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Recibido: julio 2017/Aceptado: agosto 2017

Periodización del proceso histórico-pedagógico de la


educación musical en Santiago de Cuba en el período
de 1902 a 1958
Periodization of the historical-pedagogical process of musical education in
Santiago de Cuba from 1902 to 1958

MSc. Aysmara Borlot-Faure, [email protected]

Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, Cuba

Resumen
El trabajo tiene como objetivo analizar el proceso histórico-pedagógico de la educación musical
en Santiago de Cuba en el período de 1902 a 1958, a partir del establecimiento de una
periodización. En el mismo se precisan los hitos fundamentales que marcaron pautas en el
desarrollo de la manifestación en el territorio. En el análisis de las etapas se tiene en cuenta la
interrelación necesaria entre los elementos locales y nacionales, que permitieron el accionar de
importantes figuras e instituciones en el sector pedagógico y artístico. El conocimiento de los
procesos histórico-pedagógicos resulta aspecto vital en el proceso de formación de los
profesionales de la educación con perfil artístico, pues sirven de referentes teóricos para la
comprensión de los fenómenos de la realidad educativa.

Palabras clave: Periodización, proceso histórico-pedagógico, educación musical masiva,


educación musical especializada.

Abstract
This research has an objective to analyze the pedagogical-historic process of the musical
education from 1902 to 1958, from the establishment of a periodization, in which it is necessary
to see the fundamental event that remarked pattern in the development of this manifestation in the
territory. In the analysis of the stages it is taking into account the necessary interrelationship
between the national and local elements, which permitted the acts of important figures or
institutions of the sector artistic pedagogical. The knowledge of this pedagogical-historic process
it is very important aspect in the process of the formation of the educational professionals, which
an artistic profile so they are useful of a theoric referring for comprehension of the phenomenon
of the educative reality.

Key words: Periodization, pedagogical-historic process, musical education massive, musical


education specialized.

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Introducción
Adentrarse en el estudio histórico y en la profundización de sus esencias, implica
necesariamente la realización de una periodización, que permita su comprensión y precise
su análisis de lo general, transite por lo particular hasta llegar a lo singular. En
correspondencia con lo expresado todo proceso o fenómeno educativo acumula su propia
historia, de ahí la posibilidad del establecimiento de una periodización del mismo. Para
que esta alcance su verdadero rigor científico, debe explicitar, concebir y analizar las
leyes específicas de su desarrollo y su relación con los restantes procesos históricos.

En correspondencia con lo expresado la educación musical santiaguera en su tránsito por


los diferentes períodos históricos presenta importantes hechos, cambios en su proceso
formativo, entre otros aspectos, que patentiza el empleo de la periodización en aras de
organizar, explicar, reestructurar y comprender su desarrollo en el período de 1902 a
1958.

En el territorio nacional diferentes investigadores han realizado estudios referidos a la


periodización dentro del contexto educativo, en las cuales se evidencian los aportes
teóricos realizados con marcada vigencia en la actualidad. Estos se revelan en las obras
pedagógicas de los doctores Ferrán (1991); Chávez (1994) y Buenavilla (1995); entre
otros que desde sus posiciones y visiones, patentizan la necesidad de profundizar en los
procesos históricos concernientes a la educación.

De los anteriores referentes es necesario resaltar el trabajo del equipo dirigido por Ferrán
(1991) quien elabora una periodización para la Obra Científica orientada al tratamiento
del proceso histórico-pedagógico en Cuba, en la que ubica el tránsito en tres períodos
Colonia, Neocolonia y Revolución. En esta el período neocolonial se subdivide en: etapa
de intervención norteamericana (1898-1902) y etapa de la República Neocolonial (1902-
1958).

La sistematización realizada posibilita a la autora asumir el criterio emitido por Chávez


(1994:19); cuando plantea que “periodizar no es dividir solo para su estudio, con más o
menos orden, la historia universal, regional o nacional, sino por el contrario, es necesario
precisar las etapas fundamentales por las que ha atravesado un determinado proceso
histórico o una personalidad que se estudia”.

