Palabras Introductorias He Aquí Que Vendrán Días

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palabras introductorias He aquí que vendrán días, dice El Eterno, Dios, en que enviaré hambre a la

Tierra, pero no hambre de pan, ni sed de agua, sino de la palabra de El Eterno. Amós 8:11 Los
motivos que nos llevan a traducir esta edición de El Zohar son los siguientes: 1. Todo lo
relacionado con la Cábala se encuentra tan popularizado y divulgado que prácticamente se halla al
alcance de cualquiera. 2. Las traducciones parciales que normalmente suelen encontrarse en el
mercado son incompletas, inexactas y confusas, y en la mayoría de los casos no se basan en el
idioma original de El Zohar. 3. Existen personas que, sin saber hebreo ni arameo, e incluso sin vivir
de acuerdo con las normas de la Torah, se dedican a la enseñanza de estos textos sagrados
motivados por intereses exclusivamente personales y comerciales. Por consiguiente, y tras
consultar a grandes e importantes cabalistas en Israel, nos propusimos presentar una traducción
absolutamenZohar 1 ok.indd 9 10/01/18 09:03 El Zohar 10 te fiel al texto sagrado original,
incluyendo comentarios breves y aclaraciones con la intención de facilitar una comprensión
mínima de aquellos pasajes que se consideran de carácter más abierto y revelado. Estas
aclaraciones escritas en letra más fina, no son nunca opiniones personales de los traductores, sino
una síntesis de las enseñanzas de los sabios que han comentado El Zohar. Con todo, el lector
atento notará que muchos pasajes han sido traducidos de modo literal y sin explicación alguna, ya
que debido a su misterio y hermetismo simplemente no pueden ser revelados al inexperto
aprendiz. Las características técnicas de la presente obra son las siguientes: 1. La letra enfatizada
en negrita es la traducción palabra por palabra de El Zohar. 2. La letra intercalada en redonda son
los comentarios y agregados. 3. Se han añadido fuentes bíblicas y talmúdicas. 4. Se acompaña un
glosario al final de cada volumen. Por último, queremos aclarar que todas las personas que
participan en la traducción de esta obra excepcional viven de acuerdo con las enseñanzas clásicas
de la Torah y se esfuerzan por complacer y cumplir la Voluntad del Creador. Quiera el Dios de
Abraham, Itzjak y Jacob hacer cumplir nuestra voluntad: que las almas sedientas de espiritualidad
beban de la Luz de Su Torah. Y como dice la Mishná de Pirkei Avot (2:6): En un lugar donde no hay
hombres, esfuérzate en ser un hombre. Los traductores Zohar 1 ok.indd 10 10/01/18 09:03 11
primera parte INTRODUCCIÓN GENERAL AL ESTUDIO DE LA CÁBALA A fin de familiarizar al lector
con algunos conceptos generales de la cábala y con la terminología propia del Zohar en particular,
y también a modo de prefacio, le proponemos estas páginas en las que hallará información que le
ayudará a comprender el espíritu y la letra del Zohar. Un gran sabio del siglo pasado, Rabbí Israel
Meir Hakohen de Radun, más conocido como el Jafetz Jaim, autor de importantísimos comentarios
legales opinaba que: La Cábala es una de las dimensiones más elevadas de la Torah. Sin las
dimensiones interiores de la Torah caminamos a ciegas en la oscuridad, y los caminos de Dios en
Su comportamiento con las criaturas nos son inaccesibles. El Zohar, palabra que significa
«esplendor», es una de las puertas que nos conducen a esas dimensiones interiores. También es
una luz que nos aclarará los puntos oscuros de le Torah, permitiendo que ellos mismos vayan
revelando, poco a poco, su propia luz. La voluntad Ratzón, (‫( »רצון‬voluntad» es una palabra clave
dentro de la terminología cabalística. Ratzón no significa únicamente «voluntad», sino Zohar 1
ok.indd 11 10/01/18 09:03 El Zohar 12 también «albedrío» e incluso «benevolencia». Procede de
la raíz Ratz (‫( רץ‬que se asocia con Ratza (‫ »רצא‬,(correr, darse prisa» pero también con Ratza (‫רצה‬
(que significa «querer, desear, apreciar». Los cabalistas asocian Ratzón, (‫( »רצון‬voluntad» con la
