Historia Del Pensamiento Administrativo-1
Historia Del Pensamiento Administrativo-1
Historia Del Pensamiento Administrativo-1
PENSAMIENTO
ADMINISTRATIVO
SEGUNDA EDICIÓN
ISBN: 970-26-0550-4
Área: Universitarios
Authorized translation from the English language edition, entitled The History of Management 1th
ed., by Claude S. George Jr. published by Pearson Education, Inc., publishing as PRENTICE HALL,
INC., Copyright © 1974. All rights reserved.
ISBN 0-13-390872-2
Traducción autorizada de la edición en idioma inglés, titulada The History of Management 1ed. de
Claude S. George, publicada por Pearson Education, Inc., publicada como PRENTICE HALL, INC.,
Copyright © 1974. Todos los derechos reservados.
Edición en español
Editor: Enrique Quintanar Duarte
e-mail: [email protected]
Editor de desarrollo: Jorge Bonilla Talavera
Supervisor de producción: Enrique Trejo Hernández
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ISBN 970-26-0550-4
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A Ella
Me siento muy complacido de que esta edición de Historia del pensamiento administrativo
sea publicada en español. Siempre he tenido un profundo respeto por la historia y la cultu-
ra de los pueblos que hablan esta lengua, y es mi esperanza que este libro contribuya de
algún modo a despertar su interés en la administración: en su estudio, en su historia y en
la aplicación de sus sanos principios
Al través de los siglos el hombre continuamente ha buscado los medios y conceptos
para mejorar el producto de su actividad. Este libro es un intento para conectar entre sí
algunas de las más importantes ideas que se han emitido sobre administración. Se previe-
ne al lector, sin embargo, que para una completa y más amplia compresión de la historia
y evalución del pensamiento administrativo, lea los trabajos originales y vea por sí mis-
mo cómo los conceptos administrativos se han desarrollado a través de las centurias.
Si siempre es difícil verter con precisión conceptos de un lenguaje a otro, eso es particu-
larmente cierto en un libro que como éste trata del pensamiento administrativo. Por eso
me place que haya sido el licenciado Guillermo Maldonado S., profesor de Economía del
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, quien se haya encargado
de hacer esta traducción. El cuidado y diligencia que empleó en traducir este libro ha fruc-
tificado en un volumen que confiadamente refleja la edición original. Estoy profundamente
agradecido por eso.
creando conceptos como responsabilidad social y empresa sustentable. El reto del admi-
nistrador en el siglo XXI es administrar el cambio y la diversidad de las diferentes regiones,
industrias, empresas, tecnologías y conocimientos.
Por otra parte, se hace notar que este libro no es un intento para sustituir las fuentes
primarias listadas en la bibliografía. Se busca más bien elaborar un esquema auxiliar de
estudio para estudiantes y prácticos del desarrollo del pensamiento administrativo.
Deseo dejar constancia de mi agradecimiento al doctor Salvador Uribe, por su crítica
constante para lograr que este trabajo fuera de fácil comprensión; al maestro Jorge Ríos
Szalay por su ayuda en hacer selecciones pertinentes de algunos autores y su obra; al doc-
tor Ricardo Varela Juárez por exhortarme a actualizar este libro y al maestro Arturo Díaz
Alonso, Director de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacio-
nal Autónoma de México.
Personal 33
Tipificación 34
Control contable 34
Control de inventarios 35
Control de costos 36
Escritores del siglo XVI 36
Tomás Moro 36
Nicolás Maquiavelo 38
Resumen 41
3 EL DESPERTAR DE LA ADMINISTRACIÓN 43
Organización para la producción 44
Sistema doméstico 44
Sistema del trabajo a domicilio 45
Sistema fabril 46
Primeras prácticas y conceptos administrativas 46
James Steuart 48
Adam Smith 49
Richard Arkwright 50
Una fase de transición 52
Primeros administradores científicos:
el renacimiento de la aplicación 52
La fundición Soho 52
New Lanark 55
Partes intercambiables 56
El comienzo del sistema americano 57
Resumen 58
6 LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA 79
Frederick W. Taylor 79
Desarrollo del sistema de taller de Taylor 80
Los trabajos de Taylor 81
El concepto de Taylor sobre la administración 82
Interés naciente en la administración científica 84
El impacto de la administración científica 85
Fines de la administración científica 86
Nuevos puntos de vista generados
por la administración científica 87
Frank B. y Lillian M. Gilbreth 88
Las contribuciones de Gilbreth 90
claro registro de las ideas que el hombre antiguo podría tener sobre la práctica de la ad-
ministración. Reconstruir la evolución del pensamiento administrativo examinando los
registros históricos, es por su magnitud una tarea difícil y opresiva para nosotros. Si so-
mos diligentes en nuestra investigación, aunque el sendero no sea claro ni preciso, encon-
traremos evidencia de rutas marcadas por viajeros de la antigüedad.
ERA PREHISTÓRICA
En el punto de partida de esta investigación, cercanamente posterior a la retirada de los
glaciares hacia el norte, la última edad glacial importante ha sido fechada alrededor del
10 000 al 9000 a.C.1 y coincidió con la desaparición gradual de las grandes manadas de
herbívoros, que fueron remplazados por otros más ágiles y dispersos. La adaptación a
esas condiciones produjo las denominadas culturas mesolíticas. Los hombres eran reco-
lectores, vivían de la caza, de la pesca y recogían frutas y todo tipo de nueces.
Fue en ese tiempo cuando inicialmente los grupos familiares, y más tarde tribus ente-
ras, unieron sus esfuerzos para ayudarse mutuamente en la cacería y defenderse contra los
invasores. Sin embargo, poco se conoce acerca de esos hombres verdaderamente primiti-
vos. Todo lo que dejaron se reduce a unos cuantos huesos, restos de fogatas, herramientas
sencillas y algunas pinturas rupestres en los muros de las cuevas. Como consecuencia, só-
lo pueden darse conjeturas acerca del modo por el cual, la humanidad fue aprendiendo y
evolucionando. Eventualmente, por supuesto, las culturas mesolíticas fueron, en la mayor
parte de las regiones, remplazadas por culturas que al emplear una agricultura rudimen-
taria y la domesticación de animales, proporcionaron una importantísima contribución a
la producción y conservación de los bienes.
Con frecuencia suponemos en nuestra edad atómica y de viajes espaciales y satélites ar-
tificiales, que el hombre primitivo y su sociedad de hace 10 000 años disfrutó precariamente
de leyes, gobierno, educación y administración. En muchos aspectos, sin embargo, esa socie-
dad probablemente fue tan compleja como la actual. Tuvo sus códigos de comportamiento
en los negocios, reglas acerca del papel de los padres, castigos para los delincuentes, ritos re-
ligiosos, buenos modales y otras disposiciones de este tipo. Pero más importante aún fue la
comprensión de la necesidad tanto de una autoridad como de un sistema de administración.
Los jóvenes de la tribu seguramente crecieron venerando y temiendo, con justa razón, al an-
ciano o líder quien sobrevivió y envejeció debido a su astucia y sabiduría. Quizá, aprendiendo
de él, los jóvenes también pudieran lograrlo. De ahí la fuente de autoridad y veneración por
el anciano.
Con el advenimiento de las labores agrícolas, el hombre dejó de vagar por los campos ca-
zando y recolectando frutos. Debido a esto, empezó a llevar una vida sedentaria y comenzó
la formación de pequeñas villas. Con la conjunción de pueblos en comunidades grandes, sur-
gió la necesidad de tener un método elemental para manejar los negocios comunes del gru-
po. Como era de esperarse, este brote de administración se basó en la astucia, vigilancia, pru-
dencia y sagacidad. A medida que fueron creciendo las pequeñas villas y dispersándose la
civilización, los administradores también crecieron y se desarrollaron, llegando a ser sacer-
1James Mellaart, Earliest Civilizations of the Near East, London: Thames and Hudson, 1965, p. 11.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 3
dotes, reyes y ministros, quienes acumularon riquezas y poder en sus respectivas socieda-
des, aun antes de haber sido ideadas las estructuras sociales, políticas y militares muy or-
ganizadas. Los problemas típicos para los administradores de las primitivas sociedades
prominentes, fueron con toda certeza de tributación, el uso eficiente de los recursos, la di-
visión del trabajo, los arreglos y acuerdos comerciales y a la conducción de la guerra y la
paz.
CIVILIZACIONES ANTIGUAS
Los orígenes de algunos de los llamados conceptos y prácticas de administración moder-
na, fácilmente se descubren en la antigüedad. El famoso legislador bíblico, Salomón, diri-
gió el establecimiento de elaborados acuerdos comerciales, manejó proyectos de construc-
ción y formó tratados de paz en el siglo X a.C.
Sin embargo, antes de la existencia de legisladores, como Salomón, surgió la necesidad
de tener un método, un sistema, para gobernar y administrar al pueblo. Muchos legislado-
res antiguos emplearon a sus servidores de confianza para llevar a cabo sus deseos, dán-
doles la autoridad suficiente para actuar en su nombre. Colectivamente, entonces, dichos
servidores llegaron a ser el consejo o junta de consultores para los jefes. En la medida en
que creció su poder y reputación, muchos de los jefes asumieron posiciones teocráticas
en sus tribus. Tanto temporal como espiritualmente fueron líderes del pueblo; para dirigir-
lo establecieron tabúes y normas de conducta. A través de su posición espiritual, usaron el
temor a lo sobrenatural, así como el temor al ridículo secular, para asegurar la obediencia
a sus normas. Bajo esta luz es como primero contemplamos a las antiguas civilizaciones.
SUMERIOS
En algunos de los más antiguos documentos del mundo, encontrados en la civilización
sumeria de hace cinco mil años, hay evidencias de prácticas de control administrativo.2
Los sacerdotes de los templos sumerios, a través de su vasto sistema tributario, recauda-
ron y administraron considerables cantidades de bienes materiales, incluyendo hatos,
rebaños, rentas y propiedades. Se les exigió a rendir cuentas de su gestión a un superior
—o sea una práctica de control administrativo—. Sin embargo, dada la magnitud y varie-
dad de la riqueza amasada, los sacerdotes se encontraron con problemas sin precedentes en
la historia humana. Para rendir cuentas de las deudas pagadas, de las transacciones consu-
madas, etcétera, no podían confiar en la memoria, ni tampoco apoyarse en medios primi-
tivos, como las muescas hechas en madera, comúnmente usadas por algunos individuos
para indicar que sus deudas habían sido pagadas.
De este modo, los sacerdotes sumerios se vieron involucrados en el manejo de la ri-
queza y en las operaciones de un negocio u organización religiosa, que siendo inmortal,
usaba los métodos del hombre mortal. Este aspecto mortal del hombre aumentó la com-
plejidad, ya que en caso de defunción de un sacerdote, había que establecer algún sistema
de control administrativo para asegurar, por ejemplo, que un préstamo sería pagado y que
2V.G. Childe, Man Makes Himself, New York: The New American Library, 1951, p. 143.
4 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
su monto sería fijado por el sucesor del sacerdote-administrador. Al hacerlo, los sacerdo-
tes sumerios desarrollaron un sistema de escritura o registro de datos, de todas las tran-
sacciones asentadas por los numerosos sacerdotes en las vastas posesiones de la “corpo-
ración” religiosa. Debido a que estos pueblos sumerios reconocieron la necesidad de este
control administrativo, entonces no es de sorprender que los documentos escritos más an-
tiguos del mundo, sean las cuentas de sus inventarios de hace cinco mil años. Es muy pro-
bable que las necesidades administrativas de esta antigua civilización hayan conducido a
la invención de la escritura sumeria.3 El estímulo, por supuesto, fue económico; y aunque
desarrollado por los sacerdotes, el primer uso de la escritura fue con propósitos de con-
trol administrativo y no para fines litúrgicos.
Muy cercano al desarrollo sumerio, vino el surgimiento de Egipto, con su arquitectura,
gobierno y escritura, dejando evidencias de su desarrollo administrativo.
EGIPTO
Construcciones. La construcción de las pirámides con una tecnología, que bajo los patro-
nes modernos podría considerarse como primitiva, nos proporciona un mudo testimonio
de las habilidades administrativas y de organización del antiguo Egipto, 5000 a.C. Por
ejemplo, la gran pirámide de Keops, cubre trece acres* y contiene 2 300 000 bloques de
piedra pesando cada una un promedio de una y media a dos toneladas.**
Se ha estimado que su construcción requirió el trabajo, durante 20 años, de más de
100 mil hombres. En nuestros días esto significaría manejar y dirigir los esfuerzos de una ciu-
dad con igual número de habitantes y por un periodo semejante, ¡verdaderamente una tarea
administrativa de proporciones masivas! Cuando consideramos la planificación, organiza-
ción y control que se ha debido ejercer en esta empresa, es evidente que los conceptos y téc-
nicas administrativas que conocemos no nacieron en el siglo XX. Trastornan la imaginación
de los problemas incidentales de alimentación, transporte y habitación ajenos a tal multitud.
La planificación administrativa de cuántos bloques, de qué tamaño, de dónde serían
extraídos y cuándo, requirió la práctica de lo que hoy podría denominarse planificación a
largo plazo. La explotación de la cantera, por ejemplo, se haría durante el invierno y la pri-
mavera, marcándose cada bloque de piedra tanto para señalar claramente el lado de arri-
ba, como para indicar que está lista para llevarse al lugar de la tumba real. Para reducir
los altos costos de transporte, éste se haría durante la inundación anual del Nilo, y final-
mente, todos los bloques serían labrados, y cada lado numerado, antes de ser colocados
en su posición correspondiente. Este trabajo con las canteras y su traslado a las tumbas,
nos proporciona una excelente ilustración de cómo era el sistema de organización egipcio.
Debido a que el Nilo proporcionó un conveniente medio de transporte, la ubicación
de las minas se escogió en sus proximidades. Sin embrago, Hammamat, una de las minas
explotadas, estaba a dos o tres días de jornada del Nilo; por lo cual, completar el trabajo
y transportar las provisiones requirieron de cientos de hombres y animales.4
3Ibíd., p. 145.
*N. del T. El acre es una medida inglesa de superficie igual a 0,40469 hectáreas.
**N. del T. En el original toneladas: medida inglesa equivalente a 2 000 libras. Una libra equivale a 0,45359 kg.
4Adolf Erman, Life in Ancient Egypt, trad. del alemán por Helen M. Tirard, London: Macmillam & Co., Ltd.,
1894, p. 472.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 5
Durante el Nuevo Imperio, bajo el reinado de Ramses IV, se verificó en estilo regio
una expedición a las minas de cantera de Hammamat. Aunque la expedición se efectuó
bajo el liderazgo del gran sacerdote de Amon (ya que los monumentos eran para un dios)
y otros servidores del rey, ninguno de ellos hizo una contribución importante. Los hom-
bres efectivamente responsables fueron los oficiales militares, ya que los trabajos de esta
naturaleza recaían frecuentemente en el ejército. Los jefes de esta expedición fueron 110
oficiales de cada rango, 50 oficiales civiles y eclesiásticos, 130 canteros, dos pintores y cua-
tro grabadores. El transporte se hizo por medio de 5 000 soldados comunes, 200 miembros
de la corte del rey, 800 bárbaros y 2 000 servidores del templo. En conjunto, la expedición
agrupó a 8 368 hombres.5
Utilizando masas de trabajo organizado, los egipcios fueron capaces de completar tareas
que nos dejan atónitos. Aunque su sistema de organización puede parecernos complicado,
engorroso y aun con desperdicio, realmente no había razón para ahorrar trabajo, ya que los
campesinos, mercenarios y esclavos siempre estaban disponibles con sólo solicitarlos. Su mé-
rito radica en que fueron capaces de desempeñar su tarea con los recursos disponibles, y sus
construcciones claramente indican la efectividad y complejidad de su administración.
Escritura. Además de su arquitectura, se encuentran en la literatura egipcia muchos
aspectos del pensamiento administrativo, frecuentemente planteado como consejos del pa-
dre al hijo. El libro de instrucción de Ptah-hotep se supone que lo compuso un visir del
rey Issi, alrededor de 2700 a.C., aunque la validez de esta atribución es dudosa. Sin em-
bargo, es un trabajo muy antiguo ya reeditado en 2000 a.C. o en 1500 a.C., y fue utilizado
en las escuelas6. Como ejemplo de lo que contiene el libro, la instrucción de Ptah-hotep a
su hijo dice:
Si eres un jefe que maneja los asuntos de la multitud, busca por ti mismo cada acción bené-
fica, hasta que el asunto quede libre de injusticia. Maat (traducido como orden o verdad) es
grande y su efectividad es permanente… La injusticia jamás lleva su empresa hasta su tér-
mino.
Si se te formula una petición, escucha con calma lo que el peticionario tenga que decirte, no
le repliques antes de que él haya vaciado su alma o antes de que te haya dicho por qué vino…
No es (necesario) que todo lo que ha pedido le sea concedido, (pero) ¿no tranquiliza al corazón
un buen oyente?7
Compare ese antiguo consejo con éste encontrado en un libro actual sobre personal:
Escuchar puede ser valioso para ambas partes. Aparte de otros beneficios que un trabajador
alterado puede obtener de la entrevista, no puede dejar de experimentar un valor terapéuti-
co si se le permite descargar su conciencia acerca de su problema a un inteligente y simpá-
tico oyente.8
5Ibíd., p. 475.
6Adolf Erman, The Literature of the Ancient Egyptians, trad. Aylward M. Blackman, New York: E.P. Dutton & Co.,
Inc., 1927, pp. 55-60.
7John A. Wilson, The Culture of Ancient Egypt, Chicago: University of Chicago Press, 1951, p. 84.
8Paul Pigors y Charles A. Myers, Personnel Administration, New York: McGraw-Hill Book Company, 1956,
p. 84.
6 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Encontramos también que los egipcios fueron cuidadosos de los principios y prácti-
cas administrativos. Comprendieron y apreciaron, por ejemplo, la autoridad y responsabi-
lidad administrativas, y reconocieron el valor de las indicaciones en detalle para desarro-
llar una tarea. Esto se ilustra, por ejemplo, por las instrucciones siguientes que fueron
dadas junto con el nombramiento a cada visir o administrador.
Es abominable a Dios mostrar parcialidad. Ésta es la enseñanza: harás lo equitativo, consi-
derarás a quien te es conocido, de la misma manera que al que te es desconocido, y al que
está cerca de ti, de la misma manera que al que está lejos… pues un funcionario que se com-
porta de esta manera prosperará grandemente en su puesto.
No te enfurezcas injustamente con el hombre, pero irrítate con quien deberías de hacerlo.
La salida de todos los que salen de la casa del rey, se le notificará a él, y la entrada de to-
dos los que entran en la casa del rey, se le notificará a él.
El capataz de cientos y el capataz de (palabra no traducida)* notificarán a él sus negocios.
Después, él entrará en consejo sobre los negocios del rey, y ahí cada día en su casa le se-
rán notificados los negocios de las dos tierras. (Sic.)
Él es quien hace entrar a los oficiales del distrito, él es quien los hace salir; ellos le no-
tifican los negocios de su distrito.
Pondrá cada petición por escrito, no permitiendo que sea oral. Cada petición se le noti-
ficará al rey, y después lo pondrá por escrito.
Le notificarán a él todo lo que suceda entre ellos en el primer día de cada estación de cua-
tro meses; de eso en sus manos, junto con su consejo local, le traerán el escrito.
Cada oficina de la primera a la última, tiene su origen en la sala del visir para tomar con-
sejo con él.
Inspección de cada arte (palabra no traducida),** a fin de motivar a cada hombre a cono-
cer su deber de acuerdo con la estipulación de cada asunto.10
Éstas son las normas o principios operativos de administración usados por los egip-
cios en su antigua civilización. Como consejos, esos principios podrían ser aplicados fácil-
mente a muchos procedimientos gubernamentales del presente.
9Adaptado de Erman, The Literature if the Ancient Egyptians, pp. 59, 76, 195 y 246.
(Las cursivas son del autor.)
*N. del T. Así en el original inglés.
**Ídem.
10 J.H. Breasted, Ancient Records of Egypt, Chicago: University of Chicago Press, 1906, pp. 269, 274, 277-278 y 291.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 7
Gobierno. El estudio del gobierno egipcio a través de los periodos del Viejo Imperio, Im-
perio Medio y Nuevo Imperio, nos proporciona ilustraciones del reconocimiento del princi-
pio de control, como una operación extendida a través de una organización centralizada.
Primero establecieron en su imperio una forma vagamente descentralizada de gobier-
no. Del 2160 a 1788 a.C., el gobierno fue tan descentralizado que la comisión de impuestos
fue la única atadura real entre el gobierno central y los subestados. El jefe de cada uno de
esos estados debía, por supuesto, lealtad al faraón. El control, sin embargo, fue tan remoto,
que esos estados podrían fácilmente ser comparados con los estados feudales de la historia
medieval europea.11
Al reconocer que este tipo de control resultaba una pérdida de ingresos y de control,
los legisladores del periodo del Nuevo Imperio, con inicio alrededor del 1600 a.C., inicia-
ron una recentralización por medio de la ocupación militar.12 De este modo, los oficiales
del ejército ocuparon puestos administrativos y reorganizaron el gobierno central. Esta
centralización puso el total del territorio en manos de los oficiales con el faraón a la cabe-
za. La autoridad recayó en el faraón, quien delegó autoridad local a los territorios a través
de los gobernadores o corregidores nombrados por el gobierno central. Los nuevos gober-
nadores no actuaron independientemente, como lo hicieron los del Antiguo Reino, sólo
aplicaron las directivas del faraón. El ejército mantenido por el gobierno central recaudaba
los tributos. Como ayuda, el faraón tenía un primer ministro quien realmente tomaba par-
te en la administración del Estado, haciendo frecuentes inspecciones a los territorios.13 De
este modo, los egipcios reconocieron claramente (¡cerca de mil años después!) que las po-
sesiones dispersas, requerían de un gobierno descentralizado, y que sólo sería una forma
de organización administrativa eficaz, si se establecían controles centrales efectivos.
Más tarde, durante el Nuevo Imperio, 1530-1050 a.C., los gobiernos provinciales del An-
tiguo Imperio desaparecieron completamente y también lo fue titularmente. La centraliza-
ción del gobierno fue completada durante la regla de los hyksos, quienes expulsaron a los in-
vasores extranjeros de las provincias y asumieron control absoluto.14 Con eso, el rey se
adueñó de toda la propiedad de Egipto, recaudando del país una renta anual, usualmente
20 por ciento, y en forma de grano.
Si el control vía registros y papeleo es la mejor señal de una civilización avanzada, los
egipcios del Nuevo Imperio podrían ser considerados verdaderamente civilizados. Regis-
tros detallados mantuvieron ocupados a los escribanos. En sus negocios y asuntos de go-
bierno, guardaron documentos para mostrar exactamente cuánto se recibía, de quién y
cuándo, con detalles de cómo era usado. Nada se hizo en el gobierno sin apoyo de docu-
mentos. El siguiente extracto de una carta comercial sugiere la inclinación de los antiguos
egipcios por la documentación:
Esto que te escribo puede servir como un testimonio entre nosotros, y debes guardar esta
carta, que en el futuro puede servir como testimonio.15
11Ibíd., p. 157.
12Ibíd., p. 233.
13Ibíd., pp. 231-45.
14Erman, Life in Ancient Egypt, p. 102.
15Ibíd., pp. 112-13.
8 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
BABILONIA
Bajo Hammurabi, rey de Babilonia, las ciudades a lo largo del valle fueron forzadas a unir-
se para mantener la paz, promulgando leyes que regulaban la propiedad personal, bienes
raíces, comercio y negocios, la familia y el trabajo. Virtualmente, todas las leyes que nos
llegaron de la civilización babilónica son de naturaleza mercantil, tratando temas tales co-
mo ventas, préstamos, contratos, sociedades, acuerdos y pagarés.
Como se podría esperar de esta avanzada civilización, sus transacciones mercantiles
fueron abundantemente documentadas en tablillas como un medio de control. En ellas
encontramos uno de los primeros reconocimientos del principio de la no delegación de
responsabilidades. Esto se ilustra en una carta del rey, asignando diez hombres para tra-
bajar en la construcción de un canal. En la carta se hace saber que si la obra no fuera ter-
minada en forma adecuada, sería el supervisor y no los subordinados, quién sería casti-
gado.17 Se opina que el más antiguo código conocido y que precede al de Hammurabi en
más de 150 años, es el código Akkadian de Eshnunna, con sus regulaciones de precios y
penalidades criminales.
Hammurabi. Probablemente, sin embargo, la contribución más significativa de los ba-
bilonios al pensamiento administrativo fue el código de Hammurabi, vigente durante el
periodo entre el 2000 y 1700 a.C. Este código, como el código Akkadian, es uno de los más
antiguos códigos legales conocidos en el mundo, y nos ofrece perspicazmente penetrar en
su pensamiento acerca de la administración. Los siguientes extractos son ilustrativos.
Sobre salarios mínimos: si un hombre contrata a un agricultor, le pagará ocho gus de granos por
año.18
Sobre control: si un hombre entrega a otro plata, oro, o cualquier cosa en depósito, cual-
quiera que sea la cosa que dé, arreglará los contratos y mostrará a un testigo y entonces ha-
rá el depósito.19
Si un mercader da a un agente grano, lana, aceite o mercaderías de cualquier clase pa-
ra negociar con ellas, el agente pondrá por escrito el valor y el dinero que devolverá al mer-
16Sir Gardner Wilkinson, Manners and Customs of Ancient Egyptians, 2a ed., London: John Murray [Publishers]
Ltd., 1842, p. 8.
17Georges Contenau, Everyday Life in Babylon and Assyria, London: Edward Arnold [Publishers] Ltd., 1954, p. 86.
18Robert F. Harper, The Code of Hammurabi, King of Babylon, Chicago: University of Chicago Press, 1904, p. 157.
19Ibíd., p. 122.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 9
cader. El agente reclamará un recibo sellado por el dinero que dio al mercader. Si el agente
es descuidado y no reclama un recibo por el dinero que ha dado al mercader, entonces el di-
nero no ingresó como para ser asentado en su cuenta.20
Sobre responsabilidad: el arquitecto que construye una casa que se derrumba, matando al
ocupante, será condenado a morir.21
Si un vendedor de licor permite que en su establecimiento haya una orgía, no haciendo
nada por evitarla, será condenado a muerte.22
Si el hijo de un hombre muere, estando bajo el cuidado de una nodriza, y la ésta ha si-
do sustituida por otra nodriza, sin consentimiento del padre y de la madre, a esa nodriza se
le cortarán los senos.23
Si un cirujano opera una herida con una lanceta de cobre y el paciente muere, u opera
el ojo de un gentil hombre que como consecuencia lo pierde, le serán cortadas las manos.24
HEBREOS
Se ha dicho de los hebreos, que ningún otro pueblo en la historia tan pequeño en número
y tan políticamente débil, con la posible excepción de los griegos, ha ejercido tan impor-
tante influencia en la civilización.
Moisés, uno de los hebreos prominentes, fue un líder y administrador cuya habilidad
en el gobierno, en la legislación y en relaciones humanas le hizo digno de especial noto-
riedad. La preparación, organización y ejecución del éxodo de los hebreos, que los liberó
de la esclavitud de los egipcios, fue una tremenda empresa administrativa. Siguiendo el
consejo de su suegro, Moisés hizo un magnífico trabajo de selección de personal, de adies-
tramiento y organización. El relato completo se encuentra en el capítulo 18 del Éxodo y
claramente ilustra tanto el principio de delegación como el de excepción: “Ellos juzgarán
de cada asunto pequeño, pero te traerán a ti los asuntos importantes.”
Este relato escrito nos ofrece uno de los registros, para una filosofía y plan de organiza-
ción, más antiguos y más comúnmente disponibles. El consejo de Jetro, suegro de Moisés,
indica un reconocimiento de la necesidad de delegar autoridad, mediante la asignación de
tareas, así como también de la efectividad del principio de excepción. Es una anotación sim-
ple de un concepto administrativo fundamental para toda administración.
CHINA
Los chinos han sido reconocidos sobre todo por su sabiduría, pero pocas investigaciones
se han emprendido para entender sus sentimientos hacia la administración. Los antiguos
escritos de Mencius y Chow (1100, alrededor de 500 a.C.) hacen saber, sin embargo, que
los chinos estaban enterados de ciertos principios de comportamiento sobre organización,
planificación, dirección y control.
Chow. La constitución de Chow, probablemente escrita alrededor de 1100 a.C., es un
directorio de todos los sirvientes civiles del emperador, desde el primer ministro hasta los
sirvientes domésticos, con sus tareas y deberes cuidadosamente relacionados. Hablando
de los poderes del primer ministro, por ejemplo, se escribe lo siguiente:
Ocho cosas conserva para ayudar al emperador a manejar a sus numerosos oficiales: la pri-
mera es el rango que controla su distinción. La segunda es el emolumento que controla su
riqueza. La tercera es el favor que controla su fortuna. La cuarta es la estipulación que con-
trola su conducta. La quinta es su cuidado que controla sus mercedes. La sexta es la confis-
cación que controla su desamparo. La séptima es la remoción que controla sus fallos. La oc-
tava es la muerte que controla sus abusos.
Ocho regulaciones conserva para regir los diferentes departamentos del gobierno. La pri-
mera pertenece a la organización de forma que el gobierno del Estado pueda ser estableci-
do. La segunda pertenece a sus funciones de manera que el gobierno del Estado pueda ser
clarificado. La tercera pertenece a sus relaciones de forma que el gobierno del Estado pueda
ser colaborador. La cuarta pertenece al procedimiento de modo que el gobierno del Estado
pueda ser eficiente. La quinta pertenece a sus formalidades, de forma que el gobierno del
Estado pueda reflejar permanencia. La sexta pertenece a su control, de manera que el gobier-
no del Estado pueda ser completo. La séptima pertenece a lo punitivo, de modo que el go-
bierno del Estado pueda ser corregido. La octava pertenece a su contabilidad, de forma que
el gobierno del Estado pueda estar sujeto a auditoría.
Ocho métodos retiene para gobernar al país. El primero es de ritos y cultos, a fin de con-
trolar su espíritu. El segundo es de reglamentos y normas, a fin de controlar a sus grandes
funcionarios. El tercero es de remoción y nombramientos, a fin de controlar a sus funciona-
rios menores. El cuarto es de remuneración y rango, a fin de controlar a sus eruditos. El
quinto es de impuestos y tributos, a fin de controlar sus recursos. El sexto es de ceremonias
y costumbres, a fin de controlar su pueblo. El séptimo es de penas y premios, a fin de con-
trolar su fortaleza. El octavo es de cultivos y otros empleos, a fin de controlar a la pleble.26
De este modo, encontramos en China, hace más de tres mil años, conceptos que tie-
nen resonancia administrativa contemporánea: la organización, funciones, cooperación,
procedimientos para mejorar la eficiencia y varias técnicas de control.
26Kuo-Cheng Wu, Ancient Chinese Political Theories, Shanghai: The Commercial Press, Ltd., 1928, pp. 40-41.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 11
Uso de la junta de consejo. El emperador Yao, quien de acuerdo con la leyenda, reinó
alrededor de 2350 a 2256 a.C., hizo uso constante de su junta de consejo consultándola
en cada decisión importante.27 Shunm también empleó la junta de consejo, reuniéndose
con los más altos funcionarios de su gobierno en todo el imperio, buscando su consejo so-
bre cómo abrir todas las puertas de la comunicación entre la corte y el imperio, de mane-
ra que pudiera ver con los ojos y escuchar con los oídos de todos los súbditos.
Más tarde, (en 1766-1754 a.C.), T’ang, fundador de la dinastía Shang, siguió el mismo
principio al permitir a sus ministros capaces, tener libertad en el manejo del gobierno a fin
de hacer uso completo de su sabiduría y talento.28
Debido al éxito y poder de éstos y otros monarcas de la antigüedad, el uso de este
principio llegó a ser una institución tradicional en el gobierno de China. Esta tradición fue
tan fuerte que cuando el joven emperador T’ai Chai (1753-1721 a.C.), de la dinastía Shang,
ignoró repetidamente el consejo de sus asesores, su primer ministro, quien había servido
muchos años bajo esa dinastía, lo depuso por un periodo de tres años, reinstalándolo só-
lo después de que, arrepentido, estuvo de acuerdo en respetar los consejos de los consul-
tores.
Con el paso del tiempo, este principio comenzó a ser aplicado por mandatarios de
rango inferior. King Wu (1122-1116 a.C.), fundador de la dinastía Chow, promovió su uso
entre sus reyes vasallos, e incluso especificó en su designación del príncipe Ching, que
mantendría consejeros para consultarlos antes de tomar cualquier decisión importante.29
Mencius. Volviendo a referirnos a los escritos de Mencius, encontramos que él creyó
que las leyes por sí solas eran insuficientes para regular los negocios, y que todo interesa-
do debería adherirse a un modelo de operación que fuera ordenado por la ley de Dios y
usarse como un patrón para gobernar. Alrededor del 500 a.C., Mencius indicaba clara-
mente la necesidad de tener un sistema, una metodología y modelos para una adminis-
tración eficiente cuando observó:
Cualesquiera que sean las metas de un negocio en este mundo, debe tener un sistema. No hay
un negocio que pueda triunfar si no cuenta con un sistema. Desde los ministros y generales has-
ta los cientos de artesanos, todos tienen un sistema. El artesano emplea la regla para trazar un
cuadrado y el compás para hacer un círculo. Todos ellos, calificados y no calificados, usan este
sistema. Los calificados pueden a veces trazar un círculo y un cuadrado tan sólo usando su des-
treza. Pero con un sistema, aun los no calificados pueden lograr los mismos resultados, aunque
no posean ninguna destreza. De aquí que cada artesano posea un sistema como modelo. Aho-
ra, si nosotros gobernamos el imperio, o una gran ciudad, sin un sistema como modelo, ¿no so-
mos menos inteligentes que un artesano común?30.
27James Legge, trad., The Chinese Classics, Hong Kong: Hong Kong University Press., 1960, p. 26.
28Ibíd., pp. 180-81.
29Ibíd., p. 57.
30Ibíd., p. 226.
12 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Mencius respondió:
...hombres de alta y baja condición por igual tienen sus propias y convenientes actividades
y cualquier hombre se proveerá con los productos del trabajo de otros hombres. Si él los fa-
bricara todos para su propio uso, todos en el imperio serían desalojados de los caminos.*32
Sun Tsu, escrito alrededor del 500 a.C., El arte de la Guerra de Sun Tsu es el más viejo
tratado militar en el mundo. Y todavía hoy, desaparecidos los carros de guerra y transfor-
madas las armas, esta antigua pieza persiste debido a su fundamental tratamiento. Para
aquellos jefes militares y administradores modernos que lo han estudiado con cuidado,
este tratado es aún una valiosa guía, como se indica por los siguientes fragmentos:
Sobre planificación: el general victorioso hace muchos cálculos mentales antes que la batalla
se pierda. El general que pierde una batalla hace pocos cálculos antes de manejarla. Tenien-
do en cuenta este punto, yo puedo ver quién es probable que gane o pierda.33
Sobre dirección: si las palabras de mando no son claras ni precisas, si las órdenes no son
completamente comprendidas, el general es culpable. Pero si sus órdenes son claras, y, sin
embargo, los soldados desobedecen, entonces el fallo es de sus oficiales.34
Finalmente, hace más de dos mil años, hablando sobre organización, Sun Tsu previno:
“Cuando el general es débil y sin autoridad; cuando sus órdenes no son claras ni precisas;
donde no hay deberes fijos asignados a hombres y oficiales; una extrema desorganización
será el resultado.”35
La selección científica de trabajadores por medio de exámenes fue establecida por el
gobierno chino alrededor de 120 a.C. Debido a la incapacidad de empleados y funcionarios
para leer los edictos y leyes del gobierno, el primer ministro Kung-Sun Hung estableció un
sistema de pruebas, dando a quienes se quedaron más altamente clasificados, posiciones
en el gobierno. En el 219 d.C. este sistema fue ampliado clasificando a los postulantes en
nueve grados distintos, dependiendo del conocimiento, experiencia, carácter y habilidad
de los hombres. La clasificación quedó al cuidado de un juez imparcial. El juez, sin embar-
go, no fue lo suficientemente imparcial y el sistema fue remplazado en 606 d.C. (¡Después
de ensayarlo durante 400 años!) por un examen gubernamental.36
31Chen Huan-Chang, The Economic Principles of Confucius and His School, New York: Columbia University Press,
1911, caps. I y II, pp. 408-09.
32Ibíd., p. 59.
33Thomas P. Phillips, Roots of Strategy, Harrisburg: Military Service Publishing Co., 1955, p. 23.
34Ibíd., p. 75.
*N. del T. Sin especialización no habría comercio, sin comercio los caminos serían un derroche.
35Ibíd., p. 73.
36Hu Shish, Historical Foundations for a Democratic China, “Edmund J. James, Lectures on Government”, 2a Serie,
Urbana: University of Illinois Press, 1941, así citado por Albert Lepawsky, Administration, New York: Alfred A.
Knopf, Inc., 1949, p. 428.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 13
GRECIA
Griegos, fenicios y monoanos, luciendo su poder algo después que los chinos, babilonios y
egipcios, exhibieron verdadera calificación y capacidad para administrar las operaciones
de compañías comerciales. Grecia desarrolló un gobierno democrático con todas las com-
plicaciones administrativas que tal gobierno necesariamente conlleva, y en la civilización
griega encontramos el origen del método científico. Para los griegos la palabra historia lle-
gó a significar investigación del conocimiento verdadero. Cuestionando toda clase de ideas
y conocimientos, los griegos descubrieron los criterios de la investigación e introdujeron la
ciencia y la educación en muchas esferas. La influencia del método científico sobre la ad-
ministración es obvia. Este tipo de inquisición objetiva llegó a ser después la meta última
de hombres como Frederick W. Taylor, Henri Fayol, Frank B. Gilbreth y otros líderes en el
campo de la administración.
Los griegos desarrollaron un nuevo tipo de gobierno de la ciudad, la polis, que alentó
el libre intercambio de ideas. La polis proporcionó práctica y experiencia en la discusión
abierta, y gracias a eso los griegos dieron ejemplos positivos y evidencia amplia de los va-
lores de esos procesos que en administración conocemos como deliberación o supervisión de-
liberativa.37
Principios de administración. Los griegos tempranamente reconocieron el principio de
que la producción máxima es alcanzada mediante el uso de métodos uniformes a tiempos
estipulados. Esto fue especialmente cierto, pero duro y monótono. Donde el trabajo era re-
petitivo, el tiempo se estableció musicalmente. La flauta y el clarinete gobernaron los movi-
mientos, con sonidos para cada tarea y para cada operación.38 De esta forma introdujeron rit-
mo, tiempos de trabajo y movimientos tipo, trabajando en armonía con la música. Cuando a
esas ventajas agregamos el efecto psicológico positivo de la música, podemos comprender
por qué el resultado fue un aumento en la producción y una reducción en el esfuerzo y fa-
tiga desperdiciados.
Como en otras civilizaciones, en Grecia, el comercio fue hereditario y la especialización
estuvo a la orden del día. La especialización fue llevada tan lejos que los canteros no afila-
ban sus propias herramientas, y Platón llegó a establecer en sus leyes que ningún hombre
debería trabajar simultáneamente la madera y el hierro, ya que así no descollaría.39
En su República, Platón dio a la ciencia económica su primera teoría sobre la especia-
lización o división del trabajo, cuando estableció:
¿Quién será mejor, el que se dispersa en diferentes actividades o aquél que se confina en la pro-
pia? Se hace mejor y más fácilmente cuando un hombre hace una cosa en armonía con su ha-
bilidad y en el momento oportuno. No debemos sorprendernos al encontrar que en las gran-
des ciudades los artículos están mejor hechos que en las pequeñas. En éstas, el mismo
trabajador hace una cama, una puerta, un arado, una mesa y, frecuentemente, hasta una casa.
…Es imposible ahora que un trabajador que hace tantas cosas sea igualmente diestro en to-
das. En las grandes ciudades por otra parte… un hombre puede vivir de una ocupación sin-
37Curtis H. Gager, “Management Throughout History”, Top Mangement Handbook, ed. H.B. Maynard, New York:
McGraw-Hill Book Company, 1960, p. 58.
38Gustave Glotz, Ancient Greece at Work, New York: Alfred A. Knopf, Inc., 1926, pp. 272-75.
39Jules Toutain, The Economic Life of the Ancient World, New York: Alfred A. Knopf, Inc., 1930, pp. 133-34.
14 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
gular, algunas veces solo practica una rama especial de una ocupación. Uno hace zapatos de
hombre, otro de mujer, uno vive de sólo coser zapatos, otro de cortar las pieles… Un hom-
bre cuyo trabajo es confinado a tarea tan limitada debe necesariamente sobresalir en ella.40
40Francis Cornford, The Republic of Plato, New York: Oxford University Press, 1959, pp. 65-67.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 15
“¿No es, entonces, el deber de ambos”, preguntó Sócrates, “sujetar a aquéllos bajo su
mando a la obediencia y sumisión?”.
“Incuestionablemente.”
“¿No es también el deber de ambos señalar y fijar a las personas que cumplan los dife-
rentes deberes?”
“Eso es también incuestionable.”
“Castigar al malo, y premiar al bueno, pertenece también, creo yo a cada uno de ellos”
“Eso también es cierto.”
“Y qué crees, ¿es o no el interés de ambos ganar para sí aliados y auxiliares?”
“Ciertamente; pero pregunto”, ¿servirá de algo saber manejar bien una familia, si es ne-
cesario pelear?”
“En ese caso, será sin duda grandemente ventajoso”, dijo Sócrates; “pues el buen admi-
nistrador de una casa, sabiendo que nada es tan ventajoso o provechoso como obtener la de-
rrota de los enemigos cuando se contiende con ellos, nada tan improductivo y dañoso como
ser derrotado; fervorosamente buscará y proveerá con todo aquello que puede conducir a la
victoria; cuidadosamente vigilará y se guardará contra cualquier cosa que lo lleve a perder,
se comprometerá vigorosamente si ve que sus fuerzas tienen probabilidades de ganar, y, lo
que no es menos importante, cautamente evitará comprometerse si se encuentra insuficien-
temente preparado”.
“De aquí, Nicomaquides”, agregó “no desprecies a los hombres superiormente calificados
en manejar una familia; pues la conducta de los negocios privados difiere de los de interés
público sólo en su magnitud; en otros aspectos son similares; pero lo que más cabe observar,
es que ninguno se maneja sin hombres; y que los de interés público no son conducidos por una
especie de hombres, y los de interés público por los de otra; pues aquéllos que manejan nego-
cios públicos hacen uso de hombres en nada diferentes en naturaleza de los que emplean aqué-
llos que conducen asuntos privados; y aquéllos que saben cómo emplearlos, conducen los
asuntos privados o públicos juiciosamente, mientras aquéllos que no saben, errarán en el ma-
nejo de ambos.”41
Y así Sócrates revisó los deberes de un buen negociante y un buen general para mos-
trar que son, de hecho, los mismos. Es deber de ambos lograr de sus subordinados dispo-
sición a servir y obediencia, y colocar al hombre adecuado en cada puesto. Además, tan-
to uno como el otro deberán castigar al malo y premiar al bueno. Ambos harán bien
ganándose la buena voluntad de sus inferiores. Es interés de los dos atraerse aliados y au-
xiliares. Ambos serán capaces de mantener lo que tienen. En su propia tarea, los dos de-
berán ser diestros y diligentes.
Nicomaquides aceptó que esos deberes son comunes a ambos, pero pelear no lo es. Y
Sócrates apuntó que ciertamente los dos están constreñidos para descubrir enemigos y que
es importante para ambos alcanzar superioridad sobre ellos. Desde que de la victoria se ob-
tienen provechos y de la derrota pérdidas, el buen negociante ardientemente buscará y
proporcionará todo lo que contribuya a la victoria y será cuidadoso para considerar y evi-
tar aquello que conduzca a la derrota. Y, finalmente, Sócrates advierte a Nicomaquides no
subestimar al negociante; que la administración de intereses privados y públicos emplean
los mismos hombres y principios; y que el empresario victorioso es aquél que comprende
41Xenophon, Memorabilia and Oeconomicus, trad. E.C. Marchant, The Loeb Classical Library ed., Cambridge: Har-
vard University Press, n.d., pp. 186-87.
16 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
esos principios y los emplea en cualquier área en que pueda haber empresa —y falla si él
no comprende esta universalidad de aplicación.
El arte de la administración. Jenofonte indicó claramente también que reconocía y
creía en la administración como un arte distinto y separado cuando escribió:
INDIA—ARTHASASTRA DE KAUTILYA
Aunque muchas personas hoy saben de Maquiavelo, pocos han oído hablar de Kautilya,
su contraparte, quien le precedió por 2000 años. Brahman Kautilya, también llamado
Vishnugupta, fue un importante erudito que jugó un papel dominante en el estableci-
miento, crecimiento y preservación del Imperio hindú durante la cuarta centuria a.C.
El principal trabajo de Kautilya es el Arthasastra, la ciencia de la política, escrita alrede-
dor del 321 a.C. Su tema dominante es la administración política, social y económica del Es-
tado. Al tratar con una gran variedad de materia, cubre casi todos los aspectos de la teoría
del gobierno. Escribe sobre los deberes del rey, sus ministros y consejeros, y sobre reunio-
nes de consejo, departamentos de gobierno, diplomáticos, guerra y paz. Él cubre, además,
la organización y administración de los negocios y el comercio, leyes y tribunales, gobier-
no municipal, costumbres sociales, matrimonio y divorcio, derechos de la mujer, impuestos
e ingresos, agricultura, minas y factorías, mercados, corporaciones, operaciones censales,
rastros y muchos más. Debido a su objetividad y descuido por la moralidad y compasión hu-
mana en sus escritos, el nombre de Kautilya en India, ha llegado a ser sinónimo de adminis-
tración poco escrupulosa y siniestra. Su principal propósito, sin embargo, no fue diferente del
de Maquiavelo (de quien hablaremos después), esto es, simplemente analizar las prácticas
políticas victoriosas en el pasado y deducir de ellas qué principios deberían seguirse para el
buen éxito político del futuro. Su Arthasastra, sin embargo, fue un intento honesto de inves-
tigación científica —no de deberes morales—. Él mostró lo que los hombres desearon hacer,
no lo que ellos deberían hacer. No una advocación de la inmoralidad y perversidad, simple-
mente ignoró todos los conceptos de moralidad y estableció que si el éxito político era lo que
se deseaba, entonces para alcanzarlo uno debe hacer de este modo y de aquél otro.
En su discusión sobre la administración de un imperio, cubre defensa del Estado, fi-
nanzas personales, trabajos públicos, asuntos urbanos, leyes y orden, y muchos más. Sus
especificaciones de las cualidades de un funcionario estatal cubren, de hecho, muchos de
los requerimientos presentes:
Nativo nacido de elevada familia, influyente, bien adiestrado en artes, poseedor de visión,
prudente, de gran memoria, osadía, elocuente, bien calificado, inteligente, poseedor de entu-
42J.S. Watson, Xenophon’s Minor Works, London: G. Bell & Sons, Ltd., 1898, pp. 73, 74 y 145.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 17
siasmo, dignidad y paciencia, de carácter puro, afable, leal a la realeza, dotado de excelente
conducta, vigoroso, saludable y bravo, libre de inclinaciones a la dilación y frivolidad, afec-
tuoso, libre de pasiones tales como el rencor y el odio —ésas son las calificaciones de un fun-
cionario ministerial.43
Y así se comporta el trabajo altamente innovador. Para Kautilya, el Estado era una ins-
titución necesaria para el desarrollo humano. En esta creencia, bosquejó casi todo lo que
el Estado debería hacer y describió cómo debería ser manejado para el mejoramiento de
los individuos. Siendo probablemente uno de los más antiguos y más comprensivos tra-
bajos sobre la organización y administración de asuntos humanos del Estado, la Arthasas-
tra de Kautilya merece una lectura más amplia.
Ellos (los comandantes) salieron de sus pabellones, y caminando, observaron entre ellos la
gran memoria retentiva que tenía Ciro, y cómo él al dar sus órdenes a aquéllos a quienes ha-
bía asignado sus puestos, les llamó a cada uno de ellos por su nombre. Ciro fue capaz de
hacer esto poniendo su atención en ello; pues pensó que sería muy extraño que mientras los
artífices conocen los nombres de sus herramientas, cada uno en su propio arte, y los médi-
cos saben el nombre de todos los instrumentos y medicinas que ellos usan; un general sería
demasiado ignorante no conociendo los nombres de los comandantes a él sujetos, y a quie-
nes él debe necesariamente utilizar como sus instrumentos dondequiera que desee la captu-
43R. Shamasastry, trad., Kautilya´s Arthasastra, Mysore: Sri Raghuveer Printing Press, 1956, p. 14.
44Ibíd., p. 104
45J.S. Watson y Henry Dale, trad. Xenophon´s Cyropaedia and the Hellenies, London: G. Bell & Sons, Ltd., 1898,
p. 41.
*N. del T. Le recomienda la autocrítica.
46Ibíd., p. 42.
18 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ra de cualquier puesto, mantener en guardia, animar a sus hombres, o meter terror al ene-
migo; y cuando decidiera hacer honor a cualquiera, pensó que llegaría a él llamándole por
su nombre. Él también era de la opinión, de que quienes se sabían conocidos por su coman-
dante, serían, de este modo, más vehementes para ser vistos realizando una acción honora-
ble, y más ansiosos para abstenerse de hacer cualquier cosa que fuera ignominiosa. Pensó
que sería también muy poco hábil, cuando una persona desea que algo sea hecho para él,
dar órdenes como algunos patrones daban las suyas… “alguien vaya por agua, alguien par-
ta la leña”; pues cuando las órdenes se dieron de tal manera, todos los sirvientes le parecieron
a él mirarse uno al otro, y nadie ejecutó lo que fue ordenado; y mientras todos aparecían estar
en falta, nadie estaba avergonzado o asustado de su culpabilidad, porque participaban de cul-
pa igualmente con muchos otros. Por esas razones, nombró a cada uno cuando les dio sus
órdenes.47
…él puso atención extrema en el esmero de la distribución… Las otras partes del ejército fue-
ron dispuestas de tal manera, que cada uno conocía su propio campo tanto en cuanto a di-
mensión como en cuanto a posición. Cuando se preparaban para marchar, cada hombre em-
paca el bagaje que le han indicado que debe usar, mientras otros lo colocan sobre las bestias de
carga; de tal manera que todos los cargadores de bagaje toman al mismo tiempo, el bagaje que
se les ha indicado que lleven, y todos, al mismo tiempo, lo colocan, separadamente sobre sus
bestias. Así que el mismo tiempo basta para mudar todos los pabellones… El caso es el mismo
con respecto al levantamiento de los pabellones. A fin, también, de que pueda ser hecho to-
do lo necesario en el tiempo apropiado, se señala del mismo modo, a cada hombre qué es lo
que tiene que hacer; y por estos medios, el mismo tiempo basta para hacer las cosas en una
parte y en todas… (Las cursivas son del autor.)48
47Ibíd., p. 153.
*(Pluma y espada en Grecia y Roma.)
48Ibíd., p. 267.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 19
noche, de modo que en caso de alarma pudieran por sí mismos vestirse y armarse en el
tiempo mínimo y sin confusión. Raciones y utensilios de comida son colocados a la mitad
del pabellón; los picos hacia arriba en el piso, con los escudos inclinándose contra ellos y
el lado cóncavo hacia los hombres; vestiduras y equipo a la izquierda de cada hombre en
un orden preestablecido según durmiera. Los hombres fueron adiestrados en vestirse y
armarse, comenzando en los pies, de modo que ninguna pieza del equipo, puesta ya, in-
terfiera con el ajuste de la última pieza.49
El interés especial de la historia castrense para el estudiante de administración no des-
cansa, por supuesto, en el carácter de sus objetivos, que no tienen paralelo en otros cam-
pos, sino más bien en los aprovechamientos que han surgido de la naturaleza de esos ob-
jetivos. Muchos de esos provechos tienen aplicación directa en la administración. De
particular interés es el desarrollo del sistema staff de organización.
Principio “staff”.* El principio staff en una organización militar es tan viejo como la
guerra misma. Destacados jefes alcanzaron victorias notables, pero su buen éxito depen-
dió mucho de sus cavilaciones, planeando con sus staff las batallas. Donde grandes fuer-
zas estuvieron envueltas, ni aun un genio militar estaría dotado con suficiente capacidad
física y mental para atender todos los detalles que inciden en la organización, administra-
ción, mantenimiento y operaciones de campo de un ejército. En lugar de eso, el staff del
comandante le ayudaba a formular planes, poniéndolos por escrito y coordinando a los
subordinados en sus actividades.
La primera indicación significativa del uso del sistema staff ocurrió durante el reina-
do de Alejandro el Grande (336-323 a.C.). Alejandro mandó una de las maquinarias milita-
res más grandes en toda la historia durante 13 años de campaña continua que extendió
sobre todo el mundo hasta entonces conocido en el occidente. No obstante su genio, ni
aun Alejandro podría afirmar que el espectáculo de su conquista fuera la demostración de
un solo hombre. Aunque su jefatura estuvo altamente personalizada, la base de su orga-
nización fue un grupo de oficiales que estuvieron bajo su dirección personal. Hoy los lla-
maríamos jefes de staff, adjuntos y ayudantes de campo. Aunque no tenemos una descrip-
ción deslindadora de sus obligaciones, hay evidencia claramente indicadora de que a cada
uno se le confió una función específica. Efestión, por ejemplo, fue frecuentemente encar-
gado del abastecimiento; Diades fue el ingeniero; y, Laomedón como mariscal preboste.
Como Tarn lo señaló: “…Alejandro tuvo a su alrededor un cuerpo de hombres de gran po-
sición…, esos hombres actuaron como un consejo informal.”50
Los métodos y organización militar de Alejandro y la dirección de sus hombres in-
fluenciaron las ideas de Aníbal, César, Federico y Napoleón. Por el tiempo de César, el
pensamiento militar fue capaz de diferenciar entre inteligencia y funciones operacionales,
un desarrollo significativo en la evolución del concepto de staff en la organización de las
fuerzas militares. En la primera parte del siglo XVII, Gustavo Adolfo tomó esas contribu-
49O. Spaulding, Pen and Sword in Greece and Rome, Princeton, N.J.; Princeton University Press, 1937, pp. 102-03.
50W.W. Tarn, Alexander the Great, Boston: Beacon Press, 1957, p. 12.
*N. del T. Aunque en algunos casos resulta conveniente emplear los términos “cuerpo consultivo” en lugar de
staff. Considero preferible, cuando se refiere a ese conocido principio de administración, usar del término en in-
glés, respetando así lo que la costumbre ha aceptado.
20 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ciones y agregó un toque personal, con el resultado que muchos historiadores datan la
guerra moderna de ese periodo.51
Si comparamos la administración de las organizaciones industriales con la de la ma-
quinaria bélica, encontraremos las condiciones vitales para dirigirlas con buen éxito mar-
cadamente iguales. Se da el mismo hombre con sus necesidades, motivaciones y senti-
mientos; se requiere la misma protección contra el descuido, la pereza, la envidia, el temor
y el egoísmo; y se coloca la misma confianza sobre la inteligencia, la iniciativa, la energía y
la fidelidad. Para triunfar en la administración es esencial un plan, y la preparación de un
plan completamente coordinado requiere del esfuerzo de un colectivo y coordinado staff.
disciplina, delegación de autoridad y reconocimiento de distinciones de línea y staff, todas
importantes en administración, han sido prestadas en muchas instancias de la milicia. De
hecho, las contribuciones de la milicia a la ciencia de la organización es el legado singular
más importante a la administración.
