida (ha escrito José Carlos Mariátegui) representó una insurrección -decir una revolu-
ción sería exagerar su importancia- contra el academicismo y sus oligarquías, su énfasis retórico,
su gusto conservador, su galantería dieciochesca y su melancolía mediocre y ojerosa”.
El mismo Mariátegui expresa que Colónida fue escrita para el Palais Concert (confitería de
moda en la calle Baquijano) y el jirón de la Unión y encarnó un movimiento, una actitud, un
estado de ánimo. Agrupó a una generación aunque dio acogida a unas cuantas figuras de la
anterior como Manuel González Prada, José María Eguren, José Santos Chocano. Su orientación
fue netamente literaria sin repercusiones políticas y limitó sus actitudes polémicas a enfrentarse
a Ventura García Calderón por su folleto sobre la literatura peruana y a Teófilo Castillo por el
asunto que se glosa en otros párrafos. Ignoró y acaso desdeñó la política. Representó a una
esta revista literaria fue juventud que, desde el punto de su clase social, se sentía diferente de los sectores aristocráticos
fundada en enero de 1916 u oligárquicos de la vida intelectual de Lima y en cuanto a sus gustos eclécticos y multiformes,
por el escritor abraham los consideraba más depurados y finos que aquellos de los demás grupos llegando hasta el
Valdelomar. aunque solo elogio del opio hecho por Valdelomar en el cuarto y último número de su revista.
publicó cuatro números, Sobre la revista de José Carlos Mariátegui Nuestra Época se ha ocupado un capítulo anterior.
tuvo colaboradores muy
importantes. a los
integrantes de este grupo laS ReVIStaS IntelectualeS duRante el oncenIo.- Víctor Andrés Belaunde fundó
se les conoció como en 1918 la revista de humanidades y ciencias sociales Mercurio Peruano. Esta publicación, cuyo
“colónidos”. entre ellos primer número reunió colaboraciones de Belaunde, Francisco García Calderón, Riva-Agüero, Luis
estuvieron pedro abril Fernán Cisneros y Villarán, hizo el milagro de subsistir durante todo el Oncenio. Ha continuado
de Vivero. augusto luego con el milagro, mucho más sorprendente, de vivir hasta hoy. Son varias, pues, las genera-
aguirre, Hernán c. ciones que han hallado acogida generosa en sus páginas, de consulta indispensable cuando se
Bellido, enrique a. trata de estudiar el proceso de la cultura nacional en los últimos cincuenta años.
carrillo, antonio Nueva Revista Peruana apareció en 1929 y 1930 bajo la dirección de Alberto Ulloa Sotomayor,
Garland, percy Gibson, Mariano Iberico y Alberto Ureta, constituidos en grupo disidente de Mercurio Peruano. Letras,
Federico More y alberto órgano de la Facultad de ese nombre, surgió por el esfuerzo de José Gálvez en 1929.
ulloa. colónida también Stadium fue la revista de la Federación de Estudiantes que Daniel Ruzo y Alfredo Herrera
recibió colaboraciones dirigieron en 1920 y l921. Allí aparecieron fragmentos del cuento de Abraham Valdelomar “El
de escritores de la extraño caso del señor Huamán” y algunas “Neuronas” del mismo autor. Antes, en 1919, circuló
generación anterior en la Universidad de San Marcos Ideal de Gustavo Ramírez Villasante. Los Principios intentó en
como Manuel González 1920 ser el vocero de un grupo de estudiantes de la Facultad de Letras que habían tenido en ella
prada, José María eguren parte directiva dentro del movimiento de reforma. Novecientos, que comandó José León y
y José Santos chocano. Bueno, anunció en 1924 un renacimiento católico
En plano especial debe ser colocada Amauta, acerca de la cual tratan los párrafos de otro
capítulo concerniente a José Carlos Mariátegui. La Sierra, de Guillermo Guevara, acogió a varios
sectores de la juventud provinciana y de clase media entre 1927 y 1930.
Las inquietudes puramente literarias se expresaron en Flechas (1921) de Federico Bolaños y
luego en Poliedro (1926) de Armando Bazán y un grupo de revistas que siguió la práctica de
cambiar de nombre en 1926 y 1927, Trampolín, Hangar, Rascacielos, Timonel. Todas estas publi-
caciones efímeras estuvieron bajo el signo de Amauta, Jarana, donde colaboraron Alberto Vara
Llanos, Carlos Oquendo de Amat, Eloy Espinosa y otros, quiso tomar una posición de indepen-
dencia. Presente (1930) pretendió en vano aglutinar un grupo también separado del de José

190 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


Carlos Mariátegui y solo pudo vivir a través de algunos números por el esfuerzo abnegado de
Carlos Raygada. Abcdario (1929-1930), Horario (1930), Universidad (1930), Prometeo (1930), fueron
otras publicaciones juveniles. Antara de María Wiesse y Andrés Sas encarnó un esfuerzo en pro
de una revista de arte musical en 1930. el MisMo
La Hoguera fue dirigida por José Santos Chocano en 1926 desde la prisión para defenderse
y para atacar a sus enemigos.
MariÁteGui
eXpresa Que
colónida Fue
la ReVISta unIVeRSItaRIa.- La Revista Universitaria, que reemplazó a Anales Universitarios
–desaparecida en 1904- fue durante mucho tiempo el órgano de la Universidad de San Marcos.
escrita para el
Continuaba publicándose en 1930. Al insertar discursos académicos, tesis importantes de las palies concert
distintas facultades y documentos del claustro, ostenta suma importancia como fuente para el (conFitería de
estudio de la historia institucional y educacional, así como para la historia de las ciencias y la
historia de las ideas en el Perú. Moda en la
calle
ReVIStaS de cIencIaS puRaS, de FoMento e InGenIeRía.- La Revista de Ciencias fue
baQuiJano) y el
fundada por Federico Villarreal en 1897. Al año siguiente José Sebastián Barranca llegó a reanu- Jirón de la
dar la publicación de la Gaceta Científica que apareciera, como ya se ha dicho antes, entre 1884 unión y
y 1895.” Los nombres que figuran en una revista (ha escrito Cristóbal de Lozada y Puga, no se
hallan en la otra; no hay más que dos excepciones que confirman la regla. Los hombres de encarnó un
estudio peruanos aparecen divididos de tal suerte en dos grupos, por no decir en dos bandos, MoviMiento,
en torno de estas dos personalidades capitales (Villarreal y Barranca): “El editorial con que la
Gaceta reanuda su publicación revela en su no disimulada acrimonia el resentimiento de los que
una actitud, un
se sentían dejados por Villarreal. estado de
A partir de 1897, La Revista de Ciencias acogió prácticamente la totalidad de la producción de ÁniMo.
este matemático genial. Los primeros números de Archivos de la Asociación Peruana para el
Progreso de la Ciencia correspondieron a 1921. Esta publicación no tuvo larga vida. El primer año
de Anales de la Facultad de Ciencias fue 1925-1926. El Boletín de la Sociedad Geológica del Perú
comenzó en 1925. Los Anales de las Obras Públicas del Perú se iniciaron en 1884.
El Boletín de Minas Industrias y Construcciones empezó en 1884 y perduró mucho tiempo.
Informaciones y Memorias de la Sociedad de Ingenieros comenzó a aparecer en 1899. El Boletín
del Cuerpo de Ingenieros de Minas publicose desde 1902; el Boletín del Ministerio de Fomento en
1903; el Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Caminos en 1905 para transformarse en el Boletín del
Cuerpo de Ingenieros Civiles; el Boletín y Registro de Oficial de la Dirección de Obras Públicas e
Irrigación en 1907; el Boletín Oficial de Minas y Petróleo en 1922.
El Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas no solo incluyó varios estudios en el campo de la
minería en distintas zonas del territorio, sino también acerca de asuntos tales como irrigaciones
y otros análogos y hasta consignó datos sobre estadística industrial.
El Ingeniero fue una revista quincenal que dirigió Víctor M. Arana entre 1920 y 1921. A la
misma especialidad correspondió Ingeniería, órgano estudiantil. La Sociedad de Minería tuvo su
vocero propio cuyo antecedente fue la Revista de Agricultura y Minería entre 1889 y 1890.

ReVIStaS aGRícolaS.- Al Boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura reemplazó corno


órgano de esa entidad El Agricultor Peruano entre 1905 y 1911. La Agricultura apareció entre
1915 y 1917. Gerardo Klinge fundó en 1912, en compañía de Antenor Valladares, La Riqueza
Agrícola, la revista de mayor importancia en su género que hasta entonces habíase publicado
en el Perú.

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 191


caRloS a. RoMeRo Cesó ella de existir en 1914. En enero de 1924 comenzó Klinge a editar La Vida Agrícola que
(1862-1953) llegó a alcanzar larga duración y vasto prestigio. La Hacienda Peruana, también dedicada a la
agricultura y la ganadería, fue editada por D. Hurtado V. entre 1927 y 1928. El Boletín de la
Compañía Administrativa del Guano inició su publicación en 1925. La Dirección de Agricultura y
Ganadería publicó su Boletín desde octubre de 1931. Aguas e Irrigación, de la Dirección de ese
nombre comenzó salir en 1932.

puBlIcacIoneS MÉdIcaS.- En la colección de La Crónica Médica que fundó Leonidas


Avendaño en 1884, está guardada gran parte de la producción nacional en estas ciencias de
fines del siglo XIX y comienzos del XX. El Boletín de la Academia Nacional de Medicina comenzó a
aparecer en 1897. Miguel C. Aljovín editó la Gaceta de los Hospitales entre 1903 y 1913.Esta publi-
cación obsequió a sus suscriptores, como prima, un tomo de lecciones clínicas de Ernesto
Odriozola y alentó a los estudiantes y a los médicos jóvenes. El Boletín de la Dirección de
Salubridad se inició en 1907. Baltazar Caravedo y Carlos Enrique Paz Soldán fundaron el 15 de
de 1898 a 1900 este abril de 1915 La Reforma Médica que ha seguido hasta nuestros días bajo el comando de este
historiador limeño último. Carlos Alberto Protzel dirigió entre 1915 y 1916 la Revista Dental del Perú. Anales de lo
dirigió la Revista de Facultad de Medicina, de consulta indispensable, comenzó en 1918 por iniciativa de Hermilio
Museos y Bibliotecas Valdizán. El mismo maestro y Honorio Delgado fundaron ese año Revista de Neuropsiquiatría y
nacionales Junto a Disciplinas Conexas que debe haber durado hasta 1922. Los Anales Hospitalarios de la Beneficencia
alberto ulloa cisneros; y de Lima empezaron a aparecer en 1923 a cargo de Wenceslao Molina y luego de Eduardo
tuvo a su cargo la Revista Goicochea. Herrmilio Valdizán tuvo también importante participación en esta revista. El mismo
Histórica de 1905 a 1943. editó Unanue. Carlos Roe tuvo a su cargo la Gaceta Médica Peruana en 1923. Juan Francisco
Romero Ingresó a Valega inició la Revista de la Sociedad Médica Unión Fernandina en 1924. Perú Médico y La Acción
trabajar a la Biblioteca Médica (esta última de Sebastián Lorente) fueron de 1928. Hasta nuestros días alcanzan la Revista
nacional en 1883. Fue de la Sanidad del Perú fundada en 1928 y la Revista Médica Peruana, órgano de la Asociación
director interino de 1924 Médica Daniel A. Carrión a partir de 1929.
a 1926, y titular de 1928 a
1943. entre sus obras se
encuentran los de la isla ReVIStaS GeoGRÁFIcaS, HIStÓRIcaS Y BIBlIoGRÁFIcaS.- Desde 1894 comenzó a
del Gallo (1899), los aparecer el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima cuya primera época ofrece acaso más inte-
orígenes del periodismo rés que los periodos posteriores.
en el perú (1940) y la Bajo la dirección de Carlos A. Romero salió en 1906 la Revista Histórica, órgano del Instituto
imprenta en lima (1955). Histórico del Perú. Ella es muy valiosa y sigue editándose. Horacio H. Urteaga, director del
Archivo Histórico Nacional desde 1918, fundó la Revista del Archivo Nacional del Perú que publica
importantes documentos. Julio C. Tello editó en 1923 la revista de arqueología Inca, vocero del
Museo de la Universidad de San Marcos. Menor importancia tiene la Revista de Arqueología
(1923- 1924) del Museo Larco Herrera.
Carlos A. Romero y Alberto Ulloa Cisneros dirigieron una erudita Revista de Museos y
Bibliotecas Nacionales entre 1898 y 1900 (cuatro volúmenes).
Pedro S. Zulen empezó en 1923 el Boletín Bibliográfico, órgano de la Biblioteca de la
Universidad de San Marcos, que fue continuado por sus sucesores Luis Varela y Orbegoso y
Lizardo Alzamora Silva. Puramente administrativo fue el Boletín de la Biblioteca Nacional en 1919
cuando era director Alejandro Deustua; no alcanzó larga duración (ocho números).
El Museo Nacional comenzó a publicar una Revista en 1932.

ReVIStaS JuRídIcaS.- En el campo jurídico, de vieja tradición, apareció desde 1885 hasta
comienzos del siglo XX El Derecho, órgano del Colegio de Abogados que cesó de publicarse en

192 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


diciembre de 1909. Tiene significado histórico la aparición de la Revista Jurídica en 1904, órgano ReVISta de
del Comité de Reforma Procesal. Un grupo distinguido de juristas se reunió espontáneamente loS tRIBunaleS
en 1904 para procurar el cambio del anacrónico Código de Enjuiciamientos en lo Civil vigente
desde 1852. Integraron este Comité Anselmo Barreto, Luis F. Villarán, Pedro Carlos Olaechea,
José Matías Manzanilla, Manuel Vicente Villarán, Víctor M. Maúrtua y Plácido Jiménez.
Posteriormente se agregaron Francisco J. Eguiguren y Alfredo Solf y Muro. La primera sesión
que celebraron tuvo lugar el 9 de abril de 1904. De su órgano Revista Jurídica llegaron a editar-
se once números hasta 1908.
La Revista del Foro, órgano del Colegio de Abogados de Lima, comenzó a publicarse en 1914
por iniciativa del decano Manuel Vicente Villarán. El mismo año fue el de El Derecho, vocero del
Colegio de Abogados de Arequipa; en 1917 comenzó Revista de Derecho para cumplir análoga
misión en relación con el Colegio del Cuzco, y en 1918 El Derecho dentro de idénticas caracte-
rísticas en Ayacucho.
No alcanzó larga duración la revista mensual La Gaceta Judicial que fundó Edgardo Rebagliati
en 1928. Aunque fue una empresa de estudiantes, la Revista de Ciencias Jurídicas y Sociales que
fundara en 1927 Alberto Arca Parró publicó algunas interesantes colaboraciones de catedráticos este semanario sabatino
y alumnos. circuló de 1931 a 1948
La Dirección General de Prisiones editó un Boletín de Criminología en 1927, 1929, 1930,1931 bajo la edición de p. a.
y 1932. caballero. en él se
La Revista de los Tribunales apareció el 16 de mayo de 1931. publicaron las nuevas
normas jurídicas,
dictámenes fiscales y
puBlIcacIoneS de caRÁcteR InteRnacIonal Y patRIÓtIco.- La vida diplomática ensayos, entre otros
e internacional del Perú puede ser estudiada a partir de 1904, a través de la consulta del Boletín elementos de corte legal
del Ministerio de Relaciones Exteriores. para uso de los
Pro Patria fue la hoja gratuita que durante varios años editó la Asociación Pro Marina. politicos, magistrados y
Entre 1918 y 1920, en una época de grandes esperanzas patrióticas, apareció Blanco y Rojo, abogados de la capital.
como órgano de los tacneños, arequipeños y tarapaqueños residentes en Lima.
Lejos de la capital, pero con redactores y elementos materiales salidos de ella, durante la
campaña plebiscitaria de 1925-1926 se imprimió en la bahía de Arica, primero en el barco
Ucayali y luego en el Rímac, el diario La Voz del Sur, anexo a La Prensa. Lo editaron Carlos Villena
y Luis Delgado. Con el mismo título, el del órgano peruano en Tacna durante muchos años,
hubo luego en Lima un periódico de la Sociedad Juventud Tacna, Anca y Tarapacá a cargo de
Federico Santana.
En 1926 dirigió José Gálvez en Tacna el semanario Justicia. El primer número apareció el 24
de mayo de ese año y el último fue el 12 de 21 de junio.

ReVIStaS de caRÁcteR econÓMIco.- El Economista de Federico Moreno se publicó


entre 1895 y 1901. En los primeros años del siglo XX existió Gaceta Comercial antecedente de El
Economista Peruano iniciado en 1909 bajo la dirección de José Manuel Rodríguez y que llega a
nuestros días. El Financista surgió en 1912. La Revista Comercial apareció en el Callao entre 1915
y 1917. Ilustración Comercial fue de 1924. No ha sido posible ubicar el año de La Gaceta Industrial
de Luis Felipe Uriarte.
Las siguientes publicaciones oficiales tuvieron carácter similar: Diario de la Bolsa de Comercio
(1909), Boletín de Estadística Comercial (1903), Boletín de la Caja de Depósitos y Consignaciones
(1904), Boletín de Aduanas del Perú (1910), Información Aduanera y Comercial (1919), Boletín
Comercial de Lima y Callao (1924), Boletín de Estadística Peruana (1929).Todos estos órganos han
llegado a nuestros días.

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 193


EL PERIODISMO MODERNO
SEGÚN RAÚL PORRAS

ESTA CITA FUE


EXTRAÍDA DEL
TEXTO EL
PERIODISMO EN EL
D e los años finiseculares data la
transformación y ensancha-
miento de nuestros diarios. A la
hoja sostenida por el álgido interés polí-
tico, por la generosa convicción partida-
cede igual amplitud a sus servicios
informativos. Ambos diarios transfor-
man el periodismo.

La antigua gacetilla se fracciona en


PERÚ, ESCRITO POR rista y la colaboración gratuita, sucede veinte secciones diversas: el comentario
RAÚL PORRAS EN la empresa comercial que paga el traba- político aparte del editorial, la crónica,
jo intelectual, fomenta la réclame el comentario, el cable, la vida social, la
1921 POR EL PRIMER aumenta los tirajes y las informaciones del palacio, la universitaria, obrera, tea-
CENTENARIO DE LA y rebaja el precio del periódico. tral, hípica, taurina, etc.
INDEPENDENCIA EN
EL PERÚ. EN ELLA EL El Nacional es adquirido por la firma La información toma caracteres alar-
Canevaro. La Opinión Nacional se con- mantes. Se propaga la fiebre de la inter-
AUTOR NOS HABLA
vierte en una fuerte empresa tipográfi- view y se inventa un verbo imposible:
DEL SURGIMIENTO ca. El Tiempo, fundado en 1895 y dirigi- intereviewvar. La curiosidad reporteril
DEL PERIODISMO do desde 1898 por Alberto Ulloa, perio- resulta un vicio tolerado (…)
MODERNO EN dista luchador y valiente, heredero de
NUESTRO PAÍS, las viejas gallardías demócrata, se une (…) Surgen especialistas para todas las
en una poderosa sociedad mercantil informaciones: el comercial, que sabe
DURANTE EL con La Prensa, fundada por el espíritu cada diez minutos el alza y baja del cam-
TRÁNSITO DEL progresista de don Pedro de Osma, en bio; el hípico, docto en tiempos, pesos y
SIGLO XIX AL XX. 1903. Gracias a una fuerte inversión de pedigrees; el taurino minucioso y entu-
capitales, La Prensa adquiere grandes y siasta registrador, bajo el título de ‘Oro,
modernas maquinarias y constituye un seda y caireles’, u otro por el estilo, de los
magnífico edificio. El nuevo diario molinetes verónicas, ayudados y pases
amplia y diversifica las secciones infor- con la derecha y a izquierda, de cual-
mativas, ofrece nuevas dedicadas al quier fenómeno del redondel; el policial,
comentario político, que prestigian al que adapta a cualquier suceso este par
poco tiempo La Jara, Cisneros y Yerovi; de títulos de su exclusiva: ‘reyerta san-
publica ediciones en colores, ofrece grienta’ o ‘suceso desgraciado’; el pala-
abundantes fotograbados y aumenta el ciego encargado de comunicar con qué
número de páginas a 12, 16, 20, 32. personas almuerza el jefe del Estado; y
Económicamente, reduce a dos centa- el obrero, anunciador de veladas, y el
vos el precio del periódico y establece el universitario, que consigna a diario un
aviso económico. La fuerte y activa grado notable y una tesis sobresaliente”.
competencia de La Prensa solo es
soportada por El Comercio, el que sos- De: Porras Barrenechea, Raúl. El perio-
tiene por algún tiempo una costosa dismo en el Perú. Lima: Instituto Raúl
rivalidad en el servicio cablegráfico con Porras Barrenechea. Ediciones del
el nuevo diario, importa linotipos y con- Sesquicentenario, 1970, pp. 40-42.

194 adenda [ capítulo 4 ]


Idéntico es el caso del Boletín de la Cámara de Comercio de Lima que empezó a publicarse en
1929 y cuya consulta es indispensable para conocer la evolución económica del país.
El Boletín del Banco Central de Reserva del Perú comenzó a aparecer en setiembre de 1931; la
Revista de Seguros en noviembre de 1932; y la Revista de Economía y Finanzas en enero de 1933. la revista
policial del
ReVIStaS educacIonaleS.- La Escuela Peruana se llamó una revista mensual de la que fue perÚ se inició
propietario Juan Galland y directores Manuel Octavio Suárez y Armando Filomeno; vivió entre no durante los
1892 y 1906. La Segunda Enseñanza, de Enrique Guzmán y Valle se publicó en 1895. El primer
vocero de la Dirección de Primera Enseñanza La Educación Nacional, correspondió a los años
arroGantes
1901 a 1904. Con el mismo nombre hubo un “órgano de los normalistas del Perú” entre 1913 y aÑos en Que se
1921. No debe ser confundido con Educación Nacional de 1911 que recogió los trabajos de la orGaniZó, en
Comisión especial de Instrucción. El Boletín de Enseñanza fue órgano del Consejo Nacional de
Enseñanza desde 1924. tieMpo de
Bajo la denominación de La Voz del Magisterio y como órgano de la Liga Nacional de Primera leGuía, la
Enseñanza, Pedro L. Aponte dirigió una revista quincenal en 1908.
Elvira García y García tuvo a su cargo la revista pedagógico-literaria quincenal El hogar y la
institución de
Escuela entre 1909 y 1910. la Que surGió
El Educador de los Niños fue continuado mensualmente por la Escuela Moderna entre 1911 y coMo vocero,
1915, a cargo del eminente pedagogo J. A. Mac Kníght. Esta revista debe ser consultada por
quienes estudien el progreso educacional peruano en el siglo XX. sino en Mayo de
El Gobierna auspició, entre 1916 y 1920 una revista mensual ilustrada para las escuelas fisca- 1932, cuando
les de mujeres y mixtas de la República que se llamó La Mujer Peruana y que tuvo como direc-
tora a Lastenia Larriva de Llona.
Gobernaba
No ha podido ser identificado para esta somera reseña el año en que apareció El Colegio sÁncHeZ cerro
Peruano de Agustín Whilar, a quien se atribuye también la participación directiva en La Escuela Que tan
Peruana.
Carlos Velásquez, Amador Merino Reyna y César Oré editaron, en 1924, la Revista Peruana de
duraMente
Educación, de breve vida, recibida con elogio por José Carlos Mariátegui. atacó en su
Revista de Educación, órgano del Ministerio de Educación, apareció en 1930 y prosiguió ManiFiesto de
durante algunos años intermitentemente.
El Explorador Peruano fue el órgano de los “boy-scout” sostenido y dirigido por Lízardo Revollé. areQuipa
en 1930.
puBlIcacIoneS caStRenSeS.- La Revista Militar (segunda de este nombre, pues hubo otra
en 1867) apareció en 1896; El Perú Militar en 1902 y El Eco Militar al parecer en la misma época.
Mucha importancia ostenta el Boletín del Ministerio de Guerra y Marina que comenzó a publi-
carse en 1904. El Memorial del Ejército apareció en 1919; la Revista de Marina en 1916; Tiro Nacional
del Perú en 1917 (hubo El Tiro al Blanco entre 1894 y 1895); la Revista de la Escuela Militar de
Chorrillos en 1926; la Revista del Círculo Militar en 1922; y Revista Militar del Perú desde 1930.
La Revista Policial del Perú se inició no durante los arrogantes años en que se organizó, en
tiempo de Leguía, la institución de la que surgió como vocero, sino en mayo de 1932, cuando
gobernaba Sánchez Cerro que tan duramente la atacó en su manifiesto de Arequipa en 1930.

el peRIodISMo RelIGIoSo.- Aparte de las diarias clericales antes mencionados, el periodismo


católico tuvo sus voceros en El Amigo del Clero, órgano oficial del Arzobispado de Lima conocido
también como boletín eclesiástico de esa arquidiócesis y con subtítulos similares, cuyo primer
número es del 15 de octubre de 1892; La Rosa del Perú (a partir de 1886); Revista de los Sagrados

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 195


la ReVISta Corazones (desde 1907); Florecillas de San Antonio (iniciado en 1911); Misiones Dominicanas del Perú
del FoRo (cuyo primer número correspondió a 1919); Santa Teresita (publicación carmelita con un origen que
se remonta a 1925); El Pan del Alma, órgano del templo de María Auxiliadora desde 1903; Acción
Católica Peruana a partir de 1921.Todas estas publicaciones existen en la actualidad.
Ubicación especial corresponde por varios conceptos inclusive por su carácter laico, a El
Hogar Cristiano, revista ilustrada quincenal de religión, ciencias y artes que Rodrigo N. Herrera
dirigió entre 1908 y 1910.
El periodismo protestante tuvo acaso sus primeros exponentes en El Cruzado, órgano del
Ejército de Salvación que empezó a ser repartido hacia 1910, Renacimiento, revista interdenomi-
nacional evangélica iniciada en 1911 y El Heraldo, periódico religioso mensual cuyo número
primero lleva la fecha enero de 1916 y da corno nombres a sus directores los de Juan Ritchie y
Juan Savage. Inca Land, escrito en inglés, fue, por lo menos entre 1925 y 1926, la publicación
oficial de la Iglesia metodista en el Perú.

Vocera del colegio de laS ReVIStaS SatíRIcaS de coMBate.- El humorismo grueso simbolizado por La Felpa
abogados de lima, sus (1902-1903) se desvió en un sector ferozmente anticlerical con el Leguito Fray José (1893-1903),
directores fueron La Sotana (1900-1901) de Benjamín Saldaña Roca, La Picota (1901) de Francisco A. Loayza, Don
ezequiel F. Muñoz, Giuseppe (1907-1908) de Glicero Tassara y Alfredo Baldassari, y, sobre todo, Fray K. B. Zon de
Mariano lino cornejo y Francisco Loayza aparecido entre 1907 y 1911, a los que siguieron Los Sucesos y Fray Simplón de
carlo arenas loayza. Fue Juan de Dios Bedoya. Habría que estudiar la concordancia entre tales campañas y Presbiterianas,
fundada en 1914 por las procaces poesías que, anónimamente, editó Manuel González Prada.
iniciativa del decano El presbítero Virgilio Vidal y Uría publicó en 1902 y 1903 periódicos bajo distintos títulos
Manuel Vicente Villarán. -entre ellos estuvieron El Obrero y La Lid- para atacar de modo soez al arzobispo Manuel Tovar.
entre los temas tocados Este triste género difamatorio ha surgido ocasionalmente en el Perú del siglo XX por razones
allí se encontraban la morbosas en el lamentable caso aquí mencionado o por turbios apasionamientos políticos otras
jurisprudencia de los veces y ha contado cori absoluta impunidad. Por lo demás, Vidal y Uría hizo el juego a la propa-
tribunales, los delitos ganda periodística anticlerical desatada en aquella época.
contra el honor y la Dentro del periodismo satírico puramente político en la época de Piérola estuvieron La
medicina legal, entre Tunda (1893-1904), La Sabatina (1895), La Zurra (1895), El Éxito (1895), El Fósforo (sucesor de la
otros. aquí vemos el Pampa de Tebes (1895), El Policía (1896), El Montonero (1896) La Lucha (1897), La Nueva Tunda
número 3, publicado en (1898), El Tente Tieso (1898), La Linterna (1898).
agosto de 1914. A fines del año 1899 apareció La Palizada. Como hecho curioso puede anotarse que hubo
un semanario con caricaturas titulado Sancho Panza en 1896 y dos semanarios similares pero
distintos que se llamaron Don Quijote en 1904 y 1907.
Periódicos de combate durante el régimen de Romaña fueron La Lucha, La Felpa, La Campana y
otros de tendencia civilista y gobiernista y La Tunda favorable a los demócratas y de oposición.
En los días del conflicto con el Ecuador, durante la primera administración de Leguía, apare-
ció el periódico satírico El Mono.
El periodismo festivo de carácter político tuvo durante el siglo XX su escritor más popular en
Florentino Alcorta que hacía 1912 editó La Felpa, a fines de aquel año El Mosquito y en 1914, 1915
y 1916 nuevamente El Mosquito Venal y bohemio, Alcorta fue uno de los periodistas mejor dota-
dos que tuvo el Perú, con una gracia espontánea y una aptitud certera para poner en ridículo a
los grandes y solemnes personajes políticos y literarios que escogía como víctimas. La ciudad
entera reía con sus chistes y repetía sus apodos.
En la carta que el 20 de agosto de 1919 escribió José María de la Jara y Ureta a Luis Fernán
Cisneros sobre el viaje de Riva-Agüero, expresó: “Hace más de cuatro años y cuando andaba en
las extravagantes andanzas de embarcar gentes en el futurismo en proyecto, te planteaba yo en
dos noches de charlar atropellado el bosquejo del naciente partido. Confrontamos ideas y

196 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


puntos de vista. Y sin que haga al caso el decir ahora hasta dónde llegamos en nuestro acuerdo, don luneS
salimos de mi estudio, juntos y acordes, en las cabezas el hervir de comunes pensamientos y de
cara a la inclemencia de una de nuestras noches invernales. Lloviznaba, Y fue entonces, al sentir
el primer destemple, cortados por la garúa, que te detuviste de pronto para decirme como
quien responde a una voz o a una visión interior: -Nada te digo de lo que va a decir El Mosquito
y lo peor es que lo va a decir con gracia”.
Sin alcanzar esa virulencia, Don Lunes, que apareció el 8 de mayo de 1917, dirigido por Federico
More con colaboraciones de Luis Fernán Cisneros, Leonidas Yerovi, Félix del Valle, Ricardo Chirre
Danós y otros, representó el éxito más resonante que periódico alguno de su género obtuvo en
Lima por aquellos años. Se debió a la variedad y la accesibilidad de su material, la gracia de sus
artículos, poesías y caricaturas, la novedad del personaje que daba su nombre a la revista.
Carlos Alberto Angelats publicó Don Lunes a comienzos de 1919, queriendo usufructuar del
recuerdo del popular semanario. La muerte de este periodista el 21 de marzo de 1919, en cir-
cunstancias extrañas, fue un pretexto que la oposición intentó usar, en vano, como arma política.
En los comienzos del Oncenio hubo intentos para revivir el periodismo satírico como en La
Paca Paca y Chumbeque aparecidos en 1921; pero pronto se extinguió como símbolo de que la Semanario popular
libertad de prensa había desparecido. El Tigre (cuyo nombre aludía a Germán Leguía y Martínez) fundado en 1917. Su
apareció como semanario político, literario y comercial entre agosto y octubre de 1922. edición estuvo a cargo
del escritor puneño
Federico More y del
el peRIodISMo de aVanZada Y el pRoletaRIado.- La Asamblea Tipográfica publicó artista gráfico Julio
durante la huelga de 1896 por lo menos cuatro números de El Tipógrafo. Años antes, la Sociedad Málaga Grenet. el
Tipográfica de Auxilios Mutuos había editado el quincenario La Prensa (1888-1893). El Libre primer número apareció
Pensamiento (1896-1904), órgano masónico y de la liga de Libre Pensadores dirigido por el 8 de mayo de ese
Christian Dam, y La idea Libre (1900-1902) de Glicerio Tassara y Alfredo L. Baldassari exhibieron mismo año. Rápidamente
doctrinas radicales o laicistas. El Diablo Cojuelo fue un semanario radical del Callao en 1898. El alcanzó gran aceptación
Radical de 1899 tuvo entre sus redactores a Alberto Secada. Germinal se llamó en 1903 “órgano popular por la picardía
del Partido Radical del Perú” y apareció con intermitencias entre 1899 y 1908. Allí también tuvo con que eran escritos
importante participación Alberto Secada. La circulación de estos voceros debió ser limitada. sus artículos y perfiles,
Adriana González Prada ha narrado en su libro Mi Manuel algunos episodios pintorescos en y por el material gráfico
relación con los apuros económicos de La idea Libre. con que eran
En 1901 los redactores de La Idea Libre fueron denunciados por un artículo que elogió el ase- complementados.
sinato del presidente de Estados Unidos Mac Kinley. En abril de 1902 entraron en una enojosa
polémica con El Comercio. Alfredo L. Baldassari publicó un artículo injurioso contra la familia Miró
Quesada, propietaria de este periódico, el 1º de mayo de 1902. Luis Miró Quesada tuvo una riña
con Baldassari y este salió golpeado. El 3 de mayo, el mismo Luis Miró Quesada, esta vez acom-
pañado por Luis Pazos Varela y Eustaquio Dávila, se presentó en la imprenta de La Idea Libre y
pidió ver a Baldassari, con motivo de un boletín publicado por él, que, según dijo, contenía “false-
dades’. Glicerio Tassara le respondió y el diálogo degeneró en una pelea. Agredido, Tassara sacó
un revólver y disparó unos tiros al aire para escapar luego por los techos en compañía del tipó-
grafo Moisés Aguirre. De resultas de estos disparos falleció Luis Pazos Varela y recibieron heridas
Pedro Bulnes y José Domingo Sánchez que, según el parte del intendente de policía Juan Miguel
del Solar, habían llegado atraídos por el bullicio. Del Solar apresó a Tassara, acusado de homicidio.
Esa noche se presentó Miró Quesada y también fue apresado aunque luego salió en libertad bajo
fianza. Magullado en la refriega, Tassara quedó libre después de algún tiempo. Su abogado fue
Alberto Químper. A la distancia y fríamente (o también bajo el influjo de apasionamientos inme-
diatos) fluye la crítica ante la actitud de Miró Quesada. Cabe recordar, por otra parte, que era muy
joven, que el honor de su familia había sido ofendido, que en su defensa expuso la vida y que el
único muerto en este sensible episodio fue un íntimo amigo suyo.

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 197


Entre los periódicos radicales de un lado y de otro, La Protesta (1911-1926) dirigida primero por
Francisco A. Loayza y Delfín Lévano, aunque Loayza se retiró pronto, y Los Parias (1904-1910) hubo
diferencias de ideología pues en estos últimos se perfiló la tendencia anarquista. La Protesta con dos
víctor raÚl mil ejemplares de tirada, fue un vocero netamente proletario de gran importancia histórica. El dueño
de Los Parias fue Pedro Pablo Astete, zambo limeño que vivía como comisionista para vender alhajas,
Haya de la se había convertido al protestantismo y reunía con sus ahorros y el aporte de algunos simpatizantes el
torre Fundó en dinero para pagar cada edición. Durante mucho tiempo entregó a Manuel González Prada la respon-
1923 claridad, sabilidad de escribir los artículos o de seleccionar el resto del material. Después de cinco años se pro-
dujo el distanciamiento entre ambos, al temer Astete ser apresado por un artículo muy duro contra el
relacionado ministro Rafael Villanueva que apareció en 1909. Entonces tuvo como asesor a Alfredo L. Baldassari.
con la obra Que El Trabajo apareció como órgano obrero quincenal sobre artes, oficios, agricultura e indus-
llevaba a cabo trias en 1902.
La Voz Obrera se publicó como vocero de la Asamblea de Sociedades Unidas.
la universidad Las revistas anticlericales ya mencionadas antes fueron a su manera, exponentes de un
popular periodismo de avanzada. Hojas anarquistas, con publicación efímera: Simiente Roja (1904-1907),
Redención y El Hambriento (1905-1910) en Lima, La Antorcha (1905-1907), El Zapatero, El Rebelde y
GonZÁleZ prada El Jornal de Trujillo, Justicia y La Protesta Libre de Chiclayo. Mención especial debe hacerse a pro-
y dentro de un pósito de Arequipa, de El Ariete (1901-1903), Juventud (1905), La Bandera Roja (1907), El Volcán
espíritu de (1911).Una historia cuidadosa de la literatura peruana deberá estudiar en detalle el pensamiento
arequipeño de avanzada a principios de siglo.
aGitación En el periodismo peruano libertario de aquella época hubo influencias de Tierra y Libertad de
estudiantil. Madrid, El Productor y El Motín de Barcelona, Tierra de La Habana, Battaglia de Sao Paulo.
El Obrero Peruano se definió como semanario “órgano de los trabajadores” en 1902 y 1903
deportado Haya en Lima.
de la torre en El periódico de filiación radical Humanidad, publicado en Lima en 1906, acogió como
1924 cuando Germinal artículos de carácter anarquista. El Oprimido (1907-1909) fue de tendencia socialista
antiautoritaria, órgano del Centro Socialista Primero de Mayo, y luego El Socialista (1908 y 1909)
iMpriMía el apareció como órgano del Partido Obrero de escasa repercusión.
nÚMero 4 de El Indio, “defensor de los intereses sociales de la raza indígena”, surgió como una publicación
claridad, JosÉ eventual que llegó a once números entre 1903 y 1909. Parece que la dirigió Santiago Giraldo.
González Prada se queja en el artículo titulado ”La cuestión indígena” reproducido en Prosa
carlos menuda, de que en Lima existía indiferencia ante este vocero.
MariÁteGui El Centro Racionalista Francisco Ferrer editó en 1910 la revista Páginas Libres que tiene impor-
tancia especial dentro del periodismo anarquista peruano, acerca del cual no se ha intentado
asuMió la todavía una investigación aunque ella sea necesaria para una historia de las ideas en el siglo XX.
dirección de la El Deber Pro-Indígena, Órgano de la Asociación Pro-Indígena fue fundado en octubre de
revista 1912. Tuvo periodicidad mensual y duró hasta diciembre de 1915. Lo dirigieron Dora Mayer y
Pedro Zulen. Denunció abusos, demandó reformas, trató de crear conciencia acerca del proble-
ma aborigen No fue muy leído en su tiempo; pero, a medida que pasan los años, su valor moral
y social crece. El obstáculo más grande con que tropieza quien por él se interesa hoy, es la difi-
cultad para encontrar una colección.
En 1908 Federico Ortiz Rodríguez editó El Obrero, periódico eventual que fue luego semanal,
bisemanal y finalmente diario, desde el 8 de octubre de 1910 con el nombre de La Acción Popular.
Este diario, fervientemente billinghurista, cesó de publicarse el 4 de febrero de 1914.
Manuel González Prada y su hijo Alfredo González Prada alcanzaron a publicar solo un
número de La Lucha el 6 de junio de 1914. Tuvo carácter panfletario contra el régimen militar de
Óscar R. Benavides.
El Motín perteneció al año de 1915. Lo dirigió Carlos del Barzo y ostentó, con menor jerarquía
intelectual, también carácter antimilitar.

198 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


En 1915 salió La Verdad, órgano de la Unión de Trabajadores Panaderos con infiltración anar- BoMBa RoJa
cosindicalista.
Ilustración Obrera, revista semanal gráfica existente entre 1916 y 1918, representó al obreris-
mo domesticado. Probablemente recibió subvención oficial.
La Razón de 1919, antes citada, podría ser calificada como el primer diario obrerista después
de La Acción Popular. Fausto Posada, carpintero y uno de los dirigentes de las formidables huel-
gas de aquel año, tuvo la sección dedicada al movimiento sindical. Mariátegui, director de este
diario, estuvo en contacto con el paro de las Subsistencias, y con sus principales dirigentes,
Carlos Barba, Nicolás Gutarra y Adalberto Fonkén. No precisó La Razón, por lo demás, si era
comunista o anarcosindicalista. También en 1919 circularon varios números del semanario El
empleado, órgano de la Federación General de Empleados del Perú, con ideas muy avanzadas.
Allí escribió Eudocio Ravines.
Un grupo de obreros, en el que estuvieron Adalberto Fonkén y Arturo Sabroso, organizó la
Imprenta Proletaria. En 1920 merece especial recuerdo El Proletariado cuyo director el obrero Urmachea
llegó a ser deportado. En el mismo año aparecieron El nivel, órgano de la Federación de Albañiles y
Anexos, y EI Obrero Constructor editado por la Federación de Carpinteros, también de orientación anar- el denominado
cosindicalista. Entre las otras hojas gremiales estuvieron El Obrero Textil (1919), El Obrero, El Obrero Gráfico “periódico de los
y no podía faltar, por cierto, La Voz del Chauffer, en armonía con el desarrollo que adquirió el transporte proletarios” inició su
por el automóvil en aquella época. Solidaridad fue órgano de la Federación Obrera Local. A la disminui- publicación en junio de
da etapa del periodismo anarquista durante el Oncenio pertenecen El Obrero Anarquista (1924) y 1926. Su primera edición,
Bomba Roja (1926). Aquel periódico entró en pelea con La Protesta. Faltan, por lo demás, datos minu- que vemos aquí, estuvo
ciosos acerca del periodismo proletario (rebelde o sumiso) durante el Oncenio. dedicada a los
Víctor Raúl Haya de la Torre fundó en 1923 Claridad, relacionado con la obra que llevaba a anarquistas del mundo.
cabo la Universidad Popular González Prada y dentro de un espíritu de agitación estudiantil. en su primera plana se
Deportado Haya de la Torre en 1924 cuando se imprimía el número 4 de Claridad, José Carlos lee: “compañeros: el
Mariátegui asumió la dirección de esta revista. El número 5 señaló el principio de una orienta- periódico Bomba Roja
ción doctrinaria distinta y apareció como órgano de la Federación Obrera Local. Mariátegui ini- sale para combatir, y
ció poco después la organización de una sociedad editora obrera para la publicación de la hacer crítica a los
revista con el propósito de llegar a tener un diario; pero se enfermó gravemente y escapó de la momentos más
muerte a costa de la amputación de la pierna derecha. imperiosos, donde las
Dentro del periodismo estudiantil de combate no debe ser olvidado Juventud, órgano de la malezas de los
Federación Universitaria en 1924 que, por breve tiempo, dirigió Manuel Seoane. Carácter clan- bolcheviques y de los
destino tuvo en 1923 el boletín de El Perú, órgano “germancista” que redactaron, entre otros, desertores libertarios se
Abelardo Solís y Ernesto Byrne. ensañan y hacen de las
El 20 de octubre de 1923 apareció La Mesocracia, editado por la Sociedad de Empleados de suyas dentro y fuera de
Comercio, en la época en que presidía esa institución J. M. Ramírez Gastón. Parece que La los grupos y de las
Mesocracia llegó a alcanzar doce números, hasta mayo de 1925. organizaciones obreras".
La represión que entre 1924 y 1925 apresó y deportó a varios dirigentes estudiantiles, no
impidió la aparición de Amauta en setiembre de 1926 y su continuidad. En noviembre de 1928,
Mariátegui fundó Labor no solo como periódico de extensión de la obra de Amauta sino con el
fin de convertirlo gradualmente en vocero de la reorganización sindical. Vanguardia fue hacia
1929 o 1930 editado por estudiantes comunistas.
El Indio, quincenario oficialista de propaganda indigenista, editado en Lima, llevó en su
segundo número, de 18 de diciembre de 1929, un retrato del presidente Leguía con una dedi-
catoria en quechua y su firma autógrafa.

ReVIStaS tauRInaS.- No parece que existió periodismo taurino especializado en la época


anterior a la guerra con Chile, pues Mariano Felipe Paz Soldán no menciona el nombre de

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 199


el tuRF ninguna revista de este género en su Biblioteca Peruana (1879). Para la presente síntesis han sido
identificadas (sobre todo a base de las colecciones que el autor adquirió para la Biblioteca
Nacional después del incendio de 1943) las siguientes publicaciones: El Toreo (1888, 2ª época en
1904); La Lidia Peruana (1891); La Reseña Taurina (1891-1897); La Puntilla (1901-1902); El Redondel
(1901-1908); El Cencerro (1903); El Descuaje (1903-1904); Los Tendidos (1903); El Toreo (1904); Doña
María (1905); Aplausos y silbidos (1906) La coleta (1905); La Alternativa (1905); Lima Taurina (1907-
1912); Pan y Toreros (l907); ¡A los toros! (1907); Grana y Oro (1908-1910); Palmas y Pitos (1909); La tía
Grigoria (1909); Banderillas (1910); Sin Coba (1916); Toros y Toreros (1916).
Publicaciones algunas de ellas efímeras y otras a través de varias temporadas, insignificantes
literariamente o prestigiadas por la pluma de escritores como Luis Fernán Cisneros, Felipe
Sassone, Octavio Espinoza, Andrés Aramburú Salinas, M. Nemesio Vargas, Fernando Soria,
Domingo Martínez Luján, Luis Aurelio Loayza y otros literatos. Índice de una producción muy
abundante que la afición del público mantuvo y vitalizó.
El Redondel, fundado por Augusto S. Salazar fue el primer periódico que difundió en Lima el siste-
ma de reseñar las corridas de toros ilustradas con instantáneas tomadas durante el espectáculo.
este semanario apareció Emilio A. Calmell en su Historia Taurina del Perú, cita, además, los siguientes títulos, sin mayores
el 3 de octubre de 1914. datos: La Lidia, El Cornúpeto, El Torero, Clarín de los Toros, El Salamanquino, El Butifarrero, II Pompieri, El
Se especializó en el tema Listín, El Salvador, El Chalaco, El Bombero, La Pica, El Mal Ángel, Los Toros, Perú Taurino, Toros y Cornadas, Al
de los caballos y las corral, Los Espectáculos, El Avispero, La Verdad Taurina, El Burladero, La Reseña, El Mosquito Taurino,
carreras de caballos y su Puyazos, El Loro, El Tito Gindama, La afición, Oreja y Rabo. Posiblemente hay aquí periódicos hasta 1936.
objetivo fue despertar el El mismo Calmell editó entre 1918 y 1920 el anuario taurino titulado De Perla y Oro.
interés de los limeños en
este deporte. tuvo como
primer director a david ReVIStaS depoRtIVaS.- El Jockey Club de Lima tuvo como vocero oficial a principios del
luy, y como codirector a siglo a El Sport. Sport y Variedades circuló en 1900 y 1901. Preciada reliquia es para los verdaderos
José carlos Mariátegui. aficionados a la hípica la colección de la revista El Turf que, dirigida por David Luy, apareció en
aquí apreciamos la 1914 para estimular el interés del público hacia ese deporte, venido a menos a consecuencia de
portada de la primera la guerra europea. En 1916 José Carlos Mariátegui fue codirector de El Turf. La Fija, editada por
edición, en la que se ve Mario Péndola, representó por aquella época un periodismo hípico de oposición. El Hípico, fun-
a Fugace, el caballo dado por Aníbal Secada en 1919, fue órgano de los aficionados chalacos.
favorito para la carrera La aparición de la magnífica revista Aire Libre en 1923 coincidió con el desarrollo que fueron
“Jockey club de Buenos alcanzando los deportes como espectáculo popular. El Ring alcanzó vasta difusión en 1924.
aires”, realizada el
mismo año.
loS ÓRGanoS de laS colonIaS eXtRanJeRaS.- El periódico de este carácter que
alcanzó más larga vida fue La Voce d’talia que seguía publicándose en 1925. Durante la primera
guerra mundial circuló L’Italiano, cuyo nombre ostentó también el vocero de esa colonia en
1877 y 1878. Hasta nuestros días ha llegado desde 1912, The Weast Coast Leader que ahora se
llama Peruvian Times. Entre 1909 y 1913 se editó la revista ilustrada mensual Peru To -Day.
L’ Alliance fue una revista de la primera guerra mundial de propaganda a favor de la causa de
los aliados. Enrico Calcagnoli dirigió entre 1913 y 1916 la Rivista Italo-Peruviana.
El periódico chino más antiguo parece haber sido Mao Shing Po. Durante el Oncenio existió
La Voz de la Colonia China. Hacia 1915 un grupo de japoneses publicó La Crónica de Los Andes.
En 1929 comenzó a aparecer la revista Repertorio Hebreo, órgano de la colonia de esa raza.

el peRIodISMo en el callao.- El 2 de noviembre de 1883 apareció el diario El Callao. Fue


su fundador, propietario y director M. Darío Arrús. Subsistió durante muchos años, tuvo una
interesante trayectoria y llegó a convertirse en el subdecano de la prensa nacional. Entre sus

200 ADENDA [ CAPÍTULO 4 ]


redactores estuvieron, en diversas épocas, Alejandro Deustua, José Toribio Polo, Federico Flores
Galindo, Félix Soto, Aníbal Gálvez, Remigio B. Silva, Carlos Guzmán y Vera, José Viterbo Arias,
Enrique D. Tovar y R. Ernesto J. Casanave, gran figura en el progreso del Callao, editó de 1889 a
1895 El Porvenir. el periódico
Diarios chalacos dentro del período 1895-1930 fueron, además de El Callao, La Mañana,
editado por Alberto Secada en 1900; La Reacción de Remigio Silva en 1904; El Puerto en 1912,
cHino MÁs
dirigido por Alberto Secada; La Sanción que apareció en 1913 y logró larga vida; El Nacional de antGuo [en el
Germán Amat y León, Enrique D. Tovar y R. y Samuel del Mar en 1915. perÚ] parece
El Pueblo representó en 1916 los intereses políticos de Rafael Grau en el primer puerto de la
República. Polemizó con El Callao que defendió al bando opuesto, integrado por amigos de
Haber sido Man
Antonio Miró Quesada. sHinG po.
Entre 1901 y 1908 existió el bisemanario El Auxiliar del Comercio que se dedicó a la estadística durante el
mercantil y de aduana. En 1928 salió el trisemanario El Boletín Comercial.
Se cita entre los chalacos a los siguientes: El Amigo del Pueblo (1895-1896): El Diablo Cojuelo oncenio eXistió
(1898); La Cruz (1898); Violín de Ñausa (1901); La Cuña (1904); El Imparcial (1904); La Actualidad la voZ de la
(1915-1916); La Provincia (1921 ); La Voz del Callao (1928).
Entre las revistas figuran: La Revista de Policía (1899-1900); Lirios y Violetas (1911) así como La
colonia cHina.
Pluma y La Infancia en años no identificados. Fue redactor de esta última el pedagogo chalaco Hacia 1915 un
Luis Paz de la Vega. En 1918 y 1919 Aníbal Secada dirigió la revista Ecos de La Punta. Grupo de
Si ha resultado difícil obtener los datos para la reseña precedente, más complejo es el pro-
blema de estudiar la producción intelectual chalaca de izquierda. En ella se destacan los folletos Japoneses
y la revista Plumadas de Rebeldía editados por el grupo anarquista Luz y Amor después de 1913. publicó la
crónica de los
alBeRto Secada.- Aunque nacido en Lima en 1869, la vida y la obra de Alberto Secada andes.
estuvieron hondamente ligadas al Callao. Secretario, vicepresidente y presidente del Partido
Radical, tuvo más tarde filiación billinghurista, antipardista y leguiista. Presidente de la Junta
Departamental en aquel puerto entre 1905 y 1908, alcalde de él en 1914 y secretario del
Concejo Provincial de Lima durante muchos años, fue diputado entre 1913 y 1918 y en la
Asamblea Nacional de 1919. Redactor de El Radical en 1899, redactor o director de Germinal
entre 1899 y 1904, fundador de La Mañana (Callao 1900 y Lima 1910) y de El Puerto en 1912, a él
se debió, asimismo, un periódico excepcional: El Progreso de Matucana (1906).