En este criterio se precisa que la periodización que se establezca, sea cual sea el proceso,
fenómeno o figura objeto de estudio, no puede verse aislada de los acontecimientos que

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en los diversos órdenes han acaecido en el país en los períodos transitados, de ahí el valor
metodológico de su obra. Este autor en su obra Bosquejo de las ideas educativas en Cuba
ofrece una periodización de la República Neocolonial, en la que establece dos etapas; la
primera de ellas referida a la defensa de la nacionalidad cubana a través de la educación
(1902-1933) y la segunda al movimiento reformista educativo y esfuerzo educativo
democratizador revolucionario (1934-1958).

En sus estudios la investigadora Iglesias (1998) plantea que “la periodización consiste en
definir ciertos espacios de tiempo en el movimiento general del desarrollo histórico de la
sociedad o de aspectos concretos de esta, que se caracterizan por una relativa constancia
en cuanto a una característica determinada o un conjunto de ellas”.

De este concepto parte Buenavilla (2002) quien considera su utilización, como indicador
general necesario para el estudio de un proceso o figura y enfatiza en la determinación de
criterios de periodización, para establecer los hitos más significativos en el objeto
estudiado. Además, resulta imprescindible una exhaustiva cronología, que precise el
orden y fechas de los hechos históricos; apunta también que la misma puede ser variable
según los criterios de cada investigador en dependencia del proceso estudiado.

En correspondencia con las ideas abordadas, esta autora patentiza que la asunción de
investigaciones de corte histórico-pedagógico, deben partir del establecimiento,
fundamentación y determinación de una periodización, que aborde los problemas
esenciales del proceso se investiga; y tener en cuenta además la determinación coherente
de los indicadores, que permiten el descubrimiento de los hitos históricos significativos
en los períodos y con precisión ahondar en la caracterización de los mismos.

Para estructurar la periodización se consideran fundamentos imprescindibles y de gran


utilidad en la investigación histórico-educativa, las propuestas de periodización ofrecidas
por los autores antes mencionados; no obstante, estas pueden ser asumidas o refutadas en
parte. En su análisis, se considera tener en cuenta los aspectos que resultan de interés, que
en este caso, se centran en las subdivisiones direccionadas al período neocolonial que se
estudia, las que son asumidas para el estudio de la educación musical en Santiago de
Cuba, de ahí la singularidad del tema objeto de estudio.

Como elemento clave en la investigación se trabaja el período, considerado como el


espacio donde se condensan varios lapsos y en los cuales se solucionan determinadas
problemáticas histórico-sociales, que con mayor trascendencia inciden en el objeto de

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estudio. En la presente tesis se ubica en el proceso histórico-pedagógico de la educación


musical en Santiago de Cuba de 1902 a 1958.

Los criterios expresados con anterioridad por los diferentes autores analizados han
servido de pauta orientadora para proponer una nueva periodización del proceso histórico-
pedagógico de la educación musical de Santiago de Cuba en el período escogido,
enfocados en las instituciones, figuras representativas, vistos desde el contexto en que las
mismas funcionan y juegan su papel en la sociedad.

En todo este proceso la permanente relación establecida entre lo general, lo particular y


lo singular en la educación musical en Santiago de Cuba de 1902 a 1958, constituye
aspecto esencial en el desarrollo de la educación y la cultura del país, respaldada en los
principios e ideas, concebidas de manera general.

En el orden particular, ostenta las características reales que como manifestación le


atribuye la Educación Artística en la formación integral del individuo. Desde lo singular
la periodización que se propone no es coincidente con las que abarcan la educación
general, ni con otras particulares, por las especificidades del objeto en que centra su
estudio en Santiago de Cuba.

Desarrollo
En la etapa neocolonial en Cuba se ubica el desarrollo del proceso histórico-pedagógico
de la educación musical en Santiago de Cuba de 1902 a 1958; su transitorio
establecimiento se relaciona con los significativos cambios que en esta enseñanza
acontecen en el período enmarcado, hechos que renovaron educacional y culturalmente
el territorio. La periodización realizada en esta investigación, como parte de la
sistematización de las concepciones pedagógicas sobre la educación musical en Santiago
de Cuba (1902-1958), se sustenta en los indicadores ya declarados; y en ella se realiza un
análisis del proceso histórico-pedagógico de esta enseñanza en el citado período. El
análisis característico del período y proceso estudiado permite considerar como
principales hitos los siguientes:

 1902: Constitución de Conservatorios y Academias Musicales en Santiago de


Cuba.

 1927: Fundación del Conservatorio Provincial de Música de Oriente.