voluntad o el deseo de realizar algo, ya sea algo físico como la construcción de una casa, ya sea
algo más espiritual como es el dar caridad. Por esta razón hacen corresponder a Ratzón, (‫( רצון‬con
la tercera letra del alfabeto, la letra Guimel (‫ ג‬,(que el famoso alfabeto de Rabbí Akiba asociaba
con la expresión Gamalti iajad meJasadim leDalim, cuyas iniciales forman la palabra Guimel (‫ ג‬,(y
significa «retribuir juntamente tanto a los píos como a los necesitados». Otros textos cabalísticos
asocian a la letra Guimel (‫( ג‬con un hombre que está corriendo hacia delante para dar limosna a
un pobre (véase Talmud, tratado de Shabbat 104). ¿Qué tiene que ver esto con la voluntad? Se
trata de una alusión a la benevolencia divina, el Hessed, con el que el Creador creó y mantiene el
mundo. La vida que hemos recibido, y que recibimos a cada instante, es un Hessed del Creador, y
el mundo fue creado por su voluntad o, como dice el Quijote, «por querer del cielo». A la letra
Guimel (‫( ג‬le sucede la letra Dalet (‫ ד‬,(que significa «puerta». Una puerta no es únicamente un
lugar de entrada, sino también un lugar donde recibimos a las visitas. Por esta razón, la letra de se
relaciona con la recepción. Pero Dal significa «pobre», «indigente». Guimel (‫( ג‬da y Dalet (‫ד‬
(recibe. Guimel (‫( ג‬vale 3 y Dalet (‫( ד‬vale 4. Sumados son 7, y corresponden a los siete días de la
semana. Apoyándose en el relato del libro del Génesis los cabalistas consideran que el mundo en
el que vivimos fue creado en seis días. Al principio existió la voluntad divina de crear el mundo que
corresponde a la letra Guimel (‫ ג‬,(pero la voluntad, como ocurre con el pensamiento, es algo
oculto que sólo conoce su dueño. Para que pueda plasmarse era necesaria la letra Dalet (‫ ד‬,(quien
la recibe y, en cierto modo, la delimita. De este modo, considera la cábala que el Creador limitó su
propia voluntad y se impuso una suerte de autolimitación con el objeto de crear el mundo de
acuerdo con su voluntad. La voluntad representada por la letra letra Guimel (‫ ג‬,(que los cabalistas
denominan Zohar 1 ok.indd 12 10/01/18 09:03 13 Introducción general al estudio de la Cábala
«voluntad simple», correspondería al infinito sin límites, conocido en la cábala como Ein Sof. La
voluntad autolimitada correspondería a lo que se conoce en la terminología zohárica como
«coronas» o Sephiroth. De este modo, el Creador crea el mundo a través de las Sephiroth. Éste es
un tema fundamental para la comprensión de los textos de los cabalistas por lo que le
dedicaremos una atención especial. El Ein Sof, que vendría a ser la fuente de la que manan las
Sephiroth, es la causa primigenia de todo lo que existe ya que no hay causa superior a él. Las
Sephiroth La cábala sostiene que el origen de todos los orígenes es la luz primordial e infinita, el
Ein Sof, fuente y origen de todos los deseos, origen también de la realidad en su totalidad que
emana del infinito y, revelación tras revelación, paso a paso, se manifiesta en el mundo. Todo lo
que vemos y todo lo que no vemos en este mundo, todos los crecimientos ya sean del pasado, el
presente o el futuro, proceden de la voluntad divina y la continuidad de su existencia también
depende de su voluntad. Si bien se considera que hay 10 Sephiroth para algunos autores serían 40,
en correspondencia con los 40 años que el pueblo de Israel deambuló por el desierto o con los 40
días y 40 noches que Moisés estuvo en el Sinaí (Véase Éxodo 34:28). Esto es así porque cada una
de estas 10 Sephiroth puede encontrarse en uno de los cuatro mundos, que corresponden a la
letra Dalet (‫ ד‬,(y que son el mundo de la emanación, el mundo de la creación, el mundo de la
formación y el mundo de la acción. Se considera que todo lo que está por encima del mundo de la
emanación pertenece al infinito, al Ein Sof. En el mundo de la emanación se halla la raíz de la
conducción del bien y del mal, en correspondencia con el árbol del conocimiento del bien y del
