Semio (Aparato Reproductor Femenino)
Semio (Aparato Reproductor Femenino)
Semio (Aparato Reproductor Femenino)
Ovarios: Están situados en la cavidad pélvica, posteriores a los ligamentos anchos del
útero. Tienen forma de un ovoide ligeramente aplanado de lateral a medial y miden
aproximadamente 3,5 cm de altura, 2 cm de anchura y 1 cm de espesor.
Trompas uterinas (trompas de Falopio): Se distinguen cuatro partes: la porción uterina
o porción intramural, el istmo, la ampolla y el infundíbulo. Están compuestas por cuatro
capas superpuestas: serosa peritoneal, subserosa conjuntiva, muscular y mucosa.
Útero: Tiene forma triangular y está situado en la cavidad pélvica, entre la vejiga urinaria
y el recto. Se divide en dos partes: el cuerpo del útero (superior) y el cuello del útero
(inferior). Está compuesto por tres capas: serosa o perimetrio, muscular o miometrio, y
mucosa o endometrio.
Vagina: Es un conducto que se extiende desde el cuello del útero hasta la vulva.
Vulva: Es la zona exterior de los genitales femeninos y comprende los labios mayores,
labios menores, clítoris y abertura vaginal.
Embriología
En las primeras etapas del desarrollo embrionario, las gónadas primordiales son
indiferenciadas y pueden desarrollarse en ovarios o testículos dependiendo de la
presencia o ausencia del cromosoma Y.
Durante la sexta semana de desarrollo embrionario, los conductos de Müller comienzan
a desarrollarse a partir del epitelio celómico en la región del conducto paramesonéfrico.
Al mismo tiempo, los conductos de Wolff se desarrollan a partir del mesodermo
intermedio. Las estructuras genitales externas femeninas se desarrollan bajo la influencia
de los genes homeóticos y otros factores genéticos. Los pliegues labioescrotales se
fusionan para formar los labios mayores, mientras que los pliegues uretrales forman los
labios menores.
El útero y la vagina se desarrollan a partir de la parte superior del conducto de Müller.
Durante la séptima semana, se forman dos tubos uterinos que fusionan en la línea media
para formar el útero. La porción distal del conducto de Müller se diferencia para formar
la vagina.
INTERROGATORIO Y EXÁMEN GINECOLOGICO
• Filiación
• Antecedentes personales.
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• Historias menstruales: Fecha de menarquia. Caracteres de la menstruación,
duración, intervalos libres entre una regla y otra, intensidad de la misma y fecha
en que tuvo lugar la última menstruación.
• Antecedentes obstétricos: número de gestaciones. Tipo de parto: espontáneos
o quirúrgicos, si hubo complicaciones infecciosas o no. Si la lactancia fue natural
o artificial. Número de abortos, tiempo de gestación en que tuvieron lugar, y si
fueron seguidos de legrados.
• Luego se recogerán datos sobre la existencia de ciertos síntomas ginecológicos
como leucorrea, hemorragia, dolor prurito, especificando sus caracteres. Es
importante indagar sobre la edad en que se iniciaron las relaciones sexuales, la
frecuencia con la cual se efectúan; si existe dolor al coito, carácter de la libido,
existencia o no de orgasmo.
• Indagarán sobre los diferentes aparatos; sobre todo el digestivo y urinario.
• Se indagará sobre cirugía anterior, tratamientos ginecológicos anteriores,
hormonales, antibióticos o antinflamatorios.
Inspección de los genitales externos: (distribución pilosa, labios mayores, menores,
vulva y periné).
Debemos asegurarnos de que la paciente halla vaciado su vejiga voluntariamente. Con
la paciente colocada en decúbito dorsal sobre una mesa ginecológica provista de
pierneras u horquillas. Las piernas estarán elevadas y colocadas de modo que el hueco
poplíteo descanse sobre las pierneras y que los muslos formen aproximadamente un
ángulo recto con la cadera.
La distribución del vello es de tipo femenino, cuando el límite superior está por encima
de la sínfisis del pubis y es horizontal. Se examinan los labios mayores y los labios
menores, entreabriéndolos entre el dedo índice y el pulgar la vulva, se observa la forma
y tamaño del clítoris, de la horquilla del perineo, del vestíbulo, del meato urinario y de la
desembocadura de las glándulas de Bartholino. Se pide a la paciente que realice una
maniobra de Valsalva, de esta manera se harán evidentes si existen, leucorreas, y
prolapsos o descensos.
