La Pintura Al Óleo y La Evolución de Los Estilos

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Acerca de este curso de pintura al óleo

Este curso de pintura al óleo engloba los conceptos más importantes que debes saber
para empezar a pintar al óleo. Incorpora trucos y consejos prácticos para que cualquiera
pueda pintar su primera obra. A lo largo de este curso podrás ver vídeos y fotos de la
elaboración de diversos cuadros con el fin de que sea lo más práctico posible.

Para quién es este curso


Para cualquiera con ganas de aprender y empezar a pintar al óleo. No es necesario tener
conocimientos previos aunque algo de experiencia dibujando siempre es recomendable.
Los materiales necesarios se describen en una de las lecciones. Los módulos tienen un
orden recomendado pero es posible adaptar el itinerario formativo según las necesidades
de cada alumno visitando solo las lecciones que le interesen.

Contenidos del curso


Pulsa en los títulos de cada uno de los módulos para ir viendo los contenidos.

MÓDULO 1. INTRODUCCIÓN

¿Qué es la pintura al óleo? ¿Cómo funciona? Veremos algo de historia, sus


características, etc.
Porque siempre es bueno empezar por el principio :).
M1.1 INTRODUCCIÓN DE LA PINTURA AL ÓLEO

Un poco de historia y principios básicos sobre el funcionamiento de la pintura al óleo.

Algunos consejos para empezar por si eres impaciente:

M1.2 CONSEJOS RÁPIDOS PARA EMPEZAR A PINTAR AL ÓLEO

Cuatro consejos para empezar a pintar al óleo: dibujo, observación, práctica y técnica.

MÓDULO 2. MATERIALES

MÓDULO 2. MATERIALES NECESARIOS PARA EMPEZAR A


PINTAR AL ÓLEO
Veremos qué necesitas para comenzar a pintar, qué debes comprar, qué no necesitas por
ahora. Qué colores son los básicos, qué cosas puedes necesitar más adelante, etc.

Módulo 3: Teoría del color

MÓDULO 3: TEORÍA DEL COLOR

La teoría del color es importante para pintar al óleo o para cualquier otra técnica.
Veremos los colores primarios, los secundarios y los terciarios, así como los
complementarios.

MÓDULO 4. EL DIBUJO EN UN CUADRO AL ÓLEO

El dibujo es muy importante para cualquier tipo de obra, más cuanto más realista vaya a
ser. Pero también es importante en cualquier otro estilo porque sobre la base del dibujo
se construirá lo que pintes a continuación. No es necesario ser un genio del lápiz pero sí
pasar por este paso previo para planificar tu obra.

M4.1 CÓMO HACER EL DIBUJO EN UN CUADRO AL ÓLEO

Claves para la realización del dibujo, con qué material hacerlo, cómo guardar las
proporciones cuando el lienzo es grande, etc.
M4.2 EJEMPLOS DE EVOLUCIÓN EN EL DIBUJO

Veremos la evolución de un retrato desde el dibujo, pasando por un coloreado con


lápices y llegando a un cuadro pintado.

MÓDULO 5. TÉCNICA PARA LA PINTURA AL ÓLEO

En este módulo empezaremos a mezclar y usar los colores. Veremos cómo pintar
sombras y claros y algunos trucos.

M5.1 TÉCNICAS PARA LA PINTURA AL ÓLEO

Funcionamiento de la pintura, disolvente, mezclas. Cómo aclarar y oscurecer los


colores. El uso del color blanco y del color negro y otros conceptos importantes.

(en construcción)
M5.2 ¿QUÉ ES LA PINTURA ALLA PRIMA?

En la pintura alla prima los colores se mezclan directamente en el lienzo según se va


pintando sobre él.

M5.3 TÉCNICA: CÓMO PINTAR EL COLOR CARNE

El color carne se forma con blanco, amarillo, carmín y una pizca de azul pero esto
puede combinarse de muchas maneras.

M5.4 TÉCNICA: CÓMO PINTAR UN RETRATO AL ÓLEO

El retrato es uno de los principales motivos a la hora de pintar un cuadro. Veremos


algunas técnicas específicas.

(en construcción)

MÓDULO 6. ESTILOS

En este módulo veremos algunos estilos porque inspirarnos en otros artistas y sus
formas de pintar nos ayudarán a entenderlos, saber cómo lo hacían y encontrar nuestro
estilo propio. Es bueno copiar y aprender de otros para empezar.
M6.1 ESTILOS: EL PUNTILLISMO

En el puntillismo (o divisionismo) no se mezclan los colores en la paleta o en el lienzo


sino que se mezclan en el cerebro del que visualiza el cuadro.

M6.2 ESTILOS: EL HIPERREALISMO

El hiperrealismo impresiona por su capacidad de retratar la realidad en detalle. Objetos


cotidianos se plasman exaltando sus contrastes, con colores brillantes y tamaños
inmensos.

M6.3 ESTILOS: EL FAUVISMO


El fauvismo está más interesado en el color que en la perfección del dibujo.
Experimenta con los colores complementarios para conseguir contrastes potenciados al
máximo.

HISTORIA DE LA PINTURA AL ÓLEO Y LA


EVOLUCIÓN DE LOS ESTILOS
Módulo 1. Introducción

Historia de la Pintura al óleo y la


Evolución de los Estilos

Hablar de la historia de la pintura al óleo es hablar de la historia del arte y esta entrada
no podría ser tan ambiciosa. En cambio, veremos cómo surge la pintura al óleo y cómo
ha ido evolucionando a lo largo de los años.

Origen de la pintura al óleo


La pintura al óleo es una técnica en la que sus pinturas se forman mezclando los
pigmentos que aportan el color con una base de aceite (de ahí el nombre). Esta base de
aceite permite ofrecer un acabado brillante que hace que los colores resalten, perduren y
llamen la atención.
Antes de que se extendiera su uso, se utilizaba la pintura al temple o témpera sobre
sarcófagos, tablas o directamente en las pareces de templos y edificios en la llamada
pintura al fresco. Esta pintura utilizaba la yema de los huevos en emulsión para unir los
pigmentos con el agua. Pero la pintura al óleo tiene la peculiaridad de que tarda más en
secar lo que permite corregir lo que se va pintando sobre la marcha y ofrece unos
colores más vivos y llamativos una vez terminada. Su uso se extiende en el siglo XV y
se hacen muy conocidos los pintores de Flandes (Países Bajos).

Funcionamiento de la pintura al óleo


Las pinturas al óleo se componen de unos pigmentos, que son los que tienen el color
propiamente dicho, junto con un medio oleoso para crear una pasta que fluya sobre el
soporte que se esté utilizando para pintar. El soporte puede ser una madera, la pared,
una tela o casi cualquier elemento si se ha preparado para ello. Para hacer que la pintura
sea más fluida se utiliza más aceite (de linaza, normalmente) aportando más brillo a la
pintura o disolvente (aguarrás o agua de trementina) para que seque antes y que será el
mismo material que necesitaremos para limpiar los pinceles y paleta.

Las pinturas se mezclan en una paleta antes de aplicarlos en el soporte o se pueden


aplicar directamente y mezclarlos sobre la superficie del cuadro aprovechando que
tardan en secar. Esto se denomina pintura alla prima.

Historia de los pigmentos


En la antigüedad, se obtenían los pigmentos de diversos elementos naturales
(principalmente minerales) más o menos difíciles de conseguir lo que hacía que algunos
colores pudieran ser muy caros y solo se utilizaran en contadas ocasiones. Por ejemplo,
el color azul se obtenía del lapislázuli que es una piedra semipreciosa bastante cara y
difícil de conseguir. De esta forma, la mayoría de cuadros no tenían el color azul sino
que que utilizaban tonos ocres, rojizos y marrón. Aquellos que podían permitirse usarlo
nunca lo mezclaban sino que lo mostraban en mantos, túnicas u otros tejidos para
demostrar su poderío y sus obras pasaban a considerarse dignas de mención.
Obras flamencas con uso del color azul de forma localizada y sin mezclar

Cada pintor fabricaba sus propias pinturas y conseguir un color especial que nadie más
tuviera era también un signo de maestría y diferenciación. Así, surgieron colores como
el marrón momia cuyo pigmento se obtenía realmente pulverizando momias egipcias
auténticas. No sé si realmente en el resultado final se notaría la diferencia pero tiene su
pedigrí lo de usar polvo de momia en tus cuadros… ;).

Los pigmentos sintéticos permitieron que las pinturas tengan hoy e día el mismo precio
independientemente de su color y nos ayudan al común de los mortales a poder tener
cualquier color sin irnos a cazar momias ni piedras preciosas.

Evolución del estilo en la pintura


La pintura al óleo ha ido evolucionando a lo largo de los siglos en distintos estilos y
corrientes pictóricas. Si la pintura al óleo surge en el siglo XV, el primer estilo sería el
arte medieval con distintas escuelas como la ya mencionada flamenca. Arte Moderno y
arte contemporáneo con diversos estilos y corrientes como el impresionismo, el
realismo o el modernismo.

El siguiente vídeo es un ejemplo de cómo ha evolucionado el estilo de la pintura a lo


largo de los años. Dedica tan solo los últimos 50 segundos a la pintura contemporánea
pero se puede observar como el sigo XX supuso un cambio radical en el estilo y la
forma de pintar. Ya se había perfeccionado la técnica y parecía necesario inventar algo
nuevo.
La pintura y la fotografía
Muchos, al ver este vídeo opinan que la cosa ha evolucionado a peor. Hay que tener en
cuenta que, con la aparición de la fotografía a finales del siglo XIX, el retrato deja de
ser la única forma de reflejar cómo es una persona para la posteridad. Conseguir el
mayor parecido ya no es necesario cuando se pueden realizar fotografías. Mejorar al
original (como se hacía con monarcas y miembros de la nobleza para hacerles parecer
más apuestos y poderosos) pasa a dejar de ser necesario con la aparición del Photoshop.

La pintura pierde una parte funcional de actuar para documentar y gana en su parte
artística: tiene que expresar otras cosas, tiene que buscar los fundamentos de la imagen
y del color y abre un nuevo abanico de estilos que antes no tenían cabida. También hoy
hay artistas capaces de realizar obras muy fieles a la realidad (y los hiperrealistas, que
ya se pasan) pero ya se ha hecho, ya se sabe hacer, no plantea ningún reto ni novedad.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que cualquier tiempo pasado fue mejor y que el estilo está
evolucionando a peor? Por favor, deja tu opinión en los comentarios.

Mod 1.2.- Cuatro consejos para empezar


a pintar al óleo

Ha llegado ese momento en la vida en que te apetece pintar. Probablemente dibujabas


mucho cuando eras más joven y te apetece retomarlo y ser capaz de crear algo. Te
compras un lienzo, unos pinceles y óleos y estás dispuesto a pintar tu primera obra
maestra. Pero, ¿por dónde empezar?

Cuatro consejos muy sencillos para empezar o para ver el mundo con otros ojos que te
ayudarán en este viaje.

Dedica tiempo a dibujar


Todos queremos empezar a aplicar color sin perder tiempo en el dibujo, igual que
queremos saber manejar nuestro nuevo reloj despertador sin leer las instrucciones, pero
un buen dibujo es clave para un buen cuadro.
Y no ya solo el dibujo específico de un cuadro debe ser bueno sino que es necesario
practicar, dibujar mucho para coger soltura de la misma manera que primero se aprende
a andar antes de correr. Por tanto, dedica tiempo a dibujar antes de coger un pincel. Pasa
un par de semanas dibujando lo que ves, sin ninguna pretensión, da igual que quede
bonito o feo, es solo para ti. Un lápiz y un cuaderno de hojas blancas, no necesitas nada
más.
Cuando pintamos, se activa una parte del cerebro específica. Y como en cualquier
deporte es bueno calentar previamente. Antes de empezar un complicado retrato, dedica
cinco minutos a pintar espirales, flores, flechas, dibuja tu propia mano, lo que sea. Lo
importante es que se active esa parte del cerebro para que cuando comiences con tu
dibujo te sea más fácil.