mal. Este mundo es una forma superior de la realidad donde la luz infinita se unifica
convirtiéndose en unidad. Fue el deseo del Creador que su voluntad se revelara a través de las 10
Sephiroth, Keter «la corona», Jojmah «la sabiduría», Binah «el entenZohar 1 ok.indd 13 10/01/18
09:03 El Zohar 14 dimiento», Hessed «la bondad», Guevurah «el poder», Tiferet «la belleza»,
Netzaj «la victoria», Hod «el esplendor», Iesod «el fundamento» y Maljut «el reino». Para los
cabalistas la relación entre el Ein Sof y las Sephiroth se asemeja a la relación entre el cuerpo y el
alma. Compuesto por muchos miembros órganos, a los que les corresponden funciones
específicas, los ojos ven, los oídos oyen, las manos tocan, todos los órganos del cuerpo están
regidos por el alma. Ésta es la fuerza concreta e indivisible que les da vida y los activa. A pesar de
que es una única fuerza, cuando activa los ojos, vemos y cuando activa los oídos oímos. Del mismo
modo cuando el Ein Sof activa una Sephirah en concreto, se activa la cualidad propia de ésta. Así,
cuando se activa Hessed, se activa la bondad; cuando se activa Binah, se activa el entendimiento o
la comprensión. Todas las Sephiroth son poderes del Creador y el modelo y ejemplo de cómo se
produce la materialización de la creación. Las Sephiroth no están separadas del Creador ya que
son la luz emanada de él a fin de crear y mantener la creación. Aplicando el esquema sefirótico al
hombre, señalaremos que, excepto Keter, todas las Sephiroth pueden asociarse con una parte de
su cuerpo. Keter está por encima de él, lo trasciende. De algún modo podríamos asociar a esta
sefirah con la Kipah. Como decía un sabio, sirve para recordarnos que hay algo que está por
encima nuestro. El simbolismo o el sentido de la Corona es que es a la vez algo que nos trasciende
y algo que nos conecta con lo trascendente. Gozar de la Corona, o lo que es lo mismo, conectar
con lo trascendente, es lo que nos saca de nuestra condición de mendigos y nos convierte en
reyes. También podemos ver al árbol sefirótico como un plano o un esquema del alma humana,
tanto a nivel individual como colectivo. Veremos más adelante cuando hablemos de cada sefirah
en particular cómo cada una de ellas corresponde a una fuerza del alma concreta. A nivel colectivo
este mapa se aplica a ese alma general, klalit, que es Israel. Este tema ya lo desarrolló Moisés
Cordovero cuando realizando la suma del valor numérico de la letra inicial de cada una de las
Sephiroth nos descubre que es 541, o sea la guematria de Israel. Por Zohar 1 ok.indd 14 10/01/18
09:03 15 Introducción general al estudio de la Cábala otra parte, la denominada guematria Katán o
reducida de Israel (5 + 4 + 1), es 10 y corresponde también a las 10 Sephiroth. Toda la realidad está
compuesta o construida por las 10 Sephiroth. Cuando dos realidades aparecen distintas entre sí, lo
que realmente sucede es que las Sephiroth que las componen se diferencian. Cada Sephirah está
compuesta a su vez por otras 10 Sephiroth, un poco como aquellas muñecas o rosas que
contienen otras muñecas iguales pero más pequeñas en su interior. Son como coronas dentro de
otras coronas. Un versículo del libro de Job (29-26) es a menudo utilizado por los cabalistas:
«Desde mi propia carne tengo que ver a Dios». El texto dice claramente «Mi propia carne», y no
«mi alma», lo cual ha sido interpretado como la Sephirah de Maljut, que, en cierto modo, hace la
función de espejo de las otras Sephiroth superiores, o si lo preferimos, de la Sephirah de Keter, «la
corona». Los cabalistas consideran que la Sephirah de Keter es la Sephirah de la voluntad. De su
nombre «corona», recibirán también su nombre las demás Sephiroth, conocidas también como
«coronas». Se trata de la primera emanación o sea la primera revelación o luz que el Creador
propagó en su proceso de revelación. Esta luz seguirá haciendo más tenue a medida que es filtrada
por las siguientes Sephiroth. Uno de los nombres que recibe la Sephirah de Keter es Ain, «nada».
