Crecimiento Facial PDF

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ESPECIALIZACIÓN EN ORTODONCIA Y ORTOPEDIA

MAXILAR

CRECIMIENTO Y DESARROLLO CRANEOFACIAL Y


DESARROLLO DENTARIO

CRECIMIENTO FACIAL

RESIDENTE:

R1: KARINA QUICHCA CASTILLON

DOCENTE ASESOR:

Mg. Esp. DIANA BECERRA

DOCENTE COORDINADOR:

Mg. Esp. JOSÉ VIDALON CASTILLA

LIMA – 2019
ÍNDICE

I. Objetivo

II. Introducción

III. Marco Teórico

IV. Conclusiones

V. Referencias Bibliográficas
I. Objetivos

1.1. Objetivo principal

Analizar el crecimiento diferencial de la cara.

1.2. Objetivos específicos

 Describir el crecimiento y desarrollo craneofacial en etapa prenatal


y postnatal.
 Describir el crecimiento y desarrollo normal de la cara.
 Describir deformidades que afectan el crecimiento y desarrollo
normal de la cara.
 Analizar la importancia del crecimiento facial en ortodoncia
II. Introducción

Se delimita la cara como porción frontal de la cabeza que comprende la nariz,


pómulos, maxilares, boca, frente (aunque de hecho no forma parte de la cara
verdadera o viscerocraneo) y los ojos.
El embrión de un mes de edad carece de una “cara” como tal, no obstante la
cara experimenta la mayor parte de su desarrollo entre las semanas 4 y 8, de
modo que al final de este periodo ya ha adquirido el aspecto humano
característico. Después de la semana 8 el desarrollo facial se torna lento y
conlleva cambios en las proporciones de la cara y las posiciones relativas de
sus componentes.

El desarrollo facial resulta principalmente del agrandamiento y el movimiento de


la prominencia frontonasal y de cuatro prominencias pareadas, provenientes
del arco faríngeo I: las prominencias maxilares y las prominencias
mandibulares, estas estructuras rodean el estomodeo; Las prominencias
maxilares y mandibulares se desarrollan como resultado de la migración de
células de la cresta neural y su proliferación en el arco faríngeo I.

Uno de los primeros acontecimientos en la formación de las estructuras faciales


es la fusión de los extremos internos de las prominencias mandibulares, en la
línea media. Al crecer, las protuberancias mandibulares derecha e izquierda se
unen en la línea media para formar la mandíbula y el labio inferior; en esta
unión se produce una interfaz cartilaginosa. En la porción inferior y externa de
la prominencia frontonasal, ciertas zonas localizadas bilaterales de ectodermo
superficial se engruesan para formar las placodas nasales. El mesénquima a lo
largo de la periferia de las placodas nasales prolifera y forma crestas en forma
de herradura, denominadas prominencias nasales internas y prominencias
nasales externas. El centro de la placoda se adelgaza; al final pierde el
ectodermo y forma las fosas nasales. Estas últimas son las precursoras de los
orificios nasales y de las cavidades nasales.

El tejido conectivo mesenquimatoso de las prominencias maxilares prolifera.


Como resultado, las prominencias maxilares se agrandan y aproximan una
hacia otra en la línea media y hacia las prominencias nasales internas. Las
prominencias nasales internas se aproximan entre sí, se fusionan en la línea
media y forman el segmento intermaxilar. Este último es de especial
importancia porque da lugar al filtro o filtrum (porción media) del labio superior,
a los cuatro dientes incisivos, al hueso alveolar y la encía que los rodean, y al
paladar primario.
Entre las semanas 7 y 10 se fusionan varias prominencias faciales. Las
prominencias maxilares se fusionan hacia afuera con las prominencias
mandibulares. Las prominencias nasales internas se fusionan con las maxilares
y las nasales externas.
Los conductos nasolagrimales (originalmente denominados canales
nasolagrimales) son estructuras epiteliales bilaterales, que se forman en la
línea de fusión entre las prominencias nasales externas y las prominencias
maxilares. Cada conducto nasolagrimal conectará finalmente el saco lagrimal
con la cavidad nasal.
Debe advertirse que la fusión, o unión, de las prominencias involucra en primer
lugar la ruptura del epitelio superficial en la zona de contacto. Esto permite que
las células mesenquimatosas subyacentes en las dos prominencias se mezclen
entre sí.
III. Marco Teórico

Conceptos básicos de embriología

La embriología general proporcionan los conceptos que nos


permitirá comprender los aspectos fundamentales del desarrollo del
cuerpo humano, desde el periodo intrauterino hasta la etapa de feto a
término.

Formación de las células germinales

El desarrollo comienza con la fecundación, proceso por el cual el


gameto masculino, el espermatozoide, y el gameto femenino, el
ovocito, se unen para dar origen al cigoto.

Los rasgos de un nuevo individuo son determinados por genes


específicos presentes en cromosomas heredados del padre y de la
madre. Los humanos tienen 100.000 genes aproximadamente en los
46 cromosomas. Los genes que se localizan en el mismo cromosoma
tienden a ser heredados juntos y por esta razón se conocen como
genes ligados. En las células somáticas, los cromosomas se
presentan como 23 pares de homólogos para formar el número
diploide de 46. Hay 22 pares de cromosomas apareados, los
autosomas y un par de cromosomas sexuales. Si el par de
cromosomas sexuales es XX, el individuo es genéticamente
femenino; si el par es XY, el individuo es genéticamente masculino.

