Deconstruir La Memoria El Entenado
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Deconstruir
Morula
Una
Historia
y ficci?n: cuestionamiento
de una dicotom?a
Abordar
la novela El
como
15
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se imbrican
en esta novela atenta contra los fundamentos de
subjetividad/memoria y relato
como
la historia
reconstrucci?n del pasado en tanto se ponen en
una serie de
juego
a
esa
concretar
tienden
las
de
que
operatorias
posibilidades
denegar
pr?ctica.
Hay un primer movimiento de inserci?n del relato dentro de los acontecimientos
como observa Mart?n Kohan- se
una
hist?ricos y luego?tal
con respecto
produce
"fuga"
a "la materia hist?rica de la que la novela
parte" (255) porque la escritura "autobiogr?fica"
a
otra
la
de
funci?n,
pasa
cumplir
ganarle la batalla al olvido. Estamos en la etapa del
recuerdo. Pero hay una tercera fase que deconstruye nuevamente
la anterior, la de la
modo,
este modo,
Memoria y subjetividad
El relato est? narrado exclusivamente a partir de una primera persona, pero si bien esa voz
de la enunciaci?n es un personaje de los hechos narrados, el punto de vista desde el que
cuenta los hechos es externo. El
registro mima al de un etn?logo que como observador
se
con
involucra
los
participante
protagonistas de la historia, pero sin "contaminar" la
escena. El narrador s?lo se aparta de ese tono para introducir
algunas digresiones que
una mirada
introspectiva del enunciador sobre s?mismo en elmomento de la
despliegan
a?os despu?s de ocurridos los hechos y tambi?n desde una
lejan?a
en
de
vuelta
el viejo continente-. Son precisamente estas interrupciones las que
espacial, ya
escanden el relato y permiten cuestionar la posibilidad de delimitar entre el espacio de lo
enunciaci?n?sesenta
conmociona
temporal.
Comencemos
por el punto de vista, el lugar desde donde se despliega la mirada
como sustento de la
posterior puesta en funcionamiento de la enunciaci?n mediada por la
evocaci?n. En este sentido, ya ha sido se?alado por la cr?tica el alto contenido
descriptivo
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CONFLUENCIA,
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2007
mediod?a?sol
pique
momentos
met?fora
nodales
de la filosof?a occidental
sale de su confinamiento
como
se ven?an
como dos
el empirismo apadrinado por Hume
desplegando
paralelas
irreconciliables en torno a un mismo problema, el del conocimiento. Los l?mites de este
una teor?a de
me
semejante envergadura, pero baste se?alar
trabajo
impiden profundizar
al menos algunas huella del idealismo trascendental kanteano en la novela. En primer
el sujeto moldea la realidad en ese encuentro del hombre
t?rmino, como ya mencionamos,
con elmundo a trav?s de ciertas estructuras inherentes al
sujeto perceptor; sin embargo, al
mismo
esta
tiempo,
certidumbre
resulta
problematizada
porque
las cosas
parecen
tener
una
entidad objetiva m?s all? del sujeto: "en ese estado de somnolencia alucinada que nos daba
lamonoton?a del viaje, comprob?bamos que el espacio del que nos cre?amos fundadores
hab?a estado siempre ah?..."
la misma
idea de
(26), con lo que se cuestiona
se
en
reciente
el banquillo
"descubrimiento" que ya la
ha encargado de poner
historiograf?a
conocimiento
22,
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En
explorar alguno de los haces lum?nicos que irradian ciertos n?cleos significativos que
intento se?alar, no se puede pasar por alto la impronta idealista en cuanto a lo que esta
teor?a aporta en la consideraci?n de la realidad como una construcci?n del
eso
sujeto.7 Por
el
entenado
ma?anas
todas
las
recomienza
el
de
construcci?n
de
la
para
realidad,
proceso
como en la
descripci?n de esta acumulaci?n de impresiones:
ese d?a me vuelve
siempre, a pesar de los a?os, un gusto a madrugada: voces
todav?a un poco roncas por el sue?o, ruidos primeros creando, en la oscuridad,
un espacio sonoro, y el
propio ser que emerge a duras penas de lo hondo,
reconstruyendo el d?a inminente cuando una mano ya despabilada, en el alba
inocente, lo sacude. (27).
