Las ventajas de la legalización de la heroína*

Richard C. STEVENSON**

Si tomamos como referencia las informaciones de La sociedad tienen que enfrentarse a un complejo
los medios de comunicación, la adición a la heroína entramado de costes pecuniarios y no pecuniarios.
constituye uno de los problemas más acuciantes de En el sector público éstos incluyen los gastos de la
salud pública. La cifra de adictos va en aumento, los policía (en particular para los robos relacionados con
recursos terapéuticos son insuficientes y crece la la droga), los costes legales y los costes de mante-
preocupación por los efectos de la drogadicción so- nimiento del servicio de prisiones. El crimen también
bre las generaciones futuras. Parece razonable pre- impone costes directos e indirectos sobre los servi-
guntarse si la ley que prohibe el comercio de la he- cios sociales y médicos. Existen igualmente impor-
roína está actuando en interés público. tantes gastos privados para los adictos, sus familias
A la mayoría de las personas les gustaría que de- y terceros. El robo y el temor al robo crean una ten-
sapareciese el tráfico de heroína, pero, por desgra- sión psíquica, especialmente en las personas de
cia, los costes de este logro imposibilitan la empre- edad avanzada, que conduce a un dispendio en alar-
sa. La producción de la droga es barata, y existen mas y seguros. Una disminución, por pequeña que
muchas fuentes de abastecimiento. Pese a los es- fuese, en los delitos relacionados con las drogas po-
fuerzos internacionales por reducir el cultivo y supri- dría traducirse en un ahorro de millones de libras
mir el tráfico, el ingenio de los traficantes sigue bur- anuales.
lando a las fuerzas de la ley. Otro enfoque para el El segundo ahorro importante con la legalización
problema consiste en intentar reducir la demanda a de la heroina es el tiempo y el dinero que se pier-
través de la educación, persuasión y atemorización den intentando defender la ley; esto incluye el tra-
de los potenciales consumidores. Esta política se ha- bajo de los funcionarios de aduanas y comercio y de
lla todavía en sus albores. El tiempo puede demos- la policía. Los funcionarios destacan la magnitud de
trar su eficacia; sin embargo, una campaña similar su trabajo y su eficacia a pesar de la insuficiente do-
contra el tabaco sugiere que los hábitos se modifi- tación. También insinúan que, a menos que dispon-
can muy lentamente. gan de más recursos, se llegará a una situación lí-
A lo largo de más de veinte años en EE.UU. y du- mite. El importe «correcto» del cumplimiento de la
rante un período menor en el Reino Unido, la legis- leyes el que iguala los costes con los beneficios
lación prohibitiva y las estrategias para reducir la para la sociedad, y es posible que en la actualidad
oferta y la demanda de la droga han dado lugar a los costes superen a los beneficios.
un descenso en el precio de la heroína y a un au- El tráfico internacional de heroína mueve miles de
mento en su consumo. La ley puede ser útil como millones de Iíbras esterlinas anuales. Otra ventaja
afirmación pública de un rechazo moral; sin embar- de la legalización sería que el tráfico pasaría de ma-
go, su efecto ha sido perjudicar a aquellos a quie- nos de delincuentes a hombres de negocios que pa-
nes pretende proteger e imponer costes sociales y gan sus impuestos. El tráfico nunca llegaría a ser
económicos al contribuyente. algo plenamente respetable y los beneficios serían
menores que antes, pero ya no seguirían ligados al
Si aceptamos que el tráfico de heroína no podrá
crimen. Una última ventaja de la legalización sería
erradicarse con rapidez ni a un coste razonable, de- el menor deterioro de la estructura social. Los inten-
bemos plantearnos la posibilidad de legalizar dicho tos de hacer cumplir lo impracticable debilitan el res-
tráfico. Entre las ventajas de este cambio destacan pecto a la ley.
la prevención de actos criminales atribuibles al cos- En EE.UU. la «Ley Seca» (1919-1933) dejó a la
te que supone mantener el suministro de la droga; mayor parte de los productores legales de alcohol
el valor de la utilización alternativa de los recursos fuera del negocio, siendo reemplazados por bandas
actualmente destinados a hacer cumplir la ley; una de criminales que competían por una parte del mer-
reducción sustancial del sector criminal, y una dis- cado. Con el tiempo, las empresas de los trafican-
minución de la presión sobre los sistemas legal y tes crecieron hasta competir con el poder y la auto-
penal. ridad de las instituciones políticas y legales. Tras la
Los actos sociales a los que se ven abocados los revocación de la prohibición, una gran parte de la
adictos a causa de su dependencia se concretan en clase criminal se vio obligada a dirigirse a empresas
el robo, la violencia y la prostitución (con el riesgo alternativas, y 10$ hijos y nietos de los traficantes de
asociado de enfermedades de transmisión sexual). alcohol se convirtieron en una fuerza central en el

• The Lancet, edición española, volumen 10, número 4,1987 .