Un cromosoma de cada par proviene del gameto materno, el ovocito,


y el otro componente del par proviene del gameto paterno, el
espermatozoide. Así, cada gameto contiene un número haploide de
23 cromosomas y la unión de los gametos en la fecundación restaura
el número diploide de 46.
PERIODO PRE EMBRIONARIO:

Este periodo se lleva a cabo entre la primera y segunda semana


posterior a la fecundación, en este periodo se produce la
segmentación, en la cual hay una serie de divisiones mitóticas que
provoca un aumento en el número de células, denominadas
blastómeros, que se tornan más pequeñas con cada división.
Después de tres divisiones, los blastómeros entran en el proceso de
compactación y forman un conjunto apretado de células, con una
capa interna y otra externa. Los blastómeros compactados se dividen
para formar la mórula de 16 células. Cuando la mórula ingresa en la
cavidad uterina, 3 o 4 días después de la fecundación, comienza a
formarse una cavidad, y se constituye el blastocisto. La masa celular
interna, formada en el momento de la compactación, se convertirá en
el embrión propiamente dicho y se situará en un polo del blastocisto.
La masa celular externa que rodea a las células internas y a la
cavidad del blastocisto, formará el trofoblasto.
Al comienzo de la segunda semana, el blastocisto está parcialmente
incluido en el estroma endometrial, ya al terminar la segunda
semana el blastocisto está incluido por completo. Mientras tanto, la
masa celular interna o embrioblasto se diferencia en: epiblasto e
hipoblasto, los cuales, conjuntamente, forman el disco germinativo
bilaminar
PERIODO EMBRIONARIO:

Inicia a partir de la tercera semana cuando se lleva a cabo el periodo


de gastrulación, en donde comienza con la aparición de la línea
primitiva que, en su extremo cefálico, presenta el nódulo primitivo. En
la región del nódulo y de la línea, las células epiblásticas se
desplazan hacia el interior (se invaginan) para formar nuevas capas
celulares: el endodermo y el mesodermo. En consecuencia, el
epiblasto da origen a las tres capas germinativas del embrión. Las
células de la capa germinativa del mesodermo intraembrionario
emigran entre las otras dos capas germinativas hasta que establecen
contacto con el mesodermo extraembrionario que recubre el saco
vitelino y el amnios. Las células prenotocordales en proceso de
invaginación en la fosita primitiva se desplazan hacia adelante hasta
llegar a la placa precordal (mesodermo precordal). Se intercalan
entre las células del endodermo y forman la placa notocordal. A
medida que avanza el desarrollo, esta placa se desprende del
endodermo y se forma un cordón macizo, la notocorda. Constituye un
eje en la línea media que servirá como base del esqueleto axial. Los
extremos cefálico y caudal del embrión son establecidos cuando se
forma la línea primitiva
Hacia el término de la tercera semana, las tres capas germinativas
básicas, que consisten en el ectodermo, mesodermo y endodermo,
se establecen en la región cefálica, y el proceso continúa en las
áreas más caudales del embrión para formar estas capas
germinativas. La diferenciación de órganos y tejidos ha comenzado y
se realiza en dirección cefalocaudal, tal como continúa la
gastrulación.

Al inicio de la cuarta semana cada una de las tres hojas


germinativas, ectodermo, mesodermo y endodermo, da origen a sus
propios tejidos y sistemas orgánicos. Como consecuencia de la
formación de órganos se establecen los principales caracteres del
cuerpo.
E
n

c
u
a
n
to al sistema estomatológico:

La hoja germinativa ectodérmica da origen:


 Epitelio mucosa bucal
 Esmalte
 Glándula parótidas y menores
 Epidermis

La hoja germinativa Mesodérmica, da origen:


 Esqueleto facial
 Complejo dentino- pulpar
 Huesos del cráneo
 Tejido conectivo
 Periodonto

La hoja germinativa entodérmica da origen:


 Glándulas salivales submaxilar y sublingual
 Raíz de la lengua.
Formación de la cresta neural y distribución de las hojas
germinativas

Un suceso clave implica la diferenciación del sistema nervioso y del


tejido de la cresta neural a partir del ectodermo, la diferenciación del
mesodermo y el plegamiento del embrión en dos planos a lo largo de
los ejes cefalocaudal y lateral.

El sistema nervioso desarrolla un engrosamiento dentro de la hoja


ectodérmica en el extremo cefálico del embrión. Este engrosamiento
constituye la placa neural, que forma rápidamente unos márgenes
elevados, los pliegues neurales. Éstos a su vez engloban y delinean
una depresión de la línea media llamada surco neural. Los pliegues
neurales se unen oportunamente de modo que un tubo neural se
separa del ectodermo formando el piso de la cavidad amniótica. A
partir del tubo neural se desarrollan el cerebro y la médula espinal.

Cuando aparecen los pliegues neurales se puede distinguir un grupo


de células en su cresta. Estas células se separan del pliegue y se las
conoce como células de la cresta neural. Poseen la capacidad de
diferenciarse extensamente dentro del embrión en desarrollo,
originando una serie de estructuras (ganglios sensoriales, neuronas
simpáticas, meninges y cartílagos de los arcos branquiales).
También forman la mayor parte del tejido conectivo embrionario en
la región facial.

En un contexto odontológico, la migración adecuada de las células


de la cresta neural es esencial para el desarrollo de la cara y de los
dientes. En el síndrome de Treacher-Collins, por ejemplo, el
desarrollo facial completo no se produce porque hay una
interferencia en la migración de las células de la cresta neural hacia
la región facial. Todos los tejidos de los dientes y de su aparato de
sostén derivan directamente de un ectomesénquima de la cresta
neural.
Plegamiento del embrión

Un suceso crucial del desarrollo es el plegamiento del embrión


plano, a lo largo de los ejes cefalocaudal y lateral. El plegamiento de
la cabeza es crucial para la formación del estomodeo o boca
primitiva; es a través de este pliegue que el ectodermo bordea el
estomodeo y éste se separa del intestino por medio de la membrana
bucofaríngea.

El período embrionario es el más susceptible a la acción de agentes


teratógenos, pues está en plena organogénesis, con múltiples
migraciones y diferenciaciones simultáneas. El período fetal es
mucho menos susceptible, considerando que los tejidos están
migrando menos, proliferándose y diferenciándose mucho más, para
ganar madurez funcional y permitir la formación final de las partes
que las componen.

Conceptos básicos para el desarrollo embrionario craneofacial

Arcos Faríngeos

Para comprender el desarrollo craneofacial debemos tener en cuenta la


composición del sistema de los arcos branquiales
En un principio, el estomodeo se halla delimitado por arriba por la placa
neural, y caudalmente por la placa cardíaca en desarrollo. Se halla
separado del intestino anterior por la membrana bucofaríngea, la que
rápidamente se rompe, de modo tal que el estomodeo se comunica con el
intestino anterior.