De
all? de esta genealog?a, la escritura saeriana est? atravesada por otros hitos del
pensamiento occidental, como la teor?a de la relatividad y la formulaci?n del principio de
incertidumbre, cuyo impacto en el campo human?stico se evidencia en el nivel de la
M?s
relaci?n entre sujeto y objeto; por eso las certezas sobre el mundo
exterior se ven
a
a
uno
fuertemente minadas
de los cimientos que articulan el
partir del ataque
pensamiento occidental, el principio de causalidad, y sus categor?as dependientes, la de
tiempo y espacio.8
Para exasperar a?n m?s
no termina de pertenecer a
en efecto, a poco de
signado por la orfandad,
ninguno de ellos;
haber compartido un tiempo entre los indios colastin?, confiesa la dificultad para
internarse en la "selva de su
cuando se reencuentra con
lengua"; del mismo modo,
coterr?neos luego de diez a?os, vuelve a
ese mismo extra?amiento ante la
experimentar
materna. Dos sistemas
se enfrentan
lengua
ling??sticos que
poniendo de manifiesto que el
est?
tambi?n
a
es un molde para
las
condicionado
por
lenguaje
categor?as
priori y que
clasificar el mundo.9 Y es precisamente de la contraposici?n que emerge la
exasperaci?n
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CONFLUENCIA,
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tiempo que ca?an, arrastraban con ellos a los que los exterminaban.
eran
Como ellos
el ?nico sost?n de lo exterior, lo exterior desaparec?a con ellos,
arrumbado, por la destrucci?n de lo que lo conceb?a, en la inexistencia. Lo que
los soldados que los asesinaban nunca podr?an llegar a entender era que, almismo
tiempo que sus v?ctimas, tambi?n ellos abandonaban estemundo. Puede decirse
que, desde que los indios fueron destruidos, elmundo entero se ha quedado
derivando en la nada. Si ese universo tan poco seguro ten?a, para existir, alg?n
fundamento, ese fundamento eran, justamente, los indios, que, entre tanta
incertidumbre, eran los que se asemejaban m?s a lo cierto. Llamarlos salvajes era
no se
puede llamar salvajes a seres que soportan tal
prueba de ignorancia;
tenue que llevaban adentro, y que
La
lucecita
lograban mantener
responsabilidad.
encendida a duras penas, iluminaba, a pesar de su fragilidad, con sus reflejos
cambiantes, ese c?rculo incierto y oscuro que era lo externo y que empezaba ya en
sus
propios cuerpos. (151-2)
como
contra toda teor?a totalizante al
objetivo se?alar el ataque
larga cita tiene
evidenciar la arbitrariedad de sus fundamentos, en el sentido de una comunidad?como
La
se
como una
simpat?a manifiesta, sino que el proceso de escritura,m?s que configurarse
reconstrucci?n de los hechos, se erige como intento de comprensi?n del mundo colastin?
y de su rol dentro del mismo a partir de los diez a?os de convivencia.
Cifra del concepto de naci?n, esta tribu antrop?faga se piensa a s?misma a partir de
la idea de l?mite, ya que como sostiene Anderson, "Ninguna naci?n se imagina con las
dimensiones de la humanidad"
(24), ya que necesita al "otro" para existir:
una
Si tra?an, sin omitirlo una sola vez, a esos hu?spedes, en los d?as en que com?an
carne humana, era tambi?n para mostrar, para que fuese evidente, que ellos se
hab?an arrancado, meritorios, del amasijo original y que, aprendiendo a
en el aire
entre lo interno y lo exterior, entre lo que se hab?a
distinguir
erigido
luminoso y lo que hab?a quedado chapaleando en la oscuridad, elmundo vasto y
borroso supiese que en ellos se apoyaba, arduo, lo real, y que ellos eran los
hombres verdaderos.
