La Entalpia

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EMPATÍA

1.- ¿QUE ES LA EMPATIA?


La palabra empatía es de origen griego “empátheia” que significa
“emocionado”.
Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
Es decir es la intención de comprender los sentimientos y emociones,
intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro
individuo. Ponerse en los zapatos del otro
Más de una vez hemos oído hablar de este término: la empatía. ¿Qué es? La
empatía es la capacidad que tiene un individuo de percibir o interpretar en un
contexto en común lo que otra persona puede sentir, o quizás hasta pensar. Es
decir, es una forma de entender y comprender lo que el otro siente, pero desde
una posición -valga la redundancia- empática, poniéndose en el lugar del otro.
Una forma desarrollada de empatía implica no sólo el entendimiento de lo que
el otro siente, sino la respuesta a dichos sentimientos.

2.- ¿CÓMO SE DESARROLLA LE EMPATÍA?


La empatía se da en todas las personas en mayor o menor grado.
No se trata de un don especial con el que nacemos, sino de una cualidad que
podemos desarrollar y potenciar.
La capacidad para la empatía empieza a desarrollarse en la infancia.
Los padres son los que cubren las necesidades afectivas de los hijos y los que
les enseñan, no solo a expresar los propios sentimientos, sino también, a
descubrir y comprender los de los demás.
Si los padres no saben mostrar afecto y comprender lo que sienten y necesitan
sus hijos, estos no aprenderán a expresar emociones propias y por
consiguiente, no sabrán interpretar y sentir las ajenas.
De ahí la importancia de una buena comunicación emocional en la familia
desde el principio.
La capacidad para la empatía se desarrollará más fácilmente en aquellas
personas que han vivido en un ambiente en el que han sido aceptadas y
comprendidas, han recibido consuelo cuando lloraban y tenían miedo, han visto
como se vivía la preocupación por los demás...
En definitiva, cuando las necesidades afectivas y emocionales han estado
cubiertas desde los primeros años de vida.
3.- EJEMPLOS DE EMPATIA

Sentir tristeza e impotencia al ver el sufrimiento de un animal.

Sentir tristeza y ganas de llorar al ver a otra persona llorando desconsolada.

Ayudar a una persona de edad a cruzar la calle.

Sentir miedo y angustia al ver al protagonista de una película de terror siendo


perseguido por un asesino.

Alegrarse cuando alguien más está sonriendo o celebrando algún logro.


CON EMPATIA:
Un hombre daba las gracias a la camarera por un pequeño obsequio que el
restaurante había dejado un par de días antes en los buzones de las personas
que vivían cerca. La camarera china no hablaba ni una palabra de español, de
manera que preguntó varias veces al hombre, quien se esforzaba por hacerse
entender.
Cuando la camarera se marcha, la mujer que está sentada al lado del hombre
le dice: "Creo que ha entendido que quieres que te traiga el regalo", a lo que el
hombre respondió con cara de asombro: "¿En serio?" Al poco rato, llegaba la
camarera con el obsequio.
La mujer supo leer el rostro de la camarera y saber lo que ella había entendido,
lo que nos indica que, seguramente, se trataba de una persona con una
elevada capacidad de empatía.
La empatía requiere, por tanto, prestar atención a la otra persona, aunque es
un proceso que se realiza en su mayor parte de manera inconsciente. Requiere
también ser consciente de que los demás pueden sentir y pensar de modos
similares a los nuestros, pero también diferentes. Tal vez a ti no te moleste un
determinado comentario o broma pero a otra persona sí puede molestarle. La
persona empática es capaz de darse cuenta de que dicho comentario te ha
molestado incluso aunque ella sienta de otra manera.
LA FALTA DE EMPATÍA:
La falta de empatía puede verse a menudo al observar las reacciones de los
demás. Cuando una persona está principalmente centrada en sí misma, en
satisfacer sus deseos y en su propia comodidad, no se preocupa por lo que los
demás puedan estar sintiendo y no tiene una respuesta empática ante ellos.
Es la madre o padre que responde con un "mmm" indiferente, cuando su hija
pequeña le enseña con entusiasmo su último dibujo, sin percibir la decepción
de la niña al ser ignorada. Es el marido que llega a casa cansado del trabajo y
se sienta a ver la tele mientras espera que su esposa, que también llega
cansada del trabajo, se ocupe de hacer la cena y de bañar a los niños. O es la
persona que dice no importarle si hay calentamiento global o si estamos
contaminando el ambiente porque considera que ya habrá muerto cuando todo
eso sea un verdadero problema.
4.-OBSTÁCULOS QUE DIFICULTAN LA EMPATÍA

Muchas veces hemos podido preguntarnos por qué la gente no busca apoyo en
nosotros o se retraen a la hora de hablarnos de sentimientos.

Existen una serie de barreras que suelen impedir este acercamiento.

Entre los errores que solemos cometer con más frecuencia a la hora de
relacionarnos con los demás están esa tendencia a quitarle importancia a lo
que le preocupa al otro e intentar ridiculizar sus sentimientos; escuchar con
prejuicios y dejar que nuestras ideas y creencias influyan a la hora de
interpretar lo que les ocurre; juzgar y acudir a frases del tipo "lo que has hecho
está mal", "de esta forma no vas a conseguir nada", "nunca haces algo bien"... ;
sentir compasión; ponerse como ejemplo por haber pasado por las mismas
experiencias; intentar animar sin más, con frases como "ánimo en esta vida
todo se supera"; dar la razón y seguir la corriente....Todo esto, lo único que
hace es bloquear la comunicación e impedir que se produzca una buena
relación empática.

Las personas que están excesivamente pendientes de sí mismas tienen más


dificultades para pensar en los demás y ponerse en su lugar.

