Entrenamiento de Fuerza en Niños (Gema Torres) PDF
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Y;IIENTO·
Abstract
/n this paper, besides collect the information concerning strength
training in chi/dren over the tast years, the factors which affect in Introducción
a direct manner on its ap/ication and deve/opment, different types
and means of strength training which are used in this age El entrenamiento de la fuerza desempeña un papeI importante en la
(prepuberal), the effects on structural plane and strength gains, its formación y en el desarrollo general de los niños y adolescentes y es
relation with development of other capacities, sexual differences,
por esta razón por la que esta cualidad debería comenzar a trabajar-
its evaluation as soon as the precautions which must be taken to
reduce the flsks of this training have been determined. In this se desde los primeros años de vida (Cerani, 1990).
way, the controversy, that has been on for several years about the Durante mucho tiempo se ha mantenido la controversia del entre-
viability for the strength training with children between a lot of namiento de fuerza en niños. Numerosos médicos, fisiólogos y
proffessionals of physical education and training has been tried to profesionales de la educación física han desaconsejado y hasta inclu-
be resolved, independently of any sport training.
so prohibida este tipa de entrenamiento en la infancia, mientras
otros lo han apoyado y prescrito. Entre las razones que argumentan
aquellos que rechazan el desarrollo de la fuerza en edades tempra-
nas se pueden encontrar las diferencias estructurales de la muscula-
tura de los niños respecto a la de los adultos, la ausencia de deter-
minadas hormonas anabólicas, el excesivo estrés que, para un orga-
nismo todavía por constituir, supone el entrenamiento con pesas y
la ineficacia de dicho entrenamiento en la ganancia de fuerza por
parte de los niños. Los promotores o partidarios de este tipo de en-
trenamiento en niños aportan distintas ventajas derivadas del mis-
mo, tales como la prevención de futuras lesiones articulares, liga-
mentosas, tendinosas y musculares, el aumento de la densidad mi-
neral ósea que puede prevenir al joven de osteoporosis en su ma-
durez, ademas de un aumento notable de fuerza.
(j:i
fuerza resistencia pueden tener un Impar-
tante efecto posrtNO en el nll'1o (Boro.
1986: Nadoo. 1987: Hahn. 1988: Ceranl. FASe 1 Series: S Series: 3
1990). Por otra parte. la fuerza máxnl'ra no Raps.: l O: 3xI0·12RM: 1 x Mb Reps.: lO : 2xl0-12RM
sería un estímulo adewado en la fase pre- Carga (%IRM): 60: 3x70-75: 60 Carga (% IRM): 60: 2x70-75
(i1
. Bnllllllt : ~..... , \" t:.\TIII:nlllnTlI ·
Pero, además. el entrenamiento de la fuer- miento isométrico. En niños se han detec- La velocidad (de desplazamiento) no es en-
za en niños puede tener otros efectos, in- tado ligeros aumentos en la presión arterial tendida como una cualidad lisica en sí mis-
dependientemente de k>s directos sobre en ejerCICios con contracciones de este Opo ma ya que depende de forma directa de la
esta cualklad. En el p~no psico~ico. un (Strong y col .. 1978 y Laird. Fixler y Huffi- fuerza. De esta forma. y siguiendo a New-
entrenamiento de 10 semanas de duraóón nes. 1979). Es por ello por lo que no se re- ton. para una misma masa. a mayor fuerza.