Inspección de la vagina y del cuello uterino:
El médico situado de la misma forma realizará este examen con un especulo. El médico
debe tener ambas manos cubiertas por guantes estériles. Para la introducción del
espéculo se lubrica este con vaselina, colocando las valvas de lado en posición vertical,
separando con el índice y pulgar de la mano izquierda los labios mayores y menores, se
orienta el especulo sobre la horquilla posterior de la vagina y se hace una pequeña
presión en sentido vertical hacia abajo al mismo tiempo que se introduce el espéculo
suavemente hasta aproximadamente 3 a 4 cms y entonces se gira 90° y se acciona sobre
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el tornillo del mago para separar ambas valvas de manera que el cuello del útero quede
situado en el medio de las mismas.
Se inspecciona primero el cuello uterino, su forma si existe alguna ulcera, desgarro o
rastros de haber sido pinzado con algún instrumento. Su color; cianótico y turgente en
las pacientes gestantes, rosado de sangrado fácil; en las infecciones, rosa pálido y
pequeño en las posmenopáusicas y a veces negruzco y de aspecto necrótico en
pacientes que realizaron maniobras abortivas.
Luego se observa la vagina. Comenzando por los fondos de saco vaginales;
corroborando si existe o no secreciones. Luego al terminar se va retirando el espéculo
cerrando las aperturas de las valvas y girando en sentido opuesto 90° durante esta
maniobra se aprovecha para observar las paredes vaginales anterior, posterior y laterales
y una vez las valvas cerradas y en posición vertical se hace nuevamente una suave
presión sobre la horquilla posterior y se retira el especulo.
Tacto vaginal: la paciente en la misma posición que para la inspección, el médico de pie
situado entre los muslos de la paciente, separando con el pulgar y el dedo anular de la
mano derecha los labios mayores y menores, introducirá suavemente dos dedos: el
índice y el medio de la misma mano en la vagina. Existe otra técnica en la cual los labios
son separados por el índice y pulgar de la mano izquierda y la introducción se realiza con
el índice y medio de la mano derecha.
Se colocará luego la mano izquierda en el hipogastrio y se realizará el tacto bimanual o
vaginoabdominal. Al introducir los dedos lo primero que debe percibir el examinador es
la temperatura, luego las paredes vaginales si conservan sus pliegues o si son lisas y si
están adheridas a los planos profundos como suceden en las pelvis congeladas.
Luego se localizará el cuello uterino y apreciará su superficie regular o algunas veces
con áreas irregulares por desgarros posparto o quistes de Naboth. La consistencia del
cuello suele compararse con el extremo cartilaginoso o punta de la nariz.
Posteriormente se introducen un poco más los dedos para alcanzar los fondos de saco.
Estos se perciben libres cuando el cuello sobresale de ellos u ocupados cuando se
encuentran descendidos hasta su nivel o lo sobrepasan.
En casos de colección sanguínea en el fondo de saco posterior o de Douglas (embarazo
ectópico complicado) la exploración de este provoca un dolor lancinante en el paciente
conocido como "Grito del Douglas" o signos de Proust.
Para delimitar el útero se introducen los dedos de la mano vaginal por detrás del cuello
y los desplazan hacia arriba y atrás; con este movimiento el fondo uterino se desplaza
hacia delante y es percibido por la mano abdominal. También la mano abdominal puede
presionar a la altura de la espina iliaca anterosuperior por fuera del borde del útero, de
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forma que a veces se pueda "pinzar" los anexos entre las dos manos. Si estos son
normales habitualmente no se palpan, pero si están aumentados se palpan con facilidad
y despiertan dolor en la paciente.
MOTIVO DE CONSULTA
Los motivos de consultas más frecuentes varían en orden de importancia según el grupo
etario al que pertenece la paciente.
→ Dolor en bajo vientre
→ Leucorreas.
→ Traumas vulvo vaginales
→ Alteraciones del ciclo
→ Genitorragias en general
→ Tumores
→ Sensación de cuerpo extraño o prolapso genital
→ Crecimiento abdominal
Dolor pelviano
Localizado en el hemiabdomen inferior o en la pelvis.
Por tratarse de un síntoma no específico y con importantes connotaciones individuales,
el médico deberá hacer una correcta evaluación de los posibles síntomas y signos que
lo acompañen mediante un prolijo interrogatorio, un examen abomino-pelviano,
exhaustivo y los métodos auxiliares disponibles.
Elementos de diagnóstico:
→ Anamnesis
→ Enfermedad actual
a. Dolor: ALICIA FREDUSA. fiebre (cuadro séptico), lipotimia y su relación con el ciclo
menstrual.
b. Trastornos del ciclo: Metrorragia, Oligomenorea.
c. Trastornos asociados al cuadro doloroso: gastrointestinales y urológicos.
d. En caso de dolor crónico, qué tratamiento ha hecho y sus resultados.
