Caso 6 - Grupo 8
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impunidad"
TEMA:
CASO CLINICO 06
CURSO:
CASOS CLINICOS
INTEGRANTES:
1. NOMBERTO ORGEBOSO, GIANFRANCO.
2. QUIÑONES MONTEZA, JOSÉ MANUEL.
3. SAAVEDRA FERRER, AARÓN.
4. VIERA DOMINGUEZ, KEVIN.
5. ZAPATA PARDO DE FIGUERO, MANUEL.
CICLO:
XII Ciclo.
UPAO – PIURA
19 de Octubre del 2019
CASO CLINICO 6
Mujer de 65 años acude a consulta porque percibe un bulto en los genitales externos, además
de tener dificultades para mantener relaciones sexuales y orinar.
La paciente con todos estos hallazgos, padece de prolapso genital, que es un tipo de distopia
caracterizada por el descenso de órganos pélvicos, a través de la vagina y en dirección a la vulva.
Según el tipo de prolapso, del segmento vaginal superior (cúpula vaginal): Histerocele ->
Prolapso del cuello uterino y del útero dentro de la vagina.
El trabajo clásico de DeLancey se encuentra en todas las descripciones anatómicas del piso
pélvico femenino. Divide la vagina en tres niveles. El nivel I apical, II medio y III inferior. Cada
nivel tiene estructuras fasciales distintas y si uno las entiende permite aplicar técnicas
quirúrgicas para la reparación. El nivel I corresponde a la vagina apical. Este nivel está
fundamentalmente suspendido. La parte apical de la vagina requiere suspensión; las estructuras
de la fascia endopélvica que se encargan de esto son el complejo ligamento cardinal y complejo
ligamento uterosacro. Este ligamento permite la suspensión tanto del cervix como de la parte
superior de la vagina.
El nivel II de DeLancey, nivel medio, tiene su mantención en el espacio con una inserción lateral
y funciona como una hamaca. La fascia pubocervical en posición horizontal, se sujeta en dos
ligamentos que corren del pubis hacia la espina ciática en posición horizontal, que es el arco
tendinoso de la fascia pélvica, una condensación que forma un ligamento, la cual yace como una
hamaca. La IO de esfuerzo femenina depende de la perdida de este mecanismo de hamaca. A
diferencia del hombre, en quien la IO generalmente es por perdida del mecanismo esfinteriano,
en la mujer es por perdida del sostén ligamentoso. En una paciente continente la uretra yace
sobre una hamaca firme, en cambio cuando se produce disrupción, que habitualmente es
secundaria a un parto, se produce hipermovilidad uretral y por lo tanto incontinencia urinaria.
Este esquema nos muestra como la disrupción de la fascia pubocervical genera pérdida del
mecanismo de hamaca y apertura uretral con los aumentos de presión.
El nivel III de De Lancey corresponde al nivel de fusión. La fusión ocurre de la uretra al pubis a
través de los ligamentos pubouretrales, y de la vagina posterior al cuerpo perineal que es una
estructura músculo tendinosa, que permite mantener la integridad del periné. Las técnicas
quirúrgicas de uretra media se basan en la disposición de los ligamentos pubouretrales, los
cuales se pueden ver en el esquema.
Rectocele: el recto (el tramo final del intestino grueso al llegar al ano) desciende sobre la cara
posterior vaginal.
Prolapso uterino: en este caso es el útero el que desciende asomando primero el cuello y
después el cuerpo uterino.
Enterocele: las asas intestinales se hernian a través del fondo posterior de la vagina.
Prolapso de cúpula vaginal: ocurre en mujeres a las que se les ha extirpado el útero
(histerectomía). La vagina, que es un saco ciego, se da la vuelta como si lo pusieran del revés,
lo de dentro hacia afuera.
4. Cuáles son los distintos grados de este trastorno y cuál es el grado que
presenta nuestra paciente?
Según la clasificación de Baden y walker
El uretrocele, cistocele, histerocele y rectocele se clasifican usando los
siguientes parámetros :
0: Si está en nivel normal
1: Descenso hasta la mitad del trayecto al himen
2: Descenso hasta el himen
3: El descenso llega a un punto intermedio entre el himen y los genitales
externos
4: Descenso máximo, hasta el introito vaginal o fuera de él , este es el
grado que presenta nuestra paciente.
Inspección
Historia clínica
Exploración física
Factores de riesgo:
Obstétricos: Multiparidad, parto vaginal
Edad: entre 20 y 59 años
Enfermedades del tejido conjuntivo: Sd de marfan, Sd Ehlers-Danlos.
Raza: Negra y asiática tiene menor riesgo que la hispanoamericana.
