Sepsis
Sepsis
Sepsis
LA SEPSIS EN URGENCIAS
Sesión del 21 de febrero de 2019
Desde que se produce la invasión de un territorio (tejido, sangre u otros fluidos corporales) por
un microorganismo, se activa una completa secuencia de acontecimientos destinados a
neutralizar dicho microorganismo que, en ocasiones, conducirá a un empeoramiento de la
situación clínica del paciente con el consiguiente aumento de la morbimortalidad asociada al
proceso infeccioso.
La sepsis es la primera causa de muerte en los hospitales y un alto porcentaje ingresa desde
el Servicio de Urgencias. Los Servicios de Urgencias tienen un papel esencial en la detección del
paciente séptico y en el inicio de tratamiento que ha demostrado una mejoría del pronóstico
(disminución de mortalidad de hasta el 50 %). La detección precoz del paciente séptico, su
resucitación hemodinámica y la administración del antibiótico empírico adecuada en la primera
hora conforman la triada fundamental para mejorar la elevada morbimortalidad de la sepsis y
el shock séptico
DEFINICIONES
Bacteriemia: se define como la presencia de bacterias viables en la sangre. Se denomina
fungemia y viremia en el caso de que los microorganismos viables en sangre sean hongos y virus,
respectivamente.
Frecuencia respiratoria > 20 rpm o pCO2 < 32 mm Hg o necesidad de ventilación
Leucocitos > 12.000 o < 4.000 por mm3 o > 10% de cayados.
Sepsis: disfunción orgánica aguda que entraña compromiso vital, causada por una respuesta
inflamatoria deletérea frente a una infección (clínicamente sospechada o documentada
microbiológicamente).
Según el último consenso Sepsis-3, la disfunción se define como un incremento ≥ 2 puntos en el
Sequential Organ Failure Assessment Score (SOFA) (Tabla I), ampliamente utilizado en UCI. Los
pacientes no ingresados en UCI y especialmente en atención extrahospitalaria y urgencias
resulta más útil para el reconocimiento de la sepsis el empleo del quick SOFA (qSOFA), modelo
clínico a pie de cama validado igualmente en Sepsis-3 (Tabla II).
Asimismo, es importante reseñar que en este último documento se ha desechado el término
“sepsis grave” por considerarse inespecífico y redundante, ya que el nuevo concepto de sepsis
per se implica disfunción orgánica y, por tanto, riesgo vital.
Shock séptico: subtipo de sepsis definido como la coexistencia de hiperlactacidemia (> 2,0
mmol/L) con hipotensión refractaria que requiere el empleo de fármacos vasopresores para
mantener una presión arterial media (PAm) > 65 mm Hg, a pesar de la adecuada resucitación
con fluidoterapia. Es un tipo de shock distributivo, con reducción de las resistencias vasculares
sistémicas y, generalmente, aumento del gasto cardiaco, que entraña una alta mortalidad.
ETIOLOGÍA
La sepsis puede deberse a cualquier microorganismo.
- Bacterias (80-90%)
- Hongos (3-5%)
- Virus (2-4%)
- Parásitos (1-3%)
- Polimicrobianas
En la actualidad cabe destacar dos circunstancias importantes para la práctica clínica: el mayor
número de casos por bacterias grampositivas frente a las gramnegativas y el incremento de
bacterias resistentes (sobre todo Pseudomona y s.aureus).
En el 30% de los casos no se identifica un foco de la sepsi s y cuando se logra, la mayoría de las
veces se trata de un origen pulmonar, intraabdominal, urinario, cutáneo o de partes blandas.
Por otro lado, los hemocultivos sólo son positivos en el 25-30% de los casos.
DETECCION DEL PACIENTE CON SEPSIS
Una de las prioridades para mejorar el tratamiento de la sepsis y reducir su mortalidad es
organizar su detección e inicio de un protocolo de actuación desde el triaje , aunque la
identificación de la sepsis se pueden realizar en cualquier momento de la asi stencia al paciente
en Urgencias.
Para el diagnóstico de sospecha basta con una breve historia clínica y una toma completa de
constantes vitales, posteriormente los hallazgos en la exploración física, resultados analíticos y
estudios microbiológicos apoyarán o no el diagnóstico. El diagnostico de sospecha es
fundamental y la evaluación diagnóstica debe efectuarse al mismo tiempo que se inicia el
tratamiento. No obstante es importarte remarcar que se deben descartar otras causas de SRIS
como traumas, intoxicaciones, quemaduras, etc.
