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Taller de Letras N° 49: 283-295, 2011

Concentración y dispersión: transterritorialidad, hibridación


y simultaneidad en la narrativa latinoamericana
José Sánchez Carbó
Universidad Iberoamericana Puebla
[email protected]

Ángel Esteban, Jesús Montoya,


Francisca Noguerol, María Ángeles
Pérez López (eds.). Narrativas
latinoamericanas para el siglo XXI:
nuevos enfoques y territorios.
Hildesheim / Zürich / Nueva York:
Georg Olms Verlag, 2010, 280 pp.
ISBN 978 3 487 14482 5.

Del 27 al 29 de abril de 2009, en la


Universidad de Salamanca, se reunió un
grupo de escritores, académicos y editores
procedentes de Argentina, Bolivia, Colombia,
Cuba, Chile, España, Estados Unidos, México,
Perú, Uruguay y Venezuela para participar
en el congreso internacional Última narra-
tiva latinoamericana. Nuevas corrientes y
tendencias. Leemos en la “Introducción” de
Narrativas latinoamericanas para el siglo XXI.
Nuevos enfoques y territorios que una parte
sustancial de las ponencias presentadas en
aquella cita fue publicada en este volumen.
Los editores –Ángel Esteban, Jesús Montoya,
Francisca Noguerol y María Ángeles Pérez
López– explican en estos términos su propósito:
“apuntar, como señala el título, los nuevos
territorios transitados por la última literatura
en español, ahondando en los enfoques que
mejor la explican y que, por su actualidad,
son objeto de apasionantes discusiones” (IX).
En estos nuevos territorios, aunque hetero-
géneos, aparecen con frecuencia conceptos
como “extraterritorialidad, hibridación, no-
madismo, ciberespacio, extimidad, cultura
popular, exhibicionismo, imagen, simulacro,
virtualidad y mediaciones” (X).

De entrada, Narrativas latinoamericanas


para el siglo XXI se distingue por dos rasgos
que me parece adecuado destacar, precisa-
mente por convenir en específico con dos de
los rumbos o territorios constitutivos de la
narrativa más reciente. En primer lugar, es un

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Reseñas

libro híbrido, pues integra en sus tres Paz Soldán y José Ramón Ruisánchez,
secciones el discurso teórico-crítico, creadores y críticos con doctorados
poético-autorreflexivo y creativo. en las universidades de Berkeley y
Maryland, respectivamente. Así, Paz
La primera parte dedicada a la Soldán participa en las secciones
teoría y la crítica, “Aportaciones de crítica y poética, mientras que
teóricas”, incluye panorámicas Ruisánchez es el único de los con-
continentales –Fernando Aínsa–, na- vocados que lo hace en las tres.
cionales –José Carlos González Boixo
y Rita Gnutzmann– o de autores La segunda peculiaridad del
–Eduardo Becerra, María José Bruña presente conjunto de textos que
Bragado, Rubí Carreño Bolívar, Erika me interesa distinguir procede de
Martínez Cabrera, Jesús Montoya la naturaleza de la misma editorial.
Juárez, Pablo Montoya, Edmundo Paz Georg Olms Verlag debe entenderse
Soldán, Cristina Pérez Múgica, José desde la perspectiva transnacional,
Ramón Ruisánchez, Silvia Ruiz Otero como muchos de los textos narrativos
y Alfonso de Toro-. En la segunda, revisados en esta antología. Tiene
“Poéticas y reflexiones de autor”, bases en Hildesheim, Zürich y Nueva
escritores como Rafael Courtoisie York. Además, su consejo de editores
(Uruguay, 1958), Carlos Franz (Chile, está integrado por Alfonso de Toro,
1959), Joaquín Guerrero Casasola Bradley S. Epps, Roberto González
(México, 1962), Fernando Iwasaki Echevarría, Dieter Ingenschay, Rafael
(Perú, 1961), Juan Carlos Méndez Olea Franco y Michael Rössner; en
Guédez (Venezuela, 1967), Ronaldo otras palabras, por académicos de
Menéndez (Cuba, 1970), Andrés universidades de Alemania, Estados
Neuman (Argentina, 1977), José Unidos, México e Inglaterra.
Ramón Ruisánchez (México, 1971) y
Consuelo Triviño Anzola (Colombia, En este tenor, la crítica en torno
1956), reflexionan “sobre su obra, a la última literatura latinoamericana
su tiempo u otros autores” (X). menciona conceptos ligados a la
Finalmente la tercera, “Antología transterritorialidad, el nomadismo,
de textos”, está constituida por el desarraigo, lo transfronterizo, el
fragmentos de novela, cuentos o multiculturalismo o la “glocalidad”
microrrelatos, publicados e inédi- (Alfonso de Toro). Fernando Aínsa,
tos, de los escritores participantes siempre atento a las implicaciones
mencionados. del espacio en la narrativa –recorde-
mos, entre otros, su libro Narrativa
Esta hibridación, poco común hispanoamericana del siglo XX. Del
en el medio editorial, le permite espacio vivido al espacio del texto–,
al lector contrastar convergencias analiza la narrativa de escritores
y divergencias entre escritores y que “han hecho del afuera su patria
críticos; comprobar cómo muchas literaria” (4). Aunque afirma esta
veces el creador ejerce la crítica condición “nomádica” (2) como
literaria o viceversa, y que cada vez natural, apoyándose sobre todo
es más común encontrar escritores en las ideas de Michael Maffesoli,
con algún título de posgrado. Las y cuenta con claros modelos en
fronteras entre crítica y creación a innumerables textos de la literatura
veces son imperceptibles. Muestra clásica y en las posturas de diver-
de ello es el caso de Fernando Aínsa, sos escritores hasta nuestros días
con una sólida trayectoria en los dos (Gustave Flaubert, James Joyce o
campos, así como los de Edmundo Enrique Vila-Matas, entre otros),