[ CAPÍTULO 4 ] ADENDA 201


[ TOmO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

● I Las procedencias Palma en la Biblioteca Nacional ● La Prada ● Fallecimiento de Ricardo Palma


capítulo 5
cronológicas de los literatos peruanos a salida de Ricardo Palma de la Biblioteca ● La escenificación de las Tradiciones en
comienzos del siglo XX ● II Ricardo Nacional y el nombramiento de Manuel la legación Argentina ● III Abelardo
Palma y la Biblioteca Nacional a fines González Prada ● La “Nota informativa Gamarra ● IV La coronación de Luis
del siglo XIX y comienzos del siglo XX ● acerca de la Biblioteca Nacional” ● Benjamín Cisneros ● V Clorinda Matto
González Prada y su evolución al Manuel González Prada en la Biblioteca De Turner ● VI Monseñor Manuel Tovar
anarquismo ● Últimos años de Ricardo Nacional ● Fallecimiento de González ● José Antonio Roca y Boloña
ALGUNOS SOBREVIVIENTES DE LA GENERACIÓN LITERARIA
ANTERIOR A LA GUERRA CON CHILE

CAPÍTULO
5
[]
l
[I]
aS pRocedencIaS cRonolÓGIcaS de loS lIteRatoS peRuanoS a coMIenZoS
del SIGlo XX.- Entre fines del siglo XIX y los primeros treinta años del siglo XX la literatura
peruana contó con escritores que, dentro de una clasificación muy general, tuvieron cinco pro-
cedencias cronológicas:
1) Las generaciones que habían comenzado a publicar antes de la guerra con Chile, entre las
que se destacaron Ricardo Palma y Luis Benjamín Cisneros, los grandes sobrevivientes de la
generación romántica; Manuel González Prada (cuyo acento iracundo como prosista y como
pensador y cuya sensibilidad poética lo ponían más bien cerca del grupo posterior), Abelardo M.
Gamarra y Clorinda Matto de Turner.
2) Las promociones que se definieron en el período entre los comienzos de la reconstrucción
en 1884 y fines del siglo, contemporáneas del movimiento modernista, entre las cuales descolló,
por su actuación en el Perú, en América y en España, José Santos Chocano.
3) La generación que tuvo su centro en la universidad a principios del siglo XX y contó entre
sus exponentes a José de la Riva-Agüero y a Francisco García Calderón Rey. Esta generación fue
también contemporánea con el desarrollo del periodismo diario y gráfico y dentro de él apare-
cieron figuras que se consagraron exclusivamente a esa actividad como Leonidas Yerovi.
4) La generación que actuó principalmente en el periodismo en la época coincidente con la
primera guerra mundial, ha sido llamada “Colónida” y contó con figuras como Abraham
Valdelomar y José Carlos Mariátegui entre otros.
5) La generación que apareció entre 1919 y 1930 con tendencias vanguardistas y sociales. Al
leerse las referencias sintéticas hechas en los párrafos siguientes de este capítulo y de los que
siguen, es necesario tener en cuenta que ellas no comprenden figuras, obras o actividades pos-
teriores a 1933 (1).

[ II ]
RIcaRdo palMa Y la BIBlIoteca nacIonal a FIneS del SIGlo XIX Y coMIenZoS
del SIGlo XX.- La continuidad de la obra de Ricardo Palma en la Biblioteca Nacional reafirmó

(1) La historiografía del siglo XX peruano es muy escasa en los campos políticos (pese a algunos aportes partidistas), económico,
hacendario y social y es casi nula en relación con las ciencias y con el proceso de la técnica. En cambio, ostenta apreciable riqueza
tanto en el terreno internacional y diplomático (para las cuestiones de fronteras) como en el literario. Ello no quiere decir que no falte
seguir investigando sobre temas esenciales. A pesar de todo, allí están, en la historia de la literatura, los aportes muy sustantivos de
Luis Alberto Sánchez, Estuardo Núñez, José Jiménez Borja, Augusto Tamayo Vargas, Alberto Tauro, Alberto Escobar, Jorge Puccinelli
y otros, además de los estudios monográficos sobre personalidades descollantes. Ante las contribuciones que ya existen y ante la
imposibilidad de entrar en detalle sobre corrientes, tendencias y modalidades, la presente obra se contrae a la imagen histórica de
algunas figuras representativas, sea para complementar lo tratado a propósito de la historia política, social y económica, sea para
señalar algunas notas en la evolución del gusto. La única excepción a este criterio restrictivo en los capítulos concernientes a la evo-
lución literaria (otra cosa, aparte de ser o innecesaria o muy difícil, prolongaría demasiado este libro ya asaz extenso) atañe al teatro
porque a este tema ha sido dedicada ya aquí bastante atención y porque no ha sido trabajado en cuanto al siglo XX.

204 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


el ligamen entre la institución y su ilustre restaurador y convirtió su despacho en un lugar predilec-
to por el viajero de renombre intelectual que pasara por Lima. La publicación de algunos manus-
critos; la compra de colecciones particulares como la de Félix C. Coronel Zegarra en 1897; el
aumento de los volúmenes guardados en la Biblioteca a 35 mil; el funcionamiento en la misma despuÉs de su
casa de la Academia Concha de dibujo, creada por un legado que dejó Adelina Concha al fallecer
en París en 1894; la creación y el crecimiento de una galería de retratos de grandes figuras nacio-
espectacular y
nales en el salón de lectura, fueron hechos que acompañaron la gestión del director de la MilaGroso
Biblioteca Nacional entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Sus disgustos con el ministro de renaciMiento a
Instrucción por la desatendencia de este aumentaron en 1903 y en 1905. Después de su especta-
cular y milagroso renacimiento a raíz de la guerra con Chile, la Biblioteca Nacional no se puso a la
raíZ de la
altura de los cambios que se iban operando en la técnica bibliotecaria. Permaneció al margen de Guerra con
las normas técnicas sobre catalogación, clasificación, adquisición y circulación de libros. Al Perú no cHile, la
llegaron tampoco los adelantos dentro del campo de las bibliotecas populares.
Ricardo Palma continuó con la publicación de sus obras. En 1896 aparecieron Neologismos y biblioteca
americanismos; en 1897, Recuerdos de España con una reedición de la obra anterior; en 1899 nacional no se
nuevamente el mismo libro con La bohemia de mi tiempo; fue editado también en este año un
tomo de Tradiciones y artículos históricos; de 1900 fue Cachivaches; a 1903 correspondió Papeletas
puso a la
lexicográficas con “dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario”; a 1906, Mis últi- altura de los
mas tradiciones peruanas y cachivacherías. caMbios Que se
iban operando
GonZÁleZ pRada Y Su eVolucIÓn al anaRQuISMo.- Como ya se ha visto en capí- en la tÉcnica
tulo anterior, en setiembre de 1899 González Prada se alejó de la Unión Nacional y en abril de
1902 su separación se hizo definitiva.
bibliotecaria.
Antes de la última de estas actitudes puritanas, la esposa de González Prada había comprado perManeció al
tipos y una maquinita de imprimir tarjetas para regalarlos a su hijo Alfredo de diez años. Ambos MarGen de las
editaron en 1901 —Adriana como impresora y Alfredo como cajista— una colección de tensas
poesías líricas del autor de Pájinas libres, bajo el título de Minúsculas y en una edición de cien
norMas
ejemplares. En este tomito González Prada se exhibe como buscador laborioso y paciente de la tÉcnicas sobre
belleza, como cincelador exquisito y sereno del verso, y se acerca al modernismo por el afán cataloGación,
orientado hacia la selección musical de la palabra. Pero él no se contentó con el retiro consagra-
do al arte. Colaboró en 1900 en periódicos como El Libre Pensamiento que dirigía Christian Dam, clasiFicación,
órgano de la Liga de Libre Pensadores. Figuró su nombre como posible candidato a la adQuisición y
Vicepresidencia en la fórmula Fernando Seminario presentada por federales radicales y liberales
en1903; o como eventual candidato a la Presidencia en vez de este. La falta de amplia gravita-
circulación de
ción nacional en el radicalismo, el alejamiento que tuvo González Prada del partido que fundara, libros.
la ausencia de administradores de su prestigio o características de orden personal, contribuye-
ron a que nada de ello madurase. Abstemio frente a la política militante, González Prada bebió
a solas el turbio licor de las campañas proselitistas a través de la propaganda escrita. Colaboró
en órganos radicales como La Idea Libre de Glicerio Tassara y en hojas anarquistas como Los
Parias, de la que fue, por un tiempo, director verdadero. En muy contadas ocasiones volvió a
hacer uso de la oratoria. Una de ellas fue su conferencia el 1º de mayo de 1905 sobre el intelec-
tual y el obrero en la Federación de Panaderos. Allí propugnó la unión o alianza de la inteligencia
con el trabajo, cuyas trascendentes consecuencias profetizó; rechazó el Estado vigente, la reli-
gión y la patria y anunció la muerte del mundo burgués y la revolución proletaria mundial. Otras
conferencias leyó en la logia masónica “Stella d’Italia” en setiembre de 1904 y en setiembre de
1905 sobre las esclavas de la Iglesia y sobre Italia y el papado. En 1908 apareció el libro Horas de
lucha. Reprodujo estas tres conferencias y dos más; la que versó sobre los partidos políticos y la
Unión Nacional en 1898 y la que tuvo como tema el libre pensamiento de acción y no pudo ser

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 205


alFRedo GÓnZaleZ pronunciada ese mismo año. Horas de lucha se complementó con demoledores artículos sobre
pRada (1891-1943) los conservadores, los liberales, los magistrados, los legisladores, la aristocracia, el clero, los ven-
trales, así como sobre otros temas, para hacer soplar sobre ellos un viento apocalíptico que
ponía de relieve los vicios y defectos nacionales o limeños, a los que fueron atribuidos e veces
imperfecciones y ruindades que pertenecen a la naturaleza humana.
El fervor filial de Alfredo González Prada ha reunido en varios libros, en constante colabora-
ción con Luis Alberto Sánchez, los numerosos artículos y versos inéditos o publicados anónima-
mente que corresponden a esta etapa de la vida de don Manuel y cuya exhumación bibliográ-
fica este desdeñó. Pocas veces se ha visto el caso de un escritor tan parco en el número y en el
grosor de sus libros en vida y tan fecundo en ediciones póstumas.
Así como los psicólogos han descubierto que puede haber varias personalidades en un
hombre, podría creerse que hubo en González Prada dos escritores; el que firmó sus ensayos y
poemas y el que colaboró anónimamente o bajo seudónimo en hojas proletarias. A la misma
época a la que pertenece Horas de lucha corresponden los artículos y poemas sin firma colec-
cionados en diversos libros póstumos. Pero ambas obras no se contradicen. En esta última se
Hijo de Manuel González acentúan y agudizan las ideas y las tendencias de la primera.
prada, este diplomático y La vasta producción que las ediciones minuciosas de Alfredo González Prada y Luis Alberto
escritor nació en la ciudad Sánchez han permitido conocer podría haber sido publicada con otro orden, clasificada, para
de parís (Francia). llegó a mayor comodidad del lector, según los temas en ellos tratados y no en libros fragmentarios. Así
lima en 1898 y estudió bajo habríanse tenido volúmenes con las ideas de Manuel González Prada sobre: 1) religión; 2) filoso-
la supervisión de su madre. fía; 3) la historia y la política; 4) las cuestiones sociales; 5) la literatura. A los artículos en prosa
luego ingresó a la habría que agregar para hacer esta selección las poesías de Presbiterianas, Gráficos, Baladas
universidad de San Marcos. peruanas, Literarias y Trozos de vida; en contraste con ellas, las de Minúsculas, Exóticas, Adoración y
en 1911 empezó a trabajar Baladas presentan un significado predominantemente estético.
como amanuense en el Para la religión cristiana tiene González Prada ataques y pullas, agresivas, insistentes y copio-
Ministerio de Relaciones sas. Considera que Cristo fue una figura humana menos importante de lo que se supone
exteriores. Hizo carrera (“Jesucristo y su doctrina“ en Nuevas pájinas Libres ). Sobre la Inmaculada Concepción, la
diplomática representando Santísima Trinidad, la Revelación, San José y otros santos acumula criticas racionalistas o sarcas-
a nuestro país en Buenos mos procaces (“Por San José”, “Voltaire y San Pedro”, “San expedito”, “Semper Expeditus” en Prosa
aires (1913-1922), menuda y ”La Trinidad” y ”La Inmaculada Concepción” en Propaganda y ataque). La Biblia le
Washington (1922-1929) e sugiere irreverentes comentarios (“Los libros sagrados” en Propaganda y ataque). De la historia de
Inglaterra (1930-1931). entre los papas y de la Reforma se ocupa libre y eventualmente. Prefiere el protestantismo al catolicis-
sus publicaciones se mo. Cree que en la esencia misma de esta religión están la intolerancia y el atraso. El catolicismo
encuentran: el derecho y el “es el enemigo” (“El enemigo” en Propaganda y ataque).Si Cristo resucitara moriría crucificado en
animal (1914), un crimen Roma. El cristianismo hállase próximo a desaparecer y se personifica en el monte de arena mien-
perfecto: el asesinato del tras que la ciencia es el hilo de agua que, grano a grano, va derrumbando el monte (“Catolicismo
gran mariscal agustín y ciencia” en Nuevas Pájinas libres). Las que fueron ayer herejías detestables van convirtiéndose
Gamarra (1941) y la obra en científicas verdades.”Lo que encierras en ti de Paganismo, eso te hace durar, oh Cristianismo”
póstuma Redes para captar (Grafitos). La fe es viejo candil de posada que más humea que ilumina. Contra los vicios y los
la nube (1946). defectos del clero, su excesivo número y su falta de higiene se ensaña satíricamente a veces con
lenguaje soez (Presbiterianas). Efectúa una exhaustiva recopilación de irreverentes refranes espa-
ñoles sobre Dios, la religión, los curas, las monjas y los devotos (El tonel de Diógenes).
Su filosofía es de estoicismo con un fondo de escepticismo (“Un rato de filosofía” en Nuevas
Pajinas libres). Con frecuencia duda de todo; pero en otras oportunidades piensa y actúa “como si”
hubiera que tener fe en la Ciencia, o sea en las verdades sometidas a observación y experimento.
También suele reiterar su fe en el hombre. En una magnífica prosa inconclusa que se halla repro-
ducida en El tonel de Diógenes, llega a afirmar: “En ves de ángel caído somos un átomo de polvo
que fabrica sus propias alas para volar lejos de su cuna. Nacimos en las tinieblas y fuimos esclavos;
pero combatimos con la naturaleza y la vamos venciendo y obligando a revelarnos su secreto…

206 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


Nos cobijábamos en el bosque o la caverna y ya vivimos en el palacio, nos alimentábamos de la HoRaS de lucHa
presa y ya sembramos el trigo y elaboramos el pan; vestíamos de cortezas y ya nos adornamos con
lino y seda…” (“El hombre”). Varias veces invierte su fe solo en el porvenir:

Hoy solo existe el gorila


el hombre está por nacer.
(Trozos de vida)

Vivo en lucha sin descanso


que esta raza no es mi raza.
Que este siglo no es mi siglo,
yo debí nacer mañana.
(Trozos de vida)

Pero en otros momentos su pesimismo es absoluto. Si la naturaleza escuchara súplicas, él le


pediría renacer en mundos donde no faltara el sueño para tener de vez en cuando el consuelo esta obra del escritor
de no pensar en huir de sí mismo. “¿Cabe mayor suplicio que existir consigo mismo eternamen- limeño Manuel González
te y sin dormir un solo instante?” (El tonel de Diógenes): prada (1844-1918) fue
publicada en 1908. Se
El proceso de la vida, trata de una recopilación
su tormentosa odisea de artículos, testimonios
se resume en tres palabras: y prédicas anarquistas. el
triste, ridícula y puerca libro estaba organizado
(Grafitos) en dos partes: la primera,
conformada por cuatro
Parecía que al final de su vida le hubiese ido dominando progresivamente una negra misan- capítulos sobre la política
tropía. Dice: nacional, la religión, los
obreros y el libre
Turba humana, concebida pensamiento; y la
en la infamia y el oprobio, segunda, sobre el
¿vales más que nauseabunda periodismo, las figuras
pululación de microbios? políticas de la época y la
Lejos ya de tus miserias, aristocracia, entre otros
de tu sangre y de tu lodo, temas. aquí vemos la
a las cumbres de la muerte, segunda edición, de 1924.
libre asciendo, libre y solo.
(Trozos de vida)

Y la última de las composiciones que escribió tiene los siguientes versos finales:

¿Qué me importa si mi cielo


obscurece ya la noche?
No te amé jamás, oh Mundo,
negro charco de vibriones.
Al “puede ser” de la tumba
voy sin penas ni temores,
con el asco por la vida,
con el desprecio a los hombres.
(Trozos de vida)

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 207


Largas páginas podría abarcar una antología de lo que escribió, en prosa y en verso, acerca
de la muerte, empezando por las admirables que incluyera en Pájinas libres. Reviven en su pluma
las lúgubres notas del Eclesiastés y de Omar Khayyam, a quien imitó: vivir es ir muriendo, el tiem-
[“GonZÁleZ po es fugaz, no sabemos a dónde vamos, la tumba iguala a todos.
¿Qué hacer? Una de las defensas y compensaciones está en el amor. González Prada aparece,
prada] cree Que en una de sus fases, como un gran poeta erótico. Pero lo que exalta es el amor libre y sano, el de
bolívar y sucre la maternidad y la paternidad voluntarias. Preciso en conservar, sobre todo, la dignidad, la altivez,
Fueron la limpieza. Por eso hace el elogio de los grandes viejos, “torres bamboleantes y ruinosas que
conservan en lo más alto una luz permanentemente encendida” (“Los viejos” en Nuevas Pájinas
Grandes; pero libres). La mejor clave de su conducta hállase acaso en unas frases de El tonel de Diógenes: “Una
Que HeMos atmósfera de ignorancia y fanatismo nos envenena los pulmones y nos encorva las espaldas.
seGuido una Necesitamos realizar el esfuerzo heroico de ascender a cumbres donde se respira un aire desin-
fectado y puro. Tenemos que encerrarnos en la soledad de nosotros mismos, eludir el roce ínti-
MarcHa mo con naturalezas vulgares y vivir en un medio artificial creado por la lectura de los grandes
diaMetralMente autores modernos y antiguos. Estamos condenados a labrar nuestro capullo, envolvernos en un
sudario de seda y aguardar la muerte sin arrullarnos con la esperanza de surgir a la luz ni a la
opuesta a la libertad. Cuantos verifican la ascensión, se crean el medio artificial y asumen la actitud más noble
recorrida por y más hermosa, la del hombre encerrado en la soledad de su pensamiento”.
la naturaleZa, Sus alusiones históricas no son escasas. Admira a la Grecia clásica.”La decadencia del espíritu
humano se corrige con la sabia y moderada inoculación del paganismo”, afirma en El tonel de
pues esta se Diógenes. Tiene antipatía y desprecio por la Edad Media. Conserva, a lo largo de los años, intacta
inició con los su admiración por el siglo XVIII y, en especial, por Voltaire y la Enciclopedia (“El siglo XVIII” en
Nuevas Pájinas libres).
aniMales Sobre los autores del siglo XIX ha dejado dispersas opiniones que algún día deberán ser
inFeriores y recogidas y clasificadas. Admira a Darwin y a Haeckel. Escéptico ante Comte, cree que es una
vino a culMinar mezcla de sabio y místico. Ignora a Marx. Jamás hace uso de cifras, de argumentos de carácter
económico o de referencias estadísticas en sus escritos. Cree ver en Tolstoi a un medio loco. Se
en los HoMbres.” entusiasma ante José Nakens y Francisco Pi y Margall.
Su repudio de la historia del Perú es absoluto y total. Parece no haber conocido la época de
los Incas y de las culturas que la precedieron. Para la Conquista y el Virreinato no tiene sino após-
trofes y censuras. Especialmente denigra a Lima y a la clase nobiliaria, a la que pertenecieron sus
antecesores (“El Lima antiguo” en El tonel de Diógenes). Una síntesis de su pensamiento es la
siguiente:

Aquí los grandes señores,


los de sangre muy pura
tienen dos progenitores,
el calesero y el cura.
(Grafitos)

Cree que Bolívar y Sucre fueron grandes; pero que hemos seguido una marcha diametral-
mente opuesta a la recorrida por la Naturaleza, pues esta se inició con los animales inferiores y
vino a culminar en los hombres (“Mercaderes políticos” en Propaganda y ataque). Nuestros
estadistas más felices no han hecho sino aplicar el programa que cierto general anunció en un
discurso eleccionario: ”Todo para los amigos y palo para los pícaros” o sea los adversarios (“El
discurso del general” en El tonel de Diógenes). La historia del guano es una inmundicia. Meiggs
no hizo sino prostituir a mujeres y hombres, cualquiera que fuese la posición de estos (“En el
año 2200” en El tonel de Diógenes). En la guerra con Chile, el Perú fue “Cartago sin Aníbal”
(“Mercaderes políticos” en Propaganda y ataque). En las batallas abundaron los cobardes y

208 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


[1] [2]

[3]

EL FALLECIMIENTO DE RICARDO PALMA. El 6 de octubre de 1919 falleció en Miraflores el escritor y ex director de la


Biblioteca Nacional, Ricardo Palma. Su desaparición causó honda consternación en diversos círculos. Durante dos días,
la capital le rindió honores fúnebres que fueron seguidos por miles. Aquí vemos la portada de una edición de homenaje
de la revista Variedades (1), una fotografía del escritor rodeado por su familia en 1913 (2) y una escena multitudinaria de
su sepelio (3).

[ capítulo 5 ] adenda 209


anaRQuía desertores (“Impresiones de una revista” en El tonel de Diógenes). Durante la ocupación chilena
hubo entre hombres y mujeres muchos colaboradores, tránsfugas y traidores. Para él es un
símbolo nacional aquel sujeto condenado a azotes públicamente en la Plazuela de La Salud
por los chilenos, que exclamó al terminar esta afrenta: ”Pensé que dolería más” (“Los caballos
del tranvía”, en Prosa menuda).
Feroz con Piérola en todo momento y por cualquier ocasión hasta lindar en la manía, no es
más benévolo con Cáceres aunque lo ataque con mucho menos frecuencia (“El momento polí-
tico” en Propaganda y ataque). Sus breves semblanzas de Mariano Nicolás Valcárcel y Francisco
Rosas son lapidarias (El tonel de Diógenes). A Manuel Candamo se refiere como si se tratara de
una mujer. En su opinión, todos los partidos” podían ir a igual carreta para ser echados a igual
basura”. Gran enemigo de Romaña, se equivoca ante él al creerlo instrumento de Piérola y tira-
nuelo clerical. Silencioso ante la pugna entre demócratas y civilistas en 1901, 1902 y 1903, vuél-
vese feroz contra el civilismo durante la primera administración de José Pardo (“Régimen brutal”
e “Instantánea” en Prosa menuda). Pero tampoco cree que fuera apetecible ni mucho menos la
insurgencia liberal de mayo de 1908 (“El aborto revolucionario” en Prosa menuda). La revolución
este libro de Manuel que necesita el país deberá ser sangrienta, teñida con la sangre de gobernantes déspotas, jueces
González prada (1844- venales, subprefectos depredadores, curas sin entrañas y gamonales caribes para purificar el
1918) fue publicado Poder Ejecutivo, las Cámaras Legislativas, los municipios, las beneficencias y las universidades
póstumamente en la (“Memoranda” N° 149, El tonel de Diógenes).
ciudad de Santiago de En cuanto a las cuestiones sociales nacionales otorga el debido realce, por tantos escritores
chile en 1936. al igual desdeñados, al abandono y la explotación del indio para quien es una mentira la existencia de
que obras como pájinas la República. Como ha observado Luis Alberto Sánchez, ya en la época anterior con Chile escri-
libres (1894), Bajo el bió sobre aquel algunas baladas como las tituladas “El mitayo”, “Túpac Amaru”, “Cura y corregidor“,
oprobio (1933) o Figuras y “Las flechas del inca”, reproducidas luego en el libro Baladas peruanas (Santiago de Chile, 1935).
figurones (1938), reunió Su profesión de fe en relación con este lacerante problema fue el artículo de permanente actua-
artículos del polémico lidad. “Nuestros indios” fechado en 1904 e inserto en la segunda edición de Horas de lucha
escritor limeño. Su hijo, (Callao, 1924). Otros artículos sobre el tema: ”El problema indígena” y “Autoridad humana” en
alfredo González prada, Prosa menuda. De su anatema no excluyó a quienes esclavizaban a los selvícolas (“Los verdade-
fue el encargado de ros salvajes” en Prosa menuda).
recopilar y editar los Junto a su honda preocupación por el indio están su cariño y su fe en el obrero. “La clase
escritos dispersos que obrera figura en todas partes como la selva madre donde existen el buen palo de construcción
había dejado su padre. a y la buena tierra de sembradío”, afirmó en su conferencia sobre los partidos y la Unión Nacional
su muerte, la tarea fue (Horas de lucha). Y agregó: “Cuando la parte más civilizada de una nación se prostituye y se des-
continuada por luis vigoriza, sube del pueblo una fecunda marejada que todo lo regenera y lo fortifica”. En la con-
alberto Sánchez. ferencia sobre el intelectual y el obrero pronunciada en 1905 y publicada también en Horas de
lucha no solo ensalzó la fraternidad de ambos y la nobleza y necesidad del trabajo material, sino
que anunció la proximidad inexorable de la revolución proletaria.
El libro Anarquía es el que más se acerca para ofrecer un aporte sobre los aspectos positivos
del pensamiento de González Prada en materia social. Aparece él allí favorable a la lucha de los
pobres contra los ricos y al empleo de la fuerza como una necesidad. A la vez declara que la
revolución de los obreros no solo debe ser en beneficio de esta clase sino para todos los seres
humanos. No quiere que ellos imiten la táctica de los pretorianos y de los políticos y vayan a
una inversión en el orden de los oprimidos. Contra el “socialismo opresor” se declara reiterada-
mente: lo llama símbolo de esclavitud o remedo de la vida monacal. Un artículo íntegro titula-
do “Socialismo y anarquía” dedica a este asunto y allí sostiene: “Los libertarios deben recordar
que el socialismo, en cualquiera de sus múltiples formas, es opresor y reglamentario, diferen-
ciándose mucho de la anarquía que es ampliamente libre y rechaza toda reglamentación o
sometimiento del individuo a las leyes del mayor número”. También, sin temor de caer en fla-
grante contradicción perora contra la guerra de antropófagos de clase a clase. La revolución la

210 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


ve solo en un futuro muy lejano, después de un largo asedio a la sociedad burguesa. Enfáticos
son, una vez más, sus pronunciamientos contra el cristianismo, el Estado, el Congreso, los polí-
ticos y la política, la autoridad (“el solo hecho de solicitar o ejercer mando denuncia, perversi-
dad en los instintos”), los militares, la industria (“robo legalmente organizado”). Sigue los acon- una de las MÁs
tecimientos de carácter internacional en su época, se manifiesta en contra de la Rusia de los
zares, la Alemania del káiser, la España de Alfonso XIII, el imperialismo europeo en África, el
vivas
movimiento contra Dreyfus en Francia. ”Desde la Reforma y, más aún, desde La Revolución preocupaciones
Francesa (afirma) el mundo civilizado vive en revolución latente: revolución del filósofo contra de [ricardo]
los absurdos del Dogma, revolución del individuo contra la omnipotencia del Estado, revolu-
ción del individuo contra las explotaciones del Capital, revolución de la mujer contra la tiranía
palMa Fue en
del hombre, revolución de uno y otro sexo contra la esclavitud del amor y la cárcel del matri- aQuellos días
monio; revolución, en fin, de todos contra todo”. En relación con las huelgas declara que deben Que, con Motivo
ser generales y armadas, por lo cual censura que los gremios y trabajadores no comprometidos
en ellas “se queden tan impasibles como si se tratara de cosas ajenas no solo a la clase obrera de la
sino al planeta”, para exclamar luego: “Desheredados del Perú, uníos todos. Cuanto estéis uni- celebración del
dos en una gran comunidad y podáis hacer una huelga donde bullan todos —desde el pana-
dero hasta el barredor— ya veréis si habrá guardias civiles y soldados para conteneros y fusila-
centenario de
ros”. Al aceptar en 1906 la iniciativa de los socialistas franceses para asociar la celebración de la la
fiesta del 1º de mayo a la agitación a favor de la conquista de la jornada de ocho horas mani- independencia
fiesta en seguida que “para la emancipación integral soñada por la anarquía, eso no vale
mucho; pero en relación al estado económico de las naciones y al desarrollo mental de los nacional y
obreros, significa muchísimo”. coMo MÁXiMo
Un análisis de los juicios e impresiones literarias de González Prada a través de sus libros póstu-
mos llevaría a largas consideraciones ajenas a los propósitos del presente esbozo. Baste decir que
HoMenaJe a san
ellos son cuantiosos, variados y muy interesantes. A veces parecen un caos de ideas claras. Martín Que la
proclaMó, se
ÚltIMoS añoS de RIcaRdo palMa en la BIBlIoteca nacIonal.- En 1908 cumplió inauGurara un
Ricardo Palma sus bodas de plata como director de la Biblioteca Nacional. Con tal motivo publicó nuevo y
una memoria en la que detalló la obra por él realizada durante veinticinco años. ”Yo no aspiro a la apropiado
perpetuidad en el cargo de bibliotecario” (escribió en este documento oficial). ”Valiéndome de una
frase vulgar, pero fiel expresión de mi pensamiento, diré que ya he sacado mi tarea y que veré ediFicio para la
complacido que un hombre de la nueva generación alcance a hacerla más proficua”. institución
Lo que el Estado peruano debió hacer entonces fue jubilar a Ricardo Palma con todos los
honores que merecía, nombrarle un reemplazante digno y prestar atención al progreso de la
conFiada a su
Biblioteca Nacional. Pero Ricardo Palma quedó en el cargo y se vio más desatendido que nunca. cuidado
Tenía bajo sus órdenes solo seis empleados. Una de las más vivas preocupaciones de Palma fue
en aquellos días que, con motivo de la celebración del centenario de la independencia nacional
y como máximo homenaje a San Martín que la proclamó, se inaugurara un nuevo y apropiado
edificio para la institución confiada a su cuidado. El senador Diómedes Arias recogió este previ-
sor anhelo en la legislatura de 1910 y suscribió un proyecto de ley para crear un impuesto cuyo
producto debía ser destinado a la construcción de dicho local. El impuesto debía basarse en un
pliego de papel sellado especial de cinco centavos para las notificaciones judiciales. La Cámara
de Senadores aprobó este proyecto; pero durante aquella misma legislatura fue aplazado en la
de Diputados. Ningún representante combatió la idea de que la Biblioteca Nacional tuviese un
buen edificio; pero se argumentó que iba a gravarse en exceso a los litigantes de la República,
que el monto de la nueva contribución podía perjudicar a los indígenas, que no iba a ser sufi-
ciente para obtener el fin perseguido y que el beneficio iba a ser recibido solo en la capital de la
República. El proyecto quedó olvidado.

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 211


la BIBlIoteca la SalIda de RIcaRdo palMa de la BIBlIoteca nacIonal Y el noMBRaMIento
nacIonal de Manuel GonZÁleZ pRada.- Con fecha 13 de febrero de 1912 el Ministerio de
Instrucción canceló el nombramiento de Clemente Palma, hijo del tradicionista, como conser-
vador de la Biblioteca Nacional, cargo que había desempeñado durante quince años en sus
veinte años de servicios; y designó a su reemplazo a Percy Gibson. Clemente Palma atacaba
entonces acerbamente al Gobierno en la revista Variedades. Pero, según el reglamento de la
Biblioteca, los empleados de ese instituto debían ser propuestos por el director. El reglamento
había sido pues, violado, Ricardo Palma renunció. Su dimisión no fue aceptada. Retiró entonces
esta nota y propuso para ocupar la plaza del conservador a Alberto Ureta. El Ministerio derogó
el artículo del reglamento que acordaba al director de la Biblioteca la prerrogativa de proponer
a los empleados e insistió en nombrar a Percy Gibson. Ricardo Palma volvió a presentar su renun-
cia dos veces más. Ella fue, ante esta tercera insistencia, aceptada el 6 de marzo de 1912. En
reemplazo del tradicionista fue nombrado Manuel González Prada.
Se produjo entonces un vasto movimiento de solidaridad con la víctima en este forcejeo
burocrático. Al respeto, lindante con la veneración que, para muchos, inspiraba su prestigio
en 1912, tras 28 años de literario y que se ahondaba con el reconocimiento ante su obra de creador de la segunda
labor, el tradicionista Biblioteca Nacional, uniéronse razones políticas, de hostilidad o encono ante el régimen de
Ricardo palma (1833- Leguía. Un grupo de intelectuales y universitarios formado por José de la Riva-Agüero, Felipe
1918) dejó la dirección Barreda y Laos, Juan Bautista de Lavalle, José Gálvez y Felipe Sassone organizó una velada de
de la Biblioteca desagravio en el Teatro Municipal de Lima. Hubo artículos en periódicos y revistas coincidentes
nacional (en la con esta actitud y un álbum fue suscrito por más de trescientos estudiantes, para refrendarla.
imagen). palma asumió Comisiones especiales habían visitado a distintas personalidades para solicitarles que no
dicha labor luego del aceptaran el cargo de director de la Biblioteca Nacional para el caso de que este fuera ofrecido.
saqueo y destrucción Luis Alberto Sánchez narra en su biografía de González Prada que el ministro Germán Leguía y
de miles de libros por Martínez había pedido anteriormente a este primero que tomara la dirección del Colegio
las tropas chilenas Guadalupe y luego la de la Escuela de Artes y Oficios sin que accediese a ello, si bien dio a enten-
durante la ocupación der que podía ser distinto el caso si se le ofrecía el Museo o la Biblioteca. Al serle propuesta en
de lima en 1881. marzo de 1912 por el mismo Leguía y Martínez este último nombramiento, no ignoró González
durante su gestión, Prada que iba a colocarse, a los 64 años, en el centro de un escándalo. Desde 1888 había surgido
reunió más de 45 mil entre los dos grandes maestros de la literatura peruana un hondo distanciamiento. Varias habían
volúmenes, mil sido las alusiones hirientes o sarcásticas del autor de Horas de lucha al autor de Tradiciones perua-
periódicos y 440 nas. El sino nacional de la enemistad entre sus hombres eminentes, del lodo que el talento o el
manuscritos. le sucedió genio vierten en querellas personales, iba a aparecer una vez más, con la saña inexorable de una
en el cargo el escritor Némesis criolla.
Manuel González prada Los ataques contra el apóstol radical y anarquista convertido en funcionario público, abun-
(1912-1914 y 1915-1918). daron. Mariano Lino Urquieta se lamentó de “esta época en que hasta los robles se doblegan y
los Catones se alquilan”. En Variedades apareció una caricatura que representaba a un perro
callejero ante un ejemplar de Pájinas libres encadenado a la puerta de la Biblioteca Nacional. La
leyenda ponía en boca del perro estas palabras: ”Más libre soy yo, y eso que soy perro”.

la “nota InFoRMatIVa aceRca de la BIBlIoteca nacIonal”.- González Prada


redactó entonces su “Nota informativa acerca de la Biblioteca Nacional” que ningún diario de
Lima quiso publicar y que solo halló acogida en las columnas del periódico billinghurista La
Acción Popular para ser luego divulgada en un folleto.
Fechada el 30 de abril de 1912, esta nota fue un relato escueto y feroz acerca del estado en
que se encontraba el establecimiento cuya dirección había asumido el autor de Pájinas libres.
Exhibía la falta de contabilidad y de libros concernientes a las tareas administrativas. Censuraba
la falta de adecuada distribución en los estantes de los volúmenes que constituían los fondos

212 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


bibliográficos. Manifestaba también su desacuerdo con los tipos y clases de encuadernación. peRcY GIBSon
Tenía párrafos de escarnio acerca de la abundancia de sellos y subsellos. Especial cuidado dedi- MÖlleR (1885-1960)
caba a mencionar las anotaciones manuscritas en muchas obras y las transcribía para hacer ver
la ignorancia, la vanidad, o el desenfado que solían revelar(1). Negaba que fuese necesario un
nuevo edificio. Creía fácil e inmediata la catalogación, pues, según el flamante bibliotecario “en
Lima no faltan personal capaces de efectuarla siguiendo métodos muy sabidos”. Insistía en el
desaseo, la incuria y el mal gusto que caracterizaban al edificio. Señalaba la desaparición de
manuscritos e impresos de acuerdo con las memorias del mismo Palma.
González Prada creyó acaso que su “Nota informativa”, al tratar de probar la existencia de lo que
él llamara “no mucha competencia bibliográfica, no mucha exquisitez de gusto ni mucho amor al
libro”, había matado a la leyenda del “bibliotecario mendigo”, del padre cuya “hija predilecta” era la
Biblioteca Nacional. Así consideró tal vez igualmente que sus ataques y pullas habían deshecho a
la religión y al catolicismo, al clero, a Piérola, a todos los hombres y grupos políticos o sociales por
él con tanta frecuencia estigmatizados. Pero no fue así. En la virulenta respuesta a la “Nota informa-
tiva” que Clemente Palma publicó bajo el título de “Un Catán de alquiler” quedó aclarada la honra-
dez con que habían sido manejados los fondos de la Biblioteca, adelantados a veces con dinero en la década de 1910, en
proveniente de la venta de Tradiciones peruanas. Recordó, asimismo, Clemente Palma que la orga- una polémica decisión, el
nización de las salas bajo el nombre “Europa” y “América” provenía de las épocas de Vigil y Odriozola; poeta arequipeño fue
atribuyó muchas deficiencias a la estrechez del local o a las penurias económicas; calificó de falsos nombrado conservador de
o de exagerados algunos de los cargos sobre errores en los títulos de libros y nombres de autores; la Biblioteca nacional,
y recordó que muchos de los sellos provenían de la biblioteca particular de la familia. cargo que ejerció durante
Pese a todo lo que pudiera argumentarse sobre las lagunas en la cultura clásica o bibliográ- la dirección de Manuel
fica del tradicionista o sobre pequeños o grandes excesos de vanidad o de chochera que pudo González prada. luego de
tener (y que con el tiempo resultan pintorescos y hasta valiosos) no queda mellada su obra de encabezar el movimiento
reconstructor. Y fue él y no su crítico implacable quien tuvo razón en lo concerniente al nuevo poético en su ciudad
edificio. Y no era tan fácil como se suponía la catalogación. natal, Gibson se trasladó a
lima, donde se integró al
grupo colónida,
Manuel GonZÁleZ pRada en la BIBlIoteca nacIonal.- Manuel González Prada conformado por abraham
fue un cumplido, laborioso y tranquilo director de la Biblioteca Nacional. Remozó la colección, Valdelomar y José carlos
pues adquirió la serie de obras sobre literatura francesa editada por Mercure de France, la Mariátegui. la pasión de
Enciclopedia Británica y los libros de España Moderna. Persiguió a los impresores remisos y a los su vida, sin embargo, fue
lectores mutiladores de volúmenes. Ordenó a estos por su tamaño. Fue humano y comprensivo viajar, actividad que
con sus empleados y se mezcló con ellos en el trabajo diario. Se esmeró en ser cortés con los realizó constantemente.
sacerdotes que acudían en busca de datos y noticias. Inició una llamada catalogación que tuvo en sus obras se
más la característica de una guía de librero. Y muchas de las anomalías que encontró no las pudo encuentran: Jornada
remediar. La renuncia que hizo de su cargo a raíz de los sucesos del 15 de mayo de 1919 demos- heroica (1916), Quosque
tró cuán equivocados estuvieron quienes lo llamaron “Catán de alquiler”. tándem (1921), coca,
El 1º de febrero de 1916 volvió a ser nombrado Manuel González Prada director de la alcohol y música incaica
Biblioteca Nacional(2). (1923), don pío Baroja, el
canónigo ostolaza (1934) y
Yo soy (1949).
(1) La tendencia escatológica de algunas de estas anotaciones manuscritas guardan curiosa relación con las breves e impubli-
cables Tradiciones en salsa verde que Ricardo Palma escribió en su senectud. Una copia de esta obra se halla en la Biblioteca
de la Universidad de Duke y el autor del presente libro obtuvo una reproducción fotográfica de ella para la Biblioteca Nacional
de Lima. El origen manuscrito es hoy propiedad de la señora Elsa Letts de Cohen, pues perteneció a su esposo Hugo Cohen.
(2) Este hecho suscitó la crítica de algunos puritanos. Alberto Secada dijo en un discurso en la Cámara de Diputados en la sesión
del 9 de octubre de 1916: “Cuando he visto a un hombre como González Prada apostatar a los 70 años para ocupar el cargo del
Director de la Biblioteca Nacional, pasando sobre el cadáver de la libertad de escribir, pasando sobre la dignidad de los emplea-
dos, pasando sobre la altivez cívica representada por Luis Ulloa…”

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 213


RECUERDOS DE ALFREDO
GONZÁLEZ PRADA SOBRE SU PADRE

ESTE TEXTO
RECUPERADO POR
LUIS ALBERTO
SÁNCHEZ EN EL LIBRO
" Mi padre era alto -un poco más de
seis pies-, muy erguido y de com-
plexión atlética; de ojos azules,
nariz perfecta, cabellos plateados, bar-
billa agresiva y un todavía más agresivo
española y de padre irlandés. Este –de
apellido O’Pheland- fue uno de los refu-
giados religiosos que, durante el siglo
XVIII, emigraron de Irlanda, buscando
asilo en las colonias católicas del Rey de
DE HOMENAJE A bigote a la Lord Kitchener (…). Solía España y se casaron con mujeres de su
ALFREDO GONZÁLEZ caminar con gran dignidad, lo cual era, propia fe en la patria adoptiva (…).
sin duda, una de sus más saltantes
PRADA, HIJO DEL características (…). Vivíamos –mi padre, mi madre y yo- en
GRAN PENSADOR una pequeña y atractiva casita en el cen-
PERUANO, TITULADO En casa era muy distinto. Como era uno tro de Lima, una casa de un gran piso, con
REDES PARA CAPTAR de los más beligerantes escritores de un patio lleno de plantas y flores, y una
Hispano América, la leyenda lo presen- gran enredadera en la que hacían sus
LA NUBE, NOS
taba como un hombre violento y amar- nidos los pájaros, en primavera. La casa
MUESTRA UNA gado. Pero la realidad difería mucho: tenías seis o siete cuartos y un espacioso
FACETA MÁS era tranquilo y pacífico, alegre y hasta traspatio. A la izquierda del patio, entran-
CERCANA, COTIDIANA juguetón. Pero lo más extraño es que do a la casa había un pequeño departa-
Y FAMILIAR DE DON esta diferencia entre la impresión que mento de dos piezas, con una ventana
producía y la realidad en que vivía enrejada que daba a la calle. (Esas venta-
MANUEL. ALFREDO, encuentra un curioso paralelo en sus nas de rejas que están desapareciendo
COMO SU PADRE, FUE escritos: su prosa es severa y gran parte ahora en Lima son uno de los residuos de
ESCRITOR Y POETA, de sus versos -principalmente lo inédi- la arquitectura hispano colonial típica).
ADEMÁS DE tos- son satíricos y humorísticos. Fue ahí donde, por más de treinta años,
vivió mi padre (1887-1918); ahí tenía su
ABOGADO Y Étnicamente, mi padre era casi total- escritorio y su biblioteca”.
DIPLOMÁTICO DE mente español. Su familia, por ambas
CARRERA, MURIÓ líneas, venía de Galicia, la céltica región De: González Prada, Alfredo. “Recuerdos
TRÁGICAMENTE EN noroccidental de la Península Ibérica, de un hijo”. En: Redes para captar la
pero tenía sangre irlandesa, por una de nube. Lima: Editorial PTCM, 1946, pp.
LA CIUDAD DE
sus abuelas maternas, hija de madre 243-245.
NUEVA YORK.

214 adenda [ capítulo 5 ]


FallecIMIento de GonZÁleZ pRada.- Poco después, el 22 de julio de 1918, cuando se
preparaba en su casa para acudir, como todos los días, a la oficina a su cargo, falleció súbitamen-
te el gran escritor y pensador. Tenía 70 años. Vida nueva iba a adquirir a través de la difusión y de [ 1919 OCTUBRE 9 ]
la influencia de sus obras que algunos han querido cortar en vano.
el FallecIMIento de
RIcaRdo palMa. el jueves
FallecIMIento de RIcaRdo palMa.- La resolución legislativa N° 2459 de 1° de octubre 9 de octubre de 1919, la
de 1917 amplió la pensión de cesantía de Ricardo Palma a la suma de 40 libras mensuales (400 edición del periódico la
soles). Ricardo Palma falleció en Miraflores el 6 de octubre de 1919. Su sepelio dio origen a un prensa unida, publicado
homenaje nacional. por las empresas editoras
el comercio, la prensa, la
crónica, el tiempo y la
la eScenIFIcacIÓn de laS tRadIcIoneS en la leGacIÓn aRGentIna.- El minis- tradición, dio cuenta de
tro de Argentina en Lima Roberto Levillier organizó una fiesta en su casa, que era la de Manuel las honras fúnebres al
Prado en la calle Amargura, el 5 de abril de 1923. Ella tuvo no solo un contenido social sino escritor costumbrista
también uno histórico. Significó la oficialización de la gloria de las Tradiciones peruanas, la mues- Ricardo palma. en ese
tra vívida de su significado como poesía y mito limeños y nacionales hecha reverentemente por sentido, se publicó el
la más alta aristocracia, el homenaje a Ricardo Palma teñido de emoción colectiva que ningún discurso que el senador
libro crítico o erudito podía suscitar. por lima Javier prado
Como hito en la vida de la alta clase de la capital esta fiesta en la legación argentina ostenta pronunció durante el
un significado análogo al del Baile de la Victoria en la época de Echenique(1) “, al de las grandes entierro, parte del cual
fiestas en los días de Balta y de Manuel Pardo(2), al de los agasajos a Sáenz Peña(3). decía: “Ricardo palma,
Los invitados a la recepción de Levillier, al llegar a su casa, encontráronse con un busto de cuyos venerados restos
Palma y un cartel en que Jorge Holguín de Lavalle había dibujado las siguientes palabras de venimos hoy a depositar
Ventura García Calderón: “Hoy que volvemos los ojos a la realidad local después de tantas excur- en la morada del eterno
siones no siempre felices ni oportunas, sabremos rendir pleito homenaje a Ricardo Palma. reposo, ha realizado una
Porque rompió con los románticos, se fatigó de traducir a Hugo; y, en su ciudad natal, urgente- inmensa obra intelectual
mente, cuando los vestigios coloniales peligraban, empezó a fabricar estos retablos, estas gave- de valor inapreciable para
tas frágiles, estos zahumados y sobrios relicarios, antes de que un pasado encantador se desme- la historia de perú.
nuzara en la historia sin poetas y se extinguiera para siempre su lejana gracia adorable”. durante más de 60 años
Ante el presidente Leguía, los miembros del cuerpo diplomático y un numeroso grupo de fue esa obra el objeto de
invitados, después de unos versos evocadores de José Gálvez, señoras, señoritas y caballeros sus desvelos, de todo su
de la alta sociedad representaron las escenas culminantes de varias “tradiciones”. Fueron prime- amor. le consagró íntegra
ro en el patio: cuadros del “Motín de limeñas”, “La Perricholi”, y “Dónde y cómo el diablo perdió su vida, y se entregó a ella
el poncho”. Lo dirigieron Rosalía García de Lavalle, Enriqueta Garland de Graña, Angélica Tirado como a un sacerdocio con
de Boza y Natalia Ferreyros de Gallo. Luego en el salón principal pusiéronse en escena cinco el fervor supremo que
tradiciones más: “La aventura del virrey poeta”, “Beba padre que le da la vida”, “La camisa de inspiran las cosas
Margarita Pareja”, “Capricho de limeña” y “La tradición del himno nacional”. Las dirigieron Elvira sagradas, sin que jamás la
Garland de Miró Quesada, María Olavegoya de Barreda, Amparo Ayarza de Gálvez, Rosa Oyague acción de los años ni las
de Zavala y Enriqueta Garland de Graña. Hubo damas con encajes de Bruselas y de Flandes, amarguras y decepciones
soberbias telas antiguas, deslumbrantes diademas y collares, brazaletes de complicada orfebre- de la vida quebrantaran
ría, abanicos de encaje y marfil, peinetas de carey, según anotó un cronista. Los vestidos de en su espíritu ese fuego
crinolina y del Imperio se lucieron al lado de mantos de tapada. Algunos caballeros exhumaron divino”.
casacas dignas de museo o uniformes de lujo también auténticos, mientras otros llevaron trajes
a la moda de 1821.

(1) Véase esta misma obra, tomo 4, capítulo 20.


(2) Véase el tomo 7, capítulo 7, sobre las celebraciones en Arequipa.
(3) Véase el tomo 12, capítulo 20.

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 215


¡¡cIen añoS de No se ha dado ni se dará seguramente otro caso de escritor peruano que pueda ser objeto
VIda peRdulaRIa!! de un homenaje como el que recibió Ricardo Palma en la Legación argentina en abril de 1923.
Por eso la evocación de esta fiesta no solo tiene un alcance frívolo o baladí.