Lateralmente, el estomodeo se halla limitado por el primer par de arcos


faríngeos o branquiales. Los arcos branquiales se forman en la pared
faríngea debido a una proliferación del mesodermo de la placa lateral en
esta región, reforzado por las células de la cresta neural. Se forman seis
engrosamientos cilíndricos (el quinto es una estructura transitoria en los
seres humanos) que se expanden desde la pared lateral de la faringe,
pasan por debajo del piso de ella, y se aproximan a sus contrapartidas
anatómicas que se expanden desde el lado opuesto. Al hacer esto, los
arcos separan progresivamente el estomodeo primitivo del corazón en
desarrollo.

Los arcos se ven claramente como abultamientos en las caras laterales del
embrión y se hallan separados por fuera por pequeñas hendiduras
llamadas surcos branquiales. Del lado interno de la pared faríngea se
hallan pequeñas depresiones llamadas bolsas faríngeas, las cuales
separan cada una de los arcos branquiales por dentro

El primer surco y la primera bolsa contribuyen a formar el conducto auditivo


externo. El segundo, tercero y cuarto surco normalmente se obliteran,
aunque a veces persisten a manera de un seno cervical. La segunda bolsa
faríngea origina la amígdala palatina, mientras que la tercera y cuarta bolsa
conforman las glándulas paratiroides y el timo. La quinta bolsa es
rudimentaria en los seres humanos, de tal forma que desaparece o se
incorpora a la cuarta bolsa.
Anatomía de un arco

Su cara interna se halla cubierta por endodermo (ectodermo en el caso del


primer arco) y la cara externa por ectodermo. Su parte central está
compuesta por mesénquima derivado de la cresta neural y del mesodermo.
El mesénquima de la cresta neural (llamado ectomesénquima) se
condensa y forma una barra de cartílago, el cartílago del arco. El cartílago
del primer arco se llama cartílago de Meckel y el del segundo de Reichert.
Los cartílagos de los otros arcos no tienen nombre propio.

Cada arco contiene también una arteria y un nervio. El nervio consta de


dos componentes, uno motor, que inerva los músculos del arco, y otro
sensitivo. El nervio del primer arco es el V par craneal o nervio trigémino, el
del segundo arco es el VII par craneal o facial, y el del tercer arco es el IX
par craneal o glosofaríngeo.
Los arcos branquiales primero, segundo y tercer juegan un papel
importante en el desarrollo de la cara, la boca y la lengua.

Por la superficie externa del embrión a los 24 días el primer arco da origen
a 2 procesos: el proceso mandibular, más voluminoso, que contiene el
cartílago de Meckel y el proceso maxilar, más pequeño. Ambos procesos
contribuyen a la formación del maxilar inferior y superior respectivamente.
El cuerpo de la mandíbula se desarrolla en forma independiente a partir del
tejido conectivo embrionario que rodea al cartílago de Meckel. La mayor
parte de este cartílago desaparece, sólo parte de él da origen a los huesos
del oído medio. El segundo arco o arco hioideo da lugar a la formación del
hueso hioides y a las regiones adyacentes del cuello.
CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LA CABEZA

En la formación y desarrollo de la cabeza hay que distinguir dos regiones: la


región neurocraneana y la región visceral.

• Región neurocraneana: esta región morfológicamente la más visible del


embrión y a partir de ella se forman las siguientes estructuras:
- Las estructuras óseas o de sostén (calota craneal).
- El sistema nervioso cefálico.
- Los ojos, los oídos y la porción nerviosa de los órganos olfatorios.

Desarrollo de placodas

En la superficie externa del embrión hay placodas, que son áreas


redondeadas de ectodermo engrosado especializado que se encuentra en
el lugar donde se desarrollan los órganos sensoriales especiales. El área
facial del embrión tiene dos placodas ópticas, que inicialmente se ubican
como peces en cada lado del proceso frontonasal. Más adelante en el
desarrollo, estas placodas ópticas migran medialmente desde sus
posiciones laterales y forman los futuros ojos y el tejido asociado. Las dos
placodas óticas se colocan aún más lateral y posteriormente y forman fosas
que crean el futuro oído interno y el tejido asociado a medida que parecen
elevarse a su posición madura como resultado de su crecimiento relativo.
Las partes del aparato branquial cercano del cuello embrionario más tarde
forman el oído externo y el oído medio.
Además de las placodas ópticas y óticas, las dos placodas nasales se
forman en la parte anterior del proceso frontonasal, justo por encima del
estomodeo, durante la 4° semana de VIU. Estas estructuras tipo botón se
forman como engrosamientos ectodérmicos bilaterales que más tarde se
convierten en epitelio olfatorio para la sensación del olfato, que se
encuentra en la nariz madura.
Cerebro en Proceso
• Región visceral: es visible en la etapa fetal y postnatal y dará origen a:
desarrollo frontonasal
- La porción inicial de los sistemas:
Placoda Placodas
óptica la boca o cavidad bucal y sus anexos.
a) Digestivo: nasales
b) Respiratorio: la nariz y las fosas nasales.
Estomodeo
- LasPlacoda
estructuras faciales, que se forman a partir de los arcos branquiales

ótica
(originados, a su vez, de la faringe primitiva) con sus tejidos duros y blandos.
Estas dos regiones se diferencian simultáneamente pero crecenCorazón en
con un ritmo

desarrollo
distinto, la región neurocraneana es más precoz y muy visible en el período
embrionario, mientras que la visceral se desarrolla y crece más rápidamente en
la etapa fetal y postnatal.

CRECIMIENTO Y DESARROLLO PRENATAL DE LA CARA

El crecimiento de la cara inicia a partir de la 4° semana hasta la 8° semana.


En la formación de la cara participan 5 procesos que se encuentran alrededor
del ESTOMODEO que son:

Proceso frontonasal
Procesos maxilares
Procesos nasales medios
Procesos nasales laterales
Proceso Frontonasal: Desarrollo del Mesénquima Ventral del prosencéfalo
constituye el techo del ESTOMODEO.
Procesos mandibulares
2 Procesos Maxilares: Derivado del 1 Arco mandibular forma las paredes
laterales del estomodeo.
2 Procesos Mandibulares: Deriva del 1° Arco Branquial y forma el Piso del
estomodeo.
Membrana Bucofaríngea: Se reabsorbe el día 26 forma la pared posterior del
Estomodeo, el estomodeo, una depresión pequeña, señala donde se ubicara la
boca.

