Auxiliar Pospuesto en Español Antiguo

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EL AUXILIAR POSPUESTO (V-aux)

EN EL ESPAÑOL ANTIGUO

BIRTP STENGAARD
Universidad de Oslo

Ha recibido poca atención el orden V(erbo)-aux(íliar) en las lenguas romá-


nicas a pesar de todo lo que se ha escrito sobre el orden de palabras, o tal vez a
causa de esto, ya que estos estudios se ocupan principalmente de la lengua
moderna. El español no es ninguna excepción al respecto. En la actualidad este
orden forma parte del lenguaje poético, se pueden citar ejemplos como: «No
hubo príncipe en Sevilla /que comparársele pueda»', o: atemblando está la
carne de los muertos» 2. Este tipo de construcciones se encuentra en la litera-
tura española en forma rítmica desde los primeros textos. Entre los textos
antiguos el fenómeno también se observa en la prosas . En un artículo
reciente, Martínez-Gil propone que el «orden envolventes}, del que forma parte
la inversión V-am, fue establecido como recurso estilístico en la lengua litera-
ria culta a partir del Renacimiento, y que este orden representa, desde enton-
ces, un recurso predominantemente estético 4 . «Por razones cronológicas
obvias», como dice el autor, este uso de la inversión no puede tener relevancia
para los textos anteriores a esa época. Otra observación banal es que la inver-
sión V-aux durante toda la historia de la lengua española representa un
recurso posible, sea cual sea su motivación . Los versos citados presentan cons-
trucciones artificiales, en el sentido etimológico de la palabra, pero se trata de
una artificialidad admisible. En cuanto a los auxiliares pospuestos, Martínez-
Gil tiene que admitir que pueden reflejar un «arcaísmo sintáctico» 5.
Ha corrido mucha tinta en la discusión sobre el orden de palabras básico
en español, sobre todo en relación con el orden entre S(ujeto), O(bjelo) y
V(erbo) 6. En cuanto al orden entre Vy aux no parece haber duda de que el
1 FEDERICO GARCZA LORCA, «La sangre derramada» (de Llanto por Ignacio Sánchez Mejías,
1935), Obras Completas, vol. 1, Madrid, Aguílar, 1957, págs . 467-70 .
2 PABLo NERUDA, «Nuevo canto de amor a Stalingrado» (de Tercera Residencia, 1947),
Obras Completas, vol . 1, Buenos Aires, Losada, 3.a ed., 1967, págs . 298-302.
' La inversion seguía siendo una posibilidad en la prosa del siglo xvi, como muestra
HAYWARD KENISTON, The Syntax of Castilian Prose: The Sixteenth Century, Chicago, University
of Chicago Press, 1932, págs . 105 y 109.
4 FERNANDO MARTiNEz-GIL, «Las inversiones del orden de palabras en el Romancero^ His-
pania, 72, 1989, págs . 895-908 .
s Op. cit., pág . 907 .
6 En KARL-HERMANN KÓRNER, Korrelative Sprachtypologie, Stuttgart, Steiner, 1987, se
reúnen varios argumentos y una bibliografía extensa sobre el asunto .
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orden básico es aux-V en cualquier momento de la historia documentada del


