Orden de Palabras en Diacronía

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DEL SUJETO POSPUESTO AL CAMBIO DE ORDEN DE

PALABRAS EN ESPAÑOL
(Estudio diacrónico basado en textos de los S. XIII y XX)

RICARDO RODRÍGUEZ RUIZ


[email protected]

INSTITUTO DE CIENCIAS SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS

LITERATURA Y LINGÜÍSTICA
RESUMEN
La investigación estará dirigida al estudio del orden de palabras en la oración simple en español. No se
pretende abarcar todo el tema. El aspecto específico es la evolución de dicho orden entre dos momentos de
la historia de la lengua. Con atención especial a la posposición del sujeto, el aspecto de la tipología lingüística
y gramaticalización. Así como, el enfoque pragmático y discursivo del estudio de la lengua, por ejemplo
animacidad.
El objetivo general del estudio es hacer una descripción comparativa del estado de lengua, con las
acotaciones previstas, entre los dos momentos de su desarrollo, a saber, el s. XIII y el s. XX. Con base en
corpus tomados de textos escritos de ambos momentos.
Consideraremos también las perspectivas del estudio. Los autores, sus corrientes y métodos que orientan
este trabajo. Las características del corpus. Las técnicas específicas de análisis de la información y en parte
de la presentación de resultados. Algún avance de resultados previos. Criterios teóricos para la evaluación de
los resultados y, por último, alguna consecuencia práctica de un estudio de este tipo.

0. Introducción

El presente trabajo forma parte de una investigación más amplia sobre gramática

histórica. En este texto el tema se limita al sujeto pospuesto, estudiado de manera

diacrónica a través de textos del s. XIII y XX. Los primeros datos obtenidos sugirieron una

fuerte tendencia hacia la posposición del sujeto en las oraciones analizadas

correspondientes a los textos del s. XIII. La revisión del corpus estuvo orientada hacia los

factores o circunstancias que favorecerían la mencionada posposición del sujeto.

El análisis de algo más de 500 oraciones muestra un sujeto pospuesto hasta en un 60%

contra 18% de posposición en una muestra similar tomada de un escrito del s. XX. En mi

estudio pretendo: establecer algunas correlaciones entre la posposición y variables tales

como nuevo/conocido, tipos de verbos y animacidad, tomando como referencia los datos

del texto del s. XX; también procuro enumerar y describir los diferentes órdenes de

palabras oracionales predominantes en el corpus; por último, enunciar las hipótesis de

mayor libertad posicional de la lengua del corpus del s. XIII, en contraposición con una

mayor rigidez del español del texto contemporáneo; y, la mayor frecuencia relativa de sujeto

léxico en textos del s. XIII. El corpus del s. XIII está constituido por oraciones con sujeto

explícito, tomadas de la Crónica general y de Historia troyana, excluyendo las oraciones

copulativas con los verbos ser y estar.


En cuanto a la posición del sujeto en el español del siglo XX, encontramos, que desde el

punto de vista del orden de palabras u orden de constituyentes, aparentemente hay una

libertad irrestricta. Sin embargo, hay algunas constantes, por ejemplo: existen numerosas

oraciones sin sujeto explícito, hasta un 80% 1, (DAVIDSON, Brad, 1986) así como también

hay muchas con sujeto léxico e incluso pronominal. Al respecto, (BOLINGER, 51 )

caracteriza el orden de palabras del español desde el punto de vista pragmático. ‘El orden

sujeto-verbo predomina sobre el orden verbo-sujeto en español, pero este hecho

estadístico no debe ser interpretado mecánicamente’. Para lo cual, requiere en primer lugar

distinguir una mezcla de orden libre y petrificado, es decir algunos sintagmas tienen un

orden fijo; en cambio otros lo tienen libre, como ‘sujeto-verbo’, ‘verbo-objeto’ ‘adjetivo-

sustantivo’, etc. (p. 45). Y Givón dice que el español es una lengua VO (GIVÓN, Talmy,

210).. En lugar de ello podríamos caracterizar dicho orden como (S)VO a diferencia de

textos como (EGRAE2,396), el cual no se compromete con formulaciones categóricas y sólo

da ejemplos y motivaciones subjetivas respecto de distintas posibilidades de orden lineal.