[ III ]
aBelaRdo GaMaRRa.- Abelardo M. Gamarra, El Tunante, continuó con constancia su perió-
dico Integridad y editó sus libros hasta un año antes de su fallecimiento. En 1903 fue presidente
del partido Unión Nacional del que se alejó en 1904. Aunque Adriana de González Prada en Mi
Manuel lo llama veleidoso y presenta de él una pintura despectiva, en lo esencial de su vida
mantuvo su dignidad cívica. En 1908 viajó a Buenos Aires y las impresiones de su paso por la
costa sur del Perú, por Chile y por la Argentina las vertió en crónicas que publicó La Prensa y que,
en parte, reprodujo en el libro Artículos de costumbres. En 1913 y 1916 se incorporó a la Cámara
de Diputados como representante por Huamachuco elegido en comicios auténticos. Carente
de dotes oratorias, como parlamentario tiene en su haber pedidos para la reforma del arancel
esta obra del escritor eclesiástico pues solicitó que “siquiera la muerte fuese gratuita”, la creación de escuelas en las
abelardo Gamarra el haciendas y de escuelas ambulantes, la aparición de un diario del magisterio, la ley agraria. Irguió
tunante (1850-1924) su protesta contra la elección de Benavides como Presidente provisorio en 1914, del mismo
apareció en 1921, al modo que se opuso a la dictadura de Piérola y fue integrista en el Congreso de Arequipa y anti-
cumplirse cien años de la graceísta en tiempos de Cáceres. Hacia 1915 fundó la Liga Agraria con el objeto de fomentar la
independencia del perú. agricultura, impulsar la pequeña propiedad, apoyar al yanacona y al peón; años antes había
allí, Gamarra plasmó su querido constituir una liga peruana secreta para el rescate del territorio ocupado por el enemigo
visión poco optimista de del sur y la reacción moral del país. Enfermó de cáncer, pobre, olvidado, sus últimos días fueron
la sociedad peruana. en muy tristes. Sin una queja ni una palabra de arrepentimiento, se confesó ante su hijo Carlos
la portada del libro se Gamarra y falleció el 9 de julio de 1924.
lee: “costumbres La obra publicada por Abelardo Gamarra desde 1895 consta, cuando menos, de doce libros.
políticas. pelagatos y sus Dos son capitales: Rasgos de pluma (con ediciones en 1899 y 1902) y Cien años de vida perdularia
instituciones (entre (1921). Dos son como glosas de estos: Algo del Perú y mucho de Pelagatos (1905), Lima. Unos
bastidores)”. el tunante cuantos barrios y unos cuantos tipos (1907). Tres se basan en reminiscencias: Educación (1920),
fue también autor de Modelo de hombres: a la memoria de Fausto Figueroa (1921), Una faz de González Prada (1923). Uno
compilaciones de presenta ideas sobre la influencia extranjera: Los norteamericanos y el Perú (1920). Y dos se orien-
artículos como el tan hacia la historia o la evocación: La batalla del Huamachuco (1895) y Manco Cápac (1923,
tunante en camisa de edición de Rafael Larco Herrera). No se ha podido encontrar para los presentes párrafos una
once varas (1877), obras edición de Rasgos de pluma de 1911 sobre la que hay referencias sueltas, Italia en el Perú y Música
teatrales como ña codeo popular peruana. Nadie ha hecho todavía una investigación minuciosa del rico material político,
(1887), la novela detrás literario y social desperdigado en las páginas de Integridad, semanario entre 1889 y 1916, even-
de la cruz el diablo (1877) tual a partir de ese año hasta 1924.
y el libro histórico la Como costumbrista, Gamarra tiene una fase descriptiva o evocadora sobre Lima o sobre la
batalla de Huamachuco sierra, con nostalgia o gracejo, y otra de acerba crítica sobre hombres, cosas e instituciones. Es
(1886). en esta última en la que insiste más a medida que van pasando los años. Se esmera en exhibir
para hablar con palabras suyas, a los explotadores del “patriocabullismo”, los cundas, los lanzas,
los pechugones, los garramuy, los camaroneros, los señores de las mamadas, los expertos en la
mamandurria, los que saben hacer guaraguas, los que amuelan el parque, los que practican la
ranfuña y las buscas y rebuscas, los galifardos, los bausanes, los compadres, los que manejan la
batuta o el pandero, los gallazos, los cachilugos, los que hacen sentir su mascar en el gran char-
co nacional. Salen a escena en sus páginas los mandatarios mal escogidos, los ministros (esos
hombres a los que ponen tiesos por unas semanas, y se atufan un poco porque les ha llegado
el turno en la mosonada política), los parlamentarios perpetuos, serviles e inoperantes y sus
inescrupulosos agentes, las abundantes leyes ornamentales y que solo son cumplidas por los

216 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


tontos, los prefectos mediocres y aprovechadores, los diplomáticos gandules, los jueces que
prevarican, los litigantes explotados, los capituleros, las mujeres caritativas con corazones de
yesca, los socios de beneficencia ilustres e inhumanos, las sociedades de auxilios mutuos que
tienen como dirigentes a Lanza N° 1, Lanza N° 2 y Lanza N° 3, la prensa que se nutre con la arruinado
mamadera, los que han nacido aquí y viven aquí y desprecian lo de aquí y toda una fauna adlá-
tere. Los exhibe con franqueza y donaire, en estilo desgarbado pero pletórico de peruanismos
econóMicaMente
(algún día habrá que hacer el sabroso diccionario de El Tunante). Se ha propuesto acaso prose- en la Guerra con
guir, riéndose, la obra que González Prada inició con apóstrofes y por eso Cien años de vida per- cHile, víctiMa de
dularia está dedicada a sus viejos compañeros y amigos del Partido Radical. Acaso piensa que a
su patria le ha ocurrido lo mismo que cuando, huérfano y a los 12 años, vio él, sin amparo, eva-
una dolencia
porarse su cuantiosa fortuna patrimonial, en manos de jueces y detentadores de lo que es ajeno. Que eMpeZó a
“Cuando en un país el encumbramiento al manejo de sus destinos (afirma en el artículo Minar
“Negocito redondo”) es algo así como acuerdo de aventureros o de jugadores a la mala; cuando
sobre las ruinas de un cementerio donde descansan nuestros mayores o sobre el campo de lentaMente su
batalla en que todavía ensangrentada y en jirones se halla nuestra bandera, allí, sobre todo eso, orGanisMo en
reina la crápula y se traman los concialiábulos del negocio; cuando nada habla, ni la historia, ni
la desgracia, ni las plagas, ni las catástrofes, ni la conciencia, convengamos que se acerca un
1888, luis
diluvio”. Pero él no ha evolucionado, como su maestro, hacia el anarquismo. Quiere capitales, benJaMín
brazos y ciencia para el Perú. Su programa se limita al culto de la verdad y de la honradez, del cisneros siGuió
progreso y del civismo, pues siente, a pesar de todo, muy adentro, el fervor patriótico, él que
combatiera en el Callao el 2 de mayo de 1866, en la Reserva en enero de 1881 y en la Breña, iMpertÉrrito
rehuyendo siempre grados y galones militares. con su
En Educación. A la memoria de mi padre. Edición reservado de cien ejemplares. Saluda anticipado
al aniversario de mi patria: 28 de julio de 1920 (obra que los críticos de Gamarra no han citado hasta
producción
ahora) hace el elogio de su progenitor y del cura de su pueblo y traza algunos bellos recuerdos literaria.
de infancia, para lamentar luego el abandono de la formación moral y la urbanidad y afirmar que
el propósito de la educación en general es que la vida sea más racional y más justa y más buena
porque peor que el analfabetismo es la maldad.
Otra de sus publicaciones generalmente omitidas, Los norteamericanos y el Perú. Homenaje a
mi patria en el glorioso aniversario de la independencia: 28 de julio de 1920 le sirve para dar consejos
a los capitalistas de aquella nacionalidad para que sean justos, humanitarios y ayuden a combatir
el analfabetismo y las prácticas antihigiénicas en sus tratos con empleados y obreros. Curiosa es
aquí la afirmación de que en el Perú quien goza de verdaderas garantías es el extranjero.
No debe ser olvidada, por último, la contribución cuantiosa y valiosísima de El Tunante a la
música popular. Gran parte de ella no circuló con su nombre a través de yaravíes, canciones,
tonderos, marineras y otras piezas que son como joyas antológicas de un romancero anónimo
que nadie ha recogido.

[ IV ]
la coRonacIÓn de luIS BenJaMín cISneRoS.- Arruinado económicamente en la
guerra con Chile, víctima de una dolencia que empezó a minar lentamente su organismo en
1888, Luis Benjamín Cisneros siguió impertérrito con su producción literaria.
Su elegía a la muerte de Alfonso XII, que triunfó en unos juegos florales en La Habana en
1886, elevose hacia consideraciones sobre el destino de la raza y vino a ser un himno a las glorias
seculares de España que concluyó con la afirmación de la hispanidad en América. Junto con el
sermón de Bartolomé Herrera en 1846, fue la más alta nota que tuvo el hispanismo intelectual
peruano en el siglo XIX. Pero Cisneros quiso también acercarse a las grandes perspectivas que
se abrían al finalizar esa centuria y cantó al progreso con fe en la ciencia, la libertad y la

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 217


BoRealeS, fraternidad entre los hombres unida a la fe en Dios. En 1885 editó en Havre la introducción del
MInIatuRaS Y poema Aurora amor del que pudo escribir solo cuatro cantos. Cisneros concibió el amor como
poRcelanaS motor de la vida universal que se revela en todo como esencia y fondo. Amor son la gravitación
que regula la armonía sincrónica del universo, la afinidad atómica, la luz, las más próximas y las
más lejanas cosas, los gérmenes diminutos y el bienestar y el progreso; el odio mismo y la guerra
son el amor que camina de espaldas. En un salmo de apoteosis de la vida, Cisneros habla de
temas como el canal de Panamá que entonces no había sido construido, y como el mar, más
bello si lo surca la nave que vence al bárbaro poder de la naturaleza y obedece a la inteligencia
del hombre. Con tono profético llega a anunciar la navegación aérea.
Desempeñó la dirección de la Biblioteca Nacional interinamente en 1892 y el gobierno de
Piérola lo nombró director del Archivo Nacional, cargo que ocupó hasta que la parálisis le impi-
dió seguir.
Aunque no la única, la más importante faz de la historia es la que registra el progreso espiri-
tual del hombre. Ningún espectáculo más bello puede ella exhibir que el de la dignidad frente
al destino adverso. Y ese caso se presenta no solo dentro de los esplendores y el estruendo de
la historia-batalla. Aparece, muchas veces, en el silencio de una habitación modesta. Estuvo,
esta obra de la escritora como un emocionante ejemplo, durante dieciséis años, asido al sillón de ruedas de Luis
cuzqueña clorinda Matto Benjamín Cisneros. He allí (muy por encima de sus poesías, materiales para la historia literaria) lo
de turner (1854-1909) fue más valioso que dejó la dolorida ancianidad de este poeta: el duelo entre la muerte que avan-
publicada en 1902 en la zaba y el espíritu que mantenía indeclinable su luz de la que emanaba bondad y serenidad.
ciudad de Buenos aires, En el entusiasmo que suscitó la poesía patriótica de Cisneros El momento supremo recitada
donde vivía tras ser por su hijo Luis Fernán en una velada en 1897, un grupo de jóvenes encabezado por José Santos
desterrada por el Chocano y Juan Francisco Pazos Varela solicitó del Ateneo de Lima, la coronación del autor de
gobierno de nicolás de Aurora amor. En España se había coronado ya a Quintana y a Zorrilla.
piérola. en ella, Matto La ceremonia tuvo lugar en el local del Ateneo el 23 de agosto de 1897, ante numerosa
compiló diversos textos concurrencia. Pronunciaron discursos el presidente del Ateneo Ricardo Heredia y Javier Prado y
escritos a lo largo de Ugarteche; y declamaron poemas Gerardo Chávez, Numa Pompilio Llona, Teobaldo Elías
vida. Su obra principal Corpancho, Víctor L. Criado y Tejada y José Santos Chocano. Hubo también números musicales.
fue la novela aves sin Luego Luis Fernán Cisneros declamó “El mar y el hombre”, fragmento de Aurora amor. Monseñor
nido (1889), reeditada en Manuel Tovar ciñó las sienes del personaje central de la fiesta con una corona de laurel y le
más de siete entregó, además, una tarjeta de oro obsequiada por los alumnos de la Universidad. El acto ter-
oportunidades y minó con una breve alocución de Agustín Whilar y con las expresiones del agradecimiento de
traducida al inglés. la familia, a cargo de Luciano Benjamín Cisneros.
Avaro casi siempre el Perú con su reconocimiento para los más grandes de sus hijos cuando
aún viven, esta ceremonia constituyó un hecho notable. El poeta anciano, pobre e inválido fue
objeto de homenaje puro, promovido por jóvenes, con la participación de la ciudad entera.
Todavía tuvo tiempo Cisneros de escribir poemas como el Canto a la paz con motivo del
Congreso Hispanoamericano de 1900 y las octavas reales Al terminar el siglo XIX. Dictó sus últi-
mos versos y llegó también a hacer la presentación y a poner el título del libro De libres alas que
simbolizaba el contraste con sus miserias físicas. Murió el 29 de enero de 1904.

[V]
cloRInda Matto de tuRneR.- El 25 de abril de 1895, raíz de los acontecimientos políticos
de entonces, se alejó del Perú Clorinda Matto de Turner. Vinculada políticamente ella y su familia,
a Cáceres, su casa en Lima y el periódico Los Andes que dirigía fueron atacados y saqueados por
los montoneros el 17 de marzo. Ella narró con acrimonia estos tres episodios en el libro Boreales.
Miniaturas. Porcelanas (Buenos Aires, 1902). De Chile pasó a la Argentina. En Buenos Aires fundó
la revista El Búcaro Americano y ejerció el profesorado. Entre 1901 y 1904 la Sociedad Bíblica

218 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


Americana (con oficinas en Nueva York, Buenos Aíres y Lima) editó las traducciones al quechua loS andeS
que ella hizo de los Evangelios de San Juan, San Lucas, San Marcos y San Mateo, de las Actas de
los Apóstoles y de la Epístola de San Pablo a los romanos. Esta labor (que la indujo a preparar un
vocabulario quechua y que la vinculó a la propaganda protestante) no ha recibido la debida
atención de los biógrafos y comentaristas que ha tenido la ilustre escritora cuzqueña. La novela
Aves sin nido logró una nueva edición en 1906. De un recorrido que hizo por Europa dejó un
libro, Viaje de recreo, España, Francia, Inglaterra aparecido con carácter póstumo en Valencia en
1909, pues falleció en Buenos Aires el 25 de octubre de ese año, a la edad de 57 años. También
ostentó la misma fecha de edición el folleto Cuatro conferencias sobre la América del Sur.

[ VI ]
MonSeñoR Manuel toVaR.- Van a ser desarrolladas aquí informaciones sumariamente
hechas en un capítulo sobre el sexto período de la historia republicana. Nació Manuel Tovar en el
pueblo de Sayán el 20 de mayo de 1844. Careció en su niñez de bienes de fortuna. Huérfano, halló
su hogar en el Seminario de Santo Toribio desde los 11 años. Fue en este centro docente, alumno este periódico bisemanal
y profesor. En la enseñanza de la filosofía introdujo la doctrina de Santo Tomás de Aquino antes circuló de setiembre de
de que fuera ella oficializada por León XIII. Su primera actuación pública se relacionó con el decre- 1892 a mayo de 1893,
to de las campanas expedido en 1866 y ya ha sido narrada en la Historia del Perú. En el viaje que bajo la dirección de
realizó entonces a Roma obtuvo, a los 22 años la unción sacerdotal. De regreso a su patria, dirigió clorinda Matto de
durante diez años el diario clerical La Sociedad. En 1870 publicó sus once cartas abiertas a turner. en sus páginas,
Francisco de Paula González Vigil, en las que refutó enérgicamente las ideas de este polemista. la escritora cuzqueña
Ejerció diversos cargos y funciones conexas con su ministerio. Entre todos estos honores tiene defendió las acciones
especial importancia el rectorado del Seminario que desempeñó por corto tiempo entre 1880 y tomadas por el gobierno
1884, la cátedra y el decanato de la Facultad de Teología, la representación ante la Asamblea del general andrés
Constituyente de 1884, el Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción en el régimen de Iglesias y en avelino cáceres, de
el Consejo que gobernó la República al caer este, el obispado de Marcópolis y, por último, en quien era partidaria. los
1898,el arzobispado de Lima al fallecer monseñor Manuel A. Bandini el 11 de abril de aquel año. andes también publicó
Empeñosa fue su labor al frente de la Arquidiócesis de la capital; pudo haber sido más fecun- cuentos y relatos por
da si no hubiera afrontado la hostilidad o la indolencia de los regímenes posteriores al que entregas. Su impresión
concluyó en 1899. Presidió la reconstrucción de la Catedral de Lima; organizó el tercer Concilio se realizó en la imprenta
Limense destinado a la reforma de la disciplina y al progreso de la moral eclesiástica; preparó la la equitativa, de
restauración pedagógica de los seminarios. En 1899 asistió en Roma al Concilio Plenario de propiedad de la misma
América Latina en cuyas deliberaciones tuvo lucida actuación. directora.
Profundas fueron las amarguras que experimentó en esta época. Un sacerdote alborotado y
díscolo, loco o bellaco, Virgilio Vidal y Uría, inició una campaña de difamación contra él en perio-
diquillos soeces que él mismo distribuía. Las acusaciones más audaces pretendieron envolverlo.
Hubo quienes en la sombra, alentaron con su silencio o su tolerancia la campaña; monseñor
Tovar estuvo solo y resignado. En alguna forma los ecos de esta propaganda llegaron al
Congreso que en 1906, como ya se ha referido, con un pretexto ocasional, lo censuró. Enfermo,
monseñor Tovar viajó a Tarma y allí falleció el 25 de mayo de 1907. La cláusula final de su testa-
mento expedido en aquella ciudad tenía el siguiente texto: “Por el honor del sacerdocio y de la
dignidad episcopal, quiero declarar solemnemente que cuanto se ha escrito sobre mis costum-
bres es pura calumnia y que por la misericordia de Dios no he faltado nunca a los deberes de mi
estado”. También declaró que era completamente falso el cargo que se le había hecho de mal-
versador de la renta del Seminario de Santo Toribio pues, por el contrario, él había donado una
suma de dinero; y que de su peculio había invertido una cantidad en la obras de la Catedral. En
el mismo testamento expresó que perdonaba de todo corazón a sus calumniadores para que
Dios lo perdonase a su vez.

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 219


el pRoGReSo Monseñor Antonio García, que presidia la comisión del Cabildo de Lima, preparó un discurso
catÓlIco para ser pronunciado en La Oroya al recibir los restos de monseñor Tovar y allí incluyó amargos
juicios sobre quienes habían hostilizado al ilustre muerto. No llegó a leer este discurso por la
oposición de cuatro miembros del Cabildo y, según se dijo, por el veto del prefecto de Junín,
pero él fue publicado en La Prensa de Lima.
Tovar fue, en el campo de las ideas, un batallador. Se inició en el periodismo para enfrentarse
a un decreto dictatorial en 1866 y luego combatió por el poder temporal del papa, por la defi-
nición dogmática de la infalibilidad pontificial, por Pío IX, por la Roma del Vaticano, por la Santa
Sede, por la religión católica. Especial interés reviste su refutación absoluta del llamado “catolicis-
mo liberal” al que llamó “secta anticristiana” y “uno de los más serios peligros para la Iglesia y para
la sociedad en los presentes tiempos”. En defensa de sus puntos de vista no titubeó en polemizar
con el decano del Colegio de Abogados José Antonio Barrenechea, con Celso Bambarén en la
Universidad de San Marcos, con Vigil, con los periodistas adversarios, especialmente de El
Nacional y El Heraldo. Dentro de su producción netamente piadosa destácase su novena en
honor del patriarca San Joaquín, sus nueve meditaciones sobre la Inmaculada Concepción, sus
como anuncia su primera treinta y una meditaciones para el mes de María y una pastoral inspirada en el libro de Brunetiére
plana, este periódico sobre la bancarrota de la ciencia.
mensual tuvo orientación Hubo otra fase de la producción intelectual de Tovar: la de índole patriótica. Sintió intensa-
religiosa y social. Fue mente los vaivenes del destino de su país e hizo suyas las glorias del Dos de Mayo de 1866 y las
dirigido por el sacerdote tribulaciones de la guerra con Chile. Una de sus más celebradas piezas oratorias tiene un estre-
Juan ambrosio Huerta de cho ligamen con ella: la oración fúnebre que pronunció en homenaje a los caídos de San Juan
1860 a 1862. entre sus y Miraflores en el servicio religioso organizado por la Municipalidad de Lima en enero de 1884,
redactores se es decir poco después de que se marchara el ejército de la ocupación. Este testimonio, de por
encontraban pedro José sí, evidencia la justicia con que la Real Academia de la Lengua lo designó como su miembro
calderón, evaristo Gómez correspondiente. En el homenaje que la Academia Peruana de la Lengua organizara para con-
Sánchez, nicolás de memorar el centenario de su nacimiento, Guillermo Hoyos Osores expresó al referirse a tan
piérola y el sacerdote imperecedera obra maestra: “El dolor de la nación abatida, la honda tristeza de las almas, la
limeño José antonio Roca gloria de los caídos en la batalla, el amor a la Patria tanto más querida cuanto eran más crueles
y Boloña (1834-1904). en sus pesares, la poesía de la tradición y de la tierra nativas, el sentido heroico del sacrificio, el
sus páginas se publicaron misterio de la muerte, la dulce serenidad del sentimiento religioso y la suprema oración de la
documentos oficiales, esperanza cristiana encuentran su acabada expresión literaria en formas del más noble estilo
crónicas y estudios donde se encierra una emoción profunda y contenida. No hay en ellas un vocablo ni un matiz
filosóficos, entre otros. que rompan la armonía ni la dignidad perfecta del discurso”.

JoSÉ antonIo Roca Y Boloña.- José Antonio Roca y Boloña nació en Lima el 12 de
noviembre de 1834. Su origen fue guayaquileño. Alumno del Colegio Guadalupe, en el que
contó entre sus condiscípulos a Manuel Pardo, abandonó halagüeñas perspectivas comerciales
y sociales para ingresar al Seminario de Santo Toribio donde fue, a la vez, alumno y profesor.
Periodista combativo en El Católico, El Progreso Católico, La Sociedad y El Bien Público (este último,
órgano de publicidad por él fundado), catedrático en la Facultad de Teología, provisor de la Curia
Eclesiástica, presidente de la comisión encargada de celebrar el centenario de Santa Rosa en
1886, director del Colegio de Santo Tomás de Aquino, Piérola nombrole dignatario del Cabildo
de Lima en 1898. También desempeñó otras funciones de carácter nacional. Fue presidente de
las ambulancias de la Cruz Roja durante la guerra con Chile, diputado al Congreso de 1884 (en
cuya tribuna contribuyó con su palabra a que se aprobara el Tratado de Ancón), miembro
correspondiente de la Real Academia de la Lengua.
La fama de monseñor Roca y Boloña estuvo ligada, sobre todo, a su gran talento como ora-
dor. Dentro de su vasta producción en la tribuna descollaron sermones, panegíricos, discursos

220 ADENDA [ CAPÍTULO 5 ]


sobre el matrimonio, disertaciones académicas, oraciones fúnebres y piezas patrióticas. Entre los
panegíricos descuella el de San Francisco de Asís. Como académico, dedicó un discurso a Dios
y otro a la palabra. No hubo casi personaje notable que al morir no diera ocasión a alguna de
sus elocuentes oraciones fúnebres: Mateo Aguilar, José Gálvez Egúzquiza, José Balta, Manuel la FaMa de
Pardo, Grau. El discurso que pronunció en 1890 con motivo de la traslación de los restos de los
héroes de la guerra con Chile, rivaliza en méritos con el de Manuel Tovar seis años antes y apa-
MonseÑor roca
rece como uno de los documentos capitales de la profusa literatura patriótica que esa contien- y boloÑa estuvo
da suscitó. Su último sermón fue el 8 de diciembre de 1898 en la imposición del palio sacerdotal liGada, sobre
precisamente a su antiguo amigo Manuel Tovar.
La edad, la ceguera y los achaques lo condenaron luego a retirada y dolorida vida. Falleció el
todo, a su Gran
29 de julio de 1914. talento coMo
orador. dentro
de su vasta
producción en
la tribuna
descollaron
serMones,
paneGíricos,
discursos sobre
el MatriMonio,
disertaciones
acadÉMicas,
oraciones
FÚnebres y
pieZas
patrióticas.

[ CAPÍTULO 5 ] ADENDA 221


[ TOMO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 6 ● I Chocano ● El regreso Elmore ● Chocano entre 1928 y 1933 ●


de Chocano y su coronación. El debate II Enrique López Albújar ● III Clemente
sobre las dictaduras organizadoras ● El Palma y el diputado Corrales ● IV
Hombre Sol y el asesinato de Edwin Manuel Beingolea
LA IMAGEN HISTÓRICA DE ALGUNAS FIGURAS DE LA
GENERACIÓN LITERARiA DE FINES DEL SIGLO XX

CAPÍTULO
[6]
c
[I]
Hocano.- José Santos Chocano, nacido en Lima el 14 de mayo de 1875 y asesinado en
Santiago de Chile el 13 de diciembre de 1934, estuvo preso en el Castillo del Real Felipe del
Callao en 1894 por su lucha periodística contra el régimen de Cáceres. En 1895 aparecieron en
la imprenta del Estado con tinta roja su volumen Iras santas, de poesías político-sociales y, con
tinta azul, En la aldea, que reunió versos líricos y patrióticos. Después de su matrimonio con
Consuelo Bermúdez publicó en 1896 otro libro de poemas titulado Azahares. Un corto viaje a la
montaña inspiró las estrofas de Selva virgen con una primera edición de 1898 y otra definitiva en
1901. Estos cuatro libros de poesías no formaron la parte más cuantiosa de su labor hasta ese
año: la integraron también la secretaría de Manuel Candamo en la presidencia de la Junta de
Gobierno en 1895, la dirección de diversas revistas y la colaboración en ellas o en otras, el ensa-
yo de un gran diario, la puesta en escena de varias obras teatrales, el premio que obtuvo en 1899
con La epopeya del Morro en el concurso auspiciado por el Ateneo de Lima, la aparición del
poema El derrumbe el mismo año y de El canto del siglo y las Poesías completas en 1901 con pró-
logo de Manuel González Prada. Comisionado especial del Perú para hacer propaganda a favor
del arbitraje obligatorio que nuestro país iba a sostener en la Conferencia de México, viajó a
Centroamérica en 1901. Poco después fue encargado de Negocios en esa parte del continente
y luego en Bogotá y secretario de la misión en España con motivo del arbitraje con el Ecuador.
No debe darse entero crédito a su afirmación de que sugirió a Manuel Candamo, electo
Presidente en 1903, el nombramiento de José Pardo como primer ministro. Si la primera produc-
ción de Chocano apareció en Lima (excepto una edición de La epopeya del Morro hecha en
Iquique en 1899), ya El fin de Satán es de Guatemala (1901), las Poesías completas se editan en
Barcelona y los dos volúmenes consagratorios Alma América (1906), obra fundamental de la
literatura del Perú y del continente y Fiat Lux (1908) llevan el pie de imprenta de Madrid y París.
En Alma América se retractó de su obra anterior; pero luego utilizó o, con ansia de perfecciona-
miento, redujo algunos de sus poemas anteriores.
Acerca de las aventuras teatrales de Chocano durante su primera etapa literaria en Lima se
trata en el capítulo sobre teatro a fines del siglo XIX y en los primeros años del siglo XX.
Las estrofas de Chocano fueron, desde sus primeros exponentes, enfáticas y arrogantes. De una
poesía preocupada por lo político inmediato (la lucha contra Cáceres) con vagos acentos de protesta
social y también por episodios personales y de balneario, voló hacia la tragedia épica de Arica y luego
hacia la selva amazónica, para remontarse finalmente a América Latina y abarcarla en sus cordilleras,
sus ríos, sus plantas, sus animales, sus volcanes, su pasado de leyendas indias y aventuras de conquis-
tadores, virreyes y libertadores y su futuro de esperanzas inmensas. Como remanso en el torrente
sonoro, copioso y radiante de sus versos corren las notas líricas de su galantería, de su erotismo, de su
sensibilidad para el paisaje, de su emoción lugareña y familiar. Se ha acusado a Chocano de su imagi-
nación excesiva que, sin embargo, presenta las cosas cabales y claras, casi inventariadas; por su sentido
externo de América, con abundancia de amplificación y de escenografía; por su aptitud oratoria de raíz
española que no deja al lector el enigma de la sugerencia o del matiz. Parece haber forzado en ocasio-
nes a su inspiración para que se dedicase a una especie de oratoria delante de una supuesta

224 ADENDA [ CAPÍTULO 6 ]


muchedumbre continental, consciente no tanto de lo que decía como de la fuerza expresiva de lo que JoSÉ SantoS
decía. Mucho de lo que escribió pertenece a nuestra historia literaria; mucho a nuestra literatura. cHocano
Pueden ser ciertas estas críticas en parte(1). Pero no se borran ante un juicio objetivo que supere los (1875-1934)
entusiasmos o las odiosidades de sus contemporáneos (a veces revividos en tiempos más recientes,
siempre bajo el estímulo aportado por los altibajos de la vida aventurera y desafiante del poeta) lo que
hay de color, de brillo y de lozanía en estos versos, el llamado a una emoción y a una visión continental
y hasta (cosa que no muchos han rastreado) los trozos de gracia artística que cabe hallar en obra tan
estruendosa y en los que la música no es de banda como ocurre en algunas ocasiones. No debe ser
olvidado que, visto históricamente, Chocano rompe el provincianismo en que, por largos años, había
morado, y muy a su gusto, la poesía peruana, busca una inspiración nacional y americana y abre un
horizonte mucho más vasto que los conocidos en el pasado y que el poeta mismo se traslada a otros
escenarios y en ellos no se diluye u opaca sino afirma netamente, su personalidad.

el ReGReSo de cHocano Y Su coRonacIÓn. el deBate SoBRe laS dIctaduRaS


oRGanIZadoRaS.- Después de haber vivido intensamente(2) y de haber publicado difundi-
dos libros, José Santos Chocano estuvo en 1920 preso en Guatemala y, según dijo, condenado a el poeta limeño inició su
muerte por su relación con el dictador Estrada Cabrera. Un vasto movimiento internacional sur- carrera en las letras en
gió a favor de su vida y de su libertad. Ningún escritor peruano había logrado antes tanta fama. 1895, como uno de los
Al Perú regresó en diciembre de 1921, después de dieciséis años de ausencia. Fue recibido con editores de la revista el
una entusiasta manifestación pública. En el discurso que pronunció al agradecer dijo, entre otras perú Ilustrado. al año
cosas: “Solo los pueblos que aman la belleza llegan a ser amados por la Gloria”. siguiente, editó la
Una frase suya en un reportaje periodístico con una opinión en el sentido de que el Perú nece- neblina y en 1897, la
sitaba disciplinarse o desaparecer, dio lugar a una polémica sobre las dictaduras. Intervinieron allí, Gran Revista y el diario
para refutar al poeta, varios escritores, entre ellos José Gálvez y Óscar Miró Quesada. Chocano resu- el Siglo XX. de 1901 a
mió sus ideas en la siguiente forma: “La tesis que he sostenido hace diez años es esta: más le convie- 1921 vivió en américa
ne al Perú una dictadura organizadora que la farsa democrática en que se ha acostumbrado a vivir”. central, México, cuba y
En 1922 publicó el libro Idearium tropical, apuntes sobre las dictaduras organizadoras y la farsa los estados unidos,
democrática. Sostuvo allí la teoría de que la falta más notoria en la historia política peruana era la donde realizó
de un dictador del tipo de Rosas, Portales, Porfirio Díaz, Rufino Barrios, Guzmán Blanco o Rafael actividades políticas y
diplomáticas. de regreso
al perú fue nombrado
“Hijo predilecto de la
(1) Aunque se estima por lo general que los gustos y las tendencias de las nuevas generaciones han ido por rutas distintas de las que siguió
ciudad de lima”, y en
la poesía de Chocano, es interesante anotar que han hallado acogida en el público los Obras completas de este autor compiladas,
anotadas y prologadas por Luis Alberto Sánchez en 1954, las dos antologías críticas hechas por Francisco Bendezú en 1956 y la edición
1922, “poeta de
que este mismo escritor publicó en Alma América en 1958. Sin embargo, al efectuarse la repatriación de los restos del poeta hubo home- américa”. en 1925 mató
najes oficiales e indiferencia en la juventud intelectual. al escritor edwin
(2) Mariano Picón Salas transcribe en su ensayo titulado Nuestro aire cultural los siguientes párrafos de una carta escrita por Chocano elmore, por lo que optó
a Rubén Darío fechada en Nueva York el 11 de diciembre de 1908: “En América tenemos hoy, además de nuestro renombre incontrover- por abandonar el país.
tible, tú la fama de ser más ebrio que Anakreón; Díaz Mirón la de ser más asesino que Hércules; yo la de ser más ladrón que Mercurio. chocano escribió obras
¡Pobre América que no cuenta sino con nosotros!”. Y también: “Olvidaba decirte que me he convencido de la inutilidad de la honradez. Si
teatrales y ensayos
yo hubiera cometido el delito que se me imputa, los mismos que hoy no lo creen no lo creerían; y los que lo creyeron serían los mismos. Y
conste que te lo digo con esta mi sangre fría de héroe o de criminal, que es mi mayor gala”. Según Picón Salas el modernismo reflejó en diversos.
individualismo e insurgencia estética el descontento del artista en sociedades todavía atrasadas, en provincias remotas de la cultura
mundial. Amparado en el desafiante individualismo nietzschano o en la sedicente aristocracia desdeñosa del “arte por el arte” (agrega)
el escritor de entonces persigue lo bizarro o excepcional y se queda con frecuencia en actitud de Narciso, gozoso y satisfecho de la propia
persona, ante el dinámico fluir de las cosas. No intenta —como los románticos del siglo pasado y los revolucionarios que vinieron des-
pués— reformar la sociedad sino reflejarla y hacerla vivir fragmentariamente a través de un instrumento personalísimo. Su rebelión
estética detesta la placitud y el conformismo burgués y junto con lo refinado preferiría lo bárbaro y terrible en cuanto este rebasa las
normas de la moral común. Es decir el artista será significativo e infalible hasta en sus vicios y errores (Mariano Picón Salas, Crisis, cambio,
tradición, Caracas-Madrid, s. a., pp. 80-81).

[ CAPÍTULO 6 ] ADENDA 225


Núñez. Al conocerse estas ideas, fracasó en la Cámara de Diputados, a pesar de que ella era
decididamente gobiernista, el proyecto para concederle una pensión vitalicia. Así la Cámara
resultó en una actitud que, en cierta forma, coincidió con la de los escritores de oposición uni-
la cereMonia [de dos para atacar al autor de La epopeya del Morro.
Poco después, la Municipalidad de Lima, presidida por Pedro José Rada y Gamio, inició, el 22
HoMenaJe a de setiembre de 1922, las gestiones para la coronación del “Poeta de América”.
cHocano] tuvo Fue enviada una circular telegráfica a los concejos de las provincias con el objeto de solici-
luGar en el tarles el nombramiento de un delegado que les representase en el acto de la coronación y así
se hizo. La ceremonia tuvo lugar en el Palacio de la Exposición el 5 de noviembre de 1922.
palacio de la Pronunciaron discursos de homenaje Clemente Palma, el alcalde de Lima Andrés Dasso y el
eXposición el 5 presidente de la República, que coronó al poeta con una corona de oro macizo de veinte hojas
de novieMbre de de laurel, símbolo de las Repúblicas de América Latina. Años más tarde la corona fue pignorada
por la mala situación económica de la familia del poeta. Las palabras que él leyó entonces, sen-
1922. tenciosas y cortantes, terminaban así: “El Perú debe ufanarse de la corona de laureles que ciñe a
pronunciaron su poeta tanto como se engríe de las espinas que ajustaran las sienes de su Santa, pudiendo
reposar sobre la seguridad de que la de espinas y la de laureles, la de Cristo y la de Apolo, según
discursos de la sabia observación, son las dos únicas coronas que no han caído ni caerán jamás al empuje de
HoMenaJe la Revolución”. Se inició después otra ceremonia llamada la “Consagración” al pie del monumen-
cleMente palMa, to de Bolognesi y allí dio lectura, Rada y Gamio, a una larga perorata, seguida por el general
Antonio Castro en nombre de la comisión municipal. Chocano recorrió el Paseo Colón, hasta la
el alcalde de Plaza Bolognesi, para asistir a la “Consagración” con la corona de oro en la cabeza y recitó una
liMa andrÉs parte de La epopeya del Morro. En la noche se realizó en el Teatro Forero la “fiesta de los poetas”,
en la que participaron Luis Varela y Orbegoso, Enrique Bustamante y Ballivián, Felipe Sassone y
dasso y el José Gálvez quien leyó, además, versos de numerosos y desiguales autores de distintas genera-
presidente de la ciones literarias.
repÚblica, Que Poco después de su llegada y antes de esas ceremonias, comenzó Chocano a ofrecer una
serie de lecturas de sus poemas en el Teatro Forero (más tarde Teatro Municipal) divididos a
coronó al poeta veces por temas y características. Esto ocurrió en Lima antes de que Bertha Singerman y Dalia
con una corona Iñiguez trajeran el recital como multitudinario espectáculo de teatro. Al principio, por lo menos,
de oro MaciZo fueron muy concurridos y constituyeron un buen negocio. El poeta aparecía solemne y hierático
al leer pausada y orgullosamente en el escenario. Creaba en la sala un clima propicio, sobre todo
de veinte HoJas por ser quien era, sin poseer la voz rica y grave y el ademán expresivo de Luis Fernán Cisneros,
de laurel, ni la capacidad para vibrar y hacer vibrar juvenilmente con su propio ritmo como José Gálvez.
Los recitales tuvieron lugar también en Arequipa, Trujillo, Chiclayo y Piura.
síMbolo de las Después de su coronación viajó Chocano por Colombia, Venezuela, Guatemala y Costa Rica.
repÚblicas de En Venezuela tuvo cordiales tratos con el dictador Juan Vicente Gómez. En Costa Rica se casó en
aMÉrica latina. 1924 con Margarita Aguilar, no obstante su anterior matrimonio en Guatemala con Margot
Batres que había seguido en varios años al que lo uniera en Lima con Consuelo Bermúdez.

el HoMBRe Sol Y el aSeSInato de edWIn elMoRe.- Un doble propósito de rendir


homenaje al Libertador y de procurarse fondos que le permitiesen vivir con holgura (decía que
el dinero debía ser como el aire que se aspira y se respira) trajo a Chocano nuevamente a Lima
a comienzos de 1924. Recibió entonces la ayuda del Gobierno peruano materializada en una
subvención de 70 mil soles para escribir el cuarto canto titulado “Ayacucho y los Andes” de un
largo poema al que tituló El Hombre Sol. El costo del ejemplar de este poema (hecho a mano,
con mayúsculas y minúsculas impreso en el sistema de litografía en fino papel y encerrado en
estuche forrado de moiré y con ilustraciones de Raúl Vizcarra, Raúl Pro y otros artistas) era de 70
soles, suma que llegó a ser considerada entonces desmesurada. Chocano fue una de las grandes

226 ADENDA [ CAPÍTULO 6 ]


[1]

[2]

JOSÉ SANTOS CHOCANO. De 1901 a 1921 el poeta limeño vivió fuera del país, la mayor parte del tiempo en América
Central, donde realizó actividades políticas. En 1920, como se ve en esta imagen (1), fue hecho prisionero en Guatemala,
a la caída del gobierno del dictador Manuel Estrada Cabrera (1857-1924). De regreso a la capital, en 1921 fue proclamado
“Hijo predilecto de Lima”. Un año después lo nombraron “Poeta de América”. En esta imagen vemos una manifestación
popular en su honor, realizada en 1922 (2).

[ capítulo 6 ] adenda 227


edWIn elMoRe figuras intelectuales en la celebración del centenario de Ayacucho. Por esa época hizo residir en
(1890-1925) Lima simultáneamente a su nueva esposa, a la anterior, Margot Batres, y a una mujer española
con la que tenía un hijo.
Con motivo de la campaña plebiscitaria, el poeta hizo varias publicaciones en defensa de la
tesis peruana y para propugnar la forma de hacerla efectiva, en contraste con la protesta que
publicó años más tarde frente a la política de Sánchez Cerro contra Colombia. Figura sumamente
admirada por los estudiantes universitarios de entonces era José Vasconcelos, proclamado maes-
tro de la juventud en Barranquilla, Panamá, Medellín y Trujillo. Vasconcelos envió a sus prosélitos de
esta última ciudad un mensaje de contenido americanista y avanzado, en el que propuso que se
destruyeran los monumentos a los héroes de la guerra del Pacífico y se declaró hostil a las manio-
bras belicosas de los dictadores. Casi al mismo tiempo atacó a Chocano en un artículo titulado
“Poetas y bufones” por su adhesión a la tesis que Leopoldo Lugones había formulado en un discur-
so durante la celebración del centenario de Ayacucho al anunciar “la hora de la espada”. El diario La
Crónica de Lima reprodujo este artículo, según se dijo, por acción de alguien disgustado con
motivo de un concurso para el centenario de Ayacucho que el poeta manejó. Chocano se defen-
el ingeniero industrial y dió con un violento ataque a Vasconcelos. Luego entró resueltamente en polémica sobre el mismo
escritor limeño inició asunto con la Federación de Estudiantes del Perú. Un grupo de escritores expresó su solidaridad
estudios en la Facultad de con el escritor mexicano. Entre los firmantes de esta declaración figuraba Edwin Elmore Letts. Otros
letras de San Marcos en del mismo grupo fueron José Carlos Mariátegui, John A. Mackay, Luis Berninsone, Eugenio Garro,
1913 e integró el grupo de Lucas Oyague, Manuel Beltroy, Jorge Guillermo Leguía, Emilio Goyburu, Carlos Velásquez, Luis
fundadores del Mercurio Alberto Sánchez, Carlos Manuel Cox, Eloi Espinosa y Armando Bazán.
peruano en 1918. en 1924 Nacido en Lima el 18 de enero de 1890, fue Edwin Elmore hijo de Teodoro Elmore. Teodoro
ayudó a la creación de la Elmore actuó como ingeniero de la guarnición peruana en el morro de Arica y sobre él recaye-
unión latinoamericana en ron injustas acusaciones después de la batalla del 7 de junio del 1880. Después de la paz con
Buenos aires. Fue cercano Chile llegó a ser profesor de la Escuela de Ingenieros y del Colegio Guadalupe y ministro de
a los proyectos Fomento durante el gobierno de Romaña. A pesar de ser un hombre adulto, Edwin Elmore, con
ideológicos de Mariátegui. gran inquietud intelectual, se matriculó en 1923 en la Facultad de Letras. Allí fundó un conver-
en 1925 salió en defensa satorio estudiantil. Intelectual generoso y cultísimo, de ideas liberales, se dedicó asiduamente al
del poeta mexicano José ensayo como género literario. Utilizó con frecuencia el seudónimo Silvestre Vasombrío. Su libro El
Vasconcelos, a quien José nuevo Ayacucho planteó en 1924, dentro de conceptos teóricos y generales, la unidad continen-
Santos chocano había tal basada en la justicia. Por esa misma época trató de organizar un Congreso Libre de
atacado en un artículo Intelectuales Iberoamericanos que hubiese tenido una clara orientación democrática.
publicado en la crónica. Después de firmada la declaración a la que se ha hecho antes referencia, Elmore hizo una
esto despertó la ira de resuelta crítica a Chocano en una audición radial y envió a La Crónica un artículo para insistir en
chocano: durante una el mismo tema. Un redactor de este diario se lo enseñó a Chocano antes de publicarlo. El poeta
pelea en el local del llamó por teléfono a su contrincante y le dijo: “¿Hablo con el hijo del traidor de Arica?”. Elmore le
diario el comercio contestó: “No se atrevería usted a decírmelo cara a cara”. Elmore escribió entonces un nuevo y
disparó contra elmore, enérgico artículo y lo llevó a la imprenta de El Comercio. Chocano, entre tanto, le había dirigido
quien falleció poco una misiva a la que pertenecían estas líneas: “Desgraciado joven: aunque no tiene usted la culpa
después. de haber sido engendrado por un traidor a la Patria, tengo el derecho de creer que los chilenos
han pagado a usted para insultarme… Pequeños farsantes todos ustedes, generación de cuca-
rachas brotadas en el estercolero de la oligarquía civilista”. Terminaba diciendo: “Miserable: como
he aplastado a Vasconcelos te aplastaré a ti si no te arrodillas a pedirme perdón”. Esta carta no la
llegó a leer Elmore.
Ambos se encontraron luego casualmente en la imprenta de El Comercio. Era la tarde del 31
de octubre de 1925. Elmore se abalanzó sobre Chocano. Este sacó un revólver y disparó. Herido,
Elmore fue conducido a la asistencia pública. Falleció el 2 noviembre.
Preso Chocano inició una campaña de difamación contra el hombre joven, inteligente y
limpio que había asesinado, contra su padre y contra quienes actuaron libremente en el

228 ADENDA [ CAPÍTULO 6 ]


proceso y publicó un periódico virulento titulado La Hoguera. Sin embargo, en una carta a IdeaRIuM tRopIcal
Joaquín García Monge, publicada en Excelsior de México el 20 de diciembre de 1926, según ha
revelado Emilia Romero de Valle, expresó: “Cumplo con manifestarle que si un escritor de con-
traria ideología hubiera sabido invitarme a ello —como se lo dije a cierto penalista español— yo
no hubiera reparado en ofrecerle que mi primer acto, al recuperar mi libertad, sería el de irme a
arrodillar ante la tumba de Elmore cuya muerte lamento más sinceramente que los que la explo-
tan, para pedirle perdón por lo que, sin embargo, Dios y él saben que no intenté hacerle” (1).
Gozó de comodidades y franquicias en el Hospital Militar. El proceso se caracterizó por su sen-
sacionalismo. Defendió a Chocano Ricardo Dulanto, entonces o poco después secretario del
presidente de la República. El fiscal Carlos Zavala Loaiza tuvo una enérgica actuación. El testimo-
nio de Antonio Miró Quesada, que había presenciado el final de la escena entre Chocano y
Elmore, fue decisivo. En su informe médico-legal, Leonidas Avendaño señaló la trayectoria del
proyectil y agregó que la versión del heridor no se conformaba con los preceptos de la ciencia,
mientras que sí lo hacían la parte agraviada y los testigos presenciales del hecho. El fallo del
Tribunal Correccional en junio de 1926 condenó a Chocano a tres años de prisión y a 2 mil libras
peruanas por concepto de reparación civil. Chocano sé negó a aceptar el indulto que, según se este ensayo escrito por
afirmó, estaba dispuesto el presidente Leguía a solicitar al Congreso. La ley N° 5642 de 31 de José Santos chocano y
enero de 1927 mandó cortar el juicio, con lo cual cerró la posibilidad de que La Corte Suprema publicado en lima en
confirmara o anulase la sentencia. Chocano salió de la prisión. 1922 tenía como subtitulo
“apuntes sobre las
dictaduras organizadoras
cHocano entRe 1928 Y 1933.- Partió del Perú en octubre de 1928 y se dirigió a Chile. Sus y la gran farsa
relaciones con Leguía y el régimen que él presidía estaban ya rotas. La pensión que recibiera le democrática”. en él se
había sido cortada. No consta cuándo o por qué ocurrió esto, después de la benignidad eviden- detallaba el programa de
te de que gozó cuando estuvo preso y en el Hospital Militar. la Revolución Mexicana
Al caer Leguía, envió un cablegrama congratulatorio al comandante Sánchez Cerro, acusó de (1910-1919). cabe
ladrón al gobernante depuesto y se ofreció para secundar una acción depuradora y eminente- mencionar que durante
mente patriótica. Fue rechazado con desprecio y ese fue, sin duda, entre otras cosas, el origen la década de 1910
de su encono contra Sánchez Cerro. chocano realizó
En una carta fechada en Santiago el 12 de setiembre de 1930 que envió al periódico antile- negociaciones secretas
guiista Libertad y que este publicó el 16 de setiembre, escribió que había aconsejado a Leguía con los estados unidos
solo en dos oportunidades: una para que no vinculase las finanzas del país a la “siniestra” firma en nombre del Gobierno
de Seligman y otra, por intermedio del embajador en Santiago, para “que no diese carácter mer- mexicano, entonces
cantil y que aprovechase de manera digna la indudable buena voluntad de Chile para el arreglo; dirigido por Venustiano
si hubiera atendido mi consejo ninguna sombra se proyectaría sobre un tratado cuyas negocia- carranza y Francisco
ciones siguieron, contra mi opinión, un curso que no sospecha el pueblo peruano”. En seguida Villa. también fue
agregó: “Desde el mes de mayo de 1929 me pronuncié contra el desgobierno de Leguía, quien secretario de este
apresó dos veces y desterró a mi hijo mayor Eduardo A. Chocano. El 5 de julio del mismo año último.
hice una declaración notarial legalizada en los ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores
de Chile dejando constancia de mis actitudes contra la manera indecorosa con que había pro-
cedido el ex Presidente en las negociaciones sobre Tacna y Arica”.
En artículos que publicó hacia 1929 en el periódico Repertorio Americano de Costa Rica y en
testimonios privados, evidenció Chocano a la vez que su disgusto frente a Leguía, su inclinación
hacia la izquierda. Censuró entonces no solo el arreglo sobre Tacna y Arica sino también el

(1) Sin embargo, Ernesto More en su libro Huellas humanas da la versión de Manuel Beingolea según la cual cuando él habló
al poeta en el Hospital Militar de arrepentimiento, este lo amenazó con expulsarlo y agrega que Ángela Ramos obtuvo esta
respuesta: “¿Por qué se conduele usted tanto, amiga mía, cuando yo no he hecho sino aplastar una cucaracha?”(Ernesto More,
Huellas humanas, Lima, Editorial San Marcos, 1954, pp. 145 y 147).

[ CAPÍTULO 6 ] ADENDA 229


EL INDIGENISMO DE LÓPEZ ALBÚJAR

ENRIQUE LÓPEZ
ALBÚJAR ES
REPRESENTANTE DE
NUESTRO
T odos los que, de una u otra mane-
ra, han tomado contacto con la
obra literaria de Enrique López
Albújar (1872-1966) coinciden en resal-
tar la importancia que dentro de esta
que se plasma. Se ha atribuido de este
modo de observar y referir el mundo
andino, a una suerte de deformación
profesional del autor, haciendo alusión
a que el contacto que el mestizo costeño
INDIGENISMO tiene Cuentos andinos. Y la coincidencia Enrique López Albújar tuvo con esa
LITERARIO DE va más allá. Hay consenso en señalar el región geográfica y social fue a partir de
aporte de ese libro, publicado en 1920, su condición de juez de Primera
PRINCIPIOS DEL en lo que respecta al tratamiento litera- Instancia, en obvia relación con casos
SIGLO XX. AQUÍ, EL rio del indio y del problema indígena. La delictivos. Y, por si fuera poco, como él
CRÍTICO LITERARIO opción de López Albújar ‘es -como apun- mismo informara, Cuentos andinos fue
PERUANO LUIS ta Wáshington Delgado- una visión del escrito en el tiempo libre que le dejó una
indio despojada de sentimentalismos suspensión en el cargo. Más allá de lo
FERNANDO VIDAL
engañosos y ajeno a mentalismos enga- anecdótico o de los soportes extralitera-
NOS HACE UNA ñosos y ajeno a las convenciones litera- rios que estos hechos brinden al análisis,
BREVE rias’: Básicamente porque la imagen que lo cierto es que los relatos de López
PRESENTACIÓN DE nos entregan sus relatos está desligada Albújar parten de una experiencia de la
SU PARTICULAR de estereotipos anteriores, productos a realidad, a la que se accede por vía de la
su vez de un relativo paternalismo, en observación, la observación de un
VISIÓN DEL INDIO Y unos casos, y de una evidente o encu- mundo en el que la justicia y la vengan-
DE SU bierta minusvaloración del indio, en za configuran un cuerpo de leyes de uso
PERSONALIDAD, otros. La versión del hombre andino y vigencia singulares. Es indudable que
ESCRITA PARA propuesta por López Albújar no es la tal versión del mundo andino puede ser
edulcorada imagen de un ser sumiso, calificada de incompleta, a todas luces
PROLOGAR SU tímido y encastillado en añoranzas del parcial, y aun prejuiciosa, pero no puede
CÉLEBRE LIBRO pasado, tampoco la del desvalido digno negarse su adhesión auténtica a la expe-
CUENTOS ANDINOS. solamente de conmiseración; este narra- riencia que le dio origen. La narrativa de
dor instala, en mitad de un espacio vio- López Albújar no es una aventura de
lento e inmisericorde, a hombres rudos imaginación, la suya es testimonio tanto
cuya actuación pareciera como impulsa- más vital e impactante cuanto más cer-
da por los más elementales instintos. Y, cana de lo verosímil”.
lo que es más, esta visión del mundo
andino se condice con la prosa enérgica, Vidal, Luis Fernando. “A modo de prólo-
eminentemente narrativa, de un medi- go”. En: López Albújar, Enrique. Cuentos
tado y bien dosificado suspenso, con andinos. Lima: Peisa, 1986, p.7

230 adenda [ capítulo 6 ]


nepotismo reinante en el Perú y los negociados que se hacían al amparo del Gobierno. Los enRIQue lÓpeZ
capítulos finales de las peripecias de su biografía escapan a los límites de la presente obra. Los alBÚJaR (1872-1966)
ha estudiado minuciosamente, junto con las demás etapas, Luis Alberto Sánchez en el excelen-
te libro Aladino o vida y obra de José Santos Chocano (México, 1960).
Durante el conflicto con Colombia en 1932-1934, desde Chile, se dedicó briosamente a
aquel país y a atacar con ferocidad a Sánchez Cerro. De paso, defendió la salida del Ecuador al
Amazonas.
En un verso juvenil escribió el poeta:

a los perversos
encerraré en la cárcel de mis versos
y como reja les pondré mi lira.

