Neuroeducacion
Neuroeducacion
Neuroeducacion
Resumen
La época en que vivimos está marcada por la creciente búsqueda del desarrollo del
potencial humano, el cual está directamente relacionado con el complejo proceso de
desarrollo y maduración del sistema nervioso central y del cerebro en conjunción con las
influencias del medio ambiente. Las Neurociencias, que en los últimos años vienen
revelando los increíbles misterios del cerebro y su funcionamiento, aportan al campo
pedagógico conocimientos fundamentales acerca de las bases neurales del aprendizaje,
de la memoria, de las emociones y de muchas otras funciones cerebrales que son, día a
día, estimuladas y fortalecidas en el aula. Que todo agente educativo conozca y entienda
cómo aprende el cerebro, cómo procesa la información, cómo controla las emociones, los
sentimientos, los estados conductuales, o cómo es frágil frente a determinados estímulos,
llega a ser un requisito indispensable para la innovación pedagógica y transformación de
los sistemas educativos. En este sentido, la Neuroeducación contribuye a disminuir la
brecha entre las investigaciones neurocientíficas y la práctica pedagógica.
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INTRODUCCIÓN
Se sabe, por los últimos informes, que de los objetivos establecidos se ha avanzado
mucho con relación al acceso a la escuela, sin embargo la calidad de la educación no
acompaña dicho ascenso. Millones de niños salen de las escuelas sin haber adquirido las
competencias y habilidades básicas, como la lectura, la escritura y el cálculo. También
preocupante, es el alto índice de jóvenes y adultos que son considerados funcionalmente
analfabetos aún terminada su educación regular básica. ¿A qué se debe tal panorama?
¿Por qué frente a tantas iniciativas no logramos mejorar la calidad de los sistemas
educativos?
1
www.unesdoc.unesco.org Educación para Todos: El imperativo de la calidad. Informe de seguimiento de la
EPT en el mundo. 2005
2
www.unesdoc.unesco.org. Teachers and Educational Quality: Monitoring Global Needs for 2015
2
mundial, es uno de los más grandes desafíos para el fortalecimiento de la calidad de la
educación, el sexto objetivo de la EPT (Educación para Todos). Según la UNESCO, esto se
va logrando cuando tenemos educadores de calidad, mejores propuestas curriculares,
nuevas y eficientes prácticas pedagógicas, un ambiente emocionalmente positivo en los
colegios, entre tantos otros factores.
La educación del ser humano ha sido objeto de estudio y críticas durante toda la
historia de la humanidad. En su libro Pedagogías del Conocimiento3, Louis Not (1983) nos
hace reflexionar acerca del rol fundamental del educador cuando menciona que “la
educación de un individuo es la puesta en práctica de medios apropiados para
transformarlo o para permitirle transformarse...” y está en las manos del educador esta
enorme responsabilidad.
3
Not, Louis. Pedagogías del conocimiento. México. Fondo de Cultura Económica. 1983
3
Hace más de dos décadas, las Neurociencias, ciencias que estudian al sistema
nervioso y al cerebro desde aspectos estructurales y funcionales, han posibilitado una
mayor comprensión acerca del proceso de aprendizaje. Las investigaciones utilizando
neuroimágenes viabilizaron mayor conocimiento sobre las funciones cerebrales superiores
y complejas, como el lenguaje, la memoria y la atención, las cuales son estimuladas,
fortalecidas y evaluadas día tras día en los centros educativos de todo el mundo.
Asimismo, las investigaciones fueron revelando el fascinante proceso de desarrollo
cerebral que empieza en el útero materno y sigue durante las diferentes etapas del ciclo
vital, donde herencia genética y entorno se van entrelazando y definen la calidad del
desarrollo humano. En este sentido, podemos entonces llegar a las primeras reflexiones
acerca de la importancia de considerar los aportes de las Neurociencias en el ámbito
educativo:
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aprendidas, desarrolladas, practicadas y utilizadas, año tras año, para que se vayan
conformando y consolidando las bases de todos los conocimientos posteriores.
Lejos de que las Neurociencias se caractericen como una nueva corriente que entra
al campo educativo, o que se transformen en la salvación para resolver los problemas de
aprendizaje o de la calidad de la educación, la propuesta es que sea una ciencia que
aporte nuevos conocimientos al educador, así como lo hace la Psicología por ejemplo, con
el propósito de proveerle de suficiente fundamento para innovar y transformar su práctica
pedagógica. Claro está que no todo lo que hay en Neurociencias se aplica al campo
educativo, por lo que el educador ha de ejercer un enorme criterio al establecer los
aspectos que son relevantes para su práctica pedagógica. Asimismo, vale la pena recordar
que en este proceso de vincular los aportes neurocientíficos al aprendizaje, se necesita RELACIONAR
diferenciar lo que ya está validado, lo que aún son hipótesis o probabilidades, lo que es URGENTE CON
LA
mera especulación o mito, y por fin, diferenciar las generalizaciones equivocadas que se PSICOANLISIS
hacen debido a una comprensión limitada del tema (OCDE, 2003). Estar atento y no SE HA Y
pensar que todo lo que se escucha es lo que se debe aplicar o lo que se aplica TIEMPO
necesariamente tiene que provenir de los aportes de las Neurociencias, viene a ser uno de
los razonamientos más importantes para mantener el equilibrio en esta unión entre
Neurociencias y Educación.