Puede interesarte la entrada «el dibujo es la clave de un buen retrato«

Mira a tu alrededor
Obsérvalo todo, mira al mundo con otros ojos, fíjate en las proporciones de esa silla, en
cómo de juntos tiene los ojos esa persona, en de qué colores se compone ese verde.
La parte de observar es muy importante para dibujar. Damos tantas cosas por hecho que
no nos hemos parado a mirar cómo son. Observa y haz cálculos mentales: la distancia
entre sus ojos permitiría dibujarle un ojo más entre medias, desde la nariz al labio
superior no hay casi espacio, en esta perspectiva parece que la silla solo tiene tres patas.
Acostúmbrate a mirarlo todo, cuando cojas un lápiz para dibujar ya tendrás esa
habilidad adquirida.
Respecto a los colores es un ejercicio más divertido aún. No existen los colores puros,
como recién salidos del bote de pintura en el mundo real. Ni aunque hablemos de cosas
artificiales. Un coche rojo no es solo rojo, tendrá el reflejo del cielo en el techo y del
asfalto en la base, sombras que oscurezcan y den volumen, cambios de tono que
indiquen que está abollado. Y si es de noche el coche se verá de color pardo. No
importa, en el lenguaje hablado diremos que es rojo. Pero a la hora de pintarlo tenemos
que respetar todos sus colores. O usar otros distintos si queremos pero por elección, no
porque no veamos más colores.
Mira los colores que te rodean y trata de componerlos mentalmente. Quizás ese coche
rojo necesita mucho azul.

Un ejercicio interesante para observar colores es mirar un vaso de cristal medio lleno de
agua. ¿De qué color es? ¿Transparente? ¿Blanco?
Míralo bien, tiene brillos blancos y es del color de las cosas que se ven a través suyo.

Consejos para pintar al óleo

Practica
Muy bien, llevas dos semanas dibujando y mirando a tu alrededor y estás deseando
empezar. Has hecho tus espirales y quieres empezar. El lienzo vacío presiona. A lo
mejor antes de comprarte todo tu material ya sabías lo que querías pintar, pero lo más
normal es que tengas la necesidad de hacerlo pero no sepas lo que quieres pintar.
No uses el lienzo aún. Coge cartulina o algún cartón de embalaje. Algo que no importe
manchar, que no te agobie si no queda bien. No estás haciendo tu obra maestra, estás
jugando, estás probando. Prueba a mezclar colores, prueba a ver cómo fluye el pincel en
función de la cantidad de aguarrás que eches, prueba a crear tu color en la paleta y a
aplicarlo o a aplicar los colores y mezclarlos en el cartón, prueba a poner un color junto
a otro sin que se mezclen. Practica, entiende cómo funciona la pintura.
Estudio

Aprende la técnica
Como todo en esta vida el óleo tiene una parte de técnica que descubrirás en cuanto
empieces a jugar con él. En cualquier caso, leer algo sobre el funcionamiento básico
antes te vendrá bien sobre todo si tienes tendencia a exasperarte si no te salen las cosas
bien a la primera. Algunas indicaciones básicas:

 La pintura puede mezclarse en la paleta o en el lienzo. Si echas pintura sobre


pintura fresca, se mezclará, si la echas sobre pintura seca, se pondrá por encima.
Es opaco a diferencia de la acuarela. Pintar mezclando los colores directamente
en el lienzo con pintura sin secar es lo que se llama pintura alla prima.
 Se utiliza aguarrás o aceite de linaza como diluyente de la pintura y para limpiar
el material. Moja un poco el pincel para que la pintura fluya. Cuanto más
aguarrás eches, más transparente será la capa de pintura que apliques. Escurre el
exceso de disolvente de tus pinceles si no quieres que el exceso escurra por el
lienzo.
 Limpia bien los pinceles cuando vayas a cambiar de color y no quieras que se
mezclen. Agítalos en un vaso con aguarrás y sécalos con un trapo.
 No uses el color negro. Las sombras o para oscurecer un color pueden hacerse
con azul o con marrón, en función del color del objeto. El negro ensucia los
colores si lo mezclas. Puedes usarlo casi al final del cuadro, para algún detalle.
 El blanco se usa mucho o por lo menos yo lo uso mucho y mi tubo de color
blanco es el doble de grande que el del resto de colores. Me sirve casi como base
para mezclar muchos colores. Pero, ojo, porque pasa algo parecido a lo que
ocurre con el color negro: el blanco se come y apaga el color original. Si quieres
aclarar un color sin que pierda fuerza, usa el amarillo.
 Los colores tienen un tono en función de los colores que les rodean. Un jarrón
blanco parecerá más claro si el fondo es oscuro y viceversa, aunque usemos
exactamente los mismos colores para pintar el jarrón en ambos casos. Por tanto,
estamos pintando también el jarrón cuando pintamos el fondo.
 Los pinceles son caros, límpialos bien tras usarlos aunque te de pereza o se
quedarán inservibles, ya sabes, aguarrás y después bajo el grifo con jabón de
lavavajillas hasta que salga limpia el agua.

(Te puede interesar leer esta entrada sobre la teoría del color para pintar al óleo.)
Y sobre todo disfruta. No esperes que salga bien a la primera porque cada día saldrá un
poco mejor y no importa lo que pintes. Primero será un jarrón, luego un paisaje y más
adelante un retrato. Muchas veces bloquea el no saber qué pintar y luego ves que Van
Gogh pintaba sus botas viejas y te das cuenta de que no importa el motivo.
Módulo 2
Materiales necesarios para pintar al óleo

En este artículo podrán aprender los materiales que necesitas para comenzar a pintar al
óleo. Como verás, puedes evolucionar casi hasta el infinito y crear tus propias pinturas a
base de pigmentos, imprimar tus propias telas antes de graparlas a un bastidor y mil
combinaciones más. Pero no, en este artículo vamos a ir a lo BÁSICO. A lo que
necesitas para empezar. Cuáles son los colores básicos que necesitas, cómo deben ser
los pinceles, etc.

Vamos al lío. Para pintar al óleo necesitas:

 Pinturas al óleo
 Pinceles
 Un soporte sobre el que pintar (un lienzo, por ejemplo)
 Un medio para hacer fluir la pintura y otro (o el mismo) para limpiar tus
herramientas)
 Un caballete, una paleta, recipientes,…

Pinturas al óleo
Las pinturas están formadas por una serie de pigmentos mezclados en una base oleosa.
Y aunque en la antigüedad y hoy en día los muy profesionales se creen sus propias
pinturas comprando los ingredientes por separado, tenemos la suerte de poderlos
comprar en cómodos tubos listos para ser usados.

Hay diversas marcas disponibles en la mayoría de comercios. Las más frecuentes son
las de Royal Talents que tienen, a su vez, tres marcas:

 Van Gogh: con muchos colores y una relación calidad-precio muy buena. Ideal
para comenzar a pintar e incluso para algunos profesionales.
 Rembrandt: también con gran variedad de colores y disponibilidad en muchas
tiendas. Tienen una cantidad mayor de pigmento lo que las hace más intensas y
duraderas. Calidad profesional.
 Cobra: ojo, este óleo se disuelve con agua en vez de con aguarrás lo que hace
que su funcionamiento sea algo distinto.

Existen otras marcas como Windsor & Newton o Titán que son más baratos pero he de
decir que yo no los he probado seguramente porque no los suelen vender en las grandes
superficies.

Los tubos vienen en distintos tamaños de 15, 20, 40, 150 y 200 o incluso tarros de
500ml. Para empezar, con los tubos pequeños de 20ml son suficientes. Para algunos
colores que se usan más, como el color blanco, sí puede ser necesario comprar un
tamaño mayor como el de 40ml.
Como todo en esta vida, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. He utilizado
pinturas al óleo baratas de los «chinos» y de otras marcas que me regalaron porque no
encontraron el color que pedía de mi marca y suelen tener más aceite y menos pigmento
lo que hace que sea necesario dar más capas para conseguir el mismo color. No cubren
bien. A mí personalmente esto me pone muy nerviosa, sobre todo cuando has probado
con una pintura que sí lo hace como esperas.

Opacidad de los colores al óleo

Pero no hay que confundir la calidad y cantidad de pigmento de cada marca con la
opacidad que tienen las pinturas. En la mayoría de marcas profesionales vienen una
serie de símbolos para indicar la opacidad que tiene esa pintura:

Materiales para pintar al óleo: símbolos de opacidad las pinturas al óleo

Algunas pinturas son más opacas que otras. Las transparentes se usan para pintar capa
sobre capa para dar profundidad o para pintar usando veladuras, como se explica en el
artículo cómo pintar usando veladuras. Dentro de la misma marca, hay colores más o
menos opacos, pero para comenzar a pintar es más fácil usar solo colores opacos o
semiopacos. Algunos verdes oscuros solo vienen en las opciones más transparentes y
sirven para añadir matices a otros colores no mezclándolos en el momento de pintar la
primera capa sino después, por encima, cuando la capa anterior está ya seca.

Colores necesarios

El óleo permite crear multitud de tonalidades mediante las mezclas de los colores
primarios por lo que no necesitarás comprar demasiados tonos para empezar. Dependerá
de qué temas quieras pintar para que necesites unos tonos añadidos sobre los básicos u
otros pero los imprescindibles, según mi punto de vista serían:

 Blanco titanium (este se usa mucho, puedes necesitar un bote algo mayor)
 Amarillo cadmio
 Rojo cadmio
 Carmín
 Azul ultramar o azul de prusia
 Sepia (es un marrón oscuro)
 Algún azul más turquesa

Y con esto ya está. No, no necesitas el color negro. Puedes comprarlo también para
utilizarlo en algunos detalles pero mezclando azul ultramar con carmín y algo de marrón
obtendrás un color realmente oscuro y brillante. Ya verás esto en el artículo sobre
técnicas.

Estos son los colores que yo tengo, principalmente Van Gogh y Rembrandt:

Botes de pintura al óleo en su maletín

Para empezar te recomiendo los de Van Gogh y que compres algo como esta caja con 6
tubos de 20ml con los colores básicos. O si vas a hacer un regalo o realmente empiezas
desde el principio, como necesitarás paleta y más cosas, te recomiendo que te compres
una caja con más colores, botes para poner el disolvente, paleta y lugar para guardar tus
cositas de pintura, como este maletín.

Caja con 6 tubos de óleo de 20ml Van Gogh

Materiales

€ 19,90


Maletín con 10 tubos de óleo de 40ml Van Gogh

Materiales

€ 42,19

Pinceles
Para pintar con óleo se utilizan principalmente los pinceles aunque también es posible
pintar con espátula. La espátula toma más cantidad de pintura y permite
«modelarla» por lo que la forma de pintar varía respecto a cuando se utilizan los
pinceles.

Formas de los pinceles

Los pinceles para pintar al óleo tienen el mango largo para que puedas pintar con
suficiente separación del lienzo sin mancharte. Pueden ser planos, de punta redonda,
con forma de abanico o con forma de lengua de gato o almendrado que son como los
planos pero con la cabeza algo más fina en el extremo. Los pinceles planos permiten
pintar grandes superficies de forma rápida, más cuanto más grande es el pincel.
Además, crean trazos y pinceladas anchas y rectas. Los de punta redonda se utilizan más
para pintar en detalle y dejan pinceladas más finas. En cualquier caso, los planos
también pueden usarse para pintar detalles porque en los extremos son finos y tienen
una acabado preciso. Los que tienen forma de abanico permiten difuminar y esparcir el
color de forma más sutil y los de lengua de gato son una combinación entre planos y
redondos.

Materiales de pintura: formas de los pinceles


Cuidado con los pinceles de punta redonda porque, a veces, cuando los compras parece
que tienen una forma perfecta con una punta fina y precisa pero solo es así porque están
metidos en un pequeño tubo transparente y están encerados para tener esa forma. En
cuanto empiezas a usarlos se abren y es imposible ser preciso con ellos. Por eso, para mi
gusto, son mejores los panos porque no pierden la forma tan fácilmente. También he de
decir que no he usado nunca uno con forma de abanico o de lengua de gato. Con un par
de pinceles planos de diversos tamaños y alguno bueno de punta redonda más fino es
más que suficiente.