La historia, a su vez, en cada oportunidad en que evoque las jornadas nocturnas de su vida,
se verá obligada a encerrar a tan gran figura literaria en una cárcel cuyos barrotes han de ser sus
actos reprobables. Habría que estudiar lo que en ellos hubo de producto de una idiosincrasia o desde su juventud, el
de las circunstancias; en mucho de la egolatría y del egocentrismo de Chocano, que suelen irrum- escritor y abogado
pir en su poesía misma para detenerla en el camino a las más altas esferas, pudieron haber influi- chiclayano alternó con las
do determinadas tendencias de la época que magnificaban el egoísmo y difundían las ideas de dos pasiones que cultivó
Nietzsche sobre el superhombre y las de la darwiniana supervivencia del más fuerte. En todo durante toda su vida: la
caso, las luchas y afanes asaz prosaicos de Chocano no deben interferir en el juicio sobre su política y el periodismo.
poesía, potente, viril y, a menudo, noble. Por lo demás, lo ocurrido entre 1921 y 1929 no solo en 1904 fundó en piura el
interesa desde un punto de vista biográfico. Expresa, en cierto sentido, las siguientes facetas partido liberal, y de 1904
resaltantes en la vida peruana durante el Oncenio leguiista: 1) la crítica solo indirecta que algunos a 1908 fue editor del
sectores intelectuales se atrevían a hacer al régimen imperante cuando combatieron doctrinaria- periódico el amigo del
mente la tesis de las dictaduras organizadoras y osaron luego defender a José Vasconcelos; 2) la pueblo. Se estableció en
inquietud renovadora de las nuevas generaciones y su receptividad a las ideas de nacionalismo lima en 1916, y se dedicó
continental y progreso social que predicaba entonces este escritor mexicano. La frase de a escribir para el diario
Chocano sobre el “estercolero civilista” en su carta a Elmore lo exhibe tratando de utilizar la leyen- la prensa. Su actividad
da negra de dicho partido que propugnaba el leguiismo; pero demostraba falta de puntería como magistrado, sin
porque quienes en ese momento lo combatieron carecían de relación con el pasado político del embargo, lo hizo
Perú y pertenecían, en su mayoría, a las clases medias y no a la oligarquía; 3) la actitud de dispen- renunciar al cargo de
dio que caracterizó la celebración del centenario de Ayacucho en 1924; 4) cualesquiera que redactor jefe. Fue juez en
hubiesen sido los motivos o antecedentes de la separación entre Chocano y el leguiismo en 1928 Huánuco y piura, y vocal
o 1929, la acerba actitud del poeta que, por cierto, no fue espectacular, captó en cierta forma el en lambayeque (1928-1931)
desgaste o el cansancio que se difundieron ante la perduración de Leguía en el poder. y tacna (1931-1947). entre
sus obras más conocidas
se encuentran cuentos
[ II ] andinos (1920) y
enRIQue lÓpeZ alBÚJaR.- Enrique López Albújar nació en Chiclayo el 23 de diciembre de Matalaché (1928).
1872. Reunió orgullosamente sangre española, indígena y mulata. La infancia la vivió en Piura y
Morropón. Siguió sus estudios en muchos planteles, que ha evocado vívidamente en su libro De
mi casona cuyas páginas pueden ser utilizadas, por eso, por quienes hagan una realista historia
educacional y deben contribuir a evitar toda nostalgia, por más deprimente que parezca la vida
en las escuelas y colegios de nuestra época. El verdadero maestro de López Albújar fue, en el
humilde pueblo de Morropón, el admirable y modesto ecuatoriano Nicanor Calderón, a quien
ha rendido homenaje en un capítulo de sus Memorias. Terminó su educación secundaria en
Lima, en el Liceo Preparatorio (1886-1889) y en el Colegio Guadalupe (1890). Universitario, fue
también periodista rebelde contra los gobiernos de Morales Bermúdez y Cáceres. Junto con

[ CAPÍTULO 6 ] ADENDA 231


José Santos Chocano y Mariano H. Cornejo editó el semanario de combate La Cachiporra. Pero
fue su colaboración en La Tunda de Belisario Barriga lo que le suscitó la prisión y un juicio de
imprenta en 1893. En cumplimiento de la ley de imprenta de 1893 fueron denunciados por el
el priMer libro agente fiscal la poesía “Ansias” contra Cáceres y la prosa erótica “Rosa Carne” aparecidas bajo
seudónimo en ese popular periódico, por considerar que la primera era “subversiva” y la segunda
de lópeZ “inmoral”. El jurado no halló lugar a formación de causa en cuanto a esta pero sí en lo concer-
albÚJar Fue niente a aquella. López Albújar se negó a aceptar el arreglo que había hecho Barriga para hacer
Miniaturas que un tercero apareciera como responsable, fue apresado y afrontó una audiencia pública el
26 de junio de 1893. Defendió a López Albújar el abogado Manuel Aurelio Fuentes. Los jueces
(1895) en de hecho, presididos por el pedagogo Pedro Labarthe, absolvieron al inculpado entre aplausos
colaboración del público. Sin embargo, por nuevas rebeldías poéticas, el joven escritor estuvo preso en octu-
con aurelio bre y noviembre de 1894, y salió libre solo por influencias de su padre.
El primer libro de López Albújar fue Miniaturas (1895) en colaboración con Aurelio Arnao,
arnao, breves breves semblanzas de hermosas mujeres pertenecientes a la aristocracia limeña, acompañadas
seMblanZas de por sus fotografías. Por esta obra, que se agotó en menos de dos meses, los autores se vieron
envueltos en algunos disgustos.
HerMosas Abogado recibido en 1904, López Albújar fundó ese año en Piura su semanario El Amigo del
MuJeres Pueblo que duró hasta 1908 en el que hizo campaña contra el gamonalismo. En aquel entonces
pertenecientes fue dirigente del Partido Liberal. Entre 1911 y 1913 actuó, por lapsos breves, como juez interino
en Piura y Tumbes. En 1916 llegó a ser abogado de los huelguistas de Talara y Negritos. Colaboró
a la entonces en diversos periódicos de Piura y pueden publicarse uno o más libros con esos escritos.
aristocracia Augusto Durand lo llamó a Lima en julio de 1916 para darle el cargo de redactor principal de
La Prensa. Después de seis meses de labor en este diario, solicitó del presidente José Pardo un
liMeÑa, cargo judicial. Fue nombrado juez de primera instancia en Huánuco en febrero de 1917. Una
acoMpaÑadas sentencia que expidió en diciembre de 1918 por la que absolvió de la acusación de doble adul-
por sus terio a un hombre y una mujer, dio lugar a que la Corte Suprema lo suspendiera durante tres
meses. El artista y el ideólogo se sobrepusieron al juez al considerar que el amor debía ser libre.
FotoGraFías. Años atrás, en 1907, había reproducido en su periódico El Amigo del Pueblo las originales senten-
por esta obra, cias expedidas por el juez francés Magnaud, a quien acaso quiso asemejarse en esta oportunidad.
Que se aGotó en Principalmente de las experiencias obtenidas en judicatura de Huánuco salieron los Cuentos
andinos (Lima, 1920 y 1924). López Albújar, el gran representante del cuento indígena, el creador
Menos de dos del género en el Perú, no hizo indigenismo profesional. También hubiera podido haber escrito
Meses, los antes acerca de los obreros de Negritos en huelga o de los terratenientes de Piura. De todos
modos, extrajo estas narraciones de la veta misma de la vida, como si obrara de acuerdo con
autores se aquel precepto según el cual la fantasía solo se alimenta con los desperdicios de la realidad.
vieron Penetró en el ambiente rural y presentó al indio dentro de una variedad de casos sociales y
envueltos en psicológicos, sin afán de propaganda, sin lo que se ha llamado “el miedo del hombre interior en
la novela de las masas aborígenes americanas”, cogiéndolo en su propio clima y no desde Lima
alGunos o París. Escribió con la autoridad taciturna de quien conoce directamente aquello de que habla.
disGustos. No solo quedaron consagrados estos cuentos porque significaron la maduración del realismo
dentro del cuento peruano. Como ha escrito Ciro Alegría, las narraciones de López Albújar par-
ticipaban de la toma de conciencia nacional que en el Perú se venía operando.
El autor de Cuentos andinos era, cuando los publicó con éxito casi instantáneo, un hombre
ya maduro. Había cultivado, sin embargo, el mismo género literario desde muchos años atrás.
Testimonio de ello son las dos series aún no impresas conjuntamente tituladas la una La mujer
Diógenes, cuentos de mi juventud que corresponde, sobretodo, a colaboraciones en El Comercio
entre 1897 y 1901 y, la otra, Cuentos de arena y sol aparecidos entre 1901 y 1916. Tampoco han
llegado al libro sus dos dramas no representados Desolación (1908) que publicó La Prensa en
1916 y Demasiado tarde (1914) y la comedia Doña Caro en Piura (1911).

232 ADENDA [ CAPÍTULO 6 ]


En 1924 editó De mi casona, hermoso libro autobiográfico, “evocación de cuadros familiares HIStoRIetaS
a través de un poco de historia piurana” según sus propias palabras. Con sencillez y franqueza MalIGnaS
revela allí que nació antes del matrimonio de sus padres y cuenta con una memoria prodigiosa
sus experiencias cuando, muy niño, fue llevado a la gran mansión familiar en Piura. No humede-
ce estas páginas la “garúa” del sentimentalismo que suelen descargar otros escritores al evocar su
infancia. Tampoco adopta actitudes retóricas y pomposas. Escribe con buen humor y perspica-
cia. El libro tiene vida y, por eso, quedará.
La “novela retaguardista” Matalaché apareció en 1928. En el ambiente de una hacienda de
Piura en el siglo XVIII esta obra erótica y de costumbres tiene como protagonista principal a un
esclavo negro. Según ha revelado Raúl Estuardo Cornejo, la mezcla amorosa de razas allí pintada
provocó el desdeñoso rechazo del escritor español Ramiro de Maeztu como algo inconcebible,
degradante, monstruoso, para suscitar una altiva respuesta polémica del escritor peruano.
El calderón es en la escritura musical el signo que sirve para indicar la detención del compás.
Calderonadas (1925) es el libro de López Albújar que ha sido clasificado como una miscelánea de
artículos, impresiones, comentarios, esbozos, estampas y notas de contenido literario, social y
político. Concluye con un elogio de José Carlos Mariátegui. este libro de cuentos del
Juez de primera instancia de Piura entre 1923 y 1928, López Albújar fue vocal interino en la escritor clemente palma
Corte Superior de Lambayeque entre 1928 y 1930 y director de Educación Artística, Bibliotecas y (1872-1946) fue publicado
Museos en 1930. Su carrera de abogado y de magistrado duró, pues, muchos años. No dijo, en 1924. en él reunió
como Stendhal, que aprendiera lecciones de estilo en el Código; pero la costumbre de leer escri- varias historias
tos forenses y de redactar sentencias acaso le ayudó (junto con la práctica periodística) a cortar fantásticas, entre ellas la
el cuello a la elocuencia de que hizo alarde en sus poesías juveniles y que con tanto ímpetu se celebrada “Mors ex vita”,
despliega en producciones como su canto a la bandera que, hace algunos años, hacía las delicias publicada originalmente
de los colegiales lectores de la antología de Arturo Montoya. un año antes. palma que
Hay una considerable porción de la vida y la obra de López Albújar después de 1930 que heredó de su padre,
escapa a los límites cronológicos de la presente obra(1). Ungido por el privilegio de una vida Ricardo, el amor por las
longeva y lúcida, llegó a ser, por consenso unánime, un patriarca de las letras nacionales y vio, letras, compartió sus
con sus propios ojos, cernirse sobre él, justiciera, la gloria. A ella contribuyeron las investigaciones labores literarias con la
y la exégesis de un joven crítico, Raúl Estuardo Cornejo. política. de 1919 a 1930
fue diputado por la
provincia de lima.
[ III ] también fue director de
cleMente palMa Y el dIputado coRRaleS.- Clemente Palma, hijo del gran tradicio- la revista Variedades
nista, nació en Lima el 3 de diciembre de 1872. Se inició en la crítica con unos artículos que (1908-1931) y director del
publicó El Comercio en 1892 y reunió en 1895 en el folleto Excursión literaria. Allí se hallan, entre diario la crónica (1912-
otras cosas, juicios sobre poetas y prosadores de América. Sus tesis en la Facultad de Letras, El 1929). es considerado el
porvenir de las razas en el Perú y Filosofía y arte, fueron publicadas en 1897. En la primera, influida primer escritor fantástico
por Le Bon, juntó inquietudes positivistas y sociológicas y tuvo palabras duras para la raza indí- de la literatura peruana.
gena. La segunda se ocupa del ateísmo, el satanismo, el androgenismo y otros temas análogos.
A su ensayo titulado “La virtud del egoísmo “se le ha atribuido inspiración nietzschiana. Sus ideas
estéticas estuvieron caracterizadas por su biologismo.
En 1902 fue nombrado cónsul en Barcelona. Permaneció en ese cargo hasta 1904, año en
que publicó el libro Cuentos malévolos (hubo luego una segunda edición ampliada en París,
1912). Más tarde, Mors ex Vita e Historietas malignas continuaron en el mismo estilo y X. Y. Z.,
novela publicada en 1935, tuvo sentido ocultista con protagonistas reales, aparecidos y

(1) Con juvenil beligerancia el autor de la presente obra expresó su homenaje a López Albújar en el artículo “Literatos vernáculos”
publicado en Variedades el 2 de mayo de 1925. No lo ha incluido Raúl Estuardo Cornejo en su “Bibliografía sobre López Albújar
que aparece en el libro Memorias de este escritor (Lima, 1963).

[ CAPÍTULO 6 ] ADENDA 233


endemoniados. En estas obras, a las que habría que agregar su trunca novela La nieta del oidor,
Clemente Palma se define como un cultor de la prosa imaginativa .Debe ocupar un lugar de
honor cuando se haga una antología de la literatura fantástica y de la exótica en castellano a
despuÉs del comienzos del siglo XX. El vendaval que en los últimos lustros ha surgido para buscar temas
nacionales ha hecho que dejen de ser leídas estas magníficas páginas de Clemente Palma.
colapso del Después de la Revolución Rusa y del surgimiento de la Unión Soviética ¿puede interesar lo que
leGuiisMo en le ocurrió a un mujik con unos canastos, según relata uno de Los Cuentos malévolos?
1930, cleMente No suscita, en cambio, siempre un juicio encomiástico la labor de crítico, a veces arbitrario y
chocarrero, que Clemente Palma desperdigó en las revistas Prisma, Ilustración Peruana y
palMa deFendió Variedades, recibida por los lectores de ellas como actos consagratorios o apabullantes.
HidalGaMente a Al lado de los artículos mencionados, algunos de los cuales aparecieron dentro de una sar-
este rÉGiMen. cástica sección titulada “Correo franco” y junto con los editoriales políticos, Clemente Palma hizo
famosas en Variedades las crónicas firmadas por Corrales. Como prólogo a la reseña semanal de
Fue el suyo un toros, Corrales narraba cosas que le ocurrían o que veía acontecer ante él, según las circunstan-
caso de cias de la actualidad. Diputado por la hipotética provincia de Amancaes, aparecía alternando
con los prohombres de la vida pública. Al lado suyo figuraban Rosaura, su esposa sin matrimonio
Honrosa y el compadre Pistoleras, capitulero de profesión. A las jaranas y a las recepciones del más subido
consecuencia. color “huachafo” juntábanse los afanes políticos. Entre los más regocijados episodios en los que
aFrontó el participó Corrales estuvieron los que fueron publicados durante el proceso electoral de 1912.
Corrales y Pistoleras fundaron el “Club Unión y Ñeque” con el objeto de apoyar la candidatura
destierro en auspiciada por el Gobierno para luego volverse billinghuristas. Todo lo grotesco y lo pintoresco
1932. del capitulerismo criollo está retratado con brocha gorda en las crónicas “político-doméstico-
taurinas” de Corrales. Estudio especial merece aquí el lenguaje, rebosante de peruanismos y
limeñismos.
Palma recopiló este sector de su obra en un libro aparecido en 1938 con epílogo de José
Gálvez. Pero, por desgracia, sacrificó algunas de las crónicas más graciosas, correspondientes a
los ajetreos parlamentarios de mayo de 1914.
Corrales aparece en ellas comprometido para dar su voto, a la vez y con provecho para él, en
favor de la tesis eleccionista de Javier Prado y de la proclamación parlamentaria de Roberto
Leguía. Esto le proporciona no pocos afanes y desazones, Por fin, después de haber concurrido
a la sesión del Congreso el 15 de mayo, se traslada al domicilio del vicepresidente, da una gro-
tesca versión de la ceremonia que allí tuvo lugar y afirma haber sido nombrado ministro de
Gobierno.
Las aventuras políticas de Corrales siguieron hasta la época del Oncenio. Durante ella, de acuer-
do con las circunstancias, estas crónicas perdieron beligerancia e independencia. Sin embargo,
reflejaron algunas notas típicas como la preocupación por las nuevas urbanizaciones y por el
automóvil. Solo rara vez afloró en aquellas la cundería política, como en la entrevista del diputado
por Amancaes con el ministro de Fomento Ernesto Sousa (Variedades del 12 de marzo de 1927).
Corrales no solo es un peruano pintoresco y un exponente de criollismo sino, además, un símbolo
de la comedia democrática peruana en las primeras décadas del siglo XX, detrás de la cual se
escondía una fundamental inautenticidad. Es también el sujeto principal de una novela.
A partir de 1919 hasta 1930 Clemente Palma, aunque actuó seria y sinceramente, comenzó
a parecerse en algo a Corrales: fue diputado por Lima. En sus artículos en Variedades tuvo prime-
ro actitudes moderadamente oposicionistas contra la tendencia del leguiismo intransigente,
radical o “rojo” en la Asamblea Nacional y también contra el ministro Leguía y Martínez; pero más
tarde se identificó con ese régimen y cuando se produjo la revolución de 1930, su lealtad llevo-
le a afrontar con entereza la persecución y el exilio.
Independiente entre 1908 y 1919, leguiista moderado de 1919 a 1921, leguiista resuelto de
1921 a 1930, los comentarios a la actualidad política nacional e internacional que escribiera

234 ADENDA [ CAPÍTULO 6 ]


Clemente Palma en la sección “De jueves a jueves” semanalmente en Variedades son una fuente Manuel BeInGolea
para la historia de aquellos veintidós intensos años. (1881-1953)
Después del colapso del leguiismo en 1930, Clemente Palma defendió hidalgamente a este
régimen. Fue el suyo un caso de honrosa consecuencia. Afrontó el destierro en 1932.

[ IV ]
Manuel BeInGolea.- La generación de fines de siglo XIX aportó a la literatura peruana el
cuento como género literario moderno. Para comprobar este aserto no solo pueden invocarse
los nombres de Enrique López Albújar y Clemente Palma sino también el de Manuel Beingolea.
Nacido en Lima en 1875, Manuel Beingolea fue un funcionario público sin llegar a posiciones
prominentes y un periodista ocasional. Buena parte de su vida transcurrió en Barranco. No tuvo
a su alrededor cenáculos ni camarillas y su prestigio tampoco fue voceado bajo el amparo de un
periódico, de una institución, de una clase social. Dispersa su obra en periódicos y revistas, solo
publicó en 1923 Bajo las lilas, una novela corta de ambiente barranquino, y tardíamente Cuentos
pretéritos, en 1933. en 1901 el escritor
En este libro, que no ha sido valorizado debidamente, hay narraciones sobre la selva (“Los chorrillano empezó a
yacu-runas”, “Los tigres”, “Tántalo de selva”, “El varadero”, “El niño huitoto”),otras cuyo filón es la trabajar como profesor de
historia republicana (“En capilla” sobre la época de Santa Cruz; “El Punyán”, acerca de la batalla de gramática castellana,
Ingavi; “El montonero”, relacionado con la guerra civil de 1895), una evocación limeña geografía, historia del
(“Mercaderes y Espaderos”), algunas de ambiente marino (“Hacia Mollendo”, “Descubrimiento del perú y francés en el liceo
guano”), otros relatos de carácter cosmopolita con escenario en Praga, París, Japón y hasta tres Internacional. poco
cuyo personaje es Jesús. Pero Beingolea pareció preferir los cuentos psicológicos y de ambiente después emprendió un
social, irónicos y melancólicos. “Un apuro” presenta magistralmente la pasión del juego. “El tele- viaje por el sur peruano,
grafista” es como un canto a las vidas monótonas y oscuras. El bizcochero místico de “Levitación” chile y argentina. en
que por un milagro de su fervor se elevaba y se elevaba hacia el cielo hasta que tocó con su Buenos aires trabajó
cabeza el techo de la habitación y, creyendo que tenía encima la tabla cotidiana, empezó a como funcionario público
pregonar: “Pan de Guatemala”, pertenece a las antologías. y periodista. a su regreso
se incorporó a la
redacción del diario el
tiempo. Fue secretario
del concejo distrital de
Surco (1910-1930) y jefe de
la biblioteca de la cámara
de Senadores (1930-1946).
publicó los concejos
barranquinos (1921), Bajo
las filas (1923) y cuentos
pretéritos (1933)

[ CAPÍTULO 6 ] ADENDA 235


[ TOMO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 7 ● I Azucenas quechuas


●II Leonidas Yerovi III José María Eguren

● IV José Gálvez ● V Ventura García

Calderón ● VI Abraham Valdelomar ● VII


César Vallejo ● VIII Martín Adán.
LA IMAGEN HISTÓRICA DE ALGUNAS FIGURAS EN LAS TRES
PRIMERAS GENERACIONES DEL SIGLO XX

CAPÍTULO
7
[]
a
[I]
ZucenaS QuecHuaS.- Una modesta imprenta de Tarma trabajó en 1905 la obra Tarmap
pacha-huaray, Azucenas quechuas. Fue ella dedicada a Manuel González Prada “por su antiespa-
ñolismo en el Perú”. Como autores aparecieron Unos Parias. Bajo este seudónimo se ocultó
Adolfo Vienrich para editar el mejor trabajo que sobre el folklore indígena fue publicado en
muchos años. Cantos y poesías en quechua aparecieron allí con la indicación de su lugar de
origen, algunas conocidas ya y otras inéditas, seguidas por unas fábulas de la misma especie
dedicadas a Abelardo M. Gamarra con estas palabras: ”Pide Ud. siempre algo criollo: he aquí más
que algo muy nacional, con una médula de leones”. En 1906 se publicó también en Tarma sepa-
radamente esta última sección con el título Tarmapap pachahuarainin, Apólogos quechuas.
Adolfo Vienrich nació en Lima en 1867 y falleció en Tarma en 1908. Estudió en la Facultad de
Ciencias de la Universidad de San Marcos y formó parte del Circulo Literario de la Unión
Nacional, como secuaz de González Prada. En 1895 se radicó definitivamente en Tarma, en
donde ejerció la docencia y el periodismo y desempeñó cargos públicos (1). Editó en 1902 La Voz
de Tarma y tuvo acaso relación también con La Unión, La Nueva Simiente, El Municipal. Fue alcalde
de la ciudad, elegido por votación popular. Regentó además la farmacia El Progreso y se ocupó
de recopilar el folklore regional.
Vienrich fue un hombre de ideas avanzadas que pudo atacar a muchas personas, cosas e ins-
tituciones, quejarse de su país o sumergirse en la apatía. Prefirió hacer lo que no hacía nadie: sacar
del alma popular un tesoro no extraído. Parece que hubiera hecho suyo aquel proverbio chino
según el cual es mejor encender una luz que maldecir las tinieblas. Y es así como en el banquete
de los literatos profesionales cultos, u oficiales hizo entrar a un convidado de piedra: el pueblo.

[ II ]
leonIdaS YeRoVI.- El periodismo diario, las revistas semanales y el teatro hicieron muy
popular desde principios de siglo a Leonidas Yerovi. Nacido en Lima el 23 de setiembre de 1881,
alumno del Colegio Guadalupe, casi sin formación escolar, “de espaldas a los bibliotecas” su
ingenio espontáneo, repentista, fecundísimo, produjo, con asombrosa facilidad, versos y prosas
que desparramó en publicaciones fugaces como Monos y Monadas, Rigoleto, ¿Está Usted bien?,
ávidamente buscadas en su hora, así como también en La Prensa, Actualidades y en otras revistas.
De la vasta producción de Yerovi solo ha sido reunida en libro, en una edición poco cuida-
dosa e incompleta, su poesía lírica (Lima, 1917; segunda edición, 1944) y, en parte, su poesía
festiva (1962). Hay una sumaria referencia a su obra teatral en otros párrafos. Todavía no se ha
llevado a cabo, con cuidado y exactitud, el estudio metódico de un autor que fue tan popular.
En él hubo, aparte de la actividad netamente literaria, rasgos de rebeldía o de oposicionismo
político, derivados de su pierolismo juvenil.

(1) Sobre el elogio de Alberto Secada a Vienrich como inspector de educación, véase el capítulo 2 de esta sección de Historia de

la República del Perú.

238 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


Yerovi llegó a viajar a Buenos Aires a fines de 1914 y allí estrenó dos obras y colaboró ocasio- leonIdaS YeRoVI
nalmente en publicaciones de gran público. Regresó a Lima el año siguiente y volvió a trabajar (1881-1917)
en La Prensa.
El 15 de febrero de 1917 cayó asesinado en la puerta de ese diario. Motivo del homicidio fue
una cuestión de celos alrededor de una mujer (1). El asunto presentaba todas las características
de los hechos sensacionales que llenan la primera página de los periódicos. Pero la conmoción
pública resultó más honda y más vasta ante la circunstancia de que la víctima era un poeta muy
conocido por su larga actuación en el periodismo, por sus poemas tan accesibles, por su obra
teatral en la que había logrado éxitos resonantes, acaso excesivos, y hasta por su bohemia que
parecía simpática y cordial.
Yerovi llegó a ser calificado como representativo del criollo de la costa. Por lo menos, fue el
heredero de una ágil y riente tradición literaria a la que pertenecieron tantos letrilleros limeños; la
revistió con los temas y el gusto de los primeros lustros del siglo XX, muy cerca de la influencia del
movimiento modernista que Rubén Darío encarnó. Acaso nadie gozó como él de la espontaneidad
y la facilidad para la rima inspirada y ocasional y abusó de sus dones, porque le pagaban por los
versos y necesitaba de ellos. Lanzó a su público, cotidianamente, poemas como “Confetti”. No tuvo el escritor limeño se inició
tiempo ni humor ni paciencia para alquitarar o depurar su obra profusa y poco rigurosa. Al mismo en las letras a fines del
tiempo, lo caracterizó un donoso erotismo lírico y un íntimo sentido amargo o desengañado de las siglo XIX, con versos que
cosas, por lo cual mezcló la sonrisa con las lágrimas y llegó a escribir madrigales que eran epigra- retrataban la vida
mas. Tuvo, como dijo Federico More, desvergüenza lírica y cinismo sentimental. Hizo que cada una cotidiana en la capital.
de sus palabras hablase. Cantor del amor fugaz, del que se caracteriza por el “ir y venir de una ola trabajó en la revista
de mar”, se atrevió a la audacia, para su época, de celebrar en dos sonetos que se volvieron muy actualidades (1903-1907) y
populares, a la cortesana a la “horizontal” como él dijera, no a través del éxtasis de la pasión sino para estuvo entre los
aludir sarcásticamente a su vida alegre y trágica, a su sino ineluctable; dedicó un poema al “café de fundadores del diario la
la ghirantas”, y también llegó a escribir unas rimas carnavalescas con la frase “Pierrot estaba y no prensa (1903). dos años
estaba pero yo estaba bebido”. Suministró el encanto de la poesía a muchas almas sencillas, así después, junto al dibujante
como hay quien se acerca a la música por la zarzuela. Gran parte de su obra, la más copiosa, la Julio Málaga Grenet, fundó
menos explotada, fue dedicada a la glosa política y a la alusión a otros aspectos de la actualidad la revista Monos y
volandera, siempre con agilidad expresiva y lejos de lo grosero, lo vulgar o lo árido. Sus versos fes- Monadas, que apareció
tivos tienen algo de las caricaturas de Málaga Grenet. hasta 1907. también creó
los semanarios ¿está usted
Bien? (1908) y lléveme
(1) Yerovi tenía relaciones con la artista argentina de comedia Ángela Argüelles, que vivía en la Pensión Americana de la calle
con usted (1909). escribió
Espaderos. En la tarde del 15 de febrero de 1917 llamó por teléfono a preguntar por ella. Contestó el chileno Manuel José en los principales diarios y
Sánchez, de profesión arquitecto, que se alojaba en el mismo lugar y que ya había suscitado los celos de Yerovi por su asiduidad revistas de la capital. Sus
con la Argüelles. Dijo que la artista había salido temprano y que aún no había regresado. Después de las ocho y media de la comedias en verso, como
noche, Yerovi fue a la Pensión Americana y se expresó a grandes voces contra el que habló por teléfono. Poco antes de las once
de la noche, Sánchez, a quien acaso la Argüelles habría reprochado por su pasividad entre los insultos que, si bien no lo mencio-
la de cuatro mil (1903),
naron en persona, eran a él dirigidos, incitado por el torero Edigio Rodríguez, fue a la imprenta de La Prensa en busca de Yerovi. tuvieron gran éxito. Murió
Este hallábase en su oficina escribiendo unos versos para la emisión de Carnaval. Ambos salieron a la calle. A pocos pasos de la asesinado en 1917.
puerta de la imprenta, se detuvieron. Yerovi dio un golpe a Sánchez. Este sacó un revólver y descargó cuatro tiros a su víctima.
Acudieron amigos y transeúntes. El herido fue transportado a una botica, a la Asistencia Pública y a la Maison de Santé. Falleció
esa misma noche.
El juez Octavio Cebrián, en su sentencia de 12 de julio de 1918, presentó a Yerovi como conviviente de la Argüelles, de carácter
díscolo, ebrio habitual, en ese estado en la noche del 15 de febrero de 1917 aunque capaz de descargar en la nariz de Sánchez un
fuerte golpe con el puño que lo ensangrentó y causó terrible ofuscación. El delito habríase producido por este ataque y el falleci-
miento "por los bruscos movimientos en la traslación del occiso sin el cuidado del caso". Opinó, por todo ello, por la condena de
Sánchez a cinco años de penitenciaría. El abogado de la madre de Yerovi, Alberto Ulloa Sotomayor, defendió la memoria y el
honor del poeta. El Tribunal Superior, en sentencia del 21 de setiembre de 1918, de acuerdo en parte con este planteamiento y con
la campaña periodística que surgió, revocó la de primera instancia e impuso a Sánchez once años de penitenciaría. Según se ha
dicho, Sánchez trabajo como cajista de este establecimiento y compuso los tipos para el libro con la poesía lírica de su víctima.
Cuando se debatió acerca de la conveniencia de implantar el jurado en el Perú, fue presentado el ejemplo del caso del asesinato
de Yerovi para afirmar que la emoción colectiva habría influido sobre el veredicto de un grupo de personas no profesionales.

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 239


JoSÉ MaRía eGuRen Yerovi no fue nunca empleado público, hombre de negocios o universitario. Tampoco gozó
(1874-1942) de una renta independiente. Vivió en el periodismo, del periodismo y para el periodismo.

[ III ]
JoSÉ MaRía eGuRen.- Nacido en Lima el 8 de junio de 1872 (1), José María Eguren conoció
una existencia apacible, sin títulos, ni honores oficiales, ni acción práctica. Su juventud transcu-
rrió en la hacienda Chuquitanta del valle de Lima. Luego residió, crecientemente asechado por
la miseria, hasta su muerte, en la ciudad de Barranco. Él pudo haber escrito corno Lawrence
Durrell aunque con otro sentido “Encuentro fácil el arte y difícil la vida”.
La revista Contemporáneos, de Enrique Bustamante y Ballivián acogió, entre las primeras, sus
poemas. En 1911 apareció el libro Simbólicas ante la indiferencia del público y la hostilidad táci-
ta o expresa de los sectores intelectuales más importantes del país.
Cuando se publicó Simbólicas ningún poeta se dirigía en el Perú a las minorías. Era al público todo
a quien eran dedicados los versos. Las consagraciones literarias tendían a ser hechas por la opinión
este poeta limeño pública, como las de los políticos, los toreros, los artistas de teatro. La técnica y la esencia poemáticas
estudió en el colegio de eran comprensibles tanto para el iniciado como para el ignaro. Chocano, el más difundido de los
la Inmaculada y luego en poetas nacionales, después de haber escrito poesía civil en relación con sucesos políticos o patrióti-
el Instituto científico de cos, anhelaba convertirse en un vocero continental. Algunos de sus contemporáneos o epígonos
José Granda. entre sus unían a la aptitud para hacer rimas o ritmos la producción periodística. No faltaban los que expresa-
pasatiempo se ban sentimientos íntimos; pero su recogimiento era accesible. Es Eguren quien inicia en el Perú una
encontraban el dibujo, separación radical entre el público. Comienzan a aparecer desde entonces los lectores que sienten el
la pintura al óleo y la malestar de la incomprensión y que se enojan o se mofan porque hay quien escribe “en difícil”.
fotografía. Sus poemas, Por eso si Ricardo Palma ha llegado a identificarse con la literatura que mira hacia el pasado,
de corte simbólico, González Prada representa un tipo de literatura que destruyó el presente y miró hacia el porve-
lenguaje delicado y nir, y Chocano se sintió llamado a encarnar la literatura “americanista”, Eguren es el primer poeta
referentes foráneos, peruano que expresa una literatura “pura”. La hizo al buscar el misterio del lenguaje, el sortilegio
fueron muy celebrados de las palabras con tenues y sugerentes alusiones, las imágenes raras en cuyo fondo hay remi-
por escritores de su niscencias, acaso esotéricas, de paisajes, de alucinaciones y de sus sueños.
generación, como En la delicada y honda obra de Eguren se puede señalar una faceta de puro romanticismo, otra
Valdelomar y Mariátegui. que representa lo que Enrique Carrillo llamara una trasposición musical del paisaje y a ellas se añade,
eguren vivió alejado de además, la sucesión de imágenes simbolistas o, mejor dicho, alegóricas, unidas al sentido de lo mara-
la bohemia limeña y villoso. Es así como Eguren llegó a crear con un lenguaje trémulo y suave, por medio de palabras a
publicó tres obras en veces arcaicas y siempre selectas, muñecos que tienen una innata nobleza, un absoluto alejamiento
vida: Simbólicas (1911), de la ímitación realista, si bien en el fondo puede haber en ellos, no obstante que el autor conserva
la canción de las figuras mucho del alma del niño, un latido vital, una sutil representación de la feroz verdad de la vida y de la
(1916) y poesías, (1929). muerte que al lector corresponde explicar y definir a solas y por su cuenta. Su musa tuvo la pureza de
póstumamente se la inocencia a la vez que la conciencia de la horrenda miseria humana. Algunos de sus poemas pare-
publicaron el volumen cen justificar estas palabras de Nietzsche ”Tenemos el arte para que no muramos a consecuencia de
en prosa Motivos la verdad”. La sangre de ellos es quizá celeste, como la de “Synha” uno de sus personajes. Como otro de
estéticos (1959) y su estos, sufre “por el pecado de la nativa elegancia”. Hay algunos que poseen la extravagancia del copo
poesía completa (1961). de nieve, del rayo de luna o de la orquídea. Solo pudieron haber salido de la mente y del corazón de
un hombre que parecía haber aprendido desde antes de nacer a no pronunciar palabras feas y que
escrupulosamente se abstuvo ante la jadeante y confusa vulgaridad de la diaria existencia. Su poesía,
como toda poesía actual, nos da la oportunidad de participar con su lectura en los misterios de la
creación. Quedó confinada a la compañía de los selectos.

(1) Cronológicamente Eguren pertenece a la generación anterior; pero se lo incluyó aquí porque editó su primer libro en 1911.
Había comenzado a publicar poemas desde varios años antes.

240 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


[1] ABRAHAM VALDELOMAR.
El escritor iqueño (1888-
1919) fue uno de los grandes
revolucionarios de las letras
peruanas. Aquí lo vemos en
una fotografía tomada en el
Cuzco en 1919 (1). En 1916
fundó la revista Colónida,
que aunque solo publicó
cuatro ejemplares es
importante porque dio
cabida a una nueva
generación de jóvenes
escritores. Ese mismo año
escribió, en colaboración
con José Carlos Mariátegui,
la obra dramática La
Mariscala (2), sobre
Francisca Zubiaga de
Gamarra. Valdelomar,
artista polifacético, además
de escribir logró
reconocimiento como
ilustrador especialmente
como dibujante de
caricaturas, como la de
Enrique A. Carrillo, alias
Cabotín (3), uno de los más
importantes colaboradores
periodísticos de su tiempo.

[2] [3]

[ capítulo 7 ] adenda 241


La obra poética de José María Eguren se complementó durante el período aquí tratado con
La canción de las figuras (1916) y Poesías (1929). También comenzó él a escribir pequeños artículos
sobre temas estéticos. Asimismo, inventó y perfeccionó una microscópica cámara fotográfica (1).
(...) en 1909, se En este país de vocaciones larvadas fue un ejemplo de dedicación y de continuidad. En este
país de espíritus turbios, fue un ejemplo de pulcritud. En este país de imitaciones, fue un ejemplo
realiZaron los señero de personalidad. Sobre todas las tentaciones de las circunstancias, sobre todas las inestabi-
priMeros JueGos lidades del ambiente, nada fue sino poeta. Y poeta que no fue visto a menudo en los proscenios
Florales de los teatros o en las antesalas de los poderosos. Tímido y pueril, por otra parre, fue incapaz de
sentirse genio incomprendido, de llamar la atención mediante excentricidades o impertinencias.
celebrados en
el perÚ, baJo los
auspicios de la [ IV ]
JoSÉ GÁlVeZ.- José Gálvez Barrenechea, nació en Tarma el 7 de agosto de 1885. De estirpe
Municipalidad ilustre, tuvo una infancia y una juventud tristes. Alumno del Colegio Guadalupe, fundó con un
de liMa, cuando grupo de sus camaradas La Voz Guadalupana. Más tarde perteneció a la redacción de Variedades,
La Crónica e Ilustración Peruana.
era alcalde Con motivo de la primera celebración de la Fiesta de Primavera en 1908 compuso su canción
GuillerMo a la juventud. La leyó en aquel acto en el paraninfo de la Facultad de Medicina ante un entusias-
billinGHurst. mo desbordante. Cargado en hombros, paseó con los estudiantes por la calles de Lima y repitió
de nuevo sus versos en el Salón General de San Marcos ante el presidente de la República, José
[JosÉ] GÁlveZ Pardo. En ese recinto no se habían escuchado versos desde que en los días inmediatamente
obtuvo el anteriores a la guerra con Chile, Germán Leguía y Martínez recitó una composición poética de
circunstancias. Aquella noche, un grupo de universitarios ofreció a Gálvez y a Elías Samanez,
priMer preMio campeón atlético universitario, un ágape en el Jardín Estrasburgo y unió así en su homenaje a
por sus un poeta y un deportista.
coMposiciones Casi un año después, en 1909, se realizaron los primeros juegos florales celebrados en el
Perú, bajo los auspicios de la Municipalidad de Lima, cuando era alcalde Guillermo Billinghurst.
‘canto a espaÑa’ Gálvez obtuvo el primer premio por sus composiciones ”Canto a España” y “Reino interior”. Los
y ‘reino miembros del jurado discutieron sobre cuál de las dos era la más sobresaliente, pues ignoraban
anterior’. que pertenecían al mismo autor. Optaron por el “Canto a España” en igualdad de condiciones
con su rival. La fiesta, efectuada el 31 de julio de 1909, fue una de las más bellas de aquella
época. Asistieron el presidente de la República, Augusto B. Leguía, y el alcalde Guillermo
Billinghurst. Correspondió desempeñar el papel de reina a Luisa Garland. Raimundo Morales de
la Torre (uno de los miembros del jurado, con Eugenio Larrabure y Unanue y Clemente Palma)
pronunció un discurso. Gálvez leyó sus dos poemas premiados. El Casino Español le otorgó por
aquellos días una medalla de oro y lo nombró su socio honorario.
Quien de modo tan gárrulo rendía homenaje a la Madre Patria era nada menos que el nieto
del héroe y tribuno muerto en el combate del Callao el 2 de mayo de 1866. Su poema venía a
unirse al que Luis Benjamín Cisneros escribiera sobre Alfonso XII, a algunos versos de José Santos
Chocano, sobre todo en su libro Alma América, y a la oratoria de algunas actuaciones solemnes
(ninguna acaso tan celebrada como el homenaje del Ateneo de Lima a Ramón Menéndez Pidal
en 1905) para incrementar prestigiosamente el sector hispanista de la literatura peruana.
Poco después, el cantor de la juventud y de España publicó sus dos primeros libros de poe-
mas: Bajo la luna en 1911 y Jardín cerrado en 1912, donde predomina un lirismo con influencia
de Juan Ramón Jiménez.

(1) En los artículos titulados "José María Eguren y la nueva poesía" Amauta Nº 3, noviembre de 1926, y "Elogio y elegía de José
María Eguren", Amauta Nº21, febrero-marzo de 1927, este último incluido luego en el libro Equivocaciones, el autor del presen-
te libro trató extensamente de este poeta.

242 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


En julio de 1912 tuvo lugar en Lima el tercer congreso de estudiantes americanos. Acudieron eStaMpaS lIMeñaS
a él delegados de Uruguay, Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Panamá y otros países. En la recepción
que se les brindó hubo manifestaciones en las calles de Lima y Callao. Las actuaciones, veladas
y banquetes con muchos discursos se sucedieron. Una conciencia “generacional” unificaba a los
estudiantes, si bien no había llegado aún la época de la solidaridad juvenil con las reivindicacio-
nes sociales.
El concurso entonces abierto para el himno de la juventud terminó con la obtención del
premio para la música por el chileno Enrique Soro y el de los versos al poeta peruano José
Gálvez. El coro de esta canción, hoy olvidada, dice:

Juventud, juventud, torbellino,


soplo eterno de eterna ilusión,
fulge el sol en el largo camino
que ha nacido la nueva canción

En 1921, el año de centenario de la independencia, apareció la colección de artículos de José esta obra del escritor y
Gálvez titulada Una Lima que se va. Gálvez en esta obra, como después, en Estampas limeñas político tarmeño José
(Lima, 1935), evocó costumbres, escenas o modos de ser arrollados o desvanecidos por la inva- Gálvez (1885-1957) fue
sión del progreso y de la vida moderna. publicada en 1935. en
Publicado en el mismo límite cronológico que vino a separar la transformación de la vida ella su autor hacía
capitalina cuyo primer impulso se iniciara en 1895 para aclararse a partir del año del centenario, referencia a usos y
Una Lima que se va viene a ser un documento social a la vez que un testimonio literario. El pro- costumbres de los
saísmo que suelen tener los escritores costumbristas no era visible en sus páginas porque el limeños que habían
autor las humedecía con la emoción poética de los recuerdos de su niñez y de su hogar. empezado a desaparecer
Gálvez exaltó sobre todo la tradición republicana y no fue un nostálgico de la proveniente con la llegada del
de la época del Virreinato, a pesar de su hispanismo sentimental. Su añoranza no estuvo acom- progreso. Junto a su
pañada por el enojo o el disgusto ante las creaciones del presente y del porvenir. Y aunque su obra una lima que se va
linaje era preclaro, ninguno de sus blasones resulta equiparable a la gloria de su abuelo José de 1921, este libro es
Gálvez Egúzquiza, el maestro liberal y héroe del 2 mayo de 1866, de su tío abuelo Pedro Gálvez considerado un
Egúzquiza, eminente hombre público y de su tío José Gálvez Moreno, héroe en la guerra con importante retrato
Chile. Por otra parte, el hogar y la niñez, por él con tanto cariño evocados, habían estado circun- social de la capital a
dados por la pobreza que conoció también durante muchos años más, vívidos en la condición finales del siglo XIX e
de gañán de la pluma en La Crónica, Variedades y otros periódicos. inicios del siglo XX.
Gálvez no llegó a editar su anunciado libro Paz aldeana en el que debieron predominar ver-
sos de tipo descriptivo y colorista. El soneto “El caballo de paso” fue muy elogiado dentro del
género criollo. Intentó, además, la novela corta en el relato La boda, de ambiente tarmeño. En su
tesis universitaria Posibilidad de una genuina literatura nacional (Lima, 1915) hizo, aunque sin
investigación profunda, interesantes consideraciones teóricas sobre un asunto del cual casi toda
su obra como escritor tendría que ser examinada. El segundo gobierno de José Pardo lo nombró
cónsul en Barcelona y allí, entre 1917 y 1920, efectuó labor meritoria y estuvo en relación con
personalidades de la vida catalana.
De regreso al Perú, llegó a ser alcalde de Tarma en 1921. En 1926 perteneció a la Comisión
Jurídica que viajó a Arica durante la campaña plebiscitaria y dirigió el periódico Justicia.
Catedrático de literatura antigua en la Facultad de Letras, su contacto con la poesía clásica influ-
yó en algo, más tarde, en su oda pindárica a Grau. Elegido decano de esa Facultad entre 1928 y
1930, inició la publicación de la revista Letras.
Después de 1930 tomó creciente relieve dentro de su personalidad la acción cívica. Fue
como si, después de haberse colocado en algunos de sus libros, como Una Lima que se va, cerca
de Ricardo Palma, hubiese querido inspirarse también en la otra gran figura que tanto admiró:

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 243


Al i
LA LITERATURA PERUANA A COMIENZOS DEL SIGLO XX cua

Las tendencias
En pos de un acercamiento hacia nuestra realidad, los escritores peruanos transitaron por diversas tendencias que
convivieron sin un orden cronológico riguroso y que, en muchos casos, terminaron por otorgarnos un enfoque
maduro con una notable riqueza literaria en sus diversas expresiones.

REALISMO ROMÁNTICO REALISMO REGIONALISTA REALISMO SOCIAL


Estas obras, como su nombre Se desarrolla a partir de las invocaciones El compromiso político adquiere
lo indica, son de orientación de González Prada en favor de una mayor protagonismo al proponer
realista pero se permiten narrativa realista. Está circunscrito al las desigualdades sociales como
apelar a recursos del ámbito rural y en sus obras se retrata la tema eje de sus obras. Sus historias
romanticismo. Tienden hacia dureza de la vida en el campo y la se ambientan en ámbitos tanto
una temática costumbrista. problemática del campesinado. rurales como urbanos.

MODERNISMO POSMODERNISMO VANGUARDISMO


El eclecticismo define a este La propuesta modernista se debilita Está caracterizado por el
movimiento alimentado por y entra en decadencia a pesar de rompimiento definitivo con los
escuelas que buscan alejarse del que los autores más importantes paradigmas. La sensación de crisis
realismo (parnasianismo, aún mantienen rasgos de esta en las bases sociales, políticas,
simbolismo, impresionismo y estética. Es un período de transición estéticas, etcétera, fue percibida
decadentismo). Retoma algunos hacia el vanguardismo y el realismo por nuestros autores y expresada
matices del romanticismo. regionalista. en novedosas propuestas.

CLORINDA MATTO
(1854-1909)
Leyenda Se le considera una autora de
Imagen del transición entre el
Nombre del autor (fecha
autor Realismo romántico costumbrismo y el realismo
de nacimiento y deceso)
de denuncia social.
Realismo regionalista
Tradiciones cuzqueñas
Nombre del autor
(1872-1946)
Realismo social (1884-1886)
Breve reseña Breve reseña se sus
Modernismo Aves sin nido
características y/o
aportes a la literatura (1889)
Nombre de
Nombre de la obra
Posmodernismo
la obra (1904) Índole
Vanguardismo (1891)
Herencia
Año de publicación (1893)
El color
corresponde
al estilo
CLEMENTE PALMA
(1872-1946)
Hijo de Ricardo Palma,
fue editor de diarios y
MANUEL GONZALEZ PRADA revistas, además de
(1844-1918) destacado narrador.
Precursor del modernismo en el Perú.
Cuentos malévolos
Su visión antihispanista, anticlerical y
(1904)
anticostumbrista influyó de forma
determinante en los autores del siglo XX. Mors ex vita
Su llamado a entender a nuestra serranía (1923)
como el "verdadero Perú" sentó las bases Historietas malignas
para el tratamiento del tema indigenista (1925)
en términos de problemática económica,
social y política. XYZ, novela grotesca
(1934)
In
Fu
Ri

244 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


Al iniciarse el siglo XX, nuestro país contaba una notable generación de escritores. Sus obras destacan no solo por sus
cualidades estéticas, sino además porque ofrecen un amplio panorama de la realidad urbana y rural.

ABRAHAM VALDELOMAR
(1888-1919)
Su obra discurre entre el
E. LÓPEZ ALBUJAR tratamiento modernista y el
(1872-1966) realismo regional.
Con su obra, la tendencia
indigenista en la literatura La Mariscala
peruana adquiere madurez. (1914)
Cuentos andinos El Caballero Carmelo
(1920) (1918)
De mi casona Belmonte, el trágico
(1924) (1918)
Matalaché
(1928)
De la tierra brava
(1928)

CÉSAR VALLEJO
(1892-1938)
Es uno de los poetas más
representativos del vanguardismo
JOSÉ SANTOS CHOCANO poético que surgió tras el término de la
(1875-1934) Primera Guerra Mundial. Nacido en la
Poeta que retoma el pobreza del medio rural, supo hacerse
"americanismo" con un estilo un sitio en el ámbito literario nacional a
muy peculiar. Tuvo varios pesar de la incomprensión de las
seguidores. mentalidades convencionales que
Alma América veían despectivamente su trabajo.
(1906) Como hombre de su tiempo Vallejo
Iras santas estuvo inmerso en el agitado clima de
(1895) cambios sociales y políticos de
comienzos del siglo XX. Pese a ello, no
El canto del siglo permitió que las dogmáticas consignas
(1901) estropearan el carácter realmente
Ayacucho y los Andes revolucionario y original de su
(1924) propuesta literaria.

Los heraldos negros


(1918)
Trilce
(1922)
Escalas melografiadas
(1923)
El tungsteno
(1931)
Rusia en 1931 / Reflexiones al
pie del Kremlin (1931)
Poemas humanos
(1939)
España, aparta de mí este cáliz
(1939)
Infografía: Raúl Rodriguez
Fuentes: Jorge Basadre,Historia de la República del Perú, tomo 16 /
Ricardo Gonzáles Vigil, Enciclopedia tematica del Perú, tomo 14.

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 245


VentuRa GaRcía Nicolás de Piérola. Miembro de la Junta de Gobierno de 1931, artífice del Frente Democrático
caldeRÓn ReY Nacional en 1945, vicepresidente de la República, vencedor en las elecciones parlamentarias de
(1886-1959) Lima en 1956, ocupó lugar destacado en la historia política cercana a los días de hoy.