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CEREBRO Y APRENDIZAJE
Como punto de partida para vincular cerebro y aprendizaje, tenemos que empezar
por conocer algunas características fundamentales del cerebro humano. El proceso de
aprendizaje involucra todo el cuerpo y el cerebro, quien actúa como una estación
receptora de estímulos y se encarga de seleccionar, priorizar, procesar información,
registrar, evocar, emitir respuestas motoras, consolidar capacidades, entre otras miles de
funciones.
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El cerebro necesita del cuerpo así como el cuerpo necesita del cerebro. Ambos
aprenden de forma integrada. El movimiento, la exploración por medio de los órganos
sensoriales, la expresión corporal, las experiencias directas y concretas estimulan el
desarrollo de los sistemas sensoriales, de los sistemas motores y de diferentes regiones en
el cerebro. Los ejercicios y el movimiento permiten mayor oxigenación del cerebro,
mejoran habilidades cognitivas, estimulan capacidades mentales, sociales y emocionales.
El input sensorial construye todos los conocimientos que tenemos y están vinculados a la
percepción, cognición, emoción, sentimientos, pensamientos y respuestas motoras.
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varios factores ejercen influencia en el cerebro y por ende en el aprendizaje: el factor
nutricional, factores de índole genética, el entorno socioeconómico y cultural, el ambiente
emocional familiar del alumno, lesiones cerebrales, aprendizajes previos consolidados,
entre otros. Esto implica que el educador necesita obtener mayor información acerca de
la historia de vida de sus alumnos, si quiere aportar de manera significativa y asertiva al
proceso de desarrollo desde su práctica pedagógica.
5
Learning, arts and the brain. The Dana Consortium Report on Arts and Cognition. Organized by Michael
Gazzaniga, Ph.D. Edited by Carolyn Asbury, ScM.P.H., Ph.D.,and Barbara Rich, Ed. D. New York/Washington,
D.C.
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El cerebro establece una ruta para el aprendizaje. Si hacemos un resumen sencillo
de las principales investigaciones relacionadas al proceso de aprendizaje, podemos ver
que el cerebro para aprender necesita percibir y codificar una información (input) y para
ello utiliza sus recursos multisensoriales, el cuerpo, la motivación y todos los
conocimientos previos almacenados en un sistema de memoria en especial. A partir de
allí, se desencadena una serie de acontecimientos a nivel neurológico, como por ejemplo,
la activación del mecanismo de atención, que permitirá que el alumno procese la
información más relevante ignorando otros estímulos (externos o internos) y empiece a
adquirir de manera directa o indirecta el aprendizaje. Para ello, los recursos
manipulativos, los materiales concretos, todas las estrategias, métodos, procedimientos y
actividades variadas van a permitir que el nuevo aprendizaje sea adquirido y se
desarrollen nuevas conexiones sinápticas (y nuevas capacidades). Como el aprendizaje se
caracteriza por la habilidad de adquirir nuevas informaciones (Gazzaniga, 2002) es de
fundamental importancia que el educador no sólo propicie verdaderas oportunidades de
entendimiento de la propuesta de aprendizaje sino también que se certifique que el
alumno la está incorporando de manera adecuada. Para ello, la retroalimentación es un
excelente recurso: escuchar a los alumnos, realizar pequeños ejercicios sin nombrarlos
como evaluación, o hacer otra actividad que permita saber qué entendieron los alumnos,
le dará al maestro los indicadores de cuánto ya elaboraron el conocimiento y de qué
forma lo hicieron. Las mejores actividades son las que involucran tanto el aprendizaje
explícito (discusiones grupales, debates, lectura, etc.) como el aprendizaje implícito
(metáforas, proyectos, juegos, experiencias, dramatizaciones, grabaciones, etc.). En esta
etapa el maestro debe desempeñar un papel básico de mediador, marcando así la
diferencia entre los procesos de enseñanza y aprendizaje. Siguiendo la secuencia, ahora el
cerebro está preparado para archivar lo que aprendió en sus sistemas de memoria, sin
embargo es necesario cimentar el aprendizaje repasando lo aprendido en diferentes
momentos, ejercitando de diferentes maneras, con frecuencia, intensidad y duración
necesarias para consolidar el aprendizaje en el sistema de memoria que corresponda. El
tipo de información que fue retenida, la manera en que fue codificada, archivada y luego
evocada va a permitir que el aprendizaje se haga real, significativo y funcional. Recordar
esta secuencia de acontecimientos mientras planifican sus clases permitirá que el
educador vincule su práctica pedagógica al maravilloso mundo del sistema natural de
aprendizaje del cerebro, contribuyendo significativamente con el promover, desarrollar y
fortalecer la red de conexiones neuronales.