Es importante señalar que en los pacientes que cumplan criterios de sepsis sin haberse
identificado un foco deben ser reevaluados y vigilados periódicamente con objeto de descubrir
datos o signos que puedan ir apareciendo o que pasaron desapercibidos inicialmente.
En la valoración inicial los valores de lactato son fundamentales. Un lactato > 4 mmol/l,
hipotensión o presencia de datos de disfunción de órgano o hipoperfusión implica el inicio de
las medidas de resucitación hemodinamica y antibioterapia en menos de una hora.
Los pacientes con lactato >2 mmol/l deben ser estrechamente vigilados y si éste permanece
elevado tras una adecuada reposición de líquidos es indicativo de shock y también implica el
inicio de medidas de resucitación hemodinamica y antibioterapia en menos de una hora.
La oliguria y las características de la piel (bien caliente, bien fría y húmeda) a veces son
difíciles de determinar clínicamente en un inicio. La disminución del relleno capilar (> 2
seg.) es orientativa.
La exploración física debe ser completa con toma de todas las constantes, exploración
física general que incluya valoración de la piel y heridas quirúrgicas, nivel de conciencia,
signos meníngeos y presencia de material extraño (catéteres vasculares o vesicales,
prótesis cardíacas u ortopédicas…).
La Procalcitonina (PCT) ha sido aprobada para evaluar el riesgo de progresar a sepsis y shock
séptico. Actualmente es el marcador más específico y precoz. Aumenta tras 4-6 horas de
infección, tras este tiempo:
- PCT < 0,5 ng/ml: Indica bajo riesgo de progresión a sepsis. No descarta infección
bacteriana local
- PCT ≥ 0,5 y < 2 ng/ml: Riesgo moderado de progresión a sepsis y necesidad de iniciar
tratamiento. Vigilancia y valorar nueva determinación en próximas 6-24 horas
Las diferentes especies bacterianas pueden tener comportamientos desiguales. En general, los
gramnegativos presentan mayores elevaciones que los grampositivos y algunos agentes
específicos no provocan elevaciones, especialmente los intracelulares, en concreto Mycoplasma
pneumoniae, Mycobacterium tuberculosis, Chlamydophila spp, Legionella spp y Pneumocystis
jirovecii.
Entre sus limitaciones se encuentran su cinética (se eleva lentamente tras el inicio de la
inflamación, a las 6-8 horas, y puede tardar 24 horas en mostrar valores significativos, siendo su
pico máximo hacia las 48 horas) y su elevación en múltiples procesos infecciosos y no infecciosos
(mide el grado de inflamación secundario). Presenta menos sensibilidad y especificidad que la
procalcitonina en términos generales, y especialmente en ancianos y grupos de pacientes con
fiebre de presentación atípica. Se presupone que si el nivel de inflamación es bajo no es
necesario antibiótico (pero no lo descarta), y si el nivel es alto, el riesgo de infección grave es
más probable y se debe considerar emplear antibióticos sino hay otra causa que lo justifique.
Puede tener su utilidad si la duración de los síntomas es más de 24 horas y los niveles de PCR
son < 20 mg/l, porque en este marco no es esperable una infección bacteriana ni un beneficio
en el tratamiento antibiótico.
TRATAMIENTO
Tiene tres pilares fundamentales que se deben aplicar de forma simultánea y lo más
precozmente posible:
El aumento de las bacterias multirresistentes obliga a valorar de forma sistémica esta posibilidad
e implica que ante cuadros graves sea necesario cubrir este espectro si existen factores de riesgo
de microorganimos resistentes.
Factores de riesgo para identificar a pacientes con alto riesgo de ser portadores de
bacterias multirresistentes (BMR)
Pacientes que cumplan al menos una de estas condiciones o bien presenten infección por BMR
ya conocida:
Además se recomienda protocolizar unas pautas de antibioterapia empírica con actividad frente
a los agentes patógenos mas frecuentes según el foco de infección, características del paciente
y ajustado por el patrón de resistencias conocido en el hospital o área sanitaria.
Si foco desconocido:
A las 48-72 horas revisar siempre tratamiento y ajustar a los resultados de microbiología.