dio como resultados un aumento signIfIcati- comienda el entrenamiento de fuerza en mayor aceleración y portanto. mayor velo-
vo en los niveles de fuerza de 17 niños y niños con problemas crónICOS de tJpo cir- cidad. Aunque esto parece obvio. el estu-
puntuaciones más altas en dos dimensiones culatorio o cardíaco (Rowland. 1990), dio de Hetzler y col. (1997) reveló unos re-
relacionadas con el autoconcepto, como Otros efectos del entrenamiento de fuerza sultados contradictorIOS. Después de un
son la competencia y ~ valía (Greene e Ignl- en nir.os llenen que ver con los nIVeles de entrenamiento de fuerza de 12 semanas de
co. 1995). Al contrario, Falgenbaum y col. colesterol sanguineo. Así se demostró en el duraCión (tres seslOI1es por semana). y a
(1997). después de un período de 8 sema- estudio de Fripp y Hodgson (1987), en el pesar de aumentar sus niveles de fuerza. el
nas de entrenamiento de fuerza. no encon- que registraron aumentos en hpoprotelnas grupo control mostró diferenClas significati-
traron efectos significativos en las medidas de alta densidad (HDL) en 14 niños des- vas en lo que se refiere a la potencia anae-
de carácter psicológiCO que realizaron, pués de 9 semanas de entrenamiento de róbica y una carrera de velOCidad sobre
Los efectos sobre el desarrollo somático fuerza. 40 yardas al compararlo con un el grupo
(altura y peso) de k>s nir.os expuestos a en- Por otra parte, la denSidad mineral ósea expenmental. fonnado por 30 niños atle-
trenamientos de fuerza a corto plazo pare- puede aumentar con el entrenamiento de tas. De todas formas sería necesaría una
cen ser escasos. según indica Blimke fuerza. factor clave para la prevencIÓn de mayor concreción en cuanto al tipo de en-
(1993), Rians y col , (1987). afirman que un una futura osteoporosis (Rowald. 1990). trenamiento realizado para poder evaluar
entrenamiento de fuerza con cargas de baja Conroy y col. (1993) observaron cómo le- estos resultados.
intensidad y un alto número de repetiClo- vantadores de categoría junior poseían una En cuanto a la resistencia (capaCIdad y po-
nes no origina un riesgo sobre el creómien- mayor densidad mineral ósea en la espina tenCia aeróbica y anaeróbica) hay evidencias
too A la inversa. podría pensarse que las ga- lumbar (L2-L 4) y la zona próxima al fémur de una mejora de esta cualidad a través del
nancias de fuerza debidas al entrenamiento al compararlos con el grupo control. Aun- entrenamiento de fuerza. aunque depen-
de esta cualidad podrían estar también rela- que todo parece Irl(hcar que el entrena- diendo del opo de entrenamiento se verá
Cionadas con este desarrollo somático. miento de fuerza mejore la densidad ósea, mejorada un tipo de resistencia u otro (resis-
Otro estudio de Faigenbaum y col. (1996) la falta de estudios en niños hace que esta tencia aer6bica-anaeróbica). Cuando el en-
da muestras de la incidencia del trabajO de afirmación se realice con cautela. trenamiento consiste en movilizar cargas ba-
fuerza en estas edades. Después de 8 se- Por último hay que decir que otra dolencia Jas en un gran número de repeticiones, pue-
manas de entrenamiento con una frecuen- que puede ser prevenida con el entrena- den consegulJ>e notables aumentos del
cia de 2 sesiones por semana. los niveles de miento de fuerza es el dolor de espalda. Se- VO lmb (potencia aeróbica) en niños (Welt-
fuerza experimentados en ejercicios como gún Newcomer. Sinakl y Wollan (1997). la man, 1986). Este autor encootró aumentos