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 1949: Apertura de la Sucursal del Conservatorio Internacional de la Habana en


Santiago de Cuba.

Estos hitos permiten para la etapa de la neocolonia el establecimiento de la siguiente


periodización:

 Primera etapa (1902-1926): Creación independiente de instituciones musicales.

 Segunda etapa (1927-1948): Institucionalización de la educación musical.

 Tercera etapa (1949-1958): Inserción de la educación musical en la Educación


Superior.

En el establecimiento de los períodos determinados en el proceso histórico-pedagógico


de la educación musical en Santiago de Cuba en el período de 1902-1958, en
correspondencia con los cambios que se suceden en lo educacional y cultural, radican los
aportes de esta periodización. En su concepción, la utilización de métodos teóricos y
empíricos resulta necesaria y se destaca el papel que estos últimos juegan en la
recopilación, corroboración y veracidad del contenido que de cada período se
fundamenta.

Primera etapa (1902-1926) “Creación independiente de instituciones musicales”


En el siglo XIX surgen conservatorios, academias y se destaca el quehacer de profesores
en diferentes provincias del país, por lo que se considera punto de partida de la enseñanza
de la música en Cuba. Ello influye en los inicios del período que se analiza, pues en el
territorio santiaguero se evidencia la apertura de instituciones académicas para el
desarrollo de la educación musical e incluso la inserción de esta en otras enseñanzas.

Lo anterior, conlleva a perfilar las principales direcciones que se deben trabajar desde la
creatividad del pensamiento de músicos-pedagogos, responsabilizados de llevar a vías de
hecho la enseñanza de la educación musical en las instituciones educativas. En el análisis,
en esta primera etapa al resaltar los importantes antecedentes que dentro del progreso de
la especialidad acontecen, puede considerarse este período de significativas
transformaciones en la educación musical en Santiago de Cuba.

El revolucionario siglo XX al aparecer como lógica continuación de las nuevas ideas que
se generan desde los finales del siglo anterior, proporciona una “americanización” de la
escuela cubana, en un contexto en el que habían comenzado su accionar en la urbe
santiaguera algunas academias de música, donde ya el concepto de educación musical
alcanza derroteros más definidos, por cuanto no se conducía a la formación como

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complemento, sino con el propósito concreto de una formación especializada para el


ejercicio de la acción musical. No obstante, a la definición de esta dirección en el currículo
a vencer de las escuelas con carácter público y privado en la ciudad se relaciona la
asignatura de Música, de conjunto con las otras que reciben como parte de la formación
general. Esta no se imparte con la misma frecuencia, ni obligatoriedad que las demás por
variadas causas.

Las características que en la educación musical en los diferentes niveles educativos se


revelan, resultan consecuencia de los cambios orientados desde su dirección. En los
cursos de Estudios publicados el 20 de mayo de 1901 y por la aprobación de la Junta de
Superintendentes de Escuelas se incluye la enseñanza de la Música en los seis grados de
la escuela primaria elemental; no obstante, el programa concebido para aplicar se
suprime, por la insuficiente preparación del magisterio primario público para la
impartición con calidad de las asignaturas previstas (Solfeo y Teoría de la Música, Cantos
a una y varias voces).

En los inicios del gobierno republicano en 1901 se crea la Secretaria de Instrucción


Pública que hasta ese momento no existe en Cuba. En estas se incluye en los planes de
estudio la asignatura de Educación Musical, los programas puestos en práctica fueron
elaborados por los músicos Hubert de Blanck, Guillermo Tomás y Emilio Agramonte.
Este primer intento fracasa por la insuficiente preparación del magisterio para la
impartición de las asignaturas concebidas. A partir de ese momento son muchas las
propuestas realizadas para estabilizar esta enseñanza en los diferentes niveles educativos.

En el transcurso de la primera mitad del siglo XX como consecuencia del sistema


neocolonial, que se ha impuesto, a partir de la intervención norteamericana, predominan
los métodos y estilos de enseñanza que, originarios de Europa o Norteamérica, tuvieron
indiscutiblemente incidencia en las prácticas y concepciones pedagógicas cubanas de
manera general.

