Lineamientos Curriculares EPJA - Verde PDF
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AUTORIDADES PROVINCIALES
GOBERNADOR
Dr. Ricardo Horacio Colombi
Ministro de Educación Especialistas Curriculares
Dr. Orlando Ángel Macció Matemática
Subsecretaría de Gestión Educativa Espec. Celeste Romero Zalazar
Dra. Gabriela Albornoz Prof. Martín Ricardo Robledo
Dirección de Educación permanente Lengua
de Jóvenes y Adultos Prof. Vivian Ayala
Mgter. Sc. Sonnia Gracia Inglés
Universidad Nacional del Nordeste Prof. Clavia Córdoba
Rectora: Prof. María Delfina Veiravé Ciencias Exactas y Naturales
Facultad de Humanidades Lic. Susana Laggiard
Decano: Prof. Aldo Fabián Lineras Ciencias Sociales y Políticas
Lic. Sebastian Carrano
Ciencias Económicas y Jurídicas
Espec. María Isabel Ramírez
Arte
Prof. Guillermo Gómez
Educación Física
Prof. Darío Squizato
Dirección de Planeamiento
e Investigación Educativa
Lic. Aurora Pino
Dirección Nacional de Gestión Educativa
Lic. Adriana Vilanoba
Fac. Humanidades UNNE
Lic. Gladys Blazich
EQUIPO TECNICO DE LA DIRECCION de EPJA
Coordinador
Lic. Pablo Emilio Javier González
Prof. Analía Zambiasio
Prof. Carmen Isabel López
Lic. Cindy Corrales Valencia
Correctora
Prof. María Itatí Rodríguez
Diseñadora Gráfica
Laila Carolina Gonzalez Sassón
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ÍNDICE
PAG. 07 – 14
Documento Base Jurisdiccional de la Modalidad EPJA en la Provincia de
Corrientes – Presentación - La Educación Popular -Políticas en la Educación
Permanente de Jóvenes y Adultos - Pasos hacia una mayor institucionalización de la
EPJA - Historia, identidad y sentido de la EPJA en Argentina.
PAG. 15 - 36
La Identidad del Campo de la EPJA: Especificidades de la Modalidad – Cuestiones con-
ceptuales y terminológicas: Educación de adultos - Educación Básica - Aprendizaje a lo
Largo de Toda la Vida (ALV) - Educación Permanente - Perfiles de los actores institucio-
nales: De los Estudiantes – De los Docentes - Principio Fundacional de la modalidad:
Objetivos y criterios.
PAG. 37 - 45
Consideraciones del Cambio Curricular en los Nuevos Contextos y su Especificidad
en la EPJA - Fundamentación - Contexto Problematizador – Currículo - Lineamientos
y Estructura Curricular - Diseño Curricular - Situaciones Problemáticas - Proyecto de
Acción - Capacidades Generales - Capacidades Específicas - Núcleo Conceptual - El
Módulo.
PAG. 45 - 46
Descripción del Perfil Institucional requerido para la organización de las Instituciones
Educativas de la Modalidad en la Jurisdicción.
PAG. 46 - 48
Condiciones para la elaboración del Proyecto Curricular Institucional.
PAG. 49 - 53
Bibliografía.
PAG. 55 - 87
Descripción de las Situaciones Problemática.
PAG. 89 - 117
Fundamentación de los Campos de Contenidos.
5
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Documento Base Jurisdiccional de la Modalidad EPJA
en la Provincia de Corrientes
“Redefinir como propósito de la EPJA: formar jóvenes y adultos como ciudadanos au-
tónomos, capaces de participar y organizarse en forma colectiva, crítica y creativa en
espacios locales o ampliados; asumir tareas propias ante los cambios, y convivir en
forma solidaria”.1
Presentación:
La Modalidad de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos en la Provincia de Co-
rrientes creció y se expandió desordenadamente y en diversidad de ofertas en todos
los niveles educativos. Por una parte la obligatoriedad de la educación secundaria y la
necesidad de contar con credenciales excluyentes para acceder al mercado laboral y
por la otra por las posibilidades que ofrece la escolarización.
Al respecto y a partir de la realidad de la Provincia de Corrientes se considera priorita-
rio establecer acciones tendientes a superar la fragmentación de la modalidad que se
evidencia en la diversidad de Instituciones y ofertas educativas de Jóvenes y Adultos
existentes.
Constituye, entonces, un objetivo fundamental, consecuente con la política educativa
provincial afianzar la Modalidad de la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos en
el marco de la Ley Nacional de Educación.
La Educación Secundaria constituye uno de los puntos críticos de la educación en Ar-
gentina, en la que confluyen problemas estructurales de larga data y otros derivados
de las políticas educativas implementadas. A raíz de ello, el Ministerio de Educación
de la Nación y los Ministerios de Educación de las provincias están impulsando un
proceso de revisión de su sentido, finalidad y, consecuentemente, diseño curricular y
organización institucional. Ello se expresa en los Documentos y Resoluciones acerca
de la Educación Primaria y Secundaria del Consejo Federal de Educación.
En la modalidad de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, recaen demandas
de atención específica de parte de otras entidades gubernamentales, del sector de
la producción y de organizaciones de la sociedad civil de variada índole las que, en la
Provincia de Corrientes, desde el año 2010, han sido canalizadas a través del Plan Fi-
nEs con la Terminalidad Primaria y de la carrera de “Bachiller con Orientación en Eco-
nomía y Administración” en la modalidad de Educación a Distancia. Estas demandas
suponen articulaciones, adecuaciones y/o producciones puntuales relacionadas con
las características y problemáticas de los sujetos y sus contextos, de la finalidad de las
otras instituciones y de políticas estatales que se combinan con la educativa.
La propuesta de diseño curricular para la Educación Primaria que se presenta está
sustentada en la Resolución CFE Nº 118/10 (Bases y Lineamientos Curriculares para
1 Marco de Acción Regional de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas en América Latina y el Caribe 2000-2010 (UNESCO-ORE-
ALC et.al., 2000:14).
7
la EPJA) , en la Resolución CFE Nº 188/12 “Plan Nacional de Educación Obligatoria y
Formación Docente 2012 – 2016”, Resolución CFE N°254/15 (Marcos de Referencia
para la Modalidad de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos-Lineamientos para
la construcción de diseños y/o planes de estudios jurisdiccionales) y la Resolución Mi-
nisterial N°27/15 de la Provincia de Corrientes la que aprueba el Marco Organizativo y
Curricular para todas las Escuelas Primarias de Adolescentes y Adultos de la Provincia.
En el marco de esta Normativa se determina la planificación estratégica de la Moda-
lidad especificando líneas de acción, logros esperados y las responsabilidades nacio-
nales y jurisdiccionales asumidas entre los que cobra gran importancia la Implemen-
tación de un curriculum modular que garantice movilidad y trayectorias continuas de
jóvenes y adultos en el territorio federal ampliando la vinculación entre educación,
trabajo, producción y contexto local.
La nueva propuesta de diseño curricular para Nivel Secundario que se presenta en
este documento, constituye la continuidad de las acciones emprendidas desde la pro-
vincia, tales como la elaboración y aprobación del marco regulatorio de la EPJA, Re-
solución Ministerial Nº 2131 /12, que lleva implícita la redacción del nuevo Diseño
Curricular y la Resolución Ministerial Nº 323/13 por la cual se aprueban los nuevos
Planes de Estudio.
La Educación Popular
Si bien las discusiones de la Educación Popular, como educación escolarizada para to-
dos, están en el corazón del proyecto de la Reforma protestante cuando se pretendía
que todos los fieles, sin distingos de lugar y origen pudieran leer las sagradas escri-
turas, y atraviesa esa primera fase de la modernidad buscando una escuela que sea
construida para todos (también presente en el ideario educativo de San Juan Bautista
de La Salle, ese nombre adquiere concreción en las discusiones de la Asamblea Fran-
cesa, cuando intentaba darle forma a las tareas de la revolución de 1789, y en abril de
1792 da forma a una escuela única, laica y gratuita. Ese intento de dar escuela a todos
como base de una construcción de igualdad social, va a ser la base de lo que hasta ese
momento se llamó Educación Popular.
Esa discusión es ampliada cuando llega a América y es retomada en los pensadores
que dieron forma a las nacientes repúblicas americanas (Simón Rodríguez, Domingo
Faustino Sarmiento, José Martí). Por ello podríamos reconocer diferentes troncos his-
tóricos en nuestra realidad.
8
• Hace capaz de un arte u oficio para ganarse la vida por sus propios medios.
En este sentido, el Pro. Vélaz y su intento por construir una escuela desde la Educación
Popular como fundamento del Movimiento Fe y Alegría, se inscribiría en esta tercera
corriente, con particularidades propias.
Freire representaría la consolidación de un pensamiento latinoamericano y se con-
vierte en pensamiento que jalona procesos sociales en América Latina, sectores de
Asia y África, y luego se abre más universalmente a latitudes del mundo del norte.2
2 Puiggrós, Adriana.La Educación Popular en América Latina. Orígenes, polémicas y perspectivas. México, DF. Editorial Nueva Ima-
gen, 1988.Esta idea tiene su antecedente escrito más fuerte en Simón Rodríguez, maestro del libertador Simón Bolívar, quien en un
texto de 1806 llamaba a construir una Educación Popular caracterizada: por ser americanos y no europeos; por formarnos para el
trabajo creativo y no servil; y para una autonomía que nos haga libres.
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La potencia de sus propuestas tiene aliento pionero: postula la centralidad del trabajo
manual/intelectual como organizador de la vida personal, social, productiva y cultural.
Fue el primero que discernió la importancia de un régimen social centrado en la con-
tinuidad de las políticas públicas de orden educativo, económico y laboral.
Sus Memorias del Consulado, del que fue secretario desde su fundación –1794– hasta
el 14 de abril de 1810, constituyen el plexo discursivo más importante del período,
para comprender los procesos de descolonización cultural, económica y política del
sujeto social americano. En sus argumentaciones se dice lo que hay y se proclama lo
que puede haber, aquello que tiene lugar en un porvenir. Como buen ilustrado, abre
cuestiones, esto es, interroga a la realidad conceptualizándola como problema que
ha de solucionarse. Belgrano encarna nuestra primera utopía educativa de un país
libre en una tierra trabajada por propietarios libres. Esa es la verdadera riqueza de
índole americana. Muchas de las páginas que escribió las dedicó a la educación, a la
que consideraba motor del progreso económico, social y cultural. Su insistencia sobre,
entre otras cosas, la necesidad de fundar escuelas gratuitas y de calidad para todos los
niños y las niñas fue una verdadera audacia en aquella sociedad estamental de fines
del siglo XVIII, cuando la revolución aún no asomaba en el horizonte.
“Sin que se ilustren los habitantes de un país, o lo que es lo mismo, sin enseñanza,
nada podríamos adelantar”, escribió Belgrano tan temprano como 1798 en su Me-
moria del Consulado. Para él, el fin último de la educación era el trabajo, que a su vez
constituía la “emancipación de los pobres”, quienes no tenían más que su fuerza per-
sonal para generar riqueza. Su plan educativo fue vasto. Defendió tanto la educación
básica como la especializada y técnica, orientada al trabajo y a la producción. Innovó
al plantear la importancia de la educación de la mujer.3
Domingo Faustino Sarmiento, uno de los primeros impulsores de la educación común
en el continente, fue también precursor en el Río de la Plata de la modalidad, creando
las primeras escuelas para adultos en la provincia de Buenos Aires. En otros países su
surgimiento fue un poco más tardío, pero podríamos decir que, en general la educa-
ción de adultos en América Latina nace como preocupación a la par del surgimiento
de los sistemas escolares modernos, y desde entonces se ha ido construyendo como
campo problemático. El desarrollo de la Modalidad en la segunda parte del siglo XX,
es ubicado por Lidia Rodríguez4 en tres grandes períodos: las décadas del 40 y 50
donde predominó el concepto de educación fundamental, las del 60 y 70 vinculadas
a los planteos desarrollistas y al surgimiento de la educación popular, y las del 80 y
3 Gagliano, R. (2011) “Escritos sobre educación. Selección de textos / Manuel Belgrano - 1a ed. - La Plata: UNIPE: Editorial Universi-
taria, 2011. 176 p. ; 24x16
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90 caracterizadas por la crisis y procesos de re conceptualización de la educación de
adultos y la educación popular en su esfuerzo de responder a los nuevos contextos.
La Quinta Conferencia Mundial de Educación de Adultos realizada en julio de 1997
en Hamburgo, las reuniones regionales preparatorias y de seguimiento en la Región
definen una nueva agenda planteando los aspectos de cierre e inicio de una etapa.
En ese sentido fue un elemento significativo de Hamburgo la fuerte presencia del sec-
tor no gubernamental, dando cuenta de una nueva relación entre estado y sociedad
civil. Es interesante señalar que participaron de las reuniones regionales preparato-
rias, así como las de seguimiento, acompañando a la UNESCO, el Instituto Nacional
de Educación de Adultos de México (INEA), el Centro de Cooperación Regional para la
Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL) y el Consejo de Educa-
ción de Adultos para América Latina (CEAAL).
Los resultados de las reuniones regionales previas y de seguimiento de la Conferencia
de Hamburgo, permitieron ubicar notas significativas de la modalidad en la región: la
heterogeneidad del campo, la importancia creciente de los jóvenes en la modalidad,
la importancia de las acciones educativas de adultos como superación de la margina-
lidad y el carácter político de la educación. Así lo señala el documento conjunto entre
gobiernos y sociedad civil:
Los siete temas de la EDJA elegidos como prioritarios para la Región fueron: alfabeti-
zación, educación-trabajo, educación y ciudadanía, educación de campesinos e indí-
genas, educación y jóvenes, educación y género, educación y desarrollo local.
Muchos programas fueron discontinuados y departamentos de educación de adultos
minimizados o clausurados en varios países. Esto fue, entre otros, resultado de políti-
cas y recomendaciones internacionales por parte del Banco Mundial, que promocionó
la inversión en educación primaria infantil y argumentó – inicialmente en base a un
solo estudio de escritorio que utilizó datos del Programa Mundial Experimental de
Alfabetización realizado en los 60 – acerca del fracaso de la alfabetización de adultos
y el desperdicio de invertir en educación de adultos en general (Banco Mundial, 1996;
11
Torres, 2000, 2004).5 A pesar de la aprobación en 1990 de la iniciativa mundial de Edu-
cación para Todos (EPT) – cuyos principales promotores y socios internacionales fue-
ron la UNESCO, UNICEF, UNFPA, PNUD y Banco Mundial, y cuyas seis metas incluían
dos específicamente relacionadas con jóvenes y adultos, la mayoría de los gobiernos
en ésta y en otras regiones del mundo y muchas agencias internacionales siguieron
los lineamientos del BM.
Entre fines de los 1990 e inicios del 2000 se observa una reactivación de la EPJA en la
región, como resultado de una combinación de factores externos (a esta región y/o
a cada país concreto, vinculados a actores, iniciativas y metas internacionales) y fac-
tores internos, vinculados a la política, las políticas, la estabilidad social y la presión
organizada de actores interesados a nivel nacional y local. El contexto internacional
que llevó al actual escenario regional incluyó entre otros: la expansión y creciente
visibilidad de la pobreza, el desempleo, la migración y la protesta social; la falta de
atención a la EPJA dentro de las metas de la EPT desde 1990; una mejor base de in-
formación y conocimiento en torno a la EPJA, sus beneficios y costo-eficacia; la acti-
vación del Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida como paradigma internacional para
la educación; la expansión de las modernas tecnologías; y la continuada presencia del
movimiento internacional de educación de adultos (Torres, 2004).
La EPJA enfrenta hoy dos tendencias contradictorias en esta región: por un lado, un
fuerte impulso hacia la homogenización (de políticas, modelos, estándares, puntos de
referencia, etc.) por parte de las diversas organizaciones regionales e internacionales
que promueven iniciativas y planes y, por otro, un llamado hacia una cada vez mayor
diversificación, políticas e intervenciones sensibles al género, la edad, el contexto, las
lenguas y culturas, a fin de responder a necesidades y grupos específicos.
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) tienen el mérito de ser multisectoriales,
no centrados en un único sector. Dos de los 8 ODM se refieren específicamente a la
educación. Ninguno de ellos incluye a la educación de adultos. No obstante, la edu-
cación y la EPJA específicamente cruzan a todos los ODM y son una condición para su
cumplimiento. Por lo que es indispensable:
• Ofrecer un currículo significativo que asegure la adquisición de las capacidades
básicas para el desarrollo personal y el ejercicio de la ciudadanía democrática.
• Incrementar la participación de los jóvenes en la educación secundaria, en la
educación Superior, la técnico profesional y la universitaria.
• Favorecer la conexión entre la educación y el empleo a través de la educación
técnico profesional.
5 Este trabajo fue traducido por el CREFAL para su publicación en la Revista Interamericana de Educación de Adultos, Nº 1, 2006. El
original, en inglés, fue un documento encargado por la ADEA (Association for the Development of Education in África, Asociación
para el Desarrollo de la Educación en África) y presentado en la Reunión Bianual de la ADEA, realizada en Libreville, Gabón, entre el
27 y el 31 de marzo de 2006. A esta versión en español le hemos introducido cambios menores y algunos ejemplos que contextuali-
zan los puntos tocados en relación a América Latina y el Caribe.
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• Ofrecer a todas las personas oportunidades de educación a lo largo de toda la
vida.
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de inmigrantes. Si bien tuvo el logro de reconocer a la Educación de Adultos como
parte del sistema de enseñanza básica, se la equiparó con la educación destinada a
niños, con rígidos mecanismos de control propios del nivel primario y homologando
sus contenidos, sin vincularlos con los sujetos jóvenes y adultos ni con el contexto
socio económico y político.
Las políticas que se implementaron a lo largo de más de un siglo, en general no favo-
recieron el reconocimiento de la especificidad y complejidad de la Educación de Adul-
tos y se sostuvo la pretensión de equipararla pedagógicamente con los niveles del
sistema educativo destinados a niños y púberes. Ello contribuyó a que se identifique
socialmente a esta modalidad como una educación de menor jerarquía, incurriendo
muchas veces en desvalorizaciones propias de un sistema educativo selectivo y caren-
te de aperturas y movilidades socioeducativas significativas.
En la Ley Federal de Educación N° 24.195 del año 1993 la Educación de Jóvenes y Adul-
tos quedó comprendida dentro de “los regímenes especiales que tienen por finalidad
atender las necesidades que no pudieran ser satisfechas por la estructura básica…”
(Art. N° 11). De este modo se conservó el carácter remedial y compensatorio y quedó
restringida a dar respuesta a los jóvenes y adultos que, por diversos motivos, queda-
ban excluidos de los niveles obligatorios de la educación común.
La Ley de Educación Nacional N° 26.206 representa una superación respecto a la legis-
lación anterior, no sólo para la educación en general por el posicionamiento del Esta-
do como garante de derechos, sino también para la Educación de Jóvenes y Adultos en
particular. Al reconocerla como modalidad enmarcada en la educación permanente
la posiciona ante el desafío de superar las condiciones de remedial y compensatoria.
Ministerio Educación
En el art. N° 38 el Estado asume la responsabilidad específica de garantizar la alfabeti-
zación de las personas jóvenes y adultas y la finalización de la educación primaria y se-
cundaria. Esta responsabilidad tiene como fundamento la consideración de todas las
personas como sujetos de derecho, por lo que la educación de las personas jóvenes
y adultas deja de ser un desafío para constituirse en una responsabilidad indelegable
del Estado.
