El Sistema Pronominal Español - Una Anomalia
El Sistema Pronominal Español - Una Anomalia
El Sistema Pronominal Español - Una Anomalia
1. INTRODUCCION*
I)ICEIVDA. Cuodernos de Filología Hispánica, n.« II. 259-284. Edit. Complutense. Madrid, 1993
260 Cristina Sánchez López
2. LA SINTAXIS DE USTED
Cf. Osvaldo Jaeggli y Kennet Safir. «The Nulí Sujcct Parameter and Parametrie
Tbeory», en The Nulí Subjecr Parameter (Dordrecht: Reidel, 1989), pp. 1-45. y Manan
Adams-«From Oid Frech to the theory of pro-drop’>, en Natural Language and Linguistic
?theory, 5:1(1987), Pp. 1-32.
Una anomalía ael sistema pronominal español 261
Francisco Sánchez de las Brozas hace ya esta precisión en 1563 en su Minerva (Sala-
manca: Universidad de Salamanca, 1975) y la recogen otros autores, como Andrés Bello: Gra-
mútica de la lengua castellana L1847] (Tenerife: ACT. 1982), p. 750.
No nos referiremos aquí al proceso histórico que ha desembocado en la situación actual
ni tampoco a las condiciones soeiolingúísticas que determinan su uso; respecto a ambas cues-
tiones existen numerosos estudios. Por el contrario, vamos a ver cómo repercuten estas es-
peciales circunstancias del pronombre en su sintaxis, asunto escasamente atendido hasta
ahora.
Emile Benveniste. « Estructura de las relaciones de persona en eí verbo», en Bulletin
de la Societé de Linguistique, XLIII:l (1946), reeditado en Problemas de Lingaistíca general
(Madrid: Siglo XXI, 1972~), pp. 161-171. y «La naturaleza de los pronombres», en for Ro-
man Jakobson (La Haya: Mouton. 1957), reeditado en Problemas de Lingt¿ística general (Ma-
drid: Siglo XXI, 19722), pp. 171-185.
6 No obstante, los pronombres de tercera persona sujetos rara vez se emplean con refe-
Salvador Fernández Ramírez: Gramática Española: el verbo y la oración, vol. IV, or-
denado y preparado por 1. Bosque (Madrid: Arco Libros, 1986). pp. 72-75.
8 P. Rosengren: Presencia y ausencia de los pronombres personales sujeto en español mo-
ficas (Madrid: El Arquero, 1987), pp. 390-407, y Olga Fernández Soriano: «Strong Pronouns
In NuIl Subject Languages and Avoid Pronoun PrincipIe», en MIT Working Papers la Lin-
guistics, II. Ambas autoras coinciden en proponer que la estructura de los ejemplos dc (3)
será la siguiente: ISCONC Tú [SCONC pro !SV 111. Para Fernández Soriano, la razón úl-
tima es el principio de Evitese el pronombre y el carácter distintivo del pronombre se debe
a estar doblado.
~ Para dar cuenta de esta tematización común a todos los pronombres personales, Cam-
pos los incluye siguiendo a Rochemont en lo que él denomina focos informacionales ((7/1 H.
Campos: Inflectional L’le,nentr in Romance. Tes. doct. U. Los Angeles. California. 1986. Ro-
chcmont: Focus in Generative Grammar (Amsterdam: John Benjamins. ¡986).
Una anomalía del sistema pronominal español 265
‘~ Luigi Rizzi: «Residual Verb Seeond aud the Wh’-Criteuion», Technical Reports ir! For-
‘~ Fernández Ramírez (oc.) ofrece los siguientes: tienen ustedes que encontrarse: lo irú
usted sabiendo; va usted a venir conmigo; había usted indicado, sabe usted galantear.
Una anomalía del sistema pronominal español 267
Por otra parte, los contextos que permiten que un PB aparezca doblan-
do, por decirlo de alguna manera, al sujeto preverbal, no son sensibles al
número del pronombre, lo que sí sucede, en cambio, con usted:
(16) a. Los alumnos trabajan ustedes bastante poco.
b. *EI alumno trabaja usted bastante poco.
c. Juan y Pedro lo hicieron ellos.
d. Juan lo hizo él.
En ello usted se comporta como tú, pues sólo en plural puede la con-
cordancia verbal admitir un sujeto no marcado personalmente, restricción
que ya observó Rufino José Cuervo16:
(17) a. Los presidentes (votamos/votasteis/votaron) en contra.
b. El presidente (*voté/*votaste/votó) en contra.
