ADIVINANZAS
ADIVINANZAS
ADIVINANZAS
Mi tía Cuca tiene una mala racha, ¿quién será esta muchacha?
La cucaracha
Aunque planta verde y débil, nadie sin temor se arrima, que es mi roce como el fuego, que al punto
el cuerpo lastima.
La ortiga
Capote sobre capote, capote de frío paño, aquel que llora por mí me está partiendo a pedazos.
La cebolla
En verano éramos verdes, en otoño marroncillas, ahora el viento nos lleva de un lado a otro sin vida.
Las hojas
EL PINGÜINO Y EL CANGURO
Había una vez un canguro que era un auténtico campeón de
las carreras, pero al que el éxito había vuelto vanidoso,
burlón y antipático.La principal víctima de sus burlas era un
pequeño pingüino, al que su andar lento y torpón impedía
siquiera acabar las carreras.
Un día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en
todas partes que su favorito para la siguiente carrera era el
pobre pingüino. Todos pensaban que era una broma, pero
aún así el vanidoso canguro se enfadó muchísimo, y sus
burlas contra el pingüino se intensificaron. Este no quería
participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que
el día de la carrera se unió al grupo que siguió al zorro hasta
el lugar de inicio. El zorro los guió montaña arriba durante
un buen rato, siempre con las mofas sobre el pingüino,
sobre que si bajaría rondando o resbalando sobre su
barriga...
Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de
la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago.
Entonces el zorro dio la señal de salida diciendo: "La carrera
es cruzar hasta el otro lado". El pingüino, emocionado, corrió
torpemente a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad
era insuperable, y ganó con una gran diferencia, mientras el
canguro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso,
humillado y medio ahogado. Y aunque parecía que el
pingüino le esperaba para devolverle las burlas, este había
aprendido de su sufrimiento, y en lugar de devolvérselas, se
ofreció a enseñarle a nadar.
Aquel día todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago.
Pero el que más lo hizo fue el zorro, que con su ingenio
había conseguido bajarle los humos al vanidoso canguro.
EL HADA FEA
Había una vez una aprendiz de hada madrina, mágica y
maravillosa, la más lista y amable de las hadas. Pero era también
una hada muy fea, y por mucho que se esforzaba en mostrar sus
muchas cualidades, parecía que todos estaban empeñados en que
lo más importante de una hada tenía que ser su belleza.En la
escuela de hadas no le hacían caso, y cada vez que volaba a una
misión para ayudar a un niño o cualquier otra persona en apuros,
antes de poder abrir la boca, ya la estaban chillando y gritando:
- ¡fea! ¡bicho!, ¡lárgate de aquí!.
Aunque pequeña, su magia era muy poderosa, y más de una vez
había pensado hacer un encantamiento para volverse bella; pero
luego pensaba en lo que le contaba su mamá de pequeña:
- tu eres como eres, con cada uno de tus granos y tus arrugas; y
seguro que es así por alguna razón especial...
Pero un día, las brujas del país vecino arrasaron el país, haciendo
prisioneras a todas las hadas y magos. Nuestra hada, poco antes
de ser atacada, hechizó sus propios vestidos, y ayudada por su fea
cara, se hizo pasar por bruja. Así, pudo seguirlas hasta su guarida,
y una vez allí, con su magia preparó una gran fiesta para todas,
adornando la cueva con murciélagos, sapos y arañas, y música de
lobos aullando.
Durante la fiesta, corrió a liberar a todas las hadas y magos, que
con un gran hechizo consiguieron encerrar a todas las brujas en la
montaña durante los siguientes 100 años.
Y durante esos 100 años, y muchos más, todos recordaron la
valentía y la inteligencia del hada fea. Nunca más se volvió a
considerar en aquel país la fealdad una desgracia, y cada vez que
nacía alguien feo, todos se llenaban de alegría sabiendo que
tendría grandes cosas por hacer.
POEMAS
SINTONIA
EL ANGEL
Hoy he visto el jardín
Me encantaron las rosas,
Pero nada me gusta tanto
Como tu sonrisa hermosa.
Y nunca volviste
Siempre tú, en mis sueños
Siempre tú, en mis esperanzas
Siempre tú
VIDA
Vivir como una isla,
lleno por todas partes
de ti, que me rodeas
ya presente o distante
Y ángeles en espejos
guardando tu mirada
para hacerse verdades
y noches estrelladas.