[V]
VentuRa GaRcÌa caldeRÒn.- Ventura García Calderón, hijo de Francisco García Calderón
y hermano de Francisco, José y Juan García Calderón, nació en Lima el 23 de febrero del 1886,
viajó a Europa en su primera juventud y fue canciller del consulado en París, secretario de la
legación de España, cónsul en El Havre y encargado de negocios en Bélgica hasta terminar su
carrera diplomática como ministro en Bélgica y en Suiza y embajador ante la Unesco.
Por otra parte, a veces paralelamente a esta larga carrera diplomática en una circunscrita área
geográfica y, a veces, en reemplazo de ella (pues, en la época de Leguía los dos hermanos García
Calderón renunciaron altivamente a sus cargos) hizo Ventura una activa vida periodística y literaria.
Fue, en Paris, director o animador prominente de las revistas América Latina, Revue de l’Amerique
Latine, Hispania, Mundo Ibérico, Revue Latine, Revista de América. Colaboró en diarios de Venezuela,
escritor y diplomático Cuba, México, Argentina, Nueva Orleáns y Lima. Vivió y se familiarizó a través de largos años con un
peruano, hijo del ambiente mucho más difícil y complicado que el de la mayor parte de sus compañeros limeños
presidente Francisco García de generación y de sus compatriotas de más jóvenes promociones intelectuales.
calderón. estudió en el Su primer libro, Frívolamente (París, 1908), reunió una serie de crónicas sobre la feliz vida
colegio de la Recoleta y en parisina de principios de siglo, o sea sobre lo que se ha llamado la belle époque. En Bajo el clamor
San Marcos. no completó de las sirenas (París, 1920), en La verbena de Madrid (París, 1920) y Sonrisas de París (Buenos Aires,
sus estudios, pues sus 1926) hay documentos análogos sobre los años de la primera guerra mundial y los que siguie-
labores diplomáticas lo ron inmediatamente.
llevaron a parís (1906- La primera muestra de su vocación de critico la dio en Del romanticismo al modernismo (París,
1910), londres (1911), 1910), libro en que hizo una glosa, muy bien escrita, de la tesis de Riva-Agüero sobre la literatura
Madrid (1914-1916) y Bélgica del Perú independiente. Trozos de investigación original hay en la apretada síntesis titulada
(1916-1921). tras la caída de Literatura peruana (1535-1914) (Nueva York-Paris, 1914). Con páginas felices sobre algunas figu-
leguía representó al perú ras intelectuales de este país como Ricardo Palma y Manuel González Prada, su contribución
en Río de Janeiro (1932- sobre las letras americanas es muy importante. Figuran en ella un esquema acerca de la literatu-
1933), polonia (1935), ra uruguaya (Nueva York-París, 1917) el libro Semblanzas de América (Madrid, 1920) y otros traba-
Bélgica (1935-1939), parís jos. Sus semblanzas sobre Rubén Darío y José Enrique Rodó tienen jerarquía antológica. En 1922
(1940-1949), portugal (1941) dirigió al hispanista inglés James Fitzmaurice-Kelly una larga carta en francés para defender el
y Suiza (1949). entre sus idioma español moderno, rejuvenecido y vivaz, abierto a las influencias de las nuevas épocas,
obras más conocidas se que fue todo un manifiesto, una declaración de principios de una generación. Al español clásico
encuentran parnaso también consagró interés cuidadoso, como lo revelan un ensayo que escribió sobre la novela
peruano (1910), los mejores picaresca a propósito de El buscón y el deliberado estilo obsoleto de algunas de sus crónicas.
cuentos americanos (1915) y Que, por otra parte, solía ocultarse en tan atildado estilista un feroz ardor polémico, está demos-
Récits de la vie trado por algunos de los ataques que dedicó a enemigos literarios o personales, como sus
américaine (1925). invectivas a Ricardo León y el dantesco paseo por el infierno de los escritores que hizo en el
admirable prólogo al libro Deucalión, de Alberto Guillén.
En Cantinelas (París, 1920) reunió bellas poesías y prosas líricas ubicables dentro del moder-
nismo con reminiscencias románticas. Cinco años más tarde, en 1925, publicó en Costa Rica
otros fragmentos del mismo género, atribuyéndolos a Omar Khayyam en una “traducción direc-
ta del persa”. La superchería tuvo éxito.
Dolorosa y desnuda realidad (Paris, 1914) fue una colección de cuentos de tipo cosmopolita
y decadente. García Calderón volvió más tarde, con intermitencias, a cultivar este género en el
que gusto presentarse como un hombre de mundo un poco cínico y un poco sentimental. La
venganza del cóndor (Madrid, 1924) y Danger de mort (París, 1926) abrieron para él el filón

246 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


copioso de los cuentos peruanos y alcanzaron casi instantáneamente, un gran éxito europeo.
García Calderón fue, por estas narraciones, traducido al inglés, al alemán, al italiano, al yugoslavo
(sic), al ruso, al checo, al polaco y a otros idiomas. Hubo quien lo comparó con Kipling. No falta-
ron sin embargo, sobre todo en su patria, los escépticos ante este residente impertérrito en París la venGanZa del
que, de pronto, comenzó a escribir sobre la sierra andina, sobre la selva amazónica y sobre las
zonas rurales de la costa en el Pacifico peruano. La tendencia general es, hoy, sobre todo entre
cóndor (Madrid,
un sector de la gente joven, a despreciar estos relatos. Sin embargo, no es exacto que Ventura 1924) y danGer
García Calderón ignorara en absoluto el ambiente que trató de describir. En el cuento “Isabel” de Mort (parís,
alude a su viaje a Huaraz en 1911 y a su amigo de entonces el poeta Navarro Neyra. Muchos
argumentos debieron ser proporcionados, siquiera en parte, por amigos, entre ellos Benito
1926) abrieron
Lores; ”La batalla de la quinina” surgió de lo que le narrara el mariscal Óscar R. Benavides. No para (...)
puede negarse, por otra parte, que en muchos casos imperó la fantasía y, a veces, un prurito de [ventura García
impresionar y hasta de horrorizar. El artificio o “snobismo” literario lo llevó en ocasiones a entrar
en concesiones a lo que podría llamarse en Europa el “exotismo”, quizá a caza de lectores. calderón] el
Algunas de las narraciones de Ventura son como si Baca Flor, el artista peruano que se radicó en Filón copioso de
París, hubiera pintado lienzos sobre los indios a la manera de los cuadros sobre España de
Federico Beltrán Masses, a quien este escritor admiró con desmesura. Beltrán Masses, precisa-
los cuentos
mente, hizo el dibujo que adorna el libro En la verbena de Madrid. peruanos y
Pero el crítico sereno no debe actuar con precipitación. En la pulcra prosa de Ventura hallará alcanZaron (...)
aquí que no son escasas las voces quechuas, las poesías o cantares en ese idioma y los criollis-
mos (de pronto tropezamos con frases como esta: “San Fregarse no trajo vigilia”). Hay también un Gran ÉXito
bellas descripciones de paisajes. El autor gusta de la violencia. La muerte es prodigada en asesi- europeo.
natos por el revólver, el arma blanca o el veneno. El adulterio figura como asunto frecuente y,
cuando es descubierto, se paga con la vida. La soberbia aparece como un factor determinante.
García calderón
No faltan los raptos, los estupros, las violaciones. Pero a pesar de que suele haber exageración, Fue, por estas
como que la finalidad es entretener pensando acaso en un mercado internacional, aparecen las narraciones,
notas de color local y de fuerza psicológica. Entre los personajes preferidos están los hacenda-
dos y los viajeros (en cuanto a los primeros, si algunos pueden parecer inverosímiles, precisa-
traducido al
mente cuando Ventura publicaba sus primeros libros de cuentos peruanos tenían lugar las inGlÉs, al
legendarias peripecias de Eleodoro Benel en el departamento de Cajamarca). Casi ningún indio aleMÁn, al
recibe nombre propio. Un ambiente de opresión social surge sin esfuerzo para disimularlo. Cabe
mencionar, a este respecto, cuentos muy elocuentes: “La venganza del cóndor”, “Fue en el Perú”, italiano, al
“La postrera amiga”, “El pecado de la raza”. Hay sabrosas descripciones de procesiones serranas yuGoslavo (sic),
(“Amor indígena”), de tambos de aldea, de caminos en las montañas. “Viernes Santo criollo” es
un jocundo cuadro de costumbres. Se destacan las siluetas de los señores feudales, los curas
al ruso, al
concubinarios y los indios sometidos. Nada indica que la situación puede mejorar. Los cuentos cHeco, al polaco
de Ventura García Calderón suministran muchas veces una visión gamonal de la vida peruana. y a otros
Los cuentos amazónicos no dan una visión mágica o un sentimiento místico de la selva. Pintan,
sobre todo, la debilidad del hombre o los peligros que lo circundan en una naturaleza agobiante idioMas.
y destructora (salvo “La cabeza reducida”, que vuelve al tema, bastante usado, del veneno).
De Juan de Alloza ha tomado Ventura el relato para la bella estampa “El escultor de la virgen”,
cuyo ambiente es colonial; y evoca el mismo ambiente “Clavel”, muy armoniosamente escrito
para hacer aparecer a Santa Rosa.
En una sinopsis sobre la obra de este autor no debe ser omitida, por último, la tenaz difusión
que hizo de diversos clásicos peruanos y americanos en pulcras ediciones. Su “Biblioteca de la
Cultura Peruana”, con todas las omisiones en ella detectables, no ha sido superada.
Pertenece Ventura García Calderón a la literatura peruana, a la hispanoamericana y a la france-
sa; llegó a escribir directamente en ese idioma y fue leído en múltiples otros. Señala un hito en la
historia de la prosa en castellano: la caudalosa vena que provenía de España y también de la

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 247


aBRaHaM abundancia verbal americana sometida al tratamiento de la inspiración modernista y del gusto
ValdeloMaR afrancesado y que sabe desfilar a menudo a paso de parada. Representa (junto con Francisco
(1888-1919) García Calderón, Gonzalo Zaldumbide, Hugo Barbagelata, A. Zárate Fombona y otros) un tipo hoy
casi desaparecido de personaje para quienes París era anticipo del paraíso. Diplomático, hizo suyo
el precepto de que dicha ciudad bien vale una misa, aunque reemplazó ese símbolo religioso por
otros más profanos. Amó tenazmente, a su manera, al Perú entrañable, en su pasado deslumbra-
dor y en su leyenda, si bien no quiso sufrir en su suelo y bajo su cielo las pequeñeces y los afanes
de todos los días. Periodista y artista, jornalero de la pluma y estilista consumado, cronista, crítico,
historiador, cuentista, poeta, funcionario público y hombre caudaloso y apasionado.

[ VI ]
aBRaHaM ValdeloMaR.- Abraham Valdelomar, nacido en Ica el 16 de abril de 1888, se
educó en el Colegio Guadalupe, apareció corno caricaturista en las revistas Aplausos y Silbidos,
Actualidades, Monos y Monadas, Cinema, Gil Blas y Siluetas entre 1907 y 1909 y figuró luego como
escritor en Contemporáneos, Ilustración Peruana, Variedades y El Diario. Participó en la moviliza-
el escritor y político ción bélica de 1910 y escribió entonces las crónicas “Con la argelina al viento”. En la campaña
iqueño estudió en el electoral de 1912 fue fundador y presidente del Club Universitario Billinghurst Nº 1 .Secretario
colegio nuestra Señora del nuevo Presidente en 1912 llegó a ser luego director de El Peruano y, posteriormente, en 1913,
de Guadalupe y en la secretario de segunda clase en la legación del Perú en Italia. Desde este país envió al diario oficial
Facultad de letras de La Nación unas bellas crónicas sobre Roma.
San Marcos. publicó En un concurso abierto por dicho periódico, en enero de 1913, obtuvo el primer premio el
ilustraciones caricaturas cuento de Valdelomar titulado El Caballero Carmelo. Esta producción abre una nueva etapa lite-
y artículos en varios raria en el Perú: la del cuento criollo con sentido depurado y moderno del gusto y del estilo.
medios de la capital, y Valdelomar evoca con ternura y sencillez la vida de la infancia, del hogar, del puerto de la pro-
en 1912 fue designado vincia. Su prosa está hecha con las risas y los sueños de ayer. Aparece como trémulo poeta al ser
director de el peruano. pintor de costumbres y al embellecer sus páginas poniendo en ellas como un marco el paisaje
al año siguiente fue de la región de Pisco. Introduce al niño en el cuento peruano.
enviado en misión Valdelomar (que era por ese entonces secretario de José de la Riva-Agüero) publicó en 1915
diplomática a Italia. a su la biografía La Mariscala sobre Francisca Zubiaga de Gamarra, ensayo honesto en su propósito,
regreso inició una bello en su estilo, aunque a veces excesivo en sus alardes retóricos y débil en su documentación,
intensa actividad si bien acertado por el hecho de redescubrir esta interesante figura republicana.
literaria y cultural. en Ya se han mencionado en el capítulo que alude al periodismo en la época aquí tratada, la
1916 fundó la revista aparición de la revista Colónida, de Valdelomar, en 1916, de singular importancia histórica en la
colónida. en 1919 fue lucha para modernizar la literatura peruana.
elegido diputado por Ica. El pintor argentino Svetozar Franciscovich llegó a lima, de paso a Nueva York, en febrero de
entre sus obras más l916 e hizo una exposición de sus obras. Eran ellas paisajes andinos en soledad y silencio. Teófilo
importantes están la Castillo las elogió en Variedades, por su técnica llena de gracia, vida y dinamismo, su sentimiento
Mariscala (1914), el decorativo de la línea, su potencia de visión del color. Franciscovich, según el crítico peruano, era
caballero carmelo (1918) un “maestro de sinfonía patetista”.
y los hijos del sol (1921). Abraham Valdelomar encabezó, desde Colónida, un movimiento de acerba crítica a este mismo
artista que se limitaba a la “pintura bonita” para exaltar, en cambio, al catalán Roura Oxandaberro
como símbolo del impresionismo. La polémica entre ambos contrincantes alcanzó virulencia.
Castillo fue acusado de retrógrado; y él habló de los ignaros con un poco de turismo europeo y de
quienes tenían aficiones y conocimientos artísticos por intuiciones y conversaciones. Según este
critico (y aquí se equivocó) el impresionismo había aparecido en el Perú en algunas telas de
Francisco González Gamarra y en las de Ricardo Flórez. Probablemente ninguno de los adversarios
en la polémica sobre arte encendida en 1916 tuvo razón. Valdelomar encarnó el eterno anhelo
renovador y Castillo el vano respeto a las tradiciones artísticas; pero ni Franciscovich ni Oxandaberro

248 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


[1] CÉSAR VALLEJO.
Nacido en Santiago
de Chuco (La
Libertad), César
Vallejo (1892- 1938) (1)
es considerado el más
importante poeta
peruano de todos los
tiempos. Su primer
libro de poemas es
Los heraldos negros,
de 1918. En 1922
publicó la que es
considerada su obra
cumbre, Trilce (2). En
1923 emigró a Europa,
donde alcanzó
reconocimiento por
su talento en círculos
intelectuales de
España y Francia.
Abajo, a la derecha
(3), un esbozo de su
rostro, firmado por
Garreaud.

[2] [3]

[ capítulo 7 ] adenda 249


el caBalleRo eran pintores de gran categoría. Algún tiempo después este último se dirigió al Ecuador, donde se
caRMelo dedicó a vender productos farmacéuticos.
En setiembre y octubre de 1916 se produjo una polémica sobre las generaciones literarias
jóvenes o viejas. Intervinieron allí Enrique López Albújar, Abraham Valdelomar y Federico More. El
primero defendió desde La Prensa los valores del pasado y atacó a nuevos iconoclastas. El segun-
do sostuvo que solo en aquellos días se había podido lograr un prístino concepto del arte y
condenó las limitaciones pobres de antaño, aunque hizo, sin embargo, la salvedad de algunos
hombres ilustres. También en este caso el debate fue ocioso. Hay buenos y malos escritores en
todas las épocas. No por creerse uno más, se es más. El espíritu de cizaña y de pugna es un mal
que las luchas políticas contagian a los artistas. Todos ellos acaban por ingresar en la historia y
hermánanse ante sus ojos, aun los que la niegan y escarnecen. Valdelomar, el joven desafiante
de entonces, es hoy uno de los “viejos” cronológicamente. Salvo uno que otro caso de excepción,
la obra de los escritores peruanos hay que leerla con los ojos de la historia. En lo que, a pesar de
todo, Valdelomar tenía razón, era en que, en general, la generación de la segunda década del
siglo XX poseía un gusto y una sensibilidad más depurados que sus antecesoras, del mismo
esta obra de abraham modo como ha sido superada por quienes han venido después. Como analogía para este fenó-
Valdelomar, publicada meno tan sutil puede ponerse la diferencia entre la poesía de Núñez de Arce y la de Rubén Darío,
en 1948 en lima, reúne entre el gusto por el toreo de Faico y Bonarillo y el de Joselito y Belmonte, entre la afición por los
sus primeros cuentos, bailes escénicos a fines del siglo XIX y comienzos del XX y el ballet a partir de Ana Pavlova.
que se caracterizan por En 1918, bajo el título de El Caballero Carmelo juntó Valdelomar una serie de cuentos de su
la evocación infancia provinciana, de polémica política, de inquietud metafísica y también de preocupación
melancólica que hace el moderna y afán de exotismo centrado en los llamados “cuentos yanquis”. Asimismo en 1918 apa-
autor de lo vernacular. reció su obra Belmonte el trágico, interpretación estética del toreo, pobre en los conceptos y en la
el nombre de este cultura de carácter filosófico, atrayente y original en el análisis de este arte y de la personalidad del
volumen es también el gran torero español. Constituyó un esfuerzo para dar calidad estética al comentario taurino, gene-
de su cuento más ralmente de bajo nivel en crónicas y glosas de prosaico tecnicismo o de hueca retórica.
popular, escrito durante Periodista fino en La Prensa y otros órganos de publicidad, dueño de una incontenible voca-
su labor diplomática en ción literaria, espíritu inquieto, demostró ser capaz de cultivar, simultánea o sucesivamente, la
Italia, en 1913, y biografía con atisbos de lo que se llamó más tarde la biografía novelada, la novela corta, el
publicado en el diario cuento de múltiples facetas, la crítica artística, la arenga cívica, el aforismo lírico, el teatro, una
la nación. con este poesía dulce y humana y el ensayo literario. A propósito de este último, Estuardo Núñez ha rei-
relato, Valdelomar ganó vindicado, dentro de la obra de Valdelomar no agrupada todavía en libro, los artículos de conte-
el premio nacional nido estimativo y crítico, muchas veces en un plano estético y de personal teoría con un lauda-
de cuento. ble afán de renovación y superación de cánones tradicionales y caducos. Dentro de ellos ubica
piezas como los apuntes sobre psicología del gallinazo y del cerdo y crónicas sobre problemas
estéticos (pintura, danza, fotografía, teoría poética y otros temas), sobre buenas y malas costum-
bres (el barrio chino y sus fumaderos) y sobre evocación histórica, así como las impresiones de
viaje. Aunque una investigación minuciosa ha de analizar si este tipo de trabajo periodístico no
fue hecho también por otros escritores de la misma generación (Mariátegui, More, Alfredo
González Prada, Alberto Ulloa Sotomayor, Félix del Valle o algunos más) ello no restaría a los
aportes de Valdelomar su estilo inconfundible y sus enfoques originales. En todo caso, con más
valor que tratándose de otros escritores, la obra de Valdelomar abarca no solo sus libros accesi-
bles que ya han alcanzado sucesivas ediciones en una popularidad singular, sino, a veces con
iguales o mejores méritos, la producción, hasta hace poco, dispersa en revistas y periódicos;
como si se tratara de una cultura cuyas suntuosas joyas estuviesen solo en parte exhibiéndose
en los museos y, en parte, todavía siguieran enterradas entre ruinas y desperdicios.
Escandalizó, además, Valdelomar a la gente pacata de Lima con sus alardes de admiración a
sí mismo, con sus gestos de gran señor, con sus ademanes de snob y de dandy. Fue así como se
besó las manos en homenaje de admiración, contrató un cirujano para que engarzara una

250 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


esmeralda en la falange de su dedo, operación por cierto imposible; escogió a veces indumen-
tarias extravagantes; se paseó con una magnolia en el ojal; pronunció discursos en alabanza
propia y tuvo sin recato el culto de los paraísos artificiales. A un poeta provinciano (la anécdota
ha sido personalizada, sin confirmación, en César Vallejo) sorprendió con las palabras: “Puede (…) no obstante
usted irse a su tierra diciendo que tuvo el honor de estrechar la mano de Abraham Valdelomar”.
Insolencias y alardes que él trató de explicar con la aseveración de que eran bromas para llamar
Que reMó
la atención del vulgo sobre él, algo así como los trucos que emplean los fotógrafos con los niños. durante
Recibió influencias de D’Annunzio y de Wilde y se anticipó en ciertos esbozos a Pirandello y a MucHos aÑos en
Gómez de la Serna. Tuvo, no obstante que remó durante muchos años en las galeras del perio-
dismo, afán por la belleza, incesante voluntad de imaginar y crear, culto por lo nuevo, esfuerzo
las Galeras del
continuo por lograr una obra depurada, sentimiento poético auténtico. Mientras otros, en lo que periodisMo,
escriben siempre o a veces, dan un color gris y suenan como el pasar de una tropa anónima, en (tuvo
él hay, hasta en cualquier modesta crónica de periódico, destellos de luz como un aire cantado.
No solo fue un gran aficionado al manejo de las palabras, sino sintió entrañablemente su volup- valdeloMar)
tuosidad, el placer de su juego, la intuición de su íntimo y musical sentido, la pasión de engarzar aFan por la
en ellas nuevas ideas o frescas impresiones o inesperados puntos de vista.
Otras de las notas características de Valdelomar, acentuada en los últimos años de su vida,
belleZa,
fue la ternura por el cielo, el aire, el mar, la tierra y la gente del Perú. A fines de 1918 realizó una incesante
gira por el norte del país con el propósito de dar conferencias. Estuvo en Huacho, Trujillo, voluntad de
Ascope, Salaverry, Pacasmayo, Chilete, Cajamarca, Chepén, Guadalupe, Zaña, Chiclayo, Eten,
Piura, Sullana, Catacaos, Muñuela, Sechura. También al empezar 1919 visitó Ica, Pisco, Mollendo, iMaGinar y
Arequipa, Cuzco, Puno, Sicuani y Moquegua. Algunos creyeron que viajaba por cuenta de algún crear, culto
político, si bien las conferencias no hicieron propaganda a nadie. Otros pensaron en los móviles
económicos, aunque Valdelomar no cobró a los obreros ni a otras gentes del pueblo. En un
por lo nuevo,
artículo que publicó a su regreso a Lima dijo: “Cuando sepáis, ¡oh vosotros que preguntáis por esFuerZo
qué se viaja y se va y se cambia y se enseña y se apostoliza y se llora y se canta!; cuando sepáis continuo por
darle todo su valor a esta palabra de ocho letras: Angustia; cuando sepáis darle su valor justo a
esta palabra de seis: Patria; cuando sepáis el sentido exacto de esta obra de cuatro: Arte; cuando
loGrar una
aprendáis, ¡oh preguntadores insensatos!, ¡oh queridos animales de mi corazón! el significado de obra depurada,
estas palabras que para vosotros no tienen sino un valor fonético o visual y que son, apenas, sentiMiento
caprichosas filas de letras; cuando comprendáis su trágica sustancia…entonces, queridos pre-
guntadores no volveréis a preguntar”. poÉtico
Los temas de las conferencias fueron estéticos, cívicos, patrióticos; también propugnó ideas autÉntico.
de progreso social, mejoramiento de los obreros y condena de los políticos tradicionales. Acuñó
la frase “Patria Nueva”.
En un reportaje escrito por César Vallejo, en febrero de 1918, este dio a conocer el plan que
Valdelomar, él esbozó acerca de la creación de un gran movimiento intelectual de estructura
federativa, capaz de incorporar a los más significativos espíritus del Perú, cuyo fin era trabajar en
pro del alumbramiento de la conciencia nacional y, dentro de esta tarea, por la culturización
integral de las masas. El vehículo del pensamiento de tal empresa debía ser una revista nueva,
Colónida remozada y superada, con el título de Patria. Los viajes de Valdelomar por el norte en
1918 y los acontecimientos políticos de 1919 contribuyeron a que tan ambiciosa iniciativa que-
dase postergada.
A través de un reportaje publicado en La Reforma de Trujillo en mayo de 1918, él mismo
afirmó: ”Tengo en prensa Belmonte el trágico, Neuronas, libros de filosofía, y Fuegos fatuos, colec-
ción de ensayos de humour. Y listos para entregarlos, un libro de leyendas incaicas, Los hijos del
sol, una colección de novelas cortas, La ciudad de los tísicos, un libro de crónicas, Decoraciones de
ánfora prologado por José Vasconcelos, el magnífico esteta mexicano, mi tragedia Verdolaga y
mis tres últimas novelas: El príncipe Durazno, El extraño caso del señor Huamán y un título

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 251


EGUREN VISTO POR VALLEJO

ILUSTRATIVA
ENTREVISTA AL
POETA JOSÉ MARÍA
EGUREN REALIZADA
" El gran simbolista de ‘El Dios de la
centella’; me dice con cierta
amargura:

–¡Oh, cuánto hay que luchar; cuánto se


relaciones con los intelectuales de esos
países. En lo demás, ya veremos, ya
veremos, pues todavía…

(Por mi mente pasan dolor y el genio


POR CÉSAR VALLEJO me ha combatido! Al iniciarme, amigos incomprendido, por su siglo de
EN 1918 PARA LA de alguna autoridad en estas cosas, me Verlaine, de Poe, de Baudelaire.)
desalentaban siempre. Y yo, como
REVISTA LA SEMANA usted comprende, al fin empezaba a –¿Y en Trujillo?-me pregunta Eguren
DE TRUJILLO. EN creer que me estaba equivocando. con vivo interés.
ELLA QUEDAN Sólo, algún tiempo después, celebró
PATENTES LAS González Prada mi verso. (…) Yo ante esta pregunta me turbo; y sin
hallar cómo salir del paso, me revuelvo
DIFICULTADES PARA
El poeta Eguren es de talla mediana. En y cambio de actitud en el diván, hasta
ALCANZAR EL su rostro de noble tono blanco algo que, al fin, como alentado súbitamente
RECONOCIMIENTO tostado, sus treinta y seis años balbu- por un recuerdo, le respondo:
COMO ESCRITOR O cen ya algunas líneas otoñales. Sus
POETA EN EL PERÚ: maneras espontáneas, cortadas en dis- –En Trujillo…
tinción y fluidez, inspiran desde el pri-
MUCHAS VECES mer momento devoción y simpatía. Eguren me interrumpe, y me habla de
ESTE ES ALCANZADO los escritores de allá, amigos míos,
PRIMERO EN EL Nos habla; y sus explicaciones de algu- para quienes dedica frases de entusias-
EXTRANJERO Y nos símbolos nos sugieren las más ta elogio.
raras ilusiones. Se me antoja un prínci-
LUEGO EL PROPIO pe que viaja en pos de sacras bayade- –Además- redondea sus palabras con
PAÍS. EN ELLO, ras imposibles. (…). fina galantería- Trujillo es una ciudad
EGUREN Y VALLEJO simpática para mí, y creo que posee
ATRAVESARON –Pero usted ya ha triunfado en toda la bastante cultura. Yo les doy las gracias.
América –le arguyo–. ¿Qué noticias
IGUAL SITUACIÓN.
tiene de afuera? Al despedirme, el día había volado”

–En Argentina, Chile, Ecuador, De: Vallejo, César. “Con José María
Colombia, sé que me conocen y que Eguren”. En: La cultura peruana (cróni-
reproducen con entusiasmo mis ver- cas). Lima: Mosca Azul Editores, 1987,
sos. Mantengo, además numerosas pp.36-37.

252 adenda [ capítulo 7 ]


intraducible”. De todas estas obras, aparte de Belmonte el trágico, solo se publicó en vida de él Los cÉSaR ValleJo
hijos del sol, cuentos cuyo ambiente inca es solo de paramento. La ciudad de los tísicos fue una (1892-1938)
novela juvenil aparecida en Variedades en 1911.
Falleció Valdelomar en Ayacucho el 3 de noviembre de 1919, a los 31 años, cuando había
sido elegido diputado regional. El elegante y genial artista quedó mortalmente herido cerca
de un silo por haberse caído en el pasadizo de un hotel provinciano, como símbolo tremen-
do de que en el Perú pueden surgir las más privilegiadas inquietudes intelectuales, pero que
ellas coinciden con una vida nacional carente, en lo profundo, de servicios y comodidades
elementales (1).

[ VII ]
cÉSaR ValleJo.- César Vallejo fue el undécimo y último hijo del matrimonio de Francisco de
Paula Vallejo Benites con María de los Santos Mendoza, ambos naturales de Santiago de Chuco
e hijos de dos sacerdotes españoles y dos indígenas peruanas. La familia pertenecía a la clase
media baja. De la investigación hecha por André Coyné ratificada por el testimonio definitivo de el más reconocido poeta
Alcides Spelucín, aparece que nació en esa ciudad el 16 de marzo de 1892. Tuvo vida escolar peruano fue oriundo de
anómala e interrumpida quizá por razones económicas. Después de haber pasado por el colegio Santiago de chuco (la
nacional de Huamachuco o por ese entonces, ingresó como ayudante cajero en una hacienda libertad) terminó sus
azucarera de Chicama y como preceptor de los hijos de un rico terrateniente de Huánuco; acaso estudios en la
esta experiencia cercana al drama campesino se proyectó en algo en su obra y en sus inquietu- universidad nacional de
des. Estudiante en la Universidad de Trujillo, trabajó como preceptor en el centro escolar de la libertad en 1915, año
varones Nº 241 (1913-1914) y luego como profesor del Colegio Nacional de San Juan. Hizo ver- en que ganó su primer
sos desde muy joven y por un tiempo fue gran admirador del mexicano Manuel Acuña. concurso de poesía. en
Perteneció entre 1915 y 1918 más o menos a la bohemia intelectual de Trujillo, grupo de gran 1922 publicó trilce un
importancia en la vida cultural del país, de la que también formaron parte Antenor Orrego, hito en la renovación
Alcides Spelucín, José Eulogio Garrido, Víctor Raúl Haya de la Torre, en pugna con el grupo de del lenguaje poético
Víctor Alejandro Hernández; y en ese ambiente amplió su cultura y desarrolló su personalidad. hispanoamericano.
Se graduó de bachiller en Letras en 1915 con una tesis sobre el romanticismo en la poesía cas- en 1923 partió hacia
tellana. Publicó versos en periódicos locales como La Industria, La Reforma, Cultura Infantil, La Francia, donde se
Semana y algunos de ellos fueron reproducidos en Balnearios de Barranco. En 1911 Clemente acercó al marxismo y
Palma había rechazado en Variedades una composición de Vallejo; lo mismo hizo en 1917 con donde, salvo algunos
otra que luego perteneció al libro Los heraldos negros dedicándole un comentario despectivo viajes por europa
que apareció en la sección “Correo franco” de aquella revista y donde aparecían las palabras central, Rusia y españa
“mamarracho”, “adefesio”, “tontería poética”. vivió hasta el final de
A Lima llegó Vallejo en 1918 en fuga después de un incidente producido por los celos de una sus días. entre sus obras
mujer. Ese año (el de la Reforma Universitaria en Córdoba) editó el libro Los heraldos negros y principales se
colaboró en la revista de Mariátegui Nuestra Época. Se ha dicho que esta obra (que circuló solo encuentran los heraldos
en 1919) fue recibida con indiferencia. Alcides Spelucín ha exhumado, sin embargo, los elogios negros (1918). poemas
que recibió de Manuel González Prada, José María Eguren, Abraham Valdelomar, Juan Parra del humanos (1939) y
Riego, Antenor Orrego, Luis Góngora, Ezequiel Balarezo Pinillos. españa, aparta de mí,
En 1920 viajó Vallejo a Santiago de Chuco y fue acusado sin fundamento, con diecinueve este cáliz (1939).
personas más, de los delitos de daño e incendio de una tienda. Preso, fue conducido a la Cárcel
Central de Trujillo. Hubo gestiones de intelectuales y estudiantes en su favor; en octubre de
1921, a los 113 días de permanencia en la prisión, obtuvo la libertad condicional. Este episodio
ejerció gran influencia en su vida. Entonces escribió varios de los poemas de Trilce. En Lima se

(1) Uno de los primeros intentos de dar una visión global sobre la obra de este literato fue el que publicó el autor del presente libro
en el folleto de extrema mocedad intelectual que con acierto tituló Equivocaciones (Lima, 1928).

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 253


LOS HERALDOS dedicó poco después a una vida de bohemia que incluyó el alcohol y las drogas, pero no lo alejó
NEGROS de la creación literaria. Ganó entonces el concurso organizado por la Sociedad Entre Nous con
su relato “Más allá de la vida y de la muerte”.
En 1922 apareció en Lima (con un vislumbre y una valentía heroicos en aquella época) su
libro de poemas Trilce con prólogo de Antenor Orrego, su admirador y consejero de muchos
años. Esta publicación produjo desconcierto. ”El libro ha nacido en el mayor vacío” escribió
entonces Vallejo al mismo Orrego. Y agregó estas bellísimas palabras: ”Soy responsable de él.
Asumo toda la responsabilidad de su estética. Hoy, y más que nunca quizá, siento gravitar sobre
mí una hasta hoy desconocida obligación sacratísima de hombre y de artista, ¡la de ser libre! Si
no he de ser hoy libre, no lo seré jamás. Siento que gana el arco de mi frente su más imperativa
fuerza de heroicidad. Me doy en la forma más libre que puedo y esta es mi mayor cosecha artís-
tica. ¡Dios sabe hasta dónde es cierta y verdadera mi libertad! ¡Dios sabe cuánto he sufrido para
que el ritmo no se traspasara esa libertad y cayera en libertinaje! ¡Dios sabe hasta qué bordes
espeluznantes me he asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo se vaya a morir a
Este poemario de César fondo para mi pobre ánima viva”. A Trilce siguieron en 1923 la colección de relatos y cuentos
Vallejo fue escrito de 1915 titulada Escalas melografiadas así como la narración Fabla salvaje. El 17 de junio de 1923 empren-
a 1918. Consta de seis dió viaje a Europa. El juicio que se le promoviera en Trujillo no había terminado (1).
secciones, de tono desigual. A partir de julio de 1923 empezó para Vallejo en París una existencia acechada por la miseria.
Entre los temas Hizo traducciones, envió crónicas a las revistas de Lima Variedades y Mundial y a El Comercio. Viajó
predominantes se encuentran a España, publicó con Juan Larrea la revista Favorables París Poema y en 1928, atraído por el
el dolor humano, el comunismo, hizo su primer viaje a la Unión Soviética. Junto con Georgette Philippart, que tenía
sufrimiento y la pasión. Aquí entonces algunos medios económicos y que fue la esposa y la compañera en los últimos años
se ve la influencia en Vallejo de su vida, realizó en 1929 la segunda visita a Rusia,
de otros poetas, como el En 1930 apareció en Madrid la segunda edición de Trilce con prólogo de José Bergamín y un
nicaragüense Rubén Darío, el poema-salutación de Gerardo Diego. Este hecho señaló el descubrimiento de Vallejo en España.
uruguayo Julio Herrera y Sindicado como militante del Partido Comunista junto con Armando Bazán y Juan Luis
Reissig y los peruanos
Chocano y Valdelomar. Otros (1) Cuando en 1926 la revista Perricholi inició una encuesta titulada "¿Cuál es, en su concepto, la figura literaria más grande que
poemas tienen una voz ha tenido el Perú?", el autor de la presente obra, entonces muy joven, tuvo la audacia de señalar, el único entre todos los que
claramente original que intervinieron en estos reportajes, los nombres de César Vallejo y José María Eguren. (Las respuestas han sido reproducidas en
anticipa lo que sería su obra Fénix Nº 9, Lima, 1953.)
cumbre, Trílce (1922).

MARTíN ADÁN (1908-1985)


FUE UNO DE LOS
PRINCIPALES
POETAS
CONTEMPORÁNEOS
S u nombre verdadero era Rafael de la Fuente
Benavides. Según José Carlos Mariátegui, su seu-
dónimo fue inspirado por la teoría de Charles
Darwin, como una transición entre el mono Martín, un
personaje del cine mudo y Adán, personaje bíblico.
DEL PERÚ, DE Nació en la ciudad de Lima y estudio Letras y Derecho en
la Universidad Mayor de San Marcos. Trabajó en el
VERSOS MUY Banco Agrícola durante unos años y luego, por encargo
PERSONALES Y de la Biblioteca Nacional, inició la preparación de un
DISíMILES. diccionario crítico-bibliográfico de la literatura peruana,

254 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


Velásquez, fue obligado en diciembre de aquel año a abandonar el territorio francés, y se trasla-
dó a Madrid.
En su primer libro poético, Los heraldos negros, hay huellas de Rubén Darío, quizá de algunos
simbolistas franceses que conoció por antología de Diez Canedo y, sin duda, de Herrera y HoMbre de su
Reissig; pero, al mismo tiempo, aparece un poeta completamente liberado, en plena posesión
de sí mismo, con temas y expresiones nacionales, regionales, populares o indígenas y, a la vez,
tieMpo, valleJo
con un romanticismo esencial, o sea un sentimiento trascendente de desolación mística, una se apasionó por
angustia metafísica que expresa un dolor inmenso y un hondo acento de solidaridad humana. las cuestiones
Pero si Los heraldos negros fue la pugna entre una estética que venía del pasado y otra que otea
el futuro, Trilce (aunque quizá tiene algún reflejo de las innovaciones formales aportadas por el
sociales a partir
ultraísmo) es una violenta ruptura con toda imitación o influencia literaria, una liberación audaz de 1928 y Él, tan
de los cauces usuales del metro y de la rima, a la vez que de la sintaxis y de la lógica aparente. personal y casi
De la “pureza poética” de Trilce a través de su descoyuntado idioma, de su armazón esquelética
ha hablado José Bargamín y José María Valverde ha dicho que en el lenguaje de Vallejo las pala- anÁrQuico
bras se encuentran en un estado que bien podríamos llamar radioactivo, disparándose y saltan- (sedicioso nato,
do de su lugar de clasificación a otros, salidas de sus casillas, con una fuerza de sugestión fantás-
tica y emotiva. Vallejo exhuma palabras antiguas (con lo que evidencia su conocimiento de
insurrecto
algunos clásicos del idioma) o inventa otras nuevas o utiliza, de un lado, términos científicos o total lo llaMa
técnicos y, de otro, expresiones populares y de la vida cotidiana. Pero para él el atuendo verbal Juan larrea)
no importa. Trata de reducir el lenguaje a lo indispensable para alcanzar un meollo o entraña
esencial. Su estilo, brotado del candor y la iracundia, tiene un sentido genésico para las palabras Militó en la
que usa. Pero debajo de todo ello balbucea una vital emoción humana, se arremolinan recuerdo orGaniZación
e imágenes subconscientes, aparecen las huellas de estupendos fracasos, refléjanse experien-
cias de pobreza, prisión y soledad en una vida que no tiene sentido, donde priman el dolor y la
revolucionaria.
angustia que sumen a los hombres en triste orfandad, un mundo hostil cuyo alquiler todos
quieren cobrar, unidos al dulce recuerdo de la infancia y del hogar arrebatados por el tiempo y
a una solidaridad esencial con los que sufren y con los que son oprimidos Muchos poemas son
autográficos; pero estos motivos son una casual para descender a las entrañas más profundas
del ser. Hombre de su tiempo, Vallejo se apasionó por las cuestiones sociales a partir de 1928 y
él, tan personal y casi anárquico (sedicioso nato, insurrecto total lo llama Juan Larrea) militó en
la organización revolucionaria. En artículos y crónicas y también en libros como El tungsteno y

que no llegó a completar. Obtuvo un doctorado en poemas más importantes: “Aloysius Acker”, que revi-
1938, con la tesis “De lo barroco en el Perú”. só en varias oportunidades.
Pocos años después se apartó de toda responsabili- Durante su trayectoria publicó La rosa de la espinela
dad social y se dedicó a la bohemia. Más tarde pasó (1939); Sonetos a la rosa (1941); Travesía de extrama-
a un hospital de reposo, donde recibió en 1956 su res (1950), poemario por el que recibió el Premio
nombramiento a la Academia Peruana de la Lengua Nacional de Poesía de 1946; Escrito a ciegas (1961);
y el Premio Nacional de Literatura de 1974. Su prin- La mano desasida (1961); Canto a Machu Picchu
cipal obra fue La casa de cartón (1928), un relato a (1964), Premio Nacional de Poesía de 1964; La piedra
manera de novela que se convirtió en una obra de absoluta (1966); Mi diario (1966-1967); y Diario de
vanguardia. Tres años después escribió uno de sus poeta (1966-1973).

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 255


la caSa de caRtÓn Rusia 1931 (donde aparece inferior a sí mismo) quedó constancia pública de la fe y la doctrina
del autor de Trilce.” A diferencia de otros minuciosos, voraces aprovechadores, Vallejo (ha escrito
Guillermo de Torre) en cuanto poeta, en cuanto hombre de letras, nunca se apoyó en ninguna
plataforma extraliteraria, política; su único sostén estuvo en sí mismo. Si fue a Rusia en dos oca-
siones lo hizo a sus expensas; el libro-reportaje que escribió, más allá de una simpatía apriorísti-
ca, no rebasa los límites de la objetividad. Cierta arisquez temperamental, cierto libertarismo
ingénito lo hicieron inmune probablemente a todo enrolamiento sectario”.
La guerra española precipitó en él una eclosión poética de pureza, intensidad y hondura
metafísicas y visionarias dentro de su aparente incoherencia entrecortada en la cual se reafir-
mó su condición de auténtico poseso que (según las palabras de Juan Larrea) “lúcidamente y
sin reflexión alguna, trata por todos los medios de extraerse de sí, de alienarse apelando a lo
absurdo”.
El romanticismo inició la controversia acerca de las formas tradicionales y convencionales del
lenguaje al bregar en principio contra la falsificación de la experiencia por la forma; y esa lucha
prosiguió al punto de que la historia literaria a lo largo de los siglos XIX y XX ha sido, en cierta
esta novela vanguardista forma, la historia de la renovación del lenguaje mismo. Pero al avanzar el siglo XX, coincidiendo
fue escrita por Martín con las postrimerías de la primera guerra mundial, se intensificó en todas las artes la protesta
adán, seudónimo de contra los medios convencionales de expresarse, la ruptura con la tradición estética, la resisten-
Rafael de la fuente cia contra las tentaciones de las formas ya hechas y de los clichés quizá convenientes pero
(1908-1985). apareció en gastados y no valiosos. Ha sido un tremendo esfuerzo por la expresión directa, la pura y virginal
1928, con un prólogo a inspiración enfrentándose a la coagulación, la consolidación, la externalización, la institucionali-
cargo de luis alberto zación de lo vivido.
Sánchez y un colofón de Vallejo, sin desmedro de su originalidad, toma parte en ese épico combate. Pero lo hace a
José carlos Mariátegui. solas, con el aporte de su dolor inmenso, con el de su genio y el de su sentido humano. Su obra
de corte lúdico en en conjunto, como expresara Antenor Orrego proféticamente en el prólogo de Trilce, “retrae
imágenes y metáforas hacia su origen la esencia del ser”. Su voz suele dar la impresión del abismo. Coloca a los hom-
tiene su acción en el bres frente a su propio drama y las nuevas generaciones encuentran ahí un desasosiego, unas
distrito de Barranco, contradicciones, un malestar psíquico que son como los de ellos y los del mundo y de la época
durante unas vacaciones en que viven. Con Vallejo se inicia en América un nuevo proceso cultural, un proceso de alcance
de verano. Su estructura y sentido universales. Ya ha surgido para la valoración de su vida y de su obra el empeño no solo
es la de un diario íntimo en el campo literario y en el terreno social sino en una tercera dimensión de índole metafísica y
escrito por un mística.
adolescente, que adán
utiliza para ignorar las
convenciones del estilo [ VIII ]
narrativo. MaRtín adÁn.-Rafael de la Fuente Benavides, Martín Adán, publicó en 1928 su libro La casa
de cartón bajo el doble padrinazgo de José Carlos Mariátegui y de Luis Alberto Sánchez.
Antes ya había aparecido esta novela en Amauta. Nada había en ella del “arte social” o “revo-
lucionario”, o “indigenista”. El autor, pese a que sus 19 años pudieron seguir las tendencias del
momento, se declaraba característicamente “reaccionario, clerical y civilista”. Mariátegui afirma-
ba, en el colofón de La casa de cartón, que “la literatura de Martín Adán es vanguardista porque
no podía dejar de serlo, pero que Martín Adán mismo no lo es aún del todo”, lo comparaba con
Jean Cocteau y Raymond Radiguet; y, en un esfuerzo para dar vestiduras marxistas a su genuino
entusiasmo ante el talento literario del nuevo escritor, resaltaba lo que en él había de “herejía
evidente, de escepticismo contumaz”, para afirmar en seguida que “si el civismo no es ya capaz
sino de herejía, quiere decir que no es capaz de reacción”. ”He aquí (decía en seguida) una nove-
la que no hubiera sido posible antes del experimento billinghurista, de la insurrección ”colónida”,
de la decadencia del civilismo, de la revolución del 4 de julio y de las obras de la ”Foundation”.
Sánchez comparaba a Martín Adán con Proust, Joyce), France y Eguren, aunque exaltaba su

256 ADENDA [ CAPÍTULO 7 ]


originalidad. Por su parte afirmaba: ”Alguien ha dicho que el mundo vira hacia la izquierda y
Martín Adán se desliza hacia la izquierda. No hay más remedio. Pero, eso sí, él entiende la izquier-
da literaria, totalmente apolítica. Totalmente artística, totalmente literaria”.
El esfuerzo de dar un significado sociológico o político a la aparición de Martín Adán tenía Martín adÁn
interés desde el punto de vista de los que lo hacían; mas no desde el punto de vista de la figura
del autor de La casa de cartón, en quien se repetía el caso de los escritores juvenilmente geniales
representa, en
dentro de la sensibilidad de su época. Las palabras adquirían al salir de la pluma de Martín Adán un caso FeliZ y
un nuevo sabor que hacía recordar a veces a los maestros de la lengua y a veces a los más recien- precoZ, el
tes literatos europeos y a veces se interrumpía bruscamente para desembocar en una donosa o
pícara alusión criolla. Aparecían en esas páginas por el goce de decirlas, valiendo cada una de por
adveniMiento
sí, con un sentido inédito a veces poemático, en sucesión caprichosa, aunque en secreto ordena- en la literatura
da por una rigurosa exigencia estética que envolvía también a las voces prosaicas o duras hábil- peruana de
mente engastadas allí. Visiones de paisajes, de ambientes, de estado de ánimo, de tipos humanos
grotescos o pueriles, de sueños y recuerdos de infancia y adolescencia eran los extraños y gárru- aQuella Manera
los habitantes de esa “casa” con tan gráciles materiales tan sólidamente edificada. de escribir, Muy
Por lo demás, a su manera, Martín Adán representa, en un caso feliz y precoz, el advenimien-
to en la literatura peruana de aquella manera de escribir muy propia del siglo XX, según la cual
propia del siGlo
el autor expresa procesos internos, movimientos dentro de la conciencia o la subconciencia, XX, seGÚn la
algunos de los cuales demoran más en ser expresados que en su funcionamiento mismo. En la cual el autor
prosa o en el verso aparecen poemas no completados sino abandonados. El narrador de hechos
desaparece para ser sustituido por lo que piensa o siente quien escribe. Anteriormente, se había eXpresa
interpretado las acciones, situaciones y caracteres de los personajes dentro de una seguridad procesos
objetiva y una continuidad lógica; las reacciones subjetivas eran incluidas pero no para que el
curso y el juego de la mente quedaran a merced de impresiones cambiantes. Esto se vincula
internos,
íntimamente con el tratamiento del tiempo. Hay fenómenos que ocurren en brevísimo plazo y MoviMientos
en los que el autor se detiene; el pasado reaparece a menudo y se vuelve más importante que dentro de la
lo actual pero está cortado en fragmentos; las realidades externas se desintegran y disuelven
para dar paso a la riqueza onírica de un proceso mental que abarca todo un universo interior
conciencia o la
identificado por detalles aparentemente nimios o de tipo casual; se produce una estilización subconciencia.
simbólica de los materiales que ofrece el mundo real; el relato escrito se contagia a veces del alGunos de los
mismo del cinema; pierden su hegemonía los acontecimientos o las cosas; la vivencia exterior
del momentáneo presente es solo un trampolín; y todo deja, al fin y al cabo, una impresión de cuales deMoran
ironía),tristeza o incertidumbre. MÁs en ser
eXpresados Que
en su
FuncionaMiento
MisMo.

[ CAPÍTULO 7 ] ADENDA 257


[ TOMO 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 8 ● I Javier Prado ● La Cornejo y la enseñanza de la sociología


Academia Peruana de la Lengua ● Los ● La obra de Wiesse sobre sociología
últimos años y la muerte de Javier Prado ● Otras expresiones del positivismo en la

● II Alejandro O. Deustua ● III Mariano enseñanza universitaria ● VI Óscar Miró


Iberico ● IV Pedro Zulen ● V Mariano H. Quesada
NOTAS SOBRE EL PENSAMIENTO
FILOSÓFICO Y SOCIOLÓGICO ENTRE 1895-1933

CAPÍTULO
[8]
J
[I]
aVIeR pRado.- Cuando José Pardo dejó el rectorado de La Universidad de San Marcos para
ser candidato a la presidencia de la República en 1915, lo reemplazó el decano de la Facultad de
Letras Javier Prado. Al comenzar el año 1919 fue elegido rector titular. La juventud universitaria
lo proclamó “Maestro de la Juventud” en 1917.
Javier Prado, nacido en Lima el 3 de diciembre del 1871, había iniciado una orientación posi-
tivista en una tesis en la Facultad de Jurisprudencia. Su discurso sobre el estado social del Perú
durante la dominación española señaló en 1894 el renacimiento de la historiografía peruana
después de la guerra con Chile con una orientación igualmente positivista.
Alcanzó gran notoriedad, desde muy joven, en el campo forense en actuaciones como la
que tuvo el famoso proceso de Rojas y Cañas cuando, bajo el nombre de reapertura de la ins-
tancia, propuso una verdadera revisión del fallo que condenó al reo a la pena capital y en escri-
tos como la monografía sobre la reforma del procedimiento ejecutivo que publicó en El Diario
Judicial del 11 de setiembre de 1894. Repitió estos éxitos como abogado, por cierto, en la madu-
rez. Hizo, por otra parte, aportes de tipo especulativo primero con su tesis escrita a los 20 años
sobre la evolución de la idea filosófica en la historia (1891) y luego a través de la orientación
renovadora neoidealista y, a la vez, amplia y ecléctica en la enseñanza de la cátedra de historia
de la filosofía moderna en la Facultad de Letras. Contribuciones de carácter pedagógico fueron
sus trabajos acerca de la educación nacional (1899) y sobre el problema de la enseñanza (1915).
Al campo de los asuntos internacionales pertenecieron su folleto sobre la cuestión con Bolivia y
su discurso sobre la nueva época y de los destinos históricos de Estados Unidos poco después
que concluyera la primera guerra mundial (1919). Dentro del vasto ámbito de la historia de la
literatura entró otro de sus discursos, el que versó sobre el genio de la lengua y sus caracteres
en la historia intelectual del Perú (1918). Y su discurso sobre las nuevas orientaciones humanas
ostentó el sentido de un mensaje a la juventud (1917).
Javier Prado reunió, como luego Riva-Agüero, las condiciones del hombre capaz y culto con
el señorío social, la holgura económica y la irradiación política dirigente. Muy joven fue catedrá-
tico prestigioso para compartir pronto la investidura universitaria con la función rectora en ins-
tituciones como el Ateneo (donde, en su condición de presidente, organizó conferencias, pro-
movió el concurso que consagró a La epopeya del Morro de Chocano y fundó una revista). Entró,
además, por una especie de gravitación natural, en la vida pública. Fue en plena juventud,
ministro plenipotenciario, ministro de Estado en el ramo de Relaciones Exteriores con José Pardo
y en el de Gobierno durante la presidencia de Leguía, jefe de Gabinete al lado de este, senador
en 1912; y luego presidente del Partido Civil, director del movimiento de opinión pública a favor
de las elecciones populares en 1914, precandidato a la presidencia de la República en 1915 y
autor principal de la Constitución de 1920. Ejerció, además, como se ha visto, la profesión de
abogado. se destacó como hombre de sociedad y negocios, se ocupó con cariñoso afán de su
biblioteca particular, que fue acaso la mejor de Lima en su época y fundó un bellísimo museo
con obras de arte prehispánicas, coloniales, republicanas, cuando no se tenía sospecha del inte-
rés que por ellas ha ido propagándose en tiempos recientes.

260 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


Vista con criterio severo la obra escrita de Javier Prado, se resiente por su misma variedad y
dispersión. Difícil resulta efectuar siempre contribuciones muy minuciosas o profundas en cam-
pos muy diversos como la filosofía, la pedagogía, la historia, el derecho penal, el derecho interna- [ 1921 JUNIO 25 ]
cional y la literatura, uniendo a ellas las actividades del gran señor mundano, el maestro universi-
tario y el político. Pero sea por sus características propias, o por los expectables sitiales que la vida FallecIMIento de
le deparó sucesiva y simultáneamente, o por las deficiencias y necesidades del embrionario JaVIeR pRado. el 25 de
medio nacional, menos propenso entonces que ahora a la división del trabajo, las actividades y junio de 1921, en su
funciones que Javier Prado juntó fueron, precisamente, las que definieron su personalidad. Sus edición de la tarde,
contemporáneos no vieron en esta dispersión una señal de “diletantismo” o de superficialidad, el comercio informó la
porque atacaron la cultura, la capacidad y la sinceridad de hombre tan eminente. Grande y reco- muerte de Javier prado.
nocida llegó a ser la influencia que él logró ejercer sobre las generaciones a las que pertenecieron dijo el diario: “la alta
Manuel Vicente Villarán, José de la Riva-Agüero y Francisco García Calderón. Enseñó la pasión por personalidad del doctor
la cultura, la preocupación por el ideal, la benevolencia, la tolerancia, la búsqueda de corrientes prado, al desaparecer
de unión, armonía y cooperación. Esos fueron, precisamente, los temas del discurso que pronun- súbitamente, ha tenido
ció acerca de las nuevas orientaciones humanas con motivo de haber sido elegido “Maestro de un altísimo privilegio: la
la Juventud”. Al referirse a la educación, afirmó alguna vez que “debe ser un vínculo de solidaridad, honda sacudida de dolor
de simpatía, de bondad humana”; y sus amigos y admiradores bien pudieron aplicar estos con- sincerísimo, que ha
ceptos a su espíritu ajeno al rencor, al desdén, a la rudeza, a la agresividad y a la intransigencia. experimentado la ciudad
entera en cuanto la
triste nueva comenzó a
la acadeMIa peRuana de la lenGua.- El 8 de diciembre de 1917 pareció adquirir circular. Y es que el
nueva vida la Academia Peruana de la Lengua correspondiente a la Española, fundada en 1887, doctor prado y
con la actuación que tuvo lugar en la Universidad de San Marcos y en la cual Javier Prado leyó ugarteche fue una figura
un discurso sobre el genio de la lengua castellana y sus caracteres en las letras del Perú. moldeada dentro de
Pertenecían a la Academia en 1917: Ricardo Palma, Javier Prado, Mariano H. Cornejo, Alejandro contornos singulares.
Deustua, Luis Felipe Villarán, Emilio Gutiérrez de Quintanilla, José de la Riva-Agüero, José Gálvez, Su espíritu selecto,
José María de la Jara y Ureta, Felipe Barreda Laos, Óscar Miró Quesada, Enrique Castro Oyanguren, enriquecido y
Juan Bautista de Lavalle, Víctor Andrés Belaunde, Enrique A. Carrillo, Francisco García Calderón multiplicado por una
Rey, Pedro José Rada y Gamio. Los únicos sobrevivientes de los académicos de 1887 eran desmedida pasión de
Ricardo Palma y Emilio Gutiérrez de Quintanilla. inquirirlo todo, de
Javier Prado fue elegido director de la Academia el 15 de febrero de 1918; pero ella no siguió saberlo todo y de
funcionando, acaso por las incidencias de la política, si bien las paradojas de ellas hicieron que profundizar todos los
la docta institución llamara a su seno al presidente Leguía. conocimientos, lo habían
perfilado y depurado
hasta hacer de él una de
loS ÚltIMoS añoS Y la MueRte de JaVIeR pRado.- Se ha narrado ya la postrera aquellas entidades que,
actuación política de Javier Prado en el volumen dedicado al Oncenio. En uno de sus más her- sin buscar el contacto
mosos discursos de aquella época, el de la sesión de la Asamblea Nacional el 16 de octubre de con las efervescencias de
1919, llegó él a decir: “La política, tal cual algunos la entienden, no atrae mi espíritu, ni turba mi nuestro conglomerado
criterio, ni inclina mi voluntad. Yo no aspiro a ninguna otra satisfacción personal que a la mayor social, en todos los
que puede proporcionar la vida, que es la de pensar libremente y la de proceder con arreglo a hombres irradian como
la conciencia”. Falleció súbitamente en Lima el 25 de junio de 1921. una vivificación
espiritual”.