Para algunos autores participan 7 procesos ya que incluyen a los dos procesos
nasales laterales. Para constituir el macizo facial los procesos se fusionan entre
sí. La fusión de los diferentes procesos puede realizarse a través de dos
mecanismos:

a) La fusión aparente o consolidación aparente: Es consecuencia de


que los Procesos crecen de forma desigual. Existen áreas de menor
crecimiento con respecto a las estructuras vecinas cuando crecen
alcanzan el mismo nivel que sus bordes (Nivelación) a esto se llama
Consolidación Remodeladora o Fusión Aparente. Ejemplo: fusión de
los procesos nasales internos
b) La fusión real o mesodermización: consiste en la unión a través del
mesénquima de procesos que se han desarrollado previamente de
forma independiente. Para que sea posible los epitelios se enfrentan
primero, luego se desintegran y finalmente el mesénquima de un
proceso se une con el otro. Simultáneamente se produce la
reepitelización superficial quedando así constituido un único proceso.
Ejemplo: fusión del paladar secundario.

Etapas que siguen los procesos involucrados y sus movimientos o


desplazamientos, para determinar la configuración de la cara:

1. El proceso maxilar crece y se dirige hacia arriba y hacia adelante


extendiéndose por debajo de la región del ojo y, por encima de la cavidad bucal
primitiva.
2. El proceso mandibular, en cambio, progresa hacia la línea media por debajo
del estomodeo para fusionarse con el del lado opuesto y formar la mandíbula y
el labio inferior. El 1e r arco también da origen a los tejidos blandos asociados a
la cavidad bucal. El nervio específico de la región es el V par. El cartílago de
Meckel guiará la osificación del cuerpo de maxilar inferior, pero no participará
en forma directa, como ocurre en los mecanismos de osificación endocondral.
3. Los procesos mandibulares con los maxilares se fusionan lateralmente en la
región superficial para formar la mejilla, reduciéndose de esa forma la abertura
bucal.
4. Como resultado de un crecimiento mayor de las partes laterales con
respecto a la región frontonasal, las fosas olfatorias se acercan y el delgado
espacio comprendido entre ambas se eleva y, da lugar al dorso y punta de la
nariz. El ala de la nariz se forma por fusión de los procesos nasales laterales
con los maxilares, separados al comienzo por el surco nasolagrimal, que al
fusionarse se tuneliza dando lugar al conducto nasolagrimal. La nariz al
comienzo es chata y ancha, con las ventanas nasales muy separadas dirigidas
hacia adelante. Al elevarse el dorso de la nariz se acerca y debido a ello los
orificios nasales se dirigen hacia abajo.
Al mismo tiempo los ojos migran hacia adelante facilitando la visión binocular y
la frente crece por expansión del frontal.
5. Los procesos nasomedianos (PrNm) se unen por fusión «aparente» y forman
la porción media del labio superior llamada (fíltrum), las zonas laterales del
labio superior se forman por la fusión de los procesos nasales medios con los
procesos maxilares respectivos.

Semana 4:
Semana 5: Formación de la Semana 5-6: unión de los
-Inicia desarrollo de la región mejilla procesos nasales medio
nasal

Semana 6: Semana 6-7:


-Labio inferior -nariz
Semana 7: formación pabellón
-Mentón -fosa nasal
auricular
-Mandíbula -labio superior
-Región inferior de la mejilla -ala de la nariz

Semana 10: fusión de los Semana 10-11: Fusión del


parpados paladar
Formación de la región nasal

Durante la cuarta semana, el tejido alrededor de las placodas nasales


en el proceso frontonasal experimenta un crecimiento, iniciando así el
desarrollo de la región nasal y la nariz. Las placodas se sumergen,
formando una depresión en el centro de cada placoda, las fosas
nasales (o fosas olfativas). Estas fosas nasales se desarrollan luego
en la cavidad nasal.

La profundización de las fosas nasales produce un saco nasal que


crece internamente hacia el cerebro en desarrollo. Al principio, los
sacos nasales están separados del estomodeo por la membrana
oronasal. Esta membrana temporal se desintegra y pone en
comunicación las cavidades nasal y oral en el área de las coanas
primitivas, posterior al paladar primario en desarrollo. Al mismo
tiempo, las conchas nasales superior, media e inferior se desarrollan
en las paredes laterales de las cavidades nasales en desarrollo.

Algunos de los senos paranasales se desarrollan más tarde durante el


período fetal y otros se desarrollan después del nacimiento. Todos se
forman como excrecencias de las paredes de las cavidades nasales y
se convierten en extensiones llenas de aire de las cavidades nasales
en los huesos adyacentes, como en el maxilar y el hueso frontal.

El tejido que crece alrededor de las placodas nasales aparece como


dos hinchazones en forma de herradura ubicadas entre las fosas
nasales. Se da el nombre de proceso nasal lateral a la porción
externa y de proceso nasal medio a la porción interna.

En el desarrollo futuro, los procesos nasales medios se fusionarán


externamente para formar la parte media de la nariz desde la raíz de
la nariz hasta el ápice de la nariz, así como también el filtrum del labio
superior.
Los procesos nasales medios también se fusionan internamente y
crecen inferiormente en el interior del estomodeo, formando el
segmento intermaxilar (o segmento premaxilar) hacia el final de la
séptima semana de desarrollo prenatal. El segmento intermaxilar está
involucrado en la formación de ciertos dientes maxilares (incisivos) y
estructuras asociadas, como el paladar primario y el tabique nasal.

En el desarrollo futuro, los procesos nasales laterales forman el ala de


la nariz y la fusión de los procesos nasal lateral, proceso nasal medio
y proceso maxilar forman la nariz. La nariz embrionaria permanece
visualmente plana, sin embargo, hasta el período fetal, cuando se
completa el desarrollo facial tiene una apariencia más madura y
elevada.