La elevada demanda potencial que tiene esta modalidad obedece a diversos factores
que exceden el ámbito de la educación y señalan la necesidad de coordinar acciones
con otros organismos gubernamentales y sectores de la sociedad.
Para generar condiciones de universalidad en la educación de jóvenes y adultos, la
LEN prevé que se articulen programas y acciones con otros Ministerios –como Trabajo
Empleo y Seguridad Social, Desarrollo Social, de Justicia y Derechos Humanos y de Sa-
lud- y también con otros actores del mundo de la producción y el trabajo (art. Nº 47).
El artículo N° 48 establece los criterios y objetivos de la organización curricular e ins-
titucional de la EPJA, orientando las definiciones necesarias para fortalecer su oferta
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educativa y posibilitar el acceso, la permanencia y el egreso de la población a quien
va dirigida.
Como en todo proceso de construcción de identidad, resulta necesario recuperar
decisiones y experiencias pasadas que pueden ser recreadas en aquellos aspectos y
rasgos que guardan un carácter común con la actual concepción de la educación. Es-
pecialmente con aquellas que surgieron de la voluntad política por brindar una educa-
ción de calidad como la base para la construcción de una sociedad justa, democrática,
solidaria y con plena vigencia de los Derechos Humanos.
Los aportes del pensamiento pedagógico latinoamericano como la Educación Popu-
lar, las formas organizacionales de la educación de adultos en la década de los 60 en
nuestro país, así como la creación de la Dirección Nacional de Adultos (DINEA) y las
políticas similares desarrolladas en las diferentes jurisdicciones, son los antecedentes
para la construcción de la identidad de esta modalidad.
Una visión renovada de la modalidad, pensada en función de la diversidad y especi-
ficidad de los sujetos a quienes se dirige se concreta en las políticas vigentes, tales
como el Programa Nacional de Alfabetización “Encuentro” y el Plan de Finalización de
Estudios Primarios y Secundarios “FinEs”.
6 Rubio Herráez, E. Aprendizaje a lo largo de la vida. Vivir y trabajar en una Europa del conocimiento. MONOGRÁFICO.
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El aprendizaje a lo largo de la vida adquiere sentido en la conjunción de la educación
formal y no formal ampliando el concepto de educación.
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UNESCO, y están llamadas a jugar un importante papel. Por lo que, tal vez no sea
aventurado afirmar que el debate mundial sobre educación de finales del siglo XX
ha ido más allá de los sistemas de educación y formación, centrándose en la conse-
cución de las sociedades y comunidades de aprendizaje para hacer realidad el ALV.
Por decirlo con otras palabras, la interpretación del ALV ofrece diferentes posibili-
dades, cuya distinción está en la posición del foco, porque dependiendo de esa
posición se iluminan unas partes y no otras. Si se centra en la idea de proceso, el
aprendizaje a lo largo de la vida se percibe como un continuum que crece y avan-
za, en el tiempo y en el espacio, sin detenerse, ligado a la realización humana en
toda su dimensión, lo que no excluye la profesionalización y la productividad en el
mercado laboral. Si permanece en la idea, más limitada, de conseguir unos produc-
tos concretos predeterminados, es decir, pensando sólo en resultados finales unidos
a intereses muy restringidos, se deja en el camino elementos fundamentales que
atañen a la singularidad personal, a la vida social y al desarrollo de la ciudadanía.
7 El término "educación permanente" ha estado históricamente asociado con la educación continua, relacionada, a su vez, con la
educación adulta, esto es, la educación posterior a –o en sustitución de– la educación formal del sistema educativo. El aprendizaje
a lo largo de la vida, en cambio, pretende ser un nuevo paradigma, por así decirlo. Un planteamiento que va más allá de la educa-
ción continua y comprende, como se dice comúnmente, "de la cuna a la tumba": un marco más amplio que incluye los sistemas de
educación –los aprendizajes formales–, y los aprendizajes no formales e informales.
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de al reto de un mundo que cambia continuamente” (Delors, p.18). En este informe
se trata de conciliar tres fuerzas en juego en el orden social y económico: competi-
ción (es incentivadora), cooperación (proporciona fortaleza) y solidaridad (favorece la
unión), con el fin de que su confluencia haga avanzar hacia la sociedad del aprendizaje.
Esta confluencia de fuerzas, sin embargo, origina una serie de tensiones que tiene que
soportar la educación, entre ellas la que existe entre la realización personal y la contri-
bución al desarrollo económico y social. Por lo que, su análisis les lleva a concluir que
el “crecimiento económico a ultranza” no se puede considerar como el camino más fá-
cil hacia la conciliación del progreso material y la equidad. Es preciso tener presente el
respeto de la condición humana y del capital natural, teniendo en cuenta que ese capi-
tal natural lo debemos transmitir en buenas condiciones a las próximas generaciones y
eso requiere otras premisas, afirman en el informe Delors. Además, al poner el acento
en la dimensión personal y social de la educación, salen a la luz aspectos relevantes de
la misma, como por ejemplo su carácter relacional. Ésta se produce básicamente en un
contexto de interdependencia, así como el papel que juega la experiencia, individual y
colectiva, en la misma y el carácter motivador que ambas tienen para los aprendizajes.
Para alcanzar esta meta se hace precisa la conjunción de “la educación formal, la
educación no formal y toda la gama de oportunidades de aprendizajes informales y
ocasionales existentes en una sociedad educativa que es multicultural y en la que se
reconocen tanto los enfoques teóricos como los basados en la práctica”. Sin olvidar
que hay que garantizar el derecho a la educación, en particular de los grupos más
vulnerables de la sociedad, no sólo prestando servicios sino también asesoramiento,
financiación, supervisión y evaluación, y que no corresponde sólo a los Ministerios
de Educación, sino a todos los demás ministerios y organismos públicos, que deben
18
tomar parte activa para su consecución. Asimismo, esta tarea concierne también a
los agentes sociales, entidades privadas y organizaciones sin fines de lucro (ONGs),
que deben contribuir a que estos aprendizajes sean reconocidos y certificados.
Así pues, desde esta perspectiva, la idea de aprendizaje a lo largo de la vida es inter-
pretada en un sentido amplio, según el cual, el ALV es concebido como un principio
organizador de la educación y la formación. O, lo que es lo mismo, debe ser el fun-
damento de la concepción y el desarrollo de los sistemas de educación y formación y
en él deben fundamentarse los desarrollos de cada una de las partes que componen
estos sistemas.
De tal forma que su conjunción permita la organización y desarrollo de las comunida-
des y sociedades del aprendizaje que den continuidad y fomenten el ALV.
En resumen, en el momento actual podemos decir que existe un acuerdo básico sobre el
carácter global del ALV que viene siendo representado con la imagen de un gran paraguas,
bajo el cual se acogen tanto los sistemas de educación y formación –en los que se desa-
rrollan los aprendizajes formales–, así como los aprendizajes no formales e informales.
Educación Permanente
La Ley de Educación Nacional (art. Nº 46) define la modalidad de jóvenes y adultos
como aquella destinada a garantizar la alfabetización y el cumplimiento de los niveles
de escolaridad obligatorios así como a brindar educación a lo largo de toda la vida.
Brindar educación a lo largo de toda la vida implica actuar en pos de los criterios y
objetivos que establece el art. N° 48 de la Ley de Educación Nacional, entre cuyos pro-
pósitos está el de garantizar que los jóvenes y adultos puedan iniciar y/o finalizar es-
tudios primarios y secundarios y/o desarrollar nuevos aprendizajes a lo largo de toda
la vida. Para ello las instituciones de esta modalidad deben convertirse en verdaderos
y efectivos centros de educación permanente, articulando acciones con las otras mo-
dalidades y niveles del sistema educativo.
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identidad, organizar y formular proyectos, ejercer una ciudadanía con valores éticos,
generar autocrítica y desempeño autónomo, tener la posibilidad de elegir y ejercer
esa elección, mejorar las capacidades técnicas o profesionales a fin de atender las
propias necesidades y las de la sociedad, respetar y proteger el ambiente, tener mejo-
res oportunidades para resolver los desafíos y complejidades de la vida social actual.
Los estudiantes de la EPJA son representantes de muchos sectores sociales cuya iden-
tidad fundamental no es la edad cronológica.
El trabajo de recontextualización transforma al trabajador/a, al padre, madre, el/la
militante, el vecino/a, en un sujeto cuya identidad se define por alguna diferencia
respecto de otros.
Los años 50 fueron marcados por una generación “desocupada” de la guerra, ávida de
seguir en acción. Los beatniks norteamericanos mitificaron el viaje como experiencia
de crecimiento. Durante los años sesenta, en los campus universitarios norteameri-
canos, la contestación adquirió dos modalidades: la lucha política contra la guerra de
Vietnam y otra vertiente que promovía el reencuentro con la naturaleza, el alejamien-
to del mundo burgués consumista.
20
Tanto la contestación política como los valores hippies influyeron en los movimientos
juveniles de esta década en las principales ciudades de Europa y de América Latina.
En nuestro país, esta influencia dejó su marca en la militancia juvenil de los '70 y en los
valores presentes en el rock, de reencuentro con la naturaleza y alejamiento del “con-
fort burgués”. En las décadas '70 y '90 son innumerables los movimientos juveniles en
todo el mundo y de carácter tribal o micro-cultural.
La identificación de la juventud con el presente tiene que ver además con una
suerte de reconfiguración de las ciudades en este proceso de transnacionali-
zación. “Se trata de un arrasamiento de la memoria urbana. El barrio no es ya un
epicentro donde se deja la impronta de una identidad".8 Los autores citados coin-
ciden en señalar que la noción de identidad no está referida a un lugar, sino que
se ancla en territorios móviles y en objetos efímeros, en una suerte de marginali-
dad simbólica. En esos espacios móviles encuentran una suerte de anclaje iden-
titario que compensaría los antiguos dispositivos de inclusión, escuela y fábrica.
8 Sarlo, B. “El mercado está en la curva en que se cruzan el peso descendente de la escuela y la hegemonía ascendente del consu-
mo” (1994).
21
la sociología pos marxista como forma imaginaria de luchas de clase, resuelta por las
subculturas juveniles. La literatura de la década del noventa conlleva una fuerte marca
antropológica y del paradigma de los Estudios Culturales, con aportes de la Semiótica
y de la Etnografía.
El debate actual se está dando dentro de las políticas de Educación y Trabajo dirigidas
a jóvenes en riesgo de exclusión. Se parte de una premisa que la estigmatización social
que están sufriendo los jóvenes excluidos se convierte en auto-estigmatización, asu-
miéndose como redundantes. Esta representación de sí mismos los desalienta para
ingresar a un sistema que no está pensado para ellos. El filósofo Bauman plantea radi-
calmente que en esta sociedad neoliberal no hay lugar para todos y grandes sectores
están siendo descartados del sistema.
En los actuales escenarios globales y locales al mismo tiempo, está surgiendo un con-
cepto que pareciera reemplazar al de clase. Los jóvenes no se definen como obreros o
estudiantes sino como jóvenes en contraposición a los adultos:
La juventud, no comporta, desde su perspectiva, ningún tipo de relación particular
con la producción (a la usanza setentista).
Existe una flexibilización del mercado laboral y una reducción de las instituciones
reguladoras. En este contexto, grandes sectores de jóvenes excluidos de toda for-
ma sistemática de formación de competencias vitales y laborales, acceden a for-
mas muy precarias de trabajo. En tiempos de incertidumbre, el pasado se ocul-
ta y el futuro es indefinido. ¿Cómo se configuran entonces las subjetividades?
Digamos que en buena parte del siglo XX, la identidad de la mayoría de las perso-
9 Piñero, L.(2007)Salir del descarte. Construyendo participación en el conurbano bonaerense. Fundación Foc –Editorial Ciccus
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nas estaba atravesada por su trabajo y por su certidumbre frente al futuro. Des-
pués de la constitución del Estado de bienestar, la identidad fue entendida en
torno a un sentido de pertenencia grupal, con sus significados colectivos, me-
moria compartida, sus mitos fundantes, sus proyectos y enemigos comunes.
En la sociedad salarial, los actores definían el lugar que ocupaban en la estructura so-
cial por criterios objetivos: obrero, panadero, empleado, etc. y organizaban su modelo
de inserción en esa estructura. Existía una posibilidad de movilidad social ascendente.
En la actualidad estos modelos aprendidos son obsoletos debido a los cambios cons-
tantes en las reglas de juego. El desamparo es vivido como algo natural. El impacto de
los planes sociales en las subjetividades hace oscilar a los sujetos entre la sensación
de protección y la aniquilación de su autonomía.
En nuestro país, la incorporación al mercado laboral es mucho más rápida para traba-
jadores calificados que para los que carecen de especialización.
La sociedad post-salarial, instalada a partir de los '90, dejó a grandes poblacio-
nes en la precariedad: una sociedad con beneficiarios de planes sociales, des-
provistos de autonomía y derechos, jóvenes y mujeres que están quedando fue-
ra del mercado y hombres no empleables a causa de la des-actualización laboral.10
Frente a este transcurrir deberíamos plantearnos ¿Qué aprender? ¿Para qué? ¿Qué
transmitir? El aburrimiento de los estudiantes está relacionado más con una falta de
significación en el aprendizaje profundo, que con cuestiones exclusivamente peda-
gógicas. Cuando un docente cierra la puerta del aula se enfrenta con otra ruptura
paralizante: subjetividades no estructuradas, biografías desmanteladas de metas.
Existe en esta época, una crisis de la autoridad paterna y de adultez. En este contexto, los
10 Piñero, L. (2006) Educación y primer empleo: Formando jóvenes para la inclusión y el trabajo. Primera Ed. Buenos Aires. Funda-
ción Centro Integral Comunicación, cultura y sociedad – Ciccus: Fundación de Organización Comunitaria Foc“La fragmentación que
sufrió el escenario social de fondo se cuela por todos los rincones de las instituciones, provocando roturas de vidrios pero también
de aquellos sentidos portadores de futuro”.
23
pares reemplazan a los padres instaurando una suerte de mundo aparte y juvenil. Hay
una reorganización profunda de los modelos de socialización: ni los padres constituyen
el patrón eje de las conductas ni la escuela constituye el único lugar legitimado del saber.
La violencia representa el único poder que tienen muchos jóvenes desposeídos y tam-
bién una manera de vivir el liderazgo simbólicamente.
Numerosos estudios que grafican los trayectos de formación de los jóvenes, dan cuen-
ta de trayectorias que se asemejan al movimiento de un yo-yo, por la característica de
reversibilidad que comportan.11 Hablar de esa ida y vuelta de los itinerarios de vida
no lineales, significa en la práctica una “superposición de las fases de la vida”. Un jo-
ven puede ser a la vez estudiante, responsable de familia, trabajador o demandante
de empleo, y al mismo tiempo puede vivir con los padres. Cada vez es más frecuente
alternar estas diferentes situaciones.
11 López Blasco, A «Transiciones tipo yo-yo y trayectorias fallidas: hacia las políticas integradas de transición para los jóvenes euro-
peos».
24
según los modelos habituales. (Andy Biggart, 2002).
La era salarial, industrial, la escuela gratuita contaba con modelos colectivos estanda-
rizados, y trayectos de obediencia y ajuste a esos moldes prefijados.
La sociedad actual se debate en cuanto al camino adecuado para los jóvenes. Ellos, por
su parte, viviendo con las limitaciones propias de la pobreza y la falta de expectativas,
tienen claro, aunque no de manera consciente, que necesitan combinar ofertas educa-
tivas de corte práctico y discontinuo, para poder crecer y construir un proyecto de vida.12
Estos jóvenes y adultos han desarrollado una gran variedad de aprendizajes que les
han permitido, en cada caso, sostener a sus familias, adquirir algún oficio, acceder a
un puesto de trabajo, o subsistir cuando les falta el trabajo.
12 Piñero, L. Fortalecer los itinerarios personales de inserción laboral. Intenta reducir la distancia existente entre el mercado de
trabajo y el sistema educativo. Dota a los jóvenes de información relevante que facilite la elección de itinerarios formativos.
25
Las experiencias realizadas coinciden en la necesidad de articular tanto la formación
básica como la formación para el trabajo con los saberes de los estudiantes, evitando
definitivamente la coexistencia de circuitos fragmentados, separados o autónomos.
De los Docentes
El docente de la EPJA comparte con sus Estudiantes idéntica condición como joven o
adulto, junto con ellos se encuentra situado en un tiempo y un espacio con caracterís-
ticas sociales, culturales, históricas y políticas que los atraviesan por igual.
Se conceptualiza la noción de gestionar trayectos de inclusión flexibles que pone en
cuestión las tradicionales ofertas de adaptación mecanicista, traducidos a tramos ajus-
tables a las necesidades de jóvenes que tropezaron o chocaron con el sistema formal,
y que deambulan en sus territorios fragmentados, con sus biografías rotas.
Encarar la profesión docente centrándola en el desafío de la búsqueda de intervencio-
nes educativas para diferentes sujetos en variadas condiciones y circunstancias debe
resignificar lo que hace. Esto supone un modelo de Capacitación docente que se ins-
cribe en el proceso de democratización lento que está viviendo el sistema educativo
argentino. Este modelo apunta a una formación que fortalece la capacidad autogesti-
va en varios niveles del colectivo escolar: redes de jóvenes, docente-tutor, instructo-
res, familias y organizaciones.
Este docente tiene la oportunidad de movilizarse para dar respuesta a las situaciones
que se plantean en el aula o en las otras modalidades de ejercicio docente, como la
tutoría en el caso de la educación a distancia, el trabajo conjunto entre docentes para
abordar un área de conocimiento o la interacción con instructores y capacitadores en
la formación profesional y laboral.
Se plantea un Desafío que debe concebirse como un sistema de inclusión social para
adolescentes y jóvenes en situación de pobreza; parte de la concreción de alianzas de
trabajo con organismos de cooperación, gobiernos, empresas y otras organizaciones.
Desde ese lugar utiliza como puerta de entrada al sistema la formación para el trabajo
e incluye acciones en salud, cultura, ciudadanía y derechos, liderazgo juvenil, deporte,
y trabajo - producción. Con una mirada integral y un enfoque interdisciplinario pro-
mueve la formación y el fortalecimiento de redes sociales como espacio de construc-
ción de capital social.
Para poder cumplir con este rol el docente también requiere de un compromiso
que implica una enseñanza basada en el enfoque por capacidades13 el que queda-
rá sin eficacia si no existe un compromiso institucional de cada espacio formativo.
26
de toda formación docente, tanto inicial como continua.
Las complejidades y desafíos de la actual etapa del capitalismo globalizador, que in-
terpelan el trabajo docente, se tornan aún más acuciantes si tomamos en cuenta las
especificidades de la situación latinoamericana y las particularidades de las personas
que se insertan en la EPJA. En tal sentido, la Ley Nacional de Educación asume una
posición en la cual los objetivos centrales de la educación se definen en términos de
igualdad, justicia, democracia, participación, derechos humanos, inclusión, solidari-
dad, cambio social y respeto por el ambiente natural.
Ahora bien, en este aspecto resulta pertinente tomar cierta distancia de experien-
cias pasadas que tendieron a traducirse en una pedagogía de los valores orientada al
tratamiento paternalista de los procesos políticos y una posición conductista, hacia
un “deber del juicio moral”, que menospreciaba a la persona adulta. Al contrario, se
entiende que es posible torcer ese derrotero comenzando por explicitar los aspectos
ético-políticos y planteando como perspectiva contribuir a la autonomía del sujeto en
la construcción de su lugar como actor transformador de sus condiciones de vida.