el press de banca y la expresIÓn de piernas disminución de fuerza en la espalda se aso- del VO lmb de un 14 %. resultado SImilar al
sobre 6RM aumentaron de forma significa- cia con problemas o dolores en la zona baja encontrado por Docherty. Wenger y Coo-
tiva en 1I niños y 4 niñas de entre 7 y de la espalda en la edad adulta. Al igual que líns (1987). Según Marsh y RKlge (1993). el
12 años de edad. Sin embargo. a este pe- en el caso anterior son necesarios más es- VO lmb está muy estrechamente relao()(\a-
ríodo de entrenamiento le Siguió otro. de tudios que clarifiquen esta relación causa do coo vanos Indicadores de la res4stenclil
duración Similar. en el que estos sujetos no efecto y determinen coocretamente la pre- cardiovascular, pero también puede ser re-
realizaron ningún tipo de entrenamiento, Al vención de esta dolencia, lacionado con la fuerza dinámICa y con la
final de este período sin práctica se registra- fuerza explosiva, Porotro lado estos autores
ron en los sujetos disminuciones del nivel Indican que eIV02rni> nose relaciona, al me-
de fuerza adquirido del 19,3 y 28, I % so- nos de forma signiflCallva con la fuerza de ca-
Relaeió" del elllrellamiep,lo
bre 6RM en press de banca y extensión de rácter ísométrica, Otro estudio en este sen-
piernas, respectIVamente. Así después de de fuerza con el desarrollo tido es el realizado por Pitet!i y Femhall
un periodo sin entrenamiento el nivel de Ile olras cualidades (1997). Estos autores evaluaron la relaCIÓn
fuerza adquirido gracias a un trabajo previo y capacidades entre la capacidad aeróbica con la fuerza en
tiende a volver a los valores iniciales. las piemas de 29 niños y niñas coo retraso
En muchas ocasiones. el entrenamiento de El entrenamiento de fuerza puede Incidir mental moderado. Los resultados indicaron
fuerza ha estado relaCIOnado con alteracio- de forma Indirecta sobre otras cualidades o una relación posillVa entre la capacidad aeró-
nes o aumentos en la presión sanguinea, capacidades. como pueden ser la veloó- bica (\10 2) Yla fuerza de las piernas expresa-
sobre todo cuando se habla de entrena- dad. la resistenCia y la flexibilidad. da en relac:i6f1 al peso corp:>l""al.
(i8 >n'
En k> que se refiere a la flexibilidad hay que los !linos, entre ellas la fuerza, se han estado velocidad angular del fTlCMmlento segmen-
decir que los detractores del entrenam.en- utilizando test estandarizados como la bate- \anO que produce esta contracCIÓn. detec-
to de fuerza en nlOO5 han apoyado la Idea ría Eurofll. la batería AA.PHERD, y el NlCo- tando mayores valores de la fuerza a veloci-
de que dicho entrenamiento puede perJu- las Manual Muscle Testero Sobre este últi- dades angulares más ba¡as. Estos valores de
dicar esta cualidad. Sewall y Micheli (1986) mo test hay que decir que parece un instru- fuerza fueron supenores. a su vez. para los
no encontraron disminución de bs nIVeles mento óptimo para determinar la fuerza grupos musculares extensores.
de flexlbihdad después de 9 semanas de en- máxima ISOITlétnca en nlnos (Dawson. Todo parece IndICar que la aplicación de
trenarTllento de fuerza. aunque aconseJan 1992: Hill Y col .. 1996). nuevas tecnologi.1s a la evaluaCión de la
los estiramientos antes y después de las se- A nivel general, la fuerza muscular, o más fuerza en!llOO5 se presenta como un cam-
SJOIleS de entrenamiento de esta cualidad. concretamente. la tCflSlÓn m.ix1l'N gener.¡.- po todavía por desarrollar.