La Escritura completa de la palabra Ain, «nada», 130, es cinco veces 26, la guematria de Dios, el
Tetragrama. Cinco se relaciona con los 5 niveles del alma, Nefesh, Ruaj, Neshamah, Jaiah y Iejidah.
Los cabalistas consideran que la Sephirah de Keter puede dividirse en dos, apoyándose en Pirké
Avoth (3,1) que dice: «sabe de dónde vienes y hacia dónde vas». El término hebreo para indicar
«de dónde» es Ain, «nada». En cierto modo nos está enseñando que partiendo de Keter hasta
Maljut llegaremos a otro Keter en otro nivel. También opinan que Ain, «nada» tiene
cualitativamente mucha más existencia que nada de lo que tenemos en este mundo. El
pensamiento no puede captar a Ain, «nada», por lo que Job dijo (28:12): Zohar 1 ok.indd 15
10/01/18 09:03 El Zohar 16 «Pero, ¿sabe la gente dónde encontrar sabiduría? ¿Dónde puede
hallar entendimiento? Nadie sabe dónde encontrar sabiduría». En el texto hebreo, MehaJojmah
MeAin, que podríamos traducir como «la sabiduría dónde», la palabra que aparece es
precisamente Ain, «nada». Después de Keter nos encontramos con la Sephirah de Jojmah, la
sabiduría. Si tenemos un deseo o una voluntad, que está en estado embrionario, en forma de
proyecto, para poder plasmarlo y realizarlo es necesaria una cierta sabiduría relacionada con él.
Éste es el papel de Jojmah. Pero hará falta unos límites, que son los que nos aportará la Sephirah
de Binah. Binah corresponde a los detalles, a la digestión, porque esta Sephirah es la que fija los
límites, escudriña, divide, y procesa los datos o la luz procedentes de Jojmah. En el Sefer Yetzirah
(1:4), podemos leer: «Comprende con sabiduría y sé sabio (‫( חכם‬con Entendimiento .«(‫ )בינה‬De
alguna manera, Jojmah y Binah se complementan mutuamente y las tres primeras Sephiroth,
Keter, Jojmah y Binah conforman la dimensión del pensamiento, que precede a la acción. Si bien
Keter se refiere a aquel que realiza la acción, Jojmah y Binah hacen referencia a dos estadios de la
acción, Jojmah al primero y Binah al segundo. Esta idea encuentra un apoyo en el libro de los
Salmos (104-24): «¡Cuán muchas son tus obras, oh Eterno! Hiciste todas ellas con sabiduría
(beJojmá); la tierra está llena de tu posesión». O sea que todas las obras del Eterno, o sea toda la
creación, fueron hechas con sabiduría, a través de la Sefirah de Jojmah. Zohar 1 ok.indd 16
10/01/18 09:03 17 Introducción general al estudio de la Cábala La Torah comienza y termina por
Hessed Veamos ahora las denominadas Sephiroth de la construcción, Hessed «la bondad»,
Guevurah «el poder», Tiferet «la belleza», Netzaj «la victoria», Hod «el esplendor» e Iesod «el
fundamento». Si bien las tres primeras Sephiroth estaban en el estadio del pensamiento, las seis
que acabamos de mencionar junto con Maljut, «el reino», ocupan el estadio de la realización, de la
materialización. Las tres primeras corresponden al pensamiento y el principio de la manifestación
mientras que las siguientes se enmarcan ya dentro de la acción. Maljut, «el reino» ya no pertenece
ni al pensamiento ni a la realización, ya que se trata de una Sefirah que únicamente recibe y no
posee nada por sí misma por lo que el mismo Zohar la relacionará con el mar al que van a parar
todos los ríos. Maljut, «el reino» corresponde, pues, a la recepción. Nos enseña el Talmud de
Babilonia en el tratado de Sotah (14a) que «la Torah comienza y termina por Hessed. Al principio
aprendemos del Hessed de Dios para con Adán y su mujer; al final nos encontramos con el Hessed
de Dios al enterrar a Moisés». Ya vimos que el origen del mundo debemos hallarlo en la Ratzón o
voluntad divina, y que esta palabra también significa «benevolencia» por lo que podemos