Los procesos maxilares crecen medialmente y se aproximan tanto a


los procesos nasales medios como a los laterales, pero permanecen
separados de ellos mediante surcos distinguibles. El epitelio del piso
de ese surco se separa de la superficie y se canaliza para formar el
conducto nasolacrimal. Una vez que el conducto se ha separado, los
dos procesos se unen por un tejido mesenquimático.

El crecimiento medial del proceso maxilar empuja el proceso nasal


medio hacia la línea media, donde se fusiona con su contraparte
anatómica del lado opuesto. De esta manera, se forma el labio
superior a partir del proceso maxilar y el proceso nasal medio. El labio
inferior se forma, por supuesto, por la fusión de los dos procesos
mandibulares.

La cara se desarrolla entre los días 24 y 38 del desarrollo. En este


momento, parte del epitelio que cubre los procesos faciales se puede
distinguir como odontogénico. Sobre el borde inferior del proceso
maxilar y el borde superior del arco mandibular donde se forma el
margen lateral del estomodeo, el epitelio comienza a proliferar y a
formar un engrosamiento epitelial, que es el epitelio odontogénico.
También un engrosamiento epitelial odontogénico se desarrolla en el
lado lateral del proceso nasal medio, pero no es hasta el día 37 del
desarrollo, cuando se unen los procesos, donde se observa una placa
única de epitelio engrosado, la banda epitelial primaria.

Formación de aurícula y párpados

Al comienzo de la sexta semana, aparecen 6 montículos


mesenquimatosos auriculares, 3 a cada lado de la primera hendidura
branquial o surco. Durante la séptima semana, el pabellón auditivo de
la oreja tomará su forma adulta.

En la sexta semana, los párpados comienzan a formarse a partir de


mesénquima de la cresta neural y de 2 pliegues cutáneos de
ectodermo que crece sobre la córnea. Los párpados crecen
rápidamente hasta que se encuentran y fusionan entre ellos en la
décima semana. En este momento, una lámina epitelial persistente
surge entre los párpados. Entre las semanas 26 y 28 antes de que los
párpados vuelvan a abrirse, las pestañas y las pequeñas glándulas de
Meibomio comienzan a diferenciarse del revestimiento epitelial
común.

Formación del paladar

El paladar se forma a partir de 3 primordios: un proceso palatino en la


línea media y 2 procesos palatinos laterales emparejados. Al
comienzo de la sexta semana, la fusión de los procesos nasales
medios emparejados forma el segmento intermaxilar. A partir de esto,
una masa de mesénquima anterior primaria en forma de cuña se
extiende hacia atrás, entre las superficies internas de los maxilares en
desarrollo, para formar el paladar primario.
El paladar primario da lugar a la premaxila, la porción medial anterior
del maxilar que encierra los 4 incisivos superiores. El paladar
secundario es el primordio del paladar duro y blando remanente.

En relación con el desarrollo del paladar secundario, de la cara


interna de los procesos maxilares que forman las paredes laterales de
la boca, se originan dos prolongaciones a manera de estantes que se
denominan procesos palatinos laterales. Estos crecen hacia la línea
media para unirse más adelante entre sí y formar el paladar
secundario.

Los procesos palatinos laterales, inicialmente se dirigen hacia abajo a


cada lado de la lengua. Al final de la octava semana, al descender la
lengua y el piso de la boca, los procesos palatinos, cambian de
dirección dirigiéndose hacia arriba y están dispuestos en forma
oblicua. Este cambio de orientación se ve facilitado por la liberación
de ácido hialurónico por el mesénquima de cada proceso palatino.

A las nueve semanas ambos procesos palatinos aparecen en


disposición horizontal, muy próximos, pero no unidos. Cuando los
procesos palatinos entran en contacto por primera vez, cada una está
completamente cubierta por un epitelio homogéneo. Un epitelio
especial surge en el borde de cada proceso palatino, lo que facilita la
fusión final de estos. El epitelio en la superficie de la cavidad nasal del
paladar se diferenciará en epitelio ciliado columnar. El epitelio en el
lado de la cavidad oral del paladar se diferenciará en epitelio
escamoso estratificado.

A la 10ª semana el paladar secundario se fusiona con el paladar


primario (de forma triangular con el vértice dirigido hacia atrás)
anteromedialmente para formar una línea de fusión en forma de Y.
Como vestigio de esta unión entre ambos paladares queda el agujero
incisivo. El rafe palatino resulta de la unión de los procesos palatinos
laterales entre sí. La osificación se produce gradualmente en el
paladar primario y luego se extiende a los procesos palatinos para
formar el paladar duro. Las porciones posteriores de los procesos
palatinos no se osifican. Más bien se extienden posteriormente al
tabique nasal y se fusionan para formar el paladar blando y la línea
media de la úvula.

Hacia arriba los procesos palatinos se unen con el tabique nasal, de


esta manera se forma el techo definitivo de la cavidad bucal y, por
ende, el piso de las fosas nasales. Al unirse los procesos palatinos
con el tabique nasal se separa la fosa nasal derecha de la izquierda.
Previamente en las paredes laterales de las fosas nasales se forman
repliegues que constituirán los cornetes superior, medio e inferior. De
esta forma, la cavidad bucal y las cámaras nasales quedan separadas
entre sí, esto permitirá después del nacimiento respirar y comer en
forma simultánea.
Desarrollo del cráneo

El cráneo puede dividirse en: bóveda craneal y base craneal.

Desarrollo de la bóveda craneal

La característica más llamativa de la región cefálica embrionaria en


las semanas 6 a 7 de gestación es la prominencia frontonasal. Se
trata de una estructura impar que forma una membrana
desmocraneal, que recubre el cerebro anterior y se extiende lateral e
inferiormente a cada lado de la cabeza en desarrollo para unirse a los
procesos maxilares en desarrollo. La porción interna de la membrana
contiene las células de la cresta neural y da origen a la duramadre
que recubre el encéfalo. La porción interna de la membrana
desmocraneal, la ectomeninge, está formada en su superficie por
ectodermo, debajo del cual está el mesodermo paraxial.