Esta capacidad alude, en primer lugar, a asumir el trabajo de enseñar como campo de
disputas ideológicas en el sentido de proyectos colectivos históricamente en pugna
y con incidencia en el presente y, por lo tanto, en el futuro. Como espacio de defini-
ciones en torno a valores, a opciones éticas y morales de resultados cruciales para la
persona y su entorno colectivo.
Esto está, más allá de cuestiones exclusivamente técnicas, fuera de un campo de ac-
ción solamente de expertos. Sin embargo, este paso debe ser acompañado por la con-
vicción de asumir la tarea educativa en torno a valores alejándonos del formalismo,
de la prescripción cerrada, del lugar moralizante, en definitiva de cualquier tentación
autoritaria que pretenda del otro/a un rol pasivo y receptor de mandatos institucio-
nales. Por el contrario, asociamos esta capacidad a la promoción de la autonomía, la
adopción de valores construidos en la interacción con el conocimiento, con los/las
demás, con los sueños individuales y colectivos de transformar las condiciones de vida
para la realización plena de la condición humana.
Esto implica también asumir la responsabilidad social ligada a la tarea docente, en-
tendida como una actividad de carácter colectivo orientada a la transformación de
las condiciones que atenten contra la dignidad humana. En este sentido, se entiende
27
también a la dimensión gremial como un quehacer legítimo y dignificante propio de la
asunción de la dimensión ético-política de la tarea docente. Esto implica:
• Contribuir a historizar y desnaturalizar las situaciones políticas, económicas, cultu-
rales y sociales que limitan los márgenes de acción de las personas.
• Visualizar las implicancias que conlleva el trabajo docente en las posibilidades de
transformar las condiciones de vida individual y colectiva, en particular a lo que a
decisiones de política educativa se refiere.
• Generar condiciones propicias para el ejercicio de la crítica, el debate, la autono-
mía en la construcción de los mapas sociales en que se insertan los sujetos y sus
itinerarios pasados, presentes y futuros.
• Promover situaciones de enseñanza que posibiliten el desarrollo humano y social
de personas jóvenes y adultas. Posibilitar el desarrollo humano y social significa
poner en juego todas las capacidades del sujeto y, haciendo el mejor uso de ellas,
tender hacia la concreción de todo lo que por considerarlo valioso, el sujeto desee,
pueda hacer y ser en la vida en todos los planos que la conforman, en un encuadre
ético y solidario. Significa imaginar un futuro con libertad, sin fronteras preestable-
cidas en las formas de protagonizarlo en su contexto y con sus capacidades.
Percibir ese futuro como un horizonte posible, con avances y retrocesos y vinculado
con el reconocimiento y la necesidad de los/las otros/as como co-actores, con actitud
solidaria y compromiso social. Crecer como sujeto autónomo a la vez que integra-
do en las relaciones de cooperación con su entorno inmediato y con su comunidad.
Desde esta mirada la tarea docente se enfrenta con múltiples desafíos que deben ser
planteados en estrecha vinculación con los/las estudiantes considerados centrales en
la tarea educativa.
El docente debe dar cuenta de un profundo dominio de los conocimientos y la estruc-
tura epistemológica de su especificidad para poder elaborar secuencias coherentes
y progresivas en complejidad pero, que a la vez, sean percibidas por los estudiantes
como cercanas, significativas y necesarias y, por lo tanto, vitales y deseables.
Sentirse habilitado para imaginar y proyectar un futuro de desarrollo humano, re-
quiere de un docente que reconozca, valore, explicite y haga visibles las capacidades
individuales y grupales para lo cual deberá:
• Proponer un modelo participativo y colaborativo de aprendizaje construyendo es-
trategias que respondan a necesidades concretas de los/las estudiantes brindando
oportunidades de reflexión, interacción y comunicación.
• Considerar a los diseños curriculares como instrumentos para guiar, promover y
facilitar el desarrollo de las capacidades de los/las estudiantes según sus metas,
ajustándolas a las posibilidades del contexto.
• Posibilitar un clima de trabajo solidario donde cada uno/a desee cuidar de sí mis-
mo/a y de los/las demás como parte de su proyecto de vida transformador de la
realidad.
28
• Incentivar la construcción de una cultura institucional que contemple acuerdos en
temas relevantes con respecto a qué y cómo enseñar y qué y cómo evaluar.
Todas las personas poseen saberes y la diferencia no está dada solamente por re-
ferirse a distintos campos de la realidad. Se construyen desde lógicas distintas y se
expresan también desde lógicas diversas. Entre esos saberes hay diferentes grados
de convalidación social; pero tienen intersecciones de circulación que son comunes y
que reclaman una relación respetuosa y solidaria para ser compartidos y posibilitar el
proceso de construcción de nuevos saberes.
Desarrollar esta capacidad exige una ruptura con el modelo tradicional de la comuni-
cación docente marcada por la distancia, el desencuentro, la invalidación de los sabe-
res construidos fuera de los espacios formativos, la invisibilización de las diversidades,
el uso de la palabra y del saber como escenario de poder, el error como punible. Por el
contrario, el hecho educativo surge como el espacio de conversación de saberes por-
que en el otro/a y en la diferencia se puede concretar la construcción de significados
comunes en un marco ético y democrático, para lo cual deberá:
• Aplicar una pedagogía de la comunicación que sitúa a la persona como el objetivo
prioritario de la práctica educativa tornándolo visible como sujeto de experiencias,
pensamientos, temores, deseos y afectos.
• Promover el diálogo crítico como proceso que favorece la autonomía y posibilita
compartir proyectos -institucionales y áulicos- generando la circulación del poder,
el respeto, la confianza y la esperanza en la tarea educativa.
• Situarse como mediador/a de saberes y desde esa perspectiva dar lugar a las du-
das, al error y a la discusión en la producción de conocimientos.
29
todos los sujetos por su condición humana son capaces de conocer. Otra de sus carac-
terísticas, consiste en comprender que hay distintas formas de conocer que se produ-
cen mediante un proceso de interacción con los otros/as y el contexto. En la medida
en que los docentes reconozcan esta diversidad de formas de conocer y los distintos
tipos de conocimientos construidos por las personas jóvenes y adultas, estarán en
condiciones de iniciar un proceso pedagógico de validación de saberes construidos
mediante la práctica social, cultural y productiva que conlleva:
• Comprender que quien conoce es una persona situada y que el proceso de conoci-
miento se produce a través de una acción contextualizada.
• Generar un trabajo cooperativo e interdisciplinario entre los/las docentes y diver-
sos actores de la comunidad donde se inserta el espacio formativo.
• Favorecer un clima de escucha, comunicación y diálogo que permita la autovalora-
ción y el fortalecimiento de la identidad personal y social de las personas jóvenes
y adultas.
• Diseñar y promover un proceso pedagógico de acreditación de saberes aprendidos
en la experiencia utilizando estrategias de investigación cualitativa.
30
Esta capacidad, al igual que la correspondiente para los estudiantes, está vinculada al
uso de artefactos mediadores a través de los cuales se construye y distribuye social-
mente el conocimiento. En este sentido y como se mencionara en la capacidad de los
estudiantes, son múltiples los artefactos mediadores con los que se tiene contacto
en la actualidad. En particular, dentro del ámbito educativo, libros, medios de comu-
nicación, revistas de diversa índole, tecnologías de la comunicación y la información,
entre otros, forman un conjunto de artefactos mediadores, a través de los cuales la
diversidad cultural se expresa, se transmite, se distribuye y se recrea.
Es necesario entonces, extender el campo de utilización de la tecnología hacia otro
más amplio que incluya todos los posibles artefactos mediadores que puedan resultar
significativos dentro de los diversos ámbitos culturales, de acuerdo con las situaciones
y contextos en que tales prácticas sociales cobran sentido.
El rol docente en este sentido resulta fundamental para que las personas jóvenes y
adultas puedan acceder a un universo más amplio de artefactos mediadores, entre
ellos, aunque no de modo excluyente, las nuevas tecnologías de la información y la
conectividad. En particular, la educación de personas jóvenes y adultas debe encarar
seriamente el problema de la utilización de las nuevas tecnologías, lo que supone
un desafío en varios sentidos. En principio, porque los destinatarios de las acciones
educativas, son personas muchas veces en situación de exclusión y eso implica que su
acceso a los diversos artefactos culturales es cuanto menos restringido, presentando
dificultades más serias que los/las estudiantes de otros grupos etáreos. El sentimiento
de autoexclusión en relación con ello es muy importante, dificultando su trato con los
artefactos, sean estos libros, videos y, en particular, computadoras. En el último caso,
la situación plantea la necesidad de que el/la docente presenten a las máquinas como
uno más de los artefactos mediadores que la cultura pone a nuestra disposición en
estos tiempos y propongan que la familiarización con ellos resulte una herramienta
más para la apropiación de los saberes relevantes. En este sentido, facilitar el contacto
con las máquinas, a partir de la utilización de las mismas en situaciones significativas
para el estudio, puede ser un camino que combine satisfactoriamente, la democrati-
zación del uso de los recursos informáticos con la resolución de situaciones complejas
y contextualizadas.
Así, no se espera que las personas jóvenes y adultas o aún los docentes, sean expertos
en utilizar los nuevos artefactos mediadores, pero sí que atraviesen experiencias en
las que puedan aprender tanto el uso de las herramientas como los contextos dentro
de los cuales dicha utilización resulta apropiada.
Esto implica un verdadero desafío al rol docente ya que requiere un trabajo de re-
flexión acerca de la importancia, en términos de inclusión y de aprendizaje, que impli-
ca el uso de los diversos artefactos culturales en la educación de las personas jóvenes
y adultas. Requiere una apropiación personal del modo de utilización de tales herra-
mientas y un posicionamiento crítico y creativo en relación con lo que ellas pueden
31
aportar a los propósitos de enseñanza planteados para su grupo en situación.
La necesidad de esta reflexión estriba en dilucidar cuáles son los aportes de los diver-
sos artefactos mediadores a la construcción de conocimientos y a la participación en
la cultura contemporánea. También implica poder distinguir entre el uso de la nue-
va tecnología como objeto de aprendizaje y el uso de las mismas como artefactos
mediadores para otros aprendizajes, tales como usar en forma reflexiva las nuevas
tecnologías , como herramienta de enseñanza alternativa , aunque no excluyente ni
sustitutiva de otras más tradicionales.
Es una tarea que exige el compromiso de todos y todas en el esfuerzo por conocer la
realidad concreta del contexto, de los estudiantes, de las metas a las que se quiere
llegar, de las estrategias que se emplearán para concretarla, de las formas de evaluar
la marcha para rectificar o ratificar, de los caminos de la comunicación, del debate, la
discusión, los acuerdos y del uso de los recursos. Permite lograr trabajo de calidad,
recrear el proyecto educativo, compartir diversos puntos de vista al tomar decisiones,
lograr mayor compromiso con las soluciones propuestas, trabajar en la trasformación
de la comunidad, conformando redes que permitan la circulación de conocimientos,
de información y de recursos.
32
optimizarlas, viabilizarlas y conducirlas en un marco democrático, de manera que las
decisiones resulten de una búsqueda colectiva.
El proyecto institucional constituye el eje integrador de una institución. Da coherencia
y significación a los esfuerzos individuales al transformarlos o hacerlos converger en
un proyecto colectivo. En esa tarea cobra sentido la de cada uno/a desde las peculia-
ridades de la especificidad, pero compartiendo propósitos y horizontes en un marco
referencial que configura un estilo institucional. Participar en la elaboración de un
proyecto que lo implica y lo compromete, genera sentimientos de pertenencia en la
diversidad porque los acuerdos surgen en ese intercambio dialéctico con los otros y
como una necesidad de colaboración solidaria. Sin desdibujar las diferencias, se puede
discutir, debatir, reflexionar y tomar decisiones que los/las involucran solidariamente.
Entre esas decisiones hay algunas que son esenciales: Discutir y acordar qué se entien-
de por enseñanza y qué por aprendizaje, qué y cómo se interpretarán los procesos de
evaluación, implica cuestionar la función medular educativa y la opción que se adopte
cruzará y orientará todas las acciones desde la propuesta curricular, los instrumentos y
criterios de evaluación, las prácticas cotidianas de convivencia, el uso de los recursos.
Por otra parte, el primer debate que se debe dar una institución al construir un pro-
yecto es explicitar el para qué, el cómo y el qué del mismo, atendiendo a las carac-
terísticas concretas del contexto. Además, acordar, con qué mecanismo se lo puede
monitorear, evaluar, modificar o ajustar conforme resulte necesario.
Es decir, este proceso implica poner en ejercicio en un determinado contexto al que se
busca comprender y transformar, la autonomía relativa que la tarea docente conlleva.
Una comunidad educativa, cuyos integrantes trabajen en equipo, y valoren la poten-
cialidad de vincularse con otros/as, tiene la posibilidad de ampliar su horizonte de
acción, concibiendo el trabajo cotidiano como una posibilidad de transformar incluso
las políticas educativas, si fuera necesario. Estarán abiertos a recibir aportes múltiples,
participando de redes que vinculen a las diferentes organizaciones que vitalizan la
sociedad, integrándose en un deseable colectivo mayor al que suele llamarse comu-
nidad de aprendizaje.
33
su práctica, para generar conocimiento que permita su comprensión y que brinde he-
rramientas para su transformación. En este sentido, los procesos de auto-evaluación,
co-evaluación pueden resultar vertebradores de esta práctica reflexiva.14
En este sentido, producir conocimiento es parte de la tarea que realiza el docente; de-
viene de su interrogación sobre lo que ocurre en los espacios formativos que transita,
de manera deliberada y sostenida, interpelando dialécticamente teoría y práctica. En
ese proceso cuyo punto de partida son las inquietudes y necesidades propias y colec-
tivas, se problematiza la acción educativa, generando herramientas teórico-prácticas
más potentes. De esta manera se logra una comprensión más profunda de las expe-
riencias educativas con el objeto de mejorar las prácticas, compartirlas y aportar a la
reflexión teórica, es decir se construye teoría a partir de los conocimientos surgidos
de prácticas concretas. Se espera que esta construcción sea producto de la participa-
ción cooperativa de las/los educadores.
Este cuestionamiento sobre y en las prácticas educativas demanda un proceso sis-
temático y planificado, requiere problematizar la realidad educativa e implementar
formas organizadas de obtención y registro de la información. Puede originarse en los
deseos de los/las docentes de comprender su oficio -al percibir el sentido y utilidad de
la indagación como reflexión sistemática sobre la práctica- pero fundamentalmente
implica la disposición a transformarla.
Se trata de que esta actividad se constituya para el educador en una labor satisfacto-
ria y creativa y que dé sentido a su práctica cotidiana permitiendo al sistematizarla,
encontrar y compartir con otros nuevas alternativas para enseñar. En este sentido,
al transformarse en una práctica habitual posibilitará avanzar en la construcción de
otros dispositivos, para realizar distintos procesos de investigación, debiendo:
• Problematizar la realidad educativa y desarrollar metodologías para indagarla y
analizarla.
• Conformar grupos de investigación en educación tanto en las instituciones educa-
tivas como inter-institucionalmente.
• Difundir el conocimiento producido para construir nuevas alternativas de acción.
14 Torres, M. R. “Aprendizaje a lo largo de toda la Vida”. Educación de Adultos y Desarrollo. Suplemento N° 60-2003. Instituto de la
Cooperación Internacional de la Asociación Alemana para la Educación de Adultos (IIZ/DVV).(2003)
34
diariamente para responder al complejo quehacer educativo, cada docente pone en
circulación teorías implícitas que se fueron construyendo a lo largo de su historia vital,
desde la propia experiencia escolar, su tránsito por los espacios formativos, los vínculos
con los demás actores de la educación y se actualizan en el ejercicio del rol docente.15
Implica mirar el rol docente como el de alguien que no es poseedor de saberes acaba-
dos ni de certezas, pero sí de la posibilidad de ir construyéndolos con otros/as como
gestor de alternativas. Se trata de romper con la idea de docente como reproductor/a
de modelos tradicionales y muchas veces acríticos, poseedor de recetas infalibles que
se pueden repetir constantemente y que fueron construidas por fuera de su realidad.
Si los docentes, como equipo de trabajo, pueden debatir las incertidumbres, analizar
las demandas más urgentes que les hacen sus prácticas contextualizadas, cotejar las
distintas miradas, podrán consensuar un programa o proyecto de capacitación. Así,
ésta debe partir de la realidad educativa concreta y centrarse en los estudiantes, sus
representaciones y sus lógicas de aprendizajes, sin descuidar los aportes teóricos su-
peradores que pretenden interpretar la acción educativa en toda su complejidad.
La formación continua surge del compromiso ético-político del ser docente, y tiene
como punto de partida la práctica que no se circunscribe solo al aula sino que incluye
también lo institucional y toda la práctica social. Percibir la distancia entre lo que se
quiere hacer y lo que se hace, posibilita transitar un camino formativo que la acorte, y
15 La sistematización en este documento es entendida como un proceso de registro y difusión de experiencias a partir de la
reflexión sobre la propia práctica. Se diferencia del concepto de sistematización propuesto en el campo de la educación popular
referido a “aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o
explica la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí y por qué lo
han hecho de ese modo”.(Jara, O. disponible en www.alboan.org/archivos/1viendo.pdf Fecha de consulta 12/5/12) ya que requiere
de una metodología de abordaje diferente.
35
supone asumir compromisos tales como:
• Gestar y sostener proyectos de formación continua, personal y colectiva.
• Propiciar y participar en espacios de intercambio y reflexión tanto a nivel institu-
cional como de la comunidad de pertenencia que aporten a la resignificación del
trabajo docente.
• Diseñar los trayectos de formación personal y comprometerse con su concreción.
Objetivos y criterios
La organización curricular e institucional de la Educación Permanente de Jóvenes y
Adultos responderá a los siguientes objetivos y criterios:
• Brindar una formación básica que permita adquirir conocimientos y desarrollar las
capacidades de expresión, comunicación, relación interpersonal y de construcción
del conocimiento, atendiendo las particularidades socioculturales, laborales, con-
textuales y personales de la población destinataria.
• Desarrollar la capacidad de participación en la vida social, cultural, política y eco-
nómica y hacer efectivo su derecho a la ciudadanía democrática.
• Mejorar su formación profesional y/o adquirir una preparación que facilite su in-
serción laboral.
• Incorporar en sus enfoques y contenidos básicos la equidad de género y la diversi-
dad cultural.
• Promover la inclusión de los/as adultos/as mayores y de las personas con discapa-
cidades, temporales o permanentes.
• Diseñar una estructura curricular modular basada en criterios de flexibilidad y
apertura.
• Otorgar certificaciones parciales y acreditar los saberes adquiridos a través de la
experiencia laboral.
• Implementar sistemas de homologación que permitan y acompañen la movilidad
de los/as participantes.
• Desarrollar acciones educativas presenciales y/o a distancia, particularmente en
zonas rurales o aisladas, y en diversos contextos asegurando la calidad y la igual-
dad de sus resultados.
• Promover la participación de los/as docentes y estudiantes en el desarrollo del
proyecto educativo, así como la vinculación con la comunidad local y con los secto-
res laborales o sociales de pertenencia de los/as estudiantes.
36
• Promover el acceso al conocimiento y manejo de nuevas tecnologías.
Si bien las Situaciones Problemáticas y los Proyectos de Acción son identificados y selec-
cionados a partir de la realidad local, provincial y regional, al mismo tiempo se los visua-
liza aconteciendo en relación con un contexto más amplio que los atraviesa e incluye.
Coexisten dentro del conjunto de un sistema nacional, latinoamericano y mundial y es
desde ese contexto donde su problematización adquiere una mayor complejidad, un
significado más integral y global, surgen nuevas formas de acción y nuevos resultados.