Las oraciones3 del XX comprenden también sólo aquellas con sujeto léxico o frase nominal,

y verbo conjugado, correspondientes a La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska, en

las cuales encontramos hasta un 85% de orden SV(O), considerando que este corpus

comprende oraciones con verbos transitivos e intransitivos. En este estudio no

1
, Spanish is pro-drop language in which subject pronouns are frequently omitted (80%); traditionally the function of
overt subject pronoun has been regarded as ‘emphatic’ or ‘contrastive’ I argue that their use is much more substantial
and definable than this.
2
‘Con sujetos nominales de tercera persona, aparece con mucha frecuencia el sujeto antepuesto; pero la inversión de este
orden lineal abunda también en todas las épocas (…) con la misma abundancia aparece en nuestra época el verbo
antepuesto al sujeto, tanto en el habla coloquial como en textos literarios’, p. 396
Por lo general el hablante tiende a anteponer el elemento que por cualquier motivo estima como más interesante’. p. 395
3
‘[SP] (…) sintagma bimembre entre cuyos miembros se establece una relación predicativa’, LOPE BLANCH, p. 95,
96. En este caso, sólo los que tienen un verbo conjugado, a diferencia de Lope que no lo considera necesario ni tampoco
la presencia del sujeto gramatical propiamente dicho, el sintagma nominal que concuerda en número y persona con el
verbo. La cláusula es ‘una unidad fundamentalmente conceptual (…) caracterizada formalmente: su límite es la pausa
final’ p. 98
ahondaremos en las particularidades que reviste dicho orden, en su caso aportaremos

algunos datos someros complementarios y pertinentes para enmarcar nuestro principal

objeto de atención que es el orden de palabras del español del s. XIII, en el corpus al que

hicimos referencia. Vale la pena mencionar, para no volver a ocuparnos de ello, que En

cuanto a la posición del sujeto en el español del siglo XX, encontramos, que desde el punto

de vista del orden de palabras u orden de constituyentes, aparentemente hay una libertad

irrestricta. Sin embargo, hay algunas constantes, por ejemplo: existen numerosas oraciones

sin sujeto explícito, hasta un 80%, así como también hay muchas con sujeto léxico e

incluso pronominal. Al respecto, (BOLINGER, 51) caracteriza el orden de palabras del

español desde el punto de vista pragmático. ‘El orden sujeto-verbo predomina sobre el

orden verbo-sujeto en español, pero este hecho estadístico no debe ser interpretado

mecánicamente’. Para lo cual, requiere en primer lugar distinguir una mezcla de orden libre

y petrificado, es decir algunos sintagmas tienen un orden fijo; en cambio otros lo tienen

libre, como ‘sujeto-verbo’, ‘verbo-objeto’ ‘adjetivo-sustantivo’, etc. (p. 45). Podríamos

caracterizar el orden del español como (S)VO a diferencia de textos como EGRAE 4, el cual

no se compromete con formulaciones categóricas y sólo da ejemplos y motivaciones

subjetivas respecto de distintas posibilidades de orden lineal. Las oraciones 5 del XX

comprenden también sólo aquellas con sujeto léxico o frase nominal, y verbo conjugado,

correspondientes a La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska, en las cuales

encontramos hasta un 85% de orden SV(O), considerando que este corpus comprende

oraciones con verbos transitivos e intransitivos.

4
‘Con sujetos nominales de tercera persona, aparece con mucha frecuencia el sujeto antepuesto; pero la inversión de este
orden lineal abunda también en todas las épocas (…) con la misma abundancia aparece en nuestra época el verbo
antepuesto al sujeto, tanto en el habla coloquial como en textos literarios’, p. 396
Por lo general el hablante tiende a anteponer el elemento que por cualquier motivo estima como más interesante’. p. 395
5
‘[SP] (…) sintagma bimembre entre cuyos miembros se establece una relación predicativa’, LOPE BLANCH, p. 95,
96. En este caso, sólo los que tienen un verbo conjugado, a diferencia de Lope que no lo considera necesario ni tampoco
la presencia del sujeto gramatical propiamente dicho, el sintagma nominal que concuerda en número y persona con el
verbo. La cláusula es ‘una unidad fundamentalmente conceptual (…) caracterizada formalmente: su límite es la pausa
final’ p. 98
1. En el transcurso de la búsqueda de factores que favorezcan la posposición del sujeto,

