Juan Antonio Ramirez

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EL MERCADO DE EL CAIRO rado se abren hoy los dos templos de Abu-Simbel o el

El gran poeta de Alejandría* sobresale en el alto Egip-


to antiguo. Pero en El Cairo y en el Egipto moderno
el gran personaje es —y por la abundancia de su obra
de Luxor, en la antigua Tebas, con sus columnas, obe-
liscos, estatuas de dioses y la gran avenida incompleta
de tres kilómetros de esfinges que unía antiguamente
Instantánea parcial
Juan Antonio Ramírez
y sus diferentes registros ahora nos parece que siempre esta última construcción a la de Karnak.
lo fue—, Naguib Mahfuz.** El autor de El callejón de
los milagros vive en las calles angostas del mercado de
Al volver al barco después de la visita a Luxor, un grupo
de chiquillos que saludaba a los turistas, siguiéndolos de
la capital, se contornea en el humo de los narguiles por el paseo que desciende hasta llegar al florido puerto,
que se fuman en las mesas de los cafés al aire libre, hizo un corro a nuestro alrededor. La niña más peque-
o penetra en las ventanas a medio abrir y habitadas ña, con una cara hermosa como el rostro del mundo
de las casas, pero también pervive en el diferente despertando, se pegó a mi falda. De Egipto me llevé Efrén Giraldo
Akhenatón, cuya figura tanto en la historia real como el recuerdo de esas mejillas iluminadas, en donde fui
en las hipótesis que la historia antigua inventa, es la a buscar el vuelo increíble de los pompones rojos que
de un semidiós hereje. Mahfuz, que ha escrito sobre florecen en las acacias, y encontré el fruto de la semilla
el afeminado faraón esposo de Nefertiti, sabe que que planté en su sonrisa.

L
pequeñas y grandes cosas se confabulan para formar a noticia vino a mediados de 2007. Quizás el más importante
una corriente que desborda a los hombres, pero a la historiador del arte de habla hispana ofrecería en junio, como
que un hombre solo, un escriba como él, antepone EL POETA DE ALEJANDRÍA primer profesor visitante del programa de Maestría en Historia
una visión revisora del pasado, herética para la gran Un poema ocre como un atardecer de playa en la costa del Arte, un seminario en la Casa del Encuentro del Museo de Antioquia.
mayoría. Y si la corriente del Nilo lleva necesariamente del delta bordea el mediterráneo. Poema quemado por El entusiasmo por tener con nosotros al autor de algunos de los más bellos
al delta, envolviendo todas las voces en el oleaje que el sol del mediodía y por el viento del norte. Poema que libros de crítica y ensayo escritos sobre arte en el último tiempo se unía a la
una primera ola arrastra fuera de Egipto, las palabras huele a yodo y a salina. Un blanco entre versos acerca el curiosidad que despertaba una personalidad que había dado tantos textos,
dichas seguirán su libre viaje en el sueño de las venta- dedo a los labios del poeta de Alejandría. Él se tragó las a la vez eruditos y amables con el lector, desbordantes de imaginación,
nas semicerradas, de los estrechos callejones umbrosos sílabas finales de todas las estrofas. Las lanzó a la hora en rigurosos en su manejo de los datos y en la prodigalidad de un lenguaje
del mercadillo de El Cairo. que el reflujo de la marea las hunde en lo profundo de la franco e inteligente.