Falgenbaum y col. (1996) no encontraron da por un músculo (o vanos grupos de
Incidencia alguna de un entrenamiento de músculos). se mlÓe general uIJI¡zanc!o uno
fuerza de 8 semanas de duración sobre los de los sigUientes métodos: saltos verticales. Riesgos Ilel elllrellamiento
nIVeles de flex ibilidad de 15 niños y nlnas. tensiometrla. dinamometría. una repetICión
de fuerza ell niíio.li
COH1(tdlendo estos resultados con los de máxima (1 RM) Ymétodos computerizados
Fehlandt ( (993). Todo parece indicar que (medlClOl'les isocinéllC.as. electromecánicas. Además de bs efectos que algunos tipos de
periodos de entrenamiento de fuerza de 8 etc...) (McArdle. Katch y Katch. 1990). entrenallllento de la fuerza \lenen sobre la
6 10 semanas no alteran esta cualidad. Garda (1992) utilizó un dll'lam6metro ma- presión sanguínea. existen. según variosau-
nual con le fin de determnar la fuerza de tores. algUllaS posibihdades de ocasionar al-
agarre o preflSlÓll de 125 nH'!os y niñas (at- guna lesión estructural con su práctica. Para
Dife,.ellcias se.\'llflles letas y no atlet.as) y crear una base de cara a Ro-Nald (1990) estas posibilidades se cen-
postenores evaluaoones normaUvaS. Des- tran en roturas del pIa\Jlk> de crecimiento
Tal y como se ha menoonado antenor- pués del análiSiS estadístico. este autor llegó de la muneca. esguinces y torceduras. y do-
mente. uno de los factores de los que de- a ~ concluslÓ!1 de que este \Jpo de dinamó- k>res musculares en hombros. zona baja de
pende la fuerza y su entrenamiento es el metros es una herramienta útil para la me- la espaJda y rodi lla. Para Mazur. Yetman y
género. A nivel general. los niños desarro- diclÓ!1 de la fuerza de prensión en nlnas. El Risser (1993) el entrenamiento desmesu-
llan una mayor fuerza que las niñas (Ro- ffil5mO aparato fue utilizado por Svehla rado con pesas en 01005 puede provocar
wald. 1990). Esta afirmación es corrobora- (1992). eon el fin de establecer. también. fracturas. dlslocaoones. espondilolisls. her-
da por Docherty y Gaul (1991). que al eva- perfiles de fuerza de prensIÓn en niños y ni- llIaS de discos Intervertebrales y lestoneS en
luar los niveles de fuerza en 52 nlnos y nlnas ñas de 9. 10 Y llanos con miras a futuras los rnernscos de las rodillas. Este \lpo de Ie-
(con una medlol de edad de 10.8 anos) re- evaJu.:KtoneS normatIVas. SIOI'1es suelen ocumr cuando el entrena-
gistraron mayores índices de fuerza. rela- Pilte y col. (1993) comprobaron la validez miento de fuerza no está debidamente pla-
cionada con la masa corporal. en los nlOO5 de cinco test de campo destinados a eva- nificado y super\l1sado. movilizándose car-
que en las nlnas. Los mismos resultados luar la fuerza absoluta y resistencia mUSCular gas excesIVas por encima de la cabeza.
fueron encontrados por Raudsepp y Paasu- del tren superior (levantamientos por enci- Fleck y Kraemer (1987) aportan una serie
ke (1995). esta vez con niños y niñas de 8 ma de ~ cabeza, press de banca y flexIOneS de recomendaciones en este sentido:
aOO5. Sin embargo. los rweJesde fuerza ad- de brazos en barra)en nlnos de 9 Y 10 anos
qUJndos a través del entrenamiento en es- de edad. realiz¡¡ndo diferentes protocolos • El entrenamiento ha de ser correcta-
tas edades es SIfllilar para niños y niñas (Falk mente planificado (atendiendo a los obje-
para cada una de estas expresIOneS de la
y Tenenbaum. 1996).
fuerza. Estos autores llegaron a la cooclu- tNos Yc.aracteñs\lCas del ¡oven deportIS-
sión de que estos etercicJos o test son de ta) y sUpefVlSado.
poca utihdad en la evaluacIÓn de la fuerza • Los entrenamientos con cargas máximas
Evallwció" Ile la fue,.ZIJ absoluta y la resJstencia muscular. aunque no deberlan llevarse a cabo hasta. al me-
ell uitios presentan si son válidos en la evaluaCión de nos. los 16 6 17 ar'ios de edad.
la fuerza cuando se relaCiona con el peso • Los niños deberlan ejercitarse con pesas
La preCisión en la evaluación de la fuerza en corporal de bs sUJetos. o cargas que puedan levantar en más de
nlnos es un tanto difICIl. debido. entre otras En cuanto a los registros ISOCInétlCOS de la 7 ó 10 repetJClOIle5.