IX
tráfico de drogas. La «Ley Seca» fracasó porque era dicción. El desafío a la autoridad forma parte del pro-
impracticable. No hizo nada para reducir la deman- ceso de crecimiento de los jóvenes. La mitología es
da de alcohol, y es probable que sirviese para au- rica en ejemplos de deseo de frutas prohibidas. Sin
mentarla. Las consecuencias sociales aún siguen ir tan lejos, la ley que restringe la bebida a los ado-
notándose hoy en día. La prohibición hirió la moral lescentes se transgrede más de lo que se respeta.
de la policía y minó el respeto hacia los políticos y Es muy posible que la legalización reforzada por una
la ley. En algunos países, políticos, policías y médi- educación sanitaria redujera la demanda de heroína.
cos ya se han visto comprometidos en relación con La magnitud de los beneficios que cabe esperar
el tráfico de drogas. La legalización detendría esta de la legalización de la heroína podría justificar un
corrupción creciente. período de ensayo para evaluar los efectos indesea-
Quedan por considerar los costes de la legaliza- bles de la misma. Un estudio de costes-beneficios
ción de la heroína. Es probable que los costes de- que acompañará a dicho experimento tal vez encon-
ban pagarlos los adictos. Existe un peligro evidente trará que los costes para los adictos superan a los
de que la legalización conduzca a un incremento de beneficios para el resto de la sociedad. Nuestra de-
la drogadicción. El precio de la heroína bajaría, con cisión dependería entonces del peso que se adjudi-
lo que algunos consumidores podrían comprar más, cará al bienestar de los adictos en relación con el
y podrían sentirse atraídos nuevos adictos. Asimis- bienestar del resto de la sociedad. Si la legalización
mo, la legalización podría eliminar la inhibición que redujera la delincuencia relacionada con la droga,
actualmente retiene a algunos consumidores poten- una mayor proporción de los costes de la drogadic-
ciales. Sin embargo, los adictos con experiencia ción recaería sobre los propios adictos y no, como
mantienen su hábito con dosis relativamente bajas ocurre hoy en día, sobre inocentes terceros. Este ba-
de heroína, y es improbable que las incrementasen lance entre bienestar de los adictos y bienestar del
súbitamente al disminuir el precio de la droga. Esta resto de la sociedad no debe obviarse; los intereses
reducción dejaría a los adictos más dinero para ali- de todas las partes quedarían cubiertos si se demos-
mentos y vivienda, lo que podría contribuir a mejo- traran que los beneficios de la legalización de la he-
rar su estado de salud. ¿Atraería el descenso del roína superan a sus costes. Esto parece posible,
precio de la droga a nuevos consumidores? Es im- simplemente porque la ley actual no beneficia de-
probable que los adictos potenciales sean disuadi- masiado a nadie. El contribuyente estaría mejor con
dos por los precios actuales. Si la política actual pro- la heroína legalizada y el adicto, como mínimo, po-
sigue con mayor rigor y se amplía hasta confiscar dría liberarse de la delincuencia.
los beneficios del tráfico de drogas, es probable que Algunos podrían «engancharse» como conse-
aumenten los precios. El efecto disuasor de los pre- cuencia del cambio en la ley. Sin embargo, la pro-
cios altos podría ser un argumento contra la le- hibición puede tener la misma eficacia para fomen-
galización. tar la drogadicción. Una parte de los beneficios so-
Es posible que algunos jóvenes no consuman dro- ciales que se obtendrían con la legalización podría
gas porque son ilegales. Los que se oponen a la le- dirigirse a la educación sanitaria y al cuidado de los
galización de la heroína temen que dicho cambio pu- adictos. Quizá no resultaría fácil transformar los re-
diera interpretarse como una aprobación, lo que po- cursos en usos alternativos. Habría que contar con
dría originar un incremento en las cifras de droga- los políticos, pero de este modo demostraríamos
dicción. Desde un punto de vista lógico, la legaliza- nuestra preocupación por los adictos de una forma
ción nunca puede interpretarse como aceptación del más práctica que la actual, que les conduce a la de-
consumo de heroína. Por otra parte, es posible que lincuencia y les niega los cuidados sanitarios apro-
la prohibición esté fomentando en realidad la droga- piados.