El pelo

El pelo de los pinceles era tradicionalmente de marta o de ardilla. Hoy en día, la


mayoría de los pinceles son de pelo sintético por aquello del precio y, sobre todo, para
no andar matando pobres animalillos para despelucharlos. Pero los mejores pinceles
siguen siendo los de pelo natural o los que consiguen que la suavidad sea lo más
parecida posible.

La limpieza y el cuidado de los pinceles

Los pinceles buenos son caros. Si los cuidas te durarán más tiempo así que es
importante hacerlo. Limpia después de cada sesión el exceso de pintura con algo de
papel y con aguarrás. Y limpia bien con agua y jabón los pinceles hasta que el agua
salga completamente limpia. Puedes darles forma de nuevo con la boca si son de punta
redonda pero para eso deben estar bien limpios. Nunca los dejes apoyados dentro de un
vaso porque se deformarían. Utilízalos siempre aplicando pinceladas de lado, nunca de
arriba a abajo y sin aplastarlos contra el lienzo para que las cerdas no se abran. Cuanto
más tiempo se mantenga la forma original del pincel, mejor.

Pintar con un pincel estropeado y sin forma es una experiencia horrorosa

Si vas a comprar pinceles, te recomendaría un set como este 15 pinceles para pintura al
óleo de varios tamaños. En él puedes encontrar varias formas y tamaños para que vayas
encontrando aquellos con los que te sientes más a gusto.
El soporte
Es posible pintar con óleos sobre papel, cartulina, cartón, madera o tela. Es importante
saber que si pintas sobre un soporte tipo papel, cartón o madera sin tratar, la pintura se
absorberá por el soporte y secará más rápido por lo que perderá parte de las ventajas que
tiene. Lo más normal es utilizar una tela (lienzo) tratada con un recubrimiento (o
imprimación) que se coloca sobre un bastidor de madera para que la tela esté tensa. Es
posible crear tus propios lienzos comprando la tela en rollos y recortando según el
tamaño que necesites, imprimando la superficie y fijándola a un bastidor que también
puedes haber hecho tú con listones.

Por suerte también los venden hechos lo cual es una ventaja para los impacientes como
yo.

Tipos de lienzos

El lienzo puede ser de fibras de algodón, de lino o sintéticas. Las más baratas y de peor
resistencia son las sintéticas aunque van mejorando, las de algodón son uniformes y
elásticas lo que les da una buena relación calidad-precio. Las de lino son las más
resistentes, el tejido puede ser menos uniforme y en ellos, el pincel se desliza de forma
más fluida. Pero también son más caros.

Existen también tablas enteladas y otros soportes más baratos, normalmente de menor
tamaño, que nos permitirán hacer bocetos o pintar cuadros al aire libre de una forma
más económica.

Tamaños

Existen multitud de tamaños estándar en tres proporciones distintas: F (figura, para


retratos), P (paisaje) o M (para marinas). Los de paisaje y marina suelen ser más
estrechos que los de figura pero elije el tamaño que más te guste independientemente de
lo que vayas a pintar.

Por ejemplo, un tamaño muy frecuente es el 12F que mide 50 x 61 cm.


Tamaños estándar para lienzos

Existen también unos lienzos llamados 3D que tienen el bastidor más ancho (unos 4 cm)
y sin grapas o clavos lo que permite pintar también en esa zona. Si vas a enmarcar tu
cuadro no tiene sentido que compres los 3D porque son más caros y esa zona no se verá
(y te costará más encontrar un marco que encaje para tu lienzo).

Los lienzos son delicados por lo que es mejor comprarlos en una tienda física para que
no te lleguen dañados.

El medio
Tal y como hemos visto, al estar la pintura al óleo compuesta por pigmentos y una base
aceitosa, no es posible utilizar agua como diluyente de esta pintura. Se pueden utilizar
como medio para que la pintura sea más fluida:

 Aceite de linaza: en pequeñas cantidades ya que si usáramos mucho la pintura


quedaría amarillenta. Este aceite hace que la pintura tarde más en secar por lo
que hay que tener cuidado de no realizar una primera capa con mucho aceite y
una segunda con poco porque, como la segunda capa se secaría antes, acabaría
agrietándose la pintura una vez estuviera seca. Por eso se dice que en la pintura
al óleo hay que pintar graso sobre magro que significa que las primeras capas
tienen que tener siempre menos aceite que las últimas.
 Esencia de trementina o aguarrás: utilizado como medio hace que la pintura
seque más rápido y se puede echar en la cantidad que se desee en cualquiera de
las capas sin presentar problemas que se darían si nos equivocáramos con el
graso sobre magro del aceite de linaza. También se utiliza para limpiar los
pinceles por lo que es la opción que recomendaría para empezar. Eso sí, huele
fuerte y es inflamable: cuidado.
 White spirit (o aguarrás mineral) es un derivado del petróleo, como la gasolina.
Su olor y poder disolutivo dependen del número de ‘hidrocarburos aromáticos’
que contenga el disolvente. Lo venden inodoro aunque su poder disolutivo
disminuye pero es suficiente para limpiar los pinceles y demás utensilios tras su
uso, que es el principal uso que se da a este medio.

Los medios suelen tener un olor fuerte y pueden producir alergias. No son para niños y
siempre es aconsejable utilizarlos en una habitación bien ventilada.

Caballete, paleta, recipientes,…


Caballete

Si solo vas a probar a lo mejor no necesitas todavía comprar un caballete. Pero si vas a
dedicar algo de tiempo sí que necesitas algo que sujete el lienzo de forma casi vertical
para verlo bien mientras pintas. A no ser que la pintura esté muy diluida, no debería de
escurrirse para abajo y, al tenerlo de forma vertical, podrás ver cómo será el resultado
final según lo estés pintando. Cuando se dibuja o pinta sobre una mesa en horizontal,
por culpa de la perspectiva con la que estamos viendo el dibujo, este tiene tendencia a
quedar demasiado alargado.
Existen caballetes plegables para sacarlos al exterior y poder pintar en cualquier sitio.
Suelen ser algo complicados de plegar y montar por lo que yo prefiero tener uno
sencillo pero fijo, que no sea necesario guardarlo cada vez que dejas de pintar sino que
pueda estar en alguna esquina sin molestar demasiado. Es importante tener un hueco en
la casa o en un estudio para pintar en el que esté ya todo dispuesto. Si tienes que sacar y
organizar todo cada vez que quieras empezar a pintar te dará pereza y muchos días
abandonarás la tarea antes de empezarla.

En función del tamaño de los cuadros que vayas a pintar, necesitarás un caballete
grande (con patas) o uno pequeño que se puede colocar encima de una mesa y casi no
ocupa espacio:

Caballete Academia de haya

Materiales

€ 64,99

Caballete sobremesa de haya

Materiales

€ 54,61

Paleta

Si te compras una caja de pinturas suelen venir ya con una paleta. En ella se echan los
colores y se mezclan en parte antes de echarlos en el lienzo. En realidad te sirve una
tabla, un plato de plástico que luego puedas tirar o cualquier superficie lisa que se
limpie bien. Las paletas pueden ser redondas o rectangulares y suelen tener un agujero
para agarrarlas metiendo el dedo pulgar pero puede que descubras que esa no es la
forma más cómoda de cogerlas y te sirva cualquier superficie lisa. Una vez se ha
terminado de pintar, hay que limpiarlas con papel de cocina, agua y jabón. O si tienes
tendencia a dejar secar la pintura y luego no tienes forma humana de quitarla, puedes
utilizar paletas deshechables o poner papel de aluminio cubriendo la paleta para tirarlo
según acabes de pintar.

Botes

Para colocar el medio necesitarás un par de vasos (yo los uso de plástico para poder
tirarlos cuando ya están muy sucios). Pondrás el aguarrás en ambos pero uno lo usarás
para limpiar el pincel cuando necesites cambiar de color y se irá ensuciando y otro lo
usarás para mojar la pintura y deberá estar siempre limpio. Las cajas con pinturas traen
dos envases pequeñitos con un clip que se engancha a la paleta para tenerlos a mano que
pueden serte útiles pero, para limpiar los pinceles, seguramente necesites un vaso más
amplio.

Necesitarás carboncillo, lápiz o una pintura al pastel para hacer el dibujo, como verás en
el artículo sobre cómo hacer el dibujo. Y poco más. Empieza poco a poco y verás como
pronto le coges el gustillo.

¿Echas en falta algo? Por favor, indícamelo en los comentarios.

Módulo 3
Teoría del color para pintar al óleo

La herramienta básica para pintar cualquier cuadro son los colores. No importa la
técnica, sin color (y en esta categoría también se encuentran los colores blanco y negro)
no hay cuadro. Para aprender a pintar al óleo es importante conocer cómo se componen
y mezclan los colores y saber cómo obtener unos colores secundarios o terciarios con
otros primarios. Lo que se denomina, la teoría del color.

Existen varios modelos del color según se hable de colores luz o colores pigmento. Los
colores luz son los que podemos observar en la naturaleza gracias a que los cuerpos
absorben y reflejan unos colores u otros según de qué color sean. En el ámbito de la luz,
ésta es primero de color blanco y se descompone en los seis colores del arco iris para, a
su vez, descomponerse en los tres colores básicos: rojo, verde y azul. Es el modelo
RGB (Red, Green, Blue, en inglés). Es el modelo de síntesis aditiva de color y así
funcionan, por ejemplo, los proyectores de luz más antiguos que, con un foco de cada
uno de los colores primarios podían construir una imagen completa a color.

Teoría del color: composición de una imagen con los colores luz primarios (RGB)
Así, en los colores luz, la luz blanca se compone de todos los colores. De esta forma, si
giramos un círculo que tiene pintados todos los colores del arco iris, veremos el color
blanco. Pero cualquiera que haya pintado alguna vez en su vida será consciente de que
las pinturas (del tipo que sean) no se comportan como la luz sino más bien al contrario.
Los colores pigmento se rigen por el modelo CMYK (del inglés Cyan, Magenta,
Yellow y BlacK). Así, si mezclamos pinturas de muchos colores, lo más probable es que
lleguemos a obtener el color negro pero nunca el color blanco. Es el modelo de síntesis
sustractiva del color. No entramos en este artículo a explicar el funcionamiento físico de
la percepción de los colores por el ojo humano sino que nos centramos en los principios
necesarios de la teoría del color pigmento para su uso en la pintura al óleo.

Teoría del color: los colores primarios, secundarios y


terciarios
Los colores básicos o primarios son aquellos que no se pueden obtener mezclando
otros colores. Son los colores púrpura, azul claro cian (como azul prusia mezclado con
blanco) y amarillo. El color blanco tampoco puede construirse mezclando otros colores
pero no se considera primario por tratarse de la ausencia de color.

Teoría del color: colores primarios

Los colores secundarios se obtienen mezclando dos colores primarios. Así:


Teoría del color: composición de colores secundarios

Teoría del color: formación de los colores secundarios

Los colores terciarios se obtienen mezclando los colores secundarios con cada uno
de los tres primarios, es decir:

Teoría del color: composición de colores terciarios


Como puede verse, los colores terciarios no tienen todas las posibles combinaciones
entre secundarios y primarios (faltan las combinaciones: Rojo + Azul Cian, Verde +
Magenta y Azul oscuro + Amarillo). Esto es así porque la construcción de los colores se
va haciendo formando un círculo llamado rueda del color. Por supuesto, todas las
combinaciones son posibles y cada una obtiene un color completamente distinta que
puede ser útil en un determinado cuadro. Pero no será un color terciario.

En la siguiente figura se muestran los colores primarios (marcados con una «P» y en un
triángulo de borde más grueso), los secundarios, formados por los dos colores primarios
que se encuentran a sus lados y los terciarios formados, a su vez, por el color primario y
secundario de las dos puntas que se encuentren a sus lados.

