La Incertidumbre de Educar en El Futuro
La Incertidumbre de Educar en El Futuro
La Incertidumbre de Educar en El Futuro
La separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países...) que
utilizan las tecnologías de la información y comunicación como una parte rutinaria
de su vida diaria y aquéllas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las
tengan no saben cómo utilizarlas. (p.8)
En este caso lo ideal fuera que “los docentes y las TIC serían aliados de una
transformación profunda orientada hacia el desarrollo profesional docente”
(Palamidessi, 2006, p.79). Puesto que muchos docentes se muestran inseguros y
con incertidumbre al hablar de tecnología y muchas veces evaden el tema para no
mostrar su falta de conocimiento y no sentirse inferiores ante sus estudiantes.
Esto obedece a que la mayoría de estudiantes al ingresar a los establecimientos
educativos ya llevan consigo mismos ciertos referentes de la generación
tecnológica que les ha tocad vivir; mientras que muchos de los docentes aún
desconocen el uso de varias herramientas digitales los estudiantes se muestran
como expertos en dicha área. Sin embargo, los docentes deben comprender que
no es culpa de ellos y tampoco de sus estudiantes haber nacido en generaciones
diferentes y en lugar de estar en un duelo o preocuparse por perder su autoridad,
deben procurar actualizarse y sobre todo aprovechar los conocimientos de sus
estudiantes para enriquecer y juntos construir nuevos conocimientos con relación
al uso de las nuevas tecnologías digitales que serán de beneficio para ambos.
Es decir, se debe contar con “los deseos de cambiar, actualizarse y brindar una
formación adecuada a los alumnos se conjugan en la inclusión de TIC y de las
redes apoyadas en tecnología en las prácticas de la enseñanza” (Palamidessi,
2006, p.83). Con ello se puede evitar ver a las TIC como una amenaza a la
autonomía del papel docente y en lugar de adoptar el papel de víctimas de los
cambios tecnológicos, adoptar la actitud de ver a las redes como una oportunidad
de aprendizaje y que viene a facilitar en gran medida el trabajo docente.
Los siete saberes necesarios para la educación del futuro según Edgar
Morin.
Las cegueras del conocimiento: El autor hace énfasis en que no se debe creer
ciegamente en las ideas aceptadas o antiguas, siempre se debe examinar la
naturaleza de las mismas, esto se debe a que ningún conocimiento es inalterable.
La educación actual, considerada como el medio más importante para la difusión
de los conocimientos, se ha olvidado enseñar que el conocimiento humano no es
perfecto, presenta dificultades y tendencias tanto al error como a la ilusión, por lo
cual se olvida de enseñar a reflexionar acerca de la naturaleza del conocimiento
así como el hecho de que el conocimiento no puede considerarse como una
herramienta exenta de defectos y lista para ser usada sin consecuencia alguna,
por lo cual es indispensable enseñar a las nuevas generaciones a no caer en el
error de creer que el conocimiento alcanzado es firme y mucho menos, a caer en
la ilusión de que el uso objetivo de la razón nos permitirá evitar cometer errores,
es decir, “la educación debe mostrar que no hay conocimiento que no esté, en
algún grado, amenazado por el error y por la ilusión” (Morin, 1999, p.5).
Enseñar la condición humana: Para este saber, los seres humanos deben
conocer realmente quienes son, dónde están, de dónde vienen y hacia donde se
dirigen.
La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en
la condición humana, Estamos en la era planetaria; una aventura común se
apodera de los humanos donde quiera que estén. Estos deben reconocerse en su
humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a
todo cuanto es humano. (p.23)
En ese sentido, la educación del futuro debe ser manifestada desde la unidad
planetaria, donde es necesario enseñar a vivir juntos, compartir, comunicarnos,
dejando atrás el pasado incierto; para que se pueda crear un sentido de
pertinencia, se acepte la diversidad humana y las distintas culturas del mundo, sin
perder la propia identidad; porque esto es la garantía de la diversidad y
complejidad humana.
Ante esto, solo nos queda confiar en la embarcación que se llama educación, que
nos salva de hundirnos en el océano de la incertidumbre.
Por ello, la tarea de la educación del futuro en todos los niveles educativos
necesita una reforma de las mentalidades, donde se haga énfasis en los procesos
de comprensión entre los seres humanos, que se enseñe a entender al otro, a
valorarlo, a comunicarse con él de manera cordial, tratando de desarrollar una
educación de comunicación tolerante y comprensiva.