Es así que, con Argumedo (2011: 26) se lo entiende al contexto como una espiral de
“círculos concéntricos que van desde la situación a nivel mundial hasta lo que sucede
en el espacio local, una serie interrelacionada de contextos incluyentes e incluidos”.
37
liza entre el Nivel Federal y Jurisdiccional mediante el proceso de especificación que
transforma cada Contexto Problematizador en las posibles Situaciones Problemáticas
y Proyectos de Acción de acuerdo con la realidad de cada Jurisdicción e Institución.
Currículo
Es “el conjunto de principios o fundamentos antropológicos, axiológicos, formativos,
científicos, epistemológicos, metodológicos, sociológicos, psicopedagógicos, didácticos,
administrativos y evaluativos que inspiran los propósitos y procesos de formación inte-
gral (individual y sociocultural) de los estudiantes en un Proyecto Educativo Institucional
que responda a las necesidades de la comunidad y su contexto, […](Lafrancesco,p.27)16,
es el conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías, y procesos que
contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacio-
nal, regional y local, incluyendo también los recursos humanos, académicos y físicos
para poner en práctica las políticas y llevar a cabo el “proyecto educativo institucional.”
Esto implica que el currículum tiene como fin plasmar una determinada concepción
educativa en términos de lo individual, lo social y lo cultural. Así mediante la planifica-
ción y ejecución del currículum se fortalece el logro del tipo de hombre y de sociedad
que el grupo demanda del sistema educativo.
38
parten desde disciplinas aisladas y fragmentadas. El proceso de diseño de la Estruc-
tura Curricular Modular debe responde a los acuerdos curriculares a nivel federal
respetando la autonomía de las jurisdicciones en su heterogeneidad y diversidad.
A nivel Federal
La Estructura Curricular de la EPJA de todo el país se enmarca en las definiciones de
los Acuerdos Federales previos, y en especial las Resoluciones CFE Nº 118 / 10; N°
188/12; N° 254/15
Por ello, a continuación se señalan los conceptos más relevantes relacionados con el
diseño de la estructura curricular que se desprenden de los documentos:
• La educación es una herramienta privilegiada para: transformar la sociedad, for-
mar sentido crítico y motivar a proponer cambios, para construir solidaria y colec-
tivamente una sociedad más justa.
• Los jóvenes y adultos son productores y portadores de conocimiento y transforma-
dores del medio.
• La escuela y la vida no podrán ser presentadas como mundos contrapuestos.
• El modelo institucional incluye la participación democrática de todos los actores y
su apertura a la comunidad y las diferentes organizaciones.
• Incluye como espacios educativos a los ámbitos no escolarizados
• Todo proceso formativo debe partir de la especificidad de los sujetos y ser adap-
table a las características de los destinatarios y a las necesidades y requerimientos
del contexto en que se desenvuelven.
• Respetar el ritmo de aprendizaje de cada estudiante.
• Reconocer y validar los saberes construidos a partir de la experiencia social, cultu-
ral y productiva.
• Los ejes y aportes de la Educación Popular son fundamentales en la Educación Per-
manente de Jóvenes y Adultos.
39
El enfoque del aprendizaje está basado en el desarrollo y construcción de Capacida-
des Generales y Específicas.
A nivel jurisdiccional
Se trata de construir un documento curricular que incluya en su diseño espacios de ac-
tuación propios de los sujetos educativos, procesos de decisión jurisdiccional e institu-
cional que podríamos llamar con Terigi F. (2004) proceso de especificación curricular.
Diseño Curricular
Se entiende como la herramienta de gestión jurisdiccional que determinará el diagnos-
tico de necesidades, los modelos o, según Frida Díaz-Barriga (1996) los perfiles del egre-
sado, además de la operacionalidad del currículo desde el plan de estudios, los saberes
relacionados con las capacidades a desarrollar y el diseño de la evaluación curricular.
40
verdades absolutas. Es en la contrastación constante y dialéctica con la práctica y si-
tuada ésta en contextos cambiantes donde se van construyendo verdades como un
campo abierto, siempre posible de modificar, ajustar, enriquecer. Valorar el bagaje
acumulado a través de la formación profesional y las experiencias, pero estar dispues-
to a cuestionarlo a la luz de las nuevas propuestas.
41
Esto implica que los sujetos se dejen sorprender, preguntarse por lo que aparece
como natural y dado, cuestionar lo cotidiano (Sirvent, 2008) y partir del sentido co-
mún para iniciar un camino de búsqueda y reflexión con el objeto de poder expli-
car, comprender y realizar un proceso de transformación de la situación analizada.
El Proyecto de Acción
Consiste en el desarrollo de actividades culturales, productivas, políticas y ecológicas
que responden a diversas necesidades sociales que son consideradas significativas
a nivel local, provincial y regional. Supone el compromiso afectivo y la comprensión
conceptual de los conocimientos requeridos para su planificación y desarrollo prácti-
co.
Mediante el diseño y desarrollo de Proyectos de Acción se pone el énfasis en aprender
haciendo, en aprender mediante la acción (Schön, D., 1992), combinando la capacidad
de integrar la construcción de conocimientos con la capacidad de tomar decisiones,
con actitudes de apertura y de creatividad transformadora del contexto.
Al mismo tiempo, se postula un aprendizaje que considera que tanto la acción prácti-
ca como los conocimientos teóricos son construcciones sociales que se llevan a cabo
en contextos concretos. Su articulación es un proceso dialéctico de generación de la
práctica a partir de conocimientos teóricos y de construcción conceptual a partir de
la práctica.
Por lo expuesto, las Situaciones Problemáticas y los Proyectos de Acción no son aquí
considerados como una estrategia de aprendizaje más, sino como una forma de apro-
piarse, construir y organizar el conocimiento promoviendo aprendizajes significativos
y productivos para las personas jóvenes y adultas, por lo que se los consideran gene-
radores de procesos de aprendizaje.
Este enfoque posibilita al mismo tiempo que nuevos ámbitos ignorados tradicional-
mente en los diseños curriculares, incidan en las decisiones de la política curricular.
Ello implica considerar como ámbitos valiosos la vida, experiencias y proyectos de
organizaciones sociales, culturales, políticas, productivas y ecológicas.
Optar por un enfoque del aprendizaje basado en el desarrollo y la construcción
de capacidades requiere distinguirlas según su grado de generalidad y concreción.
De acuerdo con lo señalado en los Lineamientos Curriculares las capacidades se dife-
rencian en Generales y Específicas.
Capacidades Generales
Constituyen una referencia insoslayable como horizonte de toda propuesta educativa,
así como para elaborar, articular y diseñar tanto las alternativas de enseñanza, como
las propuestas curriculares jurisdiccionales, institucionales y docentes que sean nece-
sarias en los diversos ámbitos y contextos.
42
Se relacionan y articulan con los tres ejes básicos, establecidos en los Lineamientos
Curriculares consensuados en las Mesas Federales de la EPJA. Es por este nivel de ge-
neralidad y transversalidad que deben ser a su vez desagregadas en:
Capacidades Específicas
Que se desarrollan y construyen mediante los procesos de enseñanza y de aprendiza-
je, es decir, que requieren un abordaje propiamente pedagógico-didáctico:
Este enfoque basado en Capacidades nos lleva también a que nos cuestionemos ¿para
qué sirve estudiar los contenidos que cada disciplina o área define como prioritarios si
no están contextualizados y cómo cada disciplina o área los selecciona como básicos?.
43
que busca interrelacionarlas, requiere de un conocimiento interdisciplinar y en mu-
chas oportunidades transdisciplinar, para la comprensión y solución de Situaciones
Problemáticas y los Proyectos de Acción a nivel Institucional.
44
histórica de acudir a la raíz de los problemas sociales y culturales en los que debería
tener ciertamente un papel relevante” (Martínez Bonafé, 1999: 232).
A través de la construcción de los Núcleos Conceptuales “se pretende activar un pen-
samiento globalizador y de totalidad sobre las realidades experienciales” que implican
las Situaciones Problemáticas o Proyectos de Acción (Martínez Bonafé, 1999: 234).
El Núcleo Conceptual a través del desarrollo de Capacidades Específicas es funcional
a la Situaciones Problemáticas que devienen en Proyectos de Acción. Esto permite un
abordaje conceptual de las problematizaciones identificadas para organizar los Mó-
dulos.
El Módulo
En los Lineamientos Curriculares se define al Módulo como: “el componente curricular
referido a un campo de contenidos que constituye una unidad de sentido, que organiza
el proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de objetivos formativos claramente eva-
luables, con un importante grado de autonomía en relación con la estructura curricu-
lar de la que forma parte”.
El campo de contenidos que constituye la unidad de sentido de cada módulo pueden
ser las áreas o campos de saberes. A su vez, un módulo puede estar formado por sec-
ciones o unidades organizadas de distintas formas según diversos criterios, tales como
núcleos de contenido o niveles de aprendizaje.
De acuerdo con lo expresado hasta aquí se propone que la unidad de sentido del Mó-
dulo esté dada por la interpretación emancipadora de la realidad del sujeto y organi-
zada en torno a tres componentes principales que a nivel Jurisdiccional e Institucional
se los llama: la Situación Problemática y Proyecto de Acción, las Capacidades Específi-
cas y el Núcleo Conceptual.
45
res que se desarrollan en los diferentes niveles y modalidades. Cuatro aspectos
se consideran estratégicos para desarrollar y profundizar las acciones previstas:
46
cada centro o colegio tendrá autonomía para diseñar su proyecto curricular.
Por todo lo expuesto, es que consideramos pertinente y necesario que el P.E.I sea
concebido como "un contrato que integra a todos los miembros de la comuni-
dad en una finalidad común (…) un instrumento para la acción y un motivo de re-
flexión y de creación. (…) que permite crecer sin perder la identidad y la historia,
y así resolver mejor los problemas cotidianos” (Chávez, 1995) razón por la cual,
debe ser elaborado contemplando que él mismo, tiene que ser orientado al per-
fil de la escuela que deseamos, adecuado a las demandas y a las necesidades, via-
ble para tomar en cuenta los recursos disponibles, con prioridades pedagógicas
y participativo donde todos los miembros de la comunidad deben ser incluidos.
47
y se inventa se aprende de verdad y que el error y el conflicto son pasos más para
alcanzarlo; desarrollando en todo momento en él, valores comunitarios como la soli-
daridad y la cooperación, exaltando la creatividad, el valor y el potencial de cada edu-
cando, pues con esto hacemos carne los principios que impulsa y promueve la EPJA.
"Gestión para instituciones educativas: una propuesta para la construcción de proyectos educativos
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53
54
Descripción de las
situaciones problemáticas
55
Descripción de las situaciones problemáticas:
Se presenta a continuación una descripción de las situaciones en torno a sus concep-
tos fundamentales y sentido prioritario de sus enunciaciones. En ningún caso esta
descripción resulta una definición cerrada, sino por el contrario resulta una aproxi-
mación explicativa que debe servir a la comprensión de la perspectiva y orientación
que cada situación implica para desde allí buscar la profundización de las mismas a
partir del abordaje que la propuesta educativa pretende. Los enunciados presentados
a continuación resultan una referencia de trabajo desde donde se podrán recuperar
las situaciones para luego comprender su articulación en los distintos Módulos.
56
pletar y ampliar su visión. Por medio de los distintos conjuntos numéricos y sus ope-
raciones, se podrá sistematizar los registros de información referidos a seres vivos y
diversidad biológica. Las diferentes representaciones (tablas, gráficos, expresiones y
otras) permitirán ordenar y facilitar la información.
Éste campo del conocimiento en interrelación estrecha con los otros (biología, lengua,
física, química, técnico profesional, etc.) permitirá ser trabajado con gran variedad de
contextos en particular, por ejemplo: relevamiento de campo: reconocimiento de la
zona afectada por el uso excesivo de un recurso natural. - un mapa de situación donde
ubicar el área o región afectada identificando los procesos sociales, naturales y tecno-
lógicos (curso de agua, llanura, represas) y su interrelación (asentamientos rurales o
conglomerados urbanos empresas privadas, municipio, vías de acceso y comunicación
–rutas, caminos pavimentados o no–), y reconociendo los ámbitos de acción, datos
estadísticos, incidencia en la vida de la comunidad, de las familias, y otros. Esto signi-
fica además, atender las situaciones locales en relación con las demandas propias de
cada institución.
El ejercicio del derecho a una vida saludable a nivel individual como res-
ponsabilidad del colectivo social
Entender variedad de aspectos referidos a salud son necesarios para poner en con-
57
sideración la construcción de significados, con el fin de ejercer el derecho a una vida
saludable, significará comprender cabalmente, cómo y con qué nivel de responsabili-
dad ciudadana cada uno se compromete con el uso que le otorgará a la información y
el grado de compromiso asumido en su circulación social.
El hombre, como ser biológico, integrante de una sociedad, tiene el derecho a la salud
como bien social y a incorporarlo de manera permanente en su vida. Este derecho
reconoce la posibilidad de participar activamente en la construcción individual y co-
lectiva de saberes que lo ayuden en esta tarea. Desde la epja, se pretende establecer
vínculos afectivos y escolares que favorezcan esta mirada, para actuar desde la escue-
la, ayudándolo en este sentido.
Los conocimientos previos, y experiencias de vida con que cuentan los/las estudian-
tes, resultan insumos básicos para nutrir la tarea. Esto posibilitará que lo que traigan
desde la vida cotidiana, su bagaje de experiencias de vida, y sus expectativas, se entre-
mezclen con las intenciones didácticas. Es de esperar que todo lo anterior, al integrar-
se como insumos a enseñar, funcione como un feed-back que retroalimente análisis
de su realidad, reflexión, que se traduzca en toma de decisiones óptimas para él/ella
dentro de su comunidad.
58
y propuestas comunes y consensuadas.
Esta situación problemática deviene en un tema transversal para ser tratada en todos
los Módulos de aprendizaje, según acuerden los docentes su nivel de complejidad.
Entendida ésta última desde el punto de vista social, biológico, ambiental; como así
también los procedimientos didácticos con los que se trabajarán. Uno de los enfoques
podría ser la enseñanza a partir de resolución de problemas. Entendiendo como “pro-
blema”, cualquier situación que, por lo novedosa, no puede ser explicada en función
de los esquemas que el/la estudiante ya posee.
Los proyectos de Acción se presentan como una estrategia interesante para pensar
propuestas de intervención locales, de acuerdo con necesidades detectadas. Las Ac-
ciones de Salud ofrecen amplia gama de ofertas para diseñar campañas escolares,
barriales, comunitarias, o individuales que signifiquen reflexión y acción concreta.
59
(tomando como referencia los fenómenos de desempleo, precariedad y pobreza ex-
perimentados durante los 90´ así como en la crisis económica, social y política que se
produjo entre 2001 y 2002) con un Estado presente, generando políticas públicas que
favorecieron la creación de nuevos empleos, promoviendo la igualdad de oportunida-
des y trato en los ámbitos laborales, entre otras acciones y decisiones;1 todavía queda
camino por recorrer en cuanto a la mejora en las características y calidad para una
gran cantidad de puestos de trabajo (nuevos y no tanto) que aún hoy se desarrollan
de manera informal y precarizada (en cuanto a tipo y condiciones de trabajo, bajos sa-
larios, etc.). Por lo tanto, se considera necesario al pensar en el acceso al trabajo, dar
continuidad a la promoción del trabajo decente entendiéndolo como señaló, en 1999,
Juan Somavía, el director de la OIT, en su Memoria de la Conferencia Internacional del
Trabajo:
“El trabajo decente implica acceder al empleo en condiciones de libertad y de recono-
cimiento de los derechos básicos del trabajo. Estos derechos garantizan que no haya
discriminación ni hostigamiento, que se reciba un ingreso que permita satisfacer las
necesidades y responsabilidades básicas económicas, sociales y familiares, y que se
logre un nivel de protección social para el trabajador, la trabajadora y los miembros de
su familia. Estos derechos también incluyen el derecho de expresión y de participación
laboral, directa o indirectamente a través de organizaciones representativas elegidas
por los trabajadores y trabajadoras”.
Esta caracterización del trabajo decente contempla tanto las actividades laborales ba-
sadas en una relación de dependencia como las enmarcadas en el desarrollo de una
economía social y solidaria, trabajo autogestionado, cooperativismo, etc.
1 Véase “Tercer Programa de Trabajo Decente por País para Argentina, período 2012 a 2015” / Oficina de País de la OIT para la
Argentina. 1ra. ed. Buenos Aires: Oficina de País de la OIT para la Argentina, 2013. 44p http://www.ilo.org/public/english/bureau/
program/dwcp/download/argentina.pdf y “Programa de Trabajo Decente por País Argentina 2008-2011” que impulsa la imple-
mentación y el desarrollo de una serie de líneas de trabajo, cuyos ejes prioritarios son los siguientes: 1) articular la política laboral
nacional con las políticas que impactan sobre la cantidad y calidad del empleo; 2) mejorar las condiciones de empleo y empleabili-
dad, con énfasis en la promoción del empleo decente para la juventud y el desarrollo económico local; 3) contribuir a la prevención
y erradicación del trabajo infantil; 4) ampliar la cobertura de la protección social; 5) fortalecer el diálogo social efectivo para que las
partes promuevan las dimensiones del trabajo decente en las políticas sociolaborales; 6) contribuir a la reducción de la economía
informal y del empleo no registrado. http://www.cgtrainternacional.com.ar/pdf/PTDP.pdf
60
con las características del mercado de trabajo y modos de producción de la región, de-
mandas y ofertas laborales y el contexto socioeconómico local en que se llevan a cabo,
favoreciendo el manejo de herramientas para situarse y reflexionar sobre su accionar
en un entorno en constante transformación, potenciando el desarrollo de iniciativas
laborales, propias, e independientes.
61
las oportunidades de trabajo en forma independiente y autogestionada en las comu-
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Según Josep Vicent Marqués (1981), "naturalización es un fenómeno que lleva a los
hombres a considerar sus acciones y sus creencias como naturales, ligadas a su natu-
raleza.”2 Mirar desde un lugar crítico aquello que se presenta como natural implica una
revisión de los distintos componentes que intervienen en los procesos de estigmati-
zación: las condiciones sociales, las construcciones históricas, las relaciones de poder
y los elementos socio – demográficos solo por mencionar algunos. Será entonces una
tarea compleja que a partir de la consideración de dichas variables adquiere una po-
tencia considerable para salvar la brecha entre las construcciones representativas que
62
existen sobre diferentes sujetos a partir de su homologación con las representaciones
de diferentes colectivos sociales. Esta potencia permite la apertura a la construcción
de relaciones que superen las diferenciaciones deficitarias que se depositan sobre los
sujetos y permita lograr relaciones que desde una mejor inclusión e integración social
vehiculice la concreción y resguardo de los derechos que asisten a todos los integran-
tes de una sociedad de manera igualitaria.
“Es un villero”, “no aprende más”, “escuela basurero, nos mandan todo lo que no quie-
ren en la zona” “algunos chicos son casi irrecuperables y encima los padres vienen y te
exigen en vez de ocuparse ellos de sus hijos” Son frases que se escuchan tan a menudo
en los establecimientos escolares que terminan por ser aceptadas naturalmente. Así
nos encontramos con enunciados estigmatizantes por un lado y con sujetos estigma-
tizados por el otro, enfrentados casi sin darse cuenta.
Dado que los procesos de estigmatización no solo se depositan sobre los sujetos exis-
ten de la misma manera escuelas estigmatizadas que irremediablemente alojan a do-
centes estigmatizados y siguiendo con el circuito, esto estigmatiza a sus alumnos. No
es difícil pensar que esto puede conducir al fracaso escolar de alumnos excluidos.