Teoría del color: colores primarios, secundarios y terciarios

Para pintar al óleo esto es útil para saber los colores mínimos necesarios que necesita
para poder pintar un cuadro a color. De esta forma, para pintar es imprescindible tener
tubos con los tres colores primarios más el color blanco. Por supuesto que podremos
tener otros tonos difíciles de conseguir o que utilicemos con frecuencia para una mayor
comodidad pero los primarios serán los que llevemos a la isla desierta

Teoría del color: los colores complementarios


Los colores complementarios son aquellos que aparecen en la estrella de doce puntas
anterior como diametralmente opuestos. Estos colores, cuando se colocan juntos en una
pintura ofrecen el mayor contraste posible de color haciendo que cada uno de los
colores de la pareja de complementarios destaque al máximo. Así, los colores
complementarios se muestran en la siguiente figura:

Teoría del color: colores complementarios

Como se puede observar, los colores primarios (marcados con una «P» en la imagen
anterior) son complementarios de colores secundarios (marcados con una «S») mientras
que los colores terciarios (con la letra «T») son complementarios entre sí.
El conocimiento de los colores complementarios permite crear contrastes máximos y
crear cuadros llenos de color e impacto. Además, es importante a la hora de crear las
sombras de un objeto ya que el color complementario siempre forma parte del color
con el que se construye la sombra de un objeto. Además, el uso de estos colores
complementarios fue uno de los principales motores del movimiento fauvista (o
fovista) que surgió en Francia a principios del siglo XX en el que sus seguidores
simplificaban la figura buscando emociones básicas con el uso de colores vivos y llenos
de contraste.

Teoría del color: el fauvismo y los colores complementarios (Maurice de Vlaminck,


Restaurant de la Machine at Bougival)
Módulo 4
Cómo hacer el Dibujo en un cuadro al
óleo

Para pintar cualquier cosa es necesario realizar el dibujo primero. Incluso si es un


cuadro abstracto, el dibujo puede diferenciar zonas y permite planificar qué es lo que
vamos a pintar y cómo vamos a hacerlo. En este artículo hablaremos del dibujo
necesario para un cuadro no abstracto, ya sea realista o no.

Pues bien, vamos a comenzar a pintar nuestro cuadro y necesitamos realizar un dibujo
en el lienzo (o en el cartón, tabla entelada, etc que estemos usando como soporte).

¿Con qué pintamos el dibujo?


Tradicionalmente se ha utilizado el carboncillo para realizar el dibujo en el lienzo.
Permite pintar en superficies grandes y es posible «Limpiarlo» con un trapo de forma
que se queda marcado en gris en el lienzo el dibujo pero el polvo de la pintura se
elimina por lo que no acaba mezclándose con la pintura. Por supuesto, es posible
también utilizar un lápiz normal pero, si el cuadro va a ser grande, es mejor utilizar algo
que nos permita realizar trazos más grandes de forma más rápida como el carboncillo.

EN mi caso particular, en vez de un carboncillo utilizo una barra de pintura al pastel


amarilla o color naranja. Permite pintar grandes superficies de forma rápida y sacudirlo
con un trapo para limpiar el exceso de polvo de la pintura con la diferencia de que, al no
ser de color negro, mancha menos el resto del lienzo y no ensucia la pintura de ninguna
forma. Esto ya es cuestión de gustos y cada cual tiene sus manías :).
Barra de pastel o carboncillo, tú eliges para hacer el dibujo en un cuadro al óleo

El modelo a pintar
Siempre es más fácil pintar de una foto que si lo hacemos del natural porque pasamos
de un modelo de dos dimensiones a otro en dos dimensiones. Cuando pintamos del
natural los modelos tienen la fastidiosa tendencia de moverse (sobre todo si están
vivos), la luz puede ir cambiando y no podremos retomar tan fácilmente el trabajo de un
día para otro repitiendo las condiciones exactas que teníamos el día previo. A pesar de
todo, si tienes los medios (un caballete portátil, por ejemplo) para hacerlo, te
recomiendo que algún día lo pruebes porque aporta otro tipo de satisfacciones.

Por tanto, para comenzar, es mejor utilizar una foto del modelo a pintar. Modelo puede
ser una persona, un animal, unas frutas, un jarrón lleno de flores o todo junto y revuelto
con un buen número de bailarinas. Muchas veces creemos que tenemos que encontrar
algo muy bonito para pintar porque esperamos que lo que pintemos pasará a formar
parte de la decoración de nuestro salón y las visitas caerán rendidas ante nuestro talento.
Eso es un error.

Tenemos que hacer ejercicios y probar a pintar cualquier cosa, sacarle vida a algo
aparentemente feo. No importa que no quede bien el resultado. Lo importante es el
proceso y, cuando hayamos hecho mil ejercicios, nos daremos cuenta de que nos gusta
cómo nos está quedando.

Elige unas frutas con un punto de luz para aprender a pintar formas redondeadas con
luces y sombras, elige un vaso para aprender a pintar transparencias, elige un paisaje
otoñal para aprender a pintar los colores, elige tu propia mano para aprender a pintar los
dedos.

Manzana con brillos, sombras y distintos colores ideal para practicar

Cuando vayas por la calle, observa los colores de todo lo que ves y haz una foto con el
móvil a aquellas cosas que te gusten para poder pintarlas luego. Tienes la ventaja de que
si no te gusta el encuadre de tu foto podrás cambiarlo luego al pintar el cuadro.

En resumen, no te preocupes por el modelo, estás aprendiendo. Dibuja y pinta cualquier


cosa, todo lo que veas.

¿Cómo guardar la proporción?


A veces es complicado guardar la proporción entre el modelo y lo que estás pintando. Y
si quieres que sean realmente parecidos, como en un retrato, por ejemplo, esto se hace
especialmente importante. Si estás pintando del natural, se utiliza el mismo lápiz que
estés usando para dibujar como regla para tomar la unidad base de la figura que estás
dibujando. Estiras el brazo y, con el lápiz agarrado de forma que esté a 90 grados en tu
mano, tomas la medida de lo que quieras pintar desde el borde del lápiz hasta tu dedo
pulgar. Pintas una medida que consideres la unidad base en tu lienzo en proporción a la
que has tomado con tu lápiz y vas pintando en base a esa unidad base (dos unidades
base y media, etc).

Puedes ver este vídeo explicando este concepto:


Yo la verdad es que no utilizo nunca esta técnica. Normalmente dibujo a ojo y, cuando
la perspectiva es complicada o quiero asegurarme de que la hago bien, utilizo la técnica
de la cuadrícula. Esta técnica es especialmente útil cuando vamos a ampliar la escala y
es la que se utilizaba antes de que fuera posible imprimir los carteles de las películas
para los cines en gran formato (por ejemplo, en la Gran Vía de Madrid). Para que esta
técnica sea posible es necesario que tanto la foto como el lienzo tengan más o menos la
misma proporción entre el alto y el ancho.

Tu foto y el lienzo son de la misma proporción si existe un número tal que multiplicado
por el ancho y el alto de tu foto dé el ancho y el alto de tu lienzo.

Foto y lienzo tienen la misma proporción porque existe un número (factor) que
multiplicado por el ancho de la foto da el ancho del lienzo y lo mismo con el alto.

Si tu foto no tiene la misma proporción que tu lienzo, deberás recortar la foto para que
la tenga o bien, aplicarla solo en una parte del lienzo y rellenar el resto con fondo que
no estará en la pintura.
Foto y lienzo tienen distinta proporción porque no existe un número (factor) que
multiplicado por el ancho de la foto da el ancho del lienzo y lo mismo con el alto.

Una vez tenemos la foto y el lienzo con la misma proporción pasamos a cuadricular
ambos soportes con el mismo número de cuadros. Para ello, divide el ancho de la foto
(n) entre un número que represente cuántos cuadros vas a querer tener. Por ejemplo,
entre 6 y el alto (que en la figura es menor) entre 4. Marca en la foto con una regla las
cinco marcas que te saldrán de dividir n/6 y pinta una señal arriba y abajo de la foto con
esa distancia y traza una línea entre ambas marcas. Haz lo mismo con el ancho del
lienzo (N) dividiéndolo entre 6 y trazando una línea. Y repite la misma operación para
el ancho dividiendo entre 4.
Se cuadriculan foto y lienzo manteniendo la proporción

En este ejemplo he elegido los números 4 y 6 porque el alto es menor que el ancho pero
si la foto y el lienzo estuvieran colocados en vertical, habría que invertir los números.
Se pueden hacer tantas cuadrículas como se quiera y cuanto más pequeñas sean, más
fácil será mantener la proporción hasta un extremo.

Una vez tenemos cuadriculados ambos medios, se pasan las mismas formas que
aparecen en la foto al lienzo aprovechando las guías que nos facilitan los cuadros. Así,
nos podemos ayudar de la cuadrícula para ver que el ojo izquierdo empieza en la
primera columna y en la segunda fila. (Perdón por lo horrible del dibujo, está hecho en
modo croquis solo para trasladar la idea).
Trasladar las formas de la foto al lienzo

A continuación puedes ver un cuadro que pinté así. Era un retrato para la boda de mi
hermano y quería que se parecieran :).

Proceso para pintar el cuadro de una foto, desde el dibujo al resultado final

En cualquier caso, para dibujar bien lo que hay que hacer es observar bien. Fijarse en
los detalles, en cuánto de separados están esos ojos, en ese pliegue que hace el mantel
de la mesa, en la distancia entre esas dos flores. Y practicar mucho, mucho, mucho,
mucho. ¡Espera! No lo he dicho lo suficiente. Hay que practicar MUCHO :).

¿Tienes dudas? Deja un comentario con tu pregunta y te lo resolveré en cuanto pueda.

El dibujo es la clave de un buen retrato

Pintar es dibujar. Como ya comentaba en mi entrada «Cuatro consejos para empezar a


pintar al óleo» hay que mirar y observar mucho, cada forma, cada sombra, cada
expresión, para plasmarlo en un papel.

Un buen dibujo es la base de un buen cuadro. Por supuesto diréis que si va a ser un
cuadro abstracto no es necesario saber dibujar pero yo creo que el dibujo es clave para
cualquier estilo artístico. Picasso era muy buen dibujante aunque luego eligiera el
cubismo, sus figuras eran como eran porque él elegía que fueran así y no porque no
supiera hacerlas de otra forma.

Veamos un ejemplo a la hora de pintar un retrato.

PASO 1: el dibujo inicial. Eliges un lápiz o un pastel de algún color claro ( a mi me


gusta el sepia pero cuando pinto al óleo suelo coger una tiza amarilla). Si es negro, al
echar color es muy fácil que ensucie. Con carboncillo se puede «limpiar» el polvo
sobrante pero para mi gusto siempre queda algo y acaba mezclándose con la pintura y la
ensucia. Con un pastel de tipo tiza color amarillo no se nota. Pues bien, con este lápiz
dibujamos el retrato de la persona en cuestión. Marca también sombras aunque sin todo
el detalle que ya completarás cuando añadas el color.
PASO 2: una vez tienes tu dibujo, puedes empezar con el color. En este ejemplo, como
era en papel, utilicé lápices de colores, de los de llevar al cole de toda la vida. En este
ejemplo los colores aún son suaves pero se van identificando mejor las sombras y los
claros. Aún así, el dibujo sigue siendo clave.
PASO 3: Normalmente no utilizo los lápices y luego otro tipo de pintura, pero en este
ejemplo he añadido también acuarela para dar más color. Al usar pincel no tienes la
posibilidad de llegar a tanto detalle como cuando usas lápices (lo siento, no me gustan
los pinceles de tres pelitos miserables) pero cambias el detalle por riqueza en los colores
y en pintar por zonas. Aún así, es una cuestión de estilo.
En cualquiera de los pasos no se pierde el dibujo, ni la expresión ni el gesto. Luego
podrás usar unos colores u otros, una técnica o un estilo, pero cada minuto empleado en
hacer un buen dibujo mejorará el resultado final.