ROMA
Con singular inclinación hacia la determinación y talento administrativo superior, los ro-
manos consiguieron el control de una población estimada en 50 millones de personas, ex-
tendiéndose desde Gran Bretaña en el oeste hasta Siria en el este, e incluyendo Europa y
todo el norte de África. A pesar de que los fallos administrativos causaron la caída de Ro-
ma, el puro hecho de que Roma fuera capaz de levantar un gobierno y una estructura mi-
litar de tan gigantescas proporciones y dirigirlos con tanto éxito durante tantos años, es
un tributo a su superior y avanzada capacidad y habilidad administrativa.
51J.D. Hittle, The Military Staff, Harrisburg: Military Service Co., 1949, p. 36.
52Xenophon, Memorabilia and Oeconomicus, pp. 421-69.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 21
jo puesto por él en la visita previa y debe compararlo con los resultado obtenidos. Si el mal
tiempo impide que sean completados ciertos trabajos, Catón aconseja entonces que el pro-
pietario repase con el supervisor los trabajos que a pesar de la lluvia se podrían haber he-
cho, tales como la limpieza del establo, clasificar granos, limpiar semilla y reparar apara-
tos. Finalmente, el propietario debe dar órdenes para la terminación del trabajo que se
ha descuidado, órdenes que deben ser claras y completamente comprendidas por el su-
pervisor.
Catón establece que las cuentas de dinero, abastecimiento y provisiones deberán ser
anotadas para descubrir cuánto vino y aceite se ha vendido, qué precio se obtuvo, cuán-
to está disponible, y cuánto queda para ser vendido. Finalmente, Catón señala que el pro-
pietario debe dar al supervisor por escrito un plan de trabajo para el año.53
Volviendo al supervisor, Catón relaciona entre sus deberes los siguientes:54
Debe:
Mantener la disciplina,
respetar los derechos de otros y firmemente proteger los propios.
Solventar riñas físicas; si alguno es culpable debe administrar el castigo.
Mostrar aprecio por la cortesía para alentar a otros a practicarla.
Mantenerse ocupado.
Atender a aquéllos a quienes el patrón le ha recomendado y establecer relaciones con
otros dos o tres agricultores, de tal modo que pueda intercambiar cosas necesarias en una
emergencia.
Llevar frecuentemente sus cuentas con su patón. ¡No se deben consultar adivinos, nigro-
mantes, decidores de la fortuna ni astrólogos!
Dar los más altos cumplimientos al equipo de domadores que mantiene su ganado en
las mejores condiciones.
Finalmente, debe planear todo el trabajo con anticipación suficiente, ¡pues si algo se
hace tardíamente todo se retardará, y aun detenido el trabajo, los gastos continuarán!
¿Cuáles son las obligaciones presentes del capataz? Sostener fluida la producción,
mantenimiento de la planta y equipo, mantenimiento de las comunicaciones, manteni-
miento de la disciplina, manejo de las relaciones humanas, anticipar planes, participación
—todo lo cual fue ya establecido o implicado por Catón que vivió entre 234 y 149 a.C.
Durante los últimos 50 años se ha puesto bastante atención y énfasis en la selección y
ubicación del personal. Sin embargo, Varrón, que vivió entre 116 y 28 a.C., ha dicho esto
sobre la selección de braceros agrícolas:
Selecciona para braceros a aquéllos aptos para el trabajo pesado y que tengan algunas apti-
tudes para la agricultura, lo cual puede lograrse probándolos en diferentes tareas y pregun-
tándoles acerca de lo que hicieron para sus anteriores patrones. El capataz deberá tener al-
guna educación, una buena disposición y hábitos de ahorro, y es mejor que sea más viejo
que los braceros, pues ellos en ese caso lo escucharán con más respeto. El capataz debería
ser muy experimentado en trabajos agrícolas, de forma que los trabajadores puedan apre-
53Adaptado de Cato, De re rustica, trad. por un agricultor de Virginia (SIC), Roman Farm Management, New York:
The Macmillan Company, 1913, pp. 52-290.
54Ibíd., p. 33.
CAPÍTULO 1. LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES ✦ 23
ciar que lo que le confiere mando al capataz es el gran conocimiento y habilidad. Nunca se
deberá autorizar al capataz a reforzar su disciplina con el látigo si puede lograr sus resulta-
dos con palabras. Es prudente elegir un capataz casado porque el matrimonio lo hará más
estable y lo arraigará en el lugar. El capataz trabajará más vigorosamente si se le ofrecen re-
compensas…55
RESUMEN
Es muy probable que el proceso administrativo comenzara primero en la organización fami-
liar, expandiéndose después a la tribu, y que finalmente penetró en las unidades políticas for-
males, tales como las encontradas en la antigua Babilonia. En esas organizaciones, se inven-
tó un tipo de control financiero y archivo que ordinariamente tomó la forma de tablillas de
arcilla con inscripciones. El reconocimiento del concepto de responsabilidad administrativa
fue claramente establecido a través del Código de Hammurabi. Finalmente, los egipcios nos
suministraron uno de los primeros ejemplos, de una organización descentralizada dispersa,
con poco o ningún control, y consecuentemente sus pobres resultados finales. Este sistema
de organización es el primer caso registrado de la utilización de una forma descentrali-
zada de organización para dirigir un imperio, e ilustra la debilidad inherente de este sis-
tema que para dirigir un imperio, e ilustra la debilidad inherente de este sistema que
eventualmente lo llevó a su extinción. La competencia de los egipcios en la planificación y
construcción de edificios públicos, es evidente en sus construcciones y pirámides. Los he-
breos, también, hicieron su contribución a la teoría de la organización e ilustraron primero
el principio de excepción.
Los antiguos filósofos chinos fueron los primeros en reconocer la necesidad de la se-
lección de personal y del staff por medios metodológicos, que ellos cubrieron a través de
su sistema de servicio civil. En todas esas antiguas civilizaciones vemos una y otra vez
evidencias del antiguo reconocimiento del uso de staff así como del principio de especiali-
zación, notando, especialmente en los escritos de Mencius, su aplicación en áreas tales co-
mo división de un oficio y en oficios hereditarios. La ciencia de la polity, la administración
de las ciudades y Estados, aparecieron primero en la India en los escritos de Kautilya.
Quizá los griegos, más que ningún otro pueblo, nos suministraron la documentación
más amplia de los principios de administración en los escritos de Jenofonte, acerca de la
universalidad de la administración, especialización, administración como arte, selección
de personal, delegación de autoridad y estudios de movimiento. ¡Ésos y otros casos de la
historia antigua claramente señalan la “originalidad” de nuestras prácticas administrati-
vas “modernas”!
Los romanos, como hemos visto, cometieron los mismos errores que los egipcios en la
organización de su imperio, sobre una base descentralizada con poco o ningún control.
Pero las civilizaciones parece que nunca aprenden de los errores de otras, y durante la
Edad Media el principio de descentralización fue otra vez violado en el sistema de admi-
nistración feudal, con la misma extinción fina como resultado.
55Varro, Rerum rustican libritres, trad. por un agricultor de Virginia (SIC), Roman Farm Management, New York:
The Macmillan Company, 1913, p. 277.
24 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ORGANIZACIÓN FEUDAL
Quizá una breve descripción de las principales características de la organización feudal que
existieron entre la caída del Imperio Romano y las tempranas formas conceptualizadas de ad-
ministración, pudiera ayudar a darnos una mejor idea del sistema de organización que domi-
nó en Europa durante esas cuatro centurias, a veces conocida como la época del oscurantismo.
26 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
*N. del T. No encontrando un término apropiado en español correspondiente a scalar, se empleó el vocablo “gra-
dación”, que sin ser un término castizo se ciñe, sin embargo, a la idea que se explica en el contexto. En algunos
textos en español sobre administración, se refieren al principio de la jerarquía definiéndola: como la cadena de
relaciones de autoridad directa desde el superior al subordinado a través de toda organización, véase por ejem-
plo, Curso de administración moderna, 3a ed., por Harold Koontz y Cyril O´Donnell, MacGraw-Hill Book Com-
pany, México, 1967 y Ediciones del Castillo, Madrid, 1967. Considero que el principio de “gradación” es un ca-
so especial del de jerarquía, ya que siendo el primero una cadena de relaciones de autoridad, implica además
estratos escalonados estrechamente vinculados internamente, pero sin haber conexión entre los estratos superio-
res y los inferiores, y que, finalmente quebrantan la cohesión de la organización.
1James D. Mooney y Alan C. Reiley, Onward Industry!, New York: Harper & Bros., 1931, p. 149.
CAPÍTULO 2. LA ADMINISTRACIÓN DURANTE EL PERIODO MEDIEVAL ✦ 27
ministrador deseaba organizar una función sobre una base descentralizada, la organiza-
ción debe ser efectuada sobre una base de autoridad conferida, de otro modo la buscada
descentralización se convertiría en desintegración.
ESCRITOS ANTIGUOS
Durante la época medieval, no se escribió virtualmente ningún libro concerniente a los
conceptos de administración. Esto no es sorprendente cuando nos detenemos a conside-
rar el ambiente, los autores y sus factores.
El pueblo vivió bajo condiciones hostiles: la autoconservación fue uno de los intere-
ses primordiales; y poca o ninguna atención se prestó a conceptos muy opuestos a las co-
sas físicas. Quienes escribieron fueron escribas, miembros de órdenes religiosas, o líderes
instruidos de la corte. Los libros fueron laboriosamente escritos a mano y sólo los concep-
tos más importantes fue valioso registrarlos bajo esas tediosas y penosas circunstancias.
Los temas típicos incluyeron la religión, el gobierno del reino, las empresas bélicas y las
leyes de la tierra. Quienes “sabían de letras” y podían leer esos libros fueron los sacerdo-
tes y escribanos, los legisladores y nobles y los hacendados instruidos. No se le dio alta
prioridad al arte de la administración, a pesar de su importancia para cada uno de esos
grupos. El administrar o manejar un feudo, por ejemplo, era frecuentemente asignado a
uno de los súbditos, mientras que el instruido señor se mostraba más interesado en los
más “importantes” sucesos del día como cazar, montar y jugar. No es sorprendente, bajo
esas circunstancias, que pocos o ningún escrito sobre administración se realizara durante
ese periodo; sin embargo, encontramos alguna evidencia de agudeza administrativa y de
“know-how”.* Alrededor del año 900, por ejemplo, Alfabari, al escribir sobre la adminis-
tración de un reino o de un Estado, hizo notar:2
En el Estado modelo debe haber una jerarquía de jefes, bajo el control de una cabeza supre-
ma o príncipe. Este príncipe, cabeza del Estado modelo o de la totalidad de la tierra, debe
poseer ciertos rasgos como: gran inteligencia, memoria excelente, elocuencia, firmeza sin de-
bilidad, firmeza en el logro del bien, amor por la justicia, amor al estudio, amor por la ver-
dad, aversión a la perfidia, temperancia en la alimentación, bebida y placeres, y desdén por
la riqueza.
Todos esos rasgos deben encontrarse en sólo un hombre, situado en el cargo de dirigir la
complicada maquinaria del Estado. En caso de que todos esos rasgos no se pudieran encon-
trar en un sólo hombre, entonces deberá hacerse una investigación para determinar si hay
dos o más individuos que conjuntamente posean los rasgos requeridos. Si hay dos, ambos
regirán el Estado modelo. Si hay tres, entonces esos tres deberán regirlo. Si se necesitan más,
todos deberán regirlo.
¡Qué gran lista de rasgos modelo es está pintura para un administrador contemporáneo!
Además, señala la sabiduría de una administración dual, o control por un grupo complemen-
tario.
*N. del T. Como en el caso de staff, los términos “know-how” encierran una idea precisa y ampliamente conoci-
da y aceptada por el uso.
2Robert Hammond, The Philosophy of Alfarabi, New York: The Hobson Book Press, 1947, p. 51.
28 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
¡Oh rey del mundo!, cuatro cosas debes tener siempre contigo: (1) justicia, (2) inteligencia,
(3) paciencia y (4) modestia. Cuatro cosas nunca deben acompañarte: (1) envidia, (2) arro-
gancia, (3) estrechez de mente y (4) malicia… Los (reyes) que te precedieron, atrás han que-
dado, y la llegada de otros está dispuesta. Hasta que ellos vengan, trata con empeño hacer
que todos los monarcas y súbditos sientan que ellos te echarán de menos.3
3F.R.C. Bagley, trad., Ghazali´s Book of Counsel for Kings (Nasihat al-Muluk), London: Oxford University Press,
1964, p. 83.
*N. del T. Existe una traducción del italiano al español del libro de Pacioli, Tratado de cuenta y escritura, hecha por
el Dr. Giorgio Berni del Instituto Tecnológico de Monterrey y publicada por la Facultad de Comercio y Adminis-
tración de la Universidad de Nuevo León, Monterrey, 1962.
4R.E. Brown y K.S. Johnston, Pacioli on Accounting, New York: MacGraw-Hill Book Company, 1963, p. 26.
5Ibíd., pp. 99-102.
CAPÍTULO 2. LA ADMINISTRACIÓN DURANTE EL PERIODO MEDIEVAL ✦ 29
6Frederic C. Lane, Andrea Barbarigo: Merchant of Venice (1418-1449), Baltimore: Johns Hopkins Press, 1944, p. 91.
7Ibíd., p. 86.
8Ibíd., p. 87.
9Ibíd., p. 89.
10Ibíd., pp. 91-92.
11Ibíd., p. 93.
30 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
nocidos por Barbarigo.12 Fue también hábil en persuadir a los agentes comisionistas para
que le rindieran información de los centros comerciales del extranjero, estableciendo de es-
ta manera un servicio propio de novedades internacionales.13
Esta desaparecida forma de organización de negocios veneciana, caducaba una vez
que el negocio era consumado; esto hizo posible que los comerciantes se desplazaran de
una a otra empresa, de un tipo de mercancía a otro y de uno a otro agente. El comercian-
te especializado en un tipo de bienes competía en clara desventaja con aquél que no se ate-
morizaba de cambiar de una a otra línea. Las grandes ganancias fueron para el negocian-
te que pudiera reconocer el cambio en las condiciones de oferta y demanda, y tuviera
recursos suficientes para desplazar su énfasis hacia las empresas más productivas. Enton-
ces, como ahora, fue el empresario con visión e iniciativa quien triunfaba.
Los complejos asuntos comerciales y financieros de los mercaderes venecianos forzo-
samente condujeron a un sistema de documentación y archivo. Durante la época de An-
drea Barbarigo, a principios del siglo XV, Venecia empezó a usar la contabilidad por par-
tida doble, pero el empleo de la teneduría de libros precedió a los venecianos en otra parte
de Italia. Los elementos de la partida doble fueron usados en el libro mayor de los ban-
queros en 1340, y los libros de los comerciantes-banqueros florentinos de esa generación
contuvieron, aunque no todos, algunos de los elementos.14
Los libros de los hermanos Soranzo de Venecia (1410-1416), muestran que la función
más importante del diario fue la de servir de base al libro mayor. Los Soranzo registraban
todas las transacciones en el memoriale y luego en el diario antes de llevarlas al mayor así
que “… si por cualquier causa pierde el mayor por robo, fuego, naufragio… puede por
medio de este libro reconstruir siempre el mayor con las mismas partidas, día por día”.15
Andrea Barbarigo empleó otras características de la contabilidad que se corresponden
con prácticas modernas. Cuando enviaba paño para su teñido, tenía una cuenta para la “la-
na entregada para ser trabajada”, lo cual corresponde a bienes en proceso. Antes de formu-
lar su balance de comprobación, Barbarigo hacía algunas importantes consolidaciones de
cuentas a fin de simplificar el estado de su activo neto. Una cuenta de pérdidas y ganan-
cias fue usada también por Barbarigo.16
Aunque no tan detallados y complejos como los de Barbarigo, se encontraron registros
relativos a la contabilidad de costos, en los libros de contabilidad de Francisco di Marco,
un mercader de Florencia (1358-1412). Los salarios de los hiladores, tejedores y teñidores
eran detallados, dando pormenores en una página entera para cada hilador: peso y precio
de la lana entregada a él, peso y longitud de la lana devuelta, y los salarios. De hecho, un
libro de 1395 detallaba los costos de producir dos “rollos”* de tela de lana17.
EL ARSENAL DE VENECIA
A medida que iba creciendo el poder marítimo de Venecia, los ciudadanos contemplaron la
necesidad de contar con una flota armada para proteger su comercio, el cual era crucial pa-
ra su subsistencia. Mientras tanto, la ciudad dependía de los astilleros privados para cons-
truir la armada, y en tiempos de crisis para atraer barcos de la flota mercante. Como su co-
mercio e influencia y concomitantes necesidades de protección crecieron, la ciudad puso en
operación en 1426 su propio astillero gubernamental: el Arsenal. La contabilidad en este as-
tillero veneciano fue tan importante como los negocios, pero se empleó algo diferente. Se eli-
gieron supervisores para manejar y registrar personalmente el uso de las partidas; pero a
mediados del siglo XV, se contrataron específicamente tenedores de libros. En un intento de
lograr la eficiencia, el astillero llevó una contabilidad estricta de monedas, materiales y hom-
bres. También se utilizó una forma temprana de contabilidad de costos. Todas las cuentas
fueron consolidadas en dos diarios y uno mayor; uno de los diarios se retuvo por los direc-
tores del astillero para comprarlo con el mayor. Tres tipos de cuentas de gastos se conocían:
el fijo, el variable y el extraordinario. También se llevó un meticuloso registro de cada cosa
que ingresaba y quedaba en el astillero.18
En el siglo XVI, cuando el Estado veneciano y la flora estuvieron en el cenit del poder,
se necesitaron métodos de producción en gran escala para construir y mantener la reserva
de la armada.19 El Arsenal de Venecia, en consecuencia, llegó a ser lo que quizá fue la más
grande planta industrial de aquel tiempo. Abarcaba 60 acres de tierra y agua, y empleaba
unos dos mil trabajadores. Muchos de los problemas creados por el tamaño (contabilidad,
disposición de materiales y disciplina de los trabajadores, por ejemplo) fueron resueltos
con una eficiencia que muy bien podría emular la moderna industria.20
La administración del Arsenal fue notoria por sus balances y comprobaciones. Aunque
tres directores del Arsenal estuvieron oficialmente a cargo, los comisionados, que fueron el
eslabón que conectaba al senado veneciano con el Arsenal, tenían también influencia. Asi-
mismo, el senado frecuentemente administraba o interfería en la administración del Arse-
nal. Los comisionados y los directores estaban tan involucrados en la administración finan-
ciera, en las compras y funciones similares, que fueron incapaces de dirigir las operaciones
físicas del astillero. Capataces y consejeros técnicos encabezaron las grandes divisiones ope-
rativas de los astilleros. Tan importante fue el trabajo del Arsenal para la vida de Venecia
que a ningún hombre o grupo le fue confiado su manejo.21
El Arsenal hizo más que construir barcos. Tuvo una triple tarea: (1) la manufactura de
galeras, armas y equipo; (2) el almacenamiento de equipo hasta su requerimiento; y (3) el
montaje y reparación de los barcos en reserva.22
Los directores del Arsenal fueron advertidos de mantener barcos en reserva que pu-
dieran ser equipados y zarpar a la menor notificación. En el siglo XIV fue requerida una
modesta reserva de seis barcos.23 Pero con el crecimiento del poder marítimo de Venecia,
la flota de reserva fue aumentada a 50, y más tarde en el siglo XVI a 100 barcos. 24 Los re-
querimientos de reserva no fueron precauciones ociosas, pues la flota entera podría ser
aniquilada en uno o más combates.
18Frederic C. Lane, Venetian Ships and Shipbuilders of the Renaissance, Baltimore: Johns Hopkins Press, 1934, p. 4.
19Ibíd., p. 127.
20Ibíd., p. 146.
21Ibíd., pp. 148-52.
22Ibíd., p. 164.
23Ibíd., p. 133.
24Ibíd., p. 142.
32 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Para los tipos de la actualidad, las galeras construidas por los venecianos eran pequeñas.
A esta nave ligera (quizá sería más correcto llamarla “esquife”), fue el principal sostén de la
armada veneciana en el siglo XVI. Tenía aproximadamente 106 pies de largo y una cubierta
con una manga de 15 a 22 pies. La cubierta estaba dividida en tres partes: una plataforma de
pelea en la proa, una más grande y más alta en el castillo de popa y entre ellas, abarcando ca-
si la longitud total, el espacio de los remeros dividido a la mitad por un pasamanos hacia
abajo. Los remos eran de 29 a 32 pies de longitud y pesaban 120 libras.25
Varias áreas de la administración practicadas en el Arsenal merecen nuestra atención:
(1) numeración y almacenamiento de partes acabadas, (2) línea de montaje y equipamiento
de las galeras, (3) prácticas del personal, (4) tipificación de partes, (5) control contable, (6)
control de inventarios y (7) control de costos.
ALMACENAMIENTO
Con el propósito de estar preparados para equipar la flota de reserva en el momento de una
notificación, el Arsenal necesitó no solamente de barcos, sino también de los instrumentos
y aparejos necesarios. En cualquier momento, consecuentemente, los almacenes deberían te-
ner a mano en caso de una salida de emergencia, el siguiente equipo: cinco mil barcos, un
centenar de timones, un centenar de arboladuras, 200 palos mayores, cinco mil grilletes, de
cinco mil a 15 mil remos, además del cordaje, armas, víveres y herrajes.26
La tarea de equipar las galeras fue facilitada por el almacenamiento del equipo. Todo
fue numerado e inventariado en un espacio designado. La disposición sistemática de los
materiales ahorró tiempo y trabajo, y la asignación de almacenes definitivos a diferentes
productos ayudó a implementar el proceso de la línea de montaje, así como a la seguri-
dad de los inventarios.27
Aunque los productos acabados fueron numerados e inventariados, el Arsenal fue
lento para adoptar un sistema ordenado de almacenamiento para la madera no procesa-
da. Cuando un trabajador necesitaba un trozo de madera, tenía que buscarlo en un haci-
namiento enorme hasta encontrar la pieza adecuada. Como veremos después, toda la ma-
dera fue guardada en un lugar y clasificada por tipos, para evitar incurrir en un costo tres
veces mayor del valor del tramo para poder encontrarlo.28
LÍNEA DE MONTAJE
Cuando llegaba el momento de equipar las naves de reserva, el Arsenal empleaba un sis-
tema similar a nuestras líneas de ensamble modernas. Los almacenes fueron dispuestos a
lo largo de un canal, de forma que las galeras pudieran ser traídas para su equipamiento,
en lugar de que el equipo fuera llevado a las galeras.29
Al remolcarse las galeras a lo largo del canal, las armas y el equipo se pasaban a tra-
vés de las ventanas de los almacenes, cuya localización fue tal, que las partes se colocaban
sobre las galeras en la secuencia propia del equipamiento.30
Y al entrar por la puerta, hay una gran calle a la diestra y a la siniestra con el mar de por me-
dio, y a cada lado las construcciones del Arsenal provistas de ventanas abiertas, y viene la ga-
lera arrastrada por un remolcador, y de las ventanas reciben de una el cordaje, de la otra las
vituallas, de otra las armas, de otra las ballestas y morteros, y así de ambos lados toda cosa
que se requería, y cuando la galera ha alcanzado el fin de la calle, todos los hombres que se
necesitaban estaban a bordo, junto con el complemento de remeros, y la galera equipada de
principio a fin. De esta manera desembocaron diez galeras completamente armadas, entre las
tres y las nueve horas.32
Cuando Enrique III de Francia visitó Venecia en 1574, fue ensamblada una galera,
completamente armada y botada, en sólo una hora. Las galeras de reserva estuvieron, por
supuesto, listas para ser botadas con excepción del calafateo y otros acabados menores.33
Si surgía la necesidad, el Arsenal podía realizar asombrosas hazañas. El 28 de enero
de 1570, por ejemplo, cuando se conoció el plan turco para atacar Chipre, el senado orde-
nó que 100 barcos estuvieran disponibles para mediados de marzo. El Arsenal no frustró
las expectativas, completando la orden a principios de abril.34
PERSONAL
Ninguna organización industrial tan grande como el Arsenal, podría continuar funcio-
nando sin una supervisión más bien severa de la lista y rango de los trabajadores. El Ar-
senal llevó a cabo esta supervisión. Las horas de trabajo —el tiempo de entrada y de sali-
da— fueron estrictamente obligatorias. La entrada al astillero fue estrechamente vigilada
para evitar los hurtos.35
Los salarios se pagaban dependiendo de la tarea, por los días empleados y las piezas
acabadas. La regla en la manufactura de remos fue por pieza terminada; los capataces vi-
gilaron estrechamente el trabajo y sólo dieron crédito por un trabajo satisfactorio.36 Los
salarios por día fueron pagados por el trabajo, así como por las labores tales como el ase-
guramiento de maderas y tablones expuestos.37
Los artesanos que hicieron el equipo, trabajaban en talleres separados bajo las órde-
nes de capataces calificados. Ellos proporcionaban el material, sólo aceptaban productos
bien hechos y llevaban la cuenta de la producción. Los capataces podían concentrarse en
sus deberes, como directores técnicos, mediante la asignación de responsabilidades a los
31Ibíd., p. 160.
32Ibíd., p. 172.
33Ibíd., p. 14.
34Ibíd., p. 144.
35Ibíd., p. 193.
36Ibíd., p. 166.
37Ibíd., p. 204.
34 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
TIPIFICACIÓN
Es evidente que las ventajas de la estandarización* fueron reconocidas en la política esta-
blecida por el comité de planificación del Arsenal. Esta política indicaba que: (1) todos los
arcos fueran hechos de tal modo que las flechas pudieran ajustarse a cualesquiera de ellos;
(2) todos los dispositivos de popa fueran construidos con el mismo diseño, de modo que
cada timón no tuviera que ser ajustado a su dispositivo y (3) todos los aparejos y acceso-
rios de la cubierta fueran uniformes. Un administrador general desaprobó dar la oportu-
nidad a cada constructor de hacer una galera de su propio diseño, porque esta política po-
dría conducir al desperdicio y a la imperfección de las galeras. De este modo, hace más de
cinco centurias que los venecianos reconocieron las ventajas de la estandarización, tanto
en el montaje como en la manufactura de sus barcos. En el ensamble, la estandarización
podría acelerar la producción y reducir costos; en la utilización haría manejables a los bar-
cos del mismo modo, con la misma velocidad y la misma capacidad de maniobra, permi-
tiendo operarlos como una flota y no como un conjunto de barcos individuales.
CONTROL CONTABLE
Con el surgimiento de los diferentes problemas resultantes del crecimiento del Arsenal,
la contabilidad fue la primera en ser reconocida y aceptada como una técnica de control
en la administración del Arsenal. En la medida en que el Arsenal desempeñaba las fun-
ciones de una proveeduría discreta, una estricta ordenación contable fue la primera con-
38Ibíd., p. 164.
39Ibíd., p. 182.
*N. del T. Se empleó este término junto con el de tipificación y con el mismo significado, por las mismas razones
que se esgrimieron en la nota de la p. 27.
CAPÍTULO 2. LA ADMINISTRACIÓN DURANTE EL PERIODO MEDIEVAL ✦ 35
CONTROL DE INVENTARIOS
Para controlar los inventarios, encontramos que se mantuvo un registro detallado por los
bodegueros de armas, municiones y adonde eran enviados, sin importar de quién prove-
nían las órdenes de embarque.
La vigilancia efectiva de todo lo que salía del Arsenal era responsabilidad de los por-
teros. Ellos detenían la salida de cualquier cosa que no llevase el permiso firmado por los
directores del Arsenal.
Los armeros también llevaban registros de las mercancías recibidas, pero funcionarios
especiales fueron empleados para apreciar la compra por el Arsenal de ciertos bienes.
Esos inspectores o “tasadores” como entonces se llamaban, se hicieron responsables de la
36 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
CONTROL DE COSTOS
Aunque se tomaron disposiciones adecuadas para computar los bienes recibidos, ningún
sistema regular se utilizó antes de 1564 para la ordenada disposición después de entrega-
dos los artículos. Cuando un trabajador necesitaba un trozo de madera —la materia pri-
ma principal— tenía que buscar entre las pilas de trozas hasta encontrar la ajustada a su
necesidad. Este fortuito manejo de las existencias de madera contrastó agudamente con el
ordenado arreglo de los productos acabados como anteriormente afirmamos. El estudio de
Lane, sin embargo, indicó que esta ineficiencia no atrajo la atención de los funcionarios has-
ta que se expresó en términos de pérdida de dinero. Así, en 1564, un contador testificó que
en el Arsenal se gastaron cerca de 500 ducados al año para encontrar y remover la madera.
Adicionalmente, fue necesario limpiar de madera el camino, dondequiera que un barco fue-
ra botado. Esta actividad exigió un gasto de 1 200 ducados al año. Un contador estimó que
costaba tres veces el valor de la troza, encontrar la troza misma. Aquí tenemos un ejemplo
del antiguo uso de un método cuantitativo como ayuda en la toma de decisiones. Como re-
sultado de esos estudios de costos se estableció en lugar separado un depósito de madera, en
donde fue arreglada de una manera ordenada, con una completa apreciación de los ahorros
en tiempo y trabajo, así como en el valor de un inventario seguro.
Además de esas operaciones, otros penetrantes conocimientos en los conceptos admi-
nistrativos del periodo han sido proporcionados por escritores del siglo XVI, tales como
Tomás Moro y Maquiavelo. Ambos escritores presentaron evidencias interesantes del
pensamiento administrativo.
TOMÁS MORO
Como muchos otros libros sobre la materia, la Utopía es un intento literario de Tomás Mo-
ro para crear un Estado ideal. Adiestrado en la ley, pero quizá más famoso aún como hom-
bre religioso y de letras, Moro concibió a su Estado, por encima de todo, como un Estado
bueno.
Fue inevitable que la sociedad ideal de moro pudiera ser una sociedad buena. Él fue,
en efecto, un hombre verdaderamente noble que finalmente fue a su muerte, simplemen-
te porque no pudo reconciliar sus principios con los deseos de su rey.
Nacido en Londres en 1478. Por un tiempo, Moro consideró ingresar al sacerdocio
católico, pero prefirió el derecho y destacando llegó a ser alguacil de Londres y señor can-
ciller de Inglaterra. Primero se granjeó la ira del rey Enrique VII al oponerse a un reque-
rimiento de éste a un subsidio extravagante. Más tarde, cuando el rey Enrique VIII insis-
tió en divorciarse de Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena, Moro renunció
como señor canciller. Fue transigente para aceptar el Acta de Sucesión al trono que hizo a
favor de sus hijos con Ana Bolena, pero no pudo hacer el juramento para impugnar la au-
CAPÍTULO 2. LA ADMINISTRACIÓN DURANTE EL PERIODO MEDIEVAL ✦ 37
toridad del Papa sobre la Iglesia de Inglaterra. Por desafiar al rey, Moro fue tratado como
un traidor, condenado y degollado en 1535.
Los lectores de la Utopía de Moro fueron sus contemporáneos, mejor que la posteri-
dad. Su Estado ideal podría corregir los abusos y las injusticias administrativas como él
las vio en la Inglaterra y Europa de sus días. El libro I de Utopía bosqueja las insuficien-
cias de su sociedad; el libro II describe el Estado ideal.
Moro culpó de los males económicos de Inglaterra a la mala administración de la cla-
se noble existente. Como él los vio, los nobles fueron parásitos improductivos que vivieron
del trabajo de los posesionarios de sus tierras; rodeando a los nobles hubo otro grupo im-
productivo, su cortejo, hombres que ni aprendieron un negocio ni ganaron su subsisten-
cia.40 Para complicar las dificultades de los posesionarios, muchos nobles convirtieron su
tierra en pastizales para ovejas lanzando a los agricultores de la tierra, al desempleo. Tales
exagricultores fueron frecuentemente arrojados a prisión por vagancia, aunque hubieran
podido ofrecer sus servicios gustosamente si un empleo hubiera estado disponible.41
Como un economista moralista, Moro vio los placeres y las diversiones de ricos y po-
bres como una fuente más de sus dificultades económicas. Atacó el consumo conspicuo
del rico, sus vestiduras ostentosas y su gula en comer. Mientras el pobre atrajo su propia
ruina económica disipando sus reducidas ganancias en bebidas baratas, establecimientos
de vino y prostitución, juegos de azar y tejos.42 En su Estado ideal, Moro propuso median-
te una mejor administración, eliminar el consumo suntuoso del rico y las diversiones del
pobre y canalizar los fondos a más útiles propósitos.
En Utopía, las ocupaciones son caracterizadas por los principios de especialización del
trabajo y máxima utilización de la fuerza de trabajo. Al lado de unos cuantos individuos
que podrían dedicar sus vidas a las letras (¡y que deberían ser de la variedad más útil!),
todas las personas de ambos sexos, podrían ser obligadas en una edad temprana a apren-
der un oficio que las ocuparía por el resto de sus años productivos. La mayor parte de los
individuos normalmente aprenderían el oficio de sus padres, pero se les podría permitir
elegir otro su se ajustara mejor a sus capacidades e inclinaciones. De acuerdo con Moro,
los oficios útiles, podrían incluir los textiles de lino y lana, la albañilería, metalurgia y car-
pintería.43
Aunque Moro no se refirió por sí mismo a la materia de organización y administración
en Utopía, contribuyó, sin embargo, con algunos puntos notables. Sus comedores comuna-
les subrayaron las economías de la producción masiva. También acentuó las ventajas de la
especialización del trabajo cuando habló en su Estado ideal de los oficios. En una sección
un poco precipitada sobre el gobierno de Utopía, delineó un sistema de gobierno por fun-
cionarios electivos —un nuevo tipo de administración del reino que fue anatema para el
rey de Inglaterra.
Nicolás Maquiavelo, contemporáneo italiano de Moro, jamás habría aceptado la doc-
trina humanística presentada en Utopía. De hecho, podría haberse mofado de muchas de
las reformas administrativas de Moro de haber leído Utopía, así como de la estrategia bé-
40Sir Thomas More, Utopia, ed. Edward Surtz, New Haven: Yale University Press, 1964, pp. 21-22.
41Ibíd., p. 25.
42Ibíd., p. 27.
43Ibíd., p. 69.
38 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
lica de los piadosos utopianos ¡quien, por desaprobar la guerra, contratarían a sus vecinos
para que pelearan por ellos!44
Aparte de sus debates religiosos y sociales, sin embargo, Utopía es un cáustico ataque
sobre las prácticas administrativas de la existente nobleza de Inglaterra; y la vida admi-
nistrativamente organizada de la Utopía de Moro, probablemente representa un mejora-
miento considerable para la miserable existencia de los campesinos de ese tiempo. El libro
de Moro es importante para nosotros, porque refleja el reconocimiento y la importancia da-
das a la administración, entre 1480 y 1550, por uno de los hijos más grandes de Inglaterra,
aunque, por supuesto, Tomás Moro no hubiera reconocido su libro como un trabajo de ad-
ministración. No obstante, los comentarios sobre administración de Moro, bien pueden
haber servido para abrir los ojos de algún líder inglés y para proveer un esquema de cam-
bios futuros hacia una administración mejor de hombres y recursos.
NICOLÁS MAQUIAVELO
Aunque Tomás Moro fue canonizado, la posteridad ha pagado un mayor tributo de emu-
lación a Nicolás Maquiavelo. Estos dos renacentistas contemporáneos son un interesante
estudio de contrastes. Moro, el piadoso predicador, fue una figura prominente entre los
humanistas; Maquiavelo, el astuto filósofo y observador de los asuntos del Estado, con-
templó al mundo con realismo práctico. Estadistas y líderes mundiales han sido guiados
durante centurias por el consejo sagaz de Maquiavelo si bien no han admirado menos a
Tomás Moro como dechado de virtudes. Un investigador de la verdadera filosofía de la
vida bien podría intentar una síntesis de las ideas de esos dos intelectuales del renaci-
miento.
Poco afortunado es que, al paso de los años, Maquiavelo haya adquirido una reputación
negativa. Shakespeare y otros escritores lo han usado como modelo de caracteres poco escru-
pulosos, voraces e insidiosos. Para la mayoría de las personas, su nombre conlleva astu-
cia maligna.
Nacido en 1469 de una empobrecida familia de la clase media en Florencia, obtuvo
una posición a la edad de 29 años en la burocracia de la ciudad-estado. Especializándose
en el uso de palabras y en la escritura de documentos, rápidamente se distinguió como la
imagen renacentista de la burocracia y consejero de confianza del siglo XX. Reconocido co-
mo un perspicaz estudioso de hombres y gobierno, fue comisionado como emisario no
oficial en cada ciudad-estado importante de Italia y en varios países extranjeros. Como di-
plomático tuvo la oportunidad de observar en acción a hombres y gobiernos. Los infor-
mes que mandó a Florencia fueron juiciosos y agudos. En una brillante carta al joven Ra-
fael Girolami, que había sido nombrado embajador, Maquiavelo le recomendó buscar las
relaciones amistosas en la corte y cómo cultivarlas con el propósito de obtener informa-
ción confidencial. La carta es indudablemente autobiográfica.45
Si no hubiera sido por un periodo de ocio forzado, Maquiavelo jamás hubiera escrito
El príncipe o Los discursos, los dos trabajos por los cuales es más conocido. Cuando la fami-
lia de los Medici fue restaurada en el poder en 1512, perdió su posición en el gobierno flo-
44Ibíd., p. 122.
45Niccolo Machiavelli, Machiavelli: The Chief Works and Others, trad. Allan Gilbert, Durham N.C.: Duke Univer-
sity Press, 1965, I, p. 116.
CAPÍTULO 2. LA ADMINISTRACIÓN DURANTE EL PERIODO MEDIEVAL ✦ 39
rentino, y por el resto de su vida se esforzó en vano para ser reinstalado en un puesto en
el gobierno. De esta manera dedicó sus años de declinación a escribir.46
Y escribió volúmenes. Su trabajo abarca poesía, epístolas, comedias, historia; todas las for-
mas literarias. Los discursos, que no tienen tema central, son unos comentarios sobre los prime-
ros diez libros de la Historia de Roma de Livio. El príncipe, que fue resumido de Los discur-
sos, es un libro comprensivo dedicado a uno de los jóvenes príncipes de los Medici en un
intento inútil para recuperar su favor. De acuedo con Max Lerner, El príncipe no es nada
extraordinario pero sí original. Una literatura tradicional sobre este tema arranca desde la
Edad Media. Fue el enfoque de Maquiavelo, sin embargo, lo que alarmó a sus colegas.
Descargando de las cualidades teológicas, metafísicas y sansimonianas los libros tradicio-
nales sobre normas, se atrevió a revelar las maquinaciones interiores detrás del poder de
la ciudad-estado. Todos conocieron esas realidades, pero ninguno habló o se atrevió a es-
cribir acerca de ellas.47
Los principios del poder y mando de que se ocupó Maquiavelo son aplicables a casi to-
do esfuerzo organizado y proyectado. Si hubiera escrito en el presente, probablemente habría
analizado las estructuras de poder de nuestras grandes organizaciones, a fin de aconsejar a
los jóvenes ejecutivos sobre cómo alcanzar la cima jerárquica. O en estos días de toma masi-
va de responsabilidades, podría aconsejarnos insertar nuestros pequeños equipos administra-
tivos, dentro de una o dos factorías clave, de otro modo tendríamos que emplear la mitad de
nuestro staff en dar órdenes, expedir peticiones y comprobar si han sido adecuadamente eje-
cutadas. Añadiría que un equipo administrativo no podría costar mucho y que la única gen-
te que sería mortificada podrían ser los administradores cuyas tareas han sido asumidas —y
puesto que éstos no estarían más en la empresa, sólo causarían pequeñas dificultades. Mien-
tras tanto, el resto del staff no protestaría en tanto que mantuvieran sus anteriores tareas, y
particularmente si recuerdan el ejemplo de los administradores despedidos. Aquí el principio
conductor de Maquiavelo, es que las personas con antigüedad en las empresas “asumidas”
deberían ser cautelosamente recibidas y alentadas, o despedidas. Ya que, si son separadas
quedarán sin poder; pero si son simplemente degradadas, permanecerán unidas, resenti-
das y determinadas a recuperar su antigua y pasada gloria.48
Pertinentes para la administración en el siglo XX, son algunos principios amplios que
pueden espigarse a través de El príncipe y Los discursos:
1. Dependencia de la aprobación de las masas. Maquiavelo reiteró frecuentemente el te-
ma de que la existencia continuada de cualquier gobierno, sea monárquico, aristocrático
o democrático, depende del apoyo de las masas. Los príncipes pueden heredar el poder o
pueden usurparlo, pero para lograr un control firme del Estado deben obtener de algún
modo la aprobación del pueblo. Esto claramente establece el conocimiento de Maquiavelo
de la aceptada teoría de que la autoridad fluye de abajo hacia arriba y no de arriba hacia
abajo, un concepto considerado por mucho eruditos como originado en el siglo XX.
Continuando en esta línea, Maquiavelo indicó que si un príncipe puede elegir entre
obtener el poder a través de la nobleza o del pueblo, debería inclinarse definitivamente
por éste último.49
46Niccolo Machiavelli, The Prince y The Discourses, New York: Random House, Inc., 1950, p. xxvii.
47Ibíd., p. xxvi.
48Antony Jay, Management and Machiavelli, New York: Holt, Rinehart & Winston, Inc. 1967, p. 6.
49Ibíd., pp. 36-37.
40 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
50Ibíd., p. 225.
51Ibíd., p. 181.
52Ibíd., p. 41.
53Ibíd., p. 85.
54Ibíd.
55Ibíd., p. 14.
CAPÍTULO 2. LA ADMINISTRACIÓN DURANTE EL PERIODO MEDIEVAL ✦ 41
Debe ser bastante sagaz como para distinguir entre los nobles que le son leales y otros que
sólo persiguen sus propios fines. Debe ser capaz de reconocer a ambos y usarlos para su
ventaja.56
4. Derecho a la supervivencia. Uno de los objetivos primarios de cualquier organiza-
ción, creyó Maquiavelo, debe ser su supervivencia. Todos, organismos gubernamentales,
órdenes religiosas y corporaciones, buscan su perpetuación. Por consiguiente, aconsejó
que, como los romanos, un príncipe debe estar constantemente alerta de los desórdenes a
fin de afrontarlos mientras pueden ser remediados. Cuando la supervivencia de su reino
esté en riesgo, un príncipe está justificado para tomar medidas crueles y para abandonar,
si es necesario, toda virtud, o aun quebrantar la confianza cuando las razones que lo au-
toconstriñen no existen.57
Maquiavelo estableció cuatro preceptos para administrar con éxito, no una cadena de
tiendas, sino las operaciones de un Estado. Pero en sus principios de: apoyo en la aproba-
ción, cohesión, liderazgo y derecho a la supervivencia, encontramos uno de los primeros
pronunciamientos publicados de los fundamentos básicos de todo esfuerzo organizado.
Quizá su mayor contribución de interés al pensamiento administrativo académico, es que
sobradamente identificó a la administración como un concepto, pues sería aplicando efec-
tivamente la administración como los príncipes (o administradores) lograrían sobrevivir.
RESUMEN
El periodo medieval sirve como un puente entre la antigüedad y la edad del despertar cono-
cida como Renacimiento. Aunque organizado en una estructura feudal, el hombre comenzó
a dar pasos significativos en su pensamiento acerca de la organización y administración.
Alfabari, en efecto, en el siglo X, formuló una descripción de tareas para un Estado do-
minante; en el año 1100, Ghazali asesoró al rey sobre cómo debería actuar y las cualida-
des que debería desarrollar para ser un buen administrador.
Venecia, el caldero del intercambio económico, desarrolló formas tempranas de em-
presas, y su astillero en particular nos proporciona un cuadro excelente del estado de co-
nocimientos, pensamientos y prácticas administrativas del periodo.
Tomás Moro contribuyó con ideas utópicas para la administración de una sociedad
ideal. Maquiavelo, por otra parte, nos dio una penetrante idea de las maquinaciones de
los jóvenes príncipes-administradores y destiló el pensamiento de la época en cuatro prin-
cipios administrativos: (1) apoyo de la base administrada, (2) cohesión (3) liderazgo y (4)
derecho a la supervivencia.
Desde el punto de vista del pensamiento administrativo, el periodo no es especial-
mente brillante, pero es de interés para el pensamiento administrativo académico, porque
ofrece una penetrante visión del primer sistema real de las prácticas administrativas y del
pensamiento de la antigua elite administradora.
56Ibíd., p. 37.
57Ibíd., p. 64.
Siempre se ha dicho que pocas ideas son verdaderamente nuevas. Ciertamente esto se apli-
ca en gran medida a la administración de los 1700. Pocas ideas que no hubieran sido traza-
das en la antigüedad se aplicaron en esta época. Se redescubrieron algunas técnicas, otras se
tomaron prestadas, pero ninguna idea nueva se desarrolló. La contribución de este periodo
de la historia de la administración fue una difusión y aplicación, y el refinamiento de técni-
cas y principios existentes o conocidos. No fue, como veremos, un periodo de innovación.
Antes de 1700 la mayor parte de la manufactura utilizó capital limitado y en pequeña
escala trabajadores poco preparados. El creciente desenvolvimiento técnico de este perio-
do, sin embargo, proporcionó una nueva oportunidad para la aplicación de las entonces
más nuevas especialidades administrativas, así como un incentivo para la aplicación de
otras. Aunque los avances fueron pequeños comparados con aquéllos que les siguieron,
sirvieron como fundamentos básicos para los grandes trancos del siglo XIX.
Hasta este punto, hemos revisado algunas de las prácticas administrativas de los
hombres desde los albores de la historia hasta los años 1600, con ilustraciones extraídas
de diferentes disciplinas. Al principio del siglo XVIII, sin embargo, una serie de aconteci-
mientos tuvo un impacto real sobre las prácticas administrativas. Entre los más importan-
tes de esos eventos estuvieron el crecimiento de las ciudades, la aplicación del principio
de especialización, el uso extendido de la imprenta tipográfica y los principios de la revo-
lución industrial.
44 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
SISTEMA DOMÉSTICO
El sistema predominante en la mayor parte del mundo occidental durante los albores del
siglo XVIII fue el sistema doméstico —el estadio básico de una civilización materialmente
productiva—. Cuando la población comienza a plantar y a fabricar para cubrir sus necesi-
dades en lugar de cazar y recolectar lo que utiliza, los elementos más importantes de ese sis-
tema están presentes. Cuando se desarrolla la especialización hasta el punto de que un in-
dividuo, en vez de satisfacer justamente sus propias necesidades, produce uno o más
tipos de bienes para la venta o el trueque, entonces el sistema doméstico ha llegado a su
pleno florecimiento. Frecuentemente, organizado sobre una base familiar, este sistema
existió en conjunción con una granja donde el trabajo fue proporcionado por el agricultor
y su familia. En la fabricación de textiles bajo el sistema doméstico, por ejemplo, poseyó
un torno de hilar (o más tarde máquina de hilar) o un telar. Compraron su materia prima
y vendieron sus productos acabados en la feria local por el precio que pudieron conseguir.
Este sistema persistió por largo tiempo debido a dos factores importantes: la pequeñez
de la inversión de capital requerida para emprender semejante empresa y la dispersión de
la población. Faltando un sistema eficiente de transporte por ese tiempo, muy pocos mer-
cados estuvieron realmente disponibles; y sin grandes mercados, rara vez se emprendieron
grandes inversiones de capital.
Bajo el sistema doméstico, hubo reducidas oportunidades y todavía menos incentivo
para desarrollar o adaptar técnicas administrativas sofisticadas. De hecho, la función ad-
ministrativa de planificación no parece haberse desarrollado notablemente tanto bajo el
sistema doméstico como bajo el sistema del trabajo a domicilio* que le sucedió. Sin plani-
ficación explícita y en condiciones esencialmente de competencia pura, el mercado de-
sempeñó implícitamente la mayoría de sus funciones. El jefe de la casa ahorraría su dine-
ro hasta que pudiera comprar o hacer el equipo que le haría posible producir un artículo
industrial; éste y las condiciones del mercado para los diferentes productos posibles deben
haber influido grandemente en la elección de su equipo. Una vez comprometido el tamaño
pequeño de su capital circulante o el de su patrón, podría controlar su oferta de materia pri-
ma en armonía con las fluctuaciones de precio en el mercado, y también consecuentemente
su producción.
Aunque el efecto del mercado agrega algún interés a la función de planificación como
entonces existió, en gran medida las funciones administrativas se manejaron sobre una
base informal y poco sofisticada. La organización implicada fue típicamente la familia, la
cual fue bastante pequeña como para no invitar a la invención o adaptación de métodos
de control o técnicas de planificación complicadas.
Las barreras educativas también impidieron el desarrollo de capacidades administra-
tivas. Un trabajador de este periodo se consideraba verdaderamente bien educado si rea-
lizaba simples sumas y restas, y tropezando leyera su Devocionario común. De este modo,
los conceptos administrativos, previamente expuestos en otras partes del mundo, podrían
estar más allá de su alcance aunque hubiera podido disponer de libros.
1Frederik C. Dietz, An Economic History of England, New York: Henry Holt and Co., 1942, p. 289.
46 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
del hurto estaba bastante difundida para ser parada por un estatuto. El resultado de esta
falla apareció como uno de los principales factores que contribuyeron al quebrantamien-
to del sistema de trabajo a domicilio y al surgimiento del sistema fabril.
SISTEMA FABRIL
Aunque el deseo de supervisar trabajadores y materiales fue suficiente para causar, en al-
gunos casos, la introducción de las factorías, el sistema fabril como lo conocemos no llegó
a constituirse sino hasta la introducción de la maquinaria movida por combustión. Esta
maquinaria aumentó considerablemente la productividad, pero al mismo tiempo aumen-
tó el costo y requerimiento del capital. Pocos individuos, en efecto, podrían comprar e ins-
talar la maquinaria en su caso. Esto significó que en lugar de que la maquinaria fuera a la
casa del trabajador, los trabajadores tendrían que ir a la casa de la maquinaria —la facto-
ría—. Si esos determinantes no parecen suficientes, también se agregaría el control de los
costos de capital como motivo, por la maximización de su utilización, la cual sólo podría ser
satisfecha a un costo razonable centralizando la maquinaria, así que hombres y máquinas
pudieran ser supervisados en grupos en lugar de individualmente. Además, las fuentes de
energía, sea vapor o agua, fueron frecuentemente adecuadas para operar, mediante meca-
nismos de transmisión, numerosas máquinas. De este modo, desde un punto de vista técni-
co, podemos decir que el sistema fabril fue establecido por la introducción de una costosa
maquinaria movida por energía; pero desde el punto de vista administrativo el factor de-
cisivo debe haber sido el deseo de controlar hombres, materiales y maquinarias, y con el
crecimiento de la manufactura bajo un techo vino una concentración de hombres, mate-
riales y máquinas, creando problemas de control y coordinación que enfocaron la atención
sobre las funciones y prácticas del administrador.
La administración bajo el sistema fabril se caracterizó por un estricto control y orga-
nización militar. Los dueños fueron clasificados como comerciantes-manufactureros, y es-
tuvieron más interesados en vender su producto que en el desarrollo de un sistema bási-
co de buena administración. La necesidad, sin embargo, forzó su atención hacia algunos
de los más obvios conceptos y prácticas administrativos. Y a la sombra de esta atención
crecieron algunos de los conceptos administrativos generalmente aceptados.
que recibe tanto por pieza, es probable que exceda en producción a otro que recibe un sa-
lario por día. Es innecesario decir que las tasas por piezas fueron establecidas como norma
en cuanto los propietarios de las factorías pudieron imponerlas y aun obteniendo una ade-
cuada fuerza de trabajo, ninguna atención se puso a los métodos uniformes o al objetivo
de las técnicas de control. Consiguientemente, el control de la producción en esta época,
consistió principalmente en bajas tasas por pieza y en una dura conducción de la super-
visión.
El control financiero fue quizá el aspecto mejor desarrollado del temprano control ad-
ministrativo, probablemente debido a que los dueños de las fábricas provinieron de la
próspera clase comercial inglesa, quienes habían adoptado las mejores técnicas contables
y financieras de Italia y otros países con los cuales frecuentemente negociaron. Aunque
existieron técnicas más avanzadas de control de producción, por ejemplo, en el Arsenal de
Venecia, esas técnicas y otros métodos similares no atraían a los comerciantes ingleses, cu-
yos negocios consistieron únicamente en compras, embarques y ventas. Las finanzas fue-
ron su campo y rápidamente recogieron técnicas tales como la contabilidad por partida
doble para mejorar su dominio. La comprensión esencial del valor del control en el nue-
vo sistema contable, se vio impreso en inglés tan tempranamente como en 1716 cuando
Tomas Watts, un profesor de contabilidad en Londres, escribió en defensa de la contabili-
dad por partida doble, “...tenemos una relación tal y dependencia mutua de cuentas, y un
balance perpetuo, que nada puede ser colocado después en los libros con deshonestidad
o injusto designio; ni error alguno, hecho en el curso, queda sin corrección”.2 De este mo-
do, vemos que Watts reconoció el valor antifraudulento del sistema, así como su valor de
protección contra la ineptitud e inseguridad. El modelo establecido es un balance conti-
nuo de las columnas de débitos y créditos, y cualquier desviación de él es la base para to-
mar una acción correctiva.
Adam Smith también habló de control en su Riqueza de las naciones cuando afirmó que
para controlar confiadamente a una persona, deberá sujetársele contablemente sus reali-
zaciones por alguien, sobre quien sería incapaz de ejercer cualquier influencia significati-
va. De hecho, Smith se pasó de la fábrica al aula cuando deplorando la irresponsabilidad
de los profesores universitarios, le movió a decir: “Si la autoridad a la cual quedan suje-
tos reside en el cuerpo asociado, el colegio o la universidad, de la cual ellos mismos son
miembros y en la cual la mayor parte de los otros miembros son, como ellos, personas que
enseñan o deberían enseñar; es probable que hagan causa común para ser todos, uno con
el otro, muy indulgentes y cada individuo consentir que su prójimo pueda olvidar sus de-
beres, proporcionándose asimismo licencia para olvidar los propios.”3
Durante el siglo XVIII, empezó a reconocerse el valor de una planificación explícita y
cuidadosa. Aunque los dueños de las fábricas parecieron no comprender la extensión so-
bre la cual la planificación se pudiera utilizar, y no intentaron planificar con minuciosidad
las operaciones de las oficinas y planta, como frecuentemente se hace en el presente, al
menos dos técnicas de planificación, que quedaron entre las más productivas, fueron éxi-
2Thomas Watts, An Essay on the Proper Method for Forming the Man of Business, 1716, Boston: The Krell Library of
Business and Economics, 1946, p. 21.
3Adam Smith, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, London: A. Strahan and T. Cadell,
1793, III, p. 153.