Estos ejemplos nos deben llevar a replantear nuestras prácticas. Para algunos docentes
ciertos “calificativos” pueden transformarse en atributos estigmatizantes, para otros
puede ser punto de partida para cambiar lo que en apariencias aparece ante nuestros
ojos como “inevitable”. Esto quiere decir que la escuela es el lugar apropiado para
ofrecer igualdad de oportunidades (condiciones pedagógicas comunes para todos).
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La estadística nos servirá de apoyo y eje para interpretar y analizar las distintas repre-
sentaciones en los que están sujetos las/los estudiantes en cada contexto (posiciones
de clase, género, generación, etnia, etc.), dando cuenta de las relaciones sociales que
se establecen. Nos permitirá contextualizar toda situación/problema realizando un
análisis crítico de las variables que se ponen en juego, que partan de sus saberes y
prácticas entendiéndolas como parte constitutiva de los contextos donde viven. Es
64
por esto que se pretende, que las matemáticas, permitan emerger en los estudian-
tes el proceso reflexivo que desnaturalice los fenómenos sociales para comprender
cómo lo sociocultural es una producción humana espacial y temporalmente situa-
da. La explicación del contexto como una construcción histórica y como resultado de
relaciones conflictivas entre sujetos (las y los ciudadanos, los sujetos individuales y
colectivos) dará el marco para la asunción de una visión de sujeto activo permitiendo
entender otros tipos de posicionamientos.
Organizar la búsqueda y el procesamiento de la información necesaria para el análisis
de las situaciones, así como las estrategias de comunicación de los resultados de los
conocimientos por ellos generados. Proponer el análisis crítico en pos de la identi-
ficación y caracterización de los sujetos que intervienen en las situaciones elegidas
(individuos y colectivos).
Una cultura científica, que propicie conductas alfabetizadas desde lo social y bioló-
gico, deberá brindar herramientas conceptuales y prácticas para aproximarse y com-
prender la complejidad y globalidad de la realidad en la que se desenvuelven. Es decir,
se trata de adquirir habilidades para actuar en la vida cotidiana y para relacionarse
con el entorno y con ello propiciar situaciones que atiendan esas condiciones defici-
tarias para revertirlas. El estudio de los fenómenos sociales que acontecen e influyen
de manera decisiva en el individuo, puede funcionar como integrante necesario para
abordar estas particularidades.
Desde las Ciencias Naturales se incorpora el tratamiento de estas condiciones de
desigualdad y deficiencias en la habitabilidad en el currículum escolar, en función de
aspectos indeclinables de la salud en la vida social. Constituyen un instrumento im-
portante para interpretar y pensar en la posibilidad de modificar la cultura actual y el
entorno específico de la persona.
65
cursos alimenticios y energéticos, la conservación del medio ambiente, el transporte
y los medios de comunicación, las condiciones que mejoran la calidad de vida de las
personas.
Esto, así planteado, constituirá un aporte conjunto de los campos del conocimiento,
no exclusivo de la enseñanza de las ciencias naturales, ya que ella por sí sola no podrá
lograr cambios significativos en las conductas sociales esperadas. Pero sí es pertinente
analizar cómo la enseñanza de las ciencias puede contribuir a que los adultos adquie-
ran los conocimientos, instrumentos y destrezas adecuados que les permitan conocer,
interpretar y actuar en el mundo que les toca vivir como ciudadanos participativos.
Aspectos tales como condiciones de la vivienda, higiene personal, laboral, del barrio,
enfermedades, educación sexual integral, basurales, accesibilidad a Centros de Salud,
y al transporte, entre otras, pueden ser abordados desde estudio de casos, formula-
ción de situaciones problematizadoras, representaciones teatrales y otros. Esto como
posibilidad de traer a la realidad aspectos que son parte de la vida de los/las estudian-
tes o la comunidad a la que pertenecen y puedan exteriorizarlo desde una perspec-
tiva escolar, sin que esto signifique que sea expuesto a la luz y provoque situaciones
vergonzosas.
66
Reconocimiento y valoración de la interculturalidad en la construcción de
la identidad correntina como emergente de las interacciones de las po-
blaciones guaraníticas y de las etnias inmigrantes
Neville Alexander, lingüista sudafricano se refiere en relación con la diversidad:
“Hemos comprendido a partir de los estudios internacionales y los análisis, que la di-
versidad lingüística y la diversidad cultural son muy importantes para el mantenimien-
to de la vida en la tierra y que está basada en la diversidad; y es por esta razón, que el
conocimiento es un capital en las lenguas de los pueblos, y las lenguas indígenas y sus
conocimientos deben ser cuidados a través de la preservación y el desarrollo de estas
lenguas”.
Encarnación Soriano Ayala afirma que “la persona intercultural tiene un compromiso
intelectual y emocional hacia la unión de todas las personas, pero a la vez aprecia y
acepta las diferencias que encuentra en la gente de diferentes culturas (…). Pero…
¿cómo respetar las costumbres y tradiciones de la cultura de origen de los inmigrantes
y desarrollar, al mismo tiempo, sentimientos de pertenencia a la comunidad en la que
se inscriben?, ¿cómo construir una ciudadanía que apoye la dignidad de cada persona
reconociéndole la libertad de expresión y de acción en el ámbito público?, ¿qué rasgos
definirían una ciudadanía intercultural?”. Son algunas de las preguntas que se hace el
autor y la respuesta podría estar en la educación, para desde allí lograr una ciudadanía
intercultural basada en valores como, la aceptación y el respeto por la identidad de
cada uno de los grupos y sujetos que la componen.
Creemos necesario para ello tener en cuenta el contexto espacial en el que se inscri-
ben nuestros jóvenes y adultos, contexto “amasado” con influencias del Brasil, Pa-
raguay, Bolivia, de poblaciones guaraníticas por nombrar solamente algunas. De esa
simbiosis surge el hombre de nuestro pueblo, extraordinario, misterioso, rodeado de
nombres, criaturas y personajes, música, leyendas e historias propias que conforman
el acervo cultural del correntino.
67
los cuentos de autores regionales. Esto brindará herramientas necesarias para cono-
cer, reconocer y valorar la identidad correntina.
3 Trans, abreviatura de transgénero y transexual, es un término que designa las diversas identidades de género –y sus modos expre-
sión– no coincidentes con el sexo asignado al nacer: travesti, transexual y otras. Intersex refiere a las personas intersexuales: aque-
llas personas cuya anatomía sexual –asociada a una determinada estructura cromosómica– no se encuadra en la definición biológica
convencional de varón y mujer. Nota al pie Extraido de documento ― "Buenas prácticas en la comunicación pública, informes INADI,
identidad de género" http://inadi.gob.ar/wp-content/uploads/2013/06/buenas-practicas-identidad-genero.pdf
4 Al respecto en 2012 se ha sancionado y promulgado la Ley Nacional número 26.743 de Identidad de Género, ARTICULO 1º — De-
recho a la identidad de género: Toda persona tiene derecho: a) Al reconocimiento de su identidad de género; b) Al libre desarrollo
de su persona conforme a su identidad de género; c) A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser
identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los
que allí es registrada. ARTICULO 2° — Definición: Se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género
tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la
vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios far-
macológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género,
como la vestimenta, el modo de hablar y los modales.
68
Ahora bien, tomando como referencia parte de la definición de género esbozada por
el Comité de la CEDAW (Convención para la Eliminación de la Discriminación contra
la Mujer) perteneciente a las Naciones Unidas, en 2004, este concepto es descripto
como una “...construcción ideológica y cultural, aunque también se reproduce dentro
del ámbito de las prácticas físicas; y a su vez, influye en los resultados de tales prácti-
cas. Afecta la distribución de los recursos, la riqueza, el trabajo, el poder político y la
adopción de decisiones, el goce de los derechos dentro de la familia y en la vida pú-
blica”. Esta particular dinámica y variabilidad en la construcción social de los sentidos
y las prácticas atribuidas al “género” a lo largo de la historia, pone de manifiesto una
desigualdad patente entre hombres y mujeres en los distintos escenarios (culturales,
sociales, e institucionales) propiciando un contexto de dominación, control y castigo
basado en una relación asimétrica de poder, determinando la estructura social, eco-
nómica, cultural y política.
69
Beijing”, se avanzó en ratificar y considerar la violencia contra la mujer como asunto
“público” resaltando la necesidad de su sanción, prevención y erradicación por parte
de los Estados y la Sociedad en su conjunto. Concretamente en 1995, el art. 1 de la
Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer de la ONU, la define
como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga,
o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para
las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitra-
ria de libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada”. Anteriormente, se
consideraba al ámbito familiar o doméstico como parte del espacio o esfera privada
de la vida de las personas, quedando fuera de la protección de la ley así como de la
actuación de los poderes públicos, mientras que lo público comprendía el ámbito del
mercado y el orden político, terreno donde si había derecho y obligaciones para inter-
venir. A su vez, la sanción de la Ley nacional 26.485 de 20095 (de protección integral
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en
que desarrollen sus relaciones interpersonales) implicó una ratificación de lo trabaja-
do y acordado en los encuentros mencionados, significando un cambio de paradigma,
dada la superación de la división entre violencia doméstica y otras formas de violencia
contra las mujeres. En el cuerpo de la ley aparece la siguiente definición: “Se entien-
de por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera
directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una rela-
ción desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica,
sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan
comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes”.6
5 Entre la legislación provincial respecto de la violencia contra la mujer se destacan: Ley 5464 - Mujer – Protección Adhesión a la
Ley Nacional Nº 24632 por la que se aprueba la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer "Convención de Belem do Pará"; Ley 5903 Adhesión de la provincia de Corrientes a la Ley Nacional Nº 26485 de protección
integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
6 Ley Nacional Nº 26.485 - Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbi-
tos en que desarrollen sus relaciones interpersonales
ARTICULO 5º - Tipos. Quedan especialmente comprendidos en la definición del artículo precedente, los siguientes tipos de violencia
contra la mujer: 1.- Física, 2.- Psicológica, 3.- Sexual, 4.- Económica y patrimonial, 5.- Simbólica.
ARTICULO 6º - Modalidades. A los efectos de esta ley se entiende por modalidades las formas en que se manifiestan los distintos
tipos de violencia contra las mujeres en los diferentes ámbitos, quedando especialmente comprendidas las siguientes: a) Violencia
doméstica contra las mujeres, b) Violencia institucional contra las mujeres, c) Violencia laboral contra las mujeres, d) Violencia con-
tra la libertad reproductiva, e) Violencia obstétrica, f) Violencia mediática contra las mujeres. Para profundizar en los tipos y modali-
dades de violencia contra las mujeres consultar el texto completo de la ley en http://www.cnm.gov.ar/LegNacional/Ley_26485_de-
creto_1011.pdf
70
Si bien aún es incipiente el registro de datos (cuantitativos y/o cualitativos) ofi-
ciales y actualizados sobre situaciones vinculadas a violencia de género y/o vio-
lencia contra las mujeres, tanto a nivel nacional como regional según un recien-
te estudio realizado por la ONG “La Casa del Encuentro”, en la Argentina ocurre
un femicidio cada 30 horas, habiéndose registrado 277 en todo el país duran-
te 2014 (3 en Corrientes) y 1808 femicidios desde el año 2008 al año 2014.7
7 El término Femicidio es político, es la denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista. El Femicidio es una de
las formas más extremas de violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera
de su propiedad. El concepto Femicidio fue desarrollado por la escritora estadounidense Carol Orlock en 1974 y utilizado públi-
camente en 1976 por la feminista Diana Russell, ante el Tribunal Internacional de Los Crímenes contra las Mujeres, en Bruselas.)
Extraido de http://www.lacasadelencuentro.org/femicidios.html al 06/11/2015.
8 Recuperando y ampliando la mirada nuevamente a la concepción plasmada en la ley de identidad de género "sobre la vivencia
interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento
del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo"
9 En cuanto sujeto de la EPJA nos basamos en lo manifestado en el Anexo I – Resolución CFE N° 118/10, punto 3.5 "Los sujetos de la
EPJA" y punto 3.6 "El sujeto pedagógico de la EPJA".
71
mayor medida, como lo es por ejemplo el tránsito (más o menos continuado) por
el sistema de educación formal en sus distintas modalidades o el mercado laboral.
Los jóvenes y adultos que componen la matrícula de la EPJA hoy en día traen consigo
“heterogeneidad de experiencias vitales” así como “una diversidad de conocimientos
y saberes” desarrollados en los escenarios donde se han socializado desde su infan-
cia, como la escuela, la familia de origen e incluso en lo cotidiano, en algunos casos la
propia comunidad o comunidades de pertenencia. Desde allí se les ha ofrecido y se
siguen ofreciendo un conjunto de códigos, valores, prácticas y criterios, que de ma-
nera solapada y no tanto legitiman un orden establecido, en referencia a lo político,
económico y social. Un orden o contexto que, entre otras cosas, legitima jerarquías,
inequidad, discriminación, violencia e invisibilización de las mujeres y otros sujetos en
torno a estereotipos de género. Muchos de los estudiantes que asisten a las institucio-
nes educativas de la EPJA son parte de un proceso de naturalización/normalización de
determinadas conductas, actitudes y acciones en sus relaciones (familiares, de pareja,
de amistad, en la escuela y el trabajo) que favorecen instancias de desigualdad de gé-
nero. A modo de ejemplo, podríamos referirnos al menor porcentaje de mujeres que
trabaja en comparación con los varones y las diferencias de salario, lo que las ubica
en muchos casos (principalmente en sectores más vulnerables) en una situación de
dependencia no deseada, con mayor carga y responsabilidad en torno a las tareas
domésticas. Esto claramente influye en las condiciones en las que desarrollan su tra-
yectoria académica siendo la maternidad y otras cuestiones familiares una situación
que dificulta su continuidad educativa.
72
tativas giran en torno a la posibilidad efectiva del desarrollo de acciones transforma-
doras, proponiendo cambios desde los espacios de la EPJA, construyendo solidaria
y colectivamente una sociedad más justa y que reconozca la diversidad de género.
BIBLIOGRAFÍA
Rubin, G. (1975) “The Traffic in Women: Notes on the Political Economy of Sex”.
En nuestra región, los estratos sociales más desfavorecidos (en los que las uniones son
más precoces, el número de hijos por mujer más elevado, la proporción de niños y
jóvenes más alta y, por ende, a pesar de sus peores condiciones de salud, la tasa bruta
de mortalidad más baja) han tenido un ritmo de crecimiento vegetativo superior al de
los estratos medios y altos. Al punto que podría afirmarse que son las capas sociales
más pobres las que han “sostenido” el ritmo de crecimiento promedio correspondien-
te al total del país. Aun así, se podría decir que si la fecundidad desciende por debajo
del nivel de reemplazo se agudizaría el proceso de envejecimiento demográfico.
Las matemáticas, en particular las estadísticas, deberán ofrecer las herramientas para
el análisis de las distintas incidencias que producen las migraciones en la región, por
ejemplo, ¿cómo influyen la tasa de crecimiento vegetativo?, ¿cómo se calculan la tasa
de mortalidad y natalidad?, ¿cuál es la esperanza de vida en la época actual?, ¿Qué
condiciones médico-sanitarias se satisfacen?, ¿cuál es la nueva composición de hoga-
73
res y familia?, ¿estamos transitando por el envejecimiento demográfico?.
74
los jóvenes y adultos de sus experiencias previas y actuales, formando para el des-
empeño en la sociedad, por lo tanto brinda a los y las estudiantes herramientas para
analizar críticamente su situación, la de su entorno, tanto el familiar como el de su
comunidad o comunidades de pertenencia y los distintos ámbitos sociales, culturales,
económicos y políticos en donde transcurre su vida (trabajo, barrio, escuela, club, or-
ganización, movimiento, etc.).
BIBLIOGRAFÍA
Busso, G. (20 y 21 de junio de 2001) “VULNERABILIDAD SOCIAL: NOCIONES E IMPLI-
CANCIAS DE POLÍTICAS PARA LATINOAMERICA A INICIOS DEL SIGLO XXI”, Seminario
Internacional Las diferentes expresiones de la vulnerabilidad social en América Latina
y el Caribe, Santiago de Chile.
Pizarro, R. (Febrero de 2001) “La vulnerabilidad social y sus desafíos: una mirada des-
de América Latina” Serie estudios estadísticos y prospectivos número 6, División de
Estadística y Proyecciones Económicas, CEPAL ECLAC. Santiago de Chile.
75
Dificultad de las economías regionales para constituirse como forma de
producción y construcción de identidad colectiva a partir de las tensiones
con los procesos de globalización
“Entendemos el desarrollo local desde una perspectiva integral basada en procesos
colectivos inclusivos a partir de la utilización y articulación de los recursos y capacida-
des locales pero con una perspectiva de inserción mundial. En ese sentido se podría
entender al desarrollo local como la construcción de un proyecto colectivo de una co-
munidad tendiente a mejorar la calidad de vida de la población a partir de utilización
y potenciación delos recursos y capacidades locales” (Aportes del desarrollo local y la
economía social a una estrategia nacional de desarrollo. 1 Bárbara Altschuler y Ale-
jandro Casalis).
76
servicios de perfil auto sostenido o auto gestionado.
“Esta revolución tecnológica constituye a todas luces un elemento esencial para enten-
der nuestra sociedad, en la medida que crea nuevas formas de socialización, e incluso
nuevas definiciones de identidad individual y colectiva... " (UNESCO, 1996: 68). Nue-
vas formas de socialización y comunicación que se desarrollan en un contexto actual
donde el acceso al conocimiento, a través de diversas fuentes de información, esta
mediado por la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
que son todos aquellos recursos, herramientas y programas que se utilizan para pro-
cesar, administrar y compartir la información mediante diversos soportes tecnológi-
cos, tales como: televisión pagada (satelital o por cable), las consolas de videojuegos,
los reproductores portátiles de música y video, computadores de escritorio, laptops,
juegos de video portátiles, reproductores de Blue-Rays y DVDs, teléfonos celulares,
smartphones, tablets y otros equipos electrónicos, varios de ellos con capacidad de
conexión a Internet.
La primacía, durante el siglo XX, de la información escrita como medio para la trans-
misión de conocimientos, a través de libros, revistas, prensa, radio, televisión, cine,
audio o vídeo, ha cedido su lugar de privilegio a una comunicación que utiliza nuevas
tecnologías, la electrónica y la informática, y que presenta las siguientes característi-
77
cas: su inmaterialidad, interactividad, instantaneidad, innovación, elevados paráme-
tros de calidad de imagen y sonido, digitalización y automatización, desplazando a una
cultura tradicionalmente organizada en torno a la letra impresa, al texto, al libro y a la
palabra.
Si bien este este fenómeno se desarrolla a nivel global debemos reconocer diferencias
entre poblaciones de distintas regiones, en cuanto, por ejemplo, la posesión de distin-
tos soportes tecnológicos e Internet en los hogares. Al referirnos a los y las estudian-
tes que asisten a la EPJA (educación permanente de jóvenes y adultos) en la provincia
de Corrientes, debemos recordar que como sujeto o sujetos presentan “heterogenei-
dad de experiencias vitales” así como “una diversidad de conocimientos y saberes”.