se encuentra, que la variedad de posibilidades de disposición de los constituyentes

oracionales, incluso de la variedad de disposición de los propios elementos dentro de

dichos constituyentes, demuestra que el tamaño y además el modo discursivo de la

muestra es lo suficientemente amplio y representativo para apoyarse en su confiabilidad y

validez; pero, al menos por el momento, casi ningún parámetro, de los considerados, ha

proporcionado frecuencias considerablemente significativas que favorezcan la posposición.

El único caso cuantitativamente definitivo fue el de oraciones con sujeto inanimado y objeto

humano con cerca del 100% de posposición, pero la frecuencia de dichas oraciones

apenas llega al .5%.

Algunos verbos como ‘l(l)egar’:

Et llegaron se sobresto los romanos et el senado todo, et fizieron grandes

alegrias(Crónica general, 224)

o el verbo, también intransitivo, ‘morir’:

En quanto aquesto fue, murio el rey Ostrogota, e alçaron los godos a Gnauia por

rey, (Crónica, 223

Ambos, especifican posposición independientemente de los otros parámetros. En cambio,

en términos generales, se presenta posposición de manera desigual en cuanto a verbos

transitivos e intransitivos:

antepuestos pospuestos
TRANSITIVOS 46% 54%
INTRANSITIVOS 31% 69%
CUADRO 1 [S. XIII]
Los verbos transitivos, con menor posposición, presentan ejemplos de VSO, típicos, como

éste:

Aquel anno mismo en que esto fue, guiso el rey Alarico sus huestes, (Crónica, 231)

Sin embargo, dentro de la transitividad, el verbo compuesto y el nombre propio son los

parámetros que más favorecen la anteposición

E6 el rrey Priamo fue ver a don Hector ante que dormiese (Historia troyana, 51)

E el rrey Pretermiso mato çinco dellos ante que se de vn lugar mouiese. (29)

sujeto singular antepuesto pospuesto


49% 51%
plural 43% 57%
sujeto propio 52% 48%
común 38% 62%
sujeto nuevo 31% 69%
conocido 43% 57%
verbo simple 45% 55%
compuesto 56% 44%
CUADRO 1 [S. XIII, VERBOS TRANSITIVOS]

Puede existir un efecto combinado de factores que induzcan determinada posición del

sujeto, por ejemplo verbo compuesto y sujeto sustantivo propio, que tienen los índices más

bajos de posposición, al juntarse, es decir, cuando tomamos sólo aquellas oraciones que,

independientemente de otras características, tienen sustantivo propio y verbo compuesto,

aumenta el porcentaje de anteposición a 60 en el conjunto, que era de 56 para compuesto

y 52 para propio. El combinado de nuevo/común/plural arroja 54% de pospuestos y 46 de

antepuestos. Todas las oraciones con verbo transitivo y sujeto común y plural en la misma

6
LAPESA, La conjunción que se repite cuando un inciso interrumpe el curso de la frase (…) Como en los más
antiguos textos en prosa, la repetición de et es excesiva: ‘Et amistad de natura es la que ha el padre et la madre a
suus fijos, et el marido a la muger; et esta non tan solamiente la han los homes’. Reiteración tan monótona se da sobre
todo en enumeraciones, textos históricos y pasajes descriptivos. p. 170
oración arrojan 58 de pospuestos y 42 de antepuestos. Con lo cual, por supuesto, no hay

un aumento significativo de posposición.