asociarla a la Sephirah de Hessed. Hessed no es, como vimos, una Sephirah mental sino que
implica acción práctica. No basta con querer hacer el bien, hay que hacerlo. Los Pirké Avot (I-2) nos
enseñan que: El mundo se sostiene sobre tres pilares: el estudio de la Torah, sobre el Servicio
Divino (es decir, la plegaria y los sacrificios) y sobre la práctica de Hessed. Cuando en Salmos (89:2)
nosotros leemos que Olam Hessed Ibané, «para siempre será edificado Hessed», los cabalistas
leen «el mundo será edificado con Hessed», ya que Olam significa al mismo tiempo «mundo» y
«siempre». El objetivo de la creación es hacer Hessed con los seres creados. Si partimos de la base
que el Creador es el bien absoluto, cualquier cosa que haga derivará de este bien. Por esta razón,
Zohar 1 ok.indd 17 10/01/18 09:03 El Zohar 18 estableció un mundo incompleto y un hombre
imperfecto al que se le brindó la opción de escoger entre el bien y el mal, de aumentar la luz o la
oscuridad. El Maharal de Praga escribía: «Es evidente que cuando una persona realiza un acto de
bondad por su prójimo sin esperar una devolución, está realizando un bien hacia el otro. De
hecho, no hay bien mayor que cuando se hace un bien para otros por propia voluntad. Al actuar
de esta manera el acto es real y verdaderamente un Hessed». De este modo, con la práctica de la
bondad, el hombre se acerca a su Creador. Hessed corresponde también a la capacidad de
expansión, y por eso se la asocia directamente con la luz, que no queda retenida sino que se
expande iluminando a su alrededor. Para los cabalistas esto corresponde al primer día de la
creación en el que fue dicho «sea la luz». El segundo día corresponderá a la Sefirah antagónica de
Hessed, Guevurah, que se asocia con la limitación, con los límites. Pardés, el vergel Si bien hay un
número omnipresente tanto en la Torah como en el Zohar, éste no es el 7, como suele creerse,
sino el 4 que, en cierto modo refleja a las 4 letras del Tetragrama. La palabra Pardés, un término
que hay que asociar con este número y con el que nos vamos a encontrar en más de una ocasión
en el Zohar, pertenece a la misma raíz que en castellano originará la palabra «Paraíso». Según el
Talmud (Jaguigah 14:b), cuatro grandes maestros se consagraron al estudio esotérico de la Torah
logrando entrar en el Pardés, o sea penetrando sus ocultos secretos. Se trataba de Rabbí Akiba, de
Ben Soma, de Ben Assai y de Elisha Ben Abuya, llamado Ajer. Ben Assai vio y murió. Ben Soma vio y
se volvió loco; Ajer vio y se hizo apóstata; sólo Rabbí Akiba entró sano y salió sano. El texto
talmúdico dice: «entró en paz y salió en paz». Cuando sumamos a sí misma la guematria de la
palabra Shalom, «paz», 376, obtenemos 752, un número que nos Zohar 1 ok.indd 18 10/01/18
09:03 19 Introducción general al estudio de la Cábala envía directamente a la experiencia que
estos cuatro sabios tuvieron en el Pardés, sintetizada en Salmos (112:4): «En las tinieblas
resplandece la luz». El valor numérico de esta frase también es 752. La palabra Pardés está
formada por cuatro letras: Pe, Resh, Dalet, y Samej. Pe corresponde a Pshat, el sentido literal, el
evidente; Resh a Remes, el sentido alegórico, el simbólico Daleth a Derashah, la interpretación
talmúdica, más profunda, Samej a Sod, el sentido secreto, el más interior de todos. Sod es el
misterio, lo que está más allá de nuestro mundo dual, pero inmanente a él. Es el sentido último de
la Torah. El Pardés en el que penetraron los cuatro profesores se interpretó, pues, como la
especulación sobre el verdadero sentido de la Torah en sus cuatro interpretaciones. En el Zohar
Haddash, «el nuevo Zohar», podemos leer: «Las palabras de Torah son comparables a una nuez.