razones. a que la InstrumentaCIÓn es hrOlta- fuerza. cabe dest.acar el trabap de Hill yeol. • Alas antenores IndicaclOfleS hayqueai'la-
da y es necesaoo diferenciar entre fuerza ( 1996). qUIenes tras evaluar a 25 OInos y 01- dir el desarrolk> de una buena témica en
absoluta y relatNa (Horvat. McManis y Sea- fm. ob\l.Mefon como resultados una fuer- la eJecUClÓrl de los ejercICIOS con pesas
graves. 1992). Para la evaluaci6nde lasdlle- te Interacción entre la fuerza desarrollada (Ceranl. 1990: Mazur. Yetman y Rlsser.
rentes cualidades y capacidades fisicas en por un grupo muscular del tren Inferror y la 1993)
apunts (j.fJ
Al.n:¡ue el tIpO de lesiones recog.das en la qUInas con reslstenoas hidráulicas o las <IduIls". Inl. 1. S¡xm 1vIed. n.o 17 (3~ pp,
documentao6n revisada puede atemonzar a 170-174.
=~.
qUienes estén dispuestos a apllCaJ" un entre- • Aunque la educao6n flSlCa escolar y otro IWJR. J. (1990~ 'Entrenarroento y fases setl5i-
bies" SIodillm n.o 142. pp. 7-12.
namleOto de fuerza en 1W'los, hay que deor upo de ¡rlcucas deportNas pueden au-
que de todos los estudIOS revssados al efe<- mentar los nIVeles de fuerza en el niño. BuMKIE. C. J- (1993). "ReslStanee lTaInIrlg dunng
preadoiescence. Issues and CCIfltrOve<'SIe"
to. en l'lII"tg'Jf1O se ha ndicado rung(w'l caso de lA"l entrenafTllento SIStemátICo de fuerza.
Spo,t5 MedICine . n.o 5 (6). pp. 389·407.
lesión. La ~1CIad del preparador Y dos veces por semana. durante ocho se,
BORzI. C. A (1986). 'EnlTenamle!11o de la fuerza
del niño son. por tanto, los factores más 1111- manas parece suficiente para IndUCir au- pan nu'Ios Y j6Ye0es". $tod'llm nO 115.
portantes en cuanto a la segundad de este mentos slgnlflCatlllOS en la fuerza de los pp. 16·21.
llpo de entrenarr"oler\to se refiere. niños. Estos aumentos son Independien- CEAANI. J. (1990). "El enlren.tmle!1tO de I.H CUilh.
tes del desarrollo somático que se pro- dades fl~5 en lo!; n,,'105 . Fuerza". Stodivm
duce a estas edades. ya que una vez que n,o 1·0 . pp 14-17.
Conclusiones se deja de entrenaresta cualidad los nive- CONROY. 8. P.: KRAEMER. W. J.: MAAESH. C. M, :
les adqulndos tIenden a volver a los Inl' FLECK. S. J.: $TONE. M. H .• FRY , A. c.: MILlER.
A partir de la informaCión rewglda en la Clales. es deCir, a los que se posera an, p, D. YDN.SK'T'. G. F. (1 993), "Sane mIneral
presente revlSOO documental. se puede tes de comenzar el entrenam iento de denSIt)' 111 elite Jumor OIympIC we'llhlifte~"
llegar a las siguientes conclusiones: Med. Sd. Sport E~er, n,o 25 (1 0).
fuerza.
pp,1103-1109.
• Los efectos de este tipo de ent(E!namlen,
DA~. C .. CROCE. R. :QuINN. T , yVRQKt.N,
• Dando respuesta a la controvers.a eXIs- to está determinados por la edad. el nivel N (1992), "Reliability of!he NKhoIas Manual
tente en relación a la Vlabhdad o 1"10 del de maduraCIÓn y el sexo. Estos efectos t"Mc:ie Tesler on upper body strength .... ~.
entrenat1llento de fuerza en niños se estAn relaoonados también con aumen- drens ages 8· 10-. Pediotric Exerci$e $coen.