Por su parte animacidad, también es un buen ejemplo de las tendencias en pugna

(6.5.4. Subject position in Spanish: A conflict of pragmatic principles. Givón, p. 210), para

definir el orden de palabras, tanto en el s. XX, como en el XIII. La animacidad se manifiesta

de manera muy distinta según el periodo, las oraciones de s. XX con verbo transitivo

presentan 88% de anteposición del sujeto inanimado; mientras, que las del XIII,

ciertamente con una frecuencia más baja, presentaron un 100% de posposición. En el caso

de las intransitivas, en los dos periodos, hay coincidencia de mayor porcentaje de

posposición en las oraciones con sujeto inanimado 7. No obstante, en el XX, sólo alcanza el

31%.

sujetos animados inanimados


antepuestos 38.9 16.4
pospuestos 61.1 83.6
VERBOS INTRANSITIVOS S. XIII
Aunque en el XX la influencia de animacidad es mucho menor, es notorio que los

sujetos inanimados tienden a la posposición, mayormente en el XIII, ya que el porcentaje

de animados pospuestos es igual o similar al promedio de todos los sujetos del corpus;

mientras que el porcentaje de inanimados pospuestos es bastante mayor (83.6%).

Otro factor, sujeto nuevo, de acuerdo a lo normalmente esperado, se reveló como muy

prometedor con un 69% de posposición. Sin embargo, considerado con respecto al

porcentaje total del corpus que es del 60%, no se puede considerar significativo sino sólo

indicativo de una tendencia más o menos definida. Si es cierto que el criterio sujeto nuevo

pospone relativamente más que cualquier otro de los parámetros considerados, también es

cierto que: 1º. Todavía queda un porcentaje muy considerable de sujetos nuevos no
7
El 18% de sujetos pospuestos del s. XX se distribuye de la siguiente manera: 4 inanimados y 6 animados transitivos; 36
inanimados y 46 animados intransitivos, de un total de 92.
pospuestos y 2º. Que entre los sujetos conocidos, el porcentaje de posposición casi es

igual al porcentaje de posposición general; por lo cual este criterio no se puede esgrimir

como definitivo; en todo caso, preserva la posposición, pero es evidente que la fuerza que

la socava ha ganado, para esta época, un terreno considerable.

Por el contrario, las oraciones con sujeto nombre propio y con verbo compuesto,

presentaron tendencias más significativas, en cuanto factores que inducen la anteposición,

al dar porcentajes de sólo 48% de sujetos con nombre propio pospuestos y 44% de sujetos

pospuestos en oraciones con verbo compuesto; es más, el conjunto de oraciones donde

coinciden ambos criterios alcanza hasta el 60% de anteposición.

Así mismo, el análisis de los porcentajes de anteposición/ posposición con relación a los

diferentes criterios, muestra, que los que favorecen la posposición, apenas lo hacen en un

porcentaje similar al porcentaje general de posposición, es decir, que se distribuyen de

manera proporcional entre todas las oraciones; en cambio, los que más anteponen sí

tienen una mayor diferencia con el porcentaje general de anteposición:

E desque el rrey Priamo ouo aquesto dicho, fuese luego don Hector para la batalla.

(Troyana, 43)

E el rey Athila quando esto uio fue much espantado et ouo miedo (Crónica, 234)

SUJETOS DIFERENCIA CON


RESPECTO A SU PRO-
PORCENTAJE
GENERAL DE
MEDIO RESPECTIVO ANTE/POSPOSICIÓN
VERBO
COMPUESTO +16% 40%
DIFERENCIA CON NOMBRE
RESPECTO A PROPIO +12% 40%
ANTEPOSICIÓN
NOMBRE
SINGULAR +9% 40%
NOMBRE
-2% 60%
COMÚN
DIFERENCIA CON
RESPECTO A NUEVO -9% 60%
POSPOSICIÓN
CUADRO 3 [S. XIII, VERBOS TRANSITIVOS]
De lo cual se deduce, que aunque relativamente pequeña, es mayor la tendencia a la

anteposición que a la posposición. Estas diferencias fueron obtenidas en oraciones con

verbos transitivos, las cuales, a su vez, presentan un mayor porcentaje de anteposición,

alrededor de 44.5 contra 55.5 del promedio general, 40/60. Anna Siewierska menciona una

tendencia a posponer los sujetos indefinidos (p. 77) lo cual en mi corpus llega al 90% de

sujetos indefinidos pospuestos entre las oraciones transitivas, pero el total de dichos

sujetos no llega al 4% de tales oraciones.