En la profundización de este proceso los especialistas hacen referencia a la presencia de


dos grandes tendencias que abarcan la manera de asimilar estas influencias y que
responden a las principales posiciones filosóficas, que dominan durante este período: la
primera asimila acríticamente estos métodos sin deslindar de ellos los aspectos más
significativos; mientras que la segunda se proyecta como genuina defensora de la cubanía,
seguidora de la más rica tradición pedagógica nacional (Chávez, 1996).

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La educación musical no obvia este fenómeno, por el contrario, se apropia de los


elementos positivos que le permiten una mejor proyección en el quehacer artístico y
pedagógico. Esto propicia que maestros del territorio e incluso algunos músicos
profesionales que se desempeñan en diversos escenarios como docentes, directores,
compositores e intérpretes, se dedicaran y se entregaran a la labor magisterial por la
validez de las ideas que en este sentido defendían. Esta manifestación adquiere una
indudable riqueza que coadyuva al renacer de un movimiento academicista identificado
con la realidad del proceso sociocultural cubano y dispuesto a brindar soluciones
alternativas en correspondencia o contraposición de la etapa viviente.

En 1914 se produce en la escuela pública un nuevo intento de inclusión de la educación


musical, a partir de la Circular No. 66, donde ni se consigna un rubro para la especialidad
y aclara que la misma solo se impartiría si los maestros contaban con los recursos
necesarios y así lo solicitasen. La realidad está en que las necesidades de la educación
musical en esta enseñanza no se resuelven con el maestro normalista, porque la
complejidad de las asignaturas que se imparten, exigen de un especialista en la materia
que se trate.

Entre los años 1915 y 1919 se organiza nuevamente la formación regular de maestros con
la fundación de las Escuelas Normales en las capitales de provincia. Por esta razón las
mismas tienen la condición de centros externos, pues no brindan posibilidades de
alojamiento a los alumnos del campo y aunque cada cierto tiempo para los municipios se
establecen algunas becas, estas les resultan inaccesibles porque el importe de dinero que
reciben es tan poco, que apenas les alcanza para pagar la pensión de la Casa de Huéspedes
donde se hospedan.

En la urbe santiaguera la Escuela Normal de Oriente se oficializa el 10 de octubre de


1916, con carácter público y laico. En el período republicano se aplican seis planes de
estudio diferentes. A partir del segundo plan de estudio se introducen las asignaturas de
Música, Canto y Práctica de la Enseñanza, vigentes hasta 1959 de forma parecida. Las
asignaturas antes mencionadas, consignan junto a otras, entre las que aportan a la cultura
de los estudiantes dentro de la formación magisterial que reciben. La preparación musical
en estas escuelas era completa, pues las asignaturas se imparten para todos los alumnos
durante los cuatro años de estudio, lo que garantiza la formación general como docentes.

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Como dato interesante en los planes de estudio de esta institución se incluye el desarrollo
de la carrera de Maestro Normal de Música, pero esta como tantos otros planes nacidos
en esa época histórica, no llega a instaurarse con la solidez necesaria.

En este contexto y circunstancias en Santiago de Cuba, en el período establecido, surgen


diferentes instituciones privadas y públicas, en las que se imparte la educación musical
especializada o como complemento de formación, con carácter elitista o más bien de
distinción de la clase media de la época. En este sentido se reconoce el alto nivel
pedagógico y artístico, donde se destacan figuras representativas en esta enseñanza en la
localidad. La etapa transcurre con el renacer de importantes instituciones, y el desempeño
pedagógico de profesores, que sientan bases en el proceso de educación musical con
mayor incidencia en la formación especializada, con una mirada más amplia de los
aspectos que desde esta manifestación se debían potenciar.

Segunda etapa (1927-1948) “Institucionalización de la educación musical”


El 22 de febrero 1927 la población de Santiago de Cuba es partícipe de la creación del
Conservatorio Provincial de Música, en cumplimiento del artículo 40 de la ley orgánica
de las provincias y por acuerdo del Consejo Provincial de Oriente. Esta institución con
carácter privado y para cuya inauguración se cuenta con la adquisición de los útiles
necesarios para su funcionamiento.

La presencia de estos recursos especializados está destinada a la enseñanza del Solfeo,


Teoría de la Música, Piano, Violín y Canto, a reservas de prever en el futuro la ampliación
de la enseñanza a otras disciplinas del mismo arte y a otros instrumentos. En el plantel
funge como directora Dulce María Serret Danger, y como subdirector, su hermano,
Antonio Serret Danger.