arena, en el fondo de la melodía de las olas. Algún día, Yo había leído textos suyos que, de tiempo atrás, eran tenidos por verda-
estas mismas dunas marinas serán una única presencia deros clásicos de la disciplina, no sólo en España, sino también en Inglaterra
LA LLAVE DEL MUNDO sobre el suelo de Egipto. Y entonces, erosionados por el y Estados Unidos, cuya lengua había acogido con interés sus contribuciones,
Del antiguo Egipto destaca su geografía egocéntrica. paso del tiempo cuya acción combinada de sal y agua surgidas de investigaciones apoyadas por instituciones como el Getty Center
El dibujo del mundo en forma de triángulo con una pulió sus cantos, los finales de estrofa volverán a nacer na- o el Instituto Warburg. Primero, había leído el libro dedicado a la presencia
punta hacia abajo reunía las dos partes del país, la alta turalmente. Romos, se encaminarán a su muerte natural, del cuerpo en el arte contemporáneo, Corpus solus. Un mapa incompleto,
y la baja. Una línea en el centro lo dividía en dos. La como estos granos de sueño en que apoyamos la cabeza personal, de la presencia del cuerpo en el arte del siglo XX, que derivaba
figura obtenida de esta representación era la llave de la sobre estas playas, estas tempestades rojizas en el sueño. de esas aparentes limitantes su encanto y valor interpretativo. Lejos de ser
vida, la llave de toda existencia. En términos genera- Buenas noches arena, sin un poeta que termine tu exhaustivo y tener pretensiones sistemáticas, ofrecía una visión donde se
les, el norte era rico y el sur bastante más pobre. Las canción. u suscitaban relaciones asombrosas entre diferentes artistas. También, estaba
grandes capitales como Memphis, Tebas o Alejandría uno de sus primeros textos, Historia del arte y medios de masas, que hablaba,
florecían en la frontera al borde del Nilo o en el delta Rosa Lentini (España) a principios de la década del ochenta, de una cuestión que se ha vuelto
cerca del mar. Poeta, traductora, crítica y editora. Ha sido incluida en fundamental en el estudio de la imagen contemporánea y que su título
Egipto tendía a las estrellas o se abismaba en la arena. numerosas antologías como: Ellas tienen la palabra (1997), insinúa. Y, por sobre todas las cosas, estaban dos libros admirables, que
Norte y sur de la poesía iberoamericana (1997), Las poetas de figuran sin duda entre las producciones más originales de la crítica sobre
Con una llave de la vida inmensa hecha de plomo do-
la búsqueda (2002), Ilimitada voz (2003), The other poetry of la imagen, el arte y la arquitectura de finales del siglo XX.
Barcelona (2004). Parte de sus poemas han sido traducidos al
Arquitecturas descritas, arquitecturas pintadas, publicado por Alianza
inglés, italiano, francés y portugués. Actualmente es editora
*Kavafis. y directora, junto a Ricardo Cano Gaviria, de las Ediciones
Editorial en 1985, había abierto la investigación en artes a un campo tan
** Esta prosa fue redactada en vida de Mahfuz. Igitur de poesía, ensayo y narrativa.

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inédito como apasionante: el estudio de las represen- Las reseñas editoriales acababan de dibujar la político nostálgico de la madre patria, gustosas de parálisis facial y le impedía escuchar, si antes no enfo-
taciones pictóricas de edificios reales o imaginarios, figura autoral del historiador del arte, contando sus cobijarse bajo la benevolencia ibérica, que por medio caba graciosamente su otro oído hacia el interlocutor.
un problema que, hábilmente, el autor extendía excursiones analíticas como ensayista en los dominios de sus traducciones y actos generosos de embajada Por ello, resultaba más conmovedor su esfuerzo por
hasta las arquitecturas imaginarias del cine y las temáticos de la tira cómica, la epistemología de la dis- quieren apadrinar nuestra feliz llegada a la cultura captar lo que los asistentes le decían y su insistencia
construcciones fantásticas populares. Mi lectura de ciplina de la Historia del Arte, las polémicas jurídicas contemporánea. en estar cerca del auditorio en el momento de las
ese libro profusamente ilustrado, además del agra- en torno a los derechos de reproducción de imágenes y Sin embargo, al escuchar a Ramírez el día de su preguntas. Parecía sentirse obligado a compensar el
decimiento por el aprendizaje de tantas y variadas el desarrollo de proyectos editoriales de diversa índole. primera lección, lo excepcional de los argumentos inevitable desvío de la mirada con un gesto de interés,
relaciones que enseñaban a ver y a comprender, Entre estos últimos, además de la revista Descubrir el desplegados y lo esmerado de la exposición me hi- orgullosamente cortés, hacia lo que le decían. Al final,
estuvo movida por el afán de descubrir enormes arte, que circula aún en Colombia, hay que mencio- cieron considerar de manera diferente esa extraña me autografió la edición de uno de sus libros, Edificios
posibilidades para la propia investigación y para el nar la Serie Azul de Siruela, realizada en compañía labor del emisario cultural español, investido de la cuerpo, un texto que le era especialmente querido.