puede decir que este llpo de programas tos en la presIÓn sanguínea (entrena- ce. n.°" (4). pp. 340·350_
puede produc... aumentos s,¡gniflCatlllOS miento ISOITIétnco). con los niveles de Doo-aITY. D.: WENGER. H A Y COlLM. M
en la fuerza muscular. debido, sobre c0/e5terol sanguineo. con tadensldad ffiI- L (1987). "The elfeas cA ~e tranong on
todo, a un II"ICremento en los nIVeles de neraJ ósea y con la preveno6n del dolor aeroboc and anaeroboc fXl"">'I!I' cA yooog 00ys"
actIVaCIÓn neuromuscular de los grupos en la zona baja de la espalda. 1vIed. SO. SpOI1s Exer. n.o 19. pp. 3~-392.
musculares entrenados. Este aumento DclcHERTY. D . yGAuL C. A (1991). 'RelabOnS'
• El entrenamIento de fuerza puede IflClÓlf
de fuerza es mucho ~s notable. al com- h!pcAbody SOle. physIque and composrt>On 10
de forma positlVil en el desarrollo de
pararlo al que puede expenmentar un ph~ performance ., young boys and glOs"
otras cualidades o capaCidades. tales
Inl. J. SpOI1s Med. n.o 12 (6). pp. 525-532.
adulto SI se expresa en témunos relat¡- corno la veloodad y la resistencIa (capaCI-
FAlGENBAUH. A D.: ZAJcHKOWSKY. lo D,:
""'.
• Una edad Idónea para el comienzo del
dad aeróbica. VO)...J. En cuanto a la ne - WEsrCOTT. W. L.. MICHEU. L.). yF<ANOT.
xibilidad no parec~ q ue eXistan efectos A F. (1993):"The effec:ts cA a IWlCe·.J.·weel:
desarrol lo de la fuerza es la de los 7 u 8 negativos. aunque se (E!comlenda su strengtll tl'illmngprogram 00 ehilo'ren" Pedío-
años. ya que los estímulos de entrena- práctica antes y después del entrena , trie Exercise $cienee, n.o 5 (4): 339-346,
mIento relacionados con la fuerza rápida miento de fuerza. FAlGENBAUM. A. D,: W ESTCOIT. W . L.: M ICHEU.
y fuerza reslstenda pueden tener un im- L. J: OVTE~E. A R.: LONG. C. J.:
• A nivel general. los ni~os desarroHan una
portante efecto positNO en el niño. mayor fuerza qu~ las n¡~as. aunq ue los lAROsA·LOUQ, R. Y ZAJcHKOWSKY, L. D,
• Un alto número de repetlClOfIeS con car- (1996)."The elfects of ~rength tralnlng and
niveles de fuerza adquiridos a través del
detr'illnlng on ehddren· Journol 01 Strength
gas muy baJas (sobre el 50 % I ORM) pa- entrenamiento en edad prepuberal es SI'
ond Condltioning Reseorch . n.o 10 (2).
rece lo más dóneo para los (liños e n mllar para niños y niñas. pp. 109· 114
edad prepuberal. aunque también se han
• Aunque no hay que descartar CIef'!OS FAlGENBIIUM. A. D. ZAK:HKOWSKY. L 0_.
consegUido aumentos de los niveles de nesgas relacIOnados con el entrenamien- WESTCOTT. W L. lONG. C j .. L;.Rc)sA..
fuerza con cargas supeflO(es (70-80 % to de fuerza en !'liños. parece que una LOl.O. R. : MICH€U. L 1- yOUlt~.A. R.
I RM) y meflO( número de repellClOOes. buena planmcaCl6n y supel"lllSlÓn del en- (1997). "Psychologlcal efleru of wenghI: tr3I-
los descansos entre esfuerzos deben ser trenamiento a estas edades los reduce al rwl!l on chldren-. Journol o/ $pon Beho·
amplios . .Además, el tipo de contracción mírumo. ""otIr. n.o 20 (2). pp. 164-175
más IndICada para este entrenamiento es FAIJ(. 8. yT~. G. (1996), -The elfecb-
la ISOt6noca. En cuanto a los medIOS a uIJ- veness cA resostance Iralmog In chiIo'ren: ~
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;0
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