→ Antecedentes personales
a. Antecedentes quirúrgicos
b. Antecedentes de patología pelviana previa.
c. Antecedentes tocoginecológicos: Menarca. Ritmo menstrual. Anticoncepción.
Embarazos. Abortos.
d. Antecedentes de enfermedades sistémicas: Fiebre reumática, diabetes, porfiria, etc.
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→ Examen físico:
a. Pulso, temperatura (axilar, rectal)
b. Inspección y palpación abdominal.
c. Examen ginecológico o ecografía ginecológica.
El dolor pelviano puede ser: agudo o crónico y estos a su vez ser de causa ginecológica
y de causa extra ginecológica.
1. Dolor pelviano agudo de origen ginecológico
Es aquel provocado por afecciones localizadas a nivel pelviano abdominal inferior de
aparición reciente o por recrudecimiento de formas crónicas que exigen un diagnóstico y
tratamento imediato.
Es imperativo estudiarlo, en función del síntoma dominante en: Hemorrágico, Infeccioso,
Mecánico, e latrogénico.
Síndrome hemorrágico
Investigamos sistemáticamente desde la vulva, luego las paredes vaginales, el cuello de
útero, la cavidad uterina; las patologías de orden general se presentan con genitorragia.
En la vulva: en la etapa juvenil son más comunes las vulvitis de origen infeccioso a
gérmenes y en la tercera edad la atrofia de la mucosa por el hipoestrogenismo.
En vagina: citamos los tumores sangrantes, las varices, desgarros de tipo traumático o
post parto.
En Cérvix: La presencia de sangre que se exterioriza por vagina puede tener origen a
nivel del cérvix por presencia de tumores sangrantes friables que se ven en
menopáusicas no controladas porque nunca se realizó un examen del cuello uterino.
En Cavidad uterina: en las jóvenes puede presentarse desde alteraciones del ciclo hasta
abortos espontáneos en sus distintas etapas evolutivas sin olvidar los abortos
provocados.
La hemorragia intraperitoneal (hemoperitoneo) puede tener su origen en:
→ OVARIO;
→ TROMPA;
→ ÚTERO.
DE ORIGEN OVÁRICO
El dolor siempre está presente.
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a. Hemorragia folicular:
• Dolor agudo que puede hacerse continuo o cíclico e irradiarse según el volumen
del hemoperitoneo a muslo, recto o vejiga.
• Aparece en la segunda mitad del ciclo y dura 4 0 5 días.
• Douglas doloroso, abdomen blando.
• Puede haber una pequeña metrorragia retrasada, simulando un embarazo
ectópico.
c. Embarazo ovárico (similar al embarazo ectópico tubárico complicado).
d. Ruptura del quiste endometriósico: similar al hemoperitoneo por ruptura folicular o
cuerpo lúteo hemorrágico.
e. Ulceración de tumor sólido (poco frecuente)
DE ORIGEN TUBÁRICO
a) Embarazo ectópico no complicado:
• Dolor: aparición brusca, agudo en hipogastrio o en fosa ilíaca, este puede tener dos
variantes: ser de tipo cólico o de tipo punzante, irradiado generalmente al hombro
izquierdo (Signo de Kehr el dolor prede irradiarse también a la raíz de los muslos).
• Lipotimia: o mareos.
• Examen Físico: Abdomen blando con escasa o mula defensa muscular y doloroso a
la palpación.
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• síntomas de irritación peritoneal: náuseas, vómitos.
• síntomas de hemorragia interna: palidez de piel y mucosas; piel fría, taquicardia,
pulso filiforme, hipotensión, disnea, oligoanuria.
• Examen vaginal: al tactar el Douglas despierta dolor intenso que inclusive hace gritar
a la paciente conocido como grito del Douglas (Signo de Proust) Signo
patognomónico del embarazo ectópico complicado.
Síndrome Mecánico:
Esta caracterizado por la torsión de un pedículo. Existe compromiso de todos los
elementos que componen el pedículo (arteria, vena y nervio), produciéndose primero una
rémora venosa y luego el infarto del tejido comprometido con la consiguiente necrosis de
este.
La torsión anexial puede involucrar trompa, ovario o ambos. Es fundamental considerar
que:
• Los tumores más factibles de presentar este fenómeno son los de tamaño mediano,
ya que los pequeños, debido a su movilidad, tienen poca posibilidad de torsión y los
de gran tamaño se encuentran “encarcelados" en la pelvis.