¿Cómo hay que entender esto? Al igual que la nuez tiene una cáscara externa y un núcleo interno,
así cada palabra de la Torah contiene también un maasé (hecho externo), midrash (explicación
alegórica), agadah (interpretación talmúdica) y sod (secreto) y cada uno de ellos representa un
sentido más profundo que el que le precede». Algunos cabalistas han relacionado estas cuatro
interpretaciones de la Torah con los cuatro ríos que, según Génesis 2-10, salen del Jardín de Edén,
o sea, del Paraíso. El primer maestro habría entrado en el río Pisón. Esta palabra deriva de una raíz
que significa «desbordar». La enormidad del secreto al que tuvo acceso lo desbordó. El segundo
habría entrado en el Guichon, de una raíz que significa «precipitarse o abrirse paso»: se precipitó
en unas profundidades para las cuales no estaba preparado. El tercero entró en el río Chidekel,
palabra que se interpreta como compuesta de Chad y de Kal, «fino y ágil» Zohar 1 ok.indd 19
10/01/18 09:03 El Zohar 20 y que indicaría la finura y la agilidad de la interpretación talmúdica,
Derasha. Incluso él, que había accedido a unas profundidades prohibidas al resto de los mortales,
no pudo soportar la visión paradisíaca. Según estos mismos cabalistas, el cuarto maestro entraba
en el río Éufrates, palabra que procede de la raíz que significa «crecer, multiplicarse, fructificar».
Este cuarto maestro era Rabbí Akiba a quien la tradición atribuye el Zohar. Señalemos que la
palabra Rabbí procede también de una raíz que significa «multiplicar». Para los cabalistas se trata
del sentido más interior de la Torah, «aquel del que mana la fuente de la vida». Así el rabino, el
Rabbí, no enseña algo exterior, como se suele creer, sino que hace crecer y multiplica la sabiduría
que está en el interior de sus alumnos, de un modo parecido al verdadero maestro, aquel que dijo
«creced y multiplicaos». Los tres primeros maestros sólo lograron penetrar en la Torah de un
modo exterior, profano, inadecuado; sólo Rabbí Akiba logró ir hasta el fondo, hasta el interior del
paraíso que es la Torah. El mismo Talmud, con su característica sutileza, nos explicará por qué
fracasaron los tres maestros. El texto dice: «Cuando lleguéis a los lugares de mármol brillante no
digáis: ¡Agua, agua!». Palabras incomprensibles si no tenemos en cuenta ese viejo proverbio, de
origen judío y evidentemente cabalístico que proclama que «las apariencias engañan». Fiándonos
de ellas podemos acabar mintiendo sin saberlo. No hace falta estar perdido en medio del desierto
para ser víctima de un espejismo. Toda la vida del hombre en exilio del Paraíso, en el desierto de
este mundo, no es sino una sucesión ininterrumpida de espejismos (véase I-Zohar 26a y 26b). Para
los Sabios decir «agua, agua» significaba permanecer aún en el nivel de lo psíquico, de la dualidad,
de lo profano. Recordemos que el número dos, ejemplarizado en la Torah por el segundo día de la
Creación, simboliza en cierto modo la escisión, la división y corresponde a la Sephirah de
Guevurah, o sea a las limitaciones. Como nos enseña el mismo Zohar, en el relato bíblico cada día
es objeto de una Zohar 1 ok.indd 20 10/01/18 09:03 21 Introducción general al estudio de la
Cábala bendición (a través de la palabra Tov) excepto el segundo. Si la Verdad, Emet, con
mayúscula, está representada por la Unidad, la Mentira, Sheker, pertenece a la dualidad. Por eso
el Talmud, cita el Salmo 110:7, «quien profiera mentiras no permanecerá delante de mis ojos»
para justificar lo que les ocurrió a los tres compañeros de Rabbí Akiba. El Talmud dice que el
primero de los sabios maestros, Ben Azzai, vio y murió. Pero Ben Azzai no era un profano, alguien
que intenta apropiarse de lo que no le está destinado, era por el contrario un hombre piadoso. No
se trata, como podría parecer a primera vista, de una muerte horrible, pues se trae a colación el