Módulo 5
Tecnicas para la pintura al oleo
24 técnicas de la pintura al óleo que debes dominar
1) El bloqueo de color. Bloquea el color con pinceladas diluidas siguiendo los
contornos del objeto. Esto te permite definir los bordes del objeto sin necesidad de
utilizar la pintura más gruesa. La clave es trazar los bordes del objeto con los mismos
colores que se utilizarán en el interior de la misma.
2) el fondo instantáneo. Se puede utilizar un fondo pintado como la base de la pintura.
Usa pintura diluida aplicando pequeños trazos. Dibujar sobre esta base de color para un
fondo instantáneo.

3) Transparencia. Al mostrar la transparencia de un objeto en la pintura, aplica colores


opacos sobre la parte superior de los colores transparentes.

4) El uso de capas. La pintura al óleo permite pintar por completo una capa y cubrir
completamente las siguientes capas de la pintura, siempre y cuando estén secas.

Si planeas usar múltiples capas, comienza con capas más delgadas de pintura en colores
más claros. Poco a poco se pasa a capas de mayor grosor y así lograr colores más
oscuros.

5) Intensificar los colores. Diluye la pintura en varias etapas para crear un contraste
que harán más intensos los colores.

Diferentes densidades del mismo color se pueden utilizar para definir mejor la forma. Al
utilizar esta técnica de pintura, se puede dejar para lo último el color de fondo.

La superficie diluida del fondo hará contraste con la superficie más espesa del objeto.

6) Contraste de los colores. Contrasta los colores de la pieza para crear una sensación
tridimensional.

7) La pintura blanca. En temas monocromáticos se puede aumentar el volumen y


atenuarlo, haciendo hincapié en los tonos blancos.

Para ello, aplica pintura blanca espesa sobre el color base. Las marcas del pincel y sus
sombras deben ser fáciles de ver.

8) El claroscuro. El claroscuro es una de las técnicas más antiguas de pintura al óleo


para dar volumen a un objeto.

Se focaliza en el movimiento de la luz a través de la superficie del objeto a través del


contraste entre la luz y la oscuridad.

Siempre y cuando utilicemos este tipo de técnica, las sombras deben ser de un color
completamente negro y lo mejor es utilizar un color de fondo neutral.

9) Líneas de carbón. Puedes probar a realizar líneas de carboncillo detrás de un objeto


para reforzar su silueta y darle dimensión.

10) Color saturado. Usar el saturado de color es la forma más directa para agregar
forma y volumen. Para utilizar esta técnica, empieza a saturar el color tanto como sea
posible en las zonas no iluminadas del objeto.

11) El tamaño del movimiento del cepillo. Diferentes tamaños de los movimientos del
cepillo se pueden utilizar para definir y diferenciar planos, masas, objetos y diferentes
áreas de la pintura.
12) Irregularidades en la mezcla de pintura. Añade un efecto de texto a la pintura,
deja rayas de color en la mezcla de pintura. Estas formas irregulares pueden añadir
interés en la pieza.

13) El follaje. Al pintar el follaje, los trazos del pincel van representando hojas. Varía
los tonos de las hojas mediante la adición de más o menos pintura diluida.

14) Puntillismo. Para una mirada impresionista a tu pintura, trata de usar esta técnica
del puntillismo.

15) Pinceladas informales. Trata de usar pinceladas informales que no tengan un


patrón definido y se ejecuten en varias direcciones.

Estos trazos deben cubrir el lienzo en racimos de líquido de color. Esta técnica se puede
utilizar con pintura espesa diluida.

16) Pinceladas no figurativo. Utiliza una pincelada libre. Incluso que salgan de las
líneas del objeto que se está definiendo. Los trazos crearán el dibujo y el color al mismo
tiempo.

17) La textura suave. Crea una sensación suave en el objeto con pinceladas borrosas e
irregulares. Prueba frotar el cepillo contra el soporte para conseguir una textura
esponjosa.

18) El vidrio transparente. Para un efecto de cristal o vidrio transparente, mantén el


color de la pintura pura y añade contraste.

19) Metal. Para crear el efecto de metal brillante, se debe diferenciar el color negro
y blanco. Para las zonas más oscuras del objeto, usa negro diluido y luego aplica un
poco blanco diluido a lo largo de las pinceladas negras para mezclar.

Aplica pequeños toques blanco puro para resaltar las reflexiones sobre el metal.

20) monocromática. Trata de crear una pintura monocroma. Elige un color en base a la
amplia variedad de tonos que dispongas. Las diferentes intensidades de color serán
determinadas por la dilución de la pintura.

21) Los colores fríos. Trata de trabajar sólo con colores fríos como verdes, grises y
azules. Utiliza sólo un poco de colores cálidos para crear un contrapunto en la pieza.

22) Los colores complementarios. Los principales colores complementarios son de


color amarillo y violeta, azul y naranja, y rojo y verde.

Cuando estos colores se mezclan crean gris, pero cuando están uno al lado del otro,
crean un fuerte contraste. Considera el uso de colores complementarios en su trabajo.

23) Sombras del paisaje. Al pintar sombras en paisajes, utilizar colores fríos como
azules, violetas, púrpuras y grises.
Si estás interesado en aprender más sobre la pintura al óleo continúa aprendiendo sobre
sus técnicas.

En la pintura al óleo, dominar el tema de las pinceladas es algo que conlleva muchas
horas de práctica, esfuerzo y gran dedicación para su aprendizaje. Como todo en la vida,
solo vas a mejorar tu técnica para pintar al óleo con mucha práctica.

A través de una pincelada el artista puede transmitir su personalidad y estilo, por lo que
cada artista es único y si bien se le podrá intentar copiar, el resultado nunca será
idéntico a su creador. Cada pintor tiene su propia técnica para pintar al óleo.

Para que puedas aprender a pintar al óleo y crear tus propias pinceladas, primero
deberás aprender a manejar ciertos factores que influyen en el resultado final. La
presión que le demos al pincel y su forma, el grosor del trazo y la dilución del óleo,
son sólo algunas de las diferentes técnicas y aspectos que deberemos aprender a
dominar para plasmar nuestra personalidad y estilo con la técnica del pincel en nuestros
cuadros al óleo.

Técnica para Pintar al óleo: Pincelada por tamaño y


forma del pincel, más la presión aplicada.
La gran variedad de pinceles con los que un artista cuenta, le permiten lograr diferentes
tipos de pinceladas. Dependiendo de la forma en que se sostenga el pincel y la presión
que se le dé, se puede lograr con un mismo pincel diferentes resultados. Por ejemplo si
estamos usando un pincel plano, podemos lograr tanto un trazo grueso como así
también uno fino.

Logramos esto sólo con cambiar la posición del pincel al aplicar la pintura sobre el
soporte. Si pintamos con la virola del pincel paralela al lienzo, obtendremos una
pincelada gruesa. Para pintar una línea más delgada con el mismo pincel, sólo debemos
girarlo 90 grados y dejarlo perpendicular al soporte, y realizar el trazo sin ejercer mucha
presión. Practica este ejercicio y verás el cambio en el resultado de tu pincelada, sólo
por esa rotación de pincel.

También por el tamaño, por su forma y dependiendo del tipo de pelo, la pincelada dará
un efecto distinto en cada una de las variantes. No es lo mismo utilizar un pincel plano
N°2 que uno lengua de gato N°6, por ejemplo. Así que sigue practicando…

El resultado que obtendremos en cada uno de ellos será totalmente diferente. Por esta
razón, practicar con distintos tipos y números de pinceles para ir descubriendo
resultados, es la mejor manera de aprender las técnicas de pinceladas en la pintura al
óleo.

Técnica para Pintar al Oleo: La dilución del óleo


también importa y mucho.
Además de las diferentes pinceladas que hemos visto hasta ahora, la dilución que le
demos a la pintura también influye en gran manera el efecto que lograremos con el
pincel. Si utilizamos el óleo más espeso, el trazo que surgirá será mucho más corto que
si usamos el óleo más diluído.

El sólo hecho de diluir el óleo, nos permite realizar trazos con el pincel de forma más
prolongada. Es recomendable una buena dilución para realizar detalles en una obra, ya
que podremos dar pinceladas más largas y finas, resultado que no podríamos conseguir
con el mismo pincel fino para terminaciones y el óleo casi sin diluir, ya que la pintura
“no correría” a través del lienzo y por el contrario, se “frenaría” por estar el óleo en su
estado original.

El grado de dilución que debemos emplear depende del motivo que estemos pintando y
sus detalles. Sólo la práctica y posterior experiencia será la que nos permita trabajar con
las pinceladas al óleo casi sin darnos cuenta, ya que se nos hará una muy buena y
necesaria costumbre para pintar nuestros cuadros al óleo.

Inclusive al terminar una obra, por lo general antes de firmar la obra (en la mayoría de
los casos) se diluye la pintura, ya que como vimos permite realizar trazos cortos y
largos con mayor comodidad y resultado. Si bien dominar las diferentes técnicas de
pinceladas en óleo, es algo que te llevará tiempo, y más aún si recién estás comenzando,
es una práctica que te dará mucha personalidad y satisfacciones, y disfrutarás mucho
porque es parte propia de la misma pintura en sí. Como decía antes cada pintor tiene su
propia técnica de pintar al Óleo, tienes que encontrar tu propia técnica a través de la
práctica.

Si buscamos el origen etimológico de óleo, nos vendría a la mente lípido, aceite, grasa
o simplemente lubricante, lo cierto es que estas denominaciones nos hacen pensar que
es óleo, los aceites que se utilizan artísticamente para combinar con otras sustancias y
lograr la obtención de un producto de alta calidad en la pintura.

Desde los tiempos más remotos, el hombre se ha inclinado hacia el desarrollo y la


búsqueda de soluciones dialécticas a muchos de los fenómenos que ocurren a diario y al
mejoramiento de las condiciones propias de su especie, lo cual se sustenta en su
incansable necesidad de lograr nuevas metas y proponerse retos a diario.

El arte del pincel con óleo no está exento de este hecho, lo cual se evidencia como
rasgo distintivo de la historia desde la Edad Media, cuando en esa época los artistas de
una forma peculiar combinaban los aceites con la pintura al temple o al fresco, cuyas
mezclas se usaban de una forma característica para retocar las obras realizadas con una
material conocido desde la antigüedad como yeso, con el fin exclusivo de alcanzar un
secado súbito y de mayor calidad.
Técnicas para Pintar al Óleo utilizadas a lo largo de la
historia
Con el paso sucesivo de los años, los estudios de la alquimia fueron logrando un avance
en las mezclas de óleo destacándose la utilización del aceite linaza en las más disímiles
y coloridas combinaciones con minerales, aunque cada artista engalanaba su más
preciado producto haciéndole culto al secreto de su delicada y casi desconocida
fórmula, que brindaba ventajas indiscutibles en cuanto al tiempo de realización de la
obra por un sistema escalonado que permitía detallar cada rasgo distintivo que hacía
único la imagen grabada, además de jugar con sus colores y texturas.

Uno de los soportes más prácticos para la confección de grandes composiciones en la


etapa de renacimiento del arte barroco, fue sin duda alguna, la pintura al óleo sobre
lienzo haciéndose usual en las formas de pincelar de los más relevantes artistas de esa
época.

La cerda blanca o marta roja, el pelo sintético, la espátula, el caballete o simplemente la


paleta, han constituido los accesorios fundamentales, por así decirlo, de innumerables
pintores relevantes como Leonardo Da Vinci o el flamenco Rubens, que han hecho
del óleo, junto a las técnicas de tratamiento por capas, su método más factible de lograr
un cuadro tan genial como lo es la Gioconda.

El arte puro y perceptible por su belleza acabada se sustenta en minuciosas pericias


conocidas como técnicas.

Óleo sobre muros, sobre tabla, por veladuras o meramente óleo pastel, son
procedimientos utilizados desde hace cientos de años para tratar con delicadeza las más
insignes pinturas de todos los tiempos prevaleciendo en la actualidad con el fin de
preservar las raíces históricas y culturales, así como también lograr obras que perduren
para ser remembradas por futuras generaciones.