español. Sin embargo, en una discusión sobre la tipología del orden también
hay que incluir el estudio de las posibilidades de las que dispone una lengua .
En una perspectiva diacrónica, es harto conocido que los cambios pueden
presentarse como transiciones graduales desde lo corriente hasta lo inadmisi-
ble, o viceversa . Las lenguas que comparten un mismo sistema básico pueden
divergir en cuanto a las posibles construcciones marginales que coexisten con
éste. Desde un punto de vista diacrónico, el sistema básico es el sistema al que
se recurre con más frecuencia porque representa lo menos marcado . Por eso,
los rasgos tipológicos correlacionados en cualquier momento de la historia de
una lengua no son necesariamente de igual importancia en la sincronía de este
momento.
La cuestión sobre lo que es un verbo auxiliar ha sido un tema central en la
literatura lingüística . Como no hay lugar para entrar en la problemática aquí,
basten algunas definiciones corrientes como son la unidad semántica o tem
poral de la perífrasis y la subordinación semántica del auxiliar. En cuanto al
español antiguo se puede añadir la posible inestabilidad sintagmática del ele-
mento. Al reunir un corpus para este trabajo, descubrí que los auxiliares pos-
puestos medievales parecen pertenecer a dos tipos bien definidos : Se trata de
los dos auxiliares del perfecto analítico y de la pasiva ser y haber y de los
futúricos/modales haber, deber, poder y querer 7 . Mi investigación se limita a
la prosa, y excluye todos los casos de infinitivo+ haber no precedidos por
preposición . A pesar de eso, los auxiliares futúricos/modales representan más
del 70 % de los casos . La construcción aparece en todos los tipos textuales y
contextuales . Si se tratase de una construcción conscientemente latinizante,
sería de esperar una mayor frecuencia de la construcción en los textos que
usan de ella. Como queda dicho, el orden básico de los dos elementos Vy aux
también en la edad media parece haber sido aux-V. Eso nos muestran, por
ejemplo, las Glosas Emilianenses que contienen varios casos de inversión de
secuencias V-aux> aux-V, indicada por medio de letras que señalan el orden
de los elementos . No hay ningún caso de inversiones contrarias, pero se nota
que la única perífrasis románica del documento, la glosa data iet, tiene el
auxiliar pospuesto' .
Menéndez Pidal y Lapesa señalan que, en el caso de haber y ser, la posposi-
ción obedece a reglas de fonología sintáctica en los textos más antiguos, ya que
tienden a no romper pausa 9. El hecho de que sea posible establecer ciertas
reglas para la colocación del auxiliar, parece confirmar que se trata de un
rasgo real de la lengua. Lo mismo significa, a mi ver, la restricción tipológica
de los auxiliares que se posponen.
Una pequeña investigación de control sobre algunos textos medievales catales dio las
mismas categorías perifrásticas con los auxiliares esser, haver, poder, soler y voler. Los tipos
de auxiliares pospuestos son los mismos que los que encontró MARTíNEZ-GIL en su estudio
sobre el Romancero (op. cit, pág. 898) .
a Véase RAMÓN MENÉNDEZ
PIDAL, Orígenes del español, Madrid, Espasa-Calpe, 8.a ed., 1976,
pág. 7, glosa núm. 93 .
RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL, Cantar de Mio Cid, vol. 1, Madrid, Espasa-Calpe, 4.a ed ., 1964,
págs . 412-14, y RAFAEL LAPESA, Historia de la Lengua Española, Madrid, Gredos, 9.a ed ., 1984,
pág. 218.
EL AUXILIAR POSPUESTO (V-AUX) EN EL ESPAÑOL ANTIGUO 835
En la evolución sintáctica del español, hay varios factores que pueden
llevar nuestro interés hacia las posibilidades combinatorias de Vy aux. Uno de
ellos es el futuro románico sintetizado con habere pospuesto. Para explicar la
síntesis de la forma se ha recurrido tanto a la posición anticuada del auxiliar
como al sistema temporal predominantemente sintético vigente en la época de
la síntesis 10. He discutido algunos de estos argumentos en otro lugar 11 , y me
limito aquí a señalar la inversión del orden de las demás perífrasis y la falta de
síntesis de otras perífrasis que han sobrevivido desde orígenes mucho más
remotos . El español actual también presenta rasgos de relevancia para la dis-
cusión. Pienso, sobre todo, en la casi morfologización de los auxiliares tempo-
rales, en primer lugar del auxiliar haber del perfecto compuesto.
En el camino entre estas etapas históricas, las posibilidades sintácticas del
orden de los elementos han cambiado bastante, a pesar de la relativa constan-
cia del orden básico. Una de estas posibilidades es la posposición del auxiliar,
cuya frecuencia disminuye hasta que pasa a ser un rasero recurso estilístico, y
que sigue perdiendo terreno también después. Feldman, estudiando las perí-
frasis modales nos dice: «La necesidad de inversión es mayor en la poesía (. ..) y
en el teatro versificado» 12 . Sus estadísticas muestran una frecuencia general-
mente decreciente desde el siglo xiv hasta el siglo xx y eso indica que los
cambios de gusto literario no pueden ser la única razón del decrecimiento i3 .
Otro cambio que ha afectado la colocación de los elementos que forman y que
rodean la perífrasis verbal es la eliminación del clítico intercalado. Tanto el
pronombre átono como el adverbio de negación tienen hoy sus lugares apro-
piados y fijos en los márgenes de la perífrasis . Como es sabido, en la lengua
antigua el pronombre clítico podía intercalarse entre la raíz del futuro, es decir
el infinitivo, y el habere pospuesto, que, así, recuperaba algo de su carácter de
auxiliar independiente. En estos casos los futuros presentan una forma igual a
la de las demás perífrasis intercaladas.
En la romanística, y en otros campos, se asocia la tendencia hacia un orden
aux-V con la transición a un orden básico verbo-objeto, que, a su vez, se ha
asociado con la pérdida del sistema casual 14 . Según Lehmann la relación entre
verbo y objeto favorece una colocación a la izquierda del verbo de los elemen-
'° Véanse, por ejemplo, ROBIN LAKOFE, «Another look at drift», en Linguistic Change and
Generative Theory (ed. por Stockwell/Macauly), Bloomington, Indiana University Press,
1972, págs . 172-198 ; MARTIN B. HARRIS, «A typological approach to word order chango in
Freneh», en HARRIS (ed.), Romance Syntax: Synchronic and Diachronic Perspectivos, Univer-
síty of Salford, 1976 (reimpr. 1977), págs. 33-53; JOHN N. GREEN, «How free is word order in
Spanish», en HARRIS (ed.), op. cit., págs . 7-32; SUZANNE FLEISCHMANN, The Futuro in Thought and
Language-Diachronic Evidence from Romance, Cambridge, Cambrídge University Press,
1982.
11 BIRTE STENGAARD, «`Shift' tipológico, Tema/Rema y el futuro románico», Revue Romane,
20, 1985, págs . 208-230.
'2
DAVID M. FELDMAN, Apuntes Históricos sobre las Frases Verbales de Modo en Español,
Madrid, Playor, 1974, pág. 50, núm. 34 .
FELDMAN, loc. cit., presenta los números siguientes : siglos xiI-xil: densidad de ejemplos
13