48 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
JAMES STEUART
Se ha dicho que si uno busca lo bastante, todos los principios importantes macroeconómi-
cos y microeconómicos se pueden discernir en una investigación de los principios de política
económica de Sir James Steuart, publicada en 1767, nueve años antes de la Riqueza de las na-
ciones de Adam Smith, el libro de Steuart fue escrito desde el punto de vista del estadista
y su trabajo consistió en los principios que un estadista o administrador, sigue en la ad-
ministración de la política económica de un país.
Escribiendo sobre la fuente de autoridad, dijo, “...en tanto que ella sea una cuestión
de ley natural, no encuentro la cuestión tan difícil. Toda autoridad está en proporción de
la dependencia y debe variar de acuerdo con las circunstancias... El poder arbitrario nun-
ca puede ser delegado; pues si es arbitrario, puede volverse contra el monarca o contra el
sometido”.8
Steuart fue bastante cuidadoso con los problemas inherentes a la manufactura de bie-
nes, y en sus referencias a la destreza adquirida por la función repetitiva precedió al concep-
to de división del trabajo de Adam Smith. En los siguientes párrafos, por ejemplo, Steuart
capta el espíritu de la administración científica y los programas de los salarios incentivos.
Anticipó en más de una centuria el corazón de los métodos de trabajo y de los salarios in-
centivos y paralelamente la división de trabajo entre administración y labor de Frederick W.
Taylor:
En la primera suposición, es la cabeza del amo la que conduce el trabajo del esclavo, llevándo-
lo hacia la ingenuidad; en la segunda, cada cabeza está en el trabajo y cada mano mejoran-
do en destreza. Consiguientemente, donde principalmente las manos son necesarias, los escla-
vos tienen la ventaja; donde principalmente las cabezas son las necesarias, la ventaja está a
favor de los libres. Si un hombre trabaja sólo un día, lo hará a una tasa regular y nunca busca-
rá mejorar su método: contrátelo por pieza, y él encontrará miles de medios para extender su
productividad... Encuentro en esto la diferencia entre el progreso de la industria en los anti-
guos y modernos tiempos.9
La automatización existió también como una amenaza en los tiempos de Steuart, como
quedó indicado por su respuesta a la pregunta: “¿Es perjudicial al interés del Estado la intro-
ducción de máquinas en la manufactura?” En su respuesta señala que mientras unos pocos
trabajadores pueden quedar temporalmente desempleados, las máquinas crearán muchas
más ocupaciones de las que ellas destruirán y los trabajadores vacantes pronto serán contra-
tados en una economía más rica.10
ADAM SMITH
Adam Smith es otro economista que mostró gran penetración en el desarrollo de funcio-
nes de la administración. Específicamente, Smith puso mucho énfasis sobre la división del
trabajo y sus beneficios concomitantes, anticipándose así en una centuria a la subsecuen-
te acentuación sobre el desmenuzamiento de una ocupación o tarea en sus partes compo-
nentes básicas.
Para muchas personas, Adam Smith y economía son sinónimos. Su Riqueza de las nacio-
nes, publicada en 1776, lo coloca entre los intelectuales del mundo moderno. Su pensamien-
to liberal formó las bases para la doctrina del “laissez faire”, como hoy la conocemos, y sus
contribuciones a la administración son voluminosas. La discusión de Smith de la división
del trabajo en los primeros tres capítulos de la Riqueza de las naciones es tan conocida que no
necesita comentarios. Ilustra los resultados de la división del trabajo por la descripción si-
guiente de la manufactura de alfileres:
Un obrero no educado en este negocio (al cual la división del trabajo ha vuelto una ocupación
distinta), ni familiarizado con el uso de la maquinaria empleada (la invención a la cual proba-
blemente la misma división del trabajo dio ocasión), puede escasamente, quizá, usando de
9Ibíd., p. 192.
10Ibíd., p. 119.
50 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
toda su habilidad, hacer un alfiler al día y ciertamente no podría hacer 20. Pero de la mane-
ra en que este negocio se realiza, no solamente la totalidad del trabajo es una ocupación par-
ticular, sino que se divide en numerosas ramas, siendo la mayor parte de ellas como otras
labores particulares. Un hombre saca el alambre, otro lo endereza y un tercero lo corta, un
cuarto lo aguza, un quinto le da la preparación final para recibir la cabeza; hacer la cabeza
requiere dos o tres maniobras; colocarla es una tarea peculiar, cromarlas es otra; es todavía
una fase en sí misma colocarlas en el papel; y la importante ocupación de hacer un alfiler es,
de esta manera, dividida en 18 operaciones, las cuales, en algunas empresas, son realizadas
todas por manos distintas, aunque, en otras el mismo operario efectuará dos o tres. Yo he
visto una pequeña empresa de esta clase donde sólo diez hombres estaban empleados y
donde algunos consiguientemente realizaban dos o tres operaciones distintas. Pero aunque
eran muy pobres, y de ahí mal equipados, con la maquinaria necesaria, pudieron, cuando se
esforzaron, hacer alrededor de 12 libras de alfileres por día.11
Continuando sus comentarios dio tres razones para el aumento en la producción de-
bido a esta división del trabajo.
Este importante aumento de la cantidad de trabajo, que a consecuencia de la división del tra-
bajo el mismo número de personas es capaz de hacer, se debe a tres circunstancias diferen-
tes: primera, el aumento en destreza de cada obrero en particular; segunda, el ahorro de
tiempo que comúnmente se pierde al pasar de una especie a otra de trabajo; y finalmente, a
la invención de numerosas máquinas que facilitan y abrevian el trabajo y capacitan a un
hombre para hacer el trabajo de muchos.12
Muchos críticos de Adam Smith afirman que tuvo en mente un significado diferente
cuando se refirió a la “división del trabajo”. En su opinión, Smith quiso decir que los tra-
bajadores deberían especializarse con respecto al producto más bien que a la función. Tam-
bién indican que Smith se refirió a la manufactura artesanal. Hay, sin embargo, amplia evi-
dencia de que Smith habló de la división de funciones en la manufactura. Claramente
estableció: “En cada sociedad mejorada, el agricultor no es generalmente sino un agricul-
tor; el manufacturero, sólo es un manufacturero. El trabajo que es necesario para producir
una manufactura completa, es casi siempre dividido entre un gran número de manos.”13
En resumen podemos decir que Adam Smith escribió sobre muchos problemas y con-
ceptos centrales de la administración. Su idea sobre la división del trabajo es fundamen-
tal a la simplificación y estudio de tiempos del trabajo moderno, extendiéndose también
hacia áreas tales como la simplificación de la producción. Su énfasis sobre la relación en-
tre especialización y tecnología es cercanamente paralela a las teorías de Charles Babbage
y otros pioneros de la administración a quienes más tarde estudiaremos.
RICHARD ARKWRIGHT
La columna vertebral de la revolución industrial en Inglaterra en el siglo XVIII, fue la na-
ciente industria del algodón. Por lo general se ha admitido que un solo hombre más que
ningún otro, proporcionó el “Know how” administrativo que con tanta importancia ace-
leró el advenimiento de la empresa en gran escala en esta industria clave. Mientras que
John Kay, John Wyatt, Lewis Paul y James Hargreaves proporcionaron el genio inventivo
en la industria textil del algodón, Richard Arkwright (sin considerar la legitimidad de su
derecho a las patentes del bastidor de agua) proporcionó la técnica administrativa para la
exitosa coordinación de hombres, dinero, materiales y máquinas en la producción a gran
escala. Como resultado de los requerimientos de centralización de las diferentes activida-
des, preconizados por Arkwright, para la producción continua de textiles de algodón ba-
jo el techo de una factoría, surgió la necesidad de una atención mayor a la coordinación y
control de las actividades interrelacionadas. Cooke-Taylor en su Introducción a la historia
del sistema fabril, subrayó este desarrollo cuando expresó: “Posteriormente el uso de la ma-
quinaria se completó con una gran división del trabajo y, por consiguiente, se requirió de
una mayor cooperación para lograr la armonía en todo el proceso de producción ¡bajo una
superintendencia central!14
Así, con la aplicación de la maquinaria pesada impulsada por energía inanimada, la
cooperación y coordinación del proceso productivo llegó a ser de importancia suprema.
Repetidamente se caracteriza a Arkwright por su habilidad para organizar, coordinar y
planificar. Su selección de localización de plantas muestra también, seguridad en la pre-
visión y planificación. Mantoux señala que este extraordinario capitalista “...personificó al
nuevo tipo del gran manufacturero, que sin ser ingeniero, ni comerciante, reúne, sin em-
bargo, las principales características de ambos, calificaciones peculiares a él mismo: tales
como fundador de grandes compañías, organizador de la producción y líder de hom-
bres”.15 Aquí están evidentes la mayor parte de las características de los administradores
modernos. Además, reconocemos que Arkwright fue impulsor y practicante de conceptos
en la administración de personal. Por ejemplo, mientras el día del trabajo para la mayor
parte de las fábricas fue de 14 horas o más, Arkwright nunca permitió que sus trabajado-
res excedieran las 12 horas. Este hecho no implica que no se mantuviera una estricta dis-
ciplina, pero generalmente se acepta que fue justo.
Arkwright, entonces, proporcionó un modelo de aplicaciones administrativas avan-
zadas para sus contemporáneos. Sus contribuciones como la producción continua, la pla-
nificación para la ubicación de la planta, la coordinación de las máquinas, materiales,
hombres y capital, la disciplina fabril y división del trabajo, lo marcan como el pionero en
el uso de eficientes principios de administración. Si hubiera escrito un libro de principios
sobre buenas prácticas de administración, probablemente habría alcanzado el rango de un
auténtico líder en este campo. ¿Por qué, podríamos preguntarnos, no lo hizo o alguno de
los otros industriales de ese periodo? La respuesta, así parece, es que estuvieron tan ocu-
pados lidiando con los nuevos problemas relacionados con la producción en gran escala,
que no abordaron el avance del análisis, formalizando escritos de los principios correctos
de administración. En su lugar, la responsabilidad para escribir y teorizar acerca de la ad-
ministración y sus prácticas y principios, se dejó a los teóricos y economistas. Los primeros
economistas, sin embargo, como Richard Cantillon y los fisiócratas, enfatizaron la aplicación
14R.W. Cooke-Taylor, Introduction to a History of the Factory System, London: Longmans, Green & Co. Ltd., 1924,
p. 423.
15Paul Mantoux, The Industrial Revolution in the Eighteenth Century, London: Jonathan Cape Limited, 1961, p. 233.
52 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
LA FUNDICIÓN SOHO
Una de las primeras aplicaciones completas de la administración científica a la manufac-
tura ocurrió en Gran Bretaña, en la planta Ingeniería de Fundición Soho, de Bonton, Watt
y Compañía, en 1800. En esta planta encontramos evidencias concretas de pronósticos e
investigación de mercados, ubicación planificada, estudios de distribución de máquinas
en términos de las necesidades del flujo de trabajo, establecimiento de la uniformidad en
la producción, planificación de la producción, componentes, tipos, aplicaciones para el
control de costos, contabilidad de costos, adiestramiento de empleados, estudios e incen-
tivos de trabajo y un programa de prestaciones para los empleados.
Boulton, Watt e Hijos fue originalmente formada por Mathew Boulton y James Watt
para fabricar la máquina de vapor de Watt. En 1800 sus respectivos hijos, heredaron las res-
ponsabilidades administrativas, cambiaron el nombre de la planta e instituyeron las prác-
ticas anteriormente indicadas. Se desarrollaron mecanismos intercambiables en un alto
grado de perfección “—y debido a la gran experiencia de los propietarios, aplicaron la
fuerza del vapor a las máquinas de cilindros, bombas, taladros, tornos, y para el calenta-
miento de los hornos de fundición y a cualquier cosa que abreviase el trabajo humano pe-
ro con seguridad; por la superioridad de sus herramientas fueron capaces de obtener flui-
CAPÍTULO 3. EL DESPERTAR DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 53
16Erick Roll, An Early Experiment in Industrial Organization, London: Longmans. Green & Co. Ltd., 1930, p. 169.
17Ibíd., p. 172.
18Ibíd., p. 191.
54 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ber sido hecho sin necesidad de tiempo extra”.19 Sin embargo, la administración de Soho
aplicó las tasas por pieza solamente sobre aquellos artículos uniformes que fueran fácil-
mente clasificables en grupos. En sus esfuerzos por aplicar tasas por pieza o pagar según
los resultados, los administradores de la Soho midieron y uniformaron el tiempo para ca-
da operación, anticipándose de nuevo a Babbage, Taylor y Gilbreth. Las evidencias mues-
tran claramente que los experimentos sobre el trabajo se hicieron antes de que se estable-
cieran las tasas por pieza. Posteriormente, la administración comprendió que un cambio
a tanto por pieza de una tasa tanto por hora, podría llevar a un trabajo más rápido. Por
consiguiente, a los hombres se les pagó a salario por tiempo por una producción igual a
la previa más un pago incentivo por la producción extraordinaria.
En la fundición Soho, los hombres incorporados en un grupo de trabajo fueron con-
tratados por un salario semanal. El grupo de los capataces, sin embargo, fue contratado
sobre una base de tanto por pieza, ya que en teoría serían los beneficiados de un aumen-
to en la producción, si tuvieran interés en acelerar el trabajo.
Con muchas tasas a tanto por pieza, Soho encontró que el tiempo tomado para hacer
artículos de diferentes tamaños, variaba más en proporción al diámetro de la pieza que
cualquier otro factor. Por consiguiente, se desarrollo una fórmula para expresar esta rela-
ción que se utilizó para el establecimiento de tipos y tasas por pieza —un ejemplo del uso
administrativo de datos uniformes adelantándose un siglo a otras empresas—. Los admi-
nistradores de la Soho, sin embargo, pasaron grandes aflicciones para hacer simple el sis-
tema y fácilmente comprensible para los trabajadores. En total, se utilizaron tres escalas
de salarios: (1) una tasa igual por pieza para cada artículo, (2) una tasa variable por pieza
en proporción al tamaño o al diámetro y (3) una tasa por pieza que variaba con el número
de caballos de fuerza de la máquina para el trabajo de ajuste de aparatos y transmisiones.
El bienestar físico de los empleados se consideró más cuidadosamente en la Soho que
en otras industrias contemporáneas de Inglaterra. La actitud de Boulton concerniente a la
importancia del trabajo y a la racionalidad de este concepto se expresa como sigue: “Así
como los Pérez no pueden hacerlo sin su huelguista, tampoco pueden hacerlo los patro-
nes sin sus obreros. Permitamos que cada uno haga bien su parte y cumpla su deber en
ese estado al cual Dios tuvo a bien llamarlos, ellos encontrarán que esto es el verdadero
fundamento racional de la igualdad”.20 Boulton mejoró la moral proporcionando oportu-
namente a sus trabajadores adiestramientos especiales. Del mismo modo pagó tiempo ex-
tra por todo trabajo que se excediera de cierto número de horas al día. También reconoció
la importancia de la productividad en un ambiente de trabajo. Esto se muestra en el he-
cho de que los muros de la fundición se blanquearon para contrarrestar la suciedad y pe-
numbra normalmente existentes en las fundiciones.
También se construyeron casas para los obreros y parte de su salario se recibió en la
forma de rentas para esas casas. En tiempo de Navidad se dieron presentes a los emplea-
dos y a sus familias, y los aumentos de sueldos se anunciaron en esas ocasiones. Boulton
también estableció una sociedad mutua de seguros para el beneficio de los empleados.
“Todavía más, para aumentar el afecto de los obreros hacia la Soho, y mantenerlos en su es-
cuela de industriales calificados, como él la llamó, Boulton instituyó una Sociedad Mutua-
19Ibíd., p. 192.
20Ibíd., p. 222.
CAPÍTULO 3. EL DESPERTAR DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 55
lista de Seguros en conexión con los trabajos.”21 Éste fue probablemente el primer caso de
una sociedad de seguros fundada por un manufacturero para todos los trabajadores. Esta
sociedad fue autoadministrada, excepto la autoridad final que Boulton retuvo. Las apor-
taciones de los empleados se basaron en las ganancias, variando los beneficios de acuerdo
con las aportaciones de ellos. Para asegurar la honradez, se empleo a un contador indepen-
diente para que revisara anualmente el fondo.
La fundición mantuvo también un sistema contable muy detallado. Con las materias
primas se mantuvo un registro de una sola entrada; se llevó un libro mayor para el inven-
tario de los bienes. Se mantuvieron cargos por trabajo indirecto, pero no se dispone de in-
formación sobre cómo este caso se asignó a las tareas. Sabemos, sin embargo, que la ad-
ministración usó esos registros para detectar la ineficiencia y el desperdicio, para calcular
los salarios de los trabajadores por tarea, para calcular el costo de cada máquina y para
calcular los resultados de cambios de salarios basados en los resultados.
Así, vemos que la Soho fue verdaderamente una planta pionera con sus diseños cientí-
ficos de trabajo, su subdivisión y especialización del trabajo en conformidad con el mayor
uso de maquinaria, sus métodos más efectivos de pagos de salario y su mejor sistema de
mantenimiento de registros y costos contables. Los problemas típicos del presente fueron
entonces evidentes y no hay razón para suponer que el grado de sentido común necesario
para resolverlos fue en modo alguno menor hace 170 años del requerido en el presente, aun-
que la administración entonces no fue sistematizada como ciencia. Sin duda, la factoría So-
ho se adelantó en un siglo a su tiempo.
NEW LANARK
En ese tiempo había en Escocia un lugar llamado New Lanark. Fue también una prueba
viviente de cómo la típica suciedad y la degradación de la vida industrial no era inevita-
ble. En New Lanark se construyeron hileras de casas para los obreros, con dos cuartos en
cada una; los desperdicios se apilaron ordenadamente en las calles en lugar de ser disemi-
nados. En la factoría se colgó un pequeño cubo de madera junto a cada empleado, con ca-
da lado pintado de un color que denotaba, de acuerdo con el matiz de claro a oscuro, los
diferentes grados de conducta: blanco era excelente; amarillo, bueno; azul, indiferente y
negro, malo.
En New Lanark no se empleó en las fábricas a ningún niño menor de diez años. Los
niños que se emplearon trabajaban sólo 10 3/4 horas y no se sujetaban a castigos. La puerta
del administrador de la fábrica permanecía siempre abierta y cualquiera podía quejarse
con él acerca de cualquier norma o regulación; cada trabajador podía también inspeccionar
el libro de comportamiento y apelar si creía que había sido injustamente calificado.
Los niños menores de diez años asistían a una escuela manejada por señoras, quienes
habían sido instruidas en el sentido de que ninguna pregunta de los niños quedase sin res-
puesta, de que ningún niño era malo sin razón, de que nunca se infligieran castigos y de
que los niños aprenden más rápido con el ejemplo que con el castigo.
La recompensa gloriosa de este experimento fue que New Lanark alcanzó una eleva-
da productividad. No fue un ejercicio de filantropía, sino una oportunidad para probar teo-
21Ibíd., p. 226.
56 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
rías, que Robert Owen había desarrollado para el avance de la humanidad. Owen fue el
hombre que mostró en Inglaterra que el industrialismo no necesitaba construirse sobre
el trabajo barato, el abuso y la brutalidad; pavimentó el camino para la legislación indus-
trial poniendo sus principios en acción y probando que podrían funcionar.
“El hombre es la criatura de las circunstancias”22 fue la filosofía de Owen y él apreció
la parte vital jugada por el factor humano en la industria. Se adelantó algunas décadas a
su tiempo al proponer que al menos se pusiese la misma atención al bienestar vital de las
máquinas humanas como el que se pone a las máquinas inanimadas.23 Al creer que el vo-
lumen y la calidad del producto de un trabajador era influenciado por el ambiente tanto
en el trabajo como fuera de él, sus políticas de trabajo fueron paternalistas, atrayendo am-
plia atención, pero poca imitación.
En un discurso ante un grupo de propietarios de fábricas, Owen estableció que “sus
máquinas animadas pueden ser fácilmente adiestradas y dirigidas para obtener un gran
aumento de ganancias pecuniarias. El dinero gastado en los empleados podría dar de un
50 a un 100 por ciento de rendimiento, contrapuesto al 15 por ciento que rendiría en ma-
quinaria. La economía de la maquinaria viviente es mantenerla pulida y limpia; tratándo-
la con bondad sus movimientos mentales podrían no experimentar demasiadas fricciones
irritantes”.24
En general, Owen vivió la administración como una profesión. Bajo su dirección se
construyeron casas y calles, la edad mínima para el trabajo de los niños se aumentó, se otor-
garon facilidades para comer, se introdujo la escuela y se abrieron centros de recreación ves-
pertina para enfrentarse con los problemas del ocio. Robert Owen podría ser fácilmente lla-
mado el padre de la moderna administración de personal.
PARTES INTERCAMBIABLES
Contrariando la idea general de que la manufactura de partes intercambiables no comen-
zó, sino hasta el establecimiento de Hamden Rock Hill Mill, de Eli Whitney, en New Ha-
ven, W.F. Durfee señala muchos ejemplos de manufactura de partes intercambiables an-
teriores a la ejecución de la idea de Whitney; tipos de imprenta, por ejemplo. Además de
la cita de Durfee, Thomas Jefferson en su carta desde Francia a John Jay describió precisa-
mente una manufactura de Versailles que se anticipó en todo a la idea de partes intercam-
biables de Whitney. En 1785 Jefferson escribió la idea de Leblanc:
Aquí se ha realizado un mejoramiento en la construcción de mosquetes, cuyo conocimiento
puede interesar al Congreso... Consiste en la hechura de cada parte tan exactamente seme-
jantes, que lo que pertenece a cualquiera, puede ser usado por cualquier otro mosquete en
el almacén.25
Jefferson también descubrió el experimento exacto dirigido por Whitney algo más tar-
de, pero en esta ocasión el experimento fue dirigido por Leblanc:
22Robert L. Heilbroner, The Worldly Philosophers, New York: Simon & Schuster, Inc., 1953, p. 108.
23Harwoord F. Merrill, ed. Classics in Management, New York: American Management Association, 1960, p. 13.
24Ibíd., p. 33.
25Thomas Jefferson to John Jay, mayo 30, 1785, en W.F. Durfee. The History and Modern Development of the Art of
Interchangeable Construction in Mechanismm, Journal of the Franklin Institute, CXXXVII, núm. 2, febrero 1894, p. 122.
CAPÍTULO 3. EL DESPERTAR DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 57
...Me presentó las partes de 50 cerrojos, tomando piezas dispuestas en compartimientos. Pu-
se varias junto a mí, tomando piezas al azar como vinieron a la mano y se ajustaron de la
manera más perfecta. Las ventajas de esto cuando las armas se reparan son evidentes.26
Whitney reconoció también la parte que el método científico podría jugar en su ma-
nufactura, como lo indicó en una carta a Wolcott escrita en 1799:
Soy plenamente consciente de que este experimento es la única prueba de las teorías, el úni-
co criterio infalible por el cual podemos discriminar entre las teorías formadas sobre princi-
pios y los proyectos quiméricos de una vaga imaginación... En la medida en que he sujeta-
do mis proyectos a esta prueba he tenido la satisfacción de que han respondido plenamente
a mis expectativas.28
26Ibíd.
27Constance McL. Greene, Eli Whitney and the Birth of American Technology, Boston: Little, Brown and Company,
1956, p. 115.
28Ibíd., p. 117.
58 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
RESUMEN
Mirando hacia atrás, el siglo XVIII fue el de los años de maduración en la introducción de mejo-
ras en las técnicas de la manufactura y en el desarrollo de un nuevo enfoque en la administra-
ción. La revolución industrial trajo con ella una decadencia en los conceptos provincianos de
administración y con tales horizontes ampliados, los administradores comenzaron la búsque-
da de caminos para mejorar tanto la manufactura como la administración.
Dos ejemplos excelentes de este nuevo enfoque en administración se encontraron en
la fundición Soho, de Boulton y Watt y en New Lanark Mill, de Robert Owen. Aquí en to-
dos los aspectos, se incorporaron todos los conceptos nuevos de su tiempo. Y lo que es
más importante, las ideas fueron sanas, las compañías triunfaron plenamente y los bene-
ficios se acrecentaron.
Con la génesis de estas ideas audaces, no es sorprendente que aún mayores adelantos
se realizarán por líderes y autores subsecuentes que aplicaron su genio inventivo, para
moverse de esos primeros intentos, hacia una era presagiadora del advenimiento de la
verdadera administración científica.
29Ibíd.
*N. del T. Instrumento en forma de barra o varilla para atacar el cañón de una arma de fuego.
30Ibíd., p. 122.
En comparación con los dos siglos anteriores, el siglo XIX trajo consigo una verdadera rique-
za de literatura administrativa. Los economistas detectaron y escribieron sobre conceptos ad-
ministrativos, funciones gerenciales y aplicaciones de la teoría de la administración. Smith y
Turgot observaron la separación existente entre la propiedad y la administración, así como
el nacimiento de una clase administrativa, y, previendo dicho surgimiento, los economistas
de la época escribieron sobre esta nueva especie —el administrador— discutiendo sus fun-
ciones, responsabilidades y su sitio en el nuevo orden. Por tanto, una visión breve a sus obras
nos mostrará el énfasis que ellos pusieron en el surgimiento del administrador y del pensa-
miento administrativo.
Se necesitan... para ser un buen empresario, una combinación de cualidades que rara vez se
encuentran en un mismo individuo. Esta persona debe poseer una cantidad poco usual de
previsión y cálculo, para que sus planes estén bien fundamentados. También debe poseer
perseverancia y constancia de propósitos para ejecutar sus planes. Frecuentemente se le lla-
ma para supervisar y dirigir los esfuerzos de otros, y para efectuar bien este trabajo debe te-
ner tanto discreción como firmeza de carácter. Asimismo, se requiere para dirigir exitosa-
60 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Se ha encontrado que la laboriosidad del hombre puede ser reducida a elementos muy sim-
ples. No hace sino producir movimiento... Una operación que realizamos despacio, al prin-
cipio, se puede efectuar cada vez con mayor rapidez a través de la repetición... la repetición
de la que depende la mayor celeridad, debe ser frecuente. Por tanto, no es compatible con
un gran número de operaciones diferentes. El hombre que efectuaría una o unas cuantas ope-
1Samuel P. Newman, Elements of Political Economy, Andover: Gould y Newman, 1835, p. 283.
2Adam Smith, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, London: A. Strahan and T. Cadell, 1793,
II, p. 119.
3Véase Anne Robert Jacques Turgot, Reflections on the Formation and the Distribution of Riches, New York: The Mac-
millan Company, 1922, publicado por primera vez en 1770, p. 18.
4Jean Baptiste Say, Catechism of Political Economy, trad. John Richter, Philadelphia: M. Carey & Son., mayo 17,
1817, p. 21.
5R.R. Bowker, Economics for the People, New York: Harper & Bros., 1886, pp. 153 ff.
6Newman, Elements of Political Economy, p. 51.
7J. Lawrence Laughlin, The Elements of Political Economy, New York: American Book Company, 1896, p. 53.
CAPÍTULO 4. LOS PRIMEROS AUTORES SOBRE ADMINISTRACIÓN ✦ 61
raciones con mayor rapidez posible, debe limitarse a una o a unas cuantas operaciones. Enton-
ces, de las operaciones necesarias para la producción de bienes que desea el hombre, si alguien
se limita a un pequeño número de ellas, las efectuará con mucha mayor rapidez, pero, lo que es
más importante, las realizará con mayor exactitud y precisión.
Un inmenso agregado de operaciones está subordinado a la producción de bienes útiles
y agradables para el hombre. Es de la mayor importancia que dicho agregado sea dividido
en partes, consistiendo cada una de ellas en la más pequeña cantidad de operación posible,
de manera que cada operación sea lo más rápida y perfectamente realizada.
Si este enorme agregado de operaciones subordinadas a los complicados arreglos del esta-
do artificial y opulento de la sociedad se dividieran, bajo las circunstancias mejor calculadas pa-
ra separarlo en aquellos pequeños grupos de operaciones que provean la mayor ayuda al po-
der productivo de la mano de obra, el análisis filosófico más perfecto de la materia sería la
primera operación a efectuar; la siguiente sería una síntesis filosófica igualmente perfecta.
Para saber qué hacer con el vasto agregado de materiales existentes en formas mal adap-
tadas a los fines que se persiguen, es necesario considerar el agregado en sus elementos, a
fin de disolverlo en esos elementos y, cuidadosa y comprensivamente, revisar cada uno de
ellos. Esta es la operación analítica.
Cuando conocemos perfectamente a todos los elementos, que debemos combinar como
medios para nuestros fines, y cuando tenemos un conocimiento igualmente perfecto de
nuestros fines, lo que resta por hacer es efectuar dichas combinaciones, a través de las cua-
les podremos lograr nuestros fines con la mayor ventaja. Esta es la operación sintética.
Es bien conocido que ninguna de estas operaciones se ha realizado aún para obtener la
mejor división y distribución del trabajo. Es también cierto que dicha división es todavía muy
imperfecta. Lo que se ha llevado a cabo, se ha hecho, como se dice ahora, en la práctica; es de-
cir, en un alto grado, accidentalmente, como los descubrimientos fortuitos de individuos traba-
jando en alguna rama específica, que los capacitó para observar que en dicha actividad se po-
dría lograr una ventaja. Tales mejoras deben haberse basado en una visión muy estrecha; en un
análisis y síntesis, ciertamente, pero incluyendo además un pequeño número de elementos no
perfectamente entendidos. Dichas mejoras basadas en una visión estrecha son, asimismo, res-
tringidas en su aplicación. No hay generalización posible... ya que una visión limitada no
descubre las relaciones existentes entre las cosas que incluye y las cosas que excluye.8
Y ahí lo tenemos —el primer tratamiento conceptual registrado del análisis y síntesis
de la actividad humana—. El hecho de haber escrito es una indicación de su creciente im-
portancia en la economía de la época y del nivel de complejidad administrativa entonces
existente.
Los economistas de este periodo aparentemente divergían en cuanto a su opinión so-
bre si la propiedad y la administración podían estar separadas con éxito. Adam Smith9
nos asegura que lo anterior era común en sus días, cuando menos en época de auge eco-
nómico, y Turgot10 sugiere prácticamente lo mismo. Ricardo,11 por el contrario, afirma
8James Mill, Elements of Political Economy, 3a. ed. London: Baldwin, Cradock and Joy, 1826, pp. 11-15.
9Smith, op. cit., I, p. 147.
10Turgot, Reflections on the Formation and Distribution of Riches, p. 18
11David Ricardo, The Principles of Political Economy and Taxation, New York: E.P. Duton & Co., Inc., 1960, publica-
do por primera vez en 1817, p. 119.
62 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
El concepto de rango de control fue solamente mencionado por Walker y Denslow; sin
embargo, el principio de unidad de mando recibió una mayor atención de Bowen y Bow-
ker, atrayendo la actividad de los comités el menosprecio de Bowen: “Los comités admi-
nistrativos son proverbialmente negligentes o entrometidos, poco armoniosos y poco exi-
tosos: una sola cabeza ejecutiva, y una muy capaz, es un prerrequisito esencial para el éxito
de cualquier gran empresa.”17 Marshall observó que aun en el nivel más bajo de una or-
ganización, la responsabilidad compartida no era aconsejable, señalando que “una má-
quina no es tan bien cuidada cuando dos hombres comparten la responsabilidad de man-
tenerla funcionando, que cuando un hombre tiene su completo manejo”.18
Al principio, los economistas estaban interesados primordialmente en el control para
evitar robos, pero rápidamente parecen haber considerado la idea de control para preve-
nir desperdicio; de hecho, más aprisa que los administradores o los teóricos de la admi-
nistración. Lo anterior no implica que hayan olvidado el robo, pues como decía J. S. Mill
en 1848:
Todo el trabajo empleado ahora en vigilar que ellos (los obreros ingleses) cumplan con su
compromiso, o en verificar que lo han cumplido está tan alejado de la verdadera esencia de
la producción, como el estar dedicado a una función subsidiaria que se ha hecho forzosa no
por la necesidad de las cosas, sino por la deshonestidad del hombre.19
Si acaso existe un tema en el que todos los primeros economistas estén de acuerdo, sin
duda se trata del principio de especialización o división del trabajo. Casi todos ellos lo tra-
taron tan extensivamente que no es necesario hacer referencias específicas sobre el con-
cepto genérico. Sin embargo, es importante acentuar que dichos autores trataron la materia
a tres diferentes niveles. El comercio internacional se consideraba como una extensión de la
división territorial del trabajo. A la especialización de las empresas podríamos llamarle divi-
17Francis Bowen, American Political Economy, New York: Charles Scribner’s Sons, 1870, p. 124.
18Marshall, Elements of Economics of Industry, p. 353.
19John Stuart Mill, Principles of Political Economy, ed. Sir W.J. Ashley, London: Longmans, Green & Co. Ltd.,
1926, p. 111.
20Ibíd., p. 140.
64 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
PAGO DE SALARIOS
En cuanto a motivación e incentivos, el buen reverendo Malthus, inter alia, pensaba que
un día de trabajo era un día de trabajo; era factible intercambiar un trabajador por otro.
De Laveleye, por el contrario, no coincidía con Malthus, e insistía que la escala descen-
diente de eficiencia que a continuación se enumera era válida:
La mayoría de los economistas del siglo XIX concordaban con De Laveleye y creían
que el pago a destajo, cuando fuera aplicable, era la solución a la baja productividad de la
mano de obra, aun cuando a algunos de ellos les preocupaba, como a Smith, que los
“obreros... cuando se les paga liberalmente a destajo, es muy factible que se sobrecarguen
de trabajo y que arruinen su salud y su constitución física en unos cuantos años”.22
Sin embargo, como réplica a este temor, Mill señaló que el pago a destajo no era el úni-
co sistema de incentivos al cual podrían responder tanto los obreros como la administra-
ción, añadiendo:
Debe enfatizarse que no es una consecuencia necesaria de la sociedad anónima, que las per-
sonas empleadas, ya sean superiores o subordinadas, deban ser pagadas totalmente con sa-
larios fijos. Hay diferentes manera de conectar más o menos íntimamente, el interés de los
empleados con el éxito pecuniario de la empresa. Existen una serie de disposiciones inter-
medias entre trabajar por cuenta propia y trabajar por día, semana o año por una remunera-
ción fija.23
AUTOMATIZACIÓN
Como ya hemos visto, la automatización no es una preocupación tan moderna como fre-
cuentemente pensamos. En 1830, ya se temía que el hombre pudiera ser reemplazado por
la máquina. Aun Aristóteles había hecho notar, más de 300 años a.C. que “si una herra-
mienta pudiera anticipar y ejecutar las órdenes del trabajador, si la lanzadera pudiera
atravesar la trama por iniciativa propia, la manufactura no tendría necesidad de trabaja-
dores, ni los años de esclavos”.24
Por otra parte, Samuel Newman dudaba que la automatización pudiera ser total:
OTROS AUTORES
CHARLES DUPIN
Charles Dupin, ingeniero francés del siglo XIX, escribió extensamente sobre la industria, el
trabajo y el bienestar de los trabajadores. Frecuentemente habló en la Academia de las
Ciencias del Instituto Real de Francia sobre estos temas, así como sobre materias pura-
mente académicas en las áreas de ingeniería y matemáticas.
De 1816 a 1820, Dupin efectuó un estudio sobre la marina inglesa en un esfuerzo por
descubrir las bases de la eficiencia de dicha organización que los franceses deberían adop-
tar para crear una marina poderosa. Los principios administrativos que Dupin reconoció
y deseaba que fueran copiados de la marina inglesa pertenecen a la administración de
personal y relaciones humanas.
Dupin también abogaba por la integridad en la administración; específicamente, por el
pronto pago de las deudas y el cumplimiento de compromisos y acuerdos. Aun cuando es-
tas ideas no nos parecen muy novedosas, en 1820 representan uno de los primeros enun-
ciados de estos conceptos como factores en la administración y el liderazgo efectivos.
Siendo ingeniero, la contribución de Dupin fue principalmente en el desarrollo de la
producción científica y mecanizada a principios del siglo XIX; sin embargo, sus obras so-
bre administración muestran mayor interés en los factores humanos, tales como en el per-
sonal y bienestar de los empleados que en los aspectos técnicos de la producción.27
CHARLES BABBAGE
Probablemente Charles Babbage sea en el presente mejor conocido por su trabajo como
pionero en el desarrollo de la primera computadora digital. Sin embargo, además de lo
anterior, Babbage era un matemático, un científico y un escritor. Su conocida obra La eco-
nomía de las máquinas y las manufacturas, apareció por primera vez en 1832, y los tres mil
ejemplares impresos se vendieron en menos de dos meses. Cinco meses después apareció
una segunda edición, y en 1835 ya se había publicado una cuarta edición en Londres. En
Estados Unidos se publicó su edición en 1832 y el Mechanics Magazine (New York), lo re-
produjo, en forma de serie, a inicios de 1833.28
Charles Babbage, más que ningún otro autor, contribuyó al inicio y desarrollo del en-
foque científico del estudio de la administración. Era consciente de que los principios de
organización eran aplicables a cualquier campo en donde la coordinación del esfuerzo hu-
mano fuera esencial para el logro de un objetivo común. A Babbage le interesó primordial-
mente no el diseño y la construcción de maquinaria, sino su utilización y la organización
se los seres humanos con ese propósito.
En el prefacio a La economía de las máquinas y las manufacturas, Babbage escribe: “Indu-
cido durante los últimos diez años a visitar un considerable número de talleres y fábricas,
tanto en Inglaterra como en el continente, con el propósito de familiarizarme con los dife-
rentes recursos del arte mecánico, inconscientemente apliqué a ellos aquellos principios
de generalización que mis demás ocupaciones han, naturalmente, hecho surgir.”29 Es in-
teresante comparar el pasaje anterior con uno similar de los Principios de la administración
científica de Frederick Taylor, publicado en 1913.
“Cuando los hombres cuya educación les ha dado el hábito de generalizar y buscar
leyes en todo, se enfrentan a una multitud de problemas, tales como los que existen en
cualquier oficio, y que tienen una gran similitud entre sí, es inevitable que traten de reu-
27Véase Charles Dupin, Discours sur le sort des ouvriers, Paris: Bachelier, Libraire, 1831.
28Raymond Villers, Dynamic Management in Industry, Englewood Cliffs. N.J.: Prentice Hall, Inc., 1960, p. 17.
29Charles Babbage, On the Economy of Machinery and Manufactures, London: Charles Knight, 1832, p. v.
CAPÍTULO 4. LOS PRIMEROS AUTORES SOBRE ADMINISTRACIÓN ✦ 67
nir estos problemas en grupos lógicos y que entonces busquen algunas reglas o leyes ge-
nerales que los guíen en su solución.”30
En general, Babbage recomienda que los datos obtenidos como resultado de una in-
vestigación rigurosa deben ser utilizados en la administración de una empresa.
También señaló que la administración debía averiguar el número de veces que cada
operación era repetida por hora; que el trabajo debía ser dividido en esfuerzo físico y
mental, que el costo exacto de cada proceso debería determinarse; y que cada trabajador
debería obtener una bonificación proporcional a su propia eficiencia y al éxito del nego-
cio. Babbage enfatizó la importancia de la división de trabajo, indicando que se podía lo-
grar una mayor ganancia a través de la especialización, que el tiempo requerido para
aprender un proceso determinado podría acortarse considerablemente y que la habilidad
adquirida en dicho proceso podía ser aumentada por la división del trabajo. Babbage lo
decía de la siguiente manera: “El maestro manufacturero, al dividir el trabajo para ser eje-
cutado en diferentes procesos, cada uno requiriendo diferentes grados de habilidad y
fuerza, puede comprar exactamente la cantidad precisa de ambas que cada proceso re-
quiera; mientras que si todo el trabajo fuera ejecutado por un solo obrero, esa persona de-
bería poseer la suficiente destreza para ejecutar lo más difícil y la suficiente fuerza para
efectuar lo más laborioso de las operaciones en las cuales se divide dicha actividad.”31
En el área de estudios de tiempos, Babbage fue también predecesor de Taylor, afirman-
do que: “Si un observador está con reloj en mano ante una persona que le está poniendo la
cabeza a un alfiler, seguramente dicho trabajador aumentará su velocidad habitual y el gra-
do de estimación será demasiado burdo. Un mejor promedio podría resultar inquiriendo
qué cantidad se considera correcta para un día de trabajo. Cuando lo anterior no se puede
determinar, el número de operaciones llevadas a cabo se pueden contar cuando el obrero no
es consciente de que es observado. Así , el sonido hecho por... un huso puede ayudar al ob-
servador a contar el número de golpes por minuto... aun cuando esté fuera del edificio...”32
Babbage también enfatizó la importancia del equilibrio en los procesos y el principio
del tamaño óptimo de las unidades de producción para cada tipo de producto. Existen po-
cas áreas no tocadas por Babbage, como lo indican las siguientes propuestas hechas por él:
30Frederick W. Taylor, Principles of Scientific Management, New York: Harper & Bros, 1913, p. 103.
31Babbage, op. cit., p. 173.
32Ibíd., p. 132.
68 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
11. Utilizar un beneficioso sistema de sugerentes, ya que “toda persona relacionada con el
trabajo debería obtener una mayor ventaja aplicando cualquier mejora que haya descu-
bierto”.33
W.S. J EVONS
W. S. Jevons nació en Liverpool en 1835. A los 15 años de edad asistió a la University Co-
llege School. Después de graduarse trabajó durante un breve tiempo como analista y me-
tereólogo. Renunció al trabajo con el fin de obtener una educación más diversificada. Co-
menzó a estudiar matemáticas, filosofía y economía política en la University School, y
obtuvo medallas de oro en las dos primeras asignaturas mencionadas. En 1865 fue nom-
brado para dar conferencias en el Queens’ College.
Jevons contribuyó más al desarrollo del pensamiento económico inglés acerca del es-
píritu y la disciplina de la ciencia pura que ningún otro de sus predecesores. No era ni fi-
lósofo moral, ni hombre de negocios retirado, ni reformador social. Era científico social es-
pecializado en las interrogantes económicas con el propósito de determinar las leyes que
las gobiernan. Su obra principal, La teoría de la economía política, publicada inicialmente en
1871, contiene algunos pasajes interesantes sobre la intensidad del trabajo y la fatiga.
Tomemos un trabajo tan simple como cavar. Una pala puede ser de cualquier tamaño, y si se
da el mismo número de golpes por hora, el esfuerzo requerido variará casi como el cubo del
largo de la hoja. Si la pala es chica, la fatiga será poca, pero el trabajo hecho no será conside-
rable. Por el contrario, una pala muy grande, hará una gran cantidad de trabajo en cada gol-
pe, pero la fatiga será tan enorme que el trabajador no podrá continuar su trabajo en un lapso
grande. De acuerdo con lo anterior, se utiliza una pala de tamaño mediano, que no sobrecar-
ga al obrero, permite que complete su día de trabajo y lo capacita para lograr el máximo de
trabajo posible. El tamaño de la pala debe depender en parte de la adhesividad y peso del
material, y es parte en la fuerza del trabajador. Se puede observar que, para cavar arcilla se
usa una pala más grande; para palear arena o carbón se emplea una pala de mayor capaci-
dad, y un instrumento aún más grande se utilizará para el maíz, la malta o cualquier otro ti-
po de polvo ligero.34
A Taylor también le interesaba el arte de pelear y es interesante hacer notar que estos
conceptos sobre estudios de trabajo estaban impresos poco tiempo antes de que Taylor co-
menzara sus experimentos. Jevons, refiriéndose a las cargas más favorables de trabajo y
fatiga, concluye con una referencia a la marcha y una sugerencia para futuros desarrollos
en el campo de estudio de tiempos y movimientos:
33Ibíd., p. 250.
34W.S. Jevons, The Theory of Political Economy, New York: The Macmillan Company, 1888, p. 204.
CAPÍTULO 4. LOS PRIMEROS AUTORES SOBRE ADMINISTRACIÓN ✦ 69
más importante, la pérdida de tiempo o la fatiga. Marchar a una velocidad de cuatro millas
por hora, pronto ocasionaría una enorme fatiga y sólo podría recurrirse a tal velocidad en
circunstancias sumamente urgentes. La distancia recorrida tendría una razón muy alta con
relación a la fatiga a una velocidad de tres o aun dos y media millas por hora. Pero si la ve-
locidad se reduce aún más, también surgiría una pérdida en contraposición a la energía gas-
tada para moverlo. La economía del trabajo siempre involucra cuestiones de este tipo... En
un empleo regular y constante, el mejor resultado se obtendrá siempre en un paso tal que le
permita al trabajador, cada día o cada semana como máximo, recuperarse de la fatiga y re-
comience con su dotación completa de energía.35
Jevons, una vez más anticipándose a Taylor, pedía cooperación entre el obrero y el pa-
trón. Fue aún más lejos que Taylor, abogando por coparticipaciones industriales, inclu-
yendo reparto de utilidades y participación de acciones para los empleados. Para él, esto
representaba un método de medir diferencias y eliminar la lucha sindical.
Ésta es, pues, la influencia de Jevons: un estudioso que buscaba determinar las leyes
básicas que gobiernan a los hombres y a la administración en su trabajo. Le interesaba un
análisis sistemático y científico del trabajo y en su búsqueda de esas leyes básicas que re-
gulan la actividad laboral y la fatiga fue un precursor de Frederick W. Taylor.
RESUMEN
Al revisar las primeras obras sobre la administración, encontramos un aspecto común en la
mayor parte de ellas: su orientación es hacia la empresa. Adam Smith y sus sucesores cen-
traron sus comentarios en la empresa: las funciones del administrador para enfrentarse a la
demanda, el papel de la planificación para lograr una operación económica y satisfacer
la demanda de los clientes, etc. Esto, claro está, es de esperarse en una economía cuya indus-
tria está naciendo. Como veremos después, este énfasis cambiará al madurar la economía.
Los autores del siglo XIX trataron principalmente los fundamentos. No se desarrolló
una teoría coherente de la administración, pero sí se reconocieron y se comprendieron las
funciones administrativas y, frecuentemente se discutieron aspectos interesantes y poco
conocidos de la administración. El hecho importante de estos autores no es, sin embargo,
lo que escribieron, sino lo que iniciaron. Comenzaron a pensar y a escribir sobre la admi-
nistración y el administrador desde muchos puntos de vista. Sus obras, junto con las de
los economistas, sirvieron para reforzar la idea de la creciente importancia de la adminis-
tración para la empresa en desarrollo, y al mismo tiempo estimularon a otros estudiosos
a analizar más extensivamente este concepto naciente.
35Ibíd., p. 208.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, comenzó en Estados Unidos una nueva era indus-
trial como consecuencia principal de la expansión de las industrias mecánicas y de la abo-
lición de la esclavitud.
No existía aún el capital como lo conocemos actualmente. La forma moderna del capi-
tal no vino a perfilarse, sino hasta 1862 cuando se introdujo la empresa de acciones comu-
nes y la responsabilidad limitada, una asociación de individuos con algunas de las carac-
terísticas de la sociedad civil y de la sociedad anónima. Se parecía a la sociedad anónima
en que las acciones eran transferencias, su existencia no se veía afectada por la muerte de
uno de los socios y su administración estaba en manos de directores electos. Sin embar-
go, lo mismo que en la sociedad civil, cada accionista era responsable de todas las deudas
de la empresa y las relaciones entre sus miembros eran reguladas por la ley general de so-
ciedades.
La introducción de compañías de acciones comunes en la economía, marcó la separa-
ción entre el capitalista y el empleado y la división entre el capital y la administración. Los
propietarios no eran accionistas y los empleados, en su mayoría, eran administradores
asalariados. Como resultado de estos cambios, banqueros tales como Jay Gould, J.P. Mor-
gan y Cornelius Vanderbilt crearon enormes organizaciones que, a través del siglo XIX, tu-
vieron una influencia definitiva en el desarrollo de la economía norteamericana.
Durante este periodo, la empresa más dramática de Estados Unidos, los ferrocarriles,
crecieron tanto en tamaño como en importancia. Las líneas de rieles fueron extendiéndose,
se abrieron nuevos territorios y se agudizó la competencia entre las empresas. Sin embargo,
después del periodo inicial de expansión, los administradores comenzaron a consolidar su
posición con el fin de operar más eficientemente y obtener mayores utilidades. Como ejem-
72 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
plo de este tipo de operación, citaremos el Ferrocarril Central de Nueva York, consolidado
por Cornelius Vanderbilt, al fusionar a las líneas competidores de Nueva York a Albany y
de Albany a Búfalo.
HENRY POOR
Los administradores de estos consorcios pronto descubrieron que la gran organización fe-
rrocarrilera implicaba un conjunto completamente nuevo de problemas, diferentes a los
encontrados en las empresas más pequeñas. Como respuesta a estos problemas, apareció
en escena Henry Poor, editor del American Railroad Journal (de 1849 a 1862), estableciendo
principios administrativos básicos para las grandes organizaciones de negocios.
Fundamentalmente, Poor arguía que los administradores ferrocarrileros debían guiar-
se por tres principios: organización, comunicación e información —siendo la organización
o la cuidadosa distribución del trabajo, la básica de las tres—. Proponía que la organiza-
ción del ferrocarril debía estar diseñada para asegurar que el tiempo de cada hombre fue-
ra completamente utilizado, y el equipo mantenido en servicio el mayor tiempo posible.
Poor entendía por comunicación un sistema de informes que conservaría informada a la
gerencia sobre las operaciones y el principio de información era el análisis de informes pa-
ra mejorar las operaciones.1
DANIEL C. MCCALLUM
Daniel C. McCallum, superintendente del ferrocarril de Erie de 1854 a 1857, trabajó junta-
mente con Henry Poor, y fue uno de los primeros en poner en práctica sus recomendacio-
nes administrativas.
Nacido en Escocia en 1815, McCallum fue un autodidacta, a excepción de unos cuan-
tos años de educación primaria en Rochester, Nueva York. A pesar de este obstáculo, Mc-
Callum, con su mente abierta y su viva imaginación, encontró soluciones a las ineficien-
cias administrativas que plagaban a los ferrocarriles en esa época.
Básicamente, el problema era el control. La mayoría de los administradores en ese
tiempo creían que los ferrocarriles estaban tan dispersos que no se podía ejercer una su-
pervisión estricta. Por tanto, veían a los grandes complejos ferrocarrileros como necesaria-
mente ineficientes e incapaces de obtener utilidades en sus operaciones. McCallum no
pensaba lo mismo. Creía que la operación efectiva podría resultar de reglas o normas de
operación precisas y bien definidas. Creía en una dirección con mano de hierro, y eso es
precisamente lo que hizo al ocupar su cargo en la empresa Erie en 1854.
Como era de esperarse, este régimen no les pareció bien a los maquinistas que estuvie-
ron en huelga durante diez días después de que McCallum tomó su puesto.2 Esencialmen-
te, el enfoque administrativo de McCallum para dirigir el Erie estaba basado en sistemas,
sentido común, informes y control. Sugirió descripciones de puestos, hizo promociones en
base al mérito, e insistió en que aquéllos a cargo de las operaciones específicas eran respon-
1Ernest Dale, The Great Organizer, New York: McGraw-Hill Book Company, 1960, p. 19.
2“Big Business Takes the Management Track”, Business Week, abril 30, 1966, p. 104.
CAPÍTULO 5. EL PRELUDIO DE LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA ✦ 73
sables de sus éxitos y fracasos. En otras palabras, en 1854 aplicó lo que ahora consideraría-
mos como simple rutina. Lo que en esa época era un enfoque totalmente nuevo y compre-
sivo para los ferrocarriles, ahora lo reconocemos como incluyendo simplemente una dele-
gación lógica de autoridad, delimitación de responsabilidades y control a través de un
sistema de informes expeditos.
Después de poner su sistema en operación, McCallum desarrolló un organigrama para
el ferrocarril. Fue uno de los primeros con una estructura en forma de árbol, que mostraba al
presidente y a la junta directiva en su parte central, con las cinco divisiones fundamentales
de la compañía ilustradas como ramas del árbol.3
Después de dejar el Erie en 1857, el genio organizacional y administrativo de McCa-
llum no quedó ocioso. El secretario de Guerra, Edwin M. Stanton, le nombró director y su-
perintendente de todos los ferrocarriles de Estados Unidos en febrero de 1862, con el po-
der de expropiar y operar cualquier ferrocarril necesario para la culminación exitosa de la
guerra. Lo mismo que en Erie, McCallum se distinguió en su nuevo puesto por su capaci-
dad administrativa superior. Bajo su administración se mandaron 160 vagones diarios a
una distancia de 360 millas para abastecer la campaña de Sherman en Atlanta, empleando
100 mil hombres y 60 mil animales. En este papel, McCallum terminó su ilustre y singular
carrera administrativa.4
Al igual que los ferrocarriles, las empresas industriales estaban también aumentando
de tamaño, y con la apertura de nuevos mercados, pronto igualaron a los ferrocarriles en
su complejidad. Durante las tres últimas décadas del siglo XIX, los administradores de esas
dinámicas y crecientes empresas comenzaron a darse cuenta que también tenían proble-
mas administrativos, y esta conciencia aunada la complejidad a la que se enfrentaba, ani-
mó en sus principios al movimiento por la administración científica.
3Ibíd., p. 106.
4Ibíd.
5Henry C. Metcalf, Scientific Foundations of Business Administration, Baltimore; The Williams y Wilkins Co., 1926,
p. 196.
74 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
HENRY R. TOWNE
Como presidente de la compañía manufacturera Yale y Towne durante 48 años, Henry R.
Towne actuó como instrumento directo en la implementación de nuevos métodos adminis-
trativos en las plantas de su empresa. Los editores de Industrial Management, The Engineering
Magazine proponen a Henry R. Towne como el incuestionable pionero de la administración
científica; afirman que ya en 1870, Towne iniciaba la aplicación sistemática de métodos ad-
ministrativos eficientes; y que su conferencia “El ingeniero como economista” presentada
ante la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos en 1886, probablemente inspiró a Fre-
derick W. Taylor a dedicar el trabajo de toda su vida a la administración científica.6
En una conferencia, Towne destaca que la administración del taller es tan importante
como la administración de ingeniería en la eficiente dirección de una empresa. Reconoció
que existía información sobre la administración de talleres, pero no había un medio para
intercambiar y diseminar los conocimientos del tema. Towne pedía que la administración
fuera considerada como una ciencia con su propia literatura, revistas y asociaciones. Sólo
a través de dicho intercambio, señalaba Towne, se podrían beneficiar los empresarios de
la experiencia de otros.
En una segunda conferencia, “Reparto de ganancias”, publicada en 1896, Towne afir-
ma que el reparto de utilidades no es un ajuste equitativo ni una solución correcta a un
problema económico. La utilidad que un departamento obtenía a través de un incremen-
to en sus esfuerzos podía perderse en otro. De ahí que abogara por la determinación del
costo de cada elemento de la producción. Entonces, lo que los empleados de un departa-
mento ganaran, podía revertírseles de acuerdo con su mérito propio. Por la razón anterior,
llamaba a su plan reparto de ganancias y no reparto de utilidades.
El plan de Towne garantizaba una tasa de salario definida para cada empleado, con
la ganancia que cada departamento obtenía sobre un nivel científicamente determinado,
dividido al 50 por ciento entre patrón y empleado. Towne comprendía que este costo pre-
determinado debería ser fijado después de un estudio de tres a cinco años para evitar dis-
minuciones en las tasas de salarios.