(163)
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Europa, su amigo Lalo Lescano despliega una argumentaci?n que pretende demostrar la
arbitrariedad de los l?mites geogr?ficos; en s?ntesis, otra forma de reflexionar sobre lo
como sustento del sentimiento de comunidad. En la novela, el
imaginario
procedimiento
consiste en llevar al l?mite una idea, demostrar por medio del absurdo?al
mejor estilo
una
a
tribu
habitaba
orillas
del Paran? y que parad?jicamente
que
borgeano
ind?gena que
la historia apenas recuerda, es el par?metro que permite dotar de existencia al mundo.
posibilidades
era en los
primeros a?os, y como las palabras significaban, para ellos,
tantas cosas a la vez, no estoy seguro de lo que el indio
dijo haya sido exactamente
eso, y todo lo que creo saber sobre ellos me viene de indicios inciertos, de
Como
CONFLUENCIA,
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verdadero"
De
este modo,
el cuestionamiento
Memoria
Volviendo
materiales
opera
como
e inmensidad
a las "realidades" que la mirada recorta, importa tomar en cuenta que esos
constituyen la base del recuerdo por medio de los cuales se escribe la
en
es a
este proceso que la historia resulta
partir de la puesta
primer plano de
autobiograf?a;
cuestionada. Nadie duda de la renovaci?n que introdujeron dentro de la historiograf?a
ciertas escuelas que ejercieron una cr?tica renovadora sobre la pr?ctica, entre las que la de
losAnales constituye un ejemplo paradigm?tico; sin embargo, si bien en los ?ltimos a?os
propia posibilidad
o
sesenta a?os desde
aquella ma?ana y puedo decir, sin
pasado, m?s menos,
en
car?cter
lo
m?s
el
?nico
de ese suspiro, en cuanto a
m?nimo,
que
exagerar
en
se
una
m?
ha
duraci?n
refiere, dejado
impresi?n definitiva, que
profundidad y
muerte
me
.(23)
acompa?ar? hasta la
Han
cronista-observador
VOLUME
22,
en ambos
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casos. Basta
el sujeto de la
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presenta los hechos que referir? en el poema: "El doctor Francisco Laprida,
22 de septiembre de 1829 por los montoneros
el
asesinado
de Aldao, piensa antes de
morir." As?, el recorte de este historiador ap?crifo expone la
imposibilidad reconstructiva
en
su
"se
inscribir
narraci?n
lo
porque
propone
que ninguno de sus colegas osar?a
articular: la trama secreta de la subjetividad, lam?tica
figuraci?n del sentido final de una
en
vida desplegada
la conciencia de su protagonista" (109). El mismo efecto
par?dico con
respecto a la pretendida objetividad del discurso hist?rico genera el procedimiento
saeriano de registrar las impresiones
subjetivas del narrador-personaje, a partir de lo cual
el referente hist?rico de "descubrimiento"
de nuevas tierras -inexploradas desde la
enunciaci?n
22
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muerte. (178)
car?cter, personalidad),
no por ello es
imposible.
(163).