Hacia la 8 semana de gestación, comienzan a observarse los


blastemas iniciales de hueso en el seno de la ectomeninge, primero
en el hueso frontal y en la porción escamosa del temporal, y más
adelante en el hueso parietal y en la porción escamosa del occipital. A
lo largo de las siguientes 4 semanas, estas condensaciones de hueso
aumentan constantemente de tamaño mediante una expansión radial
de tejido esquelético recién diferenciado en el interior de la
ectomeninge. Debido a que el desarrollo del hueso nuevo supera la
velocidad de crecimiento del encéfalo, los frentes de hueso periférico
cada vez están más cerca unos de otros, hasta que se aproximan
entre sí y forman unas láminas monocapa de huesos planos alrededor
de las 12 semanas de gestación. En este momento, el tejido fibroso
interpuesto adquiere una gran celularidad y se forman articulaciones
fibrosas (suturas) entre los elementos óseos individuales.

El crecimiento de los huesos de la bóveda craneal constituye una


forma especializada de osificación intramembranosa que comienza en
la etapa prenatal en forma de blastemas de tejido óseo que surgen de
novo en el seno de la capa media de la membrana desmocraneal que
cubre el encéfalo.

El desarrollo y el crecimiento de la bóveda craneal en su conjunto, y


del hueso en las articulaciones de las suturas, dependen sobre todo
de la expansión del encéfalo y de otros contenidos intracraneales.
Además, se ha demostrado con claridad que las suturas son
localizaciones secundarias, compensatorias y adaptativas de
crecimiento óseo que responden normalmente a fuerzas
biomecánicas.

A medida que el encéfalo se expande durante el desarrollo prenatal y


durante la primera década de la vida posnatal, se generan fuerzas en
el neurocráneo que provocan una expansión de la bóveda craneal
hacia el exterior, con una tendencia a separarlos entre sí en los límites
constituidos por las suturas. En condiciones normales, el sustrato
celular y molecular asociado con la duramadre, el periostio y la sutura
responden a este desplazamiento biomecánico del mismo modo en el
que lo hace el periostio de todo el sistema esquelético: iniciando y
manteniendo la osteogénesis en las suturas para mantener la
proximidad de las estructuras esqueléticas adyacentes. Sin embargo,
cuando hay anomalías del sustrato biológico de la sutura, como
sucede en muchos síndromes genéticos como, por ejemplo, los de
Crouzon, Apert y Jackson-Weiss, cada uno de los cuales puede
asociarse con mutaciones de FGFR-2, puede producirse una
craneosinostosis prematura. La anomalía opuesta (una reducción del
crecimiento de las suturas, que permanecen abiertas de forma
prolongada), como se observa en la disostosis cleidocraneal, puede
deberse a anomalías asociadas con los factores de crecimiento,
incluyendo en particular a Runx2, que son necesarios para la fusión
normal de las suturas.
Desarrollo de la base craneal

La membrana ectomeníngea que rodea al cerebro en desarrollo en la


región de la base del cráneo da lugar a varios elementos
cartilaginosos pares que forman el condrocráneo embrionario. El
primer esbozo cartilaginoso que se forma procede de las células de la
cresta neural hacia la 6ª semana de gestación y se corresponde a los
cartílagos paracordales, que rodean el extremo proximal de la
notocorda y dan origen a la base anterior del cráneo. El componente
posterior de la base del cráneo deriva principalmente del mesodermo
y forma el hueso basioccipital. El desarrollo del condrocráneo
prosigue a continuación en sentido rostral hasta la cápsula ótica, que
formará la porción petrosa del hueso temporal, los cartílagos
postesfenoidal, preesfenoidal, aliesfenoidal y orbitoesfenoidal del
hueso esfenoides, así como la cápsula nasal y el mesetmoides, que
formará el hueso etmoides, el cornete inferior y el tabique nasal. Hacia
la 8ª semana de gestación, los elementos cartilaginosos individuales
se fusionan para formar una placa única de cartílago hialino primario,
la placa basal, que se extiende desde el agujero magno en sentido
rostral hasta la punta de la cavidad nasal.
Las sincondrosis de la base del cráneo son articulaciones
cartilaginosas temporales localizadas entre huesos de origen y
crecimiento endocondral. Durante el desarrollo, las sincondrosis de la
base del cráneo se fusionan por sinostosis y se obliteran cuando el
elemento esquelético alcanza su tamaño y forma maduros. Los
puntos importantes de crecimiento son las sincondrosis
esfenooccipital, sincondrosis interesfenoidal, y sincondrosis
esfenoetmoidal.
Desarrollo de la mandíbula

La mandíbula se desarrolla de forma bilateral en el interior de los


procesos mandibulares del primer arco branquial. Cada proceso
mandibular embrionario contiene un núcleo cartilaginoso similar a una
barra, el cartílago de Meckel. A lo largo de su recorrido, el cartílago de
Meckel en su parte distal va acompañado por la división mandibular
del nervio trigémino, así como por la arteria y la vena alveolares
inferiores.

Hacia la 6 semana de gestación, aparece un centro de osificación en


la membrana pericóndrica lateral al cartílago de Meckel. Es
fundamental observar que la osificación de la mandíbula tiene lugar
en la membrana lateral y adyacente al cartílago de Meckel y no en el
interior del propio cartílago de Meckel. Por tanto, está claro que la
mandíbula se desarrolla y crece después por osificación
intramembranosa y no por osificación endocondral y sustitución del
cartílago de Meckel.

La osificación intramembranosa del cuerpo de la mandíbula se


produce en sentido distal hacia la sínfisis mentoniana y en sentido
proximal hasta la región del agujero mandibular. Según se produce
esto, el cartílago de Meckel comienza a degenerar e involuciona a
medida que el fascículo neurovascular inferoalveolar va quedando
envuelto progresivamente por el hueso mandibular intramembranoso
en desarrollo. El cartílago de Meckel desaparece por completo hacia
la 24 semana de gestación y queda en forma de vestigio como
ligamento esfenomandibular denso, del que se desarrollan el martillo
y el yunque.