• Los endometriomas, por su fijeza, no sufren torsión.
• Las variedades más frecuentes son: cistoadenomas y teratomas adultos quísticos.
Las torsiones cursan con:
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Dolor de origen torácico
Cardiovascular: Pericarditis
Pleuropulmonar: Neumonia bacteriana aguda
Neumotorax
Dolor de origen parietal
Virosis: Herpes zoster
Hematoma de vaina: Rotura del músculo recto anterior
Traumatismos: Desgarros musculares
Dolor de origen renal
Litiasis renal
Estenosis ureteral idiopática
Malformaciones
Dolor de origen nervioso
Epilepsia abdominal
Psicosomático
Dolor de origen inmunoinfeccioso
Reumatismo poliarticular agudo
Lupus eritematoso
Dolor de origen gastrointestinal
Apendicitis
Colon irritable
Sigmoiditis
Enfermedad de Crohn
Dolor pelviano crónico
Es el dolor pelviano de tipo constante o recurrente, de intensidad variable, con una
duración mayor a 6 meses, que puede ser cíclico o no, con frecuente asociación de
dispareunia y dismenorrea
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El dolor pelviano crónico puede originarse tanto por causas de tipo ginecológicas como
extra ginecológicas
Dolor crónico de origen ginecológico
Causa infecciosa
Su principal exponente es la enfermedad pélvica inflamatoria que, muchas veces es
asintomática y otras manifiestan un dolor pelviano crónico de muy difícil resolución
producto del proceso plástico adherencial a nivel de ambos anexos.
La enfermedad inflamatoria pélvica se clasifica:
Estadio 1: Salpingitis aguda sin peritonitis: en la cual existe, fiebres antecedentes de
contacto sexual, leucorrea de moderada a abundante dolor en la FID o FII.
Estadio 2: Salpingitis Aguda con peritonitis: si no es tratado, el dolor se generaliza a todo
el hipogastrio con defensa e irritación peritoneal en el abdomen inferior.
Estadio 3: Salpingitis aguda con oclusión tubaria o absceso tubo ovárico Se presenta en
pacientes con antecedentes de episodios Salpingitis agudas a repetición.
Estadio 4: Es la ruptura del absceso tubo ovárico, con peritonitis generalizada, donde
predomina el estado de Shock de la paciente.
Mittelschmertz
Es el dolor recurrente que aparece en el momento previo a la puesta ovular (mitad del
ciclo menstrual): originado por distensión del folículo por estímulo del pico de LH. Este
dolor puede acompañarse de una escasa metrorragia.
Dismenorrea
La dismenorrea o algomenorrea es un síntoma o conjunto de síntomas de aparición pre
intramenstrual y que puede continuar en el postmentruo inmediato. Se caracteriza por
presentar dolor pelviano de tipo cólico cíclico acompañado, algunas veces, de trastornos
gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea).
Dolor pelviano crónico de causa extra ginecológica
Gastrointestinales
Colon, Parasitosis, Constipación, Síndrome de mala absorción
Urológicas
Hidronefrosis, Ptosis renal, Estenosis ureteral
Ortopédicas
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Espina bífida, Lordosis, Escoliosis
Trastornos del ciclo
Oligomenorrea: menstruaciones que aparecen retrasadas más de 36 días y menos 90
días.
Polimenorreas: menstruaciones muy frecuentes, entre 16 y 21 días.
Hipermenorrea: menstruaciones muy abundantes, pero de duración normal.
Hipomenorreas: menstruaciones muy escasas tanto en cantidad, como en duración.
Menorragias: menstruaciones abundantes tanto en cantidad como en duración más de 7
días y menos de 14 días.
Amenorrea: Falta de sangrado menstrual por más de 90 días. Puede considerarse
primaria cuando pasado los 18 años la mujer no ha presentado sangrados menstruales
o secundaria cuando habiendo tenido ya sangrados existe un atraso de más de tres
meses.
Tumor pelviano
El motivo de consulta puede ser la percepción misma del tumor, el crecimiento abdominal
progresivo, y los síntomas compresivos; disurias, polaquiurias, tenesmo vesical y rectal.
Su origen más frecuente
Ovario: Se hacen clínicamente evidentes cuando alcanzan un tamaño aproximado de 8
a 10 cm. de diámetro. En este momento puede ser reconocido en el tacto vaginal como
una tumoración pelviana laterouterina.
Útero: El mioma es el tumor pelviano más frecuente, se presenta generalmente en la
edad reproductiva.
