CUMAMANAS

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CUMAMANAS

Larverito, larverito
t, que pescas en la orillita
no saques todas las larvitas
deja siempre las chiquititas.

La famosa "Isla del Amor"


es un aposento de felicidad
donde viven en confraternidad,
peces, moluscos, aves y crustceos
ayudndose, dndose la mano
ensendonos a ser hermanos.

Tierra bendecida con bosques y manglares, eres


nica y rica en todo con tu esplendor soleado,
Mi tierra defendida con coraje por el Gran Chilimasa, que
Batallo hasta el final contra el enemigo para darnos la libertad, y con este gesto
nos,
Enseo a valorar mucho mas nuestras costumbres y nuestras riqueza.
Siempre contigo mi hermoso Tumbes valiosa Ciudad del Eterno Verano.

LEYENDA DE TUMBES

La leyenda de la mueca llorona (Tumbes)

La Quebrada del Nieto, situada entre el barrio de Pampa Grande y la Loma del
Zorro, siempre ha sido objeto de conversaciones entre los vecinos del lugar,

sobre apariciones, asaltos y sobre todo de brujeras.

Nadie poda pasar por all a la hora cero, porque seguro que le sala al
encuentro una chancha bruja, o el diablo lo silbaba o vea a la lechuza, que

conversaba sobre los techos de paja de los asustados vecinos.

Pero volvamos a nuestro tema. Se trata que al centro de la quebrada (por donde
pasa la carretera a San Juan), a eso de las doce de la noche, ya se encontraba
tendida una enorme mueca de trapo, y todo quien lograra transitar por aquel
lugar a la hora cero, se tropezaba con la mueca que, al ser tocada, lloraba
como una nia, quedando el pobre mortal hecho un costal de nervios

deshechos.

Los abuelos muy versados en relatos de brujeras, dicen que era una bruja que
haba desobedecido al demonio y condenada a vivir en ese estado por mucho
tiempo. Los cierto es que todos los que sufrieron el susto de la mueca llorona,
cuentan que deban darle de puntapis para que los dejara pasar. Al poco
tiempo muri una anciana que viva nada menos que cerca a la Quebrada del
Nieto y quienes lograron verla, dicen que tena la cabeza amarrada. Llegaron a

la conclusin de que era la mueca llorona.

Desde ese momento no volvi a fastidiar a los inocentes trasnochadores y todos

cantaron la copla siguiente:

Qu bonito corre el agua por debajo de las almendras, as corriera mi amor si

no hubieran malas lenguas

CUMANANAS

En el cielo hay una estrella

Que me llama la atencin,

En la tierra mi negrita
Que me roba el corazn.

No hay quien el cardo levante,

Ni quien la mano le d;

Cuando lo ven por los suelos,

Todos le dan con el pie.

Ay mi palomita

Que yo la crie:

Tuvo sus alitas

Y volando se fue.

Las muchachas de mi Tumbes

Son trigueas y bonitas,

Pero son ms pedigeas

Que las nimas benditas.

Los pauelos de tu novio

No los laves con jabn:

Lvalos con la sangre

De tu propio corazn

ADIVINANZAS
Soy verde,

Me gusta saltar,

Jugar en el charco EL SAPO

Y tambin se croar.

Quin soy?

En el libro hay muchas de ellas,

LAS PAGINAS Cada una con una sorpresa.

Me llamo Leo, me apellido Pardo, EL LEOPARDO

Quien no me adivine, es un poco tardo.

En lo alto vive, en lo alto mora,

LA ARAA En lo alto teje la tejedora.

Todo lo lleva delante, los colmillos para la lucha EL ELEFANTE

Y la trompa para la ducha.


CUENTOS

EL CANGREJO ERMITAO

Un da, hace ya muchos aos, naci en nuestras playas un cangrejito que no


tena caparazn y los dems seres que habitaban junto a l se burlaban de su
aspecto. Las jaibas y otros cangrejos, que eran ms robustos y bravos, le daban
fuertes horquetazos en su cuerpo desnudo y le decan: " Quita de aqu pelao! ...

Fuera de aqu, cabeza de mate! ... y le hacan miles de mofas.

Pero a quienes ms les tema nuestro cangrejito, era a las gaviotas y a las garzas,
ya que ellas le tenan una gran apetencia, porque al verlo sin caparazn les
pareca ms delicioso. Por esta razn el animalito sufra mucho y casi no poda
salir a pasear libremente por la playa o jugar con las olas, como si lo hacan las

jaibas, caracoles y dems seres del mar.