[ II ]
aleJandRo o. deuStua.- Alejandro O. Deustua nació en Huancayo el 22 de marzo de 1849.
Se educó en el Callao, donde su padre desempeñaba el puesto de escribano público y de mari-
na y más tarde por un tiempo lo reemplazó; y también fue alumno del Colegio Guadalupe. Pasó
con calificaciones sobresalientes por las Facultades de Letras y Jurisprudencia. En 1870, 1871 y

[ CAPÍTULO 8 ] ADENDA 261


1873 obtuvo nombramiento de profesor en el Colegio Dos de Mayo del Callao en las asignaturas
de cálculo, geometría y filosofía. En la Facultad de Letras le había sido conferida en calidad de
agregado la cátedra de filosofía en 1869 y la adjunta de literatura general y estética en 1882; pero
“(aleJandro) solo el 2 de diciembre de 1884 fue elegido catedrático principal de esta última asignatura por
fallecimiento de Sebastián Lorente. La cátedra principal en el primer curso de filosofía le fue
deustua Fue, encomendada el 16 de enero de 1902.
dentro de su El 12 de noviembre de 1898 recibió una comisión del Gobierno para estudiar en Europa los
reaccionarisMo métodos modernos sobre la instrucción primaria y media a fin de introducir en la ley de la mate-
ria todas las reformas adaptables en el Perú.
el propulsor de En 1901 planteó la reforma de la segunda enseñanza de la manera y con los resultados que
la pedaGoGía se han narrado. En 1902 intervino en política como jefe de Gabinete y ministro de Gobierno.
FilosóFica en el Afiliado al Partido Civil desde su fundación, no se apartó jamás de él y fue miembro de su junta
directiva.
perÚ, pues HiZo Tuvo también ocasional actuación diplomática y constante labor como periodista.
planteaMientos Corresponsal y agente de La Opinión Nacional en el Callao desde la fundación de este periódico,
colaboró en The South Pacific Times y dirigió después, sucesivamente, los diarios El Callao, El
abstractos y se Constitucional y La Época.
opuso a la La obra periodística de Deustua no ha sido estudiada, aunque en ella se destaca la que efec-
pedaGoGía tuó desde El Callao. Mayor atención ha recibido su labor intelectual en torno al problema de la
educación y en la enseñanza de las disciplinas filosóficas.
cientíFica. Gran acogida halló su opúsculo El problema de la educación nacional, aparecido anónima-
resultó un mente en el Callao en 1905. Allí planteó puntos de vista en radical desacuerdo con Villarán y
Capelo. Los analfabetos no deben preocuparnos tanto, sostenía este opúsculo. No es la ignoran-
precursor, un cia de las multitudes sino la falsa sabiduría de los directores lo que constituye la principal ame-
creador de naza contra el progreso social. No está abajo sino arriba, muy arriba, la solución del problema de
inQuietud y de la felicidad común; hay que buscarlo afrontando la falta de preparación especial de los hombres
obligados a poseer una cultura superior. Las conclusiones finales propugnaban la reorganiza-
conciencia ción de las instituciones que presidían el movimiento pedagógico de la República, la concentra-
pedaGóGicas. ción de la enseñanza universitaria en Lima, la reducción y centralización de los colegios secun-
darios, el cuidado en la formación del magisterio, el envío de jóvenes capaces para perfeccionar-
se en el extranjero, la selección de inspectores, maestros y alumnos de la primaria, el aumento
de los recursos destinados a la educación pública.
En otra obra que publicó en su ancianidad titulada El problema nacional de la educación,
Deustua defendió una pedagogía basada en la teoría de los valores humanos y en el culto de la
voluntad, de la grandeza moral y de la solidaridad social; condenó la enseñanza intelectualista y
la preocupación por el valor económico; afirmó que en la universidad estaba el lugar para for-
mar maestros aptos y bien orientados sin los cuales no podía ni debía pensarse en escuelas
primarias y colegios secundarios provechosos; y abogó por la reducción del número de ellos
para sacar provecho de los recursos del país.
Deustua fue, dentro de su reaccionarismo, el propulsor de la pedagogía filosófica en e1 Perú,
pues hizo planteamientos abstractos y se opuso a la pedagogía científica. Resultó un precursor,
un creador de inquietud y de conciencia pedagógicas. Pero no entró en el terreno de la ciencia
de la educación propiamente dicha, que subordinó a la filosofía.
En los estudios filosóficos de la Facultad de Letras promovió Deustua una profunda renova-
ción que carecía en absoluto de precedentes. Las inquietudes en este campo habían estado
acompañadas de preocupaciones políticas en los albores de la República, dentro de la enseñan-
za del Derecho Natural y de Gentes y del Derecho Constitucional. Bartolomé Herrera y quienes
lo siguieron o contradijeron continuaron siendo el símbolo del mismo espíritu. En 1862 Daniel
Ruzo fue encargado de las cátedras de filosofía moral, filosofía del pensamiento y lógica en dicha

262 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


Facultad y siguió en asignaturas afines hasta ser nombrado profesor de metafísica en 1871. Hay el pRoBleMa
referencias sueltas de carácter periodístico admirativas para su enseñanza; pero ella no debió ser nacIonal de
ni muy profunda ni muy constante, pues Buzo terminó enfrascado en asuntos financieros con la educacIÓn
acritud lindante con la obsesión. El régimen de 1866 llevó a la cátedra de filosofía trascendental
a Sebastián Lorente. Era este, autor de interesantes textos de psicología, lógica, moral y metafí-
sica para los colegios (Lima, 1860); pero en la Facultad de Letras prefirió la docencia en otras
materias. Ostentaron en aquella el título de profesores de cátedras filosóficas: Manuel A. Puente
Arnao, Pedro Manuel Rodríguez, Isaac Alzamora, Carlos Lissón. Alzamora tuvo brillo y cultura en
sus lecciones, aunque se desperdigaron luego sus actividades corno las de Javier Prado; Lissón
poseyó más bien aptitudes sociológicas y políticas; y Rodríguez seguramente no pasó del nivel
de la educación secundaria.
Deustua solía referir que cuando se encargó de las cátedras de estética y de filosofía, nada
sabía sobre esas disciplinas. Fue como muchos catedráticos nacionales, pero con un relieve
excepcional, un autodidacta, el primer estudiante de su curso. El viaje que hizo a Francia y a Italia
entre 1898 y 1901, que luego repitió en una misión diplomática en 1908, constituyó algo así
como una sucesión de becas que le dio el Gobierno para especializarse. Volvió para dar autenti-
cidad y hondura a su enseñanza, para ser el primer “profesional” de la filosofía en el Perú. En un esta obra del filósofo
ambiente de sorpresa reveló los libros de Wundt, Fouillée, Guyau, Masci, Bergson, así como La huancaíno alejandro
psicología contemporánea de Guido Villa. deustua (1849-1945) fue
En la Facultad de Letras dominó, hasta 1923 más o menos, la orientación filosófica que él publicada hacia el final
impusiera. Los cursos difíciles, decisivos, eran en primer año, psicología; en el segundo, lógica y de su vida. en ella,
moral, y en tercer año, estética. Aparte de estas, existían dos cátedras, la de historia de la filosofía defendió un modelo
y la de metafísica. Deustua mismo se retiró hacia 1919 de la enseñanza del primero y segundo educativo basado en
años, y dejó en su reemplazo a Ricardo Dulanto (1), pero intervenía con acción omnipotente en valores como la moral y
los exámenes finales, que siempre tenían carácter oral ante un solemne jurado de tres catedrá- la solidaridad social.
ticos. Como escritor, carecía Deustua de brillo y capacidad sugestiva. Sus oraciones largas, car- deustua fue, en ese
gadas de puntos y comas y frases intercaladas, podían citarse como un ejemplo de despreocu- sentido, uno de los
pación por normas literarias muy apreciadas en el Perú. A su estilo podía dársele el nombre de precursores de la
“democrático” que V.S. Pritchett otorga a aquel que no se preocupa por hacer que una frase sea pedagogía filosófica.
mejor que otra. Bien lejos estaba la suya de ser esa “prosa aceitada” que suele gustar tanto en pero esta no fue la
este país. Cuando Deustua disertaba en el aula, sin embargo, su amor a las ideas a las que se única de sus obras en
refería, sus vastas lecturas, su brillo y su experiencia de profesor lo transformaban y sus clases abordar el tema de la
eran realmente interesantes Sin embargo, al tratar de los grandes pensadores antiguos y moder- educación. también
nos, se preocupó más de los libros sobre ellos que de los libros de ellos y no puso a sus alumnos publicó apuntes sobre la
en contacto con los textos fundamentales. Como examinador se caracterizaba por ser muy enseñanza secundaria
exigente y seguramente justo, pese a la leyenda negra que sobre él ha circulado, gustábale (1908) y la reforma de
elogiar en forma entusiasta al buen estudiante y sancionar con dureza y a veces con sarcasmo la segunda enseñanza
al que no tenía conocimientos sobre todo si era serrano. Infundía gran emoción lo minucioso de (1916), entre otras.
sus interrogatorios, lo franco de sus comentarios, su autoridad como especialista en esa materia.

(1) Ricardo Dulanto fue quizá el discípulo más cercano de Deustua. Sus tesis versaron sobre el concepto del alma de la psicología
contemporánea, las corrientes de la psicología contemporánea y la moral y el Derecho. Dictó cursos de psicología, lógica y
metafísica. Dejó una versión taquigráfica de sus lecciones de lógica (1923) y un programa de metafísica (1928). La política lo
sedujo y lo alejó de las tareas netamente intelectuales. Fue secretario del presidente Leguía al mismo tiempo que abría un prós-
pero bufete de abogado, defensor de José Santos Chocano en el proceso por el asesinato de Edwin Elmore; y, más tarde, en 1927,
diputado nacional por el Callao. Criticó públicamente las actitudes de la juventud estudiantil adversas al régimen leguiista y sus
alumnos, aunque reconocieron su capacidad docente, le impusieron en ese año al cese en sus actividades como catedrático. Sus
amigos políticos le ofrecieron un agasajo del que ha quedado, en un folleto, el discurso que pronunció Jesús M. Salazar al ofer-
cerlo, documento típico de la oratoria del Oncenio (discurso pronunciado por Jesús M. Salazar ofreciendo el banquete en
honor de Ricardo E. Dulanto, al cesar este en su cátedra de San Marcos y hacer presentación de su candidatura a la dipu-
tación nacional por el Callao. Lima, 1927).

[ CAPÍTULO 8 ] ADENDA 263


el callao Había alumnos que durante años se quedaban en la Facultad de Letras sin poder ingresar a
Jurisprudencia, porque Deustua inexorablemente los desaprobaba. Alguno hubo que al fin
logró pasar, lo cual suscitó una ruidosa manifestación humorística en los claustros.
En 1919, la enseñanza de la psicología seguía utilizando como obra de consulta el libro de
Guido Villa (vertido al castellano por González Serrano, en Madrid, 1902). Había, sin embargo,
una nueva obra de consulta en esta disciplina: era la tesis doctoral de Ricardo Dulanto sobre las
corrientes de la psicología contemporánea ya mencionada que apareció en la Revista
Universitaria de 1919. La cátedra de lógica y moral tenía como texto oficial el del italiano Masci,
profesor de la Universidad de Nápoles, traducido por el propio Deustua, según la edición de
1911. Pero la predilección verdadera de los alumnos y profesores era entonces por las teorías de
Henri Bergson, cuyo contenido fue divulgado por Deustua después de haber sido adepto de
Wundt; ratificándose esta popularidad con la brillante tesis doctoral de Mariano Iberico y con
algunos de los libros del propio Bergson traducidos en España. Las palabras “devenir”, “intuición”
y “evolución creadora” fueron las preferidas de los alumnos de filosofía de entonces. La única
nota discordante que surgió fue, hacía 1920, la tesis de Pedro Zulen titulada La filosofía de lo
este diario fue fundado inexplicable, considerada entonces como un acto de herejía.
en 1883. en sus páginas La cátedra de estética, dictada personalmente por Deustua hasta 1923 más o menos, tenía
se desarrollaron varios como una de sus fuentes el libro de Marcelino Menéndez y Pelayo sobre la historia de las ideas
debates protagonizados estéticas y también los trabajos que el mismo Deustua publicó más tarde.
por intelectuales tanto En medio de su asombrosa actividad de lector un poco desordenado y de expositor claro,
del primer puerto y Deustua dio unidad a su enseñanza y a sus escritos. Tuvo una decidida orientación espiritualista
como de la capital. el y por ello se enfrentó tanto a las teorías de tipo físico o fisiológico sobre el hecho psíquico, como
tema de la educación del al positivismo. También se manifestó hostil al intelectualismo puro, pues otorgó preponderancia
país, por ejemplo, al sentimiento y a la voluntad. Desplazó así la actividad central de la conciencia, para trasladarla
motivó a principios del del mecanismo lógico a la espontaneidad de los elementos subjetivos.
siglo XX un intercambio Deustua consideró que la actividad estética era la fuente de todas las aspiraciones superiores
de ideas entre alejandro del ser humano, la expresión máxima de la libertad interior. Formuló a este respecto una doctri-
deustua, Manuel Vicente na en la que opuso la idea de la libertad a la del orden (cuya historia en el pensamiento filosófi-
Villarán y Joaquín co trazó).
capelo. Su fundador fue Al margen de la influencia de Deustua, el curso de metafísica llamado entonces de filosofía
darío arruz. objetiva, estaba a cargo de Alejandrino Maguiña, vocal del Tribunal Supremo, autor de notables
informes sobre el problema indígena y ministro de Justicia e Instrucción bajo el gobierno de
Leguía. Maguiña hacia una sobria exposición de las grandes corrientes históricas del pensamien-
to metafísico, con cierto sentido laico y liberal, y con tendencias al eclecticismo.
Deustua volvió a la Universidad de San Marcos para ejercer el rectorado en 1929 y 1930. Él
que había sido alguna vez un inconforme y que en 1907 en un artículo publicado en Revista
Universitaria, llegó a decir, a propósito del libro de Francisco García Calderón, que “la Universidad
es un cementerio de ideas”, no tuvo, en el cargo máximo que ocupó solo en la ancianidad, la
prestancia de sus mejores días. Arrojado de él al producirse la sublevación nacional que derribó
a Leguía, se retiró a la vida privada. Cumplió los 90 años y los rebasó leyendo mucho y escri-
biendo incansablemente sobre temas filosóficos y educacionales. Falleció en Lima el 6 de
agosto 1945.
Poca atención se ha dedicado al interés de Deustua por los temas políticos e históricos.
Dentro del período a que se contrae el presente libro ostenta valor especial la conferencia que
pronunció sobre la crisis política el 19 de marzo de 1914, dentro de la campaña por las eleccio-
nes populares contra la pretensión de Roberto Leguía. Este discurso ha sido incluido como parte
de su obra La cultura nacional (Lima, 1937). Hay allí un tono de franco optimismo acerca de
nuestra historia y de nuestra personalidad colectiva. Deustua planteó lo que varias veces sostu-
vo: el afán de enriquecerse que los españoles trajeron al Perú creó el criterio utilitario como

264 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


[1] LA REFORMA EDUCATIVA.
Alejandro Deustua
(1849-1945) (1), uno de los
principales responsables
de la transformación del
sistema educativo peruano,
fue también el precursor
de la pedagogía filosófica,
que se basaba en la
enseñanza de valores como
pilares de la educación.
Por otro lado, Javier Prado
y Ugarteche (1871-1921), a
quien se llamaba el
“maestro de la juventud”
impulsó desde el rectorado
de San Marcos el
desarrollo humano a través
de la educación, En 1914
fue voceado como
candidato a la presidencia
de la república. En la
imagen inferior lo vemos
pronunciando un discurso
con ese propósito (2).

[2]

[ capítulo 8 ] adenda 265


única directiva moral y la República no hizo sino continuar por el mismo camino. "La moralidad,
la verdadera moralidad no ha reinado en las alturas –dijo–, y el país, que necesita heroicos y
constantes esfuerzos de purificación para constituirse como entidad libre, verdaderamente
sobre los indios independiente del pasado, ha oscilado entre la dictadura y la revolución que se engendran
recíprocamente como momentos extremos de un mismo proceso político”. Contra el criterio
(aleJandro económico, contra el estímulo del placer, perora. Las circunstancias impusieron, en su momento,
deustua) el militarismo; y como una liberación de él vinieron los hombres de comercio “sin reflexionar que
diserta la constitución económica está regida por el mismo principio que el orden militar”...”el gobernan-
te se ha convertido en guerrero y ha hecho de la política un campo de lucha sin cuartel“... (1)
larGaMente Aunque en 1914 defendiera los ideales de la libertad y la democracia, la lógica de su pensa-
para neGarles miento lo lleva a una posición reaccionaria. Ella quedó en evidencia en los artículos que, escritos
cualidades de en 1930, publicó en El Callao en marzo, abril y mayo de 1931 y luego reunió en el opúsculo Ante
el conflicto nacional (Callao, 1931).
enseÑanZa de En esta obra, que carece de sentido orgánico, Deustua trata de los temas más diversos. A pro-
redención; se pósito de las vías de comunicación, insiste en la tendencia nacional hacia el enriquecimiento ilícito.
Sobre los indios diserta largamente para negarles cualidades y esperanza de redención; se basa en
basa en la la opinión de Luis J. Aguilar y parece lamentar que no fueran exterminados como en Argentina.
opinión de luis También considera que el mestizaje ha sido funesto; aquí concuerda con el escritor boliviano
J. aGuilar y Alcides Arguedas. La inmigración, afirma, no ha sido un remedio; nuestra fórmula debe ser la emi-
gración de los mejor preparados para beber en fuentes extranjeras la renovación moral, aunque
parece duda que los intereses menudos no la malogren. La causa determinante de todas las desventuras
laMentar Que nacionales ha sido el inmoderado deseo de riquezas materiales, el falso concepto de la felicidad
vinculada al egoísmo individual que busca en el placer sensual solamente la culminación de la
no Fueran actividad humana. ”El Perú –afirma una vez más– ha vivido siempre bajo el imperio del valor econó-
eXterMinados mico. Lo útil para las necesidades materiales ha sido su principal finalidad“. "El fraude ha sido habitual
coMo en y la tendencia a cometerlo se ha mantenido vigorosa en todo tiempo, aun inmediatamente des-
pués de los desastres nacionales”. Las tentativas para crear una política teórica han fracasado. La
arGentina. educación ha pasado de la disciplina rígida del determinismo teológico a la disciplina laxa del
taMbiÉn mestizaje complaciente para concluir en la relajación de las costumbres contaminadas por el mer-
considera Que cantilismo contemporáneo. “El carácter, fruto de una cultura integral de una vida ejemplar, no ha
sido jamás un ideal de educación”. En cuanto a la clase dirigente, Deustua aprueba a Spengler
el MestiZaJe Ha cuando vuelve a la tesis aristotélica de que unos nacen para mandar y otros para obedecer. Insiste,
sido Funesto; por eso, en su viejo tema de la educación para esa clase. La encuentra dificultada por los errores de
métodos y sistemas y la carencia de hombres y también por la transformación funesta ocurrida en
aQuí concuerda
con el escritor (1) Estas ideas las desarrolló más tarde en el ensayo "Cultura política" que forma parte del libro La cultura nacional (Lima, 1937). En varias

boliviano páginas se dedicó a hacer consideraciones sobre la carencia de un Partido Liberal y un Partido Conservador en el siglo XIX. Ratifica las
raíces liberales del Partido Civil en su primera época; pero agrega que "lo del civilismo no era sino una ficción destinada a dar a algún
alcides nombre al gobierno económico existente". De Cáceres y Morales Bermúdez afirma que, "destruidas las ficciones", fueron "la continuación
arGuedas. del gobierno militar apoyando la economía nacional como lo había sido siempre". Cree que, sobre la base del Partido Demócrata, hubié-
rase podido formar un poderoso Partido Conservador. "Los gobiernos de José Pardo y Augusto B. Leguía –asevera en seguida– han sido
netamente gobiernos de economismo militarista. El notable escritor Dempf ha demostrado que los profesionales llevan al gobierno sus
sistemas de pensamiento y sus hábitos e inclinaciones de profesión, constituyendo políticas derivadas de esos factores. El militar gobierna
el país como si este fuera un cuartel, y el comerciante como si fuese una empresa industrial o de comercio. Predomina en ellos, absoluta-
mente, el criterio económico de lo útil, de lo que se califica, con entusiasmo, como lo práctico, como lo que conduce a la formación o
acumulación de la riqueza. Leguía fue un gobernante de tipo económico, pero no fue un destructor como los gobiernos militares ante-
riores, sino un constructor como los gobiernos de tipo antiguo, en el mundo. Se apoyó, como sus antecesores, en el ejército; pero este
derribó su poder y estableció el militarismo en su forma más acentuada. "El Perú –agrega Deustua con acento pesimista, que es típico en
su pensamiento sobre el país– no ha puesto, pues, en práctica el Estado de puro derecho que dirige todas las actividades, sin aliarse con
ninguna en daño de las demás. Ha seguido el ejemplo de los Estados de pura fuerza que imperan desde que la economía, apoyada en
la fuerza militar, predomina el mundo".

266 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


la familia. Diserta, en seguida, sobre la insuficiencia de las soluciones que dependen exclusivamente MaRIano IBeRIco
de las leyes. Hace a continuación una sañuda crítica al marxismo y a los partidos afines a él pensan- (1882-1974)
do, sin duda, en el aprismo. Su fórmula es: ”Solo la moralidad salvará al Perú”. Esto lo lleva a una serie
de páginas sobre el valor moral que parecen arrancadas de sus escritos netamente filosóficos.

[ III ]
MaRIano IBeRIco.- Mariano Iberico nació en Cajamarca el 11 de abril de 1882, hijo de
Mariano Iberico, comerciante de esa ciudad, y Concepción Rodríguez de Iberico. Por el lado
paterno, tanto como el materno, desciende de familias oriundas de Chachapoyas. Estudió, bajo
disciplina rígida, en el Colegio de San Ramón, dirigido entonces por Agustín Pérez García. En
dicho plantel se daba mucha importancia a las matemáticas y a la física, aunque ni para esta
disciplina ni para la química había laboratorios. Los alumnos realizaban combinaciones matemá-
ticas para las fórmulas químicas. El ambiente era liberal y algo anticlerical, dentro del marco del
conservadurismo del ambiente. El mismo Pérez García enseñó a Iberico las primeras nociones
de filosofía (moral teórica en el tercer año de secundaria y moral práctica en el cuarto) con el Filósofo y abogado
texto de Pedro Manuel Rodríguez mezcla de racionalismo y de eclecticismo con un positivismo cajamarquino, en 1919 fue
teñido de espiritualismo. Se concedía también mucha importancia a la historia antigua, y en las incorporado al cuerpo de
clases de literatura –cuyo maestro, Antonio Mata, influyó mucho sobre Iberico- se enseñaba de catedráticos de la Facultad
memoria las composiciones de algunos clásicos españoles. No se estudiaba el inglés; en cambio, de letras de la
el aprendizaje del francés era bueno y ello ayudó bastante a Iberico más tarde. universidad de San
Mariano Iberico tuvo desde muy niño un ojo perdido, y su defecto en la vista motivó que sus Marcos. allí dictó las
padres decidieran que no siguiese estudios universitarios. Pero él, con tesón y energía, obtuvo cátedras de historia de la
que cambiaran de parecer, primero para entrar a la Facultad de Letras, y luego a la de filosofía moderna y luego,
Jurisprudencia, y así pudo seguir una carrera intelectual y profesional y liberarse de vivir una vida filosofía subjetiva, historia
vegetativa en la provincia. Llegó a Lima por primera vez en 1909, con atraso por las lluvias, para de la filosofía antigua,
matricularse en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Viajó de Cajamarca a estética y filósofos
Yonán durante dos días a caballo, de Yonán a Pacasmayo en tren, y de Pacasmayo al Callao en contemporáneos. en 1931
vapor. Cuando él se matriculó, Deustua había viajado a Europa. Entre sus profesores estuvieron fue designado vocal de la
Alejandrino Maguiña, en psicología, lógica y moral; Carlos Wiesse, en sociología; el “coronel doc- corte Superior de lima, y
tor” Hildebrando Fuentes en metafísica; Javier Prado en historia de la filosofía moderna. luego pasó a vocal de la
Imperaban los textos de Hoffding, Rodríguez y Masci. En su cátedra, Prado se manifestaba entu- corte Suprema en 1943.
siasta de Fouillée y de su doctrina de las “ideas-fuerza”. Fue rector de San Marcos
Iberico, cuya inclinación primera fue por la literatura, quizá por la poesía, pronto cambió este de 1952 a 1955, año en que
rumbo y se orientó hacia los estudios filosóficos, principalmente por los de psicología y estética. fue designado ministro de
Su tesis para el bachillerato en letras (1913) versó sobre ”El carácter”, bajo la influencia de Fouillée, educación pública.
y fue publicada en la Revista Universitaria, aunque luego su autor se arrepintió de ella. A su regre- escribió y publicó varias
so de Europa, Deustua trajo la boga del bergsonismo, que por entonces ejercía un verdadero obras sobre temas
predominio en el movimiento filosófico francés. Con su amistad, su enseñanza y sus consejos filosóficos.
gravitó sobre Iberico. Cuando este decidió hacer su tesis doctoral sobre aquella doctrina, encar-
gó a París los libros del autor de La evolución creadora, por medio de la librería de la señora Rosay
gran agencia de actividad cultural en Lima en esa época. Se graduó exitosamente de doctor en
1916 con La filosofía de Enrique Bergson. Su libro fue puesto en manos del filósofo por el amis-
toso conducto de Francisco García Calderón y mereció una carta aprobatoria y alentadora que
fue una consagración.
Después de una corta peripecia como profesor de historia en el Colegio Nacional de
Guadalupe y con una experiencia más prolongada a cargo del curso de filosofía y moral militar
en la Escuela Militar de Chorrillos, Iberico ingresó a la docencia universitaria en 1919 y dictó
sucesivamente casi todos los cursos de la especialidad de filosofía. Sin embargo, su dedicación

[ CAPÍTULO 8 ] ADENDA 267


el nueVo a la enseñanza se desarrolló de modo principal en las cátedras de psicología, estética, historia
aBSoluto de la filosofía antigua y moderna. Dejó indelebles recuerdos en sus discípulos no solo por su
saber sino por la “vida” de su enseñanza envuelta en una sustanciosa elocuencia teñida a veces
por un fondo lírico.
La sublevación de Leguía el 4 de julio de 1919 decidió acaso el destino de Iberico, pues había
sido nombrado por el gobierno de José Pardo adjunto de la legación en Londres, y renunció al
efectuarse aquel pronunciamiento.
En 1920 publicó su libro Una filosofía estética, que incorporó la tesis sobre Bergson e intentó
una prolongación del bergsonismo en las esferas de la moral y de la estética. Las ideas de crea-
ción y de libertad en la evolución cósmica y humana constituyen los principios dominantes en
esta obra, desgraciadamente llena de erratas.
En El nuevo absoluto (1926), editado por José Carlos Mariátegui, reunió una colección de
estudios y ensayos en que se confirma la influencia del creacionismo bergsoniano. Iberico cons-
tata allí la aparición de un nuevo concepto de lo absoluto que no implica ya las notas de inmo-
vilidad e inmutabilidad, propias del absoluto eleático, sino que lo piensa identificándolo con el
esta obra del filósofo dinamismo creador de la vida. En el último capítulo hay un ensayo sobre la “soledad en el tiem-
Mariano Iberico fue po” destinado a caracterizar la ruptura del hombre moderno con el pasado que representan la
editada en 1926 por tradición y la historia.
José carlos Mariátegui En el año 1927 recibió Iberico de la Universidad de San Marcos una bolsa de viaje para reali-
y publicada por su zar en Europa estudios de su especialidad. Vivió un año en París. Asistió a clases en el Colegio de
propia editorial. Francia y en la Sorbona y quedó especialmente impresionado por un curso sobre San Juan de
consiste en una la Cruz y el problema de la experiencia mística, así como por la ceremonia de la incorporación
recopilación de ensayos de Paul Valéry a la Academia Francesa.
y artículos en la que se De regreso al Perú, volvió a la cátedra. En 1930 y 1931 ejerció la vocalía interina de la Corte
aprecia la influencia Superior de Lima. Hacia 1930 aprendió el idioma alemán como autodidacta y así pudo familia-
que tenían sobre rizarse con muchos autores, entre los cuales lo atrajeron, sobre todo, Bachofen y Klages.
Iberico las ideas En La unida dividida (1932) Iberico considera el tema de la división interior como resorte del
creacionistas del dinamismo y de la creatividad anímica, y lo hace estudiando monográficamente tres figuras en
filósofo francés Henri las que este principio aparece con claridad evidente: Pascal, Dostoievski, Unamuno. Místico el
Bergson (1859-1941). primero, angustiado el segundo y agónico el último.
El nombramiento como vocal titular de la Corte Superior de Junín y Huánuco lo llevó en
1934 a vivir en Huancayo. Los paseos por los alrededores de esa ciudad, tan parecidos a los de
Cajamarca, inspiraron su bello libro Notas sobre el paisaje de la sierra, que editó en 1937, obra
única en su género en la literatura peruana. El sentimiento de la vida cósmica apareció en Lima en
1939 y en buenos Aires en 1946. Ambas producciones revelan la inclinación metafísica y estética
de Iberico por la vida profunda y el espectáculo de la naturaleza como actividad de configura-
ción y como paisaje. En El sentimiento de la vida cósmica, libro que trasunta claramente la influen-
cia de Klages, Iberico intenta realizar un estudio psicológico y etnográfico del sentimiento de la
naturaleza, principalmente del sentimiento del ritmo cósmico, cuya desaparición en el mundo
moderno implica el advenimiento destructor del mecanicismo en la teoría y en la técnica, meca-
nicismo enemigo de la creatividad artística y del sentido filial con respecto a la vida y a la tierra.
Por lo cual Iberico preconiza, no una vuelta a la naturaleza al estilo de Rousseau, sino un nuevo
respeto y un nuevo amor por las intuiciones elementales de la vida cósmica y por sus auténticas
expresiones en el ámbito del paisaje y del arte.
No abandonó, pues, su vocación esencial al ocupar la magistratura. En 1936 fue nombra-
do vocal titular de la Corte Superior de Lima y ejerció la presidencia de este tribunal durante
el año judicial de 1943. Es una prueba de las anómalas características dentro de las que se
recluta en el Perú el personal de la Corte Suprema, el hecho de que no se produjera el ascen-
so de Iberico.

268 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


[1] [2]

[3]

RACSO. Óscar Miró Quesada de la Guerra (1884-1981) (1) realizó una gran difusión de temas científicos en el diario
El Comercio. En sus páginas escribió durante décadas sobre los avances de la ciencia moderna, en el afán de contribuir
con el progreso nacional. Arriba, a la derecha (2), lo vemos junto a un grupo de notables, entre los que destaca el
diplomático Víctor Andrés Belaunde. Su muerte causó un hondo pesar en la sociedad, como se puede colegir en las
portadas de los medios de comunicación que dieron cuenta del hecho (3).

[ capítulo 8 ] adenda 269


la apaRIcIÓn En 1949 formó parte de la delegación nacional al Congreso Argentino de Filosofía, realizado
en Mendoza, y tuvo a su cargo el discurso de agradecimiento y clausura de los trabajos en la
ceremonia en el Teatro Colón de Buenos Aires.
La Aparición (1950) es uno de los libros más importantes de la filosofía peruana. Iberico ha
realizado en él su esfuerzo intelectual más comprensivo y sistemático. Es esencialmente un
ensayo ontológico cuyas tesis fundamentales serían estas: “el ser es así “, “todo ser aparece”. En la
primera el autor se opone a la tesis eleática que afirma escuetamente: “el ser es”. Para Iberico el
ser no solamente es, sino que es de algún modo: ”así”. Por la segunda, el autor asienta la vocación
del ser hacia el aparecer, y de este modo establece la categoría del aparecer como una necesi-
dad universal del existir. Este libro contiene también estudios sobre la poesía y el lenguaje que,
aparte de su intención filosófica, responden a intensas aficiones de autor por las realizaciones y
los problemas de la expresión literaria.
En octubre de 1951 Iberico fue nombrado representante del Perú, con el rango de embaja-
dor, ante el Comité Jurídico Internacional de Río de Janeiro, y en el mismo mes y año presidió la
representación de su país en el Congreso de la Unión Latina, reunido en la capital brasileña.
este ensayo ontológico Ejerció el cargo antedicho de representante jurídico hasta fines de diciembre de 1952. A pesar
del filósofo cajamarquino de que nunca llegó a ser decano de la Facultad de Letras, por el régimen de ”gamonalismo”
Mariano Iberico fue universitario que por tanto tiempo imperó en ella, fue elegido rector de la Universidad de San
publicado en 1950 por la Marcos el 23 de diciembre de 1952. El 4 de diciembre de 1955 asumió el cargo de ministro de
universidad Mayor de Educación Pública en el Gabinete presidido por el vicealmirante Roque A. Saldías bajo el régi-
San Marcos. aquí, reunió men del general Manuel A. Odría. Circunstancias políticas ajenas a él hicieron breve su duración
una serie de ensayos en este cargo.
sobre el “ser” y el El libro de Iberico Perspectivas sobre el tema del tiempo (1958) es una colección de estudios y
“aparecer”. considerada ensayos en que se expresan en forma libre los principales temas de su producción: mística,
como una de las obras metafísica, poesía. Temas contemplados dentro de la problemática que plantea al autor su vieja
más importantes de la preocupación por la idea del tiempo.
filosofía peruana del El estudio de la filosofía de Aristóteles ha llevado a Iberico a formular precisas objeciones
siglo XX, incluye también contra la hostilidad bergsoniana hacia la forma como vocación plástica de la expresión vital. Y
ensayos sobre poesía y así escribe en Perspectivas sobre el tema del tiempo: ”Me parece que Bergson no concede suficien-
lenguaje. te importancia a la capacidad y, si se permite la expresión, a la vocación plástica de la vida. La
vida no solo empuja a la materia, no solo se filtra a través de las mallas del mecanismo material,
sino que plasma la materia y la configura según una intención de forma. Bergson pone el acen-
to en la musicalidad de la vida y no se fija con suficiente delectación en las formas de la materia
que sin duda inmovilizan por un instante su impetuoso correr, pero por eso mismo fulgen en
medio al torrente de las apariencias como islas de armonía y de perfección. Bergson identifica la
vida con la absoluta movilidad, y por eso desdeña, sobre todo en cuanto a las creaciones plásti-
cas de la naturaleza, aquellas que parecen aprisionar para siempre su fluir creador”.
De otro, la lectura de Klages y de filósofos del romanticismo alemán como Shelling y Novalis,
unida a cierta disposición estética del autor, le ha sugerido algunos reparos relativos a la escasa
o ninguna importancia que concede Bergson a la naturaleza rítmica y cíclica de la vida.
“Bergson –afirma– ha estudiado con genial profundidad lo que él llama duración, y que no
es otra cosa que la continua, incesante, renovación de lo real. Pero entre los caracteres de esa
duración no ha señalado el ritmo; y toda duración, todo tiempo, es esencialmente ritmo, pulsa-
ción, alternación de términos opuestos a través de los cuales se afirma, y por decirlo así, resucita
para volver a morir y resucitar indefinidamente la eterna juventud de la vida. Y es tanto más
notable el olvido de este carácter alternante rítmico de la vida, cuanto que solo gracias al ritmo
puede participar el hombre en el misterio de la perenne renovación cósmica”.
“La vida –ha dicho también Iberico– no es exactamente un río; es más bien comparable a un
océano en cuyo majestuoso ir y venir se insertan los cambios cíclicos de las estaciones, el oleaje

270 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


en que las generaciones ascienden y se abisman y la fluctuación que acompasa la melodía
interior del alma"(1).
Aparte de su producción estrictamente filosófica, Iberico ha escrito trabajos de índole social
y jurídica, muchos de los cuales están dispersos en revistas y diarios. Los de carácter jurídico (Mariano)
comprenden informes y estudios de Derecho realizados como vocal de la Corte Superior de
Lima, como delegado del Perú ante el Comité Jurídico Interamericano de Río de Janeiro y como
iberico proFesó
catedrático de lógica jurídica en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos. Las un aMplio
lecciones dictadas sobre esta materia han sido recogidas en el folleto Principios de lógica jurídica HuManisMo
(1943)
En colaboración con Honorio Delgado ha publicado el Curso de psicología, que ha aparecido
Fundado en lo
en España (1961). Hay además ediciones de Lima en 1933, 1936, 1941, 1945, 1953, 1958, 1961 y Que Él
1964. En este tratado, que recoge con sentido crítico las aportaciones de las disciplinas psicoló- consideraba
gicas, se sostienen, como principios rectores, los de la totalidad y de la forma.
Recientes escritos de Iberico son unos ensayos sobre la poesía de Vallejo y otro sobre la coMo la
metáfora (1965). estructura de
Iberico profesó un amplio humanismo fundado en lo que él consideraba como la estructura
de la vocación humana, a saber: la aspiración a realizar en el tiempo, o sea en la historia, las for-
la vocación
mas arquetípicas de la perfección espiritual. Aunque reconoció la importancia de lo social, se HuMana, a
opuso a su predominio irrestricto, al animismo colectivo, y sostuvo que es la individualidad saber: la
genial el resorte más efectivo de la renovación colectiva. La individualidad genial no implica
necesariamente negación de lo existente, y al contrario, expresó Iberico, que la tradición vivien- aspiración a
te es el mejor alimento para la originalidad personal. realiZar en el
tieMpo, o sea en
[ IV ] la Historia, las
pedRo Zulen.- La circunstancia de que Pedro Zulen muriera a los 30 años, en enero de 1925, ForMas
la de que su obra quedó trunca y la de que no llegó a escribir un libro perdurable, pudieran
hacer aparecer como injusta su presencia en esta lista circunscrita de figuras y aspectos del Perú.
arQuetípicas de
Sin embargo, Zulen tiene claros títulos para ser recordado. Simboliza, en primer lugar, el éxito del la perFección
mestizaje chino-peruano. Su padre era un comerciante asiático al por menor y su madre una espiritual.
criolla. Por sus propios esfuerzos realizó estudios en la Universidad de San Marcos, y, no conten-
to con ellos, los prosiguió en Estados Unidos, en la de Harvard, pues sintió, como Julio C. Tello, el
atractivo de la más antigua institución de cultura superior en Norteamérica. Deberá recordárse-
le, además, por su insistente, valerosa y límpida campaña a favor del aborigen en la Asociación
Pro-Indígena. Aquí se perfiló como un apóstol y como un precursor de la renovación agraria.
Pero en Zulen había, al mismo tiempo, finos quilates de catador artístico y de estudioso de la
filosofía. Fue uno de los primeros en proclamar con arrogancia y júbilo el genio de José María
Eguren. Y si al graduarse en la Facultad de Letras se atrevió a hacer la crítica de las teorías de
Bergson, al ingresar en la docencia, entre 1923 y 1925, presentó un vasto cuadro de las corrientes
filosóficas contemporáneas y allí demostró, en especial, su versación sobre el movimiento inglés
y norteamericano. Fue acaso el primero que en el Perú habló de Bertrand Russell, con quien
sostenía correspondencia personal. En su curso de lógica dio noticia (ha recordado Augusto
Salazar Bondy) de las corrientes de la moderna lógica simbólica y la epistemología matemática
y de la obra de Pierce, Schroeder, Peano, Russell y Whitehead. También es importante su contri-
bución al conocimiento de autores y tendencias psicológicas (agrega Salazar Bondy) como la
Gestalpsychologie, con Koffka, Koeler y Wertheimer y la psicología personalista de Stern, los

(1) Perspectivas sobre el tema del tiempo, pp. 97-98

[ CAPÍTULO 8 ] ADENDA 271


PEDRO ZULEN Y SUS CONTEMPORÁNEOS

MUERTO EN PLENA
JUVENTUD EN 1925,
PEDRO ZULEN TUvO
UN PAPEL RELEVANTE
" Menos de 36 años tenía Pedro S.
Zulen al fallecer en enero de 1925.
Falleció en un momento en que sur-
gía en el Perú una nueva generación
intelectual, comprometida con las cau-
peruana de principios de siglo. Los jui-
cios vertidos en ellos son frecuentemen-
te citados acríticamente y fuera de su
contexto. Debido a su propia agenda,
interesado en conjugar el indigenismo
EN LA DEFENSA DEL sas por las que Zulen había luchado como el socialismo, Mariátegui juzgó
INDIO A TRAVÉS DE junto a un reducido grupo de compañe- muy a la ligera la labor de la Asociación
ros, durante la década anterior. La Pro-Indígena y la de su fundador Pedro
LA ASOCIACIÓN PRO
‘generación del centenario’, los intelec- Zulen. El balance publicado por Dora
INDÍGENA. SU VIDA Y tuales de la década del ’20, considera- Mayer, la otra administradora de la
OBRA VIENEN SIENDO dos fundadores del pensamiento políti- Asociación, en Amauta, la revista de
RESCATADAS co peruano moderno, le debían a Zulen Mariátegui contribuyó a la interpreta-
LENTAMENTE POR LOS bastante más de lo que confesaron ción de Mariátegui. Sin embargo, la
luego, al reflexionar sobre su propia perspectiva de Dora Mayer no era la de
HISTORIADORES génesis y precursores. Más aún que lo Zulen, por más que por razones senti-
EXTRANJEROS Y expresado por su discípulo y amigo, el mentales Mayer intentase acaparar su
PERUANOS. ESTE luego famoso historiador, Jorge memoria y su nombre. Las opiniones de
TEXTO, ESCRITO POR Basadre, en un emocionado discurso Zulen diferían de las de Mayer en sus
frente a su tumba. No creo que se trate raíces filosóficas y en sus conclusiones
GERARDO LEIBNER, de ingratitud. La obra y persona de políticas más radicales. Los conceptos
NOS PRESENTA A Zulen fueron eclipsadas por la obra fun- de Mayer parecen no haber variado
ZULEN EN RELACIÓN dacional de esa generación posterior y mucho durante los años de experiencia
CON SUS la figura venerada de Manuel González de la Asociación Pro-Indígena (1909-
Prada, miembro de una generación 1916) y durante la década del ’20. Zulen
CONTEMPORÁNEOS;
anterior y patriarca del radicalismo sí evolucionó y se fue radicalizando.
ESTÁ TOMADO DE SU peruano. Juzgar el significado de la labor de Zulen
ARTÍCULO “PEDRO a través de los balances y posiciones de
ZULEN: DEL También el intensivo enfoque de estu- Mayer, es tergiversarlo. (…)”.
INDIGENISMO dios sobre Mariátegui ha contribuido a
la inadecuada apreciación a la impor- Leibner, Gerardo. “Pedro Zulen: del indi-
PATERNALISTA AL tancia de Zulen. Para lectores no espe- genismo paternalista al humanismo
HUMANISMO cializados, los célebres Siete ensayos de radical”. En: European Review of Latin
RADICAL”. Mariátegui son la principal fuente de American and Caribbean Studies, 63.
información sobre la intelectualidad Diciembre, 1977, pp29-30

272 adenda [ capítulo 8 ]


estudios sobre la adolescencia y tipos psicológicos de Spranger, las teorías sobre el instinto de SocIoloGía
Mac Dougall y las modernas orientaciones biológicas de Goldstein. Por desgracia, sus condicio- GeneRal
nes oratorias eran escasas y su paso por la cátedra resultó breve y estuvo acompañado por la
agudización de la tuberculosis que terminó por matarlo. Su personalidad tuvo otras facetas más,
entre ellas la de bibliotecario. Modernizó en forma notable la Biblioteca de la Universidad de San
Marcos y, con la ayuda del rector Manuel Vicente Villarán, la convirtió en la mejor de Lima entre
1922 y 1925, pese a los aspavientos de quienes se escandalizaban al ver a un “chino” como direc-
tor de esas oficinas y empezó a editar el Boletín Bibliográfico. Pedro Zulen posee, pues, muchos
títulos para ser recordado en el porvenir. En él pensó siempre con amor y esperanza (1).

[V]
MaRIano H. coRneJo Y la enSeñanZa de la SocIoloGía.- En l896 se creó en la
Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos la cátedra de sociología. Fue nombrado para
regentarla Mariano H. Cornejo.
Nació Mariano H. Cornejo en Arequipa el 29 de octubre de 1867 y estudió primero en Puno y el sociólogo y
luego en esta última ciudad y en Lima. Antes de alcanzar notoriedad en la cátedra, se destacó como diplomático arequipeño
figura parlamentaria. Emuló como orador de la oposición a partir de 1892 la elocuencia deslumbra- Mariano H. cornejo
dora de Fernando Casós y de Luciano Benjamín Cisneros. Entre sus discursos más celebrados estuvie- (1866-1942) publicó esta
ron los que pronunció en defensa de la libertad de prensa al interpelar al ministro Zavala, de la obra en la ciudad de
libertad religiosa por la creación de un convento en Puno y de la libertad del voto y el sufragio uni- Madrid, con prólogo de
versal con motivo de la ley de elecciones. Con frecuencia se lo comparó entonces con Castelar. José echegaray. el
Después de haber aparecido como liberal vehemente, fue demócrata y pierolista desde 1895, y llegó primer volumen circuló
a ser elegido en 1901 presidente de la Cámara de Diputados y a encabezar la oposición contra el en 1908 y el segundo en
régimen de Romaña. Su acusación contra el Gabinete Almenara aparece acaso como su pieza orato- 1910. en ella, cornejo
ria más famosa en esta época. Alejado del pierolismo e incorporado al régimen civilista desde 1903, incluyó abundante
ingresó en la diplomacia a partir de 1904, primero como ministro en el Ecuador, luego como ministro información de su
en Madrid encargado de redactar el alegato en la cuestión de límites con aquel país y posteriormen- cátedra de sociología,
te como delegado a la conferencia panamericana de Río de Janeiro en 1906. que dictaba desde 1896
En la cátedra de sociología se orientó Cornejo en la dirección de Spencer cuyos Primeros principios en la Facultad de letras
hizo aprender en una época a sus discípulos con gran fidelidad; junto con ese modelo utilizó varios de la universidad Mayor
capítulos de la obra Del hombre y de las sociedades de Gustavo Le Bon, una síntesis del tratado organi- de San Marcos.
cista de René Worms y numerosos extractos de Letourneau. Durante su permanencia en Madrid
publicó su libro Sociología general (1908 y 1910) con prólogo de José Echegaray. Esta notable obra fue
traducida luego al francés con prólogo de René Worms y sirvió de texto en la Universidad de México.
La orientación determinista, evolucionista y materialista (no dentro del sentido que el marxismo da a
este concepto) fácil de señalar en el primer tomo del tratado de Cornejo, se acentuó en el segundo,
en el que utilizó, sin embargo, al tratar de los productos sociales, las doctrinas de Wundt.

(1) Hombre puro y bueno, Zulen se vio envuelto en el escándalo y, para muchos, en el ridículo por el ruidoso asunto de sus tratos
con Dora Mayer. Ambos habían trabajado desde 1909 en la Asociación Pro-Indígena. Según Dora Mayer, ella se enamoró de él
desde 1911 aunque era 22 años mayor y se lo dijo reiteradamente para proponerle matrimonio. Desde abril de 1916 hizo pública
tan anómala situación. Zulen la rechazó obstinadamente aunque reafirmó la estimación intelectual que por ella tenía. Lo que
ocurrió entre ellos en junio de 1920 solo es conocido por el vehemente testimonio de Dora Mayer. Ella se consideró esposa de su
viejo colega de la Asociación Pro-Indígena sin haberse realizado matrimonio civil o religioso, pretendió mudarse al domicilio
conyugal y fue desalojada con el auxilio de la policía. En setiembre de 1923 entabló juicio Zulen sin resultado feliz. En enero de
1925 Zulen enfermó, se confesó y murió y no se le permitió a Dora Mayer el acceso a su casa, ni fue aceptada una suma de dine-
ro que entonces quiso dar. El daño moral que, por exceso de amor, le hizo Dora Mayer fue inmenso; hasta sirvió para que la
familia de una novia que tuvo en Jauja deshiciera el compromiso. Pero la desesperación en el rostro de esta mujer fea y vieja ante
el cadáver de Zulen hacía borrar cualquier juicio de censura o enfado para transformarlo en una honda piedad.