2. De acuerdo con Brigitte Bauer (p. 99), en latín coexistían diversos órdenes entre las

oraciones con sujeto léxico, al igual que en el español del XIII, pero uno de ellos en latín

era no marcado SOV [posición final de verbo] mientras otros se hallaban limitados a ciertos

contextos. En el español del XIII todavía no podemos definir el orden ‘no marcado’, en

cambio tenemos un orden ‘preferido’ ‘VS(O), (47%/34% de SV(O) ya que, de los

parámetros estudiados, ninguno alcanza una mayoría significativa de posposición o de

anteposición sino ligeras tendencias en uno u otro sentido. Creo que al contrario de lo que

postulaba Lapesa:

El español de los siglos XII y XIII es una lengua sin fijeza, abandonada a
tendencias espontáneas que, desarrollándose sin trabas, se entrecruzan y
contienden. (Lapesa, 148)
La coexistencia de casi todos los diversos órdenes, da la apariencia de falta de orden,

cuando en realidad consistiría más bien en la transición de uno a otro orden básico, es

decir hacia el (S)VO actual.

Contreras, asume que en el español y en otras lenguas ‘cuyo orden sintáctico es

relativamente ‘libre’ (p. 155), su orden de palabras no está, por supuesto, determinado
sintáctica sino pragmáticamente, por tanto no se interesa por la frecuencia de órdenes de

palabras, por ejemplo cuántos SV o VS, etc. En cambio, si se pone atención a los datos

expuestos, se da uno cuenta de que los factores pragmáticos al igual que algunos factores

sintácticos (parámetros), influyen en el orden de palabras, sólo en términos de tendencias o

probabilidades, de mayor o menor ante o posposición. En todo caso la dificultad de su

generalización a otras lenguas de orden rígido limita su pertinencia dentro de una

perspectiva tipológica, es decir ¿por qué el español tendría que determinar su orden de

palabras por factores distintos a los de las demás lenguas? O ¿por qué unas lenguas

determinan su orden por unos factores y otras a causa de otros de distinta naturaleza? Lo

más probable es que las lenguas pasen por estados de transición como el continuo latín-

castellano-español, hacia un orden distinto.

Bauer dice, que: ‘El carácter universal del cambio implica que no puede ser atribuido a

factores externos o ad hoc.’ (p. 4) Sin embargo, ella adopta un enfoque muy definido ‘Es

en la lengua del niño que espero encontrar el marco explicativo más amplio que este tipo

de cambio requiere, relacionando la regularidad del cambio diacrónico con los patrones en

la adquisición de la lengua.’ Específicamente, hace intervenir conceptos generativistas

aplicados experimentalmente. ‘La comparación de los ritmos de adquisición de ambos tipos

de branching puede mostrar que las estructuras modernas right-branching presentan

importantes ventajas sobre sus contrapartes left-branching.’8

Bauer, cita también a Lehmann para apoyar el establecimiento de premisas en relación

con el cambio de orden de palabras, específicamente en francés:

8
El carácter universal del cambio implica que no puede ser atribuido a factores externos o ad hoc. Es en la
lengua del niño que espero encontrar el marco explicativo más amplio que este tipo de cambio requiere,
relacionando la regularidad del cambio diacrónico con los patrones en la adquisición de la lengua. La
comparación de los ritmos de adquisición de ambos tipos de branching puede mostrar que las estructuras
modernas right-branching presentan importantes ventajas sobre sus contrapartes left-branching. Estas ventajas
proveen criterios objetivos con los cuales juzgar la complejidad de las estructuras y permitirnos entender o
incluso considerar el cambio diacrónico hacia right-branching. BAUER, p. 4
ya que el lugar del sujeto en el análisis de orden de palabras ‘ha sido una fuente de
problemas’, no es tomado en consideración’ (…) la triple división de Greenberg
automáticamente deviene una distinción binaria, OV versus VO (Lehmann 1973:51).
Esta reducción por supuesto encubre la inconsistencia de la tipología SVO (BAUER,
22)

