Victor Jara y Su Palabra
Victor Jara y Su Palabra
Victor Jara y Su Palabra
Abstract: La música popular ha sido objeto de gran interés de análisis. Dentro de ella, la
canción como tal, presenta diversas aristas que son dignas de estudiar. El presente ensayo
abordara el análisis de la canción “Plenaria a un labrador” de Víctor Jara mediante ideas
planteadas por el socio-musicólogo Simon Frith en su texto, “Las canciones como textos”
donde se abordarán tres aspectos relevantes: la palabra, la retórica y la voz y como estas
influyen en la construcción e interpretación que se le dé a una canción.
La música popular desde sus inicios ha generado gran interés en investigadores siendo
abordada desde diferentes perspectivas y su estudio ha permitido conocer y analizar
distintas aristas de esta. Debido al estudio de ella, se ha podido observar y dar cuenta de
problemáticas asociadas a ella tales como su producción, difusión, influencia en el
1
modelamiento de identidades culturales, los vínculos entre la lírica y música, entre otros. El
gran interés, suscitó una atención específica en las formas discursivas de la canción popular,
con el fin de estudiar en profundidad su complejidad y variedad de lecturas que pueden
llegar a tener las canciones.
La canción como tal involucra distintos aspectos, entre ellos lo musical, literario y lo poético,
lo cual sin lugar a duda deja a la canción como un objeto de estudio realmente interesante.
Una de las interrogantes que se pueden plantear respecto a ella es como se constituye el
significado, o el sentido de las canciones, como dialogan los códigos, musical y literario, para
lograr conjuntamente la construcción global de la canción. Mediante el análisis de la canción
“Plegaria a un labrador” de Víctor Jara y tomando ideas de lo planteado por Simon Frith en
el capítulo “Canciones como texto” de su libro Ritos de la interpretación, se buscará conocer
si la palabra y retórica ganan importancia al transformarse en canción, que influye en el
texto de esta y cuan autónoma es la música del texto mismo.
Para adentrarnos en el análisis en sí, recurriremos a Simon Frith, quien plantea lo siguiente:
“al escuchar las letras de canciones pop, lo que escuchamos son tres cosas a la vez:
las palabras, que parecen darles a las canciones una fuente de significación
semántica autónoma; la retórica, palabras usadas de manera especial, de manera
musical, una forma que llama la atención sobre aspectos y problemas discursivos; y
las voces, palabras habladas o cantadas con tonos humanos en sí mismos
“significativos”, signo de una persona y personalidad.” (pp. 284; 2014).
Tal como se describe en el párrafo anterior, cuando escuchamos una canción están en
dialogo los tres conceptos nombrados por Frith, cada uno tiene importancia en la
construcción global de lo que oímos.
“Plegaria a un labrador” fue compuesta por el cantante y compositor Víctor Jara en el año
1969. Fue estrenada en el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena el cual fue organizado
por Ricardo García, con el auspicio de la Vicerrectoría de Comunicaciones de la Universidad
2
Católica de Chile, y se llevó a cabo la segunda semana de julio de 1969. Jara presentó la
canción acompañado del conjunto Quilapayún, del cual era director artístico. La canción
resulto triunfadora y con ello consolidó lo que sería la Nueva Canción Chilena.
Primero abarcaremos el ámbito de la palabra. La letra de una canción es uno de los aspectos
más importantes para el oyente al momento de valorar y escuchar una pieza musical (Frith,
pp.284; 2014). Sin ella, como oyente no tenemos la capacidad de recordar fácilmente la
canción. No recordaríamos la canción “El derecho de vivir en paz" soló por el ritmo o la
melodía si es que no hubieran palabras puestas de cierta manera que generaran en nosotros
cierto impacto, al igual como sucede con “Plegaria a un labrador” Las palabras usadas
tienen un porqué y un fin, que el autor desea que llegue a la audiencia, estas expresan
valores comunes que muchos avalan y de acuerdo con Lee Cooper (1991), citado en Frith
(2014), estas “son fragmentos de una historia oral” (pp.288) y porque no, reales.
Asimismo, se puede analizar la canción sólo tomando en cuenta las palabras, lo directo, las
cuales brindaran una fuente de significación sin indagar en los otros aspectos nombrados
en anteriores párrafos.
3
“Levántate y mira la montaña
(..)
Tú que manejas el curso de los ríos,
tú que sembraste el vuelo de tu alma.
(..)
juntos iremos
unidos en la sangre;
(…)
Líbranos de aquel que nos domina
en la miseria,
tráenos tu reino de justicia e igualdad;
(..)
hágase por fin tu voluntad
aquí en la tierra” (Jara, pp.22; 1984a)
Todo lo mencionado con anterioridad se puede inferir de las palabras que utilizó el autor,
pero para lograr conocer el verdadero significado de las palabras expuestas debemos tener
en consideración la retórica, es decir, en “las palabras usadas de manera especial, de
manera musical, una forma que llama la atención sobre aspectos y problemas discursivos”
(pp. 284; 2014).