Clinicamente si el mioma es voluminoso puede manifestarse por trastornos diversos, en
particular, trastornos de compresión vesical o rectal; pero su mayor síntoma es la
menorragia, esta es de instalación progresiva, pero sin metrorragias.
Al tacto vaginal: la tumoración no está separada del útero por ningún surco.
Maniobra de Halban: Interponiendo la mano abdominal entre el pubis y la tumoración;
y los dedos índice y medio de la mano que tacta en contacto con el cervix. Si la
movilización del cuello uterino por el índice produce la movilización del tumor bajo la
mano abdominal; y si la movilización del tumor por la mano abdominal arrastra a su vez
el cerviz existen posibilidades de que la tumoración haga cuerpo con el útero.
Embarazo ectópico
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Embarazo extrauterino o ectópico se desarrolla fuera de la cavidad uterina. La tasa de
embarazo ectópico es aproximadamente del 1 al 2% de la de los nacidos vivos. Más del
90% ocurren en las trompas de Falopio. A menudo, las pacientes presentan dolor
abdominal inespecífico y síntomas de hemorragia vaginal y en la exploración se puede
encontrar un abdomen doloroso a la palpación, dolor con la movilización cervicouterina
o una masa anexial. Las pacientes con un embarazo ectópico roto pueden presentar de
forma urgente signos y síntomas de shock hipovolémico.
Torsión ovárica
Se produce una torsión ovárica cuando el ovario, a menudo junto con la trompa de
Falopio, se retuerce en sus fijaciones a otras estructuras de la pelvis y se altera su
irrigación. Las pacientes con una torsión ovárica generalmente presentan un inicio agudo
de dolor pélvico unilateral punzante. Las náuseas también pueden acompañar a los
síntomas de dolor. Signos habituales son, entre otros, dolor unilateral en la parte inferior
del abdomen y dolor a la palpación anexial.
Quiste ovárico,
La mayoría de las masas ováricas benignas tienden a ser quistes funcionales foliculares
o del cuerpo lúteo que, en general, son asintomáticos y rara vez superan los 5 cm de
diámetro. Las neoplasias ováricas benignas más frecuentes son teratomas quísticos
(habitualmente conocidos como quistes dermoides), cistoadenomas o
cistoadenofibromas serosos o mucinosos y fibromas o fibrotecomas. Muchas pacientes
con una neoplasia ovárica benigna se encontrarán asintomáticas, pero unas pocas
sufrirán dolor pélvico. En la exploración pélvica se observará que la mayoría de las masas
pélvicas benignas son lisas, móviles y de diversas dimensiones. Rara vez existirán
signos clínicos de ascitis. La evaluación debería constar de una ecografía transvaginal
para delimitar el tamaño y las características de una masa anexial, presentando cada
neoplasia signos ecográficos distintos.
Quistes de glándulas de Bartolino
Quiste o absceso de las glándulas de Bartolino
El bloqueo de las glándulas vestibulares mayores puede dar lugar a la acumulación de
moco y provocar la obstrucción y la formación de abscesos. Esto se manifiesta más
habitualmente como una masa vulvar en la parte inferointerna de los labios mayores. Los
quistes de Bartolino pueden ser asintomáticos y encontrarse de forma casual en la
exploración; sin embargo, pueden infectarse y formar un absceso, que se presenta como
una masa vulvar dolorosa. Las pacientes con un quiste o absceso sintomático de la
glándula de Bartolino a menudo requieren una intervención quirúrgica.
Mioma uterino,
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Los miomas son tumores del músculo liso que surgen en el miometrio del útero Pueden
situarse en cualquier lugar dentro de la pared uterina y, a menudo, se clasifican según
su localización Los miomas pueden ser muy pequeños o grandes y pueden ser únicos o
múltiples. Se diagnostican con pruebas de imagen pélvicas, habitualmente una ecografía
o una resonancia magnética.
Los síntomas de los miomas, habitualmente metrorragia, dolor pélvico o síntomas
relacionados con la presión de los órganos vecinos, están directamente relacionados con
la situación y el tamaño de los miomas.
MEDIOS AUXILIARES DE DIAGNÓSTICOS
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HISTEROSCOPIA: Utiliza una fuente de luz con fibras de láser flexible y es tolerable
para las pacientes. Se indica más frecuentemente en las alteraciones del ciclo o
sangrados uterinos anormales y en la post menopausia, este método viene a completar
un protocolo de control después de la ecografía y los dosajes hormonales.
LAPAROSCOPIA: Es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que requiere
de anestesia general para su realización. Las afecciones ginecológicas agudas son en
gran medida de tratamiento laparoscópica, el embarazo ectópico quistes de ovario,
quiste folicular roto etc.
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