Sólo el plural garantiza que el hablante (1.> PL) o el oyente (2.’ PL)
esté incluido en el conjunto denotado por el SD preverbal, que parece ser
neutro respecto a su referencia personal. En cambio, no hay ninguna razón
que justifique el marcado de un SD singular con el rasgo de persona en
(17b)17.
Este problema no se plantea respecto a él, pues este pronombre coinci-
It
de con los SDs en no estar especificado respecto al rasgo de persona
Así pues, podemos concluir que usted tiene la característica de poder
aparecer en una posición no hábil para ningún otro pronombre personal a
no ser que esté marcado con un fuerte acento contrastivo; no puede ser con-
sideraro un pronombre enfático, pues no presenta las mismas restricciones
que éstos, y es compatible con un SD plural en la posición de sujeto, lo
que resulta imposible para el pronombre de 2. persona de trato familiar.
Nuestra hipótesis es que las peculiaridades morfológicas del pronombre
‘“ Rufino José Cuervo: Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano (Bogotá: El Grá-
fico. 1914).
17 De hecho, cuando se emplea un SD para sustituir a las personas del discurso la con-
cordancia muestra siempre el rasgo 13- personaJ: Uno no está (8estoy) para esos trotes; ¿el
nene quiere (*quieres) jugar?; en cambio, en plural se admite la mención personal: Los abajo
firmantes declaran/dectara,nos... Este hecho fue ya observado por Cuervo (oc.).
18 Sc han propuesto varias explicaciones para esta anomalía de la concordancia verbal en
español. A. Hurtado: «On the properties of Logical Form», en Cornelí Working Papers in
Linguistios. 6 (1984), pp. 121-149, y F. Soriano: Rección y Ligamiento en español. Aspectos
del parámetro de sujeto nulo, Tes. Dt,ct. Universidad Autónoma de Madrid (1990) proponen
que el SD plural ocupa una posición periférica respecto a la oración y que el sujeto real es
una categoría vacía que recibe los rasgos de CONC. Ahora bien. de esto se deduce que otras
lenguas de sujeto nulo como el italiano deberían poder presentar el mismo fenómeno, lo que
no ocurre.
268 Cristina Sánchez López
> Este parámetro da cuenta del contraste de sobra conocido entre lenguas como español
e italiano, que sí permiten sujetos nulos, frente a francés o inglés que exigen la presencia de
un pronombre con realización fonética. Sobre el español como lengua de sujeto nulo pueden
verse, entre otros, Ignacio Bosque: «Clases de sujetos tácitos», en Philologica. Homenaje a
Antonio Llorente, vol. 2, Pp. 91-li t (Salamanca: Universidad de Salamanca. 1989). y Olga
Fernández Soriano loe.).
Una anomalía del sistema pronominal español 269
2<) Noam Chomsky: Lectures on government and Binding (Dt,rdrecht: Foris, 1981), y Os-
valdo Jaeggli: Topics on rotuan Syntax (Dordrecht: Foris, 1982).
Luiggi Rizzi: flsues in Italian Syntax (Dordrecht: Foris, 1982), propone que una teoría
de pro consta de un esquema de legitimación basado en la rección por un núcleo X. que con-
tiené un parámetro y de una convención para la recuperabilidad de pro basada en la especi-
ficación gramatical de sus rasgos mediante su coindización con un núcleo X’.
Kenet Safir: Syntactic Chains (Cambridge: Cambridge tJniversity Press, 1985). Esta hi-
pótesis, sin embargo, no explicaría los casos de objeto nulo, para los cuales se ha propuesto
la presencia de un pro, cuyas condiciones de legitimación e identificación habrán de ser con-
sideradas (cf. Luiggi Rizzi: ~<Nullobjects in Italian and the theory of pro», en Linguistic In-
qttiry, 17 [19861.pp. 501-557).
27<) Cristina Sánchez López
atención sobre el hecho de que algunas lenguas, como irlandés, chino y ja-
ponés, no tienen flexión rica y permiten, no obstante, sujetos nulos. Por
ello proponen la siguiente regla de Uniformidad Morfológica:
(18) Parámetro de sujeto nulo:
Los sujetos nulos sólo son permitidos en lenguas con paradigmas
morfológicamente uniformes.