disfrute de la representación del espacio. Me había de Leopoldo Stuart, aquel aristócrata descendiente dignidad equívoca del profesor visitante que se apoya Me dijo que le alegraba encontrarse con el volumen
apresurado, por aquella época, a escribir un ensayo de la Duquesa de Alba con quien llevaría la cultura en una enorme tradición y que casi nunca acaba de tan lejos de casa, pese a las dificultades de distribu-
en el que comparaba los edificios pintados bajo el editorial española, mediante la edición de exquisitos entender dónde está ni cuál es el interés de quienes ción ocurridos en la misma España. Se lamentó de
influjo del ilusionismo pictórico del Renacimiento y libros sobre arte, a un nivel nunca antes alcanzado. Así van a asomarse. La primera charla fue sobre Dalí y El los intermediarios editoriales, a los que, podría hoy
la descripción minuciosa de las fantasías espaciales, que su gruesa producción escrita complementaba un Bosco y hacía parte de una investigación adelantada asegurarlo, les propinó en voz baja algunos insultos.
arquitectónicas y urbanísticas en la simétrica Ciudad interés por el libro como objeto estético en sí mismo recientemente en el Museo del Prado. El discurso era El segundo día, la charla versó sobre la historia de la
del Sol de Campanella, la insular Utopía de Moro y y por sacar a la luz verdaderas joyas de la historia y sugerente. La trama de relaciones entre el joven Dalí y representación del suelo y la destrucción en la historia
la refinada Nueva Atlántida de Bacon, a las que veía la crítica de arte olvidados o no vertidos antes a la los referentes visuales ofrecidos por el pintor flamenco del arte, un recorrido que culminaba con brillantes
proyectadas cuatro siglos después en las ciudades lengua castellana. bastante singulares. Pero lo más significativo vino en ejemplos de esculturas e instalaciones contemporáneas
imaginarias de Italo Calvino y la ciencia ficción. El Cada vez que me ha correspondido conocer aca- las preguntas del público, a las que respondió, no sólo donde ese ámbito en el que apoyamos nuestros pies
ensayo se publicó, empecé a frecuentar ese género de démicos que vienen de Europa o Estados Unidos a con amabilidad, sino con una agudeza que nunca se hace especialmente notable. Tanto en la exposición
escritura y, desde esa vez, me quedó la costumbre de ofrecer conferencias o seminarios en Colombia, me había visto. En sus respuestas, hasta el interrogante como en las preguntas, los asistentes fuimos testigos
frecuentar sus obras para documentarme y aprender asalta la sensación de que muchos de ellos, además de más nimio e ingenuo (de los que abundan en las con- de lo mismo que presenciamos el día anterior: eru-
de su estilo y habilidad interpretativa. Poco después, practicar una suerte de turismo académico desdeñoso, ferencias abiertas y, sobre todo, si se trata de un artista dición, sencillez expositiva y gracia en la expresión.