versículo 15 del Salmo 116 que dice: «Es cosa preciosa a los ojos de ihwh la muerte de los que le
aman». Murió por amor, en una experiencia de amor. El destino de Ben Soma es distinto: halló
miel en la Torah y «comió más de la cuenta». A él se aplica el Proverbio 25:16 que dice: «Si
encuentras miel, come lo suficiente; no te hartes y tengas que vomitar». No pudo digerir la
experiencia del Pardés. En cuanto a Ajer, el texto dice que «arrancó brotes verdes». Si bien se
podrían escribir libros enteros sobre qué significa «arrancar brotes verdes», la interpretación
tradicional es que se hizo apóstata e intentó arrastrar en su error a jóvenes estudiantes. Sólo
Rabbí Akiba no cayó en la ilusión, en el espejismo de las apariencias: «Aquel que no sabe separar
la ilusión de la verdad, no es digno de acercarse a la Gloria de Dios» declaran los cabalistas al
unísono. Todo intento, toda tentativa que trate de forzar la entrada en el Paraíso y que no vaya
acompañada por la pureza del corazón y la luminosidad de la mente, están de antemano
condenados al fracaso. Si para realizar un viaje en este mundo es necesario prepararse, para el
viaje al Pardés la preparación es aún mayor. Torah oral y Torah escrita En diversos lugares el Zohar
nos enseña que existe una Torah oral y una Torah escrita; se trata también de una Torah visible y
de una Torah invisible. A pesar de ser una, la Torah, la Ley, puede considerarse doble: oral y
escrita. Moisés recibe en el Sinaí la Torah en forma Zohar 1 ok.indd 21 10/01/18 09:03 El Zohar 22
escrita (Torah Shebijtav) y en forma oral (Torah Shebealpeh); la Torah escrita está llena de giros
idiomáticos y expresiones misteriosas que sólo podrán comprenderse en base a las enseñanzas de
la Torah oral. Un relato conocido talmúdico (Niddah 30b) nos enseña: «Rabbí Simlai explicó lo
siguiente: ¿A qué se parece un Embrión en el vientre de su madre? A un documento doblado
(plegado). Tiene las manos sobre las sienes, los codos contra las piernas y los talones contra las
nalgas. Su cabeza reposa entre sus rodillas, su boca está cerrada y su ombligo abierto. Come de lo
que come su madre y bebe de lo que bebe su madre. No hace excrementos, pues de otro modo
mataría a su madre. En cuanto sale al aire libre, los órganos que estaban cerrados se abren y los
que estaban abiertos se cierran: si no fuera así, el niño no podría vivir ni siquiera un rato. Una
lámpara arde sobre su cabeza (cuando está en el vientre de la madre) y contempla el mundo de
una extremidad a otra, tal como fue dicho: «Haciendo brillar su lámpara sobre mi cabeza; hacia su
luz yo caminaba en la oscuridad». (Job 29:3) Que no te extrañe: ve, una persona puede tener un
sueño que tenga lugar en España, mientras que ella está allí. No hay morada más feliz para el
hombre, pues ha sido dicho: «Quien me diera como los meses de antaño; como los días en que
Dios nos guardaba». (Job 29:2) ¿Cuál es, en efecto, la época que se cuenta en meses y no en años?
¡El embarazo! Al embrión le es enseñada toda la Torah, ya que ha sido dicho: «Y me instruyó y me
dijo: que tu corazón retenga mis palabras; cuida mis mandamientos y vivirás». (Proverbios 4:4)
Zohar 1 ok.indd 22 10/01/18 09:03 23 Introducción general al estudio de la Cábala Y también:
«Cuando la intimidad de Dios estaba sobre mi tienda» (Job 29:4). ¿Cuál es la utilidad de esta
última cita? Es que podrías pensar que se trata únicamente del (caso de un) profeta. Escucha,
pues: «Cuando la intimidad de Dios estaba sobre mi tienda» (Job 29:4). A partir del momento en
que el niño viene al mundo un ángel se le acerca y le da un cachete en la boca que le hace olvidar
la Torah entera, ya que ha sido dicho: «El pecado tumbado» (Génesis 4:7). (El niño) no sale del
vientre materno hasta que ha prestado juramento, ya que ha sido dicho: «Toda rodilla se doblará
ante mí, toda lengua jurará». (Isaías 45:23)

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