Uniformidad Morfológica:
Un paradigma flexivo es morfológicamente uniforme si y sólo si
tiene o bien sólo formas flexivas no derivadas o bien sólo formas
flexivas derivadas.
Todos los sujetos nulos, expletivos y referenciales, deben cumplir las
condiciones de legitimación. La identificación, por el contrario, sólo es pre-
cisa en el caso de que los sujetos sean referenciales, debido a que este prin-
cipio deriva en última instancia del criterio temático. Safir y Jaeggli enun-
cian la condición de identificación de la siguiente forma:
(19) Condición de Identificación:
Un sujeto temático nulo debe ser identificado.
Y afirman que si un predicado selecciona un sujeto temático (+0), un
sujeto nulo será excluido si no está identificado, pues la identificación es
crucial para determinar el valor referencial de un sujeto, y este valor refe-
rencial es crucial para determinar el estatus argumental de un SD. Asumen
que los rasgos de CONC (persona y número) que forman parte del nudo
FLEX pueden identificar el sujeto nulo. En las lenguas sin concordancia la
tdentificación puede darse por la herencia de los rasgos de CONC por una
flexión más baja o un SN que lo mande-e, es decir, por herencia de rasgos
o por identificación por núcleo. Afirman que estos dos tipos de identifica-
ción pueden considerarse identificación por un operador o por un SN. Qui-
zá un sistema más simétrico sería aquel que permitiese también identifica-
ción por un argumento23. Suponemos que las lenguas sin concordancia,
como chino y japonés, siguen esta tercera estrategia, según la cual el pri-
mer SD que mande-e a pro será el identificador que lo legitime.
La forma más común de identificación es la que realiza una concordan-
cia rica o fuerte que además rige a pro, y donde los afijos corresponden a
miembros de un paradigma configuracional: hay un afijo para cada perso-
na. La condición de identificación por concordancia se formula como sigue:
23 Siguiendo la línea de Cheng-Tem Huang: «On the distriburion and refereuce of empty
pronouns». en Linguistic Inquiry, 15 (1984), pp. 531-574.
Una anomalía del sistema pronominal español 271
(20) Conc puede identificar una categoría vacía como pro si y sólo si
Conc rige la categoría vacía.
Adams llega más lejos en la separación entre condiciones de legitima-
ción e identificación al proponer que no sólo obedecen a principios diferen-
tes, sino que son requeridas en distintos niveles de la gramática24. Para ella
la legitimación se reduce a la rección por un núcleo, mientras que la iden-
tificación es el resultado del ligado por antecedente.
24 Mariam Adams: «From the Oíd Frech to the theory of prodrop». en Natural Language
<oid Liuguistíc Tlwory, 5:1 (1986), PP. t-32.
272 Cristina Sánchez López
25 Puede argúirse que la marca de las desinencias de 3.’ persona como 2. puede realizar-
se a partir del contexto situacional. En efecto, así sucede en muchos casos. No obstante, esto
no invalida la hipótesis aquí expuesta, pues únicamente un mecanismo de desambiguación
con fundamento gramatical, no discursivo, puede explicar no ya la presencia más frecuente
de usted, sino su gramaticalidad en contextos que rechazan cualquier otro pronombre.
26 Dc ahí que los infinitivos no tengan sujetos léxicos en la posición canónica, aunque sí
en otras posiciones si regidas (generalmente las postverbales). Véase Piera (oc.) sobre ello.
Por otra parte, hay que destacar que el mismo fenómeno se produce en los gerundios. donde
la identificación del sujeto PRO también se produce por control:
(i) Estando (nosotros¡vosotros/ellos/ustedes) allí, llegó él.
tina anomalía del sistema pronominal español 273
10 (1988).
28 Fernández Soriano afirma, en efecto, que los pronombres yo y tú no coaparecen con
pro como el resto de los sujetos, sino que ocupan la posición canónica de sujeto por poseer
de forma inherente los rasgos que asigna CONC. Sin embargo, esto crea una asimetría no
deseable. El hecho de que sólo los términos yo y tú puedan realizar la misma mención léxica
que la flexión verbal no implica que no pueda aparecer un pro con esos rasgos, sobre todo
teniendo en cuenta que precisamente esa exclusividad es lo que convierte a yo, tú en los pro-
nombres más superfluos del sistema.
274 Cristina Sánchez López
SN FLEX’
FLEX 5V
Mario/pro e paría
admitiéramos que las desinencias verbales sólo son portadoras de los rasgos de
tiempo. ¿cómo explicaremos que el verbo no se nueva a Conc para incorporar-
se a tales afijos del mismo modo que lo hace con los morfemas de tiempo?
