CASACION - Cuenta Bipersonal
CASACION - Cuenta Bipersonal
CASACION - Cuenta Bipersonal
VISTOS:
Señala que acto seguido envió la lista de los cheques protestados por cuenta
cerrada y falta de fondos a la Cámara de Comercio, en la que
equivocadamente se indica que los giradores fueron don Javier Aliaga y doña
María Quintana Seguel, lo que significó que desde 1993 estuviera en la lista
de la Cámara de Comercio con documentos protestados y en Dicom.
Expone que este grosero descuido del Banco lesionó enormemente su
dignidad y honra, causándole un menoscabo que afectó sus relaciones con
terceros y su desarrollo individual.
El daño moral producto del daño o perjuicio consistente en una clara afección
a la honra y prestigio, reduciéndose sus posibilidades de estudio, fuentes de
trabajo y de desarrollo económico, lo estima en la cantidad de $15.000.000.
Sostiene que el acta de protesto fue extendida con estricto apego a las
normas que rigen la formalidad de los protestos, pues los dos titulares de la
cuenta corriente bipersonal siempre son sus giradores y por lo tanto
responden por todos los cheques girados en contra de dicha cuenta, sin
perjuicio que uno sólo de ellos lo firme.
CONSIDERANDO:
a) Respecto de la prescripción:
El artículo 44 del citado Código señala que la ley distingue tres tipos de culpa,
grave, leve y levísima. En el considerando 17º se expresa, que el
incumplimiento del Banco demandado al enviar la lista a la Cámara de
Comercio consistió en un error manifiesto, con lo que el tribunal calificó la
falta del Banco como culpa grave, por ser muy ostensible y obvia, al no
desplegar el banco la diligencia mínima exigida en estos casos.
Explica que el artículo 2316 del Código Civil, dispone que está obligado a
indemnizar el que hizo el daño, en este caso el Banco que fue quien envió la
lista incluyendo a la demandante como giradora de los cheques y ese hecho
ocasionó perjuicios a la demandante, por lo que dicha institución debe
asumir las consecuencias de sus propios actos.
El artículo 2329 del Código sustantivo, establece que por regla general todo
daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser
reparado por ésta y el artículo 1558 del mismo estatuto jurídico, dispone que
en caso de dolo del deudor será responsable tanto de los perjuicios previstos
como los que no se pudieron prever al tiempo del contrato.
Sostiene que otra cosa distinta es la conducta que pudo haber desplegado la
demandante una vez que el Banco incurrió en el incumplimiento con
posterioridad a su infracción, pero esta no afecta la falta de diligencia o
cuidado que le cabe a la entidad financiera demandada en su incumplimiento
y las consecuencias que deriven de éste.
También estima transgredido el artículo 1557 del Código Civil puesto que en
el considerando 16º la sentencia señala que la obligación del Banco consistía
en un deber de abstención (no incluir a la demandante en los protestos),
vulnerando una obligación de no hacer, pero en el resto de la sentencia no se
sigue la lógica que trae aparejado el incumplimiento de obligaciones de no
hacer, desatendiéndose de esa determinación.
Indica que los sentenciadores, sin señalarlo se sustentan en dicha norma para
eliminar absolutamente la responsabilidad que tuvo el Banco y que aún
cuando según la sentencia, la demandante pudo haber tenido una conducta
negligente para reparar el mal que se le causó, en ningún caso esa conducta
es suficiente para eliminar completamente la responsabilidad y el daño
causado por el banco, más aún si éste pudo haber resuelto el error en
cualquier momento. Al aplicar de esta forma la citada disposición incurre en
una impropiedad jurídica extendiéndola a un alcance que está fuera de su
sentido que es sólo ponderar la indemnización o reducirla pero en ningún
caso eliminarla como lo hizo la sentencia impugnada.
SEGUNDO: Que son hechos establecidos por los jueces de fondo, relevantes
para la decisión del asunto que viene propuesto, los siguientes:
g) las normas que regulan las menciones que debe contener el acta de
protesto disponen la identificación tanto del titular de la cuenta corriente
como la del firmante del cheque, si bien la deficiente redacción de que
adolece el texto de los señalados protestos -con la excepción ya anotada- es
reprobable, no llega a constituir una infracción a las normas que regulan la
materia, desde que las actas respectivas individualizan correctamente tanto a
los titulares de la cuenta corriente como al suscriptor o firmante de los
cheques, por lo que uno de los pretendidos incumplimientos en que se funda
la acción de indemnización deducida no se configura en la especie.
k) los hechos que configurarían el daño sufrido por el actor, no han resultado
suficientemente probados.
TERCERO: Que sobre la base de los hechos establecidos, los sentenciadores
concluyeron que no satisfaciendo la acción deducida uno de los presupuestos
básicos de la responsabilidad, la existencia de perjuicios, tampoco concurre la
necesaria relación de causalidad entre incumplimiento y perjuicio, por lo que
rechazaron la acción intentada.
QUINTO: Que como se advierte, con el recurso se pretende alterar los hechos
fijados en la sentencia, desde que no obstante lo concluido por los
sentenciadores, el demandado insiste en sostener lo contrario, esto es, que
se encuentra acreditado el daño. Este planteamiento no puede aceptarse, en
la medida que la fijación de aquellos hechos en los términos que se
establecieron se basa en la apreciación que de las pruebas se hiciera por los
sentenciadores del fondo, lo que es inherente a las facultades que le son
propias y excluyentes, en términos que tales hechos no son susceptibles de
modificación, a menos que en su establecimiento haya existido vulneración a
las leyes reguladoras de la prueba y, en la especie, el recurrente se limita a
señalar que se han infringido tales reglas, pero sin enunciar ni explicar a
continuación cuáles serían las disposiciones que tendrían tal calidad, siendo
por ende insuficiente una mención en términos generales como pretende la
recurrente a "las leyes reguladoras de la prueba", para lograr revertir aquello
que viene decidido.
NOVENO: Que por todo lo señalado cabe concluir que el recurso de casación
en el fondo intentado debe ser rechazado.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764, 765, 767 y 785 del Código
de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo
deducido en el primer otrosí de la presentación de fojas 335, por el abogado
Francisco Mariani Martin, en representación de la demandante, en contra de
la sentencia de quince de noviembre de dos mil seis, escrita de fojas 334.
Nº 293-07.-
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya
E. y Abogado Integrante Sr. Oscar Carrasco A.