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en Latinoamérica esta expresión narrativa de los años dos mil […] está
se ha incrementado de forma no- cursada por movimientos migratorios
table en las últimas generaciones, que van desde los exilios políticos
inmersas en un mundo marcado por a los emocionales” (48); o que, en
Internet, la globalización, los chats, palabras de Juan Carlos González
los blogs y las facilidades para viajar Boixo, la literatura mexicana más
y comunicarse. reciente está unida por su “deseo de
abandonar la idea de una literatura
Así, Aínsa, en “Palabras nómadas. nacional” (85).
Los nuevos centros de la periferia”,
ofrece evidencia de lo anterior con Dentro de esta generalidad
novelas escritas por autores nacidos también tienen cabida singulari-
en América Latina donde sobresalen dades como las tratadas por Rita
los protagonistas europeos (es el Gnutzmann y Erika Martínez Cabrera
caso de Javier Vásconez o Leonardo quienes, respectivamente, refieren
Valencia), situadas en escenarios los casos de escritores como Siu Kam
como París (Pablo Montoya, Abelardo Wen que “nació en China en 1951
Sánchez León, Santiago Gamboa, y llegó a Lima en 1959” (68), y de
Alan Pauls) o los Estados Unidos Anna Kazumi Stahl, estadounidense,
(Edmundo Paz Soldán, Francisco hija de japonesa y padre estadouni-
Goldman, Junot Díaz, Xavier Velasco, dense de origen alemán que escribe
Óscar Hijuelos) o en las periferias en castellano; a decir de Martínez
(Pablo Montoya, Oswaldo Soriano, Cabrera, “un ejemplo triunfante del
Hugo Burel), en las que no falta multiculturalismo” (89).
un tratamiento cargado de humor
e ironía (Carlos Liscano, Santiago Si Aínsa ya nos advertía sobre
Gamboa, Luisa Futoransky). Este la recomposición de la función del
tipo de espacios rechazan la idea escritor, Rubí Carreño Bolívar ob-
de Alberto Zum Felde1, cuando éste serva que el “discurso de la familia
advertía que nuestra literatura estaba será mucho más importante que el
marcada por el “imperio absoluto discurso político; la patria tendrá
de lo telúrico” (15), y cuestionan la que ver con amigos y afectos, y
noción de literatura nacional. Para no con un lugar de nacimiento”
Aínsa, “esta nueva cartografía” (3), (49). Quizá por esto mismo, a José
difícil de “situar en el ‘organigrama’ Ramón Ruisánchez le interesa re-
de la crítica clásica” (3), “supone la saltar a “los que supieron articular
ruptura de un modelo de escritor y la modificación de los mapas de
una recomposición de su papel en los afectos” (146) y lucharon “por
la sociedad” (2). seguir contando los trabajos del
amor y de la amistad que siguieron
En este orden de ideas, no a la aparente derrota del 68” (146)
extraña cuando Eduardo Becerra mexicano, a través de novelas que
afirma que el “nomadismo constituye “narran esfuerzos de reinventar las
sin duda un rasgo representativo” maneras de convivencia” (147). A su
(28) en la obra de Rodrigo Fresán; vez, Alfonso de Toro detecta que la
que para Rubí Carreño Bolívar “la narrativa chilena actual tiene como
“objeto historias familiares […] o
individuales” (172).