Uno de los pilares del tratamiento hemodinámico de la sepsis es la infusión de volumen precoz,
adecuada y escalonada. Se deben realizar cargas de fluidoterapia valorando su respuesta en el
paciente. De elección son los cristaloides isotónicos. Se realizará en forma de cargas de 500-
1000 cc de suero salino 0,9 % en 30 minutos. Tras cada carga, se debe evaluar la respuesta
hemodinámica vigilando la aparición de signos de sobrecarga El objetivo inicial es obtener una
presión arterial media (PAM) > 65 mm Hg. Se debe procurar evitar hipercloremia (iniciar suero
salino 0, 9 % y asociar soluciones balanceadas como Plasmalyte o Ringer Lactato si se está
administrando grandes cantidades –valorar acidosis hiperclorémica a partir de 3.000 ml). La
expansión con albumina puede ser útil en los pacientes que requieran gran cantidad de
cristaloides. El objetivo general es administrar al menos 30 ml/kg cristaloides en las primeras 3
horas.
Objetivos hemodinamicos:
Se debe procurar en las primeras 6-12 horas. Es fundamental para mejorar el pronóstico y
requiere un abordaje multidisciplinar realizando los estudios de imagen justificados e
implicando a los especialistas necesarios en las 3 primeras horas de la atención.
Hay que valorar siempre la realización de un control adicional de la infe cción con medidas no
farmacológicas con el mínimo trauma que sea posible.
Ejemplos de medidas no farmacológicas de control del foco
OTROS CUIDADOS
Soporte hematológico
En general, debe evitarse. Utilizar solo en pacientes con shock séptico refractarios a
fluidoterapia y tratamiento vasopresor. En dicho caso, se recomienda hidrocortisona a dosis de
50 mg/6 h o 100 mg/8 h IV. Este tratamiento debe ser retirado paulatinamente una vez
suspendidos los fármacos vasopresores. Se desaconseja la realización del test de estimulación
con ACTH por su escaso valor en estos pacientes.
Con inhibidores de la bomba de protones (de elección) o anti -H2 en pacientes de riesgo
(coagulopatía, hipotensión arterial, ventilación mecánica durante > 48 horas), a las dosis
habituales.
Con heparina de bajo peso molecular (HBPM) en todos los pacientes (salvo contraindicación).
En fracaso renal grave (filtrado glomerular < 30 ml/min), se recomienda heparina sódica no
fraccionada o HBPM con medición de niveles de anti-Xa.
En aquellos pacientes con indicación para la misma las terapias de hemodiafiltración continua
han demostrado no ser inferiores a la hemodiálisis convencional, dado que son habitualmente
mejor toleradas desde el punto de vista hemodinámico.
Bicarbonato
Soporte nutricional
Se recomienda iniciar precozmente (primeras 48 horas de ingreso en la UCI, una vez finalizada
la fase de resucitación inicial) una nutrición oral o enteral (es preferible sobre cualquier solución
parenteral, tanto cristaloides como preparados de nutrición completa).
DESTINO DEL PACIENTE
Se deben individualizar los cuidados y el destino a los objetivos de tratamiento de cada paciente.
Los pacientes con shock séptico se benefician de ingreso precoz en UCI. Los pacientes con sepsis
y alteración del nivel de conciencia, insuficiencia respiratoria aguda con altos requerimientos de
oxigenoterapia, o situaciones de disfunción orgánica aislada importantes (renal, hematológica,
hepática…) se debe realizar valoración por UCI para no retrasar el ingreso si se prevé beneficio.
Los Servicios de Urgencias son garantes en la atención inicial de todos los pacientes y en la
atención continuada de los pacientes en los que no se realiza un ingreso inmediato en UCI o no
se considera beneficio en el mismo. La decisión de ingreso posterior en hospitalización es
individualizada a los objetivos de tratamiento, la evolución clínica y a los cuidados requeridos.
PUNTOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
- Manual de de diagnóstico y terapéutica médica. Hospital Universiario 12 de Octubre.
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- Jiménez Aranda, P; Pedrosa Guerrero, A; Candel González, FJ; Julián Jiménez, A. Sepsis
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- Código Sepsis. Documento de consenso. Disponible en:
https://www.seguridaddelpaciente.es/resources/documentos/2016/SEPSIS
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- Singer M, Deutschman CS, Seymour CW, et al. The Third International Consensus
Definitions for Sepsis and Septic Shock(Sepsis-3). JAMA. 2016;315:801-810.