En su tercer ensayo, “La evolución de la administración industrial”, escrito en 1921,
Towne comparó el estatus de la administración científica en 1886 y en 1921, observando par-
ticularmente el establecimiento de cursos de administración industrial en escuelas técnicas
y universidades y acreditando a F. W. Taylor como el apóstol del movimiento científico.
Sin duda alguna, la principal contribución de Henry R. Towne a la administración fue
que fijó el clima y la atmósfera propicios para la posterior aplicación de métodos científi-
cos. Su plan de reparto de ganancias como sistema de pago de salarios fue de menor im-
portancia.
HENRY METCALFE
Mientras que Towne desarrollaba sus ideas en Yale, el capitán Henry Metcalfe exploraba
el laberinto de la administración en el Arsenal de Frankford.
Después de tomar las riendas, Metcalfe descubrió rápidamente que los métodos tra-
dicionales de organización y control que se usaban en la industria eran tanto despilfarra-
dores como ineficientes. Su solución fue el desarrollo, en 1881, de un sistema de control
tan completo y exhaustivo que, años después de marcharse Metcalfe, el Arsenal continua-
ba utilizándolo. Tanto Frederick W. Taylor como la Asociación Americana de Administra-
ción reconocieron el genio administrativo de Metcalfe —Taylor, reconoció estar en deuda
con Metcalfe por algunas de sus ideas, y la Asociación Americana de Administración se-
ñaló el pragmatismo del sistema de Metcalfe para su utilización aún en la actualidad.
En 1885, cuatro años después de haber introducido su sistema, John Wiley and Sons
publicó su libro El costo de producción y la administración de talleres públicos y privados. Dicho
libro fue aclamado como precursor en el área de la ciencia administrativa.
Al igual que la de McCallum, la teoría de Metcalfe estaba basada en sistema y control.
Metcalfe visualizaba e insistía en que toda la autoridad debía provenir de una sola fuen-
te, con un flujo de información detallada concerniente a gastos y logros volviendo a dicha
fuente. Lo anterior no significa que Metcalfe era un generador de registros e informes. Por
el contrario, terminó con casi todos los informes, exceptuando los más importantes y ne-
cesarios y eliminó 13 diferentes tipos de libros e informes que habían sido usados regular-
mente en el Arsenal de Frankford.
Después de ser transferido a los arsenales en Benicia, California y Watervliet, Nueva
York, Metcalfe todavía continuó experimentando mejores técnicas de control administra-
tivo. Terminó su carrera enseñando en West Point.7
FREDERICK HALSEY
En 1891, Frederick Halsey presentó un importante trabajo ante la Sociedad Americana de
Ingenieros Mecánicos, en el cual esbozaba sus ideas sobre salarios.
Halsey estaba fundamentalmente en desacuerdo con el plan de informe de ganancias
de Towne, ya que pensaba que las utilidades provenían de muchas otras fuentes aparte de
la producción de los trabajadores; que los perezosos se beneficiaban de la buena labor de los
trabajadores diligentes; que el aumento en la paga se recibía mucho tiempo después de ha-
ber sido ganada; y que no era justo que los empleados participaran de las utilidades si no
participaban de las pérdidas. Además, Halsey estaba en completo desacuerdo con la prác-
tica prevaleciente de reducir la tasa de salario a destajo cuando el obrero estaba percibien-
do una cantidad de dinero demasiado grande.8
Para superar estas debilidades, el “plan de primas” de Halsey sugería la determinación
de un tiempo normal para efectuar un trabajo, con una prima (alrededor de un tercio de la
tasa normal de salarios) que le sería pagada al empleado por el tiempo ahorrado.
Este plan garantizaba a cada trabajador la paga completa de su día de trabajo más la
prima si su iniciativa así lo requería. La determinación de la tasa era mucho más simple
que otros planes de salarios, ya que no se trataba de determinar la posible producción del
trabajador. En lugar de eso, se tomaba la producción presente del empleado como están-
7"It Was All in the Cards", Business Week, diciembre 25, 1965, pp. 74-75.
8Horace B. Drury, Scientific Management, New York: Columbia University Press, 1915, p. 43
76 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
dar o normal. En otras palabras, bajo el plan de Halsey se les concedía a los trabajadores
el tiempo que habían utilizado en el pasado como norma. Si aumentaban su producción
dos terceras partes de la ganancia eran para el patrón y una tercera parte para empleado,
con la seguridad de que la administración recibiría las dos terceras partes de la utilidad.9
Halsey veía también otras ventajas de su sistema: cada trabajador tenía garantizado el
salario por día de trabajo sin importar su producción; la fricción obrero-patrón, provenien-
te del sistema de incentivos era eliminada en parte, ya que el empleado recibía su prima tan
pronto como empezaba a producir más; y no se necesitaban estudios de tiempos complejos.
Halsey no creía que era factible saber exactamente cuánto tiempo tomaba o debía tomar un
trabajo, y en base a esta creencia desarrolló su ampliamente difundido plan de primas.
Se han desarrollado muchos planes de primas para pago de salarios, pero el de Halsey
se le considera una contribución original a la administración por varias razones. En primer
lugar, fue un intento de mitigar el antagonismo entre la administración y los empleados cau-
sado por los salarios; y garantizaba una tasa diaria o por hora basada en la actuación ante-
rior del empleado, más una prima adicional de un medio a un tercio del ahorro logrado por
el trabajador. Bajo el plan Halsey, por tanto, las ganancias del empleado no serían excesivas
aun si doblaba su producción y el patrón no se vería tentado a reducir la tasa de la prima, ya
que él, lo mismo que el trabajador, se beneficiaba con la producción adicional. Finalmente,
este plan era un avance sobre el plan de Towne, ya que en este último un aumento en la pro-
ducción implicaba una pequeña recompensa tanto para el buen como para el mal trabajador.
Distinguido como un nuevo concepto en el pago de salarios, el plan de Halsey tuvo
una importante influencia en Gran Bretaña y en Estados Unidos y, a la par que las ideas
de Taylor sobre el pago a destajo, sirvió como modelo para sistemas subsecuentes de pa-
gos de salarios. El sistema de James Rowan en 1901, por ejemplo, está sin lugar a duda ba-
sado en el de Halsey.
9Ibíd., p. 47.
CAPÍTULO 5. EL PRELUDIO DE LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA ✦ 77
RESUMEN
La última parte del siglo XIX vio el comienzo de la administración científica —incluyendo
el uso de dicho término—. Al aumentar los negocios, tanto en tamaño como en número,
se encontraron innumerables problemas no conocidos anteriormente por los administra-
dores. Se expresaba la preocupación sobre estos problemas de volumen y el énfasis del
pensamiento cambió de la empresa a los problemas dentro de la empresa: procesos, ubi-
cación del equipo, disposición de la planta, técnicas de producción, sistemas de incenti-
vos, etcétera. La administración estaba ahora orientada hacia “las cosas” más que hacia la
empresa como en el pasado. Las personas reunidas en grandes grupos presentaban pro-
blemas de organización y eficiencia, y estas preocupaciones también aparecieron en la li-
teratura.
También se expresaba un gran interés por la diseminación e intercambio de ideas, re-
conociendo la necesidad de formar sociedades, publicaciones y reuniones para intercam-
biar puntos de vista. Ya estaba el suelo abonado para que la administración fuera consi-
derada una entidad por sí misma. Y la brillante luz de la época fue indudablemente el
reconocimiento por una de las mejores universidades de que la administración era facti-
ble de ser enseñada a nivel universitario.
En pocos años, el concepto de administración había cambiado sucesivamente de un co-
nocimiento casual al análisis parcial y luego al concepto, aún algo nebuloso, de un sistema
completo de conocimientos que afectaba la actividad económica del hombre. Al administra-
dor ya se le reconocía como una persona de estima y el tema de los principios administrati-
vos ya había pasado de la industria al aula.
Finalmente, la administración como un campo delimitado había nacido.
10“How Business Schools Began”, Business Week, octubre 12, 1963, pp. 114-16.
Al final de la guerra civil norteamericana, comenzó un nuevo clima industrial para los nego-
cios en E.U.A. Por ejemplo, durante los años entre el final de la guerra y finales del siglo, au-
mentó la población en el oeste, la industria se expandió y trató de mantenerse a la par con el
apetito de la población de bienes y servicios, y se comenzó a sentir el desempleo tecnológico.
Durante este periodo, se hizo aparente una mayor separación entre la administración
y la mano de obra, y se hizo notorio el crecimiento de una clase administrativa en la in-
dustria. Fue durante esta época cuando la administración comenzó a cambiar de un enfo-
que cotidiano para solucionar las contingencias a un enfoque más general y a largo pla-
zo. Los conceptos de control, por ejemplo, estaban siendo generados para remplazar la
supervisión visual del patrón. Líderes como Towne y Metcalfe comenzaron a desarrollar
y a aplicar sistemas administrativos integrales en lugar de los sistemas de prueba y error
usados generalmente. Cada acción, cada parte, cada problema, era analizado a la luz de
su relación con los demás componentes y con el todo.
Percibiendo esta emergencia, Towne, como ya vimos, pedía que los administradores
formaran organizaciones, publicaran revistas e intercambiaran sus logros y puntos de vis-
ta. Fue la era del génesis, en la totalidad, del pensamiento administrativo. Towne había lla-
mado a esta nueva filosofía administrativa una administración de ciencia, de precisión. En
este aire generativo de expectaciones administrativas, emergió Frederick Winslow Taylor.
FREDERICK W. TAYLOR
Un casi desconocido ingeniero de Filadelfia, Frederick W. Taylor, originó en este ambien-
te un concepto nuevo e integral de la administración. De acuerdo con Taylor, en lugar de
80 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ser “los hombres del látigo”*, los administradores deberían desarrollar una nueva filoso-
fía y un nuevo enfoque de la administración. Tendrían que cambiar a una visión más am-
plia, más comprensiva para concebir su trabajo como una incorporación de los elementos
de planificación, organización y control.
Como es de suponerse, Taylor no apareció en escena con todos sus pensamientos or-
denados en una teoría completa. Sus ideas fueron generadas mientras trabajaba para di-
ferentes empresas, comenzando en 1878 en la Midvale Steel Company. En dicha empresa
ascendió de diseñador de modelos a ingeniero en jefe en 1884, a la edad de 28 años.
Durante esos años, empezó a reconocer algunos de los muchos defectos de la opera-
ción de las fábricas que después comentó en sus obras. Vio, por ejemplo, que la adminis-
tración no tenía un concepto claro de las responsabilidades obrero-patronales; que prácti-
camente no se aplicaba ningún estándar efectivo de trabajo; que no se utilizaban incentivos
para mejorar la actuación de los trabajadores; que se seguía un sistema militarizado en ca-
si todos los aspectos; que las decisiones administrativas se basaban en premoniciones, in-
tuición, experiencias anteriores o en evaluaciones “a ojo de buen cubero”;** que prácticamen-
te no existían estudios comprensivos que incorporaran un concepto de flujo total del trabajo
entre departamentos; que los trabajadores eran asignados y, finalmente, que la administra-
ción aparentemente no tomaba en cuenta que la excelencia en la actuación y operación signi-
ficaría una recompensa tanto para la administración como para los trabajadores.
También en esa época, Taylor experimentó la lucha típica entre obreros y capataces
acerca de la cantidad de producción. Al principio, trató de emplear los métodos usuales
en ese tiempo —algo de persuasión y mucho de fuerza— obteniendo el resultado usual
de amargura, resentimiento y un ambiente de división y lucha. Dándose cuenta de que só-
lo podría dirigir sus esfuerzos si sabía más que sus hombres acerca del aspecto técnico de
su trabajo, Taylor comenzó una serie de experimentos que duraron más de dos décadas.
Experimentó con maquinaria, herramientas, velocidades, metales y similares. De he-
cho, una línea de sus experimentos efectuados en la Bethlehem Steel Company llevó al
descubrimiento del acero de alta velocidad y revolucionó el arte de cortar metales. Otros
experimentos se relacionaban con la manera en que sus hombres manejaban los materia-
les, las máquinas y las herramientas —estudios de tiempos y movimientos— y lo llevó al
desarrollo de un sistema coordinado de administración de talleres. De este enfoque de ta-
ller, Taylor expandió sus conceptos a una filosofía que después fue conocida como admi-
nistración científica.
*N. del T. “Los hombres del látigo” se refiere al supervisor autócrata tan frecuente en esa época.
**N. del T. “A ojo de buen cubero”, es decir, por apreciación y experiencia.
CAPÍTULO 6. LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA ✦ 81
En 1903, por tanto, compareció una vez más ante la Sociedad de Ingenieros para pre-
sentar un segundo trabajo, “Administración de talleres” que enfocaba la atención sobre su
filosofía de la administración en lugar del pago de salarios. En esencia, lo que Taylor tra-
taba de decir en “Administración de talleres” era que:
1. El objetivo de una buena administración era pagar salarios altos y tener costos unitarios
bajos de producción.
2. Para lograr este objetivo, la administración tenía que aplicar métodos científicos y proce-
sos estándares que permitan el control de las operaciones manufactureras.
3. Los empleados tenían que ser científicamente seleccionados para puestos en los cuales
los materiales y las condiciones de trabajo fueran seleccionadas científicamente, de ma-
nera que se pudieran lograr los estándares.
4. Los empleados deberían ser precisa y científicamente entrenados para mejorar su habi-
lidad y efectuar su trabajo de manera que se obtuviera el estándar de producción.
5. Un ambiente de una cooperación cercana y amistosa debería ser cultivada entre la admi-
nistración y los trabajadores, para asegurar la continuidad del medio ambiente psicoló-
gico que haría posible la aplicación de otros principios que habían mencionado.
milares— y no dejarlo en manos de los trabajadores. Estimaba que más del 50 por ciento
del trabajo de los empleados debería ser efectuado por la administración, incurriendo así
en una función de planificación altamente centralizada con supervisores especializados
(funcionales). Taylor creía que sólo a través de esta aplicación integral se podrían servir
mejor los intereses de los patrones, y los empleados. En estas condiciones de cooperación
armoniosa, el énfasis sería en aumentar el total y no el tamaño relativo de la parte especí-
fica de un individuo, con un aumento resultante en producción, ventas, oportunidades de
trabajo, salarios, utilidades y bienestar general. Con la enunciación de estas ideas, Taylor
había cambiado obviamente de la sombra del taller a la luz de la antorcha de Towne, so-
bre la función integral de la administración.
Principios de administración. Para exponer de una manera breve y clara sus ideas pa-
ra el público, Taylor simplemente estableció lo siguiente:
Primero: desarrollar una ciencia para cada elemento del trabajo de un hombre, lo cual rem-
plaza a la antigua regla de “a ojo de buen cubero”.
Segundo: seleccionar científicamente y después adiestrar, enseñar y desarrollar al traba-
jador, mientras que anteriormente el trabajador escogía su propio trabajo y se adiestraba él
mismo lo mejor que podía.
Tercero: cooperar con entusiasmo con los hombres para asegurarse de que el trabajo es-
tá siendo desempeñado de acuerdo con los principios de la ciencia desarrollada.
Cuarto: hay una división casi exactamente igual de la responsabilidad y el trabajo entre
la administración y el trabajador. La administración debe tomar todo el trabajo para el cual
está mejor capacitada, mientras que en el pasado, casi todo el trabajo y la mayor parte de la
responsabilidad eran cargados a los trabajadores.1
Taylor afirmó además, que la combinación de esos cuatro grandes principios adminis-
trativos constituía la administración científica que era más conceptual y filosófica que me-
cánica. Previno contra la confusión del mecanismo de la administración y la filosofía de
la administración científica, y enumero los siguientes como algunos de los mecanismos:
La “tasa diferencial”.
Sistemas mnemotécnicos para clasificar productos manufacturados así como los instru-
mentos utilizados en la manufactura.
1Frederick W. Taylor, Principles of Scientific Management, New York: Harper & Bros., 1911, pp. 36-37.
84 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Un sistema de rutas.
Sistemas modernos de costos, etcétera.2
tunidad de exponer sus ideas sobre la administración científica. Una parte de su testimo-
nio es particularmente interesante por su aclaración de lo que no es la administración cien-
tífica:
3Frederick W. Taylor, Scientific Management, New York: Harper & Bros., 1947, pp. 26-27.
86 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
lizó a ventas, administración general y otras facetas de la empresa. Trajo consigo una más
efectiva utilización de equipo, mano de obra y materiales. Estimuló el desarrollo de con-
troles, rutas y planificación más exactos. Para el trabajador, resultó en una mejor selección
de puestos, más oportunidades de avance, salarios más altos, mejores condiciones de tra-
bajo, horas de trabajo apropiadas y una ampliación del alcance de la iniciativa individual
a través de mejores oportunidades de trabajo y aplicaciones de incentivos.
Para la administración, ha señalado el camino a una más efectiva organización, un
producto más confiable, una mejor fuerza de trabajo, un cliente mejor comprendido, una
mejor imagen corporativa y una posición más efectiva en cuanto a utilidades. Podríamos
enumerar muchas más, pero las anteriores sirven para indicar la gran escala del impacto
total. Estos efectos claro está, se originaron en el sistema de administración científica que
desarrolló Taylor y es este sistema el que es tan importante —no las efímeras mecánicas
operacionales diarias que tan frecuentemente confundimos con los conceptos.
Si no logró ninguna otra cosa, cuando menos Taylor implantó el concepto de investi-
gación en lugar de la intuición. Y la nueva administración ha continuado la experimenta-
ción y la búsqueda de lo nuevo como un elemento básico en un firme enfoque adminis-
trativo. También estimuló el uso de estándares en cada fase de la administración, siempre
destacando la necesidad de uniformidades de consistencia como preludio a altos estánda-
res de operación y calidad del producto.
Un tercer impacto —que durante muchos años fue olvidado y descuidado— fue la
planificación sistemática necesaria para cualquier mejora significativa. Durante años, mu-
chos individuos confundieron los mecanismos con el sistema, sin darse cuenta que aqué-
llos eran sólo evidencias del aspecto planificado de su sistema. Taylor dio a la administra-
ción el concepto colectivo de control, el control como un mecanismo sensitivo para mantener
los procedimientos, estándares, condiciones y similares establecidos, necesarios para la ope-
ración total y efectiva del sistema.
Y finalmente, Taylor introdujo el principio de cooperación, señalando que sólo a través
del entendimiento mutuo y cooperación podrían satisfacerse las necesidades y deseos bá-
sicos tanto de la administración como de los trabajadores.
Taylor destacó que la administración debía estar fundamentada en estos cinco con-
ceptos. Y estos cinco principios —investigación, estándares, planificación, control y coopera-
ción— forman las sólidas bases de virtualmente todas las empresas exitosas.
1. Medir las tendencias industriales y el mercado para de ahí regularizar las operaciones de
manera que se conserve la inversión, se sostenga la empresa como fuente generadora
de empleos y se asegure la continuidad de las operaciones y el empleo.
2. Asegurar al empleado no sólo el empleo y la operación continua a través del correcto
sondeo del mercado, sino también asegurarle, a través de operaciones planificadas y
balanceadas, una continua oportunidad de ganancias mientras esté incluido en la nó-
mina.
CAPÍTULO 6. LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA ✦ 87
Estos fines han sido una parte básica e integral de los conceptos de la administración
científica desde sus inicios. Aunque no siempre explícitamente expresados, siempre esta-
ban presentes —cada uno dependiendo de la aplicación del sistema de administración—
para su realización como logro viable.
4Scientific Management in American Industry, ed. H.S. Person, New York: Harper & Bros., 1929, pp. 16-17.
88 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
de producción, y que una forma de ser más efectivo como administrador, para compensar
el pequeño margen de utilidades, era eliminar estos desperdicios en esfuerzos materiales,
tiempo, etc. Al crecer esta idea, se difundió a muchas áreas e influyó sobre el desarrollo de
la más amplia idea del desperdicio social.
Por su misma naturaleza, la administración científica promovió un ambiente de inves-
tigación. Pedía investigación en todas las alternativas de cualquier tipo de esfuerzo para
determinar —científicamente— cuál sería el mejor camino para el caso particular en con-
sideración. Investigación y análisis eran términos extraños en el vocabulario del líder de
negocios promedio. La solución de problemas consistía principalmente en seguir las ac-
ciones de otra persona —imitación—. O, si la imitación no era una solución aparente, —el
camino de la menor resistencia o el camino más obviamente abierto eran suficientes.
En el trato con la mano de obra, la administración científica la llevó a una nueva era.
Veía a la administración y a la mano de obra como un equipo que, trabajando juntos, po-
drían superar los mejores esfuerzos de cada uno individualmente. Promovía y pedía una
nueva visión de cooperación armoniosa y de todo corazón, en lugar de la antigua tenden-
cia hacia el rudo individualismo que había caracterizado al colonizador.
Finalmente, bajo la influencia del individualismo y la práctica aceptada del cambio re-
pentino y arbitrario, la administración había tendido a ser revolucionaria en sus decisio-
nes frecuentemente mal consideradas desde un punto de vista integral. La administración
científica, con su énfasis en la planificación, el uso de estándares, investigación y esfuer-
zo cooperativo, animó a la administración a llegar a conclusiones después de investigar,
a utilizar leyes en cada situación en lugar de intuición y adivinanzas individuales. En una
palabra, fomentó la consideración cuidadosa que llevaría a cambios evolutivos y gradua-
les en oposición a las abruptas prácticas revolucionarias frecuentemente empleadas.
Estos “nuevos puntos de vista”, aunque entonces radicales, son ahora comunes y son
aceptados como estándares en la excelencia de la práctica. Y esta aceptación en sí misma
es una indicación del efecto total de la administración científica. Era, en verdad, un con-
cepto con 20 o 30 años de adelanto a su tiempo.
*N. del T. M.I.T. son las siglas con que comúnmente se designa al Massachusetts Institute of Technology (Institu-
to Tecnológico de Massachusetts).
CAPÍTULO 6. LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA ✦ 89
mientos: uno para enseñar a una persona a poner los ladrillos; un segundo para trabajar
despacio, y un tercero para trabajar rápido. Observando éstas y otras variaciones en los pa-
trones de movimientos usados por los albañiles en su trabajo, Gilbreth se preguntaba cuál
de los conjuntos de movimientos sería el más eficiente.
Habiendo despertado su interés, Gilbreth estudió los movimientos usados por los hom-
bres en relación con su trabajo y con las herramientas usadas, y desarrolló un mejor méto-
do. Por ejemplo, al poner el ladrillo exterior, redujo el número de movimientos de 18 a 41/2
por ladrillo puesto, y en ladrillo interior redujo los movimientos de 18 a 2, resultando en un
aumento de entre 120 a 350 ladrillos por hora-hombre. También desarrolló una nueva ma-
nera de apilar ladrillos que eliminaba movimientos que normalmente se requerían para que
el albañil examinara cada ladrillo para determinar cuál era su mejor superficie. Desarrolló
un soporte ajustable que eliminaba la inclinación que normalmente se requería para alcan-
zar un ladrillo y prescribió una consistencia precisa de la mezcla para poder poner los la-
drillos sin tener que volver a pegar con el palustre. A través de estudiar y analizar científi-
camente los movimientos de los trabajadores, Gilbreth desarrolló un método más eficiente
y rápido de poner ladrillos —y sin saberlo, se inició en una búsqueda de toda su vida pa-
ra encontrar “la mejor forma” de efectuar cualquier trabajo dado.
En 1904, Gilbreth se casó con Lillian Moller, quien tenía antecedentes en psicología y
administración, y ambos se embarcaron en la búsqueda de mejores métodos de trabajo.
En el curso de sus estudios, los Gilbreth inventaron y utilizaron muchas herramientas y
técnicas. Estuvieron entre los primeros en usar películas para analizar y mejorar secuencias de
movimientos. Aunque podía estudiar las películas y analizar los movimientos empleados,
Gilbreth no podía determinar el tiempo que tomaba cada movimiento, ya que las primeras cá-
maras no trabajaban a una velocidad constante, puesto que la mayoría eran manuales.
Para salvar este obstáculo, Gilbreth inventó un micrómetro, un reloj con una larga ma-
necilla capaz de registrar el tiempo a 1/2000 de minuto. Con este reloj en el campo en que el
estudio de trabajo se estaba filmando, Gilbreth podía analizar cada movimiento en la pelícu-
la y determinar cuánto tiempo se necesitaba para efectuarlo. Aún en el presente, a menos que
se use una cámara equipada con un motor eléctrico de velocidad constante, utilizamos toda-
vía el micrómetro de Gilbreth para filmar y estudiar patrones de movimientos.
Utilizando estas películas, los Gilbreth construyeron modelos de alambre tridimensio-
nales de movimientos para permitir un mejor estudio y análisis. Para delinear más clara-
mente una secuencia de movimientos en una película, un pequeño foco eléctrico encendido
era adherido a la mano del trabajador y se hacían exposiciones de tiempo. La película resul-
tante, que Gilbreth llamaba ciclográfica, mostraba con huellas de luz el patrón de movimien-
tos empleados para efectuar un trabajo dado. Sin embargo, la velocidad y la dirección del
movimiento no podían ser determinados por estas líneas sólidas de luz en la película. Gil-
breth, por tanto, añadió un interruptor al circuito que hacía que el foco se encendiera y apa-
gara. A través de esta herramienta, que llamó cronociclográfica, Gilbreth podía determinar la
aceleración, desaceleración y dirección del movimiento a través del aumento o disminución
del tamaño del guión, y la dirección de la “cola” formada por la luz en movimiento.
En su estudio de movimiento de manos, los Gilbreth encontraron que las clasificacio-
nes generalmente usadas como “mover la mano” eran demasiado amplias para un análi-
sis detallado. De cuerdo con lo anterior, Gilbreth introdujo un refinamiento en los movi-
mientos de manos dividiéndolos en 17 movimientos básicos o fundamentales —por
90 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
HENRY L. GANTT
Si uno tiene que escoger una palabra para describir a Henry L. Gantt y su impacto en la
administración, este término sería humanista.
Gantt fue contemporáneo y protegido de Frederick W. Taylor, pero hasta 1887 no se
unió a Taylor en sus experimentos en la Midvale Steel Works, siendo atraído por los concep-
tos e ideales de Taylor. Sin embargo, difería de Taylor en su especial simpatía por los pocos
privilegiados, y en su compulsión de medir a la democracia por la oportunidad que ofrecía
a todos los individuos. De estas dos influencias nacieron sus dos conceptos, el humanismo
y la bonificación por tarea. Como es de suponerse, sus ideas no aparecieron de la noche a la
mañana sino que se fueron desarrollando a través de una asociación de 14 años con Taylor.
92 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
En 1901, Gantt sacó a la luz su sistema de salarios de bonificación por tarea. Estaba
basado en el sistema de tasas diferenciales por pieza de Taylor, pero era, en palabras de
Gantt, “lo más diferente posible del antiguo método de fijar tasas por pieza de los regis-
tros del tiempo total que tomó hacer el trabajo”.1 En lugar de eso, el tiempo permitido pa-
ra el trabajo estaba basado en condiciones estándar del taller y una ejecución de primera
clase. Entonces, si un empleado terminaba su tarea fijada para el día, recibía una bonifica-
ción adicional a su paga diaria normal. Si no terminaba su trabajo, recibía su paga normal
y no era castigado. Lo anterior difería del sistema de Taylor que no garantizaba un sala-
rio mínimo para una ejecución inferior al estándar; y además, el sistema de Taylor paga-
ba por pieza al trabajador superior al promedio mientras que el de Gantt, más humanis-
ta, estaba más encaminado a una tasa diaria de pago para el empleado.
Con la introducción del sistema de Gantt, la producción aumentó más del doble. Es-
to convenció a Gantt de que su preocupación por los obreros y su moral era uno de los
factores más importantes en la práctica administrativa —que el elemento humano era el
más importante de todos los problemas administrativos.
Además de su trabajo en este campo, Gantt desarrolló la “gráfica de balance diario”
ahora conocida como Gráfica de Gantt. En términos simples, esta gráfica mide la produc-
ción en uno de sus ejes y las unidades de tiempo en el otro. Nada podía ser más sencillo
y, sin embargo, en esta época, nada podía haber sido más revolucionario en el área de con-
trol de la producción.
En sus últimos años, algunas veces se referían a Gantt como el apóstol de la paz indus-
trial, debido a su abogacía por el reconocimiento del factor humano en la administración,
y por señalar que los incentivos financieros son solamente uno de los muchos factores que
influyen sobre el comportamiento de los empleados.2
CONTRIBUCIONES
Henry L. Gantt hizo cuatro importantes contribuciones a los conceptos administrativos
existentes. La más conocida es la Gráfica de Gantt, una gráfica de líneas rectas para ilus-
trar y medir la actividad por el tiempo requerido para llevarla a cabo. Actualmente se uti-
liza para comparar la actuación real con la planeada.
Su segunda contribución proviene de la pasión de Gantt por un enfoque más huma-
no de la administración, su plan de remuneración de los obreros de bonificación por ta-
rea. A diferencia del sistema de tasas diferenciales por pieza de Taylor, el plan de Gantt
garantizaba un salario mínimo diario por una producción menor al estándar establecido,
ofrecía una bonificación adicional por lograr el estándar y recompensaba al trabajador por
una producción superior a dicho estándar. Bajo este plan, los obreros podían ganarse la
vida al mismo tiempo que aprendían a aumentar su eficiencia.
En 1908, Gantt presentó su trabajo “Adiestrando a los obreros en los hábitos de la ad-
ministración y la cooperación” ante la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos. En
dicho trabajo encontramos su tercera contribución: una política para instruir a los obreros
en lugar de forzarlos. Aquí fue donde Gantt introdujo lo que puede llamarse “la psicología
1Henry L. Gantt “A Bonus System for Rewarding Labor”, Transactions of the American Society of Mechanical Engi-
neers, XXIII, 1901, p. 373.
2L. Urwick, ed., The Golden Book of Management, London: Newman Neame Limited, 1956, pp. 89-91.
CAPÍTULO 7. CONCEPTOS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX ✦ 93
de las relaciones con los empleados”, con la idea de que la administración tenía la respon-
sabilidad de enseñar y adiestrar a los obreros para que estuvieran mejor capacitados y que
fueran más confiables. Gantt, lo mismo que muchos otros pioneros de la administración,
estaba muy avanzado para su época. Hasta después de la Primera Guerra Mundial no se
generalizó la aceptación de que el adiestramiento era una responsabilidad administrativa.
Finalmente, Gantt pedía que se enfatizara el servicio y no las utilidades. Creía que sólo
poniendo el servicio como fin último, podría subsistir el sistema de negocios americano;
Gantt trabajó, con más ahínco que ninguna otra persona anteriormente, para introducir el
concepto de la responsabilidad industrial.
Sin lugar a dudas Gantt contribuyó considerablemente en el desarrollo del pensa-
miento administrativo. Aunque sus aportaciones fueron refinamientos a conceptos exis-
tentes más que conceptos fundamentales, le dieron a la administración científica un sig-
nificado más profundo para muchos de los seguidores de Taylor.
HUGO MUNSTERBERG
Nacido en Danzig, Alemania, el 1 de junio de 1863, Hugo Munsterberg obtuvo su docto-
rado en psicología en la Universidad de Leipzig en 1885 y su doctorado en medicina dos
años más tarde, en la Universidad de Heidelberg. Tenía solamente 29 años cuando tomó
a su cargo el laboratorio de psicología como profesor de psicología experimental en la
Universidad de Harvard. A pesar de su elevado puesto, Munsterberg escribió frecuente-
mente no disertaciones académicas sino artículos sensacionalistas en un estilo popular
que aparecían en revistas y diarios locales. Estos artículos, y otras publicaciones subse-
cuentes, atrajeron la atención de los industriales sobre la psicología ±especialmente los
aspectos psicológicos de la administración.
Desde muy temprano, en su carrera el Dr. Munsterberg se había propuesto utilizar la
psicología para efectos prácticos y, en 1910, él y sus estudiantes empezaron a hacer inves-
tigaciones con respecto a la aplicación de la psicología en la industria. El resultado de este
trabajo fue su libro, un pionero en su campo, publicado en 1913, Psicología y la eficiencia in-
dustrial, que pedía firmemente se utilizara más la ciencia en la administración; particular-
mente, pedía una mejor comprensión y aplicación de la psicología.
Después de pagar su merecido tributo a Frederick W. Taylor como el iniciador de la
administración científica, Munsterberg propuso que el papel de los psicólogos en la in-
dustria debería de ser: (1) ayudar a encontrar los individuos más aptos para el trabajo;
(2) determinar en qué condiciones psicológicas se puede obtener la máxima productivi-
dad por hombre; (3) producir sobre la mente humana la influencia deseada en el interés
de la administración. Expresado por él mismo, “...buscamos cómo encontrar el mejor tra-
bajo posible y cómo asegurarnos de los mejores efectos posibles”.3 Además, Munsterberg
creía en la investigación y experimentación industrial. Fue a través de sus experimentos
para seleccionar a choferes de tranvías como Munsterberg principió en la industria con la
guía vocacional en términos científicos.
Munsterberg era un huésped frecuente en los principales complejos industriales
y también recibía a numerosos hombres de negocios que venían a consultarlo a Har-
3Hugo Munsterberg, Psychology and Industrial Efficiency, New York: Houghton Mifflin Company, 1913, p. 24.
94 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
vard.4 Como resultado de los esfuerzos y obras tanto de Munsterberg como de Walter
Dill Scott, en 1920 la psicología industrial estaba establecida como uno de los más impor-
tantes aspectos de la nueva ciencia administrativa.
4Para un estudio interesante de Munsterberg, véase “Measuring Minds for the Job”, Business Week, enero 29,
1966, pp. 60-63.
5Estos artículos fueron reimpresos en 1969 por el Departamento de Investigación de Negocios de la Universidad
de Texas, como Estudios de personal y administración no. 21, bajo la dirección del profesor Edmund C. Lynch.
CAPÍTULO 7. CONCEPTOS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX ✦ 95
HARRINGTON EMERSON
Harrington Emerson, hijo de un ministro presbiteriano de Trenton, Nueva Jersey, posible-
mente se recuerda mejor como el experto que testificó por Brandeis en 1910, que los ferro-
carriles de Estados Unidos podrían ahorrar un millón de dólares diarios si adoptaran los
principios de la administración científica en su operación. Fue también Emerson quien
usó primero el término Ingeniería de Eficiencia para describir a su rama de consultoría. De
hecho, llevó el concepto de eficiencia a tal magnitud, que en la actualidad frecuentemen-
te se le llama el “gran sacerdote de la eficiencia”.
El concepto de eficiencia de Emerson era sencillo: preservación —la eliminación del
“malvado y extravagante desperdicio”—. Para él esto incluía el desperdicio del gobierno,
el desperdicio que estaba robando y agotando nuestros recursos naturales, y el desperdi-
cio en la eficiencia de los hombres y las máquinas en la industria.
En 1911, la Engineering Magazine Company publicó el libro de Emerson, La eficiencia co-
mo base para la operación y los salarios, y en 1913 sus conceptos en forma más amplia fueron
publicados bajo el título de Los doce principios de la eficiencia, su obra más popular y cono-
cida. La tesis de sus principios era que las ideas —no la tierra, ni la mano de obra y el capi-
tal— crean riqueza; que las ideas, empleando las herramientas de la tierra, la mano de obra y
el capital, generan riqueza. Para profundizar en su explicación, estableció 12 principios de
eficiencia en los cuales debería basarse la administración; principios que ahora podríamos
considerar comunes y corrientes, pero que eran nuevos en esa época.
1. Objetivos claramente definidos: saber lo que se está tratando de lograr. Eliminar la vague-
dad, la incertidumbre y la falta de fines tan característica de muchas empresas.
2. Sentido común: un sentido común supremo que lo capacita a uno para distinguir entre
los árboles y el bosque. Es un sentido común que lleva al conocimiento y pide consejo de
todos los departamentos, no está confinado a una sola posición y, sin embargo, mantie-
ne la dignidad del equilibrio.
96 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
CONTRIBUCIONES
Aunque Emerson sostenía correspondencia con Taylor desde 1903, no fue ni socio ni dis-
cípulo de Taylor. Fue un independiente que se desarrolló cuando la administración cien-
tífica estaba tratando de establecerse. Podemos apreciar la influencia de Taylor en muchas
de sus ideas, pero también vemos el enfoque diferente de Emerson en el problema admi-
nistrativo de la organización y los objetos de la empresa. Asimismo, abogaba por el consejo,
un fuerte staff y señalaba a los militares para lecciones al respecto.
HENRI FAYOL
El fayolismo, el primer establecimiento comprensivo de una teoría general de la adminis-
tración, ha tenido una interesante historia.
Publicada primero en Francia, en 1916, la Administration industrielle et générale de Hen-
ri Fayol, fue prácticamente ignorada en Estados Unidos, hasta que se publicó ahí en 1949
como Administración general e industrial. Mientras que los métodos de Taylor eran ávida-
mente buscados y estudiados por los ejecutivos europeos, los pioneros estadounidenses de
la administración científica ignoraron a Fayol, el pionero francés, y consideraron a la admi-
nistración científica como una invención norteamericana. Aún en la actualidad, muchas
autoridades en administración están apenas descubriendo que los franceses tenían un tér-
mino para ella ±que consideraba la práctica de la administración± como algo diferente
de finanzas, producción, distribución y otras funciones típicamente de negocios. El fayo-
lismo era la marca francesa del nuevo pensamiento administrativo.
Aun cuando las ideas de Fayol fueron desarrolladas a principios de siglo, tienen un
timbre contemporáneo. Considérese, por ejemplo:
LA CARRERA DE FAYOL
Henri Fayol es sin lugar a dudas el europeo más distinguido en el campo del pensamiento
administrativo. Nacido en 1841, de una familia burguesa, ocupó el puesto de ingeniero en
las minas de Commentry de la Commentry-Fourchambault S.A. en 1860 y para 1888 había
alcanzado ya el puesto de director administrativo de dicha empresa minera. Cuando to-
mó las riendas, la empresa estaba a un paso de la bancarrota; cuando se retiró en 1918 su
posición financiera era inexpugnable.7
Fayol atribuía su éxito no a su propia capacidad, sino a su sistema administrativo,
que, él mismo enfatizaba, podía ser enseñado y aprendido. De hecho, aislar y analizar los
conceptos y principios de la administración constituye la original y única contribución de
CONCEPTOS DE LA ADMINISTRACIÓN
Fayol observaba que la administración era una actividad común a todas las empresas hu-
manas, ya fuera en la casa, los negocios o el gobierno. También hacía notar que todas estas
empresas requerían un cierto grado de planificación, organización, dirección, coordinación
y control. Puesto que la administración es comprensiva, Fayol creía que un conocimiento
general de ésta beneficiaría a todo el mundo y, por tanto, debería ser enseñada en escuelas
y universidades. Esto naturalmente lo llevó a considerar la materia que se debería enseñar.
En esa época, no había una teoría completa de la administración que fuera aceptable en los
círculos académicos. Para solucionar este problema, presentó su propia teoría de la admi-
nistración que podría servir como modelo de instrucción.
Fayol comenzó dividiendo a la actividad industrial total en seis diferentes funciones:
11. Asegurarse que el plan está juiciosamente preparado y estrictamente llevado a cabo.
12. Ver que la organización humana y material sea consistente con los objetivos, recursos y
requisitos de la empresa.
13. Establecer una autoridad única, creativa, energética y competente.
14. Armonizar actividades y coordinar esfuerzos.
15. Formular decisiones claras, distintas y precisas.
16. Establecer una eficiente selección de personal —cada departamento debe estar encabe-
zado por un hombre competente y enérgico—, cada empleado debe estar en el lugar en
el que pueda brindar el mayor servicio.
17. Definir claramente las funciones.
18. Estimular el gusto por la iniciativa y la responsabilidad.
19. Recompensar de manera justa y apropiada los servicios rendidos.
10. Utilizar sanciones contra fallas y errores.
11. Vigilar que se mantenga la disciplina.
12. Asegurar que los intereses individuales sean subordinados al interés general.
13. Poner especial atención a la unidad de mando.
14. Supervisar tanto el orden material como el humano.
15. Tener todo bajo control.
16. Luchar contra el exceso de reglas, controles burocráticos y papeleos.
CONTRIBUCIONES
La administración general e industrial de Fayol fue una singular y significativa contribución al
pensamiento administrativo porque presentaba para el desarrollo de la administración:
10Henri Fayol, General and Industrial Management, London: Sir Isaac Pitman & Sons Ltd., 1949, p. 97.
*Véase N. del T. p. 30.
11Ibíd., pp. 19-20.
CAPÍTULO 7. CONCEPTOS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX ✦ 101
Fayol veía la organización como una entidad abstracta o legal que se originaba en y era
dirigida por un sistema racional de reglas y autoridad. Para Fayol, la empresa justificaba su
existencia a través del logro de su objetivo primordial, proveer a los consumidores de valo-
res en la forma de bienes y servicios. La obtención de este objetivo permitía a la organización re-
compensar a sus contribuidores (empleados, administradores, etc.) por sus servicios.
En el esquema de Fayol, el trabajo del administrador incluía cinco facetas: planificar, or-
ganizar, mandar, coordinar y controlar. El esfuerzo de planificación era descrito principal-
mente en términos de toma de decisiones, fijación de objetivos, desarrollo de políticas y dis-
tribución de funciones, la administración tendría necesariamente que identificar y ordenar
apropiadamente (por ejemplo, organizar) a las unidades o componentes de la empresa.
Fayol ligaba, de una manera similar, al mando, la coordinación y el control. Pensaba que
una vez que la empresa estuviera organizada, necesitaría órdenes (comunicaciones) del ad-
ministrador para saber qué hacer y cómo hacerlo; que sus actividades y funciones necesita-
rían coordinación administrativa para unir y armonizar sus esfuerzos; y finalmente, que el
administrador tendría necesariamente que tener un control sobre sus actividades para ase-
gurarse de que estaban de acuerdo con el plan original.
Al evaluar el trabajo de Fayol, uno no puede menos que impresionarse por su lógica
clara y su visión hacia el futuro. Aplicó las lecciones de la experiencia a las necesidades
del futuro, y el resultado fue una filosofía de la administración casi contemporánea. Su
amplia comprensión de la función de planificación fue única en su tiempo. Concebía to-
dos los departamentos y todas las funciones de la empresa operando bajo un plan com-
prensivo y cuidadosamente elaborado. Se atrevió aun a discutir con algo de detalle sus
proyectos a diez años. Y sin embargo, en la actualidad, casi medio siglo después de la pu-
blicación del tratado de Fayol, la mayoría de las empresas aún no cuentan con un plan
compresivo de proyecciones.
Su influencia en el pensamiento de Francia y de muchos otros países europeos ha si-
do seguramente igual a la de Frederick W. Taylor en los Estados Unidos. El trabajo de es-
tos dos hombres brillantes fue complementario, aunque diferían completamente en su en-
foque. A Taylor le interesaba principalmente el nivel obrero y los aspectos técnicos de la
producción, enfatizando la importancia de la habilidad técnica en la administración. Fa-
yol, por el contrario, se concentró en la administración del nivel superior al inferior, enfa-
tizando la habilidad administrativa y la aplicación de firmes principios y técnicas admi-
nistrativas a todas las organizaciones.
Sin duda ambos fueron hombres extraordinarios, muy avanzados para su época. Se
duda que fueran comprendidos o apreciados en todo su valor por sus contemporáneos. Sin
embargo, Taylor puede probablemente ser caracterizado como un filósofo de corazón más
que Fayol. Aunque la filosofía de Taylor nació de sus primeros experimentos con técnicas,
102 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
su filosofía fue básica en todas sus enseñanzas, sus obras, su vida de trabajo —todo lo que
él representaba—. Fayol, aunque también filósofo, no tenía la cuasi religiosa dedicación de
Taylor. Taylor nos impresiona como un hombre inflamado por una causa, mientras que Fa-
yol emerge como un hombre poseyendo una misión administrativa en la vida. Ambos fue-
ron gigantes; ambos fueron pioneros. El pensamiento administrativo moderno tiene una
gran deuda con ellos.
RESUMEN
Los seis hombres que hemos estudiado en este capítulo han hecho significativas contribu-
ciones a la naciente ciencia administrativa. Revisar brevemente la tabla que aparece en la pá-
gina 104 y 105 puede ayudarnos a recordar con más precisión a cada individuo y su obra.
Como hemos visto, cada una de estas personas vivieron durante los años formativos
de la administración y tuvieron un gran impacto en el pensamiento de la época. El pensa-
miento administrativo moderno está en deuda con ellos por la creación de una imagen ad-
ministrativa saludable y un medio ambiente propicio para su crecimiento. El desarrollo y
posición subsecuentes de la administración se debe en gran parte a la visión y esfuerzos
de estos hombres para promover su difusión, y al prestigio que cada uno de ellos le dio a
la ciencia en su desarrollo y al estudio de la función de la administración.
Persona Contribuciones
ALEXANDER H. CHURCH
Alexander Hamilton Church, consultor y especialista en sistemas de costos, publicó su
primer trabajo, La distribución apropiada de la carga de gastos, como una serie de artículos en
The Engeneering Magazine en 1901, y después como libro en 1916. Estos artículos son con-
siderados por muchos como un importante trabajo de referencia en la literatura contable
tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña.
Las mejoras de Church sobre el método de la tasa-máquina para la distribución de
gastos de fabricación, así como su señalamiento hacia la técnica de los costos estándar,
fueron una importante contribución al desarrollo del concepto del costo administrativo.
106 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
1. Diseño (que origina), prescribe por adelantado las formas, los tamaños y las propiedades
y fija estándares con respecto al producto.
2. Equipo, que provee las condiciones físicas para la producción.
3. Control, que especifica trabajos y supervisa la diaria ejecución de dichos trabajos.
4. Comparación, a la que concierne establecer, medir, registrar y comparar resultados.
5. Operación, que trata sobre la transformación del material a nuevas formas, de acuerdo con el
diseño.
Estas leyes del esfuerzo (tal vez leyes de trabajo, sería un mejor término) son bastante
perceptivas considerando el énfasis y el pensamiento que prevalecía en la época.
He aquí la primera vez que en Estados Unidos se trató de concebir a la función admi-
nistrativa como un todo. Fayol, claro está, publicó su tratado en francés en 1916. Pero fue
Church, el autor norteamericano, quien trató de explicar la totalidad del concepto admi-
1Alexander Hamilton Church, The Science and Practice of Management, New York: The Engineering Magazine Co.,
1914, p. 111.
CAPÍTULO 8. ESCRITORES Y CRÍTICOS MENORES ✦ 107
nistrativo y relacionar cada uno de sus componentes con el todo. A través de sus esfuer-
zos, el primer “modelo conceptual total” de la administración fue presentado proveyen-
do las bases para enfoques mucho más sofisticados. En Church como en Fayol, vemos el
énfasis en las partes y en el todo, y la interrelación de todas las facetas de una empresa.
HUGO DIEMER
Hugo Diemer llegó a alcanzar una importante posición en el movimiento administrativo
norteamericano, principalmente a través de sus publicaciones. Como profesor e ingenie-
ro activo en la industria escribió docenas de artículos y libros que trataban primordial-
mente sobre los principios administrativos y la supervisión. A Diemer se le recuerda prin-
cipalmente por su libro de texto La organización fabril y la administración, pionero en su
área, cuya primera publicación fue en 1910.2 El libro, que mostraba la interrelación y apli-
cación universal de los principios administrativos, fue un éxito inmediato. Posteriormen-
te, el profesor Diemer estuvo otra vez en la vanguardia del pensamiento administrativo a
través de sus libros sobre supervisión. Además de sus libros, Hugo Diemer ayudó al re-
conocimiento y crecimiento de la ciencia administrativa a través de sus conferencias, sus
discursos y sus consultas con importantes instituciones públicas y privadas.
JOHN C. DUNCAN
John C. Duncan, maestro de contabilidad de la Universidad de Illinois, publicó sus Prin-
cipios de administración industrial en 1911.3 Aunque las ideas no eran nuevas, el libro en sí,
era original. Junto con el de Diemer, éste era uno de los primeros textos de administración
industrial. Algo más teórico que el libro de Diemer, los Principios de administración indus-
trial de Duncan mostraban que él reconocía la existencia de un cuerpo de conocimiento
que podía y debía incluirse en el plan de estudios universitarios. Vio la necesidad de una
administración ilustrada; pero principalmente, vio la necesidad de la educación masiva
para estudiantes de este campo en desarrollo que era la administración.
Otros pensadores de la administración claro está, habían señalado antes la necesidad
de una educación general. Pero Duncan reunió y organizó las prácticas prevalecientes en
una manera concisa y bien escrita, de manera tal que se les pudiera comprender en un am-
biente académico más que práctico. Lo anterior implicaba que un joven interesado en los
negocios podía aprender la teoría básica en lugar de servir como aprendiz y al mismo
tiempo avanzar normalmente en sus estudios.
En su diseño, el libro de Duncan tomó una forma muy similar a la utilizada actual-
mente en los textos. Los capítulos eran más o menos del mismo tamaño y estaban organi-
zados en la forma esquemática común, con títulos y subtítulos; contenía también material
suplementario como cartas, gráficas e ilustraciones, así como un índice al final del libro
para facilitar las referencias.
2Hugo Diemer, Factory Organization and Administration, New York: MacGraw-Hill Book Company, 1910.
3John C. Duncan, The Principles of Industrial Management, New York: D. Appleton and Company, 1911.
108 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
El contenido cubría los problemas de dónde y cómo se debía construir una planta; qué
tipo de energía era mejor; el grado en que se debían utilizar la integración, la concentra-
ción y la especialización; qué tipo de organización interna se debería usar; el manejo de
materiales; y finalmente, cómo determinar la eficiencia del equipo.
Aunque el material de libro de Duncan puede ser interesante, no debemos olvidar
que su verdadera contribución fue el reconocer que existía la necesidad de dicho libro de
texto, elaborar la mejor manera de presentar la materia y prestar el prestigio de su nom-
bre y su profesión para estimular el estudio de la naciente práctica administrativa.
LOUIS D. BRANDEIS
A Louis D. Brandeis debe reconocérsele como uno de los hombres verdaderamente gene-
rosos en la historia de la administración. Probablemente ha contribuido más al público de
Estados Unidos —a través de donaciones voluntarias de tiempo, energía, dinero y habi-
lidad— que lo que generalmente se le reconoce, posiblemente por su modestia y por ne-
garse a aceptar reconocimiento público. De todas maneras, su fe en la democracia indus-
trial y su gran interés por el hombre común y corriente lo señalan como un humanitario
del más alto orden.
Era un prominente abogado en Boston en 1916, cuando fue nombrado Juez de la Cor-
te Suprema; Brandeis combinó sus impresionantes antecedentes en leyes con una gran can-
tidad de conocimiento sobre negocios y finanzas. Su forma de operar era práctica: escogía
un problema, lo estudiaba exhaustivamente, proponía una mejor solución, comunicaba su
idea al público y dejaba al peso de la opinión pública la adopción de su nuevo y mejor sis-
tema. Brandeis nunca atacó abiertamente los viejos métodos, prefiriendo siempre exponer
sus debilidades a la opinión pública a través de la claridad de su proposición.
Brandeis hizo su más importante contribución a la administración cuando argumen-
tó frente a la Comisión de Comercio Interestatal, en contra de los aumentos en los precios
propuestos por los consorcios ferrocarrileros. Su hábil sumario mostraba que a través del
uso de los principios de la administración científica, los ferrocarriles podían ahorrarse un
millón de dólares diarios, eliminando así la necesidad de cualquier aumento en la estruc-
tura de precios. Este caso, a través de la atención nacional ganada por la presentación de
Brandeis hizo de la eficiencia una idea nacional e hizo más para difundir los efectos de la
administración científica que cualquier otro evento.
JAMES HARTNESS
James Hartness, nacido en 1861 en Schenectady, Nueva York, creció en un taller y ahí ad-
quirió todo su entrenamiento, ya que su educación formal consistió solamente en la escue-
la primaria. Siendo un prolífico inventor de maquinaria, llegó a ser presidente de la Jones
and Lamson Machine Company, la cual, bajo su liderazgo, llegó a la cima de la industria de
la producción de herramientas. A través de su carrera obtuvo 119 patentes en Estados Uni-
dos siendo su invento más importante el torno de torrecilla plana.
En 1913 fue elegido presidente de la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos; en
1924, presidente del Consejo Americano de Ingeniería; y en 1920, gobernador de Vermont.
CAPÍTULO 8. ESCRITORES Y CRÍTICOS MENORES ✦ 109
En 1912 Hartness publicó su único libro, El factor humano en la administración del traba-
jo. En él expresó tres de sus ideas básicas: (1) que muchos de los aspectos del nuevo enfo-
que administrativo eran demasiado mecánicos; (2) que muchos de los nuevos ingenieros
en eficiencia estaban ignorando completamente el factor humano; y (3) que el problema de
aumentar la eficiencia incluía psicología así como ingeniería económica.
Claro que los Gilbreth y Henry L. Gantt habían ya expresado ideas similares, pero El
factor humano en la administración del trabajo es particularmente significativo porque fue es-
crito por el presidente de una grande e importante compañía manufacturera. He aquí la
afirmación de un reputado ejecutivo enfatizando que la nueva administración científica
sería inútil si se ignoraban al hábito y a la naturaleza humana.
Refutando el argumento de que la especialización degrada al trabajador restringien-
do su rango de operaciones, Hartness afirmó que el administrador debía “...ver que el tra-
bajo de cada hombre en el mundo es el mejor que se encuentra disponible para él. Y cuan-
do ya se encuentra en esa posición asegurarse de que tiene todas las facilidades para el
mejoramiento de que es capaz”.4
Reconociendo que el hábito implica automaticidad y deja descansar a la mente de los
detalles repetitivos, liberándola así para cosas más útiles, Hartness estableció que en
aquellos trabajos que no proveyeran nutrición mental, la mente debía ocuparse en algún
otro tipo de estudio o interés como por ejemplo, la música, de manera que no se divaga-
ra cuando el trabajo era monótono.
Hablando sobre el diseño de maquinaria, Hartness proponía que las máquinas debían
ser diseñadas para utilizar los hábitos del hombre lo más posible —que el diseñador de la
máquina debía familiarizarse con las personas que fueran a utilizar la máquina—. A tra-
vés de su libro, enfatiza la necesidad de que la administración concentre y su pensamien-
to y esfuerzo en los hombres, además de en los métodos y máquinas usuales.
La importancia de Hartness para el desarrollo del pensamiento administrativo, es su
énfasis —de un lego— en la necesidad de considerar el hábito y la naturaleza humana.
Entendió las ventajas de la especialización y de la estandarización y fue uno los líderes en
su aplicación. Pero aunado a lo anterior, llevó al máximo sus ideas sobre el hábito y la na-
turaleza humana.
MEYER BLOOMFIELD
Meyer Bloomfield, abogado y asistente social, a principios de la década de 1920, fue uno
de los primeros en reconocer la necesidad en la industria de un enfoque completo de las
relaciones humanas en la forma de un departamento de personal. Hugo Diemer, profesor
de ingeniería industrial en el Pennsylvania State College, sugirió en su libro publicado en
1910 que la función laboral en los negocios era lo suficientemente importante para reque-
rir la especialización en el empleo de trabajadores, pago de salarios y mantenimiento de re-
gistros de eficiencia de los empleados.5 Para 1913, Bloomfield había avanzado un paso
más. Veía la dirección de las personas como un nuevo concepto que requería un entrena-
4James Hartness, The Human Factor in Works Management, New York: MacGraw-Hill Company, 1912, p. 32.