Cierto da decidi refundirse en lo ms apartado del mar y no conversar con


nadie, por lo que los dems vecinos empezaron a llamarle cangrejo ermitao;
ms siempre senta el deseo de dar una vuelta por la playa, para lo cual
esperaba que sta estuviera solitaria. Un dia, mientras estaba correteando
alegremente, lo divis una gaviota. Nuestro cangrejito se vio perdido y corri sin
saber dnde ocultarse. Felizmente choc con la concha vaca de un caracol y all
se refugi; el ave no pudo comrselo. Estuvo largo tiempo oculto en dicho lugar
y, una vez que la vio alejarse volando hasta perderse en el horizonte, hizo el
intent de trasladarse hacia el agua siempre con la concha a cuestas, por temor
a que volviera su enemiga; al principio sus movimientos fueron torpes y lentos,
ms poco a poco se fue acostumbrando y decidi que ese escondite le servira, a

partir de ese da, de carapacho o casa.

-Creo que esta concha de caracol puede protegerme de mis enemigos! -se dijo
feliz nuestro querido cangrejito. Pero pas el tiempo y su cuerpo creci. La
concha le quedaba muy estrecha y se dijo: - Oh! y ahora qu hago? ... Mi
hogar cada da me resulta ms estrecho! ... No puedo moverme! ... -As estuvo
con el problema hasta que se encontr con otra ms grande, y decidi

trasladarse hacia ese nuevo hogar, ms amplio.

-Ahora ya puedo salir a pasear! Creo que estoy algo protegido! -se dijo
dignamente el cangrejito. Ms aun as, no se senta muy seguro, y como ya
haba aprendido a pensar, dijo: -Si no estoy muy seguro puedo buscar algo que
me proteja an ms, y as como encontr por casualidad esta concha, tambin

puedo encontrar otra cosa que me sirva para defenderme mejor.

Un buen da, mientras paseaba por unas rocas marinas, se encontr con una

anmona que estaba comiendo unos trozos de pescado:

-Buenos das, seora anmona! -La salud cortsmente el cangrejo ermitao.

-Buenos das! -contest molesta la anmona.

Por qu est usted molesta -pregunt sorprendido nuestro cangrejo-; Si la veo

que est usted almorzando, debera estar ms bien alegre.

-Si usted supiera, seor cangrejo, -cmo sufro de estar todo el da aqu sin
poder moverme a ningn lado! -dijo tristemente la pobre anmona-. Si ahora
estoy comiendo es porque tuve la suerte de que hace un rato un tiburn estuvo

comindose un pescado aqu cerca, y entonces, quedaron estos restos.


- Pero usted tiene suerte, seora anmona -replic el cangrejo, luego de meditar
un momento- Nadie puede hacerle dao, ni las gaviotas ni los peces ms
grandes, tampoco las jaibas. A mi varias veces me han ofendido. Existe el temor

de chocarse con su veneno.

-Bueno, en eso tiene razn, seor cangrejo... pero lamentablemente, de aqu no

puedo moverme.

-Yo en cambio puedo moverme y trasladarme de un lugar a otro, pero ando con
temor hacia mis enemigos. Si yo tuviera sus defensas, otro sera el destino de mi

vida! Exclam con tristeza el cangrejo.

A la anmona se le ocurri una idea, y le dijo a nuestro amigo:

-Qu tal, mi estimado cangrejo, si con sus tenazas me coloca encima de su casa
y me traslada por diferentes lugares? De esta manera puedo conseguir mejor
mis alimentos y a usted lo defiendo de sus enemigos. As nadie se atrever a

molestarlo.

Sin pensarlo dos veces, el cangrejo acept la propuesta y acto seguido, levant a
la anmona con sus fuertes tenazas y la coloc en la parte superior de su
concha.

Desde aquel da, estos dos seres -antes infelices- vivieron ayudndose
mutuamente. Nuestro cangrejo jams tuvo miedo de pasear por los fondos

marinos y nuestra anmona jams tuvo que sufrir para conseguir sus alimentos.
FABULAS

EL OSO HORMIGUERO Y EL ZORRO


Paseando por los bosques, un da el Zorro se encontr con unOso Hormiguero,

a quien salud burlonamente:

-Hola compadre, vaya que hocico tan ridculo tienes y que boca tan pequeita!,
supongo que con ella no podrs disfrutar del sabor de las frutas y de la carne
como lo hago yo!. Y esas garras tan grandes y para atrs, de qu te pueden
servir, ja, ja, ja!. A m en cambio la naturaleza me ha premiado, tengo un cuerpo

esbelto y soy muy astuto.