En su obra más pictórica, Le Vite del pintor italiano Giorgio Vasari confluye una de las
técnicas más antiguas del óleo conocido como “imprimación”, la cual consistía en la
aplicación directa y minuciosa de varias capas de aceites sobre la superficie del
paño hasta lograr un nivel de saturación máxima que impedía la absorción.
Una vez seca, se extiende sobre el área una capa de blanco plomo, de aceite, de amarillo
de plomo y de arcilla refractaria con una última aplicación directa de polvo de mármol
fino y cal, enriquecida con aceite de lino, extendiéndose para terminar con una mano de
pez griega.

En la pintura flamenca, el óleo sobre tabla protagonizó las escenas pintorescas de sus
más destacados incursionistas.

Sin embargo, un gran número de pinturas italianas de la prima época renacentista


estaban pintadas sobre tabla, de modo que resultaba compacta y lisa, logrado por una
capa de carbonato de cal terroso conocida como creta y cola animal denominada gesso,
precisando de la utilización de una tabla en óptimas condiciones, es decir,
preferiblemente nueva.

El Renacimiento fue eco de una de las técnicas más divulgadas en el


mundo

La técnica del óleo por veladuras con capas muy delgadas de pintura, de tal forma que
se logre la transparencia en la capa inferior permitiendo observar detalladamente el
resultado de la mezcla del color inferior más el de la veladura.

Pero ¿cómo es posible lograr este tan impresionante reflejo? La respuesta se logra al
realizar una capa inferior de óleo o acrílico, nunca pintando acrílico sobre óleo, de esta
forma una vez seca, perfectamente se van añadiendo las sucesivas veladuras de color al
óleo.

Es importante aclarar que para adelgazar la pintura, se deben usar medios esencialmente
naturales que no destruyan su continuidad.

Una pasta seca y compacta se logra al mezclar pigmentos en polvo mezclados con la
suficiente resina o goma, procedimiento el cual es característico de la técnica de óleo
pastel o pasteles al óleo, donde la pasta antes mencionada se moldea minuciosamente
sobre la superficie a trabajar y una vez concluido el acto de pinceladas, suele fijarse con
atomizadores especiales.
Totalmente diferente a los colores fuertes y opacos, donde la mayor dificultad radica en
la adhesión del pigmento a la superficie.

Además, en ocasiones se puede utilizar polvo semejante a la tiza que tiende a soltar el
pastel para la futura aplicación del color.

Indagar en un mundo fantástico de pinceles, óleos, lienzos y colores nos hace esclarecer
la trama histórica y trascendental que se enmarca en el desarrollo de las artes plásticas
de todos los tiempos, con particularidades únicas en la pintura.

Las técnicas a base de óleos son herramientas indispensables para aquellos que hacen
del arte, su profesión o quizás su más anhelado sueño de proyección personal.

No nos privemos jamás de ese maravilloso mundo de conocimiento, satisfacción y


atracción que nos brinda una hermosa pintura a través de la destreza que se encierra en
cada trazo perpetuado por las manos ilustres y delicadas de un hombre capaz de mostrar
sus más profundos sentimientos haciendo gala de su mágico 62

¿Qué es la pintura alla prima?

Pintura alla prima, qué bonito «palabro». He aprendido a pintar pintando, sin libros, sin
escuelas, y descubro ahora, con más tiempo para investigar, que las técnicas que aplico
desde siempre tienen un nombre y apellidos. Y en italiano, que siempre queda más

hypster

La definición de la pintura alla prima que más me ha gustado es:

Es un estilo o técnica de pintura dónde, en vez de construir capa por capa los colores, la
pintura se termina en una única sesión, mientras la pintura está todavía fresca. «Alla
prima» viene del italiano y significa ‘a la primera’.
En esta técnica la obra se resuelve en una sola capa. La característica técnica es que la
capa pictórica no se diluye con ningún tipo de disolvente. No existen problemas de
capas grasas o magras, ya que sólo hay una, reduciéndose bastante el riesgo de
agrietamiento. Esta técnica requiere del artista mucha seguridad en la aplicación de la
forma y el color, puesto que el cuadro va a quedar terminado en una sesión.

En mi caso esto se traduce, además, en que en vez de mezclar cada color en la paleta y
aplicarlo sobre el lienzo ya mezclado, se van aplicando los colores sobre éste y se
mezclan en él. Lo de hacerlo en una única sesión depende del tamaño del lienzo. Cuánto
más grande es el lienzo, más difícil es acabarlo en una maratón pictórica. En ese caso,
continúas al día siguiente con la pintura aun húmeda o, si se te pasa el tiempo, vuelves a
empezar por zonas. Me explico: normalmente los cuadros tienen zonas, una figura,
fondo, una mesa, una ventana. Puedes dar por acabada una zona y no necesitas
repintarla. Pero si tienes alguna a medias, debes cubrirla de nuevo para que esté húmeda
la pintura y puedas trabajar en ella. En mi caso me molesta mucho que se me seque la
pintura y que haya que volver a retocar todo. A diferencia de lo que decía la definición
anterior, yo sí uso diluyente. Pero no para pintar capas muy diluidas dejándolas secar
para ir pintando una tras otra (como sería la pintura por veladuras) sino para que el
pincel fluya y la pintura esté un poco más líquida y pueda mezclarse bien con las que ya
están en el lienzo.

Hace tiempo leí que lo mejor para pintar era ir rellenando blancos con base de color e ir
haciendo sucesivas iteraciones de capas en varias sesiones. Estoy de acuerdo en que es
bueno pintar una primera capa para ver composiciones de color, para que el blanco no
distorsione el resto de colores. Pero luego, yo al menos, voy trabajando por zonas.

En la definición también aparece el tema del disolvente. Si utilizas un disolvente


distinto cuando pintas por capas podría ocurrirte que las capas inferiores se secaran más
despacio que las superiores provocando que la pintura superior empezara a agrietarse.
De ahí viene otro nombre de técnica: «grasso sobre magro» en la que se utiliza aceite de
linaza en las capas superiores, con un secado más lento y trementina o aguarrás para
diluir las inferiores, con un secado más rápido. Yo uso aguarrás corriente y moliente
todo el tiempo. Para diluir la pintura y para limpiar los pinceles. Y nunca, nunca, nunca,
se me ha agrietado ningún cuadro. La pintura no pierde brillo y no hay zonas más mates
y zonas más brillantes.

Por cierto, puedes ver el cuadro que aparece al comienzo acabado y con su propia
historia en el enlace «General Mola: el dictador de la parcela de 200 metros«.

Cómo pintar el color carne al óleo

Pintar el color carne al óleo es muy sencillo, basta con mezclar una buena cantidad de
blanco con un poco de amarillo y un poco menos de rojo y tan solo una pizca de
azul ultramar. Por supuesto, según variemos las cantidades de cada uno de estos
elementos, el color variará. De igual forma que variará según la modalidad del color
utilizado: no es lo mismo usar rojo cadmio que carmín.

Así mismo, podemos dar una sensación más triste y fría utilizando más cantidad de azul
(de un tono más claro al ultramar para que no se coma todo el color) o más alegre e
iluminada por el sol ampliando la cantidad de amarillo utilizado y eligiendo matices de
rojo claro más que granates o carmín. Las sombras se pueden oscurecer con azul o con
un marrón tierra, según el resultado que se quiera obtener de igual forma que los claros
pueden realizarse con blanco o con amarillo. En general, el blanco «se come» el color
por lo que no es bueno abusar de él. Es muy efectista utilizado en pequeñas cantidades
en los puntos de máximo brillo. En cualquier caso, cuando se trata de claroscuros
conviene recordar que un color es más claro cuanto más oscuro es el color que le rodea
y viceversa.
El color puede mezclarse en la paleta antes de aplicarlo al lienzo de forma que se vea
homogéneo. Pero también puede irse aplicando con los colores separados e irlos
mezclando en el lienzo (puede interesarte la entrada «¿Qué es la pintura alla prima?») o
incluso no mezclarlos y que sea el ojo humano del espectador el que los mezcle en su
cerebro si observa el cuadro con la suficiente distancia.

Desde luego, el retrato y el cuerpo humano son objetos de inspiración desde el principio
del arte por lo que podemos repasar cómo multitud de autores han pintado el color carne
al óleo a lo largo de los años, combinando distintos estilos.

Pintar el color carne a lo largo de la historia

Pintar el color carne: detalle de la Gioconda

Durante el renacimento, los colores para recrear la tonalidad de la piel se mezclan


perfectamente antes de aplicarse en el lienzo. Se aplican multitud de capas según la
técnica de veladuras para que los colores se difuminen y los cambios de tonalidad se
hagan de forma suave, casi fotográfica. En este archiconocido retrato de la Gioconda o
Mona Lisa, Leonardo Da Vinci oscurece el color carne usando marrones y colores tierra
dejando de lado el color azul. Tampoco resulta demasiado extraño que no utilizara
pigmentos azules teniendo en cuenta que entonces se obtenían de triturar lapislázuli lo
cual era extramadamente caro.

El resultado da tonos tostados, muy homogéneos y difuminados.

Pintar el color carne: detalle Retrato Klimt

Gustav Klimt es un maestro del retrato. En este retrato podemos ver cómo utiliza sin
ningún miedo los tonos azules y verdes para dotar de transparencia a la piel. Parece que,
de tan blanca, se transparentan las pequeñas venas debajo de ésta. Estos tonos azules y
verdes alrededor de los ojos dan profundidad y combinan con los colores del fondo. En
este retrato, los colores no se mezclan tanto antes de ser aplicados en el lienzo. Se ven
más las pinceladas y hay cambios bruscos de tono pero aún así, el resultado es bastante
homogéneo. Klimt cuenta con multitud de retratos femeninos en su haber en los que se
repiten muchos de los aspectos de este cuadro: pinceladas cortas perfectamente visibles,
colores disociados aplicados por separado pero que crean una mezcla que se difumina al
ser visualizada, uso del azul de forma discreta y armonizada y, más allá de las técnicas
de color, una destreza en el dibujo que proporciona retratos y expresiones muy vivas.

Pintar el color carne: ‘Jeanne Samary’ de Renoir

Pierre-Auguste Renoir va un paso más allá en este retrato en el que se diferencian más
aún las pinceladas, se eliminan los bordes y se aprecia perfectamente el uso de los
colores que conforman el color carne: carmesís para las mejillas, azules para aplicar
profundidad a los ojos y laterales de la cara, blanco para destacar las zonas más claras
pero siempre mezclado con el resto de colores y, en este caso, menos amarillo aunque
esté utilizado para la base del color bajo las pinceladas principales. El resultado muestra
Mmovimiento, suavidad y dulzura.
Pintar el color carne: ‘Retrato de Matisse’ de André Derain

A principios del siglo XX, aparece el fauvismo que prima el color sobre la forma. Les
interesa más mostrar el contraste de los colores complementarios que crear retratos
realistas ante el descubrimiento de la fotografía. En este retrato de Derain podemos ver
perfectamente las pinceladas siguiendo la estructura del rostro y los colores muy puros,
casi sin mezclar, aplicados directamente en el lienzo creando grandes contrastes. Aquí el
azul se aplica generosamente para plasmar la parte del rostro en sombra y el amarillo se
utiliza en la zona clara para dar brillo. Si se hubiera usado el blanco, como decíamos
antes, el resultado no habría sido tan vivo y lleno de color como el que vemos. Los
naranjas y verdes, los azules y amarillos son ejemplos de colores complementarios que
hacen que el contraste aumente.
Pintar el color carne: Detalle de retrato puntillista de Seurat

El último cuadro que mostramos aquí (aunque hay tantos ejemplos de estilos que esta
entrada se queda realmente muy corta) es un ejemplo de puntillismo en el que cada
color se aplica casi puro y es el espectador el que mezcla los colores cuando los ve en su
cerebro. Cuanto menos mezclados están los colores, más necesario es observar el cuadro
con cierta distancia para realmente apreciar las figuras. Aquí vemos las pinceladas (que
parecen aplicadas con el dedo más que con un pincel) y los colores perfectamente
diferenciados con hegemonía del naranja (puede interesarte la entrada de «Cómo pintar
un cuadro puntillista«).