5Diemer, Factory Organization and Administration, p. 242.
110 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ROBERT F. HOXIE
Robert Franklin Hoxie, profesor asociado de economía política de la Universidad de Chica-
go, escribió dos libros a través de su carrera —La administración científica y la mano de
obra— en 1915 y El sindicalismo en Estados Unidos en 1917.
La principal contribución de Hoxie al desarrollo de la administración fue el probar y
dudar acerca de la fundamentación de la administración científica. La suya fue probable-
mente la primera crítica publicada al movimiento de la administración científica. Como
maestro y estudioso de la materia, Hoxie deseaba que sus estudiantes y el público en ge-
6Paul H. Douglas, “Plant Administration of Labor”, Journal of Political Economy, julio 1919, p. 551.
7Mucho material en esta sección fue adaptada de Edmund C. Lynch, Meyer Bloomfield and Employment Manage-
ment, Studies in Personnel and Management no. 22, Bureau of Business Research, University of Texas, 1970.
CAPÍTULO 8. ESCRITORES Y CRÍTICOS MENORES ✦ 111
neral cuestionaran la validez de los supuestos de F.W. Taylor, estando su crítica funda-
mental, centrada en la relación del trabajador con la administración científica.
Hoxie veía a la administración científica como un esfuerzo a través del análisis indus-
trial exacto para descubrir y poner en operación hechos objetivos y leyes en los cuales se
basa la verdadera eficiencia en la producción, utilizando estudios de tiempos y movimien-
tos. Pero aunque los elementos básicos de la administración científica pudieran estar jus-
tificados en cuanto a sus objetivos mecánicos, una vez que el concepto era ampliado y el
elemento humano era incluido, Hoxie creía que los estudios de tiempos y movimientos no
se podían utilizar.
Asimismo, en la opinión de Hoxie, no había suficientes bases científicas para la adminis-
tración científica, ya que el sistema no contenía un mecanismo capaz de prevenir violaciones
a sus propios estándares en asuntos relacionados con condiciones y relaciones humanas. Da-
do que la administración científica se concentraba totalmente en la producción, creía que era
injusta en la fijación de estándares y de tasas de salarios; que en espíritu y en esencia era un
sistema hábilmente desarrollado para acelerar y hacer sudar a los empleados que intensifica-
ba la tendencia moderna hacia la especialización por tareas; que condenaba al trabajador a la
monotonía de la rutina; que tendía a despojar al trabajador de sus pensamientos orientados
hacia el trabajo y de su iniciativa, y aun de su oficio; que destruía su individualidad y su in-
ventiva; que disminuía la continuidad y la certeza de empleo; y finalmente, que era incom-
patible y destruía a la negociación colectiva.
La segunda mitad de La administración científica y la mano de obra de Hoxie está dedi-
cada a una severa crítica de la administración científica. Su punto principal es que existe
una incompatibilidad esencial entre los ideales básicos de la administración científica
y los del sindicalismo. Creía que la administración científica podía funcionar con éxito só-
lo en base a un cambio constante e indefinido de las condiciones industriales; mientras
que, por el contrario, el sindicalismo podía funcionar con éxito sólo a través del manteni-
miento de una situación y condición industrial fija. Los sindicatos tenían que retener su
status quo. Hoxie temía la extinción de las condiciones de los oficios en Estados Unidos y
que la filosofía de la administración científica sería el fin del sindicalismo tal como exis-
tía entonces.
Aquí, por primera vez, tenemos un ejemplo de un claro desdén por la administración
científica y sus principios. Si no existiera ninguna otra razón, Hoxie debería ser recorda-
do por causar que muchas personas reexaminaran su fe en la nueva ciencia administrati-
va y que se pusieran firmes en sus creencias con respecto a su eficacia y valor para la so-
ciedad. Su quemante desdén ayudó, probablemente, en mayor grado a anclar firmemente
el movimiento que la ayuda que le hubiera prestado su aprobación.
HORACE B. DRURY
Horace Bookwalter Drury era instructor de economía y sociología en la Universidad Es-
tatal de Ohio. En 1915 escribió la Historia y crítica de la administración científica.
La primera parte de este libro versaba sobre la evaluación e historia de la administra-
ción científica, mientras que la segunda parte, al igual que Hoxie, la dedicaba a criticar a
la administración científica y sus efectos dañinos sobre el trabajador. Sin embargo, a dife-
rencia de Hoxie, su crítica en general es favorable a la administración científica. Creía que
112 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
había una gran cantidad de puntos buenos en el sistema y que aún estaba en su periodo
formativo.
En desacuerdo con Hoxie en un punto principal, Drury creía que la administración cien-
tífica representaba un cambio de énfasis de la máquina al hombre. Venía la administración
científica como un estudio del hombre, de su naturaleza y de sus ideales. Pensaba que la ad-
ministración científica se basaba en el principio de que los trabajadores felices rendían más
que los trabajadores descontentos y que el individuo era una unidad de estudio y adminis-
tración más satisfactoria que los grupos.
Drury, lo mismo que Hoxie, fue uno de los primeros en publicar críticas a un sistema
que era aclamado por la mayoría como de primerísimo valor para la sociedad. Y es intere-
sante hacer notar que ambas críticas provinieron del sector académico y no del industrial.
ORDWAY TEAD
Ordway Tead, educador, editor, administrador y conferenciante popular, tuvo una prolí-
fica obra desde 1918 en las materias de administración y educación. Sus primeras obras
trataban primordialmente los aspectos del comportamiento de la naturaleza humana,
aunque sus libros más recientes exploraron la aplicación de estas ideas al proceso creati-
vo de la administración.
En todas su obras, Tead trata sobre las personas —cómo y por qué se comportan co-
mo lo hacen, cómo influir sobre su comportamiento, cómo organizarlas para que su com-
portamiento logre resultados deseados—. En Instintos en la industria, un estudio de la psi-
cología de la clase obrera publicado en 1918, trató de mostrar la relación entre el temor, las
ambiciones, actitudes y logros de los trabajadores y las realidades de la naturaleza huma-
na. Su objetivo era ver si el comportamiento en la industria podía hacerse más inteligible
a la luz del entendimiento existente sobre los hábitos y predisposiciones psicológicas. Su
conclusión fue que los instintos son tan importantes como cualquier otro factor en el lar-
go plazo para determinar la conducta de las personas.8
La contribución de Tead es que ha aplicado la psicología a la industria a fin de destacar
la importancia e inviolabilidad de la personalidad individual. Esta aplicación inicial de la
psicología a la industria ha ayudado a explicar la conducta del trabajador común y corrien-
te, haciendo énfasis sobre la importancia de su personalidad individual. Además, Tead brin-
dó su tiempo para diseminar su mensaje de democracia industrial en universidades, insti-
tuciones públicas y otros grupos en todo el país. Habló y escribió en una forma sencilla y
accesible a una numerosa audiencia sobre un tema que anteriormente se había considerado
como dominio exclusivo del ejecutivo.
MORRIS L. COOKE
Las obras y estudios de Morris Llewelly Cooke han contribuido grandemente a demostrar la
diversa aplicabilidad de las técnicas y principios de la administración científica tanto en el
campo industrial como en el no industrial. Como ingeniero consultor en administración,
8Ordway Tead, Instincts in Industry, New York: Houghton Mifflin Company, 1918, p. 5.
CAPÍTULO 8. ESCRITORES Y CRÍTICOS MENORES ✦ 113
CARL C. PARSONS
Carl C. Parsons escribió el libro, Organización y administración de oficinas, una amplia y fun-
damental guía publicada en 1918.
Creyendo que el corazón de la eficiencia en cualquier organización de negocios era la
oficina, que la influencia de la oficina alcanzaba a cada departamento y a cada empleado,
que era el medio de lograr la finalidad y completa responsabilidad, y que sus registros, in-
formes y estadísticas proveían los hechos necesarios para la toma inteligente de decisio-
nes por parte de la administración. Parsons deseaba ver extendido a la oficina, el alcance
de la administración científica.
Siendo capaz de visualizar la aplicación universal de la administración científica a to-
do tipo de trabajo, Parsons reconocía la necesidad de su aplicación en la organización de la
oficina, la selección y entrenamiento apropiados para los empleados de la oficina, y en
la adecuada utilización del equipo de oficina. Hablando de la necesidad de técnicas de
arreglo de equipo, enfatizó la disposición adecuada para el trabajo de oficina, con un flujo
de trabajo basado en el principio de la línea recta. Además, enfatizó que la oficina, lo mis-
mos que la fábrica, debería tener la luz, el calor y la ventilación apropiadas, y que el ruido
debería mantenerse al mínimo.
WILLIAM H. LEFFINGWELL
Mientras que Parsons reconocía la necesidad de la administración científica de oficinas, fue
William H. Leffingwell quien aplicó los principios del sistema de Taylor al trabajo de oficina.
114 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Leffingwell fue el primero en demostrar que los principios de la administración científica po-
dían ser aplicados a la oficina con el mismo éxito que habían obtenido en el taller.
Aunque él y Parsons cubrieron esencialmente el mismo campo, donde Parsons reco-
nocía la deseabilidad de, digamos, formas estándares de requisiciones, Leffingwell mos-
traba cómo estandarizarlas. Su libro, Administración científica de oficinas, publicado en 1917,
fue el pionero de todos los estudios modernos sobre administración de oficinas y señaló
los resultados en cuanto a incremento de eficiencia debido a la utilización de métodos
científicos. Siendo un cuidadoso y meticuloso autor, Leffingwell escribió sobre el empla-
zamiento del equipo de oficina, luz, ventilación, etcétera, adecuado, analizó de una ma-
nera sumamente detallada el espacio apropiado para almacenaje, la mejor altura para los
bancos, el tamaño adecuado de las tarjetas de archivo para información de créditos y la
manera correcta de almacenar papelería. Asimismo, efectuó estudios de tiempos y movi-
miento de mecanógrafas y registró tanto los movimientos de la cabeza como los manua-
les, desarrolló ejercicios musculares apropiados para los dedos, observó el tiempo perdi-
do en borrar y ajustó la altura de la mesa de la mecanógrafa. Trato de uniformar el dictado
haciendo que cada taquígrafo utilizara el mismo método de taquigrafía de manera que los
apuntes pudieran ser transcritos por cualquiera de los mecanógrafos en la oficina. Tam-
bién mostró los movimientos innecesarios que se podían eliminar a través de la localiza-
ción adecuada de los escritorios, teléfonos, archivos, sacapuntas, etcétera.
En cada aplicación de la administración científica a la oficina, Leffingwell hizo un cui-
dadoso análisis de los problemas específicos de la oficina en cuestión, en lugar de dar có-
modas respuestas a un problema general.
a) Decidir cuál es el mejor distrito en el cual nuestra fábrica o trabajo, o como dicen los ame-
ricanos, “nuestra planta” puede estar situada.
b) ...establecer nuestros requisitos en cuanto a lugar, tamaño, forma y topografía, y decidir
cuál de todos los sitios disponibles es el mejor.
c) Decidir, en base únicamente a la utilidad para el propósito en cuestión, cuáles son las mejo-
res clases de edificios para dicho sitio, en cuanto a tamaño, forma, tipo y método de cons-
trucción y, cómo van a ser alumbrados y provistos de calefacción y energía.
d) Determinar la posición de las máquinas dentro de los edificios, considerando el recibo de
los materiales, el manejo de los mismos a través de los diferentes procesos y la entrega del
producto terminado.
e) Decidir de la misma manera, cómo serán distribuidos los edificios en el sitio elegido, de
tal manera que la materia prima pueda ser conveniente y económicamente recibida; si es
CAPÍTULO 8. ESCRITORES Y CRÍTICOS MENORES ✦ 115
necesario, almacenarla y distribuirla desde el punto de recepción o del almacén a los di-
ferentes procesos manufactureros —y el producto terminado—, a su vez, expedita y con-
venientemente mandado a los mercados por carretera, ferrocarril o barco.
f) Habiendo tomado todas estas decisiones y habiendo alcanzado un plan que puede con-
siderarse ideal o aproximadamente ideal, calcular cuidadosamente una estimación de su
costo y comparar dicha estimación con la cantidad de dinero disponible —si lo excede—,
decidir si la cantidad adicional se puede conseguir o si vale la pena obtenerla. Si no es
así, decidir qué modificación se puede hacer en el plan con vistas a limitar el costo a la
suma disponible con una pérdida mínima de eficiencia en el trabajo.9
Hablando sobre personal, R.O. Herford decía que no se podía utilizar ningún factor
de producción sin la dirección y manipulación de la mano y de la mente humana. Una or-
ganización, decía, no es una cuestión de números sino de acción cooperativa por parte de
un número de individuos, siendo esencial en primer lugar un fin o propósito común. En-
fatizando la importancia de la estructura organizacional, Herford creía que las labores
de cada individuo deberían ser claramente entendidas; que cada persona debía saber de
quién esperar su trabajo y a quién enviárselo; y que era una buena idea tener y mostrar
un organigrama.
Siendo un firme proponente de la delegación de autoridad, Herford resumió sus ideas
diciendo, “... en un grupo de trabajo bien organizado, las labores están divididas entre sus
miembros; dicha división debe ser reconocida y comprendida, junto con la consiguien-
te responsabilidad dada. Las labores de cada persona deben estar limitadas a un campo
más restringido que el de su superior y cada puesto clave debe estar salvaguardado por
un posible sustituto”.10
Aunque todos estos conceptos son ahora rutina, este libro constituyó en Inglaterra la
introducción de un tratado comprensivo sobre el sistema administrativo.
RESUMEN
A través de estas 15 personas a quienes hemos llamado autores y críticos menores, continua-
mos viendo nuevos conceptos añadidos y viejas ideas reforzadas a través de sus obras.
John Duncan y Hugo Diemer escribieron los primeros textos sobre administración,
moviéndola hacia el aula académica. Louis D. Brandeis popularizó la idea de la adminis-
tración científica y el uso del vocablo eficiencia en casi todas las lenguas.
Ordway Tead reforzó la aplicación de los aspectos del comportamiento humano al es-
tudio científico de las personas en la industria. Además, probó las razones en las cuales se
apoya el comportamiento industrial a la luz de factores psicológicos conocidos.
Alexander Hamilton Church recolectó muchos de los dispersos conceptos administra-
tivos y los moldeó en un conjunto de principios reguladores. Aún sin proveer una teoría,
sus principios ampliaron el horizonte del pensamiento administrativo, señalando las po-
sibles relaciones entre las partes y el todo.
9R.O. Herford, H.T. Hildage, y H.G. Jenkins, Outlines of Industrial Administration, London: Sir Isaac Pitman &
Sons Ltd., 1920, pp. 15-16.
10Ibíd. p. 87.
116 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
OLIVER SHELDON
Después de graduarse en Oxford y terminar su servicio militar, Oliver Sheldon se estable-
ció en York, Inglaterra, e ingresó a la Coca Works de la empresa Rowntree and Company
Limited, en la cual habría de desempeñar diferentes puestos, desde asistente personal de
B. S. Rowntree, hasta director en el comité general de directores. Durante el desempeño
de su trabajo en Rowntree, Sheldon desarrollo los conceptos que lo hicieron famoso, cuya
mejor expresión la encontramos en su libro, La filosofía de la administración,1 publicado en
1923. En dicho libro, Sheldon se separó del campo de funciones cotidianas y trató de unir
la ética social con el pragmatismo de la administración científica.
Básicamente Sheldon se interesaba en la totalidad de la administración y su posición
lógica en la comunidad. En sus propias palabras:
Se cree que la dirección de la industria a través de esa función, ampliamente denominada ad-
ministración, es un asunto primordialmente de principios, tanto científicos como éticos y só-
lo secundariamente de las consecuencias detalladas de la aplicación de dichos principios, lo
que ha motivado al autor a escribir este libro. Lo que sigue, por tanto, no debe considerarse
como una exposición de alguna rama específica de la administración, sino como un esfuerzo
para definir los propósitos, las líneas de desarrollo y los principios que deberían gobernar la
práctica de la administración en su totalidad.
Es importante, por tanto, en nuestras primeras consideraciones de la administración en
la industria, el insistir que no importa cuán científica se pueda hacer la administración y
cuánto dependa del uso del método científico el pleno desarrollo de sus poderes, su respon-
sabilidad primordial es social y comunal.2
1Véase Oliver Sheldon, The Philosophy of Management, London: Sir Isaac Pitman & Sons. Ltd, 1923; publicado en
New York por Pitman Publishing Corp., 1966.
2Oliver Sheldon, The Philosophy of Management, New York: Pitman Publishing Corp., 1966, pp. XIV-XV.
CAPÍTULO 9. LOS FILÓSOFOS DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 119
Ésta era una nueva dirección para la administración. Provenía de la atmósfera indus-
trial desarrollada durante la Primera Guerra Mundial, que poseía una grandeza, una
novedad de carácter que no había tenido anteriormente. Utilidades, crecimiento, sindicatos,
administración científica y el despertar del público a una atmósfera social más responsable,
contribuyeron a incrementar en número y complejidad los problemas a los cuales se enfren-
taba la administración. Hasta este momento, el énfasis había sido sobre las “cosas” de la
producción. Sheldon ahora enfatizaba la ética o el “deber” y los elementos humanos de
la responsabilidad industrial.
Basándose en la tesis de que la responsabilidad primordial de la administración era el
servicio a la comunidad. Sheldon desarrolló un conjunto de principios que servirían co-
mo guía y que satisfarían tanto al enfoque científico de la producción como la responsa-
bilidad social de la administración. Sheldon aclaró que la mecánica de la producción era
secundaria al elemento humano.
Las ideas de Sheldon con respecto a la responsabilidad de la administración hacia la
comunidad, emergieron en base a cuatro observaciones de la escena social: en primer lu-
gar, observó un despertar del interés público en el mecanismo interno de los negocios y
de los asuntos industriales —evidentemente— originado por la cercana cooperación re-
querida entre la industria y la comunidad durante la guerra. En segundo lugar, notó el
creciente deseo, casi demanda, de los trabajadores por una mayor cantidad de tiempo
ocioso y por mejores oportunidades de autodesarrollo. En tercer lugar, la asociación de los
trabajadores en grupos más numerosos tales como sindicatos, clubes políticos y socieda-
des benéficas y religiosas, estaban creando una atmósfera favorable al cambio social, in-
cluyendo el surgimiento de grupos de presión. Finalmente, en todos los frentes, estaba
emergiendo el nuevo espíritu de la investigación y del enfoque científico para la solución
de problemas industriales. En resumen, Sheldon se vio impresionado por el despertar so-
cial de Inglaterra y reconoció que podría tener un impacto significativo sobre las relacio-
nes humanas en la industria y en la dirección de la industria en su totalidad.
Esencialmente, Sheldon creía que el problema industrial consistía en determinar el ba-
lance apropiado entre las “cosas de la producción” y la “humanidad de la producción” un
balance entre el enfoque científico y la responsabilidad social. Anteriormente, Gantt había re-
conocido el problema, pero le tocó a Sheldon situarlo en una mejor perspectiva. “...La indus-
tria no es una masa de máquinas y procesos técnicos, es un conjunto de hombres. No es un
complejo de materia, sino un complejo de humanidad.”3 Seguramente ésta era una refrescan-
te y tal vez perturbadora brisa en el aire viciado del pensamiento industrial de la época.
A través de este enfoque dual de humanidad y materia, Sheldon desarrolló los funda-
mentos de su filosofía administrativa. A continuación se establecen brevemente:
1. La industria existe para proveer los bienes y servicios necesarios para una mejor
vida de la comunidad, en el volumen requerido.
2. La administración industrial debe estar gobernada por principios basados en el
concepto de servicio a la comunidad.
3. La administración, como parte de la industria, está separada del capital y de la
mano de obra y está dividida en tres partes principales: administración, geren-
cia y organización.
3Ibíd., p. 27.
120 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
4Ibíd., p. 32.
CAPÍTULO 9. LOS FILÓSOFOS DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 121
tener un nivel de vida que vaya de acuerdo con la comunidad civilizada; tercero, el
obrero debe tener seguridad en contra del desempleo involuntario; quinto, el obrero
debe participar en la prosperidad industrial de acuerdo con su contribución a la mis-
ma; sexto, se debe encontrar un estricto espíritu de equidad en todas las relaciones
entre la mano de obra y la administración.
10. A través del estudio y el desarrollo de estándares, se puede formular una “Cien-
cia de la Administración” distinta de la ciencia que ésta utiliza y de las técnicas de
la industria, con el propósito de establecer un código para gobernar la conducta
de la industria.
CONTRIBUCIÓN
Sheldon hizo varias contribuciones al progreso de la administración, de las cuales, la más
importante es su filosofía, con su énfasis en la responsabilidad social del administrador.
Esta nueva filosofía enfocaba la atención sobre los diferentes aspectos sociales, ya mencio-
nados y eventualmente, resultó en una reorientación del pensamiento administrativo, de
manera que en la actualidad, la administración moderna considera como primordiales sus
responsabilidades sociales.
Además, Sheldon se preocupó más que cualquier otra persona en conceptualizar a la
administración y promoverla a un nivel teórico superior. La filosofía genuina de la admi-
nistración que desarrolló a través de sus obras y conferencias claramente señalaban que
la administración era una función separada y distinta en la industria, y que giraba alrede-
dor de un conjunto dado de principios que podrían ser analizados y estudiados. De ahí
que Sheldon le concediera a la administración una nueva dignidad, separándola aún más
de lo material y orientándola hacia lo conceptual.
Fayol, claro está, trabajó en la misma dirección que Sheldon. Ambos estaban de acuer-
do, por ejemplo, en los siguientes puntos:
ELTON MAYO
Elton Mayo, profesor de Harvard, nacido en Australia y adiestrado en psicología, también
trabajó en el área de los factores sociales y relaciones industriales, pero a diferencia de
Sheldon, su trabajo fue más experimental.
Entre 1927 y 1947, Mayo condujo una serie de experimentos en el departamento de in-
vestigaciones industriales en Harvard. Este programa comenzó como resultado de una
investigación en la Western Electric’s Hawthorne Works, financiada por la Fundación Roc-
kefeller para estudiar actitudes y reacciones de grupos bajo condiciones variantes. Es bien
conocida la historia de cómo un estudio para determinar el efecto de la iluminación sobre
la producción, financiada por el Consejo Nacional de Investigación, encontró en Hawthor-
ne que la producción aumentó cuando se incrementó la iluminación. Para su consterna-
ción, la producción de ambos grupos continuó aumentando aun cuando la iluminación pa-
ra el grupo experimental se redujo al mínimo posible.
Un equipo de seis muchachas inició su única carrera en la manufactura en abril de
1927. Las condiciones de trabajo cambiadas de una en una, para estudiar sus efectos sobre
la producción, siendo algunos de estos cambios los periodos de descanso de diferente du-
ración y número, jornadas de trabajo más cortas, semanas de trabajo más cortas, sopa o ca-
fé en el descanso matutino. Con cada cambio efectuado, el efecto era consistente: la produc-
ción aumentaba y al mismo tiempo, las muchachas se sentían menos fatigadas. He aquí la
prueba que Mayo necesitaba para apoyar el concepto de los factores que influyen sobre las
relaciones industriales.
En breve, la idea de Mayo era que los factores lógicos eran menos importantes que los
factores emocionales en la determinación de la eficiencia productiva. De todos los facto-
res humanos que afectan el comportamiento de los empleados, los más poderosos son los
provenientes de la participación del trabajador en los grupos sociales. Por tanto, Mayo
concluyó que las condiciones de trabajo, además de incluir los requisitos objetivos de la
producción, deberían, al mismo tiempo, satisfacer los requisitos subjetivos de los emplea-
dos con respecto a la satisfacción social en su lugar de trabajo. Con este nuevo énfasis en
las relaciones humanas, la fábrica asumió una dimensión social, en adición a su aspecto
económico. Dicho concepto está contenido en el libro de Mayo, Los problemas humanos de
una civilización industrial, publicado en 1933.
En el término de diez años, cada practicante de administración de personal de rela-
ciones humanas, señalaba el trabajo de Mayo para apoyar la afirmación de que los proble-
mas de cada individuo eran tan importantes en la operación efectiva de la empresa que
cualquier administrador que se preciaba de serlo, debería estar interesado en las relacio-
nes humanas de su personal.5
5“Workers Can Be a Team, Too”, Business Week, mayo 25, 1963, pp. 49-50.
CAPÍTULO 9. LOS FILÓSOFOS DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 123
La investigación de 20 años que realizaron Mayo y sus colegas, fue el estudio más com-
pleto que se haya hecho para evaluar las actitudes y reacciones de un grupo de trabajadores,
en el medio ambiente fabril. Encontró que los obreros en una fábrica constituyen una cultu-
ra propia que puede ser observada y analizada. También encontró que para ser efectiva, la
administración debe reconocer que el trabajo efectuado por cada individuo debe satisfacer su
requerimiento subjetivo personal de satisfacción social, así como el de productividad de la
empresa. Esto, enfatizó Mayo, implica que la administración debe asumir un nuevo papel en
sus relaciones con los empleados; debe desarrollar un nuevo concepto de autoridad y de de-
recho de mando; debe ayudar a crear un nuevo orden social basado en la actitud cooperati-
va del individuo y el sistema de una organización, y una comunicación coordinadas. De ahí
en adelante, la administración estaría basada en el concepto sociológico del esfuerzo de grupo.
Como resultado de la obra de Mayo, los complejos industriales se encuentran habitados
por científicos del comportamiento, consejeros de personal, capellanes industriales, habili-
tadores de sensibilidad, dinamistas de grupos, analistas de sociogramas, entrevistadores no
directivos, instructores del papel desempeñado, maestros de incidentes críticos y psicólogos
industriales —cada uno de ellos tratando de satisfacer la demanda de la administración pa-
ra crear una situación de trabajo conduciente a la máxima productividad a largo plazo.
JAMES D. MOONEY
El nombre de James D. Mooney raras veces es mencionado en los textos sobre administra-
ción. Sin embargo, fue coautor del libro clásico, publicado en 1931, sobre la naturaleza y
desarrollo de la organización intitulado: ¡Adelante, industria!6
Curiosamente, el título no le hace justicia al contenido. En 1926, Mooney concibió la
idea de que los principios de organización empleados por todos los grandes líderes a tra-
vés de la historia, eran seguramente los mismos; por tanto, se dedicó a investigar toda la
literatura disponible, leyendo en sus fuentes sobre líderes tales como Alejandro el Gran-
de, Julio César y Aristóteles. Encontró que todas las estructuras organizacionales firmes,
incluyendo a la Iglesia Católica, están basadas en un sistema de relaciones superior-subor-
dinados, ordenadas en una jerarquía, a lo que llamó el principio de gradación.* El suyo, fue
un tratamiento clásico y preciso de la organización administrativa tradicional basada en je-
rarquías, definiciones funcionales de puestos y coordinación fundamental. No mencionó,
en absoluto, el aspecto humano o sociológico de la organización. Su contribución fue es-
trictamente con respecto al enfoque ingenieril, al antiguo problema de dirigir el esfuerzo
humano para lograr un objetivo.
Escritores posteriores, sin embargo, han utilizado el análisis de Mooney y han usado
sus conceptos como una estructura en la cual añadir enfoques más humanísticos al pro-
blema administrativo de la organización.
6James D. Mooney y A.C. Reiley, ¡Onward, Industry!, New York: Harper & Bros., 1931.
*Véase N. del T. de la p. 28.
124 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
La señorita Follett, volviendo a Maquiavelo, señaló que cuando los usos de la fuerza
física sobrepasan un punto determinado, las energías disminuyen y se pierde el respeto a
uno mismo; por tanto, ninguna comunidad podía subsistir por largo tiempo, a menos que
estuviera apoyada en el consentimiento del gobernado.
A través de sus consultas con diferentes líderes industriales y políticos, Mary Parker
Follett reconoció la necesidad de un nuevo principio de asociación ya que los hombres no
habían aprendido aún a vivir juntos en armonía. Llamó a este nuevo principio, el concep-
to del grupo y profetizó que sería la base de los futuros sistemas industriales, del nuevo
enfoque a la política y el fundamento del orden internacional. En muchos aspectos, el su-
yo fue un primer enfoque al concepto de sistemas en la administración. De hecho, fue una
profetisa en la jungla administrativa, que pedía, en sus propias palabras, “unión” e “iden-
tificación con el grupo”.
CAPÍTULO 9. LOS FILÓSOFOS DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 125
Mary Parker Follett fue un verdadero filósofo de la administración, una pionera que
ayudó a cerrar la brecha entre el enfoque mecanicista de Taylor y el enfoque contemporá-
neo que enfatiza el comportamiento humano. A ella le debemos, más que a ninguna otra
persona, el unir la administración científica con el enfoque de grupo o de sistemas a la so-
lución de problemas administrativos.
CHESTER I. BARNARD
Chester I. Barnard ha tenido probablemente un impacto más profundo en el tema tan
complejo de la organización humana que cualquier otro contribuyente en el continuum del
pensamiento administrativo.
Hombre de diversos talentos, Barnard era presidente de la Sociedad Bach, de Nueva
Jersey, un buen pianista e improvisador en el área de la música clásica y un renombrado
conferenciante; también fue presidente de la New Jersey Bell Telephone Company. Estu-
dió en la Academia de Mount Hermon y continuo sus estudios en Harvard en 1906; tres
años después abandonó dicha universidad sin haber obtenido ningún grado académico:
no tenía paciencia con el reglamento universitario que hacia necesario que tomara un cur-
so que era prerrequisito para otro curso que había aprobado con sobresaliente.
En junio de 1909, Barnard comenzó a trabajar en la American Telephone and Tele-
graph como traductor e ingeniero. En 1922 ingresó a la Pennsylvania Bell Telephone, don-
de adquirió su primera experiencia en administración general. En 1927, fue nombrado
presidente de la New Jersey Bell Telephone Company. Desde comienzos de la década de
los años treinta hasta poco antes de su muerte en 1961, Chester I. Barnard estuvo profun-
damente involucrado en el análisis de la naturaleza de la administración contemporánea.
Inspirado en las obras de Sheldon, Mayo, Follett y otros, el fuerte de Barnard residía
en su análisis lógico de la estructura organizada y la aplicación de conceptos sociológicos
a la administración. En la actualidad, Barnard es probablemente más conocido por la pu-
blicación de su obra en 1938, Las funciones del ejecutivo.
Barnard tenía un doble propósito al escribir su libro: establecer una teoría de la coo-
peración y de la organización formal como “esa clase de cooperación entre las personas
que es consciente, deliberada y tiene un propósito”.7 La definió además como “un siste-
ma de actividades o fuerzas conscientemente coordinadas de dos o más personas”8 e in-
dicó que el ejecutivo o la capacidad ejecutoria es el factor más estratégico en sistemas coo-
perativos u organizacionales. Esta es su premisa básica: que la organización es un sistema
de actividades conscientemente coordinadas, en la cual el ejecutivo es el factor más estratégico. La
razón por la cual Barnard creía que el ejecutivo era de vital importancia para la organiza-
ción, era por tres funciones:
7Chester I. Barnard. The Functions of the Executive, Cambridge: Harvard University Press, 1938, p. 4.
8Ibíd., p. 61.
126 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Barnard enfatizó repetidamente lo importante que era que el individuo fuera inducido
a cooperar. Dicha instrucción podía, claro está, tomar la forma de una orden, pero si así fue-
ra, sólo sería aceptada como tal si el individuo (1) la entendía, (2) creía que era consistente
con los propósitos de la organización, (3) creía que era compatible con sus propios intereses
y (4) podía cumplirla.
De este breve resumen podemos deducir que Barnard veía la organización desde el
ventajoso punto del científico social, Pero también trajo al análisis organizado el enfoque
meticuloso del científico exacto.
Obviamente, Barnard trata dicho tema de una manera muy diferente a Taylor. Taylor y
sus colegas utilizaban los términos “administración científica” y “administración de tareas”
como sinónimos; se concentraban en mejorar la eficiencia del individuo en una tarea dada.
Fayol y Sheldon, encaminándose al concepto integral de la administración, dirigieron su aná-
lisis al aspecto operacional —principios de administración y funciones y responsabilidades
administrativas—. Barnard, sin embargo, profundizó mucho más en el tema, analizando las
clases y calidades de las fuerzas en operación y la forma en que estaban relacionadas. Co-
menzó con el individuo, siguió con la empresa cooperativa organizada y finalizó con las fun-
ciones ejecutivas.
Las funciones del ejecutivo es una obra altamente significativa, un clásico en su área. Ha-
biéndola escrito después de los esfuerzos de Mayo y sus colegas en el área de la psicología
del trabajador, Barnard introdujo conceptos sociales en su análisis de las funciones y los
procesos administrativos. A través de una meticulosa investigación científica, formuló una
estructura lógica de definiciones y conceptos, aplicando conceptos sociológicos a la admi-
nistración de las organizaciones.
JAMES BURNHAM
James Burnham, hijo de un vicepresidente ejecutivo de la compañía Burlington Railroad,
fue educado en Princeton y la Universidad de Oxford en Inglaterra; se unió a la facultad
del Washington Square College de la Universidad de Nueva York, como profesor del de-
partamento de filosofía.
El libro por el cual es mejor conocido, La revolución administrativa, fue publicado 1941. Su
tesis, en esencia, era que la sociedad capitalista sería remplazada por una sociedad adminis-
trativa en la cual los administradores ejercerían todos los puestos de importancia y los prin-
cipales medios de producción serían propiedad del Estado. Esta revolución, de acuerdo con
Burnham, eliminaría prácticamente la necesidad de dinero, anularía el desempleo en masa,
aumentaría la producción, estabilizaría las fluctuaciones de los ciclos económicos, etcétera.
Aunque muchas de las predicciones de Burnham han sido desacreditadas, su libro es
de interés para los estudiosos del pensamiento administrativo como la obra de un renom-
brado intelectual que tenía una enorme confianza en la fundación administrativa, como
para asignarle una posición primordial en una sociedad nueva. Este concepto podría ser
considerado como el reconocimiento final del surgimiento de la administración del limita-
do concepto del taller, al de un astuto manipulador de segmentos considerables de nuestra
riqueza nacional. Lo anterior marca un punto significativo en nuestra historia; la idea de que
la administración había evolucionado a través de las rigurosas etapas previas de filosofía y
CAPÍTULO 9. LOS FILÓSOFOS DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 127
había alcanzado un nivel de madurez conceptual, en el cual podía considerársele para un pa-
pel de prominencia nacional. La tesis de Burnham destacó esta nueva madurez en el pensa-
miento administrativo. Y la publicación y la polémica consecuente de su obra en 1941 sirvió
para enfatizar el reconocimiento público de la nueva ciencia administrativa.
LYNDALL URWICK
La última persona a considerar en este grupo de filósofos administrativos es un inglés que
estudió historia en Oxford. Ha escrito sólo y con otros autores, y ha editado un gran nú-
mero de libros, pero uno de ellos, Los elementos de la administración, publicado en 1943, es
de primordial importancia para los estudiosos del pensamiento administrativo.
Reconociendo que la brecha entre las ciencias físicas y las sociales era la causa de que
la ciencia administrativa hubiera permanecido tan imprecisa, Urwick trató de demostrar
en su libro que la cantidad de conocimientos sobre administración es lo suficientemente
grande para hacerla más científica y para hacerla más unida, como campo de estudio, que
lo que generalmente se suponía. Para hacerlo, escogió las obras de varios líderes del pen-
samiento administrativo —tales como Fayol, Taylor, Follett y Mooney— y analizó sistemá-
ticamente sus pensamientos, conceptos y principios. Utilizando a Fayol como esquema de
referencia, tabuló los puntos de identidad y similaridad.
Cuando uno se da cuenta que estos autores trabajaron prácticamente sin ningún cru-
ce mutuo de ideas, la tesis de Urwick se hace real. Estos diferentes autores siguieron lí-
neas similares de investigación y frecuentemente desarollaron principios, que aunque
puestos en diferentes palabras, eran muy parecidos en muchos aspectos. Dado que estos
conceptos tan estrechamente relacionados se desarrollaron en diferentes culturas, diver-
sos países y varias profesiones, el razonamiento de Urwick era que ya existía una canti-
dad de conocimientos administrativos, altamente útiles y confiables, y que necesitaban
ser correlacionados. Y ésta fue su principal contribución —señalar la existencia de dichas
similitudes y correlacionarlas—. Al hacerlo, Urwick ayudó a interpretar las ideas de mu-
chos de estos autores, poniéndolas en la perspectiva correcta para los lectores subsecuen-
tes, y al mismo tiempo, incluyendo algunos de sus conceptos personales.
Lyndall Urwick no es un innovador en el área administrativa como lo fueron Fayol y
Sheldon. Pero ha contribuido a la misma a través de la consolidación de principios desa-
rrollados por otros. Suele suceder que las personas que expresan la teoría correcta en el
tiempo apropiado, hacen una mayor contribución que el pionero cuyas ideas no fueron
tomadas en cuenta porque eran demasiado avanzadas para su época. Y es de esta mane-
ra que Urwick ha servido el continuum de la administración. Su obra cristalizó los concep-
tos similares que habían sido desarrollados independientemente, dándoles por tanto, más
confiabilidad y ayudando a moldearlos en un sistema de pensamiento administrativo.
RESUMEN
Otros autores podrían también haberse incluido en este grupo de filósofos de la adminis-
tración. Pero más importante que este punto, está el hecho de que la administración ha al-
128 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
pervisor. Bajo estas condiciones, no es de sorprenderse que los obreros no hayan respondi-
do con su mejor esfuerzo. Agréguese a lo anterior la falta de incentivos que recompensa-
ran un buen trabajo desarrollado y podremos entender de inmediato el por qué la norma
de actuación aceptada entre los trabajadores era la establecida por el “razonamiento” de
los compañeros —es decir, marcialmente sistemática.
Sin estándares fiables de cualquier tipo, los administradores se encontraban en la pre-
caria posición de establecer salarios, determinar promociones y recompensar actuaciones
superiores al promedio y todo en base a tanteos, intuición y experiencias anteriores. Da-
das estas condiciones, los obreros trataban de derrotar al sistema y los administradores a
exprimir hasta la última gota de trabajo que pudieran obtener del obrero. No era una si-
tuación ni feliz ni eficiente, aunque servía para el propósito de producir bienes para satis-
facer las crecientes demandas de una economía en expansión.
Este era el cuadro económico prevaleciente cuando un joven ingeniero llamado Fre-
derick W. Taylor comenzó a desarrollar un sistema administrativo que hoy se conoce ge-
neralmente como administración tradicional o científica.
FREDERICK W. TAYLOR
En el desarrollo de su tipo de administración, el enfoque de Taylor era estudiar las operacio-
nes, determinar los hechos relativos a la situación del trabajo y de estas observaciones, deri-
var principios. Veía la administración como el proceso de obtener cosas hechas por perso-
nas operando independientemente o en grupos, y su enfoque al problema administrativo era
directo y sencillo: definir el problema, analizar la situación de trabajo en todos sus aspectos,
aplicar técnicas cuantitativas a todos aquellos aspectos capaces de ser medidos, experimen-
tar manteniendo todos los demás factores del trabajo constantes, excepto el que debía ser
cambiado, desarrollar una guía o principio administrativo derivado de las observaciones y
estudios y, finalmente, probar la validez de dicho principio a través de aplicaciones subse-
cuentes.
Utilizando este enfoque para estudiar el trabajo. Taylor dejó una verdadera riqueza de
información administrativa para practicantes posteriores. Es tal vez mejor conocido por el
desarrollo de estudios de tiempos para determinar un estándar de producción que cons-
tituyera un día justo de trabajo. Los experimentos de Taylor sobre el manejo y acarreo del
hierro colado, por ejemplo, son clásicos en el análisis y estudio sistemático de problemas.
Junto con Maunsel White, Taylor desarrolló el acero de alta velocidad, utilizando el
enfoque experimental arriba descrito. Aunque el desarrollo de dicho producto fue muy
132 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
valioso para la industria, para nosotros es más interesante el enfoque utilizado que el pro-
ducto obtenido. También es interesante para nosotros el estudio de Taylor durante 26 años
sobre el arte de cortar metales. Dicho proyecto también dejó una valiosa información que
podría ser usada por la administración en el sentido operacional.
Cambiando al área conceptual, Taylor separó el trabajo mental del manual enfatizan-
do grandemente el aspecto mental de la planificación —qué era lo que debía hacerse, có-
mo, por quién, cuán pronto era necesario y cuándo podía estar terminado—. Para lograr
los fines planificados, Taylor introdujo el concepto de los especialistas funcionales —lo
que ahora podríamos comparar a la utilización de una organización staff.
Sus cuatro principios de la administración científica forman ahora una legión. En re-
sumen, Taylor dijo que los trabajadores debían ser seleccionados científicamente, adiestra-
dos y asignados a aquellos puestos para los cuales estuvieran mejor capacitados, física y
mentalmente. En segundo lugar, el trabajo debería ser analizado científicamente y no in-
tuitivamente. Tercero, debería existir una cercana cooperación entre los que planifican el
trabajo y los que lo efectúan, de manera que el trabajo pueda ser hecho de acuerdo con los
principios desarrollados en su análisis científico. Y finalmente, la administración y la ma-
no de obra debían compartir igual responsabilidad —cada sector efectuaba el trabajo pa-
ra el cual estuviera mejor calificado.
En su sistema de administración, Taylor favoreció el uso del principio de la excepción, y
pidió el establecimiento de una tarea diaria grande, con una recompensa por efectuarla y un
castigo por no lograrla. Finalmente, Taylor abogó por la investigación y la experimentación
continua para desarrollar nuevos caminos para mejorar la eficiencia productiva y adminis-
trativa. Todo esto hacía notar que implicaría mayores costos en cuanto a salarios, pero Tay-
lor creía que la administración debía enfocar su atención sobre el costo unitario de produc-
ción y no en el costo de mano de obra; ya que aunque aumentara el monto total de los
salarios, la producción aumentaría en una mayor proporción, reduciendo así los costos uni-
tarios. El objetivo de Taylor era aumentar el producto por trabajador, y para lograrlo pedía a
la administración que mejorara las condiciones de trabajo, redujera el esfuerzo físico (y por
tanto, la fatiga), y permitiera que cada individuo desarrollara su potencial máximo.
Como persona, Taylor era un hombre de gran fuerza de voluntad, justo, sistemático,
determinado y estricto, con un fuerte sentido de la ética protestante. Su punto débil era la
escritura, ya que su fuerte era la experimentación y la acción.
El que Taylor actuara como catalizador en el desarrollo de la escuela tradicional de la
administración es innegable. Como es de suponer, muchas de sus prácticas y principios
no eran nuevos. Ya hemos visto que Jevons y Babbage habían concebido experimentos si-
milares muchas décadas antes que Taylor. Sin embargo, el tiempo ya estaba maduro para
la doctrina de Taylor y si él no la hubiera propuesto, es indudable que alguna otra perso-
na hubiera venido a encabezar el movimiento científico.
LOS GILBRETH
Cercanamente asociados a Taylor tanto en tiempo como en obras, los Gilbreth (Frank y su
esposa Lillian) hicieron también contribuciones originales a la escuela de la administra-
ción tradicional o científica. Se les conoce mejor por el desarrollo de sus reglas de la eco-
nomía de movimientos, particularmente, los movimientos básicos de las manos que ellos
llamaron “therbligs”. Utilizando esta herramienta analítica, las secuencias de los movi-
CAPÍTULO 10. APARICIÓN DE ESCUELAS DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO ✦ 133
mientos estándares podrían ser prescritas. Taylor también estaba interesado en estudios de
tiempos y movimientos. Pero mientras que él se concentró en cuánto tiempo tomaba efec-
tuar un trabajo, los Gilbreth se interesaban en qué tipo de movimientos eran los más efecti-
vos. Por consiguiente, el sistema de Taylor aumentaba la producción incrementando la ra-
pidez y eliminando sistemáticamente la “vigilancia” tipo militar; el sistema Gilbreth
aumentaba la producción eliminando los movimientos inútiles. Ambos sistemas, aplica-
dos juntos, han formado los cimientos de la eficiencia del trabajador, que ha sobrevivido
a todos los ataques y está firmemente cimentada en la industria moderna.
Es interesante hacer notar que la señora Gilbreth introdujo un concepto conductista al
pedir el reconocimiento de los factores psicológicos y su importancia en cuanto a la adap-
tación y productividad del obrero.
Los Gilbreth, como Taylor, estaban orientados hacia el taller —esto es—, estaban inte-
resados en aumentos en la productividad. Además, se interesaban en el desarrollo de una
ciencia del trabajo y en diseminar el nuevo evangelio a través de la palabra y la escritura.
OTROS CONTRIBUYENTES
Aunque Taylor y Gilbreth son los líderes reconocidos, muchos otros contribuyeron al de-
sarrollo de esta escuela. Los economistas clásicos como Adam Smith, W. S. Jevons y James
Mill entran en esta categoría. Charles Babbage, Boulton y Watt y Robert Owen también,
con su enfoque analítico y sistemático a la administración de talleres, establecieron con-
ceptos fundamentales en muchas áreas. En 1767 Sir James Steuart captó el espíritu de la
administración científica al dividir el trabajo en mental y manual.
En 1826, James Mill sugirió que los estudios de tiempos y movimientos eran una ac-
tividad distinta. En la década de 1850, Henry Poor enunció sus principios relacionados
con la cuidadosa división del trabajo y la utilización efectiva de hombres y equipo —prin-
cipios que fueron puestos en efecto por David C. McCallum.
Muchas personas consideran que el pionero de la escuela tradicional de la adminis-
tración fue Henry R. Towne, quien en 1870, ya utilizaba una aplicación sistemática y cien-
tífica de métodos eficientes en su fábrica.
En 1881, Henry Metcalfe introdujo un sistema comprensivo de control en el Arsenal de
Frankford, era tan práctico y eficiente que 30 años después Taylor se reconoció en deuda
con él.
Harrington Emerson, contribuyó en mayor medida que sus contemporáneos al popu-
larizar la filosofía de la eficiencia. Siendo un firme seguidor de Taylor, los Doce principios de
eficiencia (1919) de Emerson, lo unen claramente a la escuela tradicional; dichos principios
son: (1) ideales claramente definidos, (2) sentido común, (3) consejo competente, (4) disci-
plina, (5) trato justo, (6) registros confiables, (7) despacho, (8) estándares y células, (9) con-
diciones estandarizadas (10) operaciones estándares (11) instrucciones estándares escritas
y (12) control de eficiencia.
A Harlow S. Person también debe incluírsele, no tanto por su contribución conceptual
como por su liderazgo y ayuda en probar que la administración científica no estaba dedi-
cada únicamente a tomar el tiempo con un cronómetro y a aumentar la rapidez.
Morris L. Cooke no es importante como contribuidor teórico de la escuela clásica,
pero sí lo es en el aspecto de la aplicación de los conceptos de la administración en orga-
nizaciones que no eran de negocios —en particular a instituciones gubernamentales y
134 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
HUGO MUNSTERBERG
Como líder que era en los primeros estudios en psicología industrial que se efectuaron en
Harvard, las obras de Munsterberg eran ávidamente devoradas. Hablaba y escribía sobre un
*N. del T. C.I.O. significa Congreso de Organizaciones Industriales, que es un sindicato obrero que agrupa a sus
miembros por el tipo de industria en la cual laboran.
**N. del T. Los Ensayos federalistas son una serie escrita por Adams, Jefferson, Madison y otros patriotas esta-
dounidenses para convencer al pueblo norteamericano de que votaran a favor de la constitución hoy vigente.
1Peter Drucker, The Practice of Management, New York: Harper & Bros., 1954, p. 280.
CAPÍTULO 10. APARICIÓN DE ESCUELAS DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO ✦ 135
HENRY L. GANTT
Gantt fue contemporáneo y protegido de Taylor y es difícil clasificarlo en una sola escue-
la. Sus conceptos de costo organizacionales y su plan de bonificaciones lo podrían ubicar
fácilmente con los tradicionalistas. Sin embargo, en todo su trabajo, Gantt demostró un in-
terés casi emotivo por el trabajador como individuo y abogó por un enfoque humanitario.
En 1908 presentó una conferencia ante la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos en
la cual pedía una política de enseñanza e instrucción para los trabajadores, en lugar de la
acostumbrada dirección autocrática —una afirmación de la psicología de Gantt sobre las
relaciones con los empleados—. En vista de sus incansables esfuerzos a favor de la clase
trabajadora, Gantt tiene un lugar y es en parte responsable por el crecimiento de la escue-
la del comportamiento.
ELTON MAYO
Elton Mayo es mejor conocido como el padre de los experimentos de Hawthorne y como
un firme abogado de la escuela del comportamiento. Como ya hemos visto, fue él quien,
trabajando en el Departamento de Investigaciones Industriales de Harvard, dirigió el
equipo que efectuó el estudio en la planta Western Electric en Hawthorne para evaluar las
actitudes y reacciones psicológicas de los empleados en situaciones de trabajo. Como resul-
tado de estos estudios, Mayo propuso el concepto de que los trabajadores constituyen su
propia cultura y desarrolló una serie de ideas sobre conceptos sociológicos del esfuerzo de
grupo. A través de su obra, se agregó una nueva dimensión a los entonces existentes concep-
tos administrativos —que para ser eficiente, el administrador debe reconocer y comprender
al trabajador individual como una persona con deseos, motivos, instintos y objetivos perso-
nales que necesitan ser satisfechos.
Como resultado, sabemos en la actualidad, entre otras cosas, que la actuación del tra-
bajador está relacionada con factores tanto físicos como psicológicos y sociológicos; que
los empleados desarrollan sus propias normas o estándares de producción; que el status,
136 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
las satisfacciones sociales y otros factores similares afectan la satisfacción que el emplea-
do recibe de su puesto y por tanto, a la producción; y que los grupos informales de traba-
jo desarrollan sus propios conceptos con respecto a lo que debe hacerse por la empresa, lo
que un empleado debe decir a su supervisor, y qué acción debe tomarse contra aquellos
empleados que producen más de la cuenta. En otras palabras, esta escuela levantó el ve-
lo psicosociológico que hasta entonces había oscurecido al obrero y confundido a los ad-
ministradores con respecto a la selección de la mejor supervisión.
A través de los esfuerzos de investigación de Mayo (en unión de su compañero F.J.
Roesthlisberger), se dio a conocer la escuela del comportamiento. Los administradores,
dándose cuenta de la importancia de dicho estudio, gradualmente se volvieron hacia esta
corriente del pensamiento administrativo. En la actualidad, la corriente del comportamien-
to es tan amplia como profunda, es una parte del creciente campo del estudio administra-
tivo y ocupa correctamente una posición importante en su totalidad.
OLIVER SHELDON
Los conceptos de Sheldon lo podrían lógicamente situar ya sea en la escuela del compor-
tamiento o en la escuela del proceso. Estableció un conjunto de funciones y principios ad-
ministrativos que lo podrían definitivamente situar dentro de la escuela del proceso; y sin
embargo, su gran énfasis en la responsabilidad administrativa; su visión de la industria, no
como una masa de máquinas, sino como un grupo de hombres, un complejo humano, y
sus esfuerzos por sintetizar la administración científica, con la ética social, lo podrían situar
dentro de la escuela del comportamiento. Aunque puede ser punto de controversia, el pe-
so de la escuela del comportamiento parece estar a su favor. De hecho, tanto Sheldon co-
mo Follett predicaron el énfasis subsecuente en el comportamiento humano a través de su
concepto “el hombre es primero”.
CHESTER I. BARNARD
La participación de Chester I. Barnard en el desarrollo de esta corriente del pensamiento
está en su análisis lógico de la estructura organizacional y de la aplicación de conceptos
sociológicos a la administración. Algunos eruditos no incluyen a Barnard en la escuela del
CAPÍTULO 10. APARICIÓN DE ESCUELAS DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO ✦ 137
comportamiento sino en una nueva escuela fundamentada en su concepto del sistema so-
cial. Dicho concepto está sumamente relacionado con el enfoque del comportamiento y
difiere solamente en que la administración es considerada como un sistema de relaciones
interculturales. La distinción es lógica, pero para nuestros propósitos, la clasificación ge-
neral de la escuela del comportamiento es suficiente, e incluye el estudio de la adminis-
tración como sistema de relaciones interculturales.
Chester Barnard veía la organización como un sistema de actividades conscientemen-
te coordinadas necesarias para que el individuo pueda superar sus limitaciones biológi-
cas, físicas y sociales. Altamente sociológico en su enfoque sobre la administración, de to-
das maneras Barnard hizo énfasis repetidamente sobre el individuo y su importancia
como factor estratégico que debe ser inducido a cooperar.
Al analizar las calidades de las fuerzas en acción en una organización, Barnard comen-
zó con las del individuo, analizó las funciones del ejecutivo e incluyó ambas en su análisis
del concepto integral de la organización. Para él, la organización era un sistema de interac-
ciones cuya continuación dependía del balance entre las contribuciones de cada miembro in-
dividualmente y de las satisfacciones que obtenía. Así, reconociendo el comportamiento
individual, veía la función del administrador como la de distribuir “satisfacciones” —dine-
ro, status, etc.— para obtener un comportamiento individual, coordinado y preescrito. A tra-
vés de este tipo de análisis, Barnard trajo más que cualquier otra persona, una visión más
erudita y científica a la totalidad de las organizaciones administrativas.
Como resultado del trabajo de Mayo, Follett, Barnard, Munsterberg y otros que traje-
ron una visión más comprensiva a la administración, no es raro, en la actualidad, encon-
trar sociólogos y antropólogos empleados en la industria para ayudar a prevenir enferme-
dades y prescribir correctivos. Los campos de la sociología industrial y de la antropología
aplicada han surgido con resultados sumamente prometedores en el estudio de procesos y
subculturas tales como relaciones obrero-patronales, sindicatos y negociaciones colectivas.
APORTADORES CONTEMPORÁNEOS
A esta escuela del comportamiento de crecimiento continuo, podríamos muy bien añadir
a autores contemporáneos tales como Simon, Argyris, Selekman y Leavitt. Suya ha sido la
tarea de redondear varias facetas de esta importante escuela del pensamiento, y su obra
ha sido de no poca significancia dentro de esta línea. Sin embargo, aunque definitivamen-
te importantes, sus contribuciones son demasiado recientes para tener ya un lugar preci-
so en una perspectiva histórica. Dicho de otra manera, el polvo levantado no se ha asen-
tado aún lo suficiente como para ver con claridad sus posiciones. Mientras que debemos
reconocer sus esfuerzos, es aún demasiado pronto como para clasificar, evaluar y ordenar
sus aportaciones. Esta tarea le corresponde a los estudiosos del pensamiento administra-
tivo, quienes serán capaces, con su visión clasificada por el tiempo, de poner cada obra en
su perspectiva apropiada.
HENRI FAYOL
Sin duda alguna, Henri Fayol, fue el padre de esta corriente del pensamiento administra-
tivo. Su original y perceptiva enumeración de las funciones administrativas todavía se lee
como un tratado actual sobre la administración, y su clásico análisis de las funciones ad-
ministrativas ha pasado la prueba del tiempo. De hecho, su ordenado análisis de la admi-
nistración desde la junta directiva hacia abajo fue descubierto en Estados Unidos hacia
1950.