[ CAPÍTULO 8 ] ADENDA 273


eXtRactoS La cátedra de sociología se mantuvo fiel al positivismo mientras, en la misma Facultad de
de SocIoloGía Letras, Deustua iniciaba una reacción antipositivista y neoidealista en los estudios filosóficos.
La larga actividad oratoria y política de Cornejo necesita un estudio especial. Diputado por
Azángaro entre 1892 y 1894, diputado por Puno y por Sandia de 1895 a 1904, senador por Puno
de 1911 a 1918, senador por ese mismo departamento y presidente de la Asamblea Nacional
de 1919 y 1920, Cornejo tuvo, como otros tribunos de su época, una larga permanencia en el
Congreso. Perteneció, pues, a la especie de selecta oligarquía parlamentaria que se formó en el
Perú de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Ortega y Gasset creyó ver en el recinto del
Parlamento siempre al tenor, al jabalí y al payaso. Manuel B. Pérez puede ser identificado, en la
Cámara de Diputados durante la última época del régimen civilista como el payaso, revestido
con la facha y el donaire de Sancho Panza. Cornejo perteneció, sin que haya irreverencia en esta
comparación, al género del tenor y su verbal orquestación sonó incansable durante más de
veinte años en legislaturas ordinarias y extraordinarias. Pronunció innumerables discursos sobre
temas políticos, constitucionales, jurídicos, hacendarios, internacionales, filosóficos, sociológicos
y literarios. Hubo quienes encontraron en él rasgos grotescos; no le faltó una genialidad vivaz y
en 1908, la universidad potente. Mejor que otros, encarnó al provinciano mestizo, que en medio de una sociedad
Mayor de San Marcos donde era muy difícil ascender al primer plano, alcanzó el éxito por su extraordinario poder para
publicó esta obra del hablar. Fue una mestiza encarnación del viejo dicho español: “Quien lengua tiene, a Roma va”
escritor y catedrático (este caso, Lima, el Congreso, el poder, París). Se le llamó tornadizo en sus adhesiones políticas;
tacneño carlos Wiesse en realidad, tuvo un raro don de persistencia y de obstinación para perseguir lo que quería.
(1859-1945). Defendió a través de muchos años reformas constitucionales como: la renovación total del
el documento era un Congreso, la elección parlamentaria del presidente de la República, la supresión de las vicepre-
adjunto de la cátedra de sidencias y en el proceso penal, el juicio oral y el jurado. Ya en su última etapa oratoria se acen-
sociología. el curso había tuó una preocupación que quería ser poética y metafísica. El “éter azul” de que tanto habló
sido dictado entonces, en realidad, tenía contacto con la tierra de la política. Al final de su vida fue ministro
originalmente por del Perú en París y delegado ante la Sociedad de Naciones.
Mariano H cornejo, pero
Wiesse se encargó de él
de 1907 a 1909. la oBRa de WIeSSe SoBRe la SocIoloGía.- Cuando La política alejó a Cornejo del
también publicó textos claustro tomó a su cargo la asignatura de sociología Carlos Wiesse para orientar sus enseñanzas
de historia del perú, en un sentido exegético, de acuerdo con la obra que sobre esa disciplina publicara en 1908,
geografía y derecho, para titulada Extractos de sociología. Era este texto una síntesis sobria y precisa de doctrinas por enton-
la educación secundaria. ces recientes. Entre los nombres citados podía hallarse allí los de Comte, Spencer, Durkheim,
Simmel, Gumplowicz, Ratzel, Worms, Giddings, Le Play, Marx, Asturaro, Ross, Tarde. Interesante
resulta constatar que la obra de Wiesse dio ingreso y vigencia a autores norteamericanos. En el
curso de psicología, solo aparecían alusiones despectivas al movimiento de ideas en aquel país.

otRaS eXpReSIoneS del poSItIVISMo en la enSeñanZa unIVeRSItaRIa.- Entre


1896 y 1911 la enseñanza de la cátedra de Derecho Natural y luego de filosofía del Derecho
estuvo a cargo de Manuel Vicente Villarán. La orientación de esta asignatura no fue la de un
curso elemental de introducción a las ciencias jurídicas, la de de una revista de teorías, o la de
un conjunto de enunciados formalistas y abstractos. Villarán unió al estudio del Derecho
Dogmático el de su relación con la vida social y con la evolución histórica. Su enseñanza se
acercó así a la sociología jurídica. Pero el positivismo de este maestro no fue absoluto y ciego y
estuvo completado con un idealismo profundo que lo acercó a la escuela italiana de Icilio Vanni.
Por vez primera en el Perú se hizo en su cátedra una exposición completa de la doctrina de las
fuentes del Derecho desde los puntos de vista histórico, positivo, técnico y crítico, inspirada en
los grandes trabajos de Francisco Gény y Eduardo Lambert. La lección inaugural de Villarán en

274 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


el curso de filosofía del Derecho en 1907 sobre las ciencias morales contemporáneas y sus ten-
dencias positivas apareció en Revista Universitaria y es un documento típico de esta época.
Las influencias positivistas en el campo de la historiografía no tuvieron vasta repercusión;
pero no dejaron de esbozarse nítidamente. El estudio de Pedro M. Oliveira sobre la política eco- el positivisMo
nómica de la metrópoli aparecido en 1906 siguió las rutas del trabajo de Javier Prado sobre las
clases sociales en la Colonia y puede ser ubicado dentro de la literatura de la “leyenda negra”
universitario
acerca de la obra de España en América. peruano Quedó,
El positivismo universitario peruano quedó, en conjunto, como un movimiento tenue o lar- en conJunto,
vado. Su sostenedor más resuelto se limitó a publicar un tratado vigoroso pero aislado de socio-
logía para dedicar sus mejores energías a la política y a la diplomacia. Sus principios tiñeron la
coMo un
enseñanza filosófico-jurídica; pero a ellos se sumaron otros que los moderaron o equilibraron. MoviMiento
En el campo historiográfico dejaron una señal fugaz. Las nuevas generaciones no evidenciaron tenue o
entre fines del siglo XIX y comienzos del XX vivo interés por las ciencias penales dejando sin
continuar los ensayos sobre antropología criminal de Fuentes Castro y el estudio de Mariano larvado.
Ignacio Prado sobre el tipo criminal. No hubo en el Perú, como en Chile, adeptos de la “Religión su sostenedor
de la Humanidad” propugnada por Augusto Comte.
MÁs resuelto
(Mariano H.
[ VI ] corneJo) se
ÓScaR MIRÓ QueSada.- Óscar Miró Quesada, uno de los hijos de José Antonio Miró
Quesada, nació en Lima el 30 de julio de 1884. Muy joven recibió la influencia del médico liMitó a
Antonio Muñiz, hermano del general Pedro Muñiz, y quiso seguir la misma profesión por lo cual publicar un
se matriculó en la Facultad respectiva en 1902. Pero en 1904 viajó a Europa, cursó como alumno
libre cursos de filosofía y letras en la Sorbona y se interesó vivamente por el laboratorio de psi-
tratado
cología experimental de Binet. Por ese camino científico-filosófico ambuló su juventud que viGoroso pero
cultivó un cientificismo no compartido por sus compañeros de generación. A esta tendencia se aislado de
juntó la facilidad que para escribir y para ponerse en contacto con el gran público le dio el
periódico de su familia. Su primer artículo apareció en El Comercio el 8 de setiembre de 1901 y
socioloGía para
versó sobre el hipnotismo. Desde entonces ha publicado en ese mismo diario innumerables dedicar sus
contribuciones. MeJores
Delegado de los estudiantes al Congreso de Montevideo de 1908, estuvo ese año entre los
fundadores del Centro Universitario e incorporó en el programa de este organismo la conve- enerGías a la
niencia de popularizar la cultura. “Nosotros los estudiantes (léese en la Memoria del comité política y a la
organizador) que hemos tenido la dicha de poder cultivarnos, que vimos con ojos curiosos
descorrerse el velo impalpable que ocultaba las estatuas maravillosas y eternas de la belleza y la
diploMacia.
verdad, que nos hemos librado de la esclavitud de la ignorancia y de la superstición, debemos,
si deseamos ser honrados y ser buenos, devolver a la vida lo que la vida nos dio, y cumpliendo
la obra evangélica, enseñar a los que no saben, así como a nosotros nos enseñaron. Que la pala-
bra convencida y sabia de nuestros maestros no se pierda para siempre en la indiferencia egoís-
ta de nuestros cerebros estériles, que las verdades superiores y esenciales que aprendimos en
las cátedras sean comunicadas a los hombres humildes como la buena nueva, para que así
podamos decir con el legítimo regocijo de un convencimiento sincero: lo que sabemos no se
ha perdido, lo hemos enseñado a los demás, devolviendo a la vida lo que la vida nos dio: cultu-
ra de espíritu y liberación mental. Hemos pagado nuestra deuda”. Estas palabras pueden ser
consideradas como un lema para la obra de Óscar Miró Quesada. El suyo ha sido un periodismo
raro en cualquier ciudad del mundo, pues ha divulgado ideas y teorías a veces abstrusas en
lenguaje sencillo y claro, el periodismo más antagónico que cabe concebir, a la búsqueda de la
nota sensacional en la actualidad volandera, al culto de la superficialidad y a la exacerbación de
los instintos groseros del público lector.

[ CAPÍTULO 8 ] ADENDA 275


BIeneS Y apunteS Hasta 1933 (fecha en que, conviene repetirlo una vez más, se detiene el presente libro) la
de MeSoloGía obra de Óscar Miró Quesada habíase proyectado en muchas direcciones. La primera que apare-
cRIMInal peRuana ció fue la sociología con su folleto Problemas ético-sociológicos del Perú (1907) con prólogo de
José de la Riva-Agüero con reflexiones sobre la organización judicial y política de nuestro país,
el fomento de la agricultura, la inmigración asiática, el abaratamiento de las subsistencias, el
saneamiento y la colonización de la costa y otras cuestiones capitales, entre las que destaca su
condena al culto de los valores económicos.
Hubo un momento en que Óscar Miró Quesada pareció interesarse mucho sobre temas
pedagógicos. Fue cuando redactó en 1908 su tesis para el bachillerato en letras sobre formación
del profesorado de segunda enseñanza para auspiciar y desarrollar el proyecto presentado en la
legislatura anterior por Javier Prado, Joaquín Capelo y otros senadores sobre una sección espe-
cial con este objeto en las facultades de Letras y Ciencias de San Marcos. Allí sostuvo también la
necesidad de una preparación general filosófica y pedagógica de los futuros maestros que
debían contar también con una práctica especial en el Colegio Guadalupe. En el folleto El pro-
blema de los exámenes (1908) Miró Quesada abogó luego contra estos procedimientos por
considerar que arrojan un falso valor de capacidad individual. Se adelantó así a la boga en el Perú
Óscar Miró Quesada (1884- de los métodos para observar y medir la aptitud mental a la vez que el aprovechamiento de los
1981) conocido por el alumnos. En la tesis sobre El arte y la cultura general (1911) presentó las razones científicas y filo-
seudónimo de Racso, era sóficas que existen para considerar a la belleza natural y artística como elemento de cultura
un reconocido catedrático poderoso y fecundo, e insistió en la importancia de la educación estética del espíritu humano.
de criminología en la Notable es el aporte de Óscar Miró Quesada dentro de las ciencias jurídicas. En La nacionali-
Facultad de Jurisprudencia zación del Derecho y la extensión universitaria (1911) estudia el origen y la formación del Derecho,
de la universidad Mayor la génesis del Derecho patrio y su nacionalización. Sustenta la tesis fascinante de que nuestra
de San Marcos. en 1922 vida en este campo ha sido centrípeta y exógena y deformada y de que su proceso de naciona-
publicó esta obra, que lización puede gestarse mediante la cultura del pueblo.
ayudó a sentar las bases de En los Breves apuntes de mesología criminal peruana (1922) entró el primero en nuestro país
la criminología en el país. en consideraciones doctrinarias sobre la criminología y utilizó luego la estadística al ocuparse
también empleó la del delito en el Perú. Para esto último hubo necesidad de que efectuara o mandase efectuar una
estadística aplicada a los labor directa de investigación, que no tenía precedentes, en la cárcel de Guadalupe y en la peni-
delitos cometidos tenciaría. En El caso del asesino Montes (1916) hizo un ensayo de criminología aplicada. Por último
en el perú. su tesis sobre el divorcio (1911) proclamó la conveniencia de esta institución.
Con Elementos de geografía científica del Perú (1919, 2ª ed., 1926) renovó los conceptos sobre
la ciencia geográfica, resaltó sus aspectos físico, biológico y económico y utilizó los aportes de
la geología, la antropología y la sociología. Es este un lindo libro sobre el país que reconcilió a
muchos rectores con aquella ciencia entendida en su sentido cultural e integral con sentido
renovador pues primaban entonces textos que concedían preferencia a la lista de los nombres
de los lugares del territorio y a la fase política. Complementan este aporte La nueva geografía y
la enseñanza universitaria (1923) y Lecciones y conferencias de sociogeografía (1924).
Bajo el rubro de Extensión universitaria editó Miró Quesada en 1914 y 1916 dos volúmenes
sobre La salud y el cuerpo humano y sobre Enfermedades evitables.
Dentro del terreno filosófico de su producción estuvieron en esta época El arte y la cultura
general (1911), La realidad del ideal (1922), Psicología integral (1925). En esta obra cita a autores
como Freud, Adler y Jung. No debe ser omitido que Miró Quesada fue uno de los primeros
estudiosos del psicoanálisis en el Perú y que, interpretando, sobre la base de esas ideas, el arte
genial de Antonia Mercé, La Argentina, ganó la perdurable amistad de la artista. Obra menor en
campos limítrofes fue Tres conferencias (1923).
La bibliografía netamente literaria de Miró Quesada abarca los libros Con motivo del tricente-
nario de Cervantes (1916) y Versos (1923). No ha publicado su drama La esclava (1917) cuyo tema
es el amor físico y espiritual y uno de cuyos personajes representa, por vez primera, un sirviente

276 ADENDA [ CAPÍTULO 8 ]


serrano; ni tampoco su “astrakanada” La muerte de Timoteo donde se burla de la sociedad de
temperancia, y los monólogos La ciencia del saludo y Leyendo el periódico.
Dentro de su vasta producción periodística no compilada merecen recuerdo la serie de
artículos sobre las operaciones militares durante la guerra de 1914-1918 que recibió una carta [óscar] Miró
laudatoria del jefe del Gabinete del mariscal Foch y la serie, por primera vez publicada en el Perú,
sobre radiotelefonía. Miró Quesada no fue solo un escritor en este último campo sino también
Quesada no Fue
un fabricante de aparatos y un entusiasta cultor de la onda corta cuando dicha afición era cali- solo un
ficada por muchos como cosa de chiflados. escritor (…)
Después de 1930, la fecundidad intelectual de Miró Quesada siguió indeclinable. Tiene libros
sobre economía, filosofía, gramática, literatura, estética (la estética del toreo), astronomía y física.
sino taMbiÉn un
Con más de 70 años, ha explicado últimamente los vuelos interespeciales y la cibernética y ha Fabricante de
tratado sobre la habitabilidad de otros mundos. aparatos y un
entusiasta
cultor de la
onda corta
cuando dicHa
aFición era
caliFicada por
MucHos coMo
cosa de
cHiFlados.

[ CAPÍTULO 8 ] ADENDA 277


[ tomo 16 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 9 ● I El Instituto Histórico del abandono de la Biblioteca Nacional ● Enrique Brüning, sus estudios
Perú ● II Max Uhle y los comienzos de la VIII El Patronato Nacional de Arqueología monográficos sobre Lambayeque y su
arqueología científica peruana ● III El ● IX Pablo Patrón ● X La Colección de trabajo sobre canciones eróticas en ese
descubrimiento de Machu Picchu ● IV tratados y los congresos y conferencias departamento ● XII Manuel Moncloa y
Las exploraciones de Julio C. Tello en internacionales de Ricardo Aranda ● Los Covarrubias y la historia teatral del Perú ●
Chavín, Paracas y otros lugares ● V Las Anales de la hacienda pública ● La XIII El Carácter de la literatura del Perú
excavaciones arqueológicas y el colección de Larrabure y Correa sobre independiente ● La historia en el Perú ●
comercio con el patrimonio cultural del Loreto ● La Historia de las misiones Paisajes peruanos ● El elogio del Inca
país ● La colección Corbacho ● VI La franciscanas del padre Izaguirre ● XI La Garcilaso ● El Perú histórico y artístico ● El
fundación del Museo de Historia Historia del Perú independiente de discurso de la Recoleta ● XIV Luis Antonio
Nacional ● La organización del Museo Nemesio Vargas y la Historia republicana Eguiguren ● XV Carlos Wiesse ● XVI El
Histórico Nacional ● Los museos durante de Pedro Dávalos y Lissón ● La Historia de Conservatorio Universitario. Leguía,
el Oncenio ● Emilio Gutiérrez de Arequipa. El Diccionario de Piura y la Porras, Sánchez ● XVII César Antonio
Quintanilla y la obra La campaña de Historia del Protectorado de Germán Ugarte y la historia económica, Alberto
Ayacucho ● VII El Archivo Nacional ● El Leguía y Martínez ● Francisco Mostajo ● Ulloa Sotomayor
NOTAs SOBRE LA ARQUEOLOGÍA
Y LA HISTOrioGRAFÍA ENTRE 1895-1933
Con referencias a las instituciones dedicadas al patrimonio cultural

CAPÍTULO
9
[ ]
E
[I]
l InStItuto HIStÓRIco del peRÚ.- El 18 de febrero de 1905 José Pardo firmó con su
ministro Jorge Polar el decreto que creó el Instituto Histórico del Perú. Una resolución comple-
mentaria designó el 8 de marzo a sus miembros fundadores. Fueron: José Sebastián Barranca,
Modesto Basadre, Enrique Benites, Marco Aurelio Cavero, Mariano H. Cornejo, Pedro Emilio
Dancuart, Juan Norberto Eléspuru, Aníbal Gálvez, Carlos García Irigoyen, Ricardo García Rossel,
José Ramón de Idiáquez, José Augusto de Izcue, Miguel Antonio de la Lama, Víctor M. Maúrtua,
Rosendo Melo, Manuel Jesús Obin, Teodorico Olaechea, Pablo Patrón, Carlos Paz Soldán, José
Toribio Polo, Javier Prado y Ugarteche, Mariano Ignacio Prado y Ugarteche, José Agustín de la
Puente, Emilio Gutiérrez de Quintanilla, Carlos A. Romero, Nemesio Vargas, Carlos Wiesse y Celso
Zuleta.
El primer presidente del Instituto Histórico fue Eugenio Larrabure y Unanue. Carlos A.
Romero asumió la dirección de la Revista Histórica, órgano que dio vida a esta entidad durante
más de sesenta años y sigue publicándose.

[ II ]
MaX uHle Y loS coMIenZoS de la aRQueoloGía cIentíFIca peRuana.- Max
Uhle, nacido en Dresden en 1856, comenzó sus trabajos en el campo de la arqueología en el
Museo Etnológico de Berlín. Estudió lenguas orientales en las universidades de Gotinga y
Leipzig; pero a partir de 1888 se hizo conocer en los congresos de americanistas. Junto con los
sabios alemanes Stübel, Reiss y Koppel publicó en 1889-1890 una obra sobre la cultura y las
industrias de los pueblos sudamericanos. En 1891 obtuvo una comisión del Museo Etnológico
de Berlín para viajar a América del Sur. Inició su ruta por Argentina, estudió el área de difusión de
la cultura quechua y llegó hasta Tiahuanaco. De esta época provienen su trabajo sobre la esfera
de influencia del país de los incas y su notable libro en colaboración con A. Stübel Die
Ruinenslaette von Tiahuanaco (Leipzig, 1892).
En 1896 la Universidad de Pennsylvania lo comisionó para que hiciese excavaciones en el
Perú y en Bolivia. Los trabajos que efectuó en la ruinas de Pachacámac dieron origen a su monu-
mental obra de ese nombre aparecida en 1903. Jorge Muelle ha dicho de este libro que “es el
primer estudio estratigráfico llevado a la práctica no solo en el Perú sino en la América toda” y
que los trabajos de Uhle son casi contemporáneos a los de Schliemann en Troya y no estuvieron
a la zaga de los realizados por la escuela alemana en el Viejo Mundo.
El tercer viaje de Uhle al Perú tuvo lugar en 1898 bajo los auspicios de la Universidad de
California. Exploró entonces las ruinas de Moche, Marca, Huamachuco, Chincha, Pueblo Nuevo
y Tambo Colorado. En 1901 volvió a California y en 1903 estaba otra vez en el Perú para hacer
nuevas excavaciones y publicar varios estudios. Entre 1906 y 1912 ocupó la dirección del Museo
Histórico de Lima mientras proseguía su obra en el campo y con la pluma.
En 1912 se alejó de Perú y fue director del Museo Antropológico y Arqueológico de Chile.
Llevó a cabo entonces investigaciones en la zona situada entre Tacna y Atacama. Pasó más tarde,

280 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


en 1919, al Ecuador para excavar, escribir y enseñar. Volvió muy anciano al Perú, invitado con MaX uHle
motivo del Congreso de Americanistas de 1939, y regresó a morir en Alemania. (1856-1944)
Hombres ilustres habían antecedido a Uhle en la atención y el interés hacia las culturas
preíncas y señalado algunas de sus huellas más importantes; pero él comenzó, con una lenta
labor de muchos años, la formación de la arqueología científica peruana. Las perspectivas de la
vida del hombre andino en el tiempo y en la antigüedad de la cultura en el territorio que sirvió
de base primordial para la República del Perú recibieron una ampliación grande (aunque no
tanto corno ahora) de modo que los incas parecieron gentes nuevas, recién llegadas. Al mismo
tiempo, al interpretar los incompletos testimonios que, sobre todo, ofrecen la cerámica, el arte
textil, los restos arquitectónicos, Uhle esbozó a base de las secuencias estratigráficas, un cuadro
complejo y rico de culturas sucesivas o contemporáneas y de influencias interregionales y aun
intercontinentales dentro del lapso de unos dos mil años. Otros, más tarde, efectuaron sensacio-
nales o significativos descubrimientos que él no adivinó, ahondaron en el tiempo, modificaron
sus esquemas, adoptaron teorías diferentes, tomaron en cuenta más complejos factores; pero
no escribieron si no páginas adicionales en un libro cuyo primer capítulo lleva la firma indeleble
de Max Uhle. el arqueólogo y
antropólogo alemán llegó
al cuzco a fines del siglo
[ III ] XIX, para estudiar la
el deScuBRIMIento de MacHu pIccHu.- El explorador norteamericano Hiram A. civilización incaica. en
Bingham, que había llegado al Perú con una comisión científica de la Universidad de Yale, des- 1896, contratado por la
cubrió en julio de 1911 los maravillosos restos de la ciudad de Machu Picchu, que están situados universidad de
en la margen izquierda del río Vilcanota, a 2.690 metros de altura sobre el nivel del mar y en la pennsylvania, inició
cúspide de un cerro cuya conformación topográfica es sumamente escarpada, casi inaccesible. excavaciones en
El área de extensión de las ruinas alcanza a unas cinco o seis manzanas más o menos. pachacámac, al sur de
Machu Picchu no aparece mencionada por los cronistas de los incas ni por los historiadores lima. dos años después
y arqueólogos que se ocuparon hasta comienzos del siglo XX de las culturas prehispánicas. empezó a estudiar las
Antonio Raimondi, Charles Wiener y otros viajeros exploraron la zona; pero no llegaron hasta el ruinas de chan chan, en
lugar que halló Bingham. Según este, allí es donde estuvo la cuna de la civilización inca. Otros la libertad. de 1891 a
autores le atribuyen origen incaico y algunos le adjudican una antigüedad mucho mayor y sos- 1903 dictó la cátedra de
tienen que ni los incas ni los españoles lo conocieron. arqueología americana en
la universidad de
california. en 1903 volvió
[ IV ] al perú e inició
laS eXploRacIoneS de JulIo c. tello en cHaVín, paRacaS Y otRoS excavaciones que le
luGaReS.- La profanación y el robo en el templo de Chavín fueron fenómenos endémicos permitieron una mejor
durante muchos años. En 1919 llegó a esta zona una expedición arqueológica de la visión sobre las culturas
Universidad de San Marcos encabezada por Julio C. Tello Rojas. preincaicas. Su obra más
Indio, hijo pobre de descendientes de antiguos señores y curacas locales, nacido en la villa de significativa es la esfera
Huarochirí el 11 de abril de 1880, Julio C. Tello Rojas hizo estudios escolares en su tierra natal, en el de influencia del país los
Colegio de Lima de Pedro A. Labarthe y en el Guadalupe. Se graduó de bachiller en medicina en incas (1908).
1908 con una novedosa tesis sobre la antigüedad de la sífilis en el Perú y de médico y cirujano en la
Universidad de San Marcos en 1909. Siguió luego estudios de Antropología y Arqueología entre
1909 y 1911 en la Universidad de Harvard. En 1911 y 1912 complementó su especialización en este
campo en Cambridge y en Berlín. A partir de 1913 se dedicó a la antropología física (su tesis en la
Facultad de Ciencias Naturales versó sobre el uso de las cabezas humanas artificialmente momifica-
das y su representación en el antiguo arte peruano); pero luego, por largos años, hasta su falleci-
miento en 1847, estuvo consagrado a buscar las raíces del hombre y de la cultura andina, como ha
dicho Ramiro Matos, a través de la arqueología en múltiples zonas del territorio de país mediante

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 281


exploraciones y excavaciones y la fundación de museos arqueológicos o la acumulación de mate-
riales de estudio y a través de una obra escrita que, en parte, dejó inédita al morir. De él se ha dicho
que fue una dínamo humana, fundador de varios museos y descubridor de diversas culturas, un
los sensacionales aborigen que sintió misteriosamente la voz de su propio pasado, un sabio tenaz que albergó al
mismo tiempo un agudo polemista, uno de los más grandes peruanos del siglo XX.
descubriMientos Tello descubrió en Chavín en 1919 una gran obra escultórica que estaba desperdigada en los
eFectuados por potreros, en los patios de las casas del pueblo donde servía para las estacas de los animales, en las
[Julio c.] tello en cocinas que la usaban como morteros y batanes, en los muros y en el empedrado de las plazas.
Exploró y estudió entonces los yacimientos arqueológicos existentes en las cuencas de los ríos
paracas no solo Huarmey, Santa y Alto Marañón y llegó a reunir valiosos objetos de piedra, cerámica, hueso, made-
Marcaron ra y otros materiales para la fundación y la organización del primer museo de la Universidad de San
caMinos y Marcos. Pero los más sensacionales hallazgos los realizó en Chavín. Empezaron entonces las exca-
vaciones y los sucesivos descubrimientos en esta zona y el templo adquirió la categoría de monu-
encendieron mento nacional. A lo largo de un cuarto de siglo, siguió efectuando investigaciones minuciosas e
luces para el infatigables para estudiar la cultura Chavín y para destacar su significado que él consideraba fun-
damental dentro del cuadro cada vez más complejo de las culturas preíncas.
estudio del perÚ Descubrimientos también sensacionales realizó Tello en el departamento de Ica.
antiGuo. En esta zona la dispersión y la pérdida de! patrimonio arqueológico fue resultado, no ya de
entreGaron a la la desidia y de la ignorancia pueblerinas como en Chavín, sino de las extracciones hechas por
los llamados “huaqueros” con fines de lucro, mediante saqueos de tumbas en forma continua e
adMiración del intensiva a través de más de cuarenta años.
pÚblico nacional Parte de los yacimientos arqueológicos del departamento de Ica en la primera década del
siglo XX llegó a viajar a museos de Alemania, Inglaterra, Francia, Suecia, Dinamarca, Italia y otros
y eXtranJero países. Entre las colecciones particulares más importantes exportadas entonces estuvieron la de
tesoros artísticos Uhle y también las de Gaffron (1902), Bolívar (1902-1904), Pfeiffer (1903), Garlepp (1903), Gaffron
Que no ceden en (1907), Gretzer (1907), Hermann (1908), Seler (1910) y otras, procedentes de Ica y Nazca.
Numerosos objetos pasaron a formar además, colecciones de hacendados y vecinos importan-
belleZa y en tes de la región y de Lima. Víctor Larco Herrera adquirió buena parte del patrimonio arqueológi-
iMportancia a los co privado de Ica y Lima entre 1919 y 1923 y las actividades de los coleccionistas y “huaqueros”
MÁs celebrados se intensificaron después del negocio que entonces fue llevado a cabo.
El mismo Tello ha escrito: ”En 1925 en compañía del doctor Samuel K. Lothrop, visito la
Que las culturas península y compruebo por el examen de los despojos allí existentes de tumbas explotadas, que
Muertas del los tejidos finos, entre ellos los mantos bordados considerados como de Nazca no procedían de
ese lugar sino de Paracas, de los cementerios llamados por los waqueros ‘Cabeza Larga’; y ade-
Mundo entero más descubro en las faldas y hoyadas contiguas a la garganta de la península cistos hondos o
Han podido leGar pozos conteniendo cadáveres y objetos distintos de los hasta entonces conocidos”.
a las Tello fue en 1913 director de la Sección Arqueológica del Museo Nacional, convertida luego
en Museo de Arqueología y Antropología, y allí permaneció hasta 1915. En 1919 fundó el Museo
Generaciones de Arqueología de la Universidad de San Marcos y, en el mismo año, el Museo Víctor Larco Herrera
actuales y a las en el que permaneció sólo hasta 1921 en que se separó por diferencias con ese filántropo.
En su carácter de director del Museo de Arqueología Peruana fundado en 1924 según se
del Futuro. verá en seguida, Tello recibió en 1927 el encargo de preparar una colección para ser llevada al
año siguiente a la Exposición Ibero-Americana de Sevilla. Esta circunstancia ocasional le propor-
cionó los medios económicos que le permitieron equipar una expedición al departamento de
Ica. Ella encontró 429 fardos funerarios y llegó a alcanzar la duración de un año. Hizo entonces
Tello importantes hallazgos en el valle de Copara o de Las Trancas, en el fundo Pacheco situado
en el valle de Nazca y en otros lugares de la zona, incluyendo Paracas en el valle de Pisco, donde
descubrió la gran necrópolis de Cerro Colorado que yacía oculta bajo capas de arena y basura
con cadáveres envueltos en telas bordadas y acompañados de múltiples ofrendas.

282 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


Los sensacionales descubrimientos efectuados por Tello en Paracas no solo marcaron cami- cHaVín
nos y encendieron luces para el estudio del Perú antiguo. Entregaron a la admiración del públi-
co nacional y extranjero tesoros artísticos que no ceden en belleza y en importancia a los más
celebrados que las culturas muertas del mundo entero han podido legar a las generaciones
actuales y a las del futuro.
Entre las obras que publicó Tello hasta 1930 estuvieron Introducción a la historia del antiguo
Perú (1921) y Antiguo Perú. Primero época (1929).
Los avances y las anotaciones en el no bien explorado campo de la arqueología nacional
habíanse realizado a través de muchos años, mediante los esfuerzos de europeos y norteamerica-
nos, muchos de ellos respaldados por una auténtica formación técnica y por considerable ayuda
económica. Así, en lícita forma, vino una desperuanización de la arqueología peruana. Muchos
aportes de autodenominados sabios criollos se desviaron por la incultura, por la tendencia a
sucumbir ante las tentaciones de ideas estrafalarias, sobre todo otorgando excesiva importancia a
enrevesadas comparaciones lingüísticas. Tello simbolizó la mentalidad forjada y montada por téc-
nicas modernas que solo las universidades y otros centros de estudios distantes de las instituciones
criollas podrían entonces suministrar. Representa una oposición táctica a los empirismos y a las esta civilización
improvisaciones. Pero esa inteligencia disciplinada y sistemáticamente nutrida por la ciencia que preincaica se desarrolló
en su época era actual, la puso Tello al servicio de un mejor conocimiento y de una más cabal en el callejón de
comprensión del indio, con quien se sintió entrañablemente unido. No solo lo reivindicó haciendo conchucos (Áncash) y
que los peruanos de su tiempo y la gente culta de todos los países admiraran los maravillosos tuvo su auge entre los
aportes de la cultura andina en la textilería, la cerámica, la arquitectura, la utilización de los metales siglos X y IV a. c. Fue una
y en muchos otros campos, sino, además, vivió perennemente angustiado por el trauma que sobre de las primeras grandes
aquellos hombres y sus descendientes causaron la conquista española en el siglo XVI y los hechos culturas del perú antiguo.
mediante los cuales continuó la opresión y la servidumbre de ellos hasta nuestros días. Su importancia radica en
Tello tuvo también una destacada actuación política sin duda en la búsqueda de tribunas que aumentó las
para difundir su mensaje. En 1917 se enfrentó en las elecciones para la diputación por Huarochirí funciones de los centros
a Elías Mujica Carassa, poderoso contrincante cuñado de Ricardo Bentín, y consiguió la victoria, ceremoniales, ejes de su
ratificada por la Corte Suprema después de un proceso sensacional. Representó a la misma desarrollo económico. Su
provincia durante más de diez años, hasta octubre de 1929 en que se retiró voluntariamente de arquitectura fue
la vida pública. Intervino en su Cámara para que fuera creado el Patronato de la Raza Indígena, monumental y orientada
a favor de la ley sobre monumentos arqueológicos citada más adelante; en pro de la provisión a fines religiosos. aquí,
de becas en el extranjero y en el proyecto de Constitución de la Universidad que presentó en una fotografía del templo
unión de José Antonio Encinas. En su provincia se interesó por la creación de centros escolares Viejo de chavín.
y escuelas e inició la construcción del camino carretero de Cieneguilla a Huarochirí mediante la
cooperación de los habitantes de la zona. Huarochirí no ofreció medallas de oro ni otros obse-
quios al presidente Leguía. Pocos días después del cambio de régimen de agosto de 1930 se
expidió una resolución suprema que lo despojó, sin mencionar su nombre, de la dirección del
Museo de Arqueología Peruana por él fundado y organizado. Dicha resolución tenía el siguiente
texto: “Estando a lo acordado: Se resuelve: Nombrar director del Museo de Arqueología Peruana
al doctor don Luis E. Valcárcel. Rúbrica del señor presidente de la Junta Militar de Gobierno.
Sologuren”. Se ha mencionado ya el caso de la destitución de Tello en el capítulo sobre la Junta
Militar de Sánchez Cerro como uno de los típicos de ese duro momento político y social.

[V]
laS eXcaVacIoneS aRQueolÓGIcaS Y el coMeRcIo con el patRIMonIo
cultuRal del paíS.- Según el decreto de José Bernardo de Tagle expedido el 2 de abril de
1822 estaba prohibida la exportación de piedras minerales, obras antiguas de alfarería, tejidos y
demás objetos que se encontraran en las huacas, sin licencia expresa y especial del Gobierno.

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 283


Los contraventores debían perder las especies a favor del Museo Nacional y pagar mil pesos de
multa a favor de los establecimientos de instrucción pública. Las aduanas, resguardos o capita-
nías de puerto fueron declarados responsables del cumplimiento de esta disposición (decreto
así coMo otros de 10 de marzo de 1841).
La ley de 9 de enero de 1840 permitió el trabajo de los peruanos en el descubrimiento de
buscaron los tesoros ocultos en las huacas sin pago de gabelas, es decir supeditó los derechos del Estado
tesoros a los intereses de carácter particular.
eXcavando en El decreto de 27 de abril de 1893 prohibió las excavaciones sin licencia y declaró monumen-
tos nacionales todas las antiguas construcciones anteriores a la Conquista española; enumeró
la tierra, (…) los requisitos para las solicitudes y señaló las garantías que ellas debían otorgar al poder público.
[JorGe El decreto de 19 de agosto de 1911 ratificó en parte y, a la vez ratificó y amplió el de 1893 en
corbacHo] se cuanto a los permisos para excavaciones, declaró otra vez el dominio del Estado sobre los obje-
tos hallados en ellas, prohibió exportar las especies únicas y abrió la posibilidad para la cesión
dedicó a la de las que fuesen duplicadas.
tarea, aislada Sin embargo, a pesar de estas dos frágiles medidas administrativas (que desde un punto de
vista netamente jurídico, no alcanzaban a tener la fuerza de una ley) con desconocimiento del
entonces en el Estado muchas veces, con su tolerancia en otras ocasiones y alguna vez con su autorización
perÚ, de reunir expresa, se produjeron las búsquedas, las apropiaciones, el comercio y las exportaciones del
papeles vieJos. patrimonio arqueológico e histórico del país. La resolución de 31 de octubre de 1912 permitió
los trabajos de la expedición de la Universidad de Yale encabezada por Hiram Bingham “en nom-
se sustituyó al bre de la etiqueta internacional”, así como la exportación de los objetos únicos y duplicados que
estado en el hallara, reservándose el Gobierno el derecho de exigir la devolución de unos y otros. Este dere-
cho no fue nunca ejercido. Verdad es que, ante este y algunos otros casos, cabe pensar si no fue
esFuerZo de mejor dejar trabajar a las instituciones científicas extranjeras en vez de que medrara el espíritu
recolectar los de lucro o destrucción de algunos individuos nacionales y no nacionales.
testiMonios
escritos la coleccIÓn coRBacHo.- Es relato muy repetido el de que, cuando el presidente Leguía le
pÚblicos o preguntó a Jorge Corbacho en qué forma podía recompensar el inmenso servicio que le había
privados Que hecho al obtener la salida de los soldados que irrumpieron en la Plaza de la Inquisición el 29 de
mayo de 1909, Corbacho no pidió un puesto público ni tampoco dinero, sino tan solo el permiso
dieran Fe para extraer papeles viejos de los archivos oficiales de provincias. Bien barato debió parecerle a
acerca del rico Leguía recompensar con esa autorización la entereza de su salvador. Lo positivo es que Corbacho
viajó por todo el Perú en sus solitarios afanes de coleccionista y de anticuario. Muchos lo conside-
pasado del país, raron un inofensivo monomaníaco. Así como otros buscaron tesoros excavando en la tierra, él se
desde los de la dedicó a la tarea, aislada entonces en el Perú, de reunir papeles viejos. Se sustituyó al Estado en el
conQuista esfuerzo de recolectar los testimonios escritos públicos o privados que dieran fe acerca del rico
pasado del país, desde los de la Conquista hasta los de la República. Con una tenacidad sorpren-
Hasta los de la dente llegó a juntar, a través de más de quince años, ante la indiferencia general, una colección
repÚblica. valiosísima. Cédulas reales, documentos otorgados por conquistadores, provisiones de virreyes,
procesos por delitos públicos o privados, expedientes de caciques, fuentes relativas a misiones,
correspondencia sobre acontecimientos de tanta importancia como la insurrección de Túpac
Amaru, la de Pumacahua y las de Tacna, el archivo de Simón Rávago, secretario de virreyes duran-
te dieciocho años, de varios personajes de la Independencia y de los primeros años del período
nacional y de los políticos como Lizardo Montero, las memorias de los generales Vidal, Otero y
Pezet, no fueron sino unos cuantos entre estos millares de papeles. También llegó a anunciar una
biografía de Ramón Castilla con una iconografía completa y más de mil fuentes inéditas, un estu-
dio sobre la revolución de José Angulo y un diccionario biográfico de patriotas colaboradores de
la Independencia peruana. Ninguna de estas obras llegó a ser publicada.

284 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


LA ARQUEOLOGÍA DEL SIGLO XX. Julio C. Tello (1880-1947) es considerado uno de los principales arqueólogos peruanos.
Entre sus descubrimientos más importantes se encuentran los vestigios de la cultura Chavín, en Áncash, y las necrópolis
de Paracas, en Ica. Aquí lo vemos (a la izquierda) durante la expedición a Chokta (1), en Cajamarca, en 1937.

[ capítulo 9 ] adenda 285


el MuSeo Hacia 1919, la totalidad de la colección Corbacho o parte de ella había sido embarcada con
BolIVaRIano rumbo a Nueva York.

[ VI ]
la FundacIÓn del MuSeo de HIStoRIa nacIonal- El 2 de julio de 1906 se inaugu-
ró el Museo de Historia Nacional con tres secciones y una dedicada a las tribus de Oriente. Su
local estuvo en el Palacio de la Exposición. Ejerció la dirección el gran arqueólogo alemán Max
Uhle. De este establecimiento dijo José Pardo en su mensaje de 1906 que, unido al Instituto a
cuyo cargo corría el Museo, podría completar los importantes estudios relativos a las culturas
preíncas.

la oRGanIZacIÓn del MuSeo de HIStoRIa nacIonal- En diciembre de 1911 Max


Uhle cesó en el cargo de director del Museo de Historia Nacional. Emilio Gutiérrez de Quintanilla
lo reemplazó desde el 14 de marzo de 1912.
el primer museo peruano Según Gutiérrez de Quintanilla, él encontró el Museo en estado de completo desorden y
fue fundado el 21 de abandono. Carecía hasta de agua potable y desagüe. El Museo llegó sin embargo, a ser abierto
abril de 1822 en una al público en el local del Palacio de la Exposición causando buena impresión a quienes lo visita-
antigua casona del ban. Al lado de un aspecto histórico tuvo otro de carácter artístico con obras de Merino, Laso,
pueblo de la Magdalena Pancho Fierro y algunos autores más. Entre 1916 y 1920 llegó a imprimirse el Catálogo de las
Vieja. en 1921, durante el Secciones Colonia y República y de la Galería Nacional de Pinturas del Museo de Historia Nacional.
gobierno del presidente Esta publicación fue hecha en el taller tipográfico propio de dicho establecimiento.
augusto B. leguía, se Gutiérrez de Quintanilla tuvo que luchar, según dijo, con la incuria endémica de carácter
formó el Museo burocrático, interrumpida a veces por arranques de arbitrariedad como el que indujo a extraer
Bolivariano en dicho en abril de 1913, para el adorno del Palacio de Gobierno, con motivo de un banquete al ex pre-
local. Hoy en día es sidente de Bolivia general Montes, los siguientes retratos: de los virreyes Diego Ladrón de
conocido con el nombre Guevara, Diego Morcillo Rubio de Auñón, José Fernando de Abascal y José de la Serna y de los
de Museo de presidentes Agustín Gamarra y Felipe Santiago Salaverry. A ellos se agregaron un retrato de
arqueología, Francisco Pizarro y los famosos cuadros de Ignacio Merino La venganza de Cornaro y Colón ante
antropología e Historia. la junta de Salamanca. Nunca volvieron estas obras de arte a los lugares a que pertenecían y
en él se puede observar fueron quemadas en el incendio del Palacio de Gobierno el 3 de julio de 1921(1).
el proceso histórico Pero Gutiérrez de Quintanilla afrontó, a su vez acusaciones y recelos. Sus divergencias con
peruano desde sus Julio C. Tello, encargado de la Sección “Arqueología, Tribus salvajes e Indios de la sierra” hasta
inicios hasta el período marzo de 1915, se volvieron una honda enemistad. Tello, diputado por Huarochirí en 1918, atacó
republicano. en su Cámara en dicho año a Quintanilla. Otro de los fiscales parlamentarios de este fue enton-
ces Carlos Paz Soldán, que ocupó el Ministerio de Instrucción en 1913.

loS MuSeoS duRante el oncenIo.- El Museo de Historia, dirigido por Emilio Gutiérrez
de Quintanilla, continuó funcionando durante algunos años en el Palacio de la Exposición hasta
que este local fue dedicado en 1924 a otros usos y dio albergue a un conjunto de oficinas públi-
cas. Quedó sumariamente disuelto y deshecho sin protesta de nadie. No se había organizado en
él una sección para la época prehispánica.
En 1919 fue establecido por Julio C. Tello el Museo Arqueológico en la Universidad de San
Marcos. Las colecciones adquiridas por Víctor Larco Herrera pasaron a integrar en Lima una

(1) Véase el tomo 14, capítulo 3.

286 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


“Exposición arqueológica e industrial con motivo del primer centenario de la independencia eMIlIo GutIÉRReZ
nacional”, y se convirtieron a fines de 1919 en el Museo Arqueológico que contó con un edificio de QuIntanIlla
especial en la avenida Alfonso Ugarte. El Gobierno adquirió estas colecciones en Lp. 100 mil (1858-1935)
según resolución de 6 de diciembre de 1924 y fundó ese año el Museo de Arqueología Peruana
bajo la dirección de Julio C. Tello.
El Museo Bolivariano fue erigido en 1921 en Magdalena Vieja. Comenzó a editar un valioso
Boletín en 1928 gracias al entusiasmo de Jorge Guillermo Leguía que era entonces su director.
En un local contiguo a dicha institución fueron guardados los materiales arqueológicos prove-
nientes del departamento de Ica.
Frente al interés demostrado, aunque fuese circunstancialmente, por el Estado ante la
época prehispánica con su cuantiosa riqueza a pesar del comercio hecho con ella y a pesar
de los acaparamientos privados y frente a la atención que evidenció para la época de la
Emancipación, no obstante la exigüidad en la valía del material recogido, fueron un contraste
la indiferencia para el pasado virreinal y el pasado republicano, después del esfuerzo que el
Museo de Historia Nacional había iniciado para preservarlos; e igualmente la desidia ante el
patrimonio artístico.
el erudito limeño asumió
la dirección del Museo
eMIlIo GutIÉRReZ de QuIntanIlla Y la oBRa la caMpaña de aYacucHo.- En de Historia nacional en
un folleto de gran formato titulado Homenaje de la obra La Compaña de Ayacucho al centenario marzo de 1912 y ocupó el
de la libertad sudamericana Emilio Gutiérrez de Quintanilla anunció que había reunido gran can- cargo hasta su muerte.
tidad de documentos originales, casi todos desconocidos, acerca de la campaña libertadora en anteriormente se había
el Perú. La mayor parte de ellos le habían sido entregados por Jorge Corbacho. Según él, la obra desempeñado como jefe
estaba editándose con materiales e instalación tipográfica de propiedad particular. Hallábanse del departamento de
organizados y listos para la impresión dieciocho volúmenes divididos por departamentos de la Historia del museo.
República, a saber: 1 La Libertad, 2 Áncash, 3 Lima, 2 Junín, 1 Huancavelica, 1 Huánuco, 1 Gutiérrez fue asiduo
Apurímac, 1 Ayacucho, 1 Cuzco, Puno, 1 Alto Perú o Bolivia, 1 Guayaquil, 1 Colombia, Argentina colaborador de
y Chile, 1 Bolívar. La obra debía tener cuatro secciones: I. Ejército Unido Libertador; II. Aspecto publicaciones como perú
civil; III. Ejército realista; IV. Gobiernos. Ilustrado, los andes, el
Aparte de la descripción sucinta de los documentos reunidos, el Homenaje contuvo una nacional, el país, la
vibrante defensa de la contribución peruana a la libertad del continente, así como una diserta- prensa, la patria y el
ción conmovida acerca de la postergación injusta de los valores o de los aspectos nacionales en comercio. en 1877
esta época para otorgar preferencia indiscriminada a los aportes de otros países. publicó escritos
Los periódicos de Lima dieron cuenta en junio de 1926 de que se había inaugurado, en los literarios, una
bajos del edificio que ocupaba el Museo Nacional, los talleres gráficos con el objeto de publicar compilación de cinco
la obra que debía titularse La acción peruana en la lndependencia del Perú. A esta ceremonia con- historias.
currió el presidente de la República y pronunció un discurso en ella, lo mismo que Emilio
Gutiérrez de Quintanilla.
El libro no apareció nunca. Años más tarde los documentos reunidos para él fueron vendidos
a la Argentina.

[ VII ]
el aRcHIVo nacIonal.- El segundo gobierno de Pardo reorganizó el Archivo Nacional que
había dejado de funcionar. Fue nombrado director de este establecimiento Horacio Arteaga. Su
local estuvo en una de las salas que ocupaba la Biblioteca Nacional. Aunque inadecuado, supe-
ró en mucho al local que actualmente lo alberga en el Palacio de Justicia. Fue reorganizado en
1925 por la ley N° 4666. El reglamento con que funcionó fue obra de Carlos Neuhaus Ugarteche.

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 287


el aBandono de la BIBlIoteca nacIonal.- En ningún momento de su historia la
Biblioteca Nacional recibió ayuda cuantiosa del Estado. Esta situación, explicable en los largos
años de pobreza que siguieron a la guerra con Chile, resultó una patética paradoja cuando cre-
a la biblioteca ció el Presupuesto nacional, se desarrollaron la capital y el país y surgieron necesidades crecien-
tes en los aspectos técnicos y administrativos de dicho establecimiento.
nacional la A la milagrosa obra reconstructora de Palma siguió la que, sin llegar a la notoriedad, llevó
deJaron sola, a cabo González Prada con su asiduidad, su autoridad moral y su preocupación por el desa-
sin interFerir rrollo de las colecciones de literatura moderna y clásica. El paso de Luis Ulloa por la dirección
de este establecimiento en 1914 resultó muy breve. Después del regreso de González Prada
en ella para a ella y de su fallecimiento, la Biblioteca Nacional llevó con Alejandro Deustua una vida pau-
nada. vivió, sada, marginal, sin cambios. Las grandes transformaciones del Oncenio leguiista no llegaron
coMo los indios, a sus umbrales. En 1928, al ser nombrado Deustua rector de la Universidad de San Marcos, lo
reemplazó Carlos A. Romero que llegó a permanecer en el cargo después de haber cumplido
con una 80 años y de haber superado por dos veces el límite que señala la ley para el retiro de los
econoMía Que funcionarios públicos.
A la Biblioteca Nacional la dejaron sola, sin interferir en ella para nada. Vivió, como los
no alcanZaba ni indios, con una economía que no alcanzaba ni para su subsistencia. El salón de lectura con-
para su tinuó siendo el que Palma había abierto en la época de Iglesias. Su horario se reducía al de
subsistencia. el 1:30 p.m. a 6 p.m. los días de trabajo. Los libros se colocaban en los estantes de madera según
el orden de su ingreso en los salones Europa y América. Los periódicos de provincias eran
salón de acumulados en unas mesas en una habitación descuidada. La partida mensual para nuevas
lectura adquisiciones nunca dejaba de ser magra. No existía catalogación y cualquier intento para
empezarla moría por hostilidades internas y la falta de estímulo oficial. El escaso personal se
continuó dividía dentro de la peregrina clasificación de conservadores y auxiliares y no tenía prepara-
siendo el Que ción especializada. En el mismo antiguo convento que servía de local y que no había recibi-
palMa Había do ampliación alguna, funcionaban el Archivo Histórico, la Sociedad Geográfica y dos o tres
sociedades culturales más.
abierto en la La Biblioteca Nacional se incendió en mayo de 1943. Fue como un símbolo de una culpa
Época de colectiva. El edificio quedó casi totalmente destruido, se salvó una parte pequeña de sus libros
iGlesias. y manuscritos y la necesidad de hacer una reconstrucción total impuso, poco después, que la
mayoría de los funcionarios fuese repartida en distintas oficinas públicas. De la Biblioteca
Nacional reconstruida por Ricardo Palma y dirigida luego por Manuel González Prada, Luis Ulloa,
Alejandro Deustua y Carlos A. Romero no quedó, pues, casi nada. Todo lo que vino después fue,
en lo esencial, nuevo: edificio, organización, fondos bibliográficos, personal, Escuela de
Bibliotecarios. Sin embargo, no es raro leer artículos y escuchar discursos según los cuales la
única obra de reconstrucción de la Biblioteca Nacional ha sido la de 1884.

[ VIII ]
el patRonato nacIonal de aRQueoloGía.- La ley N° 6634 de 13 de junio de 1929,
expedida por la influencia de Julio C. Tello desde su curul de diputado por Huarochirí, declaró de
propiedad del Estado los monumentos arqueológicos existentes y estableció la forma en que
podían realizarse las excavaciones, extracciones y exportaciones de antigüedades creando para
la supervigilancia correspondiente el Patronato Nacional de Arqueología cuya acción debía
hacerse sentir en todo el territorio a través de los patronatos departamentales.
Encomiables fueron estas iniciativas; pero en la práctica no llegaron a impedir las expor-
taciones clandestinas o las apropiaciones ilícitas de antigüedades ni consiguieron plenamen-
te la finalidad de conservarlas y de hacer respetar los monumentos y reliquias de pasado
prehispánico.

288 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


[ IX ] paBlo patRÓn
paBlo patRÓn.- Pablo Patrón nació en Lima el 15 de mayo de 1855. En su producción inclú- (1855-1910)
yense unas Observaciones sobre la obra “El Perú” del señor Antonio Raimondi (Lima, 1878) que es
una confrontación bibliográfica sobre todo de fuentes histórico-geográficas de los siglos XVI al
XVIII y un sabroso estudio social sobre Lima antigua. Pero sus mayores empeños estuvieron en
otro campo. Ofreció una disertación sobre su teoría favorita en la Facultad de Letras de la
Universidad de San Marcos el 15 de julio de 1897 y esta Facultad (que le otorgó el grado de
doctor honorario) lo envió como delegado al Congreso Latinoamericano de Montevideo cele-
brado en marzo de 1901. El Estado peruano sufragó los gastos de viaje. Ante ese certamen y
luego ante la Sociedad Científica Argentina, Patrón sostuvo esa teoría. Con el prestigio que le dio
el viaje, se presentó en el Congreso en aquel mismo año una proposición para otorgarle la suma
(considerable en la época) de 2 mil libras con el fin de que editara en Europa su obra. Se convir-
tió en la resolución legislativa promulgada el 18 de agosto de 1903 que dio lugar a la publica-
ción en Leipzig en castellano y en francés de Nuevos estudios sobre las lenguas americanas.
Orígenes del kechua y del aimara (1907). Antes, en 1900, Patrón imprimió en Lima Origen del
kechua y del aimara y en 1902 Perú primitivo. Notas sueltas. el médico limeño realizó
Para mucha gente entonces y también más tarde, Patrón fue el prototipo del sabio con estudios históricos sobre
características insondables y esotéricas. Adriana de González Prada lo pinta en Mi Manuel, des- medicina, medicina
pués de sus iniciales contactos con el radicalismo, como hombre escéptico y cínico sobre el país, tradicional y lengua. en
convencido de que de él hay solo que sacar provecho. El verdadero drama que Patrón y su 1897 le fue conferido el
empeñoso esfuerzo simbolizan, reiterado en muchos otros casos, es más bien el autodidactis- grado de doctor en
mo, el de la ausencia de depurado método científico y de rigurosa técnica que lleváronle a la letras. Su obra principal
búsqueda de raras similitudes fonéticas y al amor hacia teorías peregrinas y audaces. Sobre la fue nuevos estudios sobre
base del estudio analítico y comparado de palabras de las lenguas sumeria y asiria con las del las lenguas americanas,
quechua y del aimara, estableció el parentesco entre ellas fundamentado en equivalencias y origen del kechua y del
sustituciones posibles de ciertas consonantes y vocales. aimara. también escribió
Pablo Patrón falleció en Lima el 13 de diciembre de 1910. observaciones sobre la
obra “el perú” del señor
antonio Raimondi (1878),
[X] la verruga de los
la coleccIÓn de tRatadoS Y loS conGReSoS Y conFeRencIaS InteRnacIonaleS conquistadores (1889),
de RIcaRdo aRanda.- Entre 1890 y 1911 Ricardo Aranda editó en catorce volúmenes su condiciones de la clase
Colección de los tratados, convenciones, capitulaciones, armisticios y otros actos diplomáticos y polí- obrera en el perú y
ticos celebrados desde la independencia hasta el día. Entre 1909 y 1915 dio a la publicidad cinco medios para mejorarla
volúmenes más, Congresos y conferencias internacionales en que ha tomado parte el Perú. (1894) y estudio crítico
En tiempos de mayor holgura fiscal, el Ministerio de Relaciones Exteriores no ha dado a sobre el discurso del dr.
conocer su riquísima documentación en escala tan amplia como lo hizo Aranda con ejemplar Javier prado y ugarteche
constancia. Claro está que apenas una pequeña parte de aquel archivo ha quedado así en con- acerca del perú colonial
diciones de ser utilizada por los estudiosos; pero es una sección muy rica y llena de sugerencias. (1894), entre otros.

loS analeS de la HacIenda pÚBlIca.- Entre 1902 y 1926 aparecieron en 24 volúmenes


y uno de índice los Anales de la Hacienda Pública. Los tomos I al X estuvieron a cargo de Pedro
Emilio Dancuart y abarcaron desde 1821 a 1876 y del XI al XXIV fueron editados por J. M.
Rodríguez y llegaron hasta la segunda administración de Cáceres.
Estos Anales, obra de iniciativa particular, constituyen la más vasta y sistemática obra documen-
tal sobre el Perú republicano pese a sus deficiencias técnicas. Solo hubo parecido esfuerzo para
publicar oficialmente las colecciones de Aranda y las pruebas de los títulos jurídicos de nuestro
país en sus litigios con Ecuador, Bolivia, Chile y los documentos sobre Loreto, bajo el impulso de

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 289


EL DESARROLLO DE LA ARQUEOLOGÍA EN EL PERÚ

Max Uhle (1856-1944) Hiram Bingham (1875-1956)


Filósofo e investigador Investigador estadounidense.
alemán. Contribuyó a la Encabezó una expedición
formación de la arqueología enviada por la Universidad de
en el Perú. Revaloró y Yale al sur del Perú. Llegó a la
difundió la historia del Perú ciudadela de Machu Picchu el
antiguo, que antes de él era 24 de julio de 1911 y se
vista como un mero preludio encargó de darla a conocer al
al imperio incaico. mundo.