3. Como afirman Brandi y Cordín. el clítico sujeto de los dialectos ita-
lianos difiere de los pronombres sujeto del francés en su estatus categorial:
los primeros son etíLicos fonológicos. los segundos son clíticos sintácticos.
Esto supone admitir un procedimiento de «clitización» que opera en la sin-
taxis, no cn el nivel fonológico y que explicaría la no incorporación del ver-
bo a los afijos de concordancia.
4. Sugiere Campos (oc.) que, dado que el clitico realiza morfológica-
mente los rasgos pronominales de CONC, este elémento debería diferen-
etar el género, puesto que CONC sólo está especificada para el número y
la persona. Esto hace pensar que la forma del clítico sujeto no depende en-
teramente de los rasgos de FLEX sino también de los rasgos del sujeto.
En cualquier caso, parece que el clítico sujeto y la casi obligatoria pre-
sencia de usted coinciden en ser mecanismos desarrollados para identificar
la referencia de la flexión, aunque esta coincidencia no se refleje en su es-
tatus categorial ni en su posición dentro de la estructura de constituyentes.
Es probable que sean soluciones diferentes desarrolladas para paliar la mis-
ma carencia en sus respectivas lenguas.
4.2. Adjunción al SV
La segunda posibilidad que exploraremos es que usted ocupe una posi-
ción similar a la de los pronombres enfáticos o contrastivos, es decir, que
esté adjunto al SV.
Respecto a los pronombres enfáticos (PE en adelante) se ha propues-
to32 que ocupan una posición adjunta al SV según el siguiente esquema:
(29) SCONC
prb CONC’
CONC ST
1< SN
PE
32 <j Piera (oc.) y Luiggi Burzio: Ita/lan Suntax: a Government and Binding Approach
(Dordreebt: Reidel, 1986).
278 Cristina Sánchez López
(33) SCONC
CONC’
CONC ti
CONC
usted
Sólo csta adjunción parece dar cuenta de la nosición de usted. Sin em-
bargo, es escasamente intuitiva: nada justifica crear un mecanismo que ad-
junte una categoría máxima a un núcleo, por muy estrecha que sea la rela-
ción que haya entre ellos33. Así pues, pasaremos a la tercera de las hipó-
tesis mencionadas.
Y SASP
ASP’
ASP SV
y
Los puntos suspensivos corresponden a los distintos especificadores de
las diferentes categorías funcionales. Todos ellos parecen poder albergar al
sujeto, a la vista de una oración como:
(35) (Ellos) podían (ellos) haber (elLos) traído (ellos) la mesa.
Se acepta de forma general que la posición básica es [Espec, SV], don-
de el sujeto recibe papel-O34. Para algunos autores, como Koopman y Spor-
tiche o Contreras, incluso es posible que el V asigne directamente caso a
esta posición bajo rección en aquellas lenguas donde CONC tiene carácter
léxico (como español e italiano, por ejemplo). Según esto, existe la posibi-
theory of movement rules», en tinguistic Inquiry, 13(1982). pp. 1-38. como Condición de
afinidad.
~ Cf. H. Contreras.- «Small clauses in Spanish and English», en Natural Language and
Linguistic Theorv, 5 (1987), Pp. 225-243; N. Fukui y M. Speas: «Specifiers and Projections»,
en MIT Working Papers in Lingaistics, 8 (1986), pp. 128-172; H. Koopman y D. Sportiehe:
«Subjects», ms. Universidad de California, Los Angeles, 1988. y K. Zagona:Governinent and
Propern Covernmcnt of Verbal Projections, Tes Doct., Universidad de Washington, Seatie,
1982.
Una anomalía del sistema pronominal español 281
lidad de que usted ocupe precisamente esta posición. Sin embargo, existe
evidencia empírica de que esto no es así. En primer lugar, nótese que en
los casos en que se suceden más de dos formas verbales, usted presenta cier-
ta tendencia a aparecer tras la primera, es decir, tras aquella que contiene
los morfemas de persona. Según esto, la posición que ocuparía en (36) se-
ria ¡Espee, ST]:
(36) a. Podría usted haber sido descubierto si no le avisan a tiempo.
b. Tenían ustedes que haber visto la cara que puso.
e. Solía usted decir que esto acabaría mal.