La ética del género humano: Este último saber necesario para la educación del
futuro, expresa que la ética de los seres humanos, no se debe basar en lecciones
de moral, sino que debe formarse en las mentes partiendo de la conciencia de
cada individuo, que es parte de una sociedad, especie y comunidad.
Por ello, Morin (1999) hace referencia a “una ética propiamente humana, es decir
una antropo-ética debe considerarse como una ética de los tres términos
individuo—sociedad—especie, de donde surge nuestra conciencia y nuestro
espíritu propiamente humano. Esa es la base para enseñar la ética venidera”
(p.59).
Para conseguir los propósitos anteriores, Delors propone que la educación deberá
estructurarse en cuatro pilares, cada uno de ellos es bastante importante para
lograr favorecer las capacidades de creatividad en las personas, por medio de
experiencias.
Aprender a conocer: Este pilar hace referencia no solo a la capacidad del ser
humano de adquirir conocimiento, sino que también a la capacidad de comprender
y asimilar lo que lo rodea, a poder pensar y ser capaz de determinar problemas y
buscar alternativas de solución.
Aprender a conocer hace énfasis en la cultura general debido a que “en nuestros
días, una mente verdaderamente formada necesita una amplia cultura general y
tener la posibilidad de estudiar a fondo un pequeño número de materias” (Delors,
1996, p.97).
Esto permitirá al ser humano especializarse en una rama del saber humano, sin
descuidar o perder el interés por lo que sucede en otras ramas. Es decir,
promueve ampliar los conocimientos por medio de la indagación básica de otras
disciplinas y a no encerrarse únicamente en la especialidad o profesión.
La educación tiene una doble misión: enseñar la diversidad dela especie humana y
contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y la interdependencia entre
todos los seres humanos. Desde la primera infancia, la escuela debe, pues,
aprovechar todas las oportunidades que se presenten para esa doble enseñanza.
Algunas disciplinas se prestan particularmente a hacerlo, como la geografía
humana desde la enseñanza primaria y más tarde los idiomas y literaturas
extranjeros. (p.104)
En este sentido, el aprender a vivir juntos es uno de los pilares más importantes,
claro sin restarles importancia a los anteriores, debido a que para poder seguir
avanzando en la educación, se debe aprender a convivir con las demás personas,
entender que cada ser humano es totalmente diferente, tanto física como
mentalmente. Pero hay que aprender a aceptarlos, para así facilitar el proceso de
la educación. Aquí se pone a prueba la tolerancia y el respeto.
Sin embargo, para que esto suceda se requiere de la cooperación de todos los
actores de la educación, es decir, el involucramiento de los profesores, directores,
estudiantes, padres de familia y la sociedad, debido a que por altos que sean los
esfuerzos sobre este tema en la escuela, el resultado no depende solo de esta,
porque el factor más es la educación que reciben en el hogar, porque por más que
en las escuelas inculquen buenos valores y principios, si la enseñanza de hogar
es contraria a esta, esos esfuerzos tendrán pocos resultados o en el caso más
extremo nulos.
Este punto es muy importante, debido a que la educación debe ser el medio por el
cual se crean a individuos con pensamiento propio y ser capaces de ser críticos
con el medio que los rodea.
Por otro lado, debe existir una correcta implementación del Currículum Nacional
Base, el equipo docente en su mayoría debe cambiar actitudes tradicionales y
adoptar actitudes acordes a las demandas actuales. Pues la educación del futuro
deberá estar centrada en la condición humana, estos deben reconocerse por su
humanidad y diferenciarse y comprender la diversidad cultural. Es decir,
enseñarles a los estudiantes que tiene potenciales y capacidades para resolver los
problemas que se les presentan en su vida y no enseñarles cómo deben resolver
los problemas, puesto que vivimos en un mundo que está en constante cambio y
los problemas del pasado, el presente y el futuro no han sido los mismos.
b) Tener en cuenta los siete saberes y divulgarlo con el fin de que todos los
actores de la educación reflexionen sobre ellos e implementen estrategias para
llevarlos a la realidad y que no solo quede en papeles.
c) Preparar a los estudiantes para que puedan pensar por sí mismos, sean
capaces de tomar decisiones, que tengan un criterio propio. Sin embargo, para
que esto se logre es responsabilidad de: la sociedad, Estado, escuela y familia
contribuir en la formación de bases sólidas o pilares que sostendrán la
educación de las nuevas generaciones.
Referencias bibliográficas