Nos encontramos entonces, tanto con adultos más familiarizados con tradiciones de
comunicación, transmisión de información y acceso al conocimiento, ligadas a la cul-
tura escrita, aunque usuarios en mayor o menor medida de las herramientas e ins-
trumentos tecnológicos mencionados; como con un gran conjunto de jóvenes que
han crecido en la plenitud del desarrollo de la nueva sociedad de la información y
el conocimiento, utilizando más frecuentemente los componentes electrónicos e in-
formáticos asociados a ella (naturalizando en gran medida la comunicación en red a
través de internet). Sin embargo, ambos grupos de estudiantes comparten, con cierta
variabilidad en intensidad y presencia, un contexto donde las nuevas tecnologías de
la información y de las telecomunicaciones (NTIT o TIC) dan forma a un nuevo espacio
social para las interrelaciones humanas denominado como tercer entorno por Javier
Echeverría (2000), para distinguirlo de los entornos naturales (E1) y urbanos (E2) en
donde tradicionalmente se ha desarrollado la vida social, y en concreto la educación.
Este entorno, siguiendo al mismo autor, supera la ubicación espacio temporal, “lo que
nos rodea” abarcando un espacio interpersonal y también virtual que nos proporcio-
na la Red a través de la utilización de distintos instrumentos tecnológicos.
Desde las instituciones que componen la EPJA se reconoce este nuevo entorno o espa-
cio social y su importancia en tanto plataforma, adicional y/o complementaria, para el
desarrollo de procesos de enseñanza aprendizaje a través del uso colectivo de nuevas
herramientas de información y comunicación, con el desafío de integrar estos entor-
nos interpersonales y virtuales con una educación que propone la trasformación de la
realidad. Asimismo, las características particulares de este espacio ofrecen a los jóve-
nes y adultos la posibilidad de conformar una identidad a través de la producción de
información (textos, fotografías, sonidos, vídeos o material multimedia), participando
en una gran variedad de comunidades posibles en red (Facebook y twitter son un cla-
ro ejemplo, entre muchas otras). Windley (2005) define identidad como colecciones
de datos sobre un sujeto que representan sus rasgos, preferencias y atributos. Así,
es posible saber quiénes somos o cuáles son nuestras credenciales (atributos de esa
identidad). Se construye entonces una identidad digital, que es la representación de la
78
identidad humana, con productos propios y en constante construcción o edición pero
desarrollada en procesos de interacción con otras máquinas o con otras personas en
redes distribuidas.
BIBLIOGRAFÍA
Echeverría, J. (2000): “ Educación y tecnologías telemáticas”. Revista Iberoamericana
de Educación, 24, 17-36.
Tezanos, J.F. (2001): La sociedad dividida. Estructuras de clase y desigualdades en las
sociedades tecnológicas. Biblioteca Nueva. Madrid.
Castells, M. (1997): La era de la información. Economía, Sociedad y Cultura, Vol. 3. Fin
de Milenio, Madrid, Alianza.
Windley, Phil (2005): Digital Identity. Sebastopol: O’Reilly. 254 pág.
El análisis del concepto de “vulnerabilidad social”, o la utilización del mismo para di-
versos fines reflexivos y explicativos, implica, así como con otros conceptos vinculados
a cuestiones o fenómenos sociales, tener en cuenta que debe ser recuperado desde
su carácter procesual y multidimensional. Aclarado esto, entendemos que la vulnera-
bilidad social:
“(…) confluye en el riesgo o probabilidad del individuo, hogar o comunidad de ser heri-
do, lesionado o dañado ante cambios o permanencia de situaciones externas y/o inter-
nas. La vulnerabilidad social de sujetos y colectivos de población se expresa de varias
formas, ya sea como fragilidad e indefensión ante cambios originados en el entorno,
como desamparo institucional desde el Estado que no contribuye a fortalecer ni cuida
sistemáticamente de sus ciudadanos; como debilidad interna para afrontar concreta-
mente los cambios necesarios del individuo u hogar para aprovechar el conjunto de
oportunidades que se le presenta; como inseguridad permanente que paraliza, inca-
pacita y desmotiva la posibilidad de pensar estrategias y actuar a futuro para lograr
mejores niveles de bienestar”. (BUSSO, G., 2001).
79
Siguiendo el sentido de lo citado, la vulnerabilidad social como fenómeno debe ser
comprendida o analizada en un tiempo y un espacio determinado, debido a que res-
ponde a cambios y permanencias y a situaciones externas o internas diversas, que
varían según las características locales/territoriales y la conformación de los sujetos
y los colectivos/comunidades de las que forman parte. Por lo tanto, debemos partir
por hacer un breve repaso de lo acontecido durante los noventa tanto en nuestro país
como a nivel regional, como elemento clave para dimensionar las condiciones que
originan tal vulnerabilidad.
Fue a fines de la década mencionada que, tal como refería la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe “(…) En el plano social, el desempleo se encuentra
en dos dígitos, el ritmo de reducción de la pobreza ha decaído en comparación a las
décadas previas al ochenta y se amplió la brecha de la distribución del ingreso” (CE-
PAL, 1999; Altimir, 1997; CEPAL, 1997; BID, 1998; OIT, 1999). Asimismo, las políticas
neoliberales aplicadas favorecieron la apertura de la economía de mercado y el re-
pliegue productivo y social del Estado generando un aumento de la indefensión y de
la inseguridad para una gran mayoría de personas y familias de ingresos medios y
bajos, las que experimentan una notable exposición a riesgos especialmente en las
áreas urbanas (PIZARRO, R. 2001). La noción de riesgo, mencionada más arriba en
relación a la definición de vulnerabilidad, se tradujo en efectos concretos sobre las
condiciones de vida de la población de países latinoamericanos, afectando al empleo,
el capital, con consecuencias en la educación, la salud y las organizaciones sociales,
perjudicando a gran cantidad de familias, especialmente de clase media y de sectores
más desfavorecidos, generando un escenario donde se acentuó la desigualdad y sur-
gieron problemáticas sociales (adicciones, delincuencia, violencia, etc.) que reforza-
ron la vulnerabilidad inicial de la población afectada. En cuanto al rol del Estado en la
región, durante el período mencionado, asumió un carácter pasivo, ausente dejando
de lado la función protectora y de bienestar en lo social (salud, educación, seguridad
social, empleo) que había caracterizado sus políticas durante el llamado “estado de
bienestar”. Este corrimiento del Estado impactó de lleno en la realidad de las comuni-
dades y las familias, obligándolas a elaborar estrategias alternativas de supervivencia
y defensa de sus condiciones de vida, autogestionando sus propios recursos, debido
al desempleo y precariedad del mercado de trabajo expulsivo.
Ahora bien, al situarnos en la actualidad de nuestro país, se observa que desde los
primeros años del siglo XXI ha habido un cambio significativo en cuanto al rol de un
Estado ahora presente, que asume hoy en día características inclusivas promoviendo
y ofreciendo igualdad de oportunidades para gran parte de población. Se han desa-
rrollado gran cantidad de políticas públicas de protección social que permitieron ata-
car de forma integral esa vulnerabilidad social desarrollada fuertemente durante los
80
noventa.
Por último, la propuesta educativa de la EPJA, como parte de las políticas públicas
educativas, y basada en la educación popular, tiene la misión de favorecer y potenciar
las relaciones sociales, los vínculos, con los que las personas llegan a los espacios de
formación. Debe abordar, en el proceso de enseñanza aprendizaje, la historia de la so-
ciedad argentina, sus transformaciones económicas, sociales y políticas profundizan-
do en: los acontecimientos a nivel local recuperando intereses en juego, experiencias
significativas de los y las estudiantes como actores como actores clave, su relación con
el Estado y el rol y accionar de este en los diferentes momentos históricos.
81
BIBLIOGRAFÍA
Busso, G. (20 y 21 de junio de 2001) “VULNERABILIDAD SOCIAL: NOCIONES E IMPLI-
CANCIAS DE POLÍTICAS PARA LATINOAMERICA A INICIOS DEL SIGLO XXI”, Seminario
Internacional Las diferentes expresiones de la vulnerabilidad social en América Latina
y el Caribe, Santiago de Chile.
Pizarro, R. (Febrero de 2001) “La vulnerabilidad social y sus desafíos: una mirada des-
de América Latina” Serie estudios estadísticos y prospectivos número 6, División de
Estadística y Proyecciones Económicas, CEPAL ECLAC. Santiago de Chile.
Un nuevo modo de pensar, razonado y crítico, debe ser el instrumento que permita
reemplazar muchas de las concepciones que los/as estudiantes ya poseen acerca del
mundo natural y social antes de iniciar su aprendizaje. Este proceso, como tal, no resul-
ta sencillo; requiere de un cuidadoso trabajo de enseñanza para vencer resistencias.
82
Un saber científico no es la simple descripción de una realidad; permite explicar y
prever, (Toulmin, 1973) por lo que domina a los problemas. El/la joven debe llegar a
conocer oponiéndose a otros conocimientos anteriores. Uno sólo puede tener acceso
a la cultura científica, echando por tierra los obstáculos ya acumulados por la vida co-
tidiana (Bachelard, 1938).
En la comunidad científica, un resultado sólo tiene sentido, una vez que ha sido co-
municado, retomado, admitido y reconstruido por los demás miembros de esta comu-
nidad. Un saber será verdaderamente científico si es compartido y discutido y pueda
servir de base para otros desarrollos comunicables. En el caso de la enseñanza de la
ciencia, será necesario pensar en debates y argumentaciones que faciliten la comuni-
cación.
Sobre la base de las propuestas para la Educación de Jóvenes y Adultos, adoptar una
perspectiva socio-ambiental, significa, continuar con la idea de alfabetización científi-
ca. Para ello, sería conveniente interpretar el desarrollo de los núcleos conceptuales
con propuestas pedagógicas que incluyan historia de la ciencia, provisionalidad del
conocimiento científico, posibilidad de crítica continua sobre este conocimiento, ac-
ciones que vinculen el trabajo escolar, con el del individuo, su contexto de vida y sus
aspiraciones a futuro.
BIBLIOGRAFÍA
Orange, C. y Fabre, M. (coords.) (1996) Informe de investigación del GFR, Place du
probleme dans l´einsegnement et láprentissage de la biologie-géologie.
Mafpen y Iufm de la academia de Caen (informe interno IUFM, MAFPEN, CERSE)
Toulmin, S. (1961). La explicación científica, París, Francia.
Camilloni, A. R. W. (1997). Los obstáculos epistemológicos en la enseñanza. Barcelo-
83
na, España.
Bachelard, G. (1986). La formación del espíritu científico. Planeta de Agostini. París,
Francia.
En este sentido se pretende que los docentes de las diversas disciplinas recuperen los
saberes que los estudiantes portan al momento de trabajar en el espacio áulico, esto
implica enseñar a través de la resolución de problemas en los cuales se exterioricen
los saberes previos y se condicione los mismos a los incorporados en la construc-
ción de la solución de la situación problemática, debe lograr un aprendizaje reflexivo,
atribuyendo significados y relacionando lo que aprende con lo que ya sabe, en un
encuentro conciliador en el cual el saber cotidiano se trasmuta a un saber científico,
para lo cual requerimos de un docente flexible, atento a la diversidad de respuestas
por parte de los jóvenes y adultos.
Es allí, donde la matemática financiera brindará las herramientas necesarias para lo-
grar ésta visión integral, la idea de descuentos, bonificaciones, recargos, los intereses
simples, las amortizaciones, entre otras; permitirá ampliar las formas de ver a las acti-
vidades económicas en las que se encuentran inmersos día a día los jóvenes y adultos
pertenecientes a la EPJA.
84
diantes encontrar el sentido a los distintos contenidos trabajados en los diferentes
módulos de matemática ya que por ejemplo, les permitirá organizar los gastos de la
casa, les permitirá decidir si les conviene o no comprar a crédito algún tipo de artículo,
o de qué manera podría elegir el tipo de financiación más adecuado a sus posibilida-
des adquisitivas, entre otras.
El trabajo colaborativo tanto entre pares como entre las diferentes ciencias, permitirá
elaborar estrategias para que los/las estudiantes logren observar, registrar, interpre-
tar y analizar las posiciones diferenciales de los sujetos en cada contexto (económico,
social, cultural, generacional, entre otras), dando cuenta de las relaciones sociales y
económicas que se establecen, reconociendo los diferentes ámbitos de acción en los
que están inmersos.
85
presenta en formas de productos, sobre los cuales no tenemos sino una representa-
ción final como objeto de consumo o de uso. Sin embargo en los diversos productos
se presentan un sin número de procesos y aportes tecnológicos que es importante re-
conocer. De esta manera el sujeto logra dimensionar las implicancias de los “avances”
tecnológicos y posicionarse de una manera diferente a la del mero consumidor. Este
saber lo ubica en un lugar diferente para el uso y, por qué no, la producción de nuevas
tecnologías.
De la mano de las TIC se presentan nuevos paisajes audiovisuales donde las repre-
sentaciones, las iconografías y la estética comunicativa se transforman. Ante esto es
fundamental lograr una alfabetización que contemple dicha transformación. La incor-
poración de saberes que permitan comprender las nuevas tendencias comunicativas
se tramita en el contacto con lo social, sin embargo acompañar y fomentar este pro-
ceso permite una mejor incorporación a los códigos comunicativos actuales, donde la
escritura y la lectura tradicional resultan insuficientes.
Inés Dussel afirma en “Aprender y enseñar en la cultura digital” que: “La presencia de las
nuevas tecnologías en las aulas ya no tiene vuelta atrás. Si hasta hace unos años las auto-
ridades y los docentes podían pensar que los medios digitales debían restringirse a algu-
nas horas por semana o a algunos campos de conocimiento, hoy es difícil, si no imposible,
ponerle límites a su participación en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Experien-
cias como los modelos 1 a 1 (una computadora por alumno), las pizarras electrónicas, los
laboratorios de informática móviles, o incluso la convivencia cotidiana con celulares y
otros artefactos digitales, muestran que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse”.
De ésto deducimos que si la tecnología “llegó para quedarse”, negarse a ella implicaría
incurrir en una injusticia en la distribución de los bienes y los recursos que hoy están
disponibles e implicaría además posicionar a nuestros jóvenes y adultos en un lugar
marginal del conocimiento.
Como docentes debemos acortar la brecha entre los cambios tecnológicos y la escue-
la, es nuestro deber hacer un “Click” en nosotros y en nuestros alumnos. Comprender
que la onomatopeya no solamente debe darse hacia el exterior, sino hacia el interior
86
de cada uno, ya que “leer y escribir” independientemente del soporte es muy valioso
en una sociedad donde la interacción y el intercambio, son la clave para la comuni-
cación. Es la tarea del docente entonces formar ciudadanos críticos de su consumo,
capaces de procesar la información que lo rodea y lo atraviesa.
BIBLIOGRAFÍA:
Werner, R. (2001): LA TECNOLOGÍA: SUS FORMAS Y LAS DIFERENCIAS DE LOS MEDIOS,
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80,. Barcelona, España.
87
88
Fundamentación de los
Campos de Contenidos
89
LENGUA:
Hablar de Lengua desde la EPJA es pensar en los destinatarios ya que abordar la enseñan-
za desde el campo teniendo en cuenta su contexto, posibilita una educación de calidad.
Paulo Freire (Cartas a quién pretende enseñar”. Ed. Siglo XXI. Bs. As. 1995. Pág 14)
sostiene que “el proceso de enseñar, que implica el proceso de educar y viceversa,
contiene la “pasión de conocer” que nos inserta en una búsqueda placentera aunque
nada fácil así el educador y el educando irán de la mano en el proceso de conocer, de
educar”.
En este sentido el papel del docente será primordial a la hora de pensar en desarrollar
en sus estudiantes competencias comunicativas; y para lograrlo deberá partir de los
conocimientos que él tenga del mundo siempre cuidando el vínculo que establece con
el estudiante, valorando sus logros.
El campo de Lengua debe constituirse en el espacio ideal para que los jóvenes y adul-
tos desarrollen competencias comunicativas cada vez más complejas siempre partien-
do de los conocimientos informales con los que llegan a la escuela y crear situaciones
de lectura y escritura donde puedan recuperarse saberes y adquirir nuevos conoci-
mientos.
La enseñanza de la lengua permite comunicarse con todo lo que ello implica y en ese
sentido debe constituirse en una herramienta que posibilite la comprensión y la ex-
presión de ideas, sentimientos y opiniones, pero no sólo debe lograrse desde el cam-
po sino desde la articulación los demás espacios.
Debe comprenderse además que enseñar lengua es un proceso continuo que se inicia
con los conocimientos básicos del sistema de la escritura y las prácticas primeras de
lectura y escritura en la educación primaria, y que se continúa a lo largo de toda la
escolaridad secundaria entendiendo que lograr la competencia comunicativa implica
estar preparado para la vida ciudadana.
90
• Produzcan textos coherentes.
• Desarrollen el pensamiento crítico.
Todo esto puede concretarse si la institución escolar, desde los distintos espacios,
brinda la posibilidad que estén en contacto con actividades variadas a través de las
que puedan lograrse, no solamente desarrollar las capacidades antes mencionadas,
sino aplicarlas en nuevos contextos.
En suma ¿qué es lo que deben hacer los estudiantes para lograr comprender un texto
desde los distintos campos?
Deben:
• Hacer anticipaciones.
• Hacer preguntas a los textos.
• Reconocer lo que no comprenden.
• Volver a leerlos.
• Resumir manteniendo las ideas centrales y la coherencia general del texto.
91
• Después de la lectura: Son actividades que apuntan a profundizar lo que los estu-
diantes han comprendido, a desarrollar su capacidad de lectura crítica y su creati-
vidad.
Con frecuencia suele escucharse decir que los estudiantes no son capaces de lograr
expresar sus ideas por escrito, lo hacen con mucha repetición de ideas y palabras, con
errores ortográficos y desorganización de la información. Pero la realidad también in-
dica que se producen pocos textos escritos sobre temas específicos en distintas áreas
curriculares.
¿Qué deben hacer los estudiantes para adquirir la capacidad de producción de tex-
tos? tener conocimiento sobre:
• Las reglas gramaticales, convenciones ortográficas, reglas de acentuación a fin de
darle sentido a lo que se escribe.
• Los géneros y sus tipologías.
• Los posibles destinatarios, sus conocimientos y sus expectativas.
• El tema sobre lo que se escribirá.
¿Cómo lograrlo?
Planificando el proceso de escritura:
• Pre-escritura: en una serie de actividades que se deben llevar a cabo para buscar
un tópico, un género (forma de escritura), producir ideas, conseguir información, y
tener en cuenta el destinatario.
• Borrador: Durante esta etapa del proceso se escribe un primer borrador en papel.
Se usa una idea principal sobre el tópico, y es bueno recordar que ésta puede cam-
biar durante el proceso de escritura.
• Revisión: En ella se deben buscar omisiones, repeticiones innecesarias, e informa-
ción poco clara o que definitivamente sobra. Las revisiones tienen por objeto mirar
nuevamente lo que se ha escrito para mejorarlo. En este paso, se analiza el conte-
nido, se corrigen los errores, y se suprime lo que no es apropiado.
• Corrección/edición: La elaboración de un borrador y la revisión de éste se pueden
repetir hasta que se logre una prueba satisfactoria. Cuando se llega a la revisión
final, se debe hacer una corrección final y editar el trabajo.
• Publicación/compartir: La copia final limpia y bien presentada, constituye el pro-
ducto que se debe compartir con la audiencia.
92
¿Qué hacer?
• En primer lugar tener muy en claro que ejercer el juicio crítico no es oponerse a
todo lo establecido, sino más bien basar el juicio propio en razones fundadas y va-
lederas. Esto implica estar de acuerdo con lo establecido u oponerse, siempre con
la debida justificación.