las certezas del saber historiogr?fia), la novela opone una relativizaci?n tal que la
existencia
de la conciencia evocadora deviene enga?o acuciado por visiones de las
propia
no
su estatuto: "Que para los indios ser se
no era,
discriminar
que
puede
dijese parecer
una
entre el
distorsi?n descabellada"
(180). Si la conciencia, mediadora
despu?s de todo,
relato y el mundo duda de la propia experiencia, ?c?mo hacer intervenir la noci?n de
A
procesos de la coherencia formal que s?lo poseen las historias," sostiene Hayden White
(34?5). Una de las consecuencias de esta apreciaci?n es que la historia tiene el poder de
instituir realidades a trav?s de relatos, pero esta novela persigue el objetivo inverso, exponer
en el relatomismo la
es por eso que sostuve al comienzo de
imposibilidad de referir lo real;
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23
duda
causa- uno de losm?viles est? dado por lamisi?n que le han encomendado
los indios de
dar a conocer sumundo, de dotarlos de inmortalidad a trav?s de la palabra, al mejor estilo
de un cantor ?pico que refiere las proezas de sus h?roes y sus pueblos. El distanciamiento
con respecto a la noble misi?n ?pica se
a partir de que ni el propio
par?dico
origina
narrador puede distinguir a los individuos de la comunidad entre s?y que no encuentra y
por ende no se detiene a narrar ning?n acontecimiento extraordinario que los distinga, m?s
all? del pintoresco ritual carnicero anual, por su puesto. A partir de esta cr?tica a las
un relato, se
un duro
contra
golpe
posibilidades de referir la verdad por medio de
prodiga
el relato realista como deudor del discurso de la historia, a partir principalmente del viraje
que imprime el cambio de funci?n de la descripci?n que se interroga constantemente sobre
a su
sus
de referir lo real, en contraposici?n
imperativo de connotarlo
posibilidades
(Barthes 95-101).14
Por otro lado, como
El infinitoes lo indecible.
certeza sobre lo que constituye el punto de partida de la narraci?n, el hecho hist?rico
?Qu?
de la llegada de la expedici?n de Sol?s a orillas del Paran?, es capaz de sobrellevar estos
embates? La ficci?n se libera de "la prisi?n del acontecer" (Saer, El concepto 4) a trav?s de
documento
a trav?s de
posibilidades
24
la ilusi?n referenci?i
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autobiogr?fico expone
car?cter de ficci?n.
Otra forma de conmocionar las certezas con respecto al referente consiste en exponer
la precariedad del acto de recordar. Por un lado, toda percepci?n es fragmentaria y ca?tica
y s?lo la subjetividad es capaz de inscribirle un orden, pero tambi?n puede ser al rev?s, ya
que son inconcebibles las certezas sobre un proceso que implica una operaci?n m?s
la de conferirle a esas dudosas
como toda
im?genes el orden del relato, arbitrario
como
sagazmente observa
cronolog?a y configuraci?n espacial. Y quiz?s lom?s inquietante,
Giordano, es que "la conciencia esmenos el agente que el espectador" de ese acto de evocar
(20). Caprichosos como los sue?os, los recuerdos que componen este relato autobiogr?fico
compleja,
tan
profunda que pierde sentido la dicotom?a
indagaci?n
o
materia ver?dica
la inventada interviniente en su conformaci?n.
sobre la
Creo que el trabajo con losmateriales hist?ricos que hace Saer en esta novela rebasa
en los 80; me
las categor?as que A?nsa o Perilli asignan a la novel?stica hispanoamericana
refiero a los modos en que la ficci?n ha reelaborado la historia para estos cr?ticos. "Las
narraciones
literarias se han hecho cargo de los silencios de la historia oficial
en el
de la inmensidad del entorno, de otras im?genes almacenadas
inconscientes como las del sue?o, las visiones borrosas que asaltan al sujeto haci?ndolo
dudar de su propia experiencia y hasta de las representaciones de representaciones como
diferenciarse
son los recuerdos de la puesta en escena teatral. La escritura se convierte en una forma de
inscribir el l?mite, de construir un discurso que organice ese torrente imaginario que acosa
al sujeto, como un resabio de esos "hombres verdaderos" que sab?an que esa masa informe
externa a la que llamamos mundo no proporciona ninguna certeza y que los cercos que les
ponemos son arbitrarios. Por eso la negrura, elmundo sin sujeto, el absoluto como puro
a la luna en la escena final del
ese astro
eclipse,
objeto arrollador, el espacio infinito, deglute
es
en
un
entre
una
la
el
hombre
inmensidad
lucha
indecible,
y
que
puente
que erige
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tambi?n como vencedora a una ficci?n que paulatinamente fiie borrando los contornos de
se iban
unas a otras, verticales,
su referente:
superponiendo
"Capas densas de sombra
vez m?s
mismo
borde
cada
del
y ganando poco a poco la superficie
r?pidas
surgiendo
entera" (188).