En resumen, cada pintor tiene su estilo y lo más importante es practicar hasta encontrar
el estilo propio de cada cual en cada aspecto de la pintura incluido, como no, el de
pintar el color piel al óleo.
Como pintar un retrato al oleo
Un retrato (del latín retractus) es una pintura o efigie principalmente de una persona.
También se entiende por retrato la descripción de la figura o carácter, o sea, de las
cualidades físicas o morales de una persona.

Por lo tanto, la primera definición de retrato es aquella que se refiere a la expresión


plástica de una persona a imitación de la misma… Se pretende mostrar la semejanza,
personalidad e incluso el estado de ánimo de la persona. (fuente Wikipedia)

Consejos para pintar un retrato:

- Elegir bien la fotografía del modelo:

¡Por favor!… ya que vas a tratar de pintar un retrato, hazlo con una buena fotografía
porque ¡NO TODAS LAS FOTOGRAFIÁS SON ADECUADAS PARA HACER UN
RETRATO!

Siempre digo a mis alumnos.

De una buena fotografía podremos pintar un buen cuadro. De una mala, solo podremos
pintar un cuadro.

Y es verdad. Parece como si el aficionado no deparase en esto que es tan importante.


Pues si de retrato hablamos, aún lo es más. Elegir bien la fotografía para nuestro retrato
puede hacer variar el resultado que obtengamos en más de un 90% en la calidad
de nuestra obra final. Vamos a ver pues los mínimos requisitos que debe tener una
fotografía para que podamos hacer un retrato «medio en condiciones».

 Descarta cualquier fotografía del modelo «FRONTAL», tipo foto de carné de


identidad o similar. Busca siempre fotografías donde el modelo (su rostro)
tenga Esto, aunque te parezca que es un mero capricho mío tiene su razón de
ser.

Si tienes delante un rostro totalmente frontal para dibujar, vas a facilitarle la tarea a tu
«cerebro» para que dibuje por ti, es decir, inconscientemente vas a tratar de dibujar los
dos ojos iguales, las cejas iguales, la boca simétrica, etc. No y mil veces no, esto no
debes dar lugar a que ocurra porque ya te digo, si no lo sabes, que NUNCA UN
ROSTRO ES SIMÉTRICO. Siempre un ojo es distinto al otro, una ceja a la otra, la boca
tampoco es simétrica, y así todo nuestro cuerpo.

Una fotografía con el modelo en un leve escorzo nos facilitará la labor de dibujar cada
elemento del rostro de forma individual no dejando que nuestro cerebro tenga la
tentación de sugerirnos ninguna forma en concreto. Pero si por el motivo que fuera sólo
tienes una fotografía frontal del modelo, asegúrate que tenga un muy buen contraste
entre luces y sombras en ambas partes de la cara.
No quisiera que me entendieras mal. No quiero decir que no se debe pintar un retrato
«Frontal», y porque no es lo correcto. Lo que quiero decir es que un retrato frontal te va
a plantear más dificultades que uno en escorzo o de perfil.

 Descarta cualquier fotografía del modelo «SIN CONTRASTES DE LUCES Y


SOMBRAS»

Las luces y sombras son fundamentales para obtener «volumen» en un rostro y, por
consiguiente, conseguir una apariencia «tridimensional».

Me refiero a la típica fotografía hecha con flash y frontal donde apenas se aprecian las
sombras y si hay alguna, al igual que las luces son simétricas en ambos lados del rostro.
Vuelvo a insistir… la típica foto de carné o esas que nos toman en sitios cerrados con el
móvil y con flash.

Busca siempre fotografías con bastante contraste de luces y sombras. Te facilitarán


mucho el trabajo.

 Descarta cualquier fotografía del modelo SIN UNA BUENA RESOLUCIÓN.

Si ya de por sí es complicado conseguir el parecido del modelo en un retrato, imagina lo


que será si encima no puedes ver bien los ojos, o la boca.

Cuando alguien nos pone «en el compromiso» de pintar un retrato, no sé porqué, pero
casi siempre nos da una fotografía malísima de esas que se han sacado en una
celebración, o con unos amigos o vete a saber. De esas que tienes que ampliar con el
photoshop para intentar ver algo. No. Tienes que ser selectivo. Si no puedes ver con
detalle esos elementos claves de un rostro, NO TE CONFORMES CON ESA FOTO…
Es mejor que le pidas otra que intentarlo con lo primero que te den. Es un buen consejo.

Resumiendo. Una buena fotografía para pintar un retrato es aquella que:

 Tiene buena resolución


 Tiene buenos contrastes de luces y sombras, y
 El modelo tiene algo de escorzo con respecto al objetivo.

.- Consejos con respecto al dibujo previo:

Aquí tenemos que diferenciar el asunto en función de la técnica que vamos a utilizar;
Óleo o acuarela (estamos hablando de pintar un retrato, no de hacer un retrato a lápiz,
carboncillo o cualquier otra técnica de dibujo).

En un retrato en acuarela tendremos que hacer, antes de aplicar el color, el dibujo lo más
exacto que nos sea posible. En un retrato al óleo no se hace así, se toman unas líneas
base para encajar la figura y elementos que sean necesarios y posteriormente, con el
pincel y con el color deberemos ir «dibujando» las formas definitivas.

¿Que nos dice esta forma de actuar?, que te debes olvidar de cualquier triquiñuela con el
dibujo para pintar un retrato y me explico.
Te voy a contar una anécdota que me ocurrió con unas alumnas.

Un día, no sé ni porqué surgió la conversación, unas alumnas me dijeron… «es que


dicen por ahí que usted calca los retratos». ¡Ah sí…! les respondí procurando que no se
me notase mi asombro y no menor indignación. Pues vamos a hacer entonces un
ejercicio. Vamos a coger todos y nos vamos a poner a hacer un mismo retrato. Vosotros
vais a calcar el dibujo y yo no. ¡A ver que nos sale!. Cuando calcaron el dibujo y fueron
a dar la primera pincelada comprobaron que perdían el dibujo mientras yo, a lo mío,
hacía el dibujo directamente con los pinceles y el color construyendo poco a poco la
figura.
Cuando terminamos comprobaron que ningún retrato de los suyos había conseguido ni
tan siquiera un mínimo parecido con el modelo, mientras el mío era un buen retrato.
Entonces me dieron ganas de decirles aquello de … «Ahora vas y lo cascas»

Con ello trato de decirte que si quieres pintar un retrato debes asumir que tu destreza
con el dibujo te llevará hasta donde aquella llegue, pero no más.

Yo al respecto tengo las ideas muy claras. Estaré en lo cierto o no pero es así como
pienso. «El parecido sólo se consigue con un dominio y una técnica muy depurada del
dibujo». ¿Cuántas veces no me han dicho?… ¡Jo… es que has captado el alma del
personaje!. Que yo sepa nunca, en ninguno de mis retratos, he visto el alma de mi
modelo. EL PARECIDO SALE SOLO SI EL DIBUJO ES CORRECTO… lo demás,
para mí son solo milongas.

Así que con respecto al dibujo te recomiendo.

 Si vas a pintar una acuarela haz el dibujo de la forma que estimes oportuna lo
más exacto que puedas y con grafito pero «sin calcar» (al igual que si solo
hicieses un dibujo a lápiz o a carboncillo sería «un fraude» para contigo mismo).
 Si vas a pintar el retrato al óleo o con acrílicos, hagas lo que hagas primero de
dibujo sobre el lienzo de nada te va a servir con posterioridad pues lo vas a
perder a las primeras pinceladas. Es decir, asume que tendrás que dibujar con el
pincel y con el color de principio a fin.

.- Consejos con respecto al encaje:

Este apartado es muy importante. ¿Cuántos retratos buenos no he visto que por culpa de
un mal encaje se han malogrado?. El encaje es un aspecto del retrato que no suele
cuidarse por el aficionado. Es más, la mayoría incluso desconoce su extrema relevancia
para los ojos del espectador y las sensaciones que le pueden producir al contemplarlo.

Vamos a ver pues cómo debemos encajar nuestra figura en nuestro soporte para que de
cualquier forma sea agradable de ver para el espectador.

En primer lugar debemos elegir el formato del soporte… ¿Te acuerdas de los distintos
formatos estándar de lienzos o bastidores que venden?… Pues para nuestros retratos
deberíamos utilizar el formato «FIGURA».
La tendencia normal de quien no está familiarizado con este motivo, es centrar «la
cabeza» en el lienzo y esto no es lo correcto por el margen superior que queda vacío
desplazando el «peso» en exceso hacia la zona inferior.

Tampoco se considera correcto dejar menos espacio en el lateral hacia donde el modelo
tiene girada la cabeza porque da la sensación de «ahogo» de la figura.

El encaje correcto sería el que ajusta lo máximo posible la cabeza hacia la parte superior
(A) y deja algo más de espacio en el margen lateral hacia donde está mirando o tiene
girada la cabeza el modelo (B) que en el lado opuesto (C).

.- Consejos para el fondo:

El fondo es quizás la parte del retrato que más dudas genera en el que se inicia en esta
modalidad pictórica. ¿De qué color lo pinto?. Es la pregunta que todos se hacen.

En este artículo, si te das cuenta, no estoy tratando el tema del color porque creo que
merecería todo un tratado este tema por sí solo. Aquí me quiero centrar en aspectos
generales que un correcto retrato debe al menos reflejar y con respecto al «fondo» me
gustaría que te fijases en el fondo de este retrato.

Ahora fíjate en el de este otro,

En el primero se aprecian tonos más oscuros a un lado de la figura y más claros en


el otro. En el segundo se mantienen los mismos tonos en ambos lados. En el primero, la
sensación que percibimos es que la figura se despega del fondo, mientras que en el
segundo parece como si estuviese pegado en él. El primero es lo correcto y el segundo
no.

Ahora bien, no es igual que pongas el lado oscuro o el claro donde se te ocurra. Si te
fijas, el lado claro está donde están las sombras en el rostro y en cambio el lado oscuro
lo está donde el rostro recibe la luz. Es simplemente una cuestión de impresión visual.
Un fondo oscuro donde estén las luces del rostro las intensificarán, y un fondo claro
donde estén

Quédate entonces con este principio en cuanto al color del fondo en cualquier retrato.

 Fondo más oscuro donde estén las luces en el modelo


 Fondo más claro donde estén las sombras del modelo

.- Consejos sobre el concepto Color/volumen:

No quisiera terminar este artículo sin hacer mención o destacar la enorme importancia
que tiene para el retrato conseguir el volumen del rostro y la figura en general con el
color.
No sé si habrás leído el otro artículo donde hablaba de una «paleta de colores para el
retrato» donde decía que es más importante conseguir volumen con el color en el rostro
que con qué o cuáles colores se pintaba un retrato.

Un retrato sin volumen es como si dibujamos una estatua con carboncillo y no le damos
volumen con el sombreado.

¿Cómo va a ser lo mismo?

Un retrato sin el debido sombreado dará la sensación de ser un dibujo coloreado. Uno,
en cambio, bien sombreado con el color dará más sensación volumétrica y realista.

Mi consejo al respecto es claro y sencillo, «preocúpate más por el volumen en el


retrato» que por el color.

Como epílogo a este artículo quisiera decirte una cosa… ¿quién dijo miedo a pintar un
retrato»?.

Mira cómo a lo largo de la historia del arte en pintura se ha considerado que un retrato
es una auténtica obra de arte. Desde el Barroco hasta el abstracto pasando por el
impresionismo, fauvismo, cubismo, etc. Estos ejemplos que te dejo son todos obras de
autores mundialmente reconocidos.