De acuerdo con Fayol, el estudio, análisis y enseñanza de la administración se deben
enfocar desde el punto de vista de sus funciones, que definió como: (1) predicción y pla-
nificación, (2) organización, (3) dirección, (4) control y (5) coordinación. Destacando, que
estas funciones se aplicaban a toda empresa administrativa. Fayol, previó la simplicidad
del estudio y análisis administrativos cuando sólo se estudiaran una en lugar de muchas
ciencias administrativas.
De estas cinco funciones, Fayol, pensó que la planificación era la más importante y la
más difícil. Razonaba que una pobre planificación llevaría a dudas, pasos en falso, accio-
nes fuera de tiempo, debilidad general y posiblemente el fin de la empresa. Veía a la or-
ganización como un problema que involucra tantos recursos materiales como humanos.
Fayol, confinó su discusión sobre los aspectos humanos, lo cual lo marcó como miembro
del enfoque del comportamiento. Para él, la dirección y la coordinación eran necesarias
para iniciar y operar efectivamente un sistema de trabajo, con el control como un sistema
de revisión.
Aunque es quien dio origen a la escuela del proceso administrativo, Fayol, no fue en-
tusiastamente aceptado o comprendido en su época. Sus conceptos estaban adelantados a
su tiempo en más de 30 años. ¿Por qué, podríamos preguntar, una persona cuya filosofía
administrativa era tan firme, fue prácticamente ignorado tanto en su Francia nativa, co-
mo en Estados Unidos? Existen varios factores que pueden explicarlo.
Un famoso ingeniero francés, Charles de la Poix de Fréminville, se impresionó tanto con
Taylor y su obra que después de conocerlo en 1912, le hizo una enorme propaganda a la ad-
ministración científica de Taylor por toda Francia. Fue tan efectivo Fréminville que casi él
solo inició un movimiento de la administración científica. Además de esta base, los france-
ses se asombraron ante la rapidez y eficiencia con que las tropas americanas construían
muelles, embarcaderos, ferrocarriles, etcétera, necesarios para la Primera Guerra Mundial.
Debido a la enseñanza previa de Fréminville, los franceses ya tenían una palabra para esta
hazaña —taylorismo— y por orden del Ministro de Guerra francés, George Clemenceau, to-
das las plantas bajo su control debían estudiar e instalar los métodos de Taylor.
CAPÍTULO 10. APARICIÓN DE ESCUELAS DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO ✦ 139
JAMES D. MOONEY
En 1926, James D. Mooney, concibió la idea de que la organización empleada por todos
los grandes administradores era la misma, y procedió a probarlo. Su obra dio énfasis y es-
tatura a la corriente del proceso administrativo. Lo que obtuvo fue un concepto de orga-
nización basado en procesos escalafonados, definiciones funcionales de puestos y coordi-
nación fundamental. Sin mencionar el elemento humano, el de Mooney era un estricto
enfoque ingenieril a la tarea del administrador de lograr que se hiciera el trabajo a través
de otros. En la actualidad se considera ésta como la más completa descripción del análi-
sis de la organización clásica.
ESCUELA CUANTITATIVA
La creciente importancia de la escuela cuantitativa, desde la Segunda Guerra Mundial, ha
sido tan considerable que merece ser tratada en detalle en otro capítulo. Sin embargo, con
el propósito de terminar el reconocimiento de las escuelas existentes, vale la pena mencio-
narla aquí como uno de los más fuertes desarrollos recientes en el continuum del pensa-
miento administrativo.
RESUMEN
En este capítulo hemos tratado de clasificar a los diferentes autores en el campo de la ad-
ministración por el tipo de escuela que representan. Obviamente, nuestra clasificación es
por fuerza arbitraria, ya que pocos autores expresan todas las facetas de una sola escuela,
excluyendo a otras escuelas. Muchas otras obras de los proponentes los sitúan en dos o
más escuelas. En algunos casos un autor puede ciertamente ser clasificado tanto dentro de
la escuela del comportamiento como dentro de la escuela del proceso administrativo. De
todas maneras, hemos identificado a las diferentes escuelas del pensamiento administra-
tivo en cuanto a conceptos esenciales y principales exponentes.
Se ha hecho una excepción con la escuela cuantitativa, debido a que es relativamente
reciente. En vista de su naturaleza colectiva y ecléctica, la escuela de las obras de los pro-
ponentes sitúan a éstos en dos o más escuelas. En algunos casos los estudiosos de la ad-
ministración. El siguiente capítulo está dedicado a esta escuela del pensamiento.
La utilización de equipos mixtos de científicos de varias disciplinas es probablemente la
característica más obvia de la escuela cuantitativa del pensamiento administrativo. Deno-
minada indistintamente como investigación de operaciones, investigación operacional y
ciencia administrativa, esta escuela consiste en unir el conocimiento de varias disciplinas
al estudio y la solución efectiva de un problema.
Puede unir, por ejemplo, a un matemático, un científico, un físico, un economista y un in-
geniero para estudiar un problema en administración de inventarios. A través del estudio de
este problema, desde el punto de vista de investigación de operaciones o ciencia administra-
tiva, la solución resultante podría ser mucho mejor que la que podría lograrse de otra mane-
ra. Por tanto, es un método científico que utiliza todas las herramientas científicas pertinentes
que provee una base cuantitativa para las decisiones administrativas. Surgió del reconoci-
miento de los líderes administrativos de la necesidad de tener equipos de investigación inte-
grados para profundizar en las diversas ramificaciones de los caminos alternativos de acción.
Dicho en términos sencillos, el enfoque a la resolución de problemas, utilizando la
ciencia administrativa consiste en:
1. Formular el problema. Esto se refiere tanto al problema del consumidor (el que to-
ma la decisión) como al problema del investigador.
2. Construir un modelo matemático para representar el sistema bajo estudio. Este mo-
delo expresa la efectividad del sistema como función de un conjunto de variables, de
las cuales cuando menos una está sujeta a control. Las variables de ambos tipos pue-
den ser sujetadas a fluctuaciones al azar y una o más pueden estar bajo el control de
un competidor o algún otro “enemigo”.
142 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
3. Derivar una solución del modelo. Esto involucra encontrar los valores de las “va-
riables de control” que maximizan la efectividad del sistema.
4. Probar el modelo y la solución resultante. Esto implica evaluar las variables, compa-
rar las predicciones del modelo con la realidad y comparar resultados reales con re-
sultados predichos.
5. Establecer controles sobre la solución. Esto envuelve el desarrollo de herramientas
para determinar cuándo ocurren cambios significativos en las variables y funciones,
de las cuales depende la solución y determinar cómo debe ser cambiada la solución
a la luz de dichos cambios.
6. Poner la solución en operación. Ejecución.1
E = f(xi, yj)
donde E representa la efectividad del sistema (utilidad, costo, etc.), xi las variables del sis-
tema sujetas a control e yj aquellas variables no sujetas a control.
1Russell L. Ackoff, “The Development of Operations Research as a Science”. Operations Research, junio 1956, pp. 265-66.
2Will Durant, The Story of Civilization, New York: Simon and Schuster, Inc., 1939, II, p. 632.
CAPÍTULO 11. LA ESCUELA CUANTITATIVA ✦ 143
evaluar la obra de Taylor no debe ser la perfección que él creía alcanzar, sino el grado al
cual su trabajo llevó a mejores decisiones que las que eran posibles, y en la mayor parte de
los casos, necesarias anteriormente. El margen de superioridad de las técnicas de Taylor
en estudios de tiempos, incentivos de salarios y corte de metales, en estos términos de
evaluación relativa, era en verdad muy grande.
Otro punto de semejanza entre la obra de Taylor y la actual investigación de opera-
ciones son los equipos mixtos o interdisciplinarios, los cuales son vitales para la eficiente
investigación de operaciones. Taylor aparece como pionero en este enfoque, en unión de
cuando menos 12 colegas en sus estudios sobre metalurgia, y dijo lo siguiente sobre tres
de ellos:
El señor White (Maunsel White) es, sin lugar a dudas, un metalúrgico más avezado que el
resto de nosotros; el señor Gantt (H. L. Gantt) es el mejor administrador y el autor del pre-
sente trabajo tiene, posiblemente, la facultad de ser más tenaz que los demás... El señor Barth
(Carl G. Barth), que es mejor matemático que el resto de nosotros, ha dedicado gran parte
de su tiempo... a efectuar el trabajo matemático.3
3Frederick W. Taylor, “On the Art of Cutting Metals”, Transactions American Society of Mechanical Engineers, XXVIII, p. 35,
1906.
4Véase E. Brockmeyer, H.L. Halztrom y A. Jensen, The Life and Works of A.K. Erlang, Copenhagen: Copenhagen
Telephone Company, 1948.
5Véase F.E. Raymond, Quantity and Economy in Manufacturing, New York: MacGraw-Hill Book Company, 1931,
p. 124.
6Ibíd., p. 121.
7H.S. Owen, “How to Maintain Proper Inventory Control”, Industrial Management, LXIX, pp. 83-85, febrero 1925.
8Benjamin Cooper, “How to Determine Economical Manufacturing Quantities”, Industrial Management, LXXII, pp. 228-33,
octubre 1926.
9R.H. Wilson y W.A. Mueller, “A New Method of Sotck Control”, Harvard Business Review, V, pp. 197-205, enero 1927.
144 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
inventarios se cuentan, por tanto, entre las más antiguas herramientas del estuche de la in-
vestigación de operaciones.
Como hemos visto, el trabajo de Taylor ha sido seguido por un gran número de im-
presionantes técnicas en la forma de decisiones administrativas, tales como el desarrollo
de técnicas contables, organigramas de Gantt, estudios de micromovimientos de Gilbreth,
exámenes de aptitud y en un sentido más cualitativo, los experimentos de Mayo en Hawt-
horne.
Desde un punto de vista militar, la germinación de la investigación de operaciones
ocurrió en ambos lados del Atlántico durante la Primera Guerra Mundial. En Inglaterra,
entre 1914 y 1915, F.W. Lanchester trató de cuantificar las operaciones militares. Obtuvo
expresiones que relacionaban las fuerzas numéricas relativas de los combatientes y sus
poderes relativos de fuego. Así como de la ecuación de Newton puede decirse que descri-
be ciertas relaciones fundamentales entre fuerza, masa y movimiento, así de la “ecuación
de Lanchester” se puede decir que describe ciertas relaciones fundamentales del arte de
la guerra.
Durante el periodo en el que Lanchester estaba efectuando sus estudios en la investi-
gación de operaciones militares en Gran Bretaña, Thomas A. Edison estudiaba en el pro-
ceso (y no la instrumentalización) de técnicas militares contra los submarinos. Desarrolló
un juego de guerra para simular los problemas de las maniobras navales. Analizó los mé-
ritos del “zigzagueo” como medida de los barcos mercantes contra los submarinos.10
Debe, sin embargo, señalarse que las obras de Lanchester y Edison no tuvieron nin-
gún impacto notable en las operaciones militares de la Primera Guerra Mundial; debemos
encaminarnos a la época de la Segunda Guerra Mundial para ver los inicios de la efectiva
investigación militar de operaciones.
PROBABILIDAD E INFERENCIA
La utilización de la inferencia estadística y probabilidades fue ayudada por la obra de
H.F. Dodge y H.G. Romieg, colaboradores de Shewhart en los laboratorios de la Bell Tele-
phone. Ellos desarrollaron la técnica de inspección de muestras en relación con el control
de calidad y publicaron tablas de muestreo estadístico, que aunque aceptadas lentamen-
te al principio, son ahora comúnmente utilizadas.
T.C. Fry, otro ingeniero de la Bell Telephone, hizo otras contribuciones significativas a
los fundamentos estadísticos de la teoría de colas (o de líneas de espera). Una serie de con-
ferencias presentadas por Fry en 1928 en relación con las aplicaciones en ingeniería de la
teoría de las probabilidades fueron la base de su importante libro sobre este mismo tema.11
Nuestra enumeración estaría incompleta si no incluyéramos el trabajo de Sir Ronald
Fisher que versa sobre los diferentes métodos estadísticos incluyendo las pruebas de chi
cuadrado, estadística abayesiana, teoría de muestreo y el diseño de experimentos. Duran-
te la década de 1920, la obra de Fisher tuvo muy poco efecto directo sobre el pensamiento
administrativo, pero es la base de la mayor parte de la estadística aplicada usada actual-
mente.
10W.F. Whitmore, “Edison and Operations Research”, Journal of the Operations Research Society of America, febrero
1953, pp. 83-85.
11Véase T.C. Fry, Probability and Its Engineering Uses, New York: D. Van Nostrand Co., Inc., 1928.
CAPÍTULO 11. LA ESCUELA CUANTITATIVA ✦ 145
12Eugen von Bohm-Bawerk, Capital and Interest, London: MacMillan & Co. Ltd., 1890.
13Harold Hotelling, “A General Mathematical Theory of Depreciation”, Journal of the American Statistical Association,
diciembre 1925, p. 340.
*N. del T. La gráfica de “breakeven” o punto de equilibrio implica una producción tal que no existan pérdidas ni
ganancias.
14Florence N. Trefethen, “A History of Operations Research”, Operations Research for Management, ed. Joseph F. Mc-
Closkey y Florence N. Trefethen, Baltimore: The Johns Hopkins Press, 1954, I, pp. 3-35.
15Ibíd., pp. 5-10.
16Ibíd., p. 6.
17Ibíd., p. 12.
18Ibíd., p. 13.
146 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
APLICACIONES EN LA POSGUERRA
La investigación de operaciones era considerada tan valiosa por los líderes militares esta-
dounidenses, que dicha función no fue descontinuada al terminar la guerra. El ejército
continuó sus funciones de investigación de operaciones a través de la Oficina de Investi-
gación de Operaciones (ahora llamada Corporación de Investigación de Análisis), situada
en Chevy Chase, Maryland, con el doctor Ellis A. Johnson como director.
La marina instituyó el Grupo de Evaluación de Operaciones bajo la dirección del Pro-
fesor Morse en el M.I.T.* La fuerza aérea continuó utilizando grupos de análisis de opera-
ciones como parte de los diferentes comandos bajo su División de Análisis de Operacio-
nes. Adicionalmente, la fuerza aérea estableció el Proyecto RAND, administrado por la
Corporación Rand, para estudios a largo plazo de guerra aérea. Sobre las tres ramas de los
servicios en el Departamento de la Defensa, el Grupo de Evaluaciones de Sistemas de De-
fensa (ahora el Instituto para el Análisis de la Defensa) fue establecido en 1948 y recibe in-
formes de ORO, OEG, OAD y RAND. Además, otros grupos pequeños de análisis traba-
jan dentro del sistema de los servicios militares.19
Debido al rápido crecimiento y la difusión de las actividades de la investigación de
operaciones en aplicaciones militares, muchas personas se han quedado con la impresión
de que es un tipo de análisis aplicable sólo a problemas militares. Esto es incorrecto, pero
dicha creencia ha sido ayudada por las regulaciones de seguridad que prohiben dar infor-
mación con respecto a la efectividad de dichas actividades.
ASOCIACIONES
Otro indicador del interés en la investigación de operaciones ha sido la formación, al prin-
cipio de la década de 1950, de dos sociedades activas, la Sociedad de Investigación de
Operaciones en América, fundada en 1952 (con su revista Investigación de Operaciones) y el
Instituto de la Ciencia Administrativa, fundado en 1953 (con su revista Ciencia Administra-
tiva). En Inglaterra se nota un interés similar a través de la formación en 1948 del Club de
Investigación Operacional (ahora llamado Sociedad de Investigación Operacional del Rei-
no Unido) y la emisión en 1950 de la primera publicación periódica en el campo, el Ope-
rational Research Quarterly.
En 1957 se sostuvo la Primera Conferencia Internacional de Investigación de Operacio-
nes, en Oxford, patrocinada conjuntamente por la Sociedad de Investigaciones Operaciona-
les del Reino Unido, la Sociedad de Investigación de Operaciones de América y el Instituto
de la Ciencia Administrativa. Los delegados, representando veintiuna naciones, informaron
TÉCNICAS CUANTITATIVAS
La cantidad de técnicas que se han desarrollado en la escuela cuantitativa crece rápida-
mente y sería imposible incluirlas todas. Aunque la tabla que se presenta a continuación
no es de ninguna manera completa, sirve para indicar la herramienta, algunas de las per-
sonas que hicieron contribuciones importantes para su desarrollo, su aplicación y el área
administrativa en la cual ha sido aplicada.
23Véase Proceedings of the Second International Conference on Operational Research, New York: John Wiley & Sons,
Inc., 1961.
CAPÍTULO 11. LA ESCUELA CUANTITATIVA ✦ 149
se rebasó también esta escuela cuando se reconoció que no siempre se da una armonía total
entre la organización y sus miembros. Se hizo evidente que las organizaciones no responden
a un ideal de una comunidad uniformemente feliz y, que era necesario analizar la tensión y
el conflicto en ese medio.
Entre la organización y sus miembros puede haber tensiones generadas porque los fi-
nes del individuo sean diferentes a los de la organización. Las tensiones eventualmente
pueden llevar a conflictos y éstos deben ser resueltos. Otra fuente de tensión y de conflicto
es el poder, cuya función es impartir órdenes y asegurar que sean obedecidas. Si las órdenes
no son obedecidas, entonces los medios de poder deben imponer sanciones a los infracto-
res, lo que también puede ser fuente de conflicto.
Otro elemento que incorpora la escuela estructuralista es la interacción de la organiza-
ción con otras organizaciones, con los usuarios y con el medio ambiente. Las organizaciones
ahora pueden evaluarse no contra un patrón ideal definido, como el trabajo máximo que
puede hacer un individuo hasta llegar al borde de la fatiga, sino contra otras empresas del
mismo tipo.
El estructuralismo describe la estructura de poder mediante diagramas que delimi-
tan la comunicación entre sus subgrupos. Una innovación es el análisis de la penalización
a la conducta que perjudique a los objetivos de la organización, y llega a analizar las si-
tuaciones en que se prescribe cada castigo. El enfoque estructuralista extiende su estu-
dio a entidades religiosas, campos de concentración, sindicatos, prisiones y las fuerzas
armadas.
1. Se observa una descripción continua de funciones oficiales ligadas por reglas. Esto
resulta en el tratamiento homogéneo de diversos casos individuales. La satisfac-
ción del usuario no es tan importante como el cumplimiento de las reglas de la or-
ganización.
1Max Weber, citado en Amitai Etioni, Organizaciones modernas, México: UTHEA, 1972.
CAPÍTULO 12. ESCUELA ESTRUCTURALISTA ✦ 153
2Renate Mayntz, Sociología de la organización, Madrid: Alianza Editorial, 1990, pp. 105-138.
3Ibíd., p. 125.
4Ibíd., p. 116.
CAPÍTULO 12. ESCUELA ESTRUCTURALISTA ✦ 155
EL CONFLICTO
Los conflictos en la organización son constantes y se generan por diferentes causas. Por
ejemplo, cuando el papel de un individuo no corresponde con sus expectativas, por una
inadecuada ubicación del personal, por cambios y crecimiento de la organización, por in-
tereses divergentes de subgrupos que generan rivalidad y competencia.5
En este sentido, la administración debe buscar situaciones en las que se controle el
conflicto y dirigirlo hacia cambios útiles y productivos. Actualmente, se ha observado una
evolución en el manejo del conflicto. Tradicionalmente, las soluciones a los conflictos eran
destructivas, pero en la época moderna se busca llegar a un acuerdo mediante la negocia-
ción. La solución negociada, constructiva, del problema es el ideal, pero en ocasiones no
es alcanzable. Por ejemplo, una solución en el caso de recorte de personal es evitar los des-
pidos tratando de reubicar a los empleados en otros departamentos.
El conflicto no necesariamente es malo para la organización porque ayuda a comprobar
el poder, lleva a ajustar el sistema a la realidad y busca alcanzar la armonía de la organi-
zación. Inclusive, la solución alcanzada puede generar cambios positivos e innovación.
Por otro lado, si el conflicto es sofocado, tal vez originaría apatía, aumentando el peligro de
accidentes e incluso abandono del empleo. Un conflicto resuelto destructivamente represen-
ta desventajas tanto para el individuo como para la organización.
5Ibíd., p. 107.
156 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ante un conflicto debe estar en manos de los especialistas y los empleados solamen-
te deben emitir una opinión. Cuando el director es un especialista que posee una
capacidad administrativa los resultados se optimizan. Otra solución optima es el
administrador educado, quien conoce y respeta los objetivos de la organización.
Un problema grave es el del administrador profano que desplaza los objetivos de
la empresa generando tensión.
2. Organización no especializada. Los especialistas están subordinados a la autoridad
de los administrativos, pues representan mejor los objetivos de la organización. Los
administrativos forman una jerarquía (la línea) y los especialistas constituyen el
cuerpo técnico que aplica el conocimiento. Un especialista puede sugerir una mejor
manera de hacer las cosas, pero esto queda supeditado a consideraciones adminis-
trativas como costos de instalación o necesidades de contratación. El cuerpo técnico
puede gozar de cierta autonomía.
3. Organización de servicio. Los especialistas reciben recursos e instrumentos para de-
sarrollar su trabajo, pero no están bajo el control de la organización ni son emplea-
dos. Los administrativos controlan los proyectos a realizar, el ritmo de trabajo y el pú-
blico al que se dirige el producto.
4. Organizaciones semiprofesionales. Cierto tipo de organizaciones constituidas por
gente que ha estudiado una profesión de corta duración, como son las enferme-
ras o los maestros de escuela primaria, son dirigidas casi siempre por profesio-
nales de esa área. Estos directivos demuestran menor dedicación a la profesión
(enseñar o cuidar enfermos) y además poseen mayor aptitud administrativa que
sus compañeros.
FORMALIZACIÓN Y BUROCRATIZACIÓN
Organizar es el proceso de creación de las reglas que rigen las actividades de cada uno
de los miembros de una organización. La formalización es el grado de reglamentación,
la firmeza y obligatoriedad de las reglas. En las organizaciones burocráticas hay forma-
lización. La conveniencia de un alto grado de formalización para una organización de-
pende del tipo de dominio que ejerce, de la forma en que sus miembros están ligados
a ella y del objetivo de la empresa. Si el objetivo exige la improvisación y búsqueda de
vías de consecución, entonces la formalización puede ser contraproducente como en
un grupo de actores. Por otro lado, un ejército en combate requiere de un alto grado de
formalización.6
6Ibíd., p. 111.
7Amitai Etzioni, Organizaciones modernas, México: Limusa, 1997, p. 120.
CAPÍTULO 12. ESCUELA ESTRUCTURALISTA ✦ 157
Por otro lado, cuando las necesidades de la organización y los de uno de sus grupos o
individuos son diferentes, se genera tensión y es necesario recompensar a los que se con-
forman y castigar a los que no cumplen.
MEDIOS DE CONTROL
Los individuos que trabajan en una organización son miembros de diferentes subgrupos,
y los valores de cada subgrupo deben ser considerados cuando se piensa en una recom-
pensa. Los castigos implementados como medios de control pueden ser:8
Los castigos coercitivos son altamente enajenantes seguidos de los materiales. Los
castigos simbólicos no son enajenantes. Naturalmente, en las organizaciones estos tipos
de castigos se mezclan e incluso trabajan en sentidos opuestos.
Se ha observado que a los niveles altos de la organización los reconocimientos simbó-
licos tienen mucho mayor aceptación que a los niveles bajos. Los directivos están más
identificados con los objetivos de la empresa. En contraste, los empleados de los rangos
bajos, pueden incluso rechazar o evitar recibir ese tipo de recompensas, pues eso los dis-
tingue del grupo al que pertenecen y pueden rechazarlos o ridiculizarlos. Por otro lado,
en los rangos bajos los estímulos económicos sí son muy apreciados y buscados.
8Ibíd., p. 122.
158 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Cada control genera obediencia que conlleva un interés. Hay tres tipos de intereses:
Un factor que disminuye el poder económico del consumidor es su poca o nula capa-
cidad de organización. Los clientes de una gran comercializadora de ropa difícilmente se
organizarían para no comprar esa marca hasta que ésta bajase sus precios o aumentase la
calidad de su producto. Los grupos de consumidores que llegan a organizarse, como los
estudiantes de una escuela, adquieren un mayor poder económico de inmediato.
El poder político del consumidor emana de organizaciones gubernamentales dedicadas
a supervisar la calidad de los productos de diversas empresas. Hay organismos guberna-
mentales dedicados a analizar la calidad de alimentos y medicinas, que además poseen
poder coercitivo para obligar al cumplimiento de normas de calidad establecidas. La leche
no puede contener un porcentaje de agua superior al estipulado por esos organismos, los
medicamentos deben contener el principio activo en la cantidad estipulada, y hay orga-
nismos de gobierno dedicados a atender las querellas presentadas por los consumidores.
10Roberto Michel, citado en: Chester Barnard, The Functions of the Executive, Cambridge, Massachussets, Harvard
University Press, 1966, p. 164.
11Barnard, op. cit., p. 165.
160 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
De acuerdo a lo arriba expuesto “no deben darse órdenes que no puedan ser obede-
cidas porque al hacerlo se destruye la disciplina y la moral”.13
RESUMEN
La escuela estructuralista retoma elementos conceptuales de la teoría científica y de las
relaciones humanas para explicar la aparición de conflictos en la organización. Estudia
la estructura de autoridad, las estructuras de comunicación e identifica la tensión y el
conflicto entre los individuos. También estudia la relación de la empresa con su entor-
no, ya sea con otras organizaciones, el medio ambiente o los clientes y usuarios de la
organización.
Las características de las organizaciones burocráticas, en que las relaciones de poder
se encuentran bien definidas, parecen ser fundamentales para su buen funcionamiento.
La estructura de autoridad influye en los procesos de comunicación que se vuelven
más ágiles cuando hay menos reglas. Se da importancia a identificar y resolver el conflicto.
12Ibíd., p. 167.
13Ibíd.
14Ibíd., p. 175.
CAPÍTULO 12. ESCUELA ESTRUCTURALISTA ✦ 161
Éste se puede relacionar con los objetivos de la organización, las estructuras de autoridad
y el cambio organizacional, entre otros.
Se reconocen también las formas de ejercer el poder y los castigos para obligar con-
ductas específicas. Se clasifican las organizaciones de acuerdo con los medios de control
que utilizan y se relaciona con la respuesta del individuo al sistema de control.
En general, las contribuciones de estos autores sirven de base a la teoría organizacional.
Los autores neoclásicos de la administración, se caracterizan por poner énfasis en los
aspectos prácticos de la aplicación del proceso administrativo; retoman conceptos de la es-
cuela científica y de las relaciones humanas y proponen métodos desarrollados de acuerdo
con las experiencias de las grandes empresas. Conceptos como objetivos, planeación, or-
ganización, dirección y control, son retomados y se establece una mejor manera de hacer
las cosas “the best way”. Aquí encontramos a autores como Peter Drucker, Ernest Dale,
Koonts y Cryill O’Donell y William Newman, entre otros.
PLANEACIÓN
Planear implica definir objetivos y metas de la organización, establecer una estrategia ge-
neral para alcanzar esos objetivos y jerarquizar tanto objetivos como planes para integrar
y coordinar las actividades.
El primer paso del proceso administrativo señala la necesidad de fijar objetivos que
guíen la acción de sus gerentes. En 1954 Peter Drucker escribió The Practice of Management
que tuvo un gran impacto en la forma en que las empresas establecen y controlan el cum-
plimiento de sus objetivos. A partir de la propuesta de Drucker se desarrolló el modelo de
administración por objetivos (APO), también conocido como administración por resul-
tados. Posteriormente, el modelo de APO fue perfeccionado por Jorge Odiorne y John
Humble.1
1Jorge Odiorne escribió Management by Objectives en 1965, mientras que John Humble escribió Cómo implantar
la dirección por objetivos en las áreas funcionales en 1973.
164 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
De acuerdo con Drucker, un objetivo declara los resultados que se quieren alcanzar en
un periodo determinado, pero el problema inicia cuando se trata de determinar el objetivo
correcto. Generalmente las empresas toman las utilidades como el objetivo más importante,
pero esto puede llevar a los gerentes en una dirección equivocada al grado que pongan
en peligro a la empresa.
Los objetivos deben fijarse en las áreas en donde el desempeño y los resultados afectan
la continuidad y prosperidad del negocio. Los objetivos en áreas clave deben permitirnos las
siguientes actividades.2
2Peter Drucker, The Practice of Management, Ed. Pan Book Ltd., 1968, p. 83.
3Ibíd., p. 86.
4Ibíd., p. 88.
CAPÍTULO 13. ENFOQUE NEOCLÁSICO DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 165
De la misma forma, para fijar objetivos respecto a las innovaciones se debe conside-
rar que hay innovaciones de productos y de servicios e innovaciones en las habilidades y
actividades necesarias para surtirlos. La innovación puede venir de la necesidad del mer-
cado o del conocimiento desarrollado en escuelas y laboratorios.
El problema al definir los objetivos de innovación es la dificultad de medir el impac-
to relativo y la importancia de las innovaciones. Por ejemplo, el liderazgo tecnológico es
deseable, pero cómo determinamos qué es más importante: cien mejoras menores aplica-
bles de inmediato o un descubrimiento fundamental que en diez años podría cambiar las
bases del negocio.
Será necesario que cada empresa haga su evaluación. Los objetivos de innovación
pueden no ser tan claros como los objetivos de mercado. Para fijar objetivos de innova-
ción, se deben de establecer pronósticos de innovación relacionados con los mercados que
se quiere penetrar, de acuerdo a las líneas de producción de la empresa.
Por ejemplo, los objetivos de innovación deben expresarse de la siguiente manera:5
OBJETIVOS Y CONTROL
Los objetivos deben permitir el control. En primer lugar las acciones de los gerentes de-
ben contribuir a un mismo objetivo. Los esfuerzos deben llevar una misma dirección y las
contribuciones deben embonar para producir un todo sin huecos, fricciones o duplicidad
de esfuerzo. Los gerentes deben entender lo que demandan los objetivos del negocio, y
sus aportaciones deben medirse por la contribución que hacen el éxito del mismo. El ob-
jetivo de cada gerente debe definirse por la contribución que tiene que hacer al éxito de
una unidad mayor a la cual está adscrito.6
Drucker señala el siguiente ejemplo que es muy ilustrativo: hay empresas en las que
dos veces al año el empleado escribe una carta en la que define el objetivo de trabajo de su
superior y el de su propio trabajo. Después establece los estándares de desempeño que
piensa que le están aplicando. Lista las actividades que debe hacer para alcanzar los obje-
5Ibíd., p. 91.
6Ibíd., p. 151.
166 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
tivos y las cosas que considera que, dentro de su propia unidad, son el mayor obstáculo.
También lista las cosas que la empresa y el supervisor hacen para ayudarlo a alcanzar sus
objetivos. Finalmente, señala lo que se propone hacer el próximo año para alcanzar sus ob-
jetivos. Si su superior acepta la propuesta se convierte en la guía bajo la cual el empleado
opera.7
Basándose en esta propuesta, diferentes autores crearon su propios modelos de APO,
que en general contienen estos cinco pasos:
7Ibíd., p. 160.
8Leon C. Megginson, Administración: conceptos y aplicaciones, México: CECSA, 1988, p. 215.
9Igor Ansoff, La Estrategia de la Empresa, Pamplona: Universidad de Navarra, 1976.
10Ibíd., p. 136.
CAPÍTULO 13. ENFOQUE NEOCLÁSICO DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 167
cionaba un vínculo común entre el producto y el mercado que permitiera percibir hacia
dónde se dirigía la empresa.11
De acuerdo con Ansoff, la relación del producto con el mercado, el vector de creci-
miento y la ventaja competitiva describen la estrategia de la empresa en el entorno exter-
no. El vector de crecimiento indica la dirección en que la empresa se mueve respecto a su
posición producto-mercado y tiene cuatro posibilidades: aumentar la participación de mer-
cado, desarrollar nuevos productos, desarrollar el mercado logrando nuevos usos para los
productos y diversificar con nuevos productos o nuevos mercados. Si se aíslan las caracte-
rísticas de las oportunidades únicas dentro del vector de crecimiento, se detecta la ventaja
competitiva; ésta busca identificar las propiedades particulares de los productos y los
mercados que darán a la empresa una fuerte posición competitiva. Una vez que se define
la estrategia, se debe evaluar su rentabilidad.12
De la estrategia derivan las políticas, los programas y los procedimientos. La política
es una decisión contingencial, mientras que la estrategia es una regla para tomar las decisio-
nes. La implantación de una política puede delegarse a niveles inferiores, la estrategia no
se puede delegar, ya que requiere un criterio final ejecutivo. Los programas son una se-
cuencia de acciones sincronizadas utilizadas para guiar y coordinar operaciones. Cuando
la ocurrencia de una alternativa es cierta y repetitiva, la decisión toma la forma de un pro-
cedimiento operativo y permanente.13
ORGANIZACIÓN
El enfoque tradicional de organización del trabajo propuesto por la escuela científica sufrió
cambios importantes a mediados del siglo pasado. Estos cambios ocurrieron conforme las
empresas aumentaron su tamaño y con esto sus funciones y niveles jerárquicos. Elementos
como la división del trabajo, la especialización, la departamentalización, la cadena de man-
do, el tramo de control y la delegación de toma de decisiones, fueron tomados de modelos
desarrollados en las grandes empresas como las compañías automotrices y petroleras.
11Ibíd., p. 123.
12Ibíd., pp. 128-129.
13Ibíd., p. 136.
14Ernest Dale, Cómo planear y establecer la organización de una empresa, México: Ed. Reverte Mexicana, 1970, p. 18.
168 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
DEPARTAMENTALIZACIÓN
De acuerdo con Dale, una vez dividido el trabajo es necesario coordinarlo agrupándolo en
actividades similares. La base sobre la cual se agrupan los trabajos se conoce como depar-
tamentalización. Ésta puede ser: por funciones, producto, lugar, cliente, proceso, maquinaria
o tiempo.
Departamentalización por funciones: una de las formas más populares de agrupar las
actividades ha sido por funciones. Éstas cambian de acuerdo con el objetivo y giro de la
empresa, pero en las empresas dedicadas a la manufactura de bienes es común encontrar
áreas de producción, finanzas y mercadotecnia. La principal ventaja es la eficiencia que se
obtiene al reunir en unidades comunes a las especialidades similares y a las personas que
poseen habilidades, conocimientos y orientaciones semejantes.16 La principal desventaja es
que reduce la cooperación interdepartamental y dificulta la adaptación a cambios externos.
Departamentalización por producto: agrupa las actividades de la empresa de acuerdo
con el producto o servicio realizado. Esta forma de agrupar actividades facilita el empleo de
los recurso humanos y tecnológicos. Cada división de producto es autónoma y tiene sus
propias unidades de producción, mercadotecnia y finanzas. Por ejemplo, las compañías
automotrices se subdividen por líneas de productos. Su principal ventaja es que determina
la responsabilidad en un producto o línea de productos y puede ser evaluado de forma es-
pecífica la contribución a los objetivos de la empresa. Facilita la coordinación de funcio-
nes para su producción, mercadotecnia y financiamiento. Como desventaja encontramos que
dispersa las habilidades de los empleados por producto y trae un elevado costo operacional
si no se tiene una producción elevada.
Departamentalización territorial: agrupa las actividades de la empresa por regiones
geográficas donde el trabajo se desempeña o se sirve a un mercado. Este tipo de subdivi-
sión se utiliza cuando se cubren grandes áreas geográficas o cuando las empresas se han
internacionalizado. Por ejemplo, algunas compañías petroleras se organizan por regiones,
15Ibíd., p. 27.
16Stephen Robbins y Mary Coulter, Administración, México: Prentice Hall, 2000, p. 303.
CAPÍTULO 13. ENFOQUE NEOCLÁSICO DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 169
ya que la unidad natural de trabajo se centra alrededor de los principales mantos produc-
tores de petróleo. También la producción y las ventas se pueden subdividir bajo una base
regional. La principal ventaja es que la facultad de tomar decisiones se ubica en la fuen-
te de origen y evita pérdidas de eficacia cuando la empresa se dispersa demasiado.17 Se
puede fijar la responsabilidad de los resultados por territorio, se logra formar recursos hu-
manos ya que se crea una copia de la empresa pero en pequeño. La principal desventaja
es que la coordinación y el control se vuelven un tanto difíciles.
Departamentalización por clientes: se agrupa de acuerdo con el tipo de personas pa-
ra quien se hace el trabajo. Las características de los clientes constituyen la base para esta
subdivisión. Refleja un interés fundamental en el cliente, es un criterio importante cuando
el cliente es poderoso o representa un alto porcentaje de las ventas totales de la compañía.
Por ejemplo, las tiendas departamentales tienen áreas para niños, damas, caballeros, etcéte-
ra. Su principal ventaja es que permiten la atención personalizada del cliente.
Departamentalización por procesos o por máquinas: las actividades se agrupan sobre
la base de secuencia y flujo de operaciones o por la distribución racional del equipo.
Por ejemplo, la industria siderúrgica se organiza basándose en el proceso y en la dis-
tribución de equipo. Se tiene el alto horno en donde se produce arrabio, el horno al
oxígeno en donde se produce el acero, la máquina de colada continua en donde se pro-
ducen los planchones y palanquillas, y las máquinas de rolado en donde se producen
los rollos de lámina. El orden de los procesos no se puede cambiar y la distribución fí-
sica de los equipos define el agrupamiento de personas y materiales.
Departamentalización por proyectos: el proyecto agrupa personal de diferentes áreas
funcionales para cumplir un objetivo específico. Esta subdivisión es utilizada por empre-
sas en que el cambio tecnológico es intenso, como las industrias electrónicas y farmacéu-
ticas. Se reúne un equipo de especialistas en diversos campos de actividad a quienes se
encarga sacar adelante un proyecto específico. Una vez terminado el proyecto, el personal
regresa a su área funcional. La ventaja que presenta es que se pueden aprovechar las habi-
lidades del personal; sin embargo, crea confusión en el personal porque se tiene a dos jefes
a la vez: el jefe funcional y el jefe del proyecto.
CENTRALIZACIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN
Estos conceptos se relacionan con la delegación de facultades para tomar decisiones. A
mayor número de decisiones tomadas por diferentes niveles jerárquicos, mayor descen-
tralización.
La necesidad de descentralizar no siempre aumenta en proporción al crecimiento de
la empresa. Hay otros factores que desempeñan un papel importante como son la com-
plejidad de operaciones, la variedad de productos y la dispersión geográfica. El grado de
descentralización administrativa es indicado por: el número de decisiones tomadas en los
niveles más bajos de la jerarquía administrativa, el nivel de gastos que un gerente puede
aprobar sin consultar a sus superiores, el tipo de decisiones tomadas en los niveles más
bajos de la organización. Las decisiones operativas indicarán menor descentralización,
la toma de decisiones financieras y de personal indicarán mayor descentralización.20
Cuanto más costosa resulta una decisión equivocada, debe ser tomada por los niveles
más altos de la jerarquía organizacional. El grado de descentralización administrativa de-
pende de los siguientes factores:21
• Tamaño de la organización.
• Tipo de negocio.
• Tendencias económicas y políticas del país.
• Filosofía de la alta administración.
• Competencia de los subordinados y confianza de los superiores en esa competencia.
• Facilidad de información que permita tomar decisiones.
DIRECCIÓN
La función de dirección recibió mucha atención por los autores neoclásicos, quienes pu-
sieron énfasis en los principios de la gerencia eficiente y eficaz, así como la mejor manera
de delegar autoridad y coordinar actividades. The best way fue descrito como procesos que
al ser seguidos asegurarían el éxito de las actividades gerenciales.
25Harold Koontz y Cyril O’Donnel, Dirección de empresas: un análisis de las funciones directivas, España: McGraw-
Hill, 1961, p. 36.
CAPÍTULO 13. ENFOQUE NEOCLÁSICO DE LA ADMINISTRACIÓN ✦ 173
órdenes y esperar que éstas sean obedecidas. Para lograr una delegación efectiva se deben
exponer de manera clara los planes y políticas a seguir; definir la asignación de trabajos
y de autoridad de acuerdo con lo que se espera conseguir; elegir al hombre adecuado,
teniendo en cuenta el trabajo a realizar; mantener líneas de comunicación abierta; establecer
los controles convenientes; recompensar la delegación efectiva por parte del superior y la
demostración por parte del subordinado de su competencia para recibirla.26
Koontz establece tres principios de la delegación de autoridad:27
CONTROL
De acuerdo con Newman28 el procedimiento para controlar consta de tres pasos: fijación de
estándares que representen el rendimiento deseado, comparación de resultados con están-
dares y retroalimentación a personas clave para lograr la corrección de defectos.
a) Fijación de estándares que representen el rendimiento deseado. Los estándares para
fines de control dependen en gran parte de los planes trazados previamente. Espe-
cíficamente, a la fijación de objetivos. Se deben expresar claramente las caracterís-
ticas determinantes de un buen desempeño y ubicar la responsabilidad individual. Los
estándares con fines de control son sumamente eficaces cuando se vinculan con el
desempeño de una persona.
Hay que elegir puntos estratégicos de vigilancia para facilitar la evaluación del trabajo
de todos los participantes simultáneamente. Los puntos de medición se establecen a lo largo
del proceso. La valoración se puede hacer en dos tiempos: mientras se ejecutan las operacio-
nes y terminado el trabajo para detectar defectos y reajustar el trabajo. Es recomendable
establecer puntos de control en las primeras etapas del proceso para detectar las imper-
fecciones a tiempo y poder hacer las correcciones necesarias. También hay que revisar la
forma en que se ejecuta el trabajo. Esto es: revisar el producto y el proceso. El control se
establece tanto en métodos como en resultados.
26Ibíd., p. 102.
27Ibíd., p. 97.
28William Newman y cols., The Process of Management, N.J.: Prentice Hall, 1961, p. 822.
174 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Al elaborar los informes destinados a controlar, se debe tener mucho cuidado. El registro
oficial de los resultados y las comparaciones con los estándares es sencillo, pero mientras
mayor sea el número de personas que intervienen mayor será la importancia de la tarea
de valoración. En primer lugar la información se debe enviar a la persona cuyo trabajo se
controla, pues ella podrá hacer las correcciones necesarias. También se debe enviar al di-
rectivo que toma las decisiones respecto a ese trabajo. La rapidez es una virtud en el con-
trol; mientras más rápido se detecte la falla y se corrija, costará menos.
RESUMEN
Este capítulo presenta las ideas de los autores neoclásicos de la administración que apa-
recen después de la segunda guerra mundial, cuando las empresas crecen y empiezan
operaciones en otros países. Las necesidades de planeación, organización, dirección y con-
trol se ven afectadas por la expansión de las empresas. Los teóricos de la administración
toman sus referencias de las grandes empresas y establecen la mejor práctica the best way.
También aparece una nueva filosofía respecto a la práctica directiva; la gerencia eficiente
y eficaz que controla la planeación estratégica de la empresa y entiende hacia dónde va y
cómo lograrlo. Los sistemas de control mejoran al utilizar técnicas matemáticas y de au-
ditoria administrativa.
La escuela de sistemas representó un nuevo paradigma en el pensamiento científico de me-
diados del siglo XX. Esta escuela dirigió el análisis de los sucesos a la totalidad, en oposición
a la tendencia a fraccionar la realidad. Se propuso que para comprender los fenómenos se
requiere no sólo estudiar sus elementos, sino también las relaciones entre ellos y con el en-
torno. La teoría de sistemas impactó en una amplia gama de disciplinas científicas porque
los modelos, conceptuaciones y principios se hicieron interdisciplinarios, así como las no-
ciones de información, retroalimentación, control, estabilidad, etcétera.
El concepto de sistemas tiene una larga historia. Aristóteles ya hablaba de que todo
entero forma parte de otro mayor y hay obras preliminares muy importantes como las
Gestalten físicas de Köhler, publicadas en 1924, que integran datos de física con fenómenos
biológicos y psicológicos. Köhler planteó una teoría de sistemas encaminada a comparar
las propiedades más generales de los sistemas inorgánicos con los orgánicos. Es el antece-
dente de la teoría dinámica de sistemas abiertos.1
La teoría de sistemas encuentra a su principal impulsor en Ludwing Von Bertalanffy,
biólogo vienés, quien empezó a publicar sus ideas en 1924, pero encontró un ambiente
propicio después de la Segunda Guerra Mundial, cuando en otras disciplinas como la psi-
cología y la sociología se empezaba a considerar que las explicaciones puramente psico-
lógicas no eran adecuadas para explicar el comportamiento, por lo que tenían que tomarse
en cuenta las fuerzas socioculturales. Bertalanffy hizo énfasis en el cambio de una concep-
ción mecanicista a una organísmica para estudiar la biología:
1Ludwig von Bertalanffy, Teoría general de los sistemas, Fondo de Cultura Económica, 1986, p. 10.
176 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
2Ibíd., p. 31.
3Ibíd., p. 33.
4Freemont Kast y James Rosenzweig, Administración en las organizaciones, MacGraw-Hill, 1979.
5Ibíd., p. 111.
6Bertalnffy, op. cit., p. 146.
CAPÍTULO 14. ESCUELA DE SISTEMAS ✦ 177
Importación de energía. Los sistemas abiertos toman energía de otras entidades del
exterior como organizaciones, personas, materiales. Éstos son los insumos.
Procesamiento. Los insumos se procesan internamente y se crean productos o servicios.
Exportación de productos. Los productos que se crearon se envían al exterior.
Carácter cíclico del intercambio. El intercambio se repite, ya que los productos que se
mandan al ambiente y generan energía que se convertirá en insumos.
Entropía negativa. Para perdurar, los sistemas abiertos importan más energía de la
que gastan, lo que les permite almacenarla y liberarla para satisfacer la demanda y evitar
la entropía o tendencia al caos.
Insumo de información, retroalimentación negativa y proceso de codificación. La informa-
ción es considerada un insumo para el sistema que le permite evaluar su funcionamiento con
respecto al ambiente y evita las desviaciones. Cuando la retroalimentación es negativa,
indica fallas del sistema para que éste rectifique y se mantenga en un curso de acción.
Debido a que la información es mucha, se necesita un mecanismo de codificación que se-
leccione la que es pertinente para el funcionamiento del sistema. Ésta es la función del
proceso de codificación.
Estado estable y la homeostasis dinámica. Los sistemas tienden a un estado estable a
medida que crecen. Reaccionan a los cambios o los anticipan mediante información que
les permite asimilar en su estructura los nuevos insumos de energía.
Diferenciación. Conforme el sistema crece, se vuelve más elaborado, aparecen nuevas
actividades y aumenta la recurrencia de las existentes. Esto genera nuevos subsistemas
que acentúan la diferenciación del sistema. Se observa mayor especialización porque la
recurrencia o repetición de actividades permite una mayor división social y técnica del
trabajo.
Equifinalidad y tarea principal. Un sistema puede alcanzar su objetivo a partir de
condiciones iniciales diferentes y por múltiples caminos. Por ejemplo, una organización
obtiene utilidades mediante programas de disminución de costos o mediante programas
de diferenciación de productos que permitan la entrada a nuevos mercados.
13Daniel Katz y Robert Kahn, Psicología social de las organizaciones, México: Ed. Trillas, 1977, pp. 29-45.
CAPÍTULO 14. ESCUELA DE SISTEMAS ✦ 179
La sinergia. Las organizaciones son más que la suma de sus partes. Esto quiere decir
que los resultados de una organización deben explicarse no únicamente por los elemen-
tos que la conforman, sino por la forma en que éstos interactúan y se modifican.
Un subsistema inserto en su medio y orientado hacia ciertas metas: individuos con un propó-
sito; incluyendo un sistema técnico: individuos que utilizan conocimientos, técnicas, equipo e
instalaciones; un subsistema estructural: individuos que trabajan juntos en actividades inte-
gradas; un subsistema psicosocial: individuos que se interrelacionan socialmente y que son
coordinados por un subsistema administrativo: que planea y controla el esfuerzo global.15
El ambiente de la organización también afecta al sistema y se puede observar una red que
vincula con los subsistemas. Los sucesos externos modifican a cada subsistema; por ejem-
plo, las nuevas condiciones económicas y la apertura comercial han propiciado la creación
de unidades que tienen funciones de dirección en las organizaciones. Estas unidades ana-
lizan las nuevas leyes o proponen nuevas leyes para que no se afecten sus intereses econó-
micos. Esto implica un cambio en la estructura y nuevas capacidades en el personal de la
organización para estudiar los problemas desde el punto de vista económico y legal.
RESUMEN
En este capítulo analizamos el origen y conceptos básicos de la teoría de sistemas, presen-
tamos una clasificación de sistemas de acuerdo con su grado de apertura. Revisamos dos
propuestas de aplicación de la teoría de sistemas a las organizaciones e hicimos una reflexión
sobre las dificultades que estas aplicaciones imponen a los administradores. El concepto
de sistemas estuvo presente desde los antiguos griegos y se concreta con la propuesta de
una teoría de sistemas de Bertalanffy y otros autores. La teoría básica señala que para
comprender los fenómenos se requiere no sólo estudiar sus elementos, sino también com-
prender las relaciones entre ellos y con el entorno. Entre las propuestas de clasificación
general de sistemas una de las más conocidas es la de Kenneth Boulding, quien basó su
clasificación en el grado de apertura de los sistemas: partiendo de los más cerrados a los
más abiertos. La clasificación general de sistemas no ha tenido mucho éxito debido a que
los autores consideran diferentes características, lo que no les permite generalizar concep-
tos. Los modelos propuestos por Katz y Khan y Kast y Rosenzweig permiten considerar
a la organización desde el punto de vista de sistemas e identifican desde diferentes enfo-
ques los sistemas de la organización y la forma en que interactúan. Churchman señaló las
dificultades de definir un sistema, sus límites, objetivos, componentes y recursos.
La escuela de las relaciones humanas, de la década de los años 30, dio origen a las teorías
del comportamiento humano en la administración que surgieron al final de la Segunda
Guerra Mundial. Los psicólogos investigaron el comportamiento individual y de grupo
para explicar la conducta del hombre en el lugar de trabajo. Deseaban conocer la forma
en que se relacionan las necesidades, la motivación, la satisfacción y el desempeño en el
trabajo. Autores importantes en este campo fueron Abraham Maslow, Chris Argyris y Fre-
derick Herzberg, quienes investigaron las necesidades humanas y la motivación; Douglas
McGregor y Rensis Likert, hicieron aportaciones sobre el control y los estilos de dirección,
y Herbert Simon, explicó el comportamiento organizacional a través del proceso de toma
de decisiones. La teoría del comportamiento ha sido la base para la creación de las técni-
cas de desarrollo organizacional, como veremos en este capítulo.
ABRAHAM MASLOW
Maslow presentó su teoría de la motivación,1 en la que señaló que las necesidades humanas
son las que llevan al hombre a actuar y que al ser éste una persona siempre insatisfecha, en
cuanto cubre una necesidad tiene otra que satisfacer. Maslow propuso una jerarquía de ne-
cesidades con cinco niveles: en el nivel más bajo de la jerarquía se encuentran las necesi-
dades fisiológicas, le siguen las de seguridad, las sociales, las de estima y finalmente las de
autorrealización.
1Abraham H. Maslow, Motivación y personalidad, Madrid: Ediciones Díaz de Santos, 1991, 1a edición, 1954,
pp. 21-66.
184 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Primer nivel. Necesidades fisiológicas u orgánicas relacionadas con la supervivencia del indi-
viduo, como el hambre, la sed, el sueño, el deseo sexual, etcétera. Estas necesidades son las más
apremiantes y el hombre busca su satisfacción antes que cualquier otra.
Segundo nivel. Las necesidades de seguridad; la protección contra el peligro, amenaza y privación
motivan la conducta cuando las necesidades fisiológicas están relativamente cubiertas. Las necesi-
dades de seguridad dominan la dirección del comportamiento, mientras no estén satisfechas.
Tercer nivel. Necesidades sociales; las relaciones que el individuo tiene con la comunidad.
Sentirse miembro de una organización, ser bien recibido y estimado por los compañeros. Dar
y recibir afecto se vuelven importantes cuando las necesidades fisiológicas y de seguridad es-
tán razonablemente cubiertas.
Cuarto nivel. Necesidades de autoestima y prestigio; relacionadas con la manera como el indi-
viduo se ve y se evalúa. El respeto y confianza en sí mismo, la autonomía, el perfeccionamiento
y competencia son importantes para su autoestima. Que se reconozca la categoría que se me-
rece, su buen nombre, estimación y respeto de los compañeros de trabajo y de la comunidad
es importante para cubrir sus necesidades de prestigio.
Quinto nivel Necesidades de autorrealización; las necesidades que más ennoblecen al ser hu-
mano. El impulso por actualizar las propias potencialidades, por progresar y de crear.
La teoría supone que cada nivel debe de ser satisfecho relativamente para que el nivel
inmediato superior pueda motivar la conducta. El interés y esfuerzo en cubrir las necesi-
dades es diferente en cada individuo; habrá quien se interese en las necesidades sociales y
no en las de estima o de autorrealización personal.
CHRIS ARGYRIS
Estudió las causas del comportamiento humano en las organizaciones. Analizó al indivi-
duo y su personalidad y después lo comparó con la organización y sus necesidades.2
Argyris encontró que hay una falta de congruencia entre las necesidades de los indi-
viduos saludables y las demandas que les impone la organización. Los individuos madu-
ros psicológicamente están predispuestos a una independencia relativa, un nivel de acti-
vidad propio y un uso de sus habilidades a discreción. En contraste, la organización
(estructuras, cadena de mando, especialización, etcétera) requiere que los individuos tra-
bajen en situaciones de dependencia, pasividad o actividad controlada y apliquen sólo
unas cuantas habilidades. Esto hace patente la contradicción entre los objetivos del indi-
viduo y de la organización.
Esta incongruencia ocasiona que el individuo normal tenga sentimientos de frustración,
fracaso, una perspectiva a corto plazo y conflictos: siente frustración porque los esfuerzos
para mejorarse a sí mismo se bloquean. Experimenta fracaso porque no se le permite definir
sus propias metas en relación con sus necesidades centrales y la forma de alcanzarlas. Tiene
una perspectiva a corto plazo porque no hay claridad y estabilidad en su futuro. Entra en
conflicto, porque como individuo saludable le desagrada la frustración, el fracaso y la
perspectiva de corto plazo, pero no abandona el trabajo porque puede no encontrar otro
fácilmente y el que encuentre probablemente será similar.
En ciertas condiciones, se acentúan la frustración, el fracaso y la perspectiva a corto
plazo. Por ejemplo, conforme los individuos son más maduros y capaces de dirigirse y
2Chris Argyris, Personality and Organization, New York: Harper y Row, 1967.
CAPÍTULO 15. COMPORTAMIENTO HUMANO Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL ✦ 185
FREDERICK HERZBERG
Investigó la satisfacción en el trabajo. Revisó 155 estudios publicados entre 1920 y 1954, y
llevó a cabo diferentes estudios de campo que le llevaron a proponer la teoría Dual.4 Herz-
berg notó que se obtenían resultados diferentes cuando el estudio se centraba en lo que ha-
cía feliz a la gente con su trabajo (factores motivadores) y en los estudios que se enfocaban
en descubrir los factores que llevaban a la insatisfacción en el trabajo (factores higiénicos).