Es posible que dicha inconsistencia, se manifieste también en el español, especialmente si

consideramos los datos del s. XIII, lo cual amerita, como lo plantea Bauer, una explicación

que vaya más allá de planteamientos ad hoc. Y que no se determine en general por

factores semánticos, pragmáticos o discursivos exclusivamente sino en conjunto con

factores sintácticos; en particular, intervienen factores sintáctico-semánticos como la

especificación o subcategorización de algunos verbos. En cambio, creo, sin dejar de lado

dichas determinaciones, en última instancia, cognoscitivas, que se deben también tomar en

cuenta principios tipológicos ampliamente aceptados. Es decir, dada la evidencia,

presentada parcialmente, sobre el cambio en español de un sujeto pospuesto y una

variedad de órdenes oracionales, a uno antepuesto con un orden casi hegemónico;

debemos considerar algún factor o principio teórico general que motive o induzca dicho

cambio, alrededor del cual y de manera parcial, otras fuerzas podrían interactuar.

Ya en 1975, por lo menos, Susan Steele decía, que:

La cantidad de lenguas con verbo inicial característico y orden de palabras


superficial SVO puede ser un índice adicional de la posibilidad para el tópico de
convertirse en sujeto, si, por supuesto, asumimos que estas lenguas son VSO
subyacente. (STEELE, 242)

Explica que dicha topicalización es debida a que: ‘de todos los elementos (tópico, negativo,

pasado, quotatives y elementos modales) que pueden ser atraídos a la posición inicial, la

más fuerte es la atracción del tópico.’ Y que: ‘el tópico puede solidificarse en la posición
oracional inicial, forzando entonces a los otros elementos a la segunda.’ (STEELE, 238-39)

Por tanto, podemos entender, que: ‘El orden de palabras del castellano estaría más

determinado por factores pragmáticos que el español actual’. (Chantal) Aunque,

ciertamente, por los datos que he reseñado en parte, esta no es toda la historia.

3. Entre los argumentos que expone Bauer, se incluye una revisión del trabajo de de

Dardell, quien ‘intenta reconstruir el orden de palabras de protorromance (1985, 1987,

1989). Como un primer paso propone una jerarquía de las lenguas y dialectos romances

de acuerdo a su grado de arcaísmo; entonces reconstruyó los estados sucesivos de

protorromance: distingue un primer periodo (representado por el sardo), que se caracteriza

por VSO, seguido por un estado OVS y un tercer periodo que presenta SVO. (El estado

OVS, en este autor, es hipotético y se basa en un supuesto movimiento pendular entre left

y rightbranching)’ (p. 49).

Russell TOMLIN, por su parte afirma que:

Las lenguas de verbo inicial no pueden tener todos los tres principios, (TFP, AFP,
VOB) [Principio de Tema en la primera posición; Principio de Animado en la primera
posición; y Adherencia de verbo/objeto] realizados en oraciones básicas. (…) En
lenguas VSO, la posición del sujeto imposibilita la yuxtaposición de verbo y objeto,
por tanto bloquea VOB.
Una manera en la cual las lenguas de verbo inicial resuelven este problema es
mover los constituyentes, más frecuentemente el sujeto, a una posición preverbal.
(Tomlin, 89)
En estas condiciones, cobra relevancia el conjunto de datos sobre los factores que

promueven la anteposición del sujeto más que los que favorecen la posposición. Es decir,

el conjunto de elementos, que en general, ha transformado el español en una lengua

predominantemente de sujeto antepuesto, requiere una explicación hipotética situada en un

marco teórico, comprehensivo desde el punto de vista tipológico; Anna Siewierska, dice

que: ‘el orden de palabras libre no existe (…) si el orden de palabras en las lenguas no es
al azar (…) debe estar estipulado en una gramática’. (SIEWIERSKA, 1) También habla del

orden <básico> ‘ordenamiento de constituyentes en cláusulas transitivas prototípicas en el

sentido de Hopper y Thompson’ (1980). Mientras, que: ‘Por definición el término

<dominante> implica predominio estadístico.’