leí Duchamp, el amor y la muerte, incluso. Lejos adoptan una actitud paternalista con los auditorios hasta cierto punto popular como el catalán) parecían Asombraba el saber que algunas cosas que uno creería
de ofrecer un Duchamp etéreo o esotérico, como a los que se dirigen y pasan el rato de cualquier ma- adquirir una nueva dimensión, pues este discurso novedosas en el arte contemporáneo tenían raíces re-
ha sido habitual en tanta teoría y crítica escrita a nera, haciendo gala de una actitud odiosa que sólo secundario proyectaba los argumentos hacia ámbitos motas. En el intermedio y también al final, hablé con
propósito de este nombre definitivo del siglo XX, el podría definir con el nombre de neocolonialista. La insospechados. Pensé que la viveza de una exposición, otros asistentes. En muchos, prevalecía una impresión
artista francés aparecía allí como un creador que, a veneración de las minorías que asisten a ver el espec- como en el ensayo, depende de la manera en que semejante a la mía, aunque algunos evocaban las sona-
una imaginación, un sentido del humor y una inte- táculo dado por algunas de estas vedettes intelectuales el expositor piensa frente a nosotros. El discurso se das polémicas de Ramírez con sectores que en España
ligencia notables, sumaba un profundo vínculo con contribuye, por supuesto, a que el círculo de subor- convierte en lo que alguna vez Georg Lukács definió, se creían más avanzados en el campo de crítica y que
las situaciones cotidianas de su tiempo. Sin duda, dinación se cierre y sea casi inescapable. Sensaciones teniendo en mente a Montaigne, como la escenifica- planteaban la caducidad de disciplinas humanísticas
el artista más anómalo y controvertido del siglo XX parecidas he tenido, sobre todo, con críticos de arte, ción de la vivencia emocional del pensamiento. Lo que como la Historia del Arte. En artículos y manifiestos
hallaba un intérprete de altura semejante, por una vía curadores, artistas, filósofos del arte y comisarios de Ramírez decía no parecía provenir de lo ya pensado que circulan por la red, Ramírez se había apresurado a
tan simple como novedosa. Un libro extraordinario, origen español que, libres de la trastienda a la que los y analizado, se agitaba vivamente ante el auditorio y aleccionarlos, mostrándoles cómo la polémica pasaba
que unía simpleza y respaldo documental, pleno de tenían confinados el franquismo y los muchos años daba la sensación de estar siendo descubierto en ese por un interés de burocracias académicas que desco-
comparaciones inteligentísimas que decían tanto del de ostracismo, parecen pregonar a voz en cuello su mismo momento. De ahí que uno mismo, como es- nocía la validez de este viejo y encopetado saber como
tema como del analista. Las obras revelaban en los reciente inclusión en el primer mundo del arte y la pectador, se sintiera partícipe del alumbramiento de “atalaya privilegiada” para entender los fenómenos de
prólogos la amorosa concepción de sus argumentos condición subalterna que, en tal materia, vuelven a las ideas, convidado a esa especie de epifanía colectiva la compleja visualidad contemporánea.
y, asimismo, la emoción que había llevado a Juan contraer con ella los países latinoamericanos. Nunca que, como se sabe, forma el ideal de la conversación. Ya en la tercera sesión, cuando su charla versó
Antonio Ramírez a escribirlos bajo el amparo de he pensado que España sea el filtro para poder leer lo Esta parte del programa sirvió para advertir un sobre el aura, los ectoplasmas y el papel que las fan-
becas y estímulos académicos, esa bella tradición de que Europa y Estados Unidos producen en diferentes detalle que humanizaba al expositor: Juan Antonio tasmagorías habían cumplido en el nacimiento de
mecenazgo intelectual casi desconocida en Latino- materias y conozco muchos españoles que no piensan había sufrido recientemente una intervención qui- la pintura moderna, se dio la posibilidad de charlar
américa y que usó en varias ocasiones para emprender tal cosa, pero las disfuncionales instituciones cultura- rúrgica en el oído, de donde le habían extraído un privadamente con él. Una amiga del Instituto de Fi-
sus aventuras intelectuales. les colombianas sí parecen, tal vez por obra de algún pequeño tumor, lo cual le había producido una leve losofía, que a la sazón participaba de un proyecto de

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investigación sobre arte contemporáneo en Colombia, sobre su profesión y hasta referencias a cuadros que revelaba también una profunda conciencia de la electrónicos más, en los que con humor daba su nihil
me dijo que nuestro conferencista deseaba conocer todos recordábamos. Aún tengo conmigo la imagen intermediación, que en él era diáfana sin facilismos, obstat para publicar la entrevista, no volví a saber de él,
Santa Fe de Antioquia, la antigua capital regional, que lo muestra abrazado a mis amigos en la parte más rigurosa sin dogmatismo, desenfada sin ligereza. A sus aunque seguía el itinerario de sus conferencias y cursos
de la que tenía referencias por algunos amigos y por lejana del puente. Pienso en la herida mencionada por claros conceptos, debíamos añadir los muchos países en Madrid y otras ciudades de España. Me produjo
cierta guía turística de la que extrañamente no quería Roland Barthes cuando habla de lo que suscitan en que conocía, su compromiso permanente con los emoción saber que algunas de sus ideas expuestas en
dar detalles. Así que ambos, acompañados del coordi- nosotros las fotografías de momentos y personas ya eventos del arte que estaban ocurriendo en España y Medellín habían aparecido consignadas en un libro
nador de la Maestría, tomamos la vía hacia el lugar y idas tomadas por nosotros. En la plaza, su atención en otras zonas del mundo. Bienales, seminarios, ferias fascinante publicado a mediados de 2009.
