Teoría Del Esfuerzo

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Teora del esfuerzo

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Publicado por Mariano Romn Alpiste on Jun, 06 2012 | Last updated Jul, 03 2013 | 0

El apriorismo Kantiano de que todo conocimiento comienza con la experiencia, aunque no todo conocimiento proceda de la experiencia, simbiosis entre empirismo y racionalismo, nos va a adentrar en el ejercicio especulativo de la idea del esfuerzo. La teora que pretendemos esbozar en unas pocas lneas no es ms que un introito a un postulado axiomtico que dicta que sin esfuerzo no hay futuro. Muchos pensadores, en el largo devenir del quehacer filosfico, han recabado en la teora del esfuerzo. Desde los presocrticos , cosmogonistas, inmanentistas o sofistas en busca del saber y del orden de las cosas, pasando por los socrticos en su defensa de la utilizacin la razn para alcanzar el conocimiento, hasta contemporneos como Theodor Adorno o Max Horkheimer que ya hablan de la crisis de la Ilustracin como consecuencia de una sociedad que opta por la comodidad , en su lectura de la cultura industrializada. Todos abdican de aquellas posiciones que lleven al conocimiento sin entregarse a la tarea de conocer. Ni siquiera los defensores del capitalismo y el darwinismo social, como Max Weber, entendan la consecucin de riqueza sin una dedicacin extraordinaria a un laborioso y agotador esfuerzo.

El esfuerzo como ejercicio, o la educacin del esfuerzo


Cuenta una milenaria leyenda que un cazador en la estepa siberiana dorma todas las noches al fro raso, impelido del afn por llevar a su familia algo de comer, para dominar las bajas temperaturas l mismo se iba despojando de sus ropas para adaptarse al fo y de esta forma soportar la dureza y el rigor de la ventisca consiguiendo, as, someter su cuerpo y mente y disponer de ms das para aumentar sus posibilidades de cazar lo suficiente. Ese ejercicio le sumaba un sobresfuerzo para proporcionar un bien a su familia a pesar de aumentar el riesgo de morir por hipotermia. Esta leyenda, que ni siquiera s si la he escuchado o ledo alguna vez, nos sirve como metfora de la educacin del esfuerzo. Desde Freud, Piaget y posteriormente toda la psicologa evolutiva, sostiene que el principio de placer, no entendido en los trminos definidos por el padre del psicoanlisis, es til para la perpetuacin de la especie y primera motivacin en la lucha por la existencia. En Psicologa de la personalidad hay un concepto definido como ley de la asimetra hednica que, en esencia, es constructo que expresa la dicotoma de la adaptacin al placer y al dolor. La condicin humana y su evolucin, vista desde la biologa, es el resultado de la conquista por ganar terreno a la enfermedad y el dolor. La adaptacin es el resultado imperfecto de la lucha

por la vida. La felicidad es la bsqueda emocional de permanecer en las mejores condiciones en la batalla biolgica por la vida. La felicidad no se produce, por tanto, de modo natural: requiere del esfuerzo. El dolor no lo requiere pero s su asuncin y superacin. El esfuerzo no es una ciencia, es el ejercicio de la constancia del aprendizaje. El resultado del esfuerzo es exponencial; costoso y poco fructfero en el inicio, que llega a un punto de inflexin en que su uso deriva en guas comportamentales que implementa todos los mbitos de la vida y cuyo resultado es extremadamente elocuente. El costo del ejercicio del esfuerzo disminuye en la misma aritmtica en que sus resultados mejoran. Como un nio al que enseamos a montar en bicicleta; los golpes, las cadas, el mantenimiento del equilibrio que parece imposible de conseguir. Pero hay un momento mgico en el que el nio se sostiene sobre dos ruedas, en equilibrio vertical, perpendicular al suelo. El esfuerzo ingente ahora es slo para el nio un hbito, un soplo el que necesita para circular. El esfuerzo es ahora ejercicio placentero, incluso en las pendientes ms pronunciadas. Por supuesto que el esfuerzo exige de motivacin. La educacin del esfuerzo se mantiene en la adestramiento de la motivacin. Motivacin y esfuerzo es un feedback, ambos se necesitan. El punto de inicio ofrece ciertas dificultades, pero los resultados son las motivaciones del inicio del mismo. El debate sobre la motivacin parte de la psicologa de la educacin y se lleva a estudio en psicologa de la emocin. La psicologa de la motivacin estudia las claves por las que aparece la conducta y el mantenimiento de la misma. La motivacin es una premisa a considerar en la teora del esfuerzo y en la educacin del mismo. No puede observarse por s misma sino por su conducta motivada. Por esto entendemos y analizamos las carencias sociales y personales, si observamos los comportamientos motivados. Dejemos a un nio que explore el mundo sin interferencias, sin educar su conducta, sin orientar sus sentidos y el mundo nos devolver un hedonista en el mejor de los casos. Aunque la intervencin no es garanta de xito (el conductismo del norteamericano B.F. Skkiner tuvo su momento) s aumenta su porcentaje probabilstico.