1  Alberto
Zum Felde: La narrativa hispano- En contraparte, y de forma simul-
americana, Madrid, Aguilar, 1964, p. 15. tánea, prevalece la narrativa anclada

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Reseñas

en lo local, en la realidad social, María José Bruña Bragado sobre el


histórica y política que se impone “neobarroso”, una suerte de “barroco
con y por su violencia. En el caso de desprestigiado, marginalizado hasta
la literatura mexicana, Edmundo Paz que el ‘texto huela mal’ porque sólo
Soldán propone inscribir obras que desde los intersticios y lo marginal
abordan el tema del narcotráfico, esta estética es revolucionaria y
como Trabajos del reino (2004), de transgresora” (38-9), presente en
Yuri Herrera, y El amante de Janis los textos de los argentinos Néstor
Joplin (2001), de Élmer Mendoza, Perlongher y Marosa di Giorgio.
dentro de una tradición “transcul- Idea sin duda emparentada con
turadora” (Carpentier, Arguedas, el estilo neobarroco constitutivo
Roa Bastos, Rulfo) preocupada por de la trilogía habanera de Pedro
la experimentación con el lenguaje. Juan Gutiérrez estudiado por Pérez
De esta forma, sin desatender el Múgica y, de alguna forma, también
aspecto social, Paz Soldán sitúa el con la “simbólica de lo impuro” de
nivel de análisis en las cualidades Guillermo Fadanelli, propuesta por
literarias, estéticas y formales. Por Silvia Ruiz Otero. Por su parte, Jesús
esto no vacila al concluir que “si la Montoya repasa las obras de César
renovación de una literatura pasa Aira “sobre todo aquellas que vistan
sobre todo por una renovación de su el género de la ciencia ficción” (101),
lenguaje, todo parece indicar que la y Pablo Montoya aborda el tema
mexicana goza de muy buena salud” de la novela histórica en la obra de
(132). Por su parte, Ruisánchez, William Ospina.
como había mencionado, revisa otra
perspectiva literaria del 68 mexicano, Resulta evidente que la limitada
la de los afectos y la amistad, en las perspectiva temporal opera en contra
novelas Pasaban en silencio nuestros del crítico dedicado a estudiar la li-
dioses (1987), de Héctor Manjarrez, teratura contemporánea y los textos
y La luz oblicua (1995), de Paloma de Narrativas latinoamericanas para
Villegas. Una muestra semejante el siglo XXI no se escapan de esta
de la presencia de lo local es es- condición. Mas la rigurosa revisión
tudiada por Cristina Pérez Múgica de textos, la originalidad de las
en la obra de Pedro Juan Gutiérrez propuestas, el catálogo de obras, la
en cuyo centro gravita La Habana, nómina de escritores considerados,
un “territorio simbólico orientado a las poéticas o reflexiones de los au-
transmitir una determinada visión del tores y los fragmentos incorporados,
mundo” (135). Además, Alfonso de le otorgan a este volumen plena
Toro analiza las estrategias narrativas vigencia porque abre el debate sobre
de un conjunto de novelas chilenas conceptos como unidad y diversidad,
“de los noventa y del dos mil” (165) nacionalismo y cosmopolitismo,
que “emplean la memoria como proceso y simultaneidad, hibrida-
principio de ruptura, de liberación y ción, nomadismo, regionalismo;
catarsis para fundar otros territorios en fin, sobre el estado actual de
e identidades” (166). ese corpus que por décadas hemos
llamado literatura latinoamericana y
También enriquecen la diver- que hoy, más que nunca, debe ser
sidad y reafirman la dispersión analizado con una perspectiva tan
de esta narrativa las lecturas de plural como abierta.

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