Concluye, en esta parte, que:

es factible suponer que al menos en algunas lenguas el orden básico no pueda de


hecho ser el dominante, particularmente como lengua humana es un medio de
comunicación sensible precisamente a aquellos factores del discurso ignorados por
el orden básico. (SIEWIERSKA, 8 y 14)

Para explicar el cambio, suponiendo que posteriores recuentos confirmen el predominio

del sujeto pospuesto o VS(O), hay dos posibilidades: que el orden VS(O) del español haya

desembocado en SVO; o que (menos probable) VSO, como orden básico sufra

transformaciones a SVO. Siewierska toma de Dik (1980:70) un procedimiento que

pretende probar, en algunas lenguas, la existencia de un orden básico VSO bajo la

apariencia de uno SVO:

El test para orden básico P1VSO opuesto a P1SVO consiste en que el sujeto

permanezca preverbal si otro constituyente es posicionado preverbalmente; si no es

el caso, entonces la lengua puede ser interpretada como P 1VSO; si el sujeto

continúa ocupando la posición preverbal entonces la lengua califica como P 1SVO.

Dik (1980:70)

Siewierska cita ejemplos del islandés tomados de Zaenen et al. (1985:445, 452), los cuales,

transpuestos al español de manera simplificada, resultan, por lo menos, para la mayoría de

los contextos, equivalentes:

a. Olaf encontró su suéter en el cajón

b. ¿Cuándo encontró Olaf su suéter en el cajón?


c. su suéter, encontró Olaf en el cajón

d. en el cajón. encontró Olaf su suéter (SIEWIERSKA, 120)

Con otros ejemplos, elaborados a propósito, se puede predecir el mismo resultado:

a. Juan come palomitas

b. palomitas, come Juan

c. ?palomitas Juan come

d. Juan llega en la tarde

e. en la tarde, llega Juan

f. ?en la tarde Juan llega

Aunque no documentado de manera estadística, constituye un factor más de confirmación

sobre el supuesto u originario estado VSO y VS. El cual a su vez se relacionaría con

ejemplos escritos del s. XIII:

g. e luego, a muy poca de pieça morieron dellos bien mill caualleros, e

mezclaronse las azes e fue la batalla muy esquiua; (Troyana, 32)

Los cuales, como ya dijimos, constituyen mayoría para esos textos. Siewierska dice: que

‘La diferencia entre lenguas de superficial o verdadero P 1VSO se atribuye a la fuerza de la

regla R2 (de Dik [1978:178] que especifica que si P 1 no es ocupada por alguno de los

constituyentes mencionados en R 1, entonces P1 puede ser usada para posicionar

constituyentes con las funciones pragmáticas de tópico o foco.); en las lenguas

aparentemente SVO, islandés y neerlandés (como dice la autora, pero posiblemente

también en español), R2 es asumida tan fuerte como para producir un orden dominante

SVO; mientras que en las lenguas con VSO real, R 2 es una regla débil invocada solo en

contextos restringidos, típicamente para propósitos enfáticos o contrastivos.’

(SIEWIERSKA, 121) En el discurso, el contexto, en el cual se requiriera la topicalización de

O, sería relativamente restringido, específicamente a las respuestas a una pregunta como:


a. ¿Quién come palomitas?

Condiciones que normalmente no se encuentran en el modo narrativo. Además, en el modo

dialógico, donde habitualmente aparecen, para dicha pregunta existen varias respuestas

posibles:

b. palomitas, come Juan

c. las come, Juan

d. Juan

Estas respuestas configuran algunas de las posibilidades discursivas o pragmáticas que el

español asume en la actualidad. Lo cual constituye una explicación ad hoc para una forma

particular e incidental de disposición lineal o de presencia u omisión de constituyentes. En

todo caso, predicha en parte por la prueba tipológica aducida.

4. Sin embargo, tenemos que concluir, de acuerdo a los porcentajes, de nuestro corpus,

que el español del s. XIII tenía hasta un 60% de sujeto pospuesto, que había más

oraciones con sujeto léxico y mayor libertad posicional. Y que en el s. XX, encontramos

hasta un 80% de oraciones con sujeto elidido (según Davidson), y según mis cuentas, entre

las oraciones con sujeto léxico sólo algo más de un 15% de posposición del sujeto. Lo cual,

creo, amerita, por supuesto, mayor precisión y ampliación de las muestras consideradas,

pero también de la discusión de principios heurísticos, que determinen las indagaciones

cuantitativas específicas, con el fin de llegar a configurar los momentos de la historia

sintáctica del español.

Ricardo Rodríguez Ruiz


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