El esfuerzo no siempre garantiza el xito, o la teora de la frustracin programada


Espaa fue en 2010 el tercer pas de la Unin Europea con mayor tasa de abandono escolar temprano entre sus jvenes de entre 18 y 24 aos. Segn la oficina de estadstica Eurostat, el 28% de los espaoles comprendidos entre dicha franja de edad no prosiguieron sus estudios tras haber cursado la enseanza obligatoria. Esto significa que la tasa de nuestro pas duplica la de la Unin Europea, que es de un 14%. Padres democrticos educados en la generacin autoritaria entienden la labor de educar desde la perspectiva del consenso, la no imposicin y la permisividad. El error ms grave que este arquetipo instructivo genera son pautas de educacin basadas y fundamentadas en la evitacin de la frustracin. El dominio educativo es una

clase de autorregulacin de los intereses personales, las necesidades vitales y los instintos viscerales. Ello lleva a tipos educativos y educados con una baja resistencia a la frustracin y una alta reactividad a la violencia y la falta de dominio de s. En el contexto social actual la cultura del esfuerzo, entendida sta como la relacin de valores asumidos por un grupo coherente y homogneo en un espacio temporal concreto y con calidad de permanencia, parece no gozar de muchas adhesiones. El argumento de la actual crisis tiene como fondo el axioma de mxima ganancia por mnimo esfuerzo. En el plano personal y educativo podemos hacer la misma equivalencia. No es lo mismo la economizacin de los recursos individuales y de grupo que son producto de la evolucin que ha actuado con criterios de optimizacin, que la bsqueda interesada y sostenida de la reduccin del esfuerzo conformndose como estructura de personalidad, una conducta que transacciona en el curso primero de la vida a rasgo estable. Este rasgo impregnar la vida del individuo y afectar a todos sus comportamientos y enfrentamientos actitudinales. Tampoco la educacin del esfuerzo est exenta de un marcado componente ideolgico. En el plano institucional es evidente que los poderes fcticos buscan inclinar el pensamiento sobre los intereses que cada cual defiende. Los diferentes y constantes cambios en las legislaciones educativas lo demuestran. A otro nivel, las familias tampoco escapan a la corriente devaluadora en la que la educacin del esfuerzo se supedita al resultado y, en muchos casos, ni eso. Los procesos cognitivos y comportamentales de los individuos dependern de las variaciones en la actividad de las redes neuronales cambiando y modulando plsticamente en la medida del uso cognitivo y adaptndose socialmente a los comportamientos adquiridos como rasgos. Si el proceso social que educa el comportamiento referido a la constancia, el empeo, tenacidad, tesn, voluntad, insistencia, esfuerzo a su vez no lo hace teniendo en cuenta el fracaso difcilmente se codificar la frustracin. La resistencia a la frustracin es elemento necesario para la adaptacin a los contextos sociales y culturales distintos del individuo. La educacin que no aterrice en la experiencia de la dificultad, las metas no alcanzadas, el error, el fracaso y las obvie, es una educacin en s del fracaso. La gentica evolutiva se ha constituido sobre el logro y el xito y en ello nos determina; el contexto ambiental debe hacerlo para la frustracin como complementariedad. El esfuerzo no garantiza el xito. Aprender a integrar la frustracin en nuestro orden personal s lo garantiza o se acerca a l porque sirve de revulsivo al acomodo.

El esfuerzo rinde cuentas a la sociedad, o sin esfuerzo no hay futuro


Falta de dominio de la voluntad, perdida de la libertad personal, confrontacin aversiva como rasgo de personalidad o estilo de comportamiento, violencia contenida y expresada, nios y adolescentes, jvenes y

adultos exigiendo relativismos educativos, descompensacin crtica entre derechos reclamados y obligaciones asumidas. Son algunas de las consecuencias ms visibles de una nueva generacin fruto de un tipo educativo carente del rigor del esfuerzo. O al menos esta podra ser una de las fotografas. La sociedad no puede permitirse autoexcluidos sociales. La educacin es premisa contra el aumento de la intolerancia grupal y social, contra la deficiencia intelectual, la falta de autoestima y la inseguridad que desemboca en violencia en todas sus expresiones. Se hace necesario atender a los tericos y profesionales de la educacin ( y al sentido comn) que requieren estilos de convivencia basados en sistemas educativos, formales y no formales, que integren las relaciones personales fundamentadas en el respeto al esfuerzo para hacer de la escuela y la educacin un motor integrador y comprensivo. La educacin en el valor del esfuerzo es la va para asegurar un clima de convivencia positivo y favorecer el desarrollo social y tambin moral capacitando al individuo para la autoestima positiva, la adaptacin a contextos diversos y la inclusin laboral. La neurobiologa, neurofisiologa, psicologa y psiquiatra descubrieron que las neuronas espejos eran la clave para entender la empata. El profesor del Departamento de Psicologa y el Programa de Neurociencia de la Universidad de California V.S.Ramachandran, llega a afirmar que estas neuronas pueden haber desempeado un papel capital en el hecho de que hayamos llegado a ser la nica especie que vive y respira cultura, que permite la posibilidad y capacidad de ponerse en el lugar del otro. El ejercicio del trabajo y el esfuerzo liga las redes axnicas de las neuronas, las expande y establece nuevas conexiones. Esforzarse, educarse para dominar la propia voluntad supone un ejercicio autodidacta que, con permiso de Ramachandran, liga nuestras posibilidades de xito, nos capacita para la convivencia y nos ayuda a asegurar un futuro mejor en relacin cooperativa con los dems, en definitiva, posiblemente, aumenta el xito de la funcin de nuestras neuronas espejo.