Aumento de la presión abdominal: Obesidad, estreñimiento, tos crónica, tabaquismo,
EPOC.
Manifestaciones clínicas:
Examen físico:
Exploración ginecológica
Evaluar las dimensiones del vestíbulo vaginal y longitud del cérvix para descartar
posibles hipertrofias o elongaciones cervicales
Evaluar el tono de los músculos del suelo pélvico, mediante palpación del elevador
del ano a ambos lados de las paredes inferiores de la vagina.
Tacto rectal para comprobar la competencia del esfínter anal
Valoración del trofismo genital y de la presencia de úlceras o lesiones en las paredes
de los tejidos prolapsados
Exploración de la incontinencia urinaria con técnicas de reposición del prolapso y
posterior test de esfuerzo. Con la vejiga llena
Tacto vaginal bimanual para valorar la movilidad del útero y detectar posibles
lesiones asociadas uterinas o anexiales.
Examen físico:
Examen vaginal
Especuloscopía con una solo hoja
Se mide el hiato genital y el cuerpo perineal
Se mide la longitud vaginal total mediante colocación de pinzas de anillos graduadas
para conocer la distancia hasta le himen.
Se introduce el espejo bivalvo hasta el vértice vaginal buscando defectos específicos del
sostén vaginal.
Tratamiento quirúrgico Al enfrentar una paciente desde el punto de vista quirúrgico, se debe
tener una clara idea de la anatomía y de los conceptos de soporte de las estructuras del piso
pélvico.
Tal como lo revisamos previamente en éste artículo. Al reconstruir los elementos de sostén,
debemos asegurarnos que los 3 niveles descritos por De Lancey sean reparados y conectados
entre ellos. Debe quedar claramente establecido que la cirugía por POP se realiza en pacientes
en las cuales existe una alteración en su calidad de vida, ya que la paciente debe aceptar los
riesgos y complicaciones inherentes al procedimiento ofrecido. Como también fue analizado
anteriormente, hoy en día la percepción de éxito puede ser diferente entre el médico y la
paciente. Sin embargo, deben prevalecer los síntomas de la paciente por sobre el éxito
anatómico puro. El abordaje quirúrgico se basará en: tiempo de recuperación, durabilidad del
procedimiento, riesgo de complicaciones, riesgo de cuerpo extraño en el caso de recibir una
malla y en el deseo de mantener vida sexual activa.
Los conceptos básicos en la cirugía reconstructiva son: diagnosticar todos los defectos a reparar,
utilizar antibiótico profilaxis de acuerdo a lo establecido por la institución donde se realiza el
procedimiento, la mucosa sobre los defectos reparados se debe recortar el mínimo posible,
ealizar una buena hemostasia, realizar un buen vaciamiento vesical, no utilizar fleet enemas o
incluso colocar una jareta anal durante la cirugía la cual se debe retirar al final del procedimiento.
Finalmente el uso de un packing vaginal es importante para disminuir el riesgo de hematomas
Hoy en día se recomienda el uso de mallas en el compartimento anterior sólo cuando el prolapso
de este es mayor a un estadio II y recidivado. Por otra parte cuando no se encuentra fascia para
reparar o además se asocia a un aumento de la presión intra-abdominal, también tendría cabida
el uso de mallas por vía vagina.
Si existe compromiso apical en pacientes con prolapso del compartimento anterior, se le deberá
realizar alguna de las técnicas de reconstrucción del ápice vaginal, además de la reparación del
compartimento anterior. En éste grupo de pacientes, si esto no se realiza, el riesgo de recidiva
es mucho mayor.
Al comparar la reparación por vía vaginal sitio específica con la plicatura en la línea media, se
mostró que los resultados son similares. El éxito es cercano al 90%. Al utilizar implantes
biológicos los resultados empeoran (54% de cura) y al utilizar mallas sintéticas el éxito es similar
a las técnicas clásicas, sin embargo las complicaciones inherentes al uso de las mallas es sobre
el 10%.
24% de las mujeres del grupo con operación de Burch y 44% de aquellas en el grupo
testigo cumplían uno o más criterios para incontinencia de esfuerzo. La incontinencia
era molesta para 6% del grupo con operación de Burch y para 24% del grupo testigo.
Puede argumentarse que todas las mujeres que se someten a sacrocolpopexia para
prolapso de la pared vaginal anterior grado 2 o mayor deben someterse a
colposuspensión de Burch, ya que 44% de estas mujeres desarrolla síntomas de
incontinencia de esfuerzo.
Sin embargo, el argumento contrario es que sólo 24% desarrolla síntomas molestos de
incontinencia, por lo que casi 75% de las mujeres se sometería a una operación
innecesaria