hablamos largamente. La generosidad intelectual del estuvo dominada por una escultura nacionalista en y muchos otros acontecimientos habituales en la escala En noviembre del año pasado, fue el mismo coordi-
conferencista no parecía haberse agotado en el semi- la que se rendía homenaje al mestizaje. Asombrados, del curador, asesor y profesor de arte hablaban de un nador de la Maestría quien nos dio aviso. Juan Antonio
nario. Antes bien, seguía postulando intensamente vimos cómo reía de una mazorca que portaba la tránsito que, a veces, le impedía considerar la posi- Ramírez había fallecido inesperadamente en su casa
cuestiones artísticas y preguntando por todo lo que indígena y que, para él, no era más que una broma bilidad de regresar pronto a un lugar recientemente de Madrid. Las noticias en los diarios españoles, que
veía. Especial interés parecían despertarle la historia iconográfica del anónimo maestro, quien simplemente conocido. Por primera vez, se refirió a su enfermedad, leí apresuradamente en su versión digital, abundaban
de la región, las vías, las actividades económicas, la había adosado a la mano apretada contra el pecho de cuando respondió a la insinuación de si podríamos en notas sobre su brillante carrera y sorpresas por el
influencia colonial. la nativa un visible juguete sexual. contar con su presencia para un próximo evento. Dijo, deceso. Los blogs, esa fuente contemporánea del pál-
Ya en Santa Fe, caminamos por la plaza del pueblo, Ya en un viejo caserón al que también quiso entrar, con cierta parsimonia, que las dolencias asociadas a pito de la opinión, abundaban en recuerdos de alum-
mientras observaba con atención las casas, la iglesia y y donde además de curiosear compró unos dulces, su tumor en el oído le habían hecho considerar la nos, colegas y admiradores suyos que, desde diversos
otros detalles que yo consideraba intrascendentes. El reparó en algunas láminas enmarcadas que estaban perspectiva viajera de otra manera. Ahora, se despla- lugares de España y el mundo, hablaban de cosas en
anfitrión del conferencista extranjero quiere mostrarle en la sala. Salió con las manos repletas de confituras zaba ahorrando tiempo, para digerir con más calma todo semejantes a las que yo había visto y pensado. Su
lo que cree notable o meritorio de su tierra, pero a de toronja y tamarindo. En el almuerzo, que quiso lo recientemente visto y descubierto, pues, como magisterio, su disposición y su generosidad aparecían
veces el invitado parece más vivamente capturado criollo, habló de los orígenes de su carrera y expresó sabemos, el viaje lleva lejos sólo si nos muestra otra junto a la certeza de que él era quien había enseña-
por una nimiedad a la que nunca había puesto aten- la admiración por sus maestros, especialmente Julián dimensión de nosotros mismos. El hecho de grabar do a toda una generación de críticos, historiadores,
ción. En una ferretería, por ejemplo, Juan Antonio Gallego, un erudito en pintura barroca española al que esa entrevista en pleno camino hacía pensar en cómo periodistas y curadores cómo se escribía sobre arte
quiso comprar un artefacto que nadie se atrevió a reemplazó en la Universidad Autónoma de Madrid. sus muchos viajes encontraban espejo en éste, mucho en España. Sus polemistas reconocían la gallardía en
preguntarle para qué quería. Sólo un poco después, También me hizo, en un momento que nos aislamos más pequeño, que hacíamos a Medellín y también a la polémica y el profesionalismo. Alguno insinuaba
en el almuerzo, mencionó que, cuando iba a algún de nuestros compañeros, un comentario sobre su pa- su pensamiento. también el valor ensayístico de sus textos. Y de alguna
país, le gustaba comprar una herramienta en estos dre apicultor, al que le había rendido un homenaje en En la noche, tomamos algo en el apartamento de parte, creo que de Costa Rica, habían enviado a un