Cmo nos motivamos los seres humanos?


La teora de la Jerarqua de las Necesidades de Abraham Maslow
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Publicado por Fiorella Tedesco on Jul, 22 2009 | Last updated Jul, 03 2013 | 2357

Pirmide de Maslow Existen numerosas teoras que a lo largo de los aos han surgido para poder explicar este fenmeno, entre las cuales abordaremos la de Abraham Maslow.

Jerarqua de las Necesidades


Centra su atencin en una escala de necesidades que todos los seres humanos poseemos. A partir de su satisfaccin, la persona estar ms motivada para alcanzar sus fines y lograr mejores resultados, tanto para s mismos como para las organizaciones en las cuales desempean sus tareas. Maslow plante su Jerarqua de las Necesidades Humanas, con cinco niveles en forma piramidal.

Niveles de necesidades
En una primera instancia, segn este autor, los seres humanos padecemos necesidades fisiolgicas que debemos satisfacer para lograr un nivel de subsistencia mnimo. Entre esta categora podemos incluir comida, higiene, sueo y descanso. Estas necesidades orientan la vida de las personas desde que nacen y estn presentes hasta su muerte. Se trata de un nivel de necesidades que no puede quedar relegado bajo ningn punto de vista, ya que de lo contrario la vida humana no podra ser posible.

En segundo lugar, la seguridad se constituye como nuestro prximo nivel de necesidades. Esta categora abarca todas las actividades de la persona para mantenerse a resguardo, tanto fsico como psicolgico. Se relaciona directamente con la proteccin frente a cualquier tipo de peligro. El ser humano tiene la necesidad de contar con algunas cuestiones de su vida cotidiana como ciertas, seguras y previsibles. Es por ello que este paso, segn nuestro autor, tampoco puede olvidarse por tratarse tambin de necesidades primarias. La falta de estas necesidades satisfechas genera en la persona una situacin de estrs y vulnerabilidad que puede enfermarlo mentalmente.

Categoras secundarias
Siguiendo con la escala, encontramos en tercer lugar a las necesidades sociales. Ya pertenecientes, junto con las dos superiores restantes a la categora de secundarias, las necesidades sociales tienen que ver con el modo de relacionamiento del individuo. Las personas somos seres sociales, que por naturaleza presentamos el imperativo biolgico de estar en contacto con otros seres de la misma especie. Como consecuencia, es indispensable que la persona se encuentre inserta en un grupo de otros individuos que la acepten y puedan compartir cuestiones y situaciones cotidianas con ella. As, la satisfaccin de estos requerimientos humanos har que la persona est en condiciones de socializar con el medio con el que se relaciona y complementarse con el mismo. De no cumplirse este requisito se corre el riesgo de que la persona se asle y construya una personalidad de antagonismo sin la capacidad de generar una empata con otros hombres o mujeres.

Cuestin de Autoestima
En cuarto lugar ubicamos a las necesidades de autoestima. En este grupo podemos incluir a todas aquellas que se encuentren ligadas con la manera en que la persona se valora a s misma, su confianza propia y su autoconcepto. En este sentido, si la persona cuenta con una autoestima adecuada, puede encarar proyectos desafiantes, contar con la capacidad de probarse a s mismo sin perder en el intento. La falta de auto-confianza genera en los individuos inconvenientes a la hora de tomar decisiones y temor en el modo de relacionarse con los dems seres que lo rodean. El prestigio en todos los rdenes de la vida constituye un ejemplo de carencias incluidas en este segmento. Por ltimo, las necesidades de realizacin apuntan a lo inherente al desarrollo personal y el xito profesional. En concreto, la capacidad de evolucionar las competencias con las que cuenta la persona provocar en ella la satisfaccin de alguna de las necesidades incluidas en este grupo. No implican slo obtener un ascenso laboral, sino crecer como persona, desarrollar valores, capacidades y habilidades nuevas, y contar con la constante capacidad de aprender de los dems y de uno mismo.

Dinamismo y Cambio
Todas las categoras antes citadas pueden alcanzarse siempre y cuando las primarias hayan sido satisfechas correctamente. Por ejemplo si no contamos con necesidades de seguridad absolutamente satisfechas, no estaremos en condiciones de abordar el alcance de necesidades de Autoestima. Este proceso es dinmico y continuamente cambiante. Como resultado, la persona puede encontrarse transitoriamente en un nivel y ascender o descender, segn sea la situacin que se le presente. Un libro para recomendar al respecto es el escrito por Idalberto Chiavenato llamado Administracin de Recursos Humanos

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