Por otra parte, usted parece ocupar siempre una posición más alta que
los adverbios tradicionalmente considerados adjuntos a SV. Considérese el
siguiente contraste:
(37) a. Había usted dicho siempre que lo lograría.
b. ?Habia usted siempre dicho que lo lograría.
e. * Había siempre usted dicho que lo lograría.
Es interesante mencionar a este respecto las diferencias entre adverbios
aspectuales y temporales señaladas por Zubizarreta3~. Esta autora asume
que los modificadores deben estar inmediatamente dominados por la pro-
yección de la categoría a la que modifican. Esto permite establecer un con-
traste entre adverbios aspectuales, que modifican al SV o al y y deben ser
generados dentro del ámbito inmediato de éstos, y adverbios temporales,
que modifican al morfema de tiempo situado en T y deben ser generados
dentro de la proyección inmediata del tiempo. Según esto, adverbios como
hoy o ayer estarán más altos en la estructura que siempre o nunca. Su dis-
tribución respecto a usted demuestra, según creemos, que este pronombre
se encuentra dentro de la proyección del tiempo, probablemente en [Es-
pee, ST]:
(38) a. Tiene usted siempre que meter la pata.
b. *Tiene siempre usted que meter la pata.
(39) a. tTiene usted hoy que traer la póliza.
b. Tiene hoy usted que traer la póliza.
Suponiendo que el adverbio de tiempo está adjunto a ST y el aspectual
a SV, los contrastes anteriores demuestran que la posición de usted es se-
guramente [Espect, ST].
Otros adverbios permiten confirmar esta hipótesis. Obsérverse que exis-
María Luisa Zubizarreta: «Word order in Spanish and the nature of Nominative case».
manuscrito de la Universidad dc Southern California, California.
282 Cristina Sánchez López
Belletti considera que los adverbios italianos ben, ya, pur son la contra-
partida positiva de los adverbios de polaridad negativa y su función es re-
forzar el valor asertivo de la oración. Ocupan la posición de especificador
de un SAFIR(mación) en distribución complementaria con SNEG(ación),
como demuestra el hecho de que no puedan postponerse al V no finito. En
español encontramos un solo caso que se ajusta a estas características, pero
creemos que es ilustrativo respecto al problema que nos ocupa. Se trata del
SP en efecto, que puede funcionar bien como adverbio oracional (44a) bien
como adverbio positivo (44b).
(44) a. En efecto, Juan había dicho muchos disparates.
b. Juan había en efecto dicho muchos disparates.
En el segundo caso, en efecto se puede intercalar frente a otros adver-
bios oracionales (Cf. *Juan había probablemente dicho eso), y al contrario
que otros incisos, no precisa pausas (compárese con el siguiente contraste:
*Juan había creo yo dicho eso/Juan había, creo yo, dicho eso). En estos ca-
sos ustedes parece seguir al adverbio:
(45) a. Habían en efecto ustedes solicitado un préstamo.
uy. i iauiati u~.teuus el’ electo st
CONC’
CONC SAlIR
en efecto ST
ustedes
Y
T SM
Así pues, ya sea precisa la presencia de pro en [Espee, SCONC] para
la asignación de caso a] sujeto, ya lo reciba bajo reacción en [Espee, SM],
lo cierto es que usted no parece ocupar ninguna de las dos posiciones en la
estructura de constituyentes. Todos los datos apuntan a que su posición es
[Espee, ST], desde donde estará necesariamente asociado con las dos posi-
ciones anteriores por una cadena que garantice el marcado temático y
casual.
Podemos preguntarnos qué motiva esta inesperada posición. Según cree-
mos, la única respuesta factible por ahora está en relación con la función
de usted. La elección del especificador más cercano a la concordancia es la
manifestación de la estrecha relación que existe entre ellos. Aunque usted
no pertenece, como hemos visto, a CONC, es la marca explícita de que ésta
realiza una asignación de rasgos marcada; es, por tanto, lógico que ambos
elementos estén contiguos.
Finalmente, la preferencia de la posición postverval a la preverbal pue-
de ser considerada un argumento más a favor de la hipótesis de que los su-
jetos preverbales se corresponden en español con elementos tematizados o
focos presentacionales, probablemente en una posición adjunta a SCONC.
Sólo cuando se atribuye a usted este valor aparece ante el verbo. Si sólo
actúa como argumento que «ayuda» a la identificación de pro por la con-
cordancia, la posición preferida es la postverbal.
5. CONCLUSION