Desarrollo del maxilar superior

El maxilar superior también se desarrolla a partir de un centro de


osificación en el mesénquima del primer arco, sin embargo,
contrastando con la mandíbula el centro se halla dentro del proceso
maxilar. El centro de osificación aparece en el mesénquima que
ocupa el ángulo entre el nervio infraorbitario y su rama dental
anterosuperior. Desde este centro, la formación del hueso se extiende
hacia atrás por debajo de la órbita hacia el cigoma en desarrollo y
hacia adelante hacia la futura región incisiva. La osificación también
avanza dentro del proceso palatino para formar el paladar duro.
También un cartílago contribuye al desarrollo del maxilar superior. Un
cartílago cigomático, o malar aparece en el proceso cigomático en
desarrollo.

En el momento del nacimiento el proceso frontal del maxilar superior


se halla bien marcado, pero el cuerpo del hueso consiste en un poco
más que el proceso alveolar que contiene los gérmenes dentarios y
los procesos cigomáticos y palatinos, pequeños pero distinguibles. El
cuerpo del maxilar es relativamente pequeño porque el seno maxilar
no se ha desarrollado. Este seno comienza su desarrollo durante la
16° semana como un surco poco profundo sobre la cara nasal del
maxilar superior en desarrollo. En el momento del nacimiento es aún
una estructura rudimentaria del tamaño de una arveja pequeña.

Postmaxilar Premaxilar

Arriba: formar parte de Arriba: formar parte de


apófisis ascendente apófisis ascendente

Apófisis del Piso de la


malar orbita

Adelante: espina nasal


anterior

Apófisis alveolar incisiva


(dependiendo desarrollo
Porción alveolar posterior (desde dentario)
mesial del canino hasta molares)
Crecimiento posnatal de la cara

La cara se divide en tercio superior, tercio medio (cara media) y tercio


inferior. La maxila es el hueso principal de la cara media y muestra el
crecimiento vertical predominante asociado a la base del cráneo. En los
primeros años de vida postnatal, el crecimiento del cráneo predomina sobre
el crecimiento facial. Al mismo tiempo, el crecimiento mandibular es
exuberante y el crecimiento maxilar se reduce.
El tercio superior se define como la región de las órbitas y el ojo. El tercio
medio, formado principalmente por los huesos maxilares y cigomáticos, es
la región situada entre las órbitas y la arcada dental superior. El tercio
inferior de la cara, formado por la mandíbula, se desarrolla por completo a
partir del primer arco branquial, por lo que deriva totalmente del
viscerocráneo. La mandíbula se desarrolla y crece a través de una forma
especializada de formación intramembranosa tanto de hueso como de
cartílago secundario.

Crecimiento facial posterior

Al nacer, el cráneo tiene un sistema de sutura sagital que divide el cráneo y


la cara en mitades izquierda y derecha. Anteriormente, este sistema está
formado por la sutura metópica, la sutura internasal, la sutura intermaxilar y
la sínfisis mandibular. Posteriormente, el sistema de sutura sagital se divide
alrededor del cuerpo del hueso esfenoidal, a lo largo del cartílago entre el
cuerpo del esfenoides y las alas mayores del esfenoides. Sin embargo, el
sistema sagital no divide todo el cráneo porque otras estructuras de la línea
media se extienden desde el agujero magnum hasta el nasión. Estas
estructuras comprenden el basioccipital, basifenoide, alas menores del
esfenoides, la placa perpendicular del etmoides y la porción interorbital del
hueso frontal.

El maxilar superior tiene poca altura con escasa distancia entre el piso o
suelo de la órbita y la bóveda palatina. La apófisis alveolar en desarrollo
aloja los gérmenes dentarios en evolución. Los senos maxilares sólo miden
en el recién nacido entre 3 a 4 mm. Los senos frontales y esfenoidales aún
no se han desarrollado. En conjunto los senos paranasales alcanzan sus
verdaderas dimensiones en la pubertad y muy en especial los senos
maxilares, cuando se produce toda la erupción de los dientes permanentes.

A la 8-9 semanas, el esqueleto inicial de la cara es cartilaginoso y está


compuesto por la cápsula nasal en la cara superior y el cartílago de Meckel
en la cara inferior. El condrocráneo forma la base del cráneo. A las 12
semanas, la mayoría de los centros de osificación han aparecido en los
huesos membranosos, y el hueso etmoidal encondral ha comenzado a
osificarse. La osificación luego procede dentro de estos huesos.

A los 6 meses de vida postnatal, al erupcionar los incisivos primarios,


ambos maxilares, superiores e inferiores, se encuentran en el mismo plano
frontal. Durante el período fetal tardío y hasta el primer año postnatal, el
crecimiento en el ancho del esqueleto craneofacial ocurre en el sistema de
sutura medio sagital. El mecanismo principal de este crecimiento es la
ampliación progresiva del cerebro y el crecimiento del cartílago entre el
cuerpo y las alas mayores del hueso esfenoidal.

En el primer año de vida, la sutura metópica se une, y poco después, la


sínfisis mandibular se une. Entonces las alas mayores del esfenoides se
unen con el cuerpo esfenoidal. Estos cambios cierran el sistema de sutura
sagital de la línea media y deja de ser un sitio de crecimiento.
Aproximadamente a los 3 años, la osificación de las placas cribiformes une
los cuerpos etmoidales con la placa perpendicular, creando un solo hueso
etmoidal y estabilizando la región nasal superior e interocular. Se ha
sugerido que el crecimiento progresivo del cartílago septal nasal "empuja"
la cara media hacia delante y contribuye así al crecimiento facial
anteroposterior.

Después del tercer año, aún es posible la separación de los huesos


maxilares, así como la separación del hueso cigomático del maxilar. Sin
embargo, con la finalización del crecimiento de las órbitas entre el séptimo
y el décimo año, el movimiento hacia fuera del maxilar y el cigoma cesan
en estas suturas. El crecimiento adicional del esqueleto facial superior tiene
lugar mediante la deposición del hueso superficial en asociación con la
resorción ósea interna.