Por eso, no hay enfrentamiento entre historia y ficci?n, ni siquiera uso de aqu?lla
por esta, sino una puesta en contraste que termina en disoluci?n de las barreras, o, en
encuentro casual entre las estrellas."
palabras del entenado, "un
Notas
1
Aun posturas que se pretenden renovadoras dentro de la historiograf?a en cuanto integran diversos aportes
como inherentes a la
a la
como la de Henri Marrou,
estas condiciones
siguen postulando
pr?ctica
disciplina,
tal es as? que su famoso libro Del conocimiento hist?rico est? atravesado por la pregunta sobre la
de una verdad en Historia
para concluir inclin?ndose por una respuesta afirmativa no s?lo como
hist?rica;
existencia
un
objetivo deseable,
materiales
hist?ricos,
sino como
en esta novela)
Por ?ltimo, -siguiendo con la lectura que me propongo
realizar
(159-163).
en relaci?n con la realidad, afirma que es una condici?n del conocimiento
hist?rico
importa destacar que
sobre la que "nadie, salvo el imaginativo solipsista" puede dudar (166).
2
esa mirada
cr?tica de raigambre foucaultiana,
cito Las ratas en la Torre de Babel, de
Como
ejemplo de
desmontar
Carmen
Perilli;
"Escribir
la nueva
narrativa
Fernando
A?nsa.
Esta din?mica
"nueva
de concentraci?n
sensorialidad"
condiciones
latinoamericana"
Fibla;
en
de
en materias
de la percepci?n
ef?meras le permite a Sarlo hablar de una
saeriana que le posibilita desafiar y reformular al mismo
tiempo las
en la escritura
de la narraci?n
de Nuria
y relativizaci?n
(31).
corresponden
a la edici?n
de su fiabilidad"
muchos
11-12.
7
As? resume Adolfo
de conocimiento
en el proceso de conocimiento
en la
esta
importancia del sujeto
impide emparentar
exploraci?n de la
con la
resulte tentador. Al definir esta corriente y
por m?s que por momentos
fenomenolog?a,
uno de sus exponentes destacados, Mauricel
se?ala: "Lo real hay que describirlo,
Merleau-Ponty
percepci?n
sum?todo,
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y no construirlo
o constituirlo"
de Husserl
y el de Kant
pensamiento
anterior al conocimiento
mundo
en el conocimiento:
"El modelo
de concebir la absoluta objetividad
de universo exterior en
imposibilidad
nosotros
ser
no
existe
el que hay hechos aut?nomos
de
el acontecimiento
observamos,
que
pertinente,
deja
por una parte y su observador por la otra, ambos forman una unidad marcada
por la inestabilidad del
(79).
principiode incertidumbre"
9
se
la relaci?n de esta aguda indagaci?n
sobre los tiempos posibles con la
puede dejar de advertir
en
en donde el
es
los modos
de
reflexi?n deleuziana
y
objetivo
justamente desmontar
Diferencia
repetici?n
concebir la temporalidad
propios de lametaf?sica tradicional.