Esta institución marca un hito en la historia de la cultura de Santiago de Cuba, iniciándose


una etapa cualitativa en el desarrollo de esta actividad en nuestra ciudad. De sus aulas se
gradúan excelentes músicos como Silvio Rodríguez Cárdenas, pianista de fama
internacional; Harold Gramatges, destacado musicólogo y compositor, entre otros. En
este propio año se establece la Escuela Primaria Superior y a partir de este suceso en el
plan de estudio elaborado para estas escuelas se concibe impartir la asignatura de Música
con carácter electivo. Otras instituciones dirigidas por cooperativas de señoras, que
asumían estudiantes de primer a sexto grados dentro de su formación, incluían la
asignatura de Educación Musical en su currículo de formación.

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En el marco establecido en el período estudiado los Conservatorios y Academias de


Música adquieren mucho más auge en toda la región oriental, destacándose por la
importancia que se le concede al desarrollo musical del territorio, lo que significa el
prestigio del Conservatorio Provincial de Música de Oriente entre 1928-1929. Esto
conlleva a que muchos otros centros hicieran solicitudes de incorporación al mismo, por
ser el único legalizado oficialmente en el territorio para emitir títulos, entre ellos las
Academias de Música “Cratilio Guerra”, “Saint-Saens”, “Granados”, “Apolo” y otras.

En los primeros años del siglo XX en Cuba se fundan las primeras aulas de kindergarten
para los niños de cuatro y cinco años de edad, las que tienen como antecedente el proceso
de institucionalización del niño de preescolar que desde mediados del siglo XIX se inicia
en Europa, donde se ha gestado el movimiento “Escuela Nueva” o “Escuela Activa”.

El movimiento mencionado provoca una verdadera revolución educativa, poniéndose de


manifiesto los “métodos activos” considerados por los grandes pedagogos que tuvo el
Kindergarten en la época: el alemán F. Fröebel (1782-1852), la italiana M. Montessori
(1870-1952), el belga O. Delcroly (1871-1932); todos estos métodos se difunden en
Europa y Norteamérica e influyen con posterioridad en la educación musical cubana.

La apertura de la Escuela Normal de Kindergarten con carácter nacional, -considerada


continuadora al surgimiento de las Escuelas Normales de Maestros- se proyecta hacia
otras capitales de provincia, entre ellas Santiago de Cuba, cuya creación acontece en
1935; pero resulta oficializada en 1937. Durante los años posteriores a este suceso algunos
conservatorios con carácter privado establecen el kindergarten musical como la etapa
preparatoria para adentrarse en el mundo de la música.

En lo referido al trabajo con la educación musical en 1934 y a pesar del movimiento


surgido para implantar la enseñanza de la Música en las escuelas públicas, esto no llega
a concretarse hasta años más tarde al nombrar los primeros maestros especializados en la
materia. En 1937 y por resolución ministerial, se autoriza al inspector general de música
Joaquín Larza, a llevar a cabo la organización y desarrollo del canto en las escuelas
públicas. Para el logro del mencionado objetivo se parte de la selección de aquellos
maestros que preparados con conocimientos musicales, desean apoyar la impartición de
la asignatura designada, con un programa mínimo de nociones esenciales de Solfeo y
Teoría de la Música, tarea que deben asumir sin interrumpir sus propias labores.

La definitiva incorporación de la enseñanza de la música a las escuelas públicas de


primero a sexto grado, se patentiza mediante la Circular No.126; en noviembre de 1938,

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esto se hizo en calidad de ensayo, definiéndose claramente en el plan de estudio las


temáticas que se deben impartir. Las dificultades presentadas en la selección del personal,
evidencian la necesidad de nombrar profesores de música especializados para el
cumplimiento de esta enseñanza.

En las escuelas Públicas Superiores (séptimo y octavo grados) el programa que se


implementa se recomienda que sea el mismo que el de la primaria, desarrollándose de
forma cíclica. Esto incluye que las materias recibidas en tercero y cuarto grados se
reproducen, con mayor profundidad, en séptimo grado superior y de igual forma; las
materias recibidas en quinto y sexto grados se reproducen, con mayor amplitud, en octavo
grado.