V-aux : .049; siglo xiv: .049; siglo xv : .021; siglo xvli: .005; siglo xvlir .006; siglo xix: .010; si-
glo xx: 0.01 .
' 4 Véase BERNARD COMRIE, Language Universals and Linguistic Typology, Oxford, Black-
well, 1981, págs . 206-07 .
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tos modificadores de éste 1s . Así, un auxiliar tiende a anteponerse alverbo para


no romper la conexión entre éste y el objeto hacia el cual se dirige la acción . El
establecimiento de un orden VO en el romance preliterario no ha sido impe-
dido por la retención de una buena parte de la morfología verbal heredada del
latín, como ha mostrado recientemente Blake te. Si la morfología verbal es
aceptable corno elemento significativo intercalado entre verbo principal y su
objeto, sería de esperar que un auxiliar fuertemente gramaticalizado tampoco
representase un obstáculo entre los elementos Vy O. Es decir, una auxiliariza-
ción avanzada permitiría un alto grado de Y-aux dentro de un sistema mixto
con conjugación verbal sintética y analítica como el del romance tanto prelite-
rario como literario. También sería de esperar que el orden V-aux apareciera
con más frecuencia en los casos en que el verbo principal no era seguido de un
objeto dependiente de él. Esto es, de hecho, lo que observamos en el español
antiguo, que tolera una frecuencia significante de V-aux precisamente en las
perífrasis que más merecen este nombre -las temporales y las modales- . En
mi corpus del siglo XIII no hay, por ejemplo, ningún caso con los auxiliares estar
o tener. Parecen ser raros los casos con objeto pospuesto al auxiliar, especial-
mente si el objeto no está anafóricamente marcado por un pronombre interca-
lado . Mi corpus contiene un único ejemplo de este tipo:
E pues comengado as guerra, bien creo que abrás visto algunas destas
cosas e serás en conorimiento dellas (Libro de los dote sabios, cap. 29) " 1 .

Según este razonamiento la tendencia general a la anteposición del auxiliar


se relaciona con un bajo grado de auxiliarización dentro de un contexto de
una rica morfología verbal. Esto también armoniza con lo que sabemos del
español antiguo, que muestra claramente un orden básico conjugado-no con-
jugado en todos los casos cuando un verbo en forma personal entra en sin-
tagma con otro en forma no personal . Así, al parecer tenemos que ver con dos
tendencias opuestas que operan en direcciones contrarias, pero sólo aparen-
temente ya que, en los casos de Vaux, los pronombres átanos y adverbios de
negación intercalados sirven como contrapesos a la tendencia de morfologiza-
ción del auxiliar pospuesto, manteniendo la unión entre la forma infinita y su
objeto . De esta manera la posibilidad de perífrasis intercalada sirve como
fuerza auxiliadora a la tendencia general de anteposición . He aquí la base para
establecer una correlación entre las dos posibilidades sintácticas de auxiliar
pospuesto y clítico intercalado. La reducción gradual de ambas posibilidades
parece representar dos aspectos del mismo proceso cuyo resultado en el
estado actual de la lengua es la tendencia de morfologización del auxiliar
antepuesto .
'5 WINFRED P . LEHMANN, «A structural principle of language and its implications>), Language,
49, 1973, págs . 47-66 .
aa ROBERT BLAKE, «Syntactic aspects of latinate texts of the early middle ages», en Latin and
the Romance Languages in the Early Middle Ages (ed . por Roger Wright), London, Croom
Helm Romance Linguistics Series, 1990, págs. 219-32 .
" (Ed. de John K. Walsh) Madrid, Boletín de la Real Academia Española, Anejo xxix, 1975,
págs . 101-02 .

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