Transformación de Los Individuos en Elementos de Equipo
Transformación de Los Individuos en Elementos de Equipo
Transformación de Los Individuos en Elementos de Equipo
equipo
Cuando se juntan varias personas para cumplir una meta, debemos tener en cuenta que
existen personas que quieren ser reconocidas por el logro de sus metas individuales y que
las empresas también han conseguido mucho por las aportaciones de personas que trabajan
de manera individual.
Sin embargo y a pesar de que los equipos gozan de gran popularidad debemos tener en cuenta
que existen personas que quieren ser reconocidas por el logro de sus metas individuales y que
las empresas también han conseguido mucho por las aportaciones de personas que trabajan de
manera individual. Algunas personas poseen apreciaciones enraizadas acerca de la relevancia
y la singularidad de la persona. El individualismo y el colectivismo, son los valores culturales que
influyen en la manera en que con posibilidad se acepten y operen los equipos y los grupos.
La acción sinérgica suele ser más efectiva y eficaz que la acción individual o que la
simple suma de acciones individuales. Mediante la colaboración parece más factible
mejorar las ayudas pedagógicas que se proporcionan a los estudiantes, ofrecer una
oferta educativa más completa y una educación más justa.
• Proporcionar educación de calidad exige que entre los docentes existan ciertos
planteamientos comunes y también criterios y principios de actuación
suficientemente coherentes. Esos requisitos no son posibles sin la adecuada
coordinación que proporciona la colaboración mediante el trabajo en equipo.
• Sirve de mecanismo para proporcionar una atmósfera que anime a los alumnos a
trabajar con entusiasmo.
Los factores que tienen influencias sobre los resultados del equipo y el grupo se
encuentran interrelaciones. Tales factores son: Contexto, metas, cohesión y liderazgo.
Uno de los mayores problemas que se presentan en todas las empresas es el unir
a un conjunto de personas para que cumplan con un propósito organizacional. Todas
ellas poseen necesidades, intereses, conocimientos, experiencias, expectativas y
otras serie de motivaciones diferentes. La función del administrador es consolidar
esta variedad de expectaciones en una misma de bien común y amalgamarlos en
un equipo que sienta y viva el mismo horizonte soportado en un mecanismo de
comunicación que fluya e irrigue todas las fibras del grupo.
Parece evidente que la comunicación es, al menos en apariencia, la primera
herramienta que utilizamos para interrelacionarnos con el entorno que nos rodea.
Se considera entonces la capacidad comunicativa como algo que todos tenemos
presentes en nuestras vidas, pero también como algo que es y debe ser susceptible
de mejora continua. Después de estimar el tiempo que se dedica a cualquier forma
de comunicación diaria, se puede concluir que el 80% del tiempo lo ocupa la
comunicación, dedicándole el 20% restante a otro tipo de tareas.
En el entorno profesional, debemos entender que la comunicación que se desarrolla
debe ser una Comunicación Eficaz. Por Comunicación Eficaz se entiende aquella
que produce cambios en el interlocutor:
El infantilismo
El sentimentalismo
La histeria
El egocentrismo
Las ideas para construir una comunicación productiva son estúpidamente sencillas.
Siempre han estado ahí. Solo que las hemos olvidado porque nuestro estilo de vida
y de trabajo promueve otro tipo de comunicación: precipitada y descuidada,
desconcentrada (por la multitarea y distracciones), superficial y hasta frívola.
Elige bien el canal: antes de comunicar piensa cuál es la mejor forma de transmitir
eso: cara a cara, por teléfono, en un email, en una mini reunión, o bien en una
reunión.
1. Piensa antes de: teclear o hablar. Eso te permitirá elegir bien lo que
quieres/tienes que decir sin dejar nada o añadir de más.
2. Sé breve y directo: Ahorra prolegómenos y rodeos, y empieza tus emails
o conversaciones por lo que quieres. De este modo la otra persona te
entenderá antes y te atenderá antes.
3. Sé preciso: Incluye los detalles esenciales que tú y la otra persona
necesitan. Por ejemplo: quién hará qué y cuándo.
4. Amable y positivo: Cualquier comunicación llegará con más fuerza si va
acompañada de una sonrisa o un tono entusiasta. No se trata de echar
azúcar a todo, sino de trabajar más a gusto con quienes te rodean.