El Oso Hormiguero no le hizo caso y sigui su camino tranquilamente.

Pas el tiempo y se present una gran sequa, las frutas se hicieron muy escasas,
tampoco haba animales pequeos que pudieran servir de alimento al Zorro,
quien flaco y desfalleciente caminaba por el campo cuando nuevamente se
encontr con el Oso Hormiguero el mismo que se encontraba gordo y lleno de

vida. Sorprendido el Zorro lo salud y pregunt.

Dime compadre como haces para lucir tan bien!.

El Oso Hormiguero le contest: -Estas garras que tu dices inservibles me sirven


para romper el muro de las termitas y dentro de esta trompa que a ti te parece
ridcula, tengo una lengua tan larga que me permite llegar a la profundidad de
los nidos y comer los sabrosos y nutritivos comejenes, ellos nunca faltan pues

como tu debes saber se alimentan de madera seca.

El Zorro qued mudo de la explicacin, el Oso Hormiguerocontinu su camino

tranquilamente.

Moraleja: No hay que vanagloriarse de nuestras virtudes y burlase del aspecto

de los dems
MITOS

Los Duendes

No hay una sola persona que no haya escuchado hablar sobre los duendes. De
esas pequeas criaturas con las que las madres amedrentan a los nios: Te van

a llevar los duendes.

Cuando era pequeo me daba miedo de encontrarme con ellos. Los duendes
son unos pequeos hombres en miniatura que miden como medio metro de
altura, usan boina grande y visten lujosamente, con trajes de colores. La mayor
parte del tiempo anda juntos. Andan por los potreros, cafetales y caminos

solitarios, no les importa si es noche o de da con tal de andar vagabundos.

Al visitar una casa se hacen invisibles, molestan demasiado, echando cochinadas


en las comidas, tiran lo que se encuentre en sus manos. Pero lo que ms
persiguen es a los nios de corta edad, los engaan con confites y juguetes
bonitos; as se los llevan de sus casas para perderlos. Si el nio no quiere irse, se
lo llevan a la fuerza; aunque llore o grite. Una vez un seor, quin me merece
todo respeto, cont que una noche, cuando l iba a caballo con otro amigo vio
saltar un chiquito a la orilla del camino. Al ver esa figurilla en ese camino tan
solitario y en horas tan inoportunas ambos se extraaron; bajaron el ritmo de los
caballos para preguntarle hacia donde se diriga. Voy a hacer un mandadillo dijo
el pequen. Pero a pesar de que apresuraban el paso, el pequen los segua a
cierta distancia, con una habilidad increible. Aquel espectculo los puso como
piel de gallina, y no queran mirar hacia atrs; y cuando quisieron mirar, haba

desaparecido.
Algo muy parecido a esta historia anterior le sucedi al hijo de un amigo. Sus
padres lo buscaron por todos lados, se haba perdido haca dos das, quin

estaba en un potrero lejano del pueblo.

Cuando se le pregunto cmo haba llegado all, dijo que unos hombrecitos muy
pequeos se lo haban llevado dndole confites y juguetes; pero cuando estaban
lejos del pueblo, pellizcaban y molestaban y mientras lloraba, aquella jerga de

chiquillos rea y bailaban.

Este suceso se coment mucho en aquel pueblo y es digno de estudiarse por lo

misterioso del caso.

Dicen las gentes que para ahuyentar los duendes de una casa, aconsejan poner

un baile bien encandilado con msica bien sonada.

POESIA A TUMBES

PAVITA ALIBLANCA

Pavita que vives escondida,

agarras pajitas y anidas,

te envidian las lindas flores

tu plumaje de primores.

Pavita aliblanca,
vuela libre en la montaa,

porque tu vida es una hazaa,

mira la vida con alegra y amor,

pavita, cudate del cazador.


ADIVINANZAS

Quin hace en los troncos


su oscura casita
y all esconde, avara,
cuanto necesita?

(La ardilla)

Adivina quien yo soy:


al ir parece que vengo,
y al venir, es que me voy.

(El cangrejo)
Oro parece,
plata no es,
el que no lo sepa
un tonto es.

(El pltano)

CUMANANAS

Me rio de esa fulana


Sentada en su comedor
Averiguando vida ajena siendo
La de ella ms peor.

Tumbes tiene sus retratos vivos


que son hermosos atractivos,
sus esteros y manglares
que no existen en otros lugares.
Larverito, larverito
t, que pescas en la orillita
no saques todas las larvitas
deja siempre las chiquititas.

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