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medida que las zonas corticales, y principalmente la corteza prefrontal van limitando la
acción de las zonas subcorticales. Este largo proceso, que para algunos neurocientíficos
dura aproximadamente 18 años, está relacionado con la mielinización de las fibras
nerviosas, las experiencias, el entorno familiar y social, las condiciones de vida, salud y
educación que van perfilando al desarrollo desde la primera infancia. Entender este
proceso gradual del desarrollo cerebral llega a ser esencial para replantear desde nuevas
propuestas curriculares hasta el estilo de disciplina que se llevará a cabo en el aula,
considerando el nivel de madurez individual de cada alumno.
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Para considerar si esta nueva ciencia realmente es necesaria para la innovación y
transformación de nuestros centros educativos y para el fortalecimiento de la calidad de
la educación, hagamos un ejercicio mental intentando responder a las siguientes
preguntas:
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Este acercamiento entre educadores y neurocientíficos ha empezado a dar grandes
frutos, comenzando por romper algunos “neuromitos” que fueron masivamente
esparcidos cuando las Neurociencias empezaron a llegar a los ámbitos educativos. Uno de
ellos, por ejemplo, estaba en proponer clases para los hemisferios derecho e izquierdo por
separado, ya que en las investigaciones se fueron conociendo características
predominantes en el procesamiento de información de los hemisferios cerebrales, o de
habilidades que predominaban más en un hemisferio que en otro, como es el caso del
lenguaje. Actualmente, los educadores ya pueden entender la lateralización como algo
relativo, ya que el cerebro trabaja como un todo, reclutando a diferentes zonas para que
se de una función en específico. En este sentido, se hace necesaria la formación y
capacitación de los educadores en Neuroeducación para que comprendan los mecanismos
cerebrales que subyacen al aprendizaje, a la memoria, al lenguaje, a los sistemas
sensoriales y motores, a la atención, a las emociones y todo lo que el medio puede influir
en ello.
Hoy, frente a los 6 objetivos que trazan los países con relación a la Educación para
Todos -atención y educación de la primera infancia, universalización de la educación
primaria, aprendizaje para jóvenes y adultos a lo largo de la vida, alfabetización de
adultos, igualdad entre los sexos y la calidad en educación- sumados a la inclusión de
aquellos con necesidades educativas transitorias o permanentes, de los menos
favorecidos, marginados, desnutridos y pobres, puede que un educador se cuestione:
“¿cómo puedo ser efectivo en lo que hago? ¿Cómo llegaré a la realización de mis metas u
objetivos como educador en esta situación? ¿Cómo planificar una propuesta de
aprendizaje que llegue a todos mis alumnos?”. Con las últimas investigaciones, se ha
aprendido que a pesar de que exista tamaña “diversidad de individuos” en el contexto
educativo, hay un factor común que pone a todo educador y todo alumno en un mismo
nivel: el ser humanos.
El conocimiento que nos trae la Neuroeducación, nos hace ver los desafíos como
oportunidades, pues ahora sabemos que todos tenemos un cerebro plástico, apto para
aprender cuantas veces sea necesario siempre y cuando se den las condiciones genéticas y
ambientales para ello.
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Como se ha mencionado anteriormente, ¿cómo transformar sin primero saber qué
va a ser transformado?. Conocer al cerebro es, en la actualidad, un requisito para los
padres, los educadores y toda una comunidad que quiera marcar la diferencia y promover
el desarrollo del ser humano en este nuevo milenio.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
Not, Louis. Pedagogías del conocimiento - México. Fondo de Cultura Económica. 1983
Gardner, H. Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. Estados Unidos. Basic
Books, inc. 1983
Kandel, E; Jessell, T.; Schwartz, J. Neurociencia y conducta. Madrid. Pearson Prentice Hall.
2005
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Hart, L. How the brain works. Estados Unidos. Basic Books, Inc., Publishers. 1975
McCrone, J. Essential Science: How the brain works. Gran Bretaña. Dorling Kindersley
Limited. 2002.
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Schuster International Group. 1997
Bear, M., Connors, B., Paradiso, M. Neuroscience: Exploring the brain, 3rd Edition. EUA.
Lippincott Williams & Wilkins.
Anderson, J. Learning and Memory: an Integrated Approach. EUA. John Wiley & Sons, Inc.
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