Acá es necesario conocer más acerca del autor y del contexto en que se creó la canción.
Víctor Jara (1932-1973) fue un cantautor chileno director teatral, investigador del folclore y
de los instrumentos indígenas, actor, dramaturgo y libretista, pero alcanzó la mayor
trascendencia como compositor y cantante popular.
4
De origen campesino y sencillo, heredó de su madre el interés por la música. Abandonados
por el padre, la familia se trasladó a Santiago, a un pequeño cité. A los 15 años quedó
huérfano e ingresó en el Seminario Redentorista de San Bernardo donde permaneció dos
años. En 1957 entró en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. En esa época conoció
a Violeta Parra, que lo acogió como discípulo. En 1960 recibió el título de director teatral y
pasó a formar parte del directorio del Instituto del Teatro de la Casa de estudios. Dirigió
varias obras de teatro y fue premiado en variadas ocasiones. En 1968 pasó a ser el director
artístico del conjunto de música popular Quilapayún. Tal como se comentó al principio en
1969 Participio en el Festival de la Nueva Canción Chilena y ya tenía su segundo álbum,
Pongo en tus manos abiertas, publicado esto coincidió con el respaldo que prestó a la
candidatura de la Unidad Popular de Salvador Allende como militante de las Juventudes
Comunistas. En 1970 publicó Canto libre, El derecho de vivir en paz y La población,
creaciones de gran belleza y fuerza poética que lo convirtieron en uno de los máximos
exponentes del resurgimiento y la innovación de la canción popular en Latinoamérica
(Nueva Canción Chilena).
Sus canciones trataban sobre su pueblo y sus problemas, con todo el éxito nacional Jara
quiso llevarlas más allá de su Chile natal para ser cantadas en cualquier manifestación
progresista o concentración universitaria de otros tantos países.
Durante el período de gobierno de Allende fue nombrado embajador cultural del gobierno.
Mientras que la Nueva canción tenía sus orígenes en fuera de Chile. En Latinoamérica
acontecían una serie de hechos de orden político y social. Después de la revolución cubana,
cuyo peso específico y justificación promueve la más amplia solidaridad de la
intelectualidad latinoamericana, la década de 1960 implica una progresiva injerencia de la
juventud en aquellos acontecimientos, así como el consecuente robustecimiento de las
5
ideologías de izquierda. Como corolario anterior durante la plasmación de la nueva Canción
Chilena, los nuevos textos de las canciones van mostrando cada vez más un contenido que,
abandonando en parte los temas tradicionales, del folclore tradicional, se dirigen hace la
denuncia por las injusticias sociales y a la solidaridad con las clases más desposeídas. Esta
línea de compromiso o protesta será una de las principales características de la Nueva
Canción Chilena (Advis & González, pp. 34; 1998).
Conociendo más acerca del contexto de producción en que se realizó la canción y quien fue
su autor podemos inferir y analizar con mayor profundidad la canción en cuestión.
Volvemos a una de las ideas iniciales la retórica, las palabras usadas de manera especial, de
forma que llame la atención sobre aspectos y problemas discursivos.
Frith señala algo muy relevante entorno a la canción protesta “el efecto político más
importante de una canción pop no se produce en el modo de votar o de organizarse, sino
sobre su manera de hablar” (pp. 300; 2014).
El cómo se dice y las palabras que usa el autor en la canción son las que hacen generar una
situación comunicativa que busca establecer una relación de persuasión entre el cantante
y el oyente, así tal como menciona Frith, una canción no existe para transmitir el sentido de
las palabras, sino que las palabras están a disposición para transmitir el sentido que le da
un autor a una canción (pp. 296; 2014).