Por lo tanto, para el desarrollo de la empatía tendríamos que ser capaces de


salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro.

Los peligros en la empatía:

1. Un peligro de la empatía consiste en proyectar en el otro mi propia


experiencia.

2. Otro es la interpretación, adelantándonos a lo que el otro nos dice e


imaginando nuestra propia versión.

3. Tampoco nos ayuda el contagiarnos de las emociones del otro, hasta el


punto de perderme en el otro y olvidarme de mí.

4. También puedo sentir simpatía y compasión, pero NO empatía, ya que


son habilidades diferentes. La empatía implica acompañamiento. Y para
acompañar al otro es fundamental haber cerrado nuestros asuntos
inconclusos.
Los obstáculos de la empatía:

1. La presión y la ansiedad dificultan la percepción acertada de los motivos


y las acciones de quienes nos rodean.

2. El exceso de tensión reduce la empatía, pero la ausencia de tensión


induce a un estado de apatía, no a una percepción social siempre
acertada. En ausencia de tensión no hay motivo para querer comprender
algo o a alguien. Habría escasa percepción social.

3. Otro obstáculo que no ayuda a empatizar se da, cuando queremos


calmar al otro porque nos asusta su llanto.

5.- ESTRATEGIAS PARA DESARROLLAR LA EMPATÍA


Es evidente que hay personas que por diversas razones tienen mucha
capacidad empática y sin embargo otras, poseen enormes dificultades para
entenderse con la gente y ponerse en su lugar.
En cualquier caso, conviene saber que las habilidades empáticas se pueden
potenciar y desarrollar:
En cuanto a las actitudes que se deben tener para desarrollar la
empatía destacan:
. Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios; prestar atención y mostrar
interés por lo que nos están contando, ya que no es suficiente con saber lo que
el otro siente, sino que tenemos que demostrárselo; no interrumpir mientras
nos están hablando y evitar convertirnos en un experto que se dedica a dar
consejos en lugar de intentar sentir lo que el otro siente.
. Habilidad de descubrir, reconocer y recompensar las cualidades y logros de
los demás. Esto va a contribuir, no solamente a fomentar sus capacidades, sino
que descubrirán también, nuestra preocupación e interés por ellos.
¿Cómo expresar la empatía?
Hay varias formas de expresar empatía.
Una de ellas es hacer preguntas abiertas. Preguntas que ayudan a continuar la
conversación y le hacen ver a la otra persona que estamos interesados por lo
que nos está contando.
Es importante, también, intentar avanzar lentamente en el diálogo, de esta
forma estamos ayudando a la otra persona a que tome perspectiva de lo que le
ocurre, dejamos que los pensamientos y sentimientos vayan al unísono y nos
da tiempo de asimilar y reflexionar sobre el tema.
Antes de dar nuestra opinión sobre el tema, debemos esperar a tener
información suficiente, cerciorarnos de que la otra persona nos ha contado todo
lo que quería y de que nosotros hemos escuchado e interpretado
correctamente lo esencial de su mensaje.
En ocasiones los otros no necesitan nuestra opinión y consejo, sino saber que
los estamos entendiendo y sintiendo lo que ellos nos quieren transmitir.
Cuando tengamos que dar nuestra opinión sobre lo que nos están contando es
muy importante hacerlo de forma constructiva, ser sinceros y procurar no herir
con nuestros comentarios.
Para esto es muy importante ser respetuoso con los sentimientos y
pensamientos de la otra persona y aceptar abiertamente lo que nos está
contando.
Es aconsejable tener una buena predisposición para aceptar las diferencias
que tenemos con los demás, ser tolerantes y tener paciencia con los que nos
rodean y con nosotros mismos.
Aunque ser tolerante no quiere decir que tengamos que soportar conductas
que nos hacen daño o que pueden hacer daño a otros, sino aceptar,
comprender y respetar las diferencias.

6.-DIFERENCIA ENTRE EMPATIA Y SOLIDARIDAD


La empatía y la solidaridad son dos valores indispensables en nuestra vida y
convivencia con los demás.

La empatía es la que nos permite entender a los demás, poniéndonos en su


lugar aunque la realidad que estemos viviendo nosotros sea diferente. Es
ponerse en los zapatos del otro para poder entender su forma de pensar y
actuar de acuerdo a sus vivencias y valores.

Es necesario por ejemplo, que los padres se puedan poner en el lugar de sus
hijos y los hijos en el de sus padres. Los esposos, cada uno en el lugar del otro.
El comerciante se pueda poner en el lugar de su cliente y el cliente en el del
comerciante. El jefe en el lugar de sus empleados y los empleados en el del
jefe. Los que tienen más oportunidades en el lugar de quienes tienen menos y
viceversa, y en fin, en todas las relaciones, ponernos siempre en el lugar del
otro para entender su forma de vivir y entender las cosas.

Reforzar la empatía con los demás, crea lazos de entendimiento, mejor


comunicación y compromiso entre todos. Por diferente que sea la posición de
cada cual, la empatía establece puentes de unión que permiten empezar a
entenderse.
El solo entendimiento entre unos y otros no basta. Es necesario crear los lazos
que nos lleven a facilitarnos unos a otros el camino y para eso es necesaria la
solidaridad. Solidaridad es tomar conciencia que existe unión entre la realidad
de todos y que podemos influenciarnos entre todos de manera positiva.

A veces la competitividad nos ha llevado a desvirtuar un poco esta realidad.


Creemos que el éxito es individual y que consiste en llegar a la meta primero.
Eso funciona en las competencias deportivas pero en la vida práctica no.
Incluso en las competencias deportivas se tienen que dar factores similares
entre quienes participan.

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