Remodelación Facial de la Infancia a la Edad Adulta

A medida que uno envejece desde la infancia hasta la edad adulta, hay un
constante crecimiento y remodelación de los huesos faciales, lo que resulta
en cambios en la morfología facial. En general, hay un crecimiento hacia
adelante y hacia abajo de la cara con la edad progresiva. Como
generalidad, las estructuras más alejadas se encuentran en el
neurocráneo, cuanto más crecen y más aumentan de tamaño. Por lo tanto,
el crecimiento de la mandíbula comienza más tarde y continúa más tiempo
que el crecimiento de la cara media y las órbitas.

Durante la primera década de la vida, la frente crece en una dirección


anterior y ligeramente ascendente. Esto contribuye a la elevación y
ensanchamiento del puente nasal . La región cigomática / maxilar crece
progresivamente en sentido posterior a medida que el arco dental se alarga
mediante la adición de hueso nuevo en el margen posterior del maxilar. La
parte del maxilar anterior al arco cigomático retrocede mientras que la
porción posterior aumenta de tamaño.

El retroceso de la región malar y el crecimiento hacia adelante de la región


supraorbital sirven para extraer las dimensiones anteroposteriores de la
cara. El borde orbital inferior y el borde orbital superior están en el mismo
plano coronal en la cara joven, pero en la cara más adulta, la región
supraorbital sobresale hacia adelante de la mejilla. En el plano transversal,
los huesos maxilares y los cuerpos etmoidales se separan unos de otros,
de modo que la distancia interocular aumenta con la edad.

El movimiento del área nasal combinado con el movimiento malar produce


un aumento en el tamaño vertical y el ancho de la parte superior de cada
cavidad nasal. La rama mandibular se vuelve progresivamente más
profunda en su dimensión anteroposterior. La rama también aumenta en
dimensión vertical, acomodando el marcado crecimiento hacia abajo del
complejo nasomaxilar y la erupción de los dientes.

La cara aumenta aceleradamente de tamaño a expensas del desarrollo de


las fosas nasales, senos maxilares y la erupción dentaria. Esta última trae
apareada el aumento progresivo del diámetro sagital y vertical de la cara,
así como la disminución del ángulo de la mandíbula y la posición oblicua de
las apófisis pterigoides.

La cara joven parece algo braquicéfala porque es relativamente ancha y


verticalmente corta. La dentición aún no se ha establecido completamente,
y las mandíbulas aún no han alcanzado su extensión vertical completa.
Una cara joven también parece pequeña en comparación con el cráneo
cuando se comparan los tamaños craneofaciales con un cráneo adulto. Por
lo tanto, en comparación con una cara adulta, la cara joven parece "linda",
con ojos grandes, una mandíbula pequeña, una nariz pequeña, mejillas
prominentes, una frente alta y plana.
El crecimiento del cráneo y de la cara constituye, por todo ello, un proceso
muy complejo que, según Gardner, se realiza por la acción combinada de 4
fenómenos biológicos diferentes: la sustitución del cartílago por el hueso, el
crecimiento a nivel de las suturas, la aposición ósea periférica asociada a la
resorción interna y la erupción dentaria.
Para Enlow existen 3 procesos esenciales que conducen al crecimiento y al
desarrollo de los diversos huesos craneales y faciales: 1) aumento de
tamaño; 2) remodelación ósea y 3) desplazamiento de los huesos. Los dos
primeros mecanismos se hallas relacionados por una combinación de
resorción y aposición ósea. En cambio, el desplazamiento consiste en un
movimiento de los huesos que aleja uno de otro a nivel de sus uniones
articulares.

El crecimiento craneofacial regulado por factores hereditarios y factores


ambientales que pueden modificar el patrón total de este crecimiento ha
dado lugar a diferentes biotipos faciales asociados con los tipos de cabeza,
entre los que destacan el tipo dolicocéfalo y el braquicéfalo.

Además, es importante mencionar, que si existe alguna alteración durante


la fusión de los procesos puede ocasionar anomalías en la formación de la
cara y la cavidad bucal. Las anomalías más comunes son el labio hendido
y el paladar hendido. El primero se produce por una alteración de la fusión
de los procesos nasales medios con los procesos maxilares. El paladar
hendido se produce por la falta de fusión de los procesos palatinos
laterales entre sí o con el tabique nasal o con el paladar primario.

Anomalías y alteraciones en la formación de la cara y cavidad bucal

Labio hendido es la anomalía más frecuente (alteración de los procesos


nasales medios con procesos maxilares)

Paladar hendido (alteración de fusión de procesos palatinos laterales entre sí o


con paladar primario)
Cuando el labio fisurado va acompañado con paladar hendido se denomina fisura
lap (labio alveolo palatino), causada por un agente teratógeno que actúa durante
el lapso comprendido entre las 4 a 11 semanas de gestación

Alteraciones de los mecanismos de fusión de la cara

Hendiduras faciales:

A. Hendidura facial oblicua: falta de fusión del proceso nasal externo con
el proceso maxilar. Conducto nasolacrimal queda abierto.

B. Hendidura facial transversales o laterales: falta de fusión de los


procesos maxilares y mandibulares.

Síndromes del primer arco

Síndrome de Pierre-Robin:

• Micrognatia

• Fisura palatina y retracción de la lengua.

• La mandíbula pequeña ocasiona desplazamiento de la lengua hacia


abajo y atrás dificultando la respiración.

• Acompañado de defectos en los ojos y orejas.

• Hendidura palatina generalmente bilateral en forma de U.

Síndrome de Treacher Collins o disostosis mandíbulo-facial

• Micrognatia acompañado de hipoplasia de los huesos malares.

• Defecto en los párpados inferiores y oídos externos.

• Se transmite por un gen autosómico dominante (TCOF-1).


Conclusiones

 Los procesos o prominencias son muy importantes porque


determinan, por su fusión y crecimiento especializado, el tamaño y la
integridad del desarrollo de la cara.
 Dentro del desarrollo de la cara pueden presentarse una serie de
defectos, como fisuras y hendiduras, por fusión parcial o incompleta
de estos tejidos mesenquimáticos.
 Todo ortodoncista debe conocer el crecimiento y desarrollo
craneofacial ya que es difícil comprender los transtornos que
presentan los adultos sin conocer los procesos de desarrollo que han
dado lugar a estos transtornos.
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