En las décadas del 30 y del 40 en el ambiente intelectual y cultural que reina en el país un
grupo de artistas y escritores, como reflejo de la conciencia nacional que desde el siglo
XIX se gesta, se reúnen para analizar distintas manifestaciones del arte cubano, así como
su enseñanza tanto en la esfera especializada como en lo educacional. Lo antes expuesto
acontece en el Primer Congreso de Arte Cubano celebrado en Santiago de Cuba del 7 al
11 de enero de 1939, auspiciado por el Secretario de Educación, acompañado por
personalidades del quehacer artístico cubano, entre ellos la representante de la plástica
Rita Longa.

Es en este espacio, donde se adoptan acuerdos referidos al arte, entre estos los dirigidos
a la enseñanza de la música y el canto coral en los centros primarios y su inserción en los
Institutos de Segunda Enseñanza y en la Universidad. Los análisis realizados en la sección
de Música abarcan además, los cursos de la asignatura de Música que se imparten en las
Escuelas Normales y el Kindergarten.

La necesidad de preparar técnicamente al maestro desde la utilización correcta del órgano


vocal; incluir la enseñanza de aspectos de técnica vocal en las Escuelas Normales por ser
un elemento no abordado lo suficientemente y la supervisión a los cantos escolares que
no poseían la calidad debida, están entre los acuerdos tomados respecto al tema. En
correspondencia con las dificultades que por años presentan los maestros en cuanto a la
preparación musical para impartir las clases de la especialidad, se inician Cursillos
Oficiales sobre la enseñanza de la música, el primero en 1939, y está dirigido a quienes
laboran en la enseñanza común.

Por los resultados obtenidos en los cursos planificados, los cuales ratifican la falta de
conocimientos musicales de dichos maestros para impartir con calidad la docencia

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asignada en la asignatura, en 1940 se oficializa su sustitución por profesores


especializados en Música para las escuelas primarias, por nombramiento del Secretario
de Educación. No obstante, continúa en activo la implementación de cursos de orientación
para los maestros.

En junio de 1944 la Junta de Superintendentes de Escuelas acuerda modificar la


organización de la enseñanza en las escuelas primarias elementales urbanas, mediante la
Circular No.133, por lo que se da continuación al plan y los cursos de estudio incluidos
en la propia circular, donde se postula que esta enseñanza, entre otros aspectos, debía ser
activa y experimental.

Aspecto a destacar en el mencionado plan de estudio es la aparición del término de


educación musical para distinguir la clase de música, que abarcaba desde el grado pre-
primario hasta el sexto grado en las escuelas públicas. Lo planteado en esta circular,
referido al tiempo establecido para las asignaturas de Solfeo, Teoría de la Música y Canto,
no pudo concretarse de forma masiva.

Los objetivos generales para la educación musical en la enseñanza primaria se definen en


el año 1945, los mismos resultan guía para el trabajo que se debía realizar desde las
asignaturas, en correspondencia con la formación integral del hombre que se desean
lograr con la impartición de la especialidad. La aplicación de este plan no surte efecto
nuevamente en las escuelas públicas, por las dificultades aun latentes en esa enseñanza
con los maestros que preparaban para garantizar el aprendizaje.

En el año 1945 se funda la Federación Nacional de Educadores Musicales, con el fin de


congregar en un organismo responsable a los que imparten la educación musical en las
escuelas públicas, y consolidar los esfuerzos y las aspiraciones de estos educadores en
Cuba. En años anteriores ya existía la Confederación Nacional de Conservatorios y
Profesionales de la música, en la cual se edita la revista “Educación Musical” que resulta
de utilidad e interés para los docentes que imparten música, la misma es considerada una
publicación de orientación y superación cultural.

Los cursillos antes mencionados con carácter nacional, entre los años 1946-1949,
continúan su desarrollo en otras provincias entre ellas Santiago de Cuba; la impartición
de estos corre a cargo de los profesores Silvia Suárez, Dolores Torres y Argeliers León.
En su planificación estos elevan su calidad, demostrada por las materias abordadas, la
preparación de los profesores y la introducción de novedosas ideas como el sistema
Dalcroze.

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En medio de todos estos acontecimientos que en el ámbito educacional se suceden, se


destaca que en los centros religiosos de la ciudad como el Colegio Don Bosco en 1946,
se señala la presencia y utilización de instrumentos musicales en la concepción de su
banda rítmica, los cuales son adquiridos por limosnas que era la principal vía de sustento
económico que poseían.