12
En ese tratado sobre lamemoria
a Zama
dedicado
de Antonio Di Benedetto,
Saer enuncia
a veces, que Zama
es una novela hist?rica. En
del g?nero: "Se ha pretendido,
es, por el contrario, la refutaci?n deliberada de ese g?nero. No
realidad, lejos de ser semejante cosa, Zama
como se entiende la novela cuya acci?n transcurre en el
en
novelas
tal
de
verdad,
hist?ricas,
hay,
rigor
pasado
una
no pasa de ser
Esa reconstrucci?n del
determinada.
intenta
reconstruir
y que
?poca
simple
pasado
te?ricamente
la denegaci?n
proyecto. No se reconstruye ning?n pasado sino que simplemente se construye una visi?n del pasado, cierta
o idea del
es
no
a
propia del observador y que
imagen
pasado que
corresponde
ning?n hecho hist?rico
en
en
el
relato
"Paramnesia"
los
l?mites
de
Tambi?n
de la capacidad
l?nea).
preciso" ("Zama,"
explora
rememorar en un presente tan acuciante que se transforma en la ?nica realidad concebible para el
capit?n,
en un fuerte
llamado "El real," asediado por el hambre y la soledad; en este caso, los
parad?jicamente
como una ficci?n para el
son s?lo concebibles
acontecimientos
personaje.
pasados
14
en la escritura saeriana, Giordano
caracteriza su concepci?n
Por este efecto constante de indagaci?n
de
la literatura a partir de la "incertidumbre y la interrogaci?n."
"Escribir, en el sentido literario del t?rmino,
es volver a formular preguntas
que
exigen
no se
detenga
el movimiento
de preguntar."
(11-12)
Bibliograf?a
A?nsa,
"Novela Hist?rica
Fernando.
y relativizaci?n
en la nueva
latinoamericana."
Revista Casa
Cuadernos
de hsAm?ricas
Americanos
(1991):mimeo.
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28
Comunidades
Benedict.
Anderson,
Fondo
Argentina:
Econ?mica,
Barthes, Roland.
Buenos
imaginadas.
de Cultura
et al. Pol?mica
George
"La problematizaci?n
de la lengua en El
Berg, Edgardo.
1.1 (1991):
letras hispanoamericanas
17-23.
Jorge Luis. Obras
Borges,
Elisa.
Calabrese,
completas. Buenos
"Borges:
Ediciones
95-101.
1982,
Aires,
Aires:
I y II.
1996, Tomos
Emec?,
y escritura."
genealog?a
de linaje. Rosario:
Supersticiones
Beatriz Viterbo,
1996,
97-137.
Carpio,
"El idealismo
Adolfo.
problem?tica.
de Certeu, Michel.
"Hacer
Dalmaroni,
yMerbilha?,
Ferro, Roberto.
SYC.
7 (1996):
introducci?n a su
57-86.
Revista Casa
"Escribir
de filosof?a. Una
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[1974].
all? de la ficci?n."
"M?s
2000
La
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Miguel
Jitrik,No?
percepci?n."
tomo 11,321-343.
Fibla, Nuria.
Kant."
trascendental.
Aires: Glauco,
Buenos
de ksAm?ricas
202
19-29.
(1996):
a la confusi?n
Freidemberg,
Mar?a
Gramuglio,
"Para contribuir
Teresa.
Celtia,1986,
-.
"El lugar de Saer." Saer, Juan Jos?: Juan Jos? Saer por Juan Jos? Saer. Buenos Aires:
261-299.
-.
El
Kohan,
Historia
imaginaci?n
"Historia
Mart?n.
Buenos
Maurice.
Merleau-Ponty,
la verdad
Aires:
Pierre. Hacer
conocimiento
Del
Universidad
y literatura:
literatura argentina.
Marrou,
literaria. Buenos
barroco. M?xico:
balc?n
de vista 20.7
35-36.
(1979):
Aires:
2000,
tomo
h historia. Barcelona:
Aires:
de kpercepci?n.
1988.
Aut?noma,
Jitrik,No?
de la narraci?n."
Emec?,
3-8.
1995.
Biblos,
Nacional
hist?rico. Buenos
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de vista 6.2
(dir.): Historia
cr?tica de h
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Perilli, Carmen.
entenado. Buenos
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1997.
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Sarlo, Beatriz.
White,
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1997,
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2007