Módulo 6. ESTILOS
1.-Puntillismo
2.- Hiperrealismo
3.- Fauvismo
Cómo pintar un cuadro p

untillista

Cómo pintar un cuadro puntillista

El puntillismo parece fácil. ¿Quién no puede llenar de puntitos un folio y decir que ha
pintado un cuadro? De hecho, en casi todas las clases de iniciación a la pintura o al arte
se pinta algún cuadro puntillista, más aún si los alumnos son niños. Pero el puntillismo
no consiste únicamente en traducir pinceladas o trazos de lápiz en puntos de color. Lo
importante del puntillismo no está en que sean puntos lo que se utilice, podrían ser
pequeños trazos o pinceladas, lo importante es el uso del color. En el puntillismo
(también llamado divisionismo) no se mezclan los colores en la paleta antes de
aplicarlos en el lienzo, ni se mezclan al ser aplicados en éste. Los colores se aplican
puros y tienen que mezclarse en el cerebro del que mira el cuadro alejándose lo
suficiente o entrecerrando los ojos en una suerte de estereograma.

Así, en el puntillismo se puede pintar un árbol con hojas verdes, pero para aplicar
realmente el color sin mezclar deberían usarse pinceladas o puntos azules y amarillos
para que el color verde se forme en la retina del que lo visualiza. Por tanto, para pintar
un cuadro puntillista es muy importante saber cómo se forman los colores (primarios,
secundarios y terciarios).

PASO 1: el fondo
El fondo del lienzo no debería dejarse en blanco aunque sea la tentación inicial del que
empieza con un cuadro puntillista. Si los puntos se hacen muy separados se vería entre
ellos el lienzo y no queda bien. Una vez se ha dibujado la figura o paisajes, se puede
pintar con colores suaves por tonos el fondo con pinceladas largas, sin puntos, para
cubrir toda la superficie del lienzo con colores parecidos, pero más oscuros, a los que se
utilizarán sin mezclar por encima.
Signac – the railroad at bois colombes sun nevsepic

En este cuadro de Signac se puede apreciar que los puntos se añaden sobre un fondo que
era liso y, en general, más oscuro que los colores aplicados en pinceladas cortas por
encima. Así, el camino de la izquierda se ve marrón verdoso y se han aplicado puntos
azules y blancos para aplicar luces y sombras. En los árboles y en el prado de la derecha
se utiliza de nuevo el azul para producir sombras, y amarillo y naranja para la hierba.

Pero también es posible cubrir todo el lienzo con el color aplicado en pequeñas
pinceladas y, si es necesario aclarar, se añadan pinceladas o puntos de color blanco,
como un color más.

PASO 2: los puntos


Los puntos no tienen por qué ser puntos. Pueden ser pinceladas cortas o trazos que dan
movimiento, como hacía Van Gogh en buena parte de sus cuadros.

Van Gogh – Autorretrato

En este autorretrato es interesante ver como el artista ha utilizado el color verde para
aplicar sombras en el lado izquierdo de la cara y bajo el sombrero. Son simplemente
pinceladas añadidas en ese color en las zonas que deben aparecer más oscuras. También
la barba en el lateral izquierdo utiliza marrones y rojos oscuros mientras que en el
derecho, donde está aplicando la luz, el naranja es más claro y aparecen pinceladas
amarillas. No hay puntillismo al trazar los ojos. Se mantienen fijos en el que observa el
cuadro mientras todo el resto se mueve.

Por supuesto, también pueden ser puntos, como los cuadros de Seurat, que por algo es el
creador del estilo.

Seurat – Detalle de «El circo»

Seurat utiliza puntos azules para crear sombras y mostrar volumen. Además, utiliza
también estos puntos azules como parte del fondo para diferenciar figuras (aunque haya
utilizado líneas para separar las figuras del fondo). De esta forma, la cabeza del payaso
en primer plano resalta más en contraste con el fondo azul. De la misma forma, las patas
del caballo blanco en la parte superior izquierda utilizan el mismo «truco» para destacar
sobre el fondo también blanco. Más claro parece un color cuanto más oscuros son los
colores que le rodean. Las piernas en la parte superior derecha muestran puntos azules
de nuevo en los bordes para, de nuevo, mostrar volumen. De esta forma, Seurat usa el
puntillismo como una herramienta para conseguir volumen.

PASO 3: pintar
Pues sí, el tercer paso es el más interesante ya que es empezar a pintar y probar. Y
conviene no olvidar, independientemente del nivel que tengamos a la hora de dibujar o
pintar, que lo importante no es colorear utilizando puntos, todos del mismo color. Lo
importante es aprovechar que vamos a utilizar puntos para que sean de distintos colores
y así conseguir mostrar volúmenes con luces y sombras y crear colores más ricos, que
se mezclan en el cerebro del que visualiza el cuadro y no directamente en el lienzo.
Veamos tres ejemplos muy sencillos de esferas naranjas pintadas con rotuladores:

Tres esferas, ejemplo de puntillismo

La primera solo utiliza puntos de color naranja, en círculos concéntricos. El resultado no


tiene volumen ni dice gran cosa. Además, es bastante aburrido de pintar. La segunda,
además del naranja, utiliza el rojo y amarillo para que, juntos, formen el naranja en la
mente del espectador. Además, los colores más oscuros se colocan en el lado izquierdo
y se deja una zona más clara en la parte superior derecha (con amarillo y sin pintar). El
resultado es algo más de volumen. Si añadimos el color azul para la parte de sombra y
utilizamos el amarillo como color de fondo para casi toda la figura, obtenemos la tercera
esfera un poco más interesante y con algo más de volumen.

Hiperrealismo, ese estilo que nos gusta

Me gusta el hiperrealismo. Es impactante, es espectacular e impresiona la capacidad de


retratar la realidad hasta el último detalle. Objetos cotidianos, cosas aparentemente sin
interés como carreteras, edificios, vehículos, objetos de menaje, pero plasmados
exaltando sus contrastes, con colores brillantes y tamaños inmensos.
Son representaciones de la realidad casi fotográficas (cuando el origen es además una
fotografía, se denomina fotorrealismo aunque sospecho que siempre es necesario partir
de una foto para pintar algo con tanto detalle). Pero hay ciertos elementos que
consiguen reflejar aquello que no puede conseguir la fotografía (o al menos no podía
antes de los retoques digitales) que llaman la atención más especialmente (y que más
abundan). Vamos a ver algunos ejemplos.

Cromados brillantes
Motos, coches, camiones, caravanas, cabinas telefónicas bajo el sol, saturando los
contrastes. El resultado es muy efectivo gracias al uso del color negro que contrasta con
el blanco y azules claros.

Reflejos posibles e imposibles


Escaparates, espejos y demás elementos reflectantes en los que no se refleja el
espectador. La magia de ver una escena en la que nos reflejaríamos pero no estamos o el
anhelo de ver cómo es algo cuando no estamos presentes. O saber por fin si la luz de la
nevera permanece encendida cuando cerramos la puerta.
A veces mostrando hasta el último detalle de una foto (brillos, imperfecciones,
desenfocados) y otras, eliminando deliberadamente partes de esta. Y, ¿dónde está el
cristal?

Autor: el GRAN Richard Estes

Agua
Imágenes subacuáticas, gotas detenidas en el tiempo, tejidos húmedos, la línea entre el
mundo por encima y debajo de la superficie del agua.
Autor: Dirk Dzimirsky

Expresiones non gratas


Huir de los retratos monos y convencionales, de sonrisa bobalicona y mirada firme.
Expresiones fuera de contexto, exageradas, feas, forzadas, tomadas sin avisar, de la vida
real.
Autor: Alyssa Monks

Grande, muy grande


Soportes de gran tamaño, muy grandes, que impresionan solo por el tamaño, por el
realismo de las formas aumentadas a proporciones inmensas inexistentes en la
naturaleza.
Autor: Chuck Close

Esta característica es especialmente espectacular en escultura, con figuras humanas


increíblemente grandes, desnudas, inexpresivas, como cadáveres gigantes.
Autor: Ron Mueck

Y aunque hoy, gracias al Photoshop y demás ingenios mecánicos y digitales, sea posible
eliminar brillos, personas reflejadas, fotografiar bajo el agua e imprimir a tamaño
banderola cubre rascacielos, aún hoy me gusta este tipo de arte. Y no soy la única.

Y ¿por qué nos gusta? Nos impresiona la capacidad del artista de transmitir detalles de
forma tan exacta, que hace que sea una corriente artística mucho más fácil de entender
que el arte abstracto. Pero no es solo eso. Los resultados, como en fotografías muy
saturadas a gran tamaño, son espectaculares.
Siempre he sospechado que estos cuadros se pintan usando un proyector (de
diapositivas o uno digital hoy en día) reflejando la fotografía sobre el lienzo y
«calcando» la imagen en este. Y siempre me ha parecido trampa. No vale calcar.
Cualquiera puede calcar. Pero cuando ves una obra de este tipo de cerca te das cuenta de
que es casi imposible hacerlo de otra forma y que sí tiene mucho mérito. Aunque solo
sea por la paciencia que requiere.

Siempre he admirado la paciencia, supongo que apreciamos más aquello de lo que

carecemos
Fauvismo: el uso de los colores
complementarios

El fauvismo (o fovismo) es un estilo pictórico que surge en Francia a principios del


siglo XX. Los integrantes de este estilo están más interesados en el color y los efectos
que éste causa en el que está contemplando el cuadro que en la perfección en las formas
o en el dibujo. Por ello, exploran y experimentan con la teoría del color y, en especial,
con los colores complementarios para conseguir contrastes potenciados al máximo.

Tal y como les pasó a los impresionistas pocos años antes su estilo no gustó en la época.
De hecho, su nombre «fauvismo» viene de la palabra francesa «fauve« que significa
fiera ya que el crítico Louis Vauxcelles, cuando visitó el Salón de Otoño de 1905 en
París dijo:

Mais c’est Donatello parmi les fauves (Pero, es Donatello entre las fieras)

Y a los «fauves» el insulto les encantó por lo que se adueñaron de él y lo hicieron su


insignia. Y sí que pintaban como fieras, escupiendo colores puros, casi sin mezclar,
espesos y pastosos y complementados para causar el mayor impacto visual posible. El
dibujo no tiene porque parecer real, no importa la perspectiva, los colores no son los que
están en la naturaleza. Los resultados pueden parecer infantiles respecto al dibujo pero
son conscientemente adultos al alejarse de la lógica del color habitual (pocos niños
pintarían la sombra de un rostro de color verde si no están pintando a un
extraterrestre…).

Los colores complementarios en el Fauvismo


Como vimos en la teoría del color, los colores complementarios son los que más
contraste ofrecen. Se muestran en la siguiente figura los principales (entre primarios,
secundarios y terciarios):
Teoría del color: colores complementarios

Podemos encontrar cuadros que muestran los principales contrastes en numerosas obras
de principios del siglo XX. Veamos algunos ejemplos.

Matisse “la raya verde”. Contraste magenta y verde


Van Gogh “Noche estrellada”. Contraste azul y amarillo

Matisse “La habitación roja”. Contraste rojo y azul

Paul Gaugin: “Arearea” contraste Verde y Violeta

Matisse “la danza”. Contraste azul y naranja.

Derain “El puente de Charing Cross”. Contraste esmeralda y carmín


Como podemos ver, algunos autores se centran en contrastar dos colores, como en el
caso de la noche estrellada de Van Gogh o la danza de Matisse. En cambio Derain nos
muestra un surtido casi completo de colores complementarios en lo que parece un
estudio del efecto del color. Los más claros representantes de este movimiento son
Matisse y Derain que llevan al máximo la simplicidad del dibujo a favor del efecto del
color. Van Gogh y Gaugin trabajan también con los colores complementarios y son
coetáneos con el fauvismo pero incorporan a su pintura más elementos.

Y qué mejor ejemplo de fauvismo que un retrato protagonizado por los dos grandes
representantes de este estilo: Derain retratando a su amigo Matisse.

Fauvismo: ‘Retrato de Matisse’ de André Derain

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