Las universidades también se insertan en este proceso formativo musical y tienen


repercusión en la formación de los profesores de música que ejercen en los diferentes
planteles y niveles de enseñanza. En Santiago de Cuba la Universidad de Oriente abre sus
puertas en 1947, por lo que resulta la primera fuera de la capital. En el documento
fundacional de este centro de estudios se plantea en su artículo quinto, según Villalón
(2006: 35):

(…) La Universidad de Oriente es un centro de enseñanza e investigación


superior, destinado al desarrollo de la cultura, la orientación y
mejoramiento de los valores cívicos y morales, al progreso de la técnica y
a la preparación profesional. Los fines y actuación de la Universidad de
Oriente responderán siempre a una elevada función de utilidad social y de
servicio al pueblo”. Desde sus aulas irradiaron hacia la comunidad
santiaguera los Cursos de Verano que como superación potenciaron el
crecimiento profesional y de hecho cultural de los docentes de música para
el sector de educación, así como grupos de aficionados en esta especialidad
(Villalón, 2006: 35).

Finalmente, en esta etapa el proceso de la educación musical, a pesar de los cambios y


circunstancias en las que se desarrolla experimenta resultados superiores; su enseñanza
se inserta en otros niveles educativos con diferentes perfiles, propósitos y objetivos
claramente definidos. Estos se ponen en práctica en importantes instituciones y bajo la
égida de pedagogos musicales, se aplican nuevos métodos que activan el proceso
enseñanza-aprendizaje de la misma, se profundiza en el trabajo con otros de los
componentes que la integran y en el repertorio; acción que hace patente la necesidad de
superación del personal docente desde el punto de vista teórico y práctico para su
especialización.

Tercera etapa (1949-1958) “Inserción de la educación musical en la Educación


Superior”

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En medio de este escenario importantes hechos acontecen con primacía en la educación


musical en la urbe santiaguera, uno de ellos lo constituye la apertura en 1949 de la
Sucursal del Conservatorio Internacional de Música de La Habana, en Santiago de Cuba,
único Conservatorio en América Latina invitado a ingresar a la Asociación Nacional de
Profesores de Piano en los Estados Unidos de América, muestra del prestigio y la
preparación que desde la especialización poseen los docentes del territorio.

En el campo educativo musical nuevos métodos irrumpen en su enseñanza, que se


incluyen en la categoría de “métodos instrumentales”, por lo que se ponen en práctica
diversos métodos: del alemán Carl Orff (1895-1982), quien centra su atención en los
conjuntos instrumentales; del húngaro Zoltan Kodaly (1882-1967), quien privilegia la voz
y el trabajo coral; del japonés Susuki (1898-1998), quien se focaliza en la enseñanza del
violín.

Las propuestas metodológicas de los pedagogos mencionados anteriormente, son


asumidas por los profesores, dadas las potencialidades que para el trabajo y desarrollo de
la educación musical en diversas aristas estos brindan.

En el período anterior los métodos dirigen su atención al educando, sujeto de la


educación; Carl Orff (1895-1982) desde su visión, ahora prioriza la producción de piezas
y materiales orientados a la estimulación de la ejecución grupal instrumental, vocal,
corporal. En su obra didáctica el mismo integra los juegos lingüísticos y el movimiento
corporal al conjunto vocal-instrumental. El método “instrumental Orff” resulta base de
los grupos de percusión en el mundo occidental y del “Orff Schulwerk”, son difundidas
las alegres piezas que contiene para niños y jóvenes.

En este propio año 1950 en Cuba la Junta de Superintendentes de Escuelas realiza la


aprobación de un nuevo programa, orientado y organizado por el maestro Cesar Pérez
Sentenat, el cual se somete a consideración del cuerpo de inspectores y maestros de la
educación musical especializada, con objetivos generales precisos.

El referido programa, al igual que los presentados anteriormente, se aplica en un reducido


número de escuelas hasta 1953, momento en el que se retoma nuevamente el programa
que estuvo vigente desde 1945 hasta 1949. En Santiago de Cuba todas estas
transformaciones se aplican paulatinamente, según las condiciones, recursos y demás
aspectos a garantizar para impartir con la calidad mínima la asignatura Educación
Musical, sin dejar de priorizar la superación que el personal docente de la especialidad

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debe recibir, que continúa dificultándose para aquellos profesores de la enseñanza común
que no poseían la base musical necesaria para este fin.