• Poner en tela de juicio la confiabilidad de las fuentes de información, ésto permiti-
rá abrir otros caminos de búsqueda y selección a fin de corroborar la validez de las
que se están utilizando.
¿Cómo lograrlo?
• Planificando actividades desde los distintos espacios que vayan más allá de la sim-
ple memorización o aceptación pasiva de contenidos.
• Conociendo las distintas realidades socio culturales de los estudiantes, ya que no
se desarrolla esta capacidad en todos por igual y al mismo tiempo, sino planifican-
do actividades acordes con el contexto de los alumnos.
• Reconociendo las distintas posturas presentes en los textos e invitando a que par-
ticipen con las suyas.
Lo importante es, entonces, brindar a los estudiantes tareas que tiendan a desafiarlos,
que impliquen una práctica reflexiva, que tengan que planificar, seleccionar y pensar
sobre su propia actividad de aprendizaje, de ese modo se habituarán a aplicar distin-
tas estrategias a diferentes situaciones poniendo de manifiesto aquellas capacidades
que hayan logrado durante su escolaridad.
MATEMÁTICA
“Habría que enseñar una matemática con sentido, es decir, una matemática en la que
los conocimientos aparezcan como recursos para resolver problemas antes de ser es-
tudiados por sí mismos…”. (Saiz, 2006)
Esta educación debe considerar todas las dimensiones de las personas (conocimien-
tos, valores, actitudes, sentimientos); las necesidades, intereses y problemas de la
vida cotidiana de estos estudiantes; la vida familiar, el trabajo, la problemática econó-
mica, social, política, diversidad de géneros, problemáticas de salud, de viviendas, etc.
Enseñar matemática, desde esta mirada, es crear los escenarios necesarias para que
93
los/las estudiantes construyan sus conocimientos significativamente.
Uno de los mayores desafíos por los que debemos transitar los docentes, en la ense-
ñanza de la matemática en la actualidad, es justamente dotar de “sentido” a los sabe-
res matemáticos. Charnay (1994)
Es por esto que los docentes, deben repensar las prácticas en términos de flexibilidad,
apertura y contextualización, teniendo presente la diversidad de orígenes, situacio-
nes, ritmos y tiempos de aprendizaje de los diferentes miembros de estas poblaciones
escolares.
94
distintos tipos de obstáculos, planificar las distintas etapas y organizar la comu-
nicación de la clase; proponiendo en el momento adecuado los elementos con-
vencionales del saber y no simplemente ser un transmisor del conocimiento.
El/la estudiante, en palabras de Charnay (1994), “… debe ser capaz no sólo de repetir
o rehacer, sino también de resignificar en situaciones nuevas, de adaptar, de transferir
sus conocimientos para resolver nuevos problemas. Y es, en principio, haciendo apa-
recer las nociones matemáticas como herramientas para resolver problemas como se
permitirá a los alumnos construir el sentido. Solo después estas herramientas podrán
ser estudiadas por sí mismas”.
La puesta en marcha de este tipo de propuestas exige, que el docente y los directivos
tengan una postura y una actitud abierta hacia esta metodología de trabajo, que im-
plica la aceptación de la diversidad de la población a la que va destinado este proyecto
pero que comparten una misma situación de vulnerabilidad y la aspiración de superar
esa situación.
Pensar en una educación matemática de calidad implica poner en marcha los compo-
nentes descriptos en esta propuesta, efectuando un profundo estudio de la población
destinataria, tan singular y heterogénea, conociendo sus realidades, problemáticas,
intereses, expectativas y posibilidades individuales y/o grupales.
95
Esta formación matemática pretende:
• Fortalecer en los/las estudiantes la resolución de situaciones problemáticas, promo-
ver la producción e interpretación de mensajes expresados en un lenguaje disciplinar
y la elaboración y fundamentación de conjeturas.
• Utilizar lenguaje aritmético y geométrico como instrumento mediador de la com-
prensión.
• Reconocer a partir de la información trasmitida regularidades y propiedades geomé-
tricas del mundo que lo rodea.
• Comunicar instrucciones, resultados y conocimientos matemáticos.
• Desarrollar la destreza para interpretar críticamente la información no matemática
en base a la modelización matemática correspondiente.
• Propiciar el desarrollo de una mirada analítica y cualificadora de variables cuantita-
tivas abordadas.
• Identificar, reconocer y utilizar los diferentes usos de los conjuntos numéricos.
• Reconocer la utilidad de la aplicación de las regularidades y propiedades geométri-
cas en el mundo real.
• Desarrollar la estructura de proporcionalidad e incentivar su utilización en las acti-
vidades cotidianas.
• Analizar y usar reflexivamente los distintos procedimientos para medir, estimar y
operar con magnitudes.
• Desarrollar la habilidad para vincular variables en la modelización matemática, co-
rrespondiente a situaciones problemáticas presentadas.
• Desarrollar estrategias de estimación.
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Adultos.
CIENCIAS NATURALES
La Educación Popular (EP) subraya la dimensión política de la educación. En tanto
praxis político-pedagógica la EP implica un proceso colectivo de permanente decons-
trucción y reconstrucción del conocimiento, realizado en actividades formativas que
parten de las necesidades sentidas y de las acciones llevadas adelante por los protago-
nistas, y que se encamina a lograr mayores grados de autonomía personal y comunita-
ria, así como a profundizar la conciencia política. Se apunta a comprender la práctica
social para transformarla de manera consciente, en función de procesos organizativos
96
concretos, ayudando a asumir el papel de sujetos activos, críticos y crea-dores en la
construcción de la historia. (FREIRE, P. 2002 -2003).
97
dos en la comunidad científica, siempre sujetos a revisión crítica. Por lo tanto, su ense-
ñanza debe incluir no sólo los conceptos científicos sino también aquellos relativos a
la naturaleza de la ciencia y las formas de construcción del conocimiento: la actividad
científica como una actividad humana, dotada de historicidad, que se construye colec-
tivamente, que forma parte de la cultura y está asociada a ideas, lenguajes, modelos
y tecnologías específicas.
La escuela debe proponerse, animar a los estudiantes a manifestar sus intereses y ex-
periencias vinculadas con los fenómenos naturales, a interactuar con sus pares a pro-
pósito de las mismas, a formular preguntas, a buscar respuestas mediante actividades
de exploración, investigación bibliográfica, reflexión y comunicación; a sistematizar
sus conocimientos buscando mayores niveles de conceptualización.
Resulta importante diseñar situaciones didácticas contextualizadas en el sentido de
que la selección de los problemas a plantear, y las secuencias de actividades tengan
significatividad para el alumno, estén a su alcance y despierten su interés, a la vez
que apunten a ir construyendo progresivamente ese modo particular de pensar el
mundo natural que aporta la perspectiva científica. Desde este punto de vista, resulta
fundamental considerar la elección de los problemas que se propondrán y la planifi-
cación de las acciones que se van a realizar en la tarea de enseñar ciencias: se trata de
elegir aquellas preguntas o problemas que sean capaces de darle sentido a la tarea,
así como de planificar actividades a partir de las cuales los estudiantes puedan hacer
conjeturas o anticipaciones y plantear “experimentos”, pensarlos, ponerlos a prueba
y hablar y escribir sobre ellos, como una manera de ir conformando una mirada cien-
tífica sobre la naturaleza.
98
jidad, resultan una herramienta apropiada para organizar la enseñanza ya que favore-
ce la mencionada contextualización que, a la vez, promueve un mayor participación
por parte de los alumnos en las actividades de aprendizaje.
Se supone la articulación con diferentes programas tales como “Los científicos van a
las escuelas”, “La Feria de Ciencias”, o “Escuela en Ferias”.
Desde esta mirada se propicia un enfoque de construcción interdisciplinaria que su-
pere lo que en general ocurre con la enseñanza de los contenidos conceptuales co-
rrespondientes a las CN, que suelen trabajarse a partir de considerar las disciplinas
aisladamente. Los campos de contenidos que constituyen el campo de la CN están
sujetos a determinadas lógicas y a la existencia de ciertas teorías que las sustentan.
No obstante, es posible advertir que en todos ellos subyacen una serie de conceptos
comunes, justificables, porque los fenómenos naturales y tecno naturales, de cual-
quiera de los campos disciplinarios, presentan ciertas características en las que resulta
posible rastrear la unidad y la diversidad y son el resultado de interacciones que deter-
minan una serie de cambios que se producen en el espacio y en el tiempo.
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CIENCIAS SOCIALES
“La educación es la forma en que el mundo recibe a los que nacen. Responder es abrir-
se a la interpelación de una llamada y aceptar una responsabilidad. Recibir es hacer si-
tio: abrir un espacio en que lo que viene pueda habitar, ponerse a disposición de lo que
viene sin pretender reducirlo a la lógica que rige en nuestra casa.” (Larrosa, J y Skliar,
C. “Habitantes de Babel. Políticas y Poéticas de la Diferencia”. Laertes. España. 2001).
Es en este marco que se recorta la idea freiriana de que la educación, como produc-
ción de conocimientos, implica una relación dialógica, opuesta a la mera transmisión
(“extensión”) en la cual “no se trata de la incidencia del educador sobre el educando,
sino de ambos sobre el mundo (...), compuesta también por una parte de acción, que
es transformación del mundo (…) es praxis, en el sentido de que es acción-reflexión en
un movimiento dialéctico.”
Por eso, en cuanto a sus principios metodológicos, “la propuesta de la EP tiene siem-
pre, como punto de partida, la propia práctica social de los participantes en el proceso
educativo. Parte de lo concreto, de lo simple, de lo personal y lo subjetivo. De lo más
cercano. Pero desde ahí, procesualmente, avanza hacia lo abstracto y lo complejo,
hacia las categorías científicas que explican –al menos temporalmente- los fenómenos
estudiados”.
Tal vez sea esta dimensión dialógica de la educación, como proceso de construcción
colectiva de conocimientos, en el cual el punto de partida inevitable son las propias
concepciones de los sujetos, y opuesta a la idea de transmisión y reproducción, la que
ha tenido mayor potencia para permear las prácticas de EDJA. En efecto, el rechazo
del carácter “bancario” de la educación escolar ha resultado particularmente disrupti-
vo en un campo de prácticas signado por su atributo “compensatorio” de superación
de los “déficits” educativos y culturales.
Estamos frente a la tarea y el compromiso de reconocer y recuperar los intereses de
100
los y las estudiantes, jóvenes y adultos, en base a su realidad, experiencias, intereses y
necesidades, para construir un nuevo tipo de conocimiento vinculado estrechamente
a la densidad de Situaciones Problemáticas planteadas.
Es decir, innovar en la propuesta de enseñanza que acerque el aprendizaje de las cien-
cias sociales en base a estrategias y actividades que al entorno cotidiano de los y las
estudiantes, sobre temas situaciones problema comunes; recuperando sus subjetivi-
dades individuales y colectivas, sus estrategias de vida familiar y comunitaria, y forta-
leciendo su activa participación ciudadana en un contexto democrático.
Es posible y necesario desde el trabajo docente, implicarnos junto a los y las estu-
diantes, jóvenes y adultos, en un proyecto de enseñanza aprendizaje que se apoye
en el hacer de la investigación y construcción del conocimiento sobre problemáticas
sociales concretas contemporáneas, planteándonos un desafío que implica romper
los paradigmas tradicionales de enseñanza, involucrándonos en nuevas propuestas
que permitan acercar una forma de aprender ligada a la ciencia. Propiciar instancias
donde se plantean problemas, se crean hipótesis, se comprenden conceptos o ideas
de autores, se contrastan, generando conclusiones propias.
Esta mirada se contrapone a una configuración del campo de las Ciencias Sociales que
tradicionalmente se ha centrado en los aportes de la Historia y de la Geografía, con
propósitos originarios orientados a la construcción de la nacionalidad argentina. Ins-
criptas en el enfoque positivista, ambas disciplinas, hacían hincapié en la descripción
de hechos y fenómenos sociales de un modo fragmentado a la vez que se presenta-
ban despolitizadas, en tanto se concebía al conocimiento como una entidad objetiva,
neutral, unívoca y universal, con una fuerte pretensión de verdad. Esta impronta po-
sitivista, si bien ha sido superada por enfoques críticos, debemos reconocer que sus
huellas se manifiestan cotidianamente en las prácticas educativas de las instituciones
escolares.
Estudiar los fenómenos sociales en términos de complejidad, implica que los mismos
no puedan ser explicados en términos lineales, causales, como sumatoria de aconte-
cimientos y fechas acumulables, donde se realzan las figuras de aquellos personajes
de la historia que se reconocen como los vencedores, los próceres o héroes. Por el
contrario, se trata de abordar los hechos desde su multidimensionalidad, contextuali-
zándolos en un tiempo y espacio, de forma tal que sea posible reconocer el juego de
relaciones de poder y saber que los distintos actores sociales han impulsado y que de
ese modo han configurado el entramado histórico, político, social, cultural de nuestra
provincia y de nuestro país. Se propone entonces no tomar la o las realidades sociales
como dadas, desnaturalizarlas y comprender que la Sociedad es una constructo social
en constante proceso de cambio.
Por lo dicho, el abordaje que se realice de los fenómenos sociales ha de ser interdis-
101
ciplinario, de manera que se recuperen aportes de la Geografía e Historia “Social”, así
como también de la Sociología, Filosofía, Psicología, Antropología, la Ciencia Política
y la Economía.
También es preciso reconocer que en el campo de las (CS) conviven distintas lecturas
o visiones de la realidad, perspectivas que han dado lugar a confrontación de intere-
ses, debates, algunos de los cuales aún continúan vigentes y que no se deben ignorar.
Los estudiantes, al igual que el propio docente, son sujetos que constituyen ese ob-
jeto de conocimiento que se estudia, y a la vez, constructores de nuevos saberes res-
pecto de lo social.
EDUCACIÓN FÍSICA
La influencia del paradigma de la complejidad, en el cual se sustenta esta propuesta
de la Educación Física, ha posibilitado a este área ocuparse de sujetos íntegros y situa-
dos, promoviendo la apropiación de la cultura corporal en los estudiantes, superando
de esta manera la concepción de hombre entendido como máquina biológica o con
la mera disposición de un cuerpo entrenable, es decir, esta corriente de pensamiento
complejo, trasciende la visión simplista de cuerpo orgánico-funcional, por una idea
holística del cuerpo. Este nuevo pensamiento, permite advertir las diferentes dimen-
siones y aspectos relevantes de la corporeidad, motricidad y sociomotricidad humana.
102
manos, anterior al lenguaje escrito y hablado. Es el medio para expresar sensaciones,
sentimientos, emociones y pensamientos. De esta forma, el cuerpo se convierte en un
instrumento irreemplazable de expresión humana que permite ponerse en contacto
con el medio y con los demás. Una de las técnicas es la senso-percepción, tal como
la concebía Patricia Stokoe. Esta técnica parte del redescubrimiento de los sentidos
kinestésico, visual, auditivo, térmico y olfativo, para buscar una actitud consciente y
sensible hacia uno mismo. Así se encuentra un lenguaje corporal propio con el cual
sentir, expresar y comunicar de una manera integrada, auténtica y creadora.
Los objetivos de la Expresión corporal son la búsqueda del bienestar con el propio
cuerpo (desarrollo personal) y el descubrimiento y/o aprendizaje de significados cor-
porales; como actividad tiene en sí misma significado y aplicación pero puede ser
además un escalón básico para acceder a otras manifestaciones corpóreo-expresivas
más tecnificadas.
No basta sólo con entender qué es la Expresión Corporal y cuáles son sus fundamen-
tos teóricos: hay que experimentarla. A través de la propia experiencia, los docentes
estarán preparados para que sus alumnos descubran, también a nivel vivencial, las po-
sibilidades de la Expresión Corporal. Por ello es importante que los aspectos concep-
tuales sean complementados y reforzados a través de ejercicios prácticos. Después
de asimilar tanto la teoría como la práctica, los docentes pueden afrontar sus propias
clases con tranquilidad, seguridad, y creatividad, ya que conocerán de antemano los
distintos momentos por los que podrán pasar los alumnos y sabrán cómo dirigirlos.
103
elección del proyecto que deseen realizar. Para esto se sugiere que el docente, en pri-
mera instancia, presente varias alternativas de proyectos –a modo de disparadores–
con el objetivo de promover la discusión, el análisis y la selección de una propuesta
que represente los intereses del grupo.
Cuando los estudiantes precisen el tipo de proyecto que realizarán, el docente debe
generar los dispositivos necesarios para que ellos definan cuál es la idea inicial sobre la
base de la cual buscarán insumos y elementos enriquecedores en otros lenguajes. Lue-
go de esta etapa, se iniciará el trabajo con el material del lenguaje elegido. El docente ha
de acompañar este proceso de búsqueda mediante la formulación de consignas de im-
provisación que permitan generar el lenguaje de movimiento, la selección y la síntesis.
Ante ello, se enfatiza que las intervenciones pedagógicas de la educación física, con-
templen las dimensiones cognitivas, motrices y socio-afectivas, propiciando la conse-
cución de la competencia motriz en los jóvenes y adultos, la cual se entiende como
el conjunto de conocimientos, procedimientos, actitudes y sentimientos que intervie-
nen en las múltiples interacciones que realiza el sujeto en su medio y con los demás,
permitiéndole a los estudiantes superar diferentes problemas motrices planteados,
tanto en las sesiones de educación física como en su vida cotidiana, significando que
este saber, no implica que solo sea empírico o procedimental, sino que hay una consi-
deración integral del saber.
En relación a las prácticas gimnásticas, estas son manifestaciones motrices que cons-
tantemente están cambiando, según la variación de los contextos en donde se rea-
lizan y ante ello se espera que los estudiantes, como sujetos de derecho accedan a
estas prácticas, las innoven, las recreen, modifiquen constituyéndose en portadores y
creadores de la cultura.
Además de ello, y fundamentalmente por las características de los sujetos de la EPJA,
104
las prácticas gimnásticas deben abordar la enseñanza de posturas adecuadas, la regu-
lación de la fuerza y la resistencia, los órganos y sistemas que se involucran en cada
acción, el trabajo en equipo y la relación vincular armoniosa y creativa, en virtud a que
aprendan a proteger su salud.
Desde las prácticas gimnásticas y expresivas se concibe al hombre como ser corporal
que vive, siente, se expresa, se emociona con su cuerpo y es sujeto de su propia cons-
trucción de su aprendizaje, y que ello no implica que solamente conozca, sino que sea
consciente de sus posibilidades y limitaciones, que le permitirá vivir desde sí mismo y
hacia los demás, con vistas a obtener calidad de vida.
Con respecto a los deportes, se espera fortalecer aún más de lo actual, el sentido de
pertenencia en los alumnos por tratarse de una configuración motriz convocante y
motivadora.
Para ello es necesario crear e innovar propuestas pedagógicas que tiendan a fortale-
cer al grupo de estudiantes de la EPJA con principios y valores positivos, que lleven a
un aprendizaje motor construido de manera cooperativa, recíproca y solidaria, conso-
lidando buenas relaciones humanas entre los estudiantes.
Sin lugar a dudas que para que esto se concrete, hace falta en primera instancia, supe-
rar la concepción de educación física que considera al cuerpo como una herramienta,
como un objeto orgánico, que hay que entrenarlo, disciplinarlo y enseñarle reproduc-
tivamente movimientos estereotipados y técnicas gimnásticas y deportivas estanda-
rizadas, por una propuesta reflexiva, crítica que promueva la apropiación de saberes
motrices significativos, funcionales, automatizados y con posibilidades de transferen-
cia en situaciones problemáticas que se le presente en la propuestas pedagógicas es-
colares o en la vida cotidiana. Es decir, el deporte se debe transponer didácticamente,
como un contenido mediador para la formación corporal y motriz de los ciudadanos,
con un sentido recreador de valores, práctica de ciudadanía, solidaridad, juego limpio
o convivencia y como potencial para el desarrollo de las capacidades físicas, intelec-
tuales y sociales, contribuyendo a la formación integral de la persona.