1. Factores motivadores. Cuando los entrevistados dijeron sentirse felices con su traba-
jo, se refirieron a factores relacionados con las actividades o tareas en el trabajo, con
hechos que indican éxito en el desempeño y con la posibilidad de un crecimiento
profesional. La falta de estos factores no fue señalada como causa de disgusto en el
trabajo, por lo que Herzberg concluyó que cuando aparecen en la naturaleza del tra-
bajo son motivadores y cuando no aparecen son neutros o no son motivos de insatis-
facción. Los factores motivadores llevan a una actitud positiva en el trabajo porque
satisfacen la necesidad individual de actualizarse. El concepto de autodirección y
autorrealización como última meta del individuo ha sido central en las ideas de mu-
chos teóricos de la personalidad. Para ellos, la meta suprema de un hombre es reali-
zarse como un ser creativo, único, individual, de acuerdo con sus propias e innatas
potencialidades y con los límites de la realidad.
3Ibíd., p. 230.
4Frederick Herzberg y cols., The Motivation to Work, John Wiley and Sons, 1959, pp. 113-139.
186 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
El hombre tiende a actualizarse en cada área de su vida y su trabajo es una de las más
importantes. Las condiciones que rodean el trabajo no pueden darle una satisfacción bá-
sica porque no tienen este potencial. Únicamente a través del desarrollo de una tarea el
individuo logra la recompensa que refuerza sus aspiraciones.
Debe entenderse que dos factores cubren las necesidades de los empleados, pero son
los factores motivadores los que aportan la satisfacción en el trabajo y el mejor desempe-
ño que la industria busca en sus trabajadores.
Los empleados quieren dos cosas: (1) desarrollarse en el trabajo como fuente de creci-
miento personal y (2) un trato justo en la compensación, supervisión, condiciones de trabajo
y prácticas administrativas. Llenar las necesidades del segundo grupo no lleva al indivi-
duo a altos niveles de satisfacción y mejor desempeño en el trabajo. Al satisfacer las nece-
sidades higiénicas se previene la insatisfacción y el bajo desempeño. La mayor parte de los
trabajos de la industria brindan pocas oportunidades para que operen los factores moti-
vadores, porque la tarea es dividida, estandarizada y monótona. Es decir, ofrecen pocas
oportunidades para sentir responsabilidad, logro o autorrealización. Herzberg propone
reestructurar los trabajos para que sean menos repetitivos y despertar en el individuo sen-
timientos de responsabilidad y orgullo.
DOUGLAS MCGREGOR
McGregor afirmó que el buen administrador depende en grado considerable de su capa-
cidad de predecir y controlar la conducta de los empleados a su cargo. La autoridad es el
medio esencial e indispensable para el control administrativo, ya que los medios de con-
trol social como la jerarquía, persuasión y coerción física son menos eficaces.5
La eficiencia y oportunidad de determinada forma de control dependen de diversas cir-
cunstancias; si hay dependencia, hay posibilidades de control. Si alguien puede afectar nuestra
capacidad de satisfacer nuestras necesidades, entonces también puede afectar nuestra conducta.
El grado de dependencia es un factor fundamental para determinar qué métodos de control
surtirán efecto. Las relaciones internas de la organización industrial moderna suponen un al-
to grado de interdependencia, por lo que las posibilidades de control son muy altas.
La forma en que se dirige, depende de lo que los directivos piensan respecto al compor-
tamiento de sus empleados. Se describen dos tipos opuestos de conducta de los directivos
a las que se denomina teoría X y teoría Y, que postulan ciertas premisas básicas sobre el
comportamiento de los empleados y las actividades que los directivos desempeñan para
dirigirlos. En la teoría X los directivos consideran al trabajador perezoso e irresponsable,
por lo que necesitan controlarlo constantemente. La escuela clásica, de Taylor y Fayol, y
5Douglas McGregor, El lado humano de la empresa, México: Diana, 5a edición, 1969, p. 16.
CAPÍTULO 15. COMPORTAMIENTO HUMANO Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL ✦ 187
el estructuralismo apoyan este concepto. La teoría Y considera que el ser humano busca
la autorrealización en la ejecución de su tarea y es capaz de autocontrolarse y autodirigir-
se. La escuela de las relaciones y la conducta humana apoyan esta perspectiva.
TEORÍA X6
La teoría X considera que el hombre siente fastidio en el trabajo y lo evitará siempre que
pueda. Por eso, es necesario que se asignen recompensas por actuación, ya que los emplea-
dos no se harían responsables por sí mismos.
Debido a la tendencia de rehuir el trabajo, la mayoría de las personas tienen que ser
obligadas a trabajar, controladas, dirigidas y amenazadas con castigos para que se esfuer-
cen por alcanzar los objetivos de la organización. El hombre trabaja por medios coercitivos
y de control externo. Deben firmar controles de asistencia y cumplir con estándares estric-
tos de producción en el trabajo.
El hombre común prefiere que lo dirijan, evita responsabilidades y tiene relativamen-
te poca ambición. Por esto es mejor dividir y organizar el trabajo en partes muy sencillas
que no exijan gran esfuerzo, establecer estándares de trabajo y pagar por cuotas de trabajo
alcanzadas.
McGregor señala que estos puntos de vista parecen respaldarse en un volumen conside-
rable de pruebas observables en las industrias. No obstante, también se pueden encontrar
muchos fenómenos que no responden a esta idea de la naturaleza del hombre. La teoría X
describe los supuestos y consecuencias de una práctica administrativa llevada a cabo en la
primera mitad del siglo pasado, pero no describe la naturaleza humana.
TEORÍA Y7
Los conocimientos generados sobre la conducta humana acumulados desde la década de
1930 permitieron formular generalizaciones para la nueva doctrina relacionada con la di-
rección de recursos humanos. Esta nueva visión tiene las siguientes premisas:
RENSIS LIKERT
Likert estudió el efecto que la actividad de los supervisores tiene en la satisfacción y de-
sempeño en el trabajo de los empleados. Encontró que hay una correlación entre el estilo
de supervisión y los niveles de productividad.8
La supervisión en los departamentos de alta productividad tiene las siguientes carac-
terísticas:
1. La supervisión se centra en el empleado. Se muestra interés por los problemas de
los subordinados, la formación de grupos de trabajo bien relacionados y eficientes,
con altos objetivos laborales.
2. Hay menor presión para alcanzar resultados difíciles .
3. La supervisión no es represiva ni estricta y los supervisores indican claramente
cuáles son los objetivos de la empresa y qué debe hacerse para alcanzarlos. Hay li-
bertad en cuanto a la ejecución real de la tarea de cada trabajador.
4. Los supervisores toman los errores como una oportunidad para educar al asalaria-
do y no para castigarlo.
La supervisión en los departamentos de baja productividad tiene las siguientes carac-
terísticas:
1. La supervisión se centra en que se lleve a cabo la tarea o el trabajo: distribuir el traba-
jo en partes sencillas, desarrollar mejores métodos para realizar el trabajo, contratar
personal adecuado a las necesidades, formar profesionalmente a dicho personal,
etcétera.
2. Hay presión para alcanzar resultados que se consideran difíciles. Esto reduce la
confianza en el supervisor.
8Rensis Likert, Un nuevo método de gestión y dirección, Bilbao: Ediciones Deusto, 1969, pp. 23-41.
CAPÍTULO 15. COMPORTAMIENTO HUMANO Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL ✦ 189
De acuerdo con Likert, el desarrollo de actitudes favorables entre los empleados y obre-
ros hacia la compañía no parece correlacionar con la obtención de una alta productividad. Los
subordinados con actitudes favorables hacia la empresa no tienen más probabilidades de
convertirse en productores de gran alcance y eficacia que los trabajadores con actitudes
desfavorables. Por ejemplo, participar en actividades recreativas o tener una buena opinión
del sistema de calificación de méritos no se relaciona con mayor productividad. Por otro
lado, los trabajos no rutinarios y con menor supervisión, sí se relacionan con satisfacción
en el trabajo y con productividad.
En el modelo de estilos de supervisión de Likert, llamado sistemas de administración,
se definen cuatro estilos de supervisión: autoritario coercitivo, autoritario benevolente, con-
sultivo y participativo.9
El estilo autoritario coercitivo. Centraliza las decisiones y no confía en los subordinados ni se les
permite participar en la resolución de problemas. La comunicación se da verticalmente, de arri-
ba hacia abajo, y los subordinados no se sienten libres de comunicarse con sus superiores. Las
relaciones personales son vistas como perjudiciales para la organización. Hay un énfasis en me-
didas disciplinarias y castigos. El empleado busca seguridad económica y el estatus, desarrolla
actitudes hostiles y en contra de los fines de la organización. La responsabilidad se siente úni-
camente en los niveles superiores de la organización, hay actitudes serviles hacia los superio-
res y productividad mediocre.
El estilo autoritario benevolente. Centraliza las decisiones en la alta dirección y esporádicamente
se le permite al subordinado discutir problemas específicos de trabajo. La comunicación se da
verticalmente, de arriba hacia abajo, con algunas comunicaciones ascendentes pero sin la sufi-
ciente confianza para presentar y analizar problemas. La interacción humana no se ve tan ame-
nazadora. Aún se enfatizan las medidas disciplinarias y castigos. El empleado busca la segu-
ridad económica y el estatus, tiene conductas hostiles hacia los objetivos de la organización
pero en ocasiones los apoya. Presenta actitudes hostiles hacia los superiores y condescendencia
hacia los subordinados. Su productividad varía de aceptable a buena.
El estilo consultivo. Al decidir se toman en cuenta la opinión y los puntos de vista de los em-
pleados de niveles inferiores, pero la dirección mantiene el control. La comunicación es verti-
cal en sentido ascendente, descendente y horizontal con otras áreas y colegas, hay libertad pa-
ra tratar los problemas de la empresa. La empresa favorece las relaciones interpersonales. Las
recompensas pueden ser económicas o de estatus y desaparece el énfasis en las medidas disci-
plinarias. El empleado tiene motivos económicos relacionados con el ego y deseos de una nue-
va experiencia. Sus actitudes, a veces son hostiles, pero generalmente apoya los objetivos de la
organización, coopera y compite con sus compañeros y tiene buena productividad.
El estilo participativo. Los empleados de los niveles organizacionales inferiores tienen capacidad
de decisión. La dirección únicamente define políticas y directrices. La comunicación es vertical
ascendente y descendente, horizontal y cruzada entre diferentes áreas y niveles jerárquicos. Se
siente libertad para tratar asuntos de trabajo. El trabajo en equipo es impulsado y la formación
Estos sistemas no tienen limites entre sí; una empresa puede tener áreas organizacionales
que califican como sistema 1 mientras otras quedarían clasificadas como sistema 3. Cuanto
más se acerque el sistema de administración de la empresa al estilo de supervisión participa-
tivo, habrá más probabilidades de que la productividad sea más alta. Para que el sistema par-
ticipativo funcione, se necesita una estructura organizacional en la que cada grupo de trabajo
se vincule al resto de la empresa a través de agentes especiales o de personas de otros grupos
de trabajo, que actúan como eslabones que mejoran la dinámica del sistema.
H ERBERT SIMON
Simon, economista estadounidense que obtuvo un Premio Nobel en Economía por sus estu-
dios sobre la conducta de los tomadores de decisiones, realizó importantes aportaciones a la
administración entre las que destaca la teoría de la racionalidad limitada,10 en la que define a
la organización como un sistema de decisiones en el que es necesario que el individuo
participe racionalmente. Éste detecta y selecciona las alternativas que de acuerdo con sus
motivaciones y capacidades toma decisiones con información limitada.
Las decisiones no pueden ser tomadas en el marco de una racionalidad perfecta, ya
que el individuo no conoce todas las situaciones y tampoco todas las alternativas. Cuan-
do se toma una decisión a veces falta información adecuada para resolver el problema o
se carece de la habilidad, el tiempo o el dinero necesarios para detectar y evaluar todas las
alternativas. El gerente tiende a basarse en suposiciones.
El proceso de toma de decisiones consta de tres etapas: la primera es la detección de
una condición o situación que necesite una decisión; la segunda consiste en la detección,
desarrollo y evaluación de las posibles alternativas de solución y la tercera es la selección de
un curso particular de acción.
No hay decisiones optimas; solamente decisiones mejores que otras en cuanto a resul-
tados. Sin embargo, lo que satisface a un individuo puede ser insuficiente para otro.
La selección de una alternativa lleva a una secuencia de nuevas situaciones y tiene un
costo de oportunidad, ya que se renuncia a otras alternativas. Sería muy difícil llevar a cabo
una evaluación exacta de aquello que se declinó al seleccionar determinada alternativa.
El comportamiento administrativo es racional, ya que se determinan objetivos y se planea
cómo alcanzarlos en forma grupal e individual. Los procesos administrativos son procesos de
decisiones en los que se establecen métodos rutinarios para seleccionar cursos de acción. La
estructura y procesos organizacionales evitan que las decisiones de la organización se hagan
de forma independiente y limitan el tipo de decisiones que hacen los diferentes niveles jerár-
quicos y áreas funcionales. Sin embargo, las decisiones estratégicas tienen una racionalidad
limitada.
10Herbert A. Simon, Comportamiento administrativo: estudio de los procesos decisorios en la organización administrati-
va, Madrid: Aguilar, 1962.
CAPÍTULO 15. COMPORTAMIENTO HUMANO Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL ✦ 191
DESARROLLO ORGANIZACIONAL
El desarrollo organizacional (DO) tiene sus orígenes en las escuelas de las relaciones hu-
manas y del comportamiento. El DO se planea desde la dirección para toda la organi-
zación, y está dirigido a incrementar la salud y eficacia de la empresa mediante interven-
ciones planeadas en sus procesos, aprovechando los conocimientos de las ciencias de la
conducta.11
El DO es una respuesta al cambio, una estrategia educacional compleja que intenta
cambiar las creencias, actitudes, valores y estructura de las organizaciones para que la em-
presa se adapte mejor a las nuevas tecnologías, mercados y cambios del ambiente.12
ORÍGENES
Después de la Segunda Guerra Mundial apareció un movimiento dentro de la psicología
que proporcionó las bases para el estudio científico de los grupos.
En 1945, Kurt Lewin fundó el centro de Investigación para la Dinámica de Grupos
(IDG) y aportó una base que permite mejorar la cohesión, motivaciones, creencias, metas,
valores, acciones y dirección de los grupos.
Lewin encontró que el ambiente de la organización cambia cuando se modifican los
procesos, se manipulan las metas y las prácticas gerenciales, e introdujo dos ideas acerca
del cambio planificado: la primera propone que lo que ocurre en cualquier lugar y tiem-
po es el resultado de un campo de fuerzas opuestas. El statu quo son fuerzas que empu-
jan en direcciones opuestas y no permiten el cambio. Estas fuerzas deben identificarse y
después trazar planes de acción para influir en ellas.
En el proceso de cambio se dan tres etapas: descongelar la situación, cambio de conduc-
ta y una nueva congelación. Basado en este modelo se han propuesto diferentes procesos
de DO.13
Las actividades de DO tienen cuatro raíces: (1) el entrenamiento en laboratorios de
sensibilización y su aplicación en las empresas, (2) la investigación de encuestas y la me-
todología de retroalimentación, (3) el surgimiento de la investigación-acción y (4) el sur-
gimiento de los enfoques socio-técnicos y socio-analíticos de Tavistock.14
El entrenamiento en los laboratorios de sensibilización se llevó a cabo con grupos redu-
cidos de discusión para lograr cambios en la conducta doméstica. Cada grupo estaba forma-
do por varios miembros, un líder y un observador que tomaba notas acerca de las interac-
ciones entre los miembros. Por las tardes se comentaban las observaciones. Eventualmente
los miembros del grupo empezaron a asistir a las reuniones vespertinas y se dieron cuenta
que las interpretaciones hechas por el líder y el observador no siempre coincidían con lo que
ellos habían expresado. Estas sesiones de retroalimentación se convirtieron en experiencias
de aprendizaje significativas y se conocen como intervenciones de grupos T.
11David Kolb y Richard Boyatzes, On the Dynamics of the Helping Relationship, Journal of Applied Behavioral
Science, 6, 1970, p. 267.
12Warren Bennis, Organizational Development: its Nature Origins and Prospects, New York: Addison-Wesley, 1969, p. 2.
13Wendell L. French y Vecil H. Bell, Jr., Desarrollo organizacional, México: Prentice Hall, 1996, p. 83
14Ibíd., p. 37.
192 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
15Ibíd., p.110.
16Ibíd., p. 85.
CAPÍTULO 15. COMPORTAMIENTO HUMANO Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL ✦ 193
Equipos o 2. Catártica 7. Catalítica 12. Confrontación 17. Perspectiva 22. Principios, Modelos
grupos y teorías
Equipos o Equipos o Equipos o Equipos o
grupos grupos grupos grupos Equipos o grupos
17Robert Blake y Jane Mouton, The OD Matrix, from Techniques in Organizational Development, John Adams, University
Associates, 1972, p. 5.
194 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
18Richard Schmuck y Mathew Miles, Organizational Development in Schools, Washington: National Press, 1971,
p. 34.
CAPÍTULO 15. COMPORTAMIENTO HUMANO Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL ✦ 195
RESUMEN
En este capítulo estudiamos las teorías de las ciencias de la conducta y su aplicación en
las intervenciones de desarrollo organizacional. Revisamos las aportaciones de autores co-
mo Abraham Maslow, Chris Argyris, Frederick Herzber, quienes investigaron las necesi-
dades humanas y la motivación. Douglas McGregor y Rensis Likert se ocuparon de apor-
taciones sobre control y los estilos de dirección, y Herbert Simon examinó el proceso de toma
de decisiones en la organización. Vimos el desarrollo organizacional (DO) como una inter-
vención planeada para generar el cambio en la empresa. Explicamos los orígenes y el pro-
ceso de DO así como los tipos de intervención. Finalmente, señalamos la evolución del
DO hacia técnicas de segunda generación enfocadas a la transformación total de la orga-
nización. Estas intervenciones apoyan las actividades de administración estratégica y la
cooperación interempresarial que se han vuelto un imperativo en las últimas dos décadas.
Las organizaciones dominan a la sociedad contemporánea. Sus orígenes se pueden rastrear
desde las primeras tribus nómadas y han evolucionado a través de los siglos hasta formas
complejas y dinámicas. Nacemos, crecemos y morimos dentro de organizaciones, por lo
que entender su funcionamiento es importante.
1Jeffrey Pfeffer, Nuevos rumbos en la teoría de la organización, Oxford University Press, 2000, p. 10.
2David Arellano Gault, Teoría de la organización, p. 748.
3Richard Scott, Organizations, Rational and Open Systems, USA: Prentice Hall, 2a edición, 1981, pp. 99-115.
198 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
La organización como sistema racional estudia cómo una serie de acciones llevan con
máxima eficiencia a acciones predeterminadas. Muchas de estas teorías están ligadas a la
empresa y a la gerencia.
La organización como sistema natural es una reacción crítica a la organización racio-
nal, pues reconoce la existencia de atributos de mayor importancia para la organización
como son la estructura informal y la complejidad de los objetivos. Aquí encontramos es-
tudios como los de Elton Mayo y la escuela humano-relacionista.
La organización como sistema abierto analiza la complejidad y la variabilidad de las
partes del sistema. Se cambia el interés en estudiar la estructura organizacional por estu-
diar los procesos organizacionales; considera insumos, productos, salidas, y retroalimen-
tación. La interdependencia de la organización y su ambiente recibe más atención.
En el cuadro 16.1 se muestra la clasificación y épocas de auge de los modelos, teorías
y autores representativos que fue propuesta por Scott.
4James March y Herbert Simon, Organizations, John Wesley and Sons, Inc., 1958, citado en Scott, op. cit., p. 102.
CAPÍTULO 16. TEORÍA ORGANIZACIONAL Y TEORÍA DE LA CONTINGENCIA ✦ 199
Ambigüedad
y selección
March & Olsen
(1976)
Teoría marxista
Braverman (1974)
Edwards (1979)
Teoría
institucionalista
Selznick (1949)
Meyer y Rowan
(1977)
Fuente: adaptación de Richard Scott, Organization, Rational, Natural and Open Systems, USA: Prentice Hall, 1981,
p. 101.
200 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
desempeño que guían las decisiones de los individuos. Algunas decisiones pueden expre-
sarse en forma de rutina, pero otras necesitan la evaluación del efecto del ambiente externo.
Por ejemplo, las inversiones en nuevas tecnologías, las fusiones, adquisiciones o alianzas
estratégicas son decisiones que necesitan evaluar la situación de la industria y de variables
macroeconómicas.
Lawrence y Lorch5 se dieron cuenta de que los sistemas de la organización enfrentan
diversos ambientes. Concluyeron que las organizaciones deben adaptar sus estructuras al
ambiente si quieren ser eficaces. Por ejemplo, la revolución de las tecnologías de la infor-
mación puede obligar al sistema tecnológico de la empresa a un cambio acelerado sin pre-
sionar de la misma manera al sistema de valores y objetivos.
Para el análisis estructural comparativo se coleccionan por primera vez datos sistemá-
ticos de gran número de organizaciones, en lugar de trabajar con una sola o con unidades
departamentales. En estos trabajos, la estructura formal (jerarquías, departamentalización,
autoridad, etcétera) es vista como una variable dependiente y se analiza en función de va-
riables como el tamaño, la tecnología y la incertidumbre. Se asume que las organizaciones
diseñan sus estructuras racionalmente para ser eficientes y eficaces. Las organizaciones se
analizan como sistemas abiertos que interactúan con el medio al bajar costos, desarrollar
sistemas de información y modificar sus planes en función de la respuesta obtenida de un
ambiente complejo.
En la teoría de costos de transacción se combina una perspectiva de sistemas racionales
y abiertos. Williamson6 tomó de la economía el concepto de costos de transacción; son
los costos en que incurren los oferentes y demandantes en un mercado para asegurar que
la transacción se cumpla de acuerdo con lo estipulado. Las organizaciones ayudan a dis-
minuir los costos de transacción al establecer reglas y disminuir la incertidumbre, pero las
estructuras organizacionales varían con los tipos de intercambio que deben gobernar. Se
asume que las organizaciones responden a las demandas del ambiente de manera racio-
nal para disminuir los costos de transacción y garantizar los resultados.
5Paul Lawrence y Jay Lorch, Organizations and Environment, Cambridge, MA: Harvard University Press, 1967,
citado en Scott, op. cit., p. 103.
6Oliver Williamson, The Economics of Organizations: The Transaction Cost Approach, American Journal of Socio-
logy, 87, 548-577, citado en Scott, op. cit., p. 104.
7Charles Perrow, Análisis de la organización, México: CECSA, 1970.
CAPÍTULO 16. TEORÍA ORGANIZACIONAL Y TEORÍA DE LA CONTINGENCIA ✦ 201
TEORÍA DE LA CONTIGENCIA
La teoría de la contingencia reconoce la gran variedad de tipos de organizaciones que
existen, y cuestiona la idea de que hay una mejor y única manera de administrarlas como pro-
ponen las escuelas científicas y de relaciones humanas. Este enfoque considera importan-
te saber qué factores hacen distintas a las organizaciones y cómo se pueden hacer reco-
mendaciones diferenciadas para su administración. No obstante, la teoría acepta que
existen suficientes diferencias y similitudes sistemáticas para que sea posible hacer algu-
nas generalizaciones. Lo que debe descubrirse son patrones de variación que sean válidos
a pesar de la singularidad de las empresas.12
13Joan Woodward, Industrial Organization: Theory and Practice, London: Oxford University Press, 1965.
CAPÍTULO 16. TEORÍA ORGANIZACIONAL Y TEORÍA DE LA CONTINGENCIA ✦ 203
Los procesos que se han estudiado en la organización, que tienen una íntima relación con
la estructura y que son de vital importancia en el diseño de aquella, son el poder, el conflic-
to, el liderazgo, la toma de decisiones, la comunicación y el cambio organizacional.
Muchos autores han criticado la pretensión de diseñar organizaciones para alcanzar
determinados objetivos, ya que es difícil manipular las variables de diseño y los factores
contextuales. Sin embargo, se ha observado que la actuación de la organización no es alea-
toria y la intención de la estructura es dar certeza.
Los estudios de Alfred Chandler21 dejan ver claramente que los cambios implantados
en la estrategia corporativa dan lugar a modificaciones en la estructura de la organización.
El diseño organizacional es eficaz, pero no en la forma sencilla que han postulado algunos
autores. Es esencial comprender las circunstancias especiales en que funciona un diseño or-
ganizacional y los pactos de gobernabilidad que deben de existir para que funcione.
RESUMEN
En este capítulo presentamos el concepto de organización y teoría organizacional, y seña-
lamos los modelos y estudios organizacionales más representativos, su evolución y apor-
taciones a lo largo del siglo pasado. Se explicó la teoría de la contingencia, que es una de
las teorías organizacionales, (con sus tres dimensiones: tecnología, ambiente y tamaño)
que se relacionan con la estructura organizacional. También abordamos el diseño de las
organizaciones: señalamos los conceptos de estructura, complejidad y procesos que for-
man parte de las variables que se pueden manipular y de las que a la vez depende el di-
seño organizacional.
21A.D. Chandler, Jr., Strategy and Structure: Chapter in the History of the Industrial Enterprise, Cambridge, MA: MIT
press, 1962.
Al finalizar el siglo xx se difundió en el ámbito mundial una nueva forma de organizar la
producción contraria a la organización del trabajo generada por la producción en masa. A
esta nueva forma de producir se le conoce como producción flexible o esbelta y se caracteri-
za por tener nuevas formas de organización dentro y fuera de la empresa que incluyen
una nueva perspectiva del cliente, del medio externo y de los trabajadores.
El sistema de producción flexible busca disminuir costos evitando desperdicio de re-
cursos materiales, financieros y humanos. La división del trabajo consiste en equipos de
obreros altamente calificados que tienen funciones intercambiables y que asumen la res-
ponsabilidad de la producción y su calidad.
La empresa busca comprender y satisfacer las necesidades del cliente. Los proveedo-
res o subcontratistas tienen una relación estrecha con la empresa. Se establecen cerca de las
plantas a las que abastecen para reducir los costos de transporte y mantener sus inventa-
rios en cero, son asesorados para adquirir tecnologías, se les dan contratos a largo plazo y
mantienen una comunicación constante con la empresa para satisfacer sus necesidades.
La producción flexible se originó en Japón a finales de la década de los años 50 en la
fábrica de producción de automóviles Toyota.1 La empresa tenía la necesidad de produ-
cir pequeñas cantidades de muchos modelos de autos para surtir un mercado incipiente, por
lo que tuvo que encontrar la manera de fabricar vehículos de bajo costo y lograr utilidades
con una producción en pequeña escala y muy diferenciada. Esta situación era contraria a
las necesidades que enfrentaba el sistema de producción en masa, utilizado por las em-
1Benjamín Coriat, Pensar al revés: trabajo y organización en la empresa japonesa, Madrid: Siglo XXI, 1998, pp. 13-67.
208 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
2Ibíd., p. 28.
3Ibíd., p. 40.
CAPÍTULO 17. LA PRODUCCIÓN FLEXIBLE ✦ 209
4Kaoru Ishikawa, Qué es el control total de la calidad: la modalidad japonesa, Colombia: Editorial Norma, 1986, p. 40.
5Armand Feigenbaum, Total Quality Control, Nueva York: McGraw-Hill, 1986, pp. 15-17
210 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
EDWARDS DEMING
Deming es conocido como el padre de la administración de la calidad. Nació en Estados
Unidos en 1900. Estudió un doctorado en física en la Universidad de Yale y en 1928 empezó
a trabajar para la Western Electric Co. en Hawthorne, Chicago, en donde llevaba las esta-
dísticas de los procesos productivos. Su trabajo recibió gran influencia de Walter Shewart,
6Ibíd., p. 16.
7D. Small, Auditor Training Manual, (Cooper Automotive, San Louis Miss.), 1996, citado en Primitivo Reyes,
Los círculos de calidad en empresas de manufactura, (tesis de doctorado, FCA-UNAM, 2000), p. 74.
8Ibíd.
9Joe Peppard y Phillip Rowlan, La esencia de la reingeniería en los procesos de negocios, México: Prentice Hall His-
panoamericana, 1996, p. 74.
10Feingenbaum, op.cit., pp. 6-13.
CAPÍTULO 17. LA PRODUCCIÓN FLEXIBLE ✦ 211
11Edwards Deming, Calidad, productividad y competitividad: La salida de la crisis, Madrid: Ediciones Díaz de San-
tos, S.A., 1989, pp. 19-20.
212 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
PHILIP B. CROSBY
Crosby nació en Estados Unidos, en 1926. Fue director de calidad en International Te-
lephone and Telegraph (IT&T), a mediados de la década de los 60. Posteriormente, creó
su propio despacho de consultoría, Philip Crosby Associates, Inc. Enfatizó el compromiso
de la dirección, el trabajo en equipo, la participación y el reconocimiento del personal y su-
girió establecer como objetivo los cero defectos.
Asoció la administración para la calidad con la prevención, por lo que propuso edu-
car al personal para producir sin defectos. Consideró que la mejora de la calidad es un
proceso, no un programa y recomendó usar el cero defectos como un estándar de dirección.
Propuso cuatro principios de la calidad.12
La calidad se define como el cumplimiento de los requisitos, no de lo bueno. El mejo-
ramiento de la calidad se alcanza haciendo que todo mundo haga las cosas bien desde la
primera vez. La directiva tiene tres tareas: establecer los requisitos que deben cumplir los
empleados, suministrar los medios necesarios para que el personal cumpla con los requi-
sitos; dedicar todo su tiempo a ayudar al personal y estimular el cumplimiento de esos re-
quisitos.
El sistema de calidad se basa en la prevención; el costo más sensible relacionado con
los criterios convencionales de la práctica de calidad reside en el área de verificación. La
verificación, ya sea que se llame comprobación, inspección, prueba o por cualquier otro
nombre, siempre se hace después de que ocurre algo, es una forma cara y poco fiable de
obtener calidad. Verificar, seleccionar y evaluar sólo filtra lo que ya está hecho, lo que ha-
ce falta es prevenir. El secreto de la prevención estriba en observar el proceso y determi-
nar las posibles causas de error: estas causas pueden ser eliminadas.
El estándar de realización de cero defectos debe ser no cometer errores. Una empresa
con millones de actividades no puede asumir un porcentaje de error. Prever cierta canti-
dad de errores en la producción, en los productos que entreguen los proveedores, etcéte-
ra, es como propiciar la equivocación.
El costo de la calidad es el precio del incumplimiento; este concepto se ha utilizado en
la línea de producción, pero no ha sido retomado por la gerencia de la empresa. El costo
de calidad se divide en dos: el precio del incumplimiento y el precio del cumplimento. El
primero representa los gastos que resultan de hacer las cosas mal: corregir pedidos, pro-
cedimientos, rectificar productos sobre la marcha, retrabajos, pagar garantías o reclama-
ciones, etcétera. Se considera que estos gastos representan más del 20 por ciento de las
12Philip Crosby, Calidad sin lágrimas. El arte de administrar sin problemas, México: CECSA, 1991, pp. 71-90.
CAPÍTULO 17. LA PRODUCCIÓN FLEXIBLE ✦ 213
ventas. En el segundo hay que gastar para que las cosas resulten bien, la mayoría de los
costos de las funciones profesionales de calidad, esfuerzos de prevención y educación en
calidad representan aproximadamente 3 por ciento de las ventas.
Crosby propone un proceso de calidad en 14 pasos:13
Ishikawa menciona que la filosofía de cero defectos no tuvo el éxito esperado en Es-
tados Unidos porque se convirtió en una actividad voluntaria. No se enseñaban los méto-
dos de ejecución de control de calidad a los participantes y los trabajadores cargaban con
toda la responsabilidad por los errores o defectos, cuando debió ser la gerencia la que asu-
miera la responsabilidad.14
JOSEPH M. JURAN
Nació en Rumania, en 1908 y llegó a Estados Unidos siendo un niño. Fue profesor de in-
geniería de la Universidad de Nueva York y gerente de calidad en Western Electric Co. En
los años 50 fue consultor de productividad en Japón. Juran propone tres procesos básicos
13Philip Crosby, La calidad no cuesta. El arte de cerciorarse de la calidad, México: CECSA, 1991, pp. 142-204.
14Kaoru Ishikawa, Qué es el control de la calidad total, Colombia: Editorial Norma, 1986, p. 146.
214 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
1. Al planear la calidad se debe identificar quiénes son los clientes.16 Para esto hay que
analizar el producto y ver sobre quién repercute; cualquier persona sobre quien re-
percutan los procesos y el producto es un cliente, ya sea interno o externo. Se debe
determinar qué tan importante es el cliente que se está estudiando, ya que pocos
clientes son vitales —como los grandes compradores— pero muchos son útiles.
Una vez detectados los clientes, se investigan las necesidades manifiestas y no ma-
nifiestas, las percepciones culturales, los usos no previstos del producto y se tradu-
cen las necesidades del cliente al lenguaje de la empresa. Esto quiere decir que se hacen
especificaciones en unidades de medida —distancia, peso, tiempo, errores— y se tie-
ne un sensor que indique si el producto cumple con las especificaciones.
Se deben desarrollar productos con las características necesarias para satisfacer las
necesidades del cliente interno y externo, y establecer procesos óptimos capaces de
crear estos productos y transferirlos al personal operativo de la empresa.
2. En el control de la calidad se debe evaluar el desempeño actual y compararlo con las
metas establecidas. Posteriormente, se deben emprender acciones correctivas con
respecto a las diferencias encontradas.
3. Para el mejoramiento de la calidad Juran propone:
• Crear conciencia de la necesidad y oportunidad de mejorar.
• Establecer metas y políticas de mejora de calidad implícitas en las descripciones
de puestos.
• Crear una infraestructura para lograr estas metas. Nombrar un consejo de cali-
dad en la empresa, formar equipos de trabajo y designar facilitadores.
• Desarrollar proyectos para resolver problemas. Establecer programas de entrena-
miento y hacer revisiones en forma regular.
• Reportar los problemas sin ocultar los errores.
• Premiar a los equipos ganadores de calidad y asegurarse de que todos en la em-
presa estén enterados de los resultados.
• Mantener consistencia en los registros.
• Incluir los objetivos del mejoramiento de la calidad en la planeación general de
la empresa.
KAORU ISHIKAWA
Nació en Japón, en 1915, y estudió química aplicada en la Universidad de Tokio. Fue dis-
cípulo de Deming y Juran. Después de la Segunda Guerra Mundial colaboró con el Japa-
nese Union of Scientists and Engineers promoviendo la calidad. Con el tiempo llegó a ser
presidente del Musashi Intitute of Technology. Pensaba que el control de calidad tenía co-
mo finalidad producir artículos que satisficieran a los consumidores, por lo que los fabri-
15J.M. Juran, Juran y la planificación para la calidad, Madrid: Ediciones Diez de Santos, 1990, p. 31.
16Ibíd., p. 63.
CAPÍTULO 17. LA PRODUCCIÓN FLEXIBLE ✦ 215
cantes debían estudiar las opiniones y requisitos de los consumidores, y tenerlos en cuen-
ta al diseñar, manufacturar y vender sus productos.17
Estableció el control de la calidad en todas sus fases: el trabajo, el servicio, la informa-
ción, el precio, las utilidades y los costos. Impulsó el uso de siete herramientas estadísti-
cas: el diagrama de Ishikawa o causa-efecto, el diagrama de Pareto, la estratificación, la
hoja de verificación, el gráfico de control y el análisis de correlación y dispersión. 18
Espesor Ancho
Resistencia a
la tensión
Resistencia a la tensión
No se rompe en la
prensa rotativa
Color
Forma de enrollar
Figura 15.2
Rendimiento 90%
21Ibíd., p. 60.
22Kaoru Ishikawa, Introducción al control de la calidad, Madrid: Ediciones Díaz de Santos, 1994, p. 55.
CAPÍTULO 17. LA PRODUCCIÓN FLEXIBLE ✦ 217
120
110
no. de rupturas/hora
Figura 15.4
90
80
70
60
Errores
50
por millón 40 errores
30
20
10
0 Gr
1er trim. 2do trim. 3er trim. 4to trim.
Los círculos de calidad permiten mejorar la calidad, reducir los desperdicios y los cos-
tos, incrementar la seguridad, optimizar la satisfacción en el trabajo y generar mayor pro-
ductividad. Su implantación está sujeta a un plan estratégico de la empresa en el que la
administración para la calidad sea central. Se ha observado que tratar de implementarlo
sin ninguna conexión a un plan estratégico general sólo crea escepticismo entre los em-
pleados y no resultados.
REINGENIERÍA DE PROCESOS
La reingeniería de procesos operativos es parte fundamental de la producción flexible.
Mediante ésta se reorganiza el trabajo con una visión de procesos completos que pasan
por diferentes departamentos y se organizan conforme a las necesidades del mercado y
de los clientes. El objetivo de la reingeniería es lograr mejoras significativas en el rendi-
miento al analizar los procesos y mantener las actividades que agregan valor, mientras
que las que no agregan valor se eliminan o minimizan.
Existen dos posibilidades cuando se hace una intervención de reingeniería; empren-
der un rediseño sistemático, esto es tomar los procesos y rediseñarlos, o bien crear proce-
sos completamente nuevos.24
El rediseño tiene como base el proceso actual. Produce cambios graduales en peque-
ñas partes del proceso e implica pocos riesgos. Este método ha sido adoptado por muchos
fabricantes japoneses para perfeccionar en forma constante el proceso, obteniendo así
ahorros considerables. Empresas como Honda, Nissan y Toyota han experimentado la me-
jora continua por años y han mejorado sus sistemas de producción y su rendimiento.
La creación de procesos completamente nuevos genera cambios radicales y saltos me-
didos en órdenes de magnitud en el rendimiento, aunque los riesgos también son muy al-
tos. Las empresas occidentales tienden a adoptar este método, pero con resultados muy
variables.
Cuando se rediseña, es necesaria una combinación de motivación, actitud, conoci-
mientos, creatividad e innovación.25 La motivación para cambiar se debe ver reflejada en
las metas de la empresa. La actitud de los equipos de trabajo debe ser de cuestionamien-
to hacia los procedimientos establecidos. El equipo de trabajo debe entender qué es lo que
el cliente desea, verificar las especificaciones de los productos sobre la base de su cono-
cimiento del mismo y conocer las tecnologías y el personal que participa en su manufac-
tura. A continuación se mencionan cuatro pasos para llevar a cabo un rediseño de pro-
cesos:26
1. Seleccionar los procesos a rediseñar. Existen varias técnicas para llevar a cabo la se-
lección, pero generalmente se pone atención a las quejas o necesidades de los clien-
tes, los proveedores y la forma en que se pueden disminuir costos, las propuestas
del personal interno o de consultores, verificación contra las mejores prácticas de
la industria.
BENCHMARKING
De acuerdo con Camp27 benchmarking es una técnica que se desarrolló en Estados Unidos,
específicamente en la compañía Xerox y que busca determinar las mejores prácticas den-
tro y fuera de la empresa. Estas prácticas sirven para fijar metas de mejora, no sobre la ba-
se de sí misma y su actuación anterior, sino sobre la base de lo que pide el mercado y hace
la competencia. Además, contribuye a la mejora continua. Al respecto afirmó.
“En un sentido formal, benchmarking es una investigación continua y una experiencia de
aprendizaje que asegura que se descubran las mejores prácticas de la industria, se analicen,
se adopten y se pongan en práctica. Centra su atención en cuáles son las mejores prácticas
disponibles. Asegura la comprensión de cómo se desempeñan y por último determina el va-
lor de las prácticas o qué tan bien se están desarrollando.”28
27Robert C. Camp, Benchmarking: la búsqueda de las mejores prácticas de la industria que conducen a un desempeño
excelente, México: Panorama editorial , 1993, pp. 20-41.
28Ibíd., p. 29.
29Ibíd., p. 34.
220 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
RESUMEN
En la segunda mitad del siglo xx se originó el paradigma de producción flexible y se ge-
neraron innovaciones en la forma de organizar la producción: nacieron los conceptos de
calidad y mejora continua, la desespecialización de la mano de obra y el trabajo en equi-
po, la producción justo a tiempo para actividades dentro de la empresa y en la relación
con los proveedores, la organización flexible de la línea de producción, el cambio modu-
lar de herramientas y el concepto de fábrica mínima. Los principales representantes del
cambio hacia la administración para la calidad y sus contribuciones: Edwards Deming y
Kaoru Ishikawa, quienes dieron gran importancia al uso de la estadística para el control
de la calidad. Philip Crosby, propuso el objetivo de cero defectos. Joseph Juran estableció el
concepto de clientes a cualquier usuario del sistema y no sólo al que compra el producto
final. Finalmente se presentan dos técnicas que son fundamentales para lograr el cambio ha-
cia la producción flexible que son: la reingeniería de procesos busca progresos significativos
en el rendimiento, cambiando los procesos para lograr menores costos, evitar desperdi-
cios de recursos y dar un producto o servicio de calidad al cliente. El benchmarking, que
busca descubrir las mejores prácticas de la industria que le puedan servir para fijar objeti-
vos de mejora sobre la base de las necesidades del mercado y de la competencia.
El grado en que una compañía invierte en tecnología se correlaciona significativamente
con su alta productividad y competitividad. En consecuencia, los gobiernos de los países
desarrollados han reconocido que la administración de la tecnología es un área de alta
prioridad. La innovación tecnológica es un factor muy importante en la evolución indus-
trial, el desarrollo económico y la competitividad internacional.1
La importancia que se concede a la tecnología y a la innovación no es nueva. Desde prin-
cipios del siglo XX, la Revolución Industrial puso énfasis en la tecnología y en cómo ésta po-
día cambiar el panorama económico. El trabajo de Schumpeter, en los años treinta, enfocado
en la innovación, fue precedido de múltiples estudios de la economía y la administración.
La teoría de la contingencia y la teoría de sistemas señalaron la relevancia de la rela-
ción de la organización con su ambiente y despertaron el interés en la tecnología como
componente principal.
Las teorías del ciclo de vida tecnológico y el crecimiento de la tecnología en curvas con
forma de “S” fueron el principio alrededor del cual giró la bibliografía sobre innovación y
tecnología hasta la década de los ochenta. Posteriormente, se puso énfasis en la planeación
de la tecnología. Ésta incluía el desarrollo de herramientas analíticas para la planeación co-
mo el análisis del portafolio tecnológico y acentuaba la importancia de la adquisición, ex-
plotación y transferencia de la tecnología.
El interés por unir la estrategia general de la empresa y la estrategia tecnológica llevó
a la administración de la tecnología a adoptar un enfoque de sistemas en el que ésta es el
eje central.
1K. Pavitt, What we Know About Strategic Management, en coord. J. Mc. Gee y Thomas H. eds. Strategic manage-
ment research: An european perspective, John Wiley & Sons Ltd. West Sussex, 1986.
222 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
De acuerdo con Porter,2 la tecnología crea ventajas competitivas dando a las compa-
ñías nuevas maneras de superar a sus rivales, da lugar a nuevos negocios y cambia la es-
tructura de la industria alterando las reglas de la competencia.
DEFINICIÓN DE TECNOLOGÍA
La tecnología es la aplicación sistemática del conocimiento a tareas prácticas. Por tecnología
entendemos el establecimiento de un procedimiento, el “know-how”, pero además también
nos referimos a las herramientas y artefactos que se usan para resolver problemas.3
En la tecnología hay dos etapas: la invención, que es el esfuerzo para crear nuevas
ideas e implementarlas; y la explotación, que incluye el desarrollo comercial, la aplicación
y la transferencia de una nueva tecnología. La explotación utiliza las invenciones con ob-
jetivos específicos, evalúa su eficacia y difunde el conocimiento.
DEFINICIÓN DE INNOVACIÓN
Innovación es la aplicación original y con éxito de un descubrimiento o de una invención
portadora de progreso. Por ejemplo, los microchips, fibra óptica, la subcontratación, etcétera.
Tipología de las innovaciones
Los autores han hecho diferentes clasificaciones de las innovaciones, pero se pueden re-
sumir en dos tipos: las basadas en la naturaleza de la innovación y las basadas en el gra-
do de innovación.4
Naturaleza de las innovaciones
Se puede decir que hay innovaciones, cuyo enfoque dominante es el tecnológico, el co-
mercial, el oranizativo o el institucional:
• Tecnológico. Las materias primas o productos nuevos como los anticonceptivos.
Nuevos procedimientos que utilizan medios originales de producción, por ejem-
plo, los robots aplicados a la producción.
• Comercial. Las formas de comercialización son la nueva presentación o aplicación
de un producto, su nueva forma de distribución, los nuevos medios de ventas como
el comercio electrónico, tarjetas de crédito, telemarketing, etcétera.
• Organizativo. Se refiere a la forma de organización, procedimiento y modalidades
de desarrollo. Por ejemplo, la organización científica del trabajo, la subcontratación
de procesos productivos, las franquicias, las estructuras organizacionales federales.
• Institucional. Estas innovaciones se sitúan en el ámbito del poder público y se tra-
ducen en la instauración de nuevas políticas y programas para promover el avance
económico y social. Por ejemplo, la nueva ley ambiental que regula el reciclamiento
de los vehículos automotores que llegan al final de su vida útil.
2Porter, Estrategia competitiva: técnicas para el análisis de los sectores industriales y de la competencia, México: CECSA,
2000.
3J.K. Galbraith, The New Industrial Stage, England, Penguin, Harmondsworth, citado en M. Berry y H. Taggart,
Managing Technology and Innovation: A Review, D&R Management, 24, 4, Blackwell Publishers, UK., 1994, p. 341.
4Pierre-Yves Barriere, La pequeña y mediana empresa frente al cambio. Estrategia de innovación industrial, pp. 10-19.
CAPÍTULO 18. ADMINISTRACIÓN DE LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN ✦ 223
Explosión de la tecnología
El 90 por ciento del conocimiento técnico ha sido generado en los últimos 65 años. De to-
dos los científicos e ingenieros que han existido sobre la Tierra, 90 por ciento están vivos
y trabajando. Como resultado, el conocimiento tecnológico probablemente se duplique
cada 30 años.
Acortamiento del ciclo tecnológico
El ciclo tecnológico tradicional inicia con un descubrimiento científico y termina con la di-
fusión en el mercado de los productos de los procesos resultantes. Estos ciclos cada vez son
más cortos, forzando una demanda cada vez mayor de innovación en productos y servicios.
Globalización de la tecnología
Cada día es mayor el número de economías y países tecnológicamente avanzados. La
transferencia de tecnología entre ellos aumenta de manera exponencial.
Todos estos factores obligan al administrador de la innovación a estar alerta y respon-
der rápidamente para aprovechar las oportunidades. Cada vez es más necesario coordi-
nar a gente de diferentes disciplinas que interactúan para desarrollar la tecnología.
FOMENTO DE LA INNOVACIÓN
Se han identificado tres conjuntos de variables que estimulan la innovación: la estructura
de la organización, su cultura y sus prácticas en materias de recursos humanos.
Tushman y O’Reilly6 señalan que la cultura de la organización puede actuar como un
control social poderoso, que ayude a promover la innovación y a lograr una ventaja com-
petitiva. La cultura se expresa a través de las normas y valores que se comparten en una
organización. Por ejemplo, la importancia que se da a la calidad, servicio a clientes y al
trabajo en equipo.
5M.M.J. Berry y J.H. Taggart, Managing Technology and Innovation: A Review, R&D Management 24, 4, 1994, Basil
Blackwell, Cambridge, MA, p. 343.
6Michael L. Tushman y Charles A. O’Reilly III, Innovación, México: Prentice Hall, 1977, p. 204.
224 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
ABERNATHY Y UTTERBACK
Abernathy y Utterback,8 proponen un modelo cíclico que fue inspirado en el modelo de
ciclo de vida del producto: nacimiento, crecimiento, maduración y declinación. Pero en és-
te, la unidad de análisis es la línea de productos y su proceso de producción. De acuerdo
con este modelo, cuando un producto nuevo surge, también surge un patrón predecible
de desarrollo tecnológico.
En la primera etapa, el énfasis es en la innovación del producto y la producción se ha-
ce en pequeños lotes. En la segunda, hay innovaciones de proceso y pequeñas mejoras al
producto. En la tercera etapa, conforme la tecnología madura y las empresas cambian a pro-
ducción en gran escala, el sistema de manufactura se va volviendo más específico y eficien-
te. En la última etapa, la empresa pierde flexibilidad y es menos capaz de aceptar variación
o cambio.
La estructura organizacional cambia conforme la empresa se vuelve más formal y tie-
ne más niveles de autoridad que inhiben la innovación. La capacidad de innovación de
una empresa depende críticamente de su etapa de evolución. Es muy creativa cuando es
pequeña y pierde creatividad al convertirse en una empresa con producción en masa.
7J.A. Schumpeter, The Theory of Economic Development, Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press, ci-
tado en Berry y Taggart, op. cit., p. 342.
8J.W. Abernathy y J.M. Utterback, Patterns of Industrial Innovation, Technology review, 80, 7, junio-julio, pp. 41-47.
CAPÍTULO 18. ADMINISTRACIÓN DE LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN ✦ 225
MICHAEL TUSHMAN
Tushman9 señala que la industria evoluciona a través de una sucesión de ciclos tecnológi-
cos. Cada ciclo tiene cuatro etapas: discontinuidad tecnológica, fermentación, selección del
diseño dominante y periodo de cambio progresivo.
9Michael L. Tushman y Charles A. O’Reilly III, Innovación, México: Prentice Hall, pp. 155-169.
10Porter, op. cit., pp. 60-78
226 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Al analizar los ciclos de vida tecnológicos, Pavitt11 indica que debe reconocerse que hay
diferencias de sectores y, que los industriales exhiben diferentes patrones en la fuente y de-
sarrollo de las tecnologías centrales. Un elemento básico en el planteamiento de Pavitt es la
noción de que la empresa evoluciona en torno a una trayectoria tecnológica que está en fun-
ción de la innovación central del negocio, sus principales actividades y su tamaño. Las com-
petencias tecnológicas dentro de la empresa son acumulativas y diferenciadas naturalmen-
te y como resultado, las compañías exhiben “trayectorias tecnológicas” únicas.
Llegamos a tres conclusiones con respecto a la dinámica del proceso tecnológico de in-
novación. En primer lugar, hay patrones característicos del ciclo de vida de una tecnología en
lo que concierne a las innovaciones de productos y procesos. En segundo lugar, cada etapa
del ciclo de vida tecnológico tiene implicaciones diferentes para la política de innovación
y para la orientación de los esfuerzos llevados a cabo por el departamento de investigación y
desarrollo; y en tercer lugar, los esfuerzos de la organización para generar innovación tecno-
lógica forzosamente generarán dinámicas internas y de asignación de recursos, las cuales
tendrán un impacto significativo en la estrategia de todas las áreas de la empresa12.
GIOVANNI DOSI
Una contribución muy importante es la de Dosi13 que trata de construir un modelo capaz
de explicar los determinantes y direcciones del cambio tecnológico a nivel industrias. El
modelo permite comprender por qué ciertas tecnologías se comportan como dominantes
y cómo evolucionan en un contexto que también cambia.
Dosi inicialmente define: tecnología, paradigma tecnológico, progreso técnico, trayec-
toria tecnológica y explica cómo se relacionan.
La tecnología abarca los elementos materiales como los conocimientos y la experiencia.
Existen en la tecnología componentes difíciles de captar con precisión e incluso conocimien-
tos difícilmente codificables, adquiridos por las personas y las organizaciones (tácitos y es-
pecíficos).
El paradigma tecnológico se define como un modelo y un patrón de soluciones de los
problemas tecnológicos. Se basa en principios seleccionados derivados de las ciencias natu-
rales y en tecnologías materiales seleccionadas. Por ejemplo: el nuevo paradigma tecnoeco-
nómico está basado en la organización flexible de la producción, la microelectrónica de bajo
precio, de la que han partido los más importantes desarrollos de computadoras y telecomu-
nicaciones, y en la organización flexible de la producción.
El análisis no se centra en la industria de la microelectrónica, sino en sus efectos so-
bre la dinámica de todo el sistema productivo. Se incluyen en el paradigma las nuevas
fuentes de energía, los nuevos materiales y la biotecnología. Un rasgo característico del
nuevo paradigma es la tendencia a aumentar el contenido de información en los produc-
tos y disminuir su contenido de materiales como en la nanotecnología. Esta importancia
creciente de la información permite establecer tendencias principales en la innovación de
productos y procesos en la empresa.
ROBERT A. BURGELMAN
La estrategia tecnológica define qué competencias tecnológicas distintivas y qué capaci-
dades son necesarias para establecer y mantener una ventaja competitiva, a qué nivel de-
be la empresa invertir en el desarrollo tecnológico, qué tecnología debe abastecerse inter-
namente y cuál externamente, y cuándo y en qué forma debe de introducirse una nueva
tecnología al mercado.15
La estrategia tecnológica puede entenderse como un proceso de aprendizaje organi-
zacional que refleja la relación entre las capacidades y competencias técnicas de la empre-
sa, la estrategia tecnológica y la experiencia. La estrategia tecnológica depende de la can-
tidad y calidad de las capacidades técnicas de la empresa. La experiencia resultante de
llevar a cabo la estrategia, a su vez alimenta y modifica las capacidades técnicas y a la mis-
ma estrategia tecnológica, formando un nuevo ciclo.16
Burgelman señala cuatro dimensiones que dan forma a la estrategia tecnológica: la evo-
lución de la tecnología, las acciones ocasionadas por la estrategia de la empresa; las fuerzas
del contexto industrial y el contexto organizacional. La evolución tecnológica y el contexto
industrial son fuerzas externas, mientras que la acción estratégica y el contexto organizacio-
nal son fuerzas internas.
a) Evolución de la tecnología
Influencia del cambio tecnológico en la estrategia. Sin embargo, ésta es afectada sig-
nificativamente por la evolución de áreas más amplias de tecnología que evolucionan
independientemente. Por ejemplo, la microelectrónica y la computación evolucionan inde-
pendientemente, pero las dos se aplican en las máquinas de control numérico, afectando
así las capacidades tecnológicas de la empresa.
b) El contexto industrial
El número de empresas dominantes, el crecimiento de la demanda, la capacidad instala-
da, la rivalidad, las barreras tecnológicas los grupos estratégicos son objeto de estudio.
Otros factores como el régimen de apropiación, asociado a las innovaciones tecnológicas
y la emergencia de los estándares o diseños dominantes en la industria también afectan la
estrategia tecnológica, y deben incluirse.
d) El contexto organizacional
La cultura organizacional y su forma de apoyar factores como calidad, servicio al
cliente e innovación coadyuvan a la selección de la estrategia de la empresa. Los va-
lores y filosofía de la alta dirección se verán reflejados en la selección de la estrategia
tecnológica. Por su parte, Porter17 propone que la estrategia tecnológica se defina con-
siderando la optimización de la cadena del valor y el enfoque de creación de valor para
el cliente siguiendo los siguientes pasos:
16Ibíd.
17Porter A. Roper y cols., Forcasting and Managment of Technology, New York: Wiley, 1991, citado en Tarek Khalil,
Management of Technology, McGraw-Hill.