Los Cursos de Verano que incluyen la superación musical nacen en la Universidad de La


Habana en la década del 40 y se mantienen vigentes hasta el triunfo de la Revolución. En
el territorio santiaguero la Universidad de Oriente los implementa -según la búsqueda
realizada en archivo- en el año 1949 y para 1951 ya se imparte el tercero de estos cursos,
por lo que se da cumplimiento al programa de Extensión Cultural Universitaria. Estos
cursos coadyuvan a la preparación de los profesores que atienden la educación musical y
contribuyen en la solución de las dificultades, que desde la práctica, en el sector
educativo, se presentan en la región.

Esta institución en este último año establece la Escuela de Educación para la realización
de estudios preuniversitarios, por acuerdo tomado en su Consejo de Dirección. La misma
tiene acceso libre, y su entrada se realiza sin el requisito de examen de ingreso a la carrera
de Doctor en Pedagogía a hogaristas, graduados de Comercio e incluso maestros de
Kindergarten, convirtiéndose en el primer centro en instaurarlo en Cuba y cuyos servicios
se dirigen a estudiantes formados en otras especialidades diferentes a la formación de
maestros normalistas.

En este centro de estudios que marca pautas dentro de la formación y superación del
personal docente y científico del territorio oriental, el 15 de octubre de 1953 se aprueba
la apertura de la Escuela de Música de la Universidad de Oriente. La misma en su
estructuración lleva a cabo la formación de dos profesionales en la materia: el Licenciado
en Música y el Doctor de dicha especialidad.

El Licenciado en Música transita por un plan de estudio de cuatro años y el Doctor en


Música en cinco años. Para garantizar la impartición con calidad de las asignaturas se
cuenta con una biblioteca-partoteca que atesora más de trescientos discos de larga
duración.

La inauguración de esta Escuela de Música llega a materializarse en 1956, a pesar de que


su aprobación se asienta en el acuerdo No. 511 tomado por la Universidad en el año
referido con anterioridad. Esta inicia su funcionamiento basada en una propuesta de Pedro
Cañas Abril que funge como decano de la Facultad de Filosofía y Educación.

Para estos tiempos, en la urbe santiaguera existen varios músicos egresados de


instituciones destinados a esa formación, mencionados en etapas anteriores, lo que hace

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inminente la necesidad de una superación profesional en el nivel superior de estos


profesionales.

Su funcionamiento se extiende hasta la década del 60, erigiéndose como el único centro
de nivel superior que durante la República Neocolonial asume la formación en esta
especialidad. Cuenta en su dirección con la orientación de los profesores Pablo Hernández
Balaguer (1928-1966), Miguel García Oliva (1926-1981) y Electo Silva Gainza (1930-
actualidad).

Entre los éxitos reconocidos de esta Escuela de Música se resalta la formación de varios
coros como la Coral Universitaria, organizada por el maestro Juan Viccini en 1950, y que
para 1955 sus presentaciones eran dirigidas por Miguel García, Electo Silva y Roberto
Salinas. La Universidad de Oriente: mayor institución docente de la provincia, tiene como
mérito haber desplegado una amplia labor a favor de la música, que repercute a todo el
territorio oriental dada la procedencia del estudiantado.

Finalmente, en la etapa el proceso de educación musical continúa su perfeccionamiento


y traza nuevos objetivos dirigidos a la esfera especializada, advirtiéndose un proceso
cualitativamente superior, pero con carencias aún marcadas en su desarrollo. La
preparación y superación profesional del personal docente, centró el período con la
apertura de la carrera en el nivel superior, aspecto que proporciona la elaboración e
instrumentación de nuevos programas y acciones conducentes a este fin.

Conclusiones
1. El análisis del desarrollo del proceso histórico-pedagógico de la educación
musical en Santiago de Cuba de 1902 a 1958 desde la periodización, precisa los
cambios y enfoques puestos de manifiesto en cada una de las etapas concebidas.
Las transformaciones acontecidas con la apertura de importantes instituciones
de enseñanza especializada; los intentos de formalizar la impartición de la
educación musical como complemento de la formación integral de los
educandos y la inserción en la Educación Superior con beneplácito para la
superación de los profesionales del territorio, marcan los sucesivos y perennes
cambios en la manifestación estudiada.

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