105
que incida en la comprensión de los estudiantes, sobre la problemática ambiental.
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Resolución del Consejo Federalde Educación N° 135/11. Anexo II. Núcleos de Apren-
dizajes Prioritarios para Educación Física. 2° Ciclo de la Educación Primaria y 1° año de
la Educación Secundaria. Ministerio de Educación. Argentina.
Resolución del Consejo Federal de Educación N° 136/11. Anexo II. Núcleos de Apren-
dizajes Prioritarios para Educación Física. 1° y 2° año/ 2° y 3° año del Ciclo Básico de
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ARTE
Las actuales problemáticas surgidas en el campo de las artes exigen un tratamiento di-
námico y actualizado, que contemple los diferentes ámbitos de producción y proyec-
ción social. Las nuevas tecnologías, los medios de comunicación e incluso el recien-
temente instalado concepto de «globalización cultural» instan al ejercicio de revisión
crítica no sólo en torno a la producción artística, sino también y particularmente en
torno al pensamiento artístico y el sentido social de la memoria, que promueve cultu-
ralmente el hecho artístico como punto de inflexión histórico e identitario.
El enfoque pedagógico que se proyecta, responde a una visión puesta en perspectiva in-
terdisciplinaria, sin que ello demande descuido alguno en el tratamiento y en la compren-
sión de las problemáticas propias de cada espacio en sus exigencias de especificidad. El
diálogo cultural que la interdisciplina promueve se requiere actualmente como impres-
cindible. Este mismo enfoque atiende particularmente las problemáticas del contexto,
por lo que metodológicamente se responde a los órdenes de pertinencia histórico-an-
tropológicos promovidos en el marco de los estudios latinoamericanos, posibilitando
así la reflexión en torno al hecho próximo inserto en la realidad cotidiana y contextual.
Por ello, ante el fortalecimiento de los mercados y las necesidades en el campo laboral,
que demandan recursos humanos capacitados y preparados, el Arte, la Comunicación
y la Tecnología de la Información, son lenguajes que se adaptan convenientemente a
cada una de las necesidades requeridas.
El conocimiento de códigos y símbolos utilizados en cualquier actividad, son tomados
transversalmente por los lenguajes artísticos y comunicacionales en los campos de
contenidos, lo cual transforma a quienes lo desarrollan, en protagonistas sociales,
brindando nuevas posibilidades en la formación, recreando saberes básicos y favore-
ciendo el análisis de situaciones problemáticas y la concreción de la mejor solución en
el contexto.
109
Los lenguajes artísticos
Los Lenguajes Artísticos ocupan un espacio importante en la formación del estudian-
te, porque permite perfeccionar los conocimientos adquiridos en los campos de con-
tenidos, estando por lo tanto estrechamente relacionada con el trayecto educativo.
Durante la etapa de la capacitación, se orientará al perfeccionamiento de técnicas
expresivas incorporadas en los años anteriores, como así, al manejo de recursos ma-
teriales y tecnológicos favorables para la formación, atendiendo particularmente a los
fundamentos históricos y su relación con el actual contexto, aprovechando al máximo
las posibilidades que el mismo le brinda y la problemática a la que debe hacer frente
en el amplio espectro mediático y comunicativo.
Improvisación
La improvisación puede ser un primer paso en la organización de un producto de
movimiento, o puede también ser el desarrollo posterior de una coreografía preesta-
blecida.
110
Interpretación
La interpretación en la danza, está vinculada a dos posibles actividades, por un lado
se puede interpretar un producto de danza como público, atendiendo al análisis de
desde diferentes parámetros: la organización de los elementos, el sentido del produc-
to, la vinculación con el contexto, etc. Por otro lado también se interpreta cuando se
baila, en esta acción están comprometidos y entrelazados diferentes procedimientos:
el conocimiento de los elementos del lenguaje puestos en juego, los procesos por los
cuales esos elementos se plasman en el movimiento y el desarrollo de los aspectos
comunicacionales y estéticos involucrados.
Propósitos
El propósito es desarrollar las capacidades de producción y de análisis crítico, compro-
metiendo la comprensión de las diversas formas de comunicación, de expresión de las
manifestaciones artísticas, de lenguajes adecuados al contexto, y la intervención de
las nuevas Tecnologías. Contribuyendo a la construcción de ciudadanía y a la forma-
ción de sujetos comprometidos con la realidad local, regional y nacional.
Teniendo en cuenta estos aspectos y que cada uno de los Campos desarrolla conteni-
dos específicos, es también bueno tener presente que todos precisan del manejo de
códigos inherentes, y el Arte, la Comunicación y la Tecnología, puede enriquecerlos
proporcionando un léxico técnico adecuado y adaptado a cada situación.
1 Temas de Arte- Educación Artística para jóvenes y adultos 1- Ministerio de Educación, Bs As. 2015
111
lacionadas a su propio contexto y al contexto que lo vincula con el mundo. Asimismo,
el desarrollo de las Situaciones Problemáticas, comprendidas en cada Campo, permi-
tirá que puedan aportar a partir de saberes desarrollados, soluciones a cada una de
las situaciones experimentadas, favoreciendo la integración de contenidos necesarios
para la formación específica.
Por lo tanto, las funciones actuales de las artes son presentadas como una apertura de
opciones y posibilidades que deben atender a las diferentes perspectivas y necesida-
des de cada persona y colectivo de referencia, sirviendo cada una de ellas para cons-
truir la realidad en sus propios términos y mostrar al mismo tiempo las conexiones
existentes con otros campos de contenidos.2
Para ello, la EPJA no debe ser solo el lugar para “crear” la experiencia, sino también
para pensar las relaciones que se crean gracias a esa experiencia e interpretar sus sig-
nificados desde un análisis personal y crítico del estudiante.
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LENGUA EXTRANJERA
Tener acceso a otras lenguas - culturas es en la actualidad una necesidad incuestiona-
ble para acceder a las nuevas vías de información y lograr la participación más activa
en la globalización de las comunicaciones.
El contexto lingüístico cultural de provincia de Corrientes se define por su carácter
plurilingüe. En el mapa lingüístico de la provincia es posible observar las diferentes
lenguas-culturas que coexisten, por un lado el Español como lengua oficial, luego el
Guaraní como Lengua Cultura Originaria, el Portugués como Lengua Cultura de Con-
tacto, especialmente en las zonas de frontera con Brasil y el Inglés como Lengua Cul-
tura Extranjera de carácter obligatorio en el Ciclo Básico de la Escuela Secundaria.
Desde el punto de vista de la didáctica, se propone para los tres módulos la enseñan-
za de la lengua cultura desde los enfoques comunicativos, para el cual la “lengua es
comunicación” (Richards y Rodgers.), funcionales y procesales que llevan a reflexio-
nar sobre los conocimientos y capacidades que integran la competencia comunica-
tiva para diferenciar el sistema formal de las funciones comunicativas que con él se
realizan, desarrollar habilidades, capacidades y estrategias para ser un hablante que
comunica significados de un modo eficaz, y tener en cuenta el significado social que
determinadas estructuras lingüísticas portan.
Desde este campo de contenido, a través del enfoque comunicativo, se propone que
los sujetos se inserten legítimamente en un mundo tendiente cada vez más a la glo-
balización, los ejes en torno de los cuales tendrá que organizarse la enseñanza de la
Lengua son: partir de situaciones comunicativas relevantes, analizar textos comple-
tos como unidades de comunicación en tales situaciones, abordar el análisis de los
textos a partir de los procedimientos requeridos para una adecuada distribución de
la información y para una correcta conexión entre las unidades menores de los mis-
mos, abordar diferentes tipos de textos en función de sus ámbitos de circulación, sus
intencionalidades comunicativas, sus tramas y sus restricciones discursivas, reflexio-
nar sobre la lengua como sistema formal, y tomando en consideración sus aspectos
normativos, en relación con los aspectos mencionados. Es decir, se trata de que los
estudiantes reflexionen sobre aquello que todo hablante necesita saber para comuni-
carse eficazmente en contextos culturalmente significativos. Se trata de desarrollar su
“competencia comunicativa” (Canale y Swain, 1980).
115
Competencia textual: combinación de estructuras gramaticales y léxicas para lograr la
cohesión de las formas y la coherencia de significado, según las restricciones propias
de cada tipo de texto.
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FILOSOFÍA:
Etimológicamente hablando la Filosofía - palabra de origen griego compuesta por dos
vocablos: philos (amor) y sophia (sabiduría)- es definida como “amor a la sabiduría”
y desde sus orígenes se ha concebido como la forma de conocer y pensar que abre
interrogantes fundamentales en torno al sentido de la realidad, del conocimiento y de
la vida humana y se ha considerado como una actividad racional por medio de la cual
los seres humanos buscan comprender su existencia.
116
personal e interpersonal y la formación en valores democráticos para la convivencia
ciudadana, pues desde su especificidad debe aportar a la transformación de las pro-
blemáticas que acontecen en el mundo contemporáneo.
Razón por la cual, es fundamental que para su articulación y enseñanza con otros
campos, se propicie el desarrollo tres áreas de conocimiento, que permitirán abarcar
e implicar los núcleos conceptuales propuestos en el diseño curricular: Epistemología
(fundamentos y características del conocimiento científico), Antropología filosófica
(fundamentos, características y diferencias de la Moral) y Ética social (instituciones,
poder y sociedad; derecho, justicia e igualdad y ética social contemporánea).
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Módulos,
Capacidades específicas y
Núcleos conceptuales
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Organización de los Módulos
Evaluación
Trasformar la evaluación en un instrumento de investigación y de ajuste de las prácti-
cas educativas cotidianas, permite favorecer la mejora y el progreso en los procesos
de enseñanza y aprendizaje. Esto implica pensar la evaluación como una acción inhe-
rente al proceso educativo mismo, como una instancia más en el aprendizaje de los
alumnos y no como algo ajeno, desconocido o agregado.
La evaluación, desde esta perspectiva, requiere de ciertas reflexiones y de la toma de
decisiones pedagógicas fundamentadas por parte de quienes son responsables de la
tarea de educar, a fin de lograr una educación más integral y transformadora en los
alumnos.
Aporte de la teoría crítica respecto de la Evaluación
“[...]programar y evaluar no son momentos separados, el uno a la espera del otro. Son
momentos en permanente relación.
La programación inicial de una práctica a veces se rehace a la luz de las primeras eva-
luaciones que sufre la práctica. Evaluar casi siempre implica reprogramar, rectificar.
Por eso mismo la evaluación no se da solamente en el momento que nos parece ser el
final de cierta práctica.
La segunda razón por la que se impone la evaluación es precisamente la necesidad
que tienen sus sujetos de acompañar paso a paso la acción por suceder, observando
si va a alcanzar sus objetivos. Finalmente, verificar si la práctica nos está llevando a la
concretización del sueño por el cual estamos practicando.
[...] Otro error que cometemos [...] es que nos importa poco o casi nada el contexto
dentro del cual se dará la práctica de cierta manera, con miras a los objetivos que po-
120
seemos. Por otro lado, el error está en cómo colocamos mecánicamente la evaluación
al final del proceso. Sucede que el buen comienzo de una buena práctica sería la eva-
luación del contexto en que se dará. La evaluación del contexto significa un reconoci-
miento de lo que viene sucediendo en él, cómo y por qué. En este sentido, ese pensar
crítico sobre el contexto que implica evaluarlo, precede a la propia
programación de la intervención que pretendemos ejercer sobre él, al lado de aquellos
y aquellas con que trabajaremos.” 1
Habitualmente, cuando se habla de evaluación, se la piensa al final del proceso edu-
cativo y atribuyéndosele características particulares tales como ser sancionadora, ca-
lificadora, competitiva, estereotipada, de control, de resultados, etc. El concebirla de
esta manera promueve situaciones de individualismo y competencia en el aula que
conducen al alumno a priorizar la calificación a obtener por sobre lo que ha aprendi-
do. En palabras de Freire2 “[...] la evaluación se convierte en un instrumento sanciona-
dor y calificador, en el cual el sujeto de la evaluación es el alumno y sólo el alumno, y el
objeto de la evaluación son los aprendizajes realizados según unos objetivos mínimos
para todos”.
Santos Guerra3 (1996) afirma que el sentido democrático de la evaluación exige cam-
biar la mirada que tenemos hacia ella, haciendo de todo y todos, y no sólo de los
alumnos, el objeto de la evaluación, porque todo y todos tienen incidencia en el pro-
ceso educativo.
Este mismo autor define a la evaluación “[...] como un proceso de diálogo, compren-
sión y mejora” y señala que “[...] no se evalúa para estar entretenido evaluando, para
decir que se está realizando una evaluación, para controlar los programas, para ha-
cer publicidad o para crear conocimientos [...] Fundamentalmente se hace evaluación
para conseguir mejoras, mejoras de todos los implicados e involucrados en el proceso
educativo”.
Desde la perspectiva en que se enmarca este Diseño Curricular, la evaluación es un
instrumento para la reflexión y el análisis de todos los elementos implicados en el
proceso educativo, en la medida en que brinda información pertinente para el ajuste
y la regulación de los procesos que acontecen en la clase.
3 SANTOS GUERRA, M. (1996). Evaluación educativa. Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 53 Ibídem.
121
• Los saberes previos de los alumnos.
• Los procesos de aprendizaje.
• Los resultados de aprendizaje.
• La intervención docente.
• Los recursos didácticos utilizados.
Cuando la educación tiene como prioridad la formación integral de los sujetos y su
finalidad es el desarrollo de todas sus capacidades (y no solo la cognitiva), mucho de
los supuestos de la evaluación cambian. El objetivo de la enseñanza ya no centra su
atención en parámetros estandarizados para todos, sino en las posibilidades persona-
les y en la singularidad de cada uno de los alumnos.
La Evaluación Formativa
La finalidad de la educación es la formación integral de los sujetos en todas sus di-
mensiones. Desde esta perspectiva, resulta coherente pensar en una evaluación que
acompañe todo el proceso educativo. Este tipo de evaluación recibe el nombre de
formativa ya que va contemplando los distintos momentos del proceso de enseñanza
y aprendizaje, permitiendo conocer:
• La situación inicial de los alumnos, con relación a interrogantes como ¿qué saben?,
¿qué son capaces de hacer?, ¿cuáles son sus intereses?, ¿cuáles son sus estilos de
aprendizajes? (evaluación diagnóstica).
• Los procesos de adaptación ante las nuevas necesidades que se le plantean y los
ajustes docentes en función de los datos obtenidos y analizados (evaluación regu-
ladora).
• Los resultados logrados durante un periodo determinado para establecer nuevas
propuestas de intervención (evaluación final).
• Todo el recorrido que han seguido los alumnos, evitando la fragmentación y par-
cialización de los saberes (evaluación integradora).
122
dualidades aisladas.
• Crear un entorno de inserción amplio que le permita al alumno ir adquiriendo un
pensamiento integrado para que así él pueda relacionar, articular, asociar, etc.
• Hacer posible que todos los alumnos participen de las tareas, dando sentido a las
acciones realizadas en la clase.
• Construir dentro del aula un clima propicio para el desarrollo de la autoestima y de
la autonomía.
• Estar dispuesto a producir todas las modificaciones necesarias, tanto en la planifi-
cación como en el desarrollo del proceso de aprendizaje, en función de las actua-
ciones que se vayan produciendo y los compromisos que los alumnos manifiesten.
• Establecer relaciones constantes y explícitas entre los nuevos contenidos y los co-
nocimientos previos.
• Considerar en todo momento al alumno como protagonista de su propio aprendi-
zaje.
Conocer y recuperar a través del diagnóstico lo que cada alumno sabe y cómo lo apren-
dió, se convierten en el punto de partida fundamental para realizar una propuesta pe-
dagógica acorde a sus necesidades y posibilidades.
4 Ministerio de Cultura y Educación de la Nación(1994). Terminalidad de la Educación Primaria para Adultos a Distancia
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dizajes, por lo que difícilmente un proceso de enseñanza pueda comenzar a ciegas,
ignorando qué saben los alumnos sobre los temas que se pretenden abordar, cómo
construyeron esos conocimientos, cuál es el nivel de profundidad o dominio acerca de
ellos, entre otras cosas”.
Toda práctica educativa responde a ciertos enfoques políticos pedagógicos que le dan
sentido, de manera que para transformarla es necesario interpelar los saberes que la
sustentan, los supuestos que subyacen en su puesta en acto en los acuerdos que rea-
liza la escuela y en que se inscribe la enseñanza. Las prácticas educativas: planificar,
enseñar y evaluar responden a esas intencionalidades y no son neutrales.
Precisamente, la evaluación educativa es una de esas prácticas sobre las cuales es
necesario reflexionar en relación con la enseñanza, sus propósitos y los procesos y/o
conocimientos de los estudiantes. Las actividades evaluativas son prácticas esenciales
para pensar en la transformación y mejora de los procesos de enseñanza y de apren-
dizaje, ya que nos puede brindar información respecto del proceso formativo para
poder así intervenir a tiempo.
La evaluación educativa como actividad sistemática, implica relevar información o evi-
dencias, que en este caso se obtienen de las prácticas de enseñanza y de aprendizaje,
para poder mediante procesos de comparación ofrecer juicios valorativos en relación
con los propósitos de la enseñanza y las trayectorias educativas. Dicho proceso debe
involucrar a los sujetos (estudiantes y docentes) en el diálogo para poder construir
información valiosa que explique y ayude a superar los obstáculos que surgen en toda
124
tarea educativa. La evaluación educativa desde esta perspectiva, democratiza también
las prácticas de enseñar y aprender y permite retroalimentar dicho procesos desde el
acompañamiento y no la sanción.
“Si hablamos de evaluación educativa debería ser no sólo porque estamos evaluando
fenómenos educativos sino porque educa cuando se hace, tanto a los evaluadores
como a los evaluados.”
En este sentido, aquí los que evalúan son los propios sujetos implicados, a través de la
co-evaluación y la autoevaluación; pero no solo se evalúan los procesos de aprendiza-
je, los de enseñanza sino también los de gestión institucional.
Solo de este modo, la evaluación se vuelve un instrumento de investigación y de ajus-
te permanente de las prácticas cotidianas, suponiendo un continuo, ya que la misma
es inherente a los procesos educativos; por lo tanto no se la espera sólo al final de
un tema o módulo, sino también en momentos considerados valiosos para construir
información sobre el saber, saber- hacer establecidos como propósitos de enseñanza.
126
instrumentos, con el fin de compararla y valorarla en función de los criterios elabora-
dos.
Establecer reflexivamente dichos criterios nos permite evitar prácticas que se funden
en cuestiones afectivas de aceptación o rechazo de los alumnos (Camillioni y otros,
1998), lo cual desvirtúa el sentido formativo de esta práctica. Por esto, la construc-
ción de los mismos debe responder a los siguientes interrogantes: ¿qué se pretende
evaluar (objeto de evaluación)?, ¿quiénes son los sujetos de la Educación de Jóvenes
y Adultos? (características), ¿para qué evaluar? (propósitos), ¿cuándo evaluar? (dife-
rentes momentos), ¿quiénes evalúan?, ¿cómo evaluamos? (los criterios, los instru-
mentos), ¿qué daremos a conocer de esa información? (informe final del proceso),
¿cómo hemos de mejorar el estado de situación actual? (recomendaciones para el
alumno y para el propio docente).
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