1 Los hallazgos de Uhle


Cerámica moche
Cultura Mochica (100-700): Uhle
Llevó a su punto más
descubrió entierros y ceramios cerca elevado la
a la huaca de la Luna. representación del
rostro y la figura
Cultura Tiahuanaco (600-1100): humana.
Uhle demostró que la iconografía de
Tiahuanaco se había difundido desde
la zona del lago Titicaca hasta el valle
de Piura.

Las características
de la iconografía
moche hacen
posible reconstruir
con métodos
analítico-descripti-
vos los episodios
de su historia.
Aquí vemos la
representación de
la caza ritual de un
venado.
Puerta del Sol
Friso superior con
figuras en relieve.

El cóndor con corona y cetro, estilo Mochica


Tiahuanaco clásico, es una de las
16 figuras de aves antropomorfas Chavín
que adornan la portada (son 48 en
total, las 32 restantes compuestas Machu Picchu
por seres humanos alados).
Paracas
Tiahuanaco

Fuentes: http://www.arqueologia.deperu.com / http://www.enjoy-machu-picchu.org / El Comercio, Enciclopedia temática del Perú / El Comercio, Gran Historia del Perú / Ceramio Moche: Museo Larco, Lima-Perú.

290 adenda [ capítulo 9 ]


A inicios del siglo XX, una serie de hallazgos e investigaciones permitió configurar un mapa arqueológico del
Perú. La labor de estudiosos peruanos y extranjeros cambió nuestra forma de ver la historia prehispánica.

Cerámica
Julio C. Tello (1880-1947) 2 Cultura Chavín Chavín
(900 a. C.-200 a. C.) Era
Es considerado uno de los padres monócroma,
de la arqueología peruana. Logró Tello postula la teoría de Chavín pulida y
como matriz de las culturas decorada
enlazar el largo proceso histórico
con líneas
precolombino con la historia prehispánicas. y otras
colonial y republicana. aplicaciones.
Tuvo notable influencia en la Propone la existencia de una
búsqueda de nuestra identidad ideología mítica religiosa única
nacional. Luchó contra la idea expresada en la creencia del
dominante de la inferioridad de jaguar como divinidad suprema
los antiguos pueblos del Perú. y que luego trasciende,
tomando el nombre de Dios
Wiracocha.

Cronología prehispánica
Desde los inicios de la arqueología peruana, los investigadores han
buscado un adecuado ordenamiento temporal de las diversas
manifestaciones culturales encontradas en nuestro país.
1534

Horizonte Tardío Inca


1476

Intermedio Tardío Lambayeque, Chimú, Chancay, Chincha, etc.


900

Horizonte Medio Tiahuanaco-Wari


500

Intermedio Temprano Vicús, Mochica, Nazca, Paracas, Salinar, Recuay, etc.


200 a. C.

Horizonte Temprano Chavín

1000 a. C.

3 Cultura Paracas (500 a. C)


Tello descubrió por primera vez los fardos En un principio los paracas
funerarios en el cementerio de Cerro fueron sepultados en cámaras
Colorado y en la bahía de Paracas. cavadas en roca y arena.
Luego fueron enterrados
La cultura Paracas destaca por su gran en pozos
individuales.
aporte a la tradición textil peruana.

4 La ciudadela inca
de Machu Picchu
Fue redescubierta por Hiram
Bingham, quien llegó al lugar
gracias a guías cuzqueños. Machu
Picchu había permanecido oculta
durante más de cuatro siglos bajo la Mantos
tupida vegetación del cañón del Paracas
Urubamba. En 1914-1915, al frente Están entre las
de una segunda expedición, expresiones
más bellas del
Bingham deforestó las ruinas y arte textil
exploró la región con un equipo precolombino.
compuesto por un geógrafo, un
osteólogo y un geólogo, entre otros.
Infografía: Grafitti

[ capítulo 9 ] adenda 291


HIStoRIa razones de prestigio internacional. Dancuart y Rodríguez, sin comisión del Estado y sustituyéndo-
de laS MISIoneS lo, hicieron la reseña de los distintos períodos y reunieron trabajosamente leyes, decretos, resolu-
FRancIScanaS ciones, contratos y memorias ministeriales. Incurrieron en omisiones, por cierto, como por ejemplo
al tratar del juicio de Londres sobre las consignaciones del guano y al prescindir de los anexos, casi
siempre muy importantes de las memorias; pero, con gran pobreza de recursos, efectuaron un
esfuerzo gigantesco. No ha sido proseguido. Carecemos de colecciones de fuentes sistemáticas
para estudiar la evolución económica y financiera del Perú después de 1894.

la coleccIÓn de laRRaBuRe Y coRRea SoBRe loReto.-La colección de leyes, decre-


tos y resoluciones y otros documentos oficiales referentes al departamento de Loreto formada por
orden suprema por Carlos Larrabure y Correa se publicó en dieciocho volúmenes entre l905 y
1909. Es valiosísima. Como ha ocurrido en otros casos, no se ha intentado un esfuerzo análogo
para el período más reciente.

Historia de las misiones la HIStoRIa de laS MISIoneS FRancIScanaS del padRe IZaGuIRRe.-Al decaído
franciscanas y narración ámbito de la historiografía religiosa en las dos primeras décadas del siglo XX, el P. Bernardino
de los progresos de la Izaguirre llevó una contribución fundamental con su Historia de las misiones Franciscanas y narra-
geografía en el oriente ción de los progresos de la geografía en el Oriente del Perú, llena de documentos. La publicó entre
del perú fue escrita por 1922 y 1925 en catorce volúmenes. No ha sido continuada.
el religioso fray
Bernardino Izaguirre y
publicada en 14 [ XI ]
volúmenes, de 1922 a la HIStoRIa del peRÚ IndependIente de neMeSIo VaRGaS Y la HIStoRIa
1925. la obra incluye RepuBlIcana de pedRo dÁValoS Y lISSÓn.-Entre 1903 y 1917 Nemesio Vargas publi-
traducciones de relatos có ocho volúmenes de su Historia del Perú independiente. A ellos se agregó un tomo adicional en
en lenguas de la región, 1942. Vargas llegó hasta el período del Congreso de Huancayo en 1829.
recogidos de 1619 a 1921 En La primera centuria (4v., 1919-1926) Pedro Dávalos y Lissón pretendió ofrecer las “causas
por los diversos geográficas y económicas que han detenido el progreso moral y material del Perú en el primer
misioneros que llegaron siglo de su vida independiente”. Corresponde a un ámbito cronológico menor su Historia repu-
a dicha zona. blicana del Perú (10v. 1931-1938) en la que alcanzó hasta el año 1871. También fue Dávalos y
Lissón autor de otros trabajos dispersos e interesantes sobre este mismo tema. En 1930 editó
una contribución sobre la historia política de las administraciones de Piérola a José Pardo (1ª).
Por razones obvias, derivadas de la similitud de propósitos, en vez de entrar aquí en una
apreciación sobre los aportes de Vargas y de Dávalos y Lissón se remite al lector a los juicios
expuestos por Rubén Vargas Ugarte en su Manual de estudios peruanistas y por Raúl Porras
Barrenechea en sus Fuentes históricas peruanas.

la HIStoRIa de aReQuIpa. el dIccIonaRIo de pIuRa Y la HIStoRIa del


pRotectoRado de GeRMÁn leGuía Y MaRtíneZ.-En dos tomos que únicamente
imprimió de una vasta Historia de Arequipa quedó larvada una obra de gran envergadura de
Germán Leguía y Martínez. Pretendía ella desbordar los marcos locales o regionales para seguir
el proceso de la nacionalidad. Los capítulos que ella dedicó a la rebelión de Gonzalo Pizarro
fueron apasionantes.
Durante la época en que desempeñó el Ministerio de Gobierno, Leguía y Martínez puso fin,
en una serie de cuadernos manuscritos con su puño y letra, a otra empresa similarmente ambi-
ciosa: la de presentar, desde un punto de vista peruano, la historia del Protectorado de San

292 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


Martín como introducción a una historia general de la República. De la Historia del Protectorado
publicó Jorge Guillermo Leguía en Mercurio Peruano en 1928 unos capítulos, relativos a la rebe-
lión independentista del norte, así como una vigorosa semblanza de San Martín en Mundial y en
Variedades. Recientemente la obra íntegra ha sido editada por la Comisión del Sesquicentenario el aleMÁn
de la Independencia.
Leguía y Martínez utilizó a veces fuentes directas y tuvo un vigoroso don de narrar y de
enriQue brÜninG
evocar. Fue el suyo un historicismo literario y efusivo de gran envergadura caracterizado por trabaJó durante
el vigor en el estilo. Por desgracia, en la Historia de Arequipa solo quedó casi en el punto de larGos aÑos en
partida de su proyecto, tal como ocurriera con su Nuevo diccionario de la legislación peruana
y con el Diccionario geográfico, histórico, estadístico del departamento de Piura que comenzó
el departaMento
a editar en 1914 y del que solo apareció el volumen I, referido a las letras A, B, C y CH, lleno de laMbayeQue.
de datos curiosos. Y en el caso de la Historia del Protectorado, ella quedó inédita y los años HiZo constantes
en su curso inexorable han acumulado sobre el mismo tema nuevos documentos y puntos
de vista. y, a veces,
Un viejo proverbio chino dice: "Un viaje de mil millas tiene que empezar dando un paso”. En FatiGosas
los múltiples viajes intelectuales que los sustanciosos libros de Leguía y Martínez implican, el
recorrido fue, por desgracia, hecho a través de pasos por variados senderos.
eXpediciones
Que le Hicieron
FRancISco MoStaJo.- En El Derecho, Escocia y otras revistas de Arequipa y en diarios múlti- conocer de las
ples se dispersó a través de los años el vasto saber histórico y el talento literario de Francisco
Mostajo. Encarna, a pesar de esta desventaja, el historicismo regional y el historicismo romántico antiGuas
liberal en pleno siglo XX. culturas
Mostajo conoció mucho acerca del pasado y de la vida popular de su tierra natal; hizo la
semblanza entusiasta de algunas de sus figuras tutelares y dedicó fervorosos discursos a perso-
reGionales. de
nalidades tan eminentes como las de Francisco García Calderón, Toribio Pacheco, José María su valiosa
Químper, Miguel Garaycochea, entre otras. colección, parte
Fue vendida al
enRIQue BRunInG, SuS eStudIoS MonÓGRaFIcoS SoBRe laMBaYeQue Y Su Gobierno
tRaBaJo SoBRe cancIoneS eRÓtIcaS en eSe depaRtaMento.- El alemán Enrique peruano y
Brüning trabajó durante largos años en el departamento de Lambayeque. Hizo constantes y, a
veces, fatigosas expediciones que le hicieron conocer de las antiguas culturas regionales. De su ForMó el Museo
valiosa colección, parte fue vendida al Gobierno peruano y formó el Museo Brüning. En 1922 y brÜninG.
1923 editó sus valiosos Estudios monográficos del departamento de Lambayeque en cuatro fascí-
culos. Regresó a Alemania y se llevó una abundante documentación, así como importantes
ejemplares, fruto de sus hallazgos e investigaciones. Esta colección hállase en el Museo
Etnográfico de Hamburgo.
Dejó inédito un diccionario de la lengua mochica que muchos consideraron uno de sus más
preciados trabajos.
Juan Mejía Baca ha exhumado el número de la revista del Museo de Etnología de Leipzig
Antropología (con el nombre escrito en griego) dedicado a estudios e investigaciones folklóricas
útiles para la historia de la evolución de la ética colectiva, donde Brüning publicó en 1909 un
trabajo sobre canciones populares eróticas del Perú, reunidas, como él escribió, por él o comu-
nicadas por amigas o amigos de las distintas clases sociales. Todas ellas provenían de la zona
costeña del departamento de Lambayeque. Señaló allí las influencias indígenas, negras y chinas.
Exhibió varios ejemplos representativos(1).

(1) Véase "Lundero", suplemento cultural de La Industria, 30 de abril de 1978; y La Industria de octubre de 1977

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 293


Manuel Moncloa [ XII ]
Y coVaRRuBIaS Manuel Moncloa Y coVaRRuBIaS Y la HIStoRIa teatRal del peRÚ.- Manuel
(1859-1911): Moncloa y Covarrubias no fue un historiador profesional. Fue un autor teatral, un aficionado empe-
dernido, un amigo de artistas y empresarios durante muchos años. A base de sus recuerdos perso-
nales, de viejos programas y de datos periodísticos, redactó su esquemático Diccionario teatral del
Perú que publicó en 1905 y que fue según sus propias palabras, “un índice de artistas nacionales y
extranjeros, autores y sus obras, escenógrafos, empresarios, tecnicismo, fraseología, teatros del Perú,
apuntes históricos, anécdotas, etc., etc.“. Él solo salvó así del olvido a innumerables nombres y noti-
cias. Como complemento de su Diccionario están sus obras Mujeres de teatro (Lima, 1910), De telón
adentro (Lima, 1891) que fueron unos “apuntes para un libro de costumbres teatrales con un apén-
dice que contiene las noticias de todos los teatros de Lima (1602-1881) y con algunos rasgos bio-
gráficos de los artistas nacionales” y El teatro de Lima (Lima, 1909). Tuvo Moncloa buen humor, gra-
cejo, amor por la anécdota, lealtad a sus fuentes, devoción por sus temas y noble intención.

[ XIII ]
el escritor limeño se el “caRÁcteR de la lIteRatuRa del peRÚ IndependIente.- En 1905 presentó José
distinguió por de la Riva-Agüero, mozo de 20 años, nacido en Lima el 26 de febrero de 1885, su tesis en la
desarrollar una enorme Facultad de Letras sobre el carácter de la literatura en el Perú independiente. Esta tesis ha tenido
labor teatral como la suerte privilegiada y deplorable de los libros que luego son saqueados o imitados o repetidos
creador, crítico e en diversas formas, a punto tal que, luego, al leerlos no es fácil percibir lo que al aparecer tuvieron
historiador. Se inició en de fresco, de creador, de novedoso y de fundamental. Riva-Agüero, joven aristocrático y acauda-
las tablas en 1876, pero lado, había asombrado a condiscípulos y maestros en el colegio y en la universidad por su talen-
al ocurrir el estallido de to, su seriedad y su erudición y en esta tesis comprobó que tales homenajes no eran el tributo del
la guerra del pacífico se servilismo. Sus conocimientos sobre el asunto por él tratado eran cabales, si bien no había ante-
enroló en el ejército. a cedentes de otros estudios de carácter integral, excepto el muy modesto de Agustín Whilar que
partir de 1884, Moncloa él cuidó de mencionar, publicando en 1888 acerca de si es o no posible dar giro nuevo y original
participó en monólogos y a la literatura sudamericana y el prólogo de Menéndez y Pelayo a la Antología de la poesía hispa-
diálogos, comedias y noamericana (Madrid, 1894). A base de limpio esfuerzo mental, plenamente documentado aun-
zarzuelas también que sin exhibir un minucioso aparato erudito, hizo un largo recorrido por períodos, generaciones
colaboró con diversos y figuras, sin desfallecimientos ni desviaciones. Su visión orgánica, su aptitud para dominar el
medios periodísticos. Su tema en su panorámico conjunto y en sus detalles, con sentido de la proporción y de las distan-
primera obra, el nudo, se cias, parecieron el logro de una mentalidad experimentada y no de un muchacho. A la luz de las
estrenó en 1882. a esta investigaciones y de los puntos de vista acumulados en más de cincuenta años cabe enumerar
le siguieron 14 obras diversos errores y vacíos de la obra que realizó Riva-Agüero como un pioneer o mejor dicho (para
teatrales y 10 libros, emplear un término que a él le hubiera agradado más) como un Adelantado. Nada de ello inva-
entre los que destaca su lida la significación de la obra que no es, por cierto, resumen sustancioso de lo conocido hasta
diccionario teatral del entonces sino iniciación brillante de una nueva época en la crítica histórica nacional y exponente
perú, publicado en 1905. de claridad, precisión y exactitud en el juicio no infiltrado (como ha ocurrido en otros casos) por
preferencias o aversiones mezquinas o por la vanidad, el interés, el rencor o la envidia.
Riva-Agüero comenzó su tesis estudiando los rasgos literarios del español y las características del
tipo literario criollo con notas breves sobre el indio y el negro. Párrafos minuciosos dedicó a la
influencia de la imitación bajo el influjo a su vez, de Gabriel Tarde. Después de una referencia a las
corrientes literarias de la Colonia, se ocupó de la literatura de la Revolución, en la que dedicó espe-
cial cuidado a Melgar y Olmedo. La primera época republicana la trató a través de Valdés, Vidaurre,
Pando, Mora, Pardo y Segura y de figuras menores. A propósito de Pardo tuvo frases duras sobre la
clase social a la que él mismo perteneció.” La nobleza (escribió entonces) estaba compuesta, salvo
contadísimas excepciones, por perezosos e ignorantes ineptos para todo o por calaveras que no
sabían sino derrochar en la disipación sus heredados caudales. Con ella no se podía contar”.

294 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


[1] [2]

[3] [4]

el apoRte de BRÜnInG. el antropólogo alemán enrique Brüning (1848-1928) (1) trabajó durante
largos años en el departamento de lambayeque. allí reunió una gran colección de piezas
arqueológicas de la cultura Moche, y además recopiló información sobre la lengua y las
costumbres de la zona. la labor realizada por Brüning en sus viajes se plasmó en varias
publicaciones. aquí vemos la portada de la obra de chiclayo a puerto Meléndez en el
Marañón, de 1905 (4), y el primer fascículo de sus estudios monográficos del departamento de
lambayeque, editado en 1922 y 1923 (3). además, una de las numerosas fotografías que el
antropólogo tomó durante sus recorridos por el norte peruano, en este caso de una abuela
con su nieta luciendo una prenda tradicional llamada ‘capuz’. la imagen fue captada en el
puerto de eten en 1907 (2).

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 295


Enérgicamente condenó también la desmoralización administrativa, la anarquía, la orgía económica
y hacendaria de la República.” Por crímenes de unos, por imprudencias de otros, por culpa de todos
(afirmó) vino a castigarnos la guerra extranjera, la vergonzosa derrota, la desmembración del territo-
riva-aGÜero rio nacional. Y cuesta trabajo agregar que después de ella reincidimos en los mismos delitos, recaí-
mos en el delirio y quién sabe si estamos curados por completo”. Las páginas que dedicó al roman-
ostenta la ticismo peruano fueron numerosas. En ellas hizo desfilar a Velarde, Corpancho, García, Salaverry,
oriGinalidad de Althaus, Márquez, Cisneros, Carrasco, Paz Soldán y Unanue; Ricardo Palma y Manuel González Prada
Hacer una inspiráronle meditados capítulos, sin que faltaran las alusiones a figuras marginales de la misma
época. Sobre el autor de Pájinas libres (aún no había aparecido Horas de lucha) escribió el crítico
Historia de la aristocrático y juvenil: ”Admiro a González Prada estilista; lo respeto personalmente porque es ínte-
HistorioGraFía gro; porque procede de buena fe; porque no se ha doblegado ante nadie; porque en medio del
no solo servilismo que reina, del general encorvamiento ha sabido mantenerse erguido y digno; porque
ante una sociedad gazmoña y fanática imbuida de preocupaciones de aldehuela ha desplegado
‘HoriZontal’ bizarramente a todos los vientos el estandarte del pensamiento libre; pero sus proyectos políticos
sino, adeMÁs me parecen errados, más aun desastrosos”. Fue injusto al posponer a Abelardo Gamarra.
Las conclusiones de Riva-Agüero fueron que la literatura peruana forma parte de la castella-
‘vertical’, con na, es incipiente y con predominio de la imitación sobre la originalidad. Aquí trató del problema
el probleMa del americanismo y de las influencias francesas, alemanas, inglesas, italianas y norteamericanas
Histórico, y aconsejó el estudio de los clásicos literarios extranjeros modernos y de los latinos. En esta
sección de su tesis, de ideas generales, fue menos persuasivo y brillante que en los aportes
discutiendo y analíticos incluidos en el cuerpo de ella.
opinando sobre
asuntos propios la HIStoRIa del peRÚ.- En 1910 José de la Riva-Agüero presentó a la Facultad de Letras su tesis
de las Épocas a para el doctorado titulada La historia en el Perú. Es una sucesión de monografías que empezando
Que con Garcilaso de la Vega, Blas Valera, los cronistas de convento y Pedro de Peralta, llega hasta Manuel
de Mendiburu, Mariano Felipe Paz Soldán y Sebastián Lorente con una apreciación final sobre la
pertenecieron o historia peruana. Notable contribución, constituye, junto con Paisajes peruanos, la más importante
Que estudiaron obra de Riva-Agüero. En aquella época, todavía no se había publicado en ningún país una obra de
los autores. gran significación y de amplio vuelo (como esta) sobre la historia de la historiografía. Quienes se han
ocupado de ella han abordado, por lo general, los temas escogidos dentro de un tratamiento que
cabe calificar de “horizontal “, o sea a través de los distintos autores, su biografía, sus obras, su méto-
do, sus tendencias, su significado. No han incidido sobre las materias que a dichos autores se refirie-
ron. Ha sido, en suma, la suya una historia de la historiografía sin problema histórico. Riva-Agüero
ostenta la originalidad de hacer una historia de la historiografía no solo “horizontal” sino, además,
“vertical”, con problema histórico, discutiendo y opinando sobre los asuntos propios de las épocas a
que pertenecieron o que estudiaron los autores por él examinados. Hace así una contribución a la
historia intelectual, social y política de los tiempos en que las obras allí consideradas fueron escritas
y de que ellas se ocupan. La tercera característica original de la tesis de Riva-Agüero es la de que en
su epílogo lleva el planteamiento de un ideal para la historiografía del porvenir.
A todo ello se agrega el hecho de que La historia en el Perú señala un hito en la historia de la
prosa peruana en el siglo XX, pues a la abundante pero sustanciosa riqueza verbal y el vigor
estilístico unió el más difícil don de, a la vez, evocar y definir.

paISaJeS peRuanoS.- Riva-Agüero, deseoso de conocer el Perú en el espacio como lo cono-


cía desde joven a través del tiempo, viajó en abril de 1912 en un barco del Callao a Mollendo y
se dirigió por tren al Cuzco. En junio del mismo año partió a lomo de mula del Cuzco hasta
Huancayo en un viaje lleno de privaciones, pasando por Abancay, Andahuaylas y Ayacucho. Los

296 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


capítulos que escribió más tarde, a base de las notas que tomó durante el recorrido, aparecieron paISaJeS
en forma fragmentaria en la revista Mercurio Peruano y formaron luego el libro póstumo Paisajes peRuanoS
peruanos editado en 1955.
En Paisajes peruanos Riva-Agüero creó un género que ha tenido varios imitadores. Es una
obra de redescubrimiento de la sierra, región a la que llamo “el verdadero Perú”. Incidencias o
fragmentos del itinerario le dan ocasión para hacer bellas descripciones en las que pone moro-
sidad y colorido de pintor mezclándolas con referencias evocativas de episodios o figuras histó-
ricas unidos a los lugares que visita. El aire, el cielo, la luz, el panorama, la flora, las montañas, los
caminos, los ríos, las aldeas, las ciudades aparecen dentro de una prosa clásica unidos a recuer-
dos evocadores tanto de la época de los incas como de la Conquista, la Colonia y, en mucho
menor proporción, de la Independencia y de la República. El libro termina con unas impresiones
finales sobre la costa y la sierra. Es una sinfonía majestuosa sobre la naturaleza y la historia perua-
nas. Lo que falta en ella a menudo es una referencia a las condiciones sociales y económicas que
circundaban a los hombres y a los pueblos andinos que visitó el autor en su peregrinaje devoto.
El don de evocar y el de describir se amalgaman magistralmente. La erudición se vitaliza con el
sentido óptico. El dato retrospectivo aparece como una nota más en el paisaje para darle una esta obra del historiador
cuarta dimensión. Pero solo hay aisladas alusiones a la miseria, la suciedad, la ignorancia, el limeño José de la Riva-
hambre, el atraso, la subproducción y el subconsumo en los que vivía el hombre andino en esos agüero y osma (1885-1944)
mismos momentos o a través de los siglos. No tenía siempre “ojos de ver” esas cosas quien vivía fue publicada
enamorado de la grandeza imperial del Perú y de la magnificencia de sus paisajes(1). póstumamente en 1955,
con un estudio preliminar
de Raúl porras
el eloGIo del Inca GaRcIlaSo.-La Universidad de San Marcos conmemoró en 1916, por Barrenechea. Riva-agüero
iniciativa del rector Javier Prado, los trescientos años del fallecimiento del Inca Garcilaso de la no solo dedicó su vida al
Vega. Pronunció en tal oportunidad el elogio del Inca, José de la Riva-Agüero. Fue un ensayo estudio y la difusión de la
biográfico, a la vez que una reivindicación de su obra. Representó el primer homenaje del Perú historia peruana sino
“al más grande y clásico de sus escritores, al único genial entre todos sus analistas”, “primero y también a la política.
superior ejemplo de la aleación de espíritus que constituye el peruanismo”, “precursor magnifico Fundador del partido
de nuestra verdadera nacionalidad”. nacional democrático,
El estudio de Riva-Agüero, clásico en la historia de la historiografía peruana, como los ante- alcalde de lima (1931),
riores que publicó, irrebatible en sus líneas esenciales (a pesar de las atingencias que cabe hacer presidente del consejo de
a sus consideraciones acerca de la idiosincrasia literaria del país) ha sido el punto de partida para ministros y ministro de
minuciosas investigaciones acerca de la vida, de la obra y del significado de Garcilaso no solo Justicia (1933), también fue
como personaje interesante, como historiador, como humanista y como hijo de su época, sino decano del colegio de
también como expresión preclara, permanente y genuina del alma nacional. abogados de lima (1935),
entre otros cargos
públicos.
el peRÚ HIStÓRIco Y aRtíStIco.- En 1921, ya en la voluntaria emigración, publicó Riva
Agüero en Santander (España) el libro El Perú histórico y artístico que en su primera parte es un
bello ensayo sobre el legado cultural y espiritual indígena y en la segunda un estudio sobre la
influencia y descendencia de los personajes de la región de la península ibérica llamada “la
montaña” en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.

el dIScuRSo de la Recoleta - El 24 de setiembre de 1932, en un banquete de los antiguos


alumnos del Colegio de la Recoleta, José de la Riva-Agüero hizo una franca profesión de fe y

(1) Sobre una distinta actitud, en el libro de Isaiah Bowman Los Andes del Sur del Perú, escrito más o menos en la misma época,
véase el capítulo acerca de las actividades científicas en el período aquí tratado.

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 297


retractación de errores, confirmando y aclarando actitudes intelectuales que había tomado desde
su regreso de la emigración a que se condenara durante el régimen de Leguía.
Dejó constancia de que “lecturas imprudentes y atropelladas, petulancia de los años mozos y el
“(riva-aGÜero, en prurito de contradicción” le habían llevado desde los últimos años que siguió en el colegio, a frisar
en la heterodoxia. Estuvo entonces bajo la influencia de Nietzsche.” Poco después (agregó) el confu-
el discurso de la so ambiente universitario, la indigestión de los más opuestos y difíciles sistemas filosóficos, la inco-
recoleta) deJó herente zarabanda de las proyecciones históricas, pautada apenas por el tímido colectivismo espi-
constancia de ritualista de Fouillé, o tiranizada y rebajada por el estrecho evolucionismo positivista, me infundie-
ron el vértigo de la razón infatuada, engreída de su misma perplejidad y ansiosa trepidación“.
Que ‘lecturas Mencionó aquí las influencias de Nietzsche nuevamente, de Schopenhauer, del neokantismo, de
iMprudentes y Spencer y de los sociólogos franceses y también las de Sainte-Beuve, Anatole France y Remy de
atropelladas, Gournont. Sin embargo, dejó constancia de que, a pesar de todo, se salvó del materialismo histórico
y del materialismo filosófico. Se quedó primero en “la solución panteísta, con sus vagos y poéticos
petulancia de los espejismos, prestigiados por las autoridades de Spinoza, de Goethe y de mi predilecto Taine”. Llegó
aÑos MoZos y el luego a la solución deísta, la del Dios trascendente y personal; pero comprendió, al fin, su insuficien-
cia clamorosa, pues no tiene revelación, redención ni sacrificio, o sea carece de verdadera justifica-
prurito de ción y providencia. Llegó a convenir en la verdad de este dilema: ”O el positivismo ateo o el catoli-
contradicción’ cismo romano: es absurdo cualquier término medio”. Y acató al catolicismo, no sin vencer dificulta-
le Habían des y objeciones provenientes sobre todo de la lectura de Renan y los modernistas.
Afirmó luego que su conversión había sido desinteresada, sin relación con su ya antiguo
llevado desde conservadurismo político, pues, desde sus tiempos de incredulidad, bebió en Nietzsche, Renan
los ÚltiMos aÑos y Taine antídotos contra el “grosero y deformante error del radicalismo social”.
“De regreso, en mí legítima heredad espiritual, ahondándola y cultivándola, me siento en
Que siGuió en el perfecta comunión con los que me antecedieron “, afirmó luego. “Alumbrado por la misma luz
coleGio, a Frisar que los guio, descubro a las claras el fundamento y la bondad de sus móviles que columbraba
en la crepuscularmente en los días de mi descarriada ofuscación”. “Convertido como mis paisanos
Olavide y Vidaurre. Desengañado, como ellos, de la perturbadora herencia del siglo XVIII que a
HeterodoXia. todos nos perdió”, declaró reanudada “la interrumpida solidaridad salvadora con nuestros autén-
ticos precursores en el espíritu y en el tiempo".

raÚl porras barrenecHea (1897-1960)


Historiador,
diploMÁtico y
catedrÁtico
peQueÑo, estudió
s e trasladó a Lima a principios del siglo XX. Estudió en
el colegio San José de Cluny (1900-1905) y en el
Sagrado Corazón (1906-1911). En l9l2 ingresó a la
Universidad de San Marcos como amanuense de las facul-
tades de Letras y de Ciencias Políticas y Administrativas.
a proFundidad Editó las revistas Ni más ni menos (1913) y Alma Latina
(1915).
los procesos Su carrera política se inició al brindar su cooperación en
Históricos y la Reforma Universitaria y como miembro del Congreso
sociales el perÚ. Nacional de Estudiantes del Cuzco (1920). Porras llegó a

298 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


[ XIV ] luIS antonIo
luIS antonIo eGuIGuRen.- Entre los historiadores de la generación casi contemporánea de eGuIGuRen
la de Riva-Agüero se destacó Luis Antonio Eguiguren, nacido en Piura en 1887, quien, dentro del (1887-1967):
lapso a que se contrae el presente libro, publicó contribuciones sobre la época de la independencia,
la historia de la Universidad de San Marcos y la historia del Derecho. Figuran entre las primeras,
estudios sobre la rebelión de Huánuco en 1812 y la del Cuzco en 1814; entre las segundas un catá-
logo histórico del claustro de dicha casa de estudios, un catálogo histórico de Reales Colegios de
San Felipe y San Marcos y un aporte documental sobre los orígenes de la misma Universidad, que
son como el preludio de la sensacional contribución posterior del mismo autor acerca de tan impor-
tante tema; y entre los mencionados en tercer lugar una tesis sobre el ayllu peruano y su condición
legal. Además fue Eguiguren autor de un estudio de crítica social sobre la holgazanería en el Perú.

[ XV ]
caRloS WIeSSe.- Carlos Wiesse Portocarrero nació en Tacna el 4 de setiembre de 1859 y fue
mezcla de las razas alemana, española e indígena. Llegó a ser diplomático, internacionalista,
escritor y profesor(1). Como historiador, su contribución principal ha sido la de sus libros de texto el magistrado e historiador
de instrucción primaria, secundaria y universitaria. Al aparecer ellos en 1894 y al reeditarse en piurano realizó
numerosas ocasiones, siempre bajo los auspicios de la librería Rosay, desplazaron a los que exis- investigaciones históricas y
tían entonces que eran los de La Rosa Toro, Benítez, Cappa. Innovaron primeramente en la pre- jurídicas. Sobre la historia
sentación mediante los grabados, la calidad del papel, los resúmenes, los ejercicios, los textos de de la universidad Mayor
páginas escogidas. En su contenido, fueron serios, circunspectos, llenos de dignidad, objetivos, de San Marcos publicó el
exactos. No tuvieron exagerado entusiasmo ante hombres o cosas ni escepticismo pedante, ni fundador de la universidad
apasionamiento personal, de familia, de casta o de ideas. Huyeron también del empirismo apre- de San Marcos (1910) y
surado, de la ignorancia simuladora, de la retórica inconsistente. Ensamblaron y sintetizaron los diccionario histórico
cronológico de la Real y
pontificia u. de San Marcos
y sus colegios (1940-1950)
(1) Sobre el libro de Wiesse dedicado a la sociología véase el capítulo 8 de esta sección de Historia de la República del Perú. entre otros. Fue alcalde de
lima (1930), diputado por
lima (1931) y candidato
presidencial en las
elecciones de 1936.

senador por el departamento de Lima (1956) y dedicó a investigar en archivos españoles. Fue
vicepresidente y presidente de su Cámara. En 1919 embajador de España de 1948 a 1949. Enseñó his-
fue nombrado secretario del Ministerio de toria en los colegios Anglo Peruano (1923) y
Relaciones Exteriores. Cinco años más tarde fue Antonio Raimondi (1932). Luego dictó la cátedra
asesor del plebiscito de Tacna y Arica, y en 1926, de literatura castellana (1928) en la Facultad de
jefe del Archivo de Límites. En 1935 viajó a España Letras de su alma máter. Entre sus obras se encuen-
como ministro consejero, e integró la delegación tran Alegato del Perú en la cuestión de límites de
acreditada ante la Liga de las Naciones como Tacna y Arica (1925), Historia de los límites del Perú
ministro plenipotenciario (1936-1938). Desde (1926-1930) Pequeña antología de Lima (1961) y
1940 estableció su residencia en Europa, donde se Mito, tradición e historia del Perú (1951).

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 299


JoRGe GuIlleRMo descubrimientos y las tesis que fueron elaborándose entre fines del siglo XIX hasta la segunda
leGuía (1898-1934) década del XX para renovar, extender e interpretar la historia peruana. A veces agregaron y fija-
ron también datos e interpretaciones con un espíritu de asimilación y de discernimiento real-
mente notables.
A veces, es cierto, la síntesis volviose yuxtaposición; la dosificación de lo erudito no fue lo
suficientemente rala para el paladar infantil; y por separarse de las pasiones en pugna resultaron
los hechos sin su dramático atractivo o su patético significado. Faltó aquí también hechizo en el
estilo, sentido de la leyenda y de la anécdota. Pero nada de ello embota el sentido medular y
bienhechor de estas páginas.
Wiesse sirvió durante largos años de seguro nexo entre los sabios y los niños. Llevó de la
mano a muchas generaciones por las tinieblas del pasado nacional, a veces maravilloso a veces
terrible. Durante un considerable lapso fue el escritor nacional con más lectores. Fue el único en
sistematizar la historia que va desde los primeros pobladores en América hasta el último gobier-
no de Leguía. Los textos más recientes no superan al suyo.
Análogos merecimientos tienen los libros sobre geografía del mismo autor.
el historiador limeño, El autor de la presente obra rindió el condigno homenaje a su maestro en el discurso que
hijo del político Germán pronunció cuando este se retiró de la docencia universitaria en 1931 (Historia Nº 1, 1943).
leguía y Martínez,
integró en 1920 el
conversatorio [ XVI ]
universitario, junto a el conVeRSatoRIo unIVeRSItaRIo. leGuía poRRaS, SÁncHeZ.- En 1920, poco
Raúl porras y luis después de la huelga universitaria un grupo de estudiantes estudiosos inició un ciclo de confe-
alberto Sánchez. de 1921 rencias sobre el período de la Emancipación, preparando la celebración del centenario que
a 1923 publicó una serie debía cumplirse el 28 de julio de 1921. Los disertantes fueron: Raúl Porras Barrenechea sobre
de artículos de corte Joaquín de Larriva, Jorge Guillermo Leguía sobre Lima en el siglo XVIII, Luis Alberto Sánchez
histórico en el diario la sobre los poetas de la Revolución y Manuel G. Abastos sobre los aspectos ideológicos de este
prensa. en 1923 fue período. Todos ellos habían sido figuras directivas de la rebeldía juvenil que estallara el año
desterrado del país, por anterior(1). Todos ellos continuaban trabajando en el campo historiográfico en 1933, año final de
divergencias políticas la presente obra, si bien Manuel C. Abastos, que mostrara excelentes condiciones, habíase dis-
entre el presidente persado en el ejercicio de la abogacía, en la docencia universitaria y en la vida administrativa.
leguía y su padre. de Jorge Guillermo Leguía cultivó, con fervor juvenil, una historiografía de inspiración romántica,
vuelta en el perú, en con preferencia, sobre todo, por la biografía documentada de los grandes liberales. Toribio
1927, se encargó de la Rodríguez de Mendoza, José Gálvez, Manuel Lorenzo de Vidaurre fueron los personajes a quienes
dirección del archivo de dedicó sendos ensayos. Escribió también un bello texto de Historia de América y comenzó a
San Marcos. en 1928 fue editar en libro la obra de Bartolomé Herrera y también fundamentales documentos en los
designado director del “Domingos históricos” del diario La Prensa en 1921 y 1922 y en el Boletín del Museo Bolivariano. Fue
Museo Bolivariano. una un erudito nato, un amigo perfecto, un alma bondadosísima. Falleció todavía muy joven en 1934.
de sus obras más Más larga fue la trayectoria de los otros dos oradores del Conversatorio. Raúl Porras
importantes fue Historia Barrenechea demostró temprana afición por la crítica literaria, a veces devastadora, y por la
de américa, publicada en paciente tarea histórica. Sus actividades técnicas en el Ministerio de Relaciones Exteriores lo
dos volúmenes en 1929. llevaron a preparar un exhaustivo dictamen sobre la cuestión Tarata, un jugoso trabajo acerca
del Congreso de Panamá, ambos con documentación inédita, y un claro y preciso curso escolar
sobre la historia de los límites del Perú. En la historia política del siglo XIX irrumpió con trabajos
tales como las elocuentes y minuciosas biografías de Mariano José de Arce, Toribio Pacheco y
José Antonio Barrenechea. Su viaje a Europa le permitió recopilar luego un número cuantioso
de fuentes acerca del período de la Conquista. Pero ellas, así como el resto de su vasta obra (en
la que destacan, además, entre otros, sus trabajos sobre Lima, sobre Pizarro, sobre Garcilaso y

(1) Véase el capitulo 3 en esta sección de Historia de la República del Perú

300 ADENDA [ CAPÍTULO 9 ]


sobre Palma) salen de los límites cronológicos aquí trazados. No los desborda, en cambio, una
referencia al estilo de Porras, mezcla de clasicismo y de modernidad hito de la prosa peruana en
el siglo XX(1),
Luis Alberto Sánchez se esforzó desde muy joven por dar una visión orgánica de todo el luis alberto
proceso de la literatura peruana. Su libro Los poetas de la Colonia, editado en 1921, sorprendió
por su vasta erudición. En su historia de la literatura peruana, que empezó a publicar en 1928,
sÁncHeZ, con
presentó un cuadro menos elocuente y castizo pero más democrático en su criterio y más Frecuencia,
moderno en su espíritu del que ofreciera Riva-Agüero. Su Don Manuel fue un minucioso estudio subordina, a
biográfico de Manuel González Prada en el que reveló, por vez primera la vida íntima del gran
panfletario. Al lado de las preocupaciones eruditas y documentales y de las labores como pro-
veces con
fesor de colegio y de la universidad y de funcionario en la Biblioteca Nacional, tuvo una incan- desenFado, su
sable actividad en Mundial y Perricholi. criterio
Luis Alberto Sánchez, con frecuencia, subordina, a veces con desenfado, su criterio literario
a sus intereses políticos y a sus pasiones personales. La vastedad de su obra literaria y periodís- literario a sus
tica es inverosímil. intereses
políticos y a sus
[ XVII ] pasiones
cÉSaR antonIo uGaRte Y la HIStoRIa econÓMIca. alBeRto ulloa personales. la
SotoMaYoR.- Si el grupo del Conversatorio Universitario significó la llegada de un fresco y
renovado espíritu en el estudio de la historia literaria y política, el Bosquejo de la historia económi- vastedad de su
ca del Perú de César Antonio Ugarte (Lima, 1926) señaló en otro campo perspectivas que, por obra literaria y
desgracia, no fueron luego suficientemente aprovechadas. Si bien ya, en días actuales, florece
una beligerante historiografía marxista estimulada por el ahora fácil contacto con las técnicas
periodística es
imperantes en Europa y por la apertura del Archivo Agrario. Ugarte, cuzqueño británico según inverosíMil.
Manuel Vicente Villarán, habíase hecho cargo de la asignatura semestral a la que perteneció su
texto y creyó útil publicarlo. Su ámbito cronológico llegó hasta el año 1899.
En el Bosquejo hay vacíos y deficiencias indudables. Algunos de sus párrafos son simples
extractos de documentos públicos, folletos monográficos o libros de historia general. El paso de
los años ha envejecido estas páginas y las ha vuelto esquemáticas o simples, como ocurre siem-
pre con las obras demasiado extensas en su contenido. Siguen vigentes, en cambio, el camino
que abrió, las observaciones que consignó en el prólogo sobre las dificultades o trabas para el
estudio de la historia económica en este país, y sobre la importancia que ella ostenta, ya como
parte fundamental de la historia en conjunto, ya como auxiliar de la ciencia económica peruana.
”Creo (agregó Ugarte) que el factor económico es el de más general y permanente influencia
entre todos los factores de la vida social y que, por tanto, no puede existir una verdadera historia
nacional mientras no se profundice el estudio del aspecto económico de nuestro pasado; pero
no me adhiero a la interpretación unilateral del materialismo histórico porque ella desvirtúa a la
unidad fundamental del espíritu humano y de la vida social”.
Precedió a Ugarte, Alberto Ulloa Sotomayor con su minuciosa tesis publicada en 1916 sobre
la evolución social y legal del trabajo en el Perú. Ulloa se dedicó luego al Derecho Internacional
en el que hizo también importantes contribuciones de carácter histórico a las que se sumó, ya
en tiempos muy cercanos al actual, una biografía de Nicolás de Piérola.

(1) El autor del presente libro rindió homenaje a Raúl Porras, inolvidable camarada de su juventud, en el discurso que, en nombre
de la Academia de la Lengua y del Instituto Histórico del Perú, pronunció en su sepelio (véase Mercurio Peruano de febrero de
1961) y en una conferencia pronunciada en la Municipalidad de Pisco el 26 de noviembre de 1960.

[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA 301


[ créditos de las imágenes tomo 16 ]
Los editores agradecen a los 157 Toma de la UNMSM 289 Pablo Patrón 150 Alfredo L. Palacios
propietarios de los derechos de 158 Arturo García Salazar 292 Historia de las misiones 152 Augusto Peñaloza
autor por su colaboración con esta 159 Reforma universitaria franciscanas 160 Manuel María Ponce
publicación. Asimismo, declaran 163 Honorio Delgado 294 Manuel Moncloa y Covarrubias 161 José Antonio Encinas
que se ha hecho todo lo posible 165 Escudo de la UNMSM 295 [3] Estudios monográficos del 173 Julio S. Hernández
para identificar y contactar a los 166 Fachada de la UNMSM departamento de Lambayeque 179 Fachada y rotativa
autores propietarios de los 168 Jorge Vanderghen [4] De Chiclayo a Puerto Meléndez 213 Percy Gibson Möller
derechos de las imágenes que se 174 Diario El Nacional en el Marañón 253 César Vallejo
reproducen en este libro; cualquier 175 Diario La Crónica 297 Paisajes peruanos 254 Martín Adán
omisión es involuntaria. Toda 176 Diario El Sol 298 Raúl Porras Barrenechea 269 Óscar Miró Quesada de la
ay información que permita a los 177 Diario Prensa Unida 299 Luis Antonio Eguiguren Guerra
editores rectificar cualquier crédito 178 Reflexiones de un cualquiera 300 Jorge Guillermo Leguía 285 Julio C. Tello durante la
para futuras ediciones será 180 Revista Archivos y Biblioteca expedición a Chokta
bienvenida. 180 Diario La Prensa centro de estudios Histórico
183 Revista Actualidades Militares del perú Heinz plenge
carátula 184 Todo, todo es amor 28 [2] Desfile de tropas 283 Templo de Chavín
Biblioteca Nacional del Perú 185 Enrique A. Carrillo
186 Semanario Monos y Monadas colección Familia García calderón Instituto Riva-agüero – pucp
adenda 187 Diario El Comercio y revistas 246 Ventura García Calderón Rey 17 [1] Cauchero
Colección Adelma Benavente Prisma, Variedades y Mundial 28 [1] Guarnición militar peruana
189 Federico More colección Humberto currarino en Leticia
Archivo Peisa 190 Revista Colónida 17 [2] BAP Cahuapanas 256 La casa de cartón
94 Pedro Paulet Mostajo 192 Carlos A. Romero 23 [2] Manifestación en Leticia
225 José Santos Chocano 193 Revista de los Tribunales Ministerio de Relaciones exteriores
239 Leonidas Yerovi 196 La Revista del Foro colección particular del perú
197 Semanario Don Lunes 241 [1] Abraham Valdelomar 23 [1] Vista de Leticia
Biblioteca nacional del perú 199 Diario Bomba Roja 249 [3] César Vallejo
13 Óscar H. Ordoñez 200 Semanario El Turf colegio antonio Raimondi
27 El manguaré en la guerra con 206 Alfredo González Prada 151 Capilla y fachada del colegio Museo arqueológico nacional
Colombia 207 Horas de Lucha Brüning del Instituto nacional de
32 Julio Chávez Cabello 209 Portada de Variedades / colegio Rosa de Santa María cultura, lambayeque-perú
35 [2] Diario El Comercio Ricardo Palma y familia / Cortejo 145 Aniversario del colegio 295 [1] Juan Enrique Brüning, [2]
del 37 Fernando Lores fúnebre Abuela y nieta
pe / 46 José Chioino 210 Anarquía colegio San agustín
ogía, 56 Félix Vargas Prada 212 Fachada de la Biblioteca 100 Fachada del colegio pontificia universidad católica del
erú 57 Luis Sánchez Cerro en el Nacional perú
Hipódromo de Santa Beatriz 216 Cien años de vida perdularia corbis 127 Padre Jorge Dintilhac /
erú- 60 [2] Cortejo fúnebre de Luis 219 Diario Los Andes 35 [1] Tropas colombianas Prospecto y plan de cursos
Sánchez Cerro 220 Diario El Progreso Católico 40 Celebración colombiana 131 Fachada de la universidad
os 63 Abelardo Mendoza Leiva 227 José Santos Chocano
seo del 65 [2] Óscar R. Benavides con 228 Edwin Elmore el comercio universidad nacional Mayor de
del gabinete 229 Idearum Tropical 15 Ernesto Montagne San Marcos
de 71 Sindicalismo 231 Enrique López Albújar 18 Carlos Zavala Loayza 218 Boreales, miniaturas y
82 Ernesto Odriozola 233 Historietas malignas 20 Enrique Olaya Herrera porcelanas
85 Escuela Técnica de Comercio 235 Manuel Beingolea 29 Fernando Sarmiento 270 La aparición
87 Jorge Polar 240 José María Eguren 30 Antonio Cavero 274 Extractos de sociología
89 Escuela Normal de Varones 241 [2] La Mariscala, [3] caricatura 35 [3] Participantes de la
90 Escuela Bien del Hogar 243 Estampas limeñas conferencia en Río de Janeiro Infografías
95 Neftalí García 248 Abraham Valdelomar 41 Óscar Sevilla 69 El asesinato del presidente
97 Colegio Italiano 249 [1] César Vallejo, [2] Trilce 42 Destroyers Almirante Guisse y Sánchez Cerro
103 Educación femenina 250 El caballero Carmelo Almirante Villar Biblioteca Nacional del Perú
104 Emilio Gross 254 Los heraldos Negros 43 Óscar Torres 244-245 La literatura peruana a
105 Víctor N. Morales 263 El problema nacional de la 48 Erasmo Roca comienzos del siglo XX
106 Le Pérou contemporain Educación 60 [1] Velatorio de Luis Sánchez Biblioteca Nacional del Perú, El
114 Víctor Revilla 264 Diario El Callao Cerro Comercio
115 Colegio San Ramón de Tarma 265 Alejandro Deustua / Javier 62 Miguel San Román 290-291 El desarrollo de la
121 Colegio Alexander von Prado Ugarteche 65 [1] Óscar R. Benavides y arqueología en el Perú
Humboldt 267 Mariano Iberico comitiva Ana Cecilia Gonzales Vigil,
124 Colegio Alemán 268 El nuevo absoluto 66 Jorge Prado Biblioteca Nacional del Perú, El
128 Marcial Acharán 273 Sociología general 93 Isidoro Poiry Comercio, Museo
134 Francisco García Calderón Rey 276 Breves apuntes de mesología 117 Raúl Pinto Larco, Museo Nacional de
136 Alberto Giesecke criminal peruana 122 Colegio Nacional de Ciencias Arqueología, Antropología e
142 José Ángel Escalante 281 Max Uhle 126 Juan Luis Rospigliosi Historia del Perú, Yoshi Yutaka
148 Escuela Bien del Hogar 286 Fachada del MNAAHP 129 Carlos Monge
154 Óscar C. Barros 287 Emilio Gutiérrez de Quintanilla 146 César E. Patrón
Tomo 1 La época fundacional de la República [1822-1842]
Tomo 2 La época fundacional de la República [1822-1842]
Tomo 3 La época fundacional de la República [1822-1842]
La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 4 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 5 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
Tomo 6 La falaz prosperidad del guano [1842-1866]
La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
Tomo 7 La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
Tomo 8 La crisis económica y hacendaria anterior a la guerra con Chile [1864-1878]
La guerra con Chile [1879-1883]
Tomo 9 La guerra con Chile [1879-1883]
Tomo 10 El comienzo de la reconstrucción [1884-1895]
Tomo 11 El comienzo de la reconstrucción [1884-1895]
La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 12 La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 13 La República Aristocrática [1895-1919]
Tomo 14 El Oncenio [1919-1930]
Tomo 15 El comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política [1930-1933]
Tomo 16 El comienzo de la irrupción de las masas organizadas en la política [1930-1933]
Breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933
Tomo 17 Breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933
Los resultados de la experiencia histórica peruana y las perspectivas abiertas en el siglo XX

ADENDA
Tomo 18 Historia de la República del Perú [1933-2000]

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