Las palabras escogidas por Víctor Jara en “Plegaria a un labrador” y como las utiliza nos
ayudan a interpretar de una mejor manera el sentido, aunque también si conocemos el
contexto de producción se podrá inferir de mejor manera. Teniendo todo eso en cuenta
podemos inferir que la canción mostraba el canto campesino, llamaba a que este sector
social se envalentonara hacia un futuro mejor y más justo, uniendo fuerzas como
comunidad y el contacto que tenían con la naturaleza hacía que el oficio de trabajador de
la tierra fuera algo místico. Lo relacionado a un “tu” como Dios creador, podría verse
relacionado con la vida que tuvo Jara siendo este persona y personaje a la vez (Auslander;
2013). Recordemos que ingresó al seminario para ser sacerdote, pero por falta de vocación
luego de dos años, lo abandonó. Sabemos que fue militante del partido comunista. Esta
6
doctrina se caracteriza por ser materialista y negando así la existencia de un Dios y ven a la
religión como el opio del pueblo. No sabremos a ciencia cierta si es lo que realmente
pensaba Jara, aunque no lo creo, debido a su paso por el seminario quizás sus ideales eran
distintos y veía la doctrina del comunismo con otros ojos y con sus propios ideales, pero su
viuda, Joan Jara, comenta lo siguiente acerca de la canción en estudio:
“Su forma, que recordaba el padrenuestro, era un reflejo del renovado interés de
Víctor por la poesía y los valores humanistas de la Biblia, en una época en que se
estaba acrecentando la comprensión entre católicos progresistas y marxistas en
Latinoamérica” (pp.35; 1984b)
El interés por la poesía es destacado por muchos como uno de los agentes importantes de
distinción en la Nueva Canción, pero esta poesía no era culta en todo su esplendor, sino que
usaba palabras simples que eran comprendidas por todos, pero las usa de una manera que
generaba en la audiencia un impacto y mostraba su compromiso social y sus ideales
políticos. Pero este impacto, tal como comenta Levine (1955) citado en Frith (2014), en la
cultura popular hace que se desconfía de las personas que hablan bien, que tienen buena
oratoria (caso de Víctor Jara) de quienes tienen facilidad de la palabra, estas personas son
personas con poder y el poder de usar las palabas es un poder de manipulación y por ende
de generar cambios(pp.299). Esto vieron quienes realizaron tan atroces acciones en contra
del Cantautor Chileno llevándolo hasta la muerte.
Por último, la voz como último aspecto es quizás lo que une la palabra y la retórica y logra
completar la globalidad de la canción como tal. Las palabras son usadas como aforismos
(Frith, pp. 308; 2014) y logran crear en conjunto con las palabras y la retórica usada en una
canción con significado y con intención dada por el mismo autor y su forma de emplear la
voz para transmitir el mensaje.
No será lo mismo que el lector tome el texto de “Plegaria a un labrador” lo lea o lo cante
sin saber la intencionalidad y el énfasis que debe tener en cada verso u estrofa. Tal como
comenta Attridge (1990) citado en Frith (2014) el ritmo es sustancial para que las personas
7
reconozcan y recuerden las canciones: las letras van de la mano de la música, sin este
principio no podríamos recordar “Plegaria al labrador”. La forma de padre nuestro que
tiene melodía de la obra de Jara nos hace recordar inmediatamente el texto y con ello la
canción en su totalidad.
Si bien en una canción podemos distinguir varios aspectos para analizar, ésta es
simultáneamente poesía y música, palabra y sonido. Sin embargo, la complejidad de la
construcción del sentido de la canción no sólo implica palabras, retórica y la voz, sino que
conlleva otros aspectos tales como la difusión, la recepción que tendrá por los oyentes las
interpretaciones que le pueden dar estos mismos y las diferentes performances que pueden
hacer de una misma canción.
La palabra y retorica ganan importancia al transformarse en canción porque tal como Frith
menciona hace que se estas se eleven enmarcadas por la música (pp. 298, 2014) sin música
se podrá tener un texto épico o interesante pero nunca se sabrá si era lo que el autor
esperaba o deseaba transmitir. Así mismo el texto es importante y lo que desea comunicar
mediante su significación semántica estará influido por el contexto de producción en el que
se desarrolla y, en muchos casos, la experiencia personal del autor y los ideales que el
oyente tenga. Muy diferente será la recepción que tenga un militante de partido de
derecha, como uno de izquierda y con alguien que no le interese lo que desea trasmitir el
autor.
Así una canción no es totalmente autónoma del texto. Ambos deben dialogar de manera
que logren una cohesión y siga el principio de variedad en la unidad.
8
Recordamos la canción cantada e interpretada por Quilapayún y Víctor Jara con sus
entonaciones con sus pausas, sus emociones, con una nueva manera de narrar un padre
nuestro, con la letra “Limpia como el fuego el cañón de mi fusil” No recordamos la versión
pop, con poca emoción y desligue político de Cecilia Pantoja. Y todo esto es por como
debaten en perfecta armonía los tres aspectos descritos en los primeros párrafos, dado que
tal como sintetiza Frith en su texto, “las mejores canciones pop son aquellas que pueden
escucharse como una lucha entre la retórica verbal y musical entre el cantante y la canción”
(pp.320, 2014).
9
Bibliografía
• Advis, L., & González, J. P. (1998). Clásicos de la música popular chilena volumen II.
Santiago: Universidad Católica y Sociedad Chilena del Derecho de Autor-SCD.
• Biblioteca Nacional de Chile. "Plegaria a un labrador ", en: Víctor Jara (1932-1973).
Memoria Chilena. Disponible en <http://www.memoriachilena.cl/> recuperado en
28/12/2018.
10