CAPÍTULO 18. ADMINISTRACIÓN DE LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN ✦ 229
OPCIONES ESTRATÉGICAS
Las posibilidades y las opciones estratégicas de la empresa pueden analizarse utilizando
dos variables: la posición competitiva de la empresa y la posición tecnológica de la em-
presa. A partir de estas consideraciones se generan seis estrategias tecnológicas18 entre las
que cada empresa debe seleccionar su mejor opción. Vea la figura 1.
Posición
Nicho
Reconversión tecnológico
o
retirada
Joint
venture
Débil
Débil Fuerte
Posición tecnológica
18Magee, J.P. “Managing Technology in an Strategic Context” IX Congress International of Planification d’enterpri-
se, París, marzo de 1983, citado en Luis Valdéz, La ciencia y la tecnología usos y restricciones en los países en desarrollo: el
caso de transferencia de tecnología de Zinalco, México, Tesis de maestría, FCA-UNAM, 1987.
230 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
4. Estrategia de nicho o laguna tecnológica. Una empresa con una posición competi-
tiva favorable desarrolla pequeñas áreas de la tecnología. Si estas áreas se amplían,
se mejora la competitividad.
5. Estrategia de “Joint venture”. Una empresa poco competitiva logra un avance tec-
nológico importante, pero carece de los recursos para desarrollarlo. Entonces se une
a una más fuerte.
6. Estrategia de reconversión. Tanto la posición competitiva como tecnológica de la
empresa es débil o mediana. Debe adquirir tecnología para sobrevivir.
PLANEACIÓN DE LA TECNOLOGÍA
La planeación de la tecnología incluye los resultados del análisis del medio ambiente, el
análisis de capacidades tecnológicas de la empresa y la propuesta de la estrategia general.
Esta información permite fijar objetivos tecnológicos generales y específicos, formular po-
líticas, programas y proyectos, y definir parámetros de control.19
1. Análisis del ambiente. Incluye monitorear los cambios económicos, políticos, socia-
les y tecnológicos para encontrar amenazas y oportunidades. La realización de ma-
pas del desarrollo tecnológico y definición de tecnologías críticas —aquellas que
cambian el paradigma tecnoeconómico— es el resultado de esta etapa.
2. Necesidades actuales y futuras de los clientes. Se realizan investigaciones para defi-
nir las características ideales de los productos, los productos que rivalizan y los
productos sustitutos.
3. Pronósticos. Hay que revisar la tecnología propiedad de la compañía y la que está dis-
ponible en el mercado. Se debe definir la posición tecnológica de la empresa en el mer-
cado, es líder o seguidor, y en qué parte del ciclo de vida se encuentra la tecnología.
4. Tecnologías de la empresa. Desarrollar un catálogo de tecnologías, capacidades hu-
manas y recursos materiales indicando como están relacionados.
5. Portafolio de tecnologías. En este punto se tiene toda la información para definir
cuáles son las tecnologías a las que se debe dirigir el esfuerzo de la empresa. La se-
lección debe estar completamente justificada.
6. Posibilidades en la adquisición de las tecnologías. Se debe estudiar las formas en que
se puede adquirir la tecnología seleccionada indicando sus ventajas y desventajas:
(a) hacer investigación y desarrollo interno con recursos de la empresa, (b) realizar
alianzas tecnológicas en las que dos o más empresas pueden unirse para desarro-
llar o transferir tecnología, (c) contratar empresas para que hagan investigaciones
específicas por encargo, (d) comprar los derechos de utilización de tecnologías me-
diante licencias, (e) adquirir tecnología de un proveedor confiable que de servicios
de asesoría.
7. Establecer métodos para proteger y explotar la tecnología. Se debe evaluar la posición de
la empresa, la antigüedad de la tecnología, la urgencia de explotarla, la posición en el
ciclo de vida y el potencial de la misma.
19Anders Drejer, The Discipline of Management of Technology, Based on Considerations Related to Technology, Tech-
novation, 17[5]1997, p. 262 y Tarek kalil, Management of technology, McGraw-Hill Company.
CAPÍTULO 18. ADMINISTRACIÓN DE LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN ✦ 231
RESUMEN
La administración de la tecnología y la innovación ha tomado gran relevancia en los últi-
mos 20 años. La capacidad mundial de producir innovaciones y crear valor ha crecido en
ordenes de magnitud, por lo que la necesidad de fomentarla y administrar los activos tec-
nológicos se ha vuelto fundamental. La literatura sobre administración de la tecnología
evolucionó en dos grandes vertientes: la primera trató de entender cómo evoluciona la tec-
nología y cuáles son los determinantes del cambio tecnológico; la segunda se centró en la par-
te interna de la empresa, definiendo portafolios de capacidades tecnológicas, posibilidades
estratégicas (desarrollar, comprar o licenciar tecnología) y desarrollando sistemas específicos
de planeación y control de la tecnología. En la actualidad se ha dado cierta convergencia
entre la literatura en administración estratégica y la teoría organizacional, mientras que los
conceptos de tecnología e innovación se empiezan a relacionar con el de conocimiento.
La administración estratégica1 evolucionó a lo largo del siglo pasado conforme las empresas
crecieron y adoptaron nuevos conocimientos y tecnologías, fabricaron nuevos productos y
compitieron en mercados con nuevas reglas. Los modelos de la administración estratégica se
adaptaron a las situaciones económicas, políticas, sociales y tecnológicas. Se incorporaron di-
ferentes conceptos, nuevas variables y se modificaron los enfoques de análisis para dar res-
puesta a los retos que les planteaba el cambio.
La administración estratégica se explica desde una perspectiva histórica: a lo largo del
siglo pasado los modelos propuestos se volvieron más complejos y sensibles en respues-
ta a los cambios cada vez mas frecuentes. De acuerdo con Ansoff se pueden delinear cua-
tro etapas:2
1. Durante la revolución industrial se crearon una gran cantidad de empresas en donde la toma
de decisiones se hacía de forma intuitiva por el dueño y la dirección se basaba en los resulta-
dos. Para 1930, en Estados Unidos, se había consolidado la estructura industrial y se había es-
tablecido la producción en masa, lo que creó la necesidad de formalizar el proceso de toma de
decisiones. El primer modelo estableció políticas o lineamientos de acción que debían ser se-
guidos por los gerentes de distintos niveles jerárquicos, además de crear e implementar ma-
nuales de procedimientos y control financiero.
1El término en inglés strategic management también es traducido como dirección estratégica. Al respecto es necesa-
rio aclarar que existe un debate sobre el significado de la palabra management, ya que se argumenta que no puede
ser traducido únicamente como administración sino que implica gestión o dirección.
2Igor Ansoff, The Changing Shape of the Strategic Problem, en coord. Schendler Dan y Charles Hofer, Strategic Ma-
nagement: A new view of business policy and planning, Little Brown and Company, 1979.
234 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
2. Conforme el siglo avanzó, la dinámica del mercado se incrementó y hubo un mayor número de
productos impulsado por cambios tecnológicos. Las empresas crecieron e incluyeron nuevas fun-
ciones que requerían de planeación y coordinación más eficientes. Sin embargo, hasta después
de la Segunda Guerra Mundial se delineó el segundo modelo de planeación. En éste se contem-
plaba la necesidad de monitorear el cambio del ambiente externo, la planeación a largo plazo, el
uso de herramientas matemáticas para la toma de decisiones y la elaboración de pronósticos.
3. En la década de los años 70, conforme las empresas crecieron y se convirtieron en corpora-
ciones multinacionales, se hizo necesario enfrentar retos en otros países. Tuvieron que resol-
verse problemas con tarifas arancelarias, tipos de cambio, tasas de inflación, nuevos merca-
dos y culturas diferentes. Esto impulsó el tercer modelo en el que la palabra estrategia se
incluía por primera vez. El modelo explicitaba la relación de la empresa con el ambiente y
enfatizaba la necesidad de coordinar la estrategia con la estructura de la organización. En es-
ta época, los directivos de las empresas en Estados Unidos tenían que cambiar su forma de
dirigir y organizar las empresas, pero muchos de ellos se resistieron al cambio, a diferencia
de lo que ocurría en Japón y en algunos países europeos.3
4. En la década de los años 80 se perfiló el cuarto modelo conocido como dirección estratégica.
Se estudió la empresa con un enfoque sistémico, poniendo énfasis en la formulación de la es-
trategia y la forma de llevarla a cabo. Dentro de este modelo se desarrollan dos grandes pers-
pectivas sobre la formación de la estrategia: la perspectiva de producto-mercado y la teoría
basada en recursos.
La perspectiva de producto-mercado enfatizó los determinantes ambientales de la
competitividad. Las técnicas para el análisis de los sectores industriales y de la competen-
cia propuestas por Porter4 ayudaron a entender por qué algunas industrias son más atrac-
tivas que otras para el inversionista, y a analizar las acciones estratégicas de una empresa
con relación a sus rivales, se determinaron también las acciones estratégicas que pueden
afectar el atractivo general de la industria entre otras.
La teoría basada en recursos criticó el determinismo de la perspectiva de producto-
mercado y señaló la habilidad de la empresa para influir en el mercado mediante el desa-
rrollo de nuevos productos e innovación. La teoría cambió la atención que se tenía en es-
tudiar las acciones e intenciones de la competencia para dar énfasis en la formación y
difusión del conocimiento organizacional como preocupación teórica central.5 Se propuso
localizar los determinantes de la competitividad en las características internas de la orga-
nización, porque el comportamiento competitivo no es el resultado del posicionamiento de
la organización dentro de un medio ambiente más amplio, sino de ciertas características in-
trínsecas, únicas, diferentes en cada una de ellas.
Enfoque normativo
Las escuelas de diseño, planeación y posicionamiento tienen un enfoque normativo, mien-
tras que la escuela del aprendizaje, cultural y política tienen un enfoque descriptivo.7 La es-
cuela de diseño y planeación de estrategias inició en 1960, sus principales representantes son
Kenneth Andrews e Igor Ansoff. El primero propuso un método para la planeación en el que
se supone que la formulación de la estrategia es un proceso conceptual, donde una o más
personas pueden analizar la información y decidir qué hacer; luego se inició el proceso de
implantación, básicamente operativo. Ansoff estableció técnicas y procedimientos en un or-
den determinado, donde los especialistas en planeación adquirieron relevancia.
La escuela de posicionamiento se originó en la propuesta del Boston Consulting Group
(BCG) y su matriz de crecimiento y en el proyecto denominado Impacto de las estrategias
de mercado en las utilidades, PIMS de sus siglas en inglés) de la General Electric. El análisis
que proponía estaba diseñado para tomar decisiones sobre inversión en una corporación
con diferentes negocios. Se evaluaba la posición relativa de cada negocio con respecto
al crecimiento del mercado y el ciclo de vida de la industria, entre otros factores. Éste se
conoce como análisis de portafolio.
El enfoque del posicionamiento adquirió relevancia con los trabajos de Michael Por-
ter8 quien tomó elementos de la teoría de la organización industrial y formuló un mode-
lo para el análisis de los sectores industriales y la competencia. Porter estableció la rela-
ción de las capacidades internas de la empresa con el ambiente y la estrategia mediante
su propuesta de análisis en la cadena del valor.
Enfoque descriptivo
Henry Mintzberg es el principal exponente del enfoque de aprendizaje. Concebió la crea-
ción de estrategias como un proceso que surge de la propia experiencia de la empresa y
de las restricciones del medio ambiente. Después de múltiples propuestas convergió en
un patrón que considera las capacidades de la empresa y el ambiente que enfrenta.
El enfoque político define la creación de estrategias como un proceso político que se ma-
nifiesta al interior de la organización en conflictos por el poder, o hacia el exterior, donde la
organización entera ejerce su influencia política.
7Ibíd., p. 57.
8Ibíd., p. 88.
236 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
MICHAEL PORTER
En 1982 Porter propuso un modelo para analizar la competencia en los sectores industria-
les que luego relacionó en la empresa con su modelo de la cadena del valor. Desde enton-
ces influyó en los enfoques y bibliografía de la administración estratégica.
Consideró que la esencia de una estrategia competitiva relaciona a una empresa con
el medio ambiente; específicamente con la industria donde compite. Esto se debe a que la
estructura de un sector industrial tiene una fuerte influencia al determinar las reglas de
competencia, así como las posibilidades de estrategias disponibles para la empresa.9 La
intensidad y la forma de la competencia en una industria no se dan por azar o coinciden-
cia, tienen sus bases en la estructura de los mercados. La estructura determina la rentabi-
lidad potencial en el sector y, a mayor competencia, la tasa de rendimiento sobre la inver-
sión del capital será más baja.10
Por ejemplo, la siderúrgica es una industria con graves problemas estructurales. La de-
manda del acero ha crecido 1 por ciento en el ámbito mundial en la última década, existe
exceso de capacidad instalada y se sigue invirtiendo para aumentarla. La industria está
fragmentada, es decir, hay una gran cantidad de empresas que no permiten que se contro-
len las reglas del juego, y mucho del acero que se produce no se puede diferenciar. Estos
factores influyen en la intensidad y la forma de competencia en la industria. La siderúrgi-
ca es una industria con alta rivalidad en donde el precio del acero ha bajado en los últimos
diez años; se ha destruido su valor en la última década. Las empresas gastan muchas de
sus energías en bajar costos; hay muchas prácticas desleales entre países y la rentabilidad
de la industria es baja.11 Todos estos factores inmovilizan las estrategias que se pueden im-
plantar.
EL DIAMANTE DE PORTER
La estrategia competitiva trata de establecer una posición ventajosa y sostenible conside-
rando las fuerzas que determinan la competencia en el sector industrial. Para esto es ne-
cesario conocer las fuerzas y la forma en que se aplican en la competencia. El diamante de
Porter es un modelo que propone el análisis de cinco fuerzas competitivas de la industria:
la rivalidad en la industria, el poder de los compradores, el poder de lo proveedores, el
efecto de los productos sustitutos y los posibles competidores. Estas fuerzas determinan
el nivel del margen de ganancias al influir en los precios, costos y decisiones de inver-
sión.12
El poder de las fuerzas competitivas varía en cada una de las industrias y evoluciona
con el sector industrial. Hay sectores que tienen las fuerzas a su favor y la mayoría de las
empresas puede tener elevadas utilidades, como la farmacéutica, los refrescos y la edición
de bases de datos; pero en otros sectores donde la presión de una o más fuerzas son inten-
9Michael Porter, Estrategia competitiva: técnicas para el análisis de los sectores industriales y de la competencia, México:
CECSA, 1982, p. 23. Competitive Strategy: Techniques For Analyzing Industries and Competitors, New York: Free
Press, 1980.
10Ibíd., p. 25.
11Conferencia de Boston Consulting Group, Congreso ILAFA, Cancún, 2001.
12Michael Porter, Ventaja competitiva: creación y sostenimiento de un desempeño superior, México: CECSA, 1987,
p. 20. Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance, Free Press, 1985.
CAPÍTULO 19. ADMINISTRACIÓN ESTRATÉGICA ✦ 237
sas, como el siderúrgico, existen pocas empresas con márgenes altos a pesar de los esfuer-
zos de la dirección:13
1. Rivalidad entre las empresas existentes en la industria. La rivalidad tiende a ser ma-
yor a medida que: aumenta el número de competidores, cuando la demanda del
producto crece con lentitud, cuando a los clientes no se les dificulta cambiar de una
marca a otra, cuando los otros competidores no están satisfechos con su posición
en el mercado y realizan movimientos para mejorarla a expensas de sus rivales,
cuando es más costoso salir de un negocio que quedarse en éste y competir. A ma-
yor rivalidad menor tasa de rendimiento del capital.
2. Productos sustitutos. La fuerza competitiva de los productos sustitutos será mayor
cuanto menor sea su precio, mayor su calidad y servicio, y si el cambio de producto
para el usuario no representa un costo alto. Por ejemplo, el plástico es un sustitu-
to del acero y en los últimos años ha ganado espacios en la manufactura de automó-
viles porque los hace más ligeros y más económicos.
3. Competidores potenciales. Son aquellos que pueden entrar a la industria en cualquier
momento y modificar drásticamente las posiciones de las compañías actuales. La
gravedad de la amenaza del ingreso en un mercado depende de dos factores: las ba-
rreras de ingreso y la reacción de las empresas ya establecidas hacia nuevos compe-
tidores. Hay diferentes tipos de barreras de entrada como son: economías de esca-
la, inaccesibilidad de la tecnología y del conocimiento especializado, elevados
requerimientos de capital, difícil acceso a canales de distribución, etc. Si un compe-
tidor potencial está dispuesto a superar las barreras de entrada, todavía tiene que
enfrentar la reacción de las compañías rivales. La reacción puede ser pasiva o ine-
ficaz, o puede ser muy agresiva y originar la salida del nuevo competidor. El gra-
do de la fuerza competitiva de las entradas potenciales está directamente relacio-
nado con el atractivo de la industria, es decir con su margen de ganancias.14 Por
ejemplo, las barreras de entrada en la industria automotriz son muy altas porque
la inversión de capital que se requiere para entrar es millonaria y la tecnología no
se encuentra disponible.
4. Fuerza de los proveedores. El poder de negociación del proveedor es bajo en las si-
guientes circunstancias: si el producto que fabrica es estandarizado y hay varios
proveedores, porque entonces la empresa le puede comprar a quien le dé mejores
condiciones, si existen productos sustitutos y si el cambio no resulta caro ni difícil,
y cuando el cliente es muy importante y le compra buena parte de la producción.
El poder de negociación del proveedor es alto cuando sus productos son cruciales
para los procesos de producción de la empresa y/o cuando afectan de manera im-
portante la calidad. Por ejemplo, los fabricantes de equipo electrónico para los au-
tomóviles tienen un alto poder de negociación, ya que no hay muchos proveedo-
res que puedan atender requerimientos muy especializados para la industria.
5. Fuerza de los compradores. Los compradores tienen alto poder de negociación en las
siguientes condiciones: cuando pueden presionar los precios a la baja, mejor cali-
13Ibíd., 22.
14Porter, op. cit., 1982 p. 42.
238 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
dad y más servicios; si compran grandes volúmenes con relación a las ventas del
proveedor, si los productos que compran son estandarizados, si el cambio de pro-
veedor no le representa costos altos, si el comprador tiene información completa
sobre la demanda, precios de mercado y sobre todo de los costos. Los comprado-
res pueden significar una amenaza de integración hacia atrás, y si ese es el caso, es-
tán en posición de exigir más en la negociación. Por ejemplo, las empresas que ma-
nufacturan automóviles tienen un gran poder de negociación ante las empresas de
la industria siderúrgica, ya que compran en una sola negociación el acero que ne-
cesitarán sus plantas en todo el mundo. Así pueden establecer el precio, la calidad
y los tiempos de entrega que requiere.
PRAHALAD Y HAMEL
Estos autores señalan que las organizaciones supervivientes de la primera etapa de com-
petencia global convergían en estándares similares de calidad y costo de los productos. Es-
15Michael Hitt, y cols., Strategic Management: Competitiveness and Globalization, Cincinnati, Ohio: South-West Co-
llege Publishing and International Thomas Publishing Company, 1999 pp. 91-121.
16Richard Nelson, Recent Evolutionary Theorizing About Economic Change, Journal of Economic Literature, vol. XXXIII,
marzo de 1995, pp. 73-78.
CAPÍTULO 19. ADMINISTRACIÓN ESTRATÉGICA ✦ 239
tos factores serían cada vez menos importantes como fuente de ventaja competitiva. Por
tanto, en el largo plazo el desempeño superior derivaría de la habilidad de la dirección para
consolidar tecnologías y habilidades de producción en competencias que hicieran más pode-
rosa a cada empresa del grupo empresarial, y la ayudaran a adaptarse rápidamente a las opor-
tunidades cambiantes del ambiente. Estas competencias son las “core-competencies” (cc).17
Las cc son las “cualidades intrínsecas del grupo empresarial que lo impulsan al éxito
económico; estas cualidades se expresan a través del aprendizaje colectivo en la organiza-
ción específicamente, cómo coordinar diversas habilidades de producción e integrar múl-
tiples corrientes de tecnología en las empresas del grupo y en los productos finales”.18 Por
ejemplo, a partir del papel engomado la empresa 3M desarrolló cc en recubrimientos y ad-
hesivos que le permitieron crear negocios de película fotográfica, cinta magnética, cinta
sensitiva a la presión y abrasivos recubiertos.
Las cc deben de cumplir con tres requisitos: (a) proveer acceso potencial a una amplia
variedad de mercados, (b) contribuir significativamente a los beneficios percibidos por el
cliente del producto final y (c) ser difíciles de imitar por los competidores.
Las cc se crean dentro de grupos empresariales. No son funcionales, divisionales o un
recurso de una unidad de negocio.
Una “arquitectura estratégica” es un mapa del futuro que identifica cuáles competencias
construir y las tecnologías que las constituyen; dentro del mapa se propone identificar tanto
los proyectos como las personas que están incorporados o relacionados con las cc de la em-
presa. Se han sugerido cinco pasos para administrar las competencias centrales: (a) identi-
ficarlas, inventariarlas, conseguir consenso entre el personal de la empresa y benchmarks,
(b) decidir qué cc deben adquirirse para mercados actuales o futuros, (c) establecer cuáles cc
deben desarrollarse en el largo plazo y por quién, (d) difundir su aplicación a través de di-
versos negocios y dentro de nuevos mercados, lo que requerirá de propagar esa competencia
entre las empresas del grupo, y por último, (e) defender y proteger las cc. Se advierte que la base
de competencias puede ser destruida por el adelgazamiento de la empresa, por no reconocer
a la gente como la reserva básica del conocimiento, la experiencia, la cultura y la visión.19
JAY BARNEY
Barney considera a la empresa como una cantidad de recursos y capacidades percibidas
como: activos tangibles, intangibles y capacidades. Considera que la estrategia competiti-
va se debe basar en el control y explotación de los recursos estratégicos manifestados en
activos y capacidades. Se enfocó al ambiente interno de la organización.
La premisa de la propuesta de Barney es que los recursos estratégicos están distribui-
dos de forma heterogénea entre las empresas, que estos recursos marcan una diferencia
de desempeño y que las diferencias son estables en el tiempo. Existen cuatro característi-
cas o indicadores del potencial de los recursos de la empresa para generar una ventaja
competitiva sustentable: valioso, raro, inimitable e insustituible.20
17K. Parlad y G. Hamel, The Core Competence of the Corporation, Harvard Business Review, mayo-junio, 1990, pp. 79-91.
18Ibíd.
19Ibíd., p. 89.
20Jay Barney, Firm Resources and Sustained Competitive Advantage, Journal of Management, vol. 17, no. 1, marzo de
1991, pp. 99-120.
240 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Los estudios empíricos realizados no han logrado evaluar completamente las capaci-
dades de una empresa bajo el patrón de Jay Barney. Esto se debe a que existe un proble-
ma de proporción: qué tan rara, inimitable, insustituible y capaz de crear valor es una
competencia. Además, las definiciones de ventaja competitiva y ventaja competitiva sus-
tentable dejan grandes lagunas que permiten varias interpretaciones. No es suficiente que
una estrategia genere valor y no pueda ser duplicada para que se considere una ventaja
competitiva; es necesario que se pruebe en el mercado y que muestre superioridad ante
otras estrategias creadas por la competencia.
DOROTHY LEONARD-BARTON
Leonard-Barton define las competencias centrales como un sistema de conocimiento in-
terdependiente que provee una ventaja competitiva y que posee cuatro dimensiones:
(1) conocimiento y habilidades de los empleados, (2) sistemas técnicos, que consisten en
acumular, codificar y estructurar conocimiento tácito, (3) sistemas de dirección que inclu-
yen procedimientos formales e informales de crear y controlar el conocimiento como son
los programas de aprendizaje, redes de socios y sistemas de incentivos, (4) normas y valo-
res asociados con varios tipos de conocimiento y con el proceso de creación y control de
conocimiento.21
Las habilidades técnicas contenidas en una competencia son relativamente fáciles de
cambiar, entre otras razones porque pueden estar localizadas en departamentos específi-
cos. Los sistemas gerenciales las siguen en dificultad porque tienen mayor alcance y lle-
gan a más unidades que los sistemas técnicos, por lo que requieren de aceptación por más
personas. Las habilidades y el conocimiento son difíciles de cambiar porque se construyen
en el tiempo y permanecen tácitas en las mentes de los empleados. Finalmente, el valor in-
corporado en una competencia es la dimensión menos susceptible al cambio ya que los va-
lores están más unidos a la cultura de la organización, lo que no es fácil alterar.
21Dorothy Leonard-Barton, Core Capabilities and Core Rigidities: A Paradox in Managing New Product Development,
Strategic Management Journal, vol. 13, no. 5, julio de 1992, pp. 111-115.
CAPÍTULO 19. ADMINISTRACIÓN ESTRATÉGICA ✦ 241
22David Teece, y cols., Dynamic Capabilities and Strategic Management, Strategic Management Journal, vol. 18, no. 7,
agosto 1997, p. 509-553.
23Sin embargo, Hamel y Prahalad ya habían hablado de “core products” que se definen de la misma manera.
24Nonaka Ikujiro y Takeuchi Hiotaka, La organización creadora de conocimiento; Cómo las compañías japonesas crean
la dinámica de la innovación, Oxford University Press, 1999, p. 318.
25David Paul y Dominique Forey, Accessing and Expanding the Science and Technology Knowledge Base, Science
Technology, Industry Review, no. 16, pp 13-68.
26Mintzberg op. cit., 1997, p. 1.
27Mintzberg op. cit., p. 2.
28Citado por Mintzberg, op. cit.
242 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
las acciones, y las principales secuencias de acción o programas que conducirán al logro
de los objetivos.
El proceso de administración estratégica tiene seis actividades: formulación de la misión
y objetivos, análisis del ambiente externo para identificar oportunidades y amenazas, análi-
sis de los recursos de la organización para identificar fortalezas y debilidades, formulación
de la estrategia, implementación de la estrategia y evaluación de resultados. La responsabi-
lidad de llevar a cabo este proceso está distribuida en toda la organización
Para formular la misión se tienen que definir en qué negocio se encuentra la organi-
zación, el tipo de necesidades de los consumidores que se está satisfaciendo, la forma y la
tecnología con que se está llegando a estas necesidades y visualizar el negocio que llega-
rá a ser en el futuro.
La misión prepara a la compañía para el futuro, pero puede cambiar. Los directivos
deben estar alertas a las necesidades cambiantes de sus clientes, a las nuevas tecnologías,
a los cambios en el comercio internacional, de manera que puedan ubicar mayores o me-
jores oportunidades y también peligros.
Los objetivos constituyen la misión transformada en compromisos gerenciales para
alcanzar resultados en un tiempo específico y permiten medir el avance de la organiza-
ción. Se pueden encontrar dos tipos de objetivos: estratégicos y financieros, y de corto y
largo plazo. La empresa debe lograr ciertos objetivos financieros para asegurar su existen-
cia en el corto plazo, mientras que los objetivos estratégicos aseguran la posición en el
mercado a largo plazo. Las empresas que se enfocan solamente en mejoras inmediatas en
los resultados financieros, corren el riesgo de disminuir o perder su competitividad.
2. Análisis del ambiente externo. Éste debe analizarse considerando las propuestas de
competitividad sistémica en las que se incluyen tres niveles de análisis para el am-
biente externo de la empresa; nivel meta, nivel macro y nivel meso:30
Dentro del nivel meta-económico se deben analizar: los valores socioculturales, la go-
bernabilidad del país, patrones de organización social, económica y política, cohesión social
y la capacidad para formular visiones y proyectos estratégicos a nivel nacional.
Dentro del nivel macro-económico se debe analizar: la política cambiaria, la política
monetaria, la política de competencia, el contexto económico, político y jurídico estable,
la política fiscal y la política comercial.
Dentro del nivel meso-económico se debe analizar la estructura de la industria, apo-
yo tecnológico, desarrollo de la infraestructura, políticas selectivas e instituciones de fo-
mento a industrias, formación profesional regulación ambiental a nivel nacional.
29Ibíd., p. 22.
30Tilman Altenburg, Un marco conceptual de la competitividad aplicado a experiencias internacionales.
CAPÍTULO 19. ADMINISTRACIÓN ESTRATÉGICA ✦ 243
A partir de este análisis se detectan las amenazas y oportunidades que brinda el am-
biente.
3. El análisis de los recursos de la organización. Lleva a conocer cuáles son los recursos
tangibles e intangibles que pueden dar ventajas competitivas en el mercado. Las
habilidades de los empleados, las tecnologías específicas, las innovaciones organi-
zacionales son capacidades que construyen nuestras fortalezas. Aquellas áreas en
las que la empresa tenga deficiencias o actividades que no ha mejorado serán parte
de las debilidades.
4. Elaborar una estrategia. Estrategia es el anteproyecto de actividades de la organiza-
ción que se usa para concretar la misión y alcanzar los objetivos organizacionales. La
estrategia indica cómo lograr los objetivos propuestos; cómo alcanzar las metas, có-
mo lograr una ventaja competitiva, cómo aprovechar los puntos débiles de los com-
petidores y cómo fortalecer la posición de la empresa en el mediano y largo plazo.
RESUMEN
La administración estratégica evolucionó a lo largo del siglo xx conforme las empresas
crecieron e integraron nuevos conocimientos tecnológicos y sistemáticos para responder
a los cambios cada vez más abruptos del medio ambiente. Hoffer identifica cuatro mode-
los de administración que evolucionan conforme a las necesidades de cada época. El últi-
mo modelo aparece en los años 80 y tiene dos perspectivas: la primera da prioridad a los
31Charles Hill, Charles W.L. y Jones R. Gareth, Administración estratégica, un enfoque integrado, Colombia:
McGraw-Hill Interamericana, 1996, pp. 323.
244 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
1Peter Drucker, La sociedad post-capitalista, México: Editorial Norma, 1990, pp. 1-21.
2Thomas Stewart, La nueva riqueza de las organizaciones: el capital intelectual, México: Garnica, 1997.
3Peter Drucker, op.cit.
246 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
productivo.4 Su creación tiene un costo alto; el 8 por ciento del producto interno bruto (PIB)
de los países de la OCDE se gasta en educación, capacitación y e investigación y desarrollo.
Sin embargo, su productividad es muy variable. El país que más gasta en estos rubros es Es-
tados Unidos, pero el que más patentes tiene con relación a la inversión en investigación y
desarrollo es Japón5. Además, Japón ha demostrado una gran habilidad para hacer produc-
tivo el conocimiento, reflejándolo en productos y en el mercado.
Los países miembros de la OCDE gastan alrededor del 7 por ciento de su PIB en tecno-
logías de la información y comunicaciones. Más del 50 por ciento de sus trabajadores tienen
acceso a una computadora en la oficina y 25 por ciento en el hogar. Entre las tecnologías de
la información y las comunicaciones el segmento con mayor crecimiento es el de Internet. En
el año 2002 existían 2500 millones de páginas Web en Internet y cada día se suman 7.3 mi-
llones de páginas nuevas.6 Basados en las tecnologías de la información, han surgido nue-
vos modelos de empresas conectadas mediante redes electrónicas en las que la información
se difunde y utiliza rápidamente gracias al Internet. Estos modelos contemplan tecnologías
informáticas integrales para la administración de la empresa conocido como planeación de
recursos empresariales (ERP) y permiten nuevas formas de administrar la cadena de abaste-
cimientos, la relación con los clientes, las ventas y la producción en general. Todos éstos son
rasgos característicos de la sociedad del conocimiento.
4Ibíd., p. 48
5OECD, The Knowledge-Based Economy: A Set of Facts and Figures, Meeting of the committee for scientific and
technological policy, France, 1999.
6PNUD Informe sobre desarrollo humano, México, 2001.
7Nonaka, p. 41.
8Ibíd.
9Ibíd., p. 42.
CAPÍTULO 20. ADMINISTRACIÓN Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO ✦ 247
aprendizaje organizacional, en los que describe los procesos por los que los individuos y
las organizaciones aprenden, marca una pauta. El mismo autor hace una revisión de có-
mo desde otras disciplinas —antropología, sociología, ciencias políticas— se ha estudia-
do el aprendizaje en diferentes niveles: individual, de grupo y de organización.
En la década de los años 90, autores como Drucker, Senge y Nonaka llamaron la aten-
ción hacia la sociedad del conocimiento y las organizaciones que aprenden. A partir de
entonces han aparecido múltiples teorías y enfoques respecto al conocimiento, su crea-
ción, transferencia y gestión, así como las propuestas de administración del capital inte-
lectual en las empresas.
TIPOS DE CONOCIMIENTO
Existen muchas clasificaciones del conocimiento. Basándonos en la posibilidad de codifi-
carlos, encontramos que puede ser tácito o explícito:
10Chu Wei Chu, La organización inteligente, USA: Oxford University Press, 1999, p. 133.
248 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
11Chris Argyris y Donald A. Schön, “Organizational learning: a theory of action perspective” Philippines: Addison-
Wesley Publishing Company, 1978, p. 10-11.
12Ibíd., pp. 10-17.
13Chris Argyris y Donald A. Schön, Organizational Learning: Theory, Method and Practice, USA: Addison Wesley,
1992), p. 15.
14Ibíd., p. 16.
CAPÍTULO 20. ADMINISTRACIÓN Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO ✦ 249
Estas referencias son mapas organizacionales, memorias y programas. Por ejemplo, co-
mo mapas se incluyen los diagramas de flujo, organigramas y planos del lugar de trabajo.
Estas referencias sirven para agrupar patrones individuales de comunicación interperso-
nal. La memoria organizacional incluye los archivos, bases de datos, estados financieros y
objetos físicos (herramientas, productos, materiales de trabajo) que contienen conocimien-
to organizacional. Los procedimientos son descripciones de las rutinas organizacionales;
incluyen planes de trabajo, políticas, protocolos, guías, guiones; describen los patrones de
actividad y sirven de guía para acciones futuras.
Los productos del aprendizaje organizacional pueden tomar muchas formas, pero de-
ben generar un cambio en las teorías de acción de la organización, que son:15
En las organizaciones, los individuos establecen reglas para decisiones colectivas, dele-
gación y pertenencia. En su ambiente, gobernado por estas reglas, actúan para la colectivi-
dad en tal forma que reflejan un sistema de tareas. Así como las teorías de acción particula-
res se infieren a partir del comportamiento de los individuos, las teorías de acción de la
empresa se pueden inferir del patrón de acciones organizacionales. Por ejemplo, las empre-
sas que impulsan la innovación tienen mayor aceptación del riesgo y de los fracasos. Cuan-
do los empleados no temen a revelar los errores y proponen ideas para corregirlos se obser-
va una teoría de acción que apoya la innovación.
TIPOS DE APRENDIZAJE
Argyris señala dos tipos de actividad en el aprendizaje organizacional:16 el aprendizaje ti-
po I (de una vuelta) que consiste en obtener “know-how” para resolver problemas especí-
ficos, y el aprendizaje tipo II (de dos vueltas) que es establecer nuevas premisas (paradig-
mas, modelos mentales, etcétera) para superar las actuales. Por ejemplo, el aprendizaje
15Ibíd., p. 17.
16Chris Argyris y Donald A. Schön, Organizational Learning: A Theory of Action Perspective Philippines: Addison-
Wesley Publishing Company, 1978, pp. 18-23.
250 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
incluye la detección y corrección de errores. Cuando el error se detecta y se busca una so-
lución pero no es necesario cambiar los objetivos, estrategias y políticas básicas de la organi-
zación, se considera aprendizaje de una vuelta. El aprendizaje de dos vueltas ocurre cuando
el error se detecta y se corrige de manera que incluye la modificación de una organización
subrayando normas políticas y objetivos.
El aprendizaje organizacional ocurre cuando los miembros de la organización detec-
tan y corrigen errores en la teoría de acción. Los resultados de su investigación se ubican
en imágenes privadas y comparten mapas mentales con la organización. En el aprendiza-
je de una vuelta el criterio de éxito es la efectividad. En el aprendizaje de dos vueltas las
respuestas a errores toman la forma de investigación de grupo sobre las normas organi-
zacionales para resolver la inconsistencia y hacer las nuevas normas más probables de
realizar con efectividad.
Cuando la organización logra que sus miembros aprendan sobre teoría del aprendi-
zaje y codifiquen los resultados en imágenes y mapas, se puede decir que se ha desarro-
llado una habilidad organizacional para aprender.
20Ibíd., p. 96.
252 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
1. Pensamiento sistémico. La empresa debe tener una visión sistémica para que los pa-
trones de comportamiento resulten claros.
2. Dominio personal. Consagración a un aprendizaje constante, es la disciplina que
permite aclarar y ahondar continuamente nuestra visión personal, concentrar la
energía, aprender a ser pacientes y ver la realidad de manera objetiva. Es una pie-
dra angular de la organización inteligente.
3. Modelos mentales. Generalizaciones e imágenes que influyen sobre nuestro modo
de comprender el mundo y actuar. Corresponden a las “teorías de acción”.
4. Aprendizaje institucional. Es el proceso mediante el cual los equipos organizaciona-
les modifican los modelos mentales compartidos acerca de la empresa, sus merca-
dos y sus competidores. El objetivo es trabajar los modelos mentales, conocer las
imágenes y someterlas a un riguroso escrutinio. Incluye la aptitud para entablar
diálogos abiertos. Ayuda a tener una visión compartida. Supone aptitudes para
configurar visiones del futuro compartidas que proporcionan un compromiso de
la gerencia.
5. Aprendizaje en equipo. Comienza con el diálogo, la capacidad de los miembros del
equipo para ingresar en un auténtico pensamiento conjunto. Implica aprender a re-
conocer los patrones de interacción que erosionan el aprendizaje en equipo; los pa-
trones de defensa a menudo están profundamente enraizados y estorban el funcio-
namiento de un equipo.
DAVID GARVIN24
Garvin trata de contestar dos preguntas: ¿cómo sabrán los directivos cuando sus empresas
han llegado a ser una organización que aprende? y ¿qué cambios concretos en comporta-
miento se necesitan?
Una organización que aprende tiene habilidades para crear, adquirir y transferir el co-
nocimiento. Puede modificar su comportamiento para reflejar nuevo conocimiento y pun-
tos de vista internos. Muchas empresas han llegado a crear o adquirir conocimiento, pero
han sido menos exitosas al aplicarlo a sus actividades. Por ejemplo, la administración to-
tal de la calidad se enseña en muchas escuelas de negocios, pero aun así muy pocos egre-
sados la aplican para guiar su toma de decisiones.
Las organizaciones conocidas por ser capaces de administrar el conocimiento como
Honda, Cornig y General Electric, entre otras, han llegado a ser partidarias a transmitir el
nuevo conocimiento y reflejarlo en nuevas formas de comportarse. Estas compañías admi-
nistran el proceso de aprendizaje para asegurar que ocurre más por diseño que por casua-
lidad.
Las organizaciones que aprenden son hábiles en cinco actividades: (1) resolución sis-
temática de problemas, (2) experimentación con nuevos puntos de vista, (3) aprendizaje
de su propia experiencia e historia, (4) aprendizaje de la experiencia y mejor práctica de
otros, y (5) transferencia eficiente y rápida del conocimiento a través de la organización.
Al crear sistemas y procesos que soporten estas actividades y las integren en las ope-
raciones diarias, las empresas pueden administrar el aprendizaje de manera más eficaz.
24David A. Garvin, Building a learning organization, Harvard Business Review, julio-agosto, 1993, pp. 121-133.
254 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
1. Identificación, registro y control del capital intelectual. Saber cuáles son los activos de
capital intelectual que son importantes para crear valor y mejorar las posibilidades
de competir de la empresa. Planificar el almacenaje de la información y de los co-
nocimientos relacionados con el mismo en un sistema informático, de tal modo que
quienes necesiten acceder a ellos no tengan problemas.
2. Desarrollo de una política de capital intelectual para conservarlo y fomentar su crecimiento.
25Enrique Medellín, La administración del conocimiento en centros públicos de investigación y desarrollo: el caso del Cen-
tro de Investigación en Química Aplicada, tesis de maestría, México: FCA-UNAM, p. 23.
26Annie Brooking, Capital Intelectual: el principal activo de las empresas del tercer milenio, Barcelona: Paidós, 1997,
pp. 33 a 81.
27Ibíd., p. 161.
CAPÍTULO 20. ADMINISTRACIÓN Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO ✦ 257
RESUMEN
La sociedad del conocimiento es una realidad socioeconómica en construcción, en la que
se identifica un número creciente de empresas en las que el conocimiento es el insumo y el
producto fundamental. El estudio de los procesos de creación del conocimiento y aprendi-
zaje organizacional permiten proponer estructuras y formas de organización que ayudan
a desarrollar habilidades colectivas para generar, difundir, asimilar y utilizar el conoci-
miento. La formación de capacidades basadas en conocimiento permiten a la empresa
mantener ventajas competitivas sostenibles, ya que son difíciles de imitar y se renuevan a
sí mismas. El capital intelectual de la empresa se construye básicamente con todo este
aprendizaje y acumulación de conocimientos. El capital intelectual debe salvaguardarse y
administrarse para que sea productivo y cree valor para la empresa.
La administración ha sido determinante en el progreso económico, en la creación de riqueza,
en la multiplicación de recursos y ha contribuido a modelar la sociedad. La administración
dista de ser una ciencia exacta. Sin embargo, la acumulación de conocimiento, experiencia y
el uso de herramientas cada vez más elaboradas dan al administrador moderno la posibili-
dad de predecir situaciones sobre el mercado, la tecnología, la competencia y el ambiente, en-
tre otros. El pensamiento administrativo ha progresado con el paso de muchos siglos y mu-
chos hombres que trabajaron en organizaciones incipientes. Las aportaciones teóricas y
prácticas ayudaron a guiar la toma de decisiones en favor del crecimiento de las empresas.
La administración evolucionó especialmente a lo largo del siglo xx, cuando las empre-
sas crecieron y adoptaron nuevos conocimientos y tecnologías, fabricaron nuevos produc-
tos y compitieron en mercados con nuevas reglas. Los modelos de la administración se
adaptaron a las situaciones económicas, políticas, sociales y tecnológicas. Se incorporaron
diferentes conceptos, nuevas variables y se modificaron los enfoques de análisis para dar
respuesta a los retos que les planteaba el cambio.
Un gran cuerpo de conocimientos ha sido generado por las investigaciones hechas
desde diferentes disciplinas como la psicología, sociología, economía, antropología, mate-
máticas y la administración misma. Estos conceptos han permitido la creación de teorías
para diseñar estructuras y procesos organizacionales más adecuados para alcanzar los ob-
jetivos de la empresa.
Se pueden señalar tres momentos críticos en la economía mundial y dos modelos de
producción —la producción en masa y la producción flexible— que afectan y son afecta-
dos por la administración a lo largo del siglo pasado: (1) la situación económica de prin-
cipio del siglo xx, cuando se inició el modelo de producción en masa,1 (2) la economía de
260 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
1El modelo de producción en masa se caracteriza por la fabricación en grandes cantidades de bienes estandarizadas,
realizadas por obreros con baja calificación, en donde el trabajo está rigurosamente delimitado y prescrito.
2La producción flexible o esbelta permite la producción diversificada de bienes con calidad y precios competitivos,
utiliza mano de obra calificada que trabaja en equipo. La estructura es flexible para dar respuesta a las necesidades
del mercado y se asocia con proveedores para mejorar continuamente el desempeño para satisfacer un mercado
mundial.
CAPÍTULO 21. LA HISTORIA Y LA ADMINISTRACIÓN CONTEMPORÁNEA ✦ 261
temas computarizados que integran todas las áreas funcionales de la empresa y actúan co-
mo la columna vertebral de la misma; (b) la administración de la relación con el cliente
(CRM). Es un proceso que comienza con la identificación de los clientes que queremos re-
tener, continúa con la diferenciación de los mismos y la interacción con cada uno de ellos
para finalizar con la personalización de la oferta, el servicio y la comunicación; (c) admi-
nistración de la cadena de aprovisionamiento. La cadena de aprovisionamiento integra por
medio de los procesos de flujo de bienes, de información y de recursos financieros, las di-
versas funciones de la empresa y la de sus distribuidores, proveedores y compañías trans-
portistas; (d) la administración de la cadena de ventas. El propósito de la administración
de la cadena de ventas es crear nuevos vínculos en tiempo real entre funciones de ventas
anteriormente desconectadas y construir un ciclo de ventas completo, desde el primer
contacto con el cliente y la presentación del producto, hasta la interacción de cobro y la ter-
minación de la venta; (e) aplicaciones de optimización del conocimiento. Los datos obtenidos
de los procedimientos anteriores son información valiosa; analizar grandes cantidades de da-
tos y poder relacionarlos encontrando causalidades nos permite tomar mejores decisiones.*
EMPRESAS SUSTENTABLES
El concepto de responsabilidad social ha tomado relevancia especialmente en las últimas
décadas, en que las empresas se vuelven más poderosas que algunos Estados y la compe-
tencia por lo mercados mundiales se vuelve depredadora. Las empresas son responsables
ante sus accionistas de obtener utilidades pero también deben proteger y mejorar el bie-
nestar social. Una visión de compromiso a largo plazo con accionistas, clientes, proveedo-
res, empleados y comunidad en general, ayuda a tener una mejor imagen que redunda en
su propio provecho. El poder económico de las empresas puede ayudar a crear una me-
jor calidad de vida y estabilidad social que les permita recrearse y proyectarse en nuevas
y mejores formas para el futuro.
La protección del ambiente se ha convertido en una preocupación de la alta dirección. El
“juego verde” exige diseñar productos, procesos, sistemas y estrategias para evitar proble-
mas ambientales antes de que aparezcan. El concepto de “responsabilidad del productor”
está cambiando la regulación ambiental en los países, y obligará a los fabricantes a hacerse
responsables de los bienes que producen cuando éstos lleguen al final de su vida útil.
Hay otras fuerzas no regulatorias que son parte del juego industrial actual. Esto inclu-
ye la aparición de estándares internacionales voluntarios como (ISO-14000), la participación
ciudadana y la justicia ambiental. Estas fuerzas motivan a corporaciones para evolucionar
hacia metas más orientadas socialmente.
EL ADMINISTRADOR CONTEMPORÁNEO
El reto del administrador en el siglo XXI es administrar el cambio y la diversidad en un am-
biente extremadamente competitivo. La diversidad se puede observar en las diferentes re-
giones, industrias, tamaños de empresa, tecnologías, conocimientos y trayectorias de cada
empresa.
*Raví, Kalakota y Marcia Robinson, del e-commerce al e-business: El siguiente paso, México, Pearson Educación,
2001.
264 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
BERNARDO KLIKSBERG
Nació en Argentina, es coordinador del Instituto Interamericano para el Desarrollo So-
cial, perteneciente al Banco Interamericano de Desarrollo. Kliksberg ha escrito más de 30
libros especializándose en el estudio de la pobreza en América Latina. Sus principales
aportaciones a la administración son: Administración, subdesarrollo y estrangulamiento tec-
nológico: introducción al caso latinoamericano, Cuestionando en administración, Formación de
administradores en América Latina: modelos metodológicos para la investigación y El pensamien-
to organizativo: de los dogmas a un nuevo paradigma organizacional.
266 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
1Bernardo Kliksberg, El pensamiento organizativo: de los dogmas a un nuevo paradigma gerencial, Argentina: Edito-
rial Tesis, 1990.
2Ibíd., p. 40.
3Carlos Dávila y Roys Fisher, editores, Business History in Latin America: The Experience of Seven Countries, Liver-
pool: Liverpool University Press, 1999.
CAPÍTULO 22. AUTORES LATINOAMERICANOS ✦ 267
peruanas y las extranjeras, las empresas medias, las élites regionales, los bancos y las aso-
ciaciones empresariales.
Ruth Capriles y Marisol Rodríguez escriben el ensayo sobre Venezuela. Señalan el pa-
pel clave que jugó el gobierno en la economía del país, desde el auge petrolero en 1920, ya
que creó condiciones sin precedentes para el desarrollo de la economía y de las empresas.
La investigación se centra en la década de los 50, en el proceso general de industrialización
y modernización que tenía lugar en Venezuela. En los últimos años la industria no ha sido
estudiada y no se comprenden bien los resultados de los planes y políticas implementadas
por el Estado. Por último, señalan que la investigación en las ramas claves de la economía
del país —sector petróleo, banca y agricultura— es casi nula.
IDALBERTO CHIAVENATO
Autor brasileño, es profesor de la Universidad de Sao Judas Tadeu, de la Fundación Ge-
tulio Vargas de Sao Paulo. Ha escrito más de 20 libros sobre administración y áreas fun-
cionales de la empresa. Su enfoque es didáctico y de difusión.
4Enrique Oligastri, El estilo negociador de los latinoamericanos: una investigación cualitativa, Revista latinoamerica-
na de administración, Bogotá, no. 25, 2do semestre, 2000, pp. 43-58.
CAPÍTULO 22. AUTORES LATINOAMERICANOS ✦ 269
Entre sus obras más destacadas se encuentra Introducción a la teoría general de la admi-
nistración,5 en la que busca introducir al estudiante a las diversas teorías de la administra-
ción. Presenta los antecedentes históricos que modelan el ambiente dentro del cual se de-
sarrolla la administración. Estudia la teoría clásica, las relaciones humanas, el enfoque
neoclásico en que se enfatiza la obtención de objetivos, el modelo burocrático en la teoría
de la organización y su cambio hacia la teoría estructuralista. Relaciona la teoría del com-
portamiento con el desarrollo organizacional y, por último, presenta el enfoque sistémico.
En los libros publicados en 1993, presenta una tendencia a la especialización por área
funcional: materiales, financiera, producción, personal, ventas y control de la producción.
Considera que el administrador no es aquél que se sabe las técnicas administrativas, sino
el que sabe analizar y resolver problemas y situaciones, variadas y complejas. Es quien
puede pensar evaluar y ponderar en términos abstractos, estratégicos, conceptuales y teó-
ricos un problema. Es por eso que su obra busca apoyar el desarrollo de estas habilidades.
AUTORES MEXICANOS
La obra sobre administración de los autores mexicanos puede dividirse para efectos prác-
ticos en dos etapas: en la primera encontramos autores que escriben libros con una ten-
dencia didáctica y de difusión del pensamiento administrativo de autores extranjeros. Se
observa un análisis crítico de la educación en administración, iniciándose los procesos de
cuestionamiento e investigación de la situación de la administración en México. En la se-
gunda etapa hay un fuerte interés por investigar a las empresas desde diferentes enfoques
generándose estudios interdisciplinarios e interinstitucionales que aún necesitan ser ana-
lizados y sistematizados para lograr una aportación efectiva a la administración.
7Isaac Guzmán Valdivia, La ciencia de la administración, México: Limusa Wiley, 1996, pp. 15-34.
8José Antonio Fernández Arenas, El proceso administrativo, México: Herrero Hermanos, 1965.
9Francisco Laris Casillas, Administración integral, México: Oasis, 1975.
CAPÍTULO 22. AUTORES LATINOAMERICANOS ✦ 271
Hay muchos autores que escribieron libros sobre administración con fines educativos
y de difusión en diferentes áreas de la administración. Entre ellos encontramos a: Ricardo
Varela y Fernando Arias Galicia, autores del área de recursos humanos; Antonio Castro,
Carmen Nolasco y Gustavo Velásquez Masttreta, autores del área de administración de la
producción; Mario de Agüero, Juan Alberto Adam y Guadalupe Ochoa, autores del área
de finanzas; Cristina de Alba y Laura Fisher, autoras del área de mercadotecnia; Joaquín
Rodríguez Valencia y Enrique Benjamín Franklin, José de la Cerda, Eva Krass y Mario
10Adalberto Río y Andrés Paniagua, Orígenes y perspectiva de la administración en México, México: Trillas, 1977, p. 159.
11Forma de organización mediante la cual, los miembros de miles de comunidades indígenas y campesinas tra-
dicionales de diversos rumbos del país construyen y mantienen trabajando gratuitamente obras de bienestar co-
mún como caminos, puentes, escuelas y obras hidráulicas
12Jorge Ríos Szalay, La realidad cultural nacional y el estudio de la administración en México, México: FCA, Fondo Edi-
torial, UNAM, 1989, p. 58.
13Fernando Arias Galicia. El compromiso personal hacia la organización y la intención de permanencia: algunos factores para
272 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
Cerutti, autores de libros sobre empresa y empresarios; Néstor Braidot y Eduardo Soto,
autores de libros sobre pequeña y mediana empresa; Helen McEntee autora de libros so-
bre comunicación; Miguel F. Duhalt Krauss, autores del área de organización; y Sergio
Hernández y Jorge Barajas Medina, autores de libros sobre administración.
14Nadima Simón e Isabel Rueda, Globalización y competitividad: la industria siderúrgica en México, México: Edito-
rial Porrúa, 2002.
15Isabel Rueda, Nadima Simón y María Luisa González, La industria de la confección en México y China ante la glo-
balización, México: Miguel Ángel Porrúa, 2004.
CAPÍTULO 22. AUTORES LATINOAMERICANOS ✦ 273
16Eduardo Ibarra Colado y Luis Montaño Hiriose, Ensayos críticos para el estudio de las organizaciones en México,
México: Miguel Ángel Porrúa, 1991, pp. 7-23.
274 ✦ HISTORIA DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO
En los últimos años, muchas universidades del país han creado áreas de investigación
en las facultades y escuelas de administración, entre ellas destacan el Instituto Tecnológi-
co de Estudios Superiores de Monterrey, el Instituto Autónomo de México, Universidad
Iberoamericana, Universidad La Salle, las universidades autónomas estatales y algunos
institutos tecnológicos. También existen colaboraciones con universidades de otros países,
especialmente con Estados Unidos, por lo que será necesario detectar y agrupar investi-
gaciones y grupos de investigación, analizar y sistematizar el conocimiento generado en
los últimos años por una gran cantidad de investigadores.
RESUMEN
Latinoamérica es un mosaico cultural donde es imposible aplicar directamente las técni-
cas y metodologías de la administración desarrolladas en los países industrializados, sin
ser adaptados a la sociedad local. Las estructuras de producción como las chinampas y el
trueque, coexisten con las empresas multinacionales, lo que nos obliga a estudiar y tratar
de entender las formas de administración local. Una gran cantidad de autores latinoame-
ricanos se ha dedicado a estudiar la casuística de las empresas de cada país; los enfoques,
niveles y unidades de análisis, son múltiples. En este capítulo se presentan algunos de los
autores que han escrito y realizado investigaciones sobre administración en América La-
tina y se reflexiona sobre la necesidad de detectar y agrupar investigaciones y grupos de
investigación, así como de analizar y sistematizar el conocimiento generado en los últi-
mos años por una gran cantidad de investigadores.
17Carlos Rivera y Edmundo Resenos, Innovación tecnológico, los fines y las estrategias organizacionales, Investiga-
ción administrativa, México, no. 79, julio-septiembre de 1996, pp. 1-17.
18Zacarías Torres Hernández, Importancia de la pequeña empresa en México: puntos de reflexión, Investigación admi-
nistrativa, México, año 18, no. 72, pp. 5-12.
500-002 B.C.
Ramaswamy, T. N., Essentials of Indian Statecraft, London: Asia Publishing House, 1962.
Roman Farm Management, The Treatises of Cato and Varro, trad., Virginia Farmer, New York:
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