comercios y que tenía una colección completa de lla- un libro, ahora traducido a varias lenguas, que analiza un fotógrafo amigo. Dado que a la mañana siguiente sitio web la narración de un encuentro tan semejante
ves, destornilladores, metros y martillos. Contó que, el papel de la metáfora de la colmena en la historia de Juan Antonio partía hacia Cartagena de Indias, donde al que habíamos tenido con él en Medellín y Santa
luego de editar su libro sobre Duchamp, le regaló a la arquitectura, el pensamiento utópico y el urbanis- pasaría un par de días antes de regresar a España, la Fe de Antioquia que pensé en simetrías absurdas y
su compañero de aventuras editoriales un ejemplar mo del siglo XX. Recuerdo cómo en el prólogo a este velada fue breve, aunque sirvió para obtener nuevas en recurrencias que sería innecesario exponer aquí.
idéntico al legendario urinario francés, encontrado por libro, que leí a la siguiente semana, pedía permanentes pruebas de su generosidad e inigualable conversación. Recientemente, un alumno y admirador suyo le ha
azar en un baratillo. Tomó abundantes fotografías en disculpas por intercalar reminiscencias y referencias Vio fotografías y catálogos, recibió discos de música dedicado un sitio de Internet que me ha sido más
las que parecía estar atento a detalles que nosotros no personales. Por primera vez pensé que, con sus libros, colombiana, firmó algún otro libro, habló de cirugías útil para construir una instantánea parcial de él que
veíamos, pero que para él eran singulares y, sin duda, uno estaba frente a una de las más difíciles expresiones plásticas, se admiró de unas ranas de colores inverosí- para apoyar con datos los recuerdos, siempre más
más importantes que los del arte serio o elevado. En del ensayo, la que une consideración subjetiva a interés miles que permanecían inmóviles en un invernadero genuinos a pesar de su imperfección. Para quienes
el Puente de Occidente, lugar que quería ver a toda genuino y profundo en la materia tratada. La nostalgia aun más inverosímil. Hicimos alguna consideración aún estamos descubriendo su obra, la figura de Juan
costa, tomó imágenes de los amarres de los cables, del padre, cómo no, podía abrir la comprensión de predecible sobre las ranas pintorescas que éramos en Antonio Ramírez parece estar aún en crecimiento,
admirado por la inventiva y los recursos estéticos de una metáfora inmemorial. manos del destino. sorprendiendo con una estatura gigantesca que nunca,
las construcciones populares. Le llamó la atención Al regreso, le concedió a nuestra amiga una en- Semanas después, envió las fotos de Santa Fe, nos al leerle y escucharle en Medellín, abandonó la escala
en la vía una señal de tránsito cubierta con una bolsa trevista de la que los otros dos acompañantes fuimos habló del frío invierno madrileño, se dolía de las no- de su propia humanidad. u
negra, que para mí sólo hablaba de la torpeza de los simples testigos. Ambos recordamos después que ticias que le llegaban de Colombia, decía que estaba
contratistas y de las concesiones viales, pero que para él Juan Antonio había también escrito muchos libros bien de salud y anunciaba el envío de los ejemplares Efrén Giraldo (Colombia)
parecía tener un sentido misterioso. Por supuesto, esta- de orientación didáctica que habían impactado la de un libro: el volumen sobre las imágenes de los Ensayista y crítico. Profesor de la Facultad de Artes de
ban las fotografías que se sacó con nosotros, pedidas a enseñanza del arte en la secundaria en España y que edificios, que llegó religiosamente a los correos de la la Universidad de Antioquia.
algún paseante y que le suscitaban comentarios jocosos su libro sobre cómo escribir sobre arte y